*FanFic* -A Punto Cero- Capitulo 75- What I needed- Parte 3 *Nuevo*

Dios esas borracheras jejej donde te tomas hasta el agua del florero jaja...yo soy de las que amanece como Quinn pero mi prima es igual a Santana jaja vomita todo el día jeje es increible como uno se lamenta y dice que jamás volverá a beber, pero llega el próximo carrete y te viene amnesia voluntaria

Axel y Aik son geniales jeje, el segundo es igual de dramático y chucheta que Rachel jeje...

Sigo en mi postura en contra del sufrimiento anticipado, prefiero pecar de ingenua así que no me haré pajas mentales con ese "ELLA" y me dedicaré a disfrutar estos momentos tan divertidos que describes jeje

Bye
Besos...

Intento hacer como santaty, no hacerme mala sangre y no obsesionarme con la chica que rompió los sueños de San, pero no puedo. Todo apunta a Britt pero quiero equivocarme, y sé que me equivoco. Que conste que no me estoy intentando autoconvencer... ¿o sí? no lo sé. No, no es Britt.

¿2 botellas de vino y una de champagne entre ellas dos más otras 2 de vino con Rachel? Vaya par de esponjas, ni teniendo hijos y responsabilidades cambian...jaja Pero me gusta que se lo pasen bien. Eso sí, esperaba más por parte de Santana, más aguante, y no vomitando todo el día en todas las esquinas.

¿Nueva etapa en la vida de San? Regresando a Lima saldrán cosas a la luz, así que me alegro por ello. Pero me gusta mucho la amistad entre Rachel San y Quinn... Pero bueno, a ver qué les depara el futuro!
Un beso!:)

¿Pompón? nunca habia oido un nombre tan gracioso para un perro, todo el viaje estuvo genial , imaginar a los niños intentando hacer el desayuno ha sido fantastico. Ahora, woe vaya cambio, volver a Ohaio, sigo con la duda ¿quien rompio ahi sus sueños? algo me dice que es nuestra rubia favorita, pero ¿porque?, el capitulo me ha encantado, no separas a las amigas por favor, que de algun modo tambien las faberry vayan a ohaio, si por favor.

jajajajajajajaja como se emborracharon las Quintana.. Siempre que tomo demasiado, amanezco como Santana.. xDDD.. Y siempre digo, no voy a tomar mas, pero no se puede es como encontrar un Fic Brittana y no saber leer.. (?.. jajajajajjajaja.. seee, re cualquiera mi comparacion.. xD

Uhhh, nueva vida??.. En Ohio??, nose porque pero se me hace que vienen maas problemas!!!.. u.u... Ah y amo a los hijos de las chicas.. me encantan!!..

Buensimo el cap.. beso

¡Gracias a todas por sus comentarios! Me alegra que les haya gustado el cap. una noche de borrachera entre amigas nunca puede faltar. Chicas, estos dias me he quedado sin internet(ahora me meti en lo de una tia) les tengo el capitulo cuatro,pero la verdad ahora que lo estoy subiendo en la pantalla se ve mal distribuido. No se si se arreglara cuando lo suba, pero de no ser asi, lo arreglare cuando pueda en mi pc. En fin, sin mas espero que puedan leerlo. Saludos


Capitulo 4: Todo ese tiempo

En cuestión de dos semanas, Santana logró poner en venta el consultorio que le pertenecía junto con el departamento donde vivíó por tantos años. Tuvo la suerte casi inmediata de encontrar compradores para los dos sitios. Logro liberarse de ellos a un muy buen precio.
Por otro lado, mientras que Rachel se resignaba lentamente a la idea, Quinn comenzó a desear pasivamente que su amiga pensara en serio las cosas y no se fueran de su lado junto con su único ahijado. Pero eso no pasó. El escándalo que Iker armó al enterarse de la pronta partida de su tía y su único primo también era algo digno de recordar.

-Aik, hijo ¿Cuánto más planeas estar allí...? Si sales, iremos al cine… -Negoció, llamando insistentemente a la puerta.
-No voy a salir, estoy en huelga y nada me hará cambiar de idea. Tráiganme comida y mi pijama.
-Iker Fabray. -Protestó Quinn cambiando su voz por una de tono más autoritario.-Sal de ese baño o confiscare tus juegos.
-No me importa, puedo divertirme con un poco de shampoo.
-Tus juegos de computadora. -Sentencio Quinn. Rachel observaba todo desde el sofá, entretenida con la discusión. Lentamente la puerta se abrió y el hijo de ambas sacó la cabeza con cara de pocos amigos.
-Podemos negociar otras cosas, no hay necesidad de acudir a la violencia...

 Santana estaba totalmente decidida. Ya le había informado sus planes a su madre: tenía pensado mudarse a Lima ni bien terminara esa última semana que apenas comenzaba.
Aquel mediodía se encontraba con una paciente en el que, muy pronto, ya no seria su consultorio.
-Muy bien. ¿Cómo te sientes al respecto...?- Preguntaba la Dra. Lopez.
-Estoy dispuesta a enfrentar mis miedos y muy segura al respecto.
-¡Perfecto, Amy! Esa es la actitud que tienes que tener.- La latina hablaba con saisfaccion, y justo en ese instante llamaron a la puerta. - Disculpa, un momento. -Se paró y fue a abrir.
-Perdone, Santana, la buscan sus conocidas. -Le informó su secretaria señalando al matrimonio Fabray-Berry que se paraba unos metros detrás de ella.
-Gracias, Betty. En un minuto estoy con ellas. - Comentó la morena dandole una mirada leve a sus amigas.

Su secretaria salió con el recado. Era una chica bastante joven, pero la pobre no tenia sentido de la moda, cosa que daba lastima a su jefa latina.

-De acuerdo, Amy, creo que hemos llegado al final. - Comentaba Santana mientras se apoyaba levemente sobre el borde de su escritorio y anotaba unos datos en una planilla. Su paciente se levantó del sofa y se paró frente a ella, expectante. La morena raspó un poco la garganta ante el silencio y dejó de lado lo que escribia. Miró a la muchacha con firmeza. - En el caso que necesites ayuda, tienes mi teléfono, y además... -Explicaba girándose a buscar algo en uno de los cajones del escritorio. - Te voy a dar la tarjeta de una compañera mía que suelo recomendar. Se llama Anna, le hable un poco de tu caso y esta dispuesta a seguir tu tratamiento si lo deseas.
-Muchas gracias Dra. Lopez. - Amy recibió la tarjeta, la leyó varias veces de forma veloz y se mordió apenas el labio inferior.

No tenia dieciocho años aun, aun que su aspecto denotara más edad o una serie de señales que daban a entender que ya habia vivido mucho; y en esas experiencias se incluia la de dejar ir a muchas personas que fueron, en su momento, importantes.

-De todas formas, nunca voy a olvidar todo lo que ha hecho por mí este tiempo... -Murmuró Amy sonriendo casi imperceptiblemente. -La verdad es que... -Juntó aire y valor, se decidió a mirar a Santana a los ojos. - La voy a extrañar mucho. -Declaró con esfuerzo. Su psicologa rió suavemente y la tomó por el hombro con cuidado.
-Y yo a ti, linda, créeme. Recuerda lo que hemos hablado. Sé que lo lograras.

A la salida, la joven la abrazo con cariño y se marchó con la tarjeta en la mano. Las chicas observaban la escena con curiosidad.

-Esa fue una de las primeras pacientes que he tenido. Ja, y no ha sido fácil: vino aquí con quince años y mentalidad suicida.- Explicaba la morena mientras salía del local junto a sus amigas.
Santana había preferido desde un principio tratar a los adolescentes porque entendia que eran los que mas confundidos solían estar; también eran los más desafiantes, cosa que ponía a prueba constantemente sus propias habilidades y limites, y eso curiosamente le encantaba.
-¿Qué hacen por aquí? ¿No deberían estar trabajando?
-Quinn salió temprano, y yo tengo una audición en media hora, así que decidimos pasar a saludarte y ver si querías acompañarnos. -Comentó tímidamente Rachel, siguiéndola a paso rápido.
-Sabes que me divierto viendo tus audiciones, Barbra, pero hoy tengo planes. -Negó la morena con voz misteriosa, en tanto desactivaba la alarma de su auto con el control.
-Y-y... ¿Qué estas planeando...? -Se apresuró a preguntar Quinn ante el tono de su amiga.
-Bueno, puesto que ya me pagaron la mitad de lo que vale el consultorio, decidí que es hora de hacer algunas compras. Además, pasaré por Axel y tendremos uno de esos días de 'madre e hijo'. -Sonrió Santana con autosuficiencia y placer.
-Yo que tu ahorraría ese dinero... -Se rio Quinn. Rachel le dio un golpecito en el hombro antes de que opacara la felicidad de su amiga con sus comentarios.
-Suena genial, disfruten su día entonces. -Sonrió también la judía.- Si nos desocupamos temprano quizás podríamos ir a un restaurant a cenar... ¿Les parece? -Su esposa la miró con preocupación: ambas sabían que Iker no se comportaba muy bien en esos lugares.
-Eso si. Creo que una cena juntos nos vendría bien.- Contesto la latina encogiéndose de hombros en tanto abría la puerta del conductor y tiraba su bolso dentro del vehículo, Rachel aplaudió entusiasmada. -Mándenme un mensaje cuando se liberen y de ahi nos encontramos.

Se separaron tras aclarar donde y qué iban a cenar. La latina se apresuró a llegar a la guardería, estaba ansiosa por pasar el día con su hijo. Helen la recibió con su típica alegría.
-Vienes por el pequeño Axel. -Ambas caminaban por el pasillo hacia la sala.
-Así es, tenemos algunas cosas que hacer juntos.
-Me parece bien, muchacha, disfruta de tu hijo. Él es tan bueno y tan dulce, nada mas le falta aprender a hablar. -Comentaba la anciana, mientras la morena sonreía satisfecha ante los elogios que recibía su pequeño. La sala estaba libre de niños. - Iré a buscarlo, debe estar en el patio de recreos a este horario.

La latina esperó en la entrada de la sala suspirando y cruzándose de brazos. Por un momento se apoyó contra la puerta cerrando los ojos: últimamente cuando salia del trabajo se estaba sintiendo más cansada que de costumbre. Al volver la mirada hacia el pasillo, pudo notar que la maestra de su hijo se acercaba a ella.

