FanFic BRITTANA “Safe With Me” CAPÍTULO "BONUS TRACK": "Halloween con el clan familiar de los Pierce" (31 de Agosto)

Hola....sé que habia dicho que actualizaría hoy, pero tuve un par de inconvenientes y asuntos que atender en la Universidad y hoy no me será posible cumplir poniendo el capítulo correspondiente.....sin embargo, mañana antes de irme a pasar clases pondré el capítulo 3. Agradezco     su comprensión..........en mi defensa diré que los 2 siguientes capítulos (4 y 5) traerán muchos momentos       sorpresa

Hola……….buenas       noches a todas/os……….uhhh, en estos días continuo               algo ocupada y estresada por algunos conflictos, pero bueno……espero solucionar los mismos para bien……..por poco no actualizo hoy, pero quise hacerlo por respeto a su apoyo       constante



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



*Próxima actualización: día VIERNES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.


Aunque pensándolo bien……….ya que la historia tuvo un buen inicio y aceptación entre uds. estoy abierta a aceptar sus propuestas para actualizar antes (pasa que ya tengo avanzada la adaptación de la historia hasta el capítulo 4)…….así que ya lo saben, Uds. deciden…………por lo que a mí respecta, en mis tiempos libres me pondré a trabajar en los siguientes capítulos para no fallarles.


Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo



Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.


Y la canción del día es……….







NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.














Me levanto despacio y perezosamente me estiro como un gato gordo y holgazán.


A propósito mantengo los ojos cerrados y sonrió suavemente, recordando cuando Brittany llegó a mi cama para consolarme de mi horrible pesadilla. Sé que se ha ido porque el lado de mi cama esta frío, pero ella me abrazó, me consoló en el medio de la noche y fue... increíble.


Esta rubia es increíble e indescriptible. En todo el tiempo que pasé con ella, nunca la vi en sujetador, e incluso en la oscuridad, es un espectáculo para la vista.


Jesús…….todo en ella derrocha sensualidad y pasión.


Me froto las manos sobre la cara y entonces abro los ojos y me asusto.


Es la luz del exterior. Demasiado fuerte para ser anterior a la hora de que suene el despertador. Muevo mi cabeza para mirar el reloj y suspiro cuando veo la hora.


¡Llego tarde!


—Maldita sea, maldita sea, maldita sea—murmuro y me quito las mantas de encima. Corro al baño, después de poner mis leggings voy al sanitario rápidamente, me lavo los dientes y me recojo el pelo en un moño desordenado.


—Niñas —llamo y rápidamente paso por mi habitación y por el pasillo hasta su habitación—. ¡Nos hemos dormido!


Abro la puerta, pero sus camas están vacías.


— ¿Niñas? —llamo de nuevo y corro por las escaleras. Justo antes de doblar la esquina de la cocina, oigo a Brittany y las niñas riendo, así que me detengo y escucho.


— ¿Cuántos años tienes? —pregunta Josie.


—Muchos más que tú—Brittany responde. Puedo oír y oler el tocino freír y me gruñe el estómago.


— ¿Eres mayor que mamá? —Maddie le pregunta con la boca llena de algo.


—Sí—dice riendo—. Soy un par de años mayor que ella.


—Mamá tiene veinticuatro años—Josie dice—. Ella es muy, muy vieja.


— ¿Eres más vieja que el Empire State? —Maddie cuestiona con admiración en su pequeña voz y me tapo la boca para no reírme en voz alta.


—Uh, ¿me veo más vieja que el Empire State? —Brittany le pregunta.


—Puede ser—Maddie responde.


— ¿Tienes un perro? —Josie ataca y mastica algo. Ella debe haber conseguido otro plato de Coco Puffs.


—No —responde Brittany.


— ¿Tienes un gato? —pregunta Maddie.


—No.


— ¿Tienes un cocudrulo? —Josie interroga en voz alta.


— ¿Te refieres a un cocodrilo? —Brittany le pregunta con una sonrisa.


—Eso es lo que dije.


—No, ninguna mascota. Sobre todo de la variedad reptiles.


Decido ir a rescatarla, entro en la cocina y mi corazón se detiene. Mis pequeñas están vestidas, su largo cabello oscuro cepillado, y son felices comiendo un desayuno de panqueques, huevos y tocino. Y, por supuesto, Josie tiene sus preciosos Coco Puffs.


Ella se hizo cargo de mis hijas y me dejó dormir.


Las chicas no me han visto todavía porque están lejos de mí, pero Brittany mira hacia arriba y me da una sonrisa suave. Sus ojos son cálidos y viajan por todo mi cuerpo, deteniéndose en mis piernas.


— ¿Has dormido bien? —pregunta y siento mi cara caliente.


—Muy bien—confirmo y me uno a ella en la cocina—. Me quedé dormida. ¿Apagaste el despertador?


—Sí, pensé que necesitabas un poco de sueño extra. Las niñas y yo tenemos las cosas bajo control aquí.


—Gracias. —Me pongo de puntillas y le beso la cara y luego camino alrededor de la barra de desayuno para abrazar a mis niñas.


—Buenos días, mamá. —Josie lanza sus brazos alrededor de mi cintura y me abraza fuerte.


—Buenos días, niñas. ¿Durmieron bien?


— ¡Sí!


—Brittany hizo huevos crudos—Maddie me dice, y me abraza fuerte.


— ¿En serio? —le pregunto con una sonrisa y miro hacia Brittany—. ¿Qué tipo de huevos son?


—Crudos. —Maddie se encoge de hombros y se gira a la comida.


—Cocidos—Brittany me dice con una sonrisa—. No fue un gran éxito.


—Ah. —Asiento—. Somos de huevos revueltos por aquí.


—Ya me di cuenta. —Ella pone los platos sucios de las niñas en el lavavajillas y la máquina de café para mí—. ¿Café?


—Sí, gracias, voy a servirme una taza.


—Puedo hacerte unos huevos.


—Estoy bien. —Niego con la cabeza y me sirvo café.


—Brittany, que... —Maddie empieza, pero la corta.


—No hay más preguntas esta mañana. Suban, lávense los dientes, y prepárense para partir. El autobús estará aquí en diez minutos.


—Mamá, no te olvides, hoy es la clase de baile—Maddie me recuerda.


—Lo sé. Tía Stacy las recogerá en la escuela y las llevara.


— ¿Lo hacen una vez por semana? —Brittany me pregunta en voz baja.


