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FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
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Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Lorena_Glee escribió:Me encantas!
Cuando lo checo siempre hay una actualización tuya y como casi siempre estoy pegada a mi cel xD ya que estoy en mi pueblito jeje pues que mas a leer brittana!!
Sobre el capitulo si igual me encanto! XD
Gracias :P
Intento poner capitulos siempre que puedo, el vicio del movil es muy malo No te reprocho nada, soy igual xD
Intento poner capitulos siempre que puedo, el vicio del movil es muy malo No te reprocho nada, soy igual xD
monica.santander escribió:Me encanta!!!! Me re encanta!!!
Quiero saber a quien va a llamr Britt para la investigacion!!
saludos
Espero unos capitulitos mas hoy??
Espera más capitulos por hoy, ahora mismo te dejo uno y puede que después de cenar me ponga con el próximo ;)
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 6
Capitulo 6
Santana y Britt recorrieron en silencio el laberinto de despachos que constituían el centro neurálgico del país. El Ala Oeste era un hervidero de actividad a cualquier hora del día pero en aquellos momentos impregnaba el ambiente una sensación de urgencia. Asesores, subdirectores, consejeros militares y personal de seguridad caminaban a toda prisa por los pasillos con cara de ir retrasados en una misión de vital importancia. Santana y Britt saludaron a los agentes del Servicio Secreto que flaqueaban el ascensor de acceso a las plantas residenciales y, una vez dentro, Santana preguntó:
-¿Por qué Nueva York y por qué esta noche?
Britt estuvo a punto de responder, pero, cuando se abrieron las puertas del ascensor y ambas salieron, señaló con un gesto la suite de Santana.
-Ahí está tu jefa de seguridad.
Paula Stark se hallaba ante la puerta de la habitación de Santana con la vista clavada en un punto de la pared de enfrente que, al parecer, resultaba de gran interés. Llevaba un traje oscuro, y su cara estaba casi tan blanca como su camisa. La nueva jefa de Santana no las miró cuando se dirigieron hacia ella.
-¿Paula? -preguntó Santana deteniéndose ante la agente del Servicio Secreto.
-Señora -respondió Stark rígidamente-. Por si la comandante no la ha informado, me
han nombrado su nueva jefa de seguridad.
-Sí, ya lo sé.
-Me gustaría revisar los planes de los próximos días.
-Creo que no tengo ninguno -la voz de Santana dejó traslucir un levísimo matiz de irritación-. Y no es buen momento.
-Lo comprendo. Esperaré encantada.
Santana se detuvo con la mano sobre el pomo de la puerta.
-¿Cuánto tiempo?
-Hasta que a usted le venga bien recibirme.
-Es una táctica nueva -afirmó Santana con cierta admiración. Miró a Britt, en cuyos ojos había destellos de humor-. Si no decido salir en cuarenta y ocho horas, te morirás de hambre, Paula.
-Sí, señora.
-Y ya se te ve agotada.
Stark se movió y miró a Santana.
-Me encuentro bien, señorita López. -Y agradecería que no prestase atención a esos detalles, de ese modo no alteraré sus planes.
-Tu presencia es una alteración. Eso lo sabes de siempre.
-Sí, señora. Me refiero a no producir más alteraciones de las necesarias.
-Me parece bien -Santana sonrió con una mezcla de diversión y amargura-. Entonces, ¿debo esperar que hables como si tuvieses un palo en el culo a partir de ahora?
-No lo sé -respondió Stark muy seria-. Aún no he tenido tiempo de practicar el tono de mando.
Santana suspiró y abrió la puerta.
-Entra. Tu estilo es único, y es imposible igualar el tono de mando de Britt. Pero, por amor de Dios, relájate.
Cuando entraron en la habitación, Stark se detuvo y miró a Britt, que se dirigió al otro extremo y se encogió de hombros en un gesto de disculpa. Stark se centró de nuevo en Santana.
-Me gustaría empezar diciendo que no tengo intención de sustituir a la comandante. Sin embargo, me han encomendado un trabajo. Un trabajo que considero vital, y pretendo hacerlo lo mejor posible. A mi manera.
-Eso suena muy parecido a lo que dijeron todos los jefes de seguridad que he tenido - Santana se dejó caer en un sofá y señaló una silla próxima-. Siéntate -torció la cabeza hacia Britt-. ¿Nos acompañas?
-Tengo que hacer unas llamadas. Y creo que esto debéis resolverlo vosotras -sonrió a Santana y saludó con la cabeza a Stark mientras se dirigía a la habitación contigua-. Me alegra ver que está muy al tanto, agente.
-Gracias, comandante.
-Vamos al grano, Stark -sugirió Santana-. Las reuniones diarias no son mis ejercicios favoritos, precisamente.
Stark respiró a fondo y soltó el discurso que llevaba preparado:
-El primer equipo, al menos temporalmente, lo integraremos yo y dos o tres agentes, dependiendo de las circunstancias. En este momento aún no tengo los turnos porque me acaban de dar los nombres de los miembros del nuevo equipo.
Santana entrecerró los ojos.
-No me gusta trabajar con desconocidos, sobre todo cuando estamos en situación de máxima prioridad.
-Por eso estoy yo en el primer equipo. Fuera del perímetro de la Casa Blanca, seré su agente principal.
-Tendrás que trabajar el doble: como jefa de equipo y agente principal.
Stark no se inmutó.
-En mi opinión, eso es lo correcto.
-De acuerdo. Y gracias, así me resulta más fácil.
-En cuanto a la comandante...
-La presencia de Britt en mi vida está fuera de toda discusión -la leve amabilidad que había impregnado la voz de Santana desde el inicio de la conversación desapareció de repente-. Tú y yo somos amigas, Paula -de hecho, durante unas breves horas en un pasado que parecía muy lejano habían sido algo más-. Espero que no pretendas comportarte como si no supieras lo que Britt significa para mí.
-Iba a sugerir que la comandante asistiese a las reuniones diarias pues sé que usted lo prefiere así.
Santana ladeó la cabeza y contempló a Stark con atención.
-¿Y no te importa? ¿Mi amante y antigua jefa tuya viendo cómo trabajas?
Stark soltó un prolongado suspiro y se inclinó hacia delante, con las manos cruzadas entre las rodillas y sin apartar los ojos de los de Santana.
-Da igual que me importe o no. Lo principal es que su equipo de seguridad funcione bien, y creo que funcionará mejor si la comandante está al corriente de los planes diarios -separó las manos, dobló los dedos sobre las rodillas y suavizó la voz un instante-. Pero, para que lo sepa, no olvidaré nada.
-Deberían haberme asignado más agentes como tú el pasado, Paula -dijo Santana en tono reflexivo-. Tal vez no hubiese sentido la necesidad de desaparecer tan a menudo.
-Me gustaría que prometiese no hacerlo en el futuro -dijo Stark con aire competente-. Porque ahora el peligro ya no solo es teórico.
-No puedo -no había agresión en la voz de Santana, solo cierto pesar-, Pero haré lo que esté en mi mano.
Stark asintió.
-Entonces, tenemos un plan -se recostó en la silla y se desabrochó la chaqueta, abandonando por primera vez actitud formal-. Debemos hablar sobre los próximos días.
-Mañana iré con mi padre a Manhattan para visitar... la escena.
-Hablaré del itinerario con el agente Turner -dijo Stark aludiendo al jefe de seguridad del Presidente-. ¿Se quedará aquí esta noche?
-Te has puesto colorada.
-No puedo evitarlo -reconoció Stark sonriendo un instante-. Lo intento, pero sin resultados hasta el momento.
- No sé dónde estaré esta noche.
-Señorita López...
Santana la interrumpió.
-Depende de los planes de Britt. Si no se queda aquí, estaré con ella en su apartamento.
Stark torció el gesto.
-Sería mucho más fácil garantizar su seguridad aquí.
-Eso no es de mi incumbencia -Santana se levantó de pronto-. Tengo tu número. Te llamaré para comunicarte mis planes.
-Sí, señora -Stark se levantó-. Gracias.
Stark estaba a punto de abrir la puerta cuando Santana la detuvo con una pregunta.
-¿Sabes algo de Renée?
-Sí. Se encuentra... ilesa -decir “muy bien” no se correspondía con la verdad. Stark miró por encima del hombro-. Las cosas...están mal...allí.
-No quiero ni pensarlo -murmuró Santana y su expresión se dulcificó-. Duerme algo, Paula. No iré a ningún lado de momento. Y prometo llamarte.
-Dormiré -mintió Stark sabiendo que no podía pues tenía que estudiar los expedientes de los siete nuevos agentes que le habían asignado y elegir a tres que Santana estuviese dispuesta a soportar a su lado en el futuro inmediato-. Le agradezco su tiempo, señorita López.
-No seas tan tiesa, Paula -dijo Santana riéndose.
Paula sonrió.
-Estoy en ello.
Britt, sentada al borde de la cama, colgó el teléfono cuando Santana entró en la habitación. Se había quitado la chaqueta y la sobaquera y llevaba la camisa remangada.
-¿Qué tal?
-Paula resiste.
-¡Bien! -Britt sonrió.
-Me alegro de que la recomendases para ser mi jefa de seguridad -dijo Santana sentándose al lado de Britt. Abrazó a su amante por la cintura y apoyó la mejilla en su brazo-. Es mucho más fácil con una mujer, sobre todo con una que nos conoce a las dos. No puedo fingir que soy de otra manera y que no somos amantes.
-Ni yo querría que lo hicieses -Britt la besó en la sien. -. En realidad, yo tampoco lo soportaría -se recostó sobre las almohadas arrastrando consigo a Santana, que se acurrucó junto a ella-. No puedo fingir que no te necesito a mi lado todo el tiempo.
Santana se movió hasta colocarse encima de Britt.
-¿A qué obedece ese cambio repentino?
Britt acarició los cabellos de Santana apartando los espesos mechones morenos del cuello para besarla en el sensible triangulo situado debajo de la oreja.
- Siento que pensases que me resultaba fácil no estar contigo. Era un infierno, pero los dos últimos días... -capturó el lóbulo de la oreja de Santana entre los labios y lo chupó tiernamente. Cuando Santana se puso rígida, soltó el dulce bocado carnoso-. No quiero perderte de vista.
-Lo mismo me ocurre a mí -Santana sintió en ese momento un poderoso impulso de ternura, deseo y necesidad que se fundieron en su corazón y en su cuerpo convirtiéndose en amor y en algo tan grande que no se podía definir con palabras ni contener bajo la piel. No obstante, intentó expresar con frases insuficientes y explicar sin conseguirlo el lugar que Britt ocupaba en su vida-. Te amo.
Santana empezó a desabrochar la camisa de Britt, quien a su vez desprendió la blusa de
Santana de los vaqueros.
-No -murmuró Santana-. Quédate quieta.
-Santana -protestó Britt.
-Chiiisss.
Santana se arrodilló a horcajadas sobre las caderas de Britt, desabrochando los botones lentamente hasta que quedó al descubierto la columna de carne del centro del cuerpo de Britt. Deslizó los dedos bajo el impecable tejido, ascendió las crestas de los pechos de Britt hasta que llegó a las erectas cimas y acarició los arrugados pezones. Sonrió cuando las caderas de Britt se retorcieron contra sus muslos y apretó con cuidado los pechos de Britt, tirando de los hinchados picos de los pezones con los dedos hasta que la garganta de su amante emitió un leve gemido.
-¡Oh, Dios! -las pupilas de Britt se dilataron, y el deseo emergió en oscuros torbellinos.
-Nunca tengo ocasión de hacerlo despacio contigo - dijo Santana en tono coloquial mientras se acuclillaba sobre los talones y lentamente deslizaba el cinturón de cuero de Britt a través de la hebilla plateada. Ignorando el temblor de los músculos bajo la piel tersa del abdomen de Britt, abrió hábilmente el broche del pantalón de Britt con una mano y bajó la cremallera con la otra en un fluido gesto. Alzó luego la mano y la deslizó bajo el suave vello que acababa de dejar al descubierto, se inclinó hacia delante y mordisqueó un pezón. Con los ojos cerrados, mientras chupaba, acarició la base del vientre de Britt, sin tocar el centro de su necesidad, sabiendo que el movimiento agitaba la sangre bajo la piel sensible, a escasos milímetros-. Hummm. Adoro sentirte en mi boca.
