[FIC] "Lucky & Charm" ANTEPENÚLTIMO CAPITULO "Drama Kingdom" (Capitulo COMPLETO)

“Mi reloj debe estar averiado, le da por molestarme todos los días justo a las 6:00 am, privándome de uno de mis tesoros más sagrados, del mayor de mis anhelos, de mi querido y adorado sueño”, pensaba dramáticamente Damian la mayoría de las mañanas (en especial la de los lunes) mientras se quejaba de tener que levantarse tan temprano y colocaba 10 minutos más a la alarma. Sabía que era una batalla perdida pero eso no le impedía disputarla, realmente amaba dormir. Luego de la inevitable derrota frente a su apretado horario del día a día, se dispuso a levantarse por fin de su cama pero no sin antes colocarse las pantuflas de perrito que le había regalado su madre antes de irse de casa, rumbo al continente Americano. Ella y su hogar eran de los primeros pensamientos que venían a su mente al comenzar su día. Camino al baño daba gracias siempre por su existencia, la vida que llevaba en estados unidos y por tan buenos amigos que ésta le había brindado (si, es bastante agradecido), mientras observaba con un poco de nostalgia la fotografía de su difunto pecesito “Rufus” que con tanto cariño le había obsequiado su mejor amiga Hannah. Continúo su ritual mañanero con una ducha para luego prepararse y desayunar antes de irse a William McKinley High, su escuela.
Mientras Damian se alista para salir, les contare un “breve” resumen de cómo y bajo qué circunstancias llegó nuestro amigo a estar tan alejado de su hogar y con gente tan distinta a la que podría encontrarse en su país natal, Irlanda.
Desde pequeño Damian había sido un niño muy especial al que todos querían ya que sencillamente era adorable
Y no solo eso, también se convirtió en un joven muy talentoso que siempre sobresalía en prácticamente cualquier objetivo que se propusiera. Desde tener el mayor índice académico de su escuela, hasta ser el mejor deportista de la liga, así como conquistar con su gracia y ternura a cualquier público o incluso chica, si se lo proponía. En fin, sumando lo apuesto que era el chico, Damian reunía todas las condiciones para ser considerado el muchacho “perfecto”, en pocas palabras tenia “Suerte & Encanto”. De todas estas cualidades se percato el padrino del muchacho, Walter, el cual le tenía mucho aprecio a él y a su familia e iba a visitarlos a Irlanda cada vez que podía. Walt, sabía que al chico le esperaba un gran futuro pero que le faltaba concentrar sus energías en algo que le apasionara y realmente le fuese útil en su vida. El era decano de la facultad de Ciencias de la Universidad de Stanford, y que mejor que transmitirle esa enseñanza al chico, total, nada se perdería intentándolo. Damian comprendió rápidamente todos los conocimientos científicos que su padrino le inculcaba, pero con la ciencia que más se encariño fue con la química. Realmente le gustaba y se le hacía muy sencilla. Adoraba el saber la explicación de todo lo que pasaba a su alrededor, era su parte favorita. Al notar resultados tan positivos, su padrino le ofreció sin pensarlo dos veces una beca para que estudiara en Stanford, la cual le cubriría toda la carrera universitaria, bajo la condición de que debería trasladarse lo más rápido posible a Estados Unidos para cursar al menos su último año de colegio, puesto a que de esa manera los requisitos de ingreso al campus serian mucho menos complicados y así se adaptaría a la vida en ese país, que era muy diferente a la que se llevaba en su tierra natal. Esta idea animo de tal manera al joven que accedió a mudarse de inmediato, sin importar que le faltaran dos años aun para graduarse. Por supuesto el amaba su tierra y más aun su familia, pero la idea de irse a un país que tanto le fascinaba, para a futuro hacer algo que realmente le encantaba, era lo mejor que le pudieron haber ofrecido, si es por el saldría al siguiente vuelo pero por supuesto se organizo primero. Pertenecía a una familia con buenos recursos económicos por lo que no había impedimento alguno para marcharse, ya estaba dicho, se iría a los Estados Unidos por al menos los siguientes seis años de su vida.
Como era de esperarse, su padrino le ofreció quedarse con él, su esposa y su pequeña hija en su casa en San Francisco, pero Damian sabía que de por si la secundaria seria todo un reto y no se quería complicar aún más la vida. Amablemente rechazo su oferta, al menos por el tiempo que duraría la escuela. Decidió entonces irse al condado de Ohio, a la secundaria “William Mckinley High School” en donde estudiaba su mejor amigo de la infancia Cameron Mitchell, a el cual le había prometido volver a ver algún día, y como toda promesa que hace un duende, aunque un poco tarde, la cumpliría. En su trabajo habían transferido al padre de Cameron para Irlanda, cuando el pequeño Cam solo tenía 6 años de edad. Ahí conoció a un también pequeño Damian y se cayeron como anillo al dedo, disfrutaban mucho de su compañía. Damian lo incitaba a hacer travesuras (ya que el por sí solo no las habría hecho) y como eran verdaderamente tiernos, siempre se salían con las suyas. Estudiaban en la misma escuela por lo que siempre estaban juntos, eran de verdad los mejores amigos. Transfirieron nuevamente al papa de Cameron a América por lo que tuvieron que despedirse dolorosamente los inseparables compañeros, luego de no menos de 4 años compartiendo juntos todos los días. El día de la despedida, el pequeño duendecito en ese entonces, prometió que algún día estarían juntos como en los viejos tiempos y que siempre serian los mejores amigos
Lo que no sabía en ese momento era que si se cumpliría su promesa y deseo a la vez, la suerte del irlandés tuvo lugar una vez más.