—Sí, Stacy siempre las recoge y las lleva. Sophie está en la misma clase de baile.


Sacude la cabeza y pone huevos, tocino y panqueques en un plato y empieza a comer. Sus caderas con pantalones jeans están apoyadas en el banco y los pies desnudos se cruzan. Observo con fascinación cómo sus brazos se flexionan cuando sube y baja el tenedor de la boca, y siento que mis bragas se mojan y mis pezones se endurecen.


Maldita sea, ni siquiera me tocó y estoy dispuesta a desnudarme y saltar sobre ella.


— ¡Mamá, estamos listas! —Josie grita y corre a la cocina.


—De acuerdo, bien. Me las llevo al bus.


—Yo las acompañaré al bus—Brittany me dice y deja a un lado su plato a medio comer.


—Termina tu desayuno, Brittany. Estamos bien.


—Yo las acompañaré al bus—repite, me guiña el ojo y se mueve con gracilidad por la habitación poniéndose una chaqueta verde y los zapatos.


Una vez que estamos todas con abrigos, las niñas agarran sus mochilas y caminamos el largo trecho hasta la carretera. Josie toma mi mano en el camino, y Maddie la de Brittany. Su hermoso rostro se ve sorprendido por un momento y luego le sonríe mientras caminamos.


En cuestión de minutos llega el autobús y las chicas suben a bordo, junto con otros niños del barrio.


Brittany y yo esperamos que el autobús se vaya, antes de regresar a casa. Cuando empezamos a caminar, me meto las manos en los bolsillos, luchando contra el frío aire, y la miro. Está alerta, con sus ojos escaneando la casa, árboles, arbustos.


— ¿Qué es lo que buscas? —le pregunto y yo sigo su mirada.


—Todo lo que no parezca encajar.


Todo parece normal para mí.


— ¿No eres demasiado cautelosa? —le digo y me encuentro con una mirada azul hielo.


—No.


—De acuerdo. —Me encojo de hombros y la llevo de nuevo a la casa—. Bueno, sobreviviste a tu primera Inquisición Española.


Brittany se ríe y se quita el abrigo, colgándolo en el gancho junto a la puerta, y coge el mío para hacer lo mismo.


—Son unas niñas muy dulces, San.


—Gracias. —Asiento—. Pero hacen muchas preguntas.


—Sí, las hacen. —Brittany niega con la cabeza y se ríe—. Casi creo que prefiero ser interrogada por el enemigo. Al menos en ese caso, todo lo que tengo para darles es mi nombre, rango y número de seguro social.


—No digas eso—murmuro y le abrazo la cintura con fuerza, sorprendiéndola.


—Oye, ¿qué es esto?


—Eso no es gracioso —susurro y luego me retiro, avergonzada—. Me preocupaba demasiado por ti.


— ¿Por qué? —inquiere con las cejas levantadas.


Pongo los ojos en blanco y suspiro profundamente.


—Oh, no lo sé, Brittany. Tal vez porque estabas yendo constantemente a Dios sabe dónde, haciendo Dios sabe qué, y yo sabiendo que era peligroso, caminaba sobre cáscaras de huevo, hasta que regresabas segura.


Ella se tambalea por un momento, y me doy cuenta que acabo de sorprenderla completamente.


¿De verdad no entiende lo mucho que me preocupo por ella?


—No te preocupes por eso. —Niego con la cabeza y me giro, caminando rápidamente hacia la cocina—. Me alegro que estés a salvo. Eso sí, no hagas más bromas como esa.


—Sí, señora—le escucho susurrar detrás de mí, haciéndome sonreír mientras cargo el resto de los platos sucios en el lavavajillas, pongo una medida de jabón en el compartimiento y lo enciendo.


— ¿Qué tienes en la agenda de hoy? —me pregunta con voz ronca.


—Tengo cosas que hacer esta mañana, y luego no tengo nada, hasta que las niñas lleguen a casa alrededor de las seis. Voy a empezar la cena alrededor de las cinco.


—Bueno, bueno, vamos a prepararnos para salir enseguida. Después de terminar tus cosas, tenemos un lugar para ir.


— ¿Dónde?


Su cara sigue estando seria cuando me mira. Algo ha cambiado en sus ojos, en su postura. Parece... confundida.


—Ya lo verás —murmura y sale de la habitación.






—No entiendo nada sobre eso—musito y veo que Brittany mete un clip en su arma con un fuerte chasquido.


—Tienes que aprender—me recuerda por enésima vez desde que salimos de la oficina de correos y me dijo que íbamos a venir al campo de tiro.


— ¿Por qué? No me gusta la idea de tener un arma en casa con las niñas.


—Las chicas no van a disparar. —Me da unas gafas claras de tiro y protección para los oídos.


—Brittany, los accidentes ocurren.


—Número uno—comienza, con la mandíbula cerrada, ojos fríos, voz dura. Ella está en el modo militar.


Me asusta y enciende como el infierno.


—Cualquier arma en casa estará con nosotras o con llave. Las chicas nunca tendrán la oportunidad de tener un accidente.—Ella levanta una ceja, esperando a que le responda.


Maldita sea si digo: Sí, señora.


—Ok—respondo y levanto la barbilla.


Sus labios tiemblan antes de continuar.


—Número dos, tienes que aprender esto para poder protegerte a ti misma. Las personas que pueden o no estar buscándote son peligrosas, y llevan armas de fuego. Tu destornillador no puede competir con eso.


—Hey—empiezo, pero me corta.


—Y número tres. —Se inclina para susurrarme al oído—. No seas cobarde.


Funciona. Sólo eso y estoy enojada como el infierno.


¿Cobarde? No soy una maldita cobarde.


Estrecho mis ojos e inclino mi rostro hacia ella.


—Dalo por hecho, soldado Pierce.


—Buena chica—murmura y me sonríe con orgullo—. ¿Alguna vez has tenido un arma?


—No.


—De acuerdo. —Ella me hace toda la demostración—. Este es el bloqueo de seguridad. Está abierto porque estamos a punto de disparar. —Britt me sonríe y puedo decir que me encanta—. Este disparador se ajusta a diez rondas. Tengo cuatro más para mí.


—Lo tengo. —Asiento, mirando el arma negra en su mano, completamente perdida.


— ¿Quieres que lo haga primero? —me pregunta.


—Sí, por favor.


Brittany niega, empuja sus gafas y establece su propio objetivo. Miro a mi alrededor en el campo y disfruto del olor de la pólvora y el aroma de esta hermosísima rubia. Está vacío ahora, en medio de un día laborable. Estamos en el puesto más alejado, y completamente solas.


