[Resuelto]FanFic BRITTANA "Beautiful Stranger" CAP. 16/FINAL (12 de Noviembre)

Hola……….buenas noches a todas/os……….sé que muchas estarán deseando saber porque desaparecí por un tiempo muy prolongado creo yo……mmm, sólo dirá que diversas ocupaciones en la Universidad, cosas personales, etc. influyeron para mi repentina desaparición……sin embargo, ya volví recargada de nueva energía y proponiéndoles esta nueva historia………



Me hubiese gustado continuar adaptando obras de Kristen Proby, pero mientras salga la gentil traducción elaborada por fantásticas comunidades virtuales de la nueva entrega de la serie “Seattle with me” de esta autora (“tied with me”) decidí que abordaría a otras historias……….tengan la seguridad de que en cuanto tenga esa obra de la sra. Proby estaré en la tarea de adaptarla para uds.



El día de hoy pongo a su consideración esta nueva historia………espero sea de su agrado jejejejeje. Aclaro desde ya que probablemente descarte el capítulo 14 (no creo sentirme apta para adaptar escenas así jejejeje)



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)


http://www.gleeklatino.com/t22139-resueltofanfic-brittana-safe-with-me-epilogo-16-de-agosto (Safe with Me)



*Próxima actualización: día MIÉRCOLES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo




Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….









NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece…………esta obra se titula “Beautiful Stranger / Un desconocido encantador” de Christina Lauren (dúo de escritoras: Christina Hobbs y Lauren Billings, autoras de la novela “Beautiful Bastard”). La traducción según el archivo que encontré no es una versión oficial, en algunos sitios este archivo no tenia al autor o autores de dicha traducción; sin embargo, pude ver en un foro de donde descargué la obra, que el trabajo de traducción y corrección correspondería a Kelly Frost (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Dado que en la obra original, el lugar principal que se menciona es Nueva York-EE. UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolló ultimamente Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí mantener el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 17 capítulos, esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana. La descripción de la historia no me pertenece, la extraje del sitio “mueroporleer.blogspot.com” y la modifiqué levemente.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.











Brittany Susan Pierce llega a Nueva York huyendo de una relación infeliz.



Joven, lista y guapa, su única regla es no establecer lazos con nada y con nadie así que, cuando conoce a Santana, una misteriosa rompecorazones inglesa con raíces latinas tremendamente atractiva, no duda en dejarse llevar por la pasión.



Pero lo que tenía que ser un lío de una noche se convierte en una relación rebosante de adrenalina, sexo salvaje... y amor. Mientras Santana empieza a pensar que ha encontrado a su media naranja, Brittany siente pánico ante la idea de enamorarse.



¿Será verdad que las personas pueden cambiar y que Santana está dispuesta a llegar hasta el final?



¿Y ella?



¿Está dispuesta a perder su recién ganada libertad?





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Cuando mi vieja vida murió, no fue en silencio.


Explotó.


Pero para ser justos, había sido como tirar del pasador. En sólo una semana he alquilado mi casa, vendí mi coche y dejado a mi novio mujeriego. Y aunque les prometí a mis sobre protectores padres que tendría cuidado, no fue hasta que estaba realmente en el aeropuerto que he llamado para avisar a mi mejor amiga que estaba ya en marcha.


Ahí es cuando todo parecía hundirse, en un momento muy claro.


Yo estaba dispuesta a empezar de nuevo.


— ¿Rachel? Soy yo —le dije, con voz temblorosa mientras miraba alrededor de la terminal —. Voy a ir a Nueva York. Espero que el trabajo siga siendo mío.


Ella gritó, soltó el teléfono, y aseguró a alguien en el fondo que ella estaba bien.


—Brittany va a venir —escuché que se explicaba, y mi corazón se apretó sólo pensar en estar allí con ellas en el comienzo de esta nueva aventura—. ¡¡Ella cambió de opinión, Quinn!!


Oí un sonido de celebración, un aplauso, y le dijo algo que no pude descifrar.


— ¿Qué dijo? —Le pregunté.


—Me preguntó si Sam venía contigo.


—No. —Me detuve para luchar contra la sensación de malestar que se arrastraba hacia arriba en mi garganta. Yo había estado con Sam durante seis años y no importa lo feliz que estaba por acabar con él, el giro dramático en mi vida todavía se sentía surrealista.


—Yo lo dejé.


Oí su pequeña, pero fuerte inhalación.


— ¿Estás bien?


—Mejor que bien.


Y yo lo estaba. Creo que no me di cuenta exactamente cómo de bien hasta ese momento.


—Creo que es la mejor decisión que jamás has tomado —me dijo, y luego se detuvo, escuchando como Quinn hablaba en el fondo. —Quinn dice que vas a iluminar a todo el país como un cometa.


Me mordí el labio, reprimiendo una sonrisa.


—No estoy muy lejos, en realidad. Estoy en el aeropuerto.


Rachel gritó algunos sonidos ininteligibles y luego se comprometió a recogerme en la sala de espera del aeropuerto.


Sonreí, colgué, y le entregué al responsable de la ventanilla mi billete, pensando que un cometa se dirige a un nuevo destino impulsado por motivaciones distintas a las que hubiese deseado. Yo estaba realmente más como una estrella vieja, sin combustible, mi propia gravedad tirándome hacia adentro, triturándome. Me quedé sin energía para mi vida demasiado perfecta, mi trabajo demasiado predecible, mi relación sin amor, agotada con sólo veintitrés años.


Como una estrella, mi vida en Chicago se derrumbó bajo la fuerza de su propio peso, por lo que se iba. Las estrellas masivas dejan agujeros negros. Las estrellas pequeñas dejan enanas blancas. Estaba apenas dejando atrás una sombra.


Toda mi luz venía conmigo.



Yo estaba dispuesta a empezar de nuevo como un cometa: abastecerme de combustible, encender y surcar a través del inmenso cielo.

Hola……….buenos días a todas/os (es tan extraño actualizar a estas horas del día)……….sé que muchas estarán deseando torturarme de mil maneras distintas, entre ellas quizás ¿lanzarme un par de tomates virtuales?........uhhh, estoy muy avergonzada con todas uds. Por haber desaparecido tanto tiempo sin dejar un comunicado oportuno para que no les extrañara mi ausencia que posiblemente pudo haberse calificado como burla o falta de interés en seguir con la historia…………lo único que me queda por decir es que hubo tantas cosas que empezaron a complicarme la existencia (en la universidad, familia, etc.), sin embargo por fin ya pude poner en orden mi caótica vida para reencaminar lo que había empezado en distintas etapas de mi vida.



