AL SUR DE NINGUNA PARTE ♥ BONUS TRACK

T_T wOww.. .. nu lo puedoo creer... qe dificil. la passoo.. peroo qe padree qe despues de esoooo se aya podidooo.... enamorar de nuevooo.. pero qe poca madre qe aparezka la misma zorraa. de siempree..... pff...


speroo santana.. tenga la maña... de oir traz las puertass y aya podidooo.. escushar lo qe britt.. dijo jajajaja... :p...



espero sigas pronto andale ia terminaaa para deleitarnos con el siguiente ficc :)

hayley se puede ir a la reverenda mierda, es una zorra!!! por q le hizo eso a su supuesta amiga britt y rachel super buena amiga al igual q sam ahora q por fin britt se desfogo espero q vaya con todo con santana a conquistarla!

Nooooo, esa Hayley es una $%&$@#@, no le pudo haber hecgho eso a Britt, que mala persona.. :(.. Pobre Britt.. Pero bueno, porfin supimos el pasado de Britt, y que bueno que Rachel le creyo y todo, eso si es una amiga.. :).. Aunque me mate de la risa cuando dijo que las vio, jajajajajja, que situacion incomoda.. :D.. Ojala que San y Britt esten juntas, dalee dalee que esten juntas.. jajaja, lastima que se termine.. :(.. Pero bueno, hermoso cap..
Actualiza pronto, un beso..

Íncreible... odio a Hayley mucho muuucho! Le hizo la vida imposible a Brittany y ahora encima está con Santana... zorra -.-
Espero que Brittany se sincere ahora también con Santana, le peguen las dos una patada a Hayley en el culo y estén juntas por fin :D
Espero tu actualización con ansias :)

Capitulo 14: La perfección en mi vida

Adoraba la hora del té, desde niña siempre había sido así, más aún cuando mi tía Anne estaba cerca y mis padres estaban de buenos ánimos, justo como ahora. Mi padre conversaba amenamente con Christian mientras mi madre, Rachel y Gloria discutían sobre la democracia de hoy en día, tema del cual realmente no quería ser participe ya que la política realmente me daba igual, además sabia que me tacharían de comunista y en mi familia jamás eran bien visto los artistas, ni los comunistas, por lo cual preferí mantenerme en silencio saboreando el agradable té de moras, mientras escuchaba cómo Santana llevaba una conversación con Maite sobre las películas que estaba produciendo Disney en los últimos años. Santana se sabía casi todos los grandes títulos, su princesa preferida era Anastasia, pero su caricatura memorable era sin duda el ratón Mickey, al señalar el reloj que llevaba en su muñeca. Una cara sonriente del ratón Mickey. Eso había sido adorable.

Finn por otro lado conversaba con Sam sobre un partido de Polo al cual lo habían invitado el fin de semana, mi amigo se sumo encantado de la vida, ilusionado por montar a caballo después de casi tres meses fuera de práctica.

-Tú también deberías venir, Britt – insistió Sam mirándome con ojos ilusionados.

-No gracias, la última vez que me hiciste montar a caballo me esguince el brazo y tuve que andar con ese cabestrillo horrible por dos semanas, así que no, esta vez yo paso.

Su cara pareció realmente a la que ponía una mascota cuando su dueño lo retaba, sus ojos me imploraron que aceptara su invitación pero mi integridad física estaba primero.

-No Sam, si queres vamos de senderismo, pero a un caballo yo no me subo.

-¿Lo decís en serio? – pregunto con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Si, lo digo en serio, Mateo nos acompaña – le asegure mirando al Golden Retriever que estaba justo echado con su hocico entre sus patas al lado de mi silla.

-Vale, entonces anda preparando tu equipo para pasado mañana.

Le sonreí en respuesta llevando la taza de té a mis labios, notando de paso que mi madre me estaba mirando con una sonrisa en sus labios, sonrisa que ponía cada vez que sugería algo que no me gustaba.

Me prepare mentalmente y espere pacientemente a lo que saliera de sus labios.

-Y dime Santana ¿Has recorrido los jardines de la casa? – inquirió mi madre mirando a una Santana confundida.

Santana desvió su atención de Maite y se la quedo mirando un par de segundos.

-No, no he tenido la oportunidad de recorrerlos – respondió mirando de reojos a Rachel quien tenía una pequeña y burlona sonrisa en su rostro.

-Es una pena San, Finn me mostró el pequeño bosque que tienen justo esta mañana, deberías de dar un paseo, está lleno de esos árboles que te gustan a vos– intervino Rachel mirándome con un pequeño brillo en sus ojos.

-Si, quizás ma…

-Brittany, no puedo creer que no hayas sacado a conocer a tu amiga ni siquiera la casa ¿Cuándo piensas llevarla a dar un paseo para que conozca el lugar? – interrumpió mi madre a Santana, mirándome indignada.

Si algo le molestaba a mi madre, era que olvidara mis modales, sus ojos azules me miraban en señal de circunstancias y con un leve toque de enfado.

-Bueno nunca es tarde, ¿Por qué no la invitas ahora, Britt? – intervino mi padre, mirando a mi madre en señal de que no era buen momento llamarme la atención delante de la visita.

A veces adoraba a mi padre…

Me levante con una sonrisa en mis labios y le di el último sorbo a mi taza de té, le di una mirada de agradecimiento a Rachel y me gire para ver a una nerviosa Santana intercambiando miradas entre todos.

-Andá Satana, Brittany es encantadora, te he notado media aburrida, así que aprovecha de un paseo con ella, además no puedes negar que es mucho mejor que estar escuchándonos hablar de política – la animo mi tía Anne mirándonos a ambas con una sonrisa.

Santana le sonrió en respuesta y luego me dedico una mirada que realmente no supe interpretar, ella se puso de pie y en forma decida avanzo hasta situarse a mi lado, le dedique una sonrisa sincera y empecé a caminar hacia uno de los costados de la casa, pasando por una pequeña plantación de pinos me abrí paso a un sendero que estaba lleno de hierbas, árboles, flores y ramas por todos lados.
Ella se veía hermosa incluso con su jeans desteñidos y el buzo que llevaba encima. Sentí formarse involuntariamente una sonrisa en mis labios al notar sus zapatillas de montaña.

-¿De qué te reís? – pregunto ella descubriéndome en mi acto.

La mire de reojo notando como el viento hacia que su cabello se moviera y su cara quedara libre, ella era mucho más que hermosa. Sus ojos brillaban y su piel resplandecía, se me hacía imposible no quedármela mirando por minutos.

-De nada – conteste después de un silencio pequeño.

-Tenes una sonrisa en tu cara, es obvio que te ríes de algo – insistió ella sin apartar sus ojos de mi rostro.

-Vale, nunca te había visto con un calzado que no sea alto, me parece gracioso verte con zapatillas, eso es todo – confesé mirándola a los ojos.

Ella pareció sorprendida, se miro los pies, luego su jeans y por ultimo su buzo, a la vez que una pequeña sonrisa se formaba en su rostro, levanto sus ojos hasta los míos dejando ver una ceja perfectamente arqueada.

-¿Me veo mal? – inquirió presumidamente con una sonrisa en su labios.

-No, para nada, te ves hermosa – solté sin pensarlo.

Haciendo que se sonrojara en cosa de segundos, miro hacia el suelo y sin apartar la sonrisa de sus labios siguió caminando en silencio. Yo la seguí a su lado, notando como de a poco ella volvía a centrar su atención admirando la belleza de los árboles que nos rodeaban.

-¿Por qué no bajaste a almorzar? – la escuche de pronto.

Ella no aparto su mirada del frente, en cambio yo desvié mi mirada del sendero hasta su rostro, incapaz de apartarla.

-Tenia sueño, anoche no pude dormir mucho y hoy a la noche tengo planes…donde una amiga – explique, notando cómo ella asentía silenciosamente.

-¿Qué hacías con Rachel en el despacho de tu padre? – pregunto luego de un breve silencio.

-Suelo conversar con ella de vez en cuando, desde que llegue de NY ella fue la primera persona que se me acerco, la considero mi amiga ¿te molesta?.

Podía notar cómo hacia el esfuerzo por mantener su mirada en cualquier punto que no fuera yo, sólo que la sorpresa de mi última pregunta la hizo voltear y parar sus pasos, tomo uno de mis antebrazos y me observo seria. Esta vez no había enfado en su mirada, ni tensión en su rostro.

-No, y aunque así fuera no quiero que las tonteras que hayan entre nosotras te afecten a vos…- ella parecía dudar de sus siguientes palabras, tomo un gran respiro y se obligo a continuar - …yo no quiero que por mi culpa te prives de pequeñas cosas, cómo las de hoy, no bajaste al almuerzo y no te apareciste durante todo el día…yo…yo sé que fue por lo que te dije al desayuno y…

-Hey, está bien, te dije que respetaría tu espacio – la interrumpí, sabiendo que probablemente ella se sentía culpable de todo.

-Pero es tu casa, Brittany, y tenes derecho a pasártelo bien antes de volver a Ohio por eso olvidate lo que te dije al desayuno, fue desubicado e injusto – espeto ella con una pequeña sonrisa de disculpas en su rostro.

Haciéndome sonreír sin poder evitarlo…

-¿Qué quiere decir todo esto, entonces? – inquirí esperanzada.

-Quiere decir que llevemos esto en paz, nada de estarse odiando, ni usando palabrotas la una con la otra o por lo menos hagamos el intento, ya sabes por algo se empieza – explico sin dejar su sonrisa de lado.

-Vale, eso quiere decir que me disculpas por no haberte mostrado la casa antes ¿no? – bromee aceptando sus palabras anteriores.

-Si, te disculpo por dejarme sola y aburrida durante toda la tarde – respondió ella dándole un pequeño apretón a mi antebrazo para luego soltarme y seguir caminando por el sendero.

Yo la seguí de cerca, sin poder quitar la sonrisa que estaba segura era de idiota. La idiota más grande y feliz del maldito mundo.

-Venias mucho acá de pequeña – inquirió ella señalando con un pequeño y circular movimiento con su dedo índice el ambiente que nos rodeaba.

-Si, cada fin de semana, primero éramos sólo Finn y yo, luego cuando cumplí ocho Mike se sumo – respondí con una sonrisa al recordar las largas tardes de juegos que juntos nos inventábamos para pasar el rato -…la mansión ha pasado de generación en generación, por parte de mi mamá.

-Así que adoptaron a Mike cuando tenias ocho ¿se llevaron bien desde siempre?

-No, de primera lo odiaba, sentía que toda la atención era para él, también los juguetes y eso me enfermaba, además que por todo lloraba…

Ella rió sonoramente entrecerrando sus ojos al mirarme.

-No creo que hayas sido una niña muy tranquila – soltó ella levantando una ceja.

-No, no era para nada tranquila, aunque en realidad no hacia tantas travesuras, casi todo lo hacía Mercedes y luego me echaba la culpa a mí, claro Sam la apoyaba y eso hacía que mis padres les creyeran a ellos en vez de a mí.

-¿Mercedes? – pregunto Santana curiosa.

-Si, mi mejor amiga, quizás la conozcas uno de estos días, su casa está a casi seis cuadras de acá y como ya me advirtió mi madre, sobre lo de mostrarte el lugar, supongo que te la presentare.

Santana sonrió en respuesta, volviendo su atención hacia el camino, admirando todo a su paso. Mientras yo me planteaba el invitarla a la fiesta de Mercedes, por una parte no quería, ya que estaría llena de los alzados de mis antiguos compañeros y no me hacía ninguna gracia que alguno la estuviera mirando, menos aún que uno de esos babosos captara o le llamara la atención. Pero por otra parte las ganas de compartir con ella me nublaban cualquier uso de razón, al final de todo pensamiento sabía perfectamente que igual iba a terminar invitándola.

Desvié mis ojos de las pequeñas piedrecillas que pisaban mis pies y en vez de amargar el momento pensando estupideces centre mi atención nuevamente en Santana, notando de paso que tarareaba una de mis canciones favoritas y aunque no se sabía la letra muy bien, adoraba la versión que le daba su voz.

“Love me two times, baby/ Love me twice today, girl/ Love me two times, girl /I'm goin' away...”

La escuche cantar y sin poder evitarlo reí tras escuchar su equivocación, lo que provoco que ella volteara levantando una perfecta ceja interrogante.

-The Doors ¿he?...a ver, no es por llevarte la contraria, pero la canción es “Love me two times, baby/ Love me twice today/Love me two times, baby/I’m goin’ away…"- la corregí cantando la canción levemente, a lo cual ella sólo profundizo su expresión interrogativa que llegaba a ser casi arrogante -…la estrofa que sigue después empieza; “Love me two times, girl/One for tomorrow…” y de ahí lo que seguí – termine de explicar con una sonrisa de superioridad.

-Si claro, como digas…o en éste caso…cantes – murmuro ella con una pequeña sonrisa resignada antes de girarse y seguir con sus pasos.

-Sé que la estoy cantando bien, The Doors es mi grupo favorito ¡Amo a Jim Morrison! ¡Tengo sueños eróticos con él! – insistí reprimiendo una sonrisa, al verla voltear con los ojos como platos y una sonrisa de desconcertada.

-Eso, no me lo esperaba – confeso sorprendida.

Me encogí de hombros con una sonrisa divertida.

-¿La canción qué más te gusta? – inquirió al darse vuelta y seguir con sus pasos.

-Mmm, no sé, eso es más difícil, hay demasiadas que me gustan…

-Escoge dos – me interrumpió ella con una sonrisa al girar levemente y por un par de segundos su cuello.

-The End, de los Doors y I Cant Take Me Eyes Off Of You, pero la version que tiene Muse.

-¿Cómo te puede gustar The End? Nadie la entiende, Jim Morrison la compuso con más de quinientos kilos de hierba en el cuerpo…- musito con los ojos como plato, parando sus pasos y quedando frente a mí -…por otra parte, I Cant Take Me Eyes Off Of You es terriblemente cursi, pero eso me gusta, me gustan las chicas cursi, que no tengan vergüenza en aceptar que son cursi’s – espeto ella encogiéndose de hombros como si todo lo que hubiese dicho al último hubiera sido normal.

-Mira, The End es todo lo que siento cuando fumo hierba, así la interpreto yo y bueno la otra es porque…- dude de mis palabras sabiendo que me estaba sonrojando hasta las orejas, pero ella esperaba paciente con una sonrisa en su rostro -…es cómo algo importante para mi ¿entendes?

-No entiendo – hablo ella mirándome inocentemente.

-Una vez me prometí, que si me caso sería con alguien que se atreviera a cantarme esa canción adelante de un desayuno formal de mis padres, frente a todos esos viejos estirados y conservadores, alguien a quien no le importe hacer el ridículo por mí…eso – explique desviando mis ojos de los suyos hasta el suelo.

Santana rió encantadoramente, dándome una leve caricia en mi mejilla izquierda, caricia que me hizo levantar los ojos hasta su rostro con sorpresa, encontrándome ahí con una mirada tan cálida y tan familiar que casi me abrumo.

El mirar a sus ojos era algo tan familiar que a veces me asustaba…

-Eso es…es la cosa más tierna que me has contado y no tienes porque avergonzarte, de seguro alguien algún día lo hará – me aseguro con una sonrisa volviendo a retomar sus pasos.

-¿Qué hay de vos? ¿Algún grupo o Jim Morrison por el que pierdas la cabeza?...no quiero ser la única loca… – inquirí esta vez yo.

-The Beatles.

Eso no había sido sorpresa, su habitación tenía un cuadro enorme de ellos, sin contar que en su coche lo único que ponía cuando conducía era un MP3 cargado de los Beatles.

Su pijama era una camiseta con la cara de Jhon Lennon y sus calcetines decían Ringo Starr en pequeñas nubecitas.

-¿La canción que más te gusta?.

-¿Puedo escoger dos? – pregunto dándose la vuelta nuevamente y quedando frente a mí.

-Si.

Se tomo su tiempo, parecía tener dificultades para escoger, ya que su entrecejo se frunció y sus labios formaron una graciosa mueca.

Luego de un largo suspiro contesto.

-Let it Be, de los Beatles y Kiss Me de Cardigans – respondió levantando graciosamente las cejas.

-¿Y te da la cara a llamarme cursi? – bromee levantando una de mis cejas.

Ella se encogió de hombros sonrojándose levemente.

-¿El libro qué más te gusta? – inquirió ella.

-Eso, sí que es difícil, lo único que leo son revistas así que no se mucho sobre literatura ¿entendes?

-Bueno, pero por los menos ¿Cuál fue el ultimo que leíste?

-“Como agua para chocolate”.

-¿Recomendable?

-Absolutamente, mirá que no me gusta leer pero a mí por lo menos me gusto. Y vos ¿Cuál fue el último que leíste?

-“Fatamorgana de amor con banda de música”. Es una historia hermosa, te la recomiendo, te va a encantar – prometió con una sonrisa escapando de sus labios.

Seguimos caminando en silencio, siguiendo el sendero que al final terminaba en una bonita laguna. Llegando había un columpio inmenso en el cual acostumbrábamos a sentarnos yo y todos mis hermanos, mi padre lo había mandado a construir después de que yo le insistiera casi cuatro semanas todos los días seguidos.

El rostro de San al advertir la laguna fue de absoluta sorpresa y felicidad, apresuro sus pasos y subiendo los escalones en el muelle prosiguió a sentarse en el columpio, dando leves golpecitos a su lado para que yo tomara asiento junto a ella, lo cual hice en menos de un par de segundos.

-Esto es hermoso y genial…y no puedo creer que…wow…tus padres se toman en serio la cosa de la “mansión para las vacaciones”, todo lo que he visto hasta ahora ha sido asombroso – espeto Santana mirando todo a su alrededor, enfocando su vista justo en un bote solitario que estaba amarrado a uno de los extremos del pequeño muelle.

-Sip…mi madre suele ser insistente, aunque todo esto es natural ¿sabes?...digo, nada se mando a construir a parte del muelle y el columpio en el que descansan ahora nuestros traseros – conté con una pequeña sonrisa -…ahora, ese bote que vez ahí, es “Cohete Cañamo”…

-¿¡Cohete Cañamo!? – interrumpió ella con una sonrisa.

-Si, ¿Vez al otro lado de la laguna? – puntualice con una inclinación de mi cabeza justo a un montón de árboles frente a nosotras al otro lado de la laguna, Santana asintió dirigiendo su mirada a un pequeño tablón que sobresalía a la orilla del otro extremo -…el otro extremo es propiedad de la familia Jones ósea Mrcedes…

-¿Tu amiga?

-Si, esa misma. Solíamos usar el bote desde que cumplimos quince y nuestros padres nos castigaron por convencer a Sam que se tiñera el pelo Fucsia y se hiciera un mohicano. Una de esas noches en que estaba aburridísima recibí un llamado de Mercedes diciéndome que me dirigiera a la laguna y que nos encontraríamos ahí para pasar el aburrimiento, a lo cual yo quede incrédula porque estábamos entrando a invierno y ¿Cómo se iba a poner a atravesar una laguna nadando en invierno?...bueno, cuando llegue aquí, ella me esperaba adentro del bote y con una linterna en su mano, mas una sonrisa de suficiencia sosteniendo un pequeño cartel que decía “Bienvenida a nuestro crucero; “Cohete Cañamo”…esa fue la primera vez que probé hierba y que me convencí que Mercedes haría cualquier cosa para que no estemos separadas – relate con una sonrisa al recordar los ojos color cafés de mi querida amiga Mercedes.

-Ósea que es un bote con una historia de fondo – comprendió San mirando significativamente a la orilla del otro extremo.

-Así es.

Santana siguió mirando ensimismada hacia la otra orilla inmutada en sus pensamientos, ni quiera fue consciente cuando empecé a revisar en mis bolsillos para encontrar mis cigarrillos. Encendí uno y al soltar el humo fue la segunda vez que ella me prestó atención al voltear su rostro y mirarme con una sonrisa floja.
-¿Lucky Strike? ¿A dónde dejaste los Camel? ¿Bajando de nivel? – soltó ella con una sonrisita burlona.
Levante una perfecta ceja antes de tomar una gran bocanada de humo y soltárselo en la cara.

-¿Queres? – le ofrecí un cigarrillo ignorando su mirada de fingido enfado.

-Bueno, supongo que uno no me va a matar – acepto ella metiéndose el cigarrillo a los labios y encendiéndolo rápidamente al quitarme el encendedor de las manos.

Me la quede mirando en el silencio que se instalo sobre nosotras, ella seguía mirando hacia la laguna ajena a mis ojos, ajena a todas las ganas que te tenia de besarla, abrazarla y repetirle hasta que mis labios se cansaran de moverse que la quería a ella y no me importaba mas nada, si me aceptara. Si no fuera tan terca y orgullosa de seguro podría.

Así que preferí arriesgarme, no perdía nada diciéndole mis sentimientos…

-¿San?

-¿Mmm?

-¿Crees en el destino?

Volteo observando mi rostro y lo pensó un par de segundos sin apartar sus marrones ojos de los míos.

-A veces…cuando te miro a vos…si, si creo…

-¿Cómo es eso? – inquirí muriéndome de la curiosidad.

-Te va a parecer loco, pero es la verdad…cuando te miro siento una familiaridad enorme, es cómo si…si hubiese sabido siempre de tu existencia y cuando…cuando te bese esa vez que me caí a la piscina – relato ella con una sonrisa al recordar el momento -…sentí que todo en mi mente encajo, con un montón de recuerdos que yo ni siquiera sabía que tenía y no se me hizo raro o nuevo besarte, sino que todo fue simplemente algo que nació…me atrevería a decir que incluso ya sabía cómo se sentía, sólo que por mucho tiempo esas sensaciones estuvieron lejos de mí…y volvieron con vos…

Ella sonrió una última vez y volvió su atención al frente.

Podía sentir a mi corazón latir furiosamente, estaba a punto de jugarme el todo o nada y me sentía de una manera maravillosa.

-San yo…- comencé hablando a la vez que ella volvía a poner toda su atención en mis palabras -…mira, no sé por dónde empezar, así que lo voy hacer cómo una historia ¿si?...-ella asintió levemente -…siempre me han dado lo mismo las tradiciones, todas me van y me vienen…creo en los matrimonios paganos y en el comunismo, también sé perfectamente que soy una pendeja irrelevante y agrandada y varias veces ridícula…la cuestión es que un día me leí un de los pocos libro leídos en mi corta vida, este hablaba de las reencarnaciones y desde esa vez creo que nuestra vida se repite y repite y se vuelve a repetir hasta que alcanzamos la perfección, pasamos por un montón de caminos y todos esos con el mismo destino…la cosa es que nos volvamos más listos y poder reconocer que es la perfección para nosotros en nuestras vidas, eso que nos hace encontrar un sentido a todo y yo…yo sé cuál es la perfección en mi vida, San…- tomando un gran suspiro tome una de sus manos entre la mía, notando que sus ojos brillaban de la manera más hermosa -…la perfección en mi vida…

-¡Hey! ¡Acá estaban! – escuché una voz llegando tras nosotras.

Alarmadas soltamos nuestras manos y resignadas nos levantamos de nuestro sitio notando que venían llegando Sam, Rachel y Finn, además de un curioso perro color crema olfateando por todos lados.

-Si, acá estábamos – confirmo Santana, dándome una mirada de disculpa y una sonrisa que aseguraba que seguiríamos nuestra conversación.

-Llevan dos horas y media fuera, podrían haber llamado pa…

-Ya nos encontraron, Finn – lo interrumpí mas brusca de lo necesario.

-Tenemos que volver a casa, está oscureciendo y tenemos una fiesta a la que asistir ¿te acordas?...y bueno vos sos tan vueltera con el tema de la ropa que te tomas tu tiempo escogiéndola, así que lo mejor es volver – me recordó Sam encogiéndose de hombros – otra cosa, Mercedes te llamo, pero cómo te dejaste el celu en la casa me tome la libertad de contestarlo…

-¿Podes ir al grano de una? – solté ya más que harta.

-Bueno, no es para que te pongas ansiosa tampoco, ósea…

-¡Sam!

-¡Que histérica que sos, mierda!, ella dijo que esperaba con ansias y todas las ganas del mundo el conocer a Santana y que por nada…- esta vez el se dirigió a Santana con una pequeña sonrisa en sus labios -…de nada, faltaras…eso era todo – termino mirándome inocentonamente.

-Yo…no quiero interrumpir – comenzó Santana nerviosamente –…digo, la fies…

-Nah, no interrumpes nada, y te digo ahora, es que te pierdes la mitad de tu vida si faltas a una de las fiestas de Mercedes…- la animo Sam con una sonrisa, pasando uno de sus brazos por los hombros de Santana, animándola a que empezáramos a caminar de vuelta a la mansión -…déjame que te cuente la vez que sus padres se fueron a Austria y Britt y yo le fuimos a hacer compañía, más seis botellas de whisky…

Deje Sam con Santana avanzar unos cuantos pasos delante de mí, incluso deje que Finn y Rachel los siguieran de cerca, preferí mantenerme rezagada pensando en la casualidad de su llegada. No me sentía frustrada, sabía y tenia las ganas de terminar con mi historia.

Le restaban menos de tres palabras…pero tal vez no era el momento ni el lugar.

Sonreí sincera al notar a mi fiel mascota a mi lado, caminando paciente sin ni siquiera mostrar emoción por algo que no sea yo. Le dedique un par de mimos a un contento animal y continué siguiendo los pasos de los demás en un silencio placentero.


-¿Escuchan eso?...Eso, es Mercedes dándonos la bienvenida – murmuro Sam nada más bajarse del coche.

La casa de Mercedes era una mansión enorme, tenían un sitio especial para las fiestas, diseñado por Mercedes y los mejores arquitectos e ingenieros en sonido de NY. Ella había puesto el diseño y los hombres las matemáticas o eso solía decir Mercedes. Su sitio para fiestas era casi tan grande como un gimnasio y tenia más de cinco ambientes, entre los cuales destacaban; White & Black, Pink Party, White Party…y esas, eran sólo las que recordaba.

Sam prefirió un estilo casual, jeans celestes desgastados, que parecían mas blanco que de su color, con alguno que otros agujeros en ellos y una camisa celeste también con rallas casi invisibles y con los puños y su cuello blancos. Santana prefirió usar un vestido negro con rayas fucsia que estaban puestas verticalmente. Al verla descender las escaleras había quedado muda y aun no hablaba.

Describirla cómo hermosa era poquísimo.

-Britt…ese vestido verde te queda increíble, en serio, luces… ¿Cómo decirlo? ¿Comestible?...

-¡¿Comestible?!...gracias Sam, no podrías haberte expresado mejor…

-No, no me entiendes lo que yo quiero decir es que…que…

-¿Qué? ¿Qué quieres decir?

-Ehh…

-Lo que él quiere decir, es que te fallaría en un segundo – hablo Santana mirándome con una sonrisa burlona en sus labios.

-¡Eso!, no podría haberlo dicho mejor…- reafirmo él con sus mejillas levemente sonrojadas -…Y vos también Santana, también te vez comestible o buena o…

-Ya lo entendió, Sam – lo interrumpí dándole una mirada de advertencia.

Él sonrío nervioso mientras Santana reía a carcajadas.

Seguimos caminando en silencio, entrando a una de las grandes puertas de vidrio, notando que estábamos en el ambiente correcto seguí avanzando por medio de una multitud de jóvenes luciendo prendas de diseñador, casi todas llevaban vestidos de temporada, destacaban los Prada, Channel y Gucci. Yo prefería Channel, pretencioso y con clase. Santana se había puesto un Versace.

-Alguna vez hacen fiestas normales, digo, algo que no parezca salido de Hollywood – inquirió Santana mirando hacia todos lados.

Yo sonreí antes de contestar.

-Todo el tiempo, pero hoy es un día especial.

-¿Y eso por qué?

-Le estamos dando la bienvenida al otoño, Mercedes tiene una fijación por las estaciones, así que cuando hay cambio de estación, las fiestas son glamorosas, ya sabes vestidos y todo lo que ves a tu alrededor – explique apresuradamente al notar la cabellera morocha que provenía desde uno de los extremos de la barra.

Avance lo más rápido posible siendo seguida de cerca por Santana y Sam, ni siquiera disminuí mi velocidad al abalanzarme en un cariñoso y apretado abrazo contra Mercedes, quien rió melodiosamente al sentir mis brazos rodeándola.

-Wow…pero que intensidad, cariño…yo también estoy feliz de verte – murmuro ella soltándose de mi abrazo, dándome una mirada seductora.

Había empezado a beber sin mí.

-Por supuesto que estoy feliz de verte…y mira, ¡Recordé traer a Sam! – bromee tirando a mi amigo de una de sus mangas hasta dejarlo frente a Mercedes.

Lo que paso después me dejo fuera de base, ellos se quedaron mirando de una manera realmente extraña…Sam tenía ESA mirada sobre ella y ella lo miraba percatándose de todo, aun así se dieron un leve abrazo que duro más de lo esperado.

Mire a Mercedes con una perfecta ceja enarcada, ella se encogió de hombros desviando sus ojos a Santana, quien permanecía en silencio observando con una sonrisa burlona en su rostro a Sam.

-Tú debes ser Santana…wow…eres más linda en persona – saludo Mercedes dándole un leve abrazo, al cual Santana respondió algo perdida.

-¿Más linda en persona? – pregunto Santana confundida.

-Si, vi una foto de ti en el Iphone de Britt, tienes un color de piel que da envidia ¡Mujer! – soltó Mercedes con simpleza y una encantadora sonrisa en su rostro.

Podía sentir mis mejillas sonrojándose, Santana me dedico una mirada de sorpresa levantando levemente sus cejas para después simplemente sonreírme con su mejor sonrisa sexy y prestar atención a una simpática morocha.

-Ah, supongo que gracias…eh…tu vestido te queda estupendo – agradeció Santana lanzando un cumplido a una fascinada Mercedes.

Mi amiga levanto una perfecta ceja mientras me mostraba su sonrisa de aprobación. Santana ya se la había ganado. Y ganarse a Mercedes era realmente difícil.

-Bueno ¿Qué decís si te presento a la gente, San? – anuncio Sam con su mejor sonrisa ofreciéndole un amistoso brazo a Santana, quien lo tomo encantada dándome una leve mirada mientras se perdían entre la gente -. ¡Volvemos luego! – grito Sam sobre su espalda antes de que se perdieran por completo.

Me los quede viendo hasta que una cálida mano tomo la mía dándome un leve tirón, provocando que me volteara para ver a Mercedes haciéndome un gesto para que nos sentáramos en uno de los sillones a lo largo de todas las esquinas.

-Es hermosa, simpática y me cae realmente bien, ósea perfecta – pronuncio Mercedes llevando un vaso de “Martini Rosso” a sus labios.

Uno de mis tragos favoritos…

-Si, ella es…genial.

-¿Es amiga de Sam? – inquirió a la vez que llamaba a unos de los mozos y escogía un vaso igual al que tenía en sus manos para mí.

Lo tome gustosa agradeciéndole con una sonrisa.

-Sam es amigo de todo el mundo, además es encantador, así que supongo que se están haciendo amigos, San lleva sólo cuatro días por acá – explique dándole un pequeño sorbo a mi vaso, saboreando el leve sabor naranja.

-Ah…

-¿Qué fue eso con Sam? – pregunte yendo directa al grano.

-Nada ¿Qué iba a hacer? – contesto ella con una sonrisa sarcástica.

-Vi cómo te miro y cómo lo miraste y después eso de…

-No me digas ¿Estás celosa?...vamos Britt, sabes que a vos también te amo – se burlo levantando sus cejas de par en par.

-No, yo no estoy celosa de nada y de nadie, por…

-Pues deberías de estarlo, yo lo estaría en tu lugar – aseguro ella con una pequeña sonrisa ladeada entrecerrando levemente sus ojos.

-No, te repito; yo no siento celos por nada ni por nadie – repetí con una sonrisa de superioridad.

-Bueno, pero te advierto que yo por lo menos sentiría celos por eso – puntualizo indicando con un movimiento de su mandíbula a mis espaldas.

Me voltee rápidamente para encontrarme a Santana con “Noah Puckerman” coqueteando descaradamente en la barra, ella sonreía y él casi se le iba encima de tan cerca que estaba. “Noah Puckerman” más conocido como “Puck” era una mezcla exótica, rara, pero hermosa, era guapísimo, su figura era delgada pero su camisa dejaba ver sus pectorales marcados, su físico era simplemente perfecto, además de que yo lo conocía perfectamente en forma personal. Él sabía que era guapo, tenía un lindo rostro con una piel suave y algo tostada que hacia contraste con una mandíbula fina pero un cuello fuerte, su nariz era recta y sus ojos de un verde embriagante.

El alzado era guapísimo y tenía una de sus manos en la cadera de Santana.

-Mira qué curioso, en lo que respecta a chicos tienen los mismos gustos – espeto Mercedes con una leve risita.

Me di la vuelta y la fulmine con una mirada.

Me estaba casi asfixiando, tenía la sensación del Martini en la garganta y sentía a todo mi cuerpo tenso, sin contar las ganas irresistibles de levantarme tomar a Santana y sacarla fuera de los ojos de Puck.
Puck, iba por lo que quería y casi siempre terminaba obteniendo lo que se proponía y yo lo sabía mejor que nadie. Él había sido un polvo increíble. Pero no recomendable, menos para Santana.

-Wow ¿vieron a Puck?...no pierde el tiempo – escuche en la voz de Sam, mientras se sentaba al lado de Mercedes, dedicándome una sonrisa.

-¡Por qué no se callan! – solté apresuradamente.

Me voltee nuevamente justo para el momento en el que él se acercaba y le hablaba al oído y luego de pasar una cantidad de minutos considerables se alejaba sonriéndole a lo que ella respondía bajando su mirada al suelo, igual a cuando se sonrojaba.

-No puedo creer que le hayas presentado a ese, imbécil – le reclame a Sam.

-Yo no se lo presente, querida Britt, él se acerco a ofrecerle un trago y ella gustosamente accedió – musito tranquilamente, robándome mi vaso de Martini.

-¡Y la tenias que dejar sola! – espete de forma obvia.

-Ella me dijo que estaba bien, que disfrute de la fiesta…además, si tanto te molesta ¿por qué no vas y se la robas?... – sugirió levantando sus cejas en señal de reto.

No tenía nada que perder, hacer pasar un mal rato a Puck no iba a ser trabajo difícil.

-¡Por supuesto que voy a buscarla! – solté poniéndome de pie.

Camine en forma decida y confiada los leves metros que me separaban de la barra, sintiendo que mi pecho se apretaba y que mis rodillas tiritaban. Saludaba a la vez a todos los conocidos que me daban sonrisas de bienvenida, sonrisas y saludos que me hicieron sentir en casa y confiada, lo suficiente para formar mi mejor sonrisa y presentarme de la forma más arrogante de la que era capaz hasta las dos figuras ante mis ojos.

-Cuanto tiempo, Puck – salude levantando un par de octavas mi voz.

Él se giro en su sitio dejando ver una leve sonrisa de sorpresa al igual que Santana quien frunció su entrecejo levemente mirándonos a los dos continuamente.

-¡Brittany!... ¡no puedo creer que estés acá!...Hola ¿Cómo estás? – inquirió él levantándose en su sitio, rodeándome con sus brazos en un leve abrazo.

-¿Ustedes se conocen? – pregunto Santana mirándome fijamente.

Nos separamos de nuestro abrazo, pero Puck fue rápido y no me soltó por completo me sostuvo cerca de su cuerpo rodeando con un brazo mi cintura.

-Si, Puck y yo somos amigos desde hace tiempo – conteste pasando mi brazo derecho por la cintura de él, con una encantadora sonrisa en mis labios.

-Así es. Debo imaginar que ustedes son amigas, entonces. Genial, todo queda entre amigos ¿No, Britt? – espeto él con una descarada y seductora sonrisa recorriéndome todo el cuerpo con sus ojos.

Debía aceptarlo, él estaba bueno y quizás, sí es que mis pensamientos nos se los llevara todos Santana probablemente le habría aceptado la invitación en un dos por tres.

Mire sus finos y rosados labios para luego desviar mis ojos hasta Santana, quien me miraba con una mueca incrédula, pero sin quitar su hermosa sonrisa.

-Hablando de amigos ¿Mencione que estuve hablando con Lauren? – solté rápidamente bajo los ojos incrédulos de Puck.

-Yo…no creo…que…

-¿Quién es Lauren? – pregunto inocentemente Santana.

Sonreí incapaz de no sentir la victoria entre mis dedos.

-¿No le has contado quién es Lauren, Puck?...bueno no importa, lo importante es que me la encontré en Facebook hace dos días y le conté que estaba acá en los Hamptons… ¿Adivina que me dijo?...me dijo; “Dale un abrazo de mi parte a mi osito y dile que se cuide mientras terminan las reuniones aquí en Buenos Aires, que lo quiero mucho y que falta poco para que vuelva.” Eso te manda a decir, y bueno, después hablamos de nosotras y todo lo demás que en realidad te aburriría…qué increíble es Facebook ¿He?...

Podía sentir su brazo cediendo en mi cintura hasta que me soltó por completo, miro a Santana con una sonrisa y a mí me dedico otra.

-Dile gracias por el saludo de mi parte si te la llegaras a encontrar de nuevo…- murmuro tranquilo -…ahora, centrémonos acá ¿Desean tomar algo? – pregunto cómo si nada.

Podía sentir mi mandíbula caer de la incredulidad, el muy sin vergüenza no había mencionado en ningún momento que Lauren era su novia.

Estaba perdiendo.

-A mi me gustaría un Bacardi – pidió Santana intercambiando una coqueta mirada con el miserable.

-Y vos Britt ¿Qué se te apetece? – ofreció él volviéndose a mí.

Tenia que pensar rápido.

-Yo quiero un Mojito, los vi en la barra de allá atrás, la que está en la entrada ¿serias tan amable de ir a buscar uno por mí? – pedí dándole una leve caricia a su mejilla derecha.

Él sonrió seductoramente recordando, de seguro, que la única vez que habíamos compartido una cama juntos había sido a causa de un par de Mojitos de más.

Sin ni siquiera hacerse de rogar se marcho en busca de mi trago.

-¿Se puede saber qué estás haciendo? – soltó de pronto Santana bastante seria.

-Te saco de encima a un alzado mujeriego, eso hago.

-¿Y quién te lo pidió?

-No tienes ni idea de cómo es este tipo, Santana.

-Ajá ¿Y debo imaginar que vos si? – pregunto sonriendo sarcásticamente.

-Mira, Puck se mete con todo lo que tenga piernas, no te sientas especial porque te hable bonito ¿entendes?

-Así que vos estuviste con él y todo lo que me estás diciendo es por experiencia propia ¿no? – razono ella tranquilamente.

-Si, ahora vamos a cualquier otro lado en el que no esté este tipo – musite con una sonrisa empezándose a formar en mis labios.

-¿Y qué te hace pensar, que yo no quiero lo mismo que está buscando él? – soltó mirándome seria, pero sin ninguna pizca de algo en sus ojos, ni rabia o resentimiento.

Esa respuesta no me la esperaba, sentí como mi mandíbula volvía a caer, quise contestarle pero lo único que hacía era balbucear, las ideas en mi cerebro no se conectaban y me estaba desesperando. Se suponía que Santana no era esa clase de chica. A pesar de todo ella era quien decidía que hacía con su vida.

Tenia que salir de todo sin perder mi orgullo.

-Bueno, eso cambia las cosas, si es así, te deseo una buena noche, que disfrutes tu Bacardi y…pégame una llamada cuando te quieras ir ¿si? – dije tranquilamente recuperando la sonrisa que habían perdido mis labios.

Ella asintió con una sonrisa encantadora.

-Entonces, todo sigue en paz ¿no? – inquirió ella levantando una de sus cejas.

-Claro ¿Por qué debería de cambiar? – conteste reprimiendo las ganas de salir corriendo.

-Un Mojito para la rubia más hermosa de toda la noche – anuncio Puck poniendo un vaso delante de mis ojos.

Tome el vaso y le di las gracias con una sonrisa antes de llevármelo a los labios y esta vez tomar el sorbo más grande que pude, sintiendo el exquisito sabor de la menta mezclada con limón.

-Wow…con calma rubia…que ahora vos tienes que bailar conmigo, como es la tradición…nuestro baile ¿te acordas? – me hablo la voz de Mercedes quitándome el vaso desde atrás a la vez que depositaba un pequeño beso en uno de mis hombros desnudos, bajo las incrédulas y sorprendidas miradas de mis acompañantes.

Reprimí una carcajada, dándome vuelta levemente para ver a unos divertidos ojos color cafés mirándome seductoramente.

-No tengo ganas de bailar, “Mercedes cariño mío” – solté haciéndome de rogar.

-Vamos rubia es mi Himno lo escuchas… ¡I Gotta Feel! – insistió ella tomando una de mis manos para empezar a arrastrarme hacia la pista de baile.

Esta vez no me resistí, la seguí riendo y sintiendo una alegría llenarme sinceramente, la alegría que sentía cada vez que Mercedes estaba a mi lado. Sentí como ella posaba sus manos en mi cintura haciéndome pequeñas cosquillas con sus dedos.

-Y, señorita Pierce ¿Esta noche dejara que le toque el trasero? – bromeo ella acercándose a mi oído.

-Depende, señorita Jones.

-¿De qué?

-De lo que me ofrezca a cambio, por supuesto.

Ella adopto un rostro pensativo mordiéndose el labio inferior mientras sus ojos estudiaban el cielo fingiendo sopesar ideas, luego de un par de segundos esbozo una gran sonrisa, acercándose nuevamente a mi oído se aclaro la garganta antes de hablar.

-Le ofrezco un pequeño paseo en nuestro crucero “Cohete Cañamo”, junto a mi encantadora compañía por supuesto, y la de “Laurin” – susurro en mi oído.

Explote en carcajadas al recordar a Laurin. Era uno de los armados que habíamos fumado esa noche que estrénanos el crucero “Cohete Cañamo”, solo que habíamos decidido guardarnos uno como recuerdo de esa noche poniéndole el nombre de "Laurin". Que no duro mucho ya que Mercedes no aguanto y se lo termino fumando.

-Por dios Mercedes, que nada contigo sea en serio, Laurin está muerto lo quemaste ¿te acordas?.

-Bueno, se me olvido mencionarte que Laurin tenía un gemelo y eran igualitos.

No pude contestarle tras dar una vuelta habíamos quedado frente a Santana nuevamente, sentí como un pesado vació crecía en mi pecho al verla interesada en alguien que no era yo.

Los celos apestaban.

-Hey, se me había olvidado preguntarte ¿Qué tal todo con Santana? – inquirió Mercedes traspasándome con su mirada café.

-Encuentra que Puck está bueno y probablemente hoy tenga una sesión de sexo increíble – conté rápidamente.

Ella suspiro pesadamente.

-Sabes que te está probando ¿no? – pregunto con obviedad.

-No lo creo, parecía sincera y…

-¡Dios Brittany! Sos una chica ¿recuerdas? Se supone que todas pensamos igual y déjame recordarte que vos también has probado a un par de chicos poniéndolos en situaciones difíciles…no te olvides de que vos sos una chica y Santana también, es fácil saber los movimientos que hará.

Lo que decía Mercedes era completamente cierto.

-¿Qué haría sin vos? – solté abrazándome a ella con fuerza.

Sentí como sus brazos me rodeaban cariñosamente envolviéndome en una calidez que amaba.

-Nada, simplemente nada – susurro ella sofocando una risita en su garganta.

-¿De qué te ríes?

-Si las miradas matasen, yo ya estaría muerta hace minutos, Britt.

-¿Qué?

-Que Santana está acecinándome con los ojos.

-Bien, me alegro, por lo menos va a saber durante estos minutos lo que yo he sentido en tres horas.

-El mundo conspira junto a vos cariño – susurro sin soltarme de su abrazo al escuchar la canción lenta que seguía tocando – a Santana se le va a escapar el monstruo verde por los ojos.

-No importa, es nuestro baile ¿No?

-Así es – susurro en mi oído, luego se alejo un poco descansando su frente contra la mía -… ¿alguna vez te conté que el primer lento que baile fue con vos?

Solté una pequeña risita al escuchar una de sus confesiones, Mercedes jamás se confesaba.

-¿En serio?... ¿y por qué me lo decís ahora?

-No sé, creo que tenes derecho a saberlo…

-Si, es algo lindo de compartir, aunque te recuerdo que casi todo lo hemos hecho juntas.

-Mmm…

-Disculpen que las interrumpa, pero estoy solito y no tengo con quien bailar… - hablo Sam llegando hasta nosotras un poco más que contento -… ¿aceptan bailar conmigo, señoritas? – pidió con un leve y gracioso movimiento de su brazo imitando a un caballero.

-Por supuesto – respondimos ambas al unísono separándonos de nuestro abrazo.

Comenzamos a bailar los tres, Sam cómo siempre imitando a un marciano o eso según él, mientras Mercedes y yo intentábamos no burlarnos de de nuestro querido amigo.
Llevaba tres canciones sin mirar en dirección a Santana, lo cual se me estaba haciendo realmente imposible dado el hecho de que estaba incomoda por las miradas que entre Mercedes y Sam se estaban repartiendo.

-¿Saben? Tengo ganas de otro Mojito, así que ustedes sigan bailando, yo me retiro a la barra un rato – me disculpe empezando a alejarme.

-¿Segura que no queres compañía? – pregunto Mercedes dando un par de pasos hacia mí.

Le sonreí en respuesta negando levemente con una sacudida de cabeza que ella supo captar rápidamente, me apresure en conseguir un asiento en la barra dándole una leve y corta mirada al barman que esperaba paciente mi pedido.

-Un Mojito – pedí buscando en mi cartera mi encendedor más un cigarrillo.

-No te ofendas, pero tienes cara de necesitar algo más fuerte que eso – hablo la cálida voz del muchacho.

Levante mis ojos para encontrarme con una cálida mirada gris en frente.

-¿Qué me sugieres?

Él sonrió abiertamente.

-Un “Tequila Sunrise” mi especialidad, no es por dármelas…pero todos dicen que me quedan geniales…sacados de otro planeta – espeto empezando a preparar el trago.

Me lo puso enfrente con una ansiosa mirada en su rostro. Tome la copa llevándomela a los labios le di un sorbo saboreando el tequila suavizado por lo que parecía ser la granadina más el toque inconfundible de naranja.

Sacado de otro planeta, tenía lo justo de hielo y tequila.

-¿Y? ¿Pasa la prueba o no? – inquirió dándome una sonrisa ansiosa.

-Sacado de otro planeta...- le asegure con una sonrisa -…tenes talento…

El sonrió ampliamente antes de darse la vuelta y seguir atendiendo a los demás invitados. Aproveche de encender mi cigarrillo dándome cuanta que realmente necesitaba nicotina en mi cuerpo.

-¿Me das uno? – sentí su voz.

Me di la vuelta hacia mi lado derecho para encontrarme a una sonriente Santana esperando por un cigarrillo. Robóticamente le entregue uno sintiendo la calidez de sus dedos al rozarlos a propósito con los míos. Ella acepto el cigarrillo y se sentó junto a mí, después me dio una sonrisa y me quito el encendedor de las manos encendiendo el maldito cigarro de la manera más sexy que había visto.

-¿A dónde dejaste a Puck? – pregunte sin poder contener mis celos.

Ella soltó una leve risita, tomo un sorbo de mi copa y luego clavo sus ojos en los míos.

-No te creerías lo que te dije ¿no? – musito sin despejar sus ojos de los míos.

-No…

-Hace tiempo no hablaba con un chico ¿sabes?...supongo que quería divertirme un rato, nada más…- aseguro ella sonriendo y acercándose peligrosamente a mi rostro, tanto que estaba segura de que me daría un beso sólo que en último momento ella desvió sus labios hasta mi oído -…¿Bailas conmigo? – susurro cálidamente.

Me aleje un poco hasta llegar a ver sus hermosos ojos marrones traspasándome, haciéndome sentir maravillosamente. Volvió a sonreír y eso fue lo único que basto para ponerme de pie, tomar su mano y tratar con todas mis fuerzas que las malditas mariposas y el golpeteo acelerado de mi pecho me impidieran actuar bien.

Aunque no importo ninguna preocupación cuando sentí su cálido cuerpo y su exquisito aroma envolverse conmigo.

-No te han dejado terminar ninguno de tus tragos – susurro ella en mi oído haciendo que toda mi piel sintiera como pequeños golpecitos de electricidad recorriéndola.

-No importa, estoy bailando con vos – le asegure intensificando la presión de mis brazos alrededor de ella.

Pude escuchar su suspiro tras mi acción.

-Creo que tus dos mejores amigos tienen un asunto – murmuro ella luego de un par de minutos en silencio.

-Yo creo lo mismo…y que se están privando sólo y exclusivamente por mi presencia – musite sintiendo a sus brazos rodear con una seguridad absoluta mi cintura.

-Deberíamos darle su espacio…estoy segura que habrán mas fiestas – propuso ella abandonando el lugar cerca de mi hombro izquierdo para encararme con un pequeña sonrisa.

-Me estás proponiendo que dejemos a Sam acá y desaparezcamos silenciosamente ¿no? – adivine mientras subía mis dos manos hasta posarlas en su cuello.

-Si…la verdad no creo que se den cuenta de nuestra ausencia – musito ella desviando sus ojos de los míos hasta nuestro lado derecho en donde dos figuras conocidas bailaban ensimismados y sin darse cuenta de nada a su alrededor.

Ambas soltamos risitas nerviosas.

-Suerte que yo tengo las llaves del auto – murmure volviendo a posar mis ojos en los suyos.

-Bueno, bailamos esta y desaparecemos – anuncio ella envolviéndome en un apretado abrazo.

Sonríe tras sus palabras, sintiendo su abrazo con todos mis sentidos, dejándome envolver absolutamente por ella y su cuerpo apretado en una dulce calidez contra el mío.


-En serio, no sé cómo podés comer cuadritos de Quaker en vez de Corn Flakes, aunque ganas un punto por la leche con chocolate – volvió a alegar Santana después de haberse sentado en la barra de la cocina.

Habíamos vuelto hace quince minutos de la fiesta, admitiendo que las dos teníamos hambre y pocas ganas de dormir nos pasamos por la cocina en donde le ofrecí de mi cereal preferido a lo que ella accedió gustosa, sin darse cuenta que se trataba de cuadritos de Quaker.

-Bueno, perdón, pero yo adoro el Quaker…imagínate, hay galletas de Quaker, pan, barritas ¡toda una industria gracias al Quaker! – insistí a la vez que terminaba de preparar dos cuencos con cereal.

Ella tomo el suyo y me dedico una encantadora sonrisa de agradecimiento.

-¿Qué hora es? – pregunto luego de degustar mi obra culinaria y haberle dado buen ojo.

-Las dos con treinta a.m.

-Temprano.

-Ajá…pero de alguna forma u otra encontraremos el sueño – solté sin darme cuenta de la burlona sonrisa que se había formado en el rostro de Santana tras mis palabras.

-¿Siempre hablas en doble sentido? – inquirió con una sexy sonrisa.

-Cuando me conviene – acepte devolviéndole la misma sonrisa.

-Bueno saberlo – susurro volviendo a centrarse en sus cereales.

Yo seguí concentrada en los míos, sintiendo su mirada sobre mí un par de veces, lo suficiente para que me pusiera nerviosa y me levantara de mi asiento con la excusa de lavar mis cubiertos.

-¿Britt? – murmuro ella provocando que volviera a sentarme frente a sus ojos observándola con una mirada de interrogatorio.

-¿Si?...

-Perdón…- soltó ella seriamente, notando que yo hablaría puso un dedo sobre mis labios indicándome hacer silencio. Mire a sus ojos y simplemente la escuche-…perdoname por haber actuado como una imbécil todo este tiempo, perdón por los malos ratos que te hice pasar, perdón el haber desconfiado de vos y el no haber pedido perdón antes…siempre te creí a vos, pero a veces soy lenta e ingenua que….- confeso ella con una sonrisa en sus labios repitiendo las palabras que varias veces le había dedicado yo.- hasta que Sam no me lo confirmó en el desayuno que tuvimos en NY yo hubiera seguido cangándola entre nosotras y todavía seguiría con Hayley …perdón por todo, yo…yo realmente te quiero en mi vida…sos demasiado importante como para que cualquier tipo de mentira pueda con nosotras…

No pude hacer más que levantarme de mi taburete y rodear la barra hasta que simplemente me lance a sus brazos, sintiendo su calidez que me volvía adicta a ella.

-Obvio que te perdono, Sanny…-murmure entre pequeñas risitas de felicidad -…siempre y cuando vos me perdones por haber actuado cómo una idiota también.

En vez de sus palabras sentí a unos cálidos labios rozar cariñosamente mi mejilla en un beso y a sus brazos apretarme contra ella de una manera exquisita. Sentí como las dos suspiramos al mismo tiempo y luego de unos largos cinco minutos nos soltamos dedicándonos pequeñas sonrisas llenas de felicidad.

-Bueno…supongo que ahora podremos dormir tranquilas – murmuro torpemente tras mi mirada burlona.

-¿Ya tenes sueño Lopez? – me burle levantando una ceja.

-La verdad si, contando con que mañana tenes que llevarme a dar un paseo por la playa – soltó ella con una sonrisa en su rostro empezando a caminar hacia las escaleras.

-Obvio… ¿te parece si salimos a correr juntas? – sugerí con una sonrisa esperanzada siguiendo sus pasos por las escaleras.

-Me encantaría…-susurro ella deteniéndose junto a mí en la puerta de mi habitación -…que descanses…-se despidió dándome un pequeño beso en una de mi mejillas.

-Que descanses – repetí dándole una sonrisa.

Me voltee viéndola voltear a ella y me apresure en abrir mi puerta, sólo que su voz me detuvo justo cuando mi mano iba dando vuelta la manilla.

-¿Britt?...sobre la historia que me estabas contando antes…- hablo ella dándome una mirada con algo que no pude interpretar-…me la vas a terminar de contar ¿no? – inquirió con una sonrisa nerviosa.

Sentí que todo mi cuerpo se tensaba en alerta ¿Sería posible que ella se diera cuenta de lo que trataba de decirle?...suspire pesadamente, notando de paso el hermoso brillo de sus ojos.

-Si San, cualquiera de estos días, quizás…-respondí encogiéndome de hombros levemente.

Ella sonrió antes de asentir con una inclinación de su cabeza y dándose la vuelta se marcho a su habitación.

Me introduje en mi cuarto y nada más entrar me quite los zapatos de tacón que me estaban matando, también sustituí mi vestido por una camiseta blanca y los pequeños short azul marino que Santana había adulado. Sonreí tras el recuerdo.

A diferencia de cualquier otra noche no encendí ningún cigarrillo, me acosté sobre las colchas de mi cama tratando de ordenar mis pensamientos y de resistir las ganas de ir corriendo a la habitación de Santana. Los adolescentes teníamos graves problemas conteniendo nuestros sentimientos. Preferí pensar en otra cosa, recordé la fiesta sintiéndome feliz de repente al repetir todas las palabras y los pasos de baile que habíamos compartido juntas en mi cabeza. Aunque debía aceptar que me había llevado un susto de muerte al notar el leve interés que Puck había despertado en Santana, a pesar de todo sabía que probablemente le había gustado aunque sea un poco.

“Pero ella prefirió bailar contigo”, me recordó mi mente.

Y eso fue suficiente para cerrar mis ojos tratando de encontrar el sueño, ya estaba más que en paz, habíamos arreglado nuestro lió.

Todo volvería a ser como antes o incluso mejor.

Suaves toquecitos en la puerta me distrajeron de mis pensamientos, se parecía al toque de Sam, me levante enseguida al imaginar que mi amigo vendría hablarme sobre su rara situación con Mercedes. Apresure mis pasos y con una sonrisa en mis labios abrí la puerta.

Para quedar helada pero sonriendo cómo una idiota al verla a ella con un pijama similar al mió. Ella parecía confusa, sus ojos tenían su mismo brillo pero se notaban sus nervios, su respiración estaba un poco descontrolada y su cuerpo entero parecía estar en un continuo esfuerzo por mantenerse en su lugar. Miles de palabras quedaron atoradas en mi garganta cuando sorpresivamente se abalanzo contra mi cuerpo aferrándose a mi cuello con fuerza, llevando sus labios de forma experta hasta los míos, acariciándolos en una suave caricia, podía sentir su lengua recorriendo mi labio inferior y sin dudarlo entreabrí mis labios aferrando a la vez mis brazos en su cintura de forma determinada, sintiendo que nuestro indefenso roce de labios se formaba en un maravilloso beso húmedo. La escuche dar un leve y un casi imperceptible gemido cuando se libero de nuestro beso y sostenía mi rostro en sus dos manos. Sus marrones ojos estaban oscuros y ansiosos mirando a los míos.

-San…

-Shhh…- me silencio dándome un pequeño beso en los labios.

Me mantuve en silencio con mi respiración irregular, mi pecho sintiendo a mi corazón latir de manera furiosa. Al igual que ella.

-Mi perfección también es amarte a vos Britt-Britt…

Completo diciendo las palabras que le faltaban a mi pequeña historia…

*************

Porque quien llegue ahora a entrar aquí en tu corazón…después de todo lo que has pasado, significa que siempre tuvo un lugar guardado en tu corazón…el lugar más grande…va a ser el amor de tu vida…quien te enseñe a sentir y amar de nuevo…va ser quien te produzca cosas que nunca nadie pudo hacerte vivir…solo tenes que ser valiente y no escapar de tus sentimientos.

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Bueno chichis, llegamos al final y si les soy sincera no sabía como terminarlo pero me inspire bastante en una de las ultimas jodas y bueno salió esto que por mi parte me convence pero se los dejos a su criterio. Otra cosa este capitulo es la continuación del anterior cuando lo lean se van a dar cuenta porque y si me da cosa dejar el fic pero bueno todo lo que empieza tiene que terminar, pero conste que voy a extrañar sus comentarios la verdad me diverten e inspiran bastante, pero bueno...Sinceramente no tengo palabras para describirles lo agradecida que me dejaron, si mil gracias por leerme, por seguirme y por todos son lo mas sépanlo.
PD: Viernes bonus track, si lo se soy un amor.

Llorar o no llorar e hay el dilema HERMOSO! Te pasaste de divina de verdad que si aunque debo decir que Ashley se colo en el Fic cuando venia bajando las escaleras con sus espectacular vestido magnifico es poco para le ternura que me hiciste sentir con todo este fic definitivamente :D Maravillosa historia espero, otras y otras y muchas otras historias tuyas :D Cuídate mucho

Dtrululu escribió:si aunque debo decir que Ashley se colo en el Fic

pff perdón la tengo con Ashley ya me paso el capitulo anterior no se se me hizo una pequeña obsesión parece gracias por avisar ahí lo arreglo :)

esas palabras al fina me han matado, ha sido perfecto; yo sabia que algo habia hecho sam, quisiera tener un amigo asi. Esperando el bonus track con ansias he.

joder muy buen final!! te felicito escribes muy bien, una bonita historia y muy bien narrada

Dioooooos, llore con el final y las ultimas palabras.. TT_TT.. Que lindo final y el cap todo.. San y Britt juntas, era el final ideal.. <3.. jajjaja
Ame tu Fic, la verdad que me engancho re mal, y no queria que termine, pero bueno.. Ahora espero El Bonus Track!!!!!!.. Siiii, que feliz.. jajajaja.. Beso..

wowww me has dejado con una sonrisa de idiota y me encanto gracias por tomarte el tiempo de escribir este fic q estubo genial y el bonus del viernes lo espero con ansias GRACIAS!!! sos grande ;)

AH HERMOSO ... no se si podre esperar hasta el bonus...
ah escribes fantástico si que me enamore de tu fic... es que es precioso... no se que decir (en realidad escribir) me de gaste con una sonrisa de oreja a oreja (si ahora soy mutante... como seria tener una sonrisa de oreja a oreja? mmm...) ...

*BESOTES* hasta el BONUS

QUE!!!!!!!!!!!!
PERO PERO...YA SE ACABO??? NOO :(
Awwww me encanto el final..por fn dejaron sus peleas para dejarse amar...
q lindas!!!
ya me sospechaba que sam habia hecho algo..muy bien por él..
pero que buena historia fue!!
espero hagas otra

:'(:
MARAVILLOSO!!!!
AMO TU FIC
Me ha enganchado de principio a fin, lo he leido tres veces y creo que volveré a hacerlo...

El final me ha matado, es que Rachel tiene razón, son almas gemelas, y Sam todo lindo ayudando a su amiga de forma anónina, yo lo quiero de amigo, ¿me lo puedes envolver y enviarmelo? y si puedes me envías a las Brittana ¿es mucho pedir?


Me da penita que se haya acabado, esperaré ansiosa por el bonus track, y si tienes razón te amamos por ello jajajaja

Espero leerte en otros fics, porque escribes increible.

Anoche me quedé hasta las tantas al ver que ya habías puesto el final :$
HA ESTADO PERFECTO! Me han matado de ternura y de risa Santana y Brittany: tanto sus peleas por los celos que tenían como las palabras tiernas que se decían la una a la otra... en definitiva; perfecto!
Cuando leo que Santana dice que lo había dejado con Hayley casi doy saltos de alegría y todo jajajajaja
Espero con ánsias tu bonus track y también si no te importa, que nos deléites con otra maravillosa historia como esta :)
Aquí tienes a una fiel lectora, enhorabuena por tu historia de verdad :D

No te vas a dar una idea lo que voi a extrañar este fic...
El final fue perfecto, como toda la historia en realidad!
Ojala sigas escribiendo, no nos podes privar de semejantes obras de arte! :D
Este fic ademas tenia la particularidad de revivir mucho argentina jajaja
El Chamuyo, calamaro, los Che XD cosas del estilo, bien nacional, lo ame!
Un abrazo grande! Hermosa historia

jooodeeer pero que capitulo mas bueno... lo ame, lo ame, juro que lo ame!! me encanto que britt estubiera con san en el columpio, claro que me sobresalte mucho y me preocupe mucho cuando santana estaba con puck, y mas cuando le hablo en esa forma a britt quede asi pero despues quede asiii... cuando san invito a britt a bailar fue lo maximo!!! y despues que se fueran las 2 solitas jajajaja yo pense que ivan..... jajajaja yo y mi mente podrida pero no vale se fueron a comer cereales riiicooo y las ojuelitas de avenaaa ahaha que rico.. aunque ya en lo ultimo me dije joooodeeer siiii siii sannn quiere eso con britt ahaha y puff se acaba el capitulo... ajajaja casi me infarto, como lo dejas hay mujer, tienes que seguirla lo mas pronto posibleee xq siento que voy a morir de la desesperacion... besos actualiiiizaaaa proooooooooooooooooooooooooooooooonntooooooooooooo

Wao me encanto quede :O tan bonitas las dos o sabia q santana hablaba cn puck para darle celos a britt y cayo jajaja q buen final de vdd spero el bonus

BONUS TRACK: Carpe Diem

¿Qué es la vida? Todos en algún momento de nuestro recorrido por ella nos hemos hecho esta pregunta, algunos más veces de las que recordamos, pero algo es seguro: siempre nos encontramos una respuesta diferente. ¿Por qué es tan problemático definir la vida? ¿Por qué nos empeñamos en querer hacerlo?

Brittany estaba sentada en la silla preferida de su jardín. Decía que era el lugar perfecto, porque el sol pegaba lo necesario, sin que le quemara los ojos, y además siempre corría una leve brisa manejada por los árboles del lugar. Sufría el calor mucho más que antes, pero era Junio y no iba a perder la oportunidad de broncearse.
De repente le llamó la atención un libro que descansaba sobre la mesa ratona a unos metros de ella, y si bien nunca fue mucho de leer, no pudo con su curiosidad. Tuvo que tomarse de los apoya brazos de la silla para hacer fuera y poder levantarse… un dolor en la cintura se pronunció cuando debió inclinarse para tomar el libro. Volvió a su asiento y abrió una página al azar.

"La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.
La vida, un ballet sobre un tema histórico, una historia sobre un hecho vivido, un hecho vivido sobre un hecho real.
La vida, fotografía del número, posesión en las tinieblas (¿mujer o monstruo?), la vida, proxeneta de la muerte, espléndida baraja, tarot de claves olvidadas que unas manos gotosas rebajan a un triste solitario"

La voz de Santana la distrajo de la lectura. No había sido su intención desconcentrarla, se había acercado lentamente a ella, pero no pudo disimular su sorpresa al verla con un libro en sus manos. En todos estos años lo único que la había visto leer fueron solo revistas.

-¿Qué lees, Britt-Britt?.–a ella seguía causándole ternura que la llamase así.

-No sé, estaba ahí arriba.–contestó mientras con una mano le mostraba la tapa del libro y con la otra señalaba la mesa donde lo había encontrado- ¿Es tuyo?
Santana lo tomó en sus manos y leyó la tapa en voz alta.

-“Rayuela”.–indicó.- si, es mío… no sabía donde lo había dejado, gran libro, ¿lo leíste?

-Un par de estrofas nomás.- contestó con cierta timidez, era consciente de la rareza de su acto.

-Bueno, te dejo seguir.–agregó mientras extendía su mano devolviéndole el libro. Ella lo tomó y lo apoyó sobre su regazo y le dedicó una sonrisa, Santana le correspondió al gesto y se volteó para volver a ingresar a la casa.

-¡Sanny!.-interrumpió la caminata y ella volvió sobre sí para mirarla -¿Qué es la vida para vos?.

Algunos dicen que la vida es un sueño, otros cantan que la vida es una moneda. La vida es canal, puente y vía. No todo es luz, pero tampoco todo es sombra. No todo es verdad ni todo mentira. La vida debe ser una búsqueda, no un deseo. No una ambición de convertirse en esto o en lo otro, sino una búsqueda para descubrir quienes somos.

-¿Recién empezás a leerlo y ya te pusiste profunda?, no me imagino lo que me espera si lo terminas.–bromeó, pero a Brittany no le causó gracia y se mantuvo seria con los ojos clavados en los ojos marrones profundos de su esposa, esperando aún una respuesta. A Santana no le costó mucho notar esto- No sé, supongo que esto -se encogió de hombros al no saber darle una respuesta concreta.- Esto es vida, lo que nos rodea… nosotros somos vida… algo que tenemos que aprovechar porque como todo lo bueno se termina, ¿no?

- Carpe Diem.–murmuró ella

-Ajá.–asintió con la cabeza sonriéndole- ¡Carpe Diem!.- se inclinó y besó suavemente su frente, ella levantó la cabeza para que repitiera el acto sobre sus labios.
Santana volvió a ingresar a la casa, pero la pregunta de Brittany quedó rendándole en la cabeza. Sabía que no le había dado la mejor respuesta, pero en realidad ella tampoco la tenía.

Brittany tampoco se había quedado conforme con esa respuesta, pero optó por retomar la lectura.

"¿Por qué tan lejos de los dioses? Quizá por preguntarlo.
¿Y qué? El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas"

El viento empezó a soplar más fuerte y decidió entrar y continuar la lectura en el sillón del salón, pero cuando se incorporaba algo la hizo detenerse sobre la marcha y volver a sentarse. De repente la panza se le puso dura como pierda y sintió fuertes punzadas en ella, la respiración se le aceleró sin poder dominarla aunque quisiera.
-¡Sanny!.–gritó desesperada mientras dejaba caer el libro en el suelo -¡San! ¡Santana vení!.–insistía con los nervios atravesados en la garganta y las lágrimas brotándole de los ojos- ¡Mierda, Santana!.-volvió a gritar, más fuerte, un grito desesperado, un grito de dolor.

Santana se corrió al jardín lo más rápido que pudo, su agitación lo demostraba claramente, al cruzar la puerta, la imagen que encontró reflejaba perfectamente lo que sucedía: Brittany se encontraba desparramada en la silla, sujetándose con fuerza el vientre, llorando y tratando de tomar aire a bocanadas. Sólo se tranquilizó cuando lo vio, fueron unos segundos que sólo se comunicaron con sus miradas.

-Vamos al hospital.–musitó con la voz clara y serena, ahora no tenía porque estar nerviosa, porque ella ya se encontraba ahí y era lo único que le importaba.

La vida es inseguridad, y constantemente se dirige empecinada hacia una inseguridad mayor. Es un apostar constante, aún cuando el destino es una incógnita, porque uno nunca sabe lo que puede suceder, pero acaso ¿no es maravilloso que así sea?, ¿Qué uno nunca lo sepa?, porque si fuera predecible, creo que no valdría la pena vivir la vida… ¿para qué jugar un juego que sabremos cómo termina?

Santana la tomó como pudo en sus brazos y la deposito en el interior de su auto. No hubo semáforo que la detuviera, tenía que llegar lo antes posible a la clínica y lo hizo, tanto que en quince minutos realizó el trayecto de treinta.

A veces nuestra vida se unifica a la de alguien más. Es cuando amamos. Perdemos toda capacidad de vivir por nuestro propio medio, nos volvemos dependientes de la vida del otro, quien se vuelve el centro de nuestra existencia. ¿Entonces nuestra vida deja de ser nuestra? ¿Podemos resistirnos, volvernos ególatras y quedarnos con nuestra vida para nosotros?. Vida es compartir.

Se bajó y cruzó por delante del vehículo para abrir la puerta del acompañante, cuando la quiso ayudar a bajar se dio cuenta que su mujer estaba completamente mojada de la cintura para abajo… había roto bolsa
-No puedo, llama a los enfermeros.–le ordeno casi gritando
Corrió hacia el interior de la clínica y enseguida encontró un médico a quién le contó lo sucedido y lo llevó casi arrastrando para que se apresurara a salir, tras la orden de Santana, un enfermero salió detrás de ellos con una silla de ruedas.

La vida es magia. Es poder desprender de tu vida otra vida. Crear una nueva vida es el acto más sencillo y al mismo tiempo más extraordinario que pueda existir. Tu propia vida cobra otro sentido. Es existir para otra persona que va a necesitar de tu vida como la de nadie en el mundo. Es entrega, es sentir.

Todo lo demás pareció correr en cámara rápida: las corridas por los pasillos hasta llegar a la sala, el ingreso a la misma. Cuando Santana quiso acordar se vio con mameluco, cofia y barbijo puestos, parada en la cabecera de la cama, mientras que Brittany no podía creerse en esa situación, gritando como una loca, toda mojada a causa de su propia transpiración, con un batallón de médicos y enfermeros rodeándola ,aunque eran sólo cuatro, a ella le parecían cientos, hablando entre ellos de cosas que no llegaba a escuchar, estaba demasiado sumida en el fuerte dolor que le provocaban las contracciones. Podía adivinar que alguna de las enfermeras le estaría indicando que pujara, lo había visto en todas las series y películas por a ver, pero lo que nunca pensó es que hacerlo le dolería tanto…Perdió absolutamente la noción del tiempo que llevaba en esa sala, pero un "ya viene, Britt-Britt" susurrado en su oído de la mujer que la sujetaba fuertemente de la mano, la situó de nuevo en la realidad, respiró hondo y volvió a pujar con toda la fuerza que tuvo. Pareció que de repente todo se había congelado y quedado en profundo silencio, hasta que este fue completamente quebrado por el llanto del bebé, al cual acto seguido zambulleron en el pecho de su madre…

Brittany pudo sentir enseguida como el corazón de su beba se acompasaba perfectamente al suyo, y como ella dejaba de llorar al reconocerla… Los ojos de Santana estaban cristalizados, las miraba aprisionada, estática en su lugar, no podía asimilar lo que estaba viendo la felicidad que sentía parecía no entrarle en el cuerpo. Se refregó los ojos para borrar todo rastro de lágrimas de ellos, y se acercó a un más a ellas.

La vida es vivir. No es una cosa, es un proceso, te está sucediendo… en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas y hagas es tu vida, si te pones a buscar significados en otra parte te la perderás. No hay otra forma de saber lo que es la vida, más que viviendo, fluyendo, discurriendo con ella.

Ambas se miraron y volvieron a mirar a su hija, tan coordinadas como si de una coreografía se tratara. Brittany no pudo evitar que una lágrima comenzara a rodar por su rostro, Santana la secó con un beso, sin darse cuenta que en ella sucedía lo mismo. Y fue entonces que lo terminaron aceptando, no tenía sentido buscarle una definición a la vida, sino vivirla… Carpe Diem, como habían dicho. Que la vida es paz, libertad y amor, que Santana había tenido razón sin querer, y que al final la vida era eso, vida eran ellas... vida era Paz.
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Chichis! el rulo siempre vuelve y les trajo lo prometido el bonus track Bueno con este capi me inspire en una chalar fisiológica con una amiga (si ns tiramos a flashear a veces) bueno no les quiero contar ya lo que significa el titulo a medida que lean se van a dar cuenta ;) Gracias como siempre, la verdad voy a extrañar este fic pero en parte estoy re contenta de que allá gente que le gusto, la verdad que dude muchísimo cuando me registre en el foro si subirlo o no pero bueno me la jugué y no me arrepiento para nada. Así que muchachas disfruten de la vida, jueguencela y si no sale bien tengan patente que "no hay mal que por bien no venga" y obviamente que "el rulo siempre vuelve" tarde o temprano siempre siempre vuelve...

awwwww oh por dios eres una genio te juro q me conmoviste q bonito bonus gracias tienes mucho talento y suerte!!!

muy bueno.....existencial pero muy bueno te felicito gran bonus track----

Ese libro saca lo mejor de mi. Es una de las mejores obras de todos los tiempos.. Nunca voy a cansarme de leerlo.

Ame el bonus (L)

T_T ... bonitasss.. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...


qe geniall.. no puedo qreer qe ia terminoo .. :)... me enqantooo.. mucho tu ficc.. y felicidades x el exito qe tuboo. bsss

A ti te gusta que te ame cierto? Jajajaja me fascina a sobremanera una nena Brittana xd excelente Bonus Track retrase mi salida nada mas para poder leerlo y valió la pena :D Saludos :*

Muy lindo bonus!!!! en serio, excelente....lo único que me da pena que se termine. Espero que pronto aparezcas con nuevas historias.