(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

Rachel canto con pasión y tristeza el tema que había preparado para la despedida de Finn. Todos se quebraron al verla llorar, Blaine tomo la mano de Kurt y no la dejo mas, la apretó con fuerza y no pudo evitar soltar también el llanto, aquello de “puedo hacerte feliz y cumplir tus sueños” interpretaba lo que sentía por él, lo que estaba dispuesto a hacer para que fuera feliz y para que sintiera cuanto lo amaba.
La otrora novia del mariscal de campo termino de cantar y lloro en medio del salón de coros, Míster Schuester se acerco a ella y la abrazo, así también lo hicieron Santana, Mike y Kurt, que soltó a Blaine y se puso de pie para abrazar a su amiga.
-Gracias chicos… —trato de decir Rachel— y lo siento…
-No Rachel, la idea de esta semana era expresar lo que sentíamos por Finn, y tú lo hiciste de manera sincera, como debe ser —contesto Will abrazándola y besándola en la cabeza.
-¡Demonios Berry tenias que hacerte de protagonista de nuevo! —dijo Santana abrazándola también.
-Lo siento —repitió sonriendo un poco.
-¿Estás bien?—pregunto Kurt acariciándole el pelo.
-Lo estoy… —respondió tomando aire— nadie puede sentirse mal si está rodeado de tanto amor —agrego acariciando a todos quienes la confortaban en ese momento.
-¿Vamos a algún lado?... sino empezare a llorar de nuevo y eso afecta mi personalidad, luego terminaremos siendo un trío de lesbianas sentimentales viviendo en Bushwick —sentencio Santana arreglándose el cabello y moviendo sus manos como si se sintiera acalorada.
-Claro… ¿tú puedes Kurt?
-Si… le diré a Blaine… —contesto volteándose y notando que su prometido no estaba en el salón, se había retirado de manera silenciosa como el resto  de los chicos.
-¿Dónde fue tu otra mitad?, porque si empiezas tu vida de casado no sabiendo donde esta… estamos mal "Lady Hummel".
-¿Te dijo que se iría? —pregunto Rachel sonándose y dirigiéndose  a los asientos.
-No…
-No me digas que ya no se van a casar, mira que ya le puse el ojo a un súper sexy vestido que usare ese día…
-Santana…—dijo Kurt mirando  hacia la salida.
-¿Qué?... Ok, no quiero más dramones, con el de Berry es suficiente, díganme… ¿Dónde vamos?
-No lo sé… ¿Kurt? —dijo Rachel limpiándose la nariz de nuevo.
-No lo sé… ¿al Lima Bean?
-Al Lima Bean entonces…  ahora voy a pegar estos carteles, los espero en la entrada de la escuela —dijo la chica tomando unas hojas desde abajo del asiento que había ocupado.
-¿Qué carteles son esos? —quiso saber Rachel dando unos suspiros.
-Son… ¿no los usaras para sonarte o sí? —dijo Santana haciendo como que se los mostraba pero se arrepentía en último minuto.
-NO… —contesto soltando una risa.
-Está bien… entonces puedes verlos —agrego la chica entregándole como una docena.
-¿U$10.000.000?... ¿estás segura?
-¿No crees que estas exagerando Santana?, con que amenaces a Puck nuevamente creo que bastara —dijo Kurt de pie cerca de sus amigas pero mirando hacia donde sabia y estaba Blaine.
-¿Por qué?
-Primero, porque tú no tienes esa cantidad y segundo ¿que tal si alguien te trae cualquier chaqueta diciendo que es la de Finn?
-Nadie puede engañarme, reconocería el olor de Hudson en cualquier lado… lo siento —dijo al darse cuenta lo que había dicho.
-Está bien… a mi me pasa lo mismo —dijo Rachel entregándole los carteles de recompensa.
-Y a mi…—agrego Kurt soltando un suspiro.
-Ok… ¡dije que no mas dramones! —exclamo Santana levantando sus brazos con papeles y todo— voy a hacer esto, los veo después “Wonder Twins”
-¡Alguien creerá en esos carteles Santana! —advirtió Kurt mientras la chica se retiraba haciendo gestos de menosprecio.
Rachel sonrió y volvió a sonarse, miro el salón de coros y lo vio más grande de algún modo, más extraño y más frio.
-¿No pasaras la tarde con tus padres? —dijo Kurt acercándose a ella.
-Si… los llame antes de venir, se supone y nos vamos el Domingo, no podría estar aquí sin estar con ellos un rato.
-¿Dónde te estás quedando?
-En casa de Santana, mi cuarto tiene tantas cosas que me recuerdan a él, que  al menos por ahora no quisiera dormir allí.
-Pensé que era por todo ese aire independiente que sacaste últimamente —dijo Kurt haciendo un ademan con sus hombros como de alguien que presume de una situación.
-No es un aire… es algo real…—respondió arreglándose le flequillo.
-Estoy seguro y trataran de convencerte con lo de la renta.
-También lo creo… pero solo puedo aceptar que paguen mi mensualidad en NYADA, lo otro debo hacerlo por misma—insistió Rachel moviendo sus brazos hacia adelante, como si de esa forma se forjara el camino de la emancipación paternal.
-En especial ahora que serás una gran estrella de Broadway…
-“Una gran estrella”… ¿sabías que Finn me regalo una estrella?
-¿De cartón y papel metálico?
-No… una estrella, estrella —corrigió Rachel haciendo una estrella imaginaria con sus dedos y luego apuntando al cielo.
-¿De verdad?
-Así es… bautizo una estrella con su nombre, “Finn Hudson”
-¿No debería haber sido al contrario? —pregunto Kurt empequeñeciendo sus ojos como si aquello fuera lo más errado del mundo.
-No… porque me dijo que ya existía una estrella llamada Rachel Berry y esa estaba justo aquí en la tierra y que brillaba más que ninguna… —explico soltando un par de lagrimas que seco con su pañuelo— y que con eso se aseguraba además, que si me sentía sola podía mirar al cielo y estar segura que él me estaría cuidando desde arriba…
-Estoy seguro que es así… —agrego Kurt acariciándole la espalda
-También yo… aunque me advirtió que solo seria cuando fuera de noche por cierto —dijo Rachel riendo con ganas.
