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*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Bueno eh aquí el primer capitulo de mi Fic, espero que sea de su agrado. Deje volar mi imaginación y me puse a escribir, una de las cosas que más amo en el mundo. Los capítulos son largos en su mayoría, y ante cualquier duda estoy dispuesta a contestar lo que sea. Muchas gracias de antemano a quien lo lea, y en especial a todos los que me apoyaron para que lo subiera. Una única aclaración es que en esta historia solamente Kurt, es homosexual.
Los dejo con el capitulo,Saludos ;)
Capitulo uno: “Familia”
Los últimos fríos del invierno se marcaban aquella tarde en la ciudad de Nueva York. Era un jueves normal para todos los que caminaban por las pobladas calles de la ciudad, pero para ella, todo pasaba lento, agónicamente lento. Se había cansado de lamentarse, ya contaba casi un mes desde que había descubierto los planes de su ex esposo, aun llevaba la copia con tinta fresca del divorcio en su bolso... No existía vuelta atrás.
Prometió nunca mas llorar por alguien desde hacía mucho tiempo, incluso en momentos de tanto dolor renegaba de la mala suerte que tenia en el amor.
Ya no era la joven que se cubría con distintas mascaras para ocultar su propio y maravilloso ser. Los años habían pasado junto a las lecciones que, bien o mal, la habían formado como adulta. Ahora era simplemente Santana, una mujer de 28 años, que salía de trabajar y conducía seria como el resto del mundo. Recordaba una y otra vez lo que su padre le gritó años atrás en la cara:
-"... si pudiese revivir el punto exacto en que me equivoque contigo, tendría que volver al punto cero. Donde tú, no habías nacido."
Se cuestiono varias veces en qué se había equivocado, qué hechos tan terribles causó como para tener que vivir siempre en un continuo laberinto sin escapatoria... Luego, reaccionaba y se daba cuenta que en realidad no hizo más que amar, seguir su vida y vivir sus sueños... O al menos intentar rehacerlos.
Este pensamiento la reanimo un poco mientras llegaba a una guardería ubicada a siete calles de su consultorio.
-Buenas tardes Santana, ¿Cómo te va? -La Saludó cordialmente una mujer bastante mayor.
-Que tal Sra. Helen. Aquí estoy, eh salido más temprano así que decidí pasar, después se me haría tarde…
-Me parece bien, acompáñame. Ahora están en la hora del cuento...- La anciana caminaba con entusiasmo seguida por la latina que contemplaba con cariño aquellos pasillos coloridos conocidos hacía un año o más. Se detuvieron frente a una puerta color amarillo, Helen le indicó que pasara en silencio.
Ingresó a la pequeña habitación, donde la maestra estaba sentada en el suelo con un libro en las manos y unos cuantos niños la observaban con atención. Entre ellos, una cabecita le resultaba inconfundible a la morena, que desde un extremo observaba con los ojos iluminados.
De pronto, la docente se detuvo en su relato y, en tono muy bajo, le señaló a un niño que lo esperaban. El pequeño giró su mirada y una sonrisa se dibujo en su carita. Se paró con suma cautela y corrió a los brazos de Santana. La latina se agachó frente a él y lo abrazó fuertemente mientras le acariciaba la cabeza. A ambos les encantaban esos abrazos: era uno de los modos más simples en los que podía expresar cuanto amor sentía por su hijo.
El pequeño Axel aún no cumplía los dos años, era menudito y bastante callado. Su madre encontraba en él una combinación peculiar de ella con Blaine, su ex-marido. Tenía un tono de piel más bien claro, el pelo oscuro con unos notorios bucles, la mirada firme, pero dócil, encerrada en unos potentes ojos marrones y una dentadura blanca que iluminaba cualquier día gris solo con sonreír.
-Bueno mi cielo, pasaremos al supermercado y luego iremos a casa ¿Te parece? -Preguntó con tono alegre mientras acomodaba al pequeño en el asiento trasero de su automóvil. El niño asintió mostrando los dientitos y mirando con adoración a su madre. Solo sabia palabras como no, un “si” que sonaba como “ti”, tía, papá y mamá; pero le bastaba eso (sumado a sus manos y gestos) para comunicarse.
Con Axel, su vida era más llevadera, él era un sol. Nunca lo reprendía pues ella misma se había empeñado en enseñarle todos los buenos modales necesarios desde muy temprana edad. Intentaba ser una madre correcta, no perfecta ya que sabía que nadie lograba serlo, y aunque costara imaginarlo era dulce, dedicada y paciente con los niños.
En el departamento de la familia, Blaine acomodaba sus últimas prendas en una de sus maletas. Ese era su último día en Nueva York. Las cosas entre ellos no habían funcionado como habría deseado alguna vez, aunque tenía bien en claro que él fue el principal responsable de las fallas en su matrimonio.
Era particular el caso de la familia Anderson-Lopez: cuando ambos anunciaron que se casarían, algunos años atrás, todo el mundo especuló con que se trataba de una farsa, un nuevo modo de ocultar los hechos que traían consigo Santana y él. Pero para ellos no era así; se habían conocido en el instituto y el destino los hizo re-encontrarse nuevamente en la gran ciudad. A partir de ese momento no se separaron, sobretodo porque ambos se hallaban derrotados, sin nadie que los escuche ni comprenda.... Fueron amigos incondicionales, se daban ánimos para seguir adelante en sus vidas, se entendían y podían pasar noches enteras hablando de cada tema que se les pasara por la mente.
Mientras Blaine terminaba su estudio en contabilidad, Santana ya se había graduado de la universidad local como psicóloga. Pronto la latina se incorporó al mundo laboral y, ayudada siempre por su amigo, logró abrir un consultorio que gano buen prestigio en poco tiempo. Cuando por fin él se graduó, se mudaron juntos a aquel departamento como un modo de reducir gastos.
Pero poco a poco, la necesidad de sentirse amados y obtener por fin algo estable influenció lo suficiente para acercarlos más y más. Como suele pasar, comenzaron a darse algunos privilegios en su relación amistosa, al punto de sentir una gran química y atracción mutua. Siguieron así, cortando con relaciones sin futuro, hasta que una tarde de otoño del 2017 Blaine le pidió matrimonio, ya convencido que lo que pasaba entre ellos era algo cercano al amor ideal. Santana aceptó, ante la sorpresa de todos sus conocidos y sus amigas. Aquellas sombras del pasado que los seguían parecían quedar por fin en el olvido cuando dieron dos meses más tarde el “si, acepto“.
Casados y felices, pasaron un año único, lleno de expectativas y nuevos sueños. Pronto el trabajo les comenzó a dejar un margen más corto para estar juntos, pero los momentos que vivieron fueron inundados de alegría y pasión, siempre con alguna sorpresa, algún regalo o recuerdo.
Al paso del tiempo Blaine comenzó a realizar viajes de negocios, dejando a su esposa con nuevos sentimientos de soledad, que se transformaron más tarde en ansias por formar una verdadera familia. A mediados del 2019 nació Axel, aunque esto no detuvo al hombre de negocios en sus cada vez mas constantes viajes; perdiéndose, eso si, gran parte de los primeros meses de vida del niño.
La distancia, la soledad, y los prolongados silencios que comenzaron a surgir fueron apagando rápidamente la llama que mantenía iluminada su relación de pareja, al punto de verse nuevamente como desconocidos. Santana prefirió concentrarse en su hijo y en su profesión, tras mucho tiempo de intentar recuperar a su esposo, y sobretodo, a su amigo.
Con esto Blaine (antes que sentirse culpable) sintió una amplia libertad, y volvió a relacionarse con el pasado, rencontrándose con un ahora famoso Kurt Hummel, dueño de una de las marcas de ropa más famosas en Europa. No le llevó mucho tiempo revivir aquellos sentimientos que en un momento llegaron a ser ignorados y guardados en una cicatriz sellada en su corazón. Los famosos viajes se convirtieron en semanas de encierro juntos, y una creciente obsesión por recuperar al que, en definitiva, siempre fue su primer y único gran amor…
-Esto… Esto no esta bien.- Dijo para si, observando una gran cantidad de fotos sobre una repisa. Podía recordar cada uno de los días en que las imágenes fueron tomadas: En un día de campo junto a Rachel y Quinn, Santana y él posaban apoyando sus cabezas uno junto al otro, sonrientes. Seguía una del día de su boda, otras de ambos paseando por la ciudad o haciendo caras en el auto. Por supuesto que había fotos de su hijo: cuando bebe, riendo y dando sus primeros pasos. El recorrido fotográfico finalizaba con una foto tomada en el último cumpleaños de Blaine, donde nuevamente se hallaban ellos dos con Axel en brazos, y una sonrisa en sus rostros muy diferente a la inicial.
El castaño se quedó mirando fijo esta última, la tomó entre sus manos y dejó caer unas grandes lagrimas sobre el vidrio. No era fácil lo que iba a hacer en los próximos minutos.
Contempló un momento más la imagen de los tres, hasta que oyó un sonido proveniente de la entrada. Su ex mujer cruzó la puerta haciendo malabares mientras cargaba en una mano una cantidad de bolsas y en la otra a Axel, que se había entre-dormido en el viaje de regreso.
-Cielo despierta, ya no eres un bebe de tres kilos. -Comentó la latina bajándolo con cuidado, mientras el pequeño Anderson intentaba entender en qué momento salieron del supermercado. Blaine los observaba desde el salón, se habían parado frente a él. Axel lo saludó con la mano alegremente al verlo.
-Anda cariño, ve a tu cuarto; Bobby te debe estar esperando. -Le susurró la morena a su hijo. No quería que estuviera presente en lo que se avecinaba.
El niño salió disparado en busca de su peluche favorito mientras ella redirigió sus ojos con ira hacia su ex marido. Tras un incomodo minuto donde intercambiaron miradas dolidas y molestas, salió con las bolsas directo a la cocina. Blaine acomodo la fotografía en su respectivo sitio dirigiéndole, ahora si, una última mirada. Cuando se dio vuelta, Santana estaba unos metros más atrás de él con los brazos cruzados.
-San, yo… -Comenzó con tono apenado. Su ex mujer cortó el discurso con un movimiento de su mano.
-¿Ya empacaste tus trapos? -Retrucó fríamente.
-Escucha, no quiero discutir, solo déjame…
-Te hice una pregunta. -Alegó cortante Santana.
Miraba a su ex marido con desprecio, aunque su cara no podía ocultar el dolor que sentía al tener que actuar así. ¿Cómo era posible que estuviera pasando esto? Siendo que llegó a creer que tenia la vida perfecta junto a ese hombre, ahora ni siquiera podía sostenerle la mirada sin dejar de pensar en lo cruel y traidor que era.
Blaine estaba destruido, avergonzado, solo pudo comentar unas palabras antes de ponerse a llorar nuevamente.
-Por favor… ¿No hay un modo de arreglar mejor las cosas? Por Axel. -Sollozó abatido.
-Te recuerdo que tú pretendías huir y abandonarlo todo, incluyéndolo a él. Ahora vienes con lamentos, pero en ningún momento descartaste la idea de marcharte. -La morena miró hacia otro lado, verlo así le daba asco. - De haber sabido que terminarías yéndote... Ni siquiera hubiera pensado en casarme contigo.- Agregó, cerrando los ojos para no llorar.
- No me digas eso, por favor. -Dijo Blaine dando unos pasos hacia ella. –Yo a ti te quise, y te quiero. Jamás voy a dejar de agradecerte los momentos mágicos que me hiciste vivir, y todo lo maravilloso que me diste… -Esto el castaño comenzó a decirlo incluso antes que la morena descubriera su plan.
-Pero siempre lo amaste a él.... ¡Nunca pudiste olvidarlo!... ¡No estaba en tus planes encontrarlo, toda esa basura de discurso me la se de memoria! -Gritó Santana, dejando de ocultar lo doloroso de la situación. -¿Qué tiene ese tipo ahora, huh? ¿El dinero, la fama...?
-Es mi primer amor Santana, intenta comprenderm...
-¡No! No me pidas comprensión. Te vas con el hombre que te hizo más daño, que te engaño las veces que quiso, ocultándote la verdad; pero claro... –Aplaudió sarcásticamente- Es tu primer amor, por favor Blaine.
-Él ha cambiado, prometió que…
-Las personas y las cosas nunca cambian. -Renegó la latina mientras movía los brazos para todos lados. Blaine intentó sostenerla por los hombros pero ella lo corrió violentamente.
-Solo ten presente este cambio en tu vida: Nosotros ya no pertenecemos a ella. Olvídate de mi, de lo que vivimos eh hicimos, de esta parodia de “familia” que creímos formar y vete. -Sentenció Santana mirándolo a los ojos.- Ni siquiera te atrevas a volver, porque yo de ti ya no soy nada y Axel ha dejado de ser tu hijo. Así de roto y solitario como te dejó el estúpido ese... te devuelvo a él.- Las lágrimas ahora rodaban de los ojos de ambos. –Vete, y que por fin seas feliz con tu amor-trofeo.
-Santana por dios, te lo suplico. -Blaine cayó sobre sus rodillas mientras tomaba la mano de su compañera, llorando desesperadamente.-No me hagas esto, amo a mi hijo.
-Tu avión sale en media hora, llegaras tarde. -Dijo amargamente la mujer mientras intentaba soltarse.
-Perdóname, por favor… Perdona todo este daño que te eh hecho. Me siento como un monstruo.
-Lo eres, y lo serás siempre. Tú sabes lo que pienso del perdón. Pero tranquilo, no creas que le voy a hablar pestes de ti a Axel. Eres tan poca cosa, caíste tan bajo, que él ni siquiera sabrá de tu existencia. De a poco tu recuerdo se borrara de su mente, al igual que de la mía. -Santana conocía el punto exacto para hacer daño psicológicamente y no dudó en atacarlo con todas sus armas.
Pasó un periodo de silencio muy tenso mientras ella respiraba agitada, intentando contener lo peor de si misma, él se ponía de pie llorando más intensamente.
-Para Ax…-Comentó al cabo de un tiempo sosteniendo un sobre marrón, en el que Santana suponía que había dinero y quizás alguna carta.
-Quédate tu asquerosa limosna. -Respondió violentamente dejando su orgullo salir por cada palabra dotada de veneno, tirándole el paquete en la cara.
-Pero entonces... qué pretendes con…
-¡Quiero que te largues de una maldita vez! -Finalizó la latina con los ojos llenos de furia. Blaine la miró con temor, estaba totalmente transformada, quién sabe de qué era capaz si continuaba su alegato. Lo peor que podía hacerle a esa mujer era engañarla y, no obstante, lo había hecho.
-Entiendo. -Dijo el castaño suspirando y agachando la mirada.- Solo, por favor, déjame despedirme de él.
Santana no respondió a ese pedido. Simplemente se dio la vuelta y se encerró en su cuarto haciendo temblar el edificio con el portazo.
Blaine se limpio las lagrimas, no pretendía que su hijo lo viera más mal de lo que estaba. Salió directo hacia el cuarto del pequeño, pero lo encontró a mitad de camino sentado contra la pared abrazado a su oso. Seguramente había escuchado la discusión de sus padres y, asustado, se alejó de allí.
El corazón de su padre se partió en mil pedazos al verlo ahí, con esa carita tan dulce. Lo tomó en brazos, llenándolo de besos, y resguardando en su recuerdo el aroma a bebe que aun traía. Inevitablemente las lágrimas volvieron a brotar de los ojos de aquel hombre que abrazaba con fuerza a su hijo mientras, en una secuencia, recordaba todo lo bello que aquel ángel le hizo sentir y vivir desde el momento en que supo que vendría al mundo.
-¿Amas a papá? -Le preguntó observando sus gestos.
-Ti. -Sonrió el pequeño, acariciando la cara de su padre con suavidad. Blaine lo apretó contra él fuertemente pasando de manera tierna su mano por el pelo oscuro con algunos bucles sobresalientes del niño.
-Y papá también te ama, siempre lo va a hacer.- Sollozaba, susurrándole al oído.
–Por cada tres cosas malas que escuches de tu padre, solo una va a ser cierta. Sé que esta mal, muy mal dejarte Axel... Pero también sé que vas a salir adelante junto a tu madre que te ama de igual forma, o más, que yo. Espero que ambos encuentren la felicidad que me negué a darles y que crezcas para ser en un buen hombre... Uno mil veces mejor que yo. Ojala, que en tu corazón exista alguna vez el perdón para este tonto, estúpido y cobarde. Te amo tanto hijo. -Continuo diciendo Blaine aferrado a su pequeño que se acomodó en su pecho mientras lo mecían. No era posible para nadie distinguir si esas palabras podrian ser ciertas, la verdad es que en aquel hombre se llegaba a dudar verdaderamente si entendia el significado de "Amor.
Santana escuchaba atrás de la puerta, sollozando. Estaba a punto de salir, implorándole a Blaine que se quedara, pero su orgullo herido la mantenía en el límite.
Finalmente, cuando todo quedó en silencio, salió de su cuarto. Aun tenia con él a Axel, el pequeño se había quedado completamente dormido en sus brazos. Ahora solo eran los sollozos de ambos los que se escuchaban en la casa. Con sumo cuidado, le entregó a su hijo dándole los últimos besos en la cabeza sin parar de llorar. La latina se aferró al pequeño evitando mirar a los ojos al castaño.
