FIC-KLAINE Lirios Blancos

Hola klainers!! ;) bueno aqui les dejo mi primer fic así que por favor no sean muy duros!

Bueno aqui les doy el resumen: el pequeño Kurt y su familia deciden pasar las vacaciones de verano en un pequeño pueblo llamado "Lairesland" donde le cambiara la vida y donde encontrara al amor de su vida, a su pequeño lirio.

Bueno espero que les guste el primer capitulo!

CAPÍTULO 1
-Kurt cariño, ¡baja ya!, llegaremos tarde y ya sabes como se pone tu padre cuando llegamos tarde.

Elisabeth siguió llamando al pequeño una y otra vez sin recibir ninguna respuesta del pequeño.

No le sorprendió mucho ya que todos los domingos a la hora de tener que ir a la iglesia el ojiazul intentaba con todas sus fuerzas el evitar ir ya que ese ambiente tan lúgubre y esas figuras tan grandes le daban mucho miedo, como decía el niño de apenas diez años: " se veían muy tristes".

Decidió salir a buscarlo, cuando llegó a la habitación del niño, estampada con pequeñas flores por todas partes, no encontró a nadie dentro, solamente un pequeño resto de juguetes que iba desde la puerta hasta la cama donde donde desaparecia.

Elisabeth fruncio el ceño y sonrió ya sabía que tenía que hacer.
-¡¿Kurt?!- nadie respondió.
-Kurt mi amor ¿Estás aquí?-Preguntó acercándose a la cama.
Al ver que no fincionaba decidió intentar con otra cosa.
-Oh! ¿Donde abra ido? -Al decir esto escuchó unas risitas que venían de debajo de la cama.
Esa risita esa risa que le encantaba, esa risa que le hacía sonreir y que hacía que su día cambiase de un momento a otro, entonces sonrio ella, como nunca.
-Bueno pues al parecer aquí no está. Que pena, porque tenía pensado pasar por la... Casita de las flores.
En ese momento la risa cesó y sabía que lo tenía.
-Claro así podre entrar y comprar algunas de esas flores que tanto le gustan a Kurtie.
Seguía sin contestar.
-Eran... Rosas?
-No no rosas no...
-Margaritas?...no tampoco.
-AH CLARO! Eran claveles!, claro ¡a kurt le encantan!
-LIRIOS! Se llamaban Lirios- gritó de repente kurt asustando a su madre.
-Mama son lirios, ya sabes que el olor de los claveles no me gusta- dijo saliendo de debajo de la cama y arrugando la nariz.

Su madre sonrió de nuevo mientras le cogia de la mano.
-Aw claro es verdad que tomta soy.¿como pude confundirlos?

Se puso de rodillas mientras limitaba la ropita que llevaba su hijo que se habia llenado de polvo.
- No pasa nada mami. Dijo kurt cogiendo con sus manitas la cara de su madre mientras le daba un tierno nesito en la nariz.
Ese gesto la hizo derretirse.
-Venga amor ya vamos tarde- vio como el chiquitin arrugana de nuevo la nariz. No quería ir.
-Hagamos una cosa, vamos a la iglesia y de vuelta pararemos en "la casita de las flores".
-¿Lo prometes?-el niño saco su pequeño meñique.
-Lo prometo- respondio la mujer sacando ahora el suyo y enrollandolo con el de kurt.
-Ahora vamos que tu padre nos matara.
Se levantó y ambos salieron de la habitación cogidos de la mano mientras el pequeño daba saltitos , contento por ir a uno de sus lugares favoritos en el mundo desde el primer día que llegaron a este pueblo.
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Bueno aqui el primer capítulo, lo único que os pido es sinceridad por favor. :) si les ha gustado comenten para continuarlo y si no les ha gustado comenten también :) besitos!

me gusta mucho ya que casi no hay fics donde Kurt interactue mucho con su mamá, continualo

me gusta mucho , me encanta kurt de pequeño, espero el siguiente captulo

me gusto mucho kurt de niño tiene que ser bueno

muchísimas gracias por los comentarios, subiendo el segundo!! ^^

Hola chcot@s!!! bueno aquí les dejo el segundo capítulo, espero que les guste!! es un poquito mas largo que el anterior, bueno no me entretengo mas...


CAPÍTULO 2

-¿Ves como al final no fue para tanto?
-Si supongo...
-oh ¡vamos! quita esos morritos...

Elisabeth miró a su hijo mientras caminaban de camino a casa de la iglesia.

Esta vez fue Burt, su padre, era mecánico y amaba su trabajo aunque sabía que a Kurt no le hacía mucha gracia la idea ya que siempre intentaba darle besos y arrumacos cuando estaba lleno de grasa y el pequeño ODIABA mancharse su ropita, siempre terminaba regañando a su padre, aunque Burt amaba cuando nada mas ducharse el pequeño le compensaba con un gran abrazo y un tierno "Te Quiero papi".

