FANFIC KLAINE. "CLANNAD" Capítulo N° 3.

Argumento.

Clannad narra la historia de Blaine Anderson, un melancólico estudiante de tercer año de secundaria. Al morir su madre cuando él era joven, queda en custodia de su padre, quien al verse afectado por esta trágica pérdida acaba hundido en el juego y el alcohol. Las relaciones padre-hijo se complican hasta el punto en que Blaine decide frecuentar su casa lo menos posible, desarrollando una personalidad cerrada e indiferente, llena de conflictos interiores y deseos de superación.

Su vida da un giro cuando una mañana de camino a la escuela conoce a Kurt Hummel, un enigmático muchacho con cualidades algo fuera de lo corriente y que cambiará su manera de ver el mundo. Desde ese momento comienza una amistad entre ambos. A lo largo de la historia aparecen nuevos compañeros, nuevas situaciones, nuevos desafíos, momentos tristes y alegres, y juntos viven experiencias extrañas e insólitas que les hace entender la fortaleza y fragilidad de la vida.


N/A: ¡Hi, Klainers! *u* ésta es la primera vez que adapto un manga japonés. Si a ustedes les interesa, entonces voy a comenzar pronto a subir. ¡Es una historia hermosa!
Iba a usar el nombre en español, que sería: Familia. Pero no me gustó, así que preferí dejarle el original.

Olaaaaaaa amiga milu Me encanto mucho la sinopsis espero con ansias el primer capitulo se ve genial la historia

!Hola Milu!
Se ve genial el fic.   
Me gusta el manga japones una amiga mía es una gran fan de ello.   
Amo eso de Blaine sea alguien indiferente y luego llegue Kurt y lo mejore todo.   
Ya quiero leer mas de esta historia.   
Saludos!!
    

Se ve interesante, espero pronto el primer capítulo.

Hola!!!

Mi bebé sufre... Espero que Kurt pueda consolarlo (si no yo me ofrezco voluntaria para ayudarlo).

La historia parece interesante, espero el primer capítulo.

Besos

Hola Milu!

Me encanto la sipnosis 
Amo cuando Blaine es BadBoy!!!   

Espero el primer capitulo

Bye. 

me gusta gracias por escribir.

Capítulo uno.

Odio ésta ciudad, está llena de recuerdos que quiero olvidar. Ir a clase cada día, hablar con mis amigos, y de vuelta a la casa a la que nisiquiera me gusta volver. ¿Cambiará algo si sigo haciendo ésto? ¿Llegará el día en que ocurra?

—¿Te gusta éste colegio? —escuché decir a alguien.— A mí me gusta, me gusta mucho. Pero no se pueden dejar así las cosas.

Un chico al que no había visto nunca, esas palabras no iban dirigidas a mí. Debe estar hablando con alguien en su corazón.

—Cosas divertidas, cosas felices... No pueden quedarse así. Y aún así... ¿se puede seguir amando éste lugar?

—Encuéntralas. —dije—

Él se dio la vuelta asombrado, sin esperar que hubiese alguien allí.

—Tienes que encontrar nuevas cosas divertidas y felices. Venga, vamos.

Comenzamos a caminar por el largo, largo camino de subida.


—Hudson, ¿has aprendido ya tu lección? ¿Qué crees que haces, poniendo ese CD tan alto todos los días?

—Pero si no lo escucho, no me meto en faena...

—Todos los días igual, ¿no se cansan? —dije entrando al piso donde vivía mi mejor amigo. Como de costumbre, sus compañeros de hotel estaban presionándolo, hombres mucho más grandes que él.

—Blaine, no te quedes ahí mirando. ¡Ayúdame! —dijo él—

—Paso, que igual me infecto de tus tonterías.

—¡Qué hombre más frío eres!

—¡Ya basta! —gritó Emma, la encargada del hotel.— ¡Dejen sus tonterías!

Los hombres se fueron corriendo hacia sus pisos.

—Si es que... Siempre soy yo la que tiene que aguantar las quejas de los vecinos.

Ser directora de la residencia tiene que ser duro...

—Emma, tendrías que haber venido antes a salvarme.. —dijo Finn—

—Pero si era culpa tuya, ¿por qué no aprendes la lección de una vez?

