FanFic BRITTANA “Safe With Me” CAPÍTULO "BONUS TRACK": "Halloween con el clan familiar de los Pierce" (31 de Agosto)

    Hola……….buenas       noches a todas/os……….después de     concluir con un ciclo de publicaciones de la segunda historia que adapté a mi pareja     favorita de Glee (Brittana)…..aún no puedo creer que ya haya concluido, y en consecuencia no puedo evitar sentir tanta     nostalgia……..pero la vida debe       continuar, por ello hoy pongo a consideración de ustedes la presente historia.


Asimismo, quiero     preguntarles ¿les gustaría que mantenga el ritmo de actualización que lleve en “Play with Me”? (la historia consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”), dejo la decisión en Uds. Mi primera intención fue sólo dejar la sinopsis de la historia, pero pensándolo bien decidí que era mejor dejarles de una vez el prólogo……..fiel a la costumbre adquirida en “Play with Me”, al finalizar el prólogo les dejé un par de adelantos de lo que será el capítulo 1 donde aparecerá Britt, y para evitar susceptibilidades, desde ya les digo que Sam no se constituye en ningún obstáculo para Britt y San, pues él vendría a ser hermano o pariente de Britt.



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



*Próxima actualización: día MIÉRCOLES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….





NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas     jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)


Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.










Mantener a otros a salvo es lo que hace Brittany Susan Pierce. Ella nunca había tenido un problema aceptando una tarea, ya fuera durante sus peligrosos días como militar al servicio de su nación en incursiones bélicas o en su más reciente trabajo entrenando a mercenarios de guerra. Pero ser designada para mantener a Santana Marie López y a sus adorables hijas, Maddie y Josie, a salvo de una amenaza desconocida, la ha sacado de su eje. Arde por la atractiva morena desde que ella regreso a la ciudad hace más de un año, estar cerca cada día está quebrando la resolución de Brittany de mantener sus manos lejos de su esplendido cuerpo y su cabeza dentro de la misión.



Santana está harta de tener miedo. Todo lo que quiere es una vida normal y tranquila para ella y sus preciosas niñas. Justo cuando se está asentando en su nuevo hogar en Nueva York y sintiéndose segura de nuevo, Brittany aparece en la puerta de su casa insistiendo en que el peligro es más alto que nunca. Pero que necesite ser protegida de la amenaza de su pasado, o de las intensas emociones que siente por la sexy y protectora rubia que duerme en su casa, eso está por verse.



¿Qué ocurrirá si Santana y sus niñas se enamoran de una mujer tan rota que podría no ser capaz de protegerlas del peligro que las amenaza, y mucho menos de sí misma?




**********************************************************************************************










— ¿Por qué tenemos que ir a casa de papá? —Maddie pregunta en la parte de atrás de mi camioneta, cruzando sus pequeños brazos sobre el pecho, sosteniendo su muñeca fuertemente y arrugando la frente.


—Porque es Acción de Gracias—respondo con paciencia—. Tu padre quiere estar con ustedes en vacaciones.


—No quiero ir—Josie se une, imitando a su hermana gemela en la postura, y yo suspiro profundamente, frotándome las manos por la cara mientras espero a que la señal se vuelva verde.


—Es sólo hasta el sábado—les recuerdo, haciendo mi mejor esfuerzo para ignorar el agujero en mi estómago. Yo tampoco quiero que se vayan. Su padre sólo las ve en vacaciones o en su cumpleaños, cuando se aparece. Por supuesto que no quieren estar con él.


Ellas no le conocen.


Cuando aparco delante de la pequeña casa de Sebastián en un suburbio de Chicago, tres hombres salen corriendo por la puerta principal y se meten en un SUV negro estacionado en el garaje circular. Justo antes de salir, uno de los hombres mira hacia nosotras.


Apago el motor y hago una mueca mientras observo el vehículo ir hacia la carretera rápidamente. Mis banderas están de color rojo y volando por toda mi cabeza.


Miro de nuevo a las niñas.


—Quédense aquí un momento mientras veo si su padre está listo, ¿ok?


Solo me fruncen el ceño, con los ojos color marrón oscuros que parecen tristes y abandonados, y yo arrugo la frente hacia ellas.


—Dejen de hacer berrinches. Su padre las quiere. Lo pasaran bien.


Ellas simplemente se encogen de hombros cuando salgo del auto y camino hacia la puerta principal. Miro por encima del hombro, curiosa de ese SUV. Ellos podrían ser los compañeros de trabajo de Sebastián, pero si ese es el caso, no voy a dejar a las niñas con él.


Sebastián es un policía encubierto, y las personas con las que trabaja son desagradables, por decirlo suavemente.


Llamo a la puerta, no hay una respuesta, y la casa está tranquila. Llamo otra vez y suspiro profundamente. Si él no esta va a decepcionar a las chicas de nuevo, y yo le patearé el culo.


Como aún no hay respuesta, cojo el picaporte y arrugo la frente cuando la puerta se abre fácilmente. Este no es el Modus Operandi habitual de Sebastián. Siempre cierra las puertas, incluso cuando está en casa.


— ¿Sebastián? —llamo mientras ingreso, pero no hay respuesta, y un olor a metal caliente llena mis fosas nasales.


Entro a la habitación y de pronto detengo mi paso. Sebastián está tumbado en el suelo, con los ojos muy abiertos, igual que la boca y una gota de sangre mana de una herida de bala en la frente.


Oh, Dios mío.


Mi primer pensamiento es correr hacia él, para asegurarme de que está bien, pero no había sido la esposa de un oficial de policía durante cinco años para nada, y estoy con mis hijas en el auto.


Corro de nuevo al auto, enciendo el motor, coloco la marcha, saliendo del garaje, y conduciendo en la dirección opuesta a la camioneta que se había marchado antes.


¡Sebastián está muerto!


—Mamá, pensé que íbamos a la casa de papá. —Maddie se movió en su asiento, tratando de ver a través de la ventana trasera.


—Siéntate Mads—ordeno más duramente de lo que debería, mis ojos también miran detrás de nosotras.


Tengo que llamar a la policía.


— ¿Dónde está papá? —Josie pregunta y las dos chicas me miran fijamente, y sé que mis temblorosas manos y mi voz aguda las asusta, así que hago mi mejor esfuerzo para parecer y sonar bien. Estoy segura de que no está funcionando.


—Tenía algo en el trabajo. —Me inclino y reviso el espejo por enésima vez.


—Está bien —responde Maddie y abraza la muñeca apretadamente contra ella.


Mierda, ¿qué voy a hacer?


Me detengo en una gasolinera, cojo el teléfono y salgo del auto, para que las niñas no puedan escuchar mi conversación.


Llamo al compañero de Sebastián que responde al segundo toque.


— ¿Porqué llamas a este número?


