[Resuelto]Fanfic Brittana "Esclavas del pasado" Capitulo 3 "¿Dudas?"

Como a Beautiful Disaster le queda solo un capitulo y a The Secret unos cincos, que terminare entre esta y la próxima semana. Solo me estaría quedando con Island For Two y este fic que es 100% original. Dejare de una el primer capitulo y esperare ansiosa si es que llama la atención para continuar. Si ven falta de ortografía o alguna mala redacción no duden en decirme. Soy nueva en esto y las criticas constructivas serán bien recibidas.

Aaah lo otro es que el titulo no me convence mucho, puede que lo cambie o tal vez lo deje tal cual esta no se. XD


























-¡Dios!... ¿Dónde estoy?


Una aturdida morena despertaba en un lugar que no era su casa, comienza a levantar el tape que la cubría y se da cuenta que esta totalmente desnuda. Mira hacia el lado y se da cuenta del bulto que se encuentra tapado hasta la cabeza, pero no le presta mayor atención. No es primera vez que le ocurre lo mismo, solo que hace unos siete meses siguiendo el camino de la fidelidad no le sucedía.

Se levanta de la cama y comienza a buscar sus ropas, encuentra todo menos sus bragas. Va al baño y mientras se viste trata de recordar algo para saber que hacía en ese lugar y con quien estaba. Pero era en vano no recordaba nada. Solo que estaba en la fiesta de beneficencia del primo de su antiguo amigo Puck.

Sale del baño y sin saber si despertar a su acompañante comienza de nuevo a buscar sus bragas por toda la habitación.

-Santana...- Esa voz hace detener en seco la búsqueda de la latina. Esa voz que tantos recuerdos le traía. Esa voz tierna que cada vez que escucho la hacía derretirse y lograba que sus piernas temblaran.

Gira lentamente y al darse cuenta quien era la persona con la que había pasado la noche, comienza a sentir todo el cosquilleo olvidado hace años atrás. Su antigua novia la persona más importante de su vida aquella holandesa que con su ruptura, se llevo la mitad del corazón de la latina.

-¿Britt... Brittany? ¿Tu?- No podía creer el contexto en el cual se encontraba y se odiaba por haber bebido más de la cuenta y no saber en qué momento paro a estar con la rubia.

-Vaya Santana, al parecer... no recuerdas nada ¿Cierto?- La desconcertada rubia estaba sentada en la cama, cubierta solo con la sabana y el pelo alborotado, miraba triste a la morena que aun estaba impresionada.

Santana aun sin creer la situación se tocaba la nuca. -Britt... Yo... Yo... La verdad... La verdad no Britt no recuerdo nada, p... perdóname por favor, pero no se qué hago acá y...  y contigo.

Un suspiro de la rubia logro hacer sentir a la morena la peor persona del mundo.

-Tranquila San, suponía que no esto pasaría.-La rubia se levanta de la cama, comienza a recoger sus ropas por el cuarto y a vestirse.

Santana miraba impresionada el cuerpo de Brittany, seguía tan o más guapa que la última vez que estuvo con ella hace cinco años atrás. Sería un regalo para la morena que su memoria lanzara imágenes de la noche anterior. Aun no cabía en su cabeza que hacía con ella.

-Britt ehh... ¿Sabes donde están mis bragas? No las encuentro.

Brittany se da vuelta y mira detenidamente a la latina. Estaba decepcionada de que Santana no recordara la noche que habían pasado juntas y lo perfecto que había sido el reencuentro. -No Santana no lo sé, si quieres las buscamos juntas. Cuando llegaste a mí ya no estabas con ellas. Déjame pasar al baño primero.

¡Diablos! pensó la latina como había bebido tanto. -Gra... Gracias Britt. -Dijo ya cuando la rubia entraba al baño.


Santana se tomaba la cara con sus dos manos. Siempre que bebía terminaba en lo mismo. Sin recordar nada. Después de cada fiesta eran sus amigos o su novia quienes le contaban lo que hacía, a veces era vergonzoso enterarse de las estupideces que se le ocurrían estando ebria. Otras veces solo se dormía y no había espectáculo Snix. Apodo que le pusieron a la morena cuando sabían que ya el alcohol era el que actuaba. Ya no era violenta como en el instituto, por eso ahora su alter ego había tomado posesión de sus estados etílicos.


Empezaron a recorrer la casa y Santana al fin pudo saber donde estaba. La casa de su amigo Puck, hace años no la visitaba. Estaba completamente diferente a lo que ella conoció. Se notaba que su amigo que había madurado, por el orden de esta, claro sin tomar en cuenta las evidencias que estaban sobre la mesa de comedor y la que estaba en el centro del living.

Buscaron por todas partes, por que cada rincón de la casa y ya solo quedaban los cuartos que aun estaban ocupados por personas.

Brittany se apoya en un mueble, larga un gran suspiro y se dirige a la morena.-Creo que solo quedan las habitaciones Santana, no podemos entrar en ellas quien sabe con qué nos encontraremos. Creo... que debes rendirte.


Santana se cruza de brazos y rueda sus ojos con fastidio. -¡Maldita sea! Creo que tienes razón... En fin...- Suspira. -Ya debo irme. -Comienza a buscar en su bolso el celular para ver la hora y al encontrarlo se da cuenta que esta sin batería.

-¡Mierda mierda mierda! -Comienza a golpearse con el celular en la cabeza -Mi celular esta sin carga.

Brittany seguía en la misma posición mirando a la morena y contemplando todos esos gestos que un día amo, pero que aun no la dejaban indiferente. -¿Tu novia debes estar furiosa no?

La morena frunce el ceño. -¿Como sabes que tengo novia?

Brittany se acerca a Santana y niega con la cabeza mientras sonríe. -Te parece si...- Mira su reloj de mano. -¿Vamos a almorzar? Yo invito y así te enteras de lo que paso anoche.

Santana mira dubitativa a la rubia pensando en si aceptar o no. -No se Britt mi novia debe estar esperándome en su casa muy enojada, lo mejor es que vaya con ella.

-Vamos Santana, será lo último que haremos juntas. Aparte no creo que quieras quedarte con la duda de por qué terminaste conmigo o ¿sí?

La latina se gira y mira por la ventana, tenia razón debía saber como había pasado de estar en una fiesta con su novia, a la casa de Puck con su antiguo amor. Tenía que atar cabos y así darle una mejor excusa a la mujer que debía estar desesperada, esperando saber algo de ella.

-Creo que tienes razón. ¿Dónde vamos?







Tomaron sus bolsos, salieron de la casa y sin decir nada tomaron un taxi. Brittany le dio las indicaciones al chófer y cada una se fue mirando por la ventana.

Santana trataba y trataba de arma el rompecabezas en su memoria, pero al final, eso solo lograba que su gran dolor de cabeza aumentara debido a la gran resaca que llevaba. Se dio cuenta que solo debía quedarse con lo que la rubia le contara, como siempre le pasaba.

Bajaron al taxi y entraron a un pequeño restorán. Tomaron asiento y enseguida el mozo se acerco con las cartas hacia las mujeres que ocupaban la mesa.


Cada una se centro en leer el menú aunque en verdad no lo hacían.


-Creo que solo pediré un jugo natural-Dijo la latina cerrando la carta.

-¿No comerás nada?- Pregunta la rubia en tono serio.

-No Britt, mi estomago no está en condiciones de digerir comida en estos momentos.

Brittany sonrió. -Me lo imagino... Yo solo pediré un sándwich y también un jugo.

Llamo al mozo y este les tomo las órdenes. Se alejo de la mesa y se hizo un silencio por unos minutos.

Santana miraba de reojos a la mujer que tenia al frente, su mente pasaba de un estado a otro. Feliz y culpable.

-Bien... Ahora cuéntame todo Brittany.

Brittany puso sus brazos en la mesa y suspiro. -Empezamos...

Santana se acomoda en su silla y solo se cruza de brazos.

-Llegue alrededor de las 3 de la mañana a la fiesta. Busque a Puck al cual no encontraba por ningún lugar ya que estaba completamente lleno. Llame a su celular sabiendo que era imposible que me contestaría por el ruido.

Después de buscar por todos lados, me rendí y me acerque a la barra a pedir un trago. Miraba alrededor y seguía sin ver a nadie conocido. Me habré tomado unos cuatro tragos hasta que al fin te vi. No sabía si acercarme, aunque tenía claro que estarías en la fiesta.


El garzón dejo el pedido de ambas y se alejo del lugar rápidamente. Cada una dio un gran sorbo a los jugos y cuando ya la sed de Brittany estuvo satisfecha continúo.


-Pues me decidí a hacerlo no quería seguir estando sola y evitando a todas las personas que me invitaban a bailar. Estabas con una pelirroja en la pista y cuando me iba acercando me di cuenta que estaban discutiendo. Solo me quede observando hasta que la vi empujándote, luego tomo sus cosas y salió rápidamente del lugar.

