[Capítulo 5] Eres mío - Fanfic Klaine

Kurt hace oídos sordos a los consejos de su quisquilloso mejor amigo Jeff sobre enfrentarse al mundo con otros ojos y ver la realidad tal y como es: un mundo lleno de envidia, gente sin corazón, y grandes dificultades.
Conocerá personas que le cambiarán la vida. Tendrá que correr riesgos y habrá alguien que podrá quitarle la inocencia al joven Kurt con lo que se tarda en besarlo.
El castaño de ojos azules como el cielo correrá peligro al enamorarse de la última persona en su lista, y comenzar a adentrarse en la boca del lobo. Corrección: en la boca de Blaine.

♡

¡Hola! Soy yo otra vez. Perdón por no seguir la antigua historia Klaine, pero la verdad que la dejé porque no tuve tiempo de pensar seguirla. Entonces decidí crear esta historia un poco más emocionante donde también habrá misterio. Blaine se representa como un badboy (como en todos los fics que creé) y Kurt como un chico inocente (como siempre lo creo). Bueno, espero que les guste, los amo, bai

No tardes con el primer capítulo.

Ola se ve genial la historia espero ansioso el primer capitulo

Un Kurt Hummel de once años yacía en su habitación tan aburrido como de costumbre. No encontraba nada para hacer. Debido a su comportamiento de niña se mantenía alejado de todos sus amigos y también ser de Inglaterra y vivir en un casa donde se rumoreaba que andaban espíritus lo alejaba de los otros niños, pero tenía un mejor amigo, llamado Jeff; un chico rubio bastante alegre con el mismo problema que Kurt: la confusión de su sexualidad. El castaño era menor que Jeff por meses, pero éste último aprovechaba cada momento de su vida para refregarle que era mayor, y que lo tenía que respetar.

Kurt pensó en llamar a su hermano Finn, pero éste había salido con sus amigos a bailar, ya que era dos años mayor y podía hacer ese tipo de cosas.

Su padre Burt Hummel y Carol Hudson-Hummel estaban en una entrevista de trabajo muy importante.  A decir verdad, siempre estaban en entrevistas de trabajo muy importantes, ya que hacía poco que habían perdido su trabajo y estaban desesperados por llenar a sus dos hijos de juguetes y poderlos alimentar correctamente. Pero cada vez que tenían que saltearse una comida los mandaban a comer a la casa de los Anderson. Una familia muy estricta y correcta. Dueños de una empresa muy importante. Kurt no sabía mucho de esa familia, solo que su mucama hacía una excelente lasaña.  Y también que tenían dos hijos: Cooper y otro niño que no se sabe absolutamente nada de él, solo que es menor que Cooper.

Ese niño tiene trece años mientras Cooper dieciséis.

Kurt suele espiar a los Anderson, pero nunca siente señales de sus hijos, Cooper ya es una adolescente, es razonable que ande por ahí todo el día o con sus amigos, ¿pero el otro? Solo se aparecía unos días a la semana, Kurt ya sabía que días eran.

Y cuando Cooper aparecía se dedicaba pura y exclusivamente a espiarlo y examinarlo.

Como hoy era uno de esos días llamó a Jeff para que pueda espiarlo con él.

Marcó el número de Jeff y después de tres sonidos atendió del otro lado de la conexión, Jeff.

—¿Hola?

—¡Hola Jeffrey!

—¡Kurt! Que sorpresa ¿Cómo estás?

—Todo anda bien por aquí ¿y tú?

—Excelente. ¿Qué se te ofrece, querido amigo? —pregunto Jeff con ese tono amigable de siempre.

—Oh bueno, verás… Estoy solo en casa y bueno,… pensé que podrías venir un rato… —dijo Kurt algo nervioso por como se oiría.

—Tranquilo, Kurt; no me estás invitando a tener sexo. Y de ser así te diría que no, eres muy joven para mí, sabes que podría ir preso
—bromeó Jeff—. Pero la verdad es que no puedo, ahora iré con mis padres a ver “Toy Story 3”.

Kurt rió algo triste

—Está bien, de todos modos, ya estaba por salir a algún lado —mintió Kurt.

—Está bien, cuídate, te quiero.

—Adiós, Jeffrey.

—Adiós, Kurtie.

Kurt decidió esperar a que el joven Anderson apareciera en su habitación, pero por más minutos que esperara no había rastros de Cooper.

Se acercó unos centímetros más a la ventana y asomó la cabeza por ella. Ésta era un tanto larga, y tenía cortinas blancas.

El castaño asomó sus pies por el pequeño bloque de ladrillo que había por debajo de su ventana y observó la vereda desde ese bloque.

El niño olvidó de correr las cortinas y peligrosamente se enredó un pié en ellas y cayó al vacío.

Quiso gritar, pero no más que gritos ahogados salían de la boca de Kurt.

