Fic - No Podría Vivir sin él (Etapa III Familia, cap. 12) La Hospitalización

Ojalá y no se separen y que Kurt perdone a Blaine, me alegro que hayas actualizado y que no tardes con más capítulos y ojalá sean alegres los próximos capítulos.

espero que kurt perdone a Blaine, el al fin y al cabo, no acepto nada

Una no tan Feliz Navidad a todos

Esa noche fue la más tranquila que jamás hubo en el departamento Hummel-Anderson. Blaine se acomodó lo mejor que pudo en el sofá, dándole a Kurt el espacio que sin ninguna palabra le había pedido el castaño. Pero entonces la vibración de su celular lo despertó y observó sorprendido el mensaje que su prometido le había enviado recientemente.
“Te necesito. ¿Puedes venir?”
Kurt no había enviado ese tipo de mensajes desde la secundaria. Ése era el tipo de mensajes que se mandaban cuando necesitaban un tiempo para hablar de un problema que se originaba en el día y cuando Kurt se había mudado primeramente a Nueva York, se veían vía online.
Así que, en cuanto leyó el mensaje, Blaine se levantó del sillón y se dirigió a cuidadoso paso hacia la habitación principal. Abrió la puerta y se encontró con Kurt dándole la espalda a la puerta. El castaño giró un poco su cabeza para verlo mejor y le sonrió. El moreno le sonrió de regreso. Kurt levantó un poco las sábanas y palmeó levemente la cama, indicándole así al moreno que se acostara con él. Éste sin dudarlo lo hizo. Cuando estuvo en la cama, abrazó al castaño por la espalda acariciando de camino su ya bastante abultado vientre. Besó su cuello y se dejó llevar por el aroma de su marido.
-Lo siento-Dijo en susurro Kurt-. No sé por qué me dejé llevar por ese maldito recuerdo de cuando… terminamos por primera vez. Estúpidas hormonas-Blaine rió-. Te amo.
-Y yo a ti-El moreno besó con suavidad el hombro de su castaño-. Yo lamento no haberme sincerado y que todo esto nos haya hecho olvidar lo más importante que nos pasó en el día.
Blaine acarició una vez más el vientre de Kurt.
-Ahora que sabemos sus sexos-Continuó hablando el castaño-, deberíamos pensar en los nombres. ¿Qué te parece… Katherine y Benjamín.
-Me gusta Katherine, pero no estoy seguro del de él. Me gustaría que si él es tuyo se llame Kenneth o Burt.
-¿Quieres ponerle el nombre de mi padre a mi hijo si es que el niño resulta ser mío?-Kurt se acomodó mejor estar frente a frente con su esposo. El moreno asintió a la pregunta del castaño-En ese caso, yo quisiera que si la niña es tuya, se llame Bridgette.
-Me agrada pero si ella es tuya, se llamará Christine.
-Sólo si él se queda con el nombre de Benjamín.
-¿Entonces cómo será?
-El bebé que tenga la carga genética Hummel, se llamará Kenneth o Christine y el de carga genética Anderson será Benjamín o Bridgette. Todo dependerá de los sexos de cada quien. En cuanto a los nombres que Katherine y Burt, podríamos tenerlos en cuenta como segundos nombres. ¿Te parece?
-Me agrada. Te amo tanto, Kurt.
-Y yo te amo a ti.
Se dieron un caso beso en los labios y se miraron por varios minutos hasta que el sueño los venció.

