FanFic Brittana "Psicofonía de Amor" Capitulo 6: "Lo logramos"

Capitulo 1 :  “La nueva casa”

No puedo creer que esto esté pasando, mi vida, mis amigos, mi colegio, todo se queda en nueva york , a mis papás, no se les pudo ocurrir una mejor idea que arrástrame con ellos a Amity , el pueblo mas aburrido de todo el país. Por suerte Quinn se viene con nosotros, no entiendo como puede estar de tan buen humor con todo este cambio, aparte de todo, ella deja a su novio, o era ex novio? Como sea, ella deja a alguien con quien estaba, no debería estar tan contenta.

- San, Santana – me dice Quinn, sacándome uno de los auriculares – vamos san, anímate.

- Que quieres Quinn? – respondo de mala gana- no tengo ganas de animarme – le digo volteando hacia la ventana

- No es tan malo san, va a ser divertido, un cambio- me dice sonriendo – además la historia de la casa es muy interesante. Dicen que hace mas de un año que..

- Ya esta Quinn – la corto rápidamente- cero ganas de escuchar una tonta historia, nada interesante podría pasar en ese pueblo – me volteo de nuevo y me coloco los auriculares, la voz de beyonce me calma, por lo menos eso no ha cambiado.

Sigo pensando en mis asuntos, distrayendo mi mente con la música, cuando el celular lanza un aviso diciendo que la batería esta a punto de agotarse, lo que faltaba, medio camino y sin algo que me mantenga relajada.
De mala gana me saco los audífonos, y pongo el celular a un lado, empiezo a ver por la ventana, detallando el paisaje, cuando comienzo a poner atención en la conversación de mis padres con Quinn.

- Así es – dijo mi madre -  la casa le perteneció a la familia Pierce, ha estado vacía por mas de un año, desde el accidente de su hija.

- ¿Accidente? – preguntó  Quinn

- Si – respondió esta vez mi padre-  su hija murió en un accidente hace un año y medio, desde entonces, los señores Pierce se mudaron bastante lejos de aquí,  dicen que esa casa, el pueblo, todo, les recordaba la perdida de su hija.

- Genial – respondí de mala gana – nos mudamos a una casa donde murió alguien – la verdad, la historia me sorprendía un poco .

- No murió ahí San – me respondió Quinn – simplemente no quisieron seguir en ese lugar.

- Como sea – respondí, mientras me recostaba del asiento,  no había nada que pudieran decir, que me hiciera cambiar de opinión, claro que entiendo el hecho de que mi papa va a tener un mejor trabajo, pero no había necesidad de traernos con el, fácilmente pudo haberse venido solo y vernos los fines de semana. Pero claro lo que yo diga no es que importe mucho, nunca me preguntaron si quería o no venir, ahora estamos en la entrada del pueblo y ya siento ganas de suicidarme, que horrible es.

Según mi padre serán solo seis meses, el tiempo que me falta para terminar la secundaria,  no me imagino como será la escuela en este lugar, sin duda alguna, no pueden compararse con las de nueva york. Nada puede compararse.  

- Llegamos- dijo mi padre desabrochándose el cinturón – aquí es.

- Por fin – medio gritó Quinn lanzándose del auto para ver la casa.

- Vamos San – me dijo mi madre – te va a gustar este lugar , dale una oportunidad

- No quiero mamá- dije fastidiada- sabes muy bien que no quería estar aquí

- No hay mas opciones santana – respondió molesta- hay cosas que no se pueden cambiar, trata de verle el lado bueno.

- ¿lado bueno? – Le pregunte , levantando una ceja

- Si – dijo firme mi madre- por lo menos tendrás tu propia habitación , como siempre quisiste

- Te cambio esa habitación,  por mi vida – le respondí, mientras me bajaba del auto, sin darle oportunidad de seguir con aquella conversación.

La casa era inmensa, aun no me animaba a entrar, así que decidí, recorrer el jardín un rato, constaba de muchas flores y bancas para sentarse, se nota que las personas que vivían allí antes les gustaba la jardinería, y por lo visto les sobraba el dinero, seguí caminando y vi una fuente, justo en el medio, blanca, con detalles en dorado.  Me dediqué a observarla, había algo en ella que me llamaba la atención, simplemente no podía dejar de verla. De repente, gire un poco la vista hacía una de las bancas que estaba cerca de la fuente, y me di cuenta que se encontraba una persona sentada allí , una mujer .

Enfoqué bien y pude notar que se trataba de una chica tan o mas joven que yo, rubia, y con la piel mas blanca que había visto en mi vida, sin duda alguna, era hermosa. ¿Pero que hacía allí sentada? Se supone que es una residencia privada, sin embargo, su presencia no me molestaba, todo lo contrario , sentía algo que me hacía querer acercarme, hablar con ella. Cuando estaba dispuesta a ir a hablarle, escucho como me llaman a lo lejos.

- San! – gritaba Quinn – Santana!  ven a ver esto.

- Dame un segundo Quinn – me giré a gritarle – subo en un momento

- Vale – siguió ella – no te tardes.

Cuando gire de nuevo, la chica ya no estaba , caminé hacia la banca donde la había visto , y efectivamente, ya no se encontraba allí, me pareció raro que caminara tan rápido, ni siquiera la sentí, caminé un  poco mas alrededor del jardín , con la esperanza de encontrarla, nada, solo me encontraba yo, entre tantas flores .

Al cabo de un tiempo, entré a la casa , mi mamá tenía razón , era hermosa, y mucho mas grande por dentro que por fuera , recorrí el piso de abajo, constaba de tres habitaciones, la cocina , sala de estar y dos baños.  En las paredes había detalles preciosos en mármol , y un sinfín de cuadros de todos los tamaños, hacían una combinación perfecta con el lugar .

