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(FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
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(FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Holas, bueno me ha dado las ganas de escribir, más que nada un capricho. Si la historia y la idea gusta seguiré escribiendo.
De hace algún tiempo he querido dar una vuelta a la trama, después de todo. Casi todas las historias se centran en un Kurt desvalido y anhelante de apoyo y consejo. Esta vez quise hacer las cosas al revés, a ver como termina =D
_____________________________________________________________________________________________
Espero que la idea les haya interesado, nos vemos en el otro cap. Byez.
De hace algún tiempo he querido dar una vuelta a la trama, después de todo. Casi todas las historias se centran en un Kurt desvalido y anhelante de apoyo y consejo. Esta vez quise hacer las cosas al revés, a ver como termina =D
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Not Alone
.::Capitulo 1::.
.::Capitulo 1::.
- ¡¡No me interesa!!
- ¡Por Dios John, es tu hijo!
- ¡Eso le enseñará a ser más hombre!
Susan Anderson no podía entender lo que estaba sucediendo. No recordaba exactamente como todo había terminado de esa forma, después de todo, había pensado que tendría el apoyo incondicional de su marido cuando le pidió el traslado de Blaine a una escuela más segura. Ella amaba a su esposo, pero en este momento no podía más que odiarlo por su estupidez.
Aun podía recordar al temeroso Blaine de trece años que se había acercada a ella casi tiritando de miedo. En aquel momento no podía entender porque su hijo menor, al cual quería con toda su alma, le lanzaba una mirada como esa, especialmente cuando nunca había hecho nada para conseguir su enfado. Pero su hijo no había pensado igual, la noticia que iba a entregar no era grata de emitir sin saber de antemano cual sería la reacción de la persona que escucharía el mensaje, pero Blaine no había podido seguir soportando la presión, los comentarios, las mirada, su propia conciencia.
- Mamá… - sus ojos mieles tenía un brillo asustado por las lagrimas que estaban a punto de salir, Susan no pudo más que asustarse ante aquel tono de voz y la condición de su hijo. Había dejado su lectura aún lado y posó su atención en aquella mirada que era tan similar a la suya.
- ¿Qué sucede amor? – el tono dulce parecía haber empeorado todo, eso la desconcertó.
- No quiero que me odies…
- Blaine, yo nun-
- Mamá…. – la interrumpió su hijo, porque, aunque amara a su madre, no estaba seguro de su reacción – Soy gay.
Susan podía admitir que aquello le había sorprendido, después de todo su hijo no había dado señales de eso. Y eso le asusto, ¿acaso no conocía lo suficiente a su hijo como para no haber notado las señas? Sin embargo su hijo seguía siendo su hijo. Su Blaine no había cambiado en nada después de esas palabras. Ella solo podía ver a uno de sus amores a punto de llorar, roto por el temor de su reacción.
- Blaine… - habló después de un leve silencio – tu seguirás siempre siendo mi hijo, el amor es amor… - sonrió al tiempo que acariciaba una de las mejillas de su hijo con amor – el amor no tiene clase social, ni raza ni sexo. Solo quiero que seas feliz.
Blaine se había lanzado a sus brazos llorando, pero de alegría y alivio. Después de todo, su madre; la mujer más importante para él, le había aceptado tal como era, ¿quien decía que su padre no actuaria igual?
Lamentablemente no había sido así.
John Anderson amaba a su familia con toda su alma. Era un hombre cariñoso y trabajador. Susan había encontrado en el defectos mínimos que fácilmente podían ser pulidos o ignorados, después de todo le amaba. Pero su esposo había tenido un defecto que no podía ser ignorado.
- ¿¡Qué!? - había rugido apenas Blaine había hablado, con el apoyo de su madre se había sentido un poco más valiente, pero la reacción de su padre le aterró, dio un paso hacia tras, tratando de quedar más cerca de su progenitora.
- John… - comenzó Susan.
- No, nada… déjate de estupideces Blaine… - mostró una sonrisa, pero aquello no legaba a sus ojos – es solo una etapa, ya lo superaras.
- Papá no es….
- ¡Guarda silencio! No aceptaré a un maricón en mi casa.
- ¡John! – Susan le había silenciado escandalizada, Blaine quiera morirse.
- Vamos a dejar este tema aquí. Por el momento no quiero saber nada más.
Susan ingenuamente había pensado que su marido pronto lo entendería y todo volvería a ser como siempre. Estaba tan equivocada, el tiempo comenzó a pasar y su esposo comenzó a ignorar a Blaine. Ella trató de ser paciente, vio el estúpido intento de su esposo de tratar de “enderezar” a su hijo, de hacerle “cambiar de opinión”. Estúpidas cenas con hijas de amigos, la estúpida reparación de un coche. Pero cuando vio que nada de esto sirvió comenzó a alejar a su hijo, a tratarlo como un desconocido y eso le rompió el corazón.
Había perdido la cuenta del número de peleas que había tendido, de las discusiones, de los gritos. De su llanto ahogado, su dolor por no poder ayudar al menor de sus hijos. Cooper, el mayor, quien tenía un ego tan grande como su talento no había tenido problemas en aceptar a su hermano. Su relación de cayente no había cambiado, seguía siendo de cayente, pero al menos Cooper no había agregado la homofobia a su lista. Agradecía que estuviera en la universidad y no fuera parte de ese infierno.
Casi dos años habían pasado de esa forma entre un ir y venir. En su egoísmo John había matriculado a Blaine en un colegio de poca monta, un instituto que podía ser comparado con una guerra campal. Al principio no lo había visto así, había pensado con ingenuidad que su esposo estaba mirando por Blaine, de hacerle interactuar con gente más humilde que tenía problemas como estos. Se odio por pensar de esa manera y no darse cuenta, se odiaba tanto por eso.
Supo que algo pasaba con su hijo, dormía poco, inquieto y había bajado de peso. Le pregunto, le preguntó muchas veces, pero su hijo solo decía que era una etapa y ella le creyó con ingenuidad. Todo fue estúpidamente evidente cuando recibió una llamada que la heló.
Blaine había asistido al baile de su escuela con una sonrisa de esperanza. Había conocido a otro chico gay quien al parecer no tardo en volverse amigo de su hijo, Blaine le había dicho que no le gustaba, pero que era bueno tener a alguien con quien conversar, alguien como él. Se había ido con una sonrisa portando un bonito traje de noche y un clavel en un pecho como adorno. Ella amó esa imagen. Sin embargo cuando eran apenas las 11 de la noche, el teléfono de la casa sonó, nunca eran buenas las llamadas nocturnas, todos decían eso y ella lo creía.
- Buenas noches… ¿hablo a la casa de los Anderson?
- Si, aquí es.
- ¿Podría comunicarme con los padres de Blaine Anderson?
- Habla con su madre ¿Le sucedió algo a Blaine? – el silencio al otro lado de la línea la aterró.
- Su hijo… Blaine fue encontrado en un callejón… el fue brutalmente golpeado, está internado en el hospital de Westerville… – su llanto silenció cualquier otra cosa que el oficial que le hablaba podría decirle.
Esa noche partió sola al encuentro de su hijo, cuando llegó y clamó por él fue llevada con rapidez por las enfermeras. Blaine presentaba una leve contusión en la cabeza, por lo cual estaba en observación. Un brazo roto, dos costillas astilladas y un esguince en el tobillo derecho, sin sumar los cortes y las demás contusiones en su cuerpo. Cuando le vio supo todo lo que su hijo le había estado ocultado, porque había estado bajando de peso, porque no dormía. Y se odio.
De eso había pasado dos semanas, Blaine había sido dado de alta, pero debía guardar reposo por un mes más. Daba gracias que el periodo escolar estaba próximo a terminar así que Blaine en realidad no necesitaba asistir más a esa escuela hipócrita. Había buscado alguna solución a todo este problema, hasta que se topó con el anuncio de la escuela para Varones Dalton. Había pensado que era la solución perfecta para todos sus problemas. Pero tal parecía que la vida de su hijo no era fácil. Su esposo se había negado a pagar por ella, esa era la pelean que ahora estaba manteniendo.
- ¿¡Enseñarle a ser más hombre!? ¿Quieres que mañana amanezca muerto por esa estúpida idea?
- Mejor que ser un marica – un silencio pesado llenó la habitación, John mismo sabía que había cruzado la línea y miró con alarma a la mujer que amaba. Ella le devolvió la mirada dolida y furiosa.
- Muy bien… si eso es lo que quieres, si quieres renegar de tu hijo, hazlo. Pero eso me incluye a mí. Ya no seremos parte de tu vida.
- Su, no, espera, yo… - el hombre trató de tomarle la mano, pero la mujer la retiró asqueada.
- No me toques. Me das asco – dijo con furia y lágrimas contenidas. John la miró dolido.
- Su…
- No te molestaremos más John. Mi hijo y yo nos iremos y no te molestes, no te pediremos nada, yo puedo hacerme cargo de mi familia.
- Su, por favor – rogaba el hombre – te amo.
- Y yo amo a mi hijo – respondió furiosa – si no eres capaz de aceptar eso y aceptarle como es; significa que no me amas lo suficiente y que no te amas lo suficiente, porque él es parte de los dos.
Sin añadir unas palabras más Susan dejó al hombre solo junto a un silencio abrumador.
Los días siguientes fueron un infierno para todos. Susan recorrió al dinero que sus abuelos le había dejado y sus propios ahorros y compró una modesta casa en el pueblo vecino Westerville; Lima. Ella y sus hijos habían vivido rodeados de lujos y comodidades, iban a tener que aprender a vivir con lo mínimo, pero no les preocupaba. Susan era una excelente enfermera, pero hace tiempo que había dejado de ejercer, por un pedido de su esposo para que se dedicara a sus hijos. Se esforzaría para retomar su carrera y trabajar por Blaine.
Por otro lado, Blaine se había tomado muy mal la noticia, no tanto por el cambio de casa, los lujos poco le importaban. Pero no quería sentirse como el causante de la separación de sus padres, siempre había admirado el amor que se profesaban, las miradas de cariño, lo momentos de mimos; los coqueteos que compartían. Y ahora todo se había ido. Pero su madre había sido clara y entendía su punto, no podía quejarse tampoco, después de todo, se sentía tan bien tener a alguien que le apoyara bajo cualquier circunstancia, se hubiera sentido tan roto si ninguno de sus padres hubiera mostrado un mínimo de interés por él.
El mayor problema de Blaine era que no quería volver a la escuela, a ninguna escuela. Estar con la gente le atemorizaba, en especial porque no sabías que cosas podría hacerte, que tan tolerantes eran, que tanto podían aceptarte. Además que había desarrollado una especie de fobia hacia la gente más alta. Una fobita que podía controlarse si los que lo rodeaban eran personas adultas, pero adolescentes como él y que en especial pertenecieran a algún grupo deportivo podían hacerle revivir aquella horrible noche donde pensó que iba a morir. El peor punto es que Blaine de por si era un poco más bajo que el promedio de los jóvenes de su edad.
Fue así, lleno de temor comenzó en una nueva ciudad, en un nuevo vecindario, con una nueva dinámica familiar y en una nueva escuela. Porque, a pesar de todo el amor de su madre y apoyo, no pudo costearle algo tan caro como lo era la academia Dalton, así que con dos semanas de retraso por sus lesiones se incorporaría a la Secundaria William McKinley para cursar sus segundo año.
Continuará...
_____________________________________________________________________________________________- ¡Por Dios John, es tu hijo!
- ¡Eso le enseñará a ser más hombre!
Susan Anderson no podía entender lo que estaba sucediendo. No recordaba exactamente como todo había terminado de esa forma, después de todo, había pensado que tendría el apoyo incondicional de su marido cuando le pidió el traslado de Blaine a una escuela más segura. Ella amaba a su esposo, pero en este momento no podía más que odiarlo por su estupidez.
Aun podía recordar al temeroso Blaine de trece años que se había acercada a ella casi tiritando de miedo. En aquel momento no podía entender porque su hijo menor, al cual quería con toda su alma, le lanzaba una mirada como esa, especialmente cuando nunca había hecho nada para conseguir su enfado. Pero su hijo no había pensado igual, la noticia que iba a entregar no era grata de emitir sin saber de antemano cual sería la reacción de la persona que escucharía el mensaje, pero Blaine no había podido seguir soportando la presión, los comentarios, las mirada, su propia conciencia.
- Mamá… - sus ojos mieles tenía un brillo asustado por las lagrimas que estaban a punto de salir, Susan no pudo más que asustarse ante aquel tono de voz y la condición de su hijo. Había dejado su lectura aún lado y posó su atención en aquella mirada que era tan similar a la suya.
- ¿Qué sucede amor? – el tono dulce parecía haber empeorado todo, eso la desconcertó.
- No quiero que me odies…
- Blaine, yo nun-
- Mamá…. – la interrumpió su hijo, porque, aunque amara a su madre, no estaba seguro de su reacción – Soy gay.
Susan podía admitir que aquello le había sorprendido, después de todo su hijo no había dado señales de eso. Y eso le asusto, ¿acaso no conocía lo suficiente a su hijo como para no haber notado las señas? Sin embargo su hijo seguía siendo su hijo. Su Blaine no había cambiado en nada después de esas palabras. Ella solo podía ver a uno de sus amores a punto de llorar, roto por el temor de su reacción.
- Blaine… - habló después de un leve silencio – tu seguirás siempre siendo mi hijo, el amor es amor… - sonrió al tiempo que acariciaba una de las mejillas de su hijo con amor – el amor no tiene clase social, ni raza ni sexo. Solo quiero que seas feliz.
Blaine se había lanzado a sus brazos llorando, pero de alegría y alivio. Después de todo, su madre; la mujer más importante para él, le había aceptado tal como era, ¿quien decía que su padre no actuaria igual?
Lamentablemente no había sido así.
John Anderson amaba a su familia con toda su alma. Era un hombre cariñoso y trabajador. Susan había encontrado en el defectos mínimos que fácilmente podían ser pulidos o ignorados, después de todo le amaba. Pero su esposo había tenido un defecto que no podía ser ignorado.
- ¿¡Qué!? - había rugido apenas Blaine había hablado, con el apoyo de su madre se había sentido un poco más valiente, pero la reacción de su padre le aterró, dio un paso hacia tras, tratando de quedar más cerca de su progenitora.
- John… - comenzó Susan.
- No, nada… déjate de estupideces Blaine… - mostró una sonrisa, pero aquello no legaba a sus ojos – es solo una etapa, ya lo superaras.
- Papá no es….
- ¡Guarda silencio! No aceptaré a un maricón en mi casa.
- ¡John! – Susan le había silenciado escandalizada, Blaine quiera morirse.
- Vamos a dejar este tema aquí. Por el momento no quiero saber nada más.
Susan ingenuamente había pensado que su marido pronto lo entendería y todo volvería a ser como siempre. Estaba tan equivocada, el tiempo comenzó a pasar y su esposo comenzó a ignorar a Blaine. Ella trató de ser paciente, vio el estúpido intento de su esposo de tratar de “enderezar” a su hijo, de hacerle “cambiar de opinión”. Estúpidas cenas con hijas de amigos, la estúpida reparación de un coche. Pero cuando vio que nada de esto sirvió comenzó a alejar a su hijo, a tratarlo como un desconocido y eso le rompió el corazón.
Había perdido la cuenta del número de peleas que había tendido, de las discusiones, de los gritos. De su llanto ahogado, su dolor por no poder ayudar al menor de sus hijos. Cooper, el mayor, quien tenía un ego tan grande como su talento no había tenido problemas en aceptar a su hermano. Su relación de cayente no había cambiado, seguía siendo de cayente, pero al menos Cooper no había agregado la homofobia a su lista. Agradecía que estuviera en la universidad y no fuera parte de ese infierno.