—Sí... —contestó—


—Maldito club de rugby —dijo una vez que nos encontrábamos en su habitación.—

—Si reniegas tan bajito no te van a oír. ¡Maldito club de rugby! —grité—

—¿Quién ha dicho éso? —gritó uno de ellos, desde la habitación de al lado, golpeando la pared.

—¿Intentas que me maten o qué?

—Es que eres un llorón.

—No me callaría si fuese uno contra uno, pero es que son un montón. Pero ya verás, cuando me gradúe, me vengaré con todas la de la ley. Y cuando ese momento llegue, Blaine, quiero que me guardes la espalda.

—Claro, así te pegaré la puñalada bien a gusto.

—¡A mí no! ¡A ellos!

—Pero si estoy de parte del club de rugby.

—¿Desde cuándo?

—Pues, solo en ése momento.

—¡Cállense, idiotas! —golpearon nuevamente.

—¿Les devuelvo el golpe? —dije parándome al lado de la pared.

—¡No! —chilló él.

Y otro día llega a su fin.

—Oye, quiero té. —dije—

—Aquí no hay de éso.

No es que no tenga una meta, o que no tenga algo a lo que dedicar mis esfuerzos.

—Rezaré por ti.

—Rezar no cambiará nada. —sentensió.


Llegando a la puerta de mi curso, oí a dos personas hablar. Ambos compañeros míos.

"¿Blaine y Finn no han llegado todavía? ¿En qué están pensando? Están en tercero, tienen que preocuparse por sus exámenes, su futuro."

"Olvídate de ellos. No creo que estemos en posición de preocuparnos por otros."

Abrí la puerta y pasé, todo callado. Me senté al fondo, igual que siempre. Solo.

—E-ehm, Blaine. —dijo acercándose Brittany—

—¿Qué ocurre, Brittany?

—Hoy también has venido tarde.

—¿Y?

—Ehm, pues... creo que tendrías que venir a clase puntualmente.

—Así que te la das de delegada, eh...

—No es que me las dé, es que soy la delegada.

—Oye, Blaine, no hagas llorar a la delegada. Su hermana vendrá, te lo aviso. —oí decir a otro compañero.

—No pasa nada, no estoy llorando. —respondió.

—Ok, ya veremos mañana, según como me levante. —dije—

—¡Oye! ¡Anderson!

Diablos.

—¿Tienes agallas para meterte con mi hermana? —dijo agarrándome de la camisa— ¡Maldito enano!

—Pero si sólo estaba hablando con ella, Santana...

—Sí, San. No se estaba metiendo conmigo ni nada.

—Entonces está bien. —contestó soltándome— Bueno, pues suerte. —se retiró riéndose.


En fin... ¿dónde voy a comer? Afuera sentado, estaba el chico de la mañana pasada, comiendo solo. Me acerqué.

—Hola, ¿estás solo? ¿Por qué no comes en clase con tus amigos?

No contestó.

—Oye, ¿me escuchas?

—Lo siento, estoy comiendo. —contestó—

Me senté a su lado, y esperé que terminase de comer.

—Y bien, ¿en qué puedo ayudarte? —dijo después de unos minutos.

—Quería preguntarte que hacías comiendo aquí solo.

—¿Te gusta este colegio?

—No especialmente.

—A mí me gusta, me gusta mucho. Solía tener amigos y profesores con los que me llevaba bien, pero ahora...

—¿Te pasó algo?

—El año pasado pasé mucho tiempo sin venir a clase, así que...

—Estás repitiendo.

—Sí, estoy repitiendo. —contestó con una sonrisa— Toda la gente que conocía se gradúo, y ahora solo queda gente que no conozco en nada. Lo siento, no sé porque te estoy contando todo ésto, te acabo de conocer...

—Así que es por eso que hablabas solo... ¿No estabas en ningún club?

—No. Lo cierto es que antaño quería haber entrado en el club de teatro, pero tengo el cuerpo frágil, así que no creo que pudiese participar en actividades.

—Pues participa hasta donde puedas. ¿Por qué no intentas ir al club de teatro después de clase?

—Pero...

—Si siempre pareces tan triste, no harás nuevos amigos.

—Tampoco me hago notar mucho en clase.

—Bueno, me voy.