-Tenía sus momentos ¿verdad?
-Pues si…—dijo volviendo a reír— Ok… no mas lagrimas, tengo que ir a recoger algo que mande a hacer… ¿me acompañas? —pidió levantándose.
-Claro, pero primero tengo que ir a buscar a Blaine.
-¿Está todo bien?
-Lo está… no sé muy bien cómo comportarme ante todo esto, pero él lo entiende, lo que es lo más genial del mundo.
-Sabía que habría un final feliz para ustedes.
-¿Si?... yo también como que me lo esperaba…
-¿Sabes donde esta? —quiso saber Rachel acercándose para despedirse.
-Lo sé…—respondió dándole un abrazo y quedando con su amiga de verse en la entrada de la escuela para ir al Lima Bean con Santana como habían quedado.

-¿Sabías que cuando tus problemas con Finn se volvieron evidentes le pedí que hablara contigo? —dijo Kurt entrando en los vestidores, donde Blaine se encontraba sentado en una de las bancas con su espalda apoyada en la pizarra de instrucciones de  Shannon y su mirada perdida en las pequeñas ventanas  que entregaban luz al lugar. Unos tímidos rayos de sol le iluminaban el rostro y sus ojos parecían más infinitos que nunca.
-¿Cómo sabias que estaba aquí?—pregunto mirándolo.
-Porque  te lo dije, soy un novio/prometido extraordinario y se como piensas antes que tú mismo lo sepas, porque  es donde los muchachos vienen a refirmar su hombría mediante el ejercicio y la plática fraternal, porque aquí pasaste buenos momentos con Finn y por ultimo porque este lugar no pasa inadvertido para nadie que posea una nariz.
-No puedo decir nada en contra de eso… —respondió Blaine sonriendo apenas.
-Recuerdo también —siguió contando Kurt, mientras daba unos pasos en dirección a su prometido — que cuando casi te fuiste a las manos con Sam, le pedí que arreglara la situación, porque no podía suceder algo así en nuestro grupo.
-¿Estabas preocupado por mi situación?
-¡Por supuesto que no!... lo hice porque te necesitábamos para la competencia y ganar era lo que más me importaba en ese instante —corrigió Kurt sonriendo.
-Tampoco puedo decir nada en contra de eso…
-El asunto es que hablo contigo y ustedes arreglaron sus diferencias, así como también tú arreglaste las tuyas con Sam y eso, es solo una prueba más de que todo mejora con el tiempo, por lo tanto, esas lágrimas que se estuviste derramando y las que he derramado yo, se que se acabaran en algún momento.
-No estaba llorando…
-Blaine…
-Ok…  lo siento, no quise desarmarme, sé que no tengo tanto derecho como tú y Rachel…
-¿De qué estás hablando?... ¿Por qué dices eso? —quiso saber Kurt poniendo cara de asco al tener que sentarse en una de las bancas de los vestidores, como si todo estuviera cubierto del sudor de alguien.
-Porque si… porque… mi deber es cuidarte, no ser un problema más —contesto como queriendo llorar de nuevo
-Tu único  deber es ser tú… —dijo Kurt poniéndole una mano en la rodilla.
-No… tu no entiendes —dijo levantándose de pronto— Kurt… yo daría todo, todo lo soy, todo lo que tengo… para que tu no tuvieras que estar pasando por esto…—agrego con tristeza— verte sufrir es… me quiebra el corazón un poco y me duele más que cualquier cosa que pudiera pasarme a mi —concluyo apoyándose en los casilleros con tanta fuerza que su cabeza dio una especie de rebote.
-¿Y crees que yo no sé eso?, cada cosa que has hecho este último mes me ha confortado más que cualquier cita con el mejor de los sicólogos especialistas en duelo que puedan existir en mundo.
-Lo hago porque te amo…
-Lo sé… —respondió tomándole la cara para besarlo en al frente, las mejillas y los labios— tu honestidad y entrega hacia mí, son dos de las muchas cosas por las que te amo…—explico juntando su frente con la de él— dentro de mis top 10 debo decir—añadió apartándose un poco sonriendo
Blaine sonrió de vuelta, lo abrazo y luego le tomo la cara para besarlo, Kurt sacio su necesidad y le sonrió de vuelta.
-Finn te quería mucho… espero y lo sepas, no al principio y no cuando paso lo que paso entre nosotros, pero después… —dijo sentándose con él en una de las bancas— no sé que le hiciste pero siempre se puso de tu parte, diciéndome que te diera una segunda oportunidad y llamando “Alan” a Adam…
-Esa es buena dijera quien la dijera —dijo Blaine recordando aquello.
-Pues no lo es cuando tienes dos en contra… porque tener a mi Papá y a él de tu parte era bastante irritante—agrego quitándole las lagrimas.
-Nunca le pedí que se pusiera de mi parte… debió ser luego del musical… además fue Sam quien intervino a mi favor —contesto Blaine limpiándose la nariz.
-¿Te sientes mejor?...
-Contigo siempre estoy mejor…
-Eso espero… ¿sabes que con Rachel y Santana pensamos ir al Lima Bean?, ya sabes para llenarnos de cafeína y chocolate… y dejar los dramas un instante ¿quieres ir?
-Claro…—dijo estirando ambos brazos, como si necesitara que Kurt lo ayudara a levantarse, este le tomo ambas manos y lo empujo hacia adelante— ¿Qué más hay dentro de tus top 10?
-¿Cómo?...
-Mencionaste que tienes 10 razones para amarme… ¿Cuáles son?
