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Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
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Adee' Gustin Malik
Kenia_Michele
camidejuaco
Nalle Rivera
Nina Rathbone
9 participantes
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Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulo 2:Creo que te vi esa noche
Bueno, este no es mi primer fic, ya que en este foro he hecho muchos. Se podría decir que es mi primer fic en esta cuenta. Quiero aclarar que no es mío. Lo sé, de hecho es mi favorita. El mejor fic que he leído en mucho tiempo y para no crear problemas, debo decir que he pedido permiso para publicarlo. En verdad quería que se enteraran de la maravilla de esta historia. No olviden comentar, ya que sólo así puedo subir otro capítulo xd.
No les digo más, lean, diviértanse y dejen que el terror, la sangre y el suspenso se apoderen de ustedes con esta historia.
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RUMOR HAS IT
CAPITULO 1
EN BOCA DE TODOS
Era la noche en que la luna había brillado más fuerte que en todo el año.
Los smokings habían sido rentados con anticipación y las compras y peleas por el mejor vestido habían terminado cuando por fin llego la gran noche.
Los jóvenes habían llegado prácticamente en multitud, pues el viento de aquella noche era muy fuerte. Después de tomarse una foto para congelar este bello recuerdo pasaron todos al gimnasio en donde la música era el alma principal.
Las parejas habían tomado su lugar en la pista y todos bailaban sin ninguna preocupación aquella noche. El ambiente era totalmente relajado y las risas y las despreocupaciones reinaban en aquel sitio.
Fue en ese instante cuando dos personas entrando por la puerta irrumpieron con la tranquilidad del lugar.
Jesse St James había regresado.
Después de un año lleno de escándalos en los cuales había hecho sufrir a varias personas mientras estaba en el instituto Mckenley, parecía volver como si hubiera olvidado todo lo que su actitud había causado.
Y por si eso no era lo suficientemente impresionante, podías quedarte con la boca abierta al ver quien lo acompañaba. Rachel Berry, con un vestido rosa y un ramillete del mismo color se paseaba al lado de aquel hombre que le había roto el corazón un año antes como si eso nunca hubiera pasado.
¿Qué acaso los dos habían perdido la memoria? ¿No estaban consientes del pasado que arrastraban?
La multitud no tardo en comenzar a murmurar. Sobre todo algunas personas en especial.
De pronto muchas dudas y preguntas comenzaron a llenar las cabezas de los ahí presentes.
¿Cuándo había regresado Jesse? ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué Rachel lo había perdonado?
Nadie se imagino que todas estas dudas se enredaban en una telaraña más grande de lo que pudieran imaginar. Y bueno, como en toda historia tejida entre mentiras y secretos. No todos saldrían a salvo de ella.
Rachel despertó agitada en su habitación aun perturbada por aquel sueño recurrente.
La noche del baile de bienvenida en la escuela Mckenley.
Miro por la ventana y el sol había salido. El usual ruido matutino comenzaba a hacerse cada vez más fuerte. Y el olor del desayuno la termino por conducir afuera de su cama. Se miro en el espejo por solo unos momentos y después tomo un gran respiro.
Este era el primer día que iba a la escuela desde aquel incidente en la noche del baile.
Temía por lo que dirían sus compañeros. Quienes ahora tenían una perspectiva totalmente distinta de ella a la que estaba antes acostumbrada. ¿Y cómo esperar que todo pudiera ser igual que antes? Cuando su rostro había salido en cada uno de los noticieros locales junto a la foto de un chico desaparecido quien presuntamente estaba muerto.
Pueblo pequeño. Grandes rumores.
Apenas se había sentado a la mesa cuando su amiga Quinn toco la puerta para entrar.
- Hola – dijo Quinn en el instante en que Rachel abrió la puerta.
- ¿No es muy temprano? – pregunto Rachel aun algo adormilada.
- Le dije a mi mama que nos llevara en su auto. Sé que no es un buen día para ti y quería evitarte un viaje incomodo en el autobús.
- En realidad no creo que hubiera sobrevivido.
Quinn sonrió.
- ¿Estás lista? – pregunto Quinn.
- Si, solo voy por mis cosas y nos vamos.
- ¿No vas a desayunar?
- No tengo mucha hambre.
Las dos sonrieron esta vez y Quinn espero por unos minutos mientras Rachel iba por su bolsa. Unos minutos después las dos salieron por la puerta junto con el sonido del clac son de la madre de Quinn haciendo que amabas aceleraran el paso.
De pronto la mirada de Rachel pudo notar algo al otro lado de la calle.
Una mujer con lentes obscuros la observaba a ella y a su amiga mientras salían de la casa.
Le tomo tiempo reconocerla, pero al final pudo recordar quién era.
La detective Sue Sylvester había quedado a cargo del caso de la desaparición de Jesse St James la noche del baile. Y desde aquella noche había estado muy pendiente de la manera en que Rachel se movía por la ciudad.
Había ido al hospital todos los días mientras Rachel estaba ahí. Y después de varios interrogatorios, los cuales Rachel no pudo contestar ella estableció su distancia y dejo a la chica sola por unos días.
En esos momentos, al verla de nuevo, la memoria de Rachel comenzó a volar de nuevo, y acompañada por un dolor de cabeza logro recordar un momento justo después de que despertó en el hospital.
- Buenos días señorita Berry – dijo con suave voz la mujer de pie mirando por la ventana de la habitación.
- ¿Dónde estoy? – pregunto Rachel desconcertada.
- En el hospital general de Lima Ohio.
- ¿Quién es usted?
- Detective Sue Sylvester, soy oficial de la estación de esta zona. Al parecer se metió en uno de nuestros casos señorita, mi trabajo es vigilarla.
- No entiendo, ¿Qué está pasando?
- Me dijeron que era posible que no recordara mucho de lo que paso la noche del viernes.
Rachel se esforzó por recordar aquella noche, pero por más que trataba, no podía traer a su cabeza las imágenes de ese baile.
- No se preocupe señorita Berry, yo me encargare personalmente de que esos recuerdos lleguen a su cabeza. Después de todo es mi trabajo. – continuo diciendo esta mujer.
En ese instante Rachel giro su cabeza al sentir que un artefacto estaba colgando de su brazo.
Unas esposas estaban tomándola contra la cama y su mano parecía comenzar a ponerse roja a causa de los dobleces que se había hecho mientras dormía.
- Tiene que recordar – dijo esa mujer con una mirada profunda sobre Rachel.
- ¡Rachel! ¡Sube al auto! ¡Ya es tarde! – dijo Quinn al notar que su amiga se había perdido en sus pensamientos una vez más.
- Si, lo siento – dijo Rachel mirando hacia el otro lado de la calle atentamente a Sue.
Al parecer no se había librado de ella.
Uno de los carteles de búsqueda de Jesse voló por el aire mientras el auto de las chicas avanzaba, y la mirada de aquella mujer se hacía cada vez más severa…
La escuela se había convertido en una jungla para Rachel. La mayoría de los jóvenes la veían como una asesina. Y cada vez que la miraban pasar, sus ojos la hacían sentir incomoda y culpable.
Quinn la tomo de la mano y comenzó a hacerla caminar más rápido para evitar que las personas comenzaran a hablar a sus espaldas.
- Me siento en un programa de chismes. – dijo Rachel cuando por fin estuvieron dentro de la escuela.
- No les hagas caso, al parecer no tienen vida y les gusta meterse en la de los demás – dijo Quinn en voz alta para que los demás dejaran de mirarla.
- Solo quiero que todo esto acabe.
- Todos queremos eso.
Las dos comenzaron a reír y hablar de otro tema para quitarse un poco de tensión de encima.
En ese momento una chica se paro frente a ellas quitándoles la diversión del rostro.
- Miren quien volvió. Pensé que estabas en un reformatorio – dijo Santana, una chica que odiaba a Rachel por razones que toda la escuela sabia.
- Sigue caminando, no tienes nada que hacer aquí – dijo Quinn poniéndose frente a Rachel.
- Esto no es contigo – respondió santana haciéndola a un lado. - ¿Qué no te cansas de causar daño? – dijo esta vez mirando a Rachel. – no tenias porque regresar.
- Esto no te incumbe. – respondió Rachel.
- Me incumbe si te sigues metiendo con Finn.
- No sé de qué estás hablando.
- Hay por favor, no te hagas la tonta, ambas sabemos que te gusta treparte en todos los que puedas. Solo déjame advertirte. Que a él ya lo perdiste hace mucho. Y ahora es mío ¿Esta claro?
- Estás loca – dijo Rachel.
- Qué curioso. Eso es lo que dicen sobre ti – dijo santana antes de alejarse con su peculiar paso por el pasillo.
Rachel tomo aire y después de unos segundos olvido lo que Santana había dicho.
- ¿Estás bien? – pregunto Quinn tomándola del hombro.
- Si, vamos a clase – dijo Rachel avanzando entre la multitud.
El salón de clases parecía ser el mismo. Al menos Rachel estaba segura de que aquella imagen de paredes blancas y muchas personas susurrando no había desaparecido de su memoria. Se sentía segura en ese lugar, porque al menos aquel ambiente no lo había olvidado.
Se sentó casi al final de la primera fila como de costumbre. Quinn se sentó a su lado y comenzó a hablar con ella por unos momentos mientras el profesor llegaba.
De pronto una chica con cabello rubio se sentó detrás de ellas haciendo que ambas guardaran silencio.
- ¿Quién es ella? – pregunto Rachel a Quinn.
- Nueva estudiante – respondió Quinn – no tiene mucho aquí, no te preocupes, ni si quiera yo la recordaba.
Ambas sonrieron.
La chica nueva se sentó y comenzó a mirar fijamente a Rachel. Cuando ella sintió su mirada clavada en la espalda se dio la vuelta y le sonrió. La chica nueva no le devolvió la sonrisa y se limito a mirar hacia otro lado.
Rachel se desconcertó por unos momentos. ¿Había hecho algo contra esa chica que ya no recordaba? Solamente el tiempo lo diría, pero por ahora, podía descartar de sus planes ser amiga de aquella chica.
El profesor entro por la puerta y todo el mundo rápidamente guardo silencio. Dejo sus cosas en el escritorio y comenzó a escribir su nombre en el pizarrón. "Will Schuester" era el nombre de este maestro, quien al parecer era nuevo pues la cara de todos se sorprendió al verlo entrar por la puerta.
- Disculpe ¿Es usted un maestro suplente? – pregunto Quinn
- No, soy el nuevo profesor de español. Me da mucho gusto conocerlos – respondió aquel hombre señalando el pizarrón.
- ¿Qué paso con el anterior profesor? – pregunto Santana.
- Al parecer no puede seguir dándoles clases.
En ese momento, Rachel quien había estado agachando la mirada, alzo la cabeza y miro directamente al nuevo profesor. Los dos se observaron mutuamente, mientras la memoria de Rachel comenzaba a volar por muchos recuerdos que aun la seguían.
Imágenes de aquel hombre tapizaron su mente en un segundo. Para ella lucia familiar. Pero estaba segura que nunca en su vida lo había visto.
La clase entera giro la cabeza hacia Rachel al notar como los dos se miraban. Y en las cabezas de todos comenzaban a correr varias sospechas que no favorecían nada, la imagen de la chica ya suficientemente arruinada.
Ambos miraron hacia otro lugar rápidamente cuando notaron que los demás comenzaban a murmurar. Aquella clase paso muy lenta. Mientras las dudas en la cabeza de Rachel solamente crecían sin control.
Al salir Quinn y Rachel fueron directamente hacia sus casilleros. En ese instante un joven se paro frente a ellas y miro a Rachel con atención.
- Finn, ¿Qué haces aquí? – dijo Rachel.
- Tengo clase en el salón de al lado. – respondió aquel chico.
Quinn se paro junto a Rachel y miro a Finn con enojo.
- No deberías hablar con ella. Solamente si quieres que tu novia termine matándonos a ambas.
- Vino a darnos un ultimátum esta mañana. – dijo Rachel.
- No me extraña. Lo ha hecho con casi todas las chicas en la escuela – dijo Finn. – pero en realidad. Necesito hablar contigo.
- Mira Finn, no quiero tener más problemas. Sabes a que me refiero. Y no voy a arriesgarme a que Santana nos vea hablando y después este contra mi todo el tiempo.
- En ese caso podemos hablar en otro lugar. Habrá una fiesta en mi casa esta noche. Ese podría ser un buen lugar. – dijo Finn con una sonrisa en el rostro.
Rachel miro a Quinn y ella no dijo nada.
- Está bien. Iré solo a hablar contigo. No estoy de humor para fiestas. – dijo Rachel.
- Serán solo veinte minutos. Lo prometo. – dijo el aun sonriendo.
- Me tengo que ir – dijo Rachel caminando hacia la salida.
- Te veo esta noche – grito Finn cuando ella estaba casi en la puerta.
La sonrisa que estaba pintada en la cara de Finn traía más problemas que alegría. Pues se rumoraba que él aun no había superado lo que había tenido con Rachel hace algunos meses. Y siendo esta su reacción. Aquel rumor parecía ser cierto.
Antes de irse a alistar para la fiesta a la que asistirían esta noche. Las chicas fueron al café frente a la escuela y comenzaron a platicar por un momento.
Fue entonces cuando la mirada de Rachel se dirigió hacia el chico vestido de negro que cruzaba la calle hacia la escuela. Al parecer las sorpresas de día no habían terminado.
- ¿Ese es Kurt? – pregunto a Quinn.
- Si, ¿que tampoco recuerdas que había vuelto?
Ella negó con la cabeza.
- Fue justo una semana antes del baile. Casi al mismo tiempo que Jesse regreso. – dijo Quinn.
La mirada de Rachel se dirigió de nuevo a Kurt. Había sido su mejor amigo durante mucho tiempo, pero de pronto un día sin decir nada a nadie había desaparecido de Lima y nunca nadie supo algo de él.
De pronto la mirada de Kurt se encontró con la de Rachel, quien trato de saludarlo desde lejos. Pero Kurt se limito a agachar la mirada e irse del lugar.
- Está actuando raro desde que llego. – dijo Quinn al ver su reacción.
- Me pregunto que le habrá pasado. – dijo Rachel.
- Bueno, no pienses en eso ahora. Mejor vamos a buscarte algo bonito para hacer enojar a Santana esta noche ¿sí?
Ambas rieron y se pusieron de pie para irse.
Esta noche parecía ser una de aquellas noches divertidas. Pero en Lima, después del baile, estas noches solían ser las más peligrosas.
Cuando llegaron a la fiesta notaron que la música se escuchaba cinco calles a la redonda. Y varios jóvenes estaba afuera haciendo locuras y cayendo a causa del alcohol.
Las dos entraron tomadas del brazo y lo más rápido posible. Parecía una fiesta sin control. Al parecer la primera de la temporada. Pero para Rachel ni si quiera esto era divertido ahora.
Busco a Finn con la mirada pero no logro encontrarlo.
Todas las personas de la fiesta de pronto comenzaron a mirarla igual que lo habían hecho en la escuela. Sabían que Rachel era la principal sospechosa de la desaparición de Jesse, y por eso ahora la tachaban de criminal.
Varias de las amigas de Santana la vieron entrar, y rápidamente, siguiendo el código de chicas fueron a avisarle que Rachel estaba en la fiesta.
Los problemas comenzaron a llegar solos para estas dos amigas. Cuando ellas habían querido mantenerse alejadas de todo esto.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – dijo Santana cuando estuvo frente a Rachel. – esto no es uno de esos grupos de rehabilitación a los que acostumbras a ir.
- No quiero problemas Santana ¿Podrías dejarme en paz? – dijo Rachel.
- Debiste pensar eso antes de atreverte a venir aquí. Además ¿Cómo puedes tener el valor para acercarte a nosotros después de lo que paso con Jesse? Nadie te quiere aquí, a todos les asustas.
- No sabes de lo que hablas.
- Tal vez no, pero lo que si se, es que si no te vas en… - Santana miro su reloj – un minuto. Voy a hacer que todos me vean como heroína echándote de aquí a patadas.
- Esta no es tu fiesta – dijo Quinn.
- No te metas Barbie. – dijo Santana.
En ese momento Finn llego detrás de Santana y la tomo de los hombros.
- ¿Qué pasa aquí? – pregunto él.
- Solamente me encargo de sacar la basura. Soy muy buena persona. – respondió Santana.
- ¿Por qué no les dices quien nos invito? – dijo Quinn.
Finn miro con miedo a Santana y ella lentamente giro la cabeza hacia él. Su mirada no parecía ser buena.
- Yo lo hice – dijo Finn entrecerrando los ojos.
Santana abrió la boca y miro con enojo a Finn.
Justo antes de que él pudiera decir algo ella le tapo la boca con la mano.
- Solo una palabra cielo – dijo ella – púdrete.
Después de eso ella se perdió entre la gente y dejo a Finn con las otras chicas.
- Creo que no fue buena idea que viniera – dijo Rachel.
- No te preocupes, no es tu culpa – respondió Finn - ¿Me acompañas para poder hablar? – dijo ahora tomando la mano de Rachel.
- No puedo dejar a Quinn sola, tendrá que ir con nosotros.
Finn se puso a mirar a todos lados como si buscara a alguien. De pronto miro a uno de los chicos que estaba parado junto a ellos y lo llamo.
- Quinn el es mi amigo Noah – dijo cuando el chico estuvo en la conversación.
- Hola Quinn – dijo Noah sonando algo tímido.
- Hola – respondió Quinn fingiendo una sonrisa.
- Rachel no quiere dejar a su amiga sola ¿Crees poder entretenerla un rato? – dijo Finn.
- Sería un placer – respondió Noah.
- ¿Lo ves? Quinn ya no estará sola – dijo Finn llevando a Rachel al patio trasero.
- Vuelvo en un momento – dijo Rachel a Quinn perdiéndose entre las personas.
Noah miro a Quinn con timidez y después ella volvió a fingirle una sonrisa.
- ¿Solías ser porrista no? – pregunto Noah.
- Aja – respondió ella.
- ¿Por qué decidiste salir?
- Cosas – dijo ella.
- ¿quieres algo de beber?
- No gracias.
El agacho la mirada al darse cuenta que Quinn en realidad no quería estar con él.
- Mira Noah no quiero ser grosera pero, en realidad no estoy de humor para conocer gente. ¿Hablamos después?
Noah asintió con la cabeza y después se alejo.
Rachel y Finn se sentaron en unas de las sillas que estaban en el patio trasero y comenzaron a platicar.
- ¿Cómo te sientes después de lo que paso? – pregunto Finn.
- ¿Cómo crees? Todo el mundo cree que soy una asesina.
- Aun no sabemos qué paso con Jesse. Solamente les gusta rumorar.
- Si tan solo pudiera recordar esa noche.
- Creo que sería lo mejor. ¿Qué es lo último que recuerdas?
- No lo sé, me llegan piezas poco a poco. Olvide por completo toda la semana en que Jesse estuvo aquí. Solo sé que fui con él al baile, y después todo se pone borroso.
- Aun no puedo entender cómo es que pudiste ir con él.
- Yo tampoco recuerdo porque lo hice.
- Sé que pronto volverás a recordar lo que paso.
En ese momento la memoria de Rachel comenzó a volar y otro recuerdo llego a su cabeza.
Ella y Jesse corrían detrás de la escuela, al parecer huyendo de algo.
Los dos parecían estar agitados y de pronto Jesse se detuvo justo antes de cruzar la calle.
- Vas a estar bien Rachel – le dijo él.
- No estoy segura de eso. – respondió ella.
- Sé que eres una persona muy valiente – dijo él – vamos a estar juntos muy pronto, y todo gracias a ti.
Después de decir eso la beso y la memoria de Rachel volvió a bloquearse de nuevo.
Finn la miro desconcertado y antes de que pudiera preguntar algo noto que todo el mundo había dejado de bailar y la música se había detenido.
Ahora todos estaban alrededor de la televisión y Finn tomo a Rachel de la mano para ir hacia allá. Cuando llegaron, la piel de Rachel se enchino completamente. Había una anuncio en la televisión de los noticieros locales, en el cual, decían que el cuerpo de Jesse St James había sido hallado.
Todos miraron a Rachel cuando llego, y ella no pudo evitar sacar lágrimas sin control.
En ese momento, Sue, la oficial a cargo llego de entre las personas y llevo a Rachel afuera.
Quinn se quedo al lado de Finn mientras todos los demás aun no podían creer lo que había pasado. Esta era una noticia que había sacudido a todos lo que sabían la historia. Ahora Jesse estaba muerto y nadie sabía cómo había pasado.
- ¿Vio la noticia ya? – pregunto Sue cuando estuvo con Rachel afuera.
- Si – dijo ella llorando - ¿Cómo paso?
- Eso es lo que usted me ayudara a averiguar. Señorita Berry usted es la principal sospechosa de la muerte de Jesse St James. Fue la única persona que estuvo con él antes de que desapareciera. Esta en sus manos recordar lo que paso esa noche, y ayudarnos a encontrar un culpable.
- ¿Qué pasa si no logro hacerlo? – pregunto Rachel.
- Usted será acusada del asesinato. – respondió la Oficial.
Ahora estaba en manos de Rachel saber que había pasado con Jesse. Y solo tenía una semana para recordar todos los secretos que esa noche escondía.
"Se rumora que… Rachel Berry asesinó a Jesse St James"
No les digo más, lean, diviértanse y dejen que el terror, la sangre y el suspenso se apoderen de ustedes con esta historia.
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RUMOR HAS IT
CAPITULO 1
EN BOCA DE TODOS
Era la noche en que la luna había brillado más fuerte que en todo el año.
Los smokings habían sido rentados con anticipación y las compras y peleas por el mejor vestido habían terminado cuando por fin llego la gran noche.
Los jóvenes habían llegado prácticamente en multitud, pues el viento de aquella noche era muy fuerte. Después de tomarse una foto para congelar este bello recuerdo pasaron todos al gimnasio en donde la música era el alma principal.
Las parejas habían tomado su lugar en la pista y todos bailaban sin ninguna preocupación aquella noche. El ambiente era totalmente relajado y las risas y las despreocupaciones reinaban en aquel sitio.
Fue en ese instante cuando dos personas entrando por la puerta irrumpieron con la tranquilidad del lugar.
Jesse St James había regresado.
Después de un año lleno de escándalos en los cuales había hecho sufrir a varias personas mientras estaba en el instituto Mckenley, parecía volver como si hubiera olvidado todo lo que su actitud había causado.
Y por si eso no era lo suficientemente impresionante, podías quedarte con la boca abierta al ver quien lo acompañaba. Rachel Berry, con un vestido rosa y un ramillete del mismo color se paseaba al lado de aquel hombre que le había roto el corazón un año antes como si eso nunca hubiera pasado.
¿Qué acaso los dos habían perdido la memoria? ¿No estaban consientes del pasado que arrastraban?
La multitud no tardo en comenzar a murmurar. Sobre todo algunas personas en especial.
De pronto muchas dudas y preguntas comenzaron a llenar las cabezas de los ahí presentes.
¿Cuándo había regresado Jesse? ¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué Rachel lo había perdonado?
Nadie se imagino que todas estas dudas se enredaban en una telaraña más grande de lo que pudieran imaginar. Y bueno, como en toda historia tejida entre mentiras y secretos. No todos saldrían a salvo de ella.
Rachel despertó agitada en su habitación aun perturbada por aquel sueño recurrente.
La noche del baile de bienvenida en la escuela Mckenley.
Miro por la ventana y el sol había salido. El usual ruido matutino comenzaba a hacerse cada vez más fuerte. Y el olor del desayuno la termino por conducir afuera de su cama. Se miro en el espejo por solo unos momentos y después tomo un gran respiro.
Este era el primer día que iba a la escuela desde aquel incidente en la noche del baile.
Temía por lo que dirían sus compañeros. Quienes ahora tenían una perspectiva totalmente distinta de ella a la que estaba antes acostumbrada. ¿Y cómo esperar que todo pudiera ser igual que antes? Cuando su rostro había salido en cada uno de los noticieros locales junto a la foto de un chico desaparecido quien presuntamente estaba muerto.
Pueblo pequeño. Grandes rumores.
Apenas se había sentado a la mesa cuando su amiga Quinn toco la puerta para entrar.
- Hola – dijo Quinn en el instante en que Rachel abrió la puerta.
- ¿No es muy temprano? – pregunto Rachel aun algo adormilada.
- Le dije a mi mama que nos llevara en su auto. Sé que no es un buen día para ti y quería evitarte un viaje incomodo en el autobús.
- En realidad no creo que hubiera sobrevivido.
Quinn sonrió.
- ¿Estás lista? – pregunto Quinn.
- Si, solo voy por mis cosas y nos vamos.
- ¿No vas a desayunar?
- No tengo mucha hambre.
Las dos sonrieron esta vez y Quinn espero por unos minutos mientras Rachel iba por su bolsa. Unos minutos después las dos salieron por la puerta junto con el sonido del clac son de la madre de Quinn haciendo que amabas aceleraran el paso.
De pronto la mirada de Rachel pudo notar algo al otro lado de la calle.
Una mujer con lentes obscuros la observaba a ella y a su amiga mientras salían de la casa.
Le tomo tiempo reconocerla, pero al final pudo recordar quién era.
La detective Sue Sylvester había quedado a cargo del caso de la desaparición de Jesse St James la noche del baile. Y desde aquella noche había estado muy pendiente de la manera en que Rachel se movía por la ciudad.
Había ido al hospital todos los días mientras Rachel estaba ahí. Y después de varios interrogatorios, los cuales Rachel no pudo contestar ella estableció su distancia y dejo a la chica sola por unos días.
En esos momentos, al verla de nuevo, la memoria de Rachel comenzó a volar de nuevo, y acompañada por un dolor de cabeza logro recordar un momento justo después de que despertó en el hospital.
- Buenos días señorita Berry – dijo con suave voz la mujer de pie mirando por la ventana de la habitación.
- ¿Dónde estoy? – pregunto Rachel desconcertada.
- En el hospital general de Lima Ohio.
- ¿Quién es usted?
- Detective Sue Sylvester, soy oficial de la estación de esta zona. Al parecer se metió en uno de nuestros casos señorita, mi trabajo es vigilarla.
- No entiendo, ¿Qué está pasando?
- Me dijeron que era posible que no recordara mucho de lo que paso la noche del viernes.
Rachel se esforzó por recordar aquella noche, pero por más que trataba, no podía traer a su cabeza las imágenes de ese baile.
- No se preocupe señorita Berry, yo me encargare personalmente de que esos recuerdos lleguen a su cabeza. Después de todo es mi trabajo. – continuo diciendo esta mujer.
En ese instante Rachel giro su cabeza al sentir que un artefacto estaba colgando de su brazo.
Unas esposas estaban tomándola contra la cama y su mano parecía comenzar a ponerse roja a causa de los dobleces que se había hecho mientras dormía.
- Tiene que recordar – dijo esa mujer con una mirada profunda sobre Rachel.
- ¡Rachel! ¡Sube al auto! ¡Ya es tarde! – dijo Quinn al notar que su amiga se había perdido en sus pensamientos una vez más.
- Si, lo siento – dijo Rachel mirando hacia el otro lado de la calle atentamente a Sue.
Al parecer no se había librado de ella.
Uno de los carteles de búsqueda de Jesse voló por el aire mientras el auto de las chicas avanzaba, y la mirada de aquella mujer se hacía cada vez más severa…
La escuela se había convertido en una jungla para Rachel. La mayoría de los jóvenes la veían como una asesina. Y cada vez que la miraban pasar, sus ojos la hacían sentir incomoda y culpable.
Quinn la tomo de la mano y comenzó a hacerla caminar más rápido para evitar que las personas comenzaran a hablar a sus espaldas.
- Me siento en un programa de chismes. – dijo Rachel cuando por fin estuvieron dentro de la escuela.
- No les hagas caso, al parecer no tienen vida y les gusta meterse en la de los demás – dijo Quinn en voz alta para que los demás dejaran de mirarla.
- Solo quiero que todo esto acabe.
- Todos queremos eso.
Las dos comenzaron a reír y hablar de otro tema para quitarse un poco de tensión de encima.
En ese momento una chica se paro frente a ellas quitándoles la diversión del rostro.
- Miren quien volvió. Pensé que estabas en un reformatorio – dijo Santana, una chica que odiaba a Rachel por razones que toda la escuela sabia.
- Sigue caminando, no tienes nada que hacer aquí – dijo Quinn poniéndose frente a Rachel.
- Esto no es contigo – respondió santana haciéndola a un lado. - ¿Qué no te cansas de causar daño? – dijo esta vez mirando a Rachel. – no tenias porque regresar.
- Esto no te incumbe. – respondió Rachel.
- Me incumbe si te sigues metiendo con Finn.
- No sé de qué estás hablando.
- Hay por favor, no te hagas la tonta, ambas sabemos que te gusta treparte en todos los que puedas. Solo déjame advertirte. Que a él ya lo perdiste hace mucho. Y ahora es mío ¿Esta claro?
- Estás loca – dijo Rachel.
- Qué curioso. Eso es lo que dicen sobre ti – dijo santana antes de alejarse con su peculiar paso por el pasillo.
Rachel tomo aire y después de unos segundos olvido lo que Santana había dicho.
- ¿Estás bien? – pregunto Quinn tomándola del hombro.
- Si, vamos a clase – dijo Rachel avanzando entre la multitud.
El salón de clases parecía ser el mismo. Al menos Rachel estaba segura de que aquella imagen de paredes blancas y muchas personas susurrando no había desaparecido de su memoria. Se sentía segura en ese lugar, porque al menos aquel ambiente no lo había olvidado.
Se sentó casi al final de la primera fila como de costumbre. Quinn se sentó a su lado y comenzó a hablar con ella por unos momentos mientras el profesor llegaba.
De pronto una chica con cabello rubio se sentó detrás de ellas haciendo que ambas guardaran silencio.
- ¿Quién es ella? – pregunto Rachel a Quinn.
- Nueva estudiante – respondió Quinn – no tiene mucho aquí, no te preocupes, ni si quiera yo la recordaba.
Ambas sonrieron.
La chica nueva se sentó y comenzó a mirar fijamente a Rachel. Cuando ella sintió su mirada clavada en la espalda se dio la vuelta y le sonrió. La chica nueva no le devolvió la sonrisa y se limito a mirar hacia otro lado.
Rachel se desconcertó por unos momentos. ¿Había hecho algo contra esa chica que ya no recordaba? Solamente el tiempo lo diría, pero por ahora, podía descartar de sus planes ser amiga de aquella chica.
El profesor entro por la puerta y todo el mundo rápidamente guardo silencio. Dejo sus cosas en el escritorio y comenzó a escribir su nombre en el pizarrón. "Will Schuester" era el nombre de este maestro, quien al parecer era nuevo pues la cara de todos se sorprendió al verlo entrar por la puerta.
- Disculpe ¿Es usted un maestro suplente? – pregunto Quinn
- No, soy el nuevo profesor de español. Me da mucho gusto conocerlos – respondió aquel hombre señalando el pizarrón.
- ¿Qué paso con el anterior profesor? – pregunto Santana.
- Al parecer no puede seguir dándoles clases.
En ese momento, Rachel quien había estado agachando la mirada, alzo la cabeza y miro directamente al nuevo profesor. Los dos se observaron mutuamente, mientras la memoria de Rachel comenzaba a volar por muchos recuerdos que aun la seguían.
Imágenes de aquel hombre tapizaron su mente en un segundo. Para ella lucia familiar. Pero estaba segura que nunca en su vida lo había visto.
La clase entera giro la cabeza hacia Rachel al notar como los dos se miraban. Y en las cabezas de todos comenzaban a correr varias sospechas que no favorecían nada, la imagen de la chica ya suficientemente arruinada.
Ambos miraron hacia otro lugar rápidamente cuando notaron que los demás comenzaban a murmurar. Aquella clase paso muy lenta. Mientras las dudas en la cabeza de Rachel solamente crecían sin control.
Al salir Quinn y Rachel fueron directamente hacia sus casilleros. En ese instante un joven se paro frente a ellas y miro a Rachel con atención.
- Finn, ¿Qué haces aquí? – dijo Rachel.
- Tengo clase en el salón de al lado. – respondió aquel chico.
Quinn se paro junto a Rachel y miro a Finn con enojo.
- No deberías hablar con ella. Solamente si quieres que tu novia termine matándonos a ambas.
- Vino a darnos un ultimátum esta mañana. – dijo Rachel.
- No me extraña. Lo ha hecho con casi todas las chicas en la escuela – dijo Finn. – pero en realidad. Necesito hablar contigo.
- Mira Finn, no quiero tener más problemas. Sabes a que me refiero. Y no voy a arriesgarme a que Santana nos vea hablando y después este contra mi todo el tiempo.
- En ese caso podemos hablar en otro lugar. Habrá una fiesta en mi casa esta noche. Ese podría ser un buen lugar. – dijo Finn con una sonrisa en el rostro.
Rachel miro a Quinn y ella no dijo nada.
- Está bien. Iré solo a hablar contigo. No estoy de humor para fiestas. – dijo Rachel.
- Serán solo veinte minutos. Lo prometo. – dijo el aun sonriendo.
- Me tengo que ir – dijo Rachel caminando hacia la salida.
- Te veo esta noche – grito Finn cuando ella estaba casi en la puerta.
La sonrisa que estaba pintada en la cara de Finn traía más problemas que alegría. Pues se rumoraba que él aun no había superado lo que había tenido con Rachel hace algunos meses. Y siendo esta su reacción. Aquel rumor parecía ser cierto.
Antes de irse a alistar para la fiesta a la que asistirían esta noche. Las chicas fueron al café frente a la escuela y comenzaron a platicar por un momento.
Fue entonces cuando la mirada de Rachel se dirigió hacia el chico vestido de negro que cruzaba la calle hacia la escuela. Al parecer las sorpresas de día no habían terminado.
- ¿Ese es Kurt? – pregunto a Quinn.
- Si, ¿que tampoco recuerdas que había vuelto?
Ella negó con la cabeza.
- Fue justo una semana antes del baile. Casi al mismo tiempo que Jesse regreso. – dijo Quinn.
La mirada de Rachel se dirigió de nuevo a Kurt. Había sido su mejor amigo durante mucho tiempo, pero de pronto un día sin decir nada a nadie había desaparecido de Lima y nunca nadie supo algo de él.
De pronto la mirada de Kurt se encontró con la de Rachel, quien trato de saludarlo desde lejos. Pero Kurt se limito a agachar la mirada e irse del lugar.
- Está actuando raro desde que llego. – dijo Quinn al ver su reacción.
- Me pregunto que le habrá pasado. – dijo Rachel.
- Bueno, no pienses en eso ahora. Mejor vamos a buscarte algo bonito para hacer enojar a Santana esta noche ¿sí?
Ambas rieron y se pusieron de pie para irse.
Esta noche parecía ser una de aquellas noches divertidas. Pero en Lima, después del baile, estas noches solían ser las más peligrosas.
Cuando llegaron a la fiesta notaron que la música se escuchaba cinco calles a la redonda. Y varios jóvenes estaba afuera haciendo locuras y cayendo a causa del alcohol.
Las dos entraron tomadas del brazo y lo más rápido posible. Parecía una fiesta sin control. Al parecer la primera de la temporada. Pero para Rachel ni si quiera esto era divertido ahora.
Busco a Finn con la mirada pero no logro encontrarlo.
Todas las personas de la fiesta de pronto comenzaron a mirarla igual que lo habían hecho en la escuela. Sabían que Rachel era la principal sospechosa de la desaparición de Jesse, y por eso ahora la tachaban de criminal.
Varias de las amigas de Santana la vieron entrar, y rápidamente, siguiendo el código de chicas fueron a avisarle que Rachel estaba en la fiesta.
Los problemas comenzaron a llegar solos para estas dos amigas. Cuando ellas habían querido mantenerse alejadas de todo esto.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – dijo Santana cuando estuvo frente a Rachel. – esto no es uno de esos grupos de rehabilitación a los que acostumbras a ir.
- No quiero problemas Santana ¿Podrías dejarme en paz? – dijo Rachel.
- Debiste pensar eso antes de atreverte a venir aquí. Además ¿Cómo puedes tener el valor para acercarte a nosotros después de lo que paso con Jesse? Nadie te quiere aquí, a todos les asustas.
- No sabes de lo que hablas.
- Tal vez no, pero lo que si se, es que si no te vas en… - Santana miro su reloj – un minuto. Voy a hacer que todos me vean como heroína echándote de aquí a patadas.
- Esta no es tu fiesta – dijo Quinn.
- No te metas Barbie. – dijo Santana.
En ese momento Finn llego detrás de Santana y la tomo de los hombros.
- ¿Qué pasa aquí? – pregunto él.
- Solamente me encargo de sacar la basura. Soy muy buena persona. – respondió Santana.
- ¿Por qué no les dices quien nos invito? – dijo Quinn.
Finn miro con miedo a Santana y ella lentamente giro la cabeza hacia él. Su mirada no parecía ser buena.
- Yo lo hice – dijo Finn entrecerrando los ojos.
Santana abrió la boca y miro con enojo a Finn.
Justo antes de que él pudiera decir algo ella le tapo la boca con la mano.
- Solo una palabra cielo – dijo ella – púdrete.
Después de eso ella se perdió entre la gente y dejo a Finn con las otras chicas.
- Creo que no fue buena idea que viniera – dijo Rachel.
- No te preocupes, no es tu culpa – respondió Finn - ¿Me acompañas para poder hablar? – dijo ahora tomando la mano de Rachel.
- No puedo dejar a Quinn sola, tendrá que ir con nosotros.
Finn se puso a mirar a todos lados como si buscara a alguien. De pronto miro a uno de los chicos que estaba parado junto a ellos y lo llamo.
- Quinn el es mi amigo Noah – dijo cuando el chico estuvo en la conversación.
- Hola Quinn – dijo Noah sonando algo tímido.
- Hola – respondió Quinn fingiendo una sonrisa.
- Rachel no quiere dejar a su amiga sola ¿Crees poder entretenerla un rato? – dijo Finn.
- Sería un placer – respondió Noah.
- ¿Lo ves? Quinn ya no estará sola – dijo Finn llevando a Rachel al patio trasero.
- Vuelvo en un momento – dijo Rachel a Quinn perdiéndose entre las personas.
Noah miro a Quinn con timidez y después ella volvió a fingirle una sonrisa.
- ¿Solías ser porrista no? – pregunto Noah.
- Aja – respondió ella.
- ¿Por qué decidiste salir?
- Cosas – dijo ella.
- ¿quieres algo de beber?
- No gracias.
El agacho la mirada al darse cuenta que Quinn en realidad no quería estar con él.
- Mira Noah no quiero ser grosera pero, en realidad no estoy de humor para conocer gente. ¿Hablamos después?
Noah asintió con la cabeza y después se alejo.
Rachel y Finn se sentaron en unas de las sillas que estaban en el patio trasero y comenzaron a platicar.
- ¿Cómo te sientes después de lo que paso? – pregunto Finn.
- ¿Cómo crees? Todo el mundo cree que soy una asesina.
- Aun no sabemos qué paso con Jesse. Solamente les gusta rumorar.
- Si tan solo pudiera recordar esa noche.
- Creo que sería lo mejor. ¿Qué es lo último que recuerdas?
- No lo sé, me llegan piezas poco a poco. Olvide por completo toda la semana en que Jesse estuvo aquí. Solo sé que fui con él al baile, y después todo se pone borroso.
