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[Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
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Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Ojala se les de!!
Hasta el Sabado
Hasta el Sabado
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
AnonGirlSan escribió::O :O
Después de los spoilers que me diste quiero más caps.!!! >.<
Me hice tiempito hoy para leer tu actu (:
Saludos Darri Paz y Amor :D
Muchas gracias. Te di spoilers pero creo que para alguno aun falta... Ahora vienen los capítulos tiernos... Espero que te gusten... Y lee cuando puedas. Besos
Dani(: escribió:Hola Hola me gusto que recogieran a blair !!
Quiero actu :D
Saludos
Muchas gracias. Después de lo que había pasado Santana no la iban a dejar allí. Ahora actualizo. Besos
3:) escribió:holap,...
me gusto como se comportaron con blair!!!
y yo que hago asta el sábado que actualices,. cuando dejas un spoilers así!!!!
nos vemos!!!
Muchas gracias. Las chicas son adorables y nunca podrían dejar a Blair allí. Ahora actualizo. Besos
micky morales escribió:de verdad espero que blair aparezca y permita que las chicas crien a su bebe, hasta pronto!
Muchas gracias. En este capítulo van a volver a ver a Blair. Espero que te guste... Besos
Sara Pinel escribió:perdieron una oportunidad pero me.imagini que blair volver a apareser espero tu actu
Muchas gracias. Blair volverá a aparecer. Espero que te guste. Besos
monica.santander escribió:Ojala se les de!!
Hasta el Sabado
Muchas gracias. Ahora sabrás lo que pasa. Espero que te guste. Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 4: UNA NUEVA ILUSIÓN
Santana estaba en casa leyendo guiones para elegir qué hacer en un futuro mientras Brittany estaba en el trabajo. El timbre sonó y la latina sonrió pensando que Jessica y John serían la visita. Por eso se sorprendió al ver a Blair al otro lado de la puerta.
– Hola Santana. Me dejé un libro del instituto aquí... ¿Puedo pasar a ver si está? – Preguntó la chica.
– Claro. Pasa. – Lopez se apartó y ella entró. – ¿Quieres que te ayude o algo?
– No hace falta, creo que sé donde lo dejé.
La menor se dirigió a la habitación que había ocupado la noche anterior. Mientras caminaba por el pasillo vio a la asistenta limpiando una habitación que tenía todo lo necesario para un bebé. Era preciosa, con los muebles blancos, una cuna y un baul para guardar juguetes. Las paredes estaban pintadas de un amarillo pastel, suave y armonioso. Se quedó mirando el lugar extrañada. Ella había pasado la noche allí y no había notado la presencia de un niño o niña. Siguió su camino, recogió el libro que se había dejado y retrocedió hasta la salida. La morena la miró con una sonrisa.
– ¿Lo has encontrado? – Quiso saber la mayor.
– Sí... Santana, ¿puedo hacerte una pregunta? – Blair estaba intrigada por lo que acababa de ver.
– Claro.
– He visto que hay una habitación para bebé preparada. ¿Teneis un hijo? – La joven optó por esas palabras porque no creía correcto preguntar directamente donde estaba.
– No, la verdad es que queremos adoptar uno. Aunque nos lo están poniendo dificil. – Comentó la mujer.
– ¿Querríais el mío? – Preguntó la pelirroja, haciendo que la latina la mirara sorprendida porque no se esperaba esa pregunta.
– T-tendría que... Hablarlo con B-Brittany... Es una decisión de las dos pero... Sí, c-claro que sí. – Parecía que la sonrisa de Lopez iluminaría el mundo entero, lo que le dio seguridad a la joven. De repente, la morena puso una expresión seria otra vez. – ¿No quieres saber por qué nos están poniendo dificil el adoptar?
– Burocracia. No me importa. Sé que sois buenas personas y he visto que teneis mucho amor para dar. Sé que cualquier bebé estaría seguro con vosotras y lo unico que me importa es que lo cuideis y lo ameis. Y eso sé que lo vais a hacer.
– Aun así, creo que antes de decidirte por darnos tu bebé en adopción, deberías saber lo que pasó. Mi mujer y yo nos conocimos en un psiquiátrico. Intentamos suicidarnos porque teníamos muchos problemas.
– ¿Cuanto tiempo ha pasado de aquello? – Preguntó la ojiazul.
– Seis años.
– ¿Habeis tenido alguna recaída?
– No.
La adolescente sonrió. Había encontrado a la nueva familia del bebé que crecía en su interior. Sabía que no se arrepentiría de esa decisión.
Los meses pasaban y Brittany y Santana acompañaban a Blair en cada ecografía, en cada prueba y en cada momento de su embarazo. La joven disfrutaba de su ayuda, sus cuidados y su apoyo. Durante muchos momentos pensó que no habría podido pasar por todo sola, pero nunca lo pudo comprobar porque las futuras madres estaban a su lado en todo.
Así pasaron los meses hasta que una noche, el matrimonio estaba en la cama durmiendo abrazadas, como siempre. La tranquilidad reinaba en la casa hasta que la melodía de un teléfono móvil sonó. Rápidamente, la morena se apresuró a responder. Su mujer la observaba mientras escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea.
– De acuerdo, en unos minutos estamos allí. Gracias. – La latina se volvió y exclamó. – ¡Está de parto!
Ambas se levantaron y se vistieron para dirigirse al hospital. Una vez llegaron, les dijeron que sólo una podía pasar a acompañar a la menor. Decidieron que fuera Santana porque la rubia no estaba segura de poder mantener la calma y de ser capaz de aguantar las imágenes del parto.
Tres horas llevaba la ojiazul dando vueltas por la sala de espera de la clínica cuando vio a su mujer salir con una sonrisa maravillosa y un bulto envuelto en una manta blanca en sus brazos. Corrió hacia allí y pudo ver por primera vez a su hija. Estaba dormida mientras chupaba su mano cerrada en un puño.
– Brittany, te presento a Elizabeth Susan Pierce Lopez. – Dijo el más bajo.
– Dime que podemos cambiar el nombre. – Susurró la mayor mientras arrebataba a la niña de los brazos de su esposa.
– ¿Por qué? – Quiso saber la menor.
– Lleva el primer nombre por mi madre y el segundo es el mío, el primer apellido debería ser el tuyo. – Informó Brittany mientras se movía para acunar al bebé.
– ¿Quieres que lleve el apellido de mi padre en primer lugar? – Preguntó Santana.
– No. Quiero que lleve el apellido de su madre. Quiero que lleve el nombre por mí y el apellido por ti.
La morena rodeó a su familia con sus brazos y besó la mejilla de su mujer.
– Está bien. Elizabeth Susan Lopez Pierce.
– Es un nombre perfecto. ¿Cómo está Blair?
– Está bien, se recuperará pronto.
Brittany y Santana se besaron de manera dulce. Lo habían conseguido. Tenían a su bebé. Podían ser madres. Sabían que los problemas no acababan ahí, que tenían mucho que hacer. Educar a una niña no iba a ser facil. Más cuando llegaran momentos como explicarle por qué tenía dos madres y no tenía papá. Pero cada problema se resolvería cuando llegara. De momento, tenían su deseada familia y debían disfrutar de ese momento.
Santana estaba en casa leyendo guiones para elegir qué hacer en un futuro mientras Brittany estaba en el trabajo. El timbre sonó y la latina sonrió pensando que Jessica y John serían la visita. Por eso se sorprendió al ver a Blair al otro lado de la puerta.
– Hola Santana. Me dejé un libro del instituto aquí... ¿Puedo pasar a ver si está? – Preguntó la chica.
– Claro. Pasa. – Lopez se apartó y ella entró. – ¿Quieres que te ayude o algo?
– No hace falta, creo que sé donde lo dejé.
La menor se dirigió a la habitación que había ocupado la noche anterior. Mientras caminaba por el pasillo vio a la asistenta limpiando una habitación que tenía todo lo necesario para un bebé. Era preciosa, con los muebles blancos, una cuna y un baul para guardar juguetes. Las paredes estaban pintadas de un amarillo pastel, suave y armonioso. Se quedó mirando el lugar extrañada. Ella había pasado la noche allí y no había notado la presencia de un niño o niña. Siguió su camino, recogió el libro que se había dejado y retrocedió hasta la salida. La morena la miró con una sonrisa.
– ¿Lo has encontrado? – Quiso saber la mayor.
– Sí... Santana, ¿puedo hacerte una pregunta? – Blair estaba intrigada por lo que acababa de ver.
– Claro.
– He visto que hay una habitación para bebé preparada. ¿Teneis un hijo? – La joven optó por esas palabras porque no creía correcto preguntar directamente donde estaba.
– No, la verdad es que queremos adoptar uno. Aunque nos lo están poniendo dificil. – Comentó la mujer.
– ¿Querríais el mío? – Preguntó la pelirroja, haciendo que la latina la mirara sorprendida porque no se esperaba esa pregunta.
– T-tendría que... Hablarlo con B-Brittany... Es una decisión de las dos pero... Sí, c-claro que sí. – Parecía que la sonrisa de Lopez iluminaría el mundo entero, lo que le dio seguridad a la joven. De repente, la morena puso una expresión seria otra vez. – ¿No quieres saber por qué nos están poniendo dificil el adoptar?
– Burocracia. No me importa. Sé que sois buenas personas y he visto que teneis mucho amor para dar. Sé que cualquier bebé estaría seguro con vosotras y lo unico que me importa es que lo cuideis y lo ameis. Y eso sé que lo vais a hacer.