-¿Qué tal, Santana, como estas?- Saludó cordialmente la mujer, tendiéndole la mano.
-Muy bien, Rebecca. -(" Aunque cansada") - Vengo a recoger a Axel. -Comentó de nuevo. -Estos son sus últimos días en la guardería así que espero que los disfrute. -Agregó poniendo las manos en los bolsillos de su abrigo.
-De eso te quería hablar Santana.- Cortó lo docente un poco rara.- No quiero preocuparte pero... He notado a Axel algo decaído, menos sonriente y, bueno, también se distancia un poco de los grupos de juego.- La cara de la latina se tornó seria, ella no había observado algún cambio en Axel. Sus mejillas empezaron a adquirir calor y color. –Entiendo que te has divorciado hace poco por lo que todo puede ser muy reciente, y no deseo que lo tomes a mal pero... ¿Cómo es la relación de él con su padre ahora? -Preguntó Rebecca con sincero interés, haciendo que Santana agachara un poco la mirada.
Había una confianza extraña pero exclusiva entre ellas. Santana le había confiado a aquella mujer el privilegio de cuidar a su pequeño hijo cuando este aun era un bebé. (Y eso era mucho decir considerando que era bastante sobre protectora) Su trabajo solo le dio un margen de seis meses para reincorporarse, no importaban los deseos que influyeran en ella de estar presente en cada momento de la vida de su niño. El caso era que Rebecca podía conocer a Axel bastante bien cuando algo le pasaba; y Santana desde un primer momento casi la obligó a que le diera la mayor cantidad posible de detalles respecto a las horas en que su hijo no estaba a su lado.

-Verás… Las cosas no han terminado bien, para qué mentir. -Comentó en voz baja y midiendo sus palabras. - Blaine se fue de la casa ni bien todo terminó. Básicamente abandonó a su hijo.- Respondió con una mezcla de vergüenza y rencor que se notó en su mirada oscura. - Bueno tu mejor que nadie deberías saber que desde antes era un padre ausente. ¿Cuantas veces lo viste por aquí en estos meses...? Se la pasaba de viaje en viaje. -Agregó de inmediato y levantando la frente. Rebecca asintió con malestar, recordando todas las veces en que Santana le aclaró que tuvo que alterar su horario para asistir a reuniones y festejos que Axel tenía en la guardería. -Pero es bueno que me lo digas. Lo tendré en cuenta y pondré mas atención en ello...
-Él es un buen niño, Santana. Cuídalo mucho, no debe ser fácil, pero siempre tiene que verte fuerte... y tú busca apoyo. -Aconsejó timidamente la mujer, mientras Helen traía al pequeño Axel de la mano. Los morenos al verse se abrazaron fuerte, como acostumbraban. Se despidieron de ambas y partieron a su día de madre e hijo.

La latina siguió pensando en las últimas palabras de la maestra. Esperaba que su hijo no sufriera por mucho más los cambios en su vida una vez que llegaran a Lima, no lo permitiria.

Pasaron a varias tiendas donde Santana decidió comprar ropa muy moderna para Axel. Ya pronto dejaría de ser su bebé y seria un niño mas independiente, muy a su pesar. Continuaron su recorrido yendo a la peluquería: los bucles del mini moreno se hacían notorios y difíciles de peinar, así que entre risas y caras, su madre lo distraía mientras el peluquero  le cortaba unos cuantos risos obscuros. Seguidamente, la latina se cortó el cabello mucho más corto de lo que nunca lo había tenido.
No conforme con ello, se dirigieron a distintas tiendas de ropa donde se armó de varias prendas, zapatos y accesorios. Si iba a ser una madre soltera, volvería a lucir sexy y glamorosa como siempre le había gustado vestir. Salió de la última tienda con un pantalón blanco bien ajustado, unas botas largas, una blusa con buen escote y una chaqueta negra de cuero. Continuaron comprando juguetes y libros básicos para Axel, que se divertía muchísimo junto a su madre. Y al poco rato se les sumaron los Fabray. Todos quedaron impactados con el cambio de look de los Lopez, pero tambien fascinados.

-Acompáñenme, tengo una última cosa en mente. -Dijo la latina, poniéndose unas gafas de sol nuevas.

Entraron a una joyería que trabajaba con metales preciosos. Quinn, y sobretodo Rachel, babeaban ante cada joya que se cruzaba por sus ojos. Santana se colocó unas perlillas de oro en las orejas. Luego le puso una mini cruz del mismo metal a su hijo.

-Adiós a mi anillo de matrimonio. -Sonrió con maldad mientras sus amigas, sorprendidas, se reían a carcajadas.

Caminaron un poco más, hablando de temas diversos. El look de Santana llamaba la atención de varios peatones, más de alguno le silbo o susurro algún piropo. Ella ya no estaba tan acostumbrada a esas cosas, pero le gustaba sentirse observada.
Finalmente, cenaron sushi en un restaurante chino. Iker había sido sentenciado desde antes por su madre rubia para que se comportara o de lo contrario tomaría en cuenta enviarlo a la escuela militar, por lo cual se mantuvo educadamente quieto como los caballeros.

-Amé ese pantalón blanco, San. Si no fuera porque no tengo tu talle, te lo robaría. - Decía Quinn con alegría.
-¿Puedes creer que tuve que comprar un numero más...? Es decir, toda mi vida he tenido que pedir los mas pequeños y ahora no…- Comento con pena la latina mientras se tragaba un trozo de salmón.
-No tienes perdon de Dios. Estas demasiado bien para haber tenido un hijo hace menos de dos años. Yo aun conservo dos kilos en mi trasero desde que Aik nació. - Agrego la actriz a modo de queja.
-Pero es un buen trasero. -Dijo sin pensar su esposa, que se sonrojó al momento de decirlo. La judía le dio un tierno beso también algo sonrojada.
-Quiero mi talle anterior. Si sigo así, a los cuarenta voy a ser de esas mujeres que usan pantalones ajustados creyendo que les quedan bien pero solo les levanta flotadores por todos lados. -Se reía Santana, junto a sus melosas amigas.
-Nada más no te quedes embarazada otra vez y conservaras esa figura hasta los ochenta, si lo deseas.
-Se lo aclararé al espíritu santo, Fabray. -Alego la latina con ironía, haciendo entender que divorciada era prácticamente imposible que eso pasara... ¿O no?
-Para mi eres perfecta. ¿Verdad Ax...? -Interrumpió Iker.
-¡Ti! -Sonrió con sus bonitos dientes el moreno, haciendo que todas se rieran.
-Chicas, no quiero ser aguafiestas pero... quizás esta sea nuestra última cena en Nueva York. -Comentó Santana luego de un rato de mirar pensativamente por la ventana junto a la que estaba acomodada. Todos agacharon un poco la mirada. –Pero no por ello es la última de las cenas en familia. -Reafirmo la latina sosteniendo su vaso y haciendo un esfuerzo por no caer en la melancolía.
-Por nuestra familia.- Agregó Rachel para sellar el momento con un brindis.
-Salud. -Brindaron los cinco sonriendo. Al terminar, todos ellos se fueron cada uno a casa, muy felices por la excelente tarde que habían pasado.

Santana ya estaba guardando en cajas las cosas que pretendía llevarse a Lima.
No les quedaba mucho tiempo en la ciudad, por lo cual la latina decidió pasar esos días con su hijo y sus amigas, yendo al parque, al cine, o simplemente pasando el rato en uno de los apartamentos. Las chicas disfrutaron al máximo, sacando miles de fotos a cada locura que se les ocurrían.

La noche anterior a la gran mudanza compartieron unaúltima cena juntos, bastante emotiva y ya no tan dotada de euforia como en los días previos. Quinn y Rachel le entregaron a su amiga un hermoso colgante con la letra “S” en oro blanco, sumado a un cuadro en donde salían los cinco riéndose abrazados.

Al día siguiente todos juntos ayudaron a trasladar las últimas cosas al auto de la morena. Llegaba el momento más duro: despedirse.
-Llamare todos los días, y hablaremos en video-llamadas seguido ¿De acuerdo...? Porque no pienso perderme ningún detalle de la vida de mi ahijado. - Beso tiernamente Quinn a Axel, que ya se encontraba dentro del vehiculo. La rubia permaneció unos segundos en silencio, de pronto sentia que no habia aprovechado lo suficiente el tiempo.- Te voy a extrañar, pequeño, pero sabes que te quiero. -Le dijo al morenito sonriendole levemente. Al volver a pararse con firmeza se encontró con la mirada oscura de su mejor amiga. - Y a ti ni hablar.- Agregó la rubia con un nudo en la garganta que le cortaba la respiración. No evitó abrazarla fuertemente intentando traspasarle todas las fuerzas y buenas energías que pudiera. Con los ojos húmedos Rachel hizo lo mismo.
-...Cuenta con nosotras para lo que sea, San. -Sollozó la judía, que odiaba las despedidas.
-Y ustedes conmigo, gracias por todo lo que hacen por mí siempre. -Las abrazo una vez más Santana, bastante emocionada pero no al borde de las lagrimas como ellas.-¡Adiós! Despídete de todos, cariño.- Le indicaba a su hijo, mientras hacia un gesto de despedida con la mano.

Las chicas se quedaron abrazadas en la acera hasta que dejaron de divisar el auto que se perdió entre el trafico. Ambas miraron al cielo, implorando que la suerte los acompañara en su nueva travesía.


Les quedaban unas horas de viaje, la mayor parte del tiempo fueron escuchando música hasta que finalmente la radio del auto perdió la señal.

-Vaya, no recuerdo donde guardamos los discos que nos gustan Ax. -Comentó la latina intentando sintonizar alguna frecuencia. -Bueno... Creo que no nos quedara otra opción más que charlar. -Se rio sabiendo que el pobre pequeño solo respondía básicamente. Soltó un suspiro dejando de sonreir lentamente. -Nos espera una nueva vida, bebé. -Dijo como un modo para autoconvencerse de que lo que estaba haciendo era bueno.-Ahora nos tenemos a nosotros dos, claro con la abuela, y tus tías que no nos dejaran en paz nunca; pero aun así, a partir de hoy somos solo tú y yo. - Axel la observaba con atención. –Esto me recuerda a las cursiladas que me decía tu abuelo, pero… Nunca dudes que siempre serás lo más importante en mi vida, cielo. -Acarició tiernamente la barbilla de su hijo, sin quitar lo ojos de la carretera.

