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Mensaje por awong_snix Vie Feb 20, 2015 7:23 am



Capítulo Diecisiete



Santana cerró de un golpe la puerta detrás de ella. Puck acababa de
decirle que Brittany aún no había llamado, pero la florista lo había
hecho. El gerente quería saber si debía continuar entregando flores en
casa de Kitty ya que las entregas eran rechazadas continuamente.
Caminó golpeando el suelo a través de la gran oficina y tiró la cartera
en la silla frente a su escritorio.
"Joder!", gritó, sin importarle quién la escucharan. Había estado
diciendo esa palabra mucho últimamente. Lo había jodido todo por
hablar de su plan en la oficina donde Brittany podía y la había oído,
estaba jodida, en caso de que no hiciera algo para que Brittany volviera
todo el proyecto podría irse por el desagüe, y por último pero no
menos importante, fue jodidamente estúpida al creer que esto
realmente funcionaría.
Las últimas tres semanas habían sido las más largas de su vida.
Había seguido a Brittany por la puerta, pero la puerta del ascensor se
había cerrado en su cara con Brittany del otro lado. En repetidas
ocasiones pulsó el botón del ascensor, como si por algún milagro el
coche fuera a llegar más rápido basándose en el número de veces que
pulsara el botón. Santana consideró brevemente la escaleras, pero estaba
a cincuenta pisos de altura. Para el momento en que llegara al hall de
entrada y saliera corriendo a la calle, Brittany no estaría en ningún lugar
a la vista.
La mirada en el rostro de Brittany perseguía sus sueños. En un
instante la expresión de su esposa había pasado de la felicidad a la
confusión, la comprensión, el dolor, y, finalmente, la ira. Santana nunca
había visto un espectro como el de Brittany el día en que se enteró de
por qué se había casado con ella.
Santana había buscado desesperadamente a Brittany los días
siguientes. No estaba en el trabajo, y Santana no estaba sorprendida de
que Brittany no respondiera su teléfono celular. Finalmente pudo hablar
con Kitty y se relajó cuando le dijo que Brittany estaba con ella pero
que, obviamente, no quería volver a verla. Santana podía no estar
enamorada de Brittany, pero no quería que nada malo le pasara.
Quinn había llamado en tres ocasiones diferentes, invitándolas a
ella y Brittany a cenar o a salir en su barco, y Santana había declinado la
invitación exitosamente por una razón u otra. Pero si no aceptaba la
próxima vez, sospecharían. Quinn ya había mencionado que Rachel
había estado tratando de ponerse en contacto con Brittany por varios
días y ella aún no había regresado su llamada. Santana no podía
recordar qué excusa había dado sobre eso.
Seguía mirando por la ventana cuando Puck entró, "¿Santana?"
"A menos que tengas una buena noticia sobre Brittany, no quiero
oír nada."
Puck había estado en el extremo receptor de su ira desde que
Brittany había salido como una tormenta de su oficina. También había
sido su roca, prácticamente dirigiendo la compañía por ella. Estaba
distraída, había perdido su enfoque, y no podía recordar dónde se
suponía que debía estar y cuándo. Él la mantuvo en lo previsto, la
hacía firmar lo que necesitaba ser firmado, y el resto del tiempo la
dejaba sola.
Pocos días después de que Brittany se enteró de su engaño Santana
llegó a casa y supo que algo era diferente en el momento en que pasó a
través de la puerta del garaje. No era el hecho de que el coche de
Brittany se había ido, sino que el interior de su casa se sentía vacío, sin
vida. Supo sin mirar que Brittany había estado allí y había recogido sus
cosas. No tenía necesidad de ver el espacio vacío en la repisa de la
chimenea, donde la imagen de Sam había estado expuesta, o la
ausencia de la docena, más o menos, de libros que había apilado junto
a la biblioteca ya abultada, o las perchas que colgaban en el armario
despojadas de su contenido, para saber que Brittany estaba fuera de su
vida.
Vagó de habitación en habitación, dándose cuenta por primera
vez cuán solitaria y desolada estaba su casa, su vida. Brittany había
traído pocas cosas materiales con ella, pero había llenado la casa de
Santana con energía. Cada habitación cobró vida con Brittany, incluso
cuando no estaba físicamente en ellas. La mera sugerencia de su
presencia era suficiente. Pero la condición del estudio de Brittany hizo a
Santana sentir como si le hubieran sacado sus entrañas. Los suministros
de pintura de Brittany se habían ido, pero había dejado las obras que
representaban su vida en común. Los lienzos estaban apilados al azar
en una esquina, descartados como su matrimonio.
La casa de Santana estaba fría y vacía, como un sarcófago. Su
cama era de repente demasiado grande y estaba durmiendo en el
dormitorio de invitados - tratando de dormir más precisamente. No
había logrado más de tres o cuatro horas de sueño por la noche
durante semanas.
Asintió con la cabeza al informe de Puck, ninguno de los dos
diciendo nada.
Le había mordido la cabeza más de una vez, y él era todo
negocios últimamente. La tristeza a su alrededor se apretó aún más.
Puck no se merecía este tratamiento.
"¿Te unes a mí para tomar un café?", Preguntó Santana a modo de
apertura. Puck la miró sorprendido, pero se recuperó lo suficiente
como para conseguir café para ambos. Cuando regresó, Santana le hizo
una seña para que se sentara en el sofá con ella.
"¿Cómo lo llevas?", Preguntó tímidamente.
"Podría decir que genial. Podría decir que me alegro de que todo
haya terminado y puedo seguir adelante con mi vida. Podría decir que
la monogamia no era en realidad mi estilo. Podría decir un montón de
cosas." Santana sostuvo la taza y el platillo con ambas manos para
ocultar el hecho de que le temblaban las manos.
"¿Qué querrías decir?"
"Que la echo de menos", respondió sin vacilar Santana. "Que no
tenía la intención de tratarla así. Que yo siento mucho que ella haya
terminado lastimada. Que algún día encontrará en sí misma la
capacidad de perdonarme. Que no soy lo suficientemente estúpida
como para creer que lo hará."
Santana había pensado en todas estas cosas todos los días durante
las últimas semanas. Se había visto profundamente afectada por el
dolor que había causado a Brittany. Nunca antes había sido consciente
de haberle hecho daño a alguien tan profundamente o experimentado
este grado de angustia y culpabilidad por haber hecho algo.
"¿Qué piensas hacer?"
Esa era la pregunta número uno de Santana para la que todavía no
había encontrado una respuesta. Yacía despierta en la noche pensando
en Brittany y imaginando su cuerpo en las sombras que bailaban en el
techo oscuro. Escuchaba su voz, su risa en el susurro de las hojas en
un día de viento. Buscaba a su cabello rubio ondulado, entre las
multitudes, volviendo con las manos vacías en todo momento. Brittany
la había llenado, pero ahora estaba vacía.
No sabía cuando había sucedido. No fue que se despertó un día y
dijo: "Hoy es el día en que me voy a enamorar", y puf, lo hizo. Pero se
había enamorado de Brittany. En alguna parte entre "¿Te gustaría
bailar?" y "Si" había sucedido. Ahora sabía que nunca se habría
casado con Brittany si no hubiera estado enamorada de ella. Habría
detenido la farsa mucho tiempo antes. Santana era muchas cosas, pero
ella trazaba la línea en ese acto. Al menos lo hacía ahora.
Herir a Brittany era como cortar un pedazo de su propio corazón.
Había herido a la mujer que amaba, ya sea intencionalmente o no,
no importaba. Brittany había estado vulnerable y ella se había
aprovechado de su situación. No sólo los hombres que la atacaron,
sino el sistema judicial diseñado para castigar a los perpetradores,
habían maldecido su espíritu. Y ahora la mujer que se había
comprometido a amarla, honrarla, y cuidarla la había victimizado una
vez más. Santana realmente nunca había dicho que iba a proteger a
Brittany de ser herida de nuevo, pero ella sabía que Brittany creía que los
votos que intercambiaron el día de verano significaban mucho más
que las palabras que pronunciaron. No sólo no había protegido a
Brittany, le había causado un dolor imperdonable, y Santana no tenía idea
de cómo curarla.
"Caería sobre mi espada y le suplicaría perdón, pero creo que se
deleitaría girándola un poco más adentro", finalmente respondió
Santana. "¿Tienes alguna idea? Tu has hecho esto unas cuantas veces
más que yo". Puck había roto y vuelto a reunirse con más novias de
las que Santana podía seguir la pista.
"Arrastrarte. Esa es la clave. Estadounidense de sangre roja
arrastrándose. Un poco de rogar y suplicar no estaría de más
tampoco." Tomó un sorbo de su café y miró a Santana antes de hablar
otra vez. "¿Estás enamorada de ella?"
"Sí", respondió Santana, sin tener que pensar en ello. "Sí, lo estoy.
Tomó que se fuera para que me diera cuenta. Jesús, ¿dónde estaba
Brittany seis meses antes de que yo tuviera que ir a la estúpida cena de
Quinn?" Entonces todo esto no estaría sucediendo.
"No estabas preparada para ella", dijo Puck.
"Tienes razón. Yo no estaba lista para sentar cabeza, y sin duda
no estaba a punto de enamorarme. No lo habría reconocido si me
hubiera abofeteado en la cara. Probablemente lo habría abofeteado de
vuelta y habría seguido caminando." Santana se levantó del sofá,
demasiado inquieta para quedarse quieta por mucho tiempo.
"¿No es eso lo que hiciste?"
Santana miró a Puck. Sus palabras eran la cosa más profunda que
había oído nunca. "¿Eres psiquiatra en tu tiempo libre?"
"¿Quién tiene tiempo libre? Me mantienes tan ocupado que
apenas tengo tiempo de tener una cena agradable con una hermosa
mujer, por no hablar de ninguna otra cosa".
Santana exploró lo que Puck había dicho. ¿Acaso había alejado a
Brittany con una bofetada? Por supuesto que no literalmente. Nunca le
haría daño físicamente, pero ¿en sentido figurado? ¿Al mantenerla a
raya al continuar con la farsa y al no admitir que se había enamorado
de ella? Brittany la amaba, era evidente, y a pesar de que Santana le había
dicho las palabras mágicas a Brittany, en ese momento pensó que no
eran más que las palabras que necesitaba decir.
Pero eran más que meras palabras y, al igual que las del
matrimonio, nunca se las habría dicho a menos que significaran algo
para ella en algún lugar profundo. Sus sentimientos por Brittany habían
estado enterrados tan profundo dentro de ella que cuando se fue, le
arrancó un agujero en el alma con tal fuerza que Santana no pudo evitar
verlos finalmente.
"No sé, Puck. Ella no me devuelve las llamadas, rechaza mis
flores. ¿Qué me haría pensar que va a hablar conmigo? Es probable
que me pegue un tiro. Peor aún, que no me diga nada y siga
caminando. "
Eso era lo más terrible que le podía pasar. Si Brittany le disparaba,
por lo menos la sacaría de su miseria. Pero que Brittany no le hablara
nunca más era aplastante. Tenía que encontrar un camino. Tenía que
haber algo que pudiera demostrarle a Brittany que sentía mucho que esto
hubiera sucedido y que la amaba por lo que era, no por lo que podía
obtener de ella.
*
"Hice algo realmente estúpido."
Tina miró a Santana como si no fuera otra cosa que una noticia
de última hora. "¿Cómo qué? ¿Hiciste algo para romper el corazón de
Brittany?"
"No empezó de esa manera."
La cabeza de Tina se disparó de su menú. Santana se dio cuenta
de que Tina lo había dicho en broma y que no esperaba esa respuesta
de Santana. Santana la había invitado a almorzar para hablar de lo que
había sucedido con Brittany y que la ayudara a tratar de arreglar sus
sentimientos.
"Nunca lo hace."
"Necesito tu ayuda en este momento, Tina no, tu actitud,"
Santana se quebró. Tina podía ser muy crítica a veces, y por sus
miradas, este iba a ser uno de esos momentos.
"Déjame escuchar lo que hiciste antes de que empieces a asumir
que voy a ayudarte", dijo Tina después de que el camarero tomara su
orden y las dejara solas.
Santana le contó toda la sórdida historia, sin dejar nada fuera.
Nunca podría mentirle a su hermana, y vio su confesión como tomar
responsabilidad por sus acciones. Había madurado mucho en las
últimas semanas, pero se dio cuenta de que tenía un largo camino por
recorrer.
"Jesús, Santana, ¿cómo puedes ser tan insensible?" El disgusto en
su voz era evidente.
"Te dije que no comenzó de esa manera. No tenía ni idea de todo
sucedería tan vertiginosamente hasta el momento en que estuvo fuera
de control", apeló Santana.
Tina apenas la dejó terminar. "Tonterías. Admítete a ti misma
que el plan salió exactamente como lo querías."
"Pero yo-"
"Pero nada y no interrumpas. No hacer nada para detenerlo es lo
mismo que hacer que suceda. Tu eres responsable de este lío. Santana,
¿cómo has podido? Si esta es la manera en que diriges tu negocio
mereces estar casado con el, no con Brittany."
Tina y Brittany se había vuelto cercanas, así que su reacción no
fue una sorpresa para Santana. "No te preocupes, ella no quiere tener
nada que ver conmigo."
“¿Y la culpas?"
"No." Dijo en voz baja.
"Entonces, ¿qué quieres de mí? De la forma en que lo veo no hay
nada que yo pueda hacer por ti, incluso si quisiera."
"¿Hablarás con ella?"
"Y decirle, ¿qué? Que mi hermana es una idiota, una cerda, y una
mentirosa? No creo que Brittany necesite que le diga eso".
Las palabras de Tina fueron un aguijón, pero no eran nada en
comparación con el dolor que Santana había infligido a Brittany. Tina se
puso de pie. "Tú eres mi hermana, Santana, y te quiero. Siempre te
amaré, pero ahora mismo no tengo absolutamente ningún respeto por
ti"
Salió de la habitación, dejando sola a Santana literal y
figurativamente. Ella se había puesto en esta posición, y ella era la
única que podía sacarse de ella.
*
Brittany se paró en el umbral, sus manos temblaban tanto que
apenas pudo presionar el timbre de la puerta. Comenzó a contar hasta
cien para evitar darse vuelta y correr escaleras abajo, a través de la
calle, de regreso a su coche. La puerta se abrió y su corazón se detuvo.
Santana estaba de pie delante de ella con los pies descalzos, vestida con
un jersey de color azul oscuro y jeans rasgados.
Permanecieron allí durante varios minutos. A primera vista
Santana parecía la misma, pero mientras Brittany la estudiaba más de
cerca pudo detectar las líneas grabadas profundamente alrededor de
sus ojos y la palidez de su piel.
Finalmente Santana habló. "Brittany". Era a la vez una pregunta y
una declaración.
"Hola, Santana".
Los ojos de Santana rastrillaron su cuerpo de pies a cabeza varias
veces, como si estuviera tratando de convencerse de que Brittany estaba
en realidad de pie delante de ella. A pesar de sí misma, el cuerpo de
Brittany respondió. Santana conocía hasta el último rincón y grieta de él y,
definitivamente, lo que debía hacer una vez allí. ¿Cómo podía Brittany
no responder?
Santana negó con la cabeza. "Lo siento, por favor entra" Dio un
paso atrás para darle espacio a Brittany para pasar.
Al ver a Santana, incluso después de todo lo que había sucedido,
Brittany quería fundirse en el abrazo fuerte. Pero no podía. No después
de su traición. Tenía un plan y tenía que atenerse a él. "No, no hasta
que hablemos."
Santana pareció sorprendida por su declaración. "Muy bien". Salió
al porche y cerró la puerta detrás de ella. Aunque Santana parecía
cualquier cosa menos paciente, esperó a que Brittany hablara.
"Tengo una propuesta para ti", comenzó Brittany, antes de que
pudiera perder el valor. "Hablé con Quinn ayer. Él todavía piensa que
estamos felizmente casadas, y tengo la impresión de que no estaría
demasiado complacido de conocer los detalles de tu pequeño plan."
Santana se estremeció al oír la palabra "plan", sobre todo porque
Tina había utilizado exactamente la misma palabra, pero no hizo
nada para detener a Brittany.
"Tú me necesitas para cerrar este acuerdo y yo necesito algo de
ti. Si estás buscando un acuerdo comercial, te lo daré. A cambio de
que yo siga pretendiendo que estamos locamente enamoradas, tú
seguirás financiando la apelación de Sam. Eso es todo. Sin
ataduras, nada más que negocios. Tu obtienes tu proyecto y la
aprobación de papá, y Sam sale de la cárcel. Entonces me alejaré,
y nadie sabrá de tu pequeño secreto sucio".
Santana se quedó atónita. Se había imaginado muchos escenarios y
lo que diría si se le daba la oportunidad de hablar con Brittany otra vez,
pero ésto ciertamente no era uno que nunca hubiera pensado que
sucedería. Brittany se ofrecía a sí misma a cambio de los recursos para
sacar a su hermano de la cárcel. Santana se enamoró de ella
nuevamente.
"Vamos, Santana, ¿qué es, sí o no? No pienso esperar aquí todo el
día. Tengo cosas que hacer", respondió con severidad Brittany,
haciéndose cargo de la conversación y de ella misma.
Santana quería a Brittany en su vida, y si era así como tenía que
a ser, sería una tonta si no aceptaba su oferta. Sabía que su acuerdo
sería de corta duración, pero dada la forma en que se sentía ahora, era
mejor que nada. Se preocuparía por el mañana más tarde.
"Sí".
La expresión de Brittany no cambió.
¿Desde cuándo es tan controlada? Desde que le arrancaste el
corazón, estúpida.
"Está bien. Volveré mañana por la mañana." Brittany empezó a
bajar los escalones, luego se detuvo y se volvió. "Ah, y Santana".
Vaciló. "Hemos consumado este matrimonio bajo falsos pretextos. No
voy a cometer el mismo error. Esto es un negocio, sólo negocios,
como tú lo expresaste, y yo no mezclo los negocios con el placer."
awong_snix
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por awong_snix Vie Feb 20, 2015 7:23 am