—Ok. Ehm... Muchas gracias.

—Soy Blaine Anderson, de la clase D.

—Yo soy Kurt Hummel, de la clase B.

No tardes con el siguiente capítulo, me alegro que ya se conocieron.

me gusta la trama aunque me enrede un poco leyendo, gracias por escribir.

Hola Milu!!
La historia se ve genial.   
Que lindo como se conocieron.  
Es tan divertido como Finn se peleo con los del equipo de Rugby.   
Ya quiero leer el próximo capitulo.   
Saludos!!
   

Me encanto mucho el primer capitulo estuvo genial que bueno que ya se conocieron espero pronto otro capitulo lo esperare muy ansioso

Hola, ame el primer capitulo actualiza pronto.

Capítulo dos.

En la colina donde caen las hojas de cerezo. Parte II.

Cuando llegué al colegio al otro día, realmente no tenía ganas de entrar en la primera clase, así que decidí saltearla. Comencé a caminar por los pasillos, y lo vi, parado en frente de una puerta.

Tercer piso del edifico viejo, si no recuerdo mal, aquí es donde están los cuartos de los clubs de artes. Parece que está decidido.

—Con permiso —escucho que dice al abrir la puerta, y solo se queda ahí, mirando.

Me acerco. El lugar está vacío, y todas las cosas están guardadas en grandes cajas. Coloco una mano sobre su cabeza, y desordeno un poco su cabello.

—Blaine, no sabía que estabas ahí.

—Sí.

—¿Por qué la mano? —pregunta.

—No hay ninguna razón en especial.

Nos fuimos afuera, a sentarnos en el césped mientras todos ya se encontraban allí, en su horario de descanso.

—Se me había olvidado, el club de teatro cerró en Marzo. —digo— Sabía que el grupo de miembros era pequeño ya de por sí. Pero como solo están cerrados temporalmente, supongo que bajo ciertas condiciones, podría volver a abrirse.

—¿Tú crees?

Me incorporo.

—¿Por qué no lo intentas? Te ayudaré.

—Ehm, Blaine. ¿Por qué eres tan amable conmigo, si nos acabamos de conocer?

—¿Qué por qué? Pues no lo sé.

Él sonríe.

Más tarde, volviendo a mi casa, una casa a la que realmente no quiero regresar, recuerdo que él vive sólo dos cuadras de distancia. Paso por allí, la panadería en frente del parque.

Ingreso.

—Hola. —digo al entrar— ¿No hay nadie?

—Son nuestra novedad de ésta semana. Prueba una si quieres. —dice una mujer apareciendo detrás del mostrador.

¿La hermana de Hummel? ¿O es su madre?

—No te preocupes por pagar, total, son sobras. —dice sonriendo.

—Pues nada, gracias.

Cojo una galleta y la pruebo.

—Para ser sincero, ésto es un fracaso.

—¿No está bueno? —pregunta decepcionada.

—Es normal que te sobraran.

Veo como comienza a llorar, y no sé que hacer, ella solo sale corriendo del lugar. Alguien golpea mi espalda.

—¿Qué? —pregunto molesto.

Lo que faltaba.

—Has dicho algo que no debías. Deberías habértelo comido, y haber dicho que estaba bueno. De éso se trata el deber, de éso se trata la moralidad. La verdad es dura, y decírsela tan descaradamente, ¡es demasiado para ella!

Cogió el cuello de mi camisa.

—Los vecinos se comen sus cosas, y dicen que está bueno. ¡Es una norma! ¡Es la ley! Así que será mejor que la acates. O sino, te haré papilla. —se queda mirándome por un momento, y nota mi camisa— Llevas el mismo uniforme que nuestro hijo, ¿eres amigo de Kurt?


—¡Deberías habérmelo dicho antes, tonto! —dice su padre.

Nos encontramos sentados en su comedor, esperando que Kurt traiga la cena.

—Siento haberme presentado de una forma tan vergonzosa para ante ti, un amigo de mi hijo. —comenta su madre.

—No te preocupes, Elizabeth. —agrega él— Parece idiota, así que seguro ya se le ha olvidado. ¿Verdad?

—No tendrías que hablarle así a nuestro invitado.

¿Por qué he acabado así?

