[FIC] "Lucky & Charm" ANTEPENÚLTIMO CAPITULO "Drama Kingdom" (Capitulo COMPLETO)

-¡Oh!. –Exclamo entre sorprendida y desubicada. -Debo irme. Pero mientras trotaba hacia la puerta Damian le grito.
-¡Lindsay espera! O debería decir, Lind-Sing. Esto ultimo hizo que la chica de detuviera en seco.
¿Cómo era que había podido averiguar su secreto? Ella no planeaba decírselo nunca.
Se volteo, esta vez con los ojos llenos de lagrimas y le dijo.
-No me hables mas nunca Damian por favor. –Ahora si corría lo más
rápido posible. Hacía mucho tiempo que nadie la había visto llorar.
-No Linds disculpa no lo dije de mala manera, ¡espera!. –Grito el joven pero cuando se disponía
a perseguirla una voz proveniente del publico hizo que parara.
-No se a que vinotodo eso pero ¡eres fantástico!. Creo que he
encontrado a mi nuevo Tony. –Dijo desde el medio de las gradas un chico
en silla de ruedas con grandes gafas de pasta.
-¿¡Como!?

-Bueno aun faltaría la opinión de Emma y la entrenadora Beiste que seguramente querrán verte en el escenario antes, pero si es por mi estas dentro. El detalle es que necesitas entrar primero al club glee. ¿Crees que puedas audicionar esta semana? Por favor seria genial, estoy seguro que los chicos te amaran. –Continúo hablando el chico en silla de ruedas luego de que éste tuviera aquella reacción hacia su comentario.

-Es un gran honor Artie, muchas gracias pero no lo hare. Ahora debo irme, adiós. –Respondió rápidamente el chico de cejas bailarinas que inmediatamente salió corriendo del auditorio.

-¡Piénsalo y me avisas!. –Le grito Artie mientras lo veía salir corriendo, esperando que este lo escuchara y de verdad pensara su oferta pero no recibió respuesta por parte del chico.

Damian salió de la escuela lo más rápido que pudo pero no la veía por ningún lugar. Se quedo parado en la salida mirando hacia los lados a ver si la veía, pero no había señales de la ojos azules. Sabía que debía hablar con ella al instante, ya que si la dejaba ir en ese momento tal vez en la escuela jamás conseguiría su atención y no estaba dispuesto a cumplir la petición de la chica. Osea, era ahora o nunca.


Busco por los alrededores pero no tuvo éxito. Se sentó en la acera, se paso las manos por su cara y se daba golpes en la frente mientras se decía cuan estúpido era por haber arruinado aquel hermoso momento y tal vez, si no hacía nada pronto, una gran relación con la chica que le gustaba. Pero su monologo se vio interrumpido por los sollozos de una joven, que se escuchaban no muy lejos de donde él se encontraba. Al rastrear el sonido se encontró finalmente con la chica que tanto deseaba encontrar en ese momento, recostada de frente sobre la pared de un callejón, tapándose la cara con sus manos y llorando como lo haría cualquiera que estuviese muy enojado consigo mismo.

-¡Gracias a Dios Lindsay aquí estas! Temía que no poder encontrarte y que en la escuela no volvieras a hablarme. De verdad lo siento, perdóname. No debí decirte las cosas así. –Expreso entre arrepentido y aliviado mientras se acercaba para intentar abrazarla y continuar conversando, sabía que debía aclarar todo de una buena vez.
-Te dije que no me hablaras más Damian por favor, es enserio, no lo merezco. Eso me pasa por ser tan tonta. Tenían razón todos, soy una falsa, una hipócrita, una inmadura. Pensé que podía actuar como quisiera, manipular a la gente solo para mi propio
beneficio y que eso no me traería ninguna consecuencia, que nadie se daría cuenta nunca de mis verdaderas intenciones. Pero ya veo que no, al final siempre se sale a la luz la verdad. –Exclamo la chica entre llantos y gritos. Sus emociones se encontraban a flor de piel por lo que expresaba sentimientos reprimidos, realmente fuertes para ella. Lindsay no lloraba por que estuviera molesta con Damian, además de por todas las razones mencionadas anteriormente, estaba avergonzada de sí misma por no haber encarado la situación como era sino haber armado aquella finta por internet solo para conocerlo, enamorarse, y después hacer como si nada había ocurrido pero no sin antes hostigar al pobre chico sin siquiera darle una pista de que era lo que sucedía, así no era la manera correcta de hacer las cosas. Pero éste la había descubierto, cosa que no estaba entre sus planes y ahora no sabía cómo lidiar con ello, simplemente no lo había visto venir.
-Shh shh shh cálmate bella que te va a dar algo. No soporto verte llorar de esa forma así que por favor tranquilízate ¿si? No pasa nada, todo estará bien. –La consolaba el chico mientras la abrazaba. Ella intento separarse un par de veces pero al final consiguió ser correspondido. La chica lo abrazaba muy fuertemente mientras posaba su frente en su pecho, en ese momento sintió que el chico le inspiraba seguridad y confianza, que era una de las cosas que más necesitaba ahora.


El muchacho conmovido no hacía más que acariciarle el cabello y la espalda mientras ésta empapaba su camisa de lágrimas. Pero no le incomodaba la situación, al contrario, todo le indicaba que era correcta su teoría de que la joven no era sino un hermoso angelito. Era como una linda tortuguita que no hacía más que esconderse en su caparazón pero que por fin había logrado que
asomara la cabeza, cosa que en verdad lo había cautivado. Cuando se hubo calmado un poco le dio un tierno beso en la frente, le quito el cabello de la cara y mientras limpiaba cuidadosamente las lágrimas de su cara le dijo:

-Te propongo algo; qué tal si por primera vez tenemos una charla como personitas civilizadas, sin ofensas ni indirectas, solo tu y yo. ¿Te parece?. –La chica asintió sin decir nada. Ya no salían lágrimas de sus ojos pero aun tenia la respiración agitada. -¡Genial! Ven, vamos al parque. –La beso en la mejilla y comenzó a caminar mientras acariciaba su hombro.

