Fic Trulty, Madly y Deeply -Capítulo VI (Parte 1)- Cigarrete (Sam's day)

Me encuentro caminando en el pasillo. A lo lejos veo a Sam guardando sus cosas en el casillero. Esos casilleros, creo que debería agradecerles por existir ya que frente a ellos hablé por primera vez con Sam. Si los casilleros hablaran cuantas historias no contarían.
Cuando llego con Sam él se encuentra en la misma posición de hace unos cuantos días, con la frente recargada en su locker y sin moverse.

- ¿Qué ocurre Sam?

No me responde, ni siquiera con gemidos. Lo único que escucho es un ligero ronquido ¿A caso se ha quedado dormido de pie?

- ¡SAM!

El pobre da un ligero salto y se golpea ligeramente con la puertecilla del casillero.

- ¡Ouch!
- ¿Te asuste?
- No, que va. Salte del puro gusto- Responde malhumorado.
. A mí también me alegra verte- le contesto del mismo modo.

Las clases que compartimos juntos fueron igual, yo procure sentarme detrás de él para darle un ligero empujoncito a su silla, con mi pie, para despertarlo por si se quedaba dormido.
Cuando es la hora del club Glee somos los primeros en llegar ya que la anterior clase la habíamos tenido juntos. Nos sentamos en las sillas de enfrente, Sam últimamente se había sentado solo hasta el fondo pero hoy se sentó a mí lado, quizá porque se le habría hecho mal educado dejarme solo o quizá porque ya no quería estar solo hasta el fondo del salón. En ese momento se recarga sobre mi hombro izquierdo mientras deja caer ligeramente su peso en mi costado.

- ¿Te molesta?- Me pregunta adormilado después de recargarse sobre mí.
- Emm… no.
- Es que tengo un poco de sueño.
- Un poco- Repito en tono irónico.
- No seas malo, me desvele toda la noche para que mi cuarto estuviera presentable cuando lo vieras.
- En serio…
- Ummhum.

Y me gusta el modo en que lo que dice. Me encanta su voz adormilada, su manera de decírmelo con esa fingida voz infantil. Y en ese momento me parece que nunca en mi vida he presenciado escena más hermosa que la rubia cabellera de Sam descansando a un costado mío.
Cuidadosamente enredo los dedos de mí mano derecha en su cabeza procurando no despertarlo. No sé que usara en el cabello pero lo tiene muy suave y…

- Aún estoy despierto.
- Perdona, no quise…
- Descuida, no me molesta… es agradable.
- Ya no te has teñido el cabello ¿verdad?
- ¿Por qué? ¿Acaso se ven mucho las raíces?
- Un poco, pero dentro de unos días tu cabello se verá rubio con raíces castañas.
- ¿Te gustaría que me lo tiñera nuevamente?
- No lo sé, es tu cabello tú sabes lo que haces con él.
- Pero me gustaría saber tu opinión.
- Y eso cambiara en algo tu decisión final.
- Quizá.
- Pues yo pienso… que se vería lindo tu tono natural.
- «Lindo». Creo que no es un adjetivo que yo utilizaría para calificar a otro chico.
- Y qué «adjetivo» utilizarías tú.
- Guapo, atractivo, apuesto. Cualquier palabra que no sonara tan…
- Tan qué Sam- Le interrumpo de golpe dándome la vuelta para quedar frente a él haciendo que resbale de mi hombro y vaya a aterrizar directo a mi pecho-. Tan gay.
- Tranquilo Kurt- Me contesta incorporándose-, iba a decir tan femenino.
- Que para el caso es lo mismo- Le aspeto ofuscado mientras me ladeo para darle la espalda.
- No… no era mi intención ofenderte, lo siento.

Qué rayos me pasa, actúo como un completo tonto. Sé que la intención de Sam no fue decir «tan gay», el en verdad quería decir que no quería verse femenino y eso no tiene nada de malo, cada quien puede lucir como quiera sin importarle lo que los demás piensen.

- ¿Estas enojado conmigo?- Me pregunta con su tono dormilón- A veces se me va la lengua…
- Fue mi culpa- Le digo dándome la vuelta- No debí reaccionar así, no me hagas caso estoy un poco loco.
- Descuida, todos tenemos un poco de locos.

Los chicos comienzan a llegar al club, Sam intenta levantarse pero le sujeto ligeramente la pierna para evitar que se vaya.

- No me dejes.
- Pero ya viene Mercedes…
- Y qué, tú también puedes estar con nosotros o acaso quieres sentarte solo.
- A nadie le importa con quien me siente, vas a estar bien.
- Pero quiero que te quedes conmigo siempre.

Creo que fui demasiado lejos, una cosa es insinuarle sentimientos y otra muy diferente es decírselos directamente. Y eso es lo que yo había hecho, decirle que lo quería a mi lado… siempre.
Sam no dijo ni una palabra, solo se limito a tomar asiento junto a mí nuevamente, aunque logre ver un pequeño rubor rosado en sus pómulos.

- Hola nenes- Saludaba Mercedes mientras se sentaba a mi otro costado- ¿Qué hace Bieber en la fila delantera?
- Lo invite a sentarse con nosotros, es mejor que estar solo allá atrás.
- Pues ahora tienes un vaso de leche a tu derecha y una gran galleta de chocolate a tu izquierda cielo- Decía mercedes con la típica cadencia que suele poner en cada una de sus palabras-, eres un suertudo, y lo digo más por el vaso de leche.
- No soy de palo- Se entrometió Sam-, escucho todo.
- Y en qué momento dije yo que no quería que escucharas- Le respondió Mercedes entre risas.
- Bueno, ya- Los interrumpo-. Mejor nos ponemos serios que ya viene entrando el señor Shuester.