Britt agarró a Santana por la nuca y se apretó contra la boca de la joven de forma que los dientes rascaron la piel hipersensible. El placer de Britt alcanzó el punto culminante y estalló entre sus muslos, obligándola a levantar las caderas. Con una voz tan ronca que apenas se entendía, rogó:
-Muérdelo.
-¡Oh, no! -susurró Santana, retrocediendo y lamiendo suavemente el pezón hinchado-. A lo mejor te corres.
Britt se limitó a gemir.
-Y no tenemos ninguna prisa -añadió Santana jadeando como si hubiese hecho ejercicio durante horas. Se deslizó hasta colocar los pechos entre los muslos de Britt y la mejilla sobre su abdomen. Mientras chupaba y mordisqueaba la flexible media luna que rodeaba el ombligo de Britt, encajó una mano en el interior de la pierna de su amante, rozando brevemente la uve entre los muslos separados, y la introdujo de nuevo bajo el pantalón. La mano se sumergió hasta que los dedos encontraron la dura protuberancia del clítoris de Britt. Quería tenerlo entre los dedos; rozarlo, acariciarlo y retorcerlo hasta sentir el rápido alargamiento y la repentina hinchazón que indicaban el ascenso de Britt al orgasmo. Adoraba aquel poder, aquella increíble intimidad, el saber que ella y solo ella podía hacer semejante cosa con la mujer que tanto deseaba. Temblando, se obligó a serenarse.
-Tócame.
-Pronto, cariño, pronto -Santana apretó con fuerza el clítoris de Britt provocando que su cuerpo se retorciese y luego, retiró la mano rápidamente. Se puso de rodillas y tiro de la cintura de los pantalones de Britt-. Levanta las caderas.
Santana la desnudó en un instante. Gimiendo de placer ante la fastuosa visión de Britt, con el cuello arqueado y las manos abiertas a ambos lados del cuerpo, Santana le arrancó la camisa y la arrojó al suelo. Acarició luego su propio abdomen y sus pechos, apretando los pezones entre gemidos. En ese punto perdió el control y se hundió entre las piernas de su amante. Estiró el brazo y puso la mano sobre el pecho de Britt mientras la poseía con la boca.
-Me voy a correr -susurró Britt desesperada.
-Noooo -imploró Santana alzándose un poco para introducir los dedos en las sedosas profundidades de Britt. Empujó a fondo.
-Me corro -casi un ruego anonadado.
Santana la mordió suavemente.
Britt se retorció y saltó.
-Sí. Ya... Oh, sí.
Santana no cedió, no cesó la embestida que hacía que Britt se agitase en torno a sus dedos, como si fuese a explotar dentro de los ceñidos vaqueros. Gimiendo, se acompasó al clímax de Britt hasta que ambas quedaron exhaustas y jadeantes entre una maraña de sábanas y miembros húmedos de sudor y saliva.
-¿Quieres explicarme de dónde ha salido eso? -preguntó Britt en un susurro.
Santana, sin dejar de acariciar a Britt, se puso a su lado y la besó.
-¿Y tú quieres explicarme qué se te ha perdido en Nueva York?
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
OHHhhh Dios!!
Ah si, Holiiis ejjejeje
No creas que estoy perdida, sabes lo que me pasa.. cada vez que voy a comentar hay un cap mas abajo ufff es frustrante -.-
Peeeeeeero, No te vas a libras tan facil de mi xDDDD
ES INJUSTOOOOOOO!!
Como puede hacerle eso a Britt, ella es la mas capacitada para hacer el trabajo de proteger a San, aunque no dudo de las capacidades de mi bella y hermosa Stark pero es muy injusto. Aggggg Es oficial Odio a Shuester
Lucinda y su poder me enferman, siempre asechando a Britt, pero bueno... es la jefa de gabinete y supongo que debe hacer esas cosas, pero que le baje dos rayas, por otro lado.. al menos a reconocido que Britt ama a San por sobre todo..
Mi bella morena, mi querida Stark, oh mas bien La nueva Comandante Stark?? Mmmm no suena tan mal jejejej Que pensara Renee acerca del nuevo nombramiento, quiero ver eso..
Ajajajjaa me encanta cada vez que San explota ante cualquiera que se meta con su amante, es tan linda ella.. siempre defendiendo a su amada rubia pistolera ejjeejeej Sabia que cuando supiera lo del cambio de jefa de seguridad iba a flipar O_o y con justa razon, espero que ahora en esta nueva encomienda que le ha puesto el presidente las cosas no se pongan tan feas, aunque supongo que es probable que sea asi dadas las circunstancia y la gravedad de la situacion..
Ohhhh pobre de mi Stark, enfrentando a la fiera de Lopez... Bien por la morena, ha podido lidiar con la fiera enjaulada de manera satisfactoria xDDDD...
La ex Comandante y La Primera Hija no pierden el tiempo nunca :3 te he dicho ya como amo todos y cada uno de sus encuentros?? Awwww siii jejeje
Ah si, Holiiis ejjejeje
No creas que estoy perdida, sabes lo que me pasa.. cada vez que voy a comentar hay un cap mas abajo ufff es frustrante -.-
Peeeeeeero, No te vas a libras tan facil de mi xDDDD
ES INJUSTOOOOOOO!!
Como puede hacerle eso a Britt, ella es la mas capacitada para hacer el trabajo de proteger a San, aunque no dudo de las capacidades de mi bella y hermosa Stark pero es muy injusto. Aggggg Es oficial Odio a Shuester
Lucinda y su poder me enferman, siempre asechando a Britt, pero bueno... es la jefa de gabinete y supongo que debe hacer esas cosas, pero que le baje dos rayas, por otro lado.. al menos a reconocido que Britt ama a San por sobre todo..
Mi bella morena, mi querida Stark, oh mas bien La nueva Comandante Stark?? Mmmm no suena tan mal jejejej Que pensara Renee acerca del nuevo nombramiento, quiero ver eso..
Ajajajjaa me encanta cada vez que San explota ante cualquiera que se meta con su amante, es tan linda ella.. siempre defendiendo a su amada rubia pistolera ejjeejeej Sabia que cuando supiera lo del cambio de jefa de seguridad iba a flipar O_o y con justa razon, espero que ahora en esta nueva encomienda que le ha puesto el presidente las cosas no se pongan tan feas, aunque supongo que es probable que sea asi dadas las circunstancia y la gravedad de la situacion..
Ohhhh pobre de mi Stark, enfrentando a la fiera de Lopez... Bien por la morena, ha podido lidiar con la fiera enjaulada de manera satisfactoria xDDDD...
La ex Comandante y La Primera Hija no pierden el tiempo nunca :3 te he dicho ya como amo todos y cada uno de sus encuentros?? Awwww siii jejeje
aria- - Mensajes : 1105
Fecha de inscripción : 03/12/2012
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
holaaaaa!!!! jaja perdon es la emocion!! ya te extrañabaaa :3
wow me.perdi de muhas cosas:)
A ver primero...
Ese ataque .. uff que intenso... y Britt como siemprr salvando a mi Sanny ... que linda... :3
Me tuviste sufriendo por Reneé ... de verdad pensé que le paso algo y uff me quitaste un peso de encima cuando al fin aparecio :)
como es eso de que Britt ya no es la jefade seguridad de San??? si no fuera por ella San no estaria viva O.o
Bueno confío en que Paula la cuidará biien ;)
Ojala pueda aguantar a San y ese genio que tieene jaja
Mis Brittanas juntas y tiernas como siempre... las.Amoo!!!
Que tiene q hacer Britt en NY??? O.o
bueno espero tu actuu
Besoss
(TE EXTRAÑE!!!)
Alii C:
wow me.perdi de muhas cosas:)
A ver primero...
Ese ataque .. uff que intenso... y Britt como siemprr salvando a mi Sanny ... que linda... :3
Me tuviste sufriendo por Reneé ... de verdad pensé que le paso algo y uff me quitaste un peso de encima cuando al fin aparecio :)
como es eso de que Britt ya no es la jefade seguridad de San??? si no fuera por ella San no estaria viva O.o
Bueno confío en que Paula la cuidará biien ;)
Ojala pueda aguantar a San y ese genio que tieene jaja
Mis Brittanas juntas y tiernas como siempre... las.Amoo!!!
Que tiene q hacer Britt en NY??? O.o
bueno espero tu actuu
Besoss
(TE EXTRAÑE!!!)
Alii C:
Alisseth***** - Mensajes : 254
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Que buen capitulo me encanto. como toda l historia! !!
espero el próximo
espero el próximo
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
aria escribió:OHHhhh Dios!!
Ah si, Holiiis ejjejeje
No creas que estoy perdida, sabes lo que me pasa.. cada vez que voy a comentar hay un cap mas abajo ufff es frustrante -.-
Peeeeeeero, No te vas a libras tan facil de mi xDDDD
ES INJUSTOOOOOOO!!
Como puede hacerle eso a Britt, ella es la mas capacitada para hacer el trabajo de proteger a San, aunque no dudo de las capacidades de mi bella y hermosa Stark pero es muy injusto. Aggggg Es oficial Odio a Shuester
Lucinda y su poder me enferman, siempre asechando a Britt, pero bueno... es la jefa de gabinete y supongo que debe hacer esas cosas, pero que le baje dos rayas, por otro lado.. al menos a reconocido que Britt ama a San por sobre todo..
Mi bella morena, mi querida Stark, oh mas bien La nueva Comandante Stark?? Mmmm no suena tan mal jejejej Que pensara Renee acerca del nuevo nombramiento, quiero ver eso..
Ajajajjaa me encanta cada vez que San explota ante cualquiera que se meta con su amante, es tan linda ella.. siempre defendiendo a su amada rubia pistolera ejjeejeej Sabia que cuando supiera lo del cambio de jefa de seguridad iba a flipar O_o y con justa razon, espero que ahora en esta nueva encomienda que le ha puesto el presidente las cosas no se pongan tan feas, aunque supongo que es probable que sea asi dadas las circunstancia y la gravedad de la situacion..
Ohhhh pobre de mi Stark, enfrentando a la fiera de Lopez... Bien por la morena, ha podido lidiar con la fiera enjaulada de manera satisfactoria xDDDD...
La ex Comandante y La Primera Hija no pierden el tiempo nunca :3 te he dicho ya como amo todos y cada uno de sus encuentros?? Awwww siii jejeje
No esperaba menos de mi acosadora favorita :P
Bueno Britt ahora tendrá más tiempo de investigar los ataques, y Stark sera la nueva comandante, y salio viva de la primera reunion oficial con San, me encanta lo linda que es y como se pone colorada :P
San defendiendo a Britt como siempre, aunque me hace mucha gracia, es la 1º que quiere que Britt deje de ser su jefa de seguridad y la 1º que enloquece cuando alguien atenta contra el trabajo de su novia, me encanta como la protege y sus momentos juntas...gasto demasiada agua fria...entre la calor y sus escenas...puff (mi subconsciente me llama pervertida )
Bueno Britt ahora tendrá más tiempo de investigar los ataques, y Stark sera la nueva comandante, y salio viva de la primera reunion oficial con San, me encanta lo linda que es y como se pone colorada :P
San defendiendo a Britt como siempre, aunque me hace mucha gracia, es la 1º que quiere que Britt deje de ser su jefa de seguridad y la 1º que enloquece cuando alguien atenta contra el trabajo de su novia, me encanta como la protege y sus momentos juntas...gasto demasiada agua fria...entre la calor y sus escenas...puff (mi subconsciente me llama pervertida )
Alisseth escribió:holaaaaa!!!! jaja perdon es la emocion!! ya te extrañabaaa :3
wow me.perdi de muhas cosas:)
A ver primero...