En el camino Lindsay poso su mano en la espalda del chico por lo que lo recorrieron abrazados, sin decir ni una palabra, aunque este no fue muy largo ya que el parque quedaba solo a dos cuadras del colegio pero iban caminando lentamente. Al llegar se sentaron en un banco y observaron por un momento como el sol poco a poco se ocultaba para darle paso a la noche, se podía ver un muy lindo atardecer desde allí.


-Espera aquí un momento, ahora vuelvo. –Rompió por fin Damian el “silencio cómodo” en el que se encontraban. Al minuto volvió con lo que parecía ser una enorme barquilla de ron con pasas, el sabor de helado favorito de su compañera. –Ron con pasas, el
favorito de su majestad. –Dijo sonriendo Damian mientras se lo entregaba. Ésta subió la cabeza y al ver sorprendida el detalle lo tomo con una tierna sonrisa en su rostro. Se había acordado de cuando le dijo por chat que cuando estaba triste “lo único que me puede animar es un helado, y si es de ron con pasas además se alegra mi dia :D”.
-Ya veo que te acordaste jeje. Muchas gracias Damian.
-¡Por supuesto! como olvidarlas si eran el momento más esperado de mi día. –Le respondió con una mirada entre cariñosa y nostálgica, en verdad extrañaba jugar pero sobre todo conversar con la estrellita de rodio. Lindsay suspiró y bajó un poco la cabeza como señal de pena, mientras devoraba su helado como si le hubiesen dicho que ese sería el último que comería en su vida. –Vaya, vaya. Estoy empezando a creer que todo fue para que simplemente te comprara un helado, pues era más fácil pedirlo y ya ¿no cre… –Pero su frase se vio interrumpida por un golpecito en el hombro seguido de la palabra “tonto”, proveniente de la ahora malhumorada come helado. –Jaja es broma, tranquila. Escucha sé que quizás lo menos que deseas en estos momentos en hablar de esas cosas pero creo que necesitamos aclarar todo, y quiero hablar de eso contigo ahora. La chica respiro profundo y trago lo último de barquilla que le quedaba, sabía que la hora de enseriarse había llegado.
-Te escucho.–Respondió.
-Bien. Primero que nada quiero que sepas que entiendo perfectamente porque me tratabas como lo hacías sin siquiera conocerme, supuestamente.
-¿Ah si?. –¿Cómo era que se había enterado lo de la carta y la flor roja?, ¿Sera que le dijeron que la habían visto cerca de su casillero el día de la escenita con Rachel y que ella había sido una espectadora más?. –¿Ósea que además sabes de la flor en el casillero?. Genial, esto cada vez se pone mejor. –Dijo la pelinegra con una mezcla rara de sarcasmo con enojo, tristeza y vergüenza, que era lo que sentía en ese momento.

-¿Qué flor?. ¿Una roja muy linda que apareció mallugada en mi casillero hace tiempo y que le faltaba medio tallo?. ¿Tu me la habías dejado?. ¡Guao!. Sabía que eras cuchi pero esto fue el colmo de la “cuchidez”. –Bromeo el Irlandés con una sonrisa de oreja a oreja por saber finalmente el origen de aquel tierno gesto que pensaba había olvidado. –No sabes cómo busque quien me la había dejado por que de verdad que me encanto. Fui haciendo preguntas indirectas a un montón de chicas, digo, a una que otra chica que sospechaba que podía haber sido pero nada jeje. –Rio nerviosamente al ver que su amiga lo había apuñalado con la mirada al referirse a sus pretendientes como “un montón”. –En fin, lo que más me gustaba era el color. Sabía que cualquiera que hubiera sido la que me la regalo tenía que ser realmente especial, ya otras me habrían dado algo verde. Gracias. –Dijo encorvándose un poco otra vez ya que la frase “otras” había provocado otra pequeña puñalada por parte de los ojos de la chica.
-¿Qué te puedo decir?. No eres el único que recuerda todas las conversaciones mi querido amigo con enorme cantidad de seguidoras, deberías abrirte un Twitter. –Comentó con ironía la chica especial de la que Damian hablaba.
-Muy graciosa. Lamento decepcionarte pero eso no es como tu dices, aunque si lo que querías realmente era estar en contacto conmigo agrégame a facebook.


