FIC KLAINE: "Perdiendo mi religión". Chapter 2.

¡Hi, Klainers! Antes que nada, voy a aclarar que ésta historia es mía. Si la ven por ahí en fanfiction.net por Beluee, no piensen en plagio ni nada por el estilo. Ése es mi usuario allí. Solo que acabo de descubrir el foro, y me pareció bien la idea de colgar mis fics aquí también.

¡Que lo disfruten!

Doce años. Exactamente doce años en que su vida se había vuelto un infierno. Sabía que se arrepentiría de sus actos, pero en ése momento, fue la única solución que encontró. No lo hizo por él, ni por su marido, sino por su hijo. No quería darlo en adopción, pero las cosas eran demasiado complicadas.

Ambos con tan solo dieciséis años, apenas adolescentes, esperando un hijo. Al principio, resultó shokeante, pero luego estuvieron contentos. Querían tenerlo, todo estaba bien. Aunque no contaban algunas cosas.

La familia de ambos se disgutó mucho con la noticia, incluso querían obligar a Kurt a un aborto, obviamente él se negó. Los echaron, dejándolos en la calle, no tenían a donde ir. ¿Qué podían esperar de apenas unos niños? ¿Qué tengan una casa? Blaine apenas tenía un trabajo de medio tiempo, el cuál no le rendía para nada.

Encontraron un lugar abandonado, y ahí vivieron por un año. A veces con hambre, frío, desesperación... pero siempre juntos. Luego pudieron recaudar para pagar un apartamento, y mejoraron solo un poco. El apartamento fue el lugar más durarero para ellos, estuvieron ahí hasta hace apenas un año atrás.

Ahora, con demasiado esfuerzo por parte de ambos, tienen su casa. Cómoda, estable y bien decorada. Blaine tenía un buen trabajo, y podían tener algunos deseos innecesarios, sólo por placer. El morocho se iba de madrugada, y volvía de tarde. Jamás volvieron a ver a su familia, ni siquiera hablaron con ellos. Iba enserio cuando los echaron de la casa.

—Amor, ya llegué. —gritó desde la puerta el morocho, una vez que entró— Kurt, ¿dónde estás?

El castaño no contestó. Blaine comenzó a buscarlo en la cocina, siempre estaba ahí para recibirlo con la cena, pero ésta vez no fue así. Golpeó la puerta del baño, pero tampoco obtuvo respuesta. Así que, como última opción, fue hasta el dormitorio.

Allí estaba su marido, acostado en posición fetal, tapado hasta la cabeza. Al morocho ésto le resultó extraño, no era un comportamiento normal por parte de Kurt. Se acercó hasta él y corrió las sábanas de su cara, pudo ver que estaba despierto. Y, a juzgar por su apariencia, había estado llorando.

—Ey, bebé, ¿qué sucede? —preguntó con dulzura.

—No debimos hacerlo, Blaine. —sollozó.

—¿Qué cosa?

—Dejar a nuestro hijo. —se incorporó, quedando a pocos centímetros del rostro de su marido— Sé que todo fue difícil, y no hubiese querido que él pasara todo lo que nosotros para llegar hasta aquí, no es lo que quiero decir. Pero, míranos, ahora estamos bien. ¿Y si...?

—Sé a donde quieres llegar, y déjame decirte que yo también lo estuve pensando. Jamás me olvidé de él, no lo haría. Hoy cumple doce años, debe ser todo un hombrecito. —ambos sonrieron— Mira, amor, ésto no es algo a la ligera. Debes tenerlo presente. No estoy diciéndote que no, lo intentaremos, juntos, como hemos echo todo éstos quince años. Pero debemos pensar bien las cosas.

—No hay nada que pensar, Blaine. ¿Tú no quieres?

—Por supuesto que sí. ¿Pero, qué crees? No solo podemos averiguar dónde está viviendo ahora, llegar a su casa, que salga la pareja que lo adoptó y decirles "Ey, quiero a mi hijo de nuevo". ¿Entiendes?

—Pero, ¿lo haremos? Por favor.

—Lo haremos, lo prometo. Solo... tiempo. ¿Sí? —el castaño asintió— ¿Qué te parece si llamo a Nick y Jeff, y los invito a pasar la tarde en el parque, con su niña?

—Está bien, me encantaría. —se besaron.


—Sophie, ¡ten cuidado! Te puedes caer parándote allí. —gritó Jeff.

