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Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
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Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Capitulo 11: Our Possibilities
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Hola! Siento mucho, mucho el haber tardado tanto el actualizar. Estaba en exámenes y eso absorbe todo mi tiempo. Gracias por comentar, es bueno saber que aun les gusta lo que escribo C; Espero que les guste el capitulo, tengo muchas ideas preparadas, así que sigan leyéndome. Déjenme sus comentarios y sugerencias. Los leo pronto. Besos
Tres horas de caricaturas habían sido suficientes. Sus niveles de frustración habían alcanzado los límites. Después de dejar a Brittany en su casa, lo cual tomo mucho tiempo, considerando que la rubia vivía en las orillas de la ciudad, partió a su propia casa. Cuando llego, agradeció que sus padres no estuvieran ahí; No soportaría un interrogatorio sobre donde había estado, o con quien. Nombrar a Brittany, siempre era un problema; Sus padres no eran idiotas, y ya estaban sospechando de ciertas cosas. Ese día simplemente no tenía humor de excusarse.
La latina suspiro con pesadez mientras se echaba al sillón, debajo de la obscuridad de la sala, y la daba un largo trago a su vaso con agua. La imagen de Rachel apareció súbitamente, y el recuerdo de la diva le revolvió el estomago; Mierda, se sentía muy mal por lo que le había hecho.
Se mordió el labio con fuerza suficiente; Sí, tal vez las cosas entre ella y Rachel no iba a ser igual, por múltiples razones; Tal vez ya habían llegado muy lejos y a ninguna de las dos les convenía eso. Pero aun eran amigas ¿Cierto? Eso era lo que Santana le había dicho en la tarde –Eres mi amiga, Rachel; Siempre vas a serlo- Eso le había prometido, pero no por lastima. Si no por que eso era lo que quería que fueran, quería tener a la diva por lo menos de esa forma; Porque cuando no puedes aspirar a algo más, la amistad parece fiable. Y ciertamente disfrutaba la compañía de Rachel; Sabia que se tenía que cuestionar si prefería estar con la diva o con Brittany, pero eso era otra asunto. El caso era que tratar a Rachel de la forma en que lo había hecho esa tarde, era imperdonable. Rachel no lo merecía, quedar es en segundo plano, no era justo. Sintió el impulso de salir, ir a la casa de Rachel y disculparse. Decirle que si hubiera estado en sus manos, hubiera preferido pasar el rato con ella; Que Brittany podía ponerse jodidamente molesta e insistente, que no la había podido decir que no; Que en eso momento la prefería a ella, que últimamente la prefería a ella en todo momento. Pero era tarde, y si se aparecía en la puerta de su casa, los padres de la diva, seguramente la iban a correr de ahí.
Cuando termino el vaso con agua se levanto de golpe y tomo su celular; Comenzó a marcar el teléfono de la diva; No tenia que ir a su casa para disculparse, no estaban en los años cuarenta. Sin embargo, se engañaba a si misma si decía que solo le llamaba para disculparse; Una gran parte de su ser, lo hacia, solo por escuchar hablar a la diva. Porque ¡Dios! Había pasando tanto tiempo desde la última vez. Y Santana necesitaba escucharla antes de irse a dormir; Necesitaba tener presente el tono dulce y mandón de su voz.
Un timbre, dos; Temió que estuviera tan molesta, que no le contestara. Pero al cuarto, tomo la llamada.
-Hola- Murmuro Rachel sin su habitual entusiasmo.
-Soy yo, Berry- Le aclaro Santana mientras pasaba un mechón de cabello detrás de su oreja; Sintió una oleada de nervios.
-Se que eres tu, Santana- Espeto la diva con un suspiro.
-Oh- susurro la latina sorprendida. ¬–Entonces, hola-
-Ya te he saludado- le dijo de forma cortante.
Santana sintió una pulsada de culpa. -¿Esta todo bien, Rachel?- la cuestionó intuitivamente.
-Por supuesto, ¿Por qué no lo estaría?- dijo la diva apresuradamente.
Pero Santana la conocía mejor que eso. –No lo se. Tal vez sigues molesta por lo que sucedió. Porque te he dejado plantada en Cheep Cherry-
-No, Santana- murmuro Rachel secamente. –Estoy bien con ello; Lo entiendo- le aseguro poco convencida.
-¿En verdad?- pregunto la latina mientras se mordía el labio.
-Sí-
-Bien, entonces- susurro Santana en medio de un suspiro. Y por unos segundos se quedaron en silencio; Ninguna de las dos pudo decir nada.
-¿Por qué me has llamado, Santana?- pregunto Rachel a la defensiva.
-Simplemente quería hablar contigo- le dijo Santana. /Quería escuchar tu voz, escuchar a la única persona que podría mejorarme el día/ pensó, pero no se lo dijo. –Quería disculparme por lo que paso- se excuso mientras jugueteaba nerviosamente con sus dedos.
-Ya te he dicho que esta bien, no tienes que disculparte por ello. Se que tienes tus propias razones- le dijo con reproche.
Santana sacudió la cabeza. –Escucha, Rach, juro que quería ir a Cheep Cherry contigo- comenzó a explicar desesperada. -Pero camino a su casa, Britt vio este estúpido poster que anunciaba el estúpido maratón, y de alguna forma me convenció de que fuéramos a verlo. Se que estas molesta al respecto, pero sabes que odio los dibujos animados, y si sirve de consuelo, fueron las perores tres horas de mi vida. Hubiera preferido…-
-Detente, Santana- interrumpió la diva.
-No- espeto la latina elevando su voz. –Quiero explicártelo. Tienes que saber que…-
-Simplemente detente- exigió Rachel exasperada. –No quiero escucharte. No me interesa lo que tengas que decirme- gruño la diva alterada. Santana se sintió como la persona más estúpida por fallarle. –Tienes que saber que no estoy molesta porque tu y Brittany fueron a ver caricaturas; Ni tampoco acerca de tu poniéndola antes que a mi; Ni siquiera porque me prometes cosas que no puedes cumplir, y me ilusionas, y me dejas botada como una estúpida; No es eso lo que me molesta- Rachel tomo aire, pero eso no la tranquilizo; Solo la puso mas furiosa. -¡ME MOLESTA QUE NO TENGAS SUFICIENTE CONSIDERACION, QUE EN NINGUN MOMENTO HAYAS PENSANDO EN MI; QUE NI SIQUIERA ME HAYAS MANDANDO UN TEXTO PARA CANCELAR!- le grito. –Eso es lo que mas me molesta, Santana. Que jamás te preocupes por mi, o por las cosas en las que me pones- sentencio la diva con mas tranquilidad, pero aun podía sentir su mandíbula endurecida.
Santana sintió cada una de esas palabras como pequeñas cuchilladas; Rachel tenía razón, su comportamiento había sido tan insensible. Pero, es que estaba tan asustada. La latina tomo aire con pausas alargadas. Sintió el amargo sabor de su boca, y fue como si no pudiera decir nada más, simplemente tenia estas incontrolables ganas de echarse a llorar. –Rachel yo…- comenzó a balbucear. Pero el ronco suspiro de la diva la detuvo.
-No hablemos más de ello, Santana. Ya lo he dejado ir- le aseguro con bastante consideración; Como si quisiera hacerla sentir mejor, como si supiera el efecto que sus palabras habían tenido en la latina.
Se quedaron un momento muy largo en silencio, escuchando sus respiraciones, como si tuvieran algo más que decirse. Ninguna tuvo el valor de colgar el teléfono. Ya habían pasado por mucho, no podían arriesgarse otra vez.
-Realmente lo siento, Rachel- murmuro la latina, pero el sentimiento de culpa no desapareció, ni siquiera disminuyo.
-Olvídalo, Santana; He reaccionado mal- dijo Rachel soltando una risita nerviosa, mas bien hipócrita para los oídos de Santana. –De hecho, debería agradecértelo, dejarme ahí sola, trajo algo positivo-
–Huh?- Santana hizo una mueca. –Creí que estaba molesta por ello- cuestiono confundida.
-Al principio lo estaba- acepto la diva con una voz pastosa; Como si se estuviera pensando mucho que decir. Tomo una bocanada de aire. –Después probé la malteada de mora azul- suspiro, y Santana supo que una sonrisa se había dibujado en su rostro. –Y fue como si me sintiera mucho mejor-
-¿Mora azul?- pregunto Santana intrigada.
-Sí, creo que ahora es mi favorito- le dijo la diva con una voz airada.
Santana se humedeció los labios. –Tal vez podamos ir a tomas algo la semana que viene; Alguna bebida de mora azul-
-Tal vez- concordó Rachel con inseguridad.
-Bien, entonces-
Otro silencio, y Santana lo agradeció, porque pudo escuchar la respiración pasiva de Rachel, estaba mas tranquila, estaban bien; Después de todo, estaban bien.
-Escucha, tengo que irme- fue Rachel quien hablo primero. –Mis padres me están llamando para ir a cenar-
-Seguro. Hablamos mañana ¿Cierto?-
-Sí, Tana- le dijo la diva con un dulce tono de voz. –Te veo mañana- y colgó.
Cuando la diva colgó el teléfono, suspiro y se sentó en su cama. ¿Qué tan complicado iba a ser sacarse a Santana del corazón? No lo sabia; Pero intuyo que, si la latina seguía procurándola de esa forma y tirándola cruelmente después, iba a ser muy difícil. Tenia que encontrar la forma de zafarse de ello. Rachel se puso de pie y suspiro mientras apagaba la luz de su habitación, entonces bajo a cenar.
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El día siguiente, no hablaron; Se limitaron a saludarse desde lejos con una sonrisa forzada y un gesto de mano endurecido. En realidad la diva había evitado a Santana en todo momento, no le apetecía hablar con la latina si esta, estaba acompañada de cierta rubia.
Después de que el día escolar terminara, después de pasar todo el día mirando a Brittany y a Santana juntas, Rachel partió a su casa sin siquiera avisarle a la latina. No sintió la necesidad de hacerlo. Ya no quería tenerle tanta consideración; No ahora que ella no la tomaba en cuenta.
Pero en el camino a casa, un pensamiento le dibujo una enorme sonrisa en el rostro; El recordar a alguien. Alexis Madden tenía algo muy llamativo, ya que no había salido de su mente durante el resto del día; O durante toda la noche anterior. La diva sonrió suavemente ante el pensamiento.
Y se encontró a si misma tomando una atajo hacia Cheep Cherry, con suerte podría encontrar a la chica trabajando.
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Cuando la diva entro al restaurante comenzó a mirar a su alrededor con nerviosismo. El lugar estaba lleno de gente, y las camareras iban de un lugar al otro con órdenes de comida en las manos. Pero bajo la música ochentera y el tumulto de gente, fue complicado encontrar a quien estaba buscando. Decidió ir a sentarse en una mesa que se encontraba en la esquina mas alejada. Y tímidamente volvió a observar a su alrededor con mas atención.
Entonces encontró a quien buscaba; Alexis Madden patinaba apresuradamente alrededor, entregando ordenes a una mesa en la esquina opuesta. Rachel aprecio que la chica era un verdadero desastre, y sonrió enternecida en su dirección. Tenía el vestido arrugado; El delantal mal acomodado; Su cabello, sostenido en una cola de caballo, estaba desordenado y varios mechones se le habían soltado; Había un rubor natural en sus mejillas y la diva casi noto el sudor imperceptible de su frente; Su rostro era pura frustración, desesperación, y cansancio.
Alexis patino hacia la barra y tomo la charola que estaba ahí, miro una pequeña nota y se dirigió a entregar la orden a una mesa que estaba enfrente de Rachel. La diva se acobardo momentáneamente, quiso esconderse para que no la viera, pero todo paso muy rápido, y cuando estaba a punto de ocultarse, los ojos marrones de Alexis la asaltaron. La miro con mucha con mucha sorpresa, pero ciertamente la reconoció. Una sonrisa se dibujo en el rostro de Alexis, y Rachel vio que la bandeja de bebidas que llevaba en las manos se tambaleaba un poco. La diva le sonrió con más entusiasmo e hizo un gesto retraído con su mano.
-¡Rachel!- exclamo la chica sobre patines alegremente. Y dio un paso hacia la dirección de la diva con impaciencia; Ignorando por completo que llevaba patines, y además una charola bastante pesada sobre una sola mano. Lo que paso después, sucedió muy rápido.
El hombro de Alexis choco con un grupo de gente; La castaña perdió el equilibrio por completo y el peso de su cuerpo la hecho hacia atrás. Intento detener la caída con las manos, quiso agarrarse de cualquier cosa que estuviera a su lado, pero casualmente toda la gente se había esparcido de su alrededor dejándola totalmente sola; Pudo ver que Rachel Berry se encaminaba apresuradamente a su lado, pero era muy tarde. Entonces, justo antes de impactar su trasero en el azulejo con un ruido sordo, una lluvia helada de malteadas le callo encima; Escucho los vasos de vidrio rompiéndose a su alrededor, y después un silencio inundo el lugar.
La chica tanteo el suelo, con los ojos cerrados y cubiertos de leche, e intento ponerse de pie, olvidándose otra vez de los patines. Fue estúpido, resbalo de nuevo, esta vez apoyándose sobre sus rodillas.
-¡Alexis!- escucho que Rachel chillaba a sus espaldas. -¿Estas bien?-le pregunto poniéndole una mano sobre la espalda.
La chica en el suelo gruño. –No te preocupes, Rachel- dijo en voz baja. –Estoy bien- balbuceo mientras intentaba abrir los ojos.
-¿Segura?- Alexis asintió débilmente.
-¡¿Qué esta sucediendo aquí?- interrumpió una grave voz que se abría paso entre la multitud de gente. El rostro se le puso rojo al hombre robusto, cuando encontró a Alexis tirada es el suelo, cubierta de malteada, y con los vasos rotos alrededor. -¡ALEXIS!- bramo cruelmente; La chica lo miro temerosa. -¡ESTO ES LO ULTIMO QUE SOPORTO! ¡ESTAS DESPEDIDA!- sentencio. -¡No olvides entregar el uniforme y los patines antes de largarte!- dijo secamente. Y después de ordenarle a otra camarera que limpiara el desorden, se dio la media vuelta y se fue.
Alexis se quedo tirada en el suelo durante unos segundos, con el rostro pálido y los labios temblorosos. Rachel, quien no se había separado de ella en ningún momento, le tomo el antebrazo con suavidad para llamar su atención. –Probablemente deberías levantarte- le aconsejo con una sonrisa tímida.
Alexis suspiro e hizo una mueca. –Sí- dijo y con ayuda de la diva logro ponerse en pie. -Voy… voy a… a devolver esto- le informo a Rachel señalando el empapado uniforme; La diva asintió. Y la chica sobre patines se deslizo hacia la bodega trasera con la cabeza agachada.
Después de un rato, Rachel vio que Alexis volvía. Ya no tenía leche sobre el cuerpo, y se había cambiado de ropa; Sin embardo su cabello seguía agarrado en la desordenada y pegajosa cola de caballo. –Me he limpiado el cuerpo con papel sanitario; Estoy pegajosa- dijo con un gesto de desagrado. –Con el pelo no he podido hacer nada- se encogió de hombros.
-Siento lo que ha sucedido- se disculpo Rachel cuando estuvieron afuera de Cheep Cherry.
Alexis negó con la cabeza. –Yo siento que lo hayas presenciado-
-Esta bien- aseguro la diva encogiéndose de hombros.
Alexis se sentó en la acera y hundió la cabeza entre la manos., Rachel la siguió y se sentó a su lado. –Es el tercer empleo que pierdo en un mes; Algo anda realmente mal conmigo ¿Cierto?- dijo soltando una risita entristecida. –Si no necesitara trabajar, no lo intentaría otra vez-
-Debe ser difícil; Quiero decir trabajar y estudiar- dijo la diva.
-Estudio por las mañanas, estos son solo trabajos de medio tiempo; No me va tan mal. Además necesito trabajar-
Rachel la miro con el ceño fruncido. -¿Por qué necesitas trabajar?-
Alexis suspiro. –Tengo que ayudarle a mi hermano mayor con las deudas de la casa- dijo con la mirada perdida.
-¿No hacen eso tus padres?-
Alexis trago saliva y se puso tensa; Después miro a la diva con una expresión sombría. –Mis padres murieron hace cinco años- confesó apartando la mirada.
Rachel se llevo las manos a la boca. –Oh, Lo siento, no debí de…-
-Esta bien, Rach- le reconfortó con una sonrisa amable. Y se formo un pequeño silencio. –Mi hermano y yo hacemos lo que podemos. Tenemos que hacernos cargo de nuestro hermanito pequeño; Apenas tiene cinco, y solo nos tiene a nosotros. Hacemos lo posible por darle una buena vida ¿Sabes? Algunas veces es complicado, y te olvidas de que solo tienes dieciséis, pero es lo que hay que hacer. Es por eso que necesito el empleo.- explico mientras jugaba nerviosamente con sus manos.
Rachel le tomo la mano y la mirada de Alexis se junto con la suya. –Eso es muy maduro de tu parte, Alexis- le dijo con admiración. –Es simplemente inspirador-
La chica rio suavemente. –Como he dicho hago lo que puedo- Rachel le respondió la sonrisa. -¿Qué hay de ti? ¿Cuál es tu historia?-
-No hay nada relevante- confeso la diva encogiéndose de hombros. –Nací aquí y crecí aquí siendo hija única. Canto desde que tengo memoria; Mis padres homosexuales me apoyaron con eso así que…-
-Espera, ¿Padres homosexuales?- cuestiono Alexis impresionada.
Rachel asintió. –Sí, tengo dos padres hombres-
-Alexis se reincorporo emocionada. –Eso es inspirador- aseguró con una enorme sonrisa. –Me gusta cuando la gente se atreve a ser diferente; Especialmente en ciudades pequeñas como esta. Es grandioso saberlo; Yo, como una chica gay, creo que…-
-¡¿Eres gay?!- cuestiono Rachel exaltada; Sus ojos abiertos como platos asaltaron a Alexis.
-Oh- murmuro la chica sonrojándose. –Bueno sí; Creí que lo sabias, creí que tu…- balbuceo distraídamente sin atreverse a mirar a la diva. –Mierda, Rachel. Lo siento- se disculpo avergonzada.
La diva la miro confundida. -¿Por qué te estas disculpando?-
-Bueno- comenzó a decir en voz baja y con la cabeza agachada. –Probablemente me hayas sorprendido coqueteando contigo y…- Rachel entreabrió los labios, sorprendida; El rojo se había apoderado de sus mejillas, y ya no tuvo valor para mirar a Alexis. -¡Oh! Estoy tan avergonzada; no considere que tu no… Realmente lo siento-
Rachel negó con la cabeza lentamente y después volvió su mirada hacia Alexis con su mejor intento de sonrisa. –Esta bien, no hay ningún problema, Alexis- aseguro.
-Me gusta ser tu amiga- le dijo con una sonrisa tímida.
Rachel asintió. –A mi también-
Se quedaron sentadas ahí; Mirándose, con el rubor en las mejillas y el calor llenándoles los cuerpos; Una sonrisa boba en los labios de cada una.
Alexis soltó una carcajada y aparto la mirada con dificultad. -Creo, creo que debería irme a casa; Va a ser horrible tomar el autobús oliendo a leche pasada, pero no interesa- dijo Alexis con una mueca.
-¿Por qué no vienes a mi casa a cambiarte, tal vez tomar una ducha?- propuso la diva apresuradamente. –Esta cerca de aquí, podemos ir a pie y no tomara tiempo llegar-
Alexis la miro dudosamente. -¿Crees, cree que podría?- cuestiono. Rachel asintió. –Bueno, si tú lo dices, esta bien. Tengo ropa limpia en mi mochila- sonrió agradecida mientras señalaba el bolso.
-Vamos- indico Rachel.
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Cuando llegaron a la casa de la diva; Rachel le indico a Alexis donde estaba el baño, le entrego una toalla, y se fue a la sala para esperarla.
Entre el silencio, interrumpido solo por la regadera, Rachel comenzó a pensar que jamás se había sentido tan confundida acerca de sus sentimientos; Ni siquiera cuando Jesse y Finn se habían debatido su amor. Esta vez, no tenía que elegir entre nadie, pero el simple hecho de sentirse atraída hacia alguien, le resultaba confuso y excitante. Un mes antes, no le habría dado mucha importancia. Alexis era simpática, agradable y era de las pocas personas que no la juzgaba a primera vista. Un mes antes, se hubiera alegrado de conocer a alguien tan amable. Simple y sencillo, sin complicaciones.
Pero ahora era diferente; Ahora sabía que existían más posibilidades. Nunca antes se lo había planteado, pero no podía negar que siempre había sentido una simpatía extrema hacia las chicas. Había pasado toda su vida enamorada de Finn Hudson, nunca había tenido la oportunidad de analizar lo que le gustaba en verdad; Y tal vez, las chicas le gustaban de verdad. Recordó que incluso Quinn Fabray, en alguna época, le había resultado atractiva, con su uniforme de animadora, y su actitud posesiva, y esos desplantes de odio que le hacia. ¡Dios! Le parecía sexy. Sin embargo Santana Lopez había provocado todo, ya que ella le había hecho conocer todas sus posibilidades. La latina había desatado de forma total todos esos sentimientos ocultos; La había enamorado de una forma sigilosa y profunda. Sí, tal vez después de enamorarla la había tirado como trapo viejo, pero eso no borraba el hecho de que le había abierto los ojos ante las posibilidades.
Rachel se sorprendió al darse cuenta de que esas posibilidades no la avergonzaban; Sintió que por primera vez, estaba haciendo lo correcto, expresándose de forma correcta. Se lo pensó un poco; Tenía padres homosexuales, era solo cuestión de tiempo que la curiosidad entrara por sus poros, que las ganas de experimentar un poco la invadieran. Santana no era una opción, la latina ya tenía dueña. Pero por otro lado estaba Alexis. Después de todo, se lo había confesado ¿No? Que todo ese tiempo había coqueteado con ella; No eran ideas suyas. No le importaba arriesgarse un poco. Alexis era tan encantadora, tan divertida; Con su sonrisa torcida y ese ridículo vestido de camarera que apenas y cubría sus muslos, los patines, el sedoso y desordenado cabello, sus ojos coquetos con enormes pestañas, y sus guiños. Rachel soltó una risita atontada; No tenía miedo de probar nuevos caminos. Mucho menos cuando eso la podía ayudar a olvidarse de la innombrable.
El ruido de alguien bajando las escaleras, atrajo su atención. Cuando la diva se dio la vuelta y encontró a Alexis con solo la toalla blanca enredada en el torso, no pudo evitar sonrojarse. -¿Qué sucede, Alexis?- le pregunto.
La chica levanto la mirada avergonzada; Parecía como si quisiera pasar desapercibida. -Eh, Bueno yo… Deje mi mochila aquí abajo, y, ya sabes, necesito la ropa- explico con una sonrisa nerviosa.
-Seguro, no hay problema, puedes cambiarte en mi cuarto, es el que…- El timbre de la puerta interrumpió a la diva. Rachel miro hacia el vestíbulo con las cejas arqueadas. /Sera algún vendedor/ pensó. Y se puso de pie, para abrir la puerta.
Pero, cuando abrió la puerta, comprobó que nadie quería venderle nada; Eso lo corroboro la sonrisa maliciosa de Santana Lopez.
