Fic: Brittana&Faberry: "Amor en la Pasarela" Capítulo 6: Dobles Intenciones

Me gusto,me gusto quiero mas por favor!!!!
Gracias
Saludos

Hola Nueva Lectora
Apenas di con tu fic y me gustó, así que me tendras comentando
Q mas diré?? me gusto Dani
Espero tu actualización

hola señorita queme da mucho cariño ...notese el arcasmo.... nada crueldad es broma se k me adoras jajajaja aunk mecosto sacartelo jejejejeje prrto buenoooo hasta apenas te leo si ya seee soy mala por no hacerlo antes pero ya sabes ando el trabajo y creo k mi rutina me tenia mal k digo mal reeemall jajaja ya ves el drama antes todo pero bueno asi m kieres verdd


buenoo me desvie del tema el capitulo buenoo los cap uyy pusites a dani jejje se nota k amas a dani jajaja yo tambienn chicss venezuelana hambrienta de mexica okey eso sono raro pero buenooo jajaja pensar bien chica jajajaja me gusto cap jajajaj me pata lo k le dijo britt a san jajaja guiliban jajaja buenisiiimooo osea amo cmo escrinbes asi k bueno me tienes cn esya historiaa jejeje t esta kedando muy buenaa

me sorprendio que san este con dani peero al mismo tiempo kiero leer mas y mas a ver k pasa bueno nena de letras azules aki andare riendome de las chocoaventuras de las britanas jejeje k es buen hermanito k el otro saludos guapa

p.d. aun no supero lo de la cucharitaa jajajaja saludos

La música estaba a una frecuencia regulada y permitía que las personas pudieran hablar sin gritar, el ambiente era cómodo y hasta algo cálido; cabe destacar que era un muy bonito y espacioso lugar que increíblemente contaba con algo semejante a tres niveles: en el inferior se encontraba la pista de baile iluminada por una que otra lámpara discretamente ubicadas a los lados de la misma y una barra iluminada por luces de neón un poco más pequeña que la del segundo nivel que constaba con los mismos colores pero tenía más longitud y más personas en su servicio; en el segundo nivel y el más concurrido –debido a que era el que funcionaba como restaurant-  se encontraban varias personas conversando entre sí ubicadas cómodamente en uno que otra mesa  rodeada de unas particulares sillas echas de un material que parecía brillar y combinaba a la perfección con el ambiente, y para coronar el lugar, un escenario con una pantalla detrás, obviamente ahí funcionaba un karaoke; y en la tercera y última planta se encontraban muchos muebles acompañados por pequeñas mesas en el que las personas compartían un trago y charlaban amenamente.

 Las tres rubias se encontraban sentadas en un sillón del tercer nivel, el cual estaba ubicado estratégicamente frente a una pequeña mesa decorada por uno que otro reposa-vaso y haciéndoles compañía se encontraba el alegre Kurt, y Sugar y Tina –pero estas solo de a ratos ya que estaban un poco más entretenidas en la segunda planta con los chicos de la barra. Entablaron una relajada conversación buscando saber un poco más de todo, a Quinn y a Brittany les había caído muy bien el chico de brillantes ojos y les encantaba saber que un importante diseñador pudiera ser el primer amigo que hicieran en Londres.


Kurt: Y bien chicas… ¿Dónde vivían antes de venir a acá? –Preguntó dejando su bebida encima de la mesa-

Quinn: Crecimos en Ohio, después nos mudamos a NY –Respondió sonriente con las palabras justas-

Kurt: ¿Y por qué vinieron tan lejos a estudiar? –Indagó curiosamente-

Una pregunta que sabían que las féminas esperaban, pero que no significaba que tenían que responder aún; las tres intercambiaron miradas como consultando en silencio una respuesta la cual llegó por parte de Brittany, quien mostró su radiante sonrisa.

Brittany: Un cambio siempre es sano, ya sabes –Contestó sonriente acompañando su respuesta de un leve encogimiento de hombros para después llevar el vaso húmedo a sus labios-

Kurt: ¿Y beber soda en vez de coctel tiene que ver con el cambio? –Preguntó con una sonrisa burlona en sus labios-

Todas las personas que las escucharon ordenar tres sodas para las tres rubias se cercioraron de haberlas escuchado bien, y después de muchos vagos intentos por persuadirlas terminaron con tres vasos de sodas, una copa de vodka y lo que sea que trajeran Sugar y Tina en sus manos cada vez que aparecían en la mesa. Ellas sabían que las preguntas no eran formuladas con mala intención, era imposible que pudieran serlo, y mucho menos por parte de personas que en las horas que llevaban conociendo, no habían hecho nada más que ser amables con ellas. Esta vez la que respondió fue Kitty.

Kitty: No quiero emborracharme con mi jefe aún. Ni siquiera tengo un mes trabajando –Bromeó haciendo reír a todos sus acompañantes-

Seguían hablando entre ellos mientras las tres rubias seguían respondiendo preguntas sin responderlas realmente. Las preguntas no llevaban segundas intenciones ocultas, son el tipo de cuestionamientos casuales que siempre se hacen las personas que apenas y se están conociendo. Kurt estaba esperando el momento indicado para poder hacer la insinuación  que quería, las chicas frente a él eran lo más parecido a una promesa que había visto en años, así que no podía perder su oportunidad. Quizás podría ser la única.

La música había subido un poco más el nivel, las personas estaban un poco más desinhibidas y a la mesa se habían sumado Santana y Rachel los cuales serviría como una especie de apoyo para Kurt, que había acogido cierta valentía gracias a unos cuantos grados de alcohol en su cabeza, pero antes de que pudiera abrir sus labios y soltar alguna de las palabras que ya tenía previamente pensada, una mano se ubicó en su hombro y una sonriente rubia hizo acto de presencia en la mesa deslizándose en el espacio vacío junto a él.

 Dani: Quiero que me digas que tal está todo –Pidió al chico de ojos azules que se encontraba junto a ella-

Kurt: Sobra decir que te luciste, cariño –Dijo con una sonrisa amplia en señal de agradecimiento-

Rachel: Yo ayudé –Intervino aprovechando su posición junto al chico, haciendo reír a la rubia-

Kurt: No importa lo que digas Rachel, se que esta chica movió medio país para esto y estoy más que agradecido y feliz con los resultados –Comentó el chico colocando una de sus manos en la rodilla de la rubia-

Dani: No hay nada que agradecer –Dijo pasando uno de sus brazos por los hombros del chico y así ofrecerle una especie de abrazo ladeado- Pero Rachel tiene razón, ella ayudó –Bromeó para después reír-

Las conversaciones en la mesa habían cesado e inconscientemente se centraron en el trío que libraba su propio tema y que al parecer estaban disfrutando.

Santana: Bien, en este momento me siento excluida –Se dirigió al trío sonriente cruzando elegantemente sus piernas-

Rachel: Vamos San, no seas celosa –Bromeó acercándose más su amiga- Ya la tienes comprometida, calma –Añadió haciendo reír obviamente solo a los que entendían el chiste-

Las verdaderamente excluidas de la conversación eran las tres rubias que se encontraban con sus vasos de soda en sus manos observando la interacción de las personas que compartían la mesa con ellas. Por lo que habían escuchado el rato que llevaban conversando, la relación amistosa de las personas frente a ella –sin incluir a la rubia de ojos pardos- se extendía desde hace ya varios años atrás haciendo que su cercanía y su confianza fuera justo y como la estaban apreciando en ese momento: natural y fluida.

Kurt notó que las chicas estaban siendo de una manera excluidas de la conversación, y eso estaba más que obvio puesto a que mientras el cuarteto reía y hablaba ellas solamente bebían sus sodas en silencio y veían distraídamente hacia cualquier lugar. El castaño sabía que su oportunidad se iba a ir por el caño apenas las rubias dijeran que se iban, si algo había aprendido de ellas las horas que llevaban conociéndolas era que: lo que decían lo mantenían. Antes de que pudiera excusarse y empezar a hacer las presentaciones, la castaña de piel morena se adelantó atentamente y después de dejar su copa encima de su correspondiente porta-vasos, habló.