Casi dos años habían pasado de esa forma entre un ir y venir. En su egoísmo John había matriculado a Blaine en un colegio de poca monta, un instituto que podía ser comparado con una guerra campal. Al principio no lo había visto así, había pensado con ingenuidad que su esposo estaba mirando por Blaine, de hacerle interactuar con gente más humilde que tenía problemas como estos. Se odio por pensar de esa manera y no darse cuenta, se odiaba tanto por eso.
Supo que algo pasaba con su hijo, dormía poco, inquieto y había bajado de peso. Le pregunto, le preguntó muchas veces, pero su hijo solo decía que era una etapa y ella le creyó con ingenuidad. Todo fue estúpidamente evidente cuando recibió una llamada que la heló.
Blaine había asistido al baile de su escuela con una sonrisa de esperanza. Había conocido a otro chico gay quien al parecer no tardo en volverse amigo de su hijo, Blaine le había dicho que no le gustaba, pero que era bueno tener a alguien con quien conversar, alguien como él. Se había ido con una sonrisa portando un bonito traje de noche y un clavel en un pecho como adorno. Ella amó esa imagen. Sin embargo cuando eran apenas las 11 de la noche, el teléfono de la casa sonó, nunca eran buenas las llamadas nocturnas, todos decían eso y ella lo creía.
- Buenas noches… ¿hablo a la casa de los Anderson?
- Si, aquí es.
- ¿Podría comunicarme con los padres de Blaine Anderson?
- Habla con su madre ¿Le sucedió algo a Blaine? – el silencio al otro lado de la línea la aterró.
- Su hijo… Blaine fue encontrado en un callejón… el fue brutalmente golpeado, está internado en el hospital de Westerville… – su llanto silenció cualquier otra cosa que el oficial que le hablaba podría decirle.
Esa noche partió sola al encuentro de su hijo, cuando llegó y clamó por él fue llevada con rapidez por las enfermeras. Blaine presentaba una leve contusión en la cabeza, por lo cual estaba en observación. Un brazo roto, dos costillas astilladas y un esguince en el tobillo derecho, sin sumar los cortes y las demás contusiones en su cuerpo. Cuando le vio supo todo lo que su hijo le había estado ocultado, porque había estado bajando de peso, porque no dormía. Y se odio.
De eso había pasado dos semanas, Blaine había sido dado de alta, pero debía guardar reposo por un mes más. Daba gracias que el periodo escolar estaba próximo a terminar así que Blaine en realidad no necesitaba asistir más a esa escuela hipócrita. Había buscado alguna solución a todo este problema, hasta que se topó con el anuncio de la escuela para Varones Dalton. Había pensado que era la solución perfecta para todos sus problemas. Pero tal parecía que la vida de su hijo no era fácil. Su esposo se había negado a pagar por ella, esa era la pelean que ahora estaba manteniendo.
- ¿¡Enseñarle a ser más hombre!? ¿Quieres que mañana amanezca muerto por esa estúpida idea?
- Mejor que ser un marica – un silencio pesado llenó la habitación, John mismo sabía que había cruzado la línea y miró con alarma a la mujer que amaba. Ella le devolvió la mirada dolida y furiosa.
- Muy bien… si eso es lo que quieres, si quieres renegar de tu hijo, hazlo. Pero eso me incluye a mí. Ya no seremos parte de tu vida.
- Su, no, espera, yo… - el hombre trató de tomarle la mano, pero la mujer la retiró asqueada.
- No me toques. Me das asco – dijo con furia y lágrimas contenidas. John la miró dolido.
- Su…
- No te molestaremos más John. Mi hijo y yo nos iremos y no te molestes, no te pediremos nada, yo puedo hacerme cargo de mi familia.
- Su, por favor – rogaba el hombre – te amo.
- Y yo amo a mi hijo – respondió furiosa – si no eres capaz de aceptar eso y aceptarle como es; significa que no me amas lo suficiente y que no te amas lo suficiente, porque él es parte de los dos.
Sin añadir unas palabras más Susan dejó al hombre solo junto a un silencio abrumador.
Los días siguientes fueron un infierno para todos. Susan recorrió al dinero que sus abuelos le había dejado y sus propios ahorros y compró una modesta casa en el pueblo vecino Westerville; Lima. Ella y sus hijos habían vivido rodeados de lujos y comodidades, iban a tener que aprender a vivir con lo mínimo, pero no les preocupaba. Susan era una excelente enfermera, pero hace tiempo que había dejado de ejercer, por un pedido de su esposo para que se dedicara a sus hijos. Se esforzaría para retomar su carrera y trabajar por Blaine.
Por otro lado, Blaine se había tomado muy mal la noticia, no tanto por el cambio de casa, los lujos poco le importaban. Pero no quería sentirse como el causante de la separación de sus padres, siempre había admirado el amor que se profesaban, las miradas de cariño, lo momentos de mimos; los coqueteos que compartían. Y ahora todo se había ido. Pero su madre había sido clara y entendía su punto, no podía quejarse tampoco, después de todo, se sentía tan bien tener a alguien que le apoyara bajo cualquier circunstancia, se hubiera sentido tan roto si ninguno de sus padres hubiera mostrado un mínimo de interés por él.
El mayor problema de Blaine era que no quería volver a la escuela, a ninguna escuela. Estar con la gente le atemorizaba, en especial porque no sabías que cosas podría hacerte, que tan tolerantes eran, que tanto podían aceptarte. Además que había desarrollado una especie de fobia hacia la gente más alta. Una fobita que podía controlarse si los que lo rodeaban eran personas adultas, pero adolescentes como él y que en especial pertenecieran a algún grupo deportivo podían hacerle revivir aquella horrible noche donde pensó que iba a morir. El peor punto es que Blaine de por si era un poco más bajo que el promedio de los jóvenes de su edad.
Fue así, lleno de temor comenzó en una nueva ciudad, en un nuevo vecindario, con una nueva dinámica familiar y en una nueva escuela. Porque, a pesar de todo el amor de su madre y apoyo, no pudo costearle algo tan caro como lo era la academia Dalton, así que con dos semanas de retraso por sus lesiones se incorporaría a la Secundaria William McKinley para cursar sus segundo año.
Continuará...
Espero que la idea les haya interesado, nos vemos en el otro cap. Byez.
Última edición por Kiky_Usui el Lun Abr 30, 2012 9:16 pm, editado 4 veces
Kiky_Usui* - Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
ahhhhhh primer comentario y nueva lectora fiel ¡¡
me encanto el fic¡¡ ya era hora ke kurt ya no fuera la victima :D
me da pena blaine sufrio tanto u.u y su mama es la mejor¡¡ y su padre es un kadjkahdajf lo odio ¬¬'
supongo ke kurt va ser un chico rudo y fuerte,no?? sisisiisis
pd: espero el prox cap :D
me encanto el fic¡¡ ya era hora ke kurt ya no fuera la victima :D
me da pena blaine sufrio tanto u.u y su mama es la mejor¡¡ y su padre es un kadjkahdajf lo odio ¬¬'
supongo ke kurt va ser un chico rudo y fuerte,no?? sisisiisis
pd: espero el prox cap :D
clgoloDC********- - Mensajes : 748
Fecha de inscripción : 30/08/2011
Edad : 30
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
wiiii segundo comentario =) ... pobrecitho blaine el tan indefenso no tiene la culpa de ser como es...debe ser el chico mas infeliz al tener a un padre el cual lo odia demasiado :'( ...espero que kurt lo haga feliz...y su madre ella es tan dulce, amor de madre unico e incomparable...me encanta tu fanfic...nos leemos continualos pliz saludos
klaineforever****** - Mensajes : 308
Fecha de inscripción : 28/12/2011
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAA PORFAVORSHSHSHH!!!
eyhkarli** - Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 28
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
A mi me encanto esta genial el fic es un tema muy interesante ver a BLAINE desde otro punto de vista es genial me encanta continúalo pronto gracias por escribir.
Kenigal********-*- - Mensajes : 1009
Fecha de inscripción : 15/12/2011
Edad : 34
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Que aburrido estuve todo el dia ._. Gracias a Dios por encontrar este fic, me gusto mucho, esta muy interesante! Por favor sigue escribiendo :3! Al parecer, otro chico tendra la palabra "courage" en su casillero esta vez... Sino es que usa una palabra distinta o algo asi >w<
Adlaine* - Mensajes : 32
Fecha de inscripción : 04/04/2012
Edad : 29
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Oh Damn! me encanto *.* La mamá de Blaine es la vida. & pobre Blaine, debe ser horrible que tu propio padre te trate como un extraño solo por tu condicion sexual. En fin, debo decir que me encanto TODO :B espero que actualices pronto. Cuidate (:
Anotherwinterday- ---
- Mensajes : 544
Fecha de inscripción : 22/10/2011
Edad : 27
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
dos palabras..
ME ENCANTA!!
pobre blaine.. enserio.. me pone muy mal .. solo pido que lo continues, esta muy bueno y es algo nuevo.. por asi decirlo....espero con ansias el prox cap!!!
ME ENCANTA!!
pobre blaine.. enserio.. me pone muy mal .. solo pido que lo continues, esta muy bueno y es algo nuevo.. por asi decirlo....espero con ansias el prox cap!!!
Tere_100%klainelover******* - Mensajes : 490
Fecha de inscripción : 11/08/2011
Edad : 27
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Ahh! Amé esto! Es muy bueno lo que escribes! Me dio algo de penita con Blaine por lo de su padre pero esta muy bueno! Ya no espero a leer más!
Invitado- Invitado
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Holas! No saben la alegría que me da ver tantos comentarios en este fic. Si, es algo nuevo que quiero postular y pueden que vean que las cosas se mueven algo lentas, pero es necesario. =D espero que me tengan paciencia.
Bueno no las entretengo más, aquí el segundo capitulo :3
_____________________________________________________________________________________________
Primero algunas aclaraciones:
Si las letras de las canciones las colocare en español, al menos la mayoría, ya que la mayoría delas canciones que coloquen tienen relación con la trama, por lo que es importante ir las leyendo, bueno ya sabrán a que me refiero con los capítulos que vienen.
Segundo, la idea es ir mezclando algunos eventos que suceden en el segundo año según la serie, no será igual, eso es imposible, así como que también cambiaré muchas cosas. Por lo que no deben extrañarse si algo que sucede no les concuerda con la serie.
Bueno, espero que el capitulo les haya gustado, en el siguiente Kurt y Blaine se conocen 8D... ¿como se desarrollaran las cosas? No tengo ni idea... ¿tienen que esperar para saber que pasa? Sip :3
Nos estamos viendo, si no hay ningun contratiempo entre el martes y el miercoles subo el tercero. Nos vemos.
Bueno no las entretengo más, aquí el segundo capitulo :3
_____________________________________________________________________________________________
I see
.:: Capitulo II ::.
.:: Capitulo II ::.
Blaine se miró por tercera vez en el espejo, soltó un suspiro. Se sentía muy incomodo, con todo, con su madre, con su situación, con él mismo. Sus heridas habían tardado más de lo planeado en sanar, su madre había dicho que el estrés por el que había pasado tenía mucho que ver.
La casa en la que estaban viviendo era amplia e iluminada, su habitación contaba con dos grandes ventanales. Adornada como siempre le había gustado, con un color borgoña en las paredes, y tonos similares para la alfombra y cubrecama. Había rescatado todas las cosas de su habitación, al menos su padre no le había negado eso, así como su auto; quizás un pequeño acto de enmendar lo que había hecho frente a su madre, un acto que no había funcionado.
Centró nuevamente su atención en su imagen, su cabello estaba completamente contralado por una capa de gel, como era su costumbre. Usaba una polera negra junto a unos pantalones rojos, junto a una pajarita. No sabía si estaba bien vestirse como siempre lo hacía, no quería llamar la atención, no quería que nadie le mirara, pero no conocía como era el ambiente en McKinley, así que no sabía que podía destacar y que no lo haría.
- ¡Blaine, ven a tomar tu desayuno! – su madre le llamó desde la cocina. Ese era otro tema delicado, su madre se estaba esforzando tanto por él que temía que enfermera. Sabía que era una estupidez, pero su madre mucho tiempo vivo con comodidad, sin la necesidad de trabajar, no seriamente al menos. Además de tener que cocinar y realizar las tareas de la casa. Él recientemente había comenzado a ayudarla con esa clase de cosas, sus heridas no se lo habían permitido con anterioridad, y su madre no le hubiera dejado de todos modos. Ahora tenían un horario bastante organizado. Día por medio era su turno de cocinar así como limpiar la casa. El lavado de ropa era compartido así como cualquier arreglo que pudiera necesitar su casa. Blaine también había pensado seriamente en conseguir un trabajo de medio tiempo, pero su madre había estado totalmente en contra, ese era un tema que aun quería pelear.
Cuando llegó a la cocina su madre le recibió con una sonrisa y una humeante taza de café. Se acercó a ella con una sonrisa y tomó asiento frente a un plato de panqueques.
- ¿Listo para tu primer día? – su madre le sonrió, pero sus ojos ocultaban toda su preocupación.
- No… pero no hay que postergar más esto, ¿no crees? – Blaine sonrió sin ánimos, Susan miró a su hijo con dolor, daría cualquier cosa para borrar aquel incidente de la mente de su hijo.
- Eres fuerte Blaine, piensa en esto como una nueva oportunidad. Aun no sabemos cómo serán las cosas… pero tienes que prometerme algo… - su mirada fue seria – Me dirás si sucede algo, cualquier cosa. No quiero que pases por eso una vez más.
- Mamá…
- No está en discusión Blaine, así tengamos que cambiarnos un millón de veces hasta que estés seguro.
- Te quiero mamá.
- y yo corazón – sonrió, deposito un beso en la cabeza de su hijo – bueno, es hora de irnos. Tu clase está por comenzar y yo debo irme al trabajo.
- ¿Cómo está todo por ahí?
- Genial, me he hecho amiga de otra enfermera, trabaja en el mismo piso que yo. Se llama Carol, es un amor.
- Me alegro mamá.
Blaine no podía ocultarlo, estaba aterrorizado, apenas y había entrado a lo que sería su nueva escuela podía ver a cientos de tipos grandes portando las chaquetas de sus clubes deportivos, riendo como si fueran los reyes del mundo. Las personas a su alrededor trataban de destacar lo menos posible. McKinley tenía un alármate parecido a Westerville y eso le estaba aterrorizando.
A paso rápido y con la cabeza gacha trató de pasar desapercibido por entre los corredores, tratando de ubicar la oficina de la orientadora. Tenía entendido que ella le entregaría la contraseña de su casillero, su horario de clases y un mapa del colegio; además claro de orientarlo en las diferentes actividades que ofrecía la escuela. Tardo diez minutos en dar con una oficina de ventanales transparentes, admiro lo pulcra y ordenada que se veía la oficina, en su interior una pequeña señora de cabellos rojos miraba unos folletos, se alegró por esto, la gente pequeña le hacía sentirse más tranquilo.
- Buenos días – entró una vez recibió el consentimiento de entrar.
- Buenos días. Debes ser Blaine ¿cierto?
- Eh… si
- Toma asiento… no voy a mentirte, es raro que algún alumno llegue dos semanas después del inicio de clases – Blaine se sintió un poco incomodo con aquel comentario – pero tampoco te pediré que me cuentes los detalles, se que son personales y lo comprendo. Espero que entiendas que si necesitas a alguien con quien conversar o necesites alguna clase de orientación no dudes de venir conmigo, ¿bien?
- Claro, muchas gracias… eh…
- Emma Pillsbury, pero puedes decirme Emma. Los muchachos me dicen Srta. P – Blaine estaba seguro que nunca le diría así.
- Gracias.
