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[Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Doce:"te quiero a ti"
Quinn Fabray era una persona que siempre analizaba todo a su alrededor, era astuta, inteligente, razonable, pero también extremadamente territorial, y reaccionaba de inmediato cuando sentía que alguien amenazaba lo que le pertenecía.
Tomó con fuerza y propiedad la mano de Rachel, para que no existiera ninguna duda, de que la pequeña diva, ya tenía una dueña.
Santana conocía a la perfección a su mejor amiga y sabía que la sorpresiva aparición de Jesse St. James, no le había caído para nada bien, por lo que decidió intervenir.
-Señor Schu, creo que él debe volver por donde llego, la última vez que estuvo aquí fue sólo para destruirnos, además no lo necesitamos-. Argumentó la latina quien se ganó una mirada de agradecimiento por parte de la rubia-.
-Apoyo a la Santana, él no es de fiar así que es mejor que se vaya-. Añadió Mercedes-.
-Las chicas tienen razón, puede ser que sea una espía de Vocal Adrenaline-. Dijo Puck-.
-Tranquilos muchachos, necesitamos toda la ayuda posible para ganar las Nacionales, y Jesse está aquí por su vasta experiencia en esa competición-. Expresó el maestro para calmar los ánimos-.
-No creo que St. James este aquí para ayudarnos, seguramente tiene otras intenciones-. Dijo Quinn, sin soltar a Rachel y dándole una mirada fulminante al muchacho-.
-Yo creo que debemos darle una oportunidad-. Señaló Rachel, todas las miradas atónitas sobre todo la de la rubia a su lado se posaron en ella-.
-Gracias Rach-. Contestó Jesse-.
-Te recuerdo que la última vez que él estuvo aquí, terminaste siendo un omelet Berry, tú menos que nadie debería estar de acuerdo-. Expresó Santana-.
-Eso es parte del pasado, ya no pertenezco a Vocal Adrenaline, y vengo a prestarle mi ayuda como asesor artístico, si de verdad quieren ir a ganar a Nueva York y no a dar lastima, aceptaran mis consejos-. Expresó el Joven-.
-Además chicos las decisiones las seguiré tomando yo-. Dijo para tranquilizar a los chicos, lo que no tuvo mucho éxito ya que seguían hablando entre ellos, molestos por la presencia de St. James-.
Quinn, no podía dejar de sentirse molesta por la actitud de Rachel. No podía creer que respaldara a Jesse después de todo lo que él le había hecho. Y sobre todo le molestaba por las miradas que se daban, él definitivamente era una amenaza para lo que la rubia estaba intentando construir.
La clase terminó antes de lo esperado, puesto que el señor Schuster no logro controlar los ánimos dentro del Club Glee, así que fueron saliendo uno a uno.
-Rach, podemos hablar-. Interceptó Jesse, quien no pudo dejar de notar la mirada de odio que le lanzó Quinn-.
-Claro-. Aceptó la pequeña diva, soltando la mano de la rubia-.
-Te espero afuera-. Expresó Quinn sin ocultar su molestia y escoltada por Santana-.
-¿De qué quieres hablar?-. Preguntó la castaña una vez que estaban solos en el salón del coro-.
-Rachel…yo…te debo una disculpa por todo lo que ocurrió, yo nunca quise herirte-. Expresó el chico bajando la mirada-.
-Si no hubieras querido herirme Jesse, habrías desistido de humillarme delante de todos tus amigos, lanzándome huevos, sin contar que sólo me utilizaste para ganar las regionales, rompiste mi corazón sin ningún tipo de remordimiento-. Contestó la pequeña diva-.
-Eso no es cierto…yo te amaba…de hecho aún siento algo muy fuerte por ti, ayudar a Nuevas Direcciones no es por lo único que estoy aquí Rach, yo quiero que me des otra oportunidad-. Dijo el castaño descolocando a Rachel-.
-Me temo que eso no va a ser posible Jesse, yo estoy saliendo con alguien que me hace muy feliz-.
-¿Otra vez con Finn?...cuando te vas a dar cuenta que ese gigante no es para ti, él no puede complementarte en el escenario ni en tu vida, yo si Rach, somos la pareja perfecta-. Argumentó el joven-.
-No es con Finn, con quien estoy saliendo-.
-¿Con quién entonces?-. Preguntó dolido por el rechazo de la castaña-.
-Con Quinn, y debo añadir que ella si me valora y complementa, por lo demás tu y yo nunca fuimos la pareja perfecta-. Justificó la pequeña diva-.
-¡¿Quinn Fabray?!... ¡te volviste loca!, ella ha hecho de tu vida un infierno toda la secundaria, como piensas que voy a creer que ahora de un día para otro están saliendo-. Exclamó con sus mejillas algo rojas por su enojo-.
-Lo que tú creas no tiene importancia para mí en lo más mínimo en este momento-. Expresó y se iba a dar la media vuelta para irse pero él la detuvo-.
-Lo siento…yo…estoy sorprendido, si te hace feliz lo acepto, pero por lo menos déjame ser tu amigo, estar cerca de ti, no me alejes Rach, te lo pido por favor-. Suplicó el chico-
A Rachel no pudo dejar de sorprenderle la conducta de Jesse, él era orgulloso y arrogante, verlo pidiéndole por favor la descoloco absolutamente. Sin dejar de lado, la extraña sensación que le produjo que le tomara la mano, fue como una pequeña corriente eléctrica, pasando por su brazo. Eso la asusto, por lo que lo soltó rápidamente.
-Está bien Jesse, podemos ser amigos-. Contestó antes de salir con dirección al estacionamiento donde la esperaba una rubia no muy contenta-.
Jesse la observo con un aire de victoria. Tenía claro cuando se presentó delante de todos, que no sería fácil que lo aceptaran, aunque a él lo tenía sin cuidado, le importaba la opinión de una sola chica y esa por el momento la tenía, lo demás se daría con el tiempo, lo que tenía decidido era que iba a reconquistar a Rachel Berry.
____________________________________________________________________
Mientras afuera, cuando salió Quinn y Santana, Kayle esperaba a esta última pacientemente, de inmediato se dio cuenta que algo no estaba bien. Con sólo observar el rostro algo desfigurado de la rubia, y un aire de preocupación en la latina.
-Hola… ¿Qué tal los ensayos?-. Preguntó de forma inocente, no sin antes depositar un casto beso en los labios de la morena-.
-Ni te lo imaginas-. Respondió Santana ubicándose al lado de Kayle-.
-¿Pasó algo?-. Preguntó preocupada-.
-Apareció un idiota arrogante que se cree asesor artístico-. Expresó la rubia con ira-.
-¿Y qué hay de malo en eso?-. Insistió sin entender la ira de la rubia-.
-No es cualquiera, es el ex novio de Berry-. Respondió la latina-.
-Oh…entiendo… ¿Y Rachel dónde está?-. Volvió a preguntar sin saber que eso aumentaba el enojo de Quinn-.
-Se quedó hablando con él, puedes creerlo, después de que la humillo y la utilizo, ella así sin más se queda conversando con él-. Expresó dejando entre ver todos sus celos-.
-Sí que estás celosa Fabray-. Dijo Santana en tono de burla-.
-¡No estoy celosa!-.
-Claro…sólo estás actuando para parecerlo-. Siguió burlándose-.
-No creo que seas la indicada para hablar de celos tomando en cuenta que en el baile casi te agarras a golpes con la ex de Kayle-. Respondió la rubia enojada-.
-¡Eso fue diferente!-. Dijo la latina levemente alterada-.
-Ok… ¡Cálmense las dos!-. Intervino Kayle-. Quinn, tienes que confiar en que Rachel, le marque los límites a este tipo, ella te quiere, no va a arruinar lo que tienen ustedes dos, por alguien que en el pasado le hiso sufrir-. Aconsejó la chica de ojos verdes-.
-Tienes razón…pero no puedo evitar sentir que es una amenaza-.
Terminó de decir esto cuando vio que Rachel se dirigía dónde estaban con su calma habitual.
-Porque tardaste tanto, ¿de qué quería hablar St. James?-. Preguntó la rubia no con su mejor tono-.
-Nada importante-.Respondió alzando los hombros fingiendo indiferencia-.
-O sea hablaron de “nada importante”, durante todo este tiempo, porque no eres honesta y me dices de verdad lo que quería-.Exigió la rubia subiendo el tono-.
-Cariño… ¿por qué estás molesta?-. Preguntó la castaña-.
-¡Que por qué!...te parece poco que llegue y aparezca y tú corras a hablar con él-.
-Ok…creo que nosotros nos vamos, esta es una conversación que tienen que tener en privado, yo no tengo porque escuchar sus dramas-. Señaló Santana, despidiéndose, acción que Kayle, repitió-.
Quinn no le prestó mayor atención a sus amigas, necesitaba explicaciones y las exigía en ese momento.
-¿Me vas a decir de que hablaron?-. Insistió la rubia-.
-No tienes que hablarme de esa manera, no me gusta cuando me subes la voz, no he hecho nada para merecerlo-. Contestó algo herida por la desconfianza de la rubia-.
-Estas desviando el tema Rach, te estoy haciendo una simple pregunta, y si no puedes contestarla, es porque algo me ocultas-. Justificó-.
-Él sólo quería pedirme disculpas por lo que pasó la última vez, y…dijo que quería que fuéramos amigos-. Explicó ocultando la parte donde el joven le pidió otra oportunidad-
-¿Sólo eso?-. Preguntó algo satisfecha por la respuesta-.
-Sí, además por si venía con otra intensión, le aclare que estamos juntas y que tú me haces muy feliz-. Expresó tomando de la cadera a Quinn y acercándose lentamente-.
-Me parece que le aclararas todo a ese idiota arrogante-.
-Me encanta cuando estás celosa, te ves tan sexy-. Susurró al oído, produciendo que a Quinn se le dibujara inmediatamente una sonrisa-.
-Estos métodos no te funcionaran siempre Berry-. Respondió complacida-.
-Mmm…segura-. Ahora deposito tiernos besos en el cuello de la chica-.
-Ok…tal vez si te funcionen, pero eso no quita que quiera a St. James a diez metro de ti mínimo-.
-Lo que tú digas-. Dijo alejándose unos centímetros-. Ahora nos vamos-.
-Está bien-. Respondió y le dio un amoroso beso en los labios antes de subir al auto-.
A Quinn, las respuestas de Rachel le habían dado un poco de tranquilidad, sin embargo, sabía que debía estar atenta a cualquier movimiento que intentara Jesse.
____________________________________________________________________
Kayle iba manejando hacía su casa con Santana, habían quedado de pasar la tarde juntas.
-Y dejando de lado lo del ex de Rachel… ¿Qué tal estuvieron los ensayos?-. Preguntó-.
-Todo bien-. Se debatió en ese momento si decirle o no lo de Britt, y entendió que si quería que funcionaran las cosas no debía ocultarle nada-. Hubo algo que…-.
-¿Qué pasa San?-. Noto la inseguridad de la latina-.
-Britt…me cantó una canción-. Expresó-.
Santana se dio cuenta como el rostro de la chica se tensó inmediatamente al escuchar eso.
-¿Y?...debería estar celosa-. Preguntó-.
-No…yo le dije que estábamos juntas-.
-Eso no le importó mucho la última vez que se lo dijiste, no evito que te besara-. Expresó dolida-.
-Eso está en el pasado, de verdad quiero que lo nuestro resulte esta vez, te quiero Kay…-.
-Y yo te quiero a ti, pero es difícil sentirme segura con Britt dando vueltas en tú vida, no te voy a pedir que la ignores o hagas como que no existe, no sería razonable de mi parte, ella es importante para ti, sólo te pido que mantengas los límites-. Expresó mirando de reojo a la latina-.
Santana no pudo más que sentir que quería un poco más a esa chica. Podrá haberle exigido que se alejara de Britt, pero estaba siendo comprensiva y respetuosa con su amistad, sabía lo que le costaba pero lo que estaba haciendo revelaba lo mucho que la quería.
Cuando llegaron subieron hacía la habitación para poder estar más cómodas. Santana no podía dejar de observar cada imagen siempre que estaba allí. Era para comprender el pasado de Kayle, había mucho que no sabía aún y quería averiguarlo. Sus ojos siempre se detenían en la misma fotografía familia, con el hombre imponente y de mirada orgullosa, de él podía reconocer en la chica la herencia de sus profundos ojos verdes.
-¿Cómo es tu relación con el resto de tú familia?-. Preguntó la latina con cuidado, sabía que ese era un tema delicado-.
-Mi familia directa no es muy grande, mi padre sólo tiene una hermana, mi abuela murió cuando yo era pequeña, y con mi abuelo tenemos algo así como una relación complicada-. Contestó acercándose para tomar la foto que veía Santana-.
-Se ve que es un hombre fuerte…-.
-Lo es y también exigente, desde que tengo uso de razón he escuchado de las responsabilidades que conlleva ser un Carpentier-. Explicó
-¿Tú familia es muy importante?-. Sabía que Kayle provenía de una familia tradicional y con mucho dinero pero nunca había ahondado más allá-.
-Sí-. Respondió escuetamente. Algo que le gustaba de Santana, era eso, tenía la seguridad de que estaba con ella porque la quería y no por otras razones-.
-Lo siento si no quieres hablar de eso lo entiendo-. Dijo pasando una de sus manos por el brazo de la chica como signo de compresión-.
-No es eso…con mis padres he pasado más tiempo ahora, pero antes de llegar a Lima, siempre pensé que no les importaba mucho y mi abuelo, bueno él…siempre me ha presionado para que un futuro me haga cargo de los negocios de la familia, y eso me agobia, por eso no me gusta mucho hablar de ellos…
-Cuando quieras hacerlo sabes que te escuchare…ahora podríamos hacer algo más que hablar-. Dijo y quitó la fotografía de las manos de Kayle para dejarla en el velador, puso sus manos en el cuello de la chica y la atrajo con fuerza hacía ella-.
-Esto me gusta mucho más-. Respondió y la volvió a besar-. Aunque…yo…-.Santana no la estaba dejando hablar-.
Kayle tomó una pequeña distancia que le permitiera, poder hablar, había algo que estuvo rondando por su mente durante el día y quería decírselo a la latina.
-¿Qué sucede?-. Preguntó Santana frunciendo el ceño ya que no entendía porque la chica no la estaba besando-.
-Hay algo que quiero decirte…-.Expresó nerviosa-.
-Me estas asustando…-.
-Yo…-. Si, ella se veía muy segura, pero cuando realmente quería a alguien le costaban hasta las cosas más mínimas-.
-Dímelo Kay…-. Pidió la latina un tanto impaciente, no estaba entendiendo la situación-
-Yo quiero pedirte que salgas conmigo…como una cita-. Preguntó aún nerviosa-.
-¿Y por eso estás así?-. La latina no pudo evitar soltar una risita, ya llevaban meses saliendo, no entendía porque la actitud de Kayle-.
-No es gracioso-. Dijo y se levantó del lado de Santana, para ir cerca de su ventana y fijar su vista hacia afuera-.
-Lo siento-. Expresó y abrazo a Kayle por la espalda-. Es que llevamos un tiempo saliendo, han pasado “cosas” entre nosotras y tú tartamudeas para pedirme una cita-. Explicó la latina-.
-Es diferente ahora-. Se dio vuelta para verla de frente-. Quiero que sea como una cita de verdad, sé que hemos estado saliendo, pero siento que nos hemos saltado algunos pasos por lo que ahora quiero una primera cita que sea muy especial-.Le dijo con sus ojos verdes brillantes-.
-Mañana pasas por mí a las 7-. Preguntó Santana-.
-Es perfecto-. Dijo con sus ojos verdes brillantes y una sonrisa gigante-.
Después optaron por ver una película y más tarde, Kayle fue a dejar a Santana su casa, al otro día había escuela, y por lo demás quería tiempo para preparar una cita perfecta para su latina.
______________________________________________________________________
Quinn había llegado a la escuela temprano, porque Rachel le había dicho que estaría en la sala del coro ensayando y preparándose para las Nacionales. A veces le costaba comprender la obsesión de su chica, pero intentaba entenderla, por lo que también se había ido antes para pasar tiempo con ella. Pero cuando llego a su destino vio que alguien se le adelanto.
Jesse estaba ayudándole a Rachel con sus ejercicios, le daba algunos consejos y bromeaban entre una y que otra canción, había roces y miradas cómplices. La rubia al ver la escena se enfureció. Intentó calmarse lo que más pudo y no fue capaz de entrar y enfrentarlo, le había prometido a la pequeña diva que confiaría en ella y si entraba en preciso momento, estaba segura que haría una escena de la que se arrepentiría más tarde.
Por lo que, dio la vuelta y comenzó a caminar sin ningún sentido por los pasillos de Mckinley, necesitaba relajarse. A lo lejos vio a Kayle quien ordenaba algunas cosas en su casillero, y decidió acercarse.
-Hola-. Saludó aún molesta lo que se notaba en su tono de voz-.
-Hola-. Respondió al saludo-. ¿Estás bien?-.
-No…tengo ganas de asesinar muy lentamente a alguien-. Respondió con ira-.
-Wooow…espero que no sea a mí porque con esa cara que tienes de verdad creo que serías capaz de hacerlo-.
-Tranquila no eres tú-. Expresó entendiendo que Kayle con sus bromas quería ayudarla-.
-¿Es el tipo otra vez o no?-.
-Sí…se supone que Rach llegaría antes para ensayar y quise darle una sorpresa y acompañarla, pero cuando llegue ya estaba con él en la sala del coro y se veían de lo más felices-. Dijo sin poder ocultar sus celos-.
-Tienes que confiar en la pequeña diva, ella no te engañaría-. Expresó con calma-. No arruinaría su relación, ella te quiere-.
-Ese es el punto, nosotras no tenemos una relación, por lo que no sería un engaño-. Dijo la rubia más para sí misma como haciendo un descubrimiento-. Debería pedirle que fuera mi novia-.
-No creo que sea buena idea Quinn, o sea eventualmente va a ser tú novia, pero no se lo pidas porque te sientes amenazada, pídeselo porque sientes que con ella todo es especial, porque cuando la miras a los ojos sabes que todo va a ir bien, porque con sólo una palabra logra que tú corazón se detenga….-.
-¿Seguimos hablando de mí y Rach o me perdí de algo?-. Interrumpió la rubia al ver que su amiga claramente estaba hablando de sus sentimientos-.
-Lo siento…-. Dijo avergonzada-.
-Tienes razón, no es el momento aún, pero tengo que encontrar una manera de alejar a St. James-.
-Yo creo que no debes alejarlo a él, sino que debes mantener a Rachel, son cosas diferentes, porque si haces estupideces para alejarlo, tú vas a terminar arruinando todo, lo que tienes que hacer es algo para demostrarle a Rachel que la quieres, has algo lindo, no sé, romántico-. Expresó-.
-Creo que el estar enamorada te hace dar buenos concejos, eso haré-.
Kayle siguió ordenando algunas cosas, hasta que una cajita rectangular con logo de joyería se le escurrió entre las manos.
-¿Qué es esto?-. Preguntó Quinn recogiéndola-. Wooow que acaso dice Tiffany’s -. Exclamó emocionada, e iba a ver lo que contenía pero Kayle se la arrebató antes que pudiera hacerlo-.
-Sí la ves tú antes que ella y después lo sabe, se enfurecerá-.Explicó la chica volviendo a guardarla-.
-O sea es para Santana… ¿Qué acaso piensas oficializar?-.
-Hoy tenemos una cita y no lo sé, no lo he pensado aún-. Respondió nerviosa-.
-Si tú primera jugada es una cajita misteriosa con el logo de Tiffany’s, vas muy bien, porque San adora las cosas que brillan-.
Ambas rieron, y vieron acercarse a Santana que venía a saludarlas.
-Ni una palabra, recuerda que es una sorpresa-. Susurró Kayle al oído de la rubia-.
-Mis labios están sellados-. Respondió-.
-¿Qué tantos secretos hay entre ustedes?...no quiero pensar que quieres robarme a mi chica, Fabray-. Expresó la latina quien ya estaba al lado de las chicas y saludó con beso a Kay-.
-No te preocupes, creo que las prefiero un poco más pequeñas y adorables-. Contestó Quinn-.
-Querrás decir un poco más molestas e irritantes-. Expresó Santana con burla-.
Las chicas estaban riendo de las bromas de Santana, lo que sirvió para que Quinn se relajara.
-Hola-. Saludó Rachel que se venía integrando a la conversación-.
-Hola-.Respondió Kayle y Santana-.
Rachel noto de inmediato que la rubia estaba distante.
-¿Pasa algo cariño?-.Preguntó ingenuamente la castaña-.
-Nosotros nos vamos-. Dijo la latina para darles espacio a sus amigas-.
-¿Qué te sucede ahora?-. Insistió Rachel-.
-¿Qué hacías con St. James en la sala del coro?-. Respondió con una pregunta-.
-Él me ayudaba con unos ejercicios… ¿Cómo sabes que estaba en la sala del coro con Jesse?-.
-Porque llegue antes a la escuela para darte una sorpresa y ensayar contigo, pero ya estabas ocupada y muy entretenida por lo que pude ver-. Expresó la rubia demostrando sus celos-.
-Quinn, no puedes ponerte así cada vez que me veas con Jesse, no puedes estar celosa de él, sólo somos amigos-. Respondió la castaña-.
-Tal vez tú quieras que sólo sean amigos, pero te aseguro que él tiene otras intenciones, yo no soy tonta Rach, veo cómo te mira y esas no son miradas de amigos-. Aseguró la rubia con sus brazos cruzados en posición defensiva-.
-No quiero que discutamos por su causa, yo sólo tengo ojos para ti Quinn, por favor, confía en mí-. Pidió la castaña-.
-Confió en ti, pero no quiero que pases tiempo con él, no me gusta verlo cerca, fue tu novio y quiero que se dé cuenta que ya no tiene ninguna oportunidad, no creo que sea mucho pedir-. Expresó con una mirada decidida-.
-Pero Quinn, no crees que estas siendo demasiado extremista, no puedo simplemente ignorarlo-.
-¿Por qué no?, quieres que te recuerde todo lo que él te hiso-. Dijo la rubia algo molesta-.
-Si fuera por recordar quien me ha hecho daño, él no ha sido el único, así que no creo que tú seas la más adecuada para decirlo-. Increpó la castaña.
Quinn bajo su postura, tenía claro a donde apuntaba Rachel con esas palabras, ella también el pasado la había herido, y aunque la pequeña diva le había dicho en reiteradas ocasiones que eso estaba olvidado, al parecer no era así.
-Entiendo-. Dijo la rubia con pena-. No voy a volver a decirte que hacer-. Y de una vuelta se comenzó a alejar-.
-Quinn…yo no quise…-. Rachel se quedó parada ahí y lamento sus palabras, ya que se dio cuenta que había lastimado a la rubia al recordar su pasado-.
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El resto del día Quinn evito a Rachel, no tenía ganas de verla, o tal vez era culpabilidad. Ella tenía claro que todas las acciones que había cometido en el pasado tenían consecuencias, y el poco tiempo que llevaba con Rachel, había hecho lo posible por revertir todo ello. Pero las palabras de la pequeña diva en la mañana, le recordaban que no todo estaba olvidado y que por mucho que se esforzara jamás podría borrar todo lo que hiso.
El Club Glee, era como de costumbre la última clase del día. Llego con Santana, quien le hablaba de lo emocionada que estaba por su cita de la tarde, verdaderamente no le estaba prestando mucha atención, seguía ida pensando en su discusión con Rachel, odiaba eso, odiaba no hablarle, en las pocas semanas que llevaban juntas, la castaña se había trasformado en alguien imprescindible en su vida, no la quería lejos, menos por una pelea cuya causa era el idiota de Jesse St. James.
-Chicos hay una aviso que quiero darles el día de hoy-. Exclamó el Maestro para captar la atención de los chicos-. Con Jesse hemos decidido la forma de elegir a nuestro solista para las Nacionales-.
-En Vocal Adrenaline, se seleccionaba al mejor, que siempre era yo y creaban un show alrededor, así ganamos las Nacionales…-.
-Nosotros no somos Vocal Adrenaline, nosotros trabajamos unidos y así hemos ganados las competencias anteriores-. Interrumpió Quinn, a lo que los demás integrantes la apoyaron-.
-En las Nacionales es diferente, ahí van los mejores del país y si ustedes quiere optar a los primeros lugares y no al premio de consuelo, escucharan mis consejos-. Expresó Jesse-.
Sus palabras no hacían más que intensificar la discusión en el grupo, realmente Jesse no tenía la simpatía de ninguno.
-¡Es suficiente!-. Grito el señor Schuster-. Habrá audiciones para elegir al solista-. Sentenció el maestro-.
Rachel se había mantenido en silencio, lo que era muy extraño en ella, pero tenía claro que cualquier palabra que dijera podía provocar que Quinn se molestara más con ella y las cosas ya estaba lo suficientemente tensas.
Casi al terminar los ensayos, un golpe en la puerta desvió la atención.
-Puedo pasar-. Preguntó Finn-.
Todas las miradas se posaron en él, especialmente la de las dos chicas que habían sido agredidas en el baile-.
-Necesito hablarles-. Pidió el chico quien no dejo de sorprenderse al ver a Jesse ahí-.
-Te escuchamos-. Respondió el señor Schuster-.
-Sé que la mayoría me odia y me lo merezco-. Comenzó a hablar con la mirada en el suelo-. Tienen razones para hacerlo, sobre todo Quinn y Rachel, y deben saber que lamento mucho mi actitud, soy un idiota y mi comportamiento no tiene justificación, yo…no sé qué me paso, pero quiero decirles que estoy profundamente arrepentido y avergonzado por lo que hice, yo jamás quise lastimar a Rachel o Quinn-.
-Pero lo hiciste, te comportaste como un maldito troglodita-. Interrumpió Santana, quien aún tenía rabia por como el chico trato a su mejor amiga-.
-Lo sé y entiendo si ninguna vuelve a hablarme, sé que las palabras no son suficientes para remediarlo, pero de ahora en adelante nunca más haré nada para lastimarlas, sólo intentare hacer que me disculpen en algún momento-. Dijo Hudson profundamente arrepentido-.
-Te creo Finn, sé que eres un buen chico-. Expresó Rachel rompiendo el silencio-.
-Gracias Rach…yo no me interpondré más en tú felicidad, sea con quien sea lo aceptare-. Dijo finalmente, y puso su mirada en Quinn quien aún lo miraba con recelo-.
Los demás integrantes lo observaban y comprendieron que había sido un arranque de rabia. No justificaba lo que hiso, pero todas las personas se merecían una segunda oportunidad.
Cuando terminaron, todos salieron aunque Jesse tenía la firme intención de ir tras de Rachel otra vez, aunque a esta lo que le importaba en ese momento era solucionar sus problemas con la rubia.
-Quinn-. Llamó la castaña tomándola del brazo-.
-¿Qué pasa Rachel?-. Dijo algo fría la rubia-.
-No me gusta que discutamos, siento haber dicho eso, yo no quería que te sintiera mal-.
