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[Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
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Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
micky morales escribió:estuvo de lo mas tierno, es logico que la nena sienta celos pero como todo ya pasara, hasta pronto!
Muchas gracias. Los típicos celos... Espero que te guste lo que viene... Besos
3:) escribió:holap,..
me gusto,...
es bueno que liz se distraigo mucho en el kinder,...
es normal que liz este ansiosa por que cresca su hermano,..
nos vemos!!!
Muchas gracias. Ahora voy a hacer un pequeño "salto" en el tiempo para el drama final de la historia... Espero que te guste... Besos
ana_kunis escribió:creo que al final te has equivocado, escribiste blaine y kurt, me encantaría que corrigieras eso, la verdad no es de mi agrado Klaine
Gracias de nuevo por el aviso. Si vuelvo a equivocarme, me avisas y lo corregiré... Espero que te guste lo que viene... Besos
monica.santander escribió:Me encanto el capitulo. Es típico los celos entre los hermanos hacia los padres jajaja!!!!
Saludos
Muchas gracias. Me alegra que te gustara... Los típicos celos de hermanos... Pero ahora tendremos algo diferente... Espero que te guste... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 23: TE QUIERO LEJOS DE MIS HIJOS
El tercer cumpleaños de Will llegó y la familia al completo fue a Central Park a celebrarlo. Liz había superado ya sus celos y, a sus seis años, era más independiente de sus madres aunque las amaba mucho. Junto a ellos, Rachel, Quinn, Jessica, Steve y John, que ya tenía nueve años.
La familia al completo había preparado un pic-nic en el césped, bajo un árbol que los resguardaba del calor que hacía esos días. Comieron los sándwiches antes de sacar la tarta. El niño parecía feliz mientras soplaba las velas y no tenía motivos para no estarlo. A su corta edad, no había vivido ningún problema. Pero es que su familia tampoco los había tenido. Esos tres años habían sido tranquilos.
Repartieron los pedazos de tarta y el menor manchó toda la cara de su hermana porque ella le había cogido un juguete. Los hermanos siempre eran así, peleaban por todo, pero que nadie se metiera con alguno de ellos porque el otro lo defendía con uñas y dientes si era necesario. John los miraba entre divertido y cansado. Era más mayor y se aburría de sus peleas. Aunque se llevaba bien con Will, era Liz la que se llevaba todas sus atenciones. Su amistad era inquebrantable y el chico era muy protector con su primita en la escuela. La menor había tenido algún problema por tener dos mamás y no un papá y una mamá, pero el mayor de los niños no permitía que nadie le hiciera daño.
La escena de familia feliz se detuvo con Santana poniendo una mueca mientras se levantaba y agarraba a sus hijos que corrían por allí ya que Liz perseguía a su hermano tras el incidente con la tarta. La adulta los alzó en brazos y volvió a sentase junto a los demás, aunque no donde estaba sentada antes y sin soltar a los niños. Eligió una zona entre Brittany y el camino con los niños casi a su espalda, como si se preparase para proteger a su familia. Steve vio lo que había preocupado a la latina. John estaba junto a él leyendo un libro y notó los brazos de su padre rodeándolo y acercándolo a su cuerpo.
– ¿Pero qué...? – Brittany comenzó a preguntar pero no necesitó terminar la frase. Los señores Lopez se dirigían hacia ellos. Habían pasado muchos años desde que los habían visto por última vez y no era un encuentro agradable. La rubia alcanzó a sus hijos, liberando a su esposa de su “obligación” de protegerlos. La morena la miró y ella sólo asintió. Sabía que era algo duro, pero lo tenían que afrontar. Rachel se acercó a la ojiazul como apoyo. Jessica se encargó de su hijo y los dos hermanos Fabray se levantaron junto a la actriz. Cuando Steve pasó al lado de Pierce, se agachó.
– Sobre todo oculta a Will. Se parece demasiado a Santana. – Susurró el mayor.
– ¿Crees qué...? – Brittany no sabía como terminar la frase. No sabía con seguridad lo que insinuaba el ojiverde. ¿Iban a quitarle a su hijo? ¿Le harían daño? ¿Lo amenazarían?
Los señores Lopez llegaron a su altura. Los tres adultos que estaban de pie fingían una conversación por si el matrimonio optaba simplemente por ignorarlos, pero también alerta por si atacaban.
– ¡Mira lo que tenemos aquí! – Exclama la mujer. Los jóvenes miran a los recien llegados con odio mientras Brittany abraza con más fuerza a sus hijos.
– Hola. – Steve hizo un gran esfuerzo para hablar con calma.
– Hace mucho que no nos veíamos. ¿Qué es de vuestras vidas? – Dijo ella con calma.
– Somos felices, en gran parte porque vosotros no formáis parte de nuestra vida. – Santana comentó. Ella no tenía la capacidad de control de sus amigos y escupió cada palabra con odio. Ya no era esa niña asustada que huyó de casa de sus padres ni esa joven rota que intentaba rehacer su vida. Ahora era una mujer, una madre, con fuerza y confianza.
– Ya lo veo. – Susurró la mujer. Señaló hacia Will. – Cariño, mira.
El Señor Lopez miró a su nieto y sus ojos se iluminaron. Reconocieron de inmediato el parecido del niño con su madre. Era inconfundible, exactamente igual a Santana cuando tenía tres años pero en chico. Los mismos ojos de un color café intenso, mismo tono de piel, incluso algunos de sus gestos.
– Lo mejor será que sigamos con nuestro camino. Ha sido un auténtico placer. – El señor Lopez dirigió una última mirada a su nieto antes de salir de allí.
Cuando los padres desaparecieron, Steve, Quinn y Santana se miraron.
– ¿Habeis visto lo mismo que yo? – Preguntó la latina.
– Sí, pero sea lo que sea lo que quieran hacer, no lo van a conseguir. Britt y tú sois las madres de Will y no pueden cambiar eso. – La tranquilizó la rubia.
Decidieron seguir con la fiesta en el apartamento Lopez-Pierce. Allí los niños podrían correr y jugar sin que sus madres tuvieran miedo de la cercanía de sus abuelos.
Cuando sus amigos se fueron era ya muy tarde. Tanto que John fue sacado de la casa en brazos de su padre, ya que se había dormido en el sillón abrazado a sus primos. El niño se había dado cuenta de que algo iba mal. A sus nueve años, había cosas que percibía y, fuera lo que fuese lo que había pasado en el parque, les afectaba a ellos.
Brittany levantó a Will en sus brazos para llevarlo a su cama mientras Santana hacía lo mismo con Liz. Dejaron a sus hijos en sus habitaciones y se fueron a refugiar en los brazos de la otra. Encontrarse con los Lopez había arrancado ese sentimiento de paz y tranquilidad que ambas tenían. La rubia dejó escapar una lágrima que rápidamente fue besada por la morena.
– No nos pueden hacer daño. No pueden. Por más que quieran destruir todo, somos más fuertes que ellos. – La latina la tranquilizó.
– ¿Qué problema hay con Will? – Quiso saber la bailarina. Su mujer soltó un suspiro.
– Steve y yo hablamos hace tiempo de la posibilidad de que mis padres volvieran. Liz no se parece en nada a mí. No había “peligro” pero Will... Mis padres han perdido a su única hija y no querrán dejarle su herencia a una lesbiana. Pero si ellos consiguieran criar a Will para ser todo lo que yo no puedo ser...
– ¿Qué crees que pueden hacer? ¿Van a intentar secuestrar a nuestro pequeño? – Quiso saber la ojiazul alarmada.
– No, nunca harían algo ilegal. Podemos estar tranquilas. No creo que haya una manera de que consigan hacer nada.
– Eso espero.
Santana la besó con intensidad. Entendía sus preocupaciones, incluso las compartía, pero no creía que pudieran hacerles nada. Ni sus padres eran tan insensibles. No harían nada ilegal contra ellas. Brittany se abrazó a ella con toda su fuerza, como si la distancia entre ellas pudiera usarse para dañarlas.
– No hemos cerrado la puerta. – Advirtió la morena.
La rubia se levantó y se aseguró de que la puerta estuviera cerrada y que sus hijos no pudieran entrar y ver una escena no apta para ellos. Después corrió a la cama y se acomodó sobre su esposa. Se besaron con pasión y necesidad, entregándose al cuerpo y al alma de la otra con todo. Porque entre ellas hay amor y confianza, pasión y ternura... La mezcla casi perfecta de la pareja casi perfecta. Si algo se acerca a la perfección, son ellas.
El tercer cumpleaños de Will llegó y la familia al completo fue a Central Park a celebrarlo. Liz había superado ya sus celos y, a sus seis años, era más independiente de sus madres aunque las amaba mucho. Junto a ellos, Rachel, Quinn, Jessica, Steve y John, que ya tenía nueve años.
La familia al completo había preparado un pic-nic en el césped, bajo un árbol que los resguardaba del calor que hacía esos días. Comieron los sándwiches antes de sacar la tarta. El niño parecía feliz mientras soplaba las velas y no tenía motivos para no estarlo. A su corta edad, no había vivido ningún problema. Pero es que su familia tampoco los había tenido. Esos tres años habían sido tranquilos.
Repartieron los pedazos de tarta y el menor manchó toda la cara de su hermana porque ella le había cogido un juguete. Los hermanos siempre eran así, peleaban por todo, pero que nadie se metiera con alguno de ellos porque el otro lo defendía con uñas y dientes si era necesario. John los miraba entre divertido y cansado. Era más mayor y se aburría de sus peleas. Aunque se llevaba bien con Will, era Liz la que se llevaba todas sus atenciones. Su amistad era inquebrantable y el chico era muy protector con su primita en la escuela. La menor había tenido algún problema por tener dos mamás y no un papá y una mamá, pero el mayor de los niños no permitía que nadie le hiciera daño.