- Bien, aquí está la contraseña de tu casillero, es el numero 67. Aquí está tu horario escolar, tienes muy buenas notas y algunos ramos que tomaste en tu anterior escuela son de un curso más adelante, así que puedes escoger otro que quieras cursar; puede ser Español, Gastronomía, Astronomía, Francés, etc. Aquí al final hay una lista de los ramos optativos que puedes tomar.
- ¿Tengo que tomar una decisión ahora?
- No, avisarme cando hayas decidido, ojala dentro de esta semana.
- De acuerdo.
- También tenemos clubes si quieres unirte. Están los del área deportiva… – Blaine se estremeció ante esa mención y Emma lo notó – pero no hondaré en ellos, está también los del área artística; los clubes de música y el club Glee.
- ¿Club Glee? – Emma sonrió ante eso, quizás habían conseguido a un futuro participante.
- Es el coro del colegio, quizás podrías asistir a una de sus prácticas, si te gusta deberías inscribirte.
- Lo pensaré.
- Que bueno – sacó un nuevo papel – aquí tienes un mapa de la escuela, la marca con la X es donde está tu casillero. Tu primera clase está por comenzar, así que no te detengo más. Espero que tengas un buen día.
- Muchas gracias.
Blaine salió de la oficina un poco más relajado, al menos algunas personas se veían más simpáticas e interesadas en su persona. En Westerville parecía que no le importabas a nadie. Soltó un suspiró y comenzó a caminar en dirección a su casillero. Nunca se esperó recibir el primer susto en su primer día de esa manera.
- ¡Hola perdedora! – solo pudo ver como algo de color rojo pasaba frente a él y aterriza contra el rostro de una muchacha morena que pasaba a su lado. Se había quedado paralizado frente a aquel acto.
- ¡Eres un idiota Azimio! – había recibido un grito de vuelta – Maldita sea, y ni siquiera han comenzado las clases – rumio para sí al tiempo que trataba de quitarse un poco de sustancia, parecía que algo había entrado a sus ojos porque tenía una expresión de dolor. Lo que más sorprendió a Blaine fue que nadie se acercó a ayudar, era como si nada hubiera sucedido y cada quien seguía su camino. Era casi lo mismo en su antigua escuela, él estaba a punto de hacerlo lo mismo, después de todo, quería ser uno más, pasar desapercibido, en especial en un ambiente como este, pero algo en su interior le impidió hacer eso, no quería ser como todos al final, le haría sentirse igual de vil y egoísta.
- ¿Estás bien? – se atrevió a preguntar al tiempo que se acercaba. La chica morena pareció sorprenderse frente a su pregunta y le quedo mirando, casi de manera amenazante. Blaine estuvo a punto de retroceder, pero su madre le había enseñado a ser un caballero, busco en sus bolsillos su pañuelo y se lo extendió a la niña que aún le miraba intrigada.
- ¿Eres nuevo? – Blaine se sorprendió.
- Primer día.
- Mercedes – se presentó al tiempo que tomaba el pañuelo con una sonrisa.
- Blaine.
- Bueno Blaine, es raro ver a alguien ayudándonos por eso el de mi inquietud, pronto entenderás cómo funcionan las cosas aquí.
- ¿Por qué te lanzaron un granizado?
- Soy parte del club Glee, eso me envía a la parte baja de la cadena alimenticia – Blaine le miró con alarma, mentalmente tachó su opción de entrar a ese club.
- Si es así, ¿por qué continuas en ese lugar?
- Porque soy feliz ahí…- sonrió contenta – tengo amigos muy valiosos en ese lugar y no quiero dejar de ser yo. Deberías intentar unirte, chico blanco.
- Yo… no, gracias… yo…. – Blaine negó asustado – tengo que irme, espero que este bien.
- ¿Tu pañuelo? – Blaine negó.
- No importa – sonrió – fue un gusto conocerte Mercedes.
- Igual Blaine.
Su primera clase fue algo aburrida, pero logró distraerlo del susto momentáneo en que lo había dejado aquel extraño acontecimiento. Pensó en la chica morena y no pudo evitar admirarla, ¿Quién en su sano juicio continuaba en un lugar que inevitablemente le conseguiría tantas desgracias? Realmente debía amar lo que hacía o tenia personas muy especiales en ese lugar. El timbre dio por terminada su primera clase.
Mercedes sonrió cuando vio a Kurt unos casilleros más allá, como siempre presentable para un día tan agitado y estresante como lo era este o cualquiera de sus días. El granizado que había recibido en la mañana la había puesto de mal humor, pero la clase de historia había logrado liberar sus tenciones. También pensó en el niño nuevo, tenía un aire de melancolía a su alrededor que le había llamado la atención.
- Buenas días Cedes, me enteré de lo que te paso ¿estás bien? – Kurt como siempre preocupándose por sus amigos, simplemente encogió los hombros.
- solo espero que sea el único de hoy, no traje más ropa.
- por lo general no repiten a sus víctimas – soltó un suspiro al tiempo que sacaba los libros para su siguiente clase.
- Al menos eso trajo algo bueno – Kurt se giró a verla interrogante al tiempo que elevaba una de sus cejas.
- ¿Algo bueno?
- Un chico me ofreció su pañuelo – Kurt abrió su boca asombrado.
- wow, eso sí que es una novedad ¿era lindo? ¿te invito a salir?
- ¡Kurt! – rió divertida – Era un chico nuevo, su primer día ¿entiendes? No conoce como es el sistema. Pero se veía solitario.
- Bueno Cedes, tú misma lo has dicho, su primer día, es difícil que ya tenga amigos.
- No – negó – no me refiero a eso… es como si evitara a la gente… no lo sé.
- Creo que estás pensado las cosas de más.
- Puede que tengas razón.
- Cambiando de tema, ¿Cómo estamos para la actuación de hoy?
- Aun quiero suicidarme… por favor, ¿a quién se le ocurrió que cantáramos en el patio de la escuela?
- Mr. Shue
- Hay veces que odiaría a ese hombre blanco – Kurt solo rió.
- Somos dos.
Lo hora del almuerzo no tardó en llegar, Blaine se acercó a una de las mesas más lejanas del patio, se alegró cuando nadie intento sentarse con él. Paseo su vista por las cientos de caras que el lugar dejaba ver, fácilmente podían identificarse los diferentes grupos, claramente delimitados. Porristas y jugadores se sentaban en mesas compartidas, cercas los unos de los otros. Un poco más allá integrantes de lo que parecían ser un grupo de chicos con lentes. El grupo de música era claramente identificable porque cada uno de ellos tenía algún instrumento con ellos.
En eso su atención se vio absorbida por la presencia de varios chicos vestidos de manera similar; como gánster, con lentes oscuros y largas cadenas. Cada uno se fue a un sector diferente del lugar, y pronto la música comenzó a sonar.
La casa en la que estaban viviendo era amplia e iluminada, su habitación contaba con dos grandes ventanales. Adornada como siempre le había gustado, con un color borgoña en las paredes, y tonos similares para la alfombra y cubrecama. Había rescatado todas las cosas de su habitación, al menos su padre no le había negado eso, así como su auto; quizás un pequeño acto de enmendar lo que había hecho frente a su madre, un acto que no había funcionado.
Centró nuevamente su atención en su imagen, su cabello estaba completamente contralado por una capa de gel, como era su costumbre. Usaba una polera negra junto a unos pantalones rojos, junto a una pajarita. No sabía si estaba bien vestirse como siempre lo hacía, no quería llamar la atención, no quería que nadie le mirara, pero no conocía como era el ambiente en McKinley, así que no sabía que podía destacar y que no lo haría.
- ¡Blaine, ven a tomar tu desayuno! – su madre le llamó desde la cocina. Ese era otro tema delicado, su madre se estaba esforzando tanto por él que temía que enfermera. Sabía que era una estupidez, pero su madre mucho tiempo vivo con comodidad, sin la necesidad de trabajar, no seriamente al menos. Además de tener que cocinar y realizar las tareas de la casa. Él recientemente había comenzado a ayudarla con esa clase de cosas, sus heridas no se lo habían permitido con anterioridad, y su madre no le hubiera dejado de todos modos. Ahora tenían un horario bastante organizado. Día por medio era su turno de cocinar así como limpiar la casa. El lavado de ropa era compartido así como cualquier arreglo que pudiera necesitar su casa. Blaine también había pensado seriamente en conseguir un trabajo de medio tiempo, pero su madre había estado totalmente en contra, ese era un tema que aun quería pelear.
Cuando llegó a la cocina su madre le recibió con una sonrisa y una humeante taza de café. Se acercó a ella con una sonrisa y tomó asiento frente a un plato de panqueques.
- ¿Listo para tu primer día? – su madre le sonrió, pero sus ojos ocultaban toda su preocupación.
- No… pero no hay que postergar más esto, ¿no crees? – Blaine sonrió sin ánimos, Susan miró a su hijo con dolor, daría cualquier cosa para borrar aquel incidente de la mente de su hijo.
- Eres fuerte Blaine, piensa en esto como una nueva oportunidad. Aun no sabemos cómo serán las cosas… pero tienes que prometerme algo… - su mirada fue seria – Me dirás si sucede algo, cualquier cosa. No quiero que pases por eso una vez más.
- Mamá…
- No está en discusión Blaine, así tengamos que cambiarnos un millón de veces hasta que estés seguro.
- Te quiero mamá.
- y yo corazón – sonrió, deposito un beso en la cabeza de su hijo – bueno, es hora de irnos. Tu clase está por comenzar y yo debo irme al trabajo.
- ¿Cómo está todo por ahí?
- Genial, me he hecho amiga de otra enfermera, trabaja en el mismo piso que yo. Se llama Carol, es un amor.
- Me alegro mamá.
Blaine no podía ocultarlo, estaba aterrorizado, apenas y había entrado a lo que sería su nueva escuela podía ver a cientos de tipos grandes portando las chaquetas de sus clubes deportivos, riendo como si fueran los reyes del mundo. Las personas a su alrededor trataban de destacar lo menos posible. McKinley tenía un alármate parecido a Westerville y eso le estaba aterrorizando.
A paso rápido y con la cabeza gacha trató de pasar desapercibido por entre los corredores, tratando de ubicar la oficina de la orientadora. Tenía entendido que ella le entregaría la contraseña de su casillero, su horario de clases y un mapa del colegio; además claro de orientarlo en las diferentes actividades que ofrecía la escuela. Tardo diez minutos en dar con una oficina de ventanales transparentes, admiro lo pulcra y ordenada que se veía la oficina, en su interior una pequeña señora de cabellos rojos miraba unos folletos, se alegró por esto, la gente pequeña le hacía sentirse más tranquilo.
- Buenos días – entró una vez recibió el consentimiento de entrar.
- Buenos días. Debes ser Blaine ¿cierto?
- Eh… si
- Toma asiento… no voy a mentirte, es raro que algún alumno llegue dos semanas después del inicio de clases – Blaine se sintió un poco incomodo con aquel comentario – pero tampoco te pediré que me cuentes los detalles, se que son personales y lo comprendo. Espero que entiendas que si necesitas a alguien con quien conversar o necesites alguna clase de orientación no dudes de venir conmigo, ¿bien?
- Claro, muchas gracias… eh…
- Emma Pillsbury, pero puedes decirme Emma. Los muchachos me dicen Srta. P – Blaine estaba seguro que nunca le diría así.
- Gracias.
- Bien, aquí está la contraseña de tu casillero, es el numero 67. Aquí está tu horario escolar, tienes muy buenas notas y algunos ramos que tomaste en tu anterior escuela son de un curso más adelante, así que puedes escoger otro que quieras cursar; puede ser Español, Gastronomía, Astronomía, Francés, etc. Aquí al final hay una lista de los ramos optativos que puedes tomar.
- ¿Tengo que tomar una decisión ahora?
- No, avisarme cando hayas decidido, ojala dentro de esta semana.
- De acuerdo.
- También tenemos clubes si quieres unirte. Están los del área deportiva… – Blaine se estremeció ante esa mención y Emma lo notó – pero no hondaré en ellos, está también los del área artística; los clubes de música y el club Glee.
- ¿Club Glee? – Emma sonrió ante eso, quizás habían conseguido a un futuro participante.
- Es el coro del colegio, quizás podrías asistir a una de sus prácticas, si te gusta deberías inscribirte.
- Lo pensaré.
- Que bueno – sacó un nuevo papel – aquí tienes un mapa de la escuela, la marca con la X es donde está tu casillero. Tu primera clase está por comenzar, así que no te detengo más. Espero que tengas un buen día.
- Muchas gracias.
Blaine salió de la oficina un poco más relajado, al menos algunas personas se veían más simpáticas e interesadas en su persona. En Westerville parecía que no le importabas a nadie. Soltó un suspiró y comenzó a caminar en dirección a su casillero. Nunca se esperó recibir el primer susto en su primer día de esa manera.
- ¡Hola perdedora! – solo pudo ver como algo de color rojo pasaba frente a él y aterriza contra el rostro de una muchacha morena que pasaba a su lado. Se había quedado paralizado frente a aquel acto.
- ¡Eres un idiota Azimio! – había recibido un grito de vuelta – Maldita sea, y ni siquiera han comenzado las clases – rumio para sí al tiempo que trataba de quitarse un poco de sustancia, parecía que algo había entrado a sus ojos porque tenía una expresión de dolor. Lo que más sorprendió a Blaine fue que nadie se acercó a ayudar, era como si nada hubiera sucedido y cada quien seguía su camino. Era casi lo mismo en su antigua escuela, él estaba a punto de hacerlo lo mismo, después de todo, quería ser uno más, pasar desapercibido, en especial en un ambiente como este, pero algo en su interior le impidió hacer eso, no quería ser como todos al final, le haría sentirse igual de vil y egoísta.
- ¿Estás bien? – se atrevió a preguntar al tiempo que se acercaba. La chica morena pareció sorprenderse frente a su pregunta y le quedo mirando, casi de manera amenazante. Blaine estuvo a punto de retroceder, pero su madre le había enseñado a ser un caballero, busco en sus bolsillos su pañuelo y se lo extendió a la niña que aún le miraba intrigada.
- ¿Eres nuevo? – Blaine se sorprendió.
- Primer día.
- Mercedes – se presentó al tiempo que tomaba el pañuelo con una sonrisa.
- Blaine.
- Bueno Blaine, es raro ver a alguien ayudándonos por eso el de mi inquietud, pronto entenderás cómo funcionan las cosas aquí.
- ¿Por qué te lanzaron un granizado?
- Soy parte del club Glee, eso me envía a la parte baja de la cadena alimenticia – Blaine le miró con alarma, mentalmente tachó su opción de entrar a ese club.
- Si es así, ¿por qué continuas en ese lugar?
- Porque soy feliz ahí…- sonrió contenta – tengo amigos muy valiosos en ese lugar y no quiero dejar de ser yo. Deberías intentar unirte, chico blanco.
- Yo… no, gracias… yo…. – Blaine negó asustado – tengo que irme, espero que este bien.
- ¿Tu pañuelo? – Blaine negó.
- No importa – sonrió – fue un gusto conocerte Mercedes.
- Igual Blaine.
Su primera clase fue algo aburrida, pero logró distraerlo del susto momentáneo en que lo había dejado aquel extraño acontecimiento. Pensó en la chica morena y no pudo evitar admirarla, ¿Quién en su sano juicio continuaba en un lugar que inevitablemente le conseguiría tantas desgracias? Realmente debía amar lo que hacía o tenia personas muy especiales en ese lugar. El timbre dio por terminada su primera clase.
Mercedes sonrió cuando vio a Kurt unos casilleros más allá, como siempre presentable para un día tan agitado y estresante como lo era este o cualquiera de sus días. El granizado que había recibido en la mañana la había puesto de mal humor, pero la clase de historia había logrado liberar sus tenciones. También pensó en el niño nuevo, tenía un aire de melancolía a su alrededor que le había llamado la atención.