–Le respondió moviendo las cejas graciosamente y recibiendo nuevamente un golpecito en el hombro, muy parecido al anterior solo que esta vez acompañado de la palabra “bobo creído”. –Jaja ya enserio. Hablando de acordarse de todas las conversaciones y continuando mi idea inicial; recuerdo que una vez me hablaste de tu ex novio, un tonto llamado emmm ¿como era?.
-Samuel. –Respondio la joven, con tono de sorpresa.
-¡Cierto! Samuel. Bueno entonces…
-Hola Lindsay. Tanto tiempo sin vernos. ¿Me extrañaste tanto como yo a ti, o más?. –Lo interrumpió un chico de rastas, piercings y una ropa tan pegada que Damian juraría que éste le había puesto una bomba de vacío, así como cuando empaquetan
los alimentos en el súper mercado. Quien por cierto estaba acompañado de una chica, para variar.
-Lo que me faltaba. Justo cuando pensaba que este día no podía empeorar apareces precisamente tú. Vámonos Damian, tengo que llegar a mi casa ahora. –Exclamo Lindsay mirando al suelo molesta, al mismo tiempo que se levantaba del asiento y tomaba a Damian por un brazo para que éste hiciera lo mismo y se apresurara a salir de aquel incomodo escenario.
-¿Que?. ¿Tan rápido se van?. Pero si acabamos de llegar Linda. –Así la llamaba él cuando eran novios. –Dile a tu novia que se quede bro, ¿o ella es la que lleva los pantalones?. Conmigo intento hacer lo mismo pero se los baje. –Rieron idiotamente él y la chica que tenía a su lado que parecía ser de esas sin cerebro, que simplemente hacen lo que los demás.
-Tu eres el que se quedara sin pantalones luego de que te los destroce a patadas junto con la franelita de tu novia que cargas puesta, a ver si así aprendes a tratar a una dama ¡Poco hombre!. –Le replico el irlandés que lo miraba como si quisiera asesinarlo a la vez que lo empujaba haciendo que el muchacho casi se callera al piso.
-¿¡Cual es tu maldito problema idiota!? Si quieres pelear adelante pero créeme que ella no vale la pena. Solo es una desabrida que lo único que hace es ilusionarte para que andes loco detrás de ella pero que al final no te da nada a cambio. Pero me canse linda, no puedes amarrarme sin ninguna cuerda, preciosa. –Dijo refiriéndose a la chica mientras pasaba su mano por su cara pero ella se la aparto con ira, y ya para ese entonces lagrimas en sus ojos.
-¡Aaaagh ahora sí que te mate!. –Se abalanzo Damian hacia él logrando tumbarlo al suelo y clavándole un golpe justo en la cara. No pudo hacer mas porque en ese momento lo halaron con fuerza hacia atrás, mientras sujetaban sus brazos para que no continuara con la pelea.
-¡Basta Damian! Vámonos ya. –Lo tomo por un brazo y se alejo de su ex, que yacía aun el suelo, lo más rápido que pudo.
-¡Te salvaste que estaba tu noviecita pero para la próxima te parto la cara imbécil!. ¡Nos vemos muy pronto, estúpidos! –Grito el chico de rastas luego de que por fin se parase del suelo, mientras se sobaba el lugar donde lo habían golpeado. Damian intento
regresar para golpearlo nuevamente por lo que había dicho pero Lindsay no lo dejaba y éste por respeto hacia ella tampoco la desobedeció. No quería empeorar aun más las cosas.

Iban caminando hacia la casa de Lindsay en silencio pero ahora molestos, ambos con la misma persona de botines y franela rosada. Cuando faltaba poco para llegar a casa de la chica, el irlandés rompió el silencio, que esta vez si era incomodo.
-Pero que noviecito ¿no?. Sabía que no era una joya pero es que se excedió. Lo que mas me causa curiosidad es ¿Cómo es que te llego a gustar un patán de ese nivel ah? Y tú que te quejas de que soy un idiota. Pues si yo soy un idiota el debe ser la razón
por la que la palabra se invento, ya que seguramente antes que él no había alguna que definiera tanta estupidez!. -Exclamo alterado el chico.
-Pues ese idiota o patán como tú lo quieras llamar obviamente no era asi cuando me enamore!. Tampoco soy tan imbécil como crees. Es más, se parecía bastante a ti cuando lo conocí. Todo confiado, rebelde, con un montón de chicas detrás de él pero haciéndome creer que solo yo era la única en su vida, que las demás eran un cero a la izquierda. ¿Pues sabes qué? ¡No lo eran!. La única cero a la izquierda era yo, la única chica que se negó a acostarse con él así este fuese el caballero más hermoso del mundo con ella, mientras que las demás simplemente lo hacían a cambio de prácticamente nada. ¿Y cómo se todo eso?. Pues porque el mismo me lo dijo. Si, el admitió al menos que es un imbécil mujeriego pero tu no. Tú te la das de la víctima, del
santo que no rompe un plato pero si la vajilla completa. Es por eso Damian que soy como soy contigo, que te trato como lo he hecho hasta ahora, que no puedo y no quiero confiar en ti. Y créeme que intente hacerlo, por eso te busque esa
tarde en la página de ajedrez pero eso solo empeoro todo, nunca debí haberlo hecho. Pero me llamaste mucho la atención y por un momento pensé que eras distinto pero me equivoque, como siempre. Una vez más me enamore del chico incorrecto y ahora tengo que ver como hago para nuevamente sacarlo de mi corazón. –Una vez que termino con aquella enorme descarga se tapo la boca con las manos en señal de sorpresa. Había dicho demasiado, más de lo que pensaba decir jamás. Prácticamente se le había declarado de la forma más estúpida y menos romántica posible. Aunque no pensaba declarársele de forma romántica, si alguna vez
planeaba hacerlo ya no sería lo mismo.
-¡Woow!. Demasiada información junta. Ya me temía que él era la raíz de todo este problema, de eso era que quería hablar contigo en el parque. Lo único que te puedo decir Linds es que te equivocas pero no escogiendo de chico sino juzgándolo.
Estoy claro que la confianza no es cualquier cosa. Es un tesoro muy valioso que no se puede recibir ni mucho menos entregar a una persona a la ligera, esa es una lección que aprendí de mala manera hace mucho tiempo pero no hablaremos de
eso ahora. Lo importante Lindsay es que para mí la confianza es algo invaluable y por más que quiera obtener la tuya se que debo ganármela y estoy decidido a hacerlo. Voy a probarte que no soy ningún Samuel como tú piensas y te hare sentir como lo que eres, toda una reina, la Única y verdadera chica especial, que hay y ha habido en mi vida desde hace mucho tiempo. Tú mueves mi mundo Linds, no sé cómo pero lo haces. Y yo moveré el tuyo cuésteme lo que me cueste. Ya verás que no soy tan mal chico como tú crees y que podrás sentirte segura a mi lado. –La chica no respondió. Solo miraba hacia el suelo tratando de que el no notara lo conmovida que se sentía. Ya era tarde, ese había sido el día mas largo y emocional que había tenido en su vida, después de tanto haber deseado que terminara ahora solo quería que durara un poco mas, al menos ese lindo momento que estaba viviendo con el chico de sus sueños. En ese momento la puerta de su casa se abrió, era el papa de Lindsay con cara de pocos amigos:

