FINAL: "Siempre estaré a tu lado" - El niñero - Fic

el angel es kurt????
si es asi quiero saber que le dira a blaine
espero otro capitulo pronto  

—No hicimos nada, sólo que estabas llorando y bueno… Te consolé y nos dormimos, eso es todo. ¿Qué tiene de malo? —preguntó divertido Blaine.
—¡Maldito pervertido! —le grité.
Él sonrió y se levantó. Abrí los ojos como platos al ver que no traía su camisa, sus abdominales me volvían loco, y sus pelos entrelazados y despeinados hacían de Blaine, el hombre de mis sueños. Me tapé la cara y le arrojé lo primero que encontré en el armario para que se vistiera.
Se ve que había salido de la habitación, porque había un silencio mortal. Me destapé los ojos y me despertó una confusión, y vi a Blaine con los ojos abiertos como platos, y mi disfraz que usé en la fiesta en sus manos.
—Kurt —empezó a decir Blaine en voz baja como suplicando—, dime que no te disfrazaste de ángel en tu fiesta… —cerró los ojos, se lo veía muy mal, así que me alarmé— Sólo quiero oír eso.
Estaba realmente confundido, sí, me había vestido de ángel para mi fiesta, pero ¿en qué lo perjudica a él?
—Blaine… Yo… Me vestí de ángel para mí fiesta —le confesé.
Blaine soltó un suspiro y empezó caminar por la habitación maldiciéndose, yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
—¡Hey! ¿Qué sucede? —dije y me acerqué a él, parándolo, y tomándolo de los hombros.
—¿No entiendes? —Preguntó Blaine algo nervioso— ¿BESASTE A ALGUIEN ANOCHE?
De repente, mi mundo empezó a dar vueltas, pude recordar besarme con un hombre, pero hasta ahí, supongo que estaba demasiado ebrio.
—¡Mierda, Blaine! ¿ME BESASTE? —le solté.
—Si tú no hubieras sido tan provocativo tal vez no te haya besado… Ahora dime, ¿quién sabía que vestías de ángel?
Recordé a mis amigos… Mi hermano me había comprado el disfraz, y… ¡SEBASTIAN!
—Oh, dios… Santana, Brittany, Sam, Finn y… Sebastian.
Blaine cayó de rodillas. No sabía qué hacer. No veía la gravedad del asunto, sólo fue un beso.
—¿Qué tiene de malo? Sólo fue un beso…
—¿Sólo un beso? ¡¿SÓLO UN BESO?! —Exclamó Blaine— Ese beso que tanto ignoras, podría ser mi pase a prisión. Con tan solo Finn descubriendo que fui de príncipe a la fiesta, ¡ME MANDARÍA DIRECTO A PRISIÓN! Y no quiero hablar de Sebastian… Me odia, ¿sabes? Si se entera de esto, dame por preso.
Entendí todo muy bruscamente, lo que me dejó en blanco… Recuerdo haberme gustado el beso, de haberme… Excitado… Entonces no había que hacer nada más que ocultarlo…
—Blaine… —dije tirándome al suelo enfrente suyo— No vas a ir preso, no lo permitiré, diré que es mentira y que no me besé a nadie ¿entendiste? Ahora deja de llorar…
Mi niñero se levantó del suelo y se sentó en la cama, tapándose la cara con las manos, fui dónde él y lo abracé por los hombros, dejando mi cara en cuello. Nos quedamos unos minutos así hasta que Blaine rompió el silencio.
—Sólo quiero preguntarte algo… ¿Te gustó el beso?
Me quedé callado y lo analicé… ¿Me había gustado el beso? Sí, claro. Igualmente recuerdo que estábamos a punto de enrollarnos. ¿Qué había sentido anoche? No lo recuerdo, por la estúpida razón de que estaba ebrio, así que respondí con un incómodo:
—No lo sé… ¿Tú?
Blaine en realidad parecía incómodo, de repente, me abrazó. Paso sus dos manos por mi cintura y yo por su cuello. No entendía que lo ponía tan mal… Habíamos acordado de que lo mantendríamos en secreto.