Subí las escaleras, y me encontré con una Quinn muy sonriente en su habitación, me hizo señas para que entrara, pero le dije que después, quería ver la habitación que me había tocado. El piso de arriba contaba con cuatro habitaciones, dos de ellas habitadas por Quinn y por mí. Mis papas decidieron quedarse abajo, y el resto serian para invitados, cuando tuviéramos.

Mi habitación era más grande de lo que pensé, una cama gigante, un closet que ocupaba la pared entera, tenia espacio para la computadora, dos mesas de noche, y una alfombra que cubría el piso completo, sin duda , los antiguos dueños, nos dejaron la casa intacta y muy habitable .

Me eché sobre la cama, y sentí algo debajo de la almohada, cuando la levanto, veo que se encontraba una foto allí , la tomo, y se trataba de una chica rubia, de ojos azules, sonriendo ampliamente , sentada en el medio del jardín , creo que nunca vi a alguien tan hermoso, e inmediatamente recordé a la chica que había visto en la fuente . al voltear la foto decía : “ Brittany S. Pierce , agosto 2012”

- Que raro – Pensé

- Santana _ gritó mi mamá. Sal que vamos a comer

- Voy – respondí, me baje de la cama y dejé la foto en la mesa, acomodándome la ropa caminé hacia la puerta y vi a alguien pasar por el pasillo.

- Pero , si todos están abajo – pensé, mientras caminaba mas rápido
Al salir de la habitación, vi a la misma rubia de antes apoyada en la escalera, me acerque , y sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo .

- ¿Quien eres? – Pregunté cuando estaba frente a ella, tenía una mirada muy triste

- Brittany - respondió la chica – Brittany Pierce , ¿tu quien eres?

- Santana – dije sin dejar de observarla –Santana López, ¿Que haces aquí? Mis papas te dejaron entrar?

- Yo .. – comenzó a decir Brittany

- San , aquí estas – dijo Quinn jalándome- te estaba buscando, pero no sabia en que habitación estabas - ¿Qué hacías?

- Estoy hablando con Brittany – le dije volteando hacia la escalera, pero ya la chica no estaba.

- ¿Con quien?- pregunto Quinn -  ahí no hay nadie San

- Con nadie- respondí mientras la agarraba del brazo y bajábamos la escalera, no podía dejar de ver para todos lados, que raro fue ese encuentro, y en mi crecía una duda que debía quitarme.

Llegamos a la cocina donde estaba mi mama, aun no teníamos comida en la casa, así que decidimos comer algo fuera, y de paso conocer el pueblo, tomamos nuestros abrigos y salimos. Cuando estábamos todos dentro del carro, comenzamos a hablar sobre lo grande y bonita que era la casa, sinceramente, era mas de lo que yo esperaba

- Mamá – la llamé- ¿como se llamaba la chica que murió?

- Brittany – respondió mi madre distraída- Brittany Pierce, la única hija del matrimonio Pierce.

- Dios Mío – dije para mi, mientras me recostaba del asiento mirando hacia la casa, y ahí estaba otra vez, la chica sentada en la fuente , sentía como me observaba desde donde estaba, con su mirada triste , Brittany.

La cena estuvo tranquila, charlamos del pueblo, la escuela, y como iba a ser nuestra vida a partir de ahora, un gran cambio, como vengo repitiendo desde que salimos de Nueva York, la única que parece estar feliz con todo esto es Quinn, sinceramente la admiro mucho, ha pasado por tantas cosas en su vida, y aun tiene el valor para sonreír ante cualquier cosa.  

Estoy mas callada que de costumbre, y eso le sorprende un poco a mis padres, aunque puedo decir que es normal después de lo agitado que ha sido todo esto, sin embargo,  no es por la casa, ni el pueblo, ni lo que dejé atrás, lo que me tiene tan callada , y sumida en mis pensamientos, es lo que vi hace un rato , ella, Brittany , ¿se supone que es la chica del accidente no?... hablé con ella, la vi , pero , nuca he creído en fantasmas, capaz es solo el cansancio del viaje lo que me hace alucinar así , es imposible lo que pasó, tengo que sacar esas ideas de mi mente, es lo mejor.

Seguimos en el restaurante, solo falta pagar la cuenta para regresar a nuestra casa, he decidido sacar todos esos pensamientos de mi mente, a fin de cuentas, en las casas grandes siempre  pasan cosas misteriosas. Quinn me insiste en que la acompañe a dar una vuelta por el pueblo, ahora no tengo ganas de nada, pero negárselo, sería aguantármela mas tiempo del que quisiera, así que acepté salir con ella por ahí, volveríamos a casa caminando.

- Es un lindo lugar a pesar de todo- me dijo Quinn mirando una plaza muy adornada que teníamos justo al frente – ven sentémonos ahí - Señalando una de las bancas.

- Sigue siendo un pueblo Quinn - respondí con fastidio a la vez que me sentaba

- Se nota que los señores Pierce eran muy importantes por acá- comentó Quinn, mientras miraba fijamente algunos de los letreros de aquel lugar, todos, tenían ese apellido en sus nombres, me atrevería a decir que la mayoría de los negocios de aquel sector les pertenecían.

- Bueno a juzgar por la mansión donde vivimos , supongo que eran personas mas que importantes aquí- le dije mientras observaba el ir y venir de las personas en aquella plaza.

- Si, me imaginé, aunque aun hay algo que me intriga- siguió Quinn, acomodándose, frunciendo el ceño.

- ¿Qué cosa? – pregunté

- La chica que murió - respondió ella, mirándome fijamente – Brittany, he escuchado rumores que aseguran, fue algo provocado, no un simple accidente, y tampoco entiendo porque su familia abandonó tan rápido este lugar.