– Aun así, creo que antes de decidirte por darnos tu bebé en adopción, deberías saber lo que pasó. Mi mujer y yo nos conocimos en un psiquiátrico. Intentamos suicidarnos porque teníamos muchos problemas.
– ¿Cuanto tiempo ha pasado de aquello? – Preguntó la ojiazul.
– Seis años.
– ¿Habeis tenido alguna recaída?
– No.
La adolescente sonrió. Había encontrado a la nueva familia del bebé que crecía en su interior. Sabía que no se arrepentiría de esa decisión.
Los meses pasaban y Brittany y Santana acompañaban a Blair en cada ecografía, en cada prueba y en cada momento de su embarazo. La joven disfrutaba de su ayuda, sus cuidados y su apoyo. Durante muchos momentos pensó que no habría podido pasar por todo sola, pero nunca lo pudo comprobar porque las futuras madres estaban a su lado en todo.
Así pasaron los meses hasta que una noche, el matrimonio estaba en la cama durmiendo abrazadas, como siempre. La tranquilidad reinaba en la casa hasta que la melodía de un teléfono móvil sonó. Rápidamente, la morena se apresuró a responder. Su mujer la observaba mientras escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea.
– De acuerdo, en unos minutos estamos allí. Gracias. – La latina se volvió y exclamó. – ¡Está de parto!
Ambas se levantaron y se vistieron para dirigirse al hospital. Una vez llegaron, les dijeron que sólo una podía pasar a acompañar a la menor. Decidieron que fuera Santana porque la rubia no estaba segura de poder mantener la calma y de ser capaz de aguantar las imágenes del parto.
Tres horas llevaba la ojiazul dando vueltas por la sala de espera de la clínica cuando vio a su mujer salir con una sonrisa maravillosa y un bulto envuelto en una manta blanca en sus brazos. Corrió hacia allí y pudo ver por primera vez a su hija. Estaba dormida mientras chupaba su mano cerrada en un puño.
– Brittany, te presento a Elizabeth Susan Pierce Lopez. – Dijo el más bajo.
– Dime que podemos cambiar el nombre. – Susurró la mayor mientras arrebataba a la niña de los brazos de su esposa.
– ¿Por qué? – Quiso saber la menor.
– Lleva el primer nombre por mi madre y el segundo es el mío, el primer apellido debería ser el tuyo. – Informó Brittany mientras se movía para acunar al bebé.
– ¿Quieres que lleve el apellido de mi padre en primer lugar? – Preguntó Santana.
– No. Quiero que lleve el apellido de su madre. Quiero que lleve el nombre por mí y el apellido por ti.
La morena rodeó a su familia con sus brazos y besó la mejilla de su mujer.
– Está bien. Elizabeth Susan Lopez Pierce.
– Es un nombre perfecto. ¿Cómo está Blair?
– Está bien, se recuperará pronto.
Brittany y Santana se besaron de manera dulce. Lo habían conseguido. Tenían a su bebé. Podían ser madres. Sabían que los problemas no acababan ahí, que tenían mucho que hacer. Educar a una niña no iba a ser facil. Más cuando llegaran momentos como explicarle por qué tenía dos madres y no tenía papá. Pero cada problema se resolvería cuando llegara. De momento, tenían su deseada familia y debían disfrutar de ese momento.
¿Qué os ha parecido? ¿Cómo les irá a las chicas como madres?
El martes nos volvemos a leer
Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,....
morí de ternura,...
me gusto el gesto de blair cuando les da la bebe
van a ser unas madres de super lujo!!!
nos vemos!!!
morí de ternura,...
me gusto el gesto de blair cuando les da la bebe
van a ser unas madres de super lujo!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
de lo mejor, ojala blair nunca se arrepienta de su decision y las chicas pdan al fin ser felices!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Hola!! Al fin!!! solo espero que Blair no se arrepienta!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
siii ya tienen un bebe yupiiiii.. jaja
espero que todo salga bien..
espero que todo salga bien..
Sara Pinel****** - Mensajes : 326
Fecha de inscripción : 30/01/2013
Edad : 28
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
3:) escribió:holap,....
morí de ternura,...
me gusto el gesto de blair cuando les da la bebe
van a ser unas madres de super lujo!!!
nos vemos!!!
Muchas gracias. Si has muerto de dulzura con el capítulo anterior, no me quiero ni imaginar con este... Y con los que vienen... Espero que te guste... Van a ser grandes madres... A pesar de los problemas... Besos
micky morales escribió:de lo mejor, ojala blair nunca se arrepienta de su decision y las chicas pdan al fin ser felices!
Muchas gracias. Te adelanto que Blair no va a volver a aparecer. Ella ha entregado a su bebé por el bien de todos y no va a suponer ningún problema para las chicas. Lo de ser felices... Van a tener problemas... ¡¡Sino no habría fic!!! Espero que te guste... Besos
monica.santander escribió:Hola!! Al fin!!! solo espero que Blair no se arrepienta!!
Saludos
Muchas gracias. Blair no se va a arrepentir ni va a volver a aparecer, por ese lado podeis estar tranquilos... Espero que te guste lo que viene... Besos
Sara Pinel escribió:siii ya tienen un bebe yupiiiii.. jaja
espero que todo salga bien..
Muchas gracias. Ahora disfrutaremos con su felicidad durante unos capítulos hasta que vuelvan los problemas... Espero que te guste... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 5: EN CASA
Después de que los médicos certificaran que la pequeña Elizabeth estaba completamente sana y de que sus madres terminaran con el papeleo necesario, la feliz familia salió del hospital. Brittany llevaba en brazos a su hija mientras Santana cargaba las cosas que habían llevado para el bebé.
Debido a la fama de la morena como actriz, varios reporteros las esperaban en las puertas de la clínica. Amablemente accedieron a contestar a sus preguntas, aunque pidieron que se respetara la privacidad del bebé.
Llegaron a casa y la dejaron descansar en la pequeña cuna que habían instalado en el salón para los primeros meses. Se sentaron en el sillón y se miraron a los ojos. No lo podían evitar, sus sonrisas eran enormes y ambas tenían un ligero rubor en las mejillas. Todo el esfuerzo había merecido la pena porque lo habían conseguido. Se besaron de manera dulce mientras una lágrima caía por la mejilla de Santana. Brittany se la limpió.
– ¿Qué pasa? – Quiso saber la rubia.
– Soy feliz. Soy muy feliz. Nunca pensé que podría conseguir todo esto. Después de todo lo que ha pasado en mi vida... Aunque por otro lado tengo miedo. Sabemos que la suerte no ha estado de nuestro lado. No quiero que ella sufra. – Respondió la morena.
– Tú y yo vamos a estar protegiéndola y amándola. La vida no es fácil para nadie, pero nosotras nos tenemos la una a la otra.
Volvieron a besarse. Las manos de la ojiazul recorrieron la espalda de su mujer, acercándola más a su cuerpo. El timbre sonó y un débil llanto se escuchó. La pareja se separó y la menor fue a consolar a su hija mientras la más alta abrió la puerta. Steve, Jessica y John entraron. El pequeño estaba ansioso por conocer a su “primita”. Sus padres la habían conocido en el hospital, pero a él no le habían permitido la entrada. Santana se sentó en el sillón con Elizabeth en sus brazos y el niño se sentó a su lado.
– Mira John, es tu prima Liz. – Dijo la latina.
El niño acarició la manita del bebé con suavidad. Sus padres habían estado horas advirtiéndole que era muy pequeña y que había que cuidarla, que no podía gritar ni asustarla. Pero él no quería nada de eso. Había estado meses esperando que ella llegara para poder jugar con ella. Sabía que tendría que esperar más porque todavía no sabía jugar, pero pronto lo harían. Él quería enseñarle a jugar con la pelota, a cantar las canciones de las películas Disney que le ponía su tía “Ittany”, a jugar al escondite, a robar galletas a escondidas, a realizar carreras de coches...
– Es “mu peque”. – Dijo el niño.
La niña se puso a llorar, asustando a John.
– Creo que alguien tiene hambre... ¿Quieres ayudar a la tía a darle de comer? – Preguntó Brittany.
– ¡Si! – Gritó el niño mientras saltaba en el sillón. Steve cogió a su hijo en brazos antes de que hiciera alguna trastada más.
– Si quieres darle de comer, tendrás que portarte bien. – Exigió el joven. El niño asintió y se sentó otra vez al lado de su prima.
– Voy a preparar el biberón. – Dijo la rubia antes de dar un beso a su hija y otro a su esposa.
– Yo te “yudo”. – El pequeño se bajó del sillón y siguió a la ojiazul hasta la cocina.
– Ahora que el terremoto va a estar ocupado, es mi turno de mimar a mi sobrina. – Dijo Jessica mientras se sentaba al lado de Santana.
– ¿Quieres cogerla? – Ofreció la morena. La rubia asintió y sostuvo entre sus brazos a Liz.
Poco después entraba Brittany vigilando a John que llevaba el biberón del bebé. La latina lo sentó en su regazo y la rubia le devolvió a su hija, de manera que el niño quedaba entre la actriz y el bebé.
– Tienes que sujetar el biberón de manera que no le tape la nariz y que no pueda tragar aire. Mira como lo hago yo. – Santana comenzó a alimentar a Liz y luego el pequeño sujetó el biberón. La morena lo ayudaba mientras Pierce sacaba fotos con su teléfono móvil.
– Yo quiero esas fotos. – Pidió Steve.
– Claro, te las paso luego. – Le dijo la feliz mamá.