—Eso es lo que más me duele —empezó Blaine—, no el que tenga que ir preso… Sino que tendré que esperar tres años para poder mirarte como te miré en la fiesta, Kurt —me estremecí al escuchar su nombre en mi oído— me encantó el beso —por un segundo me alivié y lo amé más que nunca y después pronunció—, por eso es que me duele tanto…
Mi mundo dio vueltas, como siempre las daba cuando Blaine se dirigía a mí. Me sentía en el cielo, olfateando el dulce aroma de Blaine. El momento era casi perfecto, a no ser por la privacidad de nuestro amor.
—¿Quieres ir a almorzar? —dice Blaine algo feliz.
—Tengo escuela… —Susurro algo apenado, sí que quiero ir.
Blaine sonrió y me susurró.
—Pues, faltemos, yo invito el almuerzo…
Después de ese momento, me vestí con una camiseta blanca, pantalón verde oliva oscuro, y mi suéter gris. No tenía idea del clima fuera de casa, pero todo sería perfecto estando con mi dulce niñero.
Blaine vestía con un pantalón negro, una camiseta blanca y una chaqueta negra. Era todo un badboy, y eso me encantaba de verdad.
Salimos sin desayunar y me estaba muriendo de hambre. La ausencia de Finn indicaba que estaba trabajado. Caminamos hasta su lujoso auto y le pregunto:
—¿A dónde vamos a ir?
—A dónde quieras mi ángel…
Me sonrojé por el comentario, ya que me pareció un poco irónico y tierno a la vez, debido a los anteriores acontecimientos.
—A Breadstix… —sonrío.
—Lo que ordenes, mi príncipe…
Blaine condujo hacia Breadstix, y se le ocurrió preguntarme:
—¿Eres virgen?
Sonreí.
—Claro, tengo dieciséis.
Seguro dije algo gracioso porque Blaine estalló a carcajadas.
—La mayoría los pierde a los quince o dieciséis.
—No estoy listo… Pero ¿a qué viene todo esto?
—Nada… —murmuró Blaine, divertido.
Llegamos y mi niñero me abrió la puerta del copiloto con caballerosidad y entramos a Breadstix.
No había mucha gente, así que nos sentamos en una mesa redonda con dos sillas no muy lejos de la salida.
—¿Qué pedirás? —preguntó Blaine.
—Mhmhmh… Una ensalada con pollo y un vaso de agua para tomar, ¿tú?
—Una hamburguesa triple completa, con papas fritas grandes, aros de cebolla, y un vaso grande con Coca-Cola.
Me sorprendí por lo mucho que comía teniendo tan buen cuerpo y siendo tan sano.
—¿Sólo eso? —bromeo.
—Sí. Es que no tengo mucha hambre… —bromeó Blaine sonriéndome, lo que respondí la sonrisa, sonrojándome.
Luego vino la camarera, nos tomó las órdenes, y le sonrió a Blaine, lo que éste le guiñó el ojo, ¿qué se suponía que significaba eso?
—¿Qué haces? —pregunto algo enfadado.
—Sólo la ilusiono…
De repente sentí un vacío interno.
—¿Acostumbras a ilusionar a las personas?
—Por ahí me haga un descuento… Y no… Solamente a las personas que me dan igual…
Pensé: ¿Yo le daré igual? Y entonces se me vinieron miles de pensamientos a la cabeza, yo ilusionándome, la camarera llorando con un bebé en brazos sin padre, yo en dos años, ilusionándome y esperando a Blaine que viniera por mí, entonces me alarmé.
Me atreví a preguntarle:
—Blaine… Ya sabes lo que hablamos hoy… Pero, va enserio, tendrás que aguantarte años para que podamos estar juntos, ¿lograras esperarme sin tentarte con nada?
Blaine sonrió.
—Te esperaría miles de años, sólo con ese beso me llenaste de alegría, de pasión. Te esperaría una eternidad para poder estar con vos, aunque el destino nos separe voy a ir en pos de ti por el mundo, nada podrá separarnos.
—Blaine —repetí— ¿me esperarías enserio?
—Siempre.