¿Tanto se tardaba en caer al suelo? Pensó fugazmente Kurt, mientras rodaba por el aire. Visualizó el suelo a unos pocos metros y cerro los ojos apretándolos bien y tapándose la cara.

Pero Kurt no caía… Pasaron diez segundos y una voz lo hizo reaccionar.

—Estás a salvo, estás conmigo, bebé —dijo una voz.

Abrió los ojos y se encontró con la cara de un chico mirándolo. Sus ojos color avellana eran muy hermosos al igual que su loco cabello
rizado. Giró la cabeza y notó que lo estaba sosteniendo. ¿Estaba muerto en el cielo y un ángel lo estaba sosteniendo?

Reaccionó con el sonido de una bocina de un auto.

—No me digas bebé —dijo Kurt algo enfadado.

—Me parece que no es forma de tratar al chico que te salvó de la muerte. Entonces ¿cómo es tu nombre? —preguntó el chico.

—Kurt.

—Es un placer, soy Blaine.

Kurt abrió los ojos como platos al ver que había puesto sus brazos en su cuello y que había hundido su cabeza en su pecho. Entonces reaccionó y soltó de Blaine, algo enfadado con sigo mismo.

—Creo que deberías intentar no caerte desde tu ventana al espiar a mi hermano desde tu ventana.

El castaño se quedó estupefacto por la notable hermosura del ojimiel, se preguntó si se estaría babeando, pero eso ahora no importaba para él. Entonces no pudo soltar ninguna palabra más que “Mmn…”.

—Kurt, no te quedes callado, sé que mi imagen súper sensual te hipnotiza, pero trata de disimular un poco, amigo.

Kurt se ruborizó. “Un completo idiota” pensó.

Estuvo genial, no tardes con más capítulos.

Hola, me gusto mucho, actualiza pronto, por favor.

Me gusto mucho el prologo esperare el primer capitulo con ansias

Hola!!

Lo ame, me gusta la actitud arrogante de Blaine... que tierna es la amistad de Kurt con Jeff... ya quiero leer el primer capitulo...

Saludos!!
 

Estaba sentado en el borde de mi cama leyendo “The Mortal Instruments” muy concentrado en las palabras que leía y profundamente hundido en la historia. Estaba en un capítulo donde la protagonista, Clary, despierta después de ser atacada por un demonio. La idea suena terrorífica, pero a la vez excitante y tentadora.

De un momento a otro escucho que alguien toca la puerta desesperadamente.

—Pase… —dije sin despegar un ojo del libro.

Sentí el jadeo de Finn, mi hermano mayor y me tomé el tiempo de mirarlo. Cuando lo hice, estaba pálido y un tono amarillento reinaba en su rostro.

Me asusté.

—¿Pasó algo? ¿Papá está bien? —pregunté. La verdad es que papá, recientemente, tuvo ataques donde le faltaba el aire y había que darle sus pastillas, que cuando el sufría los ataques, mágicamente desaparecían; buena suerte la nuestra.

Finn se acercó hacia a mí casi corriendo, pero torpemente, tropezando con todo lo que había delante. Cuando estuvo en frente mío me agarró por los hombros y con los ojos abiertos como platos me dijo:

—Rachel vendrá a casa —Rachel es la novia de mi hermano. Es un poco odiosa, pero se aman y dentro de todo me cae algo bien. Pero últimamente se está regalando a Finn, se comporta como una perra; yo no dije eso—. Todo está hecho un desastre y no compré
condones.

Genial. Seguramente tendría que ir a comprar esa cosa desagradable que el mundo usaba cuando tenían… Bueno… Eso. O la otra opción sería limpiar la casa. La segunda opción se oía mejor.

—¿Y? —pregunté con aires de confusión.

—Necesito que limpies la casa.

—¿Y por qué te haría un favor a ti? —pregunté algo malhumorado.

—Porque eres el mejor hermano del mundo, y porque mamá y papá no están y también porque hice una hora de fila para que puedas ser uno de los cincuenta primeros en comprar la tercera temporada de Hannah Montana antes de que se agotara, no se si te acuerdas, pero mis amigos me vieron al verme comprar esa estúpida serie.

Tenía razón.

—No le digas estúpida a Miley Cyrus.

—Como sea. Mejor, ve a comprar condones.

La cara se me puso un poco más pálida que la de Finn. A lo que éste echó una risita.

—O si no puedes irte y dejarnos la casa para mí y Rachel.

—¿Y a dónde se supone que debo ir? —pregunté.

—A la casa de Jeff, o a la de los Anderson, no sé, inventa algo —dijo.

—Mandaré un mensaje a Jeff, pero solo por esta vez —dije—. Ah y si no cumples con todo lo que digo desde ahora le diré a mamá y papá que te andas acostado con chicas en casa —añadí divertido al ver su cara.

Finn asintió frenéticamente y eché una risita.

