Fic: klaine reencarnación capitulo 3 " Decisiones"

Ola espero no dejes este fic espero lo sigas pronto me gusta mucho encerio espero lo sigas

Porque no habia visto este Fic? Me encanto! En serio me gusta mucho tus historias, espero puedas actualizar pronto porque en serio quiero saber que pasa con Kurt y Blaine.

Y Carson :'( me da pena Blaine pero ya llego Kurt!!! :D espero actualices pronto :)

Capítulo 2



                                         
                                          "Decisiones"


Dos meses transcurrieron, desde que conocía a la réplica exacta de Carson. Su vida volvió hacer un desastre, dejo su empleo, las andadas volvieron hacer parte de su rutina diaria. No podía sacarse de la cabeza esos ojos azules.

Se embriagaba hasta no tener conciencia de este mundo, pero aun así, al cerrar los ojos era lo único que lograba ver. Estaba desesperado, quería borrar esa imagen de su mente. Todos esos años que sufrió en silencio, volvieron por culpa de un niño. Pero Blaine sabía a la perfección que no era un niño cualquiera, este era diferente.
La forma en que su corazón latía, cada vez que pensaba en él. Le hacía entender que Carson estaba en ese cuerpo diminuto, era algo estúpido e incluso enfermizo. ¿Quién creería semejante idiotez?

Eran algunas preguntas que rondaban por su cabeza, pero las respuestas no estaban por ningún lado. Nadie le podía ayudar, solo él mismo. Tampoco podía acudir con ayuda especializada, lo internarían en algún centro de rehabilitación, ya estaba arto de esos lugares, no volvería a uno nuevamente.

Con un suspiro resignado, decidió abrir los ojos. Una mueca se formo inmediatamente al percatarse que no estaba en su habitación, como muchas ocasiones anteriores, se encontraba en un departamento con algún desconocido completamente desnudo a su lado. No era necesario ser un genio para saber lo que había sucedido en aquel elegante cuarto.

Al mirar a su derecha, pudo ver a un hombre rubio, acostado boca abajo, las sabanas tapaban su trasero y la espalda baja. Con mucho esfuerzo se levanto quedando sentado, para observar la habitación con más detenimiento.

Las paredes estaban pintadas, con tonalidades oscuras. Pudo ver toda la ropa de él y su acompañante en el piso, desparramada descuidadamente, se movió de manera lenta para no despertar al otro sujeto, ya que realmente no recuerdo su nombre. Tampoco le interesa saberlo, camino con cuidado por el piso alfombrado, se sostuvo del gran escritorio, que estaba en el lugar cuando un fuerte mareo le embargo, cerró los ojos unos momentos hasta que el malestar se esfumo.

El escritorio estaba repletos de algunos planos, notas de medidas. Dando entender que era un importante arquitecto. Ahora entendía por qué el lugar era tan lujoso, los muebles debían valer una fortuna, todos tallados. Como si fueran sacados de algún museo Europeo. Lo más impresionante era el hermoso armario, de madera fina, con detalles en los bordes, tallados a mano se podían notar con solo mirarlo una vez. Las manecillas eran de plata muy bien esculpida.

— ¿Ya te vas? —La repentina voz de su ligue, lo hizo dar un salto del susto que se llevo.

—Tengo cosa que hacer, —respondió de manera rápida, sin mirarlo. Realmente no se atrevía, cuando localizo sus bóxer se los puso de prisa, tratando que el enderon azul  no cayera de su cadera.

—Vamos, no es como si no te hubiera visto antes. —Comento de manera irónica. Blaine levanto la vista para ver al otro hombre, era rubio, con brazos fuertes intensos ojos verdes. Suspiro con algo de alivio, al no despertar con otro nerd, que se enamora de él con tan solo una noche.

—Lo sé, pero prefiero privacidad. —El hombre levanto una ceja de forma divertida, sacando una caja de cigarrillos de la mesita de noche junto a él. Lo encendió con calma mientras veía al moreno vestirse de manera torpe y nerviosa.

— ¿No me digas que fue tu primera vez? —Blaine no pudo aguantar las ganas de soltar una fuerte carcajada, que repercudió en todo el lugar.