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Bueno, gracias por esperar a que actualice, gracias, se que es corto, pero no tengo mucha imaginación y tiempo. Espero que les guste, acá empieza el nudo de la historia...
Gracias por leer, Derek.

No tardes con el siguiente capítulo, esta súper.

Me encanto mucho el capitulo espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta la historia

Me encanto.  
Fue tan lindo.  
Aww! a los dos les gusto el beso.  
Saludos!!
  

pues fue lindo, me gusto mucho

Me encanto el capitulo

Awwww que tierno es Blaine con mi Kurt...

Besos

Hola

Me gusta mucho la historia y espero que pronto avancen un poco en su relación.

Muchos besos

Me atreví a preguntarle:
         —Blaine… Ya sabes lo que hablamos hoy… Pero, va enserio, tendrás que aguantarte años para que podamos estar juntos, ¿lograras esperarme sin tentarte con nada?
Blaine sonrió.
         —Te esperaría miles de años, sólo con ese beso me llenaste de alegría, de pasión. Te esperaría una eternidad para poder estar con vos, aunque el destino nos separe voy a ir en pos de ti por el mundo, nada podrá separarnos.
         —Blaine —repetí— ¿me esperarías enserio?
         —Siempre.
         Dejé escapar una sonrisa al escuchar esa palabra tan hermosa, y tan fresca. Como si nadie estuviera observándonos, me acerqué lentamente y dejé un suave y tierno beso en la boca de mi niñero.
Como aquella vez en la fiesta sabían a protección… Al besarlo me siento como si fuera inmune a nada; como si nada malo fuera a pasar. Y es mentira, porque algo destroza pedazo a pedazo mi mundo de fantasía… Sebastian.
         El castaño se acercaba hacia nosotros desde la puerta del restaurant con una sonrisa diabólica, tan creído y arrogante como siempre fue, pero nunca pude apreciar. Es que… Nunca lo había visto así, es tan… Irritante verlo. Y es que es uno de mis mejores amigos…
         Trato de ser lo más amable posible y echo una mirada hacia Blaine, que juro por mi padre que siente la misma incomodidad o irritación que yo… Es que… ¡ACABA DE ARRUINAR UNO DE LOS MEJORES MOMENTOS DE MI VIDA!
         Él nos mira, y se sienta con nosotros sin permiso, siempre sonriendo; falsamente.
         —Kurt… Qué sorpresa… —dice Sebastian, fingiendo sorpresa.
         —¿Qué quieres, Sebastian? —contesta Blaine por mí. Al parecer, es lo que yo hubiera contestado, pero que no habría animado a contestar.
         Sebastian sonríe a Blaine.
         —Pero qué tenemos aquí… El niñero pedófilo… —echa una risita más irritante que su personalidad en sí, algo prácticamente imposible.
         —¿Por qué no nos haces un favor y te vas de aquí? —espeta mi niñero. Sebastian pone cara de desagrado hacia Blaine.
         —Yo si fuera tú, no le hablaría de esa forma a alguien que posiblemente tenga tu boleto directo a prisión…
         ¿Qué? ¿Prisión? ¿Qué quiere decir?
         —Explícate mejor, Sebastian —le ordeno.
         —Bueno… Digamos que tengo un par de fotos de un niñero tratando de besar a su niño…
         Exploto. Hasta aquí llegué… Sebastian no se saldrá con la suya.
         —Eres un maldito estúpido —le grito abalanzándome sobre él, pero Blaine llega y me devuelve a mi asiento— ¿te lo han dicho?
         —¿Qué quieres a cambio, Sebastian?
         —Wow… Que rápido accedes a perder a tu noviecito, Blaine…
         ¿PERDER A TU NOVIECITO? ¿QUÉ QUIERE DECIR ESO? ¿QUÉ ME HARÁ? Blaine parece enfurecerse y se levanta, y Sebastian hace lo mismo, Blaine agarra del cuello a Sebastian. La gente parece estar aterrada, yo me llevo las manos a la boca, después a los ojos, para no ver. Tengo que pararlo, lo va a matar…
         —Nunca te atrevas a amenazarme con Kurt… —lo oigo susurrarle.
         Me siento… ¿Aliviado? Aliviado de tener una persona que sea de suma confianza, y que me otorgue esa protección que tanto necesito.
         Me levanto y corro hacia dónde están, aturdido, casi llorando. Y cuando estoy lo bastante cerca, trato de sacar el brazo de Blaine lejos del cuello de Sebastian, sin éxitos, diría… Sus brazos son muy fuertes; pero al fin y al cabo lo suelta.
         —Estás demente —grita Sebastian, rojo de ira y por falta de aire—. Ya van a enterarse Burt y Carole…
         Sin más que decir, sale corriendo torpemente del restaurant. Blaine se vuelve hacia mí, y me observa el rostro.
         — ¿Estás bien? —me pregunta.
         Wow. Este chico sí que está loco… Es decir, acaba de pelear con un chico y aun así me pregunta cómo estoy. Sin dudas tengo suerte de tenerlo.
         —Asustado —respondo— ¿Cómo estás tú? Creí que te iban a lasti…
         La gente nos observa, pero Blaine aun así me calló con un suave beso en mis labios. Me aparto para ver a la gente indignada, con caras de desagrado. Me dan nauseas la gente homofóbica. Lo miro y posa un dedo sobre mis labios… Se sentía bien tenerlo cerca.
         —Todo va a estar bien… —me susurra.
         Lo abrazo en busca de su tan delicioso olor masculino que tanto me gusta; y cuando me hundo en ello, no puedo despegarme de Blaine.
         Es tan hermoso. Pero este no es el mejor momento para recordármelo, digo, estamos entre personas, soy menor, él es mayor, no es la mejor idea. Entonces agarro mis cosas y nos vamos… Seguramente estaré en problemas cuando llegue. Pero no me importa, amo a Blaine y no dejaré que nada se interponga en nuestro camino.
         Aunque eso suponga estar en problemas.

