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Re: KLAINE -FIC -Tigre - Epilogo
Esa charla fue tan instructiva, me parece que la confianza entre padres e hijos es de vital importancia además de que con esto se genera que uno tenga la decisión de acudir a ellos primero que a otras personas que en muchas ocasiones no ayudan, me encanta la Unión que tienen como familia, hasta a mi me hubiera gustado una charla así. Me encanto y espero que puedas actualizar pronto.
rekanchi********-* - Mensajes : 880
Fecha de inscripción : 04/10/2012
Edad : 31
Re: KLAINE -FIC -Tigre - Epilogo
Glee no me pertenece, ni los personajes, ya quisiera yo ser dueña de Blaine, los Hummel-Hudson, etc., pero no, no me pertenecen, esto es por “diversión”.
AGRADESCO sus comentarios y su infinita paciencia, la verdad estoy muy ocupada con mi trabajo entre otras cosas, pero quiero que sepan que no voy a dejar esta historia, estamos en los últimos capítulos.
ADVERTENCIAS:
Esta historia contendrá situaciones difíciles, mal lenguaje, violencia y una temática homosexual latente, si tienes problemas con cualquiera de estos temas, te recomiendo no sigas leyendo, igual si eres menor de edad no me hago responsable de traumas, ya lo he advertido y sin más…iniciamos.
Cap. 40 “Finalizando”
Algunos días…no, más bien un par de semanas habían pasado desde el evento que sacudió a Blaine y a Kurt con respecto a los mellizos, los cuales no tuvieron un cambio tan radical como en un momento creyeron los adultos.
Lizzy no dejo de ser Lizzy, incluso parecía que ese evento no hubiese pasado, salvo por el hecho de que de los primeros dos días estuvieron llenos de explosiones que la hicieron un tanto peligrosa en su clase de defensa personal y un par de cólicos que Kurt logro tranquilizar con fomentos de agua caliente y té, por otro lado a Alex solo se le notaba un tanto curioso e incómodo cuando casualmente se encontraba a su padre y a Kurt con algún intercambio de cariño, nada sobresaliente, las caricias de sus manos en la mesa, la forma en cómo se abrazaban para ver una película con ellos o esas escasa veces que logro ver cuando su padre le robaba un beso a Kurt ligeramente “diferente” , catalogando así a aquellos roces de labios que no solo parecían ser roces, pero fuera de eso, todo parecía normal.
Sin embargo Kurt y Blaine sabían que las cosas estaban cambiando ya, que pronto ambos niños necesitarían más espacio privado para cada uno y Kurt sabía muy bien que eso de compartir cuarto con alguien mas no era del todo grato en plena adolescencia, tenían que arreglar las cosas y ya estaban trabajando en eso, justamente esa mañana de viernes Blaine se había quedado en el departamento, para sorpresa de los mellizos quienes se habían acostumbrado a que en el tiempo que tenían viviendo en Nueva York, Kurt era el que usualmente estaba en casa, pues podía trabajar a larga distancia, mientras su padre se encargaba del taller, pero ese viernes parecía diferente, incluso en la tarde cuando volvieron de sus clases privadas encontraron que su padre había estado todo el día solo, Kurt no se había parado en el departamento desde el momento en que salió de el, en la mañana, antes siquiera de que se fueran al colegio; sobra decir que los mellizos estaban preocupados, Lizzy no tardo en sentarse en la sala con el oso que le había regalado la abuela Carole para observar a su padre quien parecía muy interesado en revisar unos papeles, los cuales por cierto parecía haber estado leyendo y corrigiendo todo el día, Alex estaba terminado su tarea cerca de ahí, Lizzy había podido terminarla durante un descanso de su práctica, pero Alex había estado muy ocupado nadando sin descanso apropiado para hacer sus deberes, era la forma en que el niño despejaba su mente y trataba de no poner mucha importancia al hecho de que su padre y Kurt no parecían tan cercanos ese día.
- ¿Papi, donde esta tío Kurt? –pregunto Lizzy mientras abrazaba su oso al tiempo que Blaine solo suspiraba y le miraba de reojo- es que no lo he visto en toooooodo el día y lo extraño ¿Cuándo vuelve a casa? –pregunto suave al tiempo que Alex levantaba sus ojos de su cuaderno pues también le interesaba saber que pasaba, en su cabeza su padre y Kurt no podían estar pelados, pero ya anoche los había encontrado con un comportamiento sospechoso que había preferido no mencionar a Lizzy-
- Está arreglando unos asuntos personales –dijo antes de mover una mano para acariciar el cabello de su niña, quien esa tarde se había dejado solo una diadema color verde pasto que no quedaba para nada con su conjunto casual de diseñador que el tío Kurt le había comprado hace poco- no debe tardar
- pero ya tardo – contesto rápidamente Lizzy antes de acercarse más a su padre- ¿Por qué has estado todo el día en casa papá? ¿el abuelo Burt no te va a regañar por no estar en el taller? –pregunto mientras movía las manitas afelpadas de su oso, como si estuvieran rozándose entre si-
- todo está bien Lizzy – dijo el pelinegro con voz serena antes de alejar su mano de la coronilla de la niña, mientras se sentía observado por su hijo, sabía que estaban inquietos, los dos a su manera, no habría esperado que el no ver a Kurt por unas horas, cuando no tenían ni un año de vivir con él, les alertaría así- ¿Por qué no van a arreglarse para dormir? –pregunto el pelinegro logrando que Alex levantara una ceja, en verdad su hijo estaba adquiriendo muchos ademanes de Kurt- así cuando llegue Kurt podemos ir todos a nuestro cuarto para dormir ¿no les gustaría dormir con nosotros? –pregunto logrando que Lizzy prácticamente saltara de su lugar para ponerse frente a su padre, justo cuando este recibía un mensaje de texto en su celular-
-¡¿En serio podemos?! –pregunto sorprendida Lizzy, mientras su papá tomaba su teléfono móvil para abrir el mensaje, posiblemente el que había estado esperando desde hace un par de horas- ¡¿Papá?! –
- Si, si, anda ve a cambiarte y lleva a Alex contigo –dijo el mayor logrando que Lizzy se apurara a tomar a su hermano de un brazo, jalándolo insistentemente mientras el pequeño castaño negaba y se aferraba a tener una respuesta mejor a aquello, dispuesto a poner el pretexto de la tarea de ser necesario- Alex…mañana es sábado, seguro puedes terminar lo que te falte mañana –dijo de tal forma que parecía que a su padre le divertía su reacción y que aparte podía leer la mente, lo cual no era tan divertido para Alex, porque últimamente su cabecita era rondada por muchas cosas sin sentido-
- Anda, anda, anda, anda, anda, aaaaaaaaaaaaaanda Aaaaaaaaaaaalex –repitió de forma animada la niña de ojos azules logrando que su hermano respirara hondo antes de levantarse y dejarse llevar por su energía, aquellos que decían que las niñas eran débiles no conocían a su hermana-
Fue entonces que los niños desaparecieron de la sala dejando solo a Blaine con la mirada amielada aun en aquel mensaje, aquello finalmente estaba pasando, tal vez no era su historia de ensueño, no como la habrían planeado cuando aún eran jóvenes pero sin lugar a dudas era lo mejor y lo más cercano a la perfección, tomando en cuenta sus situaciones, su pasado y sobre todo la presurosa forma como corría el tiempo amenazando la comodidad y el bienestar de los mellizos, su vida al lado de Kurt como la conocía iniciaba y terminaba de formas que él no siempre pudo controlar, ahora las cosas estaban por cambiar una vez más.
Los mellizos se arreglaban en su cuarto, Lizzy mas apresurada que Alex, su cabello largo era un problema cuando ella estaba más apresurada, había decidido hace unos pocos días que comenzaría a arreglárselo, dejaría que el tío Kurt o su papá le ayudaran por las mañanas algunas veces y definitivamente en eventos especiales, pero para andar en casa, para sus clases por la tarde y para dormir lo haría ella sola y la verdad era un problema, su rizos iban siempre al lado contrario de a donde ella los mandaba, en ese momento estaba luchando por hacerse dos trenzas, su papá y su tío parecían ser expertos, incluso una vez el tío Puck y el tío Finn cuando los cuidaban hacían competido para ver quien le trenzaba el pelo más rápido ¡Y no se habían tardado NADA!, aquello era un golpe a su orgullo, era su cabello, suyo ¿Por qué alguien debía de hacerlo más rápido que ella?.
- ¡Voy a cortarte si no haces lo que quiero! –murmuro de mala gana la niña mientras amenazaba a su cabello al espejo con un peine de cerdas gruesas y separadas, especial para sus rizos- ¡Eres mío y debes hacer lo que digo! –dijo frunciendo el cabello logrando que su hermano quien se abrochaba los últimos botones de la camisa de su pijama la miraba de reojo-
- ¿si sabes que tu cabello no va a responderte, verdad? –pregunto Alex antes de acomodar su cabello con sus dedos, tal y como su papá le había enseñado hace unos meses-
- claro que lo sé –dijo la pelinegra mirando a su hermano por el espejo- a veces debes decir las cosas en voz alta aunque solo sea como un sueñito Alex, se llama ser creativa –dijo antes volver a concentrarse en su cabello, logrando que una de sus trenzas avanzara a la mitad sin deshacerse-
- sí, claro –respondió el castaño de ojos color miel antes de sentarse en el borde de su cama-…me siento nervioso –murmuro el niño antes de suspirar-
- todo va a estar bien –dijo Lizzy antes de lograr terminar una de sus trenzas- el tío solo debe estar trabajando, él a veces debe ir a su oficina, así sus jefes pueden verlo ¿imaginas lo que deben sentir al no verlo tanto como nosotros? El no ver sus ojitos azules y la forma tan bonita como viste todos los días, debe ser muy duro, por eso debemos compartir al tío Kurt –dijo mientras iniciaba su otra trenza-
Alex no dijo nada más, estaba seguro que si mencionaba el hecho de haber oído que Kurt y su papá habían discutido la noche anterior y que de hecho su papá había vuelto a dormir en el sillón, terminaría poniendo terriblemente ansiosa a Lizzy y ella estaba manejando bien el no estar cerca de Kurt, no tenía derecho a preocuparla y la verdad no podría manejar sus nervios y los de ella, aquello terminaría volviéndolo loco…tal vez más que su hermana y eso era mucho que decir, así que solo respiro hondo y espero a que su hermana terminara o intentara terminar con su arreglo.