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Salió por fin de su departamento, aunque tenía auto prefería caminar ya que quedaba cerca de Mckinley y adoraba respirar el aire “fresco” de ese país que tanto le gustaba. Le esperaba un gran primer día en su segundo año de escuela, la cual no se le había hecho tan difícil como él temía. Había logrado ser coreback del equipo de futbol, preparador de la clase de química y se podía decir que era bastante popular, sobre todo entre las chicas. Pero para él, ser popular nunca había estado entre sus prioridades. Siempre le había parecido algo estúpido y superficial que lo respetaran por su lugar en el equipo, el dinero que podía llegar a tener, o simplemente por su aspecto físico, más que por su personalidad y pues por el simple hecho de ser humano, solo por eso ya merecía respeto ¿no?. En fin, el ser “popular” no le era impedimento alguno para convivir con la gente que él quisiera, ejemplo, los ya mencionados Cameron Mitchell y Hannah Mcalwain, que estaban muy por debajo en la cadena alimenticia de la secundaria y realmente lejos de estar en el tope.
Entró al lugar irradiando esa confianza y encanto que lo caracterizaba, llevaba puesto unos converse rojos, un jean oscuro con una cadena de metal desde la parte de delante de la pretina hasta el bolsillo de atrás, franela blanca, el cabello peinado hacia arriba y por supuesto la chaqueta roja del equipo de futbol.
Muchas chicas lo veían risueñas mientras el caminaba por los pasillos (si hubiese sido en cámara lenta, habría parecido la típica escena donde en la película aparece el galán y todas se derriten por el). Cabe destacar que todo el entrenamiento de futbol había rendido sus frutos y Damian lucía un cuerpo más formado de lo normal (como si ya no era lo suficientemente atractivo). Si, estaba en la cima del mundo, o al menos era lo que todos veían.

-Hola nerd!, gusto en verte, ya puedes dejar de llorar por no habernos visto durante las vacaciones de verano, me hizo falta ver como encandilabas a todos con tu “bronceado” cuerpo en la playa. -Dijo Damian sarcásticamente y riéndose de su realmente blanco amigo, mientras lo saludaba con unas palmadas en la espalda.
-Si Damian, no sabes cómo extrañe tus bromas pero sobre todo ayudarte con todas las tareas de historia que al parecer este año tendrás que hacer tu mismo así la detestes. -Respondió Cameron con un tono entre burlón y amenazante, de verdad si extrañaba las bromas de su amigo puesto que el tampoco era un santo con él.
-No te parece que ya es suficiente con lo que has “llorado” por mí en vacaciones como para que continúes, sabes?. –Dijo mientras sonreía con su remarcado acento irlandés, lo único que por mucho tiempo que tuviera en ese país no dejaba de exhibir como si fuese el día en que llego. –Y hablando de historia mejor vamos a clases que no me quiero perder ni un minuto. -Rio con ironía, no importaba la clase que tuviera, estaba muy feliz de regresar y nada del mundo le arrebataría esa alegría.

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Aunque adorara a Estados Unidos, su historia no era para él un tema de su interés, por lo que paso la clase planeando su preparaduría de química que tendría lugar después del almumerzo. Sabía que no tendría que dar mucho contenido, pero estaba ansioso por conocer caras nuevas (las cuales en su mayoría eran de muchachas enamoradas que fingían no saber nada para que él las ayudara) y sobre todo por enseñar lo que tanto le gustaba. Si bien dar clases no era su pasión, la química (entre otras) si era una de ellas.
En efecto, en el salón había aproximadamente 20 estudiantes de los cuales al menos 15 eran mujeres, ninguna en especial pensó él. Aunque era muy buscado y podía tener a casi cualquier chica que quisiera, Damian no se sentía atraído por ninguna en particular. Por supuesto si había tenido gran cantidad de citas el año pasado y algo le decía que este no sería distinto, pero no era algo que lo llenara. A pesar de lo agradable y buena persona que era, Damian era un chico bastante frio en cuanto a expresar sentimientos se trataba. Lo más cerca que había estado de enamorarse había sido de su ex novia Jenna, que tuvo poco antes de mudarse, pero que le partió el poco corazón que este le había regalado, yéndose de gira con un cantante de rock del cual se había enamorado secretamente. Así que, además, detestaba a cualquier chico con piercings, tatuajes etc, que le recordara a aquel personaje que le había arrebatado a su supuesto primer amor.
Entre las chicas con las cuales había estado Damian destacaban Santanna, que no habría desaprovechado la oportunidad de quitarle la inocencia a tan lindo chico por nada del mundo, y si se trataba de mantener apariencias, mas todavía. Brittanny, esa joven tan peculiar en cuyas metas (además de hacer que su gato dejara de fumar) figuraba la de acostarse con todos los chicos no gays de la escuela, ya había tachado de su lista a Damian. Hasta Rachel, la líder del club glee, había estado “en boca de Damian”, pero éste solo como “cómplice inesperado” de una escena de celos que quería jugarle la cantante a su, en ese entonces, ex novio Finn Hudson, teatro que recuerdan ambos con gracia ya que parecía más bien una mala comedia romántica. Si, había estado con varias chicas ese año pero no porque el fuese algún tipo de promiscuo ni nada por él estilo como si lo era “puckerman”, el mujeriego del club glee con peinado mohicano y una no muy planificada hija. Parecía más bien como si las americanas nunca hubiesen visto a un extranjero y nunca más lo verían de nuevo, por lo que aprovechaban cada momento que tuviesen con el joven (si saben a lo que me refiero), y a él pues tampoco es que le molestaba la situación ya que no tenía nada que perder, pensaba él. Sin embargo, ninguna de esas “relaciones” habían podido perdurar por mucho tiempo ya que Damian no se interesaba por nadie, por lo tanto le parecía una pérdida de tiempo estar con alguien de esa manera; Así que terminaba huyendo airoso de la situación ¿Cómo? Pues, ¿quién podría molestarse con esa carita?, pensaban la mayoría de las chicas de quien el terminaba siendo solo un amigo. Lo triste del asunto es que a pesar de que había estado con varias mujeres, con ninguna se había sentido realmente feliz, satisfecho si, pero no feliz, por ende sentía que aun era virgen, que nada en el fondo había valido la pena. Era una situación que realmente le deprimía, ¿acaso no podría sentirse completo con alguien alguna vez? ¿No era capaz de conectarse, de querer, de estar feliz con una chica?, ¿dentro de todos los beneficios que le había otorgado la vida, no estaba incluido el de amar y ser amado?. Estas eran interrogantes que constantemente pasaban por su cabeza pero que al final se respondía con un “tengo cosas más importantes y productivas de que preocuparme”, era su consuelo ante esa situación ya que si nunca encontraba el amor de su vida, al menos sabia que tendría una carrera y futuro exitoso, pensaba él, pero en el fondo realmente le afectaba.
Cuando todos estos conflictos mentales llegaban a su cabeza, su única vía de escape inmediata era la música. Cantar podía llegar a apasionarlo mucho más que el futbol e incluso la química, ya que era aparentemente su única manera de expresar todos los sentimientos que tenía reprimidos, era de verdad la mejor forma de desahogarse. Aunque nunca se había presentado a audicionar en el club glee ni en ningún otro grupo de canto, de hecho jamás le había cantado a alguien más que quizás a su familia, el muchacho disfrutaba hacerlo pero no creía tener suficiente talento por lo que no pasaba de ser un medio de expresión e incluso un hobbie.

