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Un entierro y mil secretos
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Re: Un entierro y mil secretos
Vaya en que dilema y encrucijada se encuentran San y Britt ambas quisieran decir en voz alta lo que sienten pero el condenado orgullo no se los permite............dia que pasa me cautivas y enganchas mas con este fic, asi que te pido actualices en cuanto puedas....
Saludos, hasta la proxima actualizacion
Saludos, hasta la proxima actualizacion
_Claudia_100%fanGLEE_Bol-* - Mensajes : 1976
Fecha de inscripción : 26/06/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Jajajaja Masha querida Masha tan inteligente & suspicaz de verdad que me encanta Karofsky es hermoso & que gran cupido que es o bueno de que gran cupido se la tira porque aunque sea las acerco un pelo mas, la fulanita boda esa no le veo ni pies ni cabezas pero bueno, espero tu actualizacion :D
Cuidate
Cuidate
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
Woah!!! Asi que este es nuestro Fic?? Me encanta como va... Y al parecer a muchas personas tambien... Por cierto quiero seguirlo contigo e.e'? No pienso solo dejarte terminarlo :D
Arizz'' Brittana* - Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 21/08/2012
Edad : 30
Re: Un entierro y mil secretos
Karlie se enrredo con Masha? No puedo creer que haya hecho eso teniendo a esa latina!
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
!Hola! xD Se me habia pasadoo comentar los últimos dos capis, vaya chica que esta historia me gusta muchoooo...
Ver a mi Britt en esta faceta pues me encanta, San sigue siendo la misma orgullosa y tmb me encanta jaja.. Ok a lo que vamos,.
Ame a DAVE! Y esee graaan consejo que le ah dado a San, ambas han cambiado, los años han hecho mucho en ellas, lo importante es que el amor prevalece aunque sean cabezas duras las doos..e_e..
Ahora como se le ocurre a SANTANA casarse con esa tipita? se me hace la cosa mas desabrida que pueda existir y cabeza hueca..8-).. Esta loca, nunca me imagine casada a la latina, bueno si con Britt y de ahí en fuera con NADIE!..xD jaja pero vaamos que Masha esta haciendo lo suyo .. Me declaro fan de MASHA!! si, si.. xD..
Ya veremos que sucede, esto se torna interesante.. :) Espero la actualización chica, un besoote! =P
Alexandra_9023***** - Mensajes : 207
Fecha de inscripción : 30/06/2012
Un entierro y mil secretos [Razonando con mi armario de recuerdos Parte I]
Bueno chicas ¿Qué hay en sus vidas? Aquí me tienen escribiendo de nueva cuenta un nuevo capítulo… Los días han pasado apuesto a que se han dado cuenta... Ya sé, no fue gracioso… Es solo que últimamente estoy muy evasiva xD… O eso fue lo que dijo el psicólogo escolar… De verdad que no sé cómo fue que termine por ir a consultarle… Ha sido todo un bollo…
En fin, la Preparatoria va de las mil maravillas. Al parecer me estoy volviendo a enrollar con mi ex… ¿es eso un pecado?, espero que no porque no quiero pasar mi vida entera en el Tártaro… Bueno como sea hasta se ha enterado por Lalo (mi aun noviecito) que he estado subiendo nuestra historia… dice que quiere la terminemos juntas… Aun no lo sé pero a ver que se da por lo pronto he pasado toda la semana con ella en mi casa o yo en la suya… ¡Gracias estúpidos proyectos en binas y mi mala costumbre de ser tan amable con los demás! -.-‘’ En fin supongo que después de todo las cosas pueden mejorar o quien sabe ¿estaré haciendo un círculo vicioso acaso? En fin… Como sea dejare mis problemas existenciales y mejor les dejo estos nuevos capítulos
Después del fin de semana en el que había hecho que Brittany y Quinn viajaran hasta Chicago para que estuvieran en mi prueba de vestido y ellas acordaran los suyos para ser mis damas de honor, viaje a Lima; tenía la semana libre puesto había ya resuelto mi cuota de casos para con el Bufete. Empaque las cosas mínimas y más necesarias, deje mi celular en mi cajón del departamento y deje la computadora en la oficina.
Entonces llame a Karlie y le dije que necesitaba un par de días para mí y mi tranquilidad mental, ella supo comprender a la perfección así que cogí mi boleto de avión hacia Cleveland y decidí que era hora de poner en orden todos mis pensamientos. Llegar a Lima era invadirme de recuerdos, hacía cinco años que me había ido de aquí para poder estudiar en Kentucky y cuando me gradué me mude a Chicago, desde entonces vivía en la misma ciudad.
Maneje por la aún muy pequeña localidad que representaba Lima, Ohio; me detuve en Dunkin' Donuts y compre una caja de donuts y un café americano para después llegar a casa, donde como de costumbre no estaban mis padres ya que aunque ahora ninguno de los dos trabajaba se dedicaban a viajar por el mundo. Parquee el automóvil, que Sugar me había hecho el favor de llevar al aeropuerto de Cleveland la noche anterior, enfrente de la casa para ahorrarme el rollo de meterlo hasta el garaje. Baje del vehículo y camine cabizbaja hasta la puerta de la casa, después de un par de minutos luchando por dar con la llave que abría la puerta me detuve unos segundos a observarlas y tratar de recordar cuál de todas era la que necesitaba; justo en ese momento me di cuenta que una de todas las llaves estaba cubierta por un forro diminuto que alucia a una botella de salsa… sonreí al caer en la cuenta de que aun siguiera ese adornito en mi llave y después sin dubitar abrí la puerta.
Después de haberme tumbado como por una hora y media sobre el sofá de la sala, supuestamente viendo televisión y comiendo donas, subí a mi habitación a traspiés; estaba demasiado cansada, y lo único que deseaba era poder tirarme sobre mi cama y poder descansar. Al abrir la puerta de la habitación y encender la luz de la misma, lo primero que pude ver fue un dibujo sobre la cabecera de mi cama y el tablón al lado de este repleto de fotografías de cuando asistía al Mc Kinley y que hacía mucho había colocado allí con la ayuda de Brittany.
“Novia oficial” ella jamás lo había sido, durante el resto de nuestras vidas nos habíamos quedado estancadas en la misma relación sin etiqueta. Me tire sobre la cama y me extendí cuanto pude sobre ella, de pronto escuche el ruido de algo al caer sobre mi alfombra, me levante de la cama y me agache a ver de qué se trataba. Era la chaqueta de porristas que solíamos ponernos en la secundaria, la levante y al verla note que esa no era mi chaqueta sino la de ella… Inconscientemente me la acerque y olí el perfume que aún estaba impregnada en ella, fue como un flashback rápido y a velocidad luz por entre todos los casi 5 años que habíamos compartido como amigas, confidentes y posteriormente amantes.
Entonces inevitablemente me tire a llorar sobre la cama, aun a esas alturas del juego me sentía incompleta y vacía… pero dentro de mí el orgullo aun ardía con fuerza incinerando por completo el deseo de coger mi celular y llamarle para decirle que viajara a Lima y pudiéramos hablar. Las cosas ya estaban hechas, Karlie sería mi esposa dentro de dos meses y eso no lo cambiaria, ya había dado mi palabra a sus padres de que su hija y yo nos casaríamos en la fecha estipulada.
A veces, por no decir siempre Karlie parecía una chica superficial y demasiado egocéntrica. Pero la verdad era que en el fondo la víctima en nuestra relación era ella, muy a pesar de que Quinn y Mercedes opinaran que se colgaba de mi fama yo sabía la verdadera razón del porque había decidido casarme con ella y me iría con esa razón en secreto hasta la tumba. Solo ella y yo sabíamos que pasaba detrás de la puerta, solo ella y yo conocíamos porque nos aguantábamos todo que si publicaban alguna foto sobre ella o yo con otra persona, nos daba igual y a la siguiente semana nos íbamos de viaje a cualquier lugar y buscábamos ser fotografiadas para que todos se enteraran de que nuestra relación iba viento en popa.
En fin, la Preparatoria va de las mil maravillas. Al parecer me estoy volviendo a enrollar con mi ex… ¿es eso un pecado?, espero que no porque no quiero pasar mi vida entera en el Tártaro… Bueno como sea hasta se ha enterado por Lalo (mi aun noviecito) que he estado subiendo nuestra historia… dice que quiere la terminemos juntas… Aun no lo sé pero a ver que se da por lo pronto he pasado toda la semana con ella en mi casa o yo en la suya… ¡Gracias estúpidos proyectos en binas y mi mala costumbre de ser tan amable con los demás! -.-‘’ En fin supongo que después de todo las cosas pueden mejorar o quien sabe ¿estaré haciendo un círculo vicioso acaso? En fin… Como sea dejare mis problemas existenciales y mejor les dejo estos nuevos capítulos
Razonando con mi armario de recuerdos
Después del fin de semana en el que había hecho que Brittany y Quinn viajaran hasta Chicago para que estuvieran en mi prueba de vestido y ellas acordaran los suyos para ser mis damas de honor, viaje a Lima; tenía la semana libre puesto había ya resuelto mi cuota de casos para con el Bufete. Empaque las cosas mínimas y más necesarias, deje mi celular en mi cajón del departamento y deje la computadora en la oficina.
Entonces llame a Karlie y le dije que necesitaba un par de días para mí y mi tranquilidad mental, ella supo comprender a la perfección así que cogí mi boleto de avión hacia Cleveland y decidí que era hora de poner en orden todos mis pensamientos. Llegar a Lima era invadirme de recuerdos, hacía cinco años que me había ido de aquí para poder estudiar en Kentucky y cuando me gradué me mude a Chicago, desde entonces vivía en la misma ciudad.
Maneje por la aún muy pequeña localidad que representaba Lima, Ohio; me detuve en Dunkin' Donuts y compre una caja de donuts y un café americano para después llegar a casa, donde como de costumbre no estaban mis padres ya que aunque ahora ninguno de los dos trabajaba se dedicaban a viajar por el mundo. Parquee el automóvil, que Sugar me había hecho el favor de llevar al aeropuerto de Cleveland la noche anterior, enfrente de la casa para ahorrarme el rollo de meterlo hasta el garaje. Baje del vehículo y camine cabizbaja hasta la puerta de la casa, después de un par de minutos luchando por dar con la llave que abría la puerta me detuve unos segundos a observarlas y tratar de recordar cuál de todas era la que necesitaba; justo en ese momento me di cuenta que una de todas las llaves estaba cubierta por un forro diminuto que alucia a una botella de salsa… sonreí al caer en la cuenta de que aun siguiera ese adornito en mi llave y después sin dubitar abrí la puerta.
Flashback
Era una tarde un poco calurosa de mayo, aun nos faltaban un par de meses para que el último año de la secundaria terminara, a esas alturas ya habíamos hecho solicitudes universitarias y solo esperábamos que pronto nos llamaran para comenzar con los tramites.
Esa tarde, había ido a ver a Brittany practicar motocross a pesar de la amenaza de paro cardiaco que eso significaba para mí, después de sus múltiples insistencias y chantajes había aceptado que me llevara a dar una vuelta en su monstruoso vehículo. Esa era la excusa perfecta para pasearme por allí abrazada a su cintura, así que muy en el fondo la disfrutaba demasiado y me hacía muy feliz.
-Santy ¿podríamos ir a comer en ese restaurant de comida latina en la que hay comida que camina hasta tu boca para que no muevas ni un solo dedo y además te baila y canta cuando cumples años?- después de haber recorrido todo Lima de arriba abajo en su motocicleta, nos habíamos detenido en el lago para poder descansar.
Ese era nuestro lugar favorito, allí casi nunca había gente y se podía tener la suficiente privacidad así que siempre que buscábamos una sesión de dulces besos de chica y no podíamos tenerla en ninguna de nuestras casas, íbamos al lago. Así que allí estábamos, sentadas debajo de un gran roble, Brittany tenía la espalda recargada en el árbol y yo estaba sentada entre sus piernas y con la cabeza recargada en su pecho mientras sus dedos jugueteaban con mi cabello.
-Britt, ya te he dicho que la comida no habla ni camina… Es solo un hombre dentro de un traje…- le explique en el acento más tierno que solo ella sacaba de mi
-¿Igual que Barney el dinosaurio?-pregunto preocupada y dejo de enredar sus dedos en mi cabello
-Si-conteste en un suspiro un poco defraudada puesto había detenido el comodísimo movimiento de sus dedos en mi cabello
-Pero Barney ¿no se supone que es un peluche mágico?... ¿Me estás diciendo que ese programa engaña a todos sus seguidores? Debería mandar una carta para reclamar el hecho de que nos estafen…- comento un tanto angustiada la rubia, a pesar de que no estaba de frente a ella bien que sabía que tendría el ceño arrugado y un ligero tono rojo se habría apropiado de sus mejillas
-Eso sería interesante…-
-Mejor me espero a que te gradúes de la Universidad y así serás mi abogada estoy segura que todos en el juzgado te tendrían miedo y otros tantos se distraerían con tu presencia así que al final del camino terminaríamos ganando el juicio- a Brittany le gustaba alucinar con el hecho de que pronto iríamos a la Universidad y yo me volvería una abogada
-Si ese sería mi primer caso después de graduarme… Ya que ganemos saldremos en el periódico y nos harán una rueda de prensa…- conteste dándole vuelo a su imaginación
-¿Enserio? Eso sería genial… ¿Y entonces dirías que yo soy tu novia?- siempre indeterminablemente debíamos llegar al tema, y siempre terminábamos disgustadas aunque muchas veces (por no decir siempre) me gustaba pelear con ella puesto por la noche me esperaba una noche larga de “pijamada”
-Ehm… Oye Britt, tengo mucha hambre… ¿decías que quieres comida latina? Vamos…- me hinque sobre mis rodillas, voltee a verla y pude ver la tristeza expresa en sus ojos así que me acerque y con el dedo índice golpee ligeramente su nariz para después regalarle un corto beso en los labios. Nos levantamos del pasto y cogidas por los meñiques caminamos en silencio hasta donde había estacionado la motocicleta.
La verdad era que yo Santana López aún no había salido del closet, aunque gracias a la señorita Holly el año pasado había podido definir mi sexualidad, sin embargo, nadie además de Brittany sabían acerca de mi orientación sexual. Llevaba mucho tiempo planteándomelo, pero no sabía cómo afrontarlo ni que pasaría después de que decidiera confesarme. Por otra parte, Brittany y yo éramos una especie de novias; ella había dejado a Artie desde antes de nuestra visita a los Nacionales del año pasado y desde entonces no había estado ni enserio ni en un break con nadie que no fuera yo, y de la misma manera yo me había comportado desde que había dejado a Sam. Ella quería poder decírselo al menos a los del Glee Club para que al menos allí pudieran entender porque nos poníamos de los mil demonios cuando no podíamos hacer un dueto romántico juntas; pero yo aún tenía miedo y no estaba segura de que siquiera allí pudiéramos ser lo que éramos sin que nos juzgaran.
Cuando llegamos al restaurante de comida latina, yo fui la que ordeno y mientras esperábamos a la comida conversamos de irracionalidades hasta que un tipo vestido en botarga se nos acercó y puso sobre la mesa un paquetito con dos protectores de llave… Uno era una capucha de un taco con ojos y el otro era una salsa picante toda tierna. Mi rubia acompañante como era de esperarse se emocionó al verlos y los abrió enseguida.
-¡Woah! Mira Santy que tiernitos están…- dijo mostrándomelos muy emocionada, entonces cogió mis llaves y se dedicó a poner uno de los adornitos en una de las tantas llaves que cargaba en mi llavero
-No comprendo cómo pueden haber tantas llaves en un solo llavero, deberían hacer una llave que abriera todas las puertas… Como en Alicia y el País de las Maravillas… Como sea, mira ahora reconocerás la llave de la entrada de tu casa y cuando llevemos prisa no tendremos que apagar nuestra etapa sexy porque no encuentras como abrir la puerta- sonreí mientras me mordía el labio inferior, Brittany podía ser tan ingenua como se lo propusiera pero casi siempre esa ingenuidad nos llevaba a situaciones poco tiernas y más bien mucho muy candentes.
La mesera llego a la mesa y puso nuestra orden mientras vi como coqueteaba con Brittany y mi rubia amiga ni siquiera se contenía, cuando la mesera se fue yo tenía los brazos cruzados sobre mi pecho y mi acompañante me miro un tanto extrañada.
-¿Qué pasa?- pregunto como no queriendo la cosa
-No se dímelo tu…- le conteste enfadada y sin mirarla ni un segundo
-¿Te das cuenta? Esas cosas no pasarían si solo dejaras que los demás supieran que yo soy de ti así como tú eres de mí… Así no tendrías que molestarte por ver como otros y otras me coquetean mientras tú la haces de amiga en lugar de mí… de mí… de mi n… ¡Ah! Mira… que hermoso cachorrito-Brittany desapareció de la mesa y corrió hasta donde una niña cargaba un French Poodle cachorro.
Me quede viéndola, ella siempre hacia eso comenzaba a reclamarme cosas al respecto de nuestra situación y después huía cuando estaba por decir algo importante, era algo que me ponía de los nervios puesto nunca terminaba de descifrar que era lo que ella pensaba que éramos.
Fin flashback
Después de haberme tumbado como por una hora y media sobre el sofá de la sala, supuestamente viendo televisión y comiendo donas, subí a mi habitación a traspiés; estaba demasiado cansada, y lo único que deseaba era poder tirarme sobre mi cama y poder descansar. Al abrir la puerta de la habitación y encender la luz de la misma, lo primero que pude ver fue un dibujo sobre la cabecera de mi cama y el tablón al lado de este repleto de fotografías de cuando asistía al Mc Kinley y que hacía mucho había colocado allí con la ayuda de Brittany.
Flashback
Era un día de las vacaciones de primavera, Brittany se había quedado en Lima mientras sus padres habían ido a visitar a su abuela en Los Ángeles; ella había convencido de una forma u otra a sus padres de que la dejaran en Lima y puesto mis padres no estarían en todo el spring-break se quedaba en mi casa. Ese día en específico, era un día especial hacia casi tres años desde que ella y yo nos habíamos hecho buenas amigas. Después de pensar como lo celebraríamos toda la noche anterior mientras teníamos una sesión de dulces y candentes besos de chica, decidimos que viajaríamos a una ciudad lejos de Lima pero dentro de Ohio para no alejarnos tanto de casa.
Así que por la mañana, nos levantamos, bañamos desayunamos y salimos rumbo a Cincinnati a bordo del automóvil que mis padres me dejaban por alguna emergencia. La verdad era que ninguna de las dos conocíamos Cincinnati así que sería una nueva experiencia que compartiríamos juntas, pero lo mejor del asunto era que allí nadie nos conocía y era muy poco probable que nos encontráramos con alguien que nos conociera; así que esa tarde podríamos pasear de la mano sin que nadie que nos conociera pudiera vernos.
Maneje por dos largas horas, en las que la radio y nuestras voces hicieron ameno el camino; Brittany había escogido el playlist para esa ocasión y todas las canciones irremediablemente terminaban siendo canciones que hablaban de amor y esas cosas que si no hubiese estado con ella me hubiesen hecho vomitar. Pero la verdad era que muy en el fondo solo con ella las canciones cursis cobraban sentido y ya no me parecían tan cursis como cuando las escuchaba sola o con cualquier otra persona que no fuera ella.
Al llegar a Cincinnati dimos vueltas por una plaza comercial, para después comprar un helado tamaño gigante que compartimos entre las dos; en todo ese tiempo ella no me soltó de la mano y en cierta forma me hacía sentir segura y mucho muy feliz. Nos sentamos en una de las tantas banquitas que había en un parque muy concurrido de la ciudad, ella comía cual niña de su helado mientras yo me limitaba a probarlo cada que ella me lo acercaba y me permitía probarlo; la verdad era que esa situación en otras circunstancias me hubiera incomodado pero estábamos lejos muy lejos de Lima allí podríamos besarnos y nadie sabría quiénes éramos… así que después de pensar eso, me quede mirando a la Brittany muy entretenida que había a mi lado, cuando sintió mi mirada sobre la suya me miro de vuelta, sus labios estaban completamente embarrados por el helado y con una sonrisa de medio lado me apresure a limpiarle con una servilleta que sostenía en mi mano derecha, cuando termine de limpiar mis dedos se deslizaron entre sus cabellos que caían libremente sobre su rostro así que los aparte y los puse detrás de su oreja. Ella me agradeció con una gran sonrisa mientras se sonrojaba levemente, sus ojos me tenían hipnotizada y sin pensármelo siquiera dos veces corte la distancia entre nosotras y la bese delicadamente.
Justo cuando nos separamos pude ver que un chico sentado frente a nosotros nos miraba con atención, haciéndome sentir incomoda así que me levante dispuesta a discutir el que nos viera de esa forma.