Blaine se colocó el abrigo, tomó sus valijas y caminó directo a la salida. Santana lo observaba amargamente resignada. Dejó las maletas al otro lado de la puerta y contempló por última vez la casa en la que había pasado pocos y perfectos momentos. Sus ojos finalmente miraron a la que fue su compañera de vida por tanto tiempo, parada frente a él aun con el niño en brazos.
Sus miradas tristes intercambiaron un último cruce.
-Espero que seas feliz- Dijo aquel hombre con un hilo de voz- Lo mereces. Cuídense mucho...- Santana cerró los ojos con fuerza mientras abrazaba a Axel.
-Adiós. -Terminó él mientras se marchaba con sus cosas en ambas manos.
Ella no dijo nada, solo rogaba que esos fueran los últimos segundos que debería soportar de tormento. Se apresuró a recostar a su hijo en la cama una vez que los pasos de Blaine dejaron de oírse por el corredor.
El lugar quedó nuevamente en un silencio sepulcral. Santana se dirigió a la entrada y cerró la puerta que su ex marido no se atrevió a cerrar. Se apoyó contra ella mientras una última lágrima se deslizo por su mejilla.
-Hasta nunca, Blaine.
Susurró, a la vez que su corazón por fin parecía dejar de estremecerse.
Los dejo con el capitulo,Saludos ;)
A PUNTO CERO.
Capitulo uno: “Familia”
Los últimos fríos del invierno se marcaban aquella tarde en la ciudad de Nueva York. Era un jueves normal para todos los que caminaban por las pobladas calles de la ciudad, pero para ella, todo pasaba lento, agónicamente lento. Se había cansado de lamentarse, ya contaba casi un mes desde que había descubierto los planes de su ex esposo, aun llevaba la copia con tinta fresca del divorcio en su bolso... No existía vuelta atrás.
Prometió nunca mas llorar por alguien desde hacía mucho tiempo, incluso en momentos de tanto dolor renegaba de la mala suerte que tenia en el amor.
Ya no era la joven que se cubría con distintas mascaras para ocultar su propio y maravilloso ser. Los años habían pasado junto a las lecciones que, bien o mal, la habían formado como adulta. Ahora era simplemente Santana, una mujer de 28 años, que salía de trabajar y conducía seria como el resto del mundo. Recordaba una y otra vez lo que su padre le gritó años atrás en la cara:
-"... si pudiese revivir el punto exacto en que me equivoque contigo, tendría que volver al punto cero. Donde tú, no habías nacido."
Se cuestiono varias veces en qué se había equivocado, qué hechos tan terribles causó como para tener que vivir siempre en un continuo laberinto sin escapatoria... Luego, reaccionaba y se daba cuenta que en realidad no hizo más que amar, seguir su vida y vivir sus sueños... O al menos intentar rehacerlos.
Este pensamiento la reanimo un poco mientras llegaba a una guardería ubicada a siete calles de su consultorio.
-Buenas tardes Santana, ¿Cómo te va? -La Saludó cordialmente una mujer bastante mayor.
-Que tal Sra. Helen. Aquí estoy, eh salido más temprano así que decidí pasar, después se me haría tarde…
-Me parece bien, acompáñame. Ahora están en la hora del cuento...- La anciana caminaba con entusiasmo seguida por la latina que contemplaba con cariño aquellos pasillos coloridos conocidos hacía un año o más. Se detuvieron frente a una puerta color amarillo, Helen le indicó que pasara en silencio.
Ingresó a la pequeña habitación, donde la maestra estaba sentada en el suelo con un libro en las manos y unos cuantos niños la observaban con atención. Entre ellos, una cabecita le resultaba inconfundible a la morena, que desde un extremo observaba con los ojos iluminados.
De pronto, la docente se detuvo en su relato y, en tono muy bajo, le señaló a un niño que lo esperaban. El pequeño giró su mirada y una sonrisa se dibujo en su carita. Se paró con suma cautela y corrió a los brazos de Santana. La latina se agachó frente a él y lo abrazó fuertemente mientras le acariciaba la cabeza. A ambos les encantaban esos abrazos: era uno de los modos más simples en los que podía expresar cuanto amor sentía por su hijo.
El pequeño Axel aún no cumplía los dos años, era menudito y bastante callado. Su madre encontraba en él una combinación peculiar de ella con Blaine, su ex-marido. Tenía un tono de piel más bien claro, el pelo oscuro con unos notorios bucles, la mirada firme, pero dócil, encerrada en unos potentes ojos marrones y una dentadura blanca que iluminaba cualquier día gris solo con sonreír.
-Bueno mi cielo, pasaremos al supermercado y luego iremos a casa ¿Te parece? -Preguntó con tono alegre mientras acomodaba al pequeño en el asiento trasero de su automóvil. El niño asintió mostrando los dientitos y mirando con adoración a su madre. Solo sabia palabras como no, un “si” que sonaba como “ti”, tía, papá y mamá; pero le bastaba eso (sumado a sus manos y gestos) para comunicarse.
Con Axel, su vida era más llevadera, él era un sol. Nunca lo reprendía pues ella misma se había empeñado en enseñarle todos los buenos modales necesarios desde muy temprana edad. Intentaba ser una madre correcta, no perfecta ya que sabía que nadie lograba serlo, y aunque costara imaginarlo era dulce, dedicada y paciente con los niños.
En el departamento de la familia, Blaine acomodaba sus últimas prendas en una de sus maletas. Ese era su último día en Nueva York. Las cosas entre ellos no habían funcionado como habría deseado alguna vez, aunque tenía bien en claro que él fue el principal responsable de las fallas en su matrimonio.
Era particular el caso de la familia Anderson-Lopez: cuando ambos anunciaron que se casarían, algunos años atrás, todo el mundo especuló con que se trataba de una farsa, un nuevo modo de ocultar los hechos que traían consigo Santana y él. Pero para ellos no era así; se habían conocido en el instituto y el destino los hizo re-encontrarse nuevamente en la gran ciudad. A partir de ese momento no se separaron, sobretodo porque ambos se hallaban derrotados, sin nadie que los escuche ni comprenda.... Fueron amigos incondicionales, se daban ánimos para seguir adelante en sus vidas, se entendían y podían pasar noches enteras hablando de cada tema que se les pasara por la mente.
Mientras Blaine terminaba su estudio en contabilidad, Santana ya se había graduado de la universidad local como psicóloga. Pronto la latina se incorporó al mundo laboral y, ayudada siempre por su amigo, logró abrir un consultorio que gano buen prestigio en poco tiempo. Cuando por fin él se graduó, se mudaron juntos a aquel departamento como un modo de reducir gastos.
Pero poco a poco, la necesidad de sentirse amados y obtener por fin algo estable influenció lo suficiente para acercarlos más y más. Como suele pasar, comenzaron a darse algunos privilegios en su relación amistosa, al punto de sentir una gran química y atracción mutua. Siguieron así, cortando con relaciones sin futuro, hasta que una tarde de otoño del 2017 Blaine le pidió matrimonio, ya convencido que lo que pasaba entre ellos era algo cercano al amor ideal. Santana aceptó, ante la sorpresa de todos sus conocidos y sus amigas. Aquellas sombras del pasado que los seguían parecían quedar por fin en el olvido cuando dieron dos meses más tarde el “si, acepto“.
Casados y felices, pasaron un año único, lleno de expectativas y nuevos sueños. Pronto el trabajo les comenzó a dejar un margen más corto para estar juntos, pero los momentos que vivieron fueron inundados de alegría y pasión, siempre con alguna sorpresa, algún regalo o recuerdo.
Al paso del tiempo Blaine comenzó a realizar viajes de negocios, dejando a su esposa con nuevos sentimientos de soledad, que se transformaron más tarde en ansias por formar una verdadera familia. A mediados del 2019 nació Axel, aunque esto no detuvo al hombre de negocios en sus cada vez mas constantes viajes; perdiéndose, eso si, gran parte de los primeros meses de vida del niño.
La distancia, la soledad, y los prolongados silencios que comenzaron a surgir fueron apagando rápidamente la llama que mantenía iluminada su relación de pareja, al punto de verse nuevamente como desconocidos. Santana prefirió concentrarse en su hijo y en su profesión, tras mucho tiempo de intentar recuperar a su esposo, y sobretodo, a su amigo.
Con esto Blaine (antes que sentirse culpable) sintió una amplia libertad, y volvió a relacionarse con el pasado, rencontrándose con un ahora famoso Kurt Hummel, dueño de una de las marcas de ropa más famosas en Europa. No le llevó mucho tiempo revivir aquellos sentimientos que en un momento llegaron a ser ignorados y guardados en una cicatriz sellada en su corazón. Los famosos viajes se convirtieron en semanas de encierro juntos, y una creciente obsesión por recuperar al que, en definitiva, siempre fue su primer y único gran amor…
-Esto… Esto no esta bien.- Dijo para si, observando una gran cantidad de fotos sobre una repisa. Podía recordar cada uno de los días en que las imágenes fueron tomadas: En un día de campo junto a Rachel y Quinn, Santana y él posaban apoyando sus cabezas uno junto al otro, sonrientes. Seguía una del día de su boda, otras de ambos paseando por la ciudad o haciendo caras en el auto. Por supuesto que había fotos de su hijo: cuando bebe, riendo y dando sus primeros pasos. El recorrido fotográfico finalizaba con una foto tomada en el último cumpleaños de Blaine, donde nuevamente se hallaban ellos dos con Axel en brazos, y una sonrisa en sus rostros muy diferente a la inicial.
El castaño se quedó mirando fijo esta última, la tomó entre sus manos y dejó caer unas grandes lagrimas sobre el vidrio. No era fácil lo que iba a hacer en los próximos minutos.
Contempló un momento más la imagen de los tres, hasta que oyó un sonido proveniente de la entrada. Su ex mujer cruzó la puerta haciendo malabares mientras cargaba en una mano una cantidad de bolsas y en la otra a Axel, que se había entre-dormido en el viaje de regreso.
-Cielo despierta, ya no eres un bebe de tres kilos. -Comentó la latina bajándolo con cuidado, mientras el pequeño Anderson intentaba entender en qué momento salieron del supermercado. Blaine los observaba desde el salón, se habían parado frente a él. Axel lo saludó con la mano alegremente al verlo.
-Anda cariño, ve a tu cuarto; Bobby te debe estar esperando. -Le susurró la morena a su hijo. No quería que estuviera presente en lo que se avecinaba.
El niño salió disparado en busca de su peluche favorito mientras ella redirigió sus ojos con ira hacia su ex marido. Tras un incomodo minuto donde intercambiaron miradas dolidas y molestas, salió con las bolsas directo a la cocina. Blaine acomodo la fotografía en su respectivo sitio dirigiéndole, ahora si, una última mirada. Cuando se dio vuelta, Santana estaba unos metros más atrás de él con los brazos cruzados.
-San, yo… -Comenzó con tono apenado. Su ex mujer cortó el discurso con un movimiento de su mano.
-¿Ya empacaste tus trapos? -Retrucó fríamente.
-Escucha, no quiero discutir, solo déjame…
-Te hice una pregunta. -Alegó cortante Santana.
Miraba a su ex marido con desprecio, aunque su cara no podía ocultar el dolor que sentía al tener que actuar así. ¿Cómo era posible que estuviera pasando esto? Siendo que llegó a creer que tenia la vida perfecta junto a ese hombre, ahora ni siquiera podía sostenerle la mirada sin dejar de pensar en lo cruel y traidor que era.
Blaine estaba destruido, avergonzado, solo pudo comentar unas palabras antes de ponerse a llorar nuevamente.
-Por favor… ¿No hay un modo de arreglar mejor las cosas? Por Axel. -Sollozó abatido.
-Te recuerdo que tú pretendías huir y abandonarlo todo, incluyéndolo a él. Ahora vienes con lamentos, pero en ningún momento descartaste la idea de marcharte. -La morena miró hacia otro lado, verlo así le daba asco. - De haber sabido que terminarías yéndote... Ni siquiera hubiera pensado en casarme contigo.- Agregó, cerrando los ojos para no llorar.
- No me digas eso, por favor. -Dijo Blaine dando unos pasos hacia ella. –Yo a ti te quise, y te quiero. Jamás voy a dejar de agradecerte los momentos mágicos que me hiciste vivir, y todo lo maravilloso que me diste… -Esto el castaño comenzó a decirlo incluso antes que la morena descubriera su plan.
-Pero siempre lo amaste a él.... ¡Nunca pudiste olvidarlo!... ¡No estaba en tus planes encontrarlo, toda esa basura de discurso me la se de memoria! -Gritó Santana, dejando de ocultar lo doloroso de la situación. -¿Qué tiene ese tipo ahora, huh? ¿El dinero, la fama...?
-Es mi primer amor Santana, intenta comprenderm...
-¡No! No me pidas comprensión. Te vas con el hombre que te hizo más daño, que te engaño las veces que quiso, ocultándote la verdad; pero claro... –Aplaudió sarcásticamente- Es tu primer amor, por favor Blaine.
-Él ha cambiado, prometió que…
-Las personas y las cosas nunca cambian. -Renegó la latina mientras movía los brazos para todos lados. Blaine intentó sostenerla por los hombros pero ella lo corrió violentamente.
-Solo ten presente este cambio en tu vida: Nosotros ya no pertenecemos a ella. Olvídate de mi, de lo que vivimos eh hicimos, de esta parodia de “familia” que creímos formar y vete. -Sentenció Santana mirándolo a los ojos.- Ni siquiera te atrevas a volver, porque yo de ti ya no soy nada y Axel ha dejado de ser tu hijo. Así de roto y solitario como te dejó el estúpido ese... te devuelvo a él.- Las lágrimas ahora rodaban de los ojos de ambos. –Vete, y que por fin seas feliz con tu amor-trofeo.
-Santana por dios, te lo suplico. -Blaine cayó sobre sus rodillas mientras tomaba la mano de su compañera, llorando desesperadamente.-No me hagas esto, amo a mi hijo.
-Tu avión sale en media hora, llegaras tarde. -Dijo amargamente la mujer mientras intentaba soltarse.
-Perdóname, por favor… Perdona todo este daño que te eh hecho. Me siento como un monstruo.
-Lo eres, y lo serás siempre. Tú sabes lo que pienso del perdón. Pero tranquilo, no creas que le voy a hablar pestes de ti a Axel. Eres tan poca cosa, caíste tan bajo, que él ni siquiera sabrá de tu existencia. De a poco tu recuerdo se borrara de su mente, al igual que de la mía. -Santana conocía el punto exacto para hacer daño psicológicamente y no dudó en atacarlo con todas sus armas.
Pasó un periodo de silencio muy tenso mientras ella respiraba agitada, intentando contener lo peor de si misma, él se ponía de pie llorando más intensamente.
-Para Ax…-Comentó al cabo de un tiempo sosteniendo un sobre marrón, en el que Santana suponía que había dinero y quizás alguna carta.
-Quédate tu asquerosa limosna. -Respondió violentamente dejando su orgullo salir por cada palabra dotada de veneno, tirándole el paquete en la cara.
-Pero entonces... qué pretendes con…
-¡Quiero que te largues de una maldita vez! -Finalizó la latina con los ojos llenos de furia. Blaine la miró con temor, estaba totalmente transformada, quién sabe de qué era capaz si continuaba su alegato. Lo peor que podía hacerle a esa mujer era engañarla y, no obstante, lo había hecho.
-Entiendo. -Dijo el castaño suspirando y agachando la mirada.- Solo, por favor, déjame despedirme de él.
Santana no respondió a ese pedido. Simplemente se dio la vuelta y se encerró en su cuarto haciendo temblar el edificio con el portazo.
Blaine se limpio las lagrimas, no pretendía que su hijo lo viera más mal de lo que estaba. Salió directo hacia el cuarto del pequeño, pero lo encontró a mitad de camino sentado contra la pared abrazado a su oso. Seguramente había escuchado la discusión de sus padres y, asustado, se alejó de allí.
El corazón de su padre se partió en mil pedazos al verlo ahí, con esa carita tan dulce. Lo tomó en brazos, llenándolo de besos, y resguardando en su recuerdo el aroma a bebe que aun traía. Inevitablemente las lágrimas volvieron a brotar de los ojos de aquel hombre que abrazaba con fuerza a su hijo mientras, en una secuencia, recordaba todo lo bello que aquel ángel le hizo sentir y vivir desde el momento en que supo que vendría al mundo.
-¿Amas a papá? -Le preguntó observando sus gestos.
-Ti. -Sonrió el pequeño, acariciando la cara de su padre con suavidad. Blaine lo apretó contra él fuertemente pasando de manera tierna su mano por el pelo oscuro con algunos bucles sobresalientes del niño.
-Y papá también te ama, siempre lo va a hacer.- Sollozaba, susurrándole al oído.