- A ver Quinn, no llevamos ni un día aquí ¿y ya estas escuchando rumores? – pregunté levantando una ceja, aunque no quisiera, tenia que admitir que ese tema también me interesaba- supongo que se fueron , porque ya no tenían nada que hacer aquí.

- Mi tía habló con varias personas mientras cenábamos, ¿no te diste cuenta? – me preguntó ella con obviedad – claro que tenían cosas que resolver acá San, si todo el pueblo es de ellos – dijo Quinn pensativa – aquí pasó algo más.

- Creo que le estas dando mucha importancia a este tema – le dije mientras me recostaba del espaldar de la banca.

En eso una de las personas que transitaba por ahí, se detuvo muy cerca de nosotras, escuchando todo lo que decíamos, parecía mas interesada en nuestra conversación, que en toda la vida que se desarrollaba en aquel lugar, “una chismosa” pensé, cuando me dispuse a lanzar algún comentario, la extraña giró y se puso justo frente a nosotras.

- ¿Ustedes son las que se mudaron a la residencia Pierce no?- preguntó la chica

- Puede ser- respondí - ¿tu eres…?

- Oh como lo siento – se disculpó la desconocida- soy Rachel, iba pasando y las reconocí

- ¿reconociste?- preguntó Quinn - ¿de donde?

- Todo el pueblo habla de ustedes chicas – respondió Rachel – su familia, ha sido la única en atreverse a comprar aquel lugar.

- ¿atreverse? – pregunté yo  esta vez - ¿Qué quieres decir con eso?
- Que esa casa ha estado vacía por mucho tiempo , luego de la muerte de Brittany, nadie a tenido el valor de vivir allí – siguió Rachel

- Ni que estuviese embrujada – soltó Quinn riéndose, su comentario logró ponerme tensa de inmediato,  no creo en esas cosas, pero definitivamente algo raro pasaba en aquel lugar.

- Según los comentarios, eso parece – dijo Rachel, mirando fijamente a Quinn – sin embargo no pasan de ser supersticiones de pueblo – siguió  sonriéndole a Quinn – no hay nada que temer.

- Eso es obvio – solté con desdén – es una simple casa

- Puede ser- siguió la castaña frente a nosotras- pero los Pierce no eran una simple familia

- ¿tú sabes que pasó en realidad con ellos? – preguntó Quinn

- Si – respondió Rachel segura- Britt era mi amiga, lástima que terminara así

- ¿Nos contaras la historia?- siguió Quinn muy metida en el tema para mi gusto.

- Ahora no puedo – dijo Rachel mirando su reloj – en otra oportunidad será , ha sido un placer conocerlas …

- Santana – dije estrechando mi mano

- Y yo soy Quinn – respondió imitando el gesto

- Ha sido un placer chicas – dijo la morena alejándose – nos vemos después

- Que chica mas rara – comenté mientras miraba como Quinn no quitaba su vista de ella- una foto dura más rubia.

- Eh?- dijo Quinn distraída – nada que ver San , me interesa la historia solamente

- Claro, la historia- repetí – o quizás la persona que la cuenta – Quinn me lanzo una de sus miradas fulminantes- ven rubia, vayamos a casa que es tarde ya.

Empezamos a caminar, y nos dimos cuenta que no eran solo los locales alrededor de la plaza los que pertenecían a esa familia, se trataba de todo, absolutamente todo en aquel pueblo tenía algo que ver con los Pierce. Quizás Rachel tenía razón, no eran una simple familia.

Todo el camino a casa fue silencioso, cada una sumida en sus pensamientos, por mi parte me distraía mirando a las personas de aquel lugar, parecían felices, quizás, solo quizás, estar un tiempo allí no sería tan malo.  

Media hora después llegamos a nuestra nueva casa, mis padres ya estaban en su habitación, me despedí de Quinn y subí a la mía, estaba mas que agotada, un día bastante largo acaba de terminar. Así que rápidamente me lavé la cara, los dientes, me cambié de ropa y me lancé en mi cama a dormir como Dios manda. Hacía mucho frío para estar en un pueblo tan caluroso, supuse era por el aire acondicionado, así que prácticamente me enterré en las sabanas para poder dormir.




De un momento a otro me encontraba en el jardín de la casa, en esa fuente tan misteriosa que no podía dejar de mirar. Y ahí estaba ella, Brittany, otra vez, observándome con su mirada triste, esperando que me acerque, que le diga algo, lo que sea, pero no me atrevo. Ella se acerca a mi, toma la iniciativa, cuando intento devolverme ya esta frente a mi, mirándome fijamente… que hermosa es, era lo único que podía pensar.


- Hola – me dijo, con la voz más dulce que haya escuchado jamás - ¿Cómo te llamas?

- Santana – respondí, aun estática por su presencia – me llamo Santana, pero eso ya te la había dicho.

- Lo se – respondió – pero me gusta tu nombre, y escucharte hablar, ¿Qué haces en mi casa?

- Vivo aquí, con mi familia – le dije, mientras observaba la fuente otra vez

- Yo también vivo aquí – dijo Brittany , poniéndose justo a mi lado, mientras observaba la fuente al igual que yo – no puedo irme a ningún lado

- ¿Por qué no puedes irte? – le pregunté, girándome hacia ella.

- Porque no se como – respondió con la mirada perdida en algún lugar, podía notar el dolor en sus ojos. Cuando iba a decir otra cosa Brittany empezó a correr.

- No, espera- grité, a la vez que corría detrás de ella, pero no me escuchaba, no se detenía y por más que corría no podía alcanzarla. Era desesperante, hasta que en un momento se detuvo, en uno de los grandes arboles que estaba al final del inmenso jardín, allí estaba, sentada, recostada del árbol. Se veía tan hermosa, a pesar de la tristeza que transmitían sus ojos.