Ese ataque .. uff que intenso... y Britt como siemprr salvando a mi Sanny ... que linda... :3
Me tuviste sufriendo por Reneé ... de verdad pensé que le paso algo y uff me quitaste un peso de encima cuando al fin aparecio :)
como es eso de que Britt ya no es la jefade seguridad de San??? si no fuera por ella San no estaria viva O.o
Bueno confío en que Paula la cuidará biien ;)
Ojala pueda aguantar a San y ese genio que tieene jaja
Mis Brittanas juntas y tiernas como siempre... las.Amoo!!!
Que tiene q hacer Britt en NY??? O.o
bueno espero tu actuu
Besoss
(TE EXTRAÑE!!!)
Alii C:
Hola!! Me emocione tanto como con el comentario que dejaste en el otro fic, lo lei antes, no se donde publicaste antes xD Te extrañe!! Tienes prohibido desaparecer tanto tiempo
Pues pasaron muchas cosas en tu ausencia, eso te pasa por ausentarte, el atentado 11S muy mal...Renée nos mantuvo a todas en vilo, pero finalmente esta...?bien? Sí, dentro de lo que cabe
Britt y todo su equipo suspendido, aun cuando gracias a ellos San sigue viva, quien entienda a los superiores que me lo diga...porque yo no... Paula la nueva jefa, aunque la pobre con lo dulce que es no se como podra lidiar con la San de mal humor como suele ponerse cuando Britt no esta con ella... Supongo que le tocara madurar...
Te dejo capitulo nuevo para celebrar tu regreso, yo también te extrañe demasiado, besos!!
Pues pasaron muchas cosas en tu ausencia, eso te pasa por ausentarte, el atentado 11S muy mal...Renée nos mantuvo a todas en vilo, pero finalmente esta...?bien? Sí, dentro de lo que cabe
Britt y todo su equipo suspendido, aun cuando gracias a ellos San sigue viva, quien entienda a los superiores que me lo diga...porque yo no... Paula la nueva jefa, aunque la pobre con lo dulce que es no se como podra lidiar con la San de mal humor como suele ponerse cuando Britt no esta con ella... Supongo que le tocara madurar...
Te dejo capitulo nuevo para celebrar tu regreso, yo también te extrañe demasiado, besos!!
monica.santander escribió:Que buen capitulo me encanto. como toda l historia! !!
espero el próximo
Como te dije, después de cenar me pondría con el siguiente, acabo de terminarlo, asi que aqui lo tienes ;)
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 7
Capitulo 7
Britt se apoyó en un codo y miró a Santana a través de los ojos entrecerrados.
-Por casualidad, ¿te dedicas a exprimirme el cerebro para obtener información cuando estoy en inferioridad de condiciones?
- Naturalmente -respondió Santana acariciando con los labios el pezón de Britt-. Es un método de interrogación infalible. Lo reservamos para casos recalcitrantes.
-Muy eficaz -Brit cogió la barbilla de Santana con la mano y apartó la habilidosa boca de su pecho antes de que el placer eclipsase el poco control que le quedaba. Besó a Santana fugazmente en los labios y apoyó la cabeza de su amante en su hombro al tiempo que ceñía un brazo alrededor de la cintura de la joven para tenerla más cerca-. Tengo pendientes algunas cosas que debería haber hecho ayer.
-Ayer por la mañana ni siquiera sabíamos si había algún lugar en el mundo donde pudiésemos estar a salvo -le recordó Santana.
-Lo sé. Y lo único que importaba era traerte hasta aquí. Pero, cuando el Marine Uno te recogió, debería haber regresado a Manhattan.
Santana se esforzó por reprimir una protesta. Se trataba de lo que necesitaba Britt, no ella.
-¿Te has quedado aquí porque yo te necesitaba?
-No -Britt la abrazó-. Me he quedado porque yo te necesitaba. Desde el día en que entré en tu loft y te vi con la bata de seda azul, he estado haciendo lo que necesitaba en vez de hacer lo que debía.
-¿Lo lamentas? -las uñas de Santana trazaron dibujos al azar sobre el estómago de Britt tratando de descubrir lo que se ocultaba bajo las cavilaciones de su amante. Había aprendido que lo que sentía realmente el corazón de Britt estaba en lo que no decía.
-En absoluto -se apresuró a decir Britt-. Pero ahora estás a salvo, y yo tengo cosas que hacer.
-Tú lo has dicho -Santana clavó las uñas en el abdomen inferior de Britt arrancándole un discreto gemido-. Explícate.
-Ese procedimiento de distracción también funciona -se quejó Britt.
-Lo sé. Estoy esperando.
Britt sujetó la muñeca de Santana y apretó la mano de la joven contra su estómago para detener la tortura.
-Tu casa es uno de los escenarios del delito. Debo echar un vistazo personalmente antes de que se eliminen todas las pruebas.
-¡Por Dios, Britt! -exclamó Santana sorprendida-. Seguro que el FBI ha estado allí. No quedará nada que ellos no hayan analizado.
-No permito que otros agentes se encarguen de mis investigaciones. Además, ellos son del FBI.
Santana se rió.
-Que no te oiga Renée Savard.
-Es la excepción.
-¿Qué pretendes?
-Hablar con cualquiera de los nuestros que esté por allí -en la voz de Britt había una nota de crispación-. Me gustaría escuchar sus informes antes de que empiece la investigación especial.
-¿Crees que se habrá impuesto secreto de sumario para que no hablen de lo ocurrido?
-En condiciones normales eso no les impediría hablar conmigo, pero ahora mi estatus se encuentra en suspenso, y no quiero que se arriesguen a una posible sanción disciplinaria si alguien se entera de que han hablado conmigo.
-Dudo que hayan dado ninguna información al Departamento de Justicia.
-Hace una semana yo habría estado segurísima de eso.
- Sigues confiando en ellos, ¿verdad?
-También confiaba en Foster -la amargura de la autocensura le quemó la garganta al pronunciar el nombre del traidor.
Santana notó la frustración y la pena en la voz de Britt.
-Eh, tú no eres la mala de la película -dibujó círculos con los dedos en el hueco que se formaba bajo los pechos de Britt-. Recuerda que me salvaste la vida.
“Era mi trabajo, mi deber, y casi lo fastidio. ¡Por Dios!” Britt rozó con los labios los cabellos de Santana.
-Ya lo sé. Tienes razón.
-Después de las entrevistas, ¿habrás acabado?
-También tengo que hablar con Rachel.
Santana se incorporó de pronto y las sábanas se deslizaron dejando sus pechos al descubierto.
-¿Con Rachel? ¿Por qué?
Britt acarició el brazo de Santana percibiendo férreos rastros de tensión bajo la aterciopelada piel.
-Porque es tu mejor amiga. Porque no hay mejor fuente de información sobre ti en el mundo entero. Porque alguien podría haberla sonsacado sin que ella ni siquiera se diese cuenta; y, si fue así, quiero saberlo.
-Jamás me haría daño.
-Ya lo sé. Pero a veces decimos las cosas inocentemente, sin comprender las consecuencias.
Santana sacudió la cabeza con vehemencia.
-No, Rachel no. Me conoce de toda la vida, y siempre asumió mis problemas de seguridad. ¡Por amor de Dios! En el internado era ella la que montaba mis coartadas cuando yo me escabullía de los agentes de vigilancia para irme con mis amigas. Jamás diría nada.
-Estoy segura de que tienes razón, pero debo comprobarlo.
-Por supuesto. Y tienes que hacerla todo tú, claro- Santana intentó hablar sin acritud porque no quería que Britt supiese que bajo ningún concepto deseaba estar separada de ella en esos momentos. Sabía que estaba a salvo en la Casa Blanca y que en ningún otro sitio tendría tantas medidas de seguridad aunque nunca se sentía tan segura con otros agentes como con Britt. Pero no era ese el motivo de que no quisiese separarse de Britt. El ataque contra el Nido, en realidad, el ataque contra ella, era más terrible de lo que estaba dispuesta a admitir. Unas calles más allá miles de personas inocentes y confiadas habían muerto por motivos incomprensibles para cualquier ser racional. Santana siempre había sido consciente del peligro, que se cernía como un mal presagio, pero aquello había revelado la vulnerabilidad de su casa con innegable rotundidad. La vida era muy frágil, y estar con Britt, lo único que le daba sentido-. ¿Cuánto tiempo estarás fuera?
-Había pensado en un par de días. Pero, si vas a ir con tu padre mañana, quiero estar allí. Tal vez regrese contigo; depende.
-Britt, tendré un equipo de seguridad completo. ¿Por qué no... ?
-No -una aparición pública con el ataque tan reciente no era un buen plan, pero Britt no quería decirlo pues sabía que Santana no iba a cambiar de idea. Asustándola no conseguiría nada-. Es un equipo nuevo con una jefa nueva. Quiero estar a tu lado. Conseguiré el programa cuando vayas de camino y te esperaré cuando tu coche llegue al centro.
- Stark puede encargarse.
-No me cabe duda. Pero tendrá un nuevo equipo. Y no los conozco.
-Si estar conmigo mañana significa que vas a regresar dentro de pocos días, prefiero que hagas lo que tengas que hacer y acabes de una vez. Me encontraré perfectamente.
-No va a ser rápido, cariño -dijo Britt con dulzura-. El equipo del asalto era demasiado organizado y profesional para no conocer los riesgos de ser descubiertos si fracasaban. Tendremos que profundizar y emplearnos a fondo para averiguar quiénes eran. Y tal vez ni siquiera nos digan quien los envió.
-¿Cuánto tiempo calculas? -Santana se estremeció, pero el frio salía de su interior. A pesar de sus esfuerzos, no saber quien había querido matarla le socavaba los límites de la conciencia amenazando su tranquilidad y su estabilidad mental. Pero si la pregunta seguía sin respuesta durante semanas o meses, con la amenaza de otro ataque pendiendo sobre ella, su vida nunca volvería a ser realmente suya. Y tal vez tampoco su amante. Santana tenía miedo de que Britt se metiese tanto en la trama que se perdiese-. ¿Cuánto?
-Semanas, tal vez meses. Estás temblando -Britt envolvió los hombros de Santana con la sábana-. O quizá haya suerte y obtengamos la respuesta dentro de unos días -Santana seguía temblando, y Britt la apretó contra sí-. Espero que sea este el caso y no el primero. ¿Estás bien?
Santana asintió en silencio. Por lo visto el devenir de sus días ya estaba trazado de antemano. Como le había ocurrido tantas veces durante su vida, no le quedaba más remedio que seguir la ruta. Y en esa ocasión, acompañada por su amante, esperaba no perderse en el camino.
-¿Cuándo te marchas?
-En cuanto me duche.
Media hora después Santana fue con Britt hasta la entrada privada que la primera familia utilizaba para librarse del escrutinio de los omnipresentes periodistas.
-¿Me llamarás?
-Claro que sí -Britt vio a Santana retroceder hacia la Casa Blanca. Un guardia situado a tres metros las miraba, pero sin dar señal de enterarse de sus actos ni de su conversación.
Britt contempló por encima del hombro los amplios jardines y hasta ella llegó el ruido lejano del tráfico. Sus hombros se tensaron.
-¿Qué ocurre? -quiso saber Santana.
Britt se encogió de hombros y sonrió con pesar.
-Hace mucho tiempo que no nos separamos. Me siento rara.
Santana correspondió con otra sonrisa.
-Comandante, a veces dices cosas preciosas.
-Te amo -Britt se inclinó sin importarle el agente de vigilancia y besó a Santana con ternura-. Hasta luego.
Santana rodeó con los brazos el cuello de Britt y se apretó contra ella.
-Cuídate.
Britt la besó también.
-Y tú también.
