Fic - Clamando en la Oscuridad - Kurt Hummel

por Nick_Mitchell_Pearce Miér Mar 27, 2013 7:36 pm

Creo que todo era mas complicado que todo esto – pensé mientras estaba sentado en el auto que me llevaría a mi nueva casa – aun no podía olvidar el tiempo que viví y los momentos que ocurrieron en esa escuela...
Mi Nombre es Kurt Hummel y esta es mi historia con los mejores amigos que alguna vez pude haber tenido de aquellas personas que considero y considerare por siempre mi familia...
-¡¡KURT!! DESPIERTA – Dijo Burt Gritando – se te hara tarde en el primer dia.
Espera Papa ya voy, aun no estoy listo.
-Por Dios Kurt, deberías estar listo hace media hora – dijo mi padre asomándose por la puerta de la habitación.
Ok ya esta todo, papa no me mires así, siempre la primera impresión es la mas importante.
-Si, si lo seria, solo si no te vistieras como un dueño de una fabrica de Caramelos, No crees – dijo mi padre con un tono algo burlón.
Ríete todo lo que quieras no me importa...-Suspire- Crees que me vaya mejor que en la otra escuela, sabes desde que ella murió, las cosas han sido un poco duras – mi padre en ese momento cambio totalmente su expresión y se puso serio.
-Te aseguro que todo estará bien Kurt, solo confía en mi y veras que todo nos saldrá genial, o es que acaso alguna vez lo que te he dicho ha salido mal – dijo mirándome a los ojos.
No nunca espera además de la vez que dijiste que la cena iba a quedar deliciosa y estaba cruda creo que no, Jajajajaja – dije burlándome de el.
-No Empieces niño y Baja a comer que estas bien delgado – Me ordeno.
Se llama tener figura, y por lo menos no como tanta porquería como tu, enserio papa deberías dejar tanta grasa en la comida te hace mal.
-No dejare mi desayuno de campeones, y no se discute mas ve a desayunar y lárgate que se te hará tarde- Me Dijo Despidiéndose.
La escuela, quedaba algo lejos de casa, tenía que coger dos autobuses y caminar si quería llegar a tiempo, recuerdo que cuando era apenas un niño, a mi madre le encantaba la naturaleza y por eso es que vivimos en una casa algo alejada de la ciudad, ya entenderán ustedes lo complicado que es para mi el viaje, a la escuela y al centro comercial, pero de algo si estaba seguro prefería estudiar lejos de donde vivía, ya que la escuela a la que había ingresado se especializaba en artes escénicas música y diversas ingenierías, sinceramente no entendía, como una escuela pública podía tener tantas ramas pero no puedo discutirlo mucho.
-Siguiente parada escuela de Artes E Ingeniería Mackingley.
El Conductor, me saco de mis pensamientos, me dispuse a bajarme, muchas gracias –le dije al conductor cuando me baje del autobús- me dirigí hacia la escuela quedaba un poco alejada de la parada, entonces fue cuando me di cuenta de que no llevaba mi mochila, - Por Gaga – me dije a mi mismo, Señor espere - le grite al autobús mientras corría tras el, pero ya era tarde, miraba como el bus se alejaba mientras yo hacia mi intento para alcanzarlo, me senté en una banca mientras me lamentaba, cuando un chico extraño se me acerco.
-Hola, Oye creo que dejaste esto en el autobús – me dijo mientras me entregaba mi mochila.
Gracias- le dije- si si es mío, te lo debo.
-No me debes nada solo dime ¿como te llamas?
Kurt... Kurt Hummel y tu – Titubee no me lo creía el era algo raro, me mostraba una inmensa aura de amabilidad y creo que era el primer chico además de mi padre que me hablaba con ese tono de amabilidad.
-Blaine Devon Anderson, o como prefieras un gusto Kurt – me dijo- vas a Mackingley cierto?
Si si claro, porque me lo preguntas.
-Porque creo que te acompañare, eres el primer estudiante que vive tan lejos como yo, asi que creo que sere tu acompañante si no te molesta.
Por su puesto que no me molesta- dije impaciente- gracias por lo de mi mochila, enserio te lo agradezco apuesto que hubiera sido otro ni le importaría.
-Nahh es de amigos me caes bien Hummel, así que vamos o que quieres hacer.
Creo que sugiero ir, es demasiado pronto como para escaparnos no crees, hasta ahora es el primer día, jajaja.
El me ayudo a levantarme de la silla y seguimos nuestro camino hacia la escuela, y mientras el me platicaba de lo fascinante que era la vida en Mackingley, yo solo podía pensar en lo maravilloso de su cabello y su gran amabilidad.