[FIC] "Lucky & Charm" ANTEPENÚLTIMO CAPITULO "Drama Kingdom" (Capitulo COMPLETO)

-¡Hannah espera!. Vaya si que eres difícil de encontrar.
-¡Ah, hola Damian!. ¿Como sabes que no es que me estaba escondiendo de ti?.
-¿Lo hacías?. -Pregunto un poco extrañado el exhausto irlandés, quien había pasado la hora de almuerzo buscando desesperadamente a su mejor amiga.
-Nah. Es broma jeje. Estaba en clase de cerámica. Dime, ¿ahora que necesitas duende?.
-¿Y que te hace pensar que solo te busco para pedirte favores?, ¿Que sabes tú si ahora soy yo quien hará algo por ti?.
-¡Vaya eso si que seria una sorpresa! ¿Lo harás?. -Y lanzo una de esas pequeñas y rasposas carcajadas tan típicas de ella, quien por lo general estaba de muy buen humor.
-Bueno algo asi. Quiero mas bien hacerte una proposición. Se que te parecerá extraño pero pues, somos amigos ¿no?... ¡Jesus!, esto es mas difícil de lo que pensé. -Se le hacia algo complicado ya que consideraba que pedirle el favor de que saliera con un chico, por muy incondicional que ésta fuese con el, era un abuso. Solo por eso, ya que el irlandés podía llegar a ser en verdad despistado y no se había percatado de los enormes sentimientos que ella tenia hacia el.
-Vamos Damo ¿que ocurre?, ¿me vas a pedir matrimonio acaso?. Porque si es asi tengo que ver la sortija primero a ver si vale la pena casarme contigo, aunque no me extrañaría que fuese muy lujosa porque nadie me saca de la cabeza que guardas una olla de oro de verdad en tu sótano y por eso tu familia es adinerada. -Ella acostumbraba a usar los chistes como cortina de humo y asi apantallar sus verdaderos sentimientos.
-La olla de oro está en el sótano de mi abuela, ¿o es que pensabas que guardaría tanto dinero en mi casa? Jah, bobita. Quiero pedirte mas bien salir en una cita ¿sabes?, p-pero una de verdad. Con restaurante y todo. -Movió sus cejas y le sonrió. -¿Que opinas de eso?. -La chica definitivamente no esperaba esta propuesta, y la expresión de su rostro era una prueba irrefutable de ello. ¿Por fin se cumpliría su mas deseado y constante sueño de que el se fijara en ella, mas que como solo una amiga?, ¿la salida tenia otras intenciones implícitas?, quizás si, ya que como el mismo había dicho "era con restaurante y todo". El ritmo de su corazón se aceleró como a 400 pulsaciones por minuto -aproximadamente el doble-. Por un instante pensó en hacer uno de sus típicos chistes pero algo le decía que este no era momento, por una vez debía hablar seriamente acerca de sus sentimientos. Lo único que no encajaba era que hasta no hace mucho lo había visto de lo mas amoroso con Lindsay, pero en quien menos quería pensar era en ella -típico; el corazón haciendo de las suyas y la razón cayendo a su merced, como si no tuviese voz ni voto para opinar- .
-¡Guao creo que tienes razón! Sí que me parece extraño jeje. D-definitivamente no lo esperaba Dami. ¿E-estas hablando en serio?. -Para ella era la propuesta mas seria de la historia, pero tenia que confirmar que no eran solo ideas suyas, tampoco era tan ilusa.
-¡Por supuesto mi querida amiga!. No te mentiría con algo tan serio. Y mis bromas de dia de los inocentes involucran mas cafés salados y estados de facebook falsos y comprometedores que cualquier otra cosa, asi que te aseguro que ésta no es una de ellas. Entonces, ¿Que te parece la idea?.
-B-bueno esta bien. Y si tu invitas con mas razón jaja. -Respondió con una sonrisa de oreja a oreja, y con mucha razón; ¡Era su primera cita!. Y con el chico de sus sueños. -No en serio Dami, me alegra que me hayas hecho esta invitación por que hay algo de lo que siempre he querido hablarte p-pero no había encontrado la oportunidad. -Aunque se sentía bastante avergonzada deseaba liberarse de aquella carga que tanto le había pesado con el pasar del tiempo. Pensaba que de alguna manera seria correspondida ya que, después de todo, el la había invitado a salir formalmente. Los nervios, el alivio y la alegría que sentía no se los arrebataría absolutamente nada ni nadie, bueno, quizás el comentario que escucho a continuación sí.
-¡¿Que?! ¿Como sabes que yo pagare?, ¿Sam ya te había hablado de esto?. ¡Jesus y yo tan asustado que estaba por pedírtelo! Bueno así esa sabandija no se llevara todo el credito jaja, aunque eso sinceramente es lo de menos. Me alegra que ya se hayan puesto de acuerdo los dos para salir. Ya veras que las tres parejas la pasaremos genial, las cosas van saliendo de maravilla con Lindsay. -Respondió de la forma mas alegre e inocente posible. -Es que no hemos tenido tiempo de ponernos al dia con tantos exámenes la semana pasada, gracias al cielo ya tendremos chance. -Ahora era él quien se sentía aliviado por no tener que venderle mucho la idea de la cita a su amiga. Ella por otro lado no podía estar mas desorientada. No tenia idea de lo que el chico le había dicho, pero sabia que involucraba las frases "salir con Sam", "Estar de maravilla con Lindsay", "Tres parejas", asi que no podía ser nada bueno para ella, mucho menos para su corazón que en ese punto, a cualquier mínima perturbación, se rompería en pedazos cual frágil hoja seca en dias de otoño.
-¡¿C-como?! ¿De que hablas?, ¿que se supone que debía hablar Sam conmigo de una salida? ¿Que es eso de las tres parejas?. -Preguntaba, pero sin realmente querer saber ninguna de las respuestas.
-¡Wow!. Creeme que ahora estoy casi tan confundido como tu. ¿Entonces no has hablado con Sam Evans entre ayer y hoy?. -Ella negó con la cabeza y una desorientada mirada.
-Ya veo. Bueno pues entonces olvida lo que te dije acerca de que yo pagare ¿de acuerdo?, no escuchaste nada de mi al respecto. -Hizo un gesto característico de cualquiera que hubiese hecho una travesura, ella uno que lo invitaba a seguir explicando el confuso escenario, asi que continuó hablando. -Bueno todo comenzó cuando estábamos corriendo en la pista de atletismo, te juro que la entrenadora Beiste quería matarnos del cansancio ese dia, y Sam se me acercó para preguntarme si podía invitar a salir a Lindsay, yo no quería que lo hiciera asi que inventé una estúpida historia sobre un Kukuxklan contra rubios. En fin, es una historia muy larga, lo cierto es que sin planificarlo surgió una cita triple para el viernes en la noche en Breadstix; Cameron ira con Marissa, yo con Lindsay, y a Sam le entusiasmo la idea de salir contigo. ¿Te animas?. -Finalizo con una enorme sonrisa, a la cual ni ella ni nadie podían negarse. Por un momento le molesto muchísimo la idea de ser incapaz de, asi sea por una vez, poderle dar un no como respuesta al chico.
-D-de acuerdo iré, pero solo porque amo los camarones rebosados que preparan allá y Sammy tampoco esta tan mal que se diga jeje. -Aunque un fuerte nudo en su garganta amenazaba con zafarse, debía ser fuerte y las bromas en verdad le facilitaban el trabajo.
-¡¡Genial!!. Por eso es que eres la mejor amiga del mundo y siempre lo serás. Incluso me habías dicho que si, sin saber quien iba a ser tu acompañante, gracias Hannah. Ya veras que la pasaras muy bien. Sam es un buen tipo, aunque igual estaré cuidando de ti porque si te hace daño lo matare. ¡Ups! casi lo olvido, querías decirme algo. Hay muchas cosas también que tengo que contarte de Linds, en verdad que me tiene loco, nunca me había sentido asi por nadie. Pero vamos, tu primero. -Esa era la perturbación que necesitaba el corazón de la chica para romperse en mil pedazos. Si los ojos eran la ventana del alma, ésta estaba sumamente empañada con saladas lágrimas y quizás por eso el irlandés no podía ver a través de ella para asi darse cuenta de lo mucho que su amiga sufría por el.
-¡Ay pero mira que romántica eres!, quieres llorar de emoción por salir con Sam. Me tenías escondido que te gustaba tanto. Eso era lo que querías decirme ¿no?. -Preguntó con una mirada picarona.
-¡Pues claro!. ¿Que mas iba a ser?, duende bobo y despistado. -Sonrió, pero luego bajó la cabeza con la esperanza de que él no notará la lágrima que recién había caído sobre su colorado rostro, aunque ésta era muy evidente.
-Tu si que eres una ternura. -Decía estrujandole las mejillas como si fuese una bebe.
-Que bueno que todo salio mejor de lo que esperaba. Se ven que ustedes hacen muy buena pareja. Bueno, tengo que irme; quede con Lindsay en ensayar para la audición de West Sides History de mañana. Jesus, estoy muy nervioso pero tengo un muy buen presentimiento de que nos escogerán para hacer de Tony y Maria. Te veo mas tarde amiga, saluda a Sam de mi parte. -La abrazo, le dio un gran beso en la frente y se despidió guiñandole el ojo. Solo había una cosa que ella deseaba mas que al chico en ese momento y era estar sola en su casa para desahogar todo ese llanto que tenia en su interior.
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La tan esperada noche finalmente había llegado. Como si no eran suficientes los nervios que sentía por el resultado de la audición -en la cual ambos habían estado fenomenales, realmente puedieron convencer a los jueces de que eran la pareja ideal para el musical, sin embargo aun faltaba el veredicto final- ahora tenía sobre sus hombros la presión que implicaba la logística de la velada a celebrarse en pocas horas. Esa misma semana había ido personalmente a reservar las mesas para ese dia, llevó a lavar su automóvil y buscó un lindo ramo de flores violetas que mando a preparar especialmente para Lindsay, cosa que le pareció un poco irónica ya que recordó cuando ella le rechazó el primero que mandó a hacer, pero creía que éste si lo recibiría como debía.
Despeinó adecuadamente los últimos mechones de cabello que debía despeinar, se roció la colonia que sabia que a ella le encantaba y se apresuró a buscarla, un poco mas temprano en caso de que hubiese algún inconveniente poderlo resolver a tiempo antes de que llegaran los otros cuatro. Deseaba que todo saliera perfecto, en verdad se había esforzado para ello y nada podía arruinar la prometedora noche; eso creía él al menos.
Ya era costumbre que la chica estuviera lista a tiempo, cada vez mas hermosa, y que coquetearan en la entrada de su casa, al subir al automóvil y por supuesto en el camino. Solo que en esta oportunidad le aseguró que no podía hacer la misma gracia del fin de semana pasado y debía estar de regreso antes de la media noche. El bromeó diciendo que ella era su princesa cenicienta, que la había ido a buscar en una carroza que él mismo había confeccionado a partir de una calabaza que tenía Cameron en su cochera ya que era un duende mágico, y que tenía razón la semana pasada cuando le aseguraba que él era su príncipe azul. Ella no podía dejar de reír con cada comentario que le añadía a la historia asi que se dispuso a seguirle el juego, pero finalizó diciendo que si tenia que ser una princesa seria Blanca Nieves, ya que era su favorita y se consideraba muy parecida a ella.