Debo aclarar que de ninguna manera dejare esta historia…..la empecé y lógicamente la llevare hasta el final. Dios……si alguna leyó la obra original, se irán dando cuenta que la historia tiene muchos momentos “wankys” como dice mi buena amiga “evean”…….aun me sorprendo por haberme decidido a adaptar esta historia, tomando en cuenta que sigo sonrojándome al momento de adaptar y escribir esos momentos entre San y Britt jejejeje (sin embargo, la historia me resulta un desafío…..y cuando de desafíos se trata no hay nada que me detenga)



Como aclaro más abajo, la historia original no tiene una traducción oficial (agradezco a quienes hacen posible que los demás podamos disfrutar de interesantes obras)…….y tomando en cuenta que la estoy adaptando a nuestra pareja favorita (Brittana) decidí agregar algunas situaciones o descripciones que se adecuen mejor a Brittana. Espero les guste estos leves cambios, que por supuesto no tienen intención alguna en atribuirse reconocimientos ajenos……solo lo hago porque creo que iría mejor con la pareja de Britt y San.




*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)



http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



http://www.gleeklatino.com/t22139p255-fanfic-brittana-safe-with-me-capitulo-bonus-track-halloween-con-el-clan-familiar-de-los-pierce-31-de-agosto
(Safe with Me)




*Próxima actualización: día SÁBADO…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….








NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece…………esta obra se titula “Beautiful Stranger / Un desconocido encantador” de Christina Lauren (dúo de escritoras: Christina Hobbs y Lauren Billings, autoras de la novela “Beautiful Bastard”). La traducción según el archivo que encontré no es una versión oficial, en algunos sitios este archivo no tenía al autor o autores de dicha traducción; sin embargo, pude ver en un foro de donde descargué la obra, que el trabajo de traducción y corrección correspondería a Kelly Frost (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Dado que en la obra original, el lugar principal que se menciona es Nueva York-EE. UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolló ultimamente Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí mantener el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 17 capítulos, esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana. La descripción de la historia no me pertenece, la extraje del sitio “mueroporleer.blogspot.com” y la modifiqué levemente.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.

Capítulo 1

—Llevas el vestido de plata o te apuñalo —Marley gruñó desde la zona de cocina, como había comenzado a llamarla. Desde luego, no era lo suficientemente grande para ser etiquetada como una cocina completa.


Había pasado de un eco-senderismo victoriano en los suburbios de Chicago a un adorable medio apartamento modesto del tamaño de mi antiguo salón. Se sentía aún más pequeño, una vez que había desempaquetado, puesto todo en su lugar, y tenía a mis dos mejores amigas visitándome. La sala de estar/comedor-sala/zona de cocina estaba enmarcada por gigantescos ventanales, pero el efecto era menos suntuoso y más de pecera. Marley sólo estaba de visita el fin de semana, para esta noche de fiesta, pero ella ya me había preguntado por lo menos diez veces por qué había elegido un lugar tan pequeño.


La verdad era que lo elegí porque era diferente a todo lo que había conocido antes. Y porque diminutos apartamentos eran más o menos lo que iba a encontrar en Nueva York cuando me mudé sin antes asegurarme un lugar para vivir.


En el dormitorio, me tiré del dobladillo del vestido en miniatura con lentejuelas y me quedé mirando la extremada cantidad de la pierna deslumbrantemente pálida que enseñaba esta noche.


Odiaba que mi primera reacción fuera preguntarme si Sam podría pensar que era demasiado revelador, mientras mi segunda reacción fue darme cuenta de que me encantaba.


Tendría que eliminar todos los viejos “programas” de Sam, inmediatamente.


—Dame una buena razón por la que no debería llevar esto.


—No puedo pensar en una. —Rachel entró en la habitación llevando un vestido azul profundo que fluía a su alrededor como una especie de aura. Ella se veía, como siempre, increíble—. Estamos saliendo para beber y bailar, para eso mostrar un poco de piel es necesario.


—No sé la cantidad de piel que quiero mostrar —le dije—. Estoy dedicada a mi recién acuñada frase preferida de “soy una sexy rubia soltera”.


—Bueno, algunas de las mujeres estarán mostrando su trasero desnudo, por lo que no destacaras si eso es lo que te preocupa. Además, —dijo, señalando a la calle— de que es demasiado tarde para cambiarte. La limusina está aquí.


—Tú deberías estar mostrando el trasero desnudo. Tú eres la que ha estado a todas horas tomando el sol y emborrachándote en una Villa francesa las últimas tres semanas —le dije.


Rachel me dio una pequeña sonrisa secreta y tiró de mi brazo.


—Vamos, Britt. He pasado la última semana con mi sexy rubia ojiverde. Estoy lista para salir de noche con las chicas.


Nos amontonamos en el coche esperando y Marley abrió el champán. Con sólo un hormigueo, burbujeante, todo el mundo a mi alrededor pareció evaporarse hasta que estuvimos tres jóvenes amigas en una limusina a toda velocidad por la calle para celebrar una nueva vida.


Y esta noche no estábamos celebrando no sólo mí llegada, sino que también: Rachel B. Berry había conseguido al amor de su vida y comprometerse con ella, Marley estaba de visita, y yo la recién soltera Brittany Susan Pierce tenía algunas cosas por experimentar en la grandiosa ciudad de Nueva York.


El club estaba a oscuras, ensordecedor y lleno de cuerpos retorcidos: en la pista de baile, en los pasillos, contra el bar. Un DJ mezclaba música en un pequeño escenario, y los carteles pegados en toda la parte delantera prometían que era el más nuevo y más caliente DJ que el club tenía que ofrecer.


Marley y Rachel parecían totalmente en su elemento. Me sentí como si me hubiera pasado la mayor parte de mi infancia y vida adulta hasta ahora en calmados eventos formales, aquí, era como si me hubiera salido de las páginas de mi tranquilo Chicago-cuento y aterrizado en el cuento de la Quinta Avenida de Nueva York en su lugar.


Fue perfecto.


Caminé hasta el bar con las mejillas sonrojadas, el cabello húmedo, y las piernas sintiéndose como si no hubieran sido utilizadas tan correctamente como ahora en años.


— ¡Disculpe! —grité, tratando de conseguir la atención de algún camarero.


Aunque evidentemente ninguno tenía intención de hacerme caso mientras hablaba.