*******
Me encuentro manejando mi camioneta en dirección a la casa de Sam, el me indico el camino y la verdad no hay pierde, mientras que el duerme plácidamente en el asiento del copiloto. No puedo evitar mirarlo de reojo y de vez en cuando mirarlo directamente, Sam durmiendo es más encantador y tierno que los gatitos con 3 meses de edad.
Cuando llego a la calle que me indico anteriormente le doy unas palmadas en el hombro para despertarlo sin embargo no responde. Así que ahora lo tomo del hombro y lo muevo un poco más fuerte.

- Sam ya casi llegamos, dime por dónde está tu casa.
- No mamá yo no rompí la tasa… ya déjame dormir…
- Sam- Le grito mientras lo zarandeo.
- ¡No lo vuelvo a hacer mamá!- Grita Sam mientras se despierta.
- No soy tu madre Sam ¿Cuál es tu casa?
- Emmm… la siguiente, a dos casas.

Me estaciono en el aparcamiento de la casa de Sam. Nos bajamos de la camioneta y caminamos a la entrada de su casa. Al parecer no hay nadie, está cerrada y no se escucha ningún ruido proveniente del interior.

- ¿No se encuentran tus padres?- Pregunto consciente de que la respuesta es no.
- Tuvieron que salir, tenemos la casa para nosotros dos.

Al entrar a su casa no me sorprende nada, es como todas las casas; tiene una sala, cocina y comedor y atrás hay una puerta que supongo llevara al patio trasero.

- ¿Y que te parece mi hogar?
- Normal.
- Si, lo sé, es muy normal. Como desearía tener un alien viviendo bajo mí techo.
- Un Navi.
- No, son muy grandes. Pero creo que el maestro Yoda se sentiría a gusto aquí.
- ¿Y dónde está?
- ¿Dónde está qué?
- Tu habitación.
- No sé si sea conveniente que vayamos a mi habitación.
- ¿Por qué no? No dijiste que te desvelaste para tener el cuarto presentable.
- Si pero… no está bien.
- ¿Por qué?
- Porque estoy solo contigo, y no está bien que un muchacho decente suba a chicos a su habitación y menos cuando no están sus padres. ¿Qué pensaría la gente de mí? ¿Dirían que soy un chico fácil?
- Eres un tonto, de dónde sacas tantas payasadas.
- De la caja de pandora.
- La caja de pandora guarda desastres, no chistes.
- Ya lo sabía ¡vamos! te mostrare mi habitación para que no sigas insistiendo.

Subimos los escalones y nos detenemos frente a una puerta color blanco con un poster de avatar pegado sobre ella.

- Creo que no hace falta preguntar de quién es esta habitación.
- Si, no hace falta. Pasa.

Acto seguido me abre la puerta indicándome que entre con una sobre actuada reverencia intentando hacerse el gracioso nuevamente.
El interior no es muy grande, quizá sea la mitad de pequeña que la mía pero es muy acogedora, tiene una cama cubierta con un edredón de color azul (me imaginaba que tendrían estampados de héroes de comics o alguna otra cosa… o quizá el color azul es una alegoría hacía Avatar… o quizá yo ya desvarío y quiero relacionar todo lo ficticio con Sam).
Entonces veo algo sobre la cama que me había pasado inadvertido, un pequeño peluche negro. Me acerco para verlo más de cerca, es una especie de robot o persona acorazada, creo haberlo visto en alguna película pero no ubico cual. Lo tomo entre mis manos, es muy suave, solo el pequeño casco es de plástico, lo demás es tela. Lo miro detenidamente ¿Dónde rayos lo vi antes?

- Creo que… olvide guardarlo… es un tonto peluche que tengo desde muy pequeño.
- Es muy lindo, puedes decirme quien es, recuerdo haberlo visto pero no lo ubico.
- Es Darth Vader… de la guerra de las galaxias.
- ¡Ah! Ya recuerdo «Yo soy tu padre»
- Ese mismo.
- ¿Y duermes con él?
- Siempre… es decir no… lo hacía pero… pero ya no…
- No te preocupes, no le diré a nadie.
- Pero yo no… solo fue… es que…
- Yo dormí con la fotografía de mi mamá bajo la almohada hasta los 14, no te avergüences conmigo.
- Lo siento, no sabía eso.
- Descuida ¿Y qué otra cosa olvidaste esconder aparte de este muñeco?
- No tengo nada que esconder, a menos que quieras abrir la puerta de mi armario.
- Buena idea, veamos qué es lo que ocultas en el armario.
- En serio vas a inspeccionar mi armario.
- Si, quizá encuentre una entrada a Narnia.
- Lo único que encontraras serán mis pantalones, calcetines, bóxer….
- Esta bien, solo era una broma, no pienso revisar tu armario.
- ¿Quieres que te traiga algo de la cocina?
- No gracias.
- OK, pero si quieres algo solo pídelo.
- ¿Esa es tu guitarra?- Le pregunto señalando al instrumento que se encuentra sobre una.
- No, que va, es un microondas.
- Mmmmmm…

