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Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
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Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 3 TRAGO BARATO
Alexx Colfer Klainer escribió:Me encanto.
Es tan divertida la actitud de Blaine.
Me gusta que Kurt sea muy malhumorado con Blaine.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
jaja si es divertido me alegro que te guste es una grandiosa historia.
♫Anny Hummel♫ escribió:te dire algo nena, o enana como te guste mas xp bueno, primero, no pensaba leer el fic, porque e leído Beautiful Disaster y me dejo muy picada, me encanto los dos libros, pero.... odie a Travis y no se, creo que no se, es que su primer trato a Kurt, cuando ya sabes como las paginas 20 y 30 tu ya sabes, para no dar spoilers, pero nope, no me gusto, yo quería mucho...no poco .______________________________. así que cai y lo leer en adaptación Klaine jajaja
jajajaja emmmm que contradictorio, y para aclarar soy alta asi que nena es mejor jaja, ojala lo sigas leyendo si por ahi Travis es un idiota pero bueno pobresito no le carbura bien... besos
SonrioPorKlaine escribió:Ay, Diosa!!! Ya decía yo que si nadie adaptaba este libro lo iba a hacer yo... porque esta es una historia asdfghjklñdgjlkgfds demasiado perfecta y genial que Klaine queda más que genial... Gracias! GRACIAS!!! GRACIAS!!! Por adaptarla y por hacerla más increíble de lo que ya era. Bueno, de ahora en adelante, tienes otra fiel lectora mas
Gracias, la verdad que si es una historia hermosa, me alegro que estes de acuerdo en adaptarla a nuestro Klaine ya que cuando la lei no pude dejar de pensar en ellos dos.
Juliett S. Pierce escribió:OMG
Amo este libro y con Klaine seguramente va a ser mucho mejor Actualiza pronto plis!
definitivamente mejor... que bueno te guste
People gracias por sus comentarios a esta adaptación, les recuerdo como siempre que es un libro de Jamie Mcguire y se Beautiful Disaster...
Aquí un nuevo capítulo besos
Trago Barato
Chandler tomó otra calada. El humo fluyó de su nariz en dos chorros. Giré mi cara hacia el sol mientras él me relataba su reciente fin de semana de baile, licor y un nuevo amigo muy persistente.
—Si él te está acechando, entonces ¿Por qué dejas que te compré las bebidas? —Me reí.
—Es muy sencillo, Kurt. Estoy en quiebra.
Me reí nuevamente y Chandler me encajó su codo en mi costado cuando alcanzó a ver a Blaine caminando hacia nosotros.
—Hey, Blaine. —Cantó alegremente Chandler, guiñándome un ojo.
—Blaine —él asintió. Levantó sus llaves—. Me voy a casa, Pidge. ¿Necesitas un aventón?
—Estaba a punto de entrar —dije, sonriendo a través de mis gafas de sol.
— ¿No te vas a quedar conmigo esta noche? —Preguntó, su rostro era una combinación de sorpresa y decepción.
—No, sí lo haré. Sólo tengo que tomar algunas cosas que olvidé.
— ¿Cómo qué?
—Bueno, para empezar mi máquina de afeitar. ¿Qué te importa?
—Ya es hora de que te afeites la cara. Estas dejando pelos en mi almohada y estoy seguro no es de tu cabeza. —dijo con una sonrisa traviesa.
Los ojos de Chandler se agrandaron mientras me dio una rápida mirada, y yo volteé mi cara hacia Blaine. — ¡Así es cómo empiezan los rumores! —Miré a chandler y sacudí mi cabeza—. Estoy durmiendo en su cama…sólo durmiendo.
—Está bien. —dijo Chandler con una sonrisa maliciosa.
Le di un golpe en el brazo a Chandler antes de abrir la puerta y subir por las escaleras. Cuando llegué a la segunda planta, Blaine estaba a mi lado.
—Oh, no te enojes. Sólo estaba bromeando.
—Todo el mundo ya asume que estamos teniendo sexo. Lo estás empeorando.
— ¿A quién le importa lo que piensan?
— ¡A mí, Blaine! ¡A mí! —Abrí mi puerta, metí mis cosas en una pequeña bolsa y luego salí violentamente, con Blaine detrás de mí. Sonrió mientras tomó la bolsa de mi mano y le lancé una mirada asesina—. No es divertido. ¿Quieres que toda la escuela crea que soy una de tus putas o peor uno de tus amiguitos de una noche contra la pared?
Blaine frunció el ceño. —Nadie piensa eso. Y si lo hacen, será mejor que esperen que yo no me entere.
Mantuvo la puerta abierta para mí y después de atravesarla, me detuve abruptamente delante de él.
— ¡Whoa! —dijo, chocando conmigo.
Volteé alrededor. — ¡Oh Dios mío! Probablemente piensan que estamos juntos y tú, con tu falta de vergüenza, continuas con tu…estilo de vida. ¡Debo verme patético! —dije, dándome cuenta de eso mientras hablaba—. No creo que deba quedarme contigo por más tiempo. Deberíamos, simplemente, permanecer alejados uno del otro en general por un tiempo.
Le quité mi bolsa y él me la arrebató de vuelta.
—Nadie piensa que estamos juntos, Pidge. No tienes que dejar de hablarme para probar tu punto.
Estábamos envueltos en un tira y afloja con la bolsa, y cuando él se negó a dejarla ir, gruñí ruidosamente en frustración. — ¿Alguna vez tuviste a una chica o chico, que es un amigo, quedándose contigo? ¿Alguna vez llegas a clases con ellos en la escuela? ¿Has comido los almuerzos con ellos todos los días? Nadie sabe qué pensar sobre nosotros, ¡Incluso cuando se los décimos!
Caminamos hacia el estacionamiento. —Voy arreglar esto, ¿Está bien? No quiero que nadie piense menos de ti debido a mí —dijo, con una expresión apenada. Abrió muchos sus ojos y sonrió—. Déjame hacer las paces contigo. ¿Por qué no vamos a The Dutch esta noche?
—Eso es una barra de motociclistas —desprecié, viendo como sujetaba mi bolsa a su moto.
—Está bien, entonces vamos al club. Te llevaré a cenar, y luego podemos ir a The Red Door. Yo invito.
— ¿Cómo es que salir a cenar y luego a un club arregla el problema? Cuando la gente nos vea salir juntos lo hará peor.
Él se montó en su moto. —Piénsalo. ¿Yo, borracho, en una habitación llena de mujeres escasamente vestidas o un lugar donde los hombres se frotan en mis pantalones? No tomará mucho tiempo para que la gente sepa que no somos una pareja.
— ¿Y qué supone que debo hacer? ¿Llevar a casa a un chico borracho del bar para probar el punto?
—No me refería a eso. No hay necesidad de enojarse —dijo con el ceño fruncido.
Rodé mis ojos y subí al asiento, pasando mis brazos alrededor de su cintura. — ¿Alguna chica extraña va a seguirnos a la casa desde el bar? ¿Así es cómo vas a arreglar las cosas conmigo?
— ¿No estás celoso, o sí, Pigeon?
— ¿Celoso de qué? ¿De la imbécil persona infectada de ETS a quien mandarás al diablo en la mañana?
Blaine se rió y entonces encendió su Harley. Voló hacia su apartamento a dos veces el límite de velocidad, y cerré mis ojos para no ver los árboles y los coches que dejábamos atrás.
Después de bajarme de su motocicleta, golpeé su hombro. — ¿Olvidaste que estaba contigo? ¿Estás intentando matarme?
—Es difícil olvidar que estás detrás de mí cuando tus muslos están exprimiendo la vida fuera de mí. —Una sonrisita llegó con su siguiente pensamiento—. No podía pensar de una mejor manera de morir, realmente.
—Hay algo muy mal contigo.
Apenas habíamos entrado cuando Rachel salió del dormitorio de Finn. —Estábamos pensando salir esta noche. ¿Se unen?
Miré Blaine y sonreí. —Vamos a pasar por el lugar de sushi antes de ir a Red.
La sonrisa de Rachel abarcó desde un lado de su cara al otro. — ¡Finn! —Chilló, corriendo hacia el baño—. ¡Saldremos esta noche!
Fui el último en tomar una ducha, así que Finn, Rachel y Blaine estaban de pie impacientes en la puerta cuando yo salí del baño, en un pantalón ajustado de un color oscuro y una camisa de color negra también pegada a mi torso con los primeros botones abiertos.
Rachel silbó. — ¡Maldito sexy, papacito!
Sonreí en agradecimiento y Blaine levantó su mano.
—Lindas piernas.
— ¿Mencioné que es una navaja mágica?
—No creo que sea la navaja. —Sonrió, me jaló por a la puerta.
Fuimos demasiado ruidosos y molestos en el bar de sushi y ya habíamos estado bebiendo esa noche antes poner un pie en The Red Door. Finn entró en el estacionamiento, tomándose su tiempo para encontrar un lugar.
—Es para esta noche, Finn. —Murmuró Rachel.
—Oye. Tengo que encontrar un espacio amplio. No quiero que algún borracho idiota arruine la pintura.
Una vez que aparcamos, Blaine inclinó el asiento hacia adelante y me ayudó a salir. —Quería preguntarles sobre sus identificaciones. Son perfectas. No las consigues por aquí.
—Sí, las hemos tenido desde hace tiempo. Era necesario…en Wichita —dije.
— ¿Es necesario? —preguntó Blaine.
—Es algo bueno tener conexiones. —dijo Rachel.
Ella hipó y cubrió su boca, riendo.
—Dios, mujer —dijo Finn, sosteniendo a América del brazo de mientras ella, torpemente, caminaba a lo largo de la grava—. Creo que ya has terminado por esta noche.
Blaine hizo una cara. —¿De qué estás hablando, Rach? ¿Qué conexiones?
—Kurt tiene algunos viejos amigos que...
—Son identificaciones falsas, Blaine —Interrumpí—. Tienes que conocer a las personas adecuadas, si quieres que las hagan bien, ¿Correcto?
Rachel desvió su mirada, intencionadamente, lejos de Blaine y esperé.
—Correcto. —dijo, extendiendo su mano para tomar la mía.