En realidad quería decir que yo ya había pedido las bebidas para la mesa que compartía con mis amigas: “Pezones resbaladizos”, “Hormigoneras”, y “Sirenas púrpura”. En este punto, con el club a la máxima densidad y la música tan fuerte que sacudía mis huesos, el camarero ni siquiera levantó la vista para mirarme. Es cierto que trabajaba sirviendo un pequeño número de “Disparos”, pero su actitud era molesta.


Pero yo ya estaba en estado de embriaguez, con mi mejor amiga recién prometida haciendo un agujero en la pista de baile y pidiendo más bebidas para animarse.


— ¡Hey! —Llamé, golpeando el borde de la barra.


—Rubia, es claro que él está haciendo lo posible por ignorarte.


Parpadeé hacia mi costado derecho y hacia la atractiva morena que se apretó contra mí en el bar lleno de gente.


Era más o menos de un tamaño similar al mío, y miró hacia el camarero de forma intimidante para indicar que me atendiera.


—Nunca grites a un barman, Pétalo. Sobre todo con lo que vas a pedir, Puck odia la preparación de bebidas “girly” (de chicas).


Por supuesto. Y justo hoy, con una asombrosa suerte conozco a una morena guapísima pocos días después de renunciar a cualquier clase de relación en pareja para siempre. Una morena latina con un acento británico para rematar…….El universo era una perra muy graciosa.


Y justo en esta parte de mi vida, debo aclarar que siempre gusté de las chicas como debía hacerlo con los chicos, pero la presión familiar y esta sumada a mi carácter solitario, hicieron que me aferrara la relación de pareja que me ofrecía Sam aunque por dentro sintiera que no debía hacerlo.


— ¿Cómo sabes lo que iba a pedir? —Mi sonrisa se hizo más amplia, con suerte estaría presentable, pero muy probablemente exageradamente achispada. Yo estaba agradecida por las bebidas que ya había tenido, porque la sobria Brittany daría monosílabos y un guiño torpe y para intentar coquetear con tan impresionante mujer—. Tal vez me iba a conseguir un poco de “Charly Broker”. Nunca se sabe.


—Es poco probable. Te he visto pedir pequeños tragos púrpura toda la noche.


¿Ella me había estado observando toda la noche? Yo no podía decidir si una actitud así era fantástica, o un poco espeluznante.


Me enderecé un poco y ella siguió mis movimientos. Ella tenía rasgos de ascendencia latina con un toque arrollador de sensualidad pura y unos preciosos hoyuelos que se le formaban en el rostro cuando sonrío, ojos color marrón que parecían un imán subyugante y cejas en perfecta sincronía con su hermoso rostro.


Esta morena escultural era terriblemente irresistible, con unas curvas bien definidas que mis manos ansiaban explorar indefinidamente.


Hola, Gran Manzana……..Bienvenida a Nueva York, Brittany.


El camarero volvió y miró a la atractiva latina a mi lado expectante. Mi bella desconocida apenas alzó la voz, pero era tan profunda y seductora que se escuchó sin esfuerzo:


—Tres dedos de whisky Macallan, Puck, y lo que esta hermosa rubia está tomando. Ella ha estado esperando un “Hechizo”, ¿no? —Se volvió hacia mí, con una sonrisa que hizo que algo caliente latiera dentro de mi vientre— ¿Qué bebida te gustaría, preciosa?


Sus palabras estallaron en mi cerebro y mis venas se llenaron de adrenalina.


— ¿Los que acabas de decir?


Ahhh…..la inocencia. Lo intentó, pero no puedo dejar de mirarla. De alguna manera me siento hipnotizada, pero pude que sus ojos reflejaban intensidad mientras me sostenía la mirada, y sé que en ella no había una célula inocente en su cuerpo…….y ahora estoy más segura que nunca: todo en ella me encanta.


— ¿De verdad me ofreces tres dedos? —Le pregunté descaradamente.


Se echó a reír, extendió la mano derecha y me beso en la mejilla…….en este momento en el bar sólo puedo imaginar que no existe nada más que nosotras.


El roce de su piel se sentía impactante, una experiencia definitivamente inolvidable.


—Pétalo, será mejor empezar con dos.


La miré más de cerca. Sus ojos reflejaban amabilidad, ella estaba de pie no demasiado cerca, pero lo suficientemente cerca que yo sabía que ella había llegado a esta parte de la barra específicamente para hablar conmigo.


—Vaya que eres directa, puedo percibir tus intenciones.


El camarero golpeó la barra con los nudillos y le preguntó por mi pedido. Me aclaré la garganta, preparándome.


—Tres “Ward Eight”. —Ignoré su irritado bufido y me volví de nuevo a la bellísima morena.


—No suenas como una neoyorquina —dijo, con una sonrisa desvaneciéndose un poco, pero sin dejar nunca su constante mirada divertida.


—Tampoco tú.


—Touché. Nací en Puerto Rico, trabajé en Londres, y me mudé aquí hace tres años.


—Cinco días —admití, señalando mí pecho—. Desde Chicago. La compañía para la que trabajaba abrió una oficina aquí y me trajo a dirigir el Departamento de Finanzas.


¡Uhhh, Brittany! El exceso de información……..Camino para los acosadores o una preciosa acosadora.


Había pasado tanto tiempo desde que había incluso mirado a otra persona con algún interés de pareja. Es evidente que Sam había sido un maestro en este tipo de situación, pero por desgracia, yo no tenía muchas ideas de cómo ligar.


Miré de nuevo a donde esperaba a ver Marley y Rachel bailando, pero no pude encontrarlas en la maraña de cuerpos. Yo estaba tan oxidada en este ritual de socializar en un bar que prácticamente me “re-virginicé” .


— ¿Finanzas? Yo también soy una mujer de números —dijo, y esperó hasta que yo devolví la mirada antes de volverse, la sonrisa con alguna expresión. —Es bueno ver a más mujeres haciéndolo. Hay demasiados hombres malhumorados con pantalones que tienen reuniones sólo para escucharse a sí mismos diciendo la misma cosa una y otra vez.


Sonriendo, le dije:


—Estoy de mal humor también a veces. También me pongo los pantalones a veces.


—Apuesto a que también llevas las riendas en tus conquistas o relaciones.


Entrecerré los ojos.


—Eso significa algo más en Inglaterra, ¿no? ¿Me estás dando insinuaciones otra vez?


Su risa se extendió caliente sobre mi piel.


