Agradezco haberte conocido.

CataHummel-Anderson escribió:Ahahahahahaa!!!! Se conocieron!!!! y fue como... flechazo instantáneo!
Me parece muy tiernecito su primer encuentro, hermoso!
Me encanto!

Me alegra que te haya gustado *w* http://media.tumblr.com/tumblr_m9ckmzlfiQ1rtm8kk.gif

Gleek Ivan! Lamento haber infringido reglas, la verdad es que no entendía mucho las cosas y cómo se hacían xD bueno, agradezco que te hayas pasado a aclararme las cosas!! :) Lamento las molestias!

-¡Kurt!..¿Cierto?- escuchó que le dijeron cuando estaba caminando por el pasillo que lo llevaría a la salida.
¡Era el chico que ocupaba mucho gel en el cabello y la base equivocada!
- Sí..-dijo Kurt algo inseguro. Él solo quería irse para no causar problemas.- Felicitaciones por tu presentación, creo que sí quedarás en el coro- agregó Kurt sonriendole.
Blaine sintió un leve calor en las mejillas. Él quedó, quedó en los Warblers…
-Gracias- agregó.
-Bueno…adiós, ahora. Fuiste muy amable conmigo- dijo Kurt volteandose, pasando por al lado de una ventana abierta…
-¡Te invito a un café!- logró exclamar Blaine, antes de que Kurt siguiera caminando.
Kurt quiso rechazar la invitación, pero un viento sopló fuerte, Kurt se tapó la cara. La otra ventana se abrió y golpeaó a un jarrón gigante que contenía flores. Toda el agua que tenía le cayó a Kurt mojándole gran parte de los pantalones y la chaqueta.
-Diablos…-escuchó Blaine susurrar a Kurt.
-Déjame ayudarte. Tengo ropa que puedes ponerte por ahora.-dijo Blaine acercándose y colocando al jarrón de pie, alejando con el pie las flores esparcidas por el piso.
Kurt negó con la cabeza de manera frenética, de cierta forma, la humillación y la vergüenza eran su pan de cada día.
-¿Blaine dónde habías ido?- preguntó un chico que caminaba detrás de él.
-¿Quién es él?- preguntó su otro acompañante que llegó a su lado.
-¿Es un espía?- preguntó Wes al ver que no llevaba uniforma y recordar haberlo visto anteriormente en la puerta del salón.
Blaine no supo que responder, no había pensado en que sería un espia, pero tampoco sabía si realmente lo era.
-No soy un espía- agregó Kurt tratándo de estrujarse la ropa- Creo que iré a cambiarme- agregó pasándo por al lado de ellos. Blaine no pudo evitar seguirle.
-No te lo tomes tan en serio- dijo cuando logró alcanzar al ojiazul que iba a pasos largos.
-Quiero cambiarme de ropa- dijo Kurt abriendo su bolso. Blaine se percató que el chico llevaba una muda de ropa, ¿Quién lleva una muda de ropa en su bolso…? ¿Realmente era un espía de Dalton? Además él venía de otro coro, ¿Podría intencionalmente ir a ver a los Warblers antes de haber hablado con él? De cierta forma, creía que era inocente.
Kurt entró en un baño que había cerca, entró a uno de ellos y cerró la puerta. Se cambió rápidamente debido a la costumbre de hacerlo en McKinley. Blaine esperó afuera apoyado en la muralla. Estaba preocupado a la vez por ése chico.
El castaño salió a los pocos minutos, Blaine notó que se había lavado el rostro.
-Hey..-susurró Blaine al verlo.
Kurt al escucharlo dio un sobresalto, ¿Lo golpearía ahora?, ¿Eso haría?. No pudo evitar cerrar los ojos con fuerza esperándo algo helado en su rostro. Blaine no entendía la actitud del chico, se acercó y puso su mano en su hombro. -¿Estás mejor?- preguntó al verlo con ropa distinta y con el bolso colgando a su lado.
Kurt parpadeó varias veces extrañado. ¿Qué…? ¿No hay golpes?
-¿No crees que soy un espía?- dijo Kurt pasando la mano por sus brazos causando fricción, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.
-No- admitió Blaine. Vio que Kurt suspiraba, tenía una expresión algo triste y asustada. ¿Quién era este chico?.- ¿Pero, cuál es tu razón para estar aquí?
-Es…algo complicado.- dijo Kurt tratando de sonreír.
-Pues, más vale que lo expliques.- dijo Wes llegando hasta ellos. David lo miró reprochándolo por la manera tan poco amigable de decírlo.
Según Blaine, Kurt parecía un polluelo asustado de encontrar ayuda por haberse perdido de su madre.
-Tranquilo- dijo Blaine mirándo a Wes.- Vamos por un café, ahí hablaremos.
Kurt no pudo evitar tragar con inseguridad. ¿Cómo había llegado a esto?. Él solo quería conocer Dalton…¿Mamá, qué hago aquí? Pensó Kurt en su mente.

