|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
[Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
+12
Darrinia
gleeclast
Gabriela Cruz
DarrenChrisCrissColfer
victoriquegleeklover
Gaby Klainer
Marudjr
Abiss Pimen
Pashi Abrams
Emilie_CrissColfer_4-ever
valeriux12
★Alex Colfer★
16 participantes
Página 1 de 5.
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
[Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Uff! Cómo empiezo... Amm... Bien, diré que... hace muchísimo tiempo que quería subir un fanfiction a esta página, pero no estaba seguro de qué tan bien me iría. Bueno, luego de pensarlo mucho... me he decidido a probar suerte
Pueden llamarme JC (jayci) , y espero les guste esta historia que en parte es bastante personal, y de cierta forma basada en mi propia vivencia.
A continuación el Prólogo:
El hecho de conocer a Kurt, me hizo probar en muchas ocasiones mi paciencia. Es un hueso duro de roer, difícil de predecir e imposible de cambiar. Está atrapado tras un muro impenetrable de secretos y cosas que sólo guarda para él, lo que le ha ocasionado llegar al punto de auto lastimarse. ¡Eso es horrible! Y por más que haya hecho de todo para que deje de hacerlo, es peor… Yo simplemente no sé qué hacer. Llevo semanas recorriendo todo Lima en busca de algo que aclare el millar de dudas que cargo conmigo.
He logrado contactar con una persona que está dispuesta a contarme al menos lo que sabe de Kurt, de su pasado y su vida en el otro instituto. Estoy seguro que esto ayudará.
Luego de que él me contara todo, las piezas del puzle en mi cabeza, fueron calzando una por una, dando una visión más clara y terrorífica de aquel momento en la vida de Kurt. ¡Demonios! Este chico está fregado hasta los huesos. Tal vez ahora, de cierta manera, comprendo sus arrebatos y las cosas que suele decir con respecto al asco de vida que vive, aunque no lo justifico.
Quizá hasta sea imposible quitarle todo eso de su corazón.
Blaine Anderson, tienes una misión imposible entre manos.
PD: Comenten su parecer. Es muy importante para mi
Pueden llamarme JC (jayci) , y espero les guste esta historia que en parte es bastante personal, y de cierta forma basada en mi propia vivencia.
A continuación el Prólogo:
Prólogo.
El hecho de conocer a Kurt, me hizo probar en muchas ocasiones mi paciencia. Es un hueso duro de roer, difícil de predecir e imposible de cambiar. Está atrapado tras un muro impenetrable de secretos y cosas que sólo guarda para él, lo que le ha ocasionado llegar al punto de auto lastimarse. ¡Eso es horrible! Y por más que haya hecho de todo para que deje de hacerlo, es peor… Yo simplemente no sé qué hacer. Llevo semanas recorriendo todo Lima en busca de algo que aclare el millar de dudas que cargo conmigo.
He logrado contactar con una persona que está dispuesta a contarme al menos lo que sabe de Kurt, de su pasado y su vida en el otro instituto. Estoy seguro que esto ayudará.
………………………………………………………………………………..
Luego de que él me contara todo, las piezas del puzle en mi cabeza, fueron calzando una por una, dando una visión más clara y terrorífica de aquel momento en la vida de Kurt. ¡Demonios! Este chico está fregado hasta los huesos. Tal vez ahora, de cierta manera, comprendo sus arrebatos y las cosas que suele decir con respecto al asco de vida que vive, aunque no lo justifico.
Quizá hasta sea imposible quitarle todo eso de su corazón.
Blaine Anderson, tienes una misión imposible entre manos.
PD: Comenten su parecer. Es muy importante para mi
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!!
Se ve muy interesante. Ojalá Blaine consiga ayudar a Kurt. Espero pronto el primer capítulo...
Besos
PD: por cierto, yo soy Virginia pero puedes llamarme Virgi o Darri. Tú decides ;)
Se ve muy interesante. Ojalá Blaine consiga ayudar a Kurt. Espero pronto el primer capítulo...
Besos
PD: por cierto, yo soy Virginia pero puedes llamarme Virgi o Darri. Tú decides ;)
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!
Ame el prologo... se ve muy buena la historia... aww es tan lindo que Blaine quiera ayudar a Kurt... espero pronto el primer capitulo...
Saludos!!
Ame el prologo... se ve muy buena la historia... aww es tan lindo que Blaine quiera ayudar a Kurt... espero pronto el primer capitulo...
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola me gusto mucho se ve muy lindo el Fic, espero que actualizes pronto.
Invitado- Invitado
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Se ve interesante, espero pronto el primer capítulo.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
OH DIOS MIO!!!!! me encantó el prologo,esta historia pinta para estar bueno,con todo el gusto del mundo lo leería
Me muero por leer el primer capitulo
Bueno nos leemos al rato,besos.
Me muero por leer el primer capitulo
Bueno nos leemos al rato,besos.
valeriux12** - Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 26/06/2013
Edad : 24
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola JC !
El prologo se ve interesante. ¿ como ara Blaine para ayudar a Kurt? Jumm nose es muy complicado, jajaja. Espero el primer capitulo! Adios.
El prologo se ve interesante. ¿ como ara Blaine para ayudar a Kurt? Jumm nose es muy complicado, jajaja. Espero el primer capitulo! Adios.
Emilie_CrissColfer_4-ever* - Mensajes : 44
Fecha de inscripción : 20/01/2014
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Ola me llamo ulises el me gusto mucho el prologo la historia se ve genial ya quiero ver como se desarrolla la historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!
Me encanto el prologo, ya quiero ver que hara Blaine para ayudar a Kurt...
¡Espero el primer capitulo! :)
Me encanto el prologo, ya quiero ver que hara Blaine para ayudar a Kurt...
¡Espero el primer capitulo! :)
Pashi Abrams* - Mensajes : 48
Fecha de inscripción : 04/01/2014
Edad : 24
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Darrinia escribió:Hola!!!
Se ve muy interesante. Ojalá Blaine consiga ayudar a Kurt. Espero pronto el primer capítulo...
Besos
PD: por cierto, yo soy Virginia pero puedes llamarme Virgi o Darri. Tú decides ;)
Me alegro mucho de que te guste, de verdad, creí que no sería muy interesante. Gracias Darri... (ese me gusta más)
★Alex Colfer★ escribió:Hola!!
Ame el prologo... se ve muy buena la historia... aww es tan lindo que Blaine quiera ayudar a Kurt... espero pronto el primer capitulo...
Saludos!!
Un gusto Alex, y sí, Blaine siempre es lindo... al menos en mi historia :D
Marcee Colfer escribió:Hola me gusto mucho se ve muy lindo el Fic, espero que actualizes pronto.
En seguida actualizaré Marcee y gracias por tu comentario :)
Gabriela Cruz escribió:Se ve interesante, espero pronto el primer capítulo.
Y eso que sólo es el prólogo Gabriela hehehe... Ya pongo el primer capítulo.
valeriux12 escribió:OH DIOS MIO!!!!! me encantó el prologo,esta historia pinta para estar bueno,con todo el gusto del mundo lo leería
Me muero por leer el primer capitulo
Bueno nos leemos al rato,besos.
Wow... Adoro las caritas ejjejjee... y muchísimas gracias... tienen mi ego ya por las nubes
Emilie_CrissColfer_4-ever escribió:Hola JC !
El prologo se ve interesante. ¿ como ara Blaine para ayudar a Kurt? Jumm nose es muy complicado, jajaja. Espero el primer capitulo! Adios.
Muuuuy complicado yo diría, pero ya verás cómo le hace... Un gusto Emilie.
gleeclast escribió:Ola me llamo ulises el me gusto mucho el prologo la historia se ve genial ya quiero ver como se desarrolla la historia
Hola Ulises, me alegra mucho que te guste y tranquilo que ya actualizo... :D
Pashi Abrams escribió:Hola!!
Me encanto el prologo, ya quiero ver que hara Blaine para ayudar a Kurt...
¡Espero el primer capitulo! :)
Gracias por comentar... Y como ya dije, en seguida pondré el primer capítulo que está bien largo.
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Capítulo 1: "Just The Way You Are"
BLAINE.
Bajé las escaleras a toda carrera, puesto que mi despertador no había revivido luego del segundo golpe que le di contra la pared, y me dormí. Al final del último escalón me crucé con mi madre, quien estaba perfectamente arreglada como para una cena de gala, inundando todo a su paso con el dulce y floral olor de su perfume favorito, aquel que sólo usaba en ocasiones especiales.
- ¿Qué pasa Blainey? ¿Por qué aún estás en casa? – cuestionó mirando el reloj de la sala.
- El despertador se averió y no sonó esta mañana – me justifiqué. Y era cierto, aunque haya obviado la forma en cómo se averió.
- Oh, bueno, no alcanzas a desayunar, asique toma una barra de granola y una fruta – sugirió con ternura – No puedes irte con el estómago vacío.
- De acuerdo – asentí con una sonrisa, pero una duda me asaltó – Y ¿dónde vas así de linda? ¿Saldrás con papá?
- ¿Yo? ¿Linda? Ha, ha, ha… No, sólo voy a… ¡De compras! Me juntaré con unas amigas en el centro comercial – pude percibir que algo no andaba bien, ella estaba mintiendo. Siempre que esquivaba la mirada, lo hacía. – Bien, me voy, y tú vete también o llegarás más tarde de lo que ya vas. Te quiero – arrojó un beso al aire y desapareció tras la puerta.
Me quedé allí dándole vueltas al asunto, pero luego me di prisa en tomar algo de comer y correr al instituto. Estaba más que retrasado.
………………………………………………………………………………
Como lo pensé, no alcanzaría a tomar la primera clase. Para mi suerte me iba bien con las matemáticas, no como mi mejor amiga Santana, que sólo asistía a la clase para mirarle el trasero al profesor y cotillear acerca de lo mucho que le gustaría secuestrarlo y hacer abusos deshonestos con él.
Caminé por los pasillos desolados del McKinley en busca de algo que hacer, cuando pase frente al baño de chicos, decidí pasar a mirar mi reflejo para chequear que mi peinado no se había arruinado al correr.
No alcancé a emitir ningún sonido aún, cuando oí un sollozo, fuerte y claro. Alguien estaba llorando encerrado en uno de los cubículos. Le oí sorber su llanto y luego sollozar de nuevo. Avancé lo más silenciosamente posible, pisando con el talón primero y luego con la punta del pie. Quien me hubiera visto, se hubiera reído de mi intento por parecer un chico ninja. Logré llegar frente al primer cubículo, por lo que me puse de rodillas, para ver si es que estaba ocupado. Nada. El siguiente también estaba vacío, y el colindante a este. Quien lloraba estaba al final.
No sabía si tocar y preguntar “¿Hey, estás bien?”, porque era más que evidente que de felicidad no lloraba. Lo otro que me complicaba, es que no quería parecer un loco, golpeando cuando alguien está dentro de un cubículo… es como… invadir su privacidad. Pero, realmente me preocupaba que la persona en el interior en serio necesitara ayuda o al menos un hombro en el cual llorar.
Tal y como lo había hecho en los anteriores, me puse de rodillas e intenté observar en qué condiciones se encontraba el chico. Mis ojos saltaron de asombro al descubrir sangre en el piso, aunque no fuera una cantidad exagerada.
Definitivamente no podía dejarle sólo, él estaba herido o algo.
- ¿Hola? Am… - di dos suaves golpecitos a la puerta – Yo… este… ¿estás bien? - ¡Demonios! Precisamente la pregunta más estúpida que podía hacer, y yo voy y la hago.
- Y ¿A ti qué demonios te importa? – bufó desde el interior con la voz quebrada.
- Ash… ¡Claro que me importa! – respondí molesto. Que chico tan malagradecido – Si no me importara, no estaría aquí parado como idiota, ¿no crees? Déjame ayudarte, ¿quieres?
- ¡No! Nadie puede ayudarme… ¡Déjame solo! - ¡Dios! ¿Quién demonios se creía? ¿La reina del drama?
- No, no voy a dejarte solo… - dudé antes de hablar nuevamente, debido a su silencio – He visto que… estás sangrando, tú ¿estás herido?
- Aparte de entrometido, ¿eres voyerista? – Graznó, al parecer, indignado – No estoy herido, así que puedes largarte.
- ¡Diablos! ¿Cómo puedes ser tan arrogante? Estoy tratando de ayudarte, no comprendo tu agresión.
- ¡Vete! – esto último lo dijo en un hilo de voz, por lo que sentí un hueco en mi corazón. Por muy tirano que fuera su forma de hablarme, el muchacho estaba realmente mal.