Me acerco y cojo la guitarra. Siempre he querido aprender a tocar este instrumento pero nunca me he comprado una y mucho menos he tomado clases. La agarro torpemente y la sujeto como he visto que lo hace Sam, aunque la verdad no se qué cuerda tocar así que deslizo mis dedos al azar haciendo que la guitarra articule sonidos ridículos y desafinados. Dejo eso por la paz… creo que no es lo mío.
A lado de la silla se encuentra una estantería en la que hay varias películas y comics, reconozco muchos títulos de esa colección. Películas de Star Wars, Avatar, Star Trek, Volver al futuro; comics de Batman, Superman, Linterna Verde y uno que parece de terror… el titulo reza «creepshow» del cual no recuerdo haber escuchado algo.
Me doy la vuelta para preguntarle a Sam por ese comic, pero al parecer Sam se ha quedado dormido. Esta acostado sobre su cama con su mochila en su entrepierna y una pierna en el aire. Tomo el comic de la estantería y me dirijo a su cama. Le quito la mochila y la pongo en el suelo, después acomodo su pierna sobre la cama con mucha delicadeza para no despertarlo y finalmente me voy hasta el otro extremo de la cama y me siento muy suavemente… como veo que Sam no se despierta me acuesto junto a él, Sam sigue tan apacible como hace unos instantes. Cojo el comic que deje a un lado y lo abro para ver que tal esta, no soy muy asiduo de este tipo de lecturas y menos si son de terror, sin embargo me da curiosidad saber porque a Sam le apasionan tanto. El comic es algo… bueno… es mucho… no, es demasiado macabro. Lo cierro y lo pongo sobre el buró que está a un costado mío, no me había percatado de la lámpara que estaba sobre el buró ¡Tiene la forma de Batman!
Dejo caer mi cabeza sobre la almohada… me giro un poco y veo a Sam a mi lado, está profundamente dormido, se ve tan tierno que tengo que contener el impulso de tomar sus mejillas y pellizcárselas.
Entrecierro mis ojos… quizá el sueño se contagia porque he empezado a sentirme muy cansado… intento mantener los ojos abiertos pero estos se cierran… de repente ya no los puedo abrir… quiero pero no puedo… todo mi cuerpo se ha quedado paralizado, mi mente está totalmente despierta y alerta pero mi cuerpo se encuentra literalmente muerto… es la peor experiencia que he experimentado… como si me hubieran sedado… quiero gritar, quiero llorar ¡quiero despertarme!

Spoiler:

Abro los ojos de golpe, la habitación se encuentra a oscuras. Lo primero que hago es encender la pequeña Batilampara. Una rojiza luz ilumina una pequeña parte de la habitación. Todo está como antes de que yo me durmiera. Nunca en mi vida volveré a leer algo de terror. Volteo la cabeza en dirección a la ventana, está abierta pero no hay nadie ni nada allí, solo la cortina que ondea con el viento.
Me ladeo y tomo mi morral, saco el móvil y lo vuelvo a dejar en el suelo.
Al revisar el móvil me doy cuenta de que tengo alrededor de 50 llamadas perdidas… todas de papá… la última fue a la 1:30 de la madrugada ¡Y son las 2:15! ¡Me lleva la…! El teléfono comienza a sonar, es papá.

- Hola- Contesto.
- ¡Kurt!- Responde mi papá casi gritando- ¿Dónde demonios te habías metido? Tengo alrededor de 5 horas llamándote. Estaba a punto de llamar a la policía pero Carol me dijo que estabas con ese amigo tuyo.
- Lo siento… es que me quede dormido… yo… no quise preocuparte.
- Estas bien, no te paso nada, no te…
- Estoy bien papá, no te preocupes. En seguida voy para allá, en unos min…

La mano de Sam me toma la pierna.

- No te vayas, no me quiero quedar solo.
- Yo… mi papá.
- Por favor- Me suplica con la voz adormilada- Duérmete conmigo señor pingüino.
- Aún estas soñando ¿verdad Sam?
- ¿Sam?- Responde mi papá por el teléfono- ¿Acaso estas durmiendo con él?
- No papá… yo.
- ¡Abrázame pingüinito!- Me dice Sam alzando un poco la voz.
- ¡¿Pingüinito?!- Replica mi papá por el teléfono- ¡¿Qué rayos han estado haciendo?! Yo aquí preocupado mientras tú estás…
- No es lo que tú piensas. Me quedaré aquí creo que ya es muy noche para conducir y quizá me gane el sueño a medio camino, iré por la mañana a cambiarme de ropa. Nos vemos papá, te quiero y no te preocupes, estoy bien.
- Pero Kurt…

Le cuelgo antes de que quiera convencerme para que regrese.
Dejo el teléfono sobre el buró y me recuesto nuevamente, ni siquiera me quite la ropa que traía encima, aunque no creo que fuera adecuado… quizá ni siquiera fuera adecuado dormir con Sam.
Sam se endereza de repente.
- ¿Ocurre algo?- Le pregunto.
- Esto me estorba… nunca duermo así.

Y en eso se quita la playera dejándome ver su torso desnudo, siento como se me tensan hasta las mandíbulas. Creo que no fue buena idea quedarme.
Sam se acuesta junto a mí. Y se voltea para verme.

- ¿Qué te pasa?- Me pregunta con la voz somnolienta- ¿Por qué estas temblando?
- Tuve una pesadilla.
- Ven aquí.

Me rodea con sus brazos y me acerca a su pecho. Estoy muy nervioso… no se qué hacer… el contacto con su piel desnuda me pone a temblar aún más.

- ¿Qué le pasa señor pingüino? ¿Por qué tiembla? ¿Aún tiene miedo?
- No soy ningún pingüino… soy Kurt… y creo que aún estas soñan…

Y entonces hace algo que me toma por sorpresa, algo que no esperaba, lo más inesperado después de lo de Karofsky.
Me aparta ligeramente y me da un pequeño beso en los labios, es muy breve, casi como un beso casual de mejilla… pero con eso basta para mandarme a la lona.

- Te quiero pingüinito, no tengas miedo.- es lo último que me dice.

Me vuelve a acercar a su pecho y yo me acurruco como un gatito en el regazo de su amo. No puedo decir ni hacer nada, solo disfrutar de este momento, ya mañana será otro día. Mañana volveré a ser Kurt pero por esta noche seré su pingüinito.

yeu_hummel escribió:si el personaje que vas a inventar amara a sam ponle yeu ne no es cierto ame el fic y muy tenebrioso pero lo que mas me gusto fue eso del señor pinguino

amo este fic aunque nos dejes esperando mucho pero se comprende

Jajaja me gusta nu nick me recuerda a Yue... *¬*, creanme que si por mi fuera les publicaria diariemente... pero ahorita ando caminando creo que por inercia jajaja... ya no sé ni que día es hoy. Ya estoy trabajando en la continuación pronto la posteo :)

Fernan!.ND. escribió:me mori con seño pinguino!!