-Pero lo dijiste y lo entiendo, yo no soy quien para decirte con quien pasar tú tiempo, no me debes ninguna explicación-. Contestó la rubia-.
-Nosotros tenemos algo, algo que aunque no tenga nombre, me importa mucho más que cualquier otra cosa, tú me haces feliz como nadie lo había hecho antes, por favor no sigamos discutiendo por cosas sin sentido-.Pidió tomando tiernamente la mano de la otra chica-.
Quinn al escuchar sus palabras, podía sentir como una incontenibles ganas de besarla se apropiaban de ella. Era tan tierna, y estaba segura que le hablaba con sinceridad.
-Rach…yo…-.No pudo terminar su frase porque alguien las interrumpió-.
-Rachel, pensé que habíamos quedado de ensayar después del coro, estoy seguro que tú serás la elegida, pero no te haría mal algo de práctica-. Expresó Jesse quien recibía una fulminante mirada de parte de Quinn-.
-Jesse ahora no, estoy ocupada-. Respondió la castaña-.
-Lo siento ¿interrumpo algo importante?-. Dijo intentando sonar inocente y con la más cínicas de sus sonrisas-.
-Estamos en una conversación importante y privada-. Expresó Quinn quien estaba controlando sus ganas de golpearlo-.
-No creo que haya algo más importante para Rachel que la música y lograr ese solo ¿o me equivoco?-. Preguntó mirando directamente a los ojos de la diva e ignorando a la rubia-.
Rachel guardo silencio, lo que produjo que Jesse mirara con una sonrisa triunfante a Quinn.
-Ok. Entonces yo me voy-. Dijo la rubia en extremo molesta-.
-Quinn…-. Llamó la castaña, pero ya por segunda vez en un mismo día veía como la rubia se iba sin poder arreglar las cosas-.
Quinn salió de la sala de coro, con las mejillas enrojecidas por la ira. No le molestaba que para Rachel la música fuera fundamental en su vida, eso siempre lo supo y esa pasión que poseía la castaña era una de las cosas que más amaba de ella. Lo que no soportaba era que St. James pensara que Rachel prefería quedarse con él a irse con ella.
-Quinn…-.Sintió que le tomaron el brazo y al darse cuenta quien era inmediatamente se soltó-.
-¡Suéltame!...-. Exclamó hacía Hudson quien se había puesto al frente para bloquearle el paso-. Que quieres, no ves que estás estorbando-.
-Yo…-.
-¡O me dices que quieres rápido o te apartas de mi camino!-.
-Quinn, sé que no tienes por qué escuchar lo que tenga que decir, pero sólo no cometas el error que yo cometí-. Dijo mirándola a los ojos-.
-¿Qué quieres decir con eso?-. Pregunto sin entender que quería decir-.
-Yo lo subestime, nunca pensé que él podría conquistar a Rachel y me equivoque, además yo te dije lo que pensaba de frente, no esperes lo mismo de St. James-. Expresó sincero-.
-No es algo que vaya a conversar contigo…-.
-Lo sé, yo sólo quería decírtelo y asegurarte que nunca más interferiré entre tú y ella-.
-Espero que así sea-. Respondió y pasó para irse de una vez, ese día había sido en extremo agotador-.
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Kayle se miró al espejo por última vez, quería verse perfecta, porque había dispuesto que todo lo que pasara esa tarde lo fuera, quería que Santana jamás olvidara esa primera cita, y había puesto todo su esfuerzo en lograr ese fin. Opto por un pantalón gris y una blusa negra de seda que le daba un brillo a su piel y hacía resaltar sus ojos verdes.
Mientras conducía, repasaba cada detalle, ella nunca había sido muy organizada ni planeaba tanto las cosas, era más una persona de impulsos, pero Santana sacaba otra parte de su personalidad. Aún le costaba entender como paso todo tan rápido, pero eso ya no le importaba, lo único que quería, era poder ser capaz de mantenerla a su lado, porque no se sentía capaz de dejarla ir.
Cuando por fin llego a su destino, miro su reloj y eran las 7 en punto, golpeo la puerta y lo que parecía un verdadero ángel ante sus ojos, vestida con un hermoso vestido blanco que encajaba perfectamente con sus curvas, le abrió.
-Tú…realmente…creo que…-. Tartamudeo la chica de ojos verdes-.
-Tú también te ves bien-. Respondió la latina con una sonrisa-.
-Te ves realmente hermosa-.Dijo ahora recuperando el habla-.
-Gracias, nos vamos-. Preguntó coqueta-.
-Claro-. Avanzó hasta darse la vuelta para abrir la puerta a Santana y luego se sentó en el lugar para conducir-.
-¿A dónde vamos?-. Preguntó la latina-.
-Es una sorpresa-. Contestó misteriosa-.
-He vivido aquí desde siempre, no creo que haya muchos lugares que no conozca-.Expresó segura
-Eso lo veremos-. Respondió con una sonrisa lo que produjo curiosidad en Santana, porque esa chica estaba llena de sorpresas-.
Kayle detuvo al frente de un edificio imponente, era el hotel de la ciudad. Sin dudarlo tomó la mano de Santana con propiedad y fueron caminando hacía la entrada.
Cuando entraron, la morena de ojos verdes se acercó al ascensor, para apretar el botón que las conducía al último piso, donde estaba la terraza.
-Pensé que el restaurant estaba abajo-. Dijo la latina extrañada-.
-¿Y porque piensas que iremos a ahí?-.
-No lo sé, supuse que me llevarías a cenar-.
-Siempre quieres saberlo todo no es verdad-. Expresó Kayle con una sonrisa-.
Santana la miró y antes de que pudiera responder, las puertas se abrieron dejándola ante una imagen que capturo toda su atención por lo hermosa.
Había dispuesta sólo una mesa, elegantemente ordenada con mantel blanco y vajilla de plata. Tenían una vista privilegiada de la ciudad, y había una piscina con luces que le daba un toque más romántico aún.
-¡Esto es impresionante!-. Exclamó Santana emocionada-.
-¿De verdad te gusta?-. Preguntó Kayle, a lo que recibió como respuesta un tierno beso, del que no se quería separar-.
-Eres increíble, ¿Cómo preparaste todo esto en un día?-.
-Tengo mis contactos, ser una Carpentier no tiene solamente obligaciones, también privilegios-. Dijo dándole otro pequeño beso-.
Avanzaron tomadas de la mano, y un hombre de mediana edad con uniforme de servicio les tomo las órdenes. Kayle no quitaba los ojos de Santana, se sentía tan bien tenerla sólo para ella y poder compartir momentos como ese. Había pasado poco tiempo, eso lo tenía claro pero era inevitable no perderse en esos ojos color chocolate que brillaban para ella en ese instante, no quedar pegada en cada detalle de su rostro y no amar ese hermoso hoyuelo que se le formaba al sonreír, no importaba el tiempo, algo ya estaba claro y era que el amor que sentía por ella, ya era superior a cualquier otra cosa.
La cena trascurrió en forma relajada, aunque Santana le decía bromas de vez en cuanto por haberse puesto tan nerviosa para pedirle una cita, había sido realmente divertido, aunque esas eran cosas que la latina adoraba de Kayle, como se veía tan fuerte y decidida, pero con ella mostraba todo ese lado tierno y vulnerable.
Una vez que terminaron de comer, la chica de ojos verdes le ofreció su mano para llevarla a un costado, entre la piscina y las barandas.
-Creo que ha sido un increíble primera cita-. Dijo Santana sin soltar su mano-.
-Aún falta algo-.
Santana abrió sus ojos con sorpresa. Mientras Kayle se acercó a donde tenía su bolso y sacó de ahí una cajita larga y rectangular, y después volvió a donde antes estaba.
-Calma no te voy a pedir que seas mi esposa-. Expresó bromeando al ver la cara de Santana-. Es sólo algo que compre para ti, para que cuando lo veas recuerdes este momento que pasamos juntas-. Dijo y extendió la cajita hacía Santana-.
Santana la abrió con cuidado y expectación, amaba abrir regalos. Se encontró con un delicado collar de platino, con pequeños círculos de diamantes, tenía un colgante tallado en forma circular y con un diamante al centro, se notaba que costaba mucho dinero.
-Alguien me dijo que te gustaban las cosas que brillaban-. Dijo Kayle al ver la expresión de Santana-.
-Es realmente hermoso-.
-Tú eres hermosa-. Expresó mientras lo tomaba para colocarlo en el cuello de Santana-. Te quiero-. Susurró-.
-Y yo te quiero a ti-. Respondió depositando un beso en los labios de la chica-. Eres increíble, tú llegaste a mi vida cuando todo estaba oscuro y cuidaste de mí…quiero estar contigo, Kayle… ¿Quieres ser mi novia?-. Preguntó Santana muy segura de lo que estaba haciendo-.
-Yo…-. Kayle no cabía en sí, eso no se lo esperaba-. Me encantaría ser tú novia-. Respondió con esa sonrisa idiota que se tiene cuando se está irremediablemente enamorado-.
Santana la tomo por la cintura para acercarla lentamente hacía ella y juntar sus labios en un apasionado beso. Se quedaron unos momentos más observando la vista, Kayle tenía abrazada por la espalda a su ahora novia, estaba demasiado feliz, de cómo había resultado todo, aunque tenía claro que no podía estar tan tranquila, aún había cierta bailarina dando vueltas por el corazón de su latina.
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Era otro día en la secundaría Mckinley, los alumnos iban y venían. Y entre la multitud, dos hermosas morenas entraban de la mano, sin poner la menor atención en algunos murmullos que se escuchaban cuando pasaban. Nada les podía afectar, mientras estuvieran juntas.
Se separaron cuando Kayle, tuvo que ir a sus clases y Santana siguió en dirección a Quinn, ya que tenían clases juntas.
-Hola Q-. Saludó una alegre latina-.
-Hola-. Respondió una no tan alegre rubia-.
-Oh…creo que alguien no pasó buena noche, ¿me quieres decir que te pasa?-. Preguntó apoyándose en el casillero del lado del de Quinn-.
-Ayer discutí con Rachel…dos veces, y estuvo llamándome pero no le conteste y tampoco sus mensajes-.
-Woow…deber ser grave ¿Qué hiso la mini Streisand?-.
-Se quedó con St. James en vez de irse conmigo-. Respondió-.
-Pero Q, no estarás exagerando, yo no he visto algo extraño entre ellos y Rachel te dijo que le había dicho lo que tienen ustedes, no discutas con ella por estupideces como St, James, no vale la pena-. Aconsejo la latina-.
-Puede que tengas razón, pero eso no quita que esté pasando más tiempo con él que conmigo desde que ese idiota apareció-. Dijo con celos-.
-Creo que si sigues con tus ataques de celos, la vas a perder-.
-Lo pensaré…y tú, te ves radiante, me perdí de algo-. Expresó la rubia cambiando de tema-.
-En realidad sí, estoy de novia con Kayle-. Respondió la morena con una sonrisa-.
-¡Por fin te lo pidió!-. Exclamó la rubia abrazando a Santana-.
-Yo se lo pedí-.
-Tú…vaya eso no me lo esperaba y ¿Estás segura?, me refiero a que pasa con Britt-.
-Estoy segura, yo la quiero y aunque no puedo decir que no siento nada por Britt, creo que estar con Kayle es lo quiero ahora, quiero intentarlo-. Respondió-.
-Si es así, en la decisión que tomes tienes mi apoyo-.
-Gracias Q, y yo espero que arregles tus problemas con Berry, porque aunque no sé cómo puedes querer a alguien tan irritante que habla en párrafos, te hace feliz y me gusta verte feliz-. Dijo la morena sacándole una sonrisa a la rubia-.
-Lo intentaré, ahora vamos-.
Durante el día Quinn casi no se separó de Santana y Kayle, evitó a Rachel a como dé lugar y eso se hiso más fácil dado que no tenían ninguna clase juntas ese día, claro exceptuando el Club Glee. No era que no quisiera verla, de hecho se moría por verla, abrazarla y besar esos tiernos labios que tanto adoraba, pero se sentía confundida al no saber cómo enfrentar la situación, lo que tenía claro era que no estaba dispuesta a perder a Rachel.
El momento decisivo llego cuando atravesó la puerta del salón del coro, y vio a St. James demasiado cerca de su chica, con esa sonrisa arrogante y coqueteándole descaradamente, ahí Quinn Fabray perdió absolutamente la paciencia y decidió que era momento de dejar las palabras y marcar lo que era suyo.
Se acercó con velocidad y tomó a Rachel del brazo para girarla y atrapar sus labios en un apasionado y desesperado beso al que la castaña no se resistió, al contrario pasó su manos por la cintura de la rubia para atraerla más a su cuerpo, extrañaba demasiado esos finos y exquisitos labios y necesitaba tenerlos por el mayor tiempo que fuera posible. Jesse las miraba atónito, una cosa era tener la información de que Rachel tenían algo con Quinn y lo otro era verlo con sus propios ojos.
Cuando el aire faltó se separaron sólo unos centímetros con sus frentes pegadas y mirándose directamente a los ojos.
-Te extrañe-. Murmuró la pequeña diva-.
-Y yo a ti…lamento no haber contestado tus llamadas fui una idiota-. Respondió la rubia-.
-Ya no importa, sólo no lo vuelvas a hacer-.
-Nunca más-. Dijo con una sonrisa-.
Después de eso se dirigieron hacía los asientos ignorando completamente a Jesse, quien había superado su sorpresa y ahora veía con odio a Quinn, quien sonreía triunfante.
El señor Schuster entró con una expresión en su rostro que los preocupo a todos, se veía molesto y a la vez intranquilo.
-¿Pasa algo señor Shue?-. Preguntó Mercedes-.
-Chicos ha ocurrido algo que en realidad no me esperaba-.
-¿Qué?-. Dijo Kurt impaciente-.
-Sue cambio nuestros boletos de avión, para un país exótico que ya no recuerdo y sólo queda una semana para las Nacionales, no podremos juntar el dinero para comprarlos de nuevo y Figgins no quiere sacarlo del presupuesto escolar-. Explicó el maestro desolado-.
-¡Pero cómo! ¿Qué haremos entonces?-. Preguntó Rachel agitada-.
-La verdad no lo sé, pero intentaré solucionar el problema-. Dijo para tranquilizar a sus estudiantes-.
Todos salieron con el ánimo por el suelo, no entendían porque Sylvester los odiaba tanto, como para ser capaz de arruinar su sueño de ir a Nueva York.
Santana se dirigía a su auto, cuando se encontró de frente con una rubia bailarina a quien había evitado desde lo de la canción.
-Hola San-. Saludó la rubia-.
-Hola Britt-. Respondió-.
Hubo un silencio algo incómodo, Santana quería contarle acerca de su nueva situación, pero no estaba segura de que fuera lo adecuado, no quería hacerle daño, aunque sabía que era algo de lo que eventualmente la bailarina se enteraría.
-Creo que es mejor que me vaya-. Dijo Britt captando que Santana estaba distante-.
-¿Quieres que te lleve a casa?-. Preguntó en un acto casi inconsciente-.
-Claro-. Respondió con una sonrisa-.
Ambas subieron al auto de Santana y la rubia notaba que algo más sucedía, conocía en extremo a Santana.
-¿Qué pasa?-.Preguntó Britt-. Estás distante-.
-Yo…estoy preocupada por nuestro viaje a las Nacionales, como Sue pudo hacer algo así-. Expresó ocultando lo otro que la tenía distante-.
-No debería sorprendernos, su hobby preferido arruinarnos la vida-. Respondió la bailarina-.
-Tenemos que encontrar una solución, hemos trabajado duro como para que se arruine así-.
-Lo haremos, Sue no va a ganar está vez, mientras nos mantengamos unidos vamos a llegar a Nueva York-. Expresó la rubia con una sonrisa para tranquilizarla-.
Santana la observaba y sabía que no lograba engañarla, esa hermosa rubia era la única que la conocía incluso más que ella misma, algo no estaba bien, no se sentía bien mentirle u ocultarle cosas, pero tampoco quería hacerle daño.
-Tú siempre ves las cosas en forma positiva, me encanta eso, sobre todo cuando lo acompañas con esa sonrisa-. Expresó la latina-.
-No me digas cosas lindas, haces que me enamore más de ti-. Respondió mirándola a los ojos-.
-Entiendo-. Dijo sintiéndose culpable-. Intentare no hacerlo-.
Ya habían llegado a la casa de Britt, por lo que la rubia se sacó el cinturón y se acercó lentamente para despedirse de su amiga, depositando un casto beso en la comisura de los labios.
-Nos vemos, San-. Se despidió la rubia-.
-Adiós, Britt-.
Santana no pudo evitar seguir con la vista a la bailarina, tampoco podía evitar que su corazón latiera de forma acelerada al tenerla cerca, era tan confuso todo cuando estaba con ella. Pero debía mantener la distancia, ahora tenía novia y no era justo que pensara en otra persona.
Cuando llego a su casa, vio otro auto estacionado afuera lo que le llamo la atención, puesto que no era de ninguno de sus dos padres. Cuando entró se iba a dirigir a su habitación pero una voz muy conocida, la hiso desviar su atención.
-¡Hola hermanita!-.Saludó el chico atrapándole en un cariñoso abrazó-.
-¡Santiago!-. Exclamó la latina quien se aferró con fuerza a su cuello mientras él le daba vueltas-.
-Te extrañe mucho pequeña-. Expresó Santiago quien era alto y con un cuerpo bien formado, de piel canela y sus ojos cafés más claros que su hermana-.
-Pensé que no te vería hasta las vacaciones-.
-Me eximí de algunos exámenes y aquí estoy, absolutamente disponible para pasar tiempo con mi hermanita pequeña-. Exclamó entusiasta-.
-Ya no soy tan pequeña, pronto cumpliré 18-. Dijo a regañadientes-.
-Para mí siempre serás mi hermana pequeña, así que espero que tengas claro que como hermano mayor siempre cuidare de ti, especialmente de idiotas que te puedan andar alrededor-. Señaló firmemente-.
-¡Santiago! ¡Eso no es algo que vaya a hablar contigo!-. Respondió dándole un pequeño golpe en el brazo-.
-Sabes que tengo mis métodos para hacerte hablar, así que es mejor que me digas por la buenas… ¿tienes novio?-. Preguntó el chico-.
-No diré nada que después puedas usar en mi contra, todavía no olvido las veces que me hiciste cubrirte amenazándome con contarle a papá todo lo que salía en mi diario-. Recordó la latina-.
-Nunca me perdonaras haber leído tú diario no es verdad-. Dijo riéndose-.
-No lo haré-. Respondió cruzándose de brazos y fingiendo molestia-.
-Mejor sube a tu habitación a cambiarte, hoy tendrás un paseo con tú hermano-.
-Está bien-.
Santiago López era físicamente muy parecido a su hermana, atractivo y con ese encanto natural que atrapaba a las chicas. Su carácter era también fuerte aunque siempre fue más sociable que Santana. Mientras esperaba a su hermana sentado en uno de los sofás del salón escuchó el timbre, así que se levantó a ver quién era.
-Hola-. Saludó una dudosa Kayle al no saber quién era ese chico-.
-¡Hola!-. Respondió, viendo detalladamente a la hermosa chica que tenía al frente-.
-¿Está Santana?-. Preguntó aún algo confundida-.
-Sí, está en su habitación, pasa, iré a decirle que la esperas…¿Puedo saber tu nombre?
-. Dijo en forma amable-.
-Kayle y…¿tú eres?-.
-Santiago, soy el hermano de San-.
Una vez que Kayle, entró, Santiago subió en busca de su hermana.
-San-. Llamó antes de abrir la puerta-.
- Pasa, dame un segundo, ya estoy casi lista-. Respondió
-Hay una chica esperándote abajo, y es muy hermosa debo decir-.
Santana le dio una mirada de reproche, su hermano era muy coqueto y ella lo conocía a la perfección para saber con qué intensiones decía las cosas. Así que tomo su chaqueta y bajo junto a él.
Kayle esperaba pacientemente sentada en uno de los sofás, cuando vio bajar a su novia.
-Hola-. Saludó con un beso en la mejilla-.
-Hola…no te esperaba-. Respondió-.
-Lo siento, es que como no te vi en la tarde pensé que podríamos ir a ver una película u otra cosa que quieras hacer-.
-Claro-. Dijo con una sonrisa, una fingida tos le recordó que ya tenía planes con Santiago- Lo siento, creo que ya lo conociste pero este es mi hermano Santiago-.
-Si ya tuve el placer-.
-Supongo que no hay problemas en que me les una, ya que, hace mucho que no pasó tiempo con mi hermanita-. Dijo el joven-.
-Claro que no-. Respondió Kayle-.
Los tres salieron de la casa de los López hacía el centro comercial para comer algo y después ir al cine, optaron por ir en el auto de Kayle.
-Tienes una belleza de auto-. Comentó Santiago-.
-Gracias-.
-¿Y para todo tienes tan buen gusto?-. Exclamó coqueto-.
-Mmm…yo creo-. Respondió nerviosa bajo la atenta mirada de Santana-.
-Creo que ya suficiente, puedes guardarte tus dotes de galán para tus compañeras de Universidad-. Expresó la latina-.
-Ok, no tienes para que ser tan agresiva-. Contestó riendo-.
Una vez que llegaron, se ubicaron en una mesa y siguieron conversando de todo un poco. A Kayle le había caído bien el hermano de Santana y al observarlo se le hacían conocidos muchos gestos de su novia. Cuando estaban terminando y se levantaban para ir a ver la cartelera de películas, Santiago diviso a una rubia que conocía muy bien.
-¡Britt!-. Llamó el joven y antes que las dos chicas se dieran cuenta ya corría para tomar en un fuerte abrazo a la bailarina-.
-¡Santiago!-. Contestó igual de alegre-. ¿Qué haces aquí?-.
-Vacaciones adelantadas, ¿y tú que haces?-.
-Nada en particular, sólo intentaba distraerme-.
-¿Sola?...eso es extraño, siempre pensé que tú y mi hermana no podían estar ni un metro separadas-.
-Algunas cosas han cambiado-. Dijo con nostalgia-.
Santiago notó como la expresión de la rubia cambio inmediatamente al decir esas palabras, lógicamente algo pasaba y no le gustaba, porque él consideraba a Brittany como otra hermana más, ya que, con Santana habían crecido juntas y él las había visto hacerlo.
Mientras esa interacción ocurría, Kayle y Santana se fueron acercando.
-Hola-. Saludaron casi al unísono-.
-Hola-. Respondió la rubia, quien intentaba sonar casual pero aún dolía cuando las veía juntas-.
-Tengo una idea, ¿te nos unes?, vamos a ver una película-. Invitó el joven-.
-Yo…no creo que sea…-.
-No acepto un no por respuesta, es mi oportunidad para pasar tiempo con mis dos chicas favoritas-. Expresó-.
-Está bien-. Respondió la bailarina dándole una sonrisa-.
Santana no podía evitar sentirse algo incomoda al ver como Kayle se había tensado un poco. Entendía que no debía ser fácil salir con su novia y su ex mejor amiga con beneficios de la que se había enamorada, aunque reconocía el esfuerzo que estaba haciendo por llevar la situación de la mejor manera.
Una vez que entraron al cine, les estaba costando decidir qué película ver. Santiago quería ver una de terror sangrienta, pero las chicas no se veían muy convencidas, sobre todo Britt a quien le aterraban esas cosas, además ella quería ver una dibujos animados que se estrenaba, mientras a Santana le daba lo mismo.
-Podríamos ver algo así como una comedia romántica-. Dijo Kayle no muy convencida-.
-Olvídalo eso es para chicas-.Dijo Santiago-.
-Por si no te has dado cuenta estás con tres chicas, además la que tú quieres no veremos porque Britt después tiene pesadillas con esas películas-. Expresó la latina ganándose una sonrisa de la rubia-.
Después de varios minutos debatiendo, optaron por ver Blue Valentine, que era una historia de amor, por lo que Santiago reclamó mientras compraban las palomitas y entraban a la sala. Kayle reía, era como ver a Santana cuando tenía que hacer algo que no quería.
Estaban Santiago, Kayle, Santana y Brittany. Por lo que la latina intentaba con toda su fuerza de voluntad mantener los ojos en la pantalla, era algo incómodo estar entre las dos chicas que le quitaban el sueño. Sin querer en uno de los momentos de tensión, tomó la mano de Britt produciendo que está se volviera para darle una mirada de extrañeza, sostuvieron sus miradas por unos minutos, olvidando todo alrededor, eran sólo ellas dos y esa increíble sensación de estas unidas. Santana reacciono y se dio cuenta que justo al otro lado estaba su novia, así que soltó la mano de Britt y con una mirada de disculpa volvió su atención a la película.
Para Britt, eran cosas como esa las que la confundían y también la que la hacía mantener las esperanzas, todo era tan complicado. Ella siempre ha sido una persona simple, y no entendía como las cosas no se podían solucionar, ella amaba a Santana y sabía que era correspondida, entonces porque simplemente no podían estar juntas. No había una respuesta en su cabeza para eso.
Una vez terminada saliendo comentando el final. Santana no pudo evitar molestar a su hermano ya que podría jurar haber visto una lágrima en el final de la película, pero él se excusa diciendo que algo se había metido en su ojo, porque los hombres no lloran con películas idiotas de amor.
Primero pasaron a dejar a Brittany quien se despidió efusivamente de Santiago, y algo distante de Santana, cosa que no pasó inadvertida para el joven, sabía que algo pasaba entre su hermana y su mejor amiga. Después Kayle dejo a los hermanos López. Santiago se bajó y Santana le dijo que iba en un momento.
-¿Te sucede algo?-. Preguntó Kayle quien desde la tarde notaba extraña a su novia-.
-Nada, estoy algo cansada eso es todo-. Explicó no con mucha convicción-.
-¿Segura?...creo que hay algo más-.
-Tenemos algunos problemas en el Club Glee-. Expresó lo que era en parte cierto-. Sue cambio nuestros pasajes y ahora el señor Shue no sabe cómo iremos a Nueva York-.
-Ya veo…si eso es todo lo que te preocupa, tienes que estar tranquila, lo solucionaremos, está bien-. Expresó tomando con una de sus manos el rostro de su morena-.
-No es algo que tú tengas que solucionar…ni siquiera estás en el coro-.
-Eso no importa, todo lo que pueda afectarte, me interesa, estamos juntas ahora ¿recuerdas?-. Dijo acercándose y mirándola a los ojos, para darle un beso-.
-Será mejor que entre, Santiago me está esperando-.
-Está bien, nos vemos mañana-. Y deposito un último beso en los labios de Santana-.
Salió con dirección a su casa, no sabiendo en si como se sentía. Ella le había pedido a Kayle que fuera su novia, por lo que ya no debería tener todo esa confusión en su cabeza, pero seguía ahí, seguía ahí Britt y su hermosa sonrisa, esos ojos azul transparentes y esas manos suaves que le producían miles de sensaciones que no lograba controlar.
Cuando entro a su habitación se estiró en su cama, tapando con una de sus manos su rostro. Estaba en una situación realmente jodida, porque tenía claro que pasara lo que pasara siempre iba alguien a sufrir, por mucho que intentara evitarlo, tanto que no había sido capaz de decirle a Britt sobre su nueva relación.