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-Buenas tarde chicos y chicas, espero que este año si puedan llegar a amar la química al menos un cuarto de lo que yo la amo, eso sería suficiente para aprobarla creo yo. -Bromeo Damian en su rol de profesor el cual no le quedaba nada mal, todo lo contrario, se le daba muy bien.
-¡Ámame en un cuarto a mí y te aseguro que la apruebo cariño!. -Grito una de esas chicas desesperadas que tanto parecían abundar en Mckinley.

A lo que Damian respondió:
-Okeey. -Dijo riendo muy incómodamente y moviendo sus cejas.
–Empecemos la clase de una vez.

La clase transcurría relativamente con normalidad, Damian les hablaba un poco sobre lo que había sido la teoría atómica cuando de repente ahí estaba, sentada en los últimos puestos. Cargaba un sweter con la capucha puesta, parecía que no quería que alguien notase su presencia. Justo en el momento en que la miro la capucha se le había caído dejando al descubierto lo que le parecía la cara más hermosa y angelical que jamás había visto. Estaba lejos de ella pero a leguas podría notar esos hermosos ojos azules que tenia la chica, sus labios, su nariz, su cabellera negra. No había nada de ella que le pareciera discordante o desagradable, lo contrario, para él era de lo mas armoniosa y simétrica.
Por supuesto que todo este meticuloso análisis no lo realizo en cuestiones de segundos. Transcurrió al menos un minuto para que el grito de toda su clase lo sacara de ese paraíso nuevo que había descubierto, en el cual quería permanecer mucho más tiempo.

-Yo se que te tengo loco mi Damiansito pero tampoco es para que dejes de dar tu clase por estar pensando en mí, luego me cuentas que pensaste y veré que puedo hacer por ti. -Dijo picaramente la chica vestida de porrista que había gritado en un principio, la cual Damian creía que más que por que estuviese enamorada de él, solo lo hacía por molestarlo. Realmente le incomodaban esos comentarios en medio de su clase.

Mientras que el grupo se dedicaba a hacer unos ejercicios que su preparador les había dejado en la pizarra, éste no hacía nada más que ver a su recién descubierto paraíso, ya que se sentía en uno cuando la veía. Todas estas emociones eran muy extrañas para él, definitivamente no habían ocurrido antes y eso hacía que se planteara mil interrogantes; empezando por ¿Dónde había estado antes? ¿Por qué no había notado su presencia? Debe ser nueva en la escuela pero, ¿Qué hace en mi clase, estará solo por aprender química o tendrá algún otro interés? Y sobre todo, ¿Por qué se esconde o de quien? Porque si de algo estaba seguro es de que no la conocía, pero moría de ganas por hacerlo. De verdad que su corazón al parecer esta vez sí estaba haciendo mucho más que simplemente bombear sangre al resto del cuerpo, le había dado lo que parecía una muy buena señal de que algo bueno se avecinaba con esa misteriosa chica.
A pesar de los nervios, se decidió por fin a ponerse de pie para ir directo a hablar con ella, sabía que no la iba a conocer ahí, no en medio de sus “alumnos”, pero se conformaría con escuchar su voz.

-Hola!, como vas? Necesitas alguna ayuda?. -Dijo el preparador con acento irlandés.
-No gracias, estoy bien. Respondió fríamente la chica sin siquiera subir la cabeza para verlo, lo contrario, parecía ocultarse aun mas con su capucha.
-En serio, no tendría inconveniente en ayudarte sabes? incluso si es fuera de las horas de prepa y si tu quieres por supuesto o necesitas, pe-pero lo haría con gusto jeje. –Rio nerviosamente (lo cual le parecía extraño), pero esta seguía mirarlo y mucho menos sin responderle. De igual forma el irlandés insistió.
-Disculpa!, que mal educado soy, mi nombre es Damian Mcginty, es un placer conocerte……… -Alargo la “e” como señal de que ella se presentara también.
-Escucha señor amigable sé muy bien quién y qué clase de chico eres, soy nueva pero ya me han hablado “maravillas” de ti. -Le dijo la desconocida mientras lo miraba con aparente repulsión, como si se tratase de un viejo enemigo. –Solo asisto a tu clase porque al parecer es lo único que no se me da tan bien como mis padres esperan, creo que quieren más que un simple 8, pero en fin, nada que no sean conocimientos sobre química espero obtener de tus consultas así que ahórrate todo ese teatro que nada de eso funciona conmigo. Y si, también es un placer conocerte Damian. -Dijo sarcásticamente la malhumorada mujer que luego se paro, se quito la capucha porque ya no tenía sentido esconderse, tomo sus apuntes y salió del aula dejando al chico desconcertado sin poder decir una palabra.

Afortunadamente todos trabajaban en grupos resolviendo la asignación y nadie se había percatado de aquel incidente. Damian se quedo allí parado sin hacer nada, mal diciendo el momento en el que había decidido hablarle a tan extraña señorita, creía que en su vida una mujer jamás le había tratado de esa forma y menos sin razón aparente.

-Salgan todos, la clase termino, nos vemos el próximo lunes. Grito de repente el preparador pero nadie le refuto y salieron de inmediato del salón.
Cuando estuvo solo grito malhumorado:
–JESUS! Como es posible que sea la primera vez que creo sentir algo por alguien y que resulte ser una loca! No puedo creerlo, esto debe ser una mala broma!.