Tu solo te fuiste a tu mesa y tomaste todo tu vaso en un segundo. Estabas furiosa, no sabía si acercarme pues Snix parecía presente.

Me quede observándote mientras tomabas y tomabas vodka. Vi que te paraste y te tambaleaste, pues ya no dude en acercarme, corrí hacia ti y te tome.

Me miraste por varios segundos hasta que por fin me abrazaste. No podías creerlo al parecer. Bueno, no me veías hace cinco años.

Me tomaste de la mano y me llevaste a la pista de baile. Comenzamos a movernos  sin decir nada hasta que Puck se acerco y  con el traía dos vasos en sus manos.


-¡Vaya vaya!. – Dijo. - La parejita más hot de William Mckinley ya se encontró. ¿Como estas
Britt? hace mucho no sabía nada de ti- Te entrego los tragos y me abrazo.

-Bien Puck, gracias por invitarme. Tenía muchas ganas de saber de ustedes. Ha pasado bastante tiempo ¿Verdad?

-¡Bastante! Bendito facebook gracias a él logre encontrarte. -Se separo del abrazo y se dirigió a ti- ¡Wow Santana! veo que al alcohol ya te tomo. Sera mejor que no la dejes sola Britt. Escuche algunos comentarios de lo loca que se pone cuando bebe.

Solté una risa. -No te preocupes que está en buenas manos.

-Me alegro de volver a verte Brittany, pero más me alegra que estés en Estados Unidos de nuevo. Disfruta la fiesta. Ya tendremos tiempo de hablar. - Me dio un beso y se alejo.


Santana la detuvo haciendo un gesto con su mano. –Espera, espera… ¿Estas de vuelta?

Brittany dudo en responder. -Déjame terminar Santana.

Santana realizo una mueca de disgusto. -Está bien, continúa.


-Luego de eso me quedaste mirando por otros largos segundos. Me pasaste mi vaso, tomaste mi mano y me llevaste a la mesa donde nos pusimos a conversar de todo lo que paso en nuestras vidas en los cuatro años en que no nos vimos.

Bebimos, nos reímos de nuestros locos y lindos recuerdos y bailamos. Hasta que el local debía cerrar y Puck se acerca a decir que la fiesta continuaba en su casa.


-Creo que estoy recordando.

Brittany abre los ojos y sonríe. -¿De verdad Santana?

-Ajam, pero prosigue aun no está todo claro.

La rubia asiente con la cabeza. -Tomamos nuestras cosas y nos fuimos a la salida. Yo iba dispuesta a marcharme. Pero me suplicaste que no te dejara sola y como siempre… no me pude contener a decirte que no.

Mientras esperábamos los taxis aproveche de saludar a Sugar, Rory, Mercedes y a Mike. Ya que pase toda la noche contigo alejadas de todo y no los vi. Subimos a los taxis y nos fuimos a seguir la fiesta.


Llegamos y entre todos contamos anécdotas de nuestras vidas mientras seguíamos bebiendo. En eso Puck te pregunto por qué te peleaste con tu novia y dijiste que era porque solo habían acordado que hasta las tres estarían ya que al otro día tenían compromisos familiares y claro también por que otra chica te estaba coqueteando como siempre. Hay que decir que la estúpida también fue la fiesta y no dejaba de mirarte.


Santana no pudo reprimir la carcajada al ver que su holandesa seguía siendo celosa.

-¿De qué te ríes Santana? ¿Ya recuerdas verdad?

La morena golpeo con sus dedos en los labios. -Algo recuerdo desde que nos subimos a los taxis, pero aun está confuso. Sigue


-En eso te levantaste y te fuiste al baño. Te estabas tardando mucho así que me pare a ver qué pasaba. Y pues estabas sentada en el retrete dormitando y balbuceando. Te levante y te colgaste de mi cuello. Empezaste a buscarme con la mirada y te lanzaste a mis labios diciendo un montón de cosas, como que me extrañabas y que siempre seria el amor de tu vida, pero que ya era tarde y que tu vida ya estaba hecha.


Me pediste que pasáramos la noche juntas que reviviéramos todo lo hermoso que fue nuestra relación y que también la selláramos en un lindo y fogoso final.

La tentación estaba clara Santana y no me pude resistir. -La morena se sonrojo al saber que fue ella, quien inicio todo.

-Hicimos el amor en el baño y a todo esto ya estabas sin las bragas. Creo que me estabas esperando así. Después de eso volvimos al Living donde ya estaban todos completamente borrachos y nos fuimos a la primera habitación que encontramos.

Seguimos haciendo el amor hasta las diez de la mañana sin parar. Me dijiste cosas tan lindas como cuando estábamos de novia en el instituto. Fue...-Brittany sonríe con picardia. -Una de mis mejores noches Santana. ¿Ahora si ya recuerdas?



En eso Santana toma su bolso y en un bolsillo interior encuentra las bragas. Sonríe. Poco a poco mientras Brittany relataba la historia la morena empezó a recordar la mayor parte de los momentos que vivió en casa de Puck. -Ahora recuerdo Britt-Britt y créeme que para mi también fue maravilloso.


Una sonrisa se curvo en la cara de la rubia y sin más se paró de su asiento y le dio un fuerte abrazo a Santana


Hablo en su oído. -Me alegro mucho San, fue nuestra segunda despedida y por supuesto igual de intensa que la primera.



A Santana se le apretó el pecho con lo que dijo su antiguo y más importante amor, pero sabía que Brittany tenía razón. Había pasado mucho tiempo desde que estaban separadas por razones que no tenían que ver con ellas. Pero eran necesarias para formarse de un mejor futuro en la vida.


Ellas tuvieron una intensa amistad desde los ochos años y luego cuatro años fueron novias en el instituto. Pero por circunstancias de la vida se separaron. Brittany tenía que seguir su carrera en Holanda porque sus padres debían volver a su país de origen por razones de trabajo. Acordaron no saber nada de la una y la otra, pues era seguro que Brittany si o si se quedaría allá por alrededor de 5 años o más. La morena nunca fue partidaria de las relaciones a distancia. Santana estuvo dos años sin olvidar a su rubia, estuvo pérdida en el mundo de las fiestas y el alcohol, pero una buena mujer llego a llenar en parte todo el vació que dejo y la guió para retomar su camino.

Brittany seguía abrazada a Santana. -Espero que tu vida siga espectacular como me contaste Santana, te lo mereces porque eres la mejor persona que he conocido y siempre siempre te voy a desear lo mejor. Te quiero mucho. Eso nunca lo olvides.

-¿Nos volveremos a ver? ¿Estás de vuelta? Es que en realidad no sé nada de ti, ¿Que estudiaste al final? ¿Cómo están tus padres? ¿Tú hermana? ¿Ti.. Tienes... Novia?

Una mueca de tristeza se plasmo en el rostro de la rubia, mientras se separaba del abrazo.-Mi familia está perfectamente bien aunque siguen en Holanda. Solo yo me vine acá para ejercer mi carrera. No quiero darte más detalles San. Solo confórmate con que me gradué con honores y que haré lo posible por ser lo mejor en la vida. Como lo acordamos esa vez.

Santana no se pudo contener y una lágrima cayó por su mejilla. Su inteligente ex novia y amiga tenia razón, ella ya tenía su vida planeada. En unos meses más pretendía pedir la mano de su novia, puesto que ya tenían planes de hijos. La familia de esta la adoraban y la habían ayudado a forjar el gran negocio que tenia Santana a su poder. Los quería mucho y les estaba muy agradecida. No podía seguir viéndola, de ser así todos sus planes no se llevarían a cabo y era algo que no merecía su novia.

-Tienes razón Britt, también te deseo lo mejor y sé que serás una gran... Bueno no se qué estudiaste pero serás excelente en tu profesión y... una gran... novia.

La rubia también había derramado unas lagrimas, mientras se las limpiaba miraba al amor de su vida y pensaba en lo difícil que sería volver a estar juntas después de lo que ella tenía formado para vivir. Pero no podía evitar pensar en lo feliz que sería si estuviera de nuevo con su sexy latina.

-Gracias San. - Tomo dinero de su cartera y lo dejo en la mesa. -Perdóname pero esto no lo puedo evitar.

Tomo a Santana de la cara y le dio un gran y profundo beso que la morena sin pensarlo respondió. Sus lenguas danzaban a la perfección, como siempre se había dado en los años que estuvieron juntas. Cosquilleos en todo cuerpo sentían las dos mujeres y calor en las partes más sensibles. Santana se levanto de la silla apretándola mas hacia a ella, para que ese beso de despedida fuera inolvidable. Estuvieron varios minutos saboreándose, disfrutando sabiendo que sería la última vez. Nada importaba, ni siquiera la gente que esa tarde estaba en el local.