— ¿Qué es lo divertido?

—Deje de ser virgen a los dieciséis cariño, créeme tu eres el cuarto de la semana. —Con esas palabras y un guiño de ojo se dirigió a la puerta, no sin antes tomar un refresco de la nevera.

Cuando salió del edificio, ante la mirada curiosa del conserje. Respiro de manera profunda como si el aire trajera alguna respuesta con él. Decidio caminar, un taxi era demasiado costoso. No tenía dinero, el poco que le quedaba debía utilizarlo para pagar la habitación que alquilaba. Además gasto mucho dinero en ese estúpido regalo que ni siquiera envió.

Habían pasado tres días desde que abandono la casa de Kurt, corriendo sin ninguna razón aparente gritando que no se acercaran más a él. Debió a ver dejado a ese pobre niño traumatizado de por vida, con su llanto y  sus gritos de ira mal contenida. También recordaba perfectamente los sollozos del niño cuando le grito. Las maldiciones del padre y como fue arrojado de la casa sin ninguna compasión.

Pero merecía todo eso, ¿Quién en su sano juicio grita a un niño pequeño?, y no le basto con eso. También lo llamo abominación, si, era un hecho Blaine Anderson estaba completamente loco. Quería remediar lo sucedió, pero no podía, tenía miedo que Burt cumpliera su promesa de volarle la cabeza con su escopeta.

Con esos pensamientos siguió caminado sin rumbo aparente, debía ir a trabajar en dos horas pero no pensaba en aparecerse por el lugar, no tenia ánimos para  servir a gente mal agradecía. Faltaba un día para el cumpleaños de Kurt y sexto aniversario de la muerte de Carson. Dejo de ir a visitarlo al segundo año de su muerto, ver la tumba con su nombre inscrito en ella solo le hacía más daño y la culpa volvía.

Cuando se detuvo frente al centro comercial, estuvo medio minuto parado en medio de las calles. Pensando en entrar o no, luego de una lucha interior, decidió entrar, se dirigió directamente al tercer piso, camino hasta doblar a la derecha y encontró una enorme juguetería.

Entro de manera tranquila, no había mucha concurrencia en el lugar, una mujer me observo con el ceño frunció, ver a un hombre de veintiún años entrar con chaqueta de cuero, botines negros, cabellos despeinado y un olor a cigarro que se puede olfatear desde la entrada del lugar, seguramente no es de los cliente que habitúa ver en la tienda.

— ¿Te puedo ayudar en algo? —La misma chica se había acercado de manera desconfiada. Como si temiera que Blaine robase algo. Este la miro con impaciencia.

—Realmente, no, pero gracias. —Camino lentamente, ignorando el trineo de los dientes de la chica, claramente molesta por su actitud, los angostos pasillos llenos de juguetes hizo la búsqueda más difícil, tomando en cuenta que no tenía idea de que regalarle a un niño como Kurt.

Se detuvo en un pasillo, donde había varios peluches en el, uno en particular llamo su atención. Sonrió con nostalgia y lo acaricio con el pulgar, tratando de volver el tiempo atrás con ese acto.

Una fuerte toz, que claramente era falsa, lo trajo a la realidad. Para ver a la chica que lo saludo hace unos instante, con los ojos entrecerrados apuntando en dirección hacia un letrero, de color rosa con letras negras “NO TOCAR”. Se podía leer perfectamente.

—Lo siento. — Susurro, desviando la mirada, miro por un momento más el gran peluche frente a él y decidió que sería un regalo fabuloso, lástima que no vería la cara de emoción del niño al abrirlo. —Quiero este. —La chica asintió, sacando unas llaves de su bolsillo para abrir el pequeño candado amarado a la cola del peluche, para impedir algún robo.

—Sígame por favor,  —su voz era amable pero fría, dando a entender que Blaine no era de su agrado. Pasó la pequeña etiqueta por el lector de código y sonrió de manera falsa hacia Blaine. —Son cincuenta dólares.

Este casi cae, cincuenta dólares por un mugroso peluche. Cerró los ojos para calmarse, y decidió pagarlos de mala gana, debía por lo menos enviar un regalo decente por todo lo sucedido anteriormente.