Agarré tres de sus dedos y sonreí, sabiendo, por su expresión, que no estaba satisfecho con mi respuesta.
— ¡Necesito otro trago! —dije, en un segundo intento de cambiar el tema.
— ¡Tragos! —gritó Rachel.
Finn rodó sus ojos. —Oh, sí. Eso es lo que necesitas, otro trago.
Una vez dentro, Rachel inmediatamente me sacó a la pista de baile. Su cabello castaño estaba por todas partes, y me reí de la cara de pato que hacía cuando se movía con la música.
Cuando terminó la canción, nos unimos a los chicos en el bar. Una excesivamente voluptuosa, rubia-platina, ya estaba al lado de Blaine y la cara de Rachel se descompuso en repulsión.
—Así va a ser toda la noche, Rach. Sólo ignorarlos. —dijo Finn, asintiendo hacia un pequeño grupo de chicas paradas a unos metros de distancia. Observé a la rubia, esperando su turno.
—Parece que hay una bandada de buitres —dijo Rachel, despreciativamente.
Blaine encendió un cigarrillo mientras ordenaba dos cervezas más y la rubia mordió sus brillantes e hinchados labios y sonrió. El camarero quitó las tapas y le tendió las botellas a Blaine. La rubia agarró una de las cervezas, pero Blaine la arrebató de su mano.
—Uh…no es para ti. —le dijo, entregándomela a mí.
Mi idea inicial fue tirar la botella en la basura, pero la mujer parecía tan ofendida que sonreí y tomé un trago.
Ella se fue, dando resoplidos y yo sonreí al ver que Blaine no parecía haberlo notado.
—Como si yo fuera a comprar una cerveza para alguna persona en un bar —dijo, sacudiendo su cabeza. Alcé mi cerveza, y él levantó un lado de su boca en una media sonrisa—. Eres diferente.
Chocó mi botella contra la suya. —Por ser el único ser viviente en esta tierra con el que un chico, que no tiene ningún estándar, no quiere dormir. —dije, tomando un trago.
— ¿Lo dices en serio? —preguntó, retirando la botella de mi boca. Cuando yo no me retracté, él se inclinó hacia mí—. Primero que nada… Tengo estándares. Nunca he estado con una mujer fea y menos un chico que no sea atractivo. Nunca. Segundo lugar, yo quería dormir contigo. Pensé en tirarte sobre mi sofá de cincuenta maneras diferentes, pero no lo hice porque ya no te veo de esa manera. No es que no me atraigas, simplemente creo que eres mejor que eso.
Yo no pude retener la sonrisa presumida que se deslizó a través de mi cara. —Crees que soy demasiado bueno para ti.
Sonrió burlonamente con mi segundo insulto. —No se me ocurre ningún solo chico que conozca que sea lo suficientemente bueno para ti.
La petulancia se disolvió y fue reemplazada con una conmovida y agradecida sonrisa. —Gracias, Blainey—dije, colocando mi botella vacía de la barra.
Blaine tiró de mi mano. — ¡Vamos! —dijo, arrastrándome a través de la multitud en la pista de baile.
— ¡He bebido demasiado! ¡Me voy a caer!
Blaine sonrió y me acercó a él, agarrándome de las caderas.
—Cállate y baila.
Rachel y Finn aparecieron junto a nosotros. Finn se movía como si hubiera estado viendo muchos videos de Usher.
Blaine me tenía casi aterrorizado con la manera en que se presionaba contra mí. Si utilizaba cualquiera de estos movimientos en el sofá, pude ver por qué tantas chicas se arriesgaban a una humillación en la mañana.
Él acomodó sus manos alrededor de mi cintura y me di cuenta de que su expresión era diferente, casi seria. Recorrí con mis manos su impecable pecho y su abdomen marcado mientras se estiraba y se tensaba bajo su camisa apretada con la música. Me puse a espaldas a él, sonriendo cuando él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.
Junto con el alcohol en mi sistema, cuando él tiró mi cuerpo contra el suyo, las cosas que llegaron a mente eran cualquier cosa menos amistosa.
La siguiente canción irrumpió en la que estábamos bailando y Blaine no mostró signos de querer volver a la barra.
El sudor resbalaba por la parte trasera de mi cuello y las luces estroboscópicas multicolores me hicieron sentir un poco mareado. Cerré mis ojos e incliné mi cabeza contra su hombro. Agarró mis manos y las llevó alrededor de su cuello. Sus manos recorrieron mis brazos, bajaron por mis costillas, y finalmente regresaron a mis caderas. Cuando sentí sus labios y luego su lengua contra mi cuello, me aleje de él.
Él sonrió, luciendo un poco sorprendido. — ¿Qué, Pidge?
Mi genio estalló, haciendo que las palabras que quería decir se atoraran en mi garganta. Me retiré a la barra y ordené otra Corona. Blaine tomó el asiento junto a mí, levantando su dedo para ordenar una para sí mismo. Tan pronto como el camarero colocó la botella delante de mí, me incliné y bebí la mitad del contenido antes de estamparla contra la barra.
— ¿Crees que va eso va a cambiar la opinión de alguien sobre nosotros? —dije, pasando los dedos por mi cabello de manera nerviosa.
Soltó una risa. —No me importa ni una mierda lo que piensan sobre nosotros.
Yo le lancé una mirada asesina y luego me giré hacia el frente.
—Pigeon. —dijo, tocando mi brazo.
Lo alejé de él. —No. Yo nunca me pondré lo suficientemente borracho para meterme en ese sofá.
Su rostro se retorció con ira pero, antes de que él pudiera decir algo, una guapa mujer de cabello oscuro con labios gruesos, enormes ojos azules y un gran escote, se acercó a él.
—Bien. ¿No es este Blaine Anderson? —dijo, enfatizando en todos los lugares adecuados.
Él tomo la bebida, y luego sus ojos se apartaron de los míos.
—Hola, Santana.
—Preséntame a tu novio. —Ella sonrió. Rodé mis ojos ente lo patéticamente transparente era.
Blaine inclinó su cabeza hacia atrás para terminar su cerveza y luego deslizó su botella vacía por la barra. Todos los que esperaban para ordenar la siguieron con los ojos hasta que cayó en el bote de basura al final. —Él no es mi novio.
Agarró la mano de Santana, y ella felizmente lo siguió a la pista de baile. Él solamente la manoseó durante una canción y luego otra y otra. Ellos estaban causando una escena con la forma en que ella permitía que la tocara, y cuando él se inclinó sobre ella les di la espalda.
—Luces, molesto —dijo un hombre que se sentó a mi lado—. ¿Es ése tu novio?
—No, sólo es un amigo. —murmuré.
—Bien, eso es bueno. Podría haber sido bastante incómodo para ti si lo fuera. —Se volvió a la pista de baile, sacudiendo su cabeza ante el espectáculo.
—Y que lo digas —dije, bebiendo lo último de mi cerveza. Apenas había saboreado las últimas dos que había dejado a un lado y mis dientes se habían insensibilizado.
— ¿Deseas otra? —Preguntó. Volteé a verlo y él sonrió—. Soy Sebastián.
—Kurt. —dije, estrechando su mano extendida.
Él levantó dos dedos hacia el barman, y yo sonreí.
—Gracias.
—Así que ¿Vives aquí? —preguntó.
—En Morgan Hall en Eastern.
—Tengo un apartamento en Hinley.
— ¿Vas a State? —Le pregunté—. ¿Qué está... como a una hora de distancia? ¿Qué haces aquí?
—Me gradué el pasado mayo. Mi hermana va a Eastern. Me estoy quedando con ella esta semana, en lo que meto solicitudes de trabajo.
—Ph…viviendo en el mundo real, ¿Eh?
Sebastián se rió. —Y es todo lo que dicen que es.
Saqué el humectante para labios y me lo coloque, utilizando el espejo que recubría la pared detrás de la barra.
—Ese es un lindo humectante —dijo, viéndome presionar mis labios juntos.
Sonreí, sintiendo el enojo hacia Blaine y la pesadez del alcohol. —Quizás puedas probarlo más tarde.
Los ojos de Sebastián se ampliaron cuando me incliné más cerca de él y yo sonreí cuando él tocó mi rodilla. Retiró su mano cuando Blaine se paró entre nosotros.
— ¿Estás listo, Pidge?
—Estoy hablando, Blaine —dije, empujándolo. Su camisa estaba húmeda del circo en la pista de baile y yo hice un espectáculo limpiando mi mano en mi pantalón.
Blaine hizo una cara. — ¿Ni siquiera conoces a este chico?
—Este es Sebastián. —dije, enviándole a mi nuevo amigo la mejor sonrisa coqueta que pude hacer.
Él me giñó un ojo y luego miró Blaine, extendiéndole su mano. —Un placer en conocerte.
Blaine me dio una mirada gélida y yo suspiré. —Sebastián, este es Blaine. —murmuré.
—Blaine Anderson —dijo, mirando fijamente la mano de Sebastián como si quisiera arrancarla.
Los ojos de Sebastián se ampliaron y él retiró torpemente su mano. — ¿Blaine Anderson? ¿Blaine Anderson de Eastern?
Descansé mi mejilla en mi puño, temiendo por el inevitable intercambió de historias, llenas de testosterona, que pronto ocurriría.
Blaine estiró su brazo detrás de mí, sujetando la barra.
—Sí, ¿Qué con eso?
—Te vi luchar contra Shawn Jenks el año pasado, hombre. ¡Pensé que iba a presenciar la muerte de alguien!
Blaine lo miró con ira. — ¿Quieres verlo otra vez?
Sebastián rió una vez, sus ojos pasaron entre nosotros. Cuando se dio cuenta de que Blaine hablaba en serio, sonrió disculpándose y se fue.
— ¿Estás listo, ahora? —preguntó bruscamente.
—Eres un completo idiota, ¿Sabes?
—Me han llamado peor. —dijo ayudándome a levantarme.
Seguimos a Rachel y a Finn al coche y cuando Blaine intentó agarrar mi mano para dirigirme a través del estacionamiento, la tiré lejos de un jalón. Él se dio la vuelta para encarame y yo me detuve de pronto, inclinándome hacia atrás cuando él estuvo a pocos centímetros de mi cara.