-¿Qué hay, Berry?- pregunto sin darle mucha importancia a la posible respuesta de la diva; Empujando a Rachel hacia un lado, se adentro a la casa, la castaña se quedo en el marco de la puerta sin saber que hacer.
Cuando Santana estuvo en la sala de estar, vio a la chica, con solo una toalla encima, que estaba agachada esculcando una maleta, y su única reacción coherente fue la de abrir los ojos como platos, y dejar que la mandíbula se le callera por completo. -¡¿Que diablos...?!-
La latina suspiro con pesadez mientras se echaba al sillón, debajo de la obscuridad de la sala, y la daba un largo trago a su vaso con agua. La imagen de Rachel apareció súbitamente, y el recuerdo de la diva le revolvió el estomago; Mierda, se sentía muy mal por lo que le había hecho.
Se mordió el labio con fuerza suficiente; Sí, tal vez las cosas entre ella y Rachel no iba a ser igual, por múltiples razones; Tal vez ya habían llegado muy lejos y a ninguna de las dos les convenía eso. Pero aun eran amigas ¿Cierto? Eso era lo que Santana le había dicho en la tarde –Eres mi amiga, Rachel; Siempre vas a serlo- Eso le había prometido, pero no por lastima. Si no por que eso era lo que quería que fueran, quería tener a la diva por lo menos de esa forma; Porque cuando no puedes aspirar a algo más, la amistad parece fiable. Y ciertamente disfrutaba la compañía de Rachel; Sabia que se tenía que cuestionar si prefería estar con la diva o con Brittany, pero eso era otra asunto. El caso era que tratar a Rachel de la forma en que lo había hecho esa tarde, era imperdonable. Rachel no lo merecía, quedar es en segundo plano, no era justo. Sintió el impulso de salir, ir a la casa de Rachel y disculparse. Decirle que si hubiera estado en sus manos, hubiera preferido pasar el rato con ella; Que Brittany podía ponerse jodidamente molesta e insistente, que no la había podido decir que no; Que en eso momento la prefería a ella, que últimamente la prefería a ella en todo momento. Pero era tarde, y si se aparecía en la puerta de su casa, los padres de la diva, seguramente la iban a correr de ahí.
Cuando termino el vaso con agua se levanto de golpe y tomo su celular; Comenzó a marcar el teléfono de la diva; No tenia que ir a su casa para disculparse, no estaban en los años cuarenta. Sin embargo, se engañaba a si misma si decía que solo le llamaba para disculparse; Una gran parte de su ser, lo hacia, solo por escuchar hablar a la diva. Porque ¡Dios! Había pasando tanto tiempo desde la última vez. Y Santana necesitaba escucharla antes de irse a dormir; Necesitaba tener presente el tono dulce y mandón de su voz.
Un timbre, dos; Temió que estuviera tan molesta, que no le contestara. Pero al cuarto, tomo la llamada.
-Hola- Murmuro Rachel sin su habitual entusiasmo.
-Soy yo, Berry- Le aclaro Santana mientras pasaba un mechón de cabello detrás de su oreja; Sintió una oleada de nervios.
-Se que eres tu, Santana- Espeto la diva con un suspiro.
-Oh- susurro la latina sorprendida. ¬–Entonces, hola-
-Ya te he saludado- le dijo de forma cortante.
Santana sintió una pulsada de culpa. -¿Esta todo bien, Rachel?- la cuestionó intuitivamente.
-Por supuesto, ¿Por qué no lo estaría?- dijo la diva apresuradamente.
Pero Santana la conocía mejor que eso. –No lo se. Tal vez sigues molesta por lo que sucedió. Porque te he dejado plantada en Cheep Cherry-
-No, Santana- murmuro Rachel secamente. –Estoy bien con ello; Lo entiendo- le aseguro poco convencida.
-¿En verdad?- pregunto la latina mientras se mordía el labio.
-Sí-
-Bien, entonces- susurro Santana en medio de un suspiro. Y por unos segundos se quedaron en silencio; Ninguna de las dos pudo decir nada.
-¿Por qué me has llamado, Santana?- pregunto Rachel a la defensiva.
-Simplemente quería hablar contigo- le dijo Santana. /Quería escuchar tu voz, escuchar a la única persona que podría mejorarme el día/ pensó, pero no se lo dijo. –Quería disculparme por lo que paso- se excuso mientras jugueteaba nerviosamente con sus dedos.
-Ya te he dicho que esta bien, no tienes que disculparte por ello. Se que tienes tus propias razones- le dijo con reproche.
Santana sacudió la cabeza. –Escucha, Rach, juro que quería ir a Cheep Cherry contigo- comenzó a explicar desesperada. -Pero camino a su casa, Britt vio este estúpido poster que anunciaba el estúpido maratón, y de alguna forma me convenció de que fuéramos a verlo. Se que estas molesta al respecto, pero sabes que odio los dibujos animados, y si sirve de consuelo, fueron las perores tres horas de mi vida. Hubiera preferido…-
-Detente, Santana- interrumpió la diva.
-No- espeto la latina elevando su voz. –Quiero explicártelo. Tienes que saber que…-
-Simplemente detente- exigió Rachel exasperada. –No quiero escucharte. No me interesa lo que tengas que decirme- gruño la diva alterada. Santana se sintió como la persona más estúpida por fallarle. –Tienes que saber que no estoy molesta porque tu y Brittany fueron a ver caricaturas; Ni tampoco acerca de tu poniéndola antes que a mi; Ni siquiera porque me prometes cosas que no puedes cumplir, y me ilusionas, y me dejas botada como una estúpida; No es eso lo que me molesta- Rachel tomo aire, pero eso no la tranquilizo; Solo la puso mas furiosa. -¡ME MOLESTA QUE NO TENGAS SUFICIENTE CONSIDERACION, QUE EN NINGUN MOMENTO HAYAS PENSANDO EN MI; QUE NI SIQUIERA ME HAYAS MANDANDO UN TEXTO PARA CANCELAR!- le grito. –Eso es lo que mas me molesta, Santana. Que jamás te preocupes por mi, o por las cosas en las que me pones- sentencio la diva con mas tranquilidad, pero aun podía sentir su mandíbula endurecida.
Santana sintió cada una de esas palabras como pequeñas cuchilladas; Rachel tenía razón, su comportamiento había sido tan insensible. Pero, es que estaba tan asustada. La latina tomo aire con pausas alargadas. Sintió el amargo sabor de su boca, y fue como si no pudiera decir nada más, simplemente tenia estas incontrolables ganas de echarse a llorar. –Rachel yo…- comenzó a balbucear. Pero el ronco suspiro de la diva la detuvo.
-No hablemos más de ello, Santana. Ya lo he dejado ir- le aseguro con bastante consideración; Como si quisiera hacerla sentir mejor, como si supiera el efecto que sus palabras habían tenido en la latina.
Se quedaron un momento muy largo en silencio, escuchando sus respiraciones, como si tuvieran algo más que decirse. Ninguna tuvo el valor de colgar el teléfono. Ya habían pasado por mucho, no podían arriesgarse otra vez.
-Realmente lo siento, Rachel- murmuro la latina, pero el sentimiento de culpa no desapareció, ni siquiera disminuyo.
-Olvídalo, Santana; He reaccionado mal- dijo Rachel soltando una risita nerviosa, mas bien hipócrita para los oídos de Santana. –De hecho, debería agradecértelo, dejarme ahí sola, trajo algo positivo-
–Huh?- Santana hizo una mueca. –Creí que estaba molesta por ello- cuestiono confundida.
-Al principio lo estaba- acepto la diva con una voz pastosa; Como si se estuviera pensando mucho que decir. Tomo una bocanada de aire. –Después probé la malteada de mora azul- suspiro, y Santana supo que una sonrisa se había dibujado en su rostro. –Y fue como si me sintiera mucho mejor-
-¿Mora azul?- pregunto Santana intrigada.
-Sí, creo que ahora es mi favorito- le dijo la diva con una voz airada.
Santana se humedeció los labios. –Tal vez podamos ir a tomas algo la semana que viene; Alguna bebida de mora azul-
-Tal vez- concordó Rachel con inseguridad.
-Bien, entonces-
Otro silencio, y Santana lo agradeció, porque pudo escuchar la respiración pasiva de Rachel, estaba mas tranquila, estaban bien; Después de todo, estaban bien.
-Escucha, tengo que irme- fue Rachel quien hablo primero. –Mis padres me están llamando para ir a cenar-
-Seguro. Hablamos mañana ¿Cierto?-
-Sí, Tana- le dijo la diva con un dulce tono de voz. –Te veo mañana- y colgó.
Cuando la diva colgó el teléfono, suspiro y se sentó en su cama. ¿Qué tan complicado iba a ser sacarse a Santana del corazón? No lo sabia; Pero intuyo que, si la latina seguía procurándola de esa forma y tirándola cruelmente después, iba a ser muy difícil. Tenia que encontrar la forma de zafarse de ello. Rachel se puso de pie y suspiro mientras apagaba la luz de su habitación, entonces bajo a cenar.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El día siguiente, no hablaron; Se limitaron a saludarse desde lejos con una sonrisa forzada y un gesto de mano endurecido. En realidad la diva había evitado a Santana en todo momento, no le apetecía hablar con la latina si esta, estaba acompañada de cierta rubia.
Después de que el día escolar terminara, después de pasar todo el día mirando a Brittany y a Santana juntas, Rachel partió a su casa sin siquiera avisarle a la latina. No sintió la necesidad de hacerlo. Ya no quería tenerle tanta consideración; No ahora que ella no la tomaba en cuenta.
Pero en el camino a casa, un pensamiento le dibujo una enorme sonrisa en el rostro; El recordar a alguien. Alexis Madden tenía algo muy llamativo, ya que no había salido de su mente durante el resto del día; O durante toda la noche anterior. La diva sonrió suavemente ante el pensamiento.
Y se encontró a si misma tomando una atajo hacia Cheep Cherry, con suerte podría encontrar a la chica trabajando.
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Cuando la diva entro al restaurante comenzó a mirar a su alrededor con nerviosismo. El lugar estaba lleno de gente, y las camareras iban de un lugar al otro con órdenes de comida en las manos. Pero bajo la música ochentera y el tumulto de gente, fue complicado encontrar a quien estaba buscando. Decidió ir a sentarse en una mesa que se encontraba en la esquina mas alejada. Y tímidamente volvió a observar a su alrededor con mas atención.
Entonces encontró a quien buscaba; Alexis Madden patinaba apresuradamente alrededor, entregando ordenes a una mesa en la esquina opuesta. Rachel aprecio que la chica era un verdadero desastre, y sonrió enternecida en su dirección. Tenía el vestido arrugado; El delantal mal acomodado; Su cabello, sostenido en una cola de caballo, estaba desordenado y varios mechones se le habían soltado; Había un rubor natural en sus mejillas y la diva casi noto el sudor imperceptible de su frente; Su rostro era pura frustración, desesperación, y cansancio.
Alexis patino hacia la barra y tomo la charola que estaba ahí, miro una pequeña nota y se dirigió a entregar la orden a una mesa que estaba enfrente de Rachel. La diva se acobardo momentáneamente, quiso esconderse para que no la viera, pero todo paso muy rápido, y cuando estaba a punto de ocultarse, los ojos marrones de Alexis la asaltaron. La miro con mucha con mucha sorpresa, pero ciertamente la reconoció. Una sonrisa se dibujo en el rostro de Alexis, y Rachel vio que la bandeja de bebidas que llevaba en las manos se tambaleaba un poco. La diva le sonrió con más entusiasmo e hizo un gesto retraído con su mano.