-¿Tu mami no te enseño que espiar personas era de mala educación?- dije demasiado enfadada
-Ehm… Yo… esto… perdón… es solo que necesitaba inspiración…- comenzó a balbucear el chico
-Ahora resulta que me sales un voyeur-
-No nada de eso… Mira estoy en la academia de artes… Tengo que entregar un dibujo hoy es un poco complicado porque no me he podido inspirar… Encontré a mi novio teniendo relaciones con una chica y eso me ha quitado todo el ánimo a hacer algo bueno… Y estaba sentado aquí y las vi entonces pude observar esa aura tan mágica que las rodea y me pareció la escena más romántica que podría retratar en toda mi vida- contesto el chico en un tono entre cortada y con un leve sonrojo en sus mejillas
-¿Me dejas verlo?- pidió Brittany amablemente mientras tomaba mi mano y comenzaba a entrelazar nuestros dedos, el chico se encogió de hombros y justo después tendió frente a nosotros un cuadernillo de grandes hojas blancas, sobre él había plasmado la esencia de la escena en la que había limpiado los labios de Brittany, me pareció hermoso y no pude contenerme a sonreír complacida de que incluso en un bosquejo como ese nos viéramos bien juntas.
-¿Quieres terminarlo para nosotras?- le suplique al chico, quien se acomodó los lentes sobre el puente de su nariz y después sonrió a modo de respuesta. No tardó mucho en delinearlo a la perfección y llenarlo con sombras que hacía con el único lápiz que llevaba, cuando termino nos lo mostro y Brittany se emocionó con ganas de ver aquel dibujo yo solo atine a sonreír complacida de verla tan feliz.
-Perfecto…-me levante de la banquita, donde ahora estábamos sentadas, y rebusque en mi chaqueta mi cartera para después sacar un billete de 50 dólares, el cual le ofrecí
-No hace falta…- susurro apenado el chico
-Claro que hace falta, esto es un trabajo la gente paga por ello… Es una obra de arte ¿enserio dices que apenas estas en la escuela? Porque para mí que ya eres todo un profesional-comente más segura de poder explayarme con ese chico desconocido
-Anda acéptalo, Santy puede ser a veces muy bitch pero de verdad que cuando hace cosas como esta me hace feliz así que por favor ayúdala a hacerme feliz- le pidió mi rubia mientras me apretaba con delicadeza la mano
-Está bien… Pero que sepan que es porque me lo ruegan… La verdad es que ha sido el mejor dibujo que he hecho en años-
-Seguro que si te inspiras harás algo mejor… Venga anímate es solo cuestión de que dejes de lado los aspectos personales y descargues tus emociones en lo que pasa a tu exterior, pronto será un gran artista
¿Cómo dices que te llamas?-
-Andrew Avery-
-Bien, Andrew Avery… Yo soy Santana López y esta hermosa rubia es Brittany Pierce-
-Santy es Brittany S. Pierce… Aunque no me confundas con Britney yo soy muchísimo más guapa que ella y soy más la onda que ella en sus mejores años- el comentario de la rubia hizo que el moreno rieran animado mientras yo solo atine a abrazar a Brittany
-Un gusto chicas…- dijo el moreno mientras nos estrechaba las manos –Ustedes ¿no son de aquí cierto?-
-No… Venimos de Lima pero hoy decidimos darnos una escapadita y ver que nos deparaba Cincinnati-respondí encogiéndome de hombros
-¡Avery! Vamos que se nos hace tarde…-dijo una pelirroja a una distancia considerable de donde estábamos conversando con Andrew, quien nos volteo a ver sonrió y comenzó a recoger sus cosas y meterlas en una mochila negra
-Bueno… Santana… Brittany… ha sido un placer conocerlas… Disfruten Cincinnati y por cierto son la pareja más hermosa que he visto en años-el chico se levantó de la banca y se alejó mientras se despedía agitando una mano
-¿A que nos vemos hermosas Santy?- pregunto Brittany admirando de nueva cuenta a detalle todo el dibujo que nos había hecho aquel chico
-Como siempre…-
-Deberíamos conservarlo… Sera como la prueba de nuestra primera cita enserio…-
-¿Cita enserio?-
-Bueno… Hoy salimos juntas, nos hemos divertido juntas, hemos comido del mismo helado, nos hemos tomado de las manos y nos hemos besado… Así que eso nos da una cita de verdad-respondió la rubia mientras enumeraba las acciones y las contaba con sus dedos, entonces solo sonreí y sin pena ni precaución solo me acerque y le robe un corto beso
-Entonces que sea lo que tú quieras-
Al llegar a casa, ella lo primero que hizo fue buscar un par de tachuelas en el cajón de mi escritorio y posteriormente se dedicó a poner el dibujo en la cabecera de mi cama.
-¡Listo!- dijo triunfante mientras yo entraba a la habitación con dos vasos de leche y un plato de galletas
-Te quedo perfecto-
-Así podrás recordar cada que te levantes que en cuanto salgas del closet yo seré tu novia oficial-
“Novia oficial” ella jamás lo había sido, durante el resto de nuestras vidas nos habíamos quedado estancadas en la misma relación sin etiqueta. Me tire sobre la cama y me extendí cuanto pude sobre ella, de pronto escuche el ruido de algo al caer sobre mi alfombra, me levante de la cama y me agache a ver de qué se trataba. Era la chaqueta de porristas que solíamos ponernos en la secundaria, la levante y al verla note que esa no era mi chaqueta sino la de ella… Inconscientemente me la acerque y olí el perfume que aún estaba impregnada en ella, fue como un flashback rápido y a velocidad luz por entre todos los casi 5 años que habíamos compartido como amigas, confidentes y posteriormente amantes.
Entonces inevitablemente me tire a llorar sobre la cama, aun a esas alturas del juego me sentía incompleta y vacía… pero dentro de mí el orgullo aun ardía con fuerza incinerando por completo el deseo de coger mi celular y llamarle para decirle que viajara a Lima y pudiéramos hablar. Las cosas ya estaban hechas, Karlie sería mi esposa dentro de dos meses y eso no lo cambiaria, ya había dado mi palabra a sus padres de que su hija y yo nos casaríamos en la fecha estipulada.
A veces, por no decir siempre Karlie parecía una chica superficial y demasiado egocéntrica. Pero la verdad era que en el fondo la víctima en nuestra relación era ella, muy a pesar de que Quinn y Mercedes opinaran que se colgaba de mi fama yo sabía la verdadera razón del porque había decidido casarme con ella y me iría con esa razón en secreto hasta la tumba. Solo ella y yo sabíamos que pasaba detrás de la puerta, solo ella y yo conocíamos porque nos aguantábamos todo que si publicaban alguna foto sobre ella o yo con otra persona, nos daba igual y a la siguiente semana nos íbamos de viaje a cualquier lugar y buscábamos ser fotografiadas para que todos se enteraran de que nuestra relación iba viento en popa.
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
No se porque no habia leido este fic! pero es excelente!!! la ultima parte me dejo triste pobre de santana!! todo por el orgullo y lo tercas que son las dos y no se ponen a hablar cara a cara ¬¬ síguelo es fantastico
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
!Rayos! Este fic me tiene picadisimaaa.. !Que recuerdos tan mas hermosos! Si eran la pareja mas perfecta, ¿Que les paso?... San ya deja ese orgullo, anda busca a tu rubia que te ama y espera..
NO QUIERO QUE SE CASE CON KARLIEEE!! NOOO, NOO, NOOOO xD Ok ya.. pero no quiero u.u ..
¿Cual es la razón que se llevara a la tumba? jajaj Que nos la cuente a nosotros, yo no diré nada lo prometo u.u!.. Aww espero con ansias la actualización y que MAsha entre en acción, debe hacer reaccionar a la latina, xD anda que se muere de celos de la rusita xD jejej..
Nos vemos a la próxima chica, y espero de corazón que arregles esos problemas internos que te cargas, piensa bien las cosas y bueno, que te resulte lo mejor, para de esa manera tengas inspiración y nos sigas regalando estos bellos capis.. !Suerte con ello!.. No te desanimes, veras que si lo quieres todo se encamina.. Un besoo :) !
Alexandra_9023***** - Mensajes : 207
Fecha de inscripción : 30/06/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Hola!
Creo que nunca hice un comentario en tu fic, pero hace ya un tiempito que lo descubrí, y me gustan mucho varias cuestiones en el.
Me parece fascinante, por ejemplo, plantear como una misma serie de comportamientos pueden ser interpretados de tan distinto modo, porque la triste realidad de todos nosotros, los seres humanos, es que vivimos en medio de personas que nos afectan, que tienen una enorme influencia en nuestros ánimos y decisiones, pero de quienes no podemos conocer la totalidad de su sentir y pensar. A poco, todo el universo es una incognita que nunca podremos develar en su totalidad.
También me atrae tu planteo de las relaciones de amistad. Es tan frecuente que nos dejemos llevar por una simpatía instantánea. Me llama la atención ver como los amigos de Santana, a pesar de que ésta sí se quedó entre ellos y la vieron sufrir, generalmente la llevan a base de regaños y pullas. Y en cambio, son siempre suaves y fraternos con Brittany aunque se haya ido sin decir nada, porque, claro, Brittany tiene mejor carácter que la latina.
Y todas los desencuentros que se generan por la falta de sinceridad y el exceso de orgullo!! ... Porque, por ejemplo, Santana no tenía pensado casarse de verdad hasta que Brittany optó por hacerle sentir celos. Es decir, Santana mintió para defenderse, porque se siente insegura ante esta mujer que es casi desconocida para ella, verdad? Pero, vamos, que se tomó un avión, fue a la fiesta por el oscar de su amiga, fue sola...
Pero Brittany no leyó ninguna de estas señales y prefirió darle celos. A partir de ahí, el casamiento fue una realidad. Y es que a pesar de que sabe que pone nerviosa a Santana cada vez que se la acerca y que la derrite con nada, Brittany tampoco está dispuesta a correr ningún riesgo. Hasta parece que no quiere impedir la boda de Santana, sino hacer que ésta no pueda tolerar la situación y sea la propia latina la que termine corriendo todos los riesgos y le ruegue que vuelva con ella.
Es maravilloso el despliegue de doble pensamiento porque desnuda lo muy vulnerables que somos a nuestros propios errores. Y la incapacidad básica que tenemos de reconocerlos y enmendarlos. Sobre todo, desnuda que los carácteres suelen mostrarse distintos de lo que son en realidad.
Así que, dejo ya de abusar de tu tiempo y me limito a decirte que me encanta esta historia y ojalá puedas seguirla pronto...
De paso -y es lo último, lo juro!- que intriga con el trasfondo de la relación entre la abogada y su novia modelo...
Gracias, mil gracias por escribir! Estoy al pendiente...
Creo que nunca hice un comentario en tu fic, pero hace ya un tiempito que lo descubrí, y me gustan mucho varias cuestiones en el.
Me parece fascinante, por ejemplo, plantear como una misma serie de comportamientos pueden ser interpretados de tan distinto modo, porque la triste realidad de todos nosotros, los seres humanos, es que vivimos en medio de personas que nos afectan, que tienen una enorme influencia en nuestros ánimos y decisiones, pero de quienes no podemos conocer la totalidad de su sentir y pensar. A poco, todo el universo es una incognita que nunca podremos develar en su totalidad.
También me atrae tu planteo de las relaciones de amistad. Es tan frecuente que nos dejemos llevar por una simpatía instantánea. Me llama la atención ver como los amigos de Santana, a pesar de que ésta sí se quedó entre ellos y la vieron sufrir, generalmente la llevan a base de regaños y pullas. Y en cambio, son siempre suaves y fraternos con Brittany aunque se haya ido sin decir nada, porque, claro, Brittany tiene mejor carácter que la latina.
Y todas los desencuentros que se generan por la falta de sinceridad y el exceso de orgullo!! ... Porque, por ejemplo, Santana no tenía pensado casarse de verdad hasta que Brittany optó por hacerle sentir celos. Es decir, Santana mintió para defenderse, porque se siente insegura ante esta mujer que es casi desconocida para ella, verdad? Pero, vamos, que se tomó un avión, fue a la fiesta por el oscar de su amiga, fue sola...
Pero Brittany no leyó ninguna de estas señales y prefirió darle celos. A partir de ahí, el casamiento fue una realidad. Y es que a pesar de que sabe que pone nerviosa a Santana cada vez que se la acerca y que la derrite con nada, Brittany tampoco está dispuesta a correr ningún riesgo. Hasta parece que no quiere impedir la boda de Santana, sino hacer que ésta no pueda tolerar la situación y sea la propia latina la que termine corriendo todos los riesgos y le ruegue que vuelva con ella.
Es maravilloso el despliegue de doble pensamiento porque desnuda lo muy vulnerables que somos a nuestros propios errores. Y la incapacidad básica que tenemos de reconocerlos y enmendarlos. Sobre todo, desnuda que los carácteres suelen mostrarse distintos de lo que son en realidad.
Así que, dejo ya de abusar de tu tiempo y me limito a decirte que me encanta esta historia y ojalá puedas seguirla pronto...
De paso -y es lo último, lo juro!- que intriga con el trasfondo de la relación entre la abogada y su novia modelo...
Gracias, mil gracias por escribir! Estoy al pendiente...
MarisaParedes****** - Mensajes : 316
Fecha de inscripción : 25/02/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Ahora quiero saber la razón por la que la novia de San esta con ella & porque se casaran $: Jajajaja que versatilidad que tengo que ya no me cae tan mal pero bueno hermoso recuerdos los San he de decir que me fascinaron a sobre manera todo tan tierno con su toque de razón y argumento al fic pero todo sumamente hermoso de verdad me ha encantado espero que actualices pronto, cuídate.
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Re: Un entierro y mil secretos
Owww no que tristeeee que se case con Karlie pero los flashbacks me mataron en seriooooo que lindooooos Britt siempre buscó ser la novia de San y parece que ella nunca se dio cuenta :(
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Un entierro y mil secretos [actualizacion doble de 28/08/2012]
¿Cómo las ha tratado la vida mis buenas y adoradas lectoras? Espero que bien, yo he estado muy ocupada con intentar arreglar mi situación sentimental y pasarla de: jodida a muy feliz. Pero bueno, todo es poco a poco ¿cierto? En cambio he estado muy emocionada con lo del viaje de graduación y estoy esperando ya sea Julio para ver qué nuevo me depara el destino y ese viaje…
Bueno chicas he aquí el siguiente capítulo sé que no se ve que esto pinte bien… Pero espero no me maten conforme sigan leyendo, en uno o dos capítulos más abra un capítulo especial para las Faberry que esas sí que darán un cambio en sus vidas… Bueno cuídense y disfruten de sus días
Antes de graduarnos las cosas no pintaban del todo bien, Puck no había aprobado un examen y eso le haría reprobar el año por completo; Brittany no había conseguido una buena respuesta a ninguna de sus solicitudes universitarias; Rachel había fallado en su audición a NYADA; Finn había perdido su oportunidad para ir a la Universidad con la beca de football americano y Mercedes aun no decidía que hacer con su vida después de salir de la secundaria. Sin embargo, gracias a Mr. Schue y la entrenadora Sue cada quien tuvo una segunda oportunidad: Puck pudo presentar por tercera vez el examen y al final lo aprobó; Sam subió un video de Mercedes mientras cantaba Disco Inferno en uno de nuestros proyectos escolares del Glee Club así que UCLA le había mandado una propuesta para que estudiara música allí; Finn decidió que quería alistarse en el ejército igual que su padre; y gracias a nuestra participación en las Nacionales Rachel y Brittany consiguieron sus admisiones en NYADA y Julliard respectivamente.
Así fue como después de nuestra graduación, cada quien empaco sus cosas y salió rumbo a distintos destinos: Puck y Mercedes se mudaron a Los Ángeles; Rachel, Kurt, Brittany y Mike a New York; Quinn a New Haven; Finn se alisto al ejército y yo viaje a Louisville. Así fue que Britt y yo terminamos separadas por nuestras elecciones de carreras, sin embargo, nos veíamos cada dos fines de semana y casi siempre cuando comenzaban las vacaciones ella viajaba a Louisville y pasábamos una semana allí justo antes de viajar juntas a Lima. Nuestra relación jamás llego a un punto de seriedad, ella aun no dejaba ver ante todos su orientación sexual y eso me hacía dudar acerca de si podía o no confiar en ella y por otra parte ambas estábamos demasiado distanciadas para poder llevar una relación seria.
Después de casi dos años, nuestra rutina era viajar a cualquier ciudad dentro del Condado de Ohio; cada quien por su lado y allí nos encontrábamos para pasar un par de días juntas. Reservábamos un hotel, paseábamos por allí y después cada quien volvía a su vida en Louisville o New York. Yo en todo ese tiempo jamás pasaba de mis ligues ocasionales que duraban lo mismo que me duraba la resaca del día anterior a las fiestas a las que iba y por su parte Brittany, según por lo que me decía, no tenía nada de nada aunque yo lo dudaba del todo.
Ese fin de semana, habíamos decidido visitar Akron; yo hice las reservaciones y el alquiler de un vehículo. Esa ocasión estaba decidida a enfrentarme a los fantasmas de Brittany a pedirle que aceptara ante todos que a ella le gustaban las chicas para así poder confiar en ella y comenzar una relación seria, una que rindiera frutos y de la que pudiéramos sacar algo productivo puesto ya estaba muy cansada de nuestro rollito de amigas que se enrollaban de vez en cuando. Así que empaque emocionada, como siempre, y volé a Akron con la firme esperanza de que en algunas horas la vería. Me instale en el hotel, y al ver que no llegaba aun decidí salir a beber algo cuando volví al hotel ella aun no llegaba y eso comenzó a enfadarme. Cogí el teléfono y marque a su celular el cual me marco fuera del área, pensé que quizá estaría volando asía Akron y decidí descansar hasta que ella llegara. Pero las horas pasaron y siguieron pasando y el amanecer invadió la ciudad pero de la rubia ni sus luces, estaba demasiado enfadada de que no me hubiese avisado que no llegaría a nuestra cita y salí a beber, encontré a una chica y claro que con el alcohol en mis venas y mi enfado por lo de Brittany sin dudarlo me la lleve al hotel y tuve sexo con ella en la misma cama que se suponía solo destendería con mi amiga la bailarina.
Después de un par de semanas, las vacaciones de primavera llegaron y Brittany no me había vuelto a hablar ni una sola vez; así que empaque y tome mi vuelo a Cleveland y allí me encontré con el resto del Glee Club: Mike, Rachel y Quinn quienes habían viajado juntas porque Finn le había pedido a Quinn fuera a New York por su novia en su lugar; Mercedes y Puck que parecía traían algo entre ellos de nueva cuenta; pero la única que faltaba era Brittany y Kurt quien había volado primero a Washington para poder ver a su padre antes de llegar a Lima
-Eh chicos… ¿no saben nada de Britt?-pregunte de camino a Lima, ninguno contesto y todos se miraron entre si parecía que ocultaban algo
-Porque lo sabríamos nosotros si tú eres su mejor amiga y no lo sabes ¿crees que nosotros lo sabríamos?- me cuestiona Quinn con una ceja alzada mientras aparta la mirada de la revista que leía con Rachel
Me levante de la cama, afuera aún estaba oscuro mire el reloj eran las cuatro de la mañana, me estire lo más que pude hasta que algunos de mis huesos hicieron un sonoro crack entonces a traspiés camine hasta el baño y me moje la cara mientras me miraba directamente a los ojos a través del espejo. Mi cara parecía la de un muerto viviente gracias a la hinchazón en la parte inferior de mis ojos producto del llanto de la noche anterior, me sonreí de medio lado y salí del baño rumbo al piso de abajo. Entre a la cocina y busque en la alacena a ver si había algo que comer, por suerte mama aun guardaba los cereales en recipientes de plástico para que no se humedecieran, abrí uno y vacié su contenido en un vaso después abrí el refrigerador y saque un bote de yogurt que la noche anterior había llevado conmigo. Después camine hasta el porche y me senté en el columpio donde justamente Brittany y yo nos balanceábamos cuando pensábamos en que hacer durante los fines de semana y las vacaciones.
Ya había amanecido, el sol alumbraba tímidamente las calles por las que se comenzaba a ver pasar gente en sus automóviles o haciendo ejercicio. Me levante del columpio y entre de vuelta a la casa, me restregué la cara y suspire, de pronto sentí una opresión en el pecho y un nudo en la garganta mies piernas flaquearon y me deje caer mientras una torrente de lágrimas corrían por mi rostro.
Esa era la razón por la que no visitaba Lima desde hacía años, exactamente los mismos que Brittany había estado en Rusia. Estar allí era una bomba de tiempo, era revivir los recuerdos y romper mi barrera emocional que me protegía de todo aquello que representaba la rubia bailarina de ojos azules.
Llore con amargura, Brittany había vuelto pero para mí era solo una famosa bailarina que algún día había conocido porque esa Brittany no era para nada la misma chica que yo había conocido y amado en la secundaria. Brittany cuando se había ido a Rusia se había llevado mi corazón con ella y ahora que volvía parecía no haber recordado ni un solo segundo de todo el tiempo que habíamos pasado era fría y distante conmigo; al haberla invitado para ser mi dama de honor y madrina esperaba que esa demencia se le pasara y simplemente me tomara entre sus brazos y me dijera que ella me amaba y me pidiera que no me casara con Karlie pero al contrario había recibido la noticia de que su novia estaba convencida de que era hora de formalizar su relación que al parecer iba viento en popa.