El suelo tembló cuando explotó una bomba y, a continuación, oyó el rugido del fuego. El estruendo llenó su cabeza de tal forma que le impedía respirar. Corrió para ponerse a cubierto mientras el olor y el ruido de la destrucción la envolvían. El aire era un grueso manto negro, casi impenetrable. Se quedó ciega y estiró un brazo rezando para no acabar en un callejón sin salida o bajo las ruedas de un coche. El aullido de proyectiles a gran velocidad saturó sus oídos, y tuvo la absoluta certeza de que iba a morir. A Renée Savard le costó trabajo levantarse; con el arma en las manos giró en un tambaleante círculo buscando al enemigo. Se golpeó la espinilla contra el borde de la mesita, y el intenso dolor la espabiló del todo. El rugido de las balas continuó hasta que cogió el móvil, cuyo lector digital le permitió localizar el teléfono en el suelo, junto al sofá.
-Savard -farfulló. La habitación estaba a oscuras. Al otro lado de la ventana reinaba la noche más negra. Palpó la mesita auxiliar y por fin encontró el interruptor de la lámpara. La luz le hirió la vista.
-¿Estás ocupada?
-¿Qué? -su chaqueta estaba tirada de cualquier manera junto a la puerta del apartamento que compartía con Stark. “¿Qué diablos ha ocurrido?”
-¿Renée?
-¿Qué? ¿Quién es? ¿Paula?
-Hola, ¿te he despertado?
-No. Yo... estaba entrando por la puerta. -¿Cuándo había dejado la zona de búsqueda para volver al apartamento? ¿Cuándo se había quedado dormida?-. Lo siento.
-¿Va todo bien? -preguntó Stark con cierta cautela.
-Sí, claro -Savard se miró la mano izquierda. Sus dedos aferraban el arma de servicio. ¡Dios! Se apresuró a enfundar la pistola y se sentó en el sofá-. ¿Qué hora es ahí?
-Las siete y media. La misma hora que ahí. ¿Renée? ¿Qué ocurre?
Savard se frotó la cara con una mano temblorosa y respiró a fondo. Luego, se esforzó por hablar con una alegría que no sentía.
-Nada. He perdido el reloj. Y me desorienta mucho no tenerlo.
-Estás libre esta noche, ¿verdad?
Libre esa noche. ¿Cuándo había librado por última vez? Salió de Washington antes del amanecer, se presentó en la oficina local de Manhattan y fue directamente a la Zona Cero. Los equipos de búsqueda seguían rastreando la enorme área de destrucción en busca de supervivientes mientras recogían pruebas de los inenarrables destrozos. Sus compañeros y ella aún estaban recogiendo pruebas físicas, y todo el mundo trabajaba frenéticamente procurando negar la aplastante evidencia de su fracaso. Llevaba tres días sin dormir.
-Sí. He acabado el turno.
-Oye, te noto agotada. ¿Por qué no me llamas cuando te encuentres más relajada?
-No. Quiero hablar contigo -Savard se esforzó por evocar la imagen de la mujer que la había acariciado unas horas antes y la había hecho revivir, del tierno amor que había sostenido durante la noche, ayudándola a olvidar el miedo. El amor y la gratitud que sentía por aquella mujer echaban abajo el muro de desesperación que la había envuelto en las últimas setenta y dos horas. Sabía que las emociones estaban allí aunque no las sintiese. Pero se aferró a los recuerdos-. ¿Cómo estás?
-¿Seguro que te encuentras bien?
- Sí, claro. Estoy perfectamente. Cariño, cuéntame qué tal te ha ido el día. “Habla de lo que sea. Solo quiero oír tu voz”
-Tengo noticias.
-¿Cuáles?
-La comandante y todo el equipo han sido sometidos a investigación por lo que ocurrió en el Nido. Los han suspendido.
Savard se puso rígida; el agotamiento mental se disipó de repente.
-Me tomas el pelo. Eso es absurdo. ¡Oh, cariño, cuánto lo siento!
-Por mí no, cielo. Soy la única a la que no han suspendido.
-¿Por qué? Naturalmente me alegro, pero ¿por qué no te han suspendido?
La voz de Stark transmitió a través del teléfono el asombro que aún la dominaba.
-Soy la nueva jefa de seguridad de Egret.
-¡Oh, Dios mío! ¡Qué bien, Paula! Enhorabuena.
-Sí, supongo.
-Es increíble. ¡Qué orgullosa estoy de ti! -Savard sintió entonces el ímpetu del amor, el orgullo y la ternura, y con él una oleada de alivio. Algo en su interior seguía vivo. Te amo.
-¡Oh, sí! Yo también te amo. Y te echo mucho de menos.
-Lo mismo me ocurre a mí, cariño. Yo... espera un segundo, tengo otra llamada –Savard miró el número de la pantalla-. Debo responder. Es urgente.
-De acuerdo. Llámame cuando acabes, ¿eh?
-Lo haré. Te quiero -Savard respondió a la otra llamada-: Savard.
-Soy Brittany Pierce.
-Comandante. ¿Cómo está?
-Bien. Me gustaría verte.
-Claro. ¿Cuándo?
-¿Podría ser ahora?
Savard escondió la fatiga y el dolor de los últimos días en el último rincón de la conciencia, donde ocultaba los horrores que había presenciado a lo largo de los años.
-Naturalmente.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Muchas gracias por los capítulos. te leo mañana. que descanses
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Uff excelentes capitulos gracias hermosa :*
saibelli** - Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 06/03/2013
Edad : 33
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Y aqui yo de nuevo gracias por los capitulos me da pena Renee no puede descansar y cuando lo intenta la llama paula y despues la comandante la quiere ver pero es por una buena razon espero todo salga bien. espero tu actu
PD: pues muchas gracias ya ves por fin me recupere y por suerte arregle mis "asuntos" con ella y como tengo una semana libre nos fuimos a pasear a la capital, costo convencer a nuestros padres pero aceptaron y aqui estoy contenta de nuevo jejeje
PD: pues muchas gracias ya ves por fin me recupere y por suerte arregle mis "asuntos" con ella y como tengo una semana libre nos fuimos a pasear a la capital, costo convencer a nuestros padres pero aceptaron y aqui estoy contenta de nuevo jejeje
Flor_Snix2013***** - Mensajes : 230
Fecha de inscripción : 28/06/2013
Edad : 26
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
siii prometo no desaparecer tanto tiiempo!! :)
no me gusta cuando se separan u.u
pero ojalá Britt descubra quien fue el.maldiito que quizo matar a mi Sanny
me gusto el cap.
Besos
Alii C:
no me gusta cuando se separan u.u
pero ojalá Britt descubra quien fue el.maldiito que quizo matar a mi Sanny
me gusto el cap.
Besos
Alii C:
Alisseth***** - Mensajes : 254
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
monica.santander escribió:Muchas gracias por los capítulos. te leo mañana. que descanses
Gracias, si que descanse, demasiado, me quede dormida y no desperte hasta las 1 de la tarde xD
saibelli escribió:Uff excelentes capitulos gracias hermosa :*
Me alegro que te hayan gustado. Besos ;)
Flor_Snix2013 escribió:Y aqui yo de nuevo :):gracias por los capitulos me da pena Renee no puede descansar y cuando lo intenta la llama paula y despues la comandante la quiere ver pero es por una buena razon espero todo salga bien. espero tu actu
PD: pues muchas gracias ya ves por fin me recupere y por suerte arregle mis "asuntos" con ella :3:y como tengo una semana libre nos fuimos a pasear a la capital, costo convencer a nuestros padres pero aceptaron y aqui estoy contenta de nuevo jejeje
Bueno no se si con esas pesadillas podria descansar la pobre, lo que necesita es a Paula a su lado y que la consuele.
PD: Me alegro muchisimo, que disfruteis vuestro paseo por la capital. Saluda a Sofia de mi parte ;)
PD: Me alegro muchisimo, que disfruteis vuestro paseo por la capital. Saluda a Sofia de mi parte ;)
Alisseth escribió:siii prometo no desaparecer tanto tiiempo!! :)
no me gusta cuando se separan u.u
pero ojalá Britt descubra quien fue el.maldiito que quizo matar a mi Sanny
me gusto el cap.
Besos
Alii C:
A mi tampoco, pero supongo que es necesario para la investigación...Aunque no se quien sufrira más si Britt o San por la separación, esas dos son incapaces de estar separadas por mucho tiempo.
Besos ;)
Besos ;)
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 8
Capitulo 8
Britt condujo lentamente el coche de alquiler en torno a Gramercy Park. El edificio de
Santana estaba a oscuras, como había supuesto.
-¿Cuál es la situación de seguridad? -preguntó a Savard, que no había dicho nada en el corto trayecto desde el apartamento de Stark.
-¿Qué? Oh -Savard se enderezó y aclaró la garganta-. No hay ninguna.
-¿No hay nadie destinado a vigilar el edificio? -Britt aparcó junto a la acera, cerca de la entrada-. ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que quien ordenó el asalto tal vez este tan interesado como nosotros en lo que ha quedado atrás? ¿O que un segundo equipo podría esperar el regreso de Santana?
-No lo sé, comandante. Me apartaron de la investigación el primer día.
-Claro -Britt procuró contener la ira ante la constancia de que aquella investigación había sido relegada frente a la amenaza más impactante de otro ataque terrorista. Había que añadir la total alteración de las cosas en los niveles superiores, y la preocupación inevitable de los responsables con lo que, sin duda, sería una larga batalla de acusaciones para dirimir qué agencia había tenido la culpa de que la Nación hubiese sufrido un ataque por sorpresa. Aun así, constatar la clara ruptura del protocolo le recordaba con frialdad que no podía fiarse de nadie para garantizar la seguridad de Blair-. No debemos creer que, porque nosotros no estemos vigilando el edificio, no lo hagan otros. ¿La puerta de atrás es accesible?
-Sí, sigue en su lugar, pero no estoy tan segura de las escaleras. La bomba voló la salida de incendios desde el vestíbulo al cañón de la escalera.
Britt recordó el ruido sordo de los explosivos plásticos y el chirriante eco de los metales retorcidos mientras sacaba a Santana del edificio y la conducía hacia los vehículos que esperaban. Los hombres que las perseguían se habían acercado demasiado, y Santana había corrido un enorme riesgo. Un reguero de sudor se deslizó entre sus omóplatos a pesar del frío aire nocturno.
-Vamos a echar un vistazo. Caminaremos hacia el sur un par de calles, daremos la vuelta en la Segunda Avenida y nos dirigiremos a la parte de atrás por el este.
-Sí, señora.
-Espera a que dé la vuelta -Britt salió del coche y fue hacia el lado del pasajero, se inclinó y abrió la puerta de Savard. Se había puesto vaqueros y una cazadora de cuero para viajar, y esperaba que cualquiera que las viese las tomase por una pareja durante una cita. Extendió la mano-: Finjamos que estamos juntas.
Britt le dio la mano a Savard y se alejaron del edificio de Santana en dirección a Irving Place. Los dedos de Savard estaban fríos como el hielo, y Britt se fijó en que la agente temblaba. Aunque la noche de septiembre era fría, no creía que fuese el frío lo que atormentaba a su acompañante.
- Seguro que el FEI se ha empleado a fondo para recoger todas las pruebas en el lugar de los hechos.
-Todos los agentes disponibles están allí.
-Trabajando contra reloj, supongo -dijo Britt amablemente cuando doblaron hacia el este, varias calles más allá.
-Como frenéticos.
Savard hablaba con voz monótona, sin su habitual expresividad. Britt contuvo el impulso de abrazarla por los hombros. Tenía la impresión de que el gesto sería agradecido por su acompañante, pero tal vez fuese más contacto del que Savard estaba preparada para asumir. Sabía por experiencia que a veces la única forma de superar el dolor era sufrirlo, a cara descubierta y sola.
- Necesito que me lleves al lugar de los hechos esta noche. Eres de las primeras personas que llegaron allí y lo viste todo. Tengo que ver lo que tú viste, oler lo que tú oliste, sentir lo que sentiste...hasta el último detalle. ¿Puedes hacerlo?
-Sí -Savard no parpadeó ante la mirada inquisitiva de Britt. Aunque solo las farolas de la calle iluminaban su rostro, se percibía la febril intensidad de sus ojos-. Sí, puedo hacerlo.
