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FIC "Corazón de hierro"
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Re: FIC "Corazón de hierro"
Hooooa chica como están!? Espero que bien créame que si leo sus comentarios, y también desearías tener más comentarios pero ustedes son mis fieles comentarista jaaja!! Bueno ya no escribo más aquí va el siguiente capítuloooo. COMENTAR CHICAS, COMENTAR!!
Capítulo 17 "No te haré sufrir"
Estaban ya en la camioneta de la rubia, era las 10 de la mañana, iban ambas muy sonrientes, hasta que Britt escucho sonar la alarma de su celular.
.“Llamar a San”
La rubia sonrió al leer esa pequeña oración, lo había hecho antes de venir, busco el numero y marco. Colocándoselo en su oído izquierdo. A la vez la morena escucho timbrar su móvil, busco en su bolso y vio un número desconocido se extraño y a la vez vio a la rubia misteriosa-
-¿Sera? – Pensó mientras aceptaba la llamada y la colocaba en su oreja - ¿Aló? – Pregunto-
-¡Hola San!- Saludaron efusivamente y rápidamente giro a ver a su acompañante con una sonrisa-
-Hola Britt- Respondió divertida-
-¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día? –
-Umm, excelente- Se recargo en el asiento y veía a la rubia, la cual iba a la vez concentrada en el camino-
-Oh y eso ¿Por qué?-
-Una rubia hermosa me acaba de llevar al mejor lugar-
-¿Ah una rubia? Espero que sea Quinn-
-No, no es Quinn, es una hermosa de ojos azules- Afirmo mientras la rubia volteaba a ver a su copiloto y se mordía el labio inferior-
-Ah vaya – Dijo seriamente- O sea que tuviste una buena mañana-
-Excelente, la mejor- Afirmo-
-¿De verdad? – Giro nuevamente a ver a la latina-
-Si- Le sonrió-
-Vaya, me alegro por ti-
-¿Y tú? ¿Qué tal tu mañana?-
-Maravillosa, solo que no llame a mi madre y en cuanto lo haga debe estarme esperando una buena regañada-Rio de solo imaginarse el sermón que se llevaría-
-¿Con quién pasaste la mañana?- Pregunto-
-Uff con una chica preciosa-
-¿Ah sí? ¿Qué tanto?- Pregunto divertida-
-Muchísimo, la chica más hermosa que jamás eh visto-
-Oh, entonces ¿Yo no tengo posibilidades contigo?-
-Uff no se San, voy a pensármelo, porque la chica de la mañana me ah dejado marcada- Dijo sinceramente y la latina sonrió-
-Pu-pues de ser así ni hablar-
-Lo siento, pero bueno-
-Vale, me parece bien, nos vemos entonces-
-Bien, un beso- Se despidió y colgó su móvil mientras la latina solo reía-
-No cabe duda que tienes dinero, gastar tu saldo para hablarme si me tienes aquí- La miro-
-¿Cómo? – Levanto una ceja- No entiendo a que te refieres, yo hablaba con una amiga, quede de marcarle a las 9 pero calma chica hermosa, eres tú la que me interesa- Le acaricio suavemente la pierna-
-Me agrada escuchar eso- Atrapo su mano y le dio un suave beso-
Anduvieron solo un rato más en la camioneta de la rubia, hasta que llegaron al hotel.
-Listo señorita- Sonrió-
-Gracias, ¿Te veo más tarde?- Pregunto-
-Oh san, me encantaría estar contigo, pero tengo un compromiso, es con un viejo amigo de mi padre con la que tengo que verme hoy- hizo una mueca
-Bueno "señorita ocupada"- Se burlo- Te veo en un rato, entonces – Se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla-
-¿Qué fue eso? – Refunfuño la rubia-
-Un beso – Frunció el entrecejo-
-Ja-ja que graciosita me saliste morena- Se cruzo de brazos-
-Mmm ¿Ahora qué? – La vio directo a los ojos
-Que no me gustan esos besos-
-¿Ah no? – Sonrió pues ya sabía a dónde iba la rubia- Pues sí te quedarías conmigo, te lo mostraría- dijo la morena
-¿En serio? – Le pregunto mientras se acercaba a la morena, la cual asentía con su cabeza- en serio- La tomo por la nuca con delicadeza y le planto un pico-
-Mmm, definitivamente- Dijo
-Sannn- dijo haciendo un puchero casi la morena se derrite al ver eso. Casi
-Jajaja no, para nada- dijo dándole un beso en su mejilla- gracias por la salida me ha encantado...otra vez- le dio otro piquito y riéndose mientras se bajaba del coche de un salto, antes de entrar giro su mirada a la rubia y despedirse con la mano.
Brittany emitió un gran suspiro y encendió su camioneta, puso la dirección en el GPS para dirigirse con la sonrisa más boba que jamás tuvo. Miro por el retrovisor llevaba ropa formal para reunirse al compromiso que su fastidioso padre le había encargado.
Entro en un estacionamiento dirigiéndose donde había una moto tapada, bajo rápidamente se cambió, por unos jeans limpio, blusa blanca con rayas, su gorra y unos lentes, metió su teléfono en la la parte trasera de su pantalón, se puso su casco negro y sin esperar se subió a su moto acelerando como a ella le gustaba. Llevaba apenas unas cuadras avanzadas, cuando su móvil empezó a sonar, vio rápidamente quien era y contesto en un semáforo.
"Su padre"
-Que quieres ahora- dijo sería
-Vaya creo que alguien está de mal humor-
-Estoy en una moto-dijo entre dientes- Que quieres-
-Estoy esperándote en el lugar acordado, como siempre llegas tarde-
-No me reclames nada- dijo Brittany apretando la manija de la moto- Tu quisiste que yo este ahí, no yo-
-Donde estás?
-Voy rumbo a la dirección-
-¿Apenas? Pff, tu sí que sabes disfrutar tu tiempo- dijo sarcástico
-Por supuesto y con tremenda compañía- dijo está devolviéndole el sarcasmo
-Ya, ya, por favor que no quiero imaginarme más cosas asquerosas de ti- dijo la voz del otro lado del teléfono, que al segundo se arrepintió
-Brittany hija, no fue apropósito-
- Si claro- Rodó los ojos-Para que me llamas, ¿Qué pasa pues?-
-Te llamaba para que no tengas nada planeado, hay alguien que quiere conocerte, creo que te encantara-
-¡Oye! Espera un momento, no puedo tengo cosas que hacer– dijo está alterada
-¿Y? –
La rubia corto la llamada furiosa guardando el teléfono en la parte de atrás, había llegado al lugar.
Era el hotel más grande e importante de Londres, se lo conocía a la perfección, entrar a aquel sitio le daba tanta nostalgia y hermosos recuerdos. Sabia perfectamente fue su primera creación en la ciudad, la mejor que nunca había hecho.
Además de contar con las habitaciones, restaurantes, bares y piscinas normales de cualquier hotel, contaba con áreas extras que lo distinguían de todos los demás. Tenían centros de convenciones, donde se llevaban a cabo las reuniones más importantes. Empresarios de todos los países siempre visitaban el sitio, tenían la tecnología más avanzada, además contaban con área para niños, centro de juegos y un gran salón de baile, así como un auditorio.
Los negocios, el arte y la diversión en un mismo sitio, le parecía la combinación perfecta, adecuada principalmente para las necesidades de su familia, las cuales por desgracia después de algunos años cambiaron radicalmente.
Le sorprendió cuando vio un coche en medio del lobby con una lazo rojo gigante, no pudo contenerse y fue a echarle un vistazo llegaba tarde pero le daba igual.
La rubia se sentía extraña entrar ahí, rápidamente una joven se acerco a ella.
-Buen día señorita, ¿En qué puedo ayudarla?- Pregunto amablemente-
-Emm, en realidad no se qué hago aquí, pero mi padre me espera- Se encogió de hombros-
-¿Es usted la señorita Brittany Pierce? – Pregunto sonriente-
-Sí, soy yo-
-Sígame por favor-
La rubia siguió a aquella chica, y la guió hacia el elevador. Subieron hasta el último piso, cosa que le extrañaba a la chica. Salieron de elevador y la guió justo a la terraza.
-La esperan justo allá – Señalo al final del sitio-
-Bien, muchas gracias-
-Para servirle- Respondió la joven y se retiro-
La ojiazul caminaba lentamente, la terraza de aquel lugar era simplemente exquisita, decorada modernamente, había varias mesas pero todas estaban vacías. Solo la del centro pudo observar arreglada, lista para almorzar dos personas.
En el centro había un ramo de sus flores favoritas, sonrió al verlas y se acerco a oler. Cerró sus ojos y ese olor la transporto a otro sitio, recordaba su niñez, cuando era feliz, cuando nada la empañaba, cuando su familia estaba completa…
-Siguen causando el mismo efecto en ti- Saludas, provocando que la chica diera un giro repentino que hasta el cuello le dolió, se extraño de ver a aquella persona ahí y a su padre, se acerco lentamente quedando frente a su padre y la aquella mujer, Brittany sólo estiro su mano saludando a su padre con un beso en cada mejilla
-Padre… - Dijo en un susurro, mientras acomodaba su teléfono en su pantalón, la cual no perdía de vista la mano que sujetaba sujeta a la mano de su padre.
"Maldición"
- Brittany… - ¿Como estas ?– Pregunto al ver donde miraba la rubia-
- Estaba- resaltó esa palabra- de lo más genial- Rápidamente tomo un vaso lleno de vino tomándoselo de un sólo, bajo la atenta mirada de su padre y su compañía-
-¿Tenias sed?– Dijo su padre levantado una ceja
-Mucha… ¿Te molesta? – Pregunto ahora pero con reproche-
-En absoluto-
-¿Como va el viaje?-
-Excelente- dijo pensando en Santana causándole una sonrisa tonta
-Esta mañana, le llame a tu mamá para que te dijiera que estaría aquí, llegue hace un par de horas apenas, y eh mandado a preparar un rico desayuno para nosotros- Sonrió viendo a las chicas- Quería decirte algo muy importante-
-Bien- dijo seca
-Estas preciosa britt, no cabe duda que tu padre hizo bien su trabajo- hablo la compañera de su padre mirándola con ternura
-Soy Brittany- dijo mirando hacía la copa si darle mucha importancia al cumplido-
Su padre iba a regañarla cuando un par de meseros les había llenado la mesa de deliciosos manjares, la rubia no acostumbraba a desayunar con el, su mirada viajo al celular santana le estaba escribiendo.
"Ya te extraño rubia"
"No más que yo morena"
Cuando alzó la mirada con una sonrisa se decepciono al ver muy juntos el rostro de su padre y esa chica, estaba apunto de besarse, la rubia no aguanto y se paró de golpe, ambos de sobresaltaron.
- A eso me trajiste? – Pregunto por fin su mirada mostraba tristeza pero también coraje- A ver como te dabas besitos con esta- dijo señalando
-Brittany esto tiene una explicación- Respondió a la vez que se paraba y se limpiaba la boca
-Oh, vete a la mierda- la rubia tenía los ojos brillantes, como era posible que su padre la citara para presentarle a su nueva novia, no sabía que edad tenía pero sin duda era un poco más grande que ella.
-no te pongas así-
-¿Que no me ponga así? ¿Cómo mierdas quieres que no me ponga así? Tu siempre logras que me ponga así, siempre me dices que madure, que lo mío es manejar empresas y todo esa mierda- dijo tirando un vaso a la pared
-¿Pero qué dices? Brittany soy tu padre-
-Un padre al que no le interesa ni una pizca lo que yo quiero- dijo señalando su cuerpo- ahora me dirás que ella es una amiga nueva- dijo acercándose poco a poco- ya no tengo 10 papá- dijo mirándolo con odio- ¿recuerdas? Ya no soy la tonta- dijo acercándose a el
-Eso no es verdad, me interesas y por ello quiero lo mejor para ti, tú te vas a quedar con todo hija-
-Como si a mí me interesa tu dinero y tus empresas- Se cruzo de brazos-
-A ver Brittany – Suspiro pesadamente la mujer- yo no se que te hice pero merezco un poco de respeto–
-¿me hablas de respeto? Quien te crees que eres, eres una mierda los dos son una mierda, ¡claro! si por eso están juntos- dijo apuntandolos
-Ahora el problema es que La chica que se mete con MI PADRE me pide respeto- dijo riéndose- cual fue tu mentira padre- dijo mirándolo divertida- Que eres viudo, o que tu esposa te dejo- la chica no podía creerlo, lo primero que dijo la rubia fue lo que dijo exactamente el, lo miro furiosa y decepcionada-
- Sabes una cosa querida, no eres la primera en que me presentan a una chica, y no creo que seas la última- miro a su padre con decepción- me alegró de que mama te dejara, yo te defendía, me peleaba con ella, pero ahora me doy cuenta de lo imbécil que eres- su padre iba a hablar pero está alzo la mano haciéndolo callar- y tu no mereces que te llame papa, sabes por que hice este viaje? Para despejarme, para olvidarme de mis malditos problemas, crees que por pagarme mi viaje, ¿volvería a ser tu princesa? No me importa si eres un hombre exitoso y bien reconocido, no puedes comprarme con toda esta porquería!- dijo limpiando una lágrima de su mejilla
-Brittany en primer lugar, respeta a Vanessa- La señalo con el dedo- Y sobretodo a mi…
-Vete a la mierda- Dijo ya con un hilo de voz- perdiste a tu hija- dijo apunto de salir
-Mándame a la mierda, pero no me vuelvas a tratar así soy tu padre guste o no lo que hago es por ti, para ti – Le tomo la mano a su hija-
-¿Por mi? Te equivocas Brad, tu haces todo por conveniencia- dijo furiosa - Al igual que tu- señalo a Vanessa que tenía la cabeza agachada- Te interesa su dinero vi como estabas coqueteando con el mesero-
-No me digas Brad-
-Así te llamas-
-Soy tu padre- Dijo ya molesto-
-Un padre fantasma, ¿Vanessa es más importante que yo?- Preguntó, mientras Brad solo se llevaba una mano a la frente en signo de desesperación- El que calla otorga- Dio un último trago al whisky de su papa y se levanto-
-¿A dónde crees que vas? – Pregunto el hombre mientras se acercaba
-Lejos de ti – Respondió mientras avanzaba-
-¡Brittany Susan Pierce! ¡Detente!- Le dijo molesto y la rubia paro-
-¿Qué?- grito con todas sus fuerzas haciendo asustar a su padre y a la chica
-Después de un mes no me ves y ¿Vas a irte? Solo perderás un día de diversión, pareciera que hay algo muy importante que te espera ahí, antes dejabas votado todo por estar conmigo-
-Hay alguien muy importante esperándome antes tu también dejabas todo por tus hijos, pero claro como te quedo la “rara” preferiste seguirle los pasos a las chicas jóvenes-
-No tienes idea de cómo me lastiman tus palabras Brittany- Dijo en un hilo de voz el hombre sentándose - Eres lo que más amo en la vida-
-No lo creo- Se limpio un par de lágrimas celosas que descendían lentamente por su rostro-
- escucha a tu padre por favor – Vanessa se acerco a la rubia
-DÉJAME- grito alejándose con los puños apretado- no me toques- dijo alzando sus manos
-déjame llevarte– Dijo su padre ya más tranquilo-
-Sino te preocupaste por mi antes,- Le miro enojada- no lo hagas ahora-
-Llévate las flores te las traje de new York-
-Gracias- La rubia tomo el ramo y se dirigió a la salida se detuvo bajo la mirada de su padre y Vanessa, a su lado de ella había un tacho de basura, las tiro y salió de ahí sin mirar atrás.
Capítulo 17 "No te haré sufrir"
Estaban ya en la camioneta de la rubia, era las 10 de la mañana, iban ambas muy sonrientes, hasta que Britt escucho sonar la alarma de su celular.
.“Llamar a San”
La rubia sonrió al leer esa pequeña oración, lo había hecho antes de venir, busco el numero y marco. Colocándoselo en su oído izquierdo. A la vez la morena escucho timbrar su móvil, busco en su bolso y vio un número desconocido se extraño y a la vez vio a la rubia misteriosa-
-¿Sera? – Pensó mientras aceptaba la llamada y la colocaba en su oreja - ¿Aló? – Pregunto-
-¡Hola San!- Saludaron efusivamente y rápidamente giro a ver a su acompañante con una sonrisa-
-Hola Britt- Respondió divertida-
-¿Cómo estás? ¿Qué tal tu día? –
-Umm, excelente- Se recargo en el asiento y veía a la rubia, la cual iba a la vez concentrada en el camino-
-Oh y eso ¿Por qué?-
-Una rubia hermosa me acaba de llevar al mejor lugar-
-¿Ah una rubia? Espero que sea Quinn-
-No, no es Quinn, es una hermosa de ojos azules- Afirmo mientras la rubia volteaba a ver a su copiloto y se mordía el labio inferior-
-Ah vaya – Dijo seriamente- O sea que tuviste una buena mañana-
-Excelente, la mejor- Afirmo-
-¿De verdad? – Giro nuevamente a ver a la latina-
-Si- Le sonrió-
-Vaya, me alegro por ti-
-¿Y tú? ¿Qué tal tu mañana?-
-Maravillosa, solo que no llame a mi madre y en cuanto lo haga debe estarme esperando una buena regañada-Rio de solo imaginarse el sermón que se llevaría-
-¿Con quién pasaste la mañana?- Pregunto-
-Uff con una chica preciosa-
-¿Ah sí? ¿Qué tanto?- Pregunto divertida-
-Muchísimo, la chica más hermosa que jamás eh visto-
-Oh, entonces ¿Yo no tengo posibilidades contigo?-
-Uff no se San, voy a pensármelo, porque la chica de la mañana me ah dejado marcada- Dijo sinceramente y la latina sonrió-
-Pu-pues de ser así ni hablar-
-Lo siento, pero bueno-
-Vale, me parece bien, nos vemos entonces-
-Bien, un beso- Se despidió y colgó su móvil mientras la latina solo reía-
-No cabe duda que tienes dinero, gastar tu saldo para hablarme si me tienes aquí- La miro-
-¿Cómo? – Levanto una ceja- No entiendo a que te refieres, yo hablaba con una amiga, quede de marcarle a las 9 pero calma chica hermosa, eres tú la que me interesa- Le acaricio suavemente la pierna-
-Me agrada escuchar eso- Atrapo su mano y le dio un suave beso-
Anduvieron solo un rato más en la camioneta de la rubia, hasta que llegaron al hotel.
-Listo señorita- Sonrió-
-Gracias, ¿Te veo más tarde?- Pregunto-
-Oh san, me encantaría estar contigo, pero tengo un compromiso, es con un viejo amigo de mi padre con la que tengo que verme hoy- hizo una mueca
-Bueno "señorita ocupada"- Se burlo- Te veo en un rato, entonces – Se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla-
-¿Qué fue eso? – Refunfuño la rubia-
-Un beso – Frunció el entrecejo-
-Ja-ja que graciosita me saliste morena- Se cruzo de brazos-
-Mmm ¿Ahora qué? – La vio directo a los ojos
-Que no me gustan esos besos-
-¿Ah no? – Sonrió pues ya sabía a dónde iba la rubia- Pues sí te quedarías conmigo, te lo mostraría- dijo la morena
-¿En serio? – Le pregunto mientras se acercaba a la morena, la cual asentía con su cabeza- en serio- La tomo por la nuca con delicadeza y le planto un pico-
-Mmm, definitivamente- Dijo
-Sannn- dijo haciendo un puchero casi la morena se derrite al ver eso. Casi
-Jajaja no, para nada- dijo dándole un beso en su mejilla- gracias por la salida me ha encantado...otra vez- le dio otro piquito y riéndose mientras se bajaba del coche de un salto, antes de entrar giro su mirada a la rubia y despedirse con la mano.
Brittany emitió un gran suspiro y encendió su camioneta, puso la dirección en el GPS para dirigirse con la sonrisa más boba que jamás tuvo. Miro por el retrovisor llevaba ropa formal para reunirse al compromiso que su fastidioso padre le había encargado.
Entro en un estacionamiento dirigiéndose donde había una moto tapada, bajo rápidamente se cambió, por unos jeans limpio, blusa blanca con rayas, su gorra y unos lentes, metió su teléfono en la la parte trasera de su pantalón, se puso su casco negro y sin esperar se subió a su moto acelerando como a ella le gustaba. Llevaba apenas unas cuadras avanzadas, cuando su móvil empezó a sonar, vio rápidamente quien era y contesto en un semáforo.
"Su padre"
-Que quieres ahora- dijo sería
-Vaya creo que alguien está de mal humor-
-Estoy en una moto-dijo entre dientes- Que quieres-
-Estoy esperándote en el lugar acordado, como siempre llegas tarde-
-No me reclames nada- dijo Brittany apretando la manija de la moto- Tu quisiste que yo este ahí, no yo-
-Donde estás?
-Voy rumbo a la dirección-
-¿Apenas? Pff, tu sí que sabes disfrutar tu tiempo- dijo sarcástico
-Por supuesto y con tremenda compañía- dijo está devolviéndole el sarcasmo
-Ya, ya, por favor que no quiero imaginarme más cosas asquerosas de ti- dijo la voz del otro lado del teléfono, que al segundo se arrepintió
-Brittany hija, no fue apropósito-
- Si claro- Rodó los ojos-Para que me llamas, ¿Qué pasa pues?-
-Te llamaba para que no tengas nada planeado, hay alguien que quiere conocerte, creo que te encantara-
-¡Oye! Espera un momento, no puedo tengo cosas que hacer– dijo está alterada
-¿Y? –
La rubia corto la llamada furiosa guardando el teléfono en la parte de atrás, había llegado al lugar.
Era el hotel más grande e importante de Londres, se lo conocía a la perfección, entrar a aquel sitio le daba tanta nostalgia y hermosos recuerdos. Sabia perfectamente fue su primera creación en la ciudad, la mejor que nunca había hecho.
Además de contar con las habitaciones, restaurantes, bares y piscinas normales de cualquier hotel, contaba con áreas extras que lo distinguían de todos los demás. Tenían centros de convenciones, donde se llevaban a cabo las reuniones más importantes. Empresarios de todos los países siempre visitaban el sitio, tenían la tecnología más avanzada, además contaban con área para niños, centro de juegos y un gran salón de baile, así como un auditorio.
Los negocios, el arte y la diversión en un mismo sitio, le parecía la combinación perfecta, adecuada principalmente para las necesidades de su familia, las cuales por desgracia después de algunos años cambiaron radicalmente.
Le sorprendió cuando vio un coche en medio del lobby con una lazo rojo gigante, no pudo contenerse y fue a echarle un vistazo llegaba tarde pero le daba igual.
La rubia se sentía extraña entrar ahí, rápidamente una joven se acerco a ella.
-Buen día señorita, ¿En qué puedo ayudarla?- Pregunto amablemente-
-Emm, en realidad no se qué hago aquí, pero mi padre me espera- Se encogió de hombros-
-¿Es usted la señorita Brittany Pierce? – Pregunto sonriente-
-Sí, soy yo-
-Sígame por favor-
La rubia siguió a aquella chica, y la guió hacia el elevador. Subieron hasta el último piso, cosa que le extrañaba a la chica. Salieron de elevador y la guió justo a la terraza.
-La esperan justo allá – Señalo al final del sitio-
-Bien, muchas gracias-
-Para servirle- Respondió la joven y se retiro-
La ojiazul caminaba lentamente, la terraza de aquel lugar era simplemente exquisita, decorada modernamente, había varias mesas pero todas estaban vacías. Solo la del centro pudo observar arreglada, lista para almorzar dos personas.
En el centro había un ramo de sus flores favoritas, sonrió al verlas y se acerco a oler. Cerró sus ojos y ese olor la transporto a otro sitio, recordaba su niñez, cuando era feliz, cuando nada la empañaba, cuando su familia estaba completa…
-Siguen causando el mismo efecto en ti- Saludas, provocando que la chica diera un giro repentino que hasta el cuello le dolió, se extraño de ver a aquella persona ahí y a su padre, se acerco lentamente quedando frente a su padre y la aquella mujer, Brittany sólo estiro su mano saludando a su padre con un beso en cada mejilla
-Padre… - Dijo en un susurro, mientras acomodaba su teléfono en su pantalón, la cual no perdía de vista la mano que sujetaba sujeta a la mano de su padre.