Capítulo Dieciocho



Santana vio a Brittany caminar por la acera. Salvo por cuando puso
su última condición, Brittany nunca miró hacia atrás, ni miró a Santana
una vez que estuvo a salvo dentro de su coche. Simplemente encendió
el motor, se retiró del estacionamiento, y con calma condujo por la
calle. Santana se quedó allí hasta que las luces traseras que se retiraban
dieron vuelta a la esquina.
El silencio se hizo eco por toda la casa más fuerte que nunca.
Brittany iba a volver, llenando todas las habitaciones con su presencia
física, pero las cosas no serían iguales. Su cuerpo estaría allí, pero su
alma no lo haría. Santana se sirvió un trago y abrió la puerta del patio.
El sol se había puesto, dejando el cielo cubierto con grandes
pinceladas de rojos y amarillos.
La primera estrella apareció y recordó un canto familiar de su
infancia como si fuera ayer.
Estrella de luz, estrella brillante,
La primera estrella que veo esta noche,
Ojalá que me concedas, me gustaría que lo hicieras,
Tener el deseo que deseo esta noche.
*
Brittany se detuvo en un aparcamiento lleno de gente no muy lejos
de la casa de Santana. Se había mantenido en control mientras había
estado frente a Santana, pero tan pronto como se estacionó y apagó el
motor, sus manos empezaron a temblar y su estómago se abalanzó a su
garganta. Luchó contra las ganas de vomitar, y respiró hondo varias
veces. Eso no funcionó por lo que simplemente se sentó acurrucada en
su coche hasta que las sensaciones pasaron.
Cuando por fin levantó la vista, ya era de noche. Las luces
estaban encendidas en el estacionamiento, arrojando sombras severas
a su alrededor. Dio vuelta la llave lo suficiente para que el reloj se
iluminara, diciéndole que había estado sentada por más de una hora.
Esta vez estaba tranquila mientras pensaba acerca de lo que acababa
de hacer, probablemente más tranquila de lo que nunca había estado
desde que esta farsa quedara al descubierto. Ella controlaba su vida de
nuevo. Estaba a cargo y tenía previsto permanecer de esa manera.
En los últimos días había hecho algunas investigaciones y había
descubierto que la venta de los terrenos de Quinn a Santana todavía
estaban en custodia, lo que significaba que cualquiera de las partes
podía retirarse en cualquier momento y por cualquier razón. La
persona que se retirara incurriría en una fuerte multa, pero Santana
tenía mucho más que perder que Quinn. Brittany podía hacer esto, haría
esto. Tenía que hacer esto.
La semana pasada, cuando había ido a Lompak, el aspecto de
Sam la sorprendió. Entró en la sala de visitas con un vendaje
grande en la frente y se dirigió con desgano a través de la pequeña
habitación de madera al teléfono de la estación. Miró dos veces el
duro taburete y, después de un momento de, obviamente, sopesar las
alternativas, se sentó con cautela. Su labio inferior estaba partido y
cosido con puntos negros, y su nariz parecía estar rota, lo que
explicaría sus dos ojos negros.
Se negó a hablar sobre lo que pasó con él e incluso le dijo a
Brittany que si ella lo mencionaba, se iría y su visita habría terminado.
Se imaginó lo que su hermano debía haber tenido que soportar para
estar tan maltratado como estaba. La forma en que había estudiado el
taburete, como decidiendo si podía sentarse en él o no, le había dado
pesadillas todas las noches desde entonces.
En el largo regreso desde Lompak, Brittany había tomado la
decisión que afectaría el resto de su vida. Se había negado
inflexiblemente a considerar la sugerencia de Kitty, pero después de
ver a Sam sabía que no tenía otra opción. Luchó con su decisión
por días, y cuando Santana abrió la puerta, estuvo a punto de cambiar
de opinión. Santana todavía la afectaba de una manera que ella no
quería que lo hiciera. Su propio cuerpo la había traicionado.
Intelectualmente sabía que sólo debía sentir ira y odio hacia Santana,
pero su cuerpo ansiaba el tacto de Santana.
Ese anhelo continuaba y fue aún más fuerte cuando vio a Santana
de nuevo. Brittany cerró los ojos. La imagen de Santana de pie en el
porche bailó sobre sus párpados. Los ojos de Santana eran cautos, su
expresión de cansancio, pero aún tenía esa misma sensualidad ardiente
que atrajo a Brittany. Santana no trató de defender sus indescriptibles
acciones o excusar su comportamiento. No mendigó o suplicó o se
enojó. No trató de decir algo. Simplemente dejó hablar a Brittany.
Brittany había visto a Santana objetiva al contemplar su propuesta.
Santana la miraba como si pudiera ver a través de ella y claramente
pesó sus opciones cuidadosamente antes de responder. De algún modo
la decisión de Santana no la sorprendió. Si Santana era el tipo de persona
que podía seguir adelante con su plan en secreto, sin duda no dudaría
en continuar ahora que estaba al descubierto. Brittany la había leído
perfectamente.
*
La casa olía a aceite de pino y flores cuando Brittany abrió la
puerta principal. Era un miércoles y no estaba segura de si Santana
estaría aquí cuando llegara. No tocó el timbre. Era su casa también, y
se negaba a ser tratada como si fuera una invitada. Planeaba sostener
su parte del trato, y con el venían todos los privilegios de ser la señora
de Santana López.
Kitty se había sorprendido cuando Brittany le dijo que planeaba
volver a la casa. A pesar de que había originado la idea, trató de
convencerla de lo contrario. Pero Brittany se mantuvo firme y,
finalmente, Kitty aceptó su decisión.
Esta vez, cuando llevó sus cosas a la casa de Santana las puso
en el dormitorio de invitados al final de las escaleras. La habitación de
Santana, con anterioridad su dormitorio, estaba en el extremo de la sala.
La puerta estaba abierta y Brittany no tenía ningún interés en volver a la
escena de ese crimen.
Sacó sus ropas y puso sus artículos de tocador en el cuarto de
baño contiguo. Esta habitación, al igual que las demás, tenía una cama
king-size, flanqueada por dos mesitas de noche, una cabecera, un
tocador, y un escritorio. La madera de cerezo había sido pulida
recientemente y brillaba bajo el sol de media mañana. Los toques
arquitectónicos en esta habitación eran tan únicos como Santana. El
techo era abovedado, dando la impresión de que en realidad era más
grande de lo que realmente era. Los revestimientos alrededor de las
puertas y las ventanas eran de cuatro pulgadas de ancho y
concordaban con las molduras en lo alto de las paredes color café
claro.
Varias alfombras cubriendo el piso de madera le añadían una
atmósfera hogareña, pero no se sentía en casa para nada. En un
momento había abrazado la enorme residencia como un espacio
sagrado, caminando de una habitación a otra imaginándose cómo sería
su vida viviendo en tal grandeza. Ahora se sentía comprada y
escenificada como los muebles de la profesionalmente decorada
habitación.
Un ruido en la habitación de Santana la llevó al pasillo justo
cuando Santana salía de ella. Usando de un par de pantalones cortos de
color caqui, una remera polo azul y zapatos de plataforma, se detuvo
en el centro del pasillo, como si no esperara ver a Brittany de pie allí.
"Brittany".
Se sintió inquieta por un momento porque no había tenido la
oportunidad de prepararse para la embestida de la sexualidad de
Santana en bruto. Su corazón latía con fuerza y la boca se le secó
súbitamente. Enderezó los hombros y se recuperó rápidamente.
"Te dije que volvería hoy."
Santana parecía recuperarse de su sorpresa, un poco más lento
que Brittany y tentativamente se adelantó. "Sí, lo hiciste. No estaba
segura de cuándo, pero quería estar aquí cuando llegases a casa."
Escuchar Santana decir la palabra desestabilizó a Brittany. Había
sido su casa. Se había ocupado a ella, la había cuidado, y había hecho
el amor en todas sus habitaciones. Santana la había hecho un hogar, el
hogar de Brittany. Pero ahora prefería pensar en ella como en el lugar
donde vivía. Tenía que mantener su distancia de Santana y de todo lo
que habían compartido en un tiempo, y la mejor manera era
despersonalizarlo todo.
"No era necesario que estuvieras aquí."
Santana se dirigió hacia ella. "Yo quise". Había reprogramado
sus citas, liberando todo el día para estar con Brittany. "Voy a ayudarte a
traer el resto de tus cosas", dijo, y comenzó a moverse hacia las
escaleras.
"No necesito tu ayuda", respondió duramente Brittany. "Ya estoy
instalada y tengo que ir a trabajar. Estaré de vuelta como a las seis y
media." Brittany se dirigió a las escaleras.
"Brittany, tenemos que hablar", declaró Santana desde la parte
superior de la escaleras.
Brittany se volvió y la miró con impaciencia escrita en toda su
cara.
"Acerca de nosotras, de esto." Santana puso las palmas hacia
arriba, indicando su entorno.
No sabía lo que se suponía que tenía que hacer y no hacer. Brittany
había dejado perfectamente claro que no iban a dormir juntas, pero
¿qué pasaba con todo lo demás? ¿Cómo se suponía que tenía que
actuar cuando estaban juntas en público? ¿Se le permitía sostener su
mano como la gente esperaría? ¿Pretenderían que todavía estaban
locamente enamoradas? ¿Vivirían bajo el mismo techo pero
mantendrían vidas completamente separadas? ¿Cenarían juntas o lo
haría cada una por separado? ¿Qué nivel de compañeras de habitación
serían?
"Necesitamos establecer algunas reglas básicas, Santana.
Hablaremos de ello esta noche. "
Con esto, Brittany cruzó el vestíbulo y la puerta, dejando por
segunda vez en la misma cantidad de días a Santana mirándola retirarse.
Santana se quedó donde estaba hasta que oyó arrancar y alejarse el
coche de Brittany. Se sentó en el escalón más alto y puso su cabeza en
sus manos. ¿Cómo podía haber sido tan estúpida? Había querido estar
aquí para dar la bienvenida a Brittany, y había sido tan tonta como para
pensar que su presencia importaba. Brittany no quería estar en su casa, y
mucho menos que le diera la bienvenida como si nada hubiera
sucedido.
Santana jugó con la idea de aún tomarse el día libre. Tal vez
iría a la marina, tal vez a jugar un partido de golf o se sentaría junto a
la piscina y leería uno de los libros que había pedido la semana
pasada. El ver a Brittany de nuevo en su casa era lo suficientemente
estresante, y no sería capaz de concentrarse en nada que le exigiera
demasiada atención.
Se puso de pie, con la intención de volver sobre sus pasos hasta
su dormitorio, pero se detuvo justo fuera de la puerta de la habitación
de Brittany. Estaba cerrada, y Santana estaría invadiendo su privacidad si
entraba. Por mucho que quería ver que Brittany realmente se había
mudado de nuevo aquí, que su cepillo estaba en la cómoda, sus
zapatos alineados cuidadosamente en el piso del armario, Santana no
podía hacerlo. Ya lo había arruinado lo suficiente y no quería
arriesgarse a hacer algo que añadiera munición al odio de Brittany hacia
ella. Frunció el ceño y siguió por el pasillo.
*
Kitty se reunió con Brittany para almorzar en el parque, no lejos
de la tienda de flores, y apenas se habían sentado en una mesa antes de
que Kitty la salpicara con preguntas.
Brittany alzó las manos en señal de rendición. "Vale, vale, dame un
minuto y te lo contaré." Había rechazado la oferta de Kitty de ir con
ella cuando llevara sus cosas de vuelta a la casa de Santana, prefiriendo
enfrentarse a sus demonios por sí sola. Tendría que hacerlo tarde o
temprano, por lo que optó por temprano.
Abrió su lata de Cherry Coke y tomó un gran trago, preparándose
para las veinte preguntas de Kitty. Incluso si no había nada que
decir, Kitty aún tendría veinte preguntas.
"Llevé mis cosas esta mañana."
"¿Ella estaba allí?"
"Sí. Se tomó el día libre para estar allí. No sé por qué. No es
como si me estuviera mudando por el puro placer de vivir con ella.
Por el amor de Dios, ¿en realidad creyó que quería verla?" Brittany
rasgó la bolsa de Cheetos con tal fuerza que los brillantes arabescos de
color naranja volaron por todas partes.
"¿Qué te dijo? ¿Cómo lucía? "
Brittany suspiró. Tres listas, diecisiete más por delante. "No
dijo mucho, yo no dije mucho. Dijo que teníamos que hablar, y como
llegaba tarde al trabajo, le dije que esta noche lo haríamos. Salí a
chorro por la puerta antes de que pudiera decir otra palabra. Eso es
todo." Brittany tomó la escena a la ligera, pero se imaginaba que era sólo
la primera ronda.
"¿Has puesto tus cosas en la habitación de invitados?" Brittany le
había dicho a Kitty los términos del acuerdo, y que dormir con
Santana definitivamente no era uno de ellos. "¿Ha dicho algo de eso?"
"Nosotras no hablamos mucho, Kitty. Ella sabe que yo no voy
dormir con ella. ¿Dónde más pondría mi ropa? Ciertamente no voy a
ponerla en su armario si estoy durmiendo en la habitación al final del
pasillo." El humor de Brittany era comprensiblemente corto hoy.
"¿Estás segura que puedes seguir con todo esto, Brittany? Quiero
decir, realmente la amabas y ella mayormente se cagó en ti. Estoy
preocupada por ti." la preocupación en la voz de Kitty era sincera.
"Sé que te preocupas, Kitty, pero puedo hacer esto. ¿Recuerdas
cómo era el juego Oklahoma en la escuela secundaria? Esto es así de
fácil. Voy a fingir que soy otra persona. De hecho, es probable que
pueda hacerlo con los ojos cerrados. Después de todo, he aprendido de
los mejores, ¿no es así? Si Santana puede fingir, yo también" Brittany
deseaba que sólo fuera a ser así de fácil.
*
Más tarde esa noche Santana entró en la cocina usando el traje que
Brittany le había dicho que era su favorito, un Chanel de color gris a
rayas, con una blusa gris más oscura. El traje resaltaba el color de sus
ojos, dándole un aspecto potente y profesional, sin embargo, la blusa
de seda bajo la chaqueta perfectamente confeccionada añadía un toque
de feminidad. Santana estaba quitándose la chaqueta y se detuvo
cuando la vio.
"Pensé que tenías el día libre hoy." El pulso de Brittany se aceleró
por lo sexy que lucía Santana con su ropa, que transmitía poder. Estaba
disgustada consigo misma por reaccionar de esa manera. Brittany no
había estado siquiera segura de que Santana volvería a casa, y aquí
estaba ella, comenzando a admirar la apariencia de Santana.
"Obviamente no había ninguna razón para que estuviera aquí
todo el día. Puck está de vacaciones, y el lugar se va al infierno si al
menos uno de nosotros no está allí".
El olor de la salsa de espagueti llenó el aire, y por primera vez
desde que Brittany se fuera, Santana realmente tenía hambre. Se preguntó
si el hecho de que Brittany estuviera cocinando la cena era una buena
señal. No había tenido oportunidad de pensar en esa posibilidad
cuando Brittany le dijo que la cena estaba casi lista y que se cambiara de
ropa y volviera enseguida.
Santana prácticamente voló por las escaleras y corrió por el
pasillo, desabrochándose los pantalones y tirando de la blusa por
encima de su cabeza antes de llegar a su habitación. No quería perder
ni un minuto que pudiera estar con Brittany. Se puso un par de
pantalones cortos y una remera sin mangas de color verde
y se miró en el espejo. Su cabello era un desastre y su cara estaba
enrojecida por el esfuerzo. Se pasó los dedos por el cabello oscuro
y bajó los escalones de a dos a la vez. Sus pies aterrizaron en la
base de las escaleras y se sentó en el comedor justo cuando Brittany
estaba poniendo la fuente de espaguetis sobre la mesa con una mano,
la olla de salsa con la otra.
"Déjame ayudarte", ofreció, tomando la olla de su mano y
colocándola sobre la tela anti-calentamiento. "¿Hay algo más, algo
que quieras que haga?" Santana no quería que Brittany pensara que tenía
que esperarla como pago por la defensa de Sam.
"No, eso es todo." Brittany se sentó del otro lado la mesa en lugar
de a la derecha de Santana, como lo hacía antes.
"Huele maravilloso", comentó Santana, apilando espagueti en su
plato.
"Gracias. Es rápido y fácil, no llegué a casa mucho antes de
haberlo hecho. Quedé atrapada en el tránsito."
Hasta ahora, todo va bien, pensó Santana. Estamos teniendo una
conversación normal, eso es bueno. Temas seguros - la comida, el
tránsito. Eso es bueno también. Tal vez a continuación hablaremos de
la posibilidad de que llueva mañana o de la cantidad de nieve que
recibió este año Lake Tahoe.
Pero en realidad no hablaron de nada. Comieron casi en
completo silencio, con sólo el tintineo de los cubiertos en los platos
rompiendo el silencio más alto en el mundo.
Cuando la cena finalmente terminó, Santana recogió los platos.
Brittany siempre la había fastidiado bromeando con que el cocinero
nunca friega los platos, y ella había tomado el hábito de encargarse de
ellos cada noche que estaba en casa para la cena. Si Brittany se había
tomado la molestia de hacer la cena, Santana podía por lo menos
limpiar.
Se demoró en la cocina todo el tiempo que razonablemente pudo
antes de unirse a Brittany en el patio trasero. No había sido invitada
y no estaba segura de si incluso sería bienvenida, pero quería estar con
Brittany. Tenían que establecer algún tipo de rutina o no sería capaz de
poder con esto.
"¿Puedo acompañarte?"
"Es tu casa." Brittany no miró a Santana.
Dejó pasar el comentario cáustico. No querìa discutir la primera
noche del regreso de Brittany.
"La cena estaba deliciosa, gracias." Más charla benigna.
Santana nunca se había sentido tan impotente verbalmente como lo
hacía desde que Brittany se había mudado de nuevo. Solían hablar de
todo y de nada, sus silencios eran confortables y llenos. Ahora el
silencio flotaba en el aire como el proverbial elefante en la sala, la
tensión era tan espesa que era sofocante.
"Dijiste que querías hablar", dijo Brittany.
El estómago de Santana dio un salto y de repente se sintió
nerviosa. Nunca había estado en esta posición antes con una mujer.
Alguien más tenía el control de la situación, determinando lo que iba a
hacer a continuación. Además de la resistencia de Quinn a la compra de
las tierras, no podía recordar la última vez que no había estado en
completo control. No sabía qué hacer.
"Obviamente, nosotras ya no somos tu típica pareja casada de
enamoradas -"
"Nunca lo fuimos."
Ouch. "Buen punto. Tenemos que establecer algunas reglas
básicas. Sobre nuestro comportamiento ", agregó Santana con cuidado.
"¿Nuestro comportamiento?" Brittany no podía creer que incluso
estuvieran hablando acerca de esto. La ira de Brittany se quebró. "¿Y
qué comportamiento es ese, Santana? ¿Cuando me mentiste? ¿Cuando
me usaste? ¿O las decenas de veces que me cogiste para conseguir lo
que querías?" No tenía ni idea de que su rabia estaba tan cerca de la
superficie. Había esperado que surgiera un día o dos después de que
se enteró, no ahora.
Santana se echó hacia atrás como si hubiera recibido una bofetada,
y aunque retrocedió, se defendió débilmente. "No fue así, Brittany."
"¿Y cómo fue, Santana? Dime, ¿eh? No, espera, creo que sé
acomodar las piezas. Tu necesitabas la tierra de Quinn para demostrarle
algo a tu padre y él no te la vendería. Necesitabas una relación, algo
que mostrara a Quinn que era más que un negocio para ti. Mejor aún,
una esposa. Me encontraste sentada sola en un bar acunando una
cerveza y sintiendo lástima de mí misma, y viniste en tu caballo
blanco y me salvaste de mi misma. Me conquistaste, con la promesa
de amarme, honrarme y cuidarme. Ah, y no olvidemos el pequeño
detalle de pagar por el abogado defensor de Sam. Eso fue brillante.
Tu sabías exactamente cómo llegar a mí. Sabías perfectamente cómo
en.."
Brittany se contuvo justo a tiempo. No iba a ser humillada una vez
más, al declarar su amor por Santana." Lo tenías todo calculado.
Obtuviste ambos, tanto la tierra como el derecho a dormir con la niña.
Todo un golpe de gracia, Santana, te voy a conceder eso". Brittany se
sentó hacia atrás en su silla.
"¿Tengo la oportunidad de decir algo?" Brittany no se había
tomado un respiro durante su diatriba, y aunque Santana esperaba que
hubiera terminado, lo dudaba. Santana aprovechó el silencio de Brittany.
"Tienes razón. Acerca de todo. Incluso lo pusiste en el orden correcto.
Pero se te perdieron un par de cosas. En primer lugar, te vi en el bar y
me sentí atraída por ti, y tengo que admitir que mi primer pensamiento
fue llevarte a casa, pero no lo hice. Dame un poco de crédito por un
poco de amor propio. En segundo lugar, no te vi como un boleto de
comida para la tierra de Quinn."
Santana se detuvo. Acababa de decir lo que sabía que Brittany quería
escuchar. En el pasado, había dicho un montón de cosas que no
significaban nada para ella a otras mujeres. También había dicho cosas
que no quería para cerrar tratos. Era la experta negociadora, y si
quería, podía optar por el tratar esta relación como cualquier otro
acuerdo. Pero esta vez no podía. Esta era Brittany y ella estaba
enamorada de ella. Aun cuando Brittany no pudiera amarla nunca, tenía
que pedir disculpas.
Tomó una respiración profunda. "Por lo menos no al principio.
Me gustaste. Tu eras auténtica, que era algo que yo no había visto en
una mujer en mucho tiempo. Parecías inocente, y a no ser por la
situación de Sam, no estabas hastiada del mundo todavía. Y
hablando de Sam, no quiero ver a nadie que ha sido injustamente
condenado en la cárcel". Santana bebió varios tragos de su botella de
agua. "Yo no te cogí, Brittany. Nunca pensé que hacer el amor contigo
fuera el pago en especie por nada, ni creí que fuera mi derecho
tenerte. ¿Eso te acercó más a mí? Sí, sí, pero también me llevó a mi
más cerca de ti. Sé que probablemente nunca creerás esto Brittany, pero
yo quería hacer el amor contigo porque te deseaba. No porque yo
esperara que cumplieras algún deber conyugal".
En este punto, Santana se sintió tentada de ponerse de rodillas y
pedir perdón, de decirle a Brittany lo mucho que significaba para ella.
Que se había enamorado de ella y que se sentía miserable sin ella. Que
se cortaría el brazo para hacer que el dolor del engaño desapareciera.
Que quería que Brittany se casara con ella de verdad esta vez.
Pero Brittany no le creería nunca. No importaba lo que dijera no
creería una palabra de eso. Pero Santana tenía la oportunidad de tratar
de hacer las cosas bien. Rogaría y se humillaría y suplicaría de la
única manera en que sabía – mostrándole a Brittany lo mucho que la
amaba.
"Brittany, ¿por qué estás aquí?"
"Estoy aquí porque mi hermano fue golpeado y violado, estando
en prisión por un crimen que no cometió, y necesito dinero para
sacarlo. Esa es la única razón. No me importas tu o tu estúpido
proyectito o tu equivocada falta de valía con tu padre. Voy a vender mi
alma al diablo para sacar a Sam de la cárcel, y si ese eres tu,
entonces que así sea."
Brittany se quedó mirándola como si fuera una extraña en una
esquina de la calle. "Cuando estemos en un lugar público vamos a
actuar como si estuviéramos enamoradas, a mantener la típica relación
que las parejas casadas tienen. Tu puedes sostenerme la mano y
mirarme con nostalgia a los ojos, pero quiero dejar esto perfectamente
claro, Santana. Puedes tener mi cuerpo y la pretensión de una vida de
matrimonio feliz, pero nunca me vas a tener. Nunca más."


