FanFic Klaine: Sálvame. ÚLTIMO CAPÍTULO

Lamento la tardanza, es que pasando el capítulo me di cuenta que no me gustó mucho como había quedado, y me empezaron a surgir otras ideas. ¡Ojalá les guste!

Capítulo treinta y seis.

Narra Kurt

Después de una semana de salir del hospital, decidí volver a cursar la última materia que me faltaba de la universidad, no podía dejar que mi enfermedad deje en pausa mi vida. Blaine ya había terminado su materia, así que estaba solo... Bueno, no tanto. Me había echo muy buen amigo de Sam últimamente, y estaría con él, por suerte, no quería estar solo. Era lunes y estábamos yendo a la universidad, Blaine había ido a ayudar a Finn a hacer algo, no me quisieron decir qué, pero bueno. Cuando llegamos, Sam tenía que ir a su clase correspondiente y yo a la mía, compartíamos solo una clase, la de la segunda hora.
Estaba caminando hasta la entrada, cuando siento una presencia detrás mío.

— Miren quien apareció. -dijo sarcástico- ¿A tu novio le gusta que abraces así a otro chico? Mejor dicho, ¿lo sabe?
— No me molestes, no tengo ganas de hablar con vos.
— Venís a perder el año nada más, ¿por qué? Me refiero a qué, entre tantas cosas que tenes que hacer por tu enfermedad, no vas a poder venir casi nunca.
— Voy a poder venir, no te preocupes.
— ¿Cómo están con tu novio? ¿Ya se buscó a alguien más?
— Él nunca va a buscar a nadie más, no es como vos Sebastian.
— Uhm, cuánta seguridad. Yo desconfiaría un poco más.
— ¿Por qué? De verdad, no vas a ganar nada con ésto. Mejor andate.
— Ok, me voy. Pero pensa en lo que te dije. Él está con vos por lástima, más ahora que estás enfermo. -se fue-

¿Por qué tenía que aparecer justo ahora? Todo iba bien. Solo espero no volvérmelo a cruzar, aunque seguramente tenga que hacerlo. Sabía que no iban a ser fáciles las cosas con él, pero ahora al menos tengo a Blaine.
Después de un cansador día de clases fui a la casa de Blaine, ya que pasaríamos el día juntos. Cuando llegué, toqué timbre y esperé que abra.

— ¡Kurt! -me besó- Ey, ¿qué pasó? -notó que mi cara no era la mejor-
— Sebastian pasó.
— ¿Qué te hizo? -pasamos y nos sentamos en el sillón-
— Que vos te vas a buscar a otra persona, y estás conmigo por lástima.
— ¿Quién le dijo éso? -dijo riendo-
— No sé, pero en parte tiene razón. Yo estoy enfermo y...
— No. -me interrumpió- No es así, y lo sabes, no le hagas caso. Yo te amo. -nos besamos- Ahora vamos a descansar un rato, tenes que tener un poco de reposo.
— Odio que me trates con cuidado porque estoy enfermo nada más. -dije casi llorando-
— No hago eso, yo quiero que estés bien. ¿Por qué le haces caso a Sebastian?
— ¿Por qué peleamos tanto? -pregunté triste-
— Todas las parejas lo hacen, además no son peleas. Mejor, peleemos todo ahora, así cuando nos casemos nos llevamos muy bien.
— Qué positivo sos. -reímos-
— ¿Vamos a cocinar algo? -propuso-
— Ok, vamos. -me levanté-
— Muero por verte cocinar para nuestros hijos.
— -sonreí ante su comentario- Antes que los hijos, casamiento.
— Me parece un buen trato.

Los dos con una enorme sonrisa, nos besamos y luego fuimos hasta la cocina. Una vez allí empecé a sacar algunas cosas para cocinar pasta, mientras hacía eso, Blaine estaba sentado y no dejaba de mirarme.