Jajajaja fueron ustedes en el FC los que me dieron la idea XD XD XD

Karin_SK escribió:te amo jerry casate conmigo xDDD mejor dame tu cerebro!!! xDDD en seri morí, me rei, me asuté y sobre todo ame el final >.< pingüinitoooo!!! yeah :D

Pues yo me casaría contigo (cuando me empiecen a gustar las mujeres :roll: *jajaa ni yo me la creí*). Que locuras escribo verdad, lo que a uno se le ocurre a la 1 de la madrugada jejeje.

manamanatututututu.glee escribió:Jerry! de verdad escribes maravilloso! me encanto el capitulo!

"señor pinguino" I love it!

por fa actualiza pronto! tu fic (y el de Karin xD) me alegran el día!

Pues a mi me alegran el día sus comentarios, y más en estos días de examenes que me siento morir. Pronto subire la actualización

ernald hummel escribió:Me uno al decire q tienes un gran talento para escribir!!!!!!!!!!!! en serio... y ya me imagino la cara q pondra Burt a Sam cuando lo vea xD.... yo tmb me kedo en las madrugadas (como ahorita ¬¬) pero pa leer tus fics!!! xD

Yo escribo en la noche porque es cuando todo esta más tranquilo y nadie me molesta... aunque en estos días me desvelo con la tarea y estudiar... ando así o_O JAJAJA XD XD...
Escribo un poquito cada día , pronto estará la continuación ;)

Fernan!.ND. escribió:Quieroo saber cmo siguee!!

Pronto, pronto... jajajaja estoy trabajando en eso ;)

Amig@s estoy en la uni, acabo de terminar un examen y me fue bien... pense que no lo presentaría pero la maestra me dio oportunidad.
Tengo un montón de trabajo, siento que estoy al filo de una crisís mental... ya hasta siento un taladro en mi cabeza X_X
Estoy trabajando también con el Fic, aunque de poquito en porquito... pronto les dejare el capitulo completo... por ahora les dejo un fragmentito para que sepan de que va, y también para que no piensen que no lo continuare... en unos días les dejaré el capitulo completo.
Los quiero!!!!!!

¿Qué hora será? Aún no me quiero levantar. Estoy muy cómodo con mi cabeza descansando sobre la almohada. Deslizo un brazo y lo cuelo por debajo de la funda de esta, siempre he tenido ese mal hábito. Pero hay algo diferente; el interior siempre es muy frío pero ahora está caliente y… ¡se mueve!
Abro los ojos y me doy cuenta de que mi cabeza no está apoyada sobre una almohada, no, no señor… mi cabeza está apoyada en el pecho de alguien. Levanto la mirada y me topo con el rostro de Kurt a escasos centímetros del mío, y luego reacciono del lugar por donde cole mi mano… mi mano se deslizo por debajo de su camisa y ahora está descansando sobre su caliente estomago, la dejo allí unos segundos más y después la retiro con sigilo, esperando no despertarlo… o siento su cuerpo muy caliente o mi mano está muy fría…
Quiero incorporarme pero su brazo me rodea la espalda ¿Acaso dormimos abrazados toda la noche? Me levanto muy lentamente intentando quitarme su brazo con la mayor delicadeza pero cuando estoy a punto de liberarme sus ojos se abren.

- Hola- Me dice con su vocecita mientras me esboza una pequeña sonrisa.
- Hola… podrías- Le digo mientras miro su brazo que esta sobre mi cuello.
- Ah, lo siento.

Me libera de su abrazo dejando que me siente libremente a su lado mientras él se queda recostado. Por un momento ninguno de los dos dice nada, el silencio impera en la habitación y al parecer no quiere abandonarnos…

- ¿Aún crees que soy un pingüino?
- ¿Cómo dices?- Le pregunto desconcertado.
- Nada. Olvídalo.
- Que eres un ping…

¡Pingüino! Recuerdo haber soñado con un pingüino gigante de peluche… recuerdo haberlo arrullado… y recuerdo un bes…

- ¿Qué fue lo que hice en la noche?

Kurt se queda en silencio unos segundos antes de contestar… en sus ojos veo una gran tristeza… ¿Acaso habré hecho algo malo?

- Nada de lo que te puedas arrepentir, descuida.

Y me sorprendo del tono mordaz con el que me responde. Parece disgustado, herido, triste y ¿Enfermo?
Se levanta de la cama y casi se va de lado, intento ayudarle pero antes de que yo pueda hacer algo recupera el equilibrio.
Recoge su morral del piso y se lo cuelga del hombro izquierdo a la par que se acomoda su flequillo, Ni siquiera se despeino mientras dormía, al parecer está a punto de salir de la habitación.

- Kurt… espera… - Le digo para intentar detenerlo- … yo… yo quisiera que…

Voltea a verme y parece que una pequeña chispa de esperanza ilumina sus adormilados ojos.

- Yo… no hables de esto… por favor… no le cuentes a nad…
- En serio pensaste que iba andar contando esto a todo el mundo- Me dice con un tono más amargo-. Descuida Sam, este será nuestro «secretito».
- No te enfades, lo que pasa es…
- ¡Lo que pasa es que el señor popularidad no quiere que su status baje más cuando la gente se entere que durmió abrazado con otro chico!
- ¡Kurt! ¡Cálmate! No e…
- Es más. Hagamos de cuenta que nada de esto paso; que no dormí contigo, que nunca nos toco trabajar en este proyecto ¡Y que JAMÁS fuimos amigos!