El pequeño negándose a escuchar hizo lo que hacía siempre que se disgustaba, cogía la delantera y caminaba delante de sus padres mirando al suelo, golpeando piedras imaginarias.

Al no recibir respuesta ambos se miraron y ya sabían lo que tenían que hacer.

-¡Te tenemos!- gritaron ambos al unísono mientras le cogían por la pequeña espalda y Burt se lo colocaba sobre sus hombros, el pequeño no lo resistió y comenzó a reir. Amaba cuando su padre hacía eso.

-¡Mira Kurt!-Le llamo Burt mientras señalaba con su dedo índice una pequeña casita de madera que se encontraba a pocos pasos de donde ellos estaban.

-LA CASITA DE LAS FLORES- Gritó Kurt abriendo lo mas que podía sus pequeños ojos azules. Este bajó rápido de los brazos de su padre y corrió hasta encontrarse enfrente de la hermosa y desgastada valla blanca que rodeaba la casa.

Este se quedó paralizado por la emoción, era muy pequeño y no entendía el por qué pero la verdad tampoco le importaba, el por qué de esa sensación tan bonita y mágica que sentía cada vez que estaba ese lugar y que sintió desde el primer día que llegó a este pequeño pueblo.

FLASH BACK

Era un día caluroso de Junio por la mañana cuando la familia Hummel llegaría a este pequeño pueblo llamado "Lairesland", la verdad nunca habían oído hablar de él pero uno de los clientes de Burt se lo había recomendado ya que no era un pueblo muy grande pero era muy acogedor y aunque había poca gente eran encantadores. Las casas eran chiquititas y perfectas para una familia de tres.

Los Hummel vivían en la ciudad y buscaron un lugar pequeño y tranquilo donde pasar esos tres meses de vacaciones. La causa principal era que Elisabeth, la madre, estaba muy enferma, los médicos no les dieron muchas esperanzas con su enfermedad y por eso estos meses los quería pasar tranquila y en paz.

Asi que por eso caminaban esa mañana por las pequeñas calles de "Lairesland" con las maletas encima en busca de la pequeña casa que alquilarían.

El pequeño de la familia caminaba el último, detrás de sus papas, arrastrando los pues y observando todo con sus ojos bien abiertos.

-¿Por donde es ahora cariño?-Pregunto Burt un poco perdido.

-Creo que es por allí querido.

-esta bien, vamos Kurt no te entretengas- Dijo el adulto mirando a su hijo.

-Si...papa....

Siguió caminando ya un poquito cansado cuando en una de esas veces que subió la mirada divisó una casita pequeña llena de flores por todas partes, con un pequeño invernadero en la parte trasera. El jardín que rodeaba la casa era ideal, esa casa brillaba con luz propia, una luz que embelesó a Kurt.

-Kurt hijo ¡vamos!

Este no contestó, tiró todas las bolsas que llevaba y comenzó a correr en dirección a la casa.

Elisabeth lo llamó una y otra vez pero él nisiquiera escuchó que le llamaban solo entró en el jardín con cuidado de no pisar ninguna flor. Sabía que esto estaba mal pero no lo pudo resistir, era como si le estuvieran llamando desde la casa.

-wow mira esto...- para Kurt todas y cada una de las flores eran hermosas.

-¡Kurt hijo vamos!, ¿donde estas?

El pequeño siguió caminando hasta encontrar una pequeña puerta que daba al invernadero, la abrió con mucho cuidado y no vio a nadie, solo empezó a escuchar una melodía que procedía de uno de los pasillos.

Siguió la hermosa voz al llegar vio de donde procedía esa voz, era de un joven mas mayor que él con el pelo negro, piel morena debido a los rayos del sol que vestía una camiseta blanca un poco ajustada y unos pantalones vaqueros que le quedaban un poco mas holgados, estaba sudando y Kurt se preguntó si no le resultaría molesto pero parecía que no ya que el continuaba con la melodía y con lo que estaba haciendo como si nada.

Siguió observando al chico de pelo rizado, se quedó ahí parado sin mover un músculo. No hizo nada más se sentó y se quedó escuchándole, tenía una voz muy linda. Kurt sonrió al reconocer la canción, "teenage dream", ya que él siempre la quería escuchar cuando viajaban a algún lado en coche pero su padre siempre terminaba tan arto y aburrido que para molestar al pequeño la empezaba a cantar ,desafinando a propósito, y miraba a Elisabeth dedicándosela. Kurt al principio se molestaba pero luego al ver el ridículo que hacía su padre no podía parar de reírse.

E l castaño salió de su ensoñación y por primera ver observó lo que el mayor estaba haciendo "el niño guapo", estaba con unos guantes puestos como intentando reunir los utensilios que iba a necesitar. Cuando los encontró se incorporó y salió por la otra puerta del invernadero que daba al jardín trasero.

Kurt nada mas ver que se movía se escondió detrás de un grna macetero que había a su lado, vio como el chico salía y decidió seguirlo.