Los cuatro sonreían ante la imagen tan tierna de John alimentando a la pequeña. Cuando Liz terminó toda la leche, Brittany la cogió en brazos, con un trapo en el hombro y comenzó a acariciarle la espalda para intentar que expulsara el aire que hubiera tragado. En ese momento llamaron a la puerta y esa vez fue Santana quien abrió. Antes de que se diera cuenta, Berry estaba abrazada a ella.
– ¿Dónde está mi sobrina? – Quiso saber la castaña mientras corría hacia su mejor amiga, seguida por Quinn, que saludaba a su hermano y a su sobrino.
– Rachel, espera. No querrás que te vomite encima, ¿verdad? – Dijo Pierce al ver las intenciones de la judía.
– ¿Acaba de comer? – Preguntó la joven.
– Sí. John le ha dado el biberón. – Le dijo la morena.
– ¿Así que estás ayudando a tus tíos a cuidar de tu primita? – Preguntó la más baja al pequeño. El niño asintió orgulloso.
Berry esperó pacientemente a poder coger a Liz. El bebé pasó la tarde dormida en brazos de sus tíos, porque tanto Steve como Jessica, Quinn y Rachel eran sus tíos. Santana se encargaba de jugar con John. Se habían propuesto evitar envidias del niño por la atención de la latina. Siempre habían estado muy unidos y la llegada de Elizabeth no debía cambiar eso para favorecer una buena relación entre los “primos”. Brittany ejercía de fotógrafa y retrataba cada uno de los instantes de esa tarde inolvidable.
El matrimonio lo había conseguido. Eran madres. No sabían si en un futuro podrían aumentar la familia, pero sí sabían que con esa niña se sentían completas. Podría ser que en el futuro se presentasen problemas, pero les unía algo inigualable. Su amor. Un amor incondicional que les ayudaría a afrontar los muchos problemas que vendrían. Aunque en esos momentos, sólo debían preocuparse por cuidar al pequeño angelito que había llegado a sus vidas. Una niña que les daría muchas alegrías y muchas preocupaciones, como cualquier hija a sus padres. ¿Serán buenas madres?
Después de que los médicos certificaran que la pequeña Elizabeth estaba completamente sana y de que sus madres terminaran con el papeleo necesario, la feliz familia salió del hospital. Brittany llevaba en brazos a su hija mientras Santana cargaba las cosas que habían llevado para el bebé.
Debido a la fama de la morena como actriz, varios reporteros las esperaban en las puertas de la clínica. Amablemente accedieron a contestar a sus preguntas, aunque pidieron que se respetara la privacidad del bebé.
Llegaron a casa y la dejaron descansar en la pequeña cuna que habían instalado en el salón para los primeros meses. Se sentaron en el sillón y se miraron a los ojos. No lo podían evitar, sus sonrisas eran enormes y ambas tenían un ligero rubor en las mejillas. Todo el esfuerzo había merecido la pena porque lo habían conseguido. Se besaron de manera dulce mientras una lágrima caía por la mejilla de Santana. Brittany se la limpió.
– ¿Qué pasa? – Quiso saber la rubia.
– Soy feliz. Soy muy feliz. Nunca pensé que podría conseguir todo esto. Después de todo lo que ha pasado en mi vida... Aunque por otro lado tengo miedo. Sabemos que la suerte no ha estado de nuestro lado. No quiero que ella sufra. – Respondió la morena.
– Tú y yo vamos a estar protegiéndola y amándola. La vida no es fácil para nadie, pero nosotras nos tenemos la una a la otra.
Volvieron a besarse. Las manos de la ojiazul recorrieron la espalda de su mujer, acercándola más a su cuerpo. El timbre sonó y un débil llanto se escuchó. La pareja se separó y la menor fue a consolar a su hija mientras la más alta abrió la puerta. Steve, Jessica y John entraron. El pequeño estaba ansioso por conocer a su “primita”. Sus padres la habían conocido en el hospital, pero a él no le habían permitido la entrada. Santana se sentó en el sillón con Elizabeth en sus brazos y el niño se sentó a su lado.
– Mira John, es tu prima Liz. – Dijo la latina.
El niño acarició la manita del bebé con suavidad. Sus padres habían estado horas advirtiéndole que era muy pequeña y que había que cuidarla, que no podía gritar ni asustarla. Pero él no quería nada de eso. Había estado meses esperando que ella llegara para poder jugar con ella. Sabía que tendría que esperar más porque todavía no sabía jugar, pero pronto lo harían. Él quería enseñarle a jugar con la pelota, a cantar las canciones de las películas Disney que le ponía su tía “Ittany”, a jugar al escondite, a robar galletas a escondidas, a realizar carreras de coches...
– Es “mu peque”. – Dijo el niño.
La niña se puso a llorar, asustando a John.
– Creo que alguien tiene hambre... ¿Quieres ayudar a la tía a darle de comer? – Preguntó Brittany.
– ¡Si! – Gritó el niño mientras saltaba en el sillón. Steve cogió a su hijo en brazos antes de que hiciera alguna trastada más.
– Si quieres darle de comer, tendrás que portarte bien. – Exigió el joven. El niño asintió y se sentó otra vez al lado de su prima.
– Voy a preparar el biberón. – Dijo la rubia antes de dar un beso a su hija y otro a su esposa.
– Yo te “yudo”. – El pequeño se bajó del sillón y siguió a la ojiazul hasta la cocina.
– Ahora que el terremoto va a estar ocupado, es mi turno de mimar a mi sobrina. – Dijo Jessica mientras se sentaba al lado de Santana.
– ¿Quieres cogerla? – Ofreció la morena. La rubia asintió y sostuvo entre sus brazos a Liz.
Poco después entraba Brittany vigilando a John que llevaba el biberón del bebé. La latina lo sentó en su regazo y la rubia le devolvió a su hija, de manera que el niño quedaba entre la actriz y el bebé.
– Tienes que sujetar el biberón de manera que no le tape la nariz y que no pueda tragar aire. Mira como lo hago yo. – Santana comenzó a alimentar a Liz y luego el pequeño sujetó el biberón. La morena lo ayudaba mientras Pierce sacaba fotos con su teléfono móvil.
– Yo quiero esas fotos. – Pidió Steve.
– Claro, te las paso luego. – Le dijo la feliz mamá.
Los cuatro sonreían ante la imagen tan tierna de John alimentando a la pequeña. Cuando Liz terminó toda la leche, Brittany la cogió en brazos, con un trapo en el hombro y comenzó a acariciarle la espalda para intentar que expulsara el aire que hubiera tragado. En ese momento llamaron a la puerta y esa vez fue Santana quien abrió. Antes de que se diera cuenta, Berry estaba abrazada a ella.
– ¿Dónde está mi sobrina? – Quiso saber la castaña mientras corría hacia su mejor amiga, seguida por Quinn, que saludaba a su hermano y a su sobrino.
– Rachel, espera. No querrás que te vomite encima, ¿verdad? – Dijo Pierce al ver las intenciones de la judía.
– ¿Acaba de comer? – Preguntó la joven.
– Sí. John le ha dado el biberón. – Le dijo la morena.
– ¿Así que estás ayudando a tus tíos a cuidar de tu primita? – Preguntó la más baja al pequeño. El niño asintió orgulloso.
Berry esperó pacientemente a poder coger a Liz. El bebé pasó la tarde dormida en brazos de sus tíos, porque tanto Steve como Jessica, Quinn y Rachel eran sus tíos. Santana se encargaba de jugar con John. Se habían propuesto evitar envidias del niño por la atención de la latina. Siempre habían estado muy unidos y la llegada de Elizabeth no debía cambiar eso para favorecer una buena relación entre los “primos”. Brittany ejercía de fotógrafa y retrataba cada uno de los instantes de esa tarde inolvidable.
El matrimonio lo había conseguido. Eran madres. No sabían si en un futuro podrían aumentar la familia, pero sí sabían que con esa niña se sentían completas. Podría ser que en el futuro se presentasen problemas, pero les unía algo inigualable. Su amor. Un amor incondicional que les ayudaría a afrontar los muchos problemas que vendrían. Aunque en esos momentos, sólo debían preocuparse por cuidar al pequeño angelito que había llegado a sus vidas. Una niña que les daría muchas alegrías y muchas preocupaciones, como cualquier hija a sus padres. ¿Serán buenas madres?
¿Qué os ha parecido? Espero que me haya quedado bien las reacciones de John, los niños y yo no nos llevamos muy bien... Como siempre, os dejo unos spoilers...
- Spoiler:
- CAPÍTULO 6: UN DIA EN LA VIDA DE UNOS PADRES
– Siempre te levantas tú. – Protestó Brittany sin abrir los ojos.
– Trabajas todo el día... ¿Te parece poca responsabilidad? Yo no tengo nada que hacer y me encanta cuidaros a Liz y a ti. – Rebatió su esposa.
Sus pieles se tocaban mientras ellas volvían a besarse en los labios.
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
con saber que la niña llego para quedarse tengo, ahora a ver la evolucion de las chicas como madres, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,...
me encanto,...
baba por todos lados con los t@s con liz jajajaja
morí de ternura con cuando john le dio el biberón a liz
nos vemos!!!
me encanto,...
baba por todos lados con los t@s con liz jajajaja
morí de ternura con cuando john le dio el biberón a liz
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Geniales madres van a ser!!!
Me encanto el capitulo.
Saludos
Me encanto el capitulo.
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
micky morales escribió:con saber que la niña llego para quedarse tengo, ahora a ver la evolucion de las chicas como madres, hasta pronto!