"Maldición"
- Brittany… - ¿Como estas ?– Pregunto al ver donde miraba la rubia-
- Estaba- resaltó esa palabra- de lo más genial- Rápidamente tomo un vaso lleno de vino tomándoselo de un sólo, bajo la atenta mirada de su padre y su compañía-
-¿Tenias sed?– Dijo su padre levantado una ceja
-Mucha… ¿Te molesta? – Pregunto ahora pero con reproche-
-En absoluto-
-¿Como va el viaje?-
-Excelente- dijo pensando en Santana causándole una sonrisa tonta
-Esta mañana, le llame a tu mamá para que te dijiera que estaría aquí, llegue hace un par de horas apenas, y eh mandado a preparar un rico desayuno para nosotros- Sonrió viendo a las chicas- Quería decirte algo muy importante-
-Bien- dijo seca
-Estas preciosa britt, no cabe duda que tu padre hizo bien su trabajo- hablo la compañera de su padre mirándola con ternura
-Soy Brittany- dijo mirando hacía la copa si darle mucha importancia al cumplido-
Su padre iba a regañarla cuando un par de meseros les había llenado la mesa de deliciosos manjares, la rubia no acostumbraba a desayunar con el, su mirada viajo al celular santana le estaba escribiendo.
"Ya te extraño rubia"
"No más que yo morena"
Cuando alzó la mirada con una sonrisa se decepciono al ver muy juntos el rostro de su padre y esa chica, estaba apunto de besarse, la rubia no aguanto y se paró de golpe, ambos de sobresaltaron.
- A eso me trajiste? – Pregunto por fin su mirada mostraba tristeza pero también coraje- A ver como te dabas besitos con esta- dijo señalando
-Brittany esto tiene una explicación- Respondió a la vez que se paraba y se limpiaba la boca
-Oh, vete a la mierda- la rubia tenía los ojos brillantes, como era posible que su padre la citara para presentarle a su nueva novia, no sabía que edad tenía pero sin duda era un poco más grande que ella.
-no te pongas así-
-¿Que no me ponga así? ¿Cómo mierdas quieres que no me ponga así? Tu siempre logras que me ponga así, siempre me dices que madure, que lo mío es manejar empresas y todo esa mierda- dijo tirando un vaso a la pared
-¿Pero qué dices? Brittany soy tu padre-
-Un padre al que no le interesa ni una pizca lo que yo quiero- dijo señalando su cuerpo- ahora me dirás que ella es una amiga nueva- dijo acercándose poco a poco- ya no tengo 10 papá- dijo mirándolo con odio- ¿recuerdas? Ya no soy la tonta- dijo acercándose a el
-Eso no es verdad, me interesas y por ello quiero lo mejor para ti, tú te vas a quedar con todo hija-
-Como si a mí me interesa tu dinero y tus empresas- Se cruzo de brazos-
-A ver Brittany – Suspiro pesadamente la mujer- yo no se que te hice pero merezco un poco de respeto–
-¿me hablas de respeto? Quien te crees que eres, eres una mierda los dos son una mierda, ¡claro! si por eso están juntos- dijo apuntandolos
-Ahora el problema es que La chica que se mete con MI PADRE me pide respeto- dijo riéndose- cual fue tu mentira padre- dijo mirándolo divertida- Que eres viudo, o que tu esposa te dejo- la chica no podía creerlo, lo primero que dijo la rubia fue lo que dijo exactamente el, lo miro furiosa y decepcionada-
- Sabes una cosa querida, no eres la primera en que me presentan a una chica, y no creo que seas la última- miro a su padre con decepción- me alegró de que mama te dejara, yo te defendía, me peleaba con ella, pero ahora me doy cuenta de lo imbécil que eres- su padre iba a hablar pero está alzo la mano haciéndolo callar- y tu no mereces que te llame papa, sabes por que hice este viaje? Para despejarme, para olvidarme de mis malditos problemas, crees que por pagarme mi viaje, ¿volvería a ser tu princesa? No me importa si eres un hombre exitoso y bien reconocido, no puedes comprarme con toda esta porquería!- dijo limpiando una lágrima de su mejilla
-Brittany en primer lugar, respeta a Vanessa- La señalo con el dedo- Y sobretodo a mi…
-Vete a la mierda- Dijo ya con un hilo de voz- perdiste a tu hija- dijo apunto de salir
-Mándame a la mierda, pero no me vuelvas a tratar así soy tu padre guste o no lo que hago es por ti, para ti – Le tomo la mano a su hija-
-¿Por mi? Te equivocas Brad, tu haces todo por conveniencia- dijo furiosa - Al igual que tu- señalo a Vanessa que tenía la cabeza agachada- Te interesa su dinero vi como estabas coqueteando con el mesero-
-No me digas Brad-
-Así te llamas-
-Soy tu padre- Dijo ya molesto-
-Un padre fantasma, ¿Vanessa es más importante que yo?- Preguntó, mientras Brad solo se llevaba una mano a la frente en signo de desesperación- El que calla otorga- Dio un último trago al whisky de su papa y se levanto-
-¿A dónde crees que vas? – Pregunto el hombre mientras se acercaba
-Lejos de ti – Respondió mientras avanzaba-
-¡Brittany Susan Pierce! ¡Detente!- Le dijo molesto y la rubia paro-
-¿Qué?- grito con todas sus fuerzas haciendo asustar a su padre y a la chica
-Después de un mes no me ves y ¿Vas a irte? Solo perderás un día de diversión, pareciera que hay algo muy importante que te espera ahí, antes dejabas votado todo por estar conmigo-
-Hay alguien muy importante esperándome antes tu también dejabas todo por tus hijos, pero claro como te quedo la “rara” preferiste seguirle los pasos a las chicas jóvenes-
-No tienes idea de cómo me lastiman tus palabras Brittany- Dijo en un hilo de voz el hombre sentándose - Eres lo que más amo en la vida-
-No lo creo- Se limpio un par de lágrimas celosas que descendían lentamente por su rostro-
- escucha a tu padre por favor – Vanessa se acerco a la rubia
-DÉJAME- grito alejándose con los puños apretado- no me toques- dijo alzando sus manos
-déjame llevarte– Dijo su padre ya más tranquilo-
-Sino te preocupaste por mi antes,- Le miro enojada- no lo hagas ahora-
-Llévate las flores te las traje de new York-
-Gracias- La rubia tomo el ramo y se dirigió a la salida se detuvo bajo la mirada de su padre y Vanessa, a su lado de ella había un tacho de basura, las tiro y salió de ahí sin mirar atrás.
nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
zas! entonces debo entender que un hermano o hermana de britt murio? o algo asi?, porfa actualiza seguido me tienes asi
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FIC "Corazón de hierro"
vaya, fue bastante intenso, pobre britt, tener que soportar a un padre rabo verde!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FIC "Corazón de hierro"
Bueno chicas el capítulo que viene ahora es fuerte, descubrieran cosas fuertes.
Disfruten con un buen inicio de semana
Capítulo 18 "Brittany"
Siempre fue una mujer segura de sí misma, nada ni nadie nunca en todo su vida había logrado hacer que Brittany S. Pierce temblara por algo pero todo cambio rotundamente el día que la rubia cumplió 17 años, era su cumpleaños y quería celebrarlo con sus amigos en su casa, en ese entonces Brittany fue una chica dulce, amable y no salía a fiestas, pero toda cambio el día que sus padres le ocultaron que se divorciaban dentro de 3 días. No sabía el porque. Así pasaron los años y Brittany cambio, era todo lo contrario, su madre se casó, ella tenía un departamento, llegaba cuando quería, era una rebelde, esa era su única forma de estar viva de sentirse con vida, no podía creerlo ¿tan poco le duraba la felicidad? Su día comenzó de lo más bien, una cita con la increíble Santana, y ahora salía su padre con esto, Todos los socios, amigos le decían a Brittany era el reflejo de su padre se parecían absolutamente en todo, si ella no cambiaba iba tener lo mismo resultados que tenía su padre, que sus hijos la odiarán, mientras bajaba por el ascensor su cabeza trabaja a mil, miles de recuerdos pasaron por su mente, ahora entendía todo cuando su padre llegaba muy tarde y dormía en otra habitación, o las veces que no llegaba a casa por asuntos de viajes, su mama llorando, se maldijo por no haber entendido a su mamá, ella siempre decía que por su culpa su padre se había separado de ellas, era lo que su padre le decía siempre cuando se juntaban hacer algo o simplemente cenar, el sonido del ascensor indicaba que ya estaba en el lobby se dirigió a la señorita que le atendió está al verla venir se sorprendió al ver a la rubia con sus mejillas, nariz y ojos rojos de las lágrimas.
-Señorita felicidades su padre le a comprado ese coche de allí- dijo señalando el que había visito cuando entro-Señorita se encuentra bien- dijo preocupada
-Estoy de lo mejor, si me disculpas- dijo avanzando hacia el auto
-S..si- dijo la señorita mirándola asustada, Brittany regreso se estaba olvidando de algo
-¿Supongo que ya está pagado o estoy mal?- Brittany no pensaba, estaba fuera de sí, pero su ira incrementó al ver a su padre bajar de las escaleras de la mano con Vanesa, sin esperar respuesta de la recepcionista se quito la blusa quedándose en top, estiro su mano derecha y envolvió la blusa alrededor de ella, dirigiéndose al coche que estaba en medio de la recepción, Brittany avanzaba con pasos firmes hacia la ventana de aquel lujoso auto, y sin más cerros sus ojos para protegerse y estampo con mucha fuerza su puño en ella, al primer golpe la ventana no sufrió las consecuencias, al segundo tampoco , tercero comenzaron a salir pequeñas líneas en el vidrio, una descontrolada Brittany golpeaba fuertemente la ventana con su mano,...cuatro...cinco....seis....siete....ocho... Maldito, maldito, maldito, maldito....con la respiración agitada Brittany paro, miles de lágrimas rodaban por su mejilla, había dejado de sentir su mano de tanto golpes, la camisa era de color blanca tenía grandes manchas de color rojo metálico, sin duda alguna estaba lastimada cosa que no le importó alzo la vista y vio a su padre asustado, su rostro demostraba, enojo decepción si perder el tiempo se dirigió hacia el al mismo tiempo un dúo de guardias corrían detrás de Brittany, uno de ellos tomo el brazo de la rubia está enseguida giro su cuello mirándolo furiosa mientras levantaba su brazo izquierdo el golpe iba al guardia directamente a su rostro hasta que una voz la izo detener.
-SUSAN- dijo el hombre de ojos azules dando un paso adelante- detente por favor- la rubia al ver que estaba apunto de hacer, se deshizo con fuerza del brazo del guardia y hablo- dile que no me toque- dijo entre dientes su pecho subía y bajaba con rapidez, sin quitar la vista de su padre, los guardias miraron a su jefe y con una mirada se retiraron de ahí, antes de que su padre le reclamara ella hablo.
-Ni te atrevas a decirme algo, sólo quise comprobar si el coche era de buena calidad- dijo encogiendose de hombros- ya sabes tu me lo enseñaste- la cara del hombre era confusa- no recuerdas o no quieres? pero espérate para eso estoy yo- dijo señalándoce- cuando estábamos en el parque de mi casa en Holanda me dijiste a los 10 años que el coche era como una chica hermosa una reina a la cual debías probarla y después evaluarla- dijo con repugnancia su padre al recordarlo quiso callarla pero la rubia siguió- No esperate aún no acaba la historia- dijo alzando la voz para que todos escucharán su mirada se dirigió a Vanessa que seguida bajo la cabeza- me dijiste que si no era de buena calidad no lo valía la pena, que un hombre debía de tener dos coches al mismo tiempo, que era mejor seguir probando y probando hasta estar satisfecho-
-Brittany para- dijo mirando por todos lados su hija estaba dando tremendo show, no reconocía a Brittany, era otra.
-NOOO!!- dijo tirando una silla que encontró cerca- NO TE DAS CUENTA QUE YO SOY ASÍ COMO TU, DESDE CUANDO ENGAÑABAS A MI MADRE- dijo mirando con odio- ERES...eres..., yo...yo quería ser como tu de grande- se sujetó la mano le estaba punzando de seguro tenía que abierta una herida o más- PERO LO ÚNICO QUE CONSEGUIRÉ ES QUE MIS HIJOS ME ODIEN ASÍ COMO LO HAGO YO, NO QUIERO VERTE EN MI CASA Y MENOS POR AQUÍ, DESGRACIADAMENTE LLEVO TU SANGRE- se acercó a su padre que no decía ni usa palabra los dos rubios sabían que se merecía eso y más- divierte con esta haber cuanto te dura- y sin más salió del hotel en busca de su moto
Brittany apartaba a la gente que se le cruzaba en el camino, querría llegar lo antes posible, a penas la encontró se subió, se puso su casco para arrancar con rabia. Avanza, reduce, da gas. La moto se desliza por el asfalto, aumenta de revoluciones.
La rubia, sin pensar, empieza a correr. Dejando a sus espaldas aquel escándalo. Ciento treinta, ciento cuarenta. Cada vez más rápido. El aire frío le pincha en la cara y su mano reclama curación y ese fresco sufrimiento parece aliviarla. Ciento cincuenta, ciento sesenta. Aún más rápido. Pasa como un rayo entre dos coches muy próximos. Ciento setenta, ciento ochenta. Una suave cuneta y la moto casi vuela atravesando un cruce. Un semáforo que acaba de ponerse rojo. Los coches a su izquierda tocan el claxon, frenando nada más arrancar. Sometidos a esa moto arrogante, Ciento noventa, doscientos. El viento silba. La calle, difuminada a ambos lados, se une en el centro. Otro cruce. Una luz a lo lejos. El verde desaparece. Ahora llega el naranja. Brittany aprieta el pequeño botón que hay a su izquierda. Su claxon se alza en el día. Como el aullido de un animal herido que corre a encontrarse con la muerte, como la sirena de una ambulancia, desgarradora como el grito del herido que transporta. El semáforo cambia de nuevo. Rojo. En el cruce, los coches se ponen en marcha. Un muro de metal de ladrillos costosos y multicolores se alza retumbando ante ellos . Aquel alarma del teléfono, aquella llamada a la vida. Brittany parece despertarse de golpe. La empuñadura del gas, libre, vuelve rápidamente al cero. El motor reduce bajo su pie arrogante. Cuarta, tercera, segunda. La rubia aprieta con fuerza el freno de acero, casi doblándolo. La moto tiembla al frenar, mientras que las revoluciones descienden veloces. Las ruedas dejan dos líneas rectas y profundas sobre el asfalto. Un olor a quemado envuelve los pistones humeantes. Los coches avanzan tranquilos a pocos centímetros de la rueda delantera de la moto. No se han dado cuenta de nada. Solo entonces, Brittany se acuerda de ella, de Santana. Unos sollozos quedos le salen del pecho, incontenibles, al igual que las pequeñas lágrimas que rayan su pálida cara.
Apenas 1año antes.
Brit, encerrada en su habitación, pasea intentando repasar la lección de química. Se apoya con ambas manos sobre la mesa. Hojea el cuaderno con los apuntes. Es inútil. Esas fórmulas se niegan a entrar en su cabeza.
De repente, oye cantar a Battisti en el último piso del edificio de enfrente «Mi ritorna in mente, bella come sei...».Qué suerte tiene Battisti, yo no me acuerdo de nada y odio la química. Luego, constatando que le quieren proponer todo el disco, se levanta y abre la ventana.
—¡Eh! ¿Quieres apagar la música?-
El volumen baja lentamente.
"Menudos imbéciles." britt vuelve a sentarse y se concentra de nuevo en la química.
—Brittany... — la rubia se da la vuelta. Su padre está frente a él. Lleva puesto un abrigo de cuero.-Voy a salir, ¿necesitas algo?
—No, gracias, papá.
—Bueno, en ese caso, nos vemos esta noche. Si llama mamá dile que he tenido que salir para llevar las cartas que ella ya sabe al asesor fiscal.
—Está bien.
Su padre se acerca a ella y le da un suave beso sobre la mejilla. El perfume que emana de los rizos de su melena negra llega hasta ella, acariciándolo. Brittany piensa que se ha puesto demasiado pero prefiere no decírselo. Luego, al verlo salir, comprende que ha hecho lo que debía. Es perfecto. Su padre no se puede equivocar. Ni siquiera cuando se perfuma. Lleva bajo su brazo otro abrigo el que le regalaron ella y su hermano. Patrick puso casi todo el dinero pero fue ella la que lo eligió, en esa tienda de la calle Cola di Rienzo donde había visto a su padre detenerse muchas veces indeciso.
“Tú sí que eres una entendida —le susurró el al oído colocándoselo enzima del hombro, simuló una especie de desfile—. Bueno, ¿cómo me queda?
Todos respondieron divertidos. Pero lo que el quería oír en realidad era la opinión del «verdadera entendida».
—Estás guapísimo, papa.
Britt vuelve a su habitación. Oye cerrarse la puerta de la cocina. ¿Cuándo le regalaron aquel abrigo? ¿Fue por Navidad o por su cumpleaños? Decide que, en ese momento, es mejor tratar de recordar la fórmula de química.
Más tarde. Son casi las siete. Le faltan tres páginas para acabar el “programa. Entonces sucede. Battisti empieza a cantar de nuevo. En la ventana entornada del último piso del edificio de enfrente. Más alto que antes. Insistente. Provocador. Sin respeto por nada ni por nadie. Por ella que está estudiando, por la que no puede ir al gimnasio. Se ha pasado.
Brittany coge las llaves de casa y sale corriendo dando un portazo. Cruza la calle y entra en el portal del edificio de enfrente. El ascensor está ocupado. Sube las escaleras de dos en dos. Basta, es insoportable. No tiene nada contra Battisti, al contrario. Pero oírlo de ese modo. Llega al último piso. Justo en ese momento se abre el ascensor. Sale un empleado con un paquete en la mano. Es más rápido que britt. Controla el apellido sobre la etiqueta de la puerta y llama. Britt recupera el aliento a su lado. El empleado lo mira curioso. Britt le devuelve la mirada sonriendo, luego observa el paquete que lleva en la mano. Sobre él está escrito: Antonini. Deben de ser los famosos pastelitos. Ellos también los compran todos los domingos. Hay de todas clases. De salmón, caviar, marisco. A su madre le encantan.
—¿Quién es?
—Antonini. Traigo los pastelitos que ha pedido, señorita
Britt sonríe para sus adentros. Ha adivinado, puede que esa, para disculparse, le ofrezca uno. La puerta se abre. Aparece una chica de unos treinta años. Tiene la camisa medio desabrochada debajo unos short. El empleado hace ademán de entregarle el paquete pero cuando la muchacha ve a britt se tira contra la puerta tratando de cerrarla. Britt no lo entiende pero, instintivamente, se arroja hacia delante. Mete el pie en medio de la puerta, bloqueándola. El empleado retrocede para mantener en equilibrio la bandeja de cartón. Al permanecer allí, con la cara apoyada contra la fría madera oscura, lo ve a través de la abertura de la puerta. Está sobre un sillón junto al abrigo de cuero. De repente, se acuerda. Su hermano y ella le regalaron aquel abrigo por Navidad. Y la rabia, la desesperación, el deseo de no estar allí, de no tener que dar crédito a lo que ve, redoblan sus fuerzas. Abre la puerta de golpe tirándola al suelo. Entra en el salón furibundo. Preferiría estar ciega para no tener que ver lo que le muestran sus ojos. La puerta del dormitorio está abierta. Allí, entre las sábanas en desorden, con una cara distinta, irreconocible para ella que lo ha visto tantas veces, está el. Se está encendiendo un cigarrillo con aire inocente. Sus miradas se encuentran y, en un instante, algo se rompe, se apaga para siempre. Aquel última química de amor que los unía se corta y ambos, sin dejar de mirarse, gritan en silencio, llorando a lágrima viva. Después ella se aleja mientras el permanece inmóvil sobre la cama, mudo, consumiéndose como el cigarrillo que acaba de encenderse. Ardiendo de amor por ella, de odio hacia sí mismo, hacia el otro, hacia aquella situación. Britt se encamina lentamente a la puerta, se detiene. Ve al empleado en el rellano, junto al ascensor, con los pastelitos en la mano, mirándolo sin articular palabra. Inesperadamente, unas manos se apoyan sobre sus hombros.
—Escucha...
Es ese tipa. ¿Qué se supone que debería escuchar? Ya no siente nada. Se ríe. La muchacha no la entiende. Lo mira estupefacto. Britt le da un puñetazo en plena cara. Y, en ese preciso momento, las palabras de Battisti, inocente culpable de aquel descubrimiento, se escuchan en el rellano, o puede Francesca Ambrosini se lleva las manos a la cara, llenándola de sangre. Britt la coge por la camisa de su padre y, arrancándosela, la saca de aquella casa sucia de amor ilegal.
La golpea varias veces en la cabeza. La muchacha trata de escapar. Empieza a bajar las escaleras. Britt lo alcanza de inmediato. Con una patada precisa lo empuja con fuerza, haciéndole tropezar. Francesca Ambrosini rueda por las escaleras. Apenas se para, britt se abalanza de nuevo sobre ella. Le da patadas en la espalda, en las piernas, mientras ella se aferra dolorido a la barandilla, intentando levantarse, huir de ella. La está destrozando. Britt le tira del pelo, intentando que se suelte, pero mientras sus manos se llenan de mechones de pelo, Ambrosini sigue allí, aferrada a la barra de hierro, gritando aterrorizada. Las puertas de los otros apartamentos se abren. Britt da patadas a las manos de Francesca y estas empiezan a sangrar. Pero no se suelta, consciente de que aquello es su única salvación. Entonces britt lo hace. Lleva la pierna hacia atrás y, con toda su fuerza, golpea su cabeza por detrás. Una patada violenta y precisa. La cara de Ambrosini se estampa contra la barandilla. Con un ruido sordo. Le destroza los pómulos. Empieza a chorrear sangre. Los huesos de la boca se rompen. Se le cae un diente y rebota en el mármol. La barandilla vibra y aquel ruido de hierro desciende las escaleras acompañado del último grito de Ambrosini que se desmaya. Britt escapa, bajando apresuradamente, pasando veloz entre las caras terribles de los inquilinos curiosos, tropezando con aquellos cuerpos fláccidos que tratan en vano de detenerlo. Vaga por la ciudad. Aquella noche no vuelve a casa. Va a dormir a casa de rachel. Su amiga no le pregunta nada. Menos mal que su padre está fuera aquella noche, así pueden compartir la cama. Rachel siente a britt agitarse mientras duerme, sufrir incluso durante un sueño. A la mañana siguiente, rachel hace como si nada, a pesar de que uno de los almohadones está empapado de lágrimas. Desayunan sonriendo, charlando de sus cosas, compartiendo un cigarrillo. Luego britt va al colegio y saca hasta un diez en química. Pero aun así, a partir de aquel día, su vida cambiará. Sin que nadie haya sabido nunca la razón, nada ha vuelto a ser igual.
Algo malévolo anida en ella. Una bestia,, un animal ha hecho su guarida en lo más profundo de su corazón, listo para salir en cualquier momento, para golpear, con rabia, con maldad, hija del sufrimiento y de un amor hecho añicos. Desde entonces, la vida en casa dejó de ser posible. Silencios y miradas furtivas. No volvió a dedicar ni siquiera una sonrisa a la persona que antes idolatraba. Luego vino el proceso. La condena. Su padre no testimonió a su favor. Su madre le riñó. Su hermano no se enteró de nada. Y nadie supo nunca lo que había pasado, aparte de ellos dos. Guardianes forzados de aquel terrible secreto. Aquel mismo año, sus padres se separaron. Britt se fue a vivir sola . El primer día que entró en aquella casa miró por la ventana de su habitación. Fuera había solo un prado tranquilo. Empezó a colocar sus cosas. Sacó de la bolsa algunos suéteres y los puso al fondo del armario. De repente, tocó una sudadera. Mientras la sacaba, se le abrió entre las manos. Por un instante tuvo la impresión de que su padre estaba allí. Recordaba cuando se la había prestado, el día en que se fueron a correr juntos por una por una arboleda. Cuando ella había aminorado el paso para estar a su lado. Y ahora, en cambio, se encontraba en aquella casa, tan lejos de el, en todos los sentidos. Apretando con fuerza la sudadera entre las manos, se la llevó a la cara. Al oler su perfume, se echó a llorar. Luego, estúpidamente, se preguntó si aquel día debería haberle dicho que se había puesto demasiado.
De nuevo ahora. Por la mañana.