Amigos y amigas, aquí les traigo la primera mitad del capitulo... quería entregarles las dos partes de jalón pero si lo hago así tendrían que esperar otros dos días... así que mejor les dejo esta primera parte.
He estado trabajando con esto toda la semana... casi no he tenido tiempo de escribir, pero como ya estoy de vacaciones tendré mas tiempo de escribir en estas dos semanas.
Como les dije quería hacer este capitulo de dos maneras... una narrada desde la perspectiva de Sam y la otra desde la perspectiva de Kurt.
Espero les guste. Aquí añadi a un personaje nuevo... es algo misterioso y sarcástico (y es un amor jajaja)... pongan mucha atención y no dejen escapar los detalles porque serán muy importantes para algo que tengo planeado a futuro.

¿Qué hora será? Aún no me quiero levantar. Estoy muy cómodo con mi cabeza descansando sobre la almohada. Deslizo un brazo y lo cuelo por debajo de la funda de esta, siempre he tenido ese mal hábito. Pero hay algo diferente; el interior siempre es muy frío pero ahora está caliente y… ¡se mueve!
Abro los ojos y me doy cuenta de que mi cabeza no está apoyada sobre una almohada, no, no señor… mi cabeza está apoyada en el pecho de alguien. Levanto la mirada y me topo con el rostro de Kurt a escasos centímetros del mío, y luego reacciono del lugar por donde cole mi mano… mi mano se deslizo por debajo de su camisa y ahora está descansando sobre su caliente estomago, la dejo allí unos segundos más y después la retiro con sigilo, esperando no despertarlo… o siento su cuerpo muy caliente o mi mano está muy fría…
Quiero incorporarme pero su brazo me rodea la espalda ¿Acaso dormimos abrazados toda la noche? Me levanto muy lentamente intentando quitarme su brazo con la mayor delicadeza pero cuando estoy a punto de liberarme sus ojos se abren.

- Hola- Me dice con su vocecita mientras me esboza una pequeña sonrisa.
- Hola… podrías- Le digo mientras miro su brazo que esta sobre mi cuello.
- Ah, lo siento.

Me libera de su abrazo dejando que me siente libremente a su lado mientras él se queda recostado. Por un momento ninguno de los dos dice nada, el silencio impera en la habitación y al parecer no quiere abandonarnos…

- ¿Aún crees que soy un pingüino?
- ¿Cómo dices?- Le pregunto desconcertado.
- Nada. Olvídalo.
- Que eres un ping…

¡Pingüino! Recuerdo haber soñado con un pingüino gigante de peluche… recuerdo haberlo arrullado… y recuerdo un bes…

- ¿Qué fue lo que hice en la noche?

Kurt se queda en silencio unos segundos antes de contestar… en sus ojos veo una gran tristeza… ¿Acaso habré hecho algo malo?

- Nada de lo que te puedas arrepentir, descuida.

Y me sorprendo del tono mordaz con el que me responde. Parece disgustado, herido, triste y ¿Enfermo?
Se levanta de la cama y casi se va de lado, intento ayudarle pero antes de que yo pueda hacer algo recupera el equilibrio.
Recoge su morral del piso y se lo cuelga del hombro izquierdo a la par que se acomoda su flequillo, Ni siquiera se despeino mientras dormía, al parecer está a punto de salir de la habitación.

- Kurt… espera… - Le digo para intentar detenerlo- … yo… yo quisiera que…

Voltea a verme y parece que una pequeña chispa de esperanza ilumina sus adormilados ojos.

- Yo… no hables de esto… por favor… no le cuentes a nad…
- En serio pensaste que iba andar contando esto a todo el mundo- Me dice con un tono más amargo-. Descuida Sam, este será nuestro «secretito».
- No te enfades, lo que pasa es…
- ¡Lo que pasa es que el señor popularidad no quiere que su status baje más cuando la gente se entere que durmió abrazado con otro chico!
- ¡Kurt! ¡Cálmate! No e…
- Es más. Hagamos de cuenta que nada de esto paso; que no dormí contigo, que nunca nos toco trabajar en este proyecto ¡Y que JAMÁS fuimos amigos!

Sale de la habitación dando grandes zancadas y yo intento seguirlo pero camina tan rápido que me es imposible. Cuando está a punto de salir de la casa veo que se recarga sobre el marco de la puerta y descansa como si estuviese a punto de desmayarse. Pero al escuchar mis pasos vuelve a ponerse en marcha y sale en dirección a su camioneta. Salgo de la casa y veo a Kurt dentro de su camioneta, arranca y se va. Yo solo lo observo alejarse por la avenida hasta que su vehículo se convierte en un pequeño punto negro y al final desaparece.
Me quedo parado a media calle, solo y desconcertado. ¿Qué rayos paso? ¡Maldición!
Siento la brisa mañanera en mi pecho desnudo. Al perseguir a Kurt olvide por completo de que me había levantado solamente con mis jeans. El maldito viento esta helado, la piel de mi espalda se eriza instintivamente mientras un escalofrío recorre todo mi cuerpo, será mejor entrar antes de que me resfríe.

