FanFic: Paradise | Capítulo 2

Hola a todos, estoy super ansiosa por publicar este fic que se me vino a la cabeza mientras escuchaba Paradise de Coldplay. Me siento segura de empezarlo porque a mi fic "It all started with a kiss" le faltan tres capítulos para terminar, así que podré seguir con este. Pienso hacerlo de 10 u 11 capítulos, pero vamos a ver como se presentan las cosas, es BRITTANA. Gracias desde ya, siempre un comentario por más pequeño que sea me hace feliz :3

PD: Este fic está situado en la época de los 80 :3

INTRODUCCIÓN.

¿Creen en las almas gemelas? Yo no creía en eso, me parecía pura basura que las personas inventaban para poder sentirse menos solas. Eso es lo que hacen, estás sola y te convences a ti misma que en algún lugar del mundo, tu alma gemela espera por ti. Basura, eso yo pensaba, no existía tal cosa como almas gemelas, ni siquiera creía en el amor, estaba muy ocupada para eso.

Hasta ese 14 de febrero de 1986. Recuerdo claramente cómo odiaba ese estúpido día, sé lo que pensaran; que lo odiaba porque yo no tenía con quien pasar el día del amor, lo cual en cierta forma era cierto. Pero… ¿Puedes culparme? Me enamoré a los 16 años y fue bonito, pero cuando cumplí 17 mi novio murió. ¿Cómo demonios se suponía que debía volver a amar?

Me ocupaba con el trabajo, en cierta forma eso era lo que me llenaba, me hacía dejar de pensar en el pasado. Yo soy maestra de coro en una escuela de gran prestigio en California, y tenía tanto trabajo que no tenía tiempo para el amor.

Me acuerdo que el 14 de febrero del 86, salí más temprano del trabajo. Ese día solo teníamos hasta las doce, para que los alumnos y profesores pudieran disfrutar el resto del día. Yo salí echa un energúmeno del colegio, bueno, siempre era así los 14 de febrero. Me estaba dirigiendo a mi carro cuando la vi.

Una muchacha, de unos 18 años estaba sentada en la vereda, en la misma recta del colegio. Estaba cantando ‘I wanna know what love is’, tocaba la guitarra y en el centro tenía una especie de cajita, al parecer ahí la gente ponía el dinero. La muchacha era una especie de indigente, pero tenía la más bonita sonrisa del mundo.

No sé cuándo ni cómo, pero yo estaba en frente de ella. Su dulce voz me hipnotizó. Yo la seguí mirando y ella siguió cantando, cuando terminó de cantar, ella me miró, sus ojos azules me miraban con curiosidad.

-Nunca nadie se ha parado a verme tocar y cantar.- dijo ella en un murmuro. Yo desperté de mi especie de trance.

-Lo siento.- me disculpé automáticamente, era una costumbre en mí. Nunca me habían gustado las chicas, nunca, pero esta muchacha era mi gran excepción. Dios, ¿Qué demonios decía? No podía gustarme esta chica, porque era muy joven (yo tenía 24 años) y era una muchacha de la calle. A saber en qué clase de líos estaba metida.- Toma.- dije teniéndole un billete de 20 dólares. Ella lo tomó y me miró sorprendida.

-Wow, nunca nadie me ha dado tanto dinero.- pero ella sin pensarlo dos veces, lo guardó entre sus pechos. Yo miré a otro lado.- Bonita sonrisa…¿Cómo te llamas?- cuando dijo eso sentí algo raro en mi estómago.

-Santana.- dije yo sin pensar.

-Bonita sonrisa Santana.- respondió ella.

No pregunté su nombre, supuse que no sería importante. Pero lo que yo no sabía era que mi vida iba a cambiar completamente, iba a encontrar el amor de mi vida. Iba a llegar a conocer a esa extraña muchacha.

me encanta! siempre me imagine una fic asi que saliera de lo comun! sigue pronto

Dios. Me encantó. De verdad.
está genial como comenzaste todo! Sólo el prólogo y ya me enganchaste completamente!! dckonaskjdvnadhjv
Espero que rápido, muy rápido actualices!!!
:D
Besos!

excelente!!! continualo por favor!!!!! es tan tierna la ultima parte Pero lo que yo no sabía era que mi vida iba a cambiar completamente, iba a encontrar el amor de mi vida. Iba a llegar a conocer a esa extraña muchacha.
me gusto muchoo!!!!