La moto corre tranquila por la orilla. Pequeñas olas rompen lentas en ella. Van y vienen, respiración regular del mar profundo y claro que la observa a una cierta distancia. el sol, alta en el cielo. A lo lejos, la playa se pierde entre las manchas más claras de las montañas. Su mano le pide que de concentre en ella. Brittany apaga los faros. Sigue corriendo. Al llegar a mitad del muelle para cae de rodillas con la cabeza agachada, su teléfono suena otra vez tiene que contestar.
-Hola san- habla como si tuviera su nariz tapada causa del llanto.
-Britt que te paso- Santana preocupada hubo un silencio sólo se escucha las olas del mar, hasta que la morena del otro lado de la línea escucho un pequeño sollozo. Algo andaba mal.
-brit dime que pasa-
"Sollozos"
-BRITTANY DIME QUE TE PASA- Santana estaba cada vez más nerviosa no era común ver a la rubia llorar.-dime donde estas, estoy yendo por el coche- dijo saliendo rápidamente bajo la miradas de sus amigos y de su hermano.
-Que paso santana- dijo su hermano ver preocupada a su hermana- respira y dime que pasa-
-Britany está llorando y no me habla- quinn al escuchar esto llamo a Rachel preocupada
Por su parte Santana ya estaba bajando la escalera de dos en dos, atrás de ella estaba su hermano, sam y quinn está última esperaba a que Rachel contestara y lo hizo antes de que se saludaran, hablo la rubia rápidamente.
-Britt ¿está llorando? ¿qué… qué pasó?preguntó asustada de pronto -¿qué? Si… si ¿dónde estás?... ya okey… si… voy ahora- le respondió Rachel cortando la conversación al tiempo que se levantaba y pagaba lo que había consumido.
-San ya le hable a rachel, viene enseguida- dijo quinn recuperando el aliento- yo no puedo esperarla tengo que ir- dijo la morena más nerviosa
-Tienes que calmarte- dijo quinn tomando sus manos- llámala y pásamela- la morena la miro confundía- sólo pásamela Santana- la morena no tan segura marcó y al segundo Brittany contesto- britt quinn q..-no puedo terminar por que la rubia de ojos verdes le arrancó el teléfono yéndose a una esquina para que nadie más escuchara lo que le iba a decir a la rubia.
-Brittany que paso-
-Estoy bien- dijo la rubia de ojos azules en susurro
-No, no estás bien, mira Santana está muy nerviosa y todos estamos aquí por ti, dime donde estas- de reojo pudo ver que Rachel había llegado y venía corriendo directo a ella, le dio el teléfono la morena bajita
-Britt amiga soy yo, ¿donde estas?- Rachel escucho otro sollozo preocupándola más
"Sollozo"
-Britt dime que paso-
-Mi padre- dijo apretando en teléfono en su mano la morena al escuchar eso sabía perfectamente como era la rubia con el-
-Donde estas, Santana está histérica no deja de moverse está muy nerviosa-
-Playa cercana a la colina- dijo como pudo otro ataque de llanto le impidió hablar. La morena al saber esto corrió donde estaban los otros, la latina apenas escucho la dirección subió al coche acelerando detrás de ella venían los demás en otro coche.
1 hora después Brittany se había calmado ya, su respiración al principio era agitada pero al tener sola el mar en frente suyo la llevo a una tranquila, se levanta y se acerca hasta la orilla. "El no tiene corazón" Pequeñas olas de bordes plateados rompen antes de mojar sus All Star azules. Una ola algo más caprichosa que las demás prueba a cogerla. Britt retrocede deprisa tratando de escapar. Tropieza con un cuerpo. Gira su cabeza ve aquella persona parada enfrente de ella, lleva un vestido de marca, mira detrás del hombro de ella, y ve sus tacones y su abrigo en la arena, la rubia por miedo giró su cuerpo dándole la espalda, otro sollozo, escucha como alguien camina hacia ella
-San no te me acerques estoy horrible- dice la rubia tratando de aguantar su llanto
La morena no le hace caso y la envuelve por detrás con sus brazos ofreciéndoles un refugio seguro, muy pegadas Santana la sostenía mientras que britt descargaba todo su llanto. Nunca había visto a la rubia llorar, ella le mostraba de todo menos sensibilidad, que la rubia llorara era grave. Muy grave. Después de que Brittany calmara su llanto giro para quedar frente a frente con la morena, Santana al verla se le encogió su corazón, aquel brillo que destacaba a Brittany no estaba, sus mirada solo mostraba decepción y tristeza. La morena subió sus brazos y los enredo en el cuello de la rubia, sin dejar de mirarla le hacía una coleta a su cabello dorado, le sonrisa quería que supiera que todo iba a estar bien, que sus amigos y ella iban a ayudar a la rubia. Sus ojos azules, rebosantes de amor, la miran con tristeza. La morena se inclina sobre la rubia lentamente y, estrechando un abrazo tierno sin despegarse la besa en la mejilla, sonriéndole, Brittany esboza una pequeña sonrisa, otro beso en la otra mejilla, otra media sonrisa, la morena la besa sus labios suaves y cálidos, frescos y salados, acariciados por el viento del mar. Brittany le pasa una mano por el pelo. Lo aparta dejando su cara al descubierto. Se le dibuja una gran sonrisa. La primera después de haber estado en esa situación con su padre, Otro beso. Los chicos habían llegado después de Santana, todos estaban pendiente de aquella escena entre Santana y Brittany, Rachel había descubierto cual era la medicina de su mejor amiga. Sin necesidad de actuar. Las nubes se pasean sosegadamente en el cielo azul. Brittany envuelve sus brazos en la cintura de la morena elevandola suspira profundamente.
Se estaba enamorando de Santana López
Disfruten con un buen inicio de semana
Capítulo 18 "Brittany"
Siempre fue una mujer segura de sí misma, nada ni nadie nunca en todo su vida había logrado hacer que Brittany S. Pierce temblara por algo pero todo cambio rotundamente el día que la rubia cumplió 17 años, era su cumpleaños y quería celebrarlo con sus amigos en su casa, en ese entonces Brittany fue una chica dulce, amable y no salía a fiestas, pero toda cambio el día que sus padres le ocultaron que se divorciaban dentro de 3 días. No sabía el porque. Así pasaron los años y Brittany cambio, era todo lo contrario, su madre se casó, ella tenía un departamento, llegaba cuando quería, era una rebelde, esa era su única forma de estar viva de sentirse con vida, no podía creerlo ¿tan poco le duraba la felicidad? Su día comenzó de lo más bien, una cita con la increíble Santana, y ahora salía su padre con esto, Todos los socios, amigos le decían a Brittany era el reflejo de su padre se parecían absolutamente en todo, si ella no cambiaba iba tener lo mismo resultados que tenía su padre, que sus hijos la odiarán, mientras bajaba por el ascensor su cabeza trabaja a mil, miles de recuerdos pasaron por su mente, ahora entendía todo cuando su padre llegaba muy tarde y dormía en otra habitación, o las veces que no llegaba a casa por asuntos de viajes, su mama llorando, se maldijo por no haber entendido a su mamá, ella siempre decía que por su culpa su padre se había separado de ellas, era lo que su padre le decía siempre cuando se juntaban hacer algo o simplemente cenar, el sonido del ascensor indicaba que ya estaba en el lobby se dirigió a la señorita que le atendió está al verla venir se sorprendió al ver a la rubia con sus mejillas, nariz y ojos rojos de las lágrimas.
-Señorita felicidades su padre le a comprado ese coche de allí- dijo señalando el que había visito cuando entro-Señorita se encuentra bien- dijo preocupada
-Estoy de lo mejor, si me disculpas- dijo avanzando hacia el auto
-S..si- dijo la señorita mirándola asustada, Brittany regreso se estaba olvidando de algo
-¿Supongo que ya está pagado o estoy mal?- Brittany no pensaba, estaba fuera de sí, pero su ira incrementó al ver a su padre bajar de las escaleras de la mano con Vanesa, sin esperar respuesta de la recepcionista se quito la blusa quedándose en top, estiro su mano derecha y envolvió la blusa alrededor de ella, dirigiéndose al coche que estaba en medio de la recepción, Brittany avanzaba con pasos firmes hacia la ventana de aquel lujoso auto, y sin más cerros sus ojos para protegerse y estampo con mucha fuerza su puño en ella, al primer golpe la ventana no sufrió las consecuencias, al segundo tampoco , tercero comenzaron a salir pequeñas líneas en el vidrio, una descontrolada Brittany golpeaba fuertemente la ventana con su mano,...cuatro...cinco....seis....siete....ocho... Maldito, maldito, maldito, maldito....con la respiración agitada Brittany paro, miles de lágrimas rodaban por su mejilla, había dejado de sentir su mano de tanto golpes, la camisa era de color blanca tenía grandes manchas de color rojo metálico, sin duda alguna estaba lastimada cosa que no le importó alzo la vista y vio a su padre asustado, su rostro demostraba, enojo decepción si perder el tiempo se dirigió hacia el al mismo tiempo un dúo de guardias corrían detrás de Brittany, uno de ellos tomo el brazo de la rubia está enseguida giro su cuello mirándolo furiosa mientras levantaba su brazo izquierdo el golpe iba al guardia directamente a su rostro hasta que una voz la izo detener.
-SUSAN- dijo el hombre de ojos azules dando un paso adelante- detente por favor- la rubia al ver que estaba apunto de hacer, se deshizo con fuerza del brazo del guardia y hablo- dile que no me toque- dijo entre dientes su pecho subía y bajaba con rapidez, sin quitar la vista de su padre, los guardias miraron a su jefe y con una mirada se retiraron de ahí, antes de que su padre le reclamara ella hablo.
-Ni te atrevas a decirme algo, sólo quise comprobar si el coche era de buena calidad- dijo encogiendose de hombros- ya sabes tu me lo enseñaste- la cara del hombre era confusa- no recuerdas o no quieres? pero espérate para eso estoy yo- dijo señalándoce- cuando estábamos en el parque de mi casa en Holanda me dijiste a los 10 años que el coche era como una chica hermosa una reina a la cual debías probarla y después evaluarla- dijo con repugnancia su padre al recordarlo quiso callarla pero la rubia siguió- No esperate aún no acaba la historia- dijo alzando la voz para que todos escucharán su mirada se dirigió a Vanessa que seguida bajo la cabeza- me dijiste que si no era de buena calidad no lo valía la pena, que un hombre debía de tener dos coches al mismo tiempo, que era mejor seguir probando y probando hasta estar satisfecho-
-Brittany para- dijo mirando por todos lados su hija estaba dando tremendo show, no reconocía a Brittany, era otra.
-NOOO!!- dijo tirando una silla que encontró cerca- NO TE DAS CUENTA QUE YO SOY ASÍ COMO TU, DESDE CUANDO ENGAÑABAS A MI MADRE- dijo mirando con odio- ERES...eres..., yo...yo quería ser como tu de grande- se sujetó la mano le estaba punzando de seguro tenía que abierta una herida o más- PERO LO ÚNICO QUE CONSEGUIRÉ ES QUE MIS HIJOS ME ODIEN ASÍ COMO LO HAGO YO, NO QUIERO VERTE EN MI CASA Y MENOS POR AQUÍ, DESGRACIADAMENTE LLEVO TU SANGRE- se acercó a su padre que no decía ni usa palabra los dos rubios sabían que se merecía eso y más- divierte con esta haber cuanto te dura- y sin más salió del hotel en busca de su moto
Brittany apartaba a la gente que se le cruzaba en el camino, querría llegar lo antes posible, a penas la encontró se subió, se puso su casco para arrancar con rabia. Avanza, reduce, da gas. La moto se desliza por el asfalto, aumenta de revoluciones.
La rubia, sin pensar, empieza a correr. Dejando a sus espaldas aquel escándalo. Ciento treinta, ciento cuarenta. Cada vez más rápido. El aire frío le pincha en la cara y su mano reclama curación y ese fresco sufrimiento parece aliviarla. Ciento cincuenta, ciento sesenta. Aún más rápido. Pasa como un rayo entre dos coches muy próximos. Ciento setenta, ciento ochenta. Una suave cuneta y la moto casi vuela atravesando un cruce. Un semáforo que acaba de ponerse rojo. Los coches a su izquierda tocan el claxon, frenando nada más arrancar. Sometidos a esa moto arrogante, Ciento noventa, doscientos. El viento silba. La calle, difuminada a ambos lados, se une en el centro. Otro cruce. Una luz a lo lejos. El verde desaparece. Ahora llega el naranja. Brittany aprieta el pequeño botón que hay a su izquierda. Su claxon se alza en el día. Como el aullido de un animal herido que corre a encontrarse con la muerte, como la sirena de una ambulancia, desgarradora como el grito del herido que transporta. El semáforo cambia de nuevo. Rojo. En el cruce, los coches se ponen en marcha. Un muro de metal de ladrillos costosos y multicolores se alza retumbando ante ellos . Aquel alarma del teléfono, aquella llamada a la vida. Brittany parece despertarse de golpe. La empuñadura del gas, libre, vuelve rápidamente al cero. El motor reduce bajo su pie arrogante. Cuarta, tercera, segunda. La rubia aprieta con fuerza el freno de acero, casi doblándolo. La moto tiembla al frenar, mientras que las revoluciones descienden veloces. Las ruedas dejan dos líneas rectas y profundas sobre el asfalto. Un olor a quemado envuelve los pistones humeantes. Los coches avanzan tranquilos a pocos centímetros de la rueda delantera de la moto. No se han dado cuenta de nada. Solo entonces, Brittany se acuerda de ella, de Santana. Unos sollozos quedos le salen del pecho, incontenibles, al igual que las pequeñas lágrimas que rayan su pálida cara.
Apenas 1año antes.
Brit, encerrada en su habitación, pasea intentando repasar la lección de química. Se apoya con ambas manos sobre la mesa. Hojea el cuaderno con los apuntes. Es inútil. Esas fórmulas se niegan a entrar en su cabeza.
De repente, oye cantar a Battisti en el último piso del edificio de enfrente «Mi ritorna in mente, bella come sei...».Qué suerte tiene Battisti, yo no me acuerdo de nada y odio la química. Luego, constatando que le quieren proponer todo el disco, se levanta y abre la ventana.
—¡Eh! ¿Quieres apagar la música?-
El volumen baja lentamente.
"Menudos imbéciles." britt vuelve a sentarse y se concentra de nuevo en la química.
—Brittany... — la rubia se da la vuelta. Su padre está frente a él. Lleva puesto un abrigo de cuero.-Voy a salir, ¿necesitas algo?
—No, gracias, papá.
—Bueno, en ese caso, nos vemos esta noche. Si llama mamá dile que he tenido que salir para llevar las cartas que ella ya sabe al asesor fiscal.
—Está bien.
Su padre se acerca a ella y le da un suave beso sobre la mejilla. El perfume que emana de los rizos de su melena negra llega hasta ella, acariciándolo. Brittany piensa que se ha puesto demasiado pero prefiere no decírselo. Luego, al verlo salir, comprende que ha hecho lo que debía. Es perfecto. Su padre no se puede equivocar. Ni siquiera cuando se perfuma. Lleva bajo su brazo otro abrigo el que le regalaron ella y su hermano. Patrick puso casi todo el dinero pero fue ella la que lo eligió, en esa tienda de la calle Cola di Rienzo donde había visto a su padre detenerse muchas veces indeciso.
“Tú sí que eres una entendida —le susurró el al oído colocándoselo enzima del hombro, simuló una especie de desfile—. Bueno, ¿cómo me queda?
Todos respondieron divertidos. Pero lo que el quería oír en realidad era la opinión del «verdadera entendida».
—Estás guapísimo, papa.
Britt vuelve a su habitación. Oye cerrarse la puerta de la cocina. ¿Cuándo le regalaron aquel abrigo? ¿Fue por Navidad o por su cumpleaños? Decide que, en ese momento, es mejor tratar de recordar la fórmula de química.
Más tarde. Son casi las siete. Le faltan tres páginas para acabar el “programa. Entonces sucede. Battisti empieza a cantar de nuevo. En la ventana entornada del último piso del edificio de enfrente. Más alto que antes. Insistente. Provocador. Sin respeto por nada ni por nadie. Por ella que está estudiando, por la que no puede ir al gimnasio. Se ha pasado.
Brittany coge las llaves de casa y sale corriendo dando un portazo. Cruza la calle y entra en el portal del edificio de enfrente. El ascensor está ocupado. Sube las escaleras de dos en dos. Basta, es insoportable. No tiene nada contra Battisti, al contrario. Pero oírlo de ese modo. Llega al último piso. Justo en ese momento se abre el ascensor. Sale un empleado con un paquete en la mano. Es más rápido que britt. Controla el apellido sobre la etiqueta de la puerta y llama. Britt recupera el aliento a su lado. El empleado lo mira curioso. Britt le devuelve la mirada sonriendo, luego observa el paquete que lleva en la mano. Sobre él está escrito: Antonini. Deben de ser los famosos pastelitos. Ellos también los compran todos los domingos. Hay de todas clases. De salmón, caviar, marisco. A su madre le encantan.
—¿Quién es?
—Antonini. Traigo los pastelitos que ha pedido, señorita
Britt sonríe para sus adentros. Ha adivinado, puede que esa, para disculparse, le ofrezca uno. La puerta se abre. Aparece una chica de unos treinta años. Tiene la camisa medio desabrochada debajo unos short. El empleado hace ademán de entregarle el paquete pero cuando la muchacha ve a britt se tira contra la puerta tratando de cerrarla. Britt no lo entiende pero, instintivamente, se arroja hacia delante. Mete el pie en medio de la puerta, bloqueándola. El empleado retrocede para mantener en equilibrio la bandeja de cartón. Al permanecer allí, con la cara apoyada contra la fría madera oscura, lo ve a través de la abertura de la puerta. Está sobre un sillón junto al abrigo de cuero. De repente, se acuerda. Su hermano y ella le regalaron aquel abrigo por Navidad. Y la rabia, la desesperación, el deseo de no estar allí, de no tener que dar crédito a lo que ve, redoblan sus fuerzas. Abre la puerta de golpe tirándola al suelo. Entra en el salón furibundo. Preferiría estar ciega para no tener que ver lo que le muestran sus ojos. La puerta del dormitorio está abierta. Allí, entre las sábanas en desorden, con una cara distinta, irreconocible para ella que lo ha visto tantas veces, está el. Se está encendiendo un cigarrillo con aire inocente. Sus miradas se encuentran y, en un instante, algo se rompe, se apaga para siempre. Aquel última química de amor que los unía se corta y ambos, sin dejar de mirarse, gritan en silencio, llorando a lágrima viva. Después ella se aleja mientras el permanece inmóvil sobre la cama, mudo, consumiéndose como el cigarrillo que acaba de encenderse. Ardiendo de amor por ella, de odio hacia sí mismo, hacia el otro, hacia aquella situación. Britt se encamina lentamente a la puerta, se detiene. Ve al empleado en el rellano, junto al ascensor, con los pastelitos en la mano, mirándolo sin articular palabra. Inesperadamente, unas manos se apoyan sobre sus hombros.
—Escucha...
Es ese tipa. ¿Qué se supone que debería escuchar? Ya no siente nada. Se ríe. La muchacha no la entiende. Lo mira estupefacto. Britt le da un puñetazo en plena cara. Y, en ese preciso momento, las palabras de Battisti, inocente culpable de aquel descubrimiento, se escuchan en el rellano, o puede Francesca Ambrosini se lleva las manos a la cara, llenándola de sangre. Britt la coge por la camisa de su padre y, arrancándosela, la saca de aquella casa sucia de amor ilegal.
La golpea varias veces en la cabeza. La muchacha trata de escapar. Empieza a bajar las escaleras. Britt lo alcanza de inmediato. Con una patada precisa lo empuja con fuerza, haciéndole tropezar. Francesca Ambrosini rueda por las escaleras. Apenas se para, britt se abalanza de nuevo sobre ella. Le da patadas en la espalda, en las piernas, mientras ella se aferra dolorido a la barandilla, intentando levantarse, huir de ella. La está destrozando. Britt le tira del pelo, intentando que se suelte, pero mientras sus manos se llenan de mechones de pelo, Ambrosini sigue allí, aferrada a la barra de hierro, gritando aterrorizada. Las puertas de los otros apartamentos se abren. Britt da patadas a las manos de Francesca y estas empiezan a sangrar. Pero no se suelta, consciente de que aquello es su única salvación. Entonces britt lo hace. Lleva la pierna hacia atrás y, con toda su fuerza, golpea su cabeza por detrás. Una patada violenta y precisa. La cara de Ambrosini se estampa contra la barandilla. Con un ruido sordo. Le destroza los pómulos. Empieza a chorrear sangre. Los huesos de la boca se rompen. Se le cae un diente y rebota en el mármol. La barandilla vibra y aquel ruido de hierro desciende las escaleras acompañado del último grito de Ambrosini que se desmaya. Britt escapa, bajando apresuradamente, pasando veloz entre las caras terribles de los inquilinos curiosos, tropezando con aquellos cuerpos fláccidos que tratan en vano de detenerlo. Vaga por la ciudad. Aquella noche no vuelve a casa. Va a dormir a casa de rachel. Su amiga no le pregunta nada. Menos mal que su padre está fuera aquella noche, así pueden compartir la cama. Rachel siente a britt agitarse mientras duerme, sufrir incluso durante un sueño. A la mañana siguiente, rachel hace como si nada, a pesar de que uno de los almohadones está empapado de lágrimas. Desayunan sonriendo, charlando de sus cosas, compartiendo un cigarrillo. Luego britt va al colegio y saca hasta un diez en química. Pero aun así, a partir de aquel día, su vida cambiará. Sin que nadie haya sabido nunca la razón, nada ha vuelto a ser igual.
Algo malévolo anida en ella. Una bestia,, un animal ha hecho su guarida en lo más profundo de su corazón, listo para salir en cualquier momento, para golpear, con rabia, con maldad, hija del sufrimiento y de un amor hecho añicos. Desde entonces, la vida en casa dejó de ser posible. Silencios y miradas furtivas. No volvió a dedicar ni siquiera una sonrisa a la persona que antes idolatraba. Luego vino el proceso. La condena. Su padre no testimonió a su favor. Su madre le riñó. Su hermano no se enteró de nada. Y nadie supo nunca lo que había pasado, aparte de ellos dos. Guardianes forzados de aquel terrible secreto. Aquel mismo año, sus padres se separaron. Britt se fue a vivir sola . El primer día que entró en aquella casa miró por la ventana de su habitación. Fuera había solo un prado tranquilo. Empezó a colocar sus cosas. Sacó de la bolsa algunos suéteres y los puso al fondo del armario. De repente, tocó una sudadera. Mientras la sacaba, se le abrió entre las manos. Por un instante tuvo la impresión de que su padre estaba allí. Recordaba cuando se la había prestado, el día en que se fueron a correr juntos por una por una arboleda. Cuando ella había aminorado el paso para estar a su lado. Y ahora, en cambio, se encontraba en aquella casa, tan lejos de el, en todos los sentidos. Apretando con fuerza la sudadera entre las manos, se la llevó a la cara. Al oler su perfume, se echó a llorar. Luego, estúpidamente, se preguntó si aquel día debería haberle dicho que se había puesto demasiado.
De nuevo ahora. Por la mañana.
La moto corre tranquila por la orilla. Pequeñas olas rompen lentas en ella. Van y vienen, respiración regular del mar profundo y claro que la observa a una cierta distancia. el sol, alta en el cielo. A lo lejos, la playa se pierde entre las manchas más claras de las montañas. Su mano le pide que de concentre en ella. Brittany apaga los faros. Sigue corriendo. Al llegar a mitad del muelle para cae de rodillas con la cabeza agachada, su teléfono suena otra vez tiene que contestar.
-Hola san- habla como si tuviera su nariz tapada causa del llanto.
-Britt que te paso- Santana preocupada hubo un silencio sólo se escucha las olas del mar, hasta que la morena del otro lado de la línea escucho un pequeño sollozo. Algo andaba mal.
-brit dime que pasa-
"Sollozos"
-BRITTANY DIME QUE TE PASA- Santana estaba cada vez más nerviosa no era común ver a la rubia llorar.-dime donde estas, estoy yendo por el coche- dijo saliendo rápidamente bajo la miradas de sus amigos y de su hermano.
-Que paso santana- dijo su hermano ver preocupada a su hermana- respira y dime que pasa-
-Britany está llorando y no me habla- quinn al escuchar esto llamo a Rachel preocupada
Por su parte Santana ya estaba bajando la escalera de dos en dos, atrás de ella estaba su hermano, sam y quinn está última esperaba a que Rachel contestara y lo hizo antes de que se saludaran, hablo la rubia rápidamente.