Al estar en el exterior vio desde la puerta que el moreno se dirigía hacia la parte mas soleada donde había muchísimas flores blancas que eran hermosas, no sabía su nombre pero le encantaban.

El mayor se agachó, cogió una maceta con una de esas flores, la sacó y la plantó en el suelo, con mucho cuidado y delicadeza.

El sol se reflejaba en los rizos un poco despeinados del chico guapo y el pequeño quiso tocarlos, inconscientemente estiró su pequeña manita como si lo tuviera a un metro de distancia.

-Se llaman LIRIOS

Kurt pegó un pequeño salto debido al susto por la voz que repentinamente escuchó a su espalda. Se quedó congelado, lo habían pillado.

Se giró para observar a la señora mayor que le estaba hablando desde dentro del invernadero y ,que aunque Kurt no entendía por qué, tenía una sonrisa en su cara.

-Son hermosos ¿verdad?

-...- Kurt solo pudo asentir debido a la vergüenza.

-Y tu tienes que ser Kurt...-Este volvió a asentir.

-Vamos tu madre te está buscando.

Cogió al pequeño de la manita mientras se alejaban del jardín trasero y de su "niño guapo".

FIN FLASHBACK

Sus padres le preguntaron que si quería entrar y él solo asintió frenéticamente y con los ojo igual de abiertos que antes.

-Aw mira a quién tenemos aquí, al pequeño ratón- Escuchó el castaño detrás suya y comenzó a ruborizarse al reconocer la voz de la señora Anderson, la señora que le pilló en su pequeña intrusión del primer día que llegaron.

-¿Qué pasó? ¿Te comió la lengua el gato?- Dijo la anciana riendo al ver al niño rojo como un tomate ya que al ser el pequeño tan blanco como la porcelana se le notaba muchísimo más de lo normal.

-Kurt hijo te están hablando...

-No se preocupe señora Hummel...es solo un niño, pasen tendo algo para ti pequeño ratón, algo que te hará de nuevo- Les señaló la mujer entrando en la recepción de la tienda.

Por lo que Kurt entendió quel día, la señora Anderson es la anciana dueña de la pequeña casita-floristería de la cual Kurt estaba enamorado. No se enteró de nada más ya que todavía seguía un poco en shock por lo lindo que era el moreno, pero eso si lo escuchó.

-Toma...- Le dijo la señora mayor entregándole una macetita con un pequeño capullo.

-Es un Lirio, las flores que mi NIETO estaba plantando el otro día, por como las mirabas intuí que te gustaban así que este es para ti.

El niño sonrió un poco inconscientemente y se quedó sorprendido.

-Kurt da las gracias, lo siento muchísimo- dijo su padre mirando a la seóra anderson y luego de nuevo a su hijo mientras este seguía mirando el pequeño capullo- normalmente no es así, ultimamente desde que estamos aquí no se que le pasa quer está tan distraido...

La mujer solo sonrió y asintió mirando a Kurt.

-No se preocupe tomenló como un regalo de bienvenida, ha sido un placer volver a verlos y pequeño acuérdate de de ponerla en un lugar soleado.

Tras decir esto se dio media vuelta y se dirigió al jardín trasero pero antes tocó el pelo del niño revolviéndolo a lo que kurt respondió con un pequeño quejido y frunciendo el ceño después de eso le pareció escuchar una pequeña risita por parte de la anciana pero no la entendió.

Cuando llegaron a casa, Jurt entró enseguida dirigiéndose directamente hacia el jardín. El niño observó la flor que era SUYA.

La colocó en el suelo con mucho cuidado, girándola, poniéndola en todas las posiciones mirando a ver desde que perspectiva se veía mas linda.

No cabía de felicidad, una pequeña vidita era su responsabilidad ahora y mas una de las que el moreno había plantado.

Cuando consiguió la perfecta posición de la maceta la observó una vez más y pudo ver algo escrito con rotulador en ella.

Lo intentó leer pero tenía barro, era una palabra, cuando quitó el barro con sus deditos y con un poco de agua pudo ver una palabra que nunca antes había visto y ante eso frunció el ceño.

-K...KLA...¿Qué pone?...

-¿KLAINE?


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Bueno espero que les halla gustado tanto como a mi si es así por favor comenten que eso siempre nos motiva a escribir y si no ya saben también.

un besito!!!!

me gusto el capitulo, lo de la maceta fue muy hermoso, espero tu siguiente capitulo

me gusto mucho y el regalo hermoso y la inscripcion perfecta, espero el siguiente capitulo

la maceta tiene klaine fue hermoso quisiera una maceta asi


actualiza

Hola chic@s!!! ^^ bueno aquí esta la tercera parte!! disfruten!! :)

CAPÍTULO 3

-Bueno que...¿Te lo has pasado bien o no?