Muchas gracias a ambas Camrissas :P ! muy amables :D ! Si las respuestas son tan positivas como hasta ahora, espero actualizar el dia viernes.
Planeo subir un nuevo capitulo cada semana (viernes, sabado o domingo lo mas probable). Y tranquilas, como dije antes, todo sera debidamente explicado.
En cuanto a lo de las imagenes gracias por notarlo, tambien me parecio muy buena idea hacerlo asi, aunque me haya tardado la vida buscando la apropiada para cada situacion no importa por que ya veo que valio la pena el esfuerzo . Como tu dices Carissa_TGP creo que ayuda bastante a imaginarse la situacion y asi el fic se hace mas entretenido por que no serian puras letras xD...
Muchas Gracias por leer y comentar chicas! Espero que sigan asi :face:

-Damian. Damian! Damoo! Yujuu!!. Duende despierta!!. –Le grito su amigo de gafas grandes y sweters de lana. -¿No ves que tienes como diez moscas alrededor de tu comida? Si de por sí ya es bastante mala no creo que unas cuantas larvas de mosca la mejoren, aunque pensándolo bien, ese debe ser uno de los ingredientes con los que preparan la comida en la cafetería. De lo contrario, ¿Cómo harían para que fuese tan insalubre y desabrida al mismo tiempo?, ¿No te causa curiosidad? ¿mmm?.. –Pero su compañero seguía sin prestarle la más mínima atención ya que ésta estaba enfocada en su totalidad en la chica pelo negro de ojos azules que estaba del otro lado de la cafetería.
-Umju, si moscas váyanse con sus barbas a otro lado. –Dijo por fin un muy distraído Damian que no tenía idea de lo que hablaba. Estaba ocupado preguntándose ¿cómo es que dentro de un cuerpo tan angelical, lo que había encontrado era alguna especie de demonio come hombres? (si, Damian es un poco exagerado), y ¿qué había pasado con aquel buen presentimiento que tuvo? ¿Había estado equivocado desde un principio?. Algo le decía que no, que nada encajaba bien y que no se quedaría quieto hasta armar tan confuso rompecabezas. Además, tampoco se explicaba eso de “Sé muy bien quién y qué clase de chico eres”. Estaba seguro que ese record de citas que había logrado el año pasado le costaría unos cuantos rumores pero ¿Qué tan malos podrían ser? Es decir, sabía que no había herido a ninguna, lo contrario, con todas conservaba una buena amistad, entonces ¿Qué era lo que tanto le molestaba para que incluso se escondiera de el?. Todo era realmente confuso para él en estos momentos.
-Vamos bro, ¿no me digas que sigues pensando en esa chica de la semana pasada?. Tienes que superar eso de una buena vez. Hay como veinte chicas locas por salir contigo y te vas a preocupar precisamente por la única que no quiere?. –Apunto Cameron al notar que aparentemente ya había conseguido la atención del chico. –Creo que ni su nombre conoces. Es más, pienso que si te hubiese aceptado no te preocuparías por ella ni la mitad de lo que lo haces actualmente.
-¿Por qué no te preocupas tu en invitar a salir a su amiga pelirroja que tanto se ve que te gusta?. –Le refuto el Irlandes.
-Auch! Touché. –Dijo avergonzado el nerd.
-Lo siento amigo, es que todo es muy raro sabes? Pase todo el resto de la semana tratando de ignorarla pero simplemente no pude evitar voltear a verla ni mucho menos pensar en ella. –Respondió su amigo con un movimiento de cejas que denotaba tristeza y preocupación. –Sabes qué? Ya me harté, voy a llegar al fondo de esto así ese hermoso monstruito me coma vivo. –Dicho esto se levanto recogiendo su bandeja de moscas/comida de la mesa, con una actitud firme y decidida.
-Hey! a dónde vas!? ¡Cuidado con cometer una locura!. –Dijo el nerd sorprendido parándose de su asiento.
-Ya sonó la campana genio, es lunes tengo que ir a dar prepa ¿recuerdas? Jesús! me sorprende como alguien tan inteligente puede llegar a ser tan “pila” al mismo tiempo. –Bromeo sarcásticamente. –Tratare de hablar con ella durante la clase, te veo luego señor erudito.

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La verdad es que ella si sabía perfectamente quien era Damian Joseph Mcginty; que venia de Derry (Irlanda), su amor por la química, lo bueno que era jugando ajedrez, que es coreback del equipo de futbol, entre otros datos (incluso algunos un poco extraños como que estaba obsesionado con la serie de tv "Lost" y con la pelicula "Toy Story"). Pero de lo mas estaba segura
era de lo enamorada que se sentia de ese peculiar muchacho, de que cada vez que lo veia su corazon latia 100 veces mas rapido y que asi como sentia que lo queria, de la misma magnitud eran su miedo y frustracion. No sabia que era peor; si la
impotencia de no ser capaz de demostrarle personalmente su cariño, o el no poder dejar todos esos sentimientos simplemente a un lado y continuar con su vida. Todo esto de verdad que le afectaba pero era realmente buena manteniendo apariencias, lo que le habia costado ganarse la reputacion reputacion de "falsa" en su anterior escuela.
¿Pero quien le habia subministrado toda aquella información en tan poco tiempo que llevaba en Mckinley?, pues nada mas y nada menos que el mismísimo Damian.
Todo se remonta a mediados (casi finales) del año escolar pasado. Lindsay Pearce no solo era una brillante alumna (excepto quizas en química pero nada que no se pudiera solucionar) sino que tambien es una talentosisima cantante y actriz. Estudiaba en "Carmel High" y pertenecia al renombrado club de canto "Vocal Adrenaline" pero se vio obligada a renunciar luego de una disputa con su director y coreografo (en ese momento, Dakota Stanley).


Ese percanse no le iba a impedir seguir con su carrera, y menos si esperaba ingresar a la Academia de Artes Dramaticas de Nueva York (NYADA) el siguiente año. Asi que decidio inscribirse en "New Directions", el club glee de Mckinley, mientras esperaba culminar el año para cambiarse de escuela.
Una tarde se dirigia a la biblioteca para acompañar a una amiga a buscar informacion sobre un trabajo o algo por el estilo, mientras esperaba la hora de su ensayo en el club. Cuando de repente sus sentidos se desubicaron por completo al ver en la mesa de en frente lo que ella creía que era el chico más lindo, tierno y sexi al mismo tiempo (era como un cachorrito pero de lobo siberiano) que jamás hubiera visto en su vida.


-¡Guao! ¿y el quien es?. -Dijo la chica ojos azules con un asombro un tanto obvio.
-Jaja no me digas que tu tambien perteneces al fan club "Nos vuelve locas Damian"? Mira que ya la membrecia parece estar algo llena. -Respondio con gracia e ironia su recien buena amiga de cabellos rojos, Marissa Von bleicken.


