OneShot-Klaine-Say

Blaine sintió la luz de la cámara de Artie apuntándolo directamente a sus ojos.

-¿Alguien tiene algo que quiera decir?-pregunto el muchacho de lentes aun sin quitar la cámara del rostro del moreno.

Blaine por un segundo tuvo el impulso de decir algo, pero estaba tan asustado, las palabras simplemente no saldrían, sabía que si abría la boca comenzaría a llorar, y eso era algo que no quería hacer, todos estaban ya demasiado asustados.

El cheerio escondió su cabeza entre las piernas y se cubrió con sus brazos, no podía creer que tal vez este era su final, tenía tanto por hacer, tantos sueños aun sin cumplir, quería estudiar, quería cantar sus propias canciones sobre un escenario, escuchar a la gente gritar su nombre, dar un vistazo tras el escenario y ver esos hermosos ojos azules mirándolo como no lo hacían hace tanto, quería a Kurt de vuelta, quería besarlo de nuevo, quería abrazarlo de nuevo, quería amarlo, quería prometerle que nunca volvería a fallarle, quería decirle perdón por última vez, quería tantas cosas, pero el destino estaba burlándose justo frente a él, le estaba arrebatando sus esperanzas de la manera más ridícula que jamás imaginó, todo por quien sabe que estúpido loco que creyó que sería divertido entrar en una escuela secundaria y comenzar a disparar.

-Kurt…-susurro entre sollozos que no podía detener.


-¿Santana? ¿Tienes idea de donde deje mi teléfono?-pregunto despreocupado el castaño colocándose un sweater.

-¿Santana?-volvió a decir dirigiéndose a la sala y viendo a la morena hincada sobre el sillón con la vista fija en su teléfono.

-¿Qué ocurre?-pregunto un poco preocupado por la expresión de su amiga.

-Mckinley…. –alcanzo a decir en lo que apenas sonaba como un susurro.

-¿Que paso? No me digas que de nuevo hubo una intoxicación o encontraron serpientes en el alcantarillado-bromeo Kurt recordando la cantidad de cosas extrañas que ocurrían en su antigua escuela.

-Un tiroteo Kurt….

El castaño se quedó congelado sintiendo como sus ojos comenzaban a nublarse. Repentinamente sintió que toda la sangre de su cuerpo se dirigía directamente a su cabeza, podía sentir el golpeteo de ella en su cerebro, Santana se volvió a mirarlo intentando encontrar un poco de tranquilidad en su amigo, pero solo pudo ver el miedo inundándolo.

-Kurt…

-Mi teléfono…-susurro el castaño con la mirada perdida en algún punto de la habitación.

-Está en la cocina-se apresuró en decir la latina recordando que hacía unos minutos lo había visto ahí.

Kurt corrió hasta alcanzarlo. No había nada, ni un mensaje, ni un maldito mensaje de Blaine.

-¿Cómo sabes que hubo un tiroteo Santana? Tal vez es un error-escupió Kurt volviendo a revisar su teléfono.

-Sam me envió un mensaje…

-¿Él está con Blaine? ¡Pregúntale por Blaine Santana!-la desesperación comenzaba a hacerlo preso de sus más primitivos instintos.


-Por favor, solo quiero volver a verlo…-repetía una y otra vez Blaine en su cabeza, sin atreverse a mirar a nadie, podía escuchar el llanto de cada uno de sus compañeros, y eso solo lo desesperaba más.


-Santana, por favor, escríbele…. Blaine no contesta mis mensajes…

-¡Cálmate un segundo Kurt!-grito la morena.

-¿Que me calme? ¡Hay un loco disparando en la escuela y Blaine está ahí solo! ¿Cómo quieres que me calme?, si algo le pasa yo…-Kurt simplemente no pudo seguir, comenzó a llorar sin control, no podía imaginar un mundo sin Blaine si ya se le hacía insoportable mantenerse lejos de él.

-No responde…-suspiro la morena.

-Escríbele a alguien más, que se yo…Tina…

-Ok…

-¡Maldición!-dijo unos segundos más tarde.

-¿Qué ocurre?-dijo Kurt pensando lo peor y llevándose una mano al pecho.

-Tina esta afuera, pero dice que todos deben estar en la sala de coro…ella salió tarde de una de sus clases y luego fue evacuada…

Kurt se levantó y se dirigió hacia su habitación.

-¿A dónde vas?

-A Lima…no puedo quedarme aquí, sin saber nada, tengo que saber que está bien…

-Vamos Kurt, ¿pretendes encontrar un vuelo y partir a Lima?

-Es justo lo que estoy haciendo…-respondió decidido.

La morena se levantó y tomo al castaño de los hombros intentando mantenerlo tranquilo.

-Kurt, cálmate… ¿qué harás allá? ¿Entraras a la escuela y te arriesgaras a que te maten?

Matar…Kurt no quería pensar en eso, que ocurría si Blaine… Kurt sacudió su cabeza intentando alejar esos pensamientos.

-Tengo que saber si está bien…

-Se cómo te sientes…-termino de decir Santana abrazando a su amigo.


