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Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
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Kenia_Michele
MelFinn
Monchele_finchel=love
franciscagleek
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Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
Capítulo XIII.
Me taparon la nariz y la boca, traté de gritar más, pero no podía. Ya sin más fuerzas para luchar, vi todo negro… hasta ahora… que desperté, miré a mi alrededor y vi a… ¿Finn? Sí, era él… estaba sentado en un sillón, mirando hacia ni idea dónde, jugando con sus manos… y parecía nervioso.
— ¿Finn? —pregunté, y me di cuenta de que estaba en un colchón tendida… con las manos y pies amarrados.
Al notar él que le hablé, me miró, pude notar bastante nerviosismo… yo aún no lograba comprender nada de lo que pasaba.
— ¿Qué estamos haciendo aquí?, ¿por qué yo estoy amarrada?
—E-estás… secuestrada… —me dijo balbuceando, pero mirando hacia otro punto perdido. Yo exploté en risa, ¿secuestrada dijo?
—Ya, en serio. ¿Qué se supone que hago amarrada?, ¿y dónde estoy? —miré a mi alrededor… aparentemente era un ¿sótano?
—Es en serio —me miró… y tan sólo su mirada me dio un escalofrío. Pero no podía hablar en serio… ¿por qué iba a querer alguien secuestrarme?
—Yaaa… supongamos que estoy secuestrada —traté de contener la risa—, ¿tú me secuestraste?
—No, fue el Mago de Oz —ironizó, eso me cayó mal, y me puso otra pregunta en la mente… ¿por qué él iba a querer secuestrarme?
— ¿Y por qué se supone que estoy "secuestrada"?
—Te mentí… —jugaba con sus manos, aún el nerviosismo.
—Yo sabía. Ahora ya suéltame —traté de sacar mis manos del enredo que eran las cuerdas, no pude.
—No, el secuestro es verdad. Te mentí sobre mis padres… —y seguía sin mirarme.
— ¿Y qué tengo que ver yo como para que me secuestres?, ¿no podías confesarme que me mentiste como alguien normal? —esto era raro.
—Necesito que escuches todo lo que tengo que decirte en silencio.
— ¿Cómo me pides eso?, ¡estoy atada!, ¡en un sótano!, ¡contigo!, ¡me dices que me has secuestrado!, ¡y estas malditas cuerdas comienzan a hacerme doler! —comencé a reclamar furiosa. Finn se levantó bruscamente, tan bruscamente que yo di un salto. Se dirigió a no sé dónde, y regresó con una tela en la mano—. ¿Qué vas a hacer? —le pregunté mirando la tela mientras él se acercaba—. No, no Finn. ¡Finn n… —no pude gritarle más porque me tapó la boca con la tonta tela, y yo lo miré furiosa.
—Te pedí que te callaras —se fue a sentar al sillón donde antes estaba, yo aún no entendía nada y estaba muy enojada.
Narra Finn Hudson.
No puedo creer que sea ella… ¿por qué justamente ella?, cuando me confesó lo de sus padres… me pasé unas cuantas pocas horas pensando… su apellido.
Sin embargo, aunque ya la haya secuestrado… no sé si serán ellos… pueden haber muchos, le ruego a Dios que no sean ellos… necesito cerciorarme.
—Antes… dime algo. ¿Tus padres eran Hiram y LeRoy Berry? —por favor, que no sean. La miré, asintió con la cabeza algo confundida.
¡MALDITA SEA!, ¿por qué no podía ser cualquier otra persona?, ¡por qué!
—Ahora… ahora te contaré el porqué de que yo te haya secuestrado. Mis padres… ellos… no eran lo que te conté, ellos no trabajaban en eso. Ellos… eran… eran… también eran agentes —suspiré, observé su expresión, no lo podía creer—. Tus padres, los mataron. Tus padres me arrebataron a los míos en unos segundos con dos balas. ¡Tus padres me dejaron huérfano! —me alteré, y no pude evitar… no pude evitar una lágrima… Para nadie es fácil saber al fin, quién es el hijo de los cretinos que mataron a tus padres, y tener que… cobrar venganza.
La observé… una lágrima asomaba por su mejilla.
—Y yo… yo… ju-juré… cobrar venganza —sus ojos se abrieron a más no poder… Y yo no sabía si podría.
En todo este mes… yo… yo la quiero… la comencé a querer… demasiado… Es como pedirme que asesine a Sam, a Stevie, a alguno de mis tíos, o a alguna persona que quiero.
La miré nuevamente, comenzó a encogerse hacia el rincón, negando con la cabeza… Rachel comenzaba a desesperarse.
Sin embargo… aunque sus padres fueran los que mataron a los míos… me era imposible sentir odio hacia un ser como ella… Sería injusto odiarla… Pero es justo aliviarme de toda la impotencia y pena que siento, y vengar la muerte de mis padres… ellos… son más importantes para mí.
No tengo idea de cómo se sacó la tela con la que le tapé la boca, pero se soltó, y quiso comenzar a gritar, pero corrí hacia ella y le tapé la boca con la mano.
—Rachel… cállate… no quiero volver a tener que desmayarte —seguía en su intento por gritar—. Lo siento —le tapé la nariz, aún no se desmayaba—. Aún… aún no te haré nada… tranquila —yo no podía ser siempre frío con ella… tampoco me gustaría que prácticamente un… amigo… me secuestrara y me dijera que me va a matar.
Me miró, con lágrimas en los ojos… que digo en los ojos, ya corrían por su rostro. Eran lágrimas desesperadas… Me destrozaba ser el causante de eso. Sus ojos marrones me mostraron desilusión, y se cerraron… al mismo tiempo en que ella se desmayaba.
La tomé en brazos y la recosté en el colchón… Pensé en soltarle las manos, pero no era seguro… Me dolía ser tan cretino con ella…
La arropé con las frazadas que llevé para abajo, y parecía que simplemente dormía. Con tranquilidad.
Me recosté junto a ella, acariciando su rostro levemente…
—Por qué tenías que ser tú… —susurré observándola. Y una lágrima brotó de mis ojos…
Si ya antes no me sentía capaz de poder arrebatarle la vida a alguien, mucho menos ahora podía arrebatarle la vida a ella…
Me levanté de allí, y me dirigí a mi habitación. De cualquier manera nunca nadie se mete al sótano, no la verán, y mis tíos aún tienen para unos dos meses más allá.
Hola chicos ¿como estan? espero que bien ya la cosa se puso mas interesante en los próximos capítulos se viene brittana y fabrevans (si es asi como se escribe) cuídense chau
Me taparon la nariz y la boca, traté de gritar más, pero no podía. Ya sin más fuerzas para luchar, vi todo negro… hasta ahora… que desperté, miré a mi alrededor y vi a… ¿Finn? Sí, era él… estaba sentado en un sillón, mirando hacia ni idea dónde, jugando con sus manos… y parecía nervioso.
— ¿Finn? —pregunté, y me di cuenta de que estaba en un colchón tendida… con las manos y pies amarrados.
Al notar él que le hablé, me miró, pude notar bastante nerviosismo… yo aún no lograba comprender nada de lo que pasaba.
— ¿Qué estamos haciendo aquí?, ¿por qué yo estoy amarrada?
—E-estás… secuestrada… —me dijo balbuceando, pero mirando hacia otro punto perdido. Yo exploté en risa, ¿secuestrada dijo?
—Ya, en serio. ¿Qué se supone que hago amarrada?, ¿y dónde estoy? —miré a mi alrededor… aparentemente era un ¿sótano?