Sonreí y cuando Finn se fue agarré mi celular de mi mesita de luz y le mandé un mensaje a Jeff:

“Jeffrey! Quería saber si podía quedarme en tu casa hoy… Porfis di que sí :)”

“Kurt, hace horas que no nos vemos y ya quieres caer nuevamente en mis brazos? Jajaja, sí que puedes! Pero lleva alguna película para ver…”

“En media hora estoy ahí, te quiero Jeff, graciaaaaaaas!”

Reí como loco. Amo quedarme con Jeff en su casa, es… agradable. Siempre que voy miramos alguna película y comemos palomitas. O nos humectamos la cara. Hablamos de chicos lindos y jugamos a ser súper estrellas pop famosas.

Cargué mi mochila con la ropa para mañana ir al colegio y mi piyama que estaba compuesto de una remera negra de manga corta y
un short ajustado. Después la cargué con los libros que me habían encargado en la escuela para este nueva etapa que se hace llamar la preparatoria porque mañana empezaríamos, también puse varios cuadernos y una cartuchera llenas de lapiceras de colores, un lápiz y un borrador. Puse la película “3MSC” en la mochila y partí de mi casa. Pero cuando estaba en la puerta del living justo para irme una voz me interrumpe:

—Cuídate y tómate un taxi, no quiero que andes solo caminando por la calle —mi adorable hermano puso el modo “encendido” a su lado sobre-protector. Simplemente tierno…

—Ya tengo dieciséis años. Déjame vivir la vida —bromeé.

Cuando salí me dirigí hacia la calle en la espera de algún taxi. El viaje en el taxi hasta la casa de Jeff se me hizo bastante largo. Estaba nervioso ya que hacía mucho que no iba a su casa.

Y en un rato ya estaba en la casa de mi mejor amigo Jeff.

Llamé a la puerta y me atendió un radiante Jeff y un abrazo caluroso. Entré a su hogar que recuerdo que es bastante grande; lo siento bastante vacío.

—¿Qué cuentas, mi querido Kurt? —preguntó Jeff una vez entrando a su habitación.

—Nada en especial. Bueno, Finn y Rachel tendrán sexo esta noche y prefiero no estar para escucharlos —solté una risita nerviosa.

Jeff rió.

El rubio fue en busca de la cama donde dormiría yo esta noche mientras yo me ponía mi piyama.

—Te ves bien… —bromeó Jeff.

—Ni que lo digas… —reí.

Después de eso yo puse la película y Jeff fue en busca de palomitas. Nos preparamos y empezamos a ver la película. Después de ésta charlaríamos y jugaríamos.

Bueno, la película se hace bastante interesante.

La cosa se pone un poco más candente cuando los protagonistas se empiezan a besar y… ¿ESTÁN TENIENDO SEXO?

De un solo movimiento apagué la tele y hundí mi cara en la almohada de Jeff. Olía a shampoo de fresa.

—¿Qué haces, Kurt? Ya se estaba poniendo buena la película… —dijo algo decepcionado Jeff.

—Bueno es que… —nunca tocamos ese tema, pero debería ser un buen momento para hacerlo— ¿algunavezdistetuprimerbeso?

Jeff puso cara de confundido, pero me alivió que no me entendiera.

—¿Qué? Habla más despacio…

—Si alguna vez diste… tu primer beso —dije incómodo.

Mi amigo pareció entristecerse.

—Mmmm… No y ¿tú?

No recuerdo haberlo dado, no estoy completamente seguro.

—No…

—Pero… Es que… Ya tenemos dieciséis años, ¿no te parece un buen momento para darlo?

—Sí, pero es que… No tengo con quién.

A Jeff pareció que se le ocurría la idea de cómo curar el cáncer, por su rostro iluminado.

—¿Qué tal si lo damos juntos? Entre amigos… —dijo entusiasmado Jeff.

—Jeff, eres muy tierno pero… Quiero que mi primer beso sea romántico y tal vez a la luz de la luna, no sé… —dije con aires soñadores.

—Solo para experimentar… Será algo entre amigos, no se lo diremos a nadie, secreto de meñique… —dijo Jeff sonriendo.

Dudé.

—No querrás decir… Promesa de Meñique —pregunté.

—Como sea… Ven, acércate —dijo Jeff haciendo señas para que se acerque.

Como toda persona obediente, acerqué mi cabeza pero Jeff ya estaba haciendo lo mismo y él tomó la iniciativa. Acercó sus labios y  ladeó la cabeza, los presionó junto a los míos exageradamente. Nos quedamos así por unos incómodos segundos, cerré los ojos y abrí la boca para respirar, pero Jeff metió su lengua rápidamente. Pensé que me darían ganas de vomitar, pero no, se sentía bien. Estábamos experimentando.  Jeff recorrió cada centímetro de mi boca con su lengua, decidí que debería hacer lo mismo, entonces enredé mi lengua con la suya. “No besa tan mal” pensé. Bueno,  nunca había besado a nadie, pero supongo que besaba bien. Entonces fue ese momento en el que me quedaba sin aire. Separé mi cara de la de Jeff y tomé aire.