*******
El agua caliente cae sobre mi nuca y escurre por mi espalda haciendo que mi cuerpo entre en calor. Por qué rayos tuve que actuar como un imbécil… soy tan bobo. Quizá Kurt tuvo razón en molestarse… me comporte como un miedoso, pero qué más podía hacer. Todo en mi cabeza da vueltas. Pude haberle dicho tantas cosas, un simple buenos días hubiera bastado, pero no, lo único que se me ocurrió fue decirle que no le contara a nadie. Y para el caso ¿Qué importa lo que los demás piensen? ¿A caso los demás durmieron con Kurt? No, claro que no, fui yo, yo y solo yo.
Salgo de la ducha con una toalla enredada sobre mi cintura. Me seco rápidamente y me pongo la ropa. Escojo una sudadera azul del armario y por ultimo cojo mi mochila para irme.
Bajo los escalones y paso de largo por la cocina, no tengo nada de hambre, mis padres todavía no regresan… supongo que llegaran antes del mediodía.
Al salir cierro con llave y después escondo esta debajo del tapete de “Bienvenidos”, me encamino hacía la calle y comienzo mi recorrido a la escuela. Creo que hoy iré caminando, tengo mucho que pensar y para hacerlo no hay nada mejor que una buena caminata por la mañana con la fría brisa golpeando mi rostro. Perderé la primera clase pero no me importa, la verdad nada me importa, lo único que quiero hacer es ver a Kurt y decirle que lo siento… al final siempre término lastimándolo...
Sigo caminado y paso por unos puestos de periódicos, a lado de un indigente, una pareja que camina de la mano. Todo tan normal como siempre.
Después de un rato de caminata a lo lejos distingo la secundaria. Estoy a unas cuatro o cinco cuadras de llegar. Paso por otro puesto de periódicos… algo llama mi atención… el señor tiene una pequeña caja en la que reposan varios encendedores, yo no fumo ni nada de eso… pero hay un encendedor en especial que llama mi atención, todos llevan una pequeña etiqueta con un estampado de películas… y uno tiene a Darth Vader, quizá Kurt lo habría reconocido por mi peluche… Kurt.
Le compro el encendedor al vendedor de periódicos y cuando estoy a punto de guardármelo en el bolsillo del pantalón alguien me habla.

- Hey rubio ¿tienes fuego?

Volteo a mi derecha y veo a una chica a lado de mí. Lleva una gabardina café con el largo hasta los tobillos y sin cerrar, tendrá un metro y sesenta o sesenta y cinco de estatura, luce unas botas cafés y una blusa negra algo ajustada la cual le hace resaltar un poco su mediano busto… no es que me este fijando en su busto… solo que no puedo evitar verlo.

- ¿Escuchaste lo que te dije?- Me dice mientras eleva su mano derecha en la cual lleva una cosa extraña con forma de popote y un cigarrillo hasta la punta.
- Emm… si… si, aquí esta- Le contesto mientras le enseño el encendedor.

Se pone el popotillo extraño en los labios mientras que yo me quedo como bobo mirándola… entonces reacciono… es una de esas cosas raras que se utilizan para fumar y espera que yo le encienda el cigarrillo. Alzó mi mano mientras que intento encenderlo y con la otra acuno la llamarada para que no se apague.

- Gracias- Contesta exhalando humo por la boca.
- No… no hay de que.

Vuelvo a mirarla. Su rostro es redondo pero con la barbilla afilada, tiene el cabello castaño y unos ojos azules; tan azules como el agua… o quizá como el hielo; sus ojos se ven tan fríos que me hacen estremecer, como si al solo mirarlos una gélida daga atravesara mi alma. Parece joven, no le calculo más de veinte…

- Diecisiete.
- ¿Qué?
- Tengo diecisiete.
- Yo no te pregunte.
- Tu boca no, pero tu rostro sí.
- ¿No eres muy joven para fumar?
- Y es tu problema por qué…
- Tienes razón, no es mi problema.
- Sabes dónde queda McKinly.
- Es esa que se ve allá ¿Por qué? ¿No me digas que vas para allá?
- Pues entonces no te digo- Dice mientras empieza a caminar en dirección a la escuela.

La sigo y me le emparejo.

- Esta bien, ya entendí que vas para allá ¿Vas a visitar a alguien?
- No.
- ¿A pedir informes?
- No
- ¿Entonces a qué vas?
- No tengo por qué darte explicaciones- Me contesta con toda naturalidad mientras le da una larga calada al cigarrillo- Pero ya que tanto te interesa, voy a mi primer día de clases como alumna transferida.

¿Primer día de clases? Entonces era una nueva alumna, sin embargo eso no explica el por qué la acose con tantas preguntas. Debo de decirle otra cosa antes de que piense que soy un aprovechado o un pervertido.

- ¿Y sabes cantar?
- ¿Y sabes pensar antes de hablar?
- ¿Como dices?
- Nada- Responde con tono de sueño y le da otra calada al cigarrillo-. Que sí se cantar.
- Genial, entonces quizá te interese unirte al Glee club, es genial- miento-, todos nos adoran.
- Y arrojar slushies es la mayor expresión de afecto hacía ustedes ¿verdad?
- Y que te hace pensar eso.
- Soy muy intuitiva.
- Ah- Me pregunto qué es «intuitiva»-. Y de dónde vienes.
- Nunca me lo creerías si te lo dijera- Me dice mientras da una última calada a lo poco que queda de su cigarrillo.
- ¿Qué rayos es eso?- Le pregunto mientras observo el popotillo.
- Se llama boquilla.
- ¿Y la usas para fumar?
- No, la uso para cocinar- Responde con tono sarcástico.
- Ok, ya entendí.

Llegamos a las puertas de McKinly y ella esconde la boquilla en uno de los bolsillos de la gabardina mientras que de otro saca un frasco al parecer de perfume y se lo rocía encima.

- Para oler bien el primer día- Le comento en tono alegre.
- Para que no huelan el tabaco- Contesta en tono frío.

Me quedo parado en la entrada. Quizá vea llegar a Kurt, por lo que se en este día llega como a las diez. Me quedaré unos diez minutos a esperarlo.
La chica termina de rociarse y guarda el frasco en su bolsillo nuevamente.

- Creo que no te he preguntado tu nombre- Me dirijo a ella mientras me recargo en la pared de concreto que está detrás de mí- ¿Cómo te llamas?
- Adivina.
- No lo sé. No soy bueno para adivinar cosas.
- Entonces se creativo y piensa un nombre.
- Mmmmm… no lo sé…
- Pammela.
- ¿Ese es tu nombre?
- No creo que sea el tuyo.
- Tienes razón. Mucho gusto, yo me llamo Sam.
- Un placer «Samy salami».

