[Resuelto]FanFic: Una historia de instituto

jajajajaja Santana eres una pervertida, me encanta jajaja XD

:O El proximo capitulo sera epico, qiero qiero jajaa XD

Actualiza prontitooo! :D Este me encantoo

Britt con las piernas abiertas LOL Jajaja fue mortal.

Me encanta como va la historia, pero podrías haber esperado unas treinta palabras más para cortar el capítulo y no nos hacías sufrir tanto x'd

Saludos & actualiza pronto!

Jajajaaj! Santana es Santana... todos la conocemos de sobra! jajaja
Y creo que Lord Tubbington tendría que tener un club de fans! hahaha
Aquí va otro! No se si podre actualizar ya tan rapido... :/

CAPÍTULO 5
-¿Te ayudo? –me dijo cerca de mi oído.
-Claro. ¿Ducha o baño? –le pregunté mientras me empezaba a quitar la ropa. Se me estaba poniendo la carne de gallina, y no precisamente porque tuviera frío…
-Mi madre ha dicho que aún queda para la cena y que no molestará, así que baño. –se acercó a la bañera empezando a llenarla. Me apoyé en una pared y la miré, desnudándola poco a poco con la mirada “Siempre he sido un poco lujuriosa…” me dije para mí misma.
Cuando se llenó del todo me acerqué a ella por detrás y empecé yo a quitarle la ropa a ella. Yo no iba a lavarme el pelo, así que no me deshice la coleta que siempre llevábamos. Entró ella primero ya que era más grande que yo, así que cuando entré me recosté sobre ella. Tenía una paz tan inmensa ahí.
-Creo que me quedaría aquí siempre. –le dije cerrando los ojos. Noté sus manos empezando a enjabonarme todo el cuerpo. Yo no pude más que cerrar los ojos y disfrutar de estar tan cerca de ella.
Me empezó a dar pequeños besitos en el cuello, y yo me estremecía en sus brazos. Noté que en ese momento estaba a su merced, estaba a los pies de Britt.
-El mejor baño de mi vida… -me dijo muy cerca de mi oído. Me besó la mejilla y rodeó mi vientre con sus brazos, abrazándome más a ella. –Menos mal que somos mejores amigas y podemos hacer esto, porque me encanta, San.
-Claro, Britt… -“mejores amigas”… siempre le había dicho que eso es lo que hacen las amigas, que no es más que eso, pero a quién iba a mentir… hasta yo sabía que eso no era así.
-Te quiero, San. –me susurró. Sólo esas dos palabras hicieron que unas palomas volaran en mi estómago. Como si fuera la primera vez que me lo decía… pero sentí que la situación, la edad, todo… esta vez tenía un transfondo diferente, ése te quiero significaba más que los otros, significaba otro querer. Un querer que yo ansiaba tener pero que tenía tanto miedo de sentir, de que la gente supiera.
-Yo también Britt-Britt. –no podía negar que la quería como a nadie. Que sentía que era ya mi otra mitad, la única que llegaba a comprenderme, la única que me hacía estremecer y hacerme sentir pequeña y especial. Pero no, no podía decirle todo eso en voz alta, era demasiado para mí, así que seguí en silencio, sintiendo su piel tan cerca de la mía y como seguía dándome suaves caricias que yo le respondía. Giré la cabeza, aunque la posición fuera incómoda tenía que besarla. Me sonrió y nos besamos con una delicadeza inusitada… algo estaba cambiando, lo presentía. Eran esos malditos sentimientos, no podían quedarse calladitos sin molestar.
-Britt, por mucho que me gustaría quedarme aquí toda la noche… tendríamos que salir y ver si ayudamos a tu madre o algo. –le susurré. Llevábamos un rato sin hablar. Me giré y me la vi que estaba durmiendo. Esa imagen de ella con los ojos cerrados, tan cerca y tan vulnerable y tan preciosa… no tenía palabras. Salí y la desperté con un beso en la frente.
-¿Qué ha pasado? –preguntó asustada, sin saber donde estaba. Cuando se ubicó, cogió la toalla que yo le tendía y se cubrió.
Salimos y nos vestimos mirándonos a la cara, como desafiándonos a ver quien era la primera que se lanzaba a los brazos de la otra. Yo me moría por hacerlo, pero no… no iba a caer. Le sonreí maliciosamente y le puse morritos. Ella se rió y se acercó y a los pocos instantes la ropa que me había puesto ya volaba. Instantes después volvíamos a repetir la operación, pero con el objetivo claro: vestirnos.
-Anda que… vestirme para que a los segundos ya me lo estés quitando todo… -le dije divertida y tirando de ella para que fuera a la cocina.
-Es que provocas, San… -me dijo al oído. Solté una carcajada y llegamos dónde estaba su madre.
-Sí que habéis tardado en ducharos. –nos lanzó una mirada de reproche y yo agaché la cabeza para que no viera que me estaba sonrojando.
-¿Qué necesitas que hagamos, Ma? –le preguntó Britt a su madre colocándose a su lado.
-Pues la verdad, hija… no me gusta esto, pero me han llamado del hospital y me han dicho que me han tenido que cambiar el turno a esta noche, así que tenéis que acabar de hacer la cena y limpiarlo todo. –la mirada de culpa que le dirigió a Britt me hizo pensar que si mis padres me miraran así siempre que se tuvieran que ir otro gallo cantaría.
