[Resuelto]FanFic: Una historia de instituto

romance Quinntana noooo.. ni siquiera pensarlo seria super raro.. yo soy 100000000% Brittana hasta la muerte.. solo haz que Britt no se vaya te lo ruego.. en fin la cancion me encantó ya lo descargue y ya esta en mi mp3 xP.. me gusto mucho la conversación que tuvieron Santana y Quinn.. pero lo que si ame fue la manera tan amable que tuvo Santana para despertar a Quinn jajaja.. lo maximo.. xP.. bueno espero el siguiente cap ^^,

Excelente capitulo!!! me gusta mucho la AMISTAD quinntana nada mas solo amistad no me gustaria nada mas que eso san siempre debe estar con britt nada mas con ella ahh y me encanto la cancion tan bonita!!
Actualiza pronto!!! Besos!!

-Buenos días, Fabray. Mueve el culo rápido y vístete o te tiro por la ventana para que caigas directamente encima de mi coche y así nos vamos de una vez.

Me hiciste reír x'd Muy lindo el capítulo, muy tierna la acción de Quinn al ayudarle a superar las cosas. Conocía la canción, pero no sabía el nombre, es muy linda, y la letra perfecta :D

Oh y con respecto a la relación Quinntana FOUR WORDS: Hell to the NO

Saludos y espero el próximo capítulo :)

Bien, vuestros deseos son ordenes para mí! Así que no habrá nada más que amistad, era algo que solo estaba considerando... os dejo el siguiente capítulo! Gracias por leer y comentar :)