- Aun no puedo entender cómo es que pudiste ir con él.
- Yo tampoco recuerdo porque lo hice.
- Sé que pronto volverás a recordar lo que paso.
En ese momento la memoria de Rachel comenzó a volar y otro recuerdo llego a su cabeza.
Ella y Jesse corrían detrás de la escuela, al parecer huyendo de algo.
Los dos parecían estar agitados y de pronto Jesse se detuvo justo antes de cruzar la calle.
- Vas a estar bien Rachel – le dijo él.
- No estoy segura de eso. – respondió ella.
- Sé que eres una persona muy valiente – dijo él – vamos a estar juntos muy pronto, y todo gracias a ti.
Después de decir eso la beso y la memoria de Rachel volvió a bloquearse de nuevo.
Finn la miro desconcertado y antes de que pudiera preguntar algo noto que todo el mundo había dejado de bailar y la música se había detenido.
Ahora todos estaban alrededor de la televisión y Finn tomo a Rachel de la mano para ir hacia allá. Cuando llegaron, la piel de Rachel se enchino completamente. Había una anuncio en la televisión de los noticieros locales, en el cual, decían que el cuerpo de Jesse St James había sido hallado.
Todos miraron a Rachel cuando llego, y ella no pudo evitar sacar lágrimas sin control.
En ese momento, Sue, la oficial a cargo llego de entre las personas y llevo a Rachel afuera.
Quinn se quedo al lado de Finn mientras todos los demás aun no podían creer lo que había pasado. Esta era una noticia que había sacudido a todos lo que sabían la historia. Ahora Jesse estaba muerto y nadie sabía cómo había pasado.
- ¿Vio la noticia ya? – pregunto Sue cuando estuvo con Rachel afuera.
- Si – dijo ella llorando - ¿Cómo paso?
- Eso es lo que usted me ayudara a averiguar. Señorita Berry usted es la principal sospechosa de la muerte de Jesse St James. Fue la única persona que estuvo con él antes de que desapareciera. Esta en sus manos recordar lo que paso esa noche, y ayudarnos a encontrar un culpable.
- ¿Qué pasa si no logro hacerlo? – pregunto Rachel.
- Usted será acusada del asesinato. – respondió la Oficial.
Ahora estaba en manos de Rachel saber que había pasado con Jesse. Y solo tenía una semana para recordar todos los secretos que esa noche escondía.
"Se rumora que… Rachel Berry asesinó a Jesse St James"
Última edición por Nina Rathbone el Vie Sep 07, 2012 5:46 am, editado 1 vez
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Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Nooooo!!! Jesse no está muerto ¡!! lose u.u' oh god este fic se ve que esta más que bueno dios mio la forma de escribirlo hummm Shue tiene algo que ver Rachel no lo asesino los perseguían ¿no? pero quienes aww dios que paso aquí así bien estilo Pretty Little Liars ¿nO? jajaja oh como me leí una novela (Crónica de una muerte anunciada) se me hizo igual que ese
No me dejes así subir el próximo capitulo ya!! ah ya no puedo más me quede así o.O con todo lo ocurrido
No me dejes así subir el próximo capitulo ya!! ah ya no puedo más me quede así o.O con todo lo ocurrido
Nalle Rivera- Nayaholic Groff
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Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Nalle Rivera escribió:Nooooo!!! Jesse no está muerto ¡!! lose u.u' oh god este fic se ve que esta más que bueno dios mio la forma de escribirlo hummm Shue tiene algo que ver Rachel no lo asesino los perseguían ¿no? pero quienes aww dios que paso aquí así bien estilo Pretty Little Liars ¿nO? jajaja oh como me leí una novela (Crónica de una muerte anunciada) se me hizo igual que ese
No me dejes así subir el próximo capitulo ya!! ah ya no puedo más me quede así o.O con todo lo ocurrido
Jajajajaja, tranquila, tranquila. Ya lo subo, no te preocupes xdd. Ahhh yo también leí ese libro *--* Y lo de Jesse, te irás enterando de a poco ;) Y si Rachel en verdad es culpable.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
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Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Yo lo leí por que tenía que leer un libro latinoamericano y fue el primero que encontre pero esta algo interesante uyy ya quiero saber *----* oh por dios ash me dejas en dudas >,<
Nalle Rivera- Nayaholic Groff
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Fic-Rumor has it (St.Berry) CAP 2:Creo que te vi esa noche
RUMOR HAS IT
CAPITULO 2
CREO QUE TE VI ESA NOCHE
Los recuerdos de Rachel comenzaban a llegar de nuevo mientras estaba en su cama dando vueltas sin poder dormir.
No podía sacarse de la cabeza la imagen de una bolsa negra con un cuerpo dentro que estaban pasando en todos los noticieros locales. Aquella noche había sido una de las más obscuras de su vida, y no podía perdonarse que no recordara nada de eso.
Podía ver la cara de Jesse a mitad de la noche, recordaba cómo le estaba sonriendo, al parecer él no sabía nada de lo que pasaría unos momentos después.
En ese instante, justo cuando el sueño estuvo a punto de vencerla, una imagen llego a su cabeza.
Hasta ahora recordaba que en ese momento los dos habían estado solos, pero pudo recordar ahora como al darse la media vuelta vio a alguien correr en dirección a Jesse detrás de los autos del estacionamiento.
Se sentó en la cama y trato de concentrarse para encontrar el rostro de aquella persona. Fue entonces cuando recordó ver una falda moverse entre los autos. Había sido una chica la que estaba escondida entre los autos. Ahora tocaba investigar que hacia ahí.
Rachel no pego un ojo en toda la noche, y en cuanto el sol comenzó a entrar por su ventana se levanto de la cama y se alisto para ir al colegio.
Quinn llego quince minutos antes de las nueve, como era costumbre, ambas desayunaron y se fueron al colegio juntas. De nuevo la madre de Quinn las llevo a petición de su hija, quien sabía que no era seguro que Rachel viajara en autobús.
Los padres de Rachel estaban encargándose ya del caso en que su hija estaba siendo inculpada. Pero ya que todas las pistas habían desaparecido misteriosamente, no había nada que se pudiera hacer por ella en estos momentos. Lo único que quedaba era esperar a que Rachel lograra recordar lo que había pasado.
Cuando Rachel y Quinn bajaron del auto la sensación de cientos de miradas en la espalda de ambas se intensifico. Al parecer esto sería peor conforme los días pasaran.
- Al parecer aquí nadie sabe disimular – dijo Quinn haciendo que Rachel avanzara más rápido.
- Solo ignóralos. A mí no me importa – respondió Rachel yendo en línea recta hacia el baño.
Ambas entraron y se comenzaron a arreglar frente al espejo. Varias de las chicas que estaban adentro salieron en cuanto Rachel entro. Lo cual, en vez de su una ofensa para Rachel, se convirtió en una ventaja.
Comenzó a mirar debajo de las puertas de los baños para asersiorarse de que ambas estaban solas, y cuando por fin lo comprobó pudo decirle a Quinn lo que había descubierto.
- ¿Qué pasa? – dijo Quinn algo desconcertada.
- Anoche pude recordar algo. – dijo Rachel.
- ¿En serio? Dime que fue. ¿Ya sabes que paso con él?
- No, es solo una imagen. Había alguien más en el estacionamiento con nosotros, y anoche recordé a aquella persona.
- Y bien, ¿Quién era? Así no serás la única sospechosa.
- El caso es, que no vi su cara, solamente sé que llevaba una falda negra.
Quinn se puso a pensar mientras Rachel trataba de recordar más sobre esa escena.
- Debió haber decenas de vestidos negros en el baile. Hasta ahora he recordado a diez. – dijo Quinn indicando que no será fácil saber quién era aquel a quien Rachel había recordado.
- Sé que si vuelvo a ver esa falda sabré quien es. – respondió Rachel. - ¿Pero cómo?
Fue entonces cuando la mente de Quinn se encendió de golpe y supo la respuesta correcta.
- Las fotografías. En la entrada del baile hubo un fotógrafo que estoy segura, capturo a todos cuando entraban. Puedes verlas una por una y así reconocer la falda.
- ¿Y donde crees que este ese fotógrafo?
- Sé dónde encontrarlo. Noah Puckerman tomo las fotos. – dijo Quinn.
- ¿Entonces vamos después de clases?
Quinn asintió.
Las se dieron la vuelta y estaban a punto de salir del baño cuando Santana y su amiga Tina entraron y se pusieron de pie frente a ellas.
Santana se limito a mirar con enojo a Rachel y después la empujo hacia un lado.
Cuando Rachel y Quinn se habían ido Tina y Santana comenzaron a arreglarse frente al espejo.
- No sé cómo aun se atreve a venir. – dijo santana mientras se delineaba.
- Creo que no conoce la vergüenza. – respondió Tina.
- Es irónico que alguien como ella no la conozca. – respondió Santana.
Ambas rieron.
- En realidad mi problema ahora es con Quinn –dijo Tina.
- ¿Por qué? – pregunto Santana.
- Ayer la vi hablando con Noah. – dijo Tina sonando celosa.
- Bueno no lo culpo. En realidad aquí la única tonta eres tu. – dijo Santana.
Tina la miro desconcertada.
- Es la verdad Tina, ella es una talla dos y tú eres lo triple a eso. Además es obvio que Quinn se cuida y no se lleva a la boca todo lo que ve. Deberías pensar en eso antes de almorzar. – santana camino afuera del baño cuando se escucho el timbre del primer periodo.
Tina se miro al espejo debido a lo que santana había dicho. Tomo aire y salió detrás de ella.
Santana caminaba hacia su salón cuando se topo con Finn.
La mirada que le lanzo no era nada amable, y bueno, era de esperarse después de la mala noche que habían tenido un día antes.
Finn la tomo del brazo cuando se dio cuenta que Santana no estaba dispuesta a quedarse y aclarar las cosas.
- Suéltame – dijo ella.
- Necesitamos hablar – respondió Finn.
- No hay nada de qué hablar.
- Se que estas enojada
Santana se rio sarcásticamente.
- Tengo que ir a clase – dijo ella.
- Necesito una oportunidad para aclarar todo – dijo Finn sacando algo de su bolsillo. – solo dame eso y te prometo que te dejare en paz.
Le entrego un pedazo de papel en las manos a Santana y después camino en dirección contraria. Ella lo abrió cuando supo que el ya no la miraba y pudo ver una dirección escrita en él. Sonrió y después entro a clase.
Todos estaban sentados ya cuando el nuevo profesor se Español había entrado a la clase.
Will Schuester parecía ser una persona amable, no tenía nunca un mal temperamento y por lo general su manera de tratar a las personas era muy buena.
A la única persona con quien al parecer tenía algo en contra era Rachel Berry. La chica de los noticieros. Como algunos la llamaban.
El dejo su maletín en el escritorio y después comenzó a hablar sobre un libro que había dejado de tarea para los chicos. Sherlok Holmes. Una de las novelas más famosas.
- ¿Quién quiere hablarme de Holmes? – pregunto Will sentándose encima del escritorio mirando a todos los alumnos.
- Creo que la historia es intrigante. Un hombre solitario con un amigo leal trabajando en casos policiacos no parece ser muy atrayente, pero cuando te das cuenta de todo lo que hay detrás de eso. La historia no te deja ir. – dijo la chica sentada en la última fila al lado de la ventana.
Rachel miro a la chica nueva cuando ella dijo esas palabras a la clase. Trato de sonreírle de nuevo, pero otra vez esta chica la evito con la mirada.
- Muy buena crítica señorita… - dijo Will.
- Brittany – respondió ella sonriendo a Will.
Quinn se acerco al oído de Rachel y le susurro.
- Al parecer ya tenemos un nombre.
Rachel sonrió.
- En realidad es muy cierto lo que dices. Hay varias historias que parecen ser simples cuando las vemos exteriormente. Pero, es claro que si tenemos el valor de adentrarnos un poco más a ellas. Podríamos ver toda la telaraña que se entreteje dentro, y nos sorprenderíamos mucho ¿No es así señorita Berry? - dijo El Profesor.
Rachel se quedo muda ante sus palabras. Toda la clase giro la cabeza hacia ella y espero su respuesta.
- Creo que es cierto. Las apariencias engañan – respondió Rachel con voz débil.
Will la miro fijamente por unos segundos y después continuo con la clase. Rachel tomo aire y después saco sus libros en la mesa. Al parecer había más cosas que resolverse de lo que ella pensaba.
Cuando la clase termino, justo antes del almuerzo todos los chicos salieron del aula y se dirigieron hacia la cafetería.
- ¿Cómo haremos para ver las fotografías? – dijo Rachel a Quinn mientras se encaminaban para comer.
- Creo que Noah nos podrá hacer ese favor – dijo Quinn – solamente le pediré unos minutos esta tarde.
Ella asintió.
Ambas entraron a la cafetería en medio de miradas en todas direcciones. Incluso la mujer que servía los almuerzos les lanzaba una mirada fulminante. Tomaron sus charolas y después avanzaron entre las mesas tratando de ignorar a todos ahí.
Fue entonces cuando de la nada un empaque de pudin cayó sobre la cabeza de Rachel.
Todo el mundo comenzó a reír y lo único que Rachel hizo fue correr hacia la salida e irse del lugar. Quinn intento seguirla pero Rachel se negó con la cabeza.
Santana y Tina eran quienes se reían más fuerte. Probablemente porque ellas habían lanzado ese pudin.
Rachel entro al baño y se comenzó a lavar el cabello. Las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, pero recordó ser fuerte y las contrajo para no parecer débil ante los demás. Este era solamente un nuevo reto para ella. Así trataba de verlo para ser más valiente.
Kurt paso fuera del baño cuando ella estaba adentro. Rachel salió disparada hacia él y lo detuvo.
- Hola – lo saludo ella con una sonrisa en el rostro.
- Hola – dijo el fingiendo alegría.
- ¿Cuándo llegaste? No te había visto en mucho tiempo.
- Volví hace unos días. Escuche que perdiste la memoria o algo así. Ya me habías visto.
- Si, debí olvidarlo.
- Tengo que hacer muchas cosas. ¿Hablamos después si? – dijo Kurt yéndose.
- ¿Tienes clase?
- Gimnasia – respondió el.
Kurt se comenzó a alejar de ella.
- Hey Kurt – dijo Rachel.
El giro hacia ella.
- Sé que tienes un buen ojo en cuanto a la moda – dijo ella aun sonriendo – de casualidad ¿Recuerdas alguna falda negra en el baile? Algo tableado.
- No – respondió Kurt – ni si quiera vine al baile.
Después de eso Kurt camino al final del pasillo y se fue acompañado de un chico vestido de negro. Rachel los observo hasta que se fueron y después fue a buscar a Quinn.
- ¿Qué te pregunto? – dijo el chico que iba con Kurt.
- Nada Blaine – respondió Kurt – por ahora estoy seguro. No sabe nada.
Santana acudió a la dirección que le había indicado Finn cuando la escuela termino.
Llego a un café casi a las afueras de la ciudad y se sentó en una de las mesas.
Comenzaba a ver constantemente su reloj cuando de pronto Finn llego y puso una flor en la mesa en donde ella estaba.
Santana sonrió.
- Solo tienes quince minutos – dijo ella.
- Creo que son suficientes – respondió Finn.
Él le sonrió.
- En realidad siento mucho haber invitado a Rachel, sabiendo que te enoja mucho estar con ella. Pero en realidad creo que ella la está pasando muy mal por todo lo que paso, y solamente quería ayudarla. – dijo Finn.
- ¿Cómo? Llevándola al patio trasero para poder decirle cuanto la quieres ¿no es así?
El sonrió.
- ¿De qué te ríes? – dijo ella algo enfadada.
- Es solo que, siempre me estás diciendo que te enfadas porque sabes que no la he superado. Pero ahora, con todo lo que haces, creo que la que no supera lo que paso entre Rachel y yo eres tú.
Ella se quedo callada y agacho la cabeza.
- Te amo, Santana – dijo el tomando su mano – y en realidad espero que puedas perdonarme.
Ella sonrió.
- Tal vez si me hubieras llevado a un lugar mejor – respondió Santana bromeando.
- Este lugar es muy especial – dijo Finn. – creo que ya no lo recuerdas pero, fue aquí donde te conocí.
- Ah, ya recuerdo, creo que este lugar cambio mucho pero el olor es el mismo.
El sonrió y después volvió a tomar su mano. Santana estaba ahora contenta. Su relación no había terminado. Y según las palabras de su novio. Ella era la única. Nadie más.
Quinn y Rachel fueron al aula audiovisual cuando salieron de su última clase. Y como de costumbre encontraron a Noah en ese lugar. Quinn toco la puerta y después sonrió.
- ¡Hola! – dijo Noah ansioso cuando vio que Quinn tocaba la puerta.
- Hola – respondió ella – mi amiga y yo queríamos pedirte un favor.
- Escucho – dijo Noah.
- Rachel cree que salió pestañeando en la foto que tomaste y quería verla por si misma ¿Crees que podamos? – pregunto Quinn aun sonriendo.
- Bueno te propongo algo. ¿Por qué no mientras Rachel busca tú y yo vamos por un café?
Quinn miro a Rachel y ella le lanzo una mirada fulminante para que aceptara.
- Está bien – dijo Quinn a regañadientes.
Noah tomo su chaqueta y camino detrás de Quinn.
- Las fotos están en esa computadora Rachel – dijo el señalando.
- Está bien – respondió Rachel.
Cuando los dos salieron ella se sentó frente al computador y comenzó a mirar las fotos una por una. Había varios vestidos negros. Como había mencionado Quinn. Pero ninguna falda parecida a la que había visto Rachel.
Fue entonces cuando la foto de Santana y Finn apareció.
Ella llevaba un vestido rojo. Pero eso no fue lo que llamo la atención de Rachel.
Detrás de ella estaba la persona que tenia la falda. Parada detrás de un auto en la acera de la calle podía verse a esa persona mirando a los chicos desde lejos.
- Esa es la falda – dijo Rachel - ¿Pero quién es?
Tomo el mouse de la computadora y comenzó a aumentar el zoom.
Se puso de pie a causa de la sorpresa cuando logro ver quién era.
- Kurt – dijo ella tomando su bolsa y saliendo del lugar.
Noah le había comprado un café a Quinn en la cafetería de enfrente del colegio pero ella solo parecía estar vigilando su teléfono.
El comenzó a notar la falta de interés que ella tenía y la evasión a todas sus pláticas.
Tomo su mochila y camino hacia la salida.
- Hey ¿A dónde vas? – pregunto Quinn cuando se dio cuenta.
- Como si te importara – dijo él.
- ¿De qué hablas?
- Dime Quinn, ¿en realidad es tan malo estar conmigo? Porque desde que nos presentaron te portas muy grosera conmigo, y yo solo trato de conocerte.
- Lo siento, en verdad no me había dado cuenta de que era así.
- Bueno, en realidad me lastima.
- Lo siento, es solo que, no estoy lista para conocer personas ¿sabes?
- Lo único que quiero es ser tu amigo Quinn – dijo Noah sonriendo. – no busco nada más.
Ella sonrió.
- Solo he sido así porque pensaba que querías algo más.
- Puedo ver en tus ojos que tu ya estas con alguien. – dijo Noah – por eso solo quiero tu amistad.
- No en realidad no estoy con nadie. Bueno… si estoy enamorada de alguien desde hace tiempo. Pero es un secreto.
Noah sonrió.
- Tu secreto está a salvo conmigo. – dijo él. – pero dime ¿lo conozco?
- Creo que si – dijo ella fingiendo una sonrisa – eso creo.
Rachel fue hacia el gimnasio y pudo ver que Kurt seguía en la práctica. Corrió rápidamente hacia los vestidores y comenzó a buscar su casillero.
De pronto vio una bolsa con el suéter que llevaba Kurt esa mañana cuando hablaron y fue hacia ella.
La abrió y además de cuadernos pudo ver al menos diez frascos de medicamentos en la bolsa.
Comenzó a sacarlos y mirar en la etiqueta.
- ¿Qué haces con eso? – dijo Kurt detrás de ella.
Rachel giro rápidamente.
- Ah… se cayó al piso y estaba recogiéndolos. – respondió.
Kurt se lo arrebato de las manos y comenzó a guardar todo.
- No deberías estar aquí. Si el entrenador te ve estarás en problemas.
- Sé que me mentiste – dijo Rachel haciendo que Kurt se quedara en silencio.
- ¿De qué hablas? – pregunto Kurt.
- Me dijiste que no habías ido al baile. Y vi una foto en donde estas estacionado afuera. Con ese chico con el que estabas hoy.
Kurt tomo aire y se sentó.
- ¿Por qué me mentiste? ¿Sabes algo de lo que paso con Jesse?
- No Rachel, no sé nada. Yo quería venir al baile. Pero cuando llegamos aquí y pude recordar algunas cosas le dije que nos fuéramos. No puede estar aquí mucho tiempo. – respondió Kurt - ¿Es lo que querías saber?
- ¿Qué te paso Kurt? ¿Por qué te fuiste de repente y después no me dejaste saber nada de ti? Se supone que éramos mejores amigos.
- Muchas cosas cambiaron Rachel.
Kurt se puso de pie.
- ¿Quién es ese chico con el que vienes? – pregunto Rachel.
- Es mi novio.
- ¿Y porque no nos lo habías presentado? ¿Tiene algo que ver con los medicamentos de la maleta? ¿Acaso te pasa algo?
- Son para él. Tiene algunos problemas de salud. – dijo Kurt fríamente. – en realidad deberías irte Rachel.
- Solo lo hare si se que hablaremos después. Necesito saber que paso con nosotros.
- Te llamare ¿sí? – dijo Kurt mientras Rachel salía.
Ella avanzo fuera de los vestidores y metió la mano a su bolsillo. Llevaba uno de los frascos de medicamentos de Kurt. Pues al parecer sabía que algo escondía.
Blaine, el novio de Kurt entro al cuarto cuando Rachel se había ido.
Kurt lo miro preocupado.
- Eso estuvo cerca – dijo Kurt con ojos llorosos.
- ¿Crees que sepa algo? – dijo Blaine.
- No, pero estoy seguro que sospecha algo. – dijo Kurt mirando con atención los frascos en la bolsa.
"Se Rumora que … Kurt esconde algo obscuro sobre su regreso"
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CAPITULO 2
CREO QUE TE VI ESA NOCHE
Los recuerdos de Rachel comenzaban a llegar de nuevo mientras estaba en su cama dando vueltas sin poder dormir.
No podía sacarse de la cabeza la imagen de una bolsa negra con un cuerpo dentro que estaban pasando en todos los noticieros locales. Aquella noche había sido una de las más obscuras de su vida, y no podía perdonarse que no recordara nada de eso.
Podía ver la cara de Jesse a mitad de la noche, recordaba cómo le estaba sonriendo, al parecer él no sabía nada de lo que pasaría unos momentos después.
En ese instante, justo cuando el sueño estuvo a punto de vencerla, una imagen llego a su cabeza.
Hasta ahora recordaba que en ese momento los dos habían estado solos, pero pudo recordar ahora como al darse la media vuelta vio a alguien correr en dirección a Jesse detrás de los autos del estacionamiento.
Se sentó en la cama y trato de concentrarse para encontrar el rostro de aquella persona. Fue entonces cuando recordó ver una falda moverse entre los autos. Había sido una chica la que estaba escondida entre los autos. Ahora tocaba investigar que hacia ahí.
Rachel no pego un ojo en toda la noche, y en cuanto el sol comenzó a entrar por su ventana se levanto de la cama y se alisto para ir al colegio.
Quinn llego quince minutos antes de las nueve, como era costumbre, ambas desayunaron y se fueron al colegio juntas. De nuevo la madre de Quinn las llevo a petición de su hija, quien sabía que no era seguro que Rachel viajara en autobús.
Los padres de Rachel estaban encargándose ya del caso en que su hija estaba siendo inculpada. Pero ya que todas las pistas habían desaparecido misteriosamente, no había nada que se pudiera hacer por ella en estos momentos. Lo único que quedaba era esperar a que Rachel lograra recordar lo que había pasado.
Cuando Rachel y Quinn bajaron del auto la sensación de cientos de miradas en la espalda de ambas se intensifico. Al parecer esto sería peor conforme los días pasaran.
- Al parecer aquí nadie sabe disimular – dijo Quinn haciendo que Rachel avanzara más rápido.
- Solo ignóralos. A mí no me importa – respondió Rachel yendo en línea recta hacia el baño.
Ambas entraron y se comenzaron a arreglar frente al espejo. Varias de las chicas que estaban adentro salieron en cuanto Rachel entro. Lo cual, en vez de su una ofensa para Rachel, se convirtió en una ventaja.
Comenzó a mirar debajo de las puertas de los baños para asersiorarse de que ambas estaban solas, y cuando por fin lo comprobó pudo decirle a Quinn lo que había descubierto.
- ¿Qué pasa? – dijo Quinn algo desconcertada.
- Anoche pude recordar algo. – dijo Rachel.
- ¿En serio? Dime que fue. ¿Ya sabes que paso con él?
- No, es solo una imagen. Había alguien más en el estacionamiento con nosotros, y anoche recordé a aquella persona.
- Y bien, ¿Quién era? Así no serás la única sospechosa.
- El caso es, que no vi su cara, solamente sé que llevaba una falda negra.
Quinn se puso a pensar mientras Rachel trataba de recordar más sobre esa escena.
- Debió haber decenas de vestidos negros en el baile. Hasta ahora he recordado a diez. – dijo Quinn indicando que no será fácil saber quién era aquel a quien Rachel había recordado.
- Sé que si vuelvo a ver esa falda sabré quien es. – respondió Rachel. - ¿Pero cómo?
Fue entonces cuando la mente de Quinn se encendió de golpe y supo la respuesta correcta.
- Las fotografías. En la entrada del baile hubo un fotógrafo que estoy segura, capturo a todos cuando entraban. Puedes verlas una por una y así reconocer la falda.
- ¿Y donde crees que este ese fotógrafo?
- Sé dónde encontrarlo. Noah Puckerman tomo las fotos. – dijo Quinn.
- ¿Entonces vamos después de clases?
Quinn asintió.
Las se dieron la vuelta y estaban a punto de salir del baño cuando Santana y su amiga Tina entraron y se pusieron de pie frente a ellas.
Santana se limito a mirar con enojo a Rachel y después la empujo hacia un lado.
Cuando Rachel y Quinn se habían ido Tina y Santana comenzaron a arreglarse frente al espejo.
- No sé cómo aun se atreve a venir. – dijo santana mientras se delineaba.
- Creo que no conoce la vergüenza. – respondió Tina.
- Es irónico que alguien como ella no la conozca. – respondió Santana.
Ambas rieron.
- En realidad mi problema ahora es con Quinn –dijo Tina.
- ¿Por qué? – pregunto Santana.
- Ayer la vi hablando con Noah. – dijo Tina sonando celosa.
- Bueno no lo culpo. En realidad aquí la única tonta eres tu. – dijo Santana.
Tina la miro desconcertada.
- Es la verdad Tina, ella es una talla dos y tú eres lo triple a eso. Además es obvio que Quinn se cuida y no se lleva a la boca todo lo que ve. Deberías pensar en eso antes de almorzar. – santana camino afuera del baño cuando se escucho el timbre del primer periodo.
Tina se miro al espejo debido a lo que santana había dicho. Tomo aire y salió detrás de ella.
Santana caminaba hacia su salón cuando se topo con Finn.
La mirada que le lanzo no era nada amable, y bueno, era de esperarse después de la mala noche que habían tenido un día antes.
Finn la tomo del brazo cuando se dio cuenta que Santana no estaba dispuesta a quedarse y aclarar las cosas.
- Suéltame – dijo ella.
- Necesitamos hablar – respondió Finn.
- No hay nada de qué hablar.
- Se que estas enojada
Santana se rio sarcásticamente.
- Tengo que ir a clase – dijo ella.
- Necesito una oportunidad para aclarar todo – dijo Finn sacando algo de su bolsillo. – solo dame eso y te prometo que te dejare en paz.
Le entrego un pedazo de papel en las manos a Santana y después camino en dirección contraria. Ella lo abrió cuando supo que el ya no la miraba y pudo ver una dirección escrita en él. Sonrió y después entro a clase.
Todos estaban sentados ya cuando el nuevo profesor se Español había entrado a la clase.
Will Schuester parecía ser una persona amable, no tenía nunca un mal temperamento y por lo general su manera de tratar a las personas era muy buena.
A la única persona con quien al parecer tenía algo en contra era Rachel Berry. La chica de los noticieros. Como algunos la llamaban.
El dejo su maletín en el escritorio y después comenzó a hablar sobre un libro que había dejado de tarea para los chicos. Sherlok Holmes. Una de las novelas más famosas.
- ¿Quién quiere hablarme de Holmes? – pregunto Will sentándose encima del escritorio mirando a todos los alumnos.
- Creo que la historia es intrigante. Un hombre solitario con un amigo leal trabajando en casos policiacos no parece ser muy atrayente, pero cuando te das cuenta de todo lo que hay detrás de eso. La historia no te deja ir. – dijo la chica sentada en la última fila al lado de la ventana.
Rachel miro a la chica nueva cuando ella dijo esas palabras a la clase. Trato de sonreírle de nuevo, pero otra vez esta chica la evito con la mirada.
- Muy buena crítica señorita… - dijo Will.
- Brittany – respondió ella sonriendo a Will.
Quinn se acerco al oído de Rachel y le susurro.
- Al parecer ya tenemos un nombre.
Rachel sonrió.
- En realidad es muy cierto lo que dices. Hay varias historias que parecen ser simples cuando las vemos exteriormente. Pero, es claro que si tenemos el valor de adentrarnos un poco más a ellas. Podríamos ver toda la telaraña que se entreteje dentro, y nos sorprenderíamos mucho ¿No es así señorita Berry? - dijo El Profesor.
Rachel se quedo muda ante sus palabras. Toda la clase giro la cabeza hacia ella y espero su respuesta.
- Creo que es cierto. Las apariencias engañan – respondió Rachel con voz débil.
Will la miro fijamente por unos segundos y después continuo con la clase. Rachel tomo aire y después saco sus libros en la mesa. Al parecer había más cosas que resolverse de lo que ella pensaba.
Cuando la clase termino, justo antes del almuerzo todos los chicos salieron del aula y se dirigieron hacia la cafetería.
- ¿Cómo haremos para ver las fotografías? – dijo Rachel a Quinn mientras se encaminaban para comer.
- Creo que Noah nos podrá hacer ese favor – dijo Quinn – solamente le pediré unos minutos esta tarde.
Ella asintió.
Ambas entraron a la cafetería en medio de miradas en todas direcciones. Incluso la mujer que servía los almuerzos les lanzaba una mirada fulminante. Tomaron sus charolas y después avanzaron entre las mesas tratando de ignorar a todos ahí.
Fue entonces cuando de la nada un empaque de pudin cayó sobre la cabeza de Rachel.
Todo el mundo comenzó a reír y lo único que Rachel hizo fue correr hacia la salida e irse del lugar. Quinn intento seguirla pero Rachel se negó con la cabeza.
Santana y Tina eran quienes se reían más fuerte. Probablemente porque ellas habían lanzado ese pudin.
Rachel entro al baño y se comenzó a lavar el cabello. Las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, pero recordó ser fuerte y las contrajo para no parecer débil ante los demás. Este era solamente un nuevo reto para ella. Así trataba de verlo para ser más valiente.
Kurt paso fuera del baño cuando ella estaba adentro. Rachel salió disparada hacia él y lo detuvo.
- Hola – lo saludo ella con una sonrisa en el rostro.
- Hola – dijo el fingiendo alegría.
- ¿Cuándo llegaste? No te había visto en mucho tiempo.
- Volví hace unos días. Escuche que perdiste la memoria o algo así. Ya me habías visto.
- Si, debí olvidarlo.
- Tengo que hacer muchas cosas. ¿Hablamos después si? – dijo Kurt yéndose.
- ¿Tienes clase?
- Gimnasia – respondió el.
Kurt se comenzó a alejar de ella.
- Hey Kurt – dijo Rachel.
El giro hacia ella.
- Sé que tienes un buen ojo en cuanto a la moda – dijo ella aun sonriendo – de casualidad ¿Recuerdas alguna falda negra en el baile? Algo tableado.
- No – respondió Kurt – ni si quiera vine al baile.
Después de eso Kurt camino al final del pasillo y se fue acompañado de un chico vestido de negro. Rachel los observo hasta que se fueron y después fue a buscar a Quinn.
- ¿Qué te pregunto? – dijo el chico que iba con Kurt.
- Nada Blaine – respondió Kurt – por ahora estoy seguro. No sabe nada.
Santana acudió a la dirección que le había indicado Finn cuando la escuela termino.
Llego a un café casi a las afueras de la ciudad y se sentó en una de las mesas.
Comenzaba a ver constantemente su reloj cuando de pronto Finn llego y puso una flor en la mesa en donde ella estaba.
Santana sonrió.
- Solo tienes quince minutos – dijo ella.
- Creo que son suficientes – respondió Finn.
Él le sonrió.
- En realidad siento mucho haber invitado a Rachel, sabiendo que te enoja mucho estar con ella. Pero en realidad creo que ella la está pasando muy mal por todo lo que paso, y solamente quería ayudarla. – dijo Finn.
- ¿Cómo? Llevándola al patio trasero para poder decirle cuanto la quieres ¿no es así?
El sonrió.
- ¿De qué te ríes? – dijo ella algo enfadada.
- Es solo que, siempre me estás diciendo que te enfadas porque sabes que no la he superado. Pero ahora, con todo lo que haces, creo que la que no supera lo que paso entre Rachel y yo eres tú.
Ella se quedo callada y agacho la cabeza.
- Te amo, Santana – dijo el tomando su mano – y en realidad espero que puedas perdonarme.
Ella sonrió.
- Tal vez si me hubieras llevado a un lugar mejor – respondió Santana bromeando.
- Este lugar es muy especial – dijo Finn. – creo que ya no lo recuerdas pero, fue aquí donde te conocí.
- Ah, ya recuerdo, creo que este lugar cambio mucho pero el olor es el mismo.
El sonrió y después volvió a tomar su mano. Santana estaba ahora contenta. Su relación no había terminado. Y según las palabras de su novio. Ella era la única. Nadie más.
Quinn y Rachel fueron al aula audiovisual cuando salieron de su última clase. Y como de costumbre encontraron a Noah en ese lugar. Quinn toco la puerta y después sonrió.
- ¡Hola! – dijo Noah ansioso cuando vio que Quinn tocaba la puerta.
- Hola – respondió ella – mi amiga y yo queríamos pedirte un favor.
- Escucho – dijo Noah.
- Rachel cree que salió pestañeando en la foto que tomaste y quería verla por si misma ¿Crees que podamos? – pregunto Quinn aun sonriendo.
- Bueno te propongo algo. ¿Por qué no mientras Rachel busca tú y yo vamos por un café?
Quinn miro a Rachel y ella le lanzo una mirada fulminante para que aceptara.
- Está bien – dijo Quinn a regañadientes.
Noah tomo su chaqueta y camino detrás de Quinn.
- Las fotos están en esa computadora Rachel – dijo el señalando.
- Está bien – respondió Rachel.
Cuando los dos salieron ella se sentó frente al computador y comenzó a mirar las fotos una por una. Había varios vestidos negros. Como había mencionado Quinn. Pero ninguna falda parecida a la que había visto Rachel.
Fue entonces cuando la foto de Santana y Finn apareció.
Ella llevaba un vestido rojo. Pero eso no fue lo que llamo la atención de Rachel.
Detrás de ella estaba la persona que tenia la falda. Parada detrás de un auto en la acera de la calle podía verse a esa persona mirando a los chicos desde lejos.
- Esa es la falda – dijo Rachel - ¿Pero quién es?
Tomo el mouse de la computadora y comenzó a aumentar el zoom.
Se puso de pie a causa de la sorpresa cuando logro ver quién era.
- Kurt – dijo ella tomando su bolsa y saliendo del lugar.
Noah le había comprado un café a Quinn en la cafetería de enfrente del colegio pero ella solo parecía estar vigilando su teléfono.
El comenzó a notar la falta de interés que ella tenía y la evasión a todas sus pláticas.
Tomo su mochila y camino hacia la salida.
- Hey ¿A dónde vas? – pregunto Quinn cuando se dio cuenta.
- Como si te importara – dijo él.
- ¿De qué hablas?
- Dime Quinn, ¿en realidad es tan malo estar conmigo? Porque desde que nos presentaron te portas muy grosera conmigo, y yo solo trato de conocerte.
- Lo siento, en verdad no me había dado cuenta de que era así.
- Bueno, en realidad me lastima.
- Lo siento, es solo que, no estoy lista para conocer personas ¿sabes?
- Lo único que quiero es ser tu amigo Quinn – dijo Noah sonriendo. – no busco nada más.
Ella sonrió.
- Solo he sido así porque pensaba que querías algo más.
- Puedo ver en tus ojos que tu ya estas con alguien. – dijo Noah – por eso solo quiero tu amistad.
- No en realidad no estoy con nadie. Bueno… si estoy enamorada de alguien desde hace tiempo. Pero es un secreto.
Noah sonrió.
- Tu secreto está a salvo conmigo. – dijo él. – pero dime ¿lo conozco?
- Creo que si – dijo ella fingiendo una sonrisa – eso creo.
Rachel fue hacia el gimnasio y pudo ver que Kurt seguía en la práctica. Corrió rápidamente hacia los vestidores y comenzó a buscar su casillero.
De pronto vio una bolsa con el suéter que llevaba Kurt esa mañana cuando hablaron y fue hacia ella.
La abrió y además de cuadernos pudo ver al menos diez frascos de medicamentos en la bolsa.
Comenzó a sacarlos y mirar en la etiqueta.
- ¿Qué haces con eso? – dijo Kurt detrás de ella.
Rachel giro rápidamente.
- Ah… se cayó al piso y estaba recogiéndolos. – respondió.
Kurt se lo arrebato de las manos y comenzó a guardar todo.
- No deberías estar aquí. Si el entrenador te ve estarás en problemas.
- Sé que me mentiste – dijo Rachel haciendo que Kurt se quedara en silencio.
- ¿De qué hablas? – pregunto Kurt.
- Me dijiste que no habías ido al baile. Y vi una foto en donde estas estacionado afuera. Con ese chico con el que estabas hoy.
Kurt tomo aire y se sentó.
- ¿Por qué me mentiste? ¿Sabes algo de lo que paso con Jesse?
- No Rachel, no sé nada. Yo quería venir al baile. Pero cuando llegamos aquí y pude recordar algunas cosas le dije que nos fuéramos. No puede estar aquí mucho tiempo. – respondió Kurt - ¿Es lo que querías saber?
- ¿Qué te paso Kurt? ¿Por qué te fuiste de repente y después no me dejaste saber nada de ti? Se supone que éramos mejores amigos.
- Muchas cosas cambiaron Rachel.
Kurt se puso de pie.
- ¿Quién es ese chico con el que vienes? – pregunto Rachel.
- Es mi novio.
- ¿Y porque no nos lo habías presentado? ¿Tiene algo que ver con los medicamentos de la maleta? ¿Acaso te pasa algo?
- Son para él. Tiene algunos problemas de salud. – dijo Kurt fríamente. – en realidad deberías irte Rachel.
- Solo lo hare si se que hablaremos después. Necesito saber que paso con nosotros.