-Oh… no pasa nada… nosotras nos encargamos de todo. Pero, ¿ni siquiera vas a cenar? –le preguntó con una nota triste mi Britt. Tuve ganas de abrazarla y que quitara esa cara de pena.
-Cariño, ya he cenado. Vosotras solo tenéis que acabar de hacer esta ensalada y preparar los macarrones. –le sonrió a su hija. Dirigiéndose a mí me dijo: -Menos mal que te quedas con Britt, no me gusta dejarla sola.
-No se preocupe, yo cuidaré de ella. –le sonreí a la madre de mi mejor amiga.
-Sé que lo harás, cariño Siempre lo haces. –se acercó a mi y me dio un beso en la frente que yo le agradecí sonriendo. La señora Pierce se despidió de Britt con un abrazo que hizo que me entrara pena de que mis padres no fueran así conmigo.
-Bueno, chicas… pasad buena noche y poneros el despertador para mañana. –dijo la madre de Britt antes de salir por la puerta. Me giré y vi a mi rubita con los ojos llorosos. Me acerqué a ella y la abracé.
-Eh, tranquila. Ellos te quieren, y no suelen dejarte sola… además, estoy aquí para cuidar de ti. Ningún duende ni ser fantástico se acercará a ti. –le dije acariciándole la espalda. Noté que unas lágrimas suyas mojaban mi hombro, así que seguí abrazándola sin hablar.
-No lo entiendes, Sany… -me dijo entre sollozos. –Que trabajen tanto es porque no tenemos mucho dinero. Y es por culpa del maldito duende ese…
-¿Cómo que no tenéis dinero? –me asusté.
-Mi padre tiene que trabajar más, a mi madre le han doblado los turnos… pero me han dicho que aquí hay muy poco trabajo y… están pensando en mudarnos a otra ciudad…. –me dijo. En ese momento, esa posibilidad hizo que se me cayera el mundo encima. No podía creerlo ni asumirlo, así que sólo me apreté más a su cuerpo.
-Tiene que haber una solución, y la encontraran. No puedes irte de aquí… -le dije al borde del llanto.
-No quiero irme… quiero seguir en el Glee Club… además de que quiero seguir contigo… -me confesó. Tras unos instantes, decidí separarme de ella y hacer como si todo estuviera bien, alguien tenía que ser fuerte y me tocó serlo a mí.
-Vamos a hacer la cena, Britt. Y no pienses más en ello, los mayores siempre encuentran soluciones. –le dije sonriéndole con todas mis fuerzas que eran demasiado pocas.
-Sí… -murmuró con pena. Se me partía el corazón verla así, pero yo no podía hacer nada.
Me puse a hacer la cena, ya que Britt aún no estaba con ánimos de nada. Al rato se acercó y me dio un beso en la mejilla.
-Gracias por estar siempre a mi lado, San. –sólo dijo eso, pero gracias a ello me sentí especial.
-No hay de que, Britt-Britt. Siempre me tendrás. –le dije pasándole el tomate para que lo cortara.
En silencio hicimos la cena, yo no podía parar de pensar en esa posibilidad de que se fuera… no podía ser.
Cenamos de la misma manera, en silencio. Yo no sabía que decir, y ella parecía que había vuelto a su propio mundo.
Me puse a recoger rápidamente mientras ella seguía en su apatía. Mientras estaba en ello, se me ocurrió una idea que iba a llevar a cabo.
-Britt, quédate aquí y cuando yo te llame vienes a tu habitación, ¿vale? –le dije empezando a sonreír un poco.
-Claro… -me dijo sonriendo tristemente.
Me fui a su habitación y busqué en su ordenador lo que quería hacer. Apagué las luces y preparé todo. Se me vino esa idea cuando me acordé de Kurt cantando esa canción y como me emocioné.
Fui a por Britt y la guié a su habitación. Allí me puse a cantarle I wanna hold your hand. Me miró sorprendida cuando empecé. Me puse cerca de ella y le cogí la mano mientras le cantaba el resto de la canción. Las lágrimas rodaron por su cara, pero también por la mía.
Cuando acabé se me echó a los brazos.
-Es lo más bonito que han hecho por mí. Gracias de verdad. –me dijo y no pude más que sonreír solo por hacerla sentir mejor.
-Venga, vamos a ponernos los pijamas y vemos un rato la tele, ¿vale? –le sequé una lágrima que resbalaba por su mejilla.
Al rato estaba acabando de ponerme el pijama, y ella ya estaba viendo la tele… los dibujos más bien.
Me tumbé a su lado, y ella se acercó y se apoyó en mí. La rodeé con mis brazos y la estuve acunando hasta que noté como su respiración se relajaba y como se dormía en mis brazos. Me sentía tan afortunada… apagué la tele y la luz y cerré los ojos esperando el nuevo día… con la persona que quería entre mis brazos.

Te juroo que se me hizooo tan tiernooo *-* lo ame lo amee lo amee, Britt se me hizoo tan tierna durmiendo, entiendoo por lo que debe estar sintiendoo Santanaaaa , que el amor de su vida se valla, pero yo se que va a ser algo para que no sucedaa *-*

awwwwwwwwwwwwww!! Me la imagino a Santi cantando eso y me derreti
No britt, no puedes irteee :(
Actualiza prontitooo!!