— ¿Qué tanto me ves? -pregunté divertido-
— Era broma cuando te dije que me imaginaba cuando le cocines a nuestros hijos. -sonreí-
— ¿Y cuántos hijos queres tener?
— ¿Vos?
— Uhm, dos, tres... Mínimo.
— ¿Mínimo? -dijo riendo-
— Sí, ¿es mucho?
— Con vos tendría veinte hijos. -me besó-
— Dos está bien. -reí-
— Yo quiero veinte. Y no me discutas. -agarró un poco de harina y me la tiró en el pecho- Te lo mereces por malo.
Hice lo mismo pero con más cantidad y se lo tiré en la cara.
— Vengativo. De ésto no te salva nadie. -agarró el paquete de harina-
— Ni se te ocurra. -dije amenazante-
— Tarde, ya se me ocurrió.
— No te animas. Pensa lo que vas a hacer.
— Bueno, está bien. -amagó a dejar el paquete-

Cuando solté el aire, signo de que estaba más aliviado porque Blaine no iba a hacer nada; todo lo contrario, cuando me di cuenta tenía un kilo de harina en toda mi ropa.

— ¡Blaine Anderson, te odio! -grité-
— No hay más harina, ¿qué vas a hacer? -me di vuelta- Éso no.
— Sí, esto sí. -había agarrado la salsa-
— Eso está caliente.
— No está caliente, además ahora te la aguantas.

Blaine salió corriendo pero igualmente le tiré la salsa, la cual cayó en toda su espalda.

— ¡No! Ésto no sale de la ropa.
— Y bueno.
— Vengativo. -lo fulminé con la mirada y no dije nada- Te dejé sin palabras. -me di vuelta- Suelo causar esa impresión.
— Creído. -hablé bajo-
— ¿Por qué no decís las cosas de frente?

Me di vuelta para decírselo de frente, pero antes de decir algo ya tenía sus labios junto a los míos. Como era de esperarse el beso empezó a tomar otro curso, Blaine me llevó contra la heladera, y seguíamos con ese beso. Sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo, sin pensar demasiado pasé mis manos por debajo de su remera y la saqué, quedando ésta en algún lugar de la cocina, él hizo lo mismo conmigo. Besaba mi cuello y un poco más abajo también, yo me estremecía y disfrutaba a la vez. Acariciaba su espalda y revolvía un poco su pelo, en el cual había salsa, eso hizo que ambos soltemos una carcajada.
Él caminó unos pasos y me levantó hasta dejarme sentado en la mesada, abrió mis piernas y se puso en medio de ellas, su boca pasaba por todos lados. Tenía mis manos en su cuello, no dudé en bajar ese cierre que impedía algunas cosas. Él como pudo hizo desaparecer todas mis prendas, y junto con esos besos nos hicimos uno. Después de varios minutos ese acto había llegado al límite, nuestros cuerpos estaban muy cansados, con una sonrisa de parte de ambos sellamos ese momento.

— Te amo. -apoyé mi frente contra la de él-
— Yo más.
— ¿Me parece que tenemos que limpiar, no? -soltó una carcajada-
— Sí. -nos separamos y levantamos nuestra ropa- Ya no tenes vergüenza.
— Me parece que después de lo de hoy, no. -reí- Mejor me baño, y después limpio acá.
— Bañémonos juntos. -pidió él- Solo bañarnos, no creo poder seguir.
— Dale tonto, vamos. -lo tomé de la mano-

Nos dirigimos al baño a bañarnos, evidentemente había sido suficiente para los dos, no faltaron besos y algunas manos desubicadas, pero nada más. Le presté una camisa a Blaine ya que la de él estaba sucia con salsa. Una vez estuvimos cambiados, fuimos a la cocina, y al ver como había quedado todo no pudimos evitar reír. Luego comenzamos a acomodar todo para poder terminar con la comida de una vez.

me encanto el capitulo odio a sebastian espero se valla muy lejos y no vuelva a molestar a kurt y lo deje de una vez en paz que bueno que kurt lo hizo caso bueno le hizo poquito espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me entanca y fascina esta historia  

Me encanto el capítulo y lo amaría más aun si no hubiera aparecido Sebastian, en este FF me cae muuuuy mal >:(, pero aun así me encanto el capítulo :3
Y la escena Klex :D... hermoso *w* (en estos días ando más perver de lo normal xD)
Mi Klaine son muy tiernos juntos, espero que esa felicidad no la arruine Sebastian, lo tengo en la mira ¬¬
Espro otro cap pronto
Saluditos

Me gusto este capítulo mucho, espero que Sebastián pronto deje de molestar a Kurt.