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Bueno chicos, perdonen por la tardanza, es que no estoy muy inspirado últimamente... Gracias por leer, lo amo.

ACEPTO CUALQUIER SUGERENCIA. ESTOY ABIERTO A CUALQUIER MODIFICACIÓN, NECESITO PROPUESTAS, NO ESTOY DEL TODO INSPIRADO.

Ojalá y los papas de Kurt no le crean a Sebastián., espero más capítulos pronto.

Hola!

Espero que esta falta de inspiración sea solo pasajera y que pronto vuelvas a escribir con muchas ideas.

El capítulo me ha gustado. Odio a Sebastian... Mira que hacerles chantaje... Espero que Kurt y Blaine puedan luchar por su amor y superar las barreras que les vengan en el futuro... incluida la de su familia.

Creo que lo mejor sería que lleves tú la historia. Si dejas que te den sugerencias puede llegar un punto en el que no puedas seguir o no sepas como solucionar los problemas.

De todos modos, si ves que tienes problemas y necesitas ayuda... yo he escrito algún fic y estoy dispuesta a ayudar. Inténtalo tú y si ves que no puedes o lo que sea, contacta conmigo por Inbox. Lo que no me gustaría es que quede sin final...

Muchos besos

Me encanto.   
Es tan tierno como se comportan el uno con el otro.   
Odio a Sebastian maldito como se atreva a amenazar a Blaine.   
Ojala y no le pase nada malo a Blaine.   
Ojala y Burt y Carole no le crean a Sebastian.   
Ya quiero leer el próximo capitulo.   
Saludos!!
  