NOOOO DIOS QUE NO SE VAYA.

Muy tierno el final :), actualiza pronto, va quedando muy bien y realmente me gusta la historia, pero que no se vaya porque me harás sufrir e.e

Saludos

no permitas que Britt se vaya.. ellas no pueden vivir lejos.. eso seria como estar muertas en vida.. ame el capitulo.. espero el siguiente ^^!

Oooooh en la bañera =)!! Genial!!
Britt no puede irse!! sus padres tienen que encontrar una solucion, seguro jajaja
Espero la actu ^^!!

me lei tu fic de principio a fin de una, me encanto todo es tan lindo, que tierna es san cuando esta con ella me encantan asi, pero si tu fic esta un poco relacionado con la serie de acuerdo a los capitulos no c porque pienso que cuando te acerques mas hacia donde santana le confieza su amor a britt como en la serie no me va a gustar mucho la reaccion de britt, pero bueno continua, me encanta tu fic <3

Bueno, siento tardar tanto en actualizar... pero entre el insti y todo pues... intento escribir en mis ratos libres, pero cuesta... aquí va otro capítulo! Gracias por leer y por los comentarios :D

CAPÍTULO 6

-Buenos días princesa… -me susurró una voz que conocía muy bien.
-¿Cómo has dormido? –le pregunté. No me importó tener que despertar a las 7 de la mañana para asistir a matemáticas.
-Hacía mucho que no dormía tan bien. ¡Has conseguido protegerme del grillo que me hace cosquillas cuando duermo! Eres la mejor. –me miraba aún desde mis brazos con un brillo de admiración en sus ojos.
-Ha sido un placer, Britt-Britt. –hice ademán de levantarme, pero me agarró con fuerza.
-Cinco minutos más, Sany… -me suplicó poniendo cara triste.
-Bueno, cinco… pero los cronometro –suspiró y se acurrucó más a mi cuerpo. Yo estaba en una nube, pero no quería llegar tarde. Tras cinco minutos me levanté y me fui al baño, al salir para vestirme la vi aún babeando en la cama. Cogí un cojín y se lo arrojé directamente a la cabeza.
-Ay… -se quejó empezando a levantarse. Yo ya estaba tratando de abrocharme el sujetador, pero el cierre parecía roto.
-Mierda… -dije batallando a muerte contra el cierre.
-Trae, déjame. –me dijo Britt a mis espaldas, colocando sus manos sobre el cierre. Tras unos segundos oí un “click”.
-Prefiero quitártelo a ponértelo. –dijo dándome un rápido beso en el hombro y alejándose mientras reía. Puse los ojos en blanco.
-Como estás por las mañanas, ¿no? –dije riendo alegremente.
-Sólo cuando me despierto abrazada a ti. –me sonrió mientras se seguía vistiendo.
Acabamos de ponernos los uniformes de animadoras y bajamos las escaleras para desayunar. Estábamos comiendo alegremente hasta que a Britt le cambió la cara.
-Mis padres aún no han llegado… -dijo con un tono triste. Le cogí la mano y se la apreté. La posibilidad de que tuviera que mudarse era demasiado imposible.
-Seguro que tu madre se ha quedado en el hospital a descansar y tu padre, según me dijiste, se quedaba en casa de tus abuelos. Están bien. –le apreté la mano y Britt se aferró a ella, levantó los ojos y me dijo:
-No me quiero ir. –se le humedecieron los ojos.
-Eh, tú no vas a ir a ningún lado. No lo voy a permitir, yo… -le iba a decir que la amaba, pero no pude y me odié por ello- yo… necesito a mi mejor amiga.
Empecé a quitar la mesa y cuando acabé, Britt ya me esperaba en la puerta con una sonrisa en su cara. Su alegría era lo que más me gustaba de ella.
Cuando llegamos al instituto nos separamos porque yo tenía mates avanzadas, así que nos despedimos hasta segunda hora, que teníamos Glee Club y tenía que lidiar contra la dictadura Berry. Me sentí una revolucionaria. La hora me pasó rápidamente, ya que me entretuve limándome las uñas y mascando chicle. Era mi ritual favorito para evadirme y la profesora ya había desistido a hacer para que atendiera, aunque luego le aprobaba todos los exámenes.
Cuando llevaba la mitad de la clase, se oyó por megafonía: “Brittany Susan Pierce acuda al despacho del director” se me cayó la lima y por poco me trago el chicle.
A los minutos, escuché como unas voces se alejaban por el pasillo y pedí (mas bien exigí) ir al baño. Salí rápidamente y vi una melena rubia meterse al baño. Corrí, y cuando entré allí estaba Britt, tratando de limpiarse las lágrimas que no paraban de caer por su rostro.
Me acerqué y la abracé con fuerza, no sabía si preguntarle el motivo, tenía miedo a su respuesta. Se aferró con fuerza a mi abrazo y lloró en mi hombro. La conocía tan bien que sin necesidad de que me lo dijera yo ya suponía el motivo de sus lágrimas.
-Britt, dime que no… -le dije notando como las primeras lágrimas rodaban por mi rostro.
Trató de hablar, pero un sollozo se lo hizo muy difícil. Al cabo de unos minutos me dijo:
-Es definitivo, Santana… me voy. –y si la mera posibilidad ya hizo tambalear mi mundo, la confirmación de ello me dejó destrozada.