- Buenas días Cedes, me enteré de lo que te paso ¿estás bien? – Kurt como siempre preocupándose por sus amigos, simplemente encogió los hombros.
- solo espero que sea el único de hoy, no traje más ropa.
- por lo general no repiten a sus víctimas – soltó un suspiro al tiempo que sacaba los libros para su siguiente clase.
- Al menos eso trajo algo bueno – Kurt se giró a verla interrogante al tiempo que elevaba una de sus cejas.
- ¿Algo bueno?
- Un chico me ofreció su pañuelo – Kurt abrió su boca asombrado.
- wow, eso sí que es una novedad ¿era lindo? ¿te invito a salir?
- ¡Kurt! – rió divertida – Era un chico nuevo, su primer día ¿entiendes? No conoce como es el sistema. Pero se veía solitario.
- Bueno Cedes, tú misma lo has dicho, su primer día, es difícil que ya tenga amigos.
- No – negó – no me refiero a eso… es como si evitara a la gente… no lo sé.
- Creo que estás pensado las cosas de más.
- Puede que tengas razón.
- Cambiando de tema, ¿Cómo estamos para la actuación de hoy?
- Aun quiero suicidarme… por favor, ¿a quién se le ocurrió que cantáramos en el patio de la escuela?
- Mr. Shue
- Hay veces que odiaría a ese hombre blanco – Kurt solo rió.
- Somos dos.
Lo hora del almuerzo no tardó en llegar, Blaine se acercó a una de las mesas más lejanas del patio, se alegró cuando nadie intento sentarse con él. Paseo su vista por las cientos de caras que el lugar dejaba ver, fácilmente podían identificarse los diferentes grupos, claramente delimitados. Porristas y jugadores se sentaban en mesas compartidas, cercas los unos de los otros. Un poco más allá integrantes de lo que parecían ser un grupo de chicos con lentes. El grupo de música era claramente identificable porque cada uno de ellos tenía algún instrumento con ellos.
En eso su atención se vio absorbida por la presencia de varios chicos vestidos de manera similar; como gánster, con lentes oscuros y largas cadenas. Cada uno se fue a un sector diferente del lugar, y pronto la música comenzó a sonar.
“Si, si, estoy fuera de ese Brooklyn, ahora estoy abajo, en Tribeca
Justo al lado de DeNiro, pero estaré en el barrio para siempre.”
Justo al lado de DeNiro, pero estaré en el barrio para siempre.”
Blaine no pudo dejar de maravillarse con la canción, la música; era asombroso. Aquellos chicos lucían increíbles. Conocía esa canción, claro que sí y esos muchachos la interpretaban de manera fenomenal. Varios de ellos revoloteaban por entre las mesas, un muchacho de rasgos asiáticos era el que mejor se dejaba envolver por la canción, y el chico en silla de ruedas tenía una voz impresionante. Se sobresaltó cuando un tipo súper alto comenzó a cantar, pero a pesar de su incomodidad no pudo evitar apreciar que también cantaba de forma increíble.
Y de repente más chicos vestidos de la misma forma comenzaron a aparecer. No pudo evitar sonreír cuando reconoció a Mercedes bajando por las escaleras junto a otro chico. Ella cantaba fenomenal, a pesar de que en si no decía mucho en la canción, pero su voz podía ser definida perfectamente entre la del resto de sus compañeros.
Y de repente más chicos vestidos de la misma forma comenzaron a aparecer. No pudo evitar sonreír cuando reconoció a Mercedes bajando por las escaleras junto a otro chico. Ella cantaba fenomenal, a pesar de que en si no decía mucho en la canción, pero su voz podía ser definida perfectamente entre la del resto de sus compañeros.
“New York
Oye
La jungla de concreto donde se hacen los sueños
No hay nada que no puedas hacer…
Ahora estás en New York
Estas en New York
Bienvenido a las luces brillantes
Estas calles te harán sentir como nuevo
Las grandes luces te inspiraran
Escuchémoslos desde New York,
New York, New York
Si”
Oye
La jungla de concreto donde se hacen los sueños
No hay nada que no puedas hacer…
Ahora estás en New York
Estas en New York
Bienvenido a las luces brillantes
Estas calles te harán sentir como nuevo
Las grandes luces te inspiraran
Escuchémoslos desde New York,
New York, New York
Si”
Recorrió el lugar con su vista y se extrañó del que nadie estuviera colocando la suficiente atención a aquella presentación. Actuaban como si nada estuviera sucediendo y no podía entenderlo, el acto en si era increíble. Y recordó lo que Mercedes le había dicho esa mañana, que el Club Glee en realidad no era tan apreciado, y pudo ver que tenía razón en sus palabras, a pesar de no entender el porqué de ello.
Pronto todos se reunieron en las escaleras, pudo contar a un total de 11 jóvenes que participaban en el show. Y en eso Mercedes comenzó a cantar.
Pronto todos se reunieron en las escaleras, pudo contar a un total de 11 jóvenes que participaban en el show. Y en eso Mercedes comenzó a cantar.
“Una mano en el aire por la gran ciudad
Luces en la calle, grandes sueños, todos viéndose bien
No hay lugar en el mundo que se pueda comparar
Pongan sus encendedores en el aire
Todos dicen; Si, si”
Luces en la calle, grandes sueños, todos viéndose bien
No hay lugar en el mundo que se pueda comparar
Pongan sus encendedores en el aire
Todos dicen; Si, si”
Y a pesar de que aquella presentación le gustaba y todos ellos se veían geniales, no pudo evitar envidiarlos; por todo. Por su valor, por su talento, por la sonrisa en sus rostros. Por ser así de fuertes. De la sonrisa de Mercedes a pesar que en esa misma mañana le habían lanzado un granizado en la cara, todo eso no parecía importarle en ese momento.
Con una sonrisa de derrota Blaine salió de ese lugar.
Continuará...
_____________________________________________________________________________________________Con una sonrisa de derrota Blaine salió de ese lugar.
Continuará...
Primero algunas aclaraciones:
Si las letras de las canciones las colocare en español, al menos la mayoría, ya que la mayoría delas canciones que coloquen tienen relación con la trama, por lo que es importante ir las leyendo, bueno ya sabrán a que me refiero con los capítulos que vienen.
Segundo, la idea es ir mezclando algunos eventos que suceden en el segundo año según la serie, no será igual, eso es imposible, así como que también cambiaré muchas cosas. Por lo que no deben extrañarse si algo que sucede no les concuerda con la serie.
Bueno, espero que el capitulo les haya gustado, en el siguiente Kurt y Blaine se conocen 8D... ¿como se desarrollaran las cosas? No tengo ni idea... ¿tienen que esperar para saber que pasa? Sip :3
Nos estamos viendo, si no hay ningun contratiempo entre el martes y el miercoles subo el tercero. Nos vemos.
Kiky_Usui* - Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Pobre Blaine, aterrado por lo que le puedan llegar a hacer, Mercedes -dios como amo a esa mujer- dawfdasd ya me la imagino empezando el dia con un slushie. En el otro cap se conoceran (?) awfawsdaf creo que morire hasta que actualices. Me encanto el cap, espero que Blaine se anime y se una a ND :D! Gracias por tu actualizacion, cuidate (:
Anotherwinterday- ---
- Mensajes : 544
Fecha de inscripción : 22/10/2011
Edad : 27
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Wouh, me gusto la trama. La historia de Blaine algo distorcionada... Me gusto como actuo la mama de Blaine al descubrir eso de su hijo, ya me gustaria que mi madre fuera igual
Siguelo pronto :D
Siguelo pronto :D
Laura_leal28****** - Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 14/01/2012
Edad : 26
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
actualizaste¡¡ yeyy
aww pobre mercedes ni sikiera empezo las clases y ya le tiran un slushie u.u ahhh como odio a dave y el gordo de azimio LOS ODIO¡¡
me gusto la escena en la blaine estaba com ls srta.P jajaj.. no mentira con emma fue muy tierna comprendio la situcacion de blaine y..y ... y bueno me gusto ke sea tan comprensiva
ke bien¡ ya va a conocer a kurt¡¡¡ se enamorara a primera vista???
pd: espero tu actualizacion¡¡
aww pobre mercedes ni sikiera empezo las clases y ya le tiran un slushie u.u ahhh como odio a dave y el gordo de azimio LOS ODIO¡¡
me gusto la escena en la blaine estaba com ls srta.P jajaj.. no mentira con emma fue muy tierna comprendio la situcacion de blaine y..y ... y bueno me gusto ke sea tan comprensiva
ke bien¡ ya va a conocer a kurt¡¡¡ se enamorara a primera vista???
pd: espero tu actualizacion¡¡
clgoloDC********- - Mensajes : 748
Fecha de inscripción : 30/08/2011
Edad : 30
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Genial!!! El primer vinculo, la mama de Blaine y la madrastra de Kurt x3 y en el siguiente se conocen *w* no puedo esperar por la actualizacion xD muchas gracias por escribir, cuidate :D
Adlaine* - Mensajes : 32
Fecha de inscripción : 04/04/2012
Edad : 29
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Holas! Un nuevo Capitulo. Por cierto... xD por alguna razón el capitulo de ayer hizo que escribir este fic fuera más fácil.... xD disfruten!
_____________________________________________________________________________________________
Life's too short to even care at all
La vida es demasiado corta como para preocuparse.
Continuará....
_____________________________________________________________________________________________
Canción: Cough Syrup, versión Glee; capítulo 14.
¿Tomatasos? =(? Esperemos que no... bueno. En el próximo capítulo será la "Charla" Ya saben, esa donde Blaine le daba ánimos a Kurt, pero aquí será al reves.... quizás suba el cap el viernes, pero no aseguro nada :3
Nos vemos!
_____________________________________________________________________________________________
I understand
.::Capítulo III::.
.::Capítulo III::.
El día anterior había sido agotador, muchas emociones. Al menos había llegado de una sola pieza a su hogar y eso lo tranquilizaba, al igual que a su madre quien apenas había llegado había tratado de comprobar que todo estuviera en orden. Pasó el resto de la tarde tratando de hacer los trabajos que sus profesores le habían dejado, en un vano intento de ponerle al día. Era tonto, porque al igual que en su otra escuela, él tenía sus conocimientos más adelantados que los demás.
El siguiente día llegó de manera más rápida que el primero, pero eso no lo hizo más fácil. Nuevamente se miraba en el espejo tratando de encontrar un poco de valor en sus ojos, de encontrar aquella chispa que todos decían que tenía. Pero ahora, solo podía apreciar a un joven temeroso, un joven que no quería salir de casa. Si tan solo pudiera encontrar un poco de valor, de coraje, quizás las cosas serían diferentes.
Se despidió de su madre con un beso y se subió a su auto. El camino a la escuela fue difícil, pero trató de distraerse con algunas canciones, pero evito cantar a toda costa, aun no se sentía listo para eso.
Como siempre la escuela rebosaba en barullo; las personas caminaban sin importarles a los que le rodeaban, contempló las mismas diferencias, las mismas tendencias. Jugadores, porristas, gente normal. Lo mismo de siempre. Soltó un suspiro al tiempo que se encaminaba a su clase de español. Sin embargo no advirtió de la morena figura que estaba un poco más allá con un joven un poco más alto que ella y de facciones angulosas, pero ellos si lo habían visto a él.
- ¡Blaine! - el mencionado se giró en dirección a la voz, más que nada extrañado, después de todo, no se había esforzado en hacer amigos el día anterior. Cuando divisó a la chica morena que le sonreía recordó el evento del granizado. Ella había sido bastante simpática.
- Ho… – interrumpió su propio saludo cuando reparó en el chico que caminaba junto a ella.
Era hermoso, esa era la única palabra que podía describirlo. Tenía un porte elegante, su forma de caminar daba a demostrar que todo el mundo debería apartarse de su camino. Su cabello perfectamente peinado destacaba el tono de sus ojos. En esos breves segundos no supo identificar si eran verdes, azules o grises; lo único que sabía era que eran enigmáticos. Sin embargo, a pesar de toda esa magia y momento de apreciación, su reciente fobia no pudo evitar evidenciar y destacar un detalle. Aquel chico era más alto que él, no de una manera exagerada, pero lo era. Instintivamente dio un paso hacia atrás.
Kurt se había encontrado con Mercedes unos pasillos antes, la morena le platicaba sobre la desastrosa función que ayer habían realizado con la intención de incentivar a alguien de entrar en el club Glee. Había sido un fracaso como era evidente. Sin embargo, el grito animado de su amiga le sacó de sus propios pensamientos. Un chico que caminaba un poco más adelante que ellos se giro para dar respuesta al llamado.
Kurt tuvo que aguantar su respiración, estuvo a punto de detener su marcha solo para darle un mayor tiempo para apreciar al joven que su amiga sonreía. Sus cabellos negros estaban perfectamente peinados bajo una capa de gel, quizás un poco excesiva; no pudo evitar pensar. Portaba una polera negra que marcaba su cuerpo en los lugares precisos, y la pajarita le daba un toque clásico a su estampa. Sus pantalones rojos enmarcaban sus piernas y Kurt no paso por alto el detalle que su trasero se veía muy bien en ellos. Pero lo que sin duda alguna le capturó fueron sus ojos. Nunca había visto aquel color en nadie, o al menos en nadie que le quedara tan bien como a él.
- Blaine ¿cómo te fue en tu primer día de clases? – Mercedes no era tonta, había notado la mutua evaluación entre ambos hombre. Kurt había sido un poco más evidente. Pero también advirtió del pequeño tinte de temor que los ojos del moreno habían mostrado. Eso llamó su atención.
- Tranquilo… - Blaine instintivamente cogió con mayor fuerza los libros que cargaba – yo… eh, tengo que irme.
- de acuerdo… pero antes. Este es mi mejor amigo, Kurt. Kurt él es Blaine, el chico simpático del que te hable ayer.
- Hola. Mercedes me contó lo que hiciste, eso fue muy amable… pero te sugiero que no hagas más cosas como esas. No al menos en McKinley.
- ¡Kurt! Lo vas a asustar.
- Mejor que este prevenido Mercedes.
- Yo, eh… un gusto también… lo tendré en mente... Adiós – sin esperar respuesta el chico se giró y comenzó a caminar a paso rápido por entre los estudiantes.
- Genial Kurt, lo has aterrado, ahora no hablará más con nosotros – rumió molesta la morena.
- Creo que es evidente que eso sucedería Cedes. Alguien le habría dicho que lo peor que podría hacer es juntarse con nosotros. Solo adelante las cosas – la morena sonrió de costado.
- Te gustó ¿cierto? – Kurt le lanzó una mala mirada, pero después sonrió.
- De una nota del 1 al 10, le doy un 12… sin embargo comparto tu opinión. Ese chico se ve algo solitario. Hasta el más impopular estaría conversando con alguien a estas alturas. Nosotros somos un ejemplo de eso…
- Lo sé. Creo que tendré un ojo en él…
- No lo tomes personal Cedes.
- No lo hago, pero ha llamado mi atención. Además, ¿has pensado que sea Gay?
- No lo sé… y si lo fuera, sería bastante extraño, ya sabes, dejar de ser el único gay de por aquí.
- no eres el único Kurt, sino el más valiente.
- Eres un sol Cedes – sonrió el castaño.
Blaine se encaminó a paso rápido por entre la gente, aquellos habían sido malos pensamientos. Lo había decidido, no se interesarían en ningún chico, al menos no mientras estuviera en Ohio, la gente de este lugar era demasiado cerrada para entenderlo. No quería volver a ser golpeado y ser dejado casi muerto en uno de los tantos callejones del lugar.
