FanFic Brittana "Psicofonía de Amor" Capitulo 6: "Lo logramos"

Capitulo 4: “La familia Pierce”

La dinastía Pierce, es una de las más importantes, poderosas y reconocidas familias en Estados Unidos, cuyos miembros han tenido un gran desempeño en el mundo empresarial y político de su país. La dinastía fue fundada por John D. Pierce, quien creó un vasto imperio empresarial, especialmente en el sector petrolero y en lo sucesivo la familia ha contado con importantes empresarios, ejecutivos y políticos de renombre.

En el año 1839, nace de una familia de inmigrantes alemanes, John Davison Pierce, un joven con una peculiar fascinación por los negocios, logrando comprar 22 de las 25 refinerías mas importantes del país para aquella época, no tenían competencia alguna.  

Con el paso del tiempo, los sucesores de esta familia, han sido personas de renombre, ocupándose no solo del plano petrolero del país, sino de diferentes negocios, distribuyéndose en la mayoría de los estados.


- Dios mío – dije en voz baja – cuanta historia tienen estas personas.


Después de hablar con Brittany, baje a la biblioteca, era inmenso ese lugar al igual que el resto de la mansión, pasé dos horas buscando un libro de historia, hasta que por fin lo encontré, sabía que la familia de Brittany, debía tener un pasado interesante, y necesitaba darme una idea, para poder investigar que fue lo que pasó aquella noche.


Al cabo de un rato salí de allí, con el libro en la mano, y varias dudas en mi cabeza, por ejemplo, ¿Qué hacía una familia tan importante, en un pueblo como este? Lo tenían comprado, si, pero aun así, lo encuentro todo muy raro. Pero bueno, por hoy, no podía buscar nada mas, era bastante tarde y mañana tenia que ir a la escuela, un descanso no vendría mal.

- ¿Dónde estabas? – me gritó Quinn desde su habitación, al verme pasar.

- Por ahí… - respondí caminando a la mía, pero Quinn salió rápido y me tomó del brazo - ¿Qué pasa Q?

- Eso mismo te pregunto yo – dijo con preocupación – no te he visto hoy en todo el día.
- He estado ocupada – respondí

- ¿en que? – siguió la rubia – San, me tienes preocupada -  ¿Qué sucede?

- Si te contara, no me creerías Quinn- le respondí, mientras me soltaba de su agarre y caminaba hacia mi habitación.


Abrí la puerta, dejé el libro sobre la cama, y me dispuse a lavarme los dientes y la cara, había sido un día muy largo, la semana en sí lo fue, extraño muchísimo a mis amigos, pero ya no me siento tan sola como al principio, quizás por cierta rubia, que me acompaña.


Me tumbé en la cama, y tomé mi laptop, aún faltaban cosas que saber sobre la familia Pierce, claramente los padres de Brittany, aun estaban vivos, tarde o temprano tendré que ir con ellos. Pasé un largo rato buscando en internet, hasta ahora, solo habían noticias e imágenes sobre el accidente, el auto quedó destrozado, sin sobrevivientes, lo raro, es que no había una opinión clara acerca de que lo provocó, después de todo un auto no estalla en llamas solo porque si.


- ¿Qué haces? – preguntó Brittany con entusiasmo

- Jesús – pegué un salto en la cama por la impresión – Brittany me asustaste – dije con una mano en el pecho, mirando a una rubia muy cerca de mi.

- Perdona – dijo apenada – no fue mi intención.

- Lo se- le respondí con dulzura – no pasa nada, mira, estas son algunas imágenes de tu accidente – dije, enseñándole las noticias.

- Fue horrible – respondió con un semblante que no logré definir- tan doloroso, y duro solo un segundo, el mas largo segundo de mi vida.

- Britt, ¿reconoces a tus padres? – le pregunté con delicadeza - ¿de ellos te acuerdas?

- Un poco – dijo con media sonrisa – casi no los veía, entre tantas cosas, debo suponer, que no tenían tiempo para mí.

- ¿recuerdas que pasó el día de tu muerte? – pregunté - ¿no sabes si discutiste con alguien, o quizás… tus padres?

- No – dijo recostándose del espaldar – solo recuerdo a Artie, venía conduciendo muy rápido, escuché un ruido, le dije que se detuviera…-empezó a contar mientras se alteraba y fruncía el ceño – no me hizo caso, escuché como lloraba y de un momento a otro, todo se apagó  - cerró los ojos con fuerza y se aferró a sus rodillas.