Y Brittany está plenamente en su elemento.


—Aléjate un poco. No quiero uno de estos casquillos calientes te golpee cuando salga de la pistola.

—Lo
tengo. —Me pongo en mi lugar, y cuando ella está convencida de que estoy a salvo de un golpe, se vuelve hacia el objetivo, levanta el arma con las dos manos, con los brazos extendidos y los músculos totalmente flexionados y da su primer tiro.


E inmediatamente estoy mojada y jadeando por esta rubia que provoca en mí sensaciones indescriptibles de deseo y ansiedad por tenerla siempre junto a mí.


Por el amor de todo lo que es sagrado, esta rubia es pasión pura, es impresionante.


Aprieta el gatillo lentamente durante un par de tiros, y luego vacía el cargador rápidamente, sin apartar los ojos de la meta.


Cuando me mira, sonríe con aire de suficiencia y empuja el objetivo hacia ella.


— ¿Estás bien? —me pregunta.


—Todo bien. —Me aclaro la garganta y siento que mis ojos se abren cuando el objetivo se aproxima. Hay un grupo de pequeños agujeros en el pecho y el otro en la parte superior de la cabeza—. Buen tiro.


Se encoge de hombros y reemplaza el objetivo por uno nuevo y lo envía.


—Tu turno.


—Tal vez deberías tomar otra dirección—menciono, tratando de mantener mi voz ligera. De repente, estoy muy nerviosa.


—Cobarde—dice en voz baja y se ríe cuando la miro. Toma el cargador vacío y me da un arma nueva y cargada—. Carga tu arma.


Lo hago torpemente.


—Tranquila, bebé, lo conseguirás. Sólo necesitas práctica.


Mi corazón tartamudea ante el bebé.


—Ahora bien, de cara al objetivo. Siente el arma en tus manos, San. Es pesada. Cuando se activa, tendrá un poco de retroceso.


—Oh, Dios—murmuro.


—Vas a estar bien.


Me enfrento al objetivo y miro hacia la pistola en mi mano. ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Cómo mi vida llegó a esto?


—Levanta el arma.


Sigo su pedido y echo una mirada a la meta a unos seis metros de mí.


Aprieto el gatillo y los primeros tiros se vuelven más difíciles de lo que esperaba, haciéndome saltar y tropezar hacia atrás un poco.


—Calma—Brittany murmura detrás de mí.


—Estoy bien. —Tal vez si lo sigo diciendo, voy a empezar a creérmelo.


Ella se mueve detrás de mí y me empuja las piernas.


—Amplia tu posición para mantener el equilibrio.


Disparo de nuevo, y mi sangre se espesa con la adrenalina que pasa rápidamente a través de mí.


No hay necesidad de ser una militar al servicio de la nación para averiguar cómo alinear la vista, y apretar el gatillo una y otra vez, mi cuerpo enseño una agresión que no sabía que estaba conteniendo.


El tiro es una gran terapia.


Cuando el tambor estaba vacío, Brittany en silencio me muestra cómo cambiarlo, y yo todavía sigo disparando balas por la pista, disparo tras disparo, hasta que los cuatro se gastan.


Pongo el arma pesada en el estante, retiro mis gafas y protectores auditivos y regreso. Tengo que cerrar mis rodillas porque mis piernas se sienten como gelatina, y tengo miedo de caer. Mis brazos están temblando, estoy sin aliento, y lo juro por Dios, podría correr un maratón.


De repente, Brittany está detrás de mí y pulsa el botón para abrir la puerta.


—Toma una respiración profunda—susurra en mi oído y respondo instintivamente, hago un largo y profundo suspiro. Aprieta sus pechos contra mi espalda, los muslos contra la parte trasera de los míos, y también da un largo suspiro—. Eres tan hermosa y luces increíblemente bien.


Puedo sentir que ella tiene la respiración entrecortada. Britt pone sus manos en mis brazos y me atrae más hacia ella, mientras pasa su nariz por el costado de mi cuello.


Con el ruido y la sensación de la pistola todavía en mi cabeza, mi corazón sigue latiendo como loco, y sé que la quiero.


Ahora.


—No tienes idea de lo bueno que es sentirte Santana contra mí así—habla en voz baja, con un tono ronco cargado de pasión.


—Creo que tengo una idea—respondo, sorprendida al escuchar la cruda necesidad en mi propia voz. Cierro los ojos, inclino mi cabeza en su hombro y me derrito con la sensación de sus manos amasando mis caderas y su cara en mi cuello. Mis pezones están duros y luchando contra mi sujetador, mientras los escalofríos estallan por toda la longitud de mi cuerpo.


La quiero más que cualquier cosa o persona que quise antes.


—Brittany. —Su nombre es un susurro, una plegaria.


—Un olor tan bueno.


—Tócame—exijo sin problemas. Sus manos todavía en mis caderas. Besa mi cuello suavemente, toma un largo suspiro, profundo, luego se aleja.


Me giro con total sorpresa y con ira.


— ¿Qué clase de juego estás jugando? —increpo.


—No estoy jugando. —Cruza los brazos sobre sus pechos.


—Brittany. —Yo sólo la miro por un largo tiempo. Hace treinta segundos, sus manos estaban sobre mí y me susurraba las cosas más dulces en mi oído.


Ahora ella volvió a ese modo militarizado.


Y se dice que sólo algunas mujeres somos confusas.


Por último, se vuelve y tira del objetivo hacia abajo.


—Que me condenen—dice en voz baja.


—Déjame ver.


Hay algunos agujeros de balas perdidas alrededor de la parte blanca de la meta, pero el centro del pecho y la parte superior de la cabeza tiene dos agujeros de buen tamaño donde mis balas perforaron el papel.


—Tienes un don natural.


Me encojo de hombros, como si no fuera gran cosa, pero por dentro estoy haciendo un baile feliz.


—No soy una cobarde entonces, supongo.


Brittany se ríe por unos instantes y me envuelve en un abrazo.


—Definitivamente no eres una cobarde—está de acuerdo, y se aleja de mí.


— ¿Brittany? —Mi corazón late con fuerza, y todavía estoy molesta. Ella está sonriendo a mi objetivo, pero cuando sus ojos se encuentran con los míos, esta seria.


—Sí.


— ¡No me toques así de nuevo, a menos que quieras terminar lo que empezaste!