Afuera su papá debía seguir con esos papeles, estaba seguro que estaban ligados al hecho de haber estado pendiente del teléfono la mayor parte de la tarde y esos papeles, ahora que recordaba un poco, anoche Kurt había dicho algo de que su papá debía terminar quien sabe que cosas ¿eran esos papeles? ¿Kurt realmente estaba en la revista?, había estado tentado a llamar a la oficina de Kurt para preguntar por él, pero la idea de escuchar que no estaba ahí, lo habría alterado demasiado, de hecho todo esto lo estaba logrando, así que volvió a respirar, cerrando sus ojos, su papá y Kurt no podría tener nada malo entre ellos, tal vez nada estaba realmente ligado, solo debía…
- ¡La puerta! –grito Lizzy girando la cabeza hacia su hermano, sus trenzas estaban flojas pero había logrado terminarlas, Alex se había asustado y ahora después de aquello sentía que su corazón latía a mil minutos por …¿segundos?, algo así, rápido- debemos salir –dijo ella soltando el peine para ir a tomar la mano de su hermano quien volvió a resistirse- vamos Alex, anda, aaaaaanda, aaaaaaaaaanda, el tío Kurt debe estar afuera –dijo de forma energética logrando que Alex volviera a verla, sintiéndose demasiado ansioso, salir y descubrir lo que estaba pasando era demasiado para él, no es que tuviera miedo…bueno si, si lo tenía, Kurt era algo que no creyó tener jamás, era el inicio de una familia, de un lugar tranquilo, de un trabajo en el cual su papá no peligraba, de un sitio donde no miraban feo a Lizzy, de un mundo donde estaba bien ser quien tu quisieras ser, respeto, cuidado, amor, calidez, por el tridente de Poseidón, Lizzy y él tenían un cuarto , SU cuarto, con puerta y todo- Aleeeeeeeeeeeex –apuro Lizzy logrando que Alex la enfocara con los nervios en la boca de su estómago-
- sí, sí…ya escuche –dijo Alex tratando de verse tranquilo aunque realmente no lo estaba, fue así como termino levantándose para ser tirado por su hermana hasta la sala donde de hecho estaba Kurt, quien lucía espectacularmente cansado, su cabello y ropa eran impecables como siempre que salía, pero sus ojos se veían vidriosos como si estuviera a punto de llorar, cosa que sería más notable si no tuviera esa ligera sonrisa en sus labios, jamás había conocido a un hombre con la apariencia de Kurt, era como su hermana decía, muy bonito y eso últimamente lo distraía, era como una mamá, sin ser una, una muy bonita-
-¡Tío Kurt! –dijo Lizzy logrando captar la atención de los adultos, quienes a su parecer se veían extraños, como nerviosos, pero la niña olvido todo cuando corrió a los brazos que el castaño abrió para ella y la abrazo con fuerza, con mucha fuerza- ¿Dónde habías estado tío? –pregunto la niña mientras Kurt la separaba un poco para verla-
- ¿tu papá no pudo hacerte esas trenzas, verdad? –pregunto con cierta gracia el castaño de ojos azules ante la mirada de Alex quien buscaba en Kurt cualquier indicio sospechoso que amenazara su vida con ellos, su relación con su padre- no es el mejor estilista del mundo, pero si algo sabe hacer tú papá es arreglarte esos hermosos rizos –dijo logrando que Lizzy sonriera más ampliamente, con orgullo-
- es que lo hice yo solita –dijo la niña de trenzas flojas con donitas de colores al final de ellas- ya les dije a ti y a papá, que voy a aprender a peinarme –dijo con decisión antes de mover sus manos al rostro del mayor- no me has respondido tío, ¿Dónde estuviste? ¿Fuiste a que todos vieran lo bonito que eres? ¿Si, eso? –pregunto, logrando que Kurt la mirara con aire gracioso mientras su papá se acercaba con los brazos cruzados y rostro divertido- el tío Puck una vez le dijo al tío Finn que hace mucho que no dejabas que el mundo viera tu carita bonita –dijo y por unos minutos todo fue silencio, como si hubiera dicho algo delicado-
- no cariño, no estaba haciendo nada de eso –dijo Kurt con aire tranquilo antes de moverse para sentarse en el sillón, volviendo sus ojos al pequeño Alex quien había estado un poco distante y Kurt lo había notado, era imposible no notar algo que cualquiera de esos dos niños hicieran o dejaran de hacer- Alex, cariño, ven –dijo antes de sentar a Lizzy entre él y Blaine, haciendo a su vez un espacio entre ella y él para que se sentará, logrando que el niño castaño se moviera a donde el otro pedía, aun cuando sabía que ahí podía terminarse todo- eres adorable y estas increíblemente callado cuando esta cabecita está pensando demasiado ¿no es así? –pregunto Kurt antes de dar un par de golpecitos, suaves a la frente de Alex quien solo bajo la mirada, ahora parecía que Kurt también leía la mente, no le gustaba-
- Kurt y yo queremos platicar con ustedes – continuo Blaine con aire suave, sabía que sus hijos habían estado interesados en lo que había pasado y eso no habían pasado ni 24 horas de que todo se había vuelto tan visible, al menos para los niños- niños, ya no vamos a vivir aquí –dijo, logrando que los niños abrieran los ojos fuertemente-
Entonces Lizzy comenzó a hacer preguntas a diestra y siniestra sin darle receso a los adultos, mientras Alex sentía que el piso se podía abrir bajo sus pies en cualquier momento, aquello estaba pasando, realmente estaba pasando, Lizzy se estaba volviendo histérica y realmente Alex no encontraba una razón lógica para que todo aquello estuviera pasando, más allá de lo que había sucedido anoche, no entendía y sabía que debían permitir que les explicaran, él debía detener a su hermana pero aquello estaba sobrepasándolo, ¿se había terminado?¿Kurt y su papá ya no se querían? ¿Kurt ya no lo quería?¿O sería que su papá ya no quería ser su papá?¿al fin de todo era cierto que si no era su papá real, no podía quererlos siempre? ¿era eso?
- ¡Niños, niños! – levanto la voz Blaine lo suficiente para que Lizzy quien ya tenía lagrimitas en sus ojos azules dejara de hacer preguntas raras y para que Alex volviera a verlos, permitiendo que Kurt respirara hondo y se notara ligeramente molesto-
- debiste decirlo diferente –murmuro Kurt antes de volver sus ojos hacia los niños- lo que su papá quiso decir…bueno, más bien lo que no quiso decir fue que nos vamos a separar –dijo suavemente antes de que Blaine le diera un beso a Lizzy en la coronilla- pero ya no vamos a vivir aquí, vamos a mudarnos y yo voy a rentar este departamento –dijo en el mismo tono- Blaine ¿le muestras a los niños la casa? –pregunto en lo que Blaine movía su brazo a la mesita de centro para tomar de debajo de un folder azul un par de hojas con fotografías, en primer plano estaba el frente de una casa de dos pisos, no muy ostentosa, sino más bien acogedora, con una cochera cerrada y un jardín pequeño al frente, cerca de una calle que se veía tranquila- su papá y yo estuvimos pensando que necesitamos un sitio más grande para que ustedes…para que nosotros podamos vivir, sobre todo si queremos tener un integrante más en la familia…
- ¡¿Vas a tener un bebe tío Kurt?! –pregunto Lizzy de forma espontánea logrando que a Kurt se le colorearan las mejillas y que Blaine se riera en voz alta-
- ¡Lizzy, ya nos dijeron que los hombres no pueden tener bebes, eso es solo para las mujeres! –dijo Alex, avergonzado por la terquedad que tenía su hermana con una idea que ahora que lo pensaba mejor era completamente loca-
- Es que el tío Kurt se vería muy lindo…con pancita de mamá –murmuro Lizzy inflando sus mejillas, ligeramente molesta con su hermano, quien parecía no entender lo lindo que se podría ver el tío Kurt con un bebe viviendo en su barriguita-
- Pero ya nos dijeron, que…-inicio Alex a explicar pero mejor lo dejo así, era un discusión que no ganaría, lo mejor era enfocarse, como decía su instructora de natación- ¿a qué se refieren entonces? –pregunto logrando que Lizzy volviera a concentrarse en lo que les estaban explicando-
- Kurt pensó que podríamos tener una mascota, por eso de que …-inicio Blaine pero al momento Lizzy salto de su lugar y abrazo a su hermano-
- ¡un perrito para Alex y para mí! –grito la niña emocionada- un perrito, un perrito Alex, un perrito –dijo emocionada antes de volver sus ojos a su papá y después a Kurt- ¿si puede ser un perrito? A Alex le gustan, no tanto como los tiburones, pero si le gustan mucho, mucho
- sí, puede ser un perrito cariño –murmuro Kurt, sorprendido de que ella no quisiera una mascota para sí misma, estaba seguro de que Lizzy no tenía nada contra de los animales, pero tal vez preferiría algo un poco…diferente- Lizzy, cariño ¿te gustaría tener algún animalito para ti?
- yo puedo tener todos los animalitos que quiera, los veo en el parque de juegos, tener un perrito sería lindo, porque cada que llegáramos a casa movería su colita de un lado a otro y se comería a los malos –dijo con una sonrisa en sus labios-
- Lizzy, los perros no se comen a la gente, además si es gente mala podría hacerle daño al perrito ¿no crees? –pregunto Blaine logrando que Lizzy lo meditara un poco para después asentir, Alex inmediatamente entendió que era esa la forma más rápida de ganar una discusión con su hermana, pero era un nivel que él aun no dominaba, tal vez solo su papá y a veces Kurt- lo importante es que, si, podríamos tener un perrito, pero antes debemos hacer muchas cosas, como cambiarnos de casa, comprar nuevos muebles, conseguir alguien que rente este departamento y bueno, también es importante que sepan niños que de ahora en adelante Kurt y yo vamos a estar… comprometidos ¿saben que es eso? –pregunto Blaine logrando que Lizzy negara y Alex asintiera- a ver Alex, ¿porque no nos explicas? –pregunto con suavidad-
- eso significa…-murmuro Alex sin poder evitar que algo en su estómago burbujeara, aquello estaba cambiando, claro que sí, pero no como él había imaginado- que papá y Kurt –dijo mirando a su hermana- van a casarse…pronto
-¡CASARSE! –dijo Lizzy levantándose rápido de su lugar una vez más solo para tomar las manos de Kurt y buscar algo, logrando que los adultos entendieran rápidamente y sonrieran- ¿y tu anillo? –pregunto Lizzy antes de volver a ver a su papá con cara de represalia- papá, debes darle un anillo para que nadie se le acerque, es así como apartas a las mamás –dijo Lizzy logrando que Kurt riera suavemente y Blaine se rascara la parte de la nuca-
- no, necesito un anillo Lizzy, nuestro compromiso es esa casa que tu papá y yo estamos comprando juntos y nadie se acercaría a mi o a tu papá con otras intenciones cuando vea que tenemos dos lindos niños con nosotros –dijo suavemente logrando que Lizzy volviera a verlo-
-hummm…aun así…el tío Kurt necesita un anillo-murmuro después de meditarlo un poco- aunque entonces también debería mi papá tener uno, para que nadie lo quiera apartar-suspiro- que complicado eso de tener dos papás…-dijo tan natural como sería decir la hora, fue entonces que todos alrededor entendieron la magnitud de lo que estaba por suceder, no los aspectos económicos que habían pensado los adultos, ni sociales, si no familiares, serían sin duda una familia, una donde dos niños tendrían dos papás, no un papá y un tío amoroso y eso era algo impactante, estaba pasando-
- eso lo pueden ver después –dijo Alex antes de tomar uno de los papeles donde se mostraba la casa- ¿esto tiene que ver con lo que hicieron hoy? –pregunto el niño refiriéndose a los papeles que tenía su papá y la salida de Kurt de la casa-
- si y no-dijo Kurt antes de soltar una de sus manos de las de Lizzy para palmear su cabeza un par de veces- su papá cambiara un poco, va a trabajar al frente del taller pero también va a componer canciones y música –murmuro suavemente y esa noticia logro que los niños volvieran sus ojos a su papá-
- ¿por eso…paso lo de anoche? –pregunto suavemente Alex logrando que su papá lo mirara con aire retador, era esa la cara de que iban a tener una charla más tarde- …fui por agua y casualmente los escuche…-murmuro-
-¿Qué?¿qué paso? –pregunto Lizzy y entonces ella miro a su hermano con cara de que pronto quería platicar con él, a ese paso todo el mundo iba a tener una charla poco grata con él-
- Anoche Kurt intentaba convencerme de hacerlo, yo…no estaba seguro –resumió Blaine la situación pues no diría nada que confundiera a sus hijos, sobre todo desde que aquello había sido un estallido del carácter de ambos, cosa que podía pasar tomando en cuenta como era cada uno de ellos- él hoy salió para llevar una canción que escribí y yo me quede en casa para hacer un arreglo…hum-medito un poco, escogiendo las palabras- para cambiar de ritmo una canción que alguien más escribió pero que al parecer no funcionaba como estaba –termino de explicar y sus niños le hicieron entender que habían comprendido- en resumen niños, de ahora en adelante voy a tener dos trabajos, en algunas ocasiones voy a estar en casa, en el taller son muy capaces así que solo necesitan mi ayuda de vez en cuando –dijo antes de mover su mano para buscar la que Kurt tenía libre- de ahora en adelante vamos a ser una familia y esto es…importante –murmuro suavemente- ¿está bien? –murmuro sin soltar la mano de Kurt ante lo cual Lizzy asintió con una gran sonrisa y Alex respiro aliviado antes de asentir-
En ese momento ya nada mas importaba, parecía que todo al fin estaba tomando la forma que debía haber tenido originalmente, aun nadie más sabía esta noticia, primero los niños, su pequeña familia, ya en los siguientes días el resto de la familia y amigos lo sabrían, Kurt y Blaine no tendrían una fecha próxima para casarse, primero serían los papás de esos hermosos e inteligentes niños, no es que necesitaran una institución que avalara su relación, pero era un paso que prometían dar en algún momento, hacerlo valido en papel, por lo pronto una casa apropiada para los niños y un mejor trabajo para Blaine era lo principal.
AGRADESCO sus comentarios y su infinita paciencia, la verdad estoy muy ocupada con mi trabajo entre otras cosas, pero quiero que sepan que no voy a dejar esta historia, estamos en los últimos capítulos.
ADVERTENCIAS:
Esta historia contendrá situaciones difíciles, mal lenguaje, violencia y una temática homosexual latente, si tienes problemas con cualquiera de estos temas, te recomiendo no sigas leyendo, igual si eres menor de edad no me hago responsable de traumas, ya lo he advertido y sin más…iniciamos.
Cap. 40 “Finalizando”
Algunos días…no, más bien un par de semanas habían pasado desde el evento que sacudió a Blaine y a Kurt con respecto a los mellizos, los cuales no tuvieron un cambio tan radical como en un momento creyeron los adultos.
Lizzy no dejo de ser Lizzy, incluso parecía que ese evento no hubiese pasado, salvo por el hecho de que de los primeros dos días estuvieron llenos de explosiones que la hicieron un tanto peligrosa en su clase de defensa personal y un par de cólicos que Kurt logro tranquilizar con fomentos de agua caliente y té, por otro lado a Alex solo se le notaba un tanto curioso e incómodo cuando casualmente se encontraba a su padre y a Kurt con algún intercambio de cariño, nada sobresaliente, las caricias de sus manos en la mesa, la forma en cómo se abrazaban para ver una película con ellos o esas escasa veces que logro ver cuando su padre le robaba un beso a Kurt ligeramente “diferente” , catalogando así a aquellos roces de labios que no solo parecían ser roces, pero fuera de eso, todo parecía normal.
