Fic: El Amor nunca es fácil-Roto-Cap. 128

Nuestra Primera vez

La noche estaba más estrellada que nunca, Kurt había salido a eso de las nueve desde su casa con destino a la casa de Blaine.

Llevaba todo el día preparándose para ese encuentro, se despertó más temprano de lo habitual, lo cual realmente lo molestaba, no quería lucir unas ojeras precisamente ese día, se quedó en su cama un tiempo más, se tapó hasta la cabeza para tratar de callar las voces que estaba escuchando... pero eso era imposible, ya que estaban en su cabeza, miles de preguntas no dejaban se sonar, ¿Seria lo correcto? ¿Estaba preparado? ¿Sería capaz de satisfacer a Blaine? – esa última pregunta era la que más se repetía, había pasado toda su vida intentando evadir “asuntos íntimos”, como solía llamarlos, incluso estando solo se avergonzaba de solo pensarlo. Había hablado hace tiempo de estas cosas con su novio, cuando aún solo eran amigos, pero su relación había cambiado, y era momento de enfrentarlo- el problema, aun no sabía cómo.
Cuando se levantó se miró al espejo y se dijo: Kurt esta es tu noche, y debes brillar.
Camino por su habitación hasta llegar a su closet, tomo un par de prendas, las arrojo sobre su cama y empezó a probar distintas combinaciones, debía verse bien. Una vez que eligió cuál sería su atuendo para la noche lo colgó delicadamente y lo dejo en un perchero al lado de su espejo, ese atuendo sería perfecto, ahora debía decidir que colocarse para el resto del día. Se quedó mirando por la ventana que daba hacia el jardín y vio como el césped brillaba por las gotas de rocío que aún lo cubrían. Se quedó un rato así, sin pensar en nada, sentía que estaba flotando y que en cualquier momento se caería, eran tantas las emociones que lo embargaban que en cualquier momento se iba a desmayar. Una vez que logro volver en sí, tomo unas toallas que Carole había dejado sobre el baúl que había logrado rescatar de la habitación de su madre hace ya muchos años, como hubiese querido que ella estuviese ahí, para hablarle o solo para acurrucarse en su regazo como lo hacía cuando era pequeño y tenía miedo.
De pronto sintió la puerta de su habitación, era su padre que lo venía a apurar para que bajase a desayunar, logro escuchar también a Finn que le decía que si no bajaba rápido se comería sus cereales y su fruta. Burt miro a su hijo y le pregunto qué le pasaba- la cara que debía tener en ese momento lo tuvo que asustar- ¿te sientes bien Kurt? Si papa, es solo que aún tengo un poco de sueño- respondió. Bueno baja a comer y después subes a ducharte, eso te hará despertar.
Kurt bajo las escaleras hasta la cocina, ahí vio a su Padre, a Carole y a Finn ya comiendo, lo siento Kurt, comenzamos sin ti- dijo Carole. No importa, en realidad no tengo hambre ¿Te ocurre algo Kurt?- pregunto Finn.
Oh Dios mi cara debía de estar horrible me dije. No Finn estoy bien, solo un poco dormido- respondí.
Bueno Kurt, nos vemos más tarde- dijeron Carole y papa.
-No, papa recuerda que hoy voy a la casa de Blaine- sentí como mi cara comenzaba a acalorarse, debía verme como un tomate.