Diciembre

Era Navidad y una pequeña reunión en el departamento Hummel-Anderson se estaba organizando con muchas risas y villancicos. Todos estaban preparando bocadillos y chocolate a excepción de Kurt y Santana ya que debido a lo avanzados que tenían sus respectivos embarazos sus parejas y amigos los recluyeron en un sofá cubiertos por una sábana.
Los pequeños Bill y Alan estaban corriendo por toda la casa emocionados por todo el espíritu navideño que sus padres le habían inculcado. Sólo faltaban los Karofsky para dar por iniciada la reunión. Y en pocos minutos, la pareja faltante hizo su gran entrada con Junior en los brazos de Sebastian quien parecía cansado y más que nada hambriento ya que en cuanto vio las galletas se llevó como tres a su boca.
-¡El tío Sebastian se va a ahogar, mamá!-Gritó Alan impactado.
-Ah, ya veo. Ahora que por fin tienes seis años, te crees lo suficiente mayor para acusarme con tus mamis.-Dijo algo amenazante el delgado pero con un tono divertido para no asustar a los niños.
-¡Oye! No le hables así a mi hijo-Gritó Santana desde el sillón-. No me hagas ir hasta allá para romperte todos esos dientes de caballo, recuerda que es peligroso hacer enojar a una mujer embarazada.
-Pero mucho más peligroso es hacer enojar a un hombre embarazado.
-Cierto, pero no es Lady Hummel quien está amenazando a mi hijo.
-Touché.
La sonrisa de Sebastian desapareció por unos segundos, nadie lo notó excepto por Kurt quien sabía el plan secreto del delgado; el castaño entonces se preguntó si Sebastian lo había logrado y si fue así, ¿le habrá dicho a David?
La velada siguió su curso con tranquilidad. Los niños cayeron dormidos por ahí de las diez de la noche en el cuarto de invitados. De pronto se escucharon unos golpes en la puerta y todos se miraron extrañados. Fue Finn quien abrió la puerta y detrás de ésta se encontró a Burt y a su madre. Blaine y Kurt se miraron asustados, habían olvidado completamente que los padres del castaño siempre viajaban a Nueva York para pasar la Navidad con sus hijos y su nieto.
-Hola, a todos-Exclamó vigoroso Burt-. Sentimos llegar tarde, el avión se retrasó pero aquí estamos, ¿dónde está mi nieto?
-¡Abuelo Burt!-Se escuchó el grito emocionado del hijo de Rachel y Finn.
Burt lo cargó feliz y le dio algunas vueltas. El pequeño bostezó y se acomodó sin más en el hombro de su abuelo.
-Hace poco se quedó dormido junto con Alan en el cuarto de invitados.-Informó Finn.
-Oh, en ese caso mejor lo dejo donde estaba. Aunque me causa mucha curiosidad por qué mi propio hijo no se ha levantado de ese sofá para saludarme.
-Es que… ando un poco enfermo, se me está dificultando un poco caminar, así que…
-Entiendo, bueno voy a dejar a mi nieto en la habitación.
-Déjame ayudarte-Dijo entonces Carol.
Los dos adultos más grandes se encaminaron a la habitación de invitados. Kurt los observó marcharse y en cuanto entraron dijo apurado:
-Será mejor que aproveche esta oportunidad para ir al baño.
-Yo te llevo-Se ofreció Sebastian.
-Gracias.
Ambos hombres caminaron lo más rápido que el estado de Kurt le permitía para que ni Carol ni Burt tuvieran que preguntar por el tamaño de su vientre. Llegaron sin mayor complicación y cuando el castaño salió, el delgado le dijo:
-Tengo algo que decirte-Kurt lo miró y con una leve inclinación de su cabeza le pidió que hablara. Una sonrisa se mostró en el rostro de Sebastian-. Estoy embarazado.
Kurt quedó sin palabras y con los ojos como platos.
-Wow, ¿desde cuándo?
-Desde hace unas dos semanas.
-¿Lo sabe David? ¡Qué pregunta! Claro que lo sabe porque sino…-El rostro del delgado se tornó en uno de preocupación-¡Debes estar bromeando! Entonces ¿cómo?
-Recuerda que mi nombre de soltero es Smythe, así que con mi acta de matrimonio fue suficiente para probar que vivo con una pareja estable, les dije que Dave estaba muy ocupado para acompañarme, lo demás fue pan comido. Aunque tuve que masturbarme dos veces para decir que una prueba era mía y la otra era de Dave. Y no te preocupes, no soy un fenómeno como tú, solamente tengo un bebé.
-Seb, creo que es una mala idea. Debes decirle a Dave que estás embarazado.
-Se lo diré… en el momento correcto.
-¿Y cuándo va a ser eso? ¿Cuándo estés tan avanzado como yo? Éste es el momento para decirle antes de que se complique.
-Y lo dice la persona que oculta su embarazo de sus padres que están en el cuarto de invitados con el hijo de Finchel y el de Brittana.
-Eso es diferente-Suspiró-. Mejor vamos a la sala, deben estarse preguntando por qué tardamos tanto.
Al llegar a la sala, Sebastian y Kurt se encontraron con todos mirando las noticias.
-¿Qué sucedió?-Preguntó intrigado el castaño.
-Zack me envió un mensaje de que le pusiera a las noticias-Le informó Blaine.
La reportera rubia de la televisión informó con expresiones muy serias.

