Fic: Brittana&Faberry: "Amor en la Pasarela" Capítulo 6: Dobles Intenciones

 Brittany y Quinn, dos hermanas que en compañía de su prima  Kitty, deciden viajar hasta otro continente buscado huir de su pasado el cual está lleno de dolorosos recuerdos, los cuales reviven día a día en su país natal. Quinn, gana una beca para estudiar fotografía en una academia en Londres mientras su hermana, buscando seguir sus pasos y no separarse de la persona con la que comparte mucho más que el mismo tipo de sangre y el mismo apellido, es admitida en una universidad la cual posee un excelente programa de teatro. Por otra parte, Kitty: la rubia menor, sabiendo que las dos únicas personas que la entendían y que pasaban sus días más dolorosos con ella estaban a punto de iniciar una nueva e interesante vida en el extranjero, decide probar suerte y realiza un pequeño casting online para una pequeña casa de moda que va en ascenso, cuya sede está en el mismísimo Londres, y movidas del destino, o quizás por suerte aplica para ser una de las modelos de la misma.

“Casa Hummel” Una empresa de moda en ascenso la cual fue fundada y dirigida por una exitosa mujer llamada Sofía Hummel, la cual murió de una penosa enfermedad en la hermosa ciudad de Francia, dejando que el peso de su pequeña empresa de la moda, cayera en los hombros de su hijo: Kurt Hummel. Siendo solo un chico orgullosamente gay que ha sabido sobrellevar su homosexualidad con orgullo y madurez, decide tomar las riendas de la empresa de su madre, y conservando el mismo nombre, reúne suficiente personal y con un esfuerzo que se podría calificar como sobrehumano, logra organizar un desfile de moda para así atraer inversionistas.

Entre el personal de la casa de moda, se encuentran tres chicas que se conocen muy bien y han tenido la fortuna de estar juntas a lo largo de todas las etapas de su vida. Santana López, por ser de la entera confianza de su jefe y amigo Kurt, se encarga de codirigir las cosas en su empresa. Rachel, amiga de los dos anteriores es una de las maquillistas de la casa de moda, pero de vez en cuando hace su debut como modelo debido a que es una joven bastante agraciada y que consigue siempre llamar la atención de los medios de comunicación locales. Por otro lado, Marley, una tímida castaña de descendencia francesa, debuta en la empresa como la única fotógrafa gracias a la oportunidad que le brindaron sus esfuerzos, y por supuesto la mano amiga y al mismo tiempo la necesidad de Kurt por una chica detrás del lente.


¿Qué pasa cuando el destino decide mover sus hilos y cruzar vidas? ¿Hay oportunidad para el amor entre maquillaje, cámaras y desfiles? Seis chicas que desarrollan una fuerte atracción entre ellas serán las protagonistas de una historia que narra como el amor puede nacer en cualquier lado, incluso en la pasarela.

"un espejo de cristal y mirateeeeee sombra aqui sombra aya makillate makillate" okey estoy delirandoa full jejeje

esta muy pero muy interesante esta historia ya k lleva mis tres parejas favoritas espero k londres sea chikitooo pra k se topen rapido mis chicas y surga el amorrr jejeje


letritas azules cn talento grlloriosooo espero cn ansias el cap onee d esta historia

T.T triste k se acabe BN pro bnoo nos dejas a tu segundo bb jejeje


yo k lo leo tu lo publikas bn ekipo no? Jeje

saludos :)

ASDFGHJKL Nueva historia porque "Buenos Negocios" se acaba ;cc'
Santana va a ser creída me la imagine así y me gusto LOL ¿y cuándo el primer capítulo? Quiero saber más del Fic ;)

siiii, mi escritora de letras azules volverá, ya me gusta esta historia, se ve muy buena y si la escribes tu seguro lo es,aqui me vas a tener comentando, amenzandote con gelatina cuando me hagas enojar , y diciendote cuanto te quiero cuando me regales capoitulos de amor...

nos leemos pronto, besos, tq..

Hola, sí? Acá habla la desaparecida que apareció pero volvió a desaparecer y reapareció a comentarte el nuevo fic.
ah, te maté con ese apodo!
Tanto tiempo heyyyy! Debería pasarme comentarte el otro fic, la ultima vez dije algo así como "Te comento cada tres capis" y jamás volvi xD Jajajaja 
Desaparecimientos ModeON.
Igual, te leo, aunque no te comente te leo :)

Prometo que para este nuevo fic comento más seguido :P 
Che, me gusta como empezó este.. Quiero saber como es que sigue y como se encuentran!
Me quedé super intrigada de que es ese pasado tan doloroso y oscuro que tienen! 
Che, nos leemos pronto :) Espero el primer capi!

extraordinariamente prometedor!!!!!!!!

Mar cuando me ponía al corriente vi el prólogo de tu nuevo bebe... debo decir que me gusta la temática vamos es un mundo frívolo allá adentro difícilmente hay relaciones serias así es que creo que será interesante ver como harán para salir de los estereotipos o si se quedarán atrapadas en ellos.

te mando saludos mar nos estamos leyendo!

La trama se excelenete!!

Saludos

Arriba quise poner se ve excelente error de dedo jejeje

se be muy bueno . ya quiero leer le primer capitulo , me encantan las parejas que hay.
saludosss :D.

Hey hey!!! Y tu que creiste... que ya te ibas a librar de mi?? jaja pues noooo, buenoo aun no me creo que ya se acabe buenos negocios snif snif aun no he leido el final pero ya lo hare. Y buenoo de esta nueva historia se ve interesante me encanta que Britt y Quinn sean hermanas perooooo buenooo tengo que decir algoo... ya sabes... digo.... tampoco es ningun secreto.... habra karley? o como se llaman? jajaja bueno igual no termina de converme esa pareja perooo aqui estaremos pendientes del primer cap. Saludos!!!

Hooolllaaa de Bueno Negocios pasamos a Amor en la Pasarela!!
Me gusta esta historia y como prometiste Buenos negocios se termino por lo tanto aqui estoy esperando por el primer capitulo de esta historia!!!
Saludos
PD: Si creiste que te librabas de esta lectora pues te equivocaste jajaja!!!

L. Quinn Fabray, siendo la mayor de las tres rubias, a sus 22 años de edad era una chica bastante inteligente y tranquila, gozaba de una naturalidad exquisita y a pesar de que odiaba que las cosas se le salieran de control, la mayoría del tiempo solía ser callada. Esta rubia de ojos verdes había aprendido mucho de la vida. Amaba la fotografía, y había llegado a Londres después de buscar por su cuenta un escape con el fin de ejercerla como su profesión de pila.

Brittany S. Pierce, una chica rubia de ojos azules y de tez blanca que irradiaba inocencia; inocencia que se vio opacada en una entera y dura etapa de su vida, Brittany había puesto los pies en la tierra y había empezado a vivir ‘en la tierra y no en las nubes’ como declaraba ella misma con una sonrisa. Siendo una chica que sabe lo que es sufrir, aprendió a disfrutar de la vida, a no reprimirse y a siempre dedicarse a lo que quería. La propuesta de irse a Londres se presenta y el resto es historia.

Kitty Wilde, la tercera y menor rubia de ojos verdes. Esta chica se desempeñaba en el mundo del modelaje desde muy temprana edad, lo cual a pesar de que le otorgó muchas consecuencias y daño al tomar un rumbo equivocado, era lo que le gustaba hacer y en lo que lograba destacar; así que después de que se enteró de que su prima Quinn viajaría a Londres con el fin de alejarse de todo, ella decidió seguirla puesto a que también tenía de que alejarse, consiguiendo para ella una muy buena oportunidad de trabajo en una agencia de modelaje llamada ‘Casa Hummel’.

Brittany y Quinn, dos pequeñas criadas por un matrimonio económica y sentimentalmente estable, eran la familia perfecta tanto en el interior como en el exterior, un cuarteto de rubios sonrientes que se dedicaban mucho tiempo, como toda una familia. Siendo Quinn la hija mayor del matrimonio Pierce-Fabray, Judy Fabray insistió en que su primera niña llevara su apellido de soltera. Un año después, Judy nuevamente entra en período de gestación del cual la pequeña familia esperaba como resultado a un pequeño varón pero en su lugar, recibieron a una preciosa rubia de ojos azules la cual fue recibida con el mismo o quizás con mayor gusto la cual si portó el apellido de su padre en primer lugar.

Lamentablemente, no todo fue un lecho de rosas para la familia Pierce-Fabray, puesto a que cuando las pequeñas rubias estaban en el florecimiento de su adolescencia, se enferma su madre con una terrible enfermedad de la cual creyeron que se iba a salvar; los diagnósticos de los médicos señalaron un 80% de posibilidad de que se sanara, pero desdichadamente, la señora Judy entró en el pequeño y desafortunado 20% que no, y después de un año luchando, falleció.

Su padre a pesar de que sufrió con la perdida de la mujer a la que amaba, no podía abandonar a sus dos chicas que quedaron más que destrozadas con aquella trágica pérdida, pero sus esfuerzos no sirvieron de mucho ya que con el paso del tiempo, hubieron cosas que se salieron de sus manos. Ryan Pierce recibió el apoyo de sus familiares; Al igual que Brittany y Quinn, pero la tabla salvavidas de la que ellas intentaron guindarse no era del todo fiable y terminaron hundidas las tres. Kitty, una de sus primas y amiga intima, también se encontraba en los años de su adolescencia cuando su tía murió, obviamente no le afectó tanto como a las dos hermanas, por supuesto que no, Kitty tenía sus propios problemas, problemas iguales o peores que los de sus primas.
 


Londres, Inglaterra.