-siiiiii!!!!!! ¡mama ya estamos en casa!-gritó el pequeño entrando en casa empapado y solamente con el bañador y unas sandalias mientras iba arrastrando su camiseta por el suelo.

-Kurt sécate un poco antes de entrar, ya sabes como se pone tu madre si lo mojas todo!

-Vale papi....

Kurt subió las escaleras a la sengunda planta muy emocionado con unas ganas locas de contarle a su madre lo que había hecho en su tarde de piscina con su padre.

Fue al baño y después de secarse un poco fue directo a buscar a su madre a su habitación, escitadísimo y un poco mas contento que esta mañana ya que su madre no había podido ir con ellos ya que se encontraba un poquito mal y decidió quedarse acostada, pero cuando llegó no encontró a su madre donde la había dejado cuando se fue.

-¿mama?...

-Si cariño estoy aquí...en el baño...-gritó Elisabeth desde el baño pidiendo a un dios del cual no estaba muy segura de que existiera que su pequeño recordase los buenos modales y no entrase directamente y mucho menos que la viera en ese estado pero este pensamiento se vio interrumpido por una gran arcada que la recorrió la garganta y la obligo a hacer ese desagradable sonido y después vomitar.

-Mama...¿te encuentras bien?...-preguntó Kurt un poco asustado por lo que acababa de oir.

-Claro cariño...perfec...perfectamente...- en ese momento no supo de donde pero consiguió la fuerza necesaria para levantarse y abrir la puerta que le mostró la carita de su pequeño mas pálida de lo normal y con sus ojitos bien abiertos.

-Ven, ven cariño a la cama conmigo y cuéntame lo que has hecho en la piscina ¿si?- dobló un poquito la comisura de su labio dándole una sonrisa al pequeño y agradeció que este recuperase un poquito el color y la sonriera de vuelta.

Aun así Kurt no se encontraba muy convencido ya que desde un par de días atrás había visto a su madre algo mas pálida y con mala cara, menos cuando jugaba con él claro que era la misma de siempre.

Ella al notarlo le cogió y le dio un gran abrazo tan fuerte que incluso ella se mijó con el resto de agua que no se había ido del cuerpecito del castaño.

El niño la cogió de la mano y fueron hacía la cama donde ambos se sentaron y empezaron a hablar bueno mejor dicho Kurt era el que hablaba mientras su madre debido a la poca energía que le quedaba solamente asentía, sonreía y de vez en cuando le contestaba con alguna pregunta para que el pequeño siguiera hablando, y el único pensamiento que pasaba por la cabeza de la mujer era que podría verle hablar por horas y horas, esa era su mejor medicina.

-Bueno y ¿que hicisteis después?-pregunto la mujer terminando con un poco de tos.

-Pues papa me compró un helado de chocolate y...¿mama estás bien?-preguntó mientras la tos de su madre empeoraba por momentos.

-si...si cariño...no...te...te preocupes...-dijo esta aun tosiendo.

Pero lo peor de todo fue cuando en una de las veces la sábana que cubría las piernas de ambos empezó a mancharse con pequeñas manchas de sangre.

Kurt las miró con los ojos bien abierto ¿de donde era esa sangre? eso no era nada bueno, se asustó tanto que salió corriendo, bajó las escaleras de la casa abrió la puerta y corrió como nunca en su vida ignorando los gritos de sus padre que escuchaba detrás de él.

Siguió así, y no podía quitarse la imagen de su madre con las manos manchadas de sangre que salia de su boca, y no supo cuando exactamente había empezado a llorar, lágrimas que iba dejando atrás debido a la velocidad que alcanzó.

En ese momento tan triste necesitaba un lugar en el que se sintiera bien y solo se la pasó por la cabeza un lugar y allí fue, la floristería de la señora Anderson.

Saltó la ballita blanca, se acercó a la puerta pero al intentar entrar vió un cartel que decía:

" EN ESTE MOMENTO NO ESTOY
EN CASA, PERO SI ES UNA URGENCIA
ENTRA DENTO, HAY TEÉ
SEÑORA ANDERSON"

kurt se extrañó un poco por la nota pero estaba muy asustado y decidió entrar total la puerta estaba abierta. Todo estaba oscuro, cerró la puerta detrás de si caminó hasta el mostrador donde la anciana les atendió la tarde que le regaló su flor con la maceta con el nombre extraño.

El pequeño se paró a intentar ver u oir a alguien pero no pasó nada nadia estaba en la floristería pero encima del mostrador encontró un libro enorme sobre flores y plantas y lo que le llamó la atención fue una pequeña etiqueta en una de las esquinas del libro en la cual leyó:

-Propiedad de...Blaine Anderson-el castaño frunció el ceño ya que en las dos semanas que había pasado en el pueblo no había conocido a nadie con ese nombre pero enseguida un pequeño sonrojo empezó a subirle por la pequeña carita al pensar que alimejor Blaine era...

