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Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance? Primer15
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Mensaje por Julietta St. James Vie Mayo 10, 2013 8:59 pm

Capitulo 1: Distracciones
Ella se encontraba parada enfrente de su ventana mirando el lluvioso paisaje que Nueva York ofrecía esa mañana. Rachel Berry, a sus 21 años aseguraba tener la vida perfecta. En lo profesional, hacían ya varios años desde que había terminado la universidad en la Academia de Artes Dramáticas de Nueva York (NYADA) y desde ese momento hasta la actualidad, había recibido varios papeles principales en obras de populares de Broadway ganándose una bueno reputación, costeándose una buena vida y lo mas importante de todo cumpliendo su mas grande sueño; ese que se había planteado desde su niñez, el mismo por el cual había luchado y trabajado tan duramente.
Tenía un departamento bastante cómodo en el centro de Nueva York, y vivía ahí perfectamente bien. Con respecto a su vida amorosa no podía pedir mas, vivía con el que ella conocía como , y precisamente ese día hace uno año lo había conocido.
FLASH BACK RACHEL
Eran más o menos las doce del día, y Rachel después de haber tomado una ducha había bajado a la cocina para prepararse un té. Había tomado una taza caliente de la bebida y después de darle un sorbo se dirigió a la sala, se sentó en uno de los sillones y se quedo ahí, pensando. El sonido de la puerta turbo sus pensamientos y dejando la taza  de té sobre la pequeña mesa de centro se dirigió a abrir la puerta. Sabia perfectamente quien era, últimamente se estaba haciendo un hábito de esta persona el venir a su casa precisamente a esa hora y siempre con la misma petición. Camino hacia la puerta y al abrirla se encontró con Quinn Fabray. La rubia tenia la misma sonrisa boba de siempre, a Rachel cada día le parecía mas odiosa su visita, pero se tranquilizaba cuando recordaba que ella era su mejor amiga en todo el mundo desde la preparatoria y que sin importar que tan molesta se pusiera la iba a soportar, porque en el fondo era una de las pocas personas en quien podía confiar. Quinn se abrió paso empujando ligeramente a Rachel y entrando cómodamente a la casa de su amiga, echo un vistazo, camino hacia la cocina tomo una taza, puso té en ella y le dio un sorbo pequeño, dejo la taza en una mesa y dirigiéndose a Rachel dijo:
-Hola Rach- y prosiguió por abrasar a la morena y darle un beso en la mejilla.
-Hola Quinee, ¿El té esta bueno?- pregunto Rachel sarcásticamente, sin responder ni el beso ni el abrazo.
-Vamos Rachel, se que te molesta mi presencia, pero no importa cuanto me cueste voy a ayudarte en todo esto- dijo tomado de nuevo la taza de té.
-No necesito ayuda, estoy bien, no se que es lo que pretendes lograr- dijo Rachel molesta
-No, no estas bien, te la pasa encerrada en casa hasta la noche, después sales directo al teatro para prepararte para la obra y cuando la función termina vuelves directo a tu casa, ni siquiera disfrutas de la presentación, estas como amargada linda-  dijo la rubia moviendo las manos y alzando un poco la voz. –Pero yo se lo que necesitas, distracción, solo eso- dijo esbozando una sonrisa
Distracción. Eso era lo que Quinn decía, pero en realidad de que necesitaba distraerse, Rachel no lo sabía. A quien engañaba, claro que lo sabia, pero si era realmente honesta todavía le dolía; todo giraba alrededor de Finn Hudson, su amor desde preparatoria, con quien había pensado hasta casarse a quien la había entregado el corazón ese idiota que había destruido todo tan fácilmente, ese a quien no le había importado nada. Un fracaso amoroso que la había dejado estancada en un profundo lugar del que no sabía como salir. Pero si de algo estaba segura era que la distracción no era la solución.
-Mi vida va bien Quinn, disfruto mi trabajo y vivo como quiero vivir por ahora, así que solo olvídalo y deja de molestarme, distraerme, como tú dices no soluciona nada- dijo Rachel cortante mientras le daba la espalda a la rubia.
-¿Cómo lo sabes? Solo quiero que lo intentes, si lo haces una vez y no quieres volver a hacerlo, prometo entender y no volver a insistir otra vez- dijo Quinn
Acaso la rubia había dicho que si lo intentaba no la volvería a molestar, parecía una oferta atractiva; que perdía, solo tenia que salir a algún lado por ese exclusivo día, y después Quinn la dejaría libre, sonaba muy fácil y conveniente.
-Sabes que, tienes razón, voy a intentarlo no pierdo nada- dijo dándose la vuelta mirando a la rubia a los ojos y sonriéndole de la forma mas sincera que pudo.
-Enserio- Rachel asintió-Genial déjame planear algo estaba tan segura de que dirías que no, que ni siquiera pensé en algo- dijo Quinn entusiasmada.
-Esta bien, en lo que piensas algo, voy a cambiarme y a arreglarme un poco, regreso pronto- dijo la morena mientras subía las escaleras con rumbo a su habitación.
Rachel se cepillo un poco el cabello, se puso un vestido informal que solía usar para los días normales, busco unos zapatos de suela baja que combinaran y corriendo bajo las escaleras para ver lo que se la había ocurrido a su amiga.
-Bueno y en que pensaste- dijo Rachel
-Tengo el plan perfecto, ahorita comeremos algo en un restaurante bastante lindo que conozco, después si hay tiempo vamos de compras y al final, a algo a lo que no podemos faltar, vamos a ir a una carrera en la que Sam va a participar, es bastante importante, si quiere clasificar a las estatales y obviamente tu y yo vamos a estar ahí apoyándolo; y para finalizar un perfecto día iremos a celebrar el triunfo de Sam y junto con algunos amigos de él haremos una reunión y cenaremos algo- termino la rubia con una sonrisa
El plan, al principio no le pareció tan malo a Rachel, pero la parte de la carrera la desanimo un poco, por dos simples razones; en primer lugar odiaba las carreras de autos, y en segundo lugar estaba Sam Evans. El rubio atractivo corredor de carreras, y novio de Quinn. Y la razón de que le pareciera tan mala la inclusión de Sam al plan, no era que el chico le desagradara, la realidad era que algunas veces la parecía simpático y siempre había estado segura de que era el indicado para Quinn, pero lo que la ponía mal al respecto era que cualquier cosa que lo incluyera a él la sacaba a ella. Quinn se perdía cuando estaba con Sam y Rachel terminaba ignorada e incomoda formando un mal tercio con la pareja de rubios. Al pensar al respecto la morena palideció ligeramente ya que la que antes había parecido una oferta perfecta se estaba tornando en una insoportable. Quinn noto el cambio en la morena y pregunto:
-¿No te gusto el plan Rach?-
Rachel tenía que pensar rápido si no quería tener el peor día de su vida.

-No, todo es perfecto, solo que me gustaría invitar a Kurt, ya sabes es un muy buen amigo mío- dijo fingiendo una sonrisa
-Oh! Claro, porque no lo llamas para invitarlo, Kurt es una persona bastante agradable- dijo la rubia mientras buscaba las llaves de su camioneta.
Mientras tanto Rachel tomo su teléfono dispuesta a llamar a su amigo. Kurt Hummel, un chico delgado, alto y con ojos hermosos,  se había conocido el NYADA, ambos compartían el mismo sueño y se habían vuelto mejores amigos. Ahora el chico era, como Rachel, una estrella de Broadway.
Marco el número de Kurt y después de unos segundos el chico respondió:
Llamada:
-Rachel, teníamos bastante tiempo sin hablar ¿Cómo estas? ¿Que sucede?- dijo Kurt entusiasmado.
-estoy totalmente bien y lo se, he estado un poco ocupada, pero hoy voy a recompensarte, mi amiga Quinn planeo un día completo para que me distraiga, a algo así, y pensé en invitarte, ¿Qué dices?- informo Rachel.
-¿Y en que consiste ese día de distracción?- pregunto Kurt
-Bueno, ya sabes, comer en un restaurante, ir de compras y según Quinn la atracción principal una carrera de autos, en donde su novio Sam Evans participa, vamos di que si-suplico Rachel.
-Bueno parece interesante y como hoy no tengo planes… estoy con ustedes chicas- dijo soltando una leve risa.
-Genial, en unos minutos Quinn y yo pasamos por ti-
-Esta bien, nos vemos linda- dijo Kurt, para después colgar. Rachel guardo su teléfono en su bolsa y se dirigió en donde estaba Quinn.
-Nos vamos- dijo Rachel dirigiéndose a la rubia
-Claro, pasaremos por kurt ¿cierto?-
-Si, ahí nos va a esperar- respondió la morena.
Quinn asintió, y ambas salieron, subiéndose a la camioneta de la rubia. Después de un rato estaba en la puerta de la casa de Kurt; el chico salió y se subió al auto y se dirigieron al restaurante, comieron cómodamente, y después de pagar la cuenta salieron directo al  centro comercial, donde, después de probarse un montón de ropa, compraron otra tanta. Se había hecho las 6:40 de la noche y se fueron directo a la pista donde la carrera se llevaría acabo.
El lugar estaba lleno de aficionados, Quinn condujo a Rachel y a Kurt hacia el lugar donde los corredores se preparaban antes de la carrera; al llegar ahí se encontraron con Sam y Quinn rápidamente se dirijo a él besándolo levemente en los labios, el rubio correspondió el beso y de repente se percato de la presencia de Rachel y de aquel chico a quien en ese momento no conocía.
-Hola Rachel, estas hermosa como siempre- dijo Sam con una sonrisa, provocando una mueca de enojo en Quinn - Y ¿Quién es él?- pregunto señalando a Kurt.
-Mi nombre es Kurt Hummel, soy amigo de Quinn y de Rachel, mucho gusto- dijo Kurt levantando la mano hacia Sam
- Sam Evans, gusto en conocerte- respondió apretando la mano de Kurt.
-Bueno tenemos que irnos, porque pronto va a comenzar la carrera y vamos a perder nuestros lugares- dijo Quinn aun molesta por el comentario anterior de Sam hacia Rachel.
Los tres chicos salieron del lugar dejando a Sam solo que terminaba de prepararse. Ya en las gradas buscaron sus asientos y se sentaron. Ya en ese momento muchos de los competidores estaban en la pista preparándose para salir. Sam salió a la pista con su traje de color azul obscuro, con imágenes de diferentes patrocinadores y con su casco en la mano, se dirigió a su auto y ya ahí busco con la mirada a los tres que venia con él, se encontró con los ojos verdes de Quinn, le sonrió y la chica le mando un beso desde donde estaba.
-Luce tan perfecto- dijo Quinn bobamente, con la mirada fijamente en Sam
-Como digas, pero tu chico rubio no es mi tipo- dijo Kurt
-¿Y cual es tu tipo?-pregunto Rachel curiosa
-Mmm, mira ese chico con el número 9, el del traje negro con detalles blancos, ¿Que opinas?- dijo Kurt, mientras miraba a el misterioso chico con el numero 9. Rachel lo miro detenidamente, para expresar su opinión a Kurt sobre ese chico. Era alto, tenía el cabello castaño, ligeramente largo y un poco desordenado, pero lo que obtuvo la atención de Rachel fueron sus profundos ojos de color verde con un pequeño toque de azul.
Después de unos segundos, el chico 9, que sentía una mirada directa en la espalda, busco en el público disimuladamente hasta que encontró la mirada marrón de Rachel sobre él. Los preciosos ojos caramelo de esa chica lo dejaron embobado por unos segundos, y cuando se percato de esto, le sonrió ampliamente, a lo que  Rachel involuntariamente respondió con una sonrisa pequeña.
-Al parecer ese es tu tipo- dijo Kurt dirigiéndose a Rachel y sacándola por completo del momento. La morena sintió sonrojarse y rodo los ojos ignorando el comentario de Kurt.
- Sebastian Smythe, es un gran amigo de Sam, si asiste a la fiesta te lo presento Rach, tenlo por seguro- dijo Quinn sonriéndole pícaramente a Rachel.
Rachel bajo la mirada y volvió a sentir el rojo en sus mejillas. Después de ese momento todos los competidores habían llegado a la pista y acomodándose en sus puestos, comenzó la carrera. Tiempo después la carrera había terminado con Sebastian Smythe, el chico 9, en primer lugar, y Sam con el segundo puesto; otros 8 de 25 chicos habían calificado y era el momento de la reunió que Sam había organizado en su casa.


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Este es mi primer Fanfic, así que  Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance? 4065562827 ... Se que en este momento no hay mucha interacción, ni romance, pero es la introducción, lo que abre la historia. Bueno espero poder seguir actualizando lo mas pronto posible, claro si ustedes quieren  si no lo dejo porque puede que sea una porquería... denme su opinión. Si hay un siguiente capitulo, veremos que pasa en la fiesta y como continuo la vida de Rachel después de todo esto.
Bye.
By: Julietta St. James


Última edición por Julietta St. James el Vie Dic 20, 2013 9:30 pm, editado 15 veces
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por franciscagleek Vie Mayo 10, 2013 9:50 pm

wow jaosjosaj
es interesante :)
espero actualización
gracias por escribir uno jiijij hace mucho que no leo
esta bueno :)
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Sáb Mayo 11, 2013 5:19 pm

Capitulo 2: Conociéndonos
Kurt, Sam, Quinn y Rachel habían ido hacia la casa del rubio para preparar los últimos detalles de la reunión para que así todo saliera perfecto. Después de una media hora, los cuatro se sentaron en la sala para esperar a los invitados. Comenzaron a hablar y de repente los interrumpió el sonido de la puerta. Sam se levanto para abrir la puerta y cuando lo hizo se encontró con la figura de Cooper Anderson, el chico que había quedado en tercer lugar en la carrera, y un gran amigo de Sam; era alto, musculoso, tenia el cabello obscuro y algo largo, los ojos de color verde profundo y en la cara una sonrisa burlona como siempre solía tener; pero detrás de él estaba un chico de estatura mas baja y cabello un poco mas rizado pero bastante parecido a Cooper por lo demás.
-Sammy, creo que llegue temprano pero habrá que empezar la fiesta antes- dijo entrando a la casa, ampliando su sonrisa, y detrás de él, pasaba el chico que lo acompañaba. –Ah, el es Blaine mi hermano, espero no te moleste que lo haya traído esta de vista aquí en Nueva York, y quería acompañarme-
-No, no es problema; hola Blaine- dijo Sam saludando a Blaine
-Hola a todos- dijo Blaine tímidamente.
-Lo siento, lo olvidaba, no te los presente- dijo Cooper dirigiéndose a Blaine –El es Sam, ella es Quinn su novia, y realmente siento no conocer al resto, especialmente lo digo por la morena- dijo mirando a Rachel.
-Soy Rachel y el es Kurt, amigos de Quinn y de Sam- dijo Rachel sonrojándose un poco.
-Genial, ahora nos conocemos- dijo Cooper sonriendo; por su parte Blaine, tenia la mirada sobre Kurt, y esté lo miraba también ambos directamente a los ojos.
Cooper y Sam comenzaron a preparar algunos tragos, pusieron música y ambientaron a los demás cuando se pusieron a contar anécdotas que habían vivido juntos. Poco a poco fueron llegando invitados, amigos de Sam, participantes de la carrera, algunos con compañía y otros solos; pero de un momento a otro la casa se lleno. Solo faltaba alguien, y realmente Rachel estaba agradecida de que el tal Sebastian Smythe no hubiera aparecido, porque estaba segura de que si entraba por esa puerta Quinn iba a insistir en presentárselo y en que llagaran a algo mas, y Rachel no estaba lista para un paso tan grande, porque como antes se había mencionado lo de Finn todavía le dolía.
La morena estaba en la orilla de la casa, con un trago en la mano, realmente era como el número 8 desde el comienzo de la fiesta, pero que mas daba el propósito del día era que se la pasara bien y si bebía por lo menos podía ignorar que Cooper Anderson la estaba desnudando con la mirada. No era que Cooper no le pareciera atractivo, realmente lo era y a ella le parecía bastante guapo, pero conocía a ese tipo se chicos, los llamaba los de una noche; solo pasaban a la cama juntos y después no se volvían a ver en la vida. Se distrajo por un momento mirando a Sam y a Quinn que bailaban, y después comenzó a buscar por todo el lugar a Kurt pero no lograba encontrarlo. Cuando de repente escucho la puerta, y como estaba acerca de ahí decidió abrirla. Cuando la abrió se quedo con la boca y los ojos muy abiertos; era él Sebastian Smythe. Ella lo miro muy sorprendida, y él la reconoció al instante, esbozo una amplia sonrisa y dijo:
-Una hermosa coincidencia-
-¿Perdón?- dijo ella sin comprender lo que él le decía
-Tu eres la que me veía desde las gradas, esta tarde en la carrera, y realmente no había dejado de pensar en ti- dijo mirándola directamente a los ojos. Ella también lo mira a los ojos arriesgándose a perderse en ellos.
-Creo que me esta confundiendo, yo ni siquiera lo conozco, así que si me disculpa, si quiere llamo a Sam para que lo atienda- dijo dándose la vuelta, dispuesta a alejarse.
Sebastian la tomo del brazo delicadamente, y aun con ella de espaldas le dijo:
-Crees que hubiera olvidado esos ojos linda, no soy tan estúpido, aunque si te soy sincero me iba a conformar con tan solo soñarte esta noche; y por favor no me hables de esa manera, háblame de tú-
-Esta bien, era yo la que lo veía desde las gradas, pero como no lo conozco no pienso referirme a usted de una manera menos apropiada, así que déjeme ir por favor- dijo Rachel molesta y soltándose de la mano que la sostenía.
Sebastian soltó una risa sonora, debido al peculiar comentario de Rachel, y a ella le pareció una risa demasiado familiar, como si la hubiera escuchado muchas veces y como si estuviera dispuesta a escucharla eternamente. Él la tomo del antebrazo, la volteo para que lo mirara y para evitar que se fuera, la tomo de los hombros con ambas manos. –No, no te voy a dejar ir; Mi nombre es Sebastian Smythe y como ya sabes soy piloto profesional de carreras de autos y muy amigo de Sam, esta noche estaba pensando en no venir a su dichosa reunión, pero gracias a dios cambie de opinión. Ahora me conoce, pero me temo que yo aun no conozco a la que se puede convertir en parte de mi vida. Así que por favor señorita dígame algo de usted- dijo imitando el tono que ella había usado minutos antes.
-Por favor, no digas tonterías ni te burles de mí- dijo ella.
-Burlarme de ti no fue mi intención, pero ahora por lo menos me hablas como es debido, ahora, si eres tan lista como bella háblame un poco de ti- dijo sin soltarla de los hombros, acercándose un poco mas a ella y mirándola profundamente.
-Podrías por lo menos soltarme- solicito Rachel, Sebastian la soltó, se miraron fijamente por un momento y de un segundo a otro ella se había ido muy lejos lo más rápido que pudo.
-¿Qué tan lejos crees que puedes ir?, como dije, no te voy a dejar ir- susurro Sebastian para él mismo.
Rachel camino lo más rápido que pudo para alejarse, se perdió en una de las habitaciones de la enorme casa, y cuando se aseguro de que Sebastian no la seguía comenzó a buscar con la mirada a Kurt para salir del lugar lo más pronto posible; pero solo se encontró con Quinn que le sonrió y le dijo:
-¿Viste come te veía Cooper?, deberías aprovecharlo-
-Eres idiota Fabray, ese idiota solo quiere sexo, y estoy cansada de eso- dijo prácticamente gritándole mientras la fulminaba con la mirada.- has visto a Kurt, realmente quiero irme en este momento-
-Hola Quinn- susurro una voz masculina, y Rachel sabia quien era; la morena palideció y maldijo para sus adentros.
- Sebastian!, no sabia que habías llegado, que sorpresa, y que bueno que estas aquí porque quiero presentarte a mi amiga…-
-Quinn puedes callarte y ayudarme a buscar a Kurt para poder largarme de aquí- interrumpió Rachel, alzando la voz.
-Vamos Rach, te voy a presentar a Sebastian, el chico 9, se que te lo había prometido y pensé que no iba a poder hacerlo pero ahora voy a presentártelo-dijo la rubia sonriendo-Sebastian ella es Rachel Berry mi mejor amiga; Rachel el es Sebastian Smythe. Porque no platican un rato y se conocen mientras yo voy a buscar a Kurt para que te puedas ir Rach, claro si cambias de opinión con respecto a irte, porque encontraste algo mejor que hacer, lo entiendo- termino de decir, mientras se alejaba.
Rachel tenía una mueca que expresaba profundo enojo, la rubia iba a pagar por lo que acababa de hacer; por alguna razón Sebastian le parecía peligroso, mas bien agradablemente peligroso, con sus aires de superioridad, su sonrisa burlona y su risa retumbante, siempre acompañada de su mirada profunda y desafiante. Un escalofrió le recorrió el cuerpo, al pensar en que, lo conocía desde hace apenas unos minutos y él ya le había hecho sentir tantas cosas, ella no solía llevar las cosa así. Y seguramente no iba a ser un buen comienzo.
-Bueno, ignorando que hace algunos minutos me dejaste solo, y prácticamente corriste para alejarte de mí, es un placer por fin saber tu nombre; Rachel, bastante apropiado, lindo, como tú- dijo Sebastian sonriéndole.- Ven vamos a sentarnos por haya, para, como dijo Quinn, conocernos- Puso una mano sobre el hombre de la morena y la guio, fuera de la casa, para evitar todo el ruido, hacia una terraza con un balcón, en donde se apreciaba la preciosa noche; Rachel lentamente y sin muchas ganas camino hacia el lugar, ya ahí dentro, ella se acerco al balcón, puso sus brazos sobre el barandal y aprecio la vista, mientras que Sebastian se quedo detrás recargado en la pared mirando por unos segundos a Rachel, hasta que hasta que él se decidió a romper el silencio que en tan poco tiempo se había formado.
-Así que, porque no me dices algo de ti-
-Porque simplemente, no tengo la necesidad- dijo Rachel de manera cortante.
-Vamos, deberíamos hablar un poco, y así te darías cuenta de que no soy tan odioso como crees- dijo el acercándose a donde ella estaba.
-Yo nunca mencione eso- aseguro Rachel.
-Oh! Por dios, la forma en que me ves y en que me hablas me grita lo desagradable que te parezco-
-Realmente lo siento, es solo que no entiendo que pretendes hablando conmigo-
-Creo que es bastante claro Rachel, estoy coqueteando contigo, me siento estúpidamente obvio, y me estas diciendo que no te has dado cuenta de nada, eso me pone inseguro- dijo él; y Rachel se dio cuenta de que estaba a un lado de ella recargado sobre el balcón.
-Discúlpame por no poner parte de mí para que llevaras a cabo tu pasatiempo, porque estoy segura de que coquetear con chicas es una clase de juego que sueles hacer en tu tiempo libre, cuando no corres autos- dijo Rachel volteando la cara hacia el lado contrario en que él estaba, para no mirarlo y así expresarle su indiferencia.
Sebastian rio sonoramente, como solía hacerlo y le dijo: -Mírame a los ojos- Rachel giro la cabeza para mirarlo con miedo de perderse en los perfectos ojos de él- Linda, las cosas no son así, yo no soy como tú crees, acepto que puedo llegara ser arrogante y un poco manipulador, pero cuando realmente me interesa alguien, saco lo mejor de mi; y si soy honesto no se porque me interesas tu, quiero decir eres hermosa, eso no lo niego, pero con un mirada me dejaste ver lo mejor de ti, se que prácticamente no te conozco, pero cambiaste lo que yo sentía, me gustas y quiero averiguar como y porque; Y aunque eres la primera que se pone tan difícil para aceptar tan solo hablar conmigo, no me rindo tan fácil linda, así que por favor deja de ser tan dura conmigo que no te he dado razones para que lo seas- Rachel bajo la mirada, realmente sentía haberse comportado así con él, ya que como había dicho, no le había dado motivos.
-Perdón, enserio, creo que el alcohol se me subió a la cabeza, y ya sabes yo realmente no quería estar aquí, y me desquite contigo; siento haber sido tan grosera- dijo ella subiendo la mirado y poco a poco mirándolo otra vez- pero que te parece si empezamos otro vez- dijo al final esbozando un sonrisa.
-No te preocupes, cuando estas molesta te vez linda; pero sabes algo, no te había visto sonreír desde la carrera y verte ahora así sonriéndome a mi, me hace darme cuenta de que eres hermosa, mas de lo que creía- dijo el sonriéndole ampliamente, mientras Rachel reía levemente. –Bueno, y ¿A que te dedicas?-
-Soy actriz, ya sabes en Broadway-
-Oh! Eso es bastante interesante, supongo que sabes cantar, bailar y ese tipo de cosas; ¿Estas en una obra ahora?-
-Bueno en realidad sí, estoy en una musical llamado Evita, tal vez has oído de el, pero las presentaciones van a terminar pronto, así que espero tener una propuesta pronto- dijo Rachel con un brillo especial en los ojos, empezaba a estar emocionada por su trabajo por primera vez desde hace mucho tiempo.
-Genial, seguramente iré a verte antes de que la temporada termine; sabes pareces como enamorada de tu trabajo, lo se por el brillo en tus ojos y la forma en que hablas de el, eso es increíble no muchos podemos tener eso- dijo él
-Estoy totalmente feliz con mi trabajo, sabes ese siempre fue mi sueño, así que disfruto lo que hago- dijo Rachel, mientras realmente lo sentía.
-Realmente no quiero arruinar todo esto, pero si hablando de mí, alguna vez, te expresaras así y tus ojos brillaran de esa forma seria el hombre más feliz del mundo- dijo Sebastian, que con un pequeño paso corto la distancia que había entre los dos; ambos se miraron a los ojos, Rachel sentía la respiración de él, y además respiraba el aroma de su perfume, todo esto la hacia sentir agradablemente abrumada; Él se había perdido en la mirada caramelo de ella, aspiraba su perfecto aroma a rosas, y decidió que en ese momento solo quería besarla, aunque significara morir en el intento, se arriesgaría sin importar las consecuencias. Acerco su rostro al de Rachel, ella no se movió, sabia lo que iba a pasar, y dentro, muy dentro de ella quería que pasara; y de un momento a otro ambos estaban dentro de un magnifico beso, Sebastian paso una de sus manos por la cadera de Rachel, y ella subió sus manos hacia el cabello de él donde entrelazo los dedos en medio de sus espesos mechones, atrayéndolo mas hacia ella y profundizando el beso; sus respiraciones agitadas en medio del momento expresaban solo una cosa, lo perfecto que era el beso, además, deseaban solo una cosa, que no terminara nunca; pero la necesidad de respirar termino por hacer que se separaran. Tímidamente ambos se miraron seguían respirando aceleradamente; Rachel busco la mano de Sebastian, la que no estaba alrededor de su cadera y entrelazo sus dedos con los de él, Sebastian correspondió y ambos cruzaron sus miradas de nuevo, y sonrieron ampliamente.
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Espero les guste.Denme sus opiniones... Espero actualizar pronto. BYE!
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Última edición por Julietta St. James el Lun Mayo 13, 2013 4:40 pm, editado 1 vez
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Sáb Mayo 11, 2013 9:24 pm

hola nueva lectora :) me encanta tu fic. Actualiza pronto
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Mensaje por franciscagleek Dom Mayo 12, 2013 7:37 pm

esta muy bueno :)
quiero ST.berry porfisss!
actualiza pronto
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Lun Mayo 13, 2013 4:39 pm