CAPÍTULO 9
El día pasó con bastante rapidez, me concentré en atender a las clases, así no tendría que pensar en todo lo que pasaba por mi mente.
La última hora, cuando salí me vi a dos rubias con trajes de animadora en la puerta de espaldas.
-¿A quién esperáis, rubias? –les dije pasándoles un brazo por los hombros a cada una.
-A Jacob Ben Israel, que nos vamos con él a tomar unos cafés. –dijo Quinn girándose para mirarme.
-¿Ah si? Yo creía que veníamos a por… -y con descaro me señaló a mí.
-Claro, Britt. Era una broma. –le dijo Quinn a Britt.
-Y, ¿para qué me esperabais si se puede saber? –dije con curiosidad. En teoría habíamos quedado Quinn y yo para irnos a mi casa y llevar “el plan” a cabo, pero no sabía que pintaba Britt ahí.
Pareció que me leía los pensamientos, y me cogió del brazo y me alejó de Quinn, que miraba con aprobación.
-San… gracias por la canción que me has dedicado hoy. Nadie ha hecho eso por mi, y yo también estaré ahí contigo. –dijo sonriéndome con sinceridad.
-Lo sé, Britt-Britt. –le dije abrazándola.
-¿Qué vas a hacer esta tarde? –me dijo alegremente.
-Pues Quinn se viene a mi casa, que tenemos que hacer… -no sabía que excusa poner. - … una cosa. Sí, tenemos que hacer una cosa.
-Ah… bueno, pues yo me voy a mi casa ya. –me dijo dándome un rápido beso en la mejilla. -¿Hablamos esta noche?
-Claro. –le sonreí viéndola alejarse.
No noté la presencia que estaba detrás de mí, pero que dijo:
-Algún día tendrás que decirme los verdaderos motivos por los cuales no quieres que Britt se vaya. Y no me digas que es porque es tu mejor amiga. –me dijo la otra rubia detrás de mí. Me giré y la miré con el ceño fruncido.
-No sé de que me hablas, vámonos Fabray. –le dije dirigiéndome al coche sin esperarla ni nada. Noté un bufido y unos pasos acelerados a mi espalda.
-He dicho que algún día, pero que no tiene que ser hoy. –dijo cuando me alcanzó.
No le hice caso y al llegar al parking me puse mis gafas de sol.
Llegamos a mi casa en un tiempo récord, estábamos impacientes por saber la respuesta de mis padres.
-¿Papá? ¿Mamá? –pregunté dejando la mochila en un lado y entrando apresuradamente, con Quinn pegada a mi espalda.
-Sí, hija, estamos en el salón. –se oyó la voz de mi padre.
-Bien, Quinn… llegó el momento. –le dije mirándola nerviosa.
-Créeme, lo sé. –me dijo mirándome aún más nerviosa.
-No eres de ayuda para calmarme. –le dije dirigiéndome al salón. Allí estaban mis padres, sentados leyendo mi padre el periódico y mi madre un libro. “Menuda estampa” pensé mientras me dirigía a darles un pequeño beso.
-¡Quinn! Que agradable verte otra vez por aquí –dijo mi madre sonriéndole a mi amiga. Tras los saludos y preguntas y todo, entré en acción.
-Mamá, papá… tengo algo que deciros… -no sabía como expresarme.
-Santana López, como me digas que estás embarazada, esta noche te asamos y te comemos a ti. –me dijo mi madre amenazadoramente. Noté que Quinn me miraba como diciéndome “ya sé a quién has salido”.
-No mamá, no… no es nada de eso, es más bien… que los padres de Britt tienen problemas financieros y… quieren mudarse… -empecé a decir, pero los nervios se notaban en mi voz. –y… como solo queda un año y poco más de instituto…. Pues…. Pensé que quizá podría quedarse aquí… además, como siempre tenéis que viajar mucho… no estaría sola. –terminé de decir. Aguanté la respiración, impaciente. Noté la pierna de Quinn moverse a un ritmo de vértigo. Mis padres se miraron, y no hicieron falta palabras entre ellos, mi madre dijo:
-Claro que puede quedarse, Santana. Es como de la familia ya. –sonrió mi madre, sin saber el estallido de sensaciones que había provocado en mí. Me sentí tan sumamente agradecida por sus palabras, que me lancé de un salto a abrazarlos fuertemente.
-Gracias, gracias, gracias, gracias… -dije separándome de ellos, que me miraban con una sonrisa alegre. Quinn a mi espalda también estaba sonriendo.
-No hay de que, hija. Pero, ¿has hablado ya con los padres de Brittany? –dijo mi padre. Esas palabras me hicieron recordar que la batalla no estaba ganada, y que quedaba lo más difícil, pero la primera parte del plan ya estaba superada.
-Aún no, pero hoy mismo iré a hablar con ellos. –oí un ruidito de Quinn y corregí: -mejor dicho, iremos a hablar con ellos.
Me fui corriendo a mi habitación y me eché sobre la cama, y noté un cuerpo que se echaba sobre mí.
-¡Hemos conseguido la primera parte! Bien, bien… que genio que soy. –dijo la rubia aún sobre mi cuerpo. No es que me sintiera atraída por ella, pero llevaba varios días sin estar “íntimamente” con Britt y tanto contacto físico no era bueno para mi salud.
-Bueno, Fabray. ¿Siguiente paso? –le dije apartándome un poco de ella. Quinn se incorporó y se sentó en el borde de la cama, pensativa.
-Bien, ¿quieres que vayamos a casa de Britt? –me dijo.
-Hmm… ¿sabes? Me gustaría hablar solo con sus padres, quiero decir… que si dicen que no, ella va a ponerse más triste de lo que está y eso me sentaría peor. –le dije.
-Vaya, quien iba a decir que tienes un lado bueno… -dijo la rubia con sorna.
-Calla, Fabray. –le dí un golpe en el brazo provocando una risa por su parte.
-Pues una opción, es que yo llame a Britt y le diga de ir a dar una vuelta y tú mientras vas y hablas con sus padres. –me dijo con sencillez. La miré sorprendida. La verdad era que sin su ayuda me hubiera tenido que resignar a la partida de Britt y a pasarme los días llorando.
-¿Desde cuándo eres tú la lista? –le dije con los ojos abiertos, mirándola fijamente.
-Desde siempre, pero no quería acomplejarte más. No podía mostrarme ante ti como la guapa, lista, rubia y con buen cuerpo. Cualquiera cogería una depresión al tener una amiga así. –dijo tranquilamente.
-Quinn, mira ahí arriba. –le dije señalando el techo. Cuando su rostro estaba mirando en esa dirección le dije: -ahí está tu ego. –me sacó la lengua y yo me tumbé sobre la cama. –tendríamos que ir a comer algo antes de seguir con “el plan”.
-Me parece bien.-se levantó y me estiró del brazo para llevarme a mi cocina. Comimos una carne con especias que mi madre hacía a las mil maravillas.
-Esto esta delicioso, Sra. López. –gritó Quinn.
-Pelota… -le susurré ganándome una muy poco amistosa mirada por su parte.
-Oh Quinn, eres un cielo. –se oyó la voz de mi madre desde el salón. Quinn me sonrió con suficiencia y volvió a comer.
-Para mí eres un infierno. –le dije sacándole la lengua.
-Tienes mucho que agradecerme, y empezaré a cobrarme la deuda pidiéndote que te calles –la miré con sorpresa –de momento no necesito que me bese los pies, pero ya veremos más adelante.
-Ni lo sueñes, Fabray.- le lancé una mirada asesina que respondió apretando los labios y poniendo morritos.
-Vamos, si sabes que me adoras. –me dijo mandándome besitos.
-Estás muy tontorrona. ¿Ken no te da el suficiente cariño que lo tienes que buscar en mí? –le dije burlonamente, pero al punto su cara cambió y se puso seria.
-No sé como están las cosas entre Sam y yo. Es muy dulce, pero a veces es demasiado infantil. Y… estoy volviendo a sentir cosas por otra persona… -la cosa sería más o menos normal si no hubiera dicho “volviendo”. Sólo había dos personas por las que Quinn Fabray había sentido algo: Finn y Puck.
-¿Quién de los dos es? ¿Finn o Puck? –le dije dejando los cubiertos en la mesa, esa conversación requería de toda mi atención.
-Eh… Finn… -dijo bajando la mirada.
-No sé que le veis todas al gigante que tanto os atrae… -dije poniendo los ojos en blanco, aunque no era de extrañar que fuera Finn, la última vez que había sentido “algo” por Puck había acabado con un bombo.
-Mira quién fue a hablar, la que le quitó la gran V. –me susurró. Crucé los brazos y me recosté sobre mi asiento.
-Fue para que no me echaran del equipo… -en ese instante, una luz iluminó mi mente de arpía. –Si deseas a Finn, yo te lo puedo dar en bandeja. –me miró extrañada, así que le aclaré: -La enana de su novia no sabe nada acerca de que su cariñín no es tan santo como ella cree.
-No, San… no hagas nada. Primero tengo que aclararme. –me dijo levantándose para quitar la mesa, yo imité su movimiento y al acabar volvimos a mi habitación. Quinn sacó su móvil y llamó a Britt. A los minutos me anunció que en media hora habían quedado y que sus padres estaban en casa.
Me puse nerviosa y Quinn se acercó y me abrazó.
-Todo va a salir bien. Tranquilízate y confía en ti misma. –me dijo la rubia mirándome a los ojos.
-Es el momento, Fabray. –dije yendo al baño para acicalarme.
Nos pusimos en marcha y a los 20 minutos paramos en una calle anterior a la casa de Britt.
-Vale, tú ahora vas y te la llevas a dar una vuelta y yo en 5 minutos entro y hablo con sus padres, ¿entendido? –la miré fijamente y ella asintió con decisión. Abrió la puerta y cuando estaba a punto de salir me dijo:
-Suerte, y pase lo que pase tú llámame y me lo cuentas todo. –me guiñó un ojo y se fue.
Esperé al menos 8 minutos para salir y dirigirme a casa de los Pierce. Iba arrastrando los pies y en mi cabeza se iban formando todos los finales posibles que podía adoptar la conversación. Llamé tímidamente a la puerta y a los segundos me abrió la madre de Britt.