- Ayúdame a salir de aquí – me dijo – ayúdame por favor – y las lagrimas empezaron a correr por sus mejillas.

- No se como ayudarte – le dije en voz baja, intente acercarme pero se puso de pie

- Si sabes – gritó – eres la única que puede veme, ¿Por qué eres la única que puede hacerlo? – empezó a caminar hacia mi – Santana, Santana – escuchaba como me llamaba.

- Santana , santana , despierta San , vamos – escuché la voz de Quinn



Me desperté de golpe, estaba bañada en sudor, y temblando, el frío había aumentado durante la noche, Quinn me miraba preocupada, me decía que todo estaba bien, que había sido una pesadilla solamente, pero yo ya no escuchaba, intente pasarme las manos por la cara, pero tenía algo en ellas, la  foto, tenía la foto de Brittany en mis manos, la puse a un lado, no podía creer que solo fue un sueño.

- Se sintió tan real – dije

- Tranquila san – dijo Quinn mientras me abrazaba – estas muy agitada, fue una pesadilla solamente, un mal sueño

- Tengo miedo Quinn- le dije mientras me aferraba a ella

- No pasa nada San – me decía mientras me acariciaba el cabello – solo fue un sueño, ya pasó


Pasamos un rato en la misma posición, gracias a Dios Quinn estaba ahí conmigo, con mucho esfuerzo nos levantamos de la cama, me dijo que mis padres estaban fuera, así que nos tocó cocinar a nosotras. El desayuno fue tranquilo, Quinn era muy discreta cuando quería serlo, así que no preguntó nada sobre lo que soñé la noche anterior.

Pasado un rato Quinn subió a su habitación y yo me quedé en la sala esperando que bajara otra vez para conversar  un poco con ella, al hacerlo le conté el sueño que tuve, omitiendo el primer encuentro que tuvimos cuando nos mudamos.

- Fue solo un  sueño San – me decía otra vez- recuerda que habíamos hablado mucho de esa chica, seguro por eso soñaste con ella.

- Puede ser Quinn – dije dudosa- pero se sintió tan real – me levante y empecé a caminar por la sala – ella me pedía ayuda, y no sabía que hacer – me detuve frente a la ventana que daba al jardín

- Tranquila – me decía Quinn mientras se ponía a mi lado, viendo hacia al jardín también – no le hagas caso a un mal sueño

- Tienes razón estoy pensando mucho en eso – respondí con mi mirada  fija en la fuente – ¿quieres salir mas tarde por ahí? – pregunté mirándola a ella ahora

- Claro – dijo Quinn animada- voy a terminar de arreglar algo en mi cuarto, ¿esta bien? – preguntó con una mirada dulce

- Si, yo me quedaré un rato aquí- respondí


Acto seguido, me dejó un beso en la frente y se fue, yo volví mi vista hacia al jardín y me quede fría otra vez, allí estaba ella, observándome como en el sueño, como la primera vez que la vi, con su mirada triste, enfocada en mi, sentía como podía traspasarme y por alguna razón yo tampoco podía dejar de verla, sabía que necesitaba algo de mi, ¿pero que? , y allí nos quedamos, con nuestras miradas enganchadas, no sabía que sentía exactamente, quizás miedo, lo único que tenía claro en ese momento,  es que quería ayudarla, quería ayudar a Brittany.

Llegó el lunes y con el, nuestro primer día de clases, Quinn se mostraba muy entusiasmada, como venia comportándose desde que llegamos, debo admitir, que yo también sentía un  poco de curiosidad, por la escuela, después de todo y pensándolo bien, solo serían unos meses.


El fin de semana pasó tranquilo, claro, tomando en cuenta el hecho de que veo constantemente a una chica muerta, aun no logro entender que esta pasando aquí, ¿por que solo yo puedo verla?, ya no es solo en el jardín, logro sentir su compañía en cualquier parte de la casa, mi habitación, el living, la cocina, hasta en el baño en ocasiones, solo eso faltaba, me persigue un fantasma pervertido.


Lo bueno es que la escuela serviría para despejarme un poco, alejarme de esos pensamientos era lo mejor, antes de terminar enloqueciendo completamente; son las 6:30 am, aun me quedan unos minutos para bajar a desayunar algo rápido. Me miro en el espejo, y me agrada lo que veo, nada mal para estar en un sitio que no me gusta, paso un rato perdida en mis pensamientos, aun frente al espejo, cuando noto como otra figura, se refleja en el, era ella, Brittany, otra vez, sonriéndome, observándome fijamente, le mantuve la mirada por el reflejo unos segundos, volteo instintivamente pero no veo nada detrás de mi , vuelvo mi vista al espejo nuevamente y allí seguía ella, necesito salir de aquí cuanto antes.



Desayunamos algo rápido, nos despedimos de mis padres , saliendo rumbo al colegio, decidimos llegar caminando para no llamar mucho la atención, suficiente con que todo el pueblo supiera que nosotros vivíamos en la residencia de los Pierce, ya eso daba mucho de que hablar.

- ¿Cómo dormiste anoche? – me preguntó Quinn  después de un rato

- Mucho mejor, gracias- respondí- pero aun sigo teniendo esas visiones Q. – dije desviando la mirada hacia la calle

- Tranquila San- me dice acariciándome el hombro- es solo tu imaginación

- No lo se- volteando a mirarla – ya no estoy tan segura de eso, necesito saber que pasó con esa chica Quinn

- Eso ya lo sabemos San – insistió ella- murió en un accidente, ¿Qué mas necesitas saber?

- Todo- dije ya un poco irritada- necesito, quiero saber todo de ella, digas lo que digas, yo se que no es mi mente la que imagina esos encuentros- Quinn me observaba preocupada- hoy volví a verla – dije sin poder mantenerle la mirada.

- ¿otra vez? – me pregunta ella, levantando una ceja-  ¿estas segura?