Me encanto mucho el capitulo odio a sebastian espero burt y carol no le crean nada a sebastian si les dice espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare muy ansioso me encanta mucho esta historia

Tenia que aparecer Sebastian

6
“Frente al río”

Es tan hermoso. Pero este no es el mejor momento para recordármelo, digo, estamos entre personas, soy menor, él es mayor, no es la mejor idea. Entonces agarro mis cosas y nos vamos…
Seguramente estaré en problemas cuando llegue. Pero no me importa, amo a Blaine y no dejaré que nada se interponga en nuestro camino.
Aunque eso suponga estar en problemas.
         Nos separamos y vi por detrás de su hombro la gente que nos miraba, somos el centro de atención.
         —¿Qué te parece si nos vamos? —le pregunto.
El asiente y me conduce hasta su auto, me abre la puerta caballerosamente y se sienta en el asiento del piloto. Puso en marcha el auto; un silencio muy incómodo tapó mis oídos. Siempre se me viene esa pregunta a la cabeza: “¿Blaine está dispuesto a arriesgarse por mí?” digo, tal vez me estoy ilusionando y es todo un capricho de Blaine.
—Fuiste muy valiente al enfrentarte a Sebastian —le digo.
—Daría todo por ti, Kurt. No tienes que agradecer…
Que tierno, pero… Demasiado. Nos conocemos hace pocos días y ya nos tratamos como si fuéramos matrimonio. ¿Y si todo sale mal al no conocernos? ¿Y si no cumplo las expectativas de Blaine? Me parece todo muy rápido, pero no puedo echarme atrás.
—Así que… ¿A dónde vamos? —pregunté.
—A un lugar que te quiero mostrar.
Un lugar que me quiere mostrar… ¿No me forzará a tener sexo? Esa idea me aterra en verdad.
—Blaine, no tendremos sexo…
Blaine ríe, ¿Qué le da tanta gracia?
—Claro que no tendremos sexo, Kurt…
Bueno, me alivio y saco la cabeza por la ventana y cierro los ojos. Y cuando me despierto, casi de noche, me alarmo, pero recuerdo que Finn trabaja y mamá y papá no están en casa.
Sorprendo a Blaine observándome.
—¿Dónde estamos?
Bajo del auto y Blaine me imita.
Nos encontramos en un río, me siento en una roca y pego mis rodillas a mi pecho. Unos pocos segundos después Blaine me imita y me toma la mano. El lugar estaba muy frío, y el río tenía unas cuantas olas, que mojaban mis zapatos, pero el calor corporal de Blaine me reconfortaba por completo. Me apego más a él y lo abrazo por la cintura…
—Te amo —dije.
Blaine sonríe y me dice:
—Yo sinceramente no tengo palabras para expresar mi amor.
Al decir esto apoyé mi cabeza en su regazo, y me empezó a acariciar el cabello, alisándolo. Después, con sus dedos tocó cada centímetro de mi cara como si fuera un objeto muy valioso que nunca va a poder recuperar. Sonrío; me levanto, y me siento en su regazo y me acerco a su cara para besarlo. Sus labios logran calentarme el cuerpo, bendito sea Blaine, y maldito sean mis sentimientos hacia él.
Sentí ganas de pegarlo más hacia mí, pero capto que no hay más espacio entre nosotros. Me separo y lo contemplo. Sus ojos color miel son tan hermosos que me hacen querer comérmelo ahí mismo, es tan tierno con esa sonrisa. Blaine Anderson es perfecto.
Sin decir nada más, meto mis brazos por su chaqueta y apoyo mi cabeza en su pecho. El me abraza, y quedamos así por unos minutos. Lo amo, sinceramente no hay palabras para describir el momento que paso. Es como si fuera lo único que necesitara para vivir.
Logro escuchar decir a Blaine:
—Ojalá pudiera congelar este momento, aquí mismo, ahora, y vivir en esto por siempre.
Desde ese momento lo supe:
Él me ama, y yo a él.

Manejó hasta casa. En algún que otro momento entrelazábamos las manos y nos sonreíamos. Es tan perfecto, tengo suerte de ser tan afortunado… Es tan hermoso, lo necesito conmigo. Llegamos y me bajo con él a mi lado.
En la puerta, nos agarramos las manos y nos abrazamos. Ninguno dijo palabra, pero sabíamos que al entrar, nada podríamos hacer ya que Finn estaría allí, aunque no nuestros padres. Entonces lo miro con una mirada de insuficiencia. Me devuelve la mirada y con una sonrisa de regalo, sus dientes son muy perfectitos y blancos.
Respiro profundamente y Blaine abre la puerta.
—Hola hijo, ¿nos explicas por qué vienes tan tarde a esta hora? Estábamos preocupados. ¿Por qué Blaine está contigo?