—Déjala, es una niña, quieras o no se golpeará. —dijo Kurt.

Se encontraban ambos sentados en uno de los bancos del parque, mirando como la pequeña niña corría de un lado a otro, y se subía a cualquier cosa que encontrase. Blaine y Nick habían ido a comprar algo para comer.

—Lo sé, es solo que no quiero verla llorar luego. —Kurt río— ¿Sobreprotector, verdad? Puedes juzgarme, sí.

—No, está bien, yo sería igual, supongo. Nadie quiere ver a sus hijos lastimados, de ninguna manera.

—Kurt, ¿tú y Blaine nunca pensaron en..? —la pregunta del rubio fue interrumpida.

—Sí, de echo, hoy mismo. Antes habíamos pensado en tener otro hijo, intentarlo... pero no puedo. Sabiendo que hallá afuera está él, quien sabe cómo, me hace querer morirme.

—¿Por qué no lo buscan? No será fácil, pero pueden intentarlo... La pareja puede oponerse un poco, pero después de todo, deberían ganar ustedes.

—Como bien dijiste tú, no será fácil. —Jeff asintió.

¿Y si jamás lo conseguían? ¿Si su hijo ya no quería verlo, siquiera hablarle? No podría soportar éso. Pero... ¿y si fuera todo lo contrario, y jamás lo intentaba? Quizás él si quería conocerlos, después de todo, son sus padres. ¿Sabrá cuánto lo quisieron? Demonios, cuánto lo quieren.

—¡Papi! —dijo Sophie corriendo a los brazos del rubio— Un niño me invitó a jugar con él, ¿puedo?

—Por supuesto. Solo ten cuidado. —respondió Jeff.

Blaine y Nick llegaron con algo de comida, y un jugo para beber. Estuvieron hablando por un rato, Jeff no volvió a tocar el tema anterior, ya que notó la angustia e incomodidad de Kurt. El rubio le pidió a Blaine si podía acercase a su hija para verificar que todo esté bien. Sobreprotector, pensó el morocho...

Aún así lo hizo. Sophie estaba jugando con un niño apenas más alto que ella, con el cabello bien oscuro, y un tanto delgado. Blaine se quedó un tiempo más allí, para que el rubio luego no le recriminara que se quedó vigilando poco tiempo. Porque sí, sabía que lo haría, lo conocía demasiado.

El niño se dio vuelta, dejando su rostro a la completa visibilidad de Blaine. Un rostro blanco, casi transparente, y unos bellos ojos azules... igual a los de su marido. El morocho reconocería ése rostro en cualquier parte, no importa cuántos años pasen. Era él, su hijo, justo en frente.

¿Qué se supone que debía hacer? Las ganas de ir corriendo y abrazarlo recorrían su cuerpo, pero no sería una buena idea, para nada. ¿Debía decírselo a Kurt? Oh, Dios. Claro que debería. Pero solo pudo quedarse ahí, mirándolo, y dejando que algunas lágrimas rodaran por sus mejillas.


Como dije antes, pueden buscarme en fanfiction.net como Beluee. Allí también están mis historias. ¡Saludos! :)

Ola bueno ya me presente pero me llamo ulises me encanto mucho este primer gran capitulo odio a la familia de kurt y blaine por correrlos que mal que tuvieron que dar en adopcion a su hijo espero lo puedan recuperar pronto esperare muyy ansioso otro gran capitulo

Esta súper, ojalá y pronto puedan recuperar a su hijo.

Hola, muy buena historia, me gusto mucho, actualiza pronto, por favor.

Hola!!

Lo ame... fue muy tierno, odio a sus familias ¿como pudieron dejarlos a la suerte? espero que puedan tener a su hijo devuelta...

Saludos!!
 

Me encanto el capitulo.

Que malos son las familias de Kurt y Blaine por dejarlos tirados en la calle para que se las arreglen ellos mismos. Lo bueno es que siempre estuvieron ahí, juntos, apoyándose el uno con el otro y no dejaron que eso derrumbara su amor porque su amor es mas fuerte que todo eso.

TIENE que decirle a Kurt, tiene que decirle que encontró a su hijo. 

Ok, ahora tu TIENES que actualizar, es broma si quieres no actualizes pero Por Favoor Actualiza   

Bye. 

Chapter 2.