La escena de familia feliz se detuvo con Santana poniendo una mueca mientras se levantaba y agarraba a sus hijos que corrían por allí ya que Liz perseguía a su hermano tras el incidente con la tarta. La adulta los alzó en brazos y volvió a sentase junto a los demás, aunque no donde estaba sentada antes y sin soltar a los niños. Eligió una zona entre Brittany y el camino con los niños casi a su espalda, como si se preparase para proteger a su familia. Steve vio lo que había preocupado a la latina. John estaba junto a él leyendo un libro y notó los brazos de su padre rodeándolo y acercándolo a su cuerpo.
– ¿Pero qué...? – Brittany comenzó a preguntar pero no necesitó terminar la frase. Los señores Lopez se dirigían hacia ellos. Habían pasado muchos años desde que los habían visto por última vez y no era un encuentro agradable. La rubia alcanzó a sus hijos, liberando a su esposa de su “obligación” de protegerlos. La morena la miró y ella sólo asintió. Sabía que era algo duro, pero lo tenían que afrontar. Rachel se acercó a la ojiazul como apoyo. Jessica se encargó de su hijo y los dos hermanos Fabray se levantaron junto a la actriz. Cuando Steve pasó al lado de Pierce, se agachó.
– Sobre todo oculta a Will. Se parece demasiado a Santana. – Susurró el mayor.
– ¿Crees qué...? – Brittany no sabía como terminar la frase. No sabía con seguridad lo que insinuaba el ojiverde. ¿Iban a quitarle a su hijo? ¿Le harían daño? ¿Lo amenazarían?
Los señores Lopez llegaron a su altura. Los tres adultos que estaban de pie fingían una conversación por si el matrimonio optaba simplemente por ignorarlos, pero también alerta por si atacaban.
– ¡Mira lo que tenemos aquí! – Exclama la mujer. Los jóvenes miran a los recien llegados con odio mientras Brittany abraza con más fuerza a sus hijos.
– Hola. – Steve hizo un gran esfuerzo para hablar con calma.
– Hace mucho que no nos veíamos. ¿Qué es de vuestras vidas? – Dijo ella con calma.
– Somos felices, en gran parte porque vosotros no formáis parte de nuestra vida. – Santana comentó. Ella no tenía la capacidad de control de sus amigos y escupió cada palabra con odio. Ya no era esa niña asustada que huyó de casa de sus padres ni esa joven rota que intentaba rehacer su vida. Ahora era una mujer, una madre, con fuerza y confianza.
– Ya lo veo. – Susurró la mujer. Señaló hacia Will. – Cariño, mira.
El Señor Lopez miró a su nieto y sus ojos se iluminaron. Reconocieron de inmediato el parecido del niño con su madre. Era inconfundible, exactamente igual a Santana cuando tenía tres años pero en chico. Los mismos ojos de un color café intenso, mismo tono de piel, incluso algunos de sus gestos.
– Lo mejor será que sigamos con nuestro camino. Ha sido un auténtico placer. – El señor Lopez dirigió una última mirada a su nieto antes de salir de allí.
Cuando los padres desaparecieron, Steve, Quinn y Santana se miraron.
– ¿Habeis visto lo mismo que yo? – Preguntó la latina.
– Sí, pero sea lo que sea lo que quieran hacer, no lo van a conseguir. Britt y tú sois las madres de Will y no pueden cambiar eso. – La tranquilizó la rubia.
Decidieron seguir con la fiesta en el apartamento Lopez-Pierce. Allí los niños podrían correr y jugar sin que sus madres tuvieran miedo de la cercanía de sus abuelos.
Cuando sus amigos se fueron era ya muy tarde. Tanto que John fue sacado de la casa en brazos de su padre, ya que se había dormido en el sillón abrazado a sus primos. El niño se había dado cuenta de que algo iba mal. A sus nueve años, había cosas que percibía y, fuera lo que fuese lo que había pasado en el parque, les afectaba a ellos.
Brittany levantó a Will en sus brazos para llevarlo a su cama mientras Santana hacía lo mismo con Liz. Dejaron a sus hijos en sus habitaciones y se fueron a refugiar en los brazos de la otra. Encontrarse con los Lopez había arrancado ese sentimiento de paz y tranquilidad que ambas tenían. La rubia dejó escapar una lágrima que rápidamente fue besada por la morena.
– No nos pueden hacer daño. No pueden. Por más que quieran destruir todo, somos más fuertes que ellos. – La latina la tranquilizó.
– ¿Qué problema hay con Will? – Quiso saber la bailarina. Su mujer soltó un suspiro.
– Steve y yo hablamos hace tiempo de la posibilidad de que mis padres volvieran. Liz no se parece en nada a mí. No había “peligro” pero Will... Mis padres han perdido a su única hija y no querrán dejarle su herencia a una lesbiana. Pero si ellos consiguieran criar a Will para ser todo lo que yo no puedo ser...
– ¿Qué crees que pueden hacer? ¿Van a intentar secuestrar a nuestro pequeño? – Quiso saber la ojiazul alarmada.
– No, nunca harían algo ilegal. Podemos estar tranquilas. No creo que haya una manera de que consigan hacer nada.
– Eso espero.
Santana la besó con intensidad. Entendía sus preocupaciones, incluso las compartía, pero no creía que pudieran hacerles nada. Ni sus padres eran tan insensibles. No harían nada ilegal contra ellas. Brittany se abrazó a ella con toda su fuerza, como si la distancia entre ellas pudiera usarse para dañarlas.
– No hemos cerrado la puerta. – Advirtió la morena.
La rubia se levantó y se aseguró de que la puerta estuviera cerrada y que sus hijos no pudieran entrar y ver una escena no apta para ellos. Después corrió a la cama y se acomodó sobre su esposa. Se besaron con pasión y necesidad, entregándose al cuerpo y al alma de la otra con todo. Porque entre ellas hay amor y confianza, pasión y ternura... La mezcla casi perfecta de la pareja casi perfecta. Si algo se acerca a la perfección, son ellas.
Quedan dos o tres capítulos más el epílogo... Espero que os guste el final... Nos leemos pronto... Besos
Última edición por Darrinia el Miér Ago 13, 2014 5:40 am, editado 1 vez
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,..
el drama siempre a final es genial!!!,...
a ver que llegan a hacer los padres de san contra las chicas,..
nos vemos!!!
el drama siempre a final es genial!!!,...
a ver que llegan a hacer los padres de san contra las chicas,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
espero que esos carcamales no se atrevan a intentar hacerle daño a las chicas, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Que querran los Lopez??
Veremos como termina todo!
Saludos
Veremos como termina todo!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
3:) escribió:holap,..
el drama siempre a final es genial!!!,...
a ver que llegan a hacer los padres de san contra las chicas,..
nos vemos!!!
Muchas gracias. Me alegra que te guste el drama al final de una historia, vas a tener mucho... Espero que te guste el final... Besos
micky morales escribió:espero que esos carcamales no se atrevan a intentar hacerle daño a las chicas, hasta pronto!
Muchas gracias. Los carcamales van a intentar dañar a las chicas... La pregunta es... ¿Conseguirán sus objetivos? Espero que te guste lo que viene... Besos
monica.santander escribió:Que querran los Lopez??
Veremos como termina todo!
Saludos
Muchas gracias. Veremos que quieren los Lopez... Y no va a ser nada bueno... Espero que te guste... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Hola!!! Sé que esperabais el capítulo para mañana pero tengo que trabajar todo el día y cuando llegue no creo que tenga ganas de subir nada. Como tenía el capítulo escrito, he preferido subirlo ya... La semana que viene acaba el fic (o al menos, eso creo)... Espero que os guste este final intenso y dramático... Nos leemos el lunes o el martes...
CAPÍTULO 24: SON MIS HIJOS
Los días pasaron y los nervios en Brittany eran más que visibles. Santana intentaba tranquilizarla pero no lo conseguía. La rubia estaba obsesionándose y no perdía a su hijo de vista. Había ido a hablar con la profesora que se hacía cargo de él en la escuela y le había dado órdenes expresas de que nadie salvo ellas y Steve o Jessica se acercaran al menor. Le había contado a la mujer lo sucedido y ella se había mostrado comprensiva.
La morena también estaba intranquila, pero no se podía dejar llevar por los sentimientos negativos. Debía ser fuerte por su familia. Pero también estaba pendiente de sus hijos, tenía miedo por ellos. Steve, Quinn y ella hablaban todos los días. Esperaban el golpe de los señores Lopez y que tardaran tanto no era algo reconfortante para ellos.
Una mañana, Brittany estaba trabajando en casa porque Liz había enfermado. La niña tenía gripe y estaba en la cama mientras su madre se encargaba de parte del papeleo del gimnasio. Cuando el timbre sonó, sintió un escalofrío en todo el cuerpo, casi como si su cuerpo sintiera lo que estaba a punto de ocurrir. Abrió la puerta para encontrarse a un hombre de gafas, de origen latino, de unos cincuenta años y aspecto serio.
– Hola. Soy el señor Perez. Soy asistente social. Hemos recibido una demanda contra ustedes. Según eso, ustedes no serían buenas madres y no estarían cuidando como deben a sus hijos. He venido para ver si es cierto o no.
– Hola. Yo soy la señora Pierce-Lopez. Pase por favor. – Brittany guió al visitante al salón y le ofreció algo de beber, pero él lo rechazó cortesmente. – Ahora mismo mi mujer está en el teatro con su nueva obra. No sé si lo sabrá pero Santana es actriz.
– Sí, lo sé. Además sé que usted es dueña de un gimnasio. Ahora bien, yo me pregunto... ¿Tienen tiempo para sus hijos?
– Sí, lo tenemos. Lo que pasa hoy es un claro ejemplo. Normalmente trabajo en el gimnasio hasta que mis hijos salen de la escuela, donde voy a buscarlos y venimos a casa los tres juntos. Poco después se nos une mi mujer. Sin embargo, hoy Liz se levantó con fiebre, por lo que me quedé para cuidarla.
– ¿La niña está aquí? ¿Dónde? – El señor Perez miró a su alrededor buscando a la pequeña.
– En la cama. Tenía fiebre, fuimos al médico que me recetó los medicamentos y me dio algún consejo para ayudarla a sentirse mejor, volvimos a casa, le preparé un vaso de leche con miel, se tomó sus medicamentos y se fue a dormir. – Brittany dijo sin siquiera pensarlo, no era mentira.