Me estoy muriendo :'( ¿QUE NECESIDAD HAY DE HACERME SUFRIR?

asdakhaskd OK, me tranquilizo: Me encantó el cap :) aunque se me hizo un tanto corto :$ De todos modos va muy bien, aunque me hagas sufrir me encanta tu fic :)

Actualiza pronto!

Por que cuando las cosas marchan bieeen siempre hay algo que lo arruina!
Ojala lo continues prontoo :)

nooooooo que no se vaya, que santana haga algo para evitarlo.
como nos haces sufrir encerio te pasas jajaja no te creas, pero espero que pronto regrese la felicidad

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!! NOOOOOOOO!!!! NOOOOOO!! NOO!! NO!! NO!! Y NO!!, Britt no se puede ir.. no puede dejar a Santana sola, no puede dejarla con todo ese amor en su corazón.. Santana no podria vivir sin Britt y Britt no podria vivir sin Santana, ellas estan destinadas a estar juntas hasta el ultimo dia de sus vidas ^^!.. por favor has que algo pase para que Britt se quede.. buuuu ya me hiciste llorar =S.. espero el siguiente llorando de pena porque se va mi rubia =S

noooooo que no se vaya, no se puede ir :'(:

Mañana mismo subo la continuacion, y no creais que me gusta escribir cosas tristes, si yo las ADORO cuando estan juntas... Pero hay que darle un poco de drama para que sea interesante :)
Gracias por leer, sois lo mejor (L)

Aquí está, muchas gracias por leer y todo :D

CAPÍTULO 7:

-No hablas en serio… -le dije sabiendo perfectamente que sí que lo decía en serio.
-Ojala no hablara enserio… -me dijo sollozando.
La escena de lloros duró unos minutos más, hasta que sonó el timbre y nos separamos un poco.
-Vamos a arreglarnos, que tenemos Glee Club… -le dije cogiendo papel y pasándomelo por la cara.
-¿Te importa si nos metemos en el baño y me abrazas durante el resto de la hora? –me dijo mientras las lágrimas seguían cayendo.
-Claro… -le dije cogiéndola tiernamente de la mano y dirigiéndonos al baño.
El espacio era estrecho, pero yo me senté sobre el váter (con la tapa bajada) y ella se sentó encima de mis piernas, mirándome a la cara. Cuando estuvo cómodamente, me abrazó. En esos momentos, había demasiadas emociones recorriendo mi cuerpo. El nerviosismo por estar tan cerca, la alegría por tenerla entre mis brazos, pero no podía olvidar también la realidad; que todo eso acabaría pronto. Que pronto se iba a ir, que no la vería más… que ya no la tendría junto a mí.
Fue el abrazo más largo de toda mi vida. Nunca he deseado separarme de ella, pero lo que sentía no era deseo, si no necesidad.
Me cogió la cara, y nos miramos largamente. Nuestros rostros estaban llenos de lágrimas y los ojos hinchados. Sonrió tristemente y me besó. Puse todos los sentimientos que no podía decirle en ese beso, le transmití mi amor hacia ella… un amor que ni siquiera yo misma me podía reconocer, le transmití la pena que tenía… todo lo que pasaba por mi mente.
A los minutos, noté que se me estaba empezando a entumecer el cuerpo, y los músculos los tenía bastante agarrotados. Britt notó mis movimientos y se levantó rápidamente.
Salimos del estrecho cuarto de baño y nos limpiamos la cara concienzudamente, dirigiéndonos cogidas del meñique hacia la sala del Glee Club.
Entramos, y vimos a la señorita Holiday al cargo del glee, “al menos no tengo que echar a patadas a Berry”, me dije ya sin ánimos para eso tampoco.
-Hola chicas, vuestros compañeros os echaban de menos. –dijo la profesora sonriendo amablemente. Me caía bien, pero no tenía ganas de sonreír.
Britt, en cambio sí que lo hizo. No sé como siempre conseguía sacar una sonrisa, fuera cual fuera la situación.
-Y nosotras a ellos. –contestó alegremente. Nos sentamos en unas sillas, y noté la mirada de Quinn.
-¿Qué te pasa, Fabray? ¿Ken no te da todo lo que necesitas? –le dije sabiendo que era la única que podía intuir que había estado llorando. Mejor que se enfadara y que no mirara más, pero logré todo lo contrario, su mirada se intensificó, tratando de descubrir qué nos pasaba.
Bufé por lo bajo y miré a Britt. Ella parecía absorta en la actuación que estaban haciendo Rachel y Finn (como no), pero noté un brillo de tristeza en sus ojos azules.
Me dispuse a escucharlos cuando noté que el móvil me vibraba. Miré extrañada, normalmente me enviaban mensajes los del Glee Club, y allí estaba con todos. Era un mensaje de Quinn: “Te conozco. Sé que has estado llorando por mucho que trates de ocultarlo y tengo curiosidad por ver que ha hecho llorar a la temible Santana. Al acabar el glee te alcanzo y hablamos”. Suspiré, tendría que haber sacado mis dotes de actriz para disimular, pero la puñetera era astuta: “Nadie te ha pedido que te preocupes por mí, Fabray. La última vez que confié en ti te fuiste a contarle a Sue mi operación, así que no esperes que vaya a contarte todas mis confidencias”.
Cerré el móvil con rabia, no quería hablar de ello por una parte, pero por otra necesitaba yo también un hombro en el que llorar. No podía ser el consuelo de Brittany cuando yo misma necesitaba que me consolaran desesperadamente… pero mi orgullo me lo impedía.
“Lo que hice fue egoísta, pero fuimos grandes amigas… además, no creo que puedas confiar en nadie más en el glee a parte de Britt y de mí”.
Me resigné, y tuve que asentir mentalmente que era verdad. No tenía suficiente confianza con nadie en el Glee, solo con Britt y antiguamente con Quinn. Le respondí acabando con la conversación: “Está bien, Fabray. Después de las clases te espero en el parking y nos vamos a mi casa, que no hay nadie. Pero lo que te diga o pase no lo dirás NUNCA, o te envío a trozos a las afueras de Lima para que los perros callejeros coman tus restos”. Noté como reía por lo bajo y contestaba rápidamente: “Trato hecho, luego hablamos”.
-¿Con quién escribes tantos mensajes? ¿Tienes novio nuevo? –me preguntó Britt con un tono de celos que me hizo sonreír.
-No, es mi admiradora secreta. –le dije con cara de misterio.
-¿Y como sabes que es una chica? –me preguntó fascinada.
-Porque se quién es, Britt. –le dije riendo.
-Entonces no es secreta… vaya timo. –puso cara de enojada. – Pero, ¿Quién es?
-Tranquila, solo es Fabray. Hemos quedado luego para que se venga a mi casa a comer y a hablar. –le dije con sencillez.
-¿Habéis arreglado las cosas? ¡¡Bien!! –gritó un poco demasiado alto. Giré la cabeza con resignación.
-¿Todo bien chicas? –preguntó la señorita Holiday.
-Divino. –sonreí falsamente. Estaba destrozada, pero lo que hizo que mi genio saliera a relucir fue el tullido mirando a Britt, mas bien devorándola con la mirada. Le lancé una mirada asesina, pero estaba tan absorto mirándola que ni se dio cuenta del gesto.
Ella se giró y le sonrió, sin darse cuenta de que yo estaba entrando en ebullición. Tenía un volcán de sensaciones a punto de estallar en mi interior y no sabía como pararlo.
De repente el tullido le susurró a Britt que le iba a cantar una canción y con un impulso levanté la mano:
-¿Puedo cantar una canción, señorita Holiday? –le dije, recibiendo una mirada de reproche de Artie.
-Claro, ven aquí. –me dijo con un gesto. -¿Qué canción vas a interpretarnos?
-Born to die, de Lana del Rey. Para los incultos que no sepáis quién es, escuchad bien. –dije sonriendo sarcásticamente.
Empecé sabiendo que todas las miradas estaban en mí y adoraba ser el centro de atención. Empecé a cantar, adoraba esa canción y la canté con toda la emoción que tenía.
Feet don’t fail me now
Take me to the finish line
Oh my heart it breaks every step that I take
But I’m hoping at them gates,
They’ll tell me that you’re mine