Britt asintió y se dirigieron hacia el norte. Poco después llegaron al estrecho callejón que recorría la parte de atrás del edificio de Santana. La zona de giro en la que Sam y Felicia habían aparcado los coches estaba llena con los desperdicios de una apresurada evacuación médica que señalaban el lugar en el que Sam había caído herido. Donde Britt lo había dejado a su suerte mientras se ocupaba de la seguridad de Santana. Sacó una pequeña y potente linterna Mag-Lite del bolsillo interior de la cazadora y enfocó el suelo. Mientras Savard la observaba, Britt recorrió el perímetro de la escena de los hechos y, luego, cruzó el lugar varias veces metódicamente, examinando cada milímetro de pavimento.
-El equipo de Quantico ha estado aquí, comandante -informó Savard.
-Ya veo.
En un determinado momento Britt se agachó y pasó la mano sobre el pavimento. La mancha de la sangre de Sam no ofreció respuesta alguna. Se levantó, apagó la linterna y la guardó en el bolsillo.
-Entremos.
La puerta metálica de seguridad estaba abollada, y en los ladrillos que la rodeaban, en un radio de cinco metros, se veían las marcas de las balas que Britt, Stark, Felicia y Sam habían disparado a los atacantes. Los ojos de Britt se fijaron en los balazos, pero su rostro no expresó nada cuando introdujo la tarjeta de acceso en la cerradura. La puerta se abrió, y entraron. Britt encendió la linterna e iluminó la escalera. Trozos de escayola, casquillos metálicos y escombros de la explosión cubrían las escaleras, pero se podía pasar.
-Vete delante -ordenó Britt, iluminando el camino para subir. Sus pasos en el cavernoso espacio parecían un eco lejano de los disparos que habían perseguido a Britt por aquellas mismas escaleras unos días antes. Al llegar al vestíbulo, Britt se dirigió al lugar donBritt Cam miró hacia la entrada, calculó la distancia y comprendió que el plan de los atacantes incluía la eliminación del agente del Servicio Secreto de turno el martes por la mañana. La mesa de seguridad que había ocupado Parker estaba demasiado lejos de la entrada para pensar otra cosa. Parker había tenido suerte de recibir solo un balazo, y decía mucho de su habilidad que hubiese matado a un miembro del equipo atacante. Habían entrado en el edificio pensando en matarla y sabían exactamente donde estaría situada. La furia hirió el estómago de Britt como una pedrada. Alguien había querido matar a su gente, y para eso hacía falta algo más que un agente del Servicio Secreto traidor.
-Muy bien, cuéntame qué viste cuando llegaste. La posición de los cuerpos, el tipo de armas, la cantidad de municiones que los atacantes llevaban, aparatos de comunicación...todo.
Mientras Savard recitaba sus observaciones en tono firme y constante, Britt iluminó la zona, como si estuviese iluminando un escenario. Una o dos veces le pidió a Savard repitiese un detalle.
-¿Quién tiene las cintas de la cámara de seguridad que estaba aquí? -preguntó Britt iluminando un rincón frente a la entrada principal.
-Todas las cintas están en la oficina regional.
Britt asintió.
-Las quiero.
-Comandante...
Britt proyectó la luz entre ellas de forma que sus rostros quedaron en penumbra mientras las miradas de ambas se cruzaban.
-Voy a encargarme de esta investigación y para eso pienso conseguir toda la información que hay sin importarme quién la tenga. Y te quiero en mi equipo.
Savard la miró boquiabierta.
-Pero el World Trade Center...
-Es importantísimo, ya lo sé. Y sé que quieres participar. Pero el ataque contra Santana López también puso en entredicho la seguridad nacional y... -Britt enfocó con la linterna la mancha oscura, testimonio de la agonía de Cynthia Parker-...es una cuestión personal.
Parker también merece justicia -examinó el rostro de Savard y la vio palidecer en la penumbra. No hacía falta que dijese que podía haber sido la sangre de Paula Stark la que tiñese el suelo de color óxido-. Nos siguieron hasta donde vivimos, Savard. No podemos permitir que vuelva a suceder.
-No, señora -admitió Savard-. No podemos.
Avanzaron rápidamente por los pisos inferiores. Todos los apartamentos estaban alquilados por empresas y a veces los ocupaban ejecutivos que visitaban la ciudad durante unos días.
-Necesitamos una lista de todos los que se alojaron aquí en el último año, y localizar a los propietarios. Seguro que todo eso está en las bases de datos del FBI -observó Britt.
-Cuente con ello -dijo Savard.
En el centro de mando Britt se detuvo en seco cuando vio todos los ordenadores zumbando en modo de espera.
-¿Quién diablos estaba al mando de esta operación? ¿No se dieron cuenta de que los atacantes pudieron acceder a nuestros ordenadores con el fin de conseguir la información que necesitaban para perpetrar la operación? Tal vez hayan dejado un rastro.
Savard sacudió la cabeza.
-Ha sido una locura, comandante. No hemos tenido un equipo congruente desde el martes. Los agentes cambian de turno continuamente, los agentes especiales al mando rotan y nadie sabe por qué; y todos están paranoicos, temiendo haber sido los responsables de pasar por alto la información que deberíamos haber conocido el martes. Sobre todo, los que estábamos en el batallón antiterrorista.
-El batallón antiterrorista se creó para analizar y coordinar datos, no para labores de Inteligencia. Existe una gran diferencia, y todos lo sabemos -dijo Britt-. Vosotros no tenéis la culpa.
-Pero eso ahora no importa -dijo Savard muy seria.
-No, seguramente no -Britt marcó de memoria un número en su móvil-. ¿Estás en la ciudad? Tengo un trabajo para ti...esta noche. Necesito que extraigas los discos duros de los ordenadores del centro de mando y cualquier otra cosa que nos permita averiguar qué ocurrió aquí -Britt escuchó y, luego, se rió-. Perfil bajo...sí, y tanto. Podría ser arriesgado. ¿Segura?...No lo sé. De momento, ¿por qué no te lo llevas todo a casa?
Britt se guardó el teléfono en el bolsillo y sonrió a Savard con una sonrisa totalmente desprovista de humor.
-¿Puedo saber quién es?
-Lo sabrás pronto -Britt echó un último vistazo a su alrededor sabiendo que tal vez nunca volviesen al centro de mando. El sistema de seguridad entero se hallaba en entredicho. Y con toda probabilidad Santana necesitaría un nuevo hogar-, Quiero subir al Nido. Necesito ver cómo está antes de que lo vea ella.
-Sus cuadros...me encargué de que no los tocasen.
Por primera vez desde que habían fingido que eran amantes, Britt posó la mano sobre el hombro de Savard.
-Gracias. Si no te importa esperar aquí... -le entregó la linterna Mag-Lite-. Toma.
-No, entra luz de sobra por la ventana. La necesitará arriba. Estaré bien, comandante.
-Claro que sí -dijo Britt en tono amable-. Enseguida vuelvo.
Cinco minutos después Britt se encontraba ante la puerta del apartamento de Santana; la sangre de Foster formaba un dibujo de Rorschach de ira y pena bajo sus pies. Contempló el loft y recordó la primera vez que había cruzado el umbral para enfrentarse a la primera hija. Santana se había mostrado contrariada, agresiva y profundamente seductora. Britt intentó durante meses fingir que no había sentido la aguda punzada de atracción que la atravesó nada más ver a Santana. Pero cuanto más la negaba, más se fortalecía la atracción, y cuanto más tiempo pasaba con Santana, la atracción se convertía en algo más profundo. En ese momento pensó en la mujer que amaba y en la conspiración ideada por unos individuos incalificables para destruirla, y se sintió llena de decisión. Bajo todo ello latía el deseo de venganza y en el centro un clamor cada vez más nítido de justicia. Pero lo que la empujaba, lo que la conduciría hasta el peligro aniquilado, era la furia pura y simple ante la constatación de que alguien había intentado arrebatarle lo que más quería. Apagó la linterna y susurró en la oscuridad:
-Os equivocasteis al elegirla a ella. Preparaos porque voy a por vosotros.
Rachel Berry abrió la puerta de su apartamento vestida con una bata de seda de color burdeos que Britt recordaba con gráfica nitidez. La castaña de suaves curvas, con una boca pensada para besar, esbozó una sonrisa morosa y seductora mientras inclinaba una cadera y extendía un elegante brazo. Sus pechos resbalaron bajo la seda como sombras bajo la superficie de un tranquilo estanque en un caluroso día de verano y, tras una mirada involuntaria, Britt acertó a clavar la vista en los risueños ojos de Rachel.
-¡Caramba, comandante! ¿A qué debo el placer de esta visita nocturna?
-Siento no haber llamado -dijo Britt interrumpiéndose al ver una figura en su campo visual. Una rubia, pero fría en vez de tórrida como Rachel, distante frente a la atrayente proximidad de Rachel y, como Britt bien sabía, capaz de suscitar lujuria y deseo en cualquier mujer-. Hola, Quinn.
-Hola, Brittany.
Quinn, o Kitty, como Britt la llamaba cuando ambas habían mantenido una relación clandestina, también llevaba una bata. La suya era de satén y dotaba a la esbelta figura de un brillo de obsidiana cortante como el filo de una navaja. Britt sintió un dolor familiar entre las piernas, el recuerdo visceral de unas manos habilísimas y una boca desquiciante, y espantó la involuntaria reacción con un impaciente movimiento de hombros. Quinn sonrió, pero mientras la sonrisa de Rachel siempre era juguetona y seductora cuando percibía la menor reacción en Britt, la de Quinn parecía triste.
-Creo que las tres estamos un tanto sorprendidas.
Britt miró con curiosidad a Rachel y a Quinn mientras Rachel miraba primero a Quinn y luego a Britt.
-Quinn no se puede mover de aquí hasta que se normalice la situación de los aeropuertos -explicó Rachel-. Está...en la habitación de invitados.
-Sí -afirmó Quinn sin descomponer el gesto-. Rachel ha sido muy generosa acogiéndome.
-Me preguntaba si podría robarte unos minutos -dijo Britt a Rachel-. A solas, si no te molesta.
-¡Vaya! Eso suena muy formal -la sonrisa de Rachel desapareció de pronto, y retrocedió, cerrando los dedos sobre el brazo de Britt-. Santana se encuentra bien, ¿verdad? He hablado con ella por teléfono...
-Está bien -respondió Britt-. Sigue en la Casa Blanca.
-Oh, apuesto a que lo odia.
Britt sonrió.
-Y tanto -vio por el rabillo del ojo que Quinn no dejaba de observarla. Se preguntó qué esperaba encontrar Quinn porque Santana y ella no ocultaban que eran amantes. ¿Qué otra cosa podía estar buscando?-. Siento mucho irrumpir de esta forma en tu casa.
-Aunque no lo creas, estábamos a punto de acostarnos, a pesar de que no son más que las once -Rachel lanzó un suspiro-. Los últimos días han sido...increíbles. Estoy agotada.
-Lo lamento. Puedo volver por la mañana y hablamos entonces.
-¿Dónde te alojas?
-Pensaba ir a un hotel.
-¿Y tu apartamento? -quiso saber Rachel.
-No hay servicio de habitaciones -respondió Britt, pues no veía motivo para decir que si alguien estaba vigilando el apartamento de Santana, también vigilaría el suyo. De momento prefería evitar el escrutinio de los demás, ya fuesen amigos o enemigos. Había sido especialmente cauta al conducir hasta casa de Rachel después de dejar a Savard, cerciorándose de que no la seguían. Nadie sabía que estaba en la ciudad y quería que no se supiese.
-Entonces mejor te quedas aquí porque no hay habitaciones de hotel libres en la ciudad.
Demasiados viajeros sin poder moverse. El sofá es bastante cómodo, y te garantizo buen café por la mañana.
Britt sacudió la cabeza.
-Ya te he estropeado la velada.
-No seas tonta -Rachel se estiró y dio un casto beso a Britt en la mejilla-. Quédate. Y dale recuerdos de mi parte a Santana cuando hables con ella.
-Gracias. Voy al coche a coger mi bolsa.
Rachel le dio una llave que sacó de un cuenco de cristal del secreter.