–Por cada tres cosas malas que escuches de tu padre, solo una va a ser cierta. Sé que esta mal, muy mal dejarte Axel... Pero también sé que vas a salir adelante junto a tu madre que te ama de igual forma, o más, que yo. Espero que ambos encuentren la felicidad que me negué a darles y que crezcas para ser en un buen hombre... Uno mil veces mejor que yo. Ojala, que en tu corazón exista alguna vez el perdón para este tonto, estúpido y cobarde. Te amo tanto hijo. -Continuo diciendo Blaine aferrado a su pequeño que se acomodó en su pecho mientras lo mecían. No era posible para nadie distinguir si esas palabras podrian ser ciertas, la verdad es que en aquel hombre se llegaba a dudar verdaderamente si entendia el significado de "Amor.
Santana escuchaba atrás de la puerta, sollozando. Estaba a punto de salir, implorándole a Blaine que se quedara, pero su orgullo herido la mantenía en el límite.
Finalmente, cuando todo quedó en silencio, salió de su cuarto. Aun tenia con él a Axel, el pequeño se había quedado completamente dormido en sus brazos. Ahora solo eran los sollozos de ambos los que se escuchaban en la casa. Con sumo cuidado, le entregó a su hijo dándole los últimos besos en la cabeza sin parar de llorar. La latina se aferró al pequeño evitando mirar a los ojos al castaño.
Blaine se colocó el abrigo, tomó sus valijas y caminó directo a la salida. Santana lo observaba amargamente resignada. Dejó las maletas al otro lado de la puerta y contempló por última vez la casa en la que había pasado pocos y perfectos momentos. Sus ojos finalmente miraron a la que fue su compañera de vida por tanto tiempo, parada frente a él aun con el niño en brazos.
Sus miradas tristes intercambiaron un último cruce.
-Espero que seas feliz- Dijo aquel hombre con un hilo de voz- Lo mereces. Cuídense mucho...- Santana cerró los ojos con fuerza mientras abrazaba a Axel.
-Adiós. -Terminó él mientras se marchaba con sus cosas en ambas manos.
Ella no dijo nada, solo rogaba que esos fueran los últimos segundos que debería soportar de tormento. Se apresuró a recostar a su hijo en la cama una vez que los pasos de Blaine dejaron de oírse por el corredor.
El lugar quedó nuevamente en un silencio sepulcral. Santana se dirigió a la entrada y cerró la puerta que su ex marido no se atrevió a cerrar. Se apoyó contra ella mientras una última lágrima se deslizo por su mejilla.
-Hasta nunca, Blaine.
Susurró, a la vez que su corazón por fin parecía dejar de estremecerse.
Última edición por Dreamer=) el Mar Jul 08, 2014 12:26 am, editado 63 veces
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Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
WOW!!!!!!!!! no se como explicarte lo que me hizo sentir tan solo tu primer capitulo, creo que lo mas correcto es mandarte una de mis múltiples lagrimas porque no se que mas hacer!!!! llore como bebe pero no podia dejar de sonreír melancólicamente pensando en lo que va de futuro para una separación asi, me refiero a que gracias a eso existirá Brittana!!! espero!!! jajaja y gracias a eso existirá Klaine!!! espero también!!! jajaja
me dejaste sin palabras!!!! desde que lei tu presentación pensé que seria un buen fic por tu manera de escribir y las ideas que escribes pero me esperaba un buen fic!!!! no la perfección echa fic!!!!! muchos dirán que temprano pero yo si creo en el amor a primera leída y te puedo decir que amo tu fic!!!!!! simplemente tu manera de escribir, tus ideas, lo que incluyes, tu inicio pero también tu final!!! tu naciste para escribir!!!! espero tu actualización super ansiosa y por favor no tardes porque me acabo de enamorar y eso de mantener a alguien separada de su amor no esta padre asi que espero tu actualización!!!!!!!! no tardes porque si tardas moriré!!! jajaja y por cierto que bueno que tus capítulos son largos!!! así disfruto mas tiempo leyendo!!!!
me dejaste sin palabras!!!! desde que lei tu presentación pensé que seria un buen fic por tu manera de escribir y las ideas que escribes pero me esperaba un buen fic!!!! no la perfección echa fic!!!!! muchos dirán que temprano pero yo si creo en el amor a primera leída y te puedo decir que amo tu fic!!!!!! simplemente tu manera de escribir, tus ideas, lo que incluyes, tu inicio pero también tu final!!! tu naciste para escribir!!!! espero tu actualización super ansiosa y por favor no tardes porque me acabo de enamorar y eso de mantener a alguien separada de su amor no esta padre asi que espero tu actualización!!!!!!!! no tardes porque si tardas moriré!!! jajaja y por cierto que bueno que tus capítulos son largos!!! así disfruto mas tiempo leyendo!!!!
sasha999********- - Mensajes : 675
Fecha de inscripción : 22/03/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Jajaja Muchísimas gracias por todo lo que dijiste, tus palabras me llegan enserio :'). Te confieso que cuando escribí este cap, también derrame unas lagrimas(por no decir que escribía llorando) sobretodo en la separación final jaja ya veras que depara el futuro de ellos dos, no va a ser fácil, nada mas te digo jejeje Mañana mismo estaré subiendo el segundo capitulo, o eso espero. No quiero que mueras así que me esforzare. Muchas gracias de nuevo por todo :)
Dreamer=)- ---
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Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Wow en definitiva tienes talento. Sabes mantenerme pegada a la historia para seguirla leyendo y pude sentir la tristeza y el enojo de Santana. Debo decir que me asusté un poco cuando dijiste que el único personaje gay era Kurt porque yo adoro Klaine con toda mi alma y bueno ya sabes jajajaja Espero ansiosamente el siguiente capítulo que de seguro va a estar tan genial como éste. Escribes excelente, ya soy tu seguidora.
Gracias por escribir. Besos y Abrazos.
Gracias por escribir. Besos y Abrazos.
LynndeMcGinty- - Mensajes : 1362
Fecha de inscripción : 23/05/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
POR DIOS QUE CAPITULO
En serio me dejaste sin palabras.
Citando a mi amiga Santaty: que es esa agua que sale de mis ojitos. Enserio tienes un don para escribir y transmitir sentimientos dolorosos atravez de solo letras.
Aparir de hoy tienes a una lectora fiel, solo te digo que esta lectora se deprime con el drama de los FF y llora desesperadamente. Ahora dime Dreamer quieres ver a esta lectora feliz o triste. Si me haces sufrir y muero de la tristeza quedara en tu conciencia. Ya quiero BRITTANA.
Actualiza pronto.
KISSES
En serio me dejaste sin palabras.
Citando a mi amiga Santaty: que es esa agua que sale de mis ojitos. Enserio tienes un don para escribir y transmitir sentimientos dolorosos atravez de solo letras.
Aparir de hoy tienes a una lectora fiel, solo te digo que esta lectora se deprime con el drama de los FF y llora desesperadamente. Ahora dime Dreamer quieres ver a esta lectora feliz o triste. Si me haces sufrir y muero de la tristeza quedara en tu conciencia. Ya quiero BRITTANA.
Actualiza pronto.
KISSES
Honey-Pack** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 27/05/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Te entiendo, ya también soy de las lectoras que llora como loca frente a la pantalla. No pretendo que los lectores mueran eso si ._. Amo el drama, pero por supuesto no todos los capítulos serán así, lo prometo. :) Gracias por leer y por esas bellas palabras. Besoos
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Como empiezo??? Tu fic es espectacular,yo ya esperaba algo bueno,pero has superado mis expectativas enormemente. Realmente tienes mucho talento y del bueno. Sobre la trama estuvo genial,aunque este capitulo fue bastante triste,pero espero que en los demas haya mas sonrisas y menos lágrimas. Menos mal que te que decidiste a publicarlo,mira tú,nos ivas a privar de tan buen trabajo.
Finalizando,decir que aqui tendras a una lectora fiel. Muchos saludos y sigue asi.
Finalizando,decir que aqui tendras a una lectora fiel. Muchos saludos y sigue asi.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
vaya manera de escribir y transmitir cada sentimiento, pocas veces una lectura logra eso y tu lo has logrado, estaba tan metida en la historia que de evrdad podia imaginar cada mirada, gesto y accion. Un inicio excelente a pesar del drama, estare por aqui leyendo sin falta. Me encanto.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Lo sabia, sabia que me iba a encantar y ciertamente es el primer capitulo y aun así lo hizo, ver a Santana derrotada me ha hecho mella ni te imaginas cuanta, sobre todo su carrera obviamente sabe a que punto de Blaine atacar porque es algo que nos dolería a todos, fue sencillamente espectacular ver como expresaban tantos sentimientos en tan simples cosas como tomar un porta retrato en sus manos porque al final la vida es así lo que queda son los bueno recuerdos, espero ansiosa y ni te imaginas cuanto la continuación porque me gusta el drama y la forma que le diste a este, también porque ver a San con un niño creo que es lo mas encantador que puede imaginarse uno, cuídate :D
Escribes genial ;D
Escribes genial ;D
Invitado- Invitado
FanFic- A punto cero - Capitulo 2:"Volver a Empezar"
Buenas Noches a todos, mil gracias una vez más a los que se tomaron el tiempo de leer el primer capitulo; esto muy feliz de lo que estoy haciendo. Como prometí les dejo aquí la continuación,que es mucho más amena por ahora.
El primero merecía todo el drama que me encanta imaginar, volverá en algún momento muy a su pesar.
¡Espero que les guste! Saludos.
Capitulo 2: Volver a empezar
En algún lugar de la gran ciudad, Rachel Berry estacionaba su automóvil. Inmediatamente la puerta del acompañante se abría y una mujer rubia, bien vestida y peinada, se sentaba a su lado. Ambas compartieron una mirada al volver a verse, sellando el saludo con un tierno beso.
Rachel también había cambiado desde el instituto: al graduarse se fue de Lima, jurando no volver y llevándose consigo a la rubia que fue su compañera y amante durante el último tramo de la secundaria. Había cumplido su objetivo de convertirse, tras mucho esfuerzo, en una destacada actriz de Broadway. No le iba mal, era alabada por sus fans y la crítica. Su orientación sexual no fue un detalle que la detuviera, por el contrario era cada vez más codiciada en el mundo del espectáculo, todo gracias a su innato talento.
Su rubia la acompañó en todo momento, ella aprovechó para estudiar en Nueva York, aunque había obtenido una beca en Yale. Luego de recibirse de abogada, le propuso matrimonio a su novia judía y vivieron dándose todos los lujos que quisieran.
-¿Crees que se haya ido...?- Preguntó la castaña despegando la vista de la carretera. Quinn sonrió un poco: ya había pasado demasiado tiempo sin que su esposa hablara al respecto.
-Dudo mucho que las cosas hayan mejorado de ayer a hoy Rach. -Le contestó dejando de leer un expediente, refiriéndose a la separación de la latina.
No fue difícil para ambas ubicarla en la gran ciudad. Quinn seguía siendo su amiga, de las pocas que le quedaban a Santana. Rachel poco a poco fue ganándose el cariño de la morena, además ella fue una de las que apoyaba la decisión de ambas para irse de Lima en un primer momento. Santana estuvo junto a ellas cuando planeaban su boda, al igual que las Faberry (como denominaba Rachel a la pareja) con el matrimonio de la latina. Fueron las que más lloraron en el festejo de su amiga con Blaine. Eso sin contar las innumerables veces en que estuvieron juntas en días únicos, como el nacimiento de Axel, de quien Quinn era madrina y Rachel, tía favorita... Según ella misma, claro.
Antes, la morena se convirtió en tía de Abraham Iker Fabray-Berry, que había nacido dos años atrás. El niño de las Faberry era fruto de una mezcolanza entre un ovulo de Quinn con un donante judío, implantado en el útero de Rachel. Por lo menos para Santana si que era raro.
- "Si tanta necesidad tenían de ser madres podrían haber adoptado un niño y ya." -Era la queja de su amiga ante tantos líos de las mujeres cuando se decidieron a buscar un bebe.
Actualmente su relación era buena, se veían casi todos los días. Las chicas adoraban a Axel, sobretodo por lo tranquilo que era, a diferencia del tornado de su hijo que nunca se quedaba quieto y hablaba hasta por los codos.
“Aik”, como lo llamaban todos, era una versión masculina y pequeña de Quinn, con los ojos verdes y el pelo un poco más oscuro entrando básicamente en la gama de los castañosi; pero, sin dudas, poseía todo el dramatismo de la actriz de Broadway, cosa que más de una vez volvía loca a la rubia... Y en algunos casos a su tía latina.
Con Blaine se llevaban bien, hasta el intento de fuga y abandono de este. Así se ganó el rencor de las chicas, además Quinn se encargó de manejar el divorcio manejandose con muy buenos contactos, logrando dejarlo casi en la ruina.
-No, hablo enserio Quinn... Me preocupa Santana y cómo pudo reaccionar.
-¿Dices que terminó asesinando al idiota este...?
-No… Aunque ahora que me lo haces pensar, es posible. -Comentó Rachel con algo de miedo.
-Amor ya se divorciaron. Blaine dejó todos los bienes que tenia, firmó todos los papeles que le pusimos enfrente; dudo mucho que ahora San quiera tomar venganza...
-Pero él la engaño Quinn. ¿Sabes lo horrible que se siente que te engañen? -Continuaba discutiendo la judía, generando una conversación un poco más tensa.
-Claro que lo sé cariño, es algo que no deseo volver a revivir.- Respondió la rubia con un suspiro.
-Yo jamás te engañaría amor, es lo último que pensaría hacer. Lo juro, por Aik, por lo que mas amo en el mundo. -Dijo Rachel mirándola fijamente.
-¡Te creo, te creo pero por favor pon los ojos al volante! -Gritó la otra golpeándola en el hombro para que pusiera atencion en la carretera de la cual se desviaba.
-Lo siento. -Se disculpó intentando reubicar el auto, mientras otros conductores le tocaban bocina totalmente indignados.
-¿Te quedaras más tranquila si vamos a verlos? -Preguntó Quinn, volviendo a sentir que su corazón latía preocupándose sin dudas por su amiga y su ahijado.
-Pensé que nunca lo dirías. -Contestó su mujer con una media sonrisa, acelerando el auto a toda velocidad.
En cuestión de minutos, las Faberry llegaron al departamento donde vivía Santana. Casi corriendo, subieron las escaleras hasta llegar al cuarto piso quedando frente a la puerta.
-¿Cuándo planean arreglar el ascensor de este edificio?- Se quejó Quinn sin aliento.
-Te dije que te vendría bien ir al gimnasio conmigo en las mañanas.
-¿Me estas diciendo gorda? -Pregunto molesta la rubia ante una Rachel menos agotada.
-Claro que no. -Le contestaba la judía llamando a la puerta. -Para mi eres hermosa, con o sin ejercicio.
-Entonces si estoy gorda. -Comentó de mala gana su esposa tocando el timbre con insistencia.
Pasaron más de cinco minutos en los cuales nadie fue a recibirlas. Rachel, preocupada, intentaba oír a través de las paredes si se sentían sonidos humanos dentro. Quinn llamó al teléfono fijo de Santana, oyendo como sonaba, pero sin que contestaran. Ahora si, la paranoia se apoderó de ambas.
-Hay que entrar.
-La puerta esta cerrada por dentro Rach.
-No importa, hay que entrar. Quizás Santana acuchillo a Blaine y este secretamente tenia una pistola, y si aun esta vivo podríamos meterlo en prisión y…
-¡Rachel por Dios qué estas diciendo! -Quinn se estaba desesperando.
-Escucha, hay que mantener la calma. Esto es lo que haremos. -Dijo Rachel intentando tener control de la situación y agachando la cabeza para pensar. –Ya está: Derribare la puerta.
-¿Qué tu qué? -Indagaba la rubia mirándola con aire divertido.
-Tú cuenta hasta tres, y yo me abalanzo sobre la puerta ¿Okey? La policía haría lo mismo.- Aclaro la castaña inclinandose de hombros mientras se ponía en posición de tacleador de rugby.
-Rach, no creo que…
-Cuenta.
-Aff, uno… -Rachel miraba fijo el punto donde iba a golpear. -Dos…-La judía tomó aire.
- ¡Tres! -Gritaron mientras la actriz salía disparada hacia la puerta, que se abrió sin la necesidad de que la golpeara. Rachel pasó de largo y aterrizó varios metros más allá de la entrada dando con una mesita con una planta sobre ella, volcando la maseta sobre su cabeza castaña.
-¡¿Pero qué demonios?! -Exclamó Santana sin entender lo que había pasado. Después solo comenzó a reír frenéticamente junto a Quinn, que se había sentado en el piso del pasillo agarrándose el estomago de la risa. Rachel estaba desparramada en el piso escupiendo tierra. Unos cuantos vecinos salieron a sus puertas tras oír tal alboroto.
-Perdonen, regresen a lo que estaban. -Dijo la morena asomándose por la entrada, mientras su mejor amiga se ponía de pie. La latina traía puesta una bata de baño y el cabello completamente mojado. Una vez que la rubia entró, cerraron la puerta volviendo a reír con la extravagante caída.
-En vez de reírte, empieza a explicarme por qué no abrías mujer.- Renegó la judía sacudiendo su ropa por la tierra que había adquirido, sin contar su cabeza que parecía un arenero.