—Aquí están. —Sentencio de manera brusca entregando el dinero solicitado, la mujer sonrió de manera cínica y le entrego el peluche en una enorme bolsa. —Necesito, envolverlo para regalo.

—Con la boleta, dirígete allá. —Contesto contando algo de dinero de la caja registradora, al mirar él moreno vio a una chica de cabello rojizo que estaba entretenida mirando su celular.

—Gracias. —Bufo, caminado de mal  humor hacia donde la chica pelirroja. La mujer al verlo sonrió de manera sincera, tenía varias pecas esparcida por su rostro.

— ¿Bueno que papel desea?-Pregunto gentilmente, mostrando tres diferente diseños, uno purpura, otro rosa con cintas y otro amarrillo con algunas muñecas en el.

—Es para un niño. —La chica miro el peluche y levanto una ceja de manera sugerente. La cual Blaine ignoro de manera olímpica. —Me gusta ese azul con oso de felpas café. La mujer asintió y comenzó a envolver el regalo sin hacer ninguna pregunta.

—Listo. —Blaine asintió y se fue, dejando una moneda en el pequeño cerdo alcancía, que estaba en el mesón.

Salió del lugar casi en la ruina y con un enorme paquete.


Llego a su casa media hora después, eran alrededor de las una de la tarde. Al abrir la puerta lo recibió un exquisito aroma a estofado de carne. Su favorito. Camino silenciosamente por el pasillo estrecho, que llevaba a su habitación. Pero Bianca lo impidió.

— ¿Noche difícil? —La mujer pregunto, estaba de espalda a él, revolviendo el estafado que se cocinaba a fuego lento.

—Realmente no quiero hablar ahora. —Sentencio, Bianca lo miro de manera desaprobatoria.

—Me importa un rábano. Si tú no quieres hablar, pero me escucharas Blaine. —El moreno estaba  sorprendido, Bianca era muy dulce prácticamente siempre, pero ahora se veía serie e incluso daba miedo.

—Te escucho. —Termino diciendo con aires resignados. La mujer apago el estofado y se acomodo en una silla de mimbre frente a él. Su cara era seria pero amable.

—Blaine. —Comenzó de manera gentil tomando su mano, —yo no soy tu madre, tampoco pretendo ser como una. Pero te quiero como si fueras mi hijo y sufro cuando te veo en esas condiciones.

—Estoy en perfectas condiciones. —Respondió de manera fría, desviando la mirada al sentir la culpa en su pecho.

—No lo estas, —sentencio la mujer con una sonrisa triste. Apretó el agarre de su mano, —
Deja  esa barrera estúpida que has creado. Ahora lo que más necesitas es que los que te quieren estén cerca de ti. —Miro los ojos avellanas que tantas veces vio húmedos y prosiguió. —Blaine dejar que te ayuden no te harás más débil. Lo único que haces es dañarte a ti mismo, creo que ya es hora de dejarlo ir Blaine, tienes que superarlo.

—No puedo. —Susurro el joven, que ahora parecía un niño pequeño frente a la mujer.

—Cariño, sé que es difícil. —Se acerco al muchacho, limpiando con un pañuelo que siempre llevaba en el bolsillo sus lágrimas. —Creo que es hora de comenzar con tu vida, —Blaine susurro un leve “si”, se paro y abrazo a la mujer que lo apoyo durante todo este tiempo, cuando la gente ya había perdido las esperanza en él. —Porque no te duchas descansas un poco. —Asintió como si fuera un niño pequeño y se dirigió en silencio hacia su habitación.

Al entrar en ella se apoyo en la puerta y dejo escapar un sollozo. Sabía que era hora de dejarlo ir, no podía vivir así solo se destruía día a día. Se acerco al armario pequeño que contenía la poca ropa que tenia, y miro el paquete, aun envuelto pero algo sucio y desprolijo. Debía entregarlo y comenzar desde cero.

Tomo un cambio de ropa y se dirigió al baño con esperanza, que una ducha le aclarara los pensamientos que rondaban durante tanto tiempo.

Xxxx


—Papá. —Un pequeño castaño entro a la cocina algo angustiado y con lágrimas en los ojos.