Bueno, otra vez tarde.
Me gusta escribir, pero este fic me parece un compromiso más que placer.
Voy a seguir, unos capítulos más y le voy a dar un final abierto... (A nadie le va a gustar el final xD, pero bueno...)
Gracias por leer!

Me encanto.   
Es tan tierno todo lo que hizo Blaine.   
Ojala y Kurt no se meta en problemas.   
Ya quiero leer el próximo capitulo.   
Saludos!!
   

Me encanto mucho el capitulo espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me encanta esta historia

Espero con ganas el próximo capítulo, espero que no tardes.

Hola!

He de reconocer que me has dado miedo con eso de final abierto y que no nos va a gustar...

El capítulo ha estado muy bien, espero que no tengan muchos problemas...

Besos

Para empezar, les comento que voy a tratar de finalizar este fic en este capítulo, sinceramente no tengo ganas de seguirlo, perdón.
En realidad, tengo otro fic en mente y quiero poner todas mis ideas en ese. Por si les interesa les voy a dejar el link en un comentario cuando lo suba.

ESTE ES EL FINAL ABIERTO QUE A NADIE LE VA A GUSTAR. JEJE


Manejó hasta casa. En algún que otro momento entrelazábamos las manos y nos sonreíamos. Es tan perfecto, tengo suerte de ser tan afortunado… Es tan hermoso, lo necesito conmigo. Llegamos y me bajo con él a mi lado.
En la puerta, nos agarramos las manos y nos abrazamos. Ninguno dijo palabra, pero sabíamos que al entrar, nada podríamos hacer ya que Finn estaría allí, aunque no nuestros padres. Entonces lo miro con una mirada de insuficiencia. Me devuelve la mirada y con una sonrisa de regalo, sus dientes son muy perfectitos y blancos.
Respiro profundamente y Blaine abre la puerta.
—Hola hijo, ¿nos explicas por qué vienes tan tarde a esta hora? Estábamos preocupados. ¿Por qué Blaine está contigo?
Mis padres yacían en el sillón sentados.
¿QUÉ? ¿MIS PADRES NO ESTABAN FUERA DE CASA? ¿QUÉ HACEN ACÁ?
Blaine me mira alarmado y como yo, intenta buscar una excusa para la desaparición. Pero nada salía de mi boca, pero por suerte, Blaine pudo hablar finalmente.
—Es que… Bueno, lo que pasó es que Kurt…, bueno… él… tenía… —nada de lo que decía parecía no tener sentido.
—Miedo —terminé.
Mi madre me examinaba todo mi cuerpo y después a Blaine.
—Claro… Miedo, y yo le dije si quería dar una vuelta y fuimos…
Mi padre no estaba muy seguro de lo que decíamos fuera cierto.
—Así que eso pasó —dijo Burt y añadió— Sebastian estará aquí en una hora, quiere hablar con nosotros, todos juntos, incluido Blaine.
Miré a Blaine y tenía los ojos abiertos como platos, ese sería su fin.
La puerta sonó.
—Oh… Ya está aquí —susurró mi madre sonriendo y abriendo la puerta.
Sebastian entró y nos observó con una mirada burlona. Blaine tenía ganas de abalanzarse sobre él, pero le agarré la mano y froté mi pulgar sobre la parte superior.
—Antes que nada… Necesito hablar con Blaine un segundo —dijo Sebastian.
Él quería jugar con Blaine, lo provocaría, pero como él no puede hacer nada explotará.
Salieron de la sala unos minutos, mi madre, padre y yo nos intercambiábamos miradas incómodas, en la cocina se escuchaban de vez en cuando ligeros gritos, no se de quién.
Pero finalmente salieron.
Sebastian salió. Blaine seguramente seguiría en la cocina.
—No es nada, solo quería hablar con Blaine —anunció Sebastian, y diciendo esto se retiró.
¿QUÉ? ¿Había cambiado de parecer? Corrí hacia la cocina pero Blaine no estaba, ¿en dónde se había metido?
Recorrí todos los rincones de casa, pero en ningún lugar estaba. Mis padres aseguraron que seguramente se había ido a tomar algo o a su casa, pero yo no lo ví ni escuché salir. Entonces me alarmé.
—Iremos a cenar, ¿quieres venir Kurt? —preguntó Finn.
—No, gracias —respondí de manera cortante.
Al cabo de unos minutos escuché el auto irse. Estaba solo.
Me encerré en mi habitación y fundí mi cara en la almohada y solté un fuerte y potente sollozo. Cuando no me quedaban más lágrimas que derramar escuché un sonido… El de mi ventana deslizarse. Automáticamente corrí a ver quién era. Blaine yacía con los ojos hinchados de llorar como yo, pero conservaba su hermosura.
—Ví a tus padres salir… —dijo Blaine.
Él corrió a abrazarme. ¿Por qué estaba tan raro? No lo sabía.
—Kurt, tengo que confesar algo.
Me preocupaba su tono.
—Dime…
Blaine se acercó y me besó, sus labios me protegieron de todo al instante, y sentí un cosquilleo eléctrico por mi cuerpo.
—Tus padres lo saben.
Lo único que vi después de esa frase fue mi vista oscureciéndose y la imagen de Blaine achicándose.