El resto de la mañana pasó de manera rápida y nuevamente trató de evitar a la gente que le rodeaba, algunas personas intentaron conversar con él, pero las ignoró, muchas de ellas porque resultaban ser personas de mente cerrada que al segundo habían querido criticar a gente que ni conocía, otros simplemente porque le habían aterrado. Él no era necesariamente bajo, claro que no, pero para la población estadounidense si lo era, lo que se complica en una desventaja al momento de adquirir una fobia como la suya. Sabía que en algún momento tendría que superarla, pero ahora no al menos, todo era demasiado resiente y aun se sentía sobrecargado por las cosas que le rodeaban.
En la hora del almuerzo decidió no ir al comedor, especialmente porque no quería ver un nuevo acto de ese grupo, sentía que el cualquier momento le harían caer. Aprovechando que los pasillos estaban más despejados decidió recorrer los pasillos de la escuela. Se encontró con las diferentes salas, con el gimnasio y la piscina, pero hubo un lugar que se adentró a admirar; el auditorio.
Era enorme y hermoso, algunas luces estaban encendidas lo que le dejaba apreciar lo grande que era. Caminó por entre las butacas hasta llegar al escenario, lo dudo unos momentos, pero después de dar una mirada alrededor cerciorándose que no había nadie se subió al escenario. La sensación lo abrumo.
Toda su vida había girado en torno a la música, nadie en su familia había podido negar que tenía una voz increíble; él amaba cantar, lo amaba con toda su alma. Así mismo, con la misma pasión había aprendido a tocar diferentes instrumentos, los que más se destacaban eran la guitarra y el piano, sus dos favoritos.
No pudo evitar cerrar los ojos e imaginarse a sí mismo cantando en ese lugar, con gente en esas butacas aplaudiendo a su actuación. No pudo evitar pensar en su padre viéndolo también, probándole que estaba equivocado, probándole a todas esas personas que era mucho mejor que ellas, que era más fuerte. Pero la realidad le hizo abrir los ojos, él no era fuerte, todo lo contrario, estaba aterrado de todos. De las miradas de la gente, de aquellas personas dispuestas a hacerle daño, si solo hubiera algo que pudiera sacarle de ese infierno personal.
- ¿Quieres cantar? – se sobresaltó cuando alguien habló, asustado se giró dispuesto a encontrar al dueño de aquella voz. Alarmado vio como un hombre con un grupo de jóvenes le miraban con curiosidad.
- Yo solo… yo lo… - dio un paso atrás.
- ¿Eres del Club Glee? Ellos vienen por lo general a cantar de vez en cuando… - el hombre sonrió, lucia muy amable y eso tranquilizo a Blaine.
- No, solo… solo estaba mirando – su voz salió casi en un susurro. El hombre le dio una mirada crítica al joven, su actitud le era curiosa, pero al mismo tiempo evidente. Desde lejos se podía ver que ese joven había sido intimidado y que ahora todo lo humano le aterraba.
- Soy el profesor de música y también guía del Club del mismo nombre – sonrió, le hizo un gesto a los chicos que estaba a su espalda para que tomaran sus lugares, ellos le obedecieron en silencio.
- yo, yo me iré, no los molestaré más…
- no te estamos echando ¿sabes? Eres libre de quedarte, es más… ¿no te gustaría cantar algo? He visto como los chicos del club Glee se sienten mucho mejor después de hacerlo.
- No creo que…
- dale una oportunidad – dijo al tiempo que tomaba asiento frente al piano – además, nadie te verá – sonrió – será nuestro secreto - Blaine lo pensó, hace tanto tiempo que no cantaba, tanto tiempo que no se reconciliaba consigo mismo y aquellas personas se veían tranquilas, casi inofensiva y tenía que recordar que nunca nadie miembro de un club de música le había hecho daño.
- creo que lo haré.
- genial, por cierto… Soy Brad.
- Blaine.
- Bien Blaine, dinos tu canción.
Mike estaba cansado, muy cansado, la nueva entrenadora era impresionante; en todo el sentido de la palabra. Había estado temeroso de perder su puesto dentro del equipo, con alegría pudo ver que la nueva entrenadora le dejaba en la misma posición de siempre. Ahora se dirigía al auditorio para poder bailar un rato, aquello le ayudaría a relajar un poco sus músculos.
Sin preocupaciones abrió una de las puertas del lugar, como era su costumbre lo hizo casi en silencio, no por hacerlo a propósito sino como un hábito. Sin embargo el sonido de música llamó su atención.
Las luces del auditorio habían tomado una tonalidad azul, y el suave punteo de una guitarra llenaba el ambiente para luego ser acompañado por la batería, en eso el sonido de una voz se escuchó. Mike se quedó mudo, era increíble, casi a escondidas se acercó a ver al responsable, porque sabía a la perfección que no era alguien de club Glee.
El siguiente día llegó de manera más rápida que el primero, pero eso no lo hizo más fácil. Nuevamente se miraba en el espejo tratando de encontrar un poco de valor en sus ojos, de encontrar aquella chispa que todos decían que tenía. Pero ahora, solo podía apreciar a un joven temeroso, un joven que no quería salir de casa. Si tan solo pudiera encontrar un poco de valor, de coraje, quizás las cosas serían diferentes.
Se despidió de su madre con un beso y se subió a su auto. El camino a la escuela fue difícil, pero trató de distraerse con algunas canciones, pero evito cantar a toda costa, aun no se sentía listo para eso.
Como siempre la escuela rebosaba en barullo; las personas caminaban sin importarles a los que le rodeaban, contempló las mismas diferencias, las mismas tendencias. Jugadores, porristas, gente normal. Lo mismo de siempre. Soltó un suspiro al tiempo que se encaminaba a su clase de español. Sin embargo no advirtió de la morena figura que estaba un poco más allá con un joven un poco más alto que ella y de facciones angulosas, pero ellos si lo habían visto a él.
- ¡Blaine! - el mencionado se giró en dirección a la voz, más que nada extrañado, después de todo, no se había esforzado en hacer amigos el día anterior. Cuando divisó a la chica morena que le sonreía recordó el evento del granizado. Ella había sido bastante simpática.
- Ho… – interrumpió su propio saludo cuando reparó en el chico que caminaba junto a ella.
Era hermoso, esa era la única palabra que podía describirlo. Tenía un porte elegante, su forma de caminar daba a demostrar que todo el mundo debería apartarse de su camino. Su cabello perfectamente peinado destacaba el tono de sus ojos. En esos breves segundos no supo identificar si eran verdes, azules o grises; lo único que sabía era que eran enigmáticos. Sin embargo, a pesar de toda esa magia y momento de apreciación, su reciente fobia no pudo evitar evidenciar y destacar un detalle. Aquel chico era más alto que él, no de una manera exagerada, pero lo era. Instintivamente dio un paso hacia atrás.
Kurt se había encontrado con Mercedes unos pasillos antes, la morena le platicaba sobre la desastrosa función que ayer habían realizado con la intención de incentivar a alguien de entrar en el club Glee. Había sido un fracaso como era evidente. Sin embargo, el grito animado de su amiga le sacó de sus propios pensamientos. Un chico que caminaba un poco más adelante que ellos se giro para dar respuesta al llamado.
Kurt tuvo que aguantar su respiración, estuvo a punto de detener su marcha solo para darle un mayor tiempo para apreciar al joven que su amiga sonreía. Sus cabellos negros estaban perfectamente peinados bajo una capa de gel, quizás un poco excesiva; no pudo evitar pensar. Portaba una polera negra que marcaba su cuerpo en los lugares precisos, y la pajarita le daba un toque clásico a su estampa. Sus pantalones rojos enmarcaban sus piernas y Kurt no paso por alto el detalle que su trasero se veía muy bien en ellos. Pero lo que sin duda alguna le capturó fueron sus ojos. Nunca había visto aquel color en nadie, o al menos en nadie que le quedara tan bien como a él.
- Blaine ¿cómo te fue en tu primer día de clases? – Mercedes no era tonta, había notado la mutua evaluación entre ambos hombre. Kurt había sido un poco más evidente. Pero también advirtió del pequeño tinte de temor que los ojos del moreno habían mostrado. Eso llamó su atención.
- Tranquilo… - Blaine instintivamente cogió con mayor fuerza los libros que cargaba – yo… eh, tengo que irme.
- de acuerdo… pero antes. Este es mi mejor amigo, Kurt. Kurt él es Blaine, el chico simpático del que te hable ayer.
- Hola. Mercedes me contó lo que hiciste, eso fue muy amable… pero te sugiero que no hagas más cosas como esas. No al menos en McKinley.
- ¡Kurt! Lo vas a asustar.
- Mejor que este prevenido Mercedes.
- Yo, eh… un gusto también… lo tendré en mente... Adiós – sin esperar respuesta el chico se giró y comenzó a caminar a paso rápido por entre los estudiantes.
- Genial Kurt, lo has aterrado, ahora no hablará más con nosotros – rumió molesta la morena.
- Creo que es evidente que eso sucedería Cedes. Alguien le habría dicho que lo peor que podría hacer es juntarse con nosotros. Solo adelante las cosas – la morena sonrió de costado.
- Te gustó ¿cierto? – Kurt le lanzó una mala mirada, pero después sonrió.
- De una nota del 1 al 10, le doy un 12… sin embargo comparto tu opinión. Ese chico se ve algo solitario. Hasta el más impopular estaría conversando con alguien a estas alturas. Nosotros somos un ejemplo de eso…
- Lo sé. Creo que tendré un ojo en él…
- No lo tomes personal Cedes.
- No lo hago, pero ha llamado mi atención. Además, ¿has pensado que sea Gay?
- No lo sé… y si lo fuera, sería bastante extraño, ya sabes, dejar de ser el único gay de por aquí.
- no eres el único Kurt, sino el más valiente.
- Eres un sol Cedes – sonrió el castaño.
Blaine se encaminó a paso rápido por entre la gente, aquellos habían sido malos pensamientos. Lo había decidido, no se interesarían en ningún chico, al menos no mientras estuviera en Ohio, la gente de este lugar era demasiado cerrada para entenderlo. No quería volver a ser golpeado y ser dejado casi muerto en uno de los tantos callejones del lugar.
El resto de la mañana pasó de manera rápida y nuevamente trató de evitar a la gente que le rodeaba, algunas personas intentaron conversar con él, pero las ignoró, muchas de ellas porque resultaban ser personas de mente cerrada que al segundo habían querido criticar a gente que ni conocía, otros simplemente porque le habían aterrado. Él no era necesariamente bajo, claro que no, pero para la población estadounidense si lo era, lo que se complica en una desventaja al momento de adquirir una fobia como la suya. Sabía que en algún momento tendría que superarla, pero ahora no al menos, todo era demasiado resiente y aun se sentía sobrecargado por las cosas que le rodeaban.
En la hora del almuerzo decidió no ir al comedor, especialmente porque no quería ver un nuevo acto de ese grupo, sentía que el cualquier momento le harían caer. Aprovechando que los pasillos estaban más despejados decidió recorrer los pasillos de la escuela. Se encontró con las diferentes salas, con el gimnasio y la piscina, pero hubo un lugar que se adentró a admirar; el auditorio.
Era enorme y hermoso, algunas luces estaban encendidas lo que le dejaba apreciar lo grande que era. Caminó por entre las butacas hasta llegar al escenario, lo dudo unos momentos, pero después de dar una mirada alrededor cerciorándose que no había nadie se subió al escenario. La sensación lo abrumo.
Toda su vida había girado en torno a la música, nadie en su familia había podido negar que tenía una voz increíble; él amaba cantar, lo amaba con toda su alma. Así mismo, con la misma pasión había aprendido a tocar diferentes instrumentos, los que más se destacaban eran la guitarra y el piano, sus dos favoritos.
No pudo evitar cerrar los ojos e imaginarse a sí mismo cantando en ese lugar, con gente en esas butacas aplaudiendo a su actuación. No pudo evitar pensar en su padre viéndolo también, probándole que estaba equivocado, probándole a todas esas personas que era mucho mejor que ellas, que era más fuerte. Pero la realidad le hizo abrir los ojos, él no era fuerte, todo lo contrario, estaba aterrado de todos. De las miradas de la gente, de aquellas personas dispuestas a hacerle daño, si solo hubiera algo que pudiera sacarle de ese infierno personal.
- ¿Quieres cantar? – se sobresaltó cuando alguien habló, asustado se giró dispuesto a encontrar al dueño de aquella voz. Alarmado vio como un hombre con un grupo de jóvenes le miraban con curiosidad.
- Yo solo… yo lo… - dio un paso atrás.
- ¿Eres del Club Glee? Ellos vienen por lo general a cantar de vez en cuando… - el hombre sonrió, lucia muy amable y eso tranquilizo a Blaine.
- No, solo… solo estaba mirando – su voz salió casi en un susurro. El hombre le dio una mirada crítica al joven, su actitud le era curiosa, pero al mismo tiempo evidente. Desde lejos se podía ver que ese joven había sido intimidado y que ahora todo lo humano le aterraba.
- Soy el profesor de música y también guía del Club del mismo nombre – sonrió, le hizo un gesto a los chicos que estaba a su espalda para que tomaran sus lugares, ellos le obedecieron en silencio.
- yo, yo me iré, no los molestaré más…
- no te estamos echando ¿sabes? Eres libre de quedarte, es más… ¿no te gustaría cantar algo? He visto como los chicos del club Glee se sienten mucho mejor después de hacerlo.
- No creo que…
- dale una oportunidad – dijo al tiempo que tomaba asiento frente al piano – además, nadie te verá – sonrió – será nuestro secreto - Blaine lo pensó, hace tanto tiempo que no cantaba, tanto tiempo que no se reconciliaba consigo mismo y aquellas personas se veían tranquilas, casi inofensiva y tenía que recordar que nunca nadie miembro de un club de música le había hecho daño.
- creo que lo haré.
- genial, por cierto… Soy Brad.
- Blaine.
- Bien Blaine, dinos tu canción.
Mike estaba cansado, muy cansado, la nueva entrenadora era impresionante; en todo el sentido de la palabra. Había estado temeroso de perder su puesto dentro del equipo, con alegría pudo ver que la nueva entrenadora le dejaba en la misma posición de siempre. Ahora se dirigía al auditorio para poder bailar un rato, aquello le ayudaría a relajar un poco sus músculos.
Sin preocupaciones abrió una de las puertas del lugar, como era su costumbre lo hizo casi en silencio, no por hacerlo a propósito sino como un hábito. Sin embargo el sonido de música llamó su atención.
Las luces del auditorio habían tomado una tonalidad azul, y el suave punteo de una guitarra llenaba el ambiente para luego ser acompañado por la batería, en eso el sonido de una voz se escuchó. Mike se quedó mudo, era increíble, casi a escondidas se acercó a ver al responsable, porque sabía a la perfección que no era alguien de club Glee.
Life's too short to even care at all
La vida es demasiado corta como para preocuparse.
Blaine no había estado seguro del porque había escogido aquella canción, pero sentía que le identificaba, que le permitía expresar sus sentimientos; de las cosas que le sucedieron, de las cosas que le dañaron. De las cosas que trataba de convencerse.
I'm losing my mind losing my mind losing control
Me vuelvo loco, me vuelvo loco y pierdo el control.
Me vuelvo loco, me vuelvo loco y pierdo el control.
Miles de recuerdos comenzaron a rondar por su mente.
These fishes in the sea they're staring at me
Estos peces en el mar me están mirando.
Estos peces en el mar me están mirando.
“- ¡Hey Señorita! – su cuerpo siendo arremetido contra los casilleros sin consideración.”
“- ¡No te da vergüenza Homo! – su cuerpo fue empujando haciéndole caer.
“- ¡Me das asco! – una zancadilla.
“- Muévete hada – un granizado siendo arrojado contra su cara.
“- ¡Gente como tú debería estar muerta! – pudo sentir un golpe en su estómago en medio de la oscuridad”
“- ¡No te da vergüenza Homo! – su cuerpo fue empujando haciéndole caer.
“- ¡Me das asco! – una zancadilla.