-Britt ¿está llorando? ¿qué… qué pasó?preguntó asustada de pronto -¿qué? Si… si ¿dónde estás?... ya okey… si… voy ahora- le respondió Rachel cortando la conversación al tiempo que se levantaba y pagaba lo que había consumido.
-San ya le hable a rachel, viene enseguida- dijo quinn recuperando el aliento- yo no puedo esperarla tengo que ir- dijo la morena más nerviosa
-Tienes que calmarte- dijo quinn tomando sus manos- llámala y pásamela- la morena la miro confundía- sólo pásamela Santana- la morena no tan segura marcó y al segundo Brittany contesto- britt quinn q..-no puedo terminar por que la rubia de ojos verdes le arrancó el teléfono yéndose a una esquina para que nadie más escuchara lo que le iba a decir a la rubia.
-Brittany que paso-
-Estoy bien- dijo la rubia de ojos azules en susurro
-No, no estás bien, mira Santana está muy nerviosa y todos estamos aquí por ti, dime donde estas- de reojo pudo ver que Rachel había llegado y venía corriendo directo a ella, le dio el teléfono la morena bajita
-Britt amiga soy yo, ¿donde estas?- Rachel escucho otro sollozo preocupándola más
"Sollozo"
-Britt dime que paso-
-Mi padre- dijo apretando en teléfono en su mano la morena al escuchar eso sabía perfectamente como era la rubia con el-
-Donde estas, Santana está histérica no deja de moverse está muy nerviosa-
-Playa cercana a la colina- dijo como pudo otro ataque de llanto le impidió hablar. La morena al saber esto corrió donde estaban los otros, la latina apenas escucho la dirección subió al coche acelerando detrás de ella venían los demás en otro coche.
1 hora después Brittany se había calmado ya, su respiración al principio era agitada pero al tener sola el mar en frente suyo la llevo a una tranquila, se levanta y se acerca hasta la orilla. "El no tiene corazón" Pequeñas olas de bordes plateados rompen antes de mojar sus All Star azules. Una ola algo más caprichosa que las demás prueba a cogerla. Britt retrocede deprisa tratando de escapar. Tropieza con un cuerpo. Gira su cabeza ve aquella persona parada enfrente de ella, lleva un vestido de marca, mira detrás del hombro de ella, y ve sus tacones y su abrigo en la arena, la rubia por miedo giró su cuerpo dándole la espalda, otro sollozo, escucha como alguien camina hacia ella
-San no te me acerques estoy horrible- dice la rubia tratando de aguantar su llanto
La morena no le hace caso y la envuelve por detrás con sus brazos ofreciéndoles un refugio seguro, muy pegadas Santana la sostenía mientras que britt descargaba todo su llanto. Nunca había visto a la rubia llorar, ella le mostraba de todo menos sensibilidad, que la rubia llorara era grave. Muy grave. Después de que Brittany calmara su llanto giro para quedar frente a frente con la morena, Santana al verla se le encogió su corazón, aquel brillo que destacaba a Brittany no estaba, sus mirada solo mostraba decepción y tristeza. La morena subió sus brazos y los enredo en el cuello de la rubia, sin dejar de mirarla le hacía una coleta a su cabello dorado, le sonrisa quería que supiera que todo iba a estar bien, que sus amigos y ella iban a ayudar a la rubia. Sus ojos azules, rebosantes de amor, la miran con tristeza. La morena se inclina sobre la rubia lentamente y, estrechando un abrazo tierno sin despegarse la besa en la mejilla, sonriéndole, Brittany esboza una pequeña sonrisa, otro beso en la otra mejilla, otra media sonrisa, la morena la besa sus labios suaves y cálidos, frescos y salados, acariciados por el viento del mar. Brittany le pasa una mano por el pelo. Lo aparta dejando su cara al descubierto. Se le dibuja una gran sonrisa. La primera después de haber estado en esa situación con su padre, Otro beso. Los chicos habían llegado después de Santana, todos estaban pendiente de aquella escena entre Santana y Brittany, Rachel había descubierto cual era la medicina de su mejor amiga. Sin necesidad de actuar. Las nubes se pasean sosegadamente en el cielo azul. Brittany envuelve sus brazos en la cintura de la morena elevandola suspira profundamente.
Se estaba enamorando de Santana López
nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
Que xocante toda la situacion con su padre. Ha hecho bien mandandolo a la mierda.
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FIC "Corazón de hierro"
intenso pero excelente!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FIC "Corazón de hierro"
Chicas tengo un "Problemita" todo lo que había escrito en mi notas del teléfono se borró ya iba por el capítulo 20, lo siento chicas me tardare un poco en escribirlo los siguientes capítulos, les ruego que no se disgusten conmigo fue un error, pero les aseguró que no se arrepentirán, MIL DISCULPA pero sigo con la historia besos chicas
nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo, bueno ni modo espero que si regreses y lo hagas en cuanto puedas saludos
marcy3395***** - Mensajes : 255
Fecha de inscripción : 21/06/2013
Re: FIC "Corazón de hierro"
hola,..
me encanto!!!
yo tambien odiatria tener un padre asi!!!
a ver que hace san ahora para qtudar a britt,..
nos vemos!!!
me encanto!!!
yo tambien odiatria tener un padre asi!!!
a ver que hace san ahora para qtudar a britt,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FIC "Corazón de hierro"
ACTUALIZACIÓN CAPITULO 19 "Corazón de hierro"
Hola chicas como estas ya estoy de vuelta
CAPITULO 19
Siempre fue una mujer segura de sí misma, nada ni nadie nunca en todo su vida había logrado hacer que Brittany temblara por algo y menos por alguien, pero todo cambio rotundamente el día que esa morena llego a su vida.
Todo en ella se transformó por arte de magia, paso de ser la mujer pesada, engreída, caprichosa mujeriega y que no le importaba dañar a quien se le pusiera enfrente con tal de lograr sus objetivos, para ser lo que siempre fue y nunca demostró, una Brittany sensible, tranquila y que lograba finalmente mostrar sus sentimientos hacia alguien y en este caso hacia ella. Sus amigos más lo de santana ya habían partido hacia el hotel tendrían una noche más de diversión se habían puesto de acuerdo ir todos juntos al club un poco lejos de la cuidad irían a uno de los mejores y lujosos de Londres esa noche le había tocado a Sebastián elegir el lugar.
El hermano de la morena durante todo el trayecto se mantuvo en silencio mientras sus amigos y su novia hablaban de lo divertido que se pondría esa noche, estaba preocupado molesto y confundido al mismo tiempo, no podría entender ese cambio tan repentino de la morena, su actitud con aquella rubia no le cuadraba, peor fue cuando la morena abrazo a la rubia y la besaba, no aguanto y se me tío en el coche, el no estaba listo para ver a su hermana llorar de nuevo, todo lo que sufrió, las terapias que asistían para superar la muerte de su padre fueron en vano, nunca decía una frase siempre monosílabos, el juraría que había visto a Brittany años atrás, pero no sabía dónde. Esta noche estaba decidido a hablar con aquella rubia no quería decepcionar a su padre. No de nuevo.
Una rubia apoyada en la moto vio a lo lejos como la morena venía caminando en dirección a ella, con esa sonrisa hermosa y esos ojos brillosos, con su pelo suelto dando pequeños rebotes alrededor de su rostro, era simplemente hermosa con el fondo del mar y podría quedarse mirándola por siempre. Por siempre
Aunque nunca lo reconoció llevaba mucho tiempo buscando a la mujer, y hasta un tiempo también pensó que la persona indicada podría ser un hombre -sería todo más sencillo si se sintiera atraída por hombres, pero eso no viene al caso- alguien que hiciera que cada parte de su piel se erizara con tan solo sentirla cerca.
-Disimula esa mirada Brittany-. Expresó la latina al ver la cara de fascinación de la otra chica-.
-En tus sueños López-. Respondió con una sonrisa mientras se apoya en su moto-.
-Como quieras Pierceee -. Dijo alargando su apellido dando un paso con una sonrisa inocente-.
Brittany soltó una risita por ese comentario.
-Como me has llamado- la tomo de la cintura-
-Ya se me olvido -. La morena apoyo sus manos en los hombros de la rubia agitando sus pestañas intentando salirse con suya-.
-No me lo dirás… ¿verdad?-.
-No- dijo negando la cabeza con una sonrisa
-Ok..- Dijo resignada mientras Santana la miraba con aires de satisfacción.
Brittany enciende la moto, aprieta el freno delantero dando gas. La moto, obediente entre sus piernas, gira sobre sí misma y se para delante de ella. Santana sube detrás con la ayuda de la rubia, Brittany mete la primera. Se alejan poco a poco, aumentando gradualmente la velocidad, dejando a sus espaldas una línea precisa de anchos neumáticos. Algo más lejos, entre la arena removida por aquellos besos inocentes, hay un pequeño corazón. Lo ha dibujado ella a escondidas, con el mismo índice que a ella le ha gustado tanto. Una ola pérfida y solitaria cancela su contorno. Pero, usando un poco la imaginación, todavía se pueden leer la S y la B. Un perro ladra a lo lejos. La moto sigue con su carrera enamorada y se desvanece. Una ola más decidida que las demás acaba de borrar aquel corazón. Nadie podrá, sin embargo, cancelar aquel momento de sus corazones.
Sobre la moto negra como la noche, se confunden en la ciudad, riéndose. Hablando de esto y lo otro, sonriéndose en los espejitos intencionadamente doblados hacia dentro. Ella se apoya sobre su hombro, se deja llevar así, acariciada por el viento y por aquella nueva fuerza, la rendición. La esquina de la derecha. Un pequeño pub. Un tipo inglés en la puerta reconoce a brittany esta levanta su mano izquierda como saludo la deja pasar. Santana sonríe. Con ella se entra en todas partes. Es su salvoconducto. El salvoconducto para la felicidad. Se siente tan feliz que ni siquiera se da cuenta de que pide una fresa, ella que odia, tan encantada que comparte con ella un plato de pasta olvidando la pesadilla de la dieta y los modales. Como un río en crecida se da cuenta de que le habla de todo, de no tener secretos para ella. La encuentra inteligente y fuerte, guapa y dulce.
Y ella que no se había dado cuenta antes, estúpida y ciega, ella que la a ofendió, ruda y malvada. Pero luego se disculpa. Tenía miedo. Juegan a los dardos. Ella da en lo alto de la diana. Se vuelve exultante hacia ella.
-No está mal como resultado, ¿no?- la rubia le sonríe hace un gesto afirmativo.
Santana lanza divertida otro dardo, sin que sus ojos se hayan dado cuenta de que ya han dado en el blanco
A toda velocidad saboreando el viento fresco de aquella mañana de finales de mayo. Brittany mete la tercera, luego la cuarta. El semáforo del cruce está en naranja. Brittany sigue adelante. Repentinamente mira a la izquierda un rostro borroso le sonríe al mismo momento un tráiler pasa en medio de ellas, el rostro se había esfumado de la nada.
“El” pensó la rubia
Santana cogida por sorpresa, Brittany frena quedándose plantada en medio del cruce con la respiración agitada. La moto se apaga. Santana la abraza con fuerza.
-¿Por qué demonios frenas así Brittany? -dijo santana asustada sin soltarse de la cadera de la rubia- ¿Estás loca, y si nos hubiera pasado algo? ¿Estás bien? ¿Britt?– dijo la morena al no ver ninguna reacción de la rubia
-¿Britt?- dijo santana tocando su brazo, al segundo la rubia reacciono dando un brinco del susto miro a la morena confundida su pecho subía y baja rápidamente- ¿estas bien?
-Lo siento san- trata de sonreír pero le sale una mueca- ¿no te gustaría ir al parque y probar unos helados famosos?- suelta una risita contagiando a la morena que asiente energéticamente cambiando el tema drásticamente.
-Santana López ama los helados- dijo removiéndose en su asiento- ¿Vamos a qué esperas?- dijo confundida la rubia con una sonrisa se había quedado mirando a santana por aquel repentino cambio – Sabes que me gustas…¿verdad? -le hablo mirándola por el espejo de lado izquierdo
-Si, como tú a mi Britt- dijo la morena con sus mejillas encendidas a causa de la penetrante mirada por parte de la rubia.
Se dirigieron a la heladería, santana llevaba un helado de dos niveles sabor chocolate y oreo mientras que la rubia su primera bola era de sabor limón y la otra de fresa, salieron hacia un parque que quedaba cerca de la heladería. Caminaron un poco hasta llegar a una banca apartada, porque así lo había pedido Santana.
-Y bien ¿de qué querías hablar?- dijo Brittany devorando su helado causándole gracia a santana- de que te ríes ¿eh?- entrecerró sus ojos frunciendo el ceño
-Comes como una bebe Britt- dijo mirándola con ternura
-San créeme- dijo devorando su helado con la mirada -Estos helados son lo mejor de todo el mundo no desperdiciare mi tiempo comiendo educadamente porque dentro de mí- se tocó su corazón haciendo reír a la morena- mi niña interior quiere salir a devorar este delicioso helado- dijo dando un mordisco haciendo caras graciosas por el sabor ácido del limón
-Dale san, anímate a comer helado como niña…embárrate de helado- dijo la rubia
-No se Britt… nunca eh hecho esto- dijo comiendo normalmente
-Nunca lo sabrás si no lo intentas- dijo mirándola con una sonrisa- dale san- hizo un puchero
-Ay Britt tus pucheros – dijo tapándose los ojos- es trampa- negó con la cabeza aun cegada
-Dale san por mí- dijo Brittany tomando la mano de la morena bajándola sin soltarla acerco su rostro al de la morena quedando a milímetros- cierra los ojos- susurró Brittany mirando los ojos cafés la morena- confía en mi san- la morena lentamente fue cerrando sus parpados sin que la rubia se moviera o cambiara de pose hablo- bien …me darás la razón después de esto- acto seguido embarró el helado en su boca, parte de las mejillas y un poco de su nariz al acabar el cometido santana abrió los ojos boca impresionada por aquel atrevimiento, sin articular palabra se pasó la mano por su rostro embarrándose aún más
Por parte de la rubia se estaba imaginando la estúpida sonrisa que tenía en su rostro al ver a santana en ese modo, estaba esperando cualquier reacción de aquella morena que la traía loca.
-¿QUE MIERDA ESTABAS PENSANDO?-dijo santana alzando la voz atrayendo algunas miradas de las personas que pasaban por ahí, la rubia al ver la reacción de la morena borro su sonrisa iba hablar pero la morena alzo la mano
-¿SABES QUE BRITTANY?- la morena estaba furiosa- NO VUELVAS HACER ESTO- dijo limpiándose con servilletas los resto de helado de sus mejillas-la niña me dice algo y ¿sabes qué es?- susurro a Brittany que enseguida negó con su cabeza- QUE TE HAGA COSQUILLAS- se lanzó a la rubia en el césped con una malévola comenzando un maratón de cosquillas, la rubia al ver aquello la puso feliz más de lo que estaba creía que hablaba en serio y que había metido la pata.
-Santana López ¡suéltame en este momento!-. Dijo intentado soltarse pero era inútil ya que la morena estaba en una posición de superioridad-
-No te voy a soltar…hasta que te hagas pipi -Expresó la morena fijando sus marrones ojos sobres los celestes de Brittany
-¡Yaaa por favor suéltame o …-. Dijo la rubia mirando sus labios
-¿O qué?-. Dijo la morena desafiante también mirando sus labios finos
-O Te beso-
Un silencio se apodero de la situación, sus respiraciones estaban agitadas y sus miradas fijas una en la otra. Los brazos de morena comenzaron de a poco a soltar los de la rubia, pero a cambio de eso, empezó a recostar todo su cuerpo sobre Brittany y muy pronto sus labios se encontraban a centímetros de distancia, era inevitable.
Santana, rompió suavemente la pequeña distancia que las separaba, posiciono sus labios con cuidado sobre los de Brittany, en un principio fue un beso vacilante, pero se fue transformando en uno más apasionado y amor, la morena pasaba su lengua tiernamente por el labio inferior de la rubia, preguntando implícitamente si podía entrar, a lo que la rubia abrió sutilmente su boca dejando espacio suficiente para que ese beso, pero había una diferencia, las circunstancias ahora ya no eran las mismas, nunca volverían a ser las mismas. Se miraron por un par de segundos, antes de que la rubia iniciara otro beso
-Tu teléfono –Susurró Santana haciendo que la rubia se alejara confundida –Tu teléfono está vibrando –Aclaró zafándose del agarre de Brittany y de paso darse un poco de aire por todo “el movimiento” que había hecho ella misma
Era un hecho que Brittany odiaba de antemano a quien sea que estuviera llamando, pero al ver aquel nombre en la pantalla, una mezcla de sentimientos se halló en su pecho.
- ¿Claire? –Preguntó una dubitativa ojiazul -¿Qué pasa? –Preguntó mientras veía confundida a Santana, quien solo miraba con atención aquella conversación.
MOTO DE BRITTANY
http://www.fondos10.net/wp-content/uploads/2010/03/MV-Augusta-F4CC.jpg
Hola chicas como estas ya estoy de vuelta
CAPITULO 19
Siempre fue una mujer segura de sí misma, nada ni nadie nunca en todo su vida había logrado hacer que Brittany temblara por algo y menos por alguien, pero todo cambio rotundamente el día que esa morena llego a su vida.
Todo en ella se transformó por arte de magia, paso de ser la mujer pesada, engreída, caprichosa mujeriega y que no le importaba dañar a quien se le pusiera enfrente con tal de lograr sus objetivos, para ser lo que siempre fue y nunca demostró, una Brittany sensible, tranquila y que lograba finalmente mostrar sus sentimientos hacia alguien y en este caso hacia ella. Sus amigos más lo de santana ya habían partido hacia el hotel tendrían una noche más de diversión se habían puesto de acuerdo ir todos juntos al club un poco lejos de la cuidad irían a uno de los mejores y lujosos de Londres esa noche le había tocado a Sebastián elegir el lugar.
El hermano de la morena durante todo el trayecto se mantuvo en silencio mientras sus amigos y su novia hablaban de lo divertido que se pondría esa noche, estaba preocupado molesto y confundido al mismo tiempo, no podría entender ese cambio tan repentino de la morena, su actitud con aquella rubia no le cuadraba, peor fue cuando la morena abrazo a la rubia y la besaba, no aguanto y se me tío en el coche, el no estaba listo para ver a su hermana llorar de nuevo, todo lo que sufrió, las terapias que asistían para superar la muerte de su padre fueron en vano, nunca decía una frase siempre monosílabos, el juraría que había visto a Brittany años atrás, pero no sabía dónde. Esta noche estaba decidido a hablar con aquella rubia no quería decepcionar a su padre. No de nuevo.
Una rubia apoyada en la moto vio a lo lejos como la morena venía caminando en dirección a ella, con esa sonrisa hermosa y esos ojos brillosos, con su pelo suelto dando pequeños rebotes alrededor de su rostro, era simplemente hermosa con el fondo del mar y podría quedarse mirándola por siempre. Por siempre
Aunque nunca lo reconoció llevaba mucho tiempo buscando a la mujer, y hasta un tiempo también pensó que la persona indicada podría ser un hombre -sería todo más sencillo si se sintiera atraída por hombres, pero eso no viene al caso- alguien que hiciera que cada parte de su piel se erizara con tan solo sentirla cerca.
-Disimula esa mirada Brittany-. Expresó la latina al ver la cara de fascinación de la otra chica-.
-En tus sueños López-. Respondió con una sonrisa mientras se apoya en su moto-.
-Como quieras Pierceee -. Dijo alargando su apellido dando un paso con una sonrisa inocente-.
Brittany soltó una risita por ese comentario.
-Como me has llamado- la tomo de la cintura-
-Ya se me olvido -. La morena apoyo sus manos en los hombros de la rubia agitando sus pestañas intentando salirse con suya-.
-No me lo dirás… ¿verdad?-.
-No- dijo negando la cabeza con una sonrisa
-Ok..- Dijo resignada mientras Santana la miraba con aires de satisfacción.
Brittany enciende la moto, aprieta el freno delantero dando gas. La moto, obediente entre sus piernas, gira sobre sí misma y se para delante de ella. Santana sube detrás con la ayuda de la rubia, Brittany mete la primera. Se alejan poco a poco, aumentando gradualmente la velocidad, dejando a sus espaldas una línea precisa de anchos neumáticos. Algo más lejos, entre la arena removida por aquellos besos inocentes, hay un pequeño corazón. Lo ha dibujado ella a escondidas, con el mismo índice que a ella le ha gustado tanto. Una ola pérfida y solitaria cancela su contorno. Pero, usando un poco la imaginación, todavía se pueden leer la S y la B. Un perro ladra a lo lejos. La moto sigue con su carrera enamorada y se desvanece. Una ola más decidida que las demás acaba de borrar aquel corazón. Nadie podrá, sin embargo, cancelar aquel momento de sus corazones.
Sobre la moto negra como la noche, se confunden en la ciudad, riéndose. Hablando de esto y lo otro, sonriéndose en los espejitos intencionadamente doblados hacia dentro. Ella se apoya sobre su hombro, se deja llevar así, acariciada por el viento y por aquella nueva fuerza, la rendición. La esquina de la derecha. Un pequeño pub. Un tipo inglés en la puerta reconoce a brittany esta levanta su mano izquierda como saludo la deja pasar. Santana sonríe. Con ella se entra en todas partes. Es su salvoconducto. El salvoconducto para la felicidad. Se siente tan feliz que ni siquiera se da cuenta de que pide una fresa, ella que odia, tan encantada que comparte con ella un plato de pasta olvidando la pesadilla de la dieta y los modales. Como un río en crecida se da cuenta de que le habla de todo, de no tener secretos para ella. La encuentra inteligente y fuerte, guapa y dulce.
Y ella que no se había dado cuenta antes, estúpida y ciega, ella que la a ofendió, ruda y malvada. Pero luego se disculpa. Tenía miedo. Juegan a los dardos. Ella da en lo alto de la diana. Se vuelve exultante hacia ella.
-No está mal como resultado, ¿no?- la rubia le sonríe hace un gesto afirmativo.
Santana lanza divertida otro dardo, sin que sus ojos se hayan dado cuenta de que ya han dado en el blanco
A toda velocidad saboreando el viento fresco de aquella mañana de finales de mayo. Brittany mete la tercera, luego la cuarta. El semáforo del cruce está en naranja. Brittany sigue adelante. Repentinamente mira a la izquierda un rostro borroso le sonríe al mismo momento un tráiler pasa en medio de ellas, el rostro se había esfumado de la nada.
“El” pensó la rubia
Santana cogida por sorpresa, Brittany frena quedándose plantada en medio del cruce con la respiración agitada. La moto se apaga. Santana la abraza con fuerza.
-¿Por qué demonios frenas así Brittany? -dijo santana asustada sin soltarse de la cadera de la rubia- ¿Estás loca, y si nos hubiera pasado algo? ¿Estás bien? ¿Britt?– dijo la morena al no ver ninguna reacción de la rubia
-¿Britt?- dijo santana tocando su brazo, al segundo la rubia reacciono dando un brinco del susto miro a la morena confundida su pecho subía y baja rápidamente- ¿estas bien?
-Lo siento san- trata de sonreír pero le sale una mueca- ¿no te gustaría ir al parque y probar unos helados famosos?- suelta una risita contagiando a la morena que asiente energéticamente cambiando el tema drásticamente.
-Santana López ama los helados- dijo removiéndose en su asiento- ¿Vamos a qué esperas?- dijo confundida la rubia con una sonrisa se había quedado mirando a santana por aquel repentino cambio – Sabes que me gustas…¿verdad? -le hablo mirándola por el espejo de lado izquierdo
-Si, como tú a mi Britt- dijo la morena con sus mejillas encendidas a causa de la penetrante mirada por parte de la rubia.
Se dirigieron a la heladería, santana llevaba un helado de dos niveles sabor chocolate y oreo mientras que la rubia su primera bola era de sabor limón y la otra de fresa, salieron hacia un parque que quedaba cerca de la heladería. Caminaron un poco hasta llegar a una banca apartada, porque así lo había pedido Santana.