—Es en serio —me miró… y tan sólo su mirada me dio un escalofrío. Pero no podía hablar en serio… ¿por qué iba a querer alguien secuestrarme?
—Yaaa… supongamos que estoy secuestrada —traté de contener la risa—, ¿tú me secuestraste?
—No, fue el Mago de Oz —ironizó, eso me cayó mal, y me puso otra pregunta en la mente… ¿por qué él iba a querer secuestrarme?
— ¿Y por qué se supone que estoy "secuestrada"?
—Te mentí… —jugaba con sus manos, aún el nerviosismo.
—Yo sabía. Ahora ya suéltame —traté de sacar mis manos del enredo que eran las cuerdas, no pude.
—No, el secuestro es verdad. Te mentí sobre mis padres… —y seguía sin mirarme.
— ¿Y qué tengo que ver yo como para que me secuestres?, ¿no podías confesarme que me mentiste como alguien normal? —esto era raro.
—Necesito que escuches todo lo que tengo que decirte en silencio.
— ¿Cómo me pides eso?, ¡estoy atada!, ¡en un sótano!, ¡contigo!, ¡me dices que me has secuestrado!, ¡y estas malditas cuerdas comienzan a hacerme doler! —comencé a reclamar furiosa. Finn se levantó bruscamente, tan bruscamente que yo di un salto. Se dirigió a no sé dónde, y regresó con una tela en la mano—. ¿Qué vas a hacer? —le pregunté mirando la tela mientras él se acercaba—. No, no Finn. ¡Finn n… —no pude gritarle más porque me tapó la boca con la tonta tela, y yo lo miré furiosa.
—Te pedí que te callaras —se fue a sentar al sillón donde antes estaba, yo aún no entendía nada y estaba muy enojada.
Narra Finn Hudson.
No puedo creer que sea ella… ¿por qué justamente ella?, cuando me confesó lo de sus padres… me pasé unas cuantas pocas horas pensando… su apellido.
Sin embargo, aunque ya la haya secuestrado… no sé si serán ellos… pueden haber muchos, le ruego a Dios que no sean ellos… necesito cerciorarme.
—Antes… dime algo. ¿Tus padres eran Hiram y LeRoy Berry? —por favor, que no sean. La miré, asintió con la cabeza algo confundida.
¡MALDITA SEA!, ¿por qué no podía ser cualquier otra persona?, ¡por qué!
—Ahora… ahora te contaré el porqué de que yo te haya secuestrado. Mis padres… ellos… no eran lo que te conté, ellos no trabajaban en eso. Ellos… eran… eran… también eran agentes —suspiré, observé su expresión, no lo podía creer—. Tus padres, los mataron. Tus padres me arrebataron a los míos en unos segundos con dos balas. ¡Tus padres me dejaron huérfano! —me alteré, y no pude evitar… no pude evitar una lágrima… Para nadie es fácil saber al fin, quién es el hijo de los cretinos que mataron a tus padres, y tener que… cobrar venganza.
La observé… una lágrima asomaba por su mejilla.
—Y yo… yo… ju-juré… cobrar venganza —sus ojos se abrieron a más no poder… Y yo no sabía si podría.
En todo este mes… yo… yo la quiero… la comencé a querer… demasiado… Es como pedirme que asesine a Sam, a Stevie, a alguno de mis tíos, o a alguna persona que quiero.
La miré nuevamente, comenzó a encogerse hacia el rincón, negando con la cabeza… Rachel comenzaba a desesperarse.
Sin embargo… aunque sus padres fueran los que mataron a los míos… me era imposible sentir odio hacia un ser como ella… Sería injusto odiarla… Pero es justo aliviarme de toda la impotencia y pena que siento, y vengar la muerte de mis padres… ellos… son más importantes para mí.
No tengo idea de cómo se sacó la tela con la que le tapé la boca, pero se soltó, y quiso comenzar a gritar, pero corrí hacia ella y le tapé la boca con la mano.
—Rachel… cállate… no quiero volver a tener que desmayarte —seguía en su intento por gritar—. Lo siento —le tapé la nariz, aún no se desmayaba—. Aún… aún no te haré nada… tranquila —yo no podía ser siempre frío con ella… tampoco me gustaría que prácticamente un… amigo… me secuestrara y me dijera que me va a matar.
Me miró, con lágrimas en los ojos… que digo en los ojos, ya corrían por su rostro. Eran lágrimas desesperadas… Me destrozaba ser el causante de eso. Sus ojos marrones me mostraron desilusión, y se cerraron… al mismo tiempo en que ella se desmayaba.
La tomé en brazos y la recosté en el colchón… Pensé en soltarle las manos, pero no era seguro… Me dolía ser tan cretino con ella…
La arropé con las frazadas que llevé para abajo, y parecía que simplemente dormía. Con tranquilidad.
Me recosté junto a ella, acariciando su rostro levemente…
—Por qué tenías que ser tú… —susurré observándola. Y una lágrima brotó de mis ojos…
Si ya antes no me sentía capaz de poder arrebatarle la vida a alguien, mucho menos ahora podía arrebatarle la vida a ella…
Me levanté de allí, y me dirigí a mi habitación. De cualquier manera nunca nadie se mete al sótano, no la verán, y mis tíos aún tienen para unos dos meses más allá.
Hola chicos ¿como estan? espero que bien ya la cosa se puso mas interesante en los próximos capítulos se viene brittana y fabrevans (si es asi como se escribe) cuídense chau
Lali Linford** - Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 09/04/2013
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
Wafialex escribió:Pobre racheel ya quiero sabes que pasa con ella :(
Gracias por comentar espero que te guste el capitulo
Lali Linford** - Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 09/04/2013
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
Haaaaay finn que desilusión :(
Wafialex*** - Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
Capítulo XIV.
Narra Sam Evans.
Desperté con la luz del sol en mis ojos. Me los refregué y miré el reloj: 10:20. Me levanté con algo de flojera debo decir, pero ya era hora de levantarme, y prepararle desayuno al enano que seguramente ya anda revoloteando por la casa. ¡Wow, no me equivoqué!, acaba de chocar conmigo.
— ¡Ten cuidado! —le grité al tiempo en que él me sacaba la lengua y bajaba corriendo las escaleras. Me lo encontré en la cocina.
—Sam, quiero huevos revueltos con tostadas y mantequilla —me sonrió inocente.
— ¡Já!, no quieres nada —le dije irónico, me miró mal.
Me acerqué a la despensa y de allí saqué un plato hondo, abrí la otra puerta y saqué cereales, y del refrigerador saqué leche. Se lo entregué en la mesa a Stevie.
—Que lindos los huevos, nunca los había visto —me dijo haciéndome una mueca pesada e irónica, mientras yo le servía los cereales.
—Sí, se llaman huevos cereales, ¿los conocías? —le sonreí cínico.
— ¿Eso fue un chiste?, olvidé reírme…
— ¡Ya cómete eso! —lo regañé. ¡Es que siempre me jode!
—Ruliento gruñón, hermano mío tenía que ser, ¿no podía ser Finn?, es más divertido que la cosa con rulos, además que…
— ¡Ya Stevie! —me molesta cuando jode tanto, una vez está bien, pero se pasa. Me miró mal… esa mirada que tiene cuando mamá lo reta… ¡maldición!
Que no haga puchero como con ella… por favor, por favor… ¡Ahj, se las sabe por libro!
—Ya… oye… —traté de acercarme, pero me dio la espalda cruzándose de brazos.