- Te llamare ¿sí? – dijo Kurt mientras Rachel salía.
Ella avanzo fuera de los vestidores y metió la mano a su bolsillo. Llevaba uno de los frascos de medicamentos de Kurt. Pues al parecer sabía que algo escondía.
Blaine, el novio de Kurt entro al cuarto cuando Rachel se había ido.
Kurt lo miro preocupado.
- Eso estuvo cerca – dijo Kurt con ojos llorosos.
- ¿Crees que sepa algo? – dijo Blaine.
- No, pero estoy seguro que sospecha algo. – dijo Kurt mirando con atención los frascos en la bolsa.
"Se Rumora que … Kurt esconde algo obscuro sobre su regreso"
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Nina Rathbone* - Mensajes : 29
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Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Que bien me gusta mucho tu Fan Fic tenes que segirlo!!!!!!! espero el sigiente capitulo con ansias!!!!!!!!!!
Invitado- Invitado
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Rachel_love escribió:Que bien me gusta mucho tu Fan Fic tenes que segirlo!!!!!!! espero el sigiente capitulo con ansias!!!!!!!!!!
Me alegra que te haya gustado ;) Y no te preocupesd, hoy no puedo subir el otro pero lo estaré subiendo mañana o más tardar el Lunes :D.
Besos, te quiere. Linux
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Capítulo 3 - Simón dice...
RUMOR HAS IT
CAPITULO 3
SIMON DICE
Rachel caminaba rápidamente por aquel estacionamiento solitario en el que habían pasado muchas cosas turbulentas para ella. Sus pasos eran rápidos, pues aquel sitio no le gustaba nada, y menos de noche bajo la luz tenue de la luna. Llevaba en su abrigo el frasco de pastillas que había sacado del bolso de Kurt unos minutos antes. Estaba dispuesta a investigar para que exactamente funcionaban esos medicamentos.
Su auto estaba estacionado justo en medio de una gran fila de vehículos. Le fue difícil encontrar el suyo, pero cuando lo hizo se dirigió rápidamente hacia él.
Fue entonces cuando comenzó a escuchar pasos detrás de ella. Miro hacia atrás, pero no pude ver a nadie.
Acelero el paso. Últimamente este tipo de hechos la agitaban al borde de asustarla hasta los huesos. Quito la alarma a su auto viendo esta vez una sombra parada detrás de ella.
Giro rápidamente la cabeza pero no pudo ver nada.
- ¿Quién está ahí? – grito ella.
No recibió ninguna respuesta.
Comenzó a caminar hacia el pasillo del estacionamiento en donde creyó ver a una persona siguiéndola. Sus pasos esta vez fueron lentos y cautelosos. Tenía los sentidos muy alerta, en caso de que tuviera que huir. Comenzó a sudar frio y con cada paso que daba, un extraño escalofrío recorría su cuerpo desde los pies hasta la cabeza.
- ¿Quién está ahí? – repitió sin recibir ninguna respuesta.
Avanzo una vez más hacia su auto, esta vez decidida a irse del lugar antes de que otra cosa pasara.
La sombra detrás de ella se hizo esta vez más clara e inmediatamente dio la vuelta para observar su identidad. Fue entonces cuando escucho varias risas detrás de ella y vio a muchas personas correr hacia la salida.
Miro entonces a su auto y pudo ver lo que aquellos chicos habían hecho.
Había pintura en el cofre de su auto y un letrero puesto en el espejo trasero que decía "mentirosa"
Rachel tomo una gran bocanada de aire y arranco con coraje aquel cartel de su auto. Al parecer el mal trato no paraba alrededor de ella.
Entonces su celular repico haciéndola saltar.
- Hola – contesto ella.
- ¿Rachel? – dijo una voz femenina del otro lado de la línea.
- Si.
- Soy Quinn, siento haberte dejado abandonada en la escuela. Noah y yo fuimos por un café y el tiempo se nos paso volando. – dijo Quinn apenada.
- Está bien. No hay problema.
- ¿Encontraste lo que buscabas?
- No exactamente. Solo sé que aquella "chica" en realidad era Kurt.
- ¿en serio?
- Sí, pero mejor te cuento después lo que paso. Ahora solo quiero llegar a mi casa.
- Está bien, cuídate.
Cuando Quinn colgó Rachel abrió la puerta de su auto y trato de subir a él.
De nuevo el teléfono repico e hizo que Rachel se detuviera.
- ¿Qué se te olvido Quinn? – dijo Rachel sonriendo.
- No es Quinn quien habla – dijo una voz masculina del otro lado del teléfono.
La voz que hablaba con ella se escuchaba como la de un monstruo. Estaban usando uno de esos programas para distorsionar la voz. Esto no era nada bueno.
- ¿Quién es entonces? – pregunto Rachel mirando en todas direcciones.
- No respondo ninguna de tus preguntas.
- ¿Qué quieres? ¿Decirme mentirosa? ¿Por qué no vienes y me lo dices a la cara? – decía Rachel imaginando que esta persona era una de las tantas que solo buscaban molestarla.
- Sé que no mientes.
- Entonces dime ¿Qué quieres?
- Quiero que des cinco pasos detrás de tu auto.
- ¿de qué hablas?
- Cinco pasos. – repitió esta voz.
Rachel obedeció y se quedo parada cerca del pasillo del estacionamiento.
- Ya lo hice – respondió después de hacerlo.
- Ahora da media vuelta y busca un bote de basura justo delante de un auto color amarillo.
Rachel comenzó a mirar hacia todas partes. Al parecer quien la estaba llamando podía verla.
Ella camino hacia el auto amarillo y se quedo parada frente al bote de basura.
- Mete una mano en el y saca el sobre amarillo que está adentro – dijo esta voz.
- No lo hare si no me dices que es lo que quieres.
- No me hagas enojar linda. ¡Mete la mano! – dijo esta voz sonando cada vez más violenta.
Rachel obedeció y saco dicho sobre para tenerlo en las manos por un momento.
- Ábrelo – le ordenaron.
Cuando Rachel lo abrió tomo una hoja de papel de adentro y comenzó a leer las letras de periódico que estaban pegadas en ella.
"Sé que tu sabes que paso con él. Quiero que me digas lo que ocurrió esa noche antes del viernes. Si no lo haces comenzare a hacerte sentir lo mismo que sintió él cuando lo asesinaron. Tic Toc"
Rachel trago saliva y guardo de nuevo el sobre.
- ¿Qué es esto? – pregunto a la persona que hablaba con ella por teléfono.
- Dos palabras Rachel. Tic Toc.
Después de esto colgó el teléfono y Rachel siguió mirando hacia todos lados.
Ahora tenía una amenaza más grande. La habían amenazado de muerte por saber la verdad. Había varias cosas sobre esa noche que estaban escondidas. Y no era solamente a la policía a quien le interesaba saber lo que había ocurrido.
- ¿Qué paso esa noche Rachel? – se pregunto a si misma mientras volvía a su auto con las piernas temblando.
La fiesta anual en el lago de la ciudad por parte de los alumnos de Mckenley había llegado. Todas las chicas comenzaban a preparar sus mejores trajes de baño. Las gafas de sol se vendían más que la comida en Lima, y por supuesto, las bebidas alcohólicas se habían agotado ya en las tiendas de auto servicio.
Rachel se había reusado a ir, pero después de una larga charla de convencimiento por parte de su amiga Quinn accedió a asistir al evento del año.
Muchas de las personas habían creído esta fiesta suspendida después de lo que había pasado con Jesse, pues el lugar en que habían encontrado su cuerpo no estaba muy lejos de aquel lugar. Pero después de una campaña de eventos en Facebook, la fiesta siguió en pie. Y mejor que nunca.
Rachel le había mostrado a Quinn el frasco de medicamentos que había tomado de la bolsa de Kurt y ambas acordaron llevarlo a la clínica en la que trabajaba la madre de Quinn. Irían al lugar de camino a la fiesta.
- ¿Tienes alguna idea de lo que puedan ser? – pregunto Rachel mientras preparaba su bolsa para ir al lago.
- Ni una sola. – respondió Quinn.
- Ayer parecía tan… distinto. Hablar con él fue como hablar con un completo extraño. ¿sabes? No era el mismo Kurt – le contaba Rachel a su amiga.
- ¿Lograste saber algo más sobre su "regreso"?
- Solamente dijo algo sobre, recordar cosas que no lo habían dejado asistir al baile. Parecía que algo lo había herido.
- Es muy extraño.
- Aun recuerdo los últimos días que estuvo aquí.
- Yo también – dijo Quinn – y ya todo comenzaba a cambiar.
Fue entonces cuando varios flashbacks llegaron a la cabeza de ambas. Recordaban como había sido el último día que habían salido con Kurt. Habían acordado verse en una de las tiendas preferidas de Kurt cerca de la escuela, pero aquel día el chico se presento media hora más tarde.
Cuando llego recuerdan que estaba llorando. Ambas se habían abalanzado hacia él en cuanto lo vieron así.
- ¿Qué te paso? – pregunto Quinn al estar frente a la cara llorosa de Kurt.
- No es nada ¿Vamos a comprar? – le había respondido con una sonrisa fingida en el rostro.
- No hasta que nos digas que te paso – le dijo Rachel.
- No es nada ¿ok? Solamente ayúdenme a olvidarlo y vamos a comprar. – les respondió entrando a la tienda.
Las chicas después de recordar eso comenzaron a unir cabos sobre lo que había ocurrido con Kurt. Al parecer ese día algo malo le había pasado. Pues a la mañana siguiente ambas se habían encontrado con la noticia de que Kurt había sido transferido. Y sin ninguna despedida, las había abandonado.
Rache termino de guardar todo a su maleta y ambas de encaminaron hacia el lago. Este parecía ser un día tranquilo.
Santana y Tina por otra parte habían ido de compras esa mañana. Estaban en un centro comercial buscando trajes de baño para ser las mejores en la fiesta. Los vendedores estaban acostumbrados a aquellas chicas que se la pasaban comprando ropa en cualquier ocasión. Las trataban bien porque sabían que su comisión crecía cuando ambas cruzaban el umbral de la puerta.
- Sal de ahí – le grito Tina a Santana después de que había estado al menos quince minutos en el probador.
- Solo un segundo.
Santana salió con una falda y una blusa corta.
Tina como siempre la elogio y santana quedo satisfecha.
Después de eso fueron a ver varios bikinis y a buscar varias gafas y sombreros.
- No puedes comprar eso – dijo Santana riendo cuando Tina tomo uno de los bikinis del exhibidor.
- ¿Por qué? Este me gusta mucho.
Santana rio.
- No me hagas decirlo amiga. Solamente digamos que, no es para ti.
- Pero en serio me gusta.
- Pensé que querías quitar a Noah encima de Quinn.
- ¿Qué tiene que ver?
- Que nunca lo vas a logar con ese bikini que deja ver tú… cuerpo muy grande.
Tina dejo el bikini de nuevo en el exhibidor.
- No te preocupes, vamos a encontrar algo para ti. Las tallas grandes están del otro lado de la tienda. – dijo Santana sonriendo en dirección hacia los sombreros.
Tina agacho la cabeza y la siguió.
Kurt y Blaine estaban alistándose para ir hacia la fiesta. Al parecer para Kurt seria más sospechoso el no estar en un evento tan importante como ese. Así que había convencido a Blaine de ir con él para no levantar mas rumores.
- ¿Me puedes repetir porque crees que esto era una buena idea? – dijo Blaine cargando alguna de las bolsas que Kurt había preparado con cosas para el lago.
- No quiero que alguien más como Rachel se meta en mis asuntos. – respondió Kurt.
- Solo iremos un rato ¿verdad?
- Si, será solo para disimular. Ah y recuerda se supone que eres mi novio. Actúa como tal. – le dijo Kurt.
- Está bien – respondió Blaine. - ¿Ya tomaste tus medicamentos?
- No, lo hare ahora. – respondió Kurt.
Al parecer esas pastillas no eran para su novio.
Kurt comenzó a buscar en su bolsa el frasco de pastillas que tenía que tomar. Pero por más que movía y sacaba cosas no las podía encontrar.
- Oye – dijo Kurt - ¿No te las di a ti? No están aquí.
- No tengo nada – respondió Blaine. – pero no te preocupes creo que deje unas en el auto. Iré por ellas.
Blaine salió de la habitación mientras Kurt recordaba cómo había visto a Rachel jugar con sus pastillas. Algo le decía que Rachel tenía la botella perdida.
La fiesta se comenzó a armar sola.
La mayoría de los chicos estaban en el agua. Algunos jugaban entre si y otros solamente se sumergían en el agua para pasar el rato.
Las chicas estaban en fila sentadas al pie del lago en sillas con sombrillas debido al sol que lastimaba a la piel.
Santana y su grupo de amigas comenzaron a secretearse al ver como Quinn y Rachel llegaban a la fiesta.
- Ignóralas – dijo Quinn al notarlo.
- Siempre lo hago – respondió Rachel.
- ¿Ya viste quien está ahí? – dijo Quinn
Rachel giro la cabeza.
- ¿Brittany? – pregunto.
- Si, la chica misteriosa – dijo Quinn riendo – escuche el rumo que dice que era bailarina en la ciudad en que vivía. Y bueno, tiene el cuerpo para serlo.
Ambas rieron.
- Algo me dice que no le caigo muy bien.
- Si también lo he notado – respondió Quinn.
Brittany las miro por un instante y después de lanzar ojos fulminantes a Rachel se alejo hacia el otro extremo del lugar.
Se sentaron en el piso poniendo una toalla para no ensuciarse.
Finn se acerco en cuanto vio a Rachel, pero su novia comenzó a mirarlo con mala cara y retrocedió. Rachel noto lo que había pasado y simplemente lo ignoro.
- Te ves preocupada – dijo Quinn mirando con atención a Rachel.
- ¿Ah sí? – respondió Rachel fingiendo una sonrisa – no me pasa nada. Es solo que ya casi acaba mi plazo para recordar y aun no tengo muchas pistas.
- No iras a prisión. Sé que eso no pasara.
Rachel suspiro.
- ¿Me prometes que no te vas a alterar si te cuento algo? – dijo Rachel.
- Lo prometo – respondió Quinn.
- Ayer… cuando iba saliendo de la escuela. Alguien me llamo. Después de que tu colgaras. Me amenazo con lo de Jesse, dijo que tenía que decirle lo que había pasado con él antes del viernes. O si no sufriría…
- ¿Y estás segura de que no fue una broma?
- No sonaba como una.
En ese instante el teléfono de Rachel sonó con un mensaje de Texto de Kurt.
"Necesitamos hablar"
Rachel giro la cabeza y lo vio de pie atrás de unos árboles.
- Espera aquí – le dijo a Quinn poniéndose de pie.
Rachel avanzo hasta donde estaba Kurt y justo cuando estuve frente a él, Kurt le dio la espalda y camino un poco más lejos.
Ambos se detuvieron unos metros después y se vieron frente a frente.
- Hola – dijo Rachel sonriendo.
El fingió una sonrisa.
- ¿quieres hablar? – dijo Rachel.
- No en realidad no. – respondió fríamente Kurt.
- ¿entonces porque me llamaste?
- Quiero las pastillas de vuelta.
- ¿De qué hablas?
- Sé que tú las tienes Rachel.
- No te entiendo, no se dé que hablas.
Kurt la tomo del brazo violentamente y la empujo hacia él.
- ¡Dámelas! – grito.
- Me estas lastimando – dijo Rachel asustada.
En ese momento Blaine llego y aparto a Kurt de Rachel.
- Hey, déjala ya, vámonos Kurt.
Cuando Rachel giro la mirada hacia Kurt los ojos de este parecían perdidos.
Mientras tanto Noah se había sentado con Quinn y habían comenzado a hablar. Desde que le había ayudado con las fotos del baile Noah se había convertido en un buen amigo para Quinn.
- Sabía que vendrías – le dijo Noah a Quinn cuando se sentó con ella.
- ¿A si? ¿Me estas espiando acaso? – dijo Quinn sonriendo.
- No, solamente que pensé, ya que dices que eres Rubia natural, supongo que el color lo tomas del Sol ¿no?
Ella rio.
- Sabes mi secreto – dijo después. – ahora debo preguntar. ¿Qué rayos haces aquí con una guitarra?
- Es un lugar repleto de gente. Muy bueno para tocar canciones y ganar algo de dinero.
Quinn volvió a reír.
- Mentira la traje para la fogata. Pero ya que me caes bien puedo tocar una para ti. – dijo Noah sacando la guitarra de su estuche. - ¿Cuál quieres?
Tina miraba a los dos desde la caseta de comida de la fiesta.
Santana pudo notar como su amiga ardía en celos y rápidamente se puso de pie para ir hacia ella. Justo cuando Tina estuvo a punto de comer un poco de sus galletas Santana las tomo y las tiro al bote de basura que estaba al lado.
- ¡Hey! – grito Tina.
- ¿Qué no ves lo que estás haciendo? ¡Cada día esa porrista fracasada te lo quita un poco más! Y tú solamente vienes aquí a ponerte más gorda. – le dijo Santana.
- Tenía hambre.
- Bueno puedes elegir. Come todo lo que quieras y quédate sola. O cierra por un momento la boca y llévate a Noah. Tú decides. – después de eso Santana fue hasta donde Finn estaba. Dejando a Tina con las manos vacías y cabizbaja.
Rachel regreso algo asustada hacia Quinn quien aun estaba en el mismo lugar.
Las horas comenzaron a pasar y la noche cayó sobre aquella fiesta. Cada vez se podían ver más personas ebrias y algunos chicos perdiendo la vergüenza frente a todos. Las parejas eran las más irrespetuosas. La fogata se encendió justo cuando el sol comenzó a caer, y como lo había prometido, Noah animo aquel circulo con su música.
El teléfono de Rachel sonó una vez más con una llamada proveniente de un número desconocido. Ella contesto alejándose de la multitud.
- ¿Tienes algún avance? – escucho Rachel del otro lado del teléfono. Era la misma voz de la noche pasada. Ella se estremeció al escucharla una vez más.
- No, solamente pasaron unas horas. – respondió ella.
- Al parecer eres muy lenta, creo que no te importa mucho tu vida.
- No sé qué es lo que quieres que haga. Debes saber que no recuerdo nada sobre aquella noche.
- Y tú debes saber que eso a mí no me interesa. Pero ya que veo que tienes la cabeza hueca te voy a ayudar un poco. Vamos a jugar uno de mis juegos favoritos.
Rachel avanzo hasta llegar al muelle que estaba completamente solo. Quinn le hizo algunas señas pero Rachel la ignoro.
- ¿Qué juego? – pregunto ella.
- Se llama Simón Dice. – respondió aquella voz.
- Dime que tengo que hacer.
- Bueno las reglas son simples. Solo haz lo que Simón te diga que hagas. Por ahora yo seré Simón.
Rachel se quedo en silencio mientras comenzaba a comprender lo que aquella persona le estaba diciendo.
- Ve hasta el estacionamiento y abre la cajuela de tu auto.
Rachel obedeció y se zambullo entre los arbustos para no ser vista. Abrió la cajuela y saco una maleta roja que estaba adentro.
- Ahora ábrela y saca lo que está adentro. – le ordenaron.
Rachel sostuvo en sus manos un Ipad y comenzó a leer una noticia que estaba puesta en una página de periódico.
"Accidente estudiantil acaba con la vida de cinco estudiantes"
Ese era el encabezado de aquella noticia.
- ¿Qué se supone que es esto? – pregunto Rachel.
- Es el avance más grande que tengo sobre lo que le paso. Al parecer no eras la única razón que él tenía para regresar. Debes dejar de centrarte en lo que ocurrió esa noche y comenzar a pensar en las razones que hicieron que Jesse regresara.
- ¿Esto paso en California? Donde estaba el – dijo Rachel.
- Y bueno, ahora mi parte del juego Favorita – dijo aquella voz.
- ¿A qué te refieres? – pregunto Rachel.
- Debes recordar que todo lo que te dé me lo cobro. Y esta pista cuesta caro.
Después de eso aquella persona colgó y se pudo escuchar un grito a lo lejos.
Rachel corrió hacia la multitud que estaba reunida en círculo cerca del lago.
Una chica estaba tirada en el centro y Rachel pudo verla desmayada en el lugar.
Varias de sus amigas comenzaron a acercarse tratando de hacerla reaccionar, parecía que alguien la había tratado de ahogar. Rachel la miro con atención y pudo ver una pequeña marca en su muñeca.
"Tic Toc" estaba escrito en su brazo derecho.
Rachel trago saliva. En su mente una voz comenzaba a susurrarle que esto solo era el inicio.
"Se rumora que… Jesse no regreso solamente por Rachel"
NO OLVIDEN COMENTAR GRACIAS ;). Y estoy contenta de que ya haya dos lectoras :D Ojalá hayan más :333.
CAPITULO 3
SIMON DICE
Rachel caminaba rápidamente por aquel estacionamiento solitario en el que habían pasado muchas cosas turbulentas para ella. Sus pasos eran rápidos, pues aquel sitio no le gustaba nada, y menos de noche bajo la luz tenue de la luna. Llevaba en su abrigo el frasco de pastillas que había sacado del bolso de Kurt unos minutos antes. Estaba dispuesta a investigar para que exactamente funcionaban esos medicamentos.
Su auto estaba estacionado justo en medio de una gran fila de vehículos. Le fue difícil encontrar el suyo, pero cuando lo hizo se dirigió rápidamente hacia él.
Fue entonces cuando comenzó a escuchar pasos detrás de ella. Miro hacia atrás, pero no pude ver a nadie.
Acelero el paso. Últimamente este tipo de hechos la agitaban al borde de asustarla hasta los huesos. Quito la alarma a su auto viendo esta vez una sombra parada detrás de ella.
Giro rápidamente la cabeza pero no pudo ver nada.
- ¿Quién está ahí? – grito ella.
No recibió ninguna respuesta.
Comenzó a caminar hacia el pasillo del estacionamiento en donde creyó ver a una persona siguiéndola. Sus pasos esta vez fueron lentos y cautelosos. Tenía los sentidos muy alerta, en caso de que tuviera que huir. Comenzó a sudar frio y con cada paso que daba, un extraño escalofrío recorría su cuerpo desde los pies hasta la cabeza.
- ¿Quién está ahí? – repitió sin recibir ninguna respuesta.
Avanzo una vez más hacia su auto, esta vez decidida a irse del lugar antes de que otra cosa pasara.
La sombra detrás de ella se hizo esta vez más clara e inmediatamente dio la vuelta para observar su identidad. Fue entonces cuando escucho varias risas detrás de ella y vio a muchas personas correr hacia la salida.
Miro entonces a su auto y pudo ver lo que aquellos chicos habían hecho.
Había pintura en el cofre de su auto y un letrero puesto en el espejo trasero que decía "mentirosa"
Rachel tomo una gran bocanada de aire y arranco con coraje aquel cartel de su auto. Al parecer el mal trato no paraba alrededor de ella.
Entonces su celular repico haciéndola saltar.
- Hola – contesto ella.
- ¿Rachel? – dijo una voz femenina del otro lado de la línea.
- Si.
- Soy Quinn, siento haberte dejado abandonada en la escuela. Noah y yo fuimos por un café y el tiempo se nos paso volando. – dijo Quinn apenada.
- Está bien. No hay problema.
- ¿Encontraste lo que buscabas?
- No exactamente. Solo sé que aquella "chica" en realidad era Kurt.
- ¿en serio?
- Sí, pero mejor te cuento después lo que paso. Ahora solo quiero llegar a mi casa.
- Está bien, cuídate.
Cuando Quinn colgó Rachel abrió la puerta de su auto y trato de subir a él.
De nuevo el teléfono repico e hizo que Rachel se detuviera.
- ¿Qué se te olvido Quinn? – dijo Rachel sonriendo.
- No es Quinn quien habla – dijo una voz masculina del otro lado del teléfono.
La voz que hablaba con ella se escuchaba como la de un monstruo. Estaban usando uno de esos programas para distorsionar la voz. Esto no era nada bueno.
- ¿Quién es entonces? – pregunto Rachel mirando en todas direcciones.
- No respondo ninguna de tus preguntas.
- ¿Qué quieres? ¿Decirme mentirosa? ¿Por qué no vienes y me lo dices a la cara? – decía Rachel imaginando que esta persona era una de las tantas que solo buscaban molestarla.
- Sé que no mientes.
- Entonces dime ¿Qué quieres?
- Quiero que des cinco pasos detrás de tu auto.
- ¿de qué hablas?
- Cinco pasos. – repitió esta voz.
Rachel obedeció y se quedo parada cerca del pasillo del estacionamiento.
- Ya lo hice – respondió después de hacerlo.
- Ahora da media vuelta y busca un bote de basura justo delante de un auto color amarillo.
Rachel comenzó a mirar hacia todas partes. Al parecer quien la estaba llamando podía verla.
Ella camino hacia el auto amarillo y se quedo parada frente al bote de basura.
- Mete una mano en el y saca el sobre amarillo que está adentro – dijo esta voz.
- No lo hare si no me dices que es lo que quieres.
- No me hagas enojar linda. ¡Mete la mano! – dijo esta voz sonando cada vez más violenta.
Rachel obedeció y saco dicho sobre para tenerlo en las manos por un momento.
- Ábrelo – le ordenaron.
Cuando Rachel lo abrió tomo una hoja de papel de adentro y comenzó a leer las letras de periódico que estaban pegadas en ella.
"Sé que tu sabes que paso con él. Quiero que me digas lo que ocurrió esa noche antes del viernes. Si no lo haces comenzare a hacerte sentir lo mismo que sintió él cuando lo asesinaron. Tic Toc"
Rachel trago saliva y guardo de nuevo el sobre.
- ¿Qué es esto? – pregunto a la persona que hablaba con ella por teléfono.
- Dos palabras Rachel. Tic Toc.
Después de esto colgó el teléfono y Rachel siguió mirando hacia todos lados.
Ahora tenía una amenaza más grande. La habían amenazado de muerte por saber la verdad. Había varias cosas sobre esa noche que estaban escondidas. Y no era solamente a la policía a quien le interesaba saber lo que había ocurrido.
- ¿Qué paso esa noche Rachel? – se pregunto a si misma mientras volvía a su auto con las piernas temblando.
La fiesta anual en el lago de la ciudad por parte de los alumnos de Mckenley había llegado. Todas las chicas comenzaban a preparar sus mejores trajes de baño. Las gafas de sol se vendían más que la comida en Lima, y por supuesto, las bebidas alcohólicas se habían agotado ya en las tiendas de auto servicio.
Rachel se había reusado a ir, pero después de una larga charla de convencimiento por parte de su amiga Quinn accedió a asistir al evento del año.
Muchas de las personas habían creído esta fiesta suspendida después de lo que había pasado con Jesse, pues el lugar en que habían encontrado su cuerpo no estaba muy lejos de aquel lugar. Pero después de una campaña de eventos en Facebook, la fiesta siguió en pie. Y mejor que nunca.
Rachel le había mostrado a Quinn el frasco de medicamentos que había tomado de la bolsa de Kurt y ambas acordaron llevarlo a la clínica en la que trabajaba la madre de Quinn. Irían al lugar de camino a la fiesta.
- ¿Tienes alguna idea de lo que puedan ser? – pregunto Rachel mientras preparaba su bolsa para ir al lago.
- Ni una sola. – respondió Quinn.
- Ayer parecía tan… distinto. Hablar con él fue como hablar con un completo extraño. ¿sabes? No era el mismo Kurt – le contaba Rachel a su amiga.
- ¿Lograste saber algo más sobre su "regreso"?
- Solamente dijo algo sobre, recordar cosas que no lo habían dejado asistir al baile. Parecía que algo lo había herido.
- Es muy extraño.
- Aun recuerdo los últimos días que estuvo aquí.
- Yo también – dijo Quinn – y ya todo comenzaba a cambiar.
Fue entonces cuando varios flashbacks llegaron a la cabeza de ambas. Recordaban como había sido el último día que habían salido con Kurt. Habían acordado verse en una de las tiendas preferidas de Kurt cerca de la escuela, pero aquel día el chico se presento media hora más tarde.
Cuando llego recuerdan que estaba llorando. Ambas se habían abalanzado hacia él en cuanto lo vieron así.
- ¿Qué te paso? – pregunto Quinn al estar frente a la cara llorosa de Kurt.
- No es nada ¿Vamos a comprar? – le había respondido con una sonrisa fingida en el rostro.
- No hasta que nos digas que te paso – le dijo Rachel.
- No es nada ¿ok? Solamente ayúdenme a olvidarlo y vamos a comprar. – les respondió entrando a la tienda.
Las chicas después de recordar eso comenzaron a unir cabos sobre lo que había ocurrido con Kurt. Al parecer ese día algo malo le había pasado. Pues a la mañana siguiente ambas se habían encontrado con la noticia de que Kurt había sido transferido. Y sin ninguna despedida, las había abandonado.
Rache termino de guardar todo a su maleta y ambas de encaminaron hacia el lago. Este parecía ser un día tranquilo.
Santana y Tina por otra parte habían ido de compras esa mañana. Estaban en un centro comercial buscando trajes de baño para ser las mejores en la fiesta. Los vendedores estaban acostumbrados a aquellas chicas que se la pasaban comprando ropa en cualquier ocasión. Las trataban bien porque sabían que su comisión crecía cuando ambas cruzaban el umbral de la puerta.
- Sal de ahí – le grito Tina a Santana después de que había estado al menos quince minutos en el probador.
- Solo un segundo.
Santana salió con una falda y una blusa corta.
Tina como siempre la elogio y santana quedo satisfecha.
Después de eso fueron a ver varios bikinis y a buscar varias gafas y sombreros.
- No puedes comprar eso – dijo Santana riendo cuando Tina tomo uno de los bikinis del exhibidor.
- ¿Por qué? Este me gusta mucho.
Santana rio.
- No me hagas decirlo amiga. Solamente digamos que, no es para ti.
- Pero en serio me gusta.
- Pensé que querías quitar a Noah encima de Quinn.
- ¿Qué tiene que ver?
- Que nunca lo vas a logar con ese bikini que deja ver tú… cuerpo muy grande.
Tina dejo el bikini de nuevo en el exhibidor.
- No te preocupes, vamos a encontrar algo para ti. Las tallas grandes están del otro lado de la tienda. – dijo Santana sonriendo en dirección hacia los sombreros.
Tina agacho la cabeza y la siguió.
Kurt y Blaine estaban alistándose para ir hacia la fiesta. Al parecer para Kurt seria más sospechoso el no estar en un evento tan importante como ese. Así que había convencido a Blaine de ir con él para no levantar mas rumores.
- ¿Me puedes repetir porque crees que esto era una buena idea? – dijo Blaine cargando alguna de las bolsas que Kurt había preparado con cosas para el lago.
- No quiero que alguien más como Rachel se meta en mis asuntos. – respondió Kurt.
- Solo iremos un rato ¿verdad?
- Si, será solo para disimular. Ah y recuerda se supone que eres mi novio. Actúa como tal. – le dijo Kurt.
- Está bien – respondió Blaine. - ¿Ya tomaste tus medicamentos?
- No, lo hare ahora. – respondió Kurt.
Al parecer esas pastillas no eran para su novio.
Kurt comenzó a buscar en su bolsa el frasco de pastillas que tenía que tomar. Pero por más que movía y sacaba cosas no las podía encontrar.
- Oye – dijo Kurt - ¿No te las di a ti? No están aquí.
- No tengo nada – respondió Blaine. – pero no te preocupes creo que deje unas en el auto. Iré por ellas.
Blaine salió de la habitación mientras Kurt recordaba cómo había visto a Rachel jugar con sus pastillas. Algo le decía que Rachel tenía la botella perdida.
La fiesta se comenzó a armar sola.
La mayoría de los chicos estaban en el agua. Algunos jugaban entre si y otros solamente se sumergían en el agua para pasar el rato.
Las chicas estaban en fila sentadas al pie del lago en sillas con sombrillas debido al sol que lastimaba a la piel.
Santana y su grupo de amigas comenzaron a secretearse al ver como Quinn y Rachel llegaban a la fiesta.
- Ignóralas – dijo Quinn al notarlo.
- Siempre lo hago – respondió Rachel.
- ¿Ya viste quien está ahí? – dijo Quinn
Rachel giro la cabeza.
- ¿Brittany? – pregunto.
- Si, la chica misteriosa – dijo Quinn riendo – escuche el rumo que dice que era bailarina en la ciudad en que vivía. Y bueno, tiene el cuerpo para serlo.
Ambas rieron.
- Algo me dice que no le caigo muy bien.
- Si también lo he notado – respondió Quinn.
Brittany las miro por un instante y después de lanzar ojos fulminantes a Rachel se alejo hacia el otro extremo del lugar.
Se sentaron en el piso poniendo una toalla para no ensuciarse.
Finn se acerco en cuanto vio a Rachel, pero su novia comenzó a mirarlo con mala cara y retrocedió. Rachel noto lo que había pasado y simplemente lo ignoro.
- Te ves preocupada – dijo Quinn mirando con atención a Rachel.
- ¿Ah sí? – respondió Rachel fingiendo una sonrisa – no me pasa nada. Es solo que ya casi acaba mi plazo para recordar y aun no tengo muchas pistas.
- No iras a prisión. Sé que eso no pasara.
Rachel suspiro.
- ¿Me prometes que no te vas a alterar si te cuento algo? – dijo Rachel.
- Lo prometo – respondió Quinn.
- Ayer… cuando iba saliendo de la escuela. Alguien me llamo. Después de que tu colgaras. Me amenazo con lo de Jesse, dijo que tenía que decirle lo que había pasado con él antes del viernes. O si no sufriría…
- ¿Y estás segura de que no fue una broma?
- No sonaba como una.
En ese instante el teléfono de Rachel sonó con un mensaje de Texto de Kurt.
"Necesitamos hablar"
Rachel giro la cabeza y lo vio de pie atrás de unos árboles.
- Espera aquí – le dijo a Quinn poniéndose de pie.
Rachel avanzo hasta donde estaba Kurt y justo cuando estuve frente a él, Kurt le dio la espalda y camino un poco más lejos.
Ambos se detuvieron unos metros después y se vieron frente a frente.
- Hola – dijo Rachel sonriendo.
El fingió una sonrisa.
- ¿quieres hablar? – dijo Rachel.
- No en realidad no. – respondió fríamente Kurt.
- ¿entonces porque me llamaste?
- Quiero las pastillas de vuelta.
- ¿De qué hablas?
- Sé que tú las tienes Rachel.
- No te entiendo, no se dé que hablas.
Kurt la tomo del brazo violentamente y la empujo hacia él.
- ¡Dámelas! – grito.
- Me estas lastimando – dijo Rachel asustada.
En ese momento Blaine llego y aparto a Kurt de Rachel.
- Hey, déjala ya, vámonos Kurt.
Cuando Rachel giro la mirada hacia Kurt los ojos de este parecían perdidos.
Mientras tanto Noah se había sentado con Quinn y habían comenzado a hablar. Desde que le había ayudado con las fotos del baile Noah se había convertido en un buen amigo para Quinn.
- Sabía que vendrías – le dijo Noah a Quinn cuando se sentó con ella.
- ¿A si? ¿Me estas espiando acaso? – dijo Quinn sonriendo.
- No, solamente que pensé, ya que dices que eres Rubia natural, supongo que el color lo tomas del Sol ¿no?
Ella rio.
- Sabes mi secreto – dijo después. – ahora debo preguntar. ¿Qué rayos haces aquí con una guitarra?
- Es un lugar repleto de gente. Muy bueno para tocar canciones y ganar algo de dinero.
Quinn volvió a reír.
- Mentira la traje para la fogata. Pero ya que me caes bien puedo tocar una para ti. – dijo Noah sacando la guitarra de su estuche. - ¿Cuál quieres?
Tina miraba a los dos desde la caseta de comida de la fiesta.
Santana pudo notar como su amiga ardía en celos y rápidamente se puso de pie para ir hacia ella. Justo cuando Tina estuvo a punto de comer un poco de sus galletas Santana las tomo y las tiro al bote de basura que estaba al lado.
- ¡Hey! – grito Tina.
- ¿Qué no ves lo que estás haciendo? ¡Cada día esa porrista fracasada te lo quita un poco más! Y tú solamente vienes aquí a ponerte más gorda. – le dijo Santana.
- Tenía hambre.
- Bueno puedes elegir. Come todo lo que quieras y quédate sola. O cierra por un momento la boca y llévate a Noah. Tú decides. – después de eso Santana fue hasta donde Finn estaba. Dejando a Tina con las manos vacías y cabizbaja.
Rachel regreso algo asustada hacia Quinn quien aun estaba en el mismo lugar.
Las horas comenzaron a pasar y la noche cayó sobre aquella fiesta. Cada vez se podían ver más personas ebrias y algunos chicos perdiendo la vergüenza frente a todos. Las parejas eran las más irrespetuosas. La fogata se encendió justo cuando el sol comenzó a caer, y como lo había prometido, Noah animo aquel circulo con su música.
El teléfono de Rachel sonó una vez más con una llamada proveniente de un número desconocido. Ella contesto alejándose de la multitud.
- ¿Tienes algún avance? – escucho Rachel del otro lado del teléfono. Era la misma voz de la noche pasada. Ella se estremeció al escucharla una vez más.
- No, solamente pasaron unas horas. – respondió ella.
- Al parecer eres muy lenta, creo que no te importa mucho tu vida.
- No sé qué es lo que quieres que haga. Debes saber que no recuerdo nada sobre aquella noche.
- Y tú debes saber que eso a mí no me interesa. Pero ya que veo que tienes la cabeza hueca te voy a ayudar un poco. Vamos a jugar uno de mis juegos favoritos.
Rachel avanzo hasta llegar al muelle que estaba completamente solo. Quinn le hizo algunas señas pero Rachel la ignoro.
- ¿Qué juego? – pregunto ella.
- Se llama Simón Dice. – respondió aquella voz.
- Dime que tengo que hacer.
- Bueno las reglas son simples. Solo haz lo que Simón te diga que hagas. Por ahora yo seré Simón.
Rachel se quedo en silencio mientras comenzaba a comprender lo que aquella persona le estaba diciendo.
- Ve hasta el estacionamiento y abre la cajuela de tu auto.
Rachel obedeció y se zambullo entre los arbustos para no ser vista. Abrió la cajuela y saco una maleta roja que estaba adentro.
- Ahora ábrela y saca lo que está adentro. – le ordenaron.
Rachel sostuvo en sus manos un Ipad y comenzó a leer una noticia que estaba puesta en una página de periódico.
"Accidente estudiantil acaba con la vida de cinco estudiantes"
Ese era el encabezado de aquella noticia.
- ¿Qué se supone que es esto? – pregunto Rachel.
- Es el avance más grande que tengo sobre lo que le paso. Al parecer no eras la única razón que él tenía para regresar. Debes dejar de centrarte en lo que ocurrió esa noche y comenzar a pensar en las razones que hicieron que Jesse regresara.
- ¿Esto paso en California? Donde estaba el – dijo Rachel.
- Y bueno, ahora mi parte del juego Favorita – dijo aquella voz.
- ¿A qué te refieres? – pregunto Rachel.
- Debes recordar que todo lo que te dé me lo cobro. Y esta pista cuesta caro.
Después de eso aquella persona colgó y se pudo escuchar un grito a lo lejos.
Rachel corrió hacia la multitud que estaba reunida en círculo cerca del lago.