El niño le tomó la mano como comprendiendo sus palabras. Santana llegó a imaginar que pretendía decirle:- "Todo estará bien, mamá." En realidad, tal vez era un modo de tranquilizarse mentalmente, ya que no sabia más de su destino que llegar a Lima y ponerse a trabajar un vez más; pero con esperanzas de salir adelante junto a Axel.
Luego de un rato en silencio, el pequeño comenzó a bostezar.

-Oh, alguien aquí ya tiene sueño… ¿Quieres que te cante una canción? -Se le ocurrió preguntar a la latina. El niño asintió con una gran sonrisa.
Siempre disfrutaba oír a su madre, (y en algunos casos a las Faberry) cantar, pues lo hacían con mucha fuerza y buena voz. Santana siguió practicando canto despues de graduarse, mas como afición que otra cosa. Sabía que tenía buena voz y no pretendía perderla.

Solo una canción pasó por su mente. No la recordaba del todo porque hacia mucho tiempo que no la oia, pero si se sabia lo más importante: el coro.

All this time/Durante todo este tiempo
We've come a long long way/Hemos recorrido un largo camino
I've waited a lifetime for today/He esperado toda una vida para hoy.
I'm praying this moments here to stay/Rezo por que estos momentos lleguen para quedarse.
All this time/Durante todo este tiempo.
When everyone else said I was wrong/ Cuando todos dijeron que estaba equivocada.
You gave me a reason to be strong/ Tú me diste una razón para ser fuerte.
You gave me the will to carry on/ Tú me diste la voluntad para seguir adelante.
All this time/Todo este tiempo…

El pequeño Axel cerró totalmente los ojos escuchando la voz de su madre, quien continúo cantando al recordar más de la letra.

(Me besas desde la distancia, cambiando mí animo)

Santana comenzó entender dónde había cantado esa canción…

(...El ayer se quedó muy atrás...)

Se encontraba en un karaoke. Tenía diecisiete años.

(Y todas estas nubes estan muriendo, hay un cráter en mi mente)

La gente la miraba hipnotizada. Ella cantaba con fuerza.

(Ahora miró a lo lejos con nuevos ojos. Bueno, no puedo ver el futuro, pero sé que luce brillante)

Unos ojos azules la miraban desde abajo del escenario, con una sonrisa.

(Nunca pensamos que podríamos sobrevivir a lo que hemos pasado… No…Hubo momentos en que sentimos ganas de rendirnos, pero lo logramos)

La latina la miró con cariño, sintiéndose victoriosa, sentía que lo tenia todo en su mundo si ella estaba alli.

Nuevamente tarareó el coro, y una secuencia repentina se cruzó por su mente abarcando todo ese tiempo que pasaron juntas. Despertó de esos recuerdos, dejando de cantar. Fue como volver a pasar un video antiguo que, por su bien, se prometió nunca más ver. Miró de reojo a su hijo que dormía a su lado. Decidió parar a estirar las piernas y fumar un cigarro. Acomodó a Axel en el asiento de atrás, y contempló la vista a su alrededor: en cuestión de horas regresaría, de algún modo, a su pasado. Solo esperaba que la vida y el destino, le dieran una mano esta vez.

Increíble ,me gustó mucho. Tengo que admitir que al principio cuando lo abrí no iba a leerlo .. pero entré una segunda vez y lo hice. :).
Quedé fascinada con el segundo capítulo , me sacaste varias sonrisas con el intento de taclear la puerta , te salio tan al estilo Berry.
Es una lástima que tu computadora se haya dañado.. :)

se van, por favor has que las faberry lleguen a ohaio por favor, ese recuerdo con la cancion y los ojos azules me intriga, pero sobre todo saber porque no siguieron juntas, bien santana regresa a su pasado o su pasado regresa a ella?, me encanto el capitulo, continua.

ame el capitulo!!!!!!!!!!!!!!! me encanto!!!! y a mi me encantaría que mi madre fuera como Sanny, solo que no Sanny porque la gente no suele besar a sus madres o si?? bueno dejando eso te puedo decir que amo tu fic!!!!!!!!!!! y definitivamente voy a extrañar a las Faberry!!!! las voy a extrañar mucho!!!! pero espero que la vida de los hermosos Lopez sea magnifica!!! espero tu actualización!!!! amo tu fic!!!!!!!

Está genial tu fic, de verdad, me estoy enamorando de él y de Santana y su hijo. Espero ansiosa el siguiente capítulo y más drama sobretodo en el tema de "ella".

Ahora sabemos que la chica del pasado de San comparte otra característica con Britt... pero bueno, a partir de ahora hasta que no sea definitivo no diré nada. Lo que tenga que ser, será.

Aix, qué triste la separación de las 3 amigas y de los niños. Me encanta Axel, es un buenísimo apoyo para Santana. Y también me gusta el "cambio de mentalidad" de San, volviendo a ser esa chica sexy que arrasa por donde pasa. Además, qué manía con comprarle chaquetas de cuero, es tan 'bufff' que mi mente se colapsa al leer eso e imaginar jajaja
En fin, la decisión está tomada, ya rumbo a su pasado. Y si solo en el camino ya empieza a recordar cosas, cuando esté allí y vea lugares la mente se le inundará de recuerdos. Esto es lo que más me motiva a verla llegar a su nuevo destino, quiero conocer el pasado de Santana.

Un beso! :)

¡Buen día :)! ¡Tengo Internet, no voy a perder tiempo y les dejo el capitulo 5! Eh avanzado bastante estos días por lo que voy a subir mas seguido el fic. Volviendo a la historia, Santana vuelve a Lima, a su pasado, y el pasado a ella, representado en hechos y personas.Un pequeño dato es que durante los capítulos siguientes el tiempo apenas pasara en algunos casos. Muchas gracias por los comentarios a todas. Saludos y espero que les guste.

Capitulo 5: Hogar… Dulce hogar

El grito de recepción de Maribel Lopez se sintió por todo el barrio. La mujer estaba emocionada por recibir a su nieto y a su hija de nuevo en casa, en definitiva pasaba gran parte del tiempo sola. Su marido había fallecido después de que su segunda hija se graduara del instituto y el hermano mayor de la latina se había mudado de la casa materna una vez que encontró trabajo en un hospital de California.
-¡Ay pero mi niño ven aquí, deja que te vea! ¡Estas tan grande, y tan hermoso! Oh... Y tan liviano... ¿Tu madre no te alimenta acaso...? Santana te he dicho mil veces que dejes de darle el biberón. -Comentó la mujer como bienvenida para su familia mientras tomaba en brazos a su nieto.
-También me alegra verte mamá. -Saludó su hija con algo de ironía.
-Es una crítica constructiva, hazme caso. Yo ya crié a dos doctores: uno que salva vidas y otra que escucha a los locos. -Bromeó Maribel. –Pero tú te ves muy bien... ¿Qué te has hecho?
-Me he divorciado. -Contestó divertida la latina, conociendo el humor ácido de su madre.
En un principio la mujer estaba fascinada con el matrimonio de su hija, pero luego de saber que Blaine la había dejado por un hombre se ganó todas las maldiciones, como correspondía. La tomó por sorpresa la idea de la morena respecto a volver a su ciudad natal, sobretodo porque cuando se marchó tenia a New York como su destino de por vida, aun sabiendo que nada allá seria mas fácil.
-Bien: una vez que entremos las cajas, cenaremos juntos. Tu cuarto sigue siendo el mismo hija. Claro que lo que no entre allí, lo metes en el gimnasio.
-¿Qué gimnasio? -Preguntó la latina cruzándose apenas de cejas.
-Ah, el estudio de tu padre lo volví un lugar para que hagamos yoga con las muchachas. Es muy bueno, deberías intentarlo. -Explicó Maribel, refiriéndose al club de amigas que tenia en el barrio.
-¿Por qué...?
-Por los ejercicios, son relajantes y…
-No, no. ¿Por qué decidiste quitar el estudio de papá? Es decir... Siempre lo conservaste casi como un santuario…
-Bueno... Necesitábamos un lugar donde practicar y…-Explicaba la mujer en tanto se sentaban en el sofá.- Ya es hora de superar algunas cosas... ¿No crees? Van a ser diez años desde que Carlos se fue. -Comentó en tono entristecido. Santana notó que, pese a toda excusa y tiempo, a Maribel aun le dolía hablar de la muerte de su compañero de vida. Puso una mano en el hombro de la mujer que la trajo al mundo.
-Está bien, no era una critica ni nada.... Es cierto, es bueno superar las cosas, así se empieza a sanar. -Repitió la morena, que bien sabia de dolor y heridas. –Ahora que volvimos vas a aprovechar y pasaras más tiempo con nosotros... ¿Verdad?
-Pero claro que si, mi niña. -Sonrió Maribel acariciando suavemente la mejilla de su hija. Por más años que pasaran, la latina seguiría siendo su debilidad. Claro que ahora competía con ella su nieto, a quien la viuda adoraba por ser el único.
Una vez que entraron varias de las cosas que trajeron consigo de New York, se dispusieron a ordenarlas en algún sitio. El cuarto de la latina seguía casi intacto, aunque ahora ya no le gustaba tanto el estilo que tenia años atrás. Notaba eso si, que faltaban varias fotos y recuerdos que su madre seguramente prefirió guardar en otro sitio, o quizás tirar. Santana las remplazo con algunos cuadros, entre ellos el último que le habían regalado sus amigas. También adornó con imágenes de Axel, su título en psicología, y algunos otros diplomas que había ido adquiriendo. Sumó más discos a su colección de cd que tenia de más joven, donde se encontraban desde Amy Winhouse hasta clásicos de la década como Adele. Sonrió con esta ultima, ya que poseía la discografía completa inclusive el reciente “27 and more...”, que sonaba por todas las emisoras de moda. Luego de iniciar el orden, los tres cenaron en la cocina.
-Supuse que tendrían hambre así que me decidí a hacer esto.- Comentó Maribel mientras servía en los platos una especie de mezcolanza de carne y verduras en varios colores. Axel al ver su cena puso una cara de impresión idéntica a la de su madre cuando no le gustaba algo. Las dos mujeres se rieron ante esa actitud.
-Es solo comida cielo, pero casera. -Le demostró Santana comiendo un poco. Su hijo la siguió dándose cuenta que lo que probaba era realmente sabroso.
-Ja, con la comida de tu abuela estarás bien alimentado mi amor. -Chisteaba la mayor de ellas observando a su nieto. –Aunque no creo que a la rellenita de tu madre le sirva mucho.
Santana la miró seria con el tenedor lleno en la mano. Se pasaron el resto de la cena discutiendo respecto a la alimentación que llevaban en la gran ciudad, que se basaba casi siempre en comida rápida o poco elaborada. Luego, hartas, charlaron un poco de sus vidas, sobretodo la de la morena recién divorciada... Sin dejar de nombrar la fundición del anillo del matrimonio, o la noche de borrachera.
-¿Y como están esas amigas tuyas..? -Preguntó Maribel para no perder la charla.
-Están bien. Trabajando y pendientes de su hijo. Pero felices, eso es lo que vale.- Respondió algo cortante Santana. Sabía muy bien que a su madre dejó de agradarle Quinn desde el momento en que hizo pública su relación con Rachel. Que tuvieran un hijo era para ella casi un delito.
-¿Sabes quien jamás va a tener hijos? Tu hermano, ¡Ah! ese soltero empedernido no se va a atar con un nieto para su pobre madre....- Cambió rápidamente de conversación la otra Lopez, al ver que se avecinaba una nueva discusión.
-Confórmate con Axel. -Sentencio su hija, entendiendo que su hermano con su trabajo y vida acelerada- y caracter- no tendria un margen para formar una familia. Pasados unos minutos el teléfono comenzó a sonar insistentemente. Maribel contestó.
-Es para ti. -Dijo algo molesta, entregándole el tubo a su hija.-Es la madrina de Axel.
-¿Quinn...? Preguntó Santana en el teléfono.
-¿Cuantas madrinas más tiene Axel...? ¡Por supuesto que soy yo! ¡¿Cuando pensabas llamarnos para avisar que estabas bien?! Existe aun el mensaje de texto Lopez. -Discutió de inmediato la rubia.
-Yo estoy bien, y Axel también, gracias. ¿Cómo estas tu amiga-hermosa? -Respondió dulcemente la latina, omitiendo el tono escandaloso de su amiga.
-Jaja Extrañándolos mucho. ¡New York no es lo mismo sin ustedes!
-¡Quinn nos fuimos hace unas horas! ¿Cómo piensan sobrevivir sin nosotros allá?
-No lo sé, pero ya los necesitamos. Todos estamos con caras tristes, incluso Pompón.
-¡Mándale saludos a mi pequeñito!-Exclamó Rachel metiéndose en la conversación y haciendo que Santana se tuviera que despegar un metro del teléfono por el grito.
-Gra-gracias Rach, también para mi sobrino. Y para ustedes…
-" ¿Cómo está Lima? ¿Qué tal en tu casa? ¿Qué van a hacer mañana?" –La llenaron de preguntas las Faberry mientras se peleaban por el teléfono.
-Pues... Bien, no cambia mucho. La casa también, cenamos los tres en familia… Y mañana tengo que salir a buscar una nueva guardería para Axel y ver locales para mi consultorio.
-¿¡Piensas meterlo de nuevo a una guardería...!? Por qué no dejas de mandarlo y te dedicas a el. Tienes dinero y casa, no necesitas trabajar. -Se quejaba la rubia
-No bromees Fabray, ambos necesitamos esas actividades. Descuida, no planeo trabajar tanto. Pasaremos más tiempo con él y mi madre.
Se quedaron hablando cerca de una hora, a todo esto Maribel se había encargado de hacer dormir al pequeño Axel, y se retiró a su habitación a descansar. Ya había tenido bastante por un día, su hija los siguió luego de cortar con sus amigas y darse una ducha.