Continuará... jajaja :)

Justo ahi tenias que terminar? D: Jajaja, me quede con la boca abierta -.- En el mejor momento decidiste terminar :( Tristeza mode ON. Jaja, aaa. Ya quiero saber que pasará en el sigueinte capitulo u.u

AAAAH jaja cuando estaba mas entrada no los cortas, ojala los padres de Brit aceptee y no creas que no me he dado cuenta que estas haciendo que Quinn se le encime a Santy para algo mas que amistad eh e.e' jajaja no me gustaria un romance Quinntana , me deprimiria si Santana lastima a Brit :L
Buen cap :) esperare el proximo para ver que pasa .P (:

que emocionante que esta todo.
Ufff un romance o desliz Quintana siempre es super HOT y seria genial, pero solo la idea de separar a las Brittana no mola, asi que estoy indecisa xDD

Por dios actualiza !!!!!!!!!!!!!!!!!!! O diso mio como lo paras asi?? me has dejado comiendome las uñas!!
Me encanta el Quinntana como ya he dicho jaja me rio muchisimo con esas dos XD
"-Quinn, mira ahí arriba. –le dije señalando el techo. Cuando su rostro estaba mirando en esa dirección le dije: -ahí está tu ego."
Buenisimo jaja
Por la salud de mis manos, actualiza =)!!

Perooo potque lo dejas ahii, en lo mas buenoooo, ya quieroo ver que les dice Santana a los padres de Britt ojala que si quieran quedarse porque si nooooo muerooooo x.x

Que necesidad? QUE NECESIDAD? Bueno e.e como sea me encantó el capítulo, muchísimo enserio cada vez se pone mejor y me intriga más, espero que las cosas resulten bien!

Actualiza pronto porfavor :)

waaa!!.. porque lo cortaste ahí yo quiero saber que le dicena Santana.. =S.. buuu siguelo ahora te lo ruego.. en fin Quinn es una genio mental.. pobre Santana se le cae la baba porque no ha comido a Britt y se sintió rara con Quinn encima xP.. porbrecita =D.. bueno espero el sigueinte cap ^^.

Jajajaja! Hoy mismo subo el siguiente, pero es que si lo juntaba me salia muy largo y no os preucupeis por Quinn, que solo ayudara .... Nada mas :)

Bueno, aquí dejo el siguiente capítulo y me voy a estudiar! No sé vosotros, pero yo deseo ver el capítulo de esta noche... estoy como alterada!! Jajajajaaja!