Rachel: ¿Qué pasa con nosotros? Chicas, ella es Dani. Dueña de este lugar, organizadora de esta fiesta y prometida de Santana –Dijo la chica con una pequeña sonrisa en sus labios mientras con la mano extendida apuntaba a la rubia de ojos castaños-

Dani: Oh Dios, lo siento –Se excusó notando por primera vez que en la mesa habían más personas- Díganme Dani ¿Cómo están, chicas? –Se presentó extendiendo su mano gentilmente-

Kurt: Dani, ellas son Kitty, Quinn y Brittany. Modelos de la empresa –Explicó sonriente-

Las tres chicas notaron la presentación pero no se molestaron en corregir al castaño de ojos azules puesto a que no lo creyeron importante, así que correspondieron el saludo de la atenta chica la cual se presentó con mucha calidez y que no perdió la oportunidad de ofrecerles a las chicas sus más sinceras felicitaciones pues efectivamente las recordaba del desfile, también aprovechó para darles la bienvenida al país y a su club.

 Brittany: Gran lugar –Aduló honestamente-

Dani: No hubieses pensado lo mismo si lo fueras visto al principio, pero gracias –Contestó acompañando sus palabras con un leve asentimiento-

Kitty: No debió ser fácil levantarlo y ponerlo a andar. Felicitaciones –Dijo sonriente-

Kurt: Y no es lo único que ha rehabilitado y echado a andar –Intervino alzando una de sus cejas, dirigiendo su mirada a la morena lo suficientemente alejada de él-

Santana: Cierra la boca, Hummel –Se defendió acompañando sus palabras con un mohín-

Dani: Santana –La reprendió suavemente dirigiéndole una mirada seria-

Rachel: Lo hace por hobbie –Siguió con el juego la castaña-

Las conversaciones se extendían de un lado a otro del pequeño cuadro de personas en el cual ya las presentaciones habían sido hechas, todo el mundo estuvo atento a la exagerada recreación del desfile que había hecho Kurt, presumiendo su suerte y el nuevo par de adquisiciones que había hecho… Bien, en realidad seguía sin adquirir nada, pero ya se encargaría de eso, por lo menos con asegurar algo quedaría más que conforme. La conversaciones vagas seguían hasta que una simpática chica de baja estatura con un particular color de cabello irrumpió en la mesa con una sonrisa llamando la atención de la dueña del lugar.

–Dani, André te necesita allá abajo –Anunció sin dejar de sonreír con sus manos entrelazadas a nivel de su abdomen y balanceándose de un lado a otro. Era una chica muy particular-

Dani: ¿Es de vida o muerte? –Preguntó prestándole atención a su empleada-

–Sipi –Contestó asintiendo enérgicamente- Aunque te puedo jurar que nadie ha muerto. André ya me lo explicó –Aclaró inmediatamente-

Dani rió un poco y negó con la cabeza –Espérame Katy, voy contigo- Respondió poniéndose de pie-

Dani ofreció una disculpa general por tener que abandonar la mesa de esa manera, y después se dispuso a seguir a la chica de cabello rojo rubí la cual antes de marcharse agitó su mano en el aire a manera de despedida sin dejar de sonreír. Ahora en la mesa se encontraban los viejos integrantes de grupo. Kurt, viendo que el par de rubias que aún no tenía en su poder habían logrado entrar en un poco más de ambiente con el grupo, supo que el momento había llegado.

Kurt: Y chicas… ¿Ya tienen un trabajo fijo aquí? –Asomó la conversación de una manera completamente disimulada-

Quinn: Oh no, no. Hemos estado buscando pero aún no nos hemos decidido por nada –Respondió encogiéndose de hombros para después llevarse a sus labios el vaso de soda-

Kurt: Y… ¿Tienen algo en mente? –Preguntó alzando una ceja acompañando sus palabras con un elegante ademán-

Santana: Que sutil eres –Dijo con una sonrisa ladeada mientras en su mano reposaba su copa-

Kitty: Brittany quiere escupir sándwiches –Murmuró hacia sus primas junto a ella, haciéndolas reír-

Rachel: ¿No han pensado en trabajar en la empresa? –Saltó a la conversación de manera directa, quitándole las palabras de la boca a su amigo-

Kurt sonrió un poco para después disimuladamente posar su mano en el hombro de la morena junto a él, propinándole un suave apretón a modo de una felicitación silenciosa, la castaña sonrió y acomodó un mechón de su cabello encima de su hombro con mucha gracia sin despegar la mirada del par de rubias frente a ella. Brittany y Quinn intercambiaron miradas, la chica de ojos verdes alzó sus cejas mientras que la de ojos azules solamente sonrió, después de esa mirada cómplice, voltearon a ver al chico de ojos azules y la respuesta que se asomó fue por parte de la chica sonriente de ojos azules.

Brittany: De ninguna manera –Contestó de manera aún más directa-

La sonrisa del castaño desapareció al escuchar aquella respuesta por parte de la rubia, y al enfocar a la chica de ojos verdes, esta solamente se encogió de hombros y negó con su cabeza lentamente. Santana aparentaba no estar atenta a la conversación pero de hecho si lo estaba, y sintió cierta incomodidad en su interior al recibir aquella firme respuesta de la rubia. En cambio la morena solamente dio varias asentidas lentas sin exteriorizar nada, como si estuviese recibiendo instrucciones y con ese movimiento diera a interpretar que entiende lo que se le está explicando. Kurt en medio de su ‘desesperación’ recurrió a los ojos verdes de Kitty implorándole silenciosamente que hiciera algo por él.

Kitty: Ni siquiera lo han pensado –Dijo suavemente, negando con la cabeza-

Santana: Deberían hacerlo muy bien –Acotó sorprendiendo a todos en la mesa y a sí misma-

Brittany: No hay mucho que pesar –Respondió volviendo su atención a la morena un poco apartada de ella, sin dejar de sonreír-

A Santana le sorprendía la manera en la que la rubia que la veía sonriera de una manera relajada, como que si la conversación que estuviesen teniendo se tratara acerca de… zapatos. “¿Por qué?” fue la pregunta que se formuló en su mente, y era la misma que iba a disparar pero no pudo, unas muy animadas Sugar y Tina irrumpieron en la mesa en compañía de una sonriente chica castaña de ojos azules que a kilómetros de distancia lucía más sobria que la castaña y la asiática juntas.

Kurt: ¡Marley, Mon coeur! –Saludó sonriendo ampliamente-

Marley: Sa va, cher? –Respondió en su idioma natal con una sonrisa radiante-

Santana: Oh no, francés aquí no. Por favor –Pidió negando con la cabeza-

Brittany: ¿Escucharon eso? ¡Qué lindo! –Celebró la rubia desde su lugar sonriendo cuan niña emocionada-

Marley: Merci –Agradeció volteando a ver a la rubia-

Sugar: ¡Chicas, tienen que venir con nosotras! –Intervino llamando la atención de las tres rubias- ¡Las cosas están de locura allá abajo! –Agregó con entusiasmo-

Kitty: Supongo que aquí arriba nos estamos perdiendo la fiesta –Dijo volteando a ver a sus primas- Vamos chicas, disfrutemos un poco –Incitó corriéndose un poco para ponerse de pie-

Rachel: Supongo que las acompañaré –Se sumó encogiéndose de hombros- ¿Nos acompañan? –Preguntó dirigiéndoles miradas curiosas a las personas a su lado- ¿No? ¿Nadie? –Volvió a preguntar cuando no recibió respuesta- De acuerdo, espérenme chicas

La castaña se puso de pie y pasó frente a Kurt el cual miraba atentamente al grupo de chicas que poco a poco se ponían de pie para bajar a alguno de los niveles inferiores como la mayoría de las personas para disfrutar la fiesta a plenitud.

Tina: De acuerdo chicos, estaremos abajo si quieren sumarse –Dijo tomando la delantera junto a Sugar-

Santana y Kurt eran las únicas personas que quedaron en la mesa después de que la asiática llegara en un inoportuno momento en compañía de las dos castañas y robaran la atención del trío de rubias, pero después de todo tenían razón, lo menos que estaban haciendo las rubias era disfrutar la fiesta como la mayoría de las personas en el club lo estaban haciendo. Marley se quedó atrás un poco observando atentamente al castaño y la morena, dudando si debía volver a la fiesta o acompañar a sus amigos, pero un par de ojos azules llamaron su atención y después de girar unos cuantos grados su rostro, se encontró con una sonriente rubia.

