Just a kiss (Klaine) Capítulo 4: Atracción fatal

Antes que nada les queria pedir perdon por la tardanza pero la verdad es que no sabia como continuar con el fic, asi que me inspire en un anime que vi hace algun tipo.

Espero que les guste. :D

Atracción fatal

Narra Sebastián

- Que fastidio pesa mucho. – digo en voz alta mientras acuesto a Kurt en el sofá de la habitación de huéspedes.

Miro la hora y ha pasado aproximadamente cinco minutos desde que he llamado a Blaine que algo malo le ha pasado a Kurt.

Ahora que lo miro dormir siento que lo odio cada vez más, yo desde siempre he estado enamorado de Blaine, lo he ayudado en todo lo que necesitó y lo apoye con los problemas que tenía en su otra escuela.

Y ahora llega este que no lo conoce tanto como yo a él y se hacen novios, me parece insensato por parte de Blaine… me tiene a mí y prefiere escogerlo a él.

De pronto, empiezo a sentir como las lágrimas recorren mis mejillas. - ¿Blaine en algún tiempo sintió algo por mí? – Pienso en voz alta.

- Quiero seguir durmiendo. – Dice Kurt entre sueños.
Me siento cerca de él por si acaso logra despertarse antes de tiempo y apoyo mi cabeza con el brazo del sofá.

Medito un poco todo lo que he hecho, soy una persona con una imagen pública respetable, saco buenas notas en mis materias, los profesores me tienen cariño, no tengo problemas con mi familia. Cualquiera diría ¿Entonces qué diablos busca? Lo único que siempre he querdio, el amor de Blaine. Con mi bizarra meta ya trazada, vuelvo a recapitular el plan.

- De primero tuve que emborrachar a Blaine, cosa que fue fácil luego solo repetíamos lo que decía una película haciéndole creer a Kurt que se lo decía a él.

- Segundo tuve que ganarme la confianza de Kurt para poderlo traer aquí.

Ahora todo depende de ti Blaine. – Digo mientras observo la cara de Kurt.


(Minutos antes)

Y ahí se encontraba Blaine, tratando de comunicarse de nuevo con Sebastián.

- Rayos tiene el celular apagado. – Dijo mientras apretaba el celular con tal fuerza que parecía que fuera a romperse.

Blaine no se sentía bien, tenía un insoportable dolor de cabeza y no se sentía dispuesto para conducir una hora hacia la casa de Sebastián.

Como un luz en la oscuridad, se le ilumino que sus amigos de Dalton podrían llevarlo después de todo Jeff le debían muchos favores desde que se fue de Dalton.

- ¿Sí? – Dijo Jeff entre dientes, siempre que lo despiertan habla así.

- Jeff necesito que me lleves a la casa de Sebastián. –

- ¿No puedes hacerlo tú? Además que ni me cae bien ese presumido.

- Es por eso que te digo a ti, no me siento muy bien y algo malo le paso a Kurt en su casa. –

- De seguro lo enveneno. – Dijo Jeff riendo.

- No juegues así, ven lo más pronto posible.

Jeff se apuró y tomo su carro hasta la casa de Blaine, no Vivian tan lejos así que se tardó menos de quince minutos pero para Blaine fue una eternidad.

- ¿Nos vamos? - Dijo dirigiéndose a Blaine que ya se encontraba en la puerta de su casa. Se subió al carro y nadie dijo nada por todo el camino. Blaine solo movía sus manos descontroladamente y Jeff al ver su estado prefirió guardar silencio.

Luego de más de una hora de conducir Blaine Anderson se bajó rápidamente del carro y como pudo le dijo a Blaine que se quedará esperando por si necesitaba algo, a lo que Jeff acepto.

Se dirigió a la puerta y toco el timbre tantas veces pudo hasta que alguien le abrió: Era Carlota, el ama de llaves de la casa Pettigrew.

Era una señora que rondaba entre los setenta años, con una cabellera larga y platinada por las canas y con unos ojos de un verde muy particular, tenía puesto el delantal así que Blaine pensó que debió de estar cosinando.

- ¿Que quiere? – Le digo Carlota mientras se quitaba el delantal.

- Vengo por Kurt.

- Ah, ¿Se refiere al jovencito que llego durmiendo? Pase adelante señorito.

Blaine entró a la casa, la mansión de la familia Pettigrew siempre había sido distinguida por su arquitectura, por dentro todas las paredes eran blancas al igual que las columnas, la sala tenía más cuadros famosos que el museo del lugar solo que esta vez no podía ver casi nada, ni una de las luces del primer piso estaba encendida y a lo lejos podía ver una de las habitaciones encendidas.

- El joven lo espera en la habitación de huéspedes, ya sabe en donde de queda, ahora con permiso. – Dijo mientras su figura desaparecía en lo oscuro del lugar.

Blaine con cuidado empezó a subir los escalones que conducían al segundo piso, tenía apuro por llegar rápido y ver como se encontraba Kurt pero el lugar era verdaderamente escalofriante y agregando que se daba un paso mal podía darse un fuerte golpe.

Finalmente llego al segundo piso, camino por el pasillo hasta llegar a la última habitación que era la de huéspedes, abrió la puerta y para su sorpresa solo estaba Sebastián sentado en el sofá tomando café.

- ¿Te unes? – Le dijo Sebastián mientras ponía la tasa en la mesa.

- ¿Dónde está Kurt? ¿Ya se encuentra bien?

- ¿De quién me hablas? - Dijo mientras se levantaba de su asiento.