Mi papa me miro como si fuese a gritar- pero no lo hizo, solo cuando se despidió me dijo un CUIDATE!- nuevamente sentí como la sangre se iba a mi cabeza. Si papa, nos vemos mañana, gire y me fui directamente a mi habitación, cerré la puerta y me tire a la cama, que vergüenza.
Lo siguiente que recuerdo es haber escuchado a Finn gritar- Kurt, voy a ver a Rachel, nos vemos mañana deja todo cerrado antes de salir.
Sentí como se cerraba la puerta, estaba solo ahora, y eso me abrumaba más aun, no sabía si iba a ser capaz de volver a salir de esa habitación.
Luego de unos momentos, tome valor- ¡Kurt Hummel nunca ha sido un cobarde!, eso te lo enseño Blaine.
Kurt se levantó y tomo las toallas que había dejado en la cama cuando su padre lo había ido a buscar para desayunar, era momento de una larga ducha- se dijo a sí mismo.
Cerro su puerta con llave, estaba agradecido de que Finn hubiese salido, ahora tenía un hermano poco educado así que tomaba precauciones como encerrarse para tomar una ducha- Finn solía entrar siempre a su habitación sin tocar, aun así había decidido cerrar aunque estuviese solo.
Comenzó a sacarse su pijama, tiro su camiseta y sus pantalones al suelo, estando desnudo pensó si a Blaine le gustaría, era tan pálido y delgado, realmente se sentía como un pingüino bebe, se miró al espejo y se avergonzó. Se fue directo al baño, abrió la llave del agua caliente, lleno la tina y agrego unas escancias que guardaba en un pequeño cajón de su botiquín, en ese mismo cajón vio una afeitadora, aun en su paquete original, se miró en el pequeño espejo que tenía en frente y acaricio su barbilla.
-Vamos Hummel!- se dijo, ¿en que estaba pensando, acaso iba a aparecer barba de un día para otro, si no ha aparecido en 17 años?
Entonces tomo un respiro y se metió en la tina, se hundió en el agua por un instante y saco la cabeza e inhalo profundamente dejando que el olor de las esencias llenaran sus pulmones, esto era lo que necesitaba- se dijo.
Ya habían pasado 30 minutos cuando salí del baño, mi cuerpo por fin se había relajado, camine lentamente alrededor del cuarto sintiendo la alfombra bajo mis pies, ¡cómo me relajaba hacer eso! Me vestí rápidamente aplique mis cremas y baje a la cocina, casi no había comido nada así que calenté un trozo de pizza que había dejado Finn y me senté a escuchar algo de música, eso me haría bien. El resto de la tarde me la pase de aquí para allá dando vueltas en la casa, ordene, cante, limpie mi cuarto, cante otra vez, prepare la cena para cuando llegara mi papa y Carole, volví a cantar y así se me paso la hora, cuando me di cuenta ya solo faltaban 2 hrs para ir a la casa de Blaine; había calculado el tiempo de viaje, una ducha rápida, cremas, vestimenta…tenía dos horas para hacer todo eso, subí a mi habitación y me dispuse a darme una ducha rápida para deshacerme del sudor que tenía luego de pasar toda la tarde de arriba abajo, odiaba el sudor, era pegajoso y olía mal, que asco.
Esta vez a diferencia de la mañana solo 10 minutos en la ducha me bastaron, me coloque la ropa que había elegido en la mañana, una limpieza de rostro, cremas y por ultimo mi cabello, estaba listo. Ahora a la casa de Blaine.