La mirada del visitante recorrió la sala. En un estante alto del mueble, fuera del alcance de los niños, había una bote de jarabe y una caja de pastillas para aliviar los síntomas de la gripe. Todo estaba ordenado y limpio, la mujer que tenía en frente parecía equilibrada y una buena madre. No entendía el motivo de la denuncia.
– ¿Puedo preguntarle algo? – Indagó Pierce.
– Puede preguntar lo que quiera. Si no puedo darle información, simplemente evitaré responderle.
– ¿La denuncia es de mis suegros? Bueno, si es que a estas alturas puedo llamarlos suegros...
– La denuncia es de los Señores Lopez, así es. ¿Por qué lo pregunta?
Brittany se encontró a sí misma explicándole al señor todo lo ocurrido con los padres de Santana. No omitió ningún detalle, desde como echaron de casa a su esposa cuando ésta contaba con tan sólo quince años y las consecuencias que tuvo en su vida, lo que pasó en el juicio contra el violador de su mujer hasta su último encuentro con ellos en el parque.
– Veo que su relación con ellos no es buena. – Comentó el mayor.
– No, no lo es. Llevábamos más de diez años sin saber nada de ellos. Tampoco los hemos extrañado. Hemos creado una familia con nuestros amigos más cercanos. No necesitamos el afecto de unas personas que no nos valoran tal cual somos.
– Será importante la declaración de sus amigos en el juicio.
– ¡¿Juicio?! – La ojiazul se alarmó.
– Sí, así es. A lo largo de una o dos semanas, les haremos varias visitas para tener un informe que presentar sobre la vida de los niños. Además, entrevistaremos a sus familiares y amigos, profesores y otros padres de compañeros de los pequeños. La demanda incluye una petición de custodia hacia su hijo menor, William Matthew Lopez...
– Pero no de Liz.
– No, en caso de que les quitemos la custodia, Elizabeth Susan Lopez pasaría a estar custodiada por el Estado hasta que se entregue en adopción o acogida.
– No me pueden quitar a mis hijos, por favor... – Suplicó Pierce.
– Si usted es buena madre y su esposa también, no tiene nada que temer.
***
Cuando Santana llegó del trabajo, se encontró a Brittany llorando en brazos de Steve en el salón mientras Jessica intentaba distraer a John, Liz y Will. Se notaba en la mirada de la rubia que tampoco era feliz. Les dio un rápido beso a sus hijos y a su “sobrino” antes de correr hacia su esposa.
– Amor, que ocurre. – La morena se arrodilló frente a ella.
– Nos quieren quitar a nuestros hijos. – El llanto de la rubia aumentó mientras se abrazaba a su mujer, los ojos color café buscaron en los de Fabray para encontrar la respuesta a todas las preguntas que tenía.
– Cortesía de tus padres. Una demanda de custodia. ¿Por qué no se nos ocurrió? Han alegado que sois malas madres, ellos se ofrecen a cuidar de su nieto biológico. – El mayor estaba desesperado.
Para Santana era como si un terremoto, un huracán y un tsunami hubieran arrasado su mundo a la vez. Brittany siempre había sido la fuerte y verla tan derrotada, tan asustada no era nada reconfortante.
– No se los van a llevar. Somos buenas madres... ¡Somos las mejores madres! No tenemos nada que temer. Tenemos a Steve, Jessica, Quinn y Rachel, los profesores de la escuela de Liz y Will... Ellos pueden confirmarle al juez que somos buenas madres y que quitarnos a nuestros hijos es un error.
– Hemos hablado con un abogado. – Jessica comentó después de proponerles a los niños que jugaran solos. – Si existe la mínima duda de que sois buenas madres, se llevarán a los niños hasta el juicio para evitar que les hagáis daño. ¿Hay alguien a parte de vuestros padres que puedan declarar en vuestra contra?
– ¿Hacerles daño a Liz o Will? ¿Quién puede pensar eso? – Gritó Pierce, asustando a los otros tres.
– Piensa que estas medidas están pensadas por el bien de los niños. Hay padres que no son buenos y no hablo de que no sepan educar a sus hijos o que sean despistados y dejen tijeras cerca de ellos. Hay personas que no deberían tener niños. – La mayor aclaró.
– Rachel, Quinn y vosotros vais a declarar a nuestro favor. La profesora de Will también, nos conoce desde el primer día de clase de Liz y sabe que los niños están bien cuidados. El profesor de Liz creo que también sabe que la niña está bien con nosotros... – Santana comentó, más para su tranquilidad que por otra cosa.
No pudieron seguir conversando porque los niños llegaron pidiendo la cena. Así que Steve y Jessica se pusieron a preparar algo rápido mientras Brittany y su mujer se abrazaban e intentaban tranquilizarse. No debían perder la esperanza. Eran buenas madres y, de una manera u otra, eso lo notaría el juez para permitirles quedarse con sus hijos. Pero hasta ese día, ellas vivirían con la incertidumbre y el miedo. ¿Qué harían si les quitaban sus hijos? ¿Cómo sobrevivirían sin esa familia que habían formado?
Los días pasaron y los nervios en Brittany eran más que visibles. Santana intentaba tranquilizarla pero no lo conseguía. La rubia estaba obsesionándose y no perdía a su hijo de vista. Había ido a hablar con la profesora que se hacía cargo de él en la escuela y le había dado órdenes expresas de que nadie salvo ellas y Steve o Jessica se acercaran al menor. Le había contado a la mujer lo sucedido y ella se había mostrado comprensiva.
La morena también estaba intranquila, pero no se podía dejar llevar por los sentimientos negativos. Debía ser fuerte por su familia. Pero también estaba pendiente de sus hijos, tenía miedo por ellos. Steve, Quinn y ella hablaban todos los días. Esperaban el golpe de los señores Lopez y que tardaran tanto no era algo reconfortante para ellos.
Una mañana, Brittany estaba trabajando en casa porque Liz había enfermado. La niña tenía gripe y estaba en la cama mientras su madre se encargaba de parte del papeleo del gimnasio. Cuando el timbre sonó, sintió un escalofrío en todo el cuerpo, casi como si su cuerpo sintiera lo que estaba a punto de ocurrir. Abrió la puerta para encontrarse a un hombre de gafas, de origen latino, de unos cincuenta años y aspecto serio.
– Hola. Soy el señor Perez. Soy asistente social. Hemos recibido una demanda contra ustedes. Según eso, ustedes no serían buenas madres y no estarían cuidando como deben a sus hijos. He venido para ver si es cierto o no.
– Hola. Yo soy la señora Pierce-Lopez. Pase por favor. – Brittany guió al visitante al salón y le ofreció algo de beber, pero él lo rechazó cortesmente. – Ahora mismo mi mujer está en el teatro con su nueva obra. No sé si lo sabrá pero Santana es actriz.
– Sí, lo sé. Además sé que usted es dueña de un gimnasio. Ahora bien, yo me pregunto... ¿Tienen tiempo para sus hijos?
– Sí, lo tenemos. Lo que pasa hoy es un claro ejemplo. Normalmente trabajo en el gimnasio hasta que mis hijos salen de la escuela, donde voy a buscarlos y venimos a casa los tres juntos. Poco después se nos une mi mujer. Sin embargo, hoy Liz se levantó con fiebre, por lo que me quedé para cuidarla.
– ¿La niña está aquí? ¿Dónde? – El señor Perez miró a su alrededor buscando a la pequeña.
– En la cama. Tenía fiebre, fuimos al médico que me recetó los medicamentos y me dio algún consejo para ayudarla a sentirse mejor, volvimos a casa, le preparé un vaso de leche con miel, se tomó sus medicamentos y se fue a dormir. – Brittany dijo sin siquiera pensarlo, no era mentira.
La mirada del visitante recorrió la sala. En un estante alto del mueble, fuera del alcance de los niños, había una bote de jarabe y una caja de pastillas para aliviar los síntomas de la gripe. Todo estaba ordenado y limpio, la mujer que tenía en frente parecía equilibrada y una buena madre. No entendía el motivo de la denuncia.
– ¿Puedo preguntarle algo? – Indagó Pierce.
– Puede preguntar lo que quiera. Si no puedo darle información, simplemente evitaré responderle.
– ¿La denuncia es de mis suegros? Bueno, si es que a estas alturas puedo llamarlos suegros...
– La denuncia es de los Señores Lopez, así es. ¿Por qué lo pregunta?
Brittany se encontró a sí misma explicándole al señor todo lo ocurrido con los padres de Santana. No omitió ningún detalle, desde como echaron de casa a su esposa cuando ésta contaba con tan sólo quince años y las consecuencias que tuvo en su vida, lo que pasó en el juicio contra el violador de su mujer hasta su último encuentro con ellos en el parque.
– Veo que su relación con ellos no es buena. – Comentó el mayor.
– No, no lo es. Llevábamos más de diez años sin saber nada de ellos. Tampoco los hemos extrañado. Hemos creado una familia con nuestros amigos más cercanos. No necesitamos el afecto de unas personas que no nos valoran tal cual somos.
– Será importante la declaración de sus amigos en el juicio.
– ¡¿Juicio?! – La ojiazul se alarmó.
– Sí, así es. A lo largo de una o dos semanas, les haremos varias visitas para tener un informe que presentar sobre la vida de los niños. Además, entrevistaremos a sus familiares y amigos, profesores y otros padres de compañeros de los pequeños. La demanda incluye una petición de custodia hacia su hijo menor, William Matthew Lopez...
– Pero no de Liz.
– No, en caso de que les quitemos la custodia, Elizabeth Susan Lopez pasaría a estar custodiada por el Estado hasta que se entregue en adopción o acogida.
– No me pueden quitar a mis hijos, por favor... – Suplicó Pierce.
– Si usted es buena madre y su esposa también, no tiene nada que temer.
***
Cuando Santana llegó del trabajo, se encontró a Brittany llorando en brazos de Steve en el salón mientras Jessica intentaba distraer a John, Liz y Will. Se notaba en la mirada de la rubia que tampoco era feliz. Les dio un rápido beso a sus hijos y a su “sobrino” antes de correr hacia su esposa.