-Y bien ¿de qué querías hablar?- dijo Brittany devorando su helado causándole gracia a santana- de que te ríes ¿eh?- entrecerró sus ojos frunciendo el ceño
-Comes como una bebe Britt- dijo mirándola con ternura
-San créeme- dijo devorando su helado con la mirada -Estos helados son lo mejor de todo el mundo no desperdiciare mi tiempo comiendo educadamente porque dentro de mí- se tocó su corazón haciendo reír a la morena- mi niña interior quiere salir a devorar este delicioso helado- dijo dando un mordisco haciendo caras graciosas por el sabor ácido del limón
-Dale san, anímate a comer helado como niña…embárrate de helado- dijo la rubia
-No se Britt… nunca eh hecho esto- dijo comiendo normalmente
-Nunca lo sabrás si no lo intentas- dijo mirándola con una sonrisa- dale san- hizo un puchero
-Ay Britt tus pucheros – dijo tapándose los ojos- es trampa- negó con la cabeza aun cegada
-Dale san por mí- dijo Brittany tomando la mano de la morena bajándola sin soltarla acerco su rostro al de la morena quedando a milímetros- cierra los ojos- susurró Brittany mirando los ojos cafés la morena- confía en mi san- la morena lentamente fue cerrando sus parpados sin que la rubia se moviera o cambiara de pose hablo- bien …me darás la razón después de esto- acto seguido embarró el helado en su boca, parte de las mejillas y un poco de su nariz al acabar el cometido santana abrió los ojos boca impresionada por aquel atrevimiento, sin articular palabra se pasó la mano por su rostro embarrándose aún más
Por parte de la rubia se estaba imaginando la estúpida sonrisa que tenía en su rostro al ver a santana en ese modo, estaba esperando cualquier reacción de aquella morena que la traía loca.
-¿QUE MIERDA ESTABAS PENSANDO?-dijo santana alzando la voz atrayendo algunas miradas de las personas que pasaban por ahí, la rubia al ver la reacción de la morena borro su sonrisa iba hablar pero la morena alzo la mano
-¿SABES QUE BRITTANY?- la morena estaba furiosa- NO VUELVAS HACER ESTO- dijo limpiándose con servilletas los resto de helado de sus mejillas-la niña me dice algo y ¿sabes qué es?- susurro a Brittany que enseguida negó con su cabeza- QUE TE HAGA COSQUILLAS- se lanzó a la rubia en el césped con una malévola comenzando un maratón de cosquillas, la rubia al ver aquello la puso feliz más de lo que estaba creía que hablaba en serio y que había metido la pata.
-Santana López ¡suéltame en este momento!-. Dijo intentado soltarse pero era inútil ya que la morena estaba en una posición de superioridad-
-No te voy a soltar…hasta que te hagas pipi -Expresó la morena fijando sus marrones ojos sobres los celestes de Brittany
-¡Yaaa por favor suéltame o …-. Dijo la rubia mirando sus labios
-¿O qué?-. Dijo la morena desafiante también mirando sus labios finos
-O Te beso-
Un silencio se apodero de la situación, sus respiraciones estaban agitadas y sus miradas fijas una en la otra. Los brazos de morena comenzaron de a poco a soltar los de la rubia, pero a cambio de eso, empezó a recostar todo su cuerpo sobre Brittany y muy pronto sus labios se encontraban a centímetros de distancia, era inevitable.
Santana, rompió suavemente la pequeña distancia que las separaba, posiciono sus labios con cuidado sobre los de Brittany, en un principio fue un beso vacilante, pero se fue transformando en uno más apasionado y amor, la morena pasaba su lengua tiernamente por el labio inferior de la rubia, preguntando implícitamente si podía entrar, a lo que la rubia abrió sutilmente su boca dejando espacio suficiente para que ese beso, pero había una diferencia, las circunstancias ahora ya no eran las mismas, nunca volverían a ser las mismas. Se miraron por un par de segundos, antes de que la rubia iniciara otro beso
-Tu teléfono –Susurró Santana haciendo que la rubia se alejara confundida –Tu teléfono está vibrando –Aclaró zafándose del agarre de Brittany y de paso darse un poco de aire por todo “el movimiento” que había hecho ella misma
Era un hecho que Brittany odiaba de antemano a quien sea que estuviera llamando, pero al ver aquel nombre en la pantalla, una mezcla de sentimientos se halló en su pecho.
- ¿Claire? –Preguntó una dubitativa ojiazul -¿Qué pasa? –Preguntó mientras veía confundida a Santana, quien solo miraba con atención aquella conversación.
MOTO DE BRITTANY
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nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
Bueno almenos brittany tiene a santana para alegrarle la vida ^_^
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FIC "Corazón de hierro"
holap,...
britt tendria que hablar con san, lo de su papa!!!
ummm se me hace que el hermano de san se va a poner muy prorector con ella y la "relacion" que tiene con britty
ahora quien sera Claire????
nos vemos!!!
britt tendria que hablar con san, lo de su papa!!!
ummm se me hace que el hermano de san se va a poner muy prorector con ella y la "relacion" que tiene con britty
ahora quien sera Claire????
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FIC "Corazón de hierro"
que abra pasado? hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FIC "Corazón de hierro"
ACTUALIZACIÓN CORAZÓN DE HIERRO CAPITULO 20 HOLA CHICAS AQUÍ VA EL SIGUIENTE CAPITULO EH LLORADO COMO NUNCA EN MI VIDA, POR FAVOR COMENTAR SIEMPRE, UN BESO Y AGARREN SUS PAÑUELO
Capitulo 20
- ¿Claire? –Preguntó una dubitativa ojiazul -¿Qué pasa? –Preguntó mientras veía confundida a Santana, quien solo miraba con atención aquella conversación.
Pasaron varios minutos en los cuales la morena trató de descifrar sin mucho éxito el contenido de la llamada que sostenía Brittany ya que la rubia solo respondía monosílabos y tratando de hacer el menor ruido posible.
-¿Y qué pasó? –Preguntó directamente la morena.
–tengo que irme a Manhattan en unos días – dijo la rubia seria
-Y porque paso algo?- Preguntó santana
-Es algo…complicado de explicar- la rubia miro aquella foto de fondo que tenía su teléfono con una sonrisa triste lo guardo rubia, la morena la miró extrañada.
-Puedo entenderlo Britt…confía en mi- La morena miro a la rubia directamente a los ojos
-Mi hermano y yo tenemos una fundación para los jóvenes con cáncer-dijo tomando las manos de la morena estaba temblando y santana solo atino a sujetarlas fuertes la rubia cerro sus ojos soltando un largo suspiro- No se pudo terminar como yo quería-negó con su cabeza-como queríamos pero debo ir yo-dijo con los ojos brillosos apartando la mirada de la morena- es muy importante que este yo ahí- dijo la rubia de ojos azules- pero me da miedo hay tanto recuerdos ahí- dijo apoyando la cabeza en el hombro de la latina
-Britt- britt- santana abrazaba a la rubia- eres fuerte puedes hacerlo por ti y tu hermano- dijo susurrándole en el oído la rubia alzo la mirada topándose con los ojos de la morena sorprendida
-¿Co…como me has llamado?- dijo la rubia mirándola con una sonrisa
-britt- Britt- dijo la morena soltando una carcajada al ver la cara de la rubia
-nunca nadie me había llamado así, eso es muy tierno de su parte señorita santana- dijo Brittany mientras apartaba un mecho moreno del rostro de la latina y se lo colocaba detrás de la oreja. Sus miradas estaban enganchadas tal cual imán. La rubia se inclinó un poco hasta rozar sus labios con los de la latina y dejarle un pequeño beso casto y tierno
-Bueno me gusta ser la primera en todo- dijo devolviéndole el beso de la misma forma
-vamos a sentarnos en aquel lugar-señalo con su mano izquierda un árbol apartado del parque la otra mano tenia entrelazada con la morena.
-Y bien ¿de qué querías hablar britt?- dijo sentada frente a la rubia
la rubia suspiró mientras sacaba un papelito doblado en 4 mitades de la parte de atrás de su bolsillo- San… -se dio cuenta de que la morena le estaba poniendo atención y eso le causa más nerviosismo causando que no pudiera abril el dichoso papel
-déjame ayudarte- la morena le quito el papel sin quitar la mirada de la rubia lo hizo causando que las mejillas de la rubia se tornaran rojas con un susurro le agradeció- Quiero que sepas que lo siguiente que te diré no es una broma es..es lo que siento aquí-dijo tocando su corazón-
-Querida santana- comenzó hablar la rubia-quiero que sepas que todo lo que dire nunca. Nunca en mi vida haría esto, pero por ti haría esto y mucho mas- la miro por unos segundos- mi vida ha sido antes de conocerte un total desastre, salía siempre a discotecas a pasármela bien bebía lo suficiente para olvidarme del mundo, eres la primera chica que se rehusó a estar conmigo, muchas quisieran estar en tus zapatos lo sé, pero eso no tiene nada que ver contigo, tu eres una chica asombroso, increíble la segunda mujer más fuerte y hermoso que eh conocido-la morena la miro extraña- mi madre es la primera san- dijo la rubia causando rubor en las mejillas de santana- desde el día que te vi salir del hotel, me poseíste con tu increíble belleza, pensé que sería una carnada más que morder y nada más- dijo agachando la cabeza- pero estaba totalmente equivocada, cuando te vi con un grupo de chicos, supuse que estabas de novio con uno de ellos, pero realmente no me importaba mucho eso, te quería para mi e iba a lograrlo, en la discoteca hice mi primer movimiento que debía de suponerse que tu caerías en mis brazos tal como sucede con todas, pero tu, tu fuiste la primera persona en estamparme una cachetada y una de las buenas, no podía creer lo que me habías hecho pero simplemente me gusto, jodidamente estuvo buena la cachetada, desde esa noche san no dejaba de pensar en ti-dio un suspiro la morena se acercó lentamente a los labios de la rubia para poseer esos labios finos que los quería probar desde que la rubia empezó a leer la rubia con una sonrisa se apartó- pero Santana sé… sé que tienes miedo y yo… yo te mentiría si te digo que no lo tengo, porque es obvio que todo lo que siento me aterra y mucho, pero… pero lo que me pasa contigo no lo había sentido nunca… nunca he sentido que necesito tanto a una persona como me pasa al no tenerte cerca… entiendo que lo de nosotras no partió bien y que las cosas que le siguieron no fueron de lo mejor… pero… pero cuando te miro… cuando miro esos ojos, me derrito… siento que todo lo malo que pasó antes no va a ser nada comparado con lo bueno que podría ser el futuro… nuestro futuro… yo… yo sé que confías en mi… pero tu hermano no… el piensa… que eres un capricho para mí, pero no lo eres… ojala y lo fueras para que dé un momento a otro se me quitara y te pudiera arrancar de mis pensamientos… de mi corazón… pero no lo puedo hacer, eso es imposible… sólo quiero que entiendas que… esto… todo lo que me pasa contigo es nuevo para mí… y que en un momento sentí que lo que me sucedía contigo no era correcto… pero ahora… ahora me puedo dar cuenta que algo que se siente tan bien no puede ser incorrecto….. te quiero Santana y te juro que no sabes cuánto… yo solo quería decirte eso…-dijo guardando su nota lo interesante que no tenía nada de lo que había dicho hace segundos, eso era otra sorpresa que la morena debía de abrir en su habitación si es que la morena se lo pedía para recodar aquella escena romántica entre ellas.
La cara de Santana nunca había mostrado tanta sorpresa ante algo, la otra vez sí que estaba sorprendida por las palabras de la rubia, pero ahora que la escuchaba decir todo lo que le dijo era mil veces más, la morena abría y cerraba la boca para poder decir lo que quería, pero no podía, simplemente las palabras no salían.
-San… sólo te pido que me digas lo que te pasa conmigo… de verdad que sé que tienes miedo, ambas lo tenemos, pero…- antes de que Brittany pudiera seguir hablando al fin la morena reaccionó.
-¿Sabes qué? A la mierda lo que pase- le dijo eso y sin decir ninguna otra palabra se arrojó lo más rápido que pudo a los labios de la rubia, deseaba tanto besarla y finalmente lo hacía de la manera que siempre quiso, sin rencores, con las cosas claras
La latina abrió su boca para darle entrada a la lengua de la rubia haciendo que junto a la suya comenzaran esa danza de reconocimiento, no era la primera vez que se besaban, pero se sentía de esa forma.
Santana al darse cuenta, tomó la cara de la ojiazul e hizo mirarla directamente-Britt-Britt-los ojos de la rubia se iluminaros, era la primera vez que la llamaba así-hace demasiado tiempo que no estaba tan segura de algo, me gustas y mucho, no sabes cuantas veces me negué a decírtelo o siquiera pensarlo, pero ya no lo quiero hacer más, por supuesto que esto no es una broma, eres lo más real que me ha pasado en años, te quiero mucho más de lo que tu piensas cariño ahora bésame.-Brittany soltó una risita nerviosa y acercó su cara para comenzar un nuevo beso con Santana, esta vez era uno mucho más tierno, más calmado, partió como un simple roce de labios que cada vez se iba profundizando más, la morena tomó a la rubia del cuello para sentirla más cerca,
Santana la miro intensamente mientras desenredaba su mano del cabello de la rubia, acariciando su mejilla con ternura. Se inclinó besando los labios de la rubia, con paciencia y tratando de demostrar todo su amor. Otra vez.
Brittany dejó el casco a un lado mientras le pasaba la chaqueta por los hombros, obligándola a ponérsela. Entonces le agarró el cuello de la chaqueta, atrayéndola hacia ella en un beso pasional que dejó sin aliento a Santana. Brittany mordisqueó su labio inferior antes de ir a por la lengua de la latina. Santana atinó a levantar los brazos, enredando sus dedos en los mechones rubios de la rubia. Se separaron en un jadeo cuando el aire prácticamente se hizo inexistente. Brittany iba depositando tiernos besos en los labios de Santana, hasta dejar su frente pegada a la de ella.
-Vamos. -susurró la rubia.
-¿A dónde? -preguntó, su compañera.
-A dar una vuelta. Y al hotel ya- dijo mirando el reloj-tenemos una hora
Brittany sonrió mientras la agarraba de la mano, entrelazando sus dedos y empezaban a caminar. Salieron al porche, donde estaba la moto de la rubia. Ya se notaban los primeros calores del verano, pues no corría nada de aire y el sol pegaba fuertemente. Brittany le tendió el casco, el cual, Santana lo cogió con ánimos.
-Mmm... ¿Britt? Llévame a nuestro lugar ¿recuerdas? Me gusto ir allí contigo-
Brittany sonrio mientras sacaba otro casco. Lo dejó encima de la moto y se acercó a Santana, cogiendo el suyo y antes de ponérselo la beso brevemente en los labios.
-Nunca olvidare nuestro lugar san. -susurró, Brittany.
Santana sonrió mientras observaba como Brittany se colocaba su casco y subía rápidamente en la moto. Santana la imitó y la agarró fuertemente de la cintura, pegando completamente su cuerpo al suyo.
-Britt quiero tener guardado lo que me leíste me lo das?-dijo apretando sus caderas
-Claro pero léelo en el hotel ahora no hay tiempo-dijo la rubia nerviosa
-¿Estas bien nena? -preguntó Britt en voz alta para oírse por encima del motor.
-Perfectamente. -respondió, Santana.
Y en menos de un segundo, Brittany arrancó, perdiéndose en la carretera de Londres
-Echaba de menos este lugar britt -sonrió, Santana, mientras tiraba piedrecillas al estanque.
-Yo también. -ronroneó, Brittany, tumbada, estirándose cual felino. Rodó en la hierba hasta quedar enfrente de la morena, que estaba sentada con las piernas cruzadas. La miró en silencio, con una pequeña sonrisa.
-Me estas mirando. -afirmo, Santana.
Brittany sonrió sin decir nada.
-San... ¿Qué crees que hubiera pasado si nos hubiéramos visto en la discoteca? -preguntó Brittany, de repente, deteniendo a la morena de su entretenimiento.
-¿Sinceramente? -murmuró, Santana, abrazándose las rodillas. -No lo sé...
-Yo sí.
-¿Eh?
-Sé que nos hubiéramos encontrado por alguna u otra razón, el destino nos quiere juntas..
-Tienes razón...-
-Siempre te cuidare san, ante todo. Siempre.
-Yo... Creo... Te sonará tonto... Pero creo que me has cambiado Britt- dijo mirándola- yo eh pasado por algo que todavía no puedo aceparlo, no puedo- dijo negando con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas la rubia al ver a la morena así, se levantó y abrazo a la morena por detrás- al final creo que lo superare pero lo veo muy lejos, Britt yo aunque suene extraño-dijo mirando al horizonte- yo confío por alguna u otra razón ciegamente en ti, no sé por qué pero me das confianza- Hace 6 meses yo- dijo tomando un poco de aire
-San. No tienes que hacerlo yo te entiendo no te obligues a decirlo por favor-dijo la rubia entrelazando sus dedos y abrazándola más-
-Tengo que hacerlo Britt- dijo seria- Tengo que hacerlo- susurro para ella misma dándose ánimos era la primera persona fuera de familia enterarse de aquella tragedia-
-Era un día muy normal para nosotros, mi mama estaba en las fundaciones que ella organizaba para gente pobre, mi hermano entrenaba en su equipo de futbol, yo era porrista estudiábamos en la misma escuela por que asi podía mi hermano cuidar de mi, mi padre- dijo quebrándose la voz por un momento- mi padre estaba de viajes pocas veces lo veíamos, cuando el venia dejábamos toda nuestra rutina para estar con él y nos íbamos a la casa de la playa que le regalo a mama por su aniversario, era muy importante nuestra familia, el estar juntos era importante, después paso unos días y papa se tenía que ir, yo siempre fui su princesa, él siempre me abrazaba y me quedaba dormida teniendo la edad que tenía Britt- dijo mirándola con una lagrima en los ojos- sabia que iba a volver como siempre lo hacía, antes de que se fuera le prometí tener mis resultados listo de la universidad que eligiéramos los dos -la rubia limpio con un pañuelo la pequeña lagrima que robada por su mejilla- pero no regreso britt- dijo llorando sin contenerse la rubia mirándola con tristeza la abrazo lo más fuerte que pudo tratando de transmitir todo su fuerza- el no regreso- santana lloraba muchos recuerdos invadieron su mentes trasladando a la morena a su pasado.
-------------------------------------------FLASHBACK-----------------------------------------
Ya habían pasado un poco más de 1 años de que la familia López se mudara desde Puerto Rico buscando el sueño americano, el matrimonio López habían tomado la dura decisión de dejar el país querían un buen futuro para sus hijos lo cual lo habían conseguido, era la segunda familia más importante en New York, su padre tenía una gran variedad de cadenas de hoteles prestigiados, restaurantes y fundaciones. Luego de que la latina conociera y se adaptara a ese nuevo país, aprendió muchas cosas, como la confianza que entrego a su ahora mejor amiga Quinn, y gracias a ella reconoció que su gran talento era cantar. Santana y Quinn nunca se separaban desde que se conocieron prometieron nunca separarse pasara lo que pasara, prometieron estar siempre juntas, como decía siempre su padre, “el amor de la familia siempre cura las heridas” y así fue como el tiempo paso, santana tenía 17 años y aunque recién acababa de salir de la preparatoria ya contaba con muchas propuestas de universidades nacionales e internacionales, con el que cualquiera quisiera tener esa oportunidad.
No por nada había sido la primera de su clase, cantar siempre había sido una de sus grandes pasiones, Sin embargo su padre siendo lo que ella quería ser siempre la apoyaba y la protegía de críticas, solo que ahora lo tomaba más como un sueño imposible.
Su hermano le había mandado un mensaje de texto diciéndole que la esperaría en casa y que condujera con cuidado, ella le respondió con una carita feliz y un siempre.
Antes de llegar a casa paso por una florería y compro dos ramos, uno para su madre por otra inauguración de su fundación y por la llegada de su padre, pero santana no sabía que ese día su padre no llegaría y ese sería su peor día de su vida, con una sonrisa y un hasta luego dirigida a la señora se subió a su coche conduciendo con música a todo volumen pero siempre precavida de la carretera.
Quince minutos después de conducir, llegaba a su casa después de un largo día de entrenamiento, cabe decir que era una de las mansiones más grandes del mundo.
Todo estaba como siempre, los empleados la recibieron con una sonrisa calidad y ayudándola con los ramos de flores, solo que ese día no sería como cualquier otro, luego de ese día para Santana y la familia López nada volvería a ser como antes.
Desde el lugar en el que se encontraba, que era el living-comedor se escuchaban sollozos y gritos que venían desde la habitación de su padre.
Pensó en un principio que lo que se escuchaba era la televisión y que su mama se había quedado dormida viendo alguna película. Subió las escaleras con una sonrisa, en busca de su hermano para ver si estaba y decirles sobre el ramo de flores, sin embargo al acercarse lentamente a la cerrada puerta blanca de el, comprendió que los sollozos venían también de ahí, no eran de una película.
Eso no era posible, no podía ser su hermano llorando en una esquina de la habitación, con las piernas encogidas y abrazando algo que parecía un trozo de madera, no era posible, no después de enseñarle a ella que llorar es para cobardes, no después de haberse prometido que el que lloraba primero era un perdedor, no después de todas las caídas que pasaron cuando eran pequeños.
Su hermano levanto la cabeza con sus ojos rojizos apagados, sin tener aquel brillo y sonrisa que lo hacía diferenciar de los demás chicos, vio a su hermana ahí parada comenzado a llorar de nuevo santana reacciono al segundo, nunca había visto su hermano llorar de esa manera nunca, no le importó que sus rodillas se lastimaran, se arrodillo junto a él y lo abrazo, lo abrazo sin saber el porqué, su hermano lloraba fuertemente golpeando el piso con su pie izquierdo, santana bajo la mirada y pudo ver que su hermano entre su pecho tenía la fotografía de su padre y el, la última competencia que habían tenido en la temporada se la dedico a su padre recordando aquel triunfo con una fotografía, su hermano tenía a su padre abrazado por los hombros mientras que su padre por detrás de su cabeza con su mano derecho haciendo el símbolo de paz. Nunca había visto así a su hermano, roto, su rostro cubierto de lágrimas.
Cuando vio aquella imagen de su hermano llorando con el cuadro de su padre y el, se levantó de golpe retrocediendo dos pasos, su vista se nublo entera, sintió que caería desmayada en la puerta de la habitación, se dijo a si misma que no podía pasar eso, que no era verdad, su hermano al ver la reacción de la morena se levantó aun con el cuadro en su mano.
A Santana se le pasaron por la cabeza todos los momentos tanto buenos como malos que vivió con su padre, su mejor amigo, una lágrima resbaló por su mejilla, y al segundo otra.. no quería creer lo que estaba pasando, no quería saber que estaba sucediendo, no quería creer esto, pero la realidad le estaba golpeando directamente a la cara.
Decidida corrió a la puerta de su madre, abriendo rápidamente la puerta y se encontró con lo que minutos antes había sospechado y ahora lo tenía delante de sus propios ojos.
Cuando vio aquella imagen, cuando vio a su madre, su mundo callo, sintió una parte de su alma quebrarse.
Su hermano atrás de ella le decía mil cosas, pero la latina no escuchaba, su mente estaba nublada.
Tomo a su hermano de un brazo y lo tiró contra el marco de la puerta diciéndole que se callara, que era mentira, que era un cobarde por llorar.
Siempre fue una mujer tranquila a la hora de reaccionar cuando algo no le gustaba, y esta vez fue no fue de la misma manera.
Se dirigió casi corriendo a su habitación donde se encontraba un lindo y grande espejo Cuando llegó hasta él le dio una patada con todas sus fuerzas, haciendo que inmediatamente se quebrara. Luego de esto empujo su cama haciendo que se volteara. No supo de dónde sacó toda la furia que sentía.
Todo era un caos total, su madre lloraba a gritos en su habitación, su hermano apoyado en la puerta llorando, y ella mirando aquel espejo que le había comprado con sus mejillas llenas de lágrimas. Los empleados vinieron a ver que sucedía se alejó de donde estaba y le grito a todos que se marcharan, que se fueran de su habitación, de su casa, de su vida.
Pero nadie hacia nada, finalmente pasado unos segundos y de ver que todo seguía igual se dirigió a donde estaba su madre, la tomó suavemente del brazo con su mano temblorosa le susurro que la perdonara dándole un beso en la frente y borrando con su dedo tembloroso aquellas lágrimas, se acercó al oído de su hermano suplicando perdón y que la cuidara. Su hermano al ver que su hermana tenía en su mano las llave de su auto se paró deteniendo su paso, ambos hermanos forcejeaban, Santana lo hacía para sacarlo fuera de la habitación, pero el moreno la abrazaba con todas su fuerzas rogándole que no se fuera.