¡Santo cielo, como he podido dormir tanto!- grito Blaine, mientras sostenía en su mano el celular que le anunciaba que eran las 15 hrs.
Se suponía que despertaría a las 8.00 para ir a comprar las cosas para preparar la cena de esa noche, aun no compraba nada, aun no se duchaba, aun no ordenaba, aun… aún tenía en su mente el sueño que lo mantuvo hasta esa hora en la cama.
Blaine no solía dormir hasta tan tarde, su estancia en Dalton lo había acostumbrado a despertar temprano para sus clases, pero el sueño de esa noche se lo había impedido, de hecho aún quería seguir soñando, aunque no recordaba claramente que era lo que soñaba recordaba perfectamente cómo se sentía, era como estar flotando en el agua tibia, estaba relajado y se sentía seguro, era capaz de recordar incluso que sentía un olor dulce, pero aparte de eso no recordaba nada más, sin imágenes, sin la música que generalmente amenizaba sus sueños, nada.
-Es tiempo de despertar se dijo, mientras veía el lindo día que hacia afuera, se levantó y se fue directamente al baño, se ducho y se afeito rápidamente, afortunadamente no se cortó como lo hacía casi siempre, esta noche no podía lucir con marcas en su rostro, no para Kurt. Salió del baño y se colocó una polera gastada que le quedaba un poco grande, unos pantalones del gimnasio y sus zapatillas preferidas, se miró al espejo y se rio- si Kurt me viera así, terminaría conmigo, se dijo. Cuando estaba en su casa prefería andar cómodo, el traje empaquetado que tuvo que usar en Dalton los últimos años lo hizo prometerse preferir la comodidad antes que el estilo, por lo menos mientras estuviese en su casa, solo. Cuando Blaine decía solo se refería a “sin Kurt”, definitivamente él lo terminaría si lo viese vestido de esa forma.
Fue directo a la cocina, tomo una cajita de jugo y un par de galletas y corrió hasta su auto para ir a comprar, había planeado preparar algo liviano, pero elegante.
Cuando volvió de las compras se dedicó a ordenar su habitación, decoro todo para que Kurt se sintiera a gusto.
Se metió a la cocina y encendió su notebook, Blaine no tenía mucha experiencia en asuntos culinarios, generalmente era Kurt quien cocinaba para él, pero esta vez lo iba a sorprender. Blaine siguió paso a paso las instrucciones que le daba un chef de un programa en internet, al terminar, no se veía tan espectacular como el que había hecho el chef, pero tampoco se veía tan mal, lo probo para ver si tenía buen sabor, quedo realmente sorprendido por el resultado, estaba seguro que a Kurt le gustaría, ahora que había calculado cuanto se demoraba en preparar el plato sabia cuanto tiempo le quedaría para vestirse y terminar de ordenar la casa… era poco tiempo en verdad.
Un par de horas antes de la llegada de Kurt, Blaine preparo la comida, decoro la mesa con un mantel rojo, pequeñas velas amarillas iluminaban el pequeño arreglo de rosas rojas colocado en el centro de la mesa. Fue a su habitación, se ducho y se vistió, había elegido llevar unos pantalones negros con una sencilla camisa blanca, estaba tan nervioso que ni siquiera recordó arreglar su cabello.
Blaine miraba su reloj insistentemente, acaso Kurt no vendría, le habrá pasado algo, toda clase de ideas pasaban por su cabeza cuando sintió sonar el timbre, su corazón se detuvo por un segundo camino hacia la puerta y se encontró con su novio que no levantaba la mirada del suelo.