En un lindo vecindario suburbano, no muy lejano al centro de la ciudad, se encontraban tres chicas rubias reunidas en la sala de su nueva casa, no había sido fácil conseguir una casa amoblada cerca del centro en una urbanización tranquila y segura, pero después de todo lo habían logrado. No tenían más de una semana de haber llegado al país, pero Quinn, Brittany y Kitty estaban reunidas en la sala de su nueva casa la cual contaba con un modesto espacio. Aún muchas paredes estaban vacías debido a que su compra no cubría los gastos por decoración, pero de eso se encargarían ellas después. Sentadas en el piso, las chicas estaban rodeadas por cajas y más cajas rotuladas con marcadores de colores, desempacando fotos, adornos y cuadros dispuestos a darle a su nuevo hogar algo más de calidez y propiedad para su comodidad.

Las horas empezaron a transcurrir y ellas solamente estaban enfocadas en reacomodar todas sus cosas, una vez que la tarde calló, decidieron caminar a la cocina por un pequeño bocadillo, pero antes de que todas pudieran llegar, el timbre de su nueva puerta sonó.

Brittany: ¡Nuestra primera visita! –Anunció sonriente caminando hasta la puerta-

Quinn: ¿Quién será? –Preguntó extrañada, intercalando la mirada entre sus dos amigas-

Kitty: A lo mejor vienen a ofrecernos té –Bromeó con expresión divertida-
Todas compartieron una risa la cual fue interrumpida nuevamente por el sonido del timbre.

Kitty: Y vaya que son insistentes –Agregó después de reír-  Yo voy, ustedes preparen algo –Y dicho eso partió camino a la puerta-

Brittany y Quinn se encogieron de hombros y caminaron hasta la cocina pensando en que seguramente sería algún vecino con un pastel que buscaba simpatizar con ellas dándoles la bienvenida de una manera amable y dulce. Se dedicaron a la labor de hacer unos sándwiches porque eso era todo lo que tenían puesto a que no habían salido de compras para abastecer toda su nevera, así que tendrían que conformarse con varios de esos por lo menos hasta el día siguiente. Después de que Quinn abriera la nevera que solo tenía una jarra de agua, un litro de yogurt a medio beber y embutidos, sacó el queso; cerró el refrigerador lamentándose por la cantidad de cosas que habían allí, sabía desde un principio que vivir con su hermana y su prima traería resultados como ese, pero ya no podía hacer nada, acercó el queso en rebanadas hacia Brittany y esta cuando lo iba a tomar lo dejo caer al escuchar un grito venir desde la entrada.

Los ojos azules de Brittany se abrieron de par en par al tiempo que su corazón dio un vuelco tremendo por ser víctima de los nervios, sus manos apretaron con ansiedad un cuchillo con el cual estaba untando las rebanadas de pan, volteó a ver a  Quinn y esta tenía la misma expresión. Ambas empezaron a correr hasta la puerta y a pesar de que no era mucho camino, el trayecto se les hizo infinito, cuando Brittany y Quinn llegaron al recibidor con sus respiraciones aceleradas y ya hasta algo pálidas, la puerta estaba cerrada y pudieron ver a Kitty dando pequeños saltos de emoción en su lugar con un sobre en las manos.

Brittany: ¡¿Qué pasa?! –Exclamó asustada viendo a Kitty-

Kitty: ¡Es la carta que estaba esperando! ¡La de la agencia  de modelaje! ¡Tengo una audición! –Vociferó emocionada sin dejar de saltar y sonreír-

Brittany y Quinn dejaron reposar sus músculos los cuales estaban completamente tensos, prácticamente soltaron un suspiro de alivio al unísono cuando escucharon esas palabras por parte de Kitty.

Quinn: ¿Te volviste loca? –Preguntó con el ceño fruncido- ¡Casi nos matas! –Agregó acercándose a ella-

Kitty: ¡Lo siento, lo siento! –Se excusó para después arroparla en un efusivo abrazo- ¡Pero tengo una audición para el desfile de la semana que viene! –Volvió a exclamar-

Brittany: ¿En la agencia de la que nos hablaste? –Preguntó sonriente acercándose a Kitty-

Kitty: ¡SÍ! –Respondió eufórica-

Brittany: ¡BIEN! –Celebró también contagiándose de la euforia de su amiga-

Quinn: ¿Cuándo tienes que ir? –Preguntó sonriendo-

Kitty: Dice que en el transcurso de esta semana  –Respondió abanicándose con él sobre blanco mientras que en su otra mano, conservaba la carta abierta-

Quinn: ¡Eso es genial cariño, felicitaciones! –Dijo sonriente abrazando a su prima-

Brittany: A este paso nos irá más que bien en todo –Comentó sonriente-

Quinn: Sí, esperemos que no solo sea una racha –Agregó cruzándose de brazos- ¿No quieres terminar de hacernos almuerzo? –Dijo a Brittany con una sonrisa burlona-

Brittany: Ya voy, ya voy –Dijo retornando a la cocina otra vez, quitándole los restos de mantequilla blanca al cuchillo con sus dedos-




Miércoles, jueves, viernes, sábado… Los días no dejaban de transcurrir y las chicas no se detenían. Kitty había hecho su audición en “Casa Hummel” narró la experiencia como una de las mejores de su vida puesto a que volvía a hacer lo que le encantaba, comentó que había hablado con el director y dueño de la empresa el cual se mostró bastante amable con ella y accedió a la única condición que puso la cual era conseguir lugares cerca de la pasarela para sus dos fieles acompañantes. Después de aquella exitosa entrevista en la cual Kitty se unió al equipo de trabajo de “Casa Hummel” empezó a ir diariamente para recibir sus debidos entrenamientos para cumplir con sus deberes.

 Las cosas en la casa de las chicas iban mejorando y a pesar de que aún no se acostumbraban al acento de los británicos y batallaban contra el cambio de horario, estaban logrando adaptarse. Quinn salía casi todos los días, aún faltaba un poco más de un mes para que sus clases empezaran, al igual que Brittany la cual odiaba estar encerrada en su nueva casa, y salía casi todas las tardes en búsqueda de un estudio de baile donde pudiera pasar el resto de sus vacaciones.




Una semana después:

En el centro de la ciudad, un imponente teatro de arquitectura completamente exquisita y elegante se alzaba a un lado de la calle, limusinas y autos extravagantes llegaban y se iban dejando con ellas a las distinguidas personalidades del mundo de la moda, camarógrafos y periodistas estaban dispersos por todo el lugar buscando víctimas para sus tantas preguntas. Dentro del mismo sitio, ya se encontraban ubicadas Brittany y su hermana Quinn, justo del lado izquierdo de la amplia e imponente pasarela la cual a pesar de tener un color oscuro brillaba reflejando las luces como su hubiese sido pulida con suma dedicación por los mismísimos dioses, simulando las piedras de ónix.

Brittany y Quinn habían optado por usar vestidos largos puesto a que –según lo que habían aprendido de Kitty- eran los que mejor encajaban en un desfile que se llevaba a cabo a horas de la tarde, casi noche. Brittany vestía un modesto modelo de Versage el cual había usado ya un par de veces, lo acompañó con unos zapatos de tacón alto del mismo color y llevó su cabello rubio suelto, completamente alisado.  Mientras que su hermana escogió un modelo fresco con un escote de espalda muy elegante; combinó sus zapatos con sus accesorios y llevó su cabello suelto, al igual que su hermana. Ambas estaban ansiosas, era la primera vez que asistían a un desfile.

Quinn: En estos momentos odio no ser de la prensa –Comentó a Brittany-

Brittany: Tranquila Q, deja la cámara un rato –La tranquilizó con una sonrisa divertida-

Quinn: ¡No me pidas eso! –Exclamó con indignación fingida- Es como pedirme andar sin zapatos –Añadió desviado la mirada-

Brittany: Aún así se que si secuestro tu cámara y te pido estar sin zapatos por una semana, lo harías –Dijo divertida-

Quinn: Bueno… todos tenemos nuestras obsesiones –Se justificó encogiéndose de hombros-

Al momento en el que Brittany iba a añadir un comentario un chico salió caminando por la pasarela realmente exaltado gritando cualquier cantidad de cosas. Por suerte no habían muchas personas y los periodistas estaban prestándole más atención a los invitados especiales que a lo que estaba pasando encima de la pasarela. Brittany y Quinn intercambiaron miradas confusas al ver al chico blanco de atuendo extraño gritar con un rubor en todo su rostro, detrás de él, varias chicas caminaban intentando calmarlo, entre ellas la única que lograron reconocer fue a Kitty.

Brittany: ¡Kitty! ¡Hola gatita! –La saludó sonriente desde su lugar moviendo su mano de un lado a otro-

Kitty les sonrió a sus amigas a las cuales reconoció al instante y después de darle una rápida mirada al chico que al parecer había empezado a maldecir en francés, se acercó a ellas para saludarlas, pero los gritos histéricos de su jefe se lo impidieron, así les hizo una pequeña seña a sus amigas y ellas asintieron sin prestar atención para después seguir hablando entre ellas.

-¡Cálmate Kurt, Por favor! –Pidió una castaña de baja estatura-

Kurt: ¡¿CÓMO?! ¿CÓMO ME PIDES QUE ME CALME, RACHEL? –Gritó histérico alzando sus manos- ¡TRES MODELOS! ¡TRES! –Vociferó desesperado-

Kitty: ¡Pero gritando y molestándote no vas a resolver nada, solo vas a llamar la atención de la prensa! –Siseó la rubia explorando con sus ojos todo el panorama-

Rachel: Kitty tiene razón, Kurt –La apoyó la castaña- Vamos adentro y ya veremos que hacer –Agregó hablando un poco fuerte debido al bullicio de la música-

Kurt siguió gritando molesto haciendo señas con sus manos, hablaba francés, volvía al inglés y después terminaba en francés otra vez mientras Rachel y Kitty negaban con la cabeza intentando llevárselo a los camerinos traseros otra vez, no querían que la prensa se enterara de nada.