Llegaron a la cocina de Dalton, Kurt pensó que era como una sala de eventos, le extrañaba no ver a algún camarero pidiéndo las órdenes de los estudiantes. Le obligaron a sentarse. Blaine desaprobaba todo lo que hacían, ¿Era tan necesario tratar así a ese jóven? Se veía inofensivo…y asustado. Los tres jóvenes de sentaron en frente de él.
-Eres de New Directions, McKinley ¿No?- preguntó Wes siendo igual de poco amigable que antes.
-Thad, por favor.- agregó Blaine al ver la cara de Kurt, era una mezcla de espanto, miedo y tristeza.
-Es un malentendido- agregó Kurt mirándolos.
-Explícalo- dijo David parándo a los otros dos Warblers antes que comenzaran a discutir.
Kurt suspiró.
-Vengo a ver su escuela, sólo eso- dijo Kurt no queriendo continuar, más bien, sin poder hablar del resto.
- ¿No será que nos estas mintiendo?- dijo Wes acercándole el café que había comprado.
Kurt lo tomó y lo acomodó entre sus manos, obteniendo calidez. Suspiró. Blaine apretó los labios con fuerza.
-Thad, por favor… No seas…imprudente.- agregó Blaine al ver la expresión del joven castaño.
-¿No crees que tú eres el imprudente? Apenas me conoces y ya me estas juzgando.- dijo mirándolo con furia.
Kurt los detuvo mostrando sus manos.
-Basta por favor- dijo con la voz quebrada.- No se peleen por mi culpa- dijo mirándo al suelo. Blaine notó el gesto, él si cometía un error al enfrentarse a alguien que recién conoció esa mañana, pero no quería que ese chico se viera incómodo, además sus ojos se estaban poniendo llorosos…
-Es sólo que planeo cambiarme de colegio- dijo Kurt mostrando una mirada algo brillosa.- Había visto sus instalaciones por folletos que mi papá me dio, por otras…razones.- dijo con dificultad- Estoy aquí. Yo sólo le hablé a este chico- dijo mirándo a Blaine, él le sostuvo la mirada con algo de dificultad, sus ojos eran muy profundos…
Ambos Warblers lo miraron esperando una respuesta.
-Es verdad- dijo Blaine mirándolos deshaciendo el mirar a Kurt.- Yo prácticamente lo obligué a venir a vernos.
Hubo un minuto de silencio, Kurt hizo como que tragaba su café para no ser descortés, pero ¿Qué podía tragar?...No podía en ese momento que podía hacer para tranquilizarlo…Sintió que la punta de su zapato chocó contra algo, miró por debajo de la mesa disimuladamente, mientras 2 de los Warblers discutían su veredicto. Se dio cuenta que era otro zapato, vio que le pertenecía a…Blaine. El chico articuló con sus labios, sin hablar “tranquilo” y sonrió guiñandole un ojo. Kurt no pudo evitar sentirse cohibido, pero dejó escapar una leve sonrisa y asintió.
-Hemos decidio- dijo David mirándolo y Kurt se puso tenso, nuevamente, Blaine miró a su compañero por el rabillo del ojo.- Que eres un espia terrible- dijo riéndose.- ¡No puedo creer que te creíste todo!, tranquilo chico, te creemos.
Kurt los miró, los tres le sonreían, él…solo sonrió ampliamente agradeciendo por haberle creído. Blaine no pudo evitar no sentirse feliz de verlo así también.
Tuvieron un rato ameno por unos momentos, Kurt los miraba atento a todas sus reacciones, hasta que una duda saltó en su cabeza.
-Disculpen- dijo tímidamente; los tres chicos lo miraron- Aquí…eh…¿Son..todos gays?
Los Warblers se rieron ante la pregunta de Kurt, Blaine se limitó a sonreir.
-No es una escuela gay.- dijo sintiéndose ligeramente confiado. Recordó que durante las clases sus amigos se texteaban con sus novias. Hasta Wes le mostró la foto de su enamorada en su celular, cuando la profesora no se dio cuenta.- Digo ellos tienen 2 hermosas novias.- y se rió nervioso. Ambos chicos se miraron sonriendo ante el comentario de Blaine.
-Acá hay una ley de tolerancia al acoso.- dijo Wes tomando su café.
- Todo el mundo debe ser tratado como se merece, es..muy simple- Admitió alzando sus cejas.
Kurt no pudo sentir como su pequeña pared de seguridad se derrumbó delante de los warblers, sus ojos se pusieron brillantes, se estaba cohibiendo en su asiento. Sentía que iba a deshacerse en frente de ellos y nada lo iba a detener…
-¿Nos dan un momento chicos?- dijo Blaine luego de mirar a Kurt en el plazo de esos pocos segundos. No pudo evitar darse cuenta de como ese chico era como un libro abierto.
Ambos jóvenes se miraron y sin pensarlo dos veces se levantaron de sus asientos.
-Tómalo con calma, Kurt.- dijo David saliendo del salón con Wes.