Cuando ya se quedaron sin aire juntaron sus frentes y sin decir palabras se separaron. Brittany tomo su bolso le dio una última mirada, una preciosa sonrisa y salió del lugar.

Santana volvió a sentarse en la silla, con una boba expresión de amor. Se toco los labios y se saboreo. Sin duda ese beso estaba dentro de los mejores que le había dado su rubia y lamentaba no haber estado más lucida cuando hizo el amor toda la madrugada con su linda Britt. Sabía que hubiese sido más mágico.

Sacudió su cabeza para salir del trance, se dirigió al baño a ponerse las bragas y luego salió a tomar un taxi.

Le esperaba una larga tarde de explicaciones y ruegos a su novia. Empezó a maquinar la escusa que le daría, pero no era mucho lo que podía pensar, su preciosa ex novia y ahora la recordada madrugada, aun rondaba en su cabeza.



Sin duda ninguna de las dos pensó que ese era el pie para una complicada, dramática pero al final hermosa historia de amor que la vida quiso volver a entrelazar.


El destino lo sabía.  Brittany Pierce y Santana Lopez estaban hechas para vivir sus vidas... juntas.




¡Vamos! Pueden comentar lo que quieran. No saben lo difícil que fue tomar la decisión de subirlo, tenemos tantas buenas historias en el foro, que me deprime pensar en que la mía esta mal redactada. Pero bueno... ¡Hay que atreverse!


Gracias... por leer.

Buena la trama aunque me intriga que brittany no quiso hablar mucho de su familia, ¿que le habra pasado en Holanda?

Bueno en fin hasta la proxima actualizacion!

Saludos

Wow... me gusto mucho
por fa no tardes en actualizar
Saludos!!!  

Hola, se ve interesante el argumentos y sobre todo que sea una historia original e idea tuya, eso me agrada, estaré esperando el siguiente capítulo, ¿quien será la novia de Santana?

Genial que hayas decidido subirlo! Estoy segura que cuando quieras subir el otro fic, al hacerlo con este primero, te vas a sentir mucho más segura, como te dije voh dale no más!

Me ha gustado el primer capítulo! Lástima que Brittany le tuvo que recordar a Santana como pasaron la noche, aunque finalmente la morena se acordó de todo, aunque opino que debería haberle dado más detalles aún Brittany xDD. También me he quedado con la duda de quien es la novia de Santana!

Aquí me tendrás leyéndote y comentando!
Así que espero que subas pronto el próximo capítulo!
Saludos! Sí, desde Loncuma Beach :(

Acá estoy con otra actualización. Siguiendo el consejo de mi querida Susann "Le damos no mas"

Así que compatriota, este capitulo es para ti, por ser una paciente tutora.


Gracias a las que leyeron y comentaron. Besos a todas.



















Brittany abría la puerta de su departamento con pesadez y cansancio. Camino por el pasillo y en la sala, recostado en el sofá encuentra a su gran amigo Blaine. La rubia no reprimió la carcajada al ver la manera tan graciosa en la que su compañero de piso dormía, tenía la boca abierta y de esta salía un hilo de saliva que caía sobre su hombro.


Blaine, un magnifico chico que conoció en un bar gay, mientras este fue de vacaciones de verano a Holanda. El castaño fue de mucha ayuda y distracción para la Brittany cuando aun estaba desecha por su latina. Fue tanta la conexión que lograron, que mantuvo contacto por los cuatro años que siguieron hasta que Brittany tomo la decisión de volver. Él le ofreció quedarse en su piso hasta que la rubia encontrara trabajo y poder alquilar uno. Aunque prefería que su amiga nunca se fuera, ya que sus días, se tornaban más divertidos al tener a esa graciosa chica constantemente haciéndolo reír con sus locuras.

A pesar de solo conocerse dos meses en persona, Blaine supo inmediato que la amable holandesa era una excelente amiga, por eso se siguió comunicándose con ella en forma constante por las redes sociales y de vez en cuando por teléfono.




La rubia siguió su camino hasta la cocina y mientras se preparaba un café Santana se venía a su cabeza. Fueron tantos años juntas, cuatro años en los que se entrego completamente a ella, cuatros años en que la pasión y la alegría la acompañaban día y noche, esos cuatros años en los que había olvidado lo que era la tristeza y en los que solo conocía la felicidad.

Olvidarla, había sido lo más duro de su vida. Las primeras semanas en Holanda fueron horribles, no comía, no dormía e incluso se hizo dependiente del tabaco, el humo de este era lo único que digería durante las 24 horas eternas de sus angustiosos días. Muchas veces estuvo a punto de tomar su equipaje y volverse a Ohio, pero el esfuerzo que habían logrado sus padres al ingresarla a la mejor universidad de Amsterdam y el hecho de que su hermana había tornado su rumbo a un internado en Italia, dejando a unos aprensivos padres completamente tristes, la detenían. No podía dejarlos solos.

Tenía claro que no existian promesas de amor, de volver a encontrarse o seguir la relación a distancia. Eso era algo que al fin y al cabo, nunca funcionaba como lo dijo Santana. Solo quedaba olvidar de la manera más insoportablemente posible y mantener el recuerdo de la apasionante e intensa relación que forjaron.


-¿Me preparas uno a mi? –Blaine entraba en la cocina y saludaba a Brittany con un beso en la mejilla.

-¿Cómo lo quieres?

-Normal. –Toma asiento en el mesón y apoya sus brazos. –Cuéntame. ¿Cómo te fue?

La rubia, termina de servir los cafés, deja uno frente a Blaine y se sienta delante de él. -Bien.

-¿Solo dirás bien?-Decía su amigo mientras iba por azúcar.-Vamos, ¿Viste a la latina?

Brittany larga un suspiro y mantiene el silencio por unos segundos. –Fue mucho más que eso.

–¿Mas que eso?. –Comento su amigo volviendo a su lugar.

La rubia solo asiente mirando su tasa.

Blaine abre los ojos como platos. -Brittany…. No me digas que… -El castaño ya lo suponía. - ¿Te acóstate con ella verdad?

La holandesa, seguía con la vista en su café como si este fuera lo más interesante. Comenzó a dibujar el contorno de la taza con un dedo. –Cuatro veces.

-¡Wow!-Decía su amigo levantando sus cejas y tocando su frente. -Ne... necesito los detalles.

La rubia lanza una carcajada. –No esperaras a que te cuenta en qué posición lo hicimos.

El castaño chasquea con la lengua. –Nooo… ¡Qué asco! Solo cuéntame cómo se dieron las cosas.


Brittany le da un pequeño resumen a su curioso amigo, quien prestaba atención y solo asentía con cada relato que salía de la boca la holandesa.


-Así que celosa ¿Eh?.- Soltaba Blaine con una sonrisa.

-No es gracioso. –Decía la rubia con el ceño fruncido.

Blaine sabia toda la historia amorosa entre esas dos mujeres. Brittany no había escatimado en detalles al contarle al castaño cuando este viajo a Holanda. Con cada relato triste de la rubia, a su amigo se le encogía el corazón. Le aconsejo no ir. El en su caso no hubiese asistido. No comprendía como Brittany podía arriesgar tanto. Su salud física y mental habían estado en juego mientras la holandesa trataba de olvidar a su morena. -Fue lo que tú te buscaste Brittany. –Comentaba con un tono suave. -Sabias que estaría en esa fiesta, amiga… sabias a lo que ibas. –Blaine hizo una pausa. -¿Te sientes culpable?

Como dijo su amigo, ella se lo había buscado, podría haber dicho no, o perfectamente haberse marchado a su casa. Pero al posar sus ojos en aquella sexy latina, todos esos antiguos deseos incontrolables que sentía cada vez que estaba cerca de su morena despertaron. –Un poco.

Pero lo que el castaño si entendía, es que ella, Santana Lopez, la mujer que había hecho a la rubia la chica más miserable, también fue quien logro que fuera la adolescente más feliz del mundo. Ella era el amor de su vida. Pero por las jugadas que da la vida, las cosas cambiaron. - Veamoslo desde otro punto. Solo tómalo como tu despedida de soltera Britt. –Decía el chico mientras aplicaba azúcar a su café.










En otro lugar de New York una culpable Santana tocaba el timbre de la gran residencial en la que vive su novia. Tenía las llaves, pero no se atrevía a entrar al saber que sus suegros la regañarían por lo ocurrido. Todo el camino en el taxi que fue bastante largo, trato de crear la mentira para contar. Se sentía horrible, el cargo de conciencia ya se había adentrado en su mente, pero no estaba arrepentida de nada.

El pitido del interlocutor saca de sus pensamientos a la nerviosa latina.