-Me estaba duchando... ¿Acaso pensabas tirar abajo mi puerta?-Dijo Santana cruzándose de brazos.
-Quinn estaba desesperada, creía que te habías suicidado o algo así. -Se excuso la actriz señalando a la abogada.
-¡Eso no es cierto! -Alego su esposa cruzándose de cejas.
-Tranquilas chicas, no se van a deshacer tan rápido de mi. -Contestó la morena en tono más serio, aun con rastros melancólicos indudablemente.
-¿Cómo estas San? -Preguntó la rubia mientras la tomaba por el hombro. Notaba en la cara de su amiga todas las lágrimas que había derramado cosa que le producia una sensación de malestar en el pecho.
-Aunque no lo creas, estoy tranquila. -Agrego en buen tono la latina. -Les contare que pasó, pero no con este look. Ustedes, mientras te quitas la tierra Berry, vayan a ver a Axel que seguramente se despertó con el escándalo. Yo me cambio y voy.- Las chicas asintieron y las tres partieron en distintas direcciones.
-Rach el cuarto de Ax está por aqui... -Llamó Quinn a su distraída mujer.
-Ya lo sabia, nada más quería ver si la cocina seguía en su lugar.
En efecto, Axel se había despertado. Su madrina se abalanzó sobre él para darle una sesión de besos mientras reía con ganas. La tía favorita se unió rápidamente a ellos entrando con cosquillas para ambos. Cansados, por fin, se sentaron en la pequeña cama.
-Aww mira esto. -Sonrió Rachel tomando una foto de la mesita de noche, en donde aparecía Santana con un Axel que no tendría más de unos días de vida.
-¡Mamá! -Señaló el niño al ver la imagen, reconociendo claramente a la latina.
-Así es cielo, tu mamá y tú, solo que eras muy pequeñito. -Agregó Quinn con dulzura recordando aquellos inolvidables días.
-¿Recuerdas? A Santana le daba miedo tomarlo en brazos, decía que se veía muy frágil y delicado.
-Jaja es cierto, y por eso no dejaba que cualquiera lo sujetara... Sobretodo tú que eres bastante torpe. -Respondió la rubia entre risas.
-¿Te estas vengando por lo de la entrada, verdad...? Preguntó indignada la actriz. Quinn solo le dio un beso en la mejilla que borró de inmediato todo signo de molestia, por suerte sabían como manejar esas pequeñas discusiones.
-Tenemos que estar junto a San. La hemos acompañado en todo, y ahora ser madre divorciada no será fácil. Más sin el padre de su hijo en el país...
-En el continente. -Corrigió Rachel.-Claro que estaremos con ella, y con este hermoso príncipe. -Agregó besando en la frente a Axel, que seguía sentado entre ellas. –Yo sé lo que es vivir sin uno de tus padres, pero no por ello la pase mal. Sé que Santana podrá con todo, ella es fuerte...
-Se hizo más fuerte después de sufrir tanto... Sobretodo cuando se fue…
-No la nombres. Ya ella es parte de su pasado, al igual que Blaine. -Cortó Rachel.
-¡Papá! -Interrumpió alegre el pequeño Axel al escuchar el nombre de su padre.
Ambas se miraron con lo dicho por el niño. Temían en algun punto, aunque no lo admitieran, que el niño pudiera recordar por siempre a ese traidor, ya que con eso no le haría la vida más grata a su amiga.
-¡Listo! -Gritó Santana entrando a la habitación. Corrió con una sonrisa hacia su hijo y lo tomó en brazos. Se había puesto ropa para estar en casa: unos jeans no muy ajustados, junto a una camisa blanca y unas converse negras, con el cabello largo suelto.
-Muy bien. ¿Qué hacen ustedes dos aquí, sin mi sobrino?- Alego la latina mirando a sus amigas.
-Oh, Aik esta en el club para pequeños exploradores. -Sonrió Rachel. –Fue idea de Quinn…
-...Tiene que gastar energías en algo que no sea saltar por toda la casa. -Completó la frase la rubia girando los ojos.
-Tengo ganas de verlo, además Axel se divierte mucho con él. -Dijo inocentemente Santana. No deseaba otra cosa, que su hijo estuviera totalmente distraído. Las Faberry compartieron una mirada de complicidad.
-¡Tengo un plan! -Exclamó la judía dando un saltito.
-Hay no… -Susurró su esposa, causando la risa de su amiga y una mirada indignada de su mujer.
-Antes que quejarse-Resalto la actriz- Podrían felicitarme, porque en menos de cinco segundos lo he planeado todo. -Comentaba con picardía, haciendo que sacaba de su bolsillo una lista con el cronograma imaginario, que comenzó a leer aclarándose la voz:
- Primero que nada iré a casa, me duchare; adiós a la tierra. Luego, tomaré unos bolsos y meteré ropa de Quinni y Aik. Entretanto, ustedes llamaran a sus respectivos trabajos y avisaran que se tomaran el resto de la semana libre. Recogeré a mi chiquitín, dejare que me alaben por su talento, y de ahí vendremos aquí. Cenaremos los cinco, pediremos una muy buena lasaña, con helado de postre, y veremos unas películas, esas con las que Santana y yo lloramos a moco tendido mientras Quinn ronca a nuestro lado. Pasaremos la noche y todo el día de mañana juntos; al anochecer partiremos a la cabaña del amor pasando el fin de semana allá. ¿Preguntas? No acepto un “no” por respuesta. -Finalizaba tomando aire.
Las chicas la miraban con la boca abierta, comprendiendo de a poco lo que la judía había contado en menos de treinta segundos.
-Aguarda, ni siquiera le preguntaste a San si podíamos quedarnos con ella.- Alegó la abogada, no sabiendo qué responder ante la propuesta de su esposa.
La latina le dirigió una mirada entendiendo que la decisión quedaba en sus manos.
-Primero que nada, no capto aun como haces para hablar tan rápido y sin perder la coherencia...
-Práctica. Se lo estoy enseñando a Iker y pretendo que Axel también lo aprenda. -Respondió sonriente la actriz.
-...Segundo… Me parece un buen plan Barbra. -Dijo la latina asintiendo. Rachel fue a abrazarla haciéndola reír mientras los besaba en la mejilla.
-Un momento ¿Por qué festejan...? Yo no eh dado mi opinión al respecto. -Cortó Quinn muy seria.
-Pe-pero cielo, yo creí que... -Comenzó a decir la castaña con tono dolido.
-Jaja solo bromeaba, por supuesto que me apunto. -Su esposa la tacleó contra la cama de su sobrino mientras la besaba apasionadamente.
-Ya empezaron. -Le dijo Santana a su hijo, que observaba divertido las payasadas de esas dos.- Paren que hay menores presentes, y mejor pon en marcha tu plan Berry. -Agregó la latina haciendo que sus amigas se separaran entre risas.
Al cabo de un rato Rachel se fue y quedaron a solas con Quinn, que insistió en tomar café en el salón. Ya estaba atardeciendo, por fin aquel día terminaba para Santana, aunque de un mejor modo del que había imaginado.
-Últimamente el café me produce acidez. -Comentó la latina iniciando la charla con su amiga.
-Eso es porque lo tomas muy fuerte o con casi nada en el estomago. ¿Te estas alimentando bien?- Preguntó la rubia tomando un gran sorbo de su taza.
-Por supuesto que si... Que me haya divorciado no significa que me deje morir o algo así. Tu sabes que siempre eh tenido buen apetito desde hace bastente...Tengo que estar bien, sobretodo por Axel y mis pacientes en el consultorio. -Respondió la morena sorbiendo apenas unas gotas.
-Y por ti San también tienes que estar bien. Si lo estas, todo el resto funcionará. -Aconsejo Quinn tomándola de la mano. -Estos días te vendrán de maravilla. Ya hemos estado allá y sabes lo relajante y hermoso que es ese lugar. -Agregó refiriéndose a la cabaña que ella y Rachel tenían a unas horas de New York.
La habían comprado para su primer aniversario y desde entonces era la casa donde pasaban festejos románticos como ese. Por eso su esposa la llamaba la “cabaña del amor”. Además, algunos días libres, Santana y Blaine las habían acompañado; la judía sostenía la teoría que en ese lugar concibieron a Axel. Claro que ahora el viaje seria distinto, pero las tres mujeres preferían que fuera así, con eso podrían mejorar su amistad no solo limitándola a unas horas.
El resto del día lo pasaron bastante bien, los niños jugaron hasta hartarse. Axel era más pequeño, pero seguía muy bien el ritmo de Aik, que corría, e inventaba juegos con su primo.
Cenaron pizza, para disgusto de Rachel que enserio quería lasaña, evitando tocar el tema del divorcio y poder comer en paz. Finalmente tras unirse un buen rato a los juegos de los niños, estos cayeron exhaustos, pero felices y saciados de helado. Una vez que los acostaron, las tres mujeres cambiaron la noche de películas por una prolongada charla en donde Santana aclaró como fue la despedida con lujo de detalles. Sus amigas la llenaron de consejos y palabras de aliento, gesto que la latina agradeció infinitamente.
Se fueron a dormir pasadas las tres de la mañana. Rachel y Quinn se quedaron en el cuarto de Santana, y Aik, en el de Axel. La latina inventó una cama en el salón, renegando por la falta de espacio en ese departamento.
Durmió con su pequeño, ella siempre incluyo a su hijo en el descanso nocturno; habían sido muchas las noches en que se veía obligada a pasarlas sola y qué mejor compañía que aquel angelito, sintiendo su respiración fuerte y sana.
Rachel se levantó temprano, estaba acostumbrada así que sin necesidad de un reloj acompañó a un amanecer que alumbraba un día soleado en la ciudad. Pero, obligando a todos a levantarse, ganó el privilegio de tener que ir a dejar a los niños a sus respectivas guarderías. Al volver, trajo consigo el desayuno que las otras dos comieron enérgicamente.
Teniendo el día libre, miraron en pijamas dos películas desparramadas en los sillones comiendo comida chatarra y cerveza. Resultó ser cierto que lloraron potencialmente con los films, aunque Quinn solo soltó unas cuantas lagrimas entremedio de ellas, en ese sentido la rubia era un poco más fuerte.
Terminada la sesión de cine, la misma abogada tomó la iniciativa de hacer una limpieza profunda del departamento al que Santana tenia medio abandonado pues su horario la dejaba sin muchas ganas de ordenar.
Con música alegre (que tuvo que escuchar el edificio completo y todo aquel que pasara por la calle), las tres mujeres limpiaban al ritmo de la melodía; por supuesto, cantaron solos, dúos y tríos entre risas y bailes raros. Las Faberry se encargaron de borrar todo rastro de Blaine en ese hogar, cambiando de lugar los muebles, los cuadros y las fotos. Además, aprovecharon a tirar por la ventana todo objeto que les recordara a aquel sujeto.
Terminaron a las pocas horas, los niños ya habían regresado junto a Santana que compro bocadillos, y tras una merienda express en la terraza, las mayores se dispusieron a preparar todo para el viaje de esa noche.
Contrariamente a lo que imaginaban, la latina se encontraba de muy buen humor, incluso mejor que cuando aun estaba con Blaine. Quizás el hecho de no tener que ver constantemente a aquel individuo la dejaba más tranquila. Tal vez era lo que necesitaba, volver a sentirse libre; o bien solo era cuestión de tiempo antes de que aterrizara en la realidad... Nadie lo sabia...
De todas las personas que conocían, Santana era quien menos pensaba que se casaría, por lo menos no con un hombre.
Quinn solo estaba segura de algo: Su amiga comenzaba un cambio, uno muy grande y profundo en su vida.
El primero merecía todo el drama que me encanta imaginar, volverá en algún momento muy a su pesar.
¡Espero que les guste! Saludos.
Capitulo 2: Volver a empezar
En algún lugar de la gran ciudad, Rachel Berry estacionaba su automóvil. Inmediatamente la puerta del acompañante se abría y una mujer rubia, bien vestida y peinada, se sentaba a su lado. Ambas compartieron una mirada al volver a verse, sellando el saludo con un tierno beso.
Rachel también había cambiado desde el instituto: al graduarse se fue de Lima, jurando no volver y llevándose consigo a la rubia que fue su compañera y amante durante el último tramo de la secundaria. Había cumplido su objetivo de convertirse, tras mucho esfuerzo, en una destacada actriz de Broadway. No le iba mal, era alabada por sus fans y la crítica. Su orientación sexual no fue un detalle que la detuviera, por el contrario era cada vez más codiciada en el mundo del espectáculo, todo gracias a su innato talento.
Su rubia la acompañó en todo momento, ella aprovechó para estudiar en Nueva York, aunque había obtenido una beca en Yale. Luego de recibirse de abogada, le propuso matrimonio a su novia judía y vivieron dándose todos los lujos que quisieran.
-¿Crees que se haya ido...?- Preguntó la castaña despegando la vista de la carretera. Quinn sonrió un poco: ya había pasado demasiado tiempo sin que su esposa hablara al respecto.
-Dudo mucho que las cosas hayan mejorado de ayer a hoy Rach. -Le contestó dejando de leer un expediente, refiriéndose a la separación de la latina.
No fue difícil para ambas ubicarla en la gran ciudad. Quinn seguía siendo su amiga, de las pocas que le quedaban a Santana. Rachel poco a poco fue ganándose el cariño de la morena, además ella fue una de las que apoyaba la decisión de ambas para irse de Lima en un primer momento. Santana estuvo junto a ellas cuando planeaban su boda, al igual que las Faberry (como denominaba Rachel a la pareja) con el matrimonio de la latina. Fueron las que más lloraron en el festejo de su amiga con Blaine. Eso sin contar las innumerables veces en que estuvieron juntas en días únicos, como el nacimiento de Axel, de quien Quinn era madrina y Rachel, tía favorita... Según ella misma, claro.
Antes, la morena se convirtió en tía de Abraham Iker Fabray-Berry, que había nacido dos años atrás. El niño de las Faberry era fruto de una mezcolanza entre un ovulo de Quinn con un donante judío, implantado en el útero de Rachel. Por lo menos para Santana si que era raro.
- "Si tanta necesidad tenían de ser madres podrían haber adoptado un niño y ya." -Era la queja de su amiga ante tantos líos de las mujeres cuando se decidieron a buscar un bebe.
Actualmente su relación era buena, se veían casi todos los días. Las chicas adoraban a Axel, sobretodo por lo tranquilo que era, a diferencia del tornado de su hijo que nunca se quedaba quieto y hablaba hasta por los codos.
“Aik”, como lo llamaban todos, era una versión masculina y pequeña de Quinn, con los ojos verdes y el pelo un poco más oscuro entrando básicamente en la gama de los castañosi; pero, sin dudas, poseía todo el dramatismo de la actriz de Broadway, cosa que más de una vez volvía loca a la rubia... Y en algunos casos a su tía latina.
Con Blaine se llevaban bien, hasta el intento de fuga y abandono de este. Así se ganó el rencor de las chicas, además Quinn se encargó de manejar el divorcio manejandose con muy buenos contactos, logrando dejarlo casi en la ruina.
-No, hablo enserio Quinn... Me preocupa Santana y cómo pudo reaccionar.
-¿Dices que terminó asesinando al idiota este...?
-No… Aunque ahora que me lo haces pensar, es posible. -Comentó Rachel con algo de miedo.
-Amor ya se divorciaron. Blaine dejó todos los bienes que tenia, firmó todos los papeles que le pusimos enfrente; dudo mucho que ahora San quiera tomar venganza...
-Pero él la engaño Quinn. ¿Sabes lo horrible que se siente que te engañen? -Continuaba discutiendo la judía, generando una conversación un poco más tensa.
-Claro que lo sé cariño, es algo que no deseo volver a revivir.- Respondió la rubia con un suspiro.
-Yo jamás te engañaría amor, es lo último que pensaría hacer. Lo juro, por Aik, por lo que mas amo en el mundo. -Dijo Rachel mirándola fijamente.
-¡Te creo, te creo pero por favor pon los ojos al volante! -Gritó la otra golpeándola en el hombro para que pusiera atencion en la carretera de la cual se desviaba.
-Lo siento. -Se disculpó intentando reubicar el auto, mientras otros conductores le tocaban bocina totalmente indignados.
-¿Te quedaras más tranquila si vamos a verlos? -Preguntó Quinn, volviendo a sentir que su corazón latía preocupándose sin dudas por su amiga y su ahijado.
-Pensé que nunca lo dirías. -Contestó su mujer con una media sonrisa, acelerando el auto a toda velocidad.
En cuestión de minutos, las Faberry llegaron al departamento donde vivía Santana. Casi corriendo, subieron las escaleras hasta llegar al cuarto piso quedando frente a la puerta.
-¿Cuándo planean arreglar el ascensor de este edificio?- Se quejó Quinn sin aliento.
-Te dije que te vendría bien ir al gimnasio conmigo en las mañanas.
-¿Me estas diciendo gorda? -Pregunto molesta la rubia ante una Rachel menos agotada.
-Claro que no. -Le contestaba la judía llamando a la puerta. -Para mi eres hermosa, con o sin ejercicio.