CAPÍTULO 10
-Hola, Santana. –me dijo sonriendo. –Brittany no está en casa, se acaba de ir con Quinn.
-Sí, lo sé… yo, en realidad venía a hablar con ustedes. –su cara cambió a una confusión absoluta, pero se hizo a un lado y me dejo pasar.
En cinco escasos minutos ya estábamos reunidos los Pierce y yo. Frente a frente. Me miraban con curiosidad, pero yo no sabía como empezar, así que dije lo que se me venía a la mente:
-Brittany me ha dicho que tienen pensado mudarse… -empecé con eso. “Es un buen comienzo, ahora sigue genio” me decía a mí misma mientras me seguían mirando. Una parte de mí había deseado que me dijeran que no, que todo era una confusión de Britt, pero seguían sin decir nada.
-Y bueno… solo queda poco más de un curso y pensé… que a lo mejor no era bueno para Britt mudarse y tener que adaptarse a todo otra vez… así que, hablé con mis padres y… dicen que no hay problema en que se quede a vivir con nosotros… es más, están contentos porque así no estaría sola… -iba a seguir con mi monólogo cuando la señora Pierce levantó la mano para que dejara de hablar y la dejara a ella.
-La verdad es que tienes razón en que le costaría adaptarse y aquí siempre tiene tu ayuda. –mi corazón empezó a latir más deprisa, parecía que la cosa iba por buen camino. –pero la idea de separarnos de nuestra hija no es una cosa que nos guste Así que… yo creo que lo tenemos que pensar. P ero gracias por preocuparte por nuestra hija. –dijo sonriendo.
La verdad era que no me podía quejar de la respuesta.
-Pero, no se lo digan a Britt a no ser que sea que sí… podría ilusionarse para luego quedarse aún más decepcionada. –dije con timidez. Me sonrieron los dos, asintiendo mis palabras.
-Claro. –dijo el señor Pierce, hablando por primera vez.
-Bueno, muchas gracias por escucharme y por pensar sobre ello. La verdad es que Britt es muy importante para mí. –dije sonriéndoles.
-Y tú para ella, siempre nos habla de ti. –me dijo la madre de Britt consiguiendo que me ruborizara levemente. Hice ademán de levantarme, pero a señora Pierce me dijo:
-Nosotros nos tenemos que ir a trabajar, ¿por qué no te quedas y pasas la tarde con Brittany? Seguro que se lleva una agradable sorpresa si te ve aquí. –me dijo sin saber las ganas que tenía yo de estar con su hija a solas.
-Claro, muchas gracias… por cierto, ¿cuándo tienen que irse? –pregunté con un poco de temor.
-En dos semanas ya tenemos que estar en Madison. –dijo el padre de Britt cogiendo sus cosas y esperando a su mujer. Ella por su parte, se acercó a mí y me dio un beso en la frente.
-Te quedas al mando junto con Lord Tubbington. –dijo alejándose y yo no pude más que sonreír.
Salieron y me quedé sola en la casa que prácticamente me había visto crecer.
Pasaban los minutos y yo me aburría de estar en el salón, así que me dirigí a la habitación de Britt dónde estaba el gato.
-Hola bola de pelo. –le dije acariciándole la cabeza. “Cada vez está más gordo, un día de estos explota” me dije observando la anatomía de aquel animal.
Los minutos seguían pasando y Britt no aparecía, así que le envié un mensaje a Quinn: “Fabray, trae a la rubia a su casa que ya está todo hablado”. Me contestó rápidamente: “En 5 minutos estamos ahí. ¿Dónde estás tú?” le contesté yo también con rapidez: “Pues en su casa, pero tú puedes irte con tu Ken, que ya me encargo yo de Britt”. No contestó, por lo que esperé que se diera por enterada. Tenía muchas ganas de nuestra sesión de besitos. Oí el ruido de la puerta abriéndose y me escondí debajo de la cama de Britt. Ella entró en la habitación tan tranquila y le empezó a hablar a su gato:
-Hola Lord T. He estado con Quinn y me lo he pasado muy bien, aunque echo de menos a San… -se me escapó una leve sonrisa –Creo que está enfadada conmigo, a pesar de que me canta canciones muy bonitas, además, creo que tiene sesiones de besitos con Quinn… -puse los ojos en blanco sin poder creérmelo… -Pero la verdad es que me gustaría que estuviera aquí y no en el cerrajero, como me ha dicho Quinn –“¿En el cerrajero? ¿En serio, Quinn? Luego es ella la lista”. –Así que mi deseo de hoy es que aparezca Sany. –por lo que pude ver, mi rubia le pedía deseos a su gato. Era el momento de hacer el deseo de Britt realidad (que cursi), así que lentamente salí de debajo de la cama. Puse una voz gutural y le dije:
-Brittany Susan Pierce, te voy a hacer realidad tu deseo. –la ví moverse hacia todos los lados y en una de esas que no miraba donde estaba yo, me incorporé y me quedé mirándola. Cuando me vio sus ojos casi se le salen de las órbitas.
-Wow… -consiguió decir mientras yo la seguía mirando intensamente.
-Hola, Britt-Britt. –le dije acercándome al borde de la cama, enfrente de ella.
-¿Eres real? –preguntó sorprendida. En ese momento supe supe que tenía que decirle que no era una aparición.
-Britt, no me ha hecho aparecer Lord Tubbington. Estaba aquí antes y me he escondido para darte una sorpresa. –le sonreí. Su cara cambió a una felicidad enorme.
-Eres la mejor sorpresa que me podías dar. –me dijo pasando por encima de su cama para llegar donde estaba yo.
-¿Puedo darte un beso? –me preguntó inocentemente.
Era lo único que deseaba que hiciera, pero me encogí de hombros con fingida indiferencia, que ella interpretó como un sí.
Se acercó a mi cara lentamente y podía notar su aliento casi encima de mi boca cuando su móvil empezó a sonar. Se separó rápidamente y miró quién era, dejándome con la boca entre abierta para recibir el beso.
-¿Quién es? –le pregunté molesta.
-Es Artie, que me dijo que me llamaría para ir a tomar algo. –antes de que fuera a cogerlo, se lo arrebaté de las manos y lo arrojé lejos. Le cogí la cara con mis manos y le dije:
-A mi nadie me deja a medias. –me sonrió y yo me lancé a su boca con ferocidad. La intensidad de esos besos eran producto del tiempo sin estar juntas y los celos que le tenía al chico ese. Ella al instante se olvidó del teléfono que dejó de sonar. Noté sus manos debajo de mi uniforme y me separé de ella para sacármelo de encima.
Me miraba embobada y yo me sentía deseada.
-Eres preciosa… -me susurró Britt mirándome de arriba abajo con sus hermosos ojos azules.
-No más que tú. –le dije acercándome otra vez a ella y ayudándola a sacarse el uniforme. Sonó un “click” en mi espalda y me susurró:
-Te dije que prefería quitártelo. –reí por lo bajo y la seguí besando. Entre uno de esos muchos besos me paré a pensar en que yo quería que me besara y me tocara solo a mí. Que fuera solamente mía, pero ¿Qué iba a pensar la gente? No, no quería que la gente hablara de mí y tampoco que supieran mi punto débil: la susodicha rubia que en esos instantes recorría mi cuello con su lengua y me acariciaba todo el cuerpo.
Tras un largo rato de besos, caricias y demás, acabamos abrazadas en su cama.
-No quiero que esto acabe, San. No quiero irme… sé que te lo digo siempre, pero es que no quiero perder todo esto. –me decía mirándome a la cara. Estábamos tumbadas de lado mirándonos a los ojos y con las frentes apoyadas para que no hubiera distancia a penas. Tenía ganas de decirle que no sufriera, que aún quedaba un as en la manga, pero no dije nada, sólo apoyé mis labios sobre los suyos. En ese momento oí una voz desde la puerta de la habitación de Britt:
-Oh dios mío… -el miedo se apoderó de mi cuerpo en esos instantes.