- Me estás obligando a entrar por la fuerza – le amenacé con la intención de que abriera – Voy a tirar la puerta.
- Pues tírala, no me importa.
- ¡Ahg! – Me quejé en voz alta frustrado, pasando las manos por mi nuca – No me dejas opción.
Comencé a forzar la puerta, intentando que de a poco cediera o él la abriera. Cualquiera de las dos.
- ¿Qué haces? ¡Demente! – chilló, cuando al segundo tirón la puerta se abrió de golpe y el chico quedó expuesto.
Mis ojos fueron capturados por la escena frente a mí. Aquel muchacho delgado y bastante mal vestido, se encontraba sentado de forma india sobre el retrete con una mano cubriendo la muñeca del brazo contrario y el puño de la enorme sudadera gris que traía puesta, manchado de sangre. Sus enormes ojos estaban abiertos de par en par, tal vez incrédulos de que yo fuera realmente capaz de abrir la puerta. El azul celeste en ellos me pareció como un enorme océano o un extenso cielo despejado. Eran preciosos, a pesar de que estuvieran aterrados con mi conducta algo salvaje.
- ¿Por qué lo has hecho? ¿Cómo te atreves a hacer algo como eso…
- ¡¿Qué te ha pasado en la muñeca?! – exclamé al verla cubierta de sangre, junta con su ropa y otro poco en el piso – ¿Alguien te ha hecho esto? ¿Te has caído? ¿Qué… qué ha pasado? – interrumpí hablando atropelladamente.
- Nada que te importe – chilló, poniéndose en pie y apartándome con el hombro para salir del lugar – Ahora estarás contento – murmuró caminando hacia la salida.
- ¡Hey, hey, hey! ¡No tan rápido! – Lo detuve tomándolo del brazo y haciendo que se girara - ¿Cuál es tu problema con la gente que trata de ayudarte?
- ¡Ese es el problema! ¡Que esa gente no existe! – explotó tirando de su brazo para librarse, dejando expuestos los varios cortes que tenía en su brazo. Nadie lo había herido, ni tampoco se había accidentado, él había estado lastimándose - ¡Nadie quiere ayudar a nadie, porque todos están demasiado preocupados de sí mismos y de sus vidas perfectas como para notar el daño que le causan a las personas que, como yo, llevamos una vida que no es vida, es más bien un maldito infierno! ¿Feliz ahora? – gritó la última pregunta.
- ¿Cómo pretendes que esté feliz con verte sufrir? – Yo también alcé la voz, pero luego tomé una respiración y me tranquilicé – Mira, me creas o no, sólo me entrometí en tus asuntos, porque realmente deseaba ayudarte. Tal vez soy la primera persona que conoces que en serio ve más allá de sus propios problemas, y se interesa por los de los demás. No pretendo que me cuentes, ni me expliques el cómo llegaste a hacerte esto… – señalé los cortes en su muñeca, y el los ocultó bajo su chaqueta, avergonzado y molesto – Pero al menos déjame ayudarte a superarlo… eso… no está bien, no es… la mejor solución a los problemas…
- ¿Y qué sabes tú? – articuló con desprecio, entrecerrando sus ojos azules.
- Oye, no conoces mi vida, no sabes si lo sé o si no – puse una de mis manos en su hombro para intentar ablandarle.
- No pareces del tipo “sufrido”, precisamente – dijo con sarcasmo.
- No siempre lo que ves, es lo que es – repetí aquel cliché oído por años de los labios de Santana – Ven, déjame curarte al menos.
Le sonreí con la mayor sinceridad que me fue posible y al parecer eso le convenció, y aunque de mala gana, se acercó junto conmigo al lavamanos. Busqué en mi bolso y por suerte traía una toalla limpia y pequeña, que utilizaba cada vez que practicaba boxeo para desestresarme.
La humedecí con el agua fría que salía del grifo y, tomando con mi mano su brazo, levanté la tela para inspeccionar la herida. Tenía por lo menos ocho a diez cortadas profundas y realmente feas, cubriendo todo el ancho de su muñeca. Pasé la toalla por la superficie lastimada de su piel, pero me detuve ante la mueca de dolor que se formó en su pálido rostro.
- ¿Has comido bien estos días? – pregunté para entablar conversación y matar dos pájaros de un tiro, averiguando porqué estaba tan delgado y distrayéndolo del dolor de su muñeca.
- ¿Qué clase de pregunta es esa? – Se quejó - ¿Qué tiene que ver?
- Nada, pero por lo visto… estás demasiado bajo de peso – comenté mirándolo de pies a cabeza – Tienes el rostro como esas modelos de las pasarelas… y eso es sólo lo que es visible – examiné su cuerpo nuevamente.
- Y lo único que verás – se ruborizó un poco – Y además no estoy delgado, sólo es que no me da apetito. Eso no tiene nada de malo – se justificó.
- ¿Seguro que sólo es eso? – insistí preocupado.
- ¡Sí, demonios! – Bufó conteniendo una expresión de dolor puro - ¡Esto duele como el infierno! – chilló.
- Lo siento, pero no es mi culpa – mojé nuevamente la toalla que ya había cambiado de color blanco a carmín – Aunque estoy pensado en que sería mejor llevarte a la enfermería, allí podrían ponerte algo de alcohol y una venda…
- ¡No, ni hablar! – Sus ojos se abrieron alarmados - ¡Llamarán a mi padre y no quiero preocuparlo con estas cosas!
- Ah, claro… ¿Y acaso no pensaste en eso antes de lastimarte? – musité irónico.
- No te imaginas, ni si quiera una pincelada, de lo que es vivir mi vida – sus ojos estaban entrecerrados y había retirado su mano de la mía con brusquedad.
Se volteó, nuevamente con intenciones de marcharse, mientras tiraba de la sudadera hasta que esta le cubrió la mano por completo, luego introdujo ambas en el bolsillo canguro que tenía. Me interpuse entre la puerta y él, cerrándola y no dejándole salir.
- ¿Te irás así sin más? – Le reproché - ¿Te quejas de que no hay personas dispuestas a ayudar a otras, y cuando al fin hayas a una, te comportas como un cretino?
- Y ¿Qué esperabas? ¿Una paga? – se rió sin humor.
- Tu nombre y tu número de teléfono – dije a secas – Y te puedo asegurar que si no me lo dices, soy capaz de averiguarlo por mi cuenta.
- ¿Para qué quieres saber eso? – me increpó algo confundido.
- Para cuidar de ti. No podría dormir por las noches sabiendo que pude haber evitado otra situación como esta y no lo hice. Ahora, suéltalo – ordené.
- ¿Tienes buena memoria? Espero que sí – él sonrió de lado, con malicia y recitó como una metralleta – Me llamo Kurt Hummel y mi número es 553 98 35.
Rebusqué en los bolsillos de mi pantalón, palmeando por todos lados casi con violencia para encontrar mi móvil, mientras dejaba que el chico saliera.
- 5… 5... 3… - repetí para no olvidarlo, registrando mi bolso, puesto que no lo traía en mi pantalón – 9… 83… 5 ¡Maldición! ¡Jodido celular! ¿Dónde estás?
- ¿Con quién hablas? – me interrumpió una voz familiar.
- Ahora no Sam, necesito encontrar mi celular antes de que lo olvide – expliqué, repitiendo los números nuevamente – 553… 98… 35…
- ¿Sabías que el equipo de futbol americano del otro instituto nos dará la pelea en dos semanas más? Será asombroso – continuó hablando Sam, sin importarle lo que yo le había dicho.
- 553… - balbuceé, sintiendo mi móvil con la punta de mis dedos – 9835…
- Dicen que el chico con la camiseta 35 es una máquina, pero la temporada pasada no lograron superar su puntuación de 376 contra los 479 que hicimos nosotros…
- ¡Demonios, Sam! ¡¿Puedes callarte de una puta vez y dejar de decir números?! – exclamé cabreado, tomando mi celular entre mis manos y digitando los números – 553… 9835… Kurt… Hummel – hablé para mí mismo casi en susurros – Listo, con esto no te podrás deshacer de mí, pequeño gruñón.
- ¿Qué rayos te pasa Blaine? ¿Estás bien o has sido abducido por ovnis? Si ahora hasta le hablas a tu móvil – negó con la cabeza como si yo fuera una persona que hubiera perdido la razón.
- Nada, lo siento… yo… tuve un problema hace un rato y… nada, olvídalo – lo tomé por el hombro y lo guie hacia el pasillo, antes de que notara la puerta algo averiada o la sangre en el piso.
El corredor se encontraba repleto, pues el timbre había sonado hace unos minutos.
- ¿Has visto a Santana? – pregunté cuando paramos en la taquilla de Sam.
- Sí, como siempre, no despegó los ojos de la espalda del profesor – se rió con burla – Esa chica está completamente loca. Es la única chica que conozco que es popular, porrista, abiertamente lesbiana, con un novia preciosa y que a pesar de eso, no pierde oportunidad de pasear descaradamente la vista por todo lo que sea humano – volvió a reír.
- Es cuestión de actitud – comenté - ¿Has visto lo que hace cuando alguien la mira de mala forma por besar a Britt? Ella es capaz hasta de golpearlo, sea chico o chica – sonreí recordando las incontables veces que la había visto hacerlo – Santana se impone y no permite que nadie la mire en menos. Se hace valer y eso es genial – recordé inevitablemente al chico del baño, Kurt. Él necesitaba algo de la actitud de Santana, definitivamente.
- Tienes razón, pero por lo mismo se gana los comentarios que rondan de ella – frunció los labios.
- Hmm… Sí, todos creen que es una perra, y eso me duele, porque sabes que la adoro y somos súper amigos… Detesto oír a la gente hablar sin saber. Pero también admiro su valor. Mírame a mí, hace un año que salí del closet y aun no soy capaz de contárselo a mis padres, ni a nadie fuera de mi círculo de amigos. Soy un completo cobarde – reí sin ganas – Creo que tendré que pedirle un trasplante de coraje a Santana, a ver si me animo a decirlo abiertamente como ella.
- Hey, Blaine, no te pongas dramático. Nosotros somos tu familia y te aceptamos y apoyamos, pase lo que pase con tus padres… sabes que siempre estaremos ahí – me animó Sam. Lo envolví en un fraternal abrazo y luego de eso lo insté a que se apresurara, no deseaba quedarme fuera de otra clase más.
Tomé asiento en el lugar que acostumbraba y esperé a que Santana llegara. La vi aparecer en su traje de las animadoras, tomada de la mano con Britt. Al llegar a la puerta, ambas se despidieron con un dulce beso en los labios, siendo observadas por todos, quienes no tardaron en murmurar a sus espaldas.
Ella, percatándose de eso, ingresó al salón, mirándolos de forma desafiante. Los chicos la observaron asustados y cerraron la boca.
Me sentí algo apesadumbrado, realmente la envidiaba.
- Hola enano, ¿dónde te escondiste esta mañana? ¿O es que estuviste a mi lado todo el tiempo y no te vi por tu falta de estatura? – se burló como solía hacerlo.
- Ha, ha, ha – reí sarcásticamente – Hola, sí, también me da gusto verte.
Santana se acercó a mí, apretando mis mejillas como una abuela y saludándome con un beso en la comisura de la boca. Era nuestra costumbre a la hora de decir hola.
- Bien, ¿no me dirás que fue lo que te entretuvo y te hizo llegar tarde? – preguntó.
- Nada, mi despertador se averió…
- Ya te he dicho que no lo lances contra la pared cuando suene por las mañanas, aunque grazne como un gato atropellado por una locomotora, él sólo cumple su función – se encogió de hombros y puso su block de notas sobre el pupitre – Te has perdido lo mejor de la semana – comenzó a parlotear con emoción – Al maestro se le ha caído el borrador esta mañana y cuando lo recogió, saqué mi móvil y retraté su trasero. No logré contenerme ante tal escena – sacó su móvil y me lo enseñó.
Yo sólo reí y negué con la cabeza, entregándoselo.
- ¡Vamos! B, a veces no pareciera que fueras de mi equipo – se burló.
- ¡Cállate! – reí.
Entonces recordé al chico… pero dudé entre la posibilidad de pedirle consejo a Santana y que ella dijera algo como, “fóllatelo y sácale la depresión de una vez por todas”, o algo similar… respuestas a las cuales me había acostumbrado, pero no en este caso… sentía que era algo mucho más delicado de lo que parecía ser… Kurt estaba realmente mal y necesitaba ayuda de cualquier tipo, urgentemente.
Como la clase estaba realmente aburrida, tomé mi móvil y, luego de encontrar su número de contacto, escribí un mensaje para él.