-¿¡Qué son estas horas de llegar a la casa y sin siquiera avisar!?. Tu madre y yo estábamos muy preocupados. Ya ni se cuantas veces trate de comunicarme contigo y tu teléfono apagado, hasta a tu amiga Marissa llamamos. Entra ya a la casa.
-Ok lo siento lo siento. Dejame me despido y entro. –Respondio asustada su sermoneada hija.
-Que sea rápido. Buenas noches chico, gracias por finalmente traerla a casa. –Le dijo el padre con no muy buena cara. Damian no sabía si lo que le había dicho era bueno o malo. Pero en fin, Damian respondio "Buenas noches y disculpe las molestias" y una vez que entre cerró la puerta pudieron despedirse.
-Siento mucho lo de mi papa, es que ellos se preocupan demasiado por mi pero bueh, es normal. Buenas noches Damo. –Dijo la chica con una media sonrisa, aun conmovida por la declaración de su acompañante.
-Jaja tranquila, mi madre habría hecho algo parecido. Buenas noches Linds. Y preparate que voy con todo. –Le dijo moviendo las cejas, mientras se alejaba para finalmente irse a descansar luego de aquel dramático día. -Ella cerró la puerta con una sonrisa. A pesar de que le esperaba un gran regaño, se sentía feliz pero con miedo. Lo menos que quería era salir herida de nuevo. ¿Podría confiar en aquel chico de lindos ojos azules?.

OMG pero que comentarios tan cheveres vale :o!! Como dije antes, asi si de pana provoca escribir jeje. De verdad muchisimas gracias por leer y comentar el fic! No tienen ni idea de lo feliz que me hacen :D ... Ahora respondere los comentarios individualmente:

damsayandfinchel escribió:HOLAAAAAA! capitulo hermoso (como todoosss) samuel TE O D I O ! que zorro :(
SON MAS TIERNOSSS DAMSAAAAY!
hay son fsuhsdfhsdfd lindos
pobre lindsay estuvo con un "patan" jejeje
que cara rota samuel vas con tu novia a decirle linda a tu ex OSEA!
que estupida la noviade samuel ra hueca ahi al lado viendo como su noviole coqeuteaba a su ex!
¿se va a saber quien es o es asi una que aparece y desaparece? seguro por como es samuel ya termino con ella
bueno besoos
sos una genia RE genia amo tu fic es uno de mis favoritooos :)
chauchis espero el cap
(sube pronto me muerode intriga)

Jajajaj que comico tu comentario!! A esto es a lo que me refiero cuando digo que ustedes son realmente los que le dan vida al fic.. Nada mas el imaginarte que Samuel esta en esto momentos con otra novia nueva, eso es tener imaginacion.. Para gente asi es que me gusta escribir y se que aqui, casi todos somos asi :P .. Como vamos leyendo vamos recreando la escena en nuestra mente y es lo mas chevere de leer este tipo de historias, y si a eso le sumamos que la ésta es sobre una pareja que nos gusta tanto uff mucho mejor jaja. Sigue asi "damsayandfinchel". Haces que hasta yo misma me crea que todo lo que escribo es real y eso me inspira :roll: .. Me alegro muchisimo que este fic se haya convertido en uno de tus favoritos en tampoco tiempo :O mil gracias por eso!! Espera el prox cap que va a estar divertido :lol!: .... Un millon de gracias por leer :)

PD: La novia de Samuel es poco trascendental en la historia (como tu misma dijiste, ya la debio de haber cambiado xD). Por eso hice enfasis en que es de esas decerebradas que no tienen personalidad, ya que al parecer de esas hay bastantes y son las que le gustan al chamo :shock:

bianca_damsay escribió:Damian mas tierno y samuel mas Perro la verdad me encanto el capitulo,me conmovio

Uy si! Este capitulo fue como muy dramatico jeje pero quise hacerlo asi; 90% Damsay ya que de ellos solos no me habia dado chance de escribir hasta los momentos, pero ahora es que queda Damsay para raato asi que no te lo pierdas XD.. Gracias por comentar :D

Tiina Langhoff escribió:Samuel es una perra!! xD
Y Damo....
El es un príncipe azul...
Pero todas lo sabemos, obviamente...
Excepto Linds...
Y lo que dijo "Don Pearce" xD
Era.. bueno o malo?
Ok, espero el finde...
Byeee!!
Tu mayor Fan
Tina...

Wooowww este comment si que me halaga! :O ¿mi primer fan? esto es increible jaja! Ahora si que me tengo que tomar enserio esto de escribir! Que presion :o jaja.. No enserio Tina naaw muchisisisimas gracias por eso!! Aunque se que probablemente es solo un decir, de pana me motiva aun mas a seguir con esto.. De pana gracias jeje!! Espero que sigas asi de pendiente durante el resto de los capitulos y sigamos en contacto! Eso seria excelente :D .. Gracias nuevamente tina..

PD: Lo que dijo "Don Pearce" no fue muy bueno que digamos. Seria algo como "Por fiin traes a mi hija a casa :evil:!!" solo que tampoco iba a armar un drama por eso al pobre Damo jaja..

–La chica no respondió. Solo miraba hacia el suelo tratando de que el no notara lo conmovida que se sentía. Ya era tarde, ese había sido el día mas largo y emocional que había tenido en su vida, después de tanto haber deseado que terminara ahora solo quería que durara un poco mas, al menos ese lindo momento que estaba viviendo con el chico de sus sueños. En ese momento la
puerta de su casa se abrió, era el papa de Lindsay con cara de pocos amigos:
-¿¡Qué son estas horas de llegar a la casa y sin siquiera avisar!?. Tu madre y yo estábamos muy preocupados. Ya ni se cuantas veces trate de comunicarme contigo y tu teléfono apagado, hasta a tu amiga Marissa llamamos. Entra ya a la casa.
-Ok lo siento. Dejame me despido y entro. –Respondio asustada su sermoneada hija.
-Que sea rápido. Buenas noches chico, gracias por finalmente traerla a casa. –Le dijo el padre con no muy buena cara. Damian no sabía si lo que le había dicho era bueno o malo. Pero en fin, una vez que entre cerró la puerta pudieron despedirse.
-Siento mucho lo de mi papa, es que ellos se preocupan demasiado por mi pero bueh, es normal. Buenas noches Damo. –Dijo la chica con una media sonrisa, aun conmovida por la declaración de su acompañante.
-Jaja tranquila, mi madre habría hecho algo parecido. Buenas noches Linds. Y preparate que voy con todo. –Le dijo moviendo las cejas, mientras se alejaba para finalmente irse a descansar luego de aquel dramático día. -Ella cerró la puerta con una sonrisa. A pesar de que le esperaba un gran regaño, se sentía feliz pero con miedo. Lo menos que quería era salir herida de nuevo. ¿Podría confiar en aquel chico de lindos ojos azules?.