-Me quieres decir que pasa-. Expresó Santiago apoyado en el umbral de la puerta-.
-¿Sobre qué?-. Preguntó levantándose para mirarlo fijamente-.
-Tú lo sabes, una cosa es que nunca te lo haya preguntado y otra es que no me diera cuenta-. Expresó seguro y acercándose hacia su hermana-.
Santana lo miró detenidamente, tenía claro sobre que quería hablar, había sido una conversación que dilato durante años, y ahora era el momento para ser sincera con una de las personas más importantes en su vida, tal vez esa conversación también le permitiría ser sincera con ella misma, y todo lo que estaba sintiendo.
Tomó con fuerza y propiedad la mano de Rachel, para que no existiera ninguna duda, de que la pequeña diva, ya tenía una dueña.
Santana conocía a la perfección a su mejor amiga y sabía que la sorpresiva aparición de Jesse St. James, no le había caído para nada bien, por lo que decidió intervenir.
-Señor Schu, creo que él debe volver por donde llego, la última vez que estuvo aquí fue sólo para destruirnos, además no lo necesitamos-. Argumentó la latina quien se ganó una mirada de agradecimiento por parte de la rubia-.
-Apoyo a la Santana, él no es de fiar así que es mejor que se vaya-. Añadió Mercedes-.
-Las chicas tienen razón, puede ser que sea una espía de Vocal Adrenaline-. Dijo Puck-.
-Tranquilos muchachos, necesitamos toda la ayuda posible para ganar las Nacionales, y Jesse está aquí por su vasta experiencia en esa competición-. Expresó el maestro para calmar los ánimos-.
-No creo que St. James este aquí para ayudarnos, seguramente tiene otras intenciones-. Dijo Quinn, sin soltar a Rachel y dándole una mirada fulminante al muchacho-.
-Yo creo que debemos darle una oportunidad-. Señaló Rachel, todas las miradas atónitas sobre todo la de la rubia a su lado se posaron en ella-.
-Gracias Rach-. Contestó Jesse-.
-Te recuerdo que la última vez que él estuvo aquí, terminaste siendo un omelet Berry, tú menos que nadie debería estar de acuerdo-. Expresó Santana-.
-Eso es parte del pasado, ya no pertenezco a Vocal Adrenaline, y vengo a prestarle mi ayuda como asesor artístico, si de verdad quieren ir a ganar a Nueva York y no a dar lastima, aceptaran mis consejos-. Expresó el Joven-.
-Además chicos las decisiones las seguiré tomando yo-. Dijo para tranquilizar a los chicos, lo que no tuvo mucho éxito ya que seguían hablando entre ellos, molestos por la presencia de St. James-.
Quinn, no podía dejar de sentirse molesta por la actitud de Rachel. No podía creer que respaldara a Jesse después de todo lo que él le había hecho. Y sobre todo le molestaba por las miradas que se daban, él definitivamente era una amenaza para lo que la rubia estaba intentando construir.
La clase terminó antes de lo esperado, puesto que el señor Schuster no logro controlar los ánimos dentro del Club Glee, así que fueron saliendo uno a uno.
-Rach, podemos hablar-. Interceptó Jesse, quien no pudo dejar de notar la mirada de odio que le lanzó Quinn-.
-Claro-. Aceptó la pequeña diva, soltando la mano de la rubia-.
-Te espero afuera-. Expresó Quinn sin ocultar su molestia y escoltada por Santana-.
-¿De qué quieres hablar?-. Preguntó la castaña una vez que estaban solos en el salón del coro-.
-Rachel…yo…te debo una disculpa por todo lo que ocurrió, yo nunca quise herirte-. Expresó el chico bajando la mirada-.
-Si no hubieras querido herirme Jesse, habrías desistido de humillarme delante de todos tus amigos, lanzándome huevos, sin contar que sólo me utilizaste para ganar las regionales, rompiste mi corazón sin ningún tipo de remordimiento-. Contestó la pequeña diva-.
-Eso no es cierto…yo te amaba…de hecho aún siento algo muy fuerte por ti, ayudar a Nuevas Direcciones no es por lo único que estoy aquí Rach, yo quiero que me des otra oportunidad-. Dijo el castaño descolocando a Rachel-.
-Me temo que eso no va a ser posible Jesse, yo estoy saliendo con alguien que me hace muy feliz-.
-¿Otra vez con Finn?...cuando te vas a dar cuenta que ese gigante no es para ti, él no puede complementarte en el escenario ni en tu vida, yo si Rach, somos la pareja perfecta-. Argumentó el joven-.
-No es con Finn, con quien estoy saliendo-.
-¿Con quién entonces?-. Preguntó dolido por el rechazo de la castaña-.
-Con Quinn, y debo añadir que ella si me valora y complementa, por lo demás tu y yo nunca fuimos la pareja perfecta-. Justificó la pequeña diva-.
-¡¿Quinn Fabray?!... ¡te volviste loca!, ella ha hecho de tu vida un infierno toda la secundaria, como piensas que voy a creer que ahora de un día para otro están saliendo-. Exclamó con sus mejillas algo rojas por su enojo-.
-Lo que tú creas no tiene importancia para mí en lo más mínimo en este momento-. Expresó y se iba a dar la media vuelta para irse pero él la detuvo-.
-Lo siento…yo…estoy sorprendido, si te hace feliz lo acepto, pero por lo menos déjame ser tu amigo, estar cerca de ti, no me alejes Rach, te lo pido por favor-. Suplicó el chico-
A Rachel no pudo dejar de sorprenderle la conducta de Jesse, él era orgulloso y arrogante, verlo pidiéndole por favor la descoloco absolutamente. Sin dejar de lado, la extraña sensación que le produjo que le tomara la mano, fue como una pequeña corriente eléctrica, pasando por su brazo. Eso la asusto, por lo que lo soltó rápidamente.
-Está bien Jesse, podemos ser amigos-. Contestó antes de salir con dirección al estacionamiento donde la esperaba una rubia no muy contenta-.
Jesse la observo con un aire de victoria. Tenía claro cuando se presentó delante de todos, que no sería fácil que lo aceptaran, aunque a él lo tenía sin cuidado, le importaba la opinión de una sola chica y esa por el momento la tenía, lo demás se daría con el tiempo, lo que tenía decidido era que iba a reconquistar a Rachel Berry.
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Mientras afuera, cuando salió Quinn y Santana, Kayle esperaba a esta última pacientemente, de inmediato se dio cuenta que algo no estaba bien. Con sólo observar el rostro algo desfigurado de la rubia, y un aire de preocupación en la latina.
-Hola… ¿Qué tal los ensayos?-. Preguntó de forma inocente, no sin antes depositar un casto beso en los labios de la morena-.
-Ni te lo imaginas-. Respondió Santana ubicándose al lado de Kayle-.
-¿Pasó algo?-. Preguntó preocupada-.
-Apareció un idiota arrogante que se cree asesor artístico-. Expresó la rubia con ira-.
-¿Y qué hay de malo en eso?-. Insistió sin entender la ira de la rubia-.
-No es cualquiera, es el ex novio de Berry-. Respondió la latina-.
-Oh…entiendo… ¿Y Rachel dónde está?-. Volvió a preguntar sin saber que eso aumentaba el enojo de Quinn-.
-Se quedó hablando con él, puedes creerlo, después de que la humillo y la utilizo, ella así sin más se queda conversando con él-. Expresó dejando entre ver todos sus celos-.
-Sí que estás celosa Fabray-. Dijo Santana en tono de burla-.
-¡No estoy celosa!-.
-Claro…sólo estás actuando para parecerlo-. Siguió burlándose-.
-No creo que seas la indicada para hablar de celos tomando en cuenta que en el baile casi te agarras a golpes con la ex de Kayle-. Respondió la rubia enojada-.
-¡Eso fue diferente!-. Dijo la latina levemente alterada-.
-Ok… ¡Cálmense las dos!-. Intervino Kayle-. Quinn, tienes que confiar en que Rachel, le marque los límites a este tipo, ella te quiere, no va a arruinar lo que tienen ustedes dos, por alguien que en el pasado le hiso sufrir-. Aconsejó la chica de ojos verdes-.
-Tienes razón…pero no puedo evitar sentir que es una amenaza-.
Terminó de decir esto cuando vio que Rachel se dirigía dónde estaban con su calma habitual.
-Porque tardaste tanto, ¿de qué quería hablar St. James?-. Preguntó la rubia no con su mejor tono-.
-Nada importante-.Respondió alzando los hombros fingiendo indiferencia-.
-O sea hablaron de “nada importante”, durante todo este tiempo, porque no eres honesta y me dices de verdad lo que quería-.Exigió la rubia subiendo el tono-.
-Cariño… ¿por qué estás molesta?-. Preguntó la castaña-.
-¡Que por qué!...te parece poco que llegue y aparezca y tú corras a hablar con él-.
-Ok…creo que nosotros nos vamos, esta es una conversación que tienen que tener en privado, yo no tengo porque escuchar sus dramas-. Señaló Santana, despidiéndose, acción que Kayle, repitió-.
Quinn no le prestó mayor atención a sus amigas, necesitaba explicaciones y las exigía en ese momento.
-¿Me vas a decir de que hablaron?-. Insistió la rubia-.
-No tienes que hablarme de esa manera, no me gusta cuando me subes la voz, no he hecho nada para merecerlo-. Contestó algo herida por la desconfianza de la rubia-.
-Estas desviando el tema Rach, te estoy haciendo una simple pregunta, y si no puedes contestarla, es porque algo me ocultas-. Justificó-.
-Él sólo quería pedirme disculpas por lo que pasó la última vez, y…dijo que quería que fuéramos amigos-. Explicó ocultando la parte donde el joven le pidió otra oportunidad-
-¿Sólo eso?-. Preguntó algo satisfecha por la respuesta-.
-Sí, además por si venía con otra intensión, le aclare que estamos juntas y que tú me haces muy feliz-. Expresó tomando de la cadera a Quinn y acercándose lentamente-.
-Me parece que le aclararas todo a ese idiota arrogante-.
-Me encanta cuando estás celosa, te ves tan sexy-. Susurró al oído, produciendo que a Quinn se le dibujara inmediatamente una sonrisa-.
-Estos métodos no te funcionaran siempre Berry-. Respondió complacida-.
-Mmm…segura-. Ahora deposito tiernos besos en el cuello de la chica-.
-Ok…tal vez si te funcionen, pero eso no quita que quiera a St. James a diez metro de ti mínimo-.
-Lo que tú digas-. Dijo alejándose unos centímetros-. Ahora nos vamos-.
-Está bien-. Respondió y le dio un amoroso beso en los labios antes de subir al auto-.
A Quinn, las respuestas de Rachel le habían dado un poco de tranquilidad, sin embargo, sabía que debía estar atenta a cualquier movimiento que intentara Jesse.
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Kayle iba manejando hacía su casa con Santana, habían quedado de pasar la tarde juntas.
-Y dejando de lado lo del ex de Rachel… ¿Qué tal estuvieron los ensayos?-. Preguntó-.
-Todo bien-. Se debatió en ese momento si decirle o no lo de Britt, y entendió que si quería que funcionaran las cosas no debía ocultarle nada-. Hubo algo que…-.
-¿Qué pasa San?-. Noto la inseguridad de la latina-.
-Britt…me cantó una canción-. Expresó-.
Santana se dio cuenta como el rostro de la chica se tensó inmediatamente al escuchar eso.
-¿Y?...debería estar celosa-. Preguntó-.
-No…yo le dije que estábamos juntas-.
-Eso no le importó mucho la última vez que se lo dijiste, no evito que te besara-. Expresó dolida-.
-Eso está en el pasado, de verdad quiero que lo nuestro resulte esta vez, te quiero Kay…-.
-Y yo te quiero a ti, pero es difícil sentirme segura con Britt dando vueltas en tú vida, no te voy a pedir que la ignores o hagas como que no existe, no sería razonable de mi parte, ella es importante para ti, sólo te pido que mantengas los límites-. Expresó mirando de reojo a la latina-.
Santana no pudo más que sentir que quería un poco más a esa chica. Podrá haberle exigido que se alejara de Britt, pero estaba siendo comprensiva y respetuosa con su amistad, sabía lo que le costaba pero lo que estaba haciendo revelaba lo mucho que la quería.
Cuando llegaron subieron hacía la habitación para poder estar más cómodas. Santana no podía dejar de observar cada imagen siempre que estaba allí. Era para comprender el pasado de Kayle, había mucho que no sabía aún y quería averiguarlo. Sus ojos siempre se detenían en la misma fotografía familia, con el hombre imponente y de mirada orgullosa, de él podía reconocer en la chica la herencia de sus profundos ojos verdes.
-¿Cómo es tu relación con el resto de tú familia?-. Preguntó la latina con cuidado, sabía que ese era un tema delicado-.
-Mi familia directa no es muy grande, mi padre sólo tiene una hermana, mi abuela murió cuando yo era pequeña, y con mi abuelo tenemos algo así como una relación complicada-. Contestó acercándose para tomar la foto que veía Santana-.
-Se ve que es un hombre fuerte…-.
-Lo es y también exigente, desde que tengo uso de razón he escuchado de las responsabilidades que conlleva ser un Carpentier-. Explicó
-¿Tú familia es muy importante?-. Sabía que Kayle provenía de una familia tradicional y con mucho dinero pero nunca había ahondado más allá-.
-Sí-. Respondió escuetamente. Algo que le gustaba de Santana, era eso, tenía la seguridad de que estaba con ella porque la quería y no por otras razones-.
-Lo siento si no quieres hablar de eso lo entiendo-. Dijo pasando una de sus manos por el brazo de la chica como signo de compresión-.
-No es eso…con mis padres he pasado más tiempo ahora, pero antes de llegar a Lima, siempre pensé que no les importaba mucho y mi abuelo, bueno él…siempre me ha presionado para que un futuro me haga cargo de los negocios de la familia, y eso me agobia, por eso no me gusta mucho hablar de ellos…
-Cuando quieras hacerlo sabes que te escuchare…ahora podríamos hacer algo más que hablar-. Dijo y quitó la fotografía de las manos de Kayle para dejarla en el velador, puso sus manos en el cuello de la chica y la atrajo con fuerza hacía ella-.
-Esto me gusta mucho más-. Respondió y la volvió a besar-. Aunque…yo…-.Santana no la estaba dejando hablar-.
Kayle tomó una pequeña distancia que le permitiera, poder hablar, había algo que estuvo rondando por su mente durante el día y quería decírselo a la latina.
-¿Qué sucede?-. Preguntó Santana frunciendo el ceño ya que no entendía porque la chica no la estaba besando-.
-Hay algo que quiero decirte…-.Expresó nerviosa-.
-Me estas asustando…-.
-Yo…-. Si, ella se veía muy segura, pero cuando realmente quería a alguien le costaban hasta las cosas más mínimas-.
-Dímelo Kay…-. Pidió la latina un tanto impaciente, no estaba entendiendo la situación-
-Yo quiero pedirte que salgas conmigo…como una cita-. Preguntó aún nerviosa-.
-¿Y por eso estás así?-. La latina no pudo evitar soltar una risita, ya llevaban meses saliendo, no entendía porque la actitud de Kayle-.
-No es gracioso-. Dijo y se levantó del lado de Santana, para ir cerca de su ventana y fijar su vista hacia afuera-.
-Lo siento-. Expresó y abrazo a Kayle por la espalda-. Es que llevamos un tiempo saliendo, han pasado “cosas” entre nosotras y tú tartamudeas para pedirme una cita-. Explicó la latina-.
-Es diferente ahora-. Se dio vuelta para verla de frente-. Quiero que sea como una cita de verdad, sé que hemos estado saliendo, pero siento que nos hemos saltado algunos pasos por lo que ahora quiero una primera cita que sea muy especial-.Le dijo con sus ojos verdes brillantes-.
-Mañana pasas por mí a las 7-. Preguntó Santana-.
-Es perfecto-. Dijo con sus ojos verdes brillantes y una sonrisa gigante-.
Después optaron por ver una película y más tarde, Kayle fue a dejar a Santana su casa, al otro día había escuela, y por lo demás quería tiempo para preparar una cita perfecta para su latina.
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Quinn había llegado a la escuela temprano, porque Rachel le había dicho que estaría en la sala del coro ensayando y preparándose para las Nacionales. A veces le costaba comprender la obsesión de su chica, pero intentaba entenderla, por lo que también se había ido antes para pasar tiempo con ella. Pero cuando llego a su destino vio que alguien se le adelanto.
Jesse estaba ayudándole a Rachel con sus ejercicios, le daba algunos consejos y bromeaban entre una y que otra canción, había roces y miradas cómplices. La rubia al ver la escena se enfureció. Intentó calmarse lo que más pudo y no fue capaz de entrar y enfrentarlo, le había prometido a la pequeña diva que confiaría en ella y si entraba en preciso momento, estaba segura que haría una escena de la que se arrepentiría más tarde.
Por lo que, dio la vuelta y comenzó a caminar sin ningún sentido por los pasillos de Mckinley, necesitaba relajarse. A lo lejos vio a Kayle quien ordenaba algunas cosas en su casillero, y decidió acercarse.
-Hola-. Saludó aún molesta lo que se notaba en su tono de voz-.
-Hola-. Respondió al saludo-. ¿Estás bien?-.
-No…tengo ganas de asesinar muy lentamente a alguien-. Respondió con ira-.
-Wooow…espero que no sea a mí porque con esa cara que tienes de verdad creo que serías capaz de hacerlo-.
-Tranquila no eres tú-. Expresó entendiendo que Kayle con sus bromas quería ayudarla-.
-¿Es el tipo otra vez o no?-.
-Sí…se supone que Rach llegaría antes para ensayar y quise darle una sorpresa y acompañarla, pero cuando llegue ya estaba con él en la sala del coro y se veían de lo más felices-. Dijo sin poder ocultar sus celos-.
-Tienes que confiar en la pequeña diva, ella no te engañaría-. Expresó con calma-. No arruinaría su relación, ella te quiere-.
-Ese es el punto, nosotras no tenemos una relación, por lo que no sería un engaño-. Dijo la rubia más para sí misma como haciendo un descubrimiento-. Debería pedirle que fuera mi novia-.
-No creo que sea buena idea Quinn, o sea eventualmente va a ser tú novia, pero no se lo pidas porque te sientes amenazada, pídeselo porque sientes que con ella todo es especial, porque cuando la miras a los ojos sabes que todo va a ir bien, porque con sólo una palabra logra que tú corazón se detenga….-.
-¿Seguimos hablando de mí y Rach o me perdí de algo?-. Interrumpió la rubia al ver que su amiga claramente estaba hablando de sus sentimientos-.
-Lo siento…-. Dijo avergonzada-.
-Tienes razón, no es el momento aún, pero tengo que encontrar una manera de alejar a St. James-.
-Yo creo que no debes alejarlo a él, sino que debes mantener a Rachel, son cosas diferentes, porque si haces estupideces para alejarlo, tú vas a terminar arruinando todo, lo que tienes que hacer es algo para demostrarle a Rachel que la quieres, has algo lindo, no sé, romántico-. Expresó-.
-Creo que el estar enamorada te hace dar buenos concejos, eso haré-.
Kayle siguió ordenando algunas cosas, hasta que una cajita rectangular con logo de joyería se le escurrió entre las manos.
-¿Qué es esto?-. Preguntó Quinn recogiéndola-. Wooow que acaso dice Tiffany’s -. Exclamó emocionada, e iba a ver lo que contenía pero Kayle se la arrebató antes que pudiera hacerlo-.
-Sí la ves tú antes que ella y después lo sabe, se enfurecerá-.Explicó la chica volviendo a guardarla-.
-O sea es para Santana… ¿Qué acaso piensas oficializar?-.
-Hoy tenemos una cita y no lo sé, no lo he pensado aún-. Respondió nerviosa-.
-Si tú primera jugada es una cajita misteriosa con el logo de Tiffany’s, vas muy bien, porque San adora las cosas que brillan-.
Ambas rieron, y vieron acercarse a Santana que venía a saludarlas.
-Ni una palabra, recuerda que es una sorpresa-. Susurró Kayle al oído de la rubia-.
-Mis labios están sellados-. Respondió-.
-¿Qué tantos secretos hay entre ustedes?...no quiero pensar que quieres robarme a mi chica, Fabray-. Expresó la latina quien ya estaba al lado de las chicas y saludó con beso a Kay-.
-No te preocupes, creo que las prefiero un poco más pequeñas y adorables-. Contestó Quinn-.
-Querrás decir un poco más molestas e irritantes-. Expresó Santana con burla-.
Las chicas estaban riendo de las bromas de Santana, lo que sirvió para que Quinn se relajara.
-Hola-. Saludó Rachel que se venía integrando a la conversación-.
-Hola-.Respondió Kayle y Santana-.
Rachel noto de inmediato que la rubia estaba distante.
-¿Pasa algo cariño?-.Preguntó ingenuamente la castaña-.
-Nosotros nos vamos-. Dijo la latina para darles espacio a sus amigas-.
-¿Qué te sucede ahora?-. Insistió Rachel-.
-¿Qué hacías con St. James en la sala del coro?-. Respondió con una pregunta-.
-Él me ayudaba con unos ejercicios… ¿Cómo sabes que estaba en la sala del coro con Jesse?-.
-Porque llegue antes a la escuela para darte una sorpresa y ensayar contigo, pero ya estabas ocupada y muy entretenida por lo que pude ver-. Expresó la rubia demostrando sus celos-.
-Quinn, no puedes ponerte así cada vez que me veas con Jesse, no puedes estar celosa de él, sólo somos amigos-. Respondió la castaña-.
-Tal vez tú quieras que sólo sean amigos, pero te aseguro que él tiene otras intenciones, yo no soy tonta Rach, veo cómo te mira y esas no son miradas de amigos-. Aseguró la rubia con sus brazos cruzados en posición defensiva-.
-No quiero que discutamos por su causa, yo sólo tengo ojos para ti Quinn, por favor, confía en mí-. Pidió la castaña-.
-Confió en ti, pero no quiero que pases tiempo con él, no me gusta verlo cerca, fue tu novio y quiero que se dé cuenta que ya no tiene ninguna oportunidad, no creo que sea mucho pedir-. Expresó con una mirada decidida-.
-Pero Quinn, no crees que estas siendo demasiado extremista, no puedo simplemente ignorarlo-.
-¿Por qué no?, quieres que te recuerde todo lo que él te hiso-. Dijo la rubia algo molesta-.
-Si fuera por recordar quien me ha hecho daño, él no ha sido el único, así que no creo que tú seas la más adecuada para decirlo-. Increpó la castaña.
Quinn bajo su postura, tenía claro a donde apuntaba Rachel con esas palabras, ella también el pasado la había herido, y aunque la pequeña diva le había dicho en reiteradas ocasiones que eso estaba olvidado, al parecer no era así.
-Entiendo-. Dijo la rubia con pena-. No voy a volver a decirte que hacer-. Y de una vuelta se comenzó a alejar-.
-Quinn…yo no quise…-. Rachel se quedó parada ahí y lamento sus palabras, ya que se dio cuenta que había lastimado a la rubia al recordar su pasado-.
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El resto del día Quinn evito a Rachel, no tenía ganas de verla, o tal vez era culpabilidad. Ella tenía claro que todas las acciones que había cometido en el pasado tenían consecuencias, y el poco tiempo que llevaba con Rachel, había hecho lo posible por revertir todo ello. Pero las palabras de la pequeña diva en la mañana, le recordaban que no todo estaba olvidado y que por mucho que se esforzara jamás podría borrar todo lo que hiso.
El Club Glee, era como de costumbre la última clase del día. Llego con Santana, quien le hablaba de lo emocionada que estaba por su cita de la tarde, verdaderamente no le estaba prestando mucha atención, seguía ida pensando en su discusión con Rachel, odiaba eso, odiaba no hablarle, en las pocas semanas que llevaban juntas, la castaña se había trasformado en alguien imprescindible en su vida, no la quería lejos, menos por una pelea cuya causa era el idiota de Jesse St. James.
-Chicos hay una aviso que quiero darles el día de hoy-. Exclamó el Maestro para captar la atención de los chicos-. Con Jesse hemos decidido la forma de elegir a nuestro solista para las Nacionales-.
-En Vocal Adrenaline, se seleccionaba al mejor, que siempre era yo y creaban un show alrededor, así ganamos las Nacionales…-.
-Nosotros no somos Vocal Adrenaline, nosotros trabajamos unidos y así hemos ganados las competencias anteriores-. Interrumpió Quinn, a lo que los demás integrantes la apoyaron-.
-En las Nacionales es diferente, ahí van los mejores del país y si ustedes quiere optar a los primeros lugares y no al premio de consuelo, escucharan mis consejos-. Expresó Jesse-.
Sus palabras no hacían más que intensificar la discusión en el grupo, realmente Jesse no tenía la simpatía de ninguno.
-¡Es suficiente!-. Grito el señor Schuster-. Habrá audiciones para elegir al solista-. Sentenció el maestro-.
Rachel se había mantenido en silencio, lo que era muy extraño en ella, pero tenía claro que cualquier palabra que dijera podía provocar que Quinn se molestara más con ella y las cosas ya estaba lo suficientemente tensas.
Casi al terminar los ensayos, un golpe en la puerta desvió la atención.
-Puedo pasar-. Preguntó Finn-.
Todas las miradas se posaron en él, especialmente la de las dos chicas que habían sido agredidas en el baile-.
-Necesito hablarles-. Pidió el chico quien no dejo de sorprenderse al ver a Jesse ahí-.
-Te escuchamos-. Respondió el señor Schuster-.
-Sé que la mayoría me odia y me lo merezco-. Comenzó a hablar con la mirada en el suelo-. Tienen razones para hacerlo, sobre todo Quinn y Rachel, y deben saber que lamento mucho mi actitud, soy un idiota y mi comportamiento no tiene justificación, yo…no sé qué me paso, pero quiero decirles que estoy profundamente arrepentido y avergonzado por lo que hice, yo jamás quise lastimar a Rachel o Quinn-.
-Pero lo hiciste, te comportaste como un maldito troglodita-. Interrumpió Santana, quien aún tenía rabia por como el chico trato a su mejor amiga-.
-Lo sé y entiendo si ninguna vuelve a hablarme, sé que las palabras no son suficientes para remediarlo, pero de ahora en adelante nunca más haré nada para lastimarlas, sólo intentare hacer que me disculpen en algún momento-. Dijo Hudson profundamente arrepentido-.
-Te creo Finn, sé que eres un buen chico-. Expresó Rachel rompiendo el silencio-.
-Gracias Rach…yo no me interpondré más en tú felicidad, sea con quien sea lo aceptare-. Dijo finalmente, y puso su mirada en Quinn quien aún lo miraba con recelo-.
Los demás integrantes lo observaban y comprendieron que había sido un arranque de rabia. No justificaba lo que hiso, pero todas las personas se merecían una segunda oportunidad.