Estamos frente a la casa de Hugh Simons, un hombre que hace unas horas llamó a las noticias para darnos información. Esta reportera lo encontró muerto en el suelo de su sala con muchos frascos a su alrededor y con una carta diciendo que estaba metido en un nuevo proyecto donde los hombres pueden embarazarse. El alegaba que estaba a punto de cumplir ocho meses pero que la repentina partida de su novio lo dejó destrozado. Nuestros investigadores descubrieron que en efecto hay un proyecto secreto llamado Proyecto Junior donde hay cinco parejas de hombres homosexuales involucradas; sin embargo, dos de ellas abortaron desafortunadamente en los últimos dos meses. Los médicos encargados de este proyecto llegaron en pocas horas y no tuvieron tiempo para darnos más información.
Soy Diana Finnes para Noticias Nocturnas.

Finn apagó la televisión. Todos quedaron impresionados, sobre todo Kurt y Blaine no sólo por la muerte de Hugh sino también porque no sabían qué iba pasar ahora que el secreto había salido finalmente a la luz.
-No lo puedo creer-Dijo Burt espantando a todos los presentes. Kurt tomó su lugar en el sillón tratando de que su padre no viera su vientre-. Así que de eso hablaban tú y Sebastian, embarazos masculinos. Ya no tienes que ocultarlo, hijo. Sólo déjame decirles que lo que están haciendo es una locura, ya escucharon a la chica, dos hombres perdieron a sus cuasi bebés y otro murió con él.
-Espera, Burt-Interrumpió David-, ¿qué estás diciendo? ¿De qué hablaban Sebastian y Kurt si el único embarazado es tu hijo?
-En realidad, Dave-Contestó Sebastian-, tiene razón.
Karofsky quedó petrificado y miró a su marido aterrorizado por la noticia.
-¿Desde cuándo?-Preguntó el fornido en susurro.
-Desde hace dos semanas.
-Pero cómo conseguiste mi…
-No lo hice, les di dos frascos con mi semen y les dije que uno era tuyo-El llanto terminó por romper la voz del delgado-. Yo tan sólo quería un hijo propio.
-Entonces no amas a Junior.
-No, claro que lo amo, es sólo que…
-¡Entonces por qué demonios haces esto! No lo puedo creer. Mejor me largo… con MI hijo.
Dave tomó al bebé con tan poca delicadeza que despertó al infante haciéndolo llorar. Sebastian se acercó temeroso por la seguridad del bebé.
-Oye, al menos podrías tener más cuidado, sólo tiene seis meses, por Dios.
-Como si a ti te importara.
-¡Sí me importa!-David salió sin más del departamento fúrico-¡David! Maldición. ¡Dave, espera!
Sebastian siguió al fornido dejando a los demás presentes estupefactos y con un silencio incómodo. Fue Burt quien rompió el tan incómodo silencio.
-Sólo tengo que decir un par de cosas. Kurt no puedo creer que hayas una tontería como la que estás haciendo, estoy muy decepcionado. En cuanto a ti, Anderson, como su esposo debiste impedir que lo hiciera y te advierto que si algo malo le pasa a mi hijo, sólo espero que quede en tu conciencia.
Y entonces Burt salió de la casa igual o incluso más furioso que David, seguido de Carol quien sólo les dio una mirada de disculpa. No se dijo nada más, la reunión había terminado.
De ninguna manera fue la Navidad que esperaban.
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 Finalmente salí de vacaciones y ahora voy a tratar de actualizar más seguido mientras tanto espero hayan disfrutado de este capítulo y espero ansiosa sus comentarios.

Ojalá y a Dave no le pase nada al a ver salido así, espero que Burt acepte el embarazo de Kurt y los apoyen a todos.

Me encanto.   
Es tan linda esta historia.   
Ojala y no le pase nada malo a Kurt.   
Que malo es Burt debió al menos dejar que le explicaran.   
Y también Dave.   
Ya quiero leer el próximo capitulo.   
Saludos!!
   