— ¡Debería simplemente besarte y superarlo! —gritó—. ¡Estás siendo ridículo! Besé tu cuello, ¿Y qué?
Pude oler la cerveza y los cigarrillos en su aliento y lo empujé. —No soy un amigo para fornicar, Anderson.
Él sacudió su cabeza en incredulidad. — ¡Nunca dije que lo fueras! ¡Estás conmigo las veinticuatro horas del día, duermes en mi cama, pero la mitad del tiempo actúas como si no quisieras que te vieran conmigo!
— ¡Vine aquí contigo!
—Nunca te he tratado con algo más que respeto, Pidge.
Me quedé quieto. —No, sólo me tratas como tú propiedad. ¡No tenías derecho a ahuyentar a Sebastián así!
— ¿Sabes quién es ese? —preguntó. Cuando sacudí mi cabeza, él se inclinó más cerca—. Yo sí. Fue arrestado el año pasado por agresión sexual, pero los cargos fueron retirados.
Crucé mis brazos. —Oh, ¿Así que tienen algo en común?
Los ojos de Blaine se redujeron y los músculos de su mandíbula se estremecieron bajo su piel. — ¿Me estás llamando violador? —dijo en un tono frío y bajo.
Apreté mis labios juntos, incluso más enojado porque tenía razón. Lo había llevado demasiado lejos. —No, ¡Yo sólo estoy molesto contigo!
—He estado bebiendo, ¿De acuerdo? Tu piel estaba a tres centímetros de mi cara, eres hermoso y hueles malditamente increíble cuando sudas. ¡Te besé! ¡Lo siento! ¡Supéralo!
Su excusa hizo que las comisuras de mi boca se elevaran.
— ¿Crees que soy hermoso?
Él frunció el ceño con disgusto. —Eres guapísimo y lo sabes. ¿Por qué estás sonriendo?
Traté de sofocar mi diversión en vano. —Nada. Vámonos.
Blaine rió una vez y sacudió la cabeza. — ¿Que…? ¿Tú…? ¡Tú eres un grano en el trasero! —Gritó, dándome una mirada asesina. No podía dejar de sonreír, y tras unos segundos, la boca de Blaine curvó. Él sacudió su cabeza una vez más y entonces pasó su brazo alrededor de mi cuello—. Me estás volviendo loco. ¿Sabías?
En el apartamento, todos entramos tropezándonos por la puerta. Fui directamente al baño, a lavarme el humo del cabello. Cuando salí de la ducha, vi que Blaine me había traído una de sus camisetas y un par de sus bóxers para cambiarme.
La camiseta me engulló y los bóxers aparecían apenas bajo la camisa. Me aventé a la cama y suspiré, todavía sonriendo por lo que me había dicho en el estacionamiento.
Blaine me miró fijamente por un momento y sentí una punzada en mi pecho. Tuve unas ganas casi ansiosas de agarrar su rostro y estampar mi boca sobre la suya, pero luché contra el alcohol y las hormonas que corrían a través de mi sangre.
—Buenas noches, Pidge —susurró, girándose.
Me moví nerviosamente, aún no estaba listo para irme a dormir. — ¿Blaine? —dije, inclinándose hasta descansar mi mentón en su hombro.
— ¿Sí?
—Sé que estoy borracho y acabamos de tener una enorme pelea sobre esto, pero…
—No voy a tener sexo contigo, así que deja de preguntar —dijo, aun dándome la espalda.
— ¿Qué? ¡No! —Chillé.
Blaine se rió y se giró, mirándome con una expresión suave. — ¿Qué, Pigeon?
Suspiré. —Esto… —dije, recostando mi cabeza sobre su pecho y pasando mis brazos a través de su cintura, acurrucándome contra él lo más que me fue posible.
Él se puso tenso y levantó sus manos, como si no supiera cómo reaccionar. —Estás borracho.
—Lo sé. —dije, demasiado intoxicado para estar avergonzado.
Él relajó una mano contra mi espalda y la otra sobre mi cabello mojado y luego presionó sus labios en mi frente. —Eres la persona más confusa que he conocido.
—Es lo menos que puedes hacer después de asustar al único chico que se me acercó esta noche.
— ¿Te refieres a Sebastián el violador? Sí, te debo una por eso.
—No importa. —dije, sintiendo el comienzo de un rechazo venir.
Agarró mi brazo y lo sostuvo en su estómago para evitar que me alejara. —No, lo digo en serio. Tienes que ser más cuidadoso. Si no estuviera ahí… Ni siquiera quiero pensar en ello. ¿Y ahora esperas que me disculpe por ahuyentarlo?
—No quiero que te disculpes. Ni siquiera es por eso.
—Entonces, ¿Por qué es? —preguntó, buscando en mis ojos algo. Su rostro estaba a pocos centímetros del mío y pude sentir su aliento en mi boca.
Fruncí el ceño. —Estoy borracho, Blaine. Es la única excusa que tengo.
— ¿Quieres que te abrace hasta que te quedes dormido?
No contesté.
Él giró para mirarme directamente a los ojos. —Debería decir que no para probar un punto. —dijo, sus cejas se juntaron—. Pero me odiaría a mí mismo más tarde si digo que no y nunca me preguntas otra vez.
Recosté mi mejilla contra su pecho, y sus brazos me apretaron, suspirando. —No necesitas una excusa, Pigeon. Todo lo que tienes que hacer es pedirlo.
Me estremecí, debido a la luz del sol, que pasaba través de la ventana y la alarma sonando en mi oído. Blaine aún estaba dormido, rodeándome con sus brazos y sus piernas. Maniobré un brazo libre para alcanzar el botón de dormitar. Pasé mis manos por mi cara, volteé a verlo, durmiendo sonoramente a dos centímetros de mi cara.
—Oh, Dios mío. —susurré, preguntándome cómo habíamos conseguido estar tan enredados. Tomé una respiración profunda y la contuve, mientras trabajaba en librarme de sus garras.
—Detente, Pidge, estoy dormido. —Balbuceó, apretándome contra él.
Después de varios intentos, finalmente me deshice de su agarre y me senté al borde de la cama, mirando hacia su cuerpo medio desnudo envuelto entre las cobijas. Lo observé por un momento y suspiré.
Las líneas se estaban haciendo borrosas y era mi culpa.
Su mano se deslizó a través de las sabanas y tocó mis dedos. — ¿Qué pasa, Pigeon? —dijo, apenas abriendo los ojos.
—Voy por un vaso de agua, ¿Quieres algo?
Blaine sacudió su cabeza y cerró los ojos, aplastando su mejilla contra el colchón.
—Buenos días, Kurt. —dijo Finn desde el sillón reclinable cuando di vuelta en la esquina.
— ¿Dónde está Rach?
—Todavía durmiendo. ¿Qué haces despierto tan temprano? —preguntó, mirando el reloj.
—Sonó la alarma, pero siempre me despierto temprano después que bebo. Es una maldición.
—Yo también. —asintió.
—Será mejor que levantes a Rach. Tenemos clase en una hora —dije, abriendo el grifo e inclinándome para tomar un sorbo.
Finn asintió. —Sólo iba a dejar que durmiera.
Sacudí mi cabeza. —No lo hagas. Ella se molestara mucho si no asiste.
—Oh —dijo, poniéndose de pie—. Creo que será mejor despertarla, entonces. —Dio la vuelta—. ¿Oye, Kurt?
— ¿Sí?
—No sé qué está pasando contigo y Blaine, pero sé que él va a hacer algo estúpido para molestarte. Es un tic que tiene. Él no se encariña con alguien muy a menudo y por el motivo que sea a ti te lo está permitiendo. Pero tienes que pasar por alto sus demonios. Es la única manera que él lo sabrá.
— ¿Sabrá qué? —Le pregunté, elevando una ceja ante su discurso melodramático.
—Si vas subir por la pared. —respondió simplemente.
Sacudí a mi cabeza y reí. —Lo que tú digas, Finn.
Finn se encogió de hombros y luego desapareció en su dormitorio. Escuché murmullos suaves, un gemido de protesta y, a continuación, la dulce risa de Rachel.
Removí la avena en mi plato y apreté el jarabe de chocolate mientras lo revolvía.
—Eso es asqueroso, Pidge —dijo Blaine, vistiendo sólo un par de bóxers verdes. Frotó sus ojos y sacó una caja de cereales del gabinete.
—Buenos días, también para ti —dije, cerrando la tapa de la botella.
—He oído que se aproxima tu cumpleaños. Lo último de tu adolescencia, —sonrió, sus estaban ojos rojos e hinchados.
—Sí… No soy una gran persona de cumpleaños. Creo que Rach me llevara a cenar o algo. —Sonreí—. Puedes venir si quieres.
—Está bien —se encogió de hombros—. ¿Es de este domingo en ocho?
—Sí. ¿Cuándo es tu cumpleaños?
Vertió la leche, moviendo el cereal con su cuchara. —No hasta abril. El primero de abril.
—Cállate.
—No, lo digo en serio. —dijo, masticando.
— ¿Tu cumpleaños es el día de los inocentes? —Le pregunté, una vez más, elevando una ceja.
Él se rio. — ¡Sí! Vas a llegar tarde. Mejor vístete.
—Viajo con Rach.
Podría decir que él estaba actuando intencionalmente calmado cuando se encogió de hombros. —Como sea. —dijo, dándome la espalda para terminar su cereal.
gabiigleek********- - Mensajes : 783
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Edad : 31
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Me encanta y lo mejor ya apareció Sebastián.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Me encanto mucho el capitulo me divirtio su pelea siii aparecio sebastian espero no traiga muchos problemas espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta mucho esta historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Me encantó el capítulo... En mi cabeza lo visualicé todo jajaja... Y esas peleas entre ellos me facinan, son tan divertidas... Kurt caerá sin dudas en las garras de Blaine... y subirá al techo xD
Espero que actualices muy muy pronto!!! Estaré atenta :D
Espero que actualices muy muy pronto!!! Estaré atenta :D
Invitado- Invitado
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Me encanto.