Cuando terminaron, todos salieron aunque Jesse tenía la firme intención de ir tras de Rachel otra vez, aunque a esta lo que le importaba en ese momento era solucionar sus problemas con la rubia.
-Quinn-. Llamó la castaña tomándola del brazo-.
-¿Qué pasa Rachel?-. Dijo algo fría la rubia-.
-No me gusta que discutamos, siento haber dicho eso, yo no quería que te sintiera mal-.
-Pero lo dijiste y lo entiendo, yo no soy quien para decirte con quien pasar tú tiempo, no me debes ninguna explicación-. Contestó la rubia-.
-Nosotros tenemos algo, algo que aunque no tenga nombre, me importa mucho más que cualquier otra cosa, tú me haces feliz como nadie lo había hecho antes, por favor no sigamos discutiendo por cosas sin sentido-.Pidió tomando tiernamente la mano de la otra chica-.
Quinn al escuchar sus palabras, podía sentir como una incontenibles ganas de besarla se apropiaban de ella. Era tan tierna, y estaba segura que le hablaba con sinceridad.
-Rach…yo…-.No pudo terminar su frase porque alguien las interrumpió-.
-Rachel, pensé que habíamos quedado de ensayar después del coro, estoy seguro que tú serás la elegida, pero no te haría mal algo de práctica-. Expresó Jesse quien recibía una fulminante mirada de parte de Quinn-.
-Jesse ahora no, estoy ocupada-. Respondió la castaña-.
-Lo siento ¿interrumpo algo importante?-. Dijo intentando sonar inocente y con la más cínicas de sus sonrisas-.
-Estamos en una conversación importante y privada-. Expresó Quinn quien estaba controlando sus ganas de golpearlo-.
-No creo que haya algo más importante para Rachel que la música y lograr ese solo ¿o me equivoco?-. Preguntó mirando directamente a los ojos de la diva e ignorando a la rubia-.
Rachel guardo silencio, lo que produjo que Jesse mirara con una sonrisa triunfante a Quinn.
-Ok. Entonces yo me voy-. Dijo la rubia en extremo molesta-.
-Quinn…-. Llamó la castaña, pero ya por segunda vez en un mismo día veía como la rubia se iba sin poder arreglar las cosas-.
Quinn salió de la sala de coro, con las mejillas enrojecidas por la ira. No le molestaba que para Rachel la música fuera fundamental en su vida, eso siempre lo supo y esa pasión que poseía la castaña era una de las cosas que más amaba de ella. Lo que no soportaba era que St. James pensara que Rachel prefería quedarse con él a irse con ella.
-Quinn…-.Sintió que le tomaron el brazo y al darse cuenta quien era inmediatamente se soltó-.
-¡Suéltame!...-. Exclamó hacía Hudson quien se había puesto al frente para bloquearle el paso-. Que quieres, no ves que estás estorbando-.
-Yo…-.
-¡O me dices que quieres rápido o te apartas de mi camino!-.
-Quinn, sé que no tienes por qué escuchar lo que tenga que decir, pero sólo no cometas el error que yo cometí-. Dijo mirándola a los ojos-.
-¿Qué quieres decir con eso?-. Pregunto sin entender que quería decir-.
-Yo lo subestime, nunca pensé que él podría conquistar a Rachel y me equivoque, además yo te dije lo que pensaba de frente, no esperes lo mismo de St. James-. Expresó sincero-.
-No es algo que vaya a conversar contigo…-.
-Lo sé, yo sólo quería decírtelo y asegurarte que nunca más interferiré entre tú y ella-.
-Espero que así sea-. Respondió y pasó para irse de una vez, ese día había sido en extremo agotador-.
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Kayle se miró al espejo por última vez, quería verse perfecta, porque había dispuesto que todo lo que pasara esa tarde lo fuera, quería que Santana jamás olvidara esa primera cita, y había puesto todo su esfuerzo en lograr ese fin. Opto por un pantalón gris y una blusa negra de seda que le daba un brillo a su piel y hacía resaltar sus ojos verdes.
Mientras conducía, repasaba cada detalle, ella nunca había sido muy organizada ni planeaba tanto las cosas, era más una persona de impulsos, pero Santana sacaba otra parte de su personalidad. Aún le costaba entender como paso todo tan rápido, pero eso ya no le importaba, lo único que quería, era poder ser capaz de mantenerla a su lado, porque no se sentía capaz de dejarla ir.
Cuando por fin llego a su destino, miro su reloj y eran las 7 en punto, golpeo la puerta y lo que parecía un verdadero ángel ante sus ojos, vestida con un hermoso vestido blanco que encajaba perfectamente con sus curvas, le abrió.
-Tú…realmente…creo que…-. Tartamudeo la chica de ojos verdes-.
-Tú también te ves bien-. Respondió la latina con una sonrisa-.
-Te ves realmente hermosa-.Dijo ahora recuperando el habla-.
-Gracias, nos vamos-. Preguntó coqueta-.
-Claro-. Avanzó hasta darse la vuelta para abrir la puerta a Santana y luego se sentó en el lugar para conducir-.
-¿A dónde vamos?-. Preguntó la latina-.
-Es una sorpresa-. Contestó misteriosa-.
-He vivido aquí desde siempre, no creo que haya muchos lugares que no conozca-.Expresó segura
-Eso lo veremos-. Respondió con una sonrisa lo que produjo curiosidad en Santana, porque esa chica estaba llena de sorpresas-.
Kayle detuvo al frente de un edificio imponente, era el hotel de la ciudad. Sin dudarlo tomó la mano de Santana con propiedad y fueron caminando hacía la entrada.
Cuando entraron, la morena de ojos verdes se acercó al ascensor, para apretar el botón que las conducía al último piso, donde estaba la terraza.
-Pensé que el restaurant estaba abajo-. Dijo la latina extrañada-.
-¿Y porque piensas que iremos a ahí?-.
-No lo sé, supuse que me llevarías a cenar-.
-Siempre quieres saberlo todo no es verdad-. Expresó Kayle con una sonrisa-.
Santana la miró y antes de que pudiera responder, las puertas se abrieron dejándola ante una imagen que capturo toda su atención por lo hermosa.
Había dispuesta sólo una mesa, elegantemente ordenada con mantel blanco y vajilla de plata. Tenían una vista privilegiada de la ciudad, y había una piscina con luces que le daba un toque más romántico aún.
-¡Esto es impresionante!-. Exclamó Santana emocionada-.
-¿De verdad te gusta?-. Preguntó Kayle, a lo que recibió como respuesta un tierno beso, del que no se quería separar-.
-Eres increíble, ¿Cómo preparaste todo esto en un día?-.
-Tengo mis contactos, ser una Carpentier no tiene solamente obligaciones, también privilegios-. Dijo dándole otro pequeño beso-.
Avanzaron tomadas de la mano, y un hombre de mediana edad con uniforme de servicio les tomo las órdenes. Kayle no quitaba los ojos de Santana, se sentía tan bien tenerla sólo para ella y poder compartir momentos como ese. Había pasado poco tiempo, eso lo tenía claro pero era inevitable no perderse en esos ojos color chocolate que brillaban para ella en ese instante, no quedar pegada en cada detalle de su rostro y no amar ese hermoso hoyuelo que se le formaba al sonreír, no importaba el tiempo, algo ya estaba claro y era que el amor que sentía por ella, ya era superior a cualquier otra cosa.
La cena trascurrió en forma relajada, aunque Santana le decía bromas de vez en cuanto por haberse puesto tan nerviosa para pedirle una cita, había sido realmente divertido, aunque esas eran cosas que la latina adoraba de Kayle, como se veía tan fuerte y decidida, pero con ella mostraba todo ese lado tierno y vulnerable.
Una vez que terminaron de comer, la chica de ojos verdes le ofreció su mano para llevarla a un costado, entre la piscina y las barandas.
-Creo que ha sido un increíble primera cita-. Dijo Santana sin soltar su mano-.
-Aún falta algo-.
Santana abrió sus ojos con sorpresa. Mientras Kayle se acercó a donde tenía su bolso y sacó de ahí una cajita larga y rectangular, y después volvió a donde antes estaba.
-Calma no te voy a pedir que seas mi esposa-. Expresó bromeando al ver la cara de Santana-. Es sólo algo que compre para ti, para que cuando lo veas recuerdes este momento que pasamos juntas-. Dijo y extendió la cajita hacía Santana-.
Santana la abrió con cuidado y expectación, amaba abrir regalos. Se encontró con un delicado collar de platino, con pequeños círculos de diamantes, tenía un colgante tallado en forma circular y con un diamante al centro, se notaba que costaba mucho dinero.
-Alguien me dijo que te gustaban las cosas que brillaban-. Dijo Kayle al ver la expresión de Santana-.
-Es realmente hermoso-.
-Tú eres hermosa-. Expresó mientras lo tomaba para colocarlo en el cuello de Santana-. Te quiero-. Susurró-.
-Y yo te quiero a ti-. Respondió depositando un beso en los labios de la chica-. Eres increíble, tú llegaste a mi vida cuando todo estaba oscuro y cuidaste de mí…quiero estar contigo, Kayle… ¿Quieres ser mi novia?-. Preguntó Santana muy segura de lo que estaba haciendo-.
-Yo…-. Kayle no cabía en sí, eso no se lo esperaba-. Me encantaría ser tú novia-. Respondió con esa sonrisa idiota que se tiene cuando se está irremediablemente enamorado-.
Santana la tomo por la cintura para acercarla lentamente hacía ella y juntar sus labios en un apasionado beso. Se quedaron unos momentos más observando la vista, Kayle tenía abrazada por la espalda a su ahora novia, estaba demasiado feliz, de cómo había resultado todo, aunque tenía claro que no podía estar tan tranquila, aún había cierta bailarina dando vueltas por el corazón de su latina.
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Era otro día en la secundaría Mckinley, los alumnos iban y venían. Y entre la multitud, dos hermosas morenas entraban de la mano, sin poner la menor atención en algunos murmullos que se escuchaban cuando pasaban. Nada les podía afectar, mientras estuvieran juntas.
Se separaron cuando Kayle, tuvo que ir a sus clases y Santana siguió en dirección a Quinn, ya que tenían clases juntas.
-Hola Q-. Saludó una alegre latina-.
-Hola-. Respondió una no tan alegre rubia-.
-Oh…creo que alguien no pasó buena noche, ¿me quieres decir que te pasa?-. Preguntó apoyándose en el casillero del lado del de Quinn-.
-Ayer discutí con Rachel…dos veces, y estuvo llamándome pero no le conteste y tampoco sus mensajes-.
-Woow…deber ser grave ¿Qué hiso la mini Streisand?-.
-Se quedó con St. James en vez de irse conmigo-. Respondió-.
-Pero Q, no estarás exagerando, yo no he visto algo extraño entre ellos y Rachel te dijo que le había dicho lo que tienen ustedes, no discutas con ella por estupideces como St, James, no vale la pena-. Aconsejo la latina-.
-Puede que tengas razón, pero eso no quita que esté pasando más tiempo con él que conmigo desde que ese idiota apareció-. Dijo con celos-.
-Creo que si sigues con tus ataques de celos, la vas a perder-.
-Lo pensaré…y tú, te ves radiante, me perdí de algo-. Expresó la rubia cambiando de tema-.
-En realidad sí, estoy de novia con Kayle-. Respondió la morena con una sonrisa-.
-¡Por fin te lo pidió!-. Exclamó la rubia abrazando a Santana-.
-Yo se lo pedí-.
-Tú…vaya eso no me lo esperaba y ¿Estás segura?, me refiero a que pasa con Britt-.
-Estoy segura, yo la quiero y aunque no puedo decir que no siento nada por Britt, creo que estar con Kayle es lo quiero ahora, quiero intentarlo-. Respondió-.
-Si es así, en la decisión que tomes tienes mi apoyo-.
-Gracias Q, y yo espero que arregles tus problemas con Berry, porque aunque no sé cómo puedes querer a alguien tan irritante que habla en párrafos, te hace feliz y me gusta verte feliz-. Dijo la morena sacándole una sonrisa a la rubia-.
-Lo intentaré, ahora vamos-.
Durante el día Quinn casi no se separó de Santana y Kayle, evitó a Rachel a como dé lugar y eso se hiso más fácil dado que no tenían ninguna clase juntas ese día, claro exceptuando el Club Glee. No era que no quisiera verla, de hecho se moría por verla, abrazarla y besar esos tiernos labios que tanto adoraba, pero se sentía confundida al no saber cómo enfrentar la situación, lo que tenía claro era que no estaba dispuesta a perder a Rachel.
El momento decisivo llego cuando atravesó la puerta del salón del coro, y vio a St. James demasiado cerca de su chica, con esa sonrisa arrogante y coqueteándole descaradamente, ahí Quinn Fabray perdió absolutamente la paciencia y decidió que era momento de dejar las palabras y marcar lo que era suyo.
Se acercó con velocidad y tomó a Rachel del brazo para girarla y atrapar sus labios en un apasionado y desesperado beso al que la castaña no se resistió, al contrario pasó su manos por la cintura de la rubia para atraerla más a su cuerpo, extrañaba demasiado esos finos y exquisitos labios y necesitaba tenerlos por el mayor tiempo que fuera posible. Jesse las miraba atónito, una cosa era tener la información de que Rachel tenían algo con Quinn y lo otro era verlo con sus propios ojos.
Cuando el aire faltó se separaron sólo unos centímetros con sus frentes pegadas y mirándose directamente a los ojos.
-Te extrañe-. Murmuró la pequeña diva-.
-Y yo a ti…lamento no haber contestado tus llamadas fui una idiota-. Respondió la rubia-.
-Ya no importa, sólo no lo vuelvas a hacer-.
-Nunca más-. Dijo con una sonrisa-.
Después de eso se dirigieron hacía los asientos ignorando completamente a Jesse, quien había superado su sorpresa y ahora veía con odio a Quinn, quien sonreía triunfante.
El señor Schuster entró con una expresión en su rostro que los preocupo a todos, se veía molesto y a la vez intranquilo.
-¿Pasa algo señor Shue?-. Preguntó Mercedes-.
-Chicos ha ocurrido algo que en realidad no me esperaba-.
-¿Qué?-. Dijo Kurt impaciente-.
-Sue cambio nuestros boletos de avión, para un país exótico que ya no recuerdo y sólo queda una semana para las Nacionales, no podremos juntar el dinero para comprarlos de nuevo y Figgins no quiere sacarlo del presupuesto escolar-. Explicó el maestro desolado-.
-¡Pero cómo! ¿Qué haremos entonces?-. Preguntó Rachel agitada-.
-La verdad no lo sé, pero intentaré solucionar el problema-. Dijo para tranquilizar a sus estudiantes-.
Todos salieron con el ánimo por el suelo, no entendían porque Sylvester los odiaba tanto, como para ser capaz de arruinar su sueño de ir a Nueva York.
Santana se dirigía a su auto, cuando se encontró de frente con una rubia bailarina a quien había evitado desde lo de la canción.
-Hola San-. Saludó la rubia-.
-Hola Britt-. Respondió-.
Hubo un silencio algo incómodo, Santana quería contarle acerca de su nueva situación, pero no estaba segura de que fuera lo adecuado, no quería hacerle daño, aunque sabía que era algo de lo que eventualmente la bailarina se enteraría.
-Creo que es mejor que me vaya-. Dijo Britt captando que Santana estaba distante-.
-¿Quieres que te lleve a casa?-. Preguntó en un acto casi inconsciente-.
-Claro-. Respondió con una sonrisa-.
Ambas subieron al auto de Santana y la rubia notaba que algo más sucedía, conocía en extremo a Santana.
-¿Qué pasa?-.Preguntó Britt-. Estás distante-.
-Yo…estoy preocupada por nuestro viaje a las Nacionales, como Sue pudo hacer algo así-. Expresó ocultando lo otro que la tenía distante-.
-No debería sorprendernos, su hobby preferido arruinarnos la vida-. Respondió la bailarina-.
-Tenemos que encontrar una solución, hemos trabajado duro como para que se arruine así-.
-Lo haremos, Sue no va a ganar está vez, mientras nos mantengamos unidos vamos a llegar a Nueva York-. Expresó la rubia con una sonrisa para tranquilizarla-.
Santana la observaba y sabía que no lograba engañarla, esa hermosa rubia era la única que la conocía incluso más que ella misma, algo no estaba bien, no se sentía bien mentirle u ocultarle cosas, pero tampoco quería hacerle daño.
-Tú siempre ves las cosas en forma positiva, me encanta eso, sobre todo cuando lo acompañas con esa sonrisa-. Expresó la latina-.
-No me digas cosas lindas, haces que me enamore más de ti-. Respondió mirándola a los ojos-.
-Entiendo-. Dijo sintiéndose culpable-. Intentare no hacerlo-.
Ya habían llegado a la casa de Britt, por lo que la rubia se sacó el cinturón y se acercó lentamente para despedirse de su amiga, depositando un casto beso en la comisura de los labios.
-Nos vemos, San-. Se despidió la rubia-.
-Adiós, Britt-.
Santana no pudo evitar seguir con la vista a la bailarina, tampoco podía evitar que su corazón latiera de forma acelerada al tenerla cerca, era tan confuso todo cuando estaba con ella. Pero debía mantener la distancia, ahora tenía novia y no era justo que pensara en otra persona.
Cuando llego a su casa, vio otro auto estacionado afuera lo que le llamo la atención, puesto que no era de ninguno de sus dos padres. Cuando entró se iba a dirigir a su habitación pero una voz muy conocida, la hiso desviar su atención.
-¡Hola hermanita!-.Saludó el chico atrapándole en un cariñoso abrazó-.
-¡Santiago!-. Exclamó la latina quien se aferró con fuerza a su cuello mientras él le daba vueltas-.
-Te extrañe mucho pequeña-. Expresó Santiago quien era alto y con un cuerpo bien formado, de piel canela y sus ojos cafés más claros que su hermana-.
-Pensé que no te vería hasta las vacaciones-.
-Me eximí de algunos exámenes y aquí estoy, absolutamente disponible para pasar tiempo con mi hermanita pequeña-. Exclamó entusiasta-.
-Ya no soy tan pequeña, pronto cumpliré 18-. Dijo a regañadientes-.
-Para mí siempre serás mi hermana pequeña, así que espero que tengas claro que como hermano mayor siempre cuidare de ti, especialmente de idiotas que te puedan andar alrededor-. Señaló firmemente-.
-¡Santiago! ¡Eso no es algo que vaya a hablar contigo!-. Respondió dándole un pequeño golpe en el brazo-.
-Sabes que tengo mis métodos para hacerte hablar, así que es mejor que me digas por la buenas… ¿tienes novio?-. Preguntó el chico-.
-No diré nada que después puedas usar en mi contra, todavía no olvido las veces que me hiciste cubrirte amenazándome con contarle a papá todo lo que salía en mi diario-. Recordó la latina-.
-Nunca me perdonaras haber leído tú diario no es verdad-. Dijo riéndose-.
-No lo haré-. Respondió cruzándose de brazos y fingiendo molestia-.
-Mejor sube a tu habitación a cambiarte, hoy tendrás un paseo con tú hermano-.
-Está bien-.
Santiago López era físicamente muy parecido a su hermana, atractivo y con ese encanto natural que atrapaba a las chicas. Su carácter era también fuerte aunque siempre fue más sociable que Santana. Mientras esperaba a su hermana sentado en uno de los sofás del salón escuchó el timbre, así que se levantó a ver quién era.
-Hola-. Saludó una dudosa Kayle al no saber quién era ese chico-.
-¡Hola!-. Respondió, viendo detalladamente a la hermosa chica que tenía al frente-.
-¿Está Santana?-. Preguntó aún algo confundida-.
-Sí, está en su habitación, pasa, iré a decirle que la esperas…¿Puedo saber tu nombre?
-. Dijo en forma amable-.
-Kayle y…¿tú eres?-.
-Santiago, soy el hermano de San-.
Una vez que Kayle, entró, Santiago subió en busca de su hermana.
-San-. Llamó antes de abrir la puerta-.
- Pasa, dame un segundo, ya estoy casi lista-. Respondió
-Hay una chica esperándote abajo, y es muy hermosa debo decir-.
Santana le dio una mirada de reproche, su hermano era muy coqueto y ella lo conocía a la perfección para saber con qué intensiones decía las cosas. Así que tomo su chaqueta y bajo junto a él.
Kayle esperaba pacientemente sentada en uno de los sofás, cuando vio bajar a su novia.
-Hola-. Saludó con un beso en la mejilla-.
-Hola…no te esperaba-. Respondió-.
-Lo siento, es que como no te vi en la tarde pensé que podríamos ir a ver una película u otra cosa que quieras hacer-.
-Claro-. Dijo con una sonrisa, una fingida tos le recordó que ya tenía planes con Santiago- Lo siento, creo que ya lo conociste pero este es mi hermano Santiago-.
-Si ya tuve el placer-.
-Supongo que no hay problemas en que me les una, ya que, hace mucho que no pasó tiempo con mi hermanita-. Dijo el joven-.
-Claro que no-. Respondió Kayle-.
Los tres salieron de la casa de los López hacía el centro comercial para comer algo y después ir al cine, optaron por ir en el auto de Kayle.
-Tienes una belleza de auto-. Comentó Santiago-.
-Gracias-.
-¿Y para todo tienes tan buen gusto?-. Exclamó coqueto-.
-Mmm…yo creo-. Respondió nerviosa bajo la atenta mirada de Santana-.
-Creo que ya suficiente, puedes guardarte tus dotes de galán para tus compañeras de Universidad-. Expresó la latina-.
-Ok, no tienes para que ser tan agresiva-. Contestó riendo-.
Una vez que llegaron, se ubicaron en una mesa y siguieron conversando de todo un poco. A Kayle le había caído bien el hermano de Santana y al observarlo se le hacían conocidos muchos gestos de su novia. Cuando estaban terminando y se levantaban para ir a ver la cartelera de películas, Santiago diviso a una rubia que conocía muy bien.
-¡Britt!-. Llamó el joven y antes que las dos chicas se dieran cuenta ya corría para tomar en un fuerte abrazo a la bailarina-.
-¡Santiago!-. Contestó igual de alegre-. ¿Qué haces aquí?-.
-Vacaciones adelantadas, ¿y tú que haces?-.
-Nada en particular, sólo intentaba distraerme-.
-¿Sola?...eso es extraño, siempre pensé que tú y mi hermana no podían estar ni un metro separadas-.
-Algunas cosas han cambiado-. Dijo con nostalgia-.
Santiago notó como la expresión de la rubia cambio inmediatamente al decir esas palabras, lógicamente algo pasaba y no le gustaba, porque él consideraba a Brittany como otra hermana más, ya que, con Santana habían crecido juntas y él las había visto hacerlo.
Mientras esa interacción ocurría, Kayle y Santana se fueron acercando.
-Hola-. Saludaron casi al unísono-.
-Hola-. Respondió la rubia, quien intentaba sonar casual pero aún dolía cuando las veía juntas-.
-Tengo una idea, ¿te nos unes?, vamos a ver una película-. Invitó el joven-.
-Yo…no creo que sea…-.
-No acepto un no por respuesta, es mi oportunidad para pasar tiempo con mis dos chicas favoritas-. Expresó-.
-Está bien-. Respondió la bailarina dándole una sonrisa-.
Santana no podía evitar sentirse algo incomoda al ver como Kayle se había tensado un poco. Entendía que no debía ser fácil salir con su novia y su ex mejor amiga con beneficios de la que se había enamorada, aunque reconocía el esfuerzo que estaba haciendo por llevar la situación de la mejor manera.
Una vez que entraron al cine, les estaba costando decidir qué película ver. Santiago quería ver una de terror sangrienta, pero las chicas no se veían muy convencidas, sobre todo Britt a quien le aterraban esas cosas, además ella quería ver una dibujos animados que se estrenaba, mientras a Santana le daba lo mismo.
-Podríamos ver algo así como una comedia romántica-. Dijo Kayle no muy convencida-.
-Olvídalo eso es para chicas-.Dijo Santiago-.
-Por si no te has dado cuenta estás con tres chicas, además la que tú quieres no veremos porque Britt después tiene pesadillas con esas películas-. Expresó la latina ganándose una sonrisa de la rubia-.
Después de varios minutos debatiendo, optaron por ver Blue Valentine, que era una historia de amor, por lo que Santiago reclamó mientras compraban las palomitas y entraban a la sala. Kayle reía, era como ver a Santana cuando tenía que hacer algo que no quería.
Estaban Santiago, Kayle, Santana y Brittany. Por lo que la latina intentaba con toda su fuerza de voluntad mantener los ojos en la pantalla, era algo incómodo estar entre las dos chicas que le quitaban el sueño. Sin querer en uno de los momentos de tensión, tomó la mano de Britt produciendo que está se volviera para darle una mirada de extrañeza, sostuvieron sus miradas por unos minutos, olvidando todo alrededor, eran sólo ellas dos y esa increíble sensación de estas unidas. Santana reacciono y se dio cuenta que justo al otro lado estaba su novia, así que soltó la mano de Britt y con una mirada de disculpa volvió su atención a la película.
Para Britt, eran cosas como esa las que la confundían y también la que la hacía mantener las esperanzas, todo era tan complicado. Ella siempre ha sido una persona simple, y no entendía como las cosas no se podían solucionar, ella amaba a Santana y sabía que era correspondida, entonces porque simplemente no podían estar juntas. No había una respuesta en su cabeza para eso.
Una vez terminada saliendo comentando el final. Santana no pudo evitar molestar a su hermano ya que podría jurar haber visto una lágrima en el final de la película, pero él se excusa diciendo que algo se había metido en su ojo, porque los hombres no lloran con películas idiotas de amor.
Primero pasaron a dejar a Brittany quien se despidió efusivamente de Santiago, y algo distante de Santana, cosa que no pasó inadvertida para el joven, sabía que algo pasaba entre su hermana y su mejor amiga. Después Kayle dejo a los hermanos López. Santiago se bajó y Santana le dijo que iba en un momento.
-¿Te sucede algo?-. Preguntó Kayle quien desde la tarde notaba extraña a su novia-.
-Nada, estoy algo cansada eso es todo-. Explicó no con mucha convicción-.
-¿Segura?...creo que hay algo más-.
-Tenemos algunos problemas en el Club Glee-. Expresó lo que era en parte cierto-. Sue cambio nuestros pasajes y ahora el señor Shue no sabe cómo iremos a Nueva York-.
-Ya veo…si eso es todo lo que te preocupa, tienes que estar tranquila, lo solucionaremos, está bien-. Expresó tomando con una de sus manos el rostro de su morena-.
-No es algo que tú tengas que solucionar…ni siquiera estás en el coro-.
-Eso no importa, todo lo que pueda afectarte, me interesa, estamos juntas ahora ¿recuerdas?-. Dijo acercándose y mirándola a los ojos, para darle un beso-.
-Será mejor que entre, Santiago me está esperando-.
-Está bien, nos vemos mañana-. Y deposito un último beso en los labios de Santana-.