Capitulo 3: Nuestro presente
El momento era perfecto; Rachel atrajo a Sebastian hacia ella de nuevo, jalando un poco de la mano que ambos entrelazaban. Y sucedió de nuevo, otro beso, esta vez un poco mas profundo ya que mientras los dos con los labios apoyados en el otro se descubrían poco a poco, la inquieta lengua de Sebastian se abrió paso dentro de la boca de Rachel y comenzó a recorrer cada sitio de esta. La morena comenzó a hacer lo mismo; y ambos sintieron algo mas que un simple beso, no era un beso dado únicamente con la boca sino que en ese beso se estaban declarando demasiados sentimientos, era un momento lleno de éxtasis, tan intimo que los dos se sentían mareados del profundo placer que un simple beso les provocaba. Pero aunque realmente estaba disfrutando lo que estaba pasando, Rachel comenzó a creer que estaba cometiendo un error; su boca dejo de moverse con la velocidad inicial, y su mente se aclaro solo un poco en medio de tanto éxtasis. Soltó la mano de Sebastian, poniendo ambas manos en los hombros de él y lo empujo para poder salir del beso, él se detuvo en seco, ambos se separaron por unos centímetros, Rachel dejo caer sus manos de los hombros de Sebastian, y él retiro su mano de la cadera de ella. Se miraron por unos segundos, una mirada llena de dudas por parte de Sebastian, y llena de miedos por parte de Rachel.
-Lo siento, pero no puedo hacerlo- dijo ella bajando la mirada.
-¿Por qué no?... No lo entiendo; mírame a los ojos y dime que en esos besos no sentiste nada, dime que no sientes nada por mí, solo dímelo, y te juro que te dejare en paz- dejo Sebastian desesperadamente, como si el fin de ese beso, y todo lo que ella acababa de decir hubiera significado un profundo dolor para él. Ella subió la cabeza mirándolo a los ojos, quería decirle que no había sentido nada, pero las palabras no salían.
-No puedo mentirte, me siente estúpidamente atraída hacia ti- dijo ella aun mirándolo, mientras sintió como el rojo subía a sus mejillas.
-Gracias al cielo no soy el único que se siente así- dijo él sonriéndole ampliamente. – Y entonces ¿Qué deberíamos hacer?-
-No lo se- respondió ella, mientras sentía como él se acercaba cada vez mas, y aunque quería que se detuviera, ninguna parte de ella hacia lo posible por detenerlo, estaba demasiado cerca, la iba a besar, y al final acepto que era lo que ella quería; pero justo un segundo antes de que sus labios se juntaran, la puerta de la terraza se entreabrió, dejando ver una cabeza rubia; Sebastian y Rachel se separaron de un momento a otro, aunque Quinn alcanzo a ver lo cerca que estaban antes de que ella llegara.
-Oh! Siento haberlos interrumpido- dijo la rubia soltando una risita burlona.
-No interrumpíais nada Q, solo me iba a despedir de Sebastian-dijo Rachel fulminando a Quinn con la mirada.
-Bueno en realidad interrumpiste una despedida bastante buena, así que si quieres retirarte, nos harías un gran favor- dijo Sebastian, mientras Rachel le daba un pequeño golpe en las costillas. –Auch- se quejo él.
- Jajaja! En tan solo unos minutos y esta chica ya te esta controlando- Se burlo Quinn.
-¡Cállate Fabray!- dijo Rachel gritándole a la rubia. - ¿Qué diablos quieres?-
-Lo siento; solo te estaba buscando para decirte que había encontrado a Kurt y que podías irte cuando quisieras, pero todo apunta a que tienes mejores cosas que hacer- dijo Quinn.
-¡Oh dios! Deja de decir tonterías, como te dije Sebastian y yo estábamos apunto de despedirnos, e irme no podría darme mas gusto- dijo la morena.
-Oye Rachel, no te puedes ir así nada mas, tu y yo tenemos cosas que hablar- dijo Sebastian mirando a Rachel suplicante.
-¿Hablar acerca de que? Tu y yo no tenemos nada de que hablar- pregunto Rachel desentendiéndose de todo.
-¡Oh por dios linda! Eres bastante difícil, pero como te dije no me rindo fácilmente, y ahora como me has solicitado te voy a decir de que quiero que hablemos- Sebastian salió de la terraza entrando a la casa, se puso en medio de la sala, que servía como pista de baile y empujando a todos subió a una silla; comenzó a aplaudir y a dar golpes con uno de sus pies sobre la silla para llamar la atención de los invitados, cuando todos lo miraban, incluso Rachel y Quinn que lo habían seguido desde que había entrado, se limito a decir:
-En este mismo momento voy a hacer algo, algo para una chica que en unas horas se convirtió en alguien muy especial para mí; ella es una chica linda e interesante, y por alguna razón me enamore de ella, si lo acepto Rachel Berry me enamore estúpidamente de ti en unas horas, pero sabes que, no me arrepiento. Puede que seas un poco ambiciosa y bastantes difícil, pero linda, cualquier característica negativa que tengas se anula con tu hermosa sonrisa, o cuando te ríes por las idioteces que digo o incluso cuando te enojas y te pones increíblemente sexy, amo todo eso Rach. Y te lo digo ahora, te amo a ti. Conocí más de ti en unas horas que en años de relación con cualquier otra chica, y como eso, para mi, debe significar algo, voy a hacerte una simple pregunta-Sebastian bajo de la silla, se abrió paso entre la multitud que lo escuchaba atentamente y cuando encontró a Rachel, se acerco a ella, y la miro por unos segundos, estaba magníficamente hermosa, tenia ese brillo especial en los ojos, sus mejillas eran de un color rojo intenso, y apenas parpadeaba cuando Sebastian se acerco a ella; Él le tomo la mano, la miro a los ojos, a esos ojos color caramelo que desde el principio lo habían hipnotizado, y con una seductora voz, una voz que expresaba todos las emociones que la morena le hacia sentir le dijo: -Rachel Berry, no puedo vivir sin ti, y ahora te voy a pedir algo muy importante… ¿Quieres ser mi novia, y formar parte de mi vida sin temor a ningún tipo de peligro?- termino Sebastian.
Rachel tenía los ojos muy abiertos, la emoción del momento no cabía en ella, sentía que las lágrimas de felicidad iban a salir de sus ojos en cualquier momento, no podía creer lo que Sebastian había hecho por ella, por ellos; respiro profundamente, lo miro a los ojos, y apretó ligeramente su mano para por fin decirle:
-Te necesito Sebastian Smythe, me siento estúpida por enamorarme de ti en tan poco tiempo, pero como eso también significa algo para mí, estoy dispuesta arriesgarme- ella lo atrajo a su rostro y beso sus labios, mientras él correspondía, otro beso perfecto, donde entregaron todo lo que eran, todo lo que sentían.
-Eso es un si ¿Cierto?- intento averiguar Sebastian- Rachel asintió mientras en su boca se formaba una enorme sonrisa, y Sebastian lleno de felicidad se limito a imitarla y sonrió ampliamente.
FIN DEL FASH BACK Rachel
Desde ese momento Rachel y Sebastian, se había dedicado a compartir lo mejor de sus vidas; Él continuaba con sus carreras de autos, y ella por su lado había dejado Broadway por un tiempo, no por falta de propuestas, si no porque en esos momentos de su vida prefería dedicarse al que creía el amor de su vida, e incluso a ella misma. Ahora solo trabajaba siendo suplente de maestros en NYADA; algunas veces suplía al profesor de artes escénicas, otras de la profesora de canto, y a veces de la maestra de ballet, su trabajo variaba y eso le hacia muy feliz porque no le pertenecía a la horrible rutina, y aunque Broadway siempre había sido su sueño, no lo había dejado para siempre, y para no perder la practica, dirigía, ensayaba y montaba todos las obras presentadas por estudiantes de NYADA.
Así que en ese momento Rachel y Sebastian, vivían juntos en el departamento de él, que estaba situado justamente en Manhattan, y donde ambos Vivian muy felices. Sebastian se había dedicado a hacer feliz a Rachel, y viceversa; ambos habían comprobado que su decisión estúpida de enamorarse del otro en tan poco tiempo había sido bastante acertada y lo disfrutaban al máximo.
************************************************************
Holi (: gracias por sus comentarios bonitos de amor <3’. Aquí les dejo otro capitulo. A las chicas que quieres St. Berry en el capitulo siguiente ya entra Jesse, guarden la calma porque no se esperan lo que va a pasar, o lo que ya paso. Espero poder actualizar pronto. Dejen sus opiniones. BYE! *-*
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Lun Mayo 13, 2013 7:03 pm

cuando subes el proximo capi? :) mmmm ansiosa por el siguiente car . Como aparece jesse en la vida de Rachel?.... No tardes en actualizar :)
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Miér Mayo 15, 2013 8:15 pm

Capitulo 4: Tu Otra Vez (Parte 1)
Y así continuo Rachel, frente a la ventana, recordando, y dándose cuenta de lo bendecida que era por su maravillosa vida; cuando de repente el incesante sonido de su teléfono celular la saco de sus pensamientos. Se alejo de la ventana y comenzó a buscarlo desesperadamente, ya que no quería que el molesto sonido despertara a Sebastian, que continuaba dormido, ya que eran las 6:00; Rachel no había podido deshacerse del molesto habito de despertarse temprano como en sus años de actriz de Broadway, así que continuaba levantándose tan temprano como podía; cuando vio el celular lo sostuvo en sus manos, y al ver de quien provenía la llamada, esbozo una sonrisa de alegría. El teléfono registraba el nombre de Lindsay Pearce, ella era la administradora de NYADA, se encargaba de tener todo perfectamente en orden, y también solía llamar a Rachel cuando había algún trabajo o alguien a quien suplir, así que se habían convertido en buenas amigas por su constante relación de trabajo.
Llamada:
-Hola- dijo Rachel
-Hola Rachel, soy yo Lindsay-
-Lo se, estas registrada en mi teléfono, ¿Qué sucede?-
-Buen, ya sabes, cosas de trabajo- dijo Lindsay y Rachel noto en su tono de voz que estaba desanimada.
-¿Esta todo bien Lindsay? Te oyes un poco desmotivada- pregunto Rachel.
-Todo esta bien, o algo así- dijo Lindsay con el mismo tono de voz apagado.
-¿Qué quieres decir con algo así?-
-Es solo que como sabes cada año se lleva a cabo el congreso de artes escénicas- dijo Lindsay mientras Rachel la interrumpía.
-Si, en donde NYADA, siempre se lleva los reconocimientos más importantes; pero ese congreso no es esta el mes de noviembre- pregunto Rachel extrañada.
-Ahí esta todo el problema, este año se adelanto al mes de abril, y los estudiantes no han preparado absolutamente nada, y yo estoy comenzando a creer que este año NYADA no será la mejor universidad e artes escénicas- dijo Lindsay soltando un pequeño suspiro.
-¡Abril! Pero estamos a enero, es casi imposible lograr montar algo- exclamo Rachel preocupada.
-Lo se, pero por lo menos hay que intentarlo, y lo único que se me ocurre es juntar a lo mejor de lo mejor, para hacer lo posible y montar una obra lo suficientemente buena por lo menos para no ser colgados por la prensa- dijo Lindsay.
-Así que tienes una especie de plan- averiguó Rachel
-Bueno, algo así, esa es la razón de mi llamada, te necesito para que comiences a montar una obra, tu eres la mejor que conozco y se que puedes lograrlo, prometo conseguirte alguien para que te ayude pero no tengo mucho tiempo así que te necesito a ti lo mas pronto posible; ¿Puedes hacerlo?- termino Lindsay de forma suplicante. Mientras Rachel guardaba silencio por unos segundos.
-No estoy segura de que sea posible, pero sabes que cuentas conmigo, hare lo mejor que pueda- dijo Rachel al fin.
-¡Genial!, gracias Rachel, prometo pagártelo, y estoy segura de que lo vamos a lograr, voy a enviarte a los mejores alumnos de NYADA para facilitar todo- dijo Lindsay mas tranquila.
-No tienes nada que agradecer, lo estoy haciendo con gusto, al final ese es mi trabajo; ¿Cuándo comenzamos?- pregunto Rachel.
-Estaría abusando de tu amabilidad si te dijera que te necesito hoy mismo- dijo Lindsay realmente apenada; Rachel soltó una leve carcajada y respondió:
-Claro que no Lindsay, solo dime a que hora y estaré ahí preparada-
-¡Gracias Rachel! Te debo demasiado; te parece bien a las 10:00-
-Por supuesto. Estaré ahí, te veo después Lindsay, tengo que alistarme-
-Esta bien. Gracias de nuevo, nos vemos- termino Lindsay, mientras Rachel colgaba el teléfono y se apresuraba a subir las escaleras, para tomar una ducha y estar lista a la hora acordada.

Después de tomar una reconfortante ducha, salió hacia su cuarto envuelta en una toalla, y comenzó a buscar ropa y a vestirse; al final termino con unos jeans entallados, una blusa de color coral y unos tacones de una suela no muy alta en color negro. Continuo por secar su largo cabello empapado y cuando estaba únicamente húmedo, todo un cepillo y se sentó en la orilla de su cama a los pies de Sebastian sigilosamente para no despertarlo, para después comenzar a cepillar su cabello castaño. Estuvo ahí un momento hasta que estaba perfectamente desenredada, cuando de repente alguien la abrazo por la cintura, y la morena salto por la sorpresa y el susto. Era Sebastian, tenía el torso desnudo, y unos pantalones de pijama en color azul marino.
-Oye creía que dormías; me asustaste- reclamo Rachel.
-Lo siento, pero estabas tan preciosa que solo quería abrazarte, no fue mi intención asustarte- dijo Sebastian disculpándose.
-Esta bien, no te preocupes- dijo Rachel sonriéndole.
-De acuerdo; y puedo saber por que estas especialmente linda, o tengo que adivinar que es porque pasaremos un maravilloso día juntos- dijo Sebastian saliendo de entre las sabanas y sentándose al lado de Rachel. Mientras la morena se le borraba la sonrisa de la cara, por el remordimiento de no poder pasar el día con Sebastian.
-Seb lo siento; Lindsay me llamo esta mañana y me pidió que fuera temprano a NYADA, ya sabes cosas de trabajo- dijo Rachel; Sebastian bajo la mirada un poco decepcionado, pero después mirándola a los ojos de nuevo le dijo:
-De acuerdo, no hay problema, Sabes yo también lo he hecho- dijo él mientras Rachel lo miraba llena de duda.
-¿Hacer que?- pregunto.
-Arruinar nuestros días de estar juntos por el trabajo, esta bien suele pasar, no te sientas culpable o algo así, tal vez llame a Sam y organicemos algo- dijo Sebastian sonriéndole a Rachel.
-Sabes que te amo cierto-dijo Rachel, para después besar dulcemente sus labios.
-Lo se, y espero tu también sepas lo mucho que te amo, y lo importante que eres para mi- termino Sebastian; y cuando estaba a punto de besarla apasionadamente, Rachel se levanto de golpe.
-¡Oh, dios santo, es malditamente tarde! Voy a preparar el desayuno, te espero abajo- dijo ella mirando el reloj que marcaba las 9:00.
-No Rach, esta bien solo hazte tu desayuno prefiero dormir otro rato, te veo mas tarde linda- dijo Sebastian mientras se recostaba de nuevo en la cama.
-De acuerdo- dijo Rachel, mientras se acercaba a donde estaba Sebastian, y después de depositar un beso en su boca termino diciendo:- Nos vemos luego, te llamo más tarde; Te amo-
-Hecho, nos vemos linda, te amo también- respondió Sebastian, metiéndose de nuevo entre las sabanas e intentando conciliar el sueño, cosa que no tardo mucho, ya que de un momento a otro estaba profundamente dormido.

Después de un rato, Rachel había terminado de desayunar, tomo su bolso, y saco las llaves de su auto, salió por la puerta hacia el carro y ya estando dentro de el, partió con rumbo a NYADA, que no estaba muy lejos de su casa; cuando llego a la universidad, subió unos cuantos pisos en un elevador, donde varias personas la reconocieron, por su desempeño en el lugar; y cuando por fin llego a su destino bajo del elevador, recorrió unos pasillos hasta que al final llego al lugar donde Lindsay se encontraba sentada dando ordenes a otros. Cuando ambas se vieron, Rachel lanzo una enorme sonrisa y Lindsay sintió tanto alivio al verla que sonrió profundamente.
-Rachel, gracias a dios estas aquí- exclamo Lindsay acercándose a la morena.
-Lo había prometido. Y… ¿Cuándo empezamos?- dijo Rachel.
-Ahora mismo, déjame terminar de hablar con esas personas, dejarles trabajos pendientes y estoy contigo para que empecemos- dijo Lindsay mientras se acercaba a un grupo de gente y les daba indicaciones.
Después de unos minutos estuvo con Rachel, y la guio atreves de la escuela, hasta que llegaron a un pequeño auditorio, bastante espaciosa, con pequeños camerinos, montones de vestuarios y maquillaje entre otras cosas; donde según Lindsay, exclusivamente se montaría la obra a presentar en el congreso de artes escénicas, y donde Rachel se pasaría la mayor parte de su día, pues si quería lograr algo en tan poco tiempo no tenia mas opción que aprovechar todo lo que pudiera. Después Lindsay salió de ahí dejando a Rachel par que se “acostumbrara”, y además porque iba a ir a encontrar a los alumnos que servirían para montar la obra. Según decía eran los mejores de NYADA, y Rachel rogaba por que esto fuera cierto, para así por lo menos tener un punto a su favor. Estuvo ahí unos momentos esperando, cuando por fin, Lindsay entro al auditorio con unos 5 chicos, que Rachel supuso serian los alumnos.
-¡Hey Rach! Lamento haber tardado tanto pero no podía encontrar a todos- dijo Lindsay un tanto agitada.
-No hay problema Lindsay- dijo Rachel sonriéndole amablemente y mirando a cada uno de los chicos dijo: - Hola chicos, mi nombre es Rachel Berry, y estoy aquí para montar una obra, tenemos poco tiempo así que no esperemos mas, déjenme saber sus nombres-
-Vamos chicos preséntense- indico Lindsay.
Después de unos segundos de silencio una chica rubia y de ojos verdes dio un paso hacia adelante y dijo:
-Mi nombre es Kitty Wilde, es un placer conocerla Srta. Berry-
Rachel sonrió ampliamente y dirigiéndose a Kitty dijo: -Puedes llamarme Rachel, todos pueden llamarme Rachel, de acuerdo, así que continúen quiero saber sus nombres-
-Mi nombre a Marley Rose- dijo una chica de cabello castaño, y ojos azules, con una enorme sonrisa, extendiendo su mano hacia Rachel, mientras esta la apretaba.
-Yo soy Ryder Lynn- dijo otro chico bastante alto, de cabello castaño y ojos cafés, haciendo un gesto de saludo con su mano.
-Mi nombre es Cameron Mitchell- dijo otro chico de cabello desordenado de color castaño claro, con lentes, mientras sonreía a Rachel.
-Y al final, estoy yo Jake Puckerman, un placer- termino un chico de estatura media, cabello corto de color castaño obscuro, y ojos cafés.
-El placer es mío, todos ustedes chicos parecen magníficamente talentosos, y yo no fallo cuando veo eso en alguien. Ahora, todos aquí sabemos el poco tiempo que tenemos para lograr eso, y antes que nada debamos escoger la obra que haremos. Lindsay y yo estuvimos pensando en algo grande, pero sencillo y se ambas pensamos en *Grease*- termino Rachel entusiasmada. Al principio la idea de hacer Grease le había parecido, simple y poco innovadora, pero Lindsay tenía razón, era simple y con todo el talento que los chicos poseían iba a ser sencillo hacer una obra maestra. Kitty, Marley, Ryder, Cameron y Jake, se miraron entre ellos con sonrisa en el rostro y murmurando lo entusiasmados que estaban, y así Rachel comprobó que era una buena idea.
-Esta bien, comenzaremos con la audiciones, se que es un poco pronto pero el tiempo es oro y estoy segura de que todos ustedes pueden improvisar algo y sacar lo mejor de ustedes en el escenario- dijo Rachel, mientras caminaba hacia su asiento, con Lindsay detrás.-Ahora, vayan detrás del escenario para prepararse tienen 40 minutos, después los iré llamando uno a uno y el día de mañana tendrán asignado su papel; en el momento de hacer su audición no olviden decir el papel por el que están peleando, ya que si alguno de ustedes no es lo suficientemente bueno me dedicare yo misma a buscar dentro de NYADA alguien mejor-
Los chicos asintieron, y corrieron tras el escenario, para preparar la canción que cantarían y vocalizar un poco, dejando a Rachel y a Lindsay solas.
-Rach, crees que puedes hacerte cargo de esto tu sola, tengo cosas importantes que hacer pero si me lo pides me quedo aquí hasta que termines las audiciones- dijo Lindsay
-Oh no, claro que puedo hacerlo, quiere decir lo hago todo el tiempo, pero me gustaría llamar a un par de amigos solo para no estar tan sola, seria eso posible, ellos también tienen conocimientos sobre todo esto- dijo Rachel
-Seguro, llámalos para que vengan y te echen una mano; entonces te dejo aquí y antes de que te vallas hablamos- dijo Lindsay mientras se dirigía a la salida.
Rachel hizo un par de llamadas a Kurt y a Quinn, quienes aceptaron ir a NYADA, para acompañarla. En ese año las cosas para Quinn y Kurt también habían cambiado para mejor. Quinn estaba comprometida con Sam, él también continuaba con lo de las carreras de autos, y ella era una publicista popular que hacia su trabajo innovadoramente. Y pronto ambos rubios tendrían su boda perfecta, con Quinn de blanco y Sam con un costoso traje.
Por su parte Kurt, después de aquella fiesta había intentado localizar a Blaine, el hermano de Cooper, ya que el chico vivía originalmente en Los Ángeles, y tan solo había estado en Nueva York de visita. Blaine y Kurt habían tenido mucha química, y Kurt no estaba dispuesto a perderlo así que después de muchos meses, un día por fin lo encontró, ambos se declararon su amor, y juntos se mudaron a Nueva York, en donde actualmente vivían felices, con Kurt como un famoso actor de televisión, y Blaine un prestigiado doctor.
Después de unos minutos Quinn y Kurt entraron al auditorio y al ver a Rachel corrieron hacia ella. Los tres se saludaron y se abrazaron fuertemente. Y después se sentaron en fila para apreciar las actuaciones de los alumnos.
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Perdónenme, no había podido actualizar; y ya se que le había dicho que en el próximo capitulo (ósea este) iba a aparecer Jesse, pero la inspiración fluyo demasiado y el capitulo quedo muy grande. Por eso lo dividí en dos partes. Hoy mismo subo la segunda parte. Como siempre gracias por sus comentarios. Dejen sus opiniones. Espero actualizar pronto el siguiente capitulo. BYE! By: Julietta St. James
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Miér Mayo 15, 2013 8:51 pm

quinn, kurt y rachel me encanta ese duo :) no te preocupes :) Hoy subes la 2° parte?..
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Miér Mayo 15, 2013 9:13 pm