-¿Que? ¿Como es eso de fan club? ¿De que estas hablando? Yo-yo yo solo pregunto por curiosidad, es que me es conocido, es todo. -Mintio la chica ya que ahora se sentia un poco avergonzada por su reaccion tan evidente frente al joven con ojos casi tan azules como los de ella.
-¡Shhhh!. -Les susurro con una mirada asesina la bibliotecaria a las chicas.
-Lo siento. -Le respondio, practicamente solo moviendo los labios para evitar otro llamado de atencion ya que odiaba que la regañaran y/o le hablaran de mala manera.
-Calmate boba, lo del fan club fue solo un chiste. Aunque ahora que lo pienso no dudo que en algun momento inauguren algo parecido, anyway, tu "conocido" se llama Damian Mcginty, entro a la escuela este año y viene de Irlanda, si mal no recuerdo. Lo cierto es que lo que va de año le ha sido tiempo suficiente como para volver loca a mas de una, de por si ya decerebrada, chica de aqui y convertirse en una especie de celebridad en la escuela.
-¿Enserio? ¿Como asi? ¿Es que acaso es un mujeriego o algo por el estilo?. -Pregunto con preocupacion Lindsay, la cual odiaba
de manera increible a todo chico que consideraba un "perro" con las mujeres, puesto a que habia tenido muy malas experiencias respecto a eso en su anterior escuela, con su ex novio Samuel Larsen.


-Bueno yo no lo llamaria mujeriego puesto a que ya habria intentado algo conmigo ¿no?, jaja es broma, pero si se que es muy cotizado. Asi que algo de "labia" debe tener como para que ya haya podido estar con varias chicas en poco más de medio año. Lo que si no he notado, aunque tampoco es que me fije mucho en el puesto a que no pertenezco a una más del montón, al menos no de ese. -Murmuro la chica pero su amiga no alcanzo a oír. -Es que no lo he visto en alguna relación seria, o quizás duradera, con ninguna de esas chicas, lo que a mi parecer da mucho que pensar de el, bueno, a quien realmente le interese el tema. Pero no se puede negar que el chico es realmente amable y gracioso, no lo he tratado mucho pero de verdad que cae bien. Guao creo que te he dado un gran resumen ¿no? No me imagine que sabía tanto de el, jah. Pero no me hagas caso, es preferible que saques tus propias conclusiones, solo que no aqui ni ahora por que ya se nos hizo tarde para el ensayo asi que apurate. Termino diciendo la chica de ojos verdes mientras salia del recinto halando el brazo de su amiga para que se apresurara.

Lindsay estuvo distraída durante el ensayo, incluso dejo pasar la oportunidad de batirse a duelo con Rachel cantando "Defying Gravity" por lo que termino enfrentándola Kurt Hummel, uno de esos chicos que si solamente lo escuchas cantando (sin verlo), no estarias seguro si es una mujer o un hombre (por si no me creen aqui esta el VIDEO) . Estaba pensando en que no podía
creer lo que su amiga le decia, es que simplemente ese perfil de mujeriego rompe corazones no encajaba dentro de aquel tierno joven que tan rápidamente había podido detallar. Como su misma amiga le sugirio, decidio no quedarse con la duda y sacar ella misma sus propias conclusiones.
Al término de la clase salió rápidamente del aula, apenas despidiéndose de su compañera, y se apresuro a buscar al "galán" por toda la escuela. Estaba dispuesta a comprobar por ella misma la frustrante historia que le había narrado su amiga.
Busco por todos los salones y pasillos cuando por fin lo encontró. Estaba supuestamente en una clase de computación, puesto a que lo que hacía realmente era jugar ajedrez on-line, lo supo al instante porque ella tenía cuenta en ese mismo sitio, ya que era muy buena jugando ajedrez también. Entonces se le ocurrió un "brillante" plan según ella; además de que el chico le ponía los nervios de punta, creía que si hablaba con él en persona el podría aparentar ser alguien que no es solo para mantener su supuesta imagen de "conquistador de mujeres" quedando ella realmente decepcionada, así que prefería la idea de conocerlo en la página de ajedrez on-line (donde también se podía chatear mientas jugaban) y de esa forma sabría como era el realmente puesto a que no estaría presente su aspecto físico como para hacerlo cambiar (a pesar de todo nuestra amiga parece conservar su
ego por todo lo alto). Afortunadamente pudo observar desde la puerta su nombre de usuario así que ya estaba lista para ejecutar su estrategia.
Salió corriendo del hacia su casa, ya que la clase ya iba a
terminar y no quería topárselo aun, subió directamente a su cuarto, se conecto
a la pagina y busco el nickname del chico entre la lista de usuarios.

-¡Bingo! Damo_Mcgiant, enviar solicitud de amistaaaad, Listo! Ahora a esperar. -Cosa que hacia con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro mientras veia que su foto de perfil en donde salia con "Woody", el vaquero del clásico de Disney "Toy
Story".


Le parecía muy graciosa y que salía muy lindo y tierno además. Era como si el supiera que lo estaban viendo por que justo en ese momento salió una advertencia que decía "Damo_Mcgiant ha aceptado tu solicitud de amistad" y posteriormente una ventana de chat donde este la saludaba; "Hola Lind-Sing, mi nombre es Damian, mucho gusto. ¿Jugamos? :) ". Al ver esto su corazón se acelero, el chico si era muy amable pero no se dejaría convencer así de fácil, además no quería los nervios la traicionaran ya que
realmente deseaba ganarle, al menos en su primera partida. "Hola Damian, es un placer conocerte. Y claro, solo para eso te agregue haha. Créala y me invitas ;)". En ese momento no hablaba con sarcasmo, si era para ella todo un placer conocerlo así hubiese sido por ese medio.
Jugaron una partida de 1 min (para cada uno) donde Damian había resultado vencedor ya que las partidas rápidas eran su especialidad. Lindsay se sintió molesta ya que era muy competitiva y por ende le pidió que jugaran otra pero de más tiempo; el chico con una actitud sobrada acepto pero esta vez sí no tuvo tanta suerte. Luego de varias partidas rápidas y lentas se dieron cuenta que ella no veía vida con él en las rápidas así como el con ella en las lentas.