—Sebastián está muerto—respondo de inmediato—. Lo encontré en su casa. Voy a llamar al 911, pero quería darte la primera alerta.


—Hijo de puta —murmura—. ¿Fuiste testigo de algo?


—Los vi salir de la casa, pero no, no vi quién le disparó. Yo ni siquiera pensé en conseguir el número de matrícula del auto. Era un SUV oscuro.


—Eso no ayuda, Santana. —Su voz es triste y frustrada. Hunter Clarington trabaja con Sebastián desde hace diez años.


—Lo sé, lo siento. No toqué nada.


—Te llamaré más tarde. Tendremos un comunicado oficial. Ya sabes qué hacer.


Asiento y luego me doy cuenta de que él no puede verme. Tengo escalofríos.


Es difícil respirar.






—Creo que voy a salir de la ciudad, Hunter.


Suspira y se aclara la garganta.


— ¿A dónde vas?


—A Casa. Nueva York. Mi familia está allí. Un pariente allegado de mi prima es un policía en el Departamento de Policía de Nueva York. Sam Evans. ¿Puedo dar mi testimonio a él?


—Voy a tener que obtener tu declaración antes de que te vayas. Sabes que no puedo dejarte ir sin ella. —Parece que alejó el teléfono de su cara—. Santana espera.


Paso por el auto mientras espero a Hunter. Jesús, ¿esto está pasando realmente?


¿No tengo tiempo ni para ir a casa y conseguir algunas de las cosas de las chicas? He querido volver a Nueva York durante años, pero nunca soñé que sería en estas circunstancias.


De repente, Hunter está de nuevo en línea.


—Creo que es una buena idea que te vayas, Santana. No puedo decir quiénes eran, pero has sido vista en la casa de Sebastián por la gente equivocada. Toma a las chicas y sal de la ciudad. Si permaneces callada, todo irá bien, pero quiero que te vayas.


Mierda. Sebastián, ¿en qué me has metido?


— ¿Y mi declaración? —mi voz suena más fuerte de lo que quiero.


—Te encontraré en algún lugar con algunos de oficiales para tomar una declaración. Pero no quiero que regreses a tu hogar. Te enviaré tus cosas en unos pocos días.


Paso mi mano por mi cabello, miro al auto y me encuentro con que las chicas me miran.


—Ok, tengo que conseguir algunas cosas para mí y las niñas. —Indico la ubicación de la tienda de descuento más cercana, y oigo a Hunter suspirar en el teléfono.


—Ten cuidado. Y envíame un mensaje de texto con el número de Evans.


—Vale.


La línea está en silencio, y me meto de nuevo en mi auto, sonriendo tranquilizadoramente a las niñas que me están mirando con ojos asustados.


Los niños son mucho más inteligentes de lo que la gente cree.


Tomo mi teléfono del bolso nuevo, y envío un mensaje de texto al marido de Stacy, Isaac. Los Pierce y el resto del clan familiar sabrán qué hacer. Con dedos temblorosos escribo:


* Por favor, llámame cuando estés solo.


Reviso mi bolsa de nuevo para asegurarme que tengo mi billetera y todo lo que necesito, y entiendo definitivamente que no puedo volver a casa a recoger nuestras cosas.


Mi teléfono suena, aparece el nombre de Isaac en el identificador de llamadas y contesto rápidamente.


—Isaac.


— ¿Santana? ¿Qué pasa?


—No puedo entrar en detalles porque las niñas están en el auto conmigo, pero tengo que llegar a Nueva York ahora.


—Santana, ¿estás herida?


—No, estamos todos bien, pero creo que no estamos a salvo.


— ¿Qué quieres decir? —Su voz adquiere un tono duro y me estabiliza.


—Acabo de ver algo que no debería haber visto. Te lo explicaré cuando llegue. Sólo quería que supieras que estoy yendo a casa. —Miro hacia atrás para encontrar a las chicas que me miran con ojos grandes y oscuros.


— ¿Estás conduciendo? —me pregunta con incredulidad—. Es casi diciembre Santana. Los caminos serán horribles.


—Lo sé. Voy a ir despacio. De todos modos, tendré que detenerme en la noche, por las niñas. Dame una semana para llegar allí.


—No me gusta—responde con severidad.


—Ni a mí. —Cuando el shock me alcanza, las lágrimas cubren mi cara.


—Estaremos aquí, Santana. Llámame todos los días, hazme saber dónde te encuentras. Hablaré con Sam.


—Voy a tener que hablar con Sam una vez que llegue allí, Isaac. Y un detective de Chicago lo llamará en cualquier momento.


— ¿Tienes problemas? —La voz de Isaac es tranquila y fresca, y sé que él está pensando lo peor.


—No es lo que estás pensando, pero es malo.


—Conduce con seguridad. Mantenme informado.


—Ok—asiento, corto la llamada y sigo hasta el estacionamiento de un Wall Mart—. Vamos chicas, hay que comprar algunas cosas.


— ¿Vamos a ver al abuelo y la abuela en Nueva York? —pregunta Josie. Son tan jodidamente inteligentes.


—Sí, querida, por eso tenemos que comprar algunas cosas para llevar.


— ¡Sí, vamos a ver a la abuela y el abuelo! —Maddie baila a mi lado mientras caminábamos a la tienda a comprar lo necesario, como cepillos de dientes y ropa interior.


Las niñas tienen ropa para unos pocos días, pero todo lo que yo tengo es mi bolso.


Tal vez un poco de tinte para el cabello para mí estaría bien.


También tomo mi teléfono y lo tiro a la basura, apuntando uno nuevo en mi lista de cosas para comprar.


Creo que regresaremos a Nueva York antes de lo esperado.




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Breves adelantos – Capítulo 1, POV Santana


Me despierto sobresaltada con el sonido de alguien que trata de echar la puerta abajo, e inmediatamente mi corazón empieza a latir más rápido.


Salto de la cama, sin tomarme la molestia de ponerme nada encima de mi sujetador y bragas, buscando frenéticamente un arma de cualquier tipo.


— ¿Mamá? —Maddie dice somnolienta desde la puerta de su dormitorio.

********

—Tal vez deberías ponerte algo de ropa. —Sam sugiere, y chillo cuando me doy cuenta de que estoy prácticamente desnuda.


— ¡Mierda!


—Mamá, no deberías decir eso—Josie habla desde los peldaños inferiores de la escalera—. ¡Maddie! ¡Sam y Brittany están aquí!

*********

Brittany está apoyada en la barra de la cocina, mirándome fijamente, con los brazos cruzados sobre el pecho. Su cabello ha crecido un poco desde la última vez que la vi. Sus ojos azules de la marca registrada Pierce me siguen cuando me paseo por la cocina, preparando el desayuno y me aseguro de que las niñas están sentadas.