Si, en unos momentitos ya esta lista (:! ST. BERRY <3'
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Miér Mayo 15, 2013 9:28 pm

Capitulo 4: Tu Otra Vez (Parte 2)
Ya habían pasado los 40 minutos, Rachel tomo una lista con los nombres de los alumnos, y comenzó por llamarlos uno por unos. Primero Ryder, que adicionó para el papel de Danny Zuko, cantando “Your Song”. Después Camero Mitchell, para el papel de Kenickie con la canción “Blackbird”. Seguido por Jake Puckerman también para Danny Zuko con “Never say never”. Después salió a escenario Marley Rose cantando “Everytime” para el papel de Sandy Olsson. Y al final Kitty Wilde para le papel de Betty Rizzo interpretando "Signed, Sealed, Delivered".
A Rachel todas las presentaciones le parecieron excelentes, al igual que a Kurt y a Quinn. Rachel estaba decidida a que de esos 5 chicos tenia que sacar a los protagonistas, y por lo menos 3 tenían el papel seguro, pero Ryder y Jake, ambos querían hacer a Danny Zuko, y ambos había estado excelentes, Rachel no podía elegir a ninguno, pero al final del día tenia que hacerlo y solo le quedaba pensar un poco mas antes de su decisión final.
La morena llamo a los 5 chicos, esta vez tenia que probar sus cualidades en el baile; por esa razón Lindsay había mandado traer a una magnifica coreógrafa, a demás de una gran amiga de Rachel; Brittany Pierce, una rubia un poco extraña y muy buena amiga según Rachel, quien la había conocido al comenzar a trabajar en NYADA, y que Rachel siempre había conocido como la mejor bailarina del mundo. Cuando los cinco chicos y otros 20 alumnos de NYADA, que servirían como extras, estaban sobre el escenario, Brittany comenzó a ponerles una coreografía, que los chicos tenían que repetir hasta que quedara perfecta. Para algunos fue muy sencillo, pero la mayoría fracasaba cuando intentaba repetir el complicado baile; así que como Rachel no soportaba verlos así, se levante de su puesto, camino hasta llegar justo enfrente del escenario, y comenzó a exigirles que se esforzaran, principalmente gritándoles, mientras Quinn y Kurt reían al ver a la morena que de alguna forma, a base de gritos, motivaba a los chicos.
-¡Vamos chicos, de esa forma no van a lograr nada! ¡Necesito entusiasmo!- gritaba Rachel alzando las manos. –Inténtelo de nuevo, esta vez al menos quiero una sonrisa en su rostro, lucen horriblemente tristes, y yo no necesito eso. Desde el principio Britt- termino la morena quedándose cerca para seguir exigiéndoles la perfección.
Kurt y Quinn continuaban riéndose, primero por los gritos incesantes de Rachel y segundo porque la mayoría de los alumnos parecían tener un dolor de pies que les impedía bailar. Cuando de repente, Quinn escucho unos pasos ligeros que venían desde la entrada del auditorio; la rubia se giro para ver de quien provenían, pero antes de poder encontrar al responsable, Kurt soltó una carcajada que la hizo mirar de nuevo a el espectáculo, olvidándose de los pasos que antes había oído. Rachel continuaba muy enojada y un poco frustrada por la incapacidad e los chicos, cuando terminaron con la segunda oportunidad se limito a decir:
-Eso fue horrible chicos. Lo siento, no hablo por todos pero ¡Por dios!, parece que los están torturando ahí arriba, y aunque eso sea posible no importa, porque el publico no quiere saber sus problemas. Me siento estúpidamente ignorada, que sucedió con la sonrisa. – reprendió Rachel con una expresión de enojo. –Lo vamos a hacer de nuevo, y lo vamos a hacer hasta que los treinta sobre el escenario lo dominen. Por favor Britt. Y esta vez si no hay sonrisa olvídense de la obra- termino la morena fulminando a cada uno de los alumnos con la mirada. Camino hacia su asiento de nuevo, y cuando se sentó, ignorando las risas de sus amigos, aprecio de nuevo la coreografía, que aun estaba bastante mal.
-No se que hacer. Voy a morir, si no pueden hacer ese maldito baile como diablos van a lograr las coreografías de Grease. Hablo enserio voy a morir, pero antes voy a acabar con ellos- dijo Rachel, con las manos en la cabeza, simulando un masaje. Mientras Kurt y Quinn reían en lo bajo.
-¡No, no y no!, sigue estando terrible; De nuevo y esta vez esfuércense un poco, pónganle entusiasmo- dijo mientras continuaba sentada en su silla.-Ah y….-
-No olviden la sonrisa- interrumpió una voz masculina, una profunda y grave voz, demasiado conocida para Rachel. Quinn se dio la vuelta y se encontró con un completo desconocido, Kurt hizo lo mismo y tampoco reconoció a nadie. Ambos veían a un hombre bastante alto, parecía imponente, tenía los anchos hombros hacia atrás, y caminaba directo a la mesa donde los tres se encontraban, con pasos posesivos que llenaban el ambiente de un aura que expresaba superioridad. Tenía el cabello ligeramente largo, más no demasiado, de color castaño prácticamente rubio y un poco ondulado naturalmente; pero lo que llamo la atención de Quinn y de Kurt, fueron sus intensos ojos, de un color azul, con ligeros destellos plateados, y que con otra luz seguramente se hubieran tornado al color verde; acompañados de un línea de espesas pestañas, y dos cejas arriba que le provocaban unas pequeñas arrugas en la frente, y que expresaban de nuevo superioridad. Tenía una sonrisa en la cara, con los labios un poco apretados, pero aun así expresando que estaba cómodo con el momento. Al oír esa voz, Rachel palideció, quería que su instinto la engañara, y quiso darse la vuelta para comprobar su terrible error, pero prefirió no hacerlo, porque la forma en que Kurt y Quinn lo miraban era un indicio de quien era; él solía tener ese efecto en los demás. Pensó en que hacer, podía mirarlo y arriesgar todo, y esa le pareció una terrible idea; así que se levanto de su silla, y sin mirar a nadie dijo:
-Tengo que salir un momento, háganlo de nuevo y cuando regrese quiero perfección, solo eso, no aceptare otra cosa- dijo Rachel bajando la mirada cuando se dirigía a salir, y así no mirar los ojos de él.
-Dije algo malo- susurro el chico, que se había sentado en el sitio que antes ocupada Rachel, sin perder de vista a los alumnos bailando. Quinn y Kurt no lo había dejado de ver desde el primer momento.
-¿Quién eres tú?- pegunto Quinn embobada con el chico.
Él sonrió ampliamente a la rubia y dijo: -Mi nombre es Jesse St. James, y soy algo así como un viejo amigo de Rachel, ya sabes bastante viejo-
-Bueno según lo que yo vi, a Rach no le dio mucho gusto verte- informo Kurt.
-No creo que yo haya sido la razón de su mágico escape, quiero decir, solía caerle bien- dijo Jesse bastante seguro. –Y hablando de Ray, me gustaría buscarla así que…- dijo mientras de levantaba de la silla y con largos pasos llegaba a la salida e iba hacia afuera.
-¿Quién diablos es Ray?- pegunto Kurt extrañado.
-Como puedo yo saberlo, supongo que es Rachel, pero a quien le importa, ese chico es magníficamente atractivo- respondió Quinn aun embobada.
-Cállate señorita compromiso con Sam- le reprendió Kurt, mientras la rubia salía del trance y ambos se dedicaban a ver a los chico haciendo la coreografía.
Por su parte Rachel, había salido directamente a un lugar donde pudiera tomar aire fresco y había llegado a un pequeño patio detrás de la escuela, lleno de flores y vegetación verde y un par de bancas, los alumnos solían estar ahí componiendo música con sus guitarras, pero esta vez no había nadie y Rachel agradeció por eso; se sentó en una de las bancas, y comenzó a respirar profundamente hasta que el pulso se le regularizo un poco, algo que resulto inútil, al darse cuenta de que Jesse estaba justo frente a ella, con los brazos cruzados y con una sonrisa característica de él.
-Ray, finalmente te encuentro. ¿Cómo has estado?- dijo Jesse mirándola a los ojos.
-¿Qué diablos hace aquí St. James?- pregunto Rachel mirándolo a los ojos y sintiendo su pulso locamente rápido.
-También te extrañe Ray- dijo él irónicamente.
-No, yo no te extrañe y particularmente deja de llamarme así- dijo la morena con un grito ahogado y fulminándolo con la mirada.
-De acuerdo, solo no me golpees- dijo el chico dando un corto paso hacia atrás.
-¿Cómo me encontraste?- pregunto ella, intentado encontrar algo para calmarse, y algo le vino a la mente, tomo su bolso y comenzó a buscar desesperadamente.
-Oh bueno, fue fácil, pregunte por una chica castaña, bastante linda y un poco pálida; todos me dijeron que ibas con rumbo a este lugar- dijo Jesse como si fuera algo obvio.
Rachel, se detuvo un momento de buscar dentro de su bolso y lo mira como si estuviera diciendo algo idiota. –Eres idiota, me refiero a mí en esta ciudad- y continuo buscando, al fin con una cajetilla de cigarros en la mano, de donde saco un, mientras que con la otra mano continuaba buscando en la bolsa un encendedor.
-¡Oh que sorpresa! Lo sigues haciendo- dijo Jesse mirándola de un forma paternal, ella lo miro sin comprender y el completo: -Ya sabes, lo de fumar cuando estas nerviosa o muy feliz, quiero decir en este caso es bastante obvio lo nerviosa que te pongo-
Rachel lo miro negando con la cabeza. –Piensa lo que quieras, si eso te hace crecer de alguna forma, aunque lo que crezca sea tu enorme ego, puede que lo necesites-
-Esta bien, seguiré creyéndolo. ¿Quieres fuego?- pregunto mientras sacaba un encendedor de su bolsillo. Rachel necesitaba fumar, y malditamente no podía encontrar un encendedor o algo así para producir fuego así que asintió a la propuesta de Jesse, estiro su mano para que él le diera el encendedor, pero no lo hizo; por el contrario, le quito el cigarro de la mano, se lo puso en la boca, y lo encendió; a la par Rachel le dio una calada al cigarro y expulso el humo en la cara de Jesse, formando con la boca sin emitir sonido la palabra *Aléjate*.
Jesse rio ante eso, y aun con humo en los ojos se sentó al lado de Rachel y le dijo: -No lo creo nena, porque tú me preguntaste algo y pienso respondértelo. Veras, no tenia maldita idea de que tu estabas aquí; y solo se me ocurrió venir a NYADA, porque recordé las bellezas que hablabas de este lugar, solo quería comprobarlo por mi mismo-
-Eso no tiene sentido y aunque lo tuviera que hacías en mi auditorio, donde exclusivamente entra personal de trabajo- dijo Rachel.
-Si eso te dijeron, te engañaron, ahí puede quien quiere; yo estaba cerca, y escuche una diminuta, y melodiosa voz de la cual solo provenían ordenes y solo pude pensar en ti, como sabes soy bastante curioso, y cuando abrí la puerta, entre al escenario y te vi ahí gritando tonterías se me dibujo una sonrisa en el rostro porque seguías exactamente como te recordaba, pequeña y hermosa- termino él.
-Solo cállate de acuerdo, por lo menos un minuto- dijo Rachel sin mirarlo a los ojos, y dándose cuenta que aun después de todo ese tiempo seguía teniendo el mismo olor, la misma colonia. Rachel apretó lo ojos, comenzó a respirar profundamente, y aun con los ojos cerrados le dio otra calada al cigarro, con el propósito de que todo fuera una mala alucinación y así pudiera borrarla. Abrió los ojos y lo vio ahí sentado al lado de ella, igual que siempre terriblemente atractivo y magníficamente posesivo con ella.
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Hola! Aquí la segunda parte; si por fin St. Berry (: espero les guste. En el siguiente capitulo se dirá de donde se conocen Rachel y Jesse. Espero poder actualizar pronto. Dejen sus opiniones. BYE! By: Julietta St. James.
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Mensaje por mari71087 Miér Mayo 15, 2013 11:24 pm

Jesse tan..... Sexy askjaskj .... Ahi si ya quiero saber como se conocieron!.. :)
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Mensaje por Julietta St. James Dom Mayo 19, 2013 9:41 pm

Capitulo 5: Tú En Mi Pasado
Él estaba frente a ella, y Rachel sabia que no iba a poder contener sus malditos impulsos si lo miraba a los ojos, a esos encantadores ojos plateados, donde prácticamente se reflejaba el océano; se maldijo ella misma en sus adentros, tenia que contenerse, tenia que dejar de pensar en lo perfecto que estaba, en lo fascinante que seguía siendo. Apretó los labios, y entre dos de sus dedos aplasto el cigarrillo, y dejo de mirarlo a los ojos por completo. Jesse se quedo callado tan solo mirándola, mirando la cara de desesperación que tenia y soltando sonoramente una carcajada, que hizo rabiar a Rachel.
-Sabes que Jesse, si quieres dejar de ser por unos minutos tan estúpido lo mejor que puedes hacer es largarte- dijo Rachel realmente molesta.
-¿Por qué estas tan molesta conmigo?- susurro Jesse, quitando cualquier rastro de su anterior sonrisa y bajando la mirada, parecía realmente desconcertado e inocente.
-¿Por qué crees tu?; estoy bastante segura que hay cosas que nunca vamos a olvidar ninguno de los dos- dijo Rachel, aun sin mirarlo.
-Yo… estoy arrepentido, siempre lo estuve, te lo juro Ray, desde el momento en que sucedieron las cosas- dijo Jesse buscando la mirada de Rachel.
-Te lo dije una vez, no me llames así. Además si crees que estar arrepentido arregla algo, te equivocas; Las cosas no van a volver a ser como eran, deje de ser tan estúpida-
-Lo siento, no solo llamarte así, no solo haber hecho tu vida un infierno, sino también haberme cruzado en tu camino y amarte como lo hice, lo siento realmente- dijo Jesse mientras miraba a Rachel como si cada palabra que había salido de su boca realmente la sintiera. –Solo para que sepas yo también sufrí. Y al final, creo que tienes razón lo mejor es que me vaya; Adiós Rachel- Jesse se levanto y salió del pequeño jardín sin siquiera mirar a Rachel por ultima vez.
Ella se quedo ahí sentada, con un millón de sentimientos encontrados; principalmente porque de un momento a otro había recordado su pasado. ¿Quién era Jesse St. James en su vida?, ¿Por qué lo había conocido y como?; esos eran los hecho que durante bastante tiempo había querido olvidar, Rachel habría dado su vida entera por borrar totalmente eso de su vida, y aunque por mucho tiempo lo dio por muerto, en ese momento se dio cuenta que seguía tan presente en ella como siempre. Se paso las manos por la cabeza dada la impotencia que sentía, respiro profundamente antes de soltar un grito ahogado e intento calmarse. Sin embargo la desesperación que le traían los recuerdos la abordo de nuevo.
FLASH BACK RACHEL
Todo había comenzado cuando, después de unos meses dentro de NYADA, Rachel había decidido tomar un programa de intercambio, y gracias a sus buenas calificaciones y a su magnifico desempeño le había sido otorgado sin ningún problema. El programa consistía en pasar 1 año estudiando en una prestigiada universidad de Londres Inglaterra; que contaba con clase especiales de canto y actuación, y además tenia un taller que especialmente había llamado la atención de Rachel; artes plásticas.
Después de unas semanas de haberle otorgado el programa de intercambio, Rachel había partido a Londres para poder así comenzar con las clases. El primer día de clases era una mañana soleada y cálida, así que Rachel se puso unos shorts en color café, una blusa cómoda y fresca con unos zapatos de tacón bajo que hacia juego con la blusa azul. En esos tiempos Rachel tenía una motocicleta, ya que su padre era amante de ellas, cuando había ido a Londres creía que la había perdido para siempre, pero en realidad su padre la había mandado para ella a su nuevo departamento en Londres.
Rachel condujo hasta su nueva universidad y al llegar ahí, tomo su horario de clases, donde además estaba especificada la ubicación de cada salón de clase; después de echarle un vistazo maldijo para sus adentros; iba tarde a su primera clase, la morena corrió lo mas rápido que pudo, el salón se encontraba en el tercer piso pero Rachel no veía ningún ascensor ni tampoco escaleras. Después de avanzar por unos momentos termino más pérdida que al inicio. Continúo corriendo y sin darse cuenta choco con el cuerpo de otra persona, cayendo los dos al suelo, y haciendo volar papeles, libros, cuadernos y todo tipo de objetos a lo largo del pasillo.
-¡Oh dios! Déjame ayudarte- dijo mientras comenzaba ajuntar todo lo que podía.- Estoy algo distraída y no me di cuenta de que estabas enfrente de mi; realmente lo siento- dijo Rachel realmente apenada.
-Esta bien, no te preocupes: lo tomo como una buena experiencia- dijo una grave y aterciopelada voz masculina, y hasta ese momento Rachel se dio cuenta de que se trataba de un chico, no cualquier chico era él. Estaba perfecto como siempre, con su cuerpo en una excelente forma, una postura perfecta y muy natural, su encantadora sonrisa cautivadora de oreja a oreja y los mismos ojos azules con tonalidades plateadas que al instante le inspiraron confianza a Rachel.
-No entiendo como se puede tomar como una experiencia positiva la tontería que acabo de hacer, pero bueno, supongo que tienes tus asuntos, así que mejor me voy- dijo Rachel levantándose del suelo e intentado irse.
-Eres nueva ¿Cierto?- dijo el chico mirándola a los ojos desde el suelo, ya que él no se había levantando. Rachel asintió lentamente.-Genial, soy Jesse St. James- dijo y al mismo tiempo extendió su mano hacia Rachel.
-Hola, mi nombre es Rachel Berry- dijo ella tomando la mano de él en forma de saludo, mientras el continuaba en el suelo.-Creo que debería irme- dijo ella tímidamente.
-Y yo digo que deberías venir aquí abajo conmigo- dijo Jesse sonriéndole mas ampliamente.
Rachel se sonrojo levemente y un poco molesta dijo mirando a Jesse: -No se de que diablos hablas, pero realmente tengo que irme- estaba a punto de darse la vuelta y partir cuando recordó que no sabia donde estaba ni tampoco a donde se dirigía, así que decidió darse la vuelta y preguntarle a Jesse, que en es preciso momento se levantaba del suelo con un ágil movimiento y quedaba frente a Rachel.
-Emm ¿Puedo preguntarte algo?- dijo Rachel casi susurrando.
-Si, acepto ir a cenar contigo esta noche- dijo él como si realmente estuviera hablando enserio. Rachel bajo la mirada y soltó una leve risita.
-Yo realmente no hablada de eso ni de nada relacionado, sabes supongo que puedo preguntarle a cualquier otro- dijo ella dispuesta a irse.
-¡No!- exclamo Jesse.-Siento haber dicho eso, es solo que tu me distraes nena, pero solo ignóralo y pregúntame lo que quieras, claro ahora que sabes la urgencia que tengo por cenar contigo podrías aprovecharlo- Termino diciendo Jesse, mirando a Rachel a los ojos.
-Ok, no te preocupes; es solo que estoy un poco perdida y debo ir al salón de artes plásticas pero no tengo idea donde se encuentra ¿Podrías ayudarme?- dijo Rachel
-¡Oh nena! Este debe ser tu día de suerte- dijo Jesse y Rachel lo miro sin comprender.
-No se de que hablas- dijo Rachel realmente confundida.
-Quiero decir primero tu y yo nos conocimos, y después te digo que esa es mi siguiente clase, podemos ir juntos, claro si tu quieres- dijo Jesse sonriéndole de una manera que Rachel sintió demasiado intima.
-Oh claro- dijo Rachel mientras ambos comenzaban a caminar por el pasillo-No es raro que si la clase comenzó hace mas de 15 min. Apenas vallas hacia allá-
-Eso creo, pero tu día de suerte vuelve a brillar, El Sr. Loretta siempre llega tarde a todas sus clases, por lo menos 30 minutos, eso nos da algo de ventaja, mucha ventaja- dijo Jesse.
Ambos caminaron por el largo pasillo, después dieron vuelta a la izquierda y encontraron el ascensor, subieron al piso tres, y durante ese momento ninguno dijo nada, pero Rachel estaba segura de que Jesse no la había dejado de ver en ningún instante. Al llegar a su destino caminaron otro tramo hasta llegar a un aula bastante grande llena de pinturas, pinceles, caballetes y todo ese tipo de objetos artísticos. Rachel suspiro al darse cuenta que Jesse tenia razón, no había profesor dentro del aula, solo unos cuantos chicos sentados distraídos en sus propias cosas. Rachel dio unos cuantos pasos dispuesta a entrar al salón, pero noto que Jesse no comino con ella.
-No piensan entrar Jesse- dijo Rachel mirando el chico frente a ella.
Jesse contuvo la respiración un momento y un escalofrió lo invadió, era la primera vez que la morena pronunciaba su nombre, y le asusto que significara tanto para él. Tomo aire desesperadamente y dijo: -Realmente lo siento Ray, pero te mentí, esta no era mi próxima clase, no pude dejarte ahí abajo y bueno decidí acompañarte, ahora que lo sabes no me juzgues por loco porque te aseguro que he perdido una clase muy importante y siento que ha valido la pena-
-Me estas diciendo que perdiste una clase solo por pasar unos minutos en el elevador con una perfecta desconocida, debes disculparme pero si te tomo por loco- dijo Rachel
-Ahora que lo dices de esa manera a mi también me asusta, pero dado el sacrificio que he hecho deberías preguntarme si quiero cenar contigo esta noche, a lo que respondería sin dudas y al instante que si- dijo Jesse mirando a Rachel a los ojos.
-¿En realidad quieres que te pida que cenemos esta noche?- pregunto Rachel entrecerrado los ojos.
Jesse asintió levemente y dijo:-¿Lo harás?-
-No lo creo- dijo Rachel riendo un poco y entrando al salón-
Y Jesse se quedo ahí mirándola entrar con una torpe sonrisa. No tenia idea de que le provocaba esa chica pero sabia que era algo grade y muy fuerte, y no se iba a quedar sin averiguarlo.
************************************************************
Hola, aquí otro capitulo, sabemos mas del pasado de St. Berry. En el próximo capitulo continua el FLASH BACK, como siguió todo y porque termino. Espero actualizar pronto. Dejen sus opiniones. BYE! By: Julietta St. James
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Lun Mayo 20, 2013 5:37 pm