-Residencia Callahan

-Elizabeth soy Santana. ¿Esta Lindsay?

-Sí, esperándote.

-Puedes… puedes decirle que estoy acá… afuera.

-¿Y por qué no pasaste Santana? Tienes llaves.

-No, no. Dile que la espero.

-Como quieras.


La morena no paraba de frotar sus sudadas manos. Debía armarse de valor para ver a Lindsay a sus ojos. A pesar de llevar meses sin serle infiel, aun se sentía culpable de las desenfrenadas noches que se daba con su amiga Quinn cuando su novia salía de viaje. Juro ante su madre que no lo haría otra vez y odiaba romper una promesa, que para remate trataba de su tan enamorada y fiel Lindsay Callahan. Santana la amaba, pero no se comparaba con el amor tan profundo que sintió con Brittany. A ella nunca le fue infiel. A pesar de tener a hombres y mujeres comiendo de su mano cuando iba al instituto, por su cabeza jamás paso meterse con alguno de ellos. Su rubia de ojos azules la complementaba en todo sentido. Muy distinto a lo que Lindsay le entregaba. A pesar de ser cariñosa y demasiado atenta con la latina, algo no encajaba para enamorarse perdidamente de ella.


-Santana. –La pelirroja de piel blanca y ojos verdes se encontraba apoyada en el umbral de la puerta con los brazos cruzados.

-Lindsay… -Susurro de espaldas a ella. La morena comenzó a acercarse con la cabeza gacha y con temblores en todo el cuerpo debido a la mentira que debía decir.

-¿Te acordaste de que existía?

Santana alzo la vista y miro con mucha dificultad a Lindsay a los ojos. –Yo… yo tengo una explicación.


-Te escucho. – Contesto de manera cortante la pelirroja.

Santana dio un gran suspiro y se preparo para su actuación. –Después… después de que te fuiste nos quedamos hasta las seis de la mañana en la fiesta. Luego, cuando era hora de abandonar el local, Puck insistió en que me fuera con él y mis ex compañeros a su casa. Comprobé que mi celular no tenia carga, no tenia como avisarte que estaba bien. Estuvimos bebiendo y no me di cuenta cuando me dormí y…

La pelirroja la interrumpió. -¿Y no pudiste pedirle prestado el celular a algún amigo para avisarme?

La latina no contaba con ese detalle, pensó rápido. -Estabas enojada Lindsay, aparte estaba bebida. Yo… yo no le tome importancia en el momento. Lo estaba pasando bien, hace mucho tiempo no los veía. Me porte bien. –Soltaba Santana con remordimiento. -De verdad.

Lindsay se quedo pensando por unos segundos, mirando a la nada. –¿Tienes algo más que decir?

Santana tomo las manos de su novia. –No sé que más decirte. Solo… unas disculpas. No se volverá a repetir. –Decía la morena sinceramente.


Lindsay miro profundo a los ojos de su novia, buscando indicios de que lo que decía era la verdad. Santana le sostuvo la mirada y rezaba a Dios para que no se diera cuenta de que le estaba mintiendo.


La pelirroja giro y comenzó a caminar hacia la casa. –Entra.

Santana la siguió y se detuvo en seco al pensar en el compromiso familiar que tenia con Lindsay. -¿Y tus padres?

Lindsay soltó una risa irónica. -¿Piensas que aun te están esperando? Hace dos horas están en casa de los Watson. Aun no llegan.


Santana no quiso preguntar por que ella no asistió. Era obvio que su humor no sería grato al estar preocupada por una infiel latina que se olvido completamente de ella. Pensó que sería más difícil convencerla y se admiro por haber sido tan creíble y que su novia no indagara mas.

Entro a la residencia y se fue directo a la habitación de su novia. Lindsay la siguió hasta al baño donde entro la latina dispuesta a darse una ducha a pesar que no quería quitarse la sensación del cuerpo de su rubia que aun sentía tan pegada en su piel. La pelirroja le quito la ropa a la morena, buscando vestigio de la noche. Santana rogó que el agarre de Brittany en su espalda no fuera notorio. Cuando no encontró nada, salió del cuarto a preparar la ropa de su novia.

La morena miro en el espejo comprobando que no habían rastros de nada. Efectivamente, el único rastro que quedaba era el recuerdo en su mente de su segunda despedida con su hermosa holandesa.


Estuvo cerca de media hora bajo el grifo, cuando al fin salió de su letargo, lentamente puso sus pies fuera de la bañera. Quería retrasar otro nuevo encuentro con su pelirroja, más que nada necesitaba no mirarla a los ojos, fingir que se había “portado bien” como ella dijo, se le haría muy difícil. Pero debía hacer frente. Se vistió con la cómoda vestimenta que dejo su novia sobre la cama y se fue a paso lento en busca de Lindsay que suponía, estaba en la cocina.

Al llegar comprobó que su tierna pelirroja la estaba esperando con un plato con sopa de ternera. La latina se sentó y comenzó a beber aquel brebaje que componía en parte su resaca.


Lindsay se sentó a su lado y apoyo un periódico en la mesa. –Esta mañana estuve mirando algunos departamentos que se están alquilando en Uper West Side. Patrick me llamo y me conto de otros que están en venta, pero debemos verlo directamente en la inmobiliaria que está a cargo del sector. Deberíamos ir mañana a mirar y a averiguar que tal están.

Santana miraba el periódico leyendo detalladamente en los círculos que había marcado su novia. -Me parece bien. Pero primero necesito juntarme con Quinn para dejarle las últimas indicaciones antes del viaje.

-Hablando de viaje... -Lindsay se levanto y dejo un beso en la mejilla de la latina. –Debo preparar la maleta.


La morena vio como su novia abandonaba la cocina. Ya no estaba enfadada y en parte se alegro. Lindsay estaba contenta que después de casi tres años de noviazgo, por fin Santana le diera el sí para vivir juntas y más si se trataba del hogar que construiría con el hijo que planeaban desde hace unas semanas. Plan que se llevaría a cabo después que la morena concretara unos negocios en los cuales se incluían salidas de New York y si todo iba bien fuera del país.

La latina se calmaba al saber que por ningún lado se podía enterar de la aventura que tuvo con Brittany y así decepcionar los grandes planes que mantenían feliz a su pelirroja. A Puck solo lo vio unas dos veces cuando recién conoció a la morena y la gente que estaba en la fiesta no le era conocida ni a ella, exceptuando a sus compañeros.


Santana dejo el plato en el lavavajillas, y se fue a la sala. Se topo con Elizabeth, la empleada de la casa.


-¿Ya está todo bien?

-Ajam. –Respondió Santana indiferente mientras se sentaba en el sofá y con el mando a distancia encendía la televisión. No quería hablar con nadie por el momento.

-Me alegro morena, Lindsy es irritante cuando está enojada contigo. –Acotaba Elizabeth alejándose al notar que Santana no tenia intenciones de conversar.


-Brittany… -Dijo la morena en susurro muy bajo al detenerse en un canal de deportes y ver a un equipo de animadoras.

Cinco años sin verla, dos años en los que le costó un mundo olvidarla y una noche basto para volver su vida confusa.

La pelirroja se sienta junto a su novia, apoya su cabeza en el hombro de esta y la rodea con su brazo sobre la cintura. Juntas ven televisión por cerca de una hora o al menos eso pretendía Santana quien comienza a bostezar y sus ojos se cierran sin poder evitarlo.


-Vaya amor, veo que no te basto con todo lo que dormiste. ¿Quieres subir a mi habitación?

"Si supieras que no he dormido casi nada" Pensó la latina


-Sí, pero debo llamar a Quinn. Iré al despacho de Tom. –La morena se levanta estirando sus brazos al aire. -¿Puedes poner a cargar mi celular? Está en el bolso.

Lindsay asiente y sube las escaleras.


Santana al ingresar, toma asiento en el gran escritorio de su suegro. Toma el teléfono y después de cinco pitidos Quinn contesta.


-Lucy.

-¡Santanita! ¿Cómo va tu primer día de vacaciones? –Contestaba Quinn con voz alegre.

-Bien, con sueño y resaca.

-¿Estuvo buena la fiesta?

-Luego te doi los detalles. Necesito verte mañana.

-Sabes dónde encontrarme jefa.

-Tomare desayuno contigo. ¿Estarás disponible?

-Sí, la junta con los proveedores es a las 11 am. –Al notar el tono cortante de su amiga, Quinn notaba que algo pasaba. -¿Qué sucedió Santana?

-No puedo hablar ahora. –Dijo Santana en voz baja.

-¿Estás bien? –Pregunto la rubia sospechando que de algo grave se trataba.

-Es algo que debemos hablar en persona. –Contesto la morena pasándose una mano por el cabello.

La rubia decidió no insistir. Se aguantaría hasta el otro día. –Bien, te espero.