- Calma britt – le dije mientras cerraba el ordenador – todo va a estar bien.

- ¿Cómo lo sabes? – me gritó – entiendo que se acabó, estoy muerta, pero no logro salir de aquí  ¿no entiendes verdad?

- ¿Qué tengo que entender? – pregunté, mas confundida que nunca

- Lo horrible que es no saber – respondió mirándome – no saber a donde ir, sentirte cada vez mas sola, y olvidada.

- No estas sola – me apresuré a decir – yo estoy contigo, no me pienso ir a ningún lado

- ¿Por qué, eres tú la única que puede verme San? – preguntó con lágrimas en los ojos - ¿Por qué no puedo avanzar?

- No lo se – respondí mirándola fijamente – pero lo voy a averiguar.

- Cada día que pasa, olvido un poco mas de lo que fue mi vida – dijo desviando la mirada, pasándose la mano por el cabello – quizás porque nadie recuerda mi muerte. – terminó de decir desvaneciéndose.



Después de eso, pasé un rato sentada, con la vista perdida en algún lugar, era todo tan raro, respecto a esa chica, su familia , su actitud, tenía mas dudas que al principio, pero la misma certeza de siempre : quería ayudar a Brittany, era una necesidad, saber que pasó con ella, y lo mas importante, ayudarla, a encontrar su camino.


A la mañana siguiente, preparé mis cosas, y salid e la habitación, el desayuno estuvo tranquila, gracias a Dios Quinn no insistió con sus preguntas, salimos al colegio como siempre, en silencio, no paraba de pensar en Brittany, esa mañana no la había visto, ni siquiera en la fuente, y aunque sea raro de admitir, me hizo falta.
- San …- me llamó Quinn

- ¿eh?... ¿si? – respondí

- Recuerdas lo que me habías contado, ¿de la chica que murió? – preguntó con inseguridad, parándose en seco, a mitad de la calle.

- Claro – respondí - ¿Qué pasa con eso?

- Fue provocado – respondió Quinn

- ¿Cómo lo sabes? – necesitaba saber que pasó, y extrañamente Quinn parecía estar segura de lo que me decía.

- Ayer el profesor Schuester, se sentó con nosotros en la cafetería – comenzó a contarme – se enteró que vivo en esa casa, y salió el tema, él asegura que fue un asesinato San o un accidente provocado.

- Si… puede ser – respondí empezando a caminar – ¿pero como saber que pasó realmente?

- Es raro – dijo Quinn – desde que hace días, he sentido la mirada de alguien sobre mi, como… estudiándome, no se – “Brittany” pensé,  Quinn empezó a caminar mas rápido – pero algo raro pasó con esas personas,  y la única que sabe la verdad, está muerta.

- Los Pierce también deben saber – dije pensativa – al fin y al cabo, ¿por algo se fueron no?

- Así es – respondió Quinn – pero nadie sabe donde están.

- ¿Por qué estas tan interesada en ellos ahora? – pregunté, clavando mi mirada en ella – antes no te importaba

- Te he notado rara San – respondió – me preocupé y empecé a investigar por mi cuenta, sabía que ese tema te tenía mal – siguió hablando – y debo admitir que me parece interesante.

- Lo es – le respondí – y si pasan cosas raras en esa casa , no me creerías si te cuento – dicho esto seguí caminado sin medir palabras, ahora Quinn confirmaba lo que venia pensando desde hace tiempo, Brittany no murió solo porque sí, aquí había algo más.


La mañana pasó tranquila, Quinn no paraba de hablarme de Brittany, sacando conclusiones apresuradas, me vi tentada a decirle que seguía viéndola, que estaba en la casa todavía, pero un tema tan delicado, no puede soltarse así nada más.  Decidí esperar, por lo menos q estaba investigando también, sin embargo, lo más preocupante de todo, era saber, porque Brittany no podía salir de la casa, ¿Por qué no avanzaba?


Al salir del colegio. Decidí tomar otra ruta para ir a casa, necesitaba pensar y Quinn todavía tenía que ver dos clases mas, caminé y caminé, hasta llegar a un parque cercano, no podía parar de pensar, en todo, el cambio que dio nuestra vida fue tan radical, el hecho de mudarnos,  el misterio que traía consigo esa casa, desde Brittany hasta sus padres, seguía sin saber como ayudarla.  A lo lejos pude ver a una triste Rachel caminando y no dudé en acercarme.