Mother Of God O.O

Hermoso capítulo :3 Pero el final, dios ¿quién se metió en la habitación de Brittany? Osea, se toca la puerta x'd

Me dejaste intrigadísima, más te vale actualizar pronto :)

Jajajajaajaj que bueno que le pide deseos a Tubbs jajajaja!! Y Quinn, ella ha sido la inventora de la gran idea, creo que se la perdona la pobre excusa del cerrajero jajajajajaja!!
Tengo fe en que si son los padres de Britt los que la han descubierto sean comprensivos, vean que no pueden alejar a esas dos y dejen que Britt se vaya con San. Y si es la hermana de Britt (que no se la ha mencionado en la conversacion) bueno...esperemos que sepa mantener un secreto jajajaj!!
Me ha encantado el cap, actualiza pronto por favor^^!!

:O :O :O :O por dios quien sera :O :O :O :O
no tardes en actualizar please necesito saber quien fue la persona que entro

Serian sus padres ? D: Grrrrr por que nos dejas con esa duda de quien esDX continualoo prontoo porfavorr

ojala que dejen quedarse a britt con santana quien seria capaz de separarlas si son tan tiernas y hermosas!!! ahhh quien es ? quien las descubrio? espero que sean los papa de britt, Actualiza pronto porfiss!!!

no jod*s!!!.. quien entró al cuarto de Britt.. no me digas que es su mamá o su papá porque ahí si que se arma tremendo escandalo =S.. ame la parte donde estan Santana y Britt amandase locamente waa!!.. juroq ue estoy ahorita volando porque acabo de ver el tremendo beso que se dieron en la serie.. mi boca cayó al piso.. estoy super feliz AHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!.. espero el siguiente cap

Ya se resuelve el enigma! jajaja!
DIOS SANTO, QUE BESO Y QUE CAPITULO! Creo que a partir de ahora lo declaro mi capítulo favorito... lo he adorado... oggghhh!
Pero bueno, muchas gracias por leer :)

