FanFic: It all started with a kiss... | Capítulo Ocho.

Sí, me demoré, pero es que ya no tengo el tiempo de antes. Tengo el capítulo nueve a la mitad. Solo nos falta el próximo capítulo y el epílogo y es el final de este fic. Parece que las cosas mejoran. Gracias por su paciencia y comentarios.


-Nos tenemos que ir. Se nos hace tarde para ir al set.- Naya tomó su bolso que había dejado en el piso y se acomodó el enorme abrigo rojo que llevaba puesto. Limpió algunas lágrimas que caían por su rostro.

-¿Ahora? Quiero quedarme un rato más.- respondió la otra muchacha.

-Heather, que te quedes con él unos minutos más no lo va a hacer vivir de nuevo.- dijo fríamente la morena.

La rubia miró a los ojos marrones con tristeza. Se levantó del piso donde había estado arrodillada ya una hora. Los tacones que chocaban con el piso era el único ruido en ese sombrío lugar.

Los días pasaron. Las cosas cambiaron. Naya no había estado equivocada al decir que las cosas iban a cambiar entre Heather y ella. Aún seguía pensando en el día que encontró a la rubia en la tina del baño inconsciente. Sentía ese dolor en el pecho al ver lo que más quería casi sin vida. Aún le dolía haber perdido un niño, le dolía no haberlo podido criar con la persona que más amaba. Y lo irónico era que esa persona había decidido por el bebé y lo había arrastrado hasta la muerte.

Heather era una persona muerta en vida. Después que le dieran de alta en el hospital, ella y Naya le hicieron un pequeño funeral a su bebé, Caleb. La rubia al verlo tan indefenso y pequeño en esa caja de madera, se sintió horriblemente culpable. En el funeral se desmayó cuatro veces y en ninguna Naya se le había acercado a decirle que todo estaría bien. Es que nada estaba bien.

Seguían viviendo juntas, porque aunque Naya estuviera sin hablarle a la rubia mucho, la seguía queriendo. Ambas habían vuelto a grabar Glee. La serie estaba en su máximo apogeo y felizmente ya no se hablaba casi nada sobre lo de Heather.

Heather iba a su terapia todos los días, de verdad quería que la ayuden con todo lo que le estaba pasando. Se sentía culpable y creía que lo iba a sentir por el resto de su vida. Iba con la mejor psiquiatra de Los Ángeles, la cual mediante distintas modalidades la ayudaba con su día a día. Siempre le recetaba antidepresivos.

Naya una noche se dio cuenta que la rubia a veces tomaba muchas de las pastillas más de la cuenta. La rubia estaba sentada en el sofá de la sala con la televisión prendida y ella estaba tomando un gran vaso de leche y el envase de pastillas estaba abierto.

-¿Cuántas te ha dicho que tomes? – preguntó la morena en esa fría noche.

La rubia miró a la mujer latina y se sintió descubierta y alegre a la vez. Naya no le hablaba casi en ningún momento del día, excepto cuando estaban en el set.

-Quizá menos de las que estoy tomando.- admitió la rubia con culpa.

-¿Quieres morirte? – preguntó la morena

-¡No!- gritó la rubia desesperadamente.

-¿Y entonces por qué demonios tomas tantas pastillas? – dijo desesperada Naya. – Quiero que nuestra relación mejore, de verdad es lo que quiero. Pero no ayudas mucho a eso.- terminó de decir la morena desesperada. Dejó a la rubia sola. Dejó a Heather con lágrimas.

Y prácticamente esa era su vida. Había logrado dejar de tomar más pastillas de lo que debía, pero el dolor de su hijo muerto la seguía persiguiendo. Y más aún el dolor de que la persona que más amaba ni siquiera le hablara la mataba lentamente.
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Naya estaba sentada en la mesa de la cocina. Había muchos papeles por toda la mesa y lo único que quería era tirarlos a la basura. Si Heather llegaba a ver todo eso, el avance que había tenido se iría al diablo. La morena se quitó los lentes de medida y suspiró largamente. Cogió todos los periódicos en sus manos y los puso en una bolsa negra para luego tirarlos a la basura.

No sabía porque seguía viviendo como lo hacía. Podría haberle dicho a la rubia que lo que sea que tenían se había terminado y que la dejara sola. Pero Naya se había enamorado. Se había enamorado perdidamente y dejar a la rubia sola justamente cuando más la necesitaba no le parecía correcto. Sabía que al final del túnel había una luz de esperanza. Sabía que de alguna manera u otra las cosas serían como antes.