Walking through the city streets
Is it by mistake or designed
I feel so alone every Friday nights
Can you make it feel like home, if I tell you you’re mine
It's like I told you honey

Don’t make me sad, don’t make me cry
Sometimes love is not enough when the road gets though
I don’t know why
Keep making me laugh
Let’s go get high
The road is long, we carry on
Try to have fun in the meantime

Come take a walk on the wild side
Let me kiss you hard in the pouring rain
You like your girls insane
Choose your last words, this is the last time
Cause you and I, we were born to die

Lost but now I am found
I can see but once I was blind
I was so confused as a little child
Triyng to take what I could get
Scared that I couldn't find
All those answers honey

Don’t make me sad, don’t make me cry
Sometimes love is not enough when the road gets though
I don’t know why
Keep making me laugh
Let go get high
The road is long, we carry on
Try to have fun in the meantime

Come take a walk on the wild side
Let me kiss you hard in the pouring rain
You like your girls insane
Choose your last words,
This is the last time
Cause you and I
We were born to die
We were born to die
We were born to die
We were born to die

Come and take a walk on the wild side
Let me kiss you hard in the pouring rain
You like your girls insane

Don’t make me sad, don’t make me cry
Sometimes love is not enough when the road gets though
I don’t know why
Keep making me laugh
Let go get high
The road is long, we carry on
Try to have fun in the meantime

Come take a walk on the wild side
Let me kiss you hard in the pouring rain
You like your girls insane...
Choose your last words,
This is the last time
Cause you and I
We were born to die.

Terminé evitando que las lágrimas rodaran por mi cara, y en ese momento sonó el timbre. Me dirigí rápidamente a la siguiente clase, sabiendo que había fastidiado a Artie, y eso me hizo sentir un poco mejor. Algunas cosas no cambian, y yo seguía siendo una arpía cuándo quería.

Yep, así se hace Santana :D Amé los mensajes Quinntana x'd

Shet, se van a separar, que depresión T-T

Actualiza pronto, quiero saber que pasa :/

Saludos!