—Wow… —dijo Jeff mirando un punto fijo.

—Sí… Wow… —lo imité.

Los dos estábamos sumamente incómodos.

—Está bien, eso fue genial —dijo Jeff casi gritando.

—Bueno, pero… Acuérdate, nada nadie ¿entendido?

Jeff rodó los ojos y los puso en blanco.

—¿Entendido? —repetí.

—Entendido —respondió Jeff de mala gana.

♡

¡Hola de nuevo! Antes que nada, gracias por los comentarios...
Esto es mas un capítulo de relleno, pero el acontecimiento principal trae problemas más adelante, estoy trabajando en ello (?)
Y sobre esto, no se alarmen, no va a pasar nada, solo es un inocente juego entre amigos... Este no es el primer beso de Kurt, igualmente.
Y en este capítulo tampoco aparece Blaine, pero aparecerá en el segundo.
Desde ya, muchas gracias.

Ya quiero que aparezca Blaine.

Me encanta esta historia, no puedo creer que no la lei antes. Debi estar loca   

Ok, hablando del capitulo, ese beso entre Kurt y Jeff fue mas bien un poco gracioso y tierno. Que grandes amigos son.

Como que problemas mas adelante eh?? estas diciendo que Blaine se va a enterar d ese beso?? entonces se pondria celoso, Genial, amo leer a Blaine celoso y amo tambien que sea BadBoy!

No es el primer beso??? osea Kurt ya beso a alguien mas, sera Blaine?? espero que si y que mal que no se recuerde.

Actualiza pronto, ya quiero leer el proximo capitulo, ya quiero que aperezca Blaine

Bye. 

Me encanto mucho el capitulo ya quiero ver que problemas trae esperare muyyy ansioso otro capitulo

Hola, me gusto mucho el capitulo, que lindo el beso de Jeff y Kurt, ya quiero saber que problemas traera, actualiza pronto, por favor.

Hola!!

Me gusto mucho el primer capitulo... fue tan divertida la parte de Finn pidiéndole a Kurt que comprara condones para usar con Rachel... que tierno fe el beso de Jeff y Kurt... ya quiero saber con quien fue el primer beso de Kurt... ya quiero que aparezca Blaine...

Saludos!!
 

—Entendido —respondió Jeff de mala gana.


“¡KURT LLEGAMOS TARDE A NUESTRO PRIMER DÍA EN LA PREPARATORIA!” gritaba una voz interrumpiendo mis pesadillas. En ellas estaba siendo violado por el protagonista de “3MSC”: Hache. Entonces desperté.

Al despertar me encontré con mi amigo Jeff con un aspecto terrible: ojeras, pelo despeinado y parecía sufrir una crisis nerviosa. Me sobresalté.

—Kurt, vístete, llegamos tarde —dijo Jeff sacando algo de ropa de su armario y corriendo hacia el piso de abajo. “Seguramente a hacer el desayuno” advertí.

Entonces agarré mi mochila debajo de la cama de Jeff y saqué mi vestuario para mi primer día en la preparatoria: una camisa manga corta color violeta pálido ajustada, un pantalón negro ajustado hasta los tobillos, los cuales estaban tapados por unas botas negras.

Me froté los ojos y fui al baño con la mochila. Me lavé la cara rápidamente, junto con mis dientes, y sí, tuve que usar el cepillo de dientes de Jeff. Y entonces me vestí.

Junto al espejo que había en la habitación de Jeff me veía bastante bien. No quería atraer a nadie en especial, pero el estilo me gustaba.

Bajé hacia la cocina y me encontré con un agitado Jeff cocinando huevos.

—Buen día —dije y Jeff se volteó a mirarme, estaba un poco más calmado. Con su humor de siempre.

—Oh, la, la. Pero me parece que alguien quiere otra sección de besos —dijo Jeff en tono de broma.

—¿Me veo como una prostituta? —pregunté. Me incomodaba que la respuesta fuera un sí.

Jeff rió.

—Claro que no, te ves genial.

—Eres el mejor, Jeff.

—Claro que sí lo soy

Los huevos se terminaron de hacer y comimos rápidamente, me dio gracia, porque Jeff no paraba de atragantarse y cuando tomó su bebida noté que casi larga líquido por la nariz, me pareció sumamente gracioso. Después corrimos hacia afuera con nuestras mochilas.

La mía era negra con broches de One Direction y la de Jeff era de un color turquesa más claro, que tenía dibujados corazones y estrellas.

Tomamos el taxi que nos dejaría en la escuela justo para nuestra primera clase: biología.

El taxista era bastante agradable, tendría unos veintitantos, se ve que le gustaban los hombres porque no paraba de ver por el retrovisor a Jeff. Me dan nauseas que piensen esas cosas de mi mejor amigo, pero todos decían que tenía un trasero bastante lindo y que era irresistible. Completamente patético.