- Segura Quinn – dije ya cansada – mejor dejemos el tema acá, solo necesito saber que le pasó realmente – terminé de decir mientras aceleraba el paso, y dejaba a una preocupada Quinn detrás de mi.




El colegio era mas grande de lo que imaginé, se podían distinguir muy bien unos grupos de otros, justo como en Nueva York, se notaba a simple vista que las porristas y los deportistas mandaban en esta escuela, cosa que no me sorprendía en lo absoluto, era igual en todos lados, al fin y al cabo, una escuela como cualquier otra.


La primera clase la compartí con Quinn, nada del otro mundo, historia, nunca fui de concentrarme mucho en clases, pero sin duda esta era mi materia menos favorita, así que me la pase dibujando en mi cuaderno cualquier cosa, y extrañamente pensando en todo lo que había pasado los últimos días, quizás Quinn tenia razón, quizás, solo es producto de mi imaginación, ver a cierta rubia todo el tiempo.
Pasaron dos clases más y llegó el receso, nos encontrábamos caminando hacia el comedor, cuando nos topamos de frente con cierta morena.

- Hola chicas – saludo alegremente Rachel - ¿quieren comer en nuestra mesa? – dijo señalando un grupo muy raro de personas que parecían muy felices allí.

- Si claro - Respondió Quinn sin dudar, y sin quitar sus ojos de la pequeña morena.

- Vamos – le dije a Rachel – disimula le susurré a Quinn quien se puso roja de inmediato.


- Chicos – llamó la atención Rachel- ellas son Quinn y Santana, son nuevas en las escuela


- Mucho gusto – dijo un chico blanco y delgado – mi nombre es kurt

- ¿Qué tal chicas? – dijo otro – yo soy puck , a sus servicios – me dijo con una mirada que no tenía ganas de descifrar

- Contrálate Puckerman – sentenció Rachel, mientras nos hacia una mueca para que tomáramos asiento.

- ¿y que les parece el pueblo? – preguntó la chica negra, Mercedes creo que se llamaba

- Aburrido – conteste mientras veía mi comida, recibí un codazo de Quinn en el acto.

- No esta tan mal – siguió Quinn – es solo que San no se acostumbra tan fácil

- Es entendible – dijo Rachel mirándola fijamente – un gran cambio, ¿ya se adaptaron a la casa?

- Mas o menos – respondió Quinn – es bastante grande

- Así es – siguió Rachel – lo que siempre me llamó la atención de allí fue el ático

- ¿ático?- pregunté – no sabia que teníamos uno.

- Es el ultimo piso – dijo Rachel con obviedad – y  con  lo grande que es la casa Pierce , el ático no se queda atrás

- ¿casa Pierce? – preguntó un chico extremadamente alto, que estaba al fondo de la mesa - ¿su familia se mudó a la casa de Brittany?

- Si – respondí de mala gana – nos mudamos hace una semana

- Que valientes – dijo la chica asiática que se encontraba junto a mercedes

- ¿Y valientes por que? – preguntó esta vez Quinn, ya la conversación se estaba poniendo interesante

- Porque después de lo que pasó , todos pensamos que nunca mas alguien ocuparía esa casa – respondió la asiática

- ¿exactamente que fue lo que pasó con ellos? – pregunté cansada de tanto misterio

- Un accidente – dijo Rachel tensándose de inmediato – Lamentablemente los Pierce tenían muchos enemigos

- Y Brittany nos se quedaba atrás – siguió la asiática con un poco de rencor en su voz – su actitud se ganó el odio de muchas personas

- No hables sin saber – respondió Rachel cortante – Britt no fue una mala persona

Quinn y yo nos manteníamos en silencio mientras a nuestro alrededor se daba  una discusión , sobre la familia Pierce, especialmente sobre Brittany , al parecer Rachel le tenia mucho cariño , fuera de los comentarios que lanzaba la asiática, no se porque, creía mas lo que decía Rachel

- Bueno ya esta – cortó mercedes – dejen descansar a la pobre chica de una vez – se levantó a la par que nos decía – nada malo pasó chicas, no hay de que preocuparse

- Si tu lo dices – siguió la asiática mientras se levantaba y se iba con mercedes, el chico gigante y kurt también se despidieron y se fueron a sus clases.

- ¿Por qué tanto estrés con el tema de Brittany?- preguntó Quinn

- Porque muchas personas juzgan sin saber – dijo Rachel con tristeza

- Necesito saber mas sobre esa chica – murmuré, pero Rachel me escuchó

- Revisa el ático entonces- dijo Rachel mientras se levantaba – era el lugar favorito de britt – nos vemos luego chicas , nos dijo mientras caminaba a la salida del comedor,

- Que chica mas rara- dije

- Me parece interesante – me dijo Quinn sin despegar su mirada de la puerta – deja de pensar tanto en ese tema San – dijo esta vez mirándome – no es algo que nos afecte. Me dio un beso en la frente y salió del comedor, dejándome sola en la mesa.

- A mi si me afecta – pensé



Digan lo que digan, había algo en esa historia que quería descubrir, no se porque, pero Brittany no salía de mi cabeza, quería conocer como fue su vida, entenderla y quizás así, podría dejar de tener esas raras visiones.  Me levanté y fui al resto de mis clases, cuando llegara a casa estaba decidida a revisar ese ático, total,  no le hacia daño a nadie echando un vistazo.


Las horas pasaron rápido, el camino de regreso fue más silencioso que el de ida, Quinn iba sumida en sus pensamientos, y yo también. Al llegar charlamos un rato con mi padre, comimos algo rápido, Quinn decidió quedarse con el, mientras que yo me excusé diciendo que tenia cosas que hacer.