Me encanto.  
Muy tierno y lindo, ambos son tan duces.  
Odio a Sebastian, ojala deje en paz a Kurt.  
Me gusto mucho el final.  
Saludos, nos leemos luego!!

Hola!

Solo puedo decir una cosa... Precioso. Me encanta como Blaine cuida al pobre Kurt. Esta historia es... increible. Espero pronto la actualización.

Muchos besos

Wow esos calenturientos hasta en la cocina e.e

Sebastian ¬¬ Aléjate de mi Kurt si no Blaine te asesinara torturándote lentamente muajajajajaja Okno ._. Si lo se estoy loca


Besos

Me gusto el capitulo , ojala que Sebastian no aparezca mas .
Saludos :D

Nuevamente, lamento la tardanza. Esta vez es culpa de mi hermana, cualquier cosa mátenla a ella. Ok, no. Los quiero y me alegra que les haya gustado el capítulo de ayer. :)

Capítulo treinta y siete.

Una vez que tuvimos todo listo para empezar a cocinar, así lo hicimos, los dos estábamos ayudando.

— Te amo, ¿lo sabías?
— Sí, y yo también te amo. -contesté y ambos sonreímos-
— Bueno, la salsa está lista.
— Ok, ahora pongo a hacer los fideos.

Blaine se fue a sentar, mientras yo hacía lo dicho para después ir sentarme frente a él.

— ¿En qué pensas? -lo tomé de la mano-
— Ojalá todos los días pudieran ser así. Me gusta vivir con vos, los dos solos, haciendo lo que queremos, sin peleas; sin importarnos el mundo. -contestó-
— A mi también me gusta. -sonreí-
— Kurt, quiero comprometerme con vos.
— ¿Me hablas enserio? -pregunté asombrado-
— Kurt, sos el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida. No te digo que mañana nos vamos a casar, a su tiempo, pero quiero tener esa seguridad de que siempre vas a ser mío.
— Siempre voy a ser tuyo, con o sin compromiso. Y sí, acepto ese compromiso de por vida y más allá de ella.
— Te amo. -me besó, hasta que fuimos interrumpidos por un extraño aroma-
— ¡La comida! -reaccioné-

Salté de encima de Blaine y fui a comprobar que estaba todo pegado y quemado; horrible. Nos miramos y ambos comenzamos a reír.

— ¿Y si pedimos, mejor? -propuse-
— Ok. -río-

Mientras Blaine llamaba por teléfono para pedir nuestra comida, yo acomodaba la mesa. Cada mirada entre nosotros provocaba risas. Después de media hora, llegó nuestra comida. Eran casi las cinco de la tarde y nosotros recién íbamos a almorzar. Nos sentamos en la mesa y comimos nuestro tan esperado almuerzo. Una vez que terminamos de comer, entre los dos lavamos y guardamos todo, después decidimos ir a los sillones, mientras mirábamos una película.

— No me dejes. -pedí-
— Nunca te dejaría.
— Te amo. -me incorporé- ¿Qué hacemos hoy? Son las siete de la tarde, seguro vienen Santana y Rachel. Si queres podemos ir a comprar y hacemos una cena, podes avisarle a tus amigos también.
— Me gustó la idea, pero vas a tener que ir a comprar solo.
— ¿Por qué?
— Porque yo me voy a otro lado.
— ¿A dónde?
— Ya vas a ver, vos espérame.
— Que feo, dejarme haciendo todo solo.
— Es por una buena causa. -se levantó- Además quiero ir a buscar ropa a mi casa. ¿Me acompañas hasta la puerta?

Cuando estábamos por salir, nos encontramos con Santana y Rachel.