Bueno chicas he aquí el siguiente capítulo sé que no se ve que esto pinte bien… Pero espero no me maten conforme sigan leyendo, en uno o dos capítulos más abra un capítulo especial para las Faberry que esas sí que darán un cambio en sus vidas… Bueno cuídense y disfruten de sus días
Razonando con mi armario de recuerdos Parte II
Antes de graduarnos las cosas no pintaban del todo bien, Puck no había aprobado un examen y eso le haría reprobar el año por completo; Brittany no había conseguido una buena respuesta a ninguna de sus solicitudes universitarias; Rachel había fallado en su audición a NYADA; Finn había perdido su oportunidad para ir a la Universidad con la beca de football americano y Mercedes aun no decidía que hacer con su vida después de salir de la secundaria. Sin embargo, gracias a Mr. Schue y la entrenadora Sue cada quien tuvo una segunda oportunidad: Puck pudo presentar por tercera vez el examen y al final lo aprobó; Sam subió un video de Mercedes mientras cantaba Disco Inferno en uno de nuestros proyectos escolares del Glee Club así que UCLA le había mandado una propuesta para que estudiara música allí; Finn decidió que quería alistarse en el ejército igual que su padre; y gracias a nuestra participación en las Nacionales Rachel y Brittany consiguieron sus admisiones en NYADA y Julliard respectivamente.
Así fue como después de nuestra graduación, cada quien empaco sus cosas y salió rumbo a distintos destinos: Puck y Mercedes se mudaron a Los Ángeles; Rachel, Kurt, Brittany y Mike a New York; Quinn a New Haven; Finn se alisto al ejército y yo viaje a Louisville. Así fue que Britt y yo terminamos separadas por nuestras elecciones de carreras, sin embargo, nos veíamos cada dos fines de semana y casi siempre cuando comenzaban las vacaciones ella viajaba a Louisville y pasábamos una semana allí justo antes de viajar juntas a Lima. Nuestra relación jamás llego a un punto de seriedad, ella aun no dejaba ver ante todos su orientación sexual y eso me hacía dudar acerca de si podía o no confiar en ella y por otra parte ambas estábamos demasiado distanciadas para poder llevar una relación seria.
Después de casi dos años, nuestra rutina era viajar a cualquier ciudad dentro del Condado de Ohio; cada quien por su lado y allí nos encontrábamos para pasar un par de días juntas. Reservábamos un hotel, paseábamos por allí y después cada quien volvía a su vida en Louisville o New York. Yo en todo ese tiempo jamás pasaba de mis ligues ocasionales que duraban lo mismo que me duraba la resaca del día anterior a las fiestas a las que iba y por su parte Brittany, según por lo que me decía, no tenía nada de nada aunque yo lo dudaba del todo.
Ese fin de semana, habíamos decidido visitar Akron; yo hice las reservaciones y el alquiler de un vehículo. Esa ocasión estaba decidida a enfrentarme a los fantasmas de Brittany a pedirle que aceptara ante todos que a ella le gustaban las chicas para así poder confiar en ella y comenzar una relación seria, una que rindiera frutos y de la que pudiéramos sacar algo productivo puesto ya estaba muy cansada de nuestro rollito de amigas que se enrollaban de vez en cuando. Así que empaque emocionada, como siempre, y volé a Akron con la firme esperanza de que en algunas horas la vería. Me instale en el hotel, y al ver que no llegaba aun decidí salir a beber algo cuando volví al hotel ella aun no llegaba y eso comenzó a enfadarme. Cogí el teléfono y marque a su celular el cual me marco fuera del área, pensé que quizá estaría volando asía Akron y decidí descansar hasta que ella llegara. Pero las horas pasaron y siguieron pasando y el amanecer invadió la ciudad pero de la rubia ni sus luces, estaba demasiado enfadada de que no me hubiese avisado que no llegaría a nuestra cita y salí a beber, encontré a una chica y claro que con el alcohol en mis venas y mi enfado por lo de Brittany sin dudarlo me la lleve al hotel y tuve sexo con ella en la misma cama que se suponía solo destendería con mi amiga la bailarina.
Después de un par de semanas, las vacaciones de primavera llegaron y Brittany no me había vuelto a hablar ni una sola vez; así que empaque y tome mi vuelo a Cleveland y allí me encontré con el resto del Glee Club: Mike, Rachel y Quinn quienes habían viajado juntas porque Finn le había pedido a Quinn fuera a New York por su novia en su lugar; Mercedes y Puck que parecía traían algo entre ellos de nueva cuenta; pero la única que faltaba era Brittany y Kurt quien había volado primero a Washington para poder ver a su padre antes de llegar a Lima
-Eh chicos… ¿no saben nada de Britt?-pregunte de camino a Lima, ninguno contesto y todos se miraron entre si parecía que ocultaban algo
-Porque lo sabríamos nosotros si tú eres su mejor amiga y no lo sabes ¿crees que nosotros lo sabríamos?- me cuestiona Quinn con una ceja alzada mientras aparta la mirada de la revista que leía con Rachel
Me levante de la cama, afuera aún estaba oscuro mire el reloj eran las cuatro de la mañana, me estire lo más que pude hasta que algunos de mis huesos hicieron un sonoro crack entonces a traspiés camine hasta el baño y me moje la cara mientras me miraba directamente a los ojos a través del espejo. Mi cara parecía la de un muerto viviente gracias a la hinchazón en la parte inferior de mis ojos producto del llanto de la noche anterior, me sonreí de medio lado y salí del baño rumbo al piso de abajo. Entre a la cocina y busque en la alacena a ver si había algo que comer, por suerte mama aun guardaba los cereales en recipientes de plástico para que no se humedecieran, abrí uno y vacié su contenido en un vaso después abrí el refrigerador y saque un bote de yogurt que la noche anterior había llevado conmigo. Después camine hasta el porche y me senté en el columpio donde justamente Brittany y yo nos balanceábamos cuando pensábamos en que hacer durante los fines de semana y las vacaciones.
–He oído que Quinn traerá a Beth en las vacaciones de verano… Shelby viajara a Europa y ha decidido dejarla con Q… Podríamos pasarnos a visitarla, ya sabes cómo te motiva verla y a mí también…-comente a Brittany mientras peinaba los cabellos que se pegaban a su frente gracias al calor de ese verano
-¿Enserio? Hay que ir al centro comercial, entonces. Habría que comprar algo de ropa y juguetes… Incluso podríamos comprarle una de esas coronas de princesita…- comento emocionada la rubia que se encontraba recostada sobre mis piernas mientras yo le acariciaba el cabello y nos mecía con pequeños empujoncitos por parte de mis pies
-Sí, seguro que ambas se divertirán demasiado mientras Q y yo podemos repasar nuestras rutinas de porristas a ver que de nuevo tiene Yale…- comente con una gran sonrisa.
Desde el nacimiento de Beth, hasta la actualidad habían pasado 3 años… Beth era una dulce rubiecita de una energía inagotable… Justo igual que Britt, Shelby Corcoran dejaba que Quinn se quedara cada cierto tiempo con la pequeña. Así que, los miembros de New Directions estábamos muy acostumbrados a llevarla con nosotros cuando nos íbamos a comer o nos reuníamos para unas tardes de karaoke (que gracias a Rachel y su deseo de mantener vivo nuestro amor por la música era muy común que al menos cada que estuviéramos de vuelta a la ciudad los catorce ex integrantes e integrantes de New Directions nos juntáramos para al menos unas diez tarde de karaoke).
Después de todo lo que habíamos vivido aun seguíamos siendo el Unholy Trinity y eso implicaba que Britt y yo éramos las tías de Beth junto a Berry que también se había vuelto en la mejor amiga de Quinn. Así que no era raro que cuando Beth estaba en casa de los Fabray, Brittany y yo nos diéramos un par de vueltas por allí para ir a saludar a nuestra sobrinita; aunque casi siempre yo terminaba desplazada por la pequeña Beth que terminaba por encantar a mi rubia amiga bailarina y se olvidaba por completo que yo iba con ella para ponerse a jugar cual niña con la pequeña Beth. Mientras Quinn y yo veíamos una película, tomábamos un té y hablábamos de nuestras respectivas Universidades, recordábamos nuestras peripecias en las Cheerios o simplemente nos compartíamos nuestras nuevas rutinas de porristas.
El martes llego, era el día que Britt y yo habíamos acordado para pasarnos por casa de Quinn y ver a nuestra pequeña sobrinita. Mi rubia bailarina, me había llevado la tarde anterior al centro comercial para que compráramos ropa de niña y algunos juguetes. Brittany se podía costear esos gastos gracias a que ella y Mike habían conseguido un trabajo en un estudio de baile profesional por las tardes mientras estudiaban en Julliard en la mañana. Así que la mitad de las cosas las pago ella y la otra mitad yo con la tarjeta ilimitada que mis padres me habían dado desde que había entrado a la Universidad.
Llegamos a casa de Quinn y ella no espero como siempre para que yo le abriera la puerta, esta vez ella sola la abrió y bajo corriendo a la parte de atrás del automóvil de donde saco el montón de bolsas que habíamos comprado en el centro comercial la tarde anterior. Con mucha dificultad, gracias a que las cosas le tapaban la vista, camino hasta la puerta de la casa y antes de que ella lo intentara yo toque el timbre. No tardo mucho, para que una Quinn de cabello a los hombros con un moño a un lado, pantalones de mezclilla ajustados y una blusa azul con un delantal rojo a medio poner; apareciera frente a nosotras.
-¡S! ¡B!... Pensaba hablarles y decirles que si se pasaban por la casa porque Beth no para de preguntar por ustedes…- comento animada mi amiga mientras se hacía a un lado con cara de preocupación al ver que a Britt poco le faltaba para caer con todo lo que llevaba entre las manos, deje que mi acompañante pasara primero y justo después lo hice yo no sin antes detenerme en la entrada para abrazar y besar en ambas mejillas a Quinn.
-¡Tía Britt!- una pequeña niña rubia vestida muy al estilo Berry salió de no se qué lugar pero si vi cuando mi amiga dejo caer las cosas en un sofá para después tomar a la pequeña Beth entre sus brazos y la levanto del suelo. La pequeña sí que quería a Britt y viceversa, me cruce de brazos y solo mire la escena de lejos. Era como sacado de uno de esos sueños proféticos que a veces te dan, de pronto, vi a Britt volviendo de alguna escuela de danza en la que enseñara y una pequeñita rubia, con su energía y mi carácter, salir de la sala para recibirla mientras yo miraba la escena desde la cocina.
-¡Eh!... Tierra llamando a Santana… Tierra llamando a López- landía…- Quinn movía una mano frente a mi rostro
-¿Qué pasa ahora?- pregunte molesta porque hubiese interrumpido mi fantasía
-Que si se hacen cargo del monstruito mientras yo y Rachie terminamos con la cena-
-¿Berry está aquí? Ya se ha de haber perdido de la Comarca… ¡otra vez!- comente con sarcasmo mientras vi a Brittany acercarse con la pequeña Beth en brazos
-Ya te he dicho que madures un poquito… Rachel ahora es también mi amiga al igual que tú y Britt así que respétala y trata llevarte mejor con ella. Ahora me voy, no quiero salir de la cocina y que aquí haiga pasado un tornado y no dejen dormir a la niña…- mi rubia amiga me sonrió y desapareció por la puerta que daba a la cocina
-Eh Beth… ¿no piensas saludar a tu vieja y muy anciana tía Tana?- dije acercándome al par de rubias que jugueteaban en la alfombra de la sala
- ¡Tía Sany!- Beth se levantó del suelo y camino hasta mi para después abrazarse de mis piernas
-Vaya que has crecido… ¡Ven aquí!- la cogí en brazos y la cargue
-Mira San… La niña ha conseguido una de estas y a tan corta edad… ¡Te ha ganado!- comento Brittany mientras le ponía a Beth una tiara que ella misma había comprado la tarde anterior, la pequeña me miro triunfante y yo solo atine a sonreír
-Mira… que niña tan más competitiva- comente mientras abrazaba por la cintura a Brittany. Britt se volteó a ver a la cocina y después me volteo a ver a mí con cara de complicidad para que sin dejármelo pensar dos veces, me besara rápidamente.
-¿Tía Sany y tía Britty son como tía Rachie y mama Quinnie?- la pregunta que hizo la pequeña nos sacó de orbita ¿acaso esas dos habían sido descaradas y se habían besado frente a la pequeña Beth? Esperen… ¿acaso esas dos se habían besado?
-Beth… ¿Qué cosas preguntas pequeña demonio?- pregunte a modo de represión a la mini Quinn que aun sostenía en brazos
-¿Algún día tendré una primita o primito con quien jugar? Mejor que sean dos una que se parezca a tía Britt y un niño que se parezca a ti tía Tana- Brittany cogió a la niña de mis brazos, sin dirigirme la mirada y se la llevo a la alfombra de vuelta. Dejándome perpleja porque parecía que el comentario de la pequeña Beth la había enfadado.
No tardo mucho en salir Rachel con el delantal a medio quitar, mientras se limpiaba con una tolla la cara que parecía estar llena de harina o algo así porque su tez morena se había convertido en la tez de un fantasma.
-¿Al fin te has muerto?... No puede ser… La sociedad de hobbits nos vendrá a demandar eras su ultimo espécimen raro y aun no clasificado- dije y después solté una carcajada, pero el gusto me duro poco porque Quinn al oírme reír, salió de la cocina a ver qué pasaba.
-¡Eh! Satanás… Ya habíamos acordado algo- me dijo molesta mientras se cruzaba de brazos y me miraba de manera represiva
-¡Huy ya uno no puede divertirse!- comente enfadada
-Ese no es el punto Santy… El punto es que debes dejar de burlarte del enanito… Imagínate que necesitemos alguien que haga el aseo en nuestra casa… Luego no podremos contratarle porque estará enfadada con nosotros- dijo Brittany mientras se lanzaba a mi cuello y me abrazaba por la cintura para hacer desaparecer mi enfado
-¡Eh!... ¡Brittany!- dijo Rachel cruzándose de hombros y poniendo cara de pocos amigos –Vaya que eso de que todo se pega es cierto… Deberías dejar de pasar tanto tiempo con Satanás y buscarte un ángel muy masculino y musculoso que te enseñe cosas buenas… A ver si de paso Santana se encuentra una mujer para que al fin pueda llevar a cabo su sexualidad- el comentario me hizo enfadar aún más, pero Quinn (que se conocía la situación gracias a que desde hace mucho se la había contado)intervino en la escena
-Rach… ¿Qué tal si vamos poniendo la mesa mientras este par se las arregla con lavarle las manos y sentar a Beth en su sillita alta?- Quinn cogió por los hombros a la judía y desaparecieron de nuevo en la puerta de la cocina, dejándonos a Brittany y a mí como al principio: solas con la pequeña Beth.
Brittany aún me tenía abrazada de espaldas y por la cintura, la pequeña Beth estaba en un sofá jugando con un par de osos de peluche que Brittany y yo le habíamos regalado por Navidad hacia un año.
-Vamos mis rubias hermosas… A lavarnos esas manitas y sentarnos para comer- dije con una gran sonrisa en el rostro porque Brittany se mostrara tan cariñosa últimamente
-Tía Tana… no quiero comer… quiero seguir jugando aquí con tía Britt a las princesitas- contesto Beth mientras hacia uno de esos pucheritos que derretían incluso al más malote como a Puckerman, a quien solía chantajearlo con ganas
-Juhm… Eso va a ser un problema porque tu madre nos asesinaría si para cuando terminen de poner la mesa, nosotras no estamos allí listas- Brittany me soltó con delicadeza y camino hasta donde la pequeña Beth aun jugaba muy entretenida
-Vamos pequeña abejita- Brittany ofreció sus brazos a la pequeña para llevarla al baño, pero esta no hizo ninguna ademan de querer hacer caso y al contrario jalo de un brazo a la bailarina y la volvió a sentar a su costado
-Ok… perfecto… pero ¿Qué dirá el monstruito cosquillas?- puse cara de maldad y comencé a mover mis dedos rápidamente mientras me acercaba al par de rubias que ya habían vuelto a sus juegos. Beth ni lenta ni perezosa se abrazó a Brittany y esta la abrazo también mientras se levantaba del sofá
-¡Vamos tía Britt!... Tía Tana y cosquillitas nos alcanzaran…- índico la pequeña señalándome con su pequeño dedo índice
-No te preocupes tu tía Santy no ha comido sus verduras como tú y yo así que no nos alcanzara- le dijo Brittany mientras corría rumbo al baño haciendo reír a la pequeña Beth.
Cuando entre al baño, Brittany ya había lavado las manos de Beth y esta le esperaba en un banquito al lado de la tina de baño, yo me acerque y tome a la rubia por la cintura mientras depositaba un tierno beso sobre su espalda descubierta gracias a la blusa que ese día llevaba.
-Santy… amo tus labios sobre mi piel… Pero ¿no crees que la pequeña Beth puede decirle algo a su madre?- su comentario me hizo soltarla de inmediato y salí del baño sin mas
La cena transcurrió sin inconvenientes, solo que Beth se había quedado dormida sobre su sillita alta a mitad de la comida; así que, Rachel fue quien se levantó, la tomo en brazos y acompañada por Quinn la llevaron a la habitación que con el paso del tiempo había dejado de ser el despacho de Russel Fabray y había pasado a ser la habitación especialmente adecuada para la pequeña Beth que visitaba esa casa cada cierto tiempo. Mientras, las chicas fueron a dejar a la niña a su cama, Brittany y yo nos habíamos quedado a levantar la mesa. La rubia bailarina, recogía en silencio los platos y demás utensilios mientras yo la veía con cierto recelo desde la puerta de la cocina, camino hasta donde yo estaba y antes de dejarla pasar le quite de las manos la pila de platos que llevaba cargando y la puse sobre la encimera que hacía de barra entre la cocina y el comedor.
-¿Qué pasa ahora Santana?- pregunto con un tono hiriente que pocas veces ocupaba conmigo
-No se… dímelo tu… ¿Qué he hecho para merecer ese tono de voz de tu parte?- le recrimine un tanto dolida de que se portara así conmigo
-Mucho… Poco… Quizá sea yo la que lo haya provocado, pero ¿sabes qué? Da lo mismo, porque aunque te escribiera mi explicación en el cielo ¡no lo entenderías!- tomo los platos de la encimera y entro a la cocina, dejándome allí con esa cara de no entender que era lo que pasaba.
-¿Qué ha pasado?- pregunto Quinn que acababa de asomarse por la puerta mientras yo me sentaba a la mesa con la cabeza entre mis manos
-Nada, creo… Quizá sea el Síndrome Premenstrual… ¡Ah! No sé ni yo que ha pasado…- dije quejándome mientras me masajeaba las cienes
-¿Por qué no simplemente te sientas con ella y ya de una vez por todas ponen las cartas sobre la mesa? No te parece demasiado ya ir para 4 años juntas ¿y no hablar las cosas como adultas?- comento Quinn mientras se sentaba a mi lado
-Ella no hace el intento por querer arreglar esto… Es por ella que estamos así, no fui yo quien escogió a Ruedas sobre ella cuando me confeso sus sentimientos… ¿Por qué debo ser yo la que se trague el orgullo y busque arreglar esto?- le pregunte un poco molesta por su sugerencia
-Por dios Santana… ya han pasado casi 2 años desde que paso eso y ¿no lo has podido superar?... A pesar de eso ustedes dos siguen juntas ¿cierto?-
Ya había amanecido, el sol alumbraba tímidamente las calles por las que se comenzaba a ver pasar gente en sus automóviles o haciendo ejercicio. Me levante del columpio y entre de vuelta a la casa, me restregué la cara y suspire, de pronto sentí una opresión en el pecho y un nudo en la garganta mies piernas flaquearon y me deje caer mientras una torrente de lágrimas corrían por mi rostro.
Esa era la razón por la que no visitaba Lima desde hacía años, exactamente los mismos que Brittany había estado en Rusia. Estar allí era una bomba de tiempo, era revivir los recuerdos y romper mi barrera emocional que me protegía de todo aquello que representaba la rubia bailarina de ojos azules.
Llore con amargura, Brittany había vuelto pero para mí era solo una famosa bailarina que algún día había conocido porque esa Brittany no era para nada la misma chica que yo había conocido y amado en la secundaria. Brittany cuando se había ido a Rusia se había llevado mi corazón con ella y ahora que volvía parecía no haber recordado ni un solo segundo de todo el tiempo que habíamos pasado era fría y distante conmigo; al haberla invitado para ser mi dama de honor y madrina esperaba que esa demencia se le pasara y simplemente me tomara entre sus brazos y me dijera que ella me amaba y me pidiera que no me casara con Karlie pero al contrario había recibido la noticia de que su novia estaba convencida de que era hora de formalizar su relación que al parecer iba viento en popa.
Invitado- Invitado
Un entierro y mil secretos [actualizacion doble de 28/08/2012]
Ya sé que el último capítulo como que estuvo muy deprimente pero necesitaba un poco de ese ambiente deprimente para que se note como se siente Santana, además creo que he dejado entrever la razón o el argumento que sostuvo Santy para no simplemente arreglar sus cosas con la rubia… Aunque sé que es muy simple pero ¿acaso nadie ha perdido algo por el miedo a enfrentarse a algo que no te da ninguna seña de seguridad?