Cuando se volvió a sentar en la mesa cogió una taza y la llenó de café. Era café muy caliente, justo como a ella le gustaba cuando era invierno. Se quedó mirando su ventana como idiotizada mientras bebía su café. Un fuerte ruido la sacó de la realidad. Escuchó como dejaba las llaves en la mesa de la sala y los pasos se acercaban a la cocina.

Heather entró a la cocina en busca de cualquier cosa que comer. Había estado con la Dra. Marin dos horas y había estado realmente hambrienta. Cuando entró en la amplia cocina fue directamente al refrigerador y sacó el tarro de aceitunas.

-¿Qué tal todo? – la rubia volteó rápidamente a ver de dónde provenía esa voz. Se asombró mucho al ver a Naya allí. Se suponía que no estaría en casa. Pero le sonrió.

-Bien.- dijo una tímida Heather. Naya soltó una carcajada al ver los labios morados de la rubia. Heather frunció el ceño.- ¿Qué? – preguntó ella.

-Tu…- Naya se tocó sus labios y sonrío.- Tus labios están morados.- la morena se encogió de hombros.

-Oh.- al darse cuenta, la rubia tomó una servilleta y se limpió la boca.

-Siempre me he preguntado que tienen de especial las aceitunas.- dijo la morena. Le dio el último sorbo a su café y se paró para dejarlo en el lavadero.

Heather siguió comiendo más aceitunas sin dejar de mirar a la morena que milagrosamente le estaba hablando. Naya se apoyó en el lavadero y le sonrió a la rubia sinceramente. Heather sonrió torpemente.

-Las aceitunas son deliciosas.- la rubia se encogió de hombros.

Naya miró con amor a la rubia, con todo el amor que su corazón estaba guardando. La chica en frente de ella comiendo aceitunas era su vida. Jamás lo iba a negar, aunque la rubia le hubiera hecho mucho daño, la morena la amaba. Y estar fingiendo que no lo hacía, era bastante difícil.

Esa mañana se había despertado muy temprano. Pensó que Heather estaba a su lado durmiendo, pero no era así. La rubia había salido a su rutina mañanera de correr y después se iba dónde la Dra. Marin y no regresaba hasta el almuerzo. Dianna la había llamado y ambas habían tenido una conversación realmente larga.

-¿Quieres salir hoy? – preguntó finalmente la morena. Preparándose para la posible negativa de la rubia.

La rubia estaba cerrando el frasco de aceitunas. Su cabello era una cortina que cubría su rostro, por eso Naya no pudo ver la bonita sonrisa que se formó en el rostro de la muchacha. Heather abrió el refrigerador y volvió a guardar las aceitunas. Limpió sus manos en su polo y miró a esos ojos marrones que quería tanto.

-¿Enserio? – preguntó sin creerlo.

-Sí.- Naya se acercó a la rubia. El espacio ahora era mínimo. – Tengo invitaciones para un restaurant frente al mar. ¿Quieres ir? – Heather sonrió y asintió varias veces. Naya se acercó aún más. Sus labios estuvieron a punto de unirse, pero la morena no se sentía lista aún, así que solo abrazó a la rubia. Heather quedó confundida, pero correspondió al abrazo. Estaba feliz de que la morena le hablara.
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Era invierno y la brisa del mar era aún más fría de lo que acostumbraba ser. La nieve no se hacía tan presente en esa noche. Caían unas pequeñas gotas de lluvia, pero eran casi nulas. Las mesas que estaban en el balcón del restaurant Los Ángeles Inc estaban totalmente vacías. No había personas que en su sano juicio se sentarían ahí. Nadie, excepto dos muchachas que buscaban recuperar su amor.

- En vano botaste los periódicos. En la mañana los vi.- Naya se quitó el abrigo que llevaba puesto y colocó su bolso en la silla. Miró a los ojos azules con sorpresa. Heather levantó una ceja.- Enserio.- afirmó la rubia.

-¿Por qué no me lo dijiste antes? – preguntó curiosa la morena.

Naya jaló la silla de Heather para que esta se sentara. Ya ambas sentadas se miraron intensamente a los ojos, tratando de decirse lo que no se decían en palabras.