Sus ojos son duros y aprieta su mandíbula. Antes de que pueda girar y alejarme, me agarra la muñeca y me tira contra ella, clavando mis brazos entre nuestros cuerpos.


—Vamos a aclarar esto, Santana. Te deseo tanto que mis dientes duelen. Te quiero desde hace meses. Pero eres parte de mi familia, y yo debería estar protegiéndolas. Bajar mi guardia y pensar sólo en hacerte mía no es la manera correcta de mantenerlas a salvo.


Suspiro mientras sus palabras se hunden y me dan ganas de pedirle que me lleve a casa y haga precisamente eso, hacerme suya, pero antes de que pueda hablar, ella baja su frente con la mía y cierra los ojos, como si estuviera dolorida.


—No voy a arruinar nuestra amistad, o hacer cosas extrañas contigo por mi familia, solo porque no puedo mantener mis malditas manos lejos de ti. Significas más que solo eso.


Me inclino hacia ella, con ganas de consolarla, pero Britt suspira, levanta la cabeza y pone sus labios en mi frente durante largos segundos, luego se aleja, se vuelve de espaldas a mí, y guarda el arma y los tambores de vuelta en su caja cerrada.


—Te pido disculpas. No voy a tocarte de nuevo.


Antes de que pueda discutir y pedirle que hablemos sobre eso, camina delante de mí.


—Vamos.




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Breves adelantos – Capítulo 4, POV Brittany


He hecho un trabajo colosal para mantener mis manos lejos de ella desde la otra tarde. Porque todo lo que quiero es atraerla contra mí, abrazarla, y hacerla mía por siempre
.

Esto es ridículo.

******

— ¡Es un coco, gente desagradable! —Rachel grita y pasa las cartas para Samantha.


Presto atención a la siguiente pregunta, consciente del muslo de Santana pegado al mío, cómo huele su pelo y cómo su risa me hace un nudo en el estómago, en la conciencia.


Si sigo así, voy a tener que pedirle a Sam que se quede con ella. No soy de ninguna utilidad si en todo lo que puedo pensar es en fundirme en su piel y amarla.

*******

—Estoy bien, cariño. —Le sonrío y le beso en la frente.


—Después.


—No. No habrá después. —Me alejo, dándole espacio para ponerse de pie y estirar la ropa.


—Te lo advertí—me recuerda, con los ojos brillantes de ira. Me inclino y aseguro su barbilla entre el índice y el pulgar.

*******

—Mierda, ahora quiero chocolate —murmura Santana y se muerde el labio.


Quiero morder su labio.


— ¿Tienes chocolate? —Rachel pregunta a Kitty.


—Yo vivo aquí, chicas, y estoy embarazada. ¡Por supuesto que tengo chocolate! ¡Sígueme!

******

—Porque me haces esto tan difícil, San—murmuro.


— ¿Santana está soltera? —Mark pregunta a Ryder.


—Mantén tus malditas manos fuera de ella—lo amenazo, antes de pensar en lo que está saliendo de mi boca.


—Hey. —Él pone las manos en señal de rendición y se ríe—. Sólo era una pregunta inocente.

Hola……….buenas       noches a todas/os……….por fin llega el fin de semana       jejejeje…….al fin pude liberarme       en parte de los deberes que me mantenían en una situación de estrés y ocupación……woww       no me queda más que agradecerles por su agradable y positiva       aceptación de la historia……como anécdota les diré que se vienen un par de capítulos con momentos interesantes y sé que muchas querrán decir “yo quiero a una de las chicas” (ya más adelante me entenderán porque lo dije)



*Para quienes no hayan leído las historias anteriores, estas son las direcciones:



http://www.gleeklatino.com/t20759p300-resueltofanfic-brittana-5ta-avenida-neoyorkina-2da-parte-primero-viene-el-amorluego-viene-el-matrimonio-epilogo (5ta Avenida Neoyorkina)


http://www.gleeklatino.com/t21732p330-resueltofanfic-brittana-play-with-me-epilogo (Play with Me)



*Próxima actualización: día LUNES…….procuraré actualizar antes, pero si no pudiera ya saben que día lo haré. Gracias por su comprensión y paciencia.



Sin más que decir por el momento……….no las aburro más, disfruten del capítulo


Me encantará recibir sus críticas, comentarios, sugerencias, etc.………….así que a escribir.



Y la canción del día es……….






NOTA DE ACLARACIÓN PERMANENTE E IMPORTANTE.- El presente trabajo es una adaptación a mi pareja favorita de Glee (Brittana), aclaro que conserve el título de la historia porque me pareció lo más conveniente, además de que soy malísima para ponerle nombre a algo o las cosas jejejeje……..La historia original obviamente no me pertenece …………esta obra se titula “Safe With Me” de Kristen Proby, la traducción, corrección y diseño de dicha obra fue realizada por la fabulosa comunidad virtual FALLEN ANGELS (gracias a todos quienes hacen posible que el resto de las personas podamos disfrutar de tantas maravillosas obras) (la obra original traducida la podrán encontrar en distintos blogs)



Aclaro que si bien en la obra, la historia el lugar principal que se menciona es Seattle-EE.UU, tomando en cuenta las características y el contexto en el que se desarrolla Glee así como mi manía personal de preferir Nueva York…….decidí que el lugar donde se desarrollará la historia sea Nueva York. Sobre el resto de los personajes, considerando las características de algunos de la obra original y en correlación con los de Glee puse a quienes se ajustaban a estas personalidades, aunque en algunos casos me deje llevar por la emoción del momento y puse a quienes creí conveniente       jejejeje.



Algo más……enfatizo nuevamente que esta historia se compone de un solo libro, consta de 21 capítulos + epílogo + un episodio “bonus track”, “Safe with Me” es la historia número 5 que forma parte de una saga (With Me in Seattle) que narra las historias de distintos personajes de una misma familia……en la historia se aborda la vida de un personaje (en nuestro caso, Brittany) con formación militar que está enamorado perdidamente de alguien (en nuestro caso, Santana), pero que trata de controlar sus sentimientos por sus temores y traumas a raíz de una importante incursión bélica; sin embargo no lo logra, porque da rienda suelta a sus sentimientos…..pero antes, deben pasar por algunas dificultades. Asimismo esta historia intercala la perspectiva de los personajes protagonistas, en el caso nuestro, algunos capítulos serán narrados por Brittany y otros por Santana.



Ahora……….solo queda esperar sus opiniones.