Hablamos un par de minutos hasta que llegamos a la escuela. Un gran edificio color blanco de varios pisos y bastante anchos. Delante colgaba de un mástil, la bandera de los Estados Unidos.  

—Llegamos —dijo el taxista sonriéndonos.

Sonreí y vi a Jeff sacar su billetera para pagar pero el taxista lo detuvo, y reflexioné si eso debería ser bueno o malo después de todo…

—Claro que no… Ustedes no pagarán, pero… Pueden devolverme el favor con otra cosa —dijo en un ronroneo.

Y como si estuviéramos conectados por un cable y pudiéramos leer nuestras mentes mutuamente, Jeff y yo salimos corriendo del taxi hacia la escuela. De adentro parecía más grande.

Entonces empecé a buscar junto con Jeff la clase de biología pero por más que busquemos no aparecía dicha sala. Decidimos usar el mapa que le habían regalado a Jeff y entonces empezamos a buscar la sala “E15” donde tendríamos que pasar el resto de la hora. Al encontrar la sala en el mapa fuimos recorriendo el camino. Un poco confundidos, ya que era una escuela bastante grande y ese era un mapa bastante complejo.

Al encontrar la sala de donde tendríamos biología nos arreglamos un poco antes de entrar, así pareciera que estábamos bastantes nerviosos porque no encontrábamos la sala.

—¿Listo? —dijo Jeff a mi derecha.

—Listo —dije en un tono seguro, que obviamente no lo estaba.
—Este será un momento importante en nuestras vid…

—¡Ya cállate y entra!

Abrimos el picaporte poco a poco y abrimos la puerta.

La sala expectante nos observaba. Algunos reían por la mochila de Jeff y algunos chicos susurraban cosas sobre mi atuendo. Aunque algunos me guiñaban el ojo y otros me silbaban ligeramente para que el profesor no los escuchara. “Son tan patéticos al hacer eso” pensé.

—Que buena forma de empezar el año ¿no? —preguntó un hombre canoso con mucho bigote de color marrón brotándole de la cara.

—Es que… —empezó Jeff. Pero decidí pararlo, siempre que hablaba nos metía en problemas, algo muy común en mi buen y mejor amigo Jeffrey.

—Nos perdimos, la escuela es muy grande.

El profesor nos examinó de arriba abajo y posó una mano en la barbilla, parecía cansado.

—Díganme sus nombres, los tendré en vigilancia —dijo con lo que a mí me pareció flojera.

—Hummel —dijo Jeff señalándome— y Sterling.

—Bueno chicos, la clase ya empezó hace quince minutos así que pueden sentarse.

Me dirigí a un asiento junto con Jeff y nos sentamos. Hablamos un par de cosas sobre como zafamos de una llamada de atención. Pero justo cuando me estaba por dormir cuando el profesor dijo “esqueleto” algo chocó contra mi cara y calló en la mesa del banco… Un papel hecho un bollo. Bien, el día no podía empeorar más. Me puse el papel en el bolsillo pero la curiosidad me mató y decidí abrirlo… una de las peores decisiones que tomé en la vida, bueno. Tal vez exagero, la peor decisión que tomé en la vida fue ayudar a Finn a hacerle su regalo de cumpleaños, prefiero omitir ese acontecimiento. El papel decía:

“Lindo atuendo. Hace resaltar tu hermoso trasero, llámame”

Y abajo se veía un largo número de algún celular, supuse. Entonces sin pensarlo dos veces, rompí el papel pero alguien me interrumpió.

—Señor Hummel, ¿otra vez?

Puse cara de pocos amigos.

—Es que… Alguien me mandó un papel… —dije levantando la mano, pero el papel ya estaba hecho trizas. Genial, no tengo pruebas de que soy inocente.

—Hummel, no quería llegar a estas circunstancias pero usted me tiene mal. Diríjase a la oficina del director Figgins —dijo el profesor. Ya lo estaba empezando a odiar…

De mala gana agarré todas mis cosas y me las puse al hombro. Linda forma de empezar las clases. Eché una ligera maldición al que me tiró el papel y traspasé la puerta “E15”.

Caminé por la escuela. Estaba casi vacía. Estaban todos en clase. Solo yo que me habían mandado a la dirección. Por un segundo me sentí patético, después me sentí un “chico malo” y después me sentí patético nuevamente.

Al encontrar la oficina del director llamé a la puerta dos veces y un desinteresado “pase” me indicó que entrara a la oficina.

—¿Qué se le ofrece, señor? —preguntó el director Figgins.

—Bueno es que… Verá… Me estaban tirando papeles en clase, y los estaba rompiendo pero el profesor me vio y…

—Te castigó —completó Figgins y yo asentí—, es normal, pero estoy bastante ocupado ahora así que me temo que tendré que pedirle que complete su castigo en el sala del señor Schuester.

—¿Y dónde queda eso?