Marley: Salut, Je suis Marley –Se presentó sonriente extendiéndole la mano a la rubia-

Brittany: Demonios, no tengo ni la menor idea de lo que dijiste pero… Soy Brittany –Correspondió el saludo con una sonrisa, estrechando la mano de la castaña-

Marley: Tranquila, también hablo español. Soy Marley –Dijo riendo un poco. Repitiendo sus palabras esta vez para que la rubia la entendiera mejor-

Brittany: De acuerdo Marley, te invito lo que quieras y me enseñas a hablar un poco de francés ¿Trato? –Propuso sonriendo de manera amistosa-

Marley: Oui. Mercy Brittany –Aceptó sonriente-

La castaña les dedico la última mirada a sus amigos los cuales sorpresivamente observaban atentamente su interacción con la rubia de ojos azules, les dedico una mirada de excusa acompañados de un leve encogimiento de hombros y una pequeña sonrisa para después emprender camino a las singulares escaleras las cuales simulaban las teclas de un piano.
Santana y Kurt se quedaron en su lugar viendo como las dos chicas se alejaban charlando relajadamente, una interacción casi increíble para los segundos que llevaban conociéndose. El castaño expulsó un audible suspiro a través de sus labios mientras que la morena captó su bebida y se bebió el resto de su contenido en un solo trago.

Santana: Al parecer pechos de canica tiene su encanto –Comentó mordaz con la mirada fija en su copa vacía-

Kurt rió ante el comentario de su amiga– ¡Vamos Santana, fue adorable! –Dijo el diseñador mientras se acomodaba en su asiento para tener una mejor visión de su acompañante-

Santana: Adorable –Repitió lentamente mientras la escena de la rubia y la fotógrafa volvía a reproducirse en su cabeza-

La morena no le encontró lo adorable en ningún lado, de hecho, se sorprendió a si misma al sentir su ceño fruncido, pero tenía que reconocerlo un poco, no se sintió bien ver a la rubia hacer de una manera más directa lo que hizo con ella detrás de la pasarela, es decir ‘coquetear’.  La morena asumió el comportamiento de la rubia como un abierto coqueteo, y eso solo demostraba los conocimientos nulos que tenía acerca de la chica de ojos azules. Nuevamente se sorprendía de sí misma “¿Qué hago pensando en ella?” se riñó mentalmente mientras de golpe su atención se centraba en las últimas palabras dichas por su amigo.

Kurt: … Las quiero en la empresa –Sentenció el diseñador con los ojos entrecerrados-

Santana: ¿Qué…? ¿Qué estás diciendo? –Cuestionó fijando su intensa mirada en la del chico-

Kurt: Ellas. Quinn y Brittany –Respondió asintiendo- ¿Es que no lo ves? Esas chicas solo hay que pulirlas un poco. Con esas caras pueden vender lo que sea –Explicó a la morena-

Santana: Kurt, te lo dije y te lo repito: No estamos para recoger principiantes y… –El chico empezó a agitar una de sus blancas manos frente el rostro de la morena haciéndola callar-

Kurt: Ok, ok. Santana, ignoremos esto un minuto –Dijo tomando el dedo anular de la morena en el cual se encontraba su anillo, de manera en que no pudiera ver la joya- Si yo soy gay y puedo verlo, tú también puedes ver que ellas con sonreír un poco me pueden vender hasta drogas –Habló con razón-

Santana enfrentó la mirada del chico después de girar sus ojos de manera exagerada. Las cejas del Kurt estaban levemente alzadas y el par de ojos azules se conservaban inquisidores, esperando por la respuesta obvia que sabía que iba a llegar por parte de la morena puesto a que lo único que ‘Santana López’ tenía de santa, eran nada más las cinco letras que empezaban su nombre, y eso lo demostró durante una etapa que no es ningún secreto para las personas cercanas a ella. Kurt había reconocido que la morena había cambiado mucho cuando inició su relación con Dani y que a pesar de que sabía que no estaba bien recurrir a esa época, tuvo que hacerlo pues si algo tenían en común esos dos, era querer tener siempre la razón.

Santana asintió después de unos segundos de silencio–Sí. Sí está bien, tienes razón… Pero no puedes obligarlas a nada. Ahí está, Brittany dijo que no, y su hermana y la nueva ni se molestaron en decir algo –Argumentó con razón, alejándose de la posición en la que el diseñador la mantenía-

Kurt: Creo que… Marley puede serme útil –Murmuró con malicia- No las obligaremos a nada, San. Solo hay que convencerlas –Añadió mientras una sonrisa maliciosa se estiraba en sus gruesos labios-


Santana suspiró sabiendo que ya no podía hacer nada por sacarle de la cabeza esa idea a su amigo. Si bien no haría nada para facilitarlo, tampoco haría nada para impedir la presencia de esas rubias en la empresa. Negó un poco con la cabeza y musitó un aparentemente desinteresado –Lo que sea.

Me gusta Marley y Brittany..  
Y a Santana ya le ha hecho tilin Britt jajaja

Esperando ansiosa el siguiente capitulo!

Ok tienes razon
Tengo aue ver como ae
Desarrolla la historia!

Bueno tengo una
Pregunta,
¿Habra karley mitty?
(O no se como le ponen a marley y kitty juntas)

Si es asi que bien

Bueno hasta la siguiente
Actualizacion!
Saludos

jajajaja me acabo de acordar que te debo la gelatina todavia, un dia de estos te la llevo, como estas Mar? espero que bien, bueno, el capitulo me gustó, como siempre, tienes razon el personaje de Dani dudo mucho que pueda llegar odiarlo, pero Marley no se, su acento solo me recordó a Camille u.u , jejeje es increible que la vuelva a nombrar en una historia que no tiene nada que ver , pero bueno camille me marcó.

me gusta como va la historia, y va a ser interesante ver como se desarrolla lo de santana y brittany .

hasta la proxima actu, te quiero , besos!

Hola que tal!! Me encanta la historia solo tengo que recriminar algo..........por favor no demores tanto en actualizar!!!!!!!!jajajaa!!
Saludos

Kurt: Ok, ok. Santana, ignoremos esto un minuto –Dijo tomando el dedo anular de la morena en el cual se encontraba su anillo, de manera en que no pudiera ver la joya- Si yo soy gay y puedo verlo, tú también puedes ver que ellas con sonreír un poco me pueden vender hasta drogas –Habló con razón-

Si si, si siiiiiii Kurt tiene toda la razon!!! Ese es mi comentario de hoy jejejeje y quieroooooooooooooo BRITTANA!!! dame brittana, lleva a Dani de viaje y dame brittana!!!!

En el segundo nivel del enorme y movido local, se encontraba la rubia de ojos verdes, estaba sola desde hace unos cuantos minutos pero era su decisión, toleró el calor de la pista de baile solo por unos cuantos minutos los cuales fueron más que suficientes para ella, entre sus dedos sostenía un húmedo vaso con soda y hielo el cual llevaba a sus labios ocasionalmente para saciar su sed, pensando en cuál sería el momento indicado para informarles a su hermana y a su prima que ya era momento de ir a casa.

–Veo que te dejaron sola –Una voz femenina llamó su atención-

Quinn se sobresaltó un poco y con su mirada buscó a la persona emisora de aquellas palabras, era ella “la morenita” como mentalmente la había apodado. Sonrió –Oh, eres tú… –Detuvo sus palabras al recordar que no sabía el nombre de la castaña.

–… Rachel –Completó en lugar de la chica junto a ella, extendiendo su mano a modo de presentación-

Quinn: Claro. Rachel –Dijo asintiendo sin dejar de sonreír- Yo soy Quinn –Añadió estrechando la mano de la morena-

Rachel: Genial. Ahora que nos conocemos oficialmente, creo que puedo invitarte algo que no sea una soda –Dijo para después arrastrar una silla desocupada de manera en que pudiera hablar y ser escuchada-

Quinn: Oh no, no lo creo –Se negó riendo un poco- Juro que así estoy bien –Aseguró-

Rachel: ¿Porqué no quieres o porque te estoy molestando? –Preguntó con una pequeña sonrisa, queriendo que la respuesta de la modelo no fuera la segunda-

Quinn rió ante las palabras de la castaña haciendo gala de su sexto sentido, prediciendo las intenciones detrás “la copa” –No bebo. Pero gracias –Musitó después de reír-

Rachel: ¿Ni siquiera en ocasiones especiales? –Insistió sin ganas de que la conversación no llegara a su fin-

Quinn: Mucho menos en ocasiones especiales –Respondió negando con la cabeza, fijando su atención en el gran vaso en sus manos-

Rachel: Vaya, supongo que eso es bueno –Comentó cruzando sus piernas elegantemente-

Quinn solamente se encogió de hombros  –Supongo que sí lo es –Repuso en voz baja-

Después de esa respuesta, las dos chicas se sumieron en un pequeño silencio que Rachel aprovechó para llamar a uno de los barman y hacer que este dejara una copa colorida frente a ella de una manera tan ágil y rápida que sorprendió a Quinn, cuando vio que la morena intercambió unas cuantas palabras con el chico, se dio cuenta de que se conocían previamente pero ella no prestó atención a lo que hablaban. El líquido de su vaso disminuía cada vez más, e internamente estaba preparada para que cuando se acabara del todo, se pondría de pie para llamar a sus chicas para después marcharse, pero antes de que pudiera darles los sorbos finales a su bebida gaseosa, la misma voz de hace unos segundos volvió a llamar su atención.