Capitulo 6: Encontrándonos
Había pasado una semana desde que se habían visto la primera vez, no habían vuelto a hablar, pero Jesse se había mantenido muy atento a todos los movimientos de Rachel, sin que ella se diera cuenta. Pero no podía seguir así, y aunque le costo un poco de trabajo decidió que lo mejor que podía hacer era hablarle de nuevo.
Rachel había salido esa mañana un poco tarde de su casa, tomo su motocicleta y se dirigió hacia la universidad. Al llagar ahí, comenzó a caminar por los pasillos para llegar a su clase, sin estar retrasada de tiempo por lo que el Sr. Loretta acostumbraba. Camino hacia el ascensor y se dio cuenta que era la única persona que lo tomo, pero antes de que se cerrara por completo un pie detuvo la puerta y cuando esta lentamente se entreabrió dejo ver a Jesse, que sonreía ampliamente.
-Es bueno encontrarte Ray- dijo presionando el numero de piso al que se dirigía.
-¿Ray?- pronuncio Rachel casi sin emitir sonido.
-Oh, lo siento, quiero decir llamarte así, debe traerte malos recuerdos, ya sabes tu novio ausente, tu ex novio, cualquier cosa, la respeto Rachel- dijo él sin mirar a Rachel a los ojos, y muy claramente insinuado la pregunta *¿Tienes novio?*
-No, nada de eso, solo me resulto extraño; y por cierto no hay ningún novio- dijo Rachel mientras suspiraba levemente.
-¡Genial!, quiero decir, no lo es, pero eso es una pista que me indica que no vas a rechazar mí propuesta del todo- dijo Jesse fijando su mirada en Rachel, él estaba apunto de preguntar algo, pero el ascensor se paro y Rachel dio unos pasos dirigiéndose hacia a fuera y diciendo:
-Hablamos mas tarde, de acuerdo, es algo tarde. Nos vemos- Y Rachel salió del elevador, mientras Jesse se daba cuenta de que estaban en el piso 3; él subió un par de pisos, hizo unos cuantos arreglos y miro su reloj, agradeció la hora que era y tomando el ascensor, bajo al piso 3. Cuando llego ahí corrió al aula de artes visuales, nadie entraba tras el Sr. Loretta. Por suerte cuando estaba frente al salón no había ningún profesor aun, entro al aula y con la mirada busco a alguien hasta que por fin encontró una cabeza castaña que no se había percatado de su presencia. De unos cuantos pasos llego a una silla con un caballete en frente bastante lejos de Rachel para que esta no lo descubriera, se sentó sin hacer ruido y se quedo ahí hasta que después de unos minutos entro el profesor.
-Buenos días chicos, lo lamento estoy tarde- dijo el Sr. Loretta, provocando la risa de alguna y la mirada irónica de otros; mientras dejaba su portafolio en el escritorio.-El día de hoy tenemos una actividad fácil, en los bastidores van a pintar algo simple y pasaran a explicar en frente de todos lo que han plasmado- todos los alumnos asintieron y comenzaron a pintar; unos 50 minutos después todos habían finalizado y el profesor indico que cada uno pasara ha hablar de su pintura, y así comenzaron uno por uno a pasar frente a todos. Rachel había pintado un paisaje lleno de estrellas y explico frente a todos lo que las estrellas significaban para ella, diciendo que era una metáfora de ella misma siendo una estrella brillante. Solo faltaba alguien mas, el chico que estaba sentado en la esquina del salón un poco escondido, el Sr. Loretta le indico que pasara en frente; todos se llevaron una sorpresa al comprobar que se trataba de Jesse; todos, los alumnos, el Sr. Loretta e incluso Rachel.
-¿Qué esta haciendo aquí Sr. St. James? Esta no es su clase- dijo algo molesto el profesor.
-Lo se, pero como tenia cosas que hacer a la hora original y no quería perder la clase he solicitado un cambio de hora, solo por hoy- dijo Jesse, buscando en sus bolsillos y sacando una nota en la que estaba el comprobante del cambio, papel que mostro al Sr. Loretta.
-Esta bien St. James comienza- dijo un poco mas tranquilo.
Jesse le dio vuelta al bastidor que tenia en las manos y mostró una hermosa pintura aun fresca, en ella estaban plasmados unos ojos de color caramelo muy reales. –Bueno como pueden ver, he pintado unos ojos; por una simple razón, son los ojos más hermosos y perfectos que he podido ver en toda mi vida, me tienen como hipnotizado y decidí hacer una obra de arte. Le puse el nombre de Ray, y me gustaría preguntarle a la dueña de estos hermosos ojos, que por cierto se encuentra aquí- dijo Jesse, provocando que todos los chicos sentados e incluso el Sr. Loretta miraran a su alrededor en busca de unos ojos parecidos a los de la pintura.-Una cosa- continuo Jesse mirando fijamente a Rachel y haciendo que todos se dieran cuenta de quien se trataba-¿Quieres salir a cenar conmigo esta noche? Ah, y no tienes que responder ahora frente a todos porque te juro que no es tan solo orgullo mío- termino Jesse mientras pasaba a sentarse.
Rachel lo miro atentamente, hasta que se sentó, estaba bastante conmovida y sintió una ola de felicidad, sonrió para ella misma procurando que nadie la viera pero más de uno pudo notar que tenía en el rostro una enorme sonrisa; no podía dejar de pensar en lo que ese loco acabada de hacer y lo peor de todo era que había amado que lo hiciera. La clase termino, y de un momento a otro se vació el salón dejando solos a los dos, pero Jesse estaba apunto de salir, Rachel comino hacia él tomo suavemente su brazo y le dijo:
-¿Dónde vas? Tenemos que ponernos de acuerdo para lo de la cena, claro si sigue en pie el plan, porque estoy segura que esos ojos son míos, no a ese grado de belleza pero bastante parecidos- Dijo Rachel mirando el cuadro que Jesse tenia bajo el brazo, mas cuando termino lo mira a él a los ojos.
-¿Estas hablando enserio?- dijo Jesse aun sin creer lo que la morena le había dicho.
-¡Claro que si! ¿Y sabes que? no tenias que hacer todo eso, acepto que me encanto, pero si solo hubieras preguntado hubiera dicho que si sin todo ese alboroto terriblemente romántico- dijo Rachel mientras metía su mano por el hueco que formaba el codo de Jesse y ambos salía del salón.
-Así que odias lo terriblemente romántico y me estas diciendo que cometí un terrible error- dijo Jesse disfrutando de lo que ella acababa de hacer y rozando ligeramente el brazo de ella con el suyo.
-Nada de eso, fue magníficamente encantador. Gracias.
-¿Por qué me das las gracias? Tu no me pediste nada, lo hice porque quería hacerlo- dijo Jesse deteniéndose un momento y mirándola a los ojos.
Rachel se limito a mirarlo también esbozando una sonrisa y decirle sin palabras lo mucho que la había conmovido y lo mucho que le había gustado todo. –Bueno y con respecto a la cena, que pensaste Romeo- dijo Rachel ampliando su sonrisa.
Jesse soltó una sonora carcajada y le dijo:- No pensé mucho porque estaba seguro de que ibas a decir que no, así que, porque no me das tu dirección y paso por ti a eso de las 7:00 tengo todo el día para pensar en un lugar lindo- dijo Jesse.
-Ok, esta es mi dirección- dijo mientras sacaba una papel y anotaba algo para dárselo enseguida.-Tengo clases, nos vemos después- dijo Rachel soltando a Jesse y caminado con rumbo a su salón de clases. Y así pasaron el resto de su día dentro de la escuela; Rachel pensando en Jesse y él pensando en ella.
Eran las 5:00 de la tarde Rachel había esperado todo el día para por fin comenzar a prepararse. Tomo una ducha relajante y algo larga, tenia los nervios a flor de piel por la emoción, y el baño funciona para calmarla un poco. Después cepillo su cabello hasta peinarlo un poco; fue hasta su armario y busco la ropa adecuada, noto que era una tarde cálida y decidió ponerse un ligero vestido de color azul marino, con unos zapatos de tacón en color negro. Escogió unos cuantos accesorios, se maquillo un poco y muy naturalmente y cuando por fin estuvo lista se dio cuenta de que el reloj marcaba las 6:50. Y sus ansias crecieron ya que supuso que Jesse no tardaría en llegar, la morena comino alrededor de su habitación buscando la calma, que jamás encontró. Y de pronto el timbre de la puerta turbo sus nerviosos pensamientos; bajo las escaleras del departamento, ansiosa y a la vez nerviosa por abrir la puerta. Llego por fin a la puerta, tomo la perilla y la giro, abriendo la puerta y encontrando a la perfecta figura de Jesse. Estaba parado ahí, con una sonrisa en la boca, un ramo de rosas en la mano y asombrosamente vestido con unos pantalones algo entallados de color negro, una camisa de botones en color blanco, con los primeros botones desabrochados, tenia el cabello peinado sencillamente, como solía llevarlo y emanaba un olor embriagador; una mezcla de tabaco y menta bastante cautivador.
-Hola Jesse- dijo Rachel débilmente.
-Hola Ray, déjame decirte que estas maravillosamente hermosa- dijo él sonriendo lo ampliamente y mirándola a los ojos. –Te traje esto, espero te gusten este tipo de flores- dijo mientras le entregaba el enorme ramo de rosas de color petunia.
-¡Oh dios Jesse, son muy lindas! Tal vez no me creas pero son mis favoritas- dijo Rachel mientras se acercaba a las flores a aspiraba el olor de estas.
-De verdad, eso es un punto a favor ¿cierto?- dijo Jesse.
-Más que eso- aseguro Rachel sintiendo sus mejillas enrojecer. -Porque no entras en lo que pongo en agua las flores-
-Am ¿Estas segura?, no quiero molestar a tus padres, mejor te espero aquí afuera en lo que lo haces- dijo Jesse dando un paso hacia atrás.
-Oh no, mis padres no están aquí, vivo sola, ellos están en Estados Unidos, pasa no hay ningún problema- dijo Rachel sonriéndole.
-Ok, si insistes- acepto Jesse entrando lentamente a la casa.
-Vuelvo enseguida- dijo Rachel mientras entraba a la cocina y ponía las flores en un florero con agua. Cuando termino volvió a la sala con Jesse. –Estoy aquí-
-Genial, ¿Estas lista para irnos?- dijo Jesse
-Si totalmente- respondió Rachel mientras tomaba su bolso.-Y en que pensaste-
-Bueno ya sabes tengo todo un plan, que comienza con ser exclusivamente sorpresa- dijo Jesse soltando una carcajada.
-Bastante injusto, pero vamos que no puedo esperar mas- dijo Rachel dirigiéndose a la puerta, seguida por Jesse que también salía de la casa, Rachel cerro la puerta y caminaron por el jardín hacia el auto de Jesse. Él se le adelanto a ella y le abrió la puerta, mientras Rachel antes de subirse al auto apreciaba el maravilloso convertible rojo.
-Te gusta- susurro Jesse, haciéndola reaccionar y provocando que ella se subiera por fin al carro, Jesse también se subió y lo encendió dispuesto a partir.
-Algo ostentoso para ti, creo- dijo Rachel-cuando veo un auto lo relaciono con el dueño, no parece tu estilo-
-¿Crees que soy ostentoso?-pregunto Jesse concentrado en el camino.
-Para nada- dijo ella mirándolo a los ojos-Creo que mi teoría no siempre acierta-
-¿Qué teoría?-
-Ya sabes el auto de alguien siempre va de acuerdo con esa persona- explico Rachel.
-Bueno, pues según tus observaciones creo que no. Y dime ¿Qué auto conduces tu?- pregunto él curioso.
Rachel soltó una enorme risa. -Una motocicleta-Respondió aun riendo.
Jesse rio bastante divertido. –En lo que a mi respecta tu teoría tampoco acierta contigo- aseguro él.
-Eso creo- dijo ella aun riendo levemente.
-Y ¿Por qué una chica linda como tú tiene una motocicleta?- pregunto Jesse.
-Bueno mi padre es amante de ese tipo de vehículos he insistió en comprarme una cuando cumplí 16; realmente la amaba, disfrutaba mucho viajar en ella, pero cuando vine a parís creí que la iba a perder para siempre o que mis padres la venderían, pero la realidad fue que una mañana la encontré en mi departamento, significo mucho para mi- dijo Rachel realmente feliz.
-Supongo que tus padres son bastante liberales, tuve una motocicleta por un tiempo y mis padres morían de preocupación todo el tiempo, cuando mi hermana les pidió una, casi la matan por la solicitud- dijo Jesse sonriendo ampliamente como si recordara algo lindo.
-Algo así, quiero decir creen en la igualdad y todo eso, además saben que soy responsable y que se cuidarme- dijo Rachel anhelando estar con sus padres, Jesse noto la cara que ella puso y dijo:
-Los extrañas, veo a tu padre incitándote a andar en la moto y a tu madre permitiéndolo mientras por dentro muere de preocupación. Y te juro que hasta a mi me provoca extrañarlos- dijo Jesse honestamente.
-Es algo así, solo que no tengo una madre, solo dos maravillosos padres, ya sabes un asunto gay- dijo Rachel, que mirando a Jesse se percato de la sorpresa que la noticia le preocupaba.
-¡Oh! Eso es nuevo- dijo Jesse aun sorprendido.
-Lo se, pero tengo la suerte de conocer a mi madre, y de esa forma paso buenos momentos con los tres- dijo Rachel mientras se le dibujaba una sonrisa.
-Hablas de tu familia maravillosamente, desearía poder hacerlo- dijo Jesse un tanto nostálgico.
-¿Qué sucede con tu familia, no vives con ellos aquí?- pregunto Rachel.
-No, quiero decir solo estoy estudiando aquí, como tu, soy originario de América, Washington; pero con mi familia es diferente, mis padres están ocupados todo el tiempo viajando por el trabajo y nos vemos muy poco, a veces es agradable, la libertad y eso, pero cuando lo pienso dos veces siento que los extraño. Se que no podría vivir con ellos al lado mío todo el tiempo porque cada que los veo intentan retomar 15 años en 5 horas, algo imposible, que además se torna molesto e insoportable- dijo Jesse con la mirada al frente.
-Eso es duro- dijo Rachel que sonreía levemente impresionada por las profundas palabras de Jesse.
-Debo de sonar como un malagradecido, pero los amo, enserio, son mi familia; es solo que a veces no los siento así; parezco rudo, y supongo que es porque me acostumbre a mi realidad- dijo Jesse
-Esta bien, no entiendo bien porque no estoy en tu posición pero supongo que debe ser difícil- lo apoyo Rachel.
-Lo es linda- aseguro Jesse.
Rachel dejo de mirarlo y pregunto:-¿Podrías por lo menos decirme donde cenaremos?
-Si estas tan ansiosa te diré; es un restaurante de comida italiana, se que estamos en Francia y resulta raro, pero la comida esta buena, y el lugar es bastante romántico, usualmente voy a comer ahí- dijo Jesse sonriendo ampliamente mientras miraba a Rachel de reojo.
-Debe ser donde llevaste a tus antiguas conquistas- dijo Rachel rodando los ojos un poco fastidiada.
-Para nada, y ¿Sabes porque? Porque mis antiguas conquistas, como tu les llamas, no fueron tan importantes para mi como tu- dijo Jesse apartando la mirada del camino y viendo fijamente a Rachel como intentándole decir que decía la verdad. Rachel sonrió levemente. –Y para que salgas de la duda, suelo traer a mi hermanita cuando esta de visita en la ciudad, o a veces incluso a mis padres-
-Esta bien, no tienes que explicarme todo, se que puedo ponerme molesta, y realmente lo siento- dijo Rachel bajando la mirada.
-Oh no te preocupes, cuando estas molesta juro que eres bastante adorable- dijo Jesse, y Rachel sintió sonrojarse un poco.
Jesse condujo hasta que Rachel pudo ver el magnifico restaurante; la morena levanto la mirada llena de ilusión y aprecio por completo el lugar. Parecía un edificio antiguo, pero estaba en perfecto estado, por todos los muros tenia pequeños foquitos que emanaban luz y hacían un perfecto conjunto con el mármol del edificio, además detrás del edifico se veía una pequeña laguna también alumbrada de aspecto muy romántico, y desde ese sitio en donde se encontraban se escuchaba una ligera música de orquesta. Rachel amplio su sonrisa y dijo:
-Es hermoso-
-Espera a verlo por dentro, tal vez te desmayes- dijo Jesse sonriéndole y mirándola divertidamente.
Llegaron al frente del restaurante, y Jesse le dejo las llaves de auto a un empleado para que se encargara de estacionarlo. Él la tomo de la mano intentando no parecer muy atrevido, a Rachel se le ilumino el rostro al sentir la cálida mano de Jesse que la guiaba tiernamente y en alguno momentos inconscientemente la apretaba un poco para comprobar que seguía ahí. Un mesero del lugar los llevo a la mesa que Jesse había reservado, ambos se sentaron y comenzaron a leer el menú, y al final ambos pidieron lo mismo un plato de ravioles, y a petición de Jesse una botella de vino. En lo que la comida llegaba, platicaron unos momentos, y Jesse averiguo mas cosas de ella, comprobando que era de Nueva York, y que estaba destinada a ser una estrella de Broadway. Ambos se callaron unos segundos y Rachel se quedo mirando fijamente a Jesse, este sintió la penetrante mirada de ella sobre él, y le sonrió lleno de dicha, y al comprobar que ella estaba como hipnotizada le dijo casi en un susurro:
-¿Qué es lo que miras tan entretenida eh?- pregunto Jesse divertido.
-Sabes en la clase dijiste que mis ojos eran los mas hermosos que habías visto en la vida, pero por alguna razón no me cuadraba que dijeras eso; ahora lo entiendo, jamás has visto los tuyos, porque ellos son la definición de perfectos y hermosos- dijo Rachel aun embobada y perdida en los plateados ojos de Jesse.
Él rio sonoramente y le dijo: -Los veo todo el tiempo y no tienen comparación con los tuyos linda podría jurártelo-
-No me contradigas porque estoy diciendo la verdad, y tu no quieres verme enojada ¿cierto?- dijo Rachel algo amenazante.
-Me callare porque verte sin esa sonrisa me quitaría muchos privilegios, pero no me has hecho cambiar de opinión- aseguro Jesse muy divertido por la actitud de ella.
Pasaron unos minutos de silencio en los que ambos se dedicaron a mirarse profundamente; la comida llego y los dos comieron cómodamente en compañía del vino, toda la velada se dedicaron a platicar y reír, ambos estaban pasando el mejor día de sus vidas; de pronto se dieron cuente de que había terminado la comida, y aunque Rachel había insistido en irse a su casa, porque eran ya les 8:40, bastante tarde según Rachel, Jesse había logrado convencerla de que pasaran un rato mas juntos, ya que al fin y al cabo él la llevaría a casa.
Ambos caminaron con rumbo a la pequeña laguna, donde había una especie de show que mostraba pequeñas fuentes dentro del agua que al ritmo de la música subían y bajaban, y como estaba obscuro se iluminaban con pequeñas luces de distintos colores. Y según los presentadores al terminar el show los espectadores debían echar una moneda a la fuente pidiendo un deseo ya que esta se haría realidad. Rachel y Jesse lo hicieron divertidos sin saber que secretamente ambos pedían el mismo deseo.
Después de estar ahí un rato Jesse llevo a Rachel a un lugar mas privado, era una especie de mirador, donde además de que se veía la preciosa laguna alumbrada, se apreciaba todo parís, con su completa belleza. Ambos se recargaron el la reja del mirador, separados apenas por unos metros y se quedaron tan solo apreciando la maravillosa vista.
-Gracias Jesse, por este maravilloso día- dijo Rachel sonriéndole llena de ilusión. –Ha sido hermoso-
-Tu lo haces hermoso- dijo Jesse mirándola a los ojos.
-Debo decir que haces una enorme contribución- afirmo Rachel soltando una risita.
-No tan grande como la tuya- le dijo Jesse.
-Oh te aseguro que no soy nada del otro mundo, tu lo has hecho perfecto- le dijo Rachel –Con eso anotas mas puntos- termino, bajando la mirada y sonrojándose por su atrevido comentario.
-¿Quieres saber cuantos puntos has anotado tú?- le pregunto Jesse serio pero bastante realista. Rachel asintió, y de esta manera Jesse le tomo la mano a ella, y delicadamente la puso en su pecho, justo sobre el corazón; Rachel sintió el apresurado palpitar de Jesse y lo miro asombrada. –Parece que el marcador de puntos esta apunto de estallar ¿Cierto?- dijo Jesse.
-¿Es esto bueno?- pregunto ingenuamente Rachel, sin quitar la mano del corazón de Jesse.
-Claro que lo es; así es como me haces sentir, ¿Puedes sentirlo?- Rachel asintió, y sintiéndose magníficamente atraída a él, aun con la mano en su pecho, dio un paso para que ambos quedaran frente a frente, se miraron a los ojos, él sabia lo que pasaría y quería con toda su alma que pasara. Y ayudando al momento la atrajo dulcemente hacia él. Y por primera vez ambos sintieron los labios del otro, comenzaron a besarse lentamente, como para grabar en su cabeza cada rincón, cada posición y cada movimiento de sus labios; pero después aumentaron la velocidad como si nada fuera suficiente para lograr entregarse completamente y explicar lo que estaban sintiendo. La necesidad de aire provoco que se separaran y se miraron fijamente buscando respuestas a lo que acababa de pasar.
-Te necesito Ray, mas que nada en esta mundo- dijo Jesse, sin decirle con palabras reales que la amaba, pero lanzando una indirecta bastante obvia; arriesgándose a que ella no sintiera lo mismo, a que le rompiera el corazón, a que lo destruyera, o a cualquier otra cosa, pero no le importo quería que ella lo supiera y las palabras salieron de su boca sin permiso. Rachel lo miro atentamente y estudio cada gesto que había hecho, y en su rostro iluminado se dibujo una sonrisa.
-También te necesito, no se porque, pero no tengo miedo de averiguarlo, me haces sentir feliz, y completa, sin vacios- aseguro Rachel saltando a los brazos de Jesse, separándose de él un segundo buscando sus labios de nuevo, y besándolo otra vez con mas profundidad, mientras él correspondía. Duraron unos segundos así, hasta que se separaron solo de los labios, Jesse abrazo o Rachel firmemente como si temiera perderla, poniendo su cabeza justo en donde su corazón palpitaba a una velocidad increíble.
-Estas seguro de que son solo sentimientos y no algo así como taquicardia- Dijo Rachel enderezando un poco su cabeza y mirándolo a los ojos.
Jesse soltó una enorme carcajada y sonriéndole le dijo: -Solo sentimientos nena- la separo un poco de él y mirándola seriamente añadió: -Sentimientos hacia ti-
Rachel sonrió y un poco avergonzada pregunto: -¿Supongo que ahora somos algo así como novios?-
-Si así lo quieras llamar, no me importa el titulo; para mi lo mas importante es tenerte aquí conmigo y amarte. Suena simple eh, bueno hacerlo para mí es natural- dijo Jesse entrelazando su mano con la de ella y apretándola levemente en su pecho palpitante.
Rachel sonrió ampliamente y deposito un pequeño beso en los labios de Jesse; él la elevo un poco haciendo que despegara sus pies del suelo, después la sentó en una pequeña barda, haciendo que Rachel quedara mas alta que él y estirándose un poco la beso apasionadamente, cuando Rachel sintió la ansiosa boca de Jesse sobre ella, entrelazo sus dedos en el cabello de él profundizando el beso. Se separaron jadeando un poco y ambos con una sonrisa tonta el la cara.
-Casi lo olvido, tengo un regalo para ti, esta en el auto, ¿Vamos?- Rachel asintió dispuesta a bajar de un pequeño salto, pero Jesse la detuvo y le dijo: -Tomate de mi espalda, yo te llevo-
Rachel soltó una carcajada y le dijo: -Estas loco, puedo caminar-
-No me importa, te quiero en mi espalda- él se dio la vuelta e índico que Rachel subiera, la morena dudo unos segundos, pero termino por enredar sus brazos alrededor del cuello de Jesse, y por rodear con sus piernas el torso de Jesse.
-Asombroso, ahora estas lista- Rachel asintió, y Jesse comenzó a correr hacia el auto. Rachel reía a carcajadas, y comenzó a dar pequeños besos en la sien, y en los oídos de Jesse, provocándole a éste risas nerviosas. Cuando por fin estuvieron en el auto él la bajo delicadamente al suelo, camino hacia la cajuela del carro y saco algo que Rachel no puedo apreciar bien.
-Ya viste esto, pero ahora quiero que sea tuyo- dijo entregándole la pintura que le había hecho esa mañana.
-¡Oh Jesse! Gracias, es magnifico, tu eres altamente talentoso- dijo Rachel tomando el cuadro y mirándolo atónita.
-Ya sabes tu perteneces a Broadway con todo es del canto y el baile; y aunque yo se como cantar y bailar, el arte es mi vida. Supongo que nos complementamos bien- dijo Jesse.
-Eso mismo pienso yo- respondió Rachel, besándolo otra vez.
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Hola, otro capitulo, es enorme lo se, pero no quería hacer segundas partes y eso, así que tómenlo como un capitulo doble o algo así, todavía falta una parte del FLASK BACK RACHEL en donde se dice que rompió St. Berry; espero actualizar pronto, supongo que dentro de esta semana. Dejen sus opiniones. BYE! By: Julietta St. James
Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance? 1206646864
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Mensaje por mari71087 Vie Mayo 24, 2013 4:45 pm

magnífico !.... Quiero saber como es que llegan a tomar caminos separados Actualiza pronto!...
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Dom Mayo 26, 2013 3:46 pm