“- Muévete hada – un granizado siendo arrojado contra su cara.
“- ¡Gente como tú debería estar muerta! – pudo sentir un golpe en su estómago en medio de la oscuridad”
A wet world aches for a beat of a drum
En un mundo fresco de dolor al ritmo del tambor
En un mundo fresco de dolor al ritmo del tambor
“- ¿¡Enseñarle a ser más hombre!? ¿Quieres que mañana amanezca muerto por esa estúpida idea?
- Es mejor a que sea un maricón.
- Es mejor a que sea un maricón.
If I could find a way to see this straight
Si pudiera encontrar la mejor forma de ver esto
I'd run away
Me escaparía.
Si pudiera encontrar la mejor forma de ver esto
I'd run away
Me escaparía.
Cerró los ojos con fuerza y trató de alejar aquellas imágenes, trató de dejarse llevar por la música, por el escenario. Por todo.
To some fortune that I should have found by now
Con un poco de suerte, que yo debería haber encontrado ya
I'm waiting for this cough syrup to come down
Estoy esperando el jarabe para la tos, para bajar
Come down
Para bajar.
Con un poco de suerte, que yo debería haber encontrado ya
I'm waiting for this cough syrup to come down
Estoy esperando el jarabe para la tos, para bajar
Come down
Para bajar.
Comenzó a moverse al ritmo de la música, dejando todos aquellos pensamiento que carcomían su mente se alejaran, era difícil, tan difícil. Se sentía solo, lleno de dolor, lleno de inseguridad y de heridas, y se preguntaba si alguna persona estaría dispuesta pelear por él, de tratar de ser fuerte con él. De superar todas esas cosas que no podía combatir solo, de que habría alguien ahí para tomar su mano.
Life's too short to even care at all
La vida es demasiado corta como para preocuparse.
La vida es demasiado corta como para preocuparse.
Mike se había quedado sin palabras, este era quizás el tipo con mayor talento que había visto, podía sentir la emoción que él quería transmitir a través de sus palabras. Y no pudo dejar de abrumarse por todo, porque su corazón por alguna razón se había encogido con dolor, como si aquel sentimiento le hubiera traspaso más allá de las palabras.
I'm coming up now coming up now out of the blue
Estoy saliendo ahora, saliendo ahora, saliendo de la tristeza.
Estoy saliendo ahora, saliendo ahora, saliendo de la tristeza.
Estaba a punto de llamar el resto de sus amigos, pero algo le detuvo, sentía que aquel momento era importante, pero de una manera que no podía entender, no tanto para él, sino para el joven que cantaba; al parecer, con toda su alma. Había encontrado a alguien excelente para formar parte del coro, pero sabía que ese no era el momento.
These zombies in the park they're looking for my heart
Esos zombis en el parque buscan mi corazón,
Esos zombis en el parque buscan mi corazón,
Blaine abrió los ojos para contemplar la inmensidad del lugar y la imagen de esa escuela llena de esa gente que le atemorizaba lleno el lugar, de esa gente que quería lastimarlo.
A dark world aches for a splash of the sun
Un mundo oscuro con dolores buscando una mancha de luz
Un mundo oscuro con dolores buscando una mancha de luz
Pero así mismo se imaginó a personas sin rostro apoyándole, estando ahí para él… se imaginó una mano siendo tendida en su ayuda. Cerró los ojos.
If I could find a way to see this straight
Si pudiera encontrar la mejor forma de ver esto
I'd run away
Me escaparía
To some fortune I should have found by now
Con un poco de suerte que debería poder encontrado ya
And so I run out to the things they said could restore me
Así que ahora corro hacia las cosas que dijeron que me restaurarían
Restore life the way it should be
Restaurarían mi vida de la forma en que deberían ser
I'm waiting for this cough syrup to come down
Estoy esperando por este jarabe para la tos
One more spoon of cough syrup now
Una cuchara más de jarabe para la tos
One more spoon of cough syrup now
Una cuchara más de jarabe para la tos
Si pudiera encontrar la mejor forma de ver esto
I'd run away
Me escaparía
To some fortune I should have found by now
Con un poco de suerte que debería poder encontrado ya
And so I run out to the things they said could restore me
Así que ahora corro hacia las cosas que dijeron que me restaurarían
Restore life the way it should be
Restaurarían mi vida de la forma en que deberían ser
I'm waiting for this cough syrup to come down
Estoy esperando por este jarabe para la tos
One more spoon of cough syrup now
Una cuchara más de jarabe para la tos
One more spoon of cough syrup now
Una cuchara más de jarabe para la tos
Continuará....
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Canción: Cough Syrup, versión Glee; capítulo 14.
¿Tomatasos? =(? Esperemos que no... bueno. En el próximo capítulo será la "Charla" Ya saben, esa donde Blaine le daba ánimos a Kurt, pero aquí será al reves.... quizás suba el cap el viernes, pero no aseguro nada :3
Nos vemos!
Kiky_Usui* - Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Blaine, al fin canto! Me habria encantado que fuera Kurt quien lo habria oido, pero seria muy rapido...
Ya quiero ver cuando se conozcan bien, y que a Blaine se le pierda su fobia. Este tipo de fics Klaine son los que me gustan, osea, de los que van afuera de la historia original
Siguelo pronto ;D
Ya quiero ver cuando se conozcan bien, y que a Blaine se le pierda su fobia. Este tipo de fics Klaine son los que me gustan, osea, de los que van afuera de la historia original
Siguelo pronto ;D
Laura_leal28****** - Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 14/01/2012
Edad : 26
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
siii cap nuevo¡¡
a mi me hubiera gustado ke kurt escuchara a blaine pero no se pudo u.u tenia ke ser mike ¬¬'
ok ese brad no kiere nada con blaine,no ?? digo es maestro :| inseguridades,tengo ke estar segura ke nadie se interponga en klaine ¬¬'
ese brad esta en el glee club??o guia en el glee club?y ke paso cn will??
mis tontas preguntas XD
pd: espero el prox¡¡ ya muero por la charla entre kurt y blaine *u*
a mi me hubiera gustado ke kurt escuchara a blaine pero no se pudo u.u tenia ke ser mike ¬¬'
ok ese brad no kiere nada con blaine,no ?? digo es maestro :| inseguridades,tengo ke estar segura ke nadie se interponga en klaine ¬¬'
ese brad esta en el glee club??o guia en el glee club?y ke paso cn will??
mis tontas preguntas XD
pd: espero el prox¡¡ ya muero por la charla entre kurt y blaine *u*
clgoloDC********- - Mensajes : 748
Fecha de inscripción : 30/08/2011
Edad : 30
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Awwwwwwwwwwwwwwwwww *.* se conocieron ~ Fui tan feliz con su primer encuentro XD grite mucho :B Tierno Mike ahi mirando la performance de Blaine, Oh si! ya se viene la conversacion de "Courage" :D Me encanto el cap! Cuidate.
Anotherwinterday- ---
- Mensajes : 544
Fecha de inscripción : 22/10/2011
Edad : 27
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
:3 me encanto el cap espero la actualizacion :)!
Adlaine* - Mensajes : 32
Fecha de inscripción : 04/04/2012
Edad : 29
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Lo prometido es deuda, disfruten el capitulo =D
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Continuará....
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¿Opiniones? xD ¿como va la historia? xD espero que bien. Nos estamos bien!
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You’re not Alone
.::Capitulo IV::.
.::Capitulo IV::.
Mike corrió por entre los corredores del colegio, tratando de llegar con mayor rapidez a la sala del coro, tenía que contarles a todos lo que había presenciado. Dio un giro más hasta que se topó con la puerta. Vio a su grupo de amigos cada uno metido en lo suyo.
- Mike llegas un poco tarde – Mr. Schue le sonrió al tiempo que palmeaba su espalda, el asiático sonrió, esperaría a que todos estuvieran calmados para dar su noticia.
- Mr. Schue quisiera decir algo… - Rachel había alzado la voz, muchos hicieron rodar sus ojos, cansados por las constantes interrupciones de la castaña.
- ¿Qué es ahora Rachel?
- Bueno, quisiera pedir una vez más disculpas por lo que hice el día de ayer, y les informó que ya le notifique a Sunshine que viniera el día de mañana a las 5 para integrarse el club.
- De seguro no dudaría en mandarnos a una fosa – se escuchó el susurro de Kurt, Mercedes rió.
- Esa es una buena noticia Rachel – el hombre decidió no hacer caso a los comentarios de Kurt - ¿Alguien tiene alguna novedad?- Mike iba a hablar, pero Fin había levantado la mano primero.
- Yo encontré a un tipo increíble… lo escuche cantando ayer en las duchas… iba a hablarle, pero ya sabe, estaba desnudo y eso sería… ehmm… algo incómodo, pero le diré que se acerque.
- Perfecto, eso es una excelente noticia. Si logramos que se nos unan ya no tendremos que preocuparnos por el número de miembros en el Club – el hombre estaba a punto de darse vuelta para comenzar el tema de esa semana, cosa que molesto un poco a Mike, pero decidió pasarlo por alto.
- Mr. Schue… - todos se giraron a mirar al Asiático con curiosidad.
- ¿Qué sucede Mike?
- Yo también encontré a alguien – el hombre le miró con asombro para luego sonreír.
- ¿de verdad? ¿Quién es?
- Bueno… - se removió un poco, esa era una parte que no había considerado – realmente no lo sé… y en realidad no sé cómo luce.
- ¿Cómo es eso? – preguntó Puck.
- Ayer en la tarde fui al auditorio para poder estirar un poco, ya sabes, después de la práctica.
- Cierto, fue horrible – concedió el moreno.
- Bueno, alguien estaba usando el auditorio… cantaba de forma increíble, de alguna forma logró transmitirme todo lo que la canción quería decir… era asombroso – todos miraron con curiosidad al asiático, era extraño que él se expresara de esa forma.
- ¿y porque no lo invitaste al tiro? – preguntó Tina.
- Por alguna razón sentí que ese momento era importante para él… ya sabes, era como esos momentos que tiene Rachel para expresarse.
- Bueno Mike, sería bueno que buscaras a este chico y le invitaras al club. Si es así de sorprendente como lo describes sin duda deberíamos tenerlo en el club.
- Claro Mr. Schue, yo me hago cargo de eso.
Blaine estaba cansado, era viernes, cosa que le alegraba de sobremanera y estaba en la última clase de ese día. Además había estado considerando de cierta forma en que club iba a integrarse. Ese día cuando canto se había sentido liberado, un poco más liviano, el haber estado envuelto por la música había logrado que sus problemas se hubieran distanciado aunque sea un poco. Pero lo que le detenía eran las múltiples muestras de repudio que había presenciado esa semana hacía el club Glee. No estaba listo para eso.
La campana dando conclusión a la jornada le hizo despertar de sus pensamientos. Tomó sin prisa sus cosas y esperó a que todos se hubiera ido para poder salir. A paso lento se dirigió a la salida de la sala, pero se detuvo en seco cuando divisó a un chico alto en la entrada. Sus rasgos asiáticos no pasaron desapercibidos, pero tampoco lo hizo su altura, cosa que le hizo retroceder.
- Oye, ¿Tú eres Blaine? – la voz amistosa no quitó la ansiedad que estaba sintiendo. Simplemente asintió – ¿te molestaría que habláramos un momento?
- Yo…. No, realmente no puedo hablar ahora – se movió nervioso, tenía que salir de esa sala desocupada, sin testigos.
- Pero…
- Lo lamento – a paso rápido camino junto a chico, con su corazón latiendo con dureza contra su pecho, cuando cruzo la puerta y comenzó a alejarse pudo recién relajarse, pero eso no le detuvo de llegar con mayor rapidez a su auto y dejar la escuela.
Por otro lado Mike se había quedado algo descolocado cuando el chico se había alejado de manera demasiado presurosa. Soltó un suspiro, se había demorado casi una semana en poder descubrir quien había sido el chico que había cantado en el auditorio, ayer recién se le había ocurrido consultarle al profesor de música; Brad, si es que sabía quién era el joven. No tuvo problemas en decirle, pero la advertencia que le dejó le intrigó; dijo que debía ser amable y no asaltarlo en un pasillo como si nada. La reciente actitud le había demostrado a lo que se refería, quizás el chico era demasiado tímido.
Desde el desastre de Sunshine en el coro, además de la negativa de Sam de unirse a ellos, ahora todos habían puesto sus esperanzas y sus comentarios en el chico que había encontrado, así que se estaba sintiendo presionado.
- ¿Qué haces aquí Mike? – se giró para ver quien le hablaba. Kurt y Mercedes le veían con curiosidad.
- hola chicos… ayer pude averiguar quién era el chico que cantaba. Vine a verle, pero casi salió corriendo cuando le hablé.
- ¿Por fin supiste quién era? Eso es genial…
- ¿Cómo se llama? – consultó la morena.
- Blaine.
- ¿Blaine? ¿Un chico de segundo?, ¿el nuevo?
- er… si, ¿Lo conoces?
- Si… ¿Y qué te dijo?
- Bueno, acaba de salir casi huyendo… le pregunté si podíamos hablar, pero dijo que estaba ocupado y se fue a pasos rápidos.
- ese chico es algo extraño – comentó Mercedes, Kurt por otro lado posó su vista en el pasillo con inquietud, a su mente una idea había llegado, una idea que podía explicar el esquivo comportamiento que el moreno había tenido desde el primer día, y esa idea no le gustaba para nada.
- será mejor que lo intentes una vez más el lunes, por ahora sería mejor dejarle acostumbrarse a todo.
- Esta bien, además, no sabría cómo contactarlo – rió culpable el asiático.
Sábado, los sábados eran aburridos, al menos si no tenías nada que hacer o eso pensaba Blaine. Su madre había tenido turno ese día por lo que llegaría tarde. Ya eran las 9 de la mañana, una pesadilla particularmente mala le había despertado al amanecer, por lo que había decidido levantarse temprano y hacer el aseo de la casa, pero el que vivieran solo dos personas y que la mayor parte del tiempo lo pasaran fuera hacia más fácil de limpiar, por lo que no tenía nada más que hacer. El día de ayer su madre había lavado la ropa y le había dejado listo el almuerzo para hoy, solo debía calentarlo en el horno.
Soltó un nuevo suspiro y miró el día que comenzaba a iluminarse, quizás sería bueno salir un rato, conocer Lima. Se puso de pie y fue a la cocina, vio si en el refrigerador estaba la lista de compras, podría salir por ellas y así despejarse un poco. La encontró sin problemas, no era una larga por lo que no le tomaría mucho tiempo, quizás iría al centro comercial y tomaría un café. Sin dudarlo más tomó sus llaves y decidió salir, esperando que su fobia no fuera tan evidente frente a personas externas al colegio.
Kurt había salido temprano para realizar las compras, ayer había visto con alarma que su despensa estaba a punto de ser la casa de las polillas. Muchas veces le había dicho a su padre que escribiera en la hoja pegada a la nevera las cosas que se agotaban para poder ir por ellas, pero su padre aun no entendía aquello. Eran cerca de 11 de la mañana y ya tenía todo guardado en su auto, tenía tiempo, por lo que pensaba ir a tomar un café al centro comercial de Lima.
Se encaminó por entre los pasillos apreciando la ropa que mostraban algunas vitrinas. Algunas realmente fueron de su gusto, mientras que otra no, según su opinión carecía de estilo y elegancia. Montó una de las escaleras mecánicas dispuesto a subir hasta el tercer piso, que era donde estaban la sección de comidas. Quizás el próximo sábado debería organizar alguna salida de compras con Mercedes y Tina, desde finales del año pasado que no se daban un lujo como ese y era momento de reponer algo de su ropa, los centímetros que había ganado ese verano (altura) no podían adaptarse a algunas de sus prendas favoritas.