Comenzaron a chatear durante toda la noche, luego durante varias noches seguidas y cuando se dieron cuenta llevaban más de una semana chateando todos los días. Él le contaba sobre su vida pero ella se restringía bastante. No quería que supiera quién era en realidad, no de esa forma, por lo que evitaba lo más que podía estas conversaciones. Se limito a decirle que simplemente le llamara Linds, que estudiaba a las afueras de la ciudad (en caso de que el chico intentara un encuentro en persona), y uno que otros detalles pero en su mayoría trivialidades. Sin embargo, hubo una noche en la que Linds llego destrozada por
haber visto a su reciente ex novio con otra chica besándose. Se sentía muy molesta y sin pensarlo mucho decidió desahogarse con Damo_Mcgiant. Le conto de las malas experiencias que había tenido con el chico gracias a lo mujeriego y mentiroso que era, aprovechándose de que Lindsay era ingenua pero sobre todo estaba muy ilusionada con él “¡No sabes lo que detesto a ese tipo de chicos Damo!”. Le escribió finalmente. A lo que este respondió; “Wow, te entiendo, también odio a las personas mentirosas. Pero esos son temas más delicados Linds. Porque no hablamos de algo más lindo como la estrella de tu avatar. ¿Qué significa?”. Sabía perfectamente que sentía Lindsay, el también había sido
vilmente engañado por su, prácticamente, única novia y realmente odiaba recordarlo y menos hablar del tema.


-¿Mi estrella de Rodio?. Bueno digamos que es una especie de símbolo personal que tengo. Es como algo que me describe ya que me considero una gran estrella pero no simplemente de oro ya que están muy trilladas, mucho menos de plata. Soy mucho más valiosa por ende soy una estrella de Rodio :D .
-Haha eres poco exigente no?. Supongo que tu elección se debe a que el Rodio es actualmente el metal más costoso del mundo. Se de estas cosas porque me gusta mucho todo lo que tenga que ver con química, de hecho soy el preparador de mi escuela, pero eso es una historia aburrida. Prefiero contarte de lo mucho que me gusto tu respuesta. Eres muy creativa :)[/font]
-Gracias :$. Uy
pero a mi la química si no me gusta mucho. Prefiero mil veces la Física .

Era como si fuesen lo opuesto pero por ende de alguna manera se complementaban y encajaban uno con el otro, como dos piezas de un rompecabezas, cosa que le gustaba mucho a la chica.


Se dio cuenta de que el joven realmente era especial para ella y que le atraía mucho.
No necesitaba más pruebas. Había sacado sus propias conclusiones como se había propuesto asi que haría su jugada esa semana, aprovechando que tenía que asistir al ensayo del glee club. Planeaba presentarse, ser su amiga y después ver que camino tomaban las cosas. Ya era un hecho que se cambiaria a Mckinley el año próximo, porque no podía abandonar el club glee, asi que todo seria perfecto, se imaginaba ella con emoción.
Al salir de la clase iba caminando por los pasillos de Mckinley con una hermosa flor roja en una mano (ya que sabia que el rojo era realmente el color favorito de Damian y no el verde como muchos pensaban)


Y en la otra llevaba una carta que decía; “Te espero en el parque al salir de clases. Att: Lind-Sing” con su peculiar estrella plateada al final del nombre, por supuesto.

Se dirigió directamente al casillero del chico, se aseguro de que no estuviese nadie cerca, y cuidando de que no se dañara mucho, metió la flor y la carta dentro del locker. Sonó la campana y escucho que unas voces se avecinaban
rápidamente hacia ella, y por si fuera poco, Damian venia hacia ella desde el otro lado del pasillo, afortunadamente distraído leyendo un libro. Corrió entonces a esconderse detrás de una columna, desde donde podía divisar perfectamente el escenario, pero en ese momento se acercaron Rachel, y otros alumnos de la escuela e interceptaron a Damian cuando estuvo frente a su
casillero.

-Y sabes qué Finn? Que ya he encontrado un nuevo amor, mas grande que el que le tengo a la
suave lana de los sweters de animalitos o incluso a las tiernas e inocentes
fotos de los calendarios de gatitos. –Dijo dramáticamente la estrella del club
glee.
-Y ahora de que rayos estás hablando Rachel?. –Contesto su malhumorado, en ese momento, ex novio Finn.
-De los Duendes.
-¿¡Com..!?.
–Intento reaccionar Damian ya que sabía que en la escuela se referían a el de esa manera. Pero no alcanzo a decir una palabra cuando ya tenía la lengua de la cantante en su garganta. Y por si fuera poco, esta lo tomo de las manos y rodeo su cintura con ellas simulando como si Damian la estuviese abrazando muy voluntariamente. Cuando por fin pudo zafarse la chica exclamo:
-¡Oh Damian pero que apasionado eres! ¿Como te atreves a besarme de esa manera aquí y ahora? Pero no te culpo, yo también me habría besado así si fuese alguien más.
-¡Oh Dios mio esto es tan excitante!. Definitivamente ira para mi blog inmediatamente –Grito emocionado Jacob Ben Israel.


El judío jefe del periódico escolar “The Muckraker” cuya misión de vida el entrometerse en la vida “privada” de todos en la en la escuela y publicarla en su periódico, blog, twitter, facebook o cualquier otro medio de difusión que tuviese a la mano. Se piensa de hecho que este chico siquiera es alumno de la escuela ya que el año que cursa es desconocido y jamás se le ha visto en un salón de clase al menos de que un escándalo se estuviese llevando a cabo.

-Demonios Rachel siempre he sabido que estas algo loca pero esto es el colmo. –Les dare un poco mas de privacidad porque me largo de aquí. Exclamo rojo de la ira el pobre Finn.
-Vaya que ese ha sido uno de mis mejores momentos de drama. Muchas gracias por eso. Y además creo que he encontrado a mi nuevo “Joey”. Te veo en el salón audiovisual para grabar mi super producción que refleja de una hermosa y artística manera, mi
reciente mala reputación; “Run Joey, Run”. –Hablo rápidamente la chica, no tanto por que estuviese emocionada sino mas bien era su forma habitual de dialogar.
-¿Qué? No. Estás loca. Yo no canto. Déjame solo para asimilar todo lo que acaba de ocurrir. Jesús! Rachel estás loca, mas te vale que esto no me vaya a traer ningún problema con Finn. –Lo que mas temía de todo ese show era perder la amistad que tenia con el ex novio (o lo que fuese) de la chica ya que lo estimaba mucho.
-Tranquilo no te preocupes. Me voy, le tengo que decir a Puckerman para que trabaje conmigo en mi video, el sí que no rechazara mi oferta. Chao Chao!. –Se despidió caminando rápidamente abrazando su libreta con gatitos en la portada.