Woow, me encantoo, se me hizo super tierna Santana Hipnotizada con britt, supuse qe era britt XD
El 14 de febrero ablando mi corazon jajaa XD
Actualiza pronitooo

Aww re lindo, yo esperaba que fuera mas largo. Pero me ha gustado mucho. Espero el próximo. Me encantan todas tus historias, no puedo creer que tu fic Heya vaya acabar, pero bueno esta re bien.

waaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!.. amé la introducción.. por favor te ruego continualo prontito.. Santana de 24 años y Britt de 18.. la hipnotizó con su perfecta mirada.. Dios!!.. Santana amala!!.. jaja.. en fin espero el siguiente ^^,

omg *__* tanto replies, gracias, son lindis xD Bueno aquí está el primer capítulo, espero que les guste. Todo es desde el punto de vista de Santana, mientras avance el fic habrán capítulos desde el punto de vista de Brittany, es muy necesario, después de todo este fic está nombrado más que nada así por la vida de Brittany. En fin, cada capítulo estará nombrado por una canción, esta vez es When it rains de Paramore, lo pueden escuchar mientras leen si quieren.

N/A: Lo primero es un flashback. Habrán varios flashback para entender un poco más las vidas de San y Britt.

Capítulo 1: When it rains.

And when it rains,
On this side of town it touches, everything.

-¿Cómo se siente? – miré con profundo odio a Rachel.

¿Quién demonios te pregunta cómo se siente perder a alguien? Rachel se me quedó mirando, al parecer esperaba una respuesta. Yo solo la miré con todo el odio que pude y seguí mirando el ataúd.

-¿Santana? – escuché de nuevo su estúpida voz.

-¿Qué demonios quieres Rachel? – pregunté lo más bajito que pude, no quería que nadie me viera perder los papeles, menos en su funeral.

-¿Cómo se siente? – volvió a repetir ella.

-¿Cómo se siente el qué? Específica, Berry.- respondí, haciendo como que no sabía lo que quería preguntarme.

-Perder el amor de tu vida.- dijo ella en un murmuro. No la miré, yo no sé si lo hacía al propósito o era estúpida. Comencé a llorar histéricamente, todos en el lugar me miraron con lástima. No me gustaba la lástima, pero en ese momento no me importaba nada, solo él, en una caja de madera.- Santana…

-¡CÁLLATE!- grité con todas mis fuerzas, causé que me miraran.- Tú no te atrevas a preguntarme eso… especialmente tú.- respondí en un murmuro.

-Santana, sabes muy bien que yo no tengo la…

-No te atrevas Rachel. No sé ni porque estás aquí. Ahora solo falta que aparezca Finn y te juro que si viene le rompo la cara.- Rachel se alejó de mí.


16 de febrero del 86

Me levanté realmente temprano. No sé por qué demonios lo hice. Quiero decir era sábado, generalmente los sábados dormía hasta que mi cansado cuerpo tuviera ganas de levantarse, lo cual significa despertar a las cuatro de la tarde.

California estaba con neblina. Cuando me acerqué a la ventana de mi departamento pude ver todo el lugar cubierto por neblina, y sentí mucho frío. Llevaba puesta una camiseta sin mangas y un short pequeño. Miré al cielo y sonreí.

-Te extraño mucho.- murmuré.

Había cogido esa extraña costumbre, le hablaba al cielo, era como hablarle a él. Por lo menos ya no miraba sus fotos y entablaba conversación con las fotos. Me estaba tomando un gran tiempo recuperarme de la pérdida, pero lo estaba haciendo mejor, mucho mejor. Antes me sentaba en mi mesa y lloraba hasta que me diera sueño, o me echaba en mi cama y hablaba con sus fotos, como si fuese la cosa más normal del mundo.

Eran las once de la mañana. Era la madrugada, dios mío, cómo me había levantado tan temprano. No importa, ya estaba levantada. Fui a mi pequeña cocina y saqué tomates y lechuga, lo más fácil de preparar siempre habían sido las ensaladas y mi desayuno era ese desde que tenía once años. Me acerqué a la radio y la prendí, no me importó en que estación estuviera, solo quería un poco de ruido en el apartamento y no sentirme tan sola.