– Amor, que ocurre. – La morena se arrodilló frente a ella.
– Nos quieren quitar a nuestros hijos. – El llanto de la rubia aumentó mientras se abrazaba a su mujer, los ojos color café buscaron en los de Fabray para encontrar la respuesta a todas las preguntas que tenía.
– Cortesía de tus padres. Una demanda de custodia. ¿Por qué no se nos ocurrió? Han alegado que sois malas madres, ellos se ofrecen a cuidar de su nieto biológico. – El mayor estaba desesperado.
Para Santana era como si un terremoto, un huracán y un tsunami hubieran arrasado su mundo a la vez. Brittany siempre había sido la fuerte y verla tan derrotada, tan asustada no era nada reconfortante.
– No se los van a llevar. Somos buenas madres... ¡Somos las mejores madres! No tenemos nada que temer. Tenemos a Steve, Jessica, Quinn y Rachel, los profesores de la escuela de Liz y Will... Ellos pueden confirmarle al juez que somos buenas madres y que quitarnos a nuestros hijos es un error.
– Hemos hablado con un abogado. – Jessica comentó después de proponerles a los niños que jugaran solos. – Si existe la mínima duda de que sois buenas madres, se llevarán a los niños hasta el juicio para evitar que les hagáis daño. ¿Hay alguien a parte de vuestros padres que puedan declarar en vuestra contra?
– ¿Hacerles daño a Liz o Will? ¿Quién puede pensar eso? – Gritó Pierce, asustando a los otros tres.
– Piensa que estas medidas están pensadas por el bien de los niños. Hay padres que no son buenos y no hablo de que no sepan educar a sus hijos o que sean despistados y dejen tijeras cerca de ellos. Hay personas que no deberían tener niños. – La mayor aclaró.
– Rachel, Quinn y vosotros vais a declarar a nuestro favor. La profesora de Will también, nos conoce desde el primer día de clase de Liz y sabe que los niños están bien cuidados. El profesor de Liz creo que también sabe que la niña está bien con nosotros... – Santana comentó, más para su tranquilidad que por otra cosa.
No pudieron seguir conversando porque los niños llegaron pidiendo la cena. Así que Steve y Jessica se pusieron a preparar algo rápido mientras Brittany y su mujer se abrazaban e intentaban tranquilizarse. No debían perder la esperanza. Eran buenas madres y, de una manera u otra, eso lo notaría el juez para permitirles quedarse con sus hijos. Pero hasta ese día, ellas vivirían con la incertidumbre y el miedo. ¿Qué harían si les quitaban sus hijos? ¿Cómo sobrevivirían sin esa familia que habían formado?
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,...
me gusto,..
a ver como va el juicio y quien gana el juicio,..
los pares de san jugaron su carta a ver si ganan o no???
amo el drama,... mas al final lo pone siempre mas interesante,..
nos vemos!!!
me gusto,..
a ver como va el juicio y quien gana el juicio,..
los pares de san jugaron su carta a ver si ganan o no???
amo el drama,... mas al final lo pone siempre mas interesante,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
par de ancianos de m....... estorbos, metiches, como quisiera colgarlos de un poste electrico dañado y que la descarga les diera en sus genitales cada 5 minutos!!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Que ganas de romper las p...........!!!!!!!!
Espero todo salga bien para las chicas!!
Saludos
Espero todo salga bien para las chicas!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
ke kmo mierda el señor lopez.. dan no es un error y no va a cambiar en nada lo que es o sera will sin sus madres.. espero tu actu
Sara Pinel****** - Mensajes : 326
Fecha de inscripción : 30/01/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
3:) escribió:holap,...
me gusto,..
a ver como va el juicio y quien gana el juicio,..
los pares de san jugaron su carta a ver si ganan o no???
amo el drama,... mas al final lo pone siempre mas interesante,..
nos vemos!!!
Muchas gracias. Ahora verás el juicio, aunque la sentencia será para el siguiente capítulo. Los padres de Santana no tienen corazón y son unos homófobos de mier... ;) Espero que te guste el capítulo... El mejor drama final... Espero que te guste... Besos
micky morales escribió:par de ancianos de m....... estorbos, metiches, como quisiera colgarlos de un poste electrico dañado y que la descarga les diera en sus genitales cada 5 minutos!!!!!!!
Muchas gracias. Totalmente de acuerdo contigo... Me encanta lo que proponeis para los señores Lopez... Espero que te guste el capítulo... Besos
monica.santander escribió:Que ganas de romper las p...........!!!!!!!!
Espero todo salga bien para las chicas!!
Saludos
Muchas gracias. Sí, los señores Lopez sólo saben fastidiar... Espero que te guste lo que viene... Besos
Sara Pinel escribió:ke kmo mierda el señor lopez.. dan no es un error y no va a cambiar en nada lo que es o sera will sin sus madres.. espero tu actu
Muchas gracias. Claro que San no es un error ni debe cambiar... Los señores Lopez son los que deben cambiar porque son unos homófobos de mier... ;) Esperemos que no tengamos que saber qué sería de Will sin sus mamás... Espero que te guste el capítulo... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 25: ADIOS
El señor Perez entró en casa de la familia Lopez-Pierce acompañado por otras dos personas. Estaba muy serio y miró con pesar al matrimonio. Les mostró un papel que rápidamente la morena leyó en voz alta.
“Los servicios sociales establecen que, por seguridad de Elizabeth y William Lopez-Pierce, ambos pasarán a estar custodiados por el Estado hasta que un juez establezca si sus madres están capacitadas para cuidarlos. Los menores serán entregados al asistente social en el momento de la recepción de la carta.”
– ¿Qué? ¿No nos dejan siquiera que les preparemos la maleta y nos despidamos? ¿Por qué nos los quitan? – La rubia intentaba controlar sus emociones porque sabía que si no lo hacía, se pondría a llorar y no quería que sus hijos la vieran así.
– Consideramos que, a pesar de que sois unas buenos madres, el intento de suicidio que ambas protagonizasteis puede suponer un riesgo para los niños ahora que la cosa se pone difícil. No sabemos como vais a reaccionar ante la adversidad. Os doy media hora para que preparéis todo. – El hombre dijo tranquilamente mirándolos con pesar.
– ¡Lo dice como si jamás hubiéramos enfrentado adversidades! Casi matan a mi esposa... ¡Dos veces! Y yo he estado luchando por seguir adelante sin siquiera pensar en suicidio. – La ojiazul estaba realmente enfadada y dolida.
– Vale Brittany. – Pidió la morena.
– ¿Te estás rindiendo? – Preguntó sorprendida la más alta.
– No, pero sé que no ganamos nada con esa actitud y lo último que quiero es que nuestros hijos se vayan de aquí viendo a sus madres enfadadas o alteradas. Quiero que piensen que se van a un buen lugar y que se lo van a pasar bien. No quiero que piensen que nos deshacemos de ellos o que no nos gusta que vayan allí. Me preocupan ellos por encima de todo, vamos a preparar sus cosas y a despedirnos de ellos. Después podemos gritar y desahogarnos y en el juicio será donde demostremos que es un error quitárnoslos y que somos buenas madres. – La firmeza y seguridad con la que habló la más baja sorprendió a todos. El matrimonio se dirigió a las habitaciones y preparó un par de maletas con las cosas imprescindibles para sus hijos.
***
– Tenéis que portaros bien, hacer todo lo que os digan. Nada de discutir, os tenéis que cuidar mutuamente. – Les advirtió Santana a sus hijos.
– Eso es, tenéis que estar unidos. Pase lo que pase, no olvidéis que os queremos. – Brittany no era tan fuerte como su mujer.
– Mami, ¿Cuándo volveremos? – Preguntó Liz.
– Ya verás como cuando llegues allí no te vas a acordar de nosotras. – La morena comentó con una sonrisa amarga.
Los niños abrazaron a sus madres y salieron con los dos desconocidos.
– No le ha dicho que volverán a verse. – Exclamó el asistente social.
– No voy a mentir a mi hija y hasta que el juez nos devuelva su custodia, no puedo decir que la volveré a ver. – La latina respondió aunque esta vez sí se notaba su enojo y tristeza. – Ahora, ya no tiene nada que hacer aquí, así que le pediré que abandone mi casa.
– No soy el enemigo, intento proteger a sus hijos. – El señor Perez comentó.
– Yo tampoco soy descortés, sólo intento proteger a mi familia. – Lopez concluyó.
Cuando el hombre salió del apartamento, Brittany y Santana se abrazaron y se permitieron llorar durante un rato. Ese sería su momento de debilidad antes de volver a la lucha para recuperar a sus hijos.
***
El juicio comenzó con los testimonios de las madres de los niños. Brittany apenas pudo mantener la entereza y respondió entre sollozos. Sin embargo, consiguió disipar las dudas acerca de su vida y de su capacidad como madre. Después fue Santana la que declaró, confirmando todo lo dicho por su esposa. Aparentemente estaba algo más calmada pero realmente estaba sacando fuerzas que no sabía que tenía para poder recuperar a sus hijos.
– No tengo más preguntas. – Concluyó el fiscal.
– ¿Puedo decir algo? – Preguntó la morena.
– La escucho. – El juez la autorizó.
– Me preocupan mis hijos, así que me gustaría pedirle dos cosas en caso de que finalmente nos quiten la custodia a mi mujer y a mí. – La latina tragó el nudo que se le había formado en la garganta. Debía ser fuerte, por sus hijos. – La primera es que no los separen, Will y Liz genéticamente no son hermanos pero han crecido juntos y son hermanos de corazón. Existe ese vínculo entre ellos y no creo que sea bueno para ellos que los separen. Lo segundo es que les busquen una buena familia y mis padres os aseguro que no son buenos para criar niños. Me echaron de casa con quince años porque no encajaba en su vida perfecta y no quiero que le hagan lo mismo a Will. Espero que tengan en cuenta mis peticiones en caso de quitarnos la custodia.