Capitulo 7: Perdiéndonos (Parte 1)
Desde ese momento se habían convertido en una hermosa pareja; Jesse la amaba con toda su alma, y Rachel correspondía de la misma manera. Primero comenzaron de una manera lenta, solo viéndose en la escuela, hablando, conociéndose un poco mas y disfrutándose de todas las maneras posibles. El deseo que sentían el uno por el otro, era innegable pero ambos lo contenían de todas las maneras posibles, excepto las veces que entre besos y caricias entregaban toda la pasión que sentían, pero antes de llegar a algo mas lejano terminaban con largas y profundas miradas que hablaban mas que cualquier palabra.
Hasta que una tarde de verano Jesse preparo de la manera más perfecta la forma de que Rachel se entregara a él. Quería hacerlo romántico y no pretendía obligar a Rachel a nada, pero sabia que al igual que él, Rachel sentía un enorme deseo de llevar las cosas mas lejos. Así que pensó en elaborar una hermosa cena privada en su departamento, llenar la recamara de flores, perfumar el lugar y hacer el momento lo mas especial posible; Rachel acepto lo de la cena, porque los dos solían salir a menudo a diferentes lugares, así que sin sospechar le dijo que si a Jesse.
Había llegado la noche, Jesse había ido a recoger a Rachel a su departamento, y después se dirigió hacia su casa; cuando llegaron se dedicaron a tomar la cena y platicar de un millón de cosas. Jesse trajo una copa de vino para Rachel, la morena que antes solía odiar esta bebida, le había tomado un enorme gusto, porque según decía le recordaba a Jesse. Ambos bebieron el líquido gustosamente, y mientras se sentaban en una de los sillones continuaron platicando y entre largas miradas y suspiros, los dos llenos de nervios sabían que solo había una cosa por hacer, lo deseaban con locura pero, Jesse por su parte no quería presionarla y Rachel sentía que hacer cualquier movimiento que incitara a hacerlo iba a hacer pensar a Jesse que ella estaba completamente loca por llevar las cosas tan rápido, o lo que podía ser peor, la iba a tomar y después de haberlo hecho la dejaría para siempre. Pero que diablos importaba, con el poco tiempo juntos Rachel había notado que Jesse en realidad la amaba y decidió arriesgarse a que la detuviera por llevar las cosas muy rápido. Se acerco a él y este la abrazo; pasaron unos segundos y Rachel levantando un poco la mirada lo beso profundamente, Jesse le correspondió, y dio gracias por la iniciativa de ella, tornando de una manera mas pasional el beso, Jesse mordió el labio de Rachel y esta envolvió sus brazos por la espalda de él; Rachel se separo del beso, y Jesse pensó que era lo mas grande que harían esa noche, pero ella bajo un poco la cabeza y beso desesperadamente su cuello, él entremetió sus dedos en la castaña cabellera de Rachel atrayéndola mas a él y acercándose a su oído mientras depositaba pequeños besos en su lóbulo le susurro:
-Prepara algo, para nosotros, claro solo si tú quieres-
Rachel dejo de besarle el cuello y lo miro un poco dudosa: -¿Qué clase de cosa preparaste?- pregunto agitada.
-Ya sabes en la recamara, no te estoy presionando ni nada solo es por si quieres- explico Jesse algo nervioso.
En los ojos de Rachel se dibujo un pequeño brillo, él también la deseaba: -Quiero hacerlo- musito mientras entrelazaba su mano con la de Jesse.
-¿Estas segura?- pregunto Jesse apretando su mano; Rachel asintió. Y en ese momento la elevo en sus brazos y la llevo hacia el cuarto, la puso delicadamente sobre la cama lleva de pétalos de rosa, y acercándose a ella la beso apasionadamente, Rachel embobada por el beso y mordiendo levemente los labio de Jesse, comenzó a bajar sus manos en busca de los botones de su camisa y cuando los encontró desabrocho cada uno de ellos, y con la ayuda de Jesse lo dejo sin camisa, él beso su cuello y comenzó a bajar lentamente deshaciéndose de su vestido y dejándola en ropa interior; Rachel lo dejo sin sus pantalones y acaricio cada parte de su cuerpo, su espalda, sus brazos, sus piernas, su trasero y su pecho, mientras él la dejaba sin aliento cuando la besaba en el cuello y la hacia suspirar cuando deshaciéndose de su sostén besaba y acariciaba sus senos; ambos continuaban llenándose de besos y caricias hasta que, cuando ninguno de los dos tenia ropa, se juntaron mas, como si sus cuerpos les impidieran entregarse totalmente al otro. Jesse coloco sus manos en el trasero de Rachel y la atrajo hacia él, ella sintió a Jesse dentro y aunque al principio experimento un poco de dolor, todo desapareció con la ayuda de los besos de Jesse, tornándose en un hondo y profundo placer. Ambos entrelazaron sus manos y se separaron levemente sin soltarse, Jesse la miro y le sonrió, después le dio un corto y tierno beso, ella correspondió, y sonriéndole ampliamente se refugio en sus brazos, el la enredo con gusto y se quedaron así hasta que cayeron dormidos y con las manos entrelazadas. Rachel estaba feliz, no había una mejor manera de haberlo hecho. Jesse pensaba lo mismo, era la mejor experiencia que había tenido, no había sido sexo, como el que antes había experimentado, esta vez había hecho el amor con la persona que mas amaba en la vida. Pasaron las horas, hasta que amaneció, Jesse se despertó, miro a Rachel que continuaba dormida entre sus brazos, y una sonrisa involuntaria le salió, continua mirándola y acariciando los mechones de su cabello regados por la almohada, hasta que ella sintió su incesante mirada y despertó se enderezo un poco y se acerco mas a él, el la apretó a su lado fuertemente.
-Buenos días- dijo Rachel aun entre los brazos de Jesse.
-Buenos días princesa, ¿Cómo estas?- dijo Jesse acariciando su espalda desnuda.
-Feliz; me siento la persona mas dichosa del mundo, tu me has hecho sentir así- respondió Rachel saliendo de sus brazos y mirándolo a los ojos. Él la miro y sintió que la amaba, supo que era la persona con quien quería estar para siempre, se acerco a ella, beso su frente, puso su mano en la mejilla de ella, y obligándolo a que lo mirara con seriedad le dijo:
-Te amo- Sintió que no debió haberlo dicho, porque quizás ella no sentía eso, quizás ella solo lo quería demasiado coma para entregarse a él, pero no lo amaba. Rachel se quedo callada mirándolo, sintiendo su cálida mano en su mejilla, recordando lo que había pasado entre ellos, todo, desde el principio; puso su propia mano sobre la que Jesse mantenía sobre su mejilla, y le dijo:
-También te amo Jesse, como nunca lo hice antes-
A él se le pintaron los ojos con un brillo, la miro atónito, tratando de encontrar rastros de falsedad, pero en su mirada solo había un brillo especial, parecía amarlo realmente quizá tanto como él la amaba a ella.

Y así los dos se dieron cuenta que se necesitaban el uno al otro, por lo que meses después Jesse le pidió a Rachel que se fuera a vivir con él a su departamento; Rachel se lo pensó un poco y al final decidió que era una excelente idea, aceptando la propuesta.
Todo se había vuelto perfecto para los dos, se necesitaban tanto y lo mejor era que podían tenerse sin ningún impedimento. Él la amaba, y ella también lo hacia; la atracción era mutua, el deseo era inevitable, y los sentimientos combinados terminaban multiplicándose, formando un ambiente de pasión para los dos, pero no solo era algo sexual, claramente el sexo era algo que ambos disfrutaban, solían decir que no era sexo, ellos estaban haciendo el amor de una manera pura y llena de éxtasis, pero detrás de eso estaba la parte en la que los dos se miraban por muchos minutos, y después de descubrir una parte mas que amar del otro, se sonreían agradecidos de estar juntos; la parte en que después de caer agotados en la cama, se dormían, Rachel sobre el pecho de Jesse sintiendo sus palpitaciones, y él oliendo la fresca fragancia de ella y enredando sus dedos inconscientemente en los mechos de cabello de la morena. Él tiempo había pasado, casi 6 meses desde el principio; Rachel y Jesse pensaban a veces en que ella solo tenia que estar un año en Londres, que harían cuando el plazo se venciera, Rachel tendría que partir a Nueva York, y se alejarían para siempre; pero dentro de ellos había algo que los hacia creer que ninguna fuerza cósmica los separaría, por lo que ignoraban el tema, pensando en que una solución llegaría antes de que el tiempo los alcanzara. Porque, después de todo tenían todavía 6 meses para estar juntos, para disfrutarse, para olvidarse de todo y mantenerse unidos sin temor a perderse el uno al otro.

Era de madrugada, después de una intensa noche llena de besos y caricias, se habían quedado dormidos, Rachel con la cabeza apoyada en el pecho de Jesse, ambos con las manos entrelazadas, cubiertos por una blanca y ligera sábana, respirando a un ritmo perfectamente coordinado; y aunque el aire se colaba levemente por la ventana, ninguno de los dos sentía frio, porque sus cuerpos desnudos se transmitían mutuamente el calor necesario. Continuaron así unos minutos hasta que una música sonó de alguna parte de la habitación. Rachel no se movió ni un poco, pero Jesse abrió los ojos de golpe distinguiendo el sonido; era su celular. Se aclaro un poco y se enderezo un poco, procurando no mover a Rachel para no despertarla, estiro su mano hacia la pequeña mesa que estaba a su lado, recordando haber dejado ahí su teléfono la noche anterior, pero pensando en la posibilidad de que con el ajetreo de la noche el celular hubiera volado hacia algún lado desconocido del cuarto. Palpo alrededor de la mesa en busca del objeto que no dejaba de sonar, hasta que por fin lo encontró. Lo tomo en sus manos y vio la pantalla, marcaba el numero de su padre; él estaba en América y solía olvidar que los horarios eran diferentes en Londres, por esa razón la llamaba a altas horas de la madrugada.
Llamada:
-Papa, olvidaste lo del horario, otra vez: son las 4:00 de la madrugada. Necesito dormir, porque no me llamas en unas horas- dijo Jesse casi susurrando.
-Lo siento Jesse; no lo olvide, pero tenia algo que decirte-
-¿Qué sucede?- dijo Jesse moviendo a Rachel un poco, dejando su cabeza sobre una almohada y parándose de la cama, poniéndose algo de ropa y alejándose para poder hablar con su padre.- ¿Qué sucede? Dijo regresando a la conversación con su padre. La llamada duro unos minutos más, en donde, su padre fue el único que hablo, y además en donde el semblante de Jesse cambio completamente; tenia la mirada baja, la cara, totalmente pálida, había apretado los puños y en ocasiones cerraba los ojos.
-Tengo que arreglar las cosas, dame algo de tiempo. Hablamos luego- dijo secamente mientras lanzaba el teléfono lo más lejos posible.

Camino hacia la ventana, y desde esa distancia fijo su mirada en Rachel que continuaba dormida; se acerco sin dejar de mirarla, se sentó en la cama de nuevo, y sin moverla mucho la coloco de nuevo en su pecho. Rachel sintió el movimiento y abrió lentamente los ojos, se enderezo procurando no dejar caer la sabana de su cuerpo desnudo, cosa que la pereció estúpida porque Jesse la había visto de todas las formas posibles; aun así mientras se enderezaba sostuvo la sabana fuertemente.
-Estaba dentro de un hermoso sueño, tú estabas ahí; ibas a besarme justo en ese momento. Y me has despertado, eso me hace querer morir- dijo Rachel poniendo su cabeza sobre el musculoso hombro de Jesse esperando que él se le acercara para besarla, pero nunca paso, Jesse estaba inmóvil, tenía la mirada perdida, sobre ella, pero al final perdida, parecía que no la había escuchado. -¿Qué sucede?- pregunto mirándolo a los ojos; pero el no respondió. -¡Jesse! ¿Qué pasa? Dime algo ¿Por qué estas despierto?- exclamo mientras se ponía frente a él.
-Recibí una llamada- dijo Jesse ásperamente.
-¿Qué clase de llamada? ¿Qué esta pasando? No puedo entender nada de esto-
-Mi padre- respondió alzando la mirada y viéndola a los ojos realmente.
-Otra vez olvido lo del horario ¿Cierto?- dijo Rachel con la esperanza de que Jesse solo estuviera molesto por eso.
-No es solo eso- respondió en un susurro. –Me dio malas noticias-
-¿Qué clase de malas noticias? Me estas asustando Jesse, habla claro por favor- dijo Rachel con el temor en los ojos.
-¡No quiero hablar claro, esta cosa me esta matando, y tu no puedes remediar nada!- le grito, mientras se ponía de pie y la miraba furioso. Rachel retrocedió por el miedo que Jesse le había hecho sentir, y sintió que los ojos se lo vidriaban.
-Si no quieres decirme, esta bien; pero no tienes que hablarme así- dijo sintiendo unas pocas lagrimas salir de sus ojos, mientras se envolvía en la sabana y comenzaba a sollozar levemente. Jesse la miro arrepentido, apretó los ojos y puso sus manos sobre su cara avergonzado de lo que acababa de hacer; se acerco a ella y la miro, aun sollozaba un poco.
-Lo siento Rachel, enserio lo siento; puedo explicarlo- le dijo, sentándose a su lado y envolviéndola en sus brazos. - Tu estarías igual que yo- susurro para que no lo escuchara.
Rachel se levanto y lo abrazo fuertemente lo miro con sus húmedos ojos y se escondió de nuevo en su pecho. Jesse la libero un poco, y con sus dedos limpio las lagrimas de su rostro, beso su frente y la miro dispuesto a hablarle.
-¿Qué clase de malas noticias?- pregunto Rachel aun un poco alterada.
-Te lo voy a decir, pero quiero que antes sepas lo mucho que te amo, y lo que daría por cambiar todo esto, daría mi vida Ray eso y mas linda porque te amo, y no comprendo aun porque las cosas se están poniendo así- dijo besando levemente sus labios pero de una manera realmente emotiva.
-También te amo, no se de que diablos hablas, ni que es lo que vas a decir, pero nada va a cambiar lo que siento, nunca, eso es seguro- dijo tomando su mano, y prestando atención a lo que Jesse estaba a punto de decirle.
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Hola… Un nuevo capitulo; ¿Qué esta sucediendo St. James?... Espero subir pronto la segunda parte. Dejen sus opiniones. BYE! By: Julietta St. James.
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Lun Mayo 27, 2013 10:28 pm

hola.... Ya quiero el proximo capitulo!!!... No tardes mucho... En actualizar porfa
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Activo Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 7: Perdiéndonos (Parte 2)