-Te quiero Lucy, nos vemos.

-Y yo a ti. Besos.




Santana dejo el teléfono en su lugar y de brazos cruzados comenzó a caminar a la habitación. Necesita a Quinn, deseaba en ese mismo instante estar con su mejor amiga y contarle todo lo sucedido. Quinn que desde el primer día de clases en la universidad se acerco a esa deprimida latina, sentándose junto a ella. Fue la única que estuvo disponible día y noche para estar pendiente de la jodida mujer que no dejaba de beber y salir a todos los bares de New York. Fue quien la obligo a comer, quien la obligo a ducharse cuando pasaban días en que la morena no se dignaba a salir de su cama. Fue la única que estando en la universidad realizaba los trabajos de su amiga y trataba de ponerla al corriente, mientras Santana solo vivía la rutina alejada de todo. Fue la única que escucho todos sus sollozos, todos sus lamentos por dos miserables años Quinn sin duda alguna, fue quien vivió todo el olvido junto a ella y también, quien la saco de esa despreciable vida en la que Santana se había sumergido.


La morena se acomodo en la cama y sentía como el sonido de la ducha se escuchaba a lo lejos. Mientras cerraba sus ojos pequeñas imágenes de la noche haciendo el amor con Brittany se plasman en su mente y así con el recuerdo de su más grande amor, se queda dormida.





Pequeños besos en su rostro fue lo que sintió la latina y perezosamente comenzó a despertar. Una sonrisa se deslizo en su boca al ver esos ojos azules que la llevaban al cielo tan cerca de ella. Tomo su rostro con su manos y dejaba cortos besos en los finos labios de la rubia.

-Te amo.

-Te amo.

-Te amo.

Eran los susurros que se escuchaban, mientras sus labios se movían entre sí.

Santana se gira y queda posicionada encima de la holandesa. Sus manos buscan el pliegue de su polera y la levanta dejando al descubierto sus pechos. Comienza a lamer cada uno mientras realiza movimientos para hacer fricción en su entrepierna, los quejidos de la rubia no se hacen esperar, pero estos poco a poco se transforman en gritos, gritos desesperantes, gritos ensordecedores.

Santana abre los ojos bruscamente y ve a su novia retorciéndose en la cama, con sumo cuidado la toma y empieza a tranquilizarla abrazándola a ella.

-Lindsy, amor, despierta amor. Tranquila, estoy aquí contigo.

La pelirroja abre y cierra sus ojos varias veces hasta caer nuevamente en la realidad. -Santana, mi vida. – Dice abrazándola, no duda en aferrarse a ella y apretarla para sentirse segura. Pasaron unos silenciosos minutos en la misma posición hasta que Santana decide hablar.

-¿Que soñabas amor? -Decía la morena buscando su mirada.

-Fue... horrible. –Contestaba su novia con lágrimas en sus ojos.

-Cuéntame.

Lindsay apoyada en el pecho de su novia, busca la mano de esta y la entrelaza con la de ella. –Soñaba que me dejabas.-Soltó la pelirroja con miedo.

Santana abre los ojos y traga con dificultad. La culpa se hace presente y mas con el sueño tan pasional que estaba teniendo con Brittany, mientras su temblorosa Lindsay al parecer tenía una pesadilla.

Apretó a la pelirroja contra ella y dejo besos en su cabellera. –Eso no pasara amor… Tranquila. ¿Me lo quieres contar?-Pregunto dudosa la morena, pues era algo que en esos momentos, no quería escuchar.

- No... Quiero… quiero olvidarlo. –Respondía, aun una desconcertada pelirroja.

-Entonces volvamos a dormir. –Decía Santana sin querer insistir.

-Me da miedo. No quiero volver a soñar lo mismo.

-Mi amor no creo que vuelvas a conectar otra vez con lo mismo. Tu solo duérmete yo te abrazare en lo que queda de noche.


Santana dejo un corto besos en los labios de su novia y Lindsay se acomodo quedando de espalda a la morena mientras esta la cobijaba desde atrás. Santana ahora beso su nuca y cerró los ojos tratando de olvidar el sueño acalorado que tuvo y la culpa. Comprendió que pasarían días sin olvidar su reencuentro con Brittany, solo quedaba asimilar y tratar de alejar lo más posible sus remordimientos y deseos de su cabeza. Se tranquilizaba al saber que no la volvería a ver. Lentamente sus ojos se volvieron a cerrar cayendo ahora en un profundo sueño.







Ya saben, pueden opinar lo que quieran. Todo esta permitido!


Saludillos!

me ha encantado el fic, pero estan tan enredadas en su nueva vida que no tengo idea como podran estar juntas de nuevo!

Vengo a opinar que no quiero que se vuelvan a encontrar luego luego Santana y Brittany, es que aveces es tedioso que pasen años sin verse y de la nada se encuentren y luego luego vuelvan a estar juntas además de que Santana está con Lindsay. Bl

Saludos espero tu actualización. (:

Oh, recién me acabo de dar cuenta que actualizaste!

Jajaja gracias por lo del capítulo. Ya te lo dije, pero de verdad, cualquier cosa que necesites.
Tengo que reconocer que Blaine no sé porque razón nunca me ha gustado mucho, pero se nota que es un buen amigo con Brittany. Leí que Brittany podría tomar eso como su despedida de soltera? despedida de soltera de Brittany? o fue que tengo mala comprensión lectora y lo entendí mal xD
Ya quiero que se vuelvan a encontrar las dos! Así que espero que hayas estado inspirada y hayas escrito más capítulos! jaja

Saludos!

Wow, estuve leyendo lo que paso con Fer-Sofi. No puedo creer que alguien se haya tomado el tiempo de hacer algo tan bajo.
Creo que cada persona tienes sus gustos por los fic, cada escritora tiene su estilo y esta super claro que algunos por la buena historia y redacción calan más en las lectoras.
Es una terrible falta de respeto lo que hicieron.

Estoy completamente embobada con Hold Me Close y me hubiese gustado que ganara, pero eso no quiere decir que le quite méritos a los de Fer-Sofi, como dije cada persona tiene distintos gustos. Sinceramente no creo que los votos estén arreglados, ella es una excelente escritora y sin duda se lo merece.

Solo quería dar mi opinión xD



Traigo un nuevo capitulo, aunque sinceramente no me convenció mucho es muy difícil escribir, pensé que con todos los fic que me he leído (Que son muchos) me servirían para agarrar experiencia. Pero como les dije se me complica demasiado y más ahora que mi Hemo no volverá :(

Muchas cosas se sabrán con el correr de los capítulos y para Brittana falta un poco así que tranqui Fanny aun no se encontraran.

Micky si esta difícil que vuelvan a estar juntas, pero no imposible.

Susan, compatriota, efectivamente Britt esta comprometida.

Gracias por lo comentarios... Prometo que tratare de hacer lo mejor posible para hacer de esta una historia atrayente y si no es así tendré que guardarme todos mis aires de escritora y seguir como fiel lectora:): 

Besos!





















Santana despertaba después de un profundo y ya descansador sueño. La primera imagen que arrojo su subconciente fue la de Brittany. Quedo plasmada mirando al techo, pensando en aquel sueño. -Sera difícil sacarla otra vez de mi cabeza- pensaba la morena ya derrotada. Derrotada ya que no podía olvidar sus besos, su cuerpo, sus palabras mutuas de amor mientras se perdían entre esas sabanas que fueron testigos de toda su entrega. –Tiempo, solo tiempo, eso bastara-Con ese pensamiento se consolaba la morena mientras salía de la cama y se iba al cuarto de baño.


Lindsay preparaba el desayuno junto a Elizabeth muy entusiasmada ya que buscaría su futuro hogar e iba de viaje con su novia. -Ese sueño no lo estropeara, fue solo un estúpido sueño- Se dijo a si misma mientras ponía un individual en la mesa. Aunque comprendía que no era un viaje de placer como ella quisiera, estaba contenta a estar con su Santana quien iba dispuesta a barajar las distintas posibilidades para poder forjar su siguiente meta en Conneticut. A la pelirroja la emocionaba también volar a su ciudad natal, casi toda su familia y algunos amigos vivían allí, tenia tiempo de no verlos.

Lindsay dejaba en la mesa el café con leche que acostumbraba a tomar Santana junto con sus tostadas con mermelada de mora. Conocía todos los gustos de el amor de su vida, su vestimenta para cada ocasión, los aromas que le gustaban a su novia para cubrir su piel, las comidas que se le antojaban, las películas que sabía que le gustarían ir al ver al cine, en gustos Santana era muy predecible para ella, pero lo que buscaba Lindsay era conocerla a tal punto de saber hasta lo que pensaba.