-Yo nuca dije eso Blaine Anderson, futuro Hummel… —afirmo avanzando a la salida de los vestidores
-Ok…
-Lo que dije… —añadió volteándose y arrimándose a él— es que dentro de las muchas razones que tengo para amarte, que son mucho más de 10 por cierto, tu honestidad y entrega están en mis top 10… en las que también incluyo, tu sonrisa, tus ojos, tus pestañas ridículamente perfectas, tus manos y un par de cosas que por respeto al pudor y a los menores de edad que deambulan por estos lados, no mencionare.
-¿Nunca?...
-¿En nuestra noche de bodas tal vez?...  esa es la ocasión propicia…
-Te cobrare la palabra, espero y lo sepas.
-Hazlo…
-Gracias Kurt…
-Es mi trabajo no privar al mundo de esto —respondió señalando la sonrisa—¿al Lima Bean?—añadió Kurt estirando su brazo.
-A Lima Bean…—contesto Blaine cogiéndole la mano.

-¿Dónde estás?... ¿Estás en la cafetería?
-No —dijo Kurt tomando su teléfono y haciendo un paneo con la cámara por todo su alrededor.
-¿Donde?—pregunto Blaine que estaba en su cama, listo para dormir.
-No estoy en la cafetería, hoy no tenía que trabajar… ¿de verdad no reconoces este lugar?—respondió Kurt haciendo el mismo movimiento hacia el otro lado.
-Estas… ¿Esperando tu maquina favorita en la lavandería de la salida del subterráneo?
-¡No!... vamos si sabes dónde estoy… —insistió poniendo cara de niño malcriado.
-Te juro y no lo sé… es un restaurante pero… —contesto Blaine acercando sus ojos a la pantalla para ver si descifraba lo que Kurt le insistía.
-Ok… te lo diré… estoy en la cafetería pequeñita que esta a una cuadra del departamento.
-¿Dónde fuimos a desayunar?
-¿Viste que te acordabas?... la misma.
-¿No deberías estar durmiendo?, ¿o presto a dormir?
-Debería…
-Pero…
-Pero… Santana tiene una cita con Danielle y requería privacidad, por lo tanto tuve que salir del departamento, y como no quería bajo ninguna circunstancia perderme esta nuestra cita tecnológica… decidí venir a este sitio —explico Kurt mirando a su alrededor.
-¿No podrías haber subido a la azotea?
-¿Y perderme el WI-FI gratis?, ¡de ningún modo Blaine Anderson futuro Hummel!
-Claro… ¿No podrás entrar al departamento en toda la noche?
-Podre, si lo hago con disimulo y dentro de un par de  horas —contesto Kurt como si leyera una ordenanza municipal.
-¿Es una regla de convivencia?
-Por cierto que lo es… entre los tres acordamos que si alguien necesitaba el departamento lo pedía con anticipación, cada quien tiene la posibilidad de “expulsar” al resto una vez a la semana.
-¿Qué hay de Rachel?
-Está en el teatro…
-¿Ya está con lo de la obra?
-Claro, en la revisión de la escenografía, las utilerías, iluminación, el vestuario, ese tipo de cosas… gracias—dijo Kurt a la camarera que le traía un café y un par de masas dulces.
-¿Tuviste que ordenar algo?
-Por supuesto, sino no podría estar hablando contigo.
-Entonces la Wi-Fi no es tan gratuita….
-Creo que tienes razón… —contesto sonriendo mientras ponía azúcar a su café.
-¿Rachel Tampoco podrá entrar?
-¿Dónde?
-Al departamento…
-¡Ah!... Tampoco —contesto haciendo el gesto de no.
-¿Cómo distribuyen los turnos?… por así decirlo.
-Pues como te dije —agrego Kurt dando un sorbo a su café— cada quien tiene derecho a pedir un día en la semana, yo me quedaría con el miércoles, solo por el placer de estar solo un instante.
-¿Ya lo reservaste?—quiso saber Blaine mientras arreglaba las almohadas tras su cabeza.
-No… estoy bromeando… si quiero estar solo hay miles de lugares en la ciudad donde puedo hacerlo.
-¿Qué tal si reservas el viernes?
-¿Por qué?
-Adivina tu ahora…—dijo sonriéndole a la cámara.
-¿Acaso….?
Blaine sonrió con más ganas como si le encantara la cara que Kurt ponía cuando se sorprendía con algo.
-¿Adivinas?…
-¿Conseguiste financiamiento?
-¡Conseguí financiamiento!, por lo tanto me tendrás allí el siguiente fin de semana… ¿qué te parece?
-¡Me parece perfecto!... ¿Cómo conseguiste para viajar?
-Usando mi encantador poder de estudiante de último año con mis Padres, recordándoles que después de la graduación ya no me verán más y ese tipo de cosas.
-¿Cómo que no te verán más? ¿Olvidas el súper compromiso que nos espera? —advirtió Kurt enseñando su anillo.
-Por supuesto que no lo olvido y obvio que me verán, pero tuve que agrandar la situación para que el financiamiento valiera la pena.
-¡Ah!… bien… ya me iba a comenzar a dar algo…
-¿Qué crees?, ¿qué te iba pedir matrimonio y después me olvidaría de ti?
-Puede ser… cosas raras pasan en Lima Ohio.
-Pues yo vivo en Westerville y en Westerville no pasan cosas raras… en realidad no pasa nada nunca, lo que resulta bastante aburrido…
-Pero es una ciudad elegante y ordenada, cosa que no se puede decir de la que me vio crecer.
-Demasiado ordenada a mi parecer, le falta despeinarse un poco, brindarle aventuras a sus habitantes.
-Bueno deberías de pensar en todas las aventuras que tenemos por delante…
-¿Cómo ingeniarnos para costear una boda? o ¿las reglas que tendremos para criar a nuestros hijos?
-Por nombrar algunas…—dijo Kurt dando una mascada a uno de sus dulces.





Enero de 2035


-¡Todos los canales hablan en alemán! —dijo Lizzie mientras cambiaba la televisión acostada de barriga en la cama de sus padres en el  “Radisson Blu Hotel” de Berlín.