La veo darse la vuelta y caminar al interior de la escuela. Yo me quedo en el mismo lugar… espero poder hablar con Kurt sobre lo sucedido.

- El no vendrá.

Volteo a ver a Pammela, esta con la mano en la puerta.

- ¿Cómo dices?
- Que él no vendrá- Y empuja la puerta para entrar dejándome solo y más confundido que antes.

*******
Ya son casi las cuatro de la tarde. Kurt nunca llegó a la escuela, estoy muy preocupado, el no es de los que falten a clases solo porque sí.
Me encamino al salón de ensayos del glee club, espero ver a Mercedes y poder preguntarle por Kurt. Está a punto de entrar cuando la tomo ligeramente por el brazo.

- Oye Mercedes… ¿Sabes por qué no vino Kurt?
- Si, buenas tardes, que gusto verte hoy…
- Esta bien, discúlpame, es que…
- Descuida guapo, Kurt no vino hoy porque está mal de…
- ¡Esta mal! ¡Acaso tuvo un accidente automovilístico!

¡Maldición! Se veía mal cuando salió por la mañana… y todo fue mi maldita culpa… debí detenerlo, debí hablar con él, debí de…

- El está bien ¿de dónde rayos sacas eso del accidente automovilístico?
- No… de ningún lado… suelo exagerar las cosas.
- Ya veo que sí. Kurt se levanto con fiebre hoy, me llamo por la mañana para avisarme que no vendría, que no era nada de preocuparse pero prefería quedarse a guardar cama.
- Ah, menos mal. Y no te dijo nada más, alguna otra cosa.
- Soy su mejor amiga no su diario personal, si quieres saber más mejor llámale o mándale un mensaje de texto.
- Yo… yo no tengo su número.
- Te lo paso.

Después de intercambiar nuestros números y el de Kurt entramos finalmente al salón, todos ya están dentro, inclusive el señor Shue. Entro con Mercedes, ella se sienta en la fila de siempre, justo en frente, en el lugar que comparte con Kurt. Yo estoy confuso, no sé que lugar ocupar… ayer todo parecía tan fácil, incluso escoger un asiento y hoy ni eso puedo hacer.
Al final me resigno y regreso a mi rincón, al rincón más alejado de todos, solo e ignorado, así es como debo de estar, así es como merezco estar.

- Hola muchachos- Saluda el señor Shue- Al parecer ya están todos excepto Kurt.
- Kurt se enfermo señor Shue- Anuncia Mercedes-, por eso no se presento hoy.
- Muy bien, gracias por avisarme mercedes. Pues como ya somos todos enton…

Alguien abre la puerta y entra al salón del coro. Todos se le quedan viendo, es una chica de pelo castaño con gabardina café… Pammela.

- ¿Este es el glee club?
- Así es- Le responde el señor Shue esbozándole una sonrisa- Y tu eres la chica nueva verdad ¿Quieres unirte a nuestro club?
- No tengo otra opción.
- ¿Eso es un sí?- Pregunta confuso el señor Shue.
- Sí, pero será por poco tiempo.
- Entonces se bienvenida…
- Me alegra mucho que te unas al club- Interrumpe Rachel-. Necesitamos más coristas en el club.
- Ya va a empezar- Murmura Mercedes.

Pammela se le queda mirando mientras le arquea la ceja derecha. Luego chasquea la lengua y murmura «que estúpida».
Rachel alcanza a escuchar y se pone roja, toma aire haciendo que se le hinche el pecho y abre la boca… va a atacar verbalmente…

- Mejor guárdatelo, no importa lo que me digas, eso no te quitará lo quisquillosa.
- Yo no soy quisquillosa.


Tengo la sensación de deja vu al ver esta discusión, me recuerda cuando Kurt me dijo que también era un quisquilloso «más quisquilloso que Rachel».

- Chicas tranquilas- Se interpone el señor Shue entre las dos-. Mejor cálmense.

Rachel vuelve a su lugar, se sienta y comienza a jalar el dobladillo de su falda como lo hace cuando se pone nerviosa.

- Por qué mejor no nos dices tu nombre y nos cantas algo- Dice el señor Shue dirigiendosé a Pammela.
- OK. Hola a todos, mi nombre es Pammela Pègre, soy la chica nueva y blablabla. Música por favor.

Una melodía algo ruda comienza a resonar en el salón de ensayos y escucho la voz de Pammela entonar una canción que seguramente hará que Rachel explote.




Todos nos quedamos asombrados por lo que acaba de cantar. No es que desconociéramos las palabras altisonantes… pero nunca nadie había cantado una canción así frente al señor Shuester.

- Emmm…. Tienes una excelente voz- Dice el señor Shue aún turbado por la interpretación-, pero para la próxima procura ser menos intensa y menos… procura censurarte para la próxima.
- Procurare hacerlo.
- Muy bien Pam, porque la próxima vez no seré tan indulgente. Ahora puedes ir a sentarte.

Veo a Pammela pasar de largo por los demás asientos. Se sienta en la misma fila que yo, solo nos separa una silla.

- Hola Pam- Le saludo nuevamente- ¿A caso me estas siguiendo?
- Ni que fueras Nick Carter, solo me senté aquí porque es el lugar más alejado- Me contesta con sarcasmo.
- Mmmm… no te agrada mucho la gente ¿verdad?
- Volvemos con el interrogatorio.
- Disculpa.

*******
Salgo por las puertas de la escuela, ya es la hora de salida y me encuentro fuera de esta totalmente confundido. Me encuentro sujetando fuertemente el teléfono móvil… no se qué hacer… le marcare a Kurt o solo bastara con un pequeño mensaje.
Alcanzó a ver una figura esbelta con una gabardina que ondea con la fresca briza de la tarde. Es Pam… viene a mi mente un recuerdo… una frase «el no vendra».
Me guardo el móvil en el bolsillo del pantalón y acelero el paso para alcanzarla, estoy a unos cuantos pasos de emparejármele.