Después fue Steve el que declaró, mostrando todo su apoyo a su amiga.
– Señor Fabray. ¿Quién cree que debería cuidar a William y Elizabeth? – El fiscal quiso saber.
– Santana y Brittany. Son grandes madres. Si el argumento que dan para decir que no pueden cuidar a los niños es su intento de suicidio, deben tener en cuenta que mi esposa también lo intentó y ahora es una madre perfecta para nuestro hijo. Han pasado trece años y tanto Santana como Brittany han pasado por muchas adversidades que han superado. Una de las cosas que les llevó a querer desaparecer fue que se sintieron solas pero ya no van a estar solas nunca más. Nunca he tenido miedo o he estado angustiado pensando que cualquiera de ellas podría cometer una locura. Ni siquiera cuando pensábamos que Santana no despertaría del coma. Es curioso porque cuando ocurre algo, una de las dos es la fuerte para sostener a la otra.
– ¿No cree que los señores Lopez podrían proporcionar un mejor ambiente para la educación de los niños?
– En ningún caso. Como ya ha dicho Santana, ellos echaron a su propia hija de casa por ser diferente a lo que ellos querían. ¿Qué pasará si Will también es gay, de alguna tribu urbana, ecologista o ateo?
Después declararon Jessica y Rachel, ambas confirmaron lo dicho por Steve y mostraron que Brittany y Santana eran unas grandes madres. A continuación, el señor Lopez fue interrogado.
– ¿Por qué cree que su hija no puede ser buena madre? – El abogado de Brittany y Santana preguntó.
– Se intentó suicidar, dudo de su capacidad para cuidar a un niño y ser responsable. Mi hija vivió en un burdel y seguramente se dedicó a la prostitución. No creo que sea algo idóneo para un niño.
– ¿Tiene algo que ver que sean una pareja gay?
– Por supuesto que no.
– ¿Por qué echó a su hija de casa?
– Era rebelde y le dije que si vivía en mi casa debía respetarnos a su madre y a mí. No estuvo de acuerdo y se largó.
– ¿Qué opina de la señora Pierce?
– No tengo nada en contra de ella.
– ¿Excepto que es lesbiana?
– Excepto que es lesbiana... ¿Qué? ¡No!
El señor Lopez comenzó a insultar al abogado. Sabía que sus posibilidades pasaban porque no se notara su homofobia y el defensor de su hija había conseguido que dijera algo que no debía. Eso permitió que el juez viera el verdadero carácter del hombre. La señora Lopez declaró más calmada e intentó camuflar el error de su marido, aunque fue en vano. Después declararon los profesores de Liz y Will, jefes y compañeros de trabajo del matrimonio, el portero del edificio en el que vivían y algún vecino. Todos apoyaron sin reservas a Brittany y Santana.
El informe del señor Perez era favorable hacia la familia Lopez-Pierce, para sorpresa de la pareja. Incluso la psicóloga que había pasado tiempo con Will y Liz establecía que los niños eran felices y que amaban a sus madres, dejando claro que ella no quitaría la custodia al matrimonio. Todos estaban de su parte y eso las tranquilizó. Era casi imposible que el juez decidiera que todos esos testimonios eran falsos. Confiaban que en unos días volverían a ser una familia.
El señor Perez entró en casa de la familia Lopez-Pierce acompañado por otras dos personas. Estaba muy serio y miró con pesar al matrimonio. Les mostró un papel que rápidamente la morena leyó en voz alta.
“Los servicios sociales establecen que, por seguridad de Elizabeth y William Lopez-Pierce, ambos pasarán a estar custodiados por el Estado hasta que un juez establezca si sus madres están capacitadas para cuidarlos. Los menores serán entregados al asistente social en el momento de la recepción de la carta.”
– ¿Qué? ¿No nos dejan siquiera que les preparemos la maleta y nos despidamos? ¿Por qué nos los quitan? – La rubia intentaba controlar sus emociones porque sabía que si no lo hacía, se pondría a llorar y no quería que sus hijos la vieran así.
– Consideramos que, a pesar de que sois unas buenos madres, el intento de suicidio que ambas protagonizasteis puede suponer un riesgo para los niños ahora que la cosa se pone difícil. No sabemos como vais a reaccionar ante la adversidad. Os doy media hora para que preparéis todo. – El hombre dijo tranquilamente mirándolos con pesar.
– ¡Lo dice como si jamás hubiéramos enfrentado adversidades! Casi matan a mi esposa... ¡Dos veces! Y yo he estado luchando por seguir adelante sin siquiera pensar en suicidio. – La ojiazul estaba realmente enfadada y dolida.
– Vale Brittany. – Pidió la morena.
– ¿Te estás rindiendo? – Preguntó sorprendida la más alta.
– No, pero sé que no ganamos nada con esa actitud y lo último que quiero es que nuestros hijos se vayan de aquí viendo a sus madres enfadadas o alteradas. Quiero que piensen que se van a un buen lugar y que se lo van a pasar bien. No quiero que piensen que nos deshacemos de ellos o que no nos gusta que vayan allí. Me preocupan ellos por encima de todo, vamos a preparar sus cosas y a despedirnos de ellos. Después podemos gritar y desahogarnos y en el juicio será donde demostremos que es un error quitárnoslos y que somos buenas madres. – La firmeza y seguridad con la que habló la más baja sorprendió a todos. El matrimonio se dirigió a las habitaciones y preparó un par de maletas con las cosas imprescindibles para sus hijos.
***
– Tenéis que portaros bien, hacer todo lo que os digan. Nada de discutir, os tenéis que cuidar mutuamente. – Les advirtió Santana a sus hijos.
– Eso es, tenéis que estar unidos. Pase lo que pase, no olvidéis que os queremos. – Brittany no era tan fuerte como su mujer.
– Mami, ¿Cuándo volveremos? – Preguntó Liz.
– Ya verás como cuando llegues allí no te vas a acordar de nosotras. – La morena comentó con una sonrisa amarga.
Los niños abrazaron a sus madres y salieron con los dos desconocidos.
– No le ha dicho que volverán a verse. – Exclamó el asistente social.
– No voy a mentir a mi hija y hasta que el juez nos devuelva su custodia, no puedo decir que la volveré a ver. – La latina respondió aunque esta vez sí se notaba su enojo y tristeza. – Ahora, ya no tiene nada que hacer aquí, así que le pediré que abandone mi casa.
– No soy el enemigo, intento proteger a sus hijos. – El señor Perez comentó.
– Yo tampoco soy descortés, sólo intento proteger a mi familia. – Lopez concluyó.
Cuando el hombre salió del apartamento, Brittany y Santana se abrazaron y se permitieron llorar durante un rato. Ese sería su momento de debilidad antes de volver a la lucha para recuperar a sus hijos.
***
El juicio comenzó con los testimonios de las madres de los niños. Brittany apenas pudo mantener la entereza y respondió entre sollozos. Sin embargo, consiguió disipar las dudas acerca de su vida y de su capacidad como madre. Después fue Santana la que declaró, confirmando todo lo dicho por su esposa. Aparentemente estaba algo más calmada pero realmente estaba sacando fuerzas que no sabía que tenía para poder recuperar a sus hijos.
– No tengo más preguntas. – Concluyó el fiscal.
– ¿Puedo decir algo? – Preguntó la morena.
– La escucho. – El juez la autorizó.
– Me preocupan mis hijos, así que me gustaría pedirle dos cosas en caso de que finalmente nos quiten la custodia a mi mujer y a mí. – La latina tragó el nudo que se le había formado en la garganta. Debía ser fuerte, por sus hijos. – La primera es que no los separen, Will y Liz genéticamente no son hermanos pero han crecido juntos y son hermanos de corazón. Existe ese vínculo entre ellos y no creo que sea bueno para ellos que los separen. Lo segundo es que les busquen una buena familia y mis padres os aseguro que no son buenos para criar niños. Me echaron de casa con quince años porque no encajaba en su vida perfecta y no quiero que le hagan lo mismo a Will. Espero que tengan en cuenta mis peticiones en caso de quitarnos la custodia.
Después fue Steve el que declaró, mostrando todo su apoyo a su amiga.
– Señor Fabray. ¿Quién cree que debería cuidar a William y Elizabeth? – El fiscal quiso saber.
– Santana y Brittany. Son grandes madres. Si el argumento que dan para decir que no pueden cuidar a los niños es su intento de suicidio, deben tener en cuenta que mi esposa también lo intentó y ahora es una madre perfecta para nuestro hijo. Han pasado trece años y tanto Santana como Brittany han pasado por muchas adversidades que han superado. Una de las cosas que les llevó a querer desaparecer fue que se sintieron solas pero ya no van a estar solas nunca más. Nunca he tenido miedo o he estado angustiado pensando que cualquiera de ellas podría cometer una locura. Ni siquiera cuando pensábamos que Santana no despertaría del coma. Es curioso porque cuando ocurre algo, una de las dos es la fuerte para sostener a la otra.
– ¿No cree que los señores Lopez podrían proporcionar un mejor ambiente para la educación de los niños?
– En ningún caso. Como ya ha dicho Santana, ellos echaron a su propia hija de casa por ser diferente a lo que ellos querían. ¿Qué pasará si Will también es gay, de alguna tribu urbana, ecologista o ateo?
Después declararon Jessica y Rachel, ambas confirmaron lo dicho por Steve y mostraron que Brittany y Santana eran unas grandes madres. A continuación, el señor Lopez fue interrogado.
– ¿Por qué cree que su hija no puede ser buena madre? – El abogado de Brittany y Santana preguntó.
– Se intentó suicidar, dudo de su capacidad para cuidar a un niño y ser responsable. Mi hija vivió en un burdel y seguramente se dedicó a la prostitución. No creo que sea algo idóneo para un niño.
– ¿Tiene algo que ver que sean una pareja gay?
– Por supuesto que no.
– ¿Por qué echó a su hija de casa?
– Era rebelde y le dije que si vivía en mi casa debía respetarnos a su madre y a mí. No estuvo de acuerdo y se largó.
– ¿Qué opina de la señora Pierce?
– No tengo nada en contra de ella.