—De todas formas, es genial. Kurt ha traído un amigo nada más empezar el semestre.

—Y encima es un chico. —dice ella sonriendo.

—¿Qué? —pregunta alterado— ¿Un chico?

¿Y se da cuenta ahora?

—Quizás sea su novio. —comenta su madre.

—Pues nada, adiós. —digo levantándome.

—¿Y te haces llamar hombre? —dice él, atrayéndome de nuevo a mi silla.— Si fueras un hombre de verdad, lucharías por la persona que amas, aunque ello implicase usar la fuerza.

Kurt llega, y a decir verdad, nunca estuve tan agradecido de verlo.

—Por cierto, aún no nos has dicho tu nombre. —recuerda su madre.

—Es Blaine. Blaine Anderson. —contesta Kurt en mi lugar.

Ellos conversan y ríen toda la cena, ¿es ésto un hambiente familiar? Jamás fui parte de uno. Luego de cenar, Kurt me acompaña hasta la esquina de su casa.

—Gracias, ya sé volver desde aquí. —digo.

—Siento que hayamos echo quedarte hasta tan tarde.

Ha sido toda una experiencia, así que todavía existen familias así. Se llevan genial.

Cuando entro en mi casa, enciendo las luces y encuentro a mi padre durmiendo en el piso del living, con varias botellas de alcohol al lado.

—Papá, si vas a dormir, al menos acuéstate. —digo mientras muevo su hombro— Oye, papá.

Él despierta.

—Ah, hola. Supongo que he vuelto a causarte problemas, Blaine.

No lo tolero más, y salgo corriendo de la casa. Corro hacia la nada, sin un camino exacto por el que ir, solo queriendo escapar.

Mi madre murió en un accidente de coche cuando era pequeño, seguramente por éso mi padre cayó en el alcoholismo, tuvo problemas con el juego y dejó de trabajar.

Me encanto mucho este grandioso capitulo pobre blaine espero kurt y blaine se hagan pronto amigos y blaine pueda contar con kurt espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare muyy ansioso ya quiero ver como se desarrolla esta genial historia

Ojalá y Kurt le ayude a Blaine.

Hola, amo tu fic actualiza pronto por favor.

Hola Milu!!

Ame el capitulo... que linda fue la familia de Kurt con Blaine, ya les estan insinuando noviazgo que lindo... espero que sigan siendo amigos ante todo... ojala que no le ocurra nada malo a Blaine.

Saludos!!
 

Hola!!!

¿No comenté un capítulo? Anyway, me encanta la historia... Pobre Blaine... Espero la actualización...

Besos

Capítulo tres.

El primer paso.

Volver a fundar el club de teatro... bueno, al menos no me aburriré.

—¡Anderson! ¡Apártate! —oí que gritaban detrás de mí.

Santana venía a toda velocidad en una motocicleta, no pude llegar a reaccionar a tiempo y me chocó, cayendo ambos al piso.

—¡Ay! —exclamó tomando su brazo— ¡Oye, ten más cuidado!

—¡Eso debo decirlo yo! ¿¡Quieres matarme!?

Ella comenzó a reír.

—Si te digo la verdad, aún no estoy acostumbrada a la moto. Me saqué la licencia la semana pasada. —se levantó— Bien, no hay desperfectos, dejaré que te vayas sin pagarme las reparaciones. Siéntete agradecido. —dijo guiñándome un ojo.

—Oye, ¿la víctima en ésto no he sido yo?


Suspiré y tomé camino hacia la biblioteca, al menos allí jamás hay nadie, y podré estar en paz. Al llegar, noté que la puerta estaba abierta, éso era extraño. Entré.

¿Una chica? ¿Qué diablos?

—¡Oye, oye, oye! —exclamé— Ese libro es de aquí, ¿no? ¡No puedes cortarlo! —ella solo me miraba— Estás leyendo cosas difíciles... ¿Tú también te estás saltando las clases? ¿Y porqué vas descalza?

—Lo hice yo. —dijo sacando un plato con pastel— Éste es el que mejor me salió.

—La comida está prohibida en la biblioteca, ¿sabes?

—¿Quieres probarlo?

—Bueno, ya que me lo has ofrecido. —me senté a su lado y tomé un trozo— Está bueno.