“Aunque esperabas que no lo hiciera, he recordado tu número. Ahora no podrás deshacerte de mí Kurt Hummel. Atentamente; Blaine Anderson”
Presioné enviar y guardé el celular en mi pantalón, esperando una pronta respuesta con ansias. Pero nada pasó.
El día transcurrió bastante normal, no volví a ver a Kurt, por más que intenté buscarlo… No sé si el chico estuvo todo el día encerrado en alguna parte o algo, pero no logré dar con él, ni tampoco que contestara a mi mensaje.
Acabando las clases, junto a mi amiga, nos dirigimos al salón del coro, reuniéndonos con nuestros amigos. El señor Schue no tardó en llegar y darnos la tarea de la semana. Duetos.
- Hmm… Que fácil – susurró a mi oído mi amiga – Vamos a arrasar Britt y yo.
- Supongo que para ganarte tendré que cantar mi dueto con Rachel…
- ¡Ay! Por Dios, ¿crees que cantando con la abuela de Berry vas a tener alguna posibilidad de ganarme? Te equivocas mi amigo – exclamó elevando un poco la voz.
- ¿Abuela Berry? – repitió Mercedes conteniendo la risa.
- ¿Rachel? – miré a la aludida con cara de cachorrito y ella no dudó en aceptar cantar el dúo conmigo - ¡Sí! ¡Serás derrotada López! – gesticulé con las manos una mini celebración y luego choqué la mano con Rach.
- Pues eso está por verse – atacó Mercedes - ¿Acaso se olvidan que soy la combinación perfecta entre Beyoncé y Christina Aguilera?
- ¿Ah sí? ¿Y con quien harás pareja? – cuestionó Santana.
- Con… ¡Sam! – Le tomó del brazo susurrándole luego – Más te vale aceptar.
- Claro – respondió este de inmediato.
Lo cierto era que Sam desde hacía mucho que estaba enganchado de Mercedes y ella no lo había notado aún.
- Entonces no eres competencia – declaró la latina chasqueando los dedos, como si fuera a iniciar una pelea callejera – Lo siento boca trucha, pero tu voz de Justin Bieber no es capaz de llegar más allá del vibrato inquebrantable de Santana López.
- Eres tan genial – la apoyó Britt a su espalda.
- Lo sé, lo sé.
Yo sonreí entretenido con la discusión producida, entonces el vibrar de mi celular me sacó de inmediato de mis pensamientos. Busqué precipitadamente mi móvil y al ver mi pantalla, la desilusión llegó a mí como una bofetada. Era de Puck.
“Blaine, ¿puedes decirme si Quinn ya está en el salón? Es que olvidé su cumpleaños y me ha buscado todo el día para golpearme. Estoy escondido dentro de un basurero. ¿Puedes ayudarme? Tengo hambre y eres el único que sabe guardar secretos. Puck”
- ¡Idiota! – Murmuré riendo – Señor Schue, ¿puedo salir un momento?
- Claro, no tienes que pedir permiso para ir al baño – fruncí el ceño por su suposición, pero no valía la pena decir a dónde realmente iría, ya que Quinn no dudaría en salir tras de mí.
- Gracias – dije entre dientes y salí.
Llamé a Puck y esperé a que contestara.
- ¿Blaine? – dudó.
- Claro que soy yo, ¿Qué acaso no ves el identificador de llamadas? – Bufé – Dime dónde estás.
- A fuera de la cafetería, en el basurero que está al lado de la puerta trasera.
- De acuerdo, voy para allá – colgué.
Llegué en menos de un minuto, golpeando el metal del contenedor como si fuera una puerta.
- ¡Por fin! – exclamó lleno de felicidad, saliendo del basurero cubierto de deshechos y mal oliente.
- ¡Dios! – Dije, cubriendo mi nariz y abanicando con mi otra mano - ¿No pudiste escoger otro escondite más… higiénico?
- Era el único lugar en donde Quinn jamás me buscaría – se sacudió sobre los hombros para quitar los restos de basura en ellos.
- Bien, puedes solucionar lo del hambre en la cafetería, y prometo entretener a Quinn por lo menos hasta que acabe el glee club – me despedí.
- Hey, ¿por qué te vas tan rápido? – cuestionó poniendo una sucia mano sobre mi brazo, la cual miré con recelo, pero a él no le importó.
- Porque todos creen que fui al baño, y si demoro más de lo debido… comenzarán las burlas ¿ok? Adiós.
- Gracias – dijo Puck a la distancia, ya que lo dejé atrás rápidamente.
Prácticamente corrí, para llegar pronto al salón, pero choqué contra alguien, cayéndome al suelo, sobre este.
- ¡Oh, Dios! ¡Pesas mucho! – se quejó. Al oír su voz le miré inmediatamente.
- ¡Kurt! Cuanto lo siento – me disculpé, levantándome y tendiéndole una mano al ojiazul.
- No te preocupes, estoy acostumbrado a esto – su respuesta me dejó helado. Me preocupaba en serio las cosas que decía con respecto a cómo vivía.
- Que… que bueno encontrarte de nuevo porque… am, pues… - me rasqué la cabeza – Te envié un mensaje para decirte que tenía ya anotado tu número, pero… no respondiste nada.
Entonces vi los ojos del chico ensancharse en sorpresa, luego en pánico. Comenzó a rebuscar en sus bolsillos y luego en el interior de la sudadera.
- ¡Maldición! ¡Lo he perdido! – sin detenerse a decir nada más, caminó a toda prisa hacia una dirección que yo desconocía.
No dudé en seguirlo, notando que aquella prenda que traía puesta era horriblemente grande para él y lo hacía lucir aún más delgado de lo que era. No entendía por qué vestía así, si nadie en el instituto lo hacía.
Kurt dobló al final del pasillo, lo que me hizo apurarme para no perderlo de vista.
Sus pasos fueron directo a la puerta que daba al patio. La abrió y salió a toda carrera. Nuevamente tuve que apresurarme, no pretendía dejarlo solo.
Cuando salí a la luz del día, mis ojos se redujeron hasta convertirse sólo en una línea. Tapé la brillante luz del sol con mi mano y divisé a Kurt hurgando en un basurero.
Mi expresión pasó del asombro al enfado en cuestión de segundos. ¿Acaso también se ocultaba en el basurero? ¿Qué va mal con todos?
- ¿Por qué se supone que tendría que estar aquí? – consulté algo molesto.
- Porque me pasé el receso metido aquí en contra de mi voluntad – explicó colérico – De seguro lo perdí por aquí.
Comprendiendo la situación, una excelente idea cruzó mi mente. Tomé mi móvil y marqué a su celular.
- ¡Buena idea! – Me felicitó, metiendo la mitad de su cuerpo en el contenedor – Lo escucho por aquí.
En cuestión de segundos, Kurt reapareció con su pequeño aparato en las manos.
- Muchas gracias – murmuró de pronto, sentándose en una de las tantas bancas cercanas. Yo me senté junto a él, sonriendo.
- No hay de qué – le resté importancia con una mano – Blaine Anderson – dije tendiéndole mi mano.
- Ya sabes mi nombre – le dio un apretón.
- Kurt… ¿por qué vas vestido así? – quise saber – Y, disculpa si mi pregunta te ofende, pero me causa muchísima curiosidad.
- No me ofende, no te preocupes – bajó la vista hacia su atuendo – Am… pues, supongo que a los chicos aquí les incomoda un poco la forma en que vestía habitualmente… No… no la toleraban y… se encargaron de arruinar cada una de ellas… y fueron muchas.
- No entiendo… ¿Cómo la forma en que vestías? ¿Por qué hablas en pasado? – quise saber.
Entonces él introdujo su mano dentro de su enorme sudadera con bolsillo de canguro y sacó su móvil, buscando algo en él. Le vi teclear, hasta que me enseñó lo que había en él.
- Solía vestir así en mi otro instituto, pero sólo me trajo problemas… igual que ahora – murmuró con la mirada perdida.
Tomé su móvil y lo observé con detenimiento. Era una fotografía de él, luciendo realmente increíble. Traía puestos unos jeans de color azul príncipe, junto con una camisa celeste, con las mangas dobladas a la mitad de sus brazos, una pequeña chaqueta sin mangas negra ajustada a su fina figura y un corbatín brillante de color dorado. Parecía un modelo, vestido así, se podría decir que tiene un gusto exquisito por la moda. Pasé a la siguiente foto, sin que él me lo dijera, pero yo deseaba ver más. En esta, él se encontraba frente a un espejo, con un suéter de color amarillo pato pegado a su torso, unos jeans negros que seguramente serían ilegales a la hora de pasearse en público, ya que eran indecentemente apretados, lo que me hizo sentir un hormigueo en todo el cuerpo, y un leve calor subir a mis mejillas. El conjunto era coronado con una boina negra que le daba un toque encantador y provocativo a la vez.
Le miré de reojo, viendo como jugaba con sus manos de forma distraída, como a la espera de que dijera algo, pero yo estaba tan absorto admirando al Kurt de las fotografías que algo me impulsó a cambiar a la siguiente foto. Mis ojos se abrieron como platos al ver la siguiente imagen en la cual él sólo portaba un par de bóxers y una corbata gris que con suerte le cubría hasta el ombligo. Su cuerpo, aunque delgado, era perfectamente bien proporcionado.
- ¡Santo cielo! – exclamé, sin ser capaz de contener mi asombro ante tal demostración de… sensualidad. ¡Dios! Necesitaría una ducha fría luego.
- ¡Hey! ¡No tenías porqué husmear todas mis fotografías! ¡Eso es personal! – Chilló molesto, arrebatándome el móvil de las manos – Eres un fisgón ¡Pervertido! ¿Por qué te sonrojas?
- Yo… - volteé a mirar a otro lado, furioso conmigo mismo por reaccionar así. ¿Qué acaso no era capaz de disimular? ¡Ash! – Am… - aclaré mi garganta y regresé mi vista a él – Realmente no entiendo por qué no les gustas… digo, por qué no les gusta… es… hermoso – hablé embobado y él sólo frunció el ceño.
- ¡Deja de verme así, Anderson! – Bufó – No te he dado la confianza.
- Lo… lo siento, pero… Es que eres hermoso… y, lo digo en el buen sentido – me expliqué lo mejor que pude – Y no consigo comprender qué fue lo que pasó.
- No es algo de lo que disfrute hablando, Blaine – él regresó la vista al suelo y exhaló.
- Puedes confiar en mí – intenté inspirarle confianza - ¿Lo sabes?
- No, Blaine… No he podido confiar en nadie desde hace mucho, y sinceramente se me hace muy difícil llegar y confiar en alguien que acabo de conocer hoy – sentenció con expresión dura.
- De acuerdo, tu no confías porque no me conoces… - medité unos segundos respecto a lo que haría a continuación – Pues yo sí siento que puedo contarte cualquier cosa y tu guardaras el secreto.
- Hmm – torció el gesto y me miró a la espera de que hablara.
- Bien, llevo ocultándole algo muy importante a mis padres desde hace dos años. Y reconozco que soy un cobarde por no tener el valor para decírselos, como lo hizo mi amiga. El año pasado le conté “eso” – enfaticé la palabra – a mis amigos más cercanos, que asisten conmigo al club glee – Kurt emitió un ruido extraño, como en forma de burla. Aunque no lo culpaba, ya que todos nos decían que el coro apestaba al igual que nosotros – Ellos me entendieron y lo aceptaron sin más, pero cada día me lastima el hecho de que siento que jamás seré completamente libre si no lo digo, si mis padres no lo saben, si no lo grito a los cuatro vientos… Y creo que algún día terminará por ahogarme.
- ¿Y qué es eso tan importante que ocultas? – consultó, mirándome de lado en un gesto muy tierno. Yo sólo sonreí, poniendo mi mano en su rodilla.
- Pues… descubrí de una forma muy triste que… - tomé un poco de aire – Soy gay – confesé finalmente.
Temí alzar la vista y encontrarme con sus ojos llenos de desprecio por mi condición. Entonces vi que una lágrima cayó sobre la mano que aún tenía sobre su pierna. Levanté mi rostro al instante, para verle con la mirada cristalizada, mirando hacia la nada. Sus ojos estaban enrojecidos, liberando lágrimas sin cesar.
- ¿Kurt? – pasé mi mano por su hombro, dudando un poco - ¿Qué pasa?
- Nada… es sólo que… No te imaginas cómo te entiendo… - me miró aun llorando, pero con una pequeña sonrisa en sus labios.
- Creí que te apartarías de mí al segundo siguiente que te lo dijera – reí sin muchas ganas.
- Tranquilo… No soy homofóbico – sonrió más ampliamente.