-¿Blaine estas bien?-el moreno sintió que alguien lo golpeaba en el pie. Apenas levanto la vista se encontró con la mirada de Sam.

Blaine asintió y volvió a esconder su cabeza.

-Le avise a Santana lo que ocurría-susurro.

Estas palabras llamaron completamente la atención de Blaine, volvió a mirarlo, esta vez interesado en las palabras de su amigo.

-Él ya debe saber lo que está ocurriendo-volvió a susurrar intentando hacer el menor ruido posible.

Blaine no pudo evitar empezar a llorar, quería hablarle, quería decirle que estaba bien, pero ni siquiera sabía si saldría vivo de todo esto.

-¿Dónde está tu teléfono? Envíale un mensaje, debe estar preocupado…

-Está en mi bolso… al otro lado del salón-se lamentó Blaine mirando hacia la silla en la esquina opuesta a donde estaba.

-Voy por el…-ofreció el rubio comenzando a moverse.

-¡Dónde vas Sam!-una voz masculina reprendió al muchacho haciendo que se quedara estático.

-Necesito el bolso de Blaine Mr. Schue.

-No se muevan, podrían escucharlos.

Un fuerte ruido se escuchó en el pasillo, como si alguien aventara uno de los basureros.

Un grito ahogado salió de la boca de la mayoría de sus compañeros, Blaine les dirigió una mirada asustada y pudo ver el temor y el dolor en cada uno de ellos.

-Blaine…Blaine…-dijo Sam llamando la atención del moreno quien parecía haberse perdido en la imagen de todos sus compañeros escribiéndoles o despidiéndose de sus familiares.

-Ten ocupa mi teléfono…escríbele desde aquí.


-Necesito viajar Santana….-volvió a decir separándose de los brazo de su amiga.

-Kurt, tardaras un par de horas en llegar-dijo intentando convencerlo de que no era una buena idea, después de todo solo lograría preocuparse más, nadie sabia cuanto tardarían en salir, o en atrapar a quien hubiese sido el maldito que había entrado a la escuela armado.

-No me interesa, solo quiero estar ahí cuando haya salido…

-Kurt…

-El estará bien, como lo estarán todos….

-Ok, vamos, te acompaño al aeropuerto.


http://www.goear.com/listen/f1f1048/say-glee (pincha y espera por la musica)

-Vamos Blaine, ten, escríbele algo…

El moreno recibió el teléfono en sus manos y se quedó mirándolo durante unos segundos, no sabía que escribir.

-Se está quedando sin baterías, solo dile que estas bien-insistió Sam.

-Me prometí no volver a mentirle-susurro ahogando un sollozo.

-Blaine, vamos a estar bien….


Kurt acababa de llegar a Lima, no sabía cuánto tiempo había pasado, su teléfono seguía sin sonar, no tenía ninguna noticia de nadie hasta ese momento.

-Lléveme a la preparatoria Mckinley-dijo el castaño al chofer del taxi.

Kurt cerró sus ojos durante unos segundos, estaba tan asustado, recordó el sentimiento de aquel día en que se enteró de que su madre estaba enferma, el día en que Mr. Schue le dijo que su papa había tenido un infarto, ¿por qué la vida insistía en intentar arrebatarle a cada persona que amaba?


-Vamos Blaine… escribe lo que sea.


-Disculpe señor… llegamos.

Kurt limpio las lágrimas que corrían por su rostro y abandono el taxi, pudo ver la calle cerrada justo frente a él, los policías cercando el lugar y muchos padres abrazando desesperados a sus hijos.


Kurt sintió los gritos de los policías y vio salir un montón de estudiantes corriendo desde el interior del colegio, Kurt pudo distinguir a Sam y a Mr. Schue, justo tras ellos pudo notar al moreno y su corazón logro volver a latir con tranquilidad, lo vio acercarse a sus padres que estaban al otro lado de la calle, ambos lo abrazaron como Kurt nunca los había visto hacer antes.

El castaño se acercó un poco esperando poder ver que estaba sano y salvo, Blaine logro distanciarse apenas unos pasos de sus padres dando un fuerte respiro, miro a su alrededor, todos su amigos estaban junto a sus familias, se giró hacia su izquierda y sus ojos se cruzaron con la mirada que estuvo esperando ver durante todas esas horas, lentamente comenzó a caminar hasta el muchacho que lo esperaba con una sonrisa en los labios y los ojos humedecidos.

Sin pensarlo dos veces se lanzó a sus brazos, hundiendo su cabeza en el cuello del otro y llenando sus pulmones con ese olor que pensó no volvería a sentir, ambos fundidos en ese necesitado abrazo comenzaron a llorar, dejando salir todo el miedo que tenían, sintiéndose por fin a salvo.

-Pensé que nunca volvería a verte-dijo entre sollozos el moreno, provocando que Kurt lo aferrara con más fuerza entre sus brazos.

-No vuelvas a repetir eso por favor.

-Te amo.

-Y yo a ti Blaine. Nunca lo olvides.