Sin embargo Kurt y Blaine sabían que las cosas estaban cambiando ya, que pronto ambos niños necesitarían más espacio privado para cada uno y Kurt sabía muy bien que eso de compartir cuarto con alguien mas no era del todo grato en plena adolescencia, tenían que arreglar las cosas y ya estaban trabajando en eso, justamente esa mañana de viernes Blaine se había quedado en el departamento, para sorpresa de los mellizos quienes se habían acostumbrado a que en el tiempo que tenían viviendo en Nueva York, Kurt era el que usualmente estaba en casa, pues podía trabajar a larga distancia, mientras su padre se encargaba del taller, pero ese viernes parecía diferente, incluso en la tarde cuando volvieron de sus clases privadas encontraron que su padre había estado todo el día solo, Kurt no se había parado en el departamento desde el momento en que salió de el, en la mañana, antes siquiera de que se fueran al colegio; sobra decir que los mellizos estaban preocupados, Lizzy no tardo en sentarse en la sala con el oso que le había regalado la abuela Carole para observar a su padre quien parecía muy interesado en revisar unos papeles, los cuales por cierto parecía haber estado leyendo y corrigiendo todo el día, Alex estaba terminado su tarea cerca de ahí, Lizzy había podido terminarla durante un descanso de su práctica, pero Alex había estado muy ocupado nadando sin descanso apropiado para hacer sus deberes, era la forma en que el niño despejaba su mente y trataba de no poner mucha importancia al hecho de que su padre y Kurt no parecían tan cercanos ese día.
- ¿Papi, donde esta tío Kurt? –pregunto Lizzy mientras abrazaba su oso al tiempo que Blaine solo suspiraba y le miraba de reojo- es que no lo he visto en toooooodo el día y lo extraño ¿Cuándo vuelve a casa? –pregunto suave al tiempo que Alex levantaba sus ojos de su cuaderno pues también le interesaba saber que pasaba, en su cabeza su padre y Kurt no podían estar pelados, pero ya anoche los había encontrado con un comportamiento sospechoso que había preferido no mencionar a Lizzy-
- Está arreglando unos asuntos personales –dijo antes de mover una mano para acariciar el cabello de su niña, quien esa tarde se había dejado solo una diadema color verde pasto que no quedaba para nada con su conjunto casual de diseñador que el tío Kurt le había comprado hace poco- no debe tardar
- pero ya tardo – contesto rápidamente Lizzy antes de acercarse más a su padre- ¿Por qué has estado todo el día en casa papá? ¿el abuelo Burt no te va a regañar por no estar en el taller? –pregunto mientras movía las manitas afelpadas de su oso, como si estuvieran rozándose entre si-
- todo está bien Lizzy – dijo el pelinegro con voz serena antes de alejar su mano de la coronilla de la niña, mientras se sentía observado por su hijo, sabía que estaban inquietos, los dos a su manera, no habría esperado que el no ver a Kurt por unas horas, cuando no tenían ni un año de vivir con él, les alertaría así- ¿Por qué no van a arreglarse para dormir? –pregunto el pelinegro logrando que Alex levantara una ceja, en verdad su hijo estaba adquiriendo muchos ademanes de Kurt- así cuando llegue Kurt podemos ir todos a nuestro cuarto para dormir ¿no les gustaría dormir con nosotros? –pregunto logrando que Lizzy prácticamente saltara de su lugar para ponerse frente a su padre, justo cuando este recibía un mensaje de texto en su celular-
-¡¿En serio podemos?! –pregunto sorprendida Lizzy, mientras su papá tomaba su teléfono móvil para abrir el mensaje, posiblemente el que había estado esperando desde hace un par de horas- ¡¿Papá?! –
- Si, si, anda ve a cambiarte y lleva a Alex contigo –dijo el mayor logrando que Lizzy se apurara a tomar a su hermano de un brazo, jalándolo insistentemente mientras el pequeño castaño negaba y se aferraba a tener una respuesta mejor a aquello, dispuesto a poner el pretexto de la tarea de ser necesario- Alex…mañana es sábado, seguro puedes terminar lo que te falte mañana –dijo de tal forma que parecía que a su padre le divertía su reacción y que aparte podía leer la mente, lo cual no era tan divertido para Alex, porque últimamente su cabecita era rondada por muchas cosas sin sentido-
- Anda, anda, anda, anda, anda, aaaaaaaaaaaaaanda Aaaaaaaaaaaalex –repitió de forma animada la niña de ojos azules logrando que su hermano respirara hondo antes de levantarse y dejarse llevar por su energía, aquellos que decían que las niñas eran débiles no conocían a su hermana-
Fue entonces que los niños desaparecieron de la sala dejando solo a Blaine con la mirada amielada aun en aquel mensaje, aquello finalmente estaba pasando, tal vez no era su historia de ensueño, no como la habrían planeado cuando aún eran jóvenes pero sin lugar a dudas era lo mejor y lo más cercano a la perfección, tomando en cuenta sus situaciones, su pasado y sobre todo la presurosa forma como corría el tiempo amenazando la comodidad y el bienestar de los mellizos, su vida al lado de Kurt como la conocía iniciaba y terminaba de formas que él no siempre pudo controlar, ahora las cosas estaban por cambiar una vez más.
Los mellizos se arreglaban en su cuarto, Lizzy mas apresurada que Alex, su cabello largo era un problema cuando ella estaba más apresurada, había decidido hace unos pocos días que comenzaría a arreglárselo, dejaría que el tío Kurt o su papá le ayudaran por las mañanas algunas veces y definitivamente en eventos especiales, pero para andar en casa, para sus clases por la tarde y para dormir lo haría ella sola y la verdad era un problema, su rizos iban siempre al lado contrario de a donde ella los mandaba, en ese momento estaba luchando por hacerse dos trenzas, su papá y su tío parecían ser expertos, incluso una vez el tío Puck y el tío Finn cuando los cuidaban hacían competido para ver quien le trenzaba el pelo más rápido ¡Y no se habían tardado NADA!, aquello era un golpe a su orgullo, era su cabello, suyo ¿Por qué alguien debía de hacerlo más rápido que ella?.
- ¡Voy a cortarte si no haces lo que quiero! –murmuro de mala gana la niña mientras amenazaba a su cabello al espejo con un peine de cerdas gruesas y separadas, especial para sus rizos- ¡Eres mío y debes hacer lo que digo! –dijo frunciendo el cabello logrando que su hermano quien se abrochaba los últimos botones de la camisa de su pijama la miraba de reojo-
- ¿si sabes que tu cabello no va a responderte, verdad? –pregunto Alex antes de acomodar su cabello con sus dedos, tal y como su papá le había enseñado hace unos meses-
- claro que lo sé –dijo la pelinegra mirando a su hermano por el espejo- a veces debes decir las cosas en voz alta aunque solo sea como un sueñito Alex, se llama ser creativa –dijo antes volver a concentrarse en su cabello, logrando que una de sus trenzas avanzara a la mitad sin deshacerse-
- sí, claro –respondió el castaño de ojos color miel antes de sentarse en el borde de su cama-…me siento nervioso –murmuro el niño antes de suspirar-
- todo va a estar bien –dijo Lizzy antes de lograr terminar una de sus trenzas- el tío solo debe estar trabajando, él a veces debe ir a su oficina, así sus jefes pueden verlo ¿imaginas lo que deben sentir al no verlo tanto como nosotros? El no ver sus ojitos azules y la forma tan bonita como viste todos los días, debe ser muy duro, por eso debemos compartir al tío Kurt –dijo mientras iniciaba su otra trenza-
Alex no dijo nada más, estaba seguro que si mencionaba el hecho de haber oído que Kurt y su papá habían discutido la noche anterior y que de hecho su papá había vuelto a dormir en el sillón, terminaría poniendo terriblemente ansiosa a Lizzy y ella estaba manejando bien el no estar cerca de Kurt, no tenía derecho a preocuparla y la verdad no podría manejar sus nervios y los de ella, aquello terminaría volviéndolo loco…tal vez más que su hermana y eso era mucho que decir, así que solo respiro hondo y espero a que su hermana terminara o intentara terminar con su arreglo.
Afuera su papá debía seguir con esos papeles, estaba seguro que estaban ligados al hecho de haber estado pendiente del teléfono la mayor parte de la tarde y esos papeles, ahora que recordaba un poco, anoche Kurt había dicho algo de que su papá debía terminar quien sabe que cosas ¿eran esos papeles? ¿Kurt realmente estaba en la revista?, había estado tentado a llamar a la oficina de Kurt para preguntar por él, pero la idea de escuchar que no estaba ahí, lo habría alterado demasiado, de hecho todo esto lo estaba logrando, así que volvió a respirar, cerrando sus ojos, su papá y Kurt no podría tener nada malo entre ellos, tal vez nada estaba realmente ligado, solo debía…
- ¡La puerta! –grito Lizzy girando la cabeza hacia su hermano, sus trenzas estaban flojas pero había logrado terminarlas, Alex se había asustado y ahora después de aquello sentía que su corazón latía a mil minutos por …¿segundos?, algo así, rápido- debemos salir –dijo ella soltando el peine para ir a tomar la mano de su hermano quien volvió a resistirse- vamos Alex, anda, aaaaaanda, aaaaaaaaaanda, el tío Kurt debe estar afuera –dijo de forma energética logrando que Alex volviera a verla, sintiéndose demasiado ansioso, salir y descubrir lo que estaba pasando era demasiado para él, no es que tuviera miedo…bueno si, si lo tenía, Kurt era algo que no creyó tener jamás, era el inicio de una familia, de un lugar tranquilo, de un trabajo en el cual su papá no peligraba, de un sitio donde no miraban feo a Lizzy, de un mundo donde estaba bien ser quien tu quisieras ser, respeto, cuidado, amor, calidez, por el tridente de Poseidón, Lizzy y él tenían un cuarto , SU cuarto, con puerta y todo- Aleeeeeeeeeeeex –apuro Lizzy logrando que Alex la enfocara con los nervios en la boca de su estómago-
- sí, sí…ya escuche –dijo Alex tratando de verse tranquilo aunque realmente no lo estaba, fue así como termino levantándose para ser tirado por su hermana hasta la sala donde de hecho estaba Kurt, quien lucía espectacularmente cansado, su cabello y ropa eran impecables como siempre que salía, pero sus ojos se veían vidriosos como si estuviera a punto de llorar, cosa que sería más notable si no tuviera esa ligera sonrisa en sus labios, jamás había conocido a un hombre con la apariencia de Kurt, era como su hermana decía, muy bonito y eso últimamente lo distraía, era como una mamá, sin ser una, una muy bonita-
-¡Tío Kurt! –dijo Lizzy logrando captar la atención de los adultos, quienes a su parecer se veían extraños, como nerviosos, pero la niña olvido todo cuando corrió a los brazos que el castaño abrió para ella y la abrazo con fuerza, con mucha fuerza- ¿Dónde habías estado tío? –pregunto la niña mientras Kurt la separaba un poco para verla-
- ¿tu papá no pudo hacerte esas trenzas, verdad? –pregunto con cierta gracia el castaño de ojos azules ante la mirada de Alex quien buscaba en Kurt cualquier indicio sospechoso que amenazara su vida con ellos, su relación con su padre- no es el mejor estilista del mundo, pero si algo sabe hacer tú papá es arreglarte esos hermosos rizos –dijo logrando que Lizzy sonriera más ampliamente, con orgullo-
- es que lo hice yo solita –dijo la niña de trenzas flojas con donitas de colores al final de ellas- ya les dije a ti y a papá, que voy a aprender a peinarme –dijo con decisión antes de mover sus manos al rostro del mayor- no me has respondido tío, ¿Dónde estuviste? ¿Fuiste a que todos vieran lo bonito que eres? ¿Si, eso? –pregunto, logrando que Kurt la mirara con aire gracioso mientras su papá se acercaba con los brazos cruzados y rostro divertido- el tío Puck una vez le dijo al tío Finn que hace mucho que no dejabas que el mundo viera tu carita bonita –dijo y por unos minutos todo fue silencio, como si hubiera dicho algo delicado-
- no cariño, no estaba haciendo nada de eso –dijo Kurt con aire tranquilo antes de moverse para sentarse en el sillón, volviendo sus ojos al pequeño Alex quien había estado un poco distante y Kurt lo había notado, era imposible no notar algo que cualquiera de esos dos niños hicieran o dejaran de hacer- Alex, cariño, ven –dijo antes de sentar a Lizzy entre él y Blaine, haciendo a su vez un espacio entre ella y él para que se sentará, logrando que el niño castaño se moviera a donde el otro pedía, aun cuando sabía que ahí podía terminarse todo- eres adorable y estas increíblemente callado cuando esta cabecita está pensando demasiado ¿no es así? –pregunto Kurt antes de dar un par de golpecitos, suaves a la frente de Alex quien solo bajo la mirada, ahora parecía que Kurt también leía la mente, no le gustaba-
- Kurt y yo queremos platicar con ustedes – continuo Blaine con aire suave, sabía que sus hijos habían estado interesados en lo que había pasado y eso no habían pasado ni 24 horas de que todo se había vuelto tan visible, al menos para los niños- niños, ya no vamos a vivir aquí –dijo, logrando que los niños abrieran los ojos fuertemente-
Entonces Lizzy comenzó a hacer preguntas a diestra y siniestra sin darle receso a los adultos, mientras Alex sentía que el piso se podía abrir bajo sus pies en cualquier momento, aquello estaba pasando, realmente estaba pasando, Lizzy se estaba volviendo histérica y realmente Alex no encontraba una razón lógica para que todo aquello estuviera pasando, más allá de lo que había sucedido anoche, no entendía y sabía que debían permitir que les explicaran, él debía detener a su hermana pero aquello estaba sobrepasándolo, ¿se había terminado?¿Kurt y su papá ya no se querían? ¿Kurt ya no lo quería?¿O sería que su papá ya no quería ser su papá?¿al fin de todo era cierto que si no era su papá real, no podía quererlos siempre? ¿era eso?