Conocerla más a fondo se le estaba haciendo difícil, a pesar de llevar 2 años y nueve meses sentía que Santana ponía una barrera ante ella. Y aunque no conocía la historia sobre el amor de juventud de la morena, ya que esta nunca se la quizo contar, tenía muy claro que había sufrido mucho para olvidarla. Creía que ese era el tope de su novia para entregarse al cien por ciento con ella, pero estaba segura que cuando viviera con ella y tuvieran a su hijo, su hermosa latina dejaría sus miedos atrás y caería a los pies de Lindsay. Eso rogaba.


Tom entraba en la cocina tomando la taza de Santana y sus tostadas.
-¡Papá! Eso es de Santana-Le dijo la pelirroja quitando el pan de su mano.

Tom volvía a tomarlo y se alejaba. –¿Por qué no le preparas desayuno a tu padre también?

-Elizabeth se está encargando del tuyo y el de mamá. –Respondía Lindsay mientras seguía a su papa por alrededor de la mesa.

-No no-Acotaba su padre negando con la cabeza. –Quiero comer lo que tú le preparaste a esa irresponsable Santana. Dile que estoy molesto con ella y que por eso, me llevo su desayuno, aparte voy atrasado a una junta. –Tom salía de la cocina. –Te amo hija, buen viaje. - Grito desde la puerta.

La pelirroja refunfuñaba y cruzando sus brazos se fue al estante a coger más pan para ponerlo en la tostadora.

Elizabeth volvía de la bodega con una caja de té y azúcar. –¿Le estas preparando más a la glotona de Santana?

-Mi padre se lo llevo, solo prepara el de mamá. Necesito más leche.

Elizabeth puso más leche en el calentador y luego dejaba las tazas en la mesa. Lindsay sacaba el pote de mermelada de la nevera y siente el inconfundible olor de su morena.

Se da la vuelta y ahí está Santana mirando por la ventana. –¿Ya se fue Tom?

-Si. -Contestaba su novia con su sonrisa enamorada. -Tenia una junta... Buenos días amor, tu desayuno ya estará listo.

-Buenos días Ely.

-Buenos días guapa. –Respondía sonriente la empleada.

Santana había olvidado contarle que se juntaría a primera con Quinn. –Amor, lo siento. –Repuso la morena acercándose a su novia. –Quede con Lucy para desayunar.

Lindsay rodeo con a Santana con su brazos e hizo un puchero. –Pensé que se juntarían más tarde.

-No Lindsy, debo ir a casa a terminar mi equipaje y recuerda que después iremos a ver los departamentos.

-Está bien. –Contesto Lindsay dejando un beso en sus labios. –Me lo comeré yo.

-Te llamo cuando me desocupe. –Santana abrazaba a su novia, aun con culpa. –Te amo.

-Y yo a ti mi vida. –Respondía la pelirroja aferrándose a ella.






Blaine se levantaba furioso. Crazy de Britney Spears salía de los altavoces de su sala a todo volumen. Se apoya en el marco de la puerta mientras ve a una animada Brittany bailando al ritmo de la música ordenando el lugar.

En un giro la rubia lo ve y al ver su expresión de molestia, se da cuenta que fue bastante desubicado celebrar de aquella manera a las 8 am. Tomo el mando a distancia del sofá y bajo el volumen. Se acerco a Blaine con una sonrisa feliz, mientras el castaño la veía con el ceño fruncido.

-Aparte de ser una inconsciente al interrumpir mi sueño que tanto me toco conciliar, me despiertas con una canción que creó está por cumplir una década. ¿No conocías una más antigua? -Dijo el castaño arqueando una ceja.

Brittany lo toma de la mano y camina con él hacia la cocina.-Tiene mucho más de una década Blaine. Me extraña viniendo de ti. ¡Es un clásico!. –Lo sentó en una silla frente a la mesa. –Tenemos que celebrar. –Comento una sonriente Brittany.

-¿Qué tenemos que celebrar tan temprano?-Pregunto Blaine mientras observaba a su amiga servir en las tazas sus infaltables café.

-Si no fuera tan temprano, juro que pondría unas botellas de cerveza en la mesa y no esto. – La rubia comenzó a aplaudir y a dar saltitos. –Hoy me llamaron para una entrevista.

-¿De verdad?-Pregunto con una falsa sonrisa un desanimado Blaine. Si le iba bien era probable que su amiga se fuera. -¿Dónde?







Santana entraba hablando por su móvil a la casa central de Moonson. La pequeña cadena de dos restoranes que con mucho esfuerzo la morena logro establecer en distintos puntos de la ciudad. Junto a su suegro y su amiga Quinn de a poco se fue abriendo paso en la industria de la gastronomía. Al principio hace un año, jamás imagino que la suerte estaría tan aferrada a su lado, en solo tres meses cubrió las deudas y al quinto mes tomo posesión de un segundo restorant. Gracias a la buena acogida del primero, Moonson 2 rápidamente se llenaba de distintos comensales y también de otros empleados muy eficientes. Kurt su contador, Rachel su jefa de recursos humanos y con Quinn su gerente general su negocio cada día crecía mas. Eran las principales personas que ayudaban a Santana a dirigir su empresa. Su suegro solo había sido de apoyo moral y económico.

La morena le daba a una linda sonrisa a su recepcionista Jake el guapo novio de su secretaria Marley.

-Tom ya te explique lo que paso. ¿De verdad seguirás molesto?-Hablaba la morena mientras movía sus piernas hasta la oficina de su amiga.


Quinn se encontraba sentada sobre el escritorio de su secretaria coqueteando descaradamente. Santana mientras ve la escena se despide de Tom quien llamaba para reprochar y desear un buen viaje. Se cruza de brazos y levanta una ceja a la espera de que se den cuenta.

Megan al notar a su jefa, le da un golpe en la pierna a Quinn, quien de inmediato se baja de la mesa arreglando su falda.

-Buenas días señorita Lopez. –Saludaba una sonrojada Megan.

-Buenos Días. –Respondía cortante.

Quinn toma del brazo a Santana y le deja un beso en la mejilla. –Te estaba esperando, te tardaste. –Decía la rubia mientras caminaban hacia el estacionamiento del lugar.

-Veo que estabas esperando bastante aburrida Lucy. ¿Qué te he dicho de eso? –Pregunto molesta Santana.

-Lo siento San, pero anda… dime que no está guapa. –Contestaba sonriendo.

-Quinn en un mes Rachel ha cambiado a dos de tus secretarias. ¿No puedes dejar correr tu libido fuera del trabajo?

-Ellas me buscan, yo solo me dejo querer. Aparte ¿Por qué lo permites en Marley y Jake?

-Tienes claro que esa no es una prohibición acá. Las demostraciones de amor las puedes mantener fuera. Pero por dios Quinn mantienes relaciones en tu oficina con ellas. ¿Es necesario someterlas a ese tipo de espectáculos? Las dos renunciaron porque después todos lo sabían. Eres la gerente del lugar date a respetar.

-Maldita chismosa. Esa debe ser la secretaria de Berry, siempre esta vigilándome.

-No culpes a Kitty. ¡Escuche por ahí que eres bastante escandalosa eh!.- Bromeaba la morena golpeando con el codo a su amiga.
-¿De verdad dicen eso? –Pregunta Quinn avergonzada.

-Para que lo evites si quieres cogerte a tu secretaria a la mía o a la mismísima Berry. Llévalas a un hotel o a tu apartamento. –Santana tomo una postura más seria. -No es necesario que todos los empleados se enteren de tus conquistas. Es una orden Quinn. –apuntaba a su amiga con un dedo mientras subían al coche de la morena. –Estoy hablando en serio. No quiero que estén hablando de ti. Ya te lo dije eres la gerente, una autoridad que debe dar una buena imagen.

Ambas colocaban sus cinturones. –Está bien Santana… No lo haré más. – Aseguraba Quinn aunque con duda. -¿Dónde iremos?

-Iremos a mi departamento, mamá no esta así que podremos hablar tranquilas. –Santana prendía el motor y acomodaba el espejo por inercia. –Debemos romper el pacto.

-¿El pacto?-Preguntaba Quinn.

-Si. –Respondía la morena mientras daba marcha a atrás.

-¿Qué pacto? No recuerdo.

-El que hicimos hace tres años. –Contestaba Santana ya saliendo del lugar.

-¿Brittany?– Pregunto dudosa. Fue el único pacto que hicieron hace años y era de no hablar mas de ella.

-La misma.
-Explícate. –Contestaba Quinn cruzándose de brazos.

Santana larga un suspiro mientras enciende la radio del vehículo. –El sábado la vi.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Esta acá en Nueva York? – Decía impresionada la rubia mientras le daba un golpe a Santana en la mano para que se fije en el camino.

-En la fiesta de del primo de Puck. La encontró por facebook. ¿Sabes que la busque hasta el año pasado y nunca la encontré? A... a lo mejor se lo creo hace poco. –Se contestaba la morena.