-¡Hey Linds espera!. –Grito el irlandés que se hallaba recostado de las barandas de las escaleras, en la entrada de la escuela, mientras corría a encontrarse con ella cuando la vio pasar. Había hecho el gran esfuerzo de no pelear esa mañana con su despertador, y así poder invertir ese tiempo en llegar un poco más temprano a la escuela ya que sabía que la joven era puntual. –Toma. Sé que no es tan bonita como la que me diste esa vez pero al menos es de tu color favorito. Además tienes que darme crédito por haber huido, digo, enfrentado valientemente a aquel perro que me ataco ferozmente mientras la arrancaba de
ese jardín. –Dijo el chico algo azarado mientras le entregaba una linda margarita color violeta, el favorito de la chica.


-Guao gracias Damo. Esta muy linda. –Respondió rápidamente aunque estaba un poco sonrojada. –Pero debo irme ya, tengo examen de español ahora mismo y cuando es asi el Sr. Schue siempre llega tempranísimo. –Hablaba mientras caminaba rápidamente al aula y el chico iba a su lado siguiendo su apurado paso.
-Ok ok pero hablamos al rato ¿sí?. –Acabo diciendo cuando finalmente habían llegado al salón.
-Umju. –Respondió la chica algo distante ya que estaba concentrada en ubicar un asiento donde sentarse porque maestro ya había empezado a repartir las evaluaciones. El chico se quedo parado unos instantes en la puerta del salón, saludo a su compañero de equipo Sam Evans que también venia con el mismo apuro detrás de ellos y luego se retiro para continuar su camino a clases. Un poco triste porque sus esfuerzos para llegar más temprano y hablar con ella no habían servido de mucho.
-Hey Nerd! Qué bueno que te veo. Ni te imaginas todo lo que ocurrió el día de ayer cuando te dije que intentaría hablar con… -Empezó a decir muy animado Damian pero su amigo lo interrumpió, estaba casi tan atorado como lo había estado su amiga hace unos minutos por llegar a clases.
-Lo siento bro! Luego me cuentas. Tengo que llegar ya mismo a la práctica de laboratorio sino no me dejaran entrar. Ya las vacaciones terminaron, ¡Ahora es que se pone la cosa ruda!. –Grito su amigo mientras caminaba rápidamente hacia atrás para poder hablar con el chico sin darle la espalda. Pero justo en ese instante choco con dos jugadores del equipo de futbol que venían caminando en sentido contrario, los cuales lo empujaron hacia la pared diciéndole; “¡A ver si usas al menos uno de esos cuatro ojos que tienes para que te fijes por donde caminas!, freak” Se burlaron un poco del nerd y continuaron caminando como si nada hubiese ocurrido. Damian al ver esto sintió lastima por su amigo. Una de las ventajas de ser “popular” es que al menos los “Bullys” no te molestaban. Sin embargo, al ver esto se lleno de rabia e iba directamente a atacarlos pero su amigo lo detuvo. –Tranquilo Damian no vale la pena, ya estoy acostumbrado. Lo que deberías hacer es correr para tu salón ya que si mal no recuerdo hoy tienes examen de Física y ya debió haber empezado. ¡Rayos al igual que mi practica!. Ahora si chao te veo en el
almuerzo. – Esta vez si corría viendo al frente y tratando de no toparse con mas nadie. De lo menos que tenía ganas era de ser empujado nuevamente. -¡Jesús el examen de física! Lo olvide completamente y no sé ni papa. –Ahora era él quien corría por los pasillos del colegio, rumbo a una muerte segura (demás esta recalcar lo exagerado que puede llegar a ser Damian).

Era época de exámenes en Mckinley ya que las vacaciones navideñas estaban cada semana más cerca. Por ende, conversar entre clases se hacía aun más difícil. Finalmente sonó la campana para la hora del almuerzo. De lo único que se oía hablar en los pasillos era de respuestas de exámenes, notas, uno que otro lamento al escuchar que la opción correcta no era la 1,5 sino raíz de 6 y
los infaltables zombies que deambulaban en busca de cerebros por que los suyos los habían dejado en alguna prueba.



Si, así es normalmente el ambiente en cualquier lugar cuando es temporada de exámenes y Mckinley High no era la excepción.