-Hola, buenas noches. Mesa para seis, por favor. -Pidió al recepcionista al llegar al restaurante.
-¡Vaya pero que vocesota para un chico tan tiernito como tu! ¿Eres extranjero verdad?, ¿me indicas tu nombre guapo?. -Respondió coquetamente el chico de la recepción, el cual habría hecho lucir a Kurt Hummel como el hombre más macho de la historia si lo tuviese al lado.
-Emm, sip. Soy de Irlanda. Mi nombre es Damian Mcginty. ¿Ya me ubicaste en la lista?. -Preguntó a manera de apresurar al muchacho, ya que no tenia intenciones de durar mucho tiempo allí esperando por una mesa.
-Yo soy Jeff, en caso de hayas querido saber. -Le guiñó el ojo y miró a Lindsay de arriba a abajo, cosa que a la chica le incomodó. -Pero te tengo malas noticias Damian, no te encuentro por ningun lado de la lista. Aunque si quieres mesa, en mi casa tengo una, pero solo para dos personas.
-No gracias. -Respondió amablemente, al parecer no quería pensar mucho en la idea de que ese chico estuviese coqueteando con el. -¡¿Y como que no me encuentran?!. Yo mismo reserve personalmente la mesa el martes. Me atendió un chica rubia de ojos verdes. Buscala por favor. -Ya había empezado a preocuparle la idea de no tener mesas, cosa que hizo que su ceño se frunciera.
-Ay pero no te molestes mira que las arrugas no le harán nada bien a tu lindo rostro. Debiste hablar con Mirian. Dame un segundo, iré a buscarla.

-¿El ya salió del closet verdad?. -Susurró a Lindsay, que ya se sentía algo molesta con todo el asunto de la coqueteadera del chico, esperando que esta vez estuviese empleando bien el dicho.
-Dudo mucho que alguna vez haya estado dentro Damian. -Respondió muy segura de sí misma y con una ceja levantada.

-Buenas noches. ¡Oh si ya se quien eres!. Tu viniste el martes al final de la tarde, te recuerdo porque me pareciste super lindo y además hablabas raro, jiji. -Ahora no era un joven quien le coqueteaba a su chico sino mucho peor, una chica, linda además y al parecer muy extrovertida. Lindsay creía que no se podía sentir mas incomoda pero había estado errada.
-Sip, yo mismo soy, jeje. Gracias. ¿Tendrás lista mi mesa?. -Tenia una sonrisa en su rostro la cual fue suprimida instantáneamente por un pisoton y una mirada asesina de parte de su compañera de cita.
-¡Uy lo siento mucho!. Debí haberme distraído contigo ese dia y olvide anotarla, ¡Upsi!. Pero casualmente acaban de desocupar tres mesas pequeñas para dos personas.
-Si las tomo, llevame rápido hasta allá por favor.
-Y con mucho gusto, pasen por aquí por favor. -El tomó la mano de su chica, que claramente había tenido un pequeño ataque de celos, y beso tiernamente su mejilla como queriendole decir que todo iba a salir bien, que no ocurria nada. Ella tomo de buena manera el gesto e ignoro lo ocurrido; la salida no había empezado precisamente de la mejor manera pero no tenia intenciones de hacer más drama al respecto.
-Las mesas son esta, la que esta a dos puestos más y aquella del final. -Señaló una que se encontraba al otro extremo del sitio.
-¡¿Qué?! ¡Pero si están separadisimas!. ¿Como estaré pendiente de cada una si se encuentran tan lejos?. ¿Estás segura que no hay nada disponible para seis personas?.
-Tan segura como de que me encanta el acento que tienes y el color de tus ojos, jiji. Bueno los dejo, con permiso. -La chica sonrió a ambos y regreso a sus labores. Se notaba que era mucho mayor, por eso Lindsay bajó un poco la guardia, sin embargo pasaría la noche cuidando que nadie le arrebatara a su chico.

-Lo siento mucho Linds. No le reclame ni nada por que es que me da pena con ella, creo que solo quería ser amable. Pero no fue porque yo le haya antes coqueteado ¿eh?. -Comento rápidamente una vez que se sentaron en su mesa. Le asustaba enormemente la idea de que siguieran los problemas gracias a los piropos que pudiera hacerle cualquier chica, y en este caso también un chico. -Además, no quiero enemistarme con nadie aquí; eso de que los empleados escupen tu comida si les caes mal no es ningun mito ¿sabes?. Karofsky contó que una vez escupió en cada una de las ostras de un tipo, solo por que el sujeto una vez hizo que lo suspendieran toda la semana porque había molestado a su hijo. Pobre señor.
-¡Asco Damian! Hay cosas de las que es preferible no enterarse jamás. Y tranquilo. No quiero dramas esta noche, solo seremos tu y yo. -Le sonrió cariñosamente, una vez que se borró la expresión de asco y repulsión que tenia en el rostro, por supuesto. -Ah y Marissa y Cameron, pero me alegra que estén en otra mesa; asi cada quien tendrá mas privacidad. Aunque no entiendo Damo, ¿por que 6 personas?, que yo sepa solo eramos nosotros cuatro. -De tantos compromisos que había tenido esa semana había olvidado por completo decirle que también estarían Sam y Hannah. De hecho tampoco le había comentado de la otra pareja, pero no había sido necesario ya que Marissa se había encargado de contarle todos los detalles sobre la declaración de Cameron.
-Dios mio ¡Pero que idiota!, olvide completamente decirte.
-¿Decirme que?. -Preguntó entre cerrando los ojos y arqueando las cejas.
-¡Yuju Damian!, ¡por aquí!. -Se escuchó desde la entrada.
-¡Sam, Hannah!. Voy para allá. Luego te explico Linds. -Besó su mano y fue rápidamente a ubicar a los recién llegados, después de todo, el era el anfitrión de la noche. -Bueno Linds, supongo que tu debes conocer a Hannah y Sam mejor que yo ya que llevan contigo un buen rato en el club glee.
-¡Si claro, por supuesto!. ¿Como están chicos?. ¿Ahora salen juntos?. Lo tenían muy escondido ¿no?. -Rió haciendo un gesto pícaro. Sintió un alivio enorme al verlos como pareja ya que siempre había sospechado que la chica estaba enamorada de Damian. En realidad era tan obvia que solo él no estaba al tanto de ello.
-La verdad es que soy fanática de los camarones de Breadstix, pero no hay que negar que Sammy es todo un encanto, ¿verdad cariño?. -La pelirroja soltó una carcajada y le dió un pequeño y coqueto golpe al rubio. Su plan de la noche era hacer un esfuerzo épico para disimular totalmente los celos y la tristeza que sentía de ver a su enamorado con otra. Afortunadamente encontraba a su compañero muy divertido, asi que al parecer su labor seria más sencilla.
-Y eso que no me ha visto hacer mis mejores movimientos. -Dicho esto comenzó a menearse como todo un striper, cosa que hizo que las personas de las mesas vecinas voltearan a verlo.
-¡Pero que pasos tan geniales!. -Exclamo Damian soltando una carcajada. -A ver yo quiero intentar.
-¡Heeeey Damo! Por que mas bien no los acompañas a su mesa ¿Quieres?. Deben estar hambrientos. -Interrumpió Lindsay rápidamente ya que estaba clara que su pareja tenia el pie derecho donde debía ir el izquierdo y viceversa, así que su sincronización no era muy buena.
-Cierto, lo olvidaba. Siganme, s'il vous plaît. -Imitó por un momento a un mesonero francés, los ubicó dos puestos mas de donde él y Lindsay se encontraban, y se dirigió de nuevo a su asiento -no sin antes seguir con la dinámica francesa, despidiéndose como tal-. Hannah, naturalmente, no pudo evitar reírse de sus payasadas y mirarlo embobadamente hasta que se instaló en su puesto.
-Entonces Hannah, ¿cuando piensas declarartele?. -La interrumpió de su trance el chico boca de trucha.
-¡¿Q-que, c-como dices?. ¿D-declarmele a quien?. No se de que hablas. -Intentó disimular un poco pero su risa nerviosa la terminó delatando.
-Vaya, y después dicen que yo soy el tonto que nunca se da cuenta de nada. ¿No me digas que Damian no tiene idea todavía de que estas enamorada de el?.
-Ni la mas mínima. -Bajó la cabeza avergonzada. -¿Tan obvia soy?.
-Solo un verdadero tonto no se daría cuenta, así que parece que el preparador de química no es tan genio como dicen. -Esto hizo que la chica riera un poco, pero aun no dejaba de verse nerviosamente las manos que tenia sobre la mesa. Justo en ese momento aparecieron en escena también las manos del chico, esta vez sosteniendo las suyas y apretandolas cariñosamente. Sorprendida por tan lindo gesto, procedió a mirarlo a los ojos.
-Escucha tengo que confesarte que cuando te vi por primera vez en el club glee el año pasado me llamaste mucho la atención. Pensé en invitarte a salir pero noté que te la pasabas mucho con Damian y su amigo de lentes que recuerdo el nombre.
-Cameron. -Agregó espontáneamente, arrepintiendose al instante de haber interrumpido aquella tierna confesión. -Ups lo siento, continua.
-Emm si el mismo. Como te iba diciendo, claramente se notaba que te gustaba asi que no quise entrometerme por que no sabia si el sentía lo mismo por ti. Luego simplemente me olvide de ese asunto y me enfoqué en Mercedes, pero creo que ambos sabemos que eso no tiene futuro, así como tampoco lo tienes tú con Damian, ya que es obvio que esta enamorado de Lindsay y ella de él. -Ella, resignada, asintió.
-Entonces te propongo un trato; permitámonos ser felices y pasar un rato agradable ¿si?, sin preocuparnos por los demás. Solo divirtamonos y veremos que pasa. ¿Trato?. -Soltó su mano pero solo porque ofreció estrecharsela.
-Creo que tienes razón en todo Sam. Asi que, trato hecho. -Le devolvió el apretón acompañado de una tierna sonrisa y un abrazo, aún desde sus asientos.