-Que sepas que ya no me hace daño.- afirmó al rubia rompiendo el silencio.- He trabajado mucho en mi autoestima con la Dra. Marin. Hemos hablado de cómo el ser una figura pública le afecta a mi autoestima.- Naya siguió mirando a los ojos azules sin decir nada.- Estoy mejorando Naya. De verdad lo estoy haciendo. Por mí…- se quedó callada un momento y luego siguió: Por ti. Por nosotras.-

Los ojos marrones miraron con adoración a los azules. La morena no lo dudó y tomó la mano de la rubia entre la suya. Ese pequeño contacto le sacudió todo el cuerpo. Lo que sentía por Heather era simplemente indescriptible. Todas las noches de no hablarle, las noches de llanto, las noches de compartir una cama pero dormir sin tocarse se le olvidaron en ese momento.

Heather miró las manos entrelazadas con lágrimas en los ojos. Eso era un gran avance.

-Eso no es justo.- dijo la morena entre risas y dejando de mirar a la rubia.

-¿El qué? – preguntó confundida la rubia.

-Esos ojos que tienes me vuelven loca.-

Heather sonrió tímidamente. La morena se quedó en silencio porque simplemente no sabía que decir, pero se alegraba de que se estuvieran hablando, se sentía bien. Uno de los mozos se acercó y pidió sus órdenes. Como era costumbre ambas pidieron filete de pollo a la parilla y la rubia, con una sonrisa juguetona pidió un vino.

Los Ángeles Inc era el restaurante preferido de todo el elenco de Glee. Cuando se sentían con ganas de comer y querían un ambiente clásico y elegante siempre iban al restaurante. Las muchachas amaban el restaurante y varias veces habían venido juntas o con sus respectivas citas. Tenía una pista de baile para las parejas. Esta era la primera vez que venían como pareja.

Al cabo de veinte minutos el mozo regresó con sus órdenes y colocó dos copas y el vino en el medio de la mesa. Naya le sonrió amablemente y el muchacho se fue. La morena sirvió el vino en las dos copas.

-¿No querías vino? – preguntó la rubia mientras olía el vino de su copa.

-No es eso, solo es que me sorprendió.- dijo la morena sinceramente mientras le daba un sorbo a su copa llena de vino.

La música empezó a sonar. No era movida, definitivamente no era un lugar como para poner música movida. Algunas de las parejas se levantaban de sus asientos para poder disfrutar de un baile romántico con su pareja.
La rubia miró a Naya sin que esta se diera cuenta. La observó por lo que le pareció un largo rato. Esa mujer era tan perfecta, sentimental y físicamente, era la persona más importante para ella. Quería recuperar su relación, quería volver a ser tan unida como antes. Antes de los dramas, de las desgracias, antes de todas las cosas horribles por las que habían tenido que pasar.

La morena la atrapó mirándola. Heather se sintió como una niña pequeña a la que habían atrapado haciendo algo malo. Naya se encogió de hombros y volteó a ver la pista de baile. Quería bailar con la rubia, quería recuperar todo.

-¿Quieres bailar? – preguntó la morena animada.

La rubia la miró muy sorprendida. Los ojos abiertos como platos y la boca abierta en una perfecta ‘o’. Jamás le había pedido algo tan… público. Nadie sabía de su relación, es más, Heather ni siquiera sabía si tenían una relación después de todo lo que había pasado. Los medios decían que Naya era una muy buena amiga. Pero Heather quería su vida de antes.

-Si no quieres… lo entiendo.- Naya tomó otro sorbo de su copa y agregó: Es muy público, ¿no?- la rubia seguía mirándola sorprendida, pero negó.

-Quiero bailar contigo.- dijo Heather con una hermosa sonrisa.

Naya se paró y casi se cae, la rubia sonrió. La morena tomó otro sorbo de su copa y estiró la mano para que la rubia la tomara. Heather se dejó hacer por la morena. Le dio su mano con una sonrisa. Los ojos le brillaban.

-¿Señorita, puedo tener este baile con usted? – ya ambas paradas la rubia asintió.

Ambas se acercaron hasta la pista entre risas y susurros. Naya estaba un poco mareada, pero muy consciente de la situación. La rubia la tomaba del brazo en caso que se cayera. Heather susurró algo en el oído de la morena lo que causó que esta se riera muy fuerte. La gente volteó curiosa a mirarlas. Naya sabía que la mayoría las reconocía.

Cuando llegaron ‘Total eclipse of the heart’ dejó de sonar. Heather se encogió de hombres con un rostro fingido de tristeza. Naya se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla, lo cual hizo sentir mariposas a la rubia. En ese preciso instante un clásico de los 80 comenzó a sonar, uno muy romántico: “I want to know what love is”

-Me sé esta.- dijo Naya con una sonrisa.