Una chica estaba tirada en el centro y Rachel pudo verla desmayada en el lugar.
Varias de sus amigas comenzaron a acercarse tratando de hacerla reaccionar, parecía que alguien la había tratado de ahogar. Rachel la miro con atención y pudo ver una pequeña marca en su muñeca.
"Tic Toc" estaba escrito en su brazo derecho.
Rachel trago saliva. En su mente una voz comenzaba a susurrarle que esto solo era el inicio.
"Se rumora que… Jesse no regreso solamente por Rachel"
NO OLVIDEN COMENTAR GRACIAS ;). Y estoy contenta de que ya haya dos lectoras :D Ojalá hayan más :333.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Hoy comence a leer el fic y me dejo muy metida, ya quiero saber que va a pasar luego...es un muy buen fic, tiene mucho suspenso. Y ya hay otra lectora mas :D
camidejuaco******* - Mensajes : 498
Fecha de inscripción : 18/04/2012
Edad : 31
Capítulo 4-El ojo que todo lo ve...
HOOLAA! Bueno, primero quiero decir que me alegra mucho que haya una nueva lectora en este fracaso de fanfic y lo digo porque eso es lo que es. Y si no tiene más lectores me deprimiría mucho pero lo hago para el que lo quiera leer. Así que aquí está un nuevo capítulo. ¿Quién será el responsable de la contusión de Rachel? Puede ser Kurt, Santana, Finn, Quinn, de hecho puede ser cualquiera...
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RUMOR HAS IT
CAPITULO 4
EL OJO QUE TODO LO VE
La cabeza de Rachel comenzaba a dar vueltas una vez más.
Sabía que ahora no solamente peligraba su libertad sino también estaban en riesgo su vida y la de sus seres queridos.
Alguien quería saber lo que había pasado con Jesse, alguien a quien no le importaba a cuantos podría lastimar para saber la verdad.
Otro recuerdo pudo llegar a la cabeza de Rachel mientras el sol comenzaba a filtrarse por las cortinas entreabiertas de su ventana. Los amaneceres que había visto Rachel en los últimos días habían sido los más hermosos del año. Pero en esta situación no había podido contemplar con atención ninguno de ellos.
La misma imagen de Jesse despidiéndose de ella volvió a colarse en sus recuerdos fracturados.
- Vas a estar bien Rachel – le dijo él.
- No estoy segura de eso. – respondió ella.
- Sé que eres una persona muy valiente – dijo él – vamos a estar juntos muy pronto, y todo gracias a ti.
Después de eso usualmente su cabeza se quedaba en blanco. Pero esta vez algo más ocurrió.
Pudo recordar como vio a Jesse perderse entre los autos mientras ella daba la media vuelta para regresar al baile.
En ese instante alguien se había parado detrás de ella y la había detenido para no seguir caminando. No podía recordar el rostro de aquella persona, era todo muy confuso para ella.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel a aquella persona de pie frente a ella.
Lo único que vino después a su cabeza fue el recuerdo de un fuerte golpe. Lo que siguió después se quedo en blanco.
Muchos creían que Rachel había sido golpeada por Jesse antes de su desaparición. Pero al parecer Rachel había recordado una cosa más. Su agresor no había sido Jesse. Alguien más la había golpeado esa noche. Y probablemente esa misma persona, había querido a Jesse muerto también.
Quinn se había desviado de la escuela para ir al trabajo de su madre. Una clínica laboratorito encargada del material farmacéutico.
Un día antes Rachel le había entregado un frasco de pastillas provenientes de una de las bolsas de Kurt. Él le había dicho que eran de su nuevo novio. Pero algo en la mirada de Kurt, según Rachel, le decían que no estaba siendo honesto.
Quinn se había ofrecido a ayudar para investigar qué efectos tenían esas pastillas. Así que antes de ir al instituto fue a recoger las muestras para acelerar el proceso de "encuentra al culpable" en el cual Rachel estaba hundida.
- Hola mamá – dijo Quinn al entrar a la oficina de su madre en el lugar
- Hola cielo ¿Qué haces aquí? – pregunto su madre desconcertada.
- Viene por las muestras que te entregue ayer. ¿recuerdas?
- Ah sí – respondió su madre.
Tomo su bolsa y comenzó a buscarlas entre sus cosas. Quinn se quedo mirándola con atención.
- ¿Qué? ¿Ni si quiera las mandaste al laboratorio? – pregunto Quinn algo enojada.
- No fue necesario – respondió su madre – son solo unos antidepresivos. Yo solía usarlos cuando tu padre se fue.
Quinn se quedo en silencio.
- ¿Antidepresivos? ¿Estás segura? – pregunto a su madre.
Ella asintió.
- Bueno, tengo que irme. Se me va a hacer tarde. Te veo después.
Su madre le sonrió y después la vio salir del lugar. Quinn rápidamente tomo su teléfono y envió un mensaje de texto a su amiga. Al parecer su intuición no le había fallado esta vez. Kurt estaba mintiendo. O su novio tenía algunos problemas grandes.
"El está mintiendo" decía el mensaje que Quinn envió.
Rachel miro en el teléfono y tomo una gran bocanada de aire. Al parecer esta semana sería la más larga de su vida.
Camino hacia la entrada y pudo ver un auto negro delante de su acera. Comenzó a buscar entre las ventanas al conductor. Pero no fue necesario buscar más cuando la oficial Sylvester salió del vehículo y la encontró en su pórtico.
- Buenos días señorita Berry – dijo ella sonriendo sarcásticamente.
- ¿Qué está haciendo aquí?
- Solo venia a cerciorarme de que nuestro trato siguiera en pie.
- Creo que estos días nos quedo muy claro. Ya sé que no le importa hacer lo que sea por conseguir ese caso cerrado. – dijo Rachel mirándola con enojo. – no tiene ningún escrúpulo.
Rachel comenzó a alejarse y antes de que huyera la oficial la tomo del brazo.
- ¿De qué hablas? – pregunto la oficial.
- Se lo que está haciendo. No es nada ortodoxo pero funciona. ¿Así es el negocio no?
- En realidad me estas confundiendo ¿de qué hablas?
- ¿Simón dice? ¿Le suena familiar?
- No sé de qué estás hablando. Te lo puedo asegurar.
Rachel se quedo callada. Podía haber asegurado que Sue Sylvester era aquella voz que le había llamado un día antes. Pero al parecer ella no sabía nada sobre el caso, o era muy buena disimulando.
- Tengo que ir a la escuela. Solo olvídelo – dijo Rachel retirándose del lugar.
La oficial se quito los lentes de la cara y miro fijamente a Rachel mientras caminaba fuera del lugar. Al parecer algo estaba pasando fuera de su vista. Y esto no estaba bien.
Santana y Finn estaban besándose detrás de la escuela como acostumbraban hacerlo mientras corría el periodo libre. Tina como siempre funcionaba como gacela por si algún profesor se acercaba en el lugar.
Noah paso caminando por el lugar y Tina rápidamente se arreglo el cabello para verse bien.
- Hola Noah – le dijo ella cuando él estuvo a punto de pasar de largo.
Noah giro rápidamente la cabeza.
- Hola – respondió.
- Quería saber si, estabas libre hoy en la noche. Tal vez podríamos ir al cine. – le dijo Tina.
Noah tomo aire.
- En realidad si tengo planes. Le prometí a Quinn llevarla a cenar. ¿Podríamos dejarlo para otra ocasión?
- Claro – respondió Tina a regañadientes.
Santana la miro desde lejos y movió la cabeza en negación. Tina sabia que quería decir santana cuando hacia eso. "Estúpida"
Finn avanzo hacia el patio principal y Santana le siguió el paso, mientras su amiga se quedaba de pie viendo como Noah se alejaba.
Quinn y Rachel se habían reunido en el café frente a la escuela cuando su primer periodo termino. Tenían que hablar sobre los nuevos hallazgos.
- ¿Antidepresivos? – dijo Rachel con la misma reacción que Quinn había tenido - ¿Para que querría esto Kurt?
- Si él no miente, y en realidad son de su novio. Los "problemas de salud" que tiene son más bien en la cabeza. Solamente la gente que está tocando fondo los usa. – dijo Quinn.
- ¿Qué otras opciones hay? – pregunto Rachel.
- No lo sé, tal vez sea adicto.
Rachel se quedo pensando.
- Anoche tuve otro flashback – le dijo a su amiga.
- ¿Sobre qué?
- Pude recordar cómo alguien me golpeaba en la cabeza. Y estoy segura de que no fue Jesse.
- Y bien, ¿Quién es? – pregunto Quinn.
- No lo sé, no pude ver su cara. Paso muy rápido. Solamente llego un fragmento a mi cabeza.
- Fue un buen día para que las cámaras del estacionamiento estuvieran apagadas. – dijo Quinn tomando su taza de café lentamente.
- Si lo sé, tengo muy mala suerte.
Después de que Rachel dijo eso dirigió su mirada hacia el techo de la cafetería. Pudo ver varios adornos llegando hasta la calle, los cuales llamaron su atención. Pero fue algo en la puerta del lugar, lo que la hizo saltar por dentro.
- O tal vez no tanta – dijo Rachel después de notar eso.
- ¿De qué hablas? – pregunto Quinn.
Rachel le señalo con el dedo una cámara de seguridad que estaba puesta en la puerta del lugar. Curiosamente la cámara apuntaba no solo a la calle de entrada de la cafetería. Sino también al estacionamiento de la escuela. Donde había ocurrido todo.
Quinn la miro con los ojos abiertos como platos.
- Creo que encontraste una solución – dijo Quinn.
- ¿Crees que nos dejen ver las cintas de esa noche?
- Aunque no lo hagan tenemos que hacerlo.
Después de decir eso Quinn vio a Blaine entrar por la puerta, y disimuladamente incito a Rachel a mirar en su dirección.
- ¿Crees que deba ir a hablar con él? – pregunto Rachel.
- Si, debemos saber si Kurt miente.
- ¿Y qué quieres que haga? Solo me siento y pregunto ¿De casualidad tomas antidepresivos? ¿Eres adicto a ellos? – dijo Rachel con sarcasmo.
- Claro que no, pregúntale cosas simples. ¿Cuánto tiempo lleva con Kurt? ¿Cómo se conocieron? Después le preguntas lo mismo a Kurt. Y si nos coinciden, puedes anotarlos a ambos en la lista de sospechosos.
- Eres tan lista – dijo Rachel riendo – te odio.
Quinn sonrió y tomo su bolsa para irse.
- Te alcanzo – le dijo Rachel.
Mientras tanto ella avanzo hacia la mesa de Blaine y se sentó sin pedir permiso.
El chico la miro tímidamente y después le dio una sonrisa fingida.
- ¿Te puedo ayudar en algo? – pregunto él.
- Solamente quería conocerte oficialmente. – dijo ella – Rachel Berry – dijo después estirando su mano.
- Blaine Anderson – respondió el chico estrechando la mano de Rachel.
- ¿Eres el novio de Kurt no?
El asintió.
- ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
- Seis meses – le dijo Blaine – en realidad no tengo mucho tiempo para hablar Rachel, estaba esperando a alguien.
- Ah, lo siento, ¿Crees que podamos reunirnos los tres algún otro día?
- Si claro – le dijo Blaine.
Rachel se puso de pie mientras veía como un hombre con gabardina de color negro se sentaba en la mesa de Blaine.
Avanzo afuera de la cafetería notando como aquel hombre sacaba papeles de su maletín. "Kurt Hummel" tenia escrito aquel folder.
Al parecer la lista de sospechosos ya tenía a los primeros dos nombres.
Cuando Rachel estaba en clase su mente no podía dejar de pensar en aquel folder en las manos de Blaine y esa cámara de seguridad que parecía ser su salida a este lio.
De pronto un golpe fuerte la devolvió a la realidad. La calificación en su examen final era deprimente.
El profesor Schuester dejo su examen enfrente de ella con una gran letra negativa encerrada en un círculo rojo. Parecía una marca distintiva para los pocos dotados en sus materias.
El timbre de cambio sonó en el aula y todos comenzaron a salir en desorden. Rachel se puso de pie y se acerco al escritorio de Will.
- Disculpe ¿Cree que podría haber una forma de dejarme repetir el examen? ¿O entregarle un trabajo extra para subir mi puntaje? – pregunto ella.
- Debió pensar en eso antes de dejar sus libros y no estudiar señorita – le contesto.
- Por favor, le prometo que solo será esta vez.
- No creo que deba haber excepciones – dijo una voz femenina detrás de ellos.
Rachel giro la cabeza y pudo ver a Brittany acercándose al escritorio.
- ¿A qué te refieres? – dijo Rachel desconcertada.
- Que si no hay puntos extras para los demás no debe haberlos contigo. – respondió Brittany sonando cortante.
- Creo que ella tiene razón – dijo Will – no hay nada que pueda hacer.
El profesor se retiro del aula dejando a las chicas solas.
Brittany comenzó a caminar hacia la puerta.
- Disculpa ¿Tienes algún problema conmigo? – dijo Rachel antes de que ella se fuera.
La chica giro hacia Rachel.
- No. Solamente me gusta hacer justicia. – respondió con una sonrisa burlona retirándose del lugar.
Rachel se quedo enojada en el lugar tratando de guardar la calma. De pronto las palabras de Brittany se abrieron paso en su memoria.
"Solamente me gusta hacer justicia" eso sonaba como alguien que pasaría sobre quien fuera con tal de tener la verdad.
Aquella voz. La de las llamadas. Tenía a su primera sospechosa.
Noah estaba esperando en el sofá mientras Quinn bajaba de su habitación para poder así ir a cenar.
El tiempo comenzaba a correr y Quinn no bajaba. Así que Noah, por instinto o simplemente curiosidad comenzó a subir las escaleras.
- ¿Quinn? – pregunto cuando llego a la puerta en la que Quinn había entrado. – se está haciendo tarde.
- Solo dame un segundo. – se escucho desde dentro de la habitación. – puedes pasar si quieres.
Noah abrió la puerta y entro a la habitación de Quinn.
- Estoy aquí adentro – dijo Quinn saliendo desde una puerta dentro del cuarto que al parecer era su baño – el maquillaje me puede tomar tiempo. – dijo ella después.
Noah se sentó en la cama a esperar y comenzó a mirar las cosas que Quinn tenía sobre la mesa de noche junto a su cama.
Había varias fotografías, una lámpara y algunas cadenas y pulseras puestas ahí.
Tomo en sus manos una foto de Quinn con Rachel cuando eran niñas. Sonrió al ver las caras que tenían en el retrato y pronto se percato de que la foto estaba mal puesta en el portarretratos.
Saco la foto para acomodarla, pero otra fotografía cayó al piso.
Detrás del portarretratos había otra foto escondida. Noah la recogió del piso y la abrió ya que estaba doblada.
Sus ojos se asombraron al ver que era una fotografía de Jesse con Rachel. Pero esto no era lo único. La foto estaba totalmente rayada con un plumón rojo como si alguien la hubiera querido destruir.
De pronto vino a su mente una conversación que había tenido con Quinn. Ella le había dicho que estaba enamorada de alguien. Pero era un secreto.
¿Acaso era Jesse de quien estaba enamorada? ¿El novio de su mejor amiga?
Noah tomo la foto y la guardo en su bolsillo. Puso el portarretratos en su lugar y siguió esperando a que Quinn saliera.
Mientras tanto ella le había llamado a Rachel para decirle que pasaría a la cafetería para ver las cintas de seguridad. Estaban deseando poder ver las grabaciones de esa noche.
Cuando Quinn salió de la habitación Noah se puso de pie y ambos salieron a caminar juntos.
Rachel estaba aun en el instituto y comenzó a caminar hacia su auto. Kurt se cruzo en su camino y trato de evadirla yendo hacia el sentido opuesto.
- Hey ¡Espera! – le grito Rachel.
- No puedo hablar ahora Rachel – le dijo Kurt cuando ella lo alcanzo.
- En realidad necesitamos hablar. No puedo seguir más con esto. Quiero saber que paso contigo. Y no me iré hasta que me des una fecha para poder conversar.
- Te veo mañana en el café. ¿Ok?
- Hoy vi a tu novio ahí.
- ¿En serio? Bueno, no tengo tiempo, nos vemos mañana.
- Oye Kurt, una cosa más. ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
- ¿Por qué quieres saberlo?
- Simple curiosidad.
- Un año. – respondió Kurt.
Rachel asintió y se alejo de él. Al parecer las mentiras no terminaban. Seis meses, un año. ¿A quién creerle?
La oficial Sylvester estaba parada junto al auto de Rachel esperándola.
- ¿Acaso me va a seguir a todas partes? – pregunto Rachel.
- Solo quiero concluir la conversación que tuvimos esta mañana. Estuve pensando en lo que dijiste. ¿Acaso alguien más se está metiendo contigo?
Rachel tomo una gran bocanada de aire y asintió.
- Ayer una persona me llamo y me amenazo si no le decía lo que había pasado.
- ¿Estás segura de que no fue un juego? – pregunto Sue.
- Una chica fue atacada ayer, por esa misma persona. No creo que estén jugando. – dijo Rachel.
- Está bien. Te ayudare a librarte de esa persona. Al parecer no soy la única que necesita esas respuestas.
- Todo el mundo parece estar atento a lo que haga – dijo Rachel – no sé cómo podre hacerlo con toda esta presión encima.
- Solo preocúpate por saber que paso antes de que se cumpla la semana. Yo me encargare de lo demás.
Rachel subió a su auto y se alejo del lugar. Al parecer una carga que había tenido en la espalda iba desapareciendo lentamente.
Quinn y Noah habían terminado de cenar cuando ella le dijo que se quedaría en la cafetería para buscar algo que había dejado olvidado. Noah se despidió y se alejo del lugar.
Santana y Tina estaban esperando a Quinn afuera de la cafetería. Le siguieron el paso en cuanto notaron que se había quedado sola. Al parecer les gustaba darse a notar como las chicas que mandaban en Mckinley y querían darle un susto a Quinn.
La amiga de Rachel logro convencer al gerente de dejarla ver las cintas de aquel día. Argumentando quela habían multado injustamente y quería demostrar que los oficiales se habían equivocado.
Subió a la sala en donde estaban las grabaciones y comenzó a verlas.
Rachel por su parte seguía en casa viendo como los autos de policías resguardaban su entrada. Después de lo que le había contado a la oficial, Sue había enviado varios autos a cuidar su casa para que Rachel se pudiera sentí segura.
Estuvo a punto de irse a dormir cuando su teléfono sonó.
- No me gustan las soplonas – dijo una voz en cuanto ella contesto el teléfono.
- Déjame en paz – respondió Rachel.
- ¿acaso no entendiste nada del juego? Creo que vamos a tener que repetirte las reglas. Enciende la computadora.
Rachel dudo en hacerlo. Y comenzó a mirar por la ventana para logar identificar a alguien llamando por teléfono.
- ¡Enciende la computadora! Vamos, te conviene hacerlo.
Rachel obedeció.
- Ahora revisa tu correo – le dijo aquella voz.
Rachel abrió el correo y pudo ver un nuevo mensaje en su bandeja. Había un link adjunto y rápidamente se dirigió a esa página web.
Un video se comenzó a reproducir. Al parecer estaba en vivo.
Su padre seguía en la oficina y Rachel podía ver como alguien lo estaba espiando con esa cámara desde la ventana.
- Ahora vas a hacer lo que te diga. – le dijo esa voz – o tu papa va a sufrir un "accidente"
- ¿Qué quieres? – dijo Rachel con lagrimas en los ojos.
- Toma tu web cam y comienza a grabar algo para mí. – le dijo aquella voz. – repite después de mi frente a la cámara.
Rachel encendió aquella cámara y comenzó a grabarse en video.
- Yo mate a Jesse St James – le dijo aquella persona - ¡Repite!
- Yo mate a Jesse St James – repitió Rachel frente a la cámara.
- Fingí que había perdido la memoria pero ahora lo confieso. – dijo aquella voz.
Rachel repitió lo que dijo.
- Soy totalmente culpable – le ordeno de nuevo.
- Soy totalmente culpable – repitió ella.
- Muy bien. Ahora apaga la cámara y envía ese video a la misma cuenta en que recibiste la página web. Sabes que si no lo haces tu padre va a sufrir.
Rachel obedeció y envió el video.
- Ahora esto es lo que pasara Rachel – le dijo aquella voz. – si vuelves a decirle a alguien sobre mí. Si vuelves a ir de chismosa con algún policía. Me voy a encargar de que este video llegue a las manos de los oficiales. Y así te vas a pudrir en la cárcel.
Rachel comenzó a sollozar
- Dulces sueños – le dijo esta voz antes de colgar.
Al parecer esa carga que tenia no había desaparecido. Solamente se había hecho mucho más grande.
Quinn seguía mirando los videos y cuando menos lo esperaba la escena de aquella noche apareció en la pantalla.
Pudo ver a Jesse hablando con Rachel y después yéndose del lugar.
En ese momento alguien más se puso a espaldas de Rachel.
Quinn acerco su cabeza a la pantalla para ver mejor quien era.
La escena del golpe apareció haciendo que Quinn se pusiera la mano en la boca a causa de la impresión. Alguien había golpeado a Rachel, tal como ella lo recordaba.
- Santana – dijo Quinn cuando logro ver quien había sido.
- No debiste ver eso – dijo una voz detrás de Quinn.
Ella rápidamente se dio la vuelta y vio a Santana de pie detrás de ella.
El miedo comenzó a entrar en su cuerpo y comenzó a dar pasos hacia atrás, mientras santana avanzaba amenazadoramente hacia ella.
- No debiste ver eso – le repitió a Quinn.
"Se rumora que… Santana tiene un lado, aun más obscuro del que todos conocen"
NO OLVIDEN COMENTAR ;) GRACIAS POR LEER.
LOS QUIERE. NINA.
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RUMOR HAS IT
CAPITULO 4
EL OJO QUE TODO LO VE
La cabeza de Rachel comenzaba a dar vueltas una vez más.
Sabía que ahora no solamente peligraba su libertad sino también estaban en riesgo su vida y la de sus seres queridos.
Alguien quería saber lo que había pasado con Jesse, alguien a quien no le importaba a cuantos podría lastimar para saber la verdad.
Otro recuerdo pudo llegar a la cabeza de Rachel mientras el sol comenzaba a filtrarse por las cortinas entreabiertas de su ventana. Los amaneceres que había visto Rachel en los últimos días habían sido los más hermosos del año. Pero en esta situación no había podido contemplar con atención ninguno de ellos.
La misma imagen de Jesse despidiéndose de ella volvió a colarse en sus recuerdos fracturados.
- Vas a estar bien Rachel – le dijo él.
- No estoy segura de eso. – respondió ella.
- Sé que eres una persona muy valiente – dijo él – vamos a estar juntos muy pronto, y todo gracias a ti.
Después de eso usualmente su cabeza se quedaba en blanco. Pero esta vez algo más ocurrió.
Pudo recordar como vio a Jesse perderse entre los autos mientras ella daba la media vuelta para regresar al baile.
En ese instante alguien se había parado detrás de ella y la había detenido para no seguir caminando. No podía recordar el rostro de aquella persona, era todo muy confuso para ella.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel a aquella persona de pie frente a ella.
Lo único que vino después a su cabeza fue el recuerdo de un fuerte golpe. Lo que siguió después se quedo en blanco.
Muchos creían que Rachel había sido golpeada por Jesse antes de su desaparición. Pero al parecer Rachel había recordado una cosa más. Su agresor no había sido Jesse. Alguien más la había golpeado esa noche. Y probablemente esa misma persona, había querido a Jesse muerto también.
Quinn se había desviado de la escuela para ir al trabajo de su madre. Una clínica laboratorito encargada del material farmacéutico.
Un día antes Rachel le había entregado un frasco de pastillas provenientes de una de las bolsas de Kurt. Él le había dicho que eran de su nuevo novio. Pero algo en la mirada de Kurt, según Rachel, le decían que no estaba siendo honesto.
Quinn se había ofrecido a ayudar para investigar qué efectos tenían esas pastillas. Así que antes de ir al instituto fue a recoger las muestras para acelerar el proceso de "encuentra al culpable" en el cual Rachel estaba hundida.
- Hola mamá – dijo Quinn al entrar a la oficina de su madre en el lugar
- Hola cielo ¿Qué haces aquí? – pregunto su madre desconcertada.
- Viene por las muestras que te entregue ayer. ¿recuerdas?
- Ah sí – respondió su madre.
Tomo su bolsa y comenzó a buscarlas entre sus cosas. Quinn se quedo mirándola con atención.
- ¿Qué? ¿Ni si quiera las mandaste al laboratorio? – pregunto Quinn algo enojada.
- No fue necesario – respondió su madre – son solo unos antidepresivos. Yo solía usarlos cuando tu padre se fue.
Quinn se quedo en silencio.
- ¿Antidepresivos? ¿Estás segura? – pregunto a su madre.
Ella asintió.
- Bueno, tengo que irme. Se me va a hacer tarde. Te veo después.
Su madre le sonrió y después la vio salir del lugar. Quinn rápidamente tomo su teléfono y envió un mensaje de texto a su amiga. Al parecer su intuición no le había fallado esta vez. Kurt estaba mintiendo. O su novio tenía algunos problemas grandes.
"El está mintiendo" decía el mensaje que Quinn envió.
Rachel miro en el teléfono y tomo una gran bocanada de aire. Al parecer esta semana sería la más larga de su vida.
Camino hacia la entrada y pudo ver un auto negro delante de su acera. Comenzó a buscar entre las ventanas al conductor. Pero no fue necesario buscar más cuando la oficial Sylvester salió del vehículo y la encontró en su pórtico.
- Buenos días señorita Berry – dijo ella sonriendo sarcásticamente.
- ¿Qué está haciendo aquí?
- Solo venia a cerciorarme de que nuestro trato siguiera en pie.
- Creo que estos días nos quedo muy claro. Ya sé que no le importa hacer lo que sea por conseguir ese caso cerrado. – dijo Rachel mirándola con enojo. – no tiene ningún escrúpulo.
Rachel comenzó a alejarse y antes de que huyera la oficial la tomo del brazo.
- ¿De qué hablas? – pregunto la oficial.
- Se lo que está haciendo. No es nada ortodoxo pero funciona. ¿Así es el negocio no?
- En realidad me estas confundiendo ¿de qué hablas?
- ¿Simón dice? ¿Le suena familiar?
- No sé de qué estás hablando. Te lo puedo asegurar.
Rachel se quedo callada. Podía haber asegurado que Sue Sylvester era aquella voz que le había llamado un día antes. Pero al parecer ella no sabía nada sobre el caso, o era muy buena disimulando.
- Tengo que ir a la escuela. Solo olvídelo – dijo Rachel retirándose del lugar.
La oficial se quito los lentes de la cara y miro fijamente a Rachel mientras caminaba fuera del lugar. Al parecer algo estaba pasando fuera de su vista. Y esto no estaba bien.
Santana y Finn estaban besándose detrás de la escuela como acostumbraban hacerlo mientras corría el periodo libre. Tina como siempre funcionaba como gacela por si algún profesor se acercaba en el lugar.
Noah paso caminando por el lugar y Tina rápidamente se arreglo el cabello para verse bien.
- Hola Noah – le dijo ella cuando él estuvo a punto de pasar de largo.
Noah giro rápidamente la cabeza.
- Hola – respondió.
- Quería saber si, estabas libre hoy en la noche. Tal vez podríamos ir al cine. – le dijo Tina.
Noah tomo aire.
- En realidad si tengo planes. Le prometí a Quinn llevarla a cenar. ¿Podríamos dejarlo para otra ocasión?
- Claro – respondió Tina a regañadientes.
Santana la miro desde lejos y movió la cabeza en negación. Tina sabia que quería decir santana cuando hacia eso. "Estúpida"
Finn avanzo hacia el patio principal y Santana le siguió el paso, mientras su amiga se quedaba de pie viendo como Noah se alejaba.
Quinn y Rachel se habían reunido en el café frente a la escuela cuando su primer periodo termino. Tenían que hablar sobre los nuevos hallazgos.
- ¿Antidepresivos? – dijo Rachel con la misma reacción que Quinn había tenido - ¿Para que querría esto Kurt?
- Si él no miente, y en realidad son de su novio. Los "problemas de salud" que tiene son más bien en la cabeza. Solamente la gente que está tocando fondo los usa. – dijo Quinn.
- ¿Qué otras opciones hay? – pregunto Rachel.
- No lo sé, tal vez sea adicto.
Rachel se quedo pensando.
- Anoche tuve otro flashback – le dijo a su amiga.
- ¿Sobre qué?
- Pude recordar cómo alguien me golpeaba en la cabeza. Y estoy segura de que no fue Jesse.
- Y bien, ¿Quién es? – pregunto Quinn.
- No lo sé, no pude ver su cara. Paso muy rápido. Solamente llego un fragmento a mi cabeza.
- Fue un buen día para que las cámaras del estacionamiento estuvieran apagadas. – dijo Quinn tomando su taza de café lentamente.
- Si lo sé, tengo muy mala suerte.
Después de que Rachel dijo eso dirigió su mirada hacia el techo de la cafetería. Pudo ver varios adornos llegando hasta la calle, los cuales llamaron su atención. Pero fue algo en la puerta del lugar, lo que la hizo saltar por dentro.
- O tal vez no tanta – dijo Rachel después de notar eso.
- ¿De qué hablas? – pregunto Quinn.
Rachel le señalo con el dedo una cámara de seguridad que estaba puesta en la puerta del lugar. Curiosamente la cámara apuntaba no solo a la calle de entrada de la cafetería. Sino también al estacionamiento de la escuela. Donde había ocurrido todo.
Quinn la miro con los ojos abiertos como platos.
- Creo que encontraste una solución – dijo Quinn.
- ¿Crees que nos dejen ver las cintas de esa noche?
- Aunque no lo hagan tenemos que hacerlo.
Después de decir eso Quinn vio a Blaine entrar por la puerta, y disimuladamente incito a Rachel a mirar en su dirección.
- ¿Crees que deba ir a hablar con él? – pregunto Rachel.
- Si, debemos saber si Kurt miente.
- ¿Y qué quieres que haga? Solo me siento y pregunto ¿De casualidad tomas antidepresivos? ¿Eres adicto a ellos? – dijo Rachel con sarcasmo.
- Claro que no, pregúntale cosas simples. ¿Cuánto tiempo lleva con Kurt? ¿Cómo se conocieron? Después le preguntas lo mismo a Kurt. Y si nos coinciden, puedes anotarlos a ambos en la lista de sospechosos.
- Eres tan lista – dijo Rachel riendo – te odio.
Quinn sonrió y tomo su bolsa para irse.
- Te alcanzo – le dijo Rachel.
Mientras tanto ella avanzo hacia la mesa de Blaine y se sentó sin pedir permiso.
El chico la miro tímidamente y después le dio una sonrisa fingida.
- ¿Te puedo ayudar en algo? – pregunto él.
- Solamente quería conocerte oficialmente. – dijo ella – Rachel Berry – dijo después estirando su mano.
- Blaine Anderson – respondió el chico estrechando la mano de Rachel.
- ¿Eres el novio de Kurt no?
El asintió.
- ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
- Seis meses – le dijo Blaine – en realidad no tengo mucho tiempo para hablar Rachel, estaba esperando a alguien.
- Ah, lo siento, ¿Crees que podamos reunirnos los tres algún otro día?
- Si claro – le dijo Blaine.
Rachel se puso de pie mientras veía como un hombre con gabardina de color negro se sentaba en la mesa de Blaine.
Avanzo afuera de la cafetería notando como aquel hombre sacaba papeles de su maletín. "Kurt Hummel" tenia escrito aquel folder.
Al parecer la lista de sospechosos ya tenía a los primeros dos nombres.
Cuando Rachel estaba en clase su mente no podía dejar de pensar en aquel folder en las manos de Blaine y esa cámara de seguridad que parecía ser su salida a este lio.
De pronto un golpe fuerte la devolvió a la realidad. La calificación en su examen final era deprimente.
El profesor Schuester dejo su examen enfrente de ella con una gran letra negativa encerrada en un círculo rojo. Parecía una marca distintiva para los pocos dotados en sus materias.
El timbre de cambio sonó en el aula y todos comenzaron a salir en desorden. Rachel se puso de pie y se acerco al escritorio de Will.
- Disculpe ¿Cree que podría haber una forma de dejarme repetir el examen? ¿O entregarle un trabajo extra para subir mi puntaje? – pregunto ella.
- Debió pensar en eso antes de dejar sus libros y no estudiar señorita – le contesto.
- Por favor, le prometo que solo será esta vez.
- No creo que deba haber excepciones – dijo una voz femenina detrás de ellos.
Rachel giro la cabeza y pudo ver a Brittany acercándose al escritorio.
- ¿A qué te refieres? – dijo Rachel desconcertada.
- Que si no hay puntos extras para los demás no debe haberlos contigo. – respondió Brittany sonando cortante.
- Creo que ella tiene razón – dijo Will – no hay nada que pueda hacer.
El profesor se retiro del aula dejando a las chicas solas.
Brittany comenzó a caminar hacia la puerta.
- Disculpa ¿Tienes algún problema conmigo? – dijo Rachel antes de que ella se fuera.
La chica giro hacia Rachel.
- No. Solamente me gusta hacer justicia. – respondió con una sonrisa burlona retirándose del lugar.
Rachel se quedo enojada en el lugar tratando de guardar la calma. De pronto las palabras de Brittany se abrieron paso en su memoria.
"Solamente me gusta hacer justicia" eso sonaba como alguien que pasaría sobre quien fuera con tal de tener la verdad.
Aquella voz. La de las llamadas. Tenía a su primera sospechosa.
Noah estaba esperando en el sofá mientras Quinn bajaba de su habitación para poder así ir a cenar.
El tiempo comenzaba a correr y Quinn no bajaba. Así que Noah, por instinto o simplemente curiosidad comenzó a subir las escaleras.
- ¿Quinn? – pregunto cuando llego a la puerta en la que Quinn había entrado. – se está haciendo tarde.
- Solo dame un segundo. – se escucho desde dentro de la habitación. – puedes pasar si quieres.
Noah abrió la puerta y entro a la habitación de Quinn.
- Estoy aquí adentro – dijo Quinn saliendo desde una puerta dentro del cuarto que al parecer era su baño – el maquillaje me puede tomar tiempo. – dijo ella después.
Noah se sentó en la cama a esperar y comenzó a mirar las cosas que Quinn tenía sobre la mesa de noche junto a su cama.
Había varias fotografías, una lámpara y algunas cadenas y pulseras puestas ahí.
Tomo en sus manos una foto de Quinn con Rachel cuando eran niñas. Sonrió al ver las caras que tenían en el retrato y pronto se percato de que la foto estaba mal puesta en el portarretratos.
Saco la foto para acomodarla, pero otra fotografía cayó al piso.
Detrás del portarretratos había otra foto escondida. Noah la recogió del piso y la abrió ya que estaba doblada.
Sus ojos se asombraron al ver que era una fotografía de Jesse con Rachel. Pero esto no era lo único. La foto estaba totalmente rayada con un plumón rojo como si alguien la hubiera querido destruir.
De pronto vino a su mente una conversación que había tenido con Quinn. Ella le había dicho que estaba enamorada de alguien. Pero era un secreto.
¿Acaso era Jesse de quien estaba enamorada? ¿El novio de su mejor amiga?
Noah tomo la foto y la guardo en su bolsillo. Puso el portarretratos en su lugar y siguió esperando a que Quinn saliera.
Mientras tanto ella le había llamado a Rachel para decirle que pasaría a la cafetería para ver las cintas de seguridad. Estaban deseando poder ver las grabaciones de esa noche.
Cuando Quinn salió de la habitación Noah se puso de pie y ambos salieron a caminar juntos.
Rachel estaba aun en el instituto y comenzó a caminar hacia su auto. Kurt se cruzo en su camino y trato de evadirla yendo hacia el sentido opuesto.
- Hey ¡Espera! – le grito Rachel.
- No puedo hablar ahora Rachel – le dijo Kurt cuando ella lo alcanzo.
- En realidad necesitamos hablar. No puedo seguir más con esto. Quiero saber que paso contigo. Y no me iré hasta que me des una fecha para poder conversar.
- Te veo mañana en el café. ¿Ok?
- Hoy vi a tu novio ahí.
- ¿En serio? Bueno, no tengo tiempo, nos vemos mañana.
- Oye Kurt, una cosa más. ¿Cuánto tiempo llevan juntos?
- ¿Por qué quieres saberlo?
- Simple curiosidad.
- Un año. – respondió Kurt.
Rachel asintió y se alejo de él. Al parecer las mentiras no terminaban. Seis meses, un año. ¿A quién creerle?
La oficial Sylvester estaba parada junto al auto de Rachel esperándola.
- ¿Acaso me va a seguir a todas partes? – pregunto Rachel.
- Solo quiero concluir la conversación que tuvimos esta mañana. Estuve pensando en lo que dijiste. ¿Acaso alguien más se está metiendo contigo?
Rachel tomo una gran bocanada de aire y asintió.
- Ayer una persona me llamo y me amenazo si no le decía lo que había pasado.
- ¿Estás segura de que no fue un juego? – pregunto Sue.
- Una chica fue atacada ayer, por esa misma persona. No creo que estén jugando. – dijo Rachel.
- Está bien. Te ayudare a librarte de esa persona. Al parecer no soy la única que necesita esas respuestas.
- Todo el mundo parece estar atento a lo que haga – dijo Rachel – no sé cómo podre hacerlo con toda esta presión encima.
- Solo preocúpate por saber que paso antes de que se cumpla la semana. Yo me encargare de lo demás.
Rachel subió a su auto y se alejo del lugar. Al parecer una carga que había tenido en la espalda iba desapareciendo lentamente.
Quinn y Noah habían terminado de cenar cuando ella le dijo que se quedaría en la cafetería para buscar algo que había dejado olvidado. Noah se despidió y se alejo del lugar.
Santana y Tina estaban esperando a Quinn afuera de la cafetería. Le siguieron el paso en cuanto notaron que se había quedado sola. Al parecer les gustaba darse a notar como las chicas que mandaban en Mckinley y querían darle un susto a Quinn.
La amiga de Rachel logro convencer al gerente de dejarla ver las cintas de aquel día. Argumentando quela habían multado injustamente y quería demostrar que los oficiales se habían equivocado.
Subió a la sala en donde estaban las grabaciones y comenzó a verlas.
Rachel por su parte seguía en casa viendo como los autos de policías resguardaban su entrada. Después de lo que le había contado a la oficial, Sue había enviado varios autos a cuidar su casa para que Rachel se pudiera sentí segura.
Estuvo a punto de irse a dormir cuando su teléfono sonó.
- No me gustan las soplonas – dijo una voz en cuanto ella contesto el teléfono.
- Déjame en paz – respondió Rachel.
- ¿acaso no entendiste nada del juego? Creo que vamos a tener que repetirte las reglas. Enciende la computadora.
Rachel dudo en hacerlo. Y comenzó a mirar por la ventana para logar identificar a alguien llamando por teléfono.
- ¡Enciende la computadora! Vamos, te conviene hacerlo.
Rachel obedeció.
- Ahora revisa tu correo – le dijo aquella voz.
Rachel abrió el correo y pudo ver un nuevo mensaje en su bandeja. Había un link adjunto y rápidamente se dirigió a esa página web.