Una vez tuvo su café, tal como siempre le gustaba; se dirigió a una de las tantas mesas del lugar, sin embargo su atención fue llamada por la figura de un joven que él conocía.
Blaine después de realizar las compras se había dirigido a buscar un café, era una de las primeras salidas que tenía desde su accidente y honestamente había comenzado a arrepentirse. Pero al mismo tiempo sabía que no debía dejarse amedrentar por todo lo que le rodeaba, si hasta había tenido el infantil pensamiento de haber esperado a su madre. Sin embargo debía pensar que ya era un chico de 16 años. Hacer las compras en el supermercado no había sido tan difícil, cuando veía algo que le incomodaba simplemente se iba por otro pasillo. Pero cuando tuvo que hacer la fila para el café casi salía corriendo, justo tras él se había ganado un tipo alto que le recordaba a uno de los tantos deportistas de su antigua escuela. Con la taza fuertemente agarrada había conseguido llegar a uno de los asientos más lejanos del lugar; estaba junto a los ventanales, lo que le daba una excelente vista de las afueras del centro comercial. Soltó un suspiro y sorbió un poco de su café.
- ¿Puedo sentarme aquí? – no pudo evitar el salto por la sorpresa de la repentina voz, giró su cabeza con rapidez para mirar a la persona que le hablaba y casi se congeló cuando frente a él estaba el chico del cual se había quedado embelesado hace algunos días.
- Eh… yo… yo ya me voy, así que…. – había comenzado a ponerse de pie, pero el chico le colocó una mano en su hombro y evitó que se pusiera de pie, Blaine se tensó ante la acción. Kurt retiró su mano para evitar más incomodidad.
- En realidad me gustaría hablar contigo… - se sentó frente a Blaine – no te haré nada si es lo que te preocupa – Blaine se sobresalto.
- ¿Qué…?
- Eres bastante evidente… - Kurt le dio un sorbo a su café, sabía que había sido algo brusco, pero en verdad quería hablar con él – mira… soy bastante observador, para desgracia de algunos – agregó – y por lo tanto tu comportamiento para mi es evidente… evitas el contacto con la gente… o lo intentas, pero veo que te congelas frente a personas que son medianamente altas. Como Mike o yo.
- Yo… - Blaine nunca se había esperado estar en una situación como esa, vamos, que había esperado que la gente hubiera estado dispuesta a ignorarlo el tiempo que estuviera en ese colegio, pero tal parece que sus suposiciones habían sido erradas.
- No quiero sacar conjeturas de todas estas extrañas señales que estas mostrando… pero basta con sumar algunas cosas – Blaine le miró con detenimiento – ya sabes, un cambió de escuela, llegar dos semanas después del inicio de clases… esta aversión hacia la gente, tu congelamiento frente a cierta clase de personas… Lo que me lleva a pensar a que; ¿fuiste intimidado en tu antigua escuela, verdad?
- … - Blaine bajó la vista y de manera obstinada la dejó sobre la mesa, había dejado las manos sobre su regazo las cuales estaba apretando con fuerza en esos momentos. ¿Qué debía hacer en un momento como ese? ¿Confiar? ¿Salir huyendo como lo había hecho el último tiempo? Sabía que nada de lo que hiciera iba a cambiar las cosas, nada, estaba tan cansado de todo – estoy tan cansado de todo esto… - dijo casi en un susurro, pero Kurt pudo escucharlo con facilidad.
- ¿Qué te hicieron?
- Yo realmente no quiero hablar de eso… por favor – dijo con dolor, Kurt asintió comprensivo.
- Esta bien, si no quieres hablar de eso no te obligaré… en realidad quizás pueda hacerme una idea de lo que te sucedía… ¿Es algo así como lo que le hacen a los miembros del Club Glee?
- Peor… sin duda peor…. Pero comenzó como ustedes – Kurt dejó su café sobre la mesa y miró al chico frente a él con detenimiento.
- ¿Por qué te molestaban? – Blaine se sobresaltó, era cierto que quería evitar cualquier altercado en aquella escuela, pero siempre se había dicho que nunca mentiría con relación a sí mismo, se lo debía su madre que había dado la cara por él. Además, debía admitir que el chico que estaba frente a él le daba algo de confianza, no por su embelesamiento del primer día o porque siguiera encontrándolo tan hermoso como siempre, sino porque estaba ahí, con una mirada cálida esperando a que respondiera, sin presiones ni nada por el estilo.
- Soy Gay… debes saber que en Ohio son bastante cerrados de mente – Kurt se sorprendió frente a dicha noticia, lo había considerado, claro que lo había hecho. Para que alguien como ese joven fuera así de intimidado debía haber un motivo bastante importante de tras fondo, pero el confirmarlo no hacía más que sorprenderlo y en cierta forma alegrarlo. Era un pensamiento egoísta, lo sabía, dejar de ser el única Gay en el colegio, de encontrar por fin a alguien como él. Fue así como lo decidió, se haría más fuerte de lo que era para poder ser el mentor de ese chico y cuidarlo, para que no volviera a ser lastimado, para que pudiera dejar de estar aterrado del mundo.
- Sin duda las personas de este lugar necesitan educarse un poco más… - Blaine dejó que su cuerpo se relajará después de esa declaración, había estado aterrado por la reacción del joven, pero una vez esas palabras habían salido de sus labios, no pudo más que alegrarse.
- ¿No te molesta? – no pudo evitar preguntar. Kurt elevó una ceja ante la pregunta, pensaba que su estampa en cierta forma era algo evidente de demostrar que él tampoco veteaba para el mismo equipo que el resto de sus compañeros.
- Ya sabes, es difícil que algo así me moleste – rió divertido – sería como molestarme de mi mismo.
- ¿eh?
- Antes que tú llegaras, era el único chico que oficialmente había salido del closet en McKinley – Blaine elevó las cejas y abrió sus ojos un poco más de lo normal, sorprendido por la noticia.
- Eso no me lo esperara.
- Te falta ser un poco más observador.
- ¿Todos los del Club Glee son Gays? – Kurt no pudo evitar reírse ante esa pregunta, se contuvo a decir que antiguamente algunos era homofóbicos; como Fin.
- No, sólo yo… - dijo riendo aún, Blaine se ruborizo ante su pregunta; había sido tonta, recién Kurt le había dicho que era el único gay fuera del closet en ese colegió. Colocó una de sus manos sobre la mesa con nerviosismo.
- Oh…
- Ahora la otra pregunta… Mike dijo que te vio cantar… lo dejaste realmente impresionado, ¿no quieres unirte al Club Glee? – Blaine se sonrojó por el alago, pero después frunció el seño ante la pregunta.
- Realmente me gustaría, pero no puedo…
- ¿Por qué?
- Mírame Kurt… – Blaine le lanzó una mirada triste – quiero salir corriendo apenas alguien se me acerca, sé que es una actitud estúpida, pero no puedo evitarlo. Estoy aterrado, aterrado de ser empujado a un casillero, aterrado de ser golpeado nuevamente – Kurt no dijo nada, pero le sorprendió esa declaración; almacenó esa información para después – cansado de todo, de huir, de encerrarme en mi mismo. He tratado de permanecer fuerte al respecto, pero… todo sigue aquí – y señaló su cabeza – y no puedo manejarlo.
- Blaine… - Kurt posó su mano sobre la del otro chico, aquel gesto le sobresalto, pero no se apartó – sé cómo te sientes… yo también he sido y soy molestado por esto y de verdad me molesta. Y a pesar de todo, pareciera ser que nadie ve nada, que a nadie le importara realmente… y si lo hicieran es como si tuvieran un cartel que dijera “Lo lamento, si eres gay no hay nada que podamos hacer” – Blaine le miró con asombro – pero eso dejó de importarme… Así que tienes dos opciones; la primera es seguir huyendo tal como lo haces ahora… seguir atormentado por aquellos fantasmas y por cosas que ni siquiera han sucedido – Kurt apretó su mano con fuerza – o puedes pelear, dejar de ser la víctima.
- ¿Dejar de ser la victima?... ¿Cómo? – dijo en un susurro.
- El prejuicio es ignorancia, tú y yo lo sabemos perfectamente Blaine… hay veces en la que debemos ser un poco más valientes, enseñarle a los demás que somos lo suficientemente fuertes para defendernos y que todo aquello que nos lanzan para lastimarnos realmente no lo hace – Kurt sonrió – y ahora no estás solo. Me tendrás a mí como apoyo y si lo deseas a todo New Directions.
- … Gracias Kurt - y Blaine sonrió, aquella sonrisa que tanto tiempo había estado perdida había regresado a sus facciones. Kurt no pudo más que maravillarse por la forma en que los ojos de Blaine habían comenzado a brillar y como el tono de estos se había aclarado un poco más.
- Dame tu número de teléfono, así nos mantendremos en contacto, ¿bien?
- Claro… - de manera silenciosa intercambiaron sus celulares para poder escribir su número en el teléfono del otro. Una vez la acción fue realizada sonrieron satisfechos.
- Bueno, es hora de que me vaya, mi padre debe estar alegando porque es cerca de la hora de comer – Kurt rió – nos vemos Blaine, cuídate.
- Adiós Kurt…. Y gracias.
- Cuando se te ofrezca.
Blaine vio como Kurt se perdió entre el mar de gente, sonrió con la sensación de tener su corazón un poco más liviano y un calor en su interior. Había pasado tanto tiempo desde que se había sentado verdaderamente aceptado por alguien, la última vez había sido cuando le había dicho a su madre que era gay y de eso hace dos años. Se terminó de beber el resto de su café para después encaminarse a su casa.
El camino fue tranquilo y sin contratiempos, ni siquiera había advertido que había salido del centro comercial sin sobresaltarse por la gente que le rodeaba, aquel estado que Kurt le había sumergido lo había alejado de todas las cosas malas sin darse cuenta. Una vez que llegó a su casa procedió a guardar todas las cosas en el refrigerador y los estantes. Cuando terminó se encaminó a la sala de su casa en donde precedió a acostarse en uno de los sillones. Cerró los ojos y dejo que el silencio le envolviera, dejándole recordar las palabras que Kurt le había dicho, palabras que no hicieron más que animarle. En eso el sonido de su celular le sobresaltó, era un mensaje. Cuando sacó su celular con asombró vio que era de Kurt y sonrió ante su contenido.
“Coraje” - Kurt
- Mike llegas un poco tarde – Mr. Schue le sonrió al tiempo que palmeaba su espalda, el asiático sonrió, esperaría a que todos estuvieran calmados para dar su noticia.
- Mr. Schue quisiera decir algo… - Rachel había alzado la voz, muchos hicieron rodar sus ojos, cansados por las constantes interrupciones de la castaña.
- ¿Qué es ahora Rachel?
- Bueno, quisiera pedir una vez más disculpas por lo que hice el día de ayer, y les informó que ya le notifique a Sunshine que viniera el día de mañana a las 5 para integrarse el club.
- De seguro no dudaría en mandarnos a una fosa – se escuchó el susurro de Kurt, Mercedes rió.
- Esa es una buena noticia Rachel – el hombre decidió no hacer caso a los comentarios de Kurt - ¿Alguien tiene alguna novedad?- Mike iba a hablar, pero Fin había levantado la mano primero.
- Yo encontré a un tipo increíble… lo escuche cantando ayer en las duchas… iba a hablarle, pero ya sabe, estaba desnudo y eso sería… ehmm… algo incómodo, pero le diré que se acerque.
- Perfecto, eso es una excelente noticia. Si logramos que se nos unan ya no tendremos que preocuparnos por el número de miembros en el Club – el hombre estaba a punto de darse vuelta para comenzar el tema de esa semana, cosa que molesto un poco a Mike, pero decidió pasarlo por alto.
- Mr. Schue… - todos se giraron a mirar al Asiático con curiosidad.
- ¿Qué sucede Mike?
- Yo también encontré a alguien – el hombre le miró con asombro para luego sonreír.
- ¿de verdad? ¿Quién es?
- Bueno… - se removió un poco, esa era una parte que no había considerado – realmente no lo sé… y en realidad no sé cómo luce.
- ¿Cómo es eso? – preguntó Puck.
- Ayer en la tarde fui al auditorio para poder estirar un poco, ya sabes, después de la práctica.
- Cierto, fue horrible – concedió el moreno.
- Bueno, alguien estaba usando el auditorio… cantaba de forma increíble, de alguna forma logró transmitirme todo lo que la canción quería decir… era asombroso – todos miraron con curiosidad al asiático, era extraño que él se expresara de esa forma.
- ¿y porque no lo invitaste al tiro? – preguntó Tina.
- Por alguna razón sentí que ese momento era importante para él… ya sabes, era como esos momentos que tiene Rachel para expresarse.
- Bueno Mike, sería bueno que buscaras a este chico y le invitaras al club. Si es así de sorprendente como lo describes sin duda deberíamos tenerlo en el club.
- Claro Mr. Schue, yo me hago cargo de eso.
Blaine estaba cansado, era viernes, cosa que le alegraba de sobremanera y estaba en la última clase de ese día. Además había estado considerando de cierta forma en que club iba a integrarse. Ese día cuando canto se había sentido liberado, un poco más liviano, el haber estado envuelto por la música había logrado que sus problemas se hubieran distanciado aunque sea un poco. Pero lo que le detenía eran las múltiples muestras de repudio que había presenciado esa semana hacía el club Glee. No estaba listo para eso.
La campana dando conclusión a la jornada le hizo despertar de sus pensamientos. Tomó sin prisa sus cosas y esperó a que todos se hubiera ido para poder salir. A paso lento se dirigió a la salida de la sala, pero se detuvo en seco cuando divisó a un chico alto en la entrada. Sus rasgos asiáticos no pasaron desapercibidos, pero tampoco lo hizo su altura, cosa que le hizo retroceder.
- Oye, ¿Tú eres Blaine? – la voz amistosa no quitó la ansiedad que estaba sintiendo. Simplemente asintió – ¿te molestaría que habláramos un momento?
- Yo…. No, realmente no puedo hablar ahora – se movió nervioso, tenía que salir de esa sala desocupada, sin testigos.
- Pero…
- Lo lamento – a paso rápido camino junto a chico, con su corazón latiendo con dureza contra su pecho, cuando cruzo la puerta y comenzó a alejarse pudo recién relajarse, pero eso no le detuvo de llegar con mayor rapidez a su auto y dejar la escuela.
Por otro lado Mike se había quedado algo descolocado cuando el chico se había alejado de manera demasiado presurosa. Soltó un suspiro, se había demorado casi una semana en poder descubrir quien había sido el chico que había cantado en el auditorio, ayer recién se le había ocurrido consultarle al profesor de música; Brad, si es que sabía quién era el joven. No tuvo problemas en decirle, pero la advertencia que le dejó le intrigó; dijo que debía ser amable y no asaltarlo en un pasillo como si nada. La reciente actitud le había demostrado a lo que se refería, quizás el chico era demasiado tímido.
Desde el desastre de Sunshine en el coro, además de la negativa de Sam de unirse a ellos, ahora todos habían puesto sus esperanzas y sus comentarios en el chico que había encontrado, así que se estaba sintiendo presionado.
- ¿Qué haces aquí Mike? – se giró para ver quien le hablaba. Kurt y Mercedes le veían con curiosidad.
- hola chicos… ayer pude averiguar quién era el chico que cantaba. Vine a verle, pero casi salió corriendo cuando le hablé.
- ¿Por fin supiste quién era? Eso es genial…
- ¿Cómo se llama? – consultó la morena.
- Blaine.
- ¿Blaine? ¿Un chico de segundo?, ¿el nuevo?
- er… si, ¿Lo conoces?
- Si… ¿Y qué te dijo?
- Bueno, acaba de salir casi huyendo… le pregunté si podíamos hablar, pero dijo que estaba ocupado y se fue a pasos rápidos.