Estaba cortando los tomates en cuadraditos como a mí tanto me gustaba, cuando escuché esa canción. ‘Dust in the wind’ sonaba en la radio, toda esa canción gritaba su nombre. En un descuido me corté con el cuchillo y la sangre se esparció por todos lados. Rápidamente fui al caño y mojé mi dedo, cuando me di cuenta que no me importaba de alguna manera ese dolor me gustaba. La canción seguía sonando, me acordé de todas las veces que habíamos escuchado esa canción en su carro, las veces que yo había cantado esa específica canción para él y él para mí. Las lágrimas no tardaron en hacer acto de presencia. Miré el cuchillo ensangrentado en el lavadero y sentí la necesidad de causarme daño físico, aunque sea de esa manera el dolor se iría. Pero mis planes se vieron truncados cuando el teléfono sonó.

-¿Hola? – dije tratando de calmar mi voz. No quería que nadie supiera que estaba llorando.

-¿Santana?- oh no. Rayos, ¿por qué? - ¿Santana? – volvió a repetir.

-Hola Adele,- dije tratando de sonar normal y no como realmente me sentía. - ¿Qué deseas?- pregunté lo más calmadamente que pude.

-Verás Ashley se ha reportado enferma.- rodé los ojos, eso era lo que me faltaba.- Me preguntaba… ¿Puedes cubrir su turno? – preguntó ella en un murmuro.

-¿Me van a pagar por esto? – fue todo lo que pregunté.

-Claro Santana.- respondió ella.

-Voy en una hora.- respondí y colgué el teléfono.
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Estaba dentro del colegio. No tenía ganas de hacer esto, realmente no tenía ganas, seguro que mi cara lo decía todo, pero tenía que ganar dinero extra, no siempre lo que me pagan alcanza para todas mis necesidades. Así que es bienvenido un dinero extra.

Me puse un jean y una chompa cualquiera, no tenía ganas de venir con el uniforme, además que era sábado, era un día informal. Llegué a la sala de maestros para encontrarla vacía, claro, qué persona normal vendría los sábados. Abrí mi casillero y guardé mi bolso. En la mesa vi un fólder y encima decía Santana. Supuse que era la lista de alumnos.

Tomé el folder, lo pegué a mi pecho. Salí de la sala de maestros y seguí mi camino por el largo pasillo, la clase de Ashley se daba en el último salón. Paré en seco mirando a través del vidrio transparente que había en la puerta, miré adentro, genial, eran adolescentes. Estaban corriendo, haciendo ruido y a mí ya me estaba dando dolor de cabeza.

-Buenos días.- dije entrando.

Dejé el folder en el escritorio y volteé a mirar a mi clase. Las típicas caras, sorpresa, miedo, los chicos mirándome como si fuera un pedazo de carne. Rodé los ojos. A veces me daban tantos celos, yo no había podido tener una adolescencia normal. Crecí muy rápido y verlos a ellos tan felices, comportándose como lo que eran, adolescentes, me daba muchos celos.

-Dije buenos días.- dije en un tono más fuerte y algo molesta. Rápidamente ellos dijeron a coro, “Buenos días…” miré su rostro de confusión, claro, no sabían mi nombre.- La profesora Ashley tuvo un percance, por hoy yo dictaré su clase, mi nombre es Santana López.- dije, mientras lo escribía en la pizarra.

Ellos asintieron y dijeron de nuevo, “Buenos días Señorita López” yo asentí en aprobación. Ahora, ¿Qué demonios se suponía que debía hacer? Solo me habían dado un fólder con el nombre de todos, pero el cronograma de actividades de Ashley, rayos.

-mmm.- murmuré mirándolos.- ¿Qué estaban haciendo con las profesora Ashley? – pregunté casualmente.

Una muchacha pelirroja levanto efusivamente la mano. Dios, ¿Por qué tanta alegría a estas horas?

-Dime.- dije asintiendo en su dirección.

-Estábamos hablando sobre el entrenamiento vocal y…- Dios, que aburrida era Ashley.