-¡Rachel!- exclamo la chica sobre patines alegremente. Y dio un paso hacia la dirección de la diva con impaciencia; Ignorando por completo que llevaba patines, y además una charola bastante pesada sobre una sola mano. Lo que paso después, sucedió muy rápido.
El hombro de Alexis choco con un grupo de gente; La castaña perdió el equilibrio por completo y el peso de su cuerpo la hecho hacia atrás. Intento detener la caída con las manos, quiso agarrarse de cualquier cosa que estuviera a su lado, pero casualmente toda la gente se había esparcido de su alrededor dejándola totalmente sola; Pudo ver que Rachel Berry se encaminaba apresuradamente a su lado, pero era muy tarde. Entonces, justo antes de impactar su trasero en el azulejo con un ruido sordo, una lluvia helada de malteadas le callo encima; Escucho los vasos de vidrio rompiéndose a su alrededor, y después un silencio inundo el lugar.
La chica tanteo el suelo, con los ojos cerrados y cubiertos de leche, e intento ponerse de pie, olvidándose otra vez de los patines. Fue estúpido, resbalo de nuevo, esta vez apoyándose sobre sus rodillas.
-¡Alexis!- escucho que Rachel chillaba a sus espaldas. -¿Estas bien?-le pregunto poniéndole una mano sobre la espalda.
La chica en el suelo gruño. –No te preocupes, Rachel- dijo en voz baja. –Estoy bien- balbuceo mientras intentaba abrir los ojos.
-¿Segura?- Alexis asintió débilmente.
-¡¿Qué esta sucediendo aquí?- interrumpió una grave voz que se abría paso entre la multitud de gente. El rostro se le puso rojo al hombre robusto, cuando encontró a Alexis tirada es el suelo, cubierta de malteada, y con los vasos rotos alrededor. -¡ALEXIS!- bramo cruelmente; La chica lo miro temerosa. -¡ESTO ES LO ULTIMO QUE SOPORTO! ¡ESTAS DESPEDIDA!- sentencio. -¡No olvides entregar el uniforme y los patines antes de largarte!- dijo secamente. Y después de ordenarle a otra camarera que limpiara el desorden, se dio la media vuelta y se fue.
Alexis se quedo tirada en el suelo durante unos segundos, con el rostro pálido y los labios temblorosos. Rachel, quien no se había separado de ella en ningún momento, le tomo el antebrazo con suavidad para llamar su atención. –Probablemente deberías levantarte- le aconsejo con una sonrisa tímida.
Alexis suspiro e hizo una mueca. –Sí- dijo y con ayuda de la diva logro ponerse en pie. -Voy… voy a… a devolver esto- le informo a Rachel señalando el empapado uniforme; La diva asintió. Y la chica sobre patines se deslizo hacia la bodega trasera con la cabeza agachada.
Después de un rato, Rachel vio que Alexis volvía. Ya no tenía leche sobre el cuerpo, y se había cambiado de ropa; Sin embardo su cabello seguía agarrado en la desordenada y pegajosa cola de caballo. –Me he limpiado el cuerpo con papel sanitario; Estoy pegajosa- dijo con un gesto de desagrado. –Con el pelo no he podido hacer nada- se encogió de hombros.
-Siento lo que ha sucedido- se disculpo Rachel cuando estuvieron afuera de Cheep Cherry.
Alexis negó con la cabeza. –Yo siento que lo hayas presenciado-
-Esta bien- aseguro la diva encogiéndose de hombros.
Alexis se sentó en la acera y hundió la cabeza entre la manos., Rachel la siguió y se sentó a su lado. –Es el tercer empleo que pierdo en un mes; Algo anda realmente mal conmigo ¿Cierto?- dijo soltando una risita entristecida. –Si no necesitara trabajar, no lo intentaría otra vez-
-Debe ser difícil; Quiero decir trabajar y estudiar- dijo la diva.
-Estudio por las mañanas, estos son solo trabajos de medio tiempo; No me va tan mal. Además necesito trabajar-
Rachel la miro con el ceño fruncido. -¿Por qué necesitas trabajar?-
Alexis suspiro. –Tengo que ayudarle a mi hermano mayor con las deudas de la casa- dijo con la mirada perdida.
-¿No hacen eso tus padres?-
Alexis trago saliva y se puso tensa; Después miro a la diva con una expresión sombría. –Mis padres murieron hace cinco años- confesó apartando la mirada.
Rachel se llevo las manos a la boca. –Oh, Lo siento, no debí de…-
-Esta bien, Rach- le reconfortó con una sonrisa amable. Y se formo un pequeño silencio. –Mi hermano y yo hacemos lo que podemos. Tenemos que hacernos cargo de nuestro hermanito pequeño; Apenas tiene cinco, y solo nos tiene a nosotros. Hacemos lo posible por darle una buena vida ¿Sabes? Algunas veces es complicado, y te olvidas de que solo tienes dieciséis, pero es lo que hay que hacer. Es por eso que necesito el empleo.- explico mientras jugaba nerviosamente con sus manos.
Rachel le tomo la mano y la mirada de Alexis se junto con la suya. –Eso es muy maduro de tu parte, Alexis- le dijo con admiración. –Es simplemente inspirador-
La chica rio suavemente. –Como he dicho hago lo que puedo- Rachel le respondió la sonrisa. -¿Qué hay de ti? ¿Cuál es tu historia?-
-No hay nada relevante- confeso la diva encogiéndose de hombros. –Nací aquí y crecí aquí siendo hija única. Canto desde que tengo memoria; Mis padres homosexuales me apoyaron con eso así que…-
-Espera, ¿Padres homosexuales?- cuestiono Alexis impresionada.
Rachel asintió. –Sí, tengo dos padres hombres-
-Alexis se reincorporo emocionada. –Eso es inspirador- aseguró con una enorme sonrisa. –Me gusta cuando la gente se atreve a ser diferente; Especialmente en ciudades pequeñas como esta. Es grandioso saberlo; Yo, como una chica gay, creo que…-
-¡¿Eres gay?!- cuestiono Rachel exaltada; Sus ojos abiertos como platos asaltaron a Alexis.
-Oh- murmuro la chica sonrojándose. –Bueno sí; Creí que lo sabias, creí que tu…- balbuceo distraídamente sin atreverse a mirar a la diva. –Mierda, Rachel. Lo siento- se disculpo avergonzada.
La diva la miro confundida. -¿Por qué te estas disculpando?-
-Bueno- comenzó a decir en voz baja y con la cabeza agachada. –Probablemente me hayas sorprendido coqueteando contigo y…- Rachel entreabrió los labios, sorprendida; El rojo se había apoderado de sus mejillas, y ya no tuvo valor para mirar a Alexis. -¡Oh! Estoy tan avergonzada; no considere que tu no… Realmente lo siento-
Rachel negó con la cabeza lentamente y después volvió su mirada hacia Alexis con su mejor intento de sonrisa. –Esta bien, no hay ningún problema, Alexis- aseguro.
-Me gusta ser tu amiga- le dijo con una sonrisa tímida.
Rachel asintió. –A mi también-
Se quedaron sentadas ahí; Mirándose, con el rubor en las mejillas y el calor llenándoles los cuerpos; Una sonrisa boba en los labios de cada una.
Alexis soltó una carcajada y aparto la mirada con dificultad. -Creo, creo que debería irme a casa; Va a ser horrible tomar el autobús oliendo a leche pasada, pero no interesa- dijo Alexis con una mueca.
-¿Por qué no vienes a mi casa a cambiarte, tal vez tomar una ducha?- propuso la diva apresuradamente. –Esta cerca de aquí, podemos ir a pie y no tomara tiempo llegar-
Alexis la miro dudosamente. -¿Crees, cree que podría?- cuestiono. Rachel asintió. –Bueno, si tú lo dices, esta bien. Tengo ropa limpia en mi mochila- sonrió agradecida mientras señalaba el bolso.
-Vamos- indico Rachel.
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Cuando llegaron a la casa de la diva; Rachel le indico a Alexis donde estaba el baño, le entrego una toalla, y se fue a la sala para esperarla.
Entre el silencio, interrumpido solo por la regadera, Rachel comenzó a pensar que jamás se había sentido tan confundida acerca de sus sentimientos; Ni siquiera cuando Jesse y Finn se habían debatido su amor. Esta vez, no tenía que elegir entre nadie, pero el simple hecho de sentirse atraída hacia alguien, le resultaba confuso y excitante. Un mes antes, no le habría dado mucha importancia. Alexis era simpática, agradable y era de las pocas personas que no la juzgaba a primera vista. Un mes antes, se hubiera alegrado de conocer a alguien tan amable. Simple y sencillo, sin complicaciones.
Pero ahora era diferente; Ahora sabía que existían más posibilidades. Nunca antes se lo había planteado, pero no podía negar que siempre había sentido una simpatía extrema hacia las chicas. Había pasado toda su vida enamorada de Finn Hudson, nunca había tenido la oportunidad de analizar lo que le gustaba en verdad; Y tal vez, las chicas le gustaban de verdad. Recordó que incluso Quinn Fabray, en alguna época, le había resultado atractiva, con su uniforme de animadora, y su actitud posesiva, y esos desplantes de odio que le hacia. ¡Dios! Le parecía sexy. Sin embargo Santana Lopez había provocado todo, ya que ella le había hecho conocer todas sus posibilidades. La latina había desatado de forma total todos esos sentimientos ocultos; La había enamorado de una forma sigilosa y profunda. Sí, tal vez después de enamorarla la había tirado como trapo viejo, pero eso no borraba el hecho de que le había abierto los ojos ante las posibilidades.
Rachel se sorprendió al darse cuenta de que esas posibilidades no la avergonzaban; Sintió que por primera vez, estaba haciendo lo correcto, expresándose de forma correcta. Se lo pensó un poco; Tenía padres homosexuales, era solo cuestión de tiempo que la curiosidad entrara por sus poros, que las ganas de experimentar un poco la invadieran. Santana no era una opción, la latina ya tenía dueña. Pero por otro lado estaba Alexis. Después de todo, se lo había confesado ¿No? Que todo ese tiempo había coqueteado con ella; No eran ideas suyas. No le importaba arriesgarse un poco. Alexis era tan encantadora, tan divertida; Con su sonrisa torcida y ese ridículo vestido de camarera que apenas y cubría sus muslos, los patines, el sedoso y desordenado cabello, sus ojos coquetos con enormes pestañas, y sus guiños. Rachel soltó una risita atontada; No tenía miedo de probar nuevos caminos. Mucho menos cuando eso la podía ayudar a olvidarse de la innombrable.
El ruido de alguien bajando las escaleras, atrajo su atención. Cuando la diva se dio la vuelta y encontró a Alexis con solo la toalla blanca enredada en el torso, no pudo evitar sonrojarse. -¿Qué sucede, Alexis?- le pregunto.
La chica levanto la mirada avergonzada; Parecía como si quisiera pasar desapercibida. -Eh, Bueno yo… Deje mi mochila aquí abajo, y, ya sabes, necesito la ropa- explico con una sonrisa nerviosa.
-Seguro, no hay problema, puedes cambiarte en mi cuarto, es el que…- El timbre de la puerta interrumpió a la diva. Rachel miro hacia el vestíbulo con las cejas arqueadas. /Sera algún vendedor/ pensó. Y se puso de pie, para abrir la puerta.
Pero, cuando abrió la puerta, comprobó que nadie quería venderle nada; Eso lo corroboro la sonrisa maliciosa de Santana Lopez.
-¿Qué hay, Berry?- pregunto sin darle mucha importancia a la posible respuesta de la diva; Empujando a Rachel hacia un lado, se adentro a la casa, la castaña se quedo en el marco de la puerta sin saber que hacer.