- Mi nombre empieza con "c" y termina en "o". Soy peludo y redondo y suave en el interior. ¿Qué soy? —Rachel se dobla de la risa en el sofá en frente de mí, antes de tomar otro sorbo de su bebida con sabor a fruta.


—Necesito otra cerveza —murmuro, tomo mi botella vacía y entro en la cocina de Kitty y Artie, que se abre a la gran sala donde estamos jugando este estúpido juego.


Por supuesto, la mayoría de las chicas lo eligieron.


— ¿Un caramelo? —Santana pregunta con su voz sexy y baja, y empuja su cabello oscuro detrás de la oreja. Sus ojos están un poco vidriosos por las bebidas, y ha estado sonriendo toda la noche. El venir aquí esta noche era exactamente lo que necesitaba para pasar tiempo con amigos y divertirse.


Pero estar tan cerca de ella es duro……..me está matando.


He hecho un trabajo colosal para mantener mis manos lejos de ella desde la otra tarde. Porque todo lo que quiero es atraerla contra mí, abrazarla, y hacerla mía por siempre
.

Esto es ridículo.


He estado con muchas mujeres en los últimos años, pero ninguna me había atraído de tal manera, sobre todo antes de habérmelas follado.


— ¿Qué tipo de dulces has estado comiendo? —Puck pregunta a Santana, apuntándola y partiéndose de risa.


—Argh.... Bueno, no importa. —Santana asiente y toma un sorbo de su bebida mientras voy de nuevo a la habitación con mi cerveza, y me siento entre ella y Sam. Toda la pandilla está aquí, hoy en la casa de Artie y Kitty: Rachel y Quinn, Ryder y Marley, Samantha y Puck, y Sam. Incluso Isaac y Stacy están aquí esta noche. El hermano de Artie, Mark, también apareció.


Las chicas están locas e hilarantes, y pido con todo mi corazón y alma que no comiencen con su locura de hablar de orgasmos.


Si tengo que sentarme aquí y escuchar a San sobre conseguir uno, voy a perder mi maldita cabeza.


—Esto es gracioso como la mierda. —Rachel ríe.


—Yo sé lo que es—Ryder murmura y le sonríe a Marley mientras pasa la mano por su espalda hasta la cadera—. Aunque no es peludo.


¿En serio están hablando de esto? Me pregunto si el de San es…..


—Argh... Basta—Samantha lo regaña con el ceño fruncido.


— ¿Qué? —Ryder le pregunta.


—Por el amor de todo lo sagrado, Kitty, ¡deja de fraternizar con el enemigo!—Rachel exclama.


Según su costumbre, Artie y Kitty se están besando.


El hombre no puede dejar de besar a esta rubia. Y ahora tienen un segundo hijo en camino.


No podría estar más feliz. Ella se merece toda la felicidad del mundo. Artie es increíble para ella.


—Estoy casada con él, Rachel. Él está lejos de ser el enemigo.


—Esta noche es chicas contra chicos. Trae tu sexy culo aquí, a mi lado. —Rachel se echa hacia un lado, dejando espacio para que Kitty se una a ella.


— ¿Me besarás? —pregunta Kitty.


—Después de otro trago, sí.


—Sin duda iré con ellas—Quinn está de acuerdo rápidamente.


Yo frunzo el ceño hacia ella.


Tal vez Fabray tenga que morir después de todo. Rachel lo superará. Con el tiempo. Probablemente.


—Uh, ellas son nuestras hermanas, caramba—Sam recuerda con una mueca.


—No son mis hermanas —responde Quinn.


Dejo escapar un gruñido de mi garganta, lista para sacar todo el aire de ella con mis propias manos.


— ¡Es un coco, gente desagradable! —Rachel grita y pasa las cartas para Samantha.


Presto atención a la siguiente pregunta, consciente del muslo de Santana pegado al mío, cómo huele su pelo y cómo su risa me hace un nudo en el estómago, en la conciencia.


Si sigo así, voy a tener que pedirle a Sam que se quede con ella. No soy de ninguna utilidad si en todo lo que puedo pensar es en fundirme en su piel y amarla.


—Solo piensan en el sexo—Samantha anuncia.


—No todos. —Santana pone mala cara y me frunce el ceño.


La cabeza de Sam se da vuelta y sus ojos se fijan en mí.


Maldita sea.


—No empieces—le advierto, con mi voz baja y dura. Ella cruza los brazos sobre su suéter negro, apretando con fuerza sobre sus pechos, y yo me estremezco.


Lleva una falda gris, que fluye hasta sus rodillas y botas negras hasta el tobillo.


— ¿Qué es Samantha? —pregunta Kitty.


—Es la goma de mascar.


— ¡Oh! Aquí hay otro. —Ryder saca su carta de la caja de juegos Dirty Minds—. Me clavas dentro tus varas, me atas para conseguir que me levante y me mojo antes que tú.


Voy a matarlos a todos……sólo hacen que mi deseo por Santana se incremente.


—Me gusta la cosa de atar, ya sabes—Samantha nos recuerda, en referencia a su descripción fuerte y explícita acerca de sus preferencias sexuales después de la fiesta de despedida de Rachel.


Yo no creo que pueda sobrevivir este maldito viaje a casa.


Sam se atraganta con la cerveza cuando los demás se ríen de ella. Puck la mira, estupefacto.


—En serio.


—Claro. —Sam se encoge de hombros.


— ¡Se trata de una tienda de campaña, amigos pervertidos! —Pasa la caja.


—No me he mojado en un tiempo—Santana anuncia.


Corrección: Voy a matarla.


— ¿Cuántas bebidas has tomado? —Samantha le pregunta.


—Muchas —respondo por ella—. Les pedimos disculpas, tenemos que hablar. —Agarro su brazo con mi mano y la llevo fuera de la habitación, por el pasillo que pasa a través de la cocina a la oficina de Artie y cierro la puerta detrás de nosotras.


— ¿Qué demonios estás tratando de hacer? —le pregunto con ira, inmovilizándola contra la puerta. Mis manos están planas contra la madera a ambos lados de su cabeza, y con los tacones de sus botas calientes como el infierno, está casi de mi altura.


Y rayos si eso también es suficiente para volverme loca por ella.


—No sé de qué estás hablando—dice, mirándome de frente.


—Tonterías. —No puedo evitarlo. Que Dios me ayude, pero no puedo dejar de tocarla. Me inclino y froto mi nariz contra la de ella, disfrutando de la forma en que sus ojos se cierran.