Subí al último piso de la casa, efectivamente en la puerta del fondo, estaba el ático, al entrar quedé sorprendida con lo grande que era aquel lugar, estaba lleno de cajas, al final estaba un gran ventanal, y justo al lado un espejo cubierto por una sabana gris, pude notar que en varios estantes, se encontraban muchas fotos, al detallarlas, me di cuenta que se trataba de Brittany en su mayoría, sonriendo, en algunas salía con un gato muy gordo, se me escapó una sonrisa al ver esa foto de Brittany con su gato.


Seguí avanzando y vi como algo sobresalía de una de las cajas, me agaché, la abrí, se trataba de muchos trofeos, por lo que pude deducir Brittany era bailarina, y a juzgar por los reconocimientos, debía ser de las mejores, justo al fondo de la caja, estaba una fotografía de Brittany con Rachel, sosteniendo un trofeo, se veían muy felices las dos, dejé la foto en su sitio, y empecé a ver que tenían las otras cajas: libros, ropa, fotos, trofeos, cajas musicales, cd´s , la vida de Brittany estaba en este ático , Dios, ¿Cómo alguien puede ser tan hermosa? O pudo serlo.


Al terminar de revisar las cajas, una sensación rara me invadió, una mezcla entre tristeza por su muerte tan repentina, y rabia, por no haber tenido la oportunidad de conocerla, era absurdo, lo sé, ¿Cómo podía sentir cosas por alguien que en mi vida había visto? Pero así era, lamentablemente, la vida no nos cruzó antes.


Me asomé por el gran ventanal, con la esperanza absurda de verla en el jardín, parece masoquista e ilógico lo sé, querer ver un fantasma, pero algo en mí, seguía insistiendo con esa chica, me di vuelta y me detuve frente al espejo, era inmenso, nunca vi uno tan grande. Con fuerza, tiré de la sabana y la vi, bailando, como nunca vi a nadie, su reflejo estaba allí en el salón del ático, parecía que otra vez, estaba detrás de mí, de un momento a otro dejo de bailar y me miró. Di la vuelta y como pasaba últimamente ya no estaba, no lograba verla de frente, solo a través del espejo.


- ¿Dónde estas? – grité , gracias a Dios el ático queda muy lejos de las habitaciones, así que nadie me escuchó, camine hasta el centro de la habitación y me senté en el piso, sentí un escalofrío cuando subí la mirada al espejo y vi el reflejo de Brittany detrás de mi, sentada, observándome con esa mirada azul que me hechizaba.

- ¿Qué quieres? – me preguntó Brittany, haciendo que se erizara mi piel - ¿Por qué viniste a mi lugar?

- Porque quiero conocerte – respondí, con mi mirada fija en ella a través del espejo.

- ¿por eso revisas mis cosas? – preguntó curiosa, aun con su mirada sobre mi

- Si – respondí- ¿Por qué no puedo verte como antes?

- Porque no quiero que lo hagas – respondió Brittany bajando la mirada – tu no quieres ayudarme

- Si quiero – dije rápidamente – necesito saber de ti, no se porque , pero lo necesito

- Yo te necesito también – dijo Brittany dándome una ultima mirada por el espejo, que logró traspasarme el alma, dicho eso desapareció , y yo me quedé allí, sentada, aun mirando el espejo y siento el frío que se había formado en la habitación.

No se cuanto tiempo pasé sentada en el mismo sitio, mirando fijamente ese espejo, solo sé que cuando salí del ático, había oscurecido, miré el reloj del pasillo 8:00 pm marcaba, el tiempo pasó muy rápido mientras estuve allí.
Baje hasta mi habitación sin mediar palabra con nadie, ni siquiera Quinn, no tenía ganas de hablar, de pensar, de nada, todo lo que ha pasado me resulta muy extraño, ¿Por qué tanto empeño en conocer la vida de esa chica? , igual no hay nada que yo pueda hacer para cambiar las cosas.

Ya en mi habitación, me cambié rápido de ropa, lavé mis dientes, y me enrollé en las sabanas para intentar descansar, sin embargo algo raro pasó , abrí los ojos medio segundo, y allí estaba, otra vez, ella, Brittany , acostada justo a mi lado , observándome como siempre, sin decir nada, solo eso, me miraba y me miraba, ya estaba harta de esta situación ,en el ático es una cosa, pero en mi cuarto es algo diferente,  me levanté rápido de la cama y me puse frente a ella.


- Un fantasma acosador – dije , mirándola , molesta – fuera de aquí – casi gritando

- No me voy a ir – respondió ella sentándose en la cama – después de todo, este es también mi cuarto.

Lo ultimo me dejó mas que traumada, ¿su cuarto? , con razón me sentía rara ahí, por eso  me observaba en el espejo, era su habitación.

- ¿Qué haces aquí?- pregunté ¿piensas estarme siguiendo siempre?

- Te recuerdo que quien me buscó en el ático fuiste tu – dijo sin dejar de mirarme – yo estaba allí antes, y tu entraste a jugar con mis cosas.

- Yo... yo, tenia curiosidad- dije bajando la guardia, al fin y al cabo, la chica tenía razón en eso. – por eso entré

- Lo sé y no me molesta – respondió ella – arriba, me preguntaste porque no podías mirarme  como antes, ¿recuerdas?

- Si – dije sentándome en la orilla de la cama – dijiste que no querías que lo hiciera

- Así es – dijo la rubia – no quería involucrarte, pero por lo visto, eso no te molesta en lo absoluto, hace un rato, me dijiste que necesitabas conocerme, yo también necesito algo de ti.

- ¿Qué puedes necesitar de mí? – pregunté confundida

- La verdad – dijo Brittany bajando la mirada

- ¿la verdad sobre que? – volví a preguntar, había algo que no entendía

- Sobre mi – dijo ella subiendo la mirada a mis ojos nuevamente – hay cosas que no entiendo , y en todo el tiempo que llevo encerrada en esta casa, has sido tu la única persona capaz de verme, sin huir claro.