- Pero ¿por qué…
- ¿A qué te referías con lo que dijiste? – Me interrumpió enjugando sus lágrimas con el antebrazo - ¿Cómo de una forma muy triste?
- Ah, eso… - me rasqué la nuca algo avergonzado – Mis… mis padres me contrataron un niñero hace dos años, cuando ellos decidieron salir en una segunda luna de miel o algo así, y no porque yo necesitara mucha supervisión, siempre he sido muy tranquilo, pero ellos son algo sobreprotectores, además a los 15 sueles alocarte un poco – reí – Bien, lo que ocurrió cuando él llegó fue lo que me descolocó. Se llamaba Adam y era realmente un chico encantador, muy parecido a un príncipe de Disney. Tenía 20 años y un hermoso cabello rubio. No pude evitar sentir un flechazo con él y rogar porque mis padres jamás volvieran a casa. Él fue siempre muy amable conmigo y yo lo malinterpreté como un colegial enamorado – gesticulé ante lo dicho y Kurt sólo rió divertido – Cuando a mis padres sólo les quedaba una semana para regresar, decidí arriesgarme y le confesé que lo amaba y todo eso. Adam lógicamente se aterró ante mi confesión y optó por llamar a mis padres diciendo que ya no podría cuidarme más debido que algo había surgido. Pasé aquel día rogándole porque no les dijera nada a mis padres, ellos no merecían tal decepción. Finalmente él sólo mintió, diciendo que su madre había enfermado y mis padres se lo creyeron. Desde entonces decidí guardarme este secreto para evitar que las personas a mí alrededor se alejaran de mí. Pero no pasó mucho, antes de que mi amiga Santana lo descubriera, cuando en una fiesta intentó liarse conmigo para sacarle celos a la chica que le gustaba y yo me espanté a la hora de besarme. Poco me faltó para correr al baño a ponerme desinfectante en la boca. Mi amiga es lesbiana y tiene un radar infalible, por lo que tuve que contárselo todo – me encogí de hombros acabando con mi relato.
- Eso es… raro – comentó riendo – Tienes una amiga lesbiana… interesante.
- Sí, Santana es como una hermana, y sinceramente la envidio, ella se ve tan segura de sí misma y no le importa la opinión de nadie cuando va de la mano con su novia o se besan. Me encantaría tener un novio y ser como ella cuando me miraran de mala forma. Pero soy cobarde
- No, no lo eres – me detuvo, mirándome con profundidad – Simplemente estás asustado, y eso no es ser cobarde. Créeme, conozco personas que prefieren ocultar las cosas incluso de ellos mismos y fingir que no existen.
- Bueno, a mí no me importa mucho lo que la gente piense… por algo estoy en el glee – reí – Pero lo que si me importa y sería una imagen difícil de borrar, es los rostros decepcionados de mis padres… eso…. Simplemente me rompería y no sería capaz de soportarlo.
- ¿Y has hablado del tema con ellos alguna vez? – consultó.
- No, jamás – negué con la cabeza – Y cuando en la televisión se menciona el tema, aflora la homofobia en ambos, comentando que cómo es posible que dos personas del mismo sexo puedan amarse y llevar a cabo una relación, que eso es algo horrible e inaceptable. Incluso meten a Dios en todo el asunto, y eso me pone realmente mal. Por lo que cada vez que los oigo hablar así me cuestiono si tal vez sólo estaré confundido y he pretendido definir toda mi vida a raíz de un pequeño enamoramiento pasajero.
- Pero ves a tu amiga y entonces eso cambia – fue más una afirmación que una pregunta.
- Sí. La veo tan feliz y enamorada que… Finalmente termino sin saber qué pensar.
- Hmm… yo creo que el amor, es amor… Y que tú no te enamoras de un género, sino de una persona, la cual se complementa contigo y te entrega todo aquello que necesitas, con la que puedes ser tú mismo sin importar nada más, y por la que arriesgarías todo sin detenerte a pensarlo ni un segundo – murmuró con tanta firmeza que no pude evitar quedarme mirándolo absorto en sus profundos ojos azules – Si tus padres o las personas no entienden eso, es porque no conocen el amor, y que éste no tiene ni límites ni imposibles.
- ¿Te has enamorado alguna vez? – consulté, mirándolo fijamente, analizando cada una de las expresiones en su rostro.
KURT.
Su pregunta me hizo cuestionarme muchas cosas. ¿Alguna vez me había enamorado en realidad? Lo cierto era que no, jamás había aparecido para mí aquel chico en plan de príncipe azul que me deslumbrara por completo. Ni siquiera uno con aspecto de sapo ¿Entonces cómo es que podía dar ese tipo de consejos con respecto al amor si ni siquiera lo he experimentado? Soy un verdadero fracaso, aconsejando cuando mi vida es un completo desastre.
- No – respondí a secas.
- ¿No? – Se sorprendió, haciendo que sus ojos color avellana se realzaran más - ¿Me tomas el pelo? ¡Dios! Kurt, pero si eres increíble, hermoso… Deberías tener un montón de chicas a tu alrededor. Incluso deberían envidiarte por tener un rostro más lindo que el de ellas.
- Am… ¿debo tomar eso como un halago o como una ofensa? – pregunté divertido.
- Oh, no… Yo sólo digo que… Me hubiera encantado ser una chica… justo ahora sería tu mayor admiradora – sonrió ampliamente, dejando ver la perfecta hilera de dientes blancos que formaban su sonrisa.
- No te imagino de chica, Anderson – reí junto con él – Ciertamente serías una muy fea como para mirarte.
- Oye, no exageres – el sonido del timbre nos hizo voltear a ver hacia el edificio del cual habíamos salido.
- Creo que es hora de irnos – declaré poniéndome en pie – No vemos mañana.
- ¿No quieres que te acompañe a tu casa? – sugirió. Yo alcé una ceja – Es que… me ha gustado conversar contigo y… quería continuar la plática.
- Lo siento, pero suelo irme en el auto de mi hermanastro – me disculpé caminando hacia la puerta de cristal.
- Oh, claro… Entonces hasta mañana – dijo en medio de un suspiro.
- Adiós, Blaine – me despedí con la mano y caminé hasta mi taquilla para sacar algunos de mis cuadernos en donde tenía deberes que hacer en casa.
Finn siempre aparecía de la nada, para decirme que nos fuéramos, así que lo esperé.
- ¡Hey, homo! – oí tras de mí, y aún sin voltearme, sabía que se trataba de Azimio y Karofsky - ¿Cómo llevas lo de vestirte como hombre?
- ¡No, amigo! Él no parece un hombre, sino un vagabundo – rió tan alto que yo creo que todo el instituto lo escuchó – Demonios, si pareciera que fue a asaltar los donativos para caridad.
- Se ha puesto esta sudadera enorme para ocultar los senos que seguramente ya le están creciendo a la señorita – los oí chocar sus manos, celebrando el ingenio de sus insultos.
- Adiós, cara de niña – se despidieron en medio de crueles carcajadas y se retiraron por donde vinieron.
Me sentí tan miserable como lo hacía a cada segundo del día. Aunque el momento que compartí con Blaine, fue memorable. Mi miseria se disipó al menos el tiempo que pasé junto a él.
- ¿Estás bien? – oí a mi lado.
- Lo estoy, ¿nos vamos? – respondí con algo de frialdad a Finn.
- Pero vi cómo te molestaban – insistió, dejando con un nudo en la garganta.
- ¿Qué? – Bufé furioso – ¿Me estás diciendo que viste como me estaban tratando tus compañeros del equipo de futbol y no hiciste nada para ayudarme?
- Yo… - dudó apartando la vista de mi rostro – Sabes que si me voy en contra de ellos, mi puesto quarterback será reemplazado por otro, y no puedo permitir eso – se defendió vacíamente.
- ¡Ha! Se me olvidaba que eso era más importante – caminé sin mirar atrás.
Al llegar al estacionamiento, me monté en el coche, ocupando el asiento de la parte trasera, debido a que no soportaría tener a Finn a mi lado durando un cuarto de hora.
- No puedes enojarte conmigo eternamente – murmuró, observándome por el espejo retrovisor.
- ¿Quieres verme hacerlo? – farfullé, cruzando los brazos sobre mi pecho.
- ¿Qué tienes en la muñeca? - ¡Maldita sea! Había olvidado que llevaba el puño de la sudadera manchado con sangre.
- Sangrado de narices – mentí – Pero eso a ti no te importa.
- Será mejor que hablemos en casa cuando estés más calmado – sugirió, continuando el camino en silencio.
¡Al Diablo la calma! Yo estaba más que furioso con su actitud mojigata.
Al llegar a casa sólo pude correr a mi cuarto y encerrarme en el baño al interior de éste. Me odiaba a mí y odiaba la cobardía de Finn. Él sabía perfectamente por todo lo que había pasado en mi otro instituto, y aun así, no era capaz de ayudarme un poco, o de hacer mi vida un poco menos miserable. Arrojé al suelo todos los productos para la piel que solía usar y que ahora ya ni siquiera miraba, lanzándolos contra la pared de azulejos. Me miré al espejo y me desconocí, este no era el Kurt de hace unos años, pero ya nada importaba.
Del bolsillo de mi pantalón saqué una pequeña navaja, con la cual ya me había dañado ese día, pero sentía que no era suficiente. De alguna manera seguía sintiendo que el dolor en mi interior era mucho más grande que el físico, adormeciéndolo y haciéndolo casi imperceptible. Yo necesitaba cualquier cosa que desviara mis pensamientos acerca de lo ocurrido. Lo único que siempre lo lograba era cortarme. Sabía que era algo estúpido y que no solucionaba nada con hacerlo, pero era para mí lo más efectivo. Jamás llegaría a suicidarme, eso estaba claro en mi cabeza, sólo me dañaba superficialmente para sentir el dolor fuera de mí y no dentro.
Mi corazón ya estaba muy lastimado, ahora era el turno de mi cuerpo.
Como ya me había herido la muñeca esta mañana, de seguro estaría resentida, por lo que el dolor sería instantáneo si lo repetía ahora. Justo lo que necesitaba.
Sentado en el frío suelo de cerámicas blancas, dejé que el metal se introdujera en mi piel sin cicatrizar aún, mordiendo mi labio inferior para reprimir el grito de dolor. Deje que tanto mis lágrimas como la sangre brotaran tranquilamente de mí. Estaba tan deprimido que ni siquiera era capaz de alzarme del piso para buscar algo con lo que cubrir mi muñeca, como lo hacía siempre para detener el sangrado. Sólo me quedé ahí, permitiendo que el dolor que acribillaba mi corazón, se trasladara a mi brazo.
Lloré tanto como me fue posible, desahogándome de todos mis problemas y quedando ligeramente más descansado. Y, aunque sonara demente, me sentía mucho mejor luego de cortarme. Tomé una ducha rápida, para borrar todo rastro de la cortadura, y aprovechar de quitarme la peste que traía por haber sido arrojado al contenedor de basura.
Rebusqué en mi mesita de noche un pequeña venda que guardaba para estas circunstancias y la envolví con cuidado alrededor de mi muñeca. Sólo entonces me percaté de que me había excedido con mi brazo, puesto que apenas podía moverlo del dolor. Debí haberlo hecho en el otro, pero ya era tarde. Luego de vendarla, me puse una muñequera de color negro que la cubría a la perfección, incluso nadie imaginaría jamás lo que hay debajo.
Mi celular resonó y en la pantalla pude ver el nombre de Blaine, lo cual hizo que algo se removiera en mi interior. Lo tomé y lo leí de inmediato.
“Espero no estés ocupado, tengo ganas de verte o al menos hablar contigo, ¿es posible? B.-”
Tecleé una respuesta lo más rápido que me permitió mi muñeca.
“Por ahora no estoy haciendo nada, pero lo de vernos, no creo que se pueda. Ni siquiera sé que tan lejos de mí vives. K.-“
Me tendí en mi cama a la espera de una respuesta, pero alguien llamó a mi puerta.
- Pase – dije sin muchos ánimos.
- Kurt – comenzó mi padre – Sólo quería avisarte que saldré con Carole y creo que no volveremos hasta mañana al medio día. Sean responsables y no olviden cerrar bien puertas y ventanas.
- Claro, no te preocupes – respondí, torciendo el gesto.
- De acuerdo – se acercó a mí y besó mi frente – Te quiero.
- Yo a ti, papá.
Él se marchó y mi móvil vibró en mis manos.
“Creo que hay algo llamado Skype, en donde puedes ver a una persona sin la necesidad de ir hasta su casa. ¿Qué te parece? Bueno, digas lo que digas, te dejaré el mío de todos modos. Agrega: blaine.devon.monster5”
Contuve una risita.