Salí de casa a eso de las nueve, la noche estaba más estrellada que nunca, camine hasta mi auto y emprendí rumbo hacia la casa de Blaine. Puse un CD en el auto, pero no lo escuche, las preguntas en mi cabeza habían empezado a sonar tan fuerte como en la mañana, estaba tan nervioso, Blaine iba a estar solo en su casa, íbamos a estar solos, mi cabeza empezó a dar vueltas así que abrí la ventana del auto para sentir el aire en la cara, eso podría ayudarme con el mareo que estaba sintiendo.
Cuando llegue a la casa de Blaine vi las luces encendidas, apague el motor y respire profundo, salí y camine directo a la puerta mientras miraba el suelo, toque el timbre y Blaine abrió la puerta de inmediato, me di cuenta porque vi sus zapatos, levante mi cabeza y lo mire a los ojos, que hermosos ojos, su cabello estaba sin todo ese gel que acostumbraba colocarse. Adelante Kurt- me dijo, ofreciéndome su mano.
Una vez dentro observe detenidamente cada espacio, se notaba que había preparado todo, la mesa estaba servida, velas y platos cuidadosamente colocados. Blaine me pidió mi chaqueta y la coloco en un perchero tras la puerta.
Kurt estas bien, ¿te ves un poco descompuesto?- pregunto Blaine.
No, solo estoy un poco nervioso, respondió Kurt.
Tranquilo, solo soy yo, el mismo de siempre Kurt, tu novio.
Al escuchar estas palabras Kurt volvió a respirar con tranquilidad, definitivamente, era su Blaine, solo era el, el hombre al que tanto tiempo espero, y que ahora era su novio, no tenía por qué estar nervioso.
-¿Kurt, te gusto la comida? Estaba delicioso Blaine, ¿lo preparaste tú?, Si.- respondió Blaine, fue algo que aprendí esta tarde. Deberías cocinar más Blaine, tienes un don. Blaine le sonrió, le había gustado.
Una vez que terminaron Blaine invito a Kurt a pasar a sentarse en un sofá que había en la habitación contigua, coloco algo de música y se quedaron conversando.
Blaine paso su brazo por alrededor de la espalda de Kurt y lo acerco a su pecho. ¿Puedes oírlo Kurt? Estoy igual o más nervioso que tú. No te avergüences. También para mi es la primera vez le dijo.
-Oh, Blaine.
Kurt lo abrazo fuerte y cerró sus ojos, ahora estaba más tranquilo, se sentía tan seguro entre los brazos de Blaine.
Tranquilo Kurt, le sonrió, tomo su cara y la acerco hacia la suya, ambos se miraron a los ojos por un instante que se volvió mágico, sus respiraciones estaban sincronizadas, Kurt podía sentir el aliento de Blaine haciéndose cada vez más intenso, por fin Blaine lo beso, dulcemente. Kurt pasó sus manos a través de los rizos de su novio y se acercó más. De repente Blaine hizo un giro brusco y sin darse cuenta Kurt tenia a Blaine casi completamente sobre él. Kurt apenas y podía moverse, Blaine lo tenía agarrado de los brazos, ante los insistentes movimientos de Kurt Blaine lo liberó, y al contrario de lo que Blaine hubiese pensado Kurt en lugar de alejarse comenzó a desabotonar su camisa, sus dedos temblorosos tardaron un rato en deshacerse de ella, pero lo logro, Blaine por su parte ya había sacado el sweater y la camisa que llevaba su novio.
¿Kurt, quieres subir a mi habitación?- Pregunto Blaine.
Pensé que no lo ibas a preguntar nunca Blaine, los miedos de Kurt habían desaparecido completamente, esta iba a ser su gran noche, y no iba a dejar que sus miedos la arruinaran.
Ambos subieron y entraron al cuarto mientras aún continuaban besándose. Blaine tomo a Kurt entre sus brazos y le susurro a su novio si estaba seguro de hacerlo.
-Blaine, debo confesarte que hasta que toque a tu puerta aún tenía dudas, pero ahora, estoy seguro, te amo y quiero que mi primera vez sea contigo y ahora.
Blaine se quitó los zapatos y empujo a Kurt sobre su cama, se lanzó sobre él y lo beso tiernamente en la frente. Sabes que te amo Kurt ¿cierto? Claro Blaine, tanto como te amo yo- le susurró al oído.
Kurt miro a su alrededor y se sorprendió, la habitación estaba rodeada de velas y olía a vainilla.
-Kurt, perdóname si tal vez este no es el lugar de tus sueños , pero me he esforzado en que la habitación fuese lo más cercano a lo que me habías descrito- dijo Blaine mirándolo con un dejo de tristeza.
Al final lo que de verdad importaba era que ambos estaban ahí, el uno para el otro, dispuestos a entregar lo que solo entregarían una sola vez, a una sola persona, a quien amaban. Siempre parecía que Blaine era el fuerte de la relación, pero en este momento se sentía más indefenso que nunca, no era capaz de dejar de temblar y se avergonzaba de aquello; mientras estaba con Kurt era débil.