-Wow.- dije yo.- Eso es algo aburrido.- para mi sorpresa la clase rió conmigo, pero la pelirroja no, ella me miró con cierto desprecio.

-La verdad no lo es, es necesario para…- dios, estaba muchacha sonaba igual que… Rachel.

-Bueno, ya que yo estoy a cargo de la clase.- dije mirando a la pelirroja.- Vamos todos hagan parejas y cantarán una canción a dueto, les doy media hora.- exclamé.

Ellos me miraron emocionados, pobres, se veía que no hacían esto a menudo. Todos rápidamente se pusieron en parejas y comenzaron a hablar tan fuerte que me empezó a doler la cabeza.

Me senté y abrí el fólder. No tenía ganas de hacer esto, por eso los mandé a que hagan algo juntos. Miré el fólder y traté de pensar quién era quién, en realidad no me importaba en los más mínimo. Mis ojos se comenzaron a cerrar, pero no podía dormir en clase, demonios. Los miré de nuevo y todos estaban muy concentrados en lo que hacían. Volví a mirar el fólder cuando algo captó mi atención. Elise Berry decía uno de los nombres, me dieron ganas de vomitar. ¿Era un pariente directo de Rachel Berry?

Cerré rápidamente el fólder. Si había aquí un pariente de Rachel, no pensaba en mi vida volver a aceptar dar clases los sábados. Miré por la ventana, me di cuenta que estaba lloviendo. Sonreí. Me encantaba la lluvia, era cómo mi estado emocional, yo era igual que la lluvia. Triste. Siempre era así.

Vi una cabeza rubia caminar por el patio principal del colegio. La chica daba vueltas con los brazos abiertos y sonreía. Parecía ser que le encantaba la lluvia. Cuando vi con más atención, el corazón se me paralizó. Era ella. La extraña muchacha de la calle, la hippie o eso parecía ser. Tenía la guitarra colgada en su espalda.

Seguí mirándola sin saber porque lo estaba haciendo. La muchacha seguía dando vueltas hasta que cayó al piso. Por un momento mi corazón se paralizó, ¿le habría pasado algo? Pero luego vi como se sentaba y comenzaba a reír, yo misma comencé a reír.

Algunos de los chicos voltearon a mirarme curiosos. Yo dejé de reír y me puse seria. Dios, qué vergüenza. Pero… oh dios mío, yo, Santana López, me había reído y no había sido falsamente. Creo que esa rubia tiene un extraño efecto en mí.

-La hippie Brittany.- escuché que alguien dijo. Levanté la vista y vi a la pelirroja aburrida.- La vagabunda, creo que está loca.- sentí algo raro.- Bueno, está loca… por eso nadie se le acerca, solo de pensar en estar cerca de una loca…-

-Suficiente Berry.- dije. Ni siquiera sabía que su apellido fuera Berry. Pero algo en esa muchacha me decía que era una Berry. Se parecía mucho a la que una vez fue mi amiga.

-¿Cómo sabe mi apellido?- preguntó ella con curiosidad.

-Lo vi en la lista.- era cierto. Pero ella me siguió mirando. Así que esta era Elise Berry, no quería estar cerca, ni siquiera sabía si era familiar de Rachel.
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Cuando tocó el timbre salí como alma que lleva el diablo. Me dolía la cabeza, sentía tantas cosas. Pero lo más importante era que no iba a venir así me pagaran extra. Nunca más iba a trabajar en sábado.

El frío aire de febrero chocó en mi rostro. Puse mis manos en los bolsillos de mi chompa para que me diera un poco de calor. Ajusté más mi bolso a mi hombro y seguí caminando la misma ruta de siempre hasta mi carro.
Brittany. Ese era su nombre. Inconscientemente sonreí. No sabía qué demonios me estaba pasando. ¿Cómo era posible que una extraña me hiciera sonreír, cuándo mi familia y amigos habían tratado de hacer eso durante años?

-Santana.-

Esa voz la había escuchado una sola vez en mi vida. Y no podía olvidarla porque la asociaba a una hermosa sonrisa, a unos hermosos ojos azules, a una maravillosa voz. Volteé y efectivamente me encontré con Brittany.

-¿Hola? – pregunté tímidamente. No es muy normal que hables con personas extrañas y menos sin son de la calle.