- ¿Acaso me estas siguiendo?- Escucho que me pregunta sin volverse y sin detenerse.
- Ni que fueras Avril Lavigne- Le contesto emparejándomele.
- Eres más gracioso que Eso el payaso.
- Y tú tienes el humor de Merlina Adams.
- Y a que debo tu bendita presencia, no creo que me hables solo por qué sí.
- Quizá sí, quizá quiera ser tu amigo.
- Todos se acercan a algo o alguien porque quieren obtener algo a cambio.
- Eso no es cierto.
- ¿Entonces dime por qué te uniste al glee club?
- Porque me gusta, me hace sentir feliz.
- Entonces tu estas en el club glee porque buscas obtener felicidad y autosatisfacción de él, ves como funciona esto, todos necesitamos algo de alguien. Ahora dime ¿Qué necesitas de mí?
- Eres rara.
- Oh, en serio, tú has de ser muy perfecto ¿verdad?
- No quise decir eso… yo… cielos, siempre eres así, intento ser amable pero tú eres tan… tan… tan confusa, haces que me duela la cabeza. Solo quería ser amable pero al parecer hago que todos terminen enojados conmigo, discúlpame no volveré a molestarte con mi presencia.
- Tranquilo niño, no seas tan sentimental. Y no es contigo el problema, yo soy así con todos. Ahora ¿Qué es lo que querías preguntarme?
- Tu voz se escucha muy dulce cuando muestras tu lado amable…
- No abuses chiquillo.
- Esta bien ¿Cómo sabrías que Kurt no vendría?
- Qué te hace pensar eso.
- Tú me dijiste por la mañana «el no vendrá», te referías a Kurt ¿No es cierto?
- No tengo idea de que me hablas- Me dice como si nada mientras sigue caminando.

Yo me quedo parado a media calle mientras ella sigue su camino. Acaso me estaré volviendo loco. Escucho a la gente decir cosas que no dicen… todo en mi está mal.

- ¡Oye chiquillo!- Escucho a Pam gritarme a lo lejos-. Si yo fuera tú tomaría mi guitarra y le iría cantar a alguien una canción que suavice las asperezas.

Y dicho eso se da la media vuelta mientras se pierde entre los demás estudiantes que van saliendo de la escuela.

*******
Tocare o no tocare la puerta. ¡Maldición! Me encuentro en la casa de los Hummel con guitarra en mano. ¿Qué rayos estoy haciendo? Estoy tomando el consejo de alguien que ni siquiera conozco y que… que al parecer conoce mucho de mí ¿Cómo rayos supo que Kurt no iría a clases? Debo de estar loco por hacer lo que me dijo pero, que otra me queda.
Sin más vacilaciones doy tres golpecitos a la puerta de los Hummel solo para darme cuenta de que hay un timbre en el marco de la puerta ¿Podría ser mas bobo y distraído? No lo creo.
Estoy a punto de tocar el timbre cuando la puerta se abre y el rostro de Finn aparece frente al mío.

- Hola Sam.
- Finn… hola… se… se encuentra Kurt.
- Esta en su habitación ¿Quieres pasar?
- Si… gracias.

Entro a la casa y Finn me conduce a la sala de estar donde sus padres miran una película con todo y palomitas. La madre de Finn se voltea a verme y después se levanta de el sofá para saludarme… Burt solo levanta la mano mientras inclina ligueramente su cabeza en señal de saludo.

- Buenas noches Sam- Me saluda Carol- ¿Qué te trae por aquí? ¿Quieres que te sirva algo de cenar?
- No gracias- Le respondo, siempre es tan amable conmigo-. Quería ver como esta Kurt… supe que enfermo.
- Si, le dio fiebre pero ya está mejor, mañana podrá volver a la escuela no te preocupes.
- Yo puedo… podría…
- Está despierto- Dice mientras me guiña un ojo-, fui a dejarle un vaso de leche hace diez minutos. Ve a verlo.
- Gra… gracias.

Bajo torpemente la escalera de su habitación… mi estomago esta hecho un nudo… no puedo creer lo que voy a hacer… no puedo creerlo sin embargo lo haré.

- ¿Finn eres tú?- Escucho decir a Kurt.
- No… soy yo… Sam.

Lo veo recostado en su cama, la sabana le cubre las piernas y parte del estomago. Se me queda viendo por unos segundos, luego me sonríe ligeramente.

- Hola Sam.
- Hola Kurt.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro como dos bobos, ninguno dice nada, solo nuestros ojos hablan en un lenguaje que ni yo alcanzo a comprender… solo sé que mis nervios han desaparecido y me siento capaz de hacer casi cualquier cosa.

- Sam… yo quería… quería disculparme por como reaccione en la mañana. No fue mi intención ser tan grosero… en verdad lo siento.

Y pensaba que yo era el único que se sentía mal por lo sucedido. Pobre Kurt… el no tuvo la culpa de nada y aún así se siente mal.

- Kurt- Me aproximo y tomo asiento en su cama a lado de él- A veces no soy muy bueno con las palabras… esta maldita dislexia me hace más torpe de lo que ya soy, pero hay algo que los dos comprendemos muy bien, algo con lo que sí puedo expresarme correctamente y que los dos entendemos a la perfección. Cantar… espero que te guste esta canción.

Termino de cantar y dejo mi guitarra a un lado. Kurt solo me mira con sus ojitos llorosos. Yo solo me quito los zapatos y me recuesto a su lado. El me abraza y se queda recostado sobre mi pecho. Yo le paso la mano por su cabello. Todo esta tan tranquilo, tan apacible… creo que esta noche no llegare a dormir a casa.