- ¡Niños, niños! – levanto la voz Blaine lo suficiente para que Lizzy quien ya tenía lagrimitas en sus ojos azules dejara de hacer preguntas raras y para que Alex volviera a verlos, permitiendo que Kurt respirara hondo y se notara ligeramente molesto-
- debiste decirlo diferente –murmuro Kurt antes de volver sus ojos hacia los niños- lo que su papá quiso decir…bueno, más bien lo que no quiso decir fue que nos vamos a separar –dijo suavemente antes de que Blaine le diera un beso a Lizzy en la coronilla- pero ya no vamos a vivir aquí, vamos a mudarnos y yo voy a rentar este departamento –dijo en el mismo tono- Blaine ¿le muestras a los niños la casa? –pregunto en lo que Blaine movía su brazo a la mesita de centro para tomar de debajo de un folder azul un par de hojas con fotografías, en primer plano estaba el frente de una casa de dos pisos, no muy ostentosa, sino más bien acogedora, con una cochera cerrada y un jardín pequeño al frente, cerca de una calle que se veía tranquila- su papá y yo estuvimos pensando que necesitamos un sitio más grande para que ustedes…para que nosotros podamos vivir, sobre todo si queremos tener un integrante más en la familia…
- ¡¿Vas a tener un bebe tío Kurt?! –pregunto Lizzy de forma espontánea logrando que a Kurt se le colorearan las mejillas y que Blaine se riera en voz alta-
- ¡Lizzy, ya nos dijeron que los hombres no pueden tener bebes, eso es solo para las mujeres! –dijo Alex, avergonzado por la terquedad que tenía su hermana con una idea que ahora que lo pensaba mejor era completamente loca-
- Es que el tío Kurt se vería muy lindo…con pancita de mamá –murmuro Lizzy inflando sus mejillas, ligeramente molesta con su hermano, quien parecía no entender lo lindo que se podría ver el tío Kurt con un bebe viviendo en su barriguita-
- Pero ya nos dijeron, que…-inicio Alex a explicar pero mejor lo dejo así, era un discusión que no ganaría, lo mejor era enfocarse, como decía su instructora de natación- ¿a qué se refieren entonces? –pregunto logrando que Lizzy volviera a concentrarse en lo que les estaban explicando-
- Kurt pensó que podríamos tener una mascota, por eso de que …-inicio Blaine pero al momento Lizzy salto de su lugar y abrazo a su hermano-
- ¡un perrito para Alex y para mí! –grito la niña emocionada- un perrito, un perrito Alex, un perrito –dijo emocionada antes de volver sus ojos a su papá y después a Kurt- ¿si puede ser un perrito? A Alex le gustan, no tanto como los tiburones, pero si le gustan mucho, mucho
- sí, puede ser un perrito cariño –murmuro Kurt, sorprendido de que ella no quisiera una mascota para sí misma, estaba seguro de que Lizzy no tenía nada contra de los animales, pero tal vez preferiría algo un poco…diferente- Lizzy, cariño ¿te gustaría tener algún animalito para ti?
- yo puedo tener todos los animalitos que quiera, los veo en el parque de juegos, tener un perrito sería lindo, porque cada que llegáramos a casa movería su colita de un lado a otro y se comería a los malos –dijo con una sonrisa en sus labios-
- Lizzy, los perros no se comen a la gente, además si es gente mala podría hacerle daño al perrito ¿no crees? –pregunto Blaine logrando que Lizzy lo meditara un poco para después asentir, Alex inmediatamente entendió que era esa la forma más rápida de ganar una discusión con su hermana, pero era un nivel que él aun no dominaba, tal vez solo su papá y a veces Kurt- lo importante es que, si, podríamos tener un perrito, pero antes debemos hacer muchas cosas, como cambiarnos de casa, comprar nuevos muebles, conseguir alguien que rente este departamento y bueno, también es importante que sepan niños que de ahora en adelante Kurt y yo vamos a estar… comprometidos ¿saben que es eso? –pregunto Blaine logrando que Lizzy negara y Alex asintiera- a ver Alex, ¿porque no nos explicas? –pregunto con suavidad-
- eso significa…-murmuro Alex sin poder evitar que algo en su estómago burbujeara, aquello estaba cambiando, claro que sí, pero no como él había imaginado- que papá y Kurt –dijo mirando a su hermana- van a casarse…pronto
-¡CASARSE! –dijo Lizzy levantándose rápido de su lugar una vez más solo para tomar las manos de Kurt y buscar algo, logrando que los adultos entendieran rápidamente y sonrieran- ¿y tu anillo? –pregunto Lizzy antes de volver a ver a su papá con cara de represalia- papá, debes darle un anillo para que nadie se le acerque, es así como apartas a las mamás –dijo Lizzy logrando que Kurt riera suavemente y Blaine se rascara la parte de la nuca-
- no, necesito un anillo Lizzy, nuestro compromiso es esa casa que tu papá y yo estamos comprando juntos y nadie se acercaría a mi o a tu papá con otras intenciones cuando vea que tenemos dos lindos niños con nosotros –dijo suavemente logrando que Lizzy volviera a verlo-
-hummm…aun así…el tío Kurt necesita un anillo-murmuro después de meditarlo un poco- aunque entonces también debería mi papá tener uno, para que nadie lo quiera apartar-suspiro- que complicado eso de tener dos papás…-dijo tan natural como sería decir la hora, fue entonces que todos alrededor entendieron la magnitud de lo que estaba por suceder, no los aspectos económicos que habían pensado los adultos, ni sociales, si no familiares, serían sin duda una familia, una donde dos niños tendrían dos papás, no un papá y un tío amoroso y eso era algo impactante, estaba pasando-
- eso lo pueden ver después –dijo Alex antes de tomar uno de los papeles donde se mostraba la casa- ¿esto tiene que ver con lo que hicieron hoy? –pregunto el niño refiriéndose a los papeles que tenía su papá y la salida de Kurt de la casa-
- si y no-dijo Kurt antes de soltar una de sus manos de las de Lizzy para palmear su cabeza un par de veces- su papá cambiara un poco, va a trabajar al frente del taller pero también va a componer canciones y música –murmuro suavemente y esa noticia logro que los niños volvieran sus ojos a su papá-
- ¿por eso…paso lo de anoche? –pregunto suavemente Alex logrando que su papá lo mirara con aire retador, era esa la cara de que iban a tener una charla más tarde- …fui por agua y casualmente los escuche…-murmuro-
-¿Qué?¿qué paso? –pregunto Lizzy y entonces ella miro a su hermano con cara de que pronto quería platicar con él, a ese paso todo el mundo iba a tener una charla poco grata con él-
- Anoche Kurt intentaba convencerme de hacerlo, yo…no estaba seguro –resumió Blaine la situación pues no diría nada que confundiera a sus hijos, sobre todo desde que aquello había sido un estallido del carácter de ambos, cosa que podía pasar tomando en cuenta como era cada uno de ellos- él hoy salió para llevar una canción que escribí y yo me quede en casa para hacer un arreglo…hum-medito un poco, escogiendo las palabras- para cambiar de ritmo una canción que alguien más escribió pero que al parecer no funcionaba como estaba –termino de explicar y sus niños le hicieron entender que habían comprendido- en resumen niños, de ahora en adelante voy a tener dos trabajos, en algunas ocasiones voy a estar en casa, en el taller son muy capaces así que solo necesitan mi ayuda de vez en cuando –dijo antes de mover su mano para buscar la que Kurt tenía libre- de ahora en adelante vamos a ser una familia y esto es…importante –murmuro suavemente- ¿está bien? –murmuro sin soltar la mano de Kurt ante lo cual Lizzy asintió con una gran sonrisa y Alex respiro aliviado antes de asentir-
En ese momento ya nada mas importaba, parecía que todo al fin estaba tomando la forma que debía haber tenido originalmente, aun nadie más sabía esta noticia, primero los niños, su pequeña familia, ya en los siguientes días el resto de la familia y amigos lo sabrían, Kurt y Blaine no tendrían una fecha próxima para casarse, primero serían los papás de esos hermosos e inteligentes niños, no es que necesitaran una institución que avalara su relación, pero era un paso que prometían dar en algún momento, hacerlo valido en papel, por lo pronto una casa apropiada para los niños y un mejor trabajo para Blaine era lo principal.
Kodrame SnapeMalfoy-* - Mensajes : 1515
Fecha de inscripción : 14/12/2011
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Re: KLAINE -FIC -Tigre - Epilogo
Glee no me pertenece, ni los personajes, ya quisiera yo ser dueña de Blaine, los Hummel-Hudson, etc., pero no, no me pertenecen, esto es por “diversión”.
AGRADESCO sus comentarios y su infinita paciencia, oficialmente este es el último capítulo de Tigre.
ADVERTENCIAS:
Esta historia contendrá situaciones difíciles, mal lenguaje, violencia y una temática homosexual latente, si tienes problemas con cualquiera de estos temas, te recomiendo no sigas leyendo, igual si eres menor de edad no me hago responsable de traumas y sin más…iniciamos.
El verano había iniciado no hace demasiado tiempo, con el habían llegados las vacaciones de la escuela y se podía sentir en el ambiente de Nueva York que muchos habían decidido salir a tomar un descanso de la gran manzana, con la promesa de volver, este era también el caso de una familia especial que viajaba en avión hacia la pequeña ciudad de Lima, Ohio, como muchos, bajaron del avión y llegaron a donde estaba la banda de las maletas, banda que pese a la tecnología seguía siendo la misma que hace unos cinco u ocho años, esta era la primera vez que los dos chicos de doce años viajaban en avión a cualquier parte y parecía que la experiencia había sido por demás grata, pero lo que más llenaba sus corazones no era viajar en avión, no, era la idea de ver nuevamente a los abuelos, porque sí, ese viaje era una visita hacia los abuelos.
- vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos –murmuraba la adolescente de doce años, cabello rizado, negro hasta la cintura, esponjado especialmente para el viaje, de ojos azules quien llevaba una falda azul eléctrico con unas mallas negras y una blusa de tirantes en color blanco y unos zapatos de piso tipo balerinas en color azul- saaaaaal de ahí –murmuro cual mantra especial mientras su hermano a su lado solo resoplaba-
- supongo que sabes que por más que le hables, tu maleta no va a salir , no por eso –dijo el chico a su lado, un adolescente de doce años también, con el cabello castaño en capas, las cuales iban desde su frente hasta el cuello, él vestía unos jeans negros, unos converse clásicos, una camisa gris con un collar de cuero que tenía un dije en forma de colmillo, último regalo que le había mandado el tío Sam desde Los Ángeles, donde ahora se encontraba- pareces una niña…
-peeeeeeeeerdon, señor soy muy grande, pero soy una niña –dijo de forma divertida mientras le miraba de reojo antes de ver a lo lejos el hermoso liston verde fosforescente que identificaba a su maleta - ¡Ahí estas! –grito antes de moverse rápido a donde se veía su maleta, aun cuando esta podía llegar a ella y su hermano la siguió sin más-
- Aun así va con ella –murmuro el adulto de cabello castaño y ropa de diseñador quien esperaba aun lado de un hombre de cortos rizos negros y una casual barba que le hacía ver un poco más adulto de lo que ya era- no creo que las cosas cambien demasiado, se supone que esta es la etapa en la que más se repelen entre ellos –dijo divertido al ver como Alex terminaba sacando de la banda la pesada mochila de su hermana mientras esta, emocionada halagaba lo fuerte y guapo que era su hermano, avergonzándolo públicamente para variar- Alex es tan adorable –murmuro Kurt antes de acercarse para tomar su maleta, la cual por cierto venía junto a la de su pareja, quien también tomaba la suya- ¿crees que papá ya este aquí Blaine? –pregunto el castaño al pelinegro quien solo asintió-
- conociendo a Carole y a Burt deben estar esperándonos desde hace una hora –dijo el pelinegro antes de observar como sus dos hijos regresaban con sus maletas, cada uno, al final Lizzy había decidido no dejar que su hermano le ayudara con su equipaje- ¿listos? –pregunto Blaine logrando que su niña sonriera ampliamente, no tan niña ya de hecho, pues comenzaba a tener cuerpo de señorita, pese a que no había crecido más que unos centímetros en los últimos meses levantaba su pulgar y su hijo solo miraba a otro lado, Alex estaba en esa etapa de “no me importa si creen que soy mudo”- bien, entonces vamos –dijo animado y fue como la familia comenzó a moverse-
Ya en la sala de espera, donde las familias aguardan a que lleguen sus seres queridos, Lizzy dejo su maleta en cuanto vio a sus abuelos, lo cual significaba que Alex tendría que llevar su maleta y la de su hermana, no le molestaba, últimamente Lizzy tenía arranques demasiado marcados y así como entraba en un estado eufórico salía de el, de hecho Alex no era un chico malhumorado, ni grosero, solo se había vuelto más callado de lo normal y evitaba a toda costa últimamente, que Kurt, su papá, Lizzy o quien sea invadiera de más su espacio vital, la única a la que parecía no importarle las nuevas reglas de él, era Lizzy quien seguía abrazándolo en lugares públicos entre otras cosas.