Rachel: Hey Quinn… ¿Respondes preguntas de extraños? –Preguntó dedicándole una mirada curiosa a la rubia-

Quinn frunció un poco su ceño – ¿A qué te refieres? –Cuestionó confundida-

Rachel: Si te hago una pregunta que puede ser indiscreta… ¿La responderías? –Explicó más claramente, sin dejar aquella mirada curiosa-

Quinn: … Pareces una buena chica. Supongo que sí respondería –Contestó acompañando sus palabras con un leve encogimiento de hombros- ¿Qué? ¿Tienes alguna pregunta indiscreta para mí? –Preguntó con una sonrisa juguetona cruzando sus labios-

Rachel dejó salir una risa al escuchar la entonación que la rubia había usado para la pregunta –No lo sé, supongo que lo es. No acostumbro hacer esto pero, me das mucha curiosidad –Dijo honestamente, ladeando un poco su cabeza-

Quinn se sintió un poco halagada, en sus planes no estaba revelar más de lo que ella consideraba ‘sano’ así que solo se limitaba a responder con las palabras exactas durante toda la velada, nunca pensó que pudiera parecer misteriosa, pero de alguna manera le agradó el comentario proveniente de la morena–Bien. Pregunta y lo sabremos–Ordenó para después darle un pequeño sorbo a su bebida-

Rachel se sintió ligera internamente al escuchar la respuesta de Quinn– ¿Por qué no? … Es decir, la empresa… ¿Por qué no? –Preguntó sintiendo una especial expectación por la respuesta-

De alguna manera, a Quinn no le sorprendió la pregunta formulada previamente, así que solamente se dignó a suspirar sonoramente y despejar la mirada para después volverla hacia la castaña con cierto desgano destellando en aquella atractiva mirada–No es mi negocio, Rachel. Simplemente… No… No es lo mío –Respondió encogiéndose de hombros para después despejar la mirada. No quería dar motivos para continuar con el tema.

Rachel captó la reacción de su acompañante y trató de hacer algo para traer de vuelta a la sonriente Quinn de hace unos segundos, se sintió culpable por ser la culpable de desaparecer el brillo en el rostro de la chica, así que rápidamente quiso solucionarlo– Eso no fue lo que me pareció a mí y a muchas personas esta noche en el desfile –Murmuró volviendo la mirada a su copa-

Quinn sonrió nuevamente y acompañó el gesto negando con la cabeza–Eso fue… suerte de principiantes–Dijo alzando una de sus cejas-

Rachel rió un poco y tomó la copa antes apoyada en la barra, muy conforme con devolver la sonrisa a aquellos hermosos labios–Pues, brindemos. Por la mejor suerte de principiantes que he visto. Salud –Dijo con algo de duda, poniendo la copa frente a la rubia-

Quinn: Salud –Correspondió el gesto chocando su vaso casi vacío con la copa de Rachel-



Iban a la mitad de una pegajosa canción tecno, pero sencillamente ella no podía dejar de pensar en su hermana desde que se fue, así que bailar ya no era lo mismo, con la pequeña preocupación de por medio no estaba disfrutando de nada así que debía hacer algo para encontrar a Quinn. Después de todo, ella sabía que su hermana no era una completa fanática de las fiestas con desconocidos y que a pesar de su imponente presencia, prefería aislarse en cualquier lugar callado hasta que llegara el momento de irse. Así de bien Brittany conocía a Quinn.

Se acercó un poco al oído de la castaña que bailaba con ella y a la vez con Kitty–Oye Marley, voy a buscar a Quinn –Explicó intentando ser oída con claridad- ¡En seguida vuelvo! –Repuso esta vez incluyendo a Kitty, quien en respuesta solamente asintió.

Brittany se giró y buscó el camino más despejado hacia las escaleras, el cual obviamente no existía así que se lo tuvo que abrir ella misma colándose entre las personas, excusándose con algunas, y diciéndole ‘atravesados’ a otras. En cuanto estuvo en el segundo nivel del local, pudo respirar un poco mejor y con el dorso de su mano secó la ligera capa de sudor en su frente, despejo su cabello y después echó un vistazo alrededor, buscando una cabellera rubia, pero desgraciadamente habían más de las que calculó, y negándose a encontrar a Quinn en un lugar tan concurrido, decidió subir un nivel más para intentar suerte en la mesa en la que se sentaron apenas llegaron “Sí, debe estar ahí” pensó sin detener su caminata.

Pero al parecer la búsqueda se quería hacer mucho más interesante puesto a que el tercer nivel se encontraba mucho más concurrido de lo que ella recordaba, con muchas personas sentadas en varios de los antes vacíos muebles, compartiendo tragos y charlas casuales con su extraño pero al mismo tiempo gracioso acento. Brittany desde que había llegado al país jamás se aburría intentando copiarlo sin éxito, pero no era el momento de probar su acento británico, tenía que buscar a Quinn así que empezó a caminar a las mesas más vacías con rubias en ellas pero nada, ninguna Quinn a la vista. Decidió caminar al lugar a donde anteriormente habían estado sentadas y preguntarle a Kurt por el paradero de su hermana, pero una vez que estuvo en la mesa, se dio cuenta de que el castaño no estaba ahí, solo estaba ella: Santana.

Santana alzó la mirada de su copa vacía creyendo que el diseñador ya volvía con una nueva. Al ver que se equivocó y la única persona que se encontraba viéndola no tenía ninguna copa en la mano, y ni siquiera era su amigo, solo apoyó su rostro en su mano sin despegar la mirada de la enigmática chica delante de ella–Luces perdida –Dijo sin expresión alguna-

Brittany sonrió ante la sencilla oración de la morena. No era difícil para Brittany admitir que la mujer delante de ella era muy atractiva, sumamente atractiva, pero también era una mujer comprometida con una chica muy simpática “Si no tuvieras ese anillo, preciosa…” era la frase que rondaba en la mente de la rubia cuando decidió responder.

Brittany: Oye preciosa ¿Has visto a mi hermana? –Preguntó deslizándose en el mueble para quedar frente a la otra mujer-

Santana alzó una de sus perfectas cejas y después dejó escapar una risa incrédula–No está bien llamar ‘preciosa’ a una mujer comprometida –Dijo acomodándose en el mueble de una manera cómoda-

Brittany: No te estoy pidiendo que te quites el anillo, preciosa –Aclaró alzando sus manos con una sonrisa ladeada- Solo te pregunté si has visto a Quinn. No ignores mi pregunta, por favor –Pidió imitando a la mujer frente a ella, apoyando su rostro en sus nudillos sin dejar de sonreír-

Santana entrecerró un poco los ojos y batalló por tragarse la sonrisa que quería aparecer en sus labios. Fingió seriedad para después responder –No, no he visto a tu hermana. Y deja de decirme así –Contestó sosteniéndole la mirada a la rubia-

Brittany alzó sus cejas y una pequeña risa se le escapó–De acuerdo. Muchas gracias ‘Santana’ –Resaltó a propósito el nombre para después ponerse de pie- Fue un placer conocerte –Dijo para después obsequiarle un coqueto guiño a la morena y deslizarse en el mueble, lista para seguir con su búsqueda.