—Te acusaré con mamá, le diré que me trataste mal, que me insultaste, y que me tiraste al piso, y me golpeaste, y me seguiste maltratando, y que me hacías comer tierra diciéndome que eran huevos revueltos, y que seguías pateándome mientras yo comía, y que luego buscaste una línea de tren y me ataste y el tren me pasó encima y yo casi me muero y tu seguías pateándome, y me diste de comer más tierra —dijo haciendo puchero.
—Oye, eso no es verdad, nadie te va a creer —le dije en tono obvio, era demasiado fantástico.
—Eso es lo que tú crees —se hizo el ofendido.
—Pero ¿sabes qué te creerían? —me miró raro, tratando de adivinar, y no pudo—. Que… ¡yo te hice cosquillas hasta que moriste! —comencé a hacerle cosquillas, y yo ya veía que se quedaba sin aire… El mejor remedio para que se le pase el mal genio y lo molestoso.
— ¡Ya, ya!, ¡basta!, ¡Sam!, ¡Jaja, basta! —me reclamaba entre risas, y yo paré, sino Stevie mojaría el piso. Cuando paré, dio un suspiro.
— ¿Y?, ¿volverás a molestarme? —lo miré amenazante haciendo un gesto con mis manos, diciéndole que si molestaba, vendrían más cosquillas… esta vez no me importaría el piso, ¡muahaha!
—Está bien… no te molestaré más. Por hoy —sonrió malvado, y se dirigió a yo supongo el pasillo.
Me serví un vaso de leche, y cuando lo estaba tomando, Stevie me habló.
— ¿Sam, desde cuándo escondes a tus novias en el sótano? —me miró raro, y yo aún más a él.
— ¿Esconder?, ¿novias?, ¿sótano?
—Hay ya no te hagas el idiota, sé que entendiste —me obvió.
Ignoré su comentario y fui al sótano. Allí… allí… ¡¿allí estaba Rachel?!, ¿qué hacía allí?
—Eh… no veo nada —me hice el tonto.
—Mira, es la chica está all… —le tapé la boca para que no siga hablando, podría despertarla, estaba durmiendo.
—Toma cinco dólares… anda a… al parque del frente, yo te miro por la ventana, compra algunos dulces —le pasé los cinco dólares, me sonrió y se fue a la puerta.
Me dirigí a la escalera, y llamé a Finn furioso.
—¡FINN! —le grité desde la escalera, y supe que dormía como tronco, porque se cayó de la cama… el sonido de su caída y su "Auch" resonaron por la casa. De inmediato bajó las escaleras corriendo.
—¡¿Qué?!, ¡¿un ladrón?!, ¡Stevie! —iba a correr hacia la puerta lo detuve tomándolo de su musculosa y lo arrastré —literalmente— hacia la puerta del sótano.
—Explícame eso —le dije mirándolo molesto. Finn se puso serio, hasta deprimido puedo decir, y caminó hacia la cocina.
Se sirvió leche aún sin hablar, y se preparó un pan con mantequilla.
Pasaron varios minutos, y aún no me hablaba.
—Finn, por qué está Rachel abajo, respóndeme.
—Rachel Berry… ahí está tu respuesta —dejó de comer, y se puso a mirar a un punto X…
Momento… ella… no, no, no, no puede ser ella, Finn no sería capaz…
—No, ella no puede ser. ¿Estás completamente seguro? ¡Finn, no serías capaz! —me levanté de la silla y lo miré.
—Si que lo soy…
—No, no lo eres… sé que no eres de esa clase de persona… —aún no decía nada—. ¡Mírame cuando te hablo! —le grité, y me miró indiferente—. Finn, por última vez… no puedes… —se levantó y comenzó a caminar por el pasillo, lo seguí y lo detuve cuando íbamos pasando por afuera del sótano.
Abrí la puerta, Finn miró hacia otro lado.
—Mírala… ¿serías capaz? —comenzaba a afligirse, lo notaba en sus facciones y en como movía la boca, mordiéndose la piel interior de ésta.
—Sus padres mataron a los míos… —susurró con frialdad…
—No te reconozco —le dije con un dejo de desprecio.
—Compréndeme… oh, no, eso es imposible… tú no podrías comprenderme, porque yo soy el único bastardo aquí que no tiene padres, el único que a los cortos trece años dejó de tener una madre que lo mime, que le haga cariños, que lo llame con apodos que lo avergüencen, el único que perdió a un padre que pueda enseñarle a jugar fútbol, béisbol, que le enseñe a ser hombre… El único que perdió todo ese cariño… tú no comprenderías… —sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas… Y un cuchillo atravesó mi pecho… Es verdad que él perdió todo eso, y me sentí tan mal de que me lo dijera de esa forma… Además me coloqué a pensar en todo lo mal que lo ha pasado él.
—Pero… Finn ella...
—No, cállate —me interrumpió—, déjame convertirme en un maldito asesino, pero poder vengar la muerte de mis padres. ¡No te estoy pidiendo ayuda!, ¡siempre he estado solo, completamente solo, no te necesito ni a ti ni a tus regaños ni a tu apoyo justo ahora! —me gritó y entró al sótano, cerrando con llave.
Me quedé parado allí como idiota… Tenía una confusión inmensa. Finn es mi primo, casi mi hermano… no puedo ignorar así como así todo el sufrimiento por el que ha pasado durante estos seis años… Pero tampoco puedo dejar que cometa un homicidio, y menos con Rachel.
Toqué la puerta reiteradas veces, y no me abría… Sentí un poco de temor por lo que le pudiera hacer a Rachel
Finalmente me rendí… había pensado en llamar a la policía… pero sería una canallada, no puedo echar al agua a mi primo.
Capítulo XV.
Narra Santana.
—No se va a esperar esta sorpresa —comenté con Quinn mientras ponía la llave en la puerta.
—A la cuenta de tres, gritamos "¡Sorpresa!", ¿bien? —me susurró, yo asentí con la cabeza, y entramos—. Uno, dos, tres…
—¡SORPRESA!, ¿Dónde estás Rachel? —fuimos a su habitación… no estaba allí.
Recorrimos el departamento entero, y no estaba… era raro… sólo eran las 12 del día.
—Comienzo a preocuparme… —dije.
—No, quizá se quedo a dormir donde Finn… ¿llamo a Sam?
—¡Buena idea!, puede estar allá —sonreí, y Quinn marcó el número.
—Aló, ¿Sam? —preguntó—. ¡Sí, soy yo! —tenía una sonrisa indestructible—. Sí, estoy de lo más bien… ¿y tú? —murmullos—. ¡Oh, qué bueno! —le pegué un codazo—. Ah… em… Sam, ¿de casualidad no se quedó Rachel allá? Es que no está aquí… por cierto, estoy en Lima —sonrió, y se escucharon murmullos—. Ah… bueno, quizá salió… Bien, tengo que cortar Sam, te llamo más tarde, cuídate —cortó.
—¿No está allá? —le pregunté preocupada, negó con la cabeza—. Ogh… ¿dónde más puede estar?
—Ni idea… pero si no aparece de aquí a la tarde, tendremos que avisarle a Mike…
—Si… bueno, ahora… ¿qué hacemos?
—Mmm… ¿ordenar? Mira este desastre… —reímos.
—Bien, yo ordeno em… la habitación de Rachel, tú ordena en la cocina, y el living, luego yo iré a ver las demás habitaciones por si están desordenadas —sonreí.
Ordenamos todo, no fue aburrido como pensé. Colocamos música, y mientras ordenábamos, bailábamos como locas… realmente divertido y chistoso.