Kurt sólo suspiró resignado. Sí, había tratado de tomárselo con calma muchas veces.
-Veo que tienes problemas en tu escuela.- dijo Blaine alzando sus hombros. Se sintió tan identificado. Fue como cuando su padre se lo comentó, como si nada, como si fuera algún problema de notas, de comportamiento, de inasistencia, o de atrasos. Era como si sus vendas y magullones le eran invisibles ante la mirada de su progenitor.
-Soy la única persona que salió del armario en mi colegio, y… es complicado, ya que…esta ese Neardenthal que lo único que quiere es hacer tu vida un infierno.-le comentó Kurt dejando que las lágrimas cayeran libremente por su rostro, ya habían caído tantas veces sin permiso dañando su adorado cutis, que… por ahora no le importó dejarlas sin cuidado.
Blaine recordó esa frase, se lo había comentado a Nathaniel una vez, pero… claro, para Nathaniel, él no era “alguien”.
-Sé como te sientes.- dijo Blaine mirando al piso. Kurt suspiró de nuevo, lo dudaba.- Me molestaban en mi antigua escuela.- le confesó Blaine a Kurt. Kurt un extraño. Kurt un chico de ojos azules que sufría Bullying. Kurt un chico que estuvo en las mismas situaciones que él. – Y…realmente me molestaba.- soltó con algo de impotencia.
Blaine siempre esperó que su padre lo hubiese dicho algo cuando lo vio en la clínica, ése hombre mayor, con algunas arrugas en las esquinas de sus ojos, que él heredó, ojos oscuros y serios…¿Desde cuándo se habían vuelto tan serios?...
“-Blaine, veo que tienes problemas en el colegio.- dijo sentándose en una silla al frente de él.
Su madre le sostenía las manos. Creyendo que Blaine se alzaría ante su padre, exigiéndole un poco de humildad, pero no, Blaine jamás lo haría. Un padre es un padre al fin y al cabo.
-Exactamente…¿Ellos te molestaban por tú…?- su padre hizo una mueca y miró por la ventana. No podía pronunciarlo.
-¿Por ser homosexual, papá?- dijo osadamente. “¡Soy tu hijo maldita sea!” gritaba una voz en su cabeza.
-Sí…eso.-dijo el hombro entrelazando sus manos.
-Sí- dijo Blaine. Y apretó sus manos con fuerza. Nunca supo decifrar por qué exactamente lo hizo. No supo si, era por la rabia que sentía contra su padre en ese momento, no sabía si era porque su madre se las sostenía con tantas ganas, no sabía si era por las lágrimas que resbalaban por sus mejillas o si realmente era porque, era la primera vez que admitía delante de sus padres que sufría de acoso.”
-Hasta que presenté una queja en la facultad.- siguió narrando, entrelazando sus manos.- Realmente no había sido él, había sido su madre.- Y fueron comprensivos, pero fue como si…realmente no les importara…
“-Mi hijo sufría de acoso- dijo la madre de Blaine sentada al lado de Blaine en la oficina del director. El joven solo miraba un punto perdido en cualquier lado.- Y ustedes me dicen que harán algo. Nunca lo hicieron antes. Sólo lo están haciendo ahora que lo ven en estas condiciones…-dijo la mujer con su mandíbula apretada. Mirando como su hijo estaba aún con esas vendas en sus muñecas, y los moratones en su rostro. Se aguantó las lágrimas, sólo por él.”
-“Si eres gay tu vida será miserable, lo siento no hay nada que podamos hacer”- dijo Blaine con una sonrisa triste. Kurt lo miraba a los ojos, sentía algo de admiración, sólo un poco…Blaine lo admitía como si ya lo hubiera superado.- Y estoy aquí…-dijo mirando a su alrededor.- Tienes dos opciones- Kurt dispuso todos sus sentidos para escucharlas.- Puedes quedarte en Daltón, pero..sé que la matrícula esta muy cara. O..puede rehusarte a ser la víctima.

“ –Tienes que ser fuerte.- le dijo su madre a Blaine, deshaciendo la posición fetal de su hijo. Lo tomó por los hombros y mantuvo sus manos en las mejillas mojadas y saladas del joven ojimiel.- Habrá mucha gente que te juzgue, te dirán que no vales nada, que eres menos que ellos. Que por ser cómo eres, eres distinto. Lo cuál no lo es…- tomó las manos de Blaine entre las suyas y las puso sobre sus propias orejas.- Mira, tengo dos oídos, escucho las críticas, igual que tú.- las colocó sobre sus ojos.- Tengo dos ojos, por lo cuales puedo llorar hasta el cansancio desahogándome, lo cual esta muy bien hasta cierto punto.- y finalmente puso las cálidas y temblorosas manos de su hijo, sobre el pecho del joven.- Tienes un corazón igual que yo, Blaine. Y la gente no lo va a entender…no lo entiende hasta que ve las consecuencias, amor. Eres una persona igual que yo, a la que pueden derrumbar, o admirar…El prejuicio…”
-….es solo ignoracia, Kurt.- dijo Blaine recordando las palabras de su madre. El joven paró de llorar y reflexionó un segundo.- Y tienes una oportunidad de enfrentarlos ahora.