Es tan divertido que se pelen.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Es tan divertido que se pelen.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
:DDDDDDD
QUE.
Mierda.
Hago aquí.
Hahahahahahaha! bueno, primero 'o' fascinada jajaja maldito sensual Blaine con mi hermoso Pige ¿si era asi no? jjajaja hay ya se me olvido como era, bueno primero amo a Kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurt es mi novio pero el no lo sabe...seee.
Bueno, ame hahaha iba a escribir aque esto me viene a AQUELARRE ajajaja soy una mendiga bruja hermosa ¡Mori Dark! jajaja eeaeaea.
Hhahahahah maldito mundo que esta en mi contraaaaaaaaaa jajajaja las mori girl somos hermosas :D aja! ´pero bueno pos bueno, ame el capitulo, fue genial no se...me recuerda a el libro ¿no me digas? pero mas o sea como que es Travis jajaja pos. Te amo y gracias por subir, ¡sube FRIENDS! ajajaja no te amenazo nada que ver.
Si como no.
Ajajajajajajajajaja bueno, feliz dia de los inocentes. Aunque no te hice ninguna broma igual.
QUE.
Mierda.
Hago aquí.
Hahahahahahaha! bueno, primero 'o' fascinada jajaja maldito sensual Blaine con mi hermoso Pige ¿si era asi no? jjajaja hay ya se me olvido como era, bueno primero amo a Kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurt es mi novio pero el no lo sabe...seee.
Bueno, ame hahaha iba a escribir aque esto me viene a AQUELARRE ajajaja soy una mendiga bruja hermosa ¡Mori Dark! jajaja eeaeaea.
Hhahahahah maldito mundo que esta en mi contraaaaaaaaaa jajajaja las mori girl somos hermosas :D aja! ´pero bueno pos bueno, ame el capitulo, fue genial no se...me recuerda a el libro ¿no me digas? pero mas o sea como que es Travis jajaja pos. Te amo y gracias por subir, ¡sube FRIENDS! ajajaja no te amenazo nada que ver.
Si como no.
Ajajajajajajajajaja bueno, feliz dia de los inocentes. Aunque no te hice ninguna broma igual.
♫♥Anny Hummel♥♫- - Mensajes : 1241
Fecha de inscripción : 18/05/2013
Edad : 25
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Oh Por Glee...
Como es que no habia leido esto antes... Osea... Esta super mega genial...
Ambos son tan lindos teniendo celos sin saberlo Awww
Como es que no habia leido esto antes... Osea... Esta super mega genial...
Ambos son tan lindos teniendo celos sin saberlo Awww
Gaby Klainer********-*- - Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 01/07/2013
Edad : 24
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Oh Dios! me encanta esta novela! En serio! ¿Sabías que mis amigas en la escuela me llaman Pigeon? porque siempre estoy hablando de este condenado libro, jajaja. Nunca lo pensé como adaptación de mi amado Klaine, será genial. Espero pronto tu actualización :DDD
Marudjr******* - Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 17/05/2013
Edad : 24
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Gabriela Cruz escribió:Me encanta y lo mejor ya apareció Sebastián.
el no aparecera mucho, pero como siempre problemas traera.
gleeclast escribió:Me encanto mucho el capitulo me divirtio su pelea siii aparecio sebastian espero no traiga muchos problemas espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta mucho esta historia
siempre trae problemas el jaja, si aqui nuevo capitulo gracias por comentar
Anonymous escribió:Me encantó el capítulo... En mi cabeza lo visualicé todo jajaja... Y esas peleas entre ellos me facinan, son tan divertidas... Kurt caerá sin dudas en las garras de Blaine... y subirá al techo xD
Espero que actualices muy muy pronto!!! Estaré atenta :D
esperemos que si caiga, jaja son geniales Gracias por leer lamento la tardanza pero aqui estoy
Alexx Colfer Klainer escribió:Me encanto.
Es tan divertido que se pelen.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Aqui nuevo Capitulo, me alegra que te guste
♫Anny Hummel♫ escribió::DDDDDDD
QUE.
Mierda.
Hago aquí.
Hahahahahahaha! bueno, primero 'o' fascinada jajaja maldito sensual Blaine con mi hermoso Pige ¿si era asi no? jjajaja hay ya se me olvido como era, bueno primero amo a Kuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurt es mi novio pero el no lo sabe...seee.
Bueno, ame hahaha iba a escribir aque esto me viene a AQUELARRE ajajaja soy una mendiga bruja hermosa ¡Mori Dark! jajaja eeaeaea.
Hhahahahah maldito mundo que esta en mi contraaaaaaaaaa jajajaja las mori girl somos hermosas :D aja! ´pero bueno pos bueno, ame el capitulo, fue genial no se...me recuerda a el libro ¿no me digas? pero mas o sea como que es Travis jajaja pos. Te amo y gracias por subir, ¡sube FRIENDS! ajajaja no te amenazo nada que ver.
Si como no.
Ajajajajajajajajaja bueno, feliz dia de los inocentes. Aunque no te hice ninguna broma igual.
jajajajjajajaja como me haces reir te juro... perdon la tardanza y mañana ya subo Friends asi que esperalo con ansias. Besotes
Gaby Klainer escribió:Oh Por Glee...
Como es que no habia leido esto antes... Osea... Esta super mega genial...
Ambos son tan lindos teniendo celos sin saberlo Awww
gracias y que bueno te guste tanto
Marudjr escribió:Oh Dios! me encanta esta novela! En serio! ¿Sabías que mis amigas en la escuela me llaman Pigeon? porque siempre estoy hablando de este condenado libro, jajaja. Nunca lo pensé como adaptación de mi amado Klaine, será genial. Espero pronto tu actualización :DDD
en serio te llaman asi? Genial jaja es hermosa la historia de verdad por eso no pude evitar adaptarla a mi pareja favorita. gracias por leer
Bueno People lamento haberme tardado tanto es que bueno estaba enfiestada y luego me enferme a causa de tanta fiesta y recien ahora apareci... prometo no desaparecer tanto y de esta manera...
Espero les agrade este capitulo, entro en juego la apuesta y les recuerdo que no es mia la historia sino de JAMIE MCGUIRE y se Beautiful Disaster... sin mas que decir les dejo el nuevo capitulo
LA APUESTA
—Definitivamente él está mirándote. —susurró Rachel, inclinándose para echar un vistazo por el salón.
—Deja de mirar, tonta, él va a verte.
Rachel sonrió y saludó. —Ya me vio. Aún está mirando.
Dudé por un momento y luego finalmente junté el suficiente valor para voltear en su dirección. Adam tenía su mirada fija en mí, sonriendo.
Le regresé la sonrisa y entonces fingí escribir algo en mi laptop.
— ¿Aun está mirando? —Murmuré.
—Sí. —ella rió.
Después de clase, Adam me detuvo en el pasillo.
—No te olvides de la fiesta este fin de semana.
—No lo haré. —dije, intentando no pestañear mucho o hacer alguna otra cosa más ridícula.
Rachel y yo caminamos hacia la cafetería, sobre el césped, para encontrarnos con Blaine y con Finn para el almuerzo. Ella todavía se estaba riendo acerca del comportamiento de Adam cuando se acercaron Finn y Blaine.
—Hola, bebé. —dijo Rachel, besando a su novio, públicamente, en la boca.
— ¿Qué es tan gracioso? —preguntó Finn.
—Oh, un chico en clase se le quedó mirando a Kurt durante toda la hora. Fue adorable.
—Siempre y cuando él estaba mirando a Kurt. —Finn guiñó un ojo.
— ¿Quién era? —Blaine hizo una mueca.
Ajusté mi mochila, provocando que Blaine la deslizara fuera de mis brazos y la sostuviera. Sacudí mi cabeza. —Rach está imaginando cosas.
— ¡Kurt! ¡Gran y gordo mentiroso! Era Adam Crawford, y él estaba siendo tan obvio. El chico prácticamente estaba babeando.
La expresión de Blaine se transformó en disgusto. — ¿Adam Crawford?
Finn tiró de la mano de Rachel. —Vamos a almorzar. ¿Disfrutarás de la fina cocina de la cafetería esta tarde?
Rachel lo besó de nuevo en respuesta y Blaine y yo los seguimos. Me senté con mi bandeja entre Rachel y Chandler, pero Blaine no se sentó en su asiento normal frente a mí.
En vez de eso, se sentó en un lugar más allá. Fue entonces que me di cuenta que él no había dicho mucho mientras caminábamos a la cafetería.
— ¿Estás bien, Blaine? —Le pregunté.
— ¿Yo? Bien, ¿Por qué? —dijo, suavizado las facciones de su rostro.
—Es sólo que has estado callado.
Varios miembros del equipo de fútbol se acercaron a la mesa y se sentaron, riendo ruidosamente. Blaine parecía un poco molesto mientras removía la comida en su plato.
Chris Linn arrojó una papa francesa al plato de Blaine.
— ¿Qué hay de nuevo Blaine? Escuché que te tiraste a Tina Martin. Ella está barriendo tu nombre por el barro el día de hoy.
—Cállate, Linn. —dijo Blaine, manteniendo los ojos en su comida.
Me incliné hacia adelante para que el fornido gigante sentado frente a pudiera experimentar toda la fuerza de mis reflejos. —Déjalo, Chris.
Los ojos de Blaine se clavaron en los míos, —Puedo defenderme a mí mismo, Kurt.
—Lo siento, yo…
—No quiero que lo sientas. No quiero que hagas nada. —dijo bruscamente, empujándose fuera de la mesa, y salió muy furioso por la puerta.
Chandler me miró con las cejas elevadas. — ¡Whoa! ¿Por qué fue todo eso?
Inserté una patata en mi tenedor, y sin aliento dije: —No lo sé.
Finn acarició mi espalda. —No es nada que tú hayas hecho, Kurt.
—Sólo que a él le están sucediendo cosas en este momento. —añadió Rachel.
— ¿Qué tipo de cosas? —Pregunté.
Finn se encogió de hombros y centró su atención en su plato.
—Ya deberías saber que se requiere de paciencia y una actitud indulgente para ser amigo de Blaine. Él es su propio universo.