-¡Ay pero mira que cuchitura Linds!. -Exclamo refiriéndose a la reciente pareja. -¿Dime si soy o no el primo irlandés de cupido?, aunque sin ese feo pañal y mas apuesto. -Su intento por animar a la joven, luego de el fallido comienzo de cita, al parecer había tenido efecto ya que la hizo reír, quizás hasta más de lo que esperaba. -¿Y tu de que tanto te ríes?.
-De nada. Simplemente te imagine gordito, con rulos, las mejillas rosadas, un gran pañal y volando por los aires lanzando flechas de corazones. ¡Eso si que sería adorable!. Deberías disfrazarte asi para carnaval.
-Ja, ja. Muy graciosa. -Rió sarcasticamente, aunque en el fondo sí le parecía comico.
-Hablando en serio cupido, anda a atender a tu otro par de enamorados que acaba de llegar, mientras le pido a tu querido amigo Jeff la carta.
-Estas demasiado chistosa hoy ¿no?.
-Digamos que me debes unas cuantas y me las estoy descobrando. -Le sonrió pero con una mirada desafiante. El le devolvió el gesto, al mismo tiempo que se dirigía a recibir a Cameron y Marissa, y repetir el protocolo que tuvo con Sam y Hannah.

-¡Hola Mari! Que bueno que llegaron. ¿Nerviosa?. -Saludó Lindsay a su amiga con un abrazo, mientras Cameron hablaba aparte con Damian.
-¡Hey Linds!, bueno un poco, estoy ansiosa mejor dicho. Hacia mucho tiempo que esperaba este momento, espero no arruinarlo. -Respondió feliz pero nerviosa. -¿Algún consejo?.
-Cuidate de Jeff, creo que lo reconocerás cuando lo veas, y de Mirian; son un poco "roba parejas", pero no los molestes porque te pueden escupir la comida. -Advirtió un poco traumada por la historia que le había contado Damian.
-Okeeey. -Exclamó con cara de "WTF". -No era el tipo de consejo que tenia en mente pero esta bien. ¿Son esos Sam Evans y Hannah Mclawain, del club glee?.
-Sip, pero no preguntes. Estoy tan sorprendida como tu.
-Siempre pensé que ella estaba enamorada de Damian. Pero me alegro por ella.
-Escuche Damian por aqui. ¿Que paso?. -Se incorporó repentinamente, ya que había terminado de tranquilizar a Cameron.
-¡Ups!. Nada, ya nos íbamos. -Su amiga le alzó los pulgares en señal de buena suerte y se ubicaron en la apartada mesa restante.

-¿Como está Cameron?. -Preguntó rápidamente antes de que él prosiguiera con el tema anterior; ella no tenia intención alguna de revelarle los sentimientos de Hannah.
-Esta hecho un manojo de nervios. No creo que vaya a lograrlo. Tendré que estar muy pendiente de él el resto de la noche, no me extraña que se desmaye en cualquier momento. -Comento preocupado.
-Solo eso faltaba. -Agregó Lindsay, que ya se encontraba un poco desanimada ya que la cita no estaba saliendo como ella esperaba. -Bueno, ¿ordenamos?.
-¡Si por supuesto!, me había olvidado de comer.

El sitio estaba bastante lleno esa noche, como todos los fines de semana -incluso habían visto a la entrenadora Beiste ordenando para llevar un pollo relleno de pollo, acompañado con tacos de pollo, con extra pollo, alitas de pollo y una coca cola dietética-, por lo tanto la comida iba a tardar mucho mas en llegar.
Damian había enfocado su atención en supervisar a las otras parejas, mucho mas que a la suya.
Había tenido que ir un par de veces a la mesa de Hannah y Sam; la primera para decirle al chico que sí podía pedir cualquier cosa mientras no tuviese que hipotecar luego su casa para pagar la cuenta, y la segunda para explicarle a Hannah lo básico sobre fútbol ya que no entendía ni una palabra de los terminos que usaba Sam. Sin embargo, la situacion realmente preocupante era la de Cameron; la cita llevaba aproximadamente 30 minutos en los que el chico apenas había dicho 5 palabras, de las cuales 4 habían sido "La carta por favor". Por lo que "cupido irlandés" se vió en la necesidad de intervenir una vez mas.
-Esperame un momentito otra vez Linds, es que veo a Cam en una situación critica, ya vuelvo. Te quiero mucho. -Se levanto y beso su mejilla rápidamente a ver si asi no se obstinaba mas de lo que ya estaba.
-Su situación no es la única que está critica. -Murumuró, pero el ya se había ido a encontrar con su amigo, quien lo llevó fuera del restaurante con la excusa de que lo ayudara a revisar el "waramilizador" de su auto.