Fueron las siete, Quinn estaba hablando con el famoso "Sam" por celular… mientras yo me aburría viendo televisión.
—San… ¿puede venir Sam? —me preguntó.
—Claro, por qué no, además así lo conozco —sonreí, y ella aún más. Le dijo que viniera.
Se puso muy contenta, era cómico verla saltar de alegría.
—Uh, ese flechazo va en serio —reí, y se sonrojó, al mismo tiempo en que tocaron la puerta, y Quinn fue como una bala a abrir. Al tener a supongo "Sam" en frente, lo abrazó… Qué digo lo abrazó, ¡lo estaba estrangulando al pobre!
—Hola —saludó él amistosamente.
—Hola —lo saludé acercándome, y estreché su mano—. Soy Santana, un gusto —sonreí—.
Quinn me ha hablado mucho de ti —la miré picarona, causando que ambos se sonrojen y Quinn me dirija una mirada asesina, reí—. Bueno… no querrás quedarte afuera… Pasa —reímos, y entró. Se sacó la chaqueta, y se sentó al lado de Quinn, mientras yo iba a la cocina.
—San, ¿queda jugo? —me preguntó desde el living.
—Creo que sí, ¿les llevo?
—Por favor —rió.
Saqué jugo del refrigerador, y se los llevé, mientras yo sólo quería una fruta.
—Y entonces… ¿cómo dices que te llamas? —le pregunté a "Sam".
—Sam Evans —sonrió.
—Oh, ya entiendo el "Es que es tan lindo, deberías verlo…" —y suspiré, imitando a Quinn. Sam se sonrojó y Quinn era un jitomate, yo reí… Soy muy malvada, ¿no? Hahaha.
Finalmente Quinn tenía mucha razón, este chico es muy simpático, parece buena gente, y sincero. Miramos algunas series de la televisión, y conversamos, hasta que dieron las nueve, y Rachel no aparecía…
—Saben… ya comienzo a preocuparme de dónde estará Rachel… —comenté.
—Wow… ¿no saben nada de ella? —preguntó Sam.
—Nada, nada… —le respondió Quinn.
—Creo que es mejor que llamemos a Mike —le dije a Quinn, asintió con la cabeza. Fui a buscar el celular—. Aló… ¿Mike? —pregunté.
—Sí… ¿Santana?
—Sí, con ella…
—Oh, ¡hola!, ¿cómo están?
—Quinn y yo bien… pero…
—¡¿Rachel?!, ¡¿qué le paso?! —preguntó exaltado.
—No sabemos… e-esque… ella estaba aquí en Lima, porque se volvió sola de nuestras vacaciones en Cancún… y… ahora no sabemos dónde está… nosotras volvimos hoy, y no la encontramos en el departamento…
—Rayos… vayan a la estación de policía más cercana a dejar constancia de su desaparición. Trataré de ir a Lima lo más pronto que me sea posible. Traten de averiguar dónde puede estar. Y cuídense mucho.
—Ok… usted igual cuídese —corté.
—¿Qué dijo? —me preguntó Quinn mientras se levantaba del sofá.
—Que tenemos que ir a la estación de policías más cercana a dejar constancia de su desaparición.
—Entonces vamos ahora… Em… Sam… tú me habías dicho que tienes auto… ¿verdad? —se sonrojó, yo reí.
—S-si… claro, vamos. Yo las llevo —nos sonrió, y fuimos a buscar nuestras chaquetas.
Salimos del departamento y entramos en el auto de Sam, que era muy lujoso, por cierto. Nos dirigimos a la estación de policía, y entramos.
—Buenas noches, ¿en qué la puedo ayudar señorita? —me preguntó un policía.
—Quiero dejar constancia por la desaparición de una amiga… —le dije, mientras él anotaba algo.
—Claro, dígame por favor el nombre de su amiga.
—Rachel Berry.
—¿Cuándo la vieron por última vez?
—Verá… con mi hermana, Quinn, y ella, habíamos ido a Cancún por unas vacaciones, pero ella volvió hace un mes a Lima. Hoy llegamos nosotras, y no la encontramos en el departamento… se nos hizo raro, porque sólo eran las doce del día…
—Entiendo… ¿y él quién es? —preguntó refiriéndose a Sam, que estaba junto a Quinn.
—S-soy… un amigo. Y-yo la vi… ayer… la fui a dejar a su casa a la una de la mañana. Luego no la vi… se supone que a esa hora debió haber dormido, no la vi salir, ella entró y me marché de inmediato…
—Ya veo… Ok… ¿tiene alguna foto de la joven?
—Sí, yo tengo una. Está por aquí… veamos… —dijo Quinn registrando su cartera, y sacó una foto—. Es ella, la de la derecha —le indicó al policía.
—Ok. Ahora mandaremos una patrulla a hacer un recorrido buscándola. Por cualquier cosa llamaremos al número de celular de un mayor de edad… ¿alguien es mayor de dieciocho?
—Yo, yo tengo veinte —le dije.
—Bien. ¿Me facilita su número de celular por favor?
—Claro —le dicté mi número y él lo anotó.
—Por cualquier cosa, estaremos en contacto, procure tener su teléfono encendido —nos sonrío, le dimos las gracias y nos marchamos al departamento.
Al llegar, yo fui directamente al departamento, Quinn se despidió de Sam en la calle, luego llegó detrás de mí.
—Ojalá la encuentren… —comentó preocupada.
—Ojalá… —miré la hora, eran las diez.
Casi ni dormimos esa noche, nos acostamos a las una de la madrugada, y en ningún momento nos llamaron de la policía… comenzaba a preocuparme demasiado… ¿Estará bien?, ¿con quién estará?, ¿por qué se fue?, ¿ella fue la que por decisión propia se fue…?
Capítulo XVI.
Desperté porque alguien tocaba desesperadamente la puerta del departamento.
Casi de mal genio, me coloqué mis pantuflas, y sin importarme andar tan sólo en una polera gris y mi pantalón de pijama rosado, fui a abrir.
—¡¿Quién te crees tocando la puerta de e…?! Mike… pe-perdón… —no me esperé encontrarlo allí, me sonrió y entró, y tras él… ¿alguien más?, ¿quién era?
—Buenos días Santana —me saludó Mike.
—Buenos días Mike… y… ¿…? —pregunté tratando de averiguar la identidad del misterioso individuo que se encontraba junto a Mike.
Se sacó su gorro… y dejó a la vista unos hermosos ojos azules… su rostro tenía unas pequeñas pequitas que se veían hermosas… Y me dejó impactada al mostrarme una pequeña sonrisa chueca, extendiéndome la mano.
—Brittany Pierce, detective de la C. I. A., mucho gusto —me saludó, era imposible que alguien fuera tan hermosa…
—B-b-buenos días… —estreché su mano, y luego sacudí mi cabeza disimuladamente tratando de salir de mi trance, al mismo tiempo en que Quinn salió de su cuarto dando un gran bostezo.
—Hola Mike, buenos días Santana, hola… ni idea, pero hola —típico, aún andaba en las nubes, pasó directo a la cocina, y luego asomó la cabeza—. ¿Quién eres? —le preguntó a Brittany.
—Ellla es Brittany Pierce, un detective de la C. I. A., la mejor que tenemos —la presentó Mike, Brittany respondió con un sincero "mucho gusto" y Quinn parecía no entender.
—¿Usas lentes de contactos? —¡¿qué?!, Dios, que imprudente es.