Ella sonrío. Me puse de píe.

—Será mejor que ordenes todo rápido, las clases van a comenzar pronto. ¿Todavía necesitas algo?

—Nos vemos luego. —dijo.


—Seguramente era Rachel Berry, de la clase A. —dijo Brittany luego que le preguntase— Es una chica genio que se califica en el top diez de cada materia del examen nacional, he oído que hace estudios independientes, no asiste a las clases. Y que el instituto no tiene ningún problema con éso. Es una persona muy famosa en el instituto.

—Una chica genio, ¿eh? No me extraña que sea tan rara. ¡Ah, Brittany! Tu hermana esta vez si se ha pasado. Ha venido-

—¡Oye, Anderson! —dijo frenéticamente Santana, entrando al salón— Ven conmigo un momento.

Me tomó del brazo y me llevó hacia afuera.

—¿Qué crees que ibas a decir en frente de todos? ¿Quieres que me expulsen del instituto? ¿No sabes que venir a clase en moto está prohibido?

Entramos nuevamente al salón y allí estaba esperándome Brittany.

—Blaine, ¿de qué estabas hablando con mi hermana?

—¡Chicos, escuchen! ¡Santana Lopez de la clase E ha venido con una novia al instituto! —grité.

—San, lo que ha dicho... —dijo volteándose.

—¿¡Por qué le crees!? ¡Hoy he venido en moto! De éso estábamos hablando.


En el descanso compré un jugo, y me dirigí hacia al patio. Allí estaba, como siempre, Hummel. Ésta vez llevaba un escobillón consigo. Me acerqué a él.

—¿Qué pasa? —pregunté— ¿Tienes tareas de limpieza? ¿Estás solo? —no contestó— Hummel, ¿te ha pasado algo?

—No, no es nada. —contestó sonriendo— Terminaré ahora mismo, así que espérame para ir a la sala del club.

En cuanto terminó, nos fuimos hacia la sala vacía. Nos sentamos en una de las mesas, y él sacó una lapicera y cartulina.

—Primero tenemos que conseguir miembros o no llegaremos lejos. —comencé— Hagamos anuncios para reclutar gente. Sería bueno poner fecha para después del carnaval del colegio.

—Sí. ¡Lo he terminado! —dijo alzando la cartulina hasta mis ojos.

—¿No le falta algo?

—Sí, ¿qué será?

—¿Y si ponemos: "el presidente más lindo del campo te estará esperando"?

—Espera, y ese sería... —dijo colocándose rojo y apuntándose a sí mismo.

—Por supuesto, no hay nadie más guapo aquí.

—¡No quiero que la gente venga por éso! Además, tú eres el más adecuado para ser el presidente.

—Ya te lo dije ayer, que yo solo te ayudaré. No estoy interesado en el teatro, aunque el club vuelva a estar activo, no entraré.

—¿No lo harás? —preguntó decepsionado.

—Tienes que ser el centro de las cosas, el presidente al final es quien toma la decisión. Incluso tienes una obra que quieres interpretar, ¿no?

—Pero, ¿podré hacerlo?

—Compórtate bien. Puedes escribir el anuncio como quieras.

—Como quiera.... entonces, ¿puedo dibujar una ilustración que me guste?

—Sí. ¿No sería estupendo? Ya que sólo con palabras queda algo mal.

Él comenzó a escribir de nuevo, y al terminar volvió a mostrármelo con gran entusiasmo.

—¿Gatitos, enserio? —pregunté.

—¡Sí! Una gran familia de gatitos. A mí me encantan.

—Ah, no. Si crees que está bien, entonces ya basta. Te dije que hicieras lo que quisieras.

Luego de terminarlo, lo colgamos fuera del salón. Él se fue y yo me quedé observando el cartel. Tengo demasiado tiempo libre, pensé...

—¡Ay! —escuché que alguien chillaba en la sala de al lado. Entré.

Había una chica un tanto baja, cabello rubio y ojos verdes. Estaba cortando un pedazo de madera en forma de estrella, algo extraño. Me acerqué a ella. Al verme, salió corriendo hacia el otro lado del salón.

—¿T-te he asustado? Lo siento. ¿Ésta es la sala del club de arte? —negó— ¿Entonces estás trabajando en tus tareas de arte? —volvió a negar— ¿Entonces qué es eso?