-Hey Hannah! ¿a ti como te fue con Física? No te vi saliendo muy animada del salón. –Pregunto su amigo Damian que se había unido al apocalipsis zombi recién mencionado. Había pensado sentarse con Lindsay pero no la veía por ningún lado.
-Habría salido más animada si hubiese sabido lo que estaba haciendo en esa prueba jaja. Creo que necesitamos ayuda con física Damo. –Bromeo su amiga, con la esperanza de que este le propusiera ir a alguna preparaduría y así pasarían más tiempo juntos.
La pobre chica de verdad que estaba loca por el ojos azules, pero este siquiera lo notaba. Había tenido una grandiosa idea aunque por desgracia para su amiga, no estaba incluida.
-¡Tienes toda la razón Hannah! Siempre tú con tus buenas ideas. Por eso es que te quiero tanto. –Le dijo el chico divertidamente con su acostumbrado tono de exageración. Deseaba con ansias pasar más tiempo con la chica que tanto le gustaba pero sabía que como estaba de revuelta la escuela por todas las pruebas y tareas, eso sería una hazaña realmente compleja en estos momentos. Tendría que esperar a que se calmara todo y no tenía ni idea de cuánto podía durar ese proceso. Invitarla a salir tampoco estaba sobre la mesa por ahora ya que ésta lo rechazaría sin pensarlo dos veces, con el argumento de que así como la invitaba de rápido a ella lo hacía con cualquier otra, o algo por el estilo. No podía proceder de cualquier manera, la situación era delicada así que tenía que actuar con cautela e ingenio. Ahí fue cuando se le ocurrió que le pediría clases particulares de física con la excusa de que iba mal, que mas que una excusa era una realidad, y que el también la podría ayudar con química, así todos ganarían (en especial el). –Tengo que irme, los veo luego. -Se levanto de la mesa aprovechando que su amigo nerd había acabo de sentarse en la mesa; a esa hora era que había podido salir de la practica.
-¿A dónde va?. –Pregunto a la chica el recién llegado.
-¿A dónde crees tu?. –Respondió con un tono entre triste y celoso mientras señalaba con la cabeza a Lindsay.
Diviso a lo lejos a su chica que se estaba sentado en una mesa, y se dirigió a hacerle la propuesta. Ésta también había ido tarde a comer ya que estaba terminando un taller. –¡Hola! Por fin te veo. Esto está de locos aquí no? jaja. ¿Cómo te fue?. –Le pregunto sonriente y se sentó a acompañarla.
-Ah hola Damian. Si de verdad que el ambiente es una locura, ahorita tengo que incluso salir volando al club glee porque tengo ensayo y no he comido. Supongo que así será durante esta y la otra semana. En el examen me fue bien, debí haber sacado 10
pero no estoy segura. ¿Qué tal tu?. –Respondió la chica quien aun tenía si bien no un tono desafiante y amargado como cuando la conoció, aun se comportaba un poco indiferente. Pero el chico no esperaba que tuviera una actitud distinta, no todavía. Agradecía que al menos podía conversar con ella sin que pareciera una pelea de perros y gatos de esas que solo separan echándoles un balde de agua fría a ambos.

-Bueeh de eso quería hablarte. Es que realmente necesito ayuda con física y tu con química. ¿Crees que podríamos hacer un intercambio de conocimientos? Aunque si quieres uno de regalos también seria buenísimo. Aprovechando que se avecina la navidad. –Dijo bromeando, para variar. Ella lo hacía sentir de buen humor siempre que hablaban, independientemente del los términos en que lo hicieran. Incluso se entía así en aquella época de chatear por las noches, sin imaginarse siquiera de quien se trataba su compañera de juegos.
-Jaja muy gracioso. Tú sí que no pierdes ninguna oportunidad. Vaya supongo que te debo unas cuantas por haberme auxiliado con química más de una vez. Pero ahorita estoy muy ocupada Damian y lo estaré el resto de la semana. ¿Cuándo tienes la prueba?.
-Emmmm ¿Hoy?. –Respondió encorvándose un poco. No esperaba que le hiciera esa pregunta. Iba con la ilusión de que simplemente le dijera que si y se vieran ese día o el siguiente muy felizmente en el parque o en algún otro sitio.
-¿¡Y apenas ahora me dices!?. Olvídalo estás loco. Suerte con tu prueba. –Dijo mientras se comía uno de los pocos bocados de tacos de pescado que le quedaban. Había comido lo ás rápido que Damian y su organismo le habían permitido.
-Jaja me hubieses deseado suerte antes y quizás no habría salido tan mal. Ya tuve el examen, pero necesito que me ayudes con el tema que estoy viendo ahorita para ponerme al día. Así que, ¿que dices? ¿En el parque al salir de clases?. Yo invito el helado pero esta vez sin el idiota ese por favor.
-Por mas “tentadora” que suene tu oferta paso. Tengo mucho que estudiar para mañana y ahora debo irme, se me hizo tarde para ir al club. Sera otro día. –Se despidió y tomo su mochila y bandeja para llegar lo más rápido que pudiera al club.
-Auch. No era así precisamente como lo había planeado. -Se dijo con tono de decepción a sí mismo el irlandés que ahora se encontraba solo en la cafetería porque había sonado la campana y todos estaban en clase, así que se dispuso a hacer lo mismo.

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-¡Hey Damian espera un segundo!. –Dijo el chico de labios casi tan grandes como rubio (natural o no) era su cabello.