- Hey – le dije - ¿puedo acompañarte?

- Oh claro – respondió con una mirada dulce - ¿Cómo te fue hoy?- me preguntó mientras se detenía a comprar unas flores.

- Bien supongo – respondí pasándome la mano por el cabello – emmm… ¿Para quién son? – pregunté señalando las flores.

- Para britt – me dijo con una triste sonrisa – hace mucho no la visito.  ¿me quieres acompañar?

- Por supuesto – respondí, y empezamos a caminar. Vía al cementerio - ¿La extrañas mucho verdad?

- No sabes cuanto – respondió oliendo las flores – en pocos días se cumplen dos años de su muerte.

- Oh – suspiré con tristeza -  no sabes cuanto lo siento Rach

- Lo se – respondió con una sonrisa cálida – es una lastima, que nadie la visite seguido- dijo mientras entrabamos al cementerio

- ¿a que te refieres? – le pregunté

- A que nadie, aparte de mi, le trae flores – respondió mientras las acomodaba en el florero – ni siquiera sus padres.

- ¿Qué pasó con ellos rach? – pregunte directa – me refiero… ¿Dónde están?

- Nadie lo sabe – respondió Rachel arrodillándose frente a la lápida – desde su muerte, simplemente desaparecieron.

- Que horrible – dije – debió afectarles mucho.

- Era su única hija – respondió Rachel acariciando la lapida – y sin duda , una de las mejores personas que he conocido, pese a lo que piensan los demás

- ¿Por qué lo dices? – pregunté

- Porque Brittany no se portaba igual con todos – respondió – era amable , con quien se lo merecía

- Se ve que la conocías bien – dije mientras la abrazaba por los hombros

- Si – respondió Rachel – era mi hermana, y no sabes lo que daría por verla otra vez.

- Quizás exista una forma – dije sin pensar, Rachel volteó a mirarme – ven a comer a casa y te muestro algo que te puede gustar – le dije mientras me levantaba y le tendía la mano.


Rachel se levantó, dejo un beso sobre la lapida y empezó a caminar conmigo hacia la casa, en el trayecto, ninguna dijo nada, cada una sumida en sus pensamientos, por mi parte, no sabía si era buena idea, mostrarle a Rachel su mejor amiga fantasma, que mal sonaba eso, pero era la única forma que tenía para probar si Brittany era capaz de ser vista por alguien mas aparte de mi.

- ¿Qué hacemos aquí? – me preguntó Rachel mientras entrabamos al ático

- Necesito que veas algo – le dije caminando con decisión al espejo

- ¿Qué cosa? – dijo Rachel distraída mirando el lugar – no ha cambiado nada – comentó

- Acércate – le dije con una sonrisa, ella lo hizo, acto seguido retiré la manta del espejo y frente a mi se encontraba una petrificada Rachel , su mirada y la de Brittany se encontraron , esta ultima, dejo de bailar como solía hacerlo y le sostuvo la mirada a su antigua amiga, fueron segundos, un momento nada mas, Rachel volteó y no vio nada, regresó su mirada ale espejo y Brittany no estaba allí.

- Po Dios – dijo mientras caía de rodillas al suelo. – era… era… no puedo creerlo… ella – no lograba formular una frase mientras me miraba.

- Era Brittany- le respondí sentándome con ella en el suelo – hay algo raro en esta casa rach, ella aun está aquí.

- Pero… ¿Cómo es posible? – preguntó con su mirada fija en el espejo

- Eso es lo que vamos a averiguar – respondí , mientras sentía como el ambiente se tornaba frío otra vez, como cada vez que ella estaba cerca, no podía verla, pero si sentirla, algo pasaba con esa casa, con su familia, que simplemente la dejó atascada allí, algo pasaba conmigo que no podía dejar de pensarla ¿será que…? No, no podía pasar eso ahora, sin embargo , en el fondo sabía que algo mas estaba sintiendo por Brittany , algo mas, no sabía que nombre ponerle , pero era un algo que me mantendría con ella , el mayor tiempo posible.

Después de pasar un largo tiempo en el ático, decidimos bajar a mi habitación, debía explicarle muchas cosas a Rachel, y necesitaba que me contara todo lo que sabía acerca de Brittany.  Al entrar, Rachel se sentó en mi cama pensativa, todavía no superaba el hecho de haber visto a su mejor amiga de esa forma, y no era para menos.

- ¿Cómo pasó eso?- preguntó Rachel, acomodándose en la cama.