Todo transcurrió en cuestiones de segundos, Lindsay presencio todo el espectáculo haciendo el esfuerzo de no desatar aquel enorme nudo que tenía en la garganta. Lo que más le dolía era el hecho de que quedaría como una tonta frente a el por haberle dejado aquella flor y la carta dentro de su casillero. ¿En qué rayos había estado pensando? Se preguntaba. Y además, ¿Qué clase de chico se presta para semejante idiotez? Si hasta la semana anterior había visto a la feliz pareja haciendo duetos en el club glee.

Cuando todo estuvo despejado por fin abrió el chico su casillero, e ignorando por completo lo que había en su interior, metió bruscamente el libro que cargaba (que era lo único que realmente quería hacer) y tiro la puerta de golpe.

-¿¡Dios mío porque será que hay tantas mujeres locas en América!?. –Grito enojado para si mismo ya que supuestamente no había nadie a su alrededor ya que todos habían acabado de entrar a clases, lo cual se dispuso a hacer el también.

Afortunadamente para Lindsay la carta cayó al suelo pero la flor quedo aplastada por la mitad con la puerta. Se aseguro de que no hubiese nadie a su alrededor y la recogió rápidamente. Halo la flor por el tallo, en un intento desesperado por sacarla del casillero, pero éste le quedo en la mano. Al menos tenía la carta, así que salió corriendo del sitio con la cara empapada de lagrimas y tratando de llegar lo más rápido posible a su casa.
Subió a su habitación y cerró la puerta, no quería que nadie la molestara. Encendió su computadora y al hacerlo automáticamente se abrió la pagina de ajedrez en donde había tenido la gran suerte de conocer a aquel personaje, protagonista no solo de aquel teatro barato que presencio en la escuela sino también de cada una las lagrimas que rozaban sus mejillas.

-Hola! Que bueno que te conectas. Realmente necesito distraerme en estos momentos Sad.
–Escribió casualmente el chico por el chat. Lo que no sabía era que ese sería la última vez que veria conectada a su amiga en mucho tiempo producto de algo que el mismo había hecho sin tener la más remota idea.
-Y por qué no llamas a Rachel Berry, ¡idiota!. –Se dijo a si misma mientras cerraba con ira la pagina.

Busco enseguida el blog del Judio, que tenía el mismo nombre que el periódico (el escarbador de vidas ajenas), el cual era bastante completo. Se dividia por categorías; “Cheerios”, “Glee Club”, “Club del Celibato” etc. La sección “Equipo de futbol” se dividía a su vez en sub categorías donde había una dedicada especialmente a Damian Mcginty o “El Duende Rompecorazones” como también lo llamaba. La sección era extensa, no tanto como las de Puckerman, Brittany o Santana pero para el tiempo que llevaba en la escuela sí que tenía una “gran” reputación. El primer chisme que salía era el que ella misma con sus propios ojos azules había, por desgracia, presenciado. La versión de Jacob se parecía bastante a la realidad, a diferencia de que Rachel no le había dado una nalgada a Damian ni mucho menos éste la había cargado “rodeando así las sensuales piernas de la hermosa judía, el formado abdomen del Irlandés”. Obviamente el artículo estaba bastante depravado pero en general decía la verdad.
Intento seguir leyendo las demás noticias, cada una más calentada por Jacob que la otra, pero su ira y llanto no la dejaron. Sabía que Damian “per se” no le había hecho absolutamente nada a ella. Su rabia se debía al hecho de que se sentía como una idiota, ¿cómo es que había creído en tantas fantasías juntas? Por eso es que le pasaban la cosa. Pero ya estaba harta. Prometió a sí misma en ese momento que no volvería a hacerse ilusiones con un chico de ese estilo, jamás.

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Había transcurrido una hora desde el inicio de la preparaduría y su “monstruito come hombres” nada que llegaba. Tenía miedo de que esta no volviera, luego de aquel “amistoso” primer encuentro que tuvieron. Se disparo de repente una sonrisa en su rostro al verla entrar en ese momento al salón, no perdió tiempo y fue directamente a su asiento


Aprovechando que una vez más su clase estaba agrupada resolviendo ejercicios,
que era lo que más se hacía en las prepas realmente.

-Que maravilla! Pensé que no tendrías el más mínimo interés de volver después de aquel lindo
encuentro que tuvimos. –Rio con sacarsmo, mientras le entregaba la lista de asistencia para que firmara.
-Guao. ¿Si que te crees el centro del universo no?. Claro que tengo interés o mejor dicho, examen esta semana. Ademas, ¿tienes que verme de esa manera mientras firmo la lista? No creas que no te veo de reojo.
-Sip, así es Lindsay… Pearce. Wow que lindo nombre, ¿a qué persona bonita se lo robaste?. –Movio sus cejas de forma graciosa al mismo tiempo que observaba como la chica sacaba un bolígrafo-marcador de color plateado y dibujaba una estrellita al final de su firma, como si se tratara de algo muy natural.
-Oh Dios eres tan gracioso. De verdad que espero obtener algo productivo de tus clases, aunque ya veo que buenos modales no serán ni mucho menos buenos chistes. –Replico su alumna con su ya acostumbrado tono desafiante el cual claramente estaba
perdiendo su poder, mientras le entregaba de mala gana la lista de asistencia.
-Auch que mujer tan ruda. Pero como tu tampoco eres el centro del universo, aunque quizás si de mi mundo. –Murmuro el preparador pero ésta no alcanzo a oir. –Voy a continuar con mi clase. Si su majestad Lindsay Pearce me lo permite. –Dijo con voz burlona y arrogante al mismo tiempo que hacia una especie de pequeña reverencia.
-Por favor. A ver si por fin haces algo bien hecho.
–Refunfuño Lindsay pero ya el chico no le prestaba mucha atención.
-Okey clase. ¿Que resultado obtuvieron en la
pregunta uno?. –Y así continuo con su tutoria.

Realmente había llegado tarde porque tenía un ensayo extra con el club glee, ya que se avecinaba un gran musical. Y la verdad es que el examen era la razón de menor peso por la cual Lindsay de encontraba allí. Si bien se había prohibido a ella misma hacerse ilusiones con él, tenía el presentimiento de que el le hablaría y no quería dejar pasar esa oportunidad así fuese en los peores términos. Pero no, ser amable, exponerse y menos enamorarse de él, eran opciones.