Brittany: Vaya, no ha comenzado el desfile y ya comenzó el show –Comentó divertida prestándole atención al espectáculo de Kurt-

Quinn: Pobrecillo, pagando por la irresponsabilidad de los demás –Dijo ojeando su manicura-

Brittany: Espera ¿Entiendes lo que dice? –Preguntó alzando una ceja-

Quinn: No es muy difícil –Respondió risueña-

Kitty, Rachel y otro par de modelos ya no sabían qué hacer para que Kurt recobrara su cordura porque al parecer ya la había perdido. Kitty despejó su mirada fastidiada y desesperada, era su primer desfile y tres chicas renunciaron a último momento, algo nada favorable. Quinn y Brittany llamaron su atención puesto a que nuevamente la estaban saludando, ella las saludó con un movimiento de su mano y una pequeña sonrisa en sus labios, quería hablar con sus amigas pero también tenía que encontrar la manera de ayudar; cancelar el desfile a último momento saldría terriblemente costoso y ella ya estaba al tanto de la situación de la empresa.

Rachel: ¡Ya te dije que yo puedo tomar el lugar de una! –Dijo exasperada-

Kurt: ¡¿DE DONDE VOY A SACAR LAS OTRAS DOS CHICAS A ESTA HORA?! ¡POR DIOS! ¡FALTA MENOS DE UNA HORA!  –Bramó alzando sus manos-

Rachel: Necesitamos un milagro –Susurró cerrando los ojos en señal de agotamiento-

A Kitty se le vino una brillante idea como caída del cielo.

Kitty: ¡Tengo una idea! –Exclamó sonriente para después caminar en dirección a sus amigas-

Rachel: ¡Kitty, espera! –Intentó detenerla tomando a Kurt de la mano, arrastrándolo con ella-

Kitty caminó rápidamente hasta donde estaban sus amigas, tenía una visión excelente desde la pasarela, una vez que estuvo frente a ellas les sonrió con malicia. Rachel caminaba detrás de ella jaloneando a Kurt para que dejara el escándalo.

Brittany: Hola Maniquí, rómpete un tacón –Bromeó con una sonrisa en su rostro-

Rachel  y Kurt voltearon a ver a la persona emisora de aquel comentario y se encontraron con la rubia de ojos azules en compañía de otra de ojos verdes, las cuales reían alegremente.

Kitty: Ellas podrían hacerlo –Dijo Kitty con una sonrisa, señalando a sus amigas-

Kurt inmediatamente se soltó del agarre de Rachel y se puso en el borde de la pasarela, inclinándose tanto que parecía que en cualquier momento caería. Brittany y Quinn intercambiaron miradas algo incómodas ante los críticos ojos azules de Kurt, y este por su lado, después de terminar su rápido análisis, sonrió y se puso de pie.

Kurt: ¡Gracias al cielo!  –Dijo como si nada hubiese pasado-  ¡Ustedes son unos ángeles! –Exclamó sonriente-

Brittany: Sigue sonriendo y quizás nos deje de ver –Le susurró a Quinn con una sonrisa incómoda-

Quinn: Disculpa ¿A qué te refieres? –Preguntó entrecerrado los ojos-

Kurt: ¡Van a desfilar! –Afirmó asintiendo-

A Brittany y a Quinn no les pareció nada gratificante esa idea. Los ojos de ambas se abrieron mucho y después de unos cuantos segundos de tensión, negaron con la cabeza enérgicamente y sus sonrisas se esfumaron.

Quinn: No, no, no creo que… no –Se negó sacudiendo su cabeza-

Brittany: Yo tampoco, no –Apoyó a su hermana negando con  la cabeza-

Rachel: ¡¿Por qué no?! –Intervino frunciendo un poco su ceño-

Brittany: Es… algo complejo –Dijo intercambiando miradas con Quinn-

Kitty: Chicas por favor, las necesito. Será solo esta vez y nada pasará, lo prometo –Suplicó juntando sus manos-

Kurt: Y… y… les pagaré chicas –Dijo desesperado al ver que el asunto de le estaba escapando de las manos-  En dólares, en euros, en yens, en lo que quieran pero por favor –Rogó-

Brittany, Quinn y Kitty intercambiaron miradas. Brittany y Quinn estaban incómodas con eso pero por otro lado estaba la mirada suplicante de Kitty, sin mencionar los brillantes y expresivos ojos azules de Kurt los cuales parecían que en cualquier momento estallarían en lágrimas si llegasen a decir que no. Analizando la situación superficialmente había más ventajas que desventajas, habría dinero y tendrían una hora de fama ¿Quiénes eran ellas para decir que no?

Brittany: Esta bien, lo intentaremos –Accedió luego de pensarlo-

Quinn: Querrás decir ‘lo intentarás’. No voy a subir ahí a desfilar nada –Argumentó desde su lugar-

El trío encima de la pasarela lanzó un suspiro de exasperación, al parecer sería un poco más difícil convencer a Quinn, quien elegantemente apartó su larga cabellera rubia a un lado y desvió su mirada rígida hacia cualquier lugar, dando a entender que por lo menos para ella, se había acabado toda la conversación.

Kurt: Creo… creo que me voy a desmayar –Alcanzó a murmurar para después empezara hiperventilar-

Kitty: ¡Vamos Quinn, tienes que ayudarnos! –Pidió sosteniendo al chico junto a ella quien se puso más pálido de lo que ya era-

Brittany: Anda Quinnie, prometo que haré las compras –Dijo rodeando los hombros de su hermana con uno de sus brazos- Hagámoslo por Kimiki –Le susurró con una sonrisa divertida-

La chica de ojos aceituna no pudo reprimir la sonrisa burlona en sus labios al escuchar el apodo de su prima, en realidad era como una especie de acrónimo puesto a que entero sonaba mucho peor y no se atrevían a decirlo en voz alta ya que Kitty se convertía en una fiera al escucharlo, detestaba ese insulso apodo. La voluntad de la chica se dobló un poco al ver al paliducho chico de ojos azules apoyados entre su prima y otra castaña bajita que lo abanicaba con una de sus manos “Solo será un favor de una noche” se dijo a sí misma.
Siendo acompañada por un suspiro de resignación se puso de pie, alzó la mirada y asintió hacia el trío de pie, escuchó la celebración de todos y recibió un abrazo ladeado de su hermana quien de igual manera se puso de pie. Ambas miraban atentas a Kurt y a Rachel esperando instrucciones las cuales no tardaron en llegar, cada vez quedaba menos tiempo y ellos tendrían mucho que hacer con esas dos rubias.




Una vez llegaron a la parte trasera de la enorme y alta extensión de cerámica pulida, se sorprendieron al ver el alboroto que había en aquel lugar que era mucho más pequeño de lo que se imaginaron. Chicas medio vestidas iban de un lado a otro mientras otras se vaciaban –con ayuda de las maquillistas- productos frente a grandes espejos. Uno que otro chico –estilista- corría con fundas que contenían ropa en sus interiores y con mucha meticulosidad, las colgaban en largos tubos horizontales ubicados en varios lugares de la habitación. Sprays de laca, brochas de rubor, sombras, brillos, labiales, delineadores y un sinfín de accesorios… Todo parecía un mundo distinto.

Brittany: Bien… Creo que me doy por servida con la paga –Comentó asintiendo con conformidad viendo a su alrededor-

Quinn: Brittany –La reprendió en un murmullo-

Ese fue el último contacto que tuvieron puesto que una nube de personas saltó rodeando a cada una, desarmándola para volverlas a armar. La rapidez con la que las manos trabajaban en sus rostros y las voces se lanzaban comentarios de un lado a otro las estaba mareando por separado, pero por suerte no había mucho que hacer. Cuando se dieron cuenta de donde estaban y como estaban, cayeron en que ya no estaban usando sus vestidos sino que eran cubiertas por un albornoz sedoso con las iniciales “CH” en un lado de su pecho, y del otro un nombre, pero no era el suyo obviamente. Mientras  el de Brittany decía ‘Michelle Schneider’ él de Quinn decía ‘Miranda Hays’.

 Una funda cayó en las piernas de Brittany quien se encontraba sentada frente a una de las peinadoras mientras una castaña parlanchina trabajaba en su cabello mientras ruidosamente mascaba su chicle. Lo que Brittany había logrado entender en el millón de palabras por minuto que soltaba la chica, es que se llamaba Sugar y que era una de las estilistas de la empresa. Kurt suspiró y con solo una mirada logró silenciar a una risueña pero muy cotillera Sugar, después empezó a darle instrucciones a Brittany de cómo usaría lo que estaba dentro de la funda, le señaló el resto de sus atuendos colgados en uno de los tantos percheros y después se marchó con dirección a Quinn.

Por su lado, a varias peinadoras de distancia de su hermana se encontraba Quinn, quien se sentía fuera de su zona de confort mientras una chica asiática ondulaba su cabello y hablaba con ella haciendo varios intentos por calmar la ansiedad reflejada en el rostro de la chica. Kurt llegó a su lado y soltó otra funda, señaló el mismo perchero que le señaló a Brittany pero especificó que debía usar solo las que tenían rotulado el nombre en su albornoz, ella asintió  y después el castaño desapareció entre el grupo de personas. La chica asiática rió un poco al ver la expresión desconcertada de Quinn, y con una sonrisa afable empezó a explicar más lentamente lo que Kurt espetó antes de irse justo como había llegado.

Quinn: Sabes mucho de esto –Comentó viendo a la chica a través del espejo- Lo siento, ¿Cómo te llamas? –Preguntó entrecerrando sus ojos-

–Mi nombre es Tina –Respondió sin dejar de sonreír de manera tranquilizadora- Y no te equivocas, estar aquí detrás te enseña mucho de todo –Explicó observando con conformidad su trabajo-

Quinn: … Deberías desfilar tú –Murmuró con la vista en su funda. Sí, se arrepentía de haber aceptado-

Quinn esperaba una respuesta por parte de Tina, pero otra voz es la que proviene y entra en la conversación de una manera inesperada desde su peinadora vecina.

–No digas eso, lo harás bien –Dice tranquilamente la voz de aquella castaña bajita que estaba en compañía de su prima, pero cuyo nombre no lograba recordar-

La rubia examina a la castaña junto a ella y sonríe en señal de agradecimiento sin ganas de seguir hablando, la incómoda sensación en su estomago no la deja comentar más nada y mucho menos le deja ganas de ‘fraternizar’. Una voz irrumpe en sus pensamientos y ella alza sus hermosos ojos abiertos hacia el espejo una vez más, atendiendo a las palabras de Tina.