-Hola.- ella dijo sonriendo. No entendía muy bien cómo una persona que no tenía una casa y quizá algo para comer, podía ser tan feliz.

-Hola.- esta vez soné más segura. No era cómo si ella me iba a matar o algo así. Aunque la situación seguía siendo extraña.

-Gracias por esos 20 dólares.- dijo ella encogiéndose de hombros.

-mmm ¿De nada? – no sabía si esta chica se le acercaba así a todo el mundo.

-Pude tener una cena esa noche.- dijo ella poniendo la más bonitas de las sonrisas.

Me sentí un poco incómoda ante su comentario. Nunca había conocido a alguien que no tuviera qué comer o dónde dormir. Le sonreí y seguí con mi camino. No sabía si había hecho caridad con ella o lo que fuera, pero se sentí raro.

Empezó a llover. Demonios, yo no había traído paraguas, me encogí de hombros, no era como que iba a llover a cántaros, además ya estaba cerca de mi carro. Pero me equivoqué, la lluvia empezó a caer muy fuerte, en un minuto estaba todo mi cabello mojado.

Cuando volteé a ver atrás, sentí mucha pena, demasiada. Brittany estaba sentada cerca de las rejas del patio del colegio, tenía su guitarra en su vientre y se había quitado la chompa que llevaba para taparse de la fuerte lluvia. Noté como se abrazaba a sí misma, debería tener mucho frío.

Sabía que me iba a arrepentir de lo qué iba a hacer.

-¡Brittany!- grité muy fuerte. Apenas se podía escuchar mi voz por la fuerte lluvia.- ¡Brittany!- volví a gritar, esta vez ella se dio cuenta. Se sorprendió pero rápidamente estuvo a mi lado.

-Hola.- me dijo en un murmuro.

-Está lloviendo.- dije como si no fuese obvio, genial.

-Es bonito cuando llueve, excepto que me mojó totalmente y me duelen los huesos por el frío.- ella se encogió de hombros.

-Vamos.- le dije extendiendo mi mano. Ella me miró con curiosidad.

-¿A dónde? – preguntó inocentemente.

-Demonios Brittany, está lloviendo como si se fuera a caer el cielo. Si te quedas aquí te va a dar una maldita pulmonía- dije desesperada, la necesidad de protegerla era grande.

-Pero… nunca nadie se ha preocupado por eso.- ella se encogió de hombros.

-Pues nunca te habías cruzado con una Santana López. Vamos, o te va a dar algo.- ella tomó mi mano y me sonrío.

jajaj puedo imaginarme a Britt toda hippie y en su mundo

Porqe me lo cortaaas ahii!! malvadaa jajaja

Yo tambien qiero cruzarme con Santana Lopeez :( jjajaaj
Actualiza prontito

comparto opinion con flor, no me importaria que llueva, que me de neumonia si Santana Lopez me ayuda. Que se me caiga el mundo encima con tal de estar con ella xD

Que sepas que yo ya soy fan 100% de tu fic =)!!
Que tierna la "vagabunda" Brittany jaja y Santana que no la conoce de nada y ya siente la necesidad de protegerla *_*!! Brittana is ON, en cualquier epoca, con diferencias de edad o de estatus. Genial =D ajaja

me encanto el capitulo!! porfa seguilo!! la sensación de protección de san hacia britt lo comprendo perfectamente, lo he vivido en carne y hueso y es realmente fuerte y la mayoría de las veces no podes contra tus impulsos aunque sepas que te vas a arrepentir toda la vida, lo haces sabiendo que es lo mejor para la otra persona..
nuca antes lo había dicho, pero los genes berry no me caen nada bien, solo soporto a rachel cuando esta con quinn, porque la verdad es que finchel ya me parece empalagoso!!
seguilo porfas!!! que esta bueno!!!

Queee bonitoo <3 amor a primera vista pero San aun no lo sabe repito que bonito *.* y creo que ya lo habia dicho en otro de tus fics pero me gusta como escribes y si no lo habia dicho pues y que estes bien (:

Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww *-* se me hizo tan tienoooo*-* ya quiero ver cuando se enamoren y todooo *-*

Me encantó! me gustó tanto que me saqué la pereza que me da logguearme para comentarte jajaja bueno, ojalá que lo actualices pronto, porque me encantó la idea. Aparte todos los fics de teacher/student me provocan debilidad.
Ojalá que San se olvide de ese mamotreto pronto.
Xoxo!