“Enserio ese es tu Skype? De qué va lo de ‘monster’? Y claro que voy a agregarte, así podré reírme y tú podrás verlo”
Encendí mi ordenador, escribiendo mi usuario y contraseña. Una vez que anoté en el buscador el usuario de Blaine, me apareció su perfil al instante. Tenía una foto muy divertida de él junto a una chica con traje de animadora, haciendo caras raras, mientras ella besa su mejilla. Cliqueé en agregar y esperé su confirmación, que no tardó más de un minuto en aparecer.
Llamando a Blaine Devon Anderson…
- Hola Devon – me reí al decir su nombre. Él se encontraba, al igual que yo, recostado, supuse, en su cuarto - ¿Cómo estás?
- Aburrido, y Santana, mi amiga, no paraba de molestarme, asique me he disgustado con ella. La quiero, ¿sabes?, pero a veces sinceramente, logra que me den ganas de ahorcarla – simuló con sus manos que tomaba su cuello y lo apretaba.
- Supongo que así son lo amigos, ¿no? – me reí al verlo pasar las manos por su cabello, ahora sin gomina se veía algo rizado.
- ¿Supones? ¿Qué nunca has tenido amigos? – otra de sus preguntas que me dejaba completamente absorto pensando. Y nuevamente la respuesta era no, por lo que negué apesadumbradamente con la cabeza. Sentí que mis ojos comenzaban a aguarse, pero no les permitiría soltar ni una sola lágrima frente a Blaine.
Su expresión me dijo mucho más de lo que salió por su boca.
- Pero no te preocupes, nunca los he necesitado realmente – añadí, tragándome el nudo en mi garganta.
- ¿De qué hablas? ¡Claro que tienes un amigo! ¿O es que yo estoy pintado en la pared? – fingió estar indignado, lo que me sacó una sonrisa.
- De acuerdo, entonces sí, tengo un amigo – afirmé.
- Así está mejor – me enseñó su pulgar hacia arriba – Oye, ¿estás en tu cuarto? – cambió de tema.
- Sí, ¿tú? – Asintió - ¿Quieres ver el mío? – sugerí y nuevamente recibí un asentimiento de su parte.
Tomé el ordenador y lo giré en 360°, dándole una visión panorámica de mi cuarto en medio minuto.
- Es bastante lindo, pero lo que más me gusta es la decoración ¿Dónde conseguiste cortinas como esas? – preguntó, mirándome atentamente.
- Pues, por lo general se encuentran buenas cosas en las tiendas de segunda mano, y soy muy bueno mejorándolas – sonreí satisfecho de que alguien notara mi talento oculto.
- Creo que debo contratarte para decora la mía. Cada vez que entro aquí, como que me deprimo, es demasiado sombría.
Él hizo exactamente lo que yo y me enseñó su lóbrego cuarto.
- Síp, necesitas ayuda con eso.
Ambos reímos.
- Promete que no volverás a hacerlo – susurró, cambiando su expresión a una muy nostálgica – Hoy me has asustado mucho y yo… no quiero que te pase nada malo…
- Blaine, eso no es tu asunto – musité con algo de molestia. No podía prometerle algo que sabía que no iba a cumplir – No te metas.
- Por Dios, Kurt… sólo te conocí hoy, pero me bastó eso para darme cuenta de que eres una persona increíble.
- Cállate… - murmuré sintiendo que mis mejillas ardían de un momento a otro.
- Claro que no, no dejaré de decirte lo asombroso que eres, hasta que te lo creas y dejes de despreciarte.
- Yo no lo hago, es sólo que… - suspiré, conteniendo mi pena – No lo entenderías.
- Entonces explícame, para que pueda entenderte y… de alguna forma ayudarte, pero no evadas la realidad.
- Lo siento, Blaine – lo miré severo – Me agradas, pero detesto a las persona entrometidas.
Tomé la pantalla de mi laptop y comencé a cerrarla.
- Kurt, no puedes… - la voz de Blaine quedó en el aire, cuando hubo cerrado por completo mi ordenador.
Ahora me odiaba más por hacer sentir mal a Blaine, y me sentía patético. De seguro que él me ve como típico adolescente deprimido y melodramático que se hace daño sólo para llamar la atención… Pero no es así, ni por asomo.
**********************************************************
Quisiera agradecerles a todos ustedes por los muchos comentarios positivos que dejaron luego de que publiqué el prólogo. No creí que ha tantos les gustara el inicio de mi historia. Y también decirles que... sigan comentando porque para mí es muy importante saber sus opiniones, este chico se los agradecerá.
Atte.
JC
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Ojalá y pronto Blaine logre ayudar a Kurt.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola me gusto mucho, espero que Blaine ayude pronto a Kurt, actualiza pronto.
Invitado- Invitado
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!!!!
Me encantó!!!!! Espero que Kurt pronto se abra a Blaine y que él lo pueda ayudar... Por cierto, amo a Blam, espero que me des muchos momentos de esos dos loquitos juntos... Por cierto, me gusta Samcedes... Apoyo que los juntes...
Espero que actualices pronto...
Besos
Me encantó!!!!! Espero que Kurt pronto se abra a Blaine y que él lo pueda ayudar... Por cierto, amo a Blam, espero que me des muchos momentos de esos dos loquitos juntos... Por cierto, me gusta Samcedes... Apoyo que los juntes...
Espero que actualices pronto...
Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Me encanto mucho este grandioso capitulo ojala kurt pueda volver a ser el de antes y deje que blaine lo ayude odio un poco a finn por no defender a kurt espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare muyyy ansioso me encanta la historia se ve muyy genial
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Tengo una pequeña mala noticia... la cual es temporal, pero refiero decircelos de todos modos... am... el sábado viajé a ver a mi madre y como llevo la mente en las nubes... olvidé mi bolso en el portamaletas! Lo sé! Soy un tonto... pero yo tenía el ticket para retirar el bolso y tuve que hacer mil cosas, ir hasta la central de la línea de buses y hablar, pero mi bolso no apareció y lo que mas lamentaba era que dentro de él estaba el cargador de mi Netbook, sólo el cargador, porque el Nebook lo tenía yo en mi bolso de mano. Bueno, el bolso no apareció, por lo que me dijeron que dentro de 10 días se pondrían en contacto conmigo para reembolsarme lo perdido en dinero. Es lo más tedioso que me ha tocado vivir... Pero, lo que quería decirles era que como estoy sin cargador, tendré qe usar el computador de mi casa, y me tardaré un poco en actualizar. Por suerte guardé la novela en un pendrive, pero ahora tendré que esperar a que se desocupe el computador para ocuparlo.
Por favor, no me odien, ni me hagan bulling porque suelo ser olvidadizo y muy sencible... Gracias por comprender
Trataré de actualizar lo más pronto posible y les agradezco sus comentarios
Por favor, no me odien, ni me hagan bulling porque suelo ser olvidadizo y muy sencible... Gracias por comprender
Trataré de actualizar lo más pronto posible y les agradezco sus comentarios
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!!
Gracias por avisar... No te preocupes, entiendo la situación... Mientras no abandones el fic me tendrás por aquí (y te garantizo que puedo llegar a ser muy pesada*).
Nos vemos cuando actualices.
Besos
* En España una persona pesada es alguien que está siempre molestando.
Gracias por avisar... No te preocupes, entiendo la situación... Mientras no abandones el fic me tendrás por aquí (y te garantizo que puedo llegar a ser muy pesada*).
Nos vemos cuando actualices.
Besos
* En España una persona pesada es alguien que está siempre molestando.
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Ola como dice mi amiga virgi mientras no dejes la historia esta todo bien esperare muyyyy ansioso la actualizacion de esta historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
No te preocupes, con que no abandones el fic, te esperamos el tiempo que quieras.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola espero que pronto resuelvas tus problemas y pronto puedas volver a actualizar, esperare pacientemente cuando eso pase.
Invitado- Invitado
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Darrinia escribió:Hola!!!
Gracias por avisar... No te preocupes, entiendo la situación... Mientras no abandones el fic me tendrás por aquí (y te garantizo que puedo llegar a ser muy pesada*).
Nos vemos cuando actualices.
Besos
* En España una persona pesada es alguien que está siempre molestando.
Gracias por comprenderme Darri... Y no te preocupes, puedes ser todo lo pesada que quieras... Yo soy más
gleeclast escribió:Ola como dice mi amiga virgi mientras no dejes la historia esta todo bien esperare muyyyy ansioso la actualizacion de esta historia
Tranquilo Ulises... Ni de broma abandono el fic que acabo de comenzar... Además uds me hacen muy feliz con sus comentarios.
Gabriela Cruz escribió:No te preocupes, con que no abandones el fic, te esperamos el tiempo que quieras.
¿Aunque demore 80 años?
Marcee Colfer escribió:Hola espero que pronto resuelvas tus problemas y pronto puedas volver a actualizar, esperare pacientemente cuando eso pase.
Agradezco tu paciencia y sí, mis problemas de a poco se van solucionando (o eso espero)
Bien chicos y chicas; como tengo la casa para mi solito.... Subiré el 2° Capítulo eaeaeaeaeaea
Atte.
JC
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Capítulo 2: “Believe In Me”.
BLAINE.
Mi celular sonó con la melodía de “Roar”, de mi cantante favorita Katy Perry, sobre el asiento del copiloto. Lo tomé al ver que se trataba de mi amiga.
- Hola niñita llorona – habló con burla desde el otro lado de la línea.
- ¿Qué quieres? – bufé molesto.
- ¿No me digas que aun te duele el estómago y estás irritado luego de pasar con el trasero pegado al retrete?
- ¡Ash! – me quejé, girando en una curva.
- ¡Vamos, Blaine! Nadie se ha muerto por pasar una hora encerrado en el baño, te entiendo, de seguro te miraste al espejo y te diste cuenta de que estabas comenzando a engordar como mujer preñada y te tragaste todo un frasco de laxantes. Son cosas que pasan.
- ¡Oye, eso no es cierto! ¡Yo no estuve en el baño! ¡Era sólo una excusa! – Me defendí, más que furioso con sus especulaciones – Y no estoy gordito… – murmuré esto último con algo de vergüenza.
- Eso es cierto, aun no te aparecen tetas como a Hudson, e incluso, me liaría contigo si yo no fuera lesbiana y tú no fueras gay, pero espera y verás. Luego me estarás pidiendo prestados mis sujetadores.
- ¡Cállate! Yo estoy bien así y me amo a mí mismo – le reproché – Y, como no haces más que molestarme, voy a colgar porque estoy conduciendo.
- Te quiero – se despidió.
- Yo también, bruja.
Dejé el celular a un lado y me detuve en el semáforo.
Inevitablemente rebusqué si es que era real lo que Santana había mencionado acerca de que estaba subiendo de peso. Tanteé mi estómago y al no sentir nada raro, me tranquilicé. El ruido de un claxon me hizo dar un brinco. Me percaté de que ya había cambiado a verde, por lo que me puse en marcha.
No tenía muchas ganas de toparme con Kurt esta mañana, después de la conversación de ayer por Skype. No sé por qué no confía en mí, por qué es tan escéptico. Tal vez sea cuestión de tiempo, por lo que dejaré que sea él quien decida por sí mismo contármelo todo.
Aunque, por lo visto, no puedo dejar pasar demasiado, porque este chico está con los problemas hasta el cuello y temo que algún día atente contra su vida. Digo, si ya es capaz de auto dañarse, no imagino lo que podría hacer en un arranque de locura. Se demuestra bastante fuerte, pero es frágil como un cristal.
Si tan sólo pudiera decirle o más bien, demostrarle que todos somos perfectos de maneras inusuales, y que debe aprender a aceptarse tal y como es. Me encantaría verlo vestido y arreglado como lo vi en aquellas fotografías, eso sería asombroso.
KURT.
Cerré la puerta del cacharro de Finn de un solo portazo. Desde que los idiotas del equipo de futbol habían arruinado mi ropa, solía usar la de mi hermanastro, puesto que no tenía otra alternativa, y no deseaba darle más problemas a mi padre de los que ya le había dado cuando tuvo que cambiarme de instituto. Pero, esta mañana, había tenido el descaro de reclamarme cuando me acerqué a sacar una de sus sudaderas, diciendo que ya no le quedaba ninguna para él. Me defendí diciendo que yo al menos las lavaba y les ponía suavizante, y que si él al menos dejaras las suyas en el cesto de la ropa sucia, las tendría al día siguiente, en su closet, y no ocultas y pestilentes bajo la cama.