Tina: Bien, terminé con tu cabello. Ahora solo necesito buscar un maquillaje para ti, el tono de piel de Miranda no es nada comparado con el tuyo –Y dicho eso se marcha en cualquier dirección-

–Para nada  –Comenta con una pequeña risa la misma castaña mientras ella misma se aplica maquillaje-

“¿En dónde me metí?” Se preguntó a si misma negando con la cabeza y soltando un ruidoso suspiro, sus ojos bajan hasta la funda oscura con las iniciales de la empresa, observa distraídamente el nombre rotulado en lo que parece un papel autoadhesivo y niega con la cabeza. Con algo de suerte, la noche terminará antes de que se dé cuenta, y ella volverá a su casa en compañía de sus chicas hablando de cualquier cosa, y probablemente quejándose de la incomodidad del calzado.




 Una morena elegantemente vestida se abría paso por la multitud de personas en el espacio sobrepoblado, su ceño estaba fruncido y por la intensidad de su mirada, no tenía precisamente un ‘buen humor’ el cual podría compartir. Buscaba a su compañero, al único que le podría brindar respuestas, y lo único que ella quería saber era ¿Por qué todo estaba convertido en un caos? Es decir, más de lo habitual “No debí dejarlo solo” se regañó a sí misma. Conociendo la fragilidad nerviosa de Kurt, dejarlo solo casi todo el día de un importante desfile, no fue muy ‘sabio’ de su parte.

A lo lejos distingue unas pálidas manos frente a un espejo mientras se aplica generosas cantidades de laca en su ya rígido y aparentemente inmóvil copete. Ella lanza un suspiro a través de sus labios y niega con la cabeza para después retomar su caminata hacia él.

Santana: ¡Hey Kurt! –Lo llamó por encima del ruido-

Kurt: Santana –Responde desviando su atención del espejo, dedicándole una sonrisa a su amiga-

Santana: ¿Qué demonios pasa aquí? –Pregunta  señalando a su alrededor con un gesto de sus manos-

Kurt: Intentos de Divas que retrasaron todo, eso fue lo que pasó –Responde frunciendo su ceño, disgustado al recordar lo que pasó minutos atrás-

Santana: Joder –Masculla cerrando los ojos con fastidio-  ¿Lo resolviste? Porque yo podría… –Kurt la interrumpe-

Kurt: Tranquila, todo está bajo control –Aseguró con una sonrisa extrañamente calmada y conforme-

Santana: ¿Pero qué…? ¿Qué hiciste? –Indagó cruzando sus brazos y frunciendo su ceño, intrigada-

Kurt: Tuve un poco de ayuda, tengo que reconocerlo. Pero, eso fue lo que hice –Y con la misma sonrisa señaló hacia las peinadoras-

El dedo índice de Kurt señaló hasta una rubia que caminaba con sus tacones en compañía de la ‘nueva’ como Santana la había etiquetado desde su ingreso en la empresa, preocupándose muy poco por el nombre real de la chica. La rubia de largas piernas y cabellera brillante y larga entró en uno de los vestidores. Santana no pudo ver mucho, ni siquiera pudo ver su rostro, pero lo que había visto bastó para un asentimiento conforme y una imagen de recuerdo… No es como si ella acostumbrara hacer eso, tenía dos poderosas razones para no hacer cosas como esa, pero de eso se preocuparía después. Sus ojos siguieron la otra dirección en la que el dedo de Kurt señaló, esta vez hacia el otro extremo de las mismas peinadoras, específicamente hasta la de Tina, donde sus ojos de posaron en otra rubia que se veía atentamente al espejo y asentía mientras la asiática le hablaba.

Kurt: Lindas y serviciales chicas, casi como ángeles –Dijo apoyando una mano en el hombro de su amiga-

Santana: ¿Dónde está Rachel? –Preguntó echando de menos el parloteo de su amiga-

Kurt: Oh, ella tomó el lugar de Diane, una de las que se fue. Debe estar arreglándose por algún lado –Dijo haciendo un vago gesto con sus manos-

Santana: La buscaré… Ahora tú, pon a mover todo esto, falta muy poco y nos estamos jugando mucho –Dijo para después sonreírle a su amigo y retirarse en busca de su amiga-




Brittany quien se había metido en su vestidor mientras Kitty y Sugar la esperaban del lado de afuera, calmadamente se empezó a desvestir pero recordó de repente que tenía una hermana y como si eso le impidiera hacer algo más, recogió su albornoz del piso y lo deslizó por sus brazos acomodándolo por su cuerpo, abrió la puerta del vestidor de golpe y salió del mismo en búsqueda de su hermana Quinn, sintiéndose mal por arrastrarla a ese lugar y abandonarla.

Kitty: ¿Brittany, adonde vas? –Preguntó confundida siguiendo con la mirada a la rubia-

Brittany: Ven conmigo –Dijo cerrando su mano alrededor de la muñeca de su prima- ¡Sugar, cuida mi ropa, ya vengo! –Anunció sin detener su camino-

En realidad no tenía ni la menor idea de a dónde estaba caminando, no veía a Quinn desde que la regañó por su ‘inocente’ chiste y eso fue cuando estaban entrando en ese remolino de chicas medio vestidas y estilistas habladores. No era la más alta del lugar a pesar de los centímetros que le añadían esos tacones que estaba usando, así que no tendría más alternativa que buscar a su hermana con su antiguo pero siempre funcional método.

Brittany: ¡Quinnie! ¡Quinnie! –Empezó a gritar escurriéndose entre el tumulto de personas-

Kitty: ¡Britt por Dios! ¿Qué es lo que haces? –Preguntó sin poderse liberar-

Brittany: ¿Qué crees que hago? Busco a mi hermana –Respondió con naturalidad- ¡Quinnie! –Siguió gritando- ¡Ayúdame minina! –Pidió sacudiendo un poco la mano de su prima-
 

Quinn por su parte, se veía a sí misma pasar de un ligero maquillaje a uno más elaborado y profesional. Tina daba sus últimos detalles y ella observaba con cierta preocupación el par de tacones junto a su silla, los cuales esperaban por ella y los que ella había bautizado como ‘zancos’ puesto a que a su parecer eran excesivamente altos. Su atención pasó a otro lado cuando empezó a escuchar la voz de su hermana y la de su prima a lo lejos, sobre el fuerte murmullo de las docenas de personas ahí.

Tina: Dios, ¿Quién grita? –Preguntó girando en dirección a la voz femenina-

Quinn: Es mi hermana –Respondió con una sonrisa algo avergonzada. Se puso de pie- ¡Aquí estoy, Britt! –Exclamó agitando una de sus manos en el aire-

Brittany logró distinguir a su hermana solo por su voz, entrecerró los ojos y luego los abrió mucho; no recordaba la última vez en la que vio a su hermana luciendo tanto maquillaje… de hecho, dudaba si alguna vez Quinn había usado maquillaje, o por lo menos no más del necesario. Con paso rápido y sin dejar de arrastrar a Kitty llegaron a donde se encontraba la rubia de ojos verdes con una sonrisa en sus labios los cuales lucían más rosados que de costumbre.

Kitty: Wow Quinnie… Estás que ardes –Soltó impresionada-

Brittany: ¿Qué arde? ¡Esta mujer está en llamas! ¡Llamen a los bomberos! –Exclamó con una enorme sonrisa-

Quinn: ¡Brittany! –La reprendió con una sonrisa incómoda mientras sus mejillas se tornaban rojas-

Tina: Supongo que terminé mi trabajo –Dijo con una sonrisa satisfecha- Estoy segura de que lo harás muy bien Quinn –Le guiñó un ojo a la rubia y después se marchó-

Quinn: Gracias por todo Tina –Respondió poniéndose de pie-

Kurt: ¡Diez minutos! ¡Dios Santo! ¡¿Por qué no están vestidas?! ¡Rápido chicas, rápido! –Irrumpió a los gritos empujando a las chicas delante de él- ¡Tú también Rachel! –Pidió levantando a su castaña amiga, haciendo que un lápiz de ojo cayera al suelo-
 
Las tres rubias –y Rachel- salieron rápidamente a los vestidores sosteniendo la funda entre sus brazos, rápidamente empujaron las puertas de color negro que se encontraban medio abiertas, la mayoría de las chicas ahí dentro estaban agrupándose en una fila y dándose unos últimos retoques, pero atendiendo al retraso y la inexperiencia de Quinn y Brittany, las cosas no estaban muy a su favor. Brittany abrió su funda y se encontró con un lindo vestido casual, sin pensarlo mucho lo tomo y empezó a meterse dentro de él, teniendo algunos pequeños problemas en medio de todo; mientras que Quinn no estaba del todo diferente. A Kurt se le hacía bastante divertido escuchar los murmullos de las chicas los cuales eran quejidos como “Demonios” o “¿Qué carajos es esto?” y “Espero no arruinarlo”

Kurt: ¡Vamos chicas, con mucho entusiasmo y algo de mantequilla van a entrar en ellos! –Exclamó con una sonrisa-


Las primeras en salir luciendo con sus atuendos radiantemente fueron obviamente Kitty y Rachel quienes tranquilamente abrieron sus puertas y dejaron ver que tan fabulosa lucía las prendas de la colección de verano de Kurt en ellas. Mientras que Brittany y Quinn tardaron mucho más y salieron no tan radiantes con una pequeña mueca de disgusto en sus rostros. Kurt las ayudó un poco, hubiese sido una maravilla que los atuendos les hubiesen quedado a la medida a sus modelos provisionales, pero nunca en situaciones de presión las cosas son ‘una maravilla’ así que después de unos cuantos ajustes rápidos, todo estaba bajo control, o por lo menos para él.