- ese chico es algo extraño – comentó Mercedes, Kurt por otro lado posó su vista en el pasillo con inquietud, a su mente una idea había llegado, una idea que podía explicar el esquivo comportamiento que el moreno había tenido desde el primer día, y esa idea no le gustaba para nada.
- será mejor que lo intentes una vez más el lunes, por ahora sería mejor dejarle acostumbrarse a todo.
- Esta bien, además, no sabría cómo contactarlo – rió culpable el asiático.
Sábado, los sábados eran aburridos, al menos si no tenías nada que hacer o eso pensaba Blaine. Su madre había tenido turno ese día por lo que llegaría tarde. Ya eran las 9 de la mañana, una pesadilla particularmente mala le había despertado al amanecer, por lo que había decidido levantarse temprano y hacer el aseo de la casa, pero el que vivieran solo dos personas y que la mayor parte del tiempo lo pasaran fuera hacia más fácil de limpiar, por lo que no tenía nada más que hacer. El día de ayer su madre había lavado la ropa y le había dejado listo el almuerzo para hoy, solo debía calentarlo en el horno.
Soltó un nuevo suspiro y miró el día que comenzaba a iluminarse, quizás sería bueno salir un rato, conocer Lima. Se puso de pie y fue a la cocina, vio si en el refrigerador estaba la lista de compras, podría salir por ellas y así despejarse un poco. La encontró sin problemas, no era una larga por lo que no le tomaría mucho tiempo, quizás iría al centro comercial y tomaría un café. Sin dudarlo más tomó sus llaves y decidió salir, esperando que su fobia no fuera tan evidente frente a personas externas al colegio.
Kurt había salido temprano para realizar las compras, ayer había visto con alarma que su despensa estaba a punto de ser la casa de las polillas. Muchas veces le había dicho a su padre que escribiera en la hoja pegada a la nevera las cosas que se agotaban para poder ir por ellas, pero su padre aun no entendía aquello. Eran cerca de 11 de la mañana y ya tenía todo guardado en su auto, tenía tiempo, por lo que pensaba ir a tomar un café al centro comercial de Lima.
Se encaminó por entre los pasillos apreciando la ropa que mostraban algunas vitrinas. Algunas realmente fueron de su gusto, mientras que otra no, según su opinión carecía de estilo y elegancia. Montó una de las escaleras mecánicas dispuesto a subir hasta el tercer piso, que era donde estaban la sección de comidas. Quizás el próximo sábado debería organizar alguna salida de compras con Mercedes y Tina, desde finales del año pasado que no se daban un lujo como ese y era momento de reponer algo de su ropa, los centímetros que había ganado ese verano (altura) no podían adaptarse a algunas de sus prendas favoritas.
Una vez tuvo su café, tal como siempre le gustaba; se dirigió a una de las tantas mesas del lugar, sin embargo su atención fue llamada por la figura de un joven que él conocía.
Blaine después de realizar las compras se había dirigido a buscar un café, era una de las primeras salidas que tenía desde su accidente y honestamente había comenzado a arrepentirse. Pero al mismo tiempo sabía que no debía dejarse amedrentar por todo lo que le rodeaba, si hasta había tenido el infantil pensamiento de haber esperado a su madre. Sin embargo debía pensar que ya era un chico de 16 años. Hacer las compras en el supermercado no había sido tan difícil, cuando veía algo que le incomodaba simplemente se iba por otro pasillo. Pero cuando tuvo que hacer la fila para el café casi salía corriendo, justo tras él se había ganado un tipo alto que le recordaba a uno de los tantos deportistas de su antigua escuela. Con la taza fuertemente agarrada había conseguido llegar a uno de los asientos más lejanos del lugar; estaba junto a los ventanales, lo que le daba una excelente vista de las afueras del centro comercial. Soltó un suspiro y sorbió un poco de su café.
- ¿Puedo sentarme aquí? – no pudo evitar el salto por la sorpresa de la repentina voz, giró su cabeza con rapidez para mirar a la persona que le hablaba y casi se congeló cuando frente a él estaba el chico del cual se había quedado embelesado hace algunos días.
- Eh… yo… yo ya me voy, así que…. – había comenzado a ponerse de pie, pero el chico le colocó una mano en su hombro y evitó que se pusiera de pie, Blaine se tensó ante la acción. Kurt retiró su mano para evitar más incomodidad.
- En realidad me gustaría hablar contigo… - se sentó frente a Blaine – no te haré nada si es lo que te preocupa – Blaine se sobresalto.
- ¿Qué…?
- Eres bastante evidente… - Kurt le dio un sorbo a su café, sabía que había sido algo brusco, pero en verdad quería hablar con él – mira… soy bastante observador, para desgracia de algunos – agregó – y por lo tanto tu comportamiento para mi es evidente… evitas el contacto con la gente… o lo intentas, pero veo que te congelas frente a personas que son medianamente altas. Como Mike o yo.
- Yo… - Blaine nunca se había esperado estar en una situación como esa, vamos, que había esperado que la gente hubiera estado dispuesta a ignorarlo el tiempo que estuviera en ese colegio, pero tal parece que sus suposiciones habían sido erradas.
- No quiero sacar conjeturas de todas estas extrañas señales que estas mostrando… pero basta con sumar algunas cosas – Blaine le miró con detenimiento – ya sabes, un cambió de escuela, llegar dos semanas después del inicio de clases… esta aversión hacia la gente, tu congelamiento frente a cierta clase de personas… Lo que me lleva a pensar a que; ¿fuiste intimidado en tu antigua escuela, verdad?
- … - Blaine bajó la vista y de manera obstinada la dejó sobre la mesa, había dejado las manos sobre su regazo las cuales estaba apretando con fuerza en esos momentos. ¿Qué debía hacer en un momento como ese? ¿Confiar? ¿Salir huyendo como lo había hecho el último tiempo? Sabía que nada de lo que hiciera iba a cambiar las cosas, nada, estaba tan cansado de todo – estoy tan cansado de todo esto… - dijo casi en un susurro, pero Kurt pudo escucharlo con facilidad.
- ¿Qué te hicieron?
- Yo realmente no quiero hablar de eso… por favor – dijo con dolor, Kurt asintió comprensivo.
- Esta bien, si no quieres hablar de eso no te obligaré… en realidad quizás pueda hacerme una idea de lo que te sucedía… ¿Es algo así como lo que le hacen a los miembros del Club Glee?
- Peor… sin duda peor…. Pero comenzó como ustedes – Kurt dejó su café sobre la mesa y miró al chico frente a él con detenimiento.
- ¿Por qué te molestaban? – Blaine se sobresaltó, era cierto que quería evitar cualquier altercado en aquella escuela, pero siempre se había dicho que nunca mentiría con relación a sí mismo, se lo debía su madre que había dado la cara por él. Además, debía admitir que el chico que estaba frente a él le daba algo de confianza, no por su embelesamiento del primer día o porque siguiera encontrándolo tan hermoso como siempre, sino porque estaba ahí, con una mirada cálida esperando a que respondiera, sin presiones ni nada por el estilo.
- Soy Gay… debes saber que en Ohio son bastante cerrados de mente – Kurt se sorprendió frente a dicha noticia, lo había considerado, claro que lo había hecho. Para que alguien como ese joven fuera así de intimidado debía haber un motivo bastante importante de tras fondo, pero el confirmarlo no hacía más que sorprenderlo y en cierta forma alegrarlo. Era un pensamiento egoísta, lo sabía, dejar de ser el única Gay en el colegio, de encontrar por fin a alguien como él. Fue así como lo decidió, se haría más fuerte de lo que era para poder ser el mentor de ese chico y cuidarlo, para que no volviera a ser lastimado, para que pudiera dejar de estar aterrado del mundo.
- Sin duda las personas de este lugar necesitan educarse un poco más… - Blaine dejó que su cuerpo se relajará después de esa declaración, había estado aterrado por la reacción del joven, pero una vez esas palabras habían salido de sus labios, no pudo más que alegrarse.
- ¿No te molesta? – no pudo evitar preguntar. Kurt elevó una ceja ante la pregunta, pensaba que su estampa en cierta forma era algo evidente de demostrar que él tampoco veteaba para el mismo equipo que el resto de sus compañeros.
- Ya sabes, es difícil que algo así me moleste – rió divertido – sería como molestarme de mi mismo.
- ¿eh?
- Antes que tú llegaras, era el único chico que oficialmente había salido del closet en McKinley – Blaine elevó las cejas y abrió sus ojos un poco más de lo normal, sorprendido por la noticia.
- Eso no me lo esperara.
- Te falta ser un poco más observador.
- ¿Todos los del Club Glee son Gays? – Kurt no pudo evitar reírse ante esa pregunta, se contuvo a decir que antiguamente algunos era homofóbicos; como Fin.
- No, sólo yo… - dijo riendo aún, Blaine se ruborizo ante su pregunta; había sido tonta, recién Kurt le había dicho que era el único gay fuera del closet en ese colegió. Colocó una de sus manos sobre la mesa con nerviosismo.
- Oh…
- Ahora la otra pregunta… Mike dijo que te vio cantar… lo dejaste realmente impresionado, ¿no quieres unirte al Club Glee? – Blaine se sonrojó por el alago, pero después frunció el seño ante la pregunta.
- Realmente me gustaría, pero no puedo…
- ¿Por qué?
- Mírame Kurt… – Blaine le lanzó una mirada triste – quiero salir corriendo apenas alguien se me acerca, sé que es una actitud estúpida, pero no puedo evitarlo. Estoy aterrado, aterrado de ser empujado a un casillero, aterrado de ser golpeado nuevamente – Kurt no dijo nada, pero le sorprendió esa declaración; almacenó esa información para después – cansado de todo, de huir, de encerrarme en mi mismo. He tratado de permanecer fuerte al respecto, pero… todo sigue aquí – y señaló su cabeza – y no puedo manejarlo.
- Blaine… - Kurt posó su mano sobre la del otro chico, aquel gesto le sobresalto, pero no se apartó – sé cómo te sientes… yo también he sido y soy molestado por esto y de verdad me molesta. Y a pesar de todo, pareciera ser que nadie ve nada, que a nadie le importara realmente… y si lo hicieran es como si tuvieran un cartel que dijera “Lo lamento, si eres gay no hay nada que podamos hacer” – Blaine le miró con asombro – pero eso dejó de importarme… Así que tienes dos opciones; la primera es seguir huyendo tal como lo haces ahora… seguir atormentado por aquellos fantasmas y por cosas que ni siquiera han sucedido – Kurt apretó su mano con fuerza – o puedes pelear, dejar de ser la víctima.
- ¿Dejar de ser la victima?... ¿Cómo? – dijo en un susurro.
- El prejuicio es ignorancia, tú y yo lo sabemos perfectamente Blaine… hay veces en la que debemos ser un poco más valientes, enseñarle a los demás que somos lo suficientemente fuertes para defendernos y que todo aquello que nos lanzan para lastimarnos realmente no lo hace – Kurt sonrió – y ahora no estás solo. Me tendrás a mí como apoyo y si lo deseas a todo New Directions.
- … Gracias Kurt - y Blaine sonrió, aquella sonrisa que tanto tiempo había estado perdida había regresado a sus facciones. Kurt no pudo más que maravillarse por la forma en que los ojos de Blaine habían comenzado a brillar y como el tono de estos se había aclarado un poco más.
- Dame tu número de teléfono, así nos mantendremos en contacto, ¿bien?
- Claro… - de manera silenciosa intercambiaron sus celulares para poder escribir su número en el teléfono del otro. Una vez la acción fue realizada sonrieron satisfechos.
- Bueno, es hora de que me vaya, mi padre debe estar alegando porque es cerca de la hora de comer – Kurt rió – nos vemos Blaine, cuídate.
- Adiós Kurt…. Y gracias.
- Cuando se te ofrezca.
Blaine vio como Kurt se perdió entre el mar de gente, sonrió con la sensación de tener su corazón un poco más liviano y un calor en su interior. Había pasado tanto tiempo desde que se había sentado verdaderamente aceptado por alguien, la última vez había sido cuando le había dicho a su madre que era gay y de eso hace dos años. Se terminó de beber el resto de su café para después encaminarse a su casa.
El camino fue tranquilo y sin contratiempos, ni siquiera había advertido que había salido del centro comercial sin sobresaltarse por la gente que le rodeaba, aquel estado que Kurt le había sumergido lo había alejado de todas las cosas malas sin darse cuenta. Una vez que llegó a su casa procedió a guardar todas las cosas en el refrigerador y los estantes. Cuando terminó se encaminó a la sala de su casa en donde precedió a acostarse en uno de los sillones. Cerró los ojos y dejo que el silencio le envolviera, dejándole recordar las palabras que Kurt le había dicho, palabras que no hicieron más que animarle. En eso el sonido de su celular le sobresaltó, era un mensaje. Cuando sacó su celular con asombró vio que era de Kurt y sonrió ante su contenido.
“Coraje” - Kurt
Continuará....
_____________________________________________________________________________________________
¿Opiniones? xD ¿como va la historia? xD espero que bien. Nos estamos bien!
Kiky_Usui* - Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Me encanta que ahora sea Kurt el que apoye a Blaine en un momento asi de dificil como aceptarse y enfrentar sus miedos... Courage para Blaine! Sweet!
natty2208********- - Mensajes : 622
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 38
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Hahahahaha me dio mucha gracia que todo el discurso que le dio Kurt a Blaine es el que se dio en la serie, pero bueno, despues de todo no hay palabras mas acertadas para expresar eso :3 adoro a Kurt mentor es bueno ni siquiera puedo describirlo, por favor continua, es genial
Ilovethepinksunglasses*** - Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 09/04/2012
Edad : 29
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Al fin Blaine tiene más confianza en sí mismo es genial como Kurt lo aconseja y le da fuerzas y la escena estuvo magnifica, me encanto gracias por escribir.
Kenigal********-*- - Mensajes : 1009
Fecha de inscripción : 15/12/2011
Edad : 34
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
si cap nuevo¡¡¡
awwwwwwww ke tierno fue el encuentro de kurt y blaine TwT
la conversacion fue INCREIBLE me encanto ke kurt sea el mentor *w* ahora gracias a el blaine esta un poco mas calmado y sabe ke hay un persona ke lo va ayudar en las buenas y en las malas :'D
jajajaj XD ¿Todos los del Club Glee son Gays? me encanto¡¡
pd: espero el prox cap¡¡ saludos y cuidate :D
awwwwwwww ke tierno fue el encuentro de kurt y blaine TwT
la conversacion fue INCREIBLE me encanto ke kurt sea el mentor *w* ahora gracias a el blaine esta un poco mas calmado y sabe ke hay un persona ke lo va ayudar en las buenas y en las malas :'D
jajajaj XD ¿Todos los del Club Glee son Gays? me encanto¡¡
pd: espero el prox cap¡¡ saludos y cuidate :D
clgoloDC********- - Mensajes : 748
Fecha de inscripción : 30/08/2011
Edad : 30
Re: (FIC) Somebody - Capitulo IV "You’re not Alone"
Oh dear God :') me saco sonrisas todo el capitulo.
Fue muy bonito todo: La conversacion, los sentimientos y los comentarios *.*
Al fin Blaine comienza a confiar en alguien, y piensa todo el tiempo que Kurt es hermoso, igual me rei con la pregunta ¿todos en el Club Glee son gays? fwfgdasd epic. Gracias por el cap, cuidate y espero que actualices pronto.
Fue muy bonito todo: La conversacion, los sentimientos y los comentarios *.*
Al fin Blaine comienza a confiar en alguien, y piensa todo el tiempo que Kurt es hermoso, igual me rei con la pregunta ¿todos en el Club Glee son gays? fwfgdasd epic. Gracias por el cap, cuidate y espero que actualices pronto.
Anotherwinterday- ---
- Mensajes : 544
Fecha de inscripción : 22/10/2011
Edad : 27
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