Segundas opiniones y peligros

Enero


Después de que el Proyecto se hizo público, la vida de Kurt y Blaine se tornó más complicada y difícil de manejar. Todos los días eran acosados por reporteros después de ir a consulta y, a Blaine, después de salir del trabajo y para que nadie supiera donde vivían realmente lograron establecer una ruta que engañaba a todos los reporteros.
Sus amigos jamás los abandonaron, incluso cuando en Ohio se supo de todo esto, el hermano de Blaine, Cooper, fue a visitarlos para conocer un poco a sus futuros sobrinos, la madre del moreno igualmente estaba de su lado y dándoles todo el apoyo posible, sin embargo; Burt parecía no querer formar parte de la “locura”. Varias veces Blaine encontraba a Kurt tratando de comunicarse con su padre y después del décimo intento se rendía hasta el día siguiente.
Por otro lado, Sebastian y David no se habían hablado desde Navidad, debido a que el fornido no quería hacerlo y el delgado era muy orgulloso como para disculparse de algo que, según él, no había hecho o no lo consideraba como malo. Este alejamiento llegó a tal punto que Sebastian decidió irse de la casa, pidiendo asilo en casa de Chandler.
Un día en la consulta, el profesor pidió a los Hummel y a los Kane que fueran juntos para proponerles algo.
-Como saben, ambas parejas están en peligro de abortar, en especial usted, señor Edgar. Por lo tanto, tanto los doctores como yo hemos llegado al acuerdo de que ambos embarazados se internen en este centro para vigilar de cerca el progreso de los bebés. Sólo hace falta que den su consentimiento.
Edgar y Zack se miraron mientras pensaban en la propuesta recién dada. Mientras que Kurt sólo pudo observar a Blaine, quien no dejaba de lanzarle al profesor una mirada asesina; sin duda, el moreno no podía confiar en Brown.
-Aceptamos-Dijo Zack mientras tomaba con firmeza la mano de su pareja.
Brown esbozó una pequeña sonrisa, satisfecho.
-¿Señores Hummel?
-No-Dijo Blaine con decisión al tiempo que Kurt sólo pudo bajar su cabeza-. De ningún modo dejaré a mi esposo y a mis hijos al cuidado… de usted.
-Entiendo-Respondió con calma el profesor-. Sólo le advierto que la condición de su marido puede llegar a consecuencias severas y peligrosas. Consecuencias que podrían afectar su conciencia en el futuro… señor Anderson.
Blaine, sin dejar de lanzar su mirada asesina, se retiró del consultorio junto con su esposo quien no podía dejar de mirarlo preocupado. Entendía que el tema de que Brown pudiera estar cerca de él, ponía a Blaine tenso de sobre manera pero temía también que las acciones del moreno podrían afectar la salud de los bebés.
Al salir del Centro, a Kurt se le ocurrió una brillante idea al ver un parque cercano.
-Blaine, ¿se me acaba de antojar un hot dog? ¿Qué te parece si vamos al parque, caminamos un rato y si encontramos un carrito nos tomamos uno?
-¿Un hot dog?-El castaño le hizo una cara de suplica que Blaine no pudo resistirse- De acuerdo, lo que tú quieras, amor.
Caminaron un rato hasta que finalmente encontraron un carrito; sin embargo, la caminata, aunque corta, había agotado al castaño, así que Blaine dejó a su marido en un banco y se acercó al puesto de hot dogs. Mientras el moreno se alejaba, Kurt acarició su vientre mandándoles a los mellizos todo el amor posible.
-¿Kurt?-Dijo un voz con acento inglés.
-¿Adam?
-¡No lo puedo creer, Kurt!-El británico se acercó a abrazar al castaño con mucho cariño y sorpresa-¿Cómo has estado? Te ves… bien.
-He estado bien, gracias, y no te preocupes puedes decirlo: me veo grande.
Por un momento, Adam no supo qué decir.
-Entonces es cierto-Kurt lo miró sin entender realmente lo que quería decir el inglés-. Es que cuando llegué de Inglaterra hace un par de semanas vi en las noticias el anuncio de este profesor que dirige un proyecto de embarazos masculinos y él mencionó tu nombre.
-Pues sí, es cierto, estoy embarazado y de dos hermosos bebés, un niño y una niña. Nacerán en marzo.