CAPÍTULO 11

Pasaron unos segundos hasta que miré a la puerta y vi quien era: Quinn. Tenía una cara de sorpresa total, que yo compartía. Sin embargo, Britt no estaba incómoda con la situación.
-Hola, Quinn. ¿Cómo has entrado? –preguntó alegremente Britt, ajena a nuestra incomodidad.
-La… puerta estaba… abierta… y yo venía buscando a… Santana, y… creo que la he… encontrado… mejor me salgo y hablamos cuando estéis… vestidas… -tartamudeó y salió fuera de la habitación cerrando la puerta tras ella.
-Dios mío… -no sabía que decir. Pensaba decirselo a Quinn, pero esa no fue la forma más correcta de que se enterara.
Nos vestimos rápidamente y sin hablar, yo miraba a Britt que estaba tan tranquila.
-Ya puedes entrar, Fabray. –le gruñí mientras le hacía una coleta a Britt. Asomó la cabeza con timidez, se notaba un intenso rubor en sus mejillas.
-Entra, no pasa nada. –sonrió Britt.
Quinn se sentó en el borde de la cama y un horrible silencio se apoderó del ambiente.
-Siento haber… interrumpido… -dijo la capitana tratando de relajar el ambiente.
-Tranquila, Quinn. Ya habíamos acabado. –dijo Britt provocando el rubor en mis mejillas y que Quinn levantara las cejas. Me senté junto a Britt en frente de una asombradísima Quinn Fabray.
-¿Puedo preguntaros algo? –dijo Fabray tras unos instantes de silencio.
-Dispara. –dijo Britt. –Pero no disparar de pistola, si no de hablar… uff… -dijo alterándose.
-Eh, bueno… ¿desde cuándo…? –dijo sin poder continuar.
-¿Desde cuándo nos damos besos de amigas o lo de después? –dijo Britt dejando a Quinn asombrada.
-Por hoy tengo bastante con saber lo primero… -dijo mirándome a mí, que no hablaba. En ese momento mis sentimientos eran un auténtico ojo de huracán dentro de mi pecho. Una parte de mí quería lanzarse a la yugular de Quinn, otra abrazarla y otra irse de allí. No hice ninguna de las tres cosas y permanecí en absoluto silencio.
-Pues hace tres años, en aquella fiesta que hiciste, ¿te acuerdas? –dijo Britt mirando a la otra rubia, que asintió levemente.

FLASHBACK.
-¡Y ahora toca jugar a la botella! –gritó Quinn bastante ebria.
La capitana había organizado una fiesta en su casa ya que sus padres se fueron de viaje.
Me senté en el círculo donde estaba gran parte del equipo de fútbol y de animadoras. Quinn lanzó la botella y le tocó besar a Puck, que a los pocos segundos de besos ya se había aferrado a la rubia. Al final, tuve que tirar de Quinn para que dejaran de babearse. “Asqueroso” pensé. Me tocó tirar y la botella señaló a Brad, uno de los chicos más guapos del equipo. Le sonreí y lo atraje hacia mí. Le besé casi sin ganas y a los segundos me harté de él y me separé bruscamente. El alcohol iba en aumento y la segunda ronda fue más apasionante que la anterior. Llegó mi turno, tiré y me tocó besar a Britt. Todos aplaudieron ante la combinación. Le sonreí a mi mejor amiga y nos acercamos lentamente. Yo nunca había besado a una chica y a pesar de lo ebria que estaba noté una explosión de sentimientos en mi pecho cuando toqué sus labios. Puse mis manos en su cintura mientras ella me echaba los suyos en mi cuello y profundizamos el beso. Yo estaba sumida en ello, hasta que oí los chillidos y silbidos del resto de la gente. Me separé rápidamente de ella y me levanté bastante confundida. Me fui y al pararme noté una presencia detrás de mí, era Britt. No dijo nada, sólo me miró y noté que ella también quería volver a repetir lo que acababa de suceder instantes atrás. Enredó sus dedos en mi cabello y yo la empujé suavemente hasta apoyarnos en una pared. Estuvimos así la mayoría de la fiesta, yo no me cansaba de ella y de sus dulces besos. Al rato, nuestras manos ya iban jugando con el cuerpo de la otra, y sentí su mano por mi trasero y al final por debajo de mi camiseta. Pegué un salto y me separé de ella que me miraba extrañada.
-Britt, esto está muy bien y me siento genial, pero no vayamos a más… al menos hoy… no estaría bien. Y estoy muy confundida. –le dije apartando mi mirada de ella.
-Vale, no pasa nada. Yo te esperaré hasta que estés lista, pero por ahora me gusta lo que estábamos haciendo. –me dijo sonriendo. Ella no sabía que no era normal que dos amigas se dieran el lote, pero a mi también me gustaba besarla. Demasiado, a lo mejor.
-Pues calla y ven aquí… -le dije mientras quitaba la distancia que había entre nosotras y me volvía a pegar a su cuerpo.

FIN FLASHBACK
-Así que empezó con lo de la botella… normal que luego os buscara y no os encontrara. –rió Quinn aliviando la tensión que se respiraba. Sonreí por primera vez en el rato que llevábamos ahí.
-Y desde entonces…? –dijo Quinn.
-Sí, Fabray, sí. –dije empezando a sentirme incómoda. Rogaba al cielo que Quinn se fuera para que no hiciera la pregunta que más pánico tenía que hiciera. Viendo sus intenciones le envié un mensaje con un simple “calla”. Abrió el mensaje y me miró extrañada. La miré suplicando y ella siguió en silencio.
-Bueno, pues yo me voy. Así que os dejo… solas. –dijo Quinn levantándose de repente. Nos dio un beso a cada una en la mejilla y se alejó tan silenciosa como llegó.
Britt me miró y yo le sonreí, cogiéndola de la mano para que se sentara encima de mí. Se rió y me volvió a besar. Así era como mejor se estaba.
-Oh dios mío, que día llevo… -dijo una voz desde la puerta. Era Quinn, como no. La asesiné con la mirada y Britt se rió.
-Me… he dejado el bolso… ya no vuelvo… -dijo cogiendo el bolso que estaba encima de la cama y saliendo corriendo.
-¡Aprende a llamar a la puerta! –le grité sin escuchar más respuesta que un portazo. Volví a posar mi mirada a la preciosa chica que tenía encima mía y que rodeaba mi cuello con sus brazos.
-¿Segundo intento? –le susurré levantándola con mis brazos y dirigiéndome a su cama mientras la seguía besando. Esa vez ya no interrumpió nadie.

jajajja ya me imagino la cara de Quin al pillarlas en la habitacion

Dios, desde ese capítulo les juro que no puedo evitar llorar aunque sea todo alegría y felicidad ¬¬

Lo amé♥ Fue hermoso, esperemos que Quinn sepa guardar un secreto e.e
Espero el próximo capítulo con ansias, y que todo salga bien :D

Saludos.