Me he leído sus comentarios, son tan motivantes y estimulantes que me hacen sentirme toda feliz… Bueno sin más aquí está la tercera y última parte de este capítulo. Por cierto quiero que se vayan preparando emocionalmente es todo lo que diré… y les aviso que he dividido esta historia en dos partes; la segunda parte comenzare a publicarla cuando dentro de unos cinco o seis capítulos ponga el capítulo final
Oí sonar el teléfono… una… dos… tres veces, abrí los ojos y sentí un dolor en mi espalda me senté y me di cuenta de que estaba en el vestíbulo de la casa aun con la pijama puesta, me toque las mejillas y las sentí pegajosas por todo el llanto que había derramado hacía rato.
-Santana… yo sé que estas allí… Anda coge el maldito teléfono y contéstame, me preocupas mujer… Llevas 24 horas sin comunicarte cuando me prometiste llamar en cuanto estuvieras en Lima- la voz de Karlie sonó desde la contestadora que estaba en la sala, estire mis brazos y me levante del suelo, camine con paciencia hasta la sala y descolgué el teléfono
-¡Vaya!... pensé que tendría que salir de inmediato hacia allá capaz que te encontraba ahorcada o algo así…-
-No seas tonta ¿y luego como llevas a cabo esa boda?- conteste mientras me sentaba con las piernas encogidas sobre el sofá que tenía vista al jardín trasero de la casa
-Ha llamado Quinn, no parecía muy feliz de oír mi melodiosa voz… ha dejado dicho que vendrá el viernes por los vestidos… Pero yo ya he ido por el tuyo así que cogí los suyos también, le he dicho que lo has hecho tu porque capaz y si sabe que los toque yo se los quema aunque tenga que ir desnuda a esa boda; y le dije que se los mandarías por paquetería aérea-
-Gracias por eso…-
-He llamado al buffet y me han dicho que tenemos hasta el 4 de octubre para llevarles nuestra acta de matrimonio y que el notario nos libere la sesión de derechos totales del hospital de tu padre y las de la empresa del mío-
-Me parece bien antes de ese día estaremos casadas… Quizá abra que adelantar esa boda, ya no tengo motivos para esperar tanto tiempo lo que pase dentro de un mes pasara mañana o pasado mañana- comente en un tono de evidente decepción
-Lo siento… quisiera ayudarte pero…-
-No Karlie, tú y yo tenemos un trato… Y un trato es un trato, tu sabes que lo único que me impedía no cumplir mi trato contigo y mi estúpido juramento a mi abuela era que… bueno ahora ya no importa… ¿Te importaría llamar al asesor nupcial y adelantar la boda para el sábado de dentro de dos semanas?-
-¿Segura que no quieres esperar?- pregunto Karlie un poco preocupada y aunque no la tenía de frente sabía que estaría viéndome con esa mirada inquisidora casi dolorosa
-Segura… Y ahora ¿puedo seguir en mi soledad purificándome del pasado para poder avanzar al futuro, nuestro futuro?- ella suspiro del otro lado
-Como quieras… entonces llamare al asesor-
-Sí, pasado mañana estaré allí tendremos 5 días para arreglarlo todo-
-Sale, nos vemos y cuídate- oí la línea desocupada y justo después yo colgué el teléfono también
Me pare del sofá y camine rumbo al mueble de la televisión, pero justo antes de poder encenderla en la repisa que reposaba cerca de esta había una foto de esa mujer de aspecto severo con algunas facciones idénticas a las mías como su mirada o ese hoyuelo que se le hacía en la mejilla al sonreír. Nunca habría imaginado que alguien a quien amaba como a ella pudiera causar todo el daño que había causado.
Seguí buscando entre mis cajones una blusa que recordaba haber guardado allí hacia mucho, era una camiseta de hombre que Brittany se ponía de pijama hasta que yo se la había quitado; sabía que ponerme esa camiseta solo me haría sentir peor; si de por sí ya había llorado como Magdalena toda la mañana, ponerme esa camiseta seguro provocaría lo mismo. Entre un montón de cajas apiladas dentro de una repisa del mueble encontré una caja que estaba etiquetada como “Basura” me llamo la atención y la tome, la puse sobre la cama y saque de ella un par de tarjetas de Feliz cumpleaños, Feliz Navidad o Feliz San Valentín eran tarjetas que Karlie en un pasado me había dado
Karlie, era mi mejor amiga solo eso y no más, era la chica que durante los últimos dos años se había ganado toda mi confianza y la única que sabía del trato con mi abuela. Puesto mis padres no estaban al tanto de la situación. Karlie sabia cada detalle de la historia Brittana, aunque jamás me daba su punto de vista siempre me decía un “Cada quien ve lo que quiere ver” lo cual no podía comprender del todo pero muchas veces me hacía entender que quizá solo quizá yo no veía algo en la historia que compartía con Brittany
Y ahora a dos años de conocernos estábamos a punto de casarnos a pesar de todos nuestros intentos por que no sucediera.
Era hora de terminar con aquella situación, Karlie y yo habíamos dejado pasar el tiempo pero pronto la fecha límite para cumplir mi sentencia de muerte se vencería y no moriría sola sino de paso también me llevaría a mi padre a la perdición. Karlie había decidido aplazar la boda puesto teníamos la esperanza de que algún día regresaría Brittany y solo si ella decía amarme, dejaríamos todo el rollo y nos arriesgaríamos a perder de nuestras manos el esfuerzo de nuestros padres.
Me he leído sus comentarios, son tan motivantes y estimulantes que me hacen sentirme toda feliz… Bueno sin más aquí está la tercera y última parte de este capítulo. Por cierto quiero que se vayan preparando emocionalmente es todo lo que diré… y les aviso que he dividido esta historia en dos partes; la segunda parte comenzare a publicarla cuando dentro de unos cinco o seis capítulos ponga el capítulo final
Razonando con mi armario de recuerdos
Oí sonar el teléfono… una… dos… tres veces, abrí los ojos y sentí un dolor en mi espalda me senté y me di cuenta de que estaba en el vestíbulo de la casa aun con la pijama puesta, me toque las mejillas y las sentí pegajosas por todo el llanto que había derramado hacía rato.
-Santana… yo sé que estas allí… Anda coge el maldito teléfono y contéstame, me preocupas mujer… Llevas 24 horas sin comunicarte cuando me prometiste llamar en cuanto estuvieras en Lima- la voz de Karlie sonó desde la contestadora que estaba en la sala, estire mis brazos y me levante del suelo, camine con paciencia hasta la sala y descolgué el teléfono
-¡Vaya!... pensé que tendría que salir de inmediato hacia allá capaz que te encontraba ahorcada o algo así…-
-No seas tonta ¿y luego como llevas a cabo esa boda?- conteste mientras me sentaba con las piernas encogidas sobre el sofá que tenía vista al jardín trasero de la casa
-Ha llamado Quinn, no parecía muy feliz de oír mi melodiosa voz… ha dejado dicho que vendrá el viernes por los vestidos… Pero yo ya he ido por el tuyo así que cogí los suyos también, le he dicho que lo has hecho tu porque capaz y si sabe que los toque yo se los quema aunque tenga que ir desnuda a esa boda; y le dije que se los mandarías por paquetería aérea-
-Gracias por eso…-
-He llamado al buffet y me han dicho que tenemos hasta el 4 de octubre para llevarles nuestra acta de matrimonio y que el notario nos libere la sesión de derechos totales del hospital de tu padre y las de la empresa del mío-
-Me parece bien antes de ese día estaremos casadas… Quizá abra que adelantar esa boda, ya no tengo motivos para esperar tanto tiempo lo que pase dentro de un mes pasara mañana o pasado mañana- comente en un tono de evidente decepción
-Lo siento… quisiera ayudarte pero…-
-No Karlie, tú y yo tenemos un trato… Y un trato es un trato, tu sabes que lo único que me impedía no cumplir mi trato contigo y mi estúpido juramento a mi abuela era que… bueno ahora ya no importa… ¿Te importaría llamar al asesor nupcial y adelantar la boda para el sábado de dentro de dos semanas?-
-¿Segura que no quieres esperar?- pregunto Karlie un poco preocupada y aunque no la tenía de frente sabía que estaría viéndome con esa mirada inquisidora casi dolorosa
-Segura… Y ahora ¿puedo seguir en mi soledad purificándome del pasado para poder avanzar al futuro, nuestro futuro?- ella suspiro del otro lado
-Como quieras… entonces llamare al asesor-
-Sí, pasado mañana estaré allí tendremos 5 días para arreglarlo todo-
-Sale, nos vemos y cuídate- oí la línea desocupada y justo después yo colgué el teléfono también
Está bien, Santana he comprendido que no te puedo cambiar… Ven a casa te estaré esperando con los brazos abiertos. Con cariño, tu abuela ese era el mejor mensaje que podía recibir después de meses de desolación por la partida y desaparición de Brittany, de quien aún no tenía ni una sola noticia. Esa tarde de primavera, estaba de vacaciones en Lima y mis padres como siempre no estaban; cogí mi automóvil y maneje hasta el otro lado de la ciudad donde vivía mi abuela, a quien no había visto desde que le había confesado mi orientación sexual, de eso hacía casi tres años.
Al llegar a la casa de mi abuela, baje del vehículo y me acomode la ropa y el cabello como si se fuese una niña de cuatro años que quiere ganarse toda la atención de su abuela. Camine con decisión hasta la puerta y toque el timbre, no tuve que esperar mucho a que me abrieran y al entrar me encontré con mis padres sentados en la sala lo cual me sorprendió mucho.
-¿Qué hacen aquí?- cuestione a ambos quienes me miraban un tanto preocupados
-De eso hablaremos en un momento más… Ahora pequeña Santanita siéntate por favor- pidió mi abuela en un tono que me pareció de amabilidad muy actuada
-¿Cómo está la Universidad?- pregunto mi abuela mientras me servía en una taza algo que parecía te
-Perfecta… Falta poco para que me gradué- conteste animada mientras tomaba la taza que me ofrecía mi abuela
-¿Y Brenda… Barbra… o como es que se llamaba esa chica?- su tono de voz no me hizo sentir cómoda y no pude evitar hacer un gesto de incomodidad
-Brittany…-susurre mientras me hundía en el sofá
-Cierto… ¿Dónde está?- inquirió mientras se cruzaba de piernas
-No lo se hace un par de meses que no se de ella- conteste un tanto decepcionada, ella sonrió de medio lado y dejo su taza sobre la mesa
-Perfecto, eso nos complica menos la situación…- comento dirigiéndose a mi padre, a quien mire perpleja por no poder comprender a que iba todo eso, pero él no me dijo nada y solo alejo su mirada de la mía –Santana, hace unos años me has dicho que te gustan las mujeres… Lo que me parece completamente inaceptable, pero he terminado por “asimilarlo” y he concretado un trato con tus padres aquí presentes… Ya que esos son tus gustos, perfecto… Pero lo que si es que no permitiré que te enredes con cualquier gatusa, tu padre está muy de acuerdo y me apoya en esto ¿verdad Antonio?- voltee a ver a mi papa y este volvió a apartar su mirada mientras lo veía hundirse en el sillón como si buscara esconderse –Y es así como he decidido que si lo que te gustan son las mujeres, entonces, te casaras con una… pero no cualquiera, su nombre es Karlie es hija de uno de los viejos amigos de tu abuelo… Un día te dije que cuando te casaras lo harías con alguien a tu altura y sigo manteniendo la palabra; resulta que Karlie es hija de un gran empresario que digamos estaba un poquito en bancarrota y ha empeñado su empresa a su padre quien no se encuentra muy de acuerdo con que su única nieta sea lesbiana. Algo que compartimos… Así que él y yo hemos acordado una boda entre ustedes-
-¡Tu no puedes!-
-Pruébame y te sacare muestras de todo lo que puedo hacer…- contesto retadoramente, yo no soportaba más eso y me levante del sofá para comenzar mi huida del lugar
-¡Tu padre depende de esa unión!- me grito mi abuela haciéndome quedar inmóvil
-¿Qué demonios dices?- pregunte dando vuelta sobre mis talones mientras quedaba de frente a ella
-Tu padre aun me debe el dinero con el que compro el hospital que ahora dirige… Y a menos que tu cooperes yo dejare de retenerle los depósitos a mi cuenta y le dejare seguir pagándome- dijo en un tono muy hiriente mientras se sentaba de nueva vuelta
-Estas mintiendo… Ese hospital, él lo compro con un dinero que tenía guardado para específicamente para esa compra y además se asoció con uno de sus amigos. Así que ambos son dueños de ese hospital ¿verdad mama?- pregunte buscando un poco de apoyo en mi madre, pero esta solo me miro un tanto suplicante
- El gasto ese dinero en pagar lo que fue ese departamento caro que quisiste en Louisville y la factura de ese deportivo en el que supe te gustaba pasear a tu rubia novia- contesto con desdén mi abuela mientras se cruzaba de piernas y recargaba su espalda en el respaldo del sillón
-Eso no es cierto, papa me hubiera negado esos gustos si no estaban en sus posibilidades- conteste defendiéndolo y también a mí
-¿Enserio? ¿negarte a ti la dulce y única hija un gusto? ¿a la mimada Santanita negarle un regalo?- me cuestiono con aparente desprecio –Yo supe desde un principio que tus padres te estaban educando mal, educando mal a mi única nieta… Y terminaste siendo lesbiana, no dejare que deshonres más a nuestra familia así que algo debo hacer. No se me ocurre algo mejor, se lesbiana pero ten un poquito de dignidad y cásate con alguien que si tenga un apellido-
-¿Papá?- dije a mi padre buscando una luz al final del camino, pero este seguía ignorándome y hundiéndose más en el sofá
-Tu padre ha dedicado tanto a ese hospital… Odiaría que se lo embargaran porque no ha hecho a tiempo sus pagos a su pobre y anciana madre quien le presto ese dinero a pesar de que ella lo necesitaba más que el mismo- inquirió mi abuela haciéndome enfadar
-¡No lo hare! Saldremos de esta de una u otra forma- conteste mientras volvía a mi huida del lugar
Me pare del sofá y camine rumbo al mueble de la televisión, pero justo antes de poder encenderla en la repisa que reposaba cerca de esta había una foto de esa mujer de aspecto severo con algunas facciones idénticas a las mías como su mirada o ese hoyuelo que se le hacía en la mejilla al sonreír. Nunca habría imaginado que alguien a quien amaba como a ella pudiera causar todo el daño que había causado.
Subí a mi habitación y abrí mi closet, sin querer, tire un cuadro en la que mi abuela, Karlie, el abuelo de esta y yo posábamos con aparentes sonrisas de felicidad. Lo recogí y puse de nuevo en su lugar, era una fotografía que habían tomado después de un mes de que Karlie y yo nos conociéramos.-¿Enserio están pensando en vender la casa?- desde el episodio con mi abuela habían pasado casi cuatro meses, esa tarde había llamado a casa para saber cómo iban las cosas. Mamá me había dicho que mi abuela ya había puesto la demanda argumentando que mi padre no quería pagarle aun a pesar de que era ella quien había dado la orden en el banco de que no quería recibir ningún depósito a nombre de mi padre. Papá estaba desesperado, mi abuela tenía muchas amistades en la fiscalía de Ohio y eso aseguraba que mi padre perdería el juicio de una u otra forma, así que este había decidido que vendería la casa para poder pagar su deuda que día a día crecía más y más.
-Santana, tu sabes que no hay nada mejor que hacer… Hija, te amamos y no permitiremos que tu abuela te lastime con algo tan material como lo es esto…- dijo con un tono de voz demasiado dulce, mi madre al otro lado de la línea
-Ya se arreglaran las cosas… Lo prometo-
-¿Qué piensas hacer Santana?-
-Nada mami, solo que es hora de actuar… Cuídense- colgué el teléfono y busque en el directorio de mi celular el número de mi abuela
-¿Halo?- dijo su anciana voz al otro lado de la línea
-Soy Santana-
-¡Ah!... Tana di lo que tengas que decir pronto porque tengo juego de bingo y ya voy tarde-
-Acepto…-
-¿De qué hablas?-
-Acepto tu trato… me caso con quienquiera que sea Karlie-
-Perfecto, al parecer la niñita sabe que le conviene… Ven a casa este fin de semana y la conocerás-
Ya no tenía mucho que perder, Brittany había literalmente huido y desaparecido… Ya iban para siete meses y no sabía nada sobre ella. Mi padre no podía perder el hospital, solo por un argumento homofóbico y discriminatorio por parte de su propia madre hacia su única hija. El simplemente no se lo merecía y yo era lo única que podía salvar.
-Esta es Karlie, es modelo y dentro de un par de meses será la cara de una campaña de una nueva fragancia para Channel-dijo mi abuela mientras señalaba a una joven más alta que yo de tez bronceada y ojos azules
-Un gusto- salude casi en un susurro
-Y ella es Santana, estudia leyes en Louisville y pertenece al equipo de porrismo de los Cardinals- comento mi abuela a modo de presentación hacia mí
-El gusto es mío- contesto la chica con una sonrisa de medio lado, me ofreció una mano y yo la estreche porque mi abuela me había golpeado en las costillas a modo de represión
Seguí buscando entre mis cajones una blusa que recordaba haber guardado allí hacia mucho, era una camiseta de hombre que Brittany se ponía de pijama hasta que yo se la había quitado; sabía que ponerme esa camiseta solo me haría sentir peor; si de por sí ya había llorado como Magdalena toda la mañana, ponerme esa camiseta seguro provocaría lo mismo. Entre un montón de cajas apiladas dentro de una repisa del mueble encontré una caja que estaba etiquetada como “Basura” me llamo la atención y la tome, la puse sobre la cama y saque de ella un par de tarjetas de Feliz cumpleaños, Feliz Navidad o Feliz San Valentín eran tarjetas que Karlie en un pasado me había dado
-¿Recibiste mi postal?- pregunto Karlie al otro lado de la línea
-Oh, sí por supuesto… Es hermosa- conteste sin ponerle importancia a lo que decía
-Santana… tenemos que hablar-
-¿Hablar?... espera no habíamos quedado que no nos veríamos, no saldríamos, no nos visitaríamos a no ser que fuese necesario… Soy una persona muy ocupada ¿sabes?- dije un poco incomoda de su petición
-Es importante…- me dijo en tono suplicante –Es acerca de nuestro trato nupcial…- esa frase me hizo temblar –Estoy en Chicago, solo he venido a que hablemos y a un photoshoot me voy al atardecer-
-Perfecto- conteste para después colgar
Era medio día, caminaba rumbo a un pequeño restaurante en el centro de la ciudad. Estaba demasiado nerviosa en cuanto a lo que diría Karlie ¿me pediría nos casáramos cuanto antes? Llegue al lugar de nuestra cita, ella ya estaba allí. Me quede un par de segundos viéndola de lejos, Karlie era hermosa eso no lo negaba pero estaba segura de que no podía sentir nada por ella por mucho que me esforzara.
-Hola…- salude mientras me sentaba frente a la morena
-¿Cómo estás?-
-Bien, creo-
-Ya he pedido por las dos ¿un par de hamburguesas está bien?- su petición me sorprendió, al ser ella una modelo esperaba que pidiera una ensalada o algo de ese rollo dietético
-Sí, ¿de qué quieres hablar? Anda dispara de una vez por todas-
-Odio esto… Odio tener que fingir que nos gustamos… Odio estar en esta situación… Odio que tengas que esforzarte por intentar convencerme de que te gusto…-
-Eso no es cierto, tu… tu… me gustas Karl… es solo que yo no puedo… amarte-
-Amas a alguien más ¿cierto? A esa rubia de tus fotografías- asentí – Ya lo sabía, mira Santana tu tampoco me gustabas al principio; yo también tenía una novia pero… me ha dejado porque no soporta nuestra relación clandestina, no se cual sea tu historia… Pero estoy dispuesta a oírla, solo quiero que hagamos un trato… Nuestros abuelos nos han encruzijado en esta situación y lo peor es que no solo nos afectan a nosotros, también a nuestros padres que no tienen nada que ver con esto. Cumplamos sus estipulaciones y ya buscaremos juntas como arreglar la situación para que no tengamos que llegar a la última instancia de sus planes maquiavélicos de ancianos chochos y sin nada bueno que hacer más que herir a sus guapísimas nietas- su ultimo comentario me hizo reír, por primera vez en todo el tiempo que llevábamos compartiendo –Seamos amigas, finjámonos novias pero por mí no tenemos por qué llevar la relación detrás de puertas- me extendió una mano y yo la mire con una medio sonrisa para después estrecharla cerrando nuestro trato
Karlie, era mi mejor amiga solo eso y no más, era la chica que durante los últimos dos años se había ganado toda mi confianza y la única que sabía del trato con mi abuela. Puesto mis padres no estaban al tanto de la situación. Karlie sabia cada detalle de la historia Brittana, aunque jamás me daba su punto de vista siempre me decía un “Cada quien ve lo que quiere ver” lo cual no podía comprender del todo pero muchas veces me hacía entender que quizá solo quizá yo no veía algo en la historia que compartía con Brittany
Y ahora a dos años de conocernos estábamos a punto de casarnos a pesar de todos nuestros intentos por que no sucediera.