Salió con dirección a su casa, no sabiendo en si como se sentía. Ella le había pedido a Kayle que fuera su novia, por lo que ya no debería tener todo esa confusión en su cabeza, pero seguía ahí, seguía ahí Britt y su hermosa sonrisa, esos ojos azul transparentes y esas manos suaves que le producían miles de sensaciones que no lograba controlar.
Cuando entro a su habitación se estiró en su cama, tapando con una de sus manos su rostro. Estaba en una situación realmente jodida, porque tenía claro que pasara lo que pasara siempre iba alguien a sufrir, por mucho que intentara evitarlo, tanto que no había sido capaz de decirle a Britt sobre su nueva relación.
-Me quieres decir que pasa-. Expresó Santiago apoyado en el umbral de la puerta-.
-¿Sobre qué?-. Preguntó levantándose para mirarlo fijamente-.
-Tú lo sabes, una cosa es que nunca te lo haya preguntado y otra es que no me diera cuenta-. Expresó seguro y acercándose hacia su hermana-.
Santana lo miró detenidamente, tenía claro sobre que quería hablar, había sido una conversación que dilato durante años, y ahora era el momento para ser sincera con una de las personas más importantes en su vida, tal vez esa conversación también le permitiría ser sincera con ella misma, y todo lo que estaba sintiendo.
atercio********- - Mensajes : 650
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
siii que santana se de cuenta que quiere a britt pero seguro britt consigue a alguien y ahi santana la querra recuperar seria bueno para que aprenda a apreciar lo que tenia
Keiri Lopierce-* - Mensajes : 1570
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
ooo que lioo érp ceo quem kayle se emrece una oportunidad es muy buenna ella!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo trece: #Esto no ha acabado"
Santiago López era cuatro años mayor que Santana, siempre fueron unidos y desde pequeño cuido de su hermana. Sabía que ella era la niña de papá, la preferida, pero eso nunca le produjo celos, era consciente del parecido entre su hermana y su padre, además él siempre ha tenido la predilección de su madre. Desde que Santana conoció a Brittany cuando ambas eran unas niñas, Santiago se responsabilizó de las dos, quería a la rubia como si fuera de su familia y no le fue indiferente la estrecha relación que tenía con la latina, que con el pasar de los años que se acentúo en la adolescencia. Nunca las juzgo ni tampoco preguntó para no presionarlas, pero al parecer había llegado el momento.
-¿Qué pasa con Britt?-. Preguntó directo como eran los López-.
-Nos hemos distanciado-. Respondió Santana
-De eso me di cuenta, pero ¿por qué?-. Insistió acercándose más-.
-Hay algunas cosas que no se si pueda decirte-.Explico paciente-.
-Tú me puedes decir cualquier cosa-. Argumentó tomando su mano-.
Santana sabía que decía la verdad, incluso intuía que su hermano lo sabía desde antes, sólo que esperó a que ella se lo digiera.
-Britt y yo no éramos sólo amigas-. Dijo de repente bajando la mirada-.
-Lo sé, era imposible no darse cuenta de eso, pero que ha pasado ahora, Britt siempre ha sido alegre, es una luz, y esta triste, dime que ha pasado San…-. Expresó Santiago-.
-¿Qué me quieres decir con que sabias todo?-. Preguntó sentándose en su cama acción que su hermano repitió-.
-San, yo sé que tú y Britt eran más que amigas y nunca me importo porque te veía feliz, tú y ella son almas gemelas, ella es una chica y tú también, pero eso es insignificante para mí, lo único que me importa es que mi hermana pequeña sea feliz-. Explicó-.
Santana nuevamente lo miró y no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran, amaba tanto a su hermano.
-Es difícil de explicar, todo ha pasado tan rápido-. Dijo con la voz entre cortada-.
-Pues inténtalo-.
-Yo le confesé que la amaba, que quería estar sólo con ella, sin ningún chico de por medio y ella me dijo que me quería pero…se quedó con su novio y creo que en ese momento pude escuchar como mi corazón se partía-. Puso su mano en su rostro para secar las insipientes lágrimas al recordar ese hecho-.
-Siento no haber estado aquí para ti-. Expresó acariciándole el pelo-.
-No te preocupes-.
-Entonces por eso estás así con ella-.
-No es sólo eso, cuando pensé que no podía estar más acabada, apareció Kayle, ella cuido de mí, me escuchó, cada vez que estaba mal ella estuvo ahí, lo que me empezó a producir sentimientos por ella, la quiero y me siento segura a su lado, me hace tan feliz-. Exclamó con una sonrisa-.
-Es una hermosa chica-.
-No sólo es hermosa realmente me ama-.
-¿Y porque te veo así entonces?-. Preguntó-.
-Porque aunque intente evitarlo, sigo queriendo a Britt, mis sentimientos no han cambiado en nada, cuando la veo y me mira con sus ojos celestes hermosos, me derrumbó, me hace querer correr hacía donde ella este sin importar nada-.
-¿Y porque estás con Kayle entonces?-. Preguntó confundido-.
-Porque también la quiero, me encanta todo de ella, es lo mejor que me ha pasado en este tiempo, no podría imaginar perderla en este momento-. Expresó
-Veo que estás es un gran problema, tienes a dos chicas que te quieren y tú las quieres a las dos-. Reflexiono-.
-No sé qué hacer… no quiero herir ninguna-.
-No creo que eso sea posible, San, alguna va a tener que sufrir es parte de enamorarse, uno corre riesgos y no siempre se puede ganar-. Explicó su hermano-.
-Lo sé, pero siento que ya tome una decisión, estoy de novia con Kayle y no podría dejarla, aunque no pueda evitar sentir que la engaño cada vez que pienso en Britt, o necesito estar con ella…-.
-Mi pequeña, creo que debes darte tiempo… ¿Britt sabe que estás de novia?-.
Preguntó-.
-No…yo no me he atrevido a decirle-. Respondió rápidamente-.
-Creo que ese es un paso, no sería grato para ella enterarse por alguien más, le haría más daño-.
-Lo sé, voy a hablar con ella-.
-San…nuestros padres lo saben…quiero decir es algo importante, no es justo que tengas que ocultar cómo te sientes o a quien quieres-. Preguntó Santiago-.
-Papá lo sabe y me dio todo su apoyo…pero mamá no, tú sabes cómo es ella, tan tradicional, ella sueña con verme en un altar vestida de blanco casándome con un chico de buena familia-. Respondió mirándolo a los ojos-.
-Mamá te comprenderá, te ama por sobre todo y sería incapaz de decirte algo que pudiera herirte-.
-Tal vez a ti sería incapaz de herirte, siempre has sido su favorito-.
-Y tú la favorita de papá, pero créeme, somos una familia San, y las familias se apoyan y protegen-.
-Necesito tiempo Santiago, para poder enfrentar a mamá-. Se justificó-.
-Lo entiendo y tienes mi apoyo, siempre en la decisión que tomes y a quien elijas, además debo decir que heredaste el gusto López por las mujeres, porque Kayle es realmente una belleza-. Dijo el joven con una sonrisa-.
-Puedes no hacer esos comentarios de MI novia, coqueteaste con ella toda la tarde, creo que eso ya es suficiente-. Expresó dándole una mirada fulminante-.
-Yo no sabía que era tu novia, y ahora que lo sé, no puedo evitar decir que es una preciosura y tiene un cuerpazo, sin contar que por lo que se ve viene de una familia con dinero-. Dijo sabiendo que iba a enojar más a su hermana-.
-¡Ya basta!...te lo advierto Santiago-. Expresó tomando una almohada-.
-Estoy sólo diciendo lo evidente, no te tienes que enojar hermanita, estoy seguro que no soy el único que piensa eso-.
-Ok ¡Te lo ganaste!-. Y lo golpeo con la almohada, iniciando una batalla que lógicamente era difícil ganar ya que su hermano era más grande y fuerte-.
-Veo que ustedes dos no van a madurar nunca-. Expresó su madre quien los miraba desde su puerta-.
-¡Él tiene la culpa!-. Se defendió Santana-.
-No es cierto, ella no soporta que le digan la verdad-.
-Ya es suficiente, déjense de peleas y bajen que su padre la está en la mesa y la cena está servida-. Exclamó con una sonrisa, le encantaba ver a sus hijos juntos otra vez-.
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Era otro día en la escuela Mckinley, y el señor Schuster había llamado a una reunión de emergencia, todos presumían que era por las Nacionales y el problema que les había ocasionado Sue.
Ya estaban todos reunidos y sólo faltaba el maestro, incluso para la mala suerte de Quinn, hasta St. James ya estaba ahí.
-¡Muchachos les traigo buenas noticias!-. Exclamó con buen ánimo lo que les dio confianza a los chicos-.
-Sue chocó en su Le car y dejara de arruinarnos la vida-. Expresó Santana con desdén-.
-Creo que eso sería una buena noticia-. Apoyo Mercedes
-Chicos por favor, no es bueno desearle eso a alguien, aunque sea Sue-. Regaño Schuster-.
-Entonces digamos que es…-. Pidió Rachel impaciente-.
-¡Tenemos los pasajes y un auspiciador que también cubrirá los gastos de hotel y estadía!...viajaremos en primera clase y podremos estar más días es Nueva York, partimos pasado mañana… ¿Qué les parece?-. Dijo mostrándole los pasajes con una enorme sonrisa-.
-¡Eso es increíble!-. Exclamó emocionado Kurt, mientras todos celebraban-.
-¡Por fin alguien que cree en nosotros!-. Dijo Finn-.
-Pero señor Schu, quien nos está apoyando, o sea tenemos talento, pero nunca hemos ganado las Nacionales como Vocal Adrenaline, como para alguien nos auspicie-. Preguntó Mercedes-.
-Hoy llegaron a mi oficina los pasajes y recibí un llamado a nombre de Industrias Carpentier, no sé cómo se enteraron de nuestra situación, pero lo importante es que tenemos todo solucionado y ahora sólo nos concentraremos en ganar la competencia-.
Todos estuvieron de acuerdo con el maestro. Quinn le dio una mirada a Santana, pues no pasó inadvertido para ella, que quien los estuviera ayudando fuera la familia de Kayle.
Cuando salieron del salón del coro, era todo pura felicidad, estaban mejor que antes porque incluso ahora podrían disfrutar de la ciudad unos días antes de la competencia, era perfecto.
Santana iba con Quinn y diviso que Kayle venía hablando por teléfono, caminando con ese aire casual, dejando que su cabello lo guiara el viento, con unos jeans oscuros una camiseta y una chaqueta de cuero, no necesitaba mucha producción, su hermano tenía razón, tenía una novia que era una belleza. No espero y fue a su encuentro, y antes que la chica pudiera darse cuenta, ya tenía a su latina colgando de su cuello, acompañada por Quinn y Rachel.
-¡Que bienvenida!... ¿Qué hice para ganarme este enorme abrazo?-. Expresó con esa sonrisa encantadora-.
-Creo que lo sabes-. Respondió Santana depositando un pequeño beso en sus labios-.
-Tenemos mucho que agradecerte-. Dijo Quinn-.
-Creo que es por lo de Nueva York ¿o no?-. Preguntó ya entendiendo-.
-Por supuesto, cómo lo solucionaste tan rápido-.Exclamó Rachel quien después de todo ya le tenía simpatía-.
-Llame a mi abuelo, él tiene muchos contactos y recursos, no le iba a costar nada ayudarlos-. Explicó-.
Quinn y Rachel se despidieron para irse a clases, dejando a las chicas conversar mientras, caminaron hacía el casillero de Santana para sacar algunas cosas.
-Muchas gracias por eso, no tenías porqué ayudarnos, tú ni siquiera estás en el coro-. Expresó Santana-.
-Estamos juntas ahora San, y todo lo que te pase me afecta, yo haría lo que fuera por ti y verte feliz, ayer te veías realmente preocupada, y quise solucionar lo que te tenía así, incluso si para ello tenía que recurrir a mí abuelo-. Explicó-.
Santana se sintió culpable. Su comportamiento del día anterior no se justificaba completamente por lo que había pasado en el Club Glee, sino más bien por una rubia que no podía sacar de su mente.
-Te quiero-. Dijo Santana tomando la mano de su novia-.
-Y yo a ti…y cuando estemos en Nueva York, voy a llevarte a todos los lugares que quieras, créeme voy a hacer que sea un viaje inolvidable-. Exclamó emocionada-.
-Eres maravillosa, lo sabias…-.Expresó Santana sin soltarla-.
-Tú eres maravillosa y tenerte conmigo es lo mejor que me ha pasado-. Contestó con esa mirada de enamorada que sólo guardaba para su morena-.
-Y tú a mi…supongo que tengo que prepararme para un viaje entonces, estoy tan emocionada de conocer Nueva York-. Exclamó, guardando las últimas cosas para caminar hacía su primera clase-.
-Mmm…tengo que comentarte algo, yo no pude evitarlo, pero si no quieres yo lo entenderé, no quiero que lo tomes como una obligación…-. Decía nerviosa-.
-Kay…habla-. Interrumpió-.
-Cuando hable con mi abuelo, me preguntó porque yo estaba tan interesada en el coro de la escuela, y yo intente darle alguna excusa, pero me conoce, entonces me sacó la verdad y me pidió a cambio una cena cuando este en Nueva york…-.
-Creo que es bueno que compartas tiempo con él, se nota que hace cualquier cosa que le pidas-. Dijo tranquila-.
-Si eso es cierto, pero el punto es que quiere que vaya a esa cena contigo, quiere conocerte San-. Expresó haciendo que latina se detuviera y la mirara con una cara de terror-.
-Kay…yo no sé, sólo le he visto en fotos, no creo estar lista para conocerlo, siempre dices que odiaba a Francis y si a mí también me odia-.Hablaba rápido y perdiendo esa seguridad que tanto la caracterizaba-.
-Eres increíble, él no podría odiarte, además estaré yo que siempre te defenderé, piénsalo no es una obligación…y ahora será mejor que vayamos a clases, o si no llegaremos tarde-.
Kayle besó a su novia y se separaron para ir cada una a su respectiva clase.
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Cuando Santana llego a su clase, el profesor ya estaba ahí, así que se apresuró y al hacer una vista panorámica el único asiento disponible estaba al lado de Britt. No es que no quisiera estar cerca de la rubia, es sólo que se sentía culpable e incapaz de mirarla a los ojos.
Brittany le regalo esa hermosa y tierna sonrisa cuando la vio acercarse, podía ser una clase más pero para ella cada momento que pudiera pasar con su latina lo valoraba, sin contar que aún estaba confundida por el comportamiento de Santana en el cine, sentir sus manos unidas le había producido demasiados sentimientos, era como volver el tiempo atrás cuando eran sólo ellas dos.
Durante la clase no pronunciaron palabras, sin embargo, sus miradas lo decían todo y se buscaban en forma insistente, en un roce, una sonrisa, una caricia pasajera, eso bastaba para saciar esa necesidad de querer sentirse.
Britt sabía que algo pasaba, conocía a Santana desde que tenía uso de razón y aunque la latina se esforzara nunca había logrado mentirle, podía engañar a toda la escuela a sus padres, pero no a ella. Tenía una idea de donde podría ir, pero se negaba a aceptarlo, nada estaba dicho hasta que saliera de los labios de Santana.
El timbre sonó y las sorprendió otra vez mirándose fijamente. Santana tomó sus cosas al igual que Britt y fueron caminando hacía sus casilleros, mientras caminaban sus celulares sonaron al mismo tiempo avisándoles de un mensaje.
-Creo que Puck no pierde ocasión para celebrar una fiesta-. Comentó la latina-.
-Es una buena idea, tenemos que festejar que vamos a Nueva York, además siempre es entretenido estar todos juntos-. Respondió Britt emocionada-.
-No sé qué tiene de entretenido que todos terminemos ebrios y con una resaca horrible al día siguiente-.
-No seas aguafiestas, reconoce que te gustan las fiestas del Club Glee-. Expresó dándole un golpecito en el hombro y con una sonrisa-.
-A ti como negarte algo-. Respondió-.
-¿Entonces iras?...puedes ir con Santiago, me encanta bailar con él, lo hace excelente-. Pidió la rubia-.
-O sea te interesa que vaya mi hermano o yo-. Preguntó con algo de celos-.
-Tú sabes la respuesta, no seas celosa-. Contestó-.
-No podría estar celosa de Santiago, él no tiene mi encanto-. Dijo haciendo un guiño-.
Brittany rio y la miró con dulzura, sabía que desde que eran pequeños los hermanos López había peleados por ella, viéndola muchas veces como un trofeo por el cuál caer en tontas peleas.
-¿Entonces te veré está noche?-. Preguntó Britt-.
-Claro-. Contestó perdiéndose una vez más en esa sonrisa-. Y llevare a mi hermanito para que baile contigo-.
-Tú sabes que preferiría bailar contigo-. Dijo acercándose y susurrándole al oído, lo que produjo que escalofrió pasara por todo el cuerpo de la latina-.
Britt después de eso se alejó rumbo a su clase, dejando a la latina de una pieza, sin reaccionar por varios segundos.
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Rachel estaba tocando con dedicación las teclas del piano en el salón del coro, cada una de ellas las seguía con su voz intentando alcanzar tonos altos, no era muy difícil, gozaba de un registro verdaderamente envidiable. Estaba tan ida en la música y en sus propios pensamientos que sólo advirtió la presencia de alguien más cuando la cubrieron con sus brazos y la acompañaron siguiendo las teclas del piano.
-Jesse-. Dijo casi en un suspiro, al respirar todo el aroma natural del joven-.
-Lo siento…no quise asustarte-. Expresó sentándose a su lado en la banquilla, muy cerca-.
Rachel lo miro atentamente y no podía evitar tener sentimientos encontrados, por un lado le era difícil confiar en él, la había usado y mentido, pero por otro conocía a otro Jesse, ese chico atento y cariñoso que sólo dejaba su postura arrogante con ella. No quería sentir lo que estaba sintiendo, sobre todo porque Quinn era lo más hermoso que le había pasado y no quería arruinarlo.
-¿En qué piensas?-.Preguntó Jesse-.
-En nada que pueda decirte-. Respondió esquiva e intentando levantarse-.
-Rach…no te vayas, sé que piensas en mí y no lo estoy diciendo de arrogante, simplemente es lo que veo en tus ojos, tú aún sientes cosas por mí, aunque te niegues a reconocerlo-. Afirmó el joven seguro lo que desestabilizo a la pequeña diva-.
-Yo estoy con Quinn y jamás haría algo para hacerle daño, la quiero demasiado, lo de nosotros fue una hermosa experiencia mientras duro, pero ahora nadie podría alejarme de Quinn, ni siquiera tú…-. Contestó intentando sonar segura-.
-No me voy a rendir, espero que lo sepas, porque te quiero Rach, nunca he querido a otra mujer como a ti, nosotros tenemos los mismos sueños, nos expresamos de la misma manera, tú y yo nacimos para estar juntos-. Aseveró con su mirada fija en los ojos cafés de Rachel quien lo miraba asombrada-.
-No quiero que salgas herido, lo único que te puedo ofrecer es mi amistad, nada más Jesse-. Expresó y tomó sus cosas para salir rápidamente de ahí-.
Cruzó la puerta del salón y las palabras de Jesse seguían en su mente, ¿Será verdad que aún la quiere y está ahí por ella?, una parte de ella no quería saber la respuesta porque estaba segura que eso le produciría más confusiones. Una vez ella considero a Jesse St. James el chico perfecto, su otra mitad, quien no solamente se acoplaba a la perfección en la música, sino que sus sueños eran los mismos por lo que era fácil imaginarse una vida juntos, sin embargo, eso había pasado mucho antes de que Quinn apareciera en su vida, o por lo menos que estuviera de la forma en que están ahora.
Pensaba en Quinn y era imposible que no se dibujara una sonrisa en su rostro, su hermosa ex porrista, quien era atenta y protectora, jamás se imaginó alguna vez, tener a la chica más hermosa y popular de la escuela a su lado, y ahora que la tenía se negaba a perderla.
-¿Pensando en las Nacionales?-. Preguntó Quinn quien la abrazó por sorpresa por la espalda-.
Rachel no respondió, estar entre los brazos de su rubia le dio seguridad otra vez, así que se giró y sin decir palabras, le dio un apasionado beso, que tomó absolutamente por sorpresa a Quinn, pero aun así no dudo en responder.
-Voy a tener que preguntar más seguido por la competencia si me responderás así cada vez-. Dijo la rubia una vez que se separaron por falta de oxígeno-.
-Sabes que te quiero…-.
-Eso espero, porque lo que es yo, estoy loca por ti y no podría soportar que me dejaras-. Contestó la rubia muy cerca aún de su chica-.
-Ya quiero estar en Nueva York, para recorrer de tu mano cada calle-.
-Y yo-. Dijo Quinn con una sonrisa, sentía que no podía tener a una chica más perfecta a su lado-.
-Me tengo que ir… ¿Iras a la fiesta de Puck?-.Preguntó-.
-Por supuesto, alguien tiene que cuidar de ti-.
-¿Pasas por mí?...así llegamos juntas-.Preguntó coqueta la pequeña diva-.
-Claro… ¿Está bien a las 8?-.
-Perfecto-.
Antes de separarse se dieron un pequeño rose de labios. Rachel sacó a Jesse de su cabeza, tenía a Quinn y nadie más debía importarle.
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El día paso rápido y Kayle esperaba a Santana en el estacionamiento de la escuela como cada día para llevarla a su casa, no se habían visto de la mañana, y ya extrañaba a su latina, era como algo superior a ella, no lograba controlar esas ganas de querer tenerla cerca cada segundo.
-Te extrañe-. Expresó Kayle abrazando a su novia y robándole un beso-.
-Te vi esta mañana Kay-. Respondió-.
-Lo sé, pero siento que te extraño-.
Santana la miró por un par de segundos y sabía que era verdad lo que le decía, lo que le producía una sensación de ternura, jamás pensó que esa chica que siempre se veía tan fuerte, pudiera con ella mostrarse tan vulnerable.
-Nunca pensé que pudieras ser tan tierna-. Expresó Santana una vez ubicada en el asiento del copiloto-.
-Ni yo, la verdad me asusta volverme dependiente, siento que cuando no estoy contigo algo me falta-. Expresó-.
-Sabes que me gusta que me digas lo que sientes, cuando recién te conocí, eras impenetrable, nunca sabía que pensabas o que sentías, pero ahora aunque se lo que te cuesta, me lo dices y eso de verdad me encanta-. Respondió la latina-.
-Has hecho una chica cursi de mi Santana López y eso me asusta-. Exclamó riendo-.
El viaje se hiso realmente corto, el tiempo se iba rápido cuando estaban una en compañía de la otra.
-¿Irás a la fiesta de Puck esta noche?-. Preguntó Santana-.
-¿Tú iras?, porque Puck me invito pero no supe que responderle como no habíamos hablado-. Contestó
-Al parecer ya todos te consideran parte del Club Glee-. Dijo Santana con una sonrisa, le gustaba que sus amigos aceptaran a Kayle-.
-Eso creo… ¿entonces iremos?-.
-Sí, me gusta la idea de relajarme antes de las Nacionales-.
-¿Quieres que pase por ti?-. Preguntó amable como siempre-.
-Creo que es mejor vernos allá, porque probablemente vaya con Santiago y él va a querer ser el conductor responsable-.
-No hay problema, nos vemos esta noche-. Se despidió-.
-Nos vemos…y Kay…te quiero-. Añadió dándole un beso de despedida-.
-Y yo a ti-.
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Santana, había llegado a su casa, ordeno en algo su habitación y comenzó desde ya a seleccionar la ropa que llevaría a Nueva York, debía ocupar su cabeza en algo banal para no caer otra vez en todo ese remolino de sentimientos que era su corazón últimamente. También separó lo que usaría esa noche y antes había hablado con Santiago para decirle lo de la fiesta, su hermano al escuchar la palabra celebración, sea por lo sea, ya estaba adentro, además debía cuidar a su hermana, el mejor que nadie sabía cómo era Santana con alcohol en su sangre.
Se dio una larga ducha, y comenzó a ponerse su vestido negro obscenamente ajustado que por lo corto dejaba bastante poco a la imaginación, si algo amaba hacer Santana López era provocar y tenía conciencia que con ese escultural cuerpo, acompañado de las prendas correctas lo lograba, busco una chaqueta de cuero y bajo al salón, donde la esperaba un guapo Santiago, vestido con unos jeans y una camisa.
-Creo hermanita que con ese vestido tu novia va tener que cuidarte toda la noche-. Expresó su hermano-.
-¿Eso es un cumplido?-.
-Sabes que para mí siempre vas a ser la más hermosa-.
-Tú también estás guapo, sólo prométeme que te comportaras, y no intentaras conquistar a cada chica que se te cruce-. Advirtió la latina, antes de salir-.
-Lo prometo, seré el adulto responsable esta noche-. Respondió-.
Una vez camino a la fiesta, en el auto de Santana, aprovecharon el tiempo para ponerse al día, habían muchas cosas que Santiago quería saber, incluso algunas que Santana por ningún motivo le diría. Estaban tan entretenidos que la morena no se había dado cuenta que estaban tomando un desvió que no llevaba precisamente a la casa de Puck.
-Creo que te has equivocado de calle-. Dijo Santana sin entender a donde iba su hermano-.
-No lo he hecho, tengo que hacer algo antes de ir a la fiesta-. Respondió-.
-Pero Santiago, podrías haberlo hecho en la tarde, no ahora que vamos a la fiesta, siempre haces lo mismo…-. Iba continuar reclamándole cuando se dio cuenta que estaban muy cerca de la casa de cierta rubia-.
-Ya te cansaste de ser tan exagerada-. Dijo en joven ya estacionándose al frente de la casa de Britt-.
-¿Podrías decirme que hacemos aquí?-. Preguntó sorprendida-.
-Recogiendo a Britt, siempre ha sido así, no veo porque tenga que cambiar ahora-.
Respondió tranquilo enviándole un mensaje a Britt para avisarle que ya estaba afuera-.
-Por supuesto que han cambiado, como crees tú que lo va a tomar Kayle si me ve llegando con Britt a la fiesta, cuando le dije que ella no me fuera a recoger, es mi novia Santiago-. Explicó Santana algo exasperada-.
-Y Britt es tú mejor amiga, si Kayle no respeta eso, siento decirlo hermanita pero su relación no tiene mucho futuro-. Expresó directo el joven-.
-Ella lo respeta, jamás me ha dicho que me aleje de Britt, aun cuando se toda la inseguridad que le produce…-.
Antes de que Santiago pudiera responderle una alegre Brittany salía de su casa. Santana se giró para verla y lucia hermosa, con unos jeans claros y un top que dejaba a la vista parte de su perfecto abdomen.
-¡Hola chicos!-. Exclamó alegre, subiéndose a la parte de atrás del escarabajo descapotable de Santana-.
-Hola Britt-. Respondieron casi al unísono-.
-Me sorprendió tú mensaje Santiago, pero me hiso muy feliz-. Expresó la rubia-.
-Cuando San me dijo que solicitabas mis grandes dotes de bailarín para esta noche no lo dude, además que clase de caballero soy si no vengo personalmente a buscar a mi pareja de baile-. Contestó alegre bajo la atenta mirada de su hermana quien no le creía del todo la explicación-.