-¿Que pasa bro?. Este es el momento que habías estado esperando. ¿Puedes. siquiera dirigirle la palabra?.
-E-es que estoy muy nervioso. Esta es mi primera cita y no se que decir o de que hablarle. -Respondió el nerd frustrado.
-Primer consejo, y esto funciona siempre, a las chicas les encanta hablar de si mismas; así que, al menos de que tengas una historia asombrosa de ti que contarle, no importa que sea mentira, te recomiendo que te limites a simplemente preguntarle cosas de su vida personal y escuchar con mucha atención cada palabra que te dice. ¿Me entendiste bien?.
-Perfectamente. Cosas personales, ¡Muy buen consejo!. Le preguntare cuando fué la primera vez que le vino su periodo menstrual.
-¡Tan personales noo!, idiota. Además ¿para que querrías saber eso?.
-No lo se, pensé que eso era algo muy personal y por eso podía preguntarle.
-Demasiado personal diría yo. Que te parece algo menos enfermizo como que le gusta hacer en sus ratos libres, ó que tipo de música escucha ¿Si?. Y no olvides ser espontáneo, sorprenderla siempre; eso les encanta.
-¡Vaya! No pensé que diría esto duende, pero eres un genio.
-Lo se. -Respondió presumidamente. -Ahora vamos a rockear en esas citas.
-¡Siii vamos!. -Y entraron eufóricos de nuevo al restaurante. Pero al parecer ya habían empezado a rockear sin ellos por que estaba puesta la canción "YMCA" de The Village People, luces de colores por todos lados, y los gritos de muchas mujeres, y Jeff. Breadstix era uno de esos lugares donde cada vez que colocaban esa canción, todos los mesoneros hacían una coreografía para animar el sitio. Solo que en esta oportunidad también contaban con la presencia de "El chocolate blanco", como lo llamaba el DJ por el micrófono, y su sensual baile que tenía locas a todas las chicas del lugar -sin obviar a Jeff-.
-¡Amigo mira como Sam tiene locas a todas las chicas aquí!. Incluyendo a Marissa. -Comentó Cameron desde la entrada del sitio, de donde se veía claramente todo el espectáculo. -Tengo que hacer algo.
-¿Ah si?. ¿Y que tienes en mente?.
-Seguir tu sabio consejo. Se que me arrepentiré de esto algun dia pero, no tengo otra opción.
-¿De que rayos hablas nerdo?. No me asustes. -Preguntó preocupado, temiendo que hiciera lo que él estaba pensando. -Ni se te ocurra ir a... -No pudo terminar la frase ya que el chico lo había arrastrado al medio de la pista de baile.
-¡Ayudame duende!. -Exclamó el nerd una vez incorporado en la coreografía, este video musical era un patrimonio cultural de America, asi que la conocía perfectamente. Damian por otro lado jamás había escuchado la canción, mucho menos visto el video, y sabia que seguir coreografías no era lo suyo; asi que se limitó a imitar el "baile sensual" de Sam el cual, no estaba seguro si por que les daba risa o les parecía sexy, volvió mas loco aún al publico femenino. El rubio se entusiasmó al ver a sus dos amigos unírsele, así que los ayudo con el baile.
-¡Pero que gran noche señores y señoras!. No solo tenemos con nosotros a nuestro querido "chocolate blanco", ahora también se nos ha unido un chico de enormes gafas con las que mira bien que corazón romperá esta noche y, según me informan por aquí, un irlandés que vino del otro lado del mundo a robarles el aliento y todo el oro que tengan para guardarlo en su olla ¡asi que tengan cuidado!. -Se escuchó gritar al DJ a través del micrófono. Las chicas estaban impactadas; Hannah fascinada con Sam, Marissa sorprendida con Cameron -le había encantado lo espontáneo que había sido-, y Lindsay muerta de risa viendo a su enamorado bailar, no era tan desastroso como pensaba ella, de hecho, el baile había de alguna forma rescatado el interés de la chica por la cita, el cual sinceramente se estaba yendo en picada. -¡Un aplauso para nuestros bailarines e invitados especiales!. -Y asi continuó despidiendolos el animador, después cada quien regresó a la normalidad.
-¿Asi estuvo bien o querías que fuese más sexy?. -Preguntó divertidamente Damian una vez que se encontró nuevamente con su chica en la mesa.
-Creo que fue demasiada sensualidad por una noche. Te juro que por un momento creí que esto se trataba de un episodio de "Dissaster Date".
-¿De qué?.
-Dissaster Date, un programa de cámaras escondidas que pasan aquí donde un cómplice hace que la cita sea desastrosa y por cada minuto que dura le pagan un dolar. Bueno aunque me haya parecido graciosisimo exijo mis 100 dolares. -Lo abrazó riendo para que supiera que estaba bromeando. El le habría seguido el juego pero hubo algo que atrajo más su atención.
-¿Que hace esa botella de vino aquí?. Pensé que no bebias mucho.
-Yo creí que la habías ordenado tú. -Respondió más extrañada aún.
-Ay linda se me olvido decirte, te la mando aquel chico lindo de blazer que está por allá. Por cierto galán, buen trabajo allá en la pista. -Llegó diciendo Jeff mientras por fin servía la comida en la mesa. Damian reconocía ese blazer, esa actitud, esa cara presumida. Solo podía tratarse de un estudiante de la Academia Dalton.
Se puso furico con la idea de que ese chico estuviese tratando de robarle a su "casi novia", mientras el no estaba en la mesa.
-Ya vuelvo. -Murmuró enojado mientras se levantaba de la mesa y agarraba la botella de mala gana.
-¡Hey Damian espera! ¿Que vas a hacer?. -Lo detuvo Lindsay asustada. -Deja eso asi.
-No haré nada. Solo colocaré esta botella por donde jamás le entra al sol a ver si así aprende a respetar a las parejas ajenas, ya que ni creas que pienso calarme esas actitudes.
-¡Ni siquiera lo pienses!. ¿Entonces yo si tengo que calarme que todas las meseras, y meseros, de aquí te coqueteen?, ¿que te levantes cada 5 minutos a atender cualquier asunto?, ¿que te intereses por cualquier persona menos por mi?. En serio Damo, esta cita esta funcionando para todos menos para nosotros. -Finalmente se desahogó la chica.
-Tienes razón Linds, esto es un desastre. Lo siento mucho... Pero tengo una mejor idea, que bueno que aún faltan un par de horas para las 12. Toma tu abrigo y tus flores y vamonos de aquí, pediremos esta comida para llevar.
-Okey pero ¿cuales flores?.
-¡Rayos!. -Había olvidado completamente entregárselas, de hecho las había dejado en su departamento. -Bueno no importa, vamos antes de que los demás pregunten.
-De acuerdo pero recuerda que tienes que pagar la cuenta de Sam, así que te recomiendo pasar antes por allá.
-¡Cierto!, por eso es que te quiero tanto, no se te escapa nada, ya vuelvo. -Fué rápidamente hacia la mesa de sus amigos, metió dinero suficiente en el bolsillo de la camisa de Sam diciendo "tu no has visto nada Hannah", y se marchó antes de que le hicieran preguntas. Las parejas ya estaban tan entretenidas que apenas les importaba que los anfitriones se marcharan. Cuando iban de salida pasaron a un lado de donde estaba sentado el chico de la Academia Dalton y Damian no pudo evitar molestarlo antes de marcharse. -¡Gracias por la botella amigo!, ahora tendremos que tomar toda la noche. -Movió las cejas y le sonrió chocantemente. -¡Idiota! -El muchacho se enfureció por el comentario del irlandés pero para cuando reaccionó la pareja ya estaba en el automóvil riéndose a cuestas de él.

-En serio Damian, esa ha sido la cita mas extraña que he tenido en mi vida. -Comentó la chica a mitad de camino.
-Querrás decir que es la cita mas extraña que estás teniendo, porque la noche aun no termina querida.
-¿A donde vamos?
-Ya verás. -Le contestó sonriente.

Antes de llegar a su destino, el chico como pudo le vendó los ojos, con cuidado la subió hasta la terraza de su edificio -donde la vista de la ciudad y la forma en que el gran cielo estrellado la iluminaba eran de verdad un hermoso espectáculo-, y tan rápido como pudo acomodó una pequeña mesa con su respectivo mantel, una vela, la comida que habían pedido en Breadstix, copas y la botella de vino cortesía del admirador de Lindsay.
-¡Tarán!. -Exclamó quitándole la venda de los ojos y entregándole el famoso ramo de flores violetas. Ella, en efecto, las recibió muy contenta y con un increíble brillo en los ojos mientras observaba lo lindo y romántico que lucía todo su al rededor. -No es en un restaurante pero tu estas mas hermosa que de costumbre, yo me esforce por lucir decente, tenemos comida, vino y el resto de la noche para sorprendernos con todas las historias que ni yo mismo podré creer, así que yo creo que es una cita de enamorados. Y quien sabe, quizás me gané algun besito por haber salvado la salida ¿no?, o haberlo intentado al menos.
-¡Guao!, estos es... No te tengo palabras. Pero no cantes victoria aun, tengo que escuchar esas historias primero y probar la comida y el vino.

El chico en verdad salvó la noche. El resto de la velada estuvo realmente hermosa. Luego de comer tendieron una manta en el suelo y se acostaron tomados de las manos a ver las estrellas y reírse hasta mas no poder con los famosos relatos de Damian. Todo el desastre de un principio se vió compensado en esas dos maravillosas horas, que transcurrieron como si hubiesen sido minutos.

-¡Rayos Damo levantate!. Son las 11:45. Tendré serios problemas con mis padres si llego un minuto luego de las 12.
-Y tendrás serios problemas conmigo si no te quedas un minuto más. -Se aferró a ella para que no se fuera, pero sabía que ya había llegado la hora de marcharse.
-Hablo en serio Damian. Al menos que quieras no salir más conmigo el resto del año por estar castigada, te recomiendo llevarme ahora.
-¡Aghh, de acuerdo!. Pero con una condición.
-¿Y ahora que? Duende aprovechador. En verdad necesito irme.
-Y yo necesito un beso tuyo. Asi que estamos en la misma situacion.
-¡Oh no! Esta no es para nada la misma situación. Esto es serio Damian. Me mataran si no llego a tiempo asi que vamonos.
-Y a mi me matarán las ganas también si no me besas. Asi que esto también es serio. -Insistía el chico, que en verdad no pensaba moverse hasta obtener lo que quería.
-He dicho que no. -Reprochaba ella haciéndose la dura.
-Pues entonces de aquí no me muevo.
-No serias capaz.
-¿Ah no?, pues mirame. -Y se acostó nuevamente sobre la manta con las manos sobre la cabeza.
-¡Ashh esta bien!. Como siempre digo, ¡tu si que no desperdicias una oportunidad para molestarme!. -Exclamó supuestamente enfadada, pero no lograba engañarse ni a si misma.
-Y tu ninguna para darme un beso. -En eso se levantó del suelo y por fin cumplió su deseo de la noche. El único detalle es que no se saldría del todo con las suyas ya que justo en el momento mas emocionante la chica se separó a propósito, dejándolo con más ganas de seguirla besando que nunca.
-¡Listo vamonos!. Y no quiero más juegos Damian; solo faltan 10 minutos para la media noche y si me castigan por tu culpa seré yo quien te mataré.
-Si ya entendí. Y sabes que te gustan mis juegos así que no te quejes. -La abrazó fuertemente levantándola del suelo y dándole un gran beso en la mejilla para contentarla. -Además, ambos sabemos que el juego no ha terminado, apenas comienza. -Movió sus cejas como de costumbre y se dirigió finalmente al auto.
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-11:57 mi linda princesita, justo a tiempo. -Dijo el chico una vez que llegaron a la casa de Lindsay.
-¡Genial!. Disculpa por el apuro Damo, pero es que en verdad quiero estar de buenas con mis padres, odio sus sermones. -Comentó un poco afligida ya que ella tampoco quería terminar la noche aún. -Asi que, buenas noches.
-¡Hey espera!, aun nos quedan 3 minutos. -La detuvo el chico. -Es que, quería preguntarte, o mas bien comentarte, emmm.
-¿Que paso Damo?, apresurate, como tu dijiste nos quedan... Bueno ya son 2 minutos.
-Bueno es que esta noche en verdad no fuí un buen cupido.
-¿De que hablas?. Hiciste un gran trabajo con esas dos parejas en Breadstix, a pesar de todo.
-Pero no uní la más importante, a ti y a mi. Y eso que use gran parte de mi arsenal de flechas de corazones. -Bromeó. -En verdad quiero una relación seria contigo Linds. Se que no es el momento, mucho menos hay tiempo para hablar de esto, pero quería que lo supieras.
-Bueno, quizás haya tiempo después del baile de invierno, cuando vayas a entregarme mi zapatilla de cristal. -Respondió coquetamente mientras se bajaba del auto.
-Creo que no entendí. -Replicó el joven confundido, mirándola desde adentro por la ventanilla.
-Tu mismo lo dijiste; yo soy tu cenicienta y tu eres algo asi como mi príncipe azul.