Burt y Carole recibieron a la familia con un gran abrazo, con excepción de Alex, quien solo estrecho la mano de su abuelo y se acercó para dar un abrazo, súper exprés a su abuela, subieron al auto y después fueron a la casa donde vivían los abuelos, la charla del camino en su mayoría fue dirigida por Lizzy, quien resumía todo lo que había pasado en los ocho meses que no se habían visto, como ella había ganado su primer competencia a nivel estatal, como había logrado tener el segundo lugar en su clase y como es que sus amigas no dejaban de hablar de los chicos, incluso pudo hablar de lo genial que había estado Alex en una competencia de relevos en la piscina de una universidad de renombre, finalmente llegaron a la casa que había remodelado Burt hace medio mes pues si quería que su familia se quedara en su casa debía agregar un par de habitaciones, dos para ser preciso, pues los chicos ya no compartían habitación y Carole había mencionado lo importante que era que ellos tuvieran su privacidad, sobre todo por Alex quien se mostraba más receloso de su espacio.
Se instalaron rápidamente, Blaine tuvo una conversación privada con Burt donde el pelinegro se comprometía a no dejar salir sonidos extraños, pues lo apreciaba mucho pero su paciencia y hospitalidad tenían un límite, el hecho de que Blaine fuera el padre de sus queridos nietos o que fuera el prometido de su hijo desde hace dos años no significaba que iba a ponerse tapones en los oídos para dormir por la noche, su casa, sus reglas; la hora de la cena llego y con ayuda de Lizzy, Carole la sirvió, estaban en la mesa disfrutando de un exquisito cordero con puré de papas, en familia, cuando Burt Hummel se dio cuenta de la felicidad que brotaba por cada uno de los poros de su hijo, ese que hace varios años atrás se había destruido ante sus ojos sin poder hacer nada, la respuesta de su infelicidad y su actual estado de brillo y vida era el mismo, el hombre a su lado de ojos color miel quien había vuelto de la tumba con dos hermosos niños que crecían ante sus ojos y que para bendición del cielo lo llamaban abuelo, ¡ABUELO!, solo él sabía lo increíble que era eso, sobre todo porque una parte suya había renunciado a la idea de nietos cuando entendió que su hijo jamás podría ser feliz al lado de una mujer, pero la vida, caprichosa y complaciente le daba vida suficiente para ver a sus hijos ser felices, para disfrutar de sus nietos y para gozar de su vejez junto a su esposa.
- Papá ….-dijo por tercera vez Kurt logrando al fin captar la atención de su padre quien solo se acomodó su gorra e hizo como si no hubiera estado distraído – te decía que mañana vamos a ir al refugio de animales para adoptar un perro ¿podrías prestarnos la camioneta? –pregunto el castaño logrando que el mayor de los Hummel lo viera extrañado- preferimos adoptar uno ¿verdad niños?
- ya no somos niños Kurt –murmuro Alex logrando que su padre lo viera de mala gana- lo digo de la forma más respetuosa –dijo con cierto fastidio, últimamente su padre se tomaba cada una de sus palabras de la peor manera, porque él no sentía que estuviera siendo grosero, jamás lo sería con Kurt, pero era importante que notaran que ya no eran unos niños pequeños, él ya estaba un poco más alto que Lizzy- sobre lo otro- volvió sus ojos a su abuelo – es mejor adoptar que comprar, aún hay personas que solo tiran a la calle a los animales o los maltratan y es algo que se debe dar más aquí que en Nueva York, porque allá ya hay leyes muy estrictas sobre eso, lo mismo en Chicago
-¿Chicago? –pregunto interesada Carole mientras Lizzy asentía de buena gana y Blaine solo resoplaba no muy contento con la razón principal de aquella información, no tenía nada en contra de su fuente, solo que no deseaba que sus hijos se volvieran precoces, no lo necesitaba-
- Los chicos se han hablado mucho con Sebastián Smythe –dijo Kurt antes de suspirar- pareja de Dave –aclaro el castaño para que su papá y Carole lo ubicaran mejor- de hecho están a punto de obtener la custodia de una niña –dijo de buena gana- al parecer le broto la vena familiar
- eso es excelente, Dave es un gran chico, tuvo sus problemas y en su momento quise… -dijo pero en el momento Burt detuvo sus palabras, era mejor que los chicos no conocieran esa parte de la historia, el que ese chico hubiera acosado a su hijo y otras cosas no ayudaba para nada, no cuando esos chicos realmente habían ayudado a su hijo y al mismo Blaine- quise pasar a saludarlos, pero no sabía dónde vivían, ahora lo sé, al menos …bueno, ustedes me entienden, eso –dijo antes de que Carole sonriera por su tacto-
- Entonces ¿sabes de un lugar al que podamos ir papá? –pregunto Kurt y Burt asintió mientras masticaba su comida- excelente, entonces mañana iremos por nuestro nuevo integrante de la familia –dijo de buena gana y Lizzy levanto sus manos como señal de victoria, cosa que logro que Alex suspirara, su hermana era a veces demasiado ruidosa, pero era su hermana-
- creo entonces que tendré que cocinar algo especial para festejar –dijo Carole con aire divertido, amaba a su familia, Kurt se había transformado en su hijo hace muchos años, sabía que Finn lo quería por igual, no solo a él, a su familia- aunque no tengo idea de que puedo tener para nuestro invitado especial ¿quieren un perro pequeño o grande?
- no lo sabemos aún-dijo Lizzy, Alex y yo hemos platicado sobre eso, porque papá Blaine y papá Kurt nos dijeron que sería nuestra decisión y nuestra responsabilidad, así que decidimos que adoptaríamos al perrito que nos conquistara, amor a primera vista, el Romeo para nuestra Julieta, la mantequilla de nuestro pan, el limón de nuestras papas, el…
- ya entendieron Lizzy –dijo Alex antes de recibir otra mirada de mala gana de su padre, en serio, que no lo hacía de mala fe y Lizzy lo sabía- es solo que te emocionas demasiado y …-suspiro- lo siento Liz
- esta bien, no lo tome a mal, se que estas en una época difícil, es como…si estuvieras en tus días –dijo Lizzy de forma tan espontanea que Burt abrió los ojos y Carole solo rio por lo bajo mientras Kurt solo se desconcertaba, Lizzy últimamente dejaba salir cosas como esas sin importarle mucho quien estuviera cerca, lo hacía sin malicia alguna, Blaine por otro lado la miro con una reprimenda en sus ojos claros, esos niños estaban logrando que su paciencia se viera tentada- y es Lizzy, no Liz, Liz suena muy…adulto y serio, cosa que no soy –dijo antes de batir sus pestañas hacia su padre como disculpa, logrando que el pelinegro solo se llevará una mano a los ojos antes de disculparse con Carole y Burt con un ademan de su mano, estaba seguro que entenderían el complicado camino que iniciaban el y Kurt junto a los mellizos en una doble porción de la adorable adolescencia-
- No es algo correcto para decir en la mesa –dijo Alex antes de fruncir el ceño- y no, no es como eso, porque a los hombres no, nos pasa eso, fisiológicamente hablando sería incorrecto si quiera mencionarlo por la cantidad y diferencia entre las hormonas masculinas y femeninas Liz
- Que no es Liz, es Lizzy y déjame te recuerdo que las hormonas, son las hormonas, lo mismo se le acelera el corazón a una niña cuando ve a quien le gusta, que aun niño –dijo antes de sacarle la lengua a su hermano en plan de juego- además, las cosas se deben decir como son, papá Blaine y papá Kurt nos han dicho que no hay nada sucio ni malo, todo lo sucio y malo esta en la cabeza de las personas, así que no esta mal hablar de nada, sobre todo porque los abuelos son de la familia, la abuela Carole me explico por primera vez como me estaba convirtiendo en mujercita y se que el abuelo Burt hablo contigo, seguro de cosas de hombres, así que ellos saben de esto, mira, mira ellos tuvieron hijos, al tío Finn y a papá Kurt y además …todo lo demás –explico logrando que Alex negara con la cabeza de forma divertida mientras Kurt solo suspiraba-
- Aquí van otra vez –murmuro Kurt al notar el ambiente que los rodeaba, sus hermosos niños desde que habían iniciado ese ciclo escolar tenían la manía de debatir entre ellos, usándolos a él y a Blaine como moderadores, jamás se habían peleado realmente, solo…debatían-
- te recuerdo LIZ, que nuestros padres hablaron de eso, pero también del decoro, palabra con la cual aun no estas del todo familiarizada, pero que con gusto, por ser tu hermano mayor, te ayudare, hay temas que se deben tratar con cuidado, por educación y porque así lo dictan las reglas de etiqueta, reglas que nuestros padres se han esforzado por enseñarnos –dijo antes de torcer sus labios- y este es un país libre, si quiero usar Liz como diminutivo de tu nombre lo puedo hacer –dijo logrando que Lizzy se levantara de su asiento y limpiara correctamente la comisura de sus labios, como una extraña caricatura de la televisión-
- ¿Vamos a hablar sobre libertad de expresión? ¿estas seguro que quieres tener ese debate conmigo Alexander Anderson? –pregunto Lizzy con aire intelectual antes de cruzarse los brazos al tiempo que Alex volvía a sonreírle aceptando el reto en un silencio peligroso-
- Ok, basta, basta, nada de duelos, ni retos, no debates –dijo Blaine mientras miraba a ambos con cara de padre responsable y estricto- Lizzy siéntate nuevamente y deja en paz a tu hermano, lo mismo va para ti jovencito –dijo antes de que Lizzy se sentará ante la cara entretenida de sus abuelos- ¿Kurt?
- Hagan caso a su papá, niños…chicos...-dijo Kurt, aun cuestionándose como es que debería referirse a ellos, puesto que Lizzy estaba aferrada a la idea de que quería ser llamada niña y Alex insistía en que dejarán de tratarlos como uno- no me gustaría tener que castigarlos –dijo con voz tranquila a lo que los mellizos volvieron a su comida sin ganas de seguir su divertido debate-
Terminaron con la comida y siguieron con el postre, la charla giro en torno a lo que sabían de Finn, como es que Lizzy planeaba hacerse un corte de cabello para rebelarse contra las masas que oprimían su creatividad, como es que Alex tenía dos años seguidos en el primer lugar a nivel nacional y como eso no afectaba en sus entrenamientos para las competencias de natación, hablaron también un poco acerca de cómo Kurt iniciaría un pequeño negocio de organización de eventos y de cómo Blaine seguía escribiendo canciones para obras de teatro y una que otra disquera, todo esto sin descuidar Kurt la revista y Blaine la administración del taller, alrededor de las once de la noche los mellizos se fueron a sus camas, dejando solo a los adultos charlando en la sala.
Lizzy entro a la habitación que el abuelo construyo y que sus dos abuelas decoraron, porque sí, también irían a visitar a los papás de su papá Blaine, el saber que las dos mejores abuelas del mundo, mundial habían estado juntas pensando que poner en su cuarto le provocaban una gran sonrisa, ya había visto la recamara cuando entro a dejar sus maletas, pero ahora se sentía más libre y cómoda, por eso lo primero que hizo fue dejarse caer de espaldas en la hermosa cama vestida de verde y beige desde las sabanas hasta las almohadas, cerro sus ojos y respiro profundamente, Lima era el sitio donde sus padres se habían conocido, tenía muchísimas ganas de visitar cada sitio en el que habían estado juntos, de ser posible donde se habían conocido, donde se habían dado su primer beso y donde el abuelo Burt había amenazado por primera vez a papá Blaine, no sabía si eso había pasado, pero el abuelo Burt le daba esa impresión, si ella tuviera un hijo tan lindo como papá Kurt lo encerraría con candado para que nadie nunca le hiciera nada malo, aparte de eso quería visitar a su tío Finn, el año pasado había vuelto a ser soltero, tal vez ella podría ayudarlo a encontrar novia, había escuchado que la señorita Berry había sido novia del tío Finn y bueno, aunque no era su persona favorita en todo el mundo, no le gustaba como hablaba o era otra cosa, no estaba segura, en fin lo importante es que tal vez ellos juntos estarían bien, igual debía pensarlo y ver que clase de mujeres le gustan al tío Finn, primero tenía que conseguir un perrito, después visitar a los abuelos Anderson, ir a los sitios donde habían estado sus papás y después encontraría la manera de ayudar al tío Finn, lo cual le recordaba que tenía que mandar un correo electrónico, por eso tuvo que rodar por la cama hasta llegar a un lado para estirar una mano y tomar su mochila de viaje de la cual saco una tableta que el tío Copper le había mandado para su cumpleaños número doce.