Santana: ¿Ya te vas? –Preguntó alzando su vista, molesta de un momento a otro consigo misma por la curiosidad que se arremolinó en su pecho-

Brittany: Sí –Contestó acercándose a el costado expuesto de la morena- No sé si lo recuerdas, pero estoy buscando a mi hermana –Se burló un poco dejando salir una risa suave-

Santana: ¿Eres el tipo de hermana mayor sobreprotectora o algo así? –Preguntó sin romper el contacto visual. Importándole poco que tan tonta sonó su pregunta-

Brittany sonrió nuevamente y poco a poco se dobló para quedar al nivel de la morena, con los rostros lo suficientemente cerca como para hablar y ser claramente oída sin necesidad de gritar o alzar la voz. Emitió otra risa suave y se acercó al oído de la morena–Solo soy del tipo que se preocupa cuando su hermana se pierde en un club, descuida, creo que es típico –Musitó tranquilamente, haciendo que la piel de Santana se erizara-

Santana: Pues… Suerte –Espetó alejando su oído de los labios de la rubia. Su error. Solo logró dejar sus rostros frente a frente con una separación solo necesaria-

Brittany asintió con una sonrisa–Gracias– Y después de una pequeña pausa, agregó: – Espero volver a verte, preciosa –Estaba tentada a besar una de esas tersas mejillas. O mejor. Esos gruesos labios entreabiertos, pero solo se limitó a erguirse, guiñar nuevamente y marcharse-



La conversación se había extendido mucho más de lo que ella a un principio pensó que podía llegar, pero para su sorpresa, Rachel era una chica bastante habladora, pero no del tipo de chica habladora ‘balbucea-tonterías’ era más bien del tipo habladora ‘sociable-gentil’. Quinn no acostumbraba a ser muy abierta con las personas recién conocidas, pero la castaña junto a ella le inspiraba confianza, o por lo menos la suficiente para que se riera de sus bromas y escuchara atentamente alguno que otro detalle de su vida.

Su distracción en la fiesta había hecho que se olvidara de la hora, de que no llevaron un auto propio y de que debían volver a casa sin contar de olvidarse de buscar a su hermana y a su prima, así que mientras Quinn tranquilamente asentía atenta a las palabras de Rachel, Brittany bajaba las escaleras llegando al segundo nivel del local, empezando una búsqueda nuevamente, buscando entre las decenas de rostros a su hermana. Habían pasado varios minutos ya estaba sedienta y hasta algo sudada de tanto escurrirse caminando entre las personas, así que decidió acercarse a la barra, después un vaso de soda fría, o quizás una botella de agua mineral, recuperaría energía suficiente como para reanudar su búsqueda.

Una vez apoyada en uno de los extremos de la barra, tomó asiento y después ordenó una botella de agua la cual fue dejada frente a ella casi de inmediato. Giró la tapa de la botella e iba camino a sus labios cuando una risa conocida llamó su atención, frunció el ceño confundida y giró hacia los lados cuando encontró lo que estaba buscando sin siquiera esforzarse. Su hermana se encontraba unas cuantas sillas más allá, riendo y hablando animadamente con alguien que ella no reconoció de inmediato y que honestamente no le importaba. Tomó su botella de agua y rápidamente se acercó al lugar a donde estaba su hermana.

Brittany: ¡Quinn! –Exclamó sonriendo con alivio-

Quinn volteó inmediatamente a la persona que emitió su nombre y se encontró con su hermana la cual tenía las mejillas muy coloradas producto del calor del lugar–Oh Dios, Britt. ¿Viniste corriendo o qué? –Preguntó abanicando a su hermana con sus propias manos-

Brittany rió–Llevo mucho rato buscándote ¿Estás bien? ¿Ya te quieres ir? –Dijo para después darle un sorbo a su botella de agua. Honestamente, ella si quería irse-

Quinn: Oh pues… Estoy hablando con Rachel y… –Contestó dirigiendo su mirada al asiento donde se encontraba la castaña quien movió un poco su mano a manera de saludo-

Brittany: ¡Oh! Entiendo –Dijo mientras una sonrisa se asomaba en sus labios y correspondía el saludo de Rachel con un gesto igual- Es linda –Susurró a su hermana emitiendo un guiño coqueto-

Quinn transformó su sonrisa en una tímida, desvió su mirada escondiendo su rubor y después negó levemente con su cabeza– ¿Donde está Kitty? –Preguntó cambiando de tema-

Brittany suspiró y se encogió de hombros –Bailando con Marley, Tina y Sugar… Supongo –Contestó con simpleza-

Quinn: Y… ¿Quieres irte? –Hizo una nueva pregunta-

Brittany: Solo quería ver si estabas bien. Ahora que lo sé, puedes quedarte hablando con Rachel –Respondió señalando a la silenciosa y expectante morena con un breve gesto, sonriéndole a la misma-

Rachel por primera vez intervino en la conversación– ¿Puedo ayudarlas en algo, chicas? –Preguntó sonriente-

Brittany: Oh no, tranquila –Respondió sonriente- Solo le quería ver como estaba Quinn, ustedes sigan hablando y yo estaré por…–Una voz femenina nueva en la conversación intervino de repente-

Kitty llego en compañía de una sonriente Marley– ¡Hey chicas, las estábamos buscando! –Dijo la rubia quitándole la botella de agua a su prima con mucha confianza-

Quinn desvió la mirada hacia las recién llegadas–Bien, apareciste. Britt y yo estábamos hablando y necesitamos tu opinión. ¿Ya te quieres ir a casa, gatita? –Preguntó tomándola de su antebrazo-

Kitty asintió para después separar la botella de sus labios–Vine justo a eso. Ya es tarde así que creo que es hora de irnos –Contestó intercalando la mirada entre sus dos primas-

Marley: Yo podría llevarlas –Ofreció gentilmente-

Rachel inmediatamente se puso de pie–Esperen, ¿Ya se tienen que ir? –Preguntó acercándose más a la conversación-

Quinn giró su rostro y se encontró con que Rachel ya estaba de pie junto a ella, alzó un poco las cejas y dando un ligero y disimulado paso, puso distancia entre ambas–Sí Rachel, creo que ya es hora de ir a casa.

Kitty: Pero no quiero molestar a Marley con que nos lleve –Dijo observando a la castaña algo apenada-

Brittany: La gatita tiene razón, creo que aún podemos conseguir un taxi. Alguno debe de estar vagando por las calles, en búsqueda de rubias fiesteras que no beben alcohol, ya saben, lo típico –Comentó de manera casual encogiéndose de hombros-

Todas rieron y las castañas negaban con la cabeza, confundidas y en silencio exteriorizando la falta de costumbre con el sentido del humor de Brittany. Luego de unos segundos, Marley intervino de manera calmada–Yo también debo ir a casa. No será ningún problema –Dijo encogiéndose de hombros-

Brittany: De acuerdo, ya somos dos sin problemas –Dijo riendo un poco- ¿Qué dicen ustedes dos? –Preguntó a sus parientes-

Kitty se encogió de hombros mientras que Quinn solamente ladeó un poco su rostro. La verdad es que ninguna de las dos tenía problemas con que la castaña las acercara a su hogar, todo lo contrario, se les haría más cómodo considerando su cansancio; pero tampoco querían abusar de la amabilidad de una recién conocida.

Marley: Bien, tomaré ese silencio como un ‘No hay problema’ –Dijo sonriente- ¿Vamos? –Preguntó extendiendo una de sus manos en dirección a la de la entrada-

Brittany: Sí claro. Vamos Kitty –Dijo enlazando en brazo de su prima- Fue un placer conocerte Rachel. Adiós –Se despidió alegremente-

Antes de que alguien más pudiera agregar algo, Brittany empezó a caminar con Kitty de manera que esta solo pudo exclamar un rápido: – ¡Hasta el lunes! –Y Marley solo se despidió con un sencillo movimiento de su mano. Brittany a veces no podía ser más obvia.

Gracias a la agilidad mental de Brittany, Rachel y Quinn quedaron a solas. A Quinn le pareció un gesto completamente innecesario que solo la hacía sentir algo incómoda, no porque le desagradara Rachel, sino por todo lo contrario.

Rachel: Bien… Supongo que te tienes que ir ya –Musitó bajando su mirada unos segundos al piso para después enfocarla en los lindos ojos verdes de Quinn. El semblante de la morena era tímido, hasta algo adorable.