Muchas gracias. En ese caso, puedes estar tranquila... La evolución de las chicas como madres... Habrá problemas y drama, eso te lo aseguro... Espero que te guste... Besos
3:) escribió:holap,...
me encanto,...
baba por todos lados con los t@s con liz jajajaja
morí de ternura con cuando john le dio el biberón a liz
nos vemos!!!
Muchas gracias. Me alegra que te gustara... Es que los bebés son adorables (para mí siempre que sean de otro y cuando llegan los llantos los agunaten sus madres, pero bueno, se entiende...). John y Liz van a ser un dúo increíble... Espero que te guste... Besos
monica.santander escribió:Geniales madres van a ser!!!
Me encanto el capitulo.
Saludos
Muchas gracias. Claro que van a ser geniales como madres, espero que te guste lo que viene... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 6: UN DIA EN LA VIDA DE UNAS MADRES
Eran las seis de la mañana cuando Elizabeth comenzó a llorar despertando a sus madres. La niña ya tenía cinco meses y sus madres estaban felices y acostumbradas a su nueva vida.
– Voy yo. – Murmuró Santana medio dormida antes de darle un ligero pico en los labios a su esposa y levantarse.
– Siempre te levantas tú. – Protestó Brittany sin abrir los ojos.
– Tú trabajas y yo no tengo nada que hacer a parte de ocuparme de mi hija y de ti. Debo cuidaros a las dos. – Respondió la morena. Ella se había tomado un tiempo de descanso para cuidar de la pequeña ya que la otra no podía porque debía cuidar de su negocio.
Preparó el biberón y luego se dispuso a alimentar a la pequeña. Cuando terminó, se duchó, se vistió y comenzó a preparar el desayuno para su mujer. A las siete, la rubia entró a la cocina y se puso a comer acompañada de la latina. La mayor se fue a trabajar y la más baja se quedó allí. La niña estuvo un rato jugando con su madre, que intentaba estimularla con diferentes juguetes hasta que se quedó dormida. Santana aprovechó para escribir un rato. Como no actuaba, decidió intentar escribir ella una obra de teatro. Tal vez nunca llegase a nada pero lo quería intentar porque sólo así sabría si podía hacerlo o no.
A las nueve llegó la asistenta que limpiaba la casa mientras la morena se ocupaba de la pequeña y de sus escritos. La mujer se fue a las doce y en ese momento, Lopez dio de comer a su hija y luego la dejó echarse la siesta. Mientras ella dormía, ella cocinaba la comida y dejaba todo preparado para la cena. La joven comió y limpió todo lo que había manchado.
Cuando Liz despertó de la siesta, madre e hija se fueron a dar un paseo por Central Park. El sol creaba un ambiente cálido y apenas había viento. Como era habitual, varias mujeres se acercaban a ellas porque la pequeña era preciosa y realmente adorable. La niña era muy despierta y, desde su sillita, se sentía atraída por los animales o los niños que se encontraban. Todavía no decía palabras pero emitía sonidos cada vez que quería algo. Se sentaron en un banco y Santana le dio la merienda. Después siguieron con el paseo hasta que llegó el momento de ir a casa.
Una vez allí, se tumbó en el sillón con su hija sobre ella y comenzó a jugar con ella. La niña reía por la atención de su madre hasta que Brittany llegó de trabajar. La rubia besó a ambas y relevó a su esposa en el cuidado de su hija. La morena preparó el biberón para la cena de la menor y se lo dio a la ojiazul. Mientras la niña estaba despierta, toda la atención de la bailarina era para ella porque apenas podía estar con ella. La más alta dio la cena a su hija, la durmió y la dejó en su cuna de su habitación, cogiendo el intercomunicador antes de salir.
Entró al comedor donde la mesa estaba preparada y la cena la esperaba.
– Deberías dejarme hacer algo a mí. Apenas me dejas responsabilidades en casa. – Protestó Brittany.
– Trabajas todo el día... ¿Te parece poca responsabilidad? Yo no tengo nada que hacer y me encanta cuidaros a Liz y a ti. – Rebatió su esposa.
– Santana...
– Quiero que Liz disfrute de sus dos madres y quiero poder disfrutarte yo. Si gastas tu tiempo en preparar la cena, biberones o recoger cosas, no vamos a pasar tiempo contigo. – La morena dijo con una sonrisa.
La cena terminó de forma pacífica. Ambas recogieron la mesa y mientras la latina fregaba los platos, la rubia los secaba.
Después fueron al salón y encendieron la televisión, aunque realmente no la vieron. Ese era su momento en el día para estar a solas y lo aprovechaban al máximo. Se besaban, se acariciaban y se sentían. Después de estar un rato allí, la pareja se fue a la habitación. Sus besos aumentaron de intensidad mientras se quitaban la ropa.
Cuando se tumbaron en la cama, ambas estaban en ropa interior. Santana comenzó a morder el cuello de su esposa, haciendo que esta gimiera, aunque todo lo bajo que pudo porque su hija estaba en la habitación de al lado. Siguió besando esa zona sin descanso mientras con su mano frotaba a Brittany por encima de las bragas. La rubia movió sus manos por la espalda de la morena hasta llegar al cierre del sujetador. Con un rápido movimiento lo soltó y se dedicó a acariciar el pecho de su mujer.
Sus pieles se tocaban mientras ellas volvían a besarse en los labios. Con mucho amor, la morena terminó de retirar la ropa que les quedaba y ambas quedaron desnudas. La ojiazul no pudo resistirse y dio la vuelta a las posiciones. Bajó por el cuerpo de su esposa hasta llegar a su clítoris y comenzó a masturbarla. La latina comenzó a jadear lo más bajo que podía para no despertar a su hija.
– Te amo. – Dijo la más alta e introdujo su lengua dentro de su mujer. Se había convertido en su pequeña tradición. Antes de que llegara el momento de entrar en la otra, se decían lo que se amaban. Porque lo suyo no era sexo. Hacían el amor y así querían demostrárselo. Porque Pierce no quería recordarle a su mujer al impresentable que la violó. Querían disfrutarse mutuamente, con amor y dulzura.
– Te amo. – Respondió Lopez justo antes de llegar al orgasmo y su esposa se incorporó para poder besarla. Cuando volvieron a estar excitadas, la rubia se posicionó para que sus clítoris se tocaran y comenzó a moverse. Introdujo tres dedos dentro de la más baja para acompañar sus movimientos. Las embestidas de la ojiazul comenzaron de manera suave pero pronto se dejaron llevar por la pasión. Llegaron al orgasmo a la vez, ahogando sus gritos en la boca de la otra para no despertar a su hija. La más alta se tumbó sobre el pecho de la latina, ésta las tapó a ambas con las sábanas y se durmieron así, abrazadas.
Así era un día en la vida del matrimonio. Brittany y Santana eran un equipo compenetrado capaz de afrontar cualquier cosa que les pasara con fortaleza y amor... ¿O habría algo capaz de truncar esa unión?
Eran las seis de la mañana cuando Elizabeth comenzó a llorar despertando a sus madres. La niña ya tenía cinco meses y sus madres estaban felices y acostumbradas a su nueva vida.
– Voy yo. – Murmuró Santana medio dormida antes de darle un ligero pico en los labios a su esposa y levantarse.
– Siempre te levantas tú. – Protestó Brittany sin abrir los ojos.
– Tú trabajas y yo no tengo nada que hacer a parte de ocuparme de mi hija y de ti. Debo cuidaros a las dos. – Respondió la morena. Ella se había tomado un tiempo de descanso para cuidar de la pequeña ya que la otra no podía porque debía cuidar de su negocio.
Preparó el biberón y luego se dispuso a alimentar a la pequeña. Cuando terminó, se duchó, se vistió y comenzó a preparar el desayuno para su mujer. A las siete, la rubia entró a la cocina y se puso a comer acompañada de la latina. La mayor se fue a trabajar y la más baja se quedó allí. La niña estuvo un rato jugando con su madre, que intentaba estimularla con diferentes juguetes hasta que se quedó dormida. Santana aprovechó para escribir un rato. Como no actuaba, decidió intentar escribir ella una obra de teatro. Tal vez nunca llegase a nada pero lo quería intentar porque sólo así sabría si podía hacerlo o no.
A las nueve llegó la asistenta que limpiaba la casa mientras la morena se ocupaba de la pequeña y de sus escritos. La mujer se fue a las doce y en ese momento, Lopez dio de comer a su hija y luego la dejó echarse la siesta. Mientras ella dormía, ella cocinaba la comida y dejaba todo preparado para la cena. La joven comió y limpió todo lo que había manchado.
Cuando Liz despertó de la siesta, madre e hija se fueron a dar un paseo por Central Park. El sol creaba un ambiente cálido y apenas había viento. Como era habitual, varias mujeres se acercaban a ellas porque la pequeña era preciosa y realmente adorable. La niña era muy despierta y, desde su sillita, se sentía atraída por los animales o los niños que se encontraban. Todavía no decía palabras pero emitía sonidos cada vez que quería algo. Se sentaron en un banco y Santana le dio la merienda. Después siguieron con el paseo hasta que llegó el momento de ir a casa.
Una vez allí, se tumbó en el sillón con su hija sobre ella y comenzó a jugar con ella. La niña reía por la atención de su madre hasta que Brittany llegó de trabajar. La rubia besó a ambas y relevó a su esposa en el cuidado de su hija. La morena preparó el biberón para la cena de la menor y se lo dio a la ojiazul. Mientras la niña estaba despierta, toda la atención de la bailarina era para ella porque apenas podía estar con ella. La más alta dio la cena a su hija, la durmió y la dejó en su cuna de su habitación, cogiendo el intercomunicador antes de salir.