Cuando Santana estuvo en la sala de estar, vio a la chica, con solo una toalla encima, que estaba agachada esculcando una maleta, y su única reacción coherente fue la de abrir los ojos como platos, y dejar que la mandíbula se le callera por completo. -¡¿Que diablos...?!-
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Hola! Siento mucho, mucho el haber tardado tanto el actualizar. Estaba en exámenes y eso absorbe todo mi tiempo. Gracias por comentar, es bueno saber que aun les gusta lo que escribo C; Espero que les guste el capitulo, tengo muchas ideas preparadas, así que sigan leyéndome. Déjenme sus comentarios y sugerencias. Los leo pronto. Besos
Julietta St. James****** - Mensajes : 351
Fecha de inscripción : 24/01/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Jajajaj rachel devoradora de mujeres!!!!!!!
Vaya aun que alexis me ha caido muy bien.... soy gran fan del pezberry y espero que el hecho que santana se la haya encontrado en casa de la diva la haga recivir un golpe de realidad al igual que ha rachel
Vaya aun que alexis me ha caido muy bien.... soy gran fan del pezberry y espero que el hecho que santana se la haya encontrado en casa de la diva la haga recivir un golpe de realidad al igual que ha rachel
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
actualiza lo dejas en la mejor parte
gleebang* - Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 22/12/2013
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Hola :D Jajaja lo se, esa Rachel se esta desatando. Tu no te preocupes yo mantendré Pezberry hasta el final, aunque haya obstaculos xd Gracias por leer C; SALUDITOS♡monicagleek escribió:Jajajaj rachel devoradora de mujeres!!!!!!!
Vaya aun que alexis me ha caido muy bien.... soy gran fan del pezberry y espero que el hecho que santana se la haya encontrado en casa de la diva la haga recivir un golpe de realidad al igual que ha rachel
Hola (: Lo siento si me he tardado en actualizar; Pero prometo no dejar sin terminar este FF; Solo tenganme paciencia Dx Gracias por leer :3 SALUDITOS♡gleebang escribió:actualiza lo dejas en la mejor parte
Y
Julietta St. James****** - Mensajes : 351
Fecha de inscripción : 24/01/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Capitulo 12: Confessions
Por Fin! Ojala disfruten el capitulo. Déjenme sus comentarios y sugerencias; Los leo pronto (: BESOS
-¡¿Qué diablos…?!- gimió la latina desconcertada. – ¡Rachel!- la llamo -Hay, hay una chica en tu sala y esta…- balbuceo con los ojos fijos en Alexis.
-¡Oh, Dios!- resoplo la diva mientras llegaba a la sala corriendo. –Esta bien, Tana- dijo en un intento de tranquilizarla. Después volvió su atención a la chica con la toalla envuelta. –Ve a vestirte; Mi cuarto es la segunda puerta de pasillo- le indico.
Alexis asintió nerviosamente sin poder cerrar la boca; Tomo su mochila con movimientos temblorosos y después corrió escaleras arriba. La mueca de Santana se acrecentó. –Berry, ¿Qué significa todo esto?- pregunto encarando a la diva con un aire mezquino.
Rachel tomo aire. –Alexis es una amiga- explico encogiéndose de hombros. –Tuvo una emergencia y le he ofrecido mi casa para solucionarla; No es nada del otro mundo- dijo pacientemente.
Santana rio hipócritamente. –Y, ¿Piensas que me tragare eso?- le pregunto.
-Bueno, ¿Por qué no? Es lo que es- se escudo.
-¡Tu no tienes amigas, Berry!- le espeto Santana cruelmente.
Rachel aparto la mirada, ciertamente dolida. –Probablemente no las tenga- susurro y con una mirada fría traspaso a la latina.
La latina se humedeció los labios nerviosamente. –No lo he dicho enserio, Rach- se contradijo rápidamente, mientras daba un paso hacia la diva. –Sabes que tu y yo somos amigas -
Rachel se alejo y evito mirarla. –Bueno, últimamente no lo parece- dijo secamente; Y sin darle oportunidad a la latina de responder continúo. -Y sea como sea, no eres la única-
-Así que esta chica, la que solo tenia una toalla envuelta, a quien nunca había visto antes, ¿Es tu amiga?- cuestiono tomando su actitud testaruda de nuevo.
-Sí; Lo creas o no- le respondió la diva. –La conocí hace poco-
Santana arqueo una ceja. –Esta bien, entonces- murmuro poco convencida. -Supongo que no he venido en el momento indicado- dijo lentamente. –Lo mejor será que me vaya-
-En lo absoluto- interrumpió una voz desde las escaleras. Rachel y Santana miraron en esa dirección. –De todas formas tengo que irme- Alexis bajaba hacia la sala, ya vestida y con el cabello medio mojado. –Probablemente deberías quedarte- dijo dirigiéndose a la latina.
-Yo…- comenzó a balbucear Santana. Pero Rachel la interrumpió.
-¿Te vas?- pregunto dirigiéndose a Alexis, claramente decepcionada.
Alexis asintió débilmente. –Sí, Rach- le dijo son una media sonrisa. –Es tarde-
-¡Vamos, Lex!- urgió la diva suplicante; Se acerco a la chica recién bañada y le tomo la mano con insistencia. -Apenas iba a preparar la cena; Si quieres quedarte, estaría bien- rogo, y Santana detecto la forma en que ponía esos ojos a los que unos no podía decir que no. Alexis le sonrió más ampliamente cuando estuvieron una frente a la otra.
Santana soltó un bufido con antipatía, mientras rodaba los ojos. ¿Qué significaba toda esa escena? Rachel dijo que conocía a esa chica de hace poco; Entonces a que se debían los sobrenombres, y los ojos coquetos, y las sonrisas torpes, y los silencios prolongados y la estúpida llovizna de la intemperie que inundaba en ambiente con un aire romántico. La latina trago saliva con amargura /Te lo estas imaginando; Rachel no esta de ese lado/
Sin embargo, se dio cuenta de que en ese preciso momento, estaba siendo ignorada; Ella estaba ahí, solo a unos pasos y ninguna de las dos parecía notar su existencia. Apretó la mandíbula y tomo su bolso, el que mas temprano había botado en el sillón. –Nos vemos, Rachel- se despidió frívolamente sin siquiera mirar a la diva por ultima vez; Dando pasos impacientes hacia el vestíbulo.
Al llegar al frente de la puerta, noto que era más que una llovizna; A través de la ventana podía ver que el cielo se estaba cayendo, pero no le importo; Después de todo, ¿A quien le importaba si por empaparse moría más tarde de hipotermia? A Rachel no; Y aunque no quería aceptarlo, esa era la única persona a quien Santana quería importarle. Sintió un nudo en el estomago al tomar la manija de la puerta, pero cuando quiso abrirla, sintió la cálida mano de Rachel Berry enredándose en su muñeca.
-¡Dios, Tana!- gimió Rachel, quien detenía la puerta con el propósito de que nadie la abriera. –Estas loca si piensas que te dejare ir con esta lluvia; Ni siquiera traes tu auto- le reprocho. –Vamos, entra- Santana no cedió, se quedo mirándola como si no hubiera escuchado nada, mientras un alivio la envolvía. -¿Por favor, Tana?- rogo la diva con condescendencia, la latina rodo los ojos.
Rachel suspiro la jalaba hacia el interior de la casa; Su mano tocando la piel de la latina tuvo un nuevo significado, uno que ninguna de las dos quiso afrontar. La latina hecho una mirada fría a la diva. -¿A que estas jugando, Rachel?- le pregunto. La diva frunció el ceño. –Puedes quedarte con tú nueva y perfecta amiga, y dejarme ir; Pueden tener su cena perfecta, y yo puedo morir bajo la lluvia. Puedes olvidarte de mi ¿Sabes? Y puedes quedarte con ella; Así que, ¿Por qué haces esto?-
La diva bajo la mirada. –Porque probablemente aun crea que tú eres mejor que ella, Santana- le dijo tomando aire, la boca de la latina se abrió al máximo y sus ojos se dilataron ante la confesión. –Ahora, vamos adentro; Comeremos la cena- demando mientras le tomaba la mano con mas fuerza y la guiaba hasta la sala; Santana no se resistió. Pero entrar en la sala, se percato de la presencia de alguien innecesario.
-¡Oh!- suspiro Rachel con una sonrisa nerviosa, cuando sus ojos se encontraron con la mirada desconcertada de la chica del pelo húmedo. -Alexis, esta es Santana, somos compañeras del instituto; Tana, esta es Alexis- las presento la diva con cierta dureza.
Alexis le dirigió una sonrisa amable, mientras alzaba la mano en su dirección, pero la latina se percato de que era levemente hipócrita; Sin embargo le estrecho la mano sin ser descortés. –Hola- murmuro Santana.
-Un placer- correspondió Alexis.
Rachel casi suspiro de alivio desde su lugar. –De acuerdo, iré a hacer la cena- dijo encaminándose hacia la cocina.
Alexis se reincorporo. –Déjame ayudarte- dijo mientras se acercaba a su lado; Santana necesito de todas sus fuerzas para no resoplar.
-¿Tu sabes cocinar?- pregunto la diva con una ceja arqueada.
-Trabajar en tres restaurantes distintos tiene sus ventajas- explico Alexis encogiéndose de hombros.
Rachel rio encantada. –Esta bien, vayamos- le dijo. – ¿Estarás bien sola, Santana?- le pregunto a la latina, esta asintió sin ganas y cuando estuvieron lejos hundió la cara entre las manos, en donde reprimió un grito áspero. ¡¿Porque diablos había venido a la casa de Rachel, en primer lugar?! Bueno, solo quería verla, estar con ella por un rato; Hacerla rabiar por un instante, para finalmente echarse ha reír con ella durante un largo rato; Era insensato, pero extrañaba su sonrisa muchísimo.
Sin embargo, todo había terminada mal. Ahora tenia que escuchar a la diva riendo con esa chica nefasta; E imaginarse como estaban tonteando en la cocina, y como esa Alexis estaba impresionando a Rachel con sus habilidades en la cocina. Santana ni siquiera sabía cocinar, y se sintió estúpida por ello. Otra ronda de risitas sobrevino desde la cocina, la latina maldijo para sus adentros ¿Qué era tan divertido? ¿Sartenes y ollas? No, lo divertido eran los toquecitos muy personajes, los abrazos, los guiños de ojo, y las sonrisas arrebatadoras; Todo por error, pero al final muy intencionado. Santana conocía esas tácticas, las había usado con Brittany más de una vez; Creía que con la rubia funcionaban, porque, bueno, ella era inocente, sin embargo estaban haciendo su magia con Rachel, y Alexis lo sabía. Santana abría apostado todo asegurando que esa castaña estúpida con sonrisa extraña era lesbiana, o por lo menos lo era cuando se trataba de Rachel. La latina suspiro en un intento de calmarse; Rachel no iba a caer en ese juego, Alexis estaba equivocada si creía que la diva iba a terminar a su lado; Santana Lopez lo sabia mejor que nadie, ella ya lo había experimentado, y sabia que Rachel Berry era un hueso duro de morder, imposible de masticar, tal vez.
Santana casi se podía imaginar lo que Alexis estaba diciéndole a Rachel, lo que estaba haciendo para matarla de risa, y no pudo evitar el nudo que se formo en su garganta. Tomo una bocanada de aire, ¿Por qué le importaba tanto lo que Alexis y Rachel estuvieran haciendo? Tal vez por la misma razón por la que estaba pensando en la diva todo el tiempo, por la que siempre estaba extrañándola, por la que prefería estar con ella que con cualquier otra persona en el mundo. La latina se mordió el labio con pesadez; Algunas veces, simplemente tienes que aceptar que estas enamorada. Pero, no; Ella no estaba enamorada de Rachel, la única en su corazón era Brittany, y así seria eternamente, Rachel no entraba en la jugada.