—Los pantalones son lo que ustedes los americanos tan blandamente llaman “Interior”.


Cuando dijo esto, ella no sonaba como alguien pretenciosa o altanera, y algo dentro de mí se derritió en ese momento. Mientras yo la miraba sorprendida, mi extraña inclinó la cabeza, mirándome.


—Tú eres y te vez tan sexy y distinguida. No te ves como quien llega a este tipo de establecimientos muy a menudo.


Tenía razón, ¿pero era tan obvio?


—Realmente no estoy segura de cómo tomar esas palabras tuyas.


—Tómalo como un cumplido, cariño. Eres lo más hermoso que puede apreciarse en este lugar. —Se aclaró la garganta y miró donde Puck volvía con mis bebidas—. ¿Por qué llevas todas estas bebidas pegajosas a la pista de baile?


—Mi amiga se acaba de comprometer. Estamos celebrando la noticia entre amigas.


—De manera que es poco probable que salgas de aquí conmigo.


Parpadeé, y luego volví a parpadear, con fuerza. Con esta franca propuesta, yo estaba oficialmente fuera de práctica y experiencia.


Todo era tan desconcertante y……excitante.


—Yo... ¿qué? No.


—Pétalo.


— ¿Hablas en serio? Acabas de conocerme.


—Y ya tengo un fuerte deseo de devorarte. —Sus palabras fueron pronunciadas lentamente con una voz ronca y seductora, casi un susurro, pero resonaron en mi cabeza como un choque de platillos.


Era evidente que no era nueva en este tipo de interacción en la proposición de no-ataduras+sexo, y aunque yo lo era, pero cuando me miró así…..supe que estaba obligada a seguirla a cualquier lugar (y yo naturalmente estaría encantada de hacerlo).


Cada trago que bebí parecieron acumularse para golpear todos a la vez y me tropecé un poco por delante de ella. Me estabilizó con su mano en mi codo, sonriendo hacia mí


—Cuidado, Pétalo.


Parpadeé de nuevo, y miré en mi conciencia, sintiendo mi cabeza aclararse ligeramente.


—Bueno, cuando me sonríes me gusta, quiero besarte y tantas cosas. Y Dios sabe que deseado hacerlo desde que te me has acercado. —Me miró de arriba debajo de una forma tan ardiente, toda intención de no hacer nada en la noche para dormir temprano desapareció desde que la ví. —Y algo me dice que podrías cooperar con gusto y sin resistencia alguna…....


Y lo hice.


Una vez más.


Tomé una bocanada de aire y la sexy morena me recibió con su sonrisa divertida.


—Pero yo no acabo de ligar al azar con una desconocida en un bar, y estoy aquí con amigas, celebrando el increíble matrimonio que van a tener, y así —Recogí mis golpes— vamos a hacer esto.


Ella asintió con la cabeza, lentamente, con su sonrisa girando un poco más brillante, como si acabara de aceptar un desafío.


—Está bien.


—Así que te veré más tarde.


—Una puede esperar.


—Disfruta de tu whisky, morena.


Ella se echó a reír.


—Disfruta de tus bebidas.


Encontré Rachel y Marley en la mesa, derrumbadas y sudorosas, y deslicé los tragos delante de ellas.


Marley puso una delante de Rachel y mantuvo su propio trago.


—Que todas tus bebidas vengan tan fácilmente. —Ella envolvió sus labios alrededor del borde, levantó las manos en el aire, y echó la cabeza hacia atrás, tragando todo el licor sin parpadear.


—Vaya —murmuré, mirando con asombro, sintiendo como Rachel echó a reír a mi lado. — ¿Eso es cómo se supone que debo hacer? —Bajé la voz, mirando a su alrededor—. ¿Al igual que un golpe de empleo actual?


—Es un milagro que todavía tengo ningún reflejo jajaja.— Marley sin delicadeza limpió su antebrazo a través de su boca y la barbilla, y explicó —.Me hicieron beber un montón de “licores” en la universidad. Vamos. —Ella dio un codazo a Rachel.


— ¡Apura la copa!


Rachel se inclinó sobre la mesa y se llevó la bebida con las manos libres, ya que Marley la abrazaba, y luego llegó mi turno. Ambas amigas se volvieron hacia mí.


—Conocí a una chica caliente —les dije sin pensar—. Realmente caliente. Y, es tan….sexy.


Marley me miró boquiabierta.


— ¿Entonces por qué te quedas aquí haciendo tonterías con nosotras?


Me eché a reír, sacudiendo la cabeza.


No tenía ni idea de cómo responder a eso.


Yo podría haberme ido con la sexy morena, y realmente podría haber ido a territorio desconocido con alguien muy audaz.


—Es noche de amigas. Sólo estás aquí por dos días. Estoy bien.


—Al demonio con ese cuento. Ve a buscarla.


Rachel vino a mi rescate:


—Me alegro de que conociste a alguien que pensabas que era caliente. Has sido siempre la que ha tenido este tipo de sonrisa feliz niña-relacionada. —Su propia sonrisa se desvaneció mientras reconsideraba mentalmente.


—Ahora que lo pienso, nunca te he visto con una sonrisa de niña felizmente relacionada.


Y con esa verdad tan claramente puesta sobre la mesa, cogí mi copa, haciendo caso omiso de la protesta de Marley por mi mala forma, y lo bebí. Era dulce, delicioso, y era justo lo que necesitaba para despejar mi cabeza de los problemas en Chicago y la hermosa desconocida en el bar. Arrastré mis amigas a la pista de baile.


En cuestión de segundos me sentí distinta, sin sentido, deliciosamente sin ataduras. Rachel y Marley rebotaban conmigo, cantando a gritos las canciones, perdida en la masa de cuerpos sudorosos que nos rodean. Yo quería que mi nueva actitud se quedara un poco más. Lejos de mi rutina, pude ver que no había disfrutado en exceso de actividades de la vida en Chicago correctamente. Sólo que aquí, con la canción fusionada del DJ, vi cómo me podría haber pasado todos mis años de existencia y juventud: bajo las luces, bailando en un pequeño vestido, conociendo a chicas que querían devorarme, viendo a mis amigas ser salvajes, descontroladas y jóvenes.


Yo no tendría que ir a vivir con mi novio cuando cumpliera dieciocho años.


Yo podría haber vivido una vida fuera del mundo recto y del estrecho patrón de funcionamiento que la sociedad espera.