A la mañana siguiente la distribución de las cosas continúo por toda la casa. Santana se había despertado con toda la intensión de salir en la búsqueda de un local, y si podía una nueva guardería, pero una corazonada le hizo pensar que seria mejor hacerlo otro día. Era raro que sintiera esas cosas; además, tenia la constante sensación en el estomago de nerviosismo, o mariposas, lo cual la extrañaba aun más.
Una vez que la mudanza fue oficial, los Lopez pasaron un tiempo de calidad juntos -que resulto ser casi una semana- poniéndose al día y acostumbrándose los unos a los otros.

Una de esas tardes, Maribel raptó a su nieto para presentarlo a las señoras del barrio, y si era posible también a las del siguiente. Fue entonces cuando la latina decidió salir a realizar sus planes. La mayor parte del recorrido por el centro lo pasó hablando por celular con Quinn y viendo tiendas de ropa. La ciudad había cambiado un poco de aspecto, y algunos nuevos edificios llamaban la atención de la recién llegada. No tuvo éxito, eso si, en ubicar un buen sitio para su nuevo consultorio. Las guarderías que visitó no le brindaron la suficiente confianza, o estaban bastante alejadas. El sentimiento de inquietud la seguía estresando, pero intentaba relajarlo fumando uno que otro cigarro.
Finalmente, encontró una mini guardería que cumplía con sus requisitos mentales para enviar a su hijo. Tras hablar con la directora, pareció conforme en su elección. Pero cuando se estaba despidiendo chocó de frente con una persona que conocía desde hacía mucho tiempo, alto y grande como una pared.
-¿Hudson...?
-¿Santana...?
Ambos se miraron extrañados, seguramente por lo cambiados que estaban desde la última vez que se habían visto. Finn llevaba el cabello medianamente largo, vestía unos jeans negros con la camisa blanca dentro de los pantalones. También un peculiar bigote junto a una creciente barba se acomodaban en su cara. El grandote contemplaba de arriba abajo, sin saber qué hacia ella en Lima, ni qué decirle.
-¿Qué haces aquí? -Preguntaron a la vez. Finn sonrió un poco.
-Vengo a recoger a alguien.
-¿Sales con alguna de las maestras...? -Preguntó casi al instante la latina, sin imaginarse otra respuesta.
-Jaja no claro que no. -Respondió el castaño acercándose a una niña que estaba junto a él.
-Kim, saluda a Santana. Es una vieja... amiga.
La morena se quedó con la boca abierta. Comparó un segundo a la mini castaña, que no tendría más de tres años, con su ex compañero: Casi identicos.
-Hola Santana, soy Kimberly, mucho gusto.... Él es mi papá. -Saludó alegre la pequeña.
-Ella ya sabe quien soy hija…
-Ups, lo siento... Es la costumbre. -Se excusó mientras salía corriendo a buscar sus cosas.
-...No pensé estar viva para ver a Finn Hudson como padre de familia. -Bromeó la latina dándole un golpe amistoso al grandote.
-Ja, ¿Y tu que haces por aquí? -Pregunto burlonamente el hombre. Santana lo miró fijo por un momento, dándole a entender que no venia para encontrarse con él.
-Yo... Estoy viendo algunas guarderías para enviar a mi hijo. -Aclaró con orgullo. Finn se quedó helado: si que había pasado el tiempo, y cuánto no sabia de algunos de sus ex compañeros.
-Ya quita esa cara de tonto, no es nada del otro mundo. -Se rio Santana ante el impactado gigantón. Pero de pronto se puso totalmente seria, una vez que recordó verdaderamente quién era Finn Hudson.
-Me… Me tengo que ir. -Salió violentamente de la guardería, Finn la siguió sin comprender cuál era su apuro.
-Hey, Santana.... Espera. ¿Dije algo malo...?
-¡¿Cómo te atreves a hablarme?! ¿¡Acaso eres un espía del imbécil de tu hermanastro!?...- Gritó la ex cantante en el medio de la calle. Finn se quedó un segundo analizando esas palabras. Cuando reaccionó salió nuevamente tras ella.
-Espera... Tranquila...N-no es lo que piensas… -Santana lo evadía muy enojada. Él se puso a su lado caminando al mismo ritmo. -No es lo que crees, yo, ya no tengo nada que ver con Kurt.
-Ni me lo nombres.
-Hablo enserio. Es más ni me comunico con Carole o Burt... Ellos prefirieron irse a Europa con la nueva vida que él les ofreció....
-Vaya... ¿Qué tiene? ¿Un imán para secuestrar gente?- Respondía irónicamente la morena.
-No, no lo sé. Pero puedo jurarte que desde que me contó sus planes con Blaine hace mas de dos años empecé a entender que él ya no era el mismo... Yo sabia que Blaine se había casado contigo y no…-La latina lo frenó mientras las palabras hacían eco aun en el aire: Algo no concordaba. Miró a Finn con odio.
-¿Qué...?- Pregunto con temor el castaño.
-Me divorcie de Blaine hace unas semanas. -Afirmó Santana, reteniendo un grito de ira. Ahora era Finn el que se quedó comparando fechas. Accidentalmente le había contado a la muchacha que su marido le era infiel desde antes incluso que naciera su hijo. La morena se sentó en un banco de la calle deteniendo su marcha en seco, no se sentía nada bien. Finn la acompaño un poco sonrojado.
-Lo siento... yo... -Musitaba tragando saliva. -No sabia que Blaine no se había ido en ese tiempo.- Intentaba arreglar el lio en el que se había metido.- Como te dije, desde ahí no quise saber más de ellos. Kurt estaba muy cambiado, ni se dejaba aconsejar... La forma en que me explico que él y Blaine...
-Suficiente Finn, en serio. No me interesa saberlo, no significa nada para mi... Ni siquiera es el padre de mi hijo. -Cortó Santana, un poco pálida.
-Pero... Entonces  ¿No es de...?
-Es decir, si lo es... -Aclaraba la morena efusivamente. -O lo era. Pero lo ...Abandonó... ¿Qué clase de persona abandona a su hijo...? ¿Tú lo harías? -Suspiraba mirando a su ex compañero mientras se apoyaba con cansancio contra el respaldo del banco. -Debo multiplicarme más de lo que ya lo hacia, él puede seguir con su vida como si nada.
-Por voluntad propia, creo que alguien sin escrupulos solo lo haria… -Contestaba Finn algo triste por las circunstancias.- Yo, no lo haría... -Comentaba parpadeando velozmente mientras agachaba la cabeza. - No podria. Soy lo único que le queda a mi niña...- La latina se calló de golpe, mirándolo extrañada. -La mamá de Kim murió cuando ella nació. Desde entonces yo cuido de ella...Te entiendo, te multiplicas, todo parece un caos... Pero eso no significa que es una misión imposible. No creas que eres la única en el universo que debe afrontar ser mamá y papá a la vez. -Finalizó sin pensar el ex cantante, con tono molesto. Santana lo escuchaba con la cabeza baja, era cierto lo que decía.-Diablos... Perdona, es que…  A veces duele. No tenerla a mi lado, duele. -Se disculpó con una sonrisilla débil volteándose a verla. - Tú por lo menos pudiste gozar de una familia, aunque después te dejara… Él se lo pierde. Tienes algo que nada, ni siquiera el dinero puede reemplazar: tu pequeño hijo. Disfrútalo, después de mucho dolor, es lo mejor que podemos tener para seguir adelante. -Continúo hablando el castaño, reflexionando lo que decía.
-Tienes razón. Perdona... si soné algo egoísta, yo…
-No, tranquila. -Sonrió tanteandole la rodilla.- Fue bueno verte Santana pero mejor recojo a Kim; si necesitas hablar, no estas sola, Lima es un lugar en donde siempre nos sentiremos más unidos. Creo que nos veremos a diario -Se señaló mientras se paraba para irse.- Ojala que las cosas mejoren...
-¡Hudson! -Le grito la latina antes de que se fuera. –Gracias. A ver si nos vemos de nuevo, quizás nuestros hijos se lleven bien.
-Jaja lo dudo. Me daría miedo ver a ese mini Lopez.- Bromeo Finn volviéndose a verla con una sonrisa sincera. 
Santana contempló como el chico se marchaba con las manos en los bolsillos y algo encorvado. Era triste que tuviera esa suerte con las mujeres. Pero le hizo ver que había gente con cosas peores. Además, esa improvisada charla había borrado la molestia que sentía.
Ese día estaba llegando a su fin, por lo que decidió pasar a comprar algo para la cena y regresar a casa. Ya en el hipermercado volvió a sentirse mal, el nerviosismo en el estomago no desaparecía.
-¿Y ahora que...? - Se preguntó mientras tomaba una botella de vino y la llevaba en sus manos. Al girar chocó accidentalmente de nuevo con alguien.
-Oh, disculpa. -Dijeron ambas a la vez.
Volvieron a cruzar sus miradas, y sus corazones latieron con frenesí. Santana soltó la botella al ver a quien tenia en frente.