La discusión se extendió, haciendo que tuviera que saltarme el desayuno. Ayer no había comido bien y aparte hoy comenzaría el día con el estómago vacío, aunque considerando la pérdida de sangre de ayer, esto no era muy bueno.
- Nos vemos más tarde – se despidió Finn a mi espalda.
- ¡Piérdete! – bufé en respuesta.
Caminé con la cabeza gacha por el pasillo, intentando evitar las miradas curiosas de todos mis compañeros, que, al igual que Blaine, no sabían el por qué vestía de forma tan estrafalaria.
De la nada, me topé con dos cuerpos frente a mí, alcé la vista de su calzado y me encontré con dos chaquetas del equipo de futbol, y posteriormente con sus caras y dos Slushies en sus manos.
- Buenos días, cara de muñeca – se burló el moreno, arrojándome sin piedad el frío granizado en la cara y el cuerpo.
- Dicen que el hielo hace muy bien para la piel de las niñas – rió Karofsky fuertemente, plantándome el otro sobre la cabeza y dejándome el recipiente de sombrero.
- Recuerda que luego de almorzar, me gusta arrojar a perdedores al basurero – se despidió Azimio, pasando por mi lado y golpeando mi hombro.
- ¡No faltes! – exclamó el otro, empujándome contra las taquillas, haciendo un estrepitoso escándalo y botándome al suelo.
Me quedé ahí, sin saber si romper en llanto o ponerme en pie y echar a andar como si nada. Ninguna de las opciones me haría conservar mi dignidad. ¡Ah, cierto!… ya no tenía, gracias a ellos.
- ¡Dios mío, Kurt! – oí pasos acelerados acercarse. No podía ver debido a que el jugo de fresa se había metido a mis ojos, pero sabía de quien se trataba - ¿Quién te ha hecho esto? Ven, vamos a que te limpies.
Me alzó de los brazos, rozando mi herida al tomar mi mano.
- ¡Ouch! Ten… ten cuidado – él comprendió a lo que me refería, por lo que subió su mano a mi brazo y me guio hasta que estuvimos dentro de los servicios.
- Debes quitarte la sudadera, no te puedes quedar con eso mojado – ordenó, mientras que yo lavaba mi rostro, quitando el rastro de fresa que tenía.
Obedeciendo, me quité la chamarra de Finn y la utilicé para secarme la cara, con la parte que no se había mojado.
- Kurt… - la voz de Blaine se volvió un susurro. Volteé a mirarle con curiosidad, y me topé con sus ojos miel, completamente desconcertados, mirándome con atención. Entonces me percaté de que la camiseta blanca que llevaba debajo, era algo ajustada y en ella se marcaba un poco lo delgado que me estaba poniendo. Mi caja torácica saltaba a la vista y los omóplatos eran difíciles de disimular. No debí quitarme la sudadera, ahora Blaine me sermonearía.
- No lo hagas, por favor – rogué, sabiendo lo que saldría de su boca.
En vez de decir algo, se acercó lentamente a mí, y tomó la prenda que sostenía en mi mano, dejándola sobre el lavamanos. Fui rodeado por sus cálidos brazos al segundo siguiente, e inevitablemente, me aferré a él con todas mis fuerzas. Hacía mucho que nadie me abrazaba, una cosa tan simple como un abrazo, pero algo que en serio necesitaba.
- Toma mi cazadora – dijo cuándo nos hubimos separado – No puedes estar así nada más.
Intenté negarme, pero él prácticamente me la forzó a poner. Una vez que me encontré dentro de ella, no me arrepentí. La chaqueta tenía su olor masculino y suave, con un leve toque cítrico. Era enloquecedor. Si Blaine no hubiese traído puesto un chaleco bajo esta, no le hubiera permitido que me la prestara. Pero al menos así pude apreciarlo más en detalle. La gomina no era lo único mono en él. Llevaba una camisa a cuadros verde, un chaleco sin mangas beige con bordados en un verde oscuro y con los pantalones café claro le quedaba bastante bien.
- Gracias… por ayudarme, aunque te traté tan mal – murmuré al borde de las lágrimas – Eres grandioso.
- No hay de qué… - su expresión no había cambiado, seguía tan contrariado como cuando me quité la otra prenda – Kurt… - pude notar que no era capaz de guardarse lo que sentía – Por favor dime qué es lo que pasa… Te juro que esto está matándome, porque muero de ganas por ayudarte y sinceramente no sé cómo – sus ojos se habían cristalizado como los míos.
- Blaine, no quiero hablar de eso… yo…
- Lo sé – me interrumpió – Sé que para ti debe ser difícil, eso lo comprendo, pero dime si hay algo que puedo hacer para ayudarte… por favor.
Negué silenciosamente con la cabeza. Entonces él me tomó por los hombros, girándome para quedar frente al espejo, poniéndose de espaldas a mí, me miró en el reflejo con una sonrisa forzada.
- Dime qué es lo que ves ahí – ordenó, haciéndome alzar las cejas.
- No lo sé, am… tú… yo… ¿los retretes? – respondí recorriendo la imagen frente a mí.
- ¿Sabes lo que yo veo? – Dijo – Un chico realmente hermoso, con unos bellísimos ojos azules y un rostro de ángel. Te veo a ti y la tristeza que guardas en tu interior.
- Estás exagerando – susurré sonrojándome.
- Tienes un desorden alimenticio – declaró como si se tratara de un médico – Y una depresión enorme…
- ¿De qué estás hablando? No tengo ningún problema con la comida, ni tampoco estoy deprimido – negué girándome a verlo cara a cara – Mis problemas son mucho más grandes que eso.
Tomé la chamarra de Finn y salí del baño, dejando a Blaine atrás. No podía evitar comportarme como un completo idiota cuando sentía que se preocupaba de mí. No tenía la costumbre de recibir la ayuda de nadie, porque nunca le han importado mis problemas a alguien. Lamentablemente, y debido a esto mismo, suelo tener un humor de los mil demonios y agredo a la gente a mi alrededor con demasiada facilidad, lo que es un grano en el culo, porque suelo alejar a las pocas persona que intentan acercarse a mí. La diferencia de esas personas, con Blaine, es que él no se da por vencido, insiste constantemente… y no sé cómo reaccionar antes eso.
BLAINE.
- Santana, me das un minuto – tomé el brazo de mi amiga y lo jalé, alejándola de su novia.
- ¡Hey! No es justo, Britt iba a besarme – se quejó.
- Tienes todo el resto del día, sólo será un momento – le expliqué – Necesito tu ayuda, porque ya no se me ocurre que demonios hacer con esta situación, pero te advierto que es un tema delicado, ¿de acuerdo? No burlas, ni intervenciones relacionadas con sexo, por favor.
- ¡Oye, Hobbit! ¿Por quién me tomas? – dijo indignada.
Me senté frente a ella en las escaleras y comencé a narrarle todo lo ocurrido con Kurt, cómo lo había conocido, lo de su muñeca, lo de hoy en la mañana, todo. ¿Por qué lo había hecho? Porque el chico me estaba cerrando todas las puertas, dejándome aprisionado con una angustia que estaba destrozándome. Suelo ser altruista, y un muy buen amigo, por eso, ante este asunto, me he preocupado tanto. Santana se limitó a asentir y reservarse cualquier comentario hasta que acabé.
- ¡Con un demonio, Blaine! ¿Por qué es que no me habías contado nada de esto? – Exclamó elevando la voz varias octavas - ¡Ese chico está mal de la cabeza! Necesita ver a la Srta. Pillsbury ahora mismo, tal vez entre esos folletos sin sentido, ni utilidad aparente, tenga alguno que diga: “¿Así que eres adicto a los cuchillos?” o alguna basura como esa.
- Santana… - suspiré – No se trata de eso. Yo creo que tiene problemas con su cuerpo, y por eso dejó de comer… eso es algo muy común hoy en día.
- Sí, pero son las chicas las que hacemos esas idioteces para adelgazar desesperadamente, como meterte los dedos para inducir el vómito o tomar laxantes… - me miró y yo entrecerré mis ojos con ira – No te ofendas, pero esos son los más comunes, pero como ya te dije… eso es cosa de chicas… no de chicos.
- Es que no me explico que lo puede tener así de delgado, si está prácticamente en los huesos…
- Cuando le conté acerca de mi sexualidad a mi abuela… y ella me corrió de su casa yo… entré en una depresión tan grande que cada vez que veía un platillo a la hora de comer… simplemente no tenía hambre… - me miró pensativa, como recordando aquel episodio tan negro de su vida – Y tu recuerdas perfectamente en qué estado quedé finalmente.
- Tienes razón… el chico está más que deprimido, lo puedo ver en sus ojos – entonces me perdí en la imagen mental de la hermosura azul que decoraba su rostro liso y pálido como una muñeca de porcelana.
- Blaine… ¡Blaine! ¡BLAINE! – yo di un brinco y la miré asustado.
- Para qué me gritas, Dios, Santana ¡Estoy a tu lado! – gesticulé con mis manos.
- Umm… al parecer ese amiguito tuyo, no es sólo un amigo… - dedujo con voz cantarina - ¿Desde cuándo que lo tienes escondido? ¿Ya le dijiste que fueran novios? ¿Es lindo, no? ¿Ya tuvieron sex…
- ¡Santana! Apenas lo conozco de ayer, sí – la callé – Sólo necesito que me ayudes a descubrir el porqué de todo.
- Bueno, dices que él estaba en otro instituto antes, ¿no? – la cabeza de la morena se puso en marcha, analizando la situación más a fondo.
- Así es – confirmé – Lo mencionó cuando me enseñó sus fotos.
- De acuerdo, como es todo lo que tenemos por el momento, creo que deberíamos comenzar por ahí – se acercó a mí, como si me fuese a decir el secreto más importante del universo – Debes averiguar a como dé lugar, en cuál instituto estaba antes.
- ¿Y cómo quieres que haga eso? Él jamás me lo dirá – respondí más que frustrado de que el chico no me confiara nada.
- Pues, roba su expediente, chantajea a alguien o busca en Google, ¿qué se yo? – Farfulló – Ese es tu trabajo. Una vez que lo tengas… lo demás será pan comido.
- ¿Tú crees? – dudé.
- Claro… Además, con ese cuerpo tuyo que tienes, puedes seducir a la anciana secretaria de Figgins para entrar en su despacho y coger su informe, o algo que nos sirva – ella rió ante mi mueca de desagrado por mencionar a la secretaria. Era una dulce señora de edad, pero ¿seducirla? Era algo inimaginable para mí.
- Tendrás que ayudarme – le exigí.
- Bien, lo haré porque me preocupa que tus kilos de más espanten a la secretaria de Figgins – rió – Brittany es una excelente distracción para cualquiera, creo que también podrá ayudar sin enterarse de nada.
- ¡Perfecto! – junté mis manos, tal como lo haría Mr. Burns.
Un poco más confiado en que la respuesta y la forma de ayudar a Kurt llegaría pronto, me recosté en mi cama ese día luego de clases.
Lo cierto era que, estaba algo dolorido y agobiado internamente, como si pudiera sentir, de cierta forma, el dolor de Kurt. Era extraño conectarme con una persona así, y mayormente siendo él, puesto que era bastante cerrado conmigo.
Distraídamente tomé mi laptop y tecleé el nombre de Kurt en el buscador de Google, recordando lo que había dicho Santana. El primer resultado fue su perfil de Facebook, por lo que cliqueé.
No tenía mucho de información, sólo lo básico, puesto que no éramos amigos, mi vista era limitada. Sus fotografías eran bastante similares a las que portaba en el móvil. No podía negar que el chico de las fotos se diferenciaba mucho del Kurt que deambulaba por los pasillos de McKinley.
Me encantaba ver su sonrisa en las imágenes, una tras otra. Algunas sólo capturaban la perfección de su rostro, otras eran frente a un espejo de cuerpo completo, luciendo distintos conjuntos de ropa. Lo que llamó mi atención era que no tenía comentarios en ninguna foto, ni de él, ni de nadie.
Una vez que las vi todas, pasé a revisar sus publicaciones. La última era de hacía seis meses atrás.
“Saliendo del infierno, entrando a otro”
La anterior a esa era de hacía nueve meses atrás.
“Rendirse puede ser bueno para dejar de sufrir por lo que luchas”
Cada uno de los estados era más depresivo que el otro, a medida que descendía.
“Vida; tan frágil y tan fácil acabar contigo”
“Tal vez algunos simplemente vinimos al mundo para la diversión de los demás”
“¿Estás sufriendo? Entérate de esto… ¡A nadie le importa!”
“Sinceramente no sé qué hago aquí, si soy completamente invisible para los demás”
Cada palabra, me golpeaba fuertemente en el pecho, debido a que los sentimientos contenidos en estas, eran bastante avasalladores.