Yo podría haber sido una auténtica chica feliz, en vez de ir vestida de punta en blanco mostrando su corazón al descubierto.


Por suerte para mí, no era demasiado tarde. Vi la sonrisa eufórica de Rachel y la devolví.


—Estoy tan contenta de que estés aquí —gritó sobre la música.


Empecé a responder con algo parecido, a gritar un juramento borracho de la amistad, pero justo detrás de Rachel, avisté que en las sombras fuera de la pista de baile, se encontraba mi sensual desconocida. Nuestros ojos se encontraron, y ninguna de las dos miró hacia otro lado.


Ella estaba tomando su whisky con un amigo, pero me di cuenta por la forma en que no se sorprendió, que parecía estar atrapada mirando, que había estado observando cada movimiento que hacía.


El efecto de este descubrimiento fue más potente que el alcohol. Esta sensación calienta cada centímetro de mi piel, grabando un agujero directamente a través de mí pecho y parte inferior: a la baja más allá de mis costillas, y profundamente en mi vientre.


Ella levantó su copa, bebió un sorbo y sonrió. Sentí que mis ojos en blanco se cerraban.


Quería bailar para ella.


Nunca en mi vida me había sentido tan sexy, tan completamente en control de lo que yo quería.


Me realicé intelectualmente a través de mi maestría y pronto tendría nuevos desafíos académicos, encontré un trabajo bien pagado, e incluso re-decorar mi casa en un presupuesto aceptable. Pero yo había estado viviendo una fantasía pasajera...Nunca me sentí como una mujer adulta como lo hice ahora, bailando como una loca con una hermosa latina desconocida de pie en las sombras, mirándome.


Este momento era exactamente lo que quería………..empezar de nuevo.


¿Qué significaría ser devorada? ¿Se refería, de manera explícita, ya que sonaba a su cabeza entre mis muslos, los brazos envueltos a mis caderas, sosteniéndome apasionadamente? O quiso decir sobre mí, recorriendo cada centímetro de piel, chupando mi boca y mi cuello... y mis pechos?


Una sonrisa se extendió por mi cara, mis brazos extendidos hacia el techo. Podía sentir el borde de mi vestido a marcha lenta hasta mis muslos y no me importaba.


Me pregunté si ella se dio cuenta.


Esperaba que ella se diera cuenta.


Si yo pensara que alejarme era lo mejor, hubiera desinflado el momento, así que no miré por encima de la gente buscándola de nuevo. Yo estaba acostumbrada al protocolo de coqueteo de bar, tal vez su atención durara cinco segundos completos, tal vez durara toda la noche.


No importaba.


Podía fingir que estaba allí en la oscuridad durante tanto tiempo como yo estuviese aquí, bajo las luces estroboscópicas en la pista. Yo había aprendido a no esperar mucho de la atención de Sam, pero con esta sexy chica, quería sus ojos ardiendo a través de mi piel donde mi corazón se agitaba desenfrenadamente.


Yo misma estaba perdida a merced de la música y los recuerdos de su mano en mi codo, con sus ojos oscuros y la palabra “devorar” siendo pronunciada de una forma tan sensual que me estremecía.


Devorar.


Una canción se terminó, y luego otra, y antes de que pudiera llegar a más, los brazos de Rachel estaban alrededor de mis hombros y ella se reía en mi oído, saltando arriba y abajo conmigo.


— ¡Tu has atraído una audiencia! —gritó tan alto por encima de la música que me estremecí, tirando hacia atrás.


Ella asintió con la cabeza a un lado, y sólo entonces me doy cuenta de que estábamos rodeadas por un grupo de chicas y chicos vestidos con ropas oscuras ajustadas y moliendo sugestivamente en el aire cerca de ellos. Mirando hacia atrás a Rachel, vi que su ojos eran brillantes y tan familiares, esta mujer “no tomar prisioneros” que había trabajado su camino a la cima de lo que ahora era una de las mayores empresas de medios del mundo y que sabía exactamente lo que quería decir que esta noche para mí. De repente, el aire frío se extendió por mi piel y la cabeza asomándome de nuevo la conciencia, todavía aturdida de que estaba realmente en la ciudad de Nueva York, en realidad empezaba de nuevo.


En realidad disfrutando.


Pero detrás de Rachel, las sombras eran oscuras y vacías, con ningún extraño mirándome.


Mi estómago se redujo un poco.


—Tengo que ir al aseo de damas —le dije.


Atravesé mi camino a través del círculo de personas, frente a la pista de baile, y seguí las indicaciones hacia el segundo piso, que era esencialmente un balcón con vistas a todo el club.


Caminé por un estrecho pasillo y llegué al baño, que era tan brillante que un pulso de dolor se disparó desde los ojos a la parte posterior de mi cabeza. La habitación estaba extrañamente vacía, y la música de abajo parecía que iba a venir bajo el agua.


Al salir, me arreglé el pelo, mentalmente choqué palmas conmigo misma por ponerme un vestido libre de arrugas y retoqué mi lápiz labial.


Salí de la puerta y………choqué derecha en una chica que se me hacía muy familiar.


Habíamos estado cerca en el bar, pero no tan cerca. No así con mi cara en su garganta, la fragancia de ella me rodea. No olía como ninguna de las personas en la pista de baile, inundado de colonia. Ella olía a sensualidad pura, y como un chica que sabe lo que quiere, y que también tenía un toque de whisky en sus labios.


—Hola, Pétalo.


—Hola, extraña.


—Estaba viéndote bailar, pequeño animal salvaje.


—Yo te vi. —Yo apenas podía respirar. Mis piernas se sentían inestables, como que no estaban seguras de si debe contraerse o volver a saltar rítmicamente rebotando por el suelo. Me mordí el labio inferior, reprimiendo una sonrisa. —Eres una mirona. ¿Por qué no has venido a bailar conmigo?


—Porque creo que más bien te gustaba ser vista en su lugar.


Tragué saliva, y mis ojos se abrían hacia ella e incapaz de apartar la mirada. No podría decir de qué color eran sus ojos.


En el bar había asumido marrón. Pero había algo más ligeramente brillante aquí en esta parte del club, justo por encima de las luces estroboscópicas. Algo subyugante con un atractivo imposible de resistir. No sólo me enteraba que ella estaba mirándome y eso me gustó…..había estado bailado exclusivamente a la fantasía de chica que siempre soñé para mí.


— ¿Te imaginas que me lo estabas poniendo difícil?