-¿Que pasa Sam, todo bien?. –Le respondió mientras trotaban alrededor de la cancha hasta que prefirieran estar muertos, según la entrenadora Beiste.
-Ah si magnifico. Escucha, te hablaba por que quería saber que había entre tu y Lindsay. Quiero decir, ¿son novios, están saliendo?, ¿es tu hermana o algo asi?. Es que los he visto en varias oportunidades juntos así como hoy y pueees quería saber.
-Jesus! Que Dios me libre de ser su hermano, jaja. Y aun no pasa nada, somos amigos. ¿Por qué? ¿Ella te ha dicho algo de mi? ¿Qué han hablado? Cuentame!. –Pregunto con la respiración agitada tanto por la sorpresa de la pregunta de su colega del equipo como por las 3 vueltas que ya había recorrido.
-No no nada calmate. Apenas he hablado con ella, sabes que es un poco tímida pero en la tarea de hoy en el club glee nos toco cantar una balada juntos, “My Endlees Love” (esta canción al parecer tiene el raro efecto de enamorar personas, sino miren el VIDEO). Y no se si fueron los tacos de pescado del almuerzo pero sentí algo muy raro en el estomago cuando cante con ella. Como si me gustara o algo. Quizás solo hayan sido los tacos pero para estar seguros me gustaría invitarla a salir este fin de semana, ¿te importaría?. –Esto hizo que el chico se tropezara y que por poco callera al suelo. Estaba aturdido, lo menos que se esperaba es que saliera con algo así. –Woow cuidado!. ¿Estás bien?.
-Si tranquilo solo fue un tropezón. Me decías que te dolía el estomago no? Bueno yo tengo anti-ácidos en mi bolso, ahorita te tomas uno a ver. Seguro lo que sentiste fueron los tacos bro, no estaban muy buenos. Y en cuanto a salir con Lindsay pues no creo hermano. –Respondió el chico con un tono desalentador. Obviamente no podía contarle que él estaba detrás de ella porque le podía decir a Lindsay y lo empeoraría todo, como había pensado, debía tratar el asunto con delicadeza. -¿Y por qué no?. Escucha te pregunte ya que no te quería faltar el respeto ni nada, por el bien del equipo. Pero si me vas a decir que no puedo salir con ella sin ningún motivo eemmm creo que simplemente te ignorare y ya. –Dijo frunciendo el ceño el confundido muchacho rubio.
-No no claro que tengo una razón. Es queee.. No se lo puedes decir a nadie pero, sus padres detestan a los rubios. Si eso. Pertenecen a un grupo así como el kukuxklán pero anti rubios. Ella no está inscrita como tal pero por ser hija de un miembro se le prohíbe tener de igual forma un vínculo amoroso con cualquiera que tuviese el cabello de ese color. Es por eso que ella se lo tiño de negro cuando tuvo edad. –Mintió descaradamente esperando que el ofendido chico se lo creyera. No era precisamente un genio así que creía que su mentira iba a funcionar, al menos hasta que le diera tiempo de poder conseguir el cariño de la chica.
-¡Vaya!. No me puse un montón de químicos en el pelo para volver a pintármelo de castaño, eso nunca, ni por la chica que fuese. Pero se me hace raro lo de la organización, jamás había oído hablar de nada parecido. ¿Cómo dijiste que se llamaba?. –Dijo con una mirada sospechosa e incrédula, pero tampoco es que estaba convencido de que fuese mentira.
-No tiene nombre, quiero decir, si tiene pero Lindsay nunca me ha dicho. Es uno de sus más profundos secretos así que no se lo puedes decir a nadie. Es que si la organización se entera que ellos revelaron su existencia, asesinaran a toda su familia. Y no queremos eso, ¿verdad Sammy?.
-Por supuesto que no. Tu secreto está a salvo conmigo. –Le respondió susurrando el chico puesto que Damian también lo hacía. -Aunque me parece muy injusto por parte de sus padres que piensen así de nosotros pero allá ellos con su conciencia sucia.
Ahora como que si están haciendo efecto los tacos. Tomare uno de los anti-ácidos que me dijiste, te veo luego amigo. Gracias. –Y se salió de la fila, rumbo a disputar una batalla entre el y la comida de la escuela pero no si antes armarse con el anti-ácido que le habían ofrecido.
-Al menos que ya sientan que están muriendo como el chico labios de trucha que acaba de salir, ¡corran más rápido!. ¿O es que acaso están en un desfile de gala?. –Grito la entrenadora Beiste desde una silla alta que había en la entrada de la pista.
-¡Fiugh! Esa estuvo cerca, pobre Sam. Aunque no puedo confiarme, debo actuar pero ya. –Se dijo a si mismo Damian mientras salía de la pista pero no en dirección a los baños sino de regreso a la escuela. Aparte de que debía actuar con cuidado ahora además tenía que hacerlo rápido. No confiaba en que el chico se hubiera tragado del todo aquella ridícula historia y mucho menos en que este no
intentaría invitarla a salir en un futuro.
-¿¡A donde vas Mcginty!? ¿Tambien te cayeron mal los tacos?. Para la próxima me avisan y saco uno de los pollos que siempre tengo de repuesto en mi camioneta en caso de cualquier emergencia. No hay nada mejor que comer ante cualquier situación. –Grito nuevamente desde su asiento.
-Gracias coach pero debo resolver un asunto, ahora vuelvo. –Entro a la escuela y la recorrió con la mayor rapidez posible. Con Sam Evans rondando a su chica y cantándole canciones románticas no le quedaba otra opción; –Oh Artie aquí estas, que bueno
que te encuentro.
-Estoy dentro. ¿Cuándo es la próxima clase? ¿Qué es lo que debo cantar?. –Dijo rojo como un tomate y agitado debido a la carrera que recién había corrido.
-¡Grandioso!. Bueno la próxima clase será el jueves a última hora. Puedes cantar lo que tu quieras, simplemente habla un día antes con los chicos de los instrumentos para que toquen la canción que quieres y listo. Es genial que te nos unas. Ya verás que amaras el club glee, aunque el resto de la escuela no lo crea, somos lo máximo. –Respondió el muchacho con emoción y una gran sonrisa.
-Si genial. Bueno nos veremos el jueves Artie. Gracias por la oportunidad, no los defraudare. –Pronunciaba las palabras con cierta inseguridad. Quizás cantaba bien pero no sabía cómo manejaría el miedo escénico ya que el público más grande frente quien había debutado había sido el que estaba presente el día lunes (Artie y Lindsay), mientras cantaba “Tonight” con su amada. Se sentía realmente asustado pero no le quedaba de otra si quería pasar más tiempo con Lindsay y así evitar que cualquiera se la arrebatara. Además le animaba la idea de entrar en el club ya que de verdad amaba cantar y expresarse a través de la música, solo esperaba que los demás disfrutaran tanto como él.Termino el entrenamiento y se marcho del instituto. Estaba enormemente cansado pero quería hacer algo para conquistar a Lindsay, lo más rápido posible. Llego a su departamento, dejo su mochila y el
resto de las cosas que traía consigo y tomo las llaves de su auto para dirigirse al centro comercial. Ya había ideado un plan que le parecía genial. Compro todo lo que necesitaba y se marcho nuevamente a su casa a preparar todo para ejecutarlo mañana. No tenía mucho que estudiar puesto que el examen del día siguiente era de química.