–Señorita Santana, este testamento deja bien claro que esa sesión de derechos totales sobre el hospital de su padre no puede ser entregada hasta que usted haya contraído matrimonio con la señorita Karlie. Eso es lo que dice y eso es lo que haremos- dijo de manera decidida el notario, quien acababa de leer el testamento de mi abuela. Quien había muerto un par de meses atrás
-¿Hay algo más para cagarme aun más la vida?- pregunte enfadada, mientras Karlie me acariciaba con delicadeza el hombro derecho
-Solo tiene hasta el mes de octubre del próximo año para que usted cumpla este convenio de no ser así. El hospital será embargado y donado a una Sociedad de Asilos- contesto el notario en un tono de condescendencia que me hizo enfadar
Era hora de terminar con aquella situación, Karlie y yo habíamos dejado pasar el tiempo pero pronto la fecha límite para cumplir mi sentencia de muerte se vencería y no moriría sola sino de paso también me llevaría a mi padre a la perdición. Karlie había decidido aplazar la boda puesto teníamos la esperanza de que algún día regresaría Brittany y solo si ella decía amarme, dejaríamos todo el rollo y nos arriesgaríamos a perder de nuestras manos el esfuerzo de nuestros padres.
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
wooow!! que fuerte saber las razones por las cuales santana se tiene que casar maldita abuela jshfiowjg0f!! solo espero y estas dos cabezotas hablen cara a cara antes de que santana se case.
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Re-oooooooohhhhh o sea que no quiere a Karlie bueno bueno si la quiere pero no de esa forma este es el momento en que todo nuestro odiio hacia ella se convierte en amor :3 hahaha porfa continualoooo no puedo esperar a saber que pasara!
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Hello! no sé si he comentado alguna vez pero i like it! este fic es genial! ya solo por la manera en que ha empezado con un entierro.. y de FINN! wow!
En cuanto a maldita abuela, en todos los fics arruinandolo todo eh? la verdad que no me gusta nada lo que ha hecho, siempre igual agh! Espero que Santana no cometa una estupidez...
besos! espero la actu :D
En cuanto a maldita abuela, en todos los fics arruinandolo todo eh? la verdad que no me gusta nada lo que ha hecho, siempre igual agh! Espero que Santana no cometa una estupidez...
besos! espero la actu :D
TheGirlOnFire**** - Mensajes : 183
Fecha de inscripción : 08/07/2012
Edad : 30
Un entierro y mil secretos (capitulo Faberry)
¿Qué hay de nuevo viejo? xD… ok no… ¿Como están mis preciosas lectoras? Espero estén perfecta y jodidamente felices… Yo lo estoy xD… Al fin, ok no… Pero si estoy feliz y hay varios factores… Como la llama recién encendida de nueva cuenta por que nuestras Brittana vuelvan a estar juntas en la cuarta temporada :S… Ok por tanto… Les dejo este capitulo que se centra en mi segunda pareja favorita de la serie las Faberry… ok espero lo disfruten… Y que no se vea muy… ehm… forzado… las quiero y cuídense
-¡Quinn!... ¡Vamos Fabray! ¡Abre la maldita puerta de una buena vez!... ¡Quinn!...-una joven morena de baja estatura golpeaba con desesperación la puerta de madera de un departamento
-¿Qué es esa forma de tocar a estas horas de la mañana?...- pregunto una voz medio melodiosa desde el interior del departamento, segundos después una chica de tez pálida, cabello negro con ligeros toques de rayitos azules y un poco más alta que Rachel apareció en el marco de la puerta mientras se ponía la sudadera de Yale que Rachel hacia años le había regalado a la rubia dueña de aquel departamento.
-¿Quién… quien eres tú? ¿Dónde está Quinn?- pregunto sorprendida la morena mientras no podía cerrar del todo la boca de la sorpresa que aún le invadía
-Oh, así que ese es su nombre… ella me dijo que era Lucy… bueno si te refieres a una rubia muy buena de ojos color miel… aún está dormida, nos la hemos pasado muy bien anoche…- la judía aún no se creía que estuviera oyendo eso, todo había comenzado la noche anterior cuando habían salido en una cita doble con Joe y Sam como sus respectivas parejas
Rachel removía el contenido de la taza que hacía unos segundos la desconocida le había servido, aun necesitaba algo para asimilar y analizar toda esa situación: estaba en casa de Quinn… de Lucy Quinn Fabray, no en la de Santana López donde sí que era común toparse con una chica distinta cada fin de semana… entonces, ¿Por qué carajo estaba esa chica que solo se cubría con “su sudadera favorita de Quinn” allí?
-Lucy me dijo que se dedica a las Bienes Raíces… eso es interesante porque yo soy arquitecta- comento la chica como intentando romper el hielo, pero solo se ganó un encogimiento de hombros de parte de la judía
-¡Maldición que jodido dolor de cabeza tengo!- Quinn salió de su habitación, llevaba puesta solo una camiseta larga que hacía años había dejado Puck allí y que ahora hacia de pijama para la rubia.
Caminaba como muerto viviente, golpeándose con cualquier cosa y los ojos a medio abrir pero justo cuando estaba por entrar a la cocina noto la presencia de dos chicas: una de cabello castaño y mirada penetrante; y Rachel.
-¿Qué pasa aquí? Es decir, ¿Qué haces aquí Berry?- pregunto con desdén la rubia mientras seguía arrastrándose hasta la encimera de la cocina, donde saludo con una mirada a la otra chica que solo le sonrió
-¿Ahora resulta que la intrusa aquí soy yo?- pregunto ofendida la actriz al ver el comportamiento de Quinn hacia la otra chica
-¿De qué hablas?... mira Berry no me vengas con tus escenitas… me duele la cabeza y estoy muy cansada- dijo Quinn con desprecio mientras buscaba una taza en la cual servirse café
-Claro has de haber disfrutado al máximo de unas buenas tijeretas con acá la chica misteriosa- contesto Rachel ahora con evidente enfado y casi al filo de los gritos
-¿Cuál es tu punto? No me vayas a salir con que eres homofóbica porque tus padres…- se defendieron la rubia mientras dejaba caer la taza sobre la encimera con un fuerte golpe
-¡No metas a mis padres en nuestros asuntos!-grito la judía ahora de pie frente a la rubia
-Pues entonces ¿Qué demonios te pasa?-
-Me pasa que eras mi mejor amiga… si “eras” porque ahora que veo que me puedes ocultar cosas como de este tipo no quiero imaginar que otras cosas más me has ocultado… Primero Brittany y ahora tu… ¿acaso Mercedes también es gay?-
-Mira… que me acueste con una chica no significa que vaya a ir a contártelo al instante es mi intimidad no veo porque contártelo-
-Y ¿dónde queda mi papel de mejor amiga?-
-Se te olvida cada que vez unos ojos bonitos como los de Sam…-
-Eh vale, creo que sobro aquí… ¿Lucy puedo ocupar tu baño? necesito bañarme…-interrumpió la chica con una sonrisa que parecía de seducción, Quinn volteo a verla y asintió con una media sonrisa. La chica asintió y comenzó a salir de la cocina, cuando estuvo cerca de la rubia le guiño un ojo y el gesto fue devuelto por la rubia que no aparto su vista de la desconocida sino hasta que había desaparecido de la faz de la cocina.
-¡Vale! Que aquí la que sobra evidentemente soy yo… Me hablas cuando puedas hablar porque seguro que a estas alturas has de estar deseando ir a bañarte con esa…- Rachel tomo su bolso de mano de la encimera de la cocina y salió de la habitación con esa forma de caminar que solo le indicaba una cosa a la rubia… No la perdonaría tan fácil por lo que fuese que estuviese enfadada con ella
-Rachel… no tienes por qué enojarte… mira sé que no te había dicho nada sobre mis gustitos… De hecho al principio solo lo sabía Finn- la declaración que acababa de hacer la rubia no hizo que la judía se aliviara sino solo sirvió para echarle más leña a la hoguera y parecía que pronto estallaría con una de sus escenas dramáticas
-O sea que Finn si pudo enterarse… yo te conté todos y cada uno de mis secretos… Hasta te conté de la ocasión en que sentí esas sensaciones extrañas al haber besado a esa chica para mi escena en aquella serie en la que participe hace años- Quinn se agarró las cienes con exasperación, al parecer cada palabra que decía terminaba por provocar aún más a la judía
-Rachie… anda sentémonos hablemos… No hay porque ponerse así…- pidió suplicante la rubia mientras cogía una mano de la morena para detener su huida
-¡No me digas Rachie!... ¡No quiero hablar!... estoy enojada… y no sé porque ¿entiendes?... Necesito pensar… irme de aquí… solo déjame pensar y prometo que por la tarde vuelvo. Ya que la chica se haya ido y tú estés más descansada-la rubia accedió y soltó la mano de su amiga que enseguida se desapareció del lugar
-¿Se ha ido ya?- pregunto la chica de tez pálida que acababa de salir del baño
- Si- contesto Quinn mientras se hundía en la silla sobre la que se había dejado caer segundos antes
-¿Ella es tu novia o algo así?-
-Ah, no… ella es solo mi amiga, mi mejor amiga… pero ¿tú no eres mi mejor amiga verdad?- Quinn se acercó a la chica, la tomo por la cintura y comenzó a besarla mientras caminaban a traspiés rumbo a la habitación de la rubia
-Ya voy… un segundo...- contesto una voz varonil al escuchar el toque desesperado del timbre de su departamento
-Soy yo Sam…- contesto desde el otro lado de la puerta una judía que parecía estar demasiado ansiosa, el rubio dentro al escuchar de quien se trataba se aseguró rápidamente la toalla a la cintura y corrió un poco hasta llegar a la puerta
-¡Hola!- saludo el rubio con una gran sonrisa en el rostro, pero la morena que se encontraba frente a ella no le devolvió el saludo y solo se lanzó sobre el para comenzar a besarlo de manera desesperada… de una manera que a Sam le sabia a despecho, pero aun así correspondió el gesto y con un par de movimientos hizo pasar a la morena y cerró la puerta tras de si
-¿Rachel estas bien?- pregunto un tanto preocupado el rubio cuando se separaron por un poco de aire, pero la morena poso un dedo sobre sus labios haciéndolo callar
-No quiero hablar… tengo esta necesidad de portarme mal… y créeme que si no lo hago contigo podría ir a pagarle a alguien por algo de sexo- el rubio se limitó a sonreír de manera seductora y volvió a atacar los labios de la morena que cogió entre sus brazos; y sin mucho esfuerzo, cargo con ella colgada a su cuello hasta su habitación
-¡Quinn!... ¡Vamos Fabray! ¡Abre la maldita puerta de una buena vez!... ¡Quinn!...-una joven morena de baja estatura golpeaba con desesperación la puerta de madera de un departamento
-¿Qué es esa forma de tocar a estas horas de la mañana?...- pregunto una voz medio melodiosa desde el interior del departamento, segundos después una chica de tez pálida, cabello negro con ligeros toques de rayitos azules y un poco más alta que Rachel apareció en el marco de la puerta mientras se ponía la sudadera de Yale que Rachel hacia años le había regalado a la rubia dueña de aquel departamento.
-¿Quién… quien eres tú? ¿Dónde está Quinn?- pregunto sorprendida la morena mientras no podía cerrar del todo la boca de la sorpresa que aún le invadía
-Oh, así que ese es su nombre… ella me dijo que era Lucy… bueno si te refieres a una rubia muy buena de ojos color miel… aún está dormida, nos la hemos pasado muy bien anoche…- la judía aún no se creía que estuviera oyendo eso, todo había comenzado la noche anterior cuando habían salido en una cita doble con Joe y Sam como sus respectivas parejas
–Anda Lucy… di que sí… Sam es un buen amigo, creo que comienza a gustarme… pero aún es muy precipitado que nos vean solos-el par de chicas se encontraba en una tienda de pinturas, Quinn estaba remodelando una casa para después ponerla en venta; así que estaba buscando un poco de pintura para arreglar algunos detalles y Rachel se había ofrecido para acompañarla y ayudarle con el juicio de colores.
-Vaya Berry quien lo diría no tiene ni seis meses que enterramos a Finnestern y ya andas en los mares de depradora…- contesto con desdén Quinn mientras seguía revisando un muestrario con una gama de colores pastel que para Rachel eran todos igual
-¿No fuiste tú quien me dijo que debía de dejar de andar lamentándome y seguir adelante que a él eso le hubiera gustado que hiciera?- reprocho Rachel un tanto enfadada
-Bueno si, pero ¿no crees que mejor deberíamos ocuparnos en ver como evitamos que nuestra amiga se case por despecho y que nuestra otra amiga se deje de jueguitos y diga lo que tiene que decir?- la rubia aun daba vueltas y vueltas a las páginas de aquel muestrario, se detuvo sobre un cuadrito en color amarillo pastel y la judía solo hizo una cara de desprecio que hizo a la rubia sonreír
-Vale, pero creo que es justo que yo lleve a alguien también ¿no?- Rachel se imaginó a donde iba aquel comentario y se cruzó de brazos mientras suspiraba
-Vale, vale… que venga Joe- refunfuño entre dientes la judía
Rachel removía el contenido de la taza que hacía unos segundos la desconocida le había servido, aun necesitaba algo para asimilar y analizar toda esa situación: estaba en casa de Quinn… de Lucy Quinn Fabray, no en la de Santana López donde sí que era común toparse con una chica distinta cada fin de semana… entonces, ¿Por qué carajo estaba esa chica que solo se cubría con “su sudadera favorita de Quinn” allí?
-Lucy me dijo que se dedica a las Bienes Raíces… eso es interesante porque yo soy arquitecta- comento la chica como intentando romper el hielo, pero solo se ganó un encogimiento de hombros de parte de la judía
Era viernes por la noche, Quinn había pasado por Rachel y estas se dirigían al restaurante en el que habían quedado se verían con Joe y Sam. Parecía que sería una noche divertida, aunque la rubia no se sentía muy cómoda con la situación… lo que nadie sabía era que Joe y ella habían tenido una discusión la última vez que se habían visto.
-¡Llegamos!- exclamo la judía mientras la rubia terminaba de estacionarse, poco después bajaron del vehículo y caminaron hasta la entrada del restaurante; donde el par de chicos ya las esperaban con una botella de vino tinto y la cena a punto de servir.
-Ustedes sí que son eficientes- elogio Rachel a los chicos mientras se sentaba en la silla que caballerosamente Sam le ofrecía
La cena surgió sin ningún inconveniente, los chicos hablaban de futbol mientras Quinn solo jugueteaba con la comida y Rachel miraba con idolatría al rubio que estaba frente a ella. Al finalizar la cena, Joe propuso ir a una discoteque y Sam le apoyo así que las chicas a pesar de no estar de tanto humor, tuvieron que acceder.
El lugar a donde fueron se veía algo privado, fuera no había una gran fila de personas esperando como en los lugares que Quinn y Rachel solían visitar durante sus años de universitarias. Sam fue el que hizo trato con el cadenero que sin dudar dejo pasar a los cuatro chicos “ventajas de ser parte del equipo que ha ganado 11 veces consecutivas el Súper Bowl” fue el comentario que hizo el rubio al ya estar dentro y sentado en una mesa V.I.P.
-¿Bailamos?- pregunto Rachel mientras tomaba de la mano a Quinn, ya llevaban casi media hora sentadas en la mesa mientras veían a Joe y Sam hablar sobre sus nuevos proyectos y contratos que tenían.
La rubia solo sonrió y se dejó llevar por su amiga hasta la pista, ambas estaban más que acostumbradas a esa escena; que muchas veces, la habían vivido en el pasado gracias a que Finn no bailaba así que prefería complacer a su novia al llevarla a una disco pero siempre llevaba a su elemento sorpresa “Quinn” para que Rachel no le suplicara por bailar. Así pues, estuvieron bailando durante un largo rato; una pegada a la otra y de una forma u otra siempre terminaban en un punto de seducción mutua.
-¿No nos invitan?- pregunto Joe mientras las separaba tomando a Quinn por el brazo, Sam aprovecho y también tomo a Rachel, pero por la cintura cosa que no le gusto del todo ni a la propia Rachel ni mucho menos a la rubia que parecía se iba a comer a Joe por haber interrumpido
-Pensé que no me volverías a llamar…- comento Joe con un dejo de lamento
-No lo iba a hacer… Pero ¿Qué querías que hiciera? No tengo a nadie más que se deje manipular como tú- contesto en tono hiriente la rubia mientas empujaba hacia atrás a Joe que comenzaba a hostigarla con su cercanía
-Vaya… sí que te gusta la actriz- comento el guitarrista con desdén
-Calla… no es que me guste ya te dije… solo me preocupo porque Sam pueda solo estar usándola… tu sabes cómo es el mundo de la farándula…- contesto Quinn con un tono de obviedad que más bien parecía un desprecio hacia Sam
-Aja, como digas… bueno mejor te cuento que he estado grabando en el estudio de Kurt y Blaine una canción para Mercedes… Ella es tan inteligente y buena gente- comento animado Joe con una sonrisita traviesa
-¿No me digas que ya te está gustando?-
-Bueno… a ti te puede gustar cualquier chica en este disco y no ando por allí cuestionándotelo… Además me usas como tapadera ¿algún día podrás decidir si eres: heterosexual, lesbiana, bisexual… quimera?-
-Ya te he dicho que dejes el tema en paz… No debí de habértelo confesado…- se defendió la rubia mientras pellizcaba por las costillas al guitarrista
-Es que se me dificulta pensar que en algún punto de esta vida creí que eras la más heterosexual de todas las chicas en el Glee Club- Quinn comenzó a carcajearse
-Pues lamento haberte decepcionado… solo te digo que te vayas con cuidado en cuanto a Mercedes creo que mantiene un vínculo medio raro con Puckerman- los chicos dejaron de bailar y escaparon de la pista rumbo a la barra de bebidas
-¿Por qué no puedo ser Puckerman?... Él las ha tenido a todas… Mercedes, Rachel, Santana, la mamá de Rachel… tu- comento Joe al oído de Quinn mientras la abrazaba de la cintura para evitar algún mal rato al pasar entre toda esa gente que ocupaba el camino hasta la barra
-Porque tú eres un niño bien portadito… no necesitas de esa basura para ser alguien o tener a alguien- contesto la rubia mientras se paraba a un lado de la barra y veía a Joe pararse a su lado, el chico ordeno al barman y después se volteo contra la barra; casi al instante el tipo regreso con dos vasos en los que había servido whiskies que puso a disposición del chico que los cogió y puso en la mano del chico un billete de veinte dólares
-Creo que a veces no quiero ser el niño bien portado del grupo…-
-Bueno eso te lo cuestionaria, sino fueras el bien portadito no estarías aquí… Eso te hace ser mi mejor amigo ¿cierto?- el chico miro de reojo a la rubia y volteo de nuevo su mirada a la pista con una sonrisa en el rostro mientras bebía el primer sorbo de su bebida
-¡Hola!- una chica de tez pálida se acercó a la rubia que aun bebía con tranquilidad su whiskie
-¿¡Hola?!- respondió un tanto extrañada la rubia
-Mira sé que esto es raro… pero estoy aquí por el cumpleaños de una amiga- la chica señalo a una mesa un tanto alejada desde donde un grupo de chicos y chicas la saludaron –y estamos jugando un bobo juego de retos… he perdido y me han dicho que venga a pedirte que bailes conmigo… sino quieres no… pero te agradecería lo hicieras- Joe rio al ver la reacción de Quinn que parecía más avergonzada que la propia chica que acababa de aventársele sin mas
-Ella dice que si…- Joe empujo a la rubia para acercarla a la chica que aun permanecía inmóvil frente a ellos, Quinn quedo frente a esta y tuvo la oportunidad de cruzar mirada con la chica; le dedico una dulce sonrisa y la cogió de la mano dándole valor para llevarla al final a la pista.
El tiempo y las canciones transcurrieron, la pareja de chicas seguían bailando mientras Joe a su lado bailaba con una morena que se había traído de la barra; a donde iba de vez en cuando por una nueva ronda de bebidas con las que abastecía a las tres chicas con las que estaba. Quinn parecía más alegre de lo común y hubo un momento en el que pudo ver a lo lejos a Rachel; quien se besaba con Sam, entonces por impulso se acercó a la chica que bailaba a escasos centímetros de su cuerpo y también la beso. Joe que no creía vivir para esa situación estallo en carcajadas al ver lo lanzada que se había puesto su amiga pero se quedó de a cien al ver que la otra chica también le correspondía.
-Vámonos de aquí…- propuso la desconocida a la rubia, quien se mordió el labio inferior unos segundos y después sonrió
-Me largo Joe… si los vuelves a ver diles que me salió un imprevisto que me fui
-¡Maldición que jodido dolor de cabeza tengo!- Quinn salió de su habitación, llevaba puesta solo una camiseta larga que hacía años había dejado Puck allí y que ahora hacia de pijama para la rubia.
Caminaba como muerto viviente, golpeándose con cualquier cosa y los ojos a medio abrir pero justo cuando estaba por entrar a la cocina noto la presencia de dos chicas: una de cabello castaño y mirada penetrante; y Rachel.