Adam quedó mudo y no podía alejar su mirada del vientre del castaño. De pronto, llegó Blaine pero no solo, una vieja amiga lo acompañaba con la misma expresión que mostraba Adam.
-Kurt, mira a quien me encontré. ¿Recuerdas a Cynthia?-Dijo sonriente Blaine.
-Sí, hola. ¿Cómo has estado?
-Bien, eso creo-Respondió la chica con cierta acidez en sus palabras.
Kurt prefirió ignorar el sabor de la respuesta de Cynthia.
-Blaine, ¿recuerdas a Adam? Acaba de llegar de Inglaterra.
-Sí, ¿qué tal?
Blaine le tendió la mano al inglés y éste le correspondió el saludo con cierto juicio en sus ojos. El moreno decidió ignorar aquella mirada. Un silencio incómodo invadió el reencuentro.
-Oigan, ¿qué les parece si nos acompañan a casa y tomamos un chocolate caliente?-Propuso Blaine.
Todo el mundo estuvo de acuerdo y en seguida fueron hasta el auto del matrimonio pero el silencio incómodo jamás se fue.
Al llegar al departamento, Blaine se encargó de hacer el chocolate con la ayuda de Adam quien esperaba el momento correcto para decirle sus pensamientos al moreno, mientras que Kurt y Cynthia se quedaron en la sala sin realmente platicar. Ellos sólo se dedicaron a mirar el suelo y evitar la mirada del otro. Entonces Adam decidió que momento de hablar con el moreno, se aseguró de que nadie en la sala, los escucharan y dijo entonces:
-Blaine, ¿acaso perdiste la cabeza?
-¿Perdón?
-Lo que escuchaste. No puedo creer que hayas permitido que todo esto llegara hasta este punto. ¿No te das cuenta de lo peligroso que puede ser esto para la vida de Kurt?
-Estoy muy consciente de ello, Adam. Bastante. Es por eso que lo he protegido durante estos últimos siete meses, a él y a mis hijos.
A Adam no le importaban para nada los bebés que habitaban en el vientre del castaño. El corazón del inglés nunca olvidó a Kurt y pensar que por este proyecto podría perderlo simplemente le destrozaba el alma. Sin embargo, no dijo nada excepto:
-Sólo tenlo presente si en algún momento llega el momento en el que descubras que esto fue un error desde un principio.
Adam se dirigió sin más que decir al baño, dejando detrás a un pensativo Blaine quien se sintió extraño al ser reprimido por dos diferentes personas pero que ambas habían acertado en que las consecuencias del embarazo lo marcarían de por vida.
-Así que-Habló finalmente Cynthia-, estás embarazado. Debió costarte trabajo convencer a Blaine.
-No realmente. Dudó, eso sí pero al final henos aquí a dos meses de ser padres.
-Dime una cosa, ¿Qué crees que pasará si esto no resulta, eh? ¿Qué tal si ni tú ni esos… bebés sobreviven? ¿O que tal ellos sí pero tú no? Debiste pensar que esto no sólo te afecta a ti, sino también a Blaine. ¿De verdad quieres que vuelva al abismo donde estuvo cuando lo dejaste por otro hombre?
-No va a pasar nada. Estaremos bien.
-Bueno, espero que funcione tu “grandioso” plan-La chica se levantó y se encaminó a la puerta.
-¿Cynthia? ¿No vas a quedarte?
-Lo siento, Blaine, sabes que te quiero mucho pero no puedo estar cerca cuando vuelvas a perderlo.
-Yo no voy a perderlo.
-Amigo, tú estás en el proyecto, deberías saber que por los antecedentes hay muy pocas posibilidades de que pueda dar a luz y que los tres sobrevivan. Perdón pero no podré soportar verte otra vez así cuando pase.
-Yo tampoco-Dijo de pronto Adam saliendo por el pasillo-. Con todo el respeto, creo que lo que hicieron fue un error y que nunca podré volver a ver a Blaine a los ojos si Kurt muere. Con permiso.
Cynthia y Adam salieron del departamento sin decir más palabras. Blaine se sentó al lado de Kurt y lo abrazó, en cuanto sintió los brazos de su marido el castaño soltó un mar de lágrimas.
-¿Crees que fue un error?-Preguntó el castaño.
-Claro que no, no les hagas caso.
-No sólo por Adam y Cynthia, es por mi padre, yo creí… creí que entendería pero terminó gritándonos a todos los que estuvimos presentes… oh, Blaine, ¿qué sucede conmigo?
-Nada, eres perfecto y te prometo que nada les pasará ni a ti ni a nuestros hijos, te amo tanto.