Parpadeé. Apenas podía mantenerme al día con su franqueza. Si las chicas como esta siempre existieron, que decían exactamente lo que ellas, y yo estábamos pensando sin sonar aterradora, o grosera o agresiva... ¿Cómo se manejaba?


—Wow —me quedé sin aliento —.¿Estabas. . . ?


Se agachó, tomó mi mano y la apretó con firmeza a donde estaba uno de sus pechos, ya podía sentir que ella se consumía en las llamas de la pasión igual que yo. Sin pensarlo demasiado, acurruqué mis dedos a su alrededor.


— Estas ardiendo, ¿esto es por verme bailar?


— ¿Siempre eres tan perfecta?


Si no hubiera estado tan estupefacta, me habría reído.


—Nunca.


Me estudió, con la sonrisa aún en sus ojos, pero sus labios fijos en algo más serio.


—Ven a casa conmigo.


Esta vez me hizo reír.


—No.


—Ven a mi coche.


—No hay manera de que me vaya de este club contigo.


Se inclinó y le dio un pequeño beso cuidadoso a mi hombro antes de decirme:


—Pero yo quiero tocarte.


No podía fingir que yo no quería, también. Estaba oscuro, con luces arrítmicas, y la música tan fuerte que parecía que secuestró mi pulso y buen juicio. ¿Qué daño puede venir de una noche loca?


Después de todo, Sam ya no pertenecía a mi presente y menos a mi futuro.


La llevé más allá de los servicios sanitarios, más abajo en el pasillo estrecho, a una pequeña alcoba abandonada con vistas a la cabina del DJ. Estábamos atrapadas en un callejón sin salida, apartadas en una esquina, pero de ninguna manera ocultas. Aparte de la pared que forma la parte posterior del club, el resto del espacio que nos rodeaba estaba abierto, y sólo una pared hasta la cintura de cristal nos impedía caer a la pista de baile contigua.


—Está bien…….. Tócame más aquí.



— ¿Qué es exactamente lo que ofreces?


Busqué sus ojos extrañamente retroiluminados que parecían tan divertidos por todo lo que le rodea. Miró normal, lo sensato para alguien que me siguió a través de un club y sin rodeos me dijo que quería tocarme. Me acordé de Sam, y como rara vez fuera de mantener las apariencias, quería mi tacto, mi conversación, mi nada.

¿Es esto lo que sucedió para él? ¿Una mujer lo apartó a un lado, se ofreció a sí misma, y que tomara lo que él quisiera antes de que pudiera volver a casa conmigo?


Mientras tanto, mi vida se había vuelto tan pequeña que apenas podía recordar cómo solía llenar las largas noches sola. Y ahora ¿es codicioso querer todo esto? ¿Una carrera para morirse, y un momento loco aquí y allá?


—No eres una psicópata, ¿verdad?


Riendo, se inclinó para besarme la mejilla.


—Tú me haces sentir un poco loca, pero no, no lo soy.


—Yo sólo. . . —Empecé, y luego miré hacia abajo. Apoyé la palma de la mano contra sus pechos. Su chaqueta negra era increíblemente suave como el tacto de su piel que me hacía perder la razón, pensé. Su vestido era de un precioso tono rojo que le quedaba perfectamente. Sus zapatos negros impecables. Todo en ella era detallista. —Sólo me acabo de mudar.


Parecía una explicación apropiada para lo mucho que mi mano temblaba contra ella.


—Y un momento como este no se siente muy seguro, ¿verdad?


Negué con la cabeza.


—No, en absoluto. —Pero luego me estiré, envolví una mano alrededor de la parte posterior de su cuello, y tiré de ella hacia mí. Se trasladó voluntariamente, inclinándose y sonriendo antes de que nuestros labios se tocaran. El beso fue del tipo perfecto de suave y del tipo perfecto de fuerza, con el whisky calentando sus labios contra los míos. Ella gimió un poco cuando abrí la boca y le dejé entrar, y la vibración me puso en llamas.


Quería sentir cada uno de sus suspiros.


—Sabes como el azúcar. ¿Cuál es tu nombre? —preguntó.


Con eso, sentí mi primer impulso real de pánico.


—Ningún nombre.


Se echó hacia atrás para mirarme, con las cejas avanzando poco a poco hacia arriba.


— ¿Cómo voy a llamarte?


—Lo que me has estado llamando.


— ¿Pétalo?


Asentí con la cabeza.


— ¿Y qué me llamarás tú cuando estés a punto de llegar? —Me dio otro pequeño beso.


Mi corazón se sacudió con fuerza en mi pecho ante la idea.


—No creo que importe lo que yo te llame, ¿verdad?


Se encogió de hombros, admitió:


—No supongo que no.


Tomé su mano y la llevé a mi cadera.


—He sido la única persona en darme un orgasmo el año pasado. —Moviendo los dedos en el borde de mi vestido, le susurré — ¿Puedes cambiar eso?


Podía sentir su sonrisa traviesa contra mi boca cuando ella se inclinó para besarme de nuevo.


— ¿Hablas en serio?


La idea de entregarme a esta ardiente morena en este oscuro rincón me asustó un poco, aunque no lo suficiente para cambiar de opinión.


—Lo digo en serio.


—Tienes problemas…….


—Te lo prometo, no los tengo.


Se echó hacia atrás lo suficiente como para examinar mis ojos. De ida y vuelta su mirada se movió hasta que sus ojos se curvaron en esa sonrisa divertida.


—El hecho de que no tienes idea de cómo salir. . .


Ella me dio la vuelta, me apretó la frente con el borde de la pared de cristal por lo que estaba mirando en el balcón por la masa de cuerpos agitándose continuamente. Las luces estroboscópicas pulsadas desde vigas de hierro que se extendía a través del club justo en frente de mí, iluminando el suelo abajo, manteniendo nuestra esquina de arriba prácticamente negra. El vapor comenzó a volar de los respiraderos en la pista de baile, que cubre los fiesteros hasta sus clavículas, y las olas rompían en la superficie mientras se movían a través de él.


Las yemas de los dedos de mi latina sexy tanteaban en el borde posterior de mi vestido, y luego se levantaron, deslizó una mano por la parte de atrás de mi ropa interior, por encima de mi espalda y entre las piernas hasta donde yo positivamente sufría por ella. Incluso con la posición de vulnerabilidad...no me avergüenza como me arqueé de nuevo en su mano, ya perdida.