- No lo se rach – dije mientras me tiraba al lado de ella, acostándome – desde que llegué es así, pero pensé que solo yo podía verla.

- Es raro – dijo- ustedes no se conocían, ¿o si?

- Nunca la había visto- dije cerrando los ojos fuertemente – la primera vez, fue en el jardín, y pensaba que estaba viva.

- ¿Por qué sigue aquí?- pregunto rach con preocupación - ¿Por qué se fue así?, no me dejo hablarle- podía notar la mirada de frustración que tenía.

- Esta confundida rach – dije mirándola – no recuerda muchas partes de su vida, ni siquiera que sabe, que fue lo que le pasó.

- ¿crees que no se acuerde de mi?- preguntó mirando sin rumbo.

- No lo se – respondí mientras me levantaba – pero tenemos que averiguar que pasó

- ¿Cómo? – preguntó Rachel curiosa

- Investiguemos, necesitamos saber donde están sus padres, interrogarlos, y rogar porque Brittany pueda recordar algo – le respondí – necesito que seas muy sincera rach - ¿Quién pudo haberle hecho daño?

- ¿daño? – pensando un poco – Al nivel de matarla, nadie, quizás…no , no es posible, lo dudo

- ¿Qué? – pregunté alterada - ¿Qué no es posible?

- Mira – empezó Rachel mientras se levantaba y caminaba por la habitación – en ese tiempo, ella había terminado con Artie, el se puso como loco, la siguió buscando, casi hasta acosarla, pero conociéndolo como lo hice, dudo mucho que haya llegado a intentar algo así.- terminó de decir, mirando por la ventana.

- ¿estas segura? – pregunté  colocándome a su lado, con la vista clavada en el jardín.

- No – respondió Rachel mirándome – pero dudo mucho que el, haya hecho algo así – las dos teníamos la vista fija en una parte del jardín, justo el lugar donde se encontraba , cierta rubia observándonos detenidamente, desde lejos, con una mirada indescifrable , por lo menos sabía que no estaba sola, y que estábamos allí para ayudarla.



Al día siguiente, aun debía asistir a la escuela, por un lado me sentía mas tranquila, pues Rachel conocía el secreto que guardaba esa casa, y entre las dos estaba segura podríamos llegar a algo.

Me alisté, y bajé a la cocina a esperar a Quinn, quería hablar con ella también, la he mantenido muy alejada y necesito toda la ayuda posible con este asunto, sinceramente no tenía idea de cómo contarle algo así,  pero lo iba a intentar, desayunamos algo rápido y salimos rumbo a la escuela, como todos los días.

- Quinn… - la llamé – Quinn – dije mas fuerte, ella volteó con su típica mirada interrogante – necesito contarte algo.

- Es sobre Rachel ¿verdad? – preguntó con un dejo de tristeza e la voz
- En parte si – respondí, mientras me detenía, la tomé del brazo y le dije – Quinn, algo esta pasando… Rachel y yo…

- Están saliendo – dijo Quinn soltándose y empezando a caminar de nuevo – no tienes que explicarme lo que es obvio.

- ¿saliendo? …¿Qué? No, no es eso Q – dije poniéndome a la par de ella – es algo completamente distinto, además Rach es mi amiga.

- Oh – dijo Quinn poniéndose roja al instante – yo pensé que… bueno no importa, continua.

- Ok, ok – respondí - ¿recuerdas… que hace un tiempo tuve sueños con Brittany?

- Si- dijo Quinn preocupada -  ¿has vuelto a soñar algo?

- No – respondí parándome en seco – la he visto se quQuinn, he hablado con ella – ante esto Quinn soltó una fuerte carcajada, cosa que me molestó.- te hablo en serio – le dije mirándola.

- San, me estas diciendo que hablas con un muerto ¿Cómo esperas que crea eso?- dijo caminando otra vez.

- Se que es difícil – respondí – pero no miento, Rachel también la ha visto, ella te lo puede confirmar.

- Veremos – respondió – ahora démonos prisa, se nos hace tarde.



El  resto del camino lo recorrimos sin hablar, sabía que no era fácil creer algo así, pero necesitaba que Quinn estuviera en esto también, entre mas ayuda mejor, estaba segura que las tres podríamos ayudar a Brittany, a quien por cierto, no había visto esta mañana, fue raro, esperaba encontrármela otra vez, pero ciertamente ella había prometido dejar el acoso de lado y al parecer, era una chica de palabra.