– ¿Excepto que es lesbiana?
– Excepto que es lesbiana... ¿Qué? ¡No!
El señor Lopez comenzó a insultar al abogado. Sabía que sus posibilidades pasaban porque no se notara su homofobia y el defensor de su hija había conseguido que dijera algo que no debía. Eso permitió que el juez viera el verdadero carácter del hombre. La señora Lopez declaró más calmada e intentó camuflar el error de su marido, aunque fue en vano. Después declararon los profesores de Liz y Will, jefes y compañeros de trabajo del matrimonio, el portero del edificio en el que vivían y algún vecino. Todos apoyaron sin reservas a Brittany y Santana.
El informe del señor Perez era favorable hacia la familia Lopez-Pierce, para sorpresa de la pareja. Incluso la psicóloga que había pasado tiempo con Will y Liz establecía que los niños eran felices y que amaban a sus madres, dejando claro que ella no quitaría la custodia al matrimonio. Todos estaban de su parte y eso las tranquilizó. Era casi imposible que el juez decidiera que todos esos testimonios eran falsos. Confiaban que en unos días volverían a ser una familia.
¿Qué os ha parecido? Falta un capítulo y el epílogo... El viernes publico, si me da tiempo a escribirlos, los dos, si no, subiré el capítulo y el epílogo otro día. Espero que os guste el final... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
volveran con sus madres, estoy segura!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,..
me encanto,....
me encanto el abogado de las chicas cuando le hizo pisar el palito ajajaja
lastima que ya termina,.... pero quiero el otro capitulo!!!
nos vemos!!!
me encanto,....
me encanto el abogado de las chicas cuando le hizo pisar el palito ajajaja
lastima que ya termina,.... pero quiero el otro capitulo!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
No hay mejor lugar para los chicos que estar con sus madres!!!!!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
micky morales escribió:volveran con sus madres, estoy segura!!!!!!
Muchas gracias. ¡Claro que van a volver con sus madres XD. Espero que te guste el final... Besos
3:) escribió:holap,..
me encanto,....
me encanto el abogado de las chicas cuando le hizo pisar el palito ajajaja
lastima que ya termina,.... pero quiero el otro capitulo!!!
nos vemos!!!
Muchas gracias. La homofobia del señor Anderson debía verse en el juicio... Ya termina, además, subo el último capítulo y el epílogo... Espero que te guste... Besos
monica.santander escribió:No hay mejor lugar para los chicos que estar con sus madres!!!!!!!
Saludos
Muchas gracias. Absolutamente de acuerdo. No hay mejor lugar para los chicos que con sus madres... Y así va a ser... Espero que te guste el final... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Muchísimas gracias a todos por leer y comentar esta historia. De verdad que no tengo palabras para agradeceros vuestro apoyo... Ha sido algo difícil para mí pero creo que no ha salido mal... Espero que el final os guste...
CAPÍTULO 26: UNA FAMILIA FELIZ
– ¿Por qué no los traen? – Brittany parecía nerviosa y no paraba de pasearse por la sala.
– Paciencia, tienen que ir a buscarlos, recoger sus cosas. – Santana intentaba tranquilizarla.
La pareja estaba en una sala de juegos de niños. Las paredes estaban pintadas de verde y había muchos personajes de cuentos pegados en las paredes. Había cajas llenas de juguetes y los sillones eran muy bajos para que los niños los pudieran usar. La morena se había sentado en uno de ellos pero su mujer prefería caminar nerviosa por todo el lugar.
Las puertas se abrieron y Liz y Will entraron corriendo. La ojiazul levantó en brazos al pequeño mientras la más baja abrazó a su hija. Ambas se acercaron y se abrazaron los cuatro, repartiendo besos a todos y dejando que las lágrimas cayeran por las mejillas de las dos adultas. Por fin volvían a ser una familia feliz.
Después de estar un rato allí y de que una asistenta social les contara lo que los niños habían hecho en su estancia allí, se dispusieron a salir. Sin embargo, cuando casi estaban fuera, el señor Perez se encontró con ellos.
– Sé que no les caigo bien pero debía proteger a los niños. Hay personas que pueden hacerles mucho daño a sus hijos. – Se justificó el mayor.
Brittany tenía en brazos a Will y Santana a Liz. Los dos pequeños se sujetaban con fuerza al cuello de sus madres y escondían sus caras para no ver a nadie. Lo único que querían era estar con las adultas.
– Pero debe tener en cuenta que nos ha hecho daño a mi esposa, a mis hijos y a mí. – La morena exclamó pacientemente. – Le agradecemos que declarara a nuestro favor en el juicio, pero nada más.
– Son unas grandes madres. Elizabeth y William son muy afortunados. – Exclamó el asistente social.
– Nosotras somos las afortunadas de tener unos hijos tan maravillosos como ellos. – La rubia intervino.
Se despidieron y salieron de allí felices de volver a estar juntos. Volvían a ser una familia completa y eso era lo mejor para ellos.
***
Cuando llegaron al apartamento, Steve, Jessica, Rachel, Quinn y John los estaban esperando. En cuanto los Lopez-Pierce entraron a la casa, el mayor de los niños corrió a abrazar a su prima. Nunca habían estado tanto tiempo separados y se habían extrañado mucho. Por su parte, los adultos comenzaron a llenar a Will de besos y abrazos. Los pequeños eran muy queridos, no sólo por sus madres, sino también por sus tíos y su primo. Era una familia muy atípica pero era con la que ellos habían crecido. No necesitaban a nadie más.
Después de infinidad de besos y abrazos, terminaron de preparar la comida. Habían elegido los platos favoritos de los niños, macarrones con tomate de primero y filetes de pollo empanado de segundo. De postre tenían un fantástico pastel de chocolate.
Después de comer, el menor comenzó a sentirse cansado porque era su hora de la siesta. Hacía mucho que no dormía en brazos, pero esa tarde temía despertarse y no estar con sus madres, por lo que acabó durmiendo en los brazos de Santana. Liz por su parte pasó la tarde jugando a papás y mamás con John. Normalmente el mayor protestaba porque era un juego de niñas pero ese día estaba dispuesto a jugar sin quejarse.
***
Después de la cena, la familia quedó sola. Todos estaban deseando descansar, así que comenzaron a prepararse para dormir. Lo primero fue lavarse los dientes. Los niños se subieron a una silla y los cuatro se miraban al espejo mientras limpiaban su boca. Después, Santana comenzó a aplicarse sus cremas para la piel mientras Brittany se encargaba de poner el pijama a los niños.
Cuando todos estuvieron listos, se metieron en la cama del matrimonio. Will abrazaba a Santana mientras Liz hacía lo mismo con Brittany. Les contaron un cuento, como siempre habían hecho. Como la pequeña ya sabía leer, ella leía las partes de la princesa mientras la morena seguía como narradora y la ojiazul cambiaba la voz para diferenciar a la bruja, las hermanastras, el hada madrina y el príncipe.
Después, fue el turno de cantarles una nana hasta que se quedaron dormidos. El primero en caer en los brazos de Morfeo fue el menor, agotado por un día lleno de emociones. Pronto le siguió la niña, feliz por estar de nuevo con su familia.
Brittany y Santana se miraron con unas inmensas sonrisas en sus caras. Eran felices de volver a estar todos juntos. Se dieron la mano por encima de sus hijos.
– Por fin todo se ha solucionado. – Exclamó la latina.
– ¿Crees que tus padres intentarán algo más? – Cuestionó la rubia.
– No creo. No les queda ninguna carta que jugar.
– Eso me tranquiliza.
– Duerme mi amor. Nadie nos quitará a nuestros pequeños. Seremos una familia para siempre. Una familia feliz.
EPÍLOGO (10 AÑOS DESPUÉS)
– No me lo puedo creer. ¿Dónde está? – La latina se paseaba nerviosa por la casa, mirando todo lo que su hija se había llevado.
– Tranquila Santana. Aparecerá y podréis aclararlo todo. Es una adolescente que acaba de descubrir que es adoptada. Es normal que esté confundida. – Steve intentaba tranquilizar a su amiga. Los dos estaban en casa de la familia Lopez-Pierce.
– ¿Qué esperaba? Somos dos mujeres. Biológicamente es imposible que tengamos hijos. – Protestó la menor.
– Pero es muy evidente que Will es tuyo. Sois dos gotas de agua. Es impresionante lo que hace la genética. – El ojiverde intentó razonar ella.
– ¿Y cree que por eso la quiero menos? – La más baja preguntó.
– No lo sé, es una adolescente... Y muy rebelde, déjame decirte. – El mayor intentaba estar tranquilo por los dos.
El timbre sonó y Santana corrió a abrir. Sin embargo, se decepcionó al ver a Jessica y a Junior. Steve Fabray Jr, conocido por sus familiares como Junior, era un niño de ocho años, once años menor que su hermano John. Todo lo que su primo Will se parecía a su tía Santana era poco para el parecido que él guardaba con su padre. Aunque más tranquilo que su progenitor, eran exactamente iguales tanto en el físico como en la personalidad. Sus padres habían perdido la esperanza de tener un segundo hijo cuando se enteraron del embarazo. Nueve años buscando darle un hermano a John harían que cualquiera se rindiera.
El menor se quedó con su tío en casa mientras sus padres fueron a buscar a la adolescente. John, Brittany, Rachel y Quinn también la buscaban por la ciudad.
***
Un joven apuesto, de ojos verdes y una melena rubia rizada se acercó a una chica que lloraba ocultando su cabeza en sus brazos, que estaban apoyados en sus rodillas flexionadas. El pelo rizado negro de la joven caía descontrolado en todas direcciones. A su lado había un bolso de viaje y una mochila.
– ¿Liz? – John dijo en tono suave, la menor levantó la mirada para dejar ver sus ojos azules hinchados de tanto llorar. Sabía que se la encontraría en ese rincón de Central Park, un punto donde no se veían rascacielos y en el que los árboles la refugiaban de miradas indiscretas. Era su lugar favorito y donde normalmente se escondían ambos para estar a solas. Su amistad había sido inquebrantable en esos años y estaban muy unidos.