- veamos…correo, correo, correo –canturreo mientras entraba a su cuenta de correo, cuenta que papá Kurt le había permitido tener solo para hablar con familia y unas cuantas amigas- ahora…si…-tecleo el nombre que quería e inicio- querido tío Puck, que bueno que tienes correo allá donde estas, como cada semana te quiero escribir para decirte como estamos, hemos venido a visitar a los abuelos y mañana …ire…iremos –murmuro cuando tuvo que repetir la palabra por haberla escrito mal- a buscar un perrito para adoptar, papá Blaine está bien, pronto iremos a visitar a sus papis, papá Kurt también está bien aún no se casan, así que tienes tiempo para arreglar las cosas que me dijiste tenías que arreglar y venir a su boda, ya quiero ver que tan guapo te has puesto tío y recuerda que no debes hacer llorar a las mujeres, la señorita López me dijo que cuando eras joven hiciste llorar a muchas niñas, eso es malo tío y yo sé que tu no eres malo –suspiro mientras observaba aun la pantalla de su tableta- los abuelos están bien, el abuelo Burt sigue sin cabello, Alex está muy raro, a veces parece molesto y otras veces parece que no quisiera hablar con nadie, pero conmigo siempre habla, debe ser porque él y yo somos mellizos y estamos conectados y nunca, nunca nos vamos a separar, bueno solo a veces, porque yo también necesito mi espacio, cierto, el correo pasado me preguntabas si tenía novio, eso no es posible tío, porque estoy muy ocupada con mis bichitos, papá Blaine me dejo tener un terrario donde pongo algunos bichitos cuando están lastimados o cuando van a tener bebes, después los dejo ir porque a papá Kurt no le gustan mucho, sobre todos las arañas, grita y se pone más blanco aun de lo que es cuando ve que tengo una, además tengo mis clases y mis competencias, creo que el próximo año cambiare a Kung fu o kendo, son artes marciales muy geniales, pensé en el jujitsu, pero a papá Blaine no le pareció bueno para mi edad, ¿ves? Tengo muchas cosas que hacer, ahora si me despido por que acabo de recordar que quería mandarle un correo al tío Sebastián, cuídate mucho y envíame una foto para verte, eres el único que no he visto en mucho, mucho, mucho tiempo –suspiro y le dio al botón de enviar para dejar a un lado la tableta –
Observo en silencio el techo, sonriendo mientras pensaba en su tío que realmente no era su tío, era como el tío Sam, un muy buen amigo de sus papás que los habían salvado, estaba feliz de tener la familia que tenía, antes de conocer a papá Kurt su vida era bonita, su papá Blaine y las chicas la hacían bonita, pero ahora todo era demasiado bello, demasiado brillante y por eso no podía dejar de sonreír , sus amigas le decían que no era normal ser tan feliz, pero ella sabía a sus doce años que no podía estar mejor en el mundo que con su papá Blaine y claro , con papá Kurt que había logrado que su papá y su hermano sonrieran como jamás los había visto, aun cuando Alex últimamente no sonriera tanto, estaba segura que todo eso era culpa de las hormonas, lo había visto en su clase de orientación estudiantil, volvió a tomar su tableta, ahora tenía que mandarle un correo al tío Sebastián, con suerte y ya tenía noticias sobre la niña que iban a adoptar, tal vez podrían ser amigas o algo así.
En la habitación de a un lado estaba Alex, acostado en su cama con los audífonos en sus oídos y una libreta de dibujo en su regazo, trazando algunos peces que después llenaría de color para que se notará más el tipo de pez que era cada uno, él no tenía ganas de mandar correos, su tío Copper le había regalado también una tableta digital pero no la usaba tanto como su hermana y ella tampoco era una adicta, no como algunas de sus compañeras que no podían hacer nada sin una tableta o un celular, mientras dibujaba pensaba un poco en lo que significaba estar ahí una vez más, cada día de hecho se preguntaba si algo podría poner en peligro su familia, no estaba estresado pero si le preocupaba un poco que en algún momento algo pasara, sabía que últimamente su tono de voz no parecía ser la más amigable, por eso prefería no hablar tanto, no quería que su papá o Kurt terminaran ofendidos por algo que dijera. Suspiro y se quitó uno de los auriculares para escuchar un murmullo del otro lado de la pared, seguro su hermana ya estaba mandando algún correo, ella tenía la mala manía de hablar lo que sea que escribiera, no le molestaba, de hecho no le molestaba nada de su hermana, a veces le daba un poco de pena que gritara o lo abrazara de la nada, pero no por eso se molestaba, lo cual le había pensar en que su debate había sido genial si no los hubieran frenado, era algo que disfrutaba hacer con su hermana, discutir con argumentos lo que pensaban, y le habían agarrado el gusto el año pasado cuando les habían enseñado el debate y la mesa redonda en sus clases de lingüística y gramática, al menos sus padres habían entendido que era forma de comunicarse y no una pelea real, cierto sus padres, ya en la escuela podía decir “mis padres” y era algo que no cambiaría por nada, aunque no podía decirle papá a Kurt, pero al parecer a él no le importaba.
- ¡Lizzy ya duérmete! –dijo Alex levantando la voz logrando como respuesta un tipo de gruñido queja que le dejaba claro que se apuraría con lo que hacía- ¡mañana el abuelo nos va a levantar temprano! –volvió a levantar la voz para después colocarse el auricular y seguir dibujando al son de su música, él también terminaría pronto, estaba seguro que esos días serían geniales, la verdad dibujaba para tranquilizar sus nervios, hace tiempo le habían prometido un perro y mentiría si decía que eso no le emocionaba-
Termino de trazar una medusa, tal vez no era el mejor dibujante de todos pero hacia el intento, le gustaba hacerlo, lo tranquilizaba así que dejo sus materiales de dibujo sobre la cómoda de un lado para después apagar su reproductor de música y dejarlo sobre su cuaderno de dibujo, tal vez después le pediría a un amigo que le diera consejos para dibujar, no pensaba meterse a clases de dibujo, tenía ya lo de la natación y con este último pensamiento apago la luz y se acomodó bajo las sabanas azules, esas que habían elegido para él, porque aun amaba el mar y todo lo que había bajo el, de hecho había varios posters de tiburones en su habitación, entonces cerro sus ojos y se dispuso a dormir, lo cual realmente no le costó absolutamente nada de trabajo puesto que estaba bastante cansado, los días anteriores a ese había estado entrenado mucho para la competencia que había ganado junto a sus compañeros hace dos días.
Las risas y la maravillosa química familiar flotaba por toda la sala, donde los adultos se había movido para pasar parte de la noche, ellos realmente no tenían muchas ganas de ir a la cama, querían hablar y hablar.
Kurt estaba contento de estar en Lima, de visita obviamente, ya que vivir ahí sería un tanto complicado después de acostumbrarse a la vida de la gran manzana, amaba a su padre y a Carole, así que atesoraba mucho más esos momento que podía disfrutar con Carole y su padre, de hecho amaba como sonreían junto a los mellizos, estaba seguro que su padre estaba fascinado con el hecho de ser abuelo, el castaño sabía que la razón era simplemente que su padre había perdido hace tiempo la esperanza de ser abuelo algún día, sin contar con que los mellizos eran demasiado adorables e inteligentes como para no amarlos, él había caído inmediatamente ante la belleza de los ojitos azules de Lizzy y las escasas y tímidas sonrisas que le había regalado Alex, así que ahí estaba él, sentado a un lado del amor de su vida, escuchando su risa mientras Carole les contaba sobre cómo habían tenido que sacar una familia de mapaches del taller ahí en Lima, mientras sus niños estaban seguramente despiertos en las habitaciones que el orgulloso abuelo había construido para ellos, ¿se podía ser mas feliz?, no estaba seguro, pero era un hecho de que mientras viviera con Blaine y los mellizos, siempre encontraría una nueva forma de sonreír, por ellos y gracias a ellos.
Blaine por su parte estaba encantado con todo, desde la cena hasta la forma como Burt de vez en cuando le daba algún consejo sobre cómo mantener a sus hijos en el buen camino, no es como si Burt fuera un hombre que se entrometiera, lo cual agradecía , pero era una forma de aceptarle, de mostrar su cariño, obviamente la compañía de su hermoso prometido hacia todo más maravilloso, Kurt se había transformado en lo que sus hijos necesitaban y justamente Kurt simbolizaba esos sueños que había dejado de lado varios años atrás, gracias a él tenía amor, pasión, sueños, alegrías y miles de cosas más, incluso había hecho las paces con su padre, tantas cosas habían pasado en esos dos años, casi tres si contaba el momento el instante en que Kurt había vuelto a entrar en su vida, no estaba seguro si él lo sabía, pero Kurt siempre entraba en el momento justo para volver toda su vida algo diferente y maravilloso, la primera vez en esas escaleras no supo que ese instante marcaría para siempre su vida, solo sintió la suavidad de sus manos y la luz de sus ojos aun infantiles y se dejo llevar.
Burt no podía estar más orgulloso de esos dos chicos que habían sido separados abrupta y cruelmente por seres sin corazón ni piedad, llevándolos a cada uno a recorrer un duro camino, ese en el cual el mismo Burt creyó que perdería a su propio hijo, así como pensó que había perdido a ese amable y un tanto torpe chico de cabello negro lleno de gel y ojos color miel, el que la vida le permitiera verlos juntos, reunidos y fuertes, siendo los pilares de dos niños que parecían ser el futuro que el mundo necesitaba, lo hacía brillar de alegría, lograba que su pecho se inflara y que siguiera sin entender cómo es que aun ese tiempo existían personas tan ignorantes que no reconocían una familia como la de su…sus hijos, porque Blaine Anderson, aun cuando tenía su propia familia, su propio padre era como un hijo más para él, ahí en medio de una charla en la cual esos dos chicos demostraban que podían ser buenos padres, entre las preocupaciones de ambos por sus acciones y explosiones adolescentes y las excelentes ideas que habían ideado juntos para que esos niños tuvieran todo lo que tal vez no habrían tenido de no encontrarse con ellos Burt Hummel decidió que aun así le llevara toda su energía jamás permitiría que algo tan cruel como lo que esos cuatro seres habían vivido, volviera a hacer mella en sus corazón, porque aunque deseara protegerlos en una enorme y cómoda burbuja, sabía que no podía, solo le quedaba ser un padre, un abuelo y un suegro capaz de patear el trasero de quien fuese necesario para ayudarles a crecer y superar sus problemas, los Anderson Hummel harían historia, lo sabía.
AGRADESCO sus comentarios y su infinita paciencia, oficialmente este es el último capítulo de Tigre.
ADVERTENCIAS:
Esta historia contendrá situaciones difíciles, mal lenguaje, violencia y una temática homosexual latente, si tienes problemas con cualquiera de estos temas, te recomiendo no sigas leyendo, igual si eres menor de edad no me hago responsable de traumas y sin más…iniciamos.
Epilogo
El verano había iniciado no hace demasiado tiempo, con el habían llegados las vacaciones de la escuela y se podía sentir en el ambiente de Nueva York que muchos habían decidido salir a tomar un descanso de la gran manzana, con la promesa de volver, este era también el caso de una familia especial que viajaba en avión hacia la pequeña ciudad de Lima, Ohio, como muchos, bajaron del avión y llegaron a donde estaba la banda de las maletas, banda que pese a la tecnología seguía siendo la misma que hace unos cinco u ocho años, esta era la primera vez que los dos chicos de doce años viajaban en avión a cualquier parte y parecía que la experiencia había sido por demás grata, pero lo que más llenaba sus corazones no era viajar en avión, no, era la idea de ver nuevamente a los abuelos, porque sí, ese viaje era una visita hacia los abuelos.
- vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos –murmuraba la adolescente de doce años, cabello rizado, negro hasta la cintura, esponjado especialmente para el viaje, de ojos azules quien llevaba una falda azul eléctrico con unas mallas negras y una blusa de tirantes en color blanco y unos zapatos de piso tipo balerinas en color azul- saaaaaal de ahí –murmuro cual mantra especial mientras su hermano a su lado solo resoplaba-
- supongo que sabes que por más que le hables, tu maleta no va a salir , no por eso –dijo el chico a su lado, un adolescente de doce años también, con el cabello castaño en capas, las cuales iban desde su frente hasta el cuello, él vestía unos jeans negros, unos converse clásicos, una camisa gris con un collar de cuero que tenía un dije en forma de colmillo, último regalo que le había mandado el tío Sam desde Los Ángeles, donde ahora se encontraba- pareces una niña…
-peeeeeeeeerdon, señor soy muy grande, pero soy una niña –dijo de forma divertida mientras le miraba de reojo antes de ver a lo lejos el hermoso liston verde fosforescente que identificaba a su maleta - ¡Ahí estas! –grito antes de moverse rápido a donde se veía su maleta, aun cuando esta podía llegar a ella y su hermano la siguió sin más-
- Aun así va con ella –murmuro el adulto de cabello castaño y ropa de diseñador quien esperaba aun lado de un hombre de cortos rizos negros y una casual barba que le hacía ver un poco más adulto de lo que ya era- no creo que las cosas cambien demasiado, se supone que esta es la etapa en la que más se repelen entre ellos –dijo divertido al ver como Alex terminaba sacando de la banda la pesada mochila de su hermana mientras esta, emocionada halagaba lo fuerte y guapo que era su hermano, avergonzándolo públicamente para variar- Alex es tan adorable –murmuro Kurt antes de acercarse para tomar su maleta, la cual por cierto venía junto a la de su pareja, quien también tomaba la suya- ¿crees que papá ya este aquí Blaine? –pregunto el castaño al pelinegro quien solo asintió-
- conociendo a Carole y a Burt deben estar esperándonos desde hace una hora –dijo el pelinegro antes de observar como sus dos hijos regresaban con sus maletas, cada uno, al final Lizzy había decidido no dejar que su hermano le ayudara con su equipaje- ¿listos? –pregunto Blaine logrando que su niña sonriera ampliamente, no tan niña ya de hecho, pues comenzaba a tener cuerpo de señorita, pese a que no había crecido más que unos centímetros en los últimos meses levantaba su pulgar y su hijo solo miraba a otro lado, Alex estaba en esa etapa de “no me importa si creen que soy mudo”- bien, entonces vamos –dijo animado y fue como la familia comenzó a moverse-
Ya en la sala de espera, donde las familias aguardan a que lleguen sus seres queridos, Lizzy dejo su maleta en cuanto vio a sus abuelos, lo cual significaba que Alex tendría que llevar su maleta y la de su hermana, no le molestaba, últimamente Lizzy tenía arranques demasiado marcados y así como entraba en un estado eufórico salía de el, de hecho Alex no era un chico malhumorado, ni grosero, solo se había vuelto más callado de lo normal y evitaba a toda costa últimamente, que Kurt, su papá, Lizzy o quien sea invadiera de más su espacio vital, la única a la que parecía no importarle las nuevas reglas de él, era Lizzy quien seguía abrazándolo en lugares públicos entre otras cosas.
Burt y Carole recibieron a la familia con un gran abrazo, con excepción de Alex, quien solo estrecho la mano de su abuelo y se acercó para dar un abrazo, súper exprés a su abuela, subieron al auto y después fueron a la casa donde vivían los abuelos, la charla del camino en su mayoría fue dirigida por Lizzy, quien resumía todo lo que había pasado en los ocho meses que no se habían visto, como ella había ganado su primer competencia a nivel estatal, como había logrado tener el segundo lugar en su clase y como es que sus amigas no dejaban de hablar de los chicos, incluso pudo hablar de lo genial que había estado Alex en una competencia de relevos en la piscina de una universidad de renombre, finalmente llegaron a la casa que había remodelado Burt hace medio mes pues si quería que su familia se quedara en su casa debía agregar un par de habitaciones, dos para ser preciso, pues los chicos ya no compartían habitación y Carole había mencionado lo importante que era que ellos tuvieran su privacidad, sobre todo por Alex quien se mostraba más receloso de su espacio.
Se instalaron rápidamente, Blaine tuvo una conversación privada con Burt donde el pelinegro se comprometía a no dejar salir sonidos extraños, pues lo apreciaba mucho pero su paciencia y hospitalidad tenían un límite, el hecho de que Blaine fuera el padre de sus queridos nietos o que fuera el prometido de su hijo desde hace dos años no significaba que iba a ponerse tapones en los oídos para dormir por la noche, su casa, sus reglas; la hora de la cena llego y con ayuda de Lizzy, Carole la sirvió, estaban en la mesa disfrutando de un exquisito cordero con puré de papas, en familia, cuando Burt Hummel se dio cuenta de la felicidad que brotaba por cada uno de los poros de su hijo, ese que hace varios años atrás se había destruido ante sus ojos sin poder hacer nada, la respuesta de su infelicidad y su actual estado de brillo y vida era el mismo, el hombre a su lado de ojos color miel quien había vuelto de la tumba con dos hermosos niños que crecían ante sus ojos y que para bendición del cielo lo llamaban abuelo, ¡ABUELO!, solo él sabía lo increíble que era eso, sobre todo porque una parte suya había renunciado a la idea de nietos cuando entendió que su hijo jamás podría ser feliz al lado de una mujer, pero la vida, caprichosa y complaciente le daba vida suficiente para ver a sus hijos ser felices, para disfrutar de sus nietos y para gozar de su vejez junto a su esposa.
- Papá ….-dijo por tercera vez Kurt logrando al fin captar la atención de su padre quien solo se acomodó su gorra e hizo como si no hubiera estado distraído – te decía que mañana vamos a ir al refugio de animales para adoptar un perro ¿podrías prestarnos la camioneta? –pregunto el castaño logrando que el mayor de los Hummel lo viera extrañado- preferimos adoptar uno ¿verdad niños?
- ya no somos niños Kurt –murmuro Alex logrando que su padre lo viera de mala gana- lo digo de la forma más respetuosa –dijo con cierto fastidio, últimamente su padre se tomaba cada una de sus palabras de la peor manera, porque él no sentía que estuviera siendo grosero, jamás lo sería con Kurt, pero era importante que notaran que ya no eran unos niños pequeños, él ya estaba un poco más alto que Lizzy- sobre lo otro- volvió sus ojos a su abuelo – es mejor adoptar que comprar, aún hay personas que solo tiran a la calle a los animales o los maltratan y es algo que se debe dar más aquí que en Nueva York, porque allá ya hay leyes muy estrictas sobre eso, lo mismo en Chicago
-¿Chicago? –pregunto interesada Carole mientras Lizzy asentía de buena gana y Blaine solo resoplaba no muy contento con la razón principal de aquella información, no tenía nada en contra de su fuente, solo que no deseaba que sus hijos se volvieran precoces, no lo necesitaba-
- Los chicos se han hablado mucho con Sebastián Smythe –dijo Kurt antes de suspirar- pareja de Dave –aclaro el castaño para que su papá y Carole lo ubicaran mejor- de hecho están a punto de obtener la custodia de una niña –dijo de buena gana- al parecer le broto la vena familiar
- eso es excelente, Dave es un gran chico, tuvo sus problemas y en su momento quise… -dijo pero en el momento Burt detuvo sus palabras, era mejor que los chicos no conocieran esa parte de la historia, el que ese chico hubiera acosado a su hijo y otras cosas no ayudaba para nada, no cuando esos chicos realmente habían ayudado a su hijo y al mismo Blaine- quise pasar a saludarlos, pero no sabía dónde vivían, ahora lo sé, al menos …bueno, ustedes me entienden, eso –dijo antes de que Carole sonriera por su tacto-
- Entonces ¿sabes de un lugar al que podamos ir papá? –pregunto Kurt y Burt asintió mientras masticaba su comida- excelente, entonces mañana iremos por nuestro nuevo integrante de la familia –dijo de buena gana y Lizzy levanto sus manos como señal de victoria, cosa que logro que Alex suspirara, su hermana era a veces demasiado ruidosa, pero era su hermana-
- creo entonces que tendré que cocinar algo especial para festejar –dijo Carole con aire divertido, amaba a su familia, Kurt se había transformado en su hijo hace muchos años, sabía que Finn lo quería por igual, no solo a él, a su familia- aunque no tengo idea de que puedo tener para nuestro invitado especial ¿quieren un perro pequeño o grande?
- no lo sabemos aún-dijo Lizzy, Alex y yo hemos platicado sobre eso, porque papá Blaine y papá Kurt nos dijeron que sería nuestra decisión y nuestra responsabilidad, así que decidimos que adoptaríamos al perrito que nos conquistara, amor a primera vista, el Romeo para nuestra Julieta, la mantequilla de nuestro pan, el limón de nuestras papas, el…
- ya entendieron Lizzy –dijo Alex antes de recibir otra mirada de mala gana de su padre, en serio, que no lo hacía de mala fe y Lizzy lo sabía- es solo que te emocionas demasiado y …-suspiro- lo siento Liz
- esta bien, no lo tome a mal, se que estas en una época difícil, es como…si estuvieras en tus días –dijo Lizzy de forma tan espontanea que Burt abrió los ojos y Carole solo rio por lo bajo mientras Kurt solo se desconcertaba, Lizzy últimamente dejaba salir cosas como esas sin importarle mucho quien estuviera cerca, lo hacía sin malicia alguna, Blaine por otro lado la miro con una reprimenda en sus ojos claros, esos niños estaban logrando que su paciencia se viera tentada- y es Lizzy, no Liz, Liz suena muy…adulto y serio, cosa que no soy –dijo antes de batir sus pestañas hacia su padre como disculpa, logrando que el pelinegro solo se llevará una mano a los ojos antes de disculparse con Carole y Burt con un ademan de su mano, estaba seguro que entenderían el complicado camino que iniciaban el y Kurt junto a los mellizos en una doble porción de la adorable adolescencia-
- No es algo correcto para decir en la mesa –dijo Alex antes de fruncir el ceño- y no, no es como eso, porque a los hombres no, nos pasa eso, fisiológicamente hablando sería incorrecto si quiera mencionarlo por la cantidad y diferencia entre las hormonas masculinas y femeninas Liz
- Que no es Liz, es Lizzy y déjame te recuerdo que las hormonas, son las hormonas, lo mismo se le acelera el corazón a una niña cuando ve a quien le gusta, que aun niño –dijo antes de sacarle la lengua a su hermano en plan de juego- además, las cosas se deben decir como son, papá Blaine y papá Kurt nos han dicho que no hay nada sucio ni malo, todo lo sucio y malo esta en la cabeza de las personas, así que no esta mal hablar de nada, sobre todo porque los abuelos son de la familia, la abuela Carole me explico por primera vez como me estaba convirtiendo en mujercita y se que el abuelo Burt hablo contigo, seguro de cosas de hombres, así que ellos saben de esto, mira, mira ellos tuvieron hijos, al tío Finn y a papá Kurt y además …todo lo demás –explico logrando que Alex negara con la cabeza de forma divertida mientras Kurt solo suspiraba-
- Aquí van otra vez –murmuro Kurt al notar el ambiente que los rodeaba, sus hermosos niños desde que habían iniciado ese ciclo escolar tenían la manía de debatir entre ellos, usándolos a él y a Blaine como moderadores, jamás se habían peleado realmente, solo…debatían-
- te recuerdo LIZ, que nuestros padres hablaron de eso, pero también del decoro, palabra con la cual aun no estas del todo familiarizada, pero que con gusto, por ser tu hermano mayor, te ayudare, hay temas que se deben tratar con cuidado, por educación y porque así lo dictan las reglas de etiqueta, reglas que nuestros padres se han esforzado por enseñarnos –dijo antes de torcer sus labios- y este es un país libre, si quiero usar Liz como diminutivo de tu nombre lo puedo hacer –dijo logrando que Lizzy se levantara de su asiento y limpiara correctamente la comisura de sus labios, como una extraña caricatura de la televisión-
- ¿Vamos a hablar sobre libertad de expresión? ¿estas seguro que quieres tener ese debate conmigo Alexander Anderson? –pregunto Lizzy con aire intelectual antes de cruzarse los brazos al tiempo que Alex volvía a sonreírle aceptando el reto en un silencio peligroso-
- Ok, basta, basta, nada de duelos, ni retos, no debates –dijo Blaine mientras miraba a ambos con cara de padre responsable y estricto- Lizzy siéntate nuevamente y deja en paz a tu hermano, lo mismo va para ti jovencito –dijo antes de que Lizzy se sentará ante la cara entretenida de sus abuelos- ¿Kurt?
- Hagan caso a su papá, niños…chicos...-dijo Kurt, aun cuestionándose como es que debería referirse a ellos, puesto que Lizzy estaba aferrada a la idea de que quería ser llamada niña y Alex insistía en que dejarán de tratarlos como uno- no me gustaría tener que castigarlos –dijo con voz tranquila a lo que los mellizos volvieron a su comida sin ganas de seguir su divertido debate-
Terminaron con la comida y siguieron con el postre, la charla giro en torno a lo que sabían de Finn, como es que Lizzy planeaba hacerse un corte de cabello para rebelarse contra las masas que oprimían su creatividad, como es que Alex tenía dos años seguidos en el primer lugar a nivel nacional y como eso no afectaba en sus entrenamientos para las competencias de natación, hablaron también un poco acerca de cómo Kurt iniciaría un pequeño negocio de organización de eventos y de cómo Blaine seguía escribiendo canciones para obras de teatro y una que otra disquera, todo esto sin descuidar Kurt la revista y Blaine la administración del taller, alrededor de las once de la noche los mellizos se fueron a sus camas, dejando solo a los adultos charlando en la sala.