-¿Cómo?- preguntó Kurt desconcertado. ¿Cómo?...se lo había preguntado tantas veces a sí mismo antes de dormir o luego de recibir un golpe contra los frios casilleros.
-¡Enfrentandolo!, ¡En voz alta!.- dijo Blaine, como le hubiera gustado, él mismo hacerlo. Quizás esos matones no le hubieran hecho tanto daño…quizás..- Corri Kurt, nunca me puse de pie. Dejé que me ahuyentaran…que me dañaran, y estoy realmente arrepentido de ello.
“-…Blaine, algún día. Alguien necesitará tu mano.- le dijo su madre limpiándole las lágrimas que caían por su rostro.- Para poder caminar frente al mundo contigo, y decirles “Miren, aquí estoy. Esta es la persona que he estado buscando…”, y ahí estarás tú, sosteniéndola, admirándola tanto como esa otra persona lo hará. Cuando yo no esté Blaine, y no me refiero a no estar en este mundo, porque aunque muera te seguiré cuidando. Cuando no esté presente físicamente contigo, habrá alguien que si lo estará y será fuerte por ti y por él como lo estoy siendo ahora por ti y por mi, frente a tu padre…hijo mio, lo que te hace distinto te hace especial. Y tú debes demostrarle al resto que eres mucho más que una simple persona en un mundo de locos. Y sé que lo serás.- agregó sonriendo y besó su frente.- Descansa, ha sido suficiente por hoy.
Y Blaine durmió, soñó tan pacíficamente luego de tanta lucha, que olvidó por unas horas todo lo que había sufrido. Sí, él era especial, y algún día…encontraría a alguien tan especial como él.”
-¿Me das tu mail?- dijo Kurt antes de salir por la gran puerta principal de Dalton.
Blaine lo miró, y se sintió totalmente estúpido.
-No tengo…-dijo el joven avergonzado, y era verdad. Debido al miedo de mensajes amenazantes, lo borró.
-Oh…-dijo Kurt, claro, cómo se lo daría a un extraño que apenas conoce, y que además probablemente era un “espia”, pésimo por cierto.
-Te doy mi celular.- dijo Blaine sonriente, esperando que lo aceptara.
Y Kurt… sintió una pequeña brisa que acarició su rostro. Ese chico, le daría su teléfono. No. Podía. Creerlo.

Y nuevamente el frío casillero contra su espalda. La rutina del día a día. Cayó al piso abatido, los moretones anteriores dolieron el doble con este nuevo golpe.
-Nos vemos homo.- escuchó que Karofsky le gritó para luego doblar por el pasillo.
Kurt se sobó los hombros suspirando. Era rutina. Pero nadie dijo que las rutinas son buenas. Se puso de pie con cuidado y claro, adolorido sobretodo. De la nada su teléfono comenzó a sonar, contestó sin mirar el número mientras se limpiaba los pantalones.
-¿Hola?
-Ah...¡Kurt!, temía que estuvieses en alguna clase y te regañaran por mi culpa.
Su corazón latió fuerte. Blaine lo estaba llamando.
-Oh, ¡Hola Blaine!, ¿Cómo estas?.- dijo tratando de sonar normal.
-Muy bien, gracias.Estoy en la hora de almuerzo, creí que tú también lo estarías por eso me atreví a llamarte.
-Ya veo.- dijo Kurt sonriendo, pero de la nada fue pasado a llevar por un estudiante, su espalda dolió en una punzada. Soltó un gemido.
-¿Qué ocurre?
-Na-nada.- dijo apretando sus labios con fuerza.- Esta todo bien.
-No es necesario que mientas.- dijo Blaine al otro lado de la línea.
-Es…bueno, es lo que te conté el otro día.
-¿Neardentales?
-En todos lados…persiguiéndome y...tengo miedo.- la campana sonó de pronto, Kurt debía ir a ver la tarea de la semana de las chicas, para luego llegar a su próxima clase.- Debo irme, ¡Lo siento!.- colgó el teléfono y salió en dirección al Glee Club.
Blaine suspiró con el teléfono aún entre sus manos y un café en frente de él.
-¿Qué ocurre Blainie?.- dijo Wes sentándose a su lado en la cafetería de Dalton.
-Es…bueno, necesito animar a un amigo y, no sé cómo hacerlo.- dijo alzando sus hombros como si no encontrase respuesta.
-Agradezco tu sinceridad inmediata, amigo.- dijo sonriendo. Blaine sonrió de vuelta a la vez.
Se quedaron un rato en silencio mientras ambos tomaban su café. Blaine se sentía algo vacío, no sabía exactamente por qué, pero creyó que era por estar en una especie de posición en que sus manos parecen estar atadas, como…como antes.