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-Muy temprano en la mañana Lindsay abrió su casillero como de costumbre, solo que esta vez había una curiosa nota dentro de el. Estaba escrita a mano, con una letra claramente forzada a verse mejor de lo que en realidad era, y decía lo siguiente; “Debería estar en medio de mi proceso de fotosíntesis como el resto de mis amigas pero en cambio me tienen en este feo porrón al lado de una columna”. –La chica no contuvo la risa. Había visto esa letra antes en un pizarrón con más números y símbolos químicos que
letras pero se podía extrapolar fácilmente hasta una tarjeta. Aunque era legible, esos garabaticos no podían ser de nadie más sino del chico de lindos ojos que se había apoderado de sus pensamientos y por más que había intentado no podía hacer que se los devolviera. Supo de inmediato que se trataba de uno de esos juegos de “Busqueda del Tesoro” en donde te esconden pistas en ciertos lugares, que al final te llevan al tan esperado premio. Que en su caso eran asquerosidades que le escondía su hermano (como las “gracias” de su perro dentro de una caja de chocolates) o la llevaban a un extraño lugar donde éste luego la asustaba porque era más pequeña que el. Sabía que en algún momento le había contado por chat esas anécdotas a Damian luego de que este le dijera que odiaba los rompecabezas y ella le comentara que les encantaban. Definitivamente la capacidad de análisis y atención del chico, cada vez la tenían más sorprendida. Como no tenia clases sino hasta la siguiente hora se dispuso a seguirle el juego a ver hasta donde la llevaba. Busco la primera pista que obviamente debía estar en la mata que había junto a la columna que había no muy lejos de donde ella estaba.

-¡Bingo!. Que fácil estuvo esa Damian. Pensé que me la pondrías un poco más difícil al menos. Se dijo a si misma, ya que no había
nadie más a su alrededor, de forma presumida mientras leía la siguiente pista.

“Esa estaba fácil, pero no tanto como la siguiente ecuación de ondas; Tendrás que resolverla para conocer las probabilidades de encontrar la siguiente tarjeta en un espacio y tiempo determinado”.

-¡Guao!. –Exclamo impresionada. Por un momento pensó que el chico la había escuchado ya que había aumentado el nivel de juego de 1 a 100 en un instante, pero no se daría por vencido. Sabía que de la ecuación que hablaba era la de Schrödinger (a quien pueda interesar vea el postulado 3 del siguiente Link para que entiendan de que hablo). Era algo que se veía en química pero también en física lo cual verdaderamente le movió el piso. Se dirigió emocionada a la biblioteca y busco todos dentro de todos los libros de física y química en los que creía salía alguna información, así anduvo por un rato hasta que por fin la encontró.

“Estaba sencilla la ecuación ¿no? Me imagino que lo debiste aprender en la escuela. Basta de cálculos, es hora de un poco de literatura y de una pequeña sorpresa”.

-¡Por fin!. Ya era hora de mi sorpresa. –Se dijo con una gran sonrisa mientras caminaba dando pequeños brincos hacia el club de literatura que quedaba al final de ese mismo pasillo. Al llegar allá se encontró con un salón (no había nadie ya que la mayoría estaba en clases) lleno de libros, pero no como los de la biblioteca, estos eran de “lectura ligera”,
muebles alrededor de una mesa de café, similar a una sala de espera, y al final un baúl de madera en donde al parecer guardaban aquellas ediciones más antiguas que ya no tenían lugar dentro de las repisas.
Al Abrir el baúl se encontró con su caja de chocolates favoritos, solo que esta vez no habían sorpresas de ningún animal adentro, y un peluchito de tortuga.


En el momento no entendía el porqué de este particular animalito pero tampoco le dio mucha cabeza. Simplemente lo amaba así que lo abrazo, olía tal cual el chico que tanto le encantaba, y ahora mas después de aquel gesto.
-Lo único que te voy a pedir es que le llames Linds, es todo. –Escucho su voz proveniente desde la puerta del salón, lo cual hizo que saltara del susto ya que no esperaba que él estuviera espiándola. El naturalmente se acerco hacia ella.
-¿Qué haces aquí? ¿Me estuviste espiando todo este tiempo?.
-¡Por supuesto! ¿Y perderme tu cara cuando encontraras el regalo? Ni hablar.
-¡Eso no vale!. Solo por eso no le llamare como tu quieres. Le pondré Rory, Rory Tortuga Pearce.
-Jaja bueno está bien llámala como gustes. Lo importante es que esa tortuguita no vuelva a esconderse dentro de su caparazón, en especial si hay alguien esperándola afuera para darle todo el cariño que se merece y mucho mas. –Le dijo sonriendo mientras le acariciaba cariñosamente el cabello. Estaba pensando en aquel momento en el que él la había visto de esa manera, por eso le quiso dar un detalle que además fuese simbólico.
-¿Ah? ¿Estás hablando de mi?. –Porque claro que daré cariño, pobrecita no ha hecho nada. –Respondió un poco confundida la chica que por supuesto no estaba segura de a que se refería el chico exactamente.
-Claro que estoy hablando de ti jeje. Pero la pregunta es ¿Cómo sabias que no te mandaría para una casa embrujada o que la sorpresa era un baúl lleno de la popo de todos los animales del circo que está en la ciudad?. Viste que si confías en mi. –Decía con ese gesto que acostumbraba a hacer donde movía las cejas graciosamente y se acercaba cada vez más a la chica.
-Emm bueno. Estemm. ¿Cómo me vas a estar espiando? Que bobo eres así no vale. Y no, aun no confió. Debo irme. –Se separo de él y se dirigió a la salida con la cabeza hacia abajo para que éste no notara lo roja que se había puesto. –Por cierto. G-Gracias. Fue muy lindo todo, m-me encanto. –Dijo en un tono de voz apenas audible la avergonzada chica desde la puerta, para luego alejarse de allí rápidamente.

Damian sonreía de oreja a oreja. La primera fase de su brillante plan para conmoverla había salido tal como esperaba, ya que no creía que cediera tan fácilmente, aunque sabía que ya para cuando culminara, podría conseguir al menos que le concediera una primera cita.

-Lindsay Pierce, prepárate que allá voy!.