Sacudí mi cabeza. —Ese es el Blaine que todos los demás ven… no él Blaine que yo conozco.
Finn se inclinó hacia adelante. —No hay ninguna diferencia. Sólo tienes que seguir la corriente.
Después de clase me fui con Rachel al apartamento, para descubrir que la motocicleta de Blaine no estaba. Fui a su habitación y me enrosqué en una bola en su cama, descansando mi cabeza sobre mi brazo. Blaine estaba bien esta mañana. Por más tiempo que habíamos pasado juntos, yo no podía creer que no hubiera visto que algo lo había estado molestando. No sólo eso, me preocupaba que Rachel parecía saber lo que estaba sucediendo y yo no.
Mi respiración se normalizó y mis ojos se volvieron pesados; no mucho después me quedé dormido. Cuando mis ojos se abrieron nuevamente, el cielo nocturno había oscurecido la ventana. El sonido amortiguado de unas voces se filtraba por el pasillo de la sala, incluyendo el tono profundo de Blaine. Me deslicé por el pasillo y luego me congelé cuando escuché mi nombre.
—Kurt lo entiende, Blainey. No te tortures. —dijo Finn.
—Ya van a ir a la fiesta. ¿Dónde está el daño en invitarlo a salir? —preguntó Rachel.
Me quedé quieto, esperando su respuesta. —No quiero salir con Él; Sólo quiero estar a su alrededor. Él es…diferente.
— ¿Cómo diferente? —le preguntó Rachel, sonando irritada.
—Él no sigue mis pendejadas, es refrescante. Lo dijiste tú misma, Rach. Yo no soy su tipo. Simplemente no es… de esa forma con nosotros.
—Estás más cerca de ser su tipo de lo que crees. —dijo Rachel.
Retrocedí tan silenciosamente como pude, y cuando las tablas de madera crujieron bajo mis pies descalzos, alcancé la puerta del dormitorio de Blaine y la cerré y luego caminé por el pasillo.
—Hola, Kurt —Rachel sonrió—. ¿Cómo estuvo tu siesta?
—Estuve inconsciente durante cinco horas. Es más cercano a un coma que a una siesta.
Blaine me miró fijamente por un momento y cuando le sonreí, él caminó directamente hacia mí, agarró mi mano y me jaló al pasillo de su dormitorio. Cerró la puerta y yo sentí mi corazón golpeando en mi pecho, preparándose para que él dijera otra cosa para aplastar a mi ego.
Levantó sus cejas. —Lo siento, Pidge. Fui un imbécil contigo.
Me relajé un poco, viendo el remordimiento en sus ojos. —No sabía que estabas enojado conmigo.
—No estaba enojado contigo. Es sólo que tengo la mala costumbre de desquitarme con quienes me preocupan. Es una excusa pobre de mierda, lo sé, pero lo siento. —me dijo, envolviéndome en sus brazos.
Puse mi mejilla contra su hombro, recargándome. — ¿Por qué estabas enojado?
—No es importante. Lo único que me preocupa eres tú.
Me incliné hacía tras para verlo. —Puedo manejar tus rabietas.
Sus ojos analizaron mi cara durante un momento antes de que una pequeña sonrisa se extendiera por sus labios. —No sé por qué me aguantas, y no sé lo que haría si no lo hicieras.
Pude oler la mezcla de cigarrillos y menta en su aliento, y miré sus labios, mi cuerpo estaba reaccionando ante la cercanía que teníamos. La expresión de Blaine cambió y su respiración vaciló, él también lo había notado.
Me incliné infinitesimalmente, y luego ambos saltamos cuando sonó su teléfono celular. Él suspiró, sacándolo del bolsillo.
—Sí. ¿Hoffman? Jesús… De acuerdo. Será grande y fácil. ¿Jefferson? —Me miró y guiñó un ojo—. Estaremos ahí. —Colgó y tomó mi mano—. Ven conmigo. —Me sacó al final del pasillo—. Era Puck —Le dijo a Finn—. Brady Hoffman estará en Jefferson en noventa minutos.
Finn asintió y se levantó, sacó su celular de su bolsillo. Después de unos momentos, repitió lo que Blaine le había dicho por su teléfono, colgó, marcó nuevamente y repitió una vez más la información. Él marcó otro número mientras cerraba la puerta de su habitación detrás de él.
—Aquí vamos —dijo Rachel, sonriendo—. ¡Sera mejor que nos arreglemos!
El aire en el apartamento estaba tenso y optimista al mismo tiempo. Blaine parecía el menos afectado, poniéndose sus botas y una camiseta blanca, como si él estuviera preparándose para ir a hacer un encargo.
Rachel me llevó al final del pasillo, al dormitorio de Blaine y frunció el ceño. —Tienes que cambiarte, Kurt. No puedes usar eso en la lucha.
— ¡Llevaba un maldito cardigán la última vez y no dijiste nada! —Protesté.
—No pensé que irías la última vez. Toma —Me arrojó ropa—, Póntelo.
— ¡No usaré esto!
— ¡Vámonos! —Llamó Finn desde la sala de estar.
— ¡Rápido! —dijo Rachel bruscamente, corriendo hacia la habitación de Finn.
Me puse ajustada remera amarilla sin mangas, y los pantalones vaqueros de corte bajo que Rachel me lanzó, y luego deslicé mis pies en un par de zapatillas negras con algo de plataforma, pasé un cepillo por mi cabello mientras caminaba hacia final del pasillo. Rachel salió de su habitación con un vestido corto de color verde y tacones que hacían juego, y cuando dimos vuelta en la esquina, Blaine y Finn estaban de pie en la puerta.
La boca Blaine cayó abierta. —Oh, carajo no. ¿Está intentando matarme? Tienes que cambiarte, Pidge.
— ¿Qué? —pregunté, mirando hacia abajo.
Rachel puso sus manos en sus caderas. —Él se ve sexy, Blaine, ¡Déjalo en paz!
Blaine tomó mi mano y me llevó al final del pasillo. —Ponte una playera…y unos tenis. Algo cómodo.
— ¿Qué? ¿Por qué?
—Porque voy a estar más preocupado por quien está mirando tu trasero, en esos jeans y por quien quiera tocar tu abdomen con esa remera ajustada, que por Hoffman. —dijo, deteniéndose en su puerta.
— ¿Pensé que habías dicho que no te importaba nada lo que todos los demás pensaran?
—Ese es un escenario diferente, Pigeon. —Blaine bajó su mirada a mi cuerpo y luego la subió a mí rostro—. No puedes usar eso en la pelea, así que por favor… sólo… por favor sólo cámbiate. —Tartamudeó, empujándome a la habitación y encerrándome.
— ¡Blaine! —grité. Pateando mi calzado y metiendo los pies en mis Converse. Luego me quité la remera, lanzándola al otro lado de la habitación. Jalé sobre mi cabeza la primera camiseta de algodón que mis manos tocaron y luego corrí hacía el pasillo, deteniéndome en la puerta.
— ¿Mejor? —dije respirando con dificultad.
— ¡Sí! —dijo Blaine, aliviado—. ¡Vámonos!
Corrimos hasta el estacionamiento. Salté sobre la parte trasera de la motocicleta de Blaine, mientras él arrancaba el motor, y nos fuimos, volando por el camino hacia la universidad. Sujeté fuertemente su cintura anticipadamente; la prisa de salir por la puerta había enviado adrenalina que estaba emergiendo por mis venas.
Blaine condujo sobre la acera, estacionando su moto en las sombras detrás del edificio de artes liberales de Jefferson. Empujó sus gafas de sol a la cima de su cabeza y luego agarró mi mano, sonriendo mientras nos dirigimos a la parte de atrás del edificio. Se detuvo en una ventana abierta, cerca del suelo.
Mis ojos se ampliaron cuando caí en cuenta. —Estás bromeando.
Blaine sonrió. —Esta es la entrada VIP. Deberías ver cómo entra todo el mundo.
Sacudí mí cabeza cuando el metió las piernas a través de la ventana y desapareció. Me agaché y lo llamé inconscientemente: — ¡Blaine!
—Aquí abajo, Pidge. Sólo entra con los pies primero, yo te atraparé.
— ¡Estás completamente loco si crees que voy a saltar hacia la oscuridad!
— ¡Yo te atraparé! ¡Lo prometo! ¡Ahora trae tu culo aquí!
Suspiré, tocando mi frente con mi mano. — ¡Esto es una locura!
Me senté, y rápidamente me empujé hacia delante, hasta que la mitad de mi cuerpo estaba colgando en la oscuridad. Me giré sobre mi estómago y estiré mis pies, buscando sentir el piso. Esperé que mis pies tocaran la mano de Blaine, pero perdí mi agarre y chillé cuando caí hacia atrás. Un par de manos me agarraron, y escuché la voz de Blaine en la oscuridad.
—Caes como una niña. —Se rió.
Descendió mis pies al suelo y, luego me adentró aún más en la oscuridad. Después de una docena de pasos, pude oír los gritos familiares de nombres y números, y luego la sala iluminada. Una linterna colocada en la esquina iluminaba la sala sólo lo suficiente para que pudiera distinguir la cara de Blaine.
— ¿Qué estamos haciendo?
—Esperar. Puck tiene que decir su discurso antes de que yo entre.
Me puse nervioso. — ¿Debo esperar aquí, o debo entrar? ¿A dónde voy cuando se inicia la pelea? ¿Dónde están Finn y Rach?
—Fueron por el otro lado. Sólo sígueme, no te enviaré a ese agujero de tiburones sin mí. Permanece junto a Puck, él evitará que te aplasten. No puedo estar cuidándote y lanzando golpes al mismo tiempo.
— ¿Aplastar?
—Va a venir más gente aquí esta noche. Brady Hoffman es de State. Ellos tienen su propio círculo allí. Va a ser nuestra gente y su gente, por lo que el lugar va a ser una locura.
— ¿Estás nervioso? —Le pregunté.
Él sonrió, mirándome. —No. Aunque tú pareces un poco nervioso.
—Tal vez. —admití.
—Si te hace sentir mejor, no dejaré que me toque. Ni siquiera dejaré que me de uno para hacerlo sentir mejor.