El viaje fue corto, Santana optó por no enojarse, puesto que Britt no tenía la culpa de los enredos que hacía Santiago, y no quería hacerla sentir mal o incomoda, así que siguió la conversación con fluidez, en donde recordaron las travesuras que hacían de pequeños.
Cuando llegaron a la casa de Puck, estaban casi todos allí, para alivio de Santana, Kayle aún no llegaba, no se sentía con ganas de dar explicaciones.
Santiago conocía a la mayoría de los amigos de Santana o eso creía. La primera que identifico con facilidad fue a Quinn, era imposible olvidarse de ella, siempre lo había impresionado lo hermosa que era, aunque algo le llamo la atención, y fue verla de la mano de una pequeña castaña que no recordaba haber visto antes.
-Quinn Fabray tan hermosa como siempre-. Exclamó Santiago para captar la atención de la chica-.
-¡Santiago!-. Respondió soltando a Rachel y corriendo a los brazos del muchacho lo que no fue tomado de la mejor manera por la pequeña diva-.
-Pensé que ya te habías olvidado de mí-. Dijo coqueto-.
-Sabes que no podría olvidarme nunca de ti… ¿Qué haces aquí?, no deberías estar en la Universidad-. Preguntó curiosa-.
-Vacaciones anticipadas…-. Respondió-.
-Me alegra tenerte aquí, el verano pasado no te apareciste por acá, yo pensé que te habías olvidado de mi-. Dijo la rubia
-Cómo olvidar a Quinn Fabray, no creo que haya chico que logre-.
La conversación era familiar, después de todo junto con Britt la otra amiga de infancia de su hermana era Quinn.
Rachel se limitaba a observarlos y la confianza entre ellos la empezaba a molestar, sobre todo porque Quinn ni siquiera se había dado la molestia de presentarla. Fingió una tos para llamar la atención de la rubia y recordara que no estaba sola.
-Lo siento, Santiago, ella es Rachel una amiga, Rach él es Santiago López, el hermano mayor de Santana-. Presentó la rubia-.
-Un gusto Rachel-. Saludó caballerosamente-.
-Igualmente-. Respondió la pequeña diva, a quien le seguían dando vuelta la palabra “amiga” con que la presentó la rubia, porque para ella, su relación no se podía calificar precisamente de amistad.
Por otro lado de la fiesta, estaban Santana quien ya se había servido su primer trago y Brittany quien lo único que quería era bailar y como la latina, era quien estaba junto a ella, no dudo ni un segundo y la tomo de la mano para arrastrarla a la pista de baile.
-Britt … ¿Qué haces?-.
-Bailo contigo, que más parece que hago-. Dijo la rubia tomando de la cadera a su morena-.
-Coquetear descaradamente conmigo-. Respondió con una sonrisa-.
-Tú también me estás coqueteando-. Se defendió la rubia-.
Entraron en un juego de movimientos provocadores, la distancia era mínima por lo podían sentir sus respiraciones que parecían seguir el ritmo de la creciente melodía en las que sus cuerpos simplemente se estaban dejando llevar, hacía demasiado tiempo que no estaban tan cerca, ya no existía ese espacio personal, los roces y las caricias fluían naturalmente.
Santana se había perdido en esos ojos celestes, una vez más perdió el sentido del tiempo y del espacio, no parecía importarle quien o quienes pudieran estar alrededor. Hasta que sintió como Quinn la tomaba del brazo.
-¿Qué sucede?-. Preguntó no muy feliz de que su amiga interrumpiera el momento-.
-San…Kayle llegó y no te está mirando con muy buena cara, creo que deberías ir a verla-. Dijo la rubia con preocupación-.
Santana se dio vuelta, reacciono y recordó que ahora tenía una novia a quien al parecer no le había gustado nada su interacción con la rubia.
-San…-. Britt la sujeto, tenía claro que su morena una vez más se iba a ir de su lado-.
-Britt por favor…-. Pidió la morena, a lo que la rubia de mala gana accedió a soltarla.
Kayle había entrado a la fiesta con el mejor de ánimos dispuesta a pasar una gran noche junto a su novia, pero antes de que pudiera si quiera ambientarse al lugar, vio a Santana con Brittany, muy cerca, en algo que más que un baile parecía una reconquista mutua. Lo dolió era inevitable, no lograba controlar sus celos cuando se trataba de la rubia, así que tomo la primera copa que le ofrecieron y se quedó apoyada en una pared, observando fijamente hasta cuando su novia se dignara a romper con esa cercana interacción.
-Kay…yo…-.Intentó explicarse Santana-.
-No quiero explicaciones Santana-. Expresó fuertemente-.
-Yo sólo estaba bailando nada más-. Mintió la latina quien sabía que para ella y Britt había sido mucho más que eso-.
-Claro-. Respondió con una sonrisa irónica y bebiendo un sorbo de su copa-.
-Sé que me pediste que mantuviera los limites pero es…-.
-No te estoy pidiendo explicaciones, ni nada, podemos simplemente dejarlo así, no vine a la fiesta para terminar discutiendo contigo por Britt, Ok-. Aclaró-.
-Lo entiendo…entonces vamos a donde están los demás-. Preguntó ofreciendo su mano-.
-Ve tú, yo iré a la cocina, necesito otro trago-. Expresó y bebió de un sorbo todo lo que quedaba en su copa-.
Santana le hiso un gesto a Quinn en busca de ayuda, tenía claro que a la única persona que Kayle consideraba su amiga era a la rubia. Quinn entendió de inmediato y fue tras la morena de ojos verdes para intentar arreglar la situación.
-¿Estas bien?-. Preguntó la rubia quien vio como Kayle se servía otro trago-.
-¿Tú crees que de verdad quiere estar conmigo?-. Preguntó directa la morena-.
-Porque me preguntas eso…-.
-No es evidente acaso, yo no soy idiota Quinn, sé que no puedo romper la relación que hay entre ellas, tampoco es mi intención, pero si Santana no está segura de querer estar conmigo prefiero saberlo ahora y no en un tiempo más cuando este más enamorada de ella-. Expresó dolida-.
-Kay…-. Dijo acercándose-. Si San te pidió que fueras su novia es por algo, quiere estar contigo, ella no te haría daño, la conozco-. Intentó tranquilizarla-.
-No lo sé Quinn, sé que a veces me trasformo en una niñita insegura, pero no lo puedo evitar, tengo miedo, cada vez que veo a Britt cerca de Santana, me inundan unos celos casi irracionales, y creo que son justificados, San todavía esta confundida yo estoy segura de eso-.
-No puedo decirte exactamente lo que siente Santana, pero de lo que estoy segura es que ella no quiere herirte-. Expresó la rubia-. Y como consejo, no dejes que tus miedos te alejen de San, tienes que seguir luchando más ahora que tienes cierta ventaja-.
-Tienes razón…gracias Quinn-.
-Ven volvamos a la fiesta y suelta esa copa mira que no quiero tener que cuidar de ti-. Expresó con una sonrisa para alivianar el ambiente-.
Mientras eso ocurría, Britt aprovecho que Santana estaba nuevamente sola para aclarar lo ocurrido.
-¿Por qué siempre me dejas por irte con ella?-. Preguntó la rubia algo impaciente-.
-Hay algo que yo no te he dicho Britt-. Contestó la morena-.
-Supongo que tiene que ver con Kayle-.
-Yo…le pedí que fuera mi novia y ella aceptó-. Dijo la latina rápidamente intentando que así fuera menos doloroso para la rubia.
Brittany, tenía claro que algo así estaba pasando. Ahora compendia por qué Santana había estado distante, porque la evitaba, ahora entendía muchas cosas. Dolía, eso era innegable, imaginar a su latina en brazos de otra, era profundamente doloroso, sin embargo, algo en su interior le decía que nada era definitivo, que ser “novias”, era un simple etiqueta.
-¿Eso significa que te olvidaste de mí?-. Preguntó la rubia-.
-No me preguntes eso Britt, no ahora-. Respondió bajando la mirada-.
-Es simple San, sólo responde-. Insistió-.
-No Britt no me he olvidado de ti…-. Respondió mirándole fijamente a los ojos-.
-Entonces esto no ha terminado-. Sentenció la rubia quien optó por dejar la conversación hasta ahí y retirarse a compartir con el resto del grupo-.
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Quinn volvió a la sala donde se estaba haciendo la fiesta junto con Kayle, quien ya tenía mejor cara, y había decidido olvidar el incidente. La rubia comenzó a buscar con la mirada a su pequeña diva, con quien no había tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo, pero cuando por fin la encontró, se dio cuenta que estaba animadamente conversando con St. James, quien no perdía oportunidad de acercársele cada vez más, aprovechando que Rachel estaba visiblemente con unas copas demás.
-¿Qué no te cansas de molestar?-. Exclamó Quinn visiblemente molesta parándose frente a Jesse-.
-No creo que seas tú la indicada para decidir si molesto o no, creo que Rachel no tiene ningún problema con que este aquí-. Respondió arrogante-.
-Rachel ha bebido más de la cuenta y tú te estas aprovechando de eso-. Contraatacó la rubia-.
-Por si no se han dado cuenta estoy aquí, y creo que soy lo sufrientemente grande
para saber con quién relacionarme Quinn, además pensé que te estabas divirtiendo con tu amiguito al que me presentaste como tú “amiga”-. Le reclamó la castaña a quien algunas palabras se le trababan-.
-Rach…no puedes estar celosa de Santiago, somos amigos desde niños, por eso nos tratamos así-.
-Claro es tu amigo, por eso niegas lo que tenemos delante de él, no es verdad, pensé que querías estar conmigo sin importar lo que los demás dijeran-. Expresó herida-.
-Así que eso es lo que quieres, que todos sepan que estamos juntas-. Preguntó la rubia-.
-¡Si eso quiero!-. Exigió la castaña-.
-Ok…entonces eso haré-. Quinn se dirigió a donde estaba Puck poniendo la música y le pidió que por un momento la apagara puesto que necesitaba hacer un anuncio, el chico la miro extrañado, pero acepto, sabía que no era buena idea negarle una petición de Quinn Fabray-.
-¡Pueden todos prestarme atención!-. Exclamó subiendo el tono para que las miradas se focalizaran en ella-.
Rachel estaba incrédula, si deseaba que todos supieran lo suyo con Quinn que aún no tenía nombre, porque odiaba que hubiera chicos que le coquetearan, pero nunca pensó que la rubia se tomaría sus palabras tan literalmente-.
-Sé que ya muchos tienen varios tragos en el cuerpo por lo puede que mañana no recuerden lo que voy a decir, hablare sobre algo que ya muchos saben y es que estoy saliendo con Rachel, la quiero como no había querido nunca a nadie más y aunque es algo entre ella y yo, para Rach, es importante que todos sepan, y yo haría todo lo que ella me pidiera con tal de no perderla, te quiero hermosa y espero que pronto podamos llevar esto en forma oficial-. Todos estaban sorprendidos, no era común que Quinn dijera lo que sentía, menos delante de todos, al parecer realmente quería a Rachel.
No fue un gran discurso, pero era suficiente para Rachel, quien no dudó ni un segundo en alejarse de St. James para correr a los brazos de su rubia, y darle un apasionado beso.
-Supongo que ya no estás molesta-.Preguntó Quinn separándose un poco-.
-Te quiero…eres increíble-. Contestó sonriente-.
-Eres tan extraña cuando bebes, primero me gritas ya ahora me dices que me quieres… ¿Qué más puedo esperar para esta noche?-.
Rachel tomo su mano y la alejo del grupo que aún estaba sorprendido. Quería tener a Quinn más cerca, mucho más cerca.
Santana observo a su amiga sin poder aguantar la risa, ¿Quién lo hubiera pensado? Rachel Berry sometiendo a Quinn Fabray, era realmente increíble, hasta a ella le costaba asimilarlo.
-Lo siento…no quise actuar de esa manera-. Escuchó mientras la abrazaban por la espalda-.
-No creo que seas tú la que tenga que disculparse-. Respondió girándose para mirar a los ojos a su novia-.
-Tengo que hacerlo, yo debo confiar en ti y no caer en escenas cada vez que te veo con Britt, créeme intentare controlarme más, lo prometo-. Expresó la chica con sus ojos verdes fijos en su latina-.
-Y yo intentare mantener los límites, se y entiendo tu inseguridad, pero no quiero que estemos enojadas, no me gusta cómo se siente-.
-Ni a mi…olvidemos esto y disfrutemos de lo que queda de noche, ¿te parece?-. Dijo con su mejor sonrisa-.
-Está bien-. Respondió aunque una parte de ella le decía que nada estaba bien-.
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Por otro lado había dos chicas que se habían olvidado completamente de la fiesta y optaron por hacer una más privada.
Quinn tenía a Rachel entre la pared del baño y su cuerpo, presionaba con cuidado ciertos puntos de la castaña que tenía claro producían efectos que se podían escuchar en suspiros entre cortados y gemidos. Le besada los labios con avidez, quería beber de esa boca que le parecía exquisita, quería apropiarse de cada centímetro de ese cuerpo delicioso. Sus manos ya no le pertenecían y se perdían en esa pequeña falda que llevaba la diva, hasta que encontraron su lugar sujetando con propiedad los glúteos bien formados, acción que dejaba escapar pequeños gritos de placer.
Rachel ya estaba perdiendo el control de su cuerpo, nunca antes permitió que ningún chico llegara a tocarla de esa manera, pero con Quinn era diferente, todo se sentía natural, y creía necesitar esas caricias erráticas y profundas que la rubia le proporcionaba, por lo que dejarse llegar esa la única opción que podía realizar en ese momento.
Quinn cargaba todo su cuerpo sobre Rachel, sin poder evitar que sus centros se encontrar con pasión y a un ritmo coordinado que se daba con fluidez. Ninguna estaba con sus cinco sentidos pero al tenerse de esa manera, se sentía demasiado bien, danzaban a ritmo que sólo las dos conocían y cada respiración, sonido, movimiento, era sincronizado. La rubia a momentos parecía llevar el control, pero no era la experiencia, se dejaba llevar por lo que le suplicaba su cuerpo, aquel llamado que le decía que esa hermosa castaña era suya. Fue con una de sus manos subiendo por debajo de su falda, sin dejar de besarla de forma apasionada, tocando cada musculo, la pequeña diva no oponían resistencia, al contrario separaba más sus piernas para darle más espacio a su deseosa acompañante. Lo tomó como una aceptación, por lo que siguió descubriendo ese terreno virgen que tenía a su completa disposición. Con la palma de su mano fue acariciando el borde interno del muslo de Rachel, quien le respondía ahogando los gemidos en su boca. Siguió, hasta rosar su sexo delicadamente, tomó más confianza y lo masajeo completamente realizando movimientos circulares mezclados con toques más desenfrenados. No quería pensar, nunca había sentido tantas emociones juntas, estaba en extremo excitada, sólo con besos y algunas caricias. Pero algo la llamaba a detenerse, sabía que Rachel era virgen y aunque deseara con todas sus fuerza hacerla suya, no era el momento, ni el lugar, porque si eso ocurría entre ellas, debía ser de otra manera, de que una que la pequeña diva pudiera recordar cómo especial. Así que uso toda su fuerza de voluntad para detenerse.
-Quinn…que haces, por favor no te detengas-. Suplicaba la castaña-.
-Créeme es lo menos que quiero hacer, pero es lo correcto, no quiero que te arrepientas después, y me odies por haberme aprovechado de ti, te quiero Rach, y esperare a cuando estés lista-.
Rachel entendió la explicación de Quinn y lo encontró lo más caballeroso que alguien había hecho por ella, estaba segura que si en el lugar de la rubia hubiera estado Finn o Jesse, no habrían actuado así, por lo que agradecía tenerla a ella.
-Con cada momento me haces quererte más Quinn Fabray-. Expresó con la voz aún algo agitada-.
-Y yo a ti Rachel Berry-. Respondió-.
-Ahora aunque entiendo tus motivos, eso no te salvara de quedarte esta noche conmigo en mi casa, prometo sólo abrazarte, quiero despertar contigo mañana-. Exigió la pequeña diva-.
-Como tú quieras-.
-Ahora mi brillante caballero es hora de que me lleves a casa-. Expresó con una sonrisa-.
Salieron de la casa de Puck notando que ya varios estaban borrachos. Al otro día iban a tener una resaca horrorosa y probablemente recordaran la mitad de las cosas que habían hecho, como era normal en cada fiesta que hacia el Club Glee.
Ya quedaba un solo día para partir a Nueva York, las nacionales estaban ahí, por todo lo que habían luchado. Pero Nueva York no era lo único que estaba próximo, en esa fiesta se habían abierto heridas y declarado batallas, al parecer ese viaje iba a decidir mucho más que un lugar en un competencia de coros.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::-¿Qué pasa con Britt?-. Preguntó directo como eran los López-.
-Nos hemos distanciado-. Respondió Santana
-De eso me di cuenta, pero ¿por qué?-. Insistió acercándose más-.
-Hay algunas cosas que no se si pueda decirte-.Explico paciente-.
-Tú me puedes decir cualquier cosa-. Argumentó tomando su mano-.
Santana sabía que decía la verdad, incluso intuía que su hermano lo sabía desde antes, sólo que esperó a que ella se lo digiera.
-Britt y yo no éramos sólo amigas-. Dijo de repente bajando la mirada-.
-Lo sé, era imposible no darse cuenta de eso, pero que ha pasado ahora, Britt siempre ha sido alegre, es una luz, y esta triste, dime que ha pasado San…-. Expresó Santiago-.
-¿Qué me quieres decir con que sabias todo?-. Preguntó sentándose en su cama acción que su hermano repitió-.
-San, yo sé que tú y Britt eran más que amigas y nunca me importo porque te veía feliz, tú y ella son almas gemelas, ella es una chica y tú también, pero eso es insignificante para mí, lo único que me importa es que mi hermana pequeña sea feliz-. Explicó-.
Santana nuevamente lo miró y no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran, amaba tanto a su hermano.
-Es difícil de explicar, todo ha pasado tan rápido-. Dijo con la voz entre cortada-.
-Pues inténtalo-.
-Yo le confesé que la amaba, que quería estar sólo con ella, sin ningún chico de por medio y ella me dijo que me quería pero…se quedó con su novio y creo que en ese momento pude escuchar como mi corazón se partía-. Puso su mano en su rostro para secar las insipientes lágrimas al recordar ese hecho-.
-Siento no haber estado aquí para ti-. Expresó acariciándole el pelo-.
-No te preocupes-.
-Entonces por eso estás así con ella-.
-No es sólo eso, cuando pensé que no podía estar más acabada, apareció Kayle, ella cuido de mí, me escuchó, cada vez que estaba mal ella estuvo ahí, lo que me empezó a producir sentimientos por ella, la quiero y me siento segura a su lado, me hace tan feliz-. Exclamó con una sonrisa-.
-Es una hermosa chica-.
-No sólo es hermosa realmente me ama-.
-¿Y porque te veo así entonces?-. Preguntó-.
-Porque aunque intente evitarlo, sigo queriendo a Britt, mis sentimientos no han cambiado en nada, cuando la veo y me mira con sus ojos celestes hermosos, me derrumbó, me hace querer correr hacía donde ella este sin importar nada-.
-¿Y porque estás con Kayle entonces?-. Preguntó confundido-.
-Porque también la quiero, me encanta todo de ella, es lo mejor que me ha pasado en este tiempo, no podría imaginar perderla en este momento-. Expresó
-Veo que estás es un gran problema, tienes a dos chicas que te quieren y tú las quieres a las dos-. Reflexiono-.
-No sé qué hacer… no quiero herir ninguna-.
-No creo que eso sea posible, San, alguna va a tener que sufrir es parte de enamorarse, uno corre riesgos y no siempre se puede ganar-. Explicó su hermano-.
-Lo sé, pero siento que ya tome una decisión, estoy de novia con Kayle y no podría dejarla, aunque no pueda evitar sentir que la engaño cada vez que pienso en Britt, o necesito estar con ella…-.
-Mi pequeña, creo que debes darte tiempo… ¿Britt sabe que estás de novia?-.
Preguntó-.
-No…yo no me he atrevido a decirle-. Respondió rápidamente-.
-Creo que ese es un paso, no sería grato para ella enterarse por alguien más, le haría más daño-.
-Lo sé, voy a hablar con ella-.
-San…nuestros padres lo saben…quiero decir es algo importante, no es justo que tengas que ocultar cómo te sientes o a quien quieres-. Preguntó Santiago-.
-Papá lo sabe y me dio todo su apoyo…pero mamá no, tú sabes cómo es ella, tan tradicional, ella sueña con verme en un altar vestida de blanco casándome con un chico de buena familia-. Respondió mirándolo a los ojos-.
-Mamá te comprenderá, te ama por sobre todo y sería incapaz de decirte algo que pudiera herirte-.
-Tal vez a ti sería incapaz de herirte, siempre has sido su favorito-.
-Y tú la favorita de papá, pero créeme, somos una familia San, y las familias se apoyan y protegen-.
-Necesito tiempo Santiago, para poder enfrentar a mamá-. Se justificó-.
-Lo entiendo y tienes mi apoyo, siempre en la decisión que tomes y a quien elijas, además debo decir que heredaste el gusto López por las mujeres, porque Kayle es realmente una belleza-. Dijo el joven con una sonrisa-.
-Puedes no hacer esos comentarios de MI novia, coqueteaste con ella toda la tarde, creo que eso ya es suficiente-. Expresó dándole una mirada fulminante-.
-Yo no sabía que era tu novia, y ahora que lo sé, no puedo evitar decir que es una preciosura y tiene un cuerpazo, sin contar que por lo que se ve viene de una familia con dinero-. Dijo sabiendo que iba a enojar más a su hermana-.
-¡Ya basta!...te lo advierto Santiago-. Expresó tomando una almohada-.
-Estoy sólo diciendo lo evidente, no te tienes que enojar hermanita, estoy seguro que no soy el único que piensa eso-.
-Ok ¡Te lo ganaste!-. Y lo golpeo con la almohada, iniciando una batalla que lógicamente era difícil ganar ya que su hermano era más grande y fuerte-.
-Veo que ustedes dos no van a madurar nunca-. Expresó su madre quien los miraba desde su puerta-.
-¡Él tiene la culpa!-. Se defendió Santana-.
-No es cierto, ella no soporta que le digan la verdad-.
-Ya es suficiente, déjense de peleas y bajen que su padre la está en la mesa y la cena está servida-. Exclamó con una sonrisa, le encantaba ver a sus hijos juntos otra vez-.
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Era otro día en la escuela Mckinley, y el señor Schuster había llamado a una reunión de emergencia, todos presumían que era por las Nacionales y el problema que les había ocasionado Sue.
Ya estaban todos reunidos y sólo faltaba el maestro, incluso para la mala suerte de Quinn, hasta St. James ya estaba ahí.
-¡Muchachos les traigo buenas noticias!-. Exclamó con buen ánimo lo que les dio confianza a los chicos-.
-Sue chocó en su Le car y dejara de arruinarnos la vida-. Expresó Santana con desdén-.
-Creo que eso sería una buena noticia-. Apoyo Mercedes
-Chicos por favor, no es bueno desearle eso a alguien, aunque sea Sue-. Regaño Schuster-.
-Entonces digamos que es…-. Pidió Rachel impaciente-.
-¡Tenemos los pasajes y un auspiciador que también cubrirá los gastos de hotel y estadía!...viajaremos en primera clase y podremos estar más días es Nueva York, partimos pasado mañana… ¿Qué les parece?-. Dijo mostrándole los pasajes con una enorme sonrisa-.
-¡Eso es increíble!-. Exclamó emocionado Kurt, mientras todos celebraban-.
-¡Por fin alguien que cree en nosotros!-. Dijo Finn-.
-Pero señor Schu, quien nos está apoyando, o sea tenemos talento, pero nunca hemos ganado las Nacionales como Vocal Adrenaline, como para alguien nos auspicie-. Preguntó Mercedes-.
-Hoy llegaron a mi oficina los pasajes y recibí un llamado a nombre de Industrias Carpentier, no sé cómo se enteraron de nuestra situación, pero lo importante es que tenemos todo solucionado y ahora sólo nos concentraremos en ganar la competencia-.
Todos estuvieron de acuerdo con el maestro. Quinn le dio una mirada a Santana, pues no pasó inadvertido para ella, que quien los estuviera ayudando fuera la familia de Kayle.
Cuando salieron del salón del coro, era todo pura felicidad, estaban mejor que antes porque incluso ahora podrían disfrutar de la ciudad unos días antes de la competencia, era perfecto.
Santana iba con Quinn y diviso que Kayle venía hablando por teléfono, caminando con ese aire casual, dejando que su cabello lo guiara el viento, con unos jeans oscuros una camiseta y una chaqueta de cuero, no necesitaba mucha producción, su hermano tenía razón, tenía una novia que era una belleza. No espero y fue a su encuentro, y antes que la chica pudiera darse cuenta, ya tenía a su latina colgando de su cuello, acompañada por Quinn y Rachel.
-¡Que bienvenida!... ¿Qué hice para ganarme este enorme abrazo?-. Expresó con esa sonrisa encantadora-.
-Creo que lo sabes-. Respondió Santana depositando un pequeño beso en sus labios-.
-Tenemos mucho que agradecerte-. Dijo Quinn-.
-Creo que es por lo de Nueva York ¿o no?-. Preguntó ya entendiendo-.
-Por supuesto, cómo lo solucionaste tan rápido-.Exclamó Rachel quien después de todo ya le tenía simpatía-.
-Llame a mi abuelo, él tiene muchos contactos y recursos, no le iba a costar nada ayudarlos-. Explicó-.
Quinn y Rachel se despidieron para irse a clases, dejando a las chicas conversar mientras, caminaron hacía el casillero de Santana para sacar algunas cosas.
-Muchas gracias por eso, no tenías porqué ayudarnos, tú ni siquiera estás en el coro-. Expresó Santana-.
-Estamos juntas ahora San, y todo lo que te pase me afecta, yo haría lo que fuera por ti y verte feliz, ayer te veías realmente preocupada, y quise solucionar lo que te tenía así, incluso si para ello tenía que recurrir a mí abuelo-. Explicó-.
Santana se sintió culpable. Su comportamiento del día anterior no se justificaba completamente por lo que había pasado en el Club Glee, sino más bien por una rubia que no podía sacar de su mente.
-Te quiero-. Dijo Santana tomando la mano de su novia-.
-Y yo a ti…y cuando estemos en Nueva York, voy a llevarte a todos los lugares que quieras, créeme voy a hacer que sea un viaje inolvidable-. Exclamó emocionada-.
-Eres maravillosa, lo sabias…-.Expresó Santana sin soltarla-.
-Tú eres maravillosa y tenerte conmigo es lo mejor que me ha pasado-. Contestó con esa mirada de enamorada que sólo guardaba para su morena-.
-Y tú a mi…supongo que tengo que prepararme para un viaje entonces, estoy tan emocionada de conocer Nueva York-. Exclamó, guardando las últimas cosas para caminar hacía su primera clase-.
-Mmm…tengo que comentarte algo, yo no pude evitarlo, pero si no quieres yo lo entenderé, no quiero que lo tomes como una obligación…-. Decía nerviosa-.
-Kay…habla-. Interrumpió-.
-Cuando hable con mi abuelo, me preguntó porque yo estaba tan interesada en el coro de la escuela, y yo intente darle alguna excusa, pero me conoce, entonces me sacó la verdad y me pidió a cambio una cena cuando este en Nueva york…-.
-Creo que es bueno que compartas tiempo con él, se nota que hace cualquier cosa que le pidas-. Dijo tranquila-.
-Si eso es cierto, pero el punto es que quiere que vaya a esa cena contigo, quiere conocerte San-. Expresó haciendo que latina se detuviera y la mirara con una cara de terror-.
-Kay…yo no sé, sólo le he visto en fotos, no creo estar lista para conocerlo, siempre dices que odiaba a Francis y si a mí también me odia-.Hablaba rápido y perdiendo esa seguridad que tanto la caracterizaba-.
-Eres increíble, él no podría odiarte, además estaré yo que siempre te defenderé, piénsalo no es una obligación…y ahora será mejor que vayamos a clases, o si no llegaremos tarde-.
Kayle besó a su novia y se separaron para ir cada una a su respectiva clase.
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Cuando Santana llego a su clase, el profesor ya estaba ahí, así que se apresuró y al hacer una vista panorámica el único asiento disponible estaba al lado de Britt. No es que no quisiera estar cerca de la rubia, es sólo que se sentía culpable e incapaz de mirarla a los ojos.
Brittany le regalo esa hermosa y tierna sonrisa cuando la vio acercarse, podía ser una clase más pero para ella cada momento que pudiera pasar con su latina lo valoraba, sin contar que aún estaba confundida por el comportamiento de Santana en el cine, sentir sus manos unidas le había producido demasiados sentimientos, era como volver el tiempo atrás cuando eran sólo ellas dos.
Durante la clase no pronunciaron palabras, sin embargo, sus miradas lo decían todo y se buscaban en forma insistente, en un roce, una sonrisa, una caricia pasajera, eso bastaba para saciar esa necesidad de querer sentirse.
Britt sabía que algo pasaba, conocía a Santana desde que tenía uso de razón y aunque la latina se esforzara nunca había logrado mentirle, podía engañar a toda la escuela a sus padres, pero no a ella. Tenía una idea de donde podría ir, pero se negaba a aceptarlo, nada estaba dicho hasta que saliera de los labios de Santana.
El timbre sonó y las sorprendió otra vez mirándose fijamente. Santana tomó sus cosas al igual que Britt y fueron caminando hacía sus casilleros, mientras caminaban sus celulares sonaron al mismo tiempo avisándoles de un mensaje.
-Creo que Puck no pierde ocasión para celebrar una fiesta-. Comentó la latina-.
-Es una buena idea, tenemos que festejar que vamos a Nueva York, además siempre es entretenido estar todos juntos-. Respondió Britt emocionada-.
-No sé qué tiene de entretenido que todos terminemos ebrios y con una resaca horrible al día siguiente-.
-No seas aguafiestas, reconoce que te gustan las fiestas del Club Glee-. Expresó dándole un golpecito en el hombro y con una sonrisa-.
-A ti como negarte algo-. Respondió-.
-¿Entonces iras?...puedes ir con Santiago, me encanta bailar con él, lo hace excelente-. Pidió la rubia-.
-O sea te interesa que vaya mi hermano o yo-. Preguntó con algo de celos-.
-Tú sabes la respuesta, no seas celosa-. Contestó-.
-No podría estar celosa de Santiago, él no tiene mi encanto-. Dijo haciendo un guiño-.
Brittany rio y la miró con dulzura, sabía que desde que eran pequeños los hermanos López había peleados por ella, viéndola muchas veces como un trofeo por el cuál caer en tontas peleas.
-¿Entonces te veré está noche?-. Preguntó Britt-.
-Claro-. Contestó perdiéndose una vez más en esa sonrisa-. Y llevare a mi hermanito para que baile contigo-.
-Tú sabes que preferiría bailar contigo-. Dijo acercándose y susurrándole al oído, lo que produjo que escalofrió pasara por todo el cuerpo de la latina-.
Britt después de eso se alejó rumbo a su clase, dejando a la latina de una pieza, sin reaccionar por varios segundos.
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Rachel estaba tocando con dedicación las teclas del piano en el salón del coro, cada una de ellas las seguía con su voz intentando alcanzar tonos altos, no era muy difícil, gozaba de un registro verdaderamente envidiable. Estaba tan ida en la música y en sus propios pensamientos que sólo advirtió la presencia de alguien más cuando la cubrieron con sus brazos y la acompañaron siguiendo las teclas del piano.
-Jesse-. Dijo casi en un suspiro, al respirar todo el aroma natural del joven-.
-Lo siento…no quise asustarte-. Expresó sentándose a su lado en la banquilla, muy cerca-.
Rachel lo miro atentamente y no podía evitar tener sentimientos encontrados, por un lado le era difícil confiar en él, la había usado y mentido, pero por otro conocía a otro Jesse, ese chico atento y cariñoso que sólo dejaba su postura arrogante con ella. No quería sentir lo que estaba sintiendo, sobre todo porque Quinn era lo más hermoso que le había pasado y no quería arruinarlo.
-¿En qué piensas?-.Preguntó Jesse-.
-En nada que pueda decirte-. Respondió esquiva e intentando levantarse-.
-Rach…no te vayas, sé que piensas en mí y no lo estoy diciendo de arrogante, simplemente es lo que veo en tus ojos, tú aún sientes cosas por mí, aunque te niegues a reconocerlo-. Afirmó el joven seguro lo que desestabilizo a la pequeña diva-.
-Yo estoy con Quinn y jamás haría algo para hacerle daño, la quiero demasiado, lo de nosotros fue una hermosa experiencia mientras duro, pero ahora nadie podría alejarme de Quinn, ni siquiera tú…-. Contestó intentando sonar segura-.
-No me voy a rendir, espero que lo sepas, porque te quiero Rach, nunca he querido a otra mujer como a ti, nosotros tenemos los mismos sueños, nos expresamos de la misma manera, tú y yo nacimos para estar juntos-. Aseveró con su mirada fija en los ojos cafés de Rachel quien lo miraba asombrada-.
-No quiero que salgas herido, lo único que te puedo ofrecer es mi amistad, nada más Jesse-. Expresó y tomó sus cosas para salir rápidamente de ahí-.
Cruzó la puerta del salón y las palabras de Jesse seguían en su mente, ¿Será verdad que aún la quiere y está ahí por ella?, una parte de ella no quería saber la respuesta porque estaba segura que eso le produciría más confusiones. Una vez ella considero a Jesse St. James el chico perfecto, su otra mitad, quien no solamente se acoplaba a la perfección en la música, sino que sus sueños eran los mismos por lo que era fácil imaginarse una vida juntos, sin embargo, eso había pasado mucho antes de que Quinn apareciera en su vida, o por lo menos que estuviera de la forma en que están ahora.
Pensaba en Quinn y era imposible que no se dibujara una sonrisa en su rostro, su hermosa ex porrista, quien era atenta y protectora, jamás se imaginó alguna vez, tener a la chica más hermosa y popular de la escuela a su lado, y ahora que la tenía se negaba a perderla.
-¿Pensando en las Nacionales?-. Preguntó Quinn quien la abrazó por sorpresa por la espalda-.
Rachel no respondió, estar entre los brazos de su rubia le dio seguridad otra vez, así que se giró y sin decir palabras, le dio un apasionado beso, que tomó absolutamente por sorpresa a Quinn, pero aun así no dudo en responder.
-Voy a tener que preguntar más seguido por la competencia si me responderás así cada vez-. Dijo la rubia una vez que se separaron por falta de oxígeno-.
-Sabes que te quiero…-.
-Eso espero, porque lo que es yo, estoy loca por ti y no podría soportar que me dejaras-. Contestó la rubia muy cerca aún de su chica-.
-Ya quiero estar en Nueva York, para recorrer de tu mano cada calle-.
-Y yo-. Dijo Quinn con una sonrisa, sentía que no podía tener a una chica más perfecta a su lado-.
-Me tengo que ir… ¿Iras a la fiesta de Puck?-.Preguntó-.
-Por supuesto, alguien tiene que cuidar de ti-.
-¿Pasas por mí?...así llegamos juntas-.Preguntó coqueta la pequeña diva-.
-Claro… ¿Está bien a las 8?-.
-Perfecto-.
Antes de separarse se dieron un pequeño rose de labios. Rachel sacó a Jesse de su cabeza, tenía a Quinn y nadie más debía importarle.
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El día paso rápido y Kayle esperaba a Santana en el estacionamiento de la escuela como cada día para llevarla a su casa, no se habían visto de la mañana, y ya extrañaba a su latina, era como algo superior a ella, no lograba controlar esas ganas de querer tenerla cerca cada segundo.
-Te extrañe-. Expresó Kayle abrazando a su novia y robándole un beso-.
-Te vi esta mañana Kay-. Respondió-.
-Lo sé, pero siento que te extraño-.
Santana la miró por un par de segundos y sabía que era verdad lo que le decía, lo que le producía una sensación de ternura, jamás pensó que esa chica que siempre se veía tan fuerte, pudiera con ella mostrarse tan vulnerable.
-Nunca pensé que pudieras ser tan tierna-. Expresó Santana una vez ubicada en el asiento del copiloto-.
-Ni yo, la verdad me asusta volverme dependiente, siento que cuando no estoy contigo algo me falta-. Expresó-.
-Sabes que me gusta que me digas lo que sientes, cuando recién te conocí, eras impenetrable, nunca sabía que pensabas o que sentías, pero ahora aunque se lo que te cuesta, me lo dices y eso de verdad me encanta-. Respondió la latina-.
-Has hecho una chica cursi de mi Santana López y eso me asusta-. Exclamó riendo-.
El viaje se hiso realmente corto, el tiempo se iba rápido cuando estaban una en compañía de la otra.
-¿Irás a la fiesta de Puck esta noche?-. Preguntó Santana-.
-¿Tú iras?, porque Puck me invito pero no supe que responderle como no habíamos hablado-. Contestó
-Al parecer ya todos te consideran parte del Club Glee-. Dijo Santana con una sonrisa, le gustaba que sus amigos aceptaran a Kayle-.
-Eso creo… ¿entonces iremos?-.
-Sí, me gusta la idea de relajarme antes de las Nacionales-.
-¿Quieres que pase por ti?-. Preguntó amable como siempre-.
-Creo que es mejor vernos allá, porque probablemente vaya con Santiago y él va a querer ser el conductor responsable-.
-No hay problema, nos vemos esta noche-. Se despidió-.
-Nos vemos…y Kay…te quiero-. Añadió dándole un beso de despedida-.
-Y yo a ti-.
______________________________________________________________________
Santana, había llegado a su casa, ordeno en algo su habitación y comenzó desde ya a seleccionar la ropa que llevaría a Nueva York, debía ocupar su cabeza en algo banal para no caer otra vez en todo ese remolino de sentimientos que era su corazón últimamente. También separó lo que usaría esa noche y antes había hablado con Santiago para decirle lo de la fiesta, su hermano al escuchar la palabra celebración, sea por lo sea, ya estaba adentro, además debía cuidar a su hermana, el mejor que nadie sabía cómo era Santana con alcohol en su sangre.
Se dio una larga ducha, y comenzó a ponerse su vestido negro obscenamente ajustado que por lo corto dejaba bastante poco a la imaginación, si algo amaba hacer Santana López era provocar y tenía conciencia que con ese escultural cuerpo, acompañado de las prendas correctas lo lograba, busco una chaqueta de cuero y bajo al salón, donde la esperaba un guapo Santiago, vestido con unos jeans y una camisa.
-Creo hermanita que con ese vestido tu novia va tener que cuidarte toda la noche-. Expresó su hermano-.
-¿Eso es un cumplido?-.
-Sabes que para mí siempre vas a ser la más hermosa-.
-Tú también estás guapo, sólo prométeme que te comportaras, y no intentaras conquistar a cada chica que se te cruce-. Advirtió la latina, antes de salir-.
-Lo prometo, seré el adulto responsable esta noche-. Respondió-.
Una vez camino a la fiesta, en el auto de Santana, aprovecharon el tiempo para ponerse al día, habían muchas cosas que Santiago quería saber, incluso algunas que Santana por ningún motivo le diría. Estaban tan entretenidos que la morena no se había dado cuenta que estaban tomando un desvió que no llevaba precisamente a la casa de Puck.
-Creo que te has equivocado de calle-. Dijo Santana sin entender a donde iba su hermano-.
-No lo he hecho, tengo que hacer algo antes de ir a la fiesta-. Respondió-.
-Pero Santiago, podrías haberlo hecho en la tarde, no ahora que vamos a la fiesta, siempre haces lo mismo…-. Iba continuar reclamándole cuando se dio cuenta que estaban muy cerca de la casa de cierta rubia-.
-Ya te cansaste de ser tan exagerada-. Dijo en joven ya estacionándose al frente de la casa de Britt-.
-¿Podrías decirme que hacemos aquí?-. Preguntó sorprendida-.
-Recogiendo a Britt, siempre ha sido así, no veo porque tenga que cambiar ahora-.
Respondió tranquilo enviándole un mensaje a Britt para avisarle que ya estaba afuera-.
-Por supuesto que han cambiado, como crees tú que lo va a tomar Kayle si me ve llegando con Britt a la fiesta, cuando le dije que ella no me fuera a recoger, es mi novia Santiago-. Explicó Santana algo exasperada-.
-Y Britt es tú mejor amiga, si Kayle no respeta eso, siento decirlo hermanita pero su relación no tiene mucho futuro-. Expresó directo el joven-.
-Ella lo respeta, jamás me ha dicho que me aleje de Britt, aun cuando se toda la inseguridad que le produce…-.
Antes de que Santiago pudiera responderle una alegre Brittany salía de su casa. Santana se giró para verla y lucia hermosa, con unos jeans claros y un top que dejaba a la vista parte de su perfecto abdomen.
-¡Hola chicos!-. Exclamó alegre, subiéndose a la parte de atrás del escarabajo descapotable de Santana-.
-Hola Britt-. Respondieron casi al unísono-.
-Me sorprendió tú mensaje Santiago, pero me hiso muy feliz-. Expresó la rubia-.
-Cuando San me dijo que solicitabas mis grandes dotes de bailarín para esta noche no lo dude, además que clase de caballero soy si no vengo personalmente a buscar a mi pareja de baile-. Contestó alegre bajo la atenta mirada de su hermana quien no le creía del todo la explicación-.
El viaje fue corto, Santana optó por no enojarse, puesto que Britt no tenía la culpa de los enredos que hacía Santiago, y no quería hacerla sentir mal o incomoda, así que siguió la conversación con fluidez, en donde recordaron las travesuras que hacían de pequeños.
Cuando llegaron a la casa de Puck, estaban casi todos allí, para alivio de Santana, Kayle aún no llegaba, no se sentía con ganas de dar explicaciones.
Santiago conocía a la mayoría de los amigos de Santana o eso creía. La primera que identifico con facilidad fue a Quinn, era imposible olvidarse de ella, siempre lo había impresionado lo hermosa que era, aunque algo le llamo la atención, y fue verla de la mano de una pequeña castaña que no recordaba haber visto antes.
-Quinn Fabray tan hermosa como siempre-. Exclamó Santiago para captar la atención de la chica-.
-¡Santiago!-. Respondió soltando a Rachel y corriendo a los brazos del muchacho lo que no fue tomado de la mejor manera por la pequeña diva-.
-Pensé que ya te habías olvidado de mí-. Dijo coqueto-.
-Sabes que no podría olvidarme nunca de ti… ¿Qué haces aquí?, no deberías estar en la Universidad-. Preguntó curiosa-.
-Vacaciones anticipadas…-. Respondió-.
-Me alegra tenerte aquí, el verano pasado no te apareciste por acá, yo pensé que te habías olvidado de mi-. Dijo la rubia
-Cómo olvidar a Quinn Fabray, no creo que haya chico que logre-.
La conversación era familiar, después de todo junto con Britt la otra amiga de infancia de su hermana era Quinn.
Rachel se limitaba a observarlos y la confianza entre ellos la empezaba a molestar, sobre todo porque Quinn ni siquiera se había dado la molestia de presentarla. Fingió una tos para llamar la atención de la rubia y recordara que no estaba sola.
-Lo siento, Santiago, ella es Rachel una amiga, Rach él es Santiago López, el hermano mayor de Santana-. Presentó la rubia-.
-Un gusto Rachel-. Saludó caballerosamente-.
-Igualmente-. Respondió la pequeña diva, a quien le seguían dando vuelta la palabra “amiga” con que la presentó la rubia, porque para ella, su relación no se podía calificar precisamente de amistad.
Por otro lado de la fiesta, estaban Santana quien ya se había servido su primer trago y Brittany quien lo único que quería era bailar y como la latina, era quien estaba junto a ella, no dudo ni un segundo y la tomo de la mano para arrastrarla a la pista de baile.
-Britt … ¿Qué haces?-.
-Bailo contigo, que más parece que hago-. Dijo la rubia tomando de la cadera a su morena-.
-Coquetear descaradamente conmigo-. Respondió con una sonrisa-.
-Tú también me estás coqueteando-. Se defendió la rubia-.
Entraron en un juego de movimientos provocadores, la distancia era mínima por lo podían sentir sus respiraciones que parecían seguir el ritmo de la creciente melodía en las que sus cuerpos simplemente se estaban dejando llevar, hacía demasiado tiempo que no estaban tan cerca, ya no existía ese espacio personal, los roces y las caricias fluían naturalmente.
Santana se había perdido en esos ojos celestes, una vez más perdió el sentido del tiempo y del espacio, no parecía importarle quien o quienes pudieran estar alrededor. Hasta que sintió como Quinn la tomaba del brazo.
-¿Qué sucede?-. Preguntó no muy feliz de que su amiga interrumpiera el momento-.
-San…Kayle llegó y no te está mirando con muy buena cara, creo que deberías ir a verla-. Dijo la rubia con preocupación-.
Santana se dio vuelta, reacciono y recordó que ahora tenía una novia a quien al parecer no le había gustado nada su interacción con la rubia.
-San…-. Britt la sujeto, tenía claro que su morena una vez más se iba a ir de su lado-.
-Britt por favor…-. Pidió la morena, a lo que la rubia de mala gana accedió a soltarla.
Kayle había entrado a la fiesta con el mejor de ánimos dispuesta a pasar una gran noche junto a su novia, pero antes de que pudiera si quiera ambientarse al lugar, vio a Santana con Brittany, muy cerca, en algo que más que un baile parecía una reconquista mutua. Lo dolió era inevitable, no lograba controlar sus celos cuando se trataba de la rubia, así que tomo la primera copa que le ofrecieron y se quedó apoyada en una pared, observando fijamente hasta cuando su novia se dignara a romper con esa cercana interacción.
-Kay…yo…-.Intentó explicarse Santana-.
-No quiero explicaciones Santana-. Expresó fuertemente-.
-Yo sólo estaba bailando nada más-. Mintió la latina quien sabía que para ella y Britt había sido mucho más que eso-.
-Claro-. Respondió con una sonrisa irónica y bebiendo un sorbo de su copa-.
-Sé que me pediste que mantuviera los limites pero es…-.
-No te estoy pidiendo explicaciones, ni nada, podemos simplemente dejarlo así, no vine a la fiesta para terminar discutiendo contigo por Britt, Ok-. Aclaró-.
-Lo entiendo…entonces vamos a donde están los demás-. Preguntó ofreciendo su mano-.
-Ve tú, yo iré a la cocina, necesito otro trago-. Expresó y bebió de un sorbo todo lo que quedaba en su copa-.
Santana le hiso un gesto a Quinn en busca de ayuda, tenía claro que a la única persona que Kayle consideraba su amiga era a la rubia. Quinn entendió de inmediato y fue tras la morena de ojos verdes para intentar arreglar la situación.
-¿Estas bien?-. Preguntó la rubia quien vio como Kayle se servía otro trago-.
-¿Tú crees que de verdad quiere estar conmigo?-. Preguntó directa la morena-.
-Porque me preguntas eso…-.
-No es evidente acaso, yo no soy idiota Quinn, sé que no puedo romper la relación que hay entre ellas, tampoco es mi intención, pero si Santana no está segura de querer estar conmigo prefiero saberlo ahora y no en un tiempo más cuando este más enamorada de ella-. Expresó dolida-.
-Kay…-. Dijo acercándose-. Si San te pidió que fueras su novia es por algo, quiere estar contigo, ella no te haría daño, la conozco-. Intentó tranquilizarla-.
-No lo sé Quinn, sé que a veces me trasformo en una niñita insegura, pero no lo puedo evitar, tengo miedo, cada vez que veo a Britt cerca de Santana, me inundan unos celos casi irracionales, y creo que son justificados, San todavía esta confundida yo estoy segura de eso-.
-No puedo decirte exactamente lo que siente Santana, pero de lo que estoy segura es que ella no quiere herirte-. Expresó la rubia-. Y como consejo, no dejes que tus miedos te alejen de San, tienes que seguir luchando más ahora que tienes cierta ventaja-.
-Tienes razón…gracias Quinn-.
-Ven volvamos a la fiesta y suelta esa copa mira que no quiero tener que cuidar de ti-. Expresó con una sonrisa para alivianar el ambiente-.
Mientras eso ocurría, Britt aprovecho que Santana estaba nuevamente sola para aclarar lo ocurrido.
-¿Por qué siempre me dejas por irte con ella?-. Preguntó la rubia algo impaciente-.
-Hay algo que yo no te he dicho Britt-. Contestó la morena-.
-Supongo que tiene que ver con Kayle-.
-Yo…le pedí que fuera mi novia y ella aceptó-. Dijo la latina rápidamente intentando que así fuera menos doloroso para la rubia.
Brittany, tenía claro que algo así estaba pasando. Ahora compendia por qué Santana había estado distante, porque la evitaba, ahora entendía muchas cosas. Dolía, eso era innegable, imaginar a su latina en brazos de otra, era profundamente doloroso, sin embargo, algo en su interior le decía que nada era definitivo, que ser “novias”, era un simple etiqueta.
-¿Eso significa que te olvidaste de mí?-. Preguntó la rubia-.
-No me preguntes eso Britt, no ahora-. Respondió bajando la mirada-.
-Es simple San, sólo responde-. Insistió-.
-No Britt no me he olvidado de ti…-. Respondió mirándole fijamente a los ojos-.
-Entonces esto no ha terminado-. Sentenció la rubia quien optó por dejar la conversación hasta ahí y retirarse a compartir con el resto del grupo-.
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Quinn volvió a la sala donde se estaba haciendo la fiesta junto con Kayle, quien ya tenía mejor cara, y había decidido olvidar el incidente. La rubia comenzó a buscar con la mirada a su pequeña diva, con quien no había tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo, pero cuando por fin la encontró, se dio cuenta que estaba animadamente conversando con St. James, quien no perdía oportunidad de acercársele cada vez más, aprovechando que Rachel estaba visiblemente con unas copas demás.
-¿Qué no te cansas de molestar?-. Exclamó Quinn visiblemente molesta parándose frente a Jesse-.
-No creo que seas tú la indicada para decidir si molesto o no, creo que Rachel no tiene ningún problema con que este aquí-. Respondió arrogante-.
-Rachel ha bebido más de la cuenta y tú te estas aprovechando de eso-. Contraatacó la rubia-.
-Por si no se han dado cuenta estoy aquí, y creo que soy lo sufrientemente grande
para saber con quién relacionarme Quinn, además pensé que te estabas divirtiendo con tu amiguito al que me presentaste como tú “amiga”-. Le reclamó la castaña a quien algunas palabras se le trababan-.
-Rach…no puedes estar celosa de Santiago, somos amigos desde niños, por eso nos tratamos así-.
-Claro es tu amigo, por eso niegas lo que tenemos delante de él, no es verdad, pensé que querías estar conmigo sin importar lo que los demás dijeran-. Expresó herida-.
-Así que eso es lo que quieres, que todos sepan que estamos juntas-. Preguntó la rubia-.
-¡Si eso quiero!-. Exigió la castaña-.
-Ok…entonces eso haré-. Quinn se dirigió a donde estaba Puck poniendo la música y le pidió que por un momento la apagara puesto que necesitaba hacer un anuncio, el chico la miro extrañado, pero acepto, sabía que no era buena idea negarle una petición de Quinn Fabray-.
-¡Pueden todos prestarme atención!-. Exclamó subiendo el tono para que las miradas se focalizaran en ella-.
Rachel estaba incrédula, si deseaba que todos supieran lo suyo con Quinn que aún no tenía nombre, porque odiaba que hubiera chicos que le coquetearan, pero nunca pensó que la rubia se tomaría sus palabras tan literalmente-.
-Sé que ya muchos tienen varios tragos en el cuerpo por lo puede que mañana no recuerden lo que voy a decir, hablare sobre algo que ya muchos saben y es que estoy saliendo con Rachel, la quiero como no había querido nunca a nadie más y aunque es algo entre ella y yo, para Rach, es importante que todos sepan, y yo haría todo lo que ella me pidiera con tal de no perderla, te quiero hermosa y espero que pronto podamos llevar esto en forma oficial-. Todos estaban sorprendidos, no era común que Quinn dijera lo que sentía, menos delante de todos, al parecer realmente quería a Rachel.
No fue un gran discurso, pero era suficiente para Rachel, quien no dudó ni un segundo en alejarse de St. James para correr a los brazos de su rubia, y darle un apasionado beso.
-Supongo que ya no estás molesta-.Preguntó Quinn separándose un poco-.
-Te quiero…eres increíble-. Contestó sonriente-.
-Eres tan extraña cuando bebes, primero me gritas ya ahora me dices que me quieres… ¿Qué más puedo esperar para esta noche?-.
Rachel tomo su mano y la alejo del grupo que aún estaba sorprendido. Quería tener a Quinn más cerca, mucho más cerca.
Santana observo a su amiga sin poder aguantar la risa, ¿Quién lo hubiera pensado? Rachel Berry sometiendo a Quinn Fabray, era realmente increíble, hasta a ella le costaba asimilarlo.
-Lo siento…no quise actuar de esa manera-. Escuchó mientras la abrazaban por la espalda-.
-No creo que seas tú la que tenga que disculparse-. Respondió girándose para mirar a los ojos a su novia-.
-Tengo que hacerlo, yo debo confiar en ti y no caer en escenas cada vez que te veo con Britt, créeme intentare controlarme más, lo prometo-. Expresó la chica con sus ojos verdes fijos en su latina-.
-Y yo intentare mantener los límites, se y entiendo tu inseguridad, pero no quiero que estemos enojadas, no me gusta cómo se siente-.
-Ni a mi…olvidemos esto y disfrutemos de lo que queda de noche, ¿te parece?-. Dijo con su mejor sonrisa-.