-Te veré por la mañana.
-Estupendo -dijo Britt. Cuando sus ojos se toparon con los de Quinn y percibió su curiosidad, mantuvo la mirada sin pestañear-. Buenas noches, Quinn.
-Que duermas bien, Brittany -murmuró Quinn antes de retirarse.
Cuando Britt regresó al apartamento, se puso una camiseta y pantalones cortos y se acostó en el sofá. Luego, marcó un número de Washington.
-Al habla Santana López.
-Hola, cielo -dijo Britt con ternura, cerrando los ojos e imaginando el rostro de Santana-
Te echo de menos.
-Comandante, a veces dices cosas maravillosas
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Awwwww que caps mas lindos..
Me encantan los momentos de las chicas...
Ahora bien que las cosas se van a poner mas serio...
Me encantan los momentos de las chicas...
Ahora bien que las cosas se van a poner mas serio...
aria- - Mensajes : 1105
Fecha de inscripción : 03/12/2012
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Holiss querida escritora y esta historia se pone cada vez mas interesante por eso me encanta la verdad si me preocupe por las cosas de san tanto trabajo y de la nada se destruye todo que feo pero por suerte nuestra querida Savard se encargo. bueno actualiza pronto bye
Flor_Snix2013***** - Mensajes : 230
Fecha de inscripción : 28/06/2013
Edad : 26
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Awwws me encantan los momentos brittana!
Pero quinn no me termina de caer bien jejej no se me da mala espina.
Saludos.
Pero quinn no me termina de caer bien jejej no se me da mala espina.
Saludos.
Lorena_Glee** - Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 02/08/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Hola !!!! me alegro que hayas descansado bastante jajaja!
Espero el proximo capitulo?
saludos
Espero el proximo capitulo?
saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
aria escribió:Awwwww que caps mas lindos..
Me encantan los momentos de las chicas...
Ahora bien que las cosas se van a poner mas serio...
Como siempre, las pobre chicas no tienen ni un minuto de descanso...
Flor_Snix2013 escribió:Holiss querida escritora y esta historia se pone cada vez mas interesante por eso me encanta la verdad si me preocupe por las cosas de san tanto trabajo y de la nada se destruye todo que feo pero por suerte nuestra querida Savard se encargo. bueno actualiza pronto bye
Hola querida lectora :P Si, Savard ha sido muy buena y ha mantenido las obras de San a salvo, aunque no creo que a San le preocupe ahora eso. Te oydejo ya el próximo capitulo ;)
Lorena_Glee escribió:Awwws me encantan los momentos brittana!
Pero quinn no me termina de caer bien jejej no se me da mala espina.
Saludos.
Ya veremos si tienes razón o no con Quinn ;)
monica.santander escribió:Hola !!!! me alegro que hayas descansado bastante jajaja!
Espero el proximo capitulo?
saludos
Hola!! Si, la verdad es que no se como dormi tanto, supongo que porque me quede hasta tarde leyendo xD
Sí, espera otro capitulo hoy, tuve que salir y por eso no pude ponerlo antes, se me murio el movil y he tenido que comprarme otro y la tienda estaba llena, tres horas para comprar un movil..., en fin, que ya coloco un capitulo y después de cenar seguramente otro ;)
Sí, espera otro capitulo hoy, tuve que salir y por eso no pude ponerlo antes, se me murio el movil y he tenido que comprarme otro y la tienda estaba llena, tres horas para comprar un movil..., en fin, que ya coloco un capitulo y después de cenar seguramente otro ;)
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 9
Capitulo 9
Viernes, 14 de septiembre.
Britt se asomó al pequeño balcón del salón de Rachel y contempló las luces de los faros de los coches culebreando entre los árboles de Central Park, a escasos quinientos metros de distancia. Eran las dos de la mañana, y no podía dormir. Tras dar las buenas noches a Santana, cerró los ojos, confiando en que el sonido de la voz de Santana la condujese al sueño. A veces, le bastaba con imaginar a Santana a su lado para centrarse y disipar las preocupaciones y agobios, lo cual le permitía descansar. No así esa noche, a pesar de que el enorme sofá era cómodo, como había dicho Rachel, y que Rachel había cubierto la amplia superficie con una sábana de suave algodón y le había dejado una almohada. Britt no dormía, despierta tras los ojos cerrados pensaba en las probabilidades de que se produjese otro ataque. La habían entrenado para esperar lo inesperado y para reaccionar ante los imprevistos con una combinación de habilidad e instinto, y sus instintos nunca fallaban. Su instinto había salvado a Santana tres días antes y en aquel momento le decía que el peligro estaba mucho más cerca de lo que nadie suponía. Le fastidiaba no ver claramente al enemigo ni predecir sus medios. No sabía si se produciría otro ataque armado; otro intento de secuestro o pondrían una bomba en el coche. Como no sabía la forma o el modo que podía adoptar la amenaza, sentía la imperiosa necesidad de prepararse para todo. El sueño era un lujo que no podía permitirse, así que acabó por levantarse, se puso los vaqueros y salió descalza al balcón. El fresco aire nocturno le produjo una agradable sensación en la cara y el cuello. Unos minutos después, las puertas de cristal se abrieron silenciosamente tras ella, pero Britt no se volvió. Cuando la brisa llevó hasta ella el inconfundible aroma del perfume Monyette París, supo quién la acompañaba. Pero aun así la voz cálida y embriagadora estremeció su columna vertebral. Se le encogió el estómago, y crispó las manos sobre la barandilla hasta el punto de que los músculos de los brazo se le hincharon debido a la tensión.
-¿No puedes dormir? -preguntó Quinn acercándose a donde estaba Britt, apoyada en la balaustrada de hierro forjado.
-No -Britt ladeó la cabeza y la vio. Sabía que Quinn estaba desnuda debajo de la bata negra y no necesitaba el resplandor de la luna para ver la protuberancia de sus pechos y la larga y sensual curva del vientre que se fundía con el liso arco de la cadera. Había acariciado aquel cuerpo infinitas veces, sintiendo la dulce humedad de la piel impregnada de pasión sobre la suya. La maraña de miembros, el rapto febril de placer y los gritos de alivio, de Quinn y suyos fusionados en uno, eran solo un recuerdo-. ¿Y tú?
Quinn hizo un gesto negativo con la cabeza.
-Me dormí y soñé -se encogió de hombros-. Ahora estoy despierta -hizo ademán de tocar el hombro de Britt, pero se detuvo-. ¿Te molesta la compañía?
Britt aspiró lentamente saboreando la irresistible y arrebatadora mezcla de perfume y deseo. La última vez que había estado en aquel balcón de noche la acompañaba Santana, y recordaba el desgarrador deseo y la imperiosa necesidad que había sentido hacia la joven entonces. Miró a aquella mujer, sintiendo el calor de la boca de Quinn sobre su cuerpo, y comprendió que nunca la había querido como a Santana. La había querido antes, la quería en aquel momento, y la seguiría queriendo siempre. El brote de excitación que la había envuelto al ver a Quinn se difuminó y se sintió liberada.
-No, no me molesta en absoluto.
-Rachel no sabe lo nuestro.
-Entiendo.
-¿Será un problema si se entera?
Britt se movió para poder mirar a Quinn a la cara.
-¿Un problema para quién?
-Siempre tan cautelosa, Britt. Para ti o para Santana.
-Santana hace tiempo que lo sabe.
-Oh, lo sé. La estaba mirando en el preciso momento en que se dio cuenta -una leve sonrisa se dibujó en los labios de Quinn transformando la perfecta simetría de su rostro durante un segundo, dándole un aspecto menos perfecto y más vulnerable-. Vi cómo se esforzaba por controlar la ira al saber que yo te había tocado. La vi ganar esa batalla. Es una mujer admirable.
-Sí.
-Y la amas -Quinn miraba a Britt con la misma intensidad que Britt a ella.
-Con todo mi ser.
-Naturalmente -Quinn deslizó las yemas de los dedos sobre el dorso de la mano de Britt- Ella sabía...Santana...que yo estaba enamorada de ti, pero también supo instintivamente, desde la primera noche, que tú no me amabas.
-Quinn...
-No -se apresuró a decir Quinn, aferrando la mano de Britt-, no tienes por qué dar explicaciones, Brittany. Siempre supe lo que sentías y lo que no sentías. Nunca me engañaste.
-Sin embargo, lamento haberte utilizado -dijo Brittany.
-¿Me utilizaste? -Quinn se rió con ganas-. No creas. No debes disculparte por el placer que compartimos. Era lo pactado, y todo lo que hubiese más allá de eso corría de mi cuenta -apartó la mano y se volvió para mirar el parque, con el hombro rozando levemente el de Britt-. No debería estar aquí.
-¿Y por qué estás?
-No lo sé -respondió Quinn, pensativa, alzando la mano para colocar un mechón rebelde que el viento había soltado sobre su cara. Lo puso detrás de la oreja con gesto impaciente, dejando al descubierto la pálida y esbelta columna de su cuello, como si pidiese un beso-. Podría haber encontrado otro alojamiento o alquilar un coche y pasarme una semana recorriendo el país. Pero cuando ocurrió todo, cuando el mundo entero se tambaleó de pronto, lo primero que pensé fue en Rachel. Así que la llamé, aun sabiendo que no debería hacerlo.
-¿Y por qué no, Quinn? -preguntó Britt serena. Habían mantenido una relación durante casi un año, y parte ese tiempo Britt había sido jefa de seguridad de Santana. En esa época hubo dos atentados contra Santana. Britt tenía la absoluta certeza de no haber divulgado la menor información sobre Santana o su seguridad; pero todas las personas de su vida, todas las personas de la vida de Santana, eran en aquel momento sospechosas a sus ojos. Y Quinn, Kitty, seguía siendo un misterio en muchos aspectos.
-Oh, por muchas razones -Quinn se encogió de hombros y rió de nuevo aunque con menos entusiasmo, casi con desprecio hacia sí misma-. Podría soltar una perogrullada como lo de ella merece algo mejor, lo cual es absolutamente cierto, o decir que su amistad con Santana tal vez se deteriore ...
-Santana lo afrontará.
-Sí, supongo que lo hará. Pero me pregunto si Rachel lo soportará cuando se entere de que Santana conocía mi relación contigo y no la informó.
-Nunca se sabe cómo van a reaccionar las personas. Debes hacer lo que sientas.
Quinn se volvió, apoyó la cadera en la barandilla y miró a Britt, muy seria.
-¿Filosofía, Brittany?
-No, solo montones de errores.
-Rachel y yo no nos acostamos.
-¿Aún no?
Quinn negó con la cabeza.
-No, que yo sepa.
-Pero estás aquí.
-Sí -Quinn suspiró-. Y ahora también estás tú. Te oí levantarte y salir. No podía dejar de pensar en la última vez que habíamos estado juntas. Esa noche querías hacer el amor conmigo, y yo no te dejé. Ahora lo lamento.
-Las cosas han cambiado -Britt habló con voz amable y no se apartó cuando Quinn se inclinó hacia ella. Había demasiadas cosas entre ellas para volver la espalda.
-Sí, pero...a veces basta con una última vez para olvidar el pasado -mientras hablaba, Quinn deslizó la mano bajo la camiseta de Britt y la posó sobre el abdomen. Exhaló un leve suspiro de placer cuando los músculos de Britt se retorcieron ante el contacto y lentamente fue bajando los dedos y doblando la mano para introducirla bajo los vaqueros de Britt.
Britt sujetó la muñeca de Quinn por encima de la camiseta e interrumpió la caricia. Estaba húmeda desde el primer roce.
-No habrá más veces.
Quinn, con la boca tan cerca que podría besar a Britt, la miró a los ojos durante un rato.
-¡Dios! Siempre tuviste un control exquisito.
Britt sonrió y retiró la mano de Quinn de debajo de la camiseta. La soltó y respiró a fondo.
-A veces resulta engañoso.
-Tal vez -Quinn se hizo a un lado poniendo espacio entre ambas-. Pero tu mensaje es muy claro. No volveré a intentarlo.