—Kurt hijo, ¿Qué sucede? —Pregunto muy asustado al ver a su pequeño en ese estado emocional, se acerco a él, dejando a fuego lento la sopa que estaba cocinando para su esposa. Elizabeth cada día enfermaba más, ahora no se podía levantar de la cama, las cosas eran complicadas. Los medicamentos que necesitaba eran costosos y su trabajo en el taller ya no era como ante ya que alguien tenía que cuidar al pequeño de cinco años y a su mujer, no podía darse el lujo de contratar a una niñera o una enfermera.

Por lo que solo abría el taller medio día, mientras Kurt iba al jardín de infante que está cerca de casa, intento inscribirlo a uno que tuviera jornada más larga, pero tenía que ser realista su mujer no pasaría esta navidad con ellos. Lo sabía, cada vez que la veía junto al inodoro lo recordaba. Pero no había nada que pudiera hacer, por lo cual decidió que no podía quitarle  el poco tiempo que le quedaba a su mujer la dicha de disfrutar a su pequeño.

—Mamá está en el baño y se escuchan ruidos extraños. —Burt cerró los ojos, apretó los puños con impotencia, tratando de calmarse tenía que ser fuerte para su niño. Se inclino a su altura.

—Kurt quédate en la sala, mira un poco de televisión. —El niño hizo una mueca. —Por favor hijo, no lo hagas difícil. Se un buen niño. —De mala gana asintió y fue a la sala con su padre quien lo acomodo en el sillón, encendió el televisor y puso un programa infantil subiendo el volumen a una manera  imprudente. Beso la frente del niño y subió a la planta alta de su pequeño hogar.

Entro a su habitación, para encontrar a su mejer caminado de manera débil, su piel era más blanca de lo habitual. Algunos mechones de su cabellera castaña caían por su frente que estaba con sudor por el esfuerzo. Rápidamente se acerco para ayudarla a recostarse nuevamente, — ¿Asuste al niño? —Comento una vez en la cama. Su voz era débil y su respiración muy rápida, como si le costase respirar de manera normal.

—No te preocupes él es fuerte. —Ella asintió con una dulce sonrisa, Burt se acomodo junto a ella en la cama, tomando su mano, sintiendo los huesos de su mujer, por la pérdida de peso increíble que ha tenido estos últimos desastroso dos meses.

—Lo voy a extrañar tanto, pero sé que estaremos algún día junto  los tres. —Tocio un poco antes de aclararse la garganta y continuar. —Pero para eso faltan muchos años, kurt te dará nietos, tú será un abuelo feliz y consentidor.

—No creo que podamos tener nietos, amor tú lo sabes. —Ella sonrió apretando el agarre con la poca fuerza que aún conservaba.

—Claro que sí. El puede adoptar cariño y tú amaras a ese pequeño, como lo amaste a él cuando lo sostuviste por primera vez. —Burt asintió, sintiendo como las lágrimas que trataba de contener caían de manera delicada por sus mejillas. —Tiene que cuidarlo Burt, sabes que no será fácil para él. Tienes que protegerlo por mí, recuérdalo. Necesita cariño y compresión, él es especial.

—Tranquila lo sé. Yo no dejare que nadie lo lastime, lo cuidare con mi vida. Es el regalo más hermoso que me has dado amor. —La mujer sonrió cerrando sus ojos de manera lenta. Burt sintió como su respiración se pausaba, el agarre se volvía flojo, los dedos rígidos.

Elizabeth no volvió abrir sus ojos ese día.


Xxxx

— ¿Estás seguro de querer hacer esto? —Jeff el mejor amigo de Blaine, bueno realmente el único que aún conservaba. Lo había acompañado en su auto hasta la casa del pequeño kurt, para hacer entrega de ese peluche que llevaba guardo algún tiempo en su pequeño armario.

—Sí, es el momento de empezar a vivir. —Comento saliendo del auto negro. Jeff asintió con una sonría, alegrándose de ver por fin al chico que conoció en segundaria, seguro y decidido.

—Volver en un momento espera. —El rubio asintió, estacionándose unas casas más allá, para que Blaine se sintiera tranquilo y no se presionara.