-Entonces si estoy gorda. -Comentó de mala gana su esposa tocando el timbre con insistencia.
Pasaron más de cinco minutos en los cuales nadie fue a recibirlas. Rachel, preocupada, intentaba oír a través de las paredes si se sentían sonidos humanos dentro. Quinn llamó al teléfono fijo de Santana, oyendo como sonaba, pero sin que contestaran. Ahora si, la paranoia se apoderó de ambas.
-Hay que entrar.
-La puerta esta cerrada por dentro Rach.
-No importa, hay que entrar. Quizás Santana acuchillo a Blaine y este secretamente tenia una pistola, y si aun esta vivo podríamos meterlo en prisión y…
-¡Rachel por Dios qué estas diciendo! -Quinn se estaba desesperando.
-Escucha, hay que mantener la calma. Esto es lo que haremos. -Dijo Rachel intentando tener control de la situación y agachando la cabeza para pensar. –Ya está: Derribare la puerta.
-¿Qué tu qué? -Indagaba la rubia mirándola con aire divertido.
-Tú cuenta hasta tres, y yo me abalanzo sobre la puerta ¿Okey? La policía haría lo mismo.- Aclaro la castaña inclinandose de hombros mientras se ponía en posición de tacleador de rugby.
-Rach, no creo que…
-Cuenta.
-Aff, uno… -Rachel miraba fijo el punto donde iba a golpear. -Dos…-La judía tomó aire.
- ¡Tres! -Gritaron mientras la actriz salía disparada hacia la puerta, que se abrió sin la necesidad de que la golpeara. Rachel pasó de largo y aterrizó varios metros más allá de la entrada dando con una mesita con una planta sobre ella, volcando la maseta sobre su cabeza castaña.
-¡¿Pero qué demonios?! -Exclamó Santana sin entender lo que había pasado. Después solo comenzó a reír frenéticamente junto a Quinn, que se había sentado en el piso del pasillo agarrándose el estomago de la risa. Rachel estaba desparramada en el piso escupiendo tierra. Unos cuantos vecinos salieron a sus puertas tras oír tal alboroto.
-Perdonen, regresen a lo que estaban. -Dijo la morena asomándose por la entrada, mientras su mejor amiga se ponía de pie. La latina traía puesta una bata de baño y el cabello completamente mojado. Una vez que la rubia entró, cerraron la puerta volviendo a reír con la extravagante caída.
-En vez de reírte, empieza a explicarme por qué no abrías mujer.- Renegó la judía sacudiendo su ropa por la tierra que había adquirido, sin contar su cabeza que parecía un arenero.
-Me estaba duchando... ¿Acaso pensabas tirar abajo mi puerta?-Dijo Santana cruzándose de brazos.
-Quinn estaba desesperada, creía que te habías suicidado o algo así. -Se excuso la actriz señalando a la abogada.
-¡Eso no es cierto! -Alego su esposa cruzándose de cejas.
-Tranquilas chicas, no se van a deshacer tan rápido de mi. -Contestó la morena en tono más serio, aun con rastros melancólicos indudablemente.
-¿Cómo estas San? -Preguntó la rubia mientras la tomaba por el hombro. Notaba en la cara de su amiga todas las lágrimas que había derramado cosa que le producia una sensación de malestar en el pecho.
-Aunque no lo creas, estoy tranquila. -Agrego en buen tono la latina. -Les contare que pasó, pero no con este look. Ustedes, mientras te quitas la tierra Berry, vayan a ver a Axel que seguramente se despertó con el escándalo. Yo me cambio y voy.- Las chicas asintieron y las tres partieron en distintas direcciones.
-Rach el cuarto de Ax está por aqui... -Llamó Quinn a su distraída mujer.
-Ya lo sabia, nada más quería ver si la cocina seguía en su lugar.
En efecto, Axel se había despertado. Su madrina se abalanzó sobre él para darle una sesión de besos mientras reía con ganas. La tía favorita se unió rápidamente a ellos entrando con cosquillas para ambos. Cansados, por fin, se sentaron en la pequeña cama.
-Aww mira esto. -Sonrió Rachel tomando una foto de la mesita de noche, en donde aparecía Santana con un Axel que no tendría más de unos días de vida.
-¡Mamá! -Señaló el niño al ver la imagen, reconociendo claramente a la latina.
-Así es cielo, tu mamá y tú, solo que eras muy pequeñito. -Agregó Quinn con dulzura recordando aquellos inolvidables días.
-¿Recuerdas? A Santana le daba miedo tomarlo en brazos, decía que se veía muy frágil y delicado.
-Jaja es cierto, y por eso no dejaba que cualquiera lo sujetara... Sobretodo tú que eres bastante torpe. -Respondió la rubia entre risas.
-¿Te estas vengando por lo de la entrada, verdad...? Preguntó indignada la actriz. Quinn solo le dio un beso en la mejilla que borró de inmediato todo signo de molestia, por suerte sabían como manejar esas pequeñas discusiones.
-Tenemos que estar junto a San. La hemos acompañado en todo, y ahora ser madre divorciada no será fácil. Más sin el padre de su hijo en el país...
-En el continente. -Corrigió Rachel.-Claro que estaremos con ella, y con este hermoso príncipe. -Agregó besando en la frente a Axel, que seguía sentado entre ellas. –Yo sé lo que es vivir sin uno de tus padres, pero no por ello la pase mal. Sé que Santana podrá con todo, ella es fuerte...
-Se hizo más fuerte después de sufrir tanto... Sobretodo cuando se fue…
-No la nombres. Ya ella es parte de su pasado, al igual que Blaine. -Cortó Rachel.
-¡Papá! -Interrumpió alegre el pequeño Axel al escuchar el nombre de su padre.
Ambas se miraron con lo dicho por el niño. Temían en algun punto, aunque no lo admitieran, que el niño pudiera recordar por siempre a ese traidor, ya que con eso no le haría la vida más grata a su amiga.
-¡Listo! -Gritó Santana entrando a la habitación. Corrió con una sonrisa hacia su hijo y lo tomó en brazos. Se había puesto ropa para estar en casa: unos jeans no muy ajustados, junto a una camisa blanca y unas converse negras, con el cabello largo suelto.
-Muy bien. ¿Qué hacen ustedes dos aquí, sin mi sobrino?- Alego la latina mirando a sus amigas.
-Oh, Aik esta en el club para pequeños exploradores. -Sonrió Rachel. –Fue idea de Quinn…
-...Tiene que gastar energías en algo que no sea saltar por toda la casa. -Completó la frase la rubia girando los ojos.
-Tengo ganas de verlo, además Axel se divierte mucho con él. -Dijo inocentemente Santana. No deseaba otra cosa, que su hijo estuviera totalmente distraído. Las Faberry compartieron una mirada de complicidad.
-¡Tengo un plan! -Exclamó la judía dando un saltito.
-Hay no… -Susurró su esposa, causando la risa de su amiga y una mirada indignada de su mujer.
-Antes que quejarse-Resalto la actriz- Podrían felicitarme, porque en menos de cinco segundos lo he planeado todo. -Comentaba con picardía, haciendo que sacaba de su bolsillo una lista con el cronograma imaginario, que comenzó a leer aclarándose la voz:
- Primero que nada iré a casa, me duchare; adiós a la tierra. Luego, tomaré unos bolsos y meteré ropa de Quinni y Aik. Entretanto, ustedes llamaran a sus respectivos trabajos y avisaran que se tomaran el resto de la semana libre. Recogeré a mi chiquitín, dejare que me alaben por su talento, y de ahí vendremos aquí. Cenaremos los cinco, pediremos una muy buena lasaña, con helado de postre, y veremos unas películas, esas con las que Santana y yo lloramos a moco tendido mientras Quinn ronca a nuestro lado. Pasaremos la noche y todo el día de mañana juntos; al anochecer partiremos a la cabaña del amor pasando el fin de semana allá. ¿Preguntas? No acepto un “no” por respuesta. -Finalizaba tomando aire.
Las chicas la miraban con la boca abierta, comprendiendo de a poco lo que la judía había contado en menos de treinta segundos.
-Aguarda, ni siquiera le preguntaste a San si podíamos quedarnos con ella.- Alegó la abogada, no sabiendo qué responder ante la propuesta de su esposa.
La latina le dirigió una mirada entendiendo que la decisión quedaba en sus manos.
-Primero que nada, no capto aun como haces para hablar tan rápido y sin perder la coherencia...
-Práctica. Se lo estoy enseñando a Iker y pretendo que Axel también lo aprenda. -Respondió sonriente la actriz.
-...Segundo… Me parece un buen plan Barbra. -Dijo la latina asintiendo. Rachel fue a abrazarla haciéndola reír mientras los besaba en la mejilla.
-Un momento ¿Por qué festejan...? Yo no eh dado mi opinión al respecto. -Cortó Quinn muy seria.
-Pe-pero cielo, yo creí que... -Comenzó a decir la castaña con tono dolido.
-Jaja solo bromeaba, por supuesto que me apunto. -Su esposa la tacleó contra la cama de su sobrino mientras la besaba apasionadamente.
-Ya empezaron. -Le dijo Santana a su hijo, que observaba divertido las payasadas de esas dos.- Paren que hay menores presentes, y mejor pon en marcha tu plan Berry. -Agregó la latina haciendo que sus amigas se separaran entre risas.
Al cabo de un rato Rachel se fue y quedaron a solas con Quinn, que insistió en tomar café en el salón. Ya estaba atardeciendo, por fin aquel día terminaba para Santana, aunque de un mejor modo del que había imaginado.
-Últimamente el café me produce acidez. -Comentó la latina iniciando la charla con su amiga.
-Eso es porque lo tomas muy fuerte o con casi nada en el estomago. ¿Te estas alimentando bien?- Preguntó la rubia tomando un gran sorbo de su taza.
-Por supuesto que si... Que me haya divorciado no significa que me deje morir o algo así. Tu sabes que siempre eh tenido buen apetito desde hace bastente...Tengo que estar bien, sobretodo por Axel y mis pacientes en el consultorio. -Respondió la morena sorbiendo apenas unas gotas.
-Y por ti San también tienes que estar bien. Si lo estas, todo el resto funcionará. -Aconsejo Quinn tomándola de la mano. -Estos días te vendrán de maravilla. Ya hemos estado allá y sabes lo relajante y hermoso que es ese lugar. -Agregó refiriéndose a la cabaña que ella y Rachel tenían a unas horas de New York.
La habían comprado para su primer aniversario y desde entonces era la casa donde pasaban festejos románticos como ese. Por eso su esposa la llamaba la “cabaña del amor”. Además, algunos días libres, Santana y Blaine las habían acompañado; la judía sostenía la teoría que en ese lugar concibieron a Axel. Claro que ahora el viaje seria distinto, pero las tres mujeres preferían que fuera así, con eso podrían mejorar su amistad no solo limitándola a unas horas.
El resto del día lo pasaron bastante bien, los niños jugaron hasta hartarse. Axel era más pequeño, pero seguía muy bien el ritmo de Aik, que corría, e inventaba juegos con su primo.
Cenaron pizza, para disgusto de Rachel que enserio quería lasaña, evitando tocar el tema del divorcio y poder comer en paz. Finalmente tras unirse un buen rato a los juegos de los niños, estos cayeron exhaustos, pero felices y saciados de helado. Una vez que los acostaron, las tres mujeres cambiaron la noche de películas por una prolongada charla en donde Santana aclaró como fue la despedida con lujo de detalles. Sus amigas la llenaron de consejos y palabras de aliento, gesto que la latina agradeció infinitamente.
Se fueron a dormir pasadas las tres de la mañana. Rachel y Quinn se quedaron en el cuarto de Santana, y Aik, en el de Axel. La latina inventó una cama en el salón, renegando por la falta de espacio en ese departamento.
Durmió con su pequeño, ella siempre incluyo a su hijo en el descanso nocturno; habían sido muchas las noches en que se veía obligada a pasarlas sola y qué mejor compañía que aquel angelito, sintiendo su respiración fuerte y sana.
Rachel se levantó temprano, estaba acostumbrada así que sin necesidad de un reloj acompañó a un amanecer que alumbraba un día soleado en la ciudad. Pero, obligando a todos a levantarse, ganó el privilegio de tener que ir a dejar a los niños a sus respectivas guarderías. Al volver, trajo consigo el desayuno que las otras dos comieron enérgicamente.
Teniendo el día libre, miraron en pijamas dos películas desparramadas en los sillones comiendo comida chatarra y cerveza. Resultó ser cierto que lloraron potencialmente con los films, aunque Quinn solo soltó unas cuantas lagrimas entremedio de ellas, en ese sentido la rubia era un poco más fuerte.
Terminada la sesión de cine, la misma abogada tomó la iniciativa de hacer una limpieza profunda del departamento al que Santana tenia medio abandonado pues su horario la dejaba sin muchas ganas de ordenar.
Con música alegre (que tuvo que escuchar el edificio completo y todo aquel que pasara por la calle), las tres mujeres limpiaban al ritmo de la melodía; por supuesto, cantaron solos, dúos y tríos entre risas y bailes raros. Las Faberry se encargaron de borrar todo rastro de Blaine en ese hogar, cambiando de lugar los muebles, los cuadros y las fotos. Además, aprovecharon a tirar por la ventana todo objeto que les recordara a aquel sujeto.
Terminaron a las pocas horas, los niños ya habían regresado junto a Santana que compro bocadillos, y tras una merienda express en la terraza, las mayores se dispusieron a preparar todo para el viaje de esa noche.
Contrariamente a lo que imaginaban, la latina se encontraba de muy buen humor, incluso mejor que cuando aun estaba con Blaine. Quizás el hecho de no tener que ver constantemente a aquel individuo la dejaba más tranquila. Tal vez era lo que necesitaba, volver a sentirse libre; o bien solo era cuestión de tiempo antes de que aterrizara en la realidad... Nadie lo sabia...
De todas las personas que conocían, Santana era quien menos pensaba que se casaría, por lo menos no con un hombre.
Quinn solo estaba segura de algo: Su amiga comenzaba un cambio, uno muy grande y profundo en su vida.
Última edición por Dreamer=) el Mar Ene 15, 2013 11:14 pm, editado 2 veces
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me ha dejado descolocada la frase de "no la nombres ella ya es parte de su pasado" a quien se refiere a britt o a otra?
o ese cambio profundo sera britt?
espero el siguiente :D
o ese cambio profundo sera britt?
espero el siguiente :D
AndreaDaru- ---
- Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡¡¡¡¡O M G!!!!!
Te lo repito me encanto, las Faberry que divertidas son, me encantan las ocurrencias de Rachel mira que querer derribar una puerta esta loca.
Se me formo un nudo en el estomago al leer:
-Se hizo más fuerte después de sufrir tanto. Sobretodo cuando se fue…
-No la nombres. Ya ella es parte de su pasado
seguro es mi Britt-Britt, pero por que se fue, ya empece mi maratón de llanto
Actualiza pronto.
Adios.
Te lo repito me encanto, las Faberry que divertidas son, me encantan las ocurrencias de Rachel mira que querer derribar una puerta esta loca.
Se me formo un nudo en el estomago al leer:
-Se hizo más fuerte después de sufrir tanto. Sobretodo cuando se fue…
-No la nombres. Ya ella es parte de su pasado
seguro es mi Britt-Britt, pero por que se fue, ya empece mi maratón de llanto
Actualiza pronto.
Adios.
Honey-Pack** - Mensajes : 97
Fecha de inscripción : 27/05/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
me encanto el capitulo!!!!!! simplemente perfecto!!!! me encanta como escribes y la verdad me has dejado sin palabras...de nuevo!!!! amo tu fic!!!! y simplemente me dejas siempre con ganas de mas y de que actualices a la de ya!!!! porque amo tu fic!!! es maravilloso y no se como decirte cuanto lo amooo!!!! es tan perfecto y yo quiero ver a sus hijos jajaj deben ser tan hermosos y perfectos!!!! jajaj espero tu actualización con mi vida y amo tu fic!!!!!!! en verdad lo amoo!!! jamas dudes de ello porque si te escribo poco no significa que no valore mucho (en exceso) tu fic!!! sigue escribiendo y aqui te espero!!!!
sasha999********- - Mensajes : 675
Fecha de inscripción : 22/03/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Gracias chicas por seguir atentas :D
La verdad que esa frase puede causar un buen susto. Ya pronto se aclarara esa duda. Sigo escribiendo los capítulos, ahora es bastante tarde y no se por qué no estoy dormida pero mañana subo el tercer capitulo si no hay nada que me detenga(como un accidente de transito o que Naya Rivera justamente viaje a mi ciudad de vacaciones), así podrán leerlo.
¡Besos!
La verdad que esa frase puede causar un buen susto. Ya pronto se aclarara esa duda. Sigo escribiendo los capítulos, ahora es bastante tarde y no se por qué no estoy dormida pero mañana subo el tercer capitulo si no hay nada que me detenga(como un accidente de transito o que Naya Rivera justamente viaje a mi ciudad de vacaciones), así podrán leerlo.
¡Besos!
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
¡¡¡ I N C R E I B L E !!!