-¿Qué pasa aquí? Es decir, ¿Qué haces aquí Berry?- pregunto con desdén la rubia mientras seguía arrastrándose hasta la encimera de la cocina, donde saludo con una mirada a la otra chica que solo le sonrió
-¿Ahora resulta que la intrusa aquí soy yo?- pregunto ofendida la actriz al ver el comportamiento de Quinn hacia la otra chica
-¿De qué hablas?... mira Berry no me vengas con tus escenitas… me duele la cabeza y estoy muy cansada- dijo Quinn con desprecio mientras buscaba una taza en la cual servirse café
-Claro has de haber disfrutado al máximo de unas buenas tijeretas con acá la chica misteriosa- contesto Rachel ahora con evidente enfado y casi al filo de los gritos
-¿Cuál es tu punto? No me vayas a salir con que eres homofóbica porque tus padres…- se defendieron la rubia mientras dejaba caer la taza sobre la encimera con un fuerte golpe
-¡No metas a mis padres en nuestros asuntos!-grito la judía ahora de pie frente a la rubia
-Pues entonces ¿Qué demonios te pasa?-
-Me pasa que eras mi mejor amiga… si “eras” porque ahora que veo que me puedes ocultar cosas como de este tipo no quiero imaginar que otras cosas más me has ocultado… Primero Brittany y ahora tu… ¿acaso Mercedes también es gay?-
-Mira… que me acueste con una chica no significa que vaya a ir a contártelo al instante es mi intimidad no veo porque contártelo-
-Y ¿dónde queda mi papel de mejor amiga?-
-Se te olvida cada que vez unos ojos bonitos como los de Sam…-
-Eh vale, creo que sobro aquí… ¿Lucy puedo ocupar tu baño? necesito bañarme…-interrumpió la chica con una sonrisa que parecía de seducción, Quinn volteo a verla y asintió con una media sonrisa. La chica asintió y comenzó a salir de la cocina, cuando estuvo cerca de la rubia le guiño un ojo y el gesto fue devuelto por la rubia que no aparto su vista de la desconocida sino hasta que había desaparecido de la faz de la cocina.
-¡Vale! Que aquí la que sobra evidentemente soy yo… Me hablas cuando puedas hablar porque seguro que a estas alturas has de estar deseando ir a bañarte con esa…- Rachel tomo su bolso de mano de la encimera de la cocina y salió de la habitación con esa forma de caminar que solo le indicaba una cosa a la rubia… No la perdonaría tan fácil por lo que fuese que estuviese enfadada con ella
-Rachel… no tienes por qué enojarte… mira sé que no te había dicho nada sobre mis gustitos… De hecho al principio solo lo sabía Finn- la declaración que acababa de hacer la rubia no hizo que la judía se aliviara sino solo sirvió para echarle más leña a la hoguera y parecía que pronto estallaría con una de sus escenas dramáticas
-O sea que Finn si pudo enterarse… yo te conté todos y cada uno de mis secretos… Hasta te conté de la ocasión en que sentí esas sensaciones extrañas al haber besado a esa chica para mi escena en aquella serie en la que participe hace años- Quinn se agarró las cienes con exasperación, al parecer cada palabra que decía terminaba por provocar aún más a la judía
-Rachie… anda sentémonos hablemos… No hay porque ponerse así…- pidió suplicante la rubia mientras cogía una mano de la morena para detener su huida
-¡No me digas Rachie!... ¡No quiero hablar!... estoy enojada… y no sé porque ¿entiendes?... Necesito pensar… irme de aquí… solo déjame pensar y prometo que por la tarde vuelvo. Ya que la chica se haya ido y tú estés más descansada-la rubia accedió y soltó la mano de su amiga que enseguida se desapareció del lugar
-¿Se ha ido ya?- pregunto la chica de tez pálida que acababa de salir del baño
- Si- contesto Quinn mientras se hundía en la silla sobre la que se había dejado caer segundos antes
-¿Ella es tu novia o algo así?-
-Ah, no… ella es solo mi amiga, mi mejor amiga… pero ¿tú no eres mi mejor amiga verdad?- Quinn se acercó a la chica, la tomo por la cintura y comenzó a besarla mientras caminaban a traspiés rumbo a la habitación de la rubia
~-~Departamento de Sam~-~
-Ya voy… un segundo...- contesto una voz varonil al escuchar el toque desesperado del timbre de su departamento
-Soy yo Sam…- contesto desde el otro lado de la puerta una judía que parecía estar demasiado ansiosa, el rubio dentro al escuchar de quien se trataba se aseguró rápidamente la toalla a la cintura y corrió un poco hasta llegar a la puerta
-¡Hola!- saludo el rubio con una gran sonrisa en el rostro, pero la morena que se encontraba frente a ella no le devolvió el saludo y solo se lanzó sobre el para comenzar a besarlo de manera desesperada… de una manera que a Sam le sabia a despecho, pero aun así correspondió el gesto y con un par de movimientos hizo pasar a la morena y cerró la puerta tras de si
-¿Rachel estas bien?- pregunto un tanto preocupado el rubio cuando se separaron por un poco de aire, pero la morena poso un dedo sobre sus labios haciéndolo callar
-No quiero hablar… tengo esta necesidad de portarme mal… y créeme que si no lo hago contigo podría ir a pagarle a alguien por algo de sexo- el rubio se limitó a sonreír de manera seductora y volvió a atacar los labios de la morena que cogió entre sus brazos; y sin mucho esfuerzo, cargo con ella colgada a su cuello hasta su habitación
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
Hola!! me encanta tu fic, lo sigo desde que lo empezaste aunque no comento siempre sabelo que cada vez que actualizas me pongo a leer!
Me da mucha tristeza Rachel, ya que se nota que quiere a Quinn .. No me gusto para nada que se haya acostado con esa chica con la que estaba.
Ojala que Rachel se quede con Sam y quede embarazada, ok eso seria mucho drama pero un hijo entre ellos dos seria muy hermoso. jajaja si no es Sam entonces que se busca a una hermosa mujer que este dispuesta hacerla feliz durante el tiempo en que la rubia se decide por ella.
Bueno sabelo me fascina mucho tu fic, aunque siempre termino llorando como un nena de 9 años descartando ese detalle desgarrador me encanta tu FF. Asi que espero que actualices pronto, besos!!
Me da mucha tristeza Rachel, ya que se nota que quiere a Quinn .. No me gusto para nada que se haya acostado con esa chica con la que estaba.
Ojala que Rachel se quede con Sam y quede embarazada, ok eso seria mucho drama pero un hijo entre ellos dos seria muy hermoso. jajaja si no es Sam entonces que se busca a una hermosa mujer que este dispuesta hacerla feliz durante el tiempo en que la rubia se decide por ella.
Bueno sabelo me fascina mucho tu fic, aunque siempre termino llorando como un nena de 9 años descartando ese detalle desgarrador me encanta tu FF. Asi que espero que actualices pronto, besos!!
Osito-18*** - Mensajes : 148
Fecha de inscripción : 31/05/2012
Edad : 29
Re: Un entierro y mil secretos
Huy porque esa necesidad de portarse mal no la pago con Quinn? jajaja sii porque Quinn estaba con otra pff! si que fue 100% faberry este capitulo eh.. amo esta pareja tambien.. nos vemos.. bye- bye
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Lamento no poder haber comentado desde hace un tiempo pero de verdad me ha encantado todo como ha ido transcurriendo o sea Santana recordando esos momentos al lado de su rubia, saber en fondo la relación que unen a Karlie & San obvio nadie podría engañar a Santana si la quisiera así que hay se ven los resultados ademas algo que no pensaron Britt & Masha es... Si Karlie esta con San & Masha le monta los cuernos a Britt ella le puede contar a Santana para que intente separarla de la supuesta mujer que la 'ama' porque si vamos al caso la relación 'seria' que queria dar celos es las de Britt *Si entendiste lo que dije te felicito porque hasta yo me enrede* :D
Por otro lado Faberry son tan lindas me gusta esa filosofía de seguir adelante, y vamos que si lo sabia Finn tampoco es que no estuviera de acuerdo, o hubiera previsto que algo pasaría, me sabe que Rachel tiene los sentimientos confundidos porque esa escenita no es de mejores amigas, ni lo menos la reacción, espero tu actualización.
Me gusta mucho tu forma de escribir, cuidate.
PD: Esa vieja no merece ser llamada 'Abuela'.
Por otro lado Faberry son tan lindas me gusta esa filosofía de seguir adelante, y vamos que si lo sabia Finn tampoco es que no estuviera de acuerdo, o hubiera previsto que algo pasaría, me sabe que Rachel tiene los sentimientos confundidos porque esa escenita no es de mejores amigas, ni lo menos la reacción, espero tu actualización.
Me gusta mucho tu forma de escribir, cuidate.
PD: Esa vieja no merece ser llamada 'Abuela'.
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
Que sepas que aunq no comente en todas tus actualizaciones si las leo xD solo que a veces no me da el tiempo :( bueno gracias por tu fic es demasiado genial :)
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Un entierro y mil secretos [Actualizacion 05/09/2012... Songfic: Rompecabezas]
Bueno chicas estés es como un paréntesis entre la historia de nuestras Brittana para darle un espacio a mi segunda pareja favorita dentro de la serie… si estoy hablando de las Faberry. En el pasado capitulo nos enteramos de un secreto más que se desveló después de aquel funeral que nos ha desencadenado todo esto… ¿a que la muerte de Finn trajo cosas buenas? xD ok no… pobre Finn…
En fin espero disfruten estos capítulos en los que me centro en las Faberry… Les quiero chicas, de nuevo y como siempre mil gracias por sus comentarios que muchas veces quisiera responder todos y cada uno… pero es que con el internet cortado y viniendo al café internet es un tanto complicado (para mi bolsillo)… Pero prometo que cuando vuelva mi internet, responderé algunos comentarios que me han gustado mucho y quisiera responder.
Este no es un capitulo formal… es más bien un songfic dentro del fanfic. Si les gusta quizá escriba un par más de capítulos en este formato… Como siempre esto es su espacio y yo me adapto sus gusto xD… Sin más, les aprecio y cuídense
Y todo lo que nunca fue, y lo que no dejamos ser… Tratamos de taparlo con un dedo
-¿Quinn te he dicho que eres la chica más hermosa que he visto en mi vida?-
-Lo has mencionado alguna vez… bueno aunque solo dijiste que lo era de la secundaria- contesto la rubia mientras resoplaba al cargar con el peso completo de la morena a cuestas por las escaleras de aquel edificio
-¿Enserio?...- Rachel comenzó a carcajearse ante la mirada extrañada de Quinn que maldecía en lo interno a Finn por hacerla pasar todas esas inconveniencias, que se había podido ahorrar si a aquella mole humana no se lo hubiera ocurrido cortar a Rachel por un simple capricho que le parecía de adolescente –Que estúpida ha sido Santana al escoger a Brittany teniéndote a ti tan cerca-
-Vale, comprendo el que pienses que soy hermosa… Pero ese comentario ha estado fuera de lugar… Santana y Brittany se aman, además yo ni siquiera juego en la acera de ninguna de las dos- la rubia se detuvo un par de minutos para recobrar el aliento… odiaba tener que vivir en aquel edificio donde el elevador se atoraba con tanta frecuencia como la que ella se quedaba dormida sobre sus libros de la Universidad
-Quinnie…- volvió a susurrar la judía con ese arrastre de palabras que denotaban su definitivo estado de ebriedad
-¿Qué pasa Rach?- pregunto la rubia un tanto cansada de esa situación pero intentando guardar toda la paciencia posible
-Eres la chica más inteligente, valiente y… hermosa que he conocido en toda mi vida…- la rubia no pudo evitar sonrojarse y sonreír de medio lado al escuchar a su amiga decirle tantos elogios
-Vale, ¿sabes qué? te cargare mejor sobre mi espalda- Quinn se detuvo en seco, bajo un escalón de donde Rachel actualmente estaba y la cogió por los brazos y piernas subiéndola a su espalda. Respiro con fuerza y mientras rezaba a todos los dioses existentes, subía las escaleras que la llevaban hasta el departamento en el que vivía en New Haven. Después de casi un cuarto de hora, tres paradas momentáneas, cuatro posibles caídas de Rachel y más de quince golpes recibidos por Quinn en los tobillos y pies; llegaron hasta el departamento con el número 109. La rubia bajo con delicadeza a la morena, de sobre su espalda recargándola en una pared mientras buscaba en su chaqueta las llaves para abrir la puerta del departamento.
-Vamos Rachel…- susurro la rubia mientras intentaba hacerla caminar pero al parecer la judía estaba más que indispuesta. Quinn puso los ojos en blanco, de verdad que ese no era su día, tomo a la morena como si se tratara de un bebe y cargo con ella hasta su habitación donde con delicadeza la recostó.
-¿Lucy?- susurro la judía justo antes de que esta saliera de la habitación
-¿Qué hay Berry?- pregunto la rubia ya un tanto enfadada de todo lo que estaba pasando
-¿Te acuestas conmigo?- pregunto la judía con un acento infantil mientras se hacía a un lado sobre el colchón dejando espacio disponible para la rubia que solo sonrió de medio lado y camino hasta donde su amiga se encontraba
-A veces eres muy exigente ¿eh Berry?- comento Quinn mientras se acomodaba sobre el colchón de su cama matrimonial
-Me siento sola… Es lo que siempre pasa…- argumento la judía mientras se acomodaba para poder ver de frente a su amiga
-Has bebido mucho hoy… Seguro tus niveles de alcohol están por los cielos… Estas peor que una botella de 40° de alcohol- dijo Quinn haciendo reír a la judía
-Gracias… Por todo… Por tu amistad… Por los consejos… Por aguantarme… Eres casi la única de las chicas del Club Glee con la que puedo sentirme segura y feliz- Rachel paso su mano sobre los hombros de la rubia, quien solo atino a depositar su mano sobre la cintura de su amiga
-¿Somos amigas no? Tú me ayudas con Beth cuando se trata de cuidarla… Me ayudas en las crisis emocionales cuando no paso algún examen… Has viajado más de seis veces en el año solo para venir a verme en las Cheerios de algún modo debo devolverte el favor ¿no?-
-Te quiero… Siempre serás mi persona…-
-¿Tú persona?-
-Si… mi persona especial… mi persona incondicional… mi persona amada… mi persona favorita…-
-Vale… vale… ya he captado la intención- interrumpió la rubia a la judía mientras depositaba su dedo sobre los labios de esta para hacerla callar –Es hora que la famosa Rachel duerma y sueñe con lo grandioso que será Broadway cuando la conozcan de verdad…-
-¿Sigues creyendo que seré famosa?-
-No solo lo creo… lo sé... estoy más que segura… No tardara mucho en que consigas tu primer protagónico-
-¿Vendrás a verme?-
-Por supuesto…-
-Te quiero Quinn-
-Y yo a ti…-
Y sin embargo vuelvo a empezar. No tiene caso esperar. Nunca pensé en consecuencias. Ya no vuelve a pasar, ya no soporto los domingos son lo mismo son lo mismo, es una telenovela que no quiero mirar.
-¡Para Fabray!... ¡Ya para con las cosquillas!- suplicaba una morena debajo del cuerpo atlético de una rubia que mantenía sus manos sobre las costillas de la judía que se retorcía de risa sobre el colchón
-No parare… ¡Hasta que digas que lamentas haber dicho que la capitana del equipo de basquetbol incluso está más bonita que yo!- contesto la rubia con un deje de despecho mientras seguía con las cosquillas
-¡Tú me provocaste!... dijiste que Brandon estaba demasiado guapo para compartir su protagónico conmigo- se defendió Rachel mientras Quinn la soltaba y se dejaba caer hacia atrás sobre la cama
-Pero si yo no he dicho eso… He dicho que tu estas demasiado guapa para el…- se explicó Quinn mientras Rachel se acomodaba a su lado
-Eres una tonta… creí que te referías a mi…-comento la judía mientras se acomodaba sobre el pecho y abdomen de su amiga, abrazándola por la cintura
-Tú eres la tonta… No sabes escuchar- argumento la rubia mientras ponía su brazo izquierdo sobre la espalda de su amiga y su mano derecha la removía sobre su sedoso y largo cabello negro
-Rachel-
-¿Si?-
-Me estas impidiendo respirar bien- contesto la rubia ganándose un almohadazo de su amiga que parecía un tanto emocionada ante lo que iba a decir la rubia
-¿Y ahora que hice?-
-Creí que dirías algo importante-
-Eso era importante… Si dejo de respirar me muero-
-Pues si lo hicieras no perderíamos demasiado- la rubia recibió aquella declaración con una sonrisa maliciosa y no tardó mucho en sentarse al lado de la morena que de nuevo se había tirado sobre la cama y tenía los ojos cerrados. Quinn coló sus manos entre la blusa que cubría el torso de Rachel, sus dedos se deslizaron por la piel de su amiga provocando que las terminaciones nerviosas de aquel musculo se activaran en un pulso eléctrico que lleno de calor todo el cuerpo de la morena; los dedos largos y blancos de la rubia se movían con agilidad sobre la piel de la judía quería a carcajadas ante lo que Quinn le hacía.
-¡Ya! ¡Anda Fabray!... Deja eso por la paz…- suplicaba Rachel entre jadeos, mientras se revolcaba en la cama y a medida que esto pasaba su cuerpo se deslizaba más hacia la orilla. Cuando el espacio disponible en el colchón se había agotado, la judía cayó llevándose consigo a la rubia que cayó sentada sobre su abdomen y con el rostro pegado a su cuello mientras que sus manos sostenían con fuerza la espalda y cintura de la morena.
-¡Auch!- se quejó Rachel al sentir los primeros rezagos de la caída
-Lo siento…- susurro Quinn provocando que su aliento golpeara contra el cuello de la morena, quien solo atino a comenzar a reír con ganas contagiando de su risa a la rubia que al principio parecía demasiado preocupada. Las carcajadas comenzaron a desaparecer y entonces la rubia se dispuso a deshacerse de aquel incomodo agarre en el que aún estaban ocupadas.
Soltó la cintura de su amiga y deposito su palma en el piso justo al lado del oído de la judía, entonces aplico fuerza en esa mano y dispuso a levantar su cuerpo despegándolo del de su amiga; entonces su mirada verde se topó de lleno con la marrón y como si se tratara de un imán atrayéndole se acercó de a poco a la joven judía que no se inmuto en el acto y solo deslizo su mano derecha por detrás del cuello de la rubia que cada segundo se encontraba más cerca.
Ding, dong el timbre llamando la atención para con la puerta del departamento, interrumpió esa atmosfera y cuando las chicas se dieron cuenta de la situación en la que estaban les fue inevitable sonrojarse. Entonces Quinn hizo uso de su condición atlética y se paró de un brinco del suelo, después tendió una mano a la morena y está también se puso de pie; pero entre una y otra cosa cuando estuvo de pie estuvo a punto de toparse de lleno contra el rostro de Quinn que solo la soltó y salió corriendo de la habitación para atender a la puerta.
¡ay complot de mujer y lo encubre tu piel eres criminal y delator a la vez tratamos de taparlo con un dedo!
-Lu… Lucy… vamos contesta el maldito teléfono- una judía iba y venía de un lado a otro en el departamento que habitaba en New York, tenía el teléfono en una mano y un par de tickets en la otra. Esta era la tercera o quizá la sexta… (La verdad ya había perdido la cuenta) que marcaba ese número sin respuesta alguna
-¿Diga?- la voz de un chico al otro lado de la línea tomo por sorpresa a la morena que enseguida colgó sin siquiera contestar al saludo. Se dejó caer sobre el sofá, miro a su alrededor y de nuevo ese sentimiento de vacío le hizo sentir incomoda. Llevaba dos meses sin Finn, quien la había cortado con la excusa de que ella necesitaba conocer más gente y que aprovechara mientras lo mandaban a una misión en Estocolmo.
Durante esos últimos meses, había pasado pegada a la rubia de ojos verdes que en algún momento de su vida había sido su archienemiga y ahora era su… ¿mejor amiga?... a veces dudaba acerca de cómo sentirse con respecto a la rubia y eso muchas veces la ponía de malas y pretendía armar una barrera en contra de Quinn Fabray pero la verdad era que le era imposible; ahora incluso se decían por sus segundos nombres y habían olvidado la mención de sus apellidos como despectivos amistosos… Ahora Quinn para ella era Lucy o Lu, así como ella para Quinn era Barbra, Barb, Barbie o a veces solo le decía por su antiguo apodo Sweetie. La verdad era que las cosas habían dado una vuelta de 360°, incluso Santana y Brittany las bromeaban con despectivos como “noviecitas” o Mises Faberry titereras. Y es que desde hacía mucho ya no era nada mas una relación amistosa era algo más íntimo… Nadie va por allí con su amiga y le escoge ropa interior ¿o sí?... Bueno como fuera ellas pasaban más tiempo pegadas que una pareja recién casada.
La mayoría de las llamadas que se marcaban en su recibo telefónico eran a New Haven ¿y quién más vivía allí sino Quinn?, su habitación la habían redecorado al menos unas cuatro veces en los últimos meses y siempre terminaban por colocar un gran tablón con un montón de fotografías que se tomaban cada que salían por allí… ya ni siquiera recordaba donde había dejado las fotografías de su Finchel, por no mencionar que tampoco recordaba donde había guardado la chaqueta de los Titans de Finn puesto ahora vestía con regularidad la chaqueta que hacia un tiempo le había quitado a Quinn y que pertenecía a cuando era capitana de las Cheerios en Mc Kinley.