— ¿Todavía estás acá? -le dijo Rachel-
— Sí, pero ya me voy. -le dio un beso en la mejilla-
— Que cara de felicidad. -comentó la latina-
— No tengo por qué tener otra. -hizo lo mismo que con mi otra amiga-
— Cuídate. -le dije-
— Sí, vuelvo enseguida. -me besó-

Nos fuimos a comprar la comida para la noche con mis amigas, Blaine seguramente les avisaría a sus amigos. Sólo esperaba que sea una linda cena. Aunque no me gustó la manera en que se fue, es la segunda vez que "tiene algo que hacer", primero con Finn y ahora solo. Pero no voy a desconfiar, yo sé que el me ama al igual que yo lo amo.
La cena fue muy linda, y la pasé muy bien. Hasta que me empecé a sentir mareado, supuse que era normal, ya que había echo muchas cosas en el día. Y con mi enfermedad, la palabra "energía" no era mi mejor amiga. Al notar que estaba mal, todos decidieron irse, dejándome solo con Blaine. Por enésima vez yo y mi enfermedad, habíamos arruinado todo. A la media hora me desperté en la cama de mi cuarto, supongo que me desmayé, para variar. Ya era algo común para mí. Abrí un poco los ojos y lo vi a mi novio sentado al lado mío, con cara de preocupación y acariciando mi mejilla.

— Arruiné todo. -dije-
— No arruinaste nada. -se acostó a mi lado y me abrazó- Además, tengo una sorpresa para vos. -metió su mano en el bolsillo- Mira.
— Es muy lindo. -casi estaba llorando-
— ¿Te gustó como quedó? -eran un par de anillos-
— Sí, me gustó mucho.
— Ahora no te lo podes sacar más. -sonrío-
— ¿Y si se llena de harina? ¿O me tengo que bañar?
— Solo en esos casos. -sonreí- Te amo.
— Te amo. ¿Podemos dormir? Estoy cansado.
— Como quieras. -besó mi frente-

Nos abrazamos fuerte y cerramos nuestros ojos, quedando dormidos a los pocos segundos.

Estuvo genial, espero que Sebastián ya los deje de molestar.

Me encanto el capitulo espero sebastian no los moleste nunca mas espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me encanta mucho esta historia

Me encanto el capitulo.  
Como se les quemo la comida.  
Pobre Kurt ojala y cada vez se sienta mejor.  
Saludos, nos leemos luego!!
   

Hola a todos, lamento la tardanza, no era mi idea tardar tanto, perdón. Quería avisarles que el FIC está casi terminando. ¡Eh! A que no se la esperaban. No quería decir cuántos capítulos tendría, quería guardar el "secreto", si así se le puede decir. Así que bueno, disfruten los últimos capítulos. :)



A la mañana siguiente desperté y Blaine no estaba al lado mío, me levanté y bajé. Allí me encontré con un muy buen presentable desayuno y mi novio sonriéndome. Me encantaba que fuese tan atento, lo hacía aún más especial. Desayunamos entre muchos besos y luego me dirigí hacia el colegio. Fue la mañana más larga de todas, tenía suerte que fuese mi última materia. Cuando salí, estaba Blaine esperándome en la puerta, corrí y lo abracé; no importa que hayan pasado unas pocas horas, lo extrañaba. Subimos a su auto y fuimos hasta mi departamento.