Al terminar la hora todos salieron apresurados del aula. El intento hacer lo mismo porque se le había ocurrido la genial idea de seguir hablando con Lindsay después de la clase pero esta salió mucho mas apurada que el resto, dejando una nube de humo con su forma, según Damian. Así que el chico se quedo ahí parado revisando la lista, cuyo último nombre era el de esa chica que lo había tenido tan loco últimamente. Lo que mas le llamaba la atención era la estrella. Estaba seguro de haberla visto en otro lado, reviso la lista de la clase anterior y ahí también estaba, era como si fuese parte de ella. Pensó por un momento mientras
recordaba que había visto una parecida en cada inscripción a los clubes que estaban pegadas en la cartelera del pasillo principal. La única diferencia era que aquella era dorada y el nombre que le antecedía era el de Rachel Berry, así que no debía ser. Le hubiese gustado seguir razonando esto pero en ese momento la alegre voz (algo rasposa) de una chica lo interrumpió.

-Haha que raro Lindsay y sus estrellas plateadas. ¿Cómo estas Damo? ¿Tienes un minuto? Necesito que me ayudes con un pequeño ejercicio. –Le dijo su pelirroja y voluminosa buena amiga.


-Oh! Hola Hannah. No te vi venir. ¿Cómo estás tú?. Y si claro yo te ayudo. Peroo ¿conoces a Lindsay Pearce?. –Respondió un poco asustado ya que estaba concentrado cuando esta lo interrumpió.
-Es una tontería el problema. Y claro que la conozco, ella esta conmigo en el club glee. ¿Por qué? ¿Qué hay con ella?. –Respondió con un tono entre intrigada y un poco de celosa.
-Emm, nada. Te cuento en el camino que tengo que ir al entrenamiento en unos minutos.

Damian le dio un pequeño resumen de lo que habían sido sus placenteras conversaciones con la chica, le explico cómo se debía resolver el ejerció y procedió a interrogarla un poco sobre “su chica”, pero no pudo obtener mucha información de su amiga como el esperaba.

-¿Lindsay canta entonces?
-Oh si. Y no solo eso. Es la única que de verdad representa una gran competencia para Rachel, tienes que verlas cantando juntas alguna canción. Son casi igual de dramáticas cantando y hasta usan una estrella, según ellas, como símbolo personal. ¿Qué loco no? Haha.
-Oh si, muy loco.
–Dijo pensativo Damian, el cual se sentía en ese momento como si fuese todo un detective que había logrado resolver un gran misterio. –Y dime Hannah, ¿sabes si ella ha tenido algún novio últimamente con el que haya tenido una fea ruptura?. ¿La has visto jugando ajedrez? ¿te ha dicho de que escuela viene?
-Wow wow cálmate duendecito. No sabría responderte tantas preguntas, apenas hemos cruzado un par
de palabras cuando mucho. Quien te podría dar respuesta es Marissa Von bleicken, su amiga.
-Ah cierto, pásamelo luego en un mensaje. Gracias por todo amiga querida. Me voy a la práctica, te veo luego. –Y salió corriendo hacia el campo pero no sin antes darle un gran abrazo y un beso en la mejilla.
-Adios Damo. –Se despedía al mismo tiempo en que suspiraba como lo haría toda chica que enamorada de alguien que claramente no le es correspondido.

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El entrenamiento salió mas tarde de lo esperado, ya estaba empezando a oscurecer. Salió de los vestidores y camino por los pasillos buscando la salida cuando una hermosa voz lo cautivo. Jamás la había escuchado cantar pero sabia que era ella. Corrió hacia el auditorio, que era de donde provenía. Se asomo por la puerta y efectivamente era ella. Afortunadamente estaba empezando su presentación (algo parecida a ESTA):

Tonight, tonight (Estanoche, esta noche)
It all began tonight (Todo comenzó esta noche)
I saw you and the world went away (Te vi y el mundo se alejo)

Estaba anonadado, era mucho mejor de lo que creía. Realmente cantaba bellísimo.

Tonight, tonight (Estanoche, esta noche)
There's only you tonight (Solo estas tu esta noche)
What you are, what you do, what you say (Lo que eres, lo que hacer, lo que dices)

Se sentía emocionado, moría de ganas por subir al escenario y cantar esa parte con ella. “West Side Story” era uno de sus musicales favoritos así que se sabía la letra. Nunca había cantado en público pero no le importo así que sin pensarlo una vez más entro al escenario:

Today, all day I had the feeling (Hoy, todo el dia tenia un presentimiento)
A miracle would happen (Unmilagro podría ocurrir)
I know now I was right (Ahorasé que estaba en lo cierto)

La letra no podía estar más en lo cierto (literalmente). Había pasado su día pensando en que su corazonada no podía ser mentira, realmente había algo muy especial con esa chico y ahora sabia que había acertado. La chica quedo igual de sorprendida pero sobre todo por su voz. Era algo único. Simplemente le fascinaba y amaba como sonaban juntas. Asi que por ese momento de olvido de todos esos rollos mentales que tenía en su cabeza y
simplemente se dejo llevar por el momento. No le importo nada más.

For here you are (Ahora estas aqui)
And what was just a world is astar (Y lo que solo era un mundo, es una estrella)
Tonight (Esta noche)

Alargaron la última nota mientras estaban agarrados de la mano mirándose
fijamente a los ojos con el mas puro cariño y ternura que podría haber. Por un
momento pensaron que ese seria el escenario (literalmente) de su primer beso,
pero de repente Lindsay volvió a la realidad y se separo.

-¡Oh!. –Exclamo entre sorprendida y desubicada. -Debo irme. Pero mientras trotaba hacia la puerta Damian le grito.
-¡Lindsay espera! O debería decir, Lind-Sing. Esto ultimo hizo que la chica de detuviera en seco.
¿Cómo era que había podido averiguar su secreto? Ella no planeaba decírselo nunca.
Se volteo, esta vez con los ojos llenos de lagrimas y le dijo.
-No me hables mas nunca Damian por favor. –Ahora si corría lo más rápido posible. Hacía mucho tiempo que nadie la había visto llorar.
-No Linds disculpa no lo dije de mala manera, ¡espera!. –Grito el joven pero cuando se disponía
a perseguirla una voz proveniente del publico hizo que parara.
-No se a que vinotodo eso pero ¡eres fantástico!. Creo que he encontrado a mi nuevo Tony. –Dijo desde el medio de las gradas un chico en silla de ruedas con grandes gafas de pasta.
-¿¡Como!?