— ¿Qué quieres de mí? —le susurro mientras hundo mis manos en su pelo suave.


—No quiero nada de ti—responde y abre los ojos, y me mira fijamente con sus ojos marrón chocolate—. De eso se trata, Brittany. Sólo te quiero a ti.


Paso mis labios arriba y abajo por la suave piel de su garganta. Maldición, ella es tan hermosa y sexy. Agarro sus hombros en mis manos con un gemido y nos doy la vuelta, presionándola en la esquina de un diván de cuero, guiándola hacia abajo hasta que pueda sentarse, y me hundo de rodillas ante ella.


— ¿Qué estás haciendo? —me pregunta con los ojos muy abiertos.


— ¿Cuánto tiempo hace, cariño? —le pregunto.


— ¿Cuánto tiempo qué? —Sacude la cabeza y frunce el ceño, como si tratara de despejar la cabeza, confundida.


— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que alguien te hizo acabar?


Se tranquiliza, sus manos agarran mis hombros, abro sus rodillas así puedo arrodillarme entre ellas, y me mira con cuidado.


— ¿Por qué? —finalmente me susurra.


—Pensé que eso era lo que querías—respondo y me pongo derecha para que nuestros rostros estén nivelados. Agarro sus caderas en mis manos y tiro de ella más cerca del borde del asiento—. Puedo oler tu excitación desde aquí.


Su boca se abre y se cierra en dos ocasiones, y su mirada se posa en mis labios.


Ella se lame los labios llenos y hermosos, y todos mis pensamientos racionales se escapan por la maldita ventana.


Aprieto mi boca en la de ella y ella envuelve sus brazos alrededor de mi cuello, y me pierdo.


La necesito.


Necesito saber cómo es cuando disfruta.


Beso mi camino desde el cuello hasta la clavícula, acariciando sus pechos, y empujo su falda hasta las caderas.


—Brittany.


Ella hunde sus dedos en mi pelo y tira.


—Túmbate.


—No, quiero ver.


Jesús, me va a matar.


—Lo que quieras, querida. —Ella está usando unas pequeñas bragas de encaje, que no es rival para mí. Las quito rápidamente, la pongo sobre mis hombros y le abro las piernas de par en par, mirándola con admiración.


Ella es tan hermosa.


—Te has afeitado—murmuro sorprendida, y me inclino a darle un dócil beso en la suave piel de su pubis.


No puedo esperar a probarla.


—Mmm —murmura.


—Dios, estas tan excitada. —Empujo un dedo sobre su clítoris y los labios hacia abajo y se empapan de inmediato.


—Tú me excitas, Britt “la soldado más sexy” Pierce—responde con una sonrisa, la voz sin aliento mientras suspira.


Agarra mi muñeca con su mano y lleva mi dedo chorreando con su propio jugo a la boca y chupa.


Excitante.


Eso me estremece, y me pierdo por completo.


Gimo y entierro mi cara en su coño, lamiendo y chupando los pequeños labios, empujando mi lengua dentro de ella y girando, lamiendo tantas gotas de su dulce néctar como puedo.


—Tienes el coño más dulce—susurro y me inclino a tirar del clítoris entre mis labios, empujando la punta de la lengua contra ella y rápidamente sumerjo dos dedos en su apretado coño.


Todo mi ser me está pidiendo que la haga mía, pero tengo que hacerlo rápido.


Los demás nos echarán de menos.


Y no hay nada más hermoso para mí que ver a Santana corriéndose mientras pronuncia temblorosamente mi nombre. Ella aprieta esas piernas increíbles sobre mis hombros, y puedo sentir los músculos apretados alrededor de mis orejas cuando la fuerza de su orgasmo se construye.


Se muerde el labio para no gritar y sus músculos tiemblan, apretando mis dedos, y ella empuja su pelvis contra mí, cuando el orgasmo la consume.


Cuando regresa, saco los dedos de su interior y los chupo hasta limpiarlos, observándola detenidamente mientras ella jadea y empuja su cabello para atrás de su rostro sonrojado.


Ella sonríe con aire soñador, me aprieta la cara con las manos y tira de mí para besarme profundamente, empujando su lengua en mi boca, el sabor de ella en mi no le molesta lo más mínimo.


—Tenemos que volver—susurro y me alejo.


—Pero tú...


—Estoy bien, cariño. —Le sonrío y le beso en la frente.


—Después.


—No. No habrá después. —Me alejo, dándole espacio para ponerse de pie y estirar la ropa.


—Te lo advertí—me recuerda, con los ojos brillantes de ira. Me inclino y aseguro su barbilla entre el índice y el pulgar.


—Terminé. Has gozado. Fin de la historia.


— ¡Eres tan molesta cuando te lo propones! —grita. No sabía que Santana fuera capaz de gritar.


—Puedo decir lo mismo, querida. Vamos.


—Podría matarte mientras duermes —me amenaza con un profundo ceño, mientras me empujaba para llegar a la puerta de la oficina y a las risas en la sala de estar.


—Es una buena cosa que no duermo—murmuro.


—Me esperaba más de un bam bam, gracias Santana—sonríe sobre su hombro, y eso es todo lo que puedo manejar.


La giro y la presiono contra la pared, poniendo sus manos sobre su cabeza y devorando su boca, besando y lamiendo, mordiendo y tirando con entusiasmo. Gime en silencio y gira sus caderas contra mí, pidiendo más.


—Me encanta sentir mi gusto en ti—susurra. Es suficiente para hacerme casi gozar en la lencería que llevo, como una adolescente cachonda.


Ella es tan sexy.


Me alejo y dejo caer las manos, y ella se endereza temblando, mirándome. Trago saliva y paso la mano sobre mi boca, y todavía puedo sentir su olor en mí.


Dios, va a ser una larga noche.


—Vamos.


— ¡Quiero verlo! —Stacy está saltando en su asiento, aplaudiendo.


— ¿Qué quieres ver? —Santana pregunta cuando reanudamos la posición en nuestros asientos. Siento la mirada de Sam, pero que me torturen si voy a mirarlo ahora.


O explicarme.


Mierda.


—Tengo un piercing. —Marley se encoge de hombros cuando se sube al regazo de Ryder.


—Oído, nariz, ombligo, ceja. —Puck está apuntando con pasión, en cada área, emocionado como ella—. Todos estos son piercing aceptables.


—Tal vez perfore mi clítoris —Santana susurra para mí.