Psicofonías son supuestos sonidos, incluyendo voces, coros o animales, que no son perceptibles al oído humano pero que supuestamente quedarían registrados en aparatos grabadores de cualquier clase, como grabadoras analógicas o reproductoras de mp3. Es importante resaltar que la psicofonía está incluida dentro del mal llamado fenómeno parapsicológico de la transcomunicación instrumental, de la cual podemos decir que se trata del sistema de comunicación con hipotéticos seres o entidades que no percibimos, mediante aparatos.  – Terminó de decir la profesora de literatura, había estado citando párrafos de fenómenos paranormales toda la clase, Quinn me miraba con fastidio, mientras yo anotaba todo lo que podía, si bien esto era cierto, el hecho de que hable con Britt podría ser… ¿Cómo una psicofonía?

- Espero no creas que eso es verdad – dijo Quinn mientras recogía sus cosas – son solo supersticiones.

- No parece eso Quinn – dije mirando la pizarra – el lo dijo muy serio, ¿Qué hay si de eso se trata todo esto?

- Alucinas San – respondió ella – es obvio que la mudanza te afectó – caminamos hacia la cafetería, no podía dejar de estudiar a esa mujer, necesitaba saber mas.

- Vas a ver que no – corté – no son alucinaciones.


Rachel nos hizo una seña para sentarnos con ella, estaba sola en la mesa, los demás chicos andaban dispersos por ahí, pude notar como observaba a Quinn, estas dos se traen algo definitivamente, no iba a tardar en salir a la luz, pero ahora mismo, me interesaba otra cosa.

- Hola chicas – dijo Rachel - ¿Qué tal la clase?

- Interesante – respondí mientras acomodaba mis cosas

- Aburrida – dijo Quinn mirando su comida

- Le parece aburrida – empecé – porque acá la señorita incrédula, no le parece interesante el tema de las psicofonías.

- ¿no crees en fantasmas Quinn? – preguntó con curiosidad Rachel

- No – dijo seriamente Quinn – creo e lo que veo solamente – Rachel y yo compartimos una mirada cómplice.

- No todo lo que ves es real Quinn – dijo Rachel jugando con su comida –y a veces las cosas mas reales, son imperceptibles.

- Si si, ya se que piensas igual que San – dijo Quinn – pero no son mas que alucinaciones, por los cambios en el caso de San , y por el dolor en el tuyo , tienes que superarlo de una vez por todas – siguió mirando a la morena enojada, quien estaba  recogiendo su bandeja dolida.- yo… lo siento, no quise decirlo así.  – intentó disculparse pero fue interrumpida.

- Cree lo que quieras – dijo Rachel marchándose

- Bien hecho Quinn – le dije dándole una mirada de reproche y yéndome también

- Yo…- no la deje terminar, se quedó comiendo sola.


Pasé el resto de la mañana tratando de hablar con Rachel, pero me esquivaba, quizás las palabras de Quinn la afectaron mas de lo que suponía, y no era para menos, considerando que se trataba de su mejor amiga, pero bueno, ya hablaría con las dos, ahora solo quería que el tiempo avanzara rápido y poder irme a casa, a un lugar en especifico.


Al terminar las clases literalmente corrí a casa, Quinn dijo que quería hacer algo antes, no pregunté a que se refería, yo tenía algo que hacer o mejor dicho alguien a quien buscar.

Comí algo rápido, subí a mi habitación, busqué mi laptop y me fui a ese lugar mágico e inexplicable.  Al entrar, sentí la calidez de la tarde, y no aquel frio al que ya estaba acostumbrada, pero seguía con al esperanza de verla, así que coloque mis cosas en suelo, y acomodé el espejo en mi dirección, reflejándome. Me senté y empecé a goglear sobre la familia de Brittany, necesitaba saber donde estaban, y después de mil visitas en páginas distintas los encontré “Residenciados actualmente en Grills a 17.63 km de su antigua ubicación, la familia Pierce sigue manteniendo su imperio empresarial desde ese pequeña ciudad”

- Los encontré – dije, en el momento que subí la vista al espejo y efectivamente, estaba cierta rubia observándome atentamente – encontré a tus padres britt – le dije sonriendo.

- ¿en serio? – preguntó emocionada sentándose a mi lado - ¿Dónde están san?