Lizzy entro a la habitación que el abuelo construyo y que sus dos abuelas decoraron, porque sí, también irían a visitar a los papás de su papá Blaine, el saber que las dos mejores abuelas del mundo, mundial habían estado juntas pensando que poner en su cuarto le provocaban una gran sonrisa, ya había visto la recamara cuando entro a dejar sus maletas, pero ahora se sentía más libre y cómoda, por eso lo primero que hizo fue dejarse caer de espaldas en la hermosa cama vestida de verde y beige desde las sabanas hasta las almohadas, cerro sus ojos y respiro profundamente, Lima era el sitio donde sus padres se habían conocido, tenía muchísimas ganas de visitar cada sitio en el que habían estado juntos, de ser posible donde se habían conocido, donde se habían dado su primer beso y donde el abuelo Burt había amenazado por primera vez a papá Blaine, no sabía si eso había pasado, pero el abuelo Burt le daba esa impresión, si ella tuviera un hijo tan lindo como papá Kurt lo encerraría con candado para que nadie nunca le hiciera nada malo, aparte de eso quería visitar a su tío Finn, el año pasado había vuelto a ser soltero, tal vez ella podría ayudarlo a encontrar novia, había escuchado que la señorita Berry había sido novia del tío Finn y bueno, aunque no era su persona favorita en todo el mundo, no le gustaba como hablaba o era otra cosa, no estaba segura, en fin lo importante es que tal vez ellos juntos estarían bien, igual debía pensarlo y ver que clase de mujeres le gustan al tío Finn, primero tenía que conseguir un perrito, después visitar a los abuelos Anderson, ir a los sitios donde habían estado sus papás y después encontraría la manera de ayudar al tío Finn, lo cual le recordaba que tenía que mandar un correo electrónico, por eso tuvo que rodar por la cama hasta llegar a un lado para estirar una mano y tomar su mochila de viaje de la cual saco una tableta que el tío Copper le había mandado para su cumpleaños número doce.
- veamos…correo, correo, correo –canturreo mientras entraba a su cuenta de correo, cuenta que papá Kurt le había permitido tener solo para hablar con familia y unas cuantas amigas- ahora…si…-tecleo el nombre que quería e inicio- querido tío Puck, que bueno que tienes correo allá donde estas, como cada semana te quiero escribir para decirte como estamos, hemos venido a visitar a los abuelos y mañana …ire…iremos –murmuro cuando tuvo que repetir la palabra por haberla escrito mal- a buscar un perrito para adoptar, papá Blaine está bien, pronto iremos a visitar a sus papis, papá Kurt también está bien aún no se casan, así que tienes tiempo para arreglar las cosas que me dijiste tenías que arreglar y venir a su boda, ya quiero ver que tan guapo te has puesto tío y recuerda que no debes hacer llorar a las mujeres, la señorita López me dijo que cuando eras joven hiciste llorar a muchas niñas, eso es malo tío y yo sé que tu no eres malo –suspiro mientras observaba aun la pantalla de su tableta- los abuelos están bien, el abuelo Burt sigue sin cabello, Alex está muy raro, a veces parece molesto y otras veces parece que no quisiera hablar con nadie, pero conmigo siempre habla, debe ser porque él y yo somos mellizos y estamos conectados y nunca, nunca nos vamos a separar, bueno solo a veces, porque yo también necesito mi espacio, cierto, el correo pasado me preguntabas si tenía novio, eso no es posible tío, porque estoy muy ocupada con mis bichitos, papá Blaine me dejo tener un terrario donde pongo algunos bichitos cuando están lastimados o cuando van a tener bebes, después los dejo ir porque a papá Kurt no le gustan mucho, sobre todos las arañas, grita y se pone más blanco aun de lo que es cuando ve que tengo una, además tengo mis clases y mis competencias, creo que el próximo año cambiare a Kung fu o kendo, son artes marciales muy geniales, pensé en el jujitsu, pero a papá Blaine no le pareció bueno para mi edad, ¿ves? Tengo muchas cosas que hacer, ahora si me despido por que acabo de recordar que quería mandarle un correo al tío Sebastián, cuídate mucho y envíame una foto para verte, eres el único que no he visto en mucho, mucho, mucho tiempo –suspiro y le dio al botón de enviar para dejar a un lado la tableta –
Observo en silencio el techo, sonriendo mientras pensaba en su tío que realmente no era su tío, era como el tío Sam, un muy buen amigo de sus papás que los habían salvado, estaba feliz de tener la familia que tenía, antes de conocer a papá Kurt su vida era bonita, su papá Blaine y las chicas la hacían bonita, pero ahora todo era demasiado bello, demasiado brillante y por eso no podía dejar de sonreír , sus amigas le decían que no era normal ser tan feliz, pero ella sabía a sus doce años que no podía estar mejor en el mundo que con su papá Blaine y claro , con papá Kurt que había logrado que su papá y su hermano sonrieran como jamás los había visto, aun cuando Alex últimamente no sonriera tanto, estaba segura que todo eso era culpa de las hormonas, lo había visto en su clase de orientación estudiantil, volvió a tomar su tableta, ahora tenía que mandarle un correo al tío Sebastián, con suerte y ya tenía noticias sobre la niña que iban a adoptar, tal vez podrían ser amigas o algo así.
En la habitación de a un lado estaba Alex, acostado en su cama con los audífonos en sus oídos y una libreta de dibujo en su regazo, trazando algunos peces que después llenaría de color para que se notará más el tipo de pez que era cada uno, él no tenía ganas de mandar correos, su tío Copper le había regalado también una tableta digital pero no la usaba tanto como su hermana y ella tampoco era una adicta, no como algunas de sus compañeras que no podían hacer nada sin una tableta o un celular, mientras dibujaba pensaba un poco en lo que significaba estar ahí una vez más, cada día de hecho se preguntaba si algo podría poner en peligro su familia, no estaba estresado pero si le preocupaba un poco que en algún momento algo pasara, sabía que últimamente su tono de voz no parecía ser la más amigable, por eso prefería no hablar tanto, no quería que su papá o Kurt terminaran ofendidos por algo que dijera. Suspiro y se quitó uno de los auriculares para escuchar un murmullo del otro lado de la pared, seguro su hermana ya estaba mandando algún correo, ella tenía la mala manía de hablar lo que sea que escribiera, no le molestaba, de hecho no le molestaba nada de su hermana, a veces le daba un poco de pena que gritara o lo abrazara de la nada, pero no por eso se molestaba, lo cual le había pensar en que su debate había sido genial si no los hubieran frenado, era algo que disfrutaba hacer con su hermana, discutir con argumentos lo que pensaban, y le habían agarrado el gusto el año pasado cuando les habían enseñado el debate y la mesa redonda en sus clases de lingüística y gramática, al menos sus padres habían entendido que era forma de comunicarse y no una pelea real, cierto sus padres, ya en la escuela podía decir “mis padres” y era algo que no cambiaría por nada, aunque no podía decirle papá a Kurt, pero al parecer a él no le importaba.
- ¡Lizzy ya duérmete! –dijo Alex levantando la voz logrando como respuesta un tipo de gruñido queja que le dejaba claro que se apuraría con lo que hacía- ¡mañana el abuelo nos va a levantar temprano! –volvió a levantar la voz para después colocarse el auricular y seguir dibujando al son de su música, él también terminaría pronto, estaba seguro que esos días serían geniales, la verdad dibujaba para tranquilizar sus nervios, hace tiempo le habían prometido un perro y mentiría si decía que eso no le emocionaba-
Termino de trazar una medusa, tal vez no era el mejor dibujante de todos pero hacia el intento, le gustaba hacerlo, lo tranquilizaba así que dejo sus materiales de dibujo sobre la cómoda de un lado para después apagar su reproductor de música y dejarlo sobre su cuaderno de dibujo, tal vez después le pediría a un amigo que le diera consejos para dibujar, no pensaba meterse a clases de dibujo, tenía ya lo de la natación y con este último pensamiento apago la luz y se acomodó bajo las sabanas azules, esas que habían elegido para él, porque aun amaba el mar y todo lo que había bajo el, de hecho había varios posters de tiburones en su habitación, entonces cerro sus ojos y se dispuso a dormir, lo cual realmente no le costó absolutamente nada de trabajo puesto que estaba bastante cansado, los días anteriores a ese había estado entrenado mucho para la competencia que había ganado junto a sus compañeros hace dos días.
Las risas y la maravillosa química familiar flotaba por toda la sala, donde los adultos se había movido para pasar parte de la noche, ellos realmente no tenían muchas ganas de ir a la cama, querían hablar y hablar.
Kurt estaba contento de estar en Lima, de visita obviamente, ya que vivir ahí sería un tanto complicado después de acostumbrarse a la vida de la gran manzana, amaba a su padre y a Carole, así que atesoraba mucho más esos momento que podía disfrutar con Carole y su padre, de hecho amaba como sonreían junto a los mellizos, estaba seguro que su padre estaba fascinado con el hecho de ser abuelo, el castaño sabía que la razón era simplemente que su padre había perdido hace tiempo la esperanza de ser abuelo algún día, sin contar con que los mellizos eran demasiado adorables e inteligentes como para no amarlos, él había caído inmediatamente ante la belleza de los ojitos azules de Lizzy y las escasas y tímidas sonrisas que le había regalado Alex, así que ahí estaba él, sentado a un lado del amor de su vida, escuchando su risa mientras Carole les contaba sobre cómo habían tenido que sacar una familia de mapaches del taller ahí en Lima, mientras sus niños estaban seguramente despiertos en las habitaciones que el orgulloso abuelo había construido para ellos, ¿se podía ser mas feliz?, no estaba seguro, pero era un hecho de que mientras viviera con Blaine y los mellizos, siempre encontraría una nueva forma de sonreír, por ellos y gracias a ellos.
Blaine por su parte estaba encantado con todo, desde la cena hasta la forma como Burt de vez en cuando le daba algún consejo sobre cómo mantener a sus hijos en el buen camino, no es como si Burt fuera un hombre que se entrometiera, lo cual agradecía , pero era una forma de aceptarle, de mostrar su cariño, obviamente la compañía de su hermoso prometido hacia todo más maravilloso, Kurt se había transformado en lo que sus hijos necesitaban y justamente Kurt simbolizaba esos sueños que había dejado de lado varios años atrás, gracias a él tenía amor, pasión, sueños, alegrías y miles de cosas más, incluso había hecho las paces con su padre, tantas cosas habían pasado en esos dos años, casi tres si contaba el momento el instante en que Kurt había vuelto a entrar en su vida, no estaba seguro si él lo sabía, pero Kurt siempre entraba en el momento justo para volver toda su vida algo diferente y maravilloso, la primera vez en esas escaleras no supo que ese instante marcaría para siempre su vida, solo sintió la suavidad de sus manos y la luz de sus ojos aun infantiles y se dejo llevar.
Burt no podía estar más orgulloso de esos dos chicos que habían sido separados abrupta y cruelmente por seres sin corazón ni piedad, llevándolos a cada uno a recorrer un duro camino, ese en el cual el mismo Burt creyó que perdería a su propio hijo, así como pensó que había perdido a ese amable y un tanto torpe chico de cabello negro lleno de gel y ojos color miel, el que la vida le permitiera verlos juntos, reunidos y fuertes, siendo los pilares de dos niños que parecían ser el futuro que el mundo necesitaba, lo hacía brillar de alegría, lograba que su pecho se inflara y que siguiera sin entender cómo es que aun ese tiempo existían personas tan ignorantes que no reconocían una familia como la de su…sus hijos, porque Blaine Anderson, aun cuando tenía su propia familia, su propio padre era como un hijo más para él, ahí en medio de una charla en la cual esos dos chicos demostraban que podían ser buenos padres, entre las preocupaciones de ambos por sus acciones y explosiones adolescentes y las excelentes ideas que habían ideado juntos para que esos niños tuvieran todo lo que tal vez no habrían tenido de no encontrarse con ellos Burt Hummel decidió que aun así le llevara toda su energía jamás permitiría que algo tan cruel como lo que esos cuatro seres habían vivido, volviera a hacer mella en sus corazón, porque aunque deseara protegerlos en una enorme y cómoda burbuja, sabía que no podía, solo le quedaba ser un padre, un abuelo y un suegro capaz de patear el trasero de quien fuese necesario para ayudarles a crecer y superar sus problemas, los Anderson Hummel harían historia, lo sabía.
Kodrame SnapeMalfoy-* - Mensajes : 1515
Fecha de inscripción : 14/12/2011
Edad : 40
Re: KLAINE -FIC -Tigre - Epilogo
Fue muy bonito que ya decidieran tomar ese paso y que Blaine empezara de nuevo en la música. El fic siempre me gusto, como crecieron los niños y como llaman a Kurt papa me emociono asi que me encanto.
rekanchi********-* - Mensajes : 880
Fecha de inscripción : 04/10/2012
Edad : 31
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