Pero todo era en vano sabía que la latina no estaba escuchando, su madre solo lloraba al ver aquello, no podía más dejó caer la chaqueta favorita de su esposo, y en la habitación un golpe seco se escuchó el moreno miro donde provenía el golpe corrió rápido, su mama se había desmayado, santana con todo el dolor que creía que tenía salió de la habitación corriendo. Antes de salir por aquella puerta, escucho a su hermano pedir ayuda y ver como dos empleados subían a toda prisa.
Corrió lo más rápido que pudo hacia el garaje, se subió en su convertible e hizo rechiflar las llantas trasera del auto de reojo vio cómo su hermano le hacía señas para que se detuviera pero fue en vano, santana con los ojos llenos de lágrimas había tomado ya la avenida acelerando más y más quería llegar a la casa de campo que había construido con quinn.
Al llegas a la casa santana después de cerrar la puerta afirmó su espalda en la pared y calló llorando al piso. No podía pensar su teléfono sono pero se arrepintió de hacerlo, había programado para que llegaran las notificaciones de las noticias que pasaba por el mundo, y al ver aquello, a ver el nombre de su padre, grito y tiro el teléfono contra una pared, no sabía qué hacer, solo quería estar con él, quería devolver el tiempo, quería abrazar a su padre, infinitamente suplico a dios que no fuera verdad, sólo siguió llorando y llorando. Después de unas horas ya no sentía nada, absolutamente nada, y en ese instante la latina se dio cuenta que ya no quedaba nada de la Santana que fue hace horas atrás, ya no había nada de eso. Nada.
Santana seguía sentaba en el piso, pero ahora se encontraba con una botella de vodka en sus manos, cada vez que se la acercaba a sus labios bebía tragos más largos. Ya no quedaba mucho del licor era la segunda botella que iba aquedar vacía, a ratos pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos para resbalar por sus mejillas.
Había pasado unas 2 horas en la misma posición hasta que sintió que alguien golpeaba fuertemente la puerta.
-Sany ábreme, sé que estás ahí- era Quinn que desde el otro lado se escuchaba preocupada-¡Santana por favor ábreme, no me iré hasta que me abras la maldita puerta!-
La morena no tenía ganas de hablar con nadie, solo quería estar sentada bebiendo hasta tomarse todo lo había en la casa.
Ya habían pasado mucho rato en que su amiga desde afuera gritaba y gritaba para que la latina le abriera, además de escuchar el celular de la casa cada 2 minutos, pero aun así no pensaba abrirle la puerta, no quería que nadie, ni siquiera su amiga de toda la vida la viera así. Solo quería estar con su padre, solo eso.
Nunca frente a nadie se había mostrado débil, bueno a nadie a excepción de su padre.
Pasaron varios minutos, y ya no se escuchaba los gritos de Quinn, y eso la hizo relajarse un poco ya que quería estar sola en esos momentos. Pensó que su amiga se había ido cansada de esperar a que le abriera, pero en eso sintió que alguien trataba de forzar la puerta a sus espaldas, se movió de donde se encontraba para pararse asustada, y antes que pudiera hacer algo su amiga ingreso a la casa.
Santana lo único que quería era correr hacia algún lado en donde Quinn no pudiera verla así, pero lo que hizo su amiga al percatarse cómo se encontraba la morena, fue abrazarla, abrazarla con todas sus fuerzas.
-Sany todo va a estar bien, te lo prometo-la ojiverde la tenía entre sus brazos intentando sujetarla lo más fuerte que podía ya que sentía que si no lo hacia la morena caería al piso.
Pasaron minutos en la misma posición sin decir absolutamente nada, sólo se escuchaban sus respiraciones, hasta que de un momento a otro Santana comenzó a llorar tan fuerte como podía, aferrándose todavía más a Quinn que lo único que atinaba a hacer era seguir abrazándola y susurrándole que todo iba a estar mejor.
Sólo una vez antes la rubia había visto llorar a Santana, y fue cuando esta le confesó a un chico lo que sentía.
Pero esa vez no se comparaba ni un poco a la manera que lo hacía ahora, la ojiverde se sentía tan impotente de no poder hacer nada para calmar a su amiga, y aunque no quería mostrarse débil frente a la latina a ratos también sollozaba y pequeñas lágrimas caían.
La mujer a la que abrazaba era su morena, era su amiga y más que eso la sentía como una hermana y le dolía tanto como a ella todo lo que estaba pasando.
Se sorprendió cuando hace horas atrás recibió una llamada del hermano de santana. Después de saludarse, le dijo llorando que debía ir a verla porque esta no se encontraba para nada bien.
Y aunque en un principio no le quiso contar porque la latina estaba mal, le llego una notificación de las noticias que el Sr. López propietario de varias cadenas había muerto en un trágico accidente.
La de ojos verdes no se lo podía creer, al ver el nombre de su tío, lloro y lloro mientras se dirigía rápidamente en su auto a la casa de campo. Y ahora finalmente estaba con ella, llorando y acompañando en su momento más difícil.
La respiración tan agitada que se escuchaba en un principio por parte de Santana se comenzó a calmar, indicándole a la rubia que la tenía abrazada y que no podía mirarla a la cara que había dejado de llorar, para ahora a ratos emitir pequeños sollozos.
-¿Cómo supiste que no me encontraba bien?-dijo finalmente la latina separándose un poco de la rubia y mirándola a los ojos, en los cuales notó que estaban más brillosos que de costumbre, así que entendió que su amiga al igual que ella había botado un par de lágrimas.
-Eso da igual Sanny- respondió Quinn ya que no tenía ningún ánimo de contarle a su amiga que su teléfono le notifico la muerte de su padre y que todo el mundo lo sabia. aunque agradecía de cierta manera que hubiera llegado ya que de no ser así ahora la morena se encontraría sin ella, acompañada solamente de la botella de vodka que yacía casi vacía en el piso.
-¿Fue el verdad? No puedo creer. No puedo. No puedo Quinn, esto no es verdad, dime por favor que no es verdad-dijo esto separándose completamente de la rubia y sentándose en el sillón más cercano que había ocultado su rotro con sus manos
-San-dijo quien llorando y tomando sus manos arrodilla ante ella- tienes que ser fuerte san- la latina bajo su cabeza llorando mas fuerte- san se fuerte por favor.- dijo apoyando su cabeza en los pies de la morena.
-Yo estoy contigo pase lo que pase, como te lo prometí el día que hicimos ese juramente de sangre por nuestra amistad, ¿Lo recuerdas?-dijo Quinn sonriendo.
La latina movió su cabeza en señal de que si lo recordaba, moviéndose un poco de donde se encontraba para que su amiga se sentara a su lado.
-Aunque debo de confesarte algo... y sé que este no es el mejor momento para hacerlo, pero me siento culpable ahora que lo recordé-Santana la miró extrañada se había calmado un poco y ahora escuchaba atenta a su rubia amiga, sospechando que alguna tontera le iba a contar.
-Lo que pasa Sanny es que… yo sé que dijimos que el juramento de sangre, era con sangre, eso es más que obvio… pero sabes que no soy muy buena con eso, me asusta… y bueno ese día antes de ir a nuestro escondite secreto de mi casa, para prometernos ser amigas por siempre, fui al refrigerado por algo de comer y vi el kétchup- río Quinn, haciendo que la latina también riera fuertemente, olvidado por unos segundos el asqueroso día que había tenido.
Hubo un largo ataque de risas por parte de las dos, la latina se acomodó quedando aún más de frente a la rubia y le dijo -por eso te quiero tanto rubia siempre tienes cada historia y justo hoy necesitaba más que nunca una de esas. Aunque ahora que lo recuerdo, ya entiendo porque cuando me lamí el dedo con sangre- hizo comillas con sus manos al decir la última palabra,-era tan dulce el sabor y yo que pensaba que mi sangre era especial-dijo esto haciendo un puchero, haciendo reír nuevamente a Quinn.
-Te quiero tonta y siempre estaré para ti.- dijo mirándola seria-Se que ya nada será igual san, pero eh visto que después de esto las personas cambian- la morena agacho la cabeza- te pido que no lo hagas con nosotros. Te amamos san, se fuerte es duro mucho lo sé, porque yo también siento como si me hubieran quitado un pedazo de mi- dijo soltando una lagrima.-Me tienes a mi, soy tu hombro, tu diario, tu mejor amiga, y tu hermana no te cierres-
Santana solo movió la cabeza en señal de si, le sonrió al recordar que ella era su diario, pero realmente no tenía ganas de hacer nada, solo quería estar en esta casa haciendo nada.
-No quiero hacer nada, no me siento bien- respondió volviendo a recordar nuevamente lo que había pasado en esa tarde llenando sus ojos de lágrimas.
-Por eso mismo, quiero que saques todo esto que tienes guardado aquí- dijo tocando su corazón haciendo que la morena se prendiera del cuello de la rubia y esta la abrazara fuertemente.
-¡dale Sanny sacalo vamos!”.
-¡Que no quiero Fabray!” dijo esto un poco alterada, lo que sorprendió a la rubia ya que no esperaba que su amiga reaccionara así pero conocía el carácter de la morena y por todo lo que estaba pasando, así que no dijo nada y dejó continuar a la morena.
-¡El era mi papa….MI papa…, mejor dicho aun siento que lo es, no sabes lo que pasamos quinn…el siempre dijo que hiciera lo que hiciera estaría apoyándome, lo extraño ahora mismo, mírame quinn- la rubia la miro con tristeza- Perdi a mi mejor amiga, perdí a mi padre ¿quien estará conmigo cuando necesite un consejo?- dijo parándose bajo la atenta mirada de la rubia- ¿QUIEN DEMONIOS ME ABRAZARA COMO EL LO HACIA?- vio un vaso lo agarro y lo estrello con la pared haciendo asustar a la rubia- Mi papa no puede estar muerto quinn-dijo arrodillándose dándose por vencida- mi papa no puede estar muerto- dijo golpeando el piso de madera con sus manos- No puede estarlo- quinn al ver las manos de su mejor amiga sangrando corrió agarrándolas y abrazando a la morena también llorando fuertemente-
Casa del campo
http://fotoslindas.net/wp-content/uploads/2014/03/fotos-lindas-de-casas-de-campo-14.jpg
Capitulo 20
- ¿Claire? –Preguntó una dubitativa ojiazul -¿Qué pasa? –Preguntó mientras veía confundida a Santana, quien solo miraba con atención aquella conversación.
Pasaron varios minutos en los cuales la morena trató de descifrar sin mucho éxito el contenido de la llamada que sostenía Brittany ya que la rubia solo respondía monosílabos y tratando de hacer el menor ruido posible.
-¿Y qué pasó? –Preguntó directamente la morena.
–tengo que irme a Manhattan en unos días – dijo la rubia seria
-Y porque paso algo?- Preguntó santana
-Es algo…complicado de explicar- la rubia miro aquella foto de fondo que tenía su teléfono con una sonrisa triste lo guardo rubia, la morena la miró extrañada.
-Puedo entenderlo Britt…confía en mi- La morena miro a la rubia directamente a los ojos
-Mi hermano y yo tenemos una fundación para los jóvenes con cáncer-dijo tomando las manos de la morena estaba temblando y santana solo atino a sujetarlas fuertes la rubia cerro sus ojos soltando un largo suspiro- No se pudo terminar como yo quería-negó con su cabeza-como queríamos pero debo ir yo-dijo con los ojos brillosos apartando la mirada de la morena- es muy importante que este yo ahí- dijo la rubia de ojos azules- pero me da miedo hay tanto recuerdos ahí- dijo apoyando la cabeza en el hombro de la latina
-Britt- britt- santana abrazaba a la rubia- eres fuerte puedes hacerlo por ti y tu hermano- dijo susurrándole en el oído la rubia alzo la mirada topándose con los ojos de la morena sorprendida
-¿Co…como me has llamado?- dijo la rubia mirándola con una sonrisa
-britt- Britt- dijo la morena soltando una carcajada al ver la cara de la rubia
-nunca nadie me había llamado así, eso es muy tierno de su parte señorita santana- dijo Brittany mientras apartaba un mecho moreno del rostro de la latina y se lo colocaba detrás de la oreja. Sus miradas estaban enganchadas tal cual imán. La rubia se inclinó un poco hasta rozar sus labios con los de la latina y dejarle un pequeño beso casto y tierno
-Bueno me gusta ser la primera en todo- dijo devolviéndole el beso de la misma forma
-vamos a sentarnos en aquel lugar-señalo con su mano izquierda un árbol apartado del parque la otra mano tenia entrelazada con la morena.
-Y bien ¿de qué querías hablar britt?- dijo sentada frente a la rubia
la rubia suspiró mientras sacaba un papelito doblado en 4 mitades de la parte de atrás de su bolsillo- San… -se dio cuenta de que la morena le estaba poniendo atención y eso le causa más nerviosismo causando que no pudiera abril el dichoso papel
-déjame ayudarte- la morena le quito el papel sin quitar la mirada de la rubia lo hizo causando que las mejillas de la rubia se tornaran rojas con un susurro le agradeció- Quiero que sepas que lo siguiente que te diré no es una broma es..es lo que siento aquí-dijo tocando su corazón-
-Querida santana- comenzó hablar la rubia-quiero que sepas que todo lo que dire nunca. Nunca en mi vida haría esto, pero por ti haría esto y mucho mas- la miro por unos segundos- mi vida ha sido antes de conocerte un total desastre, salía siempre a discotecas a pasármela bien bebía lo suficiente para olvidarme del mundo, eres la primera chica que se rehusó a estar conmigo, muchas quisieran estar en tus zapatos lo sé, pero eso no tiene nada que ver contigo, tu eres una chica asombroso, increíble la segunda mujer más fuerte y hermoso que eh conocido-la morena la miro extraña- mi madre es la primera san- dijo la rubia causando rubor en las mejillas de santana- desde el día que te vi salir del hotel, me poseíste con tu increíble belleza, pensé que sería una carnada más que morder y nada más- dijo agachando la cabeza- pero estaba totalmente equivocada, cuando te vi con un grupo de chicos, supuse que estabas de novio con uno de ellos, pero realmente no me importaba mucho eso, te quería para mi e iba a lograrlo, en la discoteca hice mi primer movimiento que debía de suponerse que tu caerías en mis brazos tal como sucede con todas, pero tu, tu fuiste la primera persona en estamparme una cachetada y una de las buenas, no podía creer lo que me habías hecho pero simplemente me gusto, jodidamente estuvo buena la cachetada, desde esa noche san no dejaba de pensar en ti-dio un suspiro la morena se acercó lentamente a los labios de la rubia para poseer esos labios finos que los quería probar desde que la rubia empezó a leer la rubia con una sonrisa se apartó- pero Santana sé… sé que tienes miedo y yo… yo te mentiría si te digo que no lo tengo, porque es obvio que todo lo que siento me aterra y mucho, pero… pero lo que me pasa contigo no lo había sentido nunca… nunca he sentido que necesito tanto a una persona como me pasa al no tenerte cerca… entiendo que lo de nosotras no partió bien y que las cosas que le siguieron no fueron de lo mejor… pero… pero cuando te miro… cuando miro esos ojos, me derrito… siento que todo lo malo que pasó antes no va a ser nada comparado con lo bueno que podría ser el futuro… nuestro futuro… yo… yo sé que confías en mi… pero tu hermano no… el piensa… que eres un capricho para mí, pero no lo eres… ojala y lo fueras para que dé un momento a otro se me quitara y te pudiera arrancar de mis pensamientos… de mi corazón… pero no lo puedo hacer, eso es imposible… sólo quiero que entiendas que… esto… todo lo que me pasa contigo es nuevo para mí… y que en un momento sentí que lo que me sucedía contigo no era correcto… pero ahora… ahora me puedo dar cuenta que algo que se siente tan bien no puede ser incorrecto….. te quiero Santana y te juro que no sabes cuánto… yo solo quería decirte eso…-dijo guardando su nota lo interesante que no tenía nada de lo que había dicho hace segundos, eso era otra sorpresa que la morena debía de abrir en su habitación si es que la morena se lo pedía para recodar aquella escena romántica entre ellas.
La cara de Santana nunca había mostrado tanta sorpresa ante algo, la otra vez sí que estaba sorprendida por las palabras de la rubia, pero ahora que la escuchaba decir todo lo que le dijo era mil veces más, la morena abría y cerraba la boca para poder decir lo que quería, pero no podía, simplemente las palabras no salían.
-San… sólo te pido que me digas lo que te pasa conmigo… de verdad que sé que tienes miedo, ambas lo tenemos, pero…- antes de que Brittany pudiera seguir hablando al fin la morena reaccionó.
-¿Sabes qué? A la mierda lo que pase- le dijo eso y sin decir ninguna otra palabra se arrojó lo más rápido que pudo a los labios de la rubia, deseaba tanto besarla y finalmente lo hacía de la manera que siempre quiso, sin rencores, con las cosas claras
La latina abrió su boca para darle entrada a la lengua de la rubia haciendo que junto a la suya comenzaran esa danza de reconocimiento, no era la primera vez que se besaban, pero se sentía de esa forma.
Santana al darse cuenta, tomó la cara de la ojiazul e hizo mirarla directamente-Britt-Britt-los ojos de la rubia se iluminaros, era la primera vez que la llamaba así-hace demasiado tiempo que no estaba tan segura de algo, me gustas y mucho, no sabes cuantas veces me negué a decírtelo o siquiera pensarlo, pero ya no lo quiero hacer más, por supuesto que esto no es una broma, eres lo más real que me ha pasado en años, te quiero mucho más de lo que tu piensas cariño ahora bésame.-Brittany soltó una risita nerviosa y acercó su cara para comenzar un nuevo beso con Santana, esta vez era uno mucho más tierno, más calmado, partió como un simple roce de labios que cada vez se iba profundizando más, la morena tomó a la rubia del cuello para sentirla más cerca,
Santana la miro intensamente mientras desenredaba su mano del cabello de la rubia, acariciando su mejilla con ternura. Se inclinó besando los labios de la rubia, con paciencia y tratando de demostrar todo su amor. Otra vez.
Brittany dejó el casco a un lado mientras le pasaba la chaqueta por los hombros, obligándola a ponérsela. Entonces le agarró el cuello de la chaqueta, atrayéndola hacia ella en un beso pasional que dejó sin aliento a Santana. Brittany mordisqueó su labio inferior antes de ir a por la lengua de la latina. Santana atinó a levantar los brazos, enredando sus dedos en los mechones rubios de la rubia. Se separaron en un jadeo cuando el aire prácticamente se hizo inexistente. Brittany iba depositando tiernos besos en los labios de Santana, hasta dejar su frente pegada a la de ella.
-Vamos. -susurró la rubia.
-¿A dónde? -preguntó, su compañera.
-A dar una vuelta. Y al hotel ya- dijo mirando el reloj-tenemos una hora
Brittany sonrió mientras la agarraba de la mano, entrelazando sus dedos y empezaban a caminar. Salieron al porche, donde estaba la moto de la rubia. Ya se notaban los primeros calores del verano, pues no corría nada de aire y el sol pegaba fuertemente. Brittany le tendió el casco, el cual, Santana lo cogió con ánimos.
-Mmm... ¿Britt? Llévame a nuestro lugar ¿recuerdas? Me gusto ir allí contigo-
Brittany sonrio mientras sacaba otro casco. Lo dejó encima de la moto y se acercó a Santana, cogiendo el suyo y antes de ponérselo la beso brevemente en los labios.
-Nunca olvidare nuestro lugar san. -susurró, Brittany.
Santana sonrió mientras observaba como Brittany se colocaba su casco y subía rápidamente en la moto. Santana la imitó y la agarró fuertemente de la cintura, pegando completamente su cuerpo al suyo.
-Britt quiero tener guardado lo que me leíste me lo das?-dijo apretando sus caderas
-Claro pero léelo en el hotel ahora no hay tiempo-dijo la rubia nerviosa
-¿Estas bien nena? -preguntó Britt en voz alta para oírse por encima del motor.
-Perfectamente. -respondió, Santana.
Y en menos de un segundo, Brittany arrancó, perdiéndose en la carretera de Londres
-Echaba de menos este lugar britt -sonrió, Santana, mientras tiraba piedrecillas al estanque.
-Yo también. -ronroneó, Brittany, tumbada, estirándose cual felino. Rodó en la hierba hasta quedar enfrente de la morena, que estaba sentada con las piernas cruzadas. La miró en silencio, con una pequeña sonrisa.
-Me estas mirando. -afirmo, Santana.
Brittany sonrió sin decir nada.
-San... ¿Qué crees que hubiera pasado si nos hubiéramos visto en la discoteca? -preguntó Brittany, de repente, deteniendo a la morena de su entretenimiento.
-¿Sinceramente? -murmuró, Santana, abrazándose las rodillas. -No lo sé...
-Yo sí.
-¿Eh?
-Sé que nos hubiéramos encontrado por alguna u otra razón, el destino nos quiere juntas..
-Tienes razón...-
-Siempre te cuidare san, ante todo. Siempre.
-Yo... Creo... Te sonará tonto... Pero creo que me has cambiado Britt- dijo mirándola- yo eh pasado por algo que todavía no puedo aceparlo, no puedo- dijo negando con la cabeza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas la rubia al ver a la morena así, se levantó y abrazo a la morena por detrás- al final creo que lo superare pero lo veo muy lejos, Britt yo aunque suene extraño-dijo mirando al horizonte- yo confío por alguna u otra razón ciegamente en ti, no sé por qué pero me das confianza- Hace 6 meses yo- dijo tomando un poco de aire
-San. No tienes que hacerlo yo te entiendo no te obligues a decirlo por favor-dijo la rubia entrelazando sus dedos y abrazándola más-
-Tengo que hacerlo Britt- dijo seria- Tengo que hacerlo- susurro para ella misma dándose ánimos era la primera persona fuera de familia enterarse de aquella tragedia-
-Era un día muy normal para nosotros, mi mama estaba en las fundaciones que ella organizaba para gente pobre, mi hermano entrenaba en su equipo de futbol, yo era porrista estudiábamos en la misma escuela por que asi podía mi hermano cuidar de mi, mi padre- dijo quebrándose la voz por un momento- mi padre estaba de viajes pocas veces lo veíamos, cuando el venia dejábamos toda nuestra rutina para estar con él y nos íbamos a la casa de la playa que le regalo a mama por su aniversario, era muy importante nuestra familia, el estar juntos era importante, después paso unos días y papa se tenía que ir, yo siempre fui su princesa, él siempre me abrazaba y me quedaba dormida teniendo la edad que tenía Britt- dijo mirándola con una lagrima en los ojos- sabia que iba a volver como siempre lo hacía, antes de que se fuera le prometí tener mis resultados listo de la universidad que eligiéramos los dos -la rubia limpio con un pañuelo la pequeña lagrima que robada por su mejilla- pero no regreso britt- dijo llorando sin contenerse la rubia mirándola con tristeza la abrazo lo más fuerte que pudo tratando de transmitir todo su fuerza- el no regreso- santana lloraba muchos recuerdos invadieron su mentes trasladando a la morena a su pasado.
-------------------------------------------FLASHBACK-----------------------------------------
Ya habían pasado un poco más de 1 años de que la familia López se mudara desde Puerto Rico buscando el sueño americano, el matrimonio López habían tomado la dura decisión de dejar el país querían un buen futuro para sus hijos lo cual lo habían conseguido, era la segunda familia más importante en New York, su padre tenía una gran variedad de cadenas de hoteles prestigiados, restaurantes y fundaciones. Luego de que la latina conociera y se adaptara a ese nuevo país, aprendió muchas cosas, como la confianza que entrego a su ahora mejor amiga Quinn, y gracias a ella reconoció que su gran talento era cantar. Santana y Quinn nunca se separaban desde que se conocieron prometieron nunca separarse pasara lo que pasara, prometieron estar siempre juntas, como decía siempre su padre, “el amor de la familia siempre cura las heridas” y así fue como el tiempo paso, santana tenía 17 años y aunque recién acababa de salir de la preparatoria ya contaba con muchas propuestas de universidades nacionales e internacionales, con el que cualquiera quisiera tener esa oportunidad.
No por nada había sido la primera de su clase, cantar siempre había sido una de sus grandes pasiones, Sin embargo su padre siendo lo que ella quería ser siempre la apoyaba y la protegía de críticas, solo que ahora lo tomaba más como un sueño imposible.
Su hermano le había mandado un mensaje de texto diciéndole que la esperaría en casa y que condujera con cuidado, ella le respondió con una carita feliz y un siempre.