Me encanto por favor seguila!!!
Gracias

Genial el capitulo
No te lo habias escrito en el otro
Fic pero lo pongo aqui!

ME GUSTA COMO ESCRIBES!!!

Bueno respondiendo a tu pregunta
Para mi Dany, ya que emily ya la usaron demasiado
En muchos fics asi que dany sea para lo que sea!
Aunque ya me doy una idea!

Bueno sin mas hasta la siguiente actualizacion!
Saludos y besos!

Me encanto el primer capitulo . Me tenia ansiona jajajajja es muy bueno de verdad . Me encanta lo cariñosas que son todas las rubiias


y... Dani definitivamente jajajaa
espero tu actualizacion prontoo

hola! aqui tienes una nueva lectora y mmm... Emily estaria bien jajaja besos y saludos    

Hola, me llamo la atención el titulo del fic y la curiosidad me llevo a leerlo, me agrado la historia, tres rubias y tres morenas, es simpatico, además mezclado con el mundo de la moda y Londres, crean un buen ambiente para desarrollar la historia, tengo muchas pregunta que espero se resuelvan en los siguientes capitulos, porque parece que las hermanas Pearce-Fabray huyen de algo o alguien y al parecer Kitty tambien ha tenido un pasado doloroso. Espero actualices pronto y gracias por la historia.

¡VOTO POR DANI! este one-shot que escribi lo confirma http://www.gleeklatino.com/t19675-one-shot-brittana-dantana-no-se-que-duele-mas

heyyy, volvio la chica de letras azules, Maaarr como estas? espero que bien, la historia me gusta, es buena, y obvio la escribiste tu, asi que espero la continues... aca me vas a tener comentando como siempre, y bueno a esperar a ver si aparece una nueva camille que se merezca mi odio y mis amenazas..

¿emily o dany? esa pregunta no me gustó, pero estoy en un dilema, me gustan los dos personajes jejeje, pero para variar un poco , voto por dany :3... espero que no sea esta la suplente de camille, porque las amenazas son muy desgastantes.. jejejeje..

te quiero, besos, hasta la proxima actu!

Una entusiasta y alegre voz masculina empezó a ser escuchada por todo el lugar acompañada siempre por la rítmica música de fondo; este empezó dándoles la bienvenida a todas las personas presentes y hablando acerca de la prometedora colección de verano que a continuación iba a ser puesta en escena. Era la señal que todas estaban esperando. Las rezagadas empezaron a correr posicionándose en un orden predeterminado mientras Santana aplaudía en el aire y alzaba su voz mientras coordinaba al grupo de modelos listas en compañía de los estilistas que gustosos y también nerviosos, colaboraban con ella. Aún quedaba algo de tiempo para Brittany y Quinn que saldrían de últimas, ya que todavía quedaba cosas por hacer con ellas y el tiempo se empezaba agotar.

Quinn: Demonios, creo que voy a vomitar –Dijo llevándose una de sus manos a la frente-

Kurt: Oh no cariño, no digas eso. Anda a buscar tus zapatos y ve a la fila, anda –Apuró Kurt mientras le daba unas puntadas al vestido de Brittany-

Brittany: Todo saldrá bien Quinnie –Dijo con una sonrisa- Ve el lado positivo de las cosas, ya no nos vamos a asfixiar –Añadió observando el trabajo de Kurt-

Quinn le brindó una sonrisa a su hermana y después partió en dirección a las peinadoras para buscar sus zapatos y tener aunque sea unos segundos de previo ensayo, no creía poder manejarlos pero lo intentaría. Y apenas ella se fue, apareció una exaltada Santana.

Santana: Jesucristo ¡¿Dónde está Rachel?! –Irrumpió dirigiéndose a Kurt, sosteniendo una tablet entre sus manos-

Kurt: ¿Aún no la has encontrado? –Preguntó sin desviar sus ojos de su labor-

Santana: Dios, no –Respondió enfocando su mirada en el aparato- Seguramente una de las modelos la pisó, esa enana –Comentó negando con la cabeza-

Brittany, quien había estado pendiente del trabajo de Kurt  hasta entonces, alzó la mirada al escuchar esas palabras, sin querer una risa salió desde el fondo de su garganta al ver a la persona emisora de las mismas, desvió la mirada intentando reprimir su risa pero no funcionó del todo. Santana quien estaba entretenida deslizando su dedo en la pantalla del aparato entre sus manos, alzó su mirada y con los ojos entrecerrados observó a la rubia risueña a la que Kurt le acomodaba el vestido.

Santana: ¿Qué es tan gracioso, rubia? –Preguntó alzando una de sus cejas, seguía de buen humor (nótese el sarcasmo)-

La rubia de ojos azules y radiante sonrisa ni siquiera se inmutó, río fluidamente un poco más y después negó con la cabeza y hizo un pequeño mohín con su mano.

Kurt: ¡Listo! –Anunció conforme, liberando a Brittany quien sonrió conforme viendo las impecables costuras, y empezó a caminar-

Brittany: Oh, Lo siento Gulliver. No es nada  –Dijo una vez que pasó a un lado de la morena, con voz suave pero divertida-

Santana quedó perpleja en su lugar, un pequeño escalofrío recorrió uno de sus brazos y una sensación muy poco familiar en ella sacudió su estomago haciendo que se sintiera incómoda. Sobra decir que a la morena no le gustó para nada la respuesta de la rubia y que la dejara con las palabras en la boca solo le favoreció a su humor, haciendo que la incómoda sensación desapareciera de su sistema. Sus dedos estrecharon el artefacto entre sus manos, sus labios estaban entreabiertos y su ceño se frunció. Kurt, quien había escuchado todo solo pudo reír un poco y colocarse a un lado de Santana dándole leves palmaditas en el hombro.

Santana: ¿Quién demonios es ella? –Preguntó indignada sin dejar de ver la dirección en la que la rubia se había marchado-

Kurt: Una de las nuevas… es una buena chica –Contestó sonriente- Ahora vamos a poner todo en orden –Añadió entrelazando su brazo con el de la morena y llevándosela en la dirección contraria-


En las peinadoras, Quinn estaba intentando caminar con sus altos tacones pero desgraciadamente no le estaba yendo del todo bien. El tacón era demasiado delgado y su equilibrio en esas cosas no era precisamente prodigioso, maldijo en voz baja su preferencia por el calzado de suelas planas. En medio de su berrinche interno, pisó un creyón que se encontraba tirado en el piso y resbaló sin poder agarrarse de más nada, yéndose de espaldas. Un grito ahogado salió de su garganta pero contuvo su aliento cuando su trasero no se estrelló contra el suelo; algo, o mejor dicho ‘alguien’ la estaba sosteniendo. Unos delgados brazos estrechaban su abdomen, parecía algo así como una especie de abrazo y se sonrojó un poco al sentir el aliento de su salvador en la nuca. Rápidamente se separó con algunos tumbos de por medio y se dio la vuelta encontrándose con una sorpresa.

Quinn: Oh Dios, lo siento, es que resbalé con…  –Su vista estaba clavada en el suelo buscando al móvil de su caída cuando una mano femenina con un manicure bien hecho recogió el pequeño creyón-

Rachel: No, discúlpame tú a mí. Aunque no lo creas, fue mi culpa –Respondió con una pequeña sonrisa-

Quinn se sorprendió al ver que la persona que la había salvado de caer, era una chica. La misma castaña que acompañaba a su prima y a Kurt encima de la pasarela y la misma a la que le había sonreído en señal de agradecimiento cuando Tina la estaba maquillando. Recordó haber escuchado su nombre pero no lo logró ubicar en su registro mental en los segundos de silencio que se formaron entre ellas en los cuales solo se dedicaron a verse.

Rachel: ¿Te puedo ayudar en algo? –Preguntó dejando el creyón en su lugar encima de la peinadora-

Quinn: No, no creo que puedas. Pero gracias –Respondió negando con la cabeza y bajando su mirada al incómodo calzado-

Rachel sin querer también bajó la mirada y supo de alguna manera supo de lo que se trataba. Faltaban menos de cinco minutos para salir a la pasarela y ella solo había vuelto para verse en el espejo, pero no todo salió ‘de acuerdo al plan’ así que ahí estaba, salvando de caer a una de las chicas nuevas, y no solía ser un alma solidaria con las demás modelos de la empresa, pero extrañamente estaba dispuesta a ayudar a esa rubia en algo más.

Rachel: ¿Necesitas ayuda con eso? –Preguntó señalándolos con un vago gesto, parecía tímido-

Quinn: En realidad, sí. Soy una desgracia en ellos –Contestó en un suspiro, negando con la cabeza-

Rachel: Uh… Cambiemos –Propuso automáticamente quitándose su calzado el cual a simple vista era mucho más cómodo-

Quinn: ¿Estás segura? No quiero meterme en problemas con… –La castaña la interrumpió-

Rachel: No, no hay ningún problema. Dame esos y ponte estos –Insistió señalando los zapatos con una pequeña sonrisa-

Quinn dudó un poco, pero a final de cuentas terminó cediendo puesto a que no quería caer sobre su trasero encima de la pasarela, delante de las cámaras y de las personas que estaban viendo el desfile. Rápidamente se bajó de su calzado y se metió en los otros, más bajos, más manejables y obviamente más cómodos.

Quinn: Muchas gracias –Dijo con una sincera sonrisa, moviéndose un poco sobre sus pies sintiendo el notable cambio-

Rachel: No hay de que, gracias a ti me veré más alta –Bromeó metiéndose cómodamente en el calzado que antes era de Quinn-

Se dieron la pequeña oportunidad de compartir una risa, juntas. De esa manera Quinn se relajó un poco y Rachel se sintió bien al ayudar a la chica nueva. La rubia de ojos verdes guardaba intenciones de que las próximas palabras que salieran de sus labios, serían para presentarse con la amable chica frente a ella, pero de pronto Quinn empezó a escuchar la voz de su hermana y automáticamente su mirada empezó a buscar de donde provenían los llamados.