Un video se comenzó a reproducir. Al parecer estaba en vivo.
Su padre seguía en la oficina y Rachel podía ver como alguien lo estaba espiando con esa cámara desde la ventana.
- Ahora vas a hacer lo que te diga. – le dijo esa voz – o tu papa va a sufrir un "accidente"
- ¿Qué quieres? – dijo Rachel con lagrimas en los ojos.
- Toma tu web cam y comienza a grabar algo para mí. – le dijo aquella voz. – repite después de mi frente a la cámara.
Rachel encendió aquella cámara y comenzó a grabarse en video.
- Yo mate a Jesse St James – le dijo aquella persona - ¡Repite!
- Yo mate a Jesse St James – repitió Rachel frente a la cámara.
- Fingí que había perdido la memoria pero ahora lo confieso. – dijo aquella voz.
Rachel repitió lo que dijo.
- Soy totalmente culpable – le ordeno de nuevo.
- Soy totalmente culpable – repitió ella.
- Muy bien. Ahora apaga la cámara y envía ese video a la misma cuenta en que recibiste la página web. Sabes que si no lo haces tu padre va a sufrir.
Rachel obedeció y envió el video.
- Ahora esto es lo que pasara Rachel – le dijo aquella voz. – si vuelves a decirle a alguien sobre mí. Si vuelves a ir de chismosa con algún policía. Me voy a encargar de que este video llegue a las manos de los oficiales. Y así te vas a pudrir en la cárcel.
Rachel comenzó a sollozar
- Dulces sueños – le dijo esta voz antes de colgar.
Al parecer esa carga que tenia no había desaparecido. Solamente se había hecho mucho más grande.
Quinn seguía mirando los videos y cuando menos lo esperaba la escena de aquella noche apareció en la pantalla.
Pudo ver a Jesse hablando con Rachel y después yéndose del lugar.
En ese momento alguien más se puso a espaldas de Rachel.
Quinn acerco su cabeza a la pantalla para ver mejor quien era.
La escena del golpe apareció haciendo que Quinn se pusiera la mano en la boca a causa de la impresión. Alguien había golpeado a Rachel, tal como ella lo recordaba.
- Santana – dijo Quinn cuando logro ver quien había sido.
- No debiste ver eso – dijo una voz detrás de Quinn.
Ella rápidamente se dio la vuelta y vio a Santana de pie detrás de ella.
El miedo comenzó a entrar en su cuerpo y comenzó a dar pasos hacia atrás, mientras santana avanzaba amenazadoramente hacia ella.
- No debiste ver eso – le repitió a Quinn.
"Se rumora que… Santana tiene un lado, aun más obscuro del que todos conocen"
NO OLVIDEN COMENTAR ;) GRACIAS POR LEER.
LOS QUIERE. NINA.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Gran capitulo, cada vez tiene mas intriga y tension >.< todos esconden algo y eso hace que tenga mas ganas de leer. No te deprimas y digas que es un fracaso de fic, hay veces que leen el fic pero que no tienen tiempo de comentar, de todas formas el fic tiene mi apoyo y no lo dejare de leer :D salu2
camidejuaco******* - Mensajes : 498
Fecha de inscripción : 18/04/2012
Edad : 31
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
camidejuaco escribió:Gran capitulo, cada vez tiene mas intriga y tension >.< todos esconden algo y eso hace que tenga mas ganas de leer. No te deprimas y digas que es un fracaso de fic, hay veces que leen el fic pero que no tienen tiempo de comentar, de todas formas el fic tiene mi apoyo y no lo dejare de leer :D salu2
Okay, creeré en ti. Ya sé, todos son unos mentirosos xddd. Eso espero.
Besos, Nina.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
o0la tienes nueva lectora me encanta tu fic y todo el suspenso que hay dentro de la historia no dejes de escribir estare al pendiente de tu actulizacion no dejes de escribir xfa C:
Kenia_Michele***** - Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Edad : 29
Capítulo 5-Mejores Amigas por siempre...
Esto cada vez se va llenando más de lectores. Gracias. Bueno...
¿Quién será el próximo en ser descubierto? Cda uno tiene un gran secreto...
RUMOR HAS IT
CAPITULO 5
MEJORES AMIGAS POR SIEMPRE
- No debiste ver eso – dijo Santana cuando supo que Quinn había visto el video de aquella noche.
Ella había golpeado a Rachel fuertemente en la cabeza, y ahora sería una sospechosa igual que Rachel. Quinn era lo único que se interponía entre su vida como la conocía ahora, y su vida como una más en la lista negra.
Quinn entro en pánico salió por la ventana que estaba detrás de ella y pudo sentir como la mano de Santana sujetaba fuertemente su pie para que no pudiera escapar. Ella pateo la mano de Santana y salió hacia el balcón que se encontraba en el segundo piso de la cafetería en que estaba.
Santana salió tras de ella comenzaron a forcejear y de pronto. En un abrir y cerrar de ojos, Quinn había caído de las escaleras hasta la acera de la calle.
Santana miro su cuerpo inconsciente en el piso y su cara se lleno de pánico. En unos segundos varias personas habían salido de los locales aledaños y estaban auxiliando a la chica que había caído desde encima de la cafetería.
La cara de terror de santana se esfumo y trato de pensar inteligentemente como siempre ella lo había hecho. Esta no era la primera vez que hería a alguien y había escapado. Bajo las escaleras y se mezclo entre las personas que estaban en el lugar.
Tina llego a su lado en cuanto la vio y en un intento por llamar su atención la hizo saltar del susto.
- ¿Qué paso? – pregunto Tina en cuanto pudo identificar a Quinn tirada en el piso.
- Vámonos de aquí. – dijo Santana jalándola del brazo y caminado en dirección hacia su auto.
Tina giro la cabeza para seguir viendo como las personas comenzaban a llegar para ayudar a Quinn. De pronto por solo un segundo, un muy pequeño segundo, llego a su cabeza la idea de que Santana la había lanzado desde el segundo piso, y ahora Quinn podría estar muerta.
La cara de su amiga aun seguía blanca como la nieve. Mientras las manos de Tina cada vez se enfriaban más rápido.
Rachel se encontraba en su computadora a altas horas de la noche buscando varios datos que le habían enviado en un Ipad la noche anterior.
Aquella persona que la había estado amenazando le había hecho grabar un video en el cual su inocencia se podría poner en duda. Sabía que si no recordaba lo que había pasado aquella noche ese video llegaría a la policía. Y pasaría muchos años en prisión por aquel homicidio.
Había un artículo de un periódico Californiano en el cual se relataba un extraño suceso. Un gran incendio se había desatado en la facultad de una de las más grandes Universidades de aquel estado. La misma Universidad en la que Jesse había estado.
Al parecer nunca se supieron los orígenes de aquel siniestro. Pero cinco vidas se perdieron en aquel accidente, dejando así una gran huella en el lugar.
La mayoría de los artículos decían lo mismo. Ninguno daba más pistas importantes. Las palabras "Sin datos del origen" o "Se desconocen las causas" eran las más predominantes en dichos artículos.
La búsqueda de Rachel se hacía cada vez más infructuosa y sabia que su tiempo seguía corriendo como el agua.
De pronto una llamada de la madre de Quinn entro a su teléfono. Cerró su computadora y metió aquel Ipad que tenía bajo su ropa en uno de sus cajones.
Contesto el teléfono y después de unos segundos se puso fría como el hielo. Su amiga estaba en el hospital y al parecer había sufrido una grave contusión después de una caída.
Rachel no dudo ni un segundo en tomar sus llaves e ir al hospital, pera llegar lo más rápido que podía.
Blaine había llegado después de una tarde fuera al apartamento que compartía con Kurt. Tenía en la mano un poco de comida que había traído de un restaurant que le quedaba de paso y el cual Kurt solía visitar cuando era más joven.
Tomo la llave que tenía en su bolsillo y abrió la puerta notando que algo estaba atrancándola. Dio un fuerte empujón y logro quitar la lámpara que estaba puesta en la puerta del departamento. Su pulso comenzó a acelerarse, pues esto no era ninguna buena señal.
Al abrir la puerta pudo ver todas las cosas de su departamento en el piso, o destrozadas por completo. Había retratos estrellados, comida por todas partes, la ropa parecía haber sido parte de un incendio y varios de los muebles estaban tirados o incluso rotos.
Saco rápidamente su teléfono y comenzó a buscar el numero de la policía. Fue entonces cuando vio a Kurt frente a él. Estaba tirado en el piso con las rodillas junto a su cabeza y al parecer se estaba tapando los oídos. Detuvo su llamado a la policía y se abalanzo hacia él muy asustado.
- ¿Estás bien? – le pregunto Blaine con el corazón agitado. – tengo que llamar a la policía.
- No lo hagas – le respondió Kurt con lágrimas en los ojos.
El alzo la cara y miro a Blaine con un rostro que emanaba terror.
- Yo lo hice – le dijo Kurt.
Blaine tomo una gran bocanada de aire y comenzó a abrazar a aquel chico asustado.
- Todo va a estar bien – repetía Blaine mientras Kurt lloraba en sus brazos.
Rachel había llegado al hospital muy agitada justo después de que Finn apareciera en el lugar. Lo encontró sentado en una silla en la sala de espera. Se acerco a él y toco su hombro para llamar su atención.
- ¡Hola! – dijo Finn sonriendo al ver que era Rachel quien lo había llamado.
- ¿Estabas con Quinn? ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel algo desconcertada.
- De hecho estaba aquí con un familiar, me acabo de enterar de lo que paso con Quinn. ¿Está bien? – le respondió Finn.
- No lo sé, como vez estoy llegando. Su madre me llamo muy preocupada.
- ¿quieres que me quede contigo? – pregunto Finn a Rachel tomando su mano.
- Ya es muy tarde. Deberías ir a casa. Pero gracias por preguntar.
Finn la tomo de la mejilla y luego le dio un beso en la misma.
- Dile a Quinn que espero que se mejore. – dijo Finn alejándose del lugar.
Rachel asintió sonriendo.
Cuando Finn comenzó a alejarse a Rachel le llego otro recuerdo de la noche del baile. Era algo extraño cada vez que esto pasaba, pues eran una especie de imágenes que ella ni siquiera notaba que eran recuerdos, sino hasta que se daba cuenta de que noche eran.
Finn estaba cerca de la mesa del ponche cuando ella fue a tomar un poco para ella y para Jesse. La miro con algo obscuro en sus ojos en cuanto Rachel se le acerco. Ella simplemente lo ignoro y comenzó a servirse.
- Necesito hablar contigo – le dijo él después de unos momentos de silencio.
- No quiero hacerlo Finn, en realidad no quiero que me eches a perder esta noche. es muy especial para mí – le respondió ella muy fríamente.
- ¿Por él? – pregunto Finn exaltado – ¿Ese idiota puede hacerte sufrir y de pronto llega un día y haces como si nada hubiera pasado?
- Se te olvido que otro idiota me lastimo también - le respondió Rachel – no estás en posición para reprocharme nada.
- Cometí un error, Rachel, del cual siempre me voy a arrepentir. Pero ahora no puedo concebir como a él lo perdonaste después de todo lo que hizo y a mí nunca me quisiste dar la oportunidad.
- Tengo mis razones – respondió ella. – ahora si me disculpas.
Rachel comenzó a alejarse con dos vasos de ponche en las manos.
- Te amo – le dijo Finn a sus espaldas.
Rachel camino alejándose de él y en dirección hacia su cita esa noche.
Aquel recuerdo se esfumo y antes de que Rachel lo notara estaba en esa sala de espera una vez más. Escuchar esas dos palabras de Finn la estremecieron por dentro como si hubiera sido la primera vez que lo decía. Fue una noche muy extraña.
Avanzo hacia la habitación en donde estaba Quinn con ayuda de una enfermera. Pudo ver a Noah y a su madre en el lugar.
La señora Fabray sonrió en cuanto Rachel entro y se comenzó a quitar las lágrimas de los ojos. Se puso de pie para recibirla y Rachel, la abrazo al ver cuán preocupada estaba. Noah se limito a verlas desde lejos y a saludar a Rachel con la mirada.
- ¿Qué paso? – preguntó Rachel.
- Al parecer se cayó de las escaleras de una cafetería. Debió estar resbaloso. Nadie dice haber visto a otra persona ahí arriba. La policía comenzó a investigar desde que ocurrió. Todos están más alerta de lo que pasa en el pueblo desde… - su madre se quedo callada al notar que Rachel no era la persona indicada para hablar sobre Jesse.
La chica agacho la cabeza y después miro a su amiga sobre la cama con varias puntadas en el brazo y la cabeza.
- ¿Va a estar bien? – pregunto Rachel.
- Los doctores dicen que no fue nada grave. Solamente fue una caída fuerte, pero, no tuvo daños mayores. – respondió ella.
Rachel se acerco y apretó su mano.
- Rachel ¿Te importaría quedarte a cuidarla con Noah mientras voy a llenar algunos formularios del hospital? – pregunto la señora Fabray.
Rachel asintió.
Mientras la madre de Quinn salía de la habitación Rachel se sentó al lado de su amiga acariciando su cabello.
Noah se limito a mirarlas y sonreír.
- Iré a la cafetería. – dijo él poniéndose de pie.
- Está bien – respondió Rachel.
Noah salió de la habitación mientras Rachel ocupaba su asiento al lado de Quinn.
Rachel se sentó sobre el abrigo que había dejado Noah y lo quito para ponerlo en otro lugar. En ese instante un pequeño pedazo de papel cayó de su bolsillo. Rachel lo levanto y lo desdoblo.
Abrió los ojos a causa de la impresión al ver que era una foto de ella y Jesse totalmente destrozada con plumón rojo y varias plumas más. La volvió a poner en su bolsillo mientras en su mente muchas cosas comenzaban a correr. ¿Noah era otro sospechoso? Al parecer la lista se llenaba cada vez más rápido.
Después de varias horas en vela, tanto la madre de Quinn como sus otros dos amigos decidieron dejar descansar a Quinn, pues al parecer estaría mejor cuando el sol saliera. Noah y Rachel se fueron hacia su casa, mientras Quinn y su madre seguían en el hospital.
El día siguiente en la escuela fue una usual mañana de chismes a las espaldas de Rachel. Ahora incluso muchos la culpaban del accidente de Quinn. Todas las personas hablaban sobre el suceso de la noche anterior, como si fuera una noticia más de la cual pudieran sacar provecho. Al parecer la desgracia para unos, era la diversión para otros. ¿Y que podían hacer los demás al respecto? Así era la escuela.
En el primer periodo Rachel se dirigió hacia biología. Fue corriendo hacia el laboratorio ya que se había retrasado mucho esta mañana.
En el camino pudo ver a Tina y a Santana discutiendo en uno de los pasillos. No era nada raro ver eso, así que siguió con su camino sin darle importancia.
- ¿Ya me puedes decir que paso anoche? – dijo Tina.
- No quiero hablar de eso. – respondió Santana sacando libros de su casillero.
- Santana – inquirió Tina - ¿Empujaste a Quinn?
Santana cerro de golpe su casillero y camino hacia su aula. Tina la tomo fuertemente del brazo antes de que diera mas pasos alejándose.
- Suéltame – le ordeno Santana.
- ¿Fuiste tú? – pregunto de nuevo su amiga - ¿Por qué lo hiciste?
- Fue un accidente – dijo Santana, esta vez un tanto asustada.
- Solamente íbamos a darle una advertencia – dijo Tina abrazando sus libros.
- No fue por eso.
Tina se quedo en silencio después de que Santana se alejo de ella. Algo le decía que su amiga guardaba un secreto. Y conociéndola. No era nada bueno.
Rachel se sentó en su mesa usual del laboratorio y comenzó a poner sus libros sobre la mesa. Todo estaba en completo orden hasta que una gran bolsa color rosa cayó sobre sus libros y plumas desordenándolas todas.
Alzo la cabeza y pudo ver una rubia cabellera frente a ella.
- Lo siento – dijo Brittany con una sonrisa sarcástica.
Rachel le lanzo una fulminante mirada y después empujo su bolsa lejos de sus cosas. Al hacerlo un par de libros salieron de aquella haciendo que Rachel se agachara a recogerlos.
Miro una de las portadas de los cuadernos y la tomo en sus manos para observarla de cerca.
Pudo ver una estampa con el logo de un equipo de futbol californiano. Era de una universidad, lo identifico por el nombre que tenía el nombre de ella en los bordes de la calcomanía.
Fue entonces cuando otro recuerdo llego a su cabeza. Pudo recordar el auto de Jesse en la noche del baile. Tenía ahora una memoria sobre el momento en que llego por ella a casa de sus padres. Rachel salió muy ansiosa de su casa del brazo de Jesse, deteniéndose a mirar las calcomanías que tenía pegadas bajo el cofre del auto.
- ¿Ahora juegas futbol? – pregunto Rachel al notar que una de las estampas era de un equipo.
- Fue un regalo. – le respondió Jesse.
Ahora, de nuevo en el laboratorio, podía saber con certeza que la calcomanía que tenia Jesse aquella noche. Era la misma que Brittany había pegado en su libreta.
- Linda calcomanía – le dijo Rachel entregándole su cuaderno.
La chica rubia fingió una sonrisa y después guardo su cuaderno.
Ahora las preguntas eran. ¿Brittany vivía en California? ¿Por qué estaba ahora en Lima?
¿Coincidencia o una nueva historia por investigar? Para Rachel el tiempo corría cada vez más rápido.
Después de una larga jornada de clases Rachel decidió ir al hospital una vez más. Sabía que Quinn estaba en la cafetería para ver los videos de la noche del baile, así que tal vez ahora podría decirle lo que había visto en esas cintas.
Entro al baño antes de dejar la escuela. Comenzó a arreglarse frente al espejo y después de unos minutos comenzó a guardar sus cosas en la bolsa.
Un ruido se escucho detrás de ella. Rápidamente Rachel giro la cabeza y se encontró con el baño vacio.
Durante estos días muchas amenazas habían llegado a ella, así que ahora con tan solo un pequeño ruido detrás de ella los nervios se alteraban dentro de su cuerpo.
- ¿Hay alguien aquí? – pregunto cuando el silencio en el lugar comenzó a ser incomodo.
No obtuvo respuesta.
Volvió a tomar su bolso y al caminar hacia afuera escucho otro ruido detrás de la tercera puerta del baño.
Parecía como si hubieran pateado algo fuertemente.
Rachel avanzo lentamente hacia aquella puerta y sin siquiera tocarla se abrió de golpe.
Pudo ver entonces, a Santana en el piso de aquel baño llorando con el maquillaje totalmente destrozado.
Rachel no supo qué hacer o decir. Y al parecer a Santana no le importaba mucho que no lo hiciera. La miro con sus ojos repletos de lágrimas y luego se puso de pie. Rachel le siguió el paso con la mirada hasta que Santana comenzó a quitarse el maquillaje de la cara frente al espejo.
- ¿Estás bien? – pregunto Rachel.
- ¿Tú qué crees? – respondió Santana con sarcasmo.
Rachel pensó en preguntarle si podía ayudar en algo. Pero tratándose de ella sabía que no era bueno preguntar eso. Tal vez solo lograría que le lanzara alguno de sus brillos labiales a la cara. Comenzó a avanzar hacia afuera y el sonido de su teléfono recibiendo un mensaje la hizo detenerse.
"Vi el video, fue santana, ella te golpeo y también quiso hacerlo conmigo" –Quinn
Ella termino de leer el mensaje y sus piernas comenzaron a hacerse cada vez más débiles. Dio la media vuelta hacia la chica que estaba detrás de ella y la miro asustada.
- Lo sé – dijo Rachel a Santana con voz baja.
- ¿Qué? – pregunto la otra sin darle mucha importancia.
- Fuiste tú quien me golpeo esa noche.
Santana tiro su maquillaje de golpe y de pronto su cara se puso blanca como la nieve. Miro a Rachel y tomo un fuerte respiro.
- No es lo que parece – dijo Santana acercándose a Rachel.
- ¡Aléjate de mí! – le grito Rachel avanzando hacia atrás.
- Necesito explicarte. – dijo Santana siguiéndola.
Rachel salió del baño y comenzó a caminar de espaldas.
- Tengo que contarte como pasaron las cosas.
Cuando Santana pronuncio esas palabras los pies de Rachel se detuvieron de golpe. Lo que más necesitaba en estos momentos era la verdad sobre aquella noche. Y ahora santana aseguraba tener una parte de ella.
Rachel se sentó en una de las bancas afuera del baño y Santana la siguió haciendo lo mismo.
- Para empezar, no tuve nada que ver con Jesse. Si eso es lo que estas pensando. – dijo Santana.
- ¿Entonces porque lo hiciste? – pregunto Rachel.
- Fue envidia.
Rachel la miro confundida indicándole que continuara.
- La noche del baile, ambas estábamos nominadas para ser reinas del baile. Tal vez no lo recuerdes, pero así fue. – siguió diciendo Santana – unos minutos antes de la premiación me dio curiosidad saber quien había ganado. Como tu y los demás saben, este premio para mí era lo más importante. Así que investigue con los organizadores de la votación y supe que el resultado final estaba guardado en la oficina del director. Fue hacia allá en cuanto lo supe y leí el sobre para saber el nombre de la reina de este año.
- No veo a donde va esto. – le dijo Rachel.
- Eras tú – dijo Santana – tu habías sido la reina esa noche. Y todos habían votado por ti solo porque Jesse St James había ido contigo. Para mí eso no era nada justo. De pronto me llene de mucho coraje. Tome uno de los bastones que estaban en los vestidores de las porristas y Salí a buscarte. Pude verte en el estacionamiento, y al darme cuenta de que Jesse se había marchado me acerque hacia ti.
Santana comenzó a llorar.
- Solamente quería asustarte – le dijo después – pero cuando me di cuenta, ya estabas en el piso con un golpe en la cabeza, y lo único que hice fue huir del lugar. Te juro que nunca me imagine que esto te causara tantos problemas. Y en realidad lo siento mucho.
Rachel tomo una gran bocanada de aire. Ahora sabía que Santana no había tenido nada que ver con Jesse, pero sin embargo ella era la culpable de que su cabeza no pudiera recordar nada sobre aquel baile.
Las lágrimas seguían saliendo sin control de los ojos de Santana.
- Lo que paso con Quinn – dijo Rachel - ¿Por qué hiciste eso?
- No hice nada. Simplemente Quinn noto que había visto lo que ella estaba haciendo. Y se asusto mucho, hasta el punto en que pensó que quería lastimarla y salió corriendo por aquellas escaleras. Cuando quise detenerla se impulso hacia atrás y se cayó. Nunca quise hacerle nada.
Rachel miro a la chica asustada que estaba frente a ella y no hizo nada más que abrazarla.
- Te perdono – dijo después.
Santana la miro con una sonrisa.
- Siento haber hecho todo lo que hice los últimos días contra ti – se disculpo Santana.
- Quedo olvidado – le dijo Rachel poniéndose de pie.
- Ahora supongo que le dirás todo esto a la policía. – inquirió Santana.
- No, no lo hare – le dijo Rachel. – solo promete no volver a hacerlo de nuevo.
Santana rió al igual que Rachel.
- Palabra de porrista – le dijo Santana.
Rachel tomo sus cosas y luego se alejo de ella.
Aunque pensó que la confesión de Santana le serviría a saber algo más sobre Jesse, aun seguía en la misma situación. Sabía que la chica la había golpeado. Pero eso no resolvía nada sobre el caso en que estaba metida. Solamente tenía tres días más. Y la lista de posibilidades era cada vez más grande.
Vio a Noah subiendo a su auto y corrió hacia el antes de que se fuera. Quería una explicación sobre la foto que había encontrado en su abrigo una noche anterior.
- ¡Noah! – grito Rachel.
El chico giro la cabeza y al ver que se trataba de ella sonrió.
- Hola – respondió él – iba camino al hospital a ver a Quinn. ¿quieres que te lleve?
- No. Iré después, ahora solo quiero hacerte una pregunta.
- Te escucho. – dijo él.
Rachel saco la fotografía de su bolsa y la desdoblo ante los ojos del chico.
Noah tomo aire y la reconoció al instante.
- ¿Qué hacia esto en tu abrigo anoche? – pregunto Rachel.
- Se lo que parece. Pero no es mío. – le dijo Noah.
- ¿A si? ¿entonces de quién es?
- Lo encontré ayer en casa de Quinn. Estaba detrás de un portarretratos en su cuarto.
Rachel se quedo pensando.
- ¿Estás seguro?
- Si, de hecho iba a pedirle una explicación sobre la foto en unos momentos.
Rachel camino hacia su auto con la cabeza llena de ideas y se dirigió hacia casa de Quinn.
¿Ahora incluso su mejor amiga le estaba ocultando algo? No podía ni imaginarse a Quinn enamorada de Jesse. Pero por lo que le había hecho a la fotografía, eso parecía lo más seguro.
Al llegar a casa de Quinn busco la llave bajo el tapete y no dudo ni un segundo en entrar a la casa. Sabía que solamente su madre y Quinn estarían ahí y ahora ambas seguían en el hospital.
No estaba nada bien hacer lo que estaba haciendo. Pero sabía que solamente contaba con tres días. Y si Quinn tenía algo que esconder, no podía quedarse con la duda sobre lo que eso seria.
Entro a su habitación y comenzó a hurgar rápidamente entre las cosas de Quinn. Miro dentro de su closet y después en su mesa de noche.
En su cabeza la culpa comenzaba a crecer mientras hacía esto. Quinn nunca le había dado alguna razón para dudar de ella. Y ahora Rachel parecía tratarla como un criminal
De pronto en su buro encontró una pequeña caja con el nombre de ambas escrito en madera. Saco la caja y al abrirla encontró varias fotos de ambas. De pronto saco algunos dibujos con el nombre de Rachel lleno de corazones. Parecía la caja de una niña de seis años en medio de su primer amor. Pero a diferencia las fotos de Rachel eran las únicas que estaban en la caja.
Saco un CD que estaba guardado en la caja y rápidamente tomo la computadora de Quinn para reproducirlo.
Al iniciar el video la cara de Quinn aparecía en la pantalla. Se notaba que estaba ebria por la manera en la que hablaba. De pronto Rachel pudo verse en el video. Y al igual que Quinn decía y hacia cosas bajo el efecto del alcohol. Jugaban con la ropa de Quinn por al menos diez minutos. Rachel se desespero y comenzó a adelantar el video, para saber si había algo de interés. Recordó entonces que una noche antes del baile Quinn había organizado una fiesta en su casa. Al parecer este video había sido grabado esa noche.
Quinn había dejado la cámara en su buro, y la había apuntado hacia su cama. Rachel detuvo el botón de "avanzar" cuando se dio cuenta de esto.
- Me siento tan mareada – decía Rachel en el video.
- Bebiste demasiado – le respondía Quinn. - ¿lista para nuestro confesionario en video?
- Tengo sueño – decía Rachel recostada en la cama.
De pronto aquel video se convirtió en una pesadilla.
Quinn comenzó a subirse sobre Rachel y le comenzó a besar el cuello, mientras la otra luchaba por quitársela de encima.
- ¿Qué estás haciendo? – preguntaba Rachel casi dormida.
- Este es mi secreto – respondía Quinn mientras la seguía besando – te amo.
- No – decía Rachel.
- Te amo – dijo Quinn entre risas mientras seguía besándola.
Rachel cerró la computadora de golpe y se puso la mano sobre la boca. Su mente aun trataba de digerir lo que había visto.
Quinn amaba a Rachel. Y no solo como amigas.
La idea de Quinn enamorada de Jesse se desvaneció de repente. Y en su lugar algo más perturbador llego a ella. Rachel nunca pensó que Quinn podría ser lesbiana.
Ahora esa idea era casi un hecho.
Saco el disco de su computador y con lágrimas en los ojos se dirigió hacia el hospital. Necesitaba saber que había pasado en esa fiesta. ¿Por qué Quinn había hecho eso? Y si el amor de Quinn resultaba ser cierto. Rachel no sabría como reaccionar.
"Se rumora que… Quinn nunca fue la mejor amiga de Rachel. En su cabeza, siempre quiso ser algo mas"
NO OLVIDEN COMENTAR ;) GRACIAS.
BESOS. NINA
¿Quién será el próximo en ser descubierto? Cda uno tiene un gran secreto...
RUMOR HAS IT
CAPITULO 5
MEJORES AMIGAS POR SIEMPRE
- No debiste ver eso – dijo Santana cuando supo que Quinn había visto el video de aquella noche.
Ella había golpeado a Rachel fuertemente en la cabeza, y ahora sería una sospechosa igual que Rachel. Quinn era lo único que se interponía entre su vida como la conocía ahora, y su vida como una más en la lista negra.
Quinn entro en pánico salió por la ventana que estaba detrás de ella y pudo sentir como la mano de Santana sujetaba fuertemente su pie para que no pudiera escapar. Ella pateo la mano de Santana y salió hacia el balcón que se encontraba en el segundo piso de la cafetería en que estaba.
Santana salió tras de ella comenzaron a forcejear y de pronto. En un abrir y cerrar de ojos, Quinn había caído de las escaleras hasta la acera de la calle.
Santana miro su cuerpo inconsciente en el piso y su cara se lleno de pánico. En unos segundos varias personas habían salido de los locales aledaños y estaban auxiliando a la chica que había caído desde encima de la cafetería.
La cara de terror de santana se esfumo y trato de pensar inteligentemente como siempre ella lo había hecho. Esta no era la primera vez que hería a alguien y había escapado. Bajo las escaleras y se mezclo entre las personas que estaban en el lugar.
Tina llego a su lado en cuanto la vio y en un intento por llamar su atención la hizo saltar del susto.
- ¿Qué paso? – pregunto Tina en cuanto pudo identificar a Quinn tirada en el piso.
- Vámonos de aquí. – dijo Santana jalándola del brazo y caminado en dirección hacia su auto.
Tina giro la cabeza para seguir viendo como las personas comenzaban a llegar para ayudar a Quinn. De pronto por solo un segundo, un muy pequeño segundo, llego a su cabeza la idea de que Santana la había lanzado desde el segundo piso, y ahora Quinn podría estar muerta.
La cara de su amiga aun seguía blanca como la nieve. Mientras las manos de Tina cada vez se enfriaban más rápido.
Rachel se encontraba en su computadora a altas horas de la noche buscando varios datos que le habían enviado en un Ipad la noche anterior.
Aquella persona que la había estado amenazando le había hecho grabar un video en el cual su inocencia se podría poner en duda. Sabía que si no recordaba lo que había pasado aquella noche ese video llegaría a la policía. Y pasaría muchos años en prisión por aquel homicidio.
Había un artículo de un periódico Californiano en el cual se relataba un extraño suceso. Un gran incendio se había desatado en la facultad de una de las más grandes Universidades de aquel estado. La misma Universidad en la que Jesse había estado.
Al parecer nunca se supieron los orígenes de aquel siniestro. Pero cinco vidas se perdieron en aquel accidente, dejando así una gran huella en el lugar.
La mayoría de los artículos decían lo mismo. Ninguno daba más pistas importantes. Las palabras "Sin datos del origen" o "Se desconocen las causas" eran las más predominantes en dichos artículos.
La búsqueda de Rachel se hacía cada vez más infructuosa y sabia que su tiempo seguía corriendo como el agua.
De pronto una llamada de la madre de Quinn entro a su teléfono. Cerró su computadora y metió aquel Ipad que tenía bajo su ropa en uno de sus cajones.
Contesto el teléfono y después de unos segundos se puso fría como el hielo. Su amiga estaba en el hospital y al parecer había sufrido una grave contusión después de una caída.
Rachel no dudo ni un segundo en tomar sus llaves e ir al hospital, pera llegar lo más rápido que podía.
Blaine había llegado después de una tarde fuera al apartamento que compartía con Kurt. Tenía en la mano un poco de comida que había traído de un restaurant que le quedaba de paso y el cual Kurt solía visitar cuando era más joven.
Tomo la llave que tenía en su bolsillo y abrió la puerta notando que algo estaba atrancándola. Dio un fuerte empujón y logro quitar la lámpara que estaba puesta en la puerta del departamento. Su pulso comenzó a acelerarse, pues esto no era ninguna buena señal.
Al abrir la puerta pudo ver todas las cosas de su departamento en el piso, o destrozadas por completo. Había retratos estrellados, comida por todas partes, la ropa parecía haber sido parte de un incendio y varios de los muebles estaban tirados o incluso rotos.
Saco rápidamente su teléfono y comenzó a buscar el numero de la policía. Fue entonces cuando vio a Kurt frente a él. Estaba tirado en el piso con las rodillas junto a su cabeza y al parecer se estaba tapando los oídos. Detuvo su llamado a la policía y se abalanzo hacia él muy asustado.
- ¿Estás bien? – le pregunto Blaine con el corazón agitado. – tengo que llamar a la policía.
- No lo hagas – le respondió Kurt con lágrimas en los ojos.
El alzo la cara y miro a Blaine con un rostro que emanaba terror.
- Yo lo hice – le dijo Kurt.
Blaine tomo una gran bocanada de aire y comenzó a abrazar a aquel chico asustado.
- Todo va a estar bien – repetía Blaine mientras Kurt lloraba en sus brazos.
Rachel había llegado al hospital muy agitada justo después de que Finn apareciera en el lugar. Lo encontró sentado en una silla en la sala de espera. Se acerco a él y toco su hombro para llamar su atención.
- ¡Hola! – dijo Finn sonriendo al ver que era Rachel quien lo había llamado.
- ¿Estabas con Quinn? ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel algo desconcertada.
- De hecho estaba aquí con un familiar, me acabo de enterar de lo que paso con Quinn. ¿Está bien? – le respondió Finn.
- No lo sé, como vez estoy llegando. Su madre me llamo muy preocupada.
- ¿quieres que me quede contigo? – pregunto Finn a Rachel tomando su mano.
- Ya es muy tarde. Deberías ir a casa. Pero gracias por preguntar.
Finn la tomo de la mejilla y luego le dio un beso en la misma.
- Dile a Quinn que espero que se mejore. – dijo Finn alejándose del lugar.
Rachel asintió sonriendo.
Cuando Finn comenzó a alejarse a Rachel le llego otro recuerdo de la noche del baile. Era algo extraño cada vez que esto pasaba, pues eran una especie de imágenes que ella ni siquiera notaba que eran recuerdos, sino hasta que se daba cuenta de que noche eran.
Finn estaba cerca de la mesa del ponche cuando ella fue a tomar un poco para ella y para Jesse. La miro con algo obscuro en sus ojos en cuanto Rachel se le acerco. Ella simplemente lo ignoro y comenzó a servirse.
- Necesito hablar contigo – le dijo él después de unos momentos de silencio.
- No quiero hacerlo Finn, en realidad no quiero que me eches a perder esta noche. es muy especial para mí – le respondió ella muy fríamente.
- ¿Por él? – pregunto Finn exaltado – ¿Ese idiota puede hacerte sufrir y de pronto llega un día y haces como si nada hubiera pasado?
- Se te olvido que otro idiota me lastimo también - le respondió Rachel – no estás en posición para reprocharme nada.
- Cometí un error, Rachel, del cual siempre me voy a arrepentir. Pero ahora no puedo concebir como a él lo perdonaste después de todo lo que hizo y a mí nunca me quisiste dar la oportunidad.
- Tengo mis razones – respondió ella. – ahora si me disculpas.
Rachel comenzó a alejarse con dos vasos de ponche en las manos.
- Te amo – le dijo Finn a sus espaldas.
Rachel camino alejándose de él y en dirección hacia su cita esa noche.
Aquel recuerdo se esfumo y antes de que Rachel lo notara estaba en esa sala de espera una vez más. Escuchar esas dos palabras de Finn la estremecieron por dentro como si hubiera sido la primera vez que lo decía. Fue una noche muy extraña.
Avanzo hacia la habitación en donde estaba Quinn con ayuda de una enfermera. Pudo ver a Noah y a su madre en el lugar.
La señora Fabray sonrió en cuanto Rachel entro y se comenzó a quitar las lágrimas de los ojos. Se puso de pie para recibirla y Rachel, la abrazo al ver cuán preocupada estaba. Noah se limito a verlas desde lejos y a saludar a Rachel con la mirada.
- ¿Qué paso? – preguntó Rachel.
- Al parecer se cayó de las escaleras de una cafetería. Debió estar resbaloso. Nadie dice haber visto a otra persona ahí arriba. La policía comenzó a investigar desde que ocurrió. Todos están más alerta de lo que pasa en el pueblo desde… - su madre se quedo callada al notar que Rachel no era la persona indicada para hablar sobre Jesse.
La chica agacho la cabeza y después miro a su amiga sobre la cama con varias puntadas en el brazo y la cabeza.
- ¿Va a estar bien? – pregunto Rachel.
- Los doctores dicen que no fue nada grave. Solamente fue una caída fuerte, pero, no tuvo daños mayores. – respondió ella.
Rachel se acerco y apretó su mano.
- Rachel ¿Te importaría quedarte a cuidarla con Noah mientras voy a llenar algunos formularios del hospital? – pregunto la señora Fabray.
Rachel asintió.
Mientras la madre de Quinn salía de la habitación Rachel se sentó al lado de su amiga acariciando su cabello.
Noah se limito a mirarlas y sonreír.
- Iré a la cafetería. – dijo él poniéndose de pie.
- Está bien – respondió Rachel.
Noah salió de la habitación mientras Rachel ocupaba su asiento al lado de Quinn.
Rachel se sentó sobre el abrigo que había dejado Noah y lo quito para ponerlo en otro lugar. En ese instante un pequeño pedazo de papel cayó de su bolsillo. Rachel lo levanto y lo desdoblo.
Abrió los ojos a causa de la impresión al ver que era una foto de ella y Jesse totalmente destrozada con plumón rojo y varias plumas más. La volvió a poner en su bolsillo mientras en su mente muchas cosas comenzaban a correr. ¿Noah era otro sospechoso? Al parecer la lista se llenaba cada vez más rápido.
Después de varias horas en vela, tanto la madre de Quinn como sus otros dos amigos decidieron dejar descansar a Quinn, pues al parecer estaría mejor cuando el sol saliera. Noah y Rachel se fueron hacia su casa, mientras Quinn y su madre seguían en el hospital.
El día siguiente en la escuela fue una usual mañana de chismes a las espaldas de Rachel. Ahora incluso muchos la culpaban del accidente de Quinn. Todas las personas hablaban sobre el suceso de la noche anterior, como si fuera una noticia más de la cual pudieran sacar provecho. Al parecer la desgracia para unos, era la diversión para otros. ¿Y que podían hacer los demás al respecto? Así era la escuela.
En el primer periodo Rachel se dirigió hacia biología. Fue corriendo hacia el laboratorio ya que se había retrasado mucho esta mañana.
En el camino pudo ver a Tina y a Santana discutiendo en uno de los pasillos. No era nada raro ver eso, así que siguió con su camino sin darle importancia.
- ¿Ya me puedes decir que paso anoche? – dijo Tina.
- No quiero hablar de eso. – respondió Santana sacando libros de su casillero.
- Santana – inquirió Tina - ¿Empujaste a Quinn?
Santana cerro de golpe su casillero y camino hacia su aula. Tina la tomo fuertemente del brazo antes de que diera mas pasos alejándose.
- Suéltame – le ordeno Santana.
- ¿Fuiste tú? – pregunto de nuevo su amiga - ¿Por qué lo hiciste?