____________________________________________________________________________

Ya corregí debido a que subí mal las adpataciones ya las corregí, y hoy despues del capitulo subire todos los finales

PD. Como todos sabes creo si parecerán en el capitulo final así que si quieren una historia de aqui al final de glee que sera la ultima aparcion diganlo y buscare la mejor historia que tenga para este mes y serrar con lo mejor
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por 3:) Vie Feb 20, 2015 12:49 pm

holap,..

worale britt termino cubriendo la verdad,...
solamente vuelve con san "por convicción" de salvar a sam,...
a ver que puede llegar a hacer san para que la perdone y vuelva a ser como antes??

nos vemos!!!
3:)
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por andrenina89 Mar Mar 03, 2015 9:39 am

Me encanta esta adaptación xfa continuala pronto
andrenina89
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por andrenina89 Mar Mar 03, 2015 9:40 am

Me encanta esta adaptación xfa continuala pronto
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por awong_snix Vie Mar 20, 2015 7:35 pm



Capítulo Diecinueve


Una noche, dos semanas después de que Brittany volvió a casa,
Santana dijo: "Quinn llamó hoy. Quería saber cuando podemos reunirnos
de nuevo para cenar."
Brittany pareció estremecerse cuando Santana mencionó el nombre
de Quinn.
"¿Qué le dijiste?"
"Que tú mantienes el calendario social y que tendría que hablar
contigo." Brittany tenía más que su calendario social. Ella tenía todas las
cartas, y por ahora eso estaba bien para Santana.
"¿Qué quieres hacer?"
"A pesar de todo esto, me gustan. Son grandes personas sin un
hueso de tacaños y divertidos para estar con ellos", respondió Santana
vacilante. Anteriormente, Brittany había disfrutado de pasar tiempo con
ellos, pero Santana no sabía lo que pensaba de ellos ahora. Ellos no
tenían la culpa de lo que había sucedido, y necesitaba aclarar este
punto.
"Brittany, Quinn y Rachel no tuvieron nada que ver con esto. Quinn y
yo nunca discutimos esta situación, y nunca fue una condición de él
para haberme vendido su propiedad. Lo vi como una oportunidad para
explotar lo que pensé que tenía que hacer para conseguir lo que quería.
Nada más. No transmitas tu odio hacia mí sobre ellos. "
"Gracias por aclarar eso."
Brittany se había preguntado cuánta participación habían tenido
Quinn y Rachel en su matrimonio. Se habían implicado mucho mas que
un poco en la preparación de la boda y en su vida en común, pero eran
una pareja dulce que parecía querer ver a los demás tan felices como
lo estaban ellos. La admisión de Santana fue sorprendente. Muy
fácilmente podría haberlos presentado como cómplices, pero no lo
hizo. Ella aceptó toda la responsabilidad.
Esta no era la primera vez, tampoco. Una semana antes había
tomado todo el peso de otra de las explosiones de Brittany cuando se
dirigían de vuelta de Lompak. Santana había hecho un comentario
inocente acerca del abogado de la defensa de Sam, y Brittany había
explotado. No recordaba exactamente lo que Santana había dicho, pero
Santana se había sentado en silencio mientras arremetía contra ella.
"Los echo de menos", admitió Brittany. "Me gustaría volver a
verlos".
"Sabes lo que van a esperar ver, ¿no? No quiero que ninguna de
nosotras no entienda nuestros roles. Y ciertamente no quiero que te
sientas incómoda o avergonzada. "
"No te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo. Yo nunca
haría nada que pusiera en peligro la defensa de Sam."
Brittany se sorprendió de su reacción. En un momento reconocía
que Santana asumiera su responsabilidad, y al siguiente la atacaba.
Odiaba la forma en que actuaba, pero no podía evitarlo.
Santana no la atacó en respuesta, a pesar de que podría haber dicho
que no necesitaba que le recordaran el acuerdo. En lugar de eso dijo:
"No pensé que lo harías. Sólo estaba preocupada por ti. Tu sabes
cómo son Quinn y Rachel. Yo realmente no quiero que nuestra vida
social sea incómoda o difícil para ti".
Brittany quería pedir disculpas por llegar a conclusiones
precipitadas, pero no pudo conseguir que las palabras salieran de su
boca. A cambio, suavizó las siguientes. "Te lo agradezco. Yo sé lo que
esperan ver – la forma en que eramos la última vez que estuvimos
todos juntos. Puedo hacerlo. Ellos no tienen ni idea de no estamos
para nada profundamente enamoradas."
Este sería el primer desafío real de su recién negociada paz, y se
preguntó si realmente podría llevarlo a cabo sin que Santana se diese
cuenta de lo mucho que aún la afectaba. Si en realidad detestara el
contacto de Santana, sería capaz de permanecer internamente lejana. No
tendría que ocultar su reacción a la forma en que la piel de Santana se
sentía cuando la tocaba. Cómo saltaba cuando ella la acariciaba, cómo
podía sentir el calor creciendo bajo sus dedos. Santana no podía saberlo.
Esa era su carta de triunfo.
*
Brittany se sentía nerviosa mientras esperaban a que los Fabrery
abrieran la puerta de su casa. Había pasado demasiado tiempo en su
armario eligiendo algo que ponerse. Debería haber sido fácil - un par
de pantalones o un vestido de verano - pero no fue así. Se sentía como
si fuese a estar en observación y necesitaba toda su armadura en su
lugar. Se había conformado con un simple vestido azul con mangas y
sandalias y se frotaba los brazos mientras pasaban los segundos.
"¿Tienes frío?"
Brittany dejó caer las manos. "Sólo un escalofrío. Estoy bien."
Santana tomó una respiración profunda. "Te ves muy bien." Antes
de salir de su casa, Santana obviamente había estado esperando a Brittany
en la sala de estar, y se quedó mirándola cuando Brittany bajó por las
escaleras. Su vestido se arremolinaba alrededor de sus rodillas y se
había retirado el pelo hacia atrás, por lo que Santana estaba mirando su
cuello. Había decidió llevar un suéter ligero, en caso de que refrescara
más tarde, y cuando agarró su bolso de la mesa auxiliar, estuvieron
listas para salir. La mirada de Santana hizo sentir incómoda a Brittany.
Y justo ahora, cuando Santana le dijo el cumplido, Brittany la miró
con recelo.
Santana parecía estar a punto de perder su temperamento, pero
negó con la la cabeza y se limitó a decir: "¿Qué? Te dije que te veías
bien, eso es todo. Sin segundas intenciones, ninguna agenda oculta.
Sólo un simple cumplido, y un simple gracias estaría bien."
Brittany se sintió ridícula. Desde que había vuelto, Santana había
hecho todo lo que ella esperaba que hiciera para sostener su parte del
trato y no le había dado ninguna razón para dudar de ella, que
conociera. Pero ese era el problema. Brittany no confiaba en ella. ¿Por
qué iba a hacerlo? Ella comenzó a dar las gracias pero la apertura de la
puerta de entrada la salvó.
"Bueno, ya era hora", gritó Quinn con una gran sonrisa en su rostro.
"Pensamos que ustedes dos habían desaparecido a puerta cerrada y
que nunca saldrían. Pero si tuviera una niña como la que tú tienes
Santana, no querría salir tampoco." Quinn le hizo un guiño a Santana.
Brittany deslizó su mano en la de Santana. "En realidad, Quinn, es en el
sentido opuesto." Dio un paso adelante para darle un beso en la
mejilla. Rachel venía detrás de él, secándose las manos en un paño de
cocina.
Completados los saludos, todos ellos se asentaron en el porche de
atrás con Quinn interpretando el papel de camarero. Brittany se sentó en
estrecha proximidad de Santana, su cuerpo constantemente
recordándole cuán cerca.
"Entonces, Brittany, es la vida de casada todo lo que pensaste que
sería?" Rachel dejó una bandeja de galletas saladas y queso en la mesa
frente a ellos.
"En realidad, Rachel, es mucho más de lo que esperaba." Santana
se tensó a su lado.
"Oh, ¿cómo?"
"Bueno, subestimé cuán entrelazadas estarían nuestras vidas,
cuán dependientes seríamos la una de la otra. Necesito cosas que sólo
Santana me puede dar, y no quiero hablar por ella, pero creo que a
Santana le sucede lo mismo. Estoy comprometida con este matrimonio,
tanto como Santana lo está". Brittany movió su mano al muslo de Santana y
su pierna dio un salto con el contacto.
"¿Santana?", preguntó Rachel.
Santana cubrió la mano de Brittany con la suya. "Definitivamente he
aprendido que mi mujer es inteligente, muy inteligente, y la respeto
enormemente. Estamos en esto para el recorrido largo, y si hubiera
sabido que iba a ser así, la habría localizado y me habría casado con
ella años atrás".
Santana apretó la mano de Brittany, y Brittany se preguntó qué
quería decir. ¿Realmente la respetaba ahora, o estas eran simplemente
más de sus mentiras? Ciertamente no la había respetado hasta ahora.
Después de la cena Rachel mencionó que tenía algunas fotos de
la boda que no creía que Santana y Brittany hubieran visto. Las cargó en
su computadora portátil y las proyectó sobre la pared antes de que
Brittany pudiera cambiar de tema. Mientras Rachel pasaba las imágenes
de la boda, los recuerdos agridulces se abatieron sobre Brittany mientras
se trasladada al parecer de regreso a la fecha actual.
El amor que sentía por Santana, mientras caminaba por el pasillo
la había abrumado entonces. Ella estaba totalmente enamorada - fuerte
y poderosamente, su confianza derramándose en todo su ser. Estaba
enamorada y era amada. O por lo menos pensaba que lo era.
Imagen tras imagen bailaban en la pared como si fueran
instantáneas de su vida, la única parte de su vida que realmente
importaba. Brittany había dividido su relación con Santana en dos partes:
antes de que se enterara del engaño y el después. Al ver estos destellos
del "antes", tuvo la tentación de minimizar el "después". Pero no podía
hacerse eso a sí misma. Tenía que ver las cosas como en realidad eran.
Algunas fotos de la ceremonia mostraban a Santana de pie en el
altar, luciendo sorprendente en su esmoquin de Armani. Sus ojos
brillaban, y se veía un poco asustada. Su primer beso fue capturado,
rápidamente seguido de su primer baile. Disparo, tras disparo Santana la
miraba como si realmente estuviera enamorada de ella. Pero ahora
Brittany sabía que no era así. Mientras veía las fotos sintió, más que vio,
a Santana mirándola y peleó contra devolverle la mirada.
Afortunadamente la última imagen pasó.
Brittany estaba un poco aturdida por el vino que había consumido
para conseguir pasar por la presentación y en el camino a casa
preguntó: "¿Pasaste un buen rato?"
"Sí, lo hice. ¿Y tú?"
Brittany no respondió a la pregunta directamente. "Tenías razón.
Son gente maravillosa. Me duele el corazón cuando pienso acerca de
la tragedia con Haley. Cosas terribles como esa no deberían sucederle
a nadie, y mucho menos a gente tan amable como ellos." Ni siquiera
podía imaginarse lo que debían haber sentido cuando escucharon las
noticias sobre su nieta.
Santana dijo: "Nunca conocí a mis abuelos. Todos ellos murieron
cuando yo era joven. Incluso si hubieran vivido, sólo podría esperar
que me amaran, independientemente de a quién yo amara." A
diferencia de mi padre no fue pronunciado.
"No sé si los míos están vivos o muertos. Supongo que podría
rastrearlos, pero por otra parte, podrían hacer lo mismo. Dudo que los
padres de mi padre siquiera sepan que tienen nietos o, mejor dicho,
acerca de mí y Sam. Dios sabe quién más está ahí fuera, como
resultado de mi padre."
"¿Tienes la sensación de que Quinn y Rachel nos consideran sus
nietas sustitutas?", Santana hizo la pregunta que la había atormentado la
noche entera.
"Sí, la tengo, y estoy halagada".
Santana no se sentía halagada. Se sentía culpable. Era una canalla
por haber engañando a Brittany, y por haber explotado ese engaño con
Quinn y Rachel era exactamente igual de malo. Eran buenas personas
que no tenían segundas intenciones. Ellos no merecían ser tratados de
la manera en que lo había hecho. ¿Qué había estado pensando? Habían
sido engañados tanto como Brittany, y ella era la responsable de
engañarlos. La vergüenza la cubría todos los días y no sabía qué hacer
para hacer lo correcto. Se lo dijo a Brittany mientras llegaba a su entrada
y esperaba a que la puerta del garaje se abriera.
"Siento un sensación de responsabilidad hacia ellos."
Asumir la responsabilidad de otra persona era una nueva
sensación para Santana. Rara vez se sentía responsable de su familia, y
mucho menos de otra persona. Y había días en que ni siquiera quería
ser responsable por sí misma. Era una sensación extraña, incómoda.
Pensó en lo que les había dicho mas temprano a los Fabrery
sobre Brittany y su matrimonio. Ella respetaba a Brittany, más de lo que
había respetado alguna vez a una mujer. En las largas noches, cuando
yacía despierta añorando a Brittany, se daba cuenta de que había tratado
mal a una gran cantidad de mujeres. Algunas habían querido más de
ella de lo que ella quería dar, y se las había sacudido sin considerar sus
sentimientos en absoluto. No devolvía las llamadas de teléfono y,
cuando se veía obligada a dar su número, inventaba uno.
Tina tenía razón, era una cerda. Le llevó enamorarse de la
mujer adecuada para que se diera cuenta.
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por awong_snix Vie Mar 20, 2015 7:36 pm