Debo decir que con el primer capi he sufrido, mi amiga Arietha que me ha citado "¿Que es esa agua que sale de mis ojitos?"...ha tenido razón...pucha que sufrí leyendo...
Ya luego me ha encantado la interacción de San con las Faberry, que son un chiste jajaja...en serio, casi me meo riéndome de Rachel queriendo derribar la puerta jajaj que por cierto me ha sorprendido con su súper plan de elaboración instantánea de un itinerario, jeje...
Sabes? tendré mucha fe en que la mujer a la que hacen referencia las Faberry no sea Brittany, prefiero pecar de ilusa que angustiarme antes de tiempo porque como dijo LyreRiv hace pésimo para el cutis
Espero que nada te impida actualizar y si ocurriese que no puedes porque Naya Rivera visite tu ciudad, pues te envidiaré profundamente para que sepas jejeje
Bye
Besos...
Debo decir que con el primer capi he sufrido, mi amiga Arietha que me ha citado "¿Que es esa agua que sale de mis ojitos?"...ha tenido razón...pucha que sufrí leyendo...
Ya luego me ha encantado la interacción de San con las Faberry, que son un chiste jajaja...en serio, casi me meo riéndome de Rachel queriendo derribar la puerta jajaj que por cierto me ha sorprendido con su súper plan de elaboración instantánea de un itinerario, jeje...
Sabes? tendré mucha fe en que la mujer a la que hacen referencia las Faberry no sea Brittany, prefiero pecar de ilusa que angustiarme antes de tiempo porque como dijo LyreRiv hace pésimo para el cutis
Espero que nada te impida actualizar y si ocurriese que no puedes porque Naya Rivera visite tu ciudad, pues te envidiaré profundamente para que sepas jejeje
Bye
Besos...
santaty********-* - Mensajes : 859
Fecha de inscripción : 03/03/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
primero, solo rachel berry podria tener una entrada asi, sensacional, segundo esa amistad entre las chicas y como apoyan a santana me encantan, simpre ayudandose y acompañando, tercero blaine vaya idiota por pensar en abandona a su hijo y a su esposa, pero bueno creo que ya lo pago muy caro y lo pagara siempre, cuarto ¿de quien hablaban cuando no quisieron nombrar a "ella? supongo que tampoco santana y brittany tuvieron un final feliz y por eso cuando decidieron casarse ella y blaine nadie les apostaba a que les fuera bien y vaya que no se equivocaron. Me encanto el capitulo y los niños son lindisimos.
pd. una sugerencia en el titulo podria poner que numero de capitulo va, es que asi me doy cuenta si actualizan, solo una sugerencia.
pd. una sugerencia en el titulo podria poner que numero de capitulo va, es que asi me doy cuenta si actualizan, solo una sugerencia.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Nueva Lectora!!.. Woow, genial tu fic, la verdad que nunca me imagine a Santana y Blaine juntos.. Era medio raro, pero se divorciaron, aunque me gusta que lo hayan hecho, no me gusta que sufra San.. :(.. Eso me pone re triste!!.. Menos mal que tiene a Alex, que me parece re tierno!!. ^^
jajajajajajaaja como me mate de risa con las Faberry, son geniales, y Rachel con el cronograma ese, me mori de la risa, lo tenia todo planeado.. :D.. Y con respecto a "ELLA", mmmm, ojala que no sea Britt y sea otra, aunque lo dudo mucho, que habra pasado para que las Faberry no la quieran nombrar??.. O.o.. Tengo muchaaas dudas.. xD
Buenisimo tu fic.. :D.. Beso..
jajajajajajaaja como me mate de risa con las Faberry, son geniales, y Rachel con el cronograma ese, me mori de la risa, lo tenia todo planeado.. :D.. Y con respecto a "ELLA", mmmm, ojala que no sea Britt y sea otra, aunque lo dudo mucho, que habra pasado para que las Faberry no la quieran nombrar??.. O.o.. Tengo muchaaas dudas.. xD
Buenisimo tu fic.. :D.. Beso..
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Que buen capitulo,me has hecho reir con algunas partes y me has dejado la intriga,creo que como todos,de quién es "ella".Aunque no soy Faberry me ha gustado la relación entre ellas.
Sigue asi y a esperar el proximo capitulo,ojala no te pase nada malo.
Muchos saludos.
Sigue asi y a esperar el proximo capitulo,ojala no te pase nada malo.
Muchos saludos.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Me presento como nueva lectora por aquí! :)
Me gustan tus capítulos explicados al detalle y extensos. Y la historia, aunque Santana casada con Blaine no me pegaba mucho..pero esto ya se acabó. Me animaba pensar que después de la ruptura de su matrimonio Santana conocería a Brittany y sabría lo que es ser feliz realmente, pero con esto de la chica misteriosa del pasado de San me has descolocado muchísimo. No me pega otra que no sea Britt, pero no quiero que lo sea. Prefiero que Santana conozca a Brittany ahora de nuevas a que se reencuentre con ella y se reconcilien (supongo que algo muuuuy malo tuvo que hacerle a San para que Rachel no quiera escuchar ni su nombre... y a mí, cuando alguien le hace daño a Santana, me cuesta mucho perdonarle). Pero bueno, sea como sea, espero que Britt le dé la felicidad que se merece a San en algún momento de la historia!
Y Rachel... jajajaj cómo me he podido reír con sus ocurrencias y su entrada triunfal en el apartamento de Santana, con maceta incluida. ¿De verdad Santana acuchillando a Blaine y este contraatacando con una pistola? Jajajaja
Ahora toca cabañita del amor! Me gusta la amistad de estas tres, creo que se lo pasarán muy bien y nosotras leyéndolo también.
PD. Me uno a la sugerencia de cvlbrittana para guiarnos mejor y enterarnos de las actualizaciones, pero como tu quieras. Espero que no te importe! Un beso :)
Me gustan tus capítulos explicados al detalle y extensos. Y la historia, aunque Santana casada con Blaine no me pegaba mucho..pero esto ya se acabó. Me animaba pensar que después de la ruptura de su matrimonio Santana conocería a Brittany y sabría lo que es ser feliz realmente, pero con esto de la chica misteriosa del pasado de San me has descolocado muchísimo. No me pega otra que no sea Britt, pero no quiero que lo sea. Prefiero que Santana conozca a Brittany ahora de nuevas a que se reencuentre con ella y se reconcilien (supongo que algo muuuuy malo tuvo que hacerle a San para que Rachel no quiera escuchar ni su nombre... y a mí, cuando alguien le hace daño a Santana, me cuesta mucho perdonarle). Pero bueno, sea como sea, espero que Britt le dé la felicidad que se merece a San en algún momento de la historia!
Y Rachel... jajajaj cómo me he podido reír con sus ocurrencias y su entrada triunfal en el apartamento de Santana, con maceta incluida. ¿De verdad Santana acuchillando a Blaine y este contraatacando con una pistola? Jajajaja
Ahora toca cabañita del amor! Me gusta la amistad de estas tres, creo que se lo pasarán muy bien y nosotras leyéndolo también.
PD. Me uno a la sugerencia de cvlbrittana para guiarnos mejor y enterarnos de las actualizaciones, pero como tu quieras. Espero que no te importe! Un beso :)
LyreRiv*** - Mensajes : 143
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Nueva lectora!
No la verdad me encanta tu manera de escribir y que los capitulos sean tan largos, es muy genial D:
Al principio iba leyendo y pensaba, Santana con Blaine O.O jaja que raro se me hacia y cuando segui leyendo y Blaine le hizo eso lo odie
Racheeeel es genial ella y sus ocurrencias, con Quinn son tan divertidas jajajajja.
Espero que pronto actualices :)
No la verdad me encanta tu manera de escribir y que los capitulos sean tan largos, es muy genial D:
Al principio iba leyendo y pensaba, Santana con Blaine O.O jaja que raro se me hacia y cuando segui leyendo y Blaine le hizo eso lo odie
Racheeeel es genial ella y sus ocurrencias, con Quinn son tan divertidas jajajajja.
Espero que pronto actualices :)
Lali Rivera**** - Mensajes : 182
Fecha de inscripción : 09/05/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Estoy encantada con las nuevas lectoras, de algunas eh leído Fics muy buenos :D Gracias a todas por comentar :3 De corazón.
Para tristeza mía, Naya aun no ha venido a mi ciudad ¬¬ pero bueno mejor para ustedes porque les traigo el tercer cap, uno de los que más disfrute en escribir hasta ahora. Veo que les causa mucha curiosidad "Esa" persona, ya veremos como resolver esa duda. Voy a poner el numero como me aconsejaron. No me meto más y dejo la continuación. ¡Saludos!
Capitulo 3: Un viaje sin retorno
Tras preparar todo, y discutir entre ellas, decidieron que el auto de Santana era el ideal para el viaje.
-Muy bien, iremos. Pero antes les recuerdo las reglas: Nada de música deprimente. Nada de discusiones con contenido sexual. Y... Quinn tiene prohibido conducir a mi bebe.- Aclaró la latina que, ademas de amar a su auto con locura, sabia perfectamente que el expediente de choques de la rubia era más amplio que el de ella y Rachel juntas.
La judía se auto-designó como la conductora, tenia demasiada cafeína en sangre como para poder discutir con ella. No llevarían más de quince minutos de viaje cuando un comentario al aire de Quinn alarmó a su esposa.
-Cielo... Nos olvidamos de alguien.
-¡¿Iker...?!- Exclamó Rachel, que en dos oportunidades accidentalmente había olvidado a su hijo en la estación de gasolina.
-Estoy aquí mamá. Pero a que te asustaste ¿no? -Respondió el muchachito desde el asiento trasero.
-!Oh, Dios! Quinnie no hagas eso. Casi me da un infarto…
-Pero es que en serio te olvidaste de alguien. -Discutió la rubia cruzándose de brazos.
-No sé de qué hablas. Estamos todos... ¡Los Lopez y los Fabray levanten la mano...!- Acto seguido elevaron la mano derecha, incluso Axel. -¿Lo ves? No delires amor mio, la única que falta aquí es…
Una frenada de coche se escucho a lo largo de toda la calle, llamando la atención de los peatones.
-¡Nunca más vuelves a conducir mi auto, Berry! ¡¿Acaso sabes lo peligrosas que son esas frenadas...?! -Discutía Santana, al volante. –No solo pudiste haber roto el motor, sino que por inercia todos nos podíamos haber estampado contra el parabrisas y volar al diablo.
-Ya, San, cálmate, Rach no lo hizo a propósito. -Reía la rubia ante la histeria de la morena.
-Es cierto lo que dice... Y perdóname Pompón no era mi intensión dejarte en casa, menos sin comida. Comentaba desde la parte trasera la judía abrazando a una 'bola peluda' que meneaba la cola al ver a los niños. En efecto, la familia Fabray tenia una perrita maltes de mascota. Rachel adoraba al pequeño animal casi como a una hija más pero, por ser tan distraída, algunas veces olvidaba que la tenía. Como compensación, Pompón fue incluida a último momento en el viaje tras la insistencia de su dueña para buscarla en el departamento familiar.
-Espero que esa cosa este bien entrenada para sus necesidades, Berry, porque como ensucie el auto se queda en el medio de la carretera contigo haciéndole compañía.- Amenazó en broma la latina.
-Mamá…-Se escuchó como una hora después a un, extrañamente, callado Aik.
-¿Qué?- Contestaron las Faberry al unisono ante la llamada de su hijo. Santana solo negaba con la cabeza.
-Tengo hambre. Estoy en crecimiento, les recuerdo que mi futuro esta en sus piadosas manos; aliméntenme.- Rogaba el niño dramáticamente.
-¿Quieres una galleta, cielo? -Preguntó la rubia girándose a verlo.
-No, quiero comida real.
-A decir verdad, yo también tengo hambre y no dudo que Axel se pondrá de malas si no come antes de dormir. -Se unió la latina al reclamo de su sobrino.
-Propongo que compremos algo liviano, no vaya ser que a alguno de nosotros nos caiga pesada la cena. -Se sumo Rachel acariciando a su perrita.- Comida liviana y saludable, ¿Qué mejor?
-A ver… Deme cinco hamburguesas, a todas póngale mayonesa y doble queso. También deme dos porciones grandes de patatas fritas y... ¡Quinn, si hay alitas de pollo! ¿¡Quieres unas!? -Exclamó Santana desde la barra donde estaba encargando la 'saludable cena'.
-¡Pídemelas! ¡Con mucha salsa barbacoa!
-¡Yo también quiero tía! -Respondieron desde la otra punta los Fabray. Rachel cargaba a Axel, molesta: Últimamente no cenaban lo que ella proponía.
-Bien. En cinco minutos nos traen la comida. -Comentó la latina sirviéndoles las bebidas a todos. -Cambia esa cara Rach, de todas formas vas a comer lo que pedimos.
-Intento que nos alimentemos bien pero si ustedes se interponen con sus antojos grasosos y salados no puedo hacerlo.- Renegaba la judía.
-Tranquila, cielo. Tú sabes que somos sanos, solo nos queremos dar el gusto. Además fue Santana la de la idea de la comida rápida. -Respondió su esposa abrazándola por la cintura.
-Me lo agradecerán, así ganaremos tiempo. Ahora coman. -Finalizó la latina, mientras todos atacaban sus platos recién servidos de manera voraz.
El resto del viaje fue tranquilo. Los dos judíos, tras comer más que el resto de la tropa, se durmieron en el asiento de atrás. Rachel estaba desparramada con la boca abierta, su hijo en su pecho babeando y en sus piernas Pompón se había hecho un lugar. Quinn dormitaba en el asiento de adelante, traía en brazos a Axel que se durmió ni bien subieron al auto. Santana los miraba a todos de vez en cuando mientras conducía, la radio sonaba muy bajo y se encontraba sola con sus pensamientos. Tenia suerte de tener amigas como las chicas, la estaban ayudando mucho para no decaer en la tristeza. En realidad no sentía pena... O por lo menos no por su divorcio. Encontraba en el fondo de su corazón una especie de paz al saber que Blaine ya no estaba en su vida. Pero también había un lugar vacío, que ninguna de sus amigas ni él mismo supo suplantar. Sentía la necesidad de llenar aquel hueco, que ahora podía notar que seguía teniendo. Por otra parte extrañaba los años en el instituto. Quizás el último no fue de lo mejor pero si existía quien lo hacia ver bien. En aquella época las cosas no eran mas fáciles aunque tenia a sus padres, a sus compañeros, y a la persona capaz de saciar ese vacío... ¡No! ¿En qué estaba pensando? Fue aquella persona la que tanto daño le hizo, por ella su estadía en Lima fue terrible. Su padre había muerto y ni siquiera fue capaz de estar a su lado cuando más la necesitaba. Simplemente desapareció, sin previo aviso, sin una señal, se esfumó dejándola con todos sus pocos sueños totalmente rotos. La soledad la llevó a una depresión que la mantuvo en el limite por mucho tiempo. Cuando comenzó a darse cuenta que parte de su felicidad y bienestar se basaba en brindar apoyo a quien lo necesitaba, decidió guardar (más no olvidar) aquellas penas muy en el fondo de su alma.
Esa vez, empezó de cero: una nueva Santana mucho más sensible salió a la luz, casi como volviendo a nacer. En definitiva era lo que es hoy por todo aquello que le había ocurrido.
Extrañaba aun así la ciudad de los sueños rotos, su ciudad, ya estaba cansada del gentío y los barullos de New York... Esperaba que este viaje la relajara tanto como para no seguir llenándose la cabeza.
Miró a su hijo que dormía tranquilo a su lado. Él seguramente se encargaría de llenarla de amor, de darle todas las fuerzas que necesitaba, incluso de sellar el pequeño agujero en su corazón. Eso la reconforto a medida que conducía un poco más rápido. Tras un rato de silencio, los ronquidos de Rachel hicieron que la latina se riera con ganas. Si que era bueno contar con ellas.
-Amor, cierra la boca… -Se quejó entre sueños la rubia.
-Vayan despertándose porque hemos llegado. -Comentó Santana mientras subía el volumen de la radio causando el despertar de todos.
En efecto, aunque fuera de noche, la luz de la luna reflejaba en la pequeña laguna sobre la que yacían varias cabañas. Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando llegaron. Los niños cayeron rendidos en las camas, al igual que Quinn. Las otras dos mujeres se encargaron de bajar todo el equipaje. La latina contempló con agrado el lugar: Volver a sentir aire puro la hacia sentir más viva. Acomodaron un poco las cosas y se sumaron a los demás. Ya se acercaba un nuevo dia.
A media mañana, Iker fue el primero en despertar. No recordaba mucho de su destino y vida en esas horas, por lo que decidió salir a explorar la cabaña por completo. Sus madres dormían noqueadas en la cama matrimonial pero no quiso despertarlas, sobretodo por los divertidos ruiditos que hacían entre sueños. Fue sigilosamente hasta el cuarto de al lado: su tía Santana dormía profundamente contra la pared. A su lado, Axel estaba sentado con los pelos electrificados y sin entender dónde estaba tambien. Su primo le hizo una seña para que no hiciera ruido a la vez que estiraba los brazos ayudándolo a bajar. Juntos y en silencio examinaron la rupestre casa: Había una gran chimenea en el salón frente a unos sillones muy esponjados en los que los niños casi desaparecían al sentarse. Las paredes estaban llenas de adornos de todo tipo, fotos, pequeños cuadros. En la cocina, el joven Fabray ideó un plan al mejor estilo Berry.