Mensaje por Julietta St. James Jue Mayo 30, 2013 4:43 pm

Capitulo 7: Perdiéndonos (Parte 2)
Rachel, tomo un cigarrillo, tenia los nervio de punta y siempre que eso pasaba solía fumar para tranquilizarse; Jesse lo sabia muy bien, y adivino lo nerviosa que la tenia por no contarle, así que decidió empezar cuanto antes, para que al final e todo tuviera aun un cigarrillo que fumar.
- Mi padre me llamo hace un rato, como sabes, y no fue por lo de los horarios, él tenía algo importante que decirme. Me dijo que las cosas se están poniendo duras, primero perdió su empleo, esta lleno de deudas, y no puede pagar mas la universidad, tengo que dejarla- Dijo con un hilo de voz, apretando la mano de Rachel.
-Oh… Podemos buscar empleo y continuar pagando la universidad o hablar con mis padres para que te apoyen, debemos intentar algo; tú eres extremadamente talentoso, y no puedes dejar la universidad. Se que si lo intentamos podemos hacerlo- le dijo realmente esperanzada.
-No… no podemos hacer eso, tengo que ayudar a mis padres con dinero, ellos lo necesitan. Dejar la universidad es un hecho no podemos hacer nada para impedirlo. Pero de todas formas ese es el menor de mis problemas, dejar la universidad no termina con mi talento, hay algo mas, es lo que me altera tanto- dijo bajando la mirada.
-Puedes decírmelo- dijo Rachel apretando la mano de él y poniendo su mano sobre la espalda de Jesse. Él asintió y se dispuso a hablar.
-Tengo que encontrar un empleo, mi familia esta llena de deudas, sí eso es malo, pero hay algo mas. Hace unos días mi hermana tuvo alguno síntomas, estaba cansada, mareada, se desmayaba y según dijo mi padre a veces perdía el conocimiento; mi madre le dijo que fuera al medico, no podían pagarlo, pero era importante que lo hiciera, así que vendieron algunas cosas, juntaron el dinero necesario y mi hermana pudo ir a una consulta medica, le hicieron estudios muy costosos que aun no pagan; pero lo peor fue que cuando Liz fue a recoger los resultados el doctor le dijo que todo apuntaba a que era cáncer, anemia en realidad- a Jesse se le quebró la voz, respiro profundamente, para que las lagrimas no salieran de sus ojos, y cansado de soportarlo se escondió en el pecho de Rachel, ella lo abrazo y acaricio en forma de consolación su espalda.
-Oh dios, es terrible. Yo voy a…-
-Shhhh- dijo Jesse enderezándose y mirándola. –Amo a mi hermana y se que cuando consiga el empleo voy a darle el dinero necesario para que comience con los tratamientos y se cure, se que va ha hacerlo. Pero las cosas no terminan ahí, tengo que ir a América, tengo que irme lejos de ti- termino, bajando la mirada.
-¡¿Por qué?!- dijo Rachel exaltada.
-Mis padres quieren intentar algo, yo no quiero, daría todo por no hacerlo; Pero mi padre no va a cambiar de opinión, dice que lo hace por salvar a Liz- dijo ahogado en desesperación.
-¿Intentar que cosa?- dijo Rachel acelerando su respiración.
-Bueno como sabes mis padres tiene conocidos de mucho dinero, cuando mi padre les pidió ayuda todos se la negaron, pero uno de ellos, le propuso un trato- Jesse se detuvo asqueado por la idea.
-Un trato…- susurro Rachel terminando el cigarrillo y dejándolo de lado.
-Sí, el Sr. Von Bleicken me conoce, por ser un viejo amigo de mi padre uno de los más queridos. Solían reunirse, mi padre me llevaba y el Sr. Von Bleicken llevaba a su hija Marissa, ella tenia mi edad, pequeña, pelirroja y agradable, jugábamos todo el rato que lo adultos conversaban, crecimos y no nos volvimos a ver ahí termino todo. Pero cuando mi padre le pidió ayuda a Von Bleicken, él se negó por lo que los demás pudieran decir, pero como si le hiciera un favor acepto ayudarlo bajo ciertas condiciones- dijo Jesse cada vez mas pálido.
-Condiciones, un trato… No entiendo nada Jesse solo dímelo sin rodeos- dijo Rachel separándose de él.
-Marissa es soltera, Von Bleicken, quiere que ella se case pronto, pero no logra encontrar al adecuado; siempre fui agradable para él así que…- dijo Jesse interrumpiéndose a si mismo por el nudo que se había formado en su garganta.
-Estas jugando conmigo ¿Verdad? Es una broma- dijo Rachel soltando la mano de Jesse y mirándolo atónita.
-No, no es mentira, no jugaría con esto. Es enserio, quiere que… yo me case con Marissa- dijo sin mirarla y con los ojos un poco húmedos.
-¿Qué? Tu no puedes hacernos esto, no puedes hacerlo- dijo Rachel realmente molesta y con lágrimas corriendo por sus mejillas.
-Te lo juro Ray, no soy yo, es mi padre lo planeo todo sin consultarme. Te amo nunca haría algo así para nosotros; estoy sufriendo tanto como tú- dijo Jesse acercándose a ella.
-¿Qué importa quien lo hizo? Esta rompiéndonos, no puedo soportarlo, no puedo dejarte es algo que no puedo hacer- dijo Rachel ahogada en lagrimas, gritándole a Jesse.
-Lo se, siento lo mismo no puedo perderte, no quiero hacerlo. Voy a ir a América, voy a hablar con mi padre en persona, y voy a intentar solucionarlo, para que podamos estar tu y yo juntos, sin ningún problema- dijo refugiándola en sus brazos y besando su cabeza, mientras la oía sollozar.
-Te amo Jesse, tienes que detener todo esto, por nosotros- dijo mirándolo.
-Lo voy ha hacer, te lo juro Ray- dijo apretándola en su pecho. –Por ti- Susurro levemente en su oído.
Él no la soltó, ella no se separo, se quedaron ahí por unos largos y pesados minutos; hasta que toda la energía acumulada por el momento exploto con un sonido que provenía del celular de Jesse. Él se levanto dejando a Rachel con las lagrimas de un terrible presentimiento, recogió el teléfono del suelo y leyó la pantalla; era su padre. Se alejo saliendo al pasillo de su habitación y contesto la llamada, lo escucho atento y sin decir una palabra, hasta que después de un rato se despidió diciendo: -Esta bien, te veo haya-
-Voy a partir ahora Ray, es importante hacer las cosas rápidamente- dijo Jesse entrando a la habitación y vistiéndose completamente, continuando por hacer una pequeña maleta.
-Vas a volver ¿Cierto?- dijo Rachel ahogada en lagrimas y con mucha dificultad, como si le faltara el aire.
-Claro linda, estaré aquí pronto, contigo. Para siempre, te lo prometo- dijo él acercando se a ella depositando un apasionado beso en sus labios y abrazándola por largos minutos, al final beso su frente, busco en el bolsillo de su pantalón y saco una bolsita que parecía de seda. –Es para ti, te lo iba dar después, pero parece apropiado ahora. Tómalo y ten en cuenta que significa lo mucho que te amo, eso no va a cambiar y que nunca pase lo que pase te voy a dejar ir- dijo entregándole la pequeña bolsa. Rachel la tomo con los dedos temblorosos y abriéndola delicadamente saco de ella un hermoso anillo, era color plateado y tenia pequeñas piedras en color rosa que formaban un corazón; ella lo tomo y se percato de algo, dentro tenia algo grabado, leyó la inscripción que decía: *Tout ce que je veux, c'est vous*. Los ojos de Rachel se humedecieron aun más, y él le dijo: -Significa: Tú eres todo lo que quiero; es francés. Y eso te lo digo Ray, solo tú, te amo y te doy mi corazón, promete cuidarlo-
-No sabia que supieras francés- dijo sonriéndole un poco y deteniendo sus lagrimas por un segundo. –Juro que voy a cuidarlo, Te amo, solo tú y yo-
-Algo nuevo eh- dijo acercándose a ella y depositando un beso en sus labios. –Recuerda la promesa Ray, para siempre- termino mientras salía de la habitación, con la maleta en la mano.
Rachel se quedo sentada en la cama, mirando la puerta por donde se había ido el amor de su vida. Tenia el anillo envuelto en el puño de mano, y después de un momento lo recordó, lo tomo delicadamente y lo deslizo por su dedo medio; estaba hecho perfectamente a su medida, seguramente Jesse había medido su dedo mientras dormía, porque los anillos solían quedarle grades siempre. Miro el anillo por un momento, esperando poder comenzar a creer que de verdad Jesse regresaría, al final se lo había prometido tenia que creerle ciegamente sin duda alguna; un escalofrió recorrió todo su cuerpo, y decidió envolverse en las sabanas, cuando lo hizo intento conciliar el sueño, pero no lo logro, porque su mente estaba llena de pensamientos que la turbaban. Se levanto de la cama, al fin y al cabo tenia que continuar con su vida, se acerco al espejo y al darse una mirada comprobó lo horrorosa que se encontraba, tenia el cabello desordenado y enredado, los ojos hinchados y rojos, además de que algunas lagrimas resbalaban aun por sus mejillas; tallo sus ojos para liberarse un poco de la pesadez, pero no le funciono, decidió que lo mejor que podía hacer era tomar una ducha; y así lo hizo tomo un largo y reconfortante baño, que aprovecho para aclarar sus ideas. Al salir, se vistió sencillamente, cepillo su pelo y se maquillo un poco para quitar los rastros de tristeza. Cuando termino salió de su casa con rumbo a la universidad en la motocicleta. Y aunque continuaba muy deprimida y con el llanto en la puerta, se dijo a si misma que no podía hacer nada por cambiar las cosas, que Jesse iba a arreglar todo, que debía dejar de llorar porque eso no arreglaba nada, y que tenia que confiar en que Jesse volvería para estar con ella y solo con ella, libre de compromisos de boda. Esto la calmo un poco y desde ese momento sin la mitad de su alma continuó su vida, cada día esperando a que Jesse regresara y todo volviera a ser como antes.
Había pasado un mes desde que lo había visto por última vez, y Rachel no había recibido ni una mínima noticia de él. Ninguna llamada ni tampoco una carta, ella moría cada día imaginándose lo peor. Pero para no caer en la demencia, inventaba excusas para cubrir a Jesse y a la forma en que había desaparecido de la faz de la tierra. Las noches las pasaba llenas de insomnio, rodando por toda la cama y la mayor parte llorando por él. Su desempeño en la escuela había bajado, no tenia entusiasmo por nada y solía estar de mal humor con todas las personas. El anillo se lo había sacado del dedo, porque en la mano lo veía con mucha frecuencia y esto le recordaba lo que intentaba olvidar, por esa razón lo había amarrado en una cadena y se lo había colgado al cuello para que por una parte el amuleto le recordara a la promesa de Jesse y a que creía en lo que le había dicho. El tiempo siguió pasando, un mes más, dos meses, tal vez 3 meses… Rachel estaba deshecha y hundida en un profundo pozo de tristeza, y resignada a que Jesse no volvería jamás.
Cierta mañana Rachel se quedo en la cama, tenia un par de días en los que no asistía a la escuela, y estaba ahí con la mirada perdida y con los pensamientos alborotados. Cuando escucho que alguien llamaba a la puerta. Se levanto y la abrió, encontrando a su vecino, Sam Evans; esta parte de la historia da origen a muchos cosas. Él chico rubio vivía en el edificio, se había mudado ahí unos días antes de todo lo que había pasado con Jesse; ninguno de los dos, ni Rachel ni Jesse, le habían dado importancia. Pero después de la partida de Jesse, Sam se había acercado a Rachel, ella le había contado parte de la historia modificándola y añadiéndole detalles inexistentes, los dos se había hecho amigos, mas bien confidentes, él chico también tenia problemas de corazón roto, y se había mudado a Londres para comenzar con su carrera de corredor de autos y olvidar a su viejo amor. Rachel y Sam se identificaron y llevaron las cosas un poco lejos, cuando Sam entraba a la casa de Rachel para “Platicar y tomar café”, comenzaban con sesiones de besos apasionados, caricias y terminaban en la cama desnudos. Después de hacer eso Rachel solía fumar para calmar los nervios y la culpa; aunque tenia que aceptar que hacer eso le quitaba peso de encima la hacia sentir libre, Sam era bueno en lo que hacia y ambos lo disfrutaban de la mejor manera. Pasaron unas semanas así pero al final se detuvieron y quedaron como buenos amigos y vecinos, nada más. Claramente ninguno de los dos se esperaba que en Nueva York se fueran a encontrar de nuevo, que Rachel le presentaría a su mejor amiga, sin hablarle a ella de su pasado con él, que Sam y Quinn se enamorarían y que la rubia jamás se hubiera enterado del pasado de Sam y de Rachel. Porque al final la vida de Rachel en Londres para Quinn era un completo secreto que la morena no pretendía confesar.
Volviendo con la historia central… Sam estaba parado frente a la puerta de Rachel con un sobre en la mano y una sonrisa en la cara.
-Hey Rach- dijo entrando a la casa.
-Hola Sam, ¿Qué sucede?- dijo Rachel siguiéndolo con la mirada dentro de la casa y cerrando la puerta.
-Bueno tengo algo que decirte- confeso el rubio.
-Habla- invito Rachel.
-De acuerdo. Primero déjame decirte que estas hermosa y muy deseable, pero juro contenerme. Segundo te digo que me voy a Nueva York hay una oportunidad haya para lo de los autos y me la han ofrecido, así que me voy- dijo Sam
Rachel le sonrió sinceramente. –Genial Sam- se acerco a él le dio un abrazo y le susurro al oído: -Sabes que voy a extrañarte mucho ¿Cierto?-
-Lo se linda, también yo voy a hacerlo, espero volver a verte algún día- dijo Sam abrazándola fuertemente.
-Dejémoslo al destino. Y hay algo mas que quieras decirme, o es todo y te vas para siempre-
-Bueno en realidad hay algo mas ayer llego esta carta a mi casa, estaba por abrirla cuando me di cuenta que era para ti, el cartero debe haberse equivocado, tómala; Yo me voy Rach. Suerte linda- dijo entregándole el sobre, besando levemente su mejilla y saliendo del departamento.
Rachel se quedo helada, con el sobre en las manos, salió de su impresión y camino un poco para sentarse en uno de los sillones, tomo la carta, y aunque temía mucho leerla la ansiedad la consumía; efectivamente era para ella, provenía de Washington y tenia un sello postal con el apellido St. James. Rachel sintió un escalofrió apretó los ojos, y sin esperar mas abrió el sobre, saco la carta y la leyó pausadamente para no perderse nada.
Carta:
Querida Rachel:
Cuando estés leyendo esta carta, nuestros mundos seguramente van a haber cambiado para siempre. Lo mas seguro es que me odies profundamente, lo entiendo y no te pido razones, porque esas te sobran. Las cosas no salieron como ninguno de los dos planeaba, te explico lo que paso conmigo. Cuando llegue a América me dedique a rogarle a mi padre que me liberara del compromiso con Marissa, pero no accedió; le propuse las mas locas ideas para convencerlo de que no tenia que casarme con nadie, solo por la fortuna, le dije que trabajaría en cualquier cosa y que conseguiría el dinero necesario para los tratamientos de Liz, si él me permitía anular el matrimonio, pero se reusó rotundamente, diciéndome que ya había construido lazos formales con los Von Bleicken, el matrimonio ya era algo seguro y no podía hacer nada para detenerlo; en ese momento quería morir, no podía estar lejos de ti, no quería ni siquiera intentarlo. No podía hacer nada, mi hermana estaba muriendo, y salvarla dependía de ese matrimonio. Unas semanas después mi padre y yo fuimos con la familia Von Bleicken para conocernos y arreglar todo para la boda; El día en que vi a Marissa entendí algo, me duele decírtelo, porque alguna vez sentí que tú eras el amor de mi vida, que tu eras lo único que quería, pero verla a ella me abrió los ojos, desde niños nos pertenecíamos, ella es el alma mas pura y hermosa que he conocido, somos almas gemelas, el destino nos preparo para estar juntos; por eso lo de nosotros no era posible, la amo, y no te doy detalles porque no me parece necesario, que sepas que nuestro amor es mutuo es suficiente. Sin embargo es importante que sepas que a ti también te ame, o algún derivado del amor un poco más débil, pero al final fue un sentimiento fuerte, yo lo reconozco como química, como pasión, nada más. Mi padre y Marissa me hicieron ver que todas las veces que te dije que te amaba te estaba mintiendo, me siento un cobarde por eso, y te pido perdón, sin esperar que me lo otorgues. Estos meses, casi cuatro, me hicieron ver que no eras la indicada para mi, me he olvidado de ti, de tu voz, de tu cara, y de cada parte que alguna vez jure amar de ti. Tal vez nunca nos amamos, tal vez solo fue sexual, tal vez nos aprovechamos de la inocencia, yo no lo se. Siento haber interrumpido en tu camino, se que una parte de ti también me olvido y otra parte jamás me amo, lo entiendo me siento de la misma forma.
Me despido de ti, de nosotros, de lo fue, y de lo que no será. Quería escribirte porque dejarte con la ilusión de que algún día volvería me pareció injusta y descortés. Nunca me volverás a ver, nuestros caminos se separan, para siempre.

Jesse St. James



Rachel dejo de respirar, arrugo la carta con sus manos, y la aventó hecha bola lo mas lejos posible, apretó los ojos, de lo que aunque estaba cerrados comenzaron a salir un montón de lágrimas, lágrimas de tristeza, de coraje y de arrepentimiento. Comenzó a gritar como si hubiera perdido todo, como si le hubieran arrancado el corazón. Se levanto del sillón y comenzó a tirar todo lo que había en la casa, adornos, espejos, fotografías, muebles y todo lo que se cruzaba en su camino, mientras ahogada en lágrimas gritaba maldiciones dirigidas a Jesse. Se tiro en la cama y no dejo de llorar hasta que amaneció; cuando se dio cuenta de que el sol entraba por la ventana se enderezo, se acerco a la ventana caminando a través de todos los objetos que la noche anterior había tirado, y se dio cuenta que aun derramaba lagrimas. Se limpio la ultima lagrima jurándose a si misma no derramar una mas, tomo aire, todo el aire que había perdido la noche anterior, con el propósito de calmarse, y de aclarar sus pensamientos, y a su en su mente recordó la carta. Apretó los ojos para contener las lágrimas y lo logro, pero al mismo tiempo se le formo un nudo en la garganta; recordaba cada palabra que Jesse le había escrito, y por su mente solo pasaba una idea: *Fuiste una maldita idiota*. Claramente eso había sido, le había dado su corazón, se había enamorado, porque al final ella si lo había hecho realmente, sin contar ninguna de las estupideces que Jesse había dicho en la carta, no había sido sexual, para ella no; ni tampoco había sido un fallo del destino, para nada; pero para él solo había sido eso; suspiro llena de hastió; pero ¿Por qué?, Rachel sabia porque, Jesse era un maldito idiota que no creía en ninguna de sus teorías solo las había inventado para salir libre de todo, cuando en realidad solo estuvo en busca de una victima, y esa victima había sido Rachel; él solo quería robarle todo, burlarse de ella, y aprovecharse de que mujeres estúpidas como Rachel caían rendidas a los encantos de él y terminaban enamoradas, Jesse lo sabia y lo uso a su favor, claramente era una maldito farsante que la había hecho creer algo que había sido una mentira. Había roto su corazón, pero lo peor de todo era que jamás la había amado. Ahora lo veía claro para él solo había sido sexual; y cuando dijo tener sentimientos hacia ella, cuando sentía su corazón acelerado, cuando la miraba tan profundamente que la hacia estremecer, todo una maldita mentira, una buena actuación. Se cubrió la cara con las manos y se dejo caer al suelo llena de lágrimas y pensó lo idiota que había sido, pero lo que le dolía mas era que lo seguía amando. ¡Que diablos estaba haciendo! Se limpio las lagrimas y se levanto; no podía hacer eso, él había dejado muy clara la parte de que ya no la recordaba y también que el amor hacia Marissa era correspondido, ya no la amaba, eso era un hecho, y sí quizás ella lo seguía amando, pero que era lo que iba a hacer: Quedarse sentada, sin dejar de llorar hasta que él volviera arrepentido a decirle que la seguía amando; claro que no. Primero porque eso seguro no sucedería, y segundo porque aunque remotamente pasara, ella no estaría dispuesta a perdonarlo, por una simple razón, tenía dignidad. Y pensando en eso se dijo a si misma que esa era la ultima lagrima que le dedicaría a Jesse St. James; el último espacio en su mente, el último pensamiento, e incluso la última maldición; lo iba a borrar de su vida, iba a ser como si nunca lo hubiera conocido; no decía que lo olvidaría porque eso iba a ser imposible, pero se iba a deshacer de cada cosa que le recordara a él, tanto física como psicológica; como si nunca lo hubiera conocido. E iba a empezar una vida nueva.
FIN DEL FASH BACK Rachel
Continuo ahí sentada, pero la vista se le nublo un poco, fue una estupidez recordar todo lo que había vivido con él; como se habían encontrado y como de habían perdido; porque sintió que se iba a llenar de lagrimas, ajusto su fuerza de voluntad y evito derramar siquiera una lagrima, porque no había pasado dos años de su vida evitando al idiota de St. James de todas las maneras, para que en unos minutos rompiera todo el ciclo por tan solo recordar una parte de su vida.
Esa había sido su historia con Jesse St. James, su felicidad y más que todo su desdicha. Desde el momento en se había propuesto olvidar a St. James, no, no olvidarlo, bloquearlo, su vida se había ido al infierno, estaba deprimida y cabizbaja, mas nunca daba razones del porque; después volvió a Nueva York, y todas la veces que Quinn la cuestionaba por su estado de animo negativo ella culpaba a Finn, solía decirle que había intentado superarlo, todo lo de su relación y lo de su ruptura, pero siempre regresaban a ella los mejores años de su vida junto a él, provocándole una terrible melancolía. Una completa mentira, que al final había convencido a Quinn y había permitida a Rachel liberarse de mucho peso, porque no tenia que mencionarlo a él, a su verdadero infortunio. Sin embargo cuando creía que su vida había terminado en una triste y profunda tragedia, había conocido a Sebastian y el destino parecía favorecerle al fin. Y gracias al cielo que su vida había tomado ese curso, Sebastian la había sacado de la obscuridad y en ese momento, sentada ahí, con un nudo en la garganta, se juro a si misma que nada ni nadie, incluyendo a Jesse St. James iba a romper lo que el destino había formado entre ella y Sebastian. Hecha la promesa, se levanto de la banca y salió del patio, adentrándose a la escuela con rumbo al auditorio, porque al fin y al cabo tenia que seguir con su vida.
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Hola; Aquí la segunda parte… Dejen sus opiniones, yo espero actualizar pronto con mas St. Berry, porque las cosas no siempre son lo que parecen. BYE! By: Julietta St. James.
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Vie Mayo 31, 2013 1:06 pm

"Porque las cosas no siempre son lo que parecen".......... La carta es tan triste!.... :( no puedo creer que el halla escrito eso..... Pobre Rachel... :(
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Vie Mayo 31, 2013 10:54 pm

Capitulo 8: Peligrosamente cerca
La morena camino directamente al auditorio, intentado sacar de su cabeza todo lo que acababa de pasar; después al tener la puerta del lugar enfrente, tomo aire, y la empujo adentrándose al lugar. Bajo las escaleras, dirigiéndose al puesto de antes ocupaba junto con Kurt y Quinn, se sentó, sin mirar a nadie y comenzó a analizar unos papeles. Después lentamente subió la mirada, y comprobó algo de lo que ya estaba muy segura; todos la estaban mirando. Decidió no darle importancia y mirando a los chicos sobre el escenario les dijo con voz firme:
-Veamos que han logrado; porque como dije quiero perfección, que canten bien no les garantiza el lugar en la obra. Hagan la coreografía completa y quien no lo haga bien se va a ir. Entendido, ahora empiecen-
Los chicos asintieron, Brittany puso la música, bajo del escenario y se sentó junto a Rachel.
-Han mejorado, ya veras- susurro levemente esbozando una sonrisa; Rachel también le sonrió confiando en lo que la rubia le decía. Se limito a poner atención en los pasos de los alumnos, aunque un poco distraída por las miradas que Kurt y Quinn ponían sobre ella sin parar.
Después de unos minutos los chicos terminaron, Britt tenia razón habían mejorado considerablemente, faltaba perfección y algunos habían olvidado la sonrisa, pero prefirió no mencionarlo, ya que con el tiempo corregiría esos defectos; por ahora habían estado bien.
-Estuvo bien chicos, no perfecto, pero mucho mejor, si siguen trabajando así vamos a lograrlo. Hemos terminado aquí, porque no se van y nos vemos mañana temprano- dijo Rachel levantándose de su puesto, con su bolso y unos papeles en la mano. Los chicos asintieron y uno por uno fueron saliendo del lugar. Brittany se despidió de Rachel y también salió del lugar. La morena estaba a punto de salir por la puerta cuando alguien grito a sus espaldas.
-Rachel, ¿Qué diablos haces? Ven aquí- era Kurt bastante molesto. Rachel se dio la vuelta y se acerco a donde estaban los dos.
-¿Qué quieres Kurt? No tengo mucho tiempo, tengo que irme- se excuso.
-Tienes que irte ¿Por qué? Vas a ver a ese asombrosamente atractivo chico que antes entro, ya sabes, tu nueva conquista; ¿Cuál era su nombre, Kurt?... Ah ya recuerdo Jesse St. James ¿Cierto Ray?- dijo Quinn mirando a Rachel, con una de sus cejas levantada.
-Ese era su nombre Quinn, pero yo no diría que es su nueva conquista, porque, como él nos dijo, son viejos amigos y estoy casi segura que son amantes o algo así; que vas a decir tú Ray- dijo Kurt con la mirada divertida y maliciosa.
-¡Par de idiotas! Dejen de decir estupideces, no tienen idea de nada; yo me largo- exclamo Rachel furiosa, dándose la vuelta y caminando hacia la salida.
-¡Hey Rach! ¡Espera! Lo sentimos, solo bromeábamos. Ven aquí- dijo Quinn riendo un poco al ver como la pequeña se había enojado tanto.
-No lo creo- dijo Rachel jalando la puerta para salir.
Kurt se paro de su asiento y llego a donde estaba Rachel, la tomo del brazo y le dijo suavemente:
-Vamos, no te enfades; es solo que nos pareció extraño lo que paso- dijo Kurt caminando con ella y sentándola en uno de los asientos.
-¿Lo que paso? No se de que hablan- dijo Rachel sin miraros a los ojos.
-Claro que lo sabes, igual te lo digo; Tú pálida cara al oír la voz de ese tipo. Tú saliendo del auditorio sin siquiera mirarlo. Y tú volviendo con la mirada pérdida, la cara más pálida, y ese ligero sudor nervioso de tu frente; intentando actuar como si nada hubiera pasado. Vamos habla- dijo Quinn enumerando con las dedos todas esas características que, efectivamente Rachel tenia.
-No estoy actuando de ninguna forma es solo que no sucede nada- dijo Rachel acercándose a ellos para dejarlo claro y fulminándolos con la mirada.
-Vamos Rach, somos tus amigos y te conocemos perfectamente bien; algo esta mal, podría olerlo linda- dijo kurt poniendo su mano sobre el hombre de Rachel.
-Exactamente como dijo kurt. Y ¿Sabes que?, yo si puedo olerlo- dijo Quinn mirándola intimidantemente.
-De que diablos hablas ¿Qué es lo que hueles?- dijo Kurt mirando a la rubia intrigado.
-Fácil. Cuando esta pequeña morena nos grita y regaña, puedo, claramente oler solo una cosa; cigarrillo- dijo Quinn con superioridad.
-Y, Eso significa…- dijo Kurt sin comprender nada. Mientras Rachel se daba cuenta de todo; estúpida, debía haber masticado un chicle de menta o algo. Ahora no podía negar nada; y se maldijo por ser tan malditamente obvia.
-¡Vamos Kurt reacciona!- exclamo la rubia algo irritada. –Ella no fuma; o al menos no lo hacia hace mucho tiempo; pero para tu información lo hace cuando….-
-¡Cállate!- interrumpió Rachel desesperada. –Todos lo tenemos muy claro, paso algo, sí; No es la gran cosa. Y aunque lo fuera no voy a hablar- dijo Rachel determinante, con los dientes apretados y la mirada llena de furia.
Kurt y Quinn estallaron en risas, y el color rojo en el rostro de Rachel aumentaba a causa de la rabia.
-No se porque diablos sigo aquí. Los veo después, en el infierno, par de idiotas que se hacen llamar mis amigos- grito la morena, con la mirada encendida; levantándose del asiento, saliendo del auditorio, y por ultimo cerrando la puerta de un sonoro golpe, que hizo salir a Kurt y a Quinn de su risa incontenible; se quedaron callados por un momento mirándose y ambos pensando en que habían hecho muy mal; pero un par de minutos después volvieron a reír sin parar.
-Acaba de decir que no ve en el infierno- dijo Quinn ahogada en risa. Mientras Kurt reía sonoramente.
-Eso fue lo que escuche- dijo Kurt su poniendo sus manos sobre su cara, para lograr calmarse, cuando lo logro miro a Quinn y le dijo: -Es como una abeja asesina; pequeña…-
-Y muy letal- completo la rubia riendo un poco más. –Correcto es momento de callarnos- dijo respirando profundamente- Viste como se puso, lo que paso debe ser importante-
-Lo se, pero ella dijo que no era la gran cosa, y aunque lo fuera, porque seguramente lo es, no nos va a decir nada- dijo Kurt levantándose dispuesto a salir, seguido por Quinn.
-Tienes razón, pero vamos a averiguarlo- dijo la rubia.
-¿Cómo?- pregunto Kurt encogiendo los hombros.
-Dos personas están involucradas en la historia; una no nos va a decir nada, pero a la otra podemos sacarle la información que necesitamos- dijo Quinn decidida.
-¿Tu crees que ese tipo St. James va a hablar?- dijo Kurt lleno de dudas.
-No lo se, pero hay que intentarlo; no perdemos nada, incluso ganamos, porque como dije ese chico es terriblemente atractivo-
-Y tu te vas a casar- dijo Kurt reprendiéndola. Mientras Quinn encogía los hombros y giraba los ojos, al mismo tiempo que los dos salían del auditorio.

Rachel conducía su camioneta, con rumbo a su casa. Seguía bastante molesta, y una parte de ella se sentía atrapada; por un momento deseo estar conduciendo su motocicleta, al aire libre, a toda velocidad… pero sus pensamientos se nublaron cuando recordó que tantas veces ella había estado en la parte de atrás de la moto, con los brazos alrededor de Jesse y su mejilla en la fuerte espalda de él. Y los motivos de porque había vendido la moto, con todo el dolor de su corazón, le abrieron los ojos; conservarla era una manera de recordarlo, y por consecuencia de no poderlo borrar.
Salió de sus pensamientos y aumento la velocidad, entre más pronto llegara a su casa, mas pronto se tranquilizaría. Cuando estuvo frente a la casa, aparco el auto y caminado rápidamente entro a la casa; se dio cuenta que era tarde, mas o menos las 7:00 de la noche, había sido un día terriblemente largo; abrió la puerta y las luces estaban apagadas, pero ella no las encendió, conocía la casa de memoria, solo tenia que llegar a las escaleras, subir tomar un largo, largo baño y después dormir. Y así lo hizo camino a tientas, pensando que Sebastian estaría seguramente con Sam; y pensar en Sam le trajo un escalofrió, los recuerdos de ese día la habían afectado mucho. Continúo su camino hasta que una voz en su oído le dijo:
-El plan era que encendieras la luz- Rachel soltó un pequeño grito, pero le calmo saber que tan solo era Sebastian.
-¿Quieres matarme? Me asustaste- dijo golpeando levemente el pecho de él.
-Lo siento- dijo él riendo un poco, se alejo de ella y encendió la luz, y le revelo a los ojos de Rachel el lugar; la mesa estaba llena de platos y cubiertos perfectamente organizados, en medio había distintos platillos, había velas y flores; Rachel esbozo una sonrisa; Pero al instante se le borro; no había comido nada desde la mañana y no tenia una gota de hambre, en realidad tenia un vacio en el estomago, culpabilidad, miedo.
-Pasa algo malo- dijo Sebastian mirándola.
-Bueno… Todo esta precioso, pero comí algo antes de venir acá, ya sabes con Quinn y Kurt- mintió.
-¡Oh…! No te preocupes, si no tienes hambre podríamos tan solo pasar al postre- dijo él acercándose a ella. Rachel se lo pensó, no podía negarse.
-¿Cuál es el postre?- pregunto sonriendo, mientras veía a Sebastian frente a ella.
-Tú- pronuncio, mientras se acercaba a ella y besaba sus labios ansiosamente.
-Espera… No puedo, quiero tomar una ducha- se excuso Rachel alejándolo un poco.
-Esta bien, Lo tomo contigo- dijo intentando orillarla a un callejón sin salida.
-¡No! Estoy cansada, es tarde, y no puedo estar un minuto más de pie. Tomare la ducha, sola, y después iré a la cama, a dormir- dijo alejando a Sebastian por completo y subiendo lentamente las escaleras.
-Tal vez la próxima vez tan solo salga con Sam y me deje de cursilerías; eso seria lo mejor- exclamo Sebastian mirándola con algo de tristeza, pues no sabia que era lo que estaba sucediendo.
-Lo siento, eso solo que…-
-Déjalo así. Me voy a quedar a dormir en el sillón, descansa- dijo mientras caminaba hacia la cocina.
Rachel se quedo sola y después de unos segundos subió las escaleras, entro a su cuarto y se metió a la ducha, intento que el agua caliente relajara sus músculos, pero no pudo hacerlo. Después quiso aclarar sus pensamientos, por si su día no había sido ya suficiente mente malo, se había agregado la pelea con Sebastian. Porque le había dicho que no. Estaba cansada eso era todo; claro que no, a quien engañaba. Había una clara razón, el idiota de St. James, no había podido borrar de su mente su encuentro, y como nunca había podido tampoco había dejado de recordar lo que habían pasado. Estaba clara una cosa tenia miedo; por eso le había dicho que no a Sebastian, porque había la posibilidad de que estando con él estuviera pensando solo en Jesse; en la forma en que ambos algún día estuvieron en la cama, tan juntos, tan perfectamente. Sebastian no merecía eso. Y que podía hace ella. Salió de la ducha, se puso su pijama y se acostó en la enorme cama, que nunca le había parecido tan grande, después se dio cuenta del porque, Sebastian no estaba a su lado. Cerró los ojos y se quedo profundamente dormida, con la mente bastante alborotada.