-Eso… —dijo Kurt quitándole el control remoto y dándole un golpe suave con él en la cabeza— es porque estamos en Alemania Lizzie Anderson.
-¡Ayer!... no, ¡antes de ayer!, estuvimos en Francia y habían canales que hablaban ingles... ¿por que aquí no? —insistió la chica volviendo a encender el televisor.
-Eso… —repitió Kurt— es porque Francia es Francia… además, ¿tú no deberías estar en tu cuarto preparando ese reporte que debes entregar en cuanto lleguemos a New York?
-¿Cuándo nos vamos?
-El  martes en la noche… se supone y tú hermano o hermana nacerá la semana entrante, por lo que debemos regresar antes esa fecha…
-¡Listo! —dijo Blaine entrando en la habitación— está todo arreglado, la limusina los llevara a la Arena “Max-Schmeling-Halle” dos horas antes del concierto… me dijeron que está agotado el de esta noche y el de mañana.
-¡Qué maravilla! —exclamo Kurt acercándosele para besarlo— Estoy más que orgulloso de ti...—le murmuro al oído antes de apartarse.
-“Papáblen”, ¿cierto que en Francia habían canales en ingles?… aquí solo hay alemanes, y francamente no se entiende nada.
-Bueno, eso debe ser porque Francia es Francia —respondió de la misma manera que Kurt lo hiciera minutos antes.
Lizzie entorno los ojos y volvió a cambiar de posición en la cama.
-Princesa, ¿no tenias un reporte que terminar?
-Es lo que le dije yo —advirtió Kurt al tiempo que chequeaba su teléfono.
-Ay, pero si tengo tiempo, solo me faltan las conclusiones y ya sé que voy a poner… lo tengo todo aquí —explico la chica señalando su cabeza.
-¿En tu cabello?, porque si es así, tardaras en encontrarlo —dijo Kurt poniendo cara de complicación como lo hacía siempre que hablaba de los rizos desordenados de Lizzie.
-No…—respondió alargando al “o”— además Henry esta aquí también —añadió dándose una vuelta en la cama para señalar a su hermano.
-Pero yo no tengo tarea que hacer, solo debía leer un libro que ya termine… “emmm”… “¿Papáblen?”... —agrego el chico un poco impactado por lo que estaba viendo a través de la ventana.
-¿Qué sucede Henry?
-Hay… hay una chica allá abajo, que se está desvistiendo.
-¡QUE! —grito Lizzie poniéndose de pie de un salto para dirigirse  a la ventana— ¡vaya si está loca! —agrego mirando el espectáculo que ofrecía la no tan adolescente fan de Blaine.
-¡Por Dios! —dijo Kurt llegando a la ventana— hijo, tu no mires —añadió tapándole los ojos  a Henry.
-¡QUE!... ¡Papá!... ¿Cuántos años crees que tengo?—respondió el chico sonriendo.
-No lo sé… ¿ocho? —respondió Kurt con su boca abierta de pura sorpresa ante el espectáculo que brindaba la fan enloquecida.
-¡Papá!...—exclamo Henry soltando una risa tan dulce que para quien la escuchara, resultaría inevitable pensar que  de verdad tenía ocho años. Se zafo de su padre y  termino por moverse hacia un costado.
-¡Que cosa tan loca! —opino Blaine al ver a su fanática que se había quitado la camiseta para mostrar su panza rayada con marcador negro con las palabras “Te amo Blaine Anderson”
-¡Que cosas se ven en este país! —opino Lizzie divertida al tiempo que se subía a la cama nuevamente dando un salto como de gimnasta.
-Debe ser la cerveza —opino Henry mientras miraba a la fanática— ¡ahora hay dos! —añadió apuntando.
-O tantos tipos de salchicha… —añadió Kurt insistiendo en tapar los ojos de su hijo.
-O Hitler…—concluyo Henry soltando una risa como ahogada.
-Definitivamente es algo entre todas esas opciones… —dijo Blaine abrazando a Kurt desde atrás— ¿hablaste con el doctor estos días? —pregunto besándole el cuello.
-No… debió llamarnos antes de ayer, pero tal vez lo hizo cuando veníamos en el avión—respondió moviendo su cabeza hacia un lado, como si fuera extra necesario expandir su cuello para recibir más besos.
-Tal vez…—dijo Blaine aprovechando la amplitud brindada por su esposo.
-¿Por qué no quisieron saber el sexo de nuestro hermanito? —pregunto Henry con un ojo en sus padres y el otro en las chicas alocadas de la calle que cada vez se quitaban mas ropa— ¡Tres! —agrego riendo.
-Porque… —dijo Blaine soltando a Kurt como si le diera una vuelta en un baile— como con ustedes supimos todo con anterioridad —agrego apuntando a sus hijos— quisimos que nuestro tercer y último hijo fuera una total y absoluta sorpresa.
-Yo espero y sea una “Allie”… ya hay muchos hombres en esta familia —sentencio Lizzie que ahora veía la televisión con la cabeza colgando en el final de la cama.
-Es mejor que sea un “Noah”, así  seremos cuatro contra ti hermanita —dijo Henry aun parado en la ventana que daba hacia la calle, totalmente distraído por las chicas que parecían y no tenían ningún pudor.
-Sea lo que sea, será amado y bienvenido en nuestra familia —afirmo Blaine mirando a sus hijos y perdiéndose en los ojos de su esposo. Este le devolvió una sonrisa seguida de un suspiro hondo y largo.
-¿Cenaremos aquí? —quiso saber Lizzie que se había olvidado de la programación en alemán y comenzaba  a hacer una especie de ejercicio levantando y bajando las piernas en la cama.
-¿Aquí?, ¿te refieres al cuarto que es exclusivamente para tus padres? —quiso saber Kurt tratando de atraparle los pies.
-¡Obvio!
-Pues no… bajaremos y comeremos en una mesa como personas civilizadas, hable con el gerente cuando nos dio la bienvenida y le pedí un lugar privado para que cenáramos esta noche.