-A veces la única forma de ayudar a otros, es poniéndose en su lugar.- dijo el warbler a su lado, mientras volvía a tomar un sorbo de su café y luego quejarse.- Ya se acabó, creo que iré un rato a la biblioteca. Nos vemos en el ensayo.- dijo estrechando la mano del joven para luego alejarse. Y Blaine lo hizo, se puso en el lugar de Kurt, y se sintió como en su antigua escuela, veía como era golpeado y también veía como el resto de los estudiantes hacían caso omiso a sus moretones, o a su estado de ánimo. No habían amigos, no había gente que te ofreciera una mano, y si Nathaniel lo hizo, ya no valía. Se había ido. Entonces, Blaine lo entendió, lo único que quiso y que su madre le ofreció, lo que alguna vez quiso oir cuando estaba en el frío suelo dejando que sus lágrimas cayeran derrotadas por su dolor…tomó el teléfono y escogió la opción de mensaje.
“Coraje”
Leyó Kurt mientras las chicas cantaban “Start me Up/ Livin’ On a Prayer” y sonrió. No sería fácil, pero debía. Tenía que enfrentarlo como Blaine se lo decía y a la vez como el mismo se lo proponía.
….”¡¡Hey tú!!”…..
…..”¿Vas a golpearme? ¡Hazlo!, ¡Eso no cambiará lo que soy!....
-Srto. Lo buscan.- dijo el mayordomo tocando la puerta de Blaine mientras leía un libro sobre su cama.
-¿Quién es?.- dijo Blaine cerrándolo.
-No me dijo su nombre, es un joven muy pálido o…bueno creo, de ojos azules, y cabello castaño.
Blaine supo quién era apenas dijo, “muy pálido”, pero ¿Qué hacía ahí?, no sabía que lo iba a visitar, no era que le molestase, pero... Se colocó sus pantuflas y bajó las escaleras agradeciéndole al mayordomo. Entró en la sala de estar buscando a Kurt en alguno de los sillones, hasta encontrarlo, estaba temblando y…¿Llorando?.
-¿Kurt?.- preguntó Blaine acercándose.
El joven lo miró y entonces el ojimiel entendió, por qué el mayordomo dudó sobre el color de piel del joven. Estaba muy colorado, quizás hace cuanto que estaba así. Kurt se puso de pie en frente de Blaine secándose el rostro con la manga de su chaqueta, abrió la boca para hablar, pero se desmoronó nuevamente haciendo que sus hombros temblaran.
-Vamos a estar arriba.- le avisó al mayordomo.- Por favor no quiero que me molesten en un rato.- dijo tratando de no sonar maleducado, aunque sabía que si hubiera sido de esa forma, hubieran obedecido igual.
Tomó por los hombros a Kurt, lo llevó por las escaleras, hasta que finalmente cerró la puerta e hizo que el joven se sentara en el borde de su cama. Sintió como su corazón se apretaba con verlo así, lo entendía a la perfección. O eso creía.
-Seguí lo que me dijiste.- dijo Kurt con la voz temblorosa.- Lo enfrenté.
Blaine trató de ver alguna marca, un golpe, algo en su rostro o en sus brazos, pero nada…
-¿Qué te hizo?.- preguntó rápidamente preocupado y desconcertado.
-Me…¡Me besó!.- exclamó para estallar en llanto tapándose el rostro. Blaine abrió sus ojos sorprendido. No se esperaba eso, y claro, Kurt menos. Pero tampoco se esperó su propia reacción, abrazó al joven rodeándolo con un brazo para colocar su mano sobre su cabello. Kurt quitó las manos de su rostro para aferrarse a la camisa de Blaine. Estuvieron así unos minutos hasta que el llanto del joven se redujera a estar hipando un poquito.
-No quiero sonar grosero, Kurt…-dijo Blaine al rato sin soltar al joven de su abrazo.- Pero ¿Cómo supiste dónde vivo?
Kurt se sintió repentinamente angustiado, sabía que pasaría, era algo obvio. Se soltó suavemente de los brazos de Blaine y lo miró.
-Fui a la a Dalton, me encontré con uno de tus compañeros de clase, me dijo que se llamaba Wes, le pregunté por ti y me dio tu dirección…supongo que al ver mi estado.- Blaine iba a comenzar a hablar, pero Kurt lo frenó haciendo un gesto con sus manos húmedas.- Vi-vine a ti, creyendo que serías el único que me entendería…si me acercaba a mis compañeros del club Glee le dirían a mi profesor, él a mi padre y….- las lágrimas brotaban nuevamente, pero más calmadas.- y…él estuvo enfermo hace muy poco…
-Comprendo…- dijo Blaine mirándolo.- Esperame un momento.- dijo poniéndose de pie en dirección a su puerta.- ¡Por favor, ponte cómodo!.- exclamó sonriente.- Te traeré algo caliente para que te relajes, puedes sacarte tu chaqueta y ponerla en esa silla…Espérame un poco nada más.