-¿Sabes cocinar Ax? -Le preguntó al más bajito.
-No. -Contestó el pequeño girando la cabeza frenéticamente.
-¿Quieres ayudarme a hacer el desayuno...?- Volvió a preguntar Iker, con picardía.
-¡Ti! -Exclamó su primo que nunca se negaba ante sus ideas.
-Bueno pero... Shh. Así sorprendemos a nuestras mamás. -Sonrió el castaño dirigiéndose a las sillas para poder alcanzar los ingredientes.
Un sonido de ollas y platos cayendo hizo despertar a Santana, quien se asusto más aun al no encontrar a su pequeñín a su lado. Saltó de la cama, corriendo instintivamente hacia la cocina. El desparramo de utensilios en el piso era inexplicable. Contemplaba el lugar sin entender fregandose los ojos hasta que divisó a su sobrino sobre la encimera. No habría sido gran cosa si el niño no hubiese estado sujetando sobre sus hombros a Axel, que intentaba alcanzar un frasco en lo más alto de la alacena.
-¡Niños! ¿Qué hacen ahí? -Gritó la latina con pánico dando unos pasos hacia ellos.
-¿Mamá…? -Comentó Axel mientras se giraba a verla. Pero la estabilidad que tenía no era apta para soportar ese giro, y el pequeño niño cayo al vacío. Santana se lanzó al suelo medio segundo antes de que su hijo se golpeara fuertemente en los cerámicos, poniendo su cuerpo como escudo.
-Ax... Por dios, ¿Qué hacías allá arriba? -Susurró velozmente la morena abrazándolo aun en el suelo. El niño con el susto solo se puso a llorar pero con la suerte de no haberse golpeado. Rachel y Quinn se habían levantado con el barullo y se encontraron con el mismo desorden en la cocina, pero con Axel llorando desconsoladamente aferrado a su madre que no terminaba de recuperar el aliento. Más arriba de ellos, se encontraba Aik.
-Solo queríamos hacer el desayuno... -Comentó inocentemente el niño inclinándose de hombros.
En el salón, las Faberry discutían en voz alta:
-Solo intentaba ayudar Quinn, no tenias por qué regañarlo tan fuerte. -Alegaba la judía, enojada por la actitud de su esposa con el hijo de ambas.
-Rachel: entiendo que quiera ser servicial y todo lo que digas, pero no voy a permitir que haga este tipo de cosas. Se pudo haber lastimado, pudo caerse o cortarse con algo. Y peor hubiera sido, si Santana no aparecía y rescataba a Axel... Por favor, entiéndeme, no puedes apañar cada actitud de Iker. Todo tiene un limite. -Argumentó la rubia en voz baja pero bastante alterada.
En la cocina, tía y sobrino recogían las últimas cosas en el suelo. En una silla, y mucho más tranquilo, Axel los observaba bebiendo su biberón. El niño Fabray tenía mala cara. Sin poder aguantar más sus propios pensamientos buscó consuelo en la latina.
-¿Tú también estas enojada...?
-Claro que no cariño, aunque si me dio un poco de miedo. Tu primo es aun muy pequeño, no puedes pretender que haga todo lo que planeas. Pero fue solo un accidente, no podría enojarme. -Le contestó con amor y paciencia.
-Mis mamás si están enojadas conmigo. Sobre todo mamá… -Santana sabia que se refería a Quinn.
-Tía ¿Q-Qué pasa si se separan...? Están pelándose desde hace un rato, por mi culpa. -Continúo con pena agachando la cabeza.
- Ellas no se separaran. ¿De dónde sacaste eso?
-Es que... Cuando le pregunte a mi mamá por qué el papá de Axel ya no estaba contigo, me dijo que porque ustedes se peleaban mucho y mi primo estaba triste como tú. Entonces el Sr. Blaine se fue para que ya no lo estuvieran y fueran más felices. -Seguramente fue la nerviosa explicación que Rachel le había dado. Santana se quedo en silencio. La verdad es que no era una buena respuesta y llegaron a dolerle un poco las palabras de su sobrino. Pero sabia que él solo repetia lo que escuchaba, era muy inocente como para dominar el poder de todas sus palabras. Se agachó frente a él con una debil sonrisa.
-Oye... -Murmuró llamándole la atención. - Hacen falta más que peleas para que dos personas se separen... ¿Entiendes? Tus mamás no lo harán porque se aman por sobretodas las cosas... Y cuando hay amor, nunca habrá separación, por más peleas o tiempo que pase. -Le explicó la morena mirándolo a los ojos. El niño le sonrió, parece ser que eso bastaba para convencerlo.
-Yo los quiero a ti y a Ax, tía. Y a todos. Nunca se separen de mí. -Finalizó el niño abrazando tiernamente a la latina, que sonrió conmovida. Podría ser inquieto, pero sin dudas tenía un buen corazón.
Rachel y Quinn pasaron buena parte del día enojadas. Evitaban hablarse o mirarse mientras su amiga se quejaba que parecían unas niñas melodramáticas. Santana decidió finalmente salir a caminar con los más pequeños, esperando que las dos se reconciliaran del mejor modo que conocían. El sol brillaba intensamente y los primeros indicios de la primavera se notaban en las pequeñas hojas de los arboles. La laguna fue la primer parada en su recorrido turístico en donde los tres aprovecharon a alimentar unos cuantos patos que pasaban por ahí.
Volvieron al atardecer, bastante cansados, algo sucios, pero felices. Las Faberry ya habían compuesto las cosas. Relucían una sonrisa de oreja a oreja e incluso compraron la cena para esa noche.
-¿Cómo se arreglaron tan rápido? Pensé que seria de esas peleas donde una de ellas duerme conmigo, y la otra me compra juguetes para que me quede de su lado… -Susurró Aik al ver lo empalagosas que estaban sus madres.
-Lo entenderás cuando crezcas, cariño. -Le contestó la latina conforme con lo que veía.
-Ya veo... Puedes explicármelo sin las partes para adultos, si quieres… -No hace falta aclarar la cara de Santana con esa respuesta.
La velada paso entre risas, chistes y anécdotas. Los niños se durmieron temprano y las mujeres tras limpiar un poco se sentaron en la mesa a tomar un vino que la rubia se empeñó en comprar. Como se les hizo poco, le siguieron a esa botella unas cuatro más. En la segunda Rachel cayó rendida en el sofá. Las otras dos dieron fin al resto de bebida que quedaba.
Bastantes ebrias -más Santana que Quinn- filosofaban leyes de la vida, se quejaban de los políticos, y luego filosofaban la vida de los políticos. La latina tenía la lengua muy floja y pudo expresar, entre tantas cosas, su amor por la madre Teresa y algunas flores exóticas.
-¿Sabes qué he estado pensado, Quinnie?
-Fundirás tu anillo de matrimonio y te harás unos pendientes... -Contestó su amiga mirando su copa medio llena.
-… Además de eso. Quiero volver a Lima. -Quinn la miró sonriendo, seguramente porque no entendía bien lo que oía. -Si. Lo decidí hoy mientras pescaba en la laguna... Me cansé de la gran ciudad, solo vine a romper sueños aquí en New York... Abker….Ikham...Tu hijo, me confesó que no se separaría nunca de mí pero yo no le dije que me voy a separar de él. -Se reía la latina encontrándole lo divertido a lo que decía.
-¿Y que pretendes encontrar allá...? También 'rompiste' sueños en Lima. -Alegó la rubia con cara de no entender nada de nada.
-ME los rompieron. Los hicieron añicos. Pero ¿Sabes una cosa? Por mí, por Axel y por la presidenta... Promesa con el dedo de por medio. -Agregaba levantando un meñique con dificultad. - Voy a volver a ser feliz.
-Lo que digass...¡Salud por eso, San!
-¡Salud!
A la mañana siguiente, Rachel tuvo que encargarse de los niños, del aseo, y preparar los bolsos. Quinn no podía moverse del dolor de cabeza y Santana lo único que podía hacer era vomitar y hacerle arcadas a cada cosa que veía u olía. Salieron mucho más temprano de lo esperado. Las chicas se encontraban fatal esa tarde.
-Gracias al cielo ninguno de los niños toma leche materna porque estarían en coma alcohólico gracias a ustedes...- Se quejaba la judía conduciendo de regreso sin más remedio.- No puedo creer cuanto tomaron. Sabia de la primera, y la segunda, pero no es posible que tomaran las otras dos.
-Tres… También nos tomamos el champagne que te regaló tu padre. -Comentó Quinn con las manos en la cabeza. Su esposa la miraba impactada, pero prefirió regañarla cuando estuviera totalmente consiente.
-Rach… Rach... para el auto. -Pidió Santana. Se detuvieron en la orilla y la latina salió asqueada.
-Creo que perderá el hígado la próxima vez que vomite.- Comentó la conductora observando como su amiga se retorcía del dolor de estomago. –No la había visto así desde navidad…
-O su boda. -Agregó quejosamente Quinn.
-¡San..! ¿¡Te encuentras bien...!?- Gritó la actriz haciendo que su esposa sintiera un taladrazo en los tímpanos. La latina solo levantó un pulgar en señal de respuesta. Ingresó al auto más pálida de lo normal, apoyando la frente en el respaldo de la rubia.
-Nunca más vuelvo a beber. Hijo, tú no seguirás mis pasos: iras al colegio de curas cuando cumplas dieciséis.- Comentó agónicamente, haciendo reír a sus amigas. Rachel continúo con el viaje.
-Nos dimos la borrachera del año, San.
-Ni siquiera cuando estaba embarazada de Axel sufrí tantas nauseas. -Los niños miraban extrañados a sus agonicas madres.
-¿Quieren que vayamos al hospital...?- Insinuó Rachel al ver el estado de las mujeres.
-Nos van a enviar a alcohólicos anónimos, Rach. -Se rio Quinn con sufrimiento.
-Bueno, he oído que dan unos ricos pastelillos en las reuniones. -Agregó la judía siguiendo la broma. Solo el hecho de pensar en comida provocó las arcadas de Santana nuevamente.
-¡Berry! Para el auto…
Tuvieron que detenerse en tres oportunidades más hasta que llegaron a casa.
Con una ducha, y un té, las ex animadoras ya tenían mejor cara aunque estaba más que claro que no beberían tan descaradamente otra vez. La rubia interrogó a su amiga una vez que se relajaron en el salón:
-¿De verdad quieres volver a Lima...?
-Fuiste tú la que prometió no volver allí…-Quinn levantó una ceja frente a ella. -Bien... Extraño bastante a mi madre, se está perdiendo muchas cosas de su nieto... Me gustaría que Axel creciera donde yo crecí. -Respondió la latina sorbiendo un poco té caliente.
-¿Estas queriendo decir que nos dejaras Santana...?- Preguntó Rachel con cara de angustia.
-Bueno, creo que nos vendría bien cambiar de aire. En Lima podría abrir mi propio consultorio sin tener tanta competencia. Además ya no quiero vivir en el departamento de Blaine. Por más que ahora esté a mi nombre, todo sigue teniendo su marca y así podria ser por décadas.
-Pe-pero si es por eso... Vienes a vivir con nosotros. -Intentaba convencerla la judía, ganándose una mirada de su esposa.- Y podríamos, no sé, tomarnos un mes para viajar o…
-Para, Rach. -Cortó Quinn con la mano. -Creo que Santana ya tomó su decisión.- Agregó mirando a su amiga.
-… Si. -Dijo finalmente la latina.- Los Lopez ya no pertenecemos a New York.
Las chicas se miraron preocupadas. Las cosas si que estaban cambiando.
Para tristeza mía, Naya aun no ha venido a mi ciudad ¬¬ pero bueno mejor para ustedes porque les traigo el tercer cap, uno de los que más disfrute en escribir hasta ahora. Veo que les causa mucha curiosidad "Esa" persona, ya veremos como resolver esa duda. Voy a poner el numero como me aconsejaron. No me meto más y dejo la continuación. ¡Saludos!
Capitulo 3: Un viaje sin retorno
Tras preparar todo, y discutir entre ellas, decidieron que el auto de Santana era el ideal para el viaje.
-Muy bien, iremos. Pero antes les recuerdo las reglas: Nada de música deprimente. Nada de discusiones con contenido sexual. Y... Quinn tiene prohibido conducir a mi bebe.- Aclaró la latina que, ademas de amar a su auto con locura, sabia perfectamente que el expediente de choques de la rubia era más amplio que el de ella y Rachel juntas.
La judía se auto-designó como la conductora, tenia demasiada cafeína en sangre como para poder discutir con ella. No llevarían más de quince minutos de viaje cuando un comentario al aire de Quinn alarmó a su esposa.
-Cielo... Nos olvidamos de alguien.
-¡¿Iker...?!- Exclamó Rachel, que en dos oportunidades accidentalmente había olvidado a su hijo en la estación de gasolina.
-Estoy aquí mamá. Pero a que te asustaste ¿no? -Respondió el muchachito desde el asiento trasero.
-!Oh, Dios! Quinnie no hagas eso. Casi me da un infarto…
-Pero es que en serio te olvidaste de alguien. -Discutió la rubia cruzándose de brazos.
-No sé de qué hablas. Estamos todos... ¡Los Lopez y los Fabray levanten la mano...!- Acto seguido elevaron la mano derecha, incluso Axel. -¿Lo ves? No delires amor mio, la única que falta aquí es…
Una frenada de coche se escucho a lo largo de toda la calle, llamando la atención de los peatones.
-¡Nunca más vuelves a conducir mi auto, Berry! ¡¿Acaso sabes lo peligrosas que son esas frenadas...?! -Discutía Santana, al volante. –No solo pudiste haber roto el motor, sino que por inercia todos nos podíamos haber estampado contra el parabrisas y volar al diablo.
-Ya, San, cálmate, Rach no lo hizo a propósito. -Reía la rubia ante la histeria de la morena.
-Es cierto lo que dice... Y perdóname Pompón no era mi intensión dejarte en casa, menos sin comida. Comentaba desde la parte trasera la judía abrazando a una 'bola peluda' que meneaba la cola al ver a los niños. En efecto, la familia Fabray tenia una perrita maltes de mascota. Rachel adoraba al pequeño animal casi como a una hija más pero, por ser tan distraída, algunas veces olvidaba que la tenía. Como compensación, Pompón fue incluida a último momento en el viaje tras la insistencia de su dueña para buscarla en el departamento familiar.
-Espero que esa cosa este bien entrenada para sus necesidades, Berry, porque como ensucie el auto se queda en el medio de la carretera contigo haciéndole compañía.- Amenazó en broma la latina.
-Mamá…-Se escuchó como una hora después a un, extrañamente, callado Aik.
-¿Qué?- Contestaron las Faberry al unisono ante la llamada de su hijo. Santana solo negaba con la cabeza.
-Tengo hambre. Estoy en crecimiento, les recuerdo que mi futuro esta en sus piadosas manos; aliméntenme.- Rogaba el niño dramáticamente.
-¿Quieres una galleta, cielo? -Preguntó la rubia girándose a verlo.
-No, quiero comida real.
-A decir verdad, yo también tengo hambre y no dudo que Axel se pondrá de malas si no come antes de dormir. -Se unió la latina al reclamo de su sobrino.
-Propongo que compremos algo liviano, no vaya ser que a alguno de nosotros nos caiga pesada la cena. -Se sumo Rachel acariciando a su perrita.- Comida liviana y saludable, ¿Qué mejor?
-A ver… Deme cinco hamburguesas, a todas póngale mayonesa y doble queso. También deme dos porciones grandes de patatas fritas y... ¡Quinn, si hay alitas de pollo! ¿¡Quieres unas!? -Exclamó Santana desde la barra donde estaba encargando la 'saludable cena'.
-¡Pídemelas! ¡Con mucha salsa barbacoa!
-¡Yo también quiero tía! -Respondieron desde la otra punta los Fabray. Rachel cargaba a Axel, molesta: Últimamente no cenaban lo que ella proponía.
-Bien. En cinco minutos nos traen la comida. -Comentó la latina sirviéndoles las bebidas a todos. -Cambia esa cara Rach, de todas formas vas a comer lo que pedimos.
-Intento que nos alimentemos bien pero si ustedes se interponen con sus antojos grasosos y salados no puedo hacerlo.- Renegaba la judía.
-Tranquila, cielo. Tú sabes que somos sanos, solo nos queremos dar el gusto. Además fue Santana la de la idea de la comida rápida. -Respondió su esposa abrazándola por la cintura.
-Me lo agradecerán, así ganaremos tiempo. Ahora coman. -Finalizó la latina, mientras todos atacaban sus platos recién servidos de manera voraz.