Entró al comedor donde la mesa estaba preparada y la cena la esperaba.
– Deberías dejarme hacer algo a mí. Apenas me dejas responsabilidades en casa. – Protestó Brittany.
– Trabajas todo el día... ¿Te parece poca responsabilidad? Yo no tengo nada que hacer y me encanta cuidaros a Liz y a ti. – Rebatió su esposa.
– Santana...
– Quiero que Liz disfrute de sus dos madres y quiero poder disfrutarte yo. Si gastas tu tiempo en preparar la cena, biberones o recoger cosas, no vamos a pasar tiempo contigo. – La morena dijo con una sonrisa.
La cena terminó de forma pacífica. Ambas recogieron la mesa y mientras la latina fregaba los platos, la rubia los secaba.
Después fueron al salón y encendieron la televisión, aunque realmente no la vieron. Ese era su momento en el día para estar a solas y lo aprovechaban al máximo. Se besaban, se acariciaban y se sentían. Después de estar un rato allí, la pareja se fue a la habitación. Sus besos aumentaron de intensidad mientras se quitaban la ropa.
Cuando se tumbaron en la cama, ambas estaban en ropa interior. Santana comenzó a morder el cuello de su esposa, haciendo que esta gimiera, aunque todo lo bajo que pudo porque su hija estaba en la habitación de al lado. Siguió besando esa zona sin descanso mientras con su mano frotaba a Brittany por encima de las bragas. La rubia movió sus manos por la espalda de la morena hasta llegar al cierre del sujetador. Con un rápido movimiento lo soltó y se dedicó a acariciar el pecho de su mujer.
Sus pieles se tocaban mientras ellas volvían a besarse en los labios. Con mucho amor, la morena terminó de retirar la ropa que les quedaba y ambas quedaron desnudas. La ojiazul no pudo resistirse y dio la vuelta a las posiciones. Bajó por el cuerpo de su esposa hasta llegar a su clítoris y comenzó a masturbarla. La latina comenzó a jadear lo más bajo que podía para no despertar a su hija.
– Te amo. – Dijo la más alta e introdujo su lengua dentro de su mujer. Se había convertido en su pequeña tradición. Antes de que llegara el momento de entrar en la otra, se decían lo que se amaban. Porque lo suyo no era sexo. Hacían el amor y así querían demostrárselo. Porque Pierce no quería recordarle a su mujer al impresentable que la violó. Querían disfrutarse mutuamente, con amor y dulzura.
– Te amo. – Respondió Lopez justo antes de llegar al orgasmo y su esposa se incorporó para poder besarla. Cuando volvieron a estar excitadas, la rubia se posicionó para que sus clítoris se tocaran y comenzó a moverse. Introdujo tres dedos dentro de la más baja para acompañar sus movimientos. Las embestidas de la ojiazul comenzaron de manera suave pero pronto se dejaron llevar por la pasión. Llegaron al orgasmo a la vez, ahogando sus gritos en la boca de la otra para no despertar a su hija. La más alta se tumbó sobre el pecho de la latina, ésta las tapó a ambas con las sábanas y se durmieron así, abrazadas.
Así era un día en la vida del matrimonio. Brittany y Santana eran un equipo compenetrado capaz de afrontar cualquier cosa que les pasara con fortaleza y amor... ¿O habría algo capaz de truncar esa unión?
¿Qué os ha parecido? Publico hoy porque mañana tengo que actualizar Yo Estaré Contigo y no sé si me dará tiempo a todo... Esta semana ha sido rara, pero la semana que viene será mejor... Os dejo unos spoilers...
- Spoiler:
- CAPÍTULO 7: NO SOY BUENA MADRE
– Jess, no puedo solo... ¿Puedes venir?
– No soy una buena madre. Tal vez debería buscar un trabajo y ser tú la que se encargue de Liz. – Comentó la morena entre sollozos.
Santana se quedó mirando a su mujer y su pequeña y por primera vez en años se sintió triste.
Nos leemos el martes...
Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
parece una vida muy organizada y feliz, a ver que viene a tambalear eso!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,..
me gusto,...
una vida demasiado organizada para las tres,...
a ver cuanto les dura,... nunca es para siempre mas con un bebe!!!!
nos vemos!!!
PD: pienso igual que tu, te los puedo cuidar por un lapso de tiempo y quiero a hijos de los demás, yo no quiero nada de biberones pañales y llanto...!!!!
me gusto,...
una vida demasiado organizada para las tres,...
a ver cuanto les dura,... nunca es para siempre mas con un bebe!!!!
nos vemos!!!
PD: pienso igual que tu, te los puedo cuidar por un lapso de tiempo y quiero a hijos de los demás, yo no quiero nada de biberones pañales y llanto...!!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
micky morales escribió:parece una vida muy organizada y feliz, a ver que viene a tambalear eso!
Muchas gracias. Pronto cambiarán las cosas, aunque van a tener algún problema en los próximos capítulos, el punto en el que todo se romperá será el capítulo 11... Espero que te guste... Besos
3:) escribió:holap,..
me gusto,...
una vida demasiado organizada para las tres,...
a ver cuanto les dura,... nunca es para siempre mas con un bebe!!!!
nos vemos!!!
PD: pienso igual que tu, te los puedo cuidar por un lapso de tiempo y quiero a hijos de los demás, yo no quiero nada de biberones pañales y llanto...!!!!
Muchas gracias. La verdad es que los problemas irán surgiendo... Pero lo que les romperá sus esquemas será en el capítulo 11... Espero que te guste... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 7: NO SOY BUENA MADRE
Santana se encontraba con su niña en brazos. El bebé no paraba de llorar y ella estaba desesperada. Le había dado el biberón, le había cambiado el pañal y la niña seguía igual. Se sentía la peor madre del mundo y no sabía que podía hacer. Fue con ella al médico y éste le dijo que estaba enferma. Le dio la medicación y le indicó como cuidarla durante esos días.
Cuando la latina llegó al apartamento con la pequeña, siguió los consejos del médico y la niña pronto se quedó dormida. Aun así, ella no estaba tranquila y decidió vigilarla de cerca. Por eso se acomodó en la habitación de Liz para verla dormir. El estrés de la situación y el cansancio hizo que ella también se quedara dormida.
Se despertó sobresaltada por el llanto del bebé. Se acercó a ella y vio que tenía fiebre, lo que le preocupó. Hizo lo que le indicó el médico pero la temperatura de la pequeña no bajaba. Cogió su teléfono móvil y llamó al único número que se le ocurrió.
– Jess, no puedo sola... ¿Puedes venir?
Veinte minutos después llegaba la rubia junto a un dormido John en sus brazos. Santana lo cogió para que ella fuera a ayudar a la niña.
– Es su hora de la siesta. Llévalo a una cama y déjalo allí. Él ya duerme solo sin problemas.
la morena obedeció y luego se fue a la habitación donde estaba su hija y vio como la ojiverde volvía a darle un baño a Liz.
– Eso lo he intentado yo y... – Lopez comenzó a decir.
– Tranquila. Estas cosas pasan.
Tres horas después, la niña estaba mejor, durmiendo, y los dos adultos estaban en el salón charlando mientras John jugaba con unos coches. Escucharon que la puerta se habría, lo que indicaba que Steve y Brittany entraban por la puerta. Jessica había avisado a su marido para que fuera a buscar a la joven y así los dos irían juntos allí.
– ¡Papá! – El pequeño se fue corriendo hacia su progenitor y éste lo levantó por los aires.
– ¿Qué tal campeón? ¿Has cuidado de mamá? – lPreguntó Fabray.
– Cuidamos a la “pima” Liz. Está “malita”. – Dijo el menor mientras alargaba los brazos hacia la rubia para darle un beso y un abrazo a su “tía”.
– ¿Cómo está? – Quiso saber Pierce mirando a su esposa.
– Ya no tiene fiebre. Está durmiendo. – Informó la latina.
– ¿Tú cómo estás?
– Bien. – Mientras Santana pronunciaba estas palabras, Jessica negaba la cabeza detrás de ella para que su amiga entendiera que debía hablar a solas con la menor.
– Nosotros nos vamos, que hay que preparar la cena. – Dijo la mujer.
– ¡No! “Quero mimir aquí”. – John dijo para intentar quedarse más rato, haciendo un puchero y cruzándose de brazos.
– Cariño, las tías no pueden tenerte aquí, tienen que cuidar de Liz. ¿No quieres que se ponga mejor para que juegue contigo?
Entre lágrimas, el niño aceptó y se fue con sus padres, dejando al matrimonio a solas en el salón. Brittany no habría necesitado del gesto de su amiga para saber que algo no iba bien. Santana evitaba mirarla y se veía a punto de llorar.
– Amor... ¿Estás bien? – La rubia susurró mientras acariciaba la espalda de su pareja.
– No soy una buena madre. Tal vez debería buscar un trabajo y ser tú la que se encargue de Liz. – Comentó la morena entre sollozos.
– ¡Ey! ¡No! ¡Mírame! – la ojiazul se acomodó de manera que quedó frente a la más baja y sujetó su cara con sus manos para obligarla a que sus ojos se conectaran como siempre habían hecho. – Si quieres volver al trabajo porque te apetece, porque lo necesitas o porque crees que te hará bien, me parece perfecto. Pero no digas que no eres una buena madre. Has cuidado de Liz de la mejor manera posible. Ha enfermado como muchos bebés, la has llevado al médico y la has cuidado. No se te puede pedir más. – Su voz fue firme y segura, sabía que no podía mostrar nada de duda o inseguridad en sus palabras.