Mi celular vibró sobre el edredón y lo tomé para ver el mensaje.
“¿Skype? Te debo una disculpa. K.-”
Sin reprimirla, dejé que una amplia sonrisa cubriera mi rostro.
- Hola, Kurt – le saludé una vez que se estableció la conexión - ¿Cómo estás?
- Algo avergonzado por mi actitud esta mañana – murmuró en un hilo de voz.
- Tranquilo Kurtie, eso está olvidado – le dije, enseñándole mi mejor sonrisa.
- ¿Kurtie? ¿En serio? – rodó los ojos, burlándose del apodo – No se te ocurrió nada mejor, ¿verdad?
- Hey, es de cariño – me defendí algo ruborizado.
- De acuerdo, al menos no es nada feo – esbozó una sonrisa sin mostrar sus dientes – Aunque de todos modos, gracias por lo de hoy… y lo de ayer… Has sido como un ángel de la guarda, siempre ahí cuando te necesito – me enterneció la forma dulce de hablar - ¡Oh! Por cierto, me quedé con tu cazadora, me olvidé de entregártela…
- No hay problema con eso – lo frené – Prefiero que la uses tú, en lugar de las sudaderas XL – me reí – Se ve mejor en ti.
- ¿Por qué eres así conmigo? – consultó, ladeando la cabeza.
- No lo sé – sonreí algo nervioso por su pregunta. Si le dijera la verdad, puede que lo espante… ya que, aunque suene precipitado, este chico ha despertado ciertos sentimientos en mi interior, y creo que es quien yo estaba buscando desde hace mucho – Creo que soy un buen chico – mentí, encogiéndome de hombros.
- Lo eres.
De pronto, una idea pasó por mi cabeza…
- Kurt, ¿te gustaría oírme cantar? – no sabía si eso sería suficiente para convencerlo, pero tenía que intentarlo.
- ¿Cantar? – Alzó una ceja, como solía hacerlo – Oh, había olvidado que estás en el glee.
- ¿Quieres? – insistí. El sólo asintió.
Tomé mi laptop y la ubiqué sobre mi buró, acomodando la cámara para que me enfocara con mi guitarra. Me senté frente a él y medité un poco sobre cuál sería la canción más apropiada.
- ¿Tocas guitarra? – se sorprendió.
- Sip, también el piano, el violín, el chelo, la armónica, la mandolina y algo de batería, entre otros – reí ante su cara de asombro.
- ¡Woah! – Sonrió – Yo con suerte puedo tocar la canción de “Estrellita ¿dónde estás?”
- Soy un buen profesor… - me miró intensamente a través de la pantalla – Bien, aquí voy.
Comencé a tocar intentando transmitir de alguna forma lo que sentía en ese momento, con aquella canción.
“Life's too short to even care at all oh,
I'm losing my mind losing my mind losing control.
These fishes in the sea they're staring at me oh, oh,
Oh, oh, oh, oh,
A wet world aches for a beat of a drum.
Oh.”
I'm losing my mind losing my mind losing control.
These fishes in the sea they're staring at me oh, oh,
Oh, oh, oh, oh,
A wet world aches for a beat of a drum.
Oh.”
Alcé mi vista hacia la pantalla, en donde Kurt me miraba con atención.
“If I could find a way to see this straight
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
I'm waiting for this cough syrup to come down, come down.”
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
I'm waiting for this cough syrup to come down, come down.”
Clavé mi vista en el azul de sus ojos, perdiéndome en ellos y en la melodía que salía de mi guitarra.
“Life's too short to even care at all oh
I'm coming up now coming up now out of the blue
These zombies in the park they're looking for my heart
Oh, oh, oh, oh,
A dark world aches for a splash of the sun oh, oh…
If I could find a way to see this straight
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
And so I run now to the things they said could restore me
Restore life the way it should be
I'm waiting for this cough syrup to come down.
Life's too short to even care at all oh
I'm losing my mind losing my mind losing control.”
I'm coming up now coming up now out of the blue
These zombies in the park they're looking for my heart
Oh, oh, oh, oh,
A dark world aches for a splash of the sun oh, oh…
If I could find a way to see this straight
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
And so I run now to the things they said could restore me
Restore life the way it should be
I'm waiting for this cough syrup to come down.
Life's too short to even care at all oh
I'm losing my mind losing my mind losing control.”
Logré percatarme claramente del momento en que sus ojos se cristalizaron, y aunque intentó ocultarlo, no le fue posible, debido a que la imagen era demasiado nítida. Continué tocando, para llegar al final de la canción.
“If I could find a way to see this straight
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
So I run now to the things they said could restore me
Restore life the way it should be
I'm waiting for this cough syrup to come down
One more spoon of cough syrup now,
One more spoon of cough syrup now.”
I'd run away
To some fortune that I should have found by now
So I run now to the things they said could restore me
Restore life the way it should be
I'm waiting for this cough syrup to come down
One more spoon of cough syrup now,
One more spoon of cough syrup now.”
Acabé con las últimas tonadas, dejando la melodía en el aire. Tenía la vista baja, mirando mi guitarra, hasta que oí aplausos provenientes de mi computadora. Miré a Kurt, quien daba pequeñas palmitas frente a la pantalla.
- ¿Te ha gustado? – consulté, aunque la respuesta fuera más que obvia.
- ¿Bromeas? ¡Claro que me gustó! Fue simplemente grandioso… Yo, no tengo palabras para expresarme en este momento. No imaginé que tuvieras un talento como ese – habló atropelladamente.
- No todo lo que ves, es lo que es – repetí aquella frase que le había dicho antes.
- Así veo.
- Tal vez puedas venir conmigo al glee club y verme cantar esta semana – sugerí sutilmente – Suelo cantar con mucha frecuencia.
- ¿Acaso estás reclutando gente? – se burló.
- No, pero no está de más preguntar. Además te sentirás muy a gusto allí, los chicos son como mi familia… y como la familia… no te juzgan, sólo te aceptan tal como eres.
- Wow, suena como el país de nunca jamás – rió – Creo que iré, no pierdo nada.
- ¡Genial! – celebré.
KURT.
El glee club. Jamás pensé que asistiría a algo tan soso como eso, pero al parecer Blaine no piensa igual. Lo único que ha hecho estos días es hablar como un papagayo acerca de lo increíble y lo divertido que es su famoso club de coro. Pero siempre he sido de los que tienen que ver, para creer.
Guardé mis libros en la taquilla, mientras que seguía dándole vueltas al asunto del glee. De pronto alguien me tomó la mano, por lo que me espanté, retrocediendo al instante.
Al ver la expresión en el rostro de Blaine, me tranquilicé.
- Tranquilo, no voy a matarte – de rió.
- Lo siento, es como un reflejo – expliqué – Simplemente no puedo contenerlo.
- No hay problema. Ahora, vamos – volvió a tomar mi mano, esta vez sin que yo reaccionara mal, sino al contrario.
Me jaló para que caminara junto a él y yo sólo disfruté de su tacto. Su mano tibia y grande, envolvió la mía, haciéndola ver algo pequeña y delicada. Por suerte había tomado la mano que no estaba lastimada, pues de no ser así, me hubiera causado un gran dolor con lo fuerte que estaba sosteniendo mi mano.
Llegamos a un salón a mitad del pasillo y entramos sin más. Sentí ganas de huir de allí al ver a tantas personas. Lo cierto es que usualmente soy algo antisocial; no confío en las personas, no me acerco a ellas, ni entablo conversación de un momento a otro, ni siquiera con los que comparto pupitre en clase. Deseaba hundirme dentro de la chaqueta negra de Blaine, desapareciendo de aquel salón y perdiéndome en su perfume.
- ¡Hey, chicos! – saludó Blaine, con la mano contraria a la que aun sostenía la mía.
- ¿Qué hay Blaine? – preguntó un chico en silla de ruedas, ajustando sus gafas con un dedo.
- ¿Quién es el chico nuevo? – consultó ahora una chica morena, vestida como una verdadera diva.
- Él es Kurt Hummel, es un… amigo que conocí hace algunos días – agradecí que me ahorrara el tener que hablar. No estaba de humor y no quería insultar a nadie.
- ¿Y ustedes son…? – la insinuación de una chica rubia, con uniforme de porrista me hizo sonrojar. Ella tenía la vista clavada en nuestras manos unidas. Blaine al percatarse de eso, me soltó con delicadeza, y yo la oculté en el bolsillo de la cazadora.
- No, sólo… sólo amigos – tartamudeó el moreno a mi lado, haciendo que una duda surgiera en mi cabeza, pero luego tendría tiempo de pensar en aquello – Ven Kurt – susurró Blaine, indicándome un par de sillas vacías – Sentémonos aquí.
Asentí, sin ánimos de emitir sonido.
Al rato apareció el maestro de español, entrando con una sonrisa y saludando a todos afectivamente, lo que me pareció raro. En clase también era bastante agradable, pero aquí estos chicos lo trataban como un amigo íntimo, muy cercano.
- Muy bien, hoy es el día – declaró mirándonos a todos - ¡Duetos! – Todos vitorearon felices - ¿Quiénes primero?
- ¡Nosotros! – dijo una chica que tenía una nariz bastante… particular, creo que compartimos dos o más clases, pero suele sentarse al frente, por lo que no estoy muy seguro. Aunque la forma de alzar la mano es igual. Se puso en pie, halando del brazo a Blaine y arrastrándolo hasta que estuvo frente a todos nosotros. Él me miró con una sonrisa bailando en sus labios y yo levanté mi pulgar para darle ánimo.
- ¡Sorpréndannos! – les dijo el Señor Schuester, sentándose en un taburete, junto a los demás.
- ¡Dale! – le indicó al pianista, que con una expresión tan hastiada como la mía, comenzó a tocar, al igual que la banda.
La chica miró a Blaine y este se acercó al micrófono, tomándolo con teatricalidad.
“You were working as a waitress in a cocktail bar
When I met you,
I picked you out, I shook you up, and turned you around.
Turned you into someone new,
Now five years later on you've got the world at your feet
Success has been so easy for you,
But don't forget it's me who put you where you are now
And I can put you back down too"
When I met you,
I picked you out, I shook you up, and turned you around.
Turned you into someone new,
Now five years later on you've got the world at your feet
Success has been so easy for you,
But don't forget it's me who put you where you are now
And I can put you back down too"
Blaine caminó al rededor, quitando el micrófono del pedestal y mirándome con diversión.
"Don't, don't you want me?
You know I can't believe it when I hear that you won't see me
Don't, don't you want me?
You know I don't believe it when you say that you don't need me…"
You know I can't believe it when I hear that you won't see me
Don't, don't you want me?
You know I don't believe it when you say that you don't need me…"
La chica se acercó al micrófono y cantó con él.
“It's much too late to find
You think you've changed your mind
You'd better change it back or we will both be sorry
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...”
You think you've changed your mind
You'd better change it back or we will both be sorry
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...”
Luego Blaine dejó de cantar, dándole el paso a ella.
“I was working as a waitress in a cocktail bar
That much is true,
But even then I knew I'd find a much better place
Either with or without you,
The five years we have had have been such good times
I still love you,
But now I think it's time I lived my life on my own
I guess it's just what I must do”
That much is true,
But even then I knew I'd find a much better place
Either with or without you,
The five years we have had have been such good times
I still love you,
But now I think it's time I lived my life on my own
I guess it's just what I must do”
Nuevamente cantaban a dueto.
“Don't, (Don't)
Don't you want me? (Don't you want me)
You know I can't believe it when I hear that you won't see me
Don't (Don't)
Don't you want me? (Don't you want me)
You know I don't believe it when you say that you don't need me
It's much too late to find,
You think you've changed your mind,
You'd better change it back or we will both be sorry…
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Baby?
Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohh...
Don't you want me baby?”
Terminaron la canción, quedando frente a frente, mirándose a los ojos y respirando agitados por haber cantado. Todos comenzaron a aplaudir y ellos se voltearon para hacer una ridícula reverencia.Don't you want me? (Don't you want me)
You know I can't believe it when I hear that you won't see me
Don't (Don't)
Don't you want me? (Don't you want me)
You know I don't believe it when you say that you don't need me
It's much too late to find,
You think you've changed your mind,
You'd better change it back or we will both be sorry…
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Baby?
Don't you want me ohhh...
Don't you want me baby? Don't you want me ohh...
Don't you want me baby?”
Blaine regresó a mi lado, con una de sus enormes sonrisas, mirándome a la espera de mi apreciación.
- ¿Y, qué tal? – murmuró cerca de mi oído.
- Esa chica está profundamente enamorada de ti – respondí, conteniendo una carcajada.