-La cena esta lista, Tana- la atrajo a la realidad la voz de Rachel; Santana sintió un mareo inesperado, pero se puso de pie y fue a sentarse al comedor. Cuando Alexis puso un plato de comida vegana enfrente de ella, hizo un gesto de repulsión, ¿Quién sabe que le estaría sirviendo esa Bruja? Pero sin protestar en voz alta, tomo su tenedor y se metió a la boca una zanahoria, con el propósito de distraerse un momento, tal vez por el resto de la noche; Aunque enseguida supo que seria una noche que no podría ignorar, no cuando Rachel y Alexis seguían mirándose con esos ojos y reían de la nada. Trago saliva con dificultad y clavo la mirada en su plato.
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-¡Esto esta delicioso!- gimió Rachel extasiada mientras masticaba su croqueta de tofu. -¡Dios, Lex! Esta tan rico- canturreo otra vez.
Santana rodo los ojos por centésima vez durante esa cena; Alexis soltó una carcajada divertida. –Me has llamado Lex- noto antes que nada con una sonrisa tímida.
La latina sentada del otro lado arqueo las cejas. –Por milésima vez durante la noche- recalco entre dientes; Nadie la escucho, tal vez la estaban ignorando, ya que había dicho muchos comentarios nefastos durante la noche entera, pero nadie se había quejado, ni le habían mandado miradas de advertencia.
Rachel se ruborizo y en vez de decir algo mostico su comida con mase empeño. -¿Te molesta?- cuestiono después de terminar su bocado.
Alexis negó inmediatamente. –En lo absoluto- dijo. –En realidad me gusta, especialmente porque viene de ti- Entonces otro guiño y la forma estúpida en que Rachel sonreía apartando la mirada.
Pero lo que colmo la paciencia de la latina fue la estúpida risita entre dientes que siguió, Santana sintió una punzada de coraje en la espina dorsal. –Creo que hemos tenido suficientes guiños coquetos, querida- le espeto con sarcasmo. –Llegue a pensar que eras una cámara fotográfica- añadió mientras masticaba con fuerza.
Alexis abrió los ojos con asombro, pero no dijo nada más; Rachel aparto la mirada con desdén. Y se sobrevino un silenció incomodo, en donde los cubiertos chocando contra los platos era el único ruido.
Alexis tomo una bocanada de aire. –Así que, tu padre es un medico, ¿Cierto, Santana?- comento de forma ocasional, pero todo se puso tenso, Rachel miro a Alexis alarmada, Santana la miro ofendida. –Rachel lo menciono- aclaro.
-Sí- espeto la latina secamente. –Él salva vidas. ¿Qué hace él tuyo?- contraataco con una sonrisa forzada.
Rachel suspiro, e incluso ante los ojos de Santana, Alexis palideció. –Mi padre, en realidad mis padres, fallecieron hace tiempo- dijo con la mirada clavada en el suelo.
Santana se encogió de hombros. –Ah! Lo siento mucho, Alexis- dijo con sarcasmo deteniendo la conversación por un momento; Después continuo. –Así que, ¿Frente a quien saliste del closet?- cuestiono con malicia.
Alexis soltó un bufido nervioso, Rachel apretó la mandíbula y lanzo una mirada fría a la latina. -¡Ha sido suficiente, Santana!- la reprendió la diva.
Alexis puso una mano sobre el hombro de Rachel. –Esta bien, Rach; No me avergüenza decirlo- confeso encogiendo los hombros.
-¿Lo vez, Rach? No he dicho nada descortés- se defendió Santana con un aire burlón.
–Sí, Santana; Soy lesbiana, y mis hermanos, mi única familia, lo saben y no tienen problema con ello- explicó Alexis sintiéndose ligeramente incomoda. –Rachel también esta al tanto- añadió despechada.
Santana se mordió el labio; Si Rachel lo sabia eso quería decir, que también se daba cuenta del coqueteo, y a los ojos de la latina no estaba haciendo nada por detenerlo, en realidad lo estaba correspondiendo. –Agradable- concluyo con una agria sonrisa hacia Alexis. Y ahí estaban otra vez, en silencio.
De pronto Alexis se puso de pie. –Es tarde, realmente tengo que irme. Además, la lluvia ha cesado, y mejor me voy ahora mismo- dijo acomodando su silla. –Gracias por la cena, Rach- agradeció con una mirada devota hacia la diva.
-Te acompaño ha la puerta- dijo la diva poniéndose de pie.
-De acuerdo- concordó Alexis, después dirigió su mirada hacia Santana. –Ha sido bueno conocerte- le dijo con educación.
Santana correspondió con un asentimiento de cabeza. –Sí; Nos vemos luego- se despidió con antipatía, sin siquiera mirarla.
-Adiós- y con eso, Alexis y Rachel se fueron hasta la puerta.
Cuando la diva regreso y se sentó en su sitio anterior, Santana se dedico a evitarla en todo momento mientras picoteaba los últimos chicharos de su plato.
-¿Esta todo bien, Tana?- pregunto Rachel después de un rato, había estado mirando a la latina con una atención exagerada.
Santana la miro, finalmente, y frunció el ceño. –Sí- susurro ásperamente. –Todo esta bien- confirmo.
Rachel apoyo la cabeza en su mano y suspiro. –No te ha gustado Alexis en lo absoluto, ¿Cierto?- dijo desanimada.
Santana hico una mueca. –Ella no es mi tipo, Rachel- le dijo mezquinamente.
-Me refiero a ella como mi amiga, por supuesto- se corrigió.
-No me desagrada- mintió la latina mientras apartaba la mirada.
-Es una chica muy agradable ¿Sabes?- intento convencerla con la mirada en el techo. -Trabaja para mantener a su hermano pequeño; Eso es muy maduro- dijo con una sonrisa enternecida. -Además es muy divertida, y no me ha juzgado de primera; Es una buena amiga. Sabe cocinar muy bien ¡Esas croquetas estaban riquísimas! ¿No crees, Tana?- canturreo embobada, pero no espero la respuesta de la, cada vez mas furiosa, latina. -¿Sabes lo que me conto hace rato? Dijo que va a Nueva York seguido, porque sus tíos viven ahí ¿No es eso increíble?- murmuro encantada. Santana se humedeció los labios mientras apretaba el borde de la mesa con ambas manos; Si Rachel no se callaba, iba a atascarle la boca con zanahorias, y hacer que se callara. –Oh! Y no te he contado como nos conocimos; Alexis trabajaba en Cheep Cherry, el día que me dejaste plantada la conocí; Como sea hoy ha hecho un desastre y la han despedido, en parte ha sido culpa mía, pero ella no se ha molestado. Es muy atenta y creo, creo que es muy encantadora- murmuro con un suspiro. –Alexis es muy agradable, Tana; Deberías de…-
Santana la interrumpió con una risa llena de cinismo. –Sí, Berry; Debería, pero no tengo humor, después de todo ya se cuan perfecta es- espeto sombríamente.
Rachel arqueo las cejas. –Bueno, si no te cae bien, no tienes que tratarla, creo que puedo vivir con eso-
-De acuerdo- murmuro la latina terminando su comida. Después su mirada se poso en Rachel y aunque la diva no se percato de esto, comenzó a analizarla; Percibió un aire diferente, una actitud que hace tiempo no le veía. – ¿Ra, Rachel?- le llamo nerviosamente. La diva la miro intrigada. –¿Puedo preguntarte algo?- cuestionó tanteando sus probabilidades.
Rachel suavizo su mirada. –Supongo.- dijo con simpleza.
Santana tomo todo el aire que le fue posible; Se pensó un poco como preguntar algo así. La pregunta podría dejarle mal enfrente de la diva, pero le carcomía por dentro el deseo de saberlo, de comprobar que se estaba equivocando con sus suposiciones. Después volvió a mirar a la diva con atención, y una media sonrisa, que desapareció un segundo después, apareció en sus labios; Tal vez, esa seria la última vez que vería Rachel de esa forma, con el derecho de estar enamorada de alguien que no corresponde.
-¿Qué, Santana?- urgió la diva ansiosamente.
-Eres muy importante para mí, Rach- le dijo entristecida
La diva le sonrió ampliamente. –Tu también lo eres para mi- le aseguro y cruzo la mesa para tomarle una mano, Santana gradeció el gesto. –Pero esa no es una pregunta- reflexiono.
La latina rio levemente. –Cierto- y esta vez tomo aire con mas anhelo. –Solo quiero que no te tomes a mal esto; No lo digo para incomodarte o algo así- le dijo nerviosamente. Rachel asintió; Santana predijo la respuesta en el momento en que vio ese brillo en los ojos de Rachel, y le dolió saberlo antes de tiempo. Otra risita nerviosa, y los ojos comenzaban a vidriársele. -¿Hay, hay alguna posibilidad de que tu, tu te estés enamorando de Alexis?- dijo por fin entre tartamudeos. -¿Alguna posibilidad de que estés con ella? Románticamente, quiero decir- susurro con amargura.
Los ojos de Rachel se abrieron al máximo mientras se mordía el labio. –Yo, escucha, Tana- balbuceo, y la latina sintió como sostenía su mano con más fuerza. –Voy a ser realmente honesta ahora; Porque bueno, somos amigas, y, y no quiero, no quiero mentirte- Santana asintió, su corazón se atasco en su garganta, así que no pudo decirle nada. –No veo a Alexis como una chica lesbiana- explico con paciencia. –La veo con una persona increíble; Alguien de quien me puedo enamorar. Por la cual ya tengo sentimientos- confeso con la mirada clavada en el suelo, después se armo de valor y miro con sus ojos chocolate a Santana. –Si eso pone una etiqueta en mi frente, bueno, no es que me importe- murmuro decidida. –Creo que puedo hacerlo, no tengo miedo ¿Sabes?- le dijo deslizando sus dedos sobre la palma de la latina.
Santana no contuvo el llanto ni un minuto mas, sus mejillas estaban empapadas con lágrimas y sus labios temblaban con nostalgia. Rachel se acerco a ella y la envolvió en sus brazos. –Oh, Tana; Estas llorando- rectifico sintiéndose estúpida; Sus dedos limpiaban las mejillas de la latina. -¿Qué sucede?- cuestiono angustiada, apretándola mas contra su pecho.
-Nada- logro decir la latina con un suspiro. Sus ojos humedecidos miraron a la diva con una mezcla de reproche y admiración. –Estoy muy orgullosa de ti- le dijo, y en parte no era mentira; Rachel Berry, iba a hacer lo que ella siempre quiso poder hacer, y eso la hacia sentirse orgullosa. Pero todo se convertía en una mentira cuando la latina descubrió cuan dolida estaba ante la confesión; Cuando analizaba que una perfecta desconocida había desatado sentimientos en Rachel, y ella en mas de un mes de amistad no había podido lograr nada. Se sentía dolida, porque ella hubiera querido ser la que le hiciera darse cuenta a la diva que podía hacer ese tipo de cosas sin miedo, pero no era ella, y eso la lastimaba profundamente. Se paso un mechón de pelo detrás de la oreja. –Realmente orgullosa- repitió con una sonrisa sincera, y la diva correspondió con otra, un poco entristecida a decir verdad.
La latina se puso de pie con dificultad, momentáneamente, todo estaba borroso. –Tengo que irme ahora, Rach- le dijo rápidamente mientras se encaminaba hacia la puerta.
La diva la siguió apresuradamente. -¿Esta todo bien, Tana?- le pregunto.
Santana asintió. -Perfectamente-
-Entonces, ¿Podrías quedarte a dormir? Es noche, y tal vez empiece a llover de nuevo y no quiero que…-
-No, Rachel, no puedo. Mis padres esperan que llegue a casa- le informo limpiándose el rostro con el dorso de la mano.