Los pensamientos del pequeño se interrumpieron cuando al lado de donde estaba el libro vió un hermoso ramo de margaritas naranjas que le sacaron una pequeña sonrisa, le habían gustado mucho.

Giró su pequeño cuerpo sobre si y al hacerlo vió un gran sillón con una manta encima y al lado una mesa con una taza y una tetera que supuso que sería el té del que hablaban en la nota, en ese momento no pudo evitar soltar un pequeño bostezo y pensó en volver a casa al ver en uno de los muchos relojes que habiía en la tienda con la forma de un pequeño gatito que jugaba con un ovillo de lana.

Eran casi las nueve, y en ese momento las horribles imágenes de su mama esa tarde volvieron a su mente y decidió no hacerlo, estaba demasiado asustado.

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-Madre mía que día mas largo...-Dijo Baine mientras entraba por la entrada del invernadero de la floristería de su abuela. Era su abuela pero por parte de madre, la verdad es que aveces pensaba que hubiera sido de él sin ella, pero una nota pegada a la suela de su bota le sacó de sus pensamientos, seguramente que estaría pegada en la puerta o eso imaginó él.

"TUS MARGARITAS ESTÁN
ENCIMA DEL MOSTRADOR,
CON CARIÑO
TU ABUELA"

Las margaritas, ni se acordaba de ellas, el moreno siguió caminando hasta llegar a la puerta de la tienda, en eso momento se alarmó ya que la puerta estaba abierta y pudo ver de refilón otra nota con la letra de su abuela pegada en la puerta.

-Abuela...de verdad un día te entran a robar y...¿cuando vas a a cambiar un poco?...-este siguió con su diálogo interno mientras entraba para asegurarse de que no había nadie dentro, de verdad el tenía 16 años y aveces parecía como si fuese mayor que su abuela, Blaine la mayoría de las veces pensaba que esa confianza ciega que tenía la traería algún día algún problema y le ponía de los nervios.

-¡HOLA! ¿hay alguien?-dijo el mayor mientras caminaba hasta el mostrador donde su abuela despachaba a todo el mundo.

-Abuela estas ya....-no pudo terminar la frase ya que centró toda su atención en el rastro de pétalos de color naranja que empezaba al lado de sus pies.

Siguió el rastro hasta encontrarse delante del sillón que tanto le gustaba a su abuela y en él había un pequeño bulto que subía y bajaba que estaba cubierto con la manta de punto que su abuela le regaló por su cumple.

-¿Que...?-

Al levantar la manta pudo ver una de las imágenes mas tiernas que nunca había visto, un chiquitín de pelo castaño estaba hecho un ovillo dormido como un lirón en el sillón en el que tantas veces había echo el lo mismo cuando era mas pequeño y que aun usaba para caer en los brazos de Morfeo.

-¿Y tu quien eres?- dijo el moreno en voz baja mientras acariciaba los cabellos castaños del pequeño.

-Hei amigo...despierta

Intentó despertarlo pero lo único que consiguió fue algunos gemiditos del pequeño, debido a esto el pequeño se movió, levantó su manita y la puso encima de los dedos que Blaine tenía sobre su cara y los cogió.

El moreno paró y se le quedó mirando, no podía quitar sus ojos del castaño y menos después de este gesto.

-¿Como algo tan pequeño puede ser tan adorable?

El niño se movió y el mayor se apartó ya que sabía que si seguía hablando se despertaría y no quería perturbar el sueño de algo tan chiquitín.

Blaine se quedó pensativo ya que no sabía que hacer con el niño, no sabía ni su nombre ni donde vivía...pero al bajar la cabeza pudo ver a los pies del sillón su libro favorito de flores que sus padres le regalaron el verano pasado por su cumpleaños, uno de los pocos que le habían hecho desde que no vivía con ellos y desde que su padre se enteró de su "secreto", lo cogió y miró la página en la que estaba abierto y vio que era la sección de los LIRIOS y al lado un pequeño papel con información del libro sobre estas flores, la verdad es que estaba escrita con una letra un poco mal hecha e imprecisa y supuso que eran notas del pequeño.

Blaine solo pudo sonreír y de repente la idea se le vino a la cabeza. Su abuela la semana pasada le había comentado algo de que había una familia nueva veraneando en el pueblo y que al niño al igual que a él le encantaban los LIRIOS.

Como también recordó la sonrisa tan tonta e incomprensible para Blaine que su abuela tenía e su cara mientras le hablaba de este pequeño.

-¿Como era? los HUMMER...HUMMAYS...ah!! Los Hummel!!

Con cuidado se acercó al mostrador y cogió el taquito de fichas que su abuela tenía de todos sus clientes y allí estaba la tarjeta que estaba buscando.

-Asi que...te llamas Kurt-Dijo para si Blaine en voz baja mirando al niño.

Siguió mirando la tarjeta y vio que solo habían comprado en la tienda un par de veces, pero entonces pudo ver en uno de los costados de la tarjeta una pequeña pegatina de un bichito rosa que no supo reconocer, miró en el resto de tarjetas y no lo vio en ninguna mas, eso la verdad le extrañó muchísimo.