Holaaaaaaaaaaaaaa! No me odien por favor! Estuve de viaje. Gracias por sus hermosos comentarios. Aquí está el segundo capítulo. Enjoooy!

N/A: El capítulo empieza con un flashback de la vida de Brittany.

Family Portrait

You fight about money, 'bout me and my sister
And this I come home to, this is my shelter
It ain't easy growing up in World War III
Never knowing what love could be, you'll see
I don't want love to destroy me like it has done my family

- Ugh, no puedo concentrarme en esto con ellos gritando de esa manera.- la pequeña Brittany de doce años sacó su cabeza que había tenido escondida debajo de sus sábanas. Miró la cara de enojo de su hermana mayor y le dio mucho miedo.

-Quinnie…- susurró ella.

Quinn Pierce. Ese era el nombre de la hermana mayor de Brittany; tenía dieciséis años y generalmente era muy buena con su hermana menor, pero lastimosamente las cosas habían cambiado en los últimos meses. La rubia mayor dio una fría mirada a su hermana y se paró de su cama.

-Brittany, no lo soporto.- fue todo lo que dijo y se acercó a la puerta, cuando la abrió los gritos eran más fuertes.

-Quinn, te va… te va a golpear de nuevo.- Brittany se abrazó a sí misma y comenzó a llorar. Quinn tomó aire y cerró la puerta.

Llegó hasta la cama de su hermana menor y la abrazó fuertemente. No quería ser distante con su hermana, pero la vida la estaba volviendo así. Amaba a Brittany más que a cualquier persona. Brittany escondió su rostro entre el cuello de su hermana mayor y rompió en llanto.

-No quiero que te haga nada Quinnie… y tampoco quiero que me vuelva a golpear.- Quinn solo abrazó por un largo rato a su hermana. Tenía rabia. Mucha y quería descargarla.


Presente.

-Qué bonito.- la rubia tomó la taza de café entre las manos y le dio un pequeño sorbo.- Delicioso, el café te quedó perfecto.- la morena solo asintió y se sentó al lado de la rubia.

-¿Siempre estás en las calles? ¿O tienes un lugar dónde dormir en las noches? – preguntó Santana un tanto preocupada. No era de su incumbencia la vida de Brittany, pero sentía la necesidad de hacer esa pregunta.

-Nunca nadie me pregunta eso.- respondió la rubia encogiéndose de hombros. Quizá Santana no debió hacer la pregunta. Quizá Santana ni siquiera debería haber invitado a una completa desconocida a su departamento. Pero, la morena siempre hacía las cosas sin pensar.

-Lo siento, no quise incomodarte.- Santana dejó su tasa de café caliente encima de su mesita de centro. Brittany le dio un rápido sorbo a su café e hizo un gesto con su mano, quitándole importancia a lo que la morena había dicho.

-No.- respondió Brittany.- Solo me sorprende.- explicó la rubia.- Generalmente cuando no llueve y no hace tanto frío suelo dormir en un parque, cerca del colegio donde enseñas. Pero en invierno, duermo detrás del centro comercial, solo consigo algunas frazadas y las cargo ahí.- señaló la rubia a una especie de mochila que yacía en el piso del departamento.

A Santana se le hacía muy difícil entender porque Brittany siempre llevaba una sincera sonrisa en su rostro. O porque Brittany siempre trataba de restarle importancia al hecho que vivía en las calles. O qué dormí en un parque. Santana, que siempre lo había tenido todo (y a la vez nada) no entendía a Brittany.

Pero parecía ser eso exactamente lo que cautivó a la morena la primera vez que vio esos ojos azules. Eran como el mar, esos ojos le brindaban una paz indescriptible y siempre se llegaba a perder en ellos.

-¿Santana?- Brittany estaba moviendo las manos alrededor del rostro de Santana, como tratando de despertarle del trance en que la morena había entrado.

-¿Dime? – preguntó ella confundida.