—Doblas esta esquina de la derecha y la primera puerta es la de la orientadora vocacional Emma, la que sigue es la oficina del señor. Se encarga de los castigados.

Cuando me dijo eso pensé que me encontraría con un montón de gente mala, con chaquetas negras con calaveras y muy musculosas. Me dio miedo y pensé en no ir, pero al fin y al cabo se darían cuenta entonces abrí la puerta del director, me despedí con un ligero “gracias” y salí en busca de la oficina de ese tal Schuester.

Como me indicó el director, doblé la esquina a la derecha y a la segunda puerta llamé dos veces.

Me abrió un señor de unos treinta y algo de años. No me saludó, solo me hizo un gesto para que entre. La sala estaba más vacía de lo que yo esperaba, solo había una persona. No había miles de adolescentes malos con chaquetas negras dispuestos a darme una golpiza. Sino un chico: de cabello peinado con gel, remera blanca de magas cortas y un jean gastado y roto. Está bien, este chico da más miedo que la otra opción.

Me sorprendí al observar que no había más sillas que la que estaba a su lado, entonces no tuve más remedio que sentarme con él. No me miró. Solo se limitó a pasar los brazos por detrás de la silla y poner los pies en la mesa. “Maleducado” pensé para mis adentros.

—Bueno chicos, para ti, jovencito —se dirigió a mí— soy el señor Schuester, pero puedes decirme Schue. Ahora, pórtense bien que en un rato vuelvo.

Escuché la puerta cerrarse detrás del señor Schue detrás de mí. Y ese fue el momento en el que la sala quedó en completo silencio. Un silencio incómodo, que daba miedo.

—¿Cómo te llamas? —me animé a preguntar, pero el chico no me miraba, solamente corría la cara.

—Ya me conoces… —me respondió con esa voz tan familiar, pero a la vez feroz, peligrosa, que hace que se me pongan los pelos de punta con solo pensarlo.

—¿Quién eres? —le pregunté.

Él, como si fuera la niña del exorcista, dirigió su rostro hacia mí.

—¿Ya no me recuerdas, bebé? —dijo en un tono seductor, pero seguía sin entender quién rayos era. Entonces un ligero deja vu cruzó por mi mente al escuchar la palabra “bebé”. Y al ver esos ojos avellana que tanto me enamoraron cuando era chico, así lo recordaba, siempre tan guapo. Una ráfaga de entendimiento cruzó por mi cara, desfigurándola, pero después sentí vergüenza, de todas las tardes al sol que recordaba.

—Tú… Eres… Blaine, ¿verdad?

—Acertaste, te volviste más inteligente desde la primera vez que nos vimos —dijo Blaine con ese tono arrogante y egocéntrico que tanto odiaba de él. Y de un saque, me quitó todo lo bueno que pensaba de él, un idiota.

—Siempre lo fui —le repuse—. Y tú te has vuelto más idiota desde la primera vez que nos vimos, si es posible.

El solo sonrió con esa sonrisa de “hago derretir a todos” que siempre usaba cuando estaba conmigo…

—Me parece que empezamos con el pie izquierdo, ¿qué tal si nos presentamos nuevamente, como personas nuevas? —ofreció Blaine, a lo que no me parecía nada mal.

—Bueno… —empecé— Soy Kurt Hummel, tengo dieciséis años y tengo ganas de abofetearte la cara —dije sonriendo.

Blaine río.

—Yo soy Blaine Anderson, tengo dieciocho años y tengo ganas de comerte la boca hasta que te sangre.

Me ruboricé. Esperen… ¿Anderson? ¡NO PUEDE SER, ÉL ES EL ANDERSON PERDIDO! ¡Y ME JUNTÉ VARIAS VECES CON ÉL EN LA INFANCIA Y NI SIQUIERA ME DIJO SU APELLIDO…!

—Tú… ¿Eres Anderson? —pregunté incrédulo.

—¿De la familia más rica de Ohio? ¿Tu vecino? Sí —dijo tranquilamente, me exaspera. Y ahora… ¿todo este tiempo supo que era mi vecino y ni siquiera se dignó en saludarme? Eso no estaba nada bien.

Su tranquilidad me exasperaba. De chicos, desde esa vez que caí de la ventana y Blaine me agarró, pasamos mucho tiempo juntos, salíamos a algunos lugares, pero con el tiempo él se fue distanciando de mí, y yo lo fui olvidando poco a poco, hasta ahora.

—Y… ¿Qué pasó? No te vi más después de que fuimos al cine…

—Oh… Me prohibieron verte, mis padres dicen que tu familia es bastante bochornosa y desordenada, que no tiene conciencia de las cosas y que son todos unos ordinarios —no parecía mutarse al decirlo, al parecer, él también lo creía—. No tuve otra opción que volver a mi castigo de todos los días…

Fruncí el ceño.

—¿Castigo de todos los días? —pregunté curiosamente.