Dicho esto, Blaine salió dejando a Kurt en su habitación. El joven hizo lo que el ojimiel le ofreció, se sacó su chaqueta y la dejó en una silla, entró al baño y antes de verse en el espejo estaba consciente de que su rostro sería un desastre, se lo refrescó con un poco de agua y trató de apenas rozarse con la toalla, su piel y sus ojos no pedían ser frotados más aún. Cerró la puerta al salir, se fijó en un equipo de música, al lado de los parlantes había una gran colección de los discos de Katty Perry, uno de esos puff en el suelo, un estante bastante amplio con libros sin un orden aparente y un escritorio al lado de la ventana. En él habían unos cuántos marcos con diversas fotos, en un salía Blaine y sus amigos de Dalton, otra dónde estaba en una banca con su madre al lado, ambos se parecían mucho en el cabello rizado y la sonrisa, pero una llamó la atención de Kurt. Estaba boca abajo, estiró la mano para poder levantarla.
-Creo que había olvidado esa foto.- Kurt dio un salto asustado, Blaine estaba detrás de él con una taza de café humeante en cada mano.
-Lo-lo siento, yo no quería…es que estaba..-
-Esta bien, te dije que te pusieras cómodo.- agregó con una media sonrisa dejando ambas tazas de café en el escritorio y le quitó suavemente el marco de las manos. Había un hombre adulto, de cabello negro, ojos mieles, iguales a los de Blaine, pero menos brillosos; llevaba un niño en brazos, ambos sonreían a la cámara.
-Mi mamá la tomó.- dijo Blaine acariciando el vidrio para quitarle la tierra.- Tenía como unos…8 años ahí.
Kurt no pudo evitar recordar a su propia madre, cuánto desearía tenerla ahora…que lo abrazara, que le guardara el secreto a su padre por miedo a que sufra una recaída, que lo mimara por unos minutos hasta quedarse dormido sobre su almohada.
-¿Quieres café?.- dijo el chico dejando la foto en su posición de siempre. Kurt sólo asintió y tomó la taza entre sus manos dando un pequeño sorbo, fue muy reconfortante sentir como el calor bajaba y le ayudaba a calmarse.
-Mi padre nunca aceptó lo mio.- dijo tomando la otra taza.- Aún tampoco lo hace…
-Lo lamento.- susurró Kurt.
-Siéntate por favor.- dijo Blaine acercándole la silla del escritorio. Él por su parte acercó otra que estaba un poco más allá para quedar en frente de su amigo.
-No te preocupes.- le dijo Blaine, haciendo un gesto con la mano.- Siempre habrá gente que no lo acepte. Aunque admito que duele más cuando es un familiar…-agregó con amargura tomando de su taza.
Kurt se sintió pequeñito en la silla, y entonces se fijó en las marcas moradas en el rostro de Blaine.
-Ahora veo lo que ocultabas con la base.- dijo con un sonrisa timida.
Blaine se cubrió con el dorso de la mano apenado, pero ¿De qué servía?, ya lo había visto.
-Larga historia.- soltó en un suspiro.
-Comprendo.- dijo el joven
-No quiero abrumarte con mis asuntos.- dijo rápidamente.- Ahora quiero saber si…ya sospechabas de que él fuera gay o…
-Lo único que sabía de él, o …por lo menos creía saber, es que era un homofóbico que se divertía golpeando gente y lanzándoles granizado a la cara en un momento inesperado.
Blaine lo miró por unos segundos.
-Eso significa que esta perdido.
-Totalmente perdido.- le corrigió Kurt asintiendo.
-¿Irás de todas formas a tu escuela mañana?
-No tengo otra opción, mi papá no puede saber de esto. De hecho ahora cree que estoy en la casa de una amiga del club Glee.- dijo dejando la taza a la mitad sobre la mesa.
-Tú…¿Te atreverías a hablar con él nuevamente?
Kurt se tensó y apretó sus manos empuñándolas.
-Creo que…no, tengo miedo.- admitió temblando.- Creo que entiendes mejor que nadie, cuándo te digo: ¿Cómo te enfretarás a la personas que te ha golpeado y amenazado durante un año entero?
Y Blaine claro que lo entendía tanto como él. Trató cientas de veces, quiso poder alzar los brazos y gritarles que lo dejaran vivir… Agradeció que Nathaniel hubiese aparecido, pero odiaba el hecho de que se hubiera alejado. Entonces una idea surgió en su cabeza.
-Iré contigo.- dijo poniéndose de pie. El rostro de Kurt pareció iluminarse por un momento, pero luego se apagó de manera repentina.- “Estarás en clases”.- soltó en un suspiro.
-Salgo un poco antes.- dijo sonriendo.- El profesor avisó que mañana no iría las dos últimas horas, así que, tengo la tarde libre. Me dices la dirección de tu escuela y yo salgo.- agregó sonriendo.