Camino  a paso lento, sus piernas temblaban, respiro un par de veces antes se caminar por el pequeño espacio que separaba la puerta. Miro hacia su alrededor y frunció el ceño al ver esas hermosas flores marchitas sin vida.

La casa también tenía un aspecto descuidado, como si ya no hubiese vida en ella o se hubiera apagado. Eso no ayudo a calamar su miedo, al contrario solo empeoro. Sus manos ahora también temblaban.

Cuando estuvo frente a esa puerta de color pálido, una vez más, conto hasta tres para darse valor de tocar el timbre. Lo hizo, espero unos momentos pero nadie contesto. Intento nuevamente, pero obtuvo el mismo resultado, nada.

Frunció el ceño, quizás no estaban, intento por última vez y al no escuchar ruido alguno, decidió volver otro día. Cuando comenzó a caminar para ir al auto de Jeff, una voz lo detuvo.

— ¿Buscas a los Hummel muchacho? —Una anciana de unos sesenta años, estaba afuera de su casa regando algunas flores, junto un pequeño perro viejo que cojeaba y gruñía a su cercanía.

—Sí, pero al parecer no están. —Contesto de manera descuidada y encogiéndose de hombro.

—Deben estar en el cementerio. —Comento la mujer con voz triste. Pero calmada, esas palabras helaron el cuerpo de Blaine, odiaba ese lugar igual o mucho más que los hospitales. Trato de alejar pensamiento imprudente de su mente, quizás algún conocido falleció.

— ¿Qué sucedió? —Pregunto, odiando cuando su voz salió algo tembloroso por los recuerdos que obtuvo al escuchar esas palabras nuevamente.

—Hace dos días que falleció Lizzy. —Blaine abrió los ojos como plato. —Lastima, —Prosiguió la mujer, sin percatarse que el chico frente a ella comenzó a temblar. — era una mujer tan joven, amable y muy hermosa. Que será de ese pobre niño sin una madre, Burt estaba destrozado, pero lo que no podre borrar de mi memoria, son los gritos desesperados de ese pequeño.

Blaine no escuchaba, lo que la mujer seguía diciendo, necesitaba encontrar a Kurt. Darle su apoyo, corrió hacia el auto de Jeff, sin ni siquiera despedirse. Solo había un Cementerio en ese pequeño pueblo.

— ¡Blaine que pasa! —Pregunto el otro chico al sentir como su amigo subía al auto de manera rápida, sus manos temblorosas y lagrimas en su rostro.

—Necesito ir al cementerio de Lima. —Susurro, ignorando la pregunta de Jeff.

— ¿Blaine que sucede?

—Jeff no pregunte solo llévame ahí.


Bueno aquí está el segundo capítulo. Sé que tarde mucho en actualizar, pero no estaba segura de continuarlo, gracias por los comentario que me animaron a seguir y por las criticas constructiva. Aun me falta mucho para mejorar mi escritura, sin mencionar que uno como persona nunca termina de aprender. Espero que este capítulo sea de su agrado y en cuanto tenga algo de tiempo libre, no duden en que subiré el tercero, nos leemos.

Me alegro que hayas actualizado, por favor no tardes con más capítulos.

cometí un error, es el capitulo dos no tres.Lo siento. =(

Oh no sabes como espere esta actualizacion, me encanta la trama debido al drama en ella...debo decir que soy masoquista me encanta torturarme con historias tristes hubo una tuya que me detuvo el corazon, una semana recorde esa historia "remember me" inolvidable la verdad...y ahora esta que tiene tristeza y esperanza espero que actualices pronto besos

Me encanto el capitulo pobre kurt su mamá se murio espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo me gusta mucho esta historia

me gusta mucho mucho mucho mucho <3
actualiza pronto...
besos...  

pobre kurt, detesto los funerales, son tan horribles, y mas para un pequeño como el, perder a tu madre debe ser la cosa mas horrible del mundo

Gracias por continuar con la historiaC:
me alegra que la continuaras porque en lo personal me encanto al leerla y si muy bien las criticas duelen lo mejor de todo es tomarlas para mejorar :)

sube pronto<3

hola lei tu fic y me encanto por favooooooooor actualiza pronto ya quiero ver que pasa
que blaine console a kurt por lo de su mama

actualiza rapido