- Fue un accidente – dijo Santana, esta vez un tanto asustada.
- Solamente íbamos a darle una advertencia – dijo Tina abrazando sus libros.
- No fue por eso.
Tina se quedo en silencio después de que Santana se alejo de ella. Algo le decía que su amiga guardaba un secreto. Y conociéndola. No era nada bueno.
Rachel se sentó en su mesa usual del laboratorio y comenzó a poner sus libros sobre la mesa. Todo estaba en completo orden hasta que una gran bolsa color rosa cayó sobre sus libros y plumas desordenándolas todas.
Alzo la cabeza y pudo ver una rubia cabellera frente a ella.
- Lo siento – dijo Brittany con una sonrisa sarcástica.
Rachel le lanzo una fulminante mirada y después empujo su bolsa lejos de sus cosas. Al hacerlo un par de libros salieron de aquella haciendo que Rachel se agachara a recogerlos.
Miro una de las portadas de los cuadernos y la tomo en sus manos para observarla de cerca.
Pudo ver una estampa con el logo de un equipo de futbol californiano. Era de una universidad, lo identifico por el nombre que tenía el nombre de ella en los bordes de la calcomanía.
Fue entonces cuando otro recuerdo llego a su cabeza. Pudo recordar el auto de Jesse en la noche del baile. Tenía ahora una memoria sobre el momento en que llego por ella a casa de sus padres. Rachel salió muy ansiosa de su casa del brazo de Jesse, deteniéndose a mirar las calcomanías que tenía pegadas bajo el cofre del auto.
- ¿Ahora juegas futbol? – pregunto Rachel al notar que una de las estampas era de un equipo.
- Fue un regalo. – le respondió Jesse.
Ahora, de nuevo en el laboratorio, podía saber con certeza que la calcomanía que tenia Jesse aquella noche. Era la misma que Brittany había pegado en su libreta.
- Linda calcomanía – le dijo Rachel entregándole su cuaderno.
La chica rubia fingió una sonrisa y después guardo su cuaderno.
Ahora las preguntas eran. ¿Brittany vivía en California? ¿Por qué estaba ahora en Lima?
¿Coincidencia o una nueva historia por investigar? Para Rachel el tiempo corría cada vez más rápido.
Después de una larga jornada de clases Rachel decidió ir al hospital una vez más. Sabía que Quinn estaba en la cafetería para ver los videos de la noche del baile, así que tal vez ahora podría decirle lo que había visto en esas cintas.
Entro al baño antes de dejar la escuela. Comenzó a arreglarse frente al espejo y después de unos minutos comenzó a guardar sus cosas en la bolsa.
Un ruido se escucho detrás de ella. Rápidamente Rachel giro la cabeza y se encontró con el baño vacio.
Durante estos días muchas amenazas habían llegado a ella, así que ahora con tan solo un pequeño ruido detrás de ella los nervios se alteraban dentro de su cuerpo.
- ¿Hay alguien aquí? – pregunto cuando el silencio en el lugar comenzó a ser incomodo.
No obtuvo respuesta.
Volvió a tomar su bolso y al caminar hacia afuera escucho otro ruido detrás de la tercera puerta del baño.
Parecía como si hubieran pateado algo fuertemente.
Rachel avanzo lentamente hacia aquella puerta y sin siquiera tocarla se abrió de golpe.
Pudo ver entonces, a Santana en el piso de aquel baño llorando con el maquillaje totalmente destrozado.
Rachel no supo qué hacer o decir. Y al parecer a Santana no le importaba mucho que no lo hiciera. La miro con sus ojos repletos de lágrimas y luego se puso de pie. Rachel le siguió el paso con la mirada hasta que Santana comenzó a quitarse el maquillaje de la cara frente al espejo.
- ¿Estás bien? – pregunto Rachel.
- ¿Tú qué crees? – respondió Santana con sarcasmo.
Rachel pensó en preguntarle si podía ayudar en algo. Pero tratándose de ella sabía que no era bueno preguntar eso. Tal vez solo lograría que le lanzara alguno de sus brillos labiales a la cara. Comenzó a avanzar hacia afuera y el sonido de su teléfono recibiendo un mensaje la hizo detenerse.
"Vi el video, fue santana, ella te golpeo y también quiso hacerlo conmigo" –Quinn
Ella termino de leer el mensaje y sus piernas comenzaron a hacerse cada vez más débiles. Dio la media vuelta hacia la chica que estaba detrás de ella y la miro asustada.
- Lo sé – dijo Rachel a Santana con voz baja.
- ¿Qué? – pregunto la otra sin darle mucha importancia.
- Fuiste tú quien me golpeo esa noche.
Santana tiro su maquillaje de golpe y de pronto su cara se puso blanca como la nieve. Miro a Rachel y tomo un fuerte respiro.
- No es lo que parece – dijo Santana acercándose a Rachel.
- ¡Aléjate de mí! – le grito Rachel avanzando hacia atrás.
- Necesito explicarte. – dijo Santana siguiéndola.
Rachel salió del baño y comenzó a caminar de espaldas.
- Tengo que contarte como pasaron las cosas.
Cuando Santana pronuncio esas palabras los pies de Rachel se detuvieron de golpe. Lo que más necesitaba en estos momentos era la verdad sobre aquella noche. Y ahora santana aseguraba tener una parte de ella.
Rachel se sentó en una de las bancas afuera del baño y Santana la siguió haciendo lo mismo.
- Para empezar, no tuve nada que ver con Jesse. Si eso es lo que estas pensando. – dijo Santana.
- ¿Entonces porque lo hiciste? – pregunto Rachel.
- Fue envidia.
Rachel la miro confundida indicándole que continuara.
- La noche del baile, ambas estábamos nominadas para ser reinas del baile. Tal vez no lo recuerdes, pero así fue. – siguió diciendo Santana – unos minutos antes de la premiación me dio curiosidad saber quien había ganado. Como tu y los demás saben, este premio para mí era lo más importante. Así que investigue con los organizadores de la votación y supe que el resultado final estaba guardado en la oficina del director. Fue hacia allá en cuanto lo supe y leí el sobre para saber el nombre de la reina de este año.
- No veo a donde va esto. – le dijo Rachel.
- Eras tú – dijo Santana – tu habías sido la reina esa noche. Y todos habían votado por ti solo porque Jesse St James había ido contigo. Para mí eso no era nada justo. De pronto me llene de mucho coraje. Tome uno de los bastones que estaban en los vestidores de las porristas y Salí a buscarte. Pude verte en el estacionamiento, y al darme cuenta de que Jesse se había marchado me acerque hacia ti.
Santana comenzó a llorar.
- Solamente quería asustarte – le dijo después – pero cuando me di cuenta, ya estabas en el piso con un golpe en la cabeza, y lo único que hice fue huir del lugar. Te juro que nunca me imagine que esto te causara tantos problemas. Y en realidad lo siento mucho.
Rachel tomo una gran bocanada de aire. Ahora sabía que Santana no había tenido nada que ver con Jesse, pero sin embargo ella era la culpable de que su cabeza no pudiera recordar nada sobre aquel baile.
Las lágrimas seguían saliendo sin control de los ojos de Santana.
- Lo que paso con Quinn – dijo Rachel - ¿Por qué hiciste eso?
- No hice nada. Simplemente Quinn noto que había visto lo que ella estaba haciendo. Y se asusto mucho, hasta el punto en que pensó que quería lastimarla y salió corriendo por aquellas escaleras. Cuando quise detenerla se impulso hacia atrás y se cayó. Nunca quise hacerle nada.
Rachel miro a la chica asustada que estaba frente a ella y no hizo nada más que abrazarla.
- Te perdono – dijo después.
Santana la miro con una sonrisa.
- Siento haber hecho todo lo que hice los últimos días contra ti – se disculpo Santana.
- Quedo olvidado – le dijo Rachel poniéndose de pie.
- Ahora supongo que le dirás todo esto a la policía. – inquirió Santana.
- No, no lo hare – le dijo Rachel. – solo promete no volver a hacerlo de nuevo.
Santana rió al igual que Rachel.
- Palabra de porrista – le dijo Santana.
Rachel tomo sus cosas y luego se alejo de ella.
Aunque pensó que la confesión de Santana le serviría a saber algo más sobre Jesse, aun seguía en la misma situación. Sabía que la chica la había golpeado. Pero eso no resolvía nada sobre el caso en que estaba metida. Solamente tenía tres días más. Y la lista de posibilidades era cada vez más grande.
Vio a Noah subiendo a su auto y corrió hacia el antes de que se fuera. Quería una explicación sobre la foto que había encontrado en su abrigo una noche anterior.
- ¡Noah! – grito Rachel.
El chico giro la cabeza y al ver que se trataba de ella sonrió.
- Hola – respondió él – iba camino al hospital a ver a Quinn. ¿quieres que te lleve?
- No. Iré después, ahora solo quiero hacerte una pregunta.
- Te escucho. – dijo él.
Rachel saco la fotografía de su bolsa y la desdoblo ante los ojos del chico.
Noah tomo aire y la reconoció al instante.
- ¿Qué hacia esto en tu abrigo anoche? – pregunto Rachel.
- Se lo que parece. Pero no es mío. – le dijo Noah.
- ¿A si? ¿entonces de quién es?
- Lo encontré ayer en casa de Quinn. Estaba detrás de un portarretratos en su cuarto.
Rachel se quedo pensando.
- ¿Estás seguro?
- Si, de hecho iba a pedirle una explicación sobre la foto en unos momentos.
Rachel camino hacia su auto con la cabeza llena de ideas y se dirigió hacia casa de Quinn.
¿Ahora incluso su mejor amiga le estaba ocultando algo? No podía ni imaginarse a Quinn enamorada de Jesse. Pero por lo que le había hecho a la fotografía, eso parecía lo más seguro.
Al llegar a casa de Quinn busco la llave bajo el tapete y no dudo ni un segundo en entrar a la casa. Sabía que solamente su madre y Quinn estarían ahí y ahora ambas seguían en el hospital.
No estaba nada bien hacer lo que estaba haciendo. Pero sabía que solamente contaba con tres días. Y si Quinn tenía algo que esconder, no podía quedarse con la duda sobre lo que eso seria.
Entro a su habitación y comenzó a hurgar rápidamente entre las cosas de Quinn. Miro dentro de su closet y después en su mesa de noche.
En su cabeza la culpa comenzaba a crecer mientras hacía esto. Quinn nunca le había dado alguna razón para dudar de ella. Y ahora Rachel parecía tratarla como un criminal
De pronto en su buro encontró una pequeña caja con el nombre de ambas escrito en madera. Saco la caja y al abrirla encontró varias fotos de ambas. De pronto saco algunos dibujos con el nombre de Rachel lleno de corazones. Parecía la caja de una niña de seis años en medio de su primer amor. Pero a diferencia las fotos de Rachel eran las únicas que estaban en la caja.
Saco un CD que estaba guardado en la caja y rápidamente tomo la computadora de Quinn para reproducirlo.
Al iniciar el video la cara de Quinn aparecía en la pantalla. Se notaba que estaba ebria por la manera en la que hablaba. De pronto Rachel pudo verse en el video. Y al igual que Quinn decía y hacia cosas bajo el efecto del alcohol. Jugaban con la ropa de Quinn por al menos diez minutos. Rachel se desespero y comenzó a adelantar el video, para saber si había algo de interés. Recordó entonces que una noche antes del baile Quinn había organizado una fiesta en su casa. Al parecer este video había sido grabado esa noche.
Quinn había dejado la cámara en su buro, y la había apuntado hacia su cama. Rachel detuvo el botón de "avanzar" cuando se dio cuenta de esto.
- Me siento tan mareada – decía Rachel en el video.
- Bebiste demasiado – le respondía Quinn. - ¿lista para nuestro confesionario en video?
- Tengo sueño – decía Rachel recostada en la cama.
De pronto aquel video se convirtió en una pesadilla.
Quinn comenzó a subirse sobre Rachel y le comenzó a besar el cuello, mientras la otra luchaba por quitársela de encima.
- ¿Qué estás haciendo? – preguntaba Rachel casi dormida.
- Este es mi secreto – respondía Quinn mientras la seguía besando – te amo.
- No – decía Rachel.
- Te amo – dijo Quinn entre risas mientras seguía besándola.
Rachel cerró la computadora de golpe y se puso la mano sobre la boca. Su mente aun trataba de digerir lo que había visto.
Quinn amaba a Rachel. Y no solo como amigas.
La idea de Quinn enamorada de Jesse se desvaneció de repente. Y en su lugar algo más perturbador llego a ella. Rachel nunca pensó que Quinn podría ser lesbiana.
Ahora esa idea era casi un hecho.
Saco el disco de su computador y con lágrimas en los ojos se dirigió hacia el hospital. Necesitaba saber que había pasado en esa fiesta. ¿Por qué Quinn había hecho eso? Y si el amor de Quinn resultaba ser cierto. Rachel no sabría como reaccionar.
"Se rumora que… Quinn nunca fue la mejor amiga de Rachel. En su cabeza, siempre quiso ser algo mas"
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BESOS. NINA
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
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Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Que gran capitulo, en este se empezaron a desenredar un poco las cosas. Ya quiero saber que le dira Quinn a Rachel cuando la vaya a ver al hospital. Ves q leen el fic :D cuidate, salu2 ya quiero leer lo q sigue
camidejuaco******* - Mensajes : 498
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Edad : 31
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Dios me he perdido de mucho y por dios con cada capitulo quedo mas impactada ._. Faberry? ahora que Quinn dice estar enamorada de Rachel siento que fue ella quien mató a Jesse pero no creo que dejaría que la persona quien ama fuera a prisión por ella ¿o si? estoy muy confundida y Kurt que onda con ese tipo e.e' Santana no es tan mala después de todo xd
Brittany me da mala espina pero tampoco se que pensar la verdad
Siento que Quinn le va a decir a Rachel lo tipico que estaba ebría y eso xd
PD:Jesse si esta muerto? es que sigo sin entender eso
Brittany me da mala espina pero tampoco se que pensar la verdad
Siento que Quinn le va a decir a Rachel lo tipico que estaba ebría y eso xd
PD:Jesse si esta muerto? es que sigo sin entender eso
Nalle Rivera- Nayaholic Groff
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Edad : 25
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Nalle Rivera escribió:Dios me he perdido de mucho y por dios con cada capitulo quedo mas impactada ._. Faberry? ahora que Quinn dice estar enamorada de Rachel siento que fue ella quien mató a Jesse pero no creo que dejaría que la persona quien ama fuera a prisión por ella ¿o si? estoy muy confundida y Kurt que onda con ese tipo e.e' Santana no es tan mala después de todo xd
Brittany me da mala espina pero tampoco se que pensar la verdad
Siento que Quinn le va a decir a Rachel lo tipico que estaba ebría y eso xd
PD:Jesse si esta muerto? es que sigo sin entender eso
Bueno, lo de Jesse lo descubrirás al final jajajaja Aún no se sabe si está vivo o muerto. Pues Faberry no habrá de una vez lo advierto xddd. No, Tana no es la mala en esta historia (o si?) y Kurt por el momento está en un momento muy difícil.
Besos, Nina.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
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Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
... Me desapareci tantito y me perdi de dos capitulos pero ya los lei y me encantaron ... que escondera Quinn y Kurt ....??? actualiza pronto muuero de curiosidad de saber que le dira Quinn a Rachel sobre la foto y el video.. :D
Kenia_Michele***** - Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Edad : 29
Capítulo 6:Cuando ya no esté aquí...
RUMOR HAS IT
CAPITULO 6
CUANDO YA NO ESTE AQUÍ
(Con Neil Patrick Harris como Ryan)
Rachel estaba parada en la puerta de la habitación de Quinn. Cuidaba de no ser vista por ella o por su madre, pues eran las únicas que estaban adentro. Su amiga había despertado después del accidente que le había ocurrido. Y ahora Rachel había descubierto algo sobre ella que no era nada bueno.
Se limpio las lágrimas del rostro y después de tomar aire entro.
Quinn sonrió al reconocerla, pero Rachel simplemente la miro desconcertada y se puso de pie junto a su cama.
- Me alegra que hayas llegado – dijo la madre de Quinn al ver a Rachel – tengo que hacer algunos encargos. ¿podrías quedarte aquí con ella?
Rachel fingió una sonrisa y asintió con la cabeza. No le era muy cómodo estar sola con Quinn después de lo que había visto en ese video, pero si quería arreglar y aclarar las cosas tenía que hacer un esfuerzo.
La madre de Quinn se despidió de su hija besándola en la frente y después salió de la habitación. Quinn, aun con una sonrisa en el rostro miro fijamente a Rachel.
- Debiste llamar antes de venir – dijo Quinn – parezco una caricatura con el cabello así.
- Está bien – dijo Rachel fingiendo otra sonrisa.
- ¿Recibiste mi mensaje? – pregunto Quinn más seria.
- Si, y pude hablar con Santana para que me explicara todo. No tuvo nada que ver con lo que le paso a Jesse. Solamente quería vengarse de mí por ganar como reina del baile esa noche.
- ¿En serio? Si que está loca. Pero, ¿levantaras cargos?
- No, le dije que la dejaría en paz si nunca se volvía a meter conmigo. Además parecía muy afectada. La encontré llorando en un baño.
- Me imagino, cargar con la culpa de dos personas accidentadas debe ser duro.
- ¿Tu si levantaras cargos?
- No – dijo Quinn negando con la cabeza. – ahora que lo pienso no creo que haya querido lastimarme. Solamente me asuste mucho en el momento.
Rachel guardo silencio por unos momentos mientras miraba fijamente por la ventana del hospital.
Quinn se sentó en la cama, ya que estaba acostada, y comenzó a mirar con atención a su amiga. La conocía lo bastante bien para saber cuando algo malo estaba ocurriendo con ella. Y dejando de lado todo lo que había pasado en la última semana, sabía que Rachel tenía algo más adentro.
- Escúpelo – dijo Quinn sonriendo dudosamente.
Rachel se sobresalto y la miro confundida.
- ¿Disculpa? – pregunto después.
- Sé que algo te está pasando. ¿Ahora qué ocurrió? – dijo Quinn mirándola preocupada.
Rachel tomo aire y la miro de una muy peculiar manera. Era como si todos los años que había tenido de amistad con ella hubieran desaparecido en un instante. Sentía que ya no la conocía. Quinn noto esa extraña expresión y rápidamente supo que se trataba de algo malo.
- Vi el video – dijo Rachel fríamente y con un nudo en la garganta
- ¿Qué video? – pregunto Quinn algo confundida.
- No sé cómo decir esto – dijo Rachel entre risas de tensión mientras caminaba por todo el lugar.
De pronto se detuvo y saco la foto que le había entregado Noah de su bolsillo. La aventó hacia Quinn y dejo que ella la desdoblara.
- ¿Reconoces eso? – pregunto Rachel.
La piel de Quinn comenzó a erizarse mientras miraba a Rachel con ojos asustados.
- Ahora sabes de qué video estoy hablando ¿cierto? – preguntó Rachel sonando más fría.
Quinn trago saliva y se quedo sin habla por unos momentos, mientras Rachel comenzaba a llorar de nuevo.
- ¡Anda! ¡Dime que no es cierto! – comenzó a gritar Rachel mientras lloraba - ¡Quiero que me digas que no estás enamorada de mi! Que todo lo que vi tiene una explicación.
Quinn comenzó a llorar también mientras tiraba la fotografía al piso.
- ¡habla! – seguía gritando Rachel – por favor dime que no es cierto.
Su amiga la miro fijamente con los ojos completamente húmedos mientras trataba de abrir la boca para poder hablar.
- Lo siento – dijo Quinn
Rachel dio dos pasos hacia atrás mientras negaba con la cabeza.
- Lo siento – repitió Quinn en lagrimas – no tengo nada que explicar. Ya lo sabes. Esa es la verdad.
Rachel seguía negando con la cabeza mientras avanzaba hacia afuera.
- Por favor no te vayas Rachel – decía Quinn suplicándole. – no te vayas.
Rachel la ignoro y le dio la espalda para salir corriendo del lugar. Ahora sentía que la única persona en la que podía confiar era una completa extraña también. Toda su vida de pronto se había venido abajo. Y ahora sus fuerzas para seguir adelante se estaban agotando.
Santana había ido a la cafetería antes de comenzar sus clases. No podía quitarse de la cabeza que alguien podría utilizar mal los videos que había visto Quinn solo para perjudicarla, así que decidió llevárselos para destruirlos. O al menos guardarlos en un lugar seguro. Convenció al gerente de ir a la sala en donde estaban las cámaras de seguridad y comenzó a buscar entre los videos.
Otro hombre llego cuando noto que la chica tenía ya mucho tiempo en aquella sala. La miro con atención y entro junto con ella para tratar de ayudarla.
- Disculpe – pregunto aquel hombre - ¿Acaso está buscando los videos que vino a ver la chica que se accidento hace unas noches?
- Si, los mismos, ¿Sabe donde están? – pregunto Santana.
- Pues le aseguro que no están aquí.
- ¿A qué se refiere?
- Alguien vino por ellos hace unas horas. Dijo que tenía que examinarlos y nos los pidió. Parecía ser un asunto policiaco o algo así.
- ¿Me está diciendo que alguien vino y se los llevo?
- Si – dijo aquel hombre al salir de la habitación.
Santana se quedo petrificada en aquel momento. Ahora alguien más tenía las cintas que mostraba que ella había golpeado a Rachel la noche del baile. Y quien sabía lo que esa persona querría hacer con ellas.
Después de la noche agitada que había tenido Rachel se encontraba en clases tratando de concentrase en las materias que más se le dificultaban. Sus notas estaban por los suelos y la temporada de universidades llegaría pronto. Así que tenía que aplicarse dejando la tensión cada vez que llegaba a la escuela. Lo cual no fue fácil al ver la silla de Quinn vacía, haciéndole recordar lo que había pasado con ella. Aun no podía creer lo que sus ojos habían visto. E incluso más lo que la misma Quinn le había dicho.
De pronto un anuncio del director sonó por el altoparlante. Al parecer quería ver a Rachel en su oficina. Todos la miraron dentro de clase haciendo que ella acelerara su paso hacia la dirección. ¿Ahora qué? , pensó Rachel mientras iba en camino.
Entro a la oficina del director algo alterada, pero de pronto algo la hizo cambiar de humor.
Ryan, el tío de Jesse estaba sentado en una de las sillas en la dirección. Por un momento Rachel se quedo petrificada. Pues cualquier visita, de cualquier familiar de Jesse, dentro de todas las situaciones que estaban ocurriendo, no podría ser nada buena.
Aquel hombre se puso de pie al ver a Rachel y la invito a pasar a la oficina del director. Rachel, con un paso algo lento se dirigió al lugar indicado.
- Buenos días señorita Berry – saludo el director al ver llegar a Rachel.
- Bueno días. – respondió ella.
La tensión podía incluso agarrarse en el aire.
- Es bueno verte Rachel – dijo Ryan a su lado causando una gran impresión en ella.
Rachel, se limito a sonreír y después mirar fijamente al director.
- Creo que te preguntas la razón por la cual estas aquí. – dijo el director.
- Y la razón por la cual yo estoy aquí ¿cierto? – inquirió Ryan.
- No puedo negar que me sorprende verte – respondió Rachel.
- Bueno señorita Berry, al parecer el joven quiere hablar con usted en privado sobre algunos asuntos. Me ofrecí a prestar mi oficina así que los dejare solos para que puedan conversar.
Después de decir eso el director se puso de pie cerrando la puerta de su oficina para dejar a ambos solos. Rachel tomo aire y miro a Ryan con atención. Tenía la misma cara que relajada que ella había visto unos meses atrás. Ryan era el tío más relajado que Jesse tenía, podía cubrirles las espaldas cuando ambos querían salir de noche, e incluso algunas veces era el mismo Ryan quien les compraba entradas para eventos a los cuales la pareja podía huir. Rachel había vivido muchos buenos momentos con Jesse, y la mayoría de ellos, gracias a Ryan. Por eso ahora le sorprendía verlo. Siendo ella la principal sospechosa del asesinato de su sobrino. ¿Por qué querría charlar con ella? Y más aun ¿Por qué decir que era bueno verla de nuevo?
- No tienes por qué estar alterada – dijo Ryan – vengo en son de paz.
Rachel tomo aire y miro más tranquilamente al hombre frente a ella.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel con una sonrisa.
- Bueno, como sabrás soy el único tutor que tiene Jesse, desde que sus padres…
Ryan hizo una pausa al recordar el incidente que había dejado a Jesse huérfano un año atrás. La tragedia había golpeado fuertemente a la familia de Jesse, pero a él en especial, le dejo una marca imborrable. Fue una persona distinta después de aquello. Su tío Ryan había sido nombrado su tutor, y ahora como él mismo lo decía, tenía que hacerse cargo de todo lo que a Jesse respectara.
- Si lo sé – respondió Rachel.
- Antes que nada, debo aclarar – dijo Ryan haciendo una pausa – no te culpo por nada de lo que le haya pasado a mi sobrino. Se lo que significaba para ti, y lo que tu significabas para él, y aunque sé que ahora todos andan detrás de ti, como si fueras una asesina, se que tu no habrías podido hacer algo así.
Rachel sonrió al escuchar aquellas palabras. Pues después de una intensa semana en la que incluso ella misma se había sentido como una persona malvada. Alguien le había hecho recordar que nunca lo fue, y que aunque los demás hablaran a sus espaldas, nada cambiaría si dentro de ella confiaba en sí misma.
- Gracias – respondió Rachel.
- En fin – continuo Ryan – no sé si lo recuerdes bien pero, soy un desastre en todos los aspectos posibles.
- Lo recuerdo – dijo Rachel entre risas.
- Ahora debes imaginarte que mi sobrino está sepultado en California. El único lugar en donde está su familia. Pero la verdad no es así.
Rachel lo miro desconcertada.
- ¿De qué hablas? – dijo ella.
- No he podido arreglar nada sobre su funeral. Y después de unos días decidí que California no era el lugar para enterrarlo. Hay muchas clausulas y cosas que no entiendo. – decía Ryan rascándose la cabeza.
- ¿Entonces que pasara? Lleva más de una semana sin ser enterrado.
- El cuerpo viene en un avión. Camino hacia acá, quiero que sea en Lima donde él se quede.
Cuando Ryan dijo eso Rachel se sobresalto un poco. Era algo que ella no se esperaba. Tener a Jesse, en la ciudad. Una vez más.
- Solo quería avisarte y pedirte ayuda para organizar su funeral. Aquí – dijo Ryan.
- ¿estás seguro de que esto es lo correcto? – pregunto ella.
- Lo estoy.
Después de una larga plática sobre todos los preparativos se acordó hacer el funeral la tarde del día siguiente. Había que preparar muchas cosas y sobre todo, contraer los rumores y las cosas que se estarían hablando en el pueblo, al saber que el cuerpo de Jesse St James llegaría a Lima. Pues si su muerte completa había sido un escándalo. Para su funeral no se podía esperar otra cosa.
Mientras tanto Tina caminaba por la calle, había salido antes de clases debido a un fuerte dolor en el estomago. Estaba camino a la farmacia cuando se encontró con Santana entrando en la misma.
Habían estado algo distanciadas desde el incidente con Quinn, pero Tina creía que era tiempo de arreglar las cosas.
- Hola – dijo Tina tocando la espalda de su amiga.
Santana salto asustada.
- Hola – dijo unos segundos después.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Tina.
- Solamente vine por unos medicamentos. – respondió Santana metiendo rápidamente unas cajas a su bolso. – mi madre tiene fiebre.
- ¿En serio? Espero que se mejore
Santana fingió una sonrisa. Dio la media vuelta y camino hacia la caja del lugar.
- Oye – le dijo Tina al ver que se alejaba.
- ¿Qué? – respondió Santana fríamente.
- Quería hablar contigo, para poder arreglar todo lo que ha pasado entre nosotras.
- Ahora no es un buen momento. Yo… no puedo hablar. ¿Después ok? – después de decir eso Santana salió con sus medicamentos y prácticamente corrió hasta su auto.
Tina, algo cabizbaja comenzó a buscar sus frascos en los anaqueles cuando de pronto la vista se le nublo. Comenzó a sentiré mareada y de pronto, sin si quiera darse cuenta, estaba en el piso rodeada de varias medicinas que había empujado al caer. Muchas personas comenzaron a acercarse a ella, mientras Tina, solo veía sombras borrosas a su alrededor.
El gerente del lugar la llevo rápidamente al hospital mientras las enfermeras llamaban a su madre para avisarle lo que había pasado. Por fortuna Tina tenía su identificación dentro de la bolsa de mano que cargaba.
No había suficientes habitaciones en el lugar, así que la pusieron junto con otra chica que había estado ahí desde unas noches antes. Quinn Fabray.
Al ver que era Tina la chica a la que los doctores traían en una cama provisional a su habitación, Quinn se asusto y comenzó a preguntarse qué había pasado con ella.
Varios doctores comenzaron a hablar sobre las complicaciones que la chica estaba presentando. Y al parecer todo se trataba de una ulcera en su estomago.
- ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo? – pregunto una mujer con bata blanca a Tina mientras Quinn las observaba.
Tina agacho la cabeza y comenzó a retraerse en su cama.
- Ayer – respondió.
- ¿Qué fue lo que comiste? Hablo de todo el día. ¿Puedes repetirme exactamente todo lo que comiste? – seguía inquiriendo la doctora.
- Ensalada – dijo Tina algo tímida.
- Ok ¿Qué más?
- Eso es todo.
Quinn la miro preocupada.
- ¿Solo una ensalada en dos días? Debí imaginarlo. La mayoría de las chicas con tu edad que vienen con estos síntomas se los causan ellas mismas. Este es el precio de la belleza señorita, ahora antes de que preparemos un quirófano para usted reflexione si está dispuesta a pagarlo. ¿En verdad vale la pena?
Quinn se quedo mirando a su compañera mientras la mujer salió de la habitación un con montón de papeles en la mano.
Tina miro fijamente a Quinn con ojos algo enojados. Quinn noto su reacción y giro su cabeza hacia otro lugar. Nunca antes habían sido buenas amigas, pero ahora Quinn parecía saber lo que tenía que hacer para ayudar a Tina.
- Ella tiene razón – dijo Quinn atrayendo la atención de Tina.
- ¿disculpa? – respondió Tina.
- La doctora, ella tiene razón, te matas de hambre y desgastas todo tu cuerpo por ser "bonita y popular" hasta que un día te detienes y piensas ¿En verdad vale la pena?
- Tú y yo sabemos muy bien que vale la pena. – respondió Tina.
- No, en realidad eso es lo que crees. Pero ahora, ahora que ya no estoy siempre cuidando lo que me llevo a la boca y pensando en cómo me ven los demás, soy mucho más feliz que antes.
Tina comenzó a reflexionar las palabras que Quinn había dicho. Fue entonces cuando las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
- Solamente quería encajar. Es muy difícil estar siempre con alguien como Santana sabiendo que cuando las personas te ven a su lado eres horrible. Siempre te comparan.
- Lo sé – respondió Quinn. – y también se que hacías esto por Noah. Y en parte también por mí.
Tina sonrió entre lágrimas.
- Me gusta desde sexto grado – dijo ella.
- Bueno, puedes estar tranquila. Yo no quiero nada con él. Solo somos amigos. Y estoy seguro que tú y él tienen un futuro. Habla muy bien de ti.
- Gracias – dijo Tina aun con una sonrisa.
Aquella tarde comenzó a aprender que la belleza no solo se puede ver desde afuera. Y Quinn le había ayudado a darse cuenta de eso.
La noticia del funeral de Jesse había corrido como agua por toda la ciudad. Varias personas comenzaron a salir de sus casas al ver una carroza pasar por las calles del centro en dirección al cementerio de la ciudad. Era como si una celebridad hubiera llegado a Lima, pero esto era mucho más diferente. No era alguien que hubiera ganado fama por sus logros, sino más bien por sus errores. Pues había un cuerpo metido en un ataúd dentro de aquella carroza, y muchas personas aun se preguntaban qué había pasado con ese chico aquella terrible noche.
Ryan había estado preparando todo con ayuda de Rachel, y ahora, había llegado la hora de darle la cara las demás personas. La parte más difícil de todo su arduo trabajo.
Ryan también le había entregado a Rachel un pequeño pensamiento que quería que leyera durante la ceremonia, lo cual había puesto a la chica nerviosa. Pues en su mente varias preguntas comenzaron a acumularse rápidamente. ¿Qué dirían las personas en el funeral al ver que la principal sospechosa leía unas palabras para Jesse? ¿Podría ella soportar tantas miradas y tantas palabras dichas entre dientes? Todo aquello comenzaba a abrumarla. Así que comenzó a caminar por el lugar para tranquilizarse.
Kurt y Blaine estaban preparándose para asistir al funeral. Pues debido a una larga charla, Blaine había convencido a Kurt de hacerlo.
- Sigo pensando que esto es un error – decía Kurt mientras le arreglaba la corbata a Blaine.
- Sabemos que estos días no han sido muy buenos para ti. Pero estoy seguro de que esto es lo que necesitas. Darle un cierre a todo lo que ha pasado alrededor de Jesse. Y un funeral es la manera simbólica de hacer eso. – dijo Blaine mirando a Kurt a los ojos.
- No sé si pueda resistirlo.
- Voy a estar contigo para ayudarte.
Mientras Blaine decía esas palabras miraba a Kurt de una manera más tierna de lo normal.
- ¿Qué? – pregunto Kurt al notarlo.
- Nada – respondió Blaine – es solo que siento que has mejorado. Te ves mucho mejor.
Kurt sonrió algo sonrojado.
- Continua actuando así cuando estemos allá y te presente oficialmente como mi novio ante los conocidos
- Hare lo mejor posible – dijo Blaine tomando a Kurt del brazo.
Ambos se dirigieron hacia el lugar. Listos para seguir aparentando.
Varios autos comenzaron a llegar cerca de las cinco de la tarde. Personas que Rachel no había visto en meses, habían llegado a sentarse en las sillas que estaban preparadas para la ceremonia, logrando así ponerla un poco más nerviosa. Ryan se acerco a ella al ver que las piernas le estaban temblando. Sonrió y toco su hombro gentilmente.
- No debes ponerte nerviosa. – dijo él.
- Lo siento no puedo evitarlo. Todos van a estar criticándome.
- Lo único que debes pensar en ese momento es que yo se que eres inocente. Y es lo único que importa.
- Ojala fuera así de fácil – dijo Rachel al ver a la oficial Sylvester sentarse en una de las sillas.
Ryan sonrió.
- Por cierto – dijo Rachel.
- ¿Sí? – pregunto él.
- ¿Sabes algo sobre aquel incidente que hubo en la universidad de Jesse antes de que regresara a Lima? – pregunto Rachel recordando que solo tenía dos días más.
- Eso fue algo lamentable. Un incendio sin control termino matando a varios jóvenes en la facultad. Consterno a todo el mundo, pero… nunca se le dio más seguimiento. Es común en California.
- Debió ser duro para Jesse también ¿no? – inquirió Rachel.
- Lo fue, por eso él y David decidieron regresar aquí también.
En ese momento Rachel frunció el seño.
- ¿David? ¿Quién es él? – pregunto ella.
- Uno de sus mejores amigos. Volvió con él a Lima ¿no te lo presento?
- Creí que él había vuelto solo. – dijo Rachel.
- No he sabido nada de David. Debió afectarle mucho lo que paso y simplemente se fue.
Después de decir eso varias personas llamaron a Ryan a comenzar la ceremonia. Pero Rachel tenía algo más en la cabeza.
Jesse había regresado con un amigo. Y tal vez el podía ayudarla a saber más sobre la vida de Jesse. Ahora tenía que encontrar a David para poder avanzar más en su caso, siendo poco el tiempo que tenía enfrente.
La ceremonia comenzó a las cinco y media de la tarde. Todos los presentes estaban sentados frente a la caja de madera que estaba sobre aquel agujero en la tierra.
Ryan comenzó diciendo algunas palabras de agradecimiento por la presencia de todas esas personas y después de unos momentos, cedió el micrófono a Rachel.
Todos abrieron los ojos sorprendidos al escuchar "Rachel Berry" en boca de Ryan. Pues como sabían, ella podría haber matado a su sobrino, y a él parecía no importarle.
Rachel comenzó a sentir todas aquellas miradas mientras subía las escaleras de aquel pequeño estrado en que estaba Ryan.
Todos comenzaron a secretearse como era de esperarse. Pero después de una mirada de confianza por parte de Ryan, Rachel pudo continuar.
- Cuando ya no esté aquí – dijo Rachel comenzando a leer el papel que sostenía en sus manos que temblaban.
Todas las personas le pusieron atención en ese instante. Notando que iba a comenzar a leer.
- Cuando ya no esté aquí no quiero que llores – decía Rachel mientras leía – porque debes saber que estoy en un lugar mejor. Un lugar en donde ya no existe el miedo ni el dolor. Un lugar en donde puedo descansar. Y ser feliz. Cuando ya no esté aquí quiero que sonrías. Porque si en verdad me amaste debes estar consciente de que esto es lo mejor que me pudo pasar. Cuando ya no esté aquí quiero que sepas que te estaré cuidando siempre. Y no dejare de rezar por ti. Cuando ya no esté aquí quiero que me recuerdes como la persona alegre que era. Y no como alguien a quien debes de recordar solo con respeto y evitar hablar sobre él. Pues seremos amigos inseparables sin importar lo que pase. Cuando ya no esté aquí quiero que sepas que nunca me olvidare de ti. Y te esperare el tiempo que sea necesario.
Cuando Rachel termino de leer miro a todos los que estaban sentados con caras cabizbajas, pero con sonrisas también.
Noto entonces que Quinn estaba detrás de los arboles con su madre y un par de muletas, mirándola con tristeza. Pudo ver también a Kurt al lado de Blaine quien lo ayudaba a limpiar sus lágrimas. Vio al profesor de español junto con los demás maestros de la facultad. Vio a Santana y a Finn sentados tomándose las manos. Pero sobre todo. Aunque la caja estaba cerrada, creía estar viendo a Jesse, sonriendo porque como el texto lo decía. Ahora estaba en un mejor lugar.
Bajo del estrado y comenzó a alejarse del lugar. Quería ir a casa y aclarar su cabeza. Para ella lo que había vivido hasta ahora, había sido suficiente. Paso de largo a Quinn y entre varias miradas subió a su auto para comenzar a llorar. Este cierre en su vida había sido más pesado de lo que ella habría imaginado.
Fue entonces cuando su teléfono sonó y al contestar se dio cuenta de que aquel hombre que la estaba amenazando era quien llamaba.
- ¿Sabes algo más? – dijo aquella voz. – recuerda que el tiempo se te acaba.
- Si se algo mas – dijo ella.
- Te escucho.
- Jesse no regreso solo al pueblo. Vino con alguien más. Voy a investigar quien era exactamente y espero poder hablar con él para saber qué es lo que paso.
- Recuerda que te estaré vigilando. Y por cierto… lindas palabras las que acabas de leer.
Cuando aquel hombre dijo eso Rachel cerró el teléfono de golpe y comenzó a mirar por la ventana a todos los invitados que aun estaban sentados en aquel lugar. Uno de ellos. Era quien la estaba llamando.
Santana se acerco a Finn y lo tomo de la mano para alejarlo de la multitud. Tenía lágrimas en los ojos, lo cual hizo que Finn se preocupara.