-Te me quedaste mirando un largo rato y yo te decía que ya es hora que me vaya…- Brittany dejó la tasa de café al lado de la de Santana. Se paró y sujetó su largo cabello en una cola alta de caballo.

-¿Por qué te vas?- preguntó Santana, aún hipnotizada por esos ojos azules. Brittany frunció el ceño confundida.- Quiero decir…- Santana miró por su ventana y vio que la lluvia no había parado.- Mira como llueve.- explicó la morena.

-He dormido con nieve.- la rubia se encogió de hombros.

-Pero como te dije antes, no te cruzaste conmigo y no voy a permitir que duermas en la calle con esta lluvia.- Brittany sonrió y se abalanzó en los brazos de la morena. Santana no se lo esperaba pero devolvió el abrazo.- Y luego te podrás ir.- asintió al morena.

-Gracias.-
---

No sabía exactamente por qué estaba despierta a las siete de la mañana en un domingo. No estaba segura si era el constante ruido de las gotas de lluvia, la ansiedad (que era parte de su vida) o una cierta rubia que estaba durmiendo en el sofá.

Santana había dicho a Brittany que tenía un colchón de sobra y podía ponerle en su cuarto, pero la rubia había insistido que ya era mucho que estuviera en su departamento y que ella podía dormir en el sofá.

Cuando llegó a la sala de su pequeño departamento sonrió, esta vez fue de verdad. Su rubia amiga (¿amiga?) estaba agachada buscando algo debajo del sillón. No sabía porque pero le hacía gracia.

-¿Se te perdió algo? – preguntó la morena.

La rubia levantó su rostro para encontrarse con esos hermosos ojos marrones. Brittany sonrió y tomó algo entre sus manos. Se acercó hasta donde estaba Santana y le dio un corto beso en la mejilla. La morena se quedó sorprendida.

-Buenos días.- respondió Brittany.- En realidad se me cayó esto.- dijo ella abriendo su mano. Un pequeño arete plateado estaba en la mano de la rubia.- No sé cómo se cayó. No debía haberlo ajustado bien.- Brittany se encogió de hombros.

-Los aretes siempre se caen. Por eso deje de usarlos.- Santana se alejó de la rubia y fue directamente a su cocina. Cuando entró lo primero que vio fue el cuchillo con sangre en el lavadero. Le dieron escalofríos.- ¿Quieres café? – ofreció la morena levantando la voz.

-Es que este es un arete para mi lengua.- respondió Brittany, ya en la cocina.

Santana volteó a ver a la rubia que tenía enfrente. Vio cómo Brittany trataba de acomodarse el arete en la lengua. No quiso ver más, dio la vuelta y sacó dos tazas. Las llenó de agua hirviendo y agregó dos cucharadas de café.

-¿Un piercing? – preguntó la morena.

-Listo.- dijo la rubia. Santana volteó a mirarla. Brittany estaba jugando con el piercing y la morena lo podía ver. Le parecía… sexy. ¿Sexy? ¿Qué demonios estaba pasando con ella? - ¿Te gusta?- preguntó la rubia acercándose bastante a la morena.

-Ehmm…- no sabía porque la presencia de Brittany le estaba poniendo nerviosa.- Se ve… bien y doloroso.- Santana se encogió de hombros.

-Sí, muy doloroso.- afirmó Brittany.

Santana miró los ojos azules y le sonrió. Luego le hizo una seña a Brittany para que la acompañara a la sala. Brittany descubrió la puerta que daba al balcón. Pidió permiso con la mirada y Santana asintió. Ambas se sentaron en dos sillas que la latina tenía en su balcón.

Santana le dio una taza de café a Brittany y esta le dio un gran sorbo. La lluvia seguía cayendo, más fuerte que en la mañana. La rubia miraba admirada la ciudad. A la morena le dio ternura.

-Quinn me llevó a hacerlo.- dijo de pronto la rubia, rompiendo el silencio.

La morena acomodó unos mechones rebeldes que le tapaban la vista. Puso su taza de café entre las piernas y miró con curiosidad a Brittany.

-¿Quinn? – Brittany estaba tomando su café, pero miró a Santana y asintió.- ¿Quién es Quinn? – preguntó curiosa.