— ¿Queres algo de tomar? -ofreció-
— No, gracias. -me senté-
— ¿Queres hablar, no? Estuviste muy callado todo el camino, además de apretarme muy fuerte la mano, signo de que algo te preocupa. -asentí- ¿Qué pasa?
— ¿Y si no puedo salir de ésta? Me refiero a que, yo sé que todo está saliendo bien, pero sólamente es por ahora... Mi enfermedad es complicada. Quizás mañana despiertes al lado de alguien que no tiene la fuerza suficiente para seguir respirando, quiero que seas consciente de éso, Blaine. Estuviste siempre para mí, y te lo agradezco, pero no sé cuanto tiempo más puedas. Primero tuviste que pasar todo éso por Sebastian, y ahora con mi jodida enfermedad, no mereces esto. Sos increíble, y soy muy afortunado de haberte encontrado. Pero yo... Yo estoy roto. Lo sabes, quizás no pueda repararme.
— Voy a responder a esto por partes. -dijo él- Primero, sé que tu enfermedad es complicada, pero todo estará bien, yo lo sé y tú lo sabes también. Seguirás respirando, porque sos fuerte y siempre lo fuiste, soy consciente solo de éso, Kurt. Siempre voy a estar contigo, no importa qué, nada va a cambiar eso. Lo de Sebastian es pasado, ya pasó y no va a volver a ocurrir, además, lo hice porque quería. Y me benefició a mi también, quiero decir, tengo al novio más lindo de todos gracias a éso, yo soy el afortunado. Entonces te repararemos juntos, lo prometo.
— Sé que el destino no nos puso las cosas fáciles, fueron épocas buenas y malas, pero en los dos casos siempre estuviste para mí. Nunca me faltaste, nunca me fallaste. Recogiste mis pedazos cada vez que me sentí roto, soportándolo todo. Sin vos podría derrumbarme...
— Pero no dejaremos que eso pase, ¿verdad? -me interrumpió-
— Jamás, lo prometo. -finalicé- Te amo.
— Y yo a vos, Kurt. -nos besamos-

Es increíble el amor que tengo por Blaine, es muy fuerte, pero el amor es así, ¿no? Me refiero a que, hasta mataríamos por amor. Yo por Sebastian, dejé que me hagan cosas horribles, el amor te puede convertir en algo que no sos. La persona mas buena e ingenua, se puede transformar en la persona mas mala y sádica. El amor resentido, puede levantar hasta un muerto. Antes no sabía lo que era amar incondicionalmente, ni que me amen de la misma manera, y ahora no puedo vivir sin él. Simplemente necesitaba tenerlo a mi lado todo el tiempo, era lo único que me mantenía fuerte y feliz.
Empezamos a mirar una película y después de un rato mi vista comenzó a ser borrosa, volví a ver ese oscuro túnel que me aísla del mundo real. Pude notar como Blaine reaccionaba y me tomaba en sus brazos antes de que cayera al piso, y sabía que todo había terminado...

Narra Blaine

Después de unos minutos, nos encontrábamos nuevamente en ese asqueroso hospital, como odiaba ese lugar. Kurt pasaba los momentos más horribles ahí dentro, y eso me resultaba despreciable. Al tiempo, sentí como una mano se posaba en mi hombro, al darme vuelta pude ver que era Rachel.

— No doy más. -dije-
— Estoy segura que todo tiene su recompensa. -la miré-
— ¿Qué recompensa? ¿Vivir el resto de mi vida solo y sin nada por lo que luchar? -me estrechó en sus brazos- No quiero vivir así...
— No digas esas cosas, Blaine, todo pasa. Todo termina y con final feliz.
— Yo no voy a tener final feliz, ya no. -comencé a llorar-

me encanto el capitulo espero kurt se pueda recuperar completamente para que ya no sufran ni kurt ni blaine espero si tengan su final feliz y esten juntos espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me encanta y fascina y mucho mas esta historia  

Me encanto.  
Mas que nada todo lo que se dijeron.  
Son tan lindos.  
Aunque fue muy triste el final.  
Saludos!!
 

Un capítulo lindo, ojalá y Kurt se recupere, no tardes con más capítulos por favor.

Hola!

Siento haberme saltado un capítulo, he tenido un fin de semana horroroso. Me encanta esta historia... Aunque algo dentro de mi me dice que voy a llorar mucho (espero que se equivoque).

Espero que Kurt se recupere y puedan ser felices juntos.

Muchos besos

Que no se muera Kurt , ojala que se cure pronto, me gusto el capitulo.
Saludos

Hola otra vez. ^^ Les traigo uno de los últimos capítulos de "Sálvame", espero poder dejarlos contentos a todos con éstos capítulos. No creo poder subir hasta el Miércoles, así que bueno, disfruten del capítulo treinta y nueve. Besos :)

Capítulo treinta y nueve.