- En Grills – dije señalando la pantalla, una ciudad relativamente cerca de aquí

- ¿y que piensas hacer?-  preguntó

- Visitarlos – dije en el momento que cerraba la laptop – ellos deben saber algo, necesitamos ir.

- ¿necesitamos?

- Si – respondí. No podía dejar de mirarla – Tu vienes con nosotras

- Pero yo no puedo salir de aquí – dijo confundida la rubia.

- Eso no lo sabemos – respondí - ¿alguna vez lo intentaste siquiera?

- La verdad no  – respondió bajando la mirada – cuando aparecí aquí, di por entendido que no podía moverme.

- Entonces hay que intentarlo – dije sonriéndole, me devolvió la sonrisa,  nos e cuanto tiempo pasamos mirándonos, pero no podía dejar de hacerlo – emmm… britt – llamé

- Si? – dijo sin sosteniéndome la mirada aun

- ¿Por qué no dejaste que Rachel te hablara? – pregunté, apoyando mi cabeza sobre las rodillas, aun sin dejar de mirarla.

- Porque tenía miedo – dijo, la miré sin entender – pensé que podía alejarse, nunca creí que alguien podría verme – siguió – me alegro verla igual, esta hermosa, mucho mas que antes.

- Te extraña mucho – le dije - ¿dejarías que hablara contigo? – lo pensó un segundo antes de responder

- Si – dijo firme – yo también la extraño – San?

- ¿Si? – respondí

- Eres hermosa – soltó de repente – simplemente eso, eres hermosa – terminó de decir con esos ojos capaces te traspasar tu alma en un segundo.

- Te aseguro que tu lo eres mas – le dije acercándome , nuestros rostros estaban a milímetros de distancia, y así nos quedamos, sabia que no podía acercarme mas, algo raro crecía en mi, no sabía como describirlo, pero ver  y estar con Brittany , se volvía poco a poco en una necesidad.





Por otro lado

Pov Quinn


Me sentí mal por como traté a Rachel, nos e lo merecía, San se fue a casa sin mi, necesitaba estar sola, pensar, tomé el camino mas largo para regresar, pasando justo por el cementerio, donde logré distinguir a cierta morena, que merecía disculpas de mi parte.

- Perdón – dije arrodillándome a su lado

- Nada que perdonar- respondió Rachel alejándose un poco – tenías razón igual

- No, no tenía derecho a decirte algo así – respondí buscando su rostro, tomando su cara con mis manos – perdón en serio.

- Perdonada – dijo Rachel sonriéndome, tomó mis manos y las entrelazó con las de ella – se que no nos crees Quinn, pero pronto entenderás todo.

- ¿Qué debo entender?  - pregunté confundida

- Cosas increíbles – respondió ella mirando la lápida de su amiga. - ¿me acompañas? – preguntó mientras e levantaba y me tendía las manos.

- ¿A dónde ¿ - pregunté

- Quiero invitarte a tomar un helado, ¿quieres? – me preguntó con una sonrisa a la que no me pude resistir

- Si – dije mientras empezábamos a caminar, busqué su mano nuevamente, y las entrelacé, bajo la mirada tierna de una morena que me encantaba.

- Gracias – dijo Rachel

- ¿Por qué? – pregunté

- Por llegar – me respondió , al tiempo que se acercaba, dejándome un beso muy cerca de los labios, un roce apenas, que despertó en mi, cosas que nunca nadie logró hacer.

- ¿Probamos mañana? – me preguntó mientras me levantaba

- Probamos Señorita – respondí con una sonrisa, era imposible no sonreírle a esta chica.

- Bueno… hasta mañana San- dijo en el momento que se acercaba a mí, a la distancia en la cual cualquier persona podría haberme dejado un beso en la mejilla, sin embargo con ella, solo se sintió un extraño cosquilleo. Y al instante desapareció, como solía hacerlo.





Habíamos quedado que mañana Britt intentaría salir de la casa, necesitábamos que así fuera, era la manera más fácil de ayudarla, que ella estuviera presente. Al salir del ático, me di cuenta lo tarde que se hizo, casi media noche, ni siquiera cené con mi familia, definitivamente el tiempo volaba cuando estaba a su lado.

- ¿Dónde has estado San? – escuché a Quinn mientras caminaba hacia mi cuarto - desde hace horas que no te veo

- Estaba en el ático Q

- Pasas demasiado tiempo allí – me dijo entrando a mi habitación, apoyándose en la puerta mientras me miraba como lo hacía últimamente “analizándome”- ¿Qué hay de interesante?