Kurt y Blaine después de esa tarde, se despiden de Nick y Jeff y se van a su hogar. Cuando llegan, Kurt le pregunta a Blaine que quiere cenar y deciden hacer pasta juntos. Luego de un silencio, algo incómodo, el morocho decide contarle todo a su marido.

—Amor, hoy vi a Dominik. —soltó sin rodeos.

Kurt soltó la cuchilla con la que estaba rebanando los vegetales y se quedó estático, ido del mundo real por algunos segundos. ¿Sería en realidad su hijo? ¿O era su mente jugándole una mala pasada? No lo sabía; y decidió corroborarlo.

—¿Nuestro hijo?

—Bueno, no sé si está bien lo de "nuestro", pero sí.

—Blaine, por supuesto que está bien. Él es nuestro hijo, yo lo tuve nueve meses aquí. —dijo señalando su vientre.

—Creo que un verdadero padre es el que lo cría.

—¿Cómo puedes estar diciendo ésto? Eres un insensible, no quieres siquiera a tu propio hijo.

—No te atrevas a decir éso; lo quiero más de lo que te imaginas. Pero no sé absolutamente nada de él, ¿cómo esperas que lo considere mi hijo? No tengo el derecho.

—Eso es más de lo que puedo soportar. Ya no tengo hambre, cena tú solo.

Y con éso, el castaño se fue a su habitación. Blaine quedó allí, molesto y confundido, ¿por qué su marido no lo podía entender? Cenó solo, tal y como lo dijo Kurt, y se fue al cuarto. Se acostó con cuidado de no despertar al castaño, y lo abrazó por detrás. Comenzó a escuchar pequeños sollozos por parte de Kurt.

—Cariño, ¿qué ocurre? —preguntó Blaine.

—Lo siento tanto. —dijo dándose la vuelta hasta mirar a su marido— No debería estar haciéndote pasar por ésto. Mañana debes levantarte temprano para ir a trabajar, y el único momento que compartimos juntos, lo arruiné. ¿Por qué no estás enojado?

—Jamás podría estar enojado contigo. Entiendo que te sientas mal, y está bien. Pero te prometí que lo resolveríamos juntos, confía en mí. —el castaño asintió— Te amo.

—Yo igual, Blainey. —se besaron, y luego de algunos mimos, ambos quedaron dormidos.

***

—Así que... él estaba con Sophie. —dijo incrédulo el rubio.

Se encontraban en la casa Duval-Sterling, después de llevar juntos a Sophie al jardín, tomando café. Kurt le contó sobre lo del parque a Jeff, y también que había estado jugando con su hija.

—Sí. Blaine los vio.

—¡Éso es genial! Nuestros hijos son amigos. —exclamó con una sonrisa.

—¿Por qué lo sería? Dominik ni siquiera sabe que Blaine y yo existimos.

—Kurt, creí que eras más inteligente. —el castaño lo miró confundido— Ésta es la oportunidad perfecta de acercarte a él. Sophie lo invitará a jugar aquí, él dirá que sí, y ustedes vendrán a almorzar ese día. Pasarán tiempo con él, y quién sabe... cosas buenas podrían salir de ésto.

—¿Tú crees? No estoy muy seguro.

—Tú nunca estás seguro de nada, Kurtie. Soy tu mejor amigo, confía en mí. —Kurt asintió— ¿Recuerdas el nombre de la pareja que lo tomó en adopción? Buscarlos a ellos también
ayudaría, obviamente.

—Hmm... No. —dijo tratando de recordar, y fracasando en el intento— Eran una muy bonita pareja. Cerca de los treinta años ambos.

—Bueno, está bien. Conseguiremos la forma de que él nos lo diga, o al menos a Sophie.

¿Ésto daría resultado? No había forma de saberlo si no era intentándolo.


Ésta historia también la pueden encontrar en fanfiction.net con mi user Beluee, vuelvo a repetir.

Ojalá y se puedan acercar a su hijo.

Me encanto mucho el capitulo esperare muyyy ansioso otro capitulo de esta historia espero kurt y blaine puedan acercarce a su hijo

Me encanto el capitulo 

Que bueno que Kurt ya sabe que ese niño es su hijo. Espero que Blaine y Kurt puedan acercarse a Dominik. 

Ya quiero leer el proximo capitulo.

Bye. 

Hola, me gusto mucho el capitulo, actualiza pronto, por favor.