– Jessica me ha ayudado. – Susurró la latina.
– Eres una madre primeriza... Bueno, las dos lo somos. Tenemos que aprender. ¿Crees que yo en tu lugar habría podido hacer algo más? Seguramente no habría sabido que hacer y habría acabado llamándote a ti. – La más alta sonrió porque realmente creía que su mujer había sido capaz de razonar de una manera que ella jamás habría hecho.
– Te amo. – Dijo la menor al borde de las lágrimas. Su esposa la besó dulcemente.
– Yo también te amo.
Después de eso llamaron a una pizzería para que les llevara la cena ya que, con todo lo ocurrido, Lopez no había preparado nada. Cenaron tranquilamente y después se fueron a buscar a su pequeña. Esa noche dormiría con ellas para asegurarse de que la fiebre no aparecía de nuevo.
Media hora después, Brittany estaba dormida junto a Liz, que descansaba entre sus dos madres en la cama. Santana se quedó mirando a su mujer y su pequeña y por primera vez en años se sintió triste. No podía con la sensación de que les estaba fallando a las dos, que no estaba a la altura de las circunstancias. Sin embargo, la rubia se revolvió un poco.
– Puedo oírte pensar. – Murmuró sin abrir los ojos.
– No puedo dormir. – Confesó la morena.
– Como se te ocurra decir que eres mala madre te aseguro que te voy a golpear en la cabeza.
La latina se quedó callada, no sabía que decir. No iba a mentirle y decirle que no era eso en lo que pensaba. Si una cosa había caracterizado a su relación era la sinceridad. Durante sus comienzos le ocultaba cosas y era consciente de que probablemente les habrían costado una ruptura si la más alta no la hubiera obligado a contarle sus sentimientos.
– No me pidas que no sienta que os he fallado. – La más baja decidió ser sincera.
– Nuestra hija está bien y yo te sigo amando. No encuentro el fallo. – La ojiazul sonrió.
La bailarina alargó la mano hasta encontrar el cuerpo de su esposa. La acarició dulcemente por el costado hasta encontrar su cara. No paró sus caricias hasta que notó que Santana sonreía. No iba a permitir ni una duda sobre lo buena madre que era. No les había fallado, todo lo contrario, se había comportado como una auténtica madre y había mirado por el bienestar de Liz buscando ayuda. Eso era consecuencia de que ambas eran madres primerizas y nadie nace aprendido. Le encantaba pensar que estaban aprendiendo juntas y que todo saldría bien. Las dos se durmieron, con su hija entre ellas, sabiendo que tendrían que esforzarse, pero que serían buenas madres...
Santana se encontraba con su niña en brazos. El bebé no paraba de llorar y ella estaba desesperada. Le había dado el biberón, le había cambiado el pañal y la niña seguía igual. Se sentía la peor madre del mundo y no sabía que podía hacer. Fue con ella al médico y éste le dijo que estaba enferma. Le dio la medicación y le indicó como cuidarla durante esos días.
Cuando la latina llegó al apartamento con la pequeña, siguió los consejos del médico y la niña pronto se quedó dormida. Aun así, ella no estaba tranquila y decidió vigilarla de cerca. Por eso se acomodó en la habitación de Liz para verla dormir. El estrés de la situación y el cansancio hizo que ella también se quedara dormida.
Se despertó sobresaltada por el llanto del bebé. Se acercó a ella y vio que tenía fiebre, lo que le preocupó. Hizo lo que le indicó el médico pero la temperatura de la pequeña no bajaba. Cogió su teléfono móvil y llamó al único número que se le ocurrió.
– Jess, no puedo sola... ¿Puedes venir?
Veinte minutos después llegaba la rubia junto a un dormido John en sus brazos. Santana lo cogió para que ella fuera a ayudar a la niña.
– Es su hora de la siesta. Llévalo a una cama y déjalo allí. Él ya duerme solo sin problemas.
la morena obedeció y luego se fue a la habitación donde estaba su hija y vio como la ojiverde volvía a darle un baño a Liz.
– Eso lo he intentado yo y... – Lopez comenzó a decir.
– Tranquila. Estas cosas pasan.
Tres horas después, la niña estaba mejor, durmiendo, y los dos adultos estaban en el salón charlando mientras John jugaba con unos coches. Escucharon que la puerta se habría, lo que indicaba que Steve y Brittany entraban por la puerta. Jessica había avisado a su marido para que fuera a buscar a la joven y así los dos irían juntos allí.
– ¡Papá! – El pequeño se fue corriendo hacia su progenitor y éste lo levantó por los aires.
– ¿Qué tal campeón? ¿Has cuidado de mamá? – lPreguntó Fabray.
– Cuidamos a la “pima” Liz. Está “malita”. – Dijo el menor mientras alargaba los brazos hacia la rubia para darle un beso y un abrazo a su “tía”.
– ¿Cómo está? – Quiso saber Pierce mirando a su esposa.
– Ya no tiene fiebre. Está durmiendo. – Informó la latina.
– ¿Tú cómo estás?
– Bien. – Mientras Santana pronunciaba estas palabras, Jessica negaba la cabeza detrás de ella para que su amiga entendiera que debía hablar a solas con la menor.
– Nosotros nos vamos, que hay que preparar la cena. – Dijo la mujer.
– ¡No! “Quero mimir aquí”. – John dijo para intentar quedarse más rato, haciendo un puchero y cruzándose de brazos.
– Cariño, las tías no pueden tenerte aquí, tienen que cuidar de Liz. ¿No quieres que se ponga mejor para que juegue contigo?
Entre lágrimas, el niño aceptó y se fue con sus padres, dejando al matrimonio a solas en el salón. Brittany no habría necesitado del gesto de su amiga para saber que algo no iba bien. Santana evitaba mirarla y se veía a punto de llorar.
– Amor... ¿Estás bien? – La rubia susurró mientras acariciaba la espalda de su pareja.
– No soy una buena madre. Tal vez debería buscar un trabajo y ser tú la que se encargue de Liz. – Comentó la morena entre sollozos.
– ¡Ey! ¡No! ¡Mírame! – la ojiazul se acomodó de manera que quedó frente a la más baja y sujetó su cara con sus manos para obligarla a que sus ojos se conectaran como siempre habían hecho. – Si quieres volver al trabajo porque te apetece, porque lo necesitas o porque crees que te hará bien, me parece perfecto. Pero no digas que no eres una buena madre. Has cuidado de Liz de la mejor manera posible. Ha enfermado como muchos bebés, la has llevado al médico y la has cuidado. No se te puede pedir más. – Su voz fue firme y segura, sabía que no podía mostrar nada de duda o inseguridad en sus palabras.
– Jessica me ha ayudado. – Susurró la latina.
– Eres una madre primeriza... Bueno, las dos lo somos. Tenemos que aprender. ¿Crees que yo en tu lugar habría podido hacer algo más? Seguramente no habría sabido que hacer y habría acabado llamándote a ti. – La más alta sonrió porque realmente creía que su mujer había sido capaz de razonar de una manera que ella jamás habría hecho.
– Te amo. – Dijo la menor al borde de las lágrimas. Su esposa la besó dulcemente.
– Yo también te amo.
Después de eso llamaron a una pizzería para que les llevara la cena ya que, con todo lo ocurrido, Lopez no había preparado nada. Cenaron tranquilamente y después se fueron a buscar a su pequeña. Esa noche dormiría con ellas para asegurarse de que la fiebre no aparecía de nuevo.
Media hora después, Brittany estaba dormida junto a Liz, que descansaba entre sus dos madres en la cama. Santana se quedó mirando a su mujer y su pequeña y por primera vez en años se sintió triste. No podía con la sensación de que les estaba fallando a las dos, que no estaba a la altura de las circunstancias. Sin embargo, la rubia se revolvió un poco.
– Puedo oírte pensar. – Murmuró sin abrir los ojos.
– No puedo dormir. – Confesó la morena.
– Como se te ocurra decir que eres mala madre te aseguro que te voy a golpear en la cabeza.
La latina se quedó callada, no sabía que decir. No iba a mentirle y decirle que no era eso en lo que pensaba. Si una cosa había caracterizado a su relación era la sinceridad. Durante sus comienzos le ocultaba cosas y era consciente de que probablemente les habrían costado una ruptura si la más alta no la hubiera obligado a contarle sus sentimientos.
– No me pidas que no sienta que os he fallado. – La más baja decidió ser sincera.
– Nuestra hija está bien y yo te sigo amando. No encuentro el fallo. – La ojiazul sonrió.
La bailarina alargó la mano hasta encontrar el cuerpo de su esposa. La acarició dulcemente por el costado hasta encontrar su cara. No paró sus caricias hasta que notó que Santana sonreía. No iba a permitir ni una duda sobre lo buena madre que era. No les había fallado, todo lo contrario, se había comportado como una auténtica madre y había mirado por el bienestar de Liz buscando ayuda. Eso era consecuencia de que ambas eran madres primerizas y nadie nace aprendido. Le encantaba pensar que estaban aprendiendo juntas y que todo saldría bien. Las dos se durmieron, con su hija entre ellas, sabiendo que tendrían que esforzarse, pero que serían buenas madres...
¿Qué os ha parecido? Os dejo unos spoilers...