Como cada vez que la veo, la electricidad fluye a través de mi columna vertebral y por mis piernas y sólo quiero acercarme a ella y devorarla.

********

—Tú no vas a ninguna parte —Brittany interrumpe y toma mi mano en la suya, sosteniéndola con firmeza.


—El investigador no preguntó específicamente acerca de ti, pero levanto algunas sospechas en mí. No me gustó. —Sam niega con la cabeza y camina por la habitación.


—Ha pasado más de un año, Sam. ¿Por qué ahora? —Trato de mantener mi voz baja para que las niñas no puedan oírme.

*******

— ¿Qué le voy a decir a las niñas? —pregunto, todavía tratando de centrar mi cabeza alrededor de todo. ¿Brittany está fuera de la milicia estadounidense?


— ¿No me estás escuchando, Santana? —pregunta Brittany—. Podrías estar en peligro. No estoy dispuesta a correr ese riesgo. Hasta que no sepamos a ciencia cierta lo que está pasando, voy a estar aquí. A partir de hoy.

*******

— ¿Por qué tienes una mochila? ¿Vas a pasar aquí la noche? —Maddie le pregunta, mirando la mochila verde en las manos de Brittany.


—Me quedaré aquí por un tiempo—contesta y cierro los ojos.


¡Mierda, no he hablado con las chicas todavía!


— ¿Por qué? —pregunta Josie.


—Porque Brittany tiene obras en su casa—Me apresuro a responder antes de que Brittany lo haga, me mira con sorpresa—. Así que, ella estará aquí por un tiempo.


—De acuerdo. —Maddie se encoge de hombros y sonríe a la hermosa rubia en mi cocina—. Puedes dormir en mi habitación.

*******

—Es mi favorito—Maddie le dice con orgullo—. Voy a elegir la historia esta noche, porque acerté todas las palabras en mi prueba de ortografía.


—Buen trabajo—Brittany la alaba y empuja las sillas de ellas.


— ¿Por qué haces eso? —Josie pregunta, arrugando la nariz.


—Porque eso es lo que hace una persona educada. Empuja la silla de una dama cuando ella se sienta.


—No soy una señora. —Maddie se ríe—. Soy una niña.

*******

Durante el resto de la comida, veo a Brittany interactuar fácilmente con mis hijas. Ella se apresura a reírse de sus travesuras, e incluso Josie se derrite por ella, luchando con Maddie para hablar acerca de su día.


Dios, es tan linda. Como todos los integrantes del clan familiar Pierce, es alta y hermosa. Su cabello es rubio, pero sus ojos son de color azul hielo y cuando me mira con esos ojos, juro que puede ver directamente en mi corazón.

*******

— ¿Quién es responsable de la limpieza? —Brittany pregunta cuando todas hemos terminado nuestras cenas. Apenas toqué la mía, ¿pero quién puede comer cuando Brittany “la soldado más sexy” Pierce está sentada a su lado?


Yo no.


—Todas nos ayudamos—Josie le dice—. Tú puedes barrer el suelo.


—Este es tu trabajo. —Le recuerdo a ella—. Es lo que menos le gusta.—Le digo a Brittany con una sonrisa.


—Rayos—Ella susurra y lleva su plato al fregadero.






¿Qué les pareció como arrancó la historia?.........Más detalles, en la siguiente actualización

      Hola……….buenas       noches a todas/os……….uhhh, en estos días estuve algo       ocupada y apenas hoy pude asomarme por el foro a cumplir lo prometido…….estoy que me caigo de       sueño a la par que hace un frio horroroso en mi ciudad, ya que estaba con algo de tiempo me puse a trabajar hasta cierto punto en el capítulo 4 y sólo diré que este capítulo tendrá momentos wankys (Dios….creo que ya me sonrojé y estoy pensando la manera de controlar mi rostro ruborizado       jejejeje)



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



*Próxima actualización: día SÁBADO…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Aunque pensándolo bien……….ya que la historia tuvo un buen inicio y aceptación entre uds. estoy abierta a aceptar sus propuestas para actualizar antes (pasa que ya tengo avanzada la adaptación de la historia hasta casi el capítulo 4)…….así que ya lo saben, Uds. deciden…………



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….




*un interesante tema que encontré por casualidad mientras vagaba por youtube         jejejejeje



NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.


Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.












¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!


Mi alarma no debe sonar aún.


¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!


Me despierto sobresaltada con el sonido de alguien que trata de echar la puerta abajo, e inmediatamente mi corazón empieza a latir más rápido.


Salto de la cama, sin tomarme la molestia de ponerme nada encima de mi sujetador y bragas, buscando frenéticamente un arma de cualquier tipo.


— ¿Mamá? —Maddie dice somnolienta desde la puerta de su dormitorio.


—Vuelve a la cama, Mads. —La llevo de vuelta a la habitación y le doy mi mejor sonrisa, aunque es más parecida a una mueca.


—Hay alguien en la puerta—Josie me dice, y abraza la muñeca en sus pequeños brazos.


—Lo sé. Iré a ver. Quédate en tu habitación—mi voz es dura cuando cierro la puerta detrás de mí, y corro por las escaleras hasta la sala de estar.


Todas las cortinas aún están cerradas, por lo que no pueden ver desde el exterior.


¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!


Tomo el destornillador que usé ayer para colgar algunos estantes y abro solo un poco la puerta.


— ¿Quién es? —pregunto tensa.


—Santana, sólo Brittany y yo—Sam Evans responde, con su hermoso rostro sombrío.


Doy un paso atrás y abro la puerta con un suspiro de alivio.


—Me asustaste muchísimo.


— ¿Qué haces con el destornillador? —Sam pregunta, poniendo sus manos en sus caderas, así como su hermana, Brittany, que me mira.


—Esta es mi arma—respondo, y levanto la barbilla obstinadamente.


—De acuerdo. —Brittany saca el destornillador de mi mano—. Es muy eficaz.


—Podría haberte apuñalado si fueses una persona mala. —Doy un paso hacia atrás y quito el pelo de mi cara—. ¿Qué haces aquí a las seis de la mañana?


—Tal vez deberías ponerte algo de ropa. —Sam sugiere, y chillo cuando me doy cuenta de que estoy prácticamente desnuda.


— ¡Mierda!


—Mamá, no deberías decir eso—Josie habla desde los peldaños inferiores de la escalera—. ¡Maddie! ¡Sam y Brittany están aquí!


—Ve a ponerte algo de ropa, cariño, vamos a desayunar con las chicas. —Sam le sonríe a mis niñas y las abraza a las dos, pero Brittany sigue estando tranquila, mirándome con esos profundos ojos azules.


— ¿Por qué estás aquí? —le pregunto de nuevo.