Brittany: ¡Quinnie! –Exclamó Brittany llegando a su lado de repente-

Quinn: Dios, Brittany. Me asustaste –Dijo frunciendo un poco su ceño, llevando una de sus manos a pecho-

Brittany: Que sensible eres, lo siento –Se excusó riendo un poco- Vamos rápido, aun tienen que decirnos que es lo que vamos a hacer –Y dicho eso la arrastró en la misma dirección en la que llegó-

Rachel se quedó de pie unos segundos hasta que su vista bajó a sus pies pareciendo notar por primera vez su calzado. Frunció su ceño un poco y después negó con la cabeza volviendo a ver en la dirección por la que se habían marchado las rubias “¿Qué fue eso?” se dijo a si misma mientras una sonrisa se insinuaba en sus labios. En realidad, la castaña no tenía ni la menor idea de por qué estaba sonriendo o de porque no podía dejar de hacerlo, así que ignoró ese hecho y se dedicó a lo que había ido a hacer en primer lugar: verse en el espejo. Se acomodó un poco su cabello y estiró su ropa pasando sus manos unas cuantas veces encima de la misma, muy concentrada en su labor para darse cuenta de que su amiga la observaba con los ojos entrecerrados desde hace ya varios segundos.

Santana: ¿Te volviste loca? –Preguntó logrando sobresaltar a la castaña-

Rachel: ¡Que…! ¡Dios! ¡¿Desde cuándo estás ahí?! –Exclamó llevando una de sus manos a su pecho-

Santana: El tiempo suficiente para darme cuenta de que sonríes como estúpida cuando estás sola. En serio, creo que te volviste loca –Se burló sonriendo un poco-

Rachel: Cierra la boca y dime que es lo que quieres –Contestó sonriendo también-

Santana: En primer lugar vine a decirte que tienes que mover el trasero porque en cualquier momento va a ser tu turno –Dijo alzando un pulgar y señalando por donde se habían marchado las rubias-

Rachel: Bien… ¿Otra cosa? –Preguntó pasando su dedo anular por sus labios sin dejar de verse en el espejo-

Santana: Solo quería… Quería darte las gracias por lo que hiciste por Dani en el club anoche. Estaba muy feliz y sé que te dio las gracias un millón de veces pero… ya sabes, faltaban las mías –Dijo con una sonrisa ladeada-

Rachel: Ow, sabes que las quiero mucho a las dos. No fue nada –Contestó para después girarse y acercarse para abrazar a la morena-

Las dos chicas compartieron un cálido y amistoso abrazo de unos cuantos segundos. Gestos como ese no eran muy comunes en ellas puesto a que Santana no era precisamente el modelo de ‘mejor amiga amorosa’ así que para Rachel y para todo el mundo, un gesto cariñoso de Santana López, era una de las cosas más honestas que podían existir;  por lo tanto, la castaña disfrutó de los segundos de dulzura de su amiga.

Santana: … Ahora mueve tu trasero, puedo despedirte si quiero –Bromeó nuevamente separándose de su amiga-

Rachel: Puedo conseguir trabajo en el club de tu novia –Contraatacó con una mueca para después reírse-

Santana: Prometida –Corrigió alzando su dedo índice en el aire con una sonrisa radiante en su rostro-  Ahora cierra la boca y anda, tienes que modelar –Dijo riendo empezando a caminar junto a su amiga-




En una especie de fila, Brittany y Quinn se encontraban al final de la misma mientras Kurt no paraba de hablar dándole instrucciones detalladas a ambas, nada podía salir mal encima de la pasarela, incluso si el mundo se estaba acabando detrás de esos muros, nadie tendría que saberlo. Les explicó que su trabajo no era precisamente el más duro de todo el desfile, o por lo menos no tendría que aparentarlo mientras caminaban ahí encima. Él lo describió como algo sencillo: “Solo tienen que caminar con algo de gracia, posar con la sonrisa más bella que le puedan dar el tumulto de cámaras, y después volver para el siguiente cambio” explicó el chico con simpleza en un resumen final.

Brittany: Ok, eso suena bien. Creo que puedo manejarlo –Dijo asintiendo con optimismo- ¿Qué hay de ti, sexy Quinn? –Preguntó rodeando los hombros de su hermana con su brazo-

Quinn: No tengo otra opción, ¿Cierto? –Rió un poco encogiéndose de hombros-

Kurt: Perfecto. Ustedes pueden hacer esto, chicas –Aseguró juntando sus manos-




El desfile había dado inicio, la voz del presentador volvió a hacer eco y las personas empezaron a moverse más si acaso era posible. Muchas personas estaban atentas a una pantalla suspendida en el aire en la cual había una especie de transmisión directa con lo que estaba pasando afuera, así que se mostraba todo lo que estaba pasando encima de la pasarela perfectamente. El número de personas alrededor de la misma había aumentado considerablemente desde que Brittany y Quinn abandonaron sus sillas, pero ya era muy tarde para zafarse del asunto, no era momento para un ataque de pánico escénico así que no les quedaba de otra. Una rítmica tonada electrónica empezó a sonar y después de unas cuantas palabras del presentador, otra chica salió y así prosiguió el desfile de moda del cual dependía ‘Casa Hummel’.

Brittany y Quinn procuraron prestarle mucha atención a las que salían antes que ellas en la pantalla, su confianza aumentó un poco al notar que con solo sonreír a las personas de la audiencia te ganabas una horda de aplausos. Así fueron pasando de una a una; una sonrisa de orgullo se dibujó en el rostro de ambas al ver la soltura y alegría que irradiaba Kitty en medio de su caminata.

Después de unas cuantas chicas más, su turno llegó. Brittany se posicionó a un lado de un muro raso donde Santana se encontraba de pie dándoles a cada una de las modelos la señal de cuando tenían que salir, cuando vio a Brittany acercarse, no pudo evitar hacer una mueca extraña con su rostro, pero la rubia estaba tan eufórica que ni siquiera se preocupó por notar a Santana.

Santana: En cuanto veas a la otra chica entrar por el otro lado, debes salir –Indicó secamente con la vista fija en la pantalla-

Brittany: Ok –Apenas respondió mientras frotaba sus manos ansiosamente, con la vista perdida en el movimiento de sus manos-

Santana sin poder evitarlo volvió su atención a la rubia a pocos pasos de ella –al parecer su cerebro y sus ojos se volcaron en su contra y a pesar de que una parte de su mente estaba molesta con la chica nueva por haberse burlado de ella, tenía que verla. Era una acción extrañamente involuntaria, su mirada unos segundos se fruncía y al siguiente momento su expresión se volvía curiosa, justo como si nunca hubiese visto una rubia. Antes de que pudiera pensar en algo más, la voz de Kurt y de ‘la nueva’ junto con otra rubia que no recordaba haber visto jamás en su vida, volvieron su atención a sus asuntos.

– ¡Tú puedes hacerlo, Britt! –Exclamaron casi al unísono-

Brittany: Deséame suerte, mujer gigante –Murmuró en el mismo tono juguetón que había usado antes para después obsequiarle un guiño a la morena y cuando la otra chica llegó del otro lado, ella salió a hacer su debut-

Santana tomó aire como para emitir alguna respuesta inteligente al más puro estilo de ‘Perra/ofendida’ pero cuando nada salió de sus labios aunque los abriera y los cerrara muchas veces, extrañamente un calor subió por sus mejillas y su ceño se frunció. Sacudió su cabeza y regresó la vista hacia la pantalla donde sus ojos brillaron con algo de curiosidad al ver a la rubia caminar con tanta naturalidad y profesionalismo para ser una primera vez. Sus largas piernas lucían espectaculares con cada paso que daba, su sonrisa lucía extrañamente más brillante y ni hablar de la expresión de sus ojos azules entrecerrados que brillaban con un atisbo de diversión haciendo juego con aquella hermosa cabellera que parecía competir con la luz del mismísimo sol. Santana colocó sus brazos a manera de jarra y sus cejas subieron un poco, estaba impresionada. Y en su posición, no es precisamente algo que deba sentir.

Santana: Wow –Se escapó de sus labios como un siseo antes de que pudiera restablecer la conexión boca-cerebro-

Cuando reaccionó otro celaje rubio pasó frente a ella, dándose cuenta de que ya la pasarela de ‘la despampanante pero algo petulante rubia que aún no tenía nombre’ estaba por terminar. Justo cuando todos creyeron que el show de la chica había terminado, dio un giro coqueto provocando que la parte inferior de su vestido le alzara un poco en un movimiento elegante que parecía haber sido ensayado con dedicación unas decenas de veces, haciendo que cientos de flashes volvieran a iluminarla seguido de los típicos aplausos, para después culminar su participación, llegando hasta el lugar en el que le correspondía llegar. La morena pudo jurar que después de ver eso, sintió su estomago saltar.

El turno de Quinn llegó, pero ella al contrario de Brittany y de todas las modelos, no recibió ningún tipo de indicación por parte de Santana puesto a que esta se encontraba inusualmente distraída viendo hacia la pantalla en la cual ya no había nadie, así que fue Kurt quien tuvo que salir y darle un pequeño empujón a la nerviosa rubia de ojos verdes.

Kurt: Anda preciosa, es tu turno de lucirte –Dijo impartiéndole algo de ánimo a una nerviosa Quinn-

Y sin poder evitarlo más, la rubia tomó un profundo respiro y después de erguirse un poco, salió procurando mantener todo bajo control. Sus pasos al principio eran un poco tensos, pero después de recibir los primeros aplausos de bienvenida una pequeña sonrisa alargó sus preciosos labios. Se dio cuenta en medio de su primer debut que la pasarela era más larga de lo que pensaba y agradeció mentalmente a la pequeña castaña que gentilmente cambió su calzado con ella. Se detuvo los segundos correspondientes al final del largo escenario sabiendo lo que tenía que hacer “Es tu turno de lucirte” recordó la voz de Kurt dentro de su cabeza “Hagamos que luzca” concordó mientras sus manos se posicionaban en su cintura y su expresión se transformaba con una sonrisa presuntuosa y aquella mirada brillante se mostró sexy, dejándose capturar por la lluvia de flashes que iluminaron su cuerpo. En su camino de regreso sin duda sus pasos eran un poco más relajados debido a los murmullos que expresaban conformidad entre la audiencia, contuvo su aliento y más pronto de lo que creía ya había llegado nuevamente a la parte trasera de la pasarela.