Quinn: Sí –Respondió asintiendo lentamente- Fue… fue un gusto conocerte, Rachel –Admitió con una pequeña sonrisa-

Rachel rió de manera tímida–Igualmente. Espero volver a verte –Y dicho eso extendió su mano-

La rubia sonrió agradecida al no tener que hacer nada más que ‘apretar y sacudir’ la mano de la castaña. Correspondió el saludo de una manera relajada, pero cuando el apretón de manos se extendió por más de los segundos necesarios y las ligeras sacudidas habían cesado, sus mejillas se ruborizaron. Los ojos de Rachel inconscientemente observaban a la rubia con curiosidad, ya se había olvidado hasta de dejarla ir, y tardó unos momentos –y una mirada a las rosadas mejillas de Quinn- para ser consciente de lo que estaba haciendo así que avergonzada alejó su mano.

Rachel se aclaró la garganta y sonrió–Yo… lo siento –Se excusó sin saber porque-
Quinn negó con la cabeza y sonrió–Adiós Rachel–Dijo para después dar media vuelta y marcharse, siguiendo la dirección en la que se habían marchado las chicas anteriormente-

Rachel: Hasta pronto, Quinn –Murmuró viendo a la rubia, siguiendo su atractiva silueta hasta perderla de vista-

–Demonios ¡Katy, trae una cubeta! –Exclamó una voz conocida para la castaña a la cual le siguieron un par de risas-

Rachel: Cierra la boca, Santana –Respondió queriendo parecer molesta, frunciendo su ceño, pero la sonrisa en sus labios la delató contando otra historia-

Kurt: ¿Viste algo que te gustó? –Preguntó riendo y alzando una de sus cejas-

Rachel solamente hizo un mohín y después tomó la copa que había abandonado hace algún rato, queriendo ignorar las bromas de sus amigos, pero es solo los hacía reír más. –Déjenla en paz –Intervino la voz suave de Dani-

Santana: Nunca pensé que te atrajeran las rubias –Bromeó codeándola juguetonamente-

Rachel: Es linda –Dijo encogiéndose de hombros sin levantar la mirada de su copa-

A Kurt se le iluminó el rostro con una sonrisa, nuevamente alzó una de sus cejas y apoyó su codo encima de la barra adoptando una cómoda posición para hablarles a sus tres acompañantes, pero en realidad su comentario iba directamente para Santana– ¿Verdad que sí? Sin duda ese rostro se vería excelente en una valla publicitaria.

Santana entornó los ojos y despejó la mirada hacia otro lugar. Kurt inclinó su cabeza en un gesto de cansancio y después de unos segundos la alzó y con la mirada le suplicó a Dani un poco de apoyo el cual no tardó en llegar–Yo creo que Kurt tiene razón, cariño –Comentó de manera casual-

Vencida ante el comentario de su prometida, Santana suspiró y habló–De acuerdo, sé que no me van a dejar en paz así que haremos algo. Si pasa algo que me indique que esas chicas son buenas para la empresa, yo misma me encargaré de llamarlas para que trabajen –Propuso seriamente con la mirada fija en el diseñador-


Kurt sonrió satisfecho con las palabras que acababa de oír–De acuerdo San. Veamos de que manera esas chicas van a llamar la atención –Comentó complacido para después darle un sorbo a su copa-

Holaaa que tal!!
Lamento que siempre me dejes con ganas de seguir leyendo y tener que esperar taaaaaannnnnnttoooooo para el proximo capitulo!!
Espero que tengas una buena semana!!
Hasta la proxima actualizacion!!

Brittany le va a quitar el anillo del dedo a Santana y lo que no es el anillo...  

Me parece que estaria bien que se desarrolle "karley"
Me gustaria ver mas escenas de dani y santana juntas, pero creo que eso sera mas adelante ¿cierto?
Bueno genial el capitulo me a gustado como empiezas a desarrollar a las faberry!

Hasta la siguiente actualizacion!
Saludos!

hola mar!, justo hoy pude leer el capitulo, jeje me gusta como va la historia, quinn y rachel son adorables, ojala pase algo entre ellas pronto, y bueno britt es un show jajaja, mira que pensar eso de santana..

hasta la proxima actu, te quiero, besos!

Bueno, que tal, acabo de leer todos estos capitulos y me han gustado mucho, como siempre Santana mas odiosa no puede ser, Briit muy sobreprotectora con Quinn, imagino ya se sabra pq, la tal Dani ( se que a muchos en la serie ya les gusta, a mi no ) muy agradable sera dificil dejarla colgada con su tuerca ( anillo de compromiso )pero asi supongo tendra que ser pq no imagino a Britt sin Santana ni a Santana sin Britt, asi que espero tu pronta actualizacion, bye!

Insisto escribes genial! Creo que es uno de los pocos fic originales que quedan asi que con gusto esperare y esperare el desarrollo!

Pero no abuses eh! Jajajaja XD

Saludos buena escritora!

Ooooooooohh oohhh ese acercamiento de mis brittana lo ameee!! Me fascina esa Brittany aventada y coqueta, y San no tardara en caer ante los encantos de esa rubia, lo se, es decir... quien se puede resistir a esa rubia de ojos azules??? Buen capitulo, las faberry bien bien, aunque sigo pensando en robarme a Quinn  yyyyyyy Dantana... mmmmmmmmm me niego rotundamente a esa relacion, tan tan. He dicho!!
jajaja Saludoooosss, que estes bien tarde pero seguro comente nos leemos en la sig actu. =)

Lunes en la mañana:

Ella se encontraba en el desayunador de su departamento, el olor a café inundaba la cocina, se llevó a la boca lo último que quedaba de su sándwich de desayuno para después agarrar el vaso de jugo junto a su plato y darle un gran sorbo, tendría que ser rápida si quería llegar al trabajo temprano. Su prometida se encontraba junto a ella llevándose una humeante taza de café a los labios cada intervalo de tiempo, ella vestía su holgado pijama aún, su rubio cabello estaba recogido en una despeinada coleta y ojeaba el periódico calmadamente, era una imagen que inconscientemente la hizo sonreír causando que una gota de jugo se deslizara por la comisura de sus labios pero ella no paró de beber hasta que no existía más líquido en su vaso “Dani no. Trabajo” regañó su sentido común dentro de su cabeza.

Santana: Tengo celos de tu horario –Admitió en voz alta, poniéndose de pie con la vajilla sucia en sus manos-

La rubia que se encontraba leyendo el periódico sonrió apoyando los codos en la mesa ignorando el artículo que hace pocos segundos tenía su atención, le encantaba observar a su prometida atareada–Ventajas de ser jefa, cariño –Aprovechó para mofarse un poco.

Santana rió y lanzó los cubiertos en el lavaplatos haciendo una nota mental de lavarlos si acaso le daba tiempo sabiendo que probablemente lo ‘olvidaría’ a propósito. A pesar de vivir con su chica ya desde hace meses, la morena no era un ‘ama doméstica’ por naturaleza. 
Lavó sus manos rápidamente y después salió en dirección a su habitación a buscar su bolso,sus llaves y su teléfono para que al fin pudiera salir a la agencia.



Varios minutos transcurrieron y ella continuaba en su habitación, esos minutos fueron bien aprovechados por Santana quien ya se encontraba correctamente vestida y maquillada, calmadamente repasaba detalles en su mente mientras simultáneamente los iba recogiendo por toda la habitación teléfono, monedero, agenda…

– ¡Santana! ¡Santana corre, ven a ver esto! –Los gritos de su prometida la hicieron saltar un poco y sin esperar mucho salió prácticamente corriendo en su dirección con sus cosas en las manos-

Apenas llegó a la sala, observo como su prometida no estaba siento atacada por un asesino en serie y tampoco le estaba dando un infarto, solo la vio arrodillada en el mueble frente a la TV y con el control remoto en sus manos, sus ojos estaban bien abiertos y una sonrisa iluminaba su rostro. Si no hubiese estado tan nerviosa, habría encontrado todo tremendamente adorable, pero ese no era el caso.

Santana: Casi me matas –Dijo llevándose una mano a su pecho- ¿Qué pasa? –Preguntó frunciendo un poco su ceño, confundida-

Dani ni siquiera se percató del susto que le dio a su prometida, ella solamente hizo un gesto exagerado con uno de sus brazos indicándole a Santana que se acercara y esta obedeció aun confundida sin saber bien de que iba todo lo que estaba pasando, no fue hasta que tomó asiento a un lado de la rubia que vio lo que transmitía uno de los canales locales. Su prometida no tardó en explicar todo.