¿porque siempre dejan los cpaitulos ahi? eres mala, pero no importa me encanto el capitulo, siempre he querido ver una amistas entre finn y santana, se ven bien y me agradan, vaya ambos tienen su historia y creo que sera de ayuda a santana, ahroa ¿con quien se encontro como para que reaccionara asi? bueno solo una persona viene a mi mente y es una rubia de ojos azules, pero todo puede pasar. Ahora estare ansiosa esperando el siguiente capitulo.

Oh my Goth!!!!! Apuesto que es Brittany, ¿qué habrá pasado con ella en todo este tiempo? Me encanta Finn como papá soltero, debe ser muy tierno. Me gusta mucho tu historia continúala por fa, tienes mucho talento.

Jaja tranquilas el siguiente capitulo es uno de los mas importantes y despejaran sus dudas. Gracias por estar atentas :)

Me da pena por el dolor de Santana pero me alegro que se haya enterado de que su ex marido le engañaba desde mucho antes del divorcio, aunque sea por el bocas de Finn.

No me acaba de gustar la madre de Santana en general, aunque eso de que Quinn dejara de gustarle solo por mantener una relación con Rachel y tener un hijo ha acentuado que me cayera mal. San tuvo una relación con una chica de ojos azules (Britt?) cuando estaba en Lima, entonces supongo que debió ser todo a escondidas, la madre no sabe nada y solo lo sabían unos cuantos amigos (o solo Rach y Quinn). Mm.. interesante. A ver cómo le sienta a la madre si algún día se entera del pasado de su hija con una misteriosa chica de ojos azules, o cómo le sienta que esto vuelva a suceder con esa chica o con Britt, aunque seguramente sea la misma persona y también sea la misma con la que se choca en el supermercado.

Me alegra saber que tienes capítulos avanzados y no nos harás esperar mucho intrigadas. Un beso! :)

Mil gracias por comentar, siempre me hacen sonreír =)
No me pude resistir, revisé el capitulo seis y siete :la tentación peso más que mantener el misterio, por lo cual voy a adelantando el siguiente :3 Veo que son bastante observadoras, eso es bueno porque los pequeños detalles pueden dar grandes resultados. No interrumpo más, aqui va el capitulo. Espero que entiendan.... Saludos

Capitulo 6: Cenizas.

La lluvia caía constante sobre los paraguas negros que cubrían aquel ataúd. Samuel Lopez sostenía a su madre del brazo para que ésta no se desmayara. La mujer lloraba desesperada al lado de la tumba de su marido. La hija del difunto ya no tenia lagrimas. No soportaba lo que estaba pasando, solo atinó a pedirle el auto de su madre a su amiga rubia, que no supo cómo decirle que no. Condujo de prisa, no entendía bien qué hacia. Llevaba horas sin dormir, ni comer... A su padre le había dado un ataque cardiaco, justo después de una acalorada discusión que habían tenido. Necesitaba urgentemente el consuelo de su novia, necesitaba creer que aun tenía motivos para vivir. Llamaba insistentemente al celular de su amada, no solo no contestaba sino que ahora daba como apagado; cosa que la desesperaba aun más.
Estacionó una calle más lejos de la gran casa donde vivía su chica. No fue por la entrada, sabia que no era bien recibida por sus padres. Trepó rápidamente al árbol que tantas noches la había ayudado a escabullirse en su cuarto para poder pasar noches pasionales y secretas juntas. La ventana estaba cerrada. Dentro, no había ningún mueble. Corrió hasta la puerta, ya le importaba un rábano lo que le hicieran. Todo cerrado; en el piso encontró tirado el cuadro de cristal con la foto de ambas. Lo tomó con confusión, cuando sintió el arranque de un auto: Los ex habitantes de esa casa partían a toda velocidad en aquel vehículo. Delante de ellos iba un gran camión de mudanza. La chica comenzó a correr detrás de ellos, pero no pudo alcanzarlos. Se quedó parada en medio de la calle, la lluvia mojaba toda su ropa, mientras las lágrimas caían como cascadas de sus ojos solo divisando como se perdía en el horizonte la persona que más había amado.
Sujetó el cuadro con fuerza, parecían tan felices… Solo pensó a destruirlo contra el piso en mil pedazos, lanzándolo con toda su furia. Entre el ruido de los cristales ahogó un grito desesperado:

-¡Maldición!

Pasaron solo dos segundos de silencio. Todo parecía que se movía lento; como en un sueño, un terrible sueño. Las lágrimas comenzaron a salir instantáneamente de los ojos marrones de Santana. El ruido de la botella al caer sonaba igual que aquel cuadro. Ere imposible lo que estaba pasando. Solo atinó a salir corriendo, directo a su auto. Temblaba como si hubiera visto un fantasma o algo peor. Buscaba frenéticamente las llaves en su bolso, cuando unas tibias manos la tomaron por el brazo. La latina pudo sentir de nuevo aquel hormigueo, que se trasladó impulsivamente por todo su cuerpo cuando percibió ese calor.
-Espere tanto por este momento… -Murmuró la otra mujer con un hilo de voz. Santana sentía que su corazón se iba a detener, aquellas palabras le taladraron el alma.
-¡¿Qué haces aquí Brittany?! -Exclamó llorando desconsoladamente.
-Encontrarte… -Sollozaba la holandesa, todavía sin creer que la tenía de nuevo frente a ella.
-¡Déjame! ¡Suéltame! ¡Voy a llamar a la policía! -Ante esto la rubia le tapo la boca con las manos, arrinconándola entre su auto y ella. Volvió a ver esas facciones latinas que tan bien conocía: Los años no habían tocado aquel rostro. Santana respiraba agitada, hasta que muy lentamente quedó hundida en aquellos ojos azules. Las lagrimas y los recuerdos desfilaban solos por su mente.
-Por favor, déjame explicarte Santana. No temas, por Dios, jamás te haría daño... Soy yo… -Susurraba nerviosa la bailarina.-Te voy a soltar ¿Okey? Y vamos a hablar como dos mujeres adultas... -Mil veces había imaginado la manera de volver a comunicarse con la latina, pero en ese momento solo decía lo que le salía del fondo de su alma. Cumplió con lo dicho. La morena apenas se movía y respiraba. Ni bien la otra chica dio dos pasos hacia atrás, corrió a su puerta y se metió en el auto: no tenia por qué obedecer o aceptar alguna propuesta de parte de esa mujer.
-¡Santana! ¡No te vayas, por favor! -Golpeaba en los vidrios la rubia sin parar de llorar. La latina encendió el motor y arrancó sin importarle nada. Brittany no dudó en seguir corriendo aquel auto. Santana la veía por el espejo retrovisor negando con la cabeza como intentando borrar su imagen de allí. Finalmente desistió de la carrera, dejando que el auto se perdiera en la autopista.

No recordaba cómo ni cuándo llego a la casa de su madre, simplemente entró y se metió a la ducha. Su cabeza era un caos, peor que cuando descubrió los pasajes sin retorno en el bolsillo de su ex marido; peor que cuando estaba totalmente ebria en un bar ahogando penas por la muerte de su padre y la ida de su novia. De todas las partes del mundo, de los millones de seres humanos habitando en la tierra, se chocó con la rubia que le había destruido cuando joven. No cenó, solo se acostó argumentando sentirse mal, y en efecto le dolía el estomago por los nervios.
Cuando vio que su madre y Axel estaban dormidos, tomó el teléfono.
-¿Qué onda amiga, qué me cuentas? Saludó alegremente la rubia Fabray. La muchacha pudo percibir los sollozos de la latina al otro lado.-San... ¿Qué ha pasa?- Preguntó al notar que la morena no respondía. -Santana. Vamos... no me asustes…
-Choqué con Brittany... -Cortó la latina sin saber cuánto más explicar de todo lo que había pasado.
-… Britt… ¿Brittany... Pierce? -Interrogó pasmada Quinn. De todas las cosas trágicas que se le pasaron por la mente en esos instantes, esa era la única que no había considerado. -¿Está en Lima...?
-No, yo la fui a buscar a la China. Idiota. -Contestó agresivamente la morena.
-Bueno, bájame el tono Santana... ¿Qué esperabas que te diga? “Wow ¿Y tomaron helado mientras veían patos pasar...?” -Se detuvo al oír que su amiga rompía en llanto. –No... -Suspiraba cerrando los ojos. - San, aguarda. Lo siento, esto no debe ser divertido…-Murmuraba fregándose el tabique.
-¿Tú que crees....? -Se le logró entender.
-¿Ella te dijo, o hizo algo cuando te vio? -Su amiga latina le respondía ahogada en llanto, sin poder decir completas las palabras. -Saaan... Aguarda, respira y explícame más calmada, por favor.
-Me dijo que me iba a explicar las cosas. ¿¡Qué cosas!? ¡No tengo nada que oír de esa traidora!
-Quizás sea hora de que sepas la verdad, linda… -Interrumpió Quinn tomándose del cuello. Santana se quedó pensando lo que le dijo.
-...¿Qué sabes tú de ella? -Preguntó enojandose rapidamente.
-Escucha: sírvete un vaso de agua y siéntate. Hay algo que tienes que saber. Confirmo la rubia, tomando aire para iniciar una charla. La latina le hizo caso sin entender.