Quinn: Oh Dios –Dejó salir en un suspiro de alivio-

El ajetreo detrás de la pasarela parecía haberse avivado nuevamente ya que los estilistas, maquillistas y las modelos corrían por todos lados. Y antes de que Quinn pudiera tomar un descanso de aunque sea unos cinco minutos, Tina saltó hacia ella cerrando su mano con delicadeza alrededor de su antebrazo y encaminándola a las peinadoras nuevamente. Afortunadamente, esta vez Brittany y Kitty estaban un poco más cerca de ellas así que apenas llegó, fue recibida afectuosamente por ellas.

Brittany: ¡Demonios, Quinn! –Exclamó con una sonrisa recibiendo a su hermana con un abrazo mientras era seguida de cerca por Sugar-

Quinn: ¿Cómo lo hice? –Preguntó con una sonrisa en sus labios mientras Tina la devolvía a su silla con un pequeño tirón-

Kitty: ¿Qué como lo hiciste? ¡Estuviste genial! –Contestó con una amplia sonrisa desde su lugar-

Brittany: ¡¿Solo genial?! ¡Demonios! ¡Creo que embarazaste a todo el público! –Exclamó irguiéndose en su silla para ver mejor a su hermana-

Sugar: Quieta, Brittany –Pidió exasperada puesto a que la rubia era muy inquieta, parecía una niña-

Brittany: Lo siento, Sugus –Se excusó volviendo a su posición inicial-

Sugar: ¡Sugar! –Corrigió negando con la cabeza-




Kurt reacomodaba en las fundas los atuendos para la segunda ronda. Con la ayuda de Sugar y de Tina había logrado ajustarlos a la medida de las chicas para que se sintieran más cómodas y para que pudieran lucir mejor los atuendos. Santana pasó por ahí con la vista fija en su tablet, pasando sus dedos una y otra vez en la pantalla, alternando su vista entre la TV y el aparato entre sus manos, concentrada en lo que estaba haciendo intentando despejar ciertas imágenes de su cabeza.

Santana: Buena primera parte –Comentó sin alzar su vista-

Kurt: Mejor de lo que esperaba –Dijo con una sonrisa orgullosa-  Creo que esas chicas fueron un buen golpe de suerte. Para ser primera vez, les fue más que bien ahí afuera… Lástima que solo sea por esta vez –Añadió abrazándose a las fundas entre sus brazos-

Santana: ¿A qué te refieres? –Indagó curiosa, alzando la vista-

Kurt: Son chicas atractivas, llaman a la prensa como miel a las moscas –Explicó lanzando una mirada a las peinadoras-

Santana: Espera… ¿No es a las abejas? –Preguntó alzando una ceja-

Kurt: Lo que sea. Serían unos muy buenos rostros para la empresa –Dijo entrecerrando sus ojos, a manera pensativa-

Santana: Vamos Kurt, no sabemos quiénes son y tampoco tienen experiencia. No estamos en condición de recoger novatas –Contestó negando con la cabeza-

Kurt: Mientras no se note que son novatas estamos bien. En la empresa pueden aprender mucho, es muy tentador no reclutarlas –Contraatacó aún pensativo-

Santana: ¿Qué te parece si lo piensas mejor? Terminemos esto primero ¿Sí? –Propuso chocando su hombro con el de Kurt-

Kurt: De acuerdo –Imitó el movimiento de su amiga con una sonrisa y después se marchó.




En las peinadoras, Sugar y Tina les daban los últimos retoques de maquillajes a las chicas; luego de varias bromas y comentarios por parte de Brittany y Quinn, habían establecido una especie de relación en la cual estaban cómodas hablando de cualquier cosa. Cambiaron su maquillaje por algo más suave y menos brillante, algo mucho más parecido al verano. De un momento a otro, Kurt llegó detrás de ellas, dejó en sus regazos sus atuendos y les obsequió a ambas una sonrisa que ellas solo podían notar mientras se veían al espejo.

Kurt: Felicitaciones chicas, se vieron geniales allá afuera –Dijo apoyando sus manos en los respaldos de la silla de cada una-

–Gracias –Dijeron al unísono con cortesía-

Kurt: Oigan, después del desfile habrá una especie de fiesta. Ya saben, para relajarnos después de todo esto –Insinuó casualmente-

Brittany: Suena bien –Respondió asintiendo-

Quinn: Aunque primero debemos terminar esto –Intervino desde su lugar-

Kurt: De acuerdo, preciosa. Sigan luciéndose –Dijo alegremente para después obsequiarles un guiño a ambas y marcharse-




El evento de modas siguió con su rumbo llevándose consigo varias horas del inicio de la noche. Después de cuatro cambios más y un desfile grupal –el cual fue el último- en el que las modelos fueron vistas y  aplaudidas unas última vez,  Kurt fue ovacionado y colmado de aplausos y muchos flashes por parte de la prensa, debido a la buena organización de su desfile donde al parecer todo había salido mucho mejor de lo que esperaba, satisfaciendo sus expectativas haciendo que luciera conforme y dándole las esperanzas que necesitaba para el seguir con la empresa, que no significaba solo dinero. Sobraba decir que ‘Casa Hummel’ para él, era mucho más que un edificio con una sucursal en Londres y en Francia en el cual se diseñaba y confeccionaba ropa femenina, para él, significaba mucho más.

Para el orgulloso chico de ojos azules, ‘Casa Hummel’ significaba un sueño que quería continuar, significaba un hogar cálido en el cual había encontrado buenos amigos y apoyo o cualquier cosa cuando la necesitara, pero sobretodo, esa casa de modas era  mantener a su madre viva en espíritu y en esencia al exponer ante muchas personas creaciones que tenían su influencia en cada costura. Era un legado que él quería seguir, y lucharía por eso.




Las tres rubias se encontraban detrás de la pasarela mientras ellas mismas ajustaban sus maquillajes. Habían vuelto a los vestidos con los cuales habían llegado, pero sus atuendos eran lo que menos les preocupaba, estaban más cansadas de lo que pudieron pensar. El dolor de pies, el cansancio, sin duda habían hecho mucho más de lo que habían ido a hacer en primer lugar. Cada una estaba en silencio, el número de personas y el ajetreo habían bajado casi hasta el punto de la extinción; parecía que nada había pasado en ese lugar, una que otra persona pasaba detrás de ellas, ya el murmullo no era escandaloso y la música casi había desaparecido.

Quinn: Dios, creo que este es el peor trabajo del mundo –Dijo dejando caer su peso en el espaldar de su silla-

Kitty: Que exagerada eres, la pasaron bien –Respondió despreocupadamente-

Quinn: Sí, pero no aguanto los pies y creo que no podré sonreír durante días –Se quejó pasándose la mano por sus mejillas-

Brittany: Lo siento minina, Quinnie tiene razón –Intervino acomodando su vestido-

Kitty: No puedo creerlo. ¡Hay trabajos peores! –Exclamó con una sonrisa-

Quinn: ¿Cómo cual? –Preguntó viendo a su prima con los ojos entrecerrados-

Kitty: Pues… Pudieron terminar de meseras o… en alguna franquicia de sándwiches –Contestó encogiéndose de hombros-

Brittany: ¡Vamos! En esos trabajos puedes demostrar que estás cansada o molesta. O si eres una chica mala puedes escupir los sándwiches de las personas. Pero aquí siempre tienes que sonreír así los pies te estén sangrando –Dijo mientras acomodaba su cabello-

Kitty y Quinn dejaron salir una sonora risa espontánea al escuchar el comentario de la chica rubia de ojos azules, la cual después de escuchar la reacción de su hermana y su prima, no le quedó de otra más que unirse a su carcajada colectiva.

Kitty: Más nunca te dejaremos hacer los sándwiches –Dijo queriendo expresar desagrado, pero la sonrisa en su rostro no se lo permitió-

Brittany: Lo sé, fue asqueroso, pero nunca se lo haría a ustedes –Admitió con una sonrisa- Hablemos de cosas-no-asquerosas –Ofreció para después acercar una silla y ponerla junto a la de su hermana-

Kitty: Bien ¿Iremos a la fiesta? –Cuestionó colocándose un poco de labial-

Quinn: … Solo si ustedes quieren. Yo supongo que me sentaré a tomar agua mineral en algún lado –Contestó encogiéndose de hombros-

Brittany: Y yo te haré compañía –La apoyó dejando caer su cabeza en uno de los hombros de su hermana-

Kitty: Quizás podamos bailar un poco –Sugirió apoyando su cadera en la peinadora-

Kurt: Y por el éxito de hoy, dudo que haya alguien que no quiera bailar con ustedes –Irrumpió en la conversación apareciendo de repente-

Kitty: ¡Hey, miren quien está aquí! –Dijo sonriente-  La estrella de esta noche  –Añadió-

Kurt hizo un pequeño gesto con la mano seguido por una juguetona reverencia y después se acercó un poco más a las chicas, colocándose a un lado de Kitty.