Ya había amanecido, pero Rachel seguía dormida, eran más o menos las 7:00 de la mañana, no solía levantarse tan tarde, pero el agotamiento mental la había dejado muy cansada, el agotamiento mental de toda una semana. De repente su alama sonó incesantemente, la morena abrió los ojos de golpe, se enderezo y apago la molesta alarma; se estiro un poco antes de salir de la cama, se quito las sabanas y se levanto, tendió la cama pausadamente, y después tomo una rápida ducha. Cuando salió se vistió sencillamente; bajo las escaleras, dispuesta a hacer el desayuno, pues moría de hambre; además si hacia algo elaborado podía reconciliarse con Sebastian. Parecía una buena idea, pero al llegar al primer piso se dio cuenta que Sebastian no estaba en el sillón, y no estaba tampoco en ningún lado; había pasado una semana desde la pequeña discusión y él seguía molesto, dormía en el sillón aun, salía temprano a correr, para no ver a Rachel y toda la tarde se perdía en sus cosas, pero cuando Rachel llegaba pretendía ignorarla distrayéndose viendo la televisión. De seguro había salido a correr o algo; ella no podía hacer nada, no podía esperarlo hasta que volviera puesto que era bastante tarde y no tenia mucho tiempo. Hizo su propio desayuno y lo comió con gusto; cuando termino lavo su plato, salió de la cocina, tomo su bolso y salió de la casa. Condujo hacia NYADA, iba a buena hora, ni temprano ni tarde. Cuando llego ahí, se dirigió al auditorio, y evito llamar a Quinn y a Kurt para que la ayudaran de nuevo, no lo había hecho desde le primera vez porque eso le podría traerle problemas. Cuando estuvo en el auditorio se dio cuenta de que algunos alumnos habían llegado, incluso Britt estaba ahí preparándose. Y se dispuso a dar ordenas de que comenzaran con las coreografías y los ensayos de algunas escenas, porque en esa semana los chicos había avanzado mucho y mejoraban cada día, era el momento de comenzar a montar la obra completamente.
-Buenos días chicos; veo que la mayoría de ustedes ya esta aquí, así que empezamos. Brittany va a montar unas coreografías para las canciones originales de Grease, y vamos a empezar con algunos diálogos, entendido- los chicos asintieron y Britt les mostro como debían hacerlo. Mientras que Rachel se dedico a sentarse y a mirar como lo estaban haciendo. No estaba tan mal, pero la morena noto que no podían cantar y expresar sentimientos al mismo tiempo muy bien que digamos. Se levanto de su puesto y subió al escenario, mientras ellos hacían sus coreografías y diálogos, los miro atentamente, y cuando terminaron les dijo:
-Chicos, mi turno escúchenme. Acepto que en esta semana mejoraron mucho, están alcanzando la perfección; opero dentro de esta etapa me falta algo, no pueden cantar y bailar mientras expresan un sentimiento, no siento lo que veo; necesitan expresar lo que están cantando o diciendo porque al final de eso se trata, es un musical, una obra de teatro con música, todo es un conjunto- dijo Rachel mirando a cada uno de los estudiantes, intentando que comprendieran lo que trataba de decirles.
-¿Cómo logramos eso?- pregunto Cameron, el chico de las gafas.
-Como dije, tienen que sentirlo; ponerse a pensar en que realmente están pasando las situaciones de las que hablan o cantan, y expresarlo, dejarlo salir- explico la morena. –Es más fácil de lo que suena, se los digo yo-
-Y… Usted podría demostrárnoslo- dijo Marley que estaba detrás de todos.
-No se como podría hacerlo- confeso Rachel.
-Canta algo- sugirió Brittany. –Una canción en la que tengas que expresar un fuerte sentimiento.
-¿Una canción del musical?- pregunto Rachel llena de duda, e insegura con respecto a hacerlo.
-No- exclamo Kitty. –Si me permiten, creo que lo mejor seria que cantara algo diferente, otro tipo de canción, algo actual, pero intenso- dijo la rubia mirando a todos sus compañeros para que aprobaran su sugerencia. Los demás chicos asintieron, y Rachel sintió un escalofrió, tenia bastante tiempo sin cantar, y no se sentía muy segura.
-Esta bien- dijo sin pensarlo, no podía defraudarlos, porque sin importar nada el show debía continuar. –Porque no se sientan en lo que busco la pista-
Todos los chicos bajaron del escenario entusiasmados, y Rachel puso la pista de la canción que iba a cantar. Se paro en medio del escenario se aclaro la voz y dio la orden de que la pista comenzara.

Comienza a sonar Rolling in the deep:
Spoiler:

Los chicos aplaudieron entusiasmados y reconociendo que los dos habían expresado muy bien el propósito de la canción. Rachel y Jesse no se movieron por un rato y se quedaron ahí mirándose con la respiración agitada. Pero Rachel reacciono al escuchar lo aplausos y los gritos, bajo la mirada, dio unos pasos al frente y dijo dirigiéndose a sus alumnos:
-Porque no lo dejamos aquí; estuvieron muy bien, practiquen la expresión y mañana nos vemos temprano- Los chicos asintieron y uno por uno salieron del lugar; Rachel rogo por que Jesse no estuviera ahí, pero al darse la vuelta lo encontró parado mirándola atentamente.
-¡Hey Rachel!, es un placer verte, otra vez- dijo Jesse caminando con dirección a la morena.
-Otra vez St. James, que hace aquí- dijo Rachel mirándolo con un poco de miedo.
-Tranquila nena, no es que te este persiguiendo o algo, pero el destino habla, yo solo lo escucho- dijo Jesse mas cerca de ella y con los ojos llenos de deseo.
-No entiendo lo que dices; porque mejor no te vas- dijo Rachel mientras se daba la vuelta y recogía su bolso.
-No puedo; quiero decir no debo- dijo él. –No me lo vas a creer pero, desde el día de hoy trabajo aquí- dijo Jesse con una sonrisa maliciosa y esperando a ver la terrible reacción de Rachel.
-¡Sigues tan idiota! No te creo absolutamente nada; y si es una broma déjame decirte que es una terrible idea- dijo Rachel aun bastante tranquila, provocando que Jesse la mirara extrañado.
-No miento, no te mentiría nunca linda, nunca. Esta mañana una chica me llamo; su nombre era… Lindsay, sí eso creo; dijo que tenia un empleo para mí, me pidió que viniera esta mañana, y me hablo del trabajo… coordinador de una obra, algo a si como un subjefe, a tu lado- dijo Jesse lo mas serio que pudo, para que la morera le creyera; Rachel, al instante perdió el color de la cara, se le secaron los labios, bajo la mirada pensativa y se mordió la lengua. – ¿No te hace feliz la noticia querida?- dijo Jesse dando unos pasos para quedar frente a ella. –Sigues tan hermosa Rachel- Rachel levanto la mirada, y lo miro a los ojos, pero encontrarse con esos profundos ojos plateados le provoco un escalofrío y un vacio en el estomago; la mirada de Jesse era diferente, no había burla o suplica, tampoco perdón, solo había deseo; Rachel había visto esa mirada antes, mucho antes; y si sabia algo era que él siempre conseguía lo que quería. Y era verdad lo que Rachel suponía, Jesse estaba perdido en los ojos color caramelo de la morena, y la deseaba tanto, en toda la extensión de la palabra, la deseaba completamente. Dio un paso más, iba a besarla, dios sabía que iba a hacerlo, y Rachel también lo sabía. Ella quería detenerlo, o de eso quería convencerse, pero no movió un musculo. Él la tomo de uno de los brazos, seguía mirándola de una manera posesiva, acerco su cara a la de Rachel, peligrosamente cerca, pensó Rachel, ella intento dar un paso hacia atrás, pero se interpuso la fría pared y se dio cuenta de que no tenia escapatoria. Ella sentía la respiración de él, tenia boca entre abierta, y de un momento a otro sintió los fríos labios de Jesse sobro los suyo; y ambos sintieron que el tiempo se detenía.
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Hola (: Estaba inspirada así que actualice pronto… Las cosas se pones intensas, St. Berry KISS <3’, y lo que falta… Dejen sus opiniones; espero poder actualizar pronto. BYE! By: Julietta St. James Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance? 1206646864
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por Julietta St. James Sáb Jun 08, 2013 5:24 pm

Capitulo 9: Dame Razones…
Los labios de ambos se movían, al principio lentamente, reconociéndose, con algo de miedo. Después de unos segundos todo se intensifico, la velocidad aumento por parte de los dos, era como si en ese beso quisieran apagar todo el deseo que sentían el uno por el otro; Jesse acariciaba con su mano el brazo de Rachel; ella había perdido la razón, no pensaba en otra cosa que no fuera en lo bien que Jesse seguía besando, y en lo mucho que había rogado por que él la besara de esa manera. Estuvieron así unos segundos más, ambos jugando con sus lenguas, explorándose completamente, y aunque necesitaban aire, pero no estaban dispuestos a detenerse, así que aumentaron la pasión del beso.
Hasta que algo sucedió, Rachel se detuvo de golpe, la cara de Sebastian apareció en su mente; ¿Qué diablos estaba haciendo? Estaba cayendo de nuevo a los irresistibles encantos de Jesse, como una idiota. Pero las cosas ya no eran así, ella había dejado de ser tan ingenua, y aunque no estaba en su mejor situación con él, seguía amando a Sebastian, no podía hacerle eso, era injusto, porque no beneficiaba a ninguno. Regreso al momento y sintió los apresurados labios de Jesse sobre su boca con un movimiento continuo y al final placentero; movió un poco la mano que Jesse había apresado, él se lo permitió porque pensó que ella iba continuar con el beso o que lo iba a profundizar, pero Rachel puso su mano sobre el brazo de Jesse y lo pellizco tan fuerte como pudo. Él soltó un leve gemido, y bajo su boca al oído de ella susurrando levemente:
-Así que te gusta rudo linda, bueno así lo haremos- y condujo su traviesa boca al cuello de Rachel, mientras lo besaba descontroladamente, mordiéndolo un poco.
Rachel se quedo callada un segundo ahogada en el placer que él le provocaba, pero después reacciono, y con su rodilla golpeo la entrepierna de Jesse exclamando desesperadamente: -Detente idiota-
Jesse soltó un gemido que expresaba su terrible dolor, se alejo de Rachel y se tiro en el suelo, con los ojos cerrados y los puños apretados. -¡¿Por qué diablos hiciste eso?!- exclamo verdaderamente molesto.
Rachel bajo la mirada, realmente le había hecho daño, por un segundo sintió pena por él, y pensó en disculparse; pero su mente se lleno de claridad y supo que, a ella le había dolido más lo que él le había hecho antes, que ese golpe que le acababa de dar a él. –Porque no te quitabas de encima- aclaro Rachel.
-Vamos nena, tu me diste pie a todo- dijo Jesse encogiendo los hombros, mas calmado y por su expresión sin tanto dolor.
-Estas loco, te aprovechaste del momento, yo nunca lo autorice- se excuso la morena, aunque sabia que ella no había hecho nada por detenerlo.
-Deja de excusarte Rachel, no es necesario. Mírame a los ojos y dime que no sientes la química; la atracción nunca murió. Estamos destinados a…-
-¡Cállate ahora mismo y escúchame!- interrumpió Rachel, caminando hacia donde él estaba sentado, y fulminándolo con la mirada mientras decía: -Entre tu y yo, no hay nada, ¡Absolutamente nada! ¿Sabes porque?, porque yo te olvide, me olvide de ti, y de todas tus estupideces- le mintió. –Y nada va a cambiar eso, porque eternamente te voy a seguir odiando. Entiéndelo- dijo mirándolo a los ojos e intentando sonar sincera. Jesse la miro por un momento buscando rastros de su mentira, y al final de todo encontró algo que le indico que le estaba mintiendo.
-Mientes; se que nada cambio, si trato, volvemos a ser tu y yo- dijo levantándose y creyéndose cada palabra que decía. Rachel lo miro lleno de rabia, y le grito furiosa:
-¡No!, no te lo voy a permitir, no voy a dejar que arruines mi vida, ni mucho menos que toques mi matrimonio- dijo Rachel.
-Tu no estas casada- dijo Jesse bastante confiado.
-¡Ah! ¿Crees que estoy mintiendo? ¿Qué soy una mentirosa como tu? Bueno pues velo y créelo- dijo ella, alzando su mano izquierda y mostrando perfectamente brillante en su dedo anular un anillo de matrimonio. Jesse lo miro atentamente; decía la verdad. Su Ray estaba casada. Su boca se entreabrió llena de asombro, palideció un poco y se le fue el aliento. Y Rachel disfruto de verlo a él sufrir por primera vez. –Ahora lo ves ¿Cierto?-
Él asintió y alzando la mirada para verla a los ojos le dijo: -No puedo creer que estés casada; ¿Quién fue él valiente que se atrevió?- dijo con un tono de que no le importaba lo que pasaba; sin embargo por dentro moría un poco.
Rachel lo miro llena de enojo, y le dijo: -Yo creo que estas celoso St. James, porque tu quisieras ser ese valiente. Pero no lo eres- dijo con una expresión burlona.
-¿Celoso? Claro que no. ¿Sabes porque? Porque estoy casado también, es algo que deberías saber, claramente lo sabes- dijo él provocando que la sonrisa burlona desapareciera de la cara de Rachel, la morena bajo la cabeza y dijo en un susurro:
-No se si es verdad o no, pero no me importa en absoluto-
-Yo creo que sí te importa, tu cara me grita que te importa y mucho- dijo Jesse acercándose a ella.
-Claro que no. Hice mi vida y estoy feliz de que hayas hecho la tuya- dijo Rachel mirándolo a los ojos, rogando que su tono de voz sonara natural.
-Como digas- dijo Jesse mirándola fijamente. –Pero yo no te creo nada; lo que tú y yo tuvimos, no se olvida así como así, al menos yo no pude hacerlo-
-Eres un maldito hipócrita- dijo Rachel llena de furia.
-Y tú eres muy adorable- dijo él con una sonrisa en el rostro. Rachel levanto la mirada para verlo a los ojos e hizo un gesto de desaprobación. -¿Por qué mejor no vamos a comer algo? Yo pago- lo dijo con un tono de voz en el que sonaba como un propuesta irresistible.
-Hablas enserio, preferiría morir de hambre antes de comer contigo- dijo Rachel encaminándose a la salida.
-Vamos Rachel- ella se detuvo en seco, escuchar esa profunda y grave voz diciéndole por su nombre completo y sin ningún tono cariñoso le seguía pareciendo extraño. –De ahora en adelante trabajaremos juntos, por lo menos deberíamos llevarnos bien-
-¡Dente ahí! Tú y yo no vamos a trabajar juntos. En este momento voy con Lindsay para que te despida- dijo Rachel dándose la vuelta para verle la cara.
-No puedes hacer eso, necesito el empleo; juro no molestarte, y si quieres no te hablare, pero no puedes decirle a Lindsay que me saque de aquí, eso serian injusto. Te lo prometo, solo me dedicare al trabajo, si eso te place… Pero no comprendo muy bien que hay de malo en estar trabajando juntos- dijo él acortando la distancia entre ellos con unos pasos, con el propósito de mirarla a los ojos y que ella comprobara que le suplicaba por verdaderas causas.
-Lo pensare- dijo ella, que había captado el mensaje.
-Gracias… Pero no me has dicho que hay de malo trabajar conmigo. Si la gente dice la verdad soy atractivo y bastante agradable- dijo Jesse sonriendo egocéntricamente.
-Ahhh eres arrogante St. James- dijo Rachel dispuesta a darse la vuelta y salir del lugar. Pero antes de que lo lograra, la tibia mano de Jesse la tomo del brazo y le impido alejarse. Ella sintió el contacto y una descarga eléctrica paso por su cuerpo.
-¡Dímelo! Que hay de malo en estar conmigo, en trabajar juntos, quiero decir- dijo Jesse pidiéndole una razón. Rachel se zafó de su mano y retomando la postura lo miro a los ojos y le dijo levemente:
-Me resultaría difícil trabajar contigo, es solo eso- dijo sin pensarlo, y que idiota había sido, no debió haber dejado al exterior tanto sentimientos. Jesse le sonrió ampliamente. Le importaba, seguía importándole a Ray, pensó mirando el pequeño destello en esos ojos marrón. Y Rachel noto un ligero brillo en sus plateados ojos… si sus ojos también estaban brillando así, estaba perdida.
-¿Por qué?- dijo Jesse acercándola más a él. Rachel vacilo, ¿Qué diablos podía decirle? –Dímelo- imploro él, encontrando la única respuesta: *Me importas*.
-Es porque… Tu…- iba a decirlo, sin importar nada iba a decírselo, *Me importas, todavía St. James* pensó Rachel, un poco turbada. –Me…-
-¡¿Rachel esta aquí?!- interrumpió un voz que provenía de la entrada principal.
Rachel dio un salto por la sorpresa, y dirigió su mirada a lugar de donde provenía la voz; Jesse cerró los ojos, en símbolo de disgusto, y elevo las manos realmente molesto, ¿Por qué los interrumpían en ese momento? ¿Por qué no lo habían hecho cuando ella estaba apunto de pegarle en la entrepierna? Él se dio la vuelta y se alejo, sin darle importancia a quien había entrado.
Rachel mantenía su mirada en la parte superior del teatro, pero no veía nada, estaba obscuro. -¿Quién eres?- dijo intentando aclarar su vista.
Y por respuesta tuvo solo una sonora risa. –Soy yo querida- Era Sebastian. Rachel sonrió involuntariamente, y lo miro cada vez más cerca del escenario con las manos en la espalda. *Querida* Jesse se quedo helado, y prefirió no darse la vuelta.
-Sebastian ¿Qué estas haciendo aquí?- pregunto Rachel acercándose a él. *Sebastian* el corazón de Jesse se encogió un poco, y las dudas lo invadieron.
-Solo quería pasar a verte. Te traje esto- dijo Sebastian, sacando de detrás de sus espalda, un ramo de margaritas, y entregándoselo a Rachel con una sonrisa llena de ilusión en el rostro. *Sus favoritas son las rosas, idiota* pensó Jesse, sin voltearse aun, e intentado lucir distraído contando los dedos de sus manos.
-Hermosas- dijo Rachel recibiendo las flores. –Pero yo creía, que estabas molesto conmigo, aun- dijo ella bajando la mirada arrepentida.
-No lo menciones, fue una estupidez. Hoy me di cuenta que paso una semana solamente, lo sentí como un año, deberías perdonarme- dijo el entrelazando sus manos con las de Rachel.
-Me sentí de la misma manera, en parte también fue mi error, porque no solo lo olvidamos- dijo ella acercándose a él y depositando un ligero beso que fie correspondido. Jesse escucho el contacto de sus labios y sintió un nudo en el estomago; esa chica solía ser suya.
-Totalmente de acuerdo, Pero… ¿Qué hacías aquí? Ya no hay estudiantes- dijo un poco desconfiado. Y Rachel palideció un poco.
-¡Oh! Había terminado la clase, solo estaba aquí, porque… Jesse- dijo, señalando al chico de espaldas, algo nerviosa. –Va a trabajar en lo de la obra y le estaba dando indicaciones, para que comenzara mañana mismo- termino, orgullosa por su excusa.
-Sí, e hicimos otras cosas- dijo Jesse volteando a ver a Sebastian y a Rachel, dando largos pasos para llegar a donde estaban y extendiendo su mano en dirección a él. –No se quien eres, pero un placer de todas formas- sonrió de la forma mas sincera que pudo, pero aun así parecía hipócrita. Sebastian dudo un poco, pero al final estrecho la mano de Jesse por unos segundos; sin dejar de mirarlo como si lo conociera.
-Es mi esposo, Sr. St. James; Sebastian Smythe- dijo Rachel haciendo una clase de presentación formal, que hubiera preferido evitar.
-¡Increíble!- exclamo Jesse. –Eres tú- dijo señalándolo.
-Ese presentimiento de que te conocía no fallaba eh- dijo Sebastian con un tono de voz que lo hacia parecer molesto, en realidad estaba molesto.
-Bueno Seb una cara como la mía no se olvida fácil- dijo Jesse bastante serio.
-Desafortunadamente no- dijo Sebastian.
-No comprendo nada ¿Ustedes se conocen? – dijo Rachel con la boca abierta a causa de la impresión.
-Desgraciadamente sí- dijo Jesse. –Smythe solía ser mi compañero en preparatoria-
Rachel abrió los ojos impresionada. –Así es mi amor- dijo Sebastian sin dejar de mirar a Jesse con cierto resentimiento.
-Supongo que son algo así como amigos, ¿No?- pregunto Rachel mirando a Jesse.
-Para nada linda, yo no tengo esa clase de amistades- dijo Jesse echándole una mirada aborrecedora a Sebastian, y provocando que este se encendiera y exclamara dando un paso enfrente mientras lo señalaba:
-¡Porque diablos le dices linda a mi esposa! Sigues siendo un perfecto maleducado, la acabas de conocer, sabes que esta casada, y le llamas así-
-Vamos Seb… puedo decirle como quiera, porque para tu información yo la conozco…-
-¡Tú debes saber como es el Sr. St. James!- interrumpió Rachel, intentando que el pasado entre ella y Jesse no se revelara. –Él tan solo esta jugando, es su forma de ser-
-Sí eso- dijo Jesse mirando a Rachel son una sonrisa controladora, y ella supo que la estaba amenazando con contarle todo a Sebastian.
-Como sea…- dijo Sebastian lleno de hastió. –Pero… ¿Qué haces tú aquí St. James?-
-Como tu esposa dijo, voy a trabajar aquí- respondió Jesse con cierta arrogancia.
-¡Ah! Siento tanto que tengas que soportar a este idiota amor- dijo Sebastian compadeciéndose de Rachel.
-Espera… Tú sigues siendo el imbécil que conduce un auto alrededor de una pista durante mucho tiempo para llegar primero, él mismo que con dificultades termino la preparatoria ¿Cierto?... Ahora, yo soy el que termino la universidad con créditos honorarios; él chico al que le sobra talento, y que por consecuencia es mejor que tú. Ahora dime, ¿Quién es el idiota?- dijo Jesse seriamente mientras elevaba ligeramente la voz. –Déjame responder por ti. Eres tú-
Sebastian lo miro lleno de furia, dio un paso para quedar frente a él y levanto su mano derecha en forma de puño, dispuesto a pegarle justamente el la cara. Su puño esta a punto de impactar en la cara de Jesse, cuando éste flexiono un poco su cuerpo al otro lado, esquivando él golpe; que no había alcanzado la velocidad ni la dirección correcta, por la pequeña mano que había jalado el brazo de Sebastian.
-¡Deténganse ambos! – exclamo Rachel aun con su mano sobre el brazo de Sebastian; miro a los dos suplicando que se detuvieran. –Parecen niños pequeños peleando por tonterías… ¡Maduren y dejen sus conflictos en el pasado!- termino la morena fulminando a los dos con la mirada. Sebastian se había relajado y parecía arrepentido, mientras que Jesse, por el contrario, tenía la mirada divertida y una sonrisa burlona dibujada en sus labios.
-No te preocupes nena, el único que tiene que madurar es este… tipo al que llamas esposo. Yo estoy bastante calmado, y únicamente dije la verdad, te juro que nunca pretendí pegarle o algo así- dijo Jesse mirando a Rachel intensamente, atrapándola con esos ojos plateados, provocando que la morena lo mirara embobada, ignorando por completo a Sebastian.
-¡No voy a permitir esto!- exclamo Sebastian furioso. –No puedes decirle linda o nena a mi esposa, y no puedes desnudarla con la mirada. Inténtalo otra vez idiota, y voy a romper tu odiosa cara el pedazos- dijo interponiéndose entre Rachel y Jesse, quedando frente a él y gritándole las cosas que quería dejar claras.
-Voy a correr el riesgo; porque te digo algo, desnudarla con la mirada no me parece suficiente, necesito mas- dijo Jesse lleno de cinismo y superioridad pero al final bastante sincero.
-¡Maldito imbécil!- exclamo Sebastian abalanzándose sobre Jesse. Los dos cayeron al suelo; Sebastian, en la parte de arriba, intentaba impactar uno de sus puños en la cara de Jesse, que desde abajo, esquivaba los golpes y tenía su mano alrededor del cuello de su oponente. Rachel estaba aterrada e impresionada por lo que pasaba delante de sus ojos comenzó a gritarles que se separaran, pero parecía que ellos no la escuchaban. Sebastian hizo un movimiento rápido y golpeo a Jesse debajo del labio, este inmediatamente empezó a sangrar y de un segundo a otro había golpeado a Sebastian en la nariz provocándole una hemorragia, aun así ninguno se detuvo y cuando Jesse estaba apunto de golpearlo en el ojo y dejarle una fea mancha morada, los dos sintieron que una enorme cantidad de agua caía sobre sus cabezas, lo que los hizo detenerse y mirar hacia donde provenía el agua. Era Rachel que había tomado una cubeta con agua y se las había echado encima. -¡Deténganse por favor!- grito apunto de llorar. Sebastian se levanto y camino hacia donde estaba Rachel, cojeaba un poco de su pierna derecha.
-Tranquila Rach, fue culpa de este idiota- le dijo mientras intentaba rodear a Rachel con sus brazos, pero antes de que lo lograra ella se separo de inmediato lo miro y les dijo muy molesta mirando también a Jesse que continuaba en el suelo:
-¡No!- exclamo con los ojos un poco húmedos. -¡Ustedes dos parecen unos monstros! ¿Qué diablos acaba de suceder?... No lo se, pero mejor me largo y dejo que se maten solos- dijo dándose la vuelta y bajando las escaleras.
Jesse se levanto de golpe y corrió hacia donde ella estaba:
-Espera Rachel, yo… lo siento, estaba sobreactuando me deje llevar. Lo siento Sebastian por el golpe y tod…- No pudo terminar pues cayo al suelo. Rachel se acerco a él de inmediato y se arrodillo para poder verlo de cerca, estaba pálido y parecía que su respiración había disminuido: -¡Ayúdame a Levantarlo!- exclamo Rachel mirando a Sebastian; este se acerco y apoyo el cuerpo de Jesse en su hombro; con ayuda de Rachel llegaron a la enfermería que no estaba muy lejos de ahí. Una enfermera se hiso cargo de él por unos minutos, le curo la herida de abajo del labio y unos cuantos rasguños; después de un rato les aviso que Jesse había despertado y que estaba fuera de peligro: -Solo ha sido un desmayo… Por el golpe, por la impresión, eso no lo se- les había dicho la enfermera.
Rachel y Sebastian se dirigieron al cuarto donde se encontraba Jesse, para verlo; cuando entraron Jesse estaba acostado sobre la camilla escondiendo su cara tras una revista que pretendía leer. Cuando escucho la puerta abrirse retiro la revista de su cara dejando ver tan solo sus ojos plateados, que tenían una expresión llena de lucidez.
-¿Cómo te sientes Jesse?- pregunto Rachel sentándose en un pequeño sillón al lado de la camilla.
-Maravilloso, es como si hubiera vuelto a nacer. Gracias por tu preocupación nena- dijo Jesse alejando la revista de su cara y dejándola de lado, mostrando la pequeña cicatriz debajo de su labio. Mirando a Rachel con cierta sensualidad. Le había dicho nena, Rachel miro a Sebastian, tenia la expresión dura y parecía que apretaba los dientes.
-Llámame Rachel, esta bien, no queremos otro problema ¿cierto?- dijo Rachel intentando corregir a Jesse.
-Claro que no dulzura- dijo él mirándola con mucha profundidad y de reojo viendo a Sebastian recargado en la pared lleno de furia. Y entonces Rachel recuerdo que Jesse en incorregible.
-Creo que es hora de irnos- dice poniéndose de pie y acercándose a la puerta; Jesse asiente. –Sebastian esta arrepentido por lo que pasó. Ambos lo sentimos mucho- añadió Rachel.
-¡Oh Rachel! No te preocupes, participamos los dos, y al final solo fueron pequeños golpes y rasguños, nada grave hasta ahora; cualquier efecto secundario que salga me lo cobro contigo linda. Eso va a ser un placer- dijo Jesse mirando a Rachel intensamente y mientras le enviaba una picara sonrisa. Rachel termino perdida en la mirada plateada, hasta que la puerta azotada a sus espaldas hizo que saliera del momento; Sebastian había salido de ahí muy molesto, una punzada de culpabilidad le llego a Rachel.
-Bueno… Adiós Jesse- dijo la morena débilmente.
-Hasta mañana- dijo él viendo como ella salía por la puerta un poco nerviosa.
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Hola… Nuevo capitulo (: Espero les guste… Ojala yo pueda actualizar pronto. Dejan sus opiniones. BYE! By: Julietta St. James Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance? 1206646864
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Mensaje por mari71087 Lun Jun 10, 2013 4:42 pm