-Gracias. Porque eres una mujer hermosa y muy deseable, y da la casualidad de que estoy totalmente enamorada de otra persona.
-Lo sabía sin necesidad de que me lo dijeses, Britt -admitió Quinn con una tierna sonrisa-. Solo que no tenía claro cómo afrontarlo y nunca tuve ocasión de averiguarlo. Ahora lo entiendo.
-¿Qué pasa con Rachel?
Quinn cerró los ojos un instante.
-Ojalá lo supiese. Hace tanto tiempo que no tengo una relación simple con una mujer, que no sé si sabría reconocerla.
-Comprendo lo que quieres decir.
-Supongo que sí -Quinn acarició el borde de la mandíbula de Britt y entró en el apartamento-. Recuerda esta noche, Brittany. Recuerda que en este momento no hubo nada entre nosotras, salvo la verdad.
Britt vio a Quinn abrir y cerrar las puertas de cristal y desaparecer en la oscuridad. Había mucho que decir. O tal vez confesar, De eso estaba segura. Se volvió para contemplar la noche preguntándose cuándo averiguaría los secretos que quedaban entre ellas. Quinn caminó cuidadosamente por el oscuro salón guiándose por la memoria y los destellos de luz de luna que iluminaban los objetos.
-Será mejor que hablemos -dijo Rachel en voz baja levantándose de una silla situada en una esquina frente al balcón-. No pretendía espiar, pero oí que te levantabas. Me preocupaba que tuvieses una pesadilla.
-¿Una pesadilla?
-La tuviste, sí. Gritaste en sueños. La primera noche -explicó Rachel reuniéndose con Quinn bajo el arco que conducía al pasillo y a los dormitorios-. Me levanté y abrí la puerta de tu habitación. Gemías y te retorcías bajo las sabanas. No sabía si despertarte o no.
-Lo siento. No me enteré.
Rachel sacudió la cabeza.
-No tienes por qué disculparte.
-Pero no me despertaste.
-No. Me acerqué a tu cama y, cuando me di cuenta de que estabas desnuda, me limité a mirarte. Te miré y quise tocarte, y entonces supe que debía irme.
-Rachel -murmuró Quinn deslizando los dedos bajo el brazo de Rachel sin darse cuenta.
-Te vi en el balcón con Britt. No oí lo que decíais, pero no me hace falta. -Rachel retiró el brazo suavemente-. Santana López es mi mejor amiga.
-Santana lo sabe -afirmó Quinn.
-Yo también tengo que saberlo.
-Sí –Quinn suspiró-. Vamos a tu habitación.
Quinn siguió a Rachel por el pasillo hasta el dormitorio principal. Esperó a que Rachel descorriese las cortinas para que hubiese luz suficiente y pudiesen verse. Rachel no encendió la luz, y Quinn se lo agradeció; su dolor no quedaría expuesto a la brutal claridad de una lámpara, sino atenuado por la piadosa luminosidad de la luna. Se hundió en un extremo del confidente situado frente a los grandes ventanales de la zona de estar y esperó a que Rachel se sentase para hablar.
-Brittany y yo tuvimos...una relación...durante casi un año -explicó Quinn, que no veía motivos para fingir que se trataba de otra cosa-. Se terminó.
-No me ha dado esa impresión -en la voz de Rachel no había el menor asomo de censura, solo cierta tristeza-. Naturalmente, no me debes ninguna explicación.
-Sí que te la debo -estaban muy cerca, y Quinn quiso tocar a Rachel, como si su piel pudiese confirmar a la otra mujer la veracidad de sus palabras-. Estoy aquí, en tu casa, y claro que te debo una explicación.
-Me preguntaba por qué no respondías a mis... -Rachel se rió- nada sutiles insinuaciones de mi interés por ti. No se me ocurrió preguntar si había otra persona. ¡Qué tonta soy!
-No fue ese el motivo de que no respondiese -repuso Quinn-. Es más, quería hacerlo.
-¿Se trata de...Britt?
A Rachel se le atragantaron las palabras, y Quinn comprendió que le hacía daño pronunciarlas. Lo que le sorprendió fue que le doliese notar el dolor de Rachel.
-Lo siento. No. En realidad, yo quería... -se interrumpió eligiendo con cuidado lo que iba a decir-. Quería cerciorarme de que no lamentases nunca lo que pudiese haber entre nosotras. Y sabía que eso no ocurriría hasta que te contase lo de Brittany.
-¿Pensabas hacerlo?
Quinn dudó.
-No lo sé. No me afectaba solo a mí.
-Has dicho que Santana lo sabe. Por tanto, supongo que lo sabía la noche de la exposición en la galería.
-Sí.
-¿Y sigues viva? Increíble.
-Santana conoce a su amante.
-Cualquier mujer se sentiría tentada -dijo Rachel con amargura-. Créeme, lo sé.
-Tentada sí...pero la cosa no va a pasar de ahí con Brittany Pierce.
-Aunque tú lo deseas -Rachel cruzó los brazos sobre el cuerpo, debajo de los pechos, como si tuviese mucho frío. Hacía calor en la habitación-. Desde mi rincón del salón me di cuenta de cuánto la deseabas.
-Sí, es cierto -Quinn puso una pierna sobre el sofá para mirar a la cara a Rachel-. La deseaba hace unos minutos- Cuando acabó todo entre nosotras, una parte de mí se resistió a despedirse. Quería despedirme esta noche -extendió el brazo sobre el sofá hasta que sus dedos casi rozaron el hombro de Rachel-. Ya lo he hecho.
-¿Así de fácil? -Rachel no se movió ni buscó el contacto de Quinn.
-He aceptado lo que sé hace mucho tiempo. En cierto sentido, sí, ha sido fácil.
-De acuerdo.
Quinn acarició el hombro de Rachel y enseguida retiró la mano.
-Hay algo más que deberías saber. Sobre Brittany y yo.
-No, no lo hay. Fuese lo que fuese no me incumbe -Rachel retuvo la mano que Quinn estaba a punto de retirar. Estrechó los dedos de Quinn entre los suyos y acarició con el pulgar los nudillos de la otra mujer-. ¿Por qué viniste aquí el martes por la noche?
-Para estar contigo. No sé por qué, pero quería estar contigo. Necesitaba...estar contigo.
Rachel asintió.
-Me alegro.
-Hay más cosas que no te he contado -dijo Quinn en voz baja.
-Siempre las habrá
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Edad : 36
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Ho dios por un momento pensé que britt no iba a rechazar a quinn..
Pero que bien que lo hizo me siento orgullosa de britt !
Excelente
Saludos hasta la prox.
Actualización xD
Pero que bien que lo hizo me siento orgullosa de britt !
Excelente
Saludos hasta la prox.
Actualización xD
Lorena_Glee** - Mensajes : 51
Fecha de inscripción : 02/08/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Oh Vaya, Britt si que es fuerte jajajaj
Es muy dificil no cae en los encantos de Quinn, Kitty, pero al parecer no imposible! Bien por Britt..
Como Santana se entere de ese intento fallido de ''Despedida'' por parte de la rubia, Ufff esta vez no hubiera sobrevivido xD
No esperaba menos de Rachel, siempre a la altura d ela situacion..
Me encantan sus ''Nada sutiles insinuaciones'' xD
Es muy dificil no cae en los encantos de Quinn, Kitty, pero al parecer no imposible! Bien por Britt..
Como Santana se entere de ese intento fallido de ''Despedida'' por parte de la rubia, Ufff esta vez no hubiera sobrevivido xD
No esperaba menos de Rachel, siempre a la altura d ela situacion..
Me encantan sus ''Nada sutiles insinuaciones'' xD
aria- - Mensajes : 1105
Fecha de inscripción : 03/12/2012
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
Lorena_Glee escribió:Ho dios por un momento pensé que britt no iba a rechazar a quinn..
Pero que bien que lo hizo me siento orgullosa de britt !
Excelente
Saludos hasta la prox.
Actualización xD
El amor es mas fuerte que la lujuria
aria escribió:Oh Vaya, Britt si que es fuerte jajajaj
Es muy dificil no cae en los encantos de Quinn, Kitty, pero al parecer no imposible! Bien por Britt..
Como Santana se entere de ese intento fallido de ''Despedida'' por parte de la rubia, Ufff esta vez no hubiera sobrevivido xD
No esperaba menos de Rachel, siempre a la altura d ela situacion..
Me encantan sus ''Nada sutiles insinuaciones'' xD
Si llega a verla San en ver de Rachel, Quinn es mujer muerta, esperemos que Rachel no diga nada
Alguna vez Rachel a usado sutiles insinuaciones? Pobrecita...
Alguna vez Rachel a usado sutiles insinuaciones? Pobrecita...
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
Fecha de inscripción : 11/06/2013
Edad : 36
FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 10
Capitulo 10
-Soy Brittany Pierce. Me gustaría hablar con la jefa de gabinete, por favor.
-Son las 4.30 de la mañana, señora -informó una educada voz masculina-. Con mucho gusto transmitiré su mensaje.
-Tal vez sea mejor que compruebe antes su lista de prioridades -Britt oyó ruido de papeles. Cuando el oficial de guardia habló de nuevo, lo hizo como si estuviera en posición de firmes.
-La paso inmediatamente, señora.
-Gracias. Cífrelo, por favor.
-Sí, señora.
Lucinda Washburn respondió segundos después con voz cortante y enérgica. Britt no dudó que estaría despierta.
-¿Algún problema, comandante?
-Llámelo precaución, señora. Estoy en Manhattan. Le sugiero que esta tarde ponga más agentes a disposición de Stark -a pesar de que la transmisión era cifrada y, por tanto, en principio segura, Britt no dejaba nada al azar cuando se trataba de Santana. Esperaba que Lucinda entendiese lo que quería decir sin necesidad de más explicaciones.
-¿Por algún motivo concreto?
-Es solo una sensación.
-Con eso basta -Lucinda suspiró-. ¿Y el Nido?
-Imagino que Tom se habrá ocupado de eso -Britt sabía que Tom Turner, el jefe de seguridad del Presidente, había suprimido todas las paradas en la primera aparición pública del Presidente después de los ataques. Sin duda todos los agentes del FBI, el Servicio Secreto y el Departamento de Policía de Nueva York habían sido movilizados para la visita del Presidente a la Zona Cero-. Pero Egret tiene tendencia a escabullirse.
-Y tanto -dijo Lucinda con un cariño que se percibía a través del teléfono-. ¿No tiene nada concreto?
-Solo llevo aquí unas horas, pero las cosas están mal en el Nido. No me gusta.
-Mierda. A mí tampoco. ¿Estará usted cerca esta tarde?
Britt esbozó una sonrisa fría y dura.
-Cuente con ello.
-Me ocuparé de que salga de aquí bien custodiada.
-Gracias. Ah, otra cosa.
-Ayer me di cuenta de que quería algo en particular -comentó Lucinda-. ¿De qué se trata?
-No se trata de qué, sino de quién.
-La escucho.
-Quiero a Felicia Davis conmigo a partir de hoy.
-Eso será difícil. La investigación de seguridad lleva tiempo, y no puedo hacer gran cosa ante el comité especial del Departamento de Justicia.
- Si queremos encontrar a esa gente, tendrá que ser a través de alguna conexión con Foster -afirmó Britt sin titubear-. Necesito a una experta en informática.
-Puede tener a cualquiera...En el Departamento de Justicia hay un agente considerado el mejor. Al parecer es un poco raro, pero...
- No me sirve -interrumpió Britt-. Felicia es de las mías. Corrió riesgos durante el ataque, igual que Stark. Tiene suerte de haber sobrevivido. No puede estar involucrada.
-Veré qué puedo hacer, pero esas cosas tienen un coste.
-Oh, ya lo sé. Todo tiene un precio, y lo pagaré. En cuanto a los otros miembros del equipo...
Lucinda se rió.
-Ha estado muy ocupada desde que hablamos ayer.
-Aquí las cosas están patas arriba -afirmó Britt.
- Sí. ¿A quién necesita?
Britt se lo dijo y esperó.