Jajaja ay pobre de Artie, pero el se lo busca para que se quiere meter con la mujer de San; muero de ganas por saber que pasara ojala actualizes pronto :)

Briiit porqe te vaaas!!! :( Depresion en mi cuerpo

Ame la escena del bañooooo!!!

Porfii actualiza prontito

Santana.. me llenas de orgullo!!.. eso mujer tapale la boca a Artie el no merece nisiquiera mirar a Britt.. ella es solo para ti.. la parte del baño y el abrazo fue hermoso, me encantó.. no quiero que Britt se vaya de verdad no seas asi no permitas que se vaya =S.. bueno espero el siguiente cap =S

Muchas gracias por leer! Aquí va otro capítulo, en este no hay Brittana, pero hay amistad Quinntana! jajaja

CAPÍTULO 8

Salí al parking y ví a Fabray apoyada en mi coche.
-No te apoyes si no quieres que te coja de la coleta y la use para barrer el suelo. –le dije poniéndome las gafas de sol.
-Baja los humos, San. No vengo a malas y lo sabes. –me dijo con un tono… ¿amistoso? Esa situación era muy extraña.
-Lo que digas, vamos. –me subí al sitio del conductor y ella al de copiloto.
No hablamos durante el trayecto, pero yo lo preferí. No quería desmoronarme en el coche.
Entramos y me ayudó a preparar la comida, que comimos rápidamente. Cuando terminamos, invité a Quinn a sentarse en el sillón junto a mí.
-La verdad es que no sé porque he aceptado hablar contigo. –le dije.
-Porque necesitas hablar con alguien e intuyo que tiene que ver con Britt y que ella no puede ayudarte. –me dijo mirándome a los ojos. No quería, pero sabía que podía confiar en ella.
-Eres tan asquerosamente astuta a veces… -le solté empezando a desmoronarme. Sentía como la coraza que siempre uso se me iba cayendo y me empezaba a mostrar vulnerable delante de mi amiga. Rió brevemente.
-Luego dicen de las rubias… -dijo sonriendo. Poniendo el semblante serio, continuó. -¿Qué pasa Santana?
Respiré hondo para tranquilizarme. Quinn no me metió prisa, cosa que le agradecí enormemente. Lentamente, volví a levantar mi vista para mirarla largamente y decirle.
-Es Britt… su familia tiene problemas… económicos y… -me costaba expresarme, pero Quinn esperaba tranquilamente. – y… va a mudarse…
Decir esas palabras en voz alta hizo que me derrumbara y empecé a llorar desconsoladamente. Quinn me miró un momento sorprendida y luego me abrazó. Me aferré a ella y a su abrazo, igual que Britt había hecho antes conmigo. Lloré en su hombro, desahogándome en ella.
-No sé que decir… -me dijo acariciándome el pelo. Noté que alguna que otra lágrima suya caía sobre mí, pero eso no me importaba para nada.
-Y… no sé que hacer… Quinn… no puedo dejar que se vaya… -le dije sollozando. Iba disminuyendo el ritmo de mis lágrimas, pero no me sentía mejor.
-Tiene que haber una solución, San… y la encontraremos. A partir de ahora, estoy contigo en esto. –me apretó más a ella. –No te voy a dejar sola, no lo dudes.
Sonreí aún entre sus brazos, daba gusto volverla a tener a mi lado.
-Gracias, Fabray. Aunque no te lo diga, eres muy importante para mí. –esa información que le daba podía ser mi perdición, pero notaba que era sincera con lo que me decía, con el consuelo que me ofrecía.
-Tú también lo eres Santana. Tú y Britt siempre habéis sido mis amigas, las únicas sinceras… aunque nos hemos hecho la puñeta mucho, aprecio tenerte a mi lado. –dijo suavemente.
-Vaya, Fabray. Es lo más bonito que me has dicho nunca… -le dije riendo. Daba gusto estar a buenas con ella, aunque eso sí que no se lo diría.
Rió y me siguió abrazando durante unos instantes más. A los minutos, me separé lentamente de ella y le sonreí. Me acomodé en el sofá y encendí la tele. Nos quedamos unos minutos mirando la pantalla y cuando me giraba para mirarla de reojo notaba su cara de pensamiento. De repente me dijo, asustándome:
-¿Por qué no le dices a los padres de Britt que se quede aquí? –dijo dando un salto, asombrada por su propia astucia e inteligencia.
Yo también me sorprendí por la idea, pero no me pareció mala. Me quedé pensándolo cuando ella siguió:
-Puedes, no sé, decirles a sus padres que le costará adaptarse a una nueva escuela y ya le cuesta estando aquí a pesar de que tú la ayudas siempre. Claro, que antes tendrías que hablar con tus padres, pero no creo que te digan que no porqué así te haría compañía y prácticamente ya vivís juntas… -el discurso siguió. Yo estaba sonriendo ante la idea de la que a partir de ese momento sería mi segunda rubia favorita.
-Quinn, para de hablar, que te ahogarás… -le dije poniéndole una mano en su hombro y sonriendo. En ese momento decidí que nunca me arrepentiría de haber confiado en ella. –Es la mejor idea que has tenido en tu vida.
-Lo sé… estoy asombrada. –dijo sonriéndome la rubia. No pude más que abrazarla y dedicarle un gracias a penas inaudible, pero que ella me agradeció asintiendo con la cabeza.
¿Cuándo vienen tus padres? –me dijo impaciente por llevar su plan a cabo.
-Pues hasta mañana no les veré el pelo. Esta noche me toca tener la casa para mí. –dije y no pude evitar que el tono triste sonara en mi voz.
-Pues tendremos que esperar hasta mañana… -me dijo, y mirando mi expresión continuó: -¿te parece si me quedo a dormir aquí? Mis padres me dejaran seguro, y no creo que te haga bien que Britt venga.
Me pensé la propuesta. No quería estar sola. Claro que, quería estar con Britt… pero estar con ella sabiendo que era muy posible que se fuera era demasiado, así que acepté la propuesta.
Nos dirigimos a mi habitación y el resto de la tarde estuvimos haciendo los deberes y repasando para los exámenes. Me sentía bien estando con ella.
-¿Sabes qué? Creo que deberías cantarle una canción a Britt para que sepa que estás con ella pase lo que pase. –me dijo Quinn. No sabía si esas palabras tenían doble intención, pero escuché la propuesta interesada. –Creo que ella también te necesita y necesita un hombro en el que llorar.
-¿Y yo tengo que ser su hombro? –le dije.
-Por supuesto, yo no quiero mis dos hombros mojados por lágrimas vuestras. Acabaría resfriándome de tan mojada que iría. –dijo con tono burlesco. No pude más que reír. Ya sabía que canción iba a cantarle, pero sabía que iba a emocionarme muchísimo.
-Ya sé que canción voy a cantarle. –le dije sonriendo enigmáticamente.
-¿Cuál? –me dijo mirándome con curiosidad.
-Tendrás que esperar hasta mañana, Fabray. –le sonreí.
-Eres de lo peor, San. –me dijo con el ceño fruncido.
-Lo sé. –sonreí con suficiencia y seguí con lo mío.
Cenamos tranquilamente y ella me contó cómo iban las cosas con Sam. El boca-trucha parecía hacerla feliz, y eso me alegró. Durante ese día descubrí que Quinn Fabray también podía sacar mi lado amable, así que le dije:
-Quinn, ha estado muy bien este día y todo eso, pero como le digas a alguien algo de lo que te he contado o algo de lo que ha pasado te juro que te haré la vida imposible. ¿Entendido, rubia? –le dije mirándola amenazadoramente.
-Todo claro, morena. –me dijo levantando las manos como para declararse inocente y sonriendo. Asentí y quité la mesa junto con su ayuda. Al rato de ponerme el pijama me llegó un mensaje de Britt:
“¿Estás enfadada conmigo o algo, San? ” . Puse los ojos en blanco, aunque sabía que no podía verme.
“Por supuesto que no, pero como te he dicho estoy con Quinn. Se va a quedar esta noche en mi casa. Mañana te veo.” No sabía muy bien que decirle, así que sencillamente puse eso. A los segundos me contestó: “¿Quinn se queda en tu casa? Eso significa que ya sois amigas . Pero San, no tengas conversaciones con la lengua cerca con ella…”. Me sorprendí enormemente por lo que me decía. ¿Cómo podía pensar que iba a hacer eso con… Quinn?. “Dios Britt, por supuesto que no. Nos vemos mañana, duerme bien.” Me contestó con un simple: “buenas noches, Sany” y ahí dejé la conversación. Noté que Quinn me miraba con curiosidad, pero me negué a darle ninguna explicación.
Me acosté en mi cama y Quinn a mi lado. Teníamos que compartir cama, pero era bastante grande para que durmiéramos a gusto.
-Buenas noches, Fabray. –le dije sonriendo mientras apagaba las luces.
-Buenas noches, López. –me dijo girándose para acomodarse.