-¡Woow! ¿Entonces la cita fue todo un éxito?. Finalmente mi Nerd amigo has hecho algo de lo que me sienta realmente orgulloso, y que no tenga nada que ver con calificaciones, concursos de deletreo, ni nada parecido.
-Sip. Bueno no seré un galán que en 10 minutos planifica cenas en terrazas a la luz de la luna, con velas, vinos robados y demás. Pero al menos hasta el ultimo minuto la pasamos muy bien. Hablamos, reímos, comimos. Bueno, en realidad yo fui quien comió, ya que ella en toda la noche solo se comió un palmito Damian. ¡Un miserable palmito!. ¿Puedes creerlo?. Quizás por eso conserva su cuerpo tan lindo. Quiero decir sano, bien ejercitado. Pero no es que se lo haya estado viendo ni nada. -Explicaba nerviosamente Cameron a su mejor amigo camino a la escuela, a poco menos de dos cuadras para llegar. Era la fría mañana de un lunes decembrino. El invierno había llegado, y junto a él la risa de los niños jugando en la nieve, el "vapor saturado" que salía de la boca de todo aquel que no le importara hablar a pesar de las bajas temperaturas en las que se encontraba Lima esa mañana, y por supuesto los sweters de lana con motivos navideños que con tanto cariño había tejido la madre de Cameron y que él, amablemente -no tenia nada que ver con que ella lo amenazara con quitarle sus consolas de video juego- se colocaba para así no ser víctima de una hipotermia, o un simple resfriado.
-Si si claro amigo te entiendo. Las chicas son las mal pensadas que creen que cuando las miramos es de forma morbosa o incluso enamoradiza, cuando en realidad nos fijamos seriamente en su salud y rutina de ejercicio. -Respondió Damian con tono burlón y exagerado. -Aunque yo en la única "rutina de ejercicio" en la que me fijo es la de Lindsay.
-Después no te burles de mi cuando salga con alguna cursilería Duende. -Rió su amigo. -Pero en serio hablando de salud, en verdad me preocupa la nutrición de Marissa. Estuve a punto de proponerle ir al medico a hacernos exámenes para chequear que todos nuestros valores estuviesen en orden, pero me prohíbiste tocar cualquier tema "sangriento" -Resaltó las comillas con los dedos- en la primera salida asi que por eso no dije nada. En otra oportunidad quizás sí se lo proponga. -Alegó un preocupado Cameron, quien no quería sino lo mejor para su amiga, y ahora enamorada.
-¡Vaya pero que idea tan divertida y romántica para una cita!. Lástima que ese dia me enfermaré y no podré acompañarlos
-Tonto, tampoco estarías invitado.
-No te preocupes Nerdo, seguro no tenia hambre o le daba vergüenza comer delante de ti, eso pasa a veces. Pero hablando de invitado, ¿que hicieron ustedes cuando Linds y yo nos fuimos?. -Pregunto Damian extrañado, una vez que dejo de reírse de la extraña propuesta de la que hablaba el chico del sweter con un trineo de Santa Claus tejido.
-Querrás decir cuando nos dimos cuenta de que ustedes se habían ido. Ya que estábamos tan entretenidos que si no es porque Hannah y Sam se acercan para hacer un brindis, ni nos percatamos de su ausencia.
-¡Con brindis y todo la cena!. -Se emocionó el chico ya que no se imaginaba que la velada hubiese sido tan amena para ellos también.
-Me pareció escuchar mi nombre por allí. -Se acercó hacia ellos, que ya habían llegado a las escaleras que daban a la entrada de la escuela, el mismísimo Sam Evans del que hablaban. Acompañado casualmente de otra de las protagonistas de su entretenida plática.
-Mira nada mas. ¡Pero si es Hannah y Sam!. O debería decir el "Team Boca de Trucha". -Exclamó Cameron cuando los vio llegar.
-¿El Team qué?. Preguntó Damian extrañado, al parecer hasta chistes habían sacado esa noche luego de que ellos no estuviesen.
-Eso surgió porque luego de unos cuantos brindis Marissa de repente contó una historia sobre que las langostas una vez que encontraban a su verdadero amor, permanecían a su lado durante toda su vida. Entonces supuso que eso aplicaba para todos los peces y que boca de trucha, o sea Sam, había encontrado a otra igual a el, porque según ella yo también tengo boca de trucha, y pues estaríamos juntos toda la vida. Jaja ¿que loca no?. -Explicó divertidamente la miembro del Team.
-Un poco pasada de tragos diría yo. -Bromeó Sam.
-¿Como que pasada de tragos?. ¿No puede una simplemente sentirse relajadamente feliz?. Las cuatro copitas de vino no tuvieron nada que ver en eso. -Se incorporó a la conversación una avergonzada pero divertida Marissa que, junto a Lindsay, había alcanzado a oír la historia de Hannah. -Aunque el nombre como tal se le ocurrió a Cameron. Es que él es tan divertido. -Comentó sonrojandose al instante, puesto a que no estaba en sus planes decir aquello en voz alta. Por supuesto que el chico de gafas tampoco disimuló la vergüenza encorbando sus hombros y sonriendo bobamente.
-¡Ay pero que tierna amiga tengo!. -Bromeó Lindsay. -No se tu Damo pero yo me siento un poco excluida de todo esto. Tenemos que planificar otra salida los seis.
-Aunque mal no la pasamos tu y yo. -Le replicó coquetamente Damian. La pobre Hannah no pudo evitar incomodarse con el comentario, aunque no lo hubiese evidenciado a simple vista. -Pero me parece una excelente idea, dejenselo todo a su super anfitrión, o sea yo. Aunque creo que tendrá que ser para el próximo año, porque ya solo quedan dos semanas de clase antes de los dias de asueto.
-¿Y que hay del resto del mes?. Podría ser durante las vacaciones de invierno. -Propuso Sam mientras caminaban por los pasillos de la escuela, esperando que el sonido de la campana irrumpiera repentinamente con la improvisada reunión. Sin embargo, aquello no fue el motivo por el cual se separaron; sino más bien una muchedumbre -toda proveniente del club glee- revisando la cartelera de anuncios que estaba situada junto a la entrada del auditorio.
-¡Mira Damian! publicaron los resultados de las audiciones de West Side Story. ¡Vamos!. -Le haló Lindsay por un brazo hasta llegar finalmente a donde se encontraban el resto de sus compañeros de canto. -Chequea tu primero Damian; yo estoy muy nerviosa.
-Bah, tranquila. No son los resultados de la admisión a la universidad, o...-Pero no termino su frase puesto que él mismo se interrumpió con un grito de alegría y sorpresa al ver su nombre para el papel de Tony, protagonista de la obra.
-Oh Dios mio Linds ¡Soy Tony!. ¡No puedo creerlo!. Que felicidad.
-¿Como decías antes?, ¿que no era gran cosa?. Pues no serán los resultados de la admisión a una facultad, pero tu reacción fue como si asi hubiese sido. -Insinuó alegremente Lindsay mientras lo abrazaba en felicitación por haber obtenido el estelar del musical.