- Spoiler:
- CAPÍTULO 8: SU PRIMER “MAMÁ”
– Liz, mira. Ha venido la mamá. ¿La llamamos para que venga a darnos un beso? Mamá... Mamá... – La latina usó un tono claro y melódico para que su hija intentara imitarlo.
– ¿Mary? – Preguntó la rubia, haciendo que todos miraran a la aludida.
– Estamos celebrando el cumpleaños de mi hija. – Respondió con orgullo la morena, mirando de reojo a la pequeña.
...
¿Recordáis quién era Mary?
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,...
me gusto el capitulo!!!!
es normal que un bebe se ponga mal eso en algún momento pasa,.. esta bien lo que hizo san!!!
a ver como sigue de agra en adelante,...!!!
nos vemos!!!
me gusto el capitulo!!!!
es normal que un bebe se ponga mal eso en algún momento pasa,.. esta bien lo que hizo san!!!
a ver como sigue de agra en adelante,...!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Ay quien era mary ?no recuerdo. Muy linda la historia me gusta
VictoriaRivera** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
logico totalmente el temor de santana! hasta pronto.
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
Cosas que pasan las familias, pero juntas lo van a superar!!
Saludos y no recuerdo quien es Mary
Saludos y no recuerdo quien es Mary
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
3:) escribió:holap,...
me gusto el capitulo!!!!
es normal que un bebe se ponga mal eso en algún momento pasa,.. esta bien lo que hizo san!!!
a ver como sigue de agra en adelante,...!!!
nos vemos!!!
Muchas gracias. Sé que es normal y sé que San actuó bien pero... Si normalmente unos padres primerizos tienen dudas... ¡Cuantas tendrán ellas después de todo lo que han pasado! Quedan un par de capítulos tiernos, luego uno menos tierno y... ¡Llegará el drama! Espero que te guste. Besos
VictoriaRivera escribió:Ay quien era mary ?no recuerdo. Muy linda la historia me gusta
Muchas gracias. Mary era la ex de Santana... No te preocupes, la recordaremos en el capítulo... Espero que te guste. Besos
micky morales escribió:logico totalmente el temor de santana! hasta pronto.
Muchas gracias. Es un temor lógico el de Santana, más si tenemos en cuenta por todo lo que ha pasado... Espero que te guste lo que viene... Besos
monica.santander escribió:Cosas que pasan las familias, pero juntas lo van a superar!!
Saludos y no recuerdo quien es Mary
Muchas gracias. Si algo tengo claro es que el amor que se tienen las chicas les va a permitir superar cualquier problema... Espero que te guste... Besos
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
CAPÍTULO 8: SU PRIMER “MAMÁ”
La pequeña Liz estaba a punto de cumplir su primer año y eso hacía que sus madres estuvieran muy felices. Sus rasgos ya estaban más definidos. Tenía una melena corta, morena y algo ondulada, sus ojos eran azules. La niña gateaba a toda velocidad por la casa, más si estaba su primo John con ella. Por influencia del pequeño, le gustaba jugar con coches y muñecos de acción de su primo, además de sus muñecas y su colección de My Little Pony. Ni Brittany ni Santana se preocupaban o le daban importancia a los gustos de su hija. Primero porque todavía era muy pequeña y realmente le daba igual el juguete que le dejaran. Y segundo porque, aunque en el futuro siguieran gustándole esos juegos, no iban a imponerle la diferenciación de “juguetes de niño” y “juguetes de niña”. Querían fomentar la defensa de sus gustos y el que se muestre tal cual es desde pequeña.
Por las tardes, la morena llevaba al parque a su hija. Si era fin de semana, la ojiazul las acompañaba. Allí se reunían con dos madres que tenían niños de la edad de Elizabeth y los tres pequeños jugaban bajo la atenta mirada de las adultas.
Una tarde, Lopez estaba tumbada boca arriba en el sillón y tenía a su pequeña sobre su tripa. La adulta hacía cosquillas al bebé mientras ella reía y disfrutaba de la compañía de su madre. El sonido de la puerta les alertó de la llegada de Pierce.
– Liz, mira. Ha venido la mamá. ¿La llamamos para que venga a darnos un beso? Mamá... Mamá... – La latina usó un tono claro y melódico para que su hija intentara imitarlo.
– Ma... ma... – La niña dijo con dificultad cuando a Brittany le quedaban apenas tres pasos para llegar hasta ellas. La palabra hizo que la rubia se detuviera y la niña alzó los brazos porque quería estar con ella.
– Santana... ¿Has escuchado lo mismo que yo? – Preguntó la ojiazul.
– Sí, ha dicho mamá. – Confirmó la morena.
Ajena a la conversación de sus madres, la niña estiraba sus brazos para solicitar la atención de la bailarina. Brittany reaccionó y cogió a su niña en brazos, apretándola emocionada mientras una lágrima caía por su mejilla. La más baja se levantó y abrazó a su esposa y su hija.
Santana no pudo evitarlo y mandó un mensaje a Jessica, Steve, Quinn y Rachel para que supieran el feliz acontecimiento. Ese era un momento que se comparte con la familia y ellos eran todo lo que tenían. Los cuatro se alegraron y desearon poder comprobarlo pronto.
Brittany y la pequeña Liz jugaron con los coches hasta que la pequeña no pudo estar más tiempo despierta. La rubia intentaba estimular a su hija siempre que estaba con ella. Las dos adultas la llevaron a dormir y comenzaron a contarle el cuento de “La Cenicienta”. La morena era la narradora y la rubia interpretaba los diálogos poniendo diferentes voces para cada personaje. La niña reía y disfrutaba de ese momento hasta que se quedó dormida.
Dejaron a la menor en su cama y salieron de la habitación. Se fueron a la cocina y disfrutaron de la cena, aun más felices de lo que habían sido nunca. Ver como Liz iba creciendo, descubriendo el mundo y aprendiendo les llenaba de felicidad y orgullo.
– Santana, hay algo que no habíamos pensado. ¿Cómo nos va a diferenciar nuestra hija? No puede llamarnos a las dos Mamá. – Comentó Brittany.
– Había pensado en que una fuera mamá y otra mami.
– Me parece una gran idea. – la ojiazul sonrió. Ese día sentía que nada podría enturbiar su felicidad.
Así pasaron los días, con la niña descubriendo un nuevo mundo, nuevas palabras y nuevas experiencias hasta que cumplió un año. Puede que fuera pequeña, pero sus padres no permitirían que se quedara sin fiesta. No iba a ser gran cosa, Rachel Quinn, Jessica, Steve, John y sus amigos del parque.
Decidieron hacer la fiesta en un local que tenía una terraza en la que montaron la mesa para ellos y en la que los niños tenían espacio para jugar. Un camarero tomó nota de las bebidas y poco después subió junto a una compañera con varias bandejas de comida para poner en el centro. Cuando Brittany se fijó en la trabajadora, quedó realmente sorprendida.
– ¿Mary? – Preguntó la rubia, haciendo que todos miraran a la aludida.
Flashback
Después del café se fueron a pasear y cuando mejor lo estaban pasando, la morena se quedó mirando a una pareja que paseaba de la mano. Parecían muy enamoradas.
– ¿Va todo bien, Santana?
– Esa es Mary. Es mi ex. – Dijo apenas expresiva la latina.
– ¿Quieres enfrentarla? – Propuso la rubia.
– Ella tiene una relación y las cosas le van bien, mi vida es un desastre. – Se quejó la morena.
– No tiene por qué saberlo. Ahora mismo estás dando un paseo con tu novia después de haber salido de tu trabajo. Has conseguido un papel importante para una obra de teatro. Tu carrera como actriz está empezando, pero el director confía plenamente en que consigas ser una estrella y sabe que en un futuro podrá presumir de ser tu descubridor. – La rubia le guiñó un ojo y comenzó a caminar hacia donde estaban las otras.
La pareja se encontró con la ex de Lopez por “casualidad” y la rubia se sintió feliz al comprobar que la antigua novia de la joven estaba celosa. Sin pensarlo, besó a Santana apasionadamente. Sin embargo, esa vez la morena no se tensó, no la apartó. Ese beso terminó por la falta de aire y no por miedo. Algo que no pasó desapercibido para las otras dos chicas que observaban la escena. Se marcharon dejando a las dos amigas solas.
Fin del Flashback
– Ho... Hola... ¿Nos conocemos? – Quiso saber la camarera.
– Eres la ex de Santana. Para una que tiene, no se me olvida tu cara. – Explicó la ojiazul mirándola con desdén.
– ¿Santana? – La joven miró entre todos los presentes buscando a la morena. Cuando la encontró se ruborizó. – No pensé que volvería a verte. Me alegro de que nos hayamos encontrado. ¿Qué tal tu vida?
– Estamos celebrando el cumpleaños de mi hija. – Respondió con orgullo la morena, mirando de reojo a la pequeña.
– Wow, ¿Cuál es? ¿Cuántos cumple?
– Es la morena con dos coletas altas. Se llama Elizabeth y celebramos su primer cumpleaños. Luchamos mucho para tenerla... ¿Verdad cariño? – Brittany se volvió hacia su mujer al formular la pregunta. La latina sonrió complacida. Le gustaba ver como la ojiazul “marcaba territorio”. La rubia no era celosa pero entendía que se sintiera “amenazada”.
– Es muy bonita. Me alegro que te vaya bien. – Mary dijo antes de irse para seguir con su trabajo. En cuanto desapareció de su vista, la más baja se acercó al oído de su esposa y susurró.
– No hacía falta que te pusieras así, yo te amo a ti y no voy a cambiarte por nada.