-Brittany volvió a América casi al cumplir los veinticinco, pasó todo el tiempo trabajando en rutinas de baile, se graduó de coreógrafa harán... unos años.
-¿Y yo por que tengo que saber eso....?- Insistía la morena totalmente encaprichada.
-San… -Suspiraba con un nudo en la garganta.-E-Ella todo este tiempo ha querido verte. Fue a Lima, y vino aquí...Solo... Con la intensión de encontrarte y aclarar las cosas…
-¿¡Y tu como sabes todo eso!?
-Por favor no me odies.... -Susurró la abogada un segundo más.

( Flashback)
Quinn estaba con Iker en brazos, su bebe apenas tenia seis meses de vida. Ambos esperaban a que Rachel saliera de una entrevista por una obra, seria su primer trabajo tras su baja por maternidad y estaba muy entusiasmada por obtener el papel protagónico. La rubia mandaba mensajes a la niñera de Aik para concertar la hora en que tendría que cuidarlo la semana próxima: por nada del mundo se perderían la despedida de soltera de su mejor amiga.
Su esposa salió sonriente, habían quedado en llamarla y tenía amplias posibilidades de volver al escenario. Una conocida del teatro interrumpió a las Faberry justo antes de besarse. Venia a avisarle a Rachel que alguien la estaba buscando. Ambas sin entender, siguieron a la chica, que las dejo frente a la mujer que preguntaba por la actriz: Con el cabello muy corto, y una sonrisa de oreja a oreja la esperaba Brittany, quien con la intención de ubicar a Quinn sabía que estaría del lado de la castaña.
Ante la sorpresa, y tras una sesión de abrazos estoicos, las chicas le presentaron al nuevo integrante que dormía en brazos de su madre rubia.
Decidieron ir a un restaurant cercano para poder hablar más tranquilamente. Por lo bajo, Quinn suplicaba que su amiga latina ni se molestara en llamarla, de algún modo sentía que estaba traicionándola luego de haber sido una de las pocas en secar las amargas lagrimas que había derramado por Brittany años atrás.
La rubia holandesa comentó con moderados detalles cómo había sido su vida desde que sus padres la llevaron obligada a Holanda junto al resto de su familia. Se escapó, y subsistió gracias a su mejor talento: el baile. Claro que llegó a pedir monedas en la calle en los primeros tiempos... Pero, poco a poco, fue obteniendo un lugar en presentaciones, hasta que ganó un concurso artístico y con el dinero del premio logró establecerse mejor en las lejanías de ese país. Tras consejos y guias de varios maestros y gente del ambiente, decidió estudiar para ser profesora de baile y coreógrafa. Titulo en mano, rápidamente encontró trabajo incluso con gente famosa como Lady Gaga en sus últimas presentaciones, o Beyonce; en la parte de atras o como suplente, pero era algo. Reuniendo dinero e invirtiéndolo en viajes, donde en cada lugar aprendía y enseñaba bailes, logró llegar de nuevo a su país. Lo primero que hizo fue regresar a Lima. Pero al no encontrar lo que buscaba, trabajó en giras hasta que finalmente llegó a la gran ciudad. Las chicas le preguntaron qué había hecho que quisiera volver a los Estados Unidos. Brittany explico que en realidad ella nunca quiso irse, fue obligada. Pero todo ese tiempo había resistido por una persona, su fuente de inspiración: Santana.

Las chicas se miraron entre si con complicidad y malestar: No les gustaba como sonaba esa respuesta. La bailarina continuo hablando, aclarando que no halló un modo de comunicarse con ella. Le envió cartas, intentó llamarla infinidad de veces, por internet… Pero nada... Ni una respuesta. Lo ultimo que había sabido de la morena era que por fin se había decidido a decirles a sus padres de la relación de ambas. Fue luego que los Pierce la metieron al auto diciendo que se mudaban a Holanda. Lamentaba con todo su ser no poder ni siquiera haberle explicado a su novia lo que estaba pasando, casi murió de pena y soledad de tanto extrañarla. Pero ahora por fin podría verla, por medio de Quinn, que suponía, seguía siendo su amiga.
-Brittany, tú no te das una idea cuanto sufrió Santana el hecho de que desaparecieras de la faz de la tierra. -Empezó Rachel tras escuchar el increíble relato de la rubia.
-No menos que yo Rach, créanme…
-Su padre murió, el día en que le dijo que salía contigo. -Agregó Quinn, causando que la otra rubia se sintiera terriblemente mal y culpable de algún modo. Pero no tenía modo de haberlo sabido.
-Yo no pretendía que pasara esto, lo juro.... -Sollozaba la bailarina ante las mujeres que la miraban con lastima. –Si me dicen donde está, me encargare de aclarar las cosas, todo tiene una explicación...
-Britt… ha pasado mucho tiempo. -Continúo la esposa de Rachel. –Escúchame... tienes que… Olvidarte de esa idea de verla.
-¿¡Por qué? ¿Le ha pasado algo malo...? -Preguntó Brittany, temiéndose una respuesta como el anuncio de que la latina ya no estaba con vida.
-Ella ya no espera verte Britt. Tras mucho esfuerzo, siguió con su vida… Estudió una carrera, y consiguió un departamento. -Contestó Quinn intentando tomarla por el brazo sutilemente. -Esta bien, no te asustes... Pero... No te vamos a mentir: Santana te dejó en el olvido luego de que te fueras.
-Es normal. Imagine que ella estaría dolida, que ha conocido gente y deseo simplemente aclararle las cosas. Nuestra amistad era única. No quiero terminar perdiendo todo sabiendo que me detesta. Si, han pasado los años, pero eso que teníamos superaría los límites de la muerte.... Es una promesa. -Respondía testarudamente la bailarina mostrando el brazalete de la amistad que ambas tenían desde la primaria. -Yo también he…
-Se va a casar. -Cortó Rachel a la rubia, que se puso pálida ante la noticia. Las chicas comprendieron que no solo la ilusión de mantener su amistad con la morena había sostenido erguida a Brittany todos esos años.
-Se casara… pero…
-Si Britt, en unos días es su boda con Blaine Anderson.
El silencio cundió en aquella mesa. Las Faberry lamentaban sonar rudas, pero habiendo visto cuanto le costó a su amiga recuperarse, e incluso volver a confiar en el amor, no les parecía justo que la otra rubia volviera como si nada a remover las cenizas del incendio que quemó gran parte de la juventud de Santana. No la culpaban por irse, ni por todo lo que tardo en aparecer, su vida tampoco había sido fácil. Pero por mala estrella, ya era tarde. La latina estaba ilusionada con su futuro, junto a Blaine.
- Ya veo… -Dijo finalmente. –Debió sufrir enserio como para aceptar casarse con un hombre.
- Nada giró en torno a ti estos años. La vida sigue, duele, lo sé... Pero cuando te decimos que Santana te dejó en el pasado, hablamos enserio. -Alegó Quinn con dolor al ver la cara que ponía su amiga. Ella quería mucho a la bailarina, habían sido un trío único en el instituto, y tenia buenos recuerdos de esa amistad. Renegaba de la mala suerte y del destino de sus amigas que tuvieron que separarse, siendo que era evidente el amor que se tenían. Con la desaparición de Brittany, en la ciudad habían surgido múltiples rumores que iban desde la infidelidad de la rubia a la latina, hasta la culpa de ambas por la muerte de Carlos Lopez.
-Lo siento... No quise decir que ella se case por despecho o algo así… Solo que… aun no puedo creer cuánto tiempo ha pasado. Y de cuanto me he perdido.- Las señaló Brittany, ya que lucían sus anillos de matrimonio y tenían a Iker en brazos. -Todos siguen su vida menos yo... Eso me hace sentir como una...- Sonrío algo nostálgica, negando con la cabeza.
-¿Estas loca...? Mira cuanto has logrado: te independizaste, tienes una carrera, haces lo que más amas que es bailar… Has podido conocer muchos lugares. Y a la vista está que has madurado para convertirte en una buena mujer, Britt. -La alentaba Quinn con cariño, dejando de lado la tensión del momento.
-Ella tiene razón, no tienes por qué sentirte mal. Si no llegaste aquí antes fue porque no habías podido. Ahora que nos hemos vuelto a reencontrar no perderemos el contacto. ¿Qué dices? -Ayudaba Rachel a su esposa, aunque no tan convencida. La rubia acepto totalmente volver a relacionarse con ellas, deseaba sinceramente saber más de su matrimonio y su vida en la gran ciudad. Siguieron charlando de varios temas esa vez, siempre evitando volver a nombrar a la latina. Ya sentía que no valía la pena, por fin parecía comprender que debería olvidarse para siempre a Santana y todo lo relacionado con ella. Empezaba a dudar que la amistad entre ellas siguiera existiendo por lo que le decían las chicas.
Quinn y Rachel permanecieron en contacto constante con ella por más de un año. Brittany continúo en su gira con el grupo de baile en el que estaba, por lo que no permaneció mucho más en la gran ciudad. Pero luego con tantas ocupaciones sumado a la distancia, la amistad, de las rubias sobretodo, fue quedando en tercer plano. Lo último que supieron de ella fue que se había separado del grupo para dedicarse a dar clases o cursos intensivos en distintas ciudades.
(Fin del Flashback)