- ¿Qué? – rió ante mi respuesta.
- Te aseguro que si esto hubiera sido un ensayo en el cual estuviesen solos los dos, se lanzaría sobre ti y abusaría de tu inocencia – me burlé.
- ¿De qué hablas? Rachel sabe que soy gay – me contradijo en susurros – Ella jamás se fijaría en mí. Sólo es algo teatral e interpreta muy bien cuando canta – la excusó.
- Ya, claro – mantuve una expresión burlesca en mi rostro, mientras observaba a la siguiente pareja, conformada por dos animadoras, una rubia y la otra morena.
La música de “I wanna dance with somebody” resonó por el salón y la voz de la chica que, según me dijo Blaine, se llama Brittany, se extendió de forma armónica. Debía reconocer que su forma de bailar era increíble, aunque por ser una Cheerio era algo de esperar.
Ambas cantaron e hicieron bailar a todos. Luego de que la canción acabara, regresaron a sus lugares.
A continuación, pasaron al frente la chica morena con aire de diva, junto a un chico rubio que tenía un corte muy Bieber y los labios de Angelina Jolie.
- Parece que tuviera colágeno en la boca – murmuré hacia Blaine.
- Santana suele llamarlo “boca de trucha”, pero yo creo que no es para tanto – respondió él sin apartar la vista del frente.
- ¿Bromeas? JLo lo envidiaría de verlo – me burlé.
- Cállate – rió él a mi lado.
La pareja cantó “Summer Nights”, haciéndolo realmente bien. Incluso me sorprendí a mí mismo, haciendo los coros junto a los demás, y eso que yo jamás en mi vida he cantado.
- De acuerdo chicos – dijo el sr. Schue, poniéndose al frente nuevamente – Quisiera escuchar al chico nuevo – su mirada se clavó en mí y mi cuerpo se heló. No se suponía que yo cantase, ni que me fuera a integrar al condenado club, yo sólo era un mero espectador.
No pude evitar, tomar a Blaine por el brazo, apretándolo para que dijera algo y me evitara el bochorno de arruinar una canción en público.
- No, no… Am, Kurt sólo ha venido a verme cantar… No… No tiene planes de integrarse – balbuceó Blaine, ante la estrangulación de su brazo – Por ahora – me miró detenidamente, haciéndome fruncir el ceño por lo dicho. Yo no cantaba, ¿cómo se suponía que participara de un coro?
- Oh, entiendo – se disculpó él – No hay problema. De todos modos, eres bienvenido cuando quieras, ya sea para formar parte o simplemente para oírnos cantar – musitó con amabilidad. Le di mi mejor sonrisa, sin enseñar los dientes y la calma regresó a mi cuerpo.
………………………………………………………………………………………..
- ¡Vamos! No puedes ser tan malo – insistió Blaine por octava vez.
- Lo soy… es decir, no lo sé… porque nunca he intentado cantar, pero yo no canto… no hagas que me avergüence más – declaré mirando como Blaine rodaba los ojos.
- Tengo una idea – musitó mirando la pantalla fijamente – Mañana vendrás a mi casa y cantaremos en mi karaoke.
- ¿Vas a seguir con el asunto? ¡Dios! – bufé.
- Claro que sí. Si mis tímpanos no son lastimados al oírte cantar, es porque no eres tan malo como piensas – rió.
- De acuerdo, pero luego tendrás que traerme de regreso a mi casa, porque no pienso tomar un autobús – me quejé.
- Hecho – sonrió con autosuficiencia.
Nuestras conversaciones por Skype, cada tarde, se habían vuelto una costumbre desde el día que nos conocimos hace dos semanas atrás. Era algo habitual llegar de la escuela, darme un baño y encender mi laptop para hablar con él. En el instituto no hablamos mucho, porque me la paso en el interior de los contenedores, gracias a Azimio y Karofsky. Aunque he tomado la precaución de no usar la chaqueta de Blaine durante los recesos. No me perdonaría si algo la arruinara.
Algo que me parecía raro era que no me había sentido con ganas de cortarme, desde el día que le conocí, esa fue la última vez. No sé si es que gracias a él, mi dolor ha disminuido al punto de ser soportable. Si tan sólo el supiera lo mucho que me ha ayudado con tan sólo su presencia, aunque él cree que no hace nada por mí.
- ¿Kurt? – Dijo, sacándome de mis pensamientos - ¿Pasa algo? Te he preguntado dos veces cual estilo de música te gusta.
- Oh, lo siento… Am, disfruto mucho del pop, ya sabes… Katy, Gaga, Britney… - me encogí de hombros, como si con eso me diera a entender.
- Pues… somos dos – sonrió – Adoro a Katy Perry, tengo todos sus discos y mi karaoke está dedicado a ella casi en un 90%
- Anderson, pareces una “fan Girl” – me burlé – Tan sólo te falta una playera con su cara y que te pongas a brincar y gritar.
- Oye, no te burles – se quejó, haciendo un puchero muy divertido.
- De no ser porque ya he visto tu cuarto, creería que tienes cien mil posters de ella adornando tus paredes – continué – E incluso podría apostar que tienes una de sus canciones de ringtone.
- ¿Cómo lo sabes? – Me miró con el ceño fruncido - ¿Me has estado espiando?
Carcajeé al atinarle con mi especulación. Se veía tan frustrado que era adorable.
- Lo siento… eres muy predecible – volví a encogerme de hombros.
- Hmm… Tal vez – ladeó la cabeza, mirándome de forma demasiado extraña, casi como si intentara ver más allá de mis ojos.
- Es “Roar”, ¿cierto? – consulté.
- ¡Maldición! – frunció los labios, haciendo un gesto muy divertido.
En ese momento, alguien golpeó a mi puerta, por lo que miré hacia ella y luego de vuelta a la computadora.
- Lo siento, tendré que dejarte – me despedí, cerrándola sin esperar una respuesta.
Me puse de pie y caminé hasta la puerta. Al abrirla, me encontré con el rostro de mi madrastra.
- Kurt, cariño – murmuró ella – No bajarás a cenar.
El recuerdo de Blaine reclamándome por mi peso me hizo pensar en que en serio necesitaba comer más.
- Claro, enseguida bajo – respondí con una sonrisa.
Ella se retiró y yo me quedé allí unos segundos más, para luego tomar algo de aire y bajar. Odiaba comer con todos en la mesa. No me desagradaban ellos, sino los temas de conversación. Por lo general se basaban en las grandiosas anotaciones de Finn en los partidos, o en lo mucho que disfruta siendo el quarterback y todo eso, y cuando por fin se voltean hacia mí… puedo oír el sonido de los grillos de fondo, porque yo le he ganado a nadie, ni he participado en nada, y ni siquiera tengo un promedio de notas destacable. Es casi denigrante cuando mi padre me pregunta…
- ¿Y qué tal va el instituto? – murmuró haciendo eco de mis pensamientos.
- Bien – dije con un hilo de voz, deseando que no hiciera más preguntas.
- ¿Nadie se mete contigo ahora? – quiso saber, mirándome demasiado fijo. Mis ojos viajaron al rostro de mi hermano, quien desvió la vista hacia su plato, avergonzado recordando seguramente lo ocurrido hace dos semanas.
- No, nadie lo hace – mentí para no preocuparlo. Él ya había hecho mucho por ayudarme, ahora me tocaba devolverle la mano.
- Bien, me da gusto oír eso… - Mi padre paseó la mirada por todos los ocupantes de la mesa, sin saber qué más decir – Am… Finn, ¿Cuándo es el juego?
- Este sábado – dijo él, volviendo a la conversación habitual, en la que sólo hablaba Finn con mi padre.
Miré cortésmente a Carole y le susurré que la cena estaba deliciosa.
- Es un marica… - se rió Finn, en medio de su animada conversación, pero logré captar aquella frase y alcé la vista inmediatamente. Él notó mi malestar por lo que había dicho, a pesar de que estaba refiriéndose a otra persona, él sabía lo mucho que me molestaba oír comentarios ofensivos - Vamos, no te lo tomes a lo personal – se ¿disculpó?
- Finn, creo que… has escogido la palabra equivocada – lo advirtió mi padre.
Llevábamos bastante tiempo tratando con el tema de mi sexualidad, cosa que sólo sabíamos Carole, Finn, mi padre y yo, y motivo por el cual había tenido que cambiarme de instituto. Y entonces él va y dice aquella estupidez de que no me lo tome como personal. ¡Estaba harto!
- ¿Cómo quieres que no me lo tome a lo personal, Finn? – bufé con coraje.
- Amigo, no me estaba refiriendo a eso… - se excusó – Sólo…
- ¿Sabes lo que siento yo cuando escucho esa palabra? – Pregunté retóricamente – Que hablas de mí.
- Kurt, estás exagerando – alzó las manos como si fuese inocente cuando vio que me ponía de pie.
- No exagero, es lo que te diría cualquier gay en mi situación.
Lancé la servilleta con violencia sobre la mesa y me retiré a mi cuarto.
Apenas había alcanzado a probar un par de vegetales de la cena, y como cada vez que intentaba cenar en familia, tenía que dejar todo. Me sentía tan frustrado… Blaine venía a mi mente, recordaba lo que me contaba acerca de su amiga que era valiente y se daba a respetar. Eso quería para mí.
Pero era un cobarde; tanto que ni siquiera era capaz de decirle a Blaine que yo también soy gay, y que ese es el principal motivo por el cual hago lo que hago y actúo de esta forma. Él al menos se lo contó a sus amigos del glee, yo ni eso. Mi padre lo supo de siempre, puesto que jamás jugué con autos o siquiera me revolqué en el lodo. Todo lo contrario, adoraba vestirme inmaculada y detalladamente, jugar a tomar el té y poseía toda una colección de “Mi Pequeño Pony”, mi bici tenía cintas de distintos tonos de rosado en el volante, y brillantina en ella que yo mismo había puesto. Para Halloween solía sacar ideas para mis disfraces de las princesas de Disney, cada año una distinta. Mi madre nunca tuvo problema en hacerlos por mí, y luego mi padre no reparó en comprarlos cuando ella murió. Simplemente él no podía esperar un resultado diferente del que hay hoy. Ha tratado con todas sus fuerzas de entenderme y apoyarme, pero Finn es el típico chico con algo de popularidad, que se caracterizaba por su homofobia y por arrojar idiotas a los basureros. Aquel que le lanzaba Slushies a todo el mundo, hasta que me cambié de instituto y mi padre conoció a Carole. Él, a modo de precaución, decidió contarles acerca de mi sexualidad, pero Finn, aunque se ha esforzado en disimular su rechazo, no logra hacerlo en un cien por ciento.
Me lancé sobre el acolchado y tomé mi móvil que había dejado olvidado en la mesita de noche. Tenía un mensaje de Blaine, lo cual me hizo sonreír, apartando un poco de mi melancolía.
“Cree en ti. B.-”
¿Creer en mí? ¿A qué se refiere?
******************************************************
UN CAPÍTULO LARGO PARA COMPENSAR MI PEQUEÑA DESAPARICIÓN... AHORA CREO QUE NO SUBIRÉ CAPITULO HASTA EL SÁBADO PORQUE NUEVAMENTE VIAJARÉ A VER A MI MADRE, CLARO QUE ESTA VEZ NO LLEVARÉ NINGÚN EQUIPAJE MÁS QUE YO MISMO aSI QUE NOS VEMOS EL FIN DE SEMANA... RECUERDEN QUE ADORO SUS COMENTARIOS
Atte.
JC
DarrenChrisCrissColfer* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 27/01/2014
Edad : 32
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Ojalá y pronto Kurt pueda salir adelante con la ayuda de Blaine, me alegro que estés de vuelta.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Me encanto mucho este grandioso capitulo estuvo realmente genial ojala kurt pueda volver a hacer el mismo con la ayuda de blaine espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare muyyyyy ansioso se ve realmente genial esta historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Resuelto][Fic Klaine] I Really Care About You - CAPITULO FINAL 13
Hola!!!
Gran capítulo. Casi lloro con él. Me da mucha pena lo que está pasando Kurt pero afortunadamente Blaine parece que lo está ayudando. Esperemos que pronto vaya avanzando, aunque la verdad es que por lo menos ya no se corta y eso es algo positivo.
Espero que actualices pronto.
Besos
Gran capítulo. Casi lloro con él. Me da mucha pena lo que está pasando Kurt pero afortunadamente Blaine parece que lo está ayudando. Esperemos que pronto vaya avanzando, aunque la verdad es que por lo menos ya no se corta y eso es algo positivo.
Espero que actualices pronto.
Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Página 1 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1