Dani: ¡Mira, es el desfile! ¡Están en televisión! –Exclamó sonriente señalando a la enorme pantalla-

Santana no dijo más nada, no es que antes no hubiesen sido notados por los medios locales, lo que la sorprendió fue ver nuevamente la imagen de aquella rubia de largas piernas e hipnóticos ojos azules. Estaba absorta en el voiceoff de la presentadora pero a su vez embelesada con la imagen que solo duró pocos segundos ya que después fue reemplazada por Rachel, luego por Kurt en el momento del cierre del desfile y finalmente la castaña delgaducha de la edición matutina cerró la misma con uno que otro buen comentario y el reporte del tráfico. Luego de eso, la televisión no duró mucho más encendida, Dani la apagó y con una sonrisa se sentó correctamente en el sillón.

Dani: Oh Dios, San. ¡Eso fue genial! –Dijo para después darle un abrazo ladeado a su prometida- Estoy muy orgullosa de ti y de todos ustedes –Añadió haciendo a un lado el control remoto para besar varias veces la mejilla de la morena-

Santana sonrió al escuchar las palabras de su prometida, la hacía muy feliz verla y escucharla de esa manera. Tomó su rostro entre sus manos y depositó varios besos cortos y rápidos en sus labios imitando la acción de su prometida haciéndola sonreír. Dani la hacía muy feliz, todo el tiempo.

Dani se separó los labios de los de su prometida – ¿Kurt se molesta si no llegas a trabajar? –Murmuró para después morder su labio inferior de manera traviesa-

Una sonrisa pícara se elevó en el rostro de la morena, cuando pasaban cosas como esa, sencillamente odiaba su trabajo y el montón de responsabilidades que recaían en sus espaldas. Alegremente dejaría que su prometida le quitara la ropa que tanto tardó en escoger y se aguantaría la lluvia de reclamos de Kurt por llegar unos minutos o quizás una hora entera tarde. Pero antes de pudiera siquiera en besar a su prometida, su teléfono empezó a vibrar entre sus manos… Demonios.

Resopló con fastidio y bajó la mirada a sus manos donde el aparato parpadeaba una y otra vez. La risa de su prometida vino seguida de su distanciamiento físico. Listo, su oportunidad se había ido y todo gracias a la persona que estaba llamando.


Santana: Hola –Contestó de mala gana sin siquiera fijarse en el nombre del contacto-


Kurt: Vaya, alguien amaneció de buen humor –Señaló con una alegre ironía-


Santana: Debí saber que eras tú. ¿Qué es lo que quieres? –Preguntó poniéndose de pie-


Kurt: Calma tus hormonas premenstruales, Satanás –La cortó haciendo su mayor esfuerzo por no reír- Necesito tu trasero aquí, dejaste un desastre el viernes que solo tú entiendes –Dijo inmune al mal humor de su amiga-


Santana suspiró–Demonios sí, ya voy… Solo dame veinte minutos–Pidió con los ojos cerrados, estrechando el tabique de su nariz entre los dos primeros dedos de su mano-


Kurt: Corre tiempo, te espero –Dijo para después finalizar la llamada-

Separó el teléfono de su oído y después lo metió en el pequeño bolso que reposaba en su otra mano, sus ojos se dirigieron a su prometida quien la observaba con atención, sonriendo a la seria expresión de su prometida.

Santana: Espero que no seas este tipo de jefas –Comentó refiriéndose a Kurt-

Dani rió mientras se ponía de pie claramente divertida por las palabras de la morena. Una vez que estuvo cerca rodeó el cuello de la morena con sus brazos y depositó un suave beso el aquellos hermosos labios los cuales adoraba–Ve tranquila. Nos vemos más tarde–Habló con una sonrisa-

Santana: Está bien, está bien –Dijo asintiendo para después acercarse rápidamente y robar un beso de los labios de su rubia- Te amo –Agregó a manera de despedida-

Dani suspiró y se abrazó a si misma mientras su expresión se llenaba de pura ilusión. Habían pasado mucho tiempo juntas, sí. Pero el efecto que producían esas palabras en ella siempre era el mismo, un ‘Te amo’ por parte de Santana diariamente era suficiente para mantenerla sonriendo todo el día. Observó a su chica tomar sus llaves y después obsequiarle un guiño antes de salir por la puerta.  Su vida marchaba excelente. Ella amaba a Santana, era más que correspondida y pronto se casaría. Sí, todo estaba perfecto.



Sus pies descalzos golpeaban el piso de su habitación con pereza, era más temprano de lo que ella acostumbraba a despertar, pero por rotundas y claras órdenes de su hermana ahí estaba, despeinada y ojerosa dispuesta a desayunar para salir, tendrían muchas cosas por hacer y Quinn no tenía intensiones de dejar nada al azar así que tenía que empezar a acostumbrarse a el rígido horario de su hermana por lo menos hasta que lograra establecerse en lo necesario. Bajó las escaleras mientras un bostezo escapó de su boca exteriorizando que no había despertado del todo. Sus pasos la dirigieron a la sala donde encendió la televisión y directamente pasó a los canales de dibujos animados.

– ¡Britt! –Escuchó la voz de su hermana venir de la cocina-

Brittany se acostó en el sillón tallando sus ojos– ¿Qué? –Respondió con la voz más rasposa de lo normal-

Quinn: ¡Ven a desayunar con nosotras, después ves televisión! –Ordenó en su mejor papel de hermana mayor-

Brittany: ¡Ya voy abuelita! –Respondió con una sonrisa para después apagar la TV y caminar hacia la cocina-

El trayecto era más que corto, ni siquiera era la mitad de lo que tenía que caminar en su mansión en NY, pero se sentía bien, dejar todo atrás y cambiar para bien era algo que la motivaba todos los días. Al llegar a la cocina, caminó hasta la pequeña mesa de comedor la cual estaba ocupada por Kitty y por Quinn las cuales daban los últimos bocados de su desayuno, las saludó besando sus frentes y después caminó hasta el microondas, donde como predijo, se encontraba su desayuno tibio; lo tomó y se acercó a la mesa nuevamente.

Brittany: ¿Qué hacen? –Preguntó para después darle una mordida a uno de sus panqueques-

Kitty sonrió–Discutiendo de la existencia de cubiertos ¿Sabes? Hay muchos y lo mejor es que hay en todas las casas. Deberías intentar usarlos –Dijo al notar la manera en la que su prima devoraba sus panqueques-

Brittany solamente se encogió de hombros–Ya estoy acostumbrada –Respondió con simpleza, enrollando un panqueque nuevo para después propinarle una buena mordida-

Quinn negó con la cabeza–Vamos Britt, estamos en la mesa, por favor –Pidió intentando no sonreír.

Brittany: Costumbre. Las costumbres se respetan –Dijo para después seguir comiendo tranquilamente-

Kitty rió–Que rara es–Murmuró negando con la cabeza– Oigan, si quieren que las espere para ir a la agencia tendrán que mover el trasero, se me va a hacer tarde –Comentó ojeando la pantalla de su celular-

Quinn: Britt, cuando termines de comer subes, te duchas y te vistes ¿Sí? Tenemos que salir a la agencia a buscar las cosas que Kurt nos va a dar y después iremos a buscar empleo y… quizá pasemos por un concesionario a ver autos… Los autobuses están bien pero  no serán permanentes –Explicó seriamente alternando la mirada entre las dos personas frente a ella-

En respuesta Brittany simplemente asintió mientras que Kitty bajó la mirada a su teléfono celular, deslizando su dedo una y otra vez en la pantalla del mismo atendiendo a una buena ronda de ‘Angry Birds’.



Después de un buen desayuno y obedecer a su hermana, Brittany bajó las escaleras de su casa vistiendo unos ajustados y pulcros pantalones blancos acompañados de una blusa gris que le quedaba algo holgada, su rubio cabello caía en ondas cuesta abajo por sus hombros, su lindo rostro maquillado de una manera delicada era resaltado por las argollas plateadas que colgaban de sus orejas con gracia, y su atuendo era completado por una sandalias bajas del color de su blusa.

– ¡Vámonos! –Exclamó bajando las escaleras rápidamente-

Quinn y Kitty salieron de la cocina, se habían quedado ahí conversando completamente inocentes de que los rostros de cada una de ellas habían salido en televisión regional, ignorando que fueron elogiadas por una de las periodistas locales y también que probablemente una buena cantidad de personas pueda lograr reconocerlas de su pequeña pero notable aparición en el noticiero matutino. Y efectivamente, pusieron un pie en la calle y las miradas indiscretas de varias personas no se hicieron esperar, pero gracias a la ignorancia de los hechos, ellas solamente seguían caminando con la cara en alto por todas las calles y con un diario abierto en la parte de los clasificados en la cual habían uno que otro enunciado resaltado por marcadores de diferentes colores, pero de eso se encargarían después.

