[Capítulo 5] Eres mío - Fanfic Klaine

Me encanto el capitulo

Adoro la actitud de Blaine, es que su enorme ego lo hace ver tan malditamente sexy!!!

Esperare ansiosa esa escenas Klaine, no tardes con el otro capitulo.

Bye. 

Estaba tan cansado y con tantos deberes que no podía asimilar las palabras que el profesor decía. Estar peleado con Jeff es cansador. Lo bueno es que hicimos las pases. Ahora que lo pienso, esto suena mucho más infantil de lo que ya somos, sí, estoy consciente de eso. No volví a ver a Blaine ese día. Es tan irritante; pero siento una sensación extraña. Como si deseara verlo. Dejarlo en ridículo era lo que quería, pero no iba a ser muy fácil. Quería vengarme por hacer que Jeff y yo nos peleemos, aunque fuera mi error.

Volví a mi casa en autobús con Jeff, pero se bajó un par de paradas antes, para ir desde allí caminando a su casa. Entonces recorrí la última fracción del camino solo. Evito que nadie se siente pero es innecesario, nadie se quiere sentar conmigo… Por alguna extraña razón prefieren pararse que sentarse conmigo.

Me bajo en la esquina de mi casa. Entro y me encuentro con Finn sentado en el sofá, mirando la televisión, bastante acaramelado con Rachel. Reprimí mis náuseas y corrí hacia mi habitación sin saludar. Como estaba cansado, me di un baño desestresante, cumplí con mi rutina de humectación e hice los deberes. Me metí en la cama para dormir, lo último que quería era ver como mi hermano y su novia se acariciaban las piernas por debajo de la mesa.

Estaba por dormirme cuando mi celular sonó. Una llamada desconocida. Vacilé unos segundos y atendí.

—¿Hola? —dije algo dudoso.

—Hola —dijo una voz masculina— ¿cómo estás, Kurt?

—¿Jeff?

—Oh, no… —dijo la voz algo divertida—, soy Sam, Sam Evans.

Me quedé helado, ¿Qué hacía hablando con Sam? ¿Cómo consiguió mi número?

—Oh… ¿Sam Evans? Bueno… ¿necesitabas algo? —dije extrañado.

—Estaba caminando y pensé que podrías dar un paseo conmigo.

—¿Cómo conseguiste mi número?

Escuché una carcajada.

—Soy el chico más sexy de la escuela, ¿y te preguntas como conseguí tu número?

—Bueno, ¿a dónde quieres ir?

—No sé… A dar una vuelta, un helado, una película, lo que el caballero elija —dijo en tono coqueto.

—Son las once de la noche… —dije—. ¿Sabes dónde vivo?

—Sí, al lado de la casa de Blaine, lo sé.

Se me heló la piel al escuchar ese nombre.

Hablamos unos minutos más y me vestí, no quería parecer necesitado ni nada, pero enserio me alegraba poder salir con Sam, es tan excitante escaparse de tu casa, lo hace todo más aventurero y seductor. Al cabo de un rato yo ya estaba vestido con un pantalón bordó, una remera blanca y un suéter negro; me puse tenis por si tenía que echarme a correr por alguna razón. Mi celular sonó nuevamente, pero esta vez salió un número, atendí.

—¿Sam? Bajo enseguida.

—No hagas algo de lo que te arrepientas.

Me habló una voz completamente diferente, conocida, peligrosa, seductora y grave. Solo se me venía un nombre a la cabeza.

—¿Blaine?

—Te lo advierto, ese chico no es de fiar…

—No te metas en lo que no te interesa —le espeté.

—Tu si me interesas…

El calor cubrió mis mejillas y eché una sonrisa tonta, pero la reprimí.

—Estaré bien, Blaine…

La llamada finalizó, pero no colgué. Tan rápido como colgó Blaine, llamó otro número, desconocido.

—Estoy abajo, ¿sales por la puerta?

—No puedo, da la vuelta, saltaré por la ventana.

Me dirigí a la ventana, esta daba a una ventana donde podía ver todo el panorama de la cocina de los Anderson. No estaba Blaine, pero se me ocurrió que si viera lo que estaba a punto de hacer, me mataría. Escuché una voz susurrando mi nombre debajo de mí, y ahí estaba Sam, con su cabellera rubia reluciendo entre la oscuridad.

—¿Saltas? —Preguntó con una sonrisa coqueta— no temas, yo te atraparé.

Tragué saliva y miré hacia abajo, allí estaba Sam con los brazos abiertos. Me senté en el bloque debajo de mi ventana. Sin dudarlo, me solté. Caí por unos segundos al vacío, cerré los ojos, y sentí unos brazos sujetarme.

—Estás a salvo conmigo, bebé.

Abrí los ojos. Blaine me miraba con ojos divertidos y sonrisa coqueta.

♡

Hola, queridos Klainers, ¿cómo están? Espero que les guste el capítulo, aunque un poco de relleno. Los amo, bye :)

Esta súper, no tardes con más capítulos.

Hola, muy lindo capitulo, actualiza pronto, por favor.