—Estás empapado, cariño. ¿Cómo es, qué deseas? ¿La idea de que lo estamos haciendo aquí? ¿O que yo he visto que pensabas en mi todo el maldito tiempo que bailaste?


Yo no dije nada, demasiado asustada de lo que podría ser la respuesta, pero me quedé sin aliento cuando ella deslizó un largo dedo dentro de mí. Los pensamientos de lo que debo hacer empezaron a tornarse borrosos en los bordes mientras pensaba en la Brittany Susan Pierce aburrida de Chicago. Predecible Brittany Susan Pierce que siempre hizo lo que todos esperaban de ella.


Yo no quiero ser esa persona más.


Yo quería ser imprudente, salvaje y joven. Quería vivir por mí misma, por primera vez en mi vida.


—Eres una cosita pequeña, pero cuando estás así de caliente, estoy bastante segura de que podrías lograr todo lo que quisieras de mí. —Ella se rió con un beso que presionó en la parte de atrás de mi cuello, con su amplio dedo haciendo círculos en mi clítoris, burlándose y lento.


—Por favor —le susurré. No tenía ni idea de si me podía oír. Su rostro fue presionado a mi pelo, y yo podía sentir que ella estaba igual de agitada que yo, pero aparte de eso, no era consciente de nada más allá que sus ardientes caricias provocando estragos en mí.


—Tu piel es increíble. Especialmente aquí. —Me besó en el hombro. — ¿Sabías que la parte posterior de tu cuello es perfecto?


Me volví, le sonreí.


Sus ojos estaban muy abiertos y oscurecidos por la pasión, y cuando se encontraron con los míos, se curvaron en una sonrisa. Yo nunca había mirado a alguien tan de cerca a los ojos cuando me tocaban así y algo acerca de esta atractiva mujer, y esta noche, y esta ciudad, me hizo de inmediato ver que se trataba de la mejor decisión que había tomado nunca.


Querido Nueva York, Eres brillante. Mucha suerte con encontrar el amor verdadero, Brittany.


PD Esto definitivamente no es el hablar en estado alcoholizado.


—No tengo muchas oportunidades de ver la parte de atrás de mi cuello.


—Una pena, de verdad. —Ella apartó la mano y sentí un escalofrío leve donde sus cálidos dedos habían estado. Lentamente empezó a repartir delicadas y ardientes caricias en mi cuerpo a la vez que me besaba.


En cuanto me enfrentó a ella, nos giró, me apretó la espalda contra la pared y se inclinó para besarme, primero suave y luego más fuerte, más ávida. Cuando pensé que iba a perder el aliento, ella se alejó, chupando en mi mandíbula, la oreja, el cuello, donde el pulso martilleaba salvajemente. Mi vestido se había caído por mis muslos, pero sus dedos se burlaban en el borde, levantándolo lentamente.


—Alguien podría caminar por aquí —me recordó, dándome una última salida, incluso mientras bajaba mi bragas lo suficiente para que para saliera de ellas.


No me importaba. Ni siquiera un poco. Y puede que incluso una pequeña parte de mí quería que alguien paseara hasta aquí, para ver a esta perfecta morena tocarme así. Casi no podía pensar en otra cosa que en nada, sus manos recorrían delicada y tiernamente por sobre mis caderas, ¿cómo era posible que ella me provocara un mar de sentimientos contradictorios en este momento, donde predominaba mi creciente deseo por sentir su contacto?.


—No me importa.


—Estás borracha. ¿Demasiada borracha para esto? Quiero que recuerdes si te hago mía.


—Así que sea memorable.


Ella levantó mi pierna, exponiendo la piel desnuda para el fresco aire acondicionado que sopla justo por encima de nosotras, y engancha la rodilla alrededor de su cuerpo, por lo que estoy agradecida por este momento glorioso.


Rompo la pequeña distancia entre nosotras, le desabrochó lentamente el cierre de su vestido, empujándolo abajo lo suficiente abajo para liberarla y tener una vista exclusiva de ella para mí, mientras mis manos desesperadas no pueden evitar buscar sentir el roce de su piel adictiva, a la vez que sostienen su chaqueta negra como una especie de camuflaje por si nos descubren……..


—Mmmmm, Pétalo. Déjame conseguir esto.


Su vestido aún cuelga sobre sus caderas. Desde la parte posterior podría incluso parecen que estamos bailando, tal vez sólo un beso. Pero era consciente del latido desbocado de su corazón que latía en compás con el mío, y la realidad de la situación me hizo salvaje. Ella me iba a hacer suya, aquí, a la vista de la multitud abajo. En esa multitud había gente que me conocía Como Britt la Buena, Responsable Britt, Brittany Susan Pierce la ex de Sam Evans.


Nueva casa, nuevo trabajo, nueva vida. Nueva Brittany…….


Todo a mi alrededor se tornó como un oasis donde podía cumplir con cualquier fantasía mía. Yo quería que la sexy latina me hiciera suya de forma memorable pero también estaba un poco aterrada de lo que sucedería después.


—Eres candente —le espete.


Ella sonrió, parecía como una loba verdaderamente a punto de devorarme, y rápidamente me susurró al oído.


—Eso es lo mejor que se puede decir a una chica. Incluso podrías decirme que no estas segura de que esto se nos olvide.


—Dios. Voy a venirme en todo el puño si no dejas eso. —Sus manos temblaban un poco, con urgencia mientras descendía lentamente repartiendo besos en mi vientre plano.


— ¿Haces esto a menudo? —Le pregunté.


Ella estaba justo ahí, a punto contra mí foco de placer con ganas de ella, tenía su sonrisa seductora mientras me miraba a la cara.


— ¿Hacer qué? ¿Hacer mía a una hermosa mujer que no me diga su nombre y prefiere que lo hagamos en un pasillo público más que en un lugar que le corresponde como una cama o una limusina? —Empezó a jugar conmigo, dolorosamente lento y placentero en mi entrada que ansiaba todo de ella. La luz ardía en sus ojos, y Santo cielo, yo no creo que el sexo con desconocidas se suponía que era íntimo como éste momento sublime. Veo todas las reacciones cruzarle la cara. —No, Pétalo. Debo admitir que nunca he hecho esto.


Su voz era firme, y luego sus palabras cayeron porque estaba muy ocupada dándome niveles de placer hasta ahora desconocidos por mí, aquí en este Club caótico que vive y respira luces y música pulsante a nuestro alrededor, donde la gente pasa por delante inconscientes a sólo quince metros de distancia. Y sin embargo, todo mi mundo se reduce al lugar donde me llena, donde frota dulce y apasionadamente contra mi clítoris con cada movimiento, donde la piel cálida de sus manos provocan que vibre como nunca antes.