Con muco cuidado volvió a dejar en su sitio las tarjetas, después de ver la dirección y el número de teléfono de los padres del niño. Se dirigió hacia él y con mucha delicadeza lo cogió entre sus brazos con cuidado de no despertarlo.

Cerró la puerta después de salir de la casa y en ese momento sintió como Kurt se movió y se acomodó mejor en sus brazos con unos pequeños quejiditos que hicieron a Blaine terminar de derretirse por ese ratoncito que acababa de conocer y que no había visto nunca antes.

Lo observó por un momento dormir en sus brazos y no pudo evitar sonreir después de susurrar su nombre una vez mas "Kurt".

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Hola holita!!!! Bueno les gustó?????? lo primero disculparme por haber tardado tanto en actualizar!! pero bueno creo que el capítulo es muy tierno no creen?
Bueno como siempre les digo si les gustó comenten y si no también y también avisadme si quereís que cambie algo o si hay algo que no os guste!!!
Bueno nos leemos, un besazo!!! Gracias por leer y comentar!!!! ^^ <33

que lindo, muy tierno...pequeño ratoncito...me encanta, espero que Blaine este cerca de Kurt, si su mama esta enferma, lo necesitara... Gracias por escribir!

es muy triste que Kurt tenga que ver a su mamá así, pero Blaine ayudará a su pequeño ratoncito, me encanta es muy tierno :>.<:

nueva lectora y me encanto :)

este es el fic más tierno y dulce del mundo!!!!!!!
Gracias por escribir, me encanta.
Actualiza pronto, por favor.

kurt es la cosita más tierna que he visto, espero que todo este bien , pero lo dudo, actualiza pronto

acabo de leer los capítulos ahorita y me han encantado, kurt es tan tierno y lindo, espero que no pase algo tan malo con elizabeth

Hola a tod@s!!!! Bueno aqui va el cuarto capítulo!!!


CAPÍTULO 4

Dos semanas, dos semanas hizo desde que Kurt tuvo su pequeña "escapada", dos semanas desde que desapareció por las tres horas mas largas en las vidas de Elisabeth y Burt Hummel, dos semanas desde que "Blaine" según sus papas le había cogido en sus brazos e hizo que sus padres respirasen de nuevo.

FLASHBACK

-Enserio muchísimas gracias...-dijo Elisabeth al joven moreno que le había devuelto a su pequeño sano y salvo.

-Blaine, mi nombre es Blaine y no se preocupe señora Hummel-dijo el muchacho aun con el pequeño en brazos- no ha causado ninguna molestia ya que así lo encontré en el sillón de la recepción.

Elisabeth fue directamente a coger a su pequeño, con mucho cuidado de no despertarlo y no pudo evitar soltar una pequeña lágrima que necesitaba liberar y ella sabía que le caería una pequeña bronca al despertar, no se libraría esta vez.

Al separarse de Blaine, ya con Kurt en brazos, ambos sonrieron al ver como la mujer no pudo alejarse mucho del moreno ya que kurt se aferraba con fuerza aun al pulgar de Blaine.

-Muchas gracias de nuevo Blaine, no se como compensarte por todo lo que has hecho- le dijo Burt tendiéndole la mano y cruzándola con la de Blaine.

-Nada no es necesario- y se desizo cuidadosamente del agarre del pequeño- si yo tuviera a una personita tan adorable como este ratón a mi cargo, también hubiese estado así, ha si do un placer conocerlos...adiós pequeño-dijo esto último acariciando una vez mas los cabellos de aquel pequeño que sin proponérselo había cambiando el rumbo de la tarde de todos los presentes en la habitación.

FIN FLASHBACK

Dos semanas que habían pasado y Kurt aun seguía castigado.

Esa tarde se encontraba en una silla subido mirando por la ventana, observando su lirio blanco que se encontraba donde lo dejó ese primer día.Pensando, pensaba en su lirio, pensaba en su mama que había empeorado bastante en esas dos semanas, en la casita de las flores, en su niño moreno...

-Kurt bájate de esa silla, o te harás daño- le sorprendió su padre entrando en la habitación del castaño mientras recogía algunas prendas del suelo y las juntaba en el barreño que aguantaba en sus brazos.

El niño contestó bajándose, no habló mas lo único que hizo fue ayudar a su padreb a recoger el resto de la ropa ya que desde que su mama se puso tan malita ambos tuvieron que ocuparse de las tareas del hogar, tal y como Elisabeth le pidió a Kurt.

-Papa...mama...se pondrá bién ¿verdad?

Kurt estaba muy asustado ya que su madre apenas ya jugaba con él y cuando lo hacía ya no se reía de la misma forma.