No respondió. Quité la cuchilla de sus manos.

—Es peligroso que uses ésto, asegúrate de conseguir uno bien afilado. Los encontrarás en el estudio de arte, ¿verdad?

—¡Devuélvemelo, por favor! —habló por primera vez desde que entré allí.

—¿Te duelen las manos, verdad?

—No me duelen.

—Entonces dame cinco. —dije ofreciendo mi mano. Ella chocó la suya e hizo una mueca de dolor.— ¿Ves? ¿Te duele, no? Me quedaré esto, nos vemos. —dije saliendo de allí.


Ésa tarde estuve en mi casa haciendo una pequeña familia de gatitos con lanas en mi cuarto, por él... No sé que demonios me pasa, no es normal que haga éstas cosas. Mi padre se acercó a mí.

—Oh, qué lindos. ¿Qué harás con ésto? ¿Me dejas que te ayude?

—¡No los toques! —grité poniéndome de píe— ¡Ya es suficiente! ¿¡Por qué me hablas como si yo fuera un extraño!? ¿Qué soy para ti?

Cogí las bolsas con lo que había echo y salí corriendo de allí, nuevamente. Llegué al parque en frente de la casa de Hummel, y me lo encontré allí. Me senté a su lado, y le entregué la bolsa.

—¡Son adorables! —exclamó— Estoy contento, de verdad que es una gran familia. La verdad es que he estado deprimido todo el día, durante la limpieza al principio estaba trabajando con todos en clase, pero cuando me di cuenta estaba solo. Siempre, soy un torpe —suspiró— siempre han echo bromas conmigo desde que soy pequeño. Pero ahora me siento mejor, gracias a ti. ¿A tí que te gusta?

—Deporte, hacía baloncesto, pero nada más entré al instituto lo dejé. Hay una pequeña historia detrás, no he tocado un balón en mucho tiempo...

—Blaine, en ese caso...¿te gustaría jugar conmigo al baloncesto después de clases mañana?

La mañana siguiente no fui al colegio, llovía demasiado, así que me quedé en la habitación de Finn. Hablando sobre nada, toda la mañana. Me pregunto si Kurt ha ido...

—Me llevo prestado tu paraguas, Finn. —dije levantándome.

Caminé hacia el parque, sintiéndome tonto, hay una gran tormenta. Kurt no estará aquí, y he venido por nada. De repente, lo veo.

—¡Kurt! —corrí hacia él y puse mi chaqueta encima de su espalda— ¿Eres tonto o qué? ¡Está lloviendo, deberías haberte quedado en tu casa!

—Pero si me hubiese ido, si tú venías, no nos hubiésemos encontrado. Tú siempre me ayudas, así que por eso, quería al menos jugar al baloncesto contigo. Enséñame como encestas, por favor.

Él me da el balón, y cuando intento tirar no lo logro, sabía que no lo haría. Caigo de rodillas al suelo, sintiéndome estúpido.

—Mi brazo derecho no puede subir más. Cuando estaba en tercer año del instituto, tuve una pelea con mi padre y mi hombro derecho está lesionado. Mi brazo no puede subir por encima del hombro. Ya no puedo volver a jugar al baloncesto.

—L-lo siento —dice él echándose hacia atrás— Yo... te causé problemas.

Él cae desmayado al suelo.



N/A: Sé que la aparición de Rachel, y la chica con la cuchilla fueron extrañas, pero ya verán a medida que pasen los capítulos.

Hola Milu!!

Amo este Fic es tan completamente misterioso, emocionante y genial... me alegra demasiado que lo hayas publicado me encanta... fue divertida la parte en que Blaine grita que Santana fue con una novia al instituto... Rachel me pareció tierna, que mal que Blaine no puede volver a jugar baloncesto... espero que no le ocurra nada malo a Kurt.

Saludos!!

Hola, estuvo genial el capitulo, actualiza pronto, por favor.

Me encanto mucho el capitulo ya quiero saber que le paso a kurt que bueno que blaine si fue y le dijo a kurt por que dejo de jugar al baloncesto espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me encanta mucho esta genial historia

Esta súper tu fic, espero que no tardes con más capítulos.