—N-no… —le respondió algo divertida, yo la miré tratando de entregarle el mensaje de "no invadas espacio privado". Creo que no me vio, y se acercó a Brittany para mirarla de frente, ella algo raro, la miró también, pero no la apartaba.
—¡Lindos ojos! —exclamó de repente, y Brittany dio un salto, reímos.
—Gracias —se avergonzó un poco.
—Bien, bien…
—¡No, espera! —interrumpió a Mike algo afligida, él le arqueó una ceja—. ¿Cómo dices que es tu apellido? —le preguntó a Brittany.
—Pierce.
—¿Pierce?, me suena… Pierce… Pierce… mmm… ¡SAM EVANS! —exclamó de repente. Wow, hoy se despertó totalmente extrovertida.
—¿Sam?, ¿…Evans?, Lima… —pensaba ella—. ¡Claro!, ¡yo tengo familiares aquí! ¡Sam Evans Pierce! —recordó. Me dio risa su expresión.
—¿Y ella es la mejor detective?, no recuerda a su familia… —reí, me miró chistosa.
—Sí, es sólo que hace años que no venía a Lima, desde los doce, y tengo veinte —me sonrió cínicamente, para repercutirle a mi pregunta. Qué joven era… sólo veinte años.
—Ok, como les iba diciendo —prosiguió Mike—, necesito que me digan todo lo que saben acerca de la desaparición de Rachel… estoy preocupado por ella… por eso traje a Brittany, ella investigará su desaparición —Brittany se fue a sentar a uno de los sofá, y se quitó su abrigo, el típico que usan los detectives… pero qué puedo decir, se veía hermo…bien. Una vez sentada, colocó su mano en su mentón, en una posición relajada para pensar.
—Dices que… ustedes estaban en Cancún… veamos, ella se vino a Lima hace un mes… Vacaciones… ¡playa!... ¿chicos? —nos miró a Quinn y a mí, asentimos con la cabeza algo extrañadas por su rápida deducción. Ahora se sentó en una posición diferente, mirando a un punto X—. Si se vino por un amor de verano… lo más probable es que haya estado con él… ¿Cómo dicen que se llama?
—Finn, Hudson.
—¿Hudson, Finn… diecinueve años… —ahora creo que recordaba algo.
—¿Es tu familiar?
—Mi primo, Hudson Pierce, no sé demasiado sobre él… realmente sólo lo vi cuando yo tenía diez… luego no lo volví a ver, sé que es mi primo, una vez mis padres comentaron que él se vino a vivir a aquí, con Sam, de él si me acuerdo —sonrió—. Prosigamos. Este tal "Finn", vendría siendo prácticamente un desconocido para mí, aunque sea mi primo… —pensó unos momentos—. Tenemos que averiguar sobre él —sonrió—. Ahora, ¿tienen algo para comer?, muero de hambre —volvió a sonreír.
Con Quinn y Mike no podíamos creerlo… ¿tan rápido analizó todo?, era increíble.
Personalmente no conozco a "Finn", pero si es primo de Sam… hay pocas probabilidades de que sea mala gente.
Quinn prácticamente corrió a buscarle galletas a Brittany, y se las entregó.
—Ya veo por qué la trajiste —le comenté a Mike mientras me iba a mi cuarto, me pondría algo decente. No es cortés recibir a personas ajenas en tu departamento estando vestida tan sólo en un pijama, ¿no?
Narra Finn Hudson.
Estaba en el sofá, ya llevaba horas y horas allí, creo que casi oscurecía, no me importaba… estaba frustrado con Sam… y creo que realmente él no me ayudará…
—¿Finn, estás bien? —repentinamente la vi despertarse, y mirarme algo preocupada.
—Si —le respondí, lo que ahora menos quiero es sociabilizar con ella… eso sólo haría las cosas más difíciles de lo que ya son.
—¿Seguro?, no luces muy bien… ¿crees que puedo ayu...
—¡QUE ESTOY BIEN! —le grité furioso, bueno, aparentándolo… Sólo con eso, ella no dijo nada más.
—Finn, Finn ábreme, tengo cosas realmente importantes que decirte —me habló Sam tocando la puerta una vez más.
Dijo… ¿cosas importantes?, ¿cómo qué?, quizá… quizá si sean importantes… mejor le abro.
—¿Qué? —le pregunté una vez fuera del sótano.
—La primera… es… que me convertí en tu cómplice… —suspiró cerrando los ojos, creo que eso no le agradaba. ¿Cómplice dijo?
—¿Cómplice?
—Sí… les oculté a Santana y Quinn que Rachel está aquí… ¿contento?, ahora haré cualquier cosa para seguir tu plan… pero mientras lo hago, pensaré en una forma de que cobres venganza de otra manera, no matándola… —tragó saliva.
—Bien —contesté de mala gana—, ¿algo más?
—La segunda… es que Quinn me llamó y me contó que tienen a un detective ahora tras Rachel… y ayer ellas fueron a dejar una constancia por desaparición.
—¿Un detective?, rayos. Ahora… tendré que tener más cuidado, y pensar demasiado bien todo… —musité meditando.
—De algo te servirá la inteligencia y astucia que siempre has tenido —me sonrió, y se fue; Ahora que recuerdo… Rachel
—Gracias —me dijo algo tímida… debe ser porque le grité… Pero así debe ser. Aquí somos secuestrador y secuestrada, no amigo y amiga.
—De nada. Mi intención… es matarte… pero no de hambre —le dije apenas volví a mi asiento, se ve que no se atrevió a decir nada.
—Finn… necesito ropa… ¿viviré el resto de mis días con un pijama? —me dijo sarcástica. Yo la fulminé con la mirada, creo que aún no comprende que no estamos como amigos aquí.
—Veré que hago, quizá te compre ropa, no lo sé, o probablemente debas vivir con eso lo que te resta de vida —la observé, porque realmente no había notado que andaba con pijama, verde… Una musculosa gris y verde, unos pantalones verdes… S-se veía hermosa… siempre que la observo la encuentro hermosa… ¡concéntrate Finn!, el secuestro no funciona si te enamoras de ella… ¿O acaso ya será tarde…?, no, no debo pensar to-tonterías… son… tonterías.
Ya llegada la noche, la observé ya dormida, entonces me fui del sótano, a mi habitación… Pensaría qué hacer ahora, para que no me descubran.
listo actualice ya por fin lo siento soy una chica irresponsable abra brittana señores espero que les guste y lo hayan disfrutado
Narra Sam Evans.
Desperté con la luz del sol en mis ojos. Me los refregué y miré el reloj: 10:20. Me levanté con algo de flojera debo decir, pero ya era hora de levantarme, y prepararle desayuno al enano que seguramente ya anda revoloteando por la casa. ¡Wow, no me equivoqué!, acaba de chocar conmigo.
— ¡Ten cuidado! —le grité al tiempo en que él me sacaba la lengua y bajaba corriendo las escaleras. Me lo encontré en la cocina.
—Sam, quiero huevos revueltos con tostadas y mantequilla —me sonrió inocente.
— ¡Já!, no quieres nada —le dije irónico, me miró mal.
Me acerqué a la despensa y de allí saqué un plato hondo, abrí la otra puerta y saqué cereales, y del refrigerador saqué leche. Se lo entregué en la mesa a Stevie.
—Que lindos los huevos, nunca los había visto —me dijo haciéndome una mueca pesada e irónica, mientras yo le servía los cereales.
—Sí, se llaman huevos cereales, ¿los conocías? —le sonreí cínico.
— ¿Eso fue un chiste?, olvidé reírme…
— ¡Ya cómete eso! —lo regañé. ¡Es que siempre me jode!