Hago lo que puedo para ignorarla. Le encanta hacerme enojar.


Literalmente.


—No era el que yo quería—Marley responde con una sonrisa.


—Jesús. —Pasa la mano por su rostro y se ríe. —Yo nunca, nunca necesito saber cosas como esta sobre ti.


—Hey—interrumpe Ryder—. No digas eso, hasta que lo intentes.


—Así que de vuelta al orgasmo. —Stacy comienza y antes de que pueda detenerme, salto sobre mis pies, agitando los brazos.


— ¡No! ¡No, no, no! Ninguna discusión acerca de orgasmos de esta noche.


—Podría hablar de orgasmos—Mark dice.


— ¡No! Lo digo en serio. —Miro detenidamente a todas las chicas—. Cualquier conversación sobre sexo u orgasmo será mi fin esta noche.


—Muy bien, gente, vamos a hablar de orgasmos durante la noche de chicas, sin que Britt nos lo impida. —Samantha sonríe dulcemente hacia mí y yo podría abrazarla.


— ¿Cómo están las cosas en casa? —Sam pregunta cuando me siento.


—Todo bien. —Me encojo de hombros y tomo un sorbo de mi cerveza que se ha calentado.


—Es buena con las niñas—Santana responde bajito y me ofrece una sonrisa, y por primera vez en horas, días, mi estómago se establece. Le sonrío y descanso mi mano sobre su rodilla.


—Hacen que sea fácil ser buena.


—No hables de las niñas—Stacy dice—. De acuerdo. Estamos pretendiendo que somos jóvenes y sin responsabilidades.


Isaac le besa la mejilla y envuelve un brazo alrededor de su esposa.


—Soy joven y sin responsabilidades—Mark recuerda—. Lo recomiendo.


—Claro, porque tú odias a los niños—Samantha dice a su hermano menor—. No puedes mantenerte alejado de Livie.


—La quiero. Luego se va a casa y yo encontraré un cuerpo caliente para pasar la noche. —Él guiña un ojo a su hermana con aire de suficiencia.


Parece que Mark y yo teníamos mucho en común.


Ahora, la idea de ir a buscar a un polvo rápido me revuelve el estómago.


La suave y delicada mano de Santana cubre la mía en su rodilla mientras la conversación continúa girando alrededor de nosotras, las chicas riendo y jugando con los chicos.


Dios, amo a mi familia. Ellos son mis mejores amigos, y Santana es una parte de ella, no sólo porque es prima de Stacy, sino porque se convirtió en una integrante más del clan familiar de los Pierce.


Seré maldecida si lo arruino todo con ella. Estoy arruinada para algo a largo plazo, y ella no se merece nada menos.


—Mierda, ahora quiero chocolate —murmura Santana y se muerde el labio.


Quiero morder su labio.


— ¿Tienes chocolate? —Rachel pregunta a Kitty.


—Yo vivo aquí, chicas, y estoy embarazada. ¡Por supuesto que tengo chocolate! ¡Sígueme!


Casi todas las chicas saltan y siguen a Nat ansiosamente a la cocina.


— ¿Cuál es el problema que tienen con el chocolate? —Quinn pregunta y cruza los brazos sobre el pecho mientras observa a Rachel su adorada esposa tropezar en la cocina de Kitty.


—Es como el crack para la mayoría de las chicas, rubia. —Sam mira su teléfono rápidamente y luego lo empuja de nuevo en el bolsillo.


—Contamos con helado de chocolate, barras de chocolate, bizcochos de chocolate y crema batida.


Miro a Artie y sonrío. Tiene la sonrisa más idiota en su cara mientras mira a su esposa distribuir el chocolate entre todas las chicas.


Él se convirtió en un tonto enamorado.


¿Y por qué diablos estoy un poco celosa de eso?


—Estoy tan enamorada de ti ahora—Rachel le dice a Kitty—que quiero tumbarte en este banco y comer todo ese chocolate sobre tu cuerpo.


—No nos importa participar—Quinn grita, ganándose un leve empujón de Sam.


—Amiga—exclamo, con mis ojos sorprendidos y moviendo las manos como diciendo—: ¿Qué carajo?


Quinn sólo sonríe hacia mí con aire de suficiencia.


—No son mis hermanas—me recuerda.


Mierda.


—Oh, Dios mío, está bueno. —Santana gime cuando apoya su trasero perfecto contra el mostrador y mastica un pedazo de brownie.


Caramba, ¿sonará así cuando la esté amando con pasión y fervor?.


Paso mi cara entre mis manos y froto con fuerza.


—Me gustaría tener tus pechos. —Oigo a Samantha y levanto la cabeza para ver de quién está hablando.


Por supuesto que ella está hablando con Santana.


—Claro. —Sonríe y toma otro bocado de brownie.


— ¡Mierda, yo quiero! —Entonces, Samantha camina a través de la cocina y palpa los pechos de Santana con la mano—. ¿Lo ves? tienes pechos perfectos. Stacy, ¿has tocado alguna vez sus pechos?


Mátame. Ponme una bala en la cabeza y pon fin a esta agonía.


—Oh, sí. —Stacy asiente—. Ella tiene los pechos increíbles.


Ella tiene los pechos increíbles.


— ¡Quiero tocarlos! —Rachel salta más cerca de ellas.


— ¡Dame más chocolate y puedes tocar lo que quieras!—Santana se ríe y luego me mira—. Esta es la mayor acción que he tenido en los últimos meses.


—Porque me haces esto tan difícil, San—murmuro.


— ¿Santana está soltera? —Mark pregunta a Ryder.


—Mantén tus malditas manos fuera de ella—lo amenazo, antes de pensar en lo que está saliendo de mi boca.


—Hey. —Él pone las manos en señal de rendición y se ríe—. Sólo era una pregunta inocente.


Con las muchachas cotilleando en silencio y mirando de vez en cuando a nuestro lado, nos indica que probablemente estaban hablando de todos nosotros, Sam se inclina y susurra en voz baja:


— ¿Qué estás haciendo, Britt?


—No te preocupes por eso—respondo y asiento.


—Tienes que pensar mucho sobre eso. Santana es especial.


— ¿Crees que no lo sé? —Sonrío sin gracia y niego con la cabeza otra vez, luego miro a mi hermano mayor de reojo—. Ella se merece mucho más que cualquier cosa que le pueda dar.


—Yo no quería decir eso. —Las manos de Sam y la mandíbula se aprietan en la frustración—. Basta pensar justo antes de comenzar algo.