-Entonces supongo que tendrás que irte-
-Sí. Pero hablaremos mañana ¿De acuerdo?- le dijo en forma de consuelo, aunque lo ultimo que quisiera hacer fuera hablar con ella. –Aun tenemos que ensayar la canción que le cantare a Britt- dijo a la defensiva.
Rachel hundió la cabeza. –Si, tienes razón. Entonces, nos vemos- le dijo en forma casi contante. Santana asintió por última vez, después salió de la casa y una cuadra después comenzó a llorar con más ímpetu.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: -¡Oh, Dios!- resoplo la diva mientras llegaba a la sala corriendo. –Esta bien, Tana- dijo en un intento de tranquilizarla. Después volvió su atención a la chica con la toalla envuelta. –Ve a vestirte; Mi cuarto es la segunda puerta de pasillo- le indico.
Alexis asintió nerviosamente sin poder cerrar la boca; Tomo su mochila con movimientos temblorosos y después corrió escaleras arriba. La mueca de Santana se acrecentó. –Berry, ¿Qué significa todo esto?- pregunto encarando a la diva con un aire mezquino.
Rachel tomo aire. –Alexis es una amiga- explico encogiéndose de hombros. –Tuvo una emergencia y le he ofrecido mi casa para solucionarla; No es nada del otro mundo- dijo pacientemente.
Santana rio hipócritamente. –Y, ¿Piensas que me tragare eso?- le pregunto.
-Bueno, ¿Por qué no? Es lo que es- se escudo.
-¡Tu no tienes amigas, Berry!- le espeto Santana cruelmente.
Rachel aparto la mirada, ciertamente dolida. –Probablemente no las tenga- susurro y con una mirada fría traspaso a la latina.
La latina se humedeció los labios nerviosamente. –No lo he dicho enserio, Rach- se contradijo rápidamente, mientras daba un paso hacia la diva. –Sabes que tu y yo somos amigas -
Rachel se alejo y evito mirarla. –Bueno, últimamente no lo parece- dijo secamente; Y sin darle oportunidad a la latina de responder continúo. -Y sea como sea, no eres la única-
-Así que esta chica, la que solo tenia una toalla envuelta, a quien nunca había visto antes, ¿Es tu amiga?- cuestiono tomando su actitud testaruda de nuevo.
-Sí; Lo creas o no- le respondió la diva. –La conocí hace poco-
Santana arqueo una ceja. –Esta bien, entonces- murmuro poco convencida. -Supongo que no he venido en el momento indicado- dijo lentamente. –Lo mejor será que me vaya-
-En lo absoluto- interrumpió una voz desde las escaleras. Rachel y Santana miraron en esa dirección. –De todas formas tengo que irme- Alexis bajaba hacia la sala, ya vestida y con el cabello medio mojado. –Probablemente deberías quedarte- dijo dirigiéndose a la latina.
-Yo…- comenzó a balbucear Santana. Pero Rachel la interrumpió.
-¿Te vas?- pregunto dirigiéndose a Alexis, claramente decepcionada.
Alexis asintió débilmente. –Sí, Rach- le dijo son una media sonrisa. –Es tarde-
-¡Vamos, Lex!- urgió la diva suplicante; Se acerco a la chica recién bañada y le tomo la mano con insistencia. -Apenas iba a preparar la cena; Si quieres quedarte, estaría bien- rogo, y Santana detecto la forma en que ponía esos ojos a los que unos no podía decir que no. Alexis le sonrió más ampliamente cuando estuvieron una frente a la otra.
Santana soltó un bufido con antipatía, mientras rodaba los ojos. ¿Qué significaba toda esa escena? Rachel dijo que conocía a esa chica de hace poco; Entonces a que se debían los sobrenombres, y los ojos coquetos, y las sonrisas torpes, y los silencios prolongados y la estúpida llovizna de la intemperie que inundaba en ambiente con un aire romántico. La latina trago saliva con amargura /Te lo estas imaginando; Rachel no esta de ese lado/
Sin embargo, se dio cuenta de que en ese preciso momento, estaba siendo ignorada; Ella estaba ahí, solo a unos pasos y ninguna de las dos parecía notar su existencia. Apretó la mandíbula y tomo su bolso, el que mas temprano había botado en el sillón. –Nos vemos, Rachel- se despidió frívolamente sin siquiera mirar a la diva por ultima vez; Dando pasos impacientes hacia el vestíbulo.
Al llegar al frente de la puerta, noto que era más que una llovizna; A través de la ventana podía ver que el cielo se estaba cayendo, pero no le importo; Después de todo, ¿A quien le importaba si por empaparse moría más tarde de hipotermia? A Rachel no; Y aunque no quería aceptarlo, esa era la única persona a quien Santana quería importarle. Sintió un nudo en el estomago al tomar la manija de la puerta, pero cuando quiso abrirla, sintió la cálida mano de Rachel Berry enredándose en su muñeca.
-¡Dios, Tana!- gimió Rachel, quien detenía la puerta con el propósito de que nadie la abriera. –Estas loca si piensas que te dejare ir con esta lluvia; Ni siquiera traes tu auto- le reprocho. –Vamos, entra- Santana no cedió, se quedo mirándola como si no hubiera escuchado nada, mientras un alivio la envolvía. -¿Por favor, Tana?- rogo la diva con condescendencia, la latina rodo los ojos.
Rachel suspiro la jalaba hacia el interior de la casa; Su mano tocando la piel de la latina tuvo un nuevo significado, uno que ninguna de las dos quiso afrontar. La latina hecho una mirada fría a la diva. -¿A que estas jugando, Rachel?- le pregunto. La diva frunció el ceño. –Puedes quedarte con tú nueva y perfecta amiga, y dejarme ir; Pueden tener su cena perfecta, y yo puedo morir bajo la lluvia. Puedes olvidarte de mi ¿Sabes? Y puedes quedarte con ella; Así que, ¿Por qué haces esto?-
La diva bajo la mirada. –Porque probablemente aun crea que tú eres mejor que ella, Santana- le dijo tomando aire, la boca de la latina se abrió al máximo y sus ojos se dilataron ante la confesión. –Ahora, vamos adentro; Comeremos la cena- demando mientras le tomaba la mano con mas fuerza y la guiaba hasta la sala; Santana no se resistió. Pero entrar en la sala, se percato de la presencia de alguien innecesario.
-¡Oh!- suspiro Rachel con una sonrisa nerviosa, cuando sus ojos se encontraron con la mirada desconcertada de la chica del pelo húmedo. -Alexis, esta es Santana, somos compañeras del instituto; Tana, esta es Alexis- las presento la diva con cierta dureza.
Alexis le dirigió una sonrisa amable, mientras alzaba la mano en su dirección, pero la latina se percato de que era levemente hipócrita; Sin embargo le estrecho la mano sin ser descortés. –Hola- murmuro Santana.
-Un placer- correspondió Alexis.
Rachel casi suspiro de alivio desde su lugar. –De acuerdo, iré a hacer la cena- dijo encaminándose hacia la cocina.
Alexis se reincorporo. –Déjame ayudarte- dijo mientras se acercaba a su lado; Santana necesito de todas sus fuerzas para no resoplar.
-¿Tu sabes cocinar?- pregunto la diva con una ceja arqueada.
-Trabajar en tres restaurantes distintos tiene sus ventajas- explico Alexis encogiéndose de hombros.
Rachel rio encantada. –Esta bien, vayamos- le dijo. – ¿Estarás bien sola, Santana?- le pregunto a la latina, esta asintió sin ganas y cuando estuvieron lejos hundió la cara entre las manos, en donde reprimió un grito áspero. ¡¿Porque diablos había venido a la casa de Rachel, en primer lugar?! Bueno, solo quería verla, estar con ella por un rato; Hacerla rabiar por un instante, para finalmente echarse ha reír con ella durante un largo rato; Era insensato, pero extrañaba su sonrisa muchísimo.
Sin embargo, todo había terminada mal. Ahora tenia que escuchar a la diva riendo con esa chica nefasta; E imaginarse como estaban tonteando en la cocina, y como esa Alexis estaba impresionando a Rachel con sus habilidades en la cocina. Santana ni siquiera sabía cocinar, y se sintió estúpida por ello. Otra ronda de risitas sobrevino desde la cocina, la latina maldijo para sus adentros ¿Qué era tan divertido? ¿Sartenes y ollas? No, lo divertido eran los toquecitos muy personajes, los abrazos, los guiños de ojo, y las sonrisas arrebatadoras; Todo por error, pero al final muy intencionado. Santana conocía esas tácticas, las había usado con Brittany más de una vez; Creía que con la rubia funcionaban, porque, bueno, ella era inocente, sin embargo estaban haciendo su magia con Rachel, y Alexis lo sabía. Santana abría apostado todo asegurando que esa castaña estúpida con sonrisa extraña era lesbiana, o por lo menos lo era cuando se trataba de Rachel. La latina suspiro en un intento de calmarse; Rachel no iba a caer en ese juego, Alexis estaba equivocada si creía que la diva iba a terminar a su lado; Santana Lopez lo sabia mejor que nadie, ella ya lo había experimentado, y sabia que Rachel Berry era un hueso duro de morder, imposible de masticar, tal vez.
Santana casi se podía imaginar lo que Alexis estaba diciéndole a Rachel, lo que estaba haciendo para matarla de risa, y no pudo evitar el nudo que se formo en su garganta. Tomo una bocanada de aire, ¿Por qué le importaba tanto lo que Alexis y Rachel estuvieran haciendo? Tal vez por la misma razón por la que estaba pensando en la diva todo el tiempo, por la que siempre estaba extrañándola, por la que prefería estar con ella que con cualquier otra persona en el mundo. La latina se mordió el labio con pesadez; Algunas veces, simplemente tienes que aceptar que estas enamorada. Pero, no; Ella no estaba enamorada de Rachel, la única en su corazón era Brittany, y así seria eternamente, Rachel no entraba en la jugada.
-La cena esta lista, Tana- la atrajo a la realidad la voz de Rachel; Santana sintió un mareo inesperado, pero se puso de pie y fue a sentarse al comedor. Cuando Alexis puso un plato de comida vegana enfrente de ella, hizo un gesto de repulsión, ¿Quién sabe que le estaría sirviendo esa Bruja? Pero sin protestar en voz alta, tomo su tenedor y se metió a la boca una zanahoria, con el propósito de distraerse un momento, tal vez por el resto de la noche; Aunque enseguida supo que seria una noche que no podría ignorar, no cuando Rachel y Alexis seguían mirándose con esos ojos y reían de la nada. Trago saliva con dificultad y clavo la mirada en su plato.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-¡Esto esta delicioso!- gimió Rachel extasiada mientras masticaba su croqueta de tofu. -¡Dios, Lex! Esta tan rico- canturreo otra vez.
Santana rodo los ojos por centésima vez durante esa cena; Alexis soltó una carcajada divertida. –Me has llamado Lex- noto antes que nada con una sonrisa tímida.
La latina sentada del otro lado arqueo las cejas. –Por milésima vez durante la noche- recalco entre dientes; Nadie la escucho, tal vez la estaban ignorando, ya que había dicho muchos comentarios nefastos durante la noche entera, pero nadie se había quejado, ni le habían mandado miradas de advertencia.
Rachel se ruborizo y en vez de decir algo mostico su comida con mase empeño. -¿Te molesta?- cuestiono después de terminar su bocado.
Alexis negó inmediatamente. –En lo absoluto- dijo. –En realidad me gusta, especialmente porque viene de ti- Entonces otro guiño y la forma estúpida en que Rachel sonreía apartando la mirada.
Pero lo que colmo la paciencia de la latina fue la estúpida risita entre dientes que siguió, Santana sintió una punzada de coraje en la espina dorsal. –Creo que hemos tenido suficientes guiños coquetos, querida- le espeto con sarcasmo. –Llegue a pensar que eras una cámara fotográfica- añadió mientras masticaba con fuerza.