Capítulo Veinte


La campana de la puerta sonó, y Brittany levantó la vista de las
flores que estaba arreglando. Había estado pensando acerca de los
Fabrery y la noche que ella y Santana pasaron con ellos. No se había
dado cuenta de lo mucho que los echaba de menos hasta que los vio de
nuevo. Además, pasar la noche con Santana no fue tan estresante
como pensó que sería. Cayeron en una intimidad natural que se da
sólo con las personas que estuvieron juntas durante un tiempo. La
historia entre ellas no había enfriado la química natural y cómoda.
Al mismo tiempo, entendió lo peligroso que su "matrimonio" con
Santana podría ser.
Brittany sostenía rosas de color rosa que estaba introduciendo entre
margaritas blancas. Su aliento se atoró en su garganta cuando Santana
entró. Habían pasado casi dos semanas desde su cena con los Fabrery,
y Santana había estado en casa sólo cuatro noches desde entonces.
Santana había regresado de su oficina una tarde y le había
informado que tenía que irse fuera de la ciudad por unos días.
Mientras se dirigía al piso de arriba para empacar, murmuró algo
acerca de un problema en uno de sus proyectos. Unos pocos días se
convirtieron en mucho más, y hasta esta mañana, cuando Brittany se fue
a trabajar, Santana no había vuelto todavía.
Brittany se embriagó en la imagen de Santana. Vestía pantalones de
seda de color gris oscuro, un cinturón negro delgado y una camisa
blanca inmaculada apenas visible debajo de su liviano sobretodo,
dándole un look andrógino, y la boca de Brittany se secó. Sus ojos
naturalmente grises parecían penetrantemente negros, y los hoyuelos
en sus mejillas aparecieron con su sonrisa. Se veía cansada, sin
embargo, ella irradiaba una sensualidad sutil a la que Brittany no podía
dejar de responder. Al igual que con los Fabrery, no se dio cuenta de
cuánto había extrañado a Santana, hasta que la volvió a ver.
"Hola", dijo Santana, caminando hacia el mostrador. "Espero no
estar interrumpiendo nada." Miró alrededor de la tienda.
"Estás de vuelta." El pulso de Brittany estaba corriendo.
"Llegué esta mañana."
"¿Cómo estuvo tu viaje?" La cercana proximidad de Santana y su
larga ausencia le hacían más difícil concentrarse.
"Ya sabes, sólo negocios".
Hubo una larga pausa, y Brittany saltó cuando Kurt gritó detrás de
ella: "Bueno, mira lo que ha traído el gato: ¿Cómo estás, Santana?"
Santana llegó a la mano que Kurt le extendía. "Estoy bien, Kurt.
¿Cómo estás?"
"No tengo quejas. ¿Dónde has estado? Brittany apenas si habla de
ti. No como lo hacía cuando se estaban cortejando. No podía hacerla
callarse."
Santana y Brittany intercambiaron una mirada cautelosa. "He estado
fuera de la ciudad por unos días."
"Vienes a llevar a tu hermosa novia a almorzar?", Preguntó Kurt.
Santana miró a Brittany. La expresión de su rostro era casi ilegible,
pero Santana la conocía lo suficientemente bien como para ver que
había atrapado a Brittany con la guardia baja. Cuando su avión aterrizó
esta mañana tuvo la imperiosa necesidad de ver a Brittany. Mientras
estuvo fuera había logrado mantener el dominio de sus emociones y
no actuar como una idiota enferma de amor, pero tan pronto como
supo que Brittany estaba al alcance de su mano no pudo controlarlos por
más tiempo.
La noche que regresaron de lo de los Fabrery, Santana tuvo que
forzarse a sí misma a no ir a la habitación de Brittany. La noche había
sido difícil porque habían actuado como si todavía estuvieran
enamoradas. Santana no había actuado, y cada vez que Brittany la tocaba
o la miraba, su piel ardía. Deseaba a Brittany tan mal que se había
paseado por su habitación toda la noche.
Normalmente, cuando Santana no podía dormir, nadaba en la
piscina hasta quedar agotada. Pero no se atrevió a pasar por la puerta
del dormitorio de Brittany semi vestida, porque no sería capaz de
simplemente pasar de largo. En su lugar se paseó de un lado de la
habitación al otro. En un momento empezó a contar los pasos, y
cuando llegó a mil, se obligó a dejar de contar.
Se fue a trabajar esa mañana cansada y al borde, y después de la
tercera vez que le ladrara a Puck, él la dejó sola el resto del día. En
mitad de la tarde le dijo que hiciera arreglos de viaje por ella para
visitar tres locaciones en Canadá. Un complejo de oficinas que estaba
casi terminado y en los otros dos recientemente habían puesto la
primera piedra. Tenía un nuevo jefe de proyecto en la mayor de las dos
y quería mantener una estrecha vigilancia sobre cómo iba la
construcción. Puck no sonó sorprendido cuando ella extendió su viaje
un período adicional de seis días.
Normalmente, cuando viajaba, saboreaba la vida nocturna y
experimentaba las delicias locales, si llegaba la mujer adecuada. Pero
no en este viaje. Trabajó tanto como pudo, caminó tán lejos como
podía ir, y bebió tanto como su cuerpo le permitiera – y aún así no
pudo conseguir sacar a Brittany de su mente. Dondequiera que iba veía a
alguien o algo que le recordaba a la mujer que, sin saberlo, tenía su
corazón en la palma de su mano. Más de una vez estuvo a punto de
comprar algo que sabía que a Brittany le gustaría, y sí compró un collar
de zafiros que planeaba guardar por si acaso encontraba una
oportunidad para dárselo.
Los golpes de la música en el bar en Montreal le habían
molestado más que lo que la habían energizado. Siempre había
encontrado atractivas y emocionantes a las mujeres en esa ciudad,
pero durante este viaje parecían chatas y sin brillo. Varias se le
acercaron de manera sutil y no tan sutil, y amablemente les dijo que
no estaba interesada. Después de un par de horas volvió al hotel sola.
Quería irse a casa, pero no se atrevió hasta que consiguiera tener
sus emociones bajo control. Se consumió con imágenes y
pensamientos de Brittany. La primera vez que se vieron, la primera vez
que bailaron, la primera taza de café que bebieron juntas. Casi podía
recitar todas las conversaciones que tuvieron. Los recuerdos de su
vida sexual fueron los más fuertes y desgarradores. El tacto de Brittany
parecía haberse grabado a fuego en su carne. Suspiraba por su tacto y
sus besos. Sólo Brittany podría calmar el fuego que crecía dentro de ella.
Santana nunca se había sentido tan fuera de sí como lo había
hecho últimamente. No podía concentrarse, se distraía fácilmente, y
no tenía apetito. Todo lo que comía sabía a tiza, y cuando se veía
obligada a cenar con un socio de negocios, generalmente empujaba
suficiente comida alrededor de su plato como para que pareciera que
había comido.
Así que se había quedado fuera más tiempo del que quería y, a
juzgar por su reacción a Brittany, no todo el tiempo que necesitaba.
Sin embargo, Santana no veía nada en la habitación excepto a
Brittany. Las flores eran pálidas en comparación con la mujer que había
hecho su esposa. El pelo rubio de Brittany estaba escondido detrás de
una oreja, un pendiente de diamantes guiñándole un ojo. Sus jeans
acentuaban sus largas piernas, y Santana detuvo su mirada en el ascenso
y descenso de sus pechos. Brittany parecía respirar más rápido, y Santana
se dio cuenta de que sus pezones se endurecían bajo su remera. Todo
lo que podía hacer era quedarse donde estaba.
"¿O sólo se van a violar la una a la otra aquí en el mostrador?"
El subconsciente de Santana registró la voz de Kurt. "Lo siento,
¿qué has dicho?"
"Te pregunté si viniste a llevar a tu bella esposa a almorzar".
Esta vez, cuando Santana miró a Brittany estaba preparada, o por lo
menos tan preparada como podía estar. "¿Si ella va a almorzar
conmigo?" Santana lo dijo más como una pregunta que como un
comunicado. Un destello de algo brilló en los ojos de Brittany.
"Por supuesto que lo hará", intervino Kurt. "Vamos, ustedes dos,
tómense tanto tiempo como deseen. Nada más lejos de mi intención
que interponerme entre dos mujeres enamoradas." El teléfono sonó y
Kurt se acercó a responderlo.
Santana miró a Brittany y quería decir: "¿Qué se supone que
hagamos? "
Brittany dejó las flores que todavía estaba sosteniendo en el
refrigerador y cogió el bolso de debajo del mostrador y su chaqueta
del gancho de la puerta. No volvieron a hablar hasta que salieron.
"Lo siento por eso", dijo Brittany mientras el brusco viento de
otoño le soplaba el pelo en la cara.
"¿Sobre qué?", Preguntó Santana, aspirando el aroma limpio de
Brittany. Era lo más cerca que habían estado la una de la otra desde la
cena con los Fabrery.
"Lo que dijo Kurt. No tenemos que ir a almorzar. Puedo hacer
unos cuantos mandados en su lugar. "
"En realidad, por eso he venido. Tenemos que ponernos al día, y
mantener las apariencias con Kurt es parte de nuestro plan, ¿no? Tu
no lo has dicho, ¿verdad?" Santana no creía que Brittany pasara vergüenza
a propósito al decirle a sus amigos acerca de su acuerdo, pero no
quería asumir nada.
"No, aunque me sorprende que te importe. Yo esperaba que tu
única preocupación sería lo que la gente piensa acerca de la infame
Santana López".
Santana hizo una mueca. "Entonces, ¿qué pasa con el almuerzo?
Tenemos que comer y es casi mediodía." Preguntó humildemente, con
la esperanza de que Brittany dijera que sí. Quería estar con ella, sólo
para mirarla, escuchar su voz, aspirar el olor de su cabello. Dios, la
tenía mal. Se estaba convirtiendo en una jugosa versión de sí misma,
un cachorro enfermo de amor. ¿Pero no lo era?
"Está bien, aunque no estoy segura de que esto sea una buena
idea. Pero si tienes un punto. Y probablemente debemos ponernos al
día".
Santana se relajó un poco. Por lo menos no le había dicho que se
fuera al infierno. Caminaron por la calle hasta el restaurante italiano
que ambas amaban. Cuando entraron, Santana se sintió repentinamente
hambrienta. El olor a pan de ajo recién horneado asaltó sus sentidos, y
su estómago dejó escapar un gruñido de protesta. Brittany miró primero
su estómago, luego su cara.
"Lo siento. Supongo que tengo más hambre de lo que pensaba."
La anfitriona las condujo a una mesa tranquila junto a la ventana,
y en poco tiempo Santana tenía un plato de lasaña en frente de ella,
mientras que Brittany mordisqueaba una ensalada César. Santana declinó
la sugerencia de la camarera de un vaso de vino. Quería estar atenta.
Quería asimilar todos los detalles de su almuerzo con Brittany. Podría
tener que confiar en ella para su "acuerdo Brittany" por mucho tiempo.
"¿Cómo estuvo tu viaje? ¿Lograste todo lo que necesitabas?"
Brittany sonaba distante, apenas interesada, como si esa pequeña charla
fuera el único tipo de conversación que le era soportable. Pero por lo
menos le preguntó algo.
Santana quería decir que no. No, no pude sacarte de mi mente.
No, no pude borrar los recuerdos de la manera en que se siente tu
cuerpo debajo de mí. No pude sacarte de mi corazón.
"Fue mas o menos como lo esperaba", respondió ella en su lugar.
Eso no fue una mentira. Santana se había ido porque no se fiaba de
sí misma para estar cerca de Brittany.
La cena en lo de los Fabrery había sido tortuosa, y para el
momento en que se detuvieron en el camino de entrada pensó que iba
a saltar fuera de su piel. A pesar de que sabía que Brittany estaba
actuando, su cuerpo no podía evitar reaccionar ante la forma en que la
miraba y la tocaba. Si Santana no hubiera sabido que no era así, habría
dicho que algunos de los toques de Brittany se quedaron un poco más de
lo necesario para convencer a Quinn y Rachel de que estaban
enamoradas.
Pero sabía que no era así. Brittany la odiaba - y por buenas razones.
Había usado a Brittany para su propio beneficio sin tener en cuenta sus
sentimientos, y Brittany nunca le perdonaría. Santana había aceptado
ese hecho, pero lo que no podía manejar era la forma en que la
deseaba.
Santana se había enamorado locamente de Brittany. No tenía ni idea
cuándo había sucedido o cómo, pero estaba sin lugar a dudas
absolutamente enamorada. Durante su tiempo fuera, Santana había
tratado de analizar exactamente cómo lo sabía. Nunca había estado
enamorada antes, así que no tenía un verdadero punto de referencia.
Pero sabía que Brittany estaba en sus venas, en todos sus poros y células
de su cuerpo. Era una parte de ella, y Santana se sentía menos que
completa sin ella.
Se había ido con el pretexto falso de un viaje de negocios a
tratar de purgar a Brittany de su sistema. Había visitado sus antiguas
guaridas en donde la sensación de una mujer y el aliento caliente en su
piel la hacían olvidar todo, excepto el momento. Pero no había estado
interesada en lo más mínimo en la escena a su alrededor. Otra mujer
no purgaría a Brittany de su piel y no lo intentó siquiera.
"¿Todo está bien aquí?", Agregó Santana.
"Sí". Todo, excepto por el hecho de que tu no estabas. "Tina
llamó ayer. El cumpleaños de Mike es en un par de semanas, y ella
nos invitó a una fiesta para él en su casa."
Santana consiguió tragar otro bocado de comida. Sospechaba que
su lasaña era deliciosa, pero su garganta estaba demasiado seca para
disfrutar de ella. "¿Te dijo algo más?"
"¿Debió hacerlo?"
Santana supuso que Tina se sorprendió cuando Brittany respondió
el teléfono. Probablemente había cubierto su asombro al hablar de la
fiesta de Mike. Sin embargo, Santana no pudo ocultar sus propios
sentimientos tan fácilmente, a pesar de que lo intentó, al no responder
a la pregunta de Brittany.
Brittany le preguntó otra. "¿Le dijiste?"
Santana tenía miedo de mirarla. "Ella es mi hermana, y,
probablemente, mi única amiga. Yo necesitaba a alguien con quien
hablar."
"Así que ahora que sabe lo tonta que soy. ¿Alguien más lo sabe?"
"No", dijo Santana rápidamente mientras las palabras de Brittany le
pegaban en el estómago. Era evidente que había herido a Brittany de
nuevo. Jesús, ¿aprendería alguna vez? "Nadie. Sólo Tina. Ella no
cree que seas una tonta". Santana renunció a comer y dejó su tenedor en
el plato. "Me llamó una cerda." Echó un vistazo a Brittany. "En realidad
dijo que yo soy una idiota, una cerda, y una mentirosa." Las palabras
de Tina todavía le escocían y, porque eran la verdad, siempre lo
harían.
"Yo sabía que me gustaba." Brittany sonrió. "Me dio la bienvenida
a la familia y estaba empezando a parecer la hermana que nunca tuve,
antes de ... ya sabes."
"Lo siento. Lo siento por todo esto. Yo fui egoísta, egocéntrica,
una cerda, una canalla, una mentirosa, y todo lo que quieras llamarlo.
Probablemente incluso un par de cosas de las que nunca he oído
hablar." Santana miró a Brittany directamente a los ojos. "Merezco todos
esos nombres. Los merezco absolutamente. Yo fui todas esas cosas y
lo siento. Verdaderamente lo siento. Te he hecho daño y yo nunca me
perdonaré y no espero que tu lo hagas tampoco. Usé a Quinn y la pérdida
de su nieta para conseguir lo que yo quería. Lo que hice estuvo fuera
de lugar, y nadie se merece ser tratado de la forma en que yo los traté.