- No tienes una idea – respondí con una sonrisa , mientras entraba al baño.

- ¿es por ella verdad? – soltó Quinn apoyándose del marco

- ¿crees en fantasmas Quinny? – pregunté caminando por la habitación buscando algo.

- Te he dicho mil veces que no – respondió rodando los ojos – deja ese tema de una vez San, aquí no hay nada.

- Sí que lo hay – respondí pasándole la foto que encontré – ella esta aquí

- Tienes que superar el tema de esta chica – dijo mientras observaba la foto, la dejaba en la cama y se marchaba.

- No podría – dije para mi, mientras acariciaba la foto, esa chica me inspiraba cosas, definitivamente buenas, tenía que llegar al fondo de esto.




Desperté lo más temprano posible, era un día importante, desayuné con mi familia, arreglé todo y salí al jardín, esperando encontrarla, cosa que no sucedió, Britt no estaba. Decidí subir al ático rápido, nada, no estaba allí. Quién sabe, quizás se había arrepentido de intentarlo. Quinn me esperaba para irnos, Rachel quedó en pasar por nosotras ese día.

- Hola chicas – dijo una morena animada, al entrar al auto - ¿Qué tal están?

- Excelentes – dijo Quinn animada, yo solo hice un gesto con la cabeza, mientras devolvía una mirada a la casa… nada, otra vez.

- Entonces van a ir? – preguntó rache, Quinn dijo que si inmediatamente, pero yo no sabía de que estaban hablando

- ¿ir a donde? – pregunté

- A las prácticas de porristas San, Rach dice que podría interesarnos – me respondió Quinn

- ¿porristas…? – dije dudosa

- Te va a gustar San, yo estoy en el equipo – dijo Rachel – ven esta tarde con nosotras, para mostrarte

- Está bien – respondí , al fin y al cabo no tenía nada mejor que hacer




La mañana pasaba muy rápido en la escuela, durante el segundo período me senté con Rachel, y en medio de susurros y papelitos, logré contarle todo lo que averigüé sobre los padres de Britt. Al parecer ella estaba tan interesada como yo en encontrarlos, en saber que pasó.

- ¿crees que sea buena idea ir? – me preguntó

- Estoy segura – le dije – es lo mínimo que podemos hacer, Britt merece saber que pasa, al igual que nosotras – seguí, en el momento que el timbre sonó

- Si… creo que merecemos la verdad, sobretodo ella – dijo levantándose – sería un buen comienzo

- Lo mismo pienso – respondí, mientras caminábamos hacia la cafetería, no le mencioné lo que Britt y yo habíamos quedado ayer para no ilusionarla. La idea de que Britt pudiera salir de la casa, era fascinante , pero por lo visto, ella no quiso intentarlo.


Llegamos a la cafetería y ya Quinn nos había guardado un asiento, después del almuerzo, iríamos a ver esas famosas prácticas, estas dos chicas no paraban de hablar sobre eso.
- Te va a encantar rubia – decía Rachel sonriéndole a Quinn – se ve por mucho tu estilo

- ¿tú crees? – siguió Quinn - ¿y desde cuando sabes lo que va o no conmigo?

- Puedo suponerlo – dijo la morena extrañamente más cerca de Quinn, estas dos definitivamente se olvidaron que no estaban solas en la mesa. Aunque debo admitir que me gusta la relación que llevan, se veían sencillamente hermosas.



Y así pasó el almuerzo, entre tonteos de estas dos, y charlas superficiales sobre un grupo de chicas con uniforme que tenían la habilidad de hacer piruetas. No pude evitar pensar en cierta rubia, que también tuvo habilidades parecidas.


Al salir de la cafetería nos dirigimos al gimnasio, lugar donde se desarrollaban las practicas de  las porristas, pasamos por un pasillo lleno de trofeos y fotos de las chicas, y sorprendentemente en la mayoría de las fotos estaba ella. Brittany, hermosa como solo ella podía.


Me detuve a mirar una por una, y en todas ella cargaba el gran trofeo dorado de primer lugar, con una sonrisa capaz de robarle el aliento a cualquiera, era inevitable no sonreír al verla.

- Fue la mejor – dijo Rachel a mi lado

- ¿disculpa? – respondí confundida

- Britt – dijo señalando una foto – fue la mejor capitana que tuvimos.