- ¿Cómo podría yo ayudarte con eso?- pregunté mientras recorría a esa preciosa chica que estaba en mi cama, Brittany era sencillamente impresionante, a pesar de su triste semblante, sobresalía algo, no lograba definir que era, pero sin duda tenía un algo especial.

- Tu puedes salir de aquí – dijo ella con fastidio, mientras se levantaba de la cama y se dirigía a la ventana – puedes averiguar cosas que aun no entiendo, cosas que no me dejan avanzar.

- ¿Cómo cuales? – pregunté , girándome para observarla

- Podrías averiguar como morí por ejemplo – respondió ella, volteándose hacia mí, podía notarse el brillo de la tristeza en sus ojos – no sabes lo horrible que es no saber.

- ¿no sabes como moriste? – pregunté procesando todo lo que acababa de decirme

- No – dijo ella, desviando su vista a la ventana otra vez – con el paso del tiempo deduje que lo estaba, pero nunca supe, que fue lo que me pasó, por eso necesito tu ayuda Santana.

- La tienes – dije sin dudarlo – pero no se exactamente que hacer – dije, mientras Brittany se acercaba a la cama y se detenía justo frente a mi.

- Gracias – dijo acercándose a mi rostro, para dejarme un beso en la mejilla, o simular dejarlo, sin embargo a pesar de que no hubo tal contacto, una sensación agradable me recorrió todo el cuerpo – de verdad gracias, ahora descansa – siguió con una sonrisa – intentaré no seguir acosándote tanto. Por mas difícil que me resulte

- ¿difícil por que? – pregunte mientras me cubría de nuevo con las sabanas

- Porque simplemente, hay algo en mi que no me permite alejarme de ti – y dicho esto, cerré los ojos con una sonrisa y me invadió una sensación de paz, que no había tenido ni una de las noches anteriores.


A la mañana siguiente, desperté con la misma sensación de paz, con la que dormí la noche anterior , me alisté para ira la escuela, un poco sorprendida de no ver a Brittany en ningún lado, al parecer estaba cumpliendo lo que me dijo. Desayuné poco, no tenia hambre, estaba ansiosa, seguramente por encontrar la forma de ayudar a cierta rubia. Quinn también estaba algo pensativa esa mañana, no se porque, creo que tiene que ver con Rachel, pero bueno, luego habrá tiempo de preguntarle.

Salimos de la casa y no pude evitar voltear hacia el jardín esperando por alguien en especial, efectivamente, Brittany estaba sentada en una banca,  sonriéndome, le devolví la sonrisa y avancé, decidimos irnos caminando otra vez a la escuela, ciertamente no estaba tan lejos.

Nuestra primera clase, no nos tocaba juntas, Quinn tenia física y yo español , tenía cero ganas de entrar a pero no quedaba de otra, era buena en esa materia, así que podía aprovechar el tiempo, pensando como buscar información sobre la familia Pierce.

Al entrar pude ver todos los asientos ocupados, excepto uno, el que estaba justo al lado de Rachel, me caía bien esa chica, fuera de su misterio, se veía una gran persona, y lo más importante, conocía a Brittany, necesitaba una oportunidad de hablar con ella a solas.

- Hola – saludé con una sonrisa - ¿esta ocupado?

- Hola , no para nada , siéntate – me dijo

- ¿Cómo has estado?- pregunté

- Muy bien ¿y tu? ¿ya te adaptaste?- me dijo aun sonriéndome

- Un poco , pero no es tan malo como pensaba – dije recordando a cierta persona – ayer subí al ático – seguí mirando hacia al frente

- ¿si? – me preguntó Rachel extrañada - ¿viste algo interesante?
- La vida de Brittany esta allí – dije volviéndome hacia ella

- Pensé que ya no quedaba nada de ella en ese lugar – me respondió un poco desconcertada

- Hay muchas cajas aun – le dije – parece que nos e llevaron nada

- No me extraña, después de todo lo que paso su familia, no deben querer  tener nada que les recuerde algo tan doloroso- dijo buscando algunas cosas en su bolso

- ¿todo? Que ese todo exactamente? – pregunté

- No entiendo a que te refieres – dijo Rachel , sacando su cuaderno

- Me refiero al misterio de esa familia – respondí- la primera vez que nos vimos, insinuaste que lo de Brittany no fue un accidente común

- Es que no lo fue – dijo ella, estudiándome con la mirada- nunca entendí que hacia en ese carro con él.

- ¿con él? ¿de quien hablas? – pregunté , mas confundida que antes

- ¿Por qué tanto interés en ella? – me preguntó

- No es interés, es... es - en ese momento sonó el timbre y entró el profesor al aula, ¿Cómo podía explicarle a Rachel mi interés en Brittany si ni yo misma lo entendía? , mucho menos podía decirle que  todavía su espíritu vaga por la casa, pensaría que estoy loca, a veces he llegado a pensar que lo estoy también, sino fuera por esos encuentros tan reales, aceptaría internarme en una clínica o algo así, por imaginarme cosas.


La hora no podía avanzar más lento y yo no dejaba de pensar en lo que me había dicho Rachel, estaba con alguien ese día, ¿pero con quien? , no se mucho sobre Brittany, solo que murió en un accidente de auto, cosa que por lo visto, ella misma desconoce, necesito más información , y por ahora la única que puede dármela es Rachel.
Para mi suerte, el profesor mandó un trabajo grupal, como no conocía a nadie, Rachel se ofreció a hacer el trabajo conmigo, y lo íbamos a empezar hoy mismo, después de clases, esa era mi oportunidad, algún tipo de información debía sacarle a esta chica.