Estaba re colgadaaa, me perdi muchos capitulos, pero me he puesto al dia, la idea de San es buena, espero qe los papas de Britt se apiaden y las dejen juntas!!!

El ultimo capitulo sinceramente me mato, un remolino de emociones en mi pecho, ame el flash y todo lo qe sucedio!!!

Actualiza prontitooo porfii

Que genial es Quinn por dios jajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjaajjajajajajajjajaja no puedo dejar de reirme XD y la segunda vez que las ha interrumpido LOL!!
Ese flahback fue tan perfecto *0* !!!

Bueno, aquí dejo el siguiente capítulo... gracias por seguir leyendo y comentando, significa mucho para mí!

CAPÍTULO 12
-Buenos día, Berry –dije mirando a la pequeña morena. Llevaba unos días sin chincharla y eso no estaba bien. -¿Me has echado de menos?
-Por supuesto que no he echado de menos tus comentarios groseros y fuera de lugar –me dijo con altivez.
-Hoy no voy a meterme contigo –le dije y me miró con sorpresa. –Ya tienes bastante mirándote a un espejo y viendo como vas. –acabado esto me fui riendo, dejándola con la palabra en la boca.
La posibilidad de que la mudanza de Britt no fuera definitiva me había puesto de buen humor, ¿y que mejor pasatiempo que meterme con la gente?
-Hola, Finn… ¿Qué talla de sujetador usas? –le susurré dejándole con una cara de bobo, más de la que tiene siempre. Última víctima de mi primer asalto: Sam Evans.
-Hola, Trouthy Mouth. ¿Cuántas especies en extinción habitan en tu boca? –le dije para finalizar y sentarme con una enorme sonrisa.
Entraron en la sala Quinn y Britt hablando animadamente y Britt se separó de la otra animadora para ir hacia donde estaba… ¿yo? No, se fue a sentarse al lado de Artie, que no paraba de lanzarle miradas. No paraban de reír y hablar y mi ceño se iba frunciendo cada vez más. Creo que si hubiera sido posible, me hubiera salido humo por las orejas y me hubiera puesto tan roja que explotaría. Noté la mirada de Mercedes en mí, pero pasé de su cara y cerré los ojos para tranquilizarme. “Inspira, expira, inspira, expira…” me repetía. No noté la presencia de Quinn a mi lado que me susurró:
-Tenemos que hablar.
-Ni que fueras a romper conmigo –le dije amargamente.
-Venga, San. Que sé por que estás así, pero en el patio me tienes que aclarar algunas cosas –dijo empezando a levantarse, pero la cogí y la retuve a mi lado; no quería estar sola. Ella se sentó y no dijo nada.
Me pasé la clase gruñendo como si fuera un perro y mirando a todo el mundo con mala cara. Sonó el timbre y salí disparada de clase para dirigirme a mi mesa habitual en el patio. Hacía buen tiempo, así que me coloqué mis gafas de sol y crucé las piernas, obteniendo unos cuantos silbidos por parte de los chicos que pasaban. Pasé de todos, ni siquiera les miré. A mi lado se sentó una animadora rubia, que empezó con una conversación que me daba miedo de cómo acabaría.
-¿Estáis saliendo? –preguntó sin rodeos.
-Tenías que empezar por ahí… -dije en voz baja. Cambié mi tono de voz y dije: -No, no salimos ni somos pareja ni nada. –Ella asintió, como si se esperara eso. No hablamos durante unos instantes.
-Pero, ¿tú la quieres? –dijo volviendo a la carga. Preguntar si la quería era la pregunta más estúpida del mundo, ¿cómo no se puede querer una cosa tan perfecta y adorable?
-Por supuesto que la quiero… -le confesé con la voz medio rota. No me gustaba mostrarme tan vulnerable.
-¿Y por que no le pides salir? Os conozco a las dos, y sé que ella también te quiere. No dejes que un chico con cuatro ruedas la aparte de ti –dijo con seriedad.
-No es tan fácil, Quinn. Pongamos el caso que le pido salir, ¿y si al final se muda? No, ni por asomo. Segundo caso, se queda y le pido salir, ¿qué pasaría? Pues una ducha de granizados todos los días, eso pasaría. No Quinn, no estoy lista para eso, prefiero estar como estoy. –le dije sin mirarla a los ojos.
-Te entiendo. Sé que tienes miedo a los granizados, las burlas y todo. Créeme, yo lo sufrí el año pasado cuando estaba embarazada. Pero hay que seguir adelante, no tengas miedo de querer a alguien y querer demostrarlo. Eres una gran chica, no dejes que cuatro neandertales te intimiden y no te dejen mostrar como eres –sus palabras calaron en mí. Iba a decirle que sí, que iba a decírselo a Britt, cuando ví una horrible imagen que me quitó todas las ganas de decir algo: mi rubia sentada encima de Artie y el paseándola. Ella le había echado sus brazos encima de sus hombros y estaban a una distancia muy peligrosa.
Quinn también lo vió y alternó su mirada entre ellos y yo. Estaba muy harta, así que me levanté y le pegué una patada a la silla más próxima que encontré, ganándome unas cuantas miradas por la gente y por la parejita feliz. Respondí mirándolos mal a todos, incluso a Britt.
Me fui al baño y cuando me disponía a dejar mi rabia fluir, ví una imagen en el espejo. Una rubia que se acercaba preocupada a mí espalda.
-¿Qué haces aquí? Vete con tu nuevo novio cuatro ruedas. –le dije sin compasión. Yo nunca me portaba así con Britt, pero estaba demasiado alterada.
-No es mi novio, San. Además, tengo que hablar contigo… -me dijo bajando la mirada. Por una parte me alegré, pero ese “tengo que hablar contigo” me sonaba muy mal. –Mañana empiezo a empaquetar las cosas para irme, y me gustaría saber si me ayudarías. Además de que tengo que anunciarlo al Glee Club.
“¿Ha dicho que tiene que empezar a empaquetar sus cosas?” me decía sin creérmelo. La boca se me abrió tanto que podría haberse comparado a la de Sam. La verdad era que me había echo ilusiones en que sus padres la dejarían vivir conmigo, aunque visto lo visto era demasiado bonito para ser real y la vida muchas veces te da una patada en el culo.
-¿Cuándo te dijeron que tenías que empaquetar? –le dije aún con la boca abierta.
-Esta mañana. ¿Me ayudarás? No creo que pueda hacerlo sola… -dijo acercándose a mí. El enfado se había evaporado y lo sustituí por tristeza. Otra vez me sentía perdida, y ya no había solución. No podía hacer más para que se quedara.
La abracé y le susurré que por supuesto iba a ayudarla a empaquetar y a lo que hiciera falta, aunque se me rompiera el corazón con cada cosa que le ayudaba a guardar.
No lloré. Estaba harta de tener que llorar, esa no era la Santana López que todo el mundo conoce. Me separé de Britt y me fui. Aún quedaba una hora de clase, pero salté la valla y me fui del instituto. Necesitaba pensar y aclararme las ideas.
Estaba andando por un parque cercano al instituto, un parque que me traía bastantes recuerdos…