Tú especialmente. Jugué con tu debilidad y no puedo decirte cuánto lo
siento. Sé que no me crees, pero así me tome el resto de mi vida voy a
tratar de compensarte por ello."
Brittany parecía aturdida por la admisión de Santana, y las líneas
alrededor de su boca se suavizaron, casi como si quisiera creerlo. Pero
luego las líneas se apretaron de nuevo, y Santana supo que había hecho
daño a Brittany tan profundamente que nunca aceptaría cualquier cosa
que ella dijera.
"Tienes razón, Santana. No lo merecíamos". Brittany no la iba a
liberar del gancho.
"He estado pensando en contarles todo a Quinn y Rachel". Santana se
sentía como si estuviera en rehabilitación, en la fase en la que tenía
que confesar sus pecados y pedir perdón. Era un incómodo lugar para
estar.
"No te atrevas". Las palabras de Brittany fueron muy duras. "No les
hagas daño a ellos también. Saber lo que hiciste los devastaría".
Al igual que lo hice contigo, pensó Santana. "Está bien, si tu lo
dices". Santana dejó a Brittany la decisión en este caso. Le permitiría
tomar la decisión en todo si tan sólo la perdonara. En el camino de
regreso de Canadá, Santana decidió que quería a Brittany en su vida y que
haría cualquier cosa para recuperarla. No sería fácil - podría ser
imposible - pero planeaba intentarlo. Tenía que hacerlo.
"Sí, lo digo. Decirles no va a lograr otra cosa que aliviar tu culpa.
Los aplastaría, y me preocupo demasiado por ellos para dejar que eso
suceda."
"Yo sólo estaba pensando en ti."
"¿Cómo es eso?"
"Tú eres la que tiene que actuar cada vez que estamos juntas.
Sólo estaba tratando de hacerlo más fácil para ti."
"¿A expensas de alguien más?"
"No, en absoluto." La conversación iba rápidamente cuesta
abajo. "Yo sólo estaba ..." Santana suspiró y dejó caer su cabeza entre
sus manos. "Yo ya no sé qué pensar ".
La confusión de Santana desgarró los bordes del corazón de Brittany.
No quería verla sufrir, pero era la única forma de que aprendiera.
Tenía que ser responsable de lo que había hecho. Esto era más que un
negocio, había jugado con vida de la gente. Había cruzado la línea.
"Sé lo que estás tratando de hacer y te lo agradezco, Santana, pero
yo decidiré lo que tengo que hacer".
"Está bien. Tu estás montando el espectáculo aquí, tu tienes la
última palabra."
Brittany sabía que debía sentirse mejor, superior, a cargo, pero no
lo hizo. La parte egoísta de ella, su orgullo, quería, pero no pudo.
No quería ser moralmente mejor que Santana. Quería ser su igual.
"Santana-" empezó a decir pero Santana la interrumpió.
"Se está haciendo tarde. Probablemente tienes que volver." Hizo
señas por la cuenta, poniendo fin a su conversación.
*
Cuando Santana regresó a su oficina, Puck estaba en el teléfono y
le hizo una seña de que la llamada era para ella. Sacudió la cabeza,
no tenía ganas de lidiar con nada, pero cuando Puck le informó que
era Sam, se apresuró a entrar a su oficina y recogió el receptor.
"¿Sam?" Brittany había mencionado que a pesar de que su
hermano podía hacer llamadas por cobrar, nunca la había llamado.
Ahora, aquí estaba, llamando a Santana. Sus sentidos estaban en alerta
máxima.
"¿Santana? Espero no molestarte".
Parecía que Sam estaba hablando desde dentro de una cueva.
Santana supuso que se encontraba en una habitación con más concreto
que alfombras.
"No, por supuesto que no, Sam. Puedes llamarme en
cualquier momento. ¿Estás bien?"
"Sí, estoy bien. Sólo quería hablar contigo sin Brittany alrededor".
"Está bien." Santana no sabía qué más decir. Durante sus visitas
a Lompak con Brittany nunca había hablado realmente con él. Brittany
estaba allí para visitar a su hermano y sólo ellos conversaban. Santana
se sentó en su silla, desviando sus ojos a la pintura de la playa que
Brittany le había dado el día de su boda. Junto a ella había una escena de
un lago de montaña.
"Santana, yo ... eh ..." se detuvo. Era evidente que Sam estaba
luchando con lo que quería decir.
Ella lo ayudó a salir. "Sam, esta conversación es entre tú y
yo. Tú eres el hermano de Brittany, y si necesitas algo haré lo que pueda
para ayudarte."
Santana creyó oírlo tomar una respiración profunda. "Quiero
agradecerte por lo que estás haciendo. Por ayudarme. Por pagar por mi
abogado, el señor Nixon." Sus frases salían en ráfagas cortas.
"Realmente lo aprecio. Tu no tienes que hacerlo, ya sabes."
"Sam, no tienes que darme las gracias. Yo quiero hacerlo."
Santana quería ayudar a Sam. Lo conocía sólo por lo que Brittany le
había contado, y aparte de sus actuales circunstancias, parecía ser un
gran tipo.
"Sí, Santana, tengo que hacerlo. Significa mucho para mí." Hizo
una pausa, como si estuviera decidiendo si decir algo más. "Tu sabes
que mi hermana realmente te ama."
Santana escuchó un pitido en el oído, recordándole que su
conversación estaba siendo grabada. "¿Cómo lo sabes?"
"La forma en que te mira, la forma en que su cara se ilumina
cuando habla de ti. Jesús, incluso la forma en que camina a tu lado
cuando las dos entran en la habitación. Le pegó fuerte." Él se rió entre
dientes.
El anonimato del teléfono le dio el valor a Santana. "Yo la amo
también. Tu hermana es una mujer maravillosa." Santana pensó que era
inusual que a la primera persona a la que honestamente declarara su
amor por Brittany fuera un hombre encerrado en una prisión de máxima
seguridad.
"Sí, lo es, y no quiero verla salir lastimada."
A Santana no le gustó la forma en que la conversación había
cambiado. "¿Qué te hace decir eso?"
"Debido a que está tan locamente enamorada de ti que es
vulnerable".
"No tengo ninguna intención de hacerle daño, Sam." No más
de lo que ya lo he hecho.
"Me alegro de oír eso porque la quiero, y no sé cuánta mierda
más puede aguantar en su vida."
Santana respiró un poco más tranquila. "Yo amo a tu hermana,
Sam, y haré cualquier cosa por ella." Sus palabras hicieron eco en
su cerebro.
Se intercambiaron algunas bromas más y terminaron rápidamente
la llamada. Dejó caer el auricular de nuevo en la base y se sintió de
pronto agotada.
*
La conversación fastidió a Brittany el resto del día. Se enfrentó a
un aluvión de preguntas de Kurt cuando regresó del almuerzo, entre
ellas una que decía que no parecía que acababa de volver de almorzar
con su nueva esposa. Inventó una excusa e hizo lo que pudo para
evitarlo el resto de la tarde. En su camino a casa finalmente se dio
cuenta de por qué su conversación la había perturbado tanto.
Santana prácticamente había rodado y jugado al muerto. No se
defendió o trató de explicarse, y definitivamente no puso ninguna
excusa para lo que había hecho. ¿Santana habría asumido la
responsabilidad de la Segunda Guerra Mundial si la hubiera acusado
de ella? Le dejó a Brittany tener lo que quisiera, incluido el derecho a
masticarle culo una y otra vez si quería.
Brittany frunció el ceño mientras llegaba al camino de entrada.
¿Tenía tanto control sobre Santana? ¿Quería ese tipo de poder sobre
otra persona? ¿Sobre Santana?
Estacionando su auto, Brittany apagó el motor y se sentó en la
tenue luz del garaje. Durante mucho tiempo apenas si se había
aferrado lo que tenía, y ahora todo su mundo había cambiado. Había
pasado de tener prácticamente nada a tenerlo todo para regresar a
prácticamente nada de nuevo. Claro, tenía el nombre de Santana, su
dinero, y las oportunidades que se incluyen con esta nueva posición,
pero estaba sola. Estaba viviendo la cáscara de una vida. Una cáscara
muy bonita, pero aún así una cáscara. Su vida estaba vacía. De pronto
estaba muy cansada.
Se sentó en el garaje durante unos minutos. Cuando la puerta
se hubo levantado, se había sorprendido al ver el coche de Santana
aparcado en su lado derecho consuetudinario. Brittany por lo general
llegaba mucho antes que Santana, que a veces no regresaba a casa hasta
mucho tiempo después de que ella se fuera a la cama.
Reuniendo sus fuerzas para ir al interior, buscó la manija de la
puerta, y de repente se detuvo. Las palabras de Santana del almuerzo de
hoy volvieron a ella como si las estuviera oyendo por primera vez.
Santana había dicho que ella era la que tenía que actuar cuando estaban
en público. ¿Significaba eso que Santana no lo hacía? La puerta
que conducía a la casa se abrió y la mujer en cuestión estaba parada en
el umbral.
"Está todo bien, Brittany?" Santana se acercó al coche. "Has estado
sentada aquí durante un tiempo. ¿Necesitas algo?" Santana miró en el
asiento de atrás y hacia el maletero del coche. "¿Brittany?", preguntó
Santana de nuevo, después de que Brittany no hubiera respondido a
ninguna de sus preguntas.
Brittany se volvió cuando vio a Santana, que parecía ser un ángel
cuidando de ella - su ángel de la guarda. El corazón de Brittany dio un
vuelco. La preocupación de Santana por ella parecía ser real, pero pensó
que Santana se había casado con ella porque la amaba. Santana no había
destruido sólo la confianza de Brittany en ella, había destruido su
confianza en sí misma. El serio error de juicio de Brittany había
sacudido su fe y confianza en sí misma más de lo que esperaba.
"Todo está bien. Sólo pensando por un minuto." Brittany reunió
sus cosas y Santana abrió la puerta.
El garaje era grande, pero había aparcado más cerca de la pared
de la izquierda de lo que solía hacer, y tuvo que apretarse contra
Santana para entrar en la casa. Cuando lo hizo, aspiró el aroma que
había llegado a conocer como exclusivamente de Santana. La
combinación de almizcle y pino de inmediato llevaron a Brittany al
recuerdo de estar en los brazos de Santana. Tropezó en su paso hacia
la casa.
Santana se acercó a sostenerla, su brazo se envolvió alrededor de
la cintura de Brittany. Su contacto íntimo envió un rayo de fuego por la
espalda de Brittany, y se instaló en la ingle. Cuando se tocaban como
parte de sus muestras públicas de afecto matrimonial, el cuerpo de
Brittany siempre había reaccionado, pero nunca había revelado lo que su
cercanía realmente provocaba en ella. Pero ahora sus ojos estaban a
escasos centímetros de la boca de Santana y fijó su mirada en los
exuberantes labios rojos. Su respiración se aceleró, y esta vez no trató
de ocultar su respuesta.
Brittany miró desde los labios de Santana a sus ojos. Leyó la llama
del deseo en ellos que se había vuelto tan familiar en su corto tiempo
juntas. Podía entender por qué Santana la había deseado. Después de
de todo, ella era una mujer atractiva. Y realmente no creía que Santana
hubiera fingido las decenas de veces que habían hecho el amor.
Los segundos pasaban y ninguna de ellas se movía. Brittany no
podía olvidarse de la manera en que su cuerpo respondía y la
excitación del tacto de Santana de lo que podía olvidarse de su propio
nombre. Echaba de menos yacer junto a Santana en silencio justo antes
del amanecer. La forma en que sus cuerpos hablaban entre sí en la
oscuridad de la noche, conversando con facilidad con una taza de café
o preparando la cena juntas. No importaba cuán duro trataba de negar
el hecho, todavía estaba enamorada de Santana López. Santana tuvo
que haber leído algo en su cara porque el color de sus ojos se
oscureció y se humedeció los labios.
Brittany trató de recordarse que todo era diferente ahora. Se había
estipulado claramente que el matrimonio era sólo de nombre y Santana
tendría que satisfacer su lujuria en otro lugar.
Pero ese pensamiento preocupaba a Brittany. ¿Cuánto tiempo una
mujer como Santana pasaría sin relaciones sexuales con ella antes de
que decidiera aventurarse fuera? Santana era una mujer sexy y sensual
que otras mujeres encontraban deseable, y no tendría problemas para
encontrar a alguien, o a muchas, para aliviar su dolor. Ella y Santana no
se habían prometido permanecer fieles durante su casto matrimonio,
sin importar lo que pudiera durar. De repente, la idea de Santana
tocando a otra mujer, o peor aún, de otra mujer tocándola a ella, puso
celosa a Brittany.
El corazón de Santana estaba corriendo y el pulso le latía con tanta
fuerza que pensó que debía estar resonando en las paredes del garaje.
Brittany se sentía tan bien en sus brazos. Cuando Brittany tropezó, su
cuerpo estaba rígido, como si estuviera anticipando la caída. Luego se
relajó, fundiéndose en Santana con una familiaridad debida a horas de
hacer el amor.
Santana quería besarla, necesitaba besarla. Prácticamente podía
saborear la dulzura de sus labios que estaban tan cerca. Los labios de
Brittany se acercaron aún más y no sabía si era Brittany o ella quién se
movía, pero no le importaba. En otro segundo estaría besándola. No
sería un beso casto, un beso imaginario, sino alimentado por la pasión
y el deseo, y eso era todo lo que importaba.
Al primer contacto de sus labios Brittany pensó que iba a
desmayarse. Los besos de Santana eran exquisitos, y en ocasiones era
capaz de venirse simplemente con ellos. Santana era tentativa pero
posesiva. Mordió los bordes de la boca de Brittany, su lengua bailando
en sus labios como si estuviera esperando que ella la invitara a entrar.
No pasó mucho tiempo antes que ella lo hiciera. Mientras la lengua de
Santana le llenaba la boca, Brittany se volvió y apretó su cuerpo
completamente en contra de la forma implacable de Santana. Los
brazos de Santana le rodearon la cintura y Brittany rodeó con sus brazos
el cuello de Santana, olvidando por completo lo que estaba haciendo o
por qué no debería hacerlo.
Podrían haber sido horas o podrían haber sido minutos antes de
que Brittany levantara la cabeza, con dificultad para respirar. Ambas
estaban jadeando, y Brittany disfrutó viendo el rápido ascenso y caída
del pecho de Santana. Los pezones de Santana se endurecieron, y un
puño apretado de anticipación anudada la boca del estómago de Brittany.
"Te deseo Brittany. Te necesito", dijo Santana, apenas capaz de
hablar, porque su pasión casi la ahogaba. Suspiraba por Brittany.
No sólo su contacto, sino porque ansiaba desesperadamente tenerla
de nuevo en su vida, con ella. Lo que sentía por Brittany era más que
lujuria. La amaba y quería los días buenos y los malos, la alegría y la
tristeza, las noches llenas de pasión y las noches de simplemente
sostenerse la una a la otra mientras dormían. Su vida no era nada sin
Brittany.El timbre del teléfono celular de Brittany sorprendió a Santana. El
agudo sonido continuó durante unos segundos antes de que ella se
diera cuenta de lo que era. "No contestes," Santana prácticamente le
rogó, pero el momento se había ido. La tensión en el cuerpo de Brittany
le dijo que tan pronto como había caído sobre ellas había pasado,
dejando un rastro de brasas al rojo vivo. A regañadientes, Santana la
dejó en libertad. Brittany se apartó de ella al mismo tiempo, agarrando el
teléfono.
awong_snix
awong_snix
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Mensajes : 552
Fecha de inscripción : 15/11/2013