Luego de avisarle a mis padres y a Quinn de que me quedaba con Rachel esa tarde, nos dirigimos a su casa, caminando, al parecer  todo el mundo caminaba a todos  lados en este pueblo, Rachel iba muy callada, y yo mas inquieta no podía estar.
- ¿en que piensas?- pregunté

- En britt – me dijo ella – me hace mucha falta a veces

- ¿eran muy unidas verdad?- dije

- Era como mi hermana , no merecía irse tan rápido – dijo mirando la calle

- No , era demasiado joven – respondí pensando en aquella mirada azul que no me sacaba de la mente – lo siento mucho Rach, se ve que la querías

- La quiero – dijo ella desviando su mirada hacia mi –no pude despedirme si quiera.

- Entiendo- dije pensativa- pero yo se que ella esta contigo de alguna forma

- Lo sé – dijo ella, y seguimos caminando , en silencio


Tenia ganas de decirle lo que pasaba, pero no podría explicar algo así, por lo menos no ahora , pensaría que estoy jugando con su dolor ye so tampoco sería justo, definitivamente tenía que esperar y averiguar mas.


Pasamos gran parte de la tarde, investigando sobre el trabajo, en su habitación, era un lugar muy amplio, lo primero que me llamó la atención, fueron las fotos de su repisa, la mayoría eran de ella y Brittany, sonriendo, jugando, había unas en las que parecían estar en una fiesta de pijamas, no pude evitar sonreír al verlas, y en el momento recordé que debía empezar a indagar sobre su vida y su muerte.

- Rach – la llamé

- Si?- dijo tecleando en la computadora

- ¿Te puedo preguntar algo? – dije

- Siempre – respondió con una sonrisa, mientras me miraba
- ¿Qué piensas que le pasó a Brittany realmente? – pregunté sin rodeos

- ¿Por qué insistes con ese tema?- respondió a la defensiva

- Me da curiosidad – le respondí ñ- después de todo vivo en su casa, merezco saber – que excusa tan absurda se me acababa de ocurrir.

- No es mucho lo que puedo decirte San – si, dijo, tecleando en la computadora nuevamente – fue un accidente de transito, Brittany iba en el carro con su ex novio, los dos murieron.

- ¿su ex novio? – pregunté, y no pude evitar sentir ¿celos?

- Si, Arthur Abrams, habían terminado meses atrás, el trabajaba con el señor Pierce en la empresa – dijo mirándome fijamente, con un semblante indefinible – nunca entendí que hacían juntos, pero si de algo estoy segura, es que eso no fue un accidente.

- ¿Por qué piensas eso? – pregunté muy interesada en la conversación.

- Porque los señores Pierce tenían muchos enemigos- dijo cortantemente- mas los problemas de Brittany con algunas personas, puedo asegurara que hay algo más allí.

- ¿Brittany tenía enemigos también? – pregunté sorprendida

- Si, personas envidiosas sobretodo – dijo ella – y Arthur Abrams


Entonces cabía la posibilidad de un asesinato, no podía seguir preguntando cosas, suficiente lo que ya sabía, aparte se estaba haciendo tarde, me despedí de Rachel,  y fui directo a casa.



Al llegar,  Mis padres y Quinn me estaban esperando para cenar con ellos, conversamos sobre muchas cosas, entre ellas, que a mi papá le estaba yendo muy bien en el trabajo, al parecer el mudarnos para acá era mas necesario de lo que pensaba, seguimos la charla, hasta que cada quien se fue a su habitación, excepto yo, que decidí subir al ático, esperando encontrarme con alguien en particular.


Abrí la puerta y encendí la luz, caminé hacia el espejo, quité la sábana que lo cubría, y la vi, bailando, entregada a una música que solo ella podía escuchar, pero verla era realmente impresionante.

- Bailas hermoso – dije , ella paró en seco y me sonrió

- Gracias -. Respondió – me encanta hacerlo

- Me enteré de muchas cosas hoy – dije al momento que me giraba para verla de frente

- ¿de que te enteraste? – Pregunto mientras se sentaba en el medio del salón

- Moriste en un accidente de transito Brittany – dije observándola detenidamente

- Pero... yo… no logro recordar – me dijo desesperada – lo último que vi, fue una luz, seguida de un golpe, y desperté aquí, como si nada.

- Britt – la llamé con dulzura – no estabas sola ese día

- ¿con quien estaba?- me preguntó mientras su semblante se volvía mas triste de lo normal

- Arthur Abrams – respondí - ¿te suena?

- Artie- susurró – Dios Mío, ¿el… el también murió?

- Si – dije firme – pero Rachel cree que no fue un accidente

- ¿hablaste con Rachel? – preguntó sorprendida – la extraño tanto – dijo bajando la mirada

- Y ella a ti britt – le dije – no sabes cuanto, y si piensa que fue algo provocado

- No se que decir – respondió poniéndose de pie – hay partes de mi vida que tampoco puedo recordar

- Tienes que intentarlo Brittany – le dije levantándome , mirando por el ventanal – debe haber una razón por la cual estas aquí todavía

- Tengo miedo – dijo ella con un hilo de voz – me siento sola , sin rumbo – dijo mientras corrían lagrimas por su rostro

- No estas sola – dije mientras me colocaba frente a ella – yo estoy aquí, y no pienso dejarte, intenté acariciarla pero mi mano solo la traspasó, solo sentí vacío, al igual que ella – lo siento – le dije – yo quería..

- Lo se – cortó ella – gracias por … ya sabes, no irte – me dijo ella mirándome fijamente

- Nada que agradecer – respondí – vamos resolver esto juntas – dije  sin dejar de mirarla, no podía apartar mis ojos de ella, era tan hermosa, es mi necesidad ayudarla, entender, al igual que ella, que es lo que está pasando aquí.