– ¿Qué haces aquí? – Preguntó la joven.
– Te buscaba, todos están preocupados.
– ¿Sabías que soy adoptada? – La chica sollozó.
– Sí, hace un par de años decidí hacerle preguntas a mi padre. Me hizo prometer que no te lo contaría porque eras tú quién debía preguntar. – El joven frunció el ceño. – Pero tú debías saberlo ya. Dos mujeres no pueden tener hijos. Al menos genéticamente de las dos.
– ¡No soy estúpida! Además, ya hablé de eso con mis madres hace mucho. Nos dijeron que habían recurrido a ayuda de terceras personas, algo evidente y que éramos sus hijos, de las dos, sin importar nada.
– Entonces... ¿Por qué todo esto?
– Will sí es hijo de Santana. ¡Son exactamente iguales!
– ¿Y?
– Yo no soy hija de ninguna. – La chica suspiró. Su primo la rodeó con sus brazos.
– Eres hija de mis tías Brittany y Santana, eres hermana de Will y mi prima, sobrina de mis padres, de las tías Rachel y Quinn. El que diga lo contrario, miente.
– Pero... Will es más hijo de Santana que yo.
– ¿Qué? Pero si eres la princesita de la tía Santana. Está en casa esperándote muy preocupada. Aun no sé como la han convencido para que se quede, pero papá tenía razón. No puede salir a la calle tal como está.
– ¿Está triste? – La chica miró a los ojos de su primo.
– Creo que si no volvemos a casa, le va a dar un infarto. Así que, señorita, recoge tus cosas y vámonos de aquí.
A pesar de la orden que le había dado a la joven, él colgó el bolso de viaje de su hombro ya que era lo que más pesaba. Después de eso, ambos se cogieron de la mano, como otras tantas veces habían hecho.
***
La puerta se abrió y Liz y John entraron a la casa de los Lopez-Pierce. Santana apenas los dejó pasar cuando se abrazó a su hija.
– No me vuelvas a dar este susto, princesa. – Dijo la latina. La chica vio por encima del hombro de su madre como su primo le guiñaba un ojo.
– Vamos enano. He avisado a los papás. Te llevo a casa antes de volver a la residencia de la universidad. Las tías tienen que hablar con Will y Liz. – John avisó a su hermano y ambos salieron de allí.
***
Cuando Brittany y Will llegaron se abrazaron a Liz. Las adultas sabían que tenían que explicarles a sus hijos todo. La rubia preparó té, iban a ser unas horas muy largas. Hasta ese día habían evitado contarles toda la historia a sus hijos. No querían que eso les afectara ni que pensaran que ellos podían cometer alguno de sus errores, sobre todo el del intento de suicidio. Además, temían que la chica pensara que la querían menos por no llevar sus genes. Pero con dieciséis y trece años ya tenían más capacidad para entender. Se sentaron los cuatro en el mismo sillón, Brittany y Santana en el medio, la chica apoyada en el hombro de la moreno y el niño abrazado a la más alta.
– Lo primero que debéis saber es que los dos sois nuestros hijos. No importa como llegarais a nuestras vidas ni lo que queríamos. ¿Eso está claro para los dos? – La ojiazul miró a los adolescentes que asintieron. Santana suspiró.
– Después de casarnos queríamos ser madres. Bueno, la verdad es que aceleramos la boda porque estábamos ansiosas por tener un bebé. Queríamos adoptar pero ninguna agencia nos dejó... Y en ese momento, conocimos a tu madre, que estaba embarazada. – La morena señaló a Liz.
– ¿Por qué una adopción? Es más complicado que un donante de semen. – La joven argumentó.
– Nuestras vidas no habían sido fáciles y queríamos darle una oportunidad a un niño o niña que no tenía a nadie. – Pierce respondió.
– Entonces... ¿Por qué yo si llevo los genes Lopez? – Preguntó Will.
– Cuando Liz tenía dos años, sentimos que estábamos preparadas para ser madres otra vez pero ninguna agencia nos daría un bebé, así que buscamos un donante.
– ¿Tan homófobos eran en esa época? – La chica entrecerró los ojos. – La tía Rachel tiene dos papás y evidentemente nació antes que nosotros.
– Eran homófobos, pero en otras circunstancias habríamos sido madres. El problema era nuestro pasado, un pasado lleno de dolor. Todo comenzó cuando yo tenía quince años... – Lopez comenzó a contar toda su historia, sus hijos debían saberlo.
Por fin Brittany y Santana les contaban a sus hijos como se conocieron, como habían avanzado hasta llegar a ser esa familia perfecta. Porque a pesar de ese problema, la familia había sido feliz. Los niños amaban a sus madres y se amaban entre ellos. Esa tarde hubo lágrimas e incluso Liz reconoció tener algún recuerdo de los días que estuvieron custodiados por los servicios sociales. Los adolescentes no podían creer que sus madres habían pasado por tantos problemas pero, para ser sinceros, eso hizo que las admiraran más. La chica entendió que sus madres la amaban y que la habían querido incluso antes de nacer. Porque no es necesario compartir genes para amar a alguien y en esa familia, sobraba amor.
– ¿Por qué no los traen? – Brittany parecía nerviosa y no paraba de pasearse por la sala.
– Paciencia, tienen que ir a buscarlos, recoger sus cosas. – Santana intentaba tranquilizarla.
La pareja estaba en una sala de juegos de niños. Las paredes estaban pintadas de verde y había muchos personajes de cuentos pegados en las paredes. Había cajas llenas de juguetes y los sillones eran muy bajos para que los niños los pudieran usar. La morena se había sentado en uno de ellos pero su mujer prefería caminar nerviosa por todo el lugar.
Las puertas se abrieron y Liz y Will entraron corriendo. La ojiazul levantó en brazos al pequeño mientras la más baja abrazó a su hija. Ambas se acercaron y se abrazaron los cuatro, repartiendo besos a todos y dejando que las lágrimas cayeran por las mejillas de las dos adultas. Por fin volvían a ser una familia feliz.
Después de estar un rato allí y de que una asistenta social les contara lo que los niños habían hecho en su estancia allí, se dispusieron a salir. Sin embargo, cuando casi estaban fuera, el señor Perez se encontró con ellos.
– Sé que no les caigo bien pero debía proteger a los niños. Hay personas que pueden hacerles mucho daño a sus hijos. – Se justificó el mayor.
Brittany tenía en brazos a Will y Santana a Liz. Los dos pequeños se sujetaban con fuerza al cuello de sus madres y escondían sus caras para no ver a nadie. Lo único que querían era estar con las adultas.
– Pero debe tener en cuenta que nos ha hecho daño a mi esposa, a mis hijos y a mí. – La morena exclamó pacientemente. – Le agradecemos que declarara a nuestro favor en el juicio, pero nada más.
– Son unas grandes madres. Elizabeth y William son muy afortunados. – Exclamó el asistente social.
– Nosotras somos las afortunadas de tener unos hijos tan maravillosos como ellos. – La rubia intervino.
Se despidieron y salieron de allí felices de volver a estar juntos. Volvían a ser una familia completa y eso era lo mejor para ellos.
***
Cuando llegaron al apartamento, Steve, Jessica, Rachel, Quinn y John los estaban esperando. En cuanto los Lopez-Pierce entraron a la casa, el mayor de los niños corrió a abrazar a su prima. Nunca habían estado tanto tiempo separados y se habían extrañado mucho. Por su parte, los adultos comenzaron a llenar a Will de besos y abrazos. Los pequeños eran muy queridos, no sólo por sus madres, sino también por sus tíos y su primo. Era una familia muy atípica pero era con la que ellos habían crecido. No necesitaban a nadie más.
Después de infinidad de besos y abrazos, terminaron de preparar la comida. Habían elegido los platos favoritos de los niños, macarrones con tomate de primero y filetes de pollo empanado de segundo. De postre tenían un fantástico pastel de chocolate.
Después de comer, el menor comenzó a sentirse cansado porque era su hora de la siesta. Hacía mucho que no dormía en brazos, pero esa tarde temía despertarse y no estar con sus madres, por lo que acabó durmiendo en los brazos de Santana. Liz por su parte pasó la tarde jugando a papás y mamás con John. Normalmente el mayor protestaba porque era un juego de niñas pero ese día estaba dispuesto a jugar sin quejarse.
***
Después de la cena, la familia quedó sola. Todos estaban deseando descansar, así que comenzaron a prepararse para dormir. Lo primero fue lavarse los dientes. Los niños se subieron a una silla y los cuatro se miraban al espejo mientras limpiaban su boca. Después, Santana comenzó a aplicarse sus cremas para la piel mientras Brittany se encargaba de poner el pijama a los niños.
Cuando todos estuvieron listos, se metieron en la cama del matrimonio. Will abrazaba a Santana mientras Liz hacía lo mismo con Brittany. Les contaron un cuento, como siempre habían hecho. Como la pequeña ya sabía leer, ella leía las partes de la princesa mientras la morena seguía como narradora y la ojiazul cambiaba la voz para diferenciar a la bruja, las hermanastras, el hada madrina y el príncipe.
Después, fue el turno de cantarles una nana hasta que se quedaron dormidos. El primero en caer en los brazos de Morfeo fue el menor, agotado por un día lleno de emociones. Pronto le siguió la niña, feliz por estar de nuevo con su familia.
Brittany y Santana se miraron con unas inmensas sonrisas en sus caras. Eran felices de volver a estar todos juntos. Se dieron la mano por encima de sus hijos.
– Por fin todo se ha solucionado. – Exclamó la latina.
– ¿Crees que tus padres intentarán algo más? – Cuestionó la rubia.
– No creo. No les queda ninguna carta que jugar.
– Eso me tranquiliza.
– Duerme mi amor. Nadie nos quitará a nuestros pequeños. Seremos una familia para siempre. Una familia feliz.
EPÍLOGO (10 AÑOS DESPUÉS)
– No me lo puedo creer. ¿Dónde está? – La latina se paseaba nerviosa por la casa, mirando todo lo que su hija se había llevado.