Luego de bajar de uno de los vistosos y modernos pero rebosados autobuses, sus pies las encaminaron hasta el bonito edificio sede de la agencia ‘Casa Hummel’ lugar en el que Kitty estaba cómodamente establecida y relacionada con la mayoría de las personas. La agencia era un lugar que constaba por varias plantas, pero era un edificio que no igualaba la altura y majestuosidad de los demás que estaban a su alrededor.

Una vez que llegaron a la entrada del edificio, las puertas de las instalaciones se separaron de manera automática dándoles paso libre a las pulcras instalaciones de ‘Casa Hummel’ donde todo, absolutamente todo tenía el toque del dueño. La manera en la que los muebles, las puertas y los diferentes detalles estaban ubicados era muy minuciosa pero parecía correcta, como si cada cosa ajustara en su lugar cosa que le agradó a Quinn. Caminaron hasta el final del amplio lugar llegando a un lugar de información, donde una esbelta chica trigueña vestida de una manera muy elegante se encontraba concentrada en el ordenador frente a ella.

Kitty: Buenos días, Danielle –Saludó con una sonrisa cortés-

–Oh, Buenos días Kitty ¿Cómo estás? –Contestó de igual manera-

Kitty: Muy bien… Oye, ¿Sabes si Kurt está arriba? Ellas vienen a hablar con él –Dijo señalando a sus acompañantes con un ligero gesto de su cabeza-

La morena enfocó sus ojos castaños en las dos rubias a pocos pasos de Kitty, inmediatamente la sonrisa cortés volvió a su lugar y asintió–Déjame preguntar–Y dicho eso, su atención cambió al teléfono, ubicado en una de las esquina de su escritorio-
Kitty musitó un sencillo ‘Gracias’ y mientras la secretaria de la planta principal estaba concentrada en el teléfono, la rubia se acercó a sus primas las cuales observaban calmadamente a todos lados, como si toda su atención fuera captada por cada nuevo detalle que sus ojos percibieran, cosa que divirtió a Kitty quien internamente pensó que igual de graciosa se debió de haber visto la primera vez que pisó el mismo edificio hace un par de semanas ya… ‘Que rápido pasa el tiempo’ reflexionó internamente.

– ¿Cómo me dijiste que eran sus nombres? –Danielle la sacó de su ensimismamiento haciéndola girar rápidamente-

Kitty: Quinn y Brittany –Respondió de inmediato sabiendo que no era necesario dar más detalles-

La secretaria emitió unas cuantas palabras más mientras asentía, luego de unos cuantos segundos devolvió el auricular del teléfono a su lugar original y sus ojos marrones se enfocaron en la modelo del otro lado del escritorio –Suban chicas–Concedió sonriente-

–Gracias–Contestaron cada una de ellas en coro haciendo que compartieran una pequeña risa-

Brittany: Demonios, la próxima vez no diré nada. Odio los coros –Bromeó caminando hasta el ascensor abiertos ubicado detrás de una enorme columna-

Después de que Kitty presionara el botón del piso destino, las tres chicas quedaron sumidas en un silencio que solo duró el tiempo en el que las puertas de doble hoja estuvieron cerradas; una vez que las mismas despejaron el camino de un nuevo piso, el murmullo de las personas volvió a llamar la atención de cada una haciendo que sus miradas fueran a distintos puntos.

–Por aquí chicas –Dijo Kitty entrelazando sus brazos con los de sus acompañantes-

Se dirigieron a través de todas las personas que caminaban absortas en su trabajo. Para Brittany y para Quinn todo lo que las rodeaba era completamente nuevo, el montón de jóvenes de atuendos llamativos y poco comunes, las muchas chicas altas y delgadas de diferentes colores y rasgos, las muchas imágenes tanto de prendas de vestir como de chicas, colocadas de manera estratégica por todo el lugar; en fin, todo era nuevo para ellas, no podían evitar querer ver para todos lados al mismo tiempo. Se sorprendieron cuando los pasos de Kitty se detuvieron y por lo tanto los de ambas también, se encontraban frente a una puerta con las palabras ‘Kurt Hummel’ enmarcadas en una placa. Unos cuantos toques fueron suficientes para que la dulce voz del chico les concediera el paso a la oficina.

Kitty abrió la puerta y la oficina del castaño de ojos azules quedo revelada ante las tres. Un lugar amplio el cual era completamente iluminado por la luz del sol que libremente entraba gracias a los vidrios que actuaban a manera de pared justo detrás del escritorio del diseñador lleno de punta a punta por varias revistas de modas. Cuadros y un pequeño pero elegante juego de muebles a juego con los colores de la pared adornaban el lugar, que también contaba con dos puertas ubicadas con cierta distancia en la pared derecha y además de una que otra percha con fundas de ropa en ellas dispersas en la sala. En fin, era un lugar… particular.

Kurt: Buenos días chicas, es un gusto verlas de nuevo –Saludó alegremente el castaño ubicado en la majestuosa silla de cuero detrás de su escritorio-

Brittany sonrió– ¿Cómo estás, Kurt? –Saludó alegre caminando hasta una de las sillas frente al escritorio del castaño y sentándose cómodamente en ella-

Kurt: Muy bien, Brittany –Respondió entrelazando sus dedos encima del escritorio–Me alegra que hayan venido, creo que tenemos algo de qué hablar –Dijo señalando la segunda silla desocupada a Quinn-

Quinn se acercó con paso firme a la silla vacía junto a su hermana– De acuerdo, solo te pido que no se demore tanto. Brittany y yo tenemos muchas cosas que hacer–Indicó con elocuencia mientras se sentaba de manera correcta-

Kurt sonrió–Me encanta tu elegancia, Quinn–Alabó brindándole un guiño a la rubia-

Brittany: Cuando te acostumbras pierde su encanto –Bromeó codeando delicadamente a su hermana-

Quinn solamente sonrió y volvió su atención al diseñador–Bien Kurt, Hablemos–Pidió cruzando sus piernas-

Kurt: De acuerdo… Pero primero dame un segundo –Se excusó alzando su dedo índice al aire para después alzar el auricular de su teléfono y empezar a hablar a través del mismo-

En ese momento, Quinn aprovechó para girarse un poco y captar un guiño y una sonrisa de Kitty antes de marcharse por completo de la oficina para dejarlos a los tres solos. A los pocos segundos una sonriente chica castaña de piel tostada entró a la oficina con una carpeta en sus manos, le sonrió a ambas educadamente y después se marchó de la misma manera en la que llegó. Quinn, siento la más astuta de las dos, noto que el castaño se traía algo entre manos, y después de la propuesta que tuvieron en la fiesta, no era muy difícil adivinar.

Quinn suspiró, con una de sus manos acomodó su cabello y después habló–No estarás pensando en insistir con eso de la propuesta de trabajo aquí ¿O sí? –Preguntó alzando una sus perfectas cejas-

Kurt rió un poco y simultáneamente alzó sus manos –De acuerdo, me atrapaste… Pero por favor Quinn, no puedes decir que no después de lo que todos vieron en ese desfile y tampoco después de lo de esta mañana, es decir… ¿No ves que prácticamente ustedes dos están hechas para esto? Probablemente sean una de… –Quinn, confundida por las últimas palabras de Kurt, interrumpió moviendo sus manos.

Quinn: Espera, espera… ¿Qué dijiste? Que yo sepa, esta mañana lo más fabuloso que hice fue mi desayuno–Dijo mientras una sonrisa confundida se asomaba en sus labios-

Kurt: ¿No viste el noticiero esta mañana? –Cuestionó algo sorprendido-

Quinn: Obviamente no –Contestó encogiéndose de hombros-


Kurt se removió un poco en su silla y después se inclinó hacia adelante–Chicas… Ustedes dos salieron en el noticiero matutino en el desfile… Sus caras estuvieron en todas las televisiones de la ciudad–Soltó en tono de confidencialidad- Son chicas de televisión ahora

Hola que tal!!!
Es perfecto solo actualiza pronto!!!!
Amo a las tres rubias!!
Saludos

Imagino la cara de las chicas, deberian aceptar la propuesta de Kurt y convertirse en las mejores modelos de esa agencia, a ver que pasa, me encanta la historia, hasta pronto!