-Esa da lo mismo Santana. Cuéntame que paso.







Brittany se miraba en el espejo de su cuarto y comprobaba que tal se veía ese traje de dos piezas que pensaba vestir para su entrevista. Blaine estaba mirando en su armario buscando otras prendas y así barajar cual le quedaba mejor.


-Ahora pruébate este. –Apuntaba Blaine hacia el saco que dejo en la cama.

-Me gusta este. Resalta mi cintura. Fue con el que me presente a dar mi tesis.

-Este también se verá bien. Vamos cámbiate.

La rubia comenzó a quitar su ropa y al darle la espalda al castaño este ve una marca en su espalda. -¿Sabías que tienes una especie de rasguño en el omoplato?

-¿De verdad? –Brittany miraba buscando en el espejo hasta que al fin lo vio. Se sentó en la cama solo con ropa interior y el castaño se puso a su lado. –No he parado de pensar en ella. –Confesaba Brittany mirando al frente. –No he parado de pensar en cómo sería estar con ella.

Blaine miraba a su amiga con cierta pena, entendía la disyuntiva que debía tener en su cabeza. –Esta demás decir “te lo dije”-Acotaba haciendo el gesto de comillas. –Sabes que pronto te casaras ¿Verdad? Sabes que lo hiciste fue una de las peores traiciones que se le hacen a la pareja. Pero también sabes que no lo hubieses hecho si estuvieras profundamente enamorada. ¿Estás segura que quieres casarte?

-Se me pasara con el tiempo. –Respondía segura Brittany. –Yo… yo solo tenía curiosidad por saber en que estaba.

-Brittany, te acostaste con ella. Lo que querías saber se hacía conversando, no en una cama.

-Lo sé. –Contestaba Brittany frustrada tapando su cara con sus manos. –Pero ella me lo pidió, no podía negarme. Era algo que tarde o temprano haría yo. Te lo prometo Blaine que ese no era mi propósito. Pero al verla… -Brittany miraba a la nada pensando en todas las sensaciones que provoco su sexy latina. –Al verla todo el deseo que siempre sentí con ella despertó.

El castaño negaba con la cabeza pensando en las siguientes palabras que debía decirle a su amiga. –Tiempo al tiempo…-le dijo mientras daba golpecitos en su espalda. -Tienes un mes para olvidarla y para pensar si realmente quieres dar ese importante paso.







-Y así fue como todo paso. –Hablaba la morena abriendo la puerta de su departamento.

-¿De verdad la estabas esperando sin bragas Santana?. –Se burlaba Quinn entrando al departamento.

-Siempre fue torpe para sacarlas. –Contestaba su jefa, dejando las llaves sobre el mueble al lado de la puerta.

-Vamos a la cocina, tengo mucha hambre. –Quinn frotaba su estomago mientras este le rugía. –Lo que me cuentas Santana… -Movía la cabeza confusa y seguía a la morena. -No sé qué decirte, luchamos tanto San… tanto para que la pudieras olvidar.

-Jamás la he olvidado. –Aclaro la latina mientras abría la nevera. -Ella siempre estará aquí. –Repuso mientras colocaba una mano en su corazón. –Solo… solo ya no estoy enamorada.

Quinn se fue hasta el estante y saco el pan para ponerlo en la tostadora y dudo en lo que diria. -¿Estás segura San? Mientras hablabas de ella vi el mismo brillo de hace unos años atrás.

-Me iré a vivir con Lindsay, pronto nos embarazaremos y después le pediré que se case conmigo, con eso date por respondida. –Contestaba Santana con un toque de molestia mientras colocaba la leche a calentar.

-¿Sabes San? Siempre he pensado que no la amas. Si la quieres mucho, estas muy agradecida con ella y sabes que te adora ¡Por Dios sí que te adora! Todo te lo perdona fácilmente y siempre te está dando en el gusto. Yo creo que por ahí va el sentimiento, eso es lo que te impulsa al ofrecerle todas esas cosas. Sé que este no es el mejor momento para conversarlo, pero necesitas darte cuenta de que a lo mejor te estás equivocando. –Choco la mirada con la de su amiga. -Santana jamás le has sido fiel. Eso no es propio de una persona que ama. Sabes… puede que la ames, pero creo que como amiga o como hermana que se yo, pero sé que no serás feliz con ella. –Quinn sacaba las tazas del estante y vertía la leche.

-Eso que dijiste fue muy enredado Quinn.

-Lo sé, es que no sabía cómo explicarme. Hace tiempo quería decirte todo esto y las ideas fluyeron sin ordenarlas. ¿Pero entendiste la idea? ¿Entiendes a que quiero llegar?

-No se.

-Solo tómalo en cuenta. Enredado y todo en el fondo, muy en el fondo sabes que tengo razón. Solo que no lo quieres ver.

-Ya no quiero hablar más de eso por ahora. –Cortaba Santana. – Llevo un día pensando en todo lo que paso y ya me siento agobiada. Quería contártelo para desahogarme, pero con lo que me dices me haces sentí peor.

-Soy tu mejor amiga. –El pitido de la tostadora detuvo la conversación. Quinn cogió los panes y unto mermelada en ellos. –Soy tu mejor amiga….- Repitió. -Y solo le digo porque no quiero ver que cometas un error.

-Lo sé, pero en verdad cortemos el tema.-Dijo una cobarde Santana al no querer enfrentar lo que Quinn decía.


Se sentaron a tomar desayuno y la morena de nuevo regaño a Quinn por lo desubicada que era al meterse con sus secretarias. Después de una media hora se fueron al cuarto de Santana y preparaban el equipaje juntas.


-Espero que salga todo bien en Connecticut. –Alentaba Quinn sacando ropa del armario.

-Si todo resulta como planeo, pronto tendremos ya un cuarto restaurant en Ohio. Siempre he querido uno en mi ciudad natal, así estaría cerca de mi papa.

-Cuando vayas a Ohio me gustaría ir contigo. Tengo curiosidad de saber donde se crio mi linda amiga.

-Claro iremos las tres con Lindsay. –Respondía la morena metiendo los sacos en la maleta.

-¿No podríamos ir las dos solas? –Dijo de una manera sutil Quinn. -O Sea, sabes que no tengo problemas con ella, pero es muy empalagosa contigo, no te deja sola y siempre esta abrazándote y besándote a cada rato.

-Luego lo hablamos, primero es Connecticut.

-¿Llevas el documento con los terrenos que averiguo Sam?-Cambio de tema la rubia.

-Sí, pero primero debo preocuparme de cuáles son los restoranes que serian nuestra mayor competencia… -Santana fue al baño por una cremas y las metió en su bolso. -¿Hoy son las entrevistas verdad?

-Si, Berry tiene a veinte personas para cubrir los dos puestos.

-Ok, ya esto está listo. –Dijo Santana cerrando la maleta.-Te paso a dejar a la oficina.



Santana conducía a su destino y miraba de reojo a Quinn, suponiendo que era lo que rondaba la cabeza de su amiga.

-¿Que piensas Lucy?

-Si ella esta aca en New York es posible que te la encuentres.

-Amiga New York es gigante, no creo que eso ocurra.

Un silencio de unos minutos se tomo el automóvil de Santana. Quinn lo rompió con una pregunta que descoloco a la morena.

-San…

-Dime. –Contestaba Santana con la vista al frente.

-¿Crees que sea muy tarde para que vuelvas con ella?

Santana freno en seco, la miro perpleja, las bocinas de los otros coche la sacaron de su impresión y estaciono a una orilla. Dio un gran suspiro y se cruzo de brazos mirando a un punto fijo.

-No podría hacerle eso a Lindsy, ella no se lo merece, su familia no se lo merece.

-San… -Dijo Quinn acariciando la mejilla de su amiga. –Ella es el amor de tu vida. Las cosas no terminaron mal después de todo y si ella está de vuelta es por algo. ¿No crees que la vida te está dando una nueva oportunidad? Aun no es tarde… -Se detuvo paso una mano por su cabello y con la voz rota continuo. –Sufrimos mucho, eso lo sé, creo que nunca había visto a alguien tan acabada por amor. Pero ahora las cosas son distintas. –Cambio su semblante a uno más motivacional. -Tú ya eres alguien en la vida. Sus padres te aceptaran mucho más ahora si ven todo lo que has logrado. Sé que ese fue el motivo de porque no la seguiste, porque esos estúpidos pensaban que eras muy poca cosa para su hija…

-Para…-Dijo Santana haciendo el gesto con las manos. –Eso… eso que estás diciendo es una tontería, ha pasado mucho tiempo Quinn. Mucho tiempo, yo la amaba más que a mi vida y si, se que fui una cobarde al no seguirla por miedo a sus padres, pero… Ahhhhhh! –Gritaba Santana pasando sus manos por la cara. –No sé qué pensar Lucy. No me digas esas cosas por favor. –Le rogaba con la voz quebrada. –No me hagas dudar, ya tengo mi vida planeada y no puedo dar marcha atrás. Nuestro tiempo ya paso…

-Solo lo digo por te conozco Santana. -Interrumpió la rubia.-Aun no es tarde. No hubo traición San. No hay nada que les impida estar juntas.