Alexis abrió los ojos con asombro, pero no dijo nada más; Rachel aparto la mirada con desdén. Y se sobrevino un silenció incomodo, en donde los cubiertos chocando contra los platos era el único ruido.
Alexis tomo una bocanada de aire. –Así que, tu padre es un medico, ¿Cierto, Santana?- comento de forma ocasional, pero todo se puso tenso, Rachel miro a Alexis alarmada, Santana la miro ofendida. –Rachel lo menciono- aclaro.
-Sí- espeto la latina secamente. –Él salva vidas. ¿Qué hace él tuyo?- contraataco con una sonrisa forzada.
Rachel suspiro, e incluso ante los ojos de Santana, Alexis palideció. –Mi padre, en realidad mis padres, fallecieron hace tiempo- dijo con la mirada clavada en el suelo.
Santana se encogió de hombros. –Ah! Lo siento mucho, Alexis- dijo con sarcasmo deteniendo la conversación por un momento; Después continuo. –Así que, ¿Frente a quien saliste del closet?- cuestiono con malicia.
Alexis soltó un bufido nervioso, Rachel apretó la mandíbula y lanzo una mirada fría a la latina. -¡Ha sido suficiente, Santana!- la reprendió la diva.
Alexis puso una mano sobre el hombro de Rachel. –Esta bien, Rach; No me avergüenza decirlo- confeso encogiendo los hombros.
-¿Lo vez, Rach? No he dicho nada descortés- se defendió Santana con un aire burlón.
–Sí, Santana; Soy lesbiana, y mis hermanos, mi única familia, lo saben y no tienen problema con ello- explicó Alexis sintiéndose ligeramente incomoda. –Rachel también esta al tanto- añadió despechada.
Santana se mordió el labio; Si Rachel lo sabia eso quería decir, que también se daba cuenta del coqueteo, y a los ojos de la latina no estaba haciendo nada por detenerlo, en realidad lo estaba correspondiendo. –Agradable- concluyo con una agria sonrisa hacia Alexis. Y ahí estaban otra vez, en silencio.
De pronto Alexis se puso de pie. –Es tarde, realmente tengo que irme. Además, la lluvia ha cesado, y mejor me voy ahora mismo- dijo acomodando su silla. –Gracias por la cena, Rach- agradeció con una mirada devota hacia la diva.
-Te acompaño ha la puerta- dijo la diva poniéndose de pie.
-De acuerdo- concordó Alexis, después dirigió su mirada hacia Santana. –Ha sido bueno conocerte- le dijo con educación.
Santana correspondió con un asentimiento de cabeza. –Sí; Nos vemos luego- se despidió con antipatía, sin siquiera mirarla.
-Adiós- y con eso, Alexis y Rachel se fueron hasta la puerta.
Cuando la diva regreso y se sentó en su sitio anterior, Santana se dedico a evitarla en todo momento mientras picoteaba los últimos chicharos de su plato.
-¿Esta todo bien, Tana?- pregunto Rachel después de un rato, había estado mirando a la latina con una atención exagerada.
Santana la miro, finalmente, y frunció el ceño. –Sí- susurro ásperamente. –Todo esta bien- confirmo.
Rachel apoyo la cabeza en su mano y suspiro. –No te ha gustado Alexis en lo absoluto, ¿Cierto?- dijo desanimada.
Santana hico una mueca. –Ella no es mi tipo, Rachel- le dijo mezquinamente.
-Me refiero a ella como mi amiga, por supuesto- se corrigió.
-No me desagrada- mintió la latina mientras apartaba la mirada.
-Es una chica muy agradable ¿Sabes?- intento convencerla con la mirada en el techo. -Trabaja para mantener a su hermano pequeño; Eso es muy maduro- dijo con una sonrisa enternecida. -Además es muy divertida, y no me ha juzgado de primera; Es una buena amiga. Sabe cocinar muy bien ¡Esas croquetas estaban riquísimas! ¿No crees, Tana?- canturreo embobada, pero no espero la respuesta de la, cada vez mas furiosa, latina. -¿Sabes lo que me conto hace rato? Dijo que va a Nueva York seguido, porque sus tíos viven ahí ¿No es eso increíble?- murmuro encantada. Santana se humedeció los labios mientras apretaba el borde de la mesa con ambas manos; Si Rachel no se callaba, iba a atascarle la boca con zanahorias, y hacer que se callara. –Oh! Y no te he contado como nos conocimos; Alexis trabajaba en Cheep Cherry, el día que me dejaste plantada la conocí; Como sea hoy ha hecho un desastre y la han despedido, en parte ha sido culpa mía, pero ella no se ha molestado. Es muy atenta y creo, creo que es muy encantadora- murmuro con un suspiro. –Alexis es muy agradable, Tana; Deberías de…-
Santana la interrumpió con una risa llena de cinismo. –Sí, Berry; Debería, pero no tengo humor, después de todo ya se cuan perfecta es- espeto sombríamente.
Rachel arqueo las cejas. –Bueno, si no te cae bien, no tienes que tratarla, creo que puedo vivir con eso-
-De acuerdo- murmuro la latina terminando su comida. Después su mirada se poso en Rachel y aunque la diva no se percato de esto, comenzó a analizarla; Percibió un aire diferente, una actitud que hace tiempo no le veía. – ¿Ra, Rachel?- le llamo nerviosamente. La diva la miro intrigada. –¿Puedo preguntarte algo?- cuestionó tanteando sus probabilidades.
Rachel suavizo su mirada. –Supongo.- dijo con simpleza.
Santana tomo todo el aire que le fue posible; Se pensó un poco como preguntar algo así. La pregunta podría dejarle mal enfrente de la diva, pero le carcomía por dentro el deseo de saberlo, de comprobar que se estaba equivocando con sus suposiciones. Después volvió a mirar a la diva con atención, y una media sonrisa, que desapareció un segundo después, apareció en sus labios; Tal vez, esa seria la última vez que vería Rachel de esa forma, con el derecho de estar enamorada de alguien que no corresponde.
-¿Qué, Santana?- urgió la diva ansiosamente.
-Eres muy importante para mí, Rach- le dijo entristecida
La diva le sonrió ampliamente. –Tu también lo eres para mi- le aseguro y cruzo la mesa para tomarle una mano, Santana gradeció el gesto. –Pero esa no es una pregunta- reflexiono.
La latina rio levemente. –Cierto- y esta vez tomo aire con mas anhelo. –Solo quiero que no te tomes a mal esto; No lo digo para incomodarte o algo así- le dijo nerviosamente. Rachel asintió; Santana predijo la respuesta en el momento en que vio ese brillo en los ojos de Rachel, y le dolió saberlo antes de tiempo. Otra risita nerviosa, y los ojos comenzaban a vidriársele. -¿Hay, hay alguna posibilidad de que tu, tu te estés enamorando de Alexis?- dijo por fin entre tartamudeos. -¿Alguna posibilidad de que estés con ella? Románticamente, quiero decir- susurro con amargura.
Los ojos de Rachel se abrieron al máximo mientras se mordía el labio. –Yo, escucha, Tana- balbuceo, y la latina sintió como sostenía su mano con más fuerza. –Voy a ser realmente honesta ahora; Porque bueno, somos amigas, y, y no quiero, no quiero mentirte- Santana asintió, su corazón se atasco en su garganta, así que no pudo decirle nada. –No veo a Alexis como una chica lesbiana- explico con paciencia. –La veo con una persona increíble; Alguien de quien me puedo enamorar. Por la cual ya tengo sentimientos- confeso con la mirada clavada en el suelo, después se armo de valor y miro con sus ojos chocolate a Santana. –Si eso pone una etiqueta en mi frente, bueno, no es que me importe- murmuro decidida. –Creo que puedo hacerlo, no tengo miedo ¿Sabes?- le dijo deslizando sus dedos sobre la palma de la latina.
Santana no contuvo el llanto ni un minuto mas, sus mejillas estaban empapadas con lágrimas y sus labios temblaban con nostalgia. Rachel se acerco a ella y la envolvió en sus brazos. –Oh, Tana; Estas llorando- rectifico sintiéndose estúpida; Sus dedos limpiaban las mejillas de la latina. -¿Qué sucede?- cuestiono angustiada, apretándola mas contra su pecho.
-Nada- logro decir la latina con un suspiro. Sus ojos humedecidos miraron a la diva con una mezcla de reproche y admiración. –Estoy muy orgullosa de ti- le dijo, y en parte no era mentira; Rachel Berry, iba a hacer lo que ella siempre quiso poder hacer, y eso la hacia sentirse orgullosa. Pero todo se convertía en una mentira cuando la latina descubrió cuan dolida estaba ante la confesión; Cuando analizaba que una perfecta desconocida había desatado sentimientos en Rachel, y ella en mas de un mes de amistad no había podido lograr nada. Se sentía dolida, porque ella hubiera querido ser la que le hiciera darse cuenta a la diva que podía hacer ese tipo de cosas sin miedo, pero no era ella, y eso la lastimaba profundamente. Se paso un mechón de pelo detrás de la oreja. –Realmente orgullosa- repitió con una sonrisa sincera, y la diva correspondió con otra, un poco entristecida a decir verdad.
La latina se puso de pie con dificultad, momentáneamente, todo estaba borroso. –Tengo que irme ahora, Rach- le dijo rápidamente mientras se encaminaba hacia la puerta.
La diva la siguió apresuradamente. -¿Esta todo bien, Tana?- le pregunto.
Santana asintió. -Perfectamente-
-Entonces, ¿Podrías quedarte a dormir? Es noche, y tal vez empiece a llover de nuevo y no quiero que…-
-No, Rachel, no puedo. Mis padres esperan que llegue a casa- le informo limpiándose el rostro con el dorso de la mano.
-Entonces supongo que tendrás que irte-
-Sí. Pero hablaremos mañana ¿De acuerdo?- le dijo en forma de consuelo, aunque lo ultimo que quisiera hacer fuera hablar con ella. –Aun tenemos que ensayar la canción que le cantare a Britt- dijo a la defensiva.
Rachel hundió la cabeza. –Si, tienes razón. Entonces, nos vemos- le dijo en forma casi contante. Santana asintió por última vez, después salió de la casa y una cuadra después comenzó a llorar con más ímpetu.
Por Fin! Ojala disfruten el capitulo. Déjenme sus comentarios y sugerencias; Los leo pronto (: BESOS
Julietta St. James****** - Mensajes : 351
Fecha de inscripción : 24/01/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Me da penita santana :'( :'( :'(
Espero que no tardes mucho en ponerlas juntas♡♡
Espero que no tardes mucho en ponerlas juntas♡♡
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Hola
Soy nueva y vengo leyendo tu fic desde hace un tiempo.. Me gusta pezberry y adoro tu historia.
Espero actualizes pronto!!
Soy nueva y vengo leyendo tu fic desde hace un tiempo.. Me gusta pezberry y adoro tu historia.
Espero actualizes pronto!!
Laura-Fernanda* - Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 21/11/2013
Edad : 25
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Nueva lectora:) La verdad se me hace un tanto extraña la unión de Berry y Santana,
será porque lo mío lo mío es Brittana :P jejje, pero aún así ha estado interesante la historia!:D
será porque lo mío lo mío es Brittana :P jejje, pero aún así ha estado interesante la historia!:D
Nathie_B4E****** - Mensajes : 315
Fecha de inscripción : 06/07/2014
Edad : 30
Re: Fanfic Pezberry "Got To Get You Into My Life " Capitulo 12: Confessions ACTUALIZACION! 01/07/14
Hey!!!!
Vuelve y actualiza que siempre lo dejas en lo mas interesante :'( :'( :'( :'(
Vuelve y actualiza que siempre lo dejas en lo mas interesante :'( :'( :'( :'(
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
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