-¿Cuándo sucedió eso? —quiso saber Blaine.
-Cuando llegamos y tú te fuiste al “Max-Schmeling-Halle” para la prueba de sonido —respondió Kurt dándole un toque en la nariz.
-Genial…
-¿Te reconoció Papá?
-Lo hizo, al parecer es un maniático de las obras de Broadway, además… estar casado con Blaine Anderson… es algo que nadie pude pasar por alto —agrego Kurt sonriéndole a Blaine mientras iba por su teléfono que vibraba sobre una de las mesas de noche.
-¡LAS CHICAS ESTAN DESNUDAS! —exclamo Henry apuntando hacia la calle y riendo entre avergonzado y divertido.
-¡Ya quítate de la ventana Henry! —añadió Kurt antes de contestar. Tomo su teléfono y trato de escuchar lo que le decían del otro lado, se tapo el oído contario  y se arrimo hacia la entrada del baño. Blaine lo miro y supo de inmediato que algo sucedía, lo vio hacer gestos de sorpresa y sonreír al mismo tiempo.
-¿Qué sucede?, ¿quién llamo?
-Era el Doctor Jacobs…
-¡El Doctor!... sucedió algo con nuestra hermana...
-¡Hermano!... —corrigió Henry acercándose a sus padres.
-¿Kurt?...
-El doctor me dijo que el parto se adelanto.
-¡En serio! —exclamo Lizzie con sus manos en la boca.
-¿Se adelanto?... ¿Cómo que se adelanto? ¿acaso ya nació? —quiso saber Blaine.
-No, nada de eso… dijo que la persona entro en trabajo de parto, que está sucediendo todo de manera lenta, pero que definitivamente nacería hoy… ¿Qué hora es allá?
-Las 9… —contestaron sus hijos
-Eso…
-Pero Kurt… ¿Qué es lo que haremos?...
-No lo sé…
-Tal vez pueda… no se… suspender los conciertos… ¡eso!... hablare con la productora para decir que suspenderé los conciertos hasta nuevo aviso, así nos vamos de inmediato de regreso a New York… no habrá problema, la gente lo hace todo tiempo…—dijo Blaine tocándose los bolsillos como si buscara algo.
-Blaine no puedes suspender tus conciertos… acabas de decir que están agotadas las entradas, sabes que no quieres decepcionar a tus fans…
-Pero es nuestro hijo… es más importante que cualquier cosa.
-“Papáblen”… el Papá tiene razón… estos son los últimos conciertos de tu gira, no te lo perdonaras si la terminas así…
-Opino igual a que Henry, “Papáblen”, nada de suspender… los Anderson-Hummel no suspenden nada —dijo Lizzie como si ese fuera el lema escrito en el escudo familiar.
Blaine se sentó en el final de la cama y se tomo al cabeza, como indeciso a qué hacer. Kurt miro a Henry y a Lizzie y les pidió con un gesto que salieran un momento. Henry acepto de inmediato y Lizzie salió a regañadientes casi tirada  de los brazos por su hermano mayor.
-Blaine…—dijo Kurt agachado en frente de él— no podemos dejar que nuestro bebé nazca solo, o que este en el hospital hasta que regresemos el martes.
-¿No te dijo si teníamos tiempo?... no se… tal vez alcanzamos a ir y volver…
-Como te dije, menciono que todo iba muy lento que podían ser un par de horas, así como siete u ocho…
-Entonces… ¿Qué sugieres que hagamos?
-Sugiero que… yo podría irme con los niños de vuelta a New York, y tú te nos unes luego de tu concierto del sábado… después de todo íbamos a quedarnos un par de días extras solo para turistear… ¿Qué opinas?— termino de decir mientras se acomodaba entre las piernas de su esposo.
-No quiero que viajes solo…
-No estaré solo… estaré con Henry y con Lizzie, además me asegurare de llamar a Julianna en cuanto ponga un pie en el aeropuerto, o más bien en cuanto el avión ponga una rueda en el aeropuerto— explico sonriendo mientras le acariciaba los muslos.
-Quisiera ir Kurt… es… es nuestro hijo… seria al único a quien no acompañaría desde el nacimiento.
-Blaine… el no sabrá eso…
-Pero yo si… —dijo desordenándose el pelo.
-Te diré una cosa… yo me voy y tú te quedas con nuestros hijos, así te acompañan en los conciertos, como lo hemos hecho desde el día uno.
-No… te dije que no quiero que viajes solo, ni que estés solo con el bebé en la casa…
-¿Estas dudando de mis habilidades Blaine Devon Anderson-Hummel?, porque te advierto que aunque hace 13 años que no tengo un bebé en los brazos, mis dotes de padre siguen intactos.
-Eso no lo dudo…—dijo Blaine sonriendo como si estuviera frente a sus fans la noche del concierto— ¿te das cuenta que nuestro hijos han elegido los peores días para nacer?, ¡de verdad! —insistió al ver que Kurt negaba con la cabeza como si aquello fuera una necedad— piénsalo, primero Henry, nace el día antes que yo tengo que firmar mi primer contrato y tu no pudiste acompañarme, luego Lizzie nace mientras estábamos en una comida de celebración, con lluvia y todo y ahora… ¡Noah o Allie interrumpe nuestra gira!
-Es casi como si se hubieran puesto de acuerdo para arruinarnos la vida… ¿verdad?—dijo Kurt irguiéndose un poco para darle un beso— dime qué opinas…
-Creo… creo que tienes razón, sería una estupidez y una falta de profesionalismo si suspendo los conciertos… y la idea que viajes tu con los chicos es perfecta… es solo que…
-¿Es la primera vez en casi 20 años que estaremos separados? —se adelanto en decir Kurt poniéndose de pie y sentándose junto a él a los pies de la cama.
-Así es… —respondió Blaine apoyando su cabeza en el hombro de su esposo— y más aún, es la primera vez que estaremos en continentes diferentes.