- ¿Estás bien? – pregunto él cuando estuvieron lejos de los demás.
- No quería decirlo ahora, pero no puedo guardar esto sola. – dijo Santana rompiendo en llanto.
- Hey ¿Qué pasa? – pregunto Finn tomándola gentilmente de la mejilla.
Santana alzo la mirada y observo los ojos inocentes que Finn tenía. Lo que iba a decir no será nada fácil se asimilar. Así que ella prefería ver esos ojos bien antes de que desaparecieran con la noticia.
- Estoy embarazada – dijo ella.
Rachel estaba a punto de arrancar su auto cuando Brittany se atravesó frente a ella. La miro con rencor como siempre y después avanzo hacia el estacionamiento.
Fue entonces cuando otro flashback llego a la cabeza de Rachel sobre esa noche. Vio entonces un momento extraño para ella en aquel baile.
Alguien estaba hablando con Jesse cuando ella salió al pasillo para buscarlo.
Fue entonces cuando en su recuerdo la identidad de esa persona se rebeló.
Era Brittany. Ella había estado en el baile también. Y había hablado con Jesse.
"Se rumora que… Brittany conocía mas a Jesse, de lo que todos los demás piensan."
NO OLVIDEN COMENTAR ;) GRACIAS.
CAPITULO 6
CUANDO YA NO ESTE AQUÍ
(Con Neil Patrick Harris como Ryan)
Rachel estaba parada en la puerta de la habitación de Quinn. Cuidaba de no ser vista por ella o por su madre, pues eran las únicas que estaban adentro. Su amiga había despertado después del accidente que le había ocurrido. Y ahora Rachel había descubierto algo sobre ella que no era nada bueno.
Se limpio las lágrimas del rostro y después de tomar aire entro.
Quinn sonrió al reconocerla, pero Rachel simplemente la miro desconcertada y se puso de pie junto a su cama.
- Me alegra que hayas llegado – dijo la madre de Quinn al ver a Rachel – tengo que hacer algunos encargos. ¿podrías quedarte aquí con ella?
Rachel fingió una sonrisa y asintió con la cabeza. No le era muy cómodo estar sola con Quinn después de lo que había visto en ese video, pero si quería arreglar y aclarar las cosas tenía que hacer un esfuerzo.
La madre de Quinn se despidió de su hija besándola en la frente y después salió de la habitación. Quinn, aun con una sonrisa en el rostro miro fijamente a Rachel.
- Debiste llamar antes de venir – dijo Quinn – parezco una caricatura con el cabello así.
- Está bien – dijo Rachel fingiendo otra sonrisa.
- ¿Recibiste mi mensaje? – pregunto Quinn más seria.
- Si, y pude hablar con Santana para que me explicara todo. No tuvo nada que ver con lo que le paso a Jesse. Solamente quería vengarse de mí por ganar como reina del baile esa noche.
- ¿En serio? Si que está loca. Pero, ¿levantaras cargos?
- No, le dije que la dejaría en paz si nunca se volvía a meter conmigo. Además parecía muy afectada. La encontré llorando en un baño.
- Me imagino, cargar con la culpa de dos personas accidentadas debe ser duro.
- ¿Tu si levantaras cargos?
- No – dijo Quinn negando con la cabeza. – ahora que lo pienso no creo que haya querido lastimarme. Solamente me asuste mucho en el momento.
Rachel guardo silencio por unos momentos mientras miraba fijamente por la ventana del hospital.
Quinn se sentó en la cama, ya que estaba acostada, y comenzó a mirar con atención a su amiga. La conocía lo bastante bien para saber cuando algo malo estaba ocurriendo con ella. Y dejando de lado todo lo que había pasado en la última semana, sabía que Rachel tenía algo más adentro.
- Escúpelo – dijo Quinn sonriendo dudosamente.
Rachel se sobresalto y la miro confundida.
- ¿Disculpa? – pregunto después.
- Sé que algo te está pasando. ¿Ahora qué ocurrió? – dijo Quinn mirándola preocupada.
Rachel tomo aire y la miro de una muy peculiar manera. Era como si todos los años que había tenido de amistad con ella hubieran desaparecido en un instante. Sentía que ya no la conocía. Quinn noto esa extraña expresión y rápidamente supo que se trataba de algo malo.
- Vi el video – dijo Rachel fríamente y con un nudo en la garganta
- ¿Qué video? – pregunto Quinn algo confundida.
- No sé cómo decir esto – dijo Rachel entre risas de tensión mientras caminaba por todo el lugar.
De pronto se detuvo y saco la foto que le había entregado Noah de su bolsillo. La aventó hacia Quinn y dejo que ella la desdoblara.
- ¿Reconoces eso? – pregunto Rachel.
La piel de Quinn comenzó a erizarse mientras miraba a Rachel con ojos asustados.
- Ahora sabes de qué video estoy hablando ¿cierto? – preguntó Rachel sonando más fría.
Quinn trago saliva y se quedo sin habla por unos momentos, mientras Rachel comenzaba a llorar de nuevo.
- ¡Anda! ¡Dime que no es cierto! – comenzó a gritar Rachel mientras lloraba - ¡Quiero que me digas que no estás enamorada de mi! Que todo lo que vi tiene una explicación.
Quinn comenzó a llorar también mientras tiraba la fotografía al piso.
- ¡habla! – seguía gritando Rachel – por favor dime que no es cierto.
Su amiga la miro fijamente con los ojos completamente húmedos mientras trataba de abrir la boca para poder hablar.
- Lo siento – dijo Quinn
Rachel dio dos pasos hacia atrás mientras negaba con la cabeza.
- Lo siento – repitió Quinn en lagrimas – no tengo nada que explicar. Ya lo sabes. Esa es la verdad.
Rachel seguía negando con la cabeza mientras avanzaba hacia afuera.
- Por favor no te vayas Rachel – decía Quinn suplicándole. – no te vayas.
Rachel la ignoro y le dio la espalda para salir corriendo del lugar. Ahora sentía que la única persona en la que podía confiar era una completa extraña también. Toda su vida de pronto se había venido abajo. Y ahora sus fuerzas para seguir adelante se estaban agotando.
Santana había ido a la cafetería antes de comenzar sus clases. No podía quitarse de la cabeza que alguien podría utilizar mal los videos que había visto Quinn solo para perjudicarla, así que decidió llevárselos para destruirlos. O al menos guardarlos en un lugar seguro. Convenció al gerente de ir a la sala en donde estaban las cámaras de seguridad y comenzó a buscar entre los videos.
Otro hombre llego cuando noto que la chica tenía ya mucho tiempo en aquella sala. La miro con atención y entro junto con ella para tratar de ayudarla.
- Disculpe – pregunto aquel hombre - ¿Acaso está buscando los videos que vino a ver la chica que se accidento hace unas noches?
- Si, los mismos, ¿Sabe donde están? – pregunto Santana.
- Pues le aseguro que no están aquí.
- ¿A qué se refiere?
- Alguien vino por ellos hace unas horas. Dijo que tenía que examinarlos y nos los pidió. Parecía ser un asunto policiaco o algo así.
- ¿Me está diciendo que alguien vino y se los llevo?
- Si – dijo aquel hombre al salir de la habitación.
Santana se quedo petrificada en aquel momento. Ahora alguien más tenía las cintas que mostraba que ella había golpeado a Rachel la noche del baile. Y quien sabía lo que esa persona querría hacer con ellas.
Después de la noche agitada que había tenido Rachel se encontraba en clases tratando de concentrase en las materias que más se le dificultaban. Sus notas estaban por los suelos y la temporada de universidades llegaría pronto. Así que tenía que aplicarse dejando la tensión cada vez que llegaba a la escuela. Lo cual no fue fácil al ver la silla de Quinn vacía, haciéndole recordar lo que había pasado con ella. Aun no podía creer lo que sus ojos habían visto. E incluso más lo que la misma Quinn le había dicho.
De pronto un anuncio del director sonó por el altoparlante. Al parecer quería ver a Rachel en su oficina. Todos la miraron dentro de clase haciendo que ella acelerara su paso hacia la dirección. ¿Ahora qué? , pensó Rachel mientras iba en camino.
Entro a la oficina del director algo alterada, pero de pronto algo la hizo cambiar de humor.
Ryan, el tío de Jesse estaba sentado en una de las sillas en la dirección. Por un momento Rachel se quedo petrificada. Pues cualquier visita, de cualquier familiar de Jesse, dentro de todas las situaciones que estaban ocurriendo, no podría ser nada buena.
Aquel hombre se puso de pie al ver a Rachel y la invito a pasar a la oficina del director. Rachel, con un paso algo lento se dirigió al lugar indicado.
- Buenos días señorita Berry – saludo el director al ver llegar a Rachel.
- Bueno días. – respondió ella.
La tensión podía incluso agarrarse en el aire.
- Es bueno verte Rachel – dijo Ryan a su lado causando una gran impresión en ella.
Rachel, se limito a sonreír y después mirar fijamente al director.
- Creo que te preguntas la razón por la cual estas aquí. – dijo el director.
- Y la razón por la cual yo estoy aquí ¿cierto? – inquirió Ryan.
- No puedo negar que me sorprende verte – respondió Rachel.
- Bueno señorita Berry, al parecer el joven quiere hablar con usted en privado sobre algunos asuntos. Me ofrecí a prestar mi oficina así que los dejare solos para que puedan conversar.
Después de decir eso el director se puso de pie cerrando la puerta de su oficina para dejar a ambos solos. Rachel tomo aire y miro a Ryan con atención. Tenía la misma cara que relajada que ella había visto unos meses atrás. Ryan era el tío más relajado que Jesse tenía, podía cubrirles las espaldas cuando ambos querían salir de noche, e incluso algunas veces era el mismo Ryan quien les compraba entradas para eventos a los cuales la pareja podía huir. Rachel había vivido muchos buenos momentos con Jesse, y la mayoría de ellos, gracias a Ryan. Por eso ahora le sorprendía verlo. Siendo ella la principal sospechosa del asesinato de su sobrino. ¿Por qué querría charlar con ella? Y más aun ¿Por qué decir que era bueno verla de nuevo?
- No tienes por qué estar alterada – dijo Ryan – vengo en son de paz.
Rachel tomo aire y miro más tranquilamente al hombre frente a ella.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Rachel con una sonrisa.
- Bueno, como sabrás soy el único tutor que tiene Jesse, desde que sus padres…
Ryan hizo una pausa al recordar el incidente que había dejado a Jesse huérfano un año atrás. La tragedia había golpeado fuertemente a la familia de Jesse, pero a él en especial, le dejo una marca imborrable. Fue una persona distinta después de aquello. Su tío Ryan había sido nombrado su tutor, y ahora como él mismo lo decía, tenía que hacerse cargo de todo lo que a Jesse respectara.
- Si lo sé – respondió Rachel.
- Antes que nada, debo aclarar – dijo Ryan haciendo una pausa – no te culpo por nada de lo que le haya pasado a mi sobrino. Se lo que significaba para ti, y lo que tu significabas para él, y aunque sé que ahora todos andan detrás de ti, como si fueras una asesina, se que tu no habrías podido hacer algo así.
Rachel sonrió al escuchar aquellas palabras. Pues después de una intensa semana en la que incluso ella misma se había sentido como una persona malvada. Alguien le había hecho recordar que nunca lo fue, y que aunque los demás hablaran a sus espaldas, nada cambiaría si dentro de ella confiaba en sí misma.
- Gracias – respondió Rachel.
- En fin – continuo Ryan – no sé si lo recuerdes bien pero, soy un desastre en todos los aspectos posibles.
- Lo recuerdo – dijo Rachel entre risas.
- Ahora debes imaginarte que mi sobrino está sepultado en California. El único lugar en donde está su familia. Pero la verdad no es así.
Rachel lo miro desconcertada.
- ¿De qué hablas? – dijo ella.
- No he podido arreglar nada sobre su funeral. Y después de unos días decidí que California no era el lugar para enterrarlo. Hay muchas clausulas y cosas que no entiendo. – decía Ryan rascándose la cabeza.
- ¿Entonces que pasara? Lleva más de una semana sin ser enterrado.
- El cuerpo viene en un avión. Camino hacia acá, quiero que sea en Lima donde él se quede.
Cuando Ryan dijo eso Rachel se sobresalto un poco. Era algo que ella no se esperaba. Tener a Jesse, en la ciudad. Una vez más.
- Solo quería avisarte y pedirte ayuda para organizar su funeral. Aquí – dijo Ryan.
- ¿estás seguro de que esto es lo correcto? – pregunto ella.
- Lo estoy.
Después de una larga plática sobre todos los preparativos se acordó hacer el funeral la tarde del día siguiente. Había que preparar muchas cosas y sobre todo, contraer los rumores y las cosas que se estarían hablando en el pueblo, al saber que el cuerpo de Jesse St James llegaría a Lima. Pues si su muerte completa había sido un escándalo. Para su funeral no se podía esperar otra cosa.
Mientras tanto Tina caminaba por la calle, había salido antes de clases debido a un fuerte dolor en el estomago. Estaba camino a la farmacia cuando se encontró con Santana entrando en la misma.
Habían estado algo distanciadas desde el incidente con Quinn, pero Tina creía que era tiempo de arreglar las cosas.
- Hola – dijo Tina tocando la espalda de su amiga.
Santana salto asustada.
- Hola – dijo unos segundos después.
- ¿Qué haces aquí? – pregunto Tina.
- Solamente vine por unos medicamentos. – respondió Santana metiendo rápidamente unas cajas a su bolso. – mi madre tiene fiebre.
- ¿En serio? Espero que se mejore
Santana fingió una sonrisa. Dio la media vuelta y camino hacia la caja del lugar.
- Oye – le dijo Tina al ver que se alejaba.
- ¿Qué? – respondió Santana fríamente.
- Quería hablar contigo, para poder arreglar todo lo que ha pasado entre nosotras.
- Ahora no es un buen momento. Yo… no puedo hablar. ¿Después ok? – después de decir eso Santana salió con sus medicamentos y prácticamente corrió hasta su auto.
Tina, algo cabizbaja comenzó a buscar sus frascos en los anaqueles cuando de pronto la vista se le nublo. Comenzó a sentiré mareada y de pronto, sin si quiera darse cuenta, estaba en el piso rodeada de varias medicinas que había empujado al caer. Muchas personas comenzaron a acercarse a ella, mientras Tina, solo veía sombras borrosas a su alrededor.
El gerente del lugar la llevo rápidamente al hospital mientras las enfermeras llamaban a su madre para avisarle lo que había pasado. Por fortuna Tina tenía su identificación dentro de la bolsa de mano que cargaba.
No había suficientes habitaciones en el lugar, así que la pusieron junto con otra chica que había estado ahí desde unas noches antes. Quinn Fabray.
Al ver que era Tina la chica a la que los doctores traían en una cama provisional a su habitación, Quinn se asusto y comenzó a preguntarse qué había pasado con ella.
Varios doctores comenzaron a hablar sobre las complicaciones que la chica estaba presentando. Y al parecer todo se trataba de una ulcera en su estomago.
- ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo? – pregunto una mujer con bata blanca a Tina mientras Quinn las observaba.
Tina agacho la cabeza y comenzó a retraerse en su cama.
- Ayer – respondió.
- ¿Qué fue lo que comiste? Hablo de todo el día. ¿Puedes repetirme exactamente todo lo que comiste? – seguía inquiriendo la doctora.
- Ensalada – dijo Tina algo tímida.
- Ok ¿Qué más?
- Eso es todo.
Quinn la miro preocupada.
- ¿Solo una ensalada en dos días? Debí imaginarlo. La mayoría de las chicas con tu edad que vienen con estos síntomas se los causan ellas mismas. Este es el precio de la belleza señorita, ahora antes de que preparemos un quirófano para usted reflexione si está dispuesta a pagarlo. ¿En verdad vale la pena?
Quinn se quedo mirando a su compañera mientras la mujer salió de la habitación un con montón de papeles en la mano.
Tina miro fijamente a Quinn con ojos algo enojados. Quinn noto su reacción y giro su cabeza hacia otro lugar. Nunca antes habían sido buenas amigas, pero ahora Quinn parecía saber lo que tenía que hacer para ayudar a Tina.
- Ella tiene razón – dijo Quinn atrayendo la atención de Tina.
- ¿disculpa? – respondió Tina.
- La doctora, ella tiene razón, te matas de hambre y desgastas todo tu cuerpo por ser "bonita y popular" hasta que un día te detienes y piensas ¿En verdad vale la pena?
- Tú y yo sabemos muy bien que vale la pena. – respondió Tina.
- No, en realidad eso es lo que crees. Pero ahora, ahora que ya no estoy siempre cuidando lo que me llevo a la boca y pensando en cómo me ven los demás, soy mucho más feliz que antes.
Tina comenzó a reflexionar las palabras que Quinn había dicho. Fue entonces cuando las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
- Solamente quería encajar. Es muy difícil estar siempre con alguien como Santana sabiendo que cuando las personas te ven a su lado eres horrible. Siempre te comparan.
- Lo sé – respondió Quinn. – y también se que hacías esto por Noah. Y en parte también por mí.
Tina sonrió entre lágrimas.
- Me gusta desde sexto grado – dijo ella.
- Bueno, puedes estar tranquila. Yo no quiero nada con él. Solo somos amigos. Y estoy seguro que tú y él tienen un futuro. Habla muy bien de ti.
- Gracias – dijo Tina aun con una sonrisa.
Aquella tarde comenzó a aprender que la belleza no solo se puede ver desde afuera. Y Quinn le había ayudado a darse cuenta de eso.
La noticia del funeral de Jesse había corrido como agua por toda la ciudad. Varias personas comenzaron a salir de sus casas al ver una carroza pasar por las calles del centro en dirección al cementerio de la ciudad. Era como si una celebridad hubiera llegado a Lima, pero esto era mucho más diferente. No era alguien que hubiera ganado fama por sus logros, sino más bien por sus errores. Pues había un cuerpo metido en un ataúd dentro de aquella carroza, y muchas personas aun se preguntaban qué había pasado con ese chico aquella terrible noche.
Ryan había estado preparando todo con ayuda de Rachel, y ahora, había llegado la hora de darle la cara las demás personas. La parte más difícil de todo su arduo trabajo.
Ryan también le había entregado a Rachel un pequeño pensamiento que quería que leyera durante la ceremonia, lo cual había puesto a la chica nerviosa. Pues en su mente varias preguntas comenzaron a acumularse rápidamente. ¿Qué dirían las personas en el funeral al ver que la principal sospechosa leía unas palabras para Jesse? ¿Podría ella soportar tantas miradas y tantas palabras dichas entre dientes? Todo aquello comenzaba a abrumarla. Así que comenzó a caminar por el lugar para tranquilizarse.
Kurt y Blaine estaban preparándose para asistir al funeral. Pues debido a una larga charla, Blaine había convencido a Kurt de hacerlo.
- Sigo pensando que esto es un error – decía Kurt mientras le arreglaba la corbata a Blaine.
- Sabemos que estos días no han sido muy buenos para ti. Pero estoy seguro de que esto es lo que necesitas. Darle un cierre a todo lo que ha pasado alrededor de Jesse. Y un funeral es la manera simbólica de hacer eso. – dijo Blaine mirando a Kurt a los ojos.
- No sé si pueda resistirlo.
- Voy a estar contigo para ayudarte.
Mientras Blaine decía esas palabras miraba a Kurt de una manera más tierna de lo normal.
- ¿Qué? – pregunto Kurt al notarlo.
- Nada – respondió Blaine – es solo que siento que has mejorado. Te ves mucho mejor.
Kurt sonrió algo sonrojado.
- Continua actuando así cuando estemos allá y te presente oficialmente como mi novio ante los conocidos
- Hare lo mejor posible – dijo Blaine tomando a Kurt del brazo.
Ambos se dirigieron hacia el lugar. Listos para seguir aparentando.
Varios autos comenzaron a llegar cerca de las cinco de la tarde. Personas que Rachel no había visto en meses, habían llegado a sentarse en las sillas que estaban preparadas para la ceremonia, logrando así ponerla un poco más nerviosa. Ryan se acerco a ella al ver que las piernas le estaban temblando. Sonrió y toco su hombro gentilmente.
- No debes ponerte nerviosa. – dijo él.
- Lo siento no puedo evitarlo. Todos van a estar criticándome.
- Lo único que debes pensar en ese momento es que yo se que eres inocente. Y es lo único que importa.
- Ojala fuera así de fácil – dijo Rachel al ver a la oficial Sylvester sentarse en una de las sillas.
Ryan sonrió.
- Por cierto – dijo Rachel.
- ¿Sí? – pregunto él.
- ¿Sabes algo sobre aquel incidente que hubo en la universidad de Jesse antes de que regresara a Lima? – pregunto Rachel recordando que solo tenía dos días más.
- Eso fue algo lamentable. Un incendio sin control termino matando a varios jóvenes en la facultad. Consterno a todo el mundo, pero… nunca se le dio más seguimiento. Es común en California.
- Debió ser duro para Jesse también ¿no? – inquirió Rachel.
- Lo fue, por eso él y David decidieron regresar aquí también.
En ese momento Rachel frunció el seño.
- ¿David? ¿Quién es él? – pregunto ella.
- Uno de sus mejores amigos. Volvió con él a Lima ¿no te lo presento?
- Creí que él había vuelto solo. – dijo Rachel.
- No he sabido nada de David. Debió afectarle mucho lo que paso y simplemente se fue.
Después de decir eso varias personas llamaron a Ryan a comenzar la ceremonia. Pero Rachel tenía algo más en la cabeza.
Jesse había regresado con un amigo. Y tal vez el podía ayudarla a saber más sobre la vida de Jesse. Ahora tenía que encontrar a David para poder avanzar más en su caso, siendo poco el tiempo que tenía enfrente.
La ceremonia comenzó a las cinco y media de la tarde. Todos los presentes estaban sentados frente a la caja de madera que estaba sobre aquel agujero en la tierra.
Ryan comenzó diciendo algunas palabras de agradecimiento por la presencia de todas esas personas y después de unos momentos, cedió el micrófono a Rachel.
Todos abrieron los ojos sorprendidos al escuchar "Rachel Berry" en boca de Ryan. Pues como sabían, ella podría haber matado a su sobrino, y a él parecía no importarle.
Rachel comenzó a sentir todas aquellas miradas mientras subía las escaleras de aquel pequeño estrado en que estaba Ryan.
Todos comenzaron a secretearse como era de esperarse. Pero después de una mirada de confianza por parte de Ryan, Rachel pudo continuar.
- Cuando ya no esté aquí – dijo Rachel comenzando a leer el papel que sostenía en sus manos que temblaban.
Todas las personas le pusieron atención en ese instante. Notando que iba a comenzar a leer.
- Cuando ya no esté aquí no quiero que llores – decía Rachel mientras leía – porque debes saber que estoy en un lugar mejor. Un lugar en donde ya no existe el miedo ni el dolor. Un lugar en donde puedo descansar. Y ser feliz. Cuando ya no esté aquí quiero que sonrías. Porque si en verdad me amaste debes estar consciente de que esto es lo mejor que me pudo pasar. Cuando ya no esté aquí quiero que sepas que te estaré cuidando siempre. Y no dejare de rezar por ti. Cuando ya no esté aquí quiero que me recuerdes como la persona alegre que era. Y no como alguien a quien debes de recordar solo con respeto y evitar hablar sobre él. Pues seremos amigos inseparables sin importar lo que pase. Cuando ya no esté aquí quiero que sepas que nunca me olvidare de ti. Y te esperare el tiempo que sea necesario.
Cuando Rachel termino de leer miro a todos los que estaban sentados con caras cabizbajas, pero con sonrisas también.
Noto entonces que Quinn estaba detrás de los arboles con su madre y un par de muletas, mirándola con tristeza. Pudo ver también a Kurt al lado de Blaine quien lo ayudaba a limpiar sus lágrimas. Vio al profesor de español junto con los demás maestros de la facultad. Vio a Santana y a Finn sentados tomándose las manos. Pero sobre todo. Aunque la caja estaba cerrada, creía estar viendo a Jesse, sonriendo porque como el texto lo decía. Ahora estaba en un mejor lugar.
Bajo del estrado y comenzó a alejarse del lugar. Quería ir a casa y aclarar su cabeza. Para ella lo que había vivido hasta ahora, había sido suficiente. Paso de largo a Quinn y entre varias miradas subió a su auto para comenzar a llorar. Este cierre en su vida había sido más pesado de lo que ella habría imaginado.
Fue entonces cuando su teléfono sonó y al contestar se dio cuenta de que aquel hombre que la estaba amenazando era quien llamaba.
- ¿Sabes algo más? – dijo aquella voz. – recuerda que el tiempo se te acaba.
- Si se algo mas – dijo ella.
- Te escucho.
- Jesse no regreso solo al pueblo. Vino con alguien más. Voy a investigar quien era exactamente y espero poder hablar con él para saber qué es lo que paso.
- Recuerda que te estaré vigilando. Y por cierto… lindas palabras las que acabas de leer.
Cuando aquel hombre dijo eso Rachel cerró el teléfono de golpe y comenzó a mirar por la ventana a todos los invitados que aun estaban sentados en aquel lugar. Uno de ellos. Era quien la estaba llamando.
Santana se acerco a Finn y lo tomo de la mano para alejarlo de la multitud. Tenía lágrimas en los ojos, lo cual hizo que Finn se preocupara.
- ¿Estás bien? – pregunto él cuando estuvieron lejos de los demás.
- No quería decirlo ahora, pero no puedo guardar esto sola. – dijo Santana rompiendo en llanto.
- Hey ¿Qué pasa? – pregunto Finn tomándola gentilmente de la mejilla.
Santana alzo la mirada y observo los ojos inocentes que Finn tenía. Lo que iba a decir no será nada fácil se asimilar. Así que ella prefería ver esos ojos bien antes de que desaparecieran con la noticia.
- Estoy embarazada – dijo ella.
Rachel estaba a punto de arrancar su auto cuando Brittany se atravesó frente a ella. La miro con rencor como siempre y después avanzo hacia el estacionamiento.
Fue entonces cuando otro flashback llego a la cabeza de Rachel sobre esa noche. Vio entonces un momento extraño para ella en aquel baile.
Alguien estaba hablando con Jesse cuando ella salió al pasillo para buscarlo.
Fue entonces cuando en su recuerdo la identidad de esa persona se rebeló.
Era Brittany. Ella había estado en el baile también. Y había hablado con Jesse.
"Se rumora que… Brittany conocía mas a Jesse, de lo que todos los demás piensan."
NO OLVIDEN COMENTAR ;) GRACIAS.
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Gran capitulo, cada vez salen mas cosas a la luz, ya quiero saber que es lo que esconde Brittany y si Rachel lograra hablar con David. Espero el proximo capitulo. Salu2 :D
camidejuaco******* - Mensajes : 498
Fecha de inscripción : 18/04/2012
Edad : 31
Capítulo 7:Sólo una disculpa!
RUMOR HAS IT
CAPITULO 7
SOLO UNA DISCULPA
Solamente quedaban dos días para cumplir el plazo que salvaría la vida de Rachel.
De nuevo una noche lluviosa comenzó a aparecer sobres los cielos azules de Lima, Ohio.
Había dos amenazas que combatir. La primera era sobre saldar una cuenta con la justicia. Pues para no ir a prisión Rachel tenía que recordar lo que había pasado en la noche del baile, para así poder atrapar al verdadero asesino. Pero por otra parte, había algo aun más aterrador que tomar en cuenta. Alguien había amenazado de muerte a Rachel y ese alguien también querría información sobre el caso antes de que el plazo terminara.
"David Brooks" era el nombre del joven que había acompañado a Jesse en su regreso a Lima. Rachel había visitado a Ryan antes de que regresara a California para saber más sobre ese chico. La lluvia caía a cantaros afuera mientras ellos tomaban café caliente dentro de la estancia de su apartamento.
- Los dos estaban en la facultad de Arte – decía Ryan mientras Rachel lo escuchaba tomando su taza de café. Los rayos comenzaban a caer afuera.
- ¿Entonces llegaron al pueblo, juntos? – pregunto Rachel.
- Sí, eso fue lo que Jesse me dijo antes de volver. Al parecer David tenía aquí a un familiar, y aprovecharía el viaje para hablar con él.
- ¿Familiar? ¿Sabes de quien se trata?
- No – respondió Ryan. – al igual que Jesse, David era un chico reservado.
- Ryan, no quiero parecer entrometida. – dijo Rachel disculpándose – pero esto es muy importante para mí. Solo necesito saber por dónde empezar. ¿Tienes idea de algún lugar en donde pueda saber algo sobre David?
El hombre sentado frente a ella la miro algo consternado. Se quedo mirando la ventana por unos segundos. Al aparecer tratando de recordar algo. Después volvió a dirigir sus ojos sobre Rachel, y finalmente dijo algo.
- Sunville – respondió Ryan – ese es el lugar en donde Jesse me dijo que se estaban quedando. ¿Te sirve de algo?
Rachel sonrió fugazmente.
- Muchas gracias, me has sido de mucha ayuda. – respondió ella poniéndose de pie.
Se despidieron con un abrazo, y después de desearle un buen viaje de regreso Rachel salió de la habitación de Ryan.
Camino hasta la estancia mientras su teléfono no dejaba de sonar. Lo tomo en sus manos y al ver que tenia al menos diez mensajes de Quinn lo volvió a meter a su bolsa. En estos momentos no tenía el tiempo para arreglar nada con ella, tenía que concentrarse en no desperdiciar sus dos últimos días.
Subió al auto sabiendo completamente la dirección a la que se dirigía. Sunville. El hotel resort que estaba justo en la entrada a Lima.
- Parece que será un mal día – dijo Santana.
- Y apenas son las siete de la mañana – le respondió Finn.
Ambos estaban en el consultorio de una clínica privada a las afueras del pueblo.
En estos momentos la cabeza de los dos tenía tantas cosas dándoles vuelta que parecía que explotarían. Santana creía estar embarazada. Y aquello no figuraba en los planes de ninguno de los dos.
Al ver que las manos de su novia estaban temblando mientras esperaban los resultados de sus estudios, Finn la abrazo fuertemente y dejo que se recostara en el. Parecía que al igual que él no había pegado un ojo en toda la noche. Así que trataba de hacerla descansar por lo menos unos minutos.
El doctor abrió la puerta del consultorio haciendo que ambos saltaran de la impresión. Lo miraron fijamente mientras él se quitaba los lentes de la cara.
- En efecto – dijo al ver su cara de ansiedad – la señorita tiene cinco semanas de embarazo.
Ambos tomaron una gran bocanada de aire mientras por dentro su corazón comenzaba a agitarse.
- Sé que ambos cuentan con muy poca edad – decía el doctor al notar sus facciones jóvenes – así que por eso me tome la libertad de hacerles algunas citas en los consultorios de planeación familiar con los que cuenta la clínica. Estas pláticas podrían ayudarles en este proceso y además podríamos tener su embarazado monitoreado más a menudo. Debido a que es muy chica en edad, este tipo de embarazos deben ser atendidos con más cuidado.
- Gracias – dijo Finn abrazando aun más fuerte a su novia.
Los dos chicos se pusieron de pie y salieron lentamente del consultorio. Iban en dirección a la recepción para tomar las fechas de sus pláticas. Sus rostros estaban pálidos a causa de los nervios que los atacaban en estos momentos.
Fue entonces cuando de pronto Santana choco con un hombre que tenía varios papeles en brazos. Usaba una bata blanca. Lo cual indicaba que trabajaba en aquel lugar.
Los ojos de Santana comenzaron a analizar a aquella persona. Su rostro le parecía familiar.
Fue entonces cuando recordó en donde lo había visto. Y mas bien con quien lo había visto.
Era Blaine. El nuevo novio de Kurt. Quien al parecer era algo mayor aunque no se notara a simple vista.
El chico la miro algo desconcertado y después de pedirle disculpas avanzo en otra dirección. Santana lo miro por unos momentos, pero después siguió avanzando.
Ya que Sunville estaba muy lejos del instituto Mckinley, Rachel no se presento a la escuela aquel día. Dejo su auto estacionado en la entrada del lugar, y después de hablar con el oficial que estaba en la entrada, avanzo hacia adentro de pie.
El lugar parecía ser caro. Pues las habitaciones en las que los huéspedes se quedaban eran muy bellas. Los espacios verdes parecían ser muy grandes, e incluso el ambiente era relajante desde que notabas las múltiples flores en el jardín.
Rachel avanzo hasta la recepción encontrándose con una mujer frente a ella.
Aquella chica rubia le sonrió amablemente haciendo que Rachel hiciera lo mismo.
- Buenos días ¿Viene a hacer alguna reservación? – pregunto aquella mujer.
- No, en realidad estaba buscando a alguien. Necesitaba hablar con él.
- ¿Cuál es su nombre?
- David Brooks – dijo Rachel aun fingiendo una sonrisa amable.
La cara de aquella chica de pronto se apago velozmente. Rachel noto su reacción anticipando que aquel nombre no era muy bien recibido en el lugar.
- Lo siento pero no hay ningún David Brooks – le dijo aquella mujer sin si quiera mirar en la lista de huéspedes.
- Mire, se que tal vez el no esté aquí. Pero necesito saber si alguien tiene alguna pista sobre él. Es muy urgente que hablemos.
- Espere un momento – dijo la chica de la recepción caminando hacia una habitación aledaña.
Una mujer de una edad avanzada salió de ella. Camino hasta donde estaba Rachel y la miro fijamente.
- ¿Es usted quien quiere hablar sobre David? – dijo ella al estar frente a Rachel.
- Así es – respondió la chica.
- Acompáñeme – dijo de nuevo aquella mujer yendo con Rachel hacia un par de sillas cerca de la entrada.
Las dos se miraron algo confundidas antes de comenzar su conversación.
- ¿Qué es lo que quiere saber sobre David? – dijo aquella mujer con ojos tristes.
- ¿Usted lo conocía bien? – pregunto Rachel.
- Era mi sobrino.
- Solamente quería hablar con él por unos minutos. Tengo entendido que vino con un amigo a hospedarse aquí hace unos días y… hay cosas que necesito preguntarle.
- ¿Cree que tuvo algo que ver en su muerte cierto? – pregunto la mujer fríamente.
Rachel abrió los ojos y tomo aire.
- Solo necesito hablar con él.
- Mire señorita. Puedo asegurarle que David no tiene nada que ver en la muerte de aquel chico. En efecto eran amigos. Pero estoy segura de que David no hizo nada contra él.
- ¿Cómo esta tan segura?
- Porque David también desapareció hace unos días.
La cara de Rachel de pronto se paralizo
- Cuando supe por las noticias que habían encontrado a un chico muerto – decía la mujer llorando – mi corazón comenzó a romperse pensando que podría ser David. El de pronto se fue una noche, me dijo que regresaría por sus cosas. Pero jamás volvió.
- ¿Entonces tampoco sabe nada sobre él? – pregunto Rachel consternada.
- Sé que él no se iría sin los recuerdos que su padre le dejo. Era lo más preciado que tenia. Y aun si tenía que huir. Estoy segura de que volvería por ellos. Pero David no ha regresado. Y no puedo quitarme la angustia de no saber en dónde está.
Después de digerir muy bien lo que la mujer le había dicho. Rachel comprendió rápidamente que David, al igual que Jesse había estado desaparecido. Y ahora este simple caso se había convertido en una autentica telaraña, pues Rachel ya no solo sospechaba del asesino de Jesse, sino que también parecía que esa persona, quería herir a David por igual.
Rachel se puso de pie. Y al explicarle a aquella mujer que la ayudaría a encontrar al asesino de su sobrino, ella, la miro con agradecimiento despidiéndola bajo la lluvia.
- Por cierto – dijo Rachel. - ¿Sabe si alguna vez hablaron de alguien más aquí en Lima? ¿Otro amigo?
La mujer reflexiono unos minutos.
- Una vez hubo una chica aquí con ellos. Se quedo unas horas y después se fue.
- ¿Puede describirme como era? – pregunto Rachel algo intrigada.
- Rubia. Un poco alta. Era delgada.
- No recuerda su nombre ¿cierto?
- Ellos lo mencionaron. Pero no lo recuerdo ahora.
- ¿Quinn? – pregunto Rachel.
- No, no era ese.
De pronto a la memoria de Rachel regreso el flashback que había tenido en el funeral.
- ¿Brittany?
- Ella. – dijo la mujer exaltada – era ese nombre. Brittany.
Rachel tomo una bocanada de aire y después comenzó a caminar afuera del lugar. Al parecer muchas piezas apuntaban a Brittany como una posible culpable. Provenía de California, había hablado con Jesse la noche del baile. Y ahora también había estado con él y su amigo en su cuarto de hotel.
Lo único que sabía Rachel por ahora, es que necesitaba hablar con ella.
De pronto, estando en el auto su teléfono sonó una vez más. Pensando que sería Quinn de nuevo contestó violentamente.
- Hola Rachel – dijo una voz distorsionada. Era aquel hombre de nuevo.
- ¿Qué quieres? – dijo Rachel al saber que era él.
- Hey, Hey, no debes hablarme así. Soy yo quien da las órdenes en el juego ¿recuerdas?
Rachel se quedo en silencio.
- ¿Sabes algo más sobre ese chico con el que llego Jesse? – pregunto él.
- Si, al parecer también el está desaparecido.
- Interesante.
- Pero hay algo que podría interesarte mas
- Escucho.
- Hay una chica llamada Brittany que tiene que ver más con esto de lo que parece. Es nueva en el instituto, y al parecer viene de California al igual que Jesse y su amigo.
- ¿Así que necesitamos hacer que la pequeña Brittany hable?
- Eso creo – dijo Rachel algo asustada por el tono en su voz.
- Muy bien – dijo aquel hombre y después colgó.
En esos momentos Rachel no se imagino nada de lo que pasaría unas horas antes. Avanzo con su auto hasta el instituto para buscar a la chica. Solo tenía unas horas más. Ahora un gran reloj recaía encima de ella.
Llego al estacionamiento de la escuela en el periodo libre, se quedo parada detrás de unos arbustos mirando en dirección a su aula, vigilando que Brittany estuviera dentro. De pronto la vio avanzando hacia la calle aledaña al colegio y rápidamente corrió hacia ella.
La tomo del brazo impidiendo que avanzara mientras Brittany la miraba confundida.
- ¿Qué haces? – dijo la chica rubia.
- Necesitamos hablar – respondió Rachel fríamente.
- No tengo nada que hablar contigo. Ni si quiera te conozco – respondió Brittany groseramente – ahora si me disculpas. Tengo cosas importantes que hacer.
- ¿Cómo limpiarte la culpa de la muerte de Jesse?
Brittany se quedo petrificada después de escuchar las palabras de Rachel.
- Lo sé – dijo Rachel – no eres tan nueva aquí después de todo.
- Tú no sabes nada sobre mí – respondió Brittany algo asustada.
- ¿Ahora si podemos hablar? – dijo Rachel sonriendo sarcásticamente.
Brittany avanzo hasta un lugar detrás de la escuela mientras Rachel la seguía. Se aseguro de que no hubiera nadie más escuchando y después miro a Rachel fijamente.
- ¿Qué quieres de mí? – pregunto Brittany.
- Quiero saber la verdad. ¿Qué tienes que ver con Jesse y con David?
- Es algo que no te incumbe – respondió Brittany
- ¿Entonces admites que los conocías? – pregunto Rachel.