-¡Jesús! Es que nunca Había participado en algo parecido en toda mi vida. Mucho menos con nada de experiencia en comparación con Blaine y los demás que audicionaron ¿sabes?. ¡Pero vamos revisa tu!. Me dará un paro cardíaco si me entero de que serás protagonista conmigo. -La chica por fin se atrevió a mirar, esperando un resultado tan positivo como el de él, ya que para ella esa lista sí podía ser un sinónimo de ingreso a la universidad por el enorme peso que un papel principal tendría en su solicitud de ingreso a NYADA.
-Pues tendré que ir llamando a una ambulancia ya que estas frente a la nueva "Maria" del condado. -El chico se alegró casi tanto como cuando se enteró de su resultado y saltó abrazarla y felicitarla. Pero los gritos de Rachel Berry exclamando que había logrado ser Maria cortaron en seco la celebración. -¿Que eres quién?. -Se acercó a preguntar Lindsay, quien ya tenia el ceño fruncido.
-Pues Maria, ¿quien mas iba a ser?. Por si no lo sabias, ese papel fue inspirado en una de mis vidas pasadas. Es decir, yo soy Maria desde antes de nacer. Es la única explicación que le consigo a tan fuerte conexión que tenemos el personaje y yo. Estoy pensando incluso a cambiarme el nombre a Maria. -Concluyó la chica, cuyo ritmo de cinco palabras por segundo le permitió decir todo en apenas un cuarto de minuto.
-No no, debe haber un error. Mira aquí dice "Maria" y abajo "Lindsay Pearce"... ¡Oh Dios mio!. -Se paralizó Lindsay.
-Estas equivocada. Mira, mi nombre esta escrito y... ¡El tuyo también!. Esto no puede estar pasando. ¿Que ocurre?. ¡Debe ser un error!. ¡Yo soy Maria!.
-¡No, yo soy!. -Y así comenzaron la discusión. Debido a la emoción, ninguna de las dos chicas se había percatado de que el papel salía escrito dos veces y en cada una el nombre de la actriz era distinto. Damian no había alcanzado a pronunciar ni una palabra, además de que estaba igual o más confundido que ellas, su intuición masculina le decía que no era nada sano meterse en medio de la disputa de dos divas por un papel protagonico.
-En realidad ambas lo son. -Llego oportunamente a calmarlas la entrenadora Beiste. -Vengan conmigo, les explicare todo. Tu también Tony. -Dijo refiriéndose a Damian y haciendo un gesto para que todos la siguieran hasta la oficina de la Srta. Emma Pillsbury, consejera de la escuela y co-directora del musical junto con Beiste, y Artie -como director principal-.
-Tomen asiento chicos por favor. -Propuso Emma una vez que los protagonistas se incorporaron en el salón. Los chicos agradecieron y, una vez que se encontraron sentados frente a los tres directores de la obra, Artie tomó la palabra.
-Primero que nada quiero felicitarlos por obtener los roles principales en lo que les aseguro será el mejor musical que McKinley jamás ha hecho. -Nuevamente hicieron un gesto de agradecimiento, sobre todo el chico.
-En especial quiero felicitarte a ti Damian, porque en verdad nos cautivaste en el escenario. Se nota que tantos años de experiencia han rendido sus frutos. -Comentó dulcemente la Srta. Emma.
-En realidad yo hablaría de horas de experiencia. Porque sinceramente, antes de este año escolar, jamás había cantado para un publico que no fuese el champú y acondicionador de mi ducha. -Destacó Damian, que sentía que no podía estar más agradecido por tantos honores esa mañana. Los directores rieron por el comentario pero sobre todo se sorprendieron. -Por eso siempre pensé que escogerían a Blaine, que claramente está mas experimentado que yo.
-Eso te lo puedo aclarar yo. -Intervino Beiste. -No hay que negar que, al igual que tu, ese chico en el escenario también me hace sentir cosas en mis partes de chica. -Ninguno de los presentes pudo evitar hacer un gesto de extrañeza al imaginarse rápidamente aquellas sensaciones de las que hablaba la "ruda" entrenadora del equipo de fútbol. -Sin embargo, como supongo que sabes, Los Jets son todos americanos de origen Irlandés. ¿Y quién mejor que un Irlandés de verdad para interpretarlo?. Aunque debemos trabajar seriamente en tu dicción chico, eso si. -Acotó finalmente la entrenadora. Damian rió un poco avergonzado.
-Y no solo porque seas Irlandés te escogimos Damian. Es que en verdad tienes un gran talento que no deberías desaprovechar. -Los otros dos asintieron. -Piensalo muy bien. -A Damian no le cabía la alegría en el pecho, por eso agradeció lo más que pudo estrechando sus manos y asegurándoles que no se iban a arrepentir de haber tomado esa decision, aunque no les cabía la menor duda de ello. Y Lindsay, a pesar de todo, no pudo evitar tener una sonrisa de oreja a oreja durante todo el tiempo que hablaron tan bien de su querido amigo, mientras acariciaba su espalda en señal de felicitaciones; definitivamente se sentía muy orgullosa de él.
-Okey ahora vamos con lo mas complicado, las dos Marias. -Empezó diciendo Artie. La sonrisa se borró del rostro de Lindsay y compuso su semblante para así demostrar lo confundida que se sentía. -Antes de que digas algo Rachel dejenme explicarles que ocurrió. -Se adelantó a decir el chico apenas notó que Rachel tenia toda la intención de armar un drama de los suyos. -Lo que pasó fue que se nos hizo imposible decidirnos por alguna de ustedes chicas para la estelarización, así que concluimos que ambas la tendrían.
-Es que las dos son tan talentosas. -Continuó Emma. -Rachel, tu naciste para ser Maria, de eso no cabe duda. Y tu Lindsay tienes una voz increible además de un don innato para la actuación.
-Sin mencionar que tu y el chico de la mala dicción hacen una adorable pareja, tienen mucha química sobre el escenario. -Agregó la entrenador Beiste, los demas corroboraron su opinión. Ambos se miraron fugazmente con una tierna y enrojecida expresión en sus rostros.
-Por supuesto que no actuaran al mismo tiempo. -Interrumpió Artie. -El musical se llevará a cabo este Viernes y Sábado. Así que una actuará primero y la otra después. -No es que las chicas estuviesen muy de acuerdo con aquella decisión, pero ninguna iba a dejar de participar por nada del mundo. Literalmente, su vida dependía de ello.
-Si se sienten confundidas, aquí tengo un par de folletos que les pueden ser útiles. -Les entregó entonces la Srta. Emma una hoja doblada en forma de tríptico, cuyo titulo "¡Es mio! Yo lo vi primero" resaltaba entre la pintoresca caricatura de dos mujercitas peleándose por una muñeca de trapo que por alguna razón le faltaba un ojo. -Habla sobre cómo compartir sin que ninguna pierda la cabeza en el intento. Uy pensar en el desorden que implicaría literalmente "perder la cabeza" me repugna. -Comentó en voz baja haciendo ese típico gesto que acostumbraba a hacer cuando encontraba alguna partícula de mugre en cualquier cosa con la que tuviese contacto.