- Mi Blaine, esto es perfecto, aun mejor de lo que había imaginado. Muchas gracias, te amo.
Blaine miro a su novio, se quitó la camiseta y la lanzo al suelo, Kurt lo observo durante unos segundos, jamás había visto a Blaine sin camiseta, era tan hermoso y se sintió un poco avergonzado, el en cambio era…tan normal, tan soso- pensó. Blaine tomo la camiseta de Kurt y se la quito de un solo tirón, se quedó mirándolo durante un instante. Kurt se ruborizo diciéndole, no hay mucho que admirar ¿no?, Blaine pareció no escucharlo.
Que estaba mirando Blaine, acaso lo había desilusionado tanto, Kurt se sentía tan poca cosa al lado de Blaine, desvió la mirada por la vergüenza que sentía.
Blaine se acercó al oído de Kurt y le susurro- Kurt… eres…perfecto.
Kurt giro su cabeza y lo miro incrédulo, ¿qué dices Blaine?
-Que eres perfecto, eso dije. Te vez como un ángel, ¿si eso no es perfección entonces que es? Yo en cambio Kurt, mírame, soy tan humano, tú te vez simplemente celestial, tu piel es tan blanca, como el mármol y tu rostro…que hermoso rostro, desde el primer momento en que te vi cuando bajabas las escaleras en Dalton quede sorprendido por lo lindo que era, o es, mejor dicho.
Kurt lo tomo por el cuello y lo acerco a sí mismo para besarlo, nuevamente ambos sintieron como sus respiraciones se agitaban cada vez más, las manos de Blaine tomaban el cuello de su novio y lo acercaba más y más. Los dedos de Kurt recorrían lentamente el cuello de su novio hasta bajar a su clavícula, su cuerpo estaba sudando, Kurt recordó como estaba de asqueado en la mañana por oler mal y estar así de pegajoso luego de haber realizado las labores de su casa, ahora Kurt no podría estar más a gusto con tanto sudor, este mismo hizo resbalar sus dedos a través del pecho de Blaine, Kurt sintió como este movimiento hizo estremecer a su amado mientras éste se entretenía con su cuello. El ex Warbler jugueteo en el oído de Kurt con su lengua, siguió bajando hasta rozar la cicatriz que tenía en la parte de atrás de su cuello, ante esto Kurt dejo caer su cabeza dejando escapar un pequeño gemido, haciendo que Blaine soltara una pequeña risita de satisfacción. Como amaba Blaine el cuerpo de Kurt, desde ese preciso momento se había transformado en una adicción para él, su sabor y su olor lo embriagaba, en un momento de debilidad Kurt logro tomar a Blaine y girarlo, ahora él tenía el control, en realidad Kurt jamás imagino estar en esa situación, pero lo estaba ahora y lo iba a aprovechar. Acerco su nariz lentamente al cuello de Blaine y respiro su aroma larga y profundamente para intentar mantenerlo como un hermoso recuerdo que no quería olvidar, lo beso y lo lamio lentamente, esta vez fue Blaine quien dejó escapar un gemido, y del mismo modo esta vez fue Kurt quien soltó una risita de satisfacción.
Kurt, sabes lo que haces- dijo Blaine.
En realidad no, solo estoy improvisando- respondió Kurt, creo que en eso si soy bueno, dijo mientras reía.
En ese momento ambos estaban completamente entregados a los deseos de sus cuerpos que parecían necesitarse el uno al otro, querían fusionarse, las manos de ambo se deslizaron lentamente hacia abajo, más abajo de lo que habían llegado jamás antes, ambos notaron que sus cuerpos estaban respondiendo a la pasión que en ese momento sentían. Ahora ambos podían sentir cada centímetro del cuerpo del otro, era algo nuevo, era la sensación más extraña que podrían imaginar, era excitante, no habían palabras que pudiesen describirlo, todo era desconocido para ellos, habían tantas cosas que descubrir juntos, eso era lo hermoso de que fuese la primera vez de ambos, tenían todo un mundo por delante.
Fue en ese mismo instante en que Blaine recordó, era la misma sensación, la misma calidez, el dulce olor, era Kurt el que esa mañana lo había retenido en sus sueños.

UNOS DIAS??.
si que queres que a Kurt y a mi nos de un ataque de desesperacion cierto???
ok.. me encanto!!..siii!!.. Klaine... primera vez..Blaine...lindo..Kurt ... inseguro..Rachel.. bueno en si no se que es Rachel.. ejejje MALA MENTIROSA!!!.eso.. sii!!. ajaja
ME ENCATO..ESPERO EL CONTI!!!.. QUE SEA PRONTO..SIII?? ajjaja
NOS LEEMOS!!

Nuestra canción

Una pequeña conversación

Kurt, mi madre.