-Lucy como que no hay nada. ¿Qué te pasa? –La morena la miraba con el ceño fruncido sin creer lo que decía su amiga. -Esta Lindsay, esta su familia. Mi suegro y suegra que me adoran, que apoyan tanto como lo hacen con su hija. Yo no podría hacerles eso... –Repetía.-No podría.

Puso su auto en marcha y se fueron en completo silencio a la casa central. Santana no dejaba de pensar en las palabras de su amiga y se emociono al pensar en volver a estar con su Britt. –Saca eso de tu cabeza, tu parada es otra ahora- Se decía a sí misma.

Quinn la miraba y sabía que sus palabras habían calado hondo en la morena. Para ella no era descabellado, su latina era la persona que mas adoraba y le estaba agradecida por todo lo que había hecho al darle un papel tan importante en su negocio. Quería verla feliz y sabia que esa rubia de ojos azules seria la felicidad completa para Santana. –Se que aun no es tarde-Pensaba.

Llegaron a su destino, Quinn bajo y se acerco a abrirle la puerta a Santana. La tomo de un brazo y la saco del vehículo. Le tomo las manos y buscaba la mirada de su amiga quien solo tenía la vista en el suelo. La tomo por la barbilla y logro que esta al fin la viera.

-Te amo amiga. –Le decía Quinn mirando profundamente a sus ojos. –Te amo tanto que solo quiero que estés bien… ¿Piénsalo? –Dijo tratando de convencerla.

Santana desvió su mirada y comenzó a morder su labio inferior. Quinn la tomo desprevenida dándole un fuerte abrazo, abrazo en el que la rubia quería darle a entender que la quería y estaría siempre con ella. Santana no lo dudo y la apretó fuertemente apoyo su cabeza en el hombro y así estuvieron por unos minutos.

-Buen viaje, cualquier cosa llámame.-Dijo Quinn tomando por las manos a su amiga.

-Te quiero Lucy, pero odio lo que acabas de de hacer. –Le dijo Santana con una semisonrisa.

-Solo… solo lo digo porque te quiero.

Sin más Quinn se adentro al lugar, dejando a una morena llena de dudas. Subió a su coche y se fue camino a la casa de su novia.

Cuando estuvo a unos metros de la casa de Lindsy se detuvo. Se quedo pensando en todos los momentos que vivió con su pelirroja, viajes, salidas, sus noches de pasión, la relación con la familia de su novia… Todo se vino a su cabeza. Sin saber cómo su holandesa vino a interrumpir sus recuerdos. Suspiro y se hundió en su asiento. Recordó esos cuatros años con su rubia y una sonrisa se curvo en su cara.

Tomo su móvil y marco a su novia.

-Lindsy amor.

-Cielo, ¿estás lista?

Santana dudo en lo que diría, pero debía analizar mejor todo lo que había dicho su amiga Quinn. -Se presento algo acá en la oficina. No podremos ver hoy los departamentos. –Dijo apretando sus labios y con los ojos cerrados. No quería avanzar con su novia. Dos semanas con ella la harían ver si realmente quería dar ese paso.

-¡Oh! ¿Es grave?

-No amor solo unos problemas con los proveedores. Nos reuniremos con ellos ahora. –Mintió Santana.

-Está bien amor. –Contesto resiganada. –Nos preocupamos de eso a la vuelta.

-Paso por ti en el taxi. Nos vemos. –Decía cortante la latina, no quería seguir hablando, se sentía una mierda.

-Te espero amor. Te amo.

La morena dudo en responder.

-¿San?

-Y yo a ti. Debo cortar. Besos.


Tiro el móvil en el asiento del copiloto y comenzó a darse golpes con el manubrio. –Perdóname Lindsy, pero debo pensar- Repetía su cabeza una y otra vez. Cuando ya le dolía la frente por los golpes, se detuvo. –No puedo hacerle esto- se decía. –Si puedes- retumbo una voz. Dio un grito ensordecedor, encendió su coche y se fue a su departamento.






-Te ves asombrosa. -Decía Blaine tomando la mano de Brittany y girándola.-Dejaras embobada a la persona que te entreviste.

-Eso espero. –Acotaba sonriente la rubia.

Blaine tomo sus manos y la miro haciendo un puchero. –No quiero que te vayas…

Brittany sonrió con tristeza y abrazo a su amigo.-Te prometo que no me moveré de acá hasta que llegue Andy.

-Eso no es consuelo. -Respondía Blaine hundiéndose en su cuello.

-¡Vamos amigo! –Brittany daba golpes en su espalda. –Te vendré a visitar siempre… Y tú podrás visitarme a mí.

Blaine se separo del abrazo y le dio un tierno beso a la mejilla a su amiga. –Entonces disfrutaremos este mes. – Le regalo una sonrisa sincera. -Que te vaya estupendo.

La rubia le devolvió el gesto y asintió con la cabeza. –Vete a trabajar, llegaras tarde.






-¡Maldita Quinn Fabray!-Grito Santana entrando a su cuarto.

Se recostó en la cama y refunfuño. –¡Estúpida Lucy! ¿Cómo me dice eso? –Grito otra vez la molesta latina.

Se puso en posición fetal y se abrazo a sí misma. Mil pensamientos giraban en su cabeza, una vida al lado de Lindsay era lo que más pensaba. –Yo se que seremos felices- Se contestaba a sus dudas. –Eso no es cierto- Retumbaba nuevamente esa voz.

Santana se paró de golpe y se llevo las manos a su cabeza. Camino por su cuarto de un lado otro. -¿Estaba bien retrasar la búsqueda del departamento?-Se pregunto –Si- Le contesto esa nueva voz.

-¡Maldito subconsciente!- Murmuro.

Se lanzo nuevamente a la cama y cerró los ojos. –Mente en blanco, mente en blanco. -Se repitió unas diez veces hasta que logro su objetivo y se durmió.



A las dos era el vuelo de Santana y Lindsay. El celular de la morena la saco de su profundo sueño y dos segundos le tomo volver a la realidad. Miro la pantalla y era su novia, vio la hora y eran la una. Rápidamente se levanto mientras iba al baño y contestaba la llamada. Tomo su maleta para salir del departamento y con suerte pudo agarrar de inmediato un taxi. Llego a la casa de su novia y mientras el chofer ayudaba con la maleta a Lindsay, la morena hablaba despidiéndose de su madre quien estuvo en un curso de pintura toda la mañana.
Llegaron al aeropuerto, completaron todo el proceso para tomar el vuelo y sin más ya estaban en el avión.

Lindsay iba apoyada en el hombro de su novia mientras escuchaba música de su Ipod. En cambio la morena iba pendiente de los papeles que le había entregado Sam, un amigo que trabajaba en bienes raíces y le había averiguado sobre los terrenos libres y las mejores ubicaciones para poner su restorant. Trataba de concentrarse pero le era imposible, la vocecita rondaba su cabeza.

-¡Basta! –Dijo ya impaciente.

Lindsay saco un audífono. –¿Dijiste algo amor?.

-No no. –Dijo Santana negando.

-Pediré el almuerzo. –Dejo un beso en sus labios y se paro del asiento en busca de la azafata.

La morena guardo los papeles en su bolso y se dispuso a mirar por la ventana. –Dos semanas-Se dijo-Dos semanas con mi novia me harán caer en lo que debo hacer.

Pasaron las horas y llegaron a Conneticut. Las esperaba el tío de Lindsay, Peter. Se quedarían en su casa ya que el señor insistió en que no se fueran a un hotel teniendo él una casa tan grande. Se instalaron en la habitación y luego se fueron a compartir con la familia de la pelirroja.






-¡Blaine!. -Grito la rubia colgándose del cuello de su amigo y rodeándolo con las piernas.

-¡Vaya! Veo que te fue bien. –Respondió un sorprendido Blaine tratando de dejar su portafolio en el sofá.

Brittany se bajo de su amigo y comenzó a saltar mientras aplaudía. –¡Me fue increíble!
-Cuéntame. –Dijo su amigo sentándose en el sofá.

Brittany puso sus manos en la cintura y sonrió triunfante. –Saluda a la nueva psicóloga de pareja de la afamada clínica Memory.







Saludos!

bueno he visto en 2 oportunidades que Hemo no vuelve, esta confirmadisimo? el capitulo muy bueno, pero que pasara cuando san sepa que britt va a casarse!