-Pero serán solo dos días… y lo mejor de todo es que cuando llegues a nuestra casa, tendremos en nuestros brazos a la pequeña “Allie” o al pequeño “Noah”.
-¿Por qué asumes que será pequeño?... ¿qué tal si hereda tu estatura?
-Puede ser… pero deseo que herede más cosas de ti que de mí….
-Como mi súper magnetismo sexual —dijo Blaine creyéndose héroe de batalla.
-Lo que sea menos tu cabello…
-¡Oye!... Lizzie lo lleva con estilo y dignidad.
-Eso es verdad… —dijo mirándose en los ojos de su esposo— ¿viajo entonces?
-Si… ve a por nuestro hijo… —respondió Blaine dándole la aprobación con tres palmadas en la pierna.
-¡Nacerá nuestro hijo!... —exclamo Kurt emocionándose como si recién cayera en la cuenta de aquello.
-¡Nuestro tercer hijo!… —agrego Blaine poniéndose de pie también— Me encanta verte sonreír… —añadió abrazándolo.
-Tengo razones para ello —respondió dándole un beso y apartándose para comenzar a arreglar sus cosas—…. ¿no te preocupes de acuerdo?
-No lo hare…
-Bien… me llevare esta maleta y asumo y los chicos tienen sin desarmar las de ellos.
Kurt comenzó a arreglar todo, llamo a sus hijos y les dijo lo que harían, ambos reaccionaron con sorpresa recordando que como familia nunca se habían separado tanto tiempo, argumentaron quedarse y que por qué no dejaban al bebe en el hospital unos días, “no le hará daño” dijo Lizzie como solución al problema.
Kurt llamo a Helen y esta le consiguió pasajes para esa misma tarde, le pidió además que se pusiera de acuerdo con Julianna para entrar al departamento y coger el bolso con la ropa y las cosas que necesitaría el nuevo bebé y se lo enviara en el auto que los recogería en el aeropuerto en New York.

-Tengan cuidado… ¿de acuerdo? —dijo Blaine acompañándolos hasta una de las salidas del hotel.
-Lo tendremos… ¡Lizzie! —exclamo Kurt al ver que su hija comenzaba a distraerse con la mascota de uno de los huéspedes.
-¡Sí!... —respondió la chica acercándose a Blaine— adiós “Papáblen”… que tengas un súper concierto… ¿no quieres que me quede?
-No Princesa, tu Papá te necesita más… pórtate bien, ¿de acuerdo? —advirtió dándole un beso y un abrazo
-¿Cuando no lo he hecho?  —dijo la chica poniendo caras.
-Ve… y ayuda a tu Papá con todo —añadió Blaine.
-¡Lo hare! —dijo moviendo su brazo y subiéndose al auto.
-“Papáblen”… ten cuidado… —dijo Henry dándole un abrazo largo y apretado— que todo salga bien y recuerda cantar mi canción.
-La cantare hijo… Henry… cuida a tu hermana y a tu Papá por mi… ¿bueno?
-Cuenta con ello… —respondió subiéndose por la puerta contraria a la de su hermana.
-Listo… —dijo Kurt ubicándose enfrente de su esposo— no te preocupes, ni por mí, ni por nada, tu concéntrate en el concierto, estaremos bien.
-Ok… —contesto Blaine— ¡Ay que estupidez!… —añadió abrazándolo con fuerza— estoy reaccionando como si no fuese a verte en un año….
-Solo serán dos días —insistió Kurt recorriéndole la espalda.
-Lo sé…
-¿Qué necesito decirte?... ¡ah!...  tu ropa para el concierto está en el “porta trajes” verde recuérdalo, puse también tus hojas de partitura en blanco en el bolsillo de afuera de la maleta grande y… hay que cancelar la cena de esta noche… pero no olvides comer algo…
-Recordare todo eso… llámame…
-Lo hare, en cuanto aterrice y en cuanto llegue al hospital…—dijo abrazándolo de nuevo— haz que este sea tu mejor concierto… ¿ok? —agrego Kurt acariciándole la cara— ¿Qué tal tu alemán?
-Bien… —respondió mirando al cielo como recordando lo que había ensayado para ese concierto en particular — “Gute Nacht Berlin!, Seid ihr bereit für den Auftritt ihres Lebens?” — dijo extra pronunciando.
-No tengo idea que dijiste, pero sonó súper sexy… me gustaría escuchar mas en nuestra alcoba— le dijo Kurt cerca del oído.
-Ok…
-Nos vemos…
-Llama a Julianna cuando llegues con el bebé  a la casa.
-La llamare… adiós —dijo besándolo.
-Adiós…
-Y… ¡aléjate de esas chicas exhibicionistas! —exclamo antes de subirse al auto.
Blaine le sonrió y le hizo un gesto de adiós con su mano, no sabía porque pero sentía que de verdad iban a estar apartados por un millón de años. Tomo aire y trato de componerse, después de todo,  debía de estar en la Arena en un par de horas y dar un concierto ante 10.000 personas.

El vuelo de casi ocho horas entre Berlín y New York fue sin problema alguno. Kurt tomo a Lizzie de la mano y Henry se adelanto a la salida para buscar el auto que Helen les tenía preparado en el aeropuerto. Sin temor a parecer una real “Diva”, Kurt paso por delante de los periodistas que siempre estaban en el aeropuerto sin hacerles caso alguno a pesar que le tomaron fotos y le preguntaban si estaba solo porque su matrimonio se había acabado.
-¿Estás bien Papá? —pregunto Henry una vez que se subieron al auto.
-Lo estoy hijo… ¿tu “Papáblen” ya habrá empezado el concierto?
-Lo más probable… mira deje el reloj con la hora de allá… son las 10 de la noche… así es que —explico Henry enseñando su muñeca.
-Ok… entonces no lo llamare ahora, sino que cuando estemos en el hospital, ya habrá acabado para entonces —explico revisando el bolso con las cosas del bebé.
-¿Nos iremos directo al hospital?—pregunto Lizzie bebiendo de una soda en lata.