-No creo que haya problema. Considérelo hecho a menos que le diga lo contrario antes de mediodía.
-A esas alturas estarán trabajando conmigo.
- Sí, claro -admitió Lucinda-. Buena caza, comandante.
Britt estaba pensando en la caza mientras se servía la primera taza de café poco después de las siete de la mañana.
-Veo que recuerdas las cosas fundamentales -comentó Rachel a sus espaldas.
Britt se volvió hacia la puerta de la cocina sonriendo.
-Espero que no te importe.
-Hummm, en absoluto. Me gustan las mujeres decididas, sobre todo por la mañana –Rachel, vestida con blusa de seda verde pálido y pantalones color tabaco, cruzó la brillante cocina de acero y granito modelo Architectural Digest y se acercó a la encimera. Pasó al lado de Britt para coger la cafetera y, con exagerada cautela, procuró no tocarla.
A pesar del tono coloquial de Rachel, a Britt le pareció detectar rastros de lágrimas bajo el perfecto maquillaje de su anfitriona.
-¿Mala noche?
Rachel se rió y sacudió la cabeza.
-¿Acaso no sabes que eso es algo que nunca debes preguntar a una mujer? Da la impresión de que se me nota la edad o de que tengo una pinta desastrosa.
-No es el caso -dijo Britt, muy seria-. Pero ha sido una semana horrible.
-¡Oh Dios, sí! -a Rachel le temblaba un poco la mano cuando se acercó la taza a los labios. Bebió un sorbo y apoyó la cadera en el borde de la encimera, mirando a Britt-. ¿Has dormido algo?
-No mucho -en realidad, no había dormido nada. Después de hablar con Quinn, se tumbó en el sofá durante varias horas antes de regresar al balcón, hastiada. Estuvo a punto de dormirse en la tumbona, pero la letanía de cosas pendientes se repetía en su cabeza y le impedía conciliar el sueño. Al final, tras renunciar, llamó a Lucinda. En aquel momento, duchada y vestida con pantalones negros y un polo oscuro, había escondido la fatiga bajo la ocupada agenda del día.
-Santana viene esta tarde con su padre.
-Lo sé, me lo ha dicho -Rachel entrecerró los ojos estudió a Britt con aire pensativo-. No te gusta nada, ¿verdad?
Britt sonrió.
-¿Cuál ha sido la primera pista?
Rachel se rió.
-¿Cómo llevas tu preocupación por ella?
En otra época Rachel no habría formulado una pregunta personal, a pesar de que siempre había sido muy curiosa. Respetaba la intimidad de su mejor amiga, aunque a veces envidiaba la evidente pasión reinante entre Santana y Britt, y sabía que Britt era, si cabe, aún más reservada que Santana. Pero en un mundo en el que el exterminio podía llamar a la puerta una soleada mañana, parecía ridículo regirse por las convenciones. Y para quienes vivían bajo la sombra de la tragedia, la vida había adquirido mayor intensidad, y perdían sentido la cautela y la prudencia.
-Me pagan por preocuparme por ella -respondió Britt en tono amable. Era la respuesta más sencilla y la verdad. Pero había notado el cariño tras la pregunta de Rachel y sabía que esta quería a Santana, así que añadió-: Me esfuerzo al máximo por disimular mi preocupación ante ella porque necesita pensar que su vida es normal. Y, cuando surge algo como lo de hoy, me pongo histérica. Hago todo lo posible por garantizar su seguridad.
-Supongo que si Santana supiera lo duro que es para ti, cambiaría.
-Tal vez -admitió Britt-. Y eso mataría algo dentro de ella -Britt lavó la taza en el fregadero y la puso boca abajo sobre las ranuras practicadas en la encimera de granito a modo de escurridor-. Por eso no se lo digo.
-Por supuesto. Ni yo tampoco -Rachel dejó su taza junto a la de Britt-. ¿Querías hablarme de algo?
-¿Te importa si vamos al balcón? -preguntó Britt cuando salieron de la cocina.
Rachel se detuvo en seco en medio del salón y miró a Britt con asombro.
-¿No confías en Quinn?
Britt permaneció callada mientras iban hacia el balcón. El salón estaba vacío, y no se oía ruido en las habitaciones del otro lado del pasillo. Rachel no dijo nada hasta que estuvieron en el balcón, con las puertas correderas de cristal cerradas.
-No se me ocurre ningún modo de decirlo que no sea desafortunado -comentó Rachel sentándose en una tumbona-. Dio la casualidad de que anoche estaba en el salón cuando Quinn y tú hablabais aquí y, luego, conversamos.
-Y te contó lo nuestro -Britt apoyó la espalda en la barandilla; el sol quedaba detrás, de modo que la sombra envolvía su rostro. La técnica interrogatoria fue tan automática que ni siquiera tuvo que pensarla.
Rachel protegió los ojos con la mano frente al sol matutino y asintió.
-En parte -se rió-. Me temo que no hubo detalle. Por lo visto todas las mujeres que conozco quieren compartirte. Incluso a toro pasado.
-¿Te dijo que Santana lo sabe?
-Sí. Me gustaría decirle a Santana que lo sé. Ocultar secretos a las amigas es la forma más rápida de perder la amistad.
Britt percibió el pánico en la voz de Rachel.
-Santana no te lo dijo porque quería protegerme.
-Y ahora tú la proteges a ella -Rachel sonrió-. Tiene una gran defensora en ti.
-No -Britt se adelantó dos pasos y se sentó en el extremo de la tumbona mirando a Rachel. Luego, se inclinó hacia delante, apoyando los codos en las rodillas-. Yo solo quería que supieras que lo hizo por mí y no para ocultarte nada. En realidad -añadió, con un suspiro-, creo que le ha costado mucho.
-¿Seguro que no te importa si hablo con ella del asunto?
-En absoluto.
-No has respondido a mi pregunta anterior. ¿No confías en Quinn?
-No se trata de en quién confío y en quién no -contestó Britt-. Se trata de proteger la privacidad de Santana y de preservar su seguridad.
-No creerás que Quinn es una amenaza -dijo Rachel a la defensiva.
-No hablo de Santana delante de nadie -era verdad, aunque también una evasiva.
-No, los que la queremos no lo hacemos. Lo entiendo -Rachel parecía satisfecha-. Dime qué quieres saber.
-Quiero saber los nombres de todas las personas que te preguntaron por Santana el último año. Quiero saber cuántas personas nuevas han entrado en tu vida en el mismo período, bien por razones profesionales o personales, Quiero saber si alguien te ha llamado la atención por alguna rareza.
Rachel se rió.
-No hablas en serio.
Britt se limitó a asentir.
-¡Dios mío! Dirijo una galería de arte. Sheila Blake es una de mis clientas, y todo el mundo sabe, al menos en los ambientes artísticos, que Blake es Santana López. La gente no para de preguntarme por sus obras.
-¿Alguien que mostrase más interés que los demás? ¿Alguien que hiciese preguntas insistentes o repetidas o que fuese muchas veces a la galería sin motivo?
-No se me ocurre, pero puedo revisar los libros de ventas de la galería, a ver si me refrescan la memoria.
-Bien. Estupendo. Pregunta a tus empleados si recuerdan que alguien se interesase por los proyectos de Santana o hiciese preguntas personales sobre ella: dirección, teléfono, correo electrónico -Britt se inclinó aún más, lanzando chispas por los ojos-. Cualquier cosa. Nada llamativo. Esos tipos son profesionales. Explícaselo.
-Lo haré. Hablaré con ellos hoy por la mañana –Rachel frunció el entrecejo-. Has dicho contacto personal. ¿No creerás que alguien con quien...he tenido relaciones íntimas...ha participado?
-No lo sé. ¿Has conocido a alguien en circunstancias extrañas o que te parezca demasiado perfecta y encaje excesivamente bien en el tipo de mujer que te atrae?
El silencio se impuso unos momentos mientras ambas se miraban con el nombre pendiendo entre ellas. Como una premonición, las puertas de cristal se abrieron y apareció Quinn. Su blusa de color verde hacía juego con sus ojos, que miraron con extrañeza a Rachel y a Britt. Lo que vio en sus rostros le hizo alzar las manos en un gesto de disculpa.
-Lo siento. Por lo visto, interrumpo -se retiró el pelo de la cara sosteniéndolo para que no lo alborotase el viento, y miró a Rachel-. Quería decirte que me marcho. He pedido un taxi.
-¿Ahora mismo? -Rachel se levantó-. ¿Por qué?
-Un asunto de trabajo. Surgió hace unos minutos. Me ha llamado mi cliente –Quinn sonrió y se encogió de hombros-. Ya sabes cómo son esas cosas. Cuando a un cliente se le mete algo en la cabeza, no hay forma de desmontarlo. Odio salir corriendo cuando has sido tan amable conmigo.
Britt se levantó y entró en el salón para dejadas solas.
-Yo también tengo que hacer unas llamadas. Cuídate -dijo al pasar junto a Quinn.
-Lo haré. Tú también, Brittany -Quinn no apartó la vista de Rachel durante el intercambio de palabras con Britt. Cuando Britt entró y cerró las puertas, Quinn repitió- Siento todo esto.
-Creí que lo habíamos aclarado anoche -dijo Rachel acercándose a Quinn. Estaban cara a cara, ambas con expresión de fastidio y alerta-. Las dos tenemos pasado. Yo no pienso disculparme por el mío, ni espero que lo hagas tú.
-Eres muy considerada.
-Al diablo con la consideración -repuso Rachel-. Sabes muy bien que me siento atraída por ti. Más que atraída. ¿Por qué te vas?
-Ya te lo he dicho...trabajo.
Rachel la miró sin pestañear.
-En esta ocasión no te preguntaré de qué se trata porque resulta evidente que no te apetece contármelo. Pero sí te preguntaré una cosa y quiero una respuesta sincera. ¿Te volveré a ver?
Quinn dudó y, en vez de responder, puso la mano en la nuca de Rachel y la atrajo para besada. Al principio la besó tiernamente, un mero roce de labios, deleitándose en su subyugante sabor hasta que de pronto deseó más. Más que un susurro de despedida. Necesitaba algo que llevar consigo. Sin romper el contacto visual, acarició la boca de Rachel con firmeza, un contacto lento y prolongado mientras la punta de la lengua de Rachel brillaba entre sus labios. Rachel contuvo la respiración, primero sorprendida y, luego, al notar un nudo en el estómago.
-Oh -murmuró-, no hagas eso para dejarme después.
-Esperaba que lo recordases -dijo Quinn olvidando la sensatez-, hasta que vuelva.
-¿Volverás? ¿En serio?
-Sí, si puedo.
La pena que transmitía su voz era demasiado sincera para que Rachel no la creyese. Rachel rodeó con los brazos la cintura de Quinn, contenta al ver que la otra mujer no se apartaba.
-Cuando vuelvas, ¿me dirás qué es eso que según tú no podría afrontar?
-Sí, si puedo -respondió Quinn incapaz de contenerse. Besó a Rachel una última vez, deseando con todas sus fuerzas paliar el dolor interior con algo tan simple como un beso. Lo podía justificar, si la presionaban, como una indiscreción momentánea en medio de un mundo enloquecido. Se dio cuenta de que había fracasado estrepitosamente cuando comprendió que solo quería seguir besando a Rachel hasta que la otra mujer ocupó de lleno su corazón y su alma.
-Adiós -murmuró Quinn apartándose. Estiró la mano para abrir la puerta sin apartar los ojos de Rachel.
Rachel la dejó marchar. Por motivos que no lograba entender, mientras la veía marchar, susurró:
-Cuídate.
Marta_Snix-*- - Mensajes : 2428
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Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
mmmmmmm tendre que desconfiar de Quinn???
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: FanFic [Brittana] Honor reivindicado. Capitulo 33
awwwww que lindo las chicas creo que saldra algo lindo me parece bien que quinn le haya dicho la verdad a rachel sobre lo que paso con britt y qe la castaña no se lo tomara mal... lindo cap y si te pido uno mas plisss
Flor_Snix2013***** - Mensajes : 230
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