-Ven aquí- Burt dejó el barreño en el suelo y se sentó sobre el pequeño colchón- mira Kurt no pensaba tener esta charla contigo hasta mas adelante pero creo que es la hora- el mayor suspiró y cogió las manitas del pequeño, cada vez que veía a su hijo así de asustado su corazón se hacía mas pequeño- mama no está bién Kurt, ella está muy enferma- Kurt miró a su padre y puso un pequeño puchero que mató a su padre y después bajó la cabeza- pero ei mírame- le dijo mientras le cogía el mentón- NUNCA NUNCA pase lo que pase olvides que tu madre te quiere por encima de todo y por eso tenemos que ser fuertes, aguantar y cuidarla hasta que...

El timbre de la puerta interrumpió el discurso de Burt y la verdad es que lo necesitaba ya que el nudo de su garganta cada vez era mas difícil de aguantar. Kurt despertó del trance, observó a su padre y vio una pequeña lágrima que caía por la cara de este.

-Papi no te preocupes... estaremos bién- dijo el castaño apartándola con su dedo índice.

Este sonrió y congió la manita de su pequeño dándola un beso-

-Lo se hijo, lo se... ahora ve a abrir la puerta, yo iré a meter esta ropa a la lavadora.

Kurt solamente asintió y salió de la habitación corriendo, en verdad no se creía lo que su padre le acababa de decir, no a su mama no le podía pasar eso, no a ella no. Al abrir la puerta lo que se encontró lo desconcertó, era un hombre muy alto, medio calvo, muy delgado con unas gafas de culo de vaso y un maletín enorme en una de sus manos. Definitivamente no le había visto nunca.

-Hola guapo- sonrió a Kurt enseñando unos enormes dientes amarillos que no le agradaban mucho pero le hicieron un poco de gracia- ¿está tu papa en casa?

Kurt no contestó ya que recordó que sus papas le dijeron que nunca tenía que hablar con desconocidos y no quería romper mas reglas.Cerró la puerta y fue a buscar a su padre sin importarle el cerrarle en las narices la puerta al señor extraño.

-Papa hay un hombre que pregunta por ti.

-Ok ya voy-con testó cerrando la tapa la lavadora.

-Doctor ken, por favor pase- al levantar la cabeza pudo ver la cara de desconcierto de su hijo y tuvo que hacer algo- Kurt hijo, hazme un favor, ¿podrías ir a la casita de las flores y comprar un saco de fertilizante para tu lirio? ya no nos queda mas-dijo el mayor mientras guiaba a su hijo a la puerta y sacaba un billete de su bolsillo trasero del pantalón y se lo daba.

-Claro papa pero...

Fue lo único que pudo decir antes de que su padre cerrara la puerta a sus espaldas.

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-¡Blaine!, Blaine abre la puerta de una vez, hay muchos clientes.

-Claro abuela un...un momento.

El moreno amaba con toda su alma a su abuela pero odiaba ese sentido de la oportunidad que tenía en algunas ocasiones.

-¡Blaine no te lo repito mas!- gritó mientras volvía a golpear la perta que Blaine había cerrado con llave.

-Si abuela un mo...ment...tito- contestó este mientras juntaba de nuevo sus labios con los de su nuevo "amigo", Klan o Sam, no tenía ni idea, lo único que sabía era que besaba de muerte- sabes no me ayudas mucho con tus manos en esa...parte de m...i ana...anatomía...- decía mientras intentaba apartar las manos del chico rubio de su trasero.

-Es que esa parte de tu anatomía...me...vuelve loco...- dijo ignorando los intento de Blaine y llevándolas de nuevo a su lugar de procedencia.

Los chicos siguieron besándose y tocándose, Kiam ese era el nombre del chico, en ese momento vino a su memoria, mientras el otro se acercaba mas a él y con un solo movimiento cogió bien a Blaine por la espalda con amas manos y haciendo al moreno sentir un calor repentino por la cercanía.

-¡Blaaaineeeee! no te lo repito mas.

-¡¡VALE ABUELA!!-contestó este algo frustrado pero a la par un poco agradecido ya que empezaba a sentir que Kiam estaba yendo algo deprisa, le encantaba ese sentimiento que experimentaba cuando estaba con él pero sentía que no estaba preparado.

-Lo siento enserio, creo que me tendrás que dar el regalo otro día.

-Yo lo siento mas- dijo dándole un beso al moreno y después saliendo de el pequeño cuartito de trastos del invernadero.

Blaine salió después, se arregló el perlo los pantalones y salió mirando a un lado y a otro sin ver a la histérica de su abuela por ningún lado.
Se fue dirección a la recepción cuando al mirar hacia el jardín de atrás vio unas pequeñas zapatillas en la puerta que le resultaban familiar.

Se dirigió hacía afuera y allí estaba el pequeño.

-Te gustan mucho los lirios ¿No? - le dijo por detrás, el saltito del pequeño le resultó adorable.

-Blaine...- fue lo único que Kurt pudo decir, estaba ahí con él, no podía creerlo.