En ese momento nada importaba. Solo importaban ellas y una relación que necesitaba ser recuperada, porque, dos almas que estaban hechas una para la otra, simplemente, no se pueden separar. La morena pegó el cuerpo de la rubia al de ella y la tomó de la cintura, mientras la rubia puso sus brazos en el cuello de la morena.

-I want to know what love is.- cantó Naya en el oído de Heather.

La rubia sonrió. Se movían lentamente, al ritmo de la canción. Los ojos marrones se encontraban con los azules. Amor puro, era lo que reflejaban. Se miraban con adoración. Naya apoyó su cabeza en el cuello de Heather y de pronto comenzó a llorar.

-¿Qué pasa? – preguntó asustada Heather.

-Lo arruiné todo. Debí saber lo difícil que fue para ti.- Naya miró directamente a los ojos de la rubia con culpa.

-Si alguien tiene que disculparse soy yo.- estaban tan cerca que se podían escuchar perfectamente a pesar de la música.

Naya no quería hablar más. Ambas tenían algo de culpa en los sucesos. La morena se elevó un poco y con seguridad besó los labios de la rubia. Heather sintió como si fuegos artificiales explotaran en su interior.

-Quiero que sea todo como antes.- admitió la morena.

-¿Crees que las cosas pueden mejorar? – Preguntó una preocupada Heather.-

-Te amo y quiero que todo mejore.- Naya sonrió.

waaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!... que hermosooooo!!!!!... la cancion, lo que dijeron, el beso, todooo!!!.. Naya, te adoro, gracias por dar el primer paso, yo se que la situacion es dificil, lo que paso con el bebé, pero olviden todo, empiecen de nuevo!!.. las dos la pasaron mal, pero me alegro que se olviden de las culpas y todo eso.. waa!! espero el siguiente capitulo con un sonrisa porque presiento cosas buenas... muy buenas ^^,

awwwwww!!!!! que belleza de capitulo!!! Dejame decirte que AMO tu fic, es increible, la forma en la que escribes me transporta a todas las emociones y sentimientos, ayer lo lei todo y aunque algunas me maten por decir esto: yo no queria que ese niño naciera, sé que el no tenia la culpa de nada, pero para Britt podría ser el recordatorio de su desgracia... Aunque ella no lo hizo con la intención de que muriera era ella quien queria morir. Por otro lado entiendo que Naya se haya enojado, ella lo queria como su hijo porque era parte de la mujer que ama además de encontrarla casi muerta, me imagino que debe ser la sensación más horrible en el mundo. Pero alejar a Britt no ayuda a ninguna de las dos, menos mal se dio cuenta a tiempo y comenzarán a revivir su inmenso amor, en frente de TODOS!! WOW!!!

Gracias por compartir tu increible don y hacerme tan feliz, mas cuando ayer nos moriamos de enviadia por no poder subastar por el beso de Naya o que que Hemo lo hiciera!!.

Muchisimas gracias... espero subas el capítulo 9 pronto!!!!

Bueno, nueva lectora por aquí, me encanta la historia, me has hecho llorar que lo sepas...
Espero que actualices prontito que estoy deseando seguir leyendo este gran fic ^^

Me encanta !! el principio fue muy frio y distante....pero el final *_*!!! me encanto, ya quiero leer el siguiente capitulo, ver como van haciendo que todo mejore ^^!! y que consecuencias trae ese baile tan publico jajaja

Increible, me encanto
Fue lo mas hermoso de mi dia!
Graaaacias por actualizarr!! Posta qe extrañaba este fic!
Un abrazo gigante :)

Se extraña el Fic :( ¡ACTUALIZA PRONTO! Me muero sin leer :( Jajaja :3

aunque trate de ver la manera de como no vi el capitulo antes no la encuentro... no puedo creer que avías actualizado y yo la pava no me di ni cuenta...

bueno ahora que me leí el capitulo...esta super bien echo... pasar por toda esa parte del dolor y la culpa fue necesario y se agradece que fueras realista... todavía falta tiempo para que todo vuelva a ser lo mismo, pero van en muy buen camino...

espero la actu *besos*

muy buen fic!!! mucho drama en muy pocos capítulos....mucho mucho...pero no deja de ser bueno....espero poder seguir leyendo esta historia!!!