— ¿Cómo vas a lograr eso?
Se encogió de hombros. —Normalmente dejo que me den uno, para que parezca justo.
— ¿Tú…? ¿Dejas que las personas te golpeen?
— ¿Qué tan divertido sería si sólo masacrara a alguien y nunca consiguieran darme un puñetazo? No es bueno para los negocios, nadie apostaría contra mí.
—Qué gran mierda. —dije, cruzando mis brazos.
Blaine levantó una ceja. — ¿Piensas que estoy bromeando?
—Me cuesta creer que sólo consigues un golpe cuando dejas que te golpeen.
— ¿Te gustaría hacer una apuesta de eso, Kurt Hummel? —Él sonrió, con sus ojos animados.
Sonreí. —Acepto esa apuesta. Creo que él te anotará uno.
— ¿Y si él no lo hace? ¿Qué ganaré? —preguntó. Me encogí de hombros, mientras que los gritos al otro lado del muro crecían hasta ser un rugido. Puck saludó a la multitud y luego comenzó a decir las reglas.
La boca de Blaine se extendía en una amplia sonrisa. —Si ganas, no tendré sexo durante un mes. —Levante una ceja y él sonrió de nuevo—. Pero si gano, tienes que estar conmigo durante un mes.
— ¿Qué? ¡Me quedo contigo de todos modos! ¿Qué tipo de apuesta es esa? —Grité sobre el ruido.
—Que arreglaron las calderas en Morgan hoy. —Blaine sonrió.
Una sonrisa presumida se extendió por mi cara mientras Puck dijo el nombre de Blaine. —Cualquier cosa vale la pena por verte intentar la abstinencia para variar.
Blaine besó mi mejilla y luego salió, manteniéndose erguido. Lo seguí, y cuando pasé a la habitación de al lado, me sorprendí de ver el número de personas que se habían apretujado en el pequeño espacio. Todos estaban de pie, pero los empujones y los gritos sólo aumentaron una vez que entramos en la sala. Blaine asintió en mi dirección, y luego la mano de Puck estaba sobre mis hombros, jalándome a su lado.
Me incliné al oído de Puck. —Apuesto dos a Blaine. —dije.
Las cejas de Puck se alzaron mientras me veía sacar dos billetes de 100 dolares de mi bolsillo. Mantuvo a su palma extendida, y yo estampé los billetes en su mano.
—No eres el fresita que pensé que serías. —dijo, dándome una rápida mirada.
Brady era por lo menos una cabeza más alto que Blaine y tragué saliva cuando los vi de pie uno frente al otro. Brady era masivo, el doble del tamaño de Blaine y músculo sólido. No podía ver la expresión de Blaine, pero era evidente que a Brady se le había acabado la sangre.
Puck presionó sus labios contra mi oído. —Puede que quieras taparte los oídos, porcelana.
Puse mis manos a cada lado de mi cabeza, y Puck sonó la bocina. En vez de atacar, Blaine dio unos pasos atrás. Brady se balanceó y Blaine lo esquivó por la derecha.
Brady osciló nuevamente y Blaine lo eludió y quedó de lado.
— ¿Qué demonios? ¡Esto no es un combate de boxeo, Blaine! —Gritó Puck.
Blaine aterrizó un puñetazo en la nariz de Brady. El volumen en el sótano era ensordecedor. Blaine hundió un gancho izquierdo en la mandíbula de Brady, y mis manos volaron sobre mi boca cuando Brady intentó unos golpes más, cada uno encontró sólo el aire. Brady cayó contra su séquito cuando Blaine le dio un codazo en la cara. Justo cuando pensaba que casi terminaba, Brady volvió a balancearse nuevamente. Golpe tras golpe, Brady no parecía poder mantenerse. Ambos hombres estaban cubiertos de sudor, y jadeé cuando Brady falló otro puñetazo, golpeado su mano en un pilar de cemento. Cuando él se dobló, sosteniendo su puño por debajo de él, Blaine lo acabó.
Fue implacable, primero le dio con su rodilla en cara a Brady y luego lo golpeó repetidamente hasta que Brady tropezó y chocó con el suelo. El nivel del ruido creció cuando Puck dejó mi lado para tirar el cuadro rojo en el rostro ensangrentado de Brady.
Blaine desapareció detrás de sus fans y yo presioné mi espalda contra la pared, buscando el camino a la puerta por la que entramos. Cuando alcancé la luz de la linterna fue un alivio enorme. Me preocupaba ser derribado y pisoteado.
Mis ojos se quedaron enfocados en puerta, atento a cualquier señal que la multitud comenzara a desparramarse en la pequeña habitación. Después de varios minutos, y ninguna señal de Blaine, me preparé para regresar sobre mis pasos hasta la ventana. Con el número de personas tratando de salir a la vez, no estaba seguro vagando por ahí.
.
Justo cuando comencé a caminar en la oscuridad, unos pasos crujieron contra el hormigón suelto en el suelo. Blaine me buscaba en un ataque de pánico.
— ¡Pigeon!
— ¡Estoy aquí! —Lo llamé, corriendo a sus brazos.
Blaine me volteó a ver y frunció el ceño. — ¡Casi me matas del susto! Por poco y tuve que comenzar otra pelea para conseguir llegar a ti... ¡Finalmente llego ahí y te has ido!
—Me alegro de que estás de vuelta. No deseaba perder mi camino en la oscuridad.
Toda preocupación dejó su rostro, y sonrió ampliamente. —Creo que has perdido la apuesta.
Puck llegó, me miró y, luego miró encolerizado a Blaine. —Tenemos que hablar.
Blaine me guiñó un ojo. —Quédate aquí. Ya regreso.
Desaparecieron en la oscuridad. Puck alzó su voz un par de veces, pero no podía entender lo que estaba diciendo. Blaine volvió, metiendo un fajo de billetes en su bolsillo, y luego me ofreció una media sonrisa. —Vas a necesitar más ropa.
— ¿En serio vas a hacer que me quedé contigo durante un mes?
— ¿Habrías hecho que yo no tuviera sexo durante un mes?
Me reí, sabiendo que lo haría. —Mejor detengámonos en Morgan.
Blaine dijo radiante: —Esto será interesante.
Cuando Puck pasó caminando, estampó mis ganancias en mi palma, retirándose hacia la turba que se estaba dispersando.
Blaine levantó una ceja. — ¿Apostaste?
Sonreí y me encogí de hombros. —Pensé que debería tener la experiencia completa.
Me llevó a la ventana y luego trepó fuera, dándose la vuelta para ayudarme a subir y salir al aire fresco de la noche. Los grillos se escuchaban en las sombras, deteniéndose, sólo lo suficiente, para permitir que pasáramos. La hierba, que había forrado la acera, se entrelazaba en la suave brisa, recordándome el sonido que el océano hace cuando no estaba lo suficientemente cerca como para escuchar las olas romper. No hacía demasiado calor o demasiado frío; era una noche perfecta.
— ¿Por qué razón quieres me quede contigo, de todos modos? —Le pregunté.
Blaine se encogió de hombros, metiendo las manos en sus bolsillos. —No sé. Todo es mejor cuando estás cerca.
La agradable calidez que sentí por sus palabras rápidamente se desvaneció con la visión de rojo, manchas ensuciaban su camiseta. —Ew. Estás cubierto de sangre.
Blaine miró con indiferencia, y luego abrió la puerta, haciéndome señas para que entrara. Pasé con rapidez junto a Tina, que estudiaba en su cama, encerrada entre los libros de texto que la rodeaban.
—Las calderas fueron arregladas esta mañana. —dijo.
—Eso escuché. —dije buscando en mi armario.
—Hola. —Blaine le dijo a Tina.
El rostro de Tina se retorció, mientras analizaba la figura ensangrentada y sudorosa de Blaine.
—Blaine, esta es mi compañera de habitación, Tina Cohen-Chang. Tina, Blaine Anderson
—Encantada de conocerte. —dijo Tina, empujando sus gafas hasta el puente de su nariz. Ella observó mis abultadas maletas.
— ¿Te vas a mudar?
—Nop. Perdí una apuesta.
Blaine irrumpió en carcajadas, agarrando mis maletas. — ¿Listo?
—Sí. ¿Cómo voy a conseguir llevar todo esto a tu apartamento? Vinimos en tu moto.
Blaine sonrió y sacó su teléfono celular. Llevó mis maletas a la calle, y minutos más tarde, el Charger clásico negro de Finn se detuvo.
La ventana del lado del pasajero bajó y Rachel asomó su cabeza. — ¡Hola, Pollito!
—Hey, tú. Las calderas funcionan de nuevo en Morgan, ¿Aún te quedaras con Finn?
Ella guiñó un ojo. —Sí, pensé en quedarme esta noche. Escuché que perdiste una apuesta.
Antes de que pudiera hablar, Blaine cerró la camioneta y Finn arrancó, con Rachel chillando cuando cayó hacia atrás en el asiento.
Caminamos hacia su Harley, y cuando envolví mis brazos alrededor de él, él descansó su mano en la mía.
—Me alegro de que estuvieras allí esta noche, Pidge. Nunca me he divertido tanto en una pelea en mi vida.
Recargué mi barbilla sobre su hombro y sonreí. —Eso fue porque estabas tratando de ganar nuestra apuesta.
Él giró su cuello para que su cara quedara frente a la mía. —Maldita sea que si no lo estaba.
No había ninguna diversión en sus ojos, estaba serio, y él quería que yo lo viera.
Mis cejas que se alzaron. — ¿Esa es la razón por la que estabas de mal humor hoy? ¿Por qué sabías habían arreglado las calderas, y yo me iría esta noche?
Blaine no respondió; sólo sonrió mientras arrancaba su motocicleta. El viaje al apartamento fue inusitadamente lento. En cada semáforo, Blaine cubriría bien mis manos con las suyas o descansaba su mano en mi rodilla. Las líneas se estaban difuminándose nuevamente, y me pregunté cómo sería pasar un mes juntos y no arruinarlo todo. Los cabos sueltos de nuestra amistad se enredaban de una manera que nunca imaginé.
Cuando llegamos al estacionamiento del apartamento, el Charger de Finn estaba en su lugar habitual.