Kurt: Vine a traerles un regalo. Ya saben, por lo que hicieron por mi –Dijo sonriente señalando a las fundas que había dejado estiradas en una silla cercana-

Quinn: No tenías por que hacerlo –Comentó sonriente pero algo sorprendida-

Kurt: Oh claro que sí tengo que hacerlo –Afirmó con una sonrisa mientras asentía- Por lo que vi hoy, las cosas pintan bien para la empresa y si ustedes no me hubiesen ayudado, ni siquiera hubiera habido un desfile así que…  –Explicó cruzando sus brazos acompañando sus palabras por un leve encogimiento de hombros-

Brittany: Gracias Kurt. Me gustaría decir que no fue nada pero los pies me están matando así que, merecemos la ropa –Dijo encogiéndose de hombros-

Quinn: No le hagas caso, está bromeando –Rió Quinn al mismo tiempo que Brittany-

Kurt: Simpáticas –Dijo riendo un poco y negando con la cabeza- Oigan, ¿Nos acompañaran a la fiesta? Hay espacio en la limusina para ustedes –Ofreció haciendo un pequeño gesto con su cabeza-

Kitty: Justo estábamos hablando de eso. Las chicas están un poco cansadas –Respondió encogiéndose de hombros-

Kurt: Oh, pero pueden ir aunque sea una hora. No tienen que preocuparse por transporte ni por pagar bebidas, todo está cubierto –Insistió amablemente-

Las tres rubias intercambiaron miradas, en realidad sí estaban cansadas y solo querían llegar a su casa y tomar una buena ducha de agua caliente y quizás después ver una película con los pies sumergidos en una ponchera de agua tibia para bajar la hinchazón de sus pies, pero la oferta de la fiesta lucía algo tentadora; siendo nuevas en la ciudad las invitaciones a las fiestas no les llovían, aparte que no conocían más nadie en el país entero ¿Cuándo las invitarían a una fiesta de nuevo?  Luego de un silencio de algunos segundos de duración, asintieron sonrientes  indicándole a Kurt que efectivamente, asistirían a la fiesta.

Kurt: ¡Genial! Esperen aquí, mandaré a guardar esto y lo van a buscar el lunes a la empresa –Dijo con una sonrisa ansiosa, llevándose las fundas de ropa que había traído antes-




Del otro lado del espacio casi vacío se encontraban Santana, Rachel y algunas personas más que también trabajaban en ‘Casa Hummel’ y que estaban ordenando y recogiendo las últimas cosas para que después solo las fueran a dejar en la empresa; después de que aclararan y ordenaran eso todos se podrían ir a la fiesta que tenían después para relajarse y disfrutar un rato luego de su dura jornada de trabajo. De repente, Kurt llegó con una sonrisa en su rostro, colocó las fundas en uno de los percheros que uno de los empleados acarreaba a la salida, más feliz de lo que debía estar. Santana golpeó a Rachel con su codo y luego de obtener su atención señaló al sonriente chico.

Rachel: ¿Por qué tan feliz? –Preguntó algo confundida-

Kurt: Hay mucho por lo que debería estar feliz ¿No lo crees? –Contestó encogiéndose de hombros sin dejar de sonreír-

Santana: Nos estás escondiendo algo –Afirmó sin titubeos, cruzando sus brazos sobre su pecho-

Kurt: ¿Por qué cada vez que estoy feliz tengo que ‘estar escondiendo algo’? –Cuestionó acercándose a sus amigas-

Rachel: Admítelo. Te estamos vigilando, Hummel –Advirtió con una sonrisa-

Kurt: ¿Saben cuando llega la limusina? –Preguntó lanzando una mirada hacia donde se encontraban las peinadoras-

Santana: Diez minutos –Respondió alzando un poco su voz, viendo hacia Rachel-

Rachel: ¿Qué? ¡Vamos! ¡Ya estoy lista! –Se defendió riendo-

Santana: Eso también va contigo ‘Lady Hummel’ Aunque ya se acabó la laca, así que no tienes con que entretenerte –Bromeó encogiéndose de hombros-

–Santana –Reprochó suavemente una voz femenina proveniente de sus espaldas-

Rachel: Ups. Atrapada –Murmuró reprimiendo una risa-

Una rubia de ojos castaños los cuales estaban siendo resaltados por un maquillaje que hacía resaltar sus largas, pestañas se encontraba de pie cerca de donde el trío de amigos estaban teniendo su amena conversación. Esta se encontraba de brazos cruzados y una sonrisa se insinuaba en sus labios carnosos y rosados los cuales lucían deseables gracias a su toque de gloss, su cabello liso y rubio algo corto caía por sus hombros finalizando en su elegante chaqueta blanca la cual acompañó de una blusa top negra con una que otra incrustación brillante y su atuendo lo complementaban unos leggins negros de cuero y tacones altos del mismo color.

Kurt: Oh, Femme fatale. Me gusta –Dijo sonriente asintiendo conforme con el atuendo de la rubia-

Rachel se puso de pie y fue la primera en ir a saludar amistosamente a la sonriente rubia con la cual compartió un abrazo cálido y un beso en la mejilla a manera de saludo. Luego Kurt fue el segundo en acercarse y repetir el mismo procedimiento mientras Santana ya se encontraba de pie con una sonrisa en sus labios solamente observando la interacción entre sus amigos y aquella hermosa y alegre mujer con la cual muy pronto planeaba compartir su vida. Con la presencia de ella, todo lo que pasaba por su cabeza pasó a un lugar en el que era profesionalmente ignorado, con paso calmado se acercó hasta ella, sin quitar esa expresión de su rostro la cual oscilaba entre la admiración y la felicidad; se posicionó a su lado y con uno de sus brazos rodeó la cintura de su chica.

Santana: Hey –Murmuró sonriente, depositando un casto beso en los labios de su prometida-

Rachel: ¿Qué te trae por estos lados, querida Dani? –Preguntó sonriente-

Dani: Pues, vine a saludar y a felicitarlos –Respondió sonriente, correspondiendo el abrazo ladeado de Santana-  Eso fue todo un espectáculo allá afuera, no podía esperar a llegar al club para decírselos –Añadió con emoción en sus palabras-

Kurt: Que dulce eres –Dijo juntando sus manos con una sonrisa enternecida-

Rachel: ¿Vendrás con nosotros? Iremos en limo –Preguntó haciendo un gesto divertido con su rostro-

Dani: Oh no. Estoy aquí robándome el tiempo, tengo que llegar antes de que los demás enloquezcan por toda la gente que va a llegar y la prensa –Respondió en un suspiro- Pero no hay nada que no haría por ustedes chicos, aparte le viene muy bien la publicidad al club –Agregó volviendo a sonreír-

Rachel: Es increíble que insistieras para que hiciéramos la fiesta en tu club –Dijo negando con la cabeza-

Dani: ¡Vamos, es mi regalo! –Se defendió riendo un poco-

Kurt: No dejaste que dijéramos ‘No’ –Argumentó riendo-

Dani: Nunca acepto un ‘no’ por respuesta –Afirmó con un leve asentimiento-

Santana: Tiene razón, nunca lo acepta –Bromeó mostrando la mano donde en su dedo anular reposaba la hermosa joya que indicaba su compromiso-

Rachel: Es que tú tampoco te hiciste de rogar –Comentó para después reír-

Todos compartieron una risa mientras Santana reía y negaba con la cabeza queriendo parecer indignada pero la verdad era que se había sonrojado un poco a causa del comentario de Rachel. Dani entre risas se percató de la expresión de su prometida y acercó un poco más su cuerpo al de ella y le plantó un rápido beso en la mejilla.

Dani: Fuera rogado un millón de veces por ella –Dijo dedicándole una mirada con una sonrisa cómplice a la morena junto a ella- Afortunadamente no tuve que hacerlo –Añadió encogiéndose de hombros-

Kurt: Ow, que adorables son –Comento con una sonrisa abrazándose a Rachel-

Santana: Se parecen a mi madre –Dijo volteando sus ojos queriendo esconder su sonrisa-

Dani: Oigan, me tengo que ir. Nos vemos en un rato, no se peleen –Anunció riendo un poco-

La alegre rubia se despidió con el mismo cariño de Rachel, Kurt y por supuesto de su prometida. Por la intensidad de sus gestos en cada abrazo y su sonrisa aparentaban que no se verían de nuevo dentro de algunos minutos, pero así siempre era Dani: atenta, dulce y sonriente.


Santana la conoció hacía ya dos años y algunos pocos meses en un concierto de una de esas bandas que hacen tributos a bandas más viejas presentándose en un escenario, tocando sus canciones más exitosas y con looks muy parecidos. El concierto en el que ellas se conocieron fue en una banda tributo a “Queen” donde accidentalmente Dani –quien  previamente había sufrido un pequeño accidente- pasó por encima de uno de los pies de Santana con su silla de ruedas. Fue una manera muy particular de conocerse, pero desde el momento en el que la morena no estalló en maldiciones y aceptó la avalancha de disculpas de una nerviosa y arrepentida rubia, parecía haber surgido algo entre ellas, y ese algo dos años después había evolucionado favorablemente, convirtiéndolas en una pareja feliz, estable y comprometida la una con la otra en muchos aspectos.

Ohhh me gusta la dulce Dani
Pero no quiero que sufra mmm
No quiero adelantarme pero
Mejor buscale una pareja para
Que deje libre a santana y ya pueda
Estar con britt!

Jajajajajajaj uffff y eso que no me queria adelantar!

El capitulo estuvo genial,
Y debo confesarte que me gustan
Los capitulos largos
Ahora si saludos y hasta
La siguiente actualizacion!

Ahora si saludos y besos!

Maaaar, como estas?, me gusta como va el fic, pero no se, eso de que santana este comprometida no me gusta, aunque dani me cae bien, pero igual brittana es brittana.. en fin se ve bastante interesante y espero que sigas actualizando seguido..

besos , te quiero..

PD: me volvi a enamorar de quinn :3

Hola hola!! Pues ya sabes que a se me da mucho eso de atrasarme con los comentarios jaja pero aca estoyy 0/ me ves me ves????!!  ya me he leido los dos capitulos y me gustaron perooo me intriga saber que le ocurrio a mis rubias favoritas en su vida mas aun a Brittany bueno supongo que lo sabre mas adelante....... sabes queeeee??! no me lo vas a creer... peroooooooo en este fic me ha gustado eh me gusta su actitud y me cae bien vas bien vas bien jajaja mmmmmmmm dani prometida de San mmmmmm buenooo ya veremos por cuanto tiempo al menos San ya esta cayendo ante los encanto de Britt britt... apuesto a que britt se roba el corazon de San!!!