– Tranquila Santana. Aparecerá y podréis aclararlo todo. Es una adolescente que acaba de descubrir que es adoptada. Es normal que esté confundida. – Steve intentaba tranquilizar a su amiga. Los dos estaban en casa de la familia Lopez-Pierce.
– ¿Qué esperaba? Somos dos mujeres. Biológicamente es imposible que tengamos hijos. – Protestó la menor.
– Pero es muy evidente que Will es tuyo. Sois dos gotas de agua. Es impresionante lo que hace la genética. – El ojiverde intentó razonar ella.
– ¿Y cree que por eso la quiero menos? – La más baja preguntó.
– No lo sé, es una adolescente... Y muy rebelde, déjame decirte. – El mayor intentaba estar tranquilo por los dos.
El timbre sonó y Santana corrió a abrir. Sin embargo, se decepcionó al ver a Jessica y a Junior. Steve Fabray Jr, conocido por sus familiares como Junior, era un niño de ocho años, once años menor que su hermano John. Todo lo que su primo Will se parecía a su tía Santana era poco para el parecido que él guardaba con su padre. Aunque más tranquilo que su progenitor, eran exactamente iguales tanto en el físico como en la personalidad. Sus padres habían perdido la esperanza de tener un segundo hijo cuando se enteraron del embarazo. Nueve años buscando darle un hermano a John harían que cualquiera se rindiera.
El menor se quedó con su tío en casa mientras sus padres fueron a buscar a la adolescente. John, Brittany, Rachel y Quinn también la buscaban por la ciudad.
***
Un joven apuesto, de ojos verdes y una melena rubia rizada se acercó a una chica que lloraba ocultando su cabeza en sus brazos, que estaban apoyados en sus rodillas flexionadas. El pelo rizado negro de la joven caía descontrolado en todas direcciones. A su lado había un bolso de viaje y una mochila.
– ¿Liz? – John dijo en tono suave, la menor levantó la mirada para dejar ver sus ojos azules hinchados de tanto llorar. Sabía que se la encontraría en ese rincón de Central Park, un punto donde no se veían rascacielos y en el que los árboles la refugiaban de miradas indiscretas. Era su lugar favorito y donde normalmente se escondían ambos para estar a solas. Su amistad había sido inquebrantable en esos años y estaban muy unidos.
– ¿Qué haces aquí? – Preguntó la joven.
– Te buscaba, todos están preocupados.
– ¿Sabías que soy adoptada? – La chica sollozó.
– Sí, hace un par de años decidí hacerle preguntas a mi padre. Me hizo prometer que no te lo contaría porque eras tú quién debía preguntar. – El joven frunció el ceño. – Pero tú debías saberlo ya. Dos mujeres no pueden tener hijos. Al menos genéticamente de las dos.
– ¡No soy estúpida! Además, ya hablé de eso con mis madres hace mucho. Nos dijeron que habían recurrido a ayuda de terceras personas, algo evidente y que éramos sus hijos, de las dos, sin importar nada.
– Entonces... ¿Por qué todo esto?
– Will sí es hijo de Santana. ¡Son exactamente iguales!
– ¿Y?
– Yo no soy hija de ninguna. – La chica suspiró. Su primo la rodeó con sus brazos.
– Eres hija de mis tías Brittany y Santana, eres hermana de Will y mi prima, sobrina de mis padres, de las tías Rachel y Quinn. El que diga lo contrario, miente.
– Pero... Will es más hijo de Santana que yo.
– ¿Qué? Pero si eres la princesita de la tía Santana. Está en casa esperándote muy preocupada. Aun no sé como la han convencido para que se quede, pero papá tenía razón. No puede salir a la calle tal como está.
– ¿Está triste? – La chica miró a los ojos de su primo.
– Creo que si no volvemos a casa, le va a dar un infarto. Así que, señorita, recoge tus cosas y vámonos de aquí.
A pesar de la orden que le había dado a la joven, él colgó el bolso de viaje de su hombro ya que era lo que más pesaba. Después de eso, ambos se cogieron de la mano, como otras tantas veces habían hecho.
***
La puerta se abrió y Liz y John entraron a la casa de los Lopez-Pierce. Santana apenas los dejó pasar cuando se abrazó a su hija.
– No me vuelvas a dar este susto, princesa. – Dijo la latina. La chica vio por encima del hombro de su madre como su primo le guiñaba un ojo.
– Vamos enano. He avisado a los papás. Te llevo a casa antes de volver a la residencia de la universidad. Las tías tienen que hablar con Will y Liz. – John avisó a su hermano y ambos salieron de allí.
***
Cuando Brittany y Will llegaron se abrazaron a Liz. Las adultas sabían que tenían que explicarles a sus hijos todo. La rubia preparó té, iban a ser unas horas muy largas. Hasta ese día habían evitado contarles toda la historia a sus hijos. No querían que eso les afectara ni que pensaran que ellos podían cometer alguno de sus errores, sobre todo el del intento de suicidio. Además, temían que la chica pensara que la querían menos por no llevar sus genes. Pero con dieciséis y trece años ya tenían más capacidad para entender. Se sentaron los cuatro en el mismo sillón, Brittany y Santana en el medio, la chica apoyada en el hombro de la moreno y el niño abrazado a la más alta.
– Lo primero que debéis saber es que los dos sois nuestros hijos. No importa como llegarais a nuestras vidas ni lo que queríamos. ¿Eso está claro para los dos? – La ojiazul miró a los adolescentes que asintieron. Santana suspiró.
– Después de casarnos queríamos ser madres. Bueno, la verdad es que aceleramos la boda porque estábamos ansiosas por tener un bebé. Queríamos adoptar pero ninguna agencia nos dejó... Y en ese momento, conocimos a tu madre, que estaba embarazada. – La morena señaló a Liz.
– ¿Por qué una adopción? Es más complicado que un donante de semen. – La joven argumentó.
– Nuestras vidas no habían sido fáciles y queríamos darle una oportunidad a un niño o niña que no tenía a nadie. – Pierce respondió.
– Entonces... ¿Por qué yo si llevo los genes Lopez? – Preguntó Will.
– Cuando Liz tenía dos años, sentimos que estábamos preparadas para ser madres otra vez pero ninguna agencia nos daría un bebé, así que buscamos un donante.
– ¿Tan homófobos eran en esa época? – La chica entrecerró los ojos. – La tía Rachel tiene dos papás y evidentemente nació antes que nosotros.
– Eran homófobos, pero en otras circunstancias habríamos sido madres. El problema era nuestro pasado, un pasado lleno de dolor. Todo comenzó cuando yo tenía quince años... – Lopez comenzó a contar toda su historia, sus hijos debían saberlo.
Por fin Brittany y Santana les contaban a sus hijos como se conocieron, como habían avanzado hasta llegar a ser esa familia perfecta. Porque a pesar de ese problema, la familia había sido feliz. Los niños amaban a sus madres y se amaban entre ellos. Esa tarde hubo lágrimas e incluso Liz reconoció tener algún recuerdo de los días que estuvieron custodiados por los servicios sociales. Los adolescentes no podían creer que sus madres habían pasado por tantos problemas pero, para ser sinceros, eso hizo que las admiraran más. La chica entendió que sus madres la amaban y que la habían querido incluso antes de nacer. Porque no es necesario compartir genes para amar a alguien y en esa familia, sobraba amor.
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,...
me gusto que le digieran toda la verdad a sus hijos,..
era normal que liz reaccionara así al enterarse que es adoptada,...
ya te dije no me gusta que termine,. pero todo llega a su final en algún momento!!
nos vemos!!!
me gusto que le digieran toda la verdad a sus hijos,..
era normal que liz reaccionara así al enterarse que es adoptada,...
ya te dije no me gusta que termine,. pero todo llega a su final en algún momento!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Es triste cuando una historia termina! Pero debe pasar y este final ha sido muy lindo!!!!! Gracias por compartir esta historia con nosotras y hacer tiempo para seguirla y terminarla.
Besos!!!!
Besos!!!!
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
gracias, gracias y mil veces gracias, mejor imposible!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
3:) escribió:holap,...
me gusto que le digieran toda la verdad a sus hijos,..
era normal que liz reaccionara así al enterarse que es adoptada,...
ya te dije no me gusta que termine,. pero todo llega a su final en algún momento!!
nos vemos!!!
Muchas gracias. Los hijos debían conocer la historia de sus madres, pero a una edad adecuada porque hay temas delicados y siendo niños jamás la habrían entendido. Es normal la reacción de Liz, pero por suerte ellas supieron solucionarlo. A mí tampoco me gusta que termine, pero todo tiene su fin... Me alegra que te haya gustado... Besos
monica.santander escribió:Es triste cuando una historia termina! Pero debe pasar y este final ha sido muy lindo!!!!! Gracias por compartir esta historia con nosotras y hacer tiempo para seguirla y terminarla.
Besos!!!!
Muchas gracias. Es triste que termine, pero todo tiene su fin. Me alegra que te gustara el final... Gracias a ti por tomarte tu tiempo para leer y comentar esta historia... Besos
micky morales escribió:gracias, gracias y mil veces gracias, mejor imposible!
Muchísimas gracias a ti por seguir esta historia y comentarla... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Wow Darri!! Este final todo emotivo!! Pero bueno! Déjame decirte que una vez más quedo encantada con un fic mas tuyo!! La historia me encantó. Hubo de todo, muchas gracias por compartirla
Dolomiti- - Mensajes : 1406
Fecha de inscripción : 05/12/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Dolomiti escribió:Wow Darri!! Este final todo emotivo!! Pero bueno! Déjame decirte que una vez más quedo encantada con un fic mas tuyo!! La historia me encantó. Hubo de todo, muchas gracias por compartirla
Muchas gracias. La verdad es que estoy muy orgullosa de este fic, creo que ha sido mágico. El final, justo como se merece esta historia, emotivo y adorable. Gracias a ti por leer la historia. Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Muchas gracias por compartir tu talento con nosotros y que le dieras un perfecto final a tu historia.
Esperamos tengas mas...
Un abrazo
Equipo Moderadores de Zona Fan Fics
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
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