-¿Halo?- contesto rápidamente la judía al oír su celular sonar
-¿Barbie?...- pregunta la voz dudosa de la rubia que se encuentra un tanto agitada al haber corrido escaleras arriba después de que Joe le dijera que Rachel le había marcado mientras ella había ido a la tienda
-¿Por qué no contestabas?- pregunto enfadada Rachel mientras echaba un vistazo a la ventana que poseía su departamento y le ofrecía una vista panorámica al Bryant Park
-Ehm… estaba un poquito ocupada….- contesto sin mucha importancia Quinn mientras veía a Joe entrar por la puerta y hacerle ademanes de que estaba loca por la forma en que se había comportado en cuanto había escuchado que Rachel le había marcado
-¿Con que ocupada?... Bueno te dejo con tus ocupaciones… luego cuando ya no tengas “ocupaciones” me hablas ¿no?- la morena colgó el teléfono con disgusto y se dejó caer en el sofá mientras miraba con el ceño fruncido una foto que reposaba en un buró de la sala. En esa imagen estaban ambas abrazadas… Quinn detrás de ella abrazándola por los hombros de manera que no había ni un poco de separación entre sus cuerpos, mientras tanto la judía posaba sus manos sobre los brazos protectores de la rubia y ambas mostraban grandes sonrisas.
-Creo que se cortó la llamada… ¿Para qué has hablado?- después de haber escuchado sonar su teléfono unas 25 insistentes veces Rachel había terminado por descolgar y contestarle a su rubia amiga
-Bueno… conseguí un par de boletos para la final de los Chicago Bulls contra los Lakers… sé cuánto has querido ver un partido en que estos equipos se enfrenten y le rogué a Mark porque me los vendiera… Pero me has dicho que estas ocupada así que supongo le diré me devuelva mi dinero- comento Rachel restándole importancia al asunto, aunque en lo interno por inexplicables razones se sintiera decepcionada
-¡Rachel Barbra Berry! ¿Qué demonios dices? Me he estado maldiciendo todo el fin de semana por no haber conseguido un par de pases para esa final ¿y tú me dices que piensas devolverlos?-
-Bueno es que dijiste estabas…-
-Ya se… ocupada… pero no para ti… Solo no estaba en el departamento fui a la tienda por comida para nuestro gato… Por cierto ¿cuándo piensas llevártelo? hace dos semanas empezó tu semestre de hacerte cargo de el-
Y sigue todo igual. Sigue lento sigue frío. Sigue sin parecer tener algo divino. Es un rompecabezas de miles de piezas que ya no quiero armar ya no pretendo armar, no.
-¡Arg! Esto es… ¡no debí de haber venido!- una rubia irrumpía en el baño de un salón de fiestas
-¿Qué pasa entre tú y Rachel?- pregunto una voz masculina detrás de ella, mientras esta se mojaba la cara
-¿Perdón?... Mira Finnestern… Creo que allá afuera decía “damas” si empiezas a dudar de tu sexualidad sería bueno fueras con un psicoanalista- comento Quinn mientras disimulaba su ida al baño con el haber ido a retocar su maquillaje
-¿Enserio piensas que no me he percatado de esas “confiancitas” sus miraditas y sus juegos de palabras?... ¿Qué pasa entre tú y Rachel?- volvió a preguntar el chico mientras recargaba su espalda a la puerta del lugar
-¿Sabes que a este baño vienen casi las 250 mujeres de esta fiesta? ¿Quieres que se nos arme una escena?- argumento Quinn buscando zafarse de aquel lio
-Contesta… me da igual que piensen Rachel está demasiado ocupada bailando con Jesse-
-Ah con que eso es…-
-Deja de hacerle rollo a la situación… Tú y Rachel tienen esta atmosfera que solo se perciben cuando hay juegos de manos entre dos chicas… Algo así como Brittany y Santana- corto Finn a la rubia quien solo se cruzó de brazos y le regalo una mirada de perplejidad como quien no entiende del todo. El castaño suspiro y dejo caer sus hombros –Odio tener que aceptar que yo tengo la culpa… Me dijiste que dudabas acerca de tu sexualidad… Y fui a encargarte el cuidado de mi novia… Pero hasta cierto punto no me importa mucho, porque si tuviera que compartirla con alguien te preferiría a ti que a cualquier otra persona…- la rubia lo miro con reproche –Mira no me tomes a mal esto… Solo que a veces pienso que Rachel en algún momento quedara sola… Y si a alguien le confiaría su cuidado seria a ti…-
Y cuando pude estar seguro de que sería yo ninguno volaste como arena con el viento. Trataste de taparlo con un dedo
-¡Ya! Berry… ¡deja eso por la paz! Te dije que creo que me he enamorado… Pero te he dicho que es un amor como platónico… quizá… en fin, confórmate con que te he dicho que estoy enamorada- se quejaba la rubia mientras Rachel le insistía una y otra vez que le dijera de una buena vez de quien era que se encontraba al parecer enamorada
-Vamos Lucy… No puedes solo decirme “creo que me he enamorado” sin siquiera decirme de quien-
-¡Ya te dije que no lograras nada!- contesto exasperada la rubia mientras se dejaba caer sobre un sofá de su departamento
-Vamos Lu… ¿soy tu mejor amiga o no?- insistió la judía mientras se sentaba en el mismo sofá que la rubia
-¡DE TI!- contesto enfadada Quinn pero al ver lo que acababa de decir soltó una risa nerviosa y miro a la morena que parecía en estado de shock –No me mires así Berry… que estaría loca si de verdad me enamorara de ti… Además ni siquiera me vienen las chicas-
¡ay complot de mujer y lo encubre tu piel eres criminal y delator a la vez tratamos de taparlo con un dedo!
-… Y entonces vino Mark y me pidió que saliera con el pero le dije de Finn… además prefiero salir contigo- susurraba al oído de Quinn, la joven judía
-Es que soy irresistible- contesto la rubia en una amplia sonrisa que dedicaba exclusivamente a Rachel que correspondió el gesto colocando su mano sobre una mejilla de la rubia
-Eres egocéntrica… que es algo muy distinto- comento Rachel mientras sonreía tímidamente
-¡Eh!... mira la egocéntrica hablando de egocentridad- las chicas se soltaron a reír en conjunto. Quinn abrazaba a la judía por los hombros mientras que Rachel pasaba sus brazos alrededor de la cintura de la rubia, estaban recargadas sobre el automóvil de la rubia y esperaban a que el resto de sus amigos de la secundaria salieran de una tienda de autoservicio a la que habían pasado por un par de refrescos para la fiesta de reunión que tendrían en casa de Santana.
-¡Eh! Par de dyke- dikis- les llamo Santana mientras salía de la tienda
-Ah como te gusta ver en otros tus propios gustitos ¿eh Santana?- comento Quinn al estar cerca de su amiga, mientras cogía por la mano a la judía y con la otra tomaba dos de las cinco bolsas con las que cargaba la latina
-Ya… vale par de lenchis- denchis… Paren con su enclosetamiento… Es hora de confesar que Finn les dejo tal marca traumática en sus vidas que decidieron hacerlo a un lado y probar los regalos femeninos una de la otra…- comento Santana mientras Brittany le miraba con aprehensión
-Mira si aquí alguien debe confesar que esta con alguien son tú y Brittany- se defendió Quinn mientras soltaba a Rachel y abría la cajuela de su automóvil para así subir las bolsas de las compras
El complot de tu piel y tu forma de ser cometen ese crimen que se llama mujer y siempre lo tapamos con un dedo.
-Lu… ¡el teléfono!- grito la judía a una rubia que se encontraba ocupada preparando palomitas de maíz para ver una película que habían rentado esa tarde durante sus compras para abastecer la despensa alimentaria de esa semana en que Rachel pasaría el tiempo en Washington con Quinn, quien se acababa de mudar desde New Heaven
-Contesta por mi sweetie- ordeno Quinn desde la cocina, la morena obedeció y tomo el teléfono
-¿Diga?-
-¿Rachel?- la voz de Shelby del otro lado parecía un tanto impresionada –Vaya que Lima y Pero te conocen… te llame a New York pero como no contestabas llame a Lima y allí tus padres me dijeron que seguramente estarías con tu amiga Quinn-
-Si bueno… es que he venido a pasar una semana con Quinn antes de que pongan en escena el musical en el que actuare-
-¿Y cómo es que no he recibido mis entradas?-
-Es que aún no las he enviado… Quinn se adueñó de las primeras que me dieron… Ira al menos unas doce veces con todos los pases que me ha quitado-
-Quinn sí que te aprecia… ¿Y cómo esta Finn?-
-En el campo de entrenamiento… creo… la verdad es que solo ha mandado unas cuatro postales desde hace un mes que fue la última vez que lo vi-
-Ya veo y pasas el tiempo con Quinn… ¿no te parece que pasas mucho tiempo con ella?-
-No para nada… Más bien creo que es muy poco… Bueno ¿Qué se te ofrecía Shelby?-
-Bueno… quería ver si Quinn podía hacerse cargo de Beth un par de días… es que necesito viajar a España y no puedo llevarla… son cuestiones de trabajo-
-Ya entiendo… Pero creo que es una buenísima idea… Tráela que Quinn y yo la cuidamos-
-¿Segura que no habrá problema? No quiero intervenir en su semana de ligue en el disco-
-¿Ligue en la disco? Vamos Shelby, solo vamos a la disco a bailar entre nosotras no a conocer gente… Es más cómodo sacar a pasear a la pequeña Beth al zoo o llevarla al acuario-
-Si no fuera porque sé que estas comprometida con Finn diría que tú y Quinn son más que amigas- el argumento de Shelby hizo estallar en carcajadas irónicas a la joven judía, que termino por llamar la atención de su amiga que ya salía de la cocina
-¿Qué pasa sweetie?- pregunto la rubia mientras dejaba el recipiente con palomitas sobre la mesa de centro de la sala
-Es Shelby… pregunta si podríamos cuidar de Beth un par de días-
-Dile que si… Así podríamos llevarla a escoger el papel tapiz que pondremos en su habitación- contesto animada Quinn mientras daba vuelta sobre sus pasos de regreso a la cocina
-Ya has escuchado… Déjala en nuestras manos eso será pan comido-
El día jueves había llegado, era el día en el que habían acordado con Shelby que les llevaría a Beth. El par de chicas fueron al aeropuerto de New York de donde saldría el vuelo de la madre de la judía, allí recogieron a la pequeña replica de Quinn y después de una larga lista de recomendaciones regresaron al estacionamiento del lugar.
-¿No tienes hambre sweetie?- pregunto Quinn mientras pasaban frente a una plaza comercial
-Si, además sería buena idea darle algo de comer a Beth…- contesto la morena desde el asiento trasero donde jugaba con su hermana
-Perfecto… pasemos por unas hamburguesas- contesto la rubia mientras tomaba un carril de baja velocidad y buscaba un restaurante donde parar. Después de un par de minutos la rubia se estaciono frente a un Mc Donald's y casi al tanto las tres chicas estaban dentro del establecimiento.
-Busca una mesa… Yo hago la orden…- dijo la rubia mientras soltaba de la mano a la judía y le entregaba a Beth en brazos
-Yo quiero…- comenzó a decir la judía pero fue callada por Quinn que poso su mano derecha en su mejilla y le sonrió de medio lado
-Ya se quieres una hamburguesa sencilla, papas medianas y un refresco de dieta- le interrumpió Quinn sonriéndole con autosuficiencia
-Bueno… no se te olvide pedir el juguete de niña para Beth- indico la judía mientras veía alejarse a la rubia para formarse en la fila de pedidos
-Que linda familia- comento una chica de lentes que se comenzaba a levantar de una mesa y le hizo un ademan a la judía de que se sentara allí
-¿Perdón?- cuestiono la chica un tanto perpleja
-Que hacen una linda familia… ¿es su hija?- volvió a preguntar la chica mientras miraba con dulzura a la pequeña Beth que jugaba con un osito de felpa
-No… somos amigas… Ella es hija de Quinn y mi hermanastra- contesto Rachel con una sonrisa nerviosa
-Vaya que pena… Harían una bonita pareja y una bonita familia… Bueno me voy- concluyo la chica mientras se alejaba dejando a una pensativa Rachel allí ensimismada mientras veía alejarse a la desconocida
Ay complot de tu piel y tu forma de ser cometen ese crimen que se llama mujer y siempre lo tapamos con un dedo.
Desde la muerte de Finn, Quinn no dejaba de darle vueltas a un asunto que siempre la hacía perder el sueño… ¿Qué habría querido decir Finn con su última carta?
En fin espero disfruten estos capítulos en los que me centro en las Faberry… Les quiero chicas, de nuevo y como siempre mil gracias por sus comentarios que muchas veces quisiera responder todos y cada uno… pero es que con el internet cortado y viniendo al café internet es un tanto complicado (para mi bolsillo)… Pero prometo que cuando vuelva mi internet, responderé algunos comentarios que me han gustado mucho y quisiera responder.
Este no es un capitulo formal… es más bien un songfic dentro del fanfic. Si les gusta quizá escriba un par más de capítulos en este formato… Como siempre esto es su espacio y yo me adapto sus gusto xD… Sin más, les aprecio y cuídense
Y todo lo que nunca fue, y lo que no dejamos ser… Tratamos de taparlo con un dedo
-¿Quinn te he dicho que eres la chica más hermosa que he visto en mi vida?-
-Lo has mencionado alguna vez… bueno aunque solo dijiste que lo era de la secundaria- contesto la rubia mientras resoplaba al cargar con el peso completo de la morena a cuestas por las escaleras de aquel edificio
-¿Enserio?...- Rachel comenzó a carcajearse ante la mirada extrañada de Quinn que maldecía en lo interno a Finn por hacerla pasar todas esas inconveniencias, que se había podido ahorrar si a aquella mole humana no se lo hubiera ocurrido cortar a Rachel por un simple capricho que le parecía de adolescente –Que estúpida ha sido Santana al escoger a Brittany teniéndote a ti tan cerca-
-Vale, comprendo el que pienses que soy hermosa… Pero ese comentario ha estado fuera de lugar… Santana y Brittany se aman, además yo ni siquiera juego en la acera de ninguna de las dos- la rubia se detuvo un par de minutos para recobrar el aliento… odiaba tener que vivir en aquel edificio donde el elevador se atoraba con tanta frecuencia como la que ella se quedaba dormida sobre sus libros de la Universidad
-Quinnie…- volvió a susurrar la judía con ese arrastre de palabras que denotaban su definitivo estado de ebriedad
-¿Qué pasa Rach?- pregunto la rubia un tanto cansada de esa situación pero intentando guardar toda la paciencia posible
-Eres la chica más inteligente, valiente y… hermosa que he conocido en toda mi vida…- la rubia no pudo evitar sonrojarse y sonreír de medio lado al escuchar a su amiga decirle tantos elogios
-Vale, ¿sabes qué? te cargare mejor sobre mi espalda- Quinn se detuvo en seco, bajo un escalón de donde Rachel actualmente estaba y la cogió por los brazos y piernas subiéndola a su espalda. Respiro con fuerza y mientras rezaba a todos los dioses existentes, subía las escaleras que la llevaban hasta el departamento en el que vivía en New Haven. Después de casi un cuarto de hora, tres paradas momentáneas, cuatro posibles caídas de Rachel y más de quince golpes recibidos por Quinn en los tobillos y pies; llegaron hasta el departamento con el número 109. La rubia bajo con delicadeza a la morena, de sobre su espalda recargándola en una pared mientras buscaba en su chaqueta las llaves para abrir la puerta del departamento.
-Vamos Rachel…- susurro la rubia mientras intentaba hacerla caminar pero al parecer la judía estaba más que indispuesta. Quinn puso los ojos en blanco, de verdad que ese no era su día, tomo a la morena como si se tratara de un bebe y cargo con ella hasta su habitación donde con delicadeza la recostó.
-¿Lucy?- susurro la judía justo antes de que esta saliera de la habitación
-¿Qué hay Berry?- pregunto la rubia ya un tanto enfadada de todo lo que estaba pasando
-¿Te acuestas conmigo?- pregunto la judía con un acento infantil mientras se hacía a un lado sobre el colchón dejando espacio disponible para la rubia que solo sonrió de medio lado y camino hasta donde su amiga se encontraba
-A veces eres muy exigente ¿eh Berry?- comento Quinn mientras se acomodaba sobre el colchón de su cama matrimonial
-Me siento sola… Es lo que siempre pasa…- argumento la judía mientras se acomodaba para poder ver de frente a su amiga
-Has bebido mucho hoy… Seguro tus niveles de alcohol están por los cielos… Estas peor que una botella de 40° de alcohol- dijo Quinn haciendo reír a la judía
-Gracias… Por todo… Por tu amistad… Por los consejos… Por aguantarme… Eres casi la única de las chicas del Club Glee con la que puedo sentirme segura y feliz- Rachel paso su mano sobre los hombros de la rubia, quien solo atino a depositar su mano sobre la cintura de su amiga
-¿Somos amigas no? Tú me ayudas con Beth cuando se trata de cuidarla… Me ayudas en las crisis emocionales cuando no paso algún examen… Has viajado más de seis veces en el año solo para venir a verme en las Cheerios de algún modo debo devolverte el favor ¿no?-
-Te quiero… Siempre serás mi persona…-
-¿Tú persona?-
-Si… mi persona especial… mi persona incondicional… mi persona amada… mi persona favorita…-
-Vale… vale… ya he captado la intención- interrumpió la rubia a la judía mientras depositaba su dedo sobre los labios de esta para hacerla callar –Es hora que la famosa Rachel duerma y sueñe con lo grandioso que será Broadway cuando la conozcan de verdad…-
-¿Sigues creyendo que seré famosa?-
-No solo lo creo… lo sé... estoy más que segura… No tardara mucho en que consigas tu primer protagónico-
-¿Vendrás a verme?-
-Por supuesto…-
-Te quiero Quinn-
-Y yo a ti…-
Y sin embargo vuelvo a empezar. No tiene caso esperar. Nunca pensé en consecuencias. Ya no vuelve a pasar, ya no soporto los domingos son lo mismo son lo mismo, es una telenovela que no quiero mirar.
-¡Para Fabray!... ¡Ya para con las cosquillas!- suplicaba una morena debajo del cuerpo atlético de una rubia que mantenía sus manos sobre las costillas de la judía que se retorcía de risa sobre el colchón
-No parare… ¡Hasta que digas que lamentas haber dicho que la capitana del equipo de basquetbol incluso está más bonita que yo!- contesto la rubia con un deje de despecho mientras seguía con las cosquillas
-¡Tú me provocaste!... dijiste que Brandon estaba demasiado guapo para compartir su protagónico conmigo- se defendió Rachel mientras Quinn la soltaba y se dejaba caer hacia atrás sobre la cama
-Pero si yo no he dicho eso… He dicho que tu estas demasiado guapa para el…- se explicó Quinn mientras Rachel se acomodaba a su lado
-Eres una tonta… creí que te referías a mi…-comento la judía mientras se acomodaba sobre el pecho y abdomen de su amiga, abrazándola por la cintura
-Tú eres la tonta… No sabes escuchar- argumento la rubia mientras ponía su brazo izquierdo sobre la espalda de su amiga y su mano derecha la removía sobre su sedoso y largo cabello negro
-Rachel-
-¿Si?-
-Me estas impidiendo respirar bien- contesto la rubia ganándose un almohadazo de su amiga que parecía un tanto emocionada ante lo que iba a decir la rubia
-¿Y ahora que hice?-
-Creí que dirías algo importante-
-Eso era importante… Si dejo de respirar me muero-
-Pues si lo hicieras no perderíamos demasiado- la rubia recibió aquella declaración con una sonrisa maliciosa y no tardó mucho en sentarse al lado de la morena que de nuevo se había tirado sobre la cama y tenía los ojos cerrados. Quinn coló sus manos entre la blusa que cubría el torso de Rachel, sus dedos se deslizaron por la piel de su amiga provocando que las terminaciones nerviosas de aquel musculo se activaran en un pulso eléctrico que lleno de calor todo el cuerpo de la morena; los dedos largos y blancos de la rubia se movían con agilidad sobre la piel de la judía quería a carcajadas ante lo que Quinn le hacía.
-¡Ya! ¡Anda Fabray!... Deja eso por la paz…- suplicaba Rachel entre jadeos, mientras se revolcaba en la cama y a medida que esto pasaba su cuerpo se deslizaba más hacia la orilla. Cuando el espacio disponible en el colchón se había agotado, la judía cayó llevándose consigo a la rubia que cayó sentada sobre su abdomen y con el rostro pegado a su cuello mientras que sus manos sostenían con fuerza la espalda y cintura de la morena.
-¡Auch!- se quejó Rachel al sentir los primeros rezagos de la caída
-Lo siento…- susurro Quinn provocando que su aliento golpeara contra el cuello de la morena, quien solo atino a comenzar a reír con ganas contagiando de su risa a la rubia que al principio parecía demasiado preocupada. Las carcajadas comenzaron a desaparecer y entonces la rubia se dispuso a deshacerse de aquel incomodo agarre en el que aún estaban ocupadas.