Me desperté cuando escuché la bocina de un auto.
—Ya llegan mis padres… —susurré nervioso.
Blaine depositó un corto beso en mi mejilla, y después en mis labios y estaba a punto de irse
—Pero no tienes que irte —en realidad no quería que Blaine se fuera, lo necesito demasiado para estar sin él.
—Bebé, si tu hermano, o tus padres me ven podría ir a prisión —Blaine estaba muy apenado, odiaba dejar a Kurt, pero no podía dejarse ver.
—Blaine, ¿Regresarás pronto?
—Siempre estaré aquí para ti, Kurt, juro que algún día podremos ser felices, vivir juntos y tener una hermosa familia, te quiero, niño.
Sin decir más, Blaine se abalanzó hacia el jardín dejando a un Kurt ruborizado.

Narra Blaine:
Sebastian entró y nos observó con una mirada burlona. Tenía ganas de patearlo, pero Kurt me contuvo no se como.
—Antes que nada… Necesito hablar con Blaine un segundo —dijo Sebastian.
Caminé con Sebastian hasta la cocina, planeaba golpearlo en la cara, pero el futuro de Kurt conmigo estaba en mis manos en este momento.
—Vete —masculló Sebastian.
Seguramente no había escuchado bien.
—¿Qué?
—Que te vayas. Sus padres lo saben, les dije. Ahora vete, vete del país, y no le digas nada a Kurt o te juro que te mandaré a prisión. ¿Entendido?
No puedo dejar a Kurt, es muy inocente y frágil para estar sin mí. Además me hace mucha falta.
—Ni pensarlo —grité.
Sebastian se me acercó y me susurró:
—Cuidado con lo que dices, te doy diez segundo para salir con la ventana e irte del país. No quiero que vuelvas nunca, o te mandaré a prisión, Anderson.
Me dirigí a la ventana y salí, planeando no decir a Kurt nada de esto. ¿Qué otra opción tenía? Iría a prisión y Kurt estaría más angustiado, no tengo otra salida.

FIN.

me gusto el final abierto odio a sebastian espero la segunda parte con ansias si es que va a ver espero tambien con ansias tu siguiente fic lo esperare ansioso   

No, porque lo terminastes, odio a Sebastián, deberías hacer un epílogo donde Kurt y Blaine se reúnan de nuevo.

Odio a Sebastian.   
Ojala y en el futuro vuelvan a reunirse.  
Saludos!!
    

Hola!

Espero que hagas un epílogo o algo donde nos cuentes si al final Blaine se ha ido o no... No me ha quedado muy claro. Y quiero saber si cumple su promesa o no...

Besos