—Vamos a hablar de eso también—Brittany me asegura, y finalmente me ofrece una media sonrisa, mostrando los hoyuelos en las mejillas mientras deja que sus ojos vaguen por mi cuerpo medio desnudo.


Esta impresionante rubia me hace temblar por dentro. Desde que llegué a casa hace más de un año, y quedé atrapada en esta gran familia amorosa, Brittany me ha dado un caso permanente de bragas mojadas. Cuando tuvo que llevarme estando ebria a casa después de la fiesta de despedida de soltera de Rachel el año pasado selló el trato.


Incluso en mi estado de embriaguez, mi cuerpo estaba lleno de un zumbido de emoción, mientras estaba en sus brazos……… ella me gustó muchísimo desde el primer instante que la vi.


Vale, debo aclarar que me gustan las chicas como deberían gustarme los chicos……mi corto pero fallido matrimonio con Sebastián Smyth ocurrió cuando apenas tenía 17 años, ambos éramos jóvenes y buscábamos algo de felicidad porque debíamos esconder nuestros pequeños y a la vez grandes “secretos” (el dudaba de su sexualidad y yo había asumido internamente mi lesbianismo pero no tenía el valor suficiente para admitirlo en voz alta en aquel momento), nuestro acuerdo funcionó muy poco……tuvimos a nuestras hijas, pero el trabajo absorbente y falta de interés de Sebastián sumado a mi indisposición para seguir en este acuerdo engañoso nos llevó a romperlo y seguir nuestros caminos independientemente, pero procurando que él visitara a las gemelas.


—Ahora vuelvo —digo y corro por las escaleras, esquivando a las niñas, tratando de no pensar en el hecho de que dos personas calientes como el infierno del clan Pierce acababan de tener una vista privilegiada de mi trasero casi desnudo, y es el máximo de piel que cualquier persona vio en unos cinco años.


Patético.


Puedo escuchar a las niñas que hablan en voz alta con los dos rubios, mientras corro a ponerme una camiseta con capucha y pantalones de yoga, sostengo mi pelo en un moño informal y vuelvo.


—Comeremos Coco Puffs para el desayuno—Maddie me dice.


—Ok, pero comete un plátano también.


— ¡Oh, mamá! —Josie se queja.


—Ya conoces la regla. Puedes comer cereales llenos de azúcar, si comes una fruta. —Les beso la cabeza al pasar por ellas, para llenar la cafetera con agua.


Sam coge los plátanos y los pela para las niñas.


—No me dijeron nada de esa regla—les informa con una mirada burlona.


—No sabíamos nada al respecto—Maddie miente, tratando de contener la risa.


—Ya sabes, puedo llevarte a prisión por mentir a la policía—Sam les dice con una sonrisa.


— ¡No puedes! —Josie exclama y ríe.


—Sí —asiente.


—Comeremos el plátano. —Maddie admite y le da un gran mordisco.


—Así está mejor. —Sam desliza su mano por su cola de caballo en el otro lado del mostrador—. No habrá prisión para ustedes hoy.


Él es tan bueno con las niñas.


Todos los miembros del clan familiar Pierce lo son.


Brittany está apoyada en la barra de la cocina, mirándome fijamente, con los brazos cruzados sobre el pecho. Su cabello ha crecido un poco desde la última vez que la vi. Sus ojos azules de la marca registrada Pierce me siguen cuando me paseo por la cocina, preparando el desayuno y me aseguro de que las niñas están sentadas.


Como cada vez que la veo, la electricidad fluye a través de mi columna vertebral y por mis piernas y sólo quiero acercarme a ella y devorarla.


Pero en vez de eso apenas sonrío y rozo su brazo derecho cuando paso.


— ¿Café? —le pregunto. Los músculos de sus brazos se estremecen con mi toque y aprieta el estómago.


—Por favor—asiente.


—Yo también—Sam añade y le roba un pedazo de plátano a Maddie, haciéndola reír.


— ¿Entonces, qué pasa? —pregunto, mientras les entrego sus tazas de café recién hecho.


—Chicas, terminen el desayuno, vamos a ir con su madre a la sala de estar para hablar, ¿de acuerdo? —Brittany sonríe a las chicas besando sus mejillas—. Sólo griten si nos necesitan.


— ¡Está bien! —Josie concuerda y sorbe algunos CocoPuffs,  derramando leche con chocolate por todo el mostrador.


Maddie asiente y toma otro bocado del plátano.


Sigo a los dos rubios a la sala de estar, disfrutando de la vista de Brittany sin que ella se dé cuenta.


—Siéntate. —Sam señala una de las sillas, pero sólo cruzo los brazos sobre mi pecho y me quedo de pie.


—Sólo dime qué pasa.


—Santana, por favor siéntate—murmura Brittany suavemente y se sienta en el sofá junto a la silla que quiere que ocupe. Miro entre ellos, y me doy cuenta de que es una batalla perdida, me hundo en la silla y me siento en el borde de la misma.


—Bueno, estoy sentada. ¿Por qué están los dos en mi casa a las seis de la mañana, asustándome?


—Me llamaron ayer al trabajo—Sam comienza y suspira profundamente.


— ¿A la estación de policía? —pregunto.


—Sí. Fue un Investigador Privado, y me hizo un montón de preguntas acerca de la familia. —Me mira, los ojos sobrios—. Toda la familia.


—Es decir, preguntó por mí —murmuro y siento un ligero sudor sobre mi piel—. Y si ellos me asocian a tu familia, me tengo que ir...


—Tú no vas a ninguna parte —Brittany interrumpe y toma mi mano en la suya, sosteniéndola con firmeza.


—El investigador no preguntó específicamente acerca de ti, pero levanto algunas sospechas en mí. No me gustó. —Sam niega con la cabeza y camina por la habitación.


—Ha pasado más de un año, Sam. ¿Por qué ahora? —Trato de mantener mi voz baja para que las niñas no puedan oírme.


—No lo sé. —Se vuelve hacia nosotros—. Puede que no tenga nada que ver con lo que pasó en Chicago.


—No creo que nadie pueda encontrarme aquí—le digo—. No tengo casa, trabajo para Isaac detrás de escena, no he cambiado mi licencia de conducir de Illinois a Washington. No hay ninguna razón para tengan ninguna sospecha.


—Estoy de acuerdo, y vamos a seguir teniendo cuidado, pero nos parece bien para tu bienestar y el de las niñas que vengan a vivir conmigo o Brittany.


—Por supuesto que no. —Retiro mi mano de la de Brittany y camino por la habitación.


— ¿Por qué? —pregunta Brittany, su voz tranquila y baja.


—Porque las niñas tienen escuela. Tengo un trabajo. Tenemos una rutina. No voy a molestarlas. Ellas han tenido suficiente. —Sigo manteniendo la voz baja, pero todo mi cuerpo está tenso y me dan ganas de gritar—. Por fin estamos en un lugar en el que no saltamos  cada vez que escuchamos un ruido extraño.


— ¿Es por eso que abriste la puerta con un destornillador como si fuera una maldita pistola? —Brittany me pregunta con una ceja levantada.


—No suelo tener visitantes tan temprano en la mañana.


—Tenemos que saber que estás a salvo. —Sam insiste y pone las manos en las caderas, mirándome.


—No vamos a salir de la casa. —Cruzo los brazos sobre mi pecho y me quedo mirando a Sam.


—Está bien, me voy a mudar aquí. —Brittany se levanta y sostiene mis hombros en sus manos, con su cara feroz—. Si vas a continuar siendo terca, está bien, las chicas se quedarán aquí, pero entonces me mudo contigo.


— ¿Cómo es esto posible? —le pregunto con incredulidad—. Pueden llamarte a una misión en cualquier momento. ¿Cómo es que va a ayudar?


Sam se aclara la garganta y Brittany cierra los ojos por un momento y luego me mira fijamente con sus ojos azules de nuevo.


—No hay más. Mi última misión fue el final.


— ¿Qué? —le pregunto, con mis ojos muy abiertos, mirando su hermoso rostro—. ¿Por qué?


—Ya era el momento. —Sacude la cabeza y mira hacia abajo antes de alejarse de mí y mirar a Sam—. Me quedo con ellas.


—Me parece bien.


— ¿Qué le voy a decir a las niñas? —pregunto, todavía tratando de centrar mi cabeza alrededor de todo. ¿Brittany está fuera de la milicia estadounidense?


— ¿No me estás escuchando, Santana? —pregunta Brittany—. Podrías estar en peligro. No estoy dispuesta a correr ese riesgo. Hasta que no sepamos a ciencia cierta lo que está pasando, voy a estar aquí. A partir de hoy.


—Hoy no es buen día para mí... —empiezo.


—A partir de hoy. —La voz de Brittany está muy controlada y baja cuando ella empuja su cara a la mía—. Eso es lo que hacemos en esta familia, Santana. Nos protegemos entre nosotros.


—Yo no...


—Sí, lo eres—Sam responde antes de que pueda terminar la frase—. Deja de ser terca, y has lo mejor posible.


Miro entre estas dos formidables personas que se ciernen sobre mí, y sé que he perdido esta batalla. Siento que mis hombros caen y me tiembla el labio inferior antes de fijar mi mandíbula y parpadear rápidamente.


— ¿Y qué? ¿No vas a protestar más? —Brittany me pregunta con sarcasmo, pero su rostro es suave y sus ojos son amables cuando me mira cuidadosamente.


—No, sólo quiero que mi vida vuelva a la normalidad, y parece que nunca va a suceder.


Antes de saber lo que está sucediendo, Brittany me toma entre sus brazos, sus manos moviéndose arriba y abajo en mi espalda y me susurra al oído:


—Vas a estar bien. Te lo prometo.


—Podrás dormir en el sofá, soldado Pierce—le susurro, ganándome una risa de ella.


—Hecho.






— ¿Y qué aprendieron hoy? —pregunto, mientras preparo la mesa y camino de vuelta a la cocina para comprobar la salsa de los espagueti.


—Me enteré de que Nelson se come sus mocos—Josie responde con una mueca—. Los chicos son brutos.


— ¿Quién es Nelson? —le pregunto con una sonrisa y vacío un paquete de pasta cabello de ángel en una olla de agua hirviendo.


—Está en su clase—responde Maddie pasando mantequilla en el pan de ajo.


La puerta se abre y se cierra segundos después, Brittany entra a la cocina con una mueca en su rostro.


— ¿Por qué está abierta la puerta principal?


—Brittany. —Suspiro y niego con la cabeza, volviendo al espagueti hirviendo—. Estamos bien.


—Traba la maldita puerta, Santana.


— ¡Brittany! ¡No debes maldecir!—Josie le frunce el ceño.


— ¿Por qué tienes una mochila? ¿Vas a pasar aquí la noche? —Maddie le pregunta, mirando la mochila verde en las manos de Brittany.


—Me quedaré aquí por un tiempo—contesta y cierro los ojos.


¡Mierda, no he hablado con las chicas todavía!


— ¿Por qué? —pregunta Josie.


—Porque Brittany tiene obras en su casa—Me apresuro a responder antes de que Brittany lo haga, me mira con sorpresa—. Así que, ella estará aquí por un tiempo.


—De acuerdo. —Maddie se encoge de hombros y sonríe a la hermosa rubia en mi cocina—. Puedes dormir en mi habitación.


—No, creo que voy a dormir en el sofá.


— ¿Me vas a leer cuentos antes de dormir? —le pregunta.


—Puedo hacerlo—confirma y le sonríe.


— ¡Genial!


—Mamá suele leernos—Josie dice con una mueca en su cara bonita.


Josie siempre ha sido la más desconfiada de las gemelas. No se apresura a confiar, incluso con los Pierce, que han sido parte de su vida durante más de un año.


Es también la más cascarrabias de las dos.


—Si prefieren que ella lo haga, eso también está bien. —Brittany se encoge de hombros y pone su bolsa en el suelo del pasillo.


— ¡Quiero a Brittany! —Maddie grita.


— ¡Quiero a Mami! —Josie grita.


— ¡Basta! —grito yo—. Esto no es una gran cosa, chicas. Dejen de pelear y vayan a lavarse las manos. La cena está lista.


Las dos ponen mala cara, el labio inferior hacia afuera, saliendo de la cocina y caminando hasta el pequeño aseo en el pasillo para lavarse las manos.


—Si se quedan con esa expresión en su rostro por un largo tiempo, ¡se quedará así para siempre! —digo, y sonrío cuando las oigo reír.


Brittany sonríe mientras se acerca a mí, tirando de la tapa de la salsa para oler los aromas del tomate y tomillo, y lo cubre de nuevo.


—Parece que llegué en el momento adecuado.


—Si te gustan los espaguetis, sí, lo has hecho. —Echo la pasta en un colador y retiro el pan de ajo del horno —. He puesto un lugar para ti en la mesa.


—Gracias.


Asiento de espaldas, pero me agarra del brazo y me tira hacia atrás para mirarla.


— ¿Estás bien?


—Si lo estoy.


—Con una obra en mi casa, ¿verdad? —Los hoyuelos de sus mejillas me guiñan cuando sonríe.


—No sé qué más decir. No quiero asustarlas.


— ¡Mis manos están limpias! —Maddie anuncia mientras entra de nuevo a la habitación.


—Hablaremos más tarde—Brittany me susurra, y me ayuda a poner el resto de la cena en la mesa—. Huele muy bien.


—Es mi favorito—Maddie le dice con orgullo—. Voy a elegir la historia esta noche, porque acerté todas las palabras en mi prueba de ortografía.


—Buen trabajo—Brittany la alaba y empuja las sillas de ellas.


— ¿Por qué haces eso? —Josie pregunta, arrugando la nariz.


—Porque eso es lo que hace una persona educada. Empuja la silla de una dama cuando ella se sienta.


—No soy una señora. —Maddie se ríe—. Soy una niña.


—Eres una pequeña dama, entonces. —Brittany pestañea para ellas y se queda de pie pacientemente detrás de mi silla, esperando a que yo coloque un gran plato de espaguetis en la mesa y me siente en mi lugar.


—Gracias—digo tímidamente y me siento en la silla.


¿Cuándo fue la última vez que alguien se sentó en nuestra mesa para cenar con nosotras? Aparte de vacaciones de la familia, nunca.


Nunca.


Brittany ayuda a las niñas a servirse, y espera a que yo llene mi propio plato antes de servirse a sí misma. Mientras ella y las chicas comen de todo corazón, me siento y miro a las tres, riendo y hablando, y mi corazón se encoge.


Eso es normal, ¿no?


—... ¿Vale mamá? —Josie me mira expectante.


—Lo siento, ¿qué?


—Vamos a tomar un helado como postre esta noche.


—Oh, por supuesto. —Asiento y tomo un sorbo de mi vino tinto.


Durante el resto de la comida, veo a Brittany interactuar fácilmente con mis hijas. Ella se apresura a reírse de sus travesuras, e incluso Josie se derrite por ella, luchando con Maddie para hablar acerca de su día.


Dios, es tan linda. Como todos los integrantes del clan familiar Pierce, es alta y hermosa. Su cabello es rubio, pero sus ojos son de color azul hielo y cuando me mira con esos ojos, juro que puede ver directamente en mi corazón.


Lleva una camiseta gris, jeans desteñidos y zapatos deportivos.


Y no puedo evitar preguntarme cómo lucirá desnuda. Por más de un año he querido sentirla junto a mí, sosteniéndome.


Amándonos.

Y hubo momentos en que sé que ella sintió lo mismo, pero nunca cruzamos la línea de la amistad.


Maldita sea.


— ¿Quién es responsable de la limpieza? —Brittany pregunta cuando todas hemos terminado nuestras cenas. Apenas toqué la mía, ¿pero quién puede comer cuando Brittany “la soldado más sexy” Pierce está sentada a su lado?


Yo no.


—Todas nos ayudamos—Josie le dice—. Tú puedes barrer el suelo.


—Este es tu trabajo. —Le recuerdo a ella—. Es lo que menos le gusta.—Le digo a Brittany con una sonrisa.


—Rayos—Ella susurra y lleva su plato al fregadero.


—Todos tenemos obligaciones PC. —Brittany le dice a las niñas.


— ¿Qué obligaciones? —pregunta Maddie.


—PC. —Brittany raspa los restos en un recipiente de plástico—. Eso significa patrulla de cocina.


—Tenemos que hacerlo antes de comer el helado. —Josie frunce el ceño.


—Me parece justo. —Me río y empiezo a cargar el lavavajillas, mientras que Brittany y las niñas limpian la mesa y encimera.


Pronto la cocina está limpia y pongo helado para todas, con jarabe de chocolate y confites para las niñas.


— ¿Podemos sentarnos en el patio? —pregunta Maddie.


—No, Mads, es invierno—le recuerdo.


—Quiero verano. ¿Cuándo llega el verano? —pregunta.


—Todavía hay unos cuantos meses por delante—Brittany responde y le besa en la cabeza, mientras todas nos sentamos en la mesa del comedor a comer nuestra comida.


—No está lloviendo—señala Josie.


—No, pero hace frío afuera.


—Invierno tonto. —Josie pone mala cara y le da un mordisco a su helado.






— ¿Están en la cama? —Brittany pregunta, cuando camino por las escaleras hasta la sala de estar.


—Sí. —Suspiro y me siento en el sofá junto a ella—. Me encantan, pero Dios, me agotan.


—Son hermosas—Brittany murmura, mientras me da una cerveza.


— ¿Estamos bebiendo? —pregunto con las cejas levantadas.


—Estamos compartiendo esta.


—De acuerdo. —Tomo un sorbo de la botella de color marrón y luego se la entrego de nuevo a ella—. Ya sabes no tienes que quedarte, Brittany. Las niñas y yo estamos a salvo.


—Santana, ¿entiendes por qué estoy aquí?


—Porque alguien hizo un montón de preguntas que ni siquiera eran sobre mí. Brittany, ni siquiera sé si alguien me está buscando.


—Mira. —Brittany se acerca más a mí y pone su brazo alrededor de mis hombros—. Sé que tenemos los ojos de la policía en Chicago, y no sabemos a ciencia cierta si alguien te está buscando, pero Santana, si existe la más mínima posibilidad de que puedas estar en peligro, tengo que estar aquí. —Me besa la frente, inhalando profundamente—. Si el instinto de Sam dice que algo está pasando, entonces algo está pasando.


—No me gusta.


—No tienes por qué. —Toma mi barbilla con los dedos y tira de mi mirada para encontrar la suya—. Continúa diciéndoles a las pequeñas que necesito un lugar para quedarme. Yo me quedo fuera de tu camino tanto como sea posible. Solo ten las malditas puertas cerradas y los ojos abiertos.


—No quiero que nuestra rutina sea interrumpida.


—Jesús, eres terca.


—Ya sabes eso de mí—le recuerdo con una sonrisa.


—Trabajas para Isaac tres días a la semana, ¿no?


—Eso es.


—Ok, debes estar segura cuando estés allí con Isaac, y el resto de los chicos que van y vienen todo el tiempo. Voy a recortar mi semana de trabajo a tres días a la semana, así estaré aquí cuando tu lo estés.


— ¿Estás trabajando ya? —pregunto, sorprendida.


—Sí, estoy entrenando mercenarios civiles fuera de Nueva York. —Se queda en silencio, como si le incomodara hablar de su nuevo trabajo, pero quiero saber más.


— ¿Qué tipo de entrenamiento? —pregunto.


—Armas, principalmente. Las armas eran mi especialidad.


— ¿Qué tipo de armas? —pregunto, acercándome a ella, y me inclino contra su hombro derecho, disfrutando del sonido de su voz.


—Cualquiera que elijan, las conozco a todas.


—Hmm


—En realidad, creo que mañana voy a llevarte para que aprendas a disparar.


— ¿Yo? —le pregunto, y me enderezo—. ¿Por qué?


—Porque necesitas saberlo para protegerte. Necesitarás también armas legales para ocultar.


—Yo ya...


—Basta. —Empuja sus dedos en mi boca, poniendo una mirada apasionada en mí—. Deja que te enseñe esto, Santana.


Su brazo todavía está alrededor de mí, tirándome hacia su lado, y con su dedo sobre la boca, todo en lo que puedo pensar es el hecho de que sus labios están a centímetros de los míos.


Centímetros.


Fijo mi mirada en sus labios y hago una respiración profunda.


—No—susurra y aleja suavemente los dedos.


— ¿Qué? —susurro, sin dejar de mirar sus labios, y mi estómago revolotea cuando ella los lame.


—No me mires así.


Mis ojos van hacia ella.


— ¿Cómo?


—Como si quisieras que te besase.


—Quiero que me beses.


Uy, ¿dije eso?


Suspira profundamente, pasando su dedo pulgar por mi labio inferior y luego envuelve suavemente sus brazos alrededor mío, abrazándome con fuerza.


—No puedo hacer eso. Ve a la cama, Santana.


—Pero...


Abruptamente tira de la botella de cerveza de mi mano y se aparta lejos de mí.


—Vete a la cama.




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Breves adelantos – Capítulo 2, POV Brittany


La mirada en el lindo rostro de Santana cuando le dije que no podía besarla se repetía una y otra vez en mi cabeza. Son las dos de la mañana, y el sueño todavía está lejos. Si es que viene.


No estoy durmiendo muy bien estos días.

******

—No voy a dejar que te las lleves. —Ella mueve la cabeza hacia atrás y hacia delante y las lágrimas salen de sus ojos y desaparecen en el cuero cabelludo.


—Cariño, estás soñando. —Sigo acariciándole la mejilla con suavidad—. Santana despierta.

******

—Hey—susurro y corro mis dedos por sus suaves mejillas—. No tengas miedo, cariño. Te tengo.


Sus ojos se posan en mis labios, tal como lo hizo anteriormente en el sofá y mi estómago se aprieta, y mi ansiedad por ella me consume.


¡Sal de aquí, Pierce!

******

—Creí que no me besarías—susurra.


—No pude evitarlo. —Sentada aquí con ella, en el oscuro silencio de la noche, me parece absolutamente correcto.

      Hola……….buenas       noches a todas/os……….uhhh, en estos días estuve       algo ocupada y de paso prácticamente desconectada del servicio de internet por traslado de ambientes de mi lugar de trabajo….en fin, ya resuelto       el problema vengo resuelta a actualizar antes de lo señalado       jejejeje. Muchísimas gracias por su maravillosa     acogida a la historia.



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:


http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



*Próxima actualización: día LUNES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.


Aunque pensándolo bien……….ya que la historia tuvo un buen inicio y aceptación entre uds. estoy abierta a aceptar sus propuestas para actualizar antes (pasa que ya tengo avanzada la adaptación de la historia hasta el capítulo 4)…….así que ya lo saben, Uds. deciden…………por lo que a mí respecta, en mis tiempos libres me pondré a trabajar en los siguientes capítulos para no fallarles.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….



*hoy sin duda al momento de elegir la canción me puse muy cursi       jejejeje


NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.









¿Qué diablos estoy haciendo aquí?


La mirada en el lindo rostro de Santana cuando le dije que no podía besarla se repetía una y otra vez en mi cabeza. Son las dos de la mañana, y el sueño todavía está lejos. Si es que viene.


No estoy durmiendo muy bien estos días.


La hermosa morena durmiendo arriba ha estado a menudo en mi mente durante gran parte del año pasado. Ella y sus dos maravillosas hijas me han envuelto alrededor de sus pequeños dedos. Santana es tal vez la mujer más hermosa que he visto en mi vida, con su largo pelo oscuro, ojos marrones profundos, y sus labios que fueron hechos para besar. Con piernas que nunca terminan, y ese trasero redondo que sería perfecto para mis manos.


Increíble.


Y sus niñas son tan hermosas, con su largo pelo oscuro y los ojos marrones de su madre.


Me levanto del sofá y hago mi camino por el interior de la casa por tercera vez esta noche, haciendo un análisis para asegurarme de que todo está como debe ser. Ambas puertas delanteras y traseras están bloqueadas, junto con todas las ventanas. La casa todavía tiene el crujido normal de sedimentación, aparte del ruido ocasional de la tubería del agua.


Una sola lámpara encendida en el salón, junto al sofá. Una manta roja y blanca está perfectamente doblada en un extremo, donde Santana la dejó antes.


Consciente de que la casa está a salvo esta noche, me quito la camiseta que llevaba en el día y la pongo en mi bolsa, abro el primer botón de mis jeans, saco una pistola 9mm de la cintura en la parte baja de la espalda y la coloco en la mesa junto al sofá.


Una vez que me pongo una camiseta limpia y shorts deportivo, alguien deja escapar un suave grito arriba.


Agarró la pistola, me muevo por las escaleras, subiendo rápidamente, con la espalda contra la pared para mirar en la habitación de las niñas, suponiendo que el suave ruido vino de Maddie y Josie, pero cuando cruzo por la habitación de Santana ella deja escapar un fuerte grito más urgente para pedir ayuda.


Mataré a quien le esté haciendo daño.


Su puerta está entreabierta. La abro con cuidado, con mis ojos adaptándose a la oscuridad rápidamente, y hago una exploración superficial a través de la habitación, tratando de enfocarme en la hermosa mujer tumbada en la cama.


La habitación está vacía.


— ¡No la toques! —Santana grita y cae sobre su estómago.


Meto mi pistola en el cajón de su mesilla de noche y voy de inmediato a la cama, inclinándome sobre ella. Retiro su pelo empapado en sudor de la frente y la mejilla, mientras ella se gira de nuevo y mi corazón se encoge cuando veo la mirada de completa angustia en su cara bonita.


— ¿San? —la llamo suavemente, no quiero asustarla.


—No voy a dejar que te las lleves. —Ella mueve la cabeza hacia atrás y hacia delante y las lágrimas salen de sus ojos y desaparecen en el cuero cabelludo.


—Cariño, estás soñando. —Sigo acariciándole la mejilla con suavidad—. Santana despierta.


Abre los ojos y su mirada se encuentra con la mía inmediatamente.


—Oh, Dios mío.


Intenta escapar, pero la sostengo contra mí, metiendo su cabeza debajo de mi barbilla y balanceándola hacia atrás y hacia adelante mientras llora suavemente.


—Está bien—susurro y deslizo mis manos arriba y abajo por su espalda. Puedo sentir su calor a través de la fina tela de su corta blusa blanca, y solo quiero arrancarla de su cuerpo voluptuoso y sentir su suave piel. Su corazón late con fuerza en mi pecho.


—Odio estas estúpidas pesadillas—susurra en mi pecho, con su aliento haciéndome cosquillas en la piel.


—Tú y yo—agrego. Estoy de acuerdo. Tanto es así que ya no duermo—. ¿Quieres hablar de ello?


—Hace mucho tiempo que me pasa—murmura y solloza. Las lágrimas cesaron, gracias a Dios, porque ver a Santana llorar es sentir que me arrancan el corazón del pecho. No puedo soportarlo.


— ¿Qué es? —pregunto y paso los dedos por el pelo largo y oscuro. Los mechones son suaves y rectos, y caen bien abajo de su espalda. Me encanta cuando ella lo lleva suelto, si se lo deja liso, o con ondulados, no importa.


—Mis niñas—susurra, entierra su cara en mi pecho de nuevo y coge mi cuerpo con ambas manos, como si la idea que la estaba atormentando hace unos momentos, fuese demasiado difícil de soportar—. Ellos estaban intentando dañar a mis niñas.


—Cariño—susurro e inclino la cabeza hacia atrás hasta que se que me está mirando a la cara—. Nadie va a lastimar a las niñas. Nunca.


Las lágrimas caen de sus grandes ojos marrones de nuevo, y es mi perdición.


—No llores, San. —Rozo mis dedos sobre sus mejillas, secándole las lágrimas—. Estas completamente a salvo.


—Estoy tan cansada de tener miedo, Brittany.


—Hey—susurro y corro mis dedos por sus suaves mejillas—. No tengas miedo, cariño. Te tengo.


Sus ojos se posan en mis labios, tal como lo hizo anteriormente en el sofá y mi estómago se aprieta, y mi ansiedad por ella me consume.


¡Sal de aquí, Pierce!


— ¿Brittany? —me pregunta en voz baja.


—Sí.


— ¿Por qué no me besas?


No puedo responder. La verdad apesta, y no voy a mentirle. Nunca. En cambio, le rozo el pulgar por el labio inferior, amando la sensación de ella en contra de mi dedo y deseo con todo mi corazón que las cosas fueran diferentes.


Cuando mi pulgar alcanza el centro de sus labios carnosos, la punta de su lengua me roza la piel y me pierdo.


Tomo su cara en mi mano y pongo mis labios sobre los de ella y luego me entrego a este ansiado beso mientras ella gime de felicidad, envolviendo sus fuertes brazos alrededor de mí cuello, acercándome más.


Su boca es felicidad pura. Mi otra mano se desliza por su costado, por la parte exterior de su pecho y hasta acunar el otro lado de su cara, mientras la abrazo fuerte contra mí haciéndome un festín con su boca.


Quiero probarla con locura desde hace meses, y aquí está por fin en mis brazos. Su piel y exótico aroma me rodean, me intoxican.


Ella suspira profundamente cuando me alejo lentamente, besando su nariz y las mejillas, y, finalmente, todo el camino de vuelta, mirándola atentamente.


Sus ojos aún están cerrados, mientras empuja sus increíbles manos en mi pecho, donde descansa, traga en seco, y abre sus impresionantes ojos oscuros.


—Creí que no me besarías—susurra.


—No pude evitarlo. —Sentada aquí con ella, en el oscuro silencio de la noche, me parece absolutamente correcto.


—Está bien —murmura y me da una sonrisa.


—Deberías dormir un poco.


—No te vayas. —Ella agarra mi brazo con fuerza, y sus ojos están abiertos por el miedo—. ¿Por favor? Todavía no.


—Túmbate.


—Brittany...


—Me quedo, cariño. Acuéstate.


Se tumba y se mueve hacia la derecha para darme más espacio en la cama. Quisiera estar siempre junto a ella, dormir con ella y que ella fuera lo primero que viera cada mañana al despertar.


Me acuesto en mi lado, la tiro contra mí, besando la parte superior de su cabeza, y suspiró profundamente.


—Lo siento, te desperté—murmura. Sonrío contra su pelo. Ella es tan dulce.


Increíblemente buena.


—No lo hiciste.


— ¿No estabas durmiendo todavía? —pregunta ella y bosteza.


—Todavía no.


—Vamos a dormir, Brittany.


Ella pone su brazo alrededor de mi cintura y se presiona contra mí de pies a cabeza, entrelaza sus piernas con las mías y maldita sea si no se ajusta a la perfección.


Su cuerpo es tan perfecto e impactante. Con los tacones que insiste en llevar, es simplemente hermosa.


— ¿Brittany? —dice adormilada.


—Sí, San.


—Duérmete. Es una orden.


Sonrío y entierro mi nariz en su pelo, sosteniendo su aroma cerca de mí.


—Sí, señora.


Y para mi sorpresa, caigo en el sueño más reparador que he tenido en años.





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Breves adelantos – Capítulo 3, POV Santana


A propósito mantengo los ojos cerrados y sonrió suavemente, recordando cuando Brittany llegó a mi cama para consolarme de mi horrible pesadilla. Sé que se ha ido porque el lado de mi cama esta frío, pero ella me abrazó, me consoló en el medio de la noche y fue... increíble.


Esta rubia es increíble e indescriptible. En todo el tiempo que pasé con ella, nunca la vi en sujetador, e incluso en la oscuridad, es un espectáculo para la vista.


Jesús…….todo en ella derrocha sensualidad y pasión.

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—Brittany hizo huevos crudos—Maddie me dice, y me abraza fuerte.


— ¿En serio? —le pregunto con una sonrisa y miro hacia Brittany—. ¿Qué tipo de huevos son?


—Crudos. —Maddie se encoge de hombros y se gira a la comida.


—Cocidos—Brittany me dice con una sonrisa—. No fue un gran éxito.

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—Son unas niñas muy dulces, San.


—Gracias. —Asiento—. Pero hacen muchas preguntas.


—Sí, las hacen. —Brittany niega con la cabeza y se ríe—. Casi creo que prefiero ser interrogada por el enemigo. Al menos en ese caso, todo lo que tengo para darles es mi nombre, rango y número de seguro social.

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—Número dos, tienes que aprender esto para poder protegerte a ti misma. Las personas que pueden o no estar buscándote son peligrosas, y llevan armas de fuego. Tu destornillador no puede competir con eso.


—Hey—empiezo, pero me corta.


—Y número tres. —Se inclina para susurrarme al oído—. No seas cobarde.

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—Toma una respiración profunda—susurra en mi oído y respondo instintivamente, hago un largo y profundo suspiro. Aprieta sus pechos contra mi espalda, los muslos contra la parte trasera de los míos, y también da un largo suspiro—. Eres tan hermosa y luces increíblemente bien.


Puedo sentir que ella tiene la respiración entrecortada. Britt pone sus manos en mis brazos y me atrae más hacia ella, mientras pasa su nariz por el costado de mi cuello.


Con el ruido y la sensación de la pistola todavía en mi cabeza, mi corazón sigue latiendo como loco, y sé que la quiero.