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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por awong_snix Vie Mar 20, 2015 7:37 pm

Capítulo Veintiuno
"¿Estás loca?" Puck miró a Santana como si hubiera perdido la
cabeza.
"No, Puck, no lo estoy. Ya he hablado con el alcalde y es un
asunto cerrado. Planea anunciarlo esta tarde." Santana revolvió algunos
papeles sobre su escritorio, localizando finalmente lo que estaba
buscando.
"Santana, la tierra por sí sola vale millones, por no hablar de la
cantidad de dinero que harías una vez que se hubiera desarrollado."
Puck no le estaba diciendo algo que no supiera ya. Si lo había, él
estaba subestimando el valor de la parcela de tierra cerca del corredor
central de la ciudad.
La escena en el garaje con Brittany una semana antes perseguía a
Santana, y se habían eludido con cautela entre sí desde entonces. Brittany
parecía tener miedo de estar a solas con ella durante mucho tiempo.
Santana misma luchaba por mantener sus emociones bajo control y más
veces de las que no, pasó la noche despierta en su cama.
Conduciendo al trabajo la mañana después del incidente del
garaje, había cristalizado los pensamientos que habían estado
rebotando en su cabeza. ¿De qué servía toda su riqueza si no tenía a
Brittany para compartirla? Ella no necesitaba otro rascacielos con su
nombre en la piedra angular, u otro centro comercial en su currículum.
Sus habilidades y su talento le habían conseguido todo lo que ella
siempre soñó, y su codicia le había costado lo único que importaba.
No podía cambiar el pasado, pero podría cambiar su comportamiento
en el futuro.
"Puck, es un hecho", respondió ella, efectivamente eliminando
cualquier conversación. Santana no iba a cambiar de opinión. En todo
caso, esto era sólo el comienzo.
"¡Brittany, enciende el televisor. Canal 15, de prisa, te lo perderás!"
"Por Dios, Kitty, ¿qué está pasando?", Preguntó Brittany,
buscando el control remoto. Después de encontrarlo debajo de la
almohada en el sofá, golpeó el botón de encendido. La cara de la
alcaldesa Roberta James frente a un micrófono se materializó un
instante antes de que el sonido le golpeara las orejas.
"Y me complace anunciar que Santana López ha donado la
tierra que la ciudad necesita desesperadamente para la nueva
biblioteca pública." La alcaldesa estaba prácticamente radiante. Detrás
de ella estaba el dibujo de la biblioteca que había sido presentado en
los peródicos unas cuantas semanas atras. "Como ustedes saben, los
últimos años hemos estado buscando la propiedad adecuada a un
precio que los contribuyentes pudieran pagar, y no habíamos tenido
éxito hasta que Santana López me llamó a mi oficina la semana
pasada."
Brittany se sentó en el sofá y subió el volumen. No podía escuchar
las preguntas del reportero, pero la voz de la alcaldesa era clara
mientras respondía con paciencia a cada uno de ellos.
"No, no hay ninguna condición que no sea que la tierra debe ser
utilizada para la biblioteca y un pequeño parque. No puedo hablar de
los motivos de la Sra. López que no sea para decir que esta
donación es muy generosa. Ella concretamente me dijo que no quería
estar aquí esta tarde porque esto no es acerca de ella. Se trata de la
ciudad consiguiendo lo que necesita mucho. No, no había estado en
negociaciones con la Sra. López antes de esto. Esta parcela de
tierra era demasiado cara para el presupuesto de la ciudad. El condado
la ha tasado en ocho punto cinco millones de dólares".
Brittany no escuchó más respuestas, la voz de Kitty viniendo
desde el auricular del teléfono y le recordó que todavía lo sostenía en
su mano. "Lo siento, ¿qué dijiste?"
"Te pregunté si sabías que iba a hacer esto." Kitty era reportera
del periódico local y odiaba perderse la exclusiva.
"No, no lo sabía." Brittany no añadió que Santana ya no hablaba de
sus negocios con ella. Brittany se alegró de que Kitty no pudiera ver
su humillación por no saber lo que Santana había hecho.
"Wow, qué amortización de impuestos. Ocho punto cinco
millones de dólares. Y se los dio a ellos?"
Brittany seguía procesando la información. Sabía cuánto
significaba cada pieza de propiedad para Santana, y si este informe era
cierto, estaba pasmada. Sobre todo si se los daba sin condiciones.
Hubiera esperado que Santana insistiera en tener su nombre en el
edificio, por lo menos.
*
"La alcaldesa nos ha invitado a una recepción que está
organizando por el nuevo museo de arte. "
La declaración de Santana desconcertó a Brittany. Eran más de las
diez de la noche y Santana había vuelto a casa desde la oficina a esta
misma hora los últimos días. Apenas le había dicho más de tres
palabras desde su beso una semana atrás. Brittany se había tenido que
enterar acerca de un negocio de tierras gigantesco en las noticias y
ahora ¿Santana esperaba que fuera su codo dulce para algún
político? Brittany no sabía si sentirse herida o insultada. Quería elegir lo
segundo, pero realmente ya no estaba a cargo de su emociones.
"Apuesto a que si." Brittany esperaba sonar tán sarcástica como se
sentía.
"¿Supongo que sabes sobre la tierra de la biblioteca?"
"Sí, y tuve que enterarme cuando Kitty me llamó y me dijo
que encendiera el televisor. ¿Sabes cómo me hizo sentir, me refiero a
la forma en que me hizo quedar?" Rápidamente se corrigió. Estaba
herida por que Santana no había compartido la noticia con ella, pero no
quería que ella lo supiera. "Yo soy tu esposa, Santana, debería haber
sabido".
Santana entendió por qué Brittany estaba tan molesta. A pesar de que
había sido idea de Brittany ser su esposa sólo de nombre, cualquier otra
cónyuge lo habría sabido. No había pensado en ese punto. Su plan
para demostrarle a Brittany que significaba más para ella que un pedazo
de tierra había sido contraproducente.
"Tienes razón, debí habértelo dicho. Lo siento. No fué mi
intención avergonzarte."
"¿Cuál fue tu intención?"
Santana debatía si debía decírselo a Brittany. Probablemente no le
creería aún si se lo decía. Era demasiado pronto. "Llámalo como un
momento de deber cívico".
Brittany la miró como si estuviera tratando de detectar cualquier
indicio de engaño, pero no encontró ninguno.
*
Brittany se enteró de varios "momentos de deber cívico" más las
siguientes semanas. Santana había dejado el contenido de su maletín
tirado en el sofá una tarde, y cuando Brittany se inclinó para recoger
varios papeles se habían caído al piso, no pudo dejar de echar un
vistazo a la hoja superior. Reconoció el logo de la tienda de meriendas
al lado de la floristería y miró el contenido. El propietario estaba
agradeciendo a Santana por renegociar su contrato y reducirles la renta
sustancialmente. ¿Reducirles la renta? Brittany puso los papeles sobre
la mesa, no estaba segura si debía sentirse culpable por espiar o alegre
de haberlo hecho.
Una tarde, Santana llamó la floristería y le dijo que acababa de
vender una parcela de tierra, a un precio reducido en gran medida, a
una organización filantrópica que proporcionaba viviendas a precios
razonables a las familias de bajos ingresos. Dijo que quería que Brittany
lo supiera porque el grupo emitiría un comunicado de prensa al día
siguiente.
El teléfono estaba sonando cuando Brittany entró en la casa,
haciendo equilibrio con una bolsa de comestibles en un brazo y su
bolsa de deporte en el otro.
"¿Hola?"
"Brittany, es Quinn," dijo la voz familiar.
Dejó caer la bolsa en el suelo y dejó los comestibles en la
mesada. Acuñando el teléfono entre su oreja y hombro, usó ambas
manos para extraer los productos perecederos. "Quinn, hola. ¿Cómo
estás? ¿Cómo está Rachel?"
"Estoy bien, Phyl está muy bien. ¿Cómo estás? ¿Es este un buen
momento?"
Brittany puso el helado en el congelador y la leche, los huevos y el
queso cottage en el refrigerador. "Lo es. ¿Qué pasa?"
"Está Santana allí? ¡Oh, eso fue grosero. Lo siento. Por mucho que
me encanta charlar contigo, llamé para hablar con tu misteriosa
mujer".
"¿Misteriosa?" Brittany se sintió intrigada por la descripción.
"Sí, es un misterio en cuanto a por qué no ha firmado el último
papel del fideicomiso. Sin eso, la venta no se puede cerrar. Tan
impaciente como estaba por ese pedazo de tierra, habría esperado que
hibiera movido cielo y tierra para cerrar el papeleo. Ha estado todo
listo esperando las ultimas semanas. La propiedad no será
oficialmente de ella hasta que se cierra el fideicomiso. Sólo estoy
llamando para ver si hay algún problema. Entiendo que el problema
del número de parcela se ha resuelto, por lo que sólo tiene que firmar
la presentación revisada".
¿Santana había puesto un alto en el cierre? Brittany de repente se dio
cuenta de que no había oído nada más acerca de Gateway por varios
meses. Santana había estado impaciente por empezar a moverse en el
proyecto, e hizo una nota mental para preguntarle acerca de ello
cuando llegara a casa.
"Lo siento, Quinn, no tengo ni idea, y ella tuvo que salir de la
ciudad por unos pocos días." Brittany dejó de lado la parte de que no
sabía exactamente cuando Santana volvería a casa. Santana había
llamado mas temprano, pero sólo le dijo que había un problema con la
comisión de zonificación en San Luis y que estaba en camino hacia el
aeropuerto. "Le diré que llamaste cuando hable con ella."
"Gracias, te lo agradezco. Lo siento, Brittany, pero tengo que
correr. Estoy encontrándome con Rachel para cenar en veinte minutos.
Sólo pensé que encontraría a Santana en casa."
"Dile a Rachel que le enviamos saludos y que me llame. Es
nuestro turno de recibirlos, ¿tal vez la próxima semana?"
"Me parece bien. Voy a darle a Phyl tu mensaje."
Brittany dejó el receptor en el cargador, pero no lo soltó. Se quedó
así durante varios minutos meditando sobre la llamada de Quinn. ¿No
había firmado los documentos finales? ¿Cuál era el problema? ¿Qué
quería decir eso?
Sus preguntas siguieron sin ser respondidas por el resto de la
noche, y no fue sino hasta después de las nueve cuando se dio cuenta
de que estúpidamente había estado esperando oír el sonido de la
apertura de la puerta del garaje.
Su corazón se aceleró como lo hacía últimamente cada vez que
estaba a punto de ver a Santana. No importaba si volvía a casa desde la
oficina o caminando a la cocina en medio del fin de semana. Más de
un repiqueteo estaba sonando en su pecho. Brittany se estaba sintiendo
de la misma manera acerca de Santana como lo hacía antes de que su
engaño fuera expuesto. Esperaban ansiosamente a Santana todas las
noches. Esperaba que fuera ella todas las veces que sonaba el teléfono.
Preguntándose qué estaría haciendo en su cuarto al final del pasillo.
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por awong_snix Vie Mar 20, 2015 7:38 pm