Febrero

Las semanas pasaron y Kurt parecía estar perfectamente. Todos siguieron cumpliendo con las guardias en la mañana, exceptuando a Santana cuyo doctor le había recetado reposo total. En cuanto a David y Sebastian, ninguno de los dos se atrevía a hablarle al otro para reconciliarse, ya sea por orgullo o por simple enojo.
Blaine, por su parte, seguía trabajando para sacar su primer disco en mayo y después hacer una gira mundial con Kurt y sus hijos. Tanto él como Kurt sabían que todo resultaría bien y mantenían la mente positiva.
Sin embargo, no todo fue perfecto. Un día llegó el profesor Brown a la disquera buscando al moreno, quien fue informado por la recepcionista. Se encontraron en el lobby. Brown lo saludó con una sonrisa mientras Blaine sólo le dio una usual mirada asesina.
-Entiendo que me odies desde hace mucho tiempo, Blaine-Comenzó a decir el profesor-, pero creo que estás exagerando. ¿De verdad arriesgarías la vida de tu esposo y de tus hijos no natos, sólo por orgullo? Es increíble. Y, sin embargo, sigues yendo a las consultas semanales con el Dr. Phillips.
-Rechacé la oferta de hospitalizar a Kurt, no de continuar con el procedimiento.
-Muy cierto. Escucha, sólo para que lo sepas, Edgar Kane cumple su noveno y último mes mañana y está perfectamente sin peligro de aborto o algo peor; además hemos descubierto que las primeras dos parejas tuvieron espasmos en el octavo mes y eso les provocó el aborto-Sacó entonces una caja metálica y la puso en la pequeña mesa de la sala del lobby-. En caso de que ocurra eso en tu marido, te entrego esto para tranquilizarlo hasta que lleguemos nosotros y lo evaluemos. ¿De acuerdo?-Blaine no dijo nada, sólo siguió lanzándole a Brown miradas asesinas-Hasta luego, señor Anderson.
El profesor salió sin más del edificio y Blaine se acercó a la caja metálica, la abrió y observó una pequeña jeringa con una nota en la tapa que decía: “Inyéctale sólo 1 ml. en el brazo derecho cada vez que se sienta mal”.
Mientras tanto en el centro comercial, David y Kurt, junto con el hijo del primero, paseaban por el departamento de ropa para bebés. El castaño andaba caminando por entre la ropa buscando ropa para sus hijos mientras que el fornido sólo se dedicaba a observarlo triste y preocupado. Caminaron por varias horas hasta que Kurt se cansó y se detuvieron en las mesas de comida rápida para descansar. En eso, Junior empieza a llorar.
-Debe tener hambre-Dice Kurt con una pequeña sonrisa.
-No, le di de comer hace poco y tampoco necesita cambiar de pañal. Sólo extraña a Sebastian, siempre llora cuando despierta y no lo ve.
-¿Por eso has estado tan cansado?-El fornido asintió-¿Entonces dónde lo dejas cuando trabajas?
-Hay una guardería en el edificio.
-¿Y no crees que sería mejor hablar con Sebastian y arreglarlo todo?-El fornido se encogió de hombros-Dave, sé que la decisión de Sebastian fue demasiado para ti, pero se me hace injusto que lo castigues de esta forma: ignorándolo y quitándole a su hijo.
-Pues parece que prefiere tener su propio hijo, con todo y sus genes Smythe.
-Créeme que ésa no fue la razón por la que se quiso embarazar.
-Entonces, ¿cuál?
-No soy la persona que debe decírtelo, mejor pregúntale a Seb.
Dave suspiró de una manera muy profunda, tanto que Kurt supo su significado.
-Ay, no, recuerdo ese suspiro-Dave desvió la mirada del castaño-. Si tienes algo que decirme, dímelo ya.