Antes de llegar a casa paso por una florería y compro dos ramos, uno para su madre por otra inauguración de su fundación y por la llegada de su padre, pero santana no sabía que ese día su padre no llegaría y ese sería su peor día de su vida, con una sonrisa y un hasta luego dirigida a la señora se subió a su coche conduciendo con música a todo volumen pero siempre precavida de la carretera.
Quince minutos después de conducir, llegaba a su casa después de un largo día de entrenamiento, cabe decir que era una de las mansiones más grandes del mundo.
Todo estaba como siempre, los empleados la recibieron con una sonrisa calidad y ayudándola con los ramos de flores, solo que ese día no sería como cualquier otro, luego de ese día para Santana y la familia López nada volvería a ser como antes.
Desde el lugar en el que se encontraba, que era el living-comedor se escuchaban sollozos y gritos que venían desde la habitación de su padre.
Pensó en un principio que lo que se escuchaba era la televisión y que su mama se había quedado dormida viendo alguna película. Subió las escaleras con una sonrisa, en busca de su hermano para ver si estaba y decirles sobre el ramo de flores, sin embargo al acercarse lentamente a la cerrada puerta blanca de el, comprendió que los sollozos venían también de ahí, no eran de una película.
Eso no era posible, no podía ser su hermano llorando en una esquina de la habitación, con las piernas encogidas y abrazando algo que parecía un trozo de madera, no era posible, no después de enseñarle a ella que llorar es para cobardes, no después de haberse prometido que el que lloraba primero era un perdedor, no después de todas las caídas que pasaron cuando eran pequeños.
Su hermano levanto la cabeza con sus ojos rojizos apagados, sin tener aquel brillo y sonrisa que lo hacía diferenciar de los demás chicos, vio a su hermana ahí parada comenzado a llorar de nuevo santana reacciono al segundo, nunca había visto su hermano llorar de esa manera nunca, no le importó que sus rodillas se lastimaran, se arrodillo junto a él y lo abrazo, lo abrazo sin saber el porqué, su hermano lloraba fuertemente golpeando el piso con su pie izquierdo, santana bajo la mirada y pudo ver que su hermano entre su pecho tenía la fotografía de su padre y el, la última competencia que habían tenido en la temporada se la dedico a su padre recordando aquel triunfo con una fotografía, su hermano tenía a su padre abrazado por los hombros mientras que su padre por detrás de su cabeza con su mano derecho haciendo el símbolo de paz. Nunca había visto así a su hermano, roto, su rostro cubierto de lágrimas.
Cuando vio aquella imagen de su hermano llorando con el cuadro de su padre y el, se levantó de golpe retrocediendo dos pasos, su vista se nublo entera, sintió que caería desmayada en la puerta de la habitación, se dijo a si misma que no podía pasar eso, que no era verdad, su hermano al ver la reacción de la morena se levantó aun con el cuadro en su mano.
A Santana se le pasaron por la cabeza todos los momentos tanto buenos como malos que vivió con su padre, su mejor amigo, una lágrima resbaló por su mejilla, y al segundo otra.. no quería creer lo que estaba pasando, no quería saber que estaba sucediendo, no quería creer esto, pero la realidad le estaba golpeando directamente a la cara.
Decidida corrió a la puerta de su madre, abriendo rápidamente la puerta y se encontró con lo que minutos antes había sospechado y ahora lo tenía delante de sus propios ojos.
Cuando vio aquella imagen, cuando vio a su madre, su mundo callo, sintió una parte de su alma quebrarse.
Su hermano atrás de ella le decía mil cosas, pero la latina no escuchaba, su mente estaba nublada.
Tomo a su hermano de un brazo y lo tiró contra el marco de la puerta diciéndole que se callara, que era mentira, que era un cobarde por llorar.
Siempre fue una mujer tranquila a la hora de reaccionar cuando algo no le gustaba, y esta vez fue no fue de la misma manera.
Se dirigió casi corriendo a su habitación donde se encontraba un lindo y grande espejo Cuando llegó hasta él le dio una patada con todas sus fuerzas, haciendo que inmediatamente se quebrara. Luego de esto empujo su cama haciendo que se volteara. No supo de dónde sacó toda la furia que sentía.
Todo era un caos total, su madre lloraba a gritos en su habitación, su hermano apoyado en la puerta llorando, y ella mirando aquel espejo que le había comprado con sus mejillas llenas de lágrimas. Los empleados vinieron a ver que sucedía se alejó de donde estaba y le grito a todos que se marcharan, que se fueran de su habitación, de su casa, de su vida.
Pero nadie hacia nada, finalmente pasado unos segundos y de ver que todo seguía igual se dirigió a donde estaba su madre, la tomó suavemente del brazo con su mano temblorosa le susurro que la perdonara dándole un beso en la frente y borrando con su dedo tembloroso aquellas lágrimas, se acercó al oído de su hermano suplicando perdón y que la cuidara. Su hermano al ver que su hermana tenía en su mano las llave de su auto se paró deteniendo su paso, ambos hermanos forcejeaban, Santana lo hacía para sacarlo fuera de la habitación, pero el moreno la abrazaba con todas su fuerzas rogándole que no se fuera.
Pero todo era en vano sabía que la latina no estaba escuchando, su madre solo lloraba al ver aquello, no podía más dejó caer la chaqueta favorita de su esposo, y en la habitación un golpe seco se escuchó el moreno miro donde provenía el golpe corrió rápido, su mama se había desmayado, santana con todo el dolor que creía que tenía salió de la habitación corriendo. Antes de salir por aquella puerta, escucho a su hermano pedir ayuda y ver como dos empleados subían a toda prisa.
Corrió lo más rápido que pudo hacia el garaje, se subió en su convertible e hizo rechiflar las llantas trasera del auto de reojo vio cómo su hermano le hacía señas para que se detuviera pero fue en vano, santana con los ojos llenos de lágrimas había tomado ya la avenida acelerando más y más quería llegar a la casa de campo que había construido con quinn.
Al llegas a la casa santana después de cerrar la puerta afirmó su espalda en la pared y calló llorando al piso. No podía pensar su teléfono sono pero se arrepintió de hacerlo, había programado para que llegaran las notificaciones de las noticias que pasaba por el mundo, y al ver aquello, a ver el nombre de su padre, grito y tiro el teléfono contra una pared, no sabía qué hacer, solo quería estar con él, quería devolver el tiempo, quería abrazar a su padre, infinitamente suplico a dios que no fuera verdad, sólo siguió llorando y llorando. Después de unas horas ya no sentía nada, absolutamente nada, y en ese instante la latina se dio cuenta que ya no quedaba nada de la Santana que fue hace horas atrás, ya no había nada de eso. Nada.
Santana seguía sentaba en el piso, pero ahora se encontraba con una botella de vodka en sus manos, cada vez que se la acercaba a sus labios bebía tragos más largos. Ya no quedaba mucho del licor era la segunda botella que iba aquedar vacía, a ratos pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos para resbalar por sus mejillas.
Había pasado unas 2 horas en la misma posición hasta que sintió que alguien golpeaba fuertemente la puerta.
-Sany ábreme, sé que estás ahí- era Quinn que desde el otro lado se escuchaba preocupada-¡Santana por favor ábreme, no me iré hasta que me abras la maldita puerta!-
La morena no tenía ganas de hablar con nadie, solo quería estar sentada bebiendo hasta tomarse todo lo había en la casa.
Ya habían pasado mucho rato en que su amiga desde afuera gritaba y gritaba para que la latina le abriera, además de escuchar el celular de la casa cada 2 minutos, pero aun así no pensaba abrirle la puerta, no quería que nadie, ni siquiera su amiga de toda la vida la viera así. Solo quería estar con su padre, solo eso.
Nunca frente a nadie se había mostrado débil, bueno a nadie a excepción de su padre.
Pasaron varios minutos, y ya no se escuchaba los gritos de Quinn, y eso la hizo relajarse un poco ya que quería estar sola en esos momentos. Pensó que su amiga se había ido cansada de esperar a que le abriera, pero en eso sintió que alguien trataba de forzar la puerta a sus espaldas, se movió de donde se encontraba para pararse asustada, y antes que pudiera hacer algo su amiga ingreso a la casa.
Santana lo único que quería era correr hacia algún lado en donde Quinn no pudiera verla así, pero lo que hizo su amiga al percatarse cómo se encontraba la morena, fue abrazarla, abrazarla con todas sus fuerzas.
-Sany todo va a estar bien, te lo prometo-la ojiverde la tenía entre sus brazos intentando sujetarla lo más fuerte que podía ya que sentía que si no lo hacia la morena caería al piso.
Pasaron minutos en la misma posición sin decir absolutamente nada, sólo se escuchaban sus respiraciones, hasta que de un momento a otro Santana comenzó a llorar tan fuerte como podía, aferrándose todavía más a Quinn que lo único que atinaba a hacer era seguir abrazándola y susurrándole que todo iba a estar mejor.
Sólo una vez antes la rubia había visto llorar a Santana, y fue cuando esta le confesó a un chico lo que sentía.
Pero esa vez no se comparaba ni un poco a la manera que lo hacía ahora, la ojiverde se sentía tan impotente de no poder hacer nada para calmar a su amiga, y aunque no quería mostrarse débil frente a la latina a ratos también sollozaba y pequeñas lágrimas caían.
La mujer a la que abrazaba era su morena, era su amiga y más que eso la sentía como una hermana y le dolía tanto como a ella todo lo que estaba pasando.
Se sorprendió cuando hace horas atrás recibió una llamada del hermano de santana. Después de saludarse, le dijo llorando que debía ir a verla porque esta no se encontraba para nada bien.
Y aunque en un principio no le quiso contar porque la latina estaba mal, le llego una notificación de las noticias que el Sr. López propietario de varias cadenas había muerto en un trágico accidente.
La de ojos verdes no se lo podía creer, al ver el nombre de su tío, lloro y lloro mientras se dirigía rápidamente en su auto a la casa de campo. Y ahora finalmente estaba con ella, llorando y acompañando en su momento más difícil.
La respiración tan agitada que se escuchaba en un principio por parte de Santana se comenzó a calmar, indicándole a la rubia que la tenía abrazada y que no podía mirarla a la cara que había dejado de llorar, para ahora a ratos emitir pequeños sollozos.
-¿Cómo supiste que no me encontraba bien?-dijo finalmente la latina separándose un poco de la rubia y mirándola a los ojos, en los cuales notó que estaban más brillosos que de costumbre, así que entendió que su amiga al igual que ella había botado un par de lágrimas.
-Eso da igual Sanny- respondió Quinn ya que no tenía ningún ánimo de contarle a su amiga que su teléfono le notifico la muerte de su padre y que todo el mundo lo sabia. aunque agradecía de cierta manera que hubiera llegado ya que de no ser así ahora la morena se encontraría sin ella, acompañada solamente de la botella de vodka que yacía casi vacía en el piso.
-¿Fue el verdad? No puedo creer. No puedo. No puedo Quinn, esto no es verdad, dime por favor que no es verdad-dijo esto separándose completamente de la rubia y sentándose en el sillón más cercano que había ocultado su rotro con sus manos
-San-dijo quien llorando y tomando sus manos arrodilla ante ella- tienes que ser fuerte san- la latina bajo su cabeza llorando mas fuerte- san se fuerte por favor.- dijo apoyando su cabeza en los pies de la morena.
-Yo estoy contigo pase lo que pase, como te lo prometí el día que hicimos ese juramente de sangre por nuestra amistad, ¿Lo recuerdas?-dijo Quinn sonriendo.
La latina movió su cabeza en señal de que si lo recordaba, moviéndose un poco de donde se encontraba para que su amiga se sentara a su lado.
-Aunque debo de confesarte algo... y sé que este no es el mejor momento para hacerlo, pero me siento culpable ahora que lo recordé-Santana la miró extrañada se había calmado un poco y ahora escuchaba atenta a su rubia amiga, sospechando que alguna tontera le iba a contar.
-Lo que pasa Sanny es que… yo sé que dijimos que el juramento de sangre, era con sangre, eso es más que obvio… pero sabes que no soy muy buena con eso, me asusta… y bueno ese día antes de ir a nuestro escondite secreto de mi casa, para prometernos ser amigas por siempre, fui al refrigerado por algo de comer y vi el kétchup- río Quinn, haciendo que la latina también riera fuertemente, olvidado por unos segundos el asqueroso día que había tenido.
Hubo un largo ataque de risas por parte de las dos, la latina se acomodó quedando aún más de frente a la rubia y le dijo -por eso te quiero tanto rubia siempre tienes cada historia y justo hoy necesitaba más que nunca una de esas. Aunque ahora que lo recuerdo, ya entiendo porque cuando me lamí el dedo con sangre- hizo comillas con sus manos al decir la última palabra,-era tan dulce el sabor y yo que pensaba que mi sangre era especial-dijo esto haciendo un puchero, haciendo reír nuevamente a Quinn.
-Te quiero tonta y siempre estaré para ti.- dijo mirándola seria-Se que ya nada será igual san, pero eh visto que después de esto las personas cambian- la morena agacho la cabeza- te pido que no lo hagas con nosotros. Te amamos san, se fuerte es duro mucho lo sé, porque yo también siento como si me hubieran quitado un pedazo de mi- dijo soltando una lagrima.-Me tienes a mi, soy tu hombro, tu diario, tu mejor amiga, y tu hermana no te cierres-
Santana solo movió la cabeza en señal de si, le sonrió al recordar que ella era su diario, pero realmente no tenía ganas de hacer nada, solo quería estar en esta casa haciendo nada.
-No quiero hacer nada, no me siento bien- respondió volviendo a recordar nuevamente lo que había pasado en esa tarde llenando sus ojos de lágrimas.
-Por eso mismo, quiero que saques todo esto que tienes guardado aquí- dijo tocando su corazón haciendo que la morena se prendiera del cuello de la rubia y esta la abrazara fuertemente.
-¡dale Sanny sacalo vamos!”.
-¡Que no quiero Fabray!” dijo esto un poco alterada, lo que sorprendió a la rubia ya que no esperaba que su amiga reaccionara así pero conocía el carácter de la morena y por todo lo que estaba pasando, así que no dijo nada y dejó continuar a la morena.
-¡El era mi papa….MI papa…, mejor dicho aun siento que lo es, no sabes lo que pasamos quinn…el siempre dijo que hiciera lo que hiciera estaría apoyándome, lo extraño ahora mismo, mírame quinn- la rubia la miro con tristeza- Perdi a mi mejor amiga, perdí a mi padre ¿quien estará conmigo cuando necesite un consejo?- dijo parándose bajo la atenta mirada de la rubia- ¿QUIEN DEMONIOS ME ABRAZARA COMO EL LO HACIA?- vio un vaso lo agarro y lo estrello con la pared haciendo asustar a la rubia- Mi papa no puede estar muerto quinn-dijo arrodillándose dándose por vencida- mi papa no puede estar muerto- dijo golpeando el piso de madera con sus manos- No puede estarlo- quinn al ver las manos de su mejor amiga sangrando corrió agarrándolas y abrazando a la morena también llorando fuertemente-
Casa del campo
http://fotoslindas.net/wp-content/uploads/2014/03/fotos-lindas-de-casas-de-campo-14.jpg
nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
Actualiza pronto
kamilittaz***** - Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 08/05/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
WOOOOWWWW!!!!!
actualiza pronto!!!!
actualiza pronto!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FIC "Corazón de hierro"
o_Oo_Oo_O wooowwwww!!!
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FIC "Corazón de hierro"
vaya que triste! hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: FIC "Corazón de hierro"
Hola chicas lamentó haberme perdido para ya estoy de vuelta, como la han pasado por favor comenten disfruten de este pequeño capítulo.
Capítulo 20 parte II
"Cuando nos perdemos y no sabemos quienes somos, de donde venimos, a donde vamos a ir. Cuando intentamos respirar ese aire que antes nos hacia bien y ahora nos sofoca, nos confunde, nos atrapa y no nos deja libres, nos damos cuenta que llego el momento de cambiar"
Santana había olvídalo que estaba en los brazos de brittany llorando, la rubia tenía esperanza de que ese era la última gota dejara de caer pero era imposible, la morena seguía dejando lágrimas por su hermoso rostro. Y ella sólo podía secarlas y abrazarla.
-San por favor ya no llores- dijo brittany con un nudo en la garganta.
Era la quinta vez que la rubia decía esa frase, la quinta vez que su garganta estaba hecha un nudo y se maldecía en sus adentros por no lograr su objetivo.
Santana con los ojos cerrados tenía enterrada su cabeza entre el pecho de la rubia con su manos sujetaba la chaqueta que tenía puesta la rubia, quería dejar de llorar, quería por fin de una vez superar esto pero no podía sola, por más que su mama hiciera llamadas a gente profesional no lograba que la morena saliera de su cuarto, sintió como una gota calló en su frente.
"Está lloviendo" pensó la morena mientras se limpiaba la frente
"Otra gota"
"Otra gota"
Brittany estaba llorando en silencio mientras abraza a Santana muy cariñosamente, no aguantó más esto le había recodado mucho. No podía más aguantar. No podía.
-Esta lloviendo brit- dijo Santana en sollozos.
"Silencio"
"Silencio y sollozos"
-Brit- repitió la morena esperando una respuesta pero nada. Silencio y sollozos fue lo que escucho.
-¿Britt que te pasa? - dijo la morena al ver a la rubia con sus ojos rojos y nariz.
-Me pone triste ver a las personas llorar más cuando me importan san.- dijo la rubia mirando para otra dirección.
Santana aún en su estado la miro con ternura no aguanto, plasmo su labios en la mejilla de la rubia.
-¿Por que fue eso?- dijo la rubia extrañada
- Britt te quiero- dijo la morena mirando el piso
- También te quiero Santana- dijo la rubia levantado la y limpiando su mejillas llenas de lágrimas.
-Perdóname por mostrarme así, creí que lo tenía controlado, lo siento- bajo la cabeza
"Tierna dulce inocente" pensó la rubia
- San no digas eso, está bien que saques lo que tienes aquí- señalo su corazón y soltó un suspiro tras lo que iba a decir sería la primera persona es saber.-Yo tenía a una amiga que perdió a su hermano, de 19 era mayor que ella- tomo las manos de la morena.
"Dame fuerzas san" Dijo la rubia en sus adentros
-La estúpida pelea fue por culpa de su hermana, ella había discutido con un chico por tomar su patineta sin permiso, se dijeron palabras fuertes y el hermano corrió a defenderla entre empujones y golpes pero no sabía que el chico tenía un arma, iba a puntar a la hermana pero el se interpuso recibiendo el disparo fue directo al corazón. - brittany mientras lo contó había mirado a otra dirección, su mandíbula estaba tensa.
-Britt siento mucho lo de tu amiga- dijo Santana abrazándola, la rubia recibió el abrazo pero se despegó al momento, Santana la miro confundida.
-Lo que quiero que aprendas Santana es que lo que paso es un pasado que quedo pendiente, que no se realiza nos vuelve tenaces, o nos obsesiona. Ese hecho que nos obsesiona, que tratamos de dejarlo de lado pero no podemos se transforma en una asignatura pendiente. Es algo más que un hecho insatisfecho, es algo que te encierra en el pasado, es un ciclo que no puedes cerrar. - dijo la rubia mirando atentamente a la morena.
-Aceptar las cosas de a poco aunque duelan es la única forma de seguir adelante, solamente dejando atrás esa asignatura pendiente. Dejándola como un alegre o amargo recuerdo, solo hay que atravesé a avanzar y cambiar de aire.- La rubia al ver que la morena iba a contestar, tomo a la morena de la cadera sin despegar sus miradas, se dieron un beso tierno y lento.
-No quiero que digas nada san, yo te ayudare a superar esto, juntas pasaremos esto y recodaremos a tu padre como el mejor, de acuerdo-. Dijo la rubia con una sonrisa.
"Fui una tonta al pensar que eras todo menos esto te quiero Britt" pensó Santana con una sonrisa y sus ojos cristalinos.
-Juntas- dijo Santana mientras enrollaba sus brazos al rededor del cuello de brittany.- Donde has estado toda mi vida Britt-
-Dios me tenía guardada para ti san- dijo la rubia levantado a la morena para darle giros y reían segundos después se detuvieron sin despegarse.
-Te quiero mucho morenita- dijo brittany besando ambas mejillas haciendo reír a morena.
-Yo te quiero mucho más rubita- hizo el mismo acto que la rubia.
-¿Que te parece sí vamos ya?.- dijo la rubia al ver la hora.
- Si vamos- estiro la mano para que la rubia lo tomara, esta última con una sonrisa la tomo.
"Pero a veces cuando por fin aceptamos los cambios, el pasado de manera inesperada regresa a nosotros tomandonos desprevindos, sorprendiendonos con solo una imagen, un olor, un sonido, una vivencia que sigue viva, latiendo. Va más allá de que uno quiera o no, ese recuerdo vuelve sin permiso, sin ser llamado. Vuelve una vez mas al lugar donde pertenece, donde siempre perteneció, donde estabas, donde estas tu. Vuelve a casa."
Santana sintió un leve susurro haciendo que gire su cabeza pero no había nadie miro al cielo con una sonrisa y su mano derecha en su corazón.
"Te amo padre gracias por todo"
PARQUE
http://www.eruditos.net/mediawiki/images/8/84/Anrparquelago1.jpg
Capítulo 20 parte II
"Cuando nos perdemos y no sabemos quienes somos, de donde venimos, a donde vamos a ir. Cuando intentamos respirar ese aire que antes nos hacia bien y ahora nos sofoca, nos confunde, nos atrapa y no nos deja libres, nos damos cuenta que llego el momento de cambiar"
Santana había olvídalo que estaba en los brazos de brittany llorando, la rubia tenía esperanza de que ese era la última gota dejara de caer pero era imposible, la morena seguía dejando lágrimas por su hermoso rostro. Y ella sólo podía secarlas y abrazarla.
-San por favor ya no llores- dijo brittany con un nudo en la garganta.
Era la quinta vez que la rubia decía esa frase, la quinta vez que su garganta estaba hecha un nudo y se maldecía en sus adentros por no lograr su objetivo.
Santana con los ojos cerrados tenía enterrada su cabeza entre el pecho de la rubia con su manos sujetaba la chaqueta que tenía puesta la rubia, quería dejar de llorar, quería por fin de una vez superar esto pero no podía sola, por más que su mama hiciera llamadas a gente profesional no lograba que la morena saliera de su cuarto, sintió como una gota calló en su frente.
"Está lloviendo" pensó la morena mientras se limpiaba la frente
"Otra gota"
"Otra gota"
Brittany estaba llorando en silencio mientras abraza a Santana muy cariñosamente, no aguantó más esto le había recodado mucho. No podía más aguantar. No podía.
-Esta lloviendo brit- dijo Santana en sollozos.
"Silencio"
"Silencio y sollozos"
-Brit- repitió la morena esperando una respuesta pero nada. Silencio y sollozos fue lo que escucho.
-¿Britt que te pasa? - dijo la morena al ver a la rubia con sus ojos rojos y nariz.
-Me pone triste ver a las personas llorar más cuando me importan san.- dijo la rubia mirando para otra dirección.
Santana aún en su estado la miro con ternura no aguanto, plasmo su labios en la mejilla de la rubia.
-¿Por que fue eso?- dijo la rubia extrañada
- Britt te quiero- dijo la morena mirando el piso
- También te quiero Santana- dijo la rubia levantado la y limpiando su mejillas llenas de lágrimas.
-Perdóname por mostrarme así, creí que lo tenía controlado, lo siento- bajo la cabeza
"Tierna dulce inocente" pensó la rubia
- San no digas eso, está bien que saques lo que tienes aquí- señalo su corazón y soltó un suspiro tras lo que iba a decir sería la primera persona es saber.-Yo tenía a una amiga que perdió a su hermano, de 19 era mayor que ella- tomo las manos de la morena.
"Dame fuerzas san" Dijo la rubia en sus adentros
-La estúpida pelea fue por culpa de su hermana, ella había discutido con un chico por tomar su patineta sin permiso, se dijeron palabras fuertes y el hermano corrió a defenderla entre empujones y golpes pero no sabía que el chico tenía un arma, iba a puntar a la hermana pero el se interpuso recibiendo el disparo fue directo al corazón. - brittany mientras lo contó había mirado a otra dirección, su mandíbula estaba tensa.
-Britt siento mucho lo de tu amiga- dijo Santana abrazándola, la rubia recibió el abrazo pero se despegó al momento, Santana la miro confundida.