- No tienes ningún derecho a venir aquí y preguntarme sobre lo que hago o no
- Si lo tengo. Porque nos has estado ocultando a todos tus verdaderas intenciones.
- ¿En serio? ¿y cuáles son? – pregunto Brittany agresivamente. – dime cuales son mis intenciones.
Rachel la miro con enojo por unos minutos.
- ¡Anda! ¡Dímelo! – le grito Brittany de nuevo.
- Tú lo asesinaste. Y ahora quieres pretender que nada paso.
- No tienes idea de lo que estás hablando.
- ¿A si? ¿Entonces dime qué fue lo que le paso?
- No voy a hablar más contigo. Solo eres una estúpida.
Rachel le soltó una bofetada a Brittany haciendo que esta la mirara con rencor.
- Lo siento –dijo Rachel después.
- Nunca más te me acerques. – le dijo Brittany soltándole otro golpe en la cara.
Rachel se puso la mano en la boca al ver que la sangre comenzaba a salir de su labio inferior.
- Y no vuelvas a tocarme – dijo Brittany.
Luego comenzó a avanzar fuera del lugar.
De pronto algo inesperado ocurrió.
Un hombre vestido de negro salió de entre los arbustos y golpeo a Brittany con un arma en la cabeza. Rachel salto al ver tal escena mientras el hombre avanzaba hacia ella apuntándole con el arma.
- Sube al auto – dijo él.
Aquel hombre llevaba puesta una máscara de color negro impidiendo que Rachel descubriera de quien se trataba.
Rachel comenzó a caminar hacia el auto frente a ella mientras aquel hombre la obligaba a subir a Brittany también.
Ella no tardo tiempo en comprender que el hombre que las estaba secuestrando era el mismo que la había estado amenazando. Su quijada comenzó a temblar mientras veía como la chica rubia al lado de ella estaba llenando de sangre el asiento a causa de su herida en la cabeza.
El auto avanzo mientras las dos chicas en el asiento trasero desconocían el destino.
La tormenta se hizo más fuerte, mientras los rayos comenzaban a caer más cerca del lugar.
Quinn caminaba por el estacionamiento en dirección a la cafetería en donde Noah la estaba esperando. De pronto la oficial Sylvester la detuvo para hablar con ella.
- Buenos días – dijo la mujer con lentes obscuros y una sombrilla.
Quinn bajo las muletas que tenía puestas y se quedo parada frente a ella.
- ¿En qué puedo ayudarle? – le respondió Quinn.
- Estaba buscando a Rachel Berry. Tengo entendido que son amigas. ¿Sabe donde esta?
- No, no hemos hablado mucho últimamente. Además no contesta mis llamadas.
- Tampoco contesta las mías – dijo Sue – pensé que si hablaba con usted sabría algo.
- Lo siento no puedo ayudarle.
- ¿Podrías llamarla una vez más? Solo para dejarme más tranquila – dijo Sue fingiendo sonreír
Quinn tomo su teléfono y comenzó a llamar a Rachel. De pronto el sonido de un celular resonó cerca del lugar.
Sue noto esto, y comenzó a caminar hacia el lugar de donde provenía el sonido. Quinn tomo sus muletas y la siguió.
De pronto llegaron hasta el teléfono de Rachel que sonaba en el piso bajo la lluvia.
- ¿Eso es sangre? – pregunto Quinn asustada al ver la mancha roja al lado del celular.
- Eso parece – dijo Sue entre dientes.
Se puso rápidamente de pie después de recoger el teléfono y tomo el suyo para llamar a alguien.
- Alerten a todas las unidades. Al parecer tenemos un secuestro. La señorita Rachel Berry es a quien buscamos, hay fotografías de ella en la oficina central. Envíenlas a todos y comiencen a buscarla. Quiero a esa chica frente a mí antes de que sea tarde.
Quinn se quedo mirando la sangre en el piso con lágrimas en los ojos. Al parecer estaba en shock.
Sue noto la expresión de Quinn y la tomo suavemente de los hombros.
- Deje que nosotros nos encarguemos de esto. Usted vaya a casa y si sabe algo de Rachel no dude en llamarnos. Es más seguro que se vaya de aquí.
Aun sin habla Quinn asintió con la cabeza y comenzó a caminar de regreso al estacionamiento.
El día se había convertido de pronto en una tormentosa odisea. De la cual no muchos saldrían ilesos.
Rachel y Brittany llegaron a una extraña bodega después de casi una hora de conducción. Brittany estaba ahora consiente. Y al parecer el dolor en la cabeza la estaba matando. Tenía sangre por toda la cara y lagrimas escurriendo de ella.
Rachel estaba limpiando su rostro con una pequeña toalla que había encontrado en el asiento trasero. El hombre abrió la puerta en donde estaban y rápidamente las hizo bajar del auto.
- Toma esto. – dijo aquel hombre a Rachel dándole una cuerda en las manos – átale las manos. – ordeno señalando a Brittany.
Rachel obedeció y cuando Brittany estuvo completamente atada el hombre la lanzo al piso dejándola tirada.
- Ahora date la vuelta – dijo aquel hombre.
Comenzó ahora a atar a Rachel mientras ella cada vez se asustaba más.
- Ahora vamos a jugar de nuevo – dijo aquel hombre cuando las dos chicas estaban en el piso. – las reglas son simples. Si no hablan, las mato. ¿Entienden?
Rachel y Brittany tenían lágrimas en los ojos. Aquel lugar estaba prácticamente en penumbras, lo cual hacia mas difícil lograr reconocer la cara del atacante.
- Vamos a empezar con la chica rubia – dijo él. – nos vas a contar todo lo que sepas de Jesse, y después vamos a darte un premio o un castigo.
- Por favor no me hagas daño – decía Brittany llorando muy asustada.
- Hey cálmate – le dijo aquel hombre – de todos modos las dos van a estar muertas para cuando el día termine.
Sue y los demás policías habían estado buscando a Rachel por más de una hora. Fue entonces cuando Sue, al igual que las chicas lo habían hecho hace unos días. Noto la cámara de seguridad que estaba en la cafetería de enfrente.
Comenzó a rebobinar la cinta de los videos después de entrar a aquel local algo alterada. Fue entonces cuando logro encontrar el momento en que un hombre se llevaba a las dos chicas en una camioneta negra. Comenzó a acercar la cámara y apunto hacia las placas de aquel auto.
- Te tengo – dijo escribiendo en un papel los números en el auto.
Mientras tanto Brittany había sido sentada en una silla junto a aquel hombre, quien apuntaba con un arma de nuevo a su cabeza.
- ¿Cómo conociste a Jesse? – pregunto él.
- Lo conocí cuando vivía en California. El iba a la misma universidad que mis primos y ellos nos presentaron. Cuando supe que era Actor igual que yo comencé a llamarlo más a menudo. Entonces, después de unos meses comenzamos a salir.
- ¿Entonces era tu novio?
- Lo fue. Yo… - decía Brittany llorando aun mas tristemente – yo lo amaba. Nunca habría podido hacerle daño.
- ¿Por qué terminaron? – siguió preguntando aquel hombre mientras Rachel escuchaba.
- El me termino. Hubo un tiempo en donde estuvo muy extraño. Alterado. Y después me entere que regresaría aquí a Lima. Fue a verlo unos días antes de que viniera, para tratar de convencerlo de que se quedara. Pero no puede. El regreso con David de todas maneras.
- ¿Y porque estás aquí?
- Solamente quería recuperarlo. Quería que comprendiera que yo lo amaba. Y nadie lo amaría más que yo.
Rachel trago saliva.
- ¿Le crees Rachel? – pregunto aquel hombre.
Brittany la miro con tristeza. Ahora Rachel sabía que Jesse había dejado toda una vida detrás de él al regresar. Y Brittany era una gran parte de ella.
- Es todo lo que se – dijo Brittany – después, en la noche del baile. Trate de convencerlo de que regresara conmigo a California. Pero el ya tenía otros planes. No me escucho y me dejo ahí. Sola. Unos días después supe que habían encontrado su cuerpo. Y desde ese día no me he podido ir de Lima. Porque aun siento como si él estuviera aquí. Y no quiero alejarme de él.
- Suena como un caso muy interesante para un programa de televisión. – dijo aquel hombre. – pero conozco a las chicas como tu Brittany. Sé que hay más cosas que no quieres contarme.
- Es todo lo que se – decía Brittany sollozando con voz débil – lo juro.
- Está bien. Ya que no quieres hablar vamos a determinar tu castigo.
El hombre le quito el seguro al arma y apunto a la cabeza de Brittany haciendo que la chica comenzara a gritar a causa del terror. Rachel seguía llorando sin poder hacer nada tirada en el piso.
- Te daré una oportunidad más. ¿Qué le paso a Jesse?
- No lo sé – respondió Brittany aterrada.
- Ok.
Después de decir eso el hombre soltó un disparo en la cabeza de la chica rubia haciendo que su cuerpo cayera sin vida a los pies de Rachel.
- Eso le pasa a las niñas que no cooperan – dijo él. – por eso se que tu si me ayudaras Rachel.
Rachel comenzó a llorar mas fuerte al ver los ojos perdidos que tenia Brittany en el rostro mirándola a ella. Si en realidad sabía algo más sobre Jesse. Ahora había muerto por amor.
- Es tu turno – dijo él.
- ¿Para qué? – pregunto Rachel.
- Para recordar más sobre esa noche antes de que te mate.
La chica sintió escalofríos en todo el cuerpo al escuchar esas palabras.
- ¿Por qué haces esto? – le grito Rachel. - ¿Qué tienes que ver tu con Jesse?
Aquel hombre dio una vuelta rápida y la miro con atención.
- No tienes derecho a preguntar. Pero ya que has sido de ayuda te contare.
Aquel hombre se sentó en la silla que estaba frente a Rachel.
- ¿Alguna vez te dijo que era adoptado? – pregunto aquel hombre a Rachel.
- Si lo sé.
- En aquellos tiempos yo era un joven muy rebelde. No entendía nada sobre la vida. Y parecía que siempre me trataba de dar lecciones duras. Un verano antes de graduarme, por un descuido. Embarace a una chica de mi escuela. los dos pensamos que no sería bueno un aborto. Porque el pequeño no tenía la culpa de nada. Así que cuando el bebe nació lo dimos a una casa de adopción.
Rachel abrió los ojos a causa de la impresión.
- Así es – dijo aquel hombre – yo soy su verdadero padre. Y quiero saber que le hicieron a mi hijo.
De pronto aquel hombre se comenzó a quitar la máscara de la cara dejando ver su verdadera identidad.
Rachel casi se desmaya a causa de la impresión. Era Will Schuester. El nuevo profesor de español. Él era el verdadero padre de Jesse.
- Después de todo este tiempo solo quería verlo una vez más – dijo Will – y pedirle una disculpa por haberlo abandonado. Solo era eso. Una disculpa, pero no puede hacerlo. Y todo es por culpa de alguien quien lo mato esa noche y yo sé ¡Que tú lo sabes perra!
Rachel tembló cuando Will la apunto con un arma.
- ¡Ahora habla antes de que te mate! – grito Will una vez más.
Rachel comenzó a tratar de recordar cosas. Pero al quedarse en blanco una vez más lo único que hizo fue cerrar los ojos y esperar el disparo. Al menos ahora descansaría de todo el ajetreo que se había armado alrededor de ella. La muerte vendría como un consuelo.
Fue entonces cuando un disparo resonó en todo el lugar.
Pero Rachel se extraño al no sentir dolor alguno. Abrió los ojos y pudo notar lo que pasaba.
Will estaba tirado en el piso con una bala atravesándole el pecho.
Mientras Sue, estaba detrás de él con un arma en la mano.
Rápidamente la oficial corrió hacia Rachel y la puso de pie mientras ambas miraban al hombre tirado frente a ellas.
- Era su padre – dijo Rachel al ver como Will la observaba desde abajo. Con una lagrima corriendo por sus mejillas.
"Se rumora que… Jesse tenía toda una vida oculta, la cual nadie nunca pudo ver"
¿Acaso Jesse es el malo en este historia? ¿Seguirán Rachel y Quinn siendo amigas? ¿La historia al fin habrá terminado?
Descúbrelo en el próximo capitulo: "Sin respiración". Capitulo final de la primera temporada de "Rumor has it".
COMENTA Y RECOMIENDA, YA QUE DEBEN HABER AL MENOS 6 COMENTARIOS PARA PUBLICAR EL PRÓXIMO CAPÍTULO Y CERRAR BIEN LA TEMPORADA. GRACIAS ;)
CAPITULO 7
SOLO UNA DISCULPA
Solamente quedaban dos días para cumplir el plazo que salvaría la vida de Rachel.
De nuevo una noche lluviosa comenzó a aparecer sobres los cielos azules de Lima, Ohio.
Había dos amenazas que combatir. La primera era sobre saldar una cuenta con la justicia. Pues para no ir a prisión Rachel tenía que recordar lo que había pasado en la noche del baile, para así poder atrapar al verdadero asesino. Pero por otra parte, había algo aun más aterrador que tomar en cuenta. Alguien había amenazado de muerte a Rachel y ese alguien también querría información sobre el caso antes de que el plazo terminara.
"David Brooks" era el nombre del joven que había acompañado a Jesse en su regreso a Lima. Rachel había visitado a Ryan antes de que regresara a California para saber más sobre ese chico. La lluvia caía a cantaros afuera mientras ellos tomaban café caliente dentro de la estancia de su apartamento.
- Los dos estaban en la facultad de Arte – decía Ryan mientras Rachel lo escuchaba tomando su taza de café. Los rayos comenzaban a caer afuera.
- ¿Entonces llegaron al pueblo, juntos? – pregunto Rachel.
- Sí, eso fue lo que Jesse me dijo antes de volver. Al parecer David tenía aquí a un familiar, y aprovecharía el viaje para hablar con él.
- ¿Familiar? ¿Sabes de quien se trata?
- No – respondió Ryan. – al igual que Jesse, David era un chico reservado.
- Ryan, no quiero parecer entrometida. – dijo Rachel disculpándose – pero esto es muy importante para mí. Solo necesito saber por dónde empezar. ¿Tienes idea de algún lugar en donde pueda saber algo sobre David?
El hombre sentado frente a ella la miro algo consternado. Se quedo mirando la ventana por unos segundos. Al aparecer tratando de recordar algo. Después volvió a dirigir sus ojos sobre Rachel, y finalmente dijo algo.
- Sunville – respondió Ryan – ese es el lugar en donde Jesse me dijo que se estaban quedando. ¿Te sirve de algo?
Rachel sonrió fugazmente.
- Muchas gracias, me has sido de mucha ayuda. – respondió ella poniéndose de pie.
Se despidieron con un abrazo, y después de desearle un buen viaje de regreso Rachel salió de la habitación de Ryan.
Camino hasta la estancia mientras su teléfono no dejaba de sonar. Lo tomo en sus manos y al ver que tenia al menos diez mensajes de Quinn lo volvió a meter a su bolsa. En estos momentos no tenía el tiempo para arreglar nada con ella, tenía que concentrarse en no desperdiciar sus dos últimos días.
Subió al auto sabiendo completamente la dirección a la que se dirigía. Sunville. El hotel resort que estaba justo en la entrada a Lima.
- Parece que será un mal día – dijo Santana.
- Y apenas son las siete de la mañana – le respondió Finn.
Ambos estaban en el consultorio de una clínica privada a las afueras del pueblo.
En estos momentos la cabeza de los dos tenía tantas cosas dándoles vuelta que parecía que explotarían. Santana creía estar embarazada. Y aquello no figuraba en los planes de ninguno de los dos.
Al ver que las manos de su novia estaban temblando mientras esperaban los resultados de sus estudios, Finn la abrazo fuertemente y dejo que se recostara en el. Parecía que al igual que él no había pegado un ojo en toda la noche. Así que trataba de hacerla descansar por lo menos unos minutos.
El doctor abrió la puerta del consultorio haciendo que ambos saltaran de la impresión. Lo miraron fijamente mientras él se quitaba los lentes de la cara.
- En efecto – dijo al ver su cara de ansiedad – la señorita tiene cinco semanas de embarazo.
Ambos tomaron una gran bocanada de aire mientras por dentro su corazón comenzaba a agitarse.
- Sé que ambos cuentan con muy poca edad – decía el doctor al notar sus facciones jóvenes – así que por eso me tome la libertad de hacerles algunas citas en los consultorios de planeación familiar con los que cuenta la clínica. Estas pláticas podrían ayudarles en este proceso y además podríamos tener su embarazado monitoreado más a menudo. Debido a que es muy chica en edad, este tipo de embarazos deben ser atendidos con más cuidado.
- Gracias – dijo Finn abrazando aun más fuerte a su novia.
Los dos chicos se pusieron de pie y salieron lentamente del consultorio. Iban en dirección a la recepción para tomar las fechas de sus pláticas. Sus rostros estaban pálidos a causa de los nervios que los atacaban en estos momentos.
Fue entonces cuando de pronto Santana choco con un hombre que tenía varios papeles en brazos. Usaba una bata blanca. Lo cual indicaba que trabajaba en aquel lugar.
Los ojos de Santana comenzaron a analizar a aquella persona. Su rostro le parecía familiar.
Fue entonces cuando recordó en donde lo había visto. Y mas bien con quien lo había visto.
Era Blaine. El nuevo novio de Kurt. Quien al parecer era algo mayor aunque no se notara a simple vista.
El chico la miro algo desconcertado y después de pedirle disculpas avanzo en otra dirección. Santana lo miro por unos momentos, pero después siguió avanzando.
Ya que Sunville estaba muy lejos del instituto Mckinley, Rachel no se presento a la escuela aquel día. Dejo su auto estacionado en la entrada del lugar, y después de hablar con el oficial que estaba en la entrada, avanzo hacia adentro de pie.
El lugar parecía ser caro. Pues las habitaciones en las que los huéspedes se quedaban eran muy bellas. Los espacios verdes parecían ser muy grandes, e incluso el ambiente era relajante desde que notabas las múltiples flores en el jardín.
Rachel avanzo hasta la recepción encontrándose con una mujer frente a ella.
Aquella chica rubia le sonrió amablemente haciendo que Rachel hiciera lo mismo.
- Buenos días ¿Viene a hacer alguna reservación? – pregunto aquella mujer.
- No, en realidad estaba buscando a alguien. Necesitaba hablar con él.
- ¿Cuál es su nombre?
- David Brooks – dijo Rachel aun fingiendo una sonrisa amable.
La cara de aquella chica de pronto se apago velozmente. Rachel noto su reacción anticipando que aquel nombre no era muy bien recibido en el lugar.
- Lo siento pero no hay ningún David Brooks – le dijo aquella mujer sin si quiera mirar en la lista de huéspedes.
- Mire, se que tal vez el no esté aquí. Pero necesito saber si alguien tiene alguna pista sobre él. Es muy urgente que hablemos.
- Espere un momento – dijo la chica de la recepción caminando hacia una habitación aledaña.
Una mujer de una edad avanzada salió de ella. Camino hasta donde estaba Rachel y la miro fijamente.
- ¿Es usted quien quiere hablar sobre David? – dijo ella al estar frente a Rachel.
- Así es – respondió la chica.
- Acompáñeme – dijo de nuevo aquella mujer yendo con Rachel hacia un par de sillas cerca de la entrada.
Las dos se miraron algo confundidas antes de comenzar su conversación.
- ¿Qué es lo que quiere saber sobre David? – dijo aquella mujer con ojos tristes.
- ¿Usted lo conocía bien? – pregunto Rachel.
- Era mi sobrino.
- Solamente quería hablar con él por unos minutos. Tengo entendido que vino con un amigo a hospedarse aquí hace unos días y… hay cosas que necesito preguntarle.
- ¿Cree que tuvo algo que ver en su muerte cierto? – pregunto la mujer fríamente.
Rachel abrió los ojos y tomo aire.
- Solo necesito hablar con él.
- Mire señorita. Puedo asegurarle que David no tiene nada que ver en la muerte de aquel chico. En efecto eran amigos. Pero estoy segura de que David no hizo nada contra él.
- ¿Cómo esta tan segura?
- Porque David también desapareció hace unos días.
La cara de Rachel de pronto se paralizo
- Cuando supe por las noticias que habían encontrado a un chico muerto – decía la mujer llorando – mi corazón comenzó a romperse pensando que podría ser David. El de pronto se fue una noche, me dijo que regresaría por sus cosas. Pero jamás volvió.
- ¿Entonces tampoco sabe nada sobre él? – pregunto Rachel consternada.
- Sé que él no se iría sin los recuerdos que su padre le dejo. Era lo más preciado que tenia. Y aun si tenía que huir. Estoy segura de que volvería por ellos. Pero David no ha regresado. Y no puedo quitarme la angustia de no saber en dónde está.
Después de digerir muy bien lo que la mujer le había dicho. Rachel comprendió rápidamente que David, al igual que Jesse había estado desaparecido. Y ahora este simple caso se había convertido en una autentica telaraña, pues Rachel ya no solo sospechaba del asesino de Jesse, sino que también parecía que esa persona, quería herir a David por igual.
Rachel se puso de pie. Y al explicarle a aquella mujer que la ayudaría a encontrar al asesino de su sobrino, ella, la miro con agradecimiento despidiéndola bajo la lluvia.
- Por cierto – dijo Rachel. - ¿Sabe si alguna vez hablaron de alguien más aquí en Lima? ¿Otro amigo?
La mujer reflexiono unos minutos.
- Una vez hubo una chica aquí con ellos. Se quedo unas horas y después se fue.
- ¿Puede describirme como era? – pregunto Rachel algo intrigada.
- Rubia. Un poco alta. Era delgada.
- No recuerda su nombre ¿cierto?
- Ellos lo mencionaron. Pero no lo recuerdo ahora.
- ¿Quinn? – pregunto Rachel.
- No, no era ese.
De pronto a la memoria de Rachel regreso el flashback que había tenido en el funeral.
- ¿Brittany?
- Ella. – dijo la mujer exaltada – era ese nombre. Brittany.
Rachel tomo una bocanada de aire y después comenzó a caminar afuera del lugar. Al parecer muchas piezas apuntaban a Brittany como una posible culpable. Provenía de California, había hablado con Jesse la noche del baile. Y ahora también había estado con él y su amigo en su cuarto de hotel.
Lo único que sabía Rachel por ahora, es que necesitaba hablar con ella.
De pronto, estando en el auto su teléfono sonó una vez más. Pensando que sería Quinn de nuevo contestó violentamente.
- Hola Rachel – dijo una voz distorsionada. Era aquel hombre de nuevo.
- ¿Qué quieres? – dijo Rachel al saber que era él.
- Hey, Hey, no debes hablarme así. Soy yo quien da las órdenes en el juego ¿recuerdas?
Rachel se quedo en silencio.
- ¿Sabes algo más sobre ese chico con el que llego Jesse? – pregunto él.
- Si, al parecer también el está desaparecido.
- Interesante.
- Pero hay algo que podría interesarte mas
- Escucho.
- Hay una chica llamada Brittany que tiene que ver más con esto de lo que parece. Es nueva en el instituto, y al parecer viene de California al igual que Jesse y su amigo.
- ¿Así que necesitamos hacer que la pequeña Brittany hable?
- Eso creo – dijo Rachel algo asustada por el tono en su voz.
- Muy bien – dijo aquel hombre y después colgó.
En esos momentos Rachel no se imagino nada de lo que pasaría unas horas antes. Avanzo con su auto hasta el instituto para buscar a la chica. Solo tenía unas horas más. Ahora un gran reloj recaía encima de ella.
Llego al estacionamiento de la escuela en el periodo libre, se quedo parada detrás de unos arbustos mirando en dirección a su aula, vigilando que Brittany estuviera dentro. De pronto la vio avanzando hacia la calle aledaña al colegio y rápidamente corrió hacia ella.
La tomo del brazo impidiendo que avanzara mientras Brittany la miraba confundida.
- ¿Qué haces? – dijo la chica rubia.
- Necesitamos hablar – respondió Rachel fríamente.
- No tengo nada que hablar contigo. Ni si quiera te conozco – respondió Brittany groseramente – ahora si me disculpas. Tengo cosas importantes que hacer.
- ¿Cómo limpiarte la culpa de la muerte de Jesse?
Brittany se quedo petrificada después de escuchar las palabras de Rachel.
- Lo sé – dijo Rachel – no eres tan nueva aquí después de todo.
- Tú no sabes nada sobre mí – respondió Brittany algo asustada.
- ¿Ahora si podemos hablar? – dijo Rachel sonriendo sarcásticamente.
Brittany avanzo hasta un lugar detrás de la escuela mientras Rachel la seguía. Se aseguro de que no hubiera nadie más escuchando y después miro a Rachel fijamente.
- ¿Qué quieres de mí? – pregunto Brittany.
- Quiero saber la verdad. ¿Qué tienes que ver con Jesse y con David?
- Es algo que no te incumbe – respondió Brittany
- ¿Entonces admites que los conocías? – pregunto Rachel.
- No tienes ningún derecho a venir aquí y preguntarme sobre lo que hago o no
- Si lo tengo. Porque nos has estado ocultando a todos tus verdaderas intenciones.
- ¿En serio? ¿y cuáles son? – pregunto Brittany agresivamente. – dime cuales son mis intenciones.
Rachel la miro con enojo por unos minutos.
- ¡Anda! ¡Dímelo! – le grito Brittany de nuevo.
- Tú lo asesinaste. Y ahora quieres pretender que nada paso.
- No tienes idea de lo que estás hablando.
- ¿A si? ¿Entonces dime qué fue lo que le paso?
- No voy a hablar más contigo. Solo eres una estúpida.
Rachel le soltó una bofetada a Brittany haciendo que esta la mirara con rencor.
- Lo siento –dijo Rachel después.
- Nunca más te me acerques. – le dijo Brittany soltándole otro golpe en la cara.
Rachel se puso la mano en la boca al ver que la sangre comenzaba a salir de su labio inferior.
- Y no vuelvas a tocarme – dijo Brittany.
Luego comenzó a avanzar fuera del lugar.
De pronto algo inesperado ocurrió.
Un hombre vestido de negro salió de entre los arbustos y golpeo a Brittany con un arma en la cabeza. Rachel salto al ver tal escena mientras el hombre avanzaba hacia ella apuntándole con el arma.
- Sube al auto – dijo él.
Aquel hombre llevaba puesta una máscara de color negro impidiendo que Rachel descubriera de quien se trataba.
Rachel comenzó a caminar hacia el auto frente a ella mientras aquel hombre la obligaba a subir a Brittany también.
Ella no tardo tiempo en comprender que el hombre que las estaba secuestrando era el mismo que la había estado amenazando. Su quijada comenzó a temblar mientras veía como la chica rubia al lado de ella estaba llenando de sangre el asiento a causa de su herida en la cabeza.
El auto avanzo mientras las dos chicas en el asiento trasero desconocían el destino.
La tormenta se hizo más fuerte, mientras los rayos comenzaban a caer más cerca del lugar.
Quinn caminaba por el estacionamiento en dirección a la cafetería en donde Noah la estaba esperando. De pronto la oficial Sylvester la detuvo para hablar con ella.
- Buenos días – dijo la mujer con lentes obscuros y una sombrilla.
Quinn bajo las muletas que tenía puestas y se quedo parada frente a ella.
- ¿En qué puedo ayudarle? – le respondió Quinn.
- Estaba buscando a Rachel Berry. Tengo entendido que son amigas. ¿Sabe donde esta?
- No, no hemos hablado mucho últimamente. Además no contesta mis llamadas.
- Tampoco contesta las mías – dijo Sue – pensé que si hablaba con usted sabría algo.
- Lo siento no puedo ayudarle.
- ¿Podrías llamarla una vez más? Solo para dejarme más tranquila – dijo Sue fingiendo sonreír
Quinn tomo su teléfono y comenzó a llamar a Rachel. De pronto el sonido de un celular resonó cerca del lugar.
Sue noto esto, y comenzó a caminar hacia el lugar de donde provenía el sonido. Quinn tomo sus muletas y la siguió.
De pronto llegaron hasta el teléfono de Rachel que sonaba en el piso bajo la lluvia.
- ¿Eso es sangre? – pregunto Quinn asustada al ver la mancha roja al lado del celular.
- Eso parece – dijo Sue entre dientes.
Se puso rápidamente de pie después de recoger el teléfono y tomo el suyo para llamar a alguien.
- Alerten a todas las unidades. Al parecer tenemos un secuestro. La señorita Rachel Berry es a quien buscamos, hay fotografías de ella en la oficina central. Envíenlas a todos y comiencen a buscarla. Quiero a esa chica frente a mí antes de que sea tarde.
Quinn se quedo mirando la sangre en el piso con lágrimas en los ojos. Al parecer estaba en shock.
Sue noto la expresión de Quinn y la tomo suavemente de los hombros.
- Deje que nosotros nos encarguemos de esto. Usted vaya a casa y si sabe algo de Rachel no dude en llamarnos. Es más seguro que se vaya de aquí.
Aun sin habla Quinn asintió con la cabeza y comenzó a caminar de regreso al estacionamiento.
El día se había convertido de pronto en una tormentosa odisea. De la cual no muchos saldrían ilesos.
Rachel y Brittany llegaron a una extraña bodega después de casi una hora de conducción. Brittany estaba ahora consiente. Y al parecer el dolor en la cabeza la estaba matando. Tenía sangre por toda la cara y lagrimas escurriendo de ella.
Rachel estaba limpiando su rostro con una pequeña toalla que había encontrado en el asiento trasero. El hombre abrió la puerta en donde estaban y rápidamente las hizo bajar del auto.
- Toma esto. – dijo aquel hombre a Rachel dándole una cuerda en las manos – átale las manos. – ordeno señalando a Brittany.
Rachel obedeció y cuando Brittany estuvo completamente atada el hombre la lanzo al piso dejándola tirada.
- Ahora date la vuelta – dijo aquel hombre.
Comenzó ahora a atar a Rachel mientras ella cada vez se asustaba más.
- Ahora vamos a jugar de nuevo – dijo aquel hombre cuando las dos chicas estaban en el piso. – las reglas son simples. Si no hablan, las mato. ¿Entienden?
Rachel y Brittany tenían lágrimas en los ojos. Aquel lugar estaba prácticamente en penumbras, lo cual hacia mas difícil lograr reconocer la cara del atacante.
- Vamos a empezar con la chica rubia – dijo él. – nos vas a contar todo lo que sepas de Jesse, y después vamos a darte un premio o un castigo.
- Por favor no me hagas daño – decía Brittany llorando muy asustada.
- Hey cálmate – le dijo aquel hombre – de todos modos las dos van a estar muertas para cuando el día termine.
Sue y los demás policías habían estado buscando a Rachel por más de una hora. Fue entonces cuando Sue, al igual que las chicas lo habían hecho hace unos días. Noto la cámara de seguridad que estaba en la cafetería de enfrente.
Comenzó a rebobinar la cinta de los videos después de entrar a aquel local algo alterada. Fue entonces cuando logro encontrar el momento en que un hombre se llevaba a las dos chicas en una camioneta negra. Comenzó a acercar la cámara y apunto hacia las placas de aquel auto.
- Te tengo – dijo escribiendo en un papel los números en el auto.
Mientras tanto Brittany había sido sentada en una silla junto a aquel hombre, quien apuntaba con un arma de nuevo a su cabeza.
- ¿Cómo conociste a Jesse? – pregunto él.
- Lo conocí cuando vivía en California. El iba a la misma universidad que mis primos y ellos nos presentaron. Cuando supe que era Actor igual que yo comencé a llamarlo más a menudo. Entonces, después de unos meses comenzamos a salir.
- ¿Entonces era tu novio?
- Lo fue. Yo… - decía Brittany llorando aun mas tristemente – yo lo amaba. Nunca habría podido hacerle daño.
- ¿Por qué terminaron? – siguió preguntando aquel hombre mientras Rachel escuchaba.
- El me termino. Hubo un tiempo en donde estuvo muy extraño. Alterado. Y después me entere que regresaría aquí a Lima. Fue a verlo unos días antes de que viniera, para tratar de convencerlo de que se quedara. Pero no puede. El regreso con David de todas maneras.
- ¿Y porque estás aquí?
- Solamente quería recuperarlo. Quería que comprendiera que yo lo amaba. Y nadie lo amaría más que yo.
Rachel trago saliva.
- ¿Le crees Rachel? – pregunto aquel hombre.
Brittany la miro con tristeza. Ahora Rachel sabía que Jesse había dejado toda una vida detrás de él al regresar. Y Brittany era una gran parte de ella.
- Es todo lo que se – dijo Brittany – después, en la noche del baile. Trate de convencerlo de que regresara conmigo a California. Pero el ya tenía otros planes. No me escucho y me dejo ahí. Sola. Unos días después supe que habían encontrado su cuerpo. Y desde ese día no me he podido ir de Lima. Porque aun siento como si él estuviera aquí. Y no quiero alejarme de él.
- Suena como un caso muy interesante para un programa de televisión. – dijo aquel hombre. – pero conozco a las chicas como tu Brittany. Sé que hay más cosas que no quieres contarme.
- Es todo lo que se – decía Brittany sollozando con voz débil – lo juro.
- Está bien. Ya que no quieres hablar vamos a determinar tu castigo.
El hombre le quito el seguro al arma y apunto a la cabeza de Brittany haciendo que la chica comenzara a gritar a causa del terror. Rachel seguía llorando sin poder hacer nada tirada en el piso.
- Te daré una oportunidad más. ¿Qué le paso a Jesse?
- No lo sé – respondió Brittany aterrada.
- Ok.
Después de decir eso el hombre soltó un disparo en la cabeza de la chica rubia haciendo que su cuerpo cayera sin vida a los pies de Rachel.
- Eso le pasa a las niñas que no cooperan – dijo él. – por eso se que tu si me ayudaras Rachel.
Rachel comenzó a llorar mas fuerte al ver los ojos perdidos que tenia Brittany en el rostro mirándola a ella. Si en realidad sabía algo más sobre Jesse. Ahora había muerto por amor.
- Es tu turno – dijo él.
- ¿Para qué? – pregunto Rachel.
- Para recordar más sobre esa noche antes de que te mate.
La chica sintió escalofríos en todo el cuerpo al escuchar esas palabras.
- ¿Por qué haces esto? – le grito Rachel. - ¿Qué tienes que ver tu con Jesse?
Aquel hombre dio una vuelta rápida y la miro con atención.
- No tienes derecho a preguntar. Pero ya que has sido de ayuda te contare.
Aquel hombre se sentó en la silla que estaba frente a Rachel.
- ¿Alguna vez te dijo que era adoptado? – pregunto aquel hombre a Rachel.
- Si lo sé.
- En aquellos tiempos yo era un joven muy rebelde. No entendía nada sobre la vida. Y parecía que siempre me trataba de dar lecciones duras. Un verano antes de graduarme, por un descuido. Embarace a una chica de mi escuela. los dos pensamos que no sería bueno un aborto. Porque el pequeño no tenía la culpa de nada. Así que cuando el bebe nació lo dimos a una casa de adopción.
Rachel abrió los ojos a causa de la impresión.
- Así es – dijo aquel hombre – yo soy su verdadero padre. Y quiero saber que le hicieron a mi hijo.
De pronto aquel hombre se comenzó a quitar la máscara de la cara dejando ver su verdadera identidad.
Rachel casi se desmaya a causa de la impresión. Era Will Schuester. El nuevo profesor de español. Él era el verdadero padre de Jesse.
- Después de todo este tiempo solo quería verlo una vez más – dijo Will – y pedirle una disculpa por haberlo abandonado. Solo era eso. Una disculpa, pero no puede hacerlo. Y todo es por culpa de alguien quien lo mato esa noche y yo sé ¡Que tú lo sabes perra!
Rachel tembló cuando Will la apunto con un arma.
- ¡Ahora habla antes de que te mate! – grito Will una vez más.
Rachel comenzó a tratar de recordar cosas. Pero al quedarse en blanco una vez más lo único que hizo fue cerrar los ojos y esperar el disparo. Al menos ahora descansaría de todo el ajetreo que se había armado alrededor de ella. La muerte vendría como un consuelo.
Fue entonces cuando un disparo resonó en todo el lugar.
Pero Rachel se extraño al no sentir dolor alguno. Abrió los ojos y pudo notar lo que pasaba.
Will estaba tirado en el piso con una bala atravesándole el pecho.
Mientras Sue, estaba detrás de él con un arma en la mano.
Rápidamente la oficial corrió hacia Rachel y la puso de pie mientras ambas miraban al hombre tirado frente a ellas.
- Era su padre – dijo Rachel al ver como Will la observaba desde abajo. Con una lagrima corriendo por sus mejillas.
"Se rumora que… Jesse tenía toda una vida oculta, la cual nadie nunca pudo ver"
¿Acaso Jesse es el malo en este historia? ¿Seguirán Rachel y Quinn siendo amigas? ¿La historia al fin habrá terminado?
Descúbrelo en el próximo capitulo: "Sin respiración". Capitulo final de la primera temporada de "Rumor has it".
COMENTA Y RECOMIENDA, YA QUE DEBEN HABER AL MENOS 6 COMENTARIOS PARA PUBLICAR EL PRÓXIMO CAPÍTULO Y CERRAR BIEN LA TEMPORADA. GRACIAS ;)
Nina Rathbone* - Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Buenisisimo capitulo, no me esperaba que Britt hubiera sido novia de Jesse ni que Will fuera su papá, imaginaba que podria ser él el de las llamadas pero nunca que tuviera esa relacion con Jesse. Ya quiero leer el final de la primera temporada
camidejuaco******* - Mensajes : 498
Fecha de inscripción : 18/04/2012
Edad : 31
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
... Me encanto el capitulo .... hubo mucho suspenso quien se iba a imaginar que Will iba a ser el padre biologico de Jessy y que brittany fue su novia pero al final la asesinaron :c ... que mal ... ojala lo sigas publicando tu Fic me gusta mucho .... Espero la actualizacion :D
Kenia_Michele***** - Mensajes : 266
Fecha de inscripción : 10/09/2012
Edad : 29
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Will no me lo esperaba ni mucho menos lo de Brittany y el maldito la mato u.u' ¿como pudo matar a Britt? xd dios, quiero saber más Jesse e.e' ese viejo tiene más secretos que el Lord Tubbington y Blaine es médico :O :O .O:O es mayor que Kurt ahh me dejeas asi o.O xDD espero el último capitulo T-T
Nalle Rivera- Nayaholic Groff
- Mensajes : 1233
Fecha de inscripción : 24/12/2011
Edad : 25
Re: Fic: Rumor has it (St. Berry) Capítulos 9 y 10 (Segunda temporada) 9 DEDICADO A ADE 10 DEDICADO A NALLE RIVERA
Por fin! Por fin! Pude leer tu fabuloso FIC, lamento lo lamento!! Perdon por no pasarme antes, tenia una tormenta de cosas que hacer, me encanta tu FIC Nina, sabes escribir muy bien y me encanta como lo describes, es tan genial!! No es un fracaso de FIC, porque a la gente la gusta y tu haces que tengan un buen momento de entretenimiento con tu FIC, es fabuloso! Aunque me dolio que mataran a mi Britt-Britt :(
SIGUELOOO!!
PD. Pasate por mis FICS, tienen St. Berry :)
~ Adeliux♥!!
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Adee' Gustin Malik***** - Mensajes : 230
Fecha de inscripción : 09/08/2012
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