No había nada más que hablar, sólo pequeños empujes que me hacían suspirar entrecortadamente. El espacio entre nosotras, lo llenamos con sonidos suaves de alabanza y placer. Su mirada era indescriptible en este instante donde ambas nos tocábamos sin reservas, dejó de hacer maravillas con su boca en mí centro que clamaba por ella y pronto se vio recompensado con sus dedos en una hábil maniobra que por poco provoca un sonoro gemido; mientras todo esto sucedía me besaba sin descanso y su mano libre no perdió tiempo pues me acariciaba con fervor, para luego sostenerme contra ella por miedo a que podría caer sobre el borde o en otro lugar, no en una pista de baile, pero en un mundo en el que no me cansaba de estar tan expuesta, que mi placer sea tan visible para cualquier persona que mirara con dirección a nosotras, sobre todo a este fabulosa morena.


—Dios, eres preciosa. —Ella se echó hacia atrás, mirando hacia abajo, y aceleró un poco sus interminables y ardientes caricias. —No puedo dejar de observar tu piel perfecta, porque sé que jamás olvidaré este momento.


La luz está claramente de su lado, porque para mí que estaba a contraluz, sólo se ve la silueta de mi extraña. Yo no podía ver nada cuando miré hacia abajo, pero las sombras oscuras y la sugerencia de movimiento; ella contra mí, con sus labios adictivos besándome sin parar. Y, como para subrayar que realmente no hay nada que ver de todos modos, las luces se apagaron casi al negro como un perezoso anuncio de una nueva tanda de canciones en el club.


—Tomé este video tuyo bailando —susurró.


Pasó un momento, mucho antes de sus palabras queden registradas por encima de la sensación de lo que se mueve en mí.


— ¿Q-qué?


—Yo no sé porque, pero siento que este es el momento más correcto de mi vida. No voy a divulgar este video tuyo. Acabo. . . —Ella miró mi cara, lo que la frena lo suficiente presumiblemente para que yo pudiera pensar. —Estabas tan concentrada en lo que hacías. Quería recordarte. Maldita sea…….me siento como una adolescente que esta confesando sus pecados.


Tragué saliva, y se inclinó más cerca, besándome antes de preguntarle:


— ¿Es raro que me guste lo que hiciste?


Rió suavemente en mi boca. —Simplemente a disfrutar, ¿no? Me gustó tanto sentir tu piel contra la mía. Se que este instante es perfecto. No hay nada malo en ello.


Ella me levantó la otra pierna, envolviéndolas alrededor de su cintura, y luego, por el lapso de varios perfectos segundos en la oscuridad, comenzó a acelerar los movimientos de sus dedos. Rápida y urgente, soltó los más deliciosos gemidos y no habría ninguna duda de lo que estaba pasando, si alguien pasada por nuestro pequeño rincón de este balcón. Con ese pensamiento sólo, donde estábamos, lo que estábamos haciendo, y la posibilidad de que alguien podría ver a esta sexy mujer haciéndome suya, más o menos estaba perdida. Mi cabeza cayó hacia atrás contra la pared y pude sentir que la construcción en el vientre tan baja y pesada, se formó un conjunto de sensaciones indescriptibles rodando por mi espalda y luego fuera, explosionó a lo largo de mi cuerpo tan fuerte que grité, sin importarme ni un poco si alguien pudiera oírme. No miré. No lo hice, aunque tenga que ver su cara para saber que estaba viéndome venirme.


—Dios. —Sus caderas acompañaron los movimientos de su mano que me hacía perder la razón en un ritmo irregular y riguroso, luego ella se vino con un gemido bajo, con su mano libre apoyada en mis caderas.


Ella podría dejarme marcas, pensé. Y luego: espero que me marque todo lo que ella quiera.


Yo quería un recuerdo de esta noche……..lo que fue Brittany Susan Pierce cuando me solté, para diferenciar mejor la nueva vida que estaba tan decidida a tener de la antigua tan sólo los buenos recuerdos.


Ella se quedó quieta, apoyándose pesadamente contra mí, con los labios plantados suavemente contra mi cuello.


—Dios mío, rubia. Me has destrozado.


Podía sentir en mí las réplicas de su orgasmo, y yo quería que esto no se terminara nunca, y durará para toda la eternidad. Me imaginé como nos veíamos ante todo el club: una chica presionando a otra contra una pared, considerando la insinuación de sus piernas alrededor de sus caderas visibles en la oscuridad.


Su mano derecha acarició mi pierna desde el tobillo a la cadera, y luego con un gemido pequeño se besó cariñosamente en el cuello, me puso de pie, dio un paso atrás, y sacudió la cabeza en un gesto despreocupado.


Santo infierno, yo nunca había estado a punto de hacer algo tan loco, como lo que hicimos con Britt, donde todo era mágico……Mi sonrisa llenó toda mi cara y mis piernas temblaban casi hasta el punto del colapso.


No te asustes, Brittany…….No te alteres.


Fue perfecto. Todo esto había sido perfecto, pero tenía que terminar aquí. Hacerlo todo diferente.


No hay nombres, sin condiciones. No hay arrepentimientos.


Enderecé mi vestido, me estiré de puntillas para besar sus labios una vez.


—Eso fue increíble.


Ella asintió con la cabeza, tarareando un poco en el beso.


—Lo fue. ¿Entramos?


—Voy a bajar las escaleras. — Empecé a retroceder y le di un pequeño gesto de despedida.


Me miró, confundida.


—Estas...


—Bien. Estoy bien. ¿Estás bien?


Ella asintió con la cabeza, aturdida.


—Así que...gracias. —Con la adrenalina todavía zumbando en mis venas, me volví antes de que pudiera responder, y me fui dejándola allí de pie con las ganas de más momentos como el de hoy.


Minutos más tarde me encontré con Rachel y Marley, ambas listas para volver a casa. Del brazo salimos del club, y sólo después de que estábamos en la limusina, y yo volvía a vivir en silencio cada segundo de lo que acababa de pasar con esa extraña; pero, esa mujer poderosa y sexy no salía de mis pensamientos……….en ese momento recordé algo: le había dejado mi ropa interior en el suelo a sus pies, y el vídeo de mí bailando en su teléfono.






¿Y QUE LES PARECIÓ COMO COMENZÓ LA HISTORIA?.............