Capítulo Veintidos


"No hagas esto, Brittany."
"Sam, yo sé lo que estoy haciendo."
"Tembién yo, y te estoy diciendo que pares. ¿Por cuánto tiempo
lo has sabido?"
Brittany suspiró, de pronto muy cansada. Había venido a ver
Sam por su visita semanal y una cosa llevó a otra, y antes de
que se diera cuenta le había contado todo. Él estaba furioso con Santana
por su engaño, y más aún con Brittany por seguir adelante con él. "Eso
no importa."
"Sí, importa."
El guardia miró a Sam, que había alzado la voz. "No, no
importa, Sam. Lo que importa es que el nuevo juicio se inicia la
próxima semana. Tienes que mantenerte enfocado en salir de aquí.
Estoy bien, y esto no es nada si te saca de aquí. "
Su hermano se veía mejor que la última vez que había venido a
visitarlo, pero su rostro aún mostraba signos de ansiedad. Le había
dicho que no albergara esperanzas sobre el resultado de su nuevo
juicio, pero Brittany no podía ser otra cosa que optimista.
"Hablé con Santana hace un tiempo." Brittany levantó la cabeza al
instante ante la mención del nombre de Santana. "La llamé. Quería
darle las gracias por todo lo que estaba haciendo por mí."
"¿Qué te dijo?" Santana no le había dicho a Brittany sobre el llamado
de Sam.
"Que te ama."
Las palabras de Sam atravesaron a Brittany. "¿Qué?"
"Que ella te ama. Le dije que tu estabas enamorada de ella y que
yo no quería verte salir lastimada."
"¿Le dijiste qué?"
Esta vez el guardia la miró a ella.
"Cal, veo un montón de cosas aquí. Me he vuelto muy bueno en
la lectura de una situación, y cuando ustedes dos están juntas, la forma
en que se te ilumina el rostro cuando hablas de ella, es tan claro como
la nariz en mi cara. No justifico lo que hizo y no me gusta lo que están
haciendo, pero de un montón de maneras lo entiendo. La gente hará
casi cualquier cosa cuando quieren algo lo suficiente. Mírate a ti. ¿No
es eso lo que estás haciendo?"
Brittany no respondió, todavía estaba tratando de ordenar sus
pensamientos a partir del traumático giro de los acontecimientos. En
un momento su hermano estaba furioso con ella, al siguiente
diciéndole que lo que Santana había hecho estaba bien.
Su voz continuó a través de la estática del receptor. "Tal vez tu
no estas lista para admitirlo, pero es mejor que abras los ojos o lo
mejor que te ha sucedido va a salir de tu vida."
*
La puerta cerrándose detrás de Brittany la hizo dar un respingo. No
había dormido mucho la semana pasada, con los nervios al extremo en
espera del juicio de Sam. Su abogado, Raymond Nixon, se
mostraba optimista y le había dicho que mantuviese la calma cuando
le tocara su turno en el banquillo, y hoy era el día. Debido a que era
testigo, no se le había permitido el acceso a la sala del tribunal antes
de su testimonio. Miró a la izquierda, donde su hermano se sentaba
junto a Nixon. Llevaba un traje oscuro que Brittany había elegido por él,
junto con una impecable camisa blanca y corbata a rayas azules que
aportó Santana. Su pelo había sido cortado recientemente, y sus zapatos
brillaban. Él sonrió tranquilizadoramente mientras caminaba por el
pasillo hacia la silla de los testigos. Santana estaba sentada justo detrás
de Sam, con Kitty a su izquierda y Kurt a su derecha. Quinn y
Rachel estaban en la fila detrás de ellos. Sin lugar a dudas, se trataba
de su familia ahora y Brittany sintió su amor y apoyo. Sus nervios se
asentaron.
Su mano se mantuvo estable mientras le tomaron juramento, y
después de indicar su nombre y dirección centró su atención en Nixon.
Sus preguntas eran claras y la voz de Brittany se hizo más fuerte
mientras contaba lo que había sucedido aquella noche de hace cuatro
años. Miró a cada miembro del jurado a los ojos al relatar la cadena de
acontecimientos. Se centró en las mujeres cuando habló sobre el
intento de violación y vio a varias de ellas hacer una mueca de dolor
cuando describió cómo uno de sus agresores le ató las manos a la
cama mientras el otro sostenía sus piernas mientras se bajaba cierre de
cremallera de los pantalones.
El fiscal tomó su turno y de manera agresiva salpicó a Brittany con
preguntas. Ella mantuvo la calma y respondió sus preguntas con
sinceridad y confianza. Su testimonio en esta ocasión fue muy
diferente que en el primer juicio de Sam. Atrás quedó su
ingenuidad de pensar que todo lo que tenía que hacer era decir lo que
había pasado y el jurado no lo encontraría culpable. Ella era mucho
más sabia en esta ocasión en la forma en que respondía a las
preguntas.
No miró a Santana durante su testimonio completo. Revivir
el incidente a sabiendas de que la vida de su hermano estaba en juego
era bastante estresante. No necesitaba la confusión añadida de la
reacción de Santana para distraerla.
Habían hablado del juicio las noches pasadas, Santana había
vuelto a casa antes de las seis cada noche. Ella ya concía toda la
historia y había reaccionado de la manera Brittany había esperado. Se
indignó por lo que los atacantes le habían hecho a ella, y se exasperó
aún más por la convicción de Sam. Era casi como si quisiera
marchar hasta la corte y meter algo de sentido al juez que había
presidido el juicio de Sam. La preocupación aparente de Santana
por su hermano tocó a Brittany, y el borde frío alrededor de su corazón
empezó a descongelarse.
Despedida del estrado, Brittany salió de la sala del tribunal tan
segura como cuando entró.
*
"El jurado ha regresado." La voz de Raymond Nixon estaba
prácticamente en auge a través de la línea telefónica. "Tienes treinta
minutos para llegar hasta aquí."
Brittany dejó caer las flores que estaba organizando, agarró sus
llaves, y salió corriendo por la puerta. Cuando llegó a la sala del
tribunal, estaba prácticamente vacía. Se sentó en el banco duro detrás
de Sam con la familia del hombre que había matado al otro lado.
Se le ocurrió que la disposición de los asientos era casi idéntica a la de
una boda. La familia del acusado, por un lado, la de la víctima por el
otro.
Un movimiento en el rabillo del ojo le llamó la atención. Santana
se deslizaba en la fila con una mirada apresurada y una cálida sonrisa.
"Kurt llamó", dijo Santana a su pregunta no preguntada. "Él dijo
que despegaste de la tienda como un murciélago salido del infierno, y
sólo podía ser una por una cosa. Me iré si no me quieres aquí. Llegué
tan pronto como pude. Me alegro de haber llegado a tiempo." Durante
los cuatro días que el jurado había deliberado, Santana no le había
preguntado si quería que ella estuviera allí cuando se leyera el
veredicto, pero, obviamente, Santana quería estar aquí con ella.
"Gracias." Brittany tomó la mano de Santana. Era cálida y
fuerte, y se aferró a ella como si fuera un salvavidas.
Brittany saltó cuando el juez golpeó con su martillo. Santana cubrió
su mano con la suya libre y se acercó más. Terminados los
preliminares, Brittany contuvo la respiración cuando el juez le pidió a
Sam que se pusiera de pié para que el jurado leyera el veredicto.
Santana oyó un ruido detrás de ella, y cuando se dio la vuelta,
su mundo se detuvo. Brittany estaba en la puerta de la sala de estar
enfundada en un vestido negro que era casi como una segunda piel. La
línea del cuello se hundía, dejando al descubierto más que un indicio
de división en el escote, en el que Santana se había detenido tanto
tiempo atrás y mordisqueado en su camino desde el cuello suave de
Brittany a otras partes más al sur. El corpiño del traje soportaba sus
pechos llenos y caía directamente al ruedo. El vestido era sostenido
por dos correas tan delgadas que Santana tenía miedo de que se
romperían por el peso del vestido. Finas medias de nylon negro
cubrían sus piernas.
Santana no oía nada más que los golpes de su corazón contra su
pecho, la respiración sacudiéndose en sus pulmones apretados debajo
de su almidonada camisa. Su mente quedó en blanco y se quedó allí
sin poder moverse. Brittany estaba absolutamente hermosa.
Estaban vestidas para la apertura de museo de arte que Santana
había mencionado unas semanas atrás. Santana no había querido ir, pero
Brittany había insistido. Quería celebrar. Sam había sido encontrado
inocente y debía ser puesto en libertad tan pronto como la
documentación fuera procesada.
Brittany apenas recordaba lo que ocurrió en la sala del tribunal
cuando el veredicto fue leído. Todo lo que recordaba eran las dos
palabras que nunca olvidaría. Santana le dijo que prácticamente se
había desmayado con el alivio y luego se levantó y abrazó a Sam,
las lágrimas corrían por el rostro de ambos. Santana le dio las gracias a
Nixon y estrechó su mano antes de que el abogado tomara su maletín,
murmurara algo a Sam, y saliera de la sala del tribunal. Fue sólo
después esa tarde que Brittany se calmó lo suficiente para recordar que
la apertura del museo era esa noche.
Se sentía fabulosa, y la mirada en los ojos de Santana la hizo sentir
deseada. Santana ni siquiera estaba intentando disimular lo mucho que
la deseaba, sus ojos rastrillaron su cuerpo varias veces. Brittany notó un
ligero rubor en el cuello de Santana justo por encima de su cuello y su
pecho se movía en respiraciones superficiales. Si ella no hubiera
conocido a Santana, se habría asustado por la mirada de hambre en sus
ojos. Así las cosas, su propio corazón latía con fuerza, y el punto del
pulso entre sus piernas era el que golpeaba con más fuerza.
Santana no sabía cuánto tiempo se quedó con la boca abierta
mirando a Brittany como un colegial, pero finalmente encontró su voz.
"Te ves maravillosa".
No tenía idea de cómo sería posible superar la noche con Brittany
con ese aspecto y ella sintiéndose de esta manera. Suspiraba por
Brittany. Sus dedos se estremecieron mientras revivía la sensación de la
piel suave de Brittany, las palmas de sus manos ahuecando el peso de
sus pechos. Quería tener a Brittany en sus brazos y simplemente besarla
hasta que saliera el sol.
Santana dio un paso adelante y se detuvo cuando se dio cuenta de
que eso era exactamente lo que estaba a punto de hacer. Pero no podía.
No lo haría. Había llegado a un acuerdo con Brittany, y demostraría que
era fiel a su palabra.
Pero a partir de esta mañana, el acuerdo ya no era válido.
Sam sería puesto en libertad y Brittany se iría. Por mucho que Santana
la deseaba, la necesitaba, la anhelaba, tenía que esperar a que Brittany
viniera a ella. Sería la única manera de que realmente pudiera tenerla.
Brittany se sorprendió cuando Santana se detuvo unos pasos delante
de ella. Santana se había estado acercando a ella y el pulso de Brittany
había aumentado en anticipación. Ahora, una punzada de decepción la
recorrió cuando Santana se detuvo. Se había sentido viva en los brazos
de Santana, y quería sentirse así de nuevo. Pero no tenía el valor de
tragarse su orgullo y dar el paso hacia ella.
"Gracias. Te ves muy linda tu también", Respondió finalmente
Brittany.Santana había elegido un traje de seda color ciruela que era tan
oscuro que podía pasar por negro. La camisa blanca del esmoquin
estaba desabrochada en el cuello, exponiendo la vena palpitante en su
cuello. Brittany contuvo el aliento. Sus sentidos, que ya estaban en alerta
máxima sólo por estar cerca de Santana, estaban ahora en sobrecarga.
La respiración de Santana le acarició el oído.
"Gracias. Personalmente creo que es sólo una excusa para que
todo el mundo se vista y trate de impresionar a los demás con sus
ropas de lujo y sus joyas.", Santana pensó que se sintió sonreír, o
producir por lo menos la insinuación de una sonrisa. "Y hablando de
joyas, no te vayas."
Santana corrió a la otra habitación y regresó con una caja azul
oscura. Parándose detrás de Brittany, levantó el collar de zafiros que
había comprado en Montreal de su cama de seda y captó el reflejo de
Brittany en el espejo colgado en la pared. Sus ojos se fijaron mientras
colocaba la piedra vibrante contra el cuello suave de Brittany. El olor
familiar del perfume de Brittany flotaba en el aire a su alrededor y
Santana lo bebió: Sus manos temblaban tanto que no podía cerrar el
delicado broche y tuvo que arrastrar sus ojos lejos de Brittany para
asegurar los dos extremos. Su corazón latía con fuerza en su pecho
cuando volvió la mirada hacia el espejo.
Brittany la estaba mirando de la forma en que lo había hecho
cuando estaban lado al lado en el altar. Parecía como si hubiera sido
toda una vida atrás. La respiración de Santana igualó el superficial
ascenso y descenso del pecho de Brittany, que era acentuado por la gema
reluciente. Sus ojos se sostuvieron y no pudo hablar por un minuto.
"Te ves hermosa." Era una declaración simple, pero llena de
sentimiento honesto.
"Santana, es precioso", dijo Brittany, sus dedos acariciando la
cadena. "No debiste".
La voz de Brittany era entrecortada y corretearon escalofríos arriba
y abajo de la columna vertebral de Santana. "Lo vi e inmediatamente
pensé en ti. Sabía que luciría deslumbrante en ti." Las manos de Santana
descansaban en los hombros de Brittany, en los que habían aterrizado
después de que cerrara el broche. Incapaz de luchar contra la tentación
de acariciar la piel desnuda bajo sus dedos, dejó caer la manos y dio
un paso atrás, tratando de recuperar el control de sus emociones.
En control. Ese era un concepto interesante en estos días. Lo
único en el control era el agarre de Brittany sobre su corazón. Su cuerpo
no podía olvidar su beso en el garaje, y Santana no sabía si podía
manejar físicamente otra situación con el mismo final.
La recepción estaba en marcha cuando llegaron. Una alfrombra
roja guiaba el camino a la puerta principal, y los flashes de las
cámaras se dispararon mientras Santana llevaba a Brittany hacia las
puertas ornamentadas. La mano de Brittany estaba en el hueco de su
brazo, y Santana se detuvo justo antes de que entraran. Se inclinó, con
los labios cerca de la oreja de Brittany.
"¿Lista?" Cuando Brittany asintió con la cabeza, Santana se acercó
aún más, complaciéndose a sí misma por un momento en el aroma
fresco y limpio de Brittany. Movió la cabeza hacia atrás lo suficiente
como para mirar a Brittany a los ojos. "Tu vas a ser la mujer más
hermosa en la sala." Los ojos de Brittany brillaron, y lo que Santana vio
profundamente en sus ojos le hizo añadir, "No lo olvides, Te amo y tú