FLASHBACK
Era de noche. Ni siquiera las luces se atrevían a iluminar ese paisaje tan desierto. Me encontraba sola, como muchas veces en mi vida. Nada impidió que unas inocentes lágrimas rodaran por mi rostro, haciendo que notara el sabor a la sal cuando tocó mi comisura.
-Esta noche parece que va a ser buena… -me susurré. Había ido a casa de Britt para darle una sorpresa por su cercano cumpleaños. En teoría, estaba sola en casa, así que usé la llave que escondían detrás de una maceta y entré sin hacer ruido. Le llevaba una caja de bombones con forma de patos que había encontrado en un supermercado cercano. Noté unas voces en su habitación, y entre abrí la puerta. La imagen que ví se me quedó incrustada en mi mente: Britt, mi inocente Britt, acostándose con el cerdo de Puckerman. Solté la caja y dejé la puerta, saliendo corriendo de allí. No sabía por que me comportaba así, ni que fuera mi novia. Además, yo también lo había echo con Puck, y no era para tanto. Pero una cosa era saberlo y otra verlo.
Así que ahí estaba yo, en un banco dejando que las lágrimas limpiaran mi rostro.
-Hola… -escuché un susurro detrás de mí y me limpié las lágrimas rápidamente, agradeciendo la oscuridad.
-Hola, Brittany. –le dije cuando la ví.
-He visto el regalo que me has dejado en la puerta, y sabía que estarías aquí, así que he venido a que nos los comamos entre las dos. –me dijo sonriendo y sentándose a mi lado. Era la primera vez que estábamos las dos solas desde lo que pasó en la fiesta de Quinn, y el ambiente se respiraba un poco tenso.
Empezamos a comer los bombones, y cuando me giré a mirarla le ví la boca manchada de chocolate.
-Estás asquerosa… -le dije entre risas. Con mi pulgar empecé a limpiarle los restos de chocolate, pero a los segundos ya estaba embobada con su mirada. Ella fijó la suya en la mía y a los segundos nos fundimos en un tierno beso. Sabía a chocolate, y no parábamos de reír.
Cuando se hizo tarde, nos levantamos y nos cogimos del meñique.
-Esto que hacemos, no puedes decírselo a nadie. Es un secreto entre amigas. –le dije, viendo como asentía sin parar de sonreír. Nos fuimos del parque, dirigiéndonos a su casa.
FIN FLASHBACK