- ¡Sebastián por favor! –

- Tranquilo, se fue a dormir a otro cuarto no tienes de que preocuparte.


- ¿Dónde estoy? - Dijo Kurt mientras se trataba de levantar de la cama. – Esta no es mi casa.- Dijo un poco preocupado mientras buscaba el celular en su pantalón.

Como pudo se puso sus zapatos y salió de la habitación, era un pasillo considerablemente grande y estaba tan oscuro que casi no podía ver pero escuchaba unas voces discutir, se acercó más y pudo distinguir una de ellas: Blaine, se emocionó al escucharlo, después de todo no estaba tan solo.

Se dispuso a seguir la voz de su novio hasta que llego a la última habitación del corredor y luego darle un abrazo a Blaine pero para sus sorpresa él no estaba solo, estaba con Sebastián y no solo estaban discutiendo, Sebastián tomaba de las manos a su novio.

- ¿Estaré durmiendo otra vez? – Se preguntó así mismo.

- Mira Blaine es tu novio. ¡Justo a tiempo! Pasa Kurt únete. –

Kurt le hizo caso y entró a la habitación, Blaine mantenía su cara de asombro y en cambio Sebastián, parecía que nada en el mundo podría quitarle esa satisfacción. ¿Qué pasa aquí? – Pregunto el castaño?

- Nada, solo él decía a Blaine que lo amo y que merece una mejor persona como yo. –

Kurt no podía creer lo que escuchaba, después de todo lo que había pasado Blaine lo volvía a engañar, quiso decir algo pero un nudo en la garganta no se lo permitía, sentía amarga su boca y tenia deseos de llorar allí, solo que no dejaría que lo vieran de nuevo así.

- Ándale, tú no lo quieres tanto como yo y créeme que lo cuidare mejor que tú y le haré pasar los mejores momentos de su vida.

Kurt estaba pasmado no sabía que decir, lo único que merecida este chico eran insultos y aun asi no habían palabras para describir su cinismo y cuando estaba a punto de decir algo vio como Sebastián se dirigía al rostro de Blaine.

- Blaine di algo por favor. – Dijo Kurt casi sin poder modular su voz.

Pero Blaine parecía no escuchar, Sebastián tomó su mentón y se dirigió a sus labios, Kurt sintió la ira recorer su cuerpo, había pasado por tantas cosas con Blaine para que terminara su relación de esa forma y además que no dejaría que nadie lo humillara de esa forma.

Se acercó a Sebastián y lo empujo con todas sus fuerzas obligando a caer cerca de la mesa y cayéndole el café en su pecho.

- Blaine es mío - Dijo Kurt aun exaltado.

- ¡Quema! – Dijo mientras trataba de quitarse el café.

Blaine no podía creer lo que había hecho Kurt, nunca lo había visto de esa forma se acercó a él y lo abrazo.

- Vámonos ya. – Le susurró al oído.

- Blaine no me puedes dejar. – Dijo Sebastián aun tirado en el piso.

- Ya escuchaste, soy de él. –

Ambos salieron de la habitación sin decir nada, cruzaron el pasillo y se encontraron con Carlota, que parecía algo molesta ya que ni se despidió de ellos y se dirigio al cuarto donde se encontraba Sebastian.

- Apuesto a que lo sabía todo.- Dijo Kurt.

- Apuesto lo mismo. –

Rápidamente salieron de la casa y se dirigieron al carro de Jeff.

- ¿Te encuentras bien Kurt? – Le pregunto algo preocupado.

- Supongo que mejor aunque no del todo.

- ¿Y qué es lo que te había pasado?

- Te contamos mañana, ahorita es tarde. – Le contestó Blaine.


- ¿Tienes algo que decir Blaine Anderson? – Dijo Kurt arqueando una ceja.

- En mi defensa nunca sentí nada por él además sabes que aun si no hubieras interferido no hubiera dejado que me besase. ¿Estás enojado?

- No claro que no, ver a tu novio en brazos de otro y que estuvieron a punto de besarse es reconfortante. - Dijo Kurt casi llorando.

Blaine se acercó y abrazó al castaño dándole un beso en su cabeza. Kurt abrió los ojos y se dejó atrapar por ambos mares color ocre que lo miraron con amor y también por los brazos que lo rodearon por la espalda con toda su ternura.

Kurt No pudo resistirlo más y lloró abiertamente ante la tranquilizante presencia de Blaine.

- No te preocupes Kurt, yo siempre te voy a amar.

myka-chan escribió:OMG!!! estaba gritando como loka diciendo: ¡Dale por la boca y por donde mas le duele! :lol!: en definicion me encanto el capi Sebastian lo odio es muy obsecibo compulsivo xD!
Espero conti!!!

Para ser sincera iba a agregar una parte así pero no miraba a Kurt tan violento así que opte solo por empujarle. Gracias por comentar. :B

supermegafoxywesohot escribió:que? estas loco sebastian? blaine nunca va a amarte maldito loco sicopata
pobre mi kurt sufre por ese sicopta enfermo(ok ok lo odio ¬¬)
golpealo kurt tirale un cafe sii!! que sufraa muajajja (ok mejor me calmo U.U )
awww que lindo cuando blaine le dijo que lo amaba :3
pero porque no reacciono con sebastian?O_O

Ya sabras porque Blaine no reacciono con Sebastian pero lo que si te puedo decir es que mientras Kurt dormia, Blaine y Sebastian tuvieron una conversación muy importante que servira para futuros capitulos. (: