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AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
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Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Ay Santana santana.... esta en todos lados satana, no se la saca de la cabeza ni ahi!!
Puedo decir qe me enamore de tu fic? XD yeaaaaaaah!!!
“EL RULO SIEMPRE VUELVE” ;)
Estalle con esto... jajajajaja sos una grosaaaa!!!♥
Pregunta un tanto impulsiva XD como te llamas? Un saludo!
Puedo decir qe me enamore de tu fic? XD yeaaaaaaah!!!
“EL RULO SIEMPRE VUELVE” ;)
Estalle con esto... jajajajaja sos una grosaaaa!!!♥
Pregunta un tanto impulsiva XD como te llamas? Un saludo!
Floor- - Mensajes : 1418
Fecha de inscripción : 28/10/2011
Edad : 30
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Porque Sam me recuerda a un amigo mio? Creo que la única diferencia es que Sam no gusta de Britt :3 Jajajja muy bueno el capitulo es que Santana es Adictiva*---* hermosamente adictiva... ya que divago mucho jajajja estuve muy bueno el capitulo, espero actualices pronto :* Cuídate
Invitado- Invitado
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
sam el mejor amigo que podriastener... es super lindo... yo quiero uno asi ¿donde se consiguen?...
si yo ya quiero que vuelva el rulo XD... no se creo que yo aguanto menos que ellas al estar separadas XD...
*besotes* hasta la actu
si yo ya quiero que vuelva el rulo XD... no se creo que yo aguanto menos que ellas al estar separadas XD...
*besotes* hasta la actu
CrazyJava-* - Mensajes : 1628
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 26
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
waaaaaaaaaaaaaaaaaa...... qe feoo se sientee.. estar tan enamoradaa de alguien y qe x idiotesesss no pueden estar juntas.... :D.....
ya se qe el tiempo pone todooo en su lugar pero es injusto qe santana nisiqiera le diero el time de darle la version de los heshos.. jaja iaC qe se acosto con el jacob pero oseaaa .. santana y britt. no son nada.. y santana se acuesta con la zorra.. ehh ehh jajajaja......
ia no puedo esperar aqeee santana se de cuenta.. qe.. su novia es una idotaa.. zorra manipuladora. y qe ella es la qe andaaaaaa lastimando gentee jum..
ya se qe el tiempo pone todooo en su lugar pero es injusto qe santana nisiqiera le diero el time de darle la version de los heshos.. jaja iaC qe se acosto con el jacob pero oseaaa .. santana y britt. no son nada.. y santana se acuesta con la zorra.. ehh ehh jajajaja......
ia no puedo esperar aqeee santana se de cuenta.. qe.. su novia es una idotaa.. zorra manipuladora. y qe ella es la qe andaaaaaa lastimando gentee jum..
rosytha britt-san****** - Mensajes : 361
Fecha de inscripción : 04/08/2011
Edad : 35
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
bueno bueno...espero la actualización!!
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
¿Cuando vuelve el rulo?
Me encanta la relacion de Britt y Sam, son super lindos y me encanta como el la escucha, la entiende y lo mas importante la apoya, lo unico que no puede hacer por ella es sacarle a Santana de la cabeza jajajaja (me alegro)
Cualquiera se vuelve adicta a esa sexy latina, descuida Britt no eres la unica, por lo menos tu estas cerca de ella, nosotras solo la soñamos platonicamente.
Se que siempre lo digo (no me cansare de hacerlo tampoco) ODIO PROFUNDAMENTE A HAYLEY, ¿es posible que le pase algo y de una vez desaparezca de este mundo? Nada muy tragico, puede ser que la atropelle un camion de esos que transportan conteiners, o que le pase un tren por encima, o que vaya a la playa y se la coma un tiburon o la ataquen las medusas, algo suave, tampoco es que sea sadica o algo por el estilo, tu entiendes una muerte piadosa.
Actualiza pronto porfis porfis porfis (no hay presion) (mentira si la hay)
Me encanta la relacion de Britt y Sam, son super lindos y me encanta como el la escucha, la entiende y lo mas importante la apoya, lo unico que no puede hacer por ella es sacarle a Santana de la cabeza jajajaja (me alegro)
Cualquiera se vuelve adicta a esa sexy latina, descuida Britt no eres la unica, por lo menos tu estas cerca de ella, nosotras solo la soñamos platonicamente.
Se que siempre lo digo (no me cansare de hacerlo tampoco) ODIO PROFUNDAMENTE A HAYLEY, ¿es posible que le pase algo y de una vez desaparezca de este mundo? Nada muy tragico, puede ser que la atropelle un camion de esos que transportan conteiners, o que le pase un tren por encima, o que vaya a la playa y se la coma un tiburon o la ataquen las medusas, algo suave, tampoco es que sea sadica o algo por el estilo, tu entiendes una muerte piadosa.
Actualiza pronto porfis porfis porfis (no hay presion) (mentira si la hay)
santaty********-* - Mensajes : 859
Fecha de inscripción : 03/03/2012
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
yo quiero un sam para mi casa jajajaja es super lindo y britt no se puede sacar a santana de la cabeza quien puede me estoy preguntando si san aparecera en NY?? este se capi se me quedo muy corto pero mejor por el proximo lo leere con mas ganas espero tu actu
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
ah se me olvido algo cual es el lio de britt con victorio xfa podrias explicarlo un poquitin
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Tan lindo sam me encanta la relacion d ellos 2 ... m gusto mucho el capitulo espero act ..
mary04- - Mensajes : 1296
Fecha de inscripción : 30/09/2011
Edad : 31
CLARO, OSCURO
Al sur de ninguna parte♥
Capitulo 11: Claro, oscuro
Él caminaba con una sonrisa en sus labios tarareando la canción “Billionaire”, se veía guapísimo, su cabello brillaba y el viento hacia que su flequillo se levantara y luego se devolviera a su lugar dejándolo levemente despeinado, haciéndolo lucir extremadamente atractivo, a los ojos de cualquiera. Él desvió sus ojos de la acera hasta los míos y me miro curioso sin perder la sonrisa de los labios.
-¿Qué? – pregunto extrañado.
-¿Qué de qué? – repetí haciéndome la despistada.
-¿Por qué me miras de esa manera tan extraña? – inquirió con su mirada traviesa.
-Porque…estaba pensando en qué queres de desayunar, eso nomas – respondí encogiéndome de hombros.
Sam sonrió divertido.
-No importa mucho la verdad, de seguro tu madre ya tiene a Martha preparando todo o ya tiene todo más que listo…mientras quede pastel de chocolate está todo bien – espeto desviando sus ojos hacia las calles llenas de gente. Volví a mirarlo nuevamente encantada con la vista -…y por favor Brittany ya deja de mirarme de esa manera o vas a hacer que me ponga rosado – soltó riendo nerviosamente.
Yo reí nerviosamente imaginándome a un Sam rosado. Eso definitivamente era imposible.
-¿De qué forma? – inquirí inocentemente.
-De esa forma…tan rara – repitió rápidamente.
-¿De verdad te pondrías rosado? – pregunte mirándolo fijamente esta vez.
Él me miro confundido, lo pensó un par de minutos y luego metió sus manos en sus bolsillos, disminuyo su paso y suspiro pesadamente.
-Si, me pondría muy rosado…cómo Peter Pan cuando recibe sus poderes y manda al diablo al Capitán Garfio – respondió seriamente.
Lo mire seria tratando de buscar en sus ojos o sus expresiones faciales lo que indique alguna broma, pero él estaba serio.
No pude aguantarlo y explote en carcajadas.
-Dios Samy, a veces me pregunto si de verdad no sos gay – espete riendo mientras recuperaba mi caminata por las aceras invadidas de gente.
-¡Hey! Que no soy yo quien babea por esa tal Santana – se defendió indignado.
Mis carcajadas quedaron atoradas en mi garganta, lo fulmine con la mirada y seguí mis pasos rápidamente. Llevaba casi toda la mañana sin ni siquiera acordarme que existía un lugar en el mundo llamado Ohio. Y ahora me lo recordaba él y precisamente con Santana.
-Perdoname Britt yo sólo estaba jugando…- se disculpo tomando una de mis manos-…Perdón, de verdad, nunca pensé que lo de esa chica fuera tan en serio, hasta ahora que veo tu reacción – termino dando un pequeño apretón a mi mano entre la suya, provocando que detuviera mis pasos para mirarlo de frente.
En sus ojos se notaba lo arrepentido y avergonzado que estaba.
-¿Te dije ya que cómo comediante te morís de hambre? – solté fingiendo enfado.
Él sonrió moviendo su cabeza de lado a lado.
-Ya sé, rubia, doy asco haciendo bromas, pero bueno es lo que hay – acepto encogiéndose de hombros.
Sonreí dejando la tensión de lado y retome nuevamente mis pasos con Sam a mi lado.
-Y… ¿Cómo dormiste anoche? – pregunto él, nuevamente captando mi atención.
-Bien, tu cama es genial, aunque vos, no tanto – murmure escondiendo mi sonrisa al ver su cara de resignación.
-¡¿Cómo que yo no soy genial, rubia?! – chillo indignado.
-No, no lo sos.
-¿A si?...
-Si…
-Si, soy genial…
-No, si que no lo sos…
-¿A no?...
-No…
-¿Por qué? –
-Simplemente porque yo lo digo – concluí dando la discusión por finalizada.
Le sonreí una vez más y me apresure en caminar los pasos que quedaban para al fin poder estar en casa. Espere a que Sam estuviera a mi lado y una vez juntos, ambos avanzamos hasta cruzar las puertas de mi amada casa. Nos recibió Martha con una sonrisa, indicándonos que el desayuno estaba ya servido.
Me apresure en entrar al comedor, con una sonrisa en mi rostro salude efusivamente a mis padres y a Finn, quien me miraba feliz.
-¡SAAAAAMMM! – grito un aguda voz bajando desde las escaleras, provocando que todos volteáramos asustados.
Maite bajaba rápidamente las escaleras con una sonrisa hermosa en su rostro tras advertir la presciencia de mi amigo. Al llegar junto a él se lanzo a su cuello en un abrazo, Sam no tardo en cargarla feliz de ver a su admiradora numero uno.
-¡Que gusto verte hermosa! ¿Cómo has estado? – le pregunto Sam a Maite, bajo las enternecidas miradas de todos los presentes.
-¡Bien! Tengo amigos nuevos y voy a una escuela nueva, mis mejores amigas se llaman Kat y Stacy, también se me han salido ya dos dientes ¡¿lo puedes creer?! ¡Dos dientes Sam! ¡Ya estoy grande! - contó apresuradamente mi pequeña hermana sin ni siquiera tomar tiempo para respirar entre pausas.
-¡Wow! ¡Dos dientes Maite! Definitivamente sos toda una señorita– espeto Sam sonriendo aun con una alterada Maite en sus brazos.
-Si, eso le dije yo a…- Maite repentinamente se puso seria y pidió ser dejada en el suelo, Sam confundido la deposito cuidadosamente en el suelo.
-¿A quién Maite? – inquirió mi madre con su habitual sonrisa cuando se trataba de Maite.
-Si… ¿a quién? – apoyo Sam.
-….a….a una amiga, que ya conocerás – respondió ella rápidamente, para luego salir corriendo al comedor.
Luego que mis padres y Finn se saludaran con Sam todos seguimos a mi pequeña hermana para desayunar.
-Tu hermanita es rara – susurro Sam en mi oído.
Desvié mis ojos de mi taza de café para mirar a mi hermana aceptando que su aire de inocencia mezclado con su singular comportamiento no era una mezcla rara, aunque tal vez, si algo fuera de lo común.
-Nah, Maite es inteligente, no rara – dije defendiendo a mi hermanita.
-Yo decía nomas… ¿y Mike, donde está Mike? – inquirió Sam confuso mirando para todos lados, al igual que yo.
-Mike decidió a última hora irse de viaje con Tina a Francia…así que somos vos y yo en NY aburridos con nuestros padres – comento Finn haciéndose el dramático.
Sam se encogió de hombros y continuo comiendo mientras yo pensaba en las diferencias que daban los padres en cuanto a los permisos entre hermanos.
-¿A Francia? ¿Y lo dejaron ir cómo si nada? ¿Ni siquiera les tuvo que rogar? – pregunte exaltada.
Mis padres se miraron entre ellos confundidos.
-Él quería ir a Francia – fue la única respuesta de mi padre.
-¿Mamá? –
-Mike es hombre, mi amor – respondió ella encogiéndose de hombros.
-¿Qué hubieran dicho si les hubiese dicho que me iría a la india? – pregunte para picarlos.
Mi padre enarco una ceja y mi madre me miro con una sonrisita entretenida.
-Que no, por supuesto, contigo es diferente, eres mujer – murmuro mi padre llevándose despreocupadamente a la boca su vaso de jugo.
-¡Eso es injusto! ¡Un poco mas de doble…
-Bueno familia, fue un gusto verlos luego de tanto tiempo y desayunar con ustedes, pero debo irme a la escuela – me interrumpió Sam poniéndose de pie y despidiéndose de mi familia con su particular sonrisa de felicidad después de comer.
-¿Cómo que te vas? – inquirí confundida siguiéndolo hasta la puerta.
Él me miro confundido y algo dolido.
-¿Dos meses en Ohio y ya no te acordás que los sábados tengo entrenamiento? – soltó indignado.
Se me había olvidado lo sensible que podía llegar a ser en cuanto a su deporte.
-Perdón, debe ser que aún tengo algo de sueño – me disculpe con una sonrisa nerviosa, que dio resultado. Sam sonreía-…yo te llamo y nos juntamos en la tarde o quizás pueda que te de una visita por el entrenamiento, pero eso no es seguro, me cargan los hormonados que tienes como compañeros – Él sonrió entretenido.
-¿Desde cuándo? –dijo burlonamente.
-Desde siempre – acepte segura.
-Bueno, como sea rubia, la pase genial contigo pero debo irme a entrenar, nos vemos a la tarde, quizás para tomarnos un café juntos o salir como antes, ya sabes – sugirió él con una sonrisa llevándome a la vez a un cariñoso abrazo.
-Si, luego nos vemos, cuídate y te quiero – me despedí rápidamente dejándole un beso en su mejilla y luego volviéndome a casa.
Me disponía a subir las escaleras rápido para hacer un llamado, cuando la voz de Martha hizo que me detuviera a mitad de las escaleras obligándome a volver al principio de estas.
-Niña, recibió un mensaje esta mañana – me informo ella.
-¿De quién? – inquirí curiosa.
-No recuerdo el nombre, pero era una jovencita y dijo que en cuanto la viera a usted, le diera el recado – espeto Martha volviendo a sus quehaceres.
Dejándome intrigada.
Subí los peldaños de la escalera de dos en dos rápidamente, doble en el pasillo a la derecha y abrí con fuerza y ansias la puerta de mi cuarto, ansias que se incrementaron al ver el teléfono, corrí hasta él y me detuve a un palmo de distancia imaginándome quien podía ser.
Me arme de valor y pulse el botón de reproducir mensajes. La voz que se escucho me inundo entera provocando que de mis labios se escapara una sonrisa.
Siempre adore salir a caminar por mi lindo Manhathan, siempre he adorado salir a caminar por New York cuando el otoño está en su punto máximo, me encanta ver las hojas amontonadas a un lado de la acera y a la gente caminando de un lado para otro en un vaivén, me fascina ver las expresiones de sus caras, aunque suene raro. También me encanta el viento del aire libre golpeando mi rostro a pesar de no ser el más puro, adoro los sonidos de la naturaleza mezclados con los ruidos de automóviles y de una gran metrópolis.
Es más, estoy acostumbrada a llevar un cigarrillo con sabor a menta cada vez que las ganas de salir a caminar por los suelos me llaman.
Justo como ahora.
Mercedes me llamo temprano para que quedáramos por un café, se entero de mi llegada gracias a la efusividad de Sam al gritar por todo el campo de gimnasia que yo volvía por un pequeño receso a NY, mi querido amigo se encargo que unos cuantos compañeros de fiesta reclamaran por mi atención durante mi pequeña estadía en NY, entre ellos Mercedes Jones, aunque claro ella es más que una simple compañera de fiestas. Con Mercedes tenemos una extraña amistad, es como con Sam solo que ella es una loca en serio. Ambas lo hemos sido siempre. Lo mejor de nuestra amistad es que las dos sabemos que cuando necesitemos la una de la otra vamos estar ahí para brindarnos apoyo, sin importar cual sea el problema. Siempre ha sido así, desde pequeñas ya que nuestros padres han sido amigos desde siempre, las dos estuvimos desde el jardín de infantes juntas, con ella viví mi primera borrachera, también fume mi primer cigarrillo, mi primer viaje con hierba también fue con ella, mi primera fiesta, también fue ella la que sostuvo mi pelo cuando por causa de una botella de tequila vomite hasta casi deshidratarme. He de admitir que fue la primera vez que vomitaba producto del alcohol.
Claro en todo momento Sam también había estado presente, pero el sólo observaba.
Sam observaba todas las estupideces que juntas hacíamos para pasar el rato, los tres habíamos sido grandes amigos hasta que Hayley llego a nuestras vidas, fue ahí cuando Mercedes se fue alejando de a poco hasta que mi mundo se vio reducido a tan sólo Sam y Hayley, quien hacia todo lo posible por destacar a nuestro lado. Mercedes en ningún momento me reclamo la falta de atención, ella no era de esas, mi amiga es de las que sólo vive el momento al máximo y siempre sonriendo, en su mundo sólo hay felicidad. Simplemente es una persona llena de vida.
Por eso no dude ni por un segundo cuando su voz por el teléfono me invitaba a un delicioso café y ahora estaba ahí a tan solo un par de metros de Starbucks, emocionada por volver a verla.
Pausadamente me deslice por la puerta de entrada notando de inmediato un fuerte y exquisito aroma a café, produciendo que la boca se me hiciera agua. Dejando mis antojos de mocachino a un lado seguí caminando hasta llegar cerca de uno de los sillones desocupados mirando hacia todos lados para encontrarme con una cabellera negra.
Pero no había nada, solo gente común y Mercedes era cualquier cosa menos común.
Preferí seguir acercándome a uno de los muebles, sólo que en un descuido algo parecido a un pequeño tornado se abalanzo sobre mí riendo y me abrazo fuertemente, privándome de dar cualquier paso. Fue ahí cuando me percate que el cuerpo apretujado contra el mío no era nada más que una efusiva Mercedes. No dude ni por un segundo en abrazarla con fuerza. Yo igual la extrañaba, la extrañaba a ella y a todos.
Extrañaba estar en casa…
-¡Carajo Britt! ¡Te extrañaba tanto! ¡Ni siquiera te das una idea!- chillo ella en mi oído.
-Yo también te extrañaba amiga – dije riendo, separándome de su abrazo para verla con total claridad.
Ella seguía siendo la misma morocha de siempre, sus ojos color cafés seguían viéndose hermosos, su físico seguía siendo perfecto, su sonrisa aún seguía capaz de hacer sonreír a cualquiera y su forma de vestir sólo había aumentado en buen gusto. Mercedes podía ser un tanto esclava de la moda cuando se lo proponía.
Aún así seguía siendo mi amiga...
-¡Wow! No puedo creer que estés acá, pensé que te volvería a ver sólo en Yale o cuando me dignara en ir a visitarte hasta Ohio – espeto soltándose de mi abrazo y sentándose en el mueble a nuestro lado, sin perder su sonrisa en ningún momento.
-No seas dramática…- murmure riendo sentándome a su lado-…esperar hasta vernos en Yale definitivamente es mucho tiempo y bueno que te dignaras a visitarme la verdad no estaría nada mal de vez en cuando – solté fingiendo enfado.
Ella rió melodiosamente.
-Bueno, lo tomare en cuenta entonces – acepto mirándome profundamente.
Me perdí en su mirada color café.
-¿Cómo has estado, Mercedes? – pregunte realmente interesada.
No sabía nada de ella desde que me había marchado a Ohio y me hicieran una despedida en su lujosa casa.
-Se podría decir que bien, Sam y yo nos hemos dado fuerzas el uno al otro después de que te fueras…-comento dramáticamente, con su habitual sentido del humor -…pero bueno, hemos sobrevivido – termino diciendo con su patentada sonrisa traviesa.
Yo reí rodando los ojos.
-Hablando en serio, cómo has estado realmente – inquirí más seria.
Mercedes lo medito un par de segundos mirándome fijamente.
-Te he extrañado como loca…- acepto con una sonrisa sincera en sus labios, haciéndome sonreír de paso a mí - …la escuela va bien, las fiestas siguen geniales, pero siempre se nota tu ausencia…Sam me sigue ayudando en los exámenes finales, pero me falta tu ayuda en literatura…definitivamente nada es lo mismo sin vos Britt – concluyo tomando una de mis manos entre las suyas.
Yo me aferre a su mano con fuerza sintiendo el cariño al que estaba acostumbraba y de paso tanto extrañaba. Estar con Mercedes era como si todo se centrara nuevamente, el estar a su lado era sentirse simplemente alegre y sin preocupaciones. Mercedes entregaba una calma inmensa y unas ganas de vivir exquisitas.
-Yo también te he extrañado Mercedes – acepte con una sonrisa dándole un pequeño apretón a sus dedos entrelazados con los míos.
-¿Cuándo pensabas avisarme que volvías? – inquirió sonando a la defensiva.
-Te iba a llamar hoy, pero te adelantaste ¿o es que creías que no te iba a visitar? – espete levantando una ceja.
Ella lo medito un par de segundos.
-Bueno, tenes razón, pero es que tenerte al fin de vuelta es realmente genial amiga, es como tomarse un capuchino luego de un vodka ¿me entendés? – pregunto seriamente.
Trate de imaginarme como seria tomarse un capuchino luego de un vodka, el resultado no era muy bueno o por lo menos yo no lo intentaría.
-Nadie se tomaría un capuchino luego de un vodka – supuse confusa, mirando fijamente a sus entretenidos ojos.
-Te recuerdo que vos una vez lo hiciste querida Brittany, ¿te acordás esa vez el desayuno formal con la empresa de tu padre luego de mi cumpleaños número dieciséis?...- asentí recordando perfectamente su pasado cumpleaños y el dolor de estomago que me había creado luego de combinar una noche de fiestas con un desayuno formal.
El resultado de eso había sido simplemente asqueroso. Una de mis peores resacas.
-Uy, si me acuerdo, te entiendo perfectamente – Las dos reímos recordando aquel día en el cual mi padre se había enfurecido tanto que había decidido enviarme por una semana a un campamento para mejorar mi comportamiento, decisión que no funciono ya que Mercedes había ido conmigo.
-A ver contame ¿tus viejos también están en NY? – pregunto dejando las carcajadas de lado.
-Si, estamos todos menos Mike, que se fue a Francia con su novia – conté malhumorada recordando las injusticias de mis padres.
-Por lo que veo eso no te cayó muy bien ¿o me equivoco? – inquirió con una pequeña sonrisa de apoyo.
-La verdad me da igual, aunque me gustaría que fueran más justos con los permisos y esas cosas –
-Tus antecedentes no son los mejores amiga – soltó entretenida.
-¡Hey! vos tampoco te quedas atrás, miss inocencia – me defendí fingiendo enfado.
-No te cabrees rubia…- se disculpo envolviéndome en un pequeño abrazo - …de todas formas lo vamos a pasar genial estas dos semanas…- prometió con una sonrisita traviesa.
-¿Por qué lo decís? – pregunte confusa.
-Porque me imagino que tus padres querrán irse a los Hamptons a descansar tranquilamente lejos de los ruidos y el mal olor de NY – espeto confiada.
-La verdad no hemos hablado aún de a dónde vamos a ir, pero yo creo que sí, que nos vamos a la casa de los Hamptons ¿Tus padres ya están allá? –Ella asintió sonriendo encantadoramente.
-Y todos los demás también, de hecho yo vengo de allá, a pedirte e implorarte que te nos unas, las fiestas van a estar geniales Britt ¡Geniales! – aseguro animadamente con un brillo lleno de alegría en sus ojos.
Lo medite un par de segundos antes de contestar, evaluando todo lo que me hacía falta cambiar de aires y entretenerme, ya que últimamente lo único que hacía era preocuparme y pensar en Santana y en lo jodida que toda la situación me tenia. Había tomado la decisión de alejarme de ella y la hora de empezar a olvidarme de todo lo que nos unía a ambas había llegado.
Recordé las claras palabras de Quinn en mi cabeza casi retumbando en mis oídos… “Como digas…sólo no hagas algo estúpido aún te quedan varios meses por acá”…
Irme de fiesta y disfrutar de todo lo que me entregaba NY no podía ser algo estúpido.
Luego de un suspiro respondí.
-Te aseguro que lo antes posible estoy en los Hamptons – asegure ofreciéndole un intento de sonrisa.
Intento que Mercedes noto al fruncir su entrecejo y ponerse extrañamente más seria.
-¿Qué pasa Britt? ¿Hay algo que te preocupa? – inquirió preocupadamente.
-¿Por qué lo decís? – pregunte haciéndome la desentendida.
No quería tener que relatar mi vida y dejar sin poder evitarlo que la ausencia de Santana me afectara, menos aún frente a Mercedes.
-Buen intento, pero a mí no me engañas ¿Qué pasa, amiga? – insistió tomando nuevamente mis manos entre las suyas para brindarme confianza.
Mis ojos se fijaron en nuestras manos unidas deseando que ella dejara de insistir, pero era imposible, la conocía tanto como conocía a Sam y ambos eran extremadamente tercos cuando algo les preocupaba.
Mire su rostro y me encontré con una cálida sonrisa que me animo para al fin contarle todo lo que me mantenía afligida.
-Yo me enamore de alguien en Ohio–solté rápidamente.
Su rostro inundado de asombro no tenía precio.
-Wow, eso es…wow, definitivamente es… wow…- murmuro para ella misma con los ojos perdidos en cualquier punto-... ¿Quién es el afortunado? – inquirió tratando de quitarle la tensión al asunto.
-No es ningún afortunado, es…ella, se trata de una chica – musite débilmente al ver su boca ligeramente abierta.
Al darse cuenta de la perplejidad en su rostro trato de formar una pequeña sonrisa de apoyo.
-Igual es genial Britt, en serio es genial, ya que en el fondo siempre tuve la duda de que lo de Victorio te impidiera sentir algo por alguien más y…
-No, no entendiste, esto es cualquier cosa menos genial, Mercedes – la corte de inmediato ante su discurso lleno de motivación.
Se podía notar claramente la confusión en su rostro.
-¿Por qué? El amor siempre es bueno, rubia – musito ella brindándome una sonrisa esperanzadora.
-No, créeme que esta vez no –
-Entonces te escucho, cualquier cosa que te tenga de esta manera…-soltó abriendo sus ojos para acentuar sus palabras-… definitivamente es grave – espeto poniéndose seria al advertir mi sinceridad.
-Vale…pero después no me alegues y trates de hacer esto algo fácil, porque te conozco y sé que querrás quitarle importancia para hacerme sentir mejor…
Ella se concentro en mis palabras preparada para lo que sería una larga conversación.
El chocolate me fascinaba, me relajaba y me provocaba concentrarme sólo en su sabor, ya sea en galletas, alfajores, dulces, barritas, caramelos, puros y helados, como era el caso. Sam amablemente había sugerido ir a tomar helados para mejorar los ánimos, según sus palabras al decir “Endulcémonos la vida, rubia” e invitarme a una de sus heladerías preferidas y ahora caminábamos ambos por el “Washington Park Square”, viendo a un montón de gente en patines, bicicletas y paseando a sus mascotas.
La tarde definitivamente estaba hermosa.
-¿Así que Mercedes se lo tomo bien? – pregunto Sam de repente provocando que desviara mis ojos de las hojas botadas alrededor del pequeño camino por el cual transitábamos hasta su rostro y en especial sus labios concentrados en comer un enorme barquillo de pistacho.
-Si, estaba sorprendida, pero según ella el amor es libre y se puede sentir por cualquier individuo vivo en esta tierra y el universo entero, a no ser que este individuo sea Hayley Winstead – musite con una sonrisa al recordar las sabias palabras de mi amiga.
Sam rió entretenido.
-Entiendo, eso quiere decir que no vio nada raro en el que te guste una chica – espeto él concentrado en terminar su helado cada vez con más ansias.
-No, Mercedes no es superficial ¿Vos crees que sea algo malo? – inquirí realmente preocupada por lo que él pudiera opinar.
-No, me parece genial – afirmo encogiéndose de hombros sin desviar sus ojos del barquillo que sostenía ante sus labios
Y nuevamente nos sumamos en la calma de la naturaleza a nuestro alrededor, concentrados ambos en el sabor de los barquillos y de la gente que pasaba por nuestro lado. Me encantaban los silencios compartidos con Sam, eran realmente gustosos, lo único malo en ellos era que él solía pensar demasiado y salir con cosas demasiado extrañas.
-Me follaría a Cerati – Cosas extrañas cómo esas.
…….
-En serio, lo haría y de forma salvaje –
…….
-¿No me crees? –
……
-De verdad me lo follaría, está buenísimo…ése hombre es como el vino cuanto más años mejor… ¿No te parece? – inquirió mirándome curioso.
-No, no me gusta Cerati –
-Se me olvidaba, que vos babeas por Kurt Cobain – repuso él con una sonrisa.
-No, tampoco, Kurt es demasiado tierno como para follarselo salvajemente – espete seria.
-Si, tenes razón…pero, ¿Qué hay del “Che”?…tiene unas fotos en donde sale buenísimo, si estuviera vivo y con la misma apariencia yo me lo follaría – aseguro convencido.
-No, o en realidad no lo sé, el tipo es sexy…pero la verdad es que yo me quedo con Jim Morrison, a él sí que lo dejaría hacerme lo que quisiera – asegure convencida esta vez de mis palabras.
-Bueno, pero tenes que aceptar que los argentinos tienen esta cosa canchera que da para arto – espeto seguro de sus palabras.
Yo lo mire confusa por primera vez no entendiendo a donde quería llegar su conversación.
-¿Qué te pasa con los argentinos? – pregunte confundida frunciendo exageradamente mi entrecejo.
El rió sonoramente antes de contestar.
-Lo que pasa es que mis padres viajaran a Bariloche y bueno tanto pensar en cómo se la pasaran, me acorde de personajes argentinos importantes…y ayer escuchando a Soda Stereo llegue a la conclusión de que los argentinos son buenísimos y que no me importaría follarme a Cerati – concluyo él animadamente.
-Buenoo…creo que entiendo, lo que querés decir es que no dejarías de ser un hombre hecho y derecho por follarte a Cerati, pero que esa idea no funciona con los demás ¿es eso? – inquirí entretenida con sus teorías y planteamientos internos.
-Eso mismo – ratifico con una sonrisita entretenida.
-Bueno… ¿sabes que pedes irte con tus padres en su viaje, no? A mí no me importaría pasar estas dos semanas con Mercede si vos quisieras via…
-No rubia, nada eso, prefiero pasar mil veces con vos estas mini vacaciones ante cualquier cosa – prometió él pasando uno de sus brazos por mis hombros.
-En serio Samy, si deseas viajar con tus padres no hay problema – insistí no dispuesta a dejar sus intereses de lado por mi egoísmo.
-No seas cabeza Britt, yo ya decidí pasar este receso con vos y tu familia en los Hamptons – musito serio, dejando la discusión por finalizada.
-Bueno, está bien, pero que sepas que sos libre de cambiar de opinión – espete con una sonrisa amistosa al ver su rostro con señales de advertencia.
-En serio sos cabeza rubia, yo no sé cómo lo hago para…
Sus palabras quedaron atoradas en sus labios tras escuchar el insistente repique de mi celular. Saque apresuradamente el aparato del bolsillo de mis jeans para encontrar una llamada entrante de Finn.
-Diga…hola tonto…si, disfrutando de un paseo con Sam, ¿En qué estás vos?...oh, que entretenido ¿Cómo está él?...me alegro, le mandas saludos de mi parte…no, ahora sólo paseo… ¡¿una sorpresa?! ¿Qué clase de sorpresa?...así que es algo bueno…siendo de esa manera no tengo ningún problema….no, Sam va conmigo, él es mi único invitado…no ella se fue esta misma tarde para los Hamptons…vale, nos vemos…si, llegare a la hora, chao…- mire Sam quien me observaba con una curiosidad enorme esperando a que le explicara todo – mierda, Finn si que habla – murmure entretenida.
-¿Y, bien? – inquirió él esperando mi explicación.
-Ha, bueno estaba en la casa de Ralph y recibió este llamado de mi padre diciéndole animadamente que nos tenía una sorpresa y que llegáramos a tiempo para la cena…Finn ya está en camino a la casa, así que sólo faltamos vos y yo- conté rápidamente mientras buscaba en la lista de contactos el numero de casa y pedir que Mark viniera en nuestra búsqueda.
-¿Una sorpresa?...las cosas se ponen interesantes – susurro él extrañamente entretenido.
Desvié mi atención de Sam y me dedique a llamar a Mark.
Mark había sido rápido, en tan sólo quince minutos había llegado por nosotros a una de las entradas del parque. También con su acostumbrada rapidez ya estábamos en casa a punto de pasar por las puertas de entrada.
-Espero que la cena esté rica, extraño demasiado la cocina de Martha – murmuro Sam caminado a mi lado por el pasillo hasta el salón de la casa.
-Si, yo también extraño la cocina de Martha – acepte mirando a mi amigo con entendimiento.
En el salón estaba mi madre conversando animadamente con Finn y Maite, lo que dejaba en claro que mi padre una vez más se había demorado en llegar a cenar, sabiendo de antemano cuanto odiaba que me hicieran llegar a la hora sin una razón existente. Sam tras advertir mi rostro con una evidente molestia no pudo hacer más que encogerse de hombros inocentemente.
-¿Y cuál se supone que es la sorpresa?- pregunte tratando de sonar animada.
-Nadie sabe, pero papá está por llegar… ¿oíste? Ese debe ser él – explico Finn animado al oír voces provenientes llegando a la sala.
-Si, ellos son – murmuro mi madre levantándose de su lugar para situarse a mi lado.
Definitivamente ella sabía de qué iba la sorpresa.
-¡Buenas tardes, familia! – saludo mi padre efusivamente.
Viniendo nada más y nada menos que con los señores Lopez en compañía.
Me quede helada.
-Buenas tardes – saludaron los padres de Santana simpáticamente.
Christian envolviéndome en un abrazo y su esposa haciendo lo mismo.
-Él es Sam, mi mejor amigo y un miembro más de la familia – les presente a un divertido y simpático Sam.
-¿Así que está es la sorpresa? – inquirió Finn Feliz con nuestra nueva visita.
-Una parte de ella…- aseguro mi padre con una sonrisa en sus labios, dirigiéndose a la entrada de la sala-… ¡niñas, es por aquí!...- grito entretenido hacia el pasillo.
Y ahí estaba, frente a mí, hermosa y casi irreal, acercándose tímidamente hasta la sala, con un rostro que reflejaba tensión y al mismo tiempo una confusión tremenda. Pero aún así provocándome un salto gigante en el pecho y miles de cosquillas en el estomago.
Podía jurar haber dejado de respirar.
-¿Y, les gusto la sorpresa? – inquirió mi madre con una sonrisa en sus labios mirándonos alternadamente a Finn y a mí.
Finn no se había demorado en demostrar su felicidad, al arrastrar a Rachel en un abrazo y darle un pequeño beso en los labios.
Pero yo estaba plantada al piso incapaz de hacer nada. Notando la sonrisita nerviosa de Sam y la mirada de mis padres obligue a mis piernas moverse y acercarme tímidamente a Santana.
-Hola – salude tensamente dejando un pequeño beso en su mejilla.
Podía sentir a mi corazón latir furiosamente ante el contacto de mi piel con su rostro, también elevarme en una dimensión que sólo era mía al sentir el exquisito aroma de su perfume.
-Hola – saludo ella de una manera seria y cortante, desviando sus ojos de los míos hasta Sam.
Gire en mis zapatos para pedirle a Sam con la mirada que se acercara, él obedientemente me complació con una dulce sonrisa en su labios.
-Sam, ella es Santana Lopez – Él desvió sus ojos por primera vez de los míos para ver con detenimiento a Santana, pude notar como algo molesto y asquerosamente insoportable, empezaba a crecer en mi estomago y de a poco iba subiendo tras advertir la forma en cómo ambos se sonreían.
Santana no me había dedicado esa sonrisa.
-Un gusto, Santana – musito Sam cortésmente.
-Lo mismo digo – contesto ella con una pequeña sonrisa en sus labios, sonrisa que Sam no dudo en contestar.
Todo me pareció horriblemente molesto, estaba asqueada y ya no soportaba más la situación en la que me encontraba. Quería matar a Sam.
-Bueno, en vista de que las presentaciones fueron hechas pasemos a la cena, muero de hambre – hablo mi padre llamando la atención de todos.
Y gracias a Dios Santana se excuso y alcanzo a sus padres para unirse a la cena, dejándome con un Sam perdido en su caminar hasta el comedor.
La asquerosa sensación en mi estomago pudo más que cualquier uso de razonamiento.
-¡Podrías dejar de mirarla de esa manera! – dije escupiendo todas las palabras a un confundido Sam.
-¿De qué estás hablando, Brittany? – pregunto él inocentemente.
-De cómo la mirabas ¡mierda!, casi se te van los ojos, ni siquiera disimulaste – espete cabreada.
-Sólo estaba siendo cortés… – se defendió él con una mirada dolida en su rostro-…y es normal que la vea, la chica es bellísima, pero sólo eso…no te pongas así Britt, sabes perfectamente que yo nunca te faltaría el respeto de una manera tan ordinaria… y si lo que te jode es que ella haya sido amable conmigo, bueno lo siento yo no tengo la culpa ¿te acordás que está enojada con vos?...- yo asentí suspirando, dejando mi rabia de lado tras las acertadas palabras de mi amigo-…bueno, pues bienvenida al mundo de “Cómo entender a una mujer”…si no te presto atención no es porque no le importes, es porque te está ignorando para hacerte saber que ella aún está molesta con vs – concluyo Sam.
Dejándome avergonzada por mi repentino ataque de celos.
-Perdón Samy, es sólo que cuando Santana está cerca me comporto como una imbécil– solté apresuradamente.
Sam asintió dándome un pequeño abrazo y un beso en la frente.
-Esta bien, está todo bien, ahora vayamos a la cena y compórtate como la Brittanyque yo conozco ¿si? – me animo él con su habitual sonrisa hecha sólo para mí.
Yo asentí con una sonrisa igual y tomando de su mano me apresure en llegar al comedor, tomando asiento al lado de Maite y frente Santana quien en ningún momento me volvió a dirigir la mirada.
Pero no parecía molesta, ella parecía ¿Avergonzada?
-Esto está exquisito señora Pierce, realmente genial – aseguro Sam contento tras probar la comida de su plato.
-Me alegro que te guste Sam, lo preparamos pensando en vos – hablo mi madre con una maternal sonrisa en sus labios.
-Así que eres como un miembro más de la familia ¿no? – pregunto Rachel a Sam con una sonrisa en sus labios dejándose escuchar por primera vez en toda la noche.
-Si, soy de la familia y en unos años mas oficialmente – bromeo Sam mirando de costado a Maite.
-Me alegro, ya le había comentado a Christian que Brittany y vos forman una hermosa pareja – comento la señora Lopez con una sonrisa en sus labios.
Sentí mis mejillas arder y a mi amigo dejar sus cubiertos instintivamente en su plato y también sentarse de manera recta en su asiento a mi lado.
-No, no me refería a eso, Britt y yo sólo somos amigos, los mejores amigos – murmuro él con una nerviosa sonrisa en su rostro.
-Me imagino que uno muy bueno, Brittany suele tener muy buenos y cercanos amigos ¿Qué suerte la tuya, no? – soltó Santana rápidamente y sin ningún cuidado, para sorpresa de todos.
Su comentario me había dejado casi noqueada.
-Si, tengo suerte, Britt es una persona Genial y hermosa, también la mejor amiga que alguien pueda llegar a encontrar, habría que estar ciego o ser demasiado lento para no verlo – espeto Sam con una sonrisa sarcástica, dejando ver la molestia de su comentario.
El silencio en la mesa fue excesivo.
Mis padres se miraban entre ellos y los señores Lopez alternaban miradas entre Santana, Sam y yo, Rachel se notaba tensa y Finn prefirió concentrase en su comida al igual que Maite, para evitar cualquier alegato.
-Bueno, viendo que vos igual sos de la familia me imagino que también vendrás con nosotros ¿no? – comento Rachel con una sonrisa tranquilizadora para disminuir la tensión.
-¿A dónde? – preguntamos Santana yo a la vez.
Provocando que nuestros ojos chocaran por una pequeña fracción de segundos.
-Bueno eso forma parte de la sorpresa…- comenzó explicar mi padre mirando a mi madre para que continuara.
-Si, la sorpresa…verán, nos iremos todos juntos a la casa en los Hamptons mañana por la tarde, nosotros ya lo habíamos planeado hace un par de semanas, sólo faltaba darles la noticia a ustedes dos…- explico mi madre mirando alternadamente a Santana y a mí-…Christian y Gloria están pensando en comprar una propiedad y bueno que mejor que se queden con nosotros para que conozcan el terreno ¿No? – termino de explicar con una sonrisa en sus labios.
Santana me miro fijamente casi traspasándome con sus ojos marrones, se notaba la tensión en su rostro, ya que su mandíbula se marcaba haciéndola lucir condenadamente hermosa.
-¿Y, qué opinas mi amor? – le pregunto Christian a su hija.
Santana lo miro detenidamente por un par de segundos casi acecinándolo y luego desvió sus ojos hasta su plato sin decir ninguna palabra.
-¿Genial, no Britt? – me pregunto Finn con una sonrisa en su rostro.
Al advertir la mirada de mis padres no me quedo hacer más que fingir ante todos.
-Si, genial – murmure mirando a Sam para tratar de distraerme.
Él me sonrió conocedor de mis pensamientos y dándome un pequeño beso en la mejilla trato de calmarme, luego volvió a su plato. Yo hice lo mismo pero antes levantando mis ojos hasta el frente para encontrarme con la oscurecida mirada de Santana puesta en mi, le sostuve la mirada por un par de segundos hasta que ella la desvió y siguió enfurecidamente tratando de acabar lo más rápido con su comida.
Definitivamente mi receso en los Hamptons iba a ser cualquier cosa menos tranquilo…
___________________
Bueno chichis acá otro capi perdón mi falta de inspiración pero me resulto rarísimo que no le allá escrito mi resumen de física en vez del fic, le prometo que después de esta semanita me voy a poner las pilas y a escribir mejor y bueno aviso que falta poco para que termine el fic igual tranquis que les voy a aclarar todas sus dudas eh!, un sobe (beso) enorme y gracias son geniales :)
PD: yo les dije el rulo siempre vuelve a pesar de que lo planchen..
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 2:26 pm, editado 2 veces
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 10/04/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
genial tu fic, no se si ya habia comentado pero bueno lo vuelvo a hacer, me encanta como escribes, continua por favor.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
dios me dejaste descolocada ya extrañaba a san y q bien q fue sola sin hayley para mi q al final san estaba celosa por q sam le dio un nesitio a britt ahh y esa salida a Hamptons va a ser epica espero tu actu
Twinkle Dani-*-* - Mensajes : 3020
Fecha de inscripción : 23/03/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Wow vaya sorpresa... y de que magnitud!! jajaja es verdad, el rulo simepre vuelve
-Bueno, pero tenes que aceptar que los argentinos tienen esta cosa canchera que da para arto – espeto seguro de sus palabras.
jajaj Y si los argentinos somos asi jaja estalle con esto!
Me encanto
-Bueno, pero tenes que aceptar que los argentinos tienen esta cosa canchera que da para arto – espeto seguro de sus palabras.
jajaj Y si los argentinos somos asi jaja estalle con esto!
Me encanto
Floor- - Mensajes : 1418
Fecha de inscripción : 28/10/2011
Edad : 30
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
jooodeeer madre mia esto cada vez esta mas bueno, y da un giro de 180 grados.... Dios como seran esas vacaciones de britt con san, sam y mercedes mercedes y sam querran que britt tome y se desenvuelva tal cual como era ella pero con san hay no creo que lo haga en finnn...
pooooooorrr favorrr siguelaaaa rapiditooo ahaha muero de la curiosidad... de verdad necesito seguir leyendo.... besos
pooooooorrr favorrr siguelaaaa rapiditooo ahaha muero de la curiosidad... de verdad necesito seguir leyendo.... besos
telly_sal_san** - Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 28/03/2012
Edad : 33
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
O fuck yeah, jajajajjaa! Quiero ver esas mini vacaciones presiento que serán los máximo :D Amo a Sam por primera vez en mi vida jajajja :3 Espero actualices pronto
Invitado- Invitado
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Esas vacaciones prometen!!!
Sam es realmente un amor, jajajaja y si Santana estaba celosa por el besito que le dio a su rubia jajaja
Espero que toda la junta de Britt hable mal de Hayley, asi de pasada, sin que nadie lo planee, para que San vea quien es la verdadera zorra de esta historia.
Sam, Mercedes y Britt disfruten sus fiestas para que el rulo termina de volver a su lugar y vea que esta equivocada....(sin excesos eh)
Actualiza pronto porfis ¿si? se buenita con nosotras tus fieles lectoras...
Sam es realmente un amor, jajajaja y si Santana estaba celosa por el besito que le dio a su rubia jajaja
Espero que toda la junta de Britt hable mal de Hayley, asi de pasada, sin que nadie lo planee, para que San vea quien es la verdadera zorra de esta historia.
Sam, Mercedes y Britt disfruten sus fiestas para que el rulo termina de volver a su lugar y vea que esta equivocada....(sin excesos eh)
Actualiza pronto porfis ¿si? se buenita con nosotras tus fieles lectoras...
santaty********-* - Mensajes : 859
Fecha de inscripción : 03/03/2012
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Menuda sorpresa! Adoro a los padres de Brittany... jajajajaajaja!
Madre mía, eso es tensión sexual no resuelta, las chispas van a saltar en los Hamptons! Esto prometee!! Actualiza pronto :D
Madre mía, eso es tensión sexual no resuelta, las chispas van a saltar en los Hamptons! Esto prometee!! Actualiza pronto :D
Ade_S.Pierce- ---
- Mensajes : 531
Fecha de inscripción : 01/02/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Me en-can-ta tu ficccc! me meto todos los dias sobre la 1 o 2 de la mañana hora española y siempre esta actualizadooo nunca me fallas :)
Espero el proximo capitulo con ansia :)
Espero el proximo capitulo con ansia :)
YleRm* - Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 30/03/2012
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
awww, me habia perdido 2 cap.. u.u.. pero ya los lei y me puse al dia.. xD.. Me encanta que se vuelvan a encontrar, ojala que se arreglen y que EL RULO VUELVA.. jajajajaj.. Amo a Sam, es tan buen amigo, me hace acordar a mi mejor amigo, que tierno, y Britt con celos por como se sonreian San y él, que amor.. Amo tu Fic, me estoy volviendo adicta, asi que no lo termines nunca.. xDD..
No se porque cuando lee los titulos o algunas frases me hacen acordar a casi angeles, como Sueño de Una Noche de Verano, o El rulo siempre vuelve, o No hay tal crisis, jajajajaja.. Me encanta..
Espero tu proxima actu.. Beso.. :D..
No se porque cuando lee los titulos o algunas frases me hacen acordar a casi angeles, como Sueño de Una Noche de Verano, o El rulo siempre vuelve, o No hay tal crisis, jajajajaja.. Me encanta..
Espero tu proxima actu.. Beso.. :D..
Len104********- - Mensajes : 772
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
oh si esto se pondrá bueno... ya estaba extrañando a san...
mini vacaciones... con mis brittanas peleadas... pero no por mucho tiempo eh... estoy segura que va a pasar de todo... ya quiero que vuelva el rulo XD...
*besotes* espero con ansias la actu... tan feliz de que allá llegado san
mini vacaciones... con mis brittanas peleadas... pero no por mucho tiempo eh... estoy segura que va a pasar de todo... ya quiero que vuelva el rulo XD...
*besotes* espero con ansias la actu... tan feliz de que allá llegado san
CrazyJava-* - Mensajes : 1628
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 26
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
esperando con ansia esa vacaciones, espero puedan solucionar sus diferencias y Sam me ha encantado defendiendo a britt, espero que santana despierte.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
new here in your fic
esta muy bueno
actualiza pronto!!!
esta muy bueno
actualiza pronto!!!
bslhmnr** - Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 25/03/2012
ALL I WANTED
Al sur de ninguna parte♥
Capitulo 12: All I Wanted
Definitivamente lo odiaba.
Odiaba al maldito idiota que haba inventado el agradable y placentero café luego de la cena, ese en el cual la familia se sentaba en la sala y conversaban todos por una buena cantidad de minutos, en donde no se hacía más que mirar al compañero sentado en frente o en éste caso mirar a una hermosa y furiosa joven tratando de no explotar y mandarme al infierno por ser una cosa tan desagradable en su presencia.
Haba decidido que Santana se vea definitivamente más hermosa cuando estaba enojada, ya que su entrecejo se fruncía, sus labios se apretaban y sus ojos se volvían más oscuros, su cuerpo entero incluso se tensaba.
Era insoportablemente sexy.
-Y Brittany a que pensas dedicarte luego? - inquirió el padre de Santana curioso, después de haber tenido una agradable conversación con Sam.
-¿Perdón? - No tenía idea de que se trataba el tema de la conversación, mi atención había estado en todo momento sobre Santana, sin que ésta se diera cuenta de que no le sacaba los ojos de encima.
El señor Lopez mostró una pequeña sonrisa totalmente confundido mirando a Sam a mi lado, como si le rogara que me echara una pequeña ayuda para entender qué diablos pasaba a mi alrededor.
-Ya sabe Britt, después de la escuela... - sugirió Sam mirándome con una sonrisa -...yo le comente mis planes con la dirección en el tema del cine, él cree que te inclinaras por finanzas o alguna ingeniería para trabajar con la familia- Oh, eso era totalmente lo opuesto a mí.
-Oh no, la verdad, mis aspiraciones no van con nada que tenga que ver con finanzas - comente gentilmente al padre de Santana.
-No me digas, ya adivino… -soltó Gloria apresuradamente con una pequeña sonrisa escapando de sus labios -...apuesto que lo tuyo es la medicina ¿no?...- sugirió ella mirando de soslayo a mi madre, quien sonreía conocedora de lo que yo respondería al cuestionamiento de los señores Lopez.
-Absolutamente tampoco, odio la sangre, ni siquiera soporto la mía, de solamente verla me mareo, la medicina es lo único que tendían que forzarme a ejercer - musite seriamente.
Todos se miraron confusos, menos Sam y mis padres, que ya eran conocedores de mis planes.
-Apuesto que yo adivino - espeto Rachel con una traviesa sonrisa, mirando a Santana, la cual no hizo más que rodar sus ojos y mirar al suelo – lo tuyo va con las cámaras ¿o me equivoco?- Podía sentir una sonrisa formándose en mis labios.
-Bueno, has acertado, lo único a lo que me podría dedicar es a la fotografía. Odiara estar sentada en una habitación todo un día, como me desesperaría ver a gente sufriendo cada dos por tres, así que si, lo mío es únicamente con una cámara - confesé orgullosa de mis planes.
-Me lo imaginaba San guarda una fotografía asombrosa en su escritorio, que supongo fue sacada por ti, ya que muestra una agradable vista de una pequeña cafetería en Soho, es en blanco y negro…y déjame decirte que captaste todas las expresiones de incertidumbre en el rostro del hombre sentado en ese café – contó Rachel tranquilamente, bajo la nerviosa mirada de Santana.
Ahora sabía el por qué de la desaparición de alguna de mis mejores fotos.
Sonreí sin poder evitarlo al sentir que Santana se removía en su asiento tratando de mirar a cualquier lugar que no fuera yo. Ella guardaba algo de mí y eso tendría que significar aunque sea un poco no.
¿No?
-Gracias, la verdad es que si, esa foto fue una de las primeras que tome, cuando papá me regalo la primera EOS - comente mirando disimulada a Santana.
Ella estaba sonrojada y no apartaba su mirada del suelo, tras verse descubierta.
-Tenes talento, mujer - admitió Rachel regalándome una pequeña sonrisa.
-Si, digo lo mismo, yo también he visto la fotografía en el escritorio de Sanny - interfirió Christian animadamente.
Definitivamente esta era mi noche.
-Gracias, me alegro de que les gustase - agradecí sinceramente.
Que valoraran lo que hacía era el mayor cumplido que podía recibir.
-Entonces señor Lopez ¿es verdad que también se dedicaba a jugar Futbol cuando joven? - inquirió Sam de repente.
Sacando de una fuerte tensión a Santana, había podido ver una mirada de relajo aparecer por sus ojos al cambiar el tema.
-Oh sí, claro que si, salimos dos veces campeones - comento Christian animadamente.
-Mi padre también jugaba, yo diría que mis ganas del juego las saque de él - espeto mi amigo encantado de compartir algo en lo que él sabía mucho.
-A mi me hubiese gustado que uno de mis hijos sacara algo de amor por algún deporte así, pero Finn prefirió jugar Baloncesto y a Brittany lo único que les apasiona es el baile aunque debo admitir que es algo que hace de maravilla, y claro Mike la acompaña de maravilla en eso - confeso mi padre mirándome orgulloso.
Pude sentir varios ojos posados sobre mí mirándome con sorpresa.
En especial a Santana que sin poder evitarlo me había dedicado una breve y egoísta mirada.
-¡¿Es en serio?!... ¡Wow!...Santana también baila desde niña - comento Rachel animadamente intercambiando miradas entre Santana y yo.
-Si, desde los diez - interfirió Santana por vez primera mirándome altaneramente, con una pequeña sonrisa de superioridad escapándose de sus labios -...¿desde cuándo lo practicás vos? - inquirió interesadamente cruzándose de brazos para mirarme detenidamente.
Bueno, así que nuestra primera conversación sin decirnos cualquier insulto trataría de quien era mejor que la otra.
Eso podía llegar a ser realmente interesante.
-Llevo practicándolo desde los doce y…
-¿Desde los doce?...entonces aún no manejas el baile…que lastima, podríamos haber tenido un duelo - me interrumpió bruscamente Santana dejando claro que quería algo más que una simple conversación.
Sonreí sarcásticamente sintiendo una pequeña pero segura adrenalina corriendo en mi interior. Me gustaban los retos. Era algo que no podía dejar pasar, siempre había sido así, y que Santana pusiera en duda mis capacidades no hizo más que alimentar mi gran llama de competitividad oculta en mi cuerpo.
Ella miraba a mis ojos esperando mi respuesta, provocándome un sin número de sensaciones en el estomago. Sus ojos marrones tenían un pequeño brillo que jamás había visto.
-No sé en qué mundo vivís pero está claramente comprobado que cinco años son tiempo suficiente para manejar el breakdance, la lambada y el tango, entre otras danzas mas - musite sonriendo encantadoramente.
Ella tenso su mandíbula y sonrió de manera falsa preparada para su nuevo ataque.
-¿A si? ¿Y quien según tú lo comprobó? - inquirió de manera arrogante.
Antes de responderle sentí la pequeña risita de Sam a mi lado, desvié mis ojos hasta él para descubrirlo mordiéndose con insistencia el labio inferior para evitar reírse.
Estaba claro que Santana buscaba dejarme en ridículo.
-Yo, yo lo comprobé - respondí con suficiencia - manejo los tres a la perfección, aunque prefiero el tango, ya sabes, es sabido por todo el mundo que es una danza un tanto complicada y los que la dominamos somos más hábiles, me gusta la sensualidad y delicadeza, no sólo movimiento bruscos- solté provocativamente.
Su sonrisa de suficiencia había sido reemplazada por una mueca de desagrado.
-Interesante…- murmuro ella, mas para sí misma que para el resto que nos miraba interesados - así que manejas los tres y más, bueno, eso quiere decir que llegando a Ohio definitivamente tenemos que tener un duelo de baile - sugirió ella con una sonrisa altanera en sus labios - me encantara demostrarte que el breakdance no sólo requiere de músculos - termino con suficiencia.
Definitivamente ella estaba pensando mucho más que yo.
-Me encantara…aunque te aviso de antemano que yo jamás he perdido un duelo, así que, si tienes un ego muy alto anda bajándolo desde ahora - Eso había sido un tanto insolente.
-No te preocupes mi ego está bien, pero al parecer el tuyo hay que arreglarlo - La Santana indiferente definitivamente me encendía de sobremanera, su sonrisa parecía crecer desde lo más profundo de ella, sus ojos me estudiaban de tal manera que no hacía más que desear que ella me dedicara un corto trozo de su tiempo aunque sea para patearme el trasero y reírse en mi cara de lo insuficiente que podía llegar a ser.
-Que lastima, me hubiese gustado ver como se pateaban el trasero ¿Están seguras que no pueden adelantar su duelo y hacerlo acá? - sugirió Sam inocentemente mirándonos a ambas con lo que parecía un “Por favor” en sus ojos.
Mataría a Sam de una manera lenta y dolorosa.
-Eh…es tarde y nosotros debemos volver al hotel, para mañana estar descansados y eso- soltó Rachel mirando a sus padres en señal de circunstancia.
-Si, tenes razón, lo mejor es que descansen, mañana nos espera un viaje un tanto largo y ustedes están cansados - apoyo Finn a Rachel poniéndose de pie junto con los señores Lopez.
Todos se despedían, pero Santana no se movía de su sitio, parecía estar pegada al mueble, tenía la mirada perdida y no parecía muy cómoda. Con cuidado y precaución me levante de mi asiento frente a ella y con un par de pasos inseguros llegue a situarme hasta su lado, ella levanto sus ojos mirándome seria y sin ningún cuidado se puso rápidamente de pie rozando mi cuerpo con el suyo.
Quedando ambas en una distancia diminuta.
Todas las palabras en mi cabeza se borraron, dejándome con la mente en blanco, insegura y sin ningún modo de protección.
-¿Se te antoja algo? - pregunto ella cabreada.
Mirándome fijamente a los ojos, con su respiración un tanto acelerada.
-Mmm…he, tú…bueno, tal vez sí, yo…yo - murmure con dificultad -yo me peguntaba si, si…
Ella rodó sus ojos con cansancio y suspiro soltándome a la cara el agradable aroma del café que había acabado minutos atrás de consumir.
Mi corazón latió apresuradamente y sin poder evitarlo me acerque más a su rostro, bajo su mirada de incredulidad y sorpresa.
-Santana…yo, yo quería que supieras que…-susurre mirando sus labios y luego a sus ojos, tratando de encontrar fuerzas para continuar con lo que mi cabeza me estaba obligando a hacer - yo, yo… tengo que decirte que…que yo sie…
Podía notar como su sonrisa de suficiencia empezaba a crecer en su rostro, sonrisa que fue suficiente para abofetearme mentalmente y darme cuenta de lo que estaba haciendo. Le iba a pedir disculpas y a estar como una imbécil besando sus pies, olvidando todo lo mal que me habían sentado sus palabras en algún momento. Iba a dejar mi orgullo de lado.
Definitivamente mi cerebro había dejado de pensar.
-¿Qué, qué tenes que decirme? – susurro tranquilamente y por primera vez mirándome con una calidez que era nítida en sus ojos.
-Que mi ego está bien y que por favor no sueltes más comentarios idiotas y faltos de respeto delante de mis padres…- solté con dureza, poniéndome seria y ubicándome nuevamente-…ellos no tienen por qué estar escuchando estupideces…y yo no tengo por que estarte aguantando…no te he hecho nada, Santana…mira, van a ser dos semanas largas, así que por favor vos por tu lado y yo por el mío, nada mas que eso – Ella pareció confundida, su rostro tenía una mueca de cómo si hubiera recibido un golpe en el estomago y le impidiera respirar, sus labios estaban entreabiertos y su ceño se frunció como queriendo encontrar una repuesta en mi rostro. Su incredulidad iba creciendo de tal modo que era evidente que esperaba otras palabras de mi parte, su rostro entero lo reflejaba.
Y eso fue suficiente para darme otra bofetada mental y ver en forma clara el daño que habían producido mis palabras. Me sentí una idiota. Quería tratar de suavizar las cosas no empeorarlas.
-Mira, quizás fui un poco brusca, lo siento, solo trataba de…
-No, tenes razón, vos por tu lado yo por el mío…- me interrumpió con un enfado evidente en su voz-…¿Qué más se pude esperar de vos, no? – concluyo con una dolorosa sonrisa en su rostro.
Me observo un par de segundos y al notar que yo no haría nada por mejorar nuestra situación me dedico una mirada gélida, se dio vuelta en sus talones alcanzo a sus padres y se marcho.
Vi como se iba, pero fui incapaz de conectar mi cerebro con mis pies y seguirla.
-Uff….¿Qué nochecita, eh? – murmuro Sam situándose a mi lado -…ahora te entiendo, esa chica Santana, es toda una histérica ¿no? – continuo hablando al notar mi silencio -…a lo mejor te vendría bien dormir un poco, de verdad que estas tres horas fueron agotadoras – Levante mis ojos hasta él para dedicarle una sonrisa.
-Gracias…tenes razón, lo mejor es que yo me vaya a dormir, estoy cansadísima-
-Si, eso es lo mejor…dale subí a tu cuarto…- me animo él dándome un pequeño abrazo-…en cinco minutos te subo una leche con chocolate para que puedas dormir como un bebe – prometió dándome un pequeño beso en la frente y luego dirigiéndose a la cocina.
Lo observe hasta que se perdió en el pasillo, luego me di media vuelta hacia las escaleras y me fui a mi cuarto de una vez por todas a descansar.
Adoraba la sensación del viento golpeando mi piel tibia, me tranquilizaba de sobremanera ver el cielo lleno de nubes, las nubes me relajaban de tal modo que disfrutaba todo a mi alrededor, contando el suave y firme camino de tierra por el que iba corriendo, como también las grandes y cuidadas flores que pasaban por mi lado. Podía sentir incluso el olor a hierba húmeda que soltaba el césped.
Los músculos de mi pantorrillas rogaban por un descanso, pero no quería ceder, llevaba más de cinco millas corriendo y faltaba menos de media cuadra para salir del parque y llegar a casa, en donde me esperaba un agradable desayuno con la familia Lopez.
Acelere el trote llegando al final del parque, crucé la calle sin problema alguno y en una pequeña carrera subí las escaleras hacia la puerta de entrada.
Me deslice por el pasillo y apresurada me dirigí hacia la cocina por un vaso de jugo.
-¡Ugh Brittany! ¡Apestas! – hablo Finn llegando a la cocina con un sweater negro, jeans descoloridos y un pelo recién lavado. Además de buen ánimo.
Solté mi vaso con un agradable jugo de naranja y lo mire con una sonrisa en mis labios.
-Salí a trotar hermanito, hacer ejercicio hace bien a la salud y NY es realmente agradable – me defendí sentándome en la barra de la cocina frente a él.
Finn me observo con una ceja levantada y luego suspiro.
-Me podrías haber avisado, así salíamos juntos, me gusta trotar con vos...además, hace un montón de tiempo que vos y yo no compartimos tiempo – reclamo él con una sonrisa en sus labios llevándose a la vez un vaso de jugo a la boca.
-Bueno, vamos a tener demasiado tiempo estas semanas, así que considera tu pedido un hecho...- le asegure, mirándolo curiosa al ver que Rachel no estaba con él-...hey, ¿No se suponía que hoy venían los Lopez a desayunar con nosotros? – inquirí al notar que no había nadie más aparte de los dos en la cocina.
-Sip, así es, ya llegaron, están en el comedor...pero yo vine por un vaso de jugo de naranja porque no me gusta el durazno – aseguro él mirando su vaso, luego levanto sus marrones ojos para posarlos en los míos, con una mirada curiosa-...si preguntas por Santana ella también está acá...
Y yo estaba toda sudada y espantosamente mal vestida.
-He...ella, está en el comedor o...
-No, dijo...que tenía que hacer un llamado a una tal Hayley, creo, o algo así– murmuro el algo inseguro.
Mi buen humor de la mañana definitivamente había acabado.
Apresuradamente me levante de mi asiento, deje el vaso desocupado sobre el mesón y me gire para irme directo a mi cuarto.
-Pero Sam si está acá...tenía hambre, supongo que aún está desayunando – se apresuro Finn en explicar.
-Gracias, decíle que bajo en una rato, tengo que ducharme y cambiarme de ropa – me excuse y con rapidez inmediata me puse subir las escaleras hasta mi habitación.
Estaba girando la manilla cuando me di cuenta que una particular voz salía desde adentro de mi cuarto, no espere segundos y sin ni siquiera tocar abrí la puerta para encontrarme a una cabreada Santana con mi teléfono en una de sus manos mientras que con la otra tomaba su cara mientras miraba a través de las ventanas de mi balcón.
-¿Se puede saber qué haces acá? – solté escupiendo las palabras.
Ella se giro con una mirada confusa cruzando por su rostro, me estudio un par de minutos y mojo sus labios lista para hablar, pero al contrario de eso no hizo más que quedar con su boca abierta mirándome de pies a cabeza, en un silencio placentero. Muy en el fondo me sentí alagada y una pequeña dosis de ego me inundo al ver la forma en que sus ojos me estudiaban. Pero luego recordé el motivo por el cual ella estaba usando mi teléfono y me obligue a permanecer seria esperando su explicación.
-Después seguimos...-murmuro rápidamente al teléfono y luego concentro su atención en mí -...yo...yo hablaba por teléfono, Finn me dijo que podía tomar cualquiera porque todos funcionaban y...bueno, subí al baño y me perdí y entre a la primera puerta que encontré...no sabía qu...
-Hay un teléfono en la cocina y en cada cuarto de esta casa – la interrumpí de manera brusca -...ten más cuidado para la próxima vez, esta es mi habitación y eso que tienes en tu mano es mi teléfono – explique rápidamente.
Ella frunció su entrecejo y desvió sus ojos del teléfono a mi rostro, luego observo detenidamente todo el cuarto, para terminar posando su mirada nuevamente en mí.
-Es sólo un teléfono, Brittany – se defendió ella recuperando cada vez más la seguridad que la caracterizaba.
Moví mis pies para situarme frente a ella y mirarla detenidamente, esta vez estábamos en mi cuarto, en mi casa y en mi cuidad.
Y yo estaba enfadada.
-Si, pero es MI teléfono y tú estás en MI cuarto ¿Entendiste? – puntualice con una pequeña sonrisa de satisfacción.
Ella me miro incrédula, con cuidado tiro el teléfono a mi cama se cruzo de brazos y me estudio detenidamente levantando una perfecta ceja.
-Si, entiendo y te pido disculpas por entrar en tu cuarto sin tu autorización...pero ten en cuenta, que no conozco tu jodida casa y lo único que yo quería era hablar por un puto teléfono ¡¿ENTENDISTE?! – se defendió ella pegándome con un dedo en el pecho para hacerse entender.
No lo sabía hasta ese mismo segundo, quizás nunca lo había podido ver pero me adoraba hacer que Santana se cabreara. Era algo irresistiblemente sexy. Adoraba toda su postura de enojada que se montaba conmigo.
-¡¿Perdón?!, Entendeme vos a mí, ¡Entraste a MI habitación y ocupaste MI teléfono! ¡Eso no se hace! ¡Yo no voy por tu casa, colándome en tu cuarto y ocupando tu puto teléfono para llamar a nadie! ¡A NADIE! – me defendí gritándole en su cara.
-¡Era un T-E-L-E-F-O-N-O! ¡No una cuenta personal o tu auto! – se apresuro ella en responder a mis insultos.
-¡Si, pero es MI teléfono! ¡¿En qué puto idioma te lo tengo que explicar!? ¡No me gusta que nadie use mis cosas, tampoco que cualquiera entre a mi cuarto sin ni si quiera avisarme! ¡Eso no se hace, apuesto a que me echarías gritando y haciendo un escándalo inmenso si a mí se me ocu....
Calle toda mis palabras al sentir sus dos manos tomándome fuertemente del rostro y acercarme peligrosamente hacia el suyo. Mi respiración quedo atorada en mi garganta y mi corazón se puso como un loco sin medicación. Ella me miraba con su mirada oscurecida directamente a los ojos y su respiración acelerada golpeaba directo hacia mis labios.
-¡Callate!...por favor dios que histérica...perdón ¿si?...no quise usar tu teléfono sin tu permiso y menos aún entrar en tu cuarto sin tu autorización – susurro con dificultad en su voz, cada vez acercándose más a mi rostro.
Sin poder evitarlo fui cerrando mis ojos de a poco preparada para sentir de una vez por todos sus labios sobre los míos. Pude sentir un ligero roce y luego el calor de su cuerpo cuando ella al fin se había acercado un poco más hacia mi cuerpo, pero tan rápido como la sentí todo desapareció, provocando que abriera los ojos de golpe para descubrirla a un metro de mi con la mirada en el suelo, inmóvil y pareciendo discutir con ella misma.
Tosí fingidamente para sacarla de su repentino trance momentáneo.
Ella levanto sus brillosos ojos marrones, mirándome avergonzada.
-Ah...eh...yo, me sacás...- susurro pesadamente y como si le costara pronunciar cada letra-...me descontrolas y...y perdón ¿si?...perdón por lo del teléfono y entrar en tu cuarto así...-murmuro sin sacar su mirada de la mía. Provocando que su sorpresivo ataque de inseguridad trajera una sonrisa de satisfacción a mi rostro. Sonrisa que fue suficiente para que ella volviera a la realidad-...era sólo un teléfono, ten en cuenta eso – Me dedico una mirada confusa y aún avergonzada para luego darse la media vuelta y dirigirse hasta la puerta de salida, pero no salió en seguida se giro sobre su hombro mostrando una sonrisita de suficiencia.
-Otra cosa Brittany...la ropa deportiva te queda espectacular pero dúchate, porque apestas – me sonrió una vez mas y salió de una vez por todas de mi cuarto.
-¡Que te jodan! – le grite a sus espaldas.
Sólo pude escuchar su hermosa risa y las pisadas que bajaban hacia el comedor.
Me gire y mire a través de las ventanas que me separaban del balcón, la vista era bonita, disfrute un par de minutos pensando en sus últimas palabras “La ropa deportiva te queda espectacular...”resonó su voz en mis oídos. Había pronunciado esa frase con tanta picardía y travesura en su voz que sólo me enternecía. Aunque lo quisiera no podía estar molesta con ella, pero mi gran orgullo me impedía acércame en son de paz.
Me gire una vez más para ver en la superficie de mi cama el teléfono descansando, lo que saco una sonrisa sincera de mis labios. Satana lo había tirado tan determinada y molesta, luego venia el recuerdo de sus labios casi rozando con los míos y eso definitivamente me dejaba sin aliento.
Ella había estado a punto de besarme.
“Mierda, mierda, mierda”, murmure al vació de mi cuarto.
-¿Sabes?...pensé que habías superado la etapa del “esto es mío” y la del amigo imaginario...¿Con quién hablabas y por qué te ríes sola? – hablo Sam sacándome de mis pensamientos.
Levante mis ojos para encontrarlo recargado en el marco de la puerta con una sonrisita burlona en su rostro.
-¿Hace cuanto estás ahí? – inquirí al verme descubierta.
Él ignoro mi pregunta y se deslizo hasta sentarse al borde de la cama.
-Santana tiene carácter pero es demasiado cabeza y vos necesitas dejar de lado tu orgullo...¡Dios! las dos están tan ciegas que me dan lastima – espeto Sam tranquilamente mirándome con ojos inocentones.
-¿Te he pedido tu opinión?...No, así que ahórrate tu discurso esta vez...no estoy de ánimo ¿si?...bueno, ahora espérame tranquilo y no te muevas de aquí, no quiero que hables con Santana, ni que comentes nada –
-Parece que alguien quedo colgada o es idea mía – canturreo él con una sonrisa burlona en todo su esplendor -...no te estreses, al final igual van a terminar besándose y creeme yo más que nadie se por que– Lo fulmine con la mirada al principio pero después note algo picardía en su mirada provocando que frunciera mi entrecejo, una vocecita en mi cabeza me decía que mi amigo había hecho algo, pero no le di importancia y me metí en el baño sin decir ni una palabra.
-¡Otra cosa Britt, has que tu ducha sea corta, compre entradas para el cine y la película empieza en una hora y media! – grito en forma de aviso.
Me apure en echarme jabón, con una pequeña tranquilidad llegando e inundando mi cuerpo al saber que no tendría que llegar a casa hasta luego del almuerzo.
Los almuerzos con Sam eran geniales a pesar de ser comida Tailandesa, él tenía una verdadera dedicación con todo lo que sea comida picante o pollo agridulce, a mí no me gustaba mucho, pero con tal de mantenerme durante un par de horas fuera de casa todo era aceptable. Habíamos visto una película llamada “A lot Like Love”, me había gustado a pesar de que el final era algo cursi, luego nos pasamos por el restaurante favorito de Sam en donde él había pedido un plato que sonaba como “ Kai Yang y Khao Niao” y yo preferí servirme un plato de piñas con arroz, ya que era lo único que se veía seguro.
Después paseamos por el Central Park en donde compartimos un mocachino y un café de vainilla, que lamentable no duro mucho, él tuvo que marcharse a arreglar sus cosas para nuestro viaje. Notando que me quedaban dos horas las invertí en el centro comercial comprando ropa abrigadora, el tiempo en NY definitivamente era más helado que el que recordaba.
Y ahora estaba llegando a casa preparada para irme de una vez por todas a encerrarme dos semanas con Santana a la misma casa.
-Buenas tardes, niña, su maleta está hecha, esperándola a los pies de su cama – me informo Martha nada más entrar en la casa.
Mire hacia todos lados buscando a alguien pero la casa estaba vacía.
-Gracias, ¿Dónde están todos? – pregunte confundida.
-Sus padres y los señores Lopez salieron hace como media hora hacia los Hamptons…su madre dijo que usara el auto de la casa para irse y que cuide de su pasajero – explico pausadamente dirigiéndose nuevamente hacia la cocina.
-Martha espera, ¿de qué pasajero hablas?...Sam dijo que se iba con Finn – espete confundida dejando las bolsas de mis compras en uno de los muebles.
-La esperan en la sala – dijo como única respuesta con una sonrisa en su cálido rostro antes de perderse en forma definitiva por el pasillo.
Odiaba que mi madre me pusiera a cargo responsabilidades sin consultarme…
Me apresure en llegar a la sala, mientras me acomodaba el abrigo y lo guantes en mis manos para avisarle a mi “pasajero” de mi llegada y salir rápido hacia la casa de descanso, el camino era largo y lo que menos necesitaba eran más interrupciones, una sonrisa se formo en mis labios sin mi permiso al ver a mi “pasajero” sentado cómodamente en el sillón ojeando perezosamente una revista.
Amaba el rostro que ponía Santana cada vez que se concentraba, sus labios se fruncían en una graciosa mueca y todo alrededor de ella tomaba una intensidad aplastante, pero que al mismo tiempo me hacia enternecerme.
-Hola Santana – salude llegando hasta situarme frente a ella tapándole la luz que usaba de guía para su lectura.
Levanto su rostro de la revista, la cerro lentamente mientras me estudiaba entera, luego sonrió sarcásticamente y levanto una ceja.
-Seguiste mi consejo – soltó sin venir a cuento.
-¿Qué decís? – inquirí confusa.
Su sonrisita se expandió notablemente a la vez que se levantaba dejándose ver en todo su esplendor.
Estaba aplastantemente hermosa, la ropa abrigadora la hacia lucir de maravilla.
-Hablo de que tomaste la ducha que te recomendé…bien hecho, Pierce…-ella dudo de sus palabras, pero luego de sonreír con una travesura escapándose de sus ojos, continuo-…así me gusta…
Eh bueno, eso había sido sexy…
-Como sea… ¿por qué se supone que vas a ser mi pasajero? ¿Tenias ganas de dar un paseo conmigo? O es que sólo te gusta joderme el día – espete para cambiar de tema.
Ella sonrió una vez más y luego se encogió de hombros.
-No, ni en tus sueños, jamás cedería por cuenta propia a dar un paseo con vos…-aseguro de una manera poco convincente. Yo rodé los ojos suspire fastidiada y seguí escuchando sus excusas-…lo que pasa fue que me entretuve comprando luego del almuerzo y bueno mi padre me dijo que no me preocupara y que terminara mis compras tranquila, porque Finn se iba con Rachel y Sam luego de ellos…después vine hasta tu casa, pero no había nadie, le pregunte a tu emplea…
-Martha, su nombre es Martha – la corregí de inmediato.
Ella pareció mostrar una pequeña sonrisa cálida antes de seguir son su historia.
-…eso, le pregunte a Martha como podía llegar hasta tu casa de descanso y ella amablemente me dijo que no me preocupara porque estabas por llegar y que conociéndote estaba segura que no tendrías problema alguno en llevarme con vos…y bueno, supongo que no te molesta llevarme ¿no? – pregunto ella insegura.
La estudie un par de segundos y luego me acomode el cabello perezosamente con una mano fingiendo pensar, se notaba su cara de incertidumbre, parecía estar realmente implorándome con los ojos un favor.
-Bueno, te llevo, siempre y cuando mantengas la boca cerrada, no me gusta que la gente me hable cuando conduzco – acepte seria observando su rostro.
-De acuerdo, pero que sepas que tampoco pensaba hablarte – aseguro cogiendo su pequeña cartera, colgándola luego de su hombro izquierdo.
-Si, eso es seguro. Mira no quiero discutir de nuevo, es mejor que me esperes en la camioneta, yo tengo que ir a buscar mi maleta arriba a mi cuarto pero bajo en menos de cinco minutos. Coge algo rico de la cocina y me esperas ¿vale? – sugerí mirando sus ojos marrones.
Ella lo medito un par de segundos mordiendo su labio inferior.
-Bueno, pero que quede claro que no soy tu empleada para estar buscándote algo de la cocina, vos también pedes pasar y coger lo que…
-Era sólo un favor, Santana –
-Jamás mencionaste la palabra “por favor” en tu oración, Brittany– Estudie su rostro un par de segundos para luego darme por vencida con mi intento de “mejorar las cosas”. Si ella quería ser antipática, yo también podía serlo.
-¿Sabes?...dejalo ahí, subí a la camioneta y esperame con la boca bien cerradita, no quiero ni siquiera escucharte respirar ¿ahora si estamos? – solté enojada.
No espere su respuesta sin voltearme me dirigí a las escaleras y las subí de dos en dos para ahorrar tiempo, entre en mi cuarto y antes de coger la maleta revise mi closet sacando dos bufandas de éste junto a un par de guantes, los más gruesos que pude encontrar, envolví todo en una de las bufandas y metiendo el rollo de lana bajo uno de mis brazos tome la maleta y me dirigí escaleras abajo. Sin pasar por la cocina y tomar nada, porque las ganas de comer las galletas con chispas de chocolate que me había preparado Martha se acabaron en cuanto Santana se propuso ser antipática. Salí rápido a la calle y abriendo el maletero metí la maleta sin ningún cuidado, pase por un costado de la puerta de Santana y sin mirarla rodee la Wrangler, abrí la puerta del piloto y me monte en el asiento soltando a la vez entre los dos asientos la bola de lana que traía bajo mi brazo, mientras me abrochaba el cinturón de seguridad.
-Traje una bufanda y un par de guantes para vos, sé que hace frió y no estás acostumbrada – murmure encendiendo el jeep y luego pasándolo a la vía para salir de una vez por todas.
Note como removía entre el asiento sin decir nada y sacaba una de las bufandas y se las pasaba por el cuello, también como disimuladamente parecía notar el perfume que desprendía ésta, mi perfume. Pero los guantes no se los puso, los sostuvo un momento entre una de sus manos y con la otra busco algo en sus bolsillos.
-A esto te referías con algo rico ¿verdad? – murmuro Santana mostrando dos galletones con chispas de chocolate.
Mi mal humor se fue, quedando sólo en mi rostro una mueca seria.
-Si, a eso me refería…-concordé arrebatándole las galletas de las manos-...Gracias, me imagino que ya las probaste ¿No? – musite desviando mis ojos del camino hasta ella.
-Si…y gracias por la bufanda y los guantes, me estaba congelando los dedos – agradeció ella con una sonrisa verdadera en su rostro.
-De nada – murmure sin mirarla.
Me concentre en el camino, mientras ella se acomodaba los guantes en sus manos y el cinturón de seguridad alrededor de su cuerpo, la observe mirar el paisaje lleno de autos, taxis, camiones y edificios por un largo momento, luego apoyo su cabeza en respaldo del asiento y cruzando sus brazos se puso a tararear una canción, estuvo varios minutos cantando hasta que se giro en su asiento de cara a mí.
-¿Puedo encender la radio? – pregunto sonando aburrida.
Gire mi cuello un par de segundos y estudiar su rostro, el cual definitivamente lucia aburrido.
-Si, pero escoge una emisora buena – pedí como condición.
Hubo un minuto de silencio antes de que se escuche su voz.
-¡¿No tienes ningún disco, CD o lo que sea?! – inquirió exaltada.
Desvié mis ojos del camino nuevamente para verla con una expresión de perplejidad en el rostro.
-Santana, llevo un día y medio en NY…en donde acostumbro a andar con chofer o en la moto de Sam, ósea estamos en New York, aquí no conduzco y éste jeep es el de la familia…lo tome únicamente para llegar…odio andar en autobús – explique con toda la paciencia que podía utilizar.
-Pero dijiste que subirías a tu cuarto a buscar tus cosas, entonces pensé que traerías por ultimo algo de música, eso es esencial para un viaje, sabelotodo – soltó cruzándose nuevamente de brazos irritada.
Suspire antes de contestar.
-Si, es cierto, pero ten en cuenta que yo iba a hacer este viaje sola y a mí no me molesta el silencio – espete para cabrearla.
-Oh…perdón, no quise arruinar tu solitario y reflexivo viaje – musito sarcásticamente.
Preferí no responder, me mantuve en silencio durante todo el trayecto de la interestatal hasta llegar al puente de Manhattan, en donde por primera vez pude mirar por un par de segundos a Santana y encontrarla algo animada.
-¿Puedo encender la radio, si o no? –
-Te dije que si –
-Bueno…
“Valerie” inundo el jeep con “Amy Winehouse”, canción que parecía gustarle a Santana, ya que la escuchaba cantar bajito, como si estuviera susurrando, me relaje con el sonido de su voz, me parecía hermoso escucharla cantar, hasta el paisaje parecía mejor con ella a mi lado cantando.
Lo único malo era el sol de otoño que me pegaba directo a los ojos y me hacia doler como pequeñas punzas.
-Me podés pasar las gafas que están en la guantera, por favor – pedí interrumpiendo su pequeño concierto tributo a Winehouse.
Ella sin dejar de cantar se puso a buscar en la guantera hasta sacar un estuche blanco, me lo señalo y asentí dándole con una inclinación de cabeza la razón, saco las gafas con delicadeza y abriéndolas me las alcanzo con cuidado de que nuestras manos no se rozaran, lo cual le agradecí mentalmente.
-¿Falta mucho para llegar? – pregunto luego de un rato en silencio.
-Cuarenta y cinco minutos aproximadamente – conteste sin desviar mis ojos del camino.
No dijo nada, suspiro y se quedo en silencio volviendo a tararear una canción que no conocía pero estaba segura era de Paramore.
“All I Wasted Was You…” escuche cantar en la voz de la cantante y Santana, quien parecía conocer todas las malditas canciones que tocaban en la radio, aunque esta vez lo que capto mi atención fue la frase cantada por ella.
Odiaba sentirme como una adolescente descarriada que no hacía más que identificarse con cualquier cosa y en cualquier momento. Me sentía tan expuesta que eso sólo hacia aumentar mi miedo, miedo que escondía dándome la excusa del orgullo.
-¡Brittany!... ¡Mirá, está bien que nosotras no nos hablemos y que cada cual por su lado! ¡¿Pero podrías dejar de ignorarme?! ¡Llevo hablándote más de dos minutos y no sos capaz de decirme nada! – escuche reclamarme a Santana una vez que había dejado aislado cualquier pensamiento.
-Perdón, iba pensando en…
-No me interesa en quien ibas pensando – me interrumpió amargamente ella.
-Mierda Santana te pedí disculpas ¿no?... ¿Qué más queres que haga? ¿Qué me orille en la carretera, baje del jeep te corte una flor y te la regale? – me defendí ya harta de su mal humor.
-No te estoy pidiendo nada, ninguna maldita cosa, lo único que te estoy diciendo es que…ya, ¿sabes qué? Dejalo ahí… no lo entenderías ni aunque te lo escribiera en el parabrisas – alego apresuradamente suspirado y recostándose en el asiento para tranquilizarse.
El silencio nos abrumo por completo, pero sirvió para calmarme y pensar que lo mejor era saber que necesitaba, a pesar de todo tenía que cuidar de ella.
-¿Qué era lo que preguntabas, Santana? – murmure de forma suave, dándole a entender que lo último que quería era seguir discutiendo.
Tomo un largo suspiro antes de decir cualquier palabra.
-Quería saber si hay algún centro de servicio por el camino –
-El jeep va bien de combustible – le asegure.
-Es para comprar una bebida o un jugo, muero de la sed – espeto cabreada.
Razone un par de minutos lo que pedía, ya que si me detenía íbamos a llegar más tarde de lo que tenía pensado.
-No sé Santana, nos atrasaríamos y no falta mucho para llegar – explique en un intento suave sin nada de ganas de iniciar una nueva discusión.
-Brittany, no van a ser más de diez minutos – musito empezando a enfadarse.
-Si, pero serian diez minutos de retraso, más tiempo para llegar a casa –
-Oh, ¡Por favor! ¡No podés ser tan egoísta! ¡Es sólo una puta botella de jugo! –
-Si, pero es mi tiempo el que se desperdicia, no el tuyo –
-¡Sos una imbécil, Brittany!...
-¡Hey! Que yo a vos no te he insultado –
-¡¿Y qué esperas, voy viajando contigo y tengo sed?! –
-Tenés diecisiete años, no cinco, puedes aguantar perfectamente hasta llegar a casa, allí hay; jugos, bebidas, leches de chocolate, de frutilla, de plátano y de man…
-¡Me importa una mierda lo que haya en tu casa!...Mirá, justo en doscientos metros más hay un centro de servicio, te parás ahí, me esperas diez míseros minutos y las dos contentas ¿entendido?, entendido – explico señalando al pasar por la carretera un letrero que señalaba el centro de servicio.
-No cre…
-Te callás Brittany – advirtió con voz dura y precisa.
Desvié mis ojos del camino hasta ella para descubrir una mirada acecina puesta en mí. No la contradeci, se veía demasiado hermosa enojada, parecía una niña pequeña cruzada de brazos y hundida en el asiento, haciéndome claramente un berrinche, continué manejando en silencio, tratando de esconder la sonrisa que quería escapar de mis labios.
Al llegar por fin al centro de servicios aparque afuera del local de comestibles, ni siquiera había terminado de detener el coche cuando Santana salto del jeep y con un pequeño trotecito se deslizo en las puertas adentro del local. Espere menos de cinco minutos para verla salir con dos botellas en una mano y con la otra abrigándose más mi bufanda al cuello.
Me reprimí otra sonrisa mientras ella subía al coche.
-Tomá, perdón por haberte gritado, pero me sacaste de quicio – hablo ella ofreciéndome un té helado de limón.
Lo tome de sus manos sin tener cuidado, pasando a rozar mis dedos con los suyos, fue un roce pequeño, pero basto para que ella bajara su mirada hasta sus zapatos y yo me sintiera sonrojar.
-Gracias – murmure abriendo la tapa de la botella y bebiendo un sorbo de inmediato.
Ella no volvió a decir nada, se ajusto por segunda vez su cinturón de seguridad, acomodo la calefacción para que le pegara en el rostro y cerro sus parpados dispuesta a dormir.
Yo cerré la tapa de mi botella y concentrándome en el camino me dispuse a seguir, escuchando la suave respiración de Santana y la canción que iba tocando la radio.
Sintiéndome extrañamente familiarizada con todo…
-San…Santana…Santana…despertate ya llegamos – hable tratando de despertar a mi compañera.
Pero ella no despertaba, seguía durmiendo, viéndose bellísima e indefensa, su respiración era suave y pesada, se notaba que estaba en un sueño profundo y mis impulsos pudieron más que cualquier uso de razón, al verla tan cerca no pude hacer más que acercar mis manos a su rostro y con cuidado acariciar su mejilla, viendo como de a poco los músculos de su rostro empezaban a reaccionar, dándome la señal de alejarme, cosa que hice cuando sentí el primer suspiro que indicaba que se estaba despertando. Me apresure justo en ese momento en abrir a puerta de Wrangler bajándome de un salto, luego la rodee con tranquilidad y abrí el maletero, saque mi maleta mientras escuchaba el ruidito que indicaba que la puerta del copiloto se había abierto.
Una perezosa Santana se bajaba para después rodear el deportivo y buscar su maleta mientras yo sujetaba la puerta.
-Gracias – murmuro una vez que ya tenía sus pertenencias en sus manos - ¿Qué hora es?...- inquirió mirándome con unos adormilados ojos marrones.
-Son las seis con treinta, llegamos justo a la hora del té – respondí cerrando la cajuela y luego presionando la alarma para que todas las puertas se cerraran.
Antes de dar cualquier paso observe el frente de la casona, maravillándome con su arquitectura, siempre había adorado el estilo tradicional de la casa, con el típico modelo de las mansiones alemanas y el inmenso jardín que escondía en su patio trasero, en donde siempre se ubicaban todos a compartir la hora del té, una fingida tos me saco de mis pensamientos, desvié mis ojos hasta Santana que me miraba expectante.
-Perdón…hace tiempo que no venia acá…- murmure empezando andar hacia las grandes puertas que se juntaban en la entrada.
Toque el timbre y espere.
-¿No trajiste llaves? – pregunto ella.
-No…
-¿Por qué no entramos por el patio trasero? –sugirió.
-Porque Mateo te comería viva, por eso – explique mirándola de soslayo.
Ella permaneció en silencio con una expresión irreconocible en su rostro.
-¿Quién es Mateo? – inquirió curiosa.
-Mi mascota…me lo regalaron cuando tenía diez años, es un Golden Retriever, cuida la casa mientras nosotros no estamos –
-Los Golden Retriever son perros pacíficos, Brittany – musito ella con obviedad.
-No en este caso, Santana – le asegure con una sonrisa.
-Yo creo que es…
Sus palabras quedaron cortadas por el hombre sonriente que nos abrió la puerta, él tomo mi maleta y la de Santana mientras nos invitaba a pasar de una vez por todas a la casa.
-¿Cómo estás Alex? – Salude con una sonrisa y un beso en la mejilla al anciano que insistía en mirar con curiosidad a Santana-… te presento a Santana Lopez, ella es la hija menor de los señores Lopez…
Educadamente Santana se acerco con una sonrisa en sus labios y al igual que yo saludo cordialmente al sonriente hombre.
-Es un gusto verlas señoritas…los demás se encuentran tomando el té en el jardín, su madre me pidió que en cuanto llegara le avisara a usted para que se les unan – me explico él tan educado como siempre.
-Gracias… ¿algún otro recado? – pregunte de inmediato para no perder el tiempo.
-Si, llamo la señorita Jones, me dijo que le avisara de su llamado y que usted sabía el motivo, sólo eso – musito él empezando andar escaleras arriba con las maletas.
-Gracias…- me gire hacia Santana quien me miraba curiosa-… ¿Queres que nos unamos ahora al resto o prefierís que te muestre tu habitación? – sugerí, frotando mis manos para darme calor.
Ella lo medito un par de segundos y luego sonrió.
-Prefiero unirme al resto, tengo hambre – soltó empezando a caminar a mi lado.
Caminamos un par de pasillos dentro de la lujosa casa para después dar con las puertas que nos llevaban a una pequeña terraza, luego unas pequeñas escaleras y por fin tras unos pasos el famoso jardín en toda su gloria. El olor a hierba se respiraba en todos lados y las flores estaban en su punto máximo, todo me hacía sentir tranquila, una tranquilidad que no sentía hace mucho, cerré mis parpados e inhale el suave aroma del campo.
-¡¡¡Mierda!!!- grito Santana saltando a mis brazos abrazándose a mi cuerpo con fuerza.
Acción que me hizo abrir los ojos de golpe y como acto reflejo abrazar a Santana con fuerza, mientras buscaba con la mirada al causante del susto que se había llevado mi compañera, no me demore en encontrarlo, frente a mi estaba un enorme y peludo perro de color crema con la lengua afuera mientras meneaba contento su cola.
Reprimí una carcajada.
-Santana…yo sólo te estaba molestando, Mateo es incapaz de morder a nadie – susurre en el oído de una Santana asustada.
Ella saco su rostro de mi cuello y observo inquisidoramente mi rostro por un momento, aflojo un poco sus brazos pero no me soltó.
-Pero…él venía caminando hacia a mi…y me habías dicho que el perro era…
Con sus mejillas sonrojadas se libero de mis brazos y miro el suelo tratando de ordenar sus palabras.
-No Santana, él sólo venia a saludar, ¿Cierto bonito? – explique llamando a un culpable perro.
Mateo no tardo en ladrar y de un salto venir en mi encuentro, me arrodille en el suelo para acariciarlo con tranquilidad, hasta que él mismo cachorro se cabreo de mis mimos y se quedo mirando en dirección a Santana.
-No, ni lo sueñes, la baba de perro y yo definitivamente no congeniamos – hablo Santana dirigiéndose al perro, que la escuchaba atento.
Pero mi mascota era insistente, se acerco juguetonamente a Santana hasta pegarle un lengüetazo en una de su manos, luego ladro animadamente y ladeo la cabeza esperando pacientemente a que de una vez por todas ella lo acariciara, cosa que no tardo Santana se arrodillo en suelo a mi lado riendo mientras le hacía mimos a un contento y baboso animal.
-Bueno, así que la baba y vos no se llevan ¿eh? – bromee mientras ella sólo me sonrió.
-Bueno, él es la excepción ¿No Mateo? – contesto hablando con el perro.
Y ahí me di cuenta, estábamos disfrutando nuestra primera broma juntas despues de tanto tiempo, lo que me hizo pensar en llevar más mascotas conmigo a la hora de tratar con Santana o quizás comportarme como una. Cosa que era realmente baja, al darme cuenta que mi cerebro estaba dejando de pensar, me levante del suelo y empecé a caminar hacia la mesa llena de gente que había tras el rosal en el que nos encontrábamos, Santana me siguió de cerca acompañada de su nuevo mejor amigo.
-¡Ya llegaron! – saludo mi padre viéndonos llegar hasta la mesa -…me alegro aún no se termina la hora del té…
-¿Y qué tal el viaje? – inquirió Gloria mirando con una sonrisa a su hija.
-Bien, me quede dormida, pero Brittany es buena compañía – contesto ella regalándome una hermosa sonrisa.
-Si, estuvo entretenido, nada en comparación al viajar con Finn – bromee molestando a mi hermano, el cual no hizo más que sacarme la lengua y abrazar a Rachel con fuerza.
-Me alegro, llegaron temprano, justo a tiempo para el pastel de nueces que hizo tu tía Anne – comento Sam con la boca llena de comida.
-¿Mi tía Anne? ¿Está acá? – pregunte ilusionada.
-Justo atrás tuyo, cariño – contesto una aterciopelada voz.
Me di la vuelta rápidamente para encontrarme a una mujer de cincuenta años sonriéndome, me abrase rápidamente a ella sin ningún cuidado, me alegraba de sobremanera verla. Ella era mi tía preferida y la única persona adulta y familia de mi madre que lograba entenderme, era como una adolescente metida en el cuerpo de una mujer madura. Mi tía Anne era la típica hippie que viajaba por todo el mundo gastándose el dinero de sus padres, amante del arte y de los derechos humanos. En resumen, lo que yo aspiraba ser cuando me convirtiera en una adulta, quitándole única y exclusivamente la mantención de mis padres.
-¡Wow, no puedo creer que estés acá! – chille pegando saltitos.
-Acá estoy, cariño, por las próximas dos semanas – me aseguro ella mirándome con unos cálidos ojos azules.
-Eso es genial – confesé sonriendo.
-Si, así es y esta vez sí que nos tienes que enseñar a jugar al poker y hacer apuestas – le recordó Sam en recordatorio de nuestro último encuentro.
-Lo haré niños, se lo prometo – dijo ella desviando sus ojos de los míos hasta la silueta parada a mi lado -… ¿Quién es tu amiga Britt? – inquirió ella curiosa mirándome con un brillo extraño en sus ojos.
-Ella es Santana…- la presente con una sonrisa escapándose de mis labios.
-Santana…-repitió Anne con una misteriosa sonrisa en sus labios-…un gusto conocerte Santana –
-Digo lo mismo – respondió Santana desviando su confusa mirada entre Anne y yo.
-Bueno, siéntense los panecillos están exquisitos y el pastel de nuez también – invito mi madre con una sonrisa en sus labios.
Y así lo hicimos, tome asiento al lado de un contento Sam y frente a una hermosa y radiante Santana, pensando y aceptando que después de todo mi tarde no había terminado tan mal. El cambio era pequeño, pero lo sentía, Santana estaba cediendo, de a poco, pero finalmente estaba cediendo y dejándose envolver por el ambiente, enviándome miradas cálidas y sonrisas sinceras, que me hacían casi nacer de nuevo, me llenaban el pecho y mi respiración se aceleraba, sintiendo nuevamente las mariposas en mi estomago cada vez que sus ojos marrones se posaban a propósito sobre los míos.
Tal como ahora…
Luego de un agradable té y un placentero paseo por la playa con Sam y un metiche Golden Retriever me encaminaba a mi habitación a ordenar mis cosas, para poder disfrutar del resto de los días sin complicaciones, también para apurar la noche y llamar a Mercedes como se lo había prometido.
-Brittany, espera mi amor, quiero conversar un par de cosas con vos – me asalto mi madre saliendo del despacho de mi padre a mitad de pasillo.
-¿Ahora? – pregunte escondiendo mi disgusto.
Cuando mi madre quería hablarme jamás era para algo bueno.
-Si, ahora, por favor ven, es sólo un momento –aseguro ella metiéndose en el despacho, dejando la puerta abierta para que pudiera seguirla.
Camine de vuelta por el pasillo y cerré la puerta del despacho a mis espaldas.
-¿Qué pasa? – le pregunte mirándola algo aburrida.
-Es sobre Santana – murmuro ella cuidadosamente.
Mi cuerpo entero pareció temblar.
-¿Qué pasa con ella? – inquirí confundida.
Mi madre lo medito un momento y luego su expresión despreocupada fue cambiada por su típica cara de seriedad.
-Quiero que pases más tiempo con ella, ya sabes, que la incluyas en tus salidas, le presentes a algún chico guapo, que se divierta – explico ella calmadamente.
Sentía como mi rostro iba brotando a una mueca de incredulidad.
¿Presentarle un chico guapo a Santana? Que simplemente se joda.
-¡¿Perdón?!...mamá, creo que no te estoy entendiendo – espete casi escupiendo las palabras.
-Eso, intégrala en tus actividades, que se divierta. Gloria me dijo que la notaba extraña y algo triste, vos sos su amiga, apóyala y trata de ver que pasa o si está pasando algo que la tenga tan distraída – musito mi madre sin perder la compostura.
Tuve que contar hasta el número diez antes de responder.
-¿Sabes que madre?...yo no soy ninguna jodida niñera para estar pendiente de ella, tengo una vida ¿si?...una vida y vacaciones esperándome por estas dos semanas- solté apresuradamente sin pensar en las palabras que salían de mi boca.
-Sólo estoy sugiriendo que la integres en tus cosas, nada más que eso –
-Y yo te repito; No Soy Ninguna Niñera, preocúpate de tus cosas, yo sé cuando preocuparme de las mías – Sin aguantar un momento más, me gire y apresuradamente salí por la puerta encontrándome nada más y nada menos que a una Santana recostada en la pared mirándome desilusionada.
-Santana yo…
-¿Ninguna jodida niñera, Brittany? – soltó ella visiblemente herida.
-Mirá, se escucho feo, pero no es como vos pensás lo que yo trataba de decirle a mi ma…
-¿Sabes que? Estoy cansada de esperar algo de que nunca va a llegar, estoy cansada de engañarme pensando en que uno de estos días vas a madurar y de de una vez por todas vas a ser sincera conmigo…- podía notar que el brillo de sus ojos se estaba alejando y el enfado se estaba apoderando de ella-… ¿Qué es esto, Brittany? ¿A qué estás jugando conmigo?...
Ella estaba enojada y yo confundida, tenía una mezcla entre enfado, miedo y un sin fin de sensaciones incapaces de describir.
Santana aún seguía creyendo en su novia.
-No Santana, yo no estoy jugando a nada, pero al igual que vos, estoy esperando, esperando a que de una vez por todas abras los ojos y dejes de ser tan idiota…yo doy un paso y vos retrocedes dos…- me defendí, sin explotar tratando de no llevar las cosas a un nivel peor -… ¿A qué estás jugando vos, Santana?...porque yo definitivamente no se jugar tú juego.
Notando que ella parecía aturdida aproveche de dejarla pensando y pasando por su lado subí a mi habitación, abrí la ventana y luego saque mi maleta entera sobre la cama, ansiosa por encontrar aunque fuera un sólo cigarrillo, mi cajetilla estaba al fondo, conservando no más de cinco cigarros. Eso significaba salir de compras por la mañana. Ya sin poder aguantar un minuto más sin nicotina agarre el encendedor que descansaba sobre uno de los muebles y encendí un cigarrillo, aspirándolo fuertemente, hasta sentir el efecto de la nicotina en mi cuerpo y la sensación artificial de tranquilidad llegando, inundándome tranquilamente. Me senté en el suelo y me puse a evaluar mi vida, llegando a la conclusión de que mi destino definitivamente estaba loco y pensar en eso sólo haría que me sintiera peor de lo que ya estaba, me puse de pie nuevamente y busque mi pijama, quizás dormir era la mejor idea después de todo.
Me envolví entre las sabanas y cerré los ojos rogando que el sueño no se demorara en llegar, cosa que resulto, de a poco iba sintiendo el peso de mis parpados aumentar.
Estaba a punto de quedarme dormida cuando el sonido del maldito teléfono retumbo en todo su potencial, maldiciendo saque una de mis manos de las sabanas y estire mi brazo hasta tocar el aparto y llevarlo a mi oído.
-Diga – murmure cabreada.
-Hey rubia ¿Cómo estás? – pregunto la voz de Mercedes al otro lado del teléfono.
-Mercedes, hola, bien gracias ¿Cómo estás vos? –
-Cabreada y con sueño…pero eso no importa, te llamaba para decirte que mañana hay fiesta en mi casa, trata de llegar a las diez y tanto ¿si? –
-Dale, tratare de llegar a las diez y media, con más de un regalo, ya sabes –
-Así me gusta, rubia, no te olvides de Sam, chao y que descanses –
-Buenas noches, Mercedes – me despedí sintiendo el pitido del teléfono colgado.
La llamada de Mercedes no ayudo en nada, me di vueltas en la cama tratando de recuperar el sueño pero este tardaba en volver, cerrar los ojos con fuerza tampoco servía, así que me levante, con la esperanza de que un buen plato de cereal con leche sirviera para relajar los ánimos. La cocina estaba vacía, supuse que todos ya estaban es sus habitaciones durmiendo placenteramente como yo no podía hacerlo, agarre la caja de cereales y la leche con chocolate del refrigerador, mezcle los cuadritos de quaker con la leche hasta que todos estuvieran mojados y sentándome en la barra de la cocina me dispuse a saborear de mi creación.
Iba en la mitad del plato cuando escuche ruido venir desde una de las puertas.
La puerta que daba a la piscina climatizada. ¿Qué loco podía estar bañándose después de medianoche?...la piscina era climatizada y quedaba dentro de la casa, pero aún así…me puse de pie con paso cauteloso y me dirigí hacia la puerta, ésta estaba entreabierta, jure quedar muda y estática, mi respiración quedo en mi garganta y el estomago se me apretó salvajemente, sentía los músculos de mi cara rígidos, ni siquiera respiraba. La visión que me presentaban mis ojos era irreal, una creación de tortura creada por mi mente para castigarme…Santana estaba deslizándose con un bikini diminuto dentro de las cálidas aguas, sin ni siquiera ser consciente de que yo la observaba con mi corazón en la mano, tratando de comprobar si lo que veía era cierto.
Ella era perfecta, sus piernas eran perfectas, su piel de color canela parecía brillar de tal manera que no podía quitarle los ojos de encima, menos aún notando su abdomen ligeramente trabajado, tenía un abdomen sacado de otro mundo. Parecía tan hermosa, que tenía miedo a estar simplemente soñando.
Sentí que el piso se movía cuando se trato de desabrochar la parte de arriba del bikini y sin poder evitarlo suspire, suspire tan fuerte que ella se giro en su sitio descubriéndome, parada en el marco de la puerta observándola a punto de desnudarse.
-¿Hace cuanto estás ahí? – pregunto pareciendo enfadada.
-Ah…eh, yo…yo estaba…si, yo estaba – murmure arrepintiéndome en el momento.
No tenía más que frases inconexas en mi cabeza.
Ella enarco una perfecta ceja, para luego salir de la piscina mostrando su escultural figura, enrollo una toalla a su cuerpo y con una pequeña sonrisa de suficiencia de acerco a mí con paso cauteloso.
-¿Qué estás haciendo acá Brittany? – inquirió acercándose hasta situarse frente a mí, a un par de escasos centímetros.
Era una distancia tan corta que podía saborear el olor de su perfume…
-Yo…yo…mira, yo estaba en la cocina y escuche un ruido…seguí al ruido y bueno, llegue hasta acá, ni siquiera sabía que estabas acá – me disculpe, tratando de sonar inocente.
Ella soltó una pequeña y traviesa risa mirándome de los pies hasta la cabeza.
-Bonito pijama – murmuro viendo el pequeño short que llevaba como pantalón.
-Si, me lo regalo Sam, a él le gustaba porque decía que el color azul marino me queda con todo y…
-¿Por qué estás acá Brittany? – pregunto nuevamente traspasándome con su mirada marrón.
Podía sentir mi respiración acelerarse.
-Ya te lo dije iba pasando por aquí, nada más que eso, me dirigía a mi cuarto, de hecho ahora voy hacia mi cuarto, disculpa por haberte visto pero era inevitable…inevitable porque vos entras y se ve todo, no porque yo haya querido verte…- explique vagamente.
Explicación que no valió de nada, Santana me miro incrédula y más divertida que antes.
-Bueno, entendido, si ibas a tu cuarto, sigue, acá no hay nada que te detenga o ¿me equivoco? – susurro acercándose un poco más a mi rostro.
-Si, es mejor que me vaya a dormir, buenas noches, Santana – me despedí mirándola por última vez para luego darme la vuelta y empezar con mi camino de vuelta hacia mi cuarto.
-Buenas noches, Britt…-murmuro ella a mis espaldas.
No fui consciente de mis piernas menos aún de mi mente, hubo algo en su voz que simplemente me llamo…Me di la vuelta para encontrarla justo donde estaba anteriormente, parada en el umbral de la puerta, con un brillo que yo había visto sólo una vez en su mirada y me acerque decidida, incapaz de controlar mis pasos, menos aún a mis manos que fueron directamente hacia su cintura para envolverla en un fuerte abrazo contra mi cuerpo, tampoco era consciente de mis labios que buscaban desesperadamente los suyos, hasta que pude encontrarlos. Sus labios se movían de forma pacífica con los míos y me creaban un torbellino que empezaba de mis pies y subía de a poco aplastándome en el pecho.
Me sentía de una manera maravillosa…
Pero nada pudo ser comparado cuando ella llevo sus manos hasta enredarlas en mi cabello y dejar caer al suelo su toalla, un calor abrumador se apodero de mi cuerpo al sentir su piel contra la mía…
___________________
Lamento comentarles que faltan solo 2 capitulos para que termine el fic pero no hay tal crisis mujeres, que les voy a contar la historia de Britt lo mejor posible y bueno les aclaro, decidí terminarlo porque tengo ganas de hacer otro tipo de fic mas general y ademas de otros fic cortitos que se me pasan por la cabeza y no me dejan escribir este porque se me junta todo.
Gracias a todas por seguir el fic, son lo mas :)
Última edición por Trout Mouth el Mar Jul 31, 2012 2:30 pm, editado 4 veces
Trout Mouth**** - Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 10/04/2012
Edad : 29
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Excelente!!!! espero los cap que faltan ...si pudieras subirlos ya seria genial!!! jajjajaja ese beso al final fue lo mejor!!!
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK
Sus labios se movían de forma pacífica con los míos y me creaban un torbellino que empezaba de mis pies y subía de a poco aplastándome en el pecho.
Me sentía de una manera maravillosa…
Pero nada pudo ser comparado cuando ella llevo sus manos hasta enredarlas en mi cabello y dejar caer al suelo su toalla, un calor abrumador se apodero de mi cuerpo al sentir su piel contra la mía…
no puedo creer que hayas sido capaz de dejarlo hasta ahí, bueno me salvaste de un infarto, eso te lo aseguro ajajajaja... espero la proxima actualizacion mas que ansiosa
Me sentía de una manera maravillosa…
Pero nada pudo ser comparado cuando ella llevo sus manos hasta enredarlas en mi cabello y dejar caer al suelo su toalla, un calor abrumador se apodero de mi cuerpo al sentir su piel contra la mía…
no puedo creer que hayas sido capaz de dejarlo hasta ahí, bueno me salvaste de un infarto, eso te lo aseguro ajajajaja... espero la proxima actualizacion mas que ansiosa
andreiitahh21** - Mensajes : 80
Fecha de inscripción : 30/11/2011
Edad : 34
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