-Lo que quiero que aprendas Santana es que lo que paso es un pasado que quedo pendiente, que no se realiza nos vuelve tenaces, o nos obsesiona. Ese hecho que nos obsesiona, que tratamos de dejarlo de lado pero no podemos se transforma en una asignatura pendiente. Es algo más que un hecho insatisfecho, es algo que te encierra en el pasado, es un ciclo que no puedes cerrar. - dijo la rubia mirando atentamente a la morena.
-Aceptar las cosas de a poco aunque duelan es la única forma de seguir adelante, solamente dejando atrás esa asignatura pendiente. Dejándola como un alegre o amargo recuerdo, solo hay que atravesé a avanzar y cambiar de aire.- La rubia al ver que la morena iba a contestar, tomo a la morena de la cadera sin despegar sus miradas, se dieron un beso tierno y lento.
-No quiero que digas nada san, yo te ayudare a superar esto, juntas pasaremos esto y recodaremos a tu padre como el mejor, de acuerdo-. Dijo la rubia con una sonrisa.
"Fui una tonta al pensar que eras todo menos esto te quiero Britt" pensó Santana con una sonrisa y sus ojos cristalinos.
-Juntas- dijo Santana mientras enrollaba sus brazos al rededor del cuello de brittany.- Donde has estado toda mi vida Britt-
-Dios me tenía guardada para ti san- dijo la rubia levantado a la morena para darle giros y reían segundos después se detuvieron sin despegarse.
-Te quiero mucho morenita- dijo brittany besando ambas mejillas haciendo reír a morena.
-Yo te quiero mucho más rubita- hizo el mismo acto que la rubia.
-¿Que te parece sí vamos ya?.- dijo la rubia al ver la hora.
- Si vamos- estiro la mano para que la rubia lo tomara, esta última con una sonrisa la tomo.
"Pero a veces cuando por fin aceptamos los cambios, el pasado de manera inesperada regresa a nosotros tomandonos desprevindos, sorprendiendonos con solo una imagen, un olor, un sonido, una vivencia que sigue viva, latiendo. Va más allá de que uno quiera o no, ese recuerdo vuelve sin permiso, sin ser llamado. Vuelve una vez mas al lugar donde pertenece, donde siempre perteneció, donde estabas, donde estas tu. Vuelve a casa."
Santana sintió un leve susurro haciendo que gire su cabeza pero no había nadie miro al cielo con una sonrisa y su mano derecha en su corazón.
"Te amo padre gracias por todo"
PARQUE
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nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
holap,...
es difícil superar para san la perdida de su papa!!!!,... pero aunque duela ahí que dejarlo ir!!!,..
me encanta como britt cuida de san,...
a ver como va!!!
no tares mucho en actualizar!!
nos vemos!!
es difícil superar para san la perdida de su papa!!!!,... pero aunque duela ahí que dejarlo ir!!!,..
me encanta como britt cuida de san,...
a ver como va!!!
no tares mucho en actualizar!!
nos vemos!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FIC "Corazón de hierro"
Me ha encantado
Toda esa liberacion de sentimientos reprimidos que brittany la consolara me ha encantado
Toda esa liberacion de sentimientos reprimidos que brittany la consolara me ha encantado
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FIC "Corazón de hierro"
Hola chicas aquí está el siguiente capítulo por favor comenten.
Capítulo 21.
Después de tomar el camino hacia el hotel Santana y brittany estaban a una lado de la habitación de la morena. Estaban un poco retasadas pero no les importaba mucho.
-San, asegúrate de leer el papel cuando estés adentro ¿de acuerdo?- dijo brittany mirándola con ternura.
-Me asegurare de eso y quiero agradecerte por hoy.- dijo mirándola y acercándose para besarla. Brittany sonrió e hizo lo mismo. Empezaron con un beso suave, y dulce. Santana con la mano que tenia desocupada levantó la mano y la posó en el cuello, profundizando mas el beso, mientras brittany hacia lo mismo pero en la cadera para acercarla mas, pero una voz muy conocida para la morena interrumpió ese hermoso momento.
-SANTANA???- la morena se separó, y miró sorprendida a la persona que le hablo y a las que venían atrás, mientras se tapaba la cara con las manos.
- No por favor, justo ahora no- susurró.
-Pero que casualidad, Qué haces por aca?le preguntó- Hola brittany- finalizó mirandola a la rubia
-Hola quinn - la saludó levantándose a saludarla
-Te presento a Aria y Emily - dijo señalandolas a las chicas que tenia al lado. Brittany las saludos y las chicas le devolvieron el gesto. - Aria, Emily, ella es "brittany"- les dijo guieñandoles el ojo.
-Hola chicas- dijo Santana parándose y matándolas con la mirada- Qué hacen por aca? No estaba en el club? - les preguntó haciendose la graciosa pero en realidad se los decía en serio.
-Vinimos a tomar unas cosa- dijo aria mientras la miraba divertida-
-Si, teníamos algo y decidimos venir- siguió Emily - No es como si te estuvieramos siguiendo ni nada, aparte no sabia que venias, aunque en la...- no pudo seguir porque quinn le piso el pie- Auuuuch- se quejo Emily.
-JAJAJAJAJA- reía quinn nerviosa- Que charlatana que es Emily
-Ajam.. como decía, quisimos revisar unos teléfonos. Nada mas, no sabíamos que ustedes estaban acá- finalizó.
-Ah bueno, nosotras aun no estamos lista-le contestó la rubia mientras les sonreia
-Y que porque?- dijo quinn mirando la ropa de las dos.
-Fuimos comer helado quinn- dijo brittany con una sonrisa
-Si me he comido uno gigante de chocolate- dijo matándola con la mirada.
-No sabias que el chocolate es la principal causa de la erupción de granos en la cara, y sin contar que engorda?. Tendrías que informarte más porque sino un día de estos vas a apa ...-
-Wooow, ok, ok, ya entendí- le interrumpió la Santana, mientras la rubia negaba con la cabeza, y aria y Emily se reian- A mi me gusta el chocolate y voy a seguir pidiendolo.
-Acaso no escuchaste lo que acabo de decir?- le preguntó cruzandose de brazos
-Te digo la verdad?- Quinn asintió con la cabeza- NO.
-A mi nadie NO ME ESCUCHA- le dijo enojada a la rubia
-Mira como NO TE ESCUCHO- contestó tapándose los oidos con los dedos, mientras brittany negaba la cabeza y reia.
-Encima que cuido tu figura, me lo agradeces asi.
-Yo no te pedí que me la cuides- contestó cruzándose de brazos
-Bueno chicas, es mejor que..- intervinola rubia.
-El chocolate hace mal, no puedes comer eso san.
-MIRAME- dijo mientras agarraba un chocolate de su pantalón y se la llevaba a la boca, haciendo de nuevo lo mismo y dándosela a Brittany en la boca. Brittany sonrió ante el gesto.
-Vamos por el teléfono- interrumpió aria viendo esa escena, si seguian asi alguien iba a salir lastimada
-Supuesto teléfono- dijo Santana con una sonrisa maliciosa a su mejor amiga.
-¿Qué dijiste morena?
-Si me escuchaste para que preguntas?.- le dijo la rubia en tono amenazante
-A mi me bajas el tono- respondió quinn- o mejor dicho.. Enana- sonrió
-Escúchame fabray , la proxima vez que me digas que soy una perso...-
-Bueno chicas, vayan a ver el teléfono que iban a ver- intervino Brittany, viendo que la situacion se iba a poner peor.
-Si, mejor- dijo quinn mirandola de arriba a abajo a Santana- Nos vemos al rato morenita, reto de bailes. Te quiero- finalizó mirando a Santana con una sonrisa
-ESTAS EN MI LISTA DESTIÑIDA- le dijo Santana mirándola de la misma manera- Chau aria, Emily- les dijo sonriendoles.
-Chau chicas, portense bien- las saludó Emily guineandoles un ojo, mientras se alejaban caminando
-Que fue eso- dijo la rubia soltando un pequeña carcajada.
-No te preocupes Britt así son nuestras peleas yo le llevo la contraria a quinn y ella me sigue- dijo negando con la cabeza mientras la rubia se reía divertida.
-Te quiero morenita- dijo mirándola con ternura.
-Eres tan tierna que me haces olvidarme de todo- dijo la morena mientras se acercaba a besarla
-Para- dijo de repente- Me quiero asegurar que no haya nadie así no nos interrumpen- siguió divertida mientras la morena sonreía
-Aww - beso- Mi- beso- rubia - beso-hermosa.
"Pregúntale brittany , dale. Eres grande y nada de nervios" se decia la rubia
-San, se que esto seguro te parecera rapido- empezó poniendo el chocolate en el contenedor de basura y haciendo lo mismo con el de Santana - Pero yo estoy segura, y nunca en mi vida estuve mas segura.- decia nerviosa mientras le tomaba las manos y la miraba- Pero... siento que te lo tengo que preguntar... y no quiero que me contestes ahora... -continuaba mas nerviosa, haciendo que la morena sonriera-.. pero me preguntaba.. - se quedo pensando un momento.
"No, esto es demasiado rapido, no la quiero asustar y si dice que No? Pero y si dice que si?, Pero el NO da mas miedo" pensaba la rubia
"Me mueee, me mueee, me va a pedir que sea la novia???.. Obvio que le voya decir que SI, Por favor, voy a fallecer, Tranquila Santana, que no cunda el panico. Respira!!"
-Si, Britt?
-Emmmm.. - se quedo pensando Y si dice que NO?,- me preguntaba si...... querias...... otro chocolate?
"En serio brittany? No se te pudo haber ocurrido otra cosa?. Ahora creo por que las rubias somos despistadas." se reprochaba la latina"
"Por que siempre te haces la cabeza san, son muchos años con quinn, ya estas delirando. Y yo que pensaba cualquiera, pero como voy a pensar que ella... "
-No Brit.. -dijo la morena triste- Ya comi mucho y ni siquiera terminé ese.-dijo señalando el que tenia hace un rato
-Tienes razon, jajaja- rei nerviosa-
Se sentaron de nuevo, mientras hablaron de todo y nada a la vez. Brittany la miraba cuando la morena hablaba, haciendo que esta se sonrojara. Ambas se sentian comodas. Sin duda esa tarde que pasaron era inolvidable.
-Creo que ya debemos ir al club- dijo de repente Santana haciendo un puchero.
"No, No te vayas.. Brittany no seas una cobarde, detenela y preguntale! No puedes vivir del No, el No ya lo tengo, asi que tenes que arriesgarte por el SI." Pensó la rubia
-Me tengo que ir ya, si no mi hermano me mata- dijo levantandose, pero brittany le agarró la mano deteniendola
-san-
-Que pasa?
-Te acuerdas cuando yo te dije algo hace un rato?- la morena asintió -Yo no te queria preguntar eso, en realidad- la morena la miró confundida- mira...Tu me gustas, demasiado y me preguntaba si.. -
"Vamos, sin vueltas brittany"
-si...... queres salir conmigo?- dijo la rubia
-Obvio Britt- Britt, no estamos saliendo.... osea esto no es una salida?
-No me refiero a salir a pasear.. osea.. me refiero ah..Tu y yo.. nosotras.. osea....- titubeaba mientras subia y bajaba el cierre de su campera
"Esta nerviosa" pensó la morena con una sonrisa
-Si?..
-Ehhh.. nose.. pero si tu quieres.. no quiero que..
"Diooos, deja de dar tantas vueltas brittany" se reprochaba ella misma
-Quieres... ser mi novia?- dijo de repente mirandola a los ojos.
Brittany no lo podìa creer. Seguro que algunos dirian que todo iba muy rápido, especialmente su hermano, pero no le importaba, ella tambien estaba segura, y no iba a dejar pasar esta oportunidad.
-Si no quieres, te entiendo.. yo..- siguió la rubia viendo que morena no decía nada.
- capaz que nose.. mas adelante podemos ver que pa...- no pudo seguir porque la morena la beso- Eso es un si?- le preguntó separándose, con una sonrisa en la cara.
-Eso es un Super Si- le dijo la morena volviendola a besar y abrazandola.
-Te veo en el club morenita- dijo despidiéndose con un beso largo.
"Todo el tiempo estamos entre el Si y el No. Elegir entre el Si y el No puede ser la decisión mas difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir Si o decir No puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre. El No ya lo tengo, necesitamos a ese alguien para darnos coraje porque el No es lo que nos rige, decimos que No a todo, todo el tiempo.
El Si nos compromete y nos desnuda, el Si expone nuestros deseos, el Si señala que algo nos falta. Una vez más estamos ante esa decisión, que todo siga siendo No o animarse al Si y zambullirnos en la vida. A veces ese SI, cambia tu vida de un segundo a otro. Solo hay que arriesgarse."
Capítulo 21.
Después de tomar el camino hacia el hotel Santana y brittany estaban a una lado de la habitación de la morena. Estaban un poco retasadas pero no les importaba mucho.
-San, asegúrate de leer el papel cuando estés adentro ¿de acuerdo?- dijo brittany mirándola con ternura.
-Me asegurare de eso y quiero agradecerte por hoy.- dijo mirándola y acercándose para besarla. Brittany sonrió e hizo lo mismo. Empezaron con un beso suave, y dulce. Santana con la mano que tenia desocupada levantó la mano y la posó en el cuello, profundizando mas el beso, mientras brittany hacia lo mismo pero en la cadera para acercarla mas, pero una voz muy conocida para la morena interrumpió ese hermoso momento.
-SANTANA???- la morena se separó, y miró sorprendida a la persona que le hablo y a las que venían atrás, mientras se tapaba la cara con las manos.
- No por favor, justo ahora no- susurró.
-Pero que casualidad, Qué haces por aca?le preguntó- Hola brittany- finalizó mirandola a la rubia
-Hola quinn - la saludó levantándose a saludarla
-Te presento a Aria y Emily - dijo señalandolas a las chicas que tenia al lado. Brittany las saludos y las chicas le devolvieron el gesto. - Aria, Emily, ella es "brittany"- les dijo guieñandoles el ojo.
-Hola chicas- dijo Santana parándose y matándolas con la mirada- Qué hacen por aca? No estaba en el club? - les preguntó haciendose la graciosa pero en realidad se los decía en serio.
-Vinimos a tomar unas cosa- dijo aria mientras la miraba divertida-
-Si, teníamos algo y decidimos venir- siguió Emily - No es como si te estuvieramos siguiendo ni nada, aparte no sabia que venias, aunque en la...- no pudo seguir porque quinn le piso el pie- Auuuuch- se quejo Emily.
-JAJAJAJAJA- reía quinn nerviosa- Que charlatana que es Emily
-Ajam.. como decía, quisimos revisar unos teléfonos. Nada mas, no sabíamos que ustedes estaban acá- finalizó.
-Ah bueno, nosotras aun no estamos lista-le contestó la rubia mientras les sonreia
-Y que porque?- dijo quinn mirando la ropa de las dos.
-Fuimos comer helado quinn- dijo brittany con una sonrisa
-Si me he comido uno gigante de chocolate- dijo matándola con la mirada.
-No sabias que el chocolate es la principal causa de la erupción de granos en la cara, y sin contar que engorda?. Tendrías que informarte más porque sino un día de estos vas a apa ...-
-Wooow, ok, ok, ya entendí- le interrumpió la Santana, mientras la rubia negaba con la cabeza, y aria y Emily se reian- A mi me gusta el chocolate y voy a seguir pidiendolo.
-Acaso no escuchaste lo que acabo de decir?- le preguntó cruzandose de brazos
-Te digo la verdad?- Quinn asintió con la cabeza- NO.
-A mi nadie NO ME ESCUCHA- le dijo enojada a la rubia
-Mira como NO TE ESCUCHO- contestó tapándose los oidos con los dedos, mientras brittany negaba la cabeza y reia.
-Encima que cuido tu figura, me lo agradeces asi.
-Yo no te pedí que me la cuides- contestó cruzándose de brazos
-Bueno chicas, es mejor que..- intervinola rubia.
-El chocolate hace mal, no puedes comer eso san.
-MIRAME- dijo mientras agarraba un chocolate de su pantalón y se la llevaba a la boca, haciendo de nuevo lo mismo y dándosela a Brittany en la boca. Brittany sonrió ante el gesto.
-Vamos por el teléfono- interrumpió aria viendo esa escena, si seguian asi alguien iba a salir lastimada
-Supuesto teléfono- dijo Santana con una sonrisa maliciosa a su mejor amiga.
-¿Qué dijiste morena?
-Si me escuchaste para que preguntas?.- le dijo la rubia en tono amenazante
-A mi me bajas el tono- respondió quinn- o mejor dicho.. Enana- sonrió
-Escúchame fabray , la proxima vez que me digas que soy una perso...-
-Bueno chicas, vayan a ver el teléfono que iban a ver- intervino Brittany, viendo que la situacion se iba a poner peor.
-Si, mejor- dijo quinn mirandola de arriba a abajo a Santana- Nos vemos al rato morenita, reto de bailes. Te quiero- finalizó mirando a Santana con una sonrisa
-ESTAS EN MI LISTA DESTIÑIDA- le dijo Santana mirándola de la misma manera- Chau aria, Emily- les dijo sonriendoles.
-Chau chicas, portense bien- las saludó Emily guineandoles un ojo, mientras se alejaban caminando
-Que fue eso- dijo la rubia soltando un pequeña carcajada.
-No te preocupes Britt así son nuestras peleas yo le llevo la contraria a quinn y ella me sigue- dijo negando con la cabeza mientras la rubia se reía divertida.
-Te quiero morenita- dijo mirándola con ternura.
-Eres tan tierna que me haces olvidarme de todo- dijo la morena mientras se acercaba a besarla
-Para- dijo de repente- Me quiero asegurar que no haya nadie así no nos interrumpen- siguió divertida mientras la morena sonreía
-Aww - beso- Mi- beso- rubia - beso-hermosa.
"Pregúntale brittany , dale. Eres grande y nada de nervios" se decia la rubia
-San, se que esto seguro te parecera rapido- empezó poniendo el chocolate en el contenedor de basura y haciendo lo mismo con el de Santana - Pero yo estoy segura, y nunca en mi vida estuve mas segura.- decia nerviosa mientras le tomaba las manos y la miraba- Pero... siento que te lo tengo que preguntar... y no quiero que me contestes ahora... -continuaba mas nerviosa, haciendo que la morena sonriera-.. pero me preguntaba.. - se quedo pensando un momento.
"No, esto es demasiado rapido, no la quiero asustar y si dice que No? Pero y si dice que si?, Pero el NO da mas miedo" pensaba la rubia
"Me mueee, me mueee, me va a pedir que sea la novia???.. Obvio que le voya decir que SI, Por favor, voy a fallecer, Tranquila Santana, que no cunda el panico. Respira!!"
-Si, Britt?
-Emmmm.. - se quedo pensando Y si dice que NO?,- me preguntaba si...... querias...... otro chocolate?
"En serio brittany? No se te pudo haber ocurrido otra cosa?. Ahora creo por que las rubias somos despistadas." se reprochaba la latina"
"Por que siempre te haces la cabeza san, son muchos años con quinn, ya estas delirando. Y yo que pensaba cualquiera, pero como voy a pensar que ella... "
-No Brit.. -dijo la morena triste- Ya comi mucho y ni siquiera terminé ese.-dijo señalando el que tenia hace un rato
-Tienes razon, jajaja- rei nerviosa-
Se sentaron de nuevo, mientras hablaron de todo y nada a la vez. Brittany la miraba cuando la morena hablaba, haciendo que esta se sonrojara. Ambas se sentian comodas. Sin duda esa tarde que pasaron era inolvidable.
-Creo que ya debemos ir al club- dijo de repente Santana haciendo un puchero.
"No, No te vayas.. Brittany no seas una cobarde, detenela y preguntale! No puedes vivir del No, el No ya lo tengo, asi que tenes que arriesgarte por el SI." Pensó la rubia
-Me tengo que ir ya, si no mi hermano me mata- dijo levantandose, pero brittany le agarró la mano deteniendola
-san-
-Que pasa?
-Te acuerdas cuando yo te dije algo hace un rato?- la morena asintió -Yo no te queria preguntar eso, en realidad- la morena la miró confundida- mira...Tu me gustas, demasiado y me preguntaba si.. -
"Vamos, sin vueltas brittany"
-si...... queres salir conmigo?- dijo la rubia
-Obvio Britt- Britt, no estamos saliendo.... osea esto no es una salida?
-No me refiero a salir a pasear.. osea.. me refiero ah..Tu y yo.. nosotras.. osea....- titubeaba mientras subia y bajaba el cierre de su campera
"Esta nerviosa" pensó la morena con una sonrisa
-Si?..
-Ehhh.. nose.. pero si tu quieres.. no quiero que..
"Diooos, deja de dar tantas vueltas brittany" se reprochaba ella misma
-Quieres... ser mi novia?- dijo de repente mirandola a los ojos.
Brittany no lo podìa creer. Seguro que algunos dirian que todo iba muy rápido, especialmente su hermano, pero no le importaba, ella tambien estaba segura, y no iba a dejar pasar esta oportunidad.
-Si no quieres, te entiendo.. yo..- siguió la rubia viendo que morena no decía nada.
- capaz que nose.. mas adelante podemos ver que pa...- no pudo seguir porque la morena la beso- Eso es un si?- le preguntó separándose, con una sonrisa en la cara.
-Eso es un Super Si- le dijo la morena volviendola a besar y abrazandola.
-Te veo en el club morenita- dijo despidiéndose con un beso largo.
"Todo el tiempo estamos entre el Si y el No. Elegir entre el Si y el No puede ser la decisión mas difícil de tomar. Hay veces en que la diferencia entre decir Si o decir No puede ser determinante, puede cambiar tu vida para siempre. El No ya lo tengo, necesitamos a ese alguien para darnos coraje porque el No es lo que nos rige, decimos que No a todo, todo el tiempo.
El Si nos compromete y nos desnuda, el Si expone nuestros deseos, el Si señala que algo nos falta. Una vez más estamos ante esa decisión, que todo siga siendo No o animarse al Si y zambullirnos en la vida. A veces ese SI, cambia tu vida de un segundo a otro. Solo hay que arriesgarse."
nikigarcianiki** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 01/03/2014
Re: FIC "Corazón de hierro"
Awwwww brittany la super ligona, nerviosa!!! Me moria de la risa jeje al fin son novias aww que lindas
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: FIC "Corazón de hierro"
holap,...
me encanta las peleas de san y quinn,.. jajajajaja
morí de ternura cuando britt le pidió que sean novias a san,...
a ver como van a refeccionar todos cuando se enteren!!!!
nos venos!!!
me encanta las peleas de san y quinn,.. jajajajaja
morí de ternura cuando britt le pidió que sean novias a san,...
a ver como van a refeccionar todos cuando se enteren!!!!
nos venos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: FIC "Corazón de hierro"
Hola, oye me gusta mucho tu historia porque todas las historias sobre Brittana me van a gustar ¡BRITTANA FOREVER!
Pero hay un pequeño problemita que estoy viendo en este fic y es que he visto varios capitulos realmente muy parecidos a otro fic en en este mismo foro, la manera de llamarse entre sí, lo de negris y flaqui está en ese fic, también está lo de cuándo brittany la lleva a las 4:00 am al lago (lo del alambrado, la conversación antes de sentarse bajo el árbol,etc....) no sé con confirmacion si la escritora del fic que hablo se lo inventó o lo saco de otra parte, pero pues, me leido ese fic miles de veces y reconozco cuando copian algo de él. Solo te lo estoy diciendo, no es ninguna queja ni estoy diciendo que no me gusta la trayectoria de la historia solo estoy como preguntando porque hay capitulos de este fic que se parecen a los capitulos del otro fic
De todas maneras, me gusta mucho esta historia y el que las Brittana ya estén juntas estoy feliz
Pero hay un pequeño problemita que estoy viendo en este fic y es que he visto varios capitulos realmente muy parecidos a otro fic en en este mismo foro, la manera de llamarse entre sí, lo de negris y flaqui está en ese fic, también está lo de cuándo brittany la lleva a las 4:00 am al lago (lo del alambrado, la conversación antes de sentarse bajo el árbol,etc....) no sé con confirmacion si la escritora del fic que hablo se lo inventó o lo saco de otra parte, pero pues, me leido ese fic miles de veces y reconozco cuando copian algo de él. Solo te lo estoy diciendo, no es ninguna queja ni estoy diciendo que no me gusta la trayectoria de la historia solo estoy como preguntando porque hay capitulos de este fic que se parecen a los capitulos del otro fic
De todas maneras, me gusta mucho esta historia y el que las Brittana ya estén juntas estoy feliz
BrittanaForever13* - Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 05/10/2013
Edad : 24
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