—Ruliento gruñón, hermano mío tenía que ser, ¿no podía ser Finn?, es más divertido que la cosa con rulos, además que…
— ¡Ya Stevie! —me molesta cuando jode tanto, una vez está bien, pero se pasa. Me miró mal… esa mirada que tiene cuando mamá lo reta… ¡maldición!
Que no haga puchero como con ella… por favor, por favor… ¡Ahj, se las sabe por libro!
—Ya… oye… —traté de acercarme, pero me dio la espalda cruzándose de brazos.
—Te acusaré con mamá, le diré que me trataste mal, que me insultaste, y que me tiraste al piso, y me golpeaste, y me seguiste maltratando, y que me hacías comer tierra diciéndome que eran huevos revueltos, y que seguías pateándome mientras yo comía, y que luego buscaste una línea de tren y me ataste y el tren me pasó encima y yo casi me muero y tu seguías pateándome, y me diste de comer más tierra —dijo haciendo puchero.
—Oye, eso no es verdad, nadie te va a creer —le dije en tono obvio, era demasiado fantástico.
—Eso es lo que tú crees —se hizo el ofendido.
—Pero ¿sabes qué te creerían? —me miró raro, tratando de adivinar, y no pudo—. Que… ¡yo te hice cosquillas hasta que moriste! —comencé a hacerle cosquillas, y yo ya veía que se quedaba sin aire… El mejor remedio para que se le pase el mal genio y lo molestoso.
— ¡Ya, ya!, ¡basta!, ¡Sam!, ¡Jaja, basta! —me reclamaba entre risas, y yo paré, sino Stevie mojaría el piso. Cuando paré, dio un suspiro.
— ¿Y?, ¿volverás a molestarme? —lo miré amenazante haciendo un gesto con mis manos, diciéndole que si molestaba, vendrían más cosquillas… esta vez no me importaría el piso, ¡muahaha!
—Está bien… no te molestaré más. Por hoy —sonrió malvado, y se dirigió a yo supongo el pasillo.
Me serví un vaso de leche, y cuando lo estaba tomando, Stevie me habló.
— ¿Sam, desde cuándo escondes a tus novias en el sótano? —me miró raro, y yo aún más a él.
— ¿Esconder?, ¿novias?, ¿sótano?
—Hay ya no te hagas el idiota, sé que entendiste —me obvió.
Ignoré su comentario y fui al sótano. Allí… allí… ¡¿allí estaba Rachel?!, ¿qué hacía allí?
—Eh… no veo nada —me hice el tonto.
—Mira, es la chica está all… —le tapé la boca para que no siga hablando, podría despertarla, estaba durmiendo.
—Toma cinco dólares… anda a… al parque del frente, yo te miro por la ventana, compra algunos dulces —le pasé los cinco dólares, me sonrió y se fue a la puerta.
Me dirigí a la escalera, y llamé a Finn furioso.
—¡FINN! —le grité desde la escalera, y supe que dormía como tronco, porque se cayó de la cama… el sonido de su caída y su "Auch" resonaron por la casa. De inmediato bajó las escaleras corriendo.
—¡¿Qué?!, ¡¿un ladrón?!, ¡Stevie! —iba a correr hacia la puerta lo detuve tomándolo de su musculosa y lo arrastré —literalmente— hacia la puerta del sótano.
—Explícame eso —le dije mirándolo molesto. Finn se puso serio, hasta deprimido puedo decir, y caminó hacia la cocina.
Se sirvió leche aún sin hablar, y se preparó un pan con mantequilla.
Pasaron varios minutos, y aún no me hablaba.
—Finn, por qué está Rachel abajo, respóndeme.
—Rachel Berry… ahí está tu respuesta —dejó de comer, y se puso a mirar a un punto X…
Momento… ella… no, no, no, no puede ser ella, Finn no sería capaz…
—No, ella no puede ser. ¿Estás completamente seguro? ¡Finn, no serías capaz! —me levanté de la silla y lo miré.
—Si que lo soy…
—No, no lo eres… sé que no eres de esa clase de persona… —aún no decía nada—. ¡Mírame cuando te hablo! —le grité, y me miró indiferente—. Finn, por última vez… no puedes… —se levantó y comenzó a caminar por el pasillo, lo seguí y lo detuve cuando íbamos pasando por afuera del sótano.
Abrí la puerta, Finn miró hacia otro lado.
—Mírala… ¿serías capaz? —comenzaba a afligirse, lo notaba en sus facciones y en como movía la boca, mordiéndose la piel interior de ésta.
—Sus padres mataron a los míos… —susurró con frialdad…
—No te reconozco —le dije con un dejo de desprecio.
—Compréndeme… oh, no, eso es imposible… tú no podrías comprenderme, porque yo soy el único bastardo aquí que no tiene padres, el único que a los cortos trece años dejó de tener una madre que lo mime, que le haga cariños, que lo llame con apodos que lo avergüencen, el único que perdió a un padre que pueda enseñarle a jugar fútbol, béisbol, que le enseñe a ser hombre… El único que perdió todo ese cariño… tú no comprenderías… —sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas… Y un cuchillo atravesó mi pecho… Es verdad que él perdió todo eso, y me sentí tan mal de que me lo dijera de esa forma… Además me coloqué a pensar en todo lo mal que lo ha pasado él.
—Pero… Finn ella...
—No, cállate —me interrumpió—, déjame convertirme en un maldito asesino, pero poder vengar la muerte de mis padres. ¡No te estoy pidiendo ayuda!, ¡siempre he estado solo, completamente solo, no te necesito ni a ti ni a tus regaños ni a tu apoyo justo ahora! —me gritó y entró al sótano, cerrando con llave.
Me quedé parado allí como idiota… Tenía una confusión inmensa. Finn es mi primo, casi mi hermano… no puedo ignorar así como así todo el sufrimiento por el que ha pasado durante estos seis años… Pero tampoco puedo dejar que cometa un homicidio, y menos con Rachel.
Toqué la puerta reiteradas veces, y no me abría… Sentí un poco de temor por lo que le pudiera hacer a Rachel
Finalmente me rendí… había pensado en llamar a la policía… pero sería una canallada, no puedo echar al agua a mi primo.
Capítulo XV.
Narra Santana.
—No se va a esperar esta sorpresa —comenté con Quinn mientras ponía la llave en la puerta.
—A la cuenta de tres, gritamos "¡Sorpresa!", ¿bien? —me susurró, yo asentí con la cabeza, y entramos—. Uno, dos, tres…
—¡SORPRESA!, ¿Dónde estás Rachel? —fuimos a su habitación… no estaba allí.
Recorrimos el departamento entero, y no estaba… era raro… sólo eran las 12 del día.
—Comienzo a preocuparme… —dije.
—No, quizá se quedo a dormir donde Finn… ¿llamo a Sam?
—¡Buena idea!, puede estar allá —sonreí, y Quinn marcó el número.
—Aló, ¿Sam? —preguntó—. ¡Sí, soy yo! —tenía una sonrisa indestructible—. Sí, estoy de lo más bien… ¿y tú? —murmullos—. ¡Oh, qué bueno! —le pegué un codazo—. Ah… em… Sam, ¿de casualidad no se quedó Rachel allá? Es que no está aquí… por cierto, estoy en Lima —sonrió, y se escucharon murmullos—. Ah… bueno, quizá salió… Bien, tengo que cortar Sam, te llamo más tarde, cuídate —cortó.
—¿No está allá? —le pregunté preocupada, negó con la cabeza—. Ogh… ¿dónde más puede estar?