Di dos pasos hacia delante. —Siempre odio cuando ellos han estado en casa durante un rato. Siento como si fuéramos a interrumpirlos.
—Acostumbrarte. Este será tu lugar por las próximas cuatro semanas —Blaine sonrió y me dio la espalda—. Súbete.
— ¿Qué? —Sonreí.
—Vamos, te cargaré.
Reí y subí a su espalda, entrelazado mis dedos en su pecho cuando él corrió por las escaleras. Rachel abrió la puerta antes de que lográramos llegar a la parte superior y sonrió.
—Mírense ustedes dos. Si yo no los conociera mejor…
—Olvídalo, Rach. —dijo Finn desde el sofá.
Rachel sonrió como si ella hubiera dicho demasiado, y luego abrió aún más la puerta, para que pudiéramos pasar. Blaine se desplomó contra el sillón reclinable. Grité cuando se recostó sobre mí.
—Estás terriblemente alegre esta noche, Blaine. ¿Qué lo ocasiona? —Rachel apremió.
Me incliné para ver su rostro. Nunca lo había visto tan contento.
—Acabo de ganar una gran cantidad de dinero, Rach. Dos veces lo que pensé que ganaría. ¿Por qué no estaría feliz?
Rachel sonrió. —No, es algo más. —dijo, viendo como la mano de Blaine acariciaba mi pierna. Ella tenía razón; él estaba diferente. Había un aire de paz a su alrededor, casi como si algún tipo de nueva alegría se hubiera establecido en su alma.
—Rach. —advirtió Finn.
—Bien, hablaré acerca de algo más. ¿No te invitó Adam a la fiesta de Sig Tau este fin de semana, Kurt?
La sonrisa de Blaine desapareció y se giró hacia mí, esperando una respuesta.
— ¿Er…si? ¿No vamos a ir todos?
—Allí estaré. —dijo Finn, distraído por la televisión.
—Y eso significa que yo voy. —sonrió Rachel, mirando expectante a Blaine.
Blaine me miró por un momento y luego dio un codazo a mi pierna. — ¿Él va a pasar a recogerte o algo?
—No, sólo me dijo sobre la fiesta.
La boca de Rachel se extendió en una sonrisa maliciosa, casi meciéndose en anticipación. —Aunque dijo que él podría verte allí. Es muy lindo.
Blaine le lanzó una mirada irritada a Rachel y luego me miró. — ¿Irás?
—Le dije que lo haría. —Me encogí de hombros—. ¿Tú?
—Sí. —dijo sin vacilar.
La atención de Finn se dirigió a Blaine entonces. —La semana pasada dijiste que no irías.
—Cambié de parecer, Finn, ¿Cuál es el problema?
—Nada. —murmuró, retirándose a su dormitorio.
Rachel frunció su ceño hacia Blaine. —Tú sabes cuál es el problema —dijo—. ¿Por qué no dejas de volverlo loco y sólo acabas con eso? —Se unió a Finn en su habitación y sus voces fueron reducidas a murmullos detrás de la puerta cerrada.
—Bueno, me alegro de que todos los demás lo sepan. —dije.
Blaine se levantó. —Voy a tomar una ducha rápida.
— ¿Sucede algo con ellos? —Le pregunté.
—No, él sólo está paranoico.
—Es debido a nosotros. —adiviné. Los ojos de Blaine se iluminaron y asintió.
— ¿Qué? —Pregunté, viéndolo sospechosamente.
—Tienes razón. Es por nosotros. No te duermas, ¿Está bien? Quiero hablarte acerca de algo.
Caminó hacia atrás unos pasos y desapareció detrás de la puerta del baño. Toque mi cabello con mis dedos, dándole vueltas a la manera en que enfatizó la palabra nosotros y la mirada en su rostro cuando la había dicho. Me preguntaba si de hecho se había equivocado, y si finalmente yo era el unico que consideraba que Blaine y yo sólo éramos amigos.
Finn salió abruptamente de su habitación, y Rachel corrió tras él. — ¡Finn, no lo hagas! —Le rogó.
Él miró atrás, a la puerta del baño, y luego a mí.
El volumen de su voz era bajo, pero enojado. —Lo prometiste, Kurt. Cuando te dije que tuvieras juicio. ¡No me refería a que ustedes dos se involucraran! ¡Pensé que sólo eran amigos!
—Lo somos. —dije, aturdido por su ataque sorpresa.
—No. ¡No lo son! —dijo furioso.
Rachel tocó su hombro. —Bebé, te dije que estará bien.
Retiró su agarre. — ¿Por qué presionas esto, Rach? ¡Te dije lo que va a suceder!
Ella agarró su rostro con ambas manos. — ¡Y yo te dije que no lo haré! ¿No confías en mí?
Finn suspiró, mirándola a ella, a mí, y luego se fue pisando fuerte a su habitación.
Rachel de dejó caer en el sillón reclinable junto a mí y bufó. —Simplemente no puedo conseguir meterle en la cabeza que si Blaine y tú funcionan o no lo hacen, no nos afecta. Pero él no me cree.
— ¿De qué estás hablando, Rach? Blaine y yo no estamos juntos. Sólo somos amigos. Lo escuchaste temprano… él no está interesado en mí de esa manera.
— ¿Escuchaste eso?
—Bueno, sí.
— ¿Y lo crees?
Yo me encogí de hombros. —No importa. Nunca podrá ocurrir. Me dijo que él no me ve así, le tiene fobia al compromiso, sería difícil para mí encontrar una persona aparte de ti con la que él no ha dormido, y no puedo aguantar sus cambios de humor. No puedo creer Finn piense lo contrario.
—Porque no sólo él conoce a Blaine… él ha hablado con Blaine, Kurt.
— ¿Qué quieres decir?
— ¿Rach? —Finn la llamó desde el dormitorio.
Rachel suspiró. —Eres mi mejor amigo. Creo que te conozco mejor de lo que tú te conoces a veces. Los veo juntos, y la única diferencia entre Finn y yo, y Blaine y tú, es que nosotros tenemos sexo. ¿Aparte de eso? No hay diferencia.
—Hay una enorme diferencia. ¿Finn trae diferentes chicas a la casa cada noche? ¿Vas a ir a la fiesta mañana para salir con un chico con claras citas potenciales? Sabes que no me puedo involucrar con Blaine, Rachel. Ni siquiera sé por qué lo estamos discutiendo.
La expresión de Rachel se convirtió en decepción. —No estoy viendo cosas, Kurt. Has pasado casi cada momento con él durante el último mes. Admítelo, tienes sentimientos por él.
—Supéralo, Rach. —dijo Blaine, apretando su toalla alrededor de su cintura.
Rachel y yo saltamos al sonido de la voz de Blaine, y cuando mis ojos encontraron los suyos, pude ver que la felicidad se había ido. Caminó por el pasillo sin decir otra palabra, y Rachel me miró con una expresión triste.
—Creo que estás cometiendo un error. —susurró—. No necesitas ir a esa fiesta para encontrar un chico, tienes uno que está loco por ti aquí. —dijo, dejándome solo.
Me mecí en el sillón reclinable, todo lo que había sucedido en la semana pasada se reprodujo en mi mente. Finn estaba enfadado conmigo, Rachel estaba decepcionada en mí, y Blaine… había pasó de ser la persona más feliz que nunca había visto, a estar tan ofendido que no hablaba. Estaba demasiado nervioso para subirme a la cama con él, estuve mirando el reloj cambiar minuto a minuto.
Había pasado una hora cuando Blaine salió de su habitación y se dirigió al final del pasillo. Cuando rodeó la esquina, esperaba que él me pidiera que fuera a la cama, pero él iba vestido y tenía las llaves de su motocicleta en su mano. Sus gafas de sol escondían sus ojos, y puso un cigarrillo en su boca antes de agarrar el pomo de la puerta.
— ¿Saldrás? —Le pregunté, sentado—. ¿A dónde vas?
—Fuera. —dijo, abriendo la puerta, y luego azotándola detrás de él.
Me volví a recostar en el sillón y lancé un resoplido. De alguna manera me había convertido en el villano y no tenía ni idea de cómo había logrado llegar aquí.
Cuando el reloj sobre la televisión señaló las dos de la mañana, finalmente renuncie y fui a la cama. El colchón era solitario sin él, y la idea de llamar a su celular se mantuvo arrastrándose por mi mente. Casi me había quedado dormido cuando la motocicleta de Blaine entró en el estacionamiento. Dos puertas de automóviles se cerraron poco después, y luego varios pares de pasos subieron las escaleras. Blaine luchó con la cerradura, y luego abrió la puerta. Él se rió y dijo algo entre dientes y entonces escuché voces femeninas, no una, sino dos. Sus risas fueron interrumpidas por el sonido distintivo de besos y gemidos. Mi corazón se hundió, e instantáneamente estuve enfadado por sentirme de esa manera. Mis ojos se cerraron cuando una de las chicas chilló y entonces estuve seguro de que el sonido siguiente fue el de ellos tres desplomándose en el sofá.
Consideré pedirle a Rachel sus llaves, pero la puerta de Finn estaba directamente a la vista del sofá, y mi estómago no era lo suficientemente fuerte para ser testigo de la imagen que venía junto con los ruidos en la sala de estar. Enteré mi cabeza bajo la almohada y luego cerré mis ojos cuando se abrió la puerta. Blaine caminó a través de la habitación, abrió el cajón superior mesilla de noche, tomó unos condones, y luego, cerró el cajón y corrió por el pasillo. Las chicas se rieron por lo que pareció ser una media hora, y luego todo estuvo silencioso.
Segundos más tarde, gemidos y gritos llenaron el apartamento. Sonaba como si una película pornográfica estuviera siendo filmada en la sala de estar. Cubrí mi rostro con mis manos y sacudí la cabeza. Donde fuera que estuvieran las líneas que habían estado borrosas o desapareciendo en la última semana, habían surgido un impenetrable muro de piedra en su lugar. Sacudí mis ridículas emociones, obligándome a relajarme. Blaine era Blaine, y éramos, sin duda, amigos, y sólo amigos.