El fornido tomó aire y se volvió para mirar a Kurt.
-Kurt… no quiero perderlos-El castaño miró a su ex novio, confundido-. Ni a Sebastian ni a ti. Sé que lo nuestro terminó hace mucho tiempo pero eso no significa que no me preocupe por ti. Tú, Sebastian y este bebé son lo mejor que me ha pasado en la vida y cada vez que los veo…-Su voz se rompió entre lágrimas-cada vez que los veo, agradezco que mi padre haya llegado a tiempo para salvarme la vida.
Kurt tomó la mano del fornido y la acarició como lo hacía en el tiempo que fueron pareja, con dificultad se acercó y lo abrazó mientras le acariciaba la espalda.
-Voy a estar bien, David, no vas a perderme ni a Sebastian.
El fornido esbozó una pequeña sonrisa.
-Gracias, Kurt. Te quiero, amigo-Ambos se abrazaron con fuerza y cuando se separaron, David revisó su reloj-. Será mejor que te lleve a casa, antes de que tu marido sufra un infarto si no te ve ahí.
Blaine llegó diez minutos después que Dave y Kurt, y en el camino se encontró con la familia Hudson-Berry. Todos estuvieron reunidos ahí, hasta que Chandler tocó la puerta preguntando la causa de tanto alboroto. Entonces Blaine le pidió que se uniera a la reunión junto con Sebastian.
- ¿Está David?-Preguntó en murmullo el de lentes y se auto respondió al ver al fornido llegar del pasillo del baño-Oh, mejor no. Seb… está algo cansado y será mejor que esté en cama y yo debo de cuidarlo pero disfruten la velada. Adiós.
Todos quedaron en un silencio incómodo que entonces fue interrumpido por Rachel.
-Así que… ¿ya decidieron los nombres de los bebés?
-Eso, querida, es una sorpresa-Dijo elegantemente Kurt.
-Ya sé-Dijo de pronto Finn-. Le pusieron mi nombre al niño, ¿verdad?
-Hermano, sabes que te adoro pero no, lo siento. Ya pronto sabrán sus nombres.
Aún sonriente, Finn se acercó a su hermanastro con un vaso de jugo, que momentos había solicitado el castaño; pero al intentar tomar el vaso los músculos de la mano de Kurt fallaron y el jugo cayó a la alfombra. Sin embargo, no era el jugo lo que entonces les preocupó. Kurt comenzó a quejarse de fuertes dolores en todo su abdomen. Todos los presentes rodearon al castaño y entre David y Finn trataron de levantarlo pero las piernas de éste no respondían. El dolor era insoportable.
-¿Será ya hora?-Preguntó histérica Rachel.
-No, todavía le falta un mes-Contestó con el mismo tono David.
De un salto, Blaine se alejó y esto alteró más a Kurt quien no paraba de gritar:
-¡Blaine! ¡Oh dios mío, Blaine! ¿Dónde está Blaine?
-Tranquilo, ahora viene, de segura va a llamar a una ambulancia. Tranquilo-Trató de consolar Rachel al tiempo que acariciaba la frente de su amigo.
El moreno regresó con una pequeña jeringa y le pidió a David que le detuviese el brazo, éste lo hizo y entonces Blaine inyecta a su marido. Poco a poco, Kurt comenzó a relajarse sin parar de sudar o llorar. Entre Finn y David llevaron al castaño al cuarto principal.
Blaine llamó al Dr. Phillips mientras observaba la jeringa de Brown, ese objeto lo hizo pensar mejor su decisión de la hospitalización.
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Primero que nada, gracias a todos por sus tan lindos comentarios que me hacen sonreír cada vez que los leo. Espero que les haya gustado este fic y espero ansiosa todos sus comentarios.
Nuevamente gracias por leer     