—Ni idea… pero si no aparece de aquí a la tarde, tendremos que avisarle a Mike…
—Si… bueno, ahora… ¿qué hacemos?
—Mmm… ¿ordenar? Mira este desastre… —reímos.
—Bien, yo ordeno em… la habitación de Rachel, tú ordena en la cocina, y el living, luego yo iré a ver las demás habitaciones por si están desordenadas —sonreí.
Ordenamos todo, no fue aburrido como pensé. Colocamos música, y mientras ordenábamos, bailábamos como locas… realmente divertido y chistoso.
Fueron las siete, Quinn estaba hablando con el famoso "Sam" por celular… mientras yo me aburría viendo televisión.
—San… ¿puede venir Sam? —me preguntó.
—Claro, por qué no, además así lo conozco —sonreí, y ella aún más. Le dijo que viniera.
Se puso muy contenta, era cómico verla saltar de alegría.
—Uh, ese flechazo va en serio —reí, y se sonrojó, al mismo tiempo en que tocaron la puerta, y Quinn fue como una bala a abrir. Al tener a supongo "Sam" en frente, lo abrazó… Qué digo lo abrazó, ¡lo estaba estrangulando al pobre!
—Hola —saludó él amistosamente.
—Hola —lo saludé acercándome, y estreché su mano—. Soy Santana, un gusto —sonreí—.
Quinn me ha hablado mucho de ti —la miré picarona, causando que ambos se sonrojen y Quinn me dirija una mirada asesina, reí—. Bueno… no querrás quedarte afuera… Pasa —reímos, y entró. Se sacó la chaqueta, y se sentó al lado de Quinn, mientras yo iba a la cocina.
—San, ¿queda jugo? —me preguntó desde el living.
—Creo que sí, ¿les llevo?
—Por favor —rió.
Saqué jugo del refrigerador, y se los llevé, mientras yo sólo quería una fruta.
—Y entonces… ¿cómo dices que te llamas? —le pregunté a "Sam".
—Sam Evans —sonrió.
—Oh, ya entiendo el "Es que es tan lindo, deberías verlo…" —y suspiré, imitando a Quinn. Sam se sonrojó y Quinn era un jitomate, yo reí… Soy muy malvada, ¿no? Hahaha.
Finalmente Quinn tenía mucha razón, este chico es muy simpático, parece buena gente, y sincero. Miramos algunas series de la televisión, y conversamos, hasta que dieron las nueve, y Rachel no aparecía…
—Saben… ya comienzo a preocuparme de dónde estará Rachel… —comenté.
—Wow… ¿no saben nada de ella? —preguntó Sam.
—Nada, nada… —le respondió Quinn.
—Creo que es mejor que llamemos a Mike —le dije a Quinn, asintió con la cabeza. Fui a buscar el celular—. Aló… ¿Mike? —pregunté.
—Sí… ¿Santana?
—Sí, con ella…
—Oh, ¡hola!, ¿cómo están?
—Quinn y yo bien… pero…
—¡¿Rachel?!, ¡¿qué le paso?! —preguntó exaltado.
—No sabemos… e-esque… ella estaba aquí en Lima, porque se volvió sola de nuestras vacaciones en Cancún… y… ahora no sabemos dónde está… nosotras volvimos hoy, y no la encontramos en el departamento…
—Rayos… vayan a la estación de policía más cercana a dejar constancia de su desaparición. Trataré de ir a Lima lo más pronto que me sea posible. Traten de averiguar dónde puede estar. Y cuídense mucho.
—Ok… usted igual cuídese —corté.
—¿Qué dijo? —me preguntó Quinn mientras se levantaba del sofá.
—Que tenemos que ir a la estación de policías más cercana a dejar constancia de su desaparición.
—Entonces vamos ahora… Em… Sam… tú me habías dicho que tienes auto… ¿verdad? —se sonrojó, yo reí.
—S-si… claro, vamos. Yo las llevo —nos sonrió, y fuimos a buscar nuestras chaquetas.
Salimos del departamento y entramos en el auto de Sam, que era muy lujoso, por cierto. Nos dirigimos a la estación de policía, y entramos.
—Buenas noches, ¿en qué la puedo ayudar señorita? —me preguntó un policía.
—Quiero dejar constancia por la desaparición de una amiga… —le dije, mientras él anotaba algo.
—Claro, dígame por favor el nombre de su amiga.
—Rachel Berry.
—¿Cuándo la vieron por última vez?
—Verá… con mi hermana, Quinn, y ella, habíamos ido a Cancún por unas vacaciones, pero ella volvió hace un mes a Lima. Hoy llegamos nosotras, y no la encontramos en el departamento… se nos hizo raro, porque sólo eran las doce del día…
—Entiendo… ¿y él quién es? —preguntó refiriéndose a Sam, que estaba junto a Quinn.
—S-soy… un amigo. Y-yo la vi… ayer… la fui a dejar a su casa a la una de la mañana. Luego no la vi… se supone que a esa hora debió haber dormido, no la vi salir, ella entró y me marché de inmediato…
—Ya veo… Ok… ¿tiene alguna foto de la joven?
—Sí, yo tengo una. Está por aquí… veamos… —dijo Quinn registrando su cartera, y sacó una foto—. Es ella, la de la derecha —le indicó al policía.
—Ok. Ahora mandaremos una patrulla a hacer un recorrido buscándola. Por cualquier cosa llamaremos al número de celular de un mayor de edad… ¿alguien es mayor de dieciocho?
—Yo, yo tengo veinte —le dije.
—Bien. ¿Me facilita su número de celular por favor?
—Claro —le dicté mi número y él lo anotó.
—Por cualquier cosa, estaremos en contacto, procure tener su teléfono encendido —nos sonrío, le dimos las gracias y nos marchamos al departamento.
Al llegar, yo fui directamente al departamento, Quinn se despidió de Sam en la calle, luego llegó detrás de mí.
—Ojalá la encuentren… —comentó preocupada.
—Ojalá… —miré la hora, eran las diez.
Casi ni dormimos esa noche, nos acostamos a las una de la madrugada, y en ningún momento nos llamaron de la policía… comenzaba a preocuparme demasiado… ¿Estará bien?, ¿con quién estará?, ¿por qué se fue?, ¿ella fue la que por decisión propia se fue…?
Capítulo XVI.
Desperté porque alguien tocaba desesperadamente la puerta del departamento.
Casi de mal genio, me coloqué mis pantuflas, y sin importarme andar tan sólo en una polera gris y mi pantalón de pijama rosado, fui a abrir.
—¡¿Quién te crees tocando la puerta de e…?! Mike… pe-perdón… —no me esperé encontrarlo allí, me sonrió y entró, y tras él… ¿alguien más?, ¿quién era?
—Buenos días Santana —me saludó Mike.
—Buenos días Mike… y… ¿…? —pregunté tratando de averiguar la identidad del misterioso individuo que se encontraba junto a Mike.
Se sacó su gorro… y dejó a la vista unos hermosos ojos azules… su rostro tenía unas pequeñas pequitas que se veían hermosas… Y me dejó impactada al mostrarme una pequeña sonrisa chueca, extendiéndome la mano.
—Brittany Pierce, detective de la C. I. A., mucho gusto —me saludó, era imposible que alguien fuera tan hermosa…
—B-b-buenos días… —estreché su mano, y luego sacudí mi cabeza disimuladamente tratando de salir de mi trance, al mismo tiempo en que Quinn salió de su cuarto dando un gran bostezo.