—Suficiente por hoy —dijo nerviosamente—. Y por cierto… Lindo pantalón —dijo lamiendo su labio inferior mientras observaba mi prenda expectante—, te queda bien. Deberías lucirlo en nuestra primera cita.

—¿Primera cita? ¿De qué hablas?

—Oh… No me digas que todos esos meses que pasaste conmigo no te enamoraste, se te caía la baba cada vez que me mirabas —dijo egocéntricamente—, es hora de que te complazca un poco.

—Eres un idiota. Y no me enamoré de ti —lo contradije. ¿No te enamoraste, Kurt? Me auto cuestioné.

—Como sea, bebé —dijo sacando una caja de cigarros de su bolsillo y encendiendo uno.

—No soy un bebé —dije con voz chillona, es lo que parecía en ese momento, un bebé—. Y no fumes, odio el humo del cigarrillo. Hazme el favor y apágalo.

Blaine succionó una pitada y se me acercó.

—¿O qué? ¿Me golpearás? —dijo muy cerca de mi cara, lo que hizo que se me helara la piel y se me pusieran los pelos de gallina— ¿O prefieres besarme? —finalmente soltó el humo en mi cara, a lo que tosí y puse gestos de desagrado. Y cuando pude espantar todo el humo quedamos cara a cara mirándonos, estaba realmente guapo, y me quedé totalmente helado por cómo me estaba mirando, parecía que estuviera a punto de saltar y rasguñarme con grandes pesuñas de hombre lobo, pero es un poco fantasiosa esa teoría— eso pensé —dijo finalmente.

Blaine estaba muy cerca de mi cara… Me asusté un poco, en realidad, no sabía si debía asustarme o alegrarme, puesto que Blaine no tenía cara de matarme a golpes… Tenía cara de matarme a besos. No sé cuál opción es más agradable para mí en este preciso momento… Se acercó poco a poco pero una voz interrumpió su acto, por suerte.

—Blaine, ¿qué haces? ¿Qué te dije de fumar en la escuela?

Era Mr. Schue y estaba parado en la puerta.

—Blaine, te esperan en tu clase… —prosiguió. Y después me lanzó una mirada de preocupación.

Blaine acercó su boca a mi oído y me susurró:

—Para la próxima no te vas a salvar, bebé.

Sin decir más agarró su cigarrillo, soltó las cenizas en mi mesa y apagó el cigarro en esta misma.

Desde ese momento no me acordaba cuán embobado estaba por Blaine.


♡

Hola, ¿cómo están? bueno, dejo este capítulo donde es el primer encuentro de Kurt y Blaine, y espero que les guste, bai

Hola, me gusto mucho el capitulo, actualiza pronto, por favor.

Estuvo genial, no tardes con más capítulos por favor.

Me encanto mucho el capitulo esperare muyyy ansioso otro capitulo

Me encanto el capitulo 
Omg! ese taxista es un desubicado, no puede decirle eso a Jeffrey o Kurtie    

El encuentro de Blaine y Kurt fue muy Wanky! Como ya dije... amo que en los fics Blaine sea un BadBoy!! es realmente sexy.

Ya quiero leer el otro capitulo, no tardes.

Bye. 

¡¡¡¡Aw!!! genial, genial capitulo tremendamente genial, ame estos dos capítulos y wow! ame de verdad lo que llevas de fic, espero y no lo dejes :c se ve muy interesante.

Blaine acercó su boca a mi oído y me susurró:

—Para la próxima no te vas a salvar, bebé.

Sin decir más agarró su cigarrillo, soltó las cenizas en mi mesa y apagó el cigarro en esta misma.

Desde ese momento no me acordaba cuán embobado estaba por Blaine.

Cuando Blaine se retiró de la sala, Mr. Schue hizo el mismo gesto conmigo. Así que agarré mis cosas y me fui corriendo algo sorprendido por lo que Blaine acababa de hacer… Me sentía realmente atraído a los encantos del joven Anderson. Siempre habría querido que Blaine me besara bajo la luz de la luna, pero ésta era otra sensación, una sensación que es un poco más que mariposas revoloteando por mi estómago, es más como de… excitación o algo parecido.

Me avergüenza decir que Blaine me excita puesto que nunca había sentido algo parecido por un chico, ni siquiera por Jeff, cuando nos besamos anoche. Ésta sensación se me hacía que era extremadamente peligrosa, impropia, sucia, prohibida y descuidada; pero se sentía tan bien…

—¡Kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurt! —gritó una voz detrás de mí cuando estaba guardando mis cosas en mi casillero, el número 42.

Para mi suerte, era Jeff.

—¡Jeff! ¿Cómo fue la clase de biología?

—¡¿A quién diablos le importa la clase de biología?! Estuviste castigado junto con el brabucón más temido de la escuela, ¿estás bien? ¿No te hizo papilla? —dijo mientras me examinaba.

—Estoy bien —dije en un tono impaciente—, y no le digas brabucón, es mi vecino —dije.