-Quinnie…- murmuró la rubia. Unas cuantas lágrimas cayeron de los ojos color mar. – Mi hermana mayor.-
¿Hermana mayor? Brittany tenía una familia. Santana miró sorprendida a la rubia. Sería algo bueno aprender de su pasado, cómo es que había llegado a vivir en las calles, si es que tenía una hermana, o una familia.

-¿Tienes una hermana?- al fin dijo Santana.

Brittany asintió varias veces para después pararse de la silla, dejando su taza de café en el suelo. La rubia se acercó hasta el barandal del balcón y abrió sus brazos. Su largo cabello se movía con el viento y sonreía. A Santana le parecía hermosa… la vista, por supuesto.

-¿Brittany? – preguntó Santana en un susurro.

-¿Qué?

-No entiendo.- afirmó la morena.- Si tienes una hermana, ¿Cómo es qué terminaste en la calle? –

La rubia dejó de sonreír y miró al vacío. Sabía que Santana no quería hacerla sentir mal, pero esa pregunta era demasiado. Imágenes de su pasado comenzaron a pasar por sus ojos como si se tratase de una película. Sus recientes lágrimas se mezclaron con las pequeñas gotas de lluvia.

Santana acomodó su bata y se abrazó a sí misma tratando de darse algo de calor, el frío la estaba matando. Se dio cuenta el cambio de actitud de la rubia. Brittany se alejó del barandal, recogió la taza que yacía en el suelo y entró al departamento. La morena frunció el ceño, pero rápidamente fue detrás de la rubia.

-¿Brittany? – dijo la morena cerrando la puerta del balcón.

La rubia estaba doblando las frazadas que Santana le había dado la noche anterior. Cogió su cabello en una coleta, dejó la taza en la mesa de centro y luego se agacho por su mochila.

-Gracias por la estadía.- murmuró la de los ojos azules.

-¿Qué hice? ¿Por qué te vas? – preguntó confundida y desesperada la latina.

-Nada.- Brittany se encogió de hombros.

Santana vio como la rubia se acercaba a la puerta de salida. Miraba con frustración y desesperación aquella escena. ¿Qué es lo qué había hecho mal? Solo quería estar con Brittany. ¿Qué demonios estaba pensando ahora?

-¿Brittany? – dijo desesperada.

-Es mejor si no mezclamos nuestros mundos.- dijo Brittany.- Es mejor si hacemos cómo que nunca nos conocimos.- la rubia se encogió de hombros.

-No.- gritó Santana.

El grito desesperado de Santana sorprendió a la rubia y a la morena. Santana no entendía porque la desesperación en ella. Acababa de conocer a la rubia y su amistad sería muy extraña.

-Yo soy de un mundo y tú de otro.- finalizó Brittany.

Santana se quedó mirando boquiabierta la puerta. No entendía qué es lo que había molestado a la rubia. Sus ojos se llenaron de lágrimas y no entendía el por qué. Bueno, parecía que tenía que regresar a su vida miserable.

quisiera saber que s lo que paso con brittany si tenia o tiene una hermana, como es que quedo en la calle???

yo soy de un mundo y tu de otro no es verdad todos somos del mismo mundo no entiendo porque muchas personas dicen eso, y santana porque no fuistes detras de ella!!!

Actualiza pronto porfis!!!

Besoss!!!

Es mejor si no mezclamos nuestros mundos.- dijo Brittany.- Es mejor si hacemos cómo que nunca nos conocimos.- la rubia se encogió de hombros.

-No.- gritó Santana.

DIOOOOOOOOOOOS, porqe se fueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
morire de pena :(

Wooow!! Ha valido la pena la espera de tantos días. Increíble. Me encanta como escribes. Pero me ha sabido a poco. Necesito más!! jajaja
Venga, ponte las pilas y a escribir, o te tendré que mandar unos monos escritores para que te echen una mano ;)
Espero que actualices pronto.
Besos

Que San salga corriendo detras de ellaa! )x

Amo esta historia! ojala la continúes pronto :D
Una pena que Britt haya querido irse :( espero que se vuelvan a ver pronto.

Ai mi Santana que se ha enamorado de Brittany sin conocerla!!! Bueno, al menos ya sabe donde se queda, siempre puede ir a buscarla =)!!
Actualiza pronto por favooooooooor ^^!!