Quinn había pasado más de una hora explicando y relatando al teléfono. Se atoraba en algunas partes, omitía palabras, y agregaba otras. Pero en definitiva había narrado lo que entendía como razones por las que Brittany pretendía hablar con Santana, por lo menos aquella vez. La latina había escuchado en silencio, solo tragando saliva. Cuando Quinn terminó, se decidió a hablar.
- ¿Y yo por qué no estaba enterada de ese encuentro?....- Preguntó la morena.
-... ¿Estas bromeando? Durante mas de nueve años nos prohibiste incluso decir su nombre. Eres nuestra amiga y por tu bien decidimos callar. Es más, esto intente explicártelo en la ultima noche de borrachera y solo dijiste que no te interesaba hablar de ella. Después solo te dedicaste a decir insultos en español. -Se excuso la rubia. –No me detestes por conectarme con ella, también era mi amiga; de todas formas le volví a perder la pista.
-Me tiene sin cuidado la relación que tengas con ella. Además se encargó de engañarte bastante bien, porque nunca me llegó ni siquiera una carta a su nombre. Si de verdad se hubiera interesado, conociéndola, no habría parado hasta contactarme.
-San ella me dijo que lo intentó, tú tampoco quisiste esforzarte en escucharla ahora ultimo. ¿No te dije que llego a pedir monedas? Eso es interés para mí.
-Sabes qué, de todas formas ya no importa, olvidé todo eso. Te agradezco que me hayas escuchado, pero para mi no sirve que intentes excusarla.
-Si de verdad lo dejaste en el olvido. ¿Por qué te puso así volver a verla, o por qué no me interrumpiste cuando te contaba todo esto...? Por dios, no seas testaruda, jamás vas a poder avanzar si no te concilias con el pasado.... Y la herida que te dejó ella, a la vista está que nunca se ha cerrado. Más que psicóloga deberías haber sido actriz.

La latina no supo que contestar, ya había tenido suficiente por un día, por el resto de su vida en realidad. Ahora se encontraba confundida, un pesado pensamiento de diez años la había hecho caracterizar a Brittany como una traidora, por dejarla así como así, siendo que prometieron jamás separarse; con todo el amor que se tenían. Y lo que le contaba Quinn la hacia dudar. Tal vez, de verdad la rubia fue casi secuestrada… No lo sabia, e interiormente, temía saberlo.

wow, la verdad os hará libres. Estoy de acuerdo con Quinn tiene que escuchar a Brittany y tal vez reconstruir el maravilloso amor que tuvieron años atrás y tal vez Britt se vuelva la otra mamá de Alex.
Adoro este fic.

pobre brittany, se la llevaron a la fuerza y si busco a santana, espero que la morena la escuche y tambien creo que la razon de que als cartas no hayan llegado es por la mama de santana, seguramente culpa a la rubia por lo que le paso a su esposo.

Arietha escribió:¡¡¡O M G!!!

Por una parte el capitulo me ha encantado al saber que mi Britt no se separo de mi Sany por gusto, si no por culpa de sus padres a los cuales a partir de este momento odio con todo mi corazón.

Por otro lado estoy un poco triste por que San dude de Britt, aunque es lógico le doy un poco de razón esta dolida, pero espero y poco a poco le tenga de nuevo confianza y la escuche al fin y aclaren todas sus cosas.

Estoy casi segura que la razón por las cuales no le llegaron a San las cartas fue por que su mamá y su hermano tuvieron algo que ver y la señora las tiene guardadas, y tal vez San las encuentre y perdone por fin a Britt.

Chica tu FF me tiene atrapada, es extraordinario, tambien se me olvidaba decir que me da un poco de pena Finn vamos el chico no tiene nada de suerte con las mujeres pero tambien es de admirar que el solo esta sacando a su hija adelante.

Espero pronto tu actualización no tardes estoy ansiosa.

Kisses

Jajaja Es verdad que me ensañe un poco con Finn pero gracias a tantas lecciones duras que ha vivido él, sera una de las salvaciones de San :) Por otro lado esa teoría que dijiste ¡me dejo con la boca abierta D:! Actualizare pronto y veremos en que coincide (? Me eh trabado escribiendo el capitulo 14 pero ya el resto están listos, los subiría todos de una vez pero me gusta también el énfasis jejeje Saludos y gracias por comentar.

Bueno sabiendo ahora un poco mejor lo que "paso" entre ellas, les dejo el siguiente capitulo. ¡Saludos y gracias por comentar :)!

Capitulo 7: Café y Champagne.
Los siguientes tres días Santana los pasó en cama, se sentía enferma, pero no solo físicamente. Desde la charla con Quinn, su cabeza daba vueltas. Irremediablemente la imagen del rencuentro con Brittany venia una y otra vez a su mente. Practicaba distintas formas de como haber reaccionado o qué haberle dicho por más que fuera ilógico, ya que eso había pasado y no había vuelta atrás. Luego imaginaba los supuestos esfuerzos de la rubia por volver al país, verla pedir limosnas hubiera sido una escena que destruiría a cualquiera. No obstante seguía sin creer que la bailarina intentara comunicarse antes con ella. Cuando vivía en Nueva York solo le llegaban cartas del banco o resúmenes de la tarjeta de crédito. Y mucho antes, en la casa en la que estaba viviendo ahora, tampoco recibió ningún mensaje; incluso examino entre las cosas de su madre, de quien era la única persona en quien podía sospechar, pese a que fuera medio doloroso pero no ubicó nada interesante. Todo era confuso, la latina sentía que había muchos cabos sueltos, que solo podría atar teniendo la otra versión de los hechos, la real y con pruebas contundentes. Pero lamentablemente la rubia que tenía las respuestas, era la persona que se negaba a volver a ver.
-Hija ¿no crees que seria bueno que vayas al medico? Interrumpió en sus pensamientos su madre, que le traía un te de limón, una de las pocas cosas que la latina toleraba comer.
-Tranquila mamá, ya oímos en las noticias que hay un virus suelto. Seguramente cuando salí el otro día me habré contagiado. Además, ya me siento mucho mejor. Su madre la miraba con dudas, algo no estaba bien con su hija. Por la noche volvió a sentirse fatal del estomago, no sabia si lo que tenia era enfermedad, o un nerviosismo creciente por intentar revelar esos casos sin resolver. Tras un calmante, (que servía como somnífero) y luego de tres noches sin pegar un ojo de tanto pensar, se quedo profundamente dormida.
A la mañana siguiente se sentía como nueva. Paso buena parte del día junto a Axel, que aun no iba a la guardería y gozaba de los mimos que le hacia su abuela. Por la tarde, Maribel volvió a salir con su nieto. Santana decidió salir a tomar un poco de aire, había perdido esa especie de miedo que la mantenía en casa… (Ese “miedo” a volver a encontrarse con Brittany). El lugar que había elegido no era el más reconfortante, pero era hora de pasar a visitar a su padre en el cementerio. La lapida estaba gastada por los años, unas flores secas yacían sobre la hierba. La foto de Carlos Lopez apenas se distinguía en la loza. Santana miraba resignada aquella tumba, ya no se sentía culpable por su muerte, fue la mala fortuna la que había jugado los dados aquella vez:

(Flashback)
Santana lloraba sentada en la silla del estudio. Su padre golpeaba contra las paredes, maldecía en español, y luego la miraba a su hija con asco. Él soñaba que la latina fuera una mujer con un futuro brillante, que luego le diera nietos, y lo hiciera sentir orgulloso. Pero por el contrario, su hija había decidido quedarse en Lima, no tenía una carrera en mente, no deseaba volver a los libros. Sumada a la nueva verdad que por fin ella se había atrevido a confesarle: Salía con Brittany Pierce, la amaba, y solo soñaba un futuro junto a ella.
-Papá… Sollozaba la joven ante el hombre furioso, que no se detenia a escucharla.
-¿En que nos equivocamos con tu madre? Te dimos todo Santana. Todos los caprichos, todas las clases de lo que pedias, lo tenias…
-No me culpes por mi elección, yo quiero seguir mis sueños…
-Tu sueños.-aplaudió sarcásticamente Carlos- Y salir con una mujer también era un sueño ¿O una fantasía?
- Yo amo a Brittany, y ella a mí. No estamos cometiendo ningún crimen.
-Lo que hacen no es natural Santana, piensa claro en lo que haces.
-¿No puedes entender que esto es lo que me hace feliz?
-Siempre puse tu felicidad por sobre mi, no puedes negarlo. Pero esperaba que me retribuyeras eso positivamente. Ahora ni siquiera puedo verte a los ojos…
- Papá, no te avergüences de mi, solo intento expresar lo que realmente soy. Pero sigo siendo tu niña, con la que siempre hablaste, a quien siempre incitaste a ser valiente.
-Tú ya no eres una niña. Déjate de estupideces… Ten bien en claro esto: Me decepcionaste tanto que si pudiese revivir el punto exacto en que me equivoque contigo… Tendría que volver al punto cero. Donde tú, no habías nacido. Finalizo el hombre dándole la espalda. Santana se tapaba la boca para no llorar ante las dolorosas palabras del latino. No podía comprender la forma de reaccionar de su padre. Siempre habían sido confidentes, por eso fue a él a quien decidió informarle primero de su relación. Se paraba para irse cuando noto que el hombre comenzaba a agacharse.
-Papá… ¿Papá que te pasa? Pregunto asustada. Carlos se llevo la mano al pecho mientras se quejaba ruidosamente y se desvanecía.
-¡Papá! Saltó la latina a ayudarlo, le sujeto la cabeza, el hombre la miraba con los ojos desorbitados.
¡Ayúdenme, por favor, mamá!… Samuel… ¡Alguien!
(Fin del Flashback)