El resto del viaje fue tranquilo. Los dos judíos, tras comer más que el resto de la tropa, se durmieron en el asiento de atrás. Rachel estaba desparramada con la boca abierta, su hijo en su pecho babeando y en sus piernas Pompón se había hecho un lugar. Quinn dormitaba en el asiento de adelante, traía en brazos a Axel que se durmió ni bien subieron al auto. Santana los miraba a todos de vez en cuando mientras conducía, la radio sonaba muy bajo y se encontraba sola con sus pensamientos. Tenia suerte de tener amigas como las chicas, la estaban ayudando mucho para no decaer en la tristeza. En realidad no sentía pena... O por lo menos no por su divorcio. Encontraba en el fondo de su corazón una especie de paz al saber que Blaine ya no estaba en su vida. Pero también había un lugar vacío, que ninguna de sus amigas ni él mismo supo suplantar. Sentía la necesidad de llenar aquel hueco, que ahora podía notar que seguía teniendo. Por otra parte extrañaba los años en el instituto. Quizás el último no fue de lo mejor pero si existía quien lo hacia ver bien. En aquella época las cosas no eran mas fáciles aunque tenia a sus padres, a sus compañeros, y a la persona capaz de saciar ese vacío... ¡No! ¿En qué estaba pensando? Fue aquella persona la que tanto daño le hizo, por ella su estadía en Lima fue terrible. Su padre había muerto y ni siquiera fue capaz de estar a su lado cuando más la necesitaba. Simplemente desapareció, sin previo aviso, sin una señal, se esfumó dejándola con todos sus pocos sueños totalmente rotos. La soledad la llevó a una depresión que la mantuvo en el limite por mucho tiempo. Cuando comenzó a darse cuenta que parte de su felicidad y bienestar se basaba en brindar apoyo a quien lo necesitaba, decidió guardar (más no olvidar) aquellas penas muy en el fondo de su alma.
Esa vez, empezó de cero: una nueva Santana mucho más sensible salió a la luz, casi como volviendo a nacer. En definitiva era lo que es hoy por todo aquello que le había ocurrido.
Extrañaba aun así la ciudad de los sueños rotos, su ciudad, ya estaba cansada del gentío y los barullos de New York... Esperaba que este viaje la relajara tanto como para no seguir llenándose la cabeza.
Miró a su hijo que dormía tranquilo a su lado. Él seguramente se encargaría de llenarla de amor, de darle todas las fuerzas que necesitaba, incluso de sellar el pequeño agujero en su corazón. Eso la reconforto a medida que conducía un poco más rápido. Tras un rato de silencio, los ronquidos de Rachel hicieron que la latina se riera con ganas. Si que era bueno contar con ellas.
-Amor, cierra la boca… -Se quejó entre sueños la rubia.
-Vayan despertándose porque hemos llegado. -Comentó Santana mientras subía el volumen de la radio causando el despertar de todos.
En efecto, aunque fuera de noche, la luz de la luna reflejaba en la pequeña laguna sobre la que yacían varias cabañas. Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando llegaron. Los niños cayeron rendidos en las camas, al igual que Quinn. Las otras dos mujeres se encargaron de bajar todo el equipaje. La latina contempló con agrado el lugar: Volver a sentir aire puro la hacia sentir más viva. Acomodaron un poco las cosas y se sumaron a los demás. Ya se acercaba un nuevo dia.
A media mañana, Iker fue el primero en despertar. No recordaba mucho de su destino y vida en esas horas, por lo que decidió salir a explorar la cabaña por completo. Sus madres dormían noqueadas en la cama matrimonial pero no quiso despertarlas, sobretodo por los divertidos ruiditos que hacían entre sueños. Fue sigilosamente hasta el cuarto de al lado: su tía Santana dormía profundamente contra la pared. A su lado, Axel estaba sentado con los pelos electrificados y sin entender dónde estaba tambien. Su primo le hizo una seña para que no hiciera ruido a la vez que estiraba los brazos ayudándolo a bajar. Juntos y en silencio examinaron la rupestre casa: Había una gran chimenea en el salón frente a unos sillones muy esponjados en los que los niños casi desaparecían al sentarse. Las paredes estaban llenas de adornos de todo tipo, fotos, pequeños cuadros. En la cocina, el joven Fabray ideó un plan al mejor estilo Berry.
-¿Sabes cocinar Ax? -Le preguntó al más bajito.
-No. -Contestó el pequeño girando la cabeza frenéticamente.
-¿Quieres ayudarme a hacer el desayuno...?- Volvió a preguntar Iker, con picardía.
-¡Ti! -Exclamó su primo que nunca se negaba ante sus ideas.
-Bueno pero... Shh. Así sorprendemos a nuestras mamás. -Sonrió el castaño dirigiéndose a las sillas para poder alcanzar los ingredientes.
Un sonido de ollas y platos cayendo hizo despertar a Santana, quien se asusto más aun al no encontrar a su pequeñín a su lado. Saltó de la cama, corriendo instintivamente hacia la cocina. El desparramo de utensilios en el piso era inexplicable. Contemplaba el lugar sin entender fregandose los ojos hasta que divisó a su sobrino sobre la encimera. No habría sido gran cosa si el niño no hubiese estado sujetando sobre sus hombros a Axel, que intentaba alcanzar un frasco en lo más alto de la alacena.
-¡Niños! ¿Qué hacen ahí? -Gritó la latina con pánico dando unos pasos hacia ellos.
-¿Mamá…? -Comentó Axel mientras se giraba a verla. Pero la estabilidad que tenía no era apta para soportar ese giro, y el pequeño niño cayo al vacío. Santana se lanzó al suelo medio segundo antes de que su hijo se golpeara fuertemente en los cerámicos, poniendo su cuerpo como escudo.
-Ax... Por dios, ¿Qué hacías allá arriba? -Susurró velozmente la morena abrazándolo aun en el suelo. El niño con el susto solo se puso a llorar pero con la suerte de no haberse golpeado. Rachel y Quinn se habían levantado con el barullo y se encontraron con el mismo desorden en la cocina, pero con Axel llorando desconsoladamente aferrado a su madre que no terminaba de recuperar el aliento. Más arriba de ellos, se encontraba Aik.
-Solo queríamos hacer el desayuno... -Comentó inocentemente el niño inclinándose de hombros.
En el salón, las Faberry discutían en voz alta:
-Solo intentaba ayudar Quinn, no tenias por qué regañarlo tan fuerte. -Alegaba la judía, enojada por la actitud de su esposa con el hijo de ambas.
-Rachel: entiendo que quiera ser servicial y todo lo que digas, pero no voy a permitir que haga este tipo de cosas. Se pudo haber lastimado, pudo caerse o cortarse con algo. Y peor hubiera sido, si Santana no aparecía y rescataba a Axel... Por favor, entiéndeme, no puedes apañar cada actitud de Iker. Todo tiene un limite. -Argumentó la rubia en voz baja pero bastante alterada.
En la cocina, tía y sobrino recogían las últimas cosas en el suelo. En una silla, y mucho más tranquilo, Axel los observaba bebiendo su biberón. El niño Fabray tenía mala cara. Sin poder aguantar más sus propios pensamientos buscó consuelo en la latina.
-¿Tú también estas enojada...?
-Claro que no cariño, aunque si me dio un poco de miedo. Tu primo es aun muy pequeño, no puedes pretender que haga todo lo que planeas. Pero fue solo un accidente, no podría enojarme. -Le contestó con amor y paciencia.
-Mis mamás si están enojadas conmigo. Sobre todo mamá… -Santana sabia que se refería a Quinn.
-Tía ¿Q-Qué pasa si se separan...? Están pelándose desde hace un rato, por mi culpa. -Continúo con pena agachando la cabeza.
- Ellas no se separaran. ¿De dónde sacaste eso?
-Es que... Cuando le pregunte a mi mamá por qué el papá de Axel ya no estaba contigo, me dijo que porque ustedes se peleaban mucho y mi primo estaba triste como tú. Entonces el Sr. Blaine se fue para que ya no lo estuvieran y fueran más felices. -Seguramente fue la nerviosa explicación que Rachel le había dado. Santana se quedo en silencio. La verdad es que no era una buena respuesta y llegaron a dolerle un poco las palabras de su sobrino. Pero sabia que él solo repetia lo que escuchaba, era muy inocente como para dominar el poder de todas sus palabras. Se agachó frente a él con una debil sonrisa.
-Oye... -Murmuró llamándole la atención. - Hacen falta más que peleas para que dos personas se separen... ¿Entiendes? Tus mamás no lo harán porque se aman por sobretodas las cosas... Y cuando hay amor, nunca habrá separación, por más peleas o tiempo que pase. -Le explicó la morena mirándolo a los ojos. El niño le sonrió, parece ser que eso bastaba para convencerlo.
-Yo los quiero a ti y a Ax, tía. Y a todos. Nunca se separen de mí. -Finalizó el niño abrazando tiernamente a la latina, que sonrió conmovida. Podría ser inquieto, pero sin dudas tenía un buen corazón.
Rachel y Quinn pasaron buena parte del día enojadas. Evitaban hablarse o mirarse mientras su amiga se quejaba que parecían unas niñas melodramáticas. Santana decidió finalmente salir a caminar con los más pequeños, esperando que las dos se reconciliaran del mejor modo que conocían. El sol brillaba intensamente y los primeros indicios de la primavera se notaban en las pequeñas hojas de los arboles. La laguna fue la primer parada en su recorrido turístico en donde los tres aprovecharon a alimentar unos cuantos patos que pasaban por ahí.
Volvieron al atardecer, bastante cansados, algo sucios, pero felices. Las Faberry ya habían compuesto las cosas. Relucían una sonrisa de oreja a oreja e incluso compraron la cena para esa noche.
-¿Cómo se arreglaron tan rápido? Pensé que seria de esas peleas donde una de ellas duerme conmigo, y la otra me compra juguetes para que me quede de su lado… -Susurró Aik al ver lo empalagosas que estaban sus madres.
-Lo entenderás cuando crezcas, cariño. -Le contestó la latina conforme con lo que veía.
-Ya veo... Puedes explicármelo sin las partes para adultos, si quieres… -No hace falta aclarar la cara de Santana con esa respuesta.
La velada paso entre risas, chistes y anécdotas. Los niños se durmieron temprano y las mujeres tras limpiar un poco se sentaron en la mesa a tomar un vino que la rubia se empeñó en comprar. Como se les hizo poco, le siguieron a esa botella unas cuatro más. En la segunda Rachel cayó rendida en el sofá. Las otras dos dieron fin al resto de bebida que quedaba.
Bastantes ebrias -más Santana que Quinn- filosofaban leyes de la vida, se quejaban de los políticos, y luego filosofaban la vida de los políticos. La latina tenía la lengua muy floja y pudo expresar, entre tantas cosas, su amor por la madre Teresa y algunas flores exóticas.
-¿Sabes qué he estado pensado, Quinnie?
-Fundirás tu anillo de matrimonio y te harás unos pendientes... -Contestó su amiga mirando su copa medio llena.
-… Además de eso. Quiero volver a Lima. -Quinn la miró sonriendo, seguramente porque no entendía bien lo que oía. -Si. Lo decidí hoy mientras pescaba en la laguna... Me cansé de la gran ciudad, solo vine a romper sueños aquí en New York... Abker….Ikham...Tu hijo, me confesó que no se separaría nunca de mí pero yo no le dije que me voy a separar de él. -Se reía la latina encontrándole lo divertido a lo que decía.
-¿Y que pretendes encontrar allá...? También 'rompiste' sueños en Lima. -Alegó la rubia con cara de no entender nada de nada.
-ME los rompieron. Los hicieron añicos. Pero ¿Sabes una cosa? Por mí, por Axel y por la presidenta... Promesa con el dedo de por medio. -Agregaba levantando un meñique con dificultad. - Voy a volver a ser feliz.
-Lo que digass...¡Salud por eso, San!
-¡Salud!
A la mañana siguiente, Rachel tuvo que encargarse de los niños, del aseo, y preparar los bolsos. Quinn no podía moverse del dolor de cabeza y Santana lo único que podía hacer era vomitar y hacerle arcadas a cada cosa que veía u olía. Salieron mucho más temprano de lo esperado. Las chicas se encontraban fatal esa tarde.
-Gracias al cielo ninguno de los niños toma leche materna porque estarían en coma alcohólico gracias a ustedes...- Se quejaba la judía conduciendo de regreso sin más remedio.- No puedo creer cuanto tomaron. Sabia de la primera, y la segunda, pero no es posible que tomaran las otras dos.
-Tres… También nos tomamos el champagne que te regaló tu padre. -Comentó Quinn con las manos en la cabeza. Su esposa la miraba impactada, pero prefirió regañarla cuando estuviera totalmente consiente.
-Rach… Rach... para el auto. -Pidió Santana. Se detuvieron en la orilla y la latina salió asqueada.
-Creo que perderá el hígado la próxima vez que vomite.- Comentó la conductora observando como su amiga se retorcía del dolor de estomago. –No la había visto así desde navidad…
-O su boda. -Agregó quejosamente Quinn.
-¡San..! ¿¡Te encuentras bien...!?- Gritó la actriz haciendo que su esposa sintiera un taladrazo en los tímpanos. La latina solo levantó un pulgar en señal de respuesta. Ingresó al auto más pálida de lo normal, apoyando la frente en el respaldo de la rubia.
-Nunca más vuelvo a beber. Hijo, tú no seguirás mis pasos: iras al colegio de curas cuando cumplas dieciséis.- Comentó agónicamente, haciendo reír a sus amigas. Rachel continúo con el viaje.
-Nos dimos la borrachera del año, San.
-Ni siquiera cuando estaba embarazada de Axel sufrí tantas nauseas. -Los niños miraban extrañados a sus agonicas madres.
-¿Quieren que vayamos al hospital...?- Insinuó Rachel al ver el estado de las mujeres.
-Nos van a enviar a alcohólicos anónimos, Rach. -Se rio Quinn con sufrimiento.
-Bueno, he oído que dan unos ricos pastelillos en las reuniones. -Agregó la judía siguiendo la broma. Solo el hecho de pensar en comida provocó las arcadas de Santana nuevamente.
-¡Berry! Para el auto…
Tuvieron que detenerse en tres oportunidades más hasta que llegaron a casa.
Con una ducha, y un té, las ex animadoras ya tenían mejor cara aunque estaba más que claro que no beberían tan descaradamente otra vez. La rubia interrogó a su amiga una vez que se relajaron en el salón:
-¿De verdad quieres volver a Lima...?
-Fuiste tú la que prometió no volver allí…-Quinn levantó una ceja frente a ella. -Bien... Extraño bastante a mi madre, se está perdiendo muchas cosas de su nieto... Me gustaría que Axel creciera donde yo crecí. -Respondió la latina sorbiendo un poco té caliente.
-¿Estas queriendo decir que nos dejaras Santana...?- Preguntó Rachel con cara de angustia.
-Bueno, creo que nos vendría bien cambiar de aire. En Lima podría abrir mi propio consultorio sin tener tanta competencia. Además ya no quiero vivir en el departamento de Blaine. Por más que ahora esté a mi nombre, todo sigue teniendo su marca y así podria ser por décadas.
-Pe-pero si es por eso... Vienes a vivir con nosotros. -Intentaba convencerla la judía, ganándose una mirada de su esposa.- Y podríamos, no sé, tomarnos un mes para viajar o…
-Para, Rach. -Cortó Quinn con la mano. -Creo que Santana ya tomó su decisión.- Agregó mirando a su amiga.
-… Si. -Dijo finalmente la latina.- Los Lopez ya no pertenecemos a New York.
Las chicas se miraron preocupadas. Las cosas si que estaban cambiando.
Última edición por Dreamer=) el Lun Jun 24, 2013 10:39 pm, editado 1 vez
Dreamer=)- ---
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Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Creo que entiendo cuando dices que este ha sido el capitulo que mas a disfrutado escribiendo hasta ahora,como lectora también disfrute bastante y esos niños los encuentro de lo más tierno.Creo que es obvio decir que el capitulo estuvo bueno y divertido.
Gracias por actualizar y muchos saludos.
Gracias por actualizar y muchos saludos.
bluelove*** - Mensajes : 133
Fecha de inscripción : 16/06/2012
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
amoooo!!!! tu fic!!!!!!!! lo amo!!!!! y en verdad te escribiría todo lo que amo del capitulo y de tu fic pero tengo prisa!!!! jajaja solo que no puedo evitar comentar tu fic porque lo amo!!!!!!! jajaja en verdad que lo amo!!! y entonces la que mencionaban que dejo a Sanny si es Britt?!?!?!?!?! nooo!! ella es perfecta!!!!!! jajaja espero tu actualización y amo tu fic!!!!!!!!!!!!
sasha999********- - Mensajes : 675
Fecha de inscripción : 22/03/2012
Edad : 28
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
A ver cuabdo sabemos si es britt la "ella" o no.. que espero que no xddd
y la.conozca de vuelta a lima jajajaj
y la.conozca de vuelta a lima jajajaj
AndreaDaru- ---
- Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 31
Re: *FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*
Me divertí escribiéndolo esa es la verdad xD Gracias por los comentarios, tranquilas, pronto entenderán por qué tanto drama con "ella".
Dreamer=)- ---
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Fecha de inscripción : 21/06/2012
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