askjasjkak que lindo! st berry :) rachel y sebastian casados? Jaja sebastian celoso!.. XD..... Y jesse tan asjkalksajsak me encanta ese jesse!...
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Mensaje por yani_sanchel Mar Jun 11, 2013 1:56 am

Nueva lectora me encanta tu finc desde el primer capitulo me atrapo y este capitulo fue genial Sebatian es tan lindo con Reichel y ella lo deja pintado cuando lo ve a jesse la entiendo porq es Jesse pero si ella no quiere a sebatian que me lo regale yo quiero uno asi jajjaja bueno nos vemos en el proximo capitulo by
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Mensaje por Julietta St. James Dom Jun 16, 2013 2:44 pm

Capitulo 10: Confía en mí
Rachel cerro la puerta detrás de ella, y antes de continuar caminando para alcanzar a Sebastian, se recargo en la pared y soltó un suspiro ahogado; se quedo mirando al frente y después respirando de la manera más profunda que pudo se enderezo y siguió con su camino, que tenía como propósito encontrar a su esposo.
¿Dónde estaba Sebastian? Ella no lo sabía; al principio creyó que él estaría en otro cuarto de la enfermería curando sus heridas, pero cuando fue a buscarlo no lo encontró; recorrió NYADA de arriba abajo, pero no lo pudo encontrar. Tenía la cabeza adolorida, los pensamientos alborotados y estaba llena de ansiedad; perder a su esposo era lo único que le faltaba para que el día se fuera a la basura. Se detuvo un momento, había buscado en toda la escuela y no lo había encontrado, tal vez él estaba tan molesto que había regresado a la casa solo… pero como iba a saberlo Rachel; si por lo menos Sebastian respondiera sus llamadas. Estaba malditamente enojado, ella lo sabía por la mirada que le había echado a Jesse en todo momento; y obviamente por su dura expresión, la manera en que la había mirado a ella y la forma en que había salido del cuarto mientras azotaba la puerta.
Porque las cosas se tenían que complicar tanto. No era su culpa, porque el único culpable de los problemas que la morena podía tener era Jesse ¿Era acaso su destino vivir a la sombra de St. James? Porque no podía alejarse de su vida y dejarla en paz; al fin y al cabo él tenía su vida hecha aparte; porque cualquier duda que Rachel pudo tener, Jesse había dejado muy claro el otro día que estaba casado…  ¿Entonces porque demonios seguía siendo tan posesivo con ella? ¿Por qué le importaba tan poco que ella estuviera casada? ¿Por qué la seguía tratando como si fuera de su propiedad?  Porque ella era de su propiedad, lo fue y después de todo seguía siendo suya. Ese pensamiento le provoco un escalofrió a Rachel, era verdad, pero le dolía pensarlo siquiera. Y que iba a hacer con Sebastian, sabia que estaba molesto, lo había visto muy pocas veces enojado, pero esas pocas veces le habían enseñado que él, molesto, no traía nada positivo; *Maldito Jesse* pensó, porque nadie mas tenia la culpa que él… o quizá ella también era culpable, al final de todo lo era.
Se sacudió la cabeza, porque sabía que si seguía dándole vueltas al asunto iba terminar ahogada en lágrimas. Salió al estacionamiento, estaba obscureciendo y lo mas seguro, además de su única alternativa, después de buscarlo por todas partes, era que Sebastian hubiera regresado a la casa por su cuenta. Camino hacia el lugar donde había dejado su auto, y pudo apreciar con dificultad una silueta enfrente del sitio en donde aparcaba; se acerco algo insegura y ya bastante cerca la luz revelo los ojos verdes de Sebastian, que aun tenia los raspones, las manchas de sangre, y los moretones sin ningún tipo de cura, en realidad estaba intactos.  
-Finalmente te encuentro- dice Rachel con una leve sonrisa.
-¿Te ibas a ir sin mi?- pregunta Sebastian levantándose de la acera donde estaba sentado.
-¡No!- se apresura a exclamar Rachel, porque otro malentendido empeoraría las cosas. -Es solo que pensaba que tú ya estabas en la casa… Cuando te vi por última vez parecías molesto-
-No solo parecía, lo estaba; en realidad lo estoy- dice el con la dura mirada sobre Rachel.
-¿Por qué?- pregunta  ella con un  susurro de voz mientras bajaba la mirada. Sabia porque.
-Sabes porque- dice él secamente.                                                                    
-Yo… yo creo que estas llevando los celos demasiado lejos; apenas y lo conozco de vista- dice Rachel, sin mirarlo, porque estaba mintiendo, a no ser que conocerlo de vista significara recordar cada parte de su cuerpo desnudo.
-Eso lo se, no es lo que me molesta ¿Sabes porque?- ella niega con la cabeza. –Porque a él lo conozco, se que es un maldito que no respeta nada. Pero hay algo que me altera y eso es tú dejándote llevar de una forma demasiado fácil, me hace dudar de lo que sientes por mi, de si en realidad me amas…-
-No digas eso, porque sabes que…-
-¡No, Rachel! Quiero decirlo, porque es como me siento- la interrumpe él bastante alterado.
-Pero no tienes que sentirte así; Jesse es algo es algo llamativo, lo acepto, pero no  es ni la mitad de lo que tú eres para mi- dice ella mientras se muerde la lengua al terminar, otra mentira; en realidad era un aspecto que la confundía bastante.
-No todo gira alrededor de St. James- dice el bastante molesto. *Últimamente para mi sí* piensa Rachel algo asustada. –Todo lo que digo es que eres hermosa, si algún hombre se te acerca te dice algo lindo y es bastante “Llamativo”- dice haciendo las comillas con sus dedos. –Te vas a perder con él,  y yo voy a perderte a ti; no puedo soportar eso Rachel, no puedo- añade con la mirada entristecida.
¿Cómo podía Sebastian pensar eso?  Ella jamás haría algo así con cualquiera, con nadie, no podría, porque lo amaba… *Pero Jesse no era cualquiera* le grito su conciencia y un nudo se le formo en el estomago. –No estas diciendo esto…- dice confusa. –No puedes pensar algo así, porque yo no te lo haría, nunca, con nadie… Puedo jurártelo. Tienes que creer que te amo, y que seria incapaz…- *De herirte como alguna vez me hirieron* completa en su mente. –Te lo juro; no puedo obligarte a que me creas, pero si quieres que esto funcione tienes que creerme- añade mirándolo con intensidad mientras entrelazaba sus mano con la de él. Sebastian toma firmemente la mano de Rachel y después lentamente se acerca a ella y deposita un ligero beso en sus labios; se separa de ella y mirándola bajo la profunda obscuridad le dice en un susurro:
-Te creo- Rachel sonríe levemente de lado.
-De acuerdo; Ahora sube al auto hay que salir de aquí para que te cure esas heridas, porque se te van a infectar y no quiero que se conviertan en algo peor- dice la morena jalando ligeramente a Sebastian hacia el auto;
-En realidad ya detuvieron la hemorragia de la nariz en la enfermería, pero prefería que dejaran lo demás como estaba, no creo que sea nada grave- dice él encogiendo los hombros.
-Como sea, tenemos que ir a casa, cuando estemos haya ponemos por lo menos una bandita ¿De acuerdo?- dice ella mirándolo algo preocupada.
Él asiente y se sube al auto, en cuanto Rachel se sube enciende el carro y comienza a  conducir hacia la casa. En todo el camino ninguno dijo una palabra, según Rachel habían arreglado las cosas, pero en la mirada de Sebastian no había visto mucho convencimiento, y la verdad era que ella tampoco se había creído mucho de lo que había dicho, porque cada que intentaba plantearse la idea de permanecer junto a Sebastian sin interrupciones, la cara de Jesse aparecía en su mente y le revolvía el estomago de un manera agradable y demasiado tentadora.
Cuando estuvieron dentro de la casa Rachel le sugirió a Sebastian que tomara un baño, él accedió y después de un rato estaba en la habitación con un pantalón de pijama en color café y el pecho desnudo.  Rachel había preparado algunas cosas, como gasas, alcohol, pomadas y banditas para curar las heridas de Sebastian, y después del baño ella noto que su nariz estaba algo hinchada y los pequeños raspones enrojecidos, además de que tenia partes ligeramente moradas.
-Ven aquí- le dice ella con un dulce tono de voz, él esboza una sonrisa y se acerca a donde esta Rachel, mientras se sienta en la cama frente a ella. – ¿Qué sucede?- añade ella mientras empapa un algodón con alcohol.
Sebastian entrecierra los ojos, extrañado. -¿De que hablas?- susurra.
-Sigues distante y por tu expresión algo va mal- dice Rachel mientras pasa el algodón por uno de los raspones, el que esta bajo su ceja.
Él cierra los ojos y suelta un suspiro por el ardor que provoca el alcohol sobre la herida.       –Bueno… Ya sabes, confió en ti y creo en lo que me dijiste, pero no en St. James, lo conozco hace bastante como para saber lo que es capaz de hacer… No quiero que trabaje contigo, no quiero que tenga nada que ver contigo, en realidad- dice algo angustiado.
Rachel suelta un suspiro. –No puedo hacer nada para que deje de trabajar conmigo, no depende de mí; pero si pudiera hacerlo, haría que le quitaran el trabajo- *¿Realmente lo harías?* se pregunta a ella misma; y le asusto la forma en que su subconsciente le grita un rotundo no. –Pero no tienes que preocuparte, primero porque yo no voy a dejar que él se meta conmigo, y segundo porque no creo que Jesse tenga esas intenciones- enseguida muerde su lengua lo mas fuerte que puede; Jesse tiene totalmente esas intenciones.
-¡Ja Ja!- ríe Sebastian sarcásticamente, mientras Rachel pone un poco de pomada en sus moretones. –Te estoy diciendo que lo conozco Rachel, no son celos sin motivos, St. James en un imbécil que coquetea con cualquier cosa que se mueve y por lo que vi tú eres de su agrado, y cuando algo es de su agrado hace lo que sea para conseguirlo; Y por esa razón ¡No te quiero cerca de él!- exclama bastante tenso y con los ojos llenos de furia.
Rachel mira a Sebastian impresionada, realmente conoce a Jesse, casi tanto como ella lo conoce; no, no estaba ni cerca de conocerlo como ella lo conoce, porque si eso fuera cierto estaría mas que celoso y seguramente lo hubiera dejado inconsciente… Y eso claro sin saber la patética y pasional historia que hubo entre ellos antes. –Tienes que calmarte- dice ella en tono tranquilizador. –No puedo hacer nada y tú tampoco puedes hacer mucho; tienes que confiar en que nada va a pasar, en que te amo y sin importar de que sea capaz Jesse, no voy a caer, porque soy mejor que eso, mi amor por ti en mejor que cualquier truco que él pueda tener- dice con la mirada fija en Sebastian, después de todo son palabras para él, pero a ella le suenan como un discurso de superación, en el que se dice a si misma que puede evadir a St. James sin importar cuan difícil puede ser.
Sebastian la mira con cierta incertidumbre, y después de ver un pequeño brillo en los ojos marrones de Rachel, sonríe levemente y asiente. –Esta bien, eso parece convincente- dice con seguridad. Ella le sonríe ampliamente y lo besa en los labios profundamente, mientras él enreda sus dedos en el cabello ella y la atrae a su boca para profundizar el beso, mientras Rachel  muerde el labio inferior de Sebastian. Se separan con la respiración entrecortada Rachel lo mira atentamente y deposita un pequeño beso en la herida que esta sobre su ceja.
-Eso parece servir mas que cualquier clase de pomada- dice él con una picara sonrisa. Es una obvia propuesta para que vayan a la cama, pero Rachel esta demasiado ansiosa para tener cualquier clase de contacto físico con su esposo.
-Lo se- dice ella secamente, mientras se levanta y deja a Sebastian con la boca abierta lleno de cierto fastidio. –Ahora voy a tomar un baño ¿Sí? Tú descansa… No tardo- añade mientras toma su bata de baño y se dirige al cuarto de baño.
-Genial- dice Sebastian desganado y con un tono de hastió, mientras ve que Rachel entra al baño.
La morena esta tremendamente casada, había sido un día muy largo, con demasiados altibajos. Tiene todo el cuerpo adolorido, y parece que los golpes que Sebastian y Jesse habían compartido se los han dado a ella. Sabe que todo es mental, mucho cansancio mental, ya que se había pasado todo el día preocupada y nerviosa; principalmente porque Jesse iba a trabajar con ella ¿Cómo diablos iba a soportar eso? No lo sabía, pero no quería pensarlo en ese momento, porque si empezaba a darle vueltas al asunto seguramente la duda y el temor la iban a invadir y no iba a dormir, así que decidió que pensaría en algo cuando estuviera frente a Jesse, olvidándose del asunto por el momento y  por el resto de la noche.
Abre la llave de la regadera mientras se deshace de toda su ropa y da un paso para adentrarse en el agua; esta perfectamente templada, resbala por todo su cuerpo y le relaja los músculos de una manera abrazadora,  Rachel deseo que el agua pudiera  relajar también sus acelerados y confusos pensamientos. Comienza a mojar su desordenado cabello, cuando cree escuchar la puerta abrirse; *Estas inventándolo* se dice así misma, deteniendo el impulso de darse la vuelta para ver que sucede, segura de que su confundida mente le esta haciendo escuchar cosas fuera de lugar.
-Creo que debería entrar ahí- dice una ronca voz con cierto tono de sensualidad; Rachel se da la vuelta de forma acelerada y entre la cortina de baño asoma su cabeza, Sebastian esta enfrente deshaciéndose de su ropa interior y con  el pantalón de pijama a sus pies. Ella muerde su labio, lo desea, lo desea mucho, no han estado juntos desde hace una semana o más; pero ella no quiere cometer errores; desde que Jesse había vuelto, ella tuvo miedo de querer revivir lo que habían pasado juntos mientras estaba con Sebastian, eso seria imperdonable, y la solución mas rápida que pudo encontrar fue negarse en todo momento a estar con su esposo, una idea estúpida, porque sus hormonas alborotadas le gritaban que se metieran a la cama juntos; ahora no tenia opción, quisiera o no, iba a hacerlo; en realidad quería hacerlo pero tenia que hacerlo bien, sin Jesse entrometiéndose. *Deja de pensar él* le grita su subconsciente. La morena abre la cortina de baño para dejar pasar a Sebastian con una sonrisa traviesa, este entra de inmediato y se acerca a ella,  mientras pasa una de sus manos por la cadera húmeda de Rachel y acaricia ese espacio mientras la baja levemente hasta que toca su entrepierna, ella se estremece y enreda sus brazos atreves de la espalda de Sebastian, mientras este empieza a besar apasionadamente el cuello de la morena; ella cree tener todo controlado hasta que en su mente aparece Jesse y la forma en que beso su cuello esa mismo tarde, suelta un suspiro ahogado con solo recordarlo; *Olvídalo idiota* se dice a si misma. Pero no lo logra, no puede sacarse de la mente la imagen de Jesse haciéndola suya tantas veces… *Intenta algo* se suplica de nuevo, cada vez mas tensa al contacto de Sebastian con su piel. *La carta* le dice su voz interior; 2 años intentando olvidar la estúpida carta y todo lo que contenía, a la basura. La morena recita en su mente cada punzante palabra de la carta de Jesse y entonces todo parece correcto y sencillo. Sebastian es su esposo, lo ama a él, y Jesse se puede ir al diablo.
-Vamos a la cama- susurra ella en el oído de Sebastian mientras muerde un poco su lóbulo. ¿Por qué ha dicho eso? Lo sabe, la regadera es un espacio que pertenece a Jesse, o solía pertenecerle todas la mañanas… *Idiota* se dice a si misma molesta, mientras recuerda de nuevo la carta.
Sebastian cierra la llave y pasa sus manos por los muslos de Rachel mientras la eleva, al mismo tiempo besa sus labios desesperadamente, ella acaricia la espalda de él y muerde ocasionalmente sus labios. Ambos están mojados y escurren por el cuarto ¿A quien le importa? Él la deja en la cama, ella abre sus piernas y Sebastian cae agitado sobre ella.  Acaricia cada parte del cuerpo de Rachel y la llena de besos, mientras que la morena hace lo mismo de una manera mas intensa y apresurada, como si nada fuera suficiente; el calor de sus cuerpos se mezcla y hace el espacio un poco mas erótico; él continua recorriendo su cuerpo sin saciarse nunca, mientras ella besa y muerde atrevidamente el cuello de Sebastian. Pasan un rato mas entre caricias y besos hasta que Rachel obtiene lo que necesitaba desde hace bastante. Terminan agitados, con la respiración entrecortada y con unas sonrisas de placer. Sebastian pone la cabeza de Rachel en su pecho y ambos se quedan así un momento intentando conciliar el sueño. Ella no puede dormir esta demasiado excitada y opta por  felicitarse  así misma, no pudo hacerlo mejor, y ahora Jesse es un fantasma… Sebastian la mira a los ojos lleno de deseo, tampoco puede dormir. Y entonces Rachel se da cuenta de algo; no va a dormir para nada, pero sabe que vale la pena.
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Holi (: Pues aquí con otro capitulo, netamente dedica a SmytheBerry;(Y sí, Rachel y Sebastian están casados, lo que pasa es que en la primera versión que escribí del Fanfic había una parte que decía que se habían casado en las vegas, pero cuando comencé a subirlo aquí, la omití, perdonen, y sepan que lastimosamente están casados) pero si quieren St. Berry no se preocupen porque lo que viene está intenso… Mucho, Mucho St. Berry. Gracias por sus comentarios, Dejen sus opiniones, Yo espero poder actualizar muy pronto. BYE! By: Julietta St. James
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Activo Re: Fanfic St. Berry Tú eres todo lo que quiero Capitulo 18: ¿Las Fiestas Invocan El Romance?

Mensaje por mari71087 Lun Jun 17, 2013 1:49 pm

lindo capitulo :), me da lastima por sabastian el al parecer la quiere, y ella mintiendole...
Porque hiciste que rachel estubiera casada!.. :(
bueno supongo que jesse se merece esto, por hacerla sufrir, que sufra el un poco no?...
Actualiza pronto :)
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