—Hola Mike, buenos días Santana, hola… ni idea, pero hola —típico, aún andaba en las nubes, pasó directo a la cocina, y luego asomó la cabeza—. ¿Quién eres? —le preguntó a Brittany.
—Ellla es Brittany Pierce, un detective de la C. I. A., la mejor que tenemos —la presentó Mike, Brittany respondió con un sincero "mucho gusto" y Quinn parecía no entender.
—¿Usas lentes de contactos? —¡¿qué?!, Dios, que imprudente es.
—N-no… —le respondió algo divertida, yo la miré tratando de entregarle el mensaje de "no invadas espacio privado". Creo que no me vio, y se acercó a Brittany para mirarla de frente, ella algo raro, la miró también, pero no la apartaba.
—¡Lindos ojos! —exclamó de repente, y Brittany dio un salto, reímos.
—Gracias —se avergonzó un poco.
—Bien, bien…
—¡No, espera! —interrumpió a Mike algo afligida, él le arqueó una ceja—. ¿Cómo dices que es tu apellido? —le preguntó a Brittany.
—Pierce.
—¿Pierce?, me suena… Pierce… Pierce… mmm… ¡SAM EVANS! —exclamó de repente. Wow, hoy se despertó totalmente extrovertida.
—¿Sam?, ¿…Evans?, Lima… —pensaba ella—. ¡Claro!, ¡yo tengo familiares aquí! ¡Sam Evans Pierce! —recordó. Me dio risa su expresión.
—¿Y ella es la mejor detective?, no recuerda a su familia… —reí, me miró chistosa.
—Sí, es sólo que hace años que no venía a Lima, desde los doce, y tengo veinte —me sonrió cínicamente, para repercutirle a mi pregunta. Qué joven era… sólo veinte años.
—Ok, como les iba diciendo —prosiguió Mike—, necesito que me digan todo lo que saben acerca de la desaparición de Rachel… estoy preocupado por ella… por eso traje a Brittany, ella investigará su desaparición —Brittany se fue a sentar a uno de los sofá, y se quitó su abrigo, el típico que usan los detectives… pero qué puedo decir, se veía hermo…bien. Una vez sentada, colocó su mano en su mentón, en una posición relajada para pensar.
—Dices que… ustedes estaban en Cancún… veamos, ella se vino a Lima hace un mes… Vacaciones… ¡playa!... ¿chicos? —nos miró a Quinn y a mí, asentimos con la cabeza algo extrañadas por su rápida deducción. Ahora se sentó en una posición diferente, mirando a un punto X—. Si se vino por un amor de verano… lo más probable es que haya estado con él… ¿Cómo dicen que se llama?
—Finn, Hudson.
—¿Hudson, Finn… diecinueve años… —ahora creo que recordaba algo.
—¿Es tu familiar?
—Mi primo, Hudson Pierce, no sé demasiado sobre él… realmente sólo lo vi cuando yo tenía diez… luego no lo volví a ver, sé que es mi primo, una vez mis padres comentaron que él se vino a vivir a aquí, con Sam, de él si me acuerdo —sonrió—. Prosigamos. Este tal "Finn", vendría siendo prácticamente un desconocido para mí, aunque sea mi primo… —pensó unos momentos—. Tenemos que averiguar sobre él —sonrió—. Ahora, ¿tienen algo para comer?, muero de hambre —volvió a sonreír.
Con Quinn y Mike no podíamos creerlo… ¿tan rápido analizó todo?, era increíble.
Personalmente no conozco a "Finn", pero si es primo de Sam… hay pocas probabilidades de que sea mala gente.
Quinn prácticamente corrió a buscarle galletas a Brittany, y se las entregó.
—Ya veo por qué la trajiste —le comenté a Mike mientras me iba a mi cuarto, me pondría algo decente. No es cortés recibir a personas ajenas en tu departamento estando vestida tan sólo en un pijama, ¿no?
Narra Finn Hudson.
Estaba en el sofá, ya llevaba horas y horas allí, creo que casi oscurecía, no me importaba… estaba frustrado con Sam… y creo que realmente él no me ayudará…
—¿Finn, estás bien? —repentinamente la vi despertarse, y mirarme algo preocupada.
—Si —le respondí, lo que ahora menos quiero es sociabilizar con ella… eso sólo haría las cosas más difíciles de lo que ya son.
—¿Seguro?, no luces muy bien… ¿crees que puedo ayu...
—¡QUE ESTOY BIEN! —le grité furioso, bueno, aparentándolo… Sólo con eso, ella no dijo nada más.
—Finn, Finn ábreme, tengo cosas realmente importantes que decirte —me habló Sam tocando la puerta una vez más.
Dijo… ¿cosas importantes?, ¿cómo qué?, quizá… quizá si sean importantes… mejor le abro.
—¿Qué? —le pregunté una vez fuera del sótano.
—La primera… es… que me convertí en tu cómplice… —suspiró cerrando los ojos, creo que eso no le agradaba. ¿Cómplice dijo?
—¿Cómplice?
—Sí… les oculté a Santana y Quinn que Rachel está aquí… ¿contento?, ahora haré cualquier cosa para seguir tu plan… pero mientras lo hago, pensaré en una forma de que cobres venganza de otra manera, no matándola… —tragó saliva.
—Bien —contesté de mala gana—, ¿algo más?
—La segunda… es que Quinn me llamó y me contó que tienen a un detective ahora tras Rachel… y ayer ellas fueron a dejar una constancia por desaparición.
—¿Un detective?, rayos. Ahora… tendré que tener más cuidado, y pensar demasiado bien todo… —musité meditando.
—De algo te servirá la inteligencia y astucia que siempre has tenido —me sonrió, y se fue; Ahora que recuerdo… Rachel
—Gracias —me dijo algo tímida… debe ser porque le grité… Pero así debe ser. Aquí somos secuestrador y secuestrada, no amigo y amiga.
—De nada. Mi intención… es matarte… pero no de hambre —le dije apenas volví a mi asiento, se ve que no se atrevió a decir nada.
—Finn… necesito ropa… ¿viviré el resto de mis días con un pijama? —me dijo sarcástica. Yo la fulminé con la mirada, creo que aún no comprende que no estamos como amigos aquí.
—Veré que hago, quizá te compre ropa, no lo sé, o probablemente debas vivir con eso lo que te resta de vida —la observé, porque realmente no había notado que andaba con pijama, verde… Una musculosa gris y verde, unos pantalones verdes… S-se veía hermosa… siempre que la observo la encuentro hermosa… ¡concéntrate Finn!, el secuestro no funciona si te enamoras de ella… ¿O acaso ya será tarde…?, no, no debo pensar to-tonterías… son… tonterías.
Ya llegada la noche, la observé ya dormida, entonces me fui del sótano, a mi habitación… Pensaría qué hacer ahora, para que no me descubran.
listo actualice ya por fin lo siento soy una chica irresponsable abra brittana señores espero que les guste y lo hayan disfrutado
Lali Linford** - Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 09/04/2013
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
Wafialex escribió:Haaaaay finn que desilusión :(
Si yo tambien me desilusione pero a ver que pasa con los siguiente capítulos
Lali Linford** - Mensajes : 70
Fecha de inscripción : 09/04/2013
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
OMG ESTA INCREIBLE ME ENCANTA CUANDO SUBES OTRO ESTOY MUY ANSIOSA POR LEERLO enserio espero q actualises pronto:=):
vanessaloka* - Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 25/04/2013
Edad : 32
Re: Mi Querido Secuestrador (Adaptación) Cap. 14-15-16
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1