Soltó la cintura de su amiga y deposito su palma en el piso justo al lado del oído de la judía, entonces aplico fuerza en esa mano y dispuso a levantar su cuerpo despegándolo del de su amiga; entonces su mirada verde se topó de lleno con la marrón y como si se tratara de un imán atrayéndole se acercó de a poco a la joven judía que no se inmuto en el acto y solo deslizo su mano derecha por detrás del cuello de la rubia que cada segundo se encontraba más cerca.
Ding, dong el timbre llamando la atención para con la puerta del departamento, interrumpió esa atmosfera y cuando las chicas se dieron cuenta de la situación en la que estaban les fue inevitable sonrojarse. Entonces Quinn hizo uso de su condición atlética y se paró de un brinco del suelo, después tendió una mano a la morena y está también se puso de pie; pero entre una y otra cosa cuando estuvo de pie estuvo a punto de toparse de lleno contra el rostro de Quinn que solo la soltó y salió corriendo de la habitación para atender a la puerta.
¡ay complot de mujer y lo encubre tu piel eres criminal y delator a la vez tratamos de taparlo con un dedo!
-Lu… Lucy… vamos contesta el maldito teléfono- una judía iba y venía de un lado a otro en el departamento que habitaba en New York, tenía el teléfono en una mano y un par de tickets en la otra. Esta era la tercera o quizá la sexta… (La verdad ya había perdido la cuenta) que marcaba ese número sin respuesta alguna
-¿Diga?- la voz de un chico al otro lado de la línea tomo por sorpresa a la morena que enseguida colgó sin siquiera contestar al saludo. Se dejó caer sobre el sofá, miro a su alrededor y de nuevo ese sentimiento de vacío le hizo sentir incomoda. Llevaba dos meses sin Finn, quien la había cortado con la excusa de que ella necesitaba conocer más gente y que aprovechara mientras lo mandaban a una misión en Estocolmo.
Durante esos últimos meses, había pasado pegada a la rubia de ojos verdes que en algún momento de su vida había sido su archienemiga y ahora era su… ¿mejor amiga?... a veces dudaba acerca de cómo sentirse con respecto a la rubia y eso muchas veces la ponía de malas y pretendía armar una barrera en contra de Quinn Fabray pero la verdad era que le era imposible; ahora incluso se decían por sus segundos nombres y habían olvidado la mención de sus apellidos como despectivos amistosos… Ahora Quinn para ella era Lucy o Lu, así como ella para Quinn era Barbra, Barb, Barbie o a veces solo le decía por su antiguo apodo Sweetie. La verdad era que las cosas habían dado una vuelta de 360°, incluso Santana y Brittany las bromeaban con despectivos como “noviecitas” o Mises Faberry titereras. Y es que desde hacía mucho ya no era nada mas una relación amistosa era algo más íntimo… Nadie va por allí con su amiga y le escoge ropa interior ¿o sí?... Bueno como fuera ellas pasaban más tiempo pegadas que una pareja recién casada.
La mayoría de las llamadas que se marcaban en su recibo telefónico eran a New Haven ¿y quién más vivía allí sino Quinn?, su habitación la habían redecorado al menos unas cuatro veces en los últimos meses y siempre terminaban por colocar un gran tablón con un montón de fotografías que se tomaban cada que salían por allí… ya ni siquiera recordaba donde había dejado las fotografías de su Finchel, por no mencionar que tampoco recordaba donde había guardado la chaqueta de los Titans de Finn puesto ahora vestía con regularidad la chaqueta que hacia un tiempo le había quitado a Quinn y que pertenecía a cuando era capitana de las Cheerios en Mc Kinley.
-¿Halo?- contesto rápidamente la judía al oír su celular sonar
-¿Barbie?...- pregunta la voz dudosa de la rubia que se encuentra un tanto agitada al haber corrido escaleras arriba después de que Joe le dijera que Rachel le había marcado mientras ella había ido a la tienda
-¿Por qué no contestabas?- pregunto enfadada Rachel mientras echaba un vistazo a la ventana que poseía su departamento y le ofrecía una vista panorámica al Bryant Park
-Ehm… estaba un poquito ocupada….- contesto sin mucha importancia Quinn mientras veía a Joe entrar por la puerta y hacerle ademanes de que estaba loca por la forma en que se había comportado en cuanto había escuchado que Rachel le había marcado
-¿Con que ocupada?... Bueno te dejo con tus ocupaciones… luego cuando ya no tengas “ocupaciones” me hablas ¿no?- la morena colgó el teléfono con disgusto y se dejó caer en el sofá mientras miraba con el ceño fruncido una foto que reposaba en un buró de la sala. En esa imagen estaban ambas abrazadas… Quinn detrás de ella abrazándola por los hombros de manera que no había ni un poco de separación entre sus cuerpos, mientras tanto la judía posaba sus manos sobre los brazos protectores de la rubia y ambas mostraban grandes sonrisas.
-Oficialmente es 1 de Agosto…- comento Kurt mientras miraba su reloj digital
-¡Y GRACIAS A TI PORCELANA SEGUIMOS METIDOS AQUÍ!- reclamo Santana mientras abrazaba a Brittany y dejaba caer su cabeza en el hombro de su amiga
-Hey todos tranquilicemos nuestros nervios… Ya encontraremos como irnos- comento Blaine a manera de defensa a favor de su novio
- Si… sobre todo porque estamos a solo 44 km de una ciudad donde podamos encontrar un mecánico… ¡Y todo porque no me dejaste revisar el automóvil!- respondió la latina al borde de la pérdida del control emocional
-¡Ven Santy!- ordeno Brittany tomando por uno de los brazos a la latina mientras la alejaba del resto de los chicos
-Odio admitirlo pero Satanás tiene la razón…- comento Quinn mientras se sentaba en una piedra que sobresalía de la tierra
-Yo creí que estaba a la perfección… No tenía ni dos meses de haberlo llevado al mecánico- se excusó Kurt mientras Blaine le masajeaba los hombros
-Hoy es el cumpleaños de Finn y si no salimos de aquí a tiempo llegare tarde para la comida que le han organizado tus padres Kurt- comento Rachel mientras miraba un tanto exasperada a su mejor amigo
-¡Si échenle la culpa de todo al gay!- reclamo Kurt mientras alzaba los brazos –Yo solo los traje porque creí sería un bonito detalle de su parte el ver a Mercedes en su primer concierto- se excusó el chico con un tanto de decepción
-Ven aquí…- susurro la rubia mientras tomaba una de las manos de la judía y la atraía hacia donde ella estaba sentada, cuando estuvo cerca de ella la cogió por la cintura y la coloco en medio de sus piernas –Te prometo que saldremos de aquí tan pronto como podamos si eso es lo que quieres…- argumento Quinn viendo a su amiga directamente a los ojos
-Podría aguantar un par de horas más…- respondió Rachel mientras se encogía de hombros y se aferraba en un abrazo a su rubia amiga
-¡Eh chicas! ¿Qué tal una foto?- pregunto animado Blaine mientras sacaba su cámara digital. Entonces Quinn dio vuelta al cuerpo de la judía, apoyando la espalda de Rachel sobre su pecho y la abrazaba por los hombros con fuerza como si en eso se le fuera la vida; tampoco les fue inevitable soltar un par de grandes sonrisas… el flash ilumino la escena y el momento quedo inmortal en aquella imagen que Blaine definió como “tierna y amorosa”.
-Creo que se cortó la llamada… ¿Para qué has hablado?- después de haber escuchado sonar su teléfono unas 25 insistentes veces Rachel había terminado por descolgar y contestarle a su rubia amiga
-Bueno… conseguí un par de boletos para la final de los Chicago Bulls contra los Lakers… sé cuánto has querido ver un partido en que estos equipos se enfrenten y le rogué a Mark porque me los vendiera… Pero me has dicho que estas ocupada así que supongo le diré me devuelva mi dinero- comento Rachel restándole importancia al asunto, aunque en lo interno por inexplicables razones se sintiera decepcionada
-¡Rachel Barbra Berry! ¿Qué demonios dices? Me he estado maldiciendo todo el fin de semana por no haber conseguido un par de pases para esa final ¿y tú me dices que piensas devolverlos?-
-Bueno es que dijiste estabas…-
-Ya se… ocupada… pero no para ti… Solo no estaba en el departamento fui a la tienda por comida para nuestro gato… Por cierto ¿cuándo piensas llevártelo? hace dos semanas empezó tu semestre de hacerte cargo de el-
Y sigue todo igual. Sigue lento sigue frío. Sigue sin parecer tener algo divino. Es un rompecabezas de miles de piezas que ya no quiero armar ya no pretendo armar, no.
-¡Arg! Esto es… ¡no debí de haber venido!- una rubia irrumpía en el baño de un salón de fiestas
-¿Qué pasa entre tú y Rachel?- pregunto una voz masculina detrás de ella, mientras esta se mojaba la cara
-¿Perdón?... Mira Finnestern… Creo que allá afuera decía “damas” si empiezas a dudar de tu sexualidad sería bueno fueras con un psicoanalista- comento Quinn mientras disimulaba su ida al baño con el haber ido a retocar su maquillaje
-¿Enserio piensas que no me he percatado de esas “confiancitas” sus miraditas y sus juegos de palabras?... ¿Qué pasa entre tú y Rachel?- volvió a preguntar el chico mientras recargaba su espalda a la puerta del lugar
-¿Sabes que a este baño vienen casi las 250 mujeres de esta fiesta? ¿Quieres que se nos arme una escena?- argumento Quinn buscando zafarse de aquel lio
-Contesta… me da igual que piensen Rachel está demasiado ocupada bailando con Jesse-
-Ah con que eso es…-
-Deja de hacerle rollo a la situación… Tú y Rachel tienen esta atmosfera que solo se perciben cuando hay juegos de manos entre dos chicas… Algo así como Brittany y Santana- corto Finn a la rubia quien solo se cruzó de brazos y le regalo una mirada de perplejidad como quien no entiende del todo. El castaño suspiro y dejo caer sus hombros –Odio tener que aceptar que yo tengo la culpa… Me dijiste que dudabas acerca de tu sexualidad… Y fui a encargarte el cuidado de mi novia… Pero hasta cierto punto no me importa mucho, porque si tuviera que compartirla con alguien te preferiría a ti que a cualquier otra persona…- la rubia lo miro con reproche –Mira no me tomes a mal esto… Solo que a veces pienso que Rachel en algún momento quedara sola… Y si a alguien le confiaría su cuidado seria a ti…-
Y cuando pude estar seguro de que sería yo ninguno volaste como arena con el viento. Trataste de taparlo con un dedo
-¡Ya! Berry… ¡deja eso por la paz! Te dije que creo que me he enamorado… Pero te he dicho que es un amor como platónico… quizá… en fin, confórmate con que te he dicho que estoy enamorada- se quejaba la rubia mientras Rachel le insistía una y otra vez que le dijera de una buena vez de quien era que se encontraba al parecer enamorada
-Vamos Lucy… No puedes solo decirme “creo que me he enamorado” sin siquiera decirme de quien-
-¡Ya te dije que no lograras nada!- contesto exasperada la rubia mientras se dejaba caer sobre un sofá de su departamento
-Vamos Lu… ¿soy tu mejor amiga o no?- insistió la judía mientras se sentaba en el mismo sofá que la rubia
-¡DE TI!- contesto enfadada Quinn pero al ver lo que acababa de decir soltó una risa nerviosa y miro a la morena que parecía en estado de shock –No me mires así Berry… que estaría loca si de verdad me enamorara de ti… Además ni siquiera me vienen las chicas-
¡ay complot de mujer y lo encubre tu piel eres criminal y delator a la vez tratamos de taparlo con un dedo!
-… Y entonces vino Mark y me pidió que saliera con el pero le dije de Finn… además prefiero salir contigo- susurraba al oído de Quinn, la joven judía
-Es que soy irresistible- contesto la rubia en una amplia sonrisa que dedicaba exclusivamente a Rachel que correspondió el gesto colocando su mano sobre una mejilla de la rubia
-Eres egocéntrica… que es algo muy distinto- comento Rachel mientras sonreía tímidamente
-¡Eh!... mira la egocéntrica hablando de egocentridad- las chicas se soltaron a reír en conjunto. Quinn abrazaba a la judía por los hombros mientras que Rachel pasaba sus brazos alrededor de la cintura de la rubia, estaban recargadas sobre el automóvil de la rubia y esperaban a que el resto de sus amigos de la secundaria salieran de una tienda de autoservicio a la que habían pasado por un par de refrescos para la fiesta de reunión que tendrían en casa de Santana.
-¡Eh! Par de dyke- dikis- les llamo Santana mientras salía de la tienda
-Ah como te gusta ver en otros tus propios gustitos ¿eh Santana?- comento Quinn al estar cerca de su amiga, mientras cogía por la mano a la judía y con la otra tomaba dos de las cinco bolsas con las que cargaba la latina
-Ya… vale par de lenchis- denchis… Paren con su enclosetamiento… Es hora de confesar que Finn les dejo tal marca traumática en sus vidas que decidieron hacerlo a un lado y probar los regalos femeninos una de la otra…- comento Santana mientras Brittany le miraba con aprehensión
-Mira si aquí alguien debe confesar que esta con alguien son tú y Brittany- se defendió Quinn mientras soltaba a Rachel y abría la cajuela de su automóvil para así subir las bolsas de las compras
El complot de tu piel y tu forma de ser cometen ese crimen que se llama mujer y siempre lo tapamos con un dedo.
-Lu… ¡el teléfono!- grito la judía a una rubia que se encontraba ocupada preparando palomitas de maíz para ver una película que habían rentado esa tarde durante sus compras para abastecer la despensa alimentaria de esa semana en que Rachel pasaría el tiempo en Washington con Quinn, quien se acababa de mudar desde New Heaven
-Contesta por mi sweetie- ordeno Quinn desde la cocina, la morena obedeció y tomo el teléfono
-¿Diga?-
-¿Rachel?- la voz de Shelby del otro lado parecía un tanto impresionada –Vaya que Lima y Pero te conocen… te llame a New York pero como no contestabas llame a Lima y allí tus padres me dijeron que seguramente estarías con tu amiga Quinn-
-Si bueno… es que he venido a pasar una semana con Quinn antes de que pongan en escena el musical en el que actuare-
-¿Y cómo es que no he recibido mis entradas?-
-Es que aún no las he enviado… Quinn se adueñó de las primeras que me dieron… Ira al menos unas doce veces con todos los pases que me ha quitado-
-Quinn sí que te aprecia… ¿Y cómo esta Finn?-
-En el campo de entrenamiento… creo… la verdad es que solo ha mandado unas cuatro postales desde hace un mes que fue la última vez que lo vi-
-Ya veo y pasas el tiempo con Quinn… ¿no te parece que pasas mucho tiempo con ella?-
-No para nada… Más bien creo que es muy poco… Bueno ¿Qué se te ofrecía Shelby?-
-Bueno… quería ver si Quinn podía hacerse cargo de Beth un par de días… es que necesito viajar a España y no puedo llevarla… son cuestiones de trabajo-
-Ya entiendo… Pero creo que es una buenísima idea… Tráela que Quinn y yo la cuidamos-
-¿Segura que no habrá problema? No quiero intervenir en su semana de ligue en el disco-
-¿Ligue en la disco? Vamos Shelby, solo vamos a la disco a bailar entre nosotras no a conocer gente… Es más cómodo sacar a pasear a la pequeña Beth al zoo o llevarla al acuario-
-Si no fuera porque sé que estas comprometida con Finn diría que tú y Quinn son más que amigas- el argumento de Shelby hizo estallar en carcajadas irónicas a la joven judía, que termino por llamar la atención de su amiga que ya salía de la cocina
-¿Qué pasa sweetie?- pregunto la rubia mientras dejaba el recipiente con palomitas sobre la mesa de centro de la sala
-Es Shelby… pregunta si podríamos cuidar de Beth un par de días-
-Dile que si… Así podríamos llevarla a escoger el papel tapiz que pondremos en su habitación- contesto animada Quinn mientras daba vuelta sobre sus pasos de regreso a la cocina
-Ya has escuchado… Déjala en nuestras manos eso será pan comido-
El día jueves había llegado, era el día en el que habían acordado con Shelby que les llevaría a Beth. El par de chicas fueron al aeropuerto de New York de donde saldría el vuelo de la madre de la judía, allí recogieron a la pequeña replica de Quinn y después de una larga lista de recomendaciones regresaron al estacionamiento del lugar.
-¿No tienes hambre sweetie?- pregunto Quinn mientras pasaban frente a una plaza comercial
-Si, además sería buena idea darle algo de comer a Beth…- contesto la morena desde el asiento trasero donde jugaba con su hermana
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-Yo quiero…- comenzó a decir la judía pero fue callada por Quinn que poso su mano derecha en su mejilla y le sonrió de medio lado
-Ya se quieres una hamburguesa sencilla, papas medianas y un refresco de dieta- le interrumpió Quinn sonriéndole con autosuficiencia
-Bueno… no se te olvide pedir el juguete de niña para Beth- indico la judía mientras veía alejarse a la rubia para formarse en la fila de pedidos
-Que linda familia- comento una chica de lentes que se comenzaba a levantar de una mesa y le hizo un ademan a la judía de que se sentara allí
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-Que hacen una linda familia… ¿es su hija?- volvió a preguntar la chica mientras miraba con dulzura a la pequeña Beth que jugaba con un osito de felpa
-No… somos amigas… Ella es hija de Quinn y mi hermanastra- contesto Rachel con una sonrisa nerviosa
-Vaya que pena… Harían una bonita pareja y una bonita familia… Bueno me voy- concluyo la chica mientras se alejaba dejando a una pensativa Rachel allí ensimismada mientras veía alejarse a la desconocida
Ay complot de tu piel y tu forma de ser cometen ese crimen que se llama mujer y siempre lo tapamos con un dedo.
Desde la muerte de Finn, Quinn no dejaba de darle vueltas a un asunto que siempre la hacía perder el sueño… ¿Qué habría querido decir Finn con su última carta?
Querida Quinn:
Alemania es precioso, llevamos casi cuatro semanas aquí… La verdad es que solo hemos venido a un entrenamiento de rutina para conocer el nuevo prototipo de avión militar al que nos enfrentaremos, si paso esta prueba podre ascender a teniente y entonces me esforzare por que la boda se lleve a cabo.
Debo confesar que llevo días pensando en el día en que me toque rendir cuentas… Si eso sucediera pronto, dejaría a una muy devastada Rachel que no sabría cómo orientarse después de casi 8 años teniéndome como su timón de navegación. Me tranquiliza el que ahora seas tan indispensable para ella y que la aprecies tanto como lo hago yo… De la misma forma en que lo hago yo.
¿Recuerdas que me prometiste cuidar de ella siempre que no estuviera con ella? Bueno, espero que tu promesa siempre siga en pie y que si se presentara la ocasión fueses tu quien llenara mi vacío en la vida de nuestra Rachel. No tengo mucho tiempo para escribir, he aprovechado que uno de mis compañeros regresa a casa para enviarte esta nota… Cuídate y cuida de Rachel. Con cariño, Finnestern.
Invitado- Invitado
Re: Un entierro y mil secretos
Owwwwww :') pero que lindooooooooooo me encantó la relacion Faberry en tu fic.... y Finn enla ultima carta que dulce aunq me cae mal pero en tu fic es diferente :) y bueno pues nada espero que nuestras Brittana pronto esten juntas
mel_kung**** - Mensajes : 181
Fecha de inscripción : 24/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
cada día me gusta mas la relación faberry! que bueno que pongas como se fue dando todo!! :D... nos vemos en la próxima!! bye
heathermylove********- - Mensajes : 677
Fecha de inscripción : 22/07/2012
Re: Un entierro y mil secretos
Lo sabia, sabia que Finn estaría de acuerdo primero que nada porque si tienes una amiga que duda de su sexualidad no vas a irte por meses, y dejarle a tu novia en bandeja de plata con una estrecha amistad o al menos yo no lo haría si de verdad la amara y fuera a compartir el tiempo necesario con ella, fue muy lindo de parte de Finn eso de escribirle la carta, y cuando se encontraron en el baño decirle 'Pero hasta cierto punto no me importa mucho, porque si tuviera que compartirla con alguien te preferiría a ti que a cualquier otra persona…' De verdad creo que es muy sensato al decirlo y pensarlo, mas allá no creo que sea una razón superficial la Finn al decidir que Rach conozca a alguien mas porque demostraba que quería que ella fuera feliz, quizás hasta quería que encontrara esa felicidad en Quinn porque hay que admitir que esa relación Faberry si que es hermosa totalmente incondicional y tierna *O*
Me encanta esta pausa que te has decidido dar por estas chicas normalmente exigiría Brittana, pero es que todo el capitulo fue hermoso tantos recuerdos juntos :3 Espero puedas actualizar pronto, jajaja y no cierren el cybercafe :D No te preocupes lo entiendo totalmente, cuídate.
Me encanta esta pausa que te has decidido dar por estas chicas normalmente exigiría Brittana, pero es que todo el capitulo fue hermoso tantos recuerdos juntos :3 Espero puedas actualizar pronto, jajaja y no cierren el cybercafe :D No te preocupes lo entiendo totalmente, cuídate.
Invitado- Invitado
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