El resto de la tarde fue fantástica, la niña disfrutó mucho con sus regalos, ajena a lo sucedido. Pierce estuvo más pendiente de su mujer de lo habitual. Lopez intentó tranquilizarla pero fue imposible. La más baja no entendía como podía tener celos. Jamás amó a Mary ni una pequeña parte de lo que amaba a su mujer. Era a la rubia a la que le había dado todo. Se había entregado a ella y le había confiado sus miedos, su pasado, su cuerpo y su alma. No sabía que más pruebas darle de su amor.
La pequeña Liz estaba a punto de cumplir su primer año y eso hacía que sus madres estuvieran muy felices. Sus rasgos ya estaban más definidos. Tenía una melena corta, morena y algo ondulada, sus ojos eran azules. La niña gateaba a toda velocidad por la casa, más si estaba su primo John con ella. Por influencia del pequeño, le gustaba jugar con coches y muñecos de acción de su primo, además de sus muñecas y su colección de My Little Pony. Ni Brittany ni Santana se preocupaban o le daban importancia a los gustos de su hija. Primero porque todavía era muy pequeña y realmente le daba igual el juguete que le dejaran. Y segundo porque, aunque en el futuro siguieran gustándole esos juegos, no iban a imponerle la diferenciación de “juguetes de niño” y “juguetes de niña”. Querían fomentar la defensa de sus gustos y el que se muestre tal cual es desde pequeña.
Por las tardes, la morena llevaba al parque a su hija. Si era fin de semana, la ojiazul las acompañaba. Allí se reunían con dos madres que tenían niños de la edad de Elizabeth y los tres pequeños jugaban bajo la atenta mirada de las adultas.
Una tarde, Lopez estaba tumbada boca arriba en el sillón y tenía a su pequeña sobre su tripa. La adulta hacía cosquillas al bebé mientras ella reía y disfrutaba de la compañía de su madre. El sonido de la puerta les alertó de la llegada de Pierce.
– Liz, mira. Ha venido la mamá. ¿La llamamos para que venga a darnos un beso? Mamá... Mamá... – La latina usó un tono claro y melódico para que su hija intentara imitarlo.
– Ma... ma... – La niña dijo con dificultad cuando a Brittany le quedaban apenas tres pasos para llegar hasta ellas. La palabra hizo que la rubia se detuviera y la niña alzó los brazos porque quería estar con ella.
– Santana... ¿Has escuchado lo mismo que yo? – Preguntó la ojiazul.
– Sí, ha dicho mamá. – Confirmó la morena.
Ajena a la conversación de sus madres, la niña estiraba sus brazos para solicitar la atención de la bailarina. Brittany reaccionó y cogió a su niña en brazos, apretándola emocionada mientras una lágrima caía por su mejilla. La más baja se levantó y abrazó a su esposa y su hija.
Santana no pudo evitarlo y mandó un mensaje a Jessica, Steve, Quinn y Rachel para que supieran el feliz acontecimiento. Ese era un momento que se comparte con la familia y ellos eran todo lo que tenían. Los cuatro se alegraron y desearon poder comprobarlo pronto.
Brittany y la pequeña Liz jugaron con los coches hasta que la pequeña no pudo estar más tiempo despierta. La rubia intentaba estimular a su hija siempre que estaba con ella. Las dos adultas la llevaron a dormir y comenzaron a contarle el cuento de “La Cenicienta”. La morena era la narradora y la rubia interpretaba los diálogos poniendo diferentes voces para cada personaje. La niña reía y disfrutaba de ese momento hasta que se quedó dormida.
Dejaron a la menor en su cama y salieron de la habitación. Se fueron a la cocina y disfrutaron de la cena, aun más felices de lo que habían sido nunca. Ver como Liz iba creciendo, descubriendo el mundo y aprendiendo les llenaba de felicidad y orgullo.
– Santana, hay algo que no habíamos pensado. ¿Cómo nos va a diferenciar nuestra hija? No puede llamarnos a las dos Mamá. – Comentó Brittany.
– Había pensado en que una fuera mamá y otra mami.
– Me parece una gran idea. – la ojiazul sonrió. Ese día sentía que nada podría enturbiar su felicidad.
Así pasaron los días, con la niña descubriendo un nuevo mundo, nuevas palabras y nuevas experiencias hasta que cumplió un año. Puede que fuera pequeña, pero sus padres no permitirían que se quedara sin fiesta. No iba a ser gran cosa, Rachel Quinn, Jessica, Steve, John y sus amigos del parque.
Decidieron hacer la fiesta en un local que tenía una terraza en la que montaron la mesa para ellos y en la que los niños tenían espacio para jugar. Un camarero tomó nota de las bebidas y poco después subió junto a una compañera con varias bandejas de comida para poner en el centro. Cuando Brittany se fijó en la trabajadora, quedó realmente sorprendida.
– ¿Mary? – Preguntó la rubia, haciendo que todos miraran a la aludida.
Flashback
Después del café se fueron a pasear y cuando mejor lo estaban pasando, la morena se quedó mirando a una pareja que paseaba de la mano. Parecían muy enamoradas.
– ¿Va todo bien, Santana?
– Esa es Mary. Es mi ex. – Dijo apenas expresiva la latina.
– ¿Quieres enfrentarla? – Propuso la rubia.
– Ella tiene una relación y las cosas le van bien, mi vida es un desastre. – Se quejó la morena.
– No tiene por qué saberlo. Ahora mismo estás dando un paseo con tu novia después de haber salido de tu trabajo. Has conseguido un papel importante para una obra de teatro. Tu carrera como actriz está empezando, pero el director confía plenamente en que consigas ser una estrella y sabe que en un futuro podrá presumir de ser tu descubridor. – La rubia le guiñó un ojo y comenzó a caminar hacia donde estaban las otras.
La pareja se encontró con la ex de Lopez por “casualidad” y la rubia se sintió feliz al comprobar que la antigua novia de la joven estaba celosa. Sin pensarlo, besó a Santana apasionadamente. Sin embargo, esa vez la morena no se tensó, no la apartó. Ese beso terminó por la falta de aire y no por miedo. Algo que no pasó desapercibido para las otras dos chicas que observaban la escena. Se marcharon dejando a las dos amigas solas.
Fin del Flashback
– Ho... Hola... ¿Nos conocemos? – Quiso saber la camarera.
– Eres la ex de Santana. Para una que tiene, no se me olvida tu cara. – Explicó la ojiazul mirándola con desdén.
– ¿Santana? – La joven miró entre todos los presentes buscando a la morena. Cuando la encontró se ruborizó. – No pensé que volvería a verte. Me alegro de que nos hayamos encontrado. ¿Qué tal tu vida?
– Estamos celebrando el cumpleaños de mi hija. – Respondió con orgullo la morena, mirando de reojo a la pequeña.
– Wow, ¿Cuál es? ¿Cuántos cumple?
– Es la morena con dos coletas altas. Se llama Elizabeth y celebramos su primer cumpleaños. Luchamos mucho para tenerla... ¿Verdad cariño? – Brittany se volvió hacia su mujer al formular la pregunta. La latina sonrió complacida. Le gustaba ver como la ojiazul “marcaba territorio”. La rubia no era celosa pero entendía que se sintiera “amenazada”.
– Es muy bonita. Me alegro que te vaya bien. – Mary dijo antes de irse para seguir con su trabajo. En cuanto desapareció de su vista, la más baja se acercó al oído de su esposa y susurró.
– No hacía falta que te pusieras así, yo te amo a ti y no voy a cambiarte por nada.
El resto de la tarde fue fantástica, la niña disfrutó mucho con sus regalos, ajena a lo sucedido. Pierce estuvo más pendiente de su mujer de lo habitual. Lopez intentó tranquilizarla pero fue imposible. La más baja no entendía como podía tener celos. Jamás amó a Mary ni una pequeña parte de lo que amaba a su mujer. Era a la rubia a la que le había dado todo. Se había entregado a ella y le había confiado sus miedos, su pasado, su cuerpo y su alma. No sabía que más pruebas darle de su amor.
¿Qué os ha parecido? Espero que os guste lo que viene... Estoy haciendo un esfuerzo para poder contar su vida como madres antes de empezar con todo el drama que tenglo planeado... Os dejo unos spoilers
- Spoiler:
- CAPÍTULO 9: SUS PRIMEROS PASOS
– ¡No! Liz, no. “Tenes” que andar. – Protestó el pequeño. Se acercó a ella y la sujetó de las manos.
– Ven princesa. – Dijo la mayor. La niña caminó despacio hacia ella, pero a medio camino se cansó y se puso a gatear. – No princesa, tienes que venir andando.
– Santana, Liz... ¿Dónde estáis?
No creo que le moleste a alguien que actualice hoy en vez de mañana. Es que voy a estar ocupada... Nos leemos el martes...
Besos y que tengais buen finde ;)
Darrinia-*- - Mensajes : 2595
Fecha de inscripción : 24/10/2013
Re: [Resuelto]FIC Brittana: Si Quiero Seguir - Último capítulo + Epílogo
holap,....
me encanta como liz les dice mama a britt!!!!!!!!!!
me gustan los celos de britt, aunque no sean fundados...!!!
amo tus spoilers,.. no jodas que perdieron a liz jajajaj
nos vemos!!!
me encanta como liz les dice mama a britt!!!!!!!!!!
me gustan los celos de britt, aunque no sean fundados...!!!
amo tus spoilers,.. no jodas que perdieron a liz jajajaj
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
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