tienes que fingir que me amas a mí." Santana terminó su frase
colocando un beso tierno y persistente en los labios de Brittany.
Brittany casi saltó de su piel cuando Santana la besó.
Instintivamente, la mano libre encontró su camino hacia la parte
posterior del cuello de Santana. Santana comenzó a retirarse, y Brittany
mantuvo los labios de Santana contra los suyos un momento más.
Cuando por fin la soltó, ambas estaban respirando pesadamente. Un
torrente de emociones atravesó a Brittany. Estaba confundida. Debía
estar horrorizada con el beso de Santana, por el mero hecho de que ella
tenía que estar cerca de ella, ni mucho menos permitirle que la adulara
y la besara cada vez que le viniera en ganas. Pero no lo estaba.
Brittany no podía acercarse lo suficiente a Santana. No podía tener
suficiente de sus besos. Estaba avergonzada de su reacción hacia
alguien que la había tratado tan mal y con tanta falta de respeto como
Santana lo había hecho. Pero no estaba tan avergonzada como para no
querer tener intimidad con ella de nuevo.
Santana se enderezó con una pizca de su anterior confianza y
vaciló, como si esperara que Brittany dijera algo. Pero cuando no lo
hizo, Santana dijo: "¿Vamos?" Y entraron.
Brittany se aferró al brazo de Santana no por miedo sino buscando
fuerza. El beso de Santana había debilitado sus piernas, y la ternura en
sus ojos la mareó. Si Santana quería podía tomarla justo aquí, en este
momento, delante de todos, y Brittany se lo permitiría. Estaba fuera de
control y de alguna manera tenía que recomponerse antes de hacer el
ridículo.
Santana la llevó a la barra, deteniéndose a hablar con varios
dignatarios y visitantes del museo en el camino. Brittany vio muy pocas
caras familiares, y detectó algo diferente en la voz de Santana cuando
la presentaba como su esposa. Santana había llamado “su esposa” a
Brittany muchas veces antes y después de que descubriera el engaño de
Santana, pero esta noche lo decía con un acento y entonación que nunca
había estado allí antes. Las palabras rítmicas de Santana calentaban la
sangre en sus venas cada vez que las oía.
"¿Báilas conmigo?"
La pregunta de Santana fue formulada de tal manera que sonaba
más como una declaración que como una petición. Brittany sabía que
estaba jugando con fuego, pero no podía negarse más a esta solicitud
de Santana de lo que podía dejar de pensar en ella.
Se desplazaron a la pista de baile y Brittany se deslizó fácilmente
en el abrazo de Santana. Las manos de Santana temblaron y Brittany tuvo
que forzarse a concentrarse en los pasos de la danza cuando lo único
que realmente que quería hacer era permanecer inmóvil y memorizar
la sensación de los brazos de Santana alrededor de ella. La pista de baile
se llenó de repente y Brittany, en silencio, agradeció a Dios por su
intervención. Era perfectamente aceptable que Santana hiciera mas
lentos sus pasos hasta prácticamente quedar inmovil con el fin de
mezclarse con los otros bailarines haciendo lo mismo.
Santana le susurró a Brittany que se relajase. Pero, ¿cómo diablos se
suponía que iba a relajarse cuando su corazón latía como un pura
sangre? Quería cada centímetro del cuerpo de Santana contra el de ella.
Estaba a la vez atemorzada y esperanzada de que Santana deslizase su
pierna fuerte entre las suyas. Las manos de Santana viajaban hacia
arriba y hacia abajo por la espalda de Brittany, apenas por debajo de lo
inapropiado para tal reunión. Nadie parecía preocuparse por que dos
mujeres estaban bailando juntas, y cuando la canción terminó se alejó
de los brazos de Santana.
"Necesito algo para beber. Preferiblemente algo corto y frío".
Brittany se rió de sus propias palabras. Había tenido algo alto y caliente
en sus manos hacía un momento, y lo había soltado. Decídete, niña.
"¿Te importaría compartir?", Preguntó Santana, sonriendo.
Brittany buscó una respuesta ingeniosa, pero no encontró ninguna.
"No. Realmente, no. No creo que lo vayas a encontrar tan divertido
como yo."
Santana tomó la mano de Brittany, paró a un camarero que pasaba,
y agarró dos copas de champán. "Pruébame. Podrías sorprenderte."
Brittany de repente miró a Santana y se sintió como si la estuviera
viendo por primera vez. Algo que Santana había dicho anteriormente se
apresuró a regresar a su mente, algo acerca de cómo Brittany era la que
tenía que fingir que estaban enamoradas. Había meditado la frase una
vez, pero no le había quedado totalmente clara entonces. Lo hacía
ahora sin embargo, y el entendimiento era tan fuerte como el tic-tac de
un reloj de péndulo. ¿Significaba eso que Santana no tenía que fingir?
La especulación bailaba en su cabeza. ¿Qué pasaba si Santana si la
amaba? ¿Qué pasaba si en algún momento durante este drama en tres
actos Santana se había enamorado de ella? ¿Qué iba a hacer? y, lo más
importante, ¿cómo lo sabría? ¿Podía confiar en Santana? ¿Podía confiar
en sí misma? Ya se había demostrado ser inepta en ese departamento.
El pensamiento la aterrorizaba.
Brittany tomó su copa de Santana y sus dedos se tocaron
ligeramente. Miró a Santana y se encontró con las piscinas oscuras ya
mirándola a ella. Las rodillas de Brittany amenazaron con combarse
cuando Santana miró hacia otro lado.
"Aquí viene Phil Privett, el presidente del Club Tillman. Él ha
estado tratando de atraparme para convertirme en miembro durante
años. ¡Oh, hombre, ¿quién es esa niña que cuelga de él? Ciertamente,
no es su esposa".
Brittany observó a Santana ser agradable con Privett y su noviete,
que Brittany supuso apenas era legal, y mucho menos tenía la edad
suficiente para la cerveza en su mano. Como Santana temía, trató de
varias maneras diferentes de inducirla a unirse al grupo al que él se
refería como “los más influyentes de la comunidad”. Santana evadió
hábilmente cada uno de sus intentos, y finalmente se llevó a su novia y
se fue.
Muchas otras personas clamaban por la atención de Santana, y
Brittany tuvo muy poco tiempo a solas con ella el resto de la noche.
Estaba decepcionada porque, ahora que sospechaba que Santana sentía
más por ella de lo que admitía, Brittany quería estudiarla. Quería
analizar minuciosamente las expresiones faciales de Santana cuando le
hablaba, determinar si las manos le temblaban y si sus músculos se
tensaban cuando Brittany la tocaba. Todos esos signos sutiles le dirían si
Santana estaba realmente enamorada. Pero Brittany necesitaba prestar
atención a la conversación y a Santana al mismo tiempo. Encontraba
aburrido lo primero y lo segundo un desafío.
"No has mencionado nada acerca de Gateway por un tiempo.
¿Por qué no?"
"¿No lo he hecho?", Preguntó Santana, fingiendo confusión.
"Sábes que no lo has hecho."
Brittany le había pasado en el mensaje de Quinn, pero Santana había
girado y se había dado vuelta, tratando de distraer a Brittany, alegando
que se ocuparía de la situación del fideicomiso. Nunca había dicho
nada más al respecto porque quería olvidar esa parte vergonzosa de su
pasado.
"No. No lo he hecho."
"¿No deseas que el acuerdo se cierre?"
Santana no respondió. En su lugar, echó un vistazo alrededor de la
habitación en busca de un escape.
"¿No lo quieres?"
Santana frunció el ceño ante la persistencia de Brittany. Se preguntó
por qué era tan importante para ella. Era uno de los hilos que las
mantenía juntas, y tan pronto como firmara los documentos el
secretario del condado los sellaría como completados y la fina hebra
se rompería. Esa era otra razón por la que no lo había hecho.
"No. Supongo que no es tan importante como alguna vez pensé
que lo era".
Santana miró a Brittany de pie a su lado. Había estado en esa
posición durante toda la noche, y se sentía bien. Estaba orgullosa de la
forma en que Brittany se había conducido en el juicio y en las funciones
públicas a las que había acompañado a Santana. Se sintió abrumada por
un sentimiento de tristeza al saber que pronto todo habría terminado.
Antes de que otra persona pudiera acercarse a ella, Santana llevó a
Brittany de vuelta a la pista de baile y cambió de tema. "Siento mucho
toda la atención. Yo no salgo mucho a este tipo de cosas y ahora sé por
qué." Ella torció la boca.
"Pareces ser la reina de la fiesta", dijo Brittany, fusionándose en los
brazos de Santana.
Santana se echó a reír. "No lo creo. Me acaban de utilizar como
una excusa para estar más cerca de ti. Te dije que serías la mujer más
bella aquí, y lo eres." Santana deseaba que hubiera otra manera de
convencer a Brittany de cuán hermosa era.
"No lo creo."
Santana se echó hacia atrás lo suficiente como para ver el rostro de
Brittany. La parte baja de sus cuerpos todavía se estaban tocando, y el
arqueo de la espalda de Santana las presionó aún más cerca. "Necesitas
salir más, querida. Cada hombre en la habitación ha tenido sus ojos
puestos en ti en un momento u otro esta noche."
"Y tu has estado pavoneándote como un pavo real debido a ello",
bromeó Brittany.
"No pensé que te habías dado cuenta." Santana esperó uno o dos
segundos para dejar que su comentario penetrara. "¿Me culpas?
Contigo como mi esposa, todo el mundo quiere ser yo. Es una
sensación embriagadora, de gran alcance."
Brittany juguetonamente golpeó el brazo de Santana. "No dejes que
se te vaya a la cabeza, Sra. López".
Santana se echó a reír, disfrutando de sus ligeras bromas. No
habían hablado así en siglos. Estaba relajada y se sentía como si
estuvieran flotando en la pista de baile. "Estoy segura de que me
mantendrá en línea, Sra. López. Después de todo, no es para lo que
están las esposas?"
"¿Es eso lo que quieres que haga tu mujer Mantenerte en línea?"
"No", respondió Santana sencilla y seriamente.
"¿Qué quieres?", Preguntó Brittany, sin estar segura de si estaba
lista para la respuesta. Santana la miró como si estuviera tratando de
decidir si su pregunta era en serio o no. Pareció tomar una decisión.
"Quiero una mujer que me ame. No a mi dinero, o a mi
reputación, o a las cosas que puedo darle. Alguien que quiera construir
una vida conmigo. Quiero una mujer que esté detrás de mí cuando
necesite apoyo, delante de mí cuando yo no sepa a dónde voy, y a mi
lado todo el tiempo. Quiero que sostenga mi cabeza cuando este
enferma y me patee el culo cuando lo necesite. Quiero que ella esté
loca por mi cuando me lo merezca, y enojada conmigo y me pueda
perdonar cuando haga algo estúpido."
La música sonaba en el fondo, pero Brittany no escuchaba
nada más que las palabras que fluían de los labios de Santana. Nunca
había oído algo tan simple, pero tán poético. Eso era exactamente lo
que ella quería en una pareja también, y lo que ella quería ser para
alguien. Santana la asombró. Tenía emociones mucho más profundas
que lo que la personas pensaban que tenía. Cada vez más, Brittany había
descubierto estas pequeñas piezas sensibles de Santana, y le gustaba lo
que veía.
"¿Alguien cumple con esos requisitos?"
Santana respiró hondo. "No recientemente."
El estómago de Brittany saltó a la garganta. ¿Podría ser?
"Entonces, ¿álguien lo hizo antes?"
"Definitivamente".
"¿Álguien que conozca?" Brittany estaba entrando en un terreno
muy inestable. Lo estaba arriesgando todo si había juzgado mal a
Santana de nuevo, pero la pesadilla completa con Sam le había
enseñado algo muy importante, que debía vivir cada día como si fuera
el último. Nunca más dejaría pasar la oportunidad de decirle a alguien
que lo amaba.
"No estoy segura. Ella definitivamente ha cambiado en el tiempo
que la he conocido."
"¿Cómo es eso?" Brittany quería saber qué pensaba de ella Santana.
"Bueno, vamos a ver." Santana se detuvo y la miró fijamente a los
ojos. "Ella es mucho más fuerte de lo que era cuando nos conocimos."
Corrió sus dedos por el cabello de Brittany, las hebras se deslizaron
entre sus dedos. "Su pelo es un poco más largo." Acarició la mejilla de
Brittany con el dorso de sus dedos temblorosos. "Sus ojos brillan más,
sobre todo hoy. Y es más bella ahora que cuando la vi por primera vez
sentada en un taburete de bar acunando una cerveza ligera".
Santana bajó la cabeza y la besó tentativamente. Brittany envolvió
sus brazos alrededor del cuello de Santana y la atrajo hacia sí,
consciente de que la multitud predominantemente heterosexual debía
estar mirando, pero sin que le importara. Su cuerpo se balanceaba, y
no estaba segura si estaba respondiendo a la música o si estaba
amoldeandose a la silueta dura y caliente de Santana. El beso de Santana
era suave y Brittany podía decir que estaba frenando su pasión. Pero
Brittany no quería que lo hiciera. Estaba cansada de contener sus
sentimientos por Santana, y quería poseer cada centímetro y sentir todas
sus moléculas.
Santana se apartó, respirando pesadamente. Había apostado por
dejar que Brittany supiera lo que sentía por ella. Había tenido miedo de
que Brittany se riera en su cara y la llaman una tonta, pero sería un tonta
aún más grande si dejaba que se fuera.
Ahora estaba segura de que nadie jamás podría existir para ella,
excepto Brittany, que llenaba a rebosar sus brazos. La quería ahora,
mañana y siempre. Hizo rodar los dados de nuevo. "¿Te casarías
conmigo?"
El corazón de Brittany corrió más rápido que lo que lo había hecho
la primera vez que Santana se lo pidió. Esta vez estaba segura de que
Santana la quería de la forma en que se supone que debía ser. Santana la
amaba y la deseaba. No a un pedazo de tierra, no como un medio para
conseguir algo más, sino simplemente a ella.
"Con una condición."
"Cualquier cosa".
"Firma los papeles".
Fin



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Este es el final como lo ven y por comentario debian decir VALERIE para subir los cap cosa que aqui no hicieron jajaja espero los comentarios finales
awong_snix
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por 3:) Sáb Mar 21, 2015 12:05 pm

holap,..

me gusto,...
a pesar de todo lo que hizo san,.. la complace en todo,....
me encanta que se casen de nuevo!!!!
y que terminen el acuerdo con quinn,...

nos vemos!!!!
3:)
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Activo Re: Adaptación Brittana Buenos Negocios TERMINADO

Mensaje por micky morales Dom Mar 22, 2015 10:20 am

gracias por la historia excelente!
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