Le daba ira no poder haberlo ayudado. La ambulancia tardó más de lo debido, y aquel hombre murió camino al hospital. Era un recuerdo amargo ese día, junto a los que le siguieron, pero no podía negar que fueron los tiempos decisivos para que ella fuera lo que es hoy.
-¿Santana? Preguntó por detrás un sorprendido Finn; las casualidades de encuentro entre ambos eran cada vez más comunes.
-¿Tu que haces aquí? Saludo la latina un poco extrañada. Luego recordó que el muchacho era viudo, y seguramente visitaba la tumba de su mujer.
-Voy a dejarle unas flores… Hoy era nuestro aniversario. Comento inclinándose de hombros. –Mejor te dejo sola, veo que estabas con tu padre…
-No, no. Es bueno verte. Se paró de inmediato la morena -¿Te hago compañía? Pregunto haciendo notar que no le agradaba estar sola en el campo santo. Finn acepto con agrado, su ex compañera se había vuelto más sensible y eso le caía bien. Llegaron a la tumba de su esposa, la lapida mostraba a una muchacha bastante joven, de cabello obscuro y ojos vivaces. Un aire a ella, se podía apreciar en las facciones de Kim. La latina respetó el momento en que su ex compañero regalaba las flores a su mujer fallecida, algo bastante emotivo.
-Ella amaba las rosas. Sonrió tímidamente el castaño.
-¿No fue fácil verdad?
-En un principio, pensé que iba a enloquecer. Nada me aliviaba, ni me hacia sentir bien. Rogaba que el tiempo se reiniciara para que ella no se embarazara y muriera. Pero luego comencé a entender que ese era nuestro destino, fuimos felices el poco tiempo que estuvimos juntos. No éramos culpables de lo que ya estaba escrito…
-Pero no había vuelta atrás, no tenías modo de arreglar las cosas....
-Todo lo del pasado se puede arreglar para mí, salvo la muerte. Yo, no puedo ver ni tocar a Mía, pero si sentirla y saber que ella nos cuida desde algún lugar. Luego, las discusiones, los malos actos siempre se pueden remediar… Nunca es tarde para arrepentirse. Charlaban ambos mientras se marchaban del cementerio. La verdad que Finn era un buen consejero, lo poco que había hablado con él, le había hecho pensar muchas cosas. Decidieron meterse a una pequeña cafetería para seguir su conversación. Tocaron temas comunes, entre eso Finn contaba lo que sabia de los ex miembros de New Directions a quienes Santana había perdido la pista. Emma y Will seguían trabajando en Mckinley, casados y felices. Puck se había ido a Los Angeles con Sam, y ambos habían abierto un negocio de construcción o algo así. Mercedes era una cantante bastante conocida sobre todo en California. Artie tenía una tienda de música en alguna parte de la ciudad, y Tina y Mike se habían mudado a un país pequeño en Asia. Después de ello siguieron hablando de las vidas de ambos, incluyendo a las Faberry.
-¿No tienes problema en ver a Quinn con la que fue tu novia después? Pregunto la latina con curiosidad.
-Si hubiera sido así, no habría ido a su boda. Bromeo Finn, recordando que Rachel lo dejo ni bien la rubia se recupero de su accidente.- Si fue duro, pero hoy me parece bien que estén juntas. Amor es amor. Podría haber vivido pensando en que Rachel me engaño siempre con Quinn, pero entonces nunca me habría olvidado de ella, y no me hubiera fijado en Mía. Lo mejor que se puede hacer para esas cosas del pasado, es perdonar y dejarlas ir. Santana escuchaba lo último con atención, en algún punto Finn tenia razon con esa filosofía.
- Pero… ¿Qué pasa si no puedes perdonar esas cosas?
-Yo me sentiría atrapado, sin salida. Es como volver una y otra vez al punto de partida, pero sin sentido, el único modo de avanzar rápido es liberar la carga. Finn notó en la mirada de la morena unas cuantas lágrimas contenidas. Seguramente para ella no era tan fácil con lo orgullosa que era. –O al menos uno puede intentarlo Santana, a algunos les lleva más y a otros menos, pero si no quieren vivir con una tortura espiritual es mejor afrontarlo.
-¿Y como pides perdón si paso mucho tiempo?
-Eso depende de cada uno. Yo lo hago con un café. La latina levanto una ceja, eso ya no concordaba con las respuestas tan profundas que le estaba dando su ex compañero.
-No me mires así, un café es una buena excusa para verse y hablar. ¿Qué mejor? Alegaba el castaño sorbiendo un buen trago de capuchino.
Se separaron después de un rato, Santana había sentido que esa charla le daba nuevas fuerzas, además se había pasado el teléfono con Finn para encontrarse otra vez en algún rato libre. El chico comenzaba a caerle muy bien, era bueno contar con alguien así. Al regresar a casa notó que su madre y Axel aun no llegaban de su salida, todavía el sol brillaba en la ciudad, y como no tenía mucho más para hacer decidió recostarse, parecía ser que el café continuaba causándole acidez. No pasó mucho tiempo hasta que se quedó profundamente dormida.

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En un horario totalmente distinto, Blaine se duchaba. Habían vuelto hacía un rato de una de las típicas fiestas a la que se estaba acostumbrado a ir con Kurt. Al famoso diseñador le encantaba andar por las calles de Francia junto a su hombre. Amaba haber comprado un departamento frente a la romántica torre Eiffel, ese país era el lugar del amor para él. La convivencia entre ambos resultaba magnifica, todos los días salían al club de alcurnia donde estaba unido el ojos claros, cabalgando, jugando al tenis, viviendo la buena vida. Blaine no había buscado trabajo aun, tenia el tiempo totalmente ocupado en Kurt, a quien en cada oportunidad besaba y demostraba cuanto amaba estar a su lado. Esa noche habían tenido la cena anual en donde el diseñador anunciaba su próximo desfile a todos sus empleados y modelos; noticia que se hizo publica rápidamente por toda la prensa francesa, seguidora activa del polémico hombre. Mientras su amado se duchaba y cantaba algo alegre por el champagne, Kurt realizaba su ritual de limpieza y humectación facial. Con el tiempo se había vuelto un fanático del orden y la limpieza, sin contar con el buen gusto que decoraba aquel lujoso departamento, todo en su vida debía estar organizado, sin margen de error. Mientras buscaba en su gran armario un pijama para disponerse a descansar, encontró una de las valijas que Blaine había traído de América.
-Cuántas veces tengo que decirle que estas cosas van en el otro closet. Se quejaba mientras movía la gran maleta. Un ruido dentro de ella hizo que el castaño se detuviera. La abrió sin dudar, aun quedaban algunos objetos del ex cantante: un celular, unos libros, y algunos discos. El objeto electrónico llamó la atención inmediata del diseñador. Intentó encenderlo, aunque sin mucho empeño ya que suponía que no tenia batería suficiente. Estaba equivocado, pues el aparato instantáneamente emitió una luz, y quedo mostrando el menú de inicio. La curiosidad lo invadió rápidamente y comenzó a indagar las llamadas y los mensajes. El historial estaba limpio, solo quedaba registrada la ultima llamada que tuvieron unas horas antes que Blaine partiera al aeropuerto rumbo a Paris. Kurt no dudaba de él, pero no obstante ver eso lo dejaba mucho más tranquilo. Seguidamente, curioseo entre los documentos que yacían guardados en la memoria. Una infinidad de fotos se desplego en la pantalla, el otro castaño se había olvidado de borrarlas, aunque quizás no tuvo el valor de hacerlo. Su novio comenzó a ver las imágenes: La gran mayoría eran de Axel.
-Así que este es tu primogénito Blaini… Comento con un poco de ironía, mientras continuaba corriendo fotografías; todas eran del niño, en algunas aparecía su padre sosteniéndolo sonriente.
-Apuesto a que eras el mejor papá del mundo. Sonrió al ver la cara de su hombre en la pantalla.
Lo siguiente que examino fueron los videos: solo había uno. Se veía claramente como era Axel el que dirigía la cámara jugando, balbuceaba algunas cosas, Blaine le contestaba como entendiendo lo que decía. Finalmente tomaba la cámara y filmaba como su hijo caminaba por el pasillo de su departamento en pañales mientras él lo seguía. Kurt miraba hipnotizado.
-Blaine… Se va a resfriar si lo dejas caminar descalzo. Esa voz era conocida, por más que hacia años que no veía a aquella mujer. La cámara enfocaba a Santana que sostenía a Axel.
-¿Qué están haciendo?
-Filmo sus pasos, él será una estrella. Se escuchaba que respondía el castaño, mientras la latina se reía.
-Una estrella resfriada, será mejor que lo vistas. Continuaba riendo.
-Me encanta eso.
-¿Qué cosa?
-Verte reír… y Así, sosteniendo al bebe. Se percibía que Blaine se acercaba a la morena.
-No intentes hacerte el romántico conmigo. Lo miraba con picardía.
-Yo soy romántico. ¿Axel o no que tu padre es un romántico empedernido? Tienes que decir que siiii... La cámara enfocaba la sonrisa del pequeño mientras los adultos se reían nuevamente. -¿Lo ves? Eso es un si, confirmado por el mismo Axel Anderson.
-Como ustedes digan…
-Aguarda, ven aquí. La cámara apunto directo al piso. Kurt contemplaba prestándole atención a los sonidos que se sentían. Eran susurros, que luego finalizaban con un sonoro beso.
El diseñador no pretendía ver más, justo cuando el video llegó a su fin. Le había resultado bastante incomodo ver u oír a Blaine con su anterior familia. Le molestaba mucho que aun conservara ese recuerdo de su ex mujer. Sin contar que ese video mostraba claramente un falso coqueteo bien actuado por su hombre, en aquel tiempo ambos ya planeaban vivir juntos. ¿Y si a mi me engaña de igual forma? Fue una pregunta recurrente que pasó por su cabeza.
-Pensé que vendrías a ducharte conmigo. Lo interrumpió el contador entrando a la habitación en toalla. Al escucharlo, el otro castaño oculto el celular en su espalda.
-¿Qué estabas haciendo? Pregunto Blaine al ver la maleta en medio de la habitación.
-Oh, yo la llevaba al armario y noté que tenía estas cosas adentro. Se excuso Kurt resguardando el teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón. – Hay unos libros y eso…Mmm Chris C. Buen autor. Continúo hablando, tomando lo primero que había en la valija.
-Ahh, si quieres puedes dejarlos ahí. No creo que los necesite por ahora. Le contestó sin darle mayor importancia. Kurt se le acerco, y lo abrazo por la espalda.
-Jaja ¿Qué pasa?
-Quiero que nos pongamos románticos… ¿Esta mal? Preguntaba jugando con el cabello de su novio, mientras ponía voz sensual.
-Mmm no claro que no. Respondió Blaine besándolo lentamente mientras lo dirigía a la gran cama matrimonial encantado con la propuesta de su pareja. El diseñador descarto la idea del pijama por esa noche. Tras una fogosa hora de pasión y caricias, ambos se quedaron abrazados, su única testigo era la luna, brillante en lo más alto del cielo. Kurt, mientras acariciaba la cabeza de su chico, pensaba en los sonidos de aquel video. Tenia que desaparecer toda evidencia o rastro que hiciera que Blaine recordara a esa familia que abandonó, empezando por ese celular.