— ¡¿EL FAMOSO BLAINE?! ¡¿EL SEXY, EL CHICO MALO?! —dijo tomándome de los hombros y abriendo los ojos como platos.

—Sí. Y no es tan chico malo, me agrada —dije sonriendo.

Jeff me miró pícaramente.

—Oh… Creo que a alguien le están empezando a disparar las hormonas… —dijo Jeff casi gritando.

—Basta Jeff, y no. No me gusta —no me gusta, me encanta.

—Claro que no, querido amigo. Estás colorado como un tomate —rayos, odio que me pase eso—. Pero dejemos de discutir… ¿Sabes qué podemos hacer en vez de estar pegados al libro de matemática? ¡Ver a los futbolistas entrar en calor! —dijo saltando Jeff.

—¡Jeff! ¿Estás loco? Ya me perdí de una clase por estar castigado, no quiero perder otra y arriesgarme a que me pongan una llamada de atención…

—Vamos… No seas aguafiestas —dijo Jeff suplicándome con su mirada de cachorrito, por supuesto que no le podía decir que no.

—Bueno, pero después asistimos a clases —dije.

Jeff gritó de la alegría y me lo contagió un poco. Caminamos tomados del brazo hasta el campo de futbol. Mucha gente nos miraba raro, no entiendo por qué. Somos dos amigos tomados del brazo. Sé que es un poco raro que veas uno en la vida cotidiana, pero no le veo lo malo, hasta algunos nos miraban con asco.

En la entrada del campo de fútbol, había un pelotón de porristas inquietas y enloquecidas por lo que había dentro del campo de futbol. Le eché una mirada a Jeff, pero este me agarró de la mano y nos mezclamos en el montón de porristas, al llegar al delante de todas, vimos lo que estaban viendo con tal excitación, los jugadores corriendo, algunos con camisetas con las iniciales de “William McKinley High School”, y otros sin camisetas. Observé la expresión de Jeff, que era de pura emoción y excitación, fijé la vista donde estaba mirando boquiabierto Jeff y pude observar un chico rubio, un tanto alto, con el peinado de los lados cortos y arriba bastante largo, pude notar que estaba teñido desde China. Ese chico estaba sin camiseta y corría bastante sudado, no entiendo lo atractivo, me da asco el sudor, y más si proviene de los varones. Pero Jeff estaba a punto de desmayarse cuando el rubio notó su existencia.

—¿Jeff? ¿Conoces ese rubio? —lo señalé.

—Claro que sí —dijo algo distraído— es el hermosísimo Sam Evans —Jeff estaba a punto de arrancarme la mano. No tan así, pero me clavaba las uñas como cuando estábamos viendo aquella película de terror.

Me reí un poco de su cara, es bastante gracioso verlo baboseándose. Un grupo de porristas nos empujaron cuando vieron lo que ellas llamaban la “atracción principal”.

Un chico moreno con el cabello rizado y sin camiseta salía al campo de futbol. Empezaba a correr por toda la cancha, saltando y haciendo ejercicio. Tardé en notar que se dirigía hacia nosotros.

Jeff sufría de una crisis nerviosa al notar al moreno dirigirse hacia nosotros. Esperen… ¡el moreno era Blaine!

—¿Viniste a verme, bebé? —dijo Blaine muy cerca de mí.

—Vete a la mierda —dije, y sin decir más crucé nuevamente el pelotón de porristas camino hacia mi última clase. Me costó bastante encontrar la sala, pero me quedé ahí hasta que sonara el timbre que anuncie que había que entrar al aula.

Entonces el tiempo pasó rápido, vi a Jeff entrar solo y sentarse solo, al parecer estaba enojado conmigo, pero lo ignoré.

—Si estás enojado solo dilo —le susurré a Jeff del otro lado del banco.

El me ignoró. Maldito, cuando él no está parece que no tengo nada en la vida, como si fuera lo único que tengo y que necesito.

—No estoy enojado, solo que… Agh, no debiste dejarme solo. Solo porque un hombre quiso coquetear contigo, ¿no entiendes que es importante para mí? Siempre hacemos lo que tú quieres, no lo que yo. Y hoy se te ocurrió dejarme solo, es muy egoísta de tu parte.

Lamenté haber dejado a Jeff solo, pero no soportaría a Blaine, dijo que para la próxima no me iba a salvar, y eso se veía como una “próxima vez”.

—Perdóname, Jeff.

—Solo porque eres mi mejor amigo.

El día pasó tranquilamente, pero no dejaba de pensar en Blaine sin camiseta, y la sensación placentera que me producía pensar en eso.


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Capítulo corto, pero bueno, espero que les guste!
Y pronto verán más escenas Klaine, los amo, bai

No tardes con más capítulos, por favor.

Me encanto mucho el capitulo esperare muyyy ansioso otro capitulo me encanta la historia

Hola, me gusto mucho el capitulo, actualiza pronto, por favor.