Me encanto mucho este capitulo estuvo genial esperare muyyy ansioso otro capitulo

Tragué saliva y miré hacia abajo, allí estaba Sam con los brazos abiertos. Me senté en el bloque debajo de mi ventana. Sin dudarlo, me solté. Caí por unos segundos al vacío, cerré los ojos, y sentí unos brazos sujetarme.

—Estás a salvo conmigo, bebé.

Abrí los ojos. Blaine me miraba con ojos divertidos y sonrisa coqueta. Me refregué los ojos un poco, listo para soltar un alguna recriminación, pero cuando iba a decir algo, estaba de pie en el suelo, con Sam a mi lado, mirándome raramente.

—¿Estás bien? Parece como si hubieras visto un fantasma… —dijo algo preocupado.

—Estoy perfecto, solo que creí que… Nada, ¿vamos? Por cierto, ¿a dónde?

Sam pareció satisfecho. Así que solo me limité a seguir con normalidad.

—Bueno, creí que podríamos ir a cenar a algún lado, o… Ir al cine, tal vez al parque de diversiones…

Todo esto era muy excitante. Quitando el hecho de que me escapé de mi propia casa para salir con un chico ya era lo suficiente excitante, solo que era de noche, y Sam parecía completamente peligroso, pero me gustaba algo… Me excusé con un “Jeff me mataría si no hiciera nada que él no quisiera hacer” y le seguí la corriente.

—¿El parque de diversiones? ¿No está cerrado?

—Hablo del Sheraton, el parque de diversiones que está situado en la playa, ¿recuerdas?

Oh claro, ese parque. Estaba abierto día y noche. Saqué a la luz mi espíritu aventurero y le respondí con un sí.

—¿Tienes auto? Porque no puedo usar el de mi her…

—Descuida, tengo. Está allí… —señaló una camioneta Toyota, se me volaron los ojos cuando me imaginé cuantos cuerpos desnudos habrán tocado esa camioneta.

Sam se adelantó y me abrió la puerta, soltándome una sonrisa coqueta, me sonrojé y me subí al auto satisfecho. Condujo un par de kilómetros hasta llegar a la playa, nos bajamos y nos adentramos en el mar de gente corriendo, caminando, besándose, etc.

Primero fuimos a jugar al tejo, un juego en el que era pésimo, supuse que con Sam, sería más divertido, pero me equivoqué, él ganó y fue frustrante. Entonces le dije que me iba por unas hamburguesas del carrito. Me dirigí a aquella zona y esperé en la fila, encargué las hamburguesas, y me puse a hacer la cola para retirarlas. Cuando las retiré fui a comprar las bebidas.

—Hola… —me susurró una voz masculina.

Me volteé, esperando ver un ladrón, pero era Sam, por suerte.

—Que susto me has dado, Sam…

—Toma —extendió unos billetes—, he sido un idiota por dejarte pagar.

—Bueno, ya que —dije agarrando el dinero, que por cierto era más de lo que había pagado, no me iría al infierno por no planteárselo.

—Sabes… Te ves muy lindo esta noche… —se estaba acercando a mí con una sonrisa coqueta.

—Gracias —dije algo asustado.

—Me encanta el color de tus ojos —dijo pegando su frente junto a la mía—. Y el color de tus labios también —ESTO NO ESTÁ PASANDO, IBA A BESARME…

—Tócalo y te juro que exhibiré tus bolas en un frasco en el living de mi casa.

Esa voz no era la de Sam, sino, de un chico parado detrás de él… Sam volteó y los dos pudimos verlo: era Blaine.

—¿Cómo dices? —preguntó Sam algo enojado.

—Que te alejes, fuera, no quiero verte cerca de él nunca.

Su mirada era feroz, peligrosa, me asustaba. Estaba por explotar.

—Escúchame, Enan…

—¡TE DIJE QUE TE LARGUES! —un grito proveniente de Blaine me hizo poner los pelos de gallina. Eso y el puñetazo que paró en la gran boca de Sam. Todas las personas nos miraban.

Miré a Blaine algo angustiado, y cuando me quise acordar, ya estaba llorando a mares. Cuando Sam salió corriendo gritándole cosas a Blaine, éste se me acercó y me abrazó por la cintura, posando su cara en mi cuello, aspirando mi aroma. Sentía como su cálida respiración ardía en mi interior. Entonces me separé un poco mejor.

—¿Estás bien? —dijo Blaine.

—¿Por qué lo hiciste? —dije algo confundido.

Blaine pareció enfurecerse, pero encontró en mis ojos la calma, o al menos eso creí yo.

—Ven, te llevaré a casa —dijo en un tono que no logré descifrar que significaba.

Caminé junto a él hasta una moto, me prestó su casco, y él se subió. Me subí detrás de él, y me sujeté de su cintura. Arrancó y una brisa fresca y placentera cubrió mi rostro, no me quedó otra opción que cerrar mis ojos y hundir mi cara en la espalda de Blaine, o tal vez haya tomado esa decisión por mi mismo.

Estuvo genial, no tardes con más capítulos.

Me encanto mucho el capitulo estuvo genial esperare muyyy ansioso otro capitulo

Hola me gusto mucho el capitulo actualiza pronto.

Hola!
soy nueva lectora, y debo decir que me ha encantado la historia (¡Me encanta Blaine como badboy!)
¡espero el proximo, saludos!

Genial, actualiza pronto