-¿Qué creen ustedes?... ¿prefieren ir a la casa primero?
-No Papá, vamos directo… tal vez mejor deberías llamar al doctor.
-Eso… gracias hijo.
Kurt llamo al Doctor Jacobs y este le explico cómo iba el proceso, al parecer estaba a tiempo de llegar al hospital antes que naciera su tercer su hijo.
Una vez allí se sentó con los chicos en la sala de espera. Lizzie se cambiaba de asiento cada tres segundos y de posición en la silla cada cuatro. Henry manipulaba su teléfono y Kurt chequeaba la hora que debía ser en Alemania en el reloj de pulsera de su hijo, pensando en lo que estaría haciendo Blaine, que canción debería estar cantando y si las chicas alocadas terminarían por subirse desnudas con un par de cervezas al escenario.
-¡Doctor Jacobs!—dijo levantándose y alzando sus manos.
-Señor Hummel, pudo llegar… ¿Cómo esta?
-Dígame Usted…
-Pues todo va bien, trasladaron a la persona a la sala de partos, por lo que el nacimiento de su bebé será en los próximos minutos.
-¿Qué paso?... ¿ya nació?... estoy un poco aburrida —dijo Lizzie enchuecando su boca.
-No hija aun no…
-¿Esta es Lizzie? —pregunto el doctor mirándola por sobre sus lentes de lectura.
-Así es…—contesto Kurt sonriendo y abrazándola por la cintura, como si presumiera de ella frente a todos.
-¡Vaya chica!… estas igual que cuando te recibí en este mismo hospital… incluyendo tu cabello —dijo el Doctor Jacobs señalando su propia cabeza.
-Tan loco como ella, el es Henry, asumo y lo recuerda también… —dijo Kurt haciéndole una seña a su hijo para que se acercara.
-Henry Anderson Hummel… vaya buen trabajo que ha hecho con su esposo… los felicito… ahora me encargare que su familia quede completa... permiso —agrego el Doctor sonriendo complacido, casi como cuando un artista ve una de sus obras terminada.

Blaine termino el concierto luego de que lo hicieran volver cuatro veces consecutivas, en cada una de ellas, no pudo evitar recordar que era Kurt quien lo recibía con un beso en el “Backstage” y lo enviaba de vuelta al escenario con un agarrón en el trasero. Luego cuando sus hijos se hicieron más grandes exigían también acompañarlo en cada ocasión.
-¡Excelente concierto Señor Anderson!...
-Gracias…—contesto Blaine a uno de los técnicos en sonido mientras bajaba del escenario con su guitarra al hombro. Despidió a la banda hasta la prueba del día siguiente y se encerró en el camerino para hablar con Kurt. Se dejó caer en uno de los asientos y tomo su teléfono.
-¿Kurt?...
-¡Me ganaste!... estaba a punto de llamarte… ¿Cómo salió todo?... cuéntame por favor.
-Bien… excelente… aunque te extrañe a ti y a los niños… pero todo salió bien… me hicieron volver cuatro veces.
-¿Cuatro?... ¡qué emocionante!... ¿estaba lleno?
-Repleto como me dijeron… ahora dime… ¿llegaste bien?... ¿que se sabe hasta hora?
-Llegamos bien… y… es hermoso…
-¿Cómo? —dijo Blaine emocionándose.
-Eso… nuestro bebé ya nació, Lizzie y Henry lo están cuidando mientras yo estoy aquí lidiando con los papeles, trabajo que deberías estar haciendo tú, pero él está bien… midió…
-Un momento… “¿El?”…
-Si… disculpa… fue un niño…
-Noah…—dijo Blaine soltando aire  conmovido— ¿está bien?
-Está perfecto, midió 25 pulgadas y pesó 9 libras, es hermoso y saludable.
-¿Nueve libras?... que rellenito…—dijo Blaine soltando una risa tan maravillosa como se imaginaba y era su hijo recién nacido.
-Lo es… tiene muchos pliegues gorditos… pero lo pondremos a dieta en cuanto lleguemos a nuestra casa.
-Es un bebé no necesita dieta…
-Si estuvieras aquí, verías que si…
-Descríbeme su carita…
-Afortunadamente no heredo tu cabello pero si tus preciosas pestañas, es casi como si hubieran puesto nuestras fotos en una licuadora, porque el color de sus ojos es como el de los de Henry… y heredo mi barbilla.
-¿De verdad?... ni Henry heredo tu barbilla, ¿mándame una foto?
-Te envié un video…
-Pues no llego, envíamelo de nuevo.
-Por supuesto en cuanto termine esto… —dijo Kurt señalando la tabla con las formas legales como si Blaine estuviera enfrente de él
-¿Estas complicado con los papeles?
-¡Son interminables!, ¿Qué significa “Inserte cualquier denuncia adicional.”?... ¿por que habría de denunciar algo?, ¿su sobre peso?
-No… Si quieres te ayudo… léeme los…
-No, no te preocupes, estoy exagerando, ya… casi término…—respondió medio entrecortado por un sollozo.
-¿Estás bien?
-Lo estoy… es solo que… la emoción me desborda… Blaine, esperamos tanto por este bebé que al verlo sentí que estaba en presencia de un milagro increíble….
-Tú no crees en esas cosas…
-No pero… sentí que… Blaine ya sabes que amo a nuestros hijos ¿verdad?
-Por supuesto que lo se….
-Pero ver a Noah fue como mirar la materialización de lo que es nuestro amor… de lo que somos nosotros… parte tuya, parte mía… pero una sola al final… ¿me entiendes?
-Claro que te entiendo… Kurt… te amo tanto…
-Y yo te amo a ti… y te agradezco esto que está pasando ahora…  
-Es estúpido, pero te extraño mucho…
-Lo sé… pero ahora solo quedan un día… aunque no se qué día es allá…
-Pues ya son la una de la mañana, por lo tanto es sábado.
-¿Estas en el hotel?...
-No aun estoy en el camerino… creo que dormiré aquí —dijo Blaine emitiendo otro ruido como si se acomodara para dormir sobre piedras.