El griterío, y otros ruidos nauseabundos se acabaron después de una hora, seguidos de quejas y murmuraciones por parte de las mujeres, después de ser despedidas. Blaine se dio una ducha y luego se desplomó en su lado de la cama, dándome la espalda. Incluso después de su ducha, olía como si hubiera bebió suficiente whisky para sedar a caballo, y yo estaba lívido de saber que él había manejado su motocicleta a casa en ese estado.
Después de que desapareció la incomodidad, y la ira se debilitó, aún no podía dormir. Incluso cuando las respiraciones Blaine fueron profundas, me senté a mirar el reloj. El sol iba a salir en menos de una hora. Retiré las cobijas de mí, caminé por el pasillo y tomé una manta del gabinete de la sala. La única prueba del trío de Blaine eran dos paquetes de preservativos vacíos en el suelo. Pasé sobre ellos y me dejé caer sobre el reclinable. Cerré mis ojos.
Cuando los volví a abrir, Rachel y Finn estaban sentados tranquilamente en el sofá mirando una muda televisión. El sol había iluminado el apartamento y me estremecí cuando mi espalda se quejó por cualquier intento de movimiento.
La atención de Rachel fue rápidamente a mí. — ¿Kurt? —dijo, corriendo a mi lado. Me miró con ojos cautelosos. Ella estaba esperando enojo, o lágrimas o algún otro arrebato de carga emocional.
Finn lucía miserable. —Lamento lo de anoche, Kurt. Esto es mi culpa.
Sonreí. —Está bien, Finn. No tienes que pedir disculpas.
Rachel y Finn compartieron una mirada y luego ella agarró mi mano. —Blaine fue a la tienda. Él está…ugh, no importa como está. Empaqué tus cosas y te llevaré a los dormitorios antes de que él esté en casa, así no tendrás que lidiar con él.
No fue hasta ese momento que me dieron ganas de llorar; Estaba siendo echado. Luché para mantener mi voz suave antes de hablar. — ¿Tengo tiempo para tomar una ducha?
Rachel sacudió su cabeza. —Sólo vámonos, Kurt, no quiero que tengas que verlo. Él no merece que…
La puerta se abrió de golpe, y Blaine entró caminando, con los brazos llenos de bolsas de comestibles. Caminó directamente a la cocina, trabajando frenéticamente para meter las latas y cajas en los gabinetes.
—Cuando Pidge se despierte, hágamelo saber, ¿Vale? —dijo, en una voz suave—. Traje espagueti, mezcla para panqueques, y fresas, y esa avena de mierda con los paquetes de chocolate, y a él le gusta el cereal de Fruity Pebbles9, ¿Verdad, Rach? —Preguntó, dándose la vuelta.
Cuando me vio, se congeló. Después de una pausa incómoda, su expresión se derritió y su voz era suave y dulce. —Hola, Pigeon.
Yo no podía haber estado más confundido si hubiera despertado en un país extranjero. Nada tenía sentido. Al principio pensé que había sido botado y Blaine llega con bolsas llenas de mi comida favorita.
Dio unos pasos hacia la sala, metiendo nerviosamente sus manos en los bolsillos. — ¿Tienes hambre, Pidge? Voy a hacerte algunos panqueques. O hay uh… hay avena. Y he conseguido alguna de esa mierda espumosa rosa con la que los chicos finos se afeitan y una secadora de pelo y… a…. un momento, está aquí. —dijo, corriendo a la habitación.
La puerta se abrió y se cerró, y luego dio vuelta a la esquina, el color había abandonado su rostro. Tomó una respiración profunda y juntó sus cejas. —Tus cosas están empacadas.
—Lo sé. —dije.
—Te vas. —dijo, derrotado.
Miré a Rachel, quien miraba a Blaine con ira, como si ella quisiera matarlo. — ¿Realmente esperabas que él permaneciera aquí?
—Bebé —susurró Finn.
—No me provoques, Finn. No te atrevas a defenderlo de mí. —Rachel explotó.
Blaine parecía desesperado. —Lo siento tanto, Pidge. Ni siquiera sé qué decir.
—Vamos, Kurt. —dijo Rachel. Se levantó y tiró de mi brazo.
Blaine dio un paso, pero Rachel lo apuntó con su dedo. — ¡Dios, ayúdame, Blaine! ¡Si intentas detenerlo, te empaparé en gasolina y prenderé fuego mientras duermes!
—Rachel. —dijo Finn, sonado un poco desesperado. Pude ver que él estaba dividido entre su primo y la mujer que amaba, y me sentí terrible por él. La situación era exactamente como la que él había estado tratando de evitar todo el tiempo.
—Estoy bien. —dije, exasperado por la tensión en la sala.
— ¿A qué te refieres con que estás bien? —preguntó Finn, casi esperanzado.
Rodé mis ojos. —Blaine trajo mujeres a casa del bar anoche, ¿Y qué?
Rachel parecía preocupada. —Uh, Kurt. ¿Estás diciendo que estás bien con lo que pasó?
Los miré a todos. —Blaine puede traer a casa a quien quiera. Es su apartamento.
Rachel me miró como si hubiera perdido la cabeza, Finn estaba al borde de una sonrisa y Blaine parecía peor que antes.
— ¿Tú no empacaste sus cosas? —preguntó Blaine.
Sacudí la cabeza y miré el reloj; pasaban de las dos de la tarde. —No, y ahora voy a tener que desempacar todo. Todavía tengo que comer, ducharme y vestirme… —dije, caminando hacia el baño. Una vez que cerré la puerta detrás de mí me recosté contra ella y me se deslicé hasta el suelo. Estaba seguro de que había hecho enojar a Rachel más allá de poder reconciliarnos, pero le hice una promesa a Finn y tenía la intención de mantener mi palabra.
Un suave golpe en la puerta se escuchó encima de mí. — ¿Pidge? —dijo Blaine.
— ¿Sí? —dije, tratando de sonar normal.
— ¿Te vas a quedar?
—Puedo irme si quieres que lo haga, pero una apuesta es una apuesta.
La puerta vibraba a causa de los suaves golpes que Blaine le daba con su frente. —No quiero que te vayas, pero no te culparía si lo hicieras.
— ¿Estás diciendo que estoy liberado de la apuesta?
Hubo una larga pausa. —Si digo que sí, ¿Te irás?
—Bueno, sí. Yo no vivo aquí, tonto —dije, forzando una pequeña risa.
—Entonces no, la apuesta sigue en pie.
Miré hacia arriba y sacudí la cabeza, sintiendo como las lágrimas hacían que me ardieran los ojos. No tenía idea de por qué estaba llorando, pero no podía detenerlo.
— ¿Puedo tomar una ducha, ahora?
—Sí… —Suspiró.
Escuché los zapatos de Rachel entrar en la sala y pasando fuerte junto a Blaine. —Eres un bastardo egoísta. —Gruñó, azotando la puerta de Finn tras de ella.
Me levanté del suelo, abrí la llave de la regadera y luego me desnudé, tirando de la cortina detrás de mí.
Después de otro golpe en la puerta, Blaine aclaró su garganta. — ¿Pigeon? Traje algunas de tus cosas.
—Sólo déjalas en el lavamanos. Yo me encargo.
Blaine entró y cerró la puerta detrás de él. —Estaba enojado. Te escuché escupirle todo lo que está mal conmigo a Rachel y me enfureció. Sólo quería salir, y tomar unas copas, y tratar de entender algunas cosas, pero antes que lo supiera, estaba borracho y esas chicas… —Hizo una pausa—. Me desperté esta mañana y no estabas en la cama, y cuando te encontré en el sillón reclinable y vi los paquetes en el piso, me sentí enfermo.
—Simplemente podrías haberme preguntado en lugar de gastar todo ese dinero en el supermercado para sobornarme para quedarme.
—No me importa el dinero, Pidge. Tenía miedo de que te fueras y nunca me hablaras de nuevo.
Me estremecí ante su explicación. No me había detenido a pensar en cómo le haría sentir el oírme hablar sobre lo mal que él estaba para mí, y ahora la situación estaba demasiado desordenada para salvarla.
—No quise herir tus sentimientos. —dije, parado bajo el agua.
—Sé que no lo hiciste. Y sé que no importa lo que diga ahora, porque jodí todo… como siempre lo hago.
— ¿Blaine?
— ¿Sí?
—No conduzcas ebrio en tu moto, ¿Está bien?
Esperé durante un minuto completo, hasta que finalmente tomó una respiración profunda y habló. —Sí, está bien. —dijo, cerrando la puerta detrás de él.
gabiigleek********- - Mensajes : 783
Fecha de inscripción : 20/03/2013
Edad : 31
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Me encanto mucho este genial capitulo pobre kurt todo fue la culpa de rachel y finn que les importa estarse metiendo en lo que no les interesa que bueni que kurt se quedo espero blaine haga algo para que su amistad regrese a la normalidad y que no pase nada malo en la fiesta espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare muy ansioso me encanta mucho esta genial historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Que mal que ya apareció Adam.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Aaaaaaw esta historiaaa es fuckin perfect OMG creo que me he enamorado
wooooow donde estuvo este fic todo este tiempo que no lo leí
realmente esta GENIAL
Porfiiis te lo ruego necesito una actualizaciòn pronto jijii es que es tan hella cute !!!!
Muchiiisimas gracias por adaptarla *0*i love it sooo much <3 <3
espero leernos pronto
un beso, te cuidas c:
wooooow donde estuvo este fic todo este tiempo que no lo leí
realmente esta GENIAL
Porfiiis te lo ruego necesito una actualizaciòn pronto jijii es que es tan hella cute !!!!
Muchiiisimas gracias por adaptarla *0*i love it sooo much <3 <3
espero leernos pronto
un beso, te cuidas c:
Dablerry********- - Mensajes : 655
Fecha de inscripción : 26/01/2013
Edad : 29
Re: Fanfic Klaine (Adaptación): "Beautiful Disaster" Capitulo 4 LA APUESTA
Porfa actualiza, ya quiero saber lo que pasa...
Blaine es tan Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww
Blaine es tan Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww
Gaby Klainer********-*- - Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 01/07/2013
Edad : 24
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