-A mi también me encantan, creo que no nos presentamos. Mi nombre es Blaine aunque veo que tu ya lo sabes.

El mayor tendió su mano hacía Kurt y no pudo evitar sonreir cuando vio que en vez de devolverle el saludo el niño se empezó a sonrojar- tu eres Kurt ¿verdad?

-Si....si encantado.

En ese momento fue cuando Blaine vio por primera vez esos ojos azules cielo que no vio la primera vez, eran muy hermosos, no podía parar de verlos y ahora era él el que no reaccionaba.

Al juntar las manos el pequeño superó su límite de vergüenza y volvió a bajar la mirada.

-¿Te gustan las flores Kurt?-el pequeño no contestó- bueno supongo que si, ya que vi que tomaste notas de mi libro.

Al escuchar esto Kurt levantó la cabeza y a Blaine le pareció adorable el nerviosismo del pequeño. Sabía que estaba siendo muy incómodo para él así que decirdió cambiar de tema.

-¿Sabías que en la Edad Media la gente usaba las flores para expresar sus sentimientos?

El pequeño levantó la cabeza con una ceja levantada y Blaine pudo darse cuenta de que el rojo de sus mejillas había disminuido.

-Si por ejemplo, un clavel blanco- dijo mientras señalaba un ejemplar que se encontraba en una maceta al lado de la puerta del invernadero- significa "fuerte amistad"

Kurt ya no estaba tan nerviosos, se dio cuanta de que el moreno le estaba hacienso señas para que se acercara y le hizo caso.

Observó la flor con mucha atención, miró por encima de esta y se encontró con la mirada del mayor.

-Si otro ejemplo es el Jazmín, simboliza la gracia y la elegancia, ven acércate ¿has visto que bien huele?

Kurt la olió y pensó que Blaine tenía razón.

-Te trasporta a otro mundo ¿no?- dijo viendo que la carita del pequeño volvía a su estado principal.

-¿Sabes lo que...lo que significan todas las flores?

Esto sorprendió al mayor, el niño no había hablado mas que un par de veces desde que se conocían y ya estaba empezando a a creerse que alguien le había comido la lengua.

-Mmmm....No, le de la mayoría...hagamos algo, elige una flor, la que mas te guste.

Kurt miró a su alrededor y una le llamó la atención, era una que ya conocía pero lo que le extrañaba era su color.

-¿La rosa lavanda? buena elección, mira como veo que te gusta esto te dejaré mi libro y así puedes buscar tu mismo su significado, si lo encuentras es tuya ¿hecho?

Este dudó un poco al principio pero al ver la mano del pelinegro con el libro del otro día no pudo negarse.

-Hecho- al decirlo no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa al ver como el mayor le sonreía mientras le miraba, pero algo había cambiado, esa vergüenza ya no estaba, hasta Blaine pudo notarlo.

Pero algo sobresaltó a ambos, el teléfono de la recepción empezó a sonar.

-¿Si, dígame?- contestó el pelinegro mientras observaba como Kurt se acercaba a la flor violeta y no le quitaba ojo- si, si claro, está aquí conmigo...si un momento...¡peque!, toma tu padre quiera hablar contigo.

-¿Si papa?-contestó Kurt sin pensar que esas dos palabras le cambiarías la vida para siempre.

-Kurt...- este notó la voz de su padre un poquito rara y esto asustó al pequeño un poquito- cariño ven a casa ya... es mama.

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Hola chc@s bueno!! thanks por vuestros comentarios me encantan y me motivan muchísimo para seguir escribiendo!!! ok teneis que ser sinceros ¿os está gustando el fanfic? ya sabeis si os gusta comentar y si no también!! Hasta pronto!!!

hay que bien que se acerquen mas, no me gusta el tal Kiam ese jajajjaja ahora Kurt va a sufrir su mamá..... Claro que me gusta, me encanta tu historia

me gusta me encanta es hermoso y que mal que le paso a elizabeth y aa dios ese blaine que perro es aaa que asco saber que se beso con ese

y kurt es tan lindo y tierno y como cuantos años tiene blaine?

esta historia es simplemente hermosa,, kurt sufriara mucho por la perdidad e su madre=(

me encanta este fic, es súper tierno. ya quiero que Kurt crezca y pueda hacer las mismas cosas que Kiam con Blaine jajajajaja
Actualiza pronto.

que hermosa historia jajaja siguela

Bueno como siempre muchísimas gracias por sus comentarios!!!! me encantan!! :) esta semana que viene subiré el siguiente capítulo!!!!

linaklaine escribió:me gusta me encanta es hermoso y que mal que le paso a elizabeth y aa dios ese blaine que perro es aaa que asco saber que se beso con ese

y kurt es tan lindo y tierno y como cuantos años tiene blaine?

Pues Blaine tiene 16 y Kurt tiene 10 añitos pero no por mucho tiempo jajaja gracias por comentar!! :)