La sala de espera estaba atestada de personas, en su mayoría familia de Kurt, todos estaban llorando y lamentando las cosas que estaban pasando. Yo me abrazaba con Santana y Rachel, juntos nos reconfortábamos y animábamos. Finn estaba con su padre que miraba el suelo con tristeza, al igual que su madre del otro lado del lugar. Todo apuntaba a que el doctor aún no había salido de la sala, esperábamos ansiosos una noticia, una esperanza ante lo que estaba ocurriendo. Mi mente vagaba en todo lo ocurrido, mi corazón abría más y más agujeros de dolor. Mi desgaste físico en ese momento se hacía ver en mi rostro, me encontraba pálido, mareado, con ojeras de interminables días sin dormir. El paso del tiempo era lento, siempre tenía alguien a mi lado, nadie me hablaba simplemente estaban allí, junto a mí para que no me sintiera solo pasando por ese dolor. Cada uno a su manera, pero unidos, como lo es una familia.
El doctor salió de la habitación y pidió a los padres de Kurt que se dirigieran a su escritorio, nuevamente pedí para entrar con ellos y consedieron mi pedido.

— ¿Qué le ocurrió a Kurt? -la voz de Elizabeth sonaba ahogada-
— Tuvo una grave descompensación... Le hicimos los estudios pertinentes y debe ser intervenido rápidamente.
— ¿Qué clase de intervención, doctor? -hablé rápidamente-
— Debesmos hacer ya el trasplante de medula que dijimos desde un principio -los tres presentes en el cuarto bajamos nuestras miradas- como saben estuvimos alargando esta intervención para antes ver como reaccionaba con la quimioterapia. Pero ahora, vamos a tener que hacerlo de ésta forma.
— ¿Qué posibilidades hay de que se recupere, doctor? -habló por primera vez Burt-
— Tenemos bastantes expectativas, este método resulta muy eficaz para el grado de enfermedad del paciente, es una intervención "sencilla" -hizo comillas con sus dedos- solo tenemos que esperar a saber como lo acepta él.
— ¿Y cuando sería la intervención? -Burt volvió a hablar-
— Tenemos que esperar que terminen de analizar la sangre y algunas muestras del paciente, si todo sale bien la operación se daría a primera hora de la mañana. No será una intervención larga, será más larga la espera que su cuerpo la acepte. -El doctor aclaró algunas preguntas más de los tres y dio su autorización para que pudieran verlo, pero sin atosigarlo mucho, tenía que descansar.

Kurt estuvo por horas sometido a pinchazos, revisiones, palabras inentendibles para él por parte de los médicos, hasta que le explicaron el siguiente paso para su recuperación. Estaba dispuesto a todo, iba a luchar hasta el último momento, esta enfermedad no podría con él. Estaba agotado tanto física como mentalmente, pero no dejaría de luchar, lo prometió. Entré a la sala con cara cansada, con rostro afligido pero todos los dolores, todo el cansansio pareció haberse esfumado, habíamos pasado horas separados por las pruebas y lo echaba de menos, necesitaba tenerlo a mi lado. No dijimos nada, me acerqué a su cama y me subí, para abrazarlo y sentirnos el uno al otro.

— Te extrañé... -susurró Kurt- ¿Te contaron que me van a hacer ahora?
— ¿Tenes miedo? -pasaron unos minutos cuando Kurt contestó.
— Ya no, verte me da ganas de seguir, no importa qué. -lo abracé-
— Que valiente sos, te amo. ¿Vas a seguir luchando?
— Nunca voy a dejarlo de hacer, por vos. Yo te amo más. -nos besamos- Gracias por estar conmigo, gracias por darme una alegría todos los días, por aguantar todo esto, por ser mi compañero...
— Toda la vida voy a estar con vos, juntos... -unimos nuevamente nuestros labios, hasta que el doctor me pidió que me retirara, comenzaría la intervención.


Gracias a todos los que leen, los que comentan y los que no.
Ya estando de paso, quería avisarles que estoy publicando un MINIFIC HUMMELBERRY, para todo aquel que le guste y tenga ganas de leerlo, estaré muy contenta de recibirlos allí también. ^^

http://www.gleeklatino.com/t20855-minific-hummelberry-strange-capitulo-uno

Ojalá y todo salga bien para Kurt y que la operación sea un éxito.