- No sabía que también fue porrista – dijo Quinn parándose al lado de Rachel

- Lo fue – respondió Rach – y una de las mejores

- No lo dudo – dije mientras avanzábamos, aun sin sacarme esa sonrisa de la cabeza.


Nos sentamos en las gradas a ver las prácticas, chicas lindas y atléticas, su entrenadora no tanto, se veía dura, un poco estricta. Rachel se tomó un dia libre de practicar para observar con nosotras.

El gimnasio era impresionantemente amplio, tenia dos puertas al fondo y una lateral. Rodeado de gradas, y en una esquina el lugar desde el cual la entrenadora daba las ordenes.

Rachel empezó entonces a explicarnos lo maravilloso de todo aquello, pero en alguna parte de la historia me perdí, no podía parar de imaginarme a Britt allí, como esas chicas , saltando y bailando de aquí para allá. Debió ser increíble, es una lástima lo que pasó con ella.

Dos horas después el entrenamiento terminó, Rachel bajó de las gradas al centro del gimnasio y nos hizo una señal a Quinn y a mi para que la acompañáramos. A continuación puso música y empezó a bailar. Lo hacía bastante bien , Quinn no tardó en unirse, y al final terminaron convenciéndome a mi también.



No se cuanto tiempo pasamos allí, pero al cabo de un rato Quinn quedó estática frente una de las puertas laterales, retrocedió dos pasos con las manos en la boca…la vio.

- Pero que…? , Dios… esto no puede ser – balbuceaba, mientras Rachel y yo permanecimos quietas observando a la rubia que teníamos en frente – es… es…

- Brittany – respondió Rachel, si, allí estaba sonriéndonos  tímidamente, observándonos desde lejos.

- ¿Cómo es eso posible?- logró preguntar Quinn, mientras se acercaba peligrosamente, a una rubia que desapareció otra vez. - ¿A dónde se fue?

- Genial … la asustaste - le reproché -  te dije que creyeras Quinn, ella esta aquí. – terminé de decir mientras me marchaba

- Vamos Quinn – dijo Rachel, mientras una confundida rubia asentía – te explicaremos todo camino a la casa.



En el camino le contamos todo a Quinn, la mayor parte ya lo sabía o suponía por mi comportamiento, pero el paradero de los señores Pierce, no. Y estuvo de acuerdo en investigar mas a fondo de que iba todo esto.



Rachel nos dejó en la casa y juntas subimos al ático, pude aclararle varias cosas a Quinn, mientras esperábamos la llegada de cierta rubia.

- No lo puedo creer – dijo Quinn recostándose de la pared – es obvio que fue provocado… pero , ¿Por qué no recordará nada?

- Es lo que debemos averiguar – respondí sentándome frente a ella – es todo muy raro, pero si de algo estoy segura es que no fue un accidente.

- Pienso igual – me siguió Quinn - ¿crees que sea prudente viajar a  Grills?

- Es un comienzo Q – respondí preocupada – sus padres deben saber algo, es lo primero que debemos hacer para ayudarla a avanzar.

- Por lo menos sabemos que puede salir de la casa – dijo Quinn levantándose – estoy cansada San, mucho que procesar, pero no dudes que voy a ayudarte – terminó de decir, mientras colocaba una mano en mi hombro y se marchaba.




Me alegraba saber que podía contar con Quinn, es un apoyo y un alivio para mi que ella entienda que no estoy loca. Me recosté de la pared y cerré los ojos, sentía esa extraña necesidad de verla, de hablarle, esa necesidad de ella.

- ¿Dónde estás Britt? -  susurré con pesadez

- ¿me extrañaste? –  la escuché decir a mi lado

- Como siempre – dije al vez que giraba a verla - ¿Dónde estuviste?

- Cerca de ti – dijo Brittany sonriendo – como siempre – siguió con la misma postura -  lo logré, ¿te diste cuenta?, pude salir.

- Si! – respondí emocionada mientras me sentaba frente a ella - ¿Cómo lo hiciste?

- Pensé en ti – dijo Britt bajando la mirada – me imaginé contigo San, y logré salir.

- ¿en mi? – pregunté, cada vez estábamos mas cerca – lo logramos entonces hermosa.

- Lo logramos – dijo ella - ¿ahora que sigue?

- El viaje – dije levantándome – salimos mañana

- ¿tan pronto? – preguntó ella

- Entre mas pronto mejor Britt , necesitamos información – le respondí

- Gracias San – dijo parándose frente a mi

- De nada hermosa – dije perdida en esa mirada – es un placer, siempre.