Kurt le sonrió de vuelta tímidamente. Blaine no dejaría que la historia se repitiera, no para alguien que fue en busca de su ayuda.
-Te agradezco todo esto Blaine.- dijo Kurt.- Fui un desconciderado en venir sin avisarte, ni por lo menos preguntar si estabas ocupado…
-No te preocupes.- dijo poniendo una mano en su hombro.- mis padres no están casi nunca en casa. A veces llega mi mamá a la noche luego de su trabajo, pero hay veces que no la veo en días. Es casi como si viviera solo, así que no hay dramas.
Kurt asintió y no se pudo aguantar un bostezó, tapó su boca mientras unas pequeñas lágrimas se asomaron gracias a ello. Las secó rápidamente con una pequeña risa.
-Lo siento, estoy algo cansado, ni el café pudo aliviarme el sueño.- dijo mirando la taza.
-Duerme un poco.- dijo Blaine apuntando su cama.- Te despertaré en una hora, para que tu padre no se preocupe.- agregó sonriendo. Y Kurt…no pudo decirle que no a esa sonrisa, sí, Kurt Hummel lo conocía sólo hace unos cuántos días desde que fue a Dalton. Pero, saber que había alguien que había pasado por lo mismo que él y podía verse tan “entero” o “superado” lo hacía admirarlo…sólo un poquito.
Y Kurt obedeció, se imaginó a su padre regañandolo por ser tan confiado, pero suponía que la rápida confianza no lo había heredado de él.
-Puedes ocupar esta manta.- dijo Blaine dejando una en frente de él.- O si simplemente estas bien no es…- pero su mirada se dirigió a cómo Kurt trataba de abrazarse a sí mismo, no sabía si era un acto reflejo, si realmente él dormía de esa forma. Pero nunca creyó realmente cómo es que se quedó dormido tan rápido, a penas había tocado la almohada. Así que él mismo lo cubrió con la manta; Kurt se estremeció para luego suspirar y relajarse. Blaine le dio una mirada comprensiva, recordó lo que era sentirse así, recordó todas esas veces que su hombro no lo dejaba conciliar el sueño, como el frío lo hacía despertarse en mitad de la noche porque es un descuido se había destapado de sus sábanas. Recordó lo que era la soledad, de que a pesar de ver a todos los mayordomos, las sirvientas, él estaba sólo. Y no le deseaba eso a nadie, ni siquiera a esos chicos que lo atormentaron y que casi lo mataron, porque no era su culpa, no era culpa de ellos el hecho de que la sociedad dijera que gente como él estaba mal. Y no dejaría que alguien más se sintiera así, no dejaría que Kurt se sintiera así.
Blaine sacó sus cuadernos para hacer unas cuantas tareas de recuperación, había entrado un poco antes de mitad de año a Dalton y debía adaptarse o por lo menos alcanzar a repasar los contenidos que ya habían pasado en sus clases. Estuvo unos cuántos minutos luchando con su diccionario de francés. No había escogido esa clase, pero era francés, alemán o español. Era pésimo en los tres. Pero sabía que si su español era muy malo, su alemán también lo sería, sólo le quedaba francés y claro, estaba ahí sufriendo con el pequeño libro en sus manos tratando de traducir un texto para luego contestar unas preguntas. Miraba de vez en cuando a Kurt, a pesar de que a veces daba unos sobresaltos asustados, simplemente se acomodaba en otra posición para luego seguir durmiendo dando un suspiro.
Fue en uno de esos tantos sobresaltos y cambios de posición que Blaine lo vio. Vio el brazo de su nuevo amigo… Unos claros dedos marcados, seguidos de unos hematomas, era claro. Kurt no la estaba pasando bien en McKinley, desde que lo vio llevaba chaqueta ocultando sus brazos, cuando lo hizo sentarse no apoyó su espalda contra el respaldo. Oh. Dios. Su otro brazo…
Blaine desvió la vista, con tan solo verlo podía sentir el dolor, podía revivir las imágenes de verse a sí mismo siendo lanzado contra las frías parédes, sabía lo que se sentía todas y cada una de esas marcas. Volvió a fijar su vista en él. Kurt dio un gémido para así comenzar a desperezarse. Abrió los ojos con lentitud, luego frunció el ceño. Miró el resto de la habitación a su alrededor. Blaine pensó que quizás Kurt estaba algo perdido, desconocía el lugar. Su idea se confirmó al escuchar una pequeña risa.
-No recordaba que estaba aquí.- suspiró Kurt aferrándose a la manta tapándose hasta los hombros.
-¿Descansaste bien?.- preguntó Blaine, poniéndose de pie, para luego sentarse al final de la cama.
Las mejillas de Kurt se tornaron rosadas, si hubiera sido otro tono de piel no se hubiese notado. Era en esos momentos en que odiaba tener la piel tan pálida. Asintió con la cabeza mientras se sentaba. “Sin apoyar la espalda contra el respaldo de la cama” pensó Blaine.
-¿Cuánto dormí?.- preguntó Kurt aún adormilado.