Espero que Kurt este bien, no tardes con más capítulos por favor.

Me encanto.   
Ojala y a Kurt ni a los bebes.   
Espero que Blaine haga que hospitalicen a Kurt.   
Y así no corran riesgo ni el ni los bebes.   
Ya quiero leer el próximo capitulo.   
Saludos!!
   

  Ya sé que me tardo siglos en actualizar, pero la universidad consume casi todo mi tiempo. Trataré de actualizar mis dos fics en cuanto pueda. Van a ser mis incentivos para acabar pronto mis tareas. Mientras tanto, espero disfruten este capítulo.
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La Hospitalización

David y Finn llegaron temprano al departamento y esperaron con Blaine la llegada de los médicos y del profesor. El día anterior, el moreno había llamado al doctor Phillips para que revisara a Kurt y diera su opinión de si la hospitalización era lo conveniente; Brown había ido también sin necesidad de una invitación, éste convenció a Blaine de aceptar y ahora estaba con su cuñado y el esposo de su mejor amigo en la sala mientras trataba de calmar su paranoia.
Al momento que llegaron, Phillips y una enfermera entraron con una silla de ruedas y con Brown detrás de ellos con una arrogante sonrisa. Con la ayuda de Finn y David, Kurt logró sentarse en la silla. Le dedicó a su esposo una débil sonrisa y le tomó la mano para tranquilizarlo, cosa que resultó ser muy efectiva.
Cuando se acercaron al elevador, salió Sebastian para despedirse de Kurt sin saber que su marido estaba ahí. Los Karofsky se miraron con cierta incomodidad. Dave, después de ver al delgado, posó su mirada en el vientre que empezaba a sobresalir de la camisa de Sebastian y suspiró decepcionado.
-Dave…-Dijo casi en susurro el delgado pero no obtuvo respuesta alguna, ya que el elevador había llegado y todos entraron para dirigirse al hospital.
En cuanto las puertas se cerraron, Sebastian entró nuevamente al departamento de Chandler y se tumbó boca arriba en el sofá dejando que las lágrimas empaparan su rostro.
Sin problemas llegaron al hospital. Durante todo el camino, Kurt le decía a Blaine que estaba bien y que todo saldría de igual manera. Pero ni las palabras del castaño calmaban los nervios del moreno, temía dejar solo a Kurt. Así que hizo un trato con el profesor.
-Si tanto insiste en hospitalizarlo-Había dicho-, tengo sólo una condición. Kurt siempre estará acompañado, ya sea por mí o por cualquier persona que yo autorice.
-Si así lo desea… señor Anderson-Respondió Brown con una maliciosa sonrisa.
El día que llegaron tuvieron noticias de Edgar. Él estaba bien y saludable, pronto tendría a su bebé. Sin embargo, la paranoia de Blaine no lo dejaba en paz y pidió a Rachel que se quedara en la noche con ellos, lo cual aceptó.
Cuando todo estuvo a obscuras, Blaine fue en dirección a la habitación de Edgar y al encontrarla con la puerta abierta, observó al susodicho. Parecía estar más flaco y pálido, su cráneo estaba casi sobresaliendo de su rostro, su respiración era más lenta. Aquello le parecía mala señal, por lo que decidió hablar francamente con Zack y Edgar, debía saber lo que le harían a su marido.
Al día siguiente, Rachel tuvo que marcharse al teatro y fue reemplazada por Chandler; Blaine, por otra parte, tomó esta oportunidad para hablar con los Kane. Pero al llegar a la habitación, se encontró con que estaba vacía. Preguntó a una enfermera que pasó cerca y ésta le respondió:
-Hace unos minutos, el señor Edgar inició el trabajo de parto.
Ahora lo que Blaine necesitaba era saber el resultado final.
Mientras en la habitación de Kurt, Chandler observaba con ternura al castaño dormir. Éste despertó de pronto y le sonrió.
-Hola, Chand, ¿y Blaine?
-Salió por un momento, no ha de tardar, ¿cómo te sientes?
-Bien, eso creo. ¿Cómo está Sebastian?
-No tan bien. Ayer que te trajeron aquí, vio a David y él lo ignoró por completo, eso lo destrozó.
Kurt se quedó callado y pensativo mientras acariciaba el vientre donde los movimientos de sus hijos ya se estaban sintiendo más a menudo.
-Kurt-Dijo de pronto Chandler-, te quiero.
El de anteojos se acercó un poco al castaño y le dio un pequeño beso en los labios. Kurt no se movió, sólo se quedó extrañado.
-¿Por qué hiciste eso? ¿Y por qué me dices esto ahora?
-No lo sé. Temo por ti, me da miedo perderte y que nunca sepas que mis sentimientos no han cambiado. Honestamente, cuando tuvieron problemas tú y David, creí que sería mi oportunidad de tenerte y luego te reencontraste con Blaine y, bueno, tuve que vivir frente a la desilusión de nunca estar contigo.
-Chand, escucha, no voy a morir. Estaré bien, podrás visitar a mis hijos cuando quieras y algún día vendrás con tu guapísima pareja. Pero a mí, no vas a perderme, eres mi amigo y siempre estaré contigo y con todos los demás.
Chandler abrazó delicadamente al castaño y con lágrimas en los ojos salió de la habitación. Kurt se quedó solo y mientras esperaba la llegada de Blaine o de alguien más, se puso a mirar el techo hasta quedarse dormido.
Poco tiempo después, el profesor Brown pasó por la puerta de Kurt y observó con alegría que no había nadie acompañando al castaño. Así que entró cautelosamente y de su bolsillo sacó una jeringa. Estuvo a punto de inyectar cuando detrás de él, una voz dijo:
-¿Qué está haciendo?-Era Brittany acompañada de Finn.
-Sólo el protocolo y ustedes, ¿quiénes son?
-Yo soy Finn Hudson, ella es mi amiga, Brittany. Estamos autorizados por los Hummel a entrar.
-Me alegro entonces no habrá problemas en que les pida que esperen afuera mientras sigo con esto.
-Las instrucciones del señor Anderson-Hummel fueron que no estaría usted solo con él. Y soy su hermano, así que me quedaré.
-Bien, entonces creo que mejor lo haré en otra ocasión.
Y sin más, Brown se retiró dejando confundidos a los recién llegados.
Pasaron las horas y, finalmente, llegó el doctor para revisar a Kurt. Blaine decidió entonces preguntarle:
-Disculpe, ¿cómo se encuentran Edgar Kane?
El médico se quedó callado y después de respirar el aire que necesitaba, respondió:
-El niño nació sin ningún problema aparente… pero desafortunadamente, el señor Edgar no sobrevivió a la operación.
En cuanto se retiró el doctor Phillips, las piernas le fallaron a Blaine quedando arrodillado al lado de Kurt mientras le sostenía la mano con fuerza. El castaño, aunque le lastimaba, participó en el agarre y ahí lloró la muerte de su amigo.
Tres días después les informaron que el bebé había muerto por una falla en el corazón.

Esta genial, no tardes con más capítulos.