-Bueno y para ti Damian, esto fue lo único un poco Irlandés que encontré en mi repertorio, espero que no te suceda todavía. -"Mis orejas crecen y me vuelvo mas pequeño" y el dibujo de un duende con cara de tragedia montado sobre una olla de oro para poder verse en el espejo, era lo que se distinguía en la portada. -En realidad habla del proceso de envejecimiento, pero el duende me pareció muy de tu país, además de super tierno, mira sus zapaticos. -Los tres chicos ojearon los panfletos sin dejar de pensar que eran los títulos y dibujos mas extraños que habían visto en su vida. Aprovechando que estaban un poco distraídos, Artie decidió continuar.
-¡Okey!. Entonces si están de acuerdo dejemos a la suerte quién abrirá y quién cerrará la obra.
-No es que estemos de acuerdo. Pero preferiría compartir un musical con ella antes que un teatro comunitario con 40 personas de las cuales 35 no tengan talento. -Alcanzó a decir la cruelmente sincera líder del club glee mientras la moneda giraba en el aire, justo para cuando terminó ya ésta había aterrizado en la palma del chico en silla de ruedas.
-¡Si, cara!. -Celebraron al unísono tanto Damian y Lindsay, como Rachel.
-La idea es que mientras alzaba la moneda alguna de las dos escogiera "Cara" o "Cruz", en lugar empezar a hablar tonterías, sin ofender Rachel. -Aclaró Artie sarcásticamente. -Bueno, voy de nuevo. -Esta vez la suerte favoreció a la hasta ahora callada co-protagonista de West Side History. -Muy bien Lindsay, ¿que decides? ¿Abrir o cerrar?.
-Preferiría cerrar Artie. La ultima impresión es la que cuenta, por eso quiero que mis amigos "sin talento" del teatro comunitario se lleven una verdaderamente buena. Quizás esto sea lo mas cerca que puedan estar de una gran producción, ya que no a todos la vida los favoreció tanto como a nosotros Rachel. -La sermoneó bien merecidamente Lindsay. Cuyo comentario anterior le había caído pesado debido a que durante los primeros seis meses de su vida ella había sido sorda, por ende más que nadie sabía valorar y agradecer su talento. Aquel gesto llenó a Damian de orgullo, ahora estaba más que convencido de que la chica tenía un gran corazón.
-¡Esto va a estar bueno! Jaja. -Exclamó Beiste para luego tocar un pitazo que dejó medio sordos a los presentes. -¡Bueno ya mucha charla! ¡Vayan a estudiar!. Y a ti Tony te veo después de clases en el campo. -Todos salieron lo más apresurado que pudieron al ver que la entrenadora tenia toda la intención de ensordecerlos completamente.
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El resto de la semana giró en torno al teatro del Viernes y Sábado. Los actores y actrices enfocaron todas sus energías en practicar diálogos, escenas, musicales, en fin, todo tenia que salir "mucho más que perfecto", citando las palabras de Artie. Aunque era un decir, Damian se tomó el asunto de la perfección muy enserio; había suspendido todas las preparadurías y en su lugar dedicaba esas dos horas a ensayar en el auditorio, apenas estudió para los exámenes de la semana -ya que la temporada de evaluaciones inoportunamente estaba de regreso- por reunirse con Lindsay y los demás en el teatro comunitario. Incluso había sido tacleado en más de una oportunidad por tener su mente en la realidad de estados unidos en los años 60 -tema secundario de West Side History-, más que en la del dia que transcurría ó mucho menos en lo que pasaba en el campo de fútbol. La razón de todo estaba más involucrada con el hecho de que el joven había adquirido un enorme interés por la música y la actuación. Es decir, siempre le había gustado mucho cantar, pero jamás se había imaginado que le apasionaría tanto hasta el punto de dejar la química, el fútbol y todo lo demás que creía importante, a un lado -ya que antes de esta semana nunca faltó a alguna clase de preparaduría- y enfocarse solo en eso -sin descuidar a su chica y demás amistades por supuesto-. Definitivamente sus intereses y prioridades habían dado un giro de 180 grados, y al parecer sin vuelta atrás.
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-Muy tierno todo chicos, enserio, pero me parece que le hace falta pasión, emoción, romance. Ya mañana estrenamos y aún necesitamos pulir ese importantísimo detalle.
-¿Pero a que te refieres Artie?. Si hasta hicimos llorar a la entrenadora. -Replicó Damian, una vez que terminó de interpretar "Tonight" con Rachel y, por segunda y más cariñosa vez, con Lindsay.
-Soy una chica muy sentimental. -Se excusó Beiste. Artie continuó su explicación.
-Una parte importante de la historia involucra el hecho de que Maria y Tony, a pesar de todas las adversidades, tengan su primera experiencia sexual juntos, como prueba irrefutable de su verdadero amor. Piensen en su primera vez con su pareja y esas emociones son las que quiero que reflejen en la interpretación. -La franqueza con la que tocaba aquel tema el chico minusválido hizo que ipso-facto se retirara la coach Beiste del auditorio, ya que supuestamente debía inflar cuanto antes unos balones de fútbol. Por supuesto Emma y su excusa "esos folletos no se organizarán solos" no tardaron ni un segundo en abandonar de igual forma el recinto. A Damian no le incomodó la recomendación, estaba tan concentrado en hacer una buena presentación que si le hubiesen sugerido que para mejorar se debía echar polvo "pica pica" en los pantalones, sin pensarlo más de cuatro veces, lo habría hecho. Por otro lado, las chicas se miraron con cierta cara de vergüenza y nerviosismo, cada una esperando que la reacción de la otra les sirviera de consuelo a su evidente falta de experiencia y, para sus respectivas fortunas, asi fué. -¿Por qué esas caras muchachas?, no me digan que ustedes aún no han, ya saben.
-Finn y yo estamos esperando el momento correcto, aunque si mi actuación está en riesgo creo que la hora finalmente ha llegado. -Se apresuró a acotar Rachel. Obviamente lo último lo dijo más bajo, pero de igual forma todos alcanzaron a escuchar.
-¿Que hay de ti Lindsay? ¿Tampoco?.
-No. Y no quiero hablar de ello. Nada de falta me ha hecho hasta ahora para tener una buena actuación, y me esforzaré porque siga siendo de esa manera. -Se le notaba un poco alterada, como si hablar del tema representára una ofensa hacia su persona. Claramente estaba fuera de su zona de confort.
De manera oportuna, sonó la campana para indicar que el ultimo bloque de clases del dia jueves había culminado. Todos internamente agradecieron que esto ocurriera, ya que la conversación se había tornado un poco incomoda.
-¡Okey!, creo que ya estamos listos. Descansen chicos, nos espera una larga jornada el día de mañana. No olviden llegar temprano. -Se apresuró a salir con su silla de ruedas. Los demás se dirigían a hacer lo mismo.
-Te veo mañana Damian. Ten la seguridad de que estarás junto a una más autentica y "experimentada" Maria. -Se volteo a decir Rachel, a la vez que le guiñaba el ojo como gesto de alguna especie de complicidad, para luego desalojar el escenario en menos de 4 segundos con su acelerado caminar.
-¡Vaya!. Ahora sí que no me cabe duda de quién de las dos hará una mejor interpretación. -Comentó un afligida Lindsay mientras salían de la escuela. Como sí de alguna forma ahora Rachel tendría una gran ventaja sobre ella.
-No te preocupes por eso Linds. Tu eres una magnífica artista. El publico te adorará. Y si no es asi bueno, yo tendré que compensarte todo ese cariño, que más me queda. -Bromeaba como si aquello fuese algún tipo de obligación la cual estaría resignado a hacer. Al ver que la chica arrojó una medio sonrisa, y de ella había salido "Tonto", el chico le devolvió el gesto con un tierno beso en la mejilla. Le alegraba saber que de alguna forma le subía el animo. -Además Linds, se me ocurre que tu y yo podríamos...
-¿Podríamos qué? ¿Qué insinúas?. -Preguntó exaltada y arqueando las cejas. Como si se tratase de alguna propuesta mal intencionada.
-Ir ahora mismo a ensayar en el teatro para que te sientas más tranquila, y después comer algo. Pero ¡Jesús!, cálmate. -Contestó el a la defensiva. -Si no quieres salir no hay problema. Igual mañana será un gran día y debemos descansar hoy.
-Lo siento. Es que pensé qué me propondrías qué.... Nada olvidalo.
-¿Que pensaste Linds? -Dijo el confundido chico.
-Nada. Y creo que tienes razón. Iré a mi casa a descansar, pero gracias por tu oferta. Ya después de salir de éste compromiso tendremos mucho tiempo para ir a comer y de paso ensayar otras obras jeje. Te veo mañana Damo. -Le dió un pequeño pero afectivo abrazo y se marchó reflexionando sobre lo mal que se sentía por haber dudado de las intenciones de su compañero. Era seguro que Samuel habría aprovechado una oportunidad como esa para intentar estar con ella, pero no Damian, ahora se daba cuenta de lo distintos que eran, por fortuna. Damo era una de las personas más tiernas y buenas que jamás había conocido, cada día que pasaba estaba más segura de ello, asi como también de que su malicia y desconfianza podrían ser su mejor aliado o peor enemigo, cuando salir herida se trataba; cosa que en verdad le preocupaba.
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La noche del Viernes llegó acompañada de un enorme público, música, escenografìas, risas, llantos -y demás elementos de un teatro-, pero sobre todo de un apuesto y adorable Tony y una fogosa y dramática Rachel Berry -Maria-, que habían logrado captar la atención de todo el publico presente en el auditorio de Mckinley. En especial la actuación del irlandés, que llenaba el salón de más de un grito femenino con cada aparición. Damian no estaba seguro sí la protagonista había logrado cumplir el cometido del que hablaba el dia anterior, pero de que su actuación era mucho más intensa, lo era.
-Okey Damian esta es la última y más importante parte de la obra. ¡Rompete una pierna!. -Exclamó Rachel minutos antes de salir a escena.
-¿¡Que me rompa una pierna!?, ¿estás loca?. ¿Como saldría a actuar con una pierna rota?. -Respondió alarmado.
-Sabia que no tenías experiencia, pero esto es demasiado. "Rompete una pierna" significa "Buena Suerte". ¿Qué acaso no les enseñan nada importante en Irlanda?. -Contestó con tono exagerado.
-¿¡Buena suerte!?. Jah, lo dudo. Si me desean eso antes de salir a jugar un partido de fútbol realmente me preocuparía.
-¡10 segundos!. -Se escucho decir a uno de los chicos de protocolo.
-Te veo en el hielo, ósea el escenario, no vayas a creer que es que vamos a salir a jugar hockey. -Se burló la chica de lo mal que interpretaba su compañero los refranes y analogías.
-Si ya entendí ¡Jesús!. Pero Rachel, antes de salir. Perdón que te pregunte pero, ¿tu y Finn?, tu sabes.... Porque te noto diferente en comparación al ensayo de ayer.
-Es porque soy una actriz inigualable, capaz de interpretar cualquier situación sin necesidad de haberla vivido, tal como Barbra hace. -Se alabó asi misma, y a Barbra Straisand. -Aunque no es que no lo haya intentado. -Terminó diciendo apenada, ya que Finn no había querido estar con ella por tratarse de una treta para actuar mejor. La conversación se vió inmediatamente interrumpida ya que la hora de cerrar el musical había llegado.