- Un poco más de media hora.- dijo mirando el reloj de su muñeca.- Puedes quedarte aquí aún si no quieres irte. Tienes tiempo aún.- agregó sonriendo. Una genuina sonrisa de comprensión.
Kurt volvió a asentir para luego ponerse de pie.
-Quiero mojarme la cara, para despertar.- dijo Kurt al ver la mirada curiosa de Blaine.
-Ah, claro. Adelante.- dijo Blaine. Y cuando Kurt cerró la puerta tras de sí. Volvió a su tarea de francés. Ok, digamos que llevaba menos de la mitad traducida. Se sintió algo torpe por no poder entender, pero era eso o tratar de conjugar con los miles de modos el español o gastar gran parte de su saliva tratando de pronunciar decentemente el alemán. Comenzó a concentrar nuevamente, prendió la lámpara que tenía sobre la mesa, ignorando la que ya iluminaba su habitación. Si no se cuidaba usaría lentes.
-¿Qué haces?.- preguntó Kurt acercando a él. Blaine se percató de que el joven se había bajado las mangas apoyando una mano en el escritorio de Blaine.- Aaah, ¡Fránces!. ¡Adoro francés!...Espera, ¿Estas tratando de decir que un mono esta tomando café?.- dijo Kurt tomándo la hoja de la tarea del joven. Blaine dio un suspiro resignado.
-Soy malísimo.- agregó Blaine riéndose. Kurt notó que se le generaban pequeñas arruguitas en las esquinas de sus ojos…
-¡No, tranquilo!.- exclamó el ojiazul volviendo a dejar la hoja sobre la mesa tomándo un lápiz de mina.- Mira.- dijo comenzando a cambiar algunas palabras, y de a poco el rostro de Blaine se fue iluminando, entendiendo todo. Su pequeño trozo traducido tomaba sentido.- Al principio es algo difícil.- dijo Kurt dejando finalmente el lápiz sobre la hoja.- Luego te acostumbras a que es un idioma como cualquier otro.
-Soy un desastre con idiomas.- dijo mirándo apenado lo que le quedaba por traducir.- Agh…- gruñó, sintiendo que las letras ya no tenían sentido para él.
-¿Quieres que…te ayude?.- se ofreció Kurt tímidamente.
Blaine se volteó.
-¿Podrías?.- dijo sonando más como una súplica, que preguntando si se ofrecía.
Kurt tradujo todo el resto del texto. Blaine solo miraba como Kurt se veían tan concentrado y tan seguro. Recordó que nunca se había visto así de esa forma, siempre dudando desde sus tareas hasta sus pruebas, lo que lograba que se equivocara en cosas muy obvias. Kurt tenía una caligrafia muy elegante, cursiva, casi igual a las de las tarjetas que se regalan en fechas importantes. Finalmente volvió a dejar el lápiz encima.
-Listo.
Blaine se quedó boquiabierto observando el papel. Se había tardado en traducir una tarea de Dalton, una de las más exigentes escuelas para niños de alta sociedad, en menos de lo que él se había demorado en traducir menos de la mitad. Sin mirar si quiera el diccionario.
-¿Hay algo mal?.- dijo el joven castaño revisando su traducción, releyendo una y otra vez buscando algún error.
Blaine negó juntando sus labios al fin. Pestañeando repetidas veces. ¿Quién era este chico?
-Es mejor que me vaya y deje de molestarte.- dijo Kurt tomándo su chaqueta de la silla. – Ya, te he causado muchos problemas. Lamento todo esto, causarte tantos problemas, ni siquiera llamar a tu casa y preguntar si podías recibirme y-
-Kurt.
“Kurt”. Había dicho Blaine. Decidido. Calmado. Suavemente. Sin enojo. El joven lo miró, viendo que la pequeña lámpara lograba que se vieran unos pequeños reflejos dorados sobre sus ojos mieles.
-Esta bien.- dijo abrazandolo en señal de despedida. Con cuidado.
Kurt asintió en el hombro de Blaine.
-Gracias, Blaine.
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"Caro que no haz actualizado en 3 semanas!!" ok, sé que quizás hayan pensado en eso xD Pero ooh, si les cuento D: el colegio me odió este último mes...Buenos Klainers de mi ser, esta semana es crucial para nosotr@s... u.u Mantengamonos fuertes, courage a todo el fandom que yo las entiendo más que nadie. Los quiero, les dejé dos capitulos porque se los debía :)
CUIDENSE Y COURAGE <3

que lindo ya son amigos
odio a Karofsky
actualiza cuando puedas pero no tardes mucho
muy bueno el cap.
:)

Ya son amigos!!! Falta solo un pasito por dar...
No falta agregar que ODIO a Karofsky, pero los dos cap estuvieron fantasticos.
Hay que ser fuertes en esta epoca, pero con tal de saber que ellos se aman, todo estara bien.
Porfis, actualiza!

Actualiza pronto , me encanta el fic