Asiento y miro hacia atrás a la hermosa morena riendo en voz alta y asintiendo a Marley y Samantha.


Mataría por ella.


Y sus pequeñas niñas.


Y no sólo por la situación en que está involucrada.


Que Dios me ayude.


De repente, las chicas están cantando y bailando alrededor de la cocina, llamando nuestra atención. Ellas son un borrón de brazos y el pelo y los cuerpos están en movimiento con la música, todo sobre una chica hablando de un rey de nada.








No sé la canción, pero las chicas parece que sí, porque cantan cada palabra.


Casi como si fuéramos una sola persona, todos quienes nos quedamos en la sala nos levantamos y nos reunimos en semicírculo, mirando a nuestras chicas, todos con esas sonrisas tontas en nuestras caras.


Estas mujeres son increíbles.


Cuando termina la canción, aplaudimos ruidosamente, silbando y llamándolas preciosas, y las chicas se ríen cuando se inclinan profundamente, aunque un poco tambaleantes.


— ¡Genial! —Mark grita—. Con menos ropa. Excepto tú, Samantha, mantente vestida.


—Somos un espectáculo de una canción, amigos. Lo siento. —Sam se ríe.


Todos se reúnen con sus mujeres, una a la vez, haciendo ruido por llegar tarde y tener que volver a casa.


Nuestros padres están cuidando de todos los niños esta noche, pero se hace tarde y tengo que revisar la casa por la noche. Miro a Santana y la encuentro mirándome con esos grandes ojos marrones. Extiendo mi mano hacia ella, y ella se une a mí, vacilante, enlazando sus dedos con los míos.


— ¿Lista? —le pregunto.


Ella asiente.


— Sí.


—Vamos—digo, mientras hacemos nuestras despedidas. Sam me llama la atención y levanta una ceja, apuntando hacia abajo a nuestras manos unidas.


Llevo a Santana hacia la puerta y giro mi espalda, ganándome una risa de mi hermano.


Santana y las niñas viven en la antigua casa de kitty, justo al lado de la calle donde Kitty y Artie viven, en el barrio de Upper West Side. El viaje es corto, y tranquilo.


—No sé por qué estás enojada —murmura, rompiendo el silencio—. Estás muy distante.


Para mi sorpresa, ella se acerca más y acaricia con firmeza mis piernas.


—Yo sería feliz de devolverte el favor, pero continuas diciendo que no.


Quito su mano de mi entrepierna y la regreso a su regazo.


—La respuesta seguirá siendo no, Santana.


—De acuerdo. —Levanta el mentón, pero puedo ver el destello de una lágrima en sus ojos y mi estomago palpita—. Me niego a pedir que me hagas tuya otra vez.


Maniobro a su casa y paro el automóvil en el aparcamiento.


— ¿Cómo dices?


—Voy a tomar una ducha. —Ella cierra la puerta de mi auto, y se acerca rápidamente a la casa.


—No la he revisado…


— ¡Vete a la mierda! —Se vuelve hacia mí, con cara de enojo, y luego asiente, abre la puerta y entra—. Está bien. Necesito una ducha. Mantente alejada de mí por un tiempo, Brittany.


Desaparece dentro. Sé que debo ir tras ella, pero necesito un descanso. Respiro profundamente el aire del invierno y camino alrededor de la casa, satisfecha cuando todo parece normal, y luego entro. Hago las rondas alrededor de la casa, comprobando las cerraduras y ventanas, y hago mi camino hasta allí. El dormitorio de las niñas está tranquilo, incluso con ellas fuera de sus camas.


Se han ido por cinco malditas horas, y ya las echo de menos.


¿Qué están haciendo conmigo?


Al entrar en el dormitorio principal, puedo oír la ducha corriendo en el baño, y me sorprendo de escuchar a Santana cantando.


Camino en silencio hasta la puerta y me apoyo con mi hombro en el marco, cruzo los brazos y oigo la dulce voz con tono tan cautivador. La ducha tiene puertas de cristal, ligeramente nublado debido al vapor. Puedo ver su cuerpo a través del cristal borroso, veo su fina espalda mientras el agua corre a través de su pelo, su trasero y los pechos levantados, y yo estoy oficialmente tan excitada y ansiosa de tenerla entre mis brazos suspirando mi nombre.



—“Odio decírtelo, cariño, pero me estoy ahogando. No hay nadie aquí para salvar.”


Oh, cariño. Alguien está definitivamente ahogándose.



Yo…….Brittany Susan Pierce me estoy ahogando en estos sentimientos que sólo pueden ser amor por Santana López.



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Breves adelantos – Capítulo 5, POV Santana


¿Qué hay de malo en mí?


Es solo que no comprendo del todo esa línea “Estás muy cerca de mi familia y tengo que protegerte.” que ella continúa diciendo.

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Mientras termino de retirar el acondicionador de mi pelo, la puerta de cristal de la ducha se abre, y de repente estoy contra la pared, con Brittany apretándose contra mí, todavía vestida.


Ella tiene mi cara entre sus manos, jadeando, con sus ojos azules en llamas, y parece que está librando su propia guerra privada.

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Abruptamente pone una toalla sobre ella, limpiándose la mayor parte del agua, y luego me saca de la ducha y me envuelve suavemente con una bata, pasando sus manos por mi cuerpo, dejando al material grueso de la bata absorber el agua antes de separarse por un instante, me levanta en sus brazos, y se dirige hacia la habitación.


—La segunda ronda. —Sonríe ampliamente, con unos hoyuelos increíbles en su cara, y me besa, e inhalando su aroma delicado a frutas.


— ¿Es mi turno de hacerte ver las estrellas? —pregunto.


—No todavía. —Besa mi frente y me pone suavemente en el centro de la cama.

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—Vaya—susurra y besa mi frente, mis ojos y luego mis mejillas—. San, estoy loca por ti y no quiero que lo dudes. No quiero una barrera entre nosotras. Te deseo desde hace mucho tiempo, siempre pensando cómo se sentiría tu piel junto a la mía, y yo sólo quiero hacerte mía.


—Tú también me encantas Britt—susurro contra sus labios y sonrío mientras muevo mis caderas contra su cuerpo, ella se aleja y me mira con adoración hasta que desliza un par de sus dedos contra mi entrada, y luego, nuevamente me hace suya con desesperación.





Y este es el momento en el que quieren torturarme por dejarlo en este punto…….en 3, 2, 1