La ovación de un muy satisfecho público fue lo siguiente que abarrotó el auditorio, además de flores y rosas que los fanáticos arrojaban al escenario, e incluso un enorme sostén calló en los pies de Puckerman, provenientes de su ex-novia "Lauren Zizes", con la intención de algún tipo de reconciliación.

Lindsay estaba tan feliz como preocupada. Sentía sobre sus hombros el increíble peso que significaba mejorar aquella asombrosa apertura. Nadie le sacaba de la cabeza que la diferencia estaba en la "ventaja" que aseguraba Rachel que conseguiría, el dia anterior. La pregunta era ¿de que manera podía ahora reflejar emociones que jamás había estado siquiera cerca de vivir?, sí que tenía un gran reto que enfrentar. Felicitó rápidamente al set y se marchó a su casa; le esperaba una larga noche de ensayo entre ella y el espejo de su habitación.
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A diferencia de la noche del Viernes, la del Sábado no estaba saliendo tan bien como se había planeado, a pesar de que la audiencia era mucho mayor -incluyendo a los "sin talento" del teatro comunitario-. Tuvieron que empezar con media hora de retraso porque al parecer una abeja se coló entre el cableado del sistema de sonido provocando un corto circuito -milagrosamente la abeja se encuentra en buen estado y volverá a polimerizar muy pronto-, uno de los bailarines de "America" se tomó muy enserio lo de "rompete una pierna" y en verdad se la rompió al caer del andamio durante el ensayo final -él no tuvo la misma suerte que la abeja-, y por si fuera poco, Mike Chang se incorporó a ultimo momento y estuvo a punto de no actuar ya que su padre no se lo permitía.
Aunque sinceramente lo que en verdad estaba dejando mucho que desear era la actuación de Lindsay. Para quienes jamás la habían visto en escena, podía facilmente parecer que era del tipo de actrices muy dramáticas y apasionadas, pero quienes en verdad la conocían -como era el caso de Damian- sabían que no estaba más que sobre actuando.
-Hey Linds ¿que ocurre?. Te noto presionada, con estrés ¿sabes?. Me parece que no estas disfrutando esto tanto como yo o el resto. -La interrogó preocupado Damian. No es que lo estuviese haciendo del todo mal, pero estaba seguro de que podía hacerlo muchísimo mejor.
-¿Y como esperas que lo disfrute con la obligación encima de que debo estar mejor que Rachel?. Cosa que no es justa porque ahora ella tiene mucha mas experiencia que yo y....
-¡Woow espera! Dime por favor que el que estés actuando de esa forma no tiene nada que ver con todo ese asunto de la virginidad.
-¡Por supuesto que tiene que ver!. ¿O como esperas que yo la iguale si...
-¿La iguales en qué Linds?. ¡Rachel y Finn nunca estuvieron juntos!. -La interrumpió el chico nuevamente, esta vez un poco más alterado.
-¿Ah no?. -Respondió confundida. -¿Ósea que su actuación de ayer era solo su talento? ¿Nada mas?.
-Solo eso Linds. Que es todo lo tu necesitas para hacer la interpretación de tu vida esta noche. Es más, no tienes porqué hacer uso de todo tu talento; tienes tanto que solo con la mitad basta y sobra. -Ella creyó que aquello era la cosa mas hermosa que le habían dicho en su vida. Sin embargo aun se sentía decepcionada de si misma por haber arruinado su oportunidad por tal idiotez. -Escucha, sé que ya no podemos hacer nada por las escenas anteriores, pero aún estamos a tiempo de que ésta sea única y memorable. Como tu misma dijiste, la ultima impresión es la que cuenta.
-Soy toda oídos. -Se escucho decir entre la media sonrisa que el chico le había provocado.
-La canción que sigue es "One hand, One hearth", y aunque no lo creas, cuando estamos juntos siento que eso es así; me siento tan unido a ti, que es como si fuésemos una sola persona, que puedo confiar en ti, como si estuviese confiando en mi mismo, y ¿para qué tener o no "experiencia"?, Sí hay un sentimiento tan lindo y puro como ese que vivimos dia a dia, o al menos yo lo siento asi. Porque hay algo que entre Rachel y yo jamás habrá, pero entre nosotros sí y es química, pero no de la fea ¿eh?, con reacciones y demás, no... es química la bonita. -La hizo reír. -Y eso es lo que en verdad debemos reflejar al salir, es lo que el publico quiere ver, es lo nosotros sí hemos vivido y conocemos. -La chica se había quedado sin habla, creía que lo que le decían era tan lindo que en su vocabulario no habían palabras suficientes como para serle recíproca en ese momento. -Te quiero mucho Linds.
-¡10 segundos!. -Gritó el mismo chico del día anterior.
-¿Por qué es que no habíamos tenido antes esta conversación?.
-Comentó entre lágrimas de alegría mientras le daba un fuerte abrazo. -Ok Damito ¡vamos a darle!.
-¿A darle qué a quién?. Ups nada olvidalo.
La diferencia entre el comienzo y el final de la noche afortunadamente fué bárbara. Damian tenia razón, Lindsay le sobraba lo necesario como para interpretar a la mejor Maria que Ohio había visto. Aunque se podría decir que fué un trabajo en equipo, ya que el cariño verdadero que demostraron sentir uno por el otro fué lo que en verdad atrapó al publico, provocando nudos en más de una garganta y la caída de unas cuantas lágrimas de aquellos qué lograron ser conmovidos por tan hermosa presentación, como por ejemplo la entrenadora Beiste.
Se sentían como en el cielo allí de pie frente a un emotivo público que no paraba de vitoriarlos e incluso gritar el nombre de los personajes principales. Por fortuna, esta vez no cayo ningun brasier a los pies de ninguno de los actores, pero sí lo hizo un gran ramo de rosas a los pies de Lindsay, proveniente de un coqueto fanático ubicado en la primera fila, que habría hecho que Damian le demostrara todos sus celos sino fuese porque él recibió unas cuantas bolitas de papel con el nombre y numero telefónico de una chica escrito en su interior, por lo tanto no tenia derecho a refunfuñar por nada.
-Esta vez sí siento que me rompí la pierna Linds. -Le comento al oído con una enorme sonrisa, justo antes de que el telón fuese bajado.
-¿De qué ray..?. -Se interrumpió ya que supuso que se trataba de una mala interpretación de Damian, para variar.

Una vez abajo el telón todos se dedicaron a celebrar el rotundo éxito que claramente había tenido el espectáculo. Incluso Hannah, Sam, Marissa y Cameron se unieron al pequeño brindis que realizaron de imprevisto tras bastidores.
-¡Vamos todos a casa de Rachel que allá seguirá la fiesta!. -Gritó Puckerman con la intención de que todos los presentes se encaminaran hacía lo que parecía ser la "After Party" de la obra.
-¡Noah, no! Mis padres me dejaron sola porque saben que no haría nada indebido en su ausencia.
-Anda Rachel, solo seremos los chicos del club glee, lo siento extras. -Dijo refiriéndose a los muchos bailarines contratados algunas presentaciones. -Además beberemos muy responsablemente, ¿verdad muchachos?.
-¡Si si claro por supuesto!. -Murmuraron al unísono.
-Okey está bien. ¡Pero las bebidas sin alcohol, por favor! No quiero a ningun ebrio en el sótano de mi casa.

Las palabras "Las bebidas sin alcohol, por favor" fueron sustituidas en su lugar por "El doble de alcohol en las bebidas, por favor"
y el primer ebrio del sótano fue la misma que se oponía a que hubiese alguno, la cual no tardo mucho en ofrecer una presentación de Karaoke junto con el segundo ebrio Blaine Anderson, interpretando un desentonado y lleno de risas "Don't you want me". El ambiente era una locura; Artie, Santana y Puck -quien ignoraba completamente el berrinche que le tenía armado Quinn por haberla dejado embarazada el año ante pasado-, bebían shoots de tequila sirviendose la sal y el limón del abdomen de Brittany.
Cameron bailaba lo parecía ser una especie de "Striper-Nerd" al rededor del tubo que conducía agua hacía la lavadora, al ritmo de la canción "Like a G6", mientras Marissa el arrojaba billetes de un dolar y se reía hasta más no poder. Tina, Mercedes y Mike bailaban Brake Dance en el suelo, bueno en realidad quien bailaba era éste último, ya que las chicas lo que hacían era dar vueltas en el suelo soltando carcajadas y solo alzando su brazo para tomar un trago cada vez que podían. Lindsay no planeaba ingerir ni una gota de etanol esa noche ya que, además de que no le agradaba demasiado el sabor, le avergonzaba enormemente la idea de estar ebria delante de Damian, el cual por ser conductor designado junto con Finn y Kurt, no se había atrevido a tomar más que dos sodas esa noche. Sin embargo, eso no le impidió a Sugar Motta, quién se había pasado parte de la noche haciendo flexiones de brazo en el suelo, adulterar la "Cuba Libre Virgen" -Coca Cola- de Lindsay con Ron, ya que se tomó muy enserio la orden que dió Rachel de "A embriagarse todo mundo" después de asegurar que las bebidas sabían a rosado.
Damian, además de a estar sobrio, se había dedicado a cuidar a Lindsay de que no cometiera ninguna estupidez. Bastó con descuidarse un momento para ir a reírse del baile "sensual" de sus amigos, porque Sam recién se había unido a Cameron, para qué al voltearse se encontrara con la desagradable sorpresa de ver a Lindsay y a Alex lamiendo crema batida del busto de Hannah
La expresión de su rostro era como si estuviese viendo la imagen más repugnante de su vida. Tomó a Lindsay por un brazo y la llevó a sentarse con él en otro mueble. La chica en lugar del asiento de al lado le parecieron más cómodas las piernas del muchacho y, para sentirse más a gusto todavía, rodeo los brazos sobre su cuello y poso su cabeza en sus hombros. Puede que aquella repentina demostración de afecto fuese verdadera, pero era obvio que su ejecución había sido promovida por la gran cantidad de alcohol etílico que corría por la sangre de la pelinegro. Paralela a esa escena se encontraba una celosa Hannah que buscaba desesperadamente la atención de su Irlandés amor platónico, en los pronunciados labios de trucha de Sam Evans. Lamentablemente el chico apenas había podido presenciar aquello ya que toda su atención la dedicó a poder entender lo que Lindsay decía a su oído -ya que la voz de una persona ebria no siempre es fácil de comprender-, y en mantener firme su fuerza de voluntad para no aprovecharse del estado de la chica.
-Linds, tienes que relajarte. D-dejame llevarte a casa ¿si?.
-S-si l-levame a casa, per-ro no a la m-mia s-sino a la tuy-ya ¿si?. -Y soltó una sonora carcajada, ya que encontraba comiquisimo el haber tergiversado las palabras del chico.
-Definitivamente, no mas alcohol para ti ni hoy, ni nunca.
-¡Ay vamos-s!. No s-seas aguafiestas-s. Cuan-ndo terminemos-s clases-s por este año ir-remos a tomarnos una copita ¿te parece?. -Proponía mientras rozaba su mejilla con la de él. -Tu piel es más suave que mi gato.
-Emm si Linds con respecto a eso. No he tenido oportunidad de decirte que me regreso a Irlanda.
-¿¡Que tu qué!?. -Se separó de un solo brinco, como reacción a la sorpresiva noticia. Parecía como si el efecto se le hubiese pasado de un tiro. ¿¡Como que te regresas a Irlanda!?.
Pero en ese preciso momento Blaine abrió de golpe la puerta que daba al sótano.
-¡LA POLICIA!. ¡CORRAN!.