-¿De qué estás hablando?, tienes que regresar al hotel y dormir en un lugar confortable para que estés descansado para mañana, y prométeme que comerás algo…
-Te lo prometo… ¿los niños están bien?
-Lo están, Henry está encantado y Lizzie un poco decepcionada, ya sabes que quería un hermanita.
-Claro…—contesto Blaine soltando un suspiro de cansancio.
-Estas agotado… prométeme y te  irás al hotel
-Pero ya te prometí que comeré algo, ¿Cuántas promesas esperas de mi esta noche Kurt Hummel-Anderson?
-Todas las posibles…
-Ok…
-Llámame en cuanto llegues, para que nos conectemos y puedas ver a Noah.
-Lo haré… dile a los niños que los amo y los extraño.
-Se los diré… tu dile a esas chicas exhibicioncitas que eres mío y no pueden hacer nada al respecto, por más cosas que te enseñen.
-Se los diré si vuelven a aparecer… —contesto Blaine  riendo— te amo…
-¿Aun?
-Siempre Kurt…. Siempre…





-¿Qué tal el trabajo en la cafetería?
-Bien… aunque deberías saber desde ya que hay mucha gente rara en New York.
-¿Cómo así?
-El otro día me toco el turno de toda la noche y te juro que cada persona que entraba era más rara que la siguiente.
-Pero sobreviviste, ¿o no?
-Lo hice… pero no deseo hacer es turno de nuevo, arruina mi rutina de belleza y todas mis demás rutinas.
-Pero te ves muy bien en tu uniforme…
-Eso lo dices porque me amas Blaine Anderson futuro Hummel…
-Tal vez...
-¿Qué tal tu? ¿Por qué esta con ropa de dormir?… ¿te sientes bien?
-Muy bien, solo estoy algo cansado, además no hay mucho por hacer.
-¿Tus Padres no están?
-No, salieron al cine…
-¿Qué tal el club Glee?...
-Bien, bueno, estamos atrapados aun sin saber que canción usaremos para la nacionales, pero asumo que conseguiremos descifrarlo antes de la competencia.
-Pues espero que sea así, si ganan tu postulación a NYADA se verá muy abultada y eso es más que favorable.
-Si…
-¿Qué fue eso?
-¿Qué cosa?
-Ese gesto que hiciste… —dijo Kurt imitando el gesto de Blaine como si aquello de NYADA no importara tanto.
-No fue nada…
-¿Ya no quieres entrar a NYADA?... ¿te arrepentiste o algo?
-No, no me he arrepentido lo que pasa…
-¿Acaso tus Padres te están poniendo problemas?, puedo hablar con ellos, lo sabes ¿verdad?
-Lo sé… y no es nada de eso, no me he arrepentido, ni mis Padres me están dando problemas… tengo una pequeña crisis vocacional, pero no te angusties… la descifrare.
-¿Seguro?... ¿puedo ayudarte en algo?
-Con que me envíes un beso al final, será más que suficiente.
-Dalo por hecho…
-Gracias Kurt Hummel futuro Anderson…
-¿Te estás robando mis líneas?
-Creo que si… lo siento.
-No me importa… ¡me encanta como suena!
-Y a mi… ¿Cómo va lo de tu banda?¿has reunido algo de dinero?
-Tengo… al menos para arrendar los instrumentos y comenzar las audiciones.
-Perfecto… pero la mayoría de los que quieren ser músicos tienen sus propios instrumentos, tal vez solo deberías arrendar una batería y un piano así será una súper banda.
-¿Quieres audicionar para mi ya que comentas lo del piano?
-Me encantaría…
-Bueno, debes saber que deberás pasar un estricto protocolo de condiciones —dijo Kurt sacando de su bolsillo un papel arrancado de una libreta.
-¿Tienes un protocolo a seguir para las audiciones?
-Lo tengo, aunque necesito que me ayudes a figurar otras cosas que se sumen a las que ya tengo.
-Ok…—dijo Blaine cruzándose de brazos— léeme las que tienes…
-Bien… para la banda de covers de Madonna —dijo Kurt comenzando a leer— número uno, ser atractivo…
-¿Numero dos?
-¡Es todo  lo que tengo!
-¡Kurt!...
-¡De verdad!... ¡mira!… —respondió enseñando el papel en donde efectivamente tenía solo una regla del estricto protocolo.
-Tal vez deberías poner que sepa cantar antes de ser atractivo.
-¿Qué?… no, ser atractivo es primordial, pero pondré eso que me dijiste como segundo requisito —dijo Kurt escribiendo aquello.
-Ok… ¿Qué tal si evitas a los estudiantes de último año?, a pesar que tienen poco que estudiar,  pueden abandonar al banda sin darte explicaciones.
-Mucha razón… ¡No!...
-¿Qué?
-Se me va a acabar la batería del teléfono…
-No importa… hablamos más tarde, cuando puedas volver al departamento.
-¿Si?, ¿no te importa?
-Claro que me importa, pero que puedes hacer contra la tecnología…
-Nada…—respondió Kurt haciendo un puchero— lo siento.
-Esta bien… ¿me llamas entonces?
-Te llamo… te amo…
-Y yo te amo a ti… ten cuidado al regresar.
-Lo tendré… saludos a tus padres.
-Se los daré… y ayer estuve con tu Papa y con Carol… están bien, me encargaron que te lo dijera, para que les creyeras cuando te lo decían.
-¿Si?, ¿los viste bien?
-Mejor que hace algunas semanas, no te preocupes.
-Ok…
-Adiós Kurt…
-Adiós Blaine...
-¡Oye!
-¿Que?
-¡Mi beso!...
Kurt sonrió y le lanzo un beso, Blaine estiro su mano como si atrapara una pelota de beisbol y luego la puso en su pecho , como si guardara el beso en su corazón y termino la llamada con un gesto de adiós, Kurt hizo lo propio pidiendo la cuenta.