-Dios, Fabray. ¡Eres una marmota! –llevaba unos minutos zarandeándola para que se despertara, pero ahí seguía roncando. “Son iguales por las mañanas ella y Britt” me dije desesperada. Le pegué un manotazo en la frente para que reaccionara. Se quejó medio dormida y me miró con mala cara, a lo que yo le contesté con un estirón para que se levantara.
-No sé como consigue tu madre levantarte y que llegues a tiempo a clase. –le dije ya nerviosa.
-Pues me despierta con un beso y diciéndome buenos días, no empujándome y pegándome. Eres horrible. –dijo y volvió a enterrar la cabeza entre la almohada. –Hasta que no me despiertes bien no me muevo.
“Oh dios santo… mi paciencia tiene un límite…. ¿y si la dejo aquí y me voy yo? No, no… tengo que llevarla al instituto…” Así que me acerqué y le dí un beso en la mejilla y le dije:
-Buenos días, Fabray. Mueve el culo rápido y vístete o te tiro por la ventana para que caigas directamente encima de mi coche y así nos vamos de una vez. –le dije rápidamente mientras me vestía. Estaba segura de que íbamos a llegar tarde, y nos tocaba Glee a primera.
-Ya sé por qué estás tan nerviosa. Ahora toca Glee Club y vas a tener que cantarle la canción misteriosa a Britt. –me dijo sonriendo con autosuficiencia. Bufé y seguí vistiéndome y preparando mis cosas. Almorcé rápidamente y le metí el desayuno a Quinn en la boca mientras la arrastraba fuera de casa. La rapidez con la que tuvo que comer Quinn hizo que le entrara hipo y me entró la risa tonta.
Al llegar, bajó primero y luego me acerqué detrás de ella y la asusté. El hipo se le quitó en un momento, pero la mirada asesina le duró más tiempo.
Íbamos juntas por el pasillo y la gente nos miraba raro. Todos creían que seguíamos siendo archienemigas desde lo de Sue, pero no me importó lo que pensaran. Al llegar delante de la puerta me empecé a poner nerviosa, así que Quinn puso una mano en mi hombro y me animó.
Entramos juntas también y todos se quedaron sorprendidos, así que dije:
-La amistad Quinntana ha vuelto, bobos. –les dije mientras seguían un poco sorprendidos. Quinn se rió por lo bajo y me empujó disimuladamente para que me sentara al lado de Britt, que me abrazó efusivamente.
-Te he echado de menos, Sany… -me dijo aún estrechándome.
-Yo también, Britt-Britt. –le sonreí cuando nos separamos.
Dio un pequeño saltito de alegría, pero pude ver un velo de tristeza cubriendo sus ojos.
Entró la señorita Holiday y preguntó si alguien quería cantar. Yo no me decidía a hacerlo, pero Quinn habló por mí:
-Santana me ha dicho que quería cantar una canción. –dijo dándome ánimos con la mirada, pero yo la miré asesinándola con mis ojos.
-Pues ánimo, Santana. La clase es tuya. –me sonrió y me dirigí al centro de la clase. Normalmente adoraba ser el centro de atención, pero por primera vez me acobardé un poco.
-Eh… bueno… voy a cantar Here I Am de Leona Lewis… -dije dudando. Empezaron a sonar los primeros acordes de la canción y empecé con miedo, pero a medida que iba avanzando la canción iba cogiendo más seguridad en mi misma.

This is a crazy world
These can be lonely days
It's hard to know who's on your side
Most of the time

Who can you really trust
Who do you really know
Is there anybody out there
Who can make you feel less alone
Sometimes you just can't make it on your own

If you need a place where you can run
If you need a shoulder to cry on
I'll always be your friend

When you need some shelter from the rain
When you need a healer for your pain
I will be there time and time again
When you need someone to love you
Here I am, hmmm

If you have broken dreams
Just lay them all on me
I'll be the one who understands
So take my hand

If there is emptiness
You know I'll do my best
To fill you up with all the love
That I can show someone
I promise you you'll never walk alone

Well if you need a place where you can run
If you need a shoulder to cry on
Well I'll always be your friend

When you need some shelter from the rain
When you need a healer for your pain
I will be there time and time again
When you need someone to love you
Here I am, oooo

Everybody needs somebody who
They can pour their heart and soul into

Well if you need a place where you can run
If you need a shoulder to cry on
I'll always be your friend

When you need a shelter from the rain
When you need a healer for your pain
I will be there time and time again
When you need someone to love you
Here I am, Here I am, mmmmmm

Acabé con los ojos llenos de lágrimas y sólo mirándola a ella. Me sonrió como solo me sonreía a mí y se levantó para abrazarme, mientras también lloraba.
-Siempre, San. –me susurró en mi oído. Nos separamos y le sonreí, observando como todos nos miraban algo confusos y Quinn con orgullo.
-Precioso, Santana. –me dijo la señorita Holiday con una gran sonrisa en el rostro. Era una gran profesora y le había cogido cariño.
-Pero bueno, chicos…. Tengo algo que anunciaros. –dijo con una mueca triste. -La semana que viene me voy y ya vuelve el señor Schuester.
Por una parte nos alegramos de que el Sr.Schue volviera, pero no queríamos que se fuera la señorita Holiday, así que le cantamos una canción de despedida todos; Forget You de Cee Lo.
Hubo un abrazo colectivo y sonó la campana. Nos dirigimos a las siguientes clases con pena por la partida de una gran mujer.

Tengo una pregunta que haceros... ¿os gustaría que Quinn y Santana tuvieran un romance? Gracias por leer :D

Me perdi tres capitulos!!! Noooo Britt no se puede ir!!! que la dejen quedarse con Santana, si Quinn teien razon, ya viven juntas practicamente XDXDXD!!!
Me encanta que el Quinntana haya vuelto =D pero no, romance Brittana jaja a Quinn liala con Rachel XDXD!! vale, yo y mi mania de liar a las faberry jajajaja
Espero tu actu^^

SanttitanyFan escribió:Me perdi tres capitulos!!! Noooo Britt no se puede ir!!! que la dejen quedarse con Santana, si Quinn teien razon, ya viven juntas practicamente XDXDXD!!!
Me encanta que el Quinntana haya vuelto =D pero no, romance Brittana jaja a Quinn liala con Rachel XDXD!! vale, yo y mi mania de liar a las faberry jajajaja
Espero tu actu^^

Jajajaaj! Romance Brittana habrá para rato, pero en un futuro puede que tengan algo estas dos... me lo pensaré! :D

Que bonitoo ccap, nooooo no me gustariaa x.x Quinntana solo me gusta para amistad , no veo a San con otra mujer que no sea Brit <<3