-Está bien-. Respondió aunque una parte de ella le decía que nada estaba bien-.
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Por otro lado había dos chicas que se habían olvidado completamente de la fiesta y optaron por hacer una más privada.
Quinn tenía a Rachel entre la pared del baño y su cuerpo, presionaba con cuidado ciertos puntos de la castaña que tenía claro producían efectos que se podían escuchar en suspiros entre cortados y gemidos. Le besada los labios con avidez, quería beber de esa boca que le parecía exquisita, quería apropiarse de cada centímetro de ese cuerpo delicioso. Sus manos ya no le pertenecían y se perdían en esa pequeña falda que llevaba la diva, hasta que encontraron su lugar sujetando con propiedad los glúteos bien formados, acción que dejaba escapar pequeños gritos de placer.
Rachel ya estaba perdiendo el control de su cuerpo, nunca antes permitió que ningún chico llegara a tocarla de esa manera, pero con Quinn era diferente, todo se sentía natural, y creía necesitar esas caricias erráticas y profundas que la rubia le proporcionaba, por lo que dejarse llegar esa la única opción que podía realizar en ese momento.
Quinn cargaba todo su cuerpo sobre Rachel, sin poder evitar que sus centros se encontrar con pasión y a un ritmo coordinado que se daba con fluidez. Ninguna estaba con sus cinco sentidos pero al tenerse de esa manera, se sentía demasiado bien, danzaban a ritmo que sólo las dos conocían y cada respiración, sonido, movimiento, era sincronizado. La rubia a momentos parecía llevar el control, pero no era la experiencia, se dejaba llevar por lo que le suplicaba su cuerpo, aquel llamado que le decía que esa hermosa castaña era suya. Fue con una de sus manos subiendo por debajo de su falda, sin dejar de besarla de forma apasionada, tocando cada musculo, la pequeña diva no oponían resistencia, al contrario separaba más sus piernas para darle más espacio a su deseosa acompañante. Lo tomó como una aceptación, por lo que siguió descubriendo ese terreno virgen que tenía a su completa disposición. Con la palma de su mano fue acariciando el borde interno del muslo de Rachel, quien le respondía ahogando los gemidos en su boca. Siguió, hasta rosar su sexo delicadamente, tomó más confianza y lo masajeo completamente realizando movimientos circulares mezclados con toques más desenfrenados. No quería pensar, nunca había sentido tantas emociones juntas, estaba en extremo excitada, sólo con besos y algunas caricias. Pero algo la llamaba a detenerse, sabía que Rachel era virgen y aunque deseara con todas sus fuerza hacerla suya, no era el momento, ni el lugar, porque si eso ocurría entre ellas, debía ser de otra manera, de que una que la pequeña diva pudiera recordar cómo especial. Así que uso toda su fuerza de voluntad para detenerse.
-Quinn…que haces, por favor no te detengas-. Suplicaba la castaña-.
-Créeme es lo menos que quiero hacer, pero es lo correcto, no quiero que te arrepientas después, y me odies por haberme aprovechado de ti, te quiero Rach, y esperare a cuando estés lista-.
Rachel entendió la explicación de Quinn y lo encontró lo más caballeroso que alguien había hecho por ella, estaba segura que si en el lugar de la rubia hubiera estado Finn o Jesse, no habrían actuado así, por lo que agradecía tenerla a ella.
-Con cada momento me haces quererte más Quinn Fabray-. Expresó con la voz aún algo agitada-.
-Y yo a ti Rachel Berry-. Respondió-.
-Ahora aunque entiendo tus motivos, eso no te salvara de quedarte esta noche conmigo en mi casa, prometo sólo abrazarte, quiero despertar contigo mañana-. Exigió la pequeña diva-.
-Como tú quieras-.
-Ahora mi brillante caballero es hora de que me lleves a casa-. Expresó con una sonrisa-.
Salieron de la casa de Puck notando que ya varios estaban borrachos. Al otro día iban a tener una resaca horrorosa y probablemente recordaran la mitad de las cosas que habían hecho, como era normal en cada fiesta que hacia el Club Glee.
Ya quedaba un solo día para partir a Nueva York, las nacionales estaban ahí, por todo lo que habían luchado. Pero Nueva York no era lo único que estaba próximo, en esa fiesta se habían abierto heridas y declarado batallas, al parecer ese viaje iba a decidir mucho más que un lugar en un competencia de coros.
.....ya fue...eso fue todo....el rompimiento entre la Brittanas tiene todo el guevo del mundo....eso fue como "tiramos y despues de tener mas de un orgasmo decir -ay...terminamos-" es lo misma logica....que fue eso?? me siento como una boba...esa escusa..."mira yo no quiero ponerte los cachos asi que dejomolo aqui...asi cuando haga algo no voy a sentir remordimiento" osea.....joooo que paso ahi...que paso.....por un calentón de la otra...porq "ay...senti una conexión y pues bueno hagamosle"...eso no tiene sentido....se podra pensar que fue noble....que hay tan bella Santana que decidió terminar porq bueno no quiere lastimarla....joder!!! no .....fue por eso...fue porq no queria sentirse culpable cuando lo hiciera!!! bagh..!!!!!
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
o por dioss!! que desinibidas las faberry jajajja y pobre san debe tener un lio! aca sigo firme esperando el proximo ajja besos!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
el capitulo me gusto mucho
pero yano se
algo me dice que kaile va salir muy herida es obvio q santana no ha olvidado a britt
......
POR LO DEL CAPITULO
ES OBVIO Q RM NO SABE Q HACER...
YO VEO LA SERIE POR ESA PAREJA Y ANTES POR QUINN PERO AHORA?
pero yano se
algo me dice que kaile va salir muy herida es obvio q santana no ha olvidado a britt
......
POR LO DEL CAPITULO
ES OBVIO Q RM NO SABE Q HACER...
YO VEO LA SERIE POR ESA PAREJA Y ANTES POR QUINN PERO AHORA?
ana_kunis******* - Mensajes : 420
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Catorce: " NY Part 1.1: ¿la ciudad de las ilusiones?"
[justify]Santana ya tenía todo listo. Miraba detalladamente cada una de sus maletas, para que nada se le fuera a olvidar, había inspeccionado su closet, viendo que nada que pudiera necesitar se quedara en Ohio, porque claramente no todos los días iba a Nueva York y quería estar absolutamente preparada.
-¡San vas a llegar tarde al aeropuerto!-. Le gritaba su hermano desde la escalera-.
-¡Puedes esperar sólo un momento! ¡Si me olvido de algo será tú culpa!-. Le respondía la morena-.
-¡Llevas horas ahí! ¡Ya baja de una vez o te vas en taxi!-. Le reclama Santiago ya perdiendo la paciencia-.
-Ok…pero sube a ayudarme, están pesadas-. Pidió bajando el tono-.
Santiago entró y a regañadientes tomo las maletas de su hermana que verdaderamente estaban pesadas. No lograba entender para que necesitaba tantas cosas si era un viaje de cuatro días, pero su hermana ante sus reclamos sólo le contesto que una mujer siempre debía estar preparada, algo que él nunca podría entender.
Sus padres la esperaban en el umbral de la puerta para asegurarse que todo estuviera bien, después de todo era la primera que vez que viajaba sin ellos a alguna ciudad fuera de Ohio.
-Ya es suficiente, papá sólo son cuatro días, no quiero ni pensar cuando tu princesa se vaya a la Universidad-. Expresaba Santiago con fastidio-.
-Cuídate sí, y cualquier problema nos llamas, también extendí el disponible en tu tarjeta por si tienes alguna emergencia-. Dijo su padre abrazándola-.
-Gracias-. Contestó, eso le gustaba porque el concepto de emergencia de su padre podía ser muy diferente al de ella-.
-Entonces nos llamas cuando llegues-.Repitió su madre-.
-Lo haré, se los prometo y ahora me voy porque o sino perderé el avión-. Dijo ya aburrida de la excesiva preocupación de sus padres-.
Con su hermano subieron las maletas a su auto, y por fin pudieron partir rumbo al aeropuerto.
-Entonces ¿emocionada?...será tú primera vez en la gran ciudad-. Preguntó Santiago, sin quitar la vista del camino-.
-Sí, estuvimos durante dos años trabajando duro para llegar a las Nacionales, así que estoy emocionada y algo nerviosa-. Respondió-.
-¿Segura que estás nerviosa sólo por la competencia?-. Inquirió conocía a su hermana y sabía que algo más la tenía inquieta-.
-Tú sabes todo, pero además de eso, Kayle es de Nueva York, y quiere que conozca a su familia, a su abuelo en realidad, quien es algo así como el dueño de la mitad de la ciudad y es tradicional y nadie es suficiente para su nieta, entonces yo no quiero que me odie, pero tampoco quiero negarme a la invitación de Kay, porque no quiero que piense que no es importante para mí, porque si lo es….-. Santana francamente estaba comenzando a desvariar, siempre hacía eso cuando estaba nerviosa-.
-Ya cálmate-. Interrumpió-. Donde está la Santana López, segura de sí misma que conozco, tú eres maravillosa, divertida, inteligente, y si todo eso no es suficiente, tienes el encanto López, eso nunca falla hermanita-. Dijo intentando sacarle una sonrisa-.
-Eso no me está ayudando Santiago, tengo que darle una respuesta a Kayle, si la acompañaré o no-.
-Dile que sí, si ella quiere presentarte a alguien tan importante como su abuelo, es porque quiere que lo de ustedes vaya en serio, eres especial San, él no podría rechazarte y si eso llegara a ocurrir, tienes a Kayle quien creo no dudara en defenderte, porque está absolutamente enamorada de ti-. Aconsejo su hermano-.
-Tienes razón, ella me defendería sin pensarlo, tengo suerte sabes, al tener una novia que realmente está enamorada de mí, que se preocupa por lo que me pasa, me cuida, me consiente, creo que no podría haber encontrado a alguien mejor-. Reflexionó la latina-.
-¿Estás segura?...Porque a mí se viene a la mente alguien que estaría dispuesta hacer exactamente lo mismo por ti, y que también esta perdidamente enamorada-. Le recordó su hermano-.
-No tienes que recordármelo sabes, pero a Britt yo le pedí una oportunidad y ella no quiso estar conmigo, mientras que Kayle, nunca me ha dejado sola ni me ha hecho sufrir, al contrario es capaz de hacer lo que sea por verme feliz, ¡Arreglo todo para que ahora podamos ir a Nueva York con el coro!-. Exclamó-.
-Lo sé y no tengo dudas de que ella es perfecta, pero lo es para ti San… ¿Es la chica perfecta para ti?-. Preguntó el joven-.
-Yo la quiero, y me hace feliz-. Respondió y su hermano entendió que no debía hacer más, ya habría tiempo cuando regresara de tener esa conversación-.
_________________________________________
Cuando llegaron al aeropuerto estaban ahí casi todos los integrantes del Club Glee, en todos sus rostros estaba dibujada una sonrisa al ir a la ciudad de sus sueños.
-Quinn-. Saludó la latina-.
-San, por fin llegaste-. Expresó la rubia-.
-Créeme tuve que amenazarla para que bajara-.Contestó Santiago-.
-Estás exagerando-. Le dijo la latina rodando los ojos-. ¿Y Kayle?-.
-No ha llegado tampoco-. Respondió la rubia-.
-Parece que mi hermanita no puede estar mucho tiempo sin su novia perfecta-. Se burló el joven-.
Cuando Santana estaba a punto de responderle a su hermano con uno de sus insultos característicos, vio que venía Kayle, hablando por teléfono. Se notaba algo nerviosa, ya que al irse acercando, escuchó que respondía con casi puros monosílabos
-Si…por supuesto…no se preocupe…-. Contestaba Kayle-.
-¿Con quién hablas?-. Preguntó la latina curiosa-.
-Claro…la cuidare-. Seguía hablando la morena-.
-Kay…te estoy hablando-. Insistía Santana a quien no le gustaba que la ignoraran-.
-Gracias, espero que sea un buen viaje-. Y por fin cortó-.
-¿Ahora si puedes responderme?-. Increpó la latina-.
-Lo siento es que…-.
-¿Con quién hablabas?-.
-Mmm…es que me pidió que no te dijera porque te ibas a molestar-. Se excusó desviando su mirada-.
-Kay…dímelo-. Presiono-.
-Tú papá me llamo, para asegurarse de que te cuidara correctamente, me dijo que depositaba su confianza en mí para que no te pasara nada-.Explicó la chica-.
-¡Que acaso tengo 5 años!-.
-Eres la princesa de papá eso no sólo tiene beneficios, San-. Intervino Santiago-.
-Si es la niña de papi-. Se burló Quinn quien se ganó con eso una mirada fulminante de Santana-.
Mientras estaban riendo a costa de Santana, se escuchó el llamado para abordar el avión con destino a Nueva York, Santiago le dio un abrazo a su hermana y le deseo suerte, de la misma cariñosa forma se acercó a donde estaba Britt para despedirse.
-Cuídame a Santana-. Le susurró al oído Santiago-.
-No sé si eso me corresponda ahora-. Le respondió una dudosa la bailarina-.
-Lo que hay entre tú y mi hermana es único y nadie puede romperlo, tú la conoces mejor que nadie Britt y su orgullo la ciega en muchas ocasiones-. Le respondió-.
-Te quiero y gracias-.
-No me des las gracias, reconquístala-. Dijo y se separó unos centímetros, cerrándole un ojo en señal de complicidad a lo que la rubia respondió con una sonrisa-.
Britt sintió ese apoyo que le estaba brindando Santiago. El último tiempo se estaba sintiendo sola, había resentido la lejanía de Santana quien siempre fue compañera, su amiga, su amante. No quería perder las esperanzas, se negaba a aceptar una derrota, ella no iba a rendirse hasta que su latina estuviera a su lado, como siempre había sido.
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Una vez en el avión, todos estaban más relajados, conversando sobre lo espectacular que sería visitar todos los lugares emblemáticos que la gran ciudad les ofrecía, y también disfrutando de viajar en primera clase.
-¡Estoy tan emocionada!-. Exclamaba Rachel, quien estaba sentada junto a Quinn-.
-Lo sé, es la ciudad de tus sueños y donde tienes planeado tu futuro-. Expresó la rubia-.
-Así es, no puedo esperar y caminar por las calles de Broadway-.
-Te ves tan adorable cuando hablas de tus sueños, me encanta ese mágico brillo en tus ojos, eres tan especial Rachel, tanto que sólo espero que todos tus sueños se hagan realidad-. Dijo Quinn, no despegando sus ojos color esmeralda de su pequeña castaña-.
-Me gusta saber qué crees en mi tanto como yo en ti, aunque no sepa bien cuales sean tus sueños-. Respondió reflexiva puesto que Quinn nunca había mencionado sus planes al salir de la escuela-.
-Me gustaría tener tu pasión por algo, pero la verdad aún no decido que hacer, ni dónde está mi futuro-.
Rachel sintió algo en el pecho. Desde que estaba con Quinn, sus pensamientos siempre estaban ligados a ella, la quería, era con quien experimentaba sentimientos que nunca imagino, con quien quería todas sus primeras veces, pero su amor por Broadway siempre había sido más grande que cualquier otra cosa o persona. ¿Qué pasaba si en algún momento debía escoger entre su Quinn o su sueño?, su mente y ese gusto extremo por planearlo todo le estaba jugando una mala pasada, no era tiempo, se repitió, no es tiempo aún.
En otro asiento estaba Santana y Kayle. La primera estaba al lado de la ventana, intentando imaginar cómo iban a ser esos inolvidables días, sin embargo, las palabras de su hermano seguían dando vueltas, odiaba a Santiago, como si no tuviera suficientes dudas como para él viniera y las agudizara más. Por un momento desvió su vista hacía Kayle, quien parecía ida escuchando música, pero algo en su mirada le decía a la latina que algo le pasaba.
-¿Estás bien?-. Preguntó tomando su mano y presionándola para llamar su atención-.
-Si-. Contesto no muy convencida-.
-Dime la verdad… ¿o acaso sigues nerviosa por la conversación con mi padre?, se que puede sonar duro, pero sólo busca protegerme-. Expresó la latina girándose para mirarla fijo-.
-No es eso, de hecho agradezco que tú padre me haya llamado, significa que de alguna manera acepta la nuestro, y me considera digna de su princesa-. Contestó regalándole una de esas sonrisas que Santana tanto amaba-.
-¿Entonces qué es?, y no me digas que nada porque te conozco lo suficiente, así que no te atrevas a mentirme-. Dijo intentando que su novia le dijera lo que pasaba-.
-Desde lo que pasó con Francis que no vuelvo a Nueva York, aquí está mi pasado San, y yo era una persona muy distinta cuando vivía aquí, una que no quiero volver a ser, cometí muchos errores y herí a muchas personas, creía que por tener el apellido que tengo me daba algún derecho de sentirme superior…volver a esta ciudad me va a enfrentar a todo lo que fui y de alguna manera tengo miedo…-. Confesó con sus ojos verdes algo vidrioso por los recuerdos-.
-Tranquila, yo mejor que nadie sé que todo lo que has hecho en el pasado tiene consecuencias, pero te voy a repetir lo que te he dicho antes, para mí está eres tú, la Kayle que yo conozco es amable, tierna, atenta y sincera, ella fue la que estuvo conmigo sin condiciones cuando más la necesitaba, quien me ofreció su amor, tienes que dejar de atormentarte por el pasado y así dejar espacio para el futuro, uno que espero compartas conmigo-.Expresó acercándose para acurrucarla en un abrazo en el que ella también esperaba dejar todo atrás-.
-Te amo-. Le susurró Kayle al oído-.
-Y yo a ti-. Respondió sincera y dándole un beso para sellar su promesa, una en la que quería poder entregarse entera, poder volver a amar, aunque eso aún no fuera del todo posible-.
-No podría enfrentar todo sin ti a mi lado, eres mi luz Santana, eres la persona que pensé nunca encontraría, nadie más me hace sentir esto-.
Santana sólo veía sinceridad en esos ojos que habían pasado de un verde esmeralda profundo a uno más claro, casi transparente. No podía evitar sentirse culpable una vez más, porque si bien la quería, se atrevía a decir que estaba enamorada, no sentía esa pertenencia, ese algo que le permitiera poder entregarse por completo, de lanzarse al vacío con los ojos cerrados sin tener duda alguna que no correría peligro, no porque no confiara en ella, sino porque una vez lo había hecho y salió lastimada, sin embargo, pese a ese dolor, no podía dejar de amar a esa rubia, ni dejar de pensar en cómo serían las cosas si ella la hubiera aceptado esa vez.
No se dio cuenta cuando Kayle se quedó dormida a su lado, mantuvo la mirada en esa imagen que le parecía tan hermosa, era una chica hermosa, era todo lo que alguien pudiera desear. Las palabras de su hermano volvieron una vez más, sin duda era perfecta, pero ¿Era la chica perfecta para ella?, eso era algo que aún lo lograba resolver. Decidió que necesitaba ir al baño para mojarse la cara y despejarse.
Una vez allí, se miró en el diminuto espejo que había y no encontraba las respuestas a sus preguntas, no lograba entenderse, no lograba olvidar y eso ya comenzaba a ser un obstáculo para poder volver a entregar su corazón.
Cuando intento salir, chocó de frente con alguien. Como si con su mente la hubiera llamado ahí estaba esa mirada celeste, fija sobre ella, y sin decirle ninguna palabra, la empujo nuevamente hacía dentro. Era un espacio reducido, demasiado para Santana quien podía sentir la respiración de Britt, tan cerca que cada uno de sus sentidos se sentía invadido, intoxicado, necesitado.
-Britt…por favor, necesito salir-. Dijo la morena casi en tono de súplica-.
-Para que, para poder correr a sus brazos…-.Contestó la rubia-.
-No, pero no puedo estar aquí contigo tan cerca, no hoy no ahora-. Expresó sin ser capaz de mirarla a los ojos-.
-San, mírame a los ojos, mírame y dime que quieres irte, que quieres estar lejos de mí, que no quieres que lo siga intentando, dime que la amas como me amas a mí y yo te dejare ser libre y feliz, porque por sobre todo quiero que seas feliz, aunque sea lejos de mí…-.
Santana no tenía palabras para responder a eso, por lo que hiso aquello que no debería, y rompió la diminuta distancia tomando delicadamente el cuello de la rubia para acercarla hasta chocar sus labios, comenzó de a poco y lentamente, hace mucho que no degustaba ese sabor, hace mucho que no sentía ese complemento perfecto. De un momento a otro se separó de Britt, quien aún tenía los ojos cerrados por aquel inesperado beso. La latina por otro lado, no quería tener que responderle a Britt el por qué lo había hecho, así que salió rápido de ahí.
Cuando llego a su asiento Kayle, seguía dormida. Era preferible, porque en ese instante no se sentía con el derecho de mirarla a los ojos, le había fallado, a quien menos se lo merecía, una vez más le había fallado.
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El arribo a Nueva York, fue teóricamente sin complicaciones, los chicos habían ido a reconocer su equipaje, y cuando salieron varios autos los esperaban, eso los sorprendió, pero cuando Kayle hablo con su abuelo, este se ocupó de cada detalle para que su nieta estuviera satisfecha. El hotel en el que estaban hechas las reservaciones era más impresionante aún, elegante y sofisticado, cinco estrellas, donde se habían hospedado varias personalidades del espectáculo, lo que a Rachel la emociono, al igual que ha casi todos.
El señor Schu les asigno las habitaciones, cada una tenía cuatro camas, eran realmente grandes, algo que ellos jamás podrían haber costeado. Fueron divididos y las chicas quedaron juntas en una habitación Quinn, Britt, Rachel y Santana, cosa que Kayle no vio con muy buenos ojos, ya que se dio cuenta de que algo le pasaba a su latina, y en distintas oportunidades había sorprendido a Brittany mirándola fijo, por lo que presumía algo había pasado entre ellas, pero decidió dejarlo pasar, no quería otro problema con Santana por el mismo tema de siempre.
-Toma esto-. Dijo Kayle extendiendo su mano con una tarjeta que era la llave de su habitación-.
-¿Para qué me das esto?-. Preguntó aún ida-.
-¿Como que para qué?...para que puedas entrar cada vez que quieras y si eso es cada noche que pasemos aquí me harías muy feliz-. Respondió con una sonrisa-.
-Lo siento-. Dijo Santana de repente, no aguantaba que Kayle fueran tan linda, ella no se lo merecía-.
-¿Por qué?... ¿qué pasa hermosa?-. Preguntó algo descolocada mientras la morena la abrazaba y se fundía en su pecho-.
-No te merezco-. Susurró conteniendo las lágrimas-.
-San…me estás preocupando ¿qué pasa?-. Decía acariciándole el cabello-.
Santana quería decirle lo que había pasado, porque se habían dicho que siempre se dirían la verdad, por mucho que doliera, pero en ese momento no se sentía capaz, no quería arruinar ese viaje, ni menos su relación.
-No lo sé, sólo que siento que no te merezco-. Seguía sin poder mirarla a los ojos-.
-San-. Dijo tomando el rostro de su novia entre sus manos-. Estás nerviosa por la competencia, por eso estás pensando demasiado en todo, yo te quiero y no soy perfecta, soy yo la que agradece que estés conmigo, tienes que relajarte…así que sube, ordena tus cosas, yo estaré en mi habitación, puedes ir cuando estés lista-.
-Te quiero y gracias, iré a desarmar la maleta y te veo luego-. Se despidió-.
Mientras ya en la habitación, estaban Quinn, Rachel y Britt, quien necesitaba ver a Santana y aclarar todo lo que había pasado.
-¿Pasa algo Britt?-. Preguntó Quinn quien la conocía y se dio cuenta que algo no estaba bien-.
-Nada-.Respondió la bailarina-.
-¿Segura?-. Insistió la ex capitana de las porristas-.
-Si-. Dijo esquiva y se fue a seguir desarmando su maleta, segundos después entró Santana-.
-Pensé que te ibas a quedar con Kay-. Dijo Quinn-.
-Tal vez lo haga, me dio una llave de su habitación-. Contestó la latina-. ¿Y Britt?-.
Preguntó a lo que las chicas apuntaron a donde se había ido-.
Santana, entró y cerró la puerta que dividía la habitación, para poder hablar en privado con la bailarina.
-Britt-. Llamó la morena para captar su atención-.
-San-. Respondió volviéndose de inmediato y acercándose-.
-Tenemos que hablar-. Dijo con su vista baja-.
-Lo sé-.
-Yo…no puedo hacer esto, no a Kayle, no debí besarte, me siento demasiado mal, porque no sólo engañe a mi novia, sino que te hago daño a ti…-. Expresó la morena-.
-San, yo sé que no es correcto, pero no me pidas que me arrepienta, porque sería como negar todo lo que siento por ti, y eso es imposible-.Respondió segura-.
-Britt, sé que es mi culpa, yo te bese, yo estoy confundida, yo he creado todo este lio, pero ahora necesito que mantengamos la distancia, tome una decisión, le pedí que fuera mi novia, y no es justo que le haga esto-.
-¿Y si es justo que te niegues otra oportunidad conmigo?, eso si lo es San, porque a mí no me parece justo, sobretodo porque aún hay sentimientos, tú todavía me amas y por mucho que intentes engañarte, eso es más fuerte que cualquier relación que puedas tener-. Expresó intentado acercarse pero Santana se alejaba-.
-Nunca te he negado lo que siento por ti, pero ahora necesito intentarlo y contigo aquí no puedo-. Contestó con la mano en su pecho, golpeando donde estaba su corazón-.
Te tengo aquí Britt, con la diferencia que ahora no estás sólo tú, ella también está aquí, se lo ha ganado, se ganó una parte de mi corazón, por eso no puedo dejarla-.
Confesó entre lágrimas-.
-¿Qué significa eso?, me vas a olvidar, eso estás intentando decirme-. Dijo también con lágrimas-.
-Créeme Britt, si eso fuera posible lo habría hecho el día que rompiste mi corazón, pero no puedo, tú eres parte de mí, de mi vida y yo soy parte de la tuya, pero ahora debo intentar ser feliz con alguien más, no quiero seguir haciéndote daño con mis actos impulsivos, así que por mucho que me cueste me mantendré alejada-. Expresó e hiso el intento de alejarse pero Britt no quería dar por terminada esa conversación, no así-.
-¡Es lo que tú decides!, ¡así de sencillo Santana!, porque sé que es mi culpa que ella haya entrado en tú corazón pero ya lo he pagado, llevo meses intentado recuperarte, y tú estás tan cegada por el orgullo, que no te das cuenta que podríamos ser felices, nos pertenecemos San, y estoy segura que nadie te hace sentir lo que yo, puedes decirme muchas cosas, pero cada vez que lo intentas, vuelves a mí, así que no me digas que te alejaras porque no puedes-. Señalo en una postura que la latina nunca había visto en ella, lo que le produjo una mezcla extraña de sentimientos-.
-¡No es orgullo Britt!… ¡Es miedo!-. Exclamó intentado hacerla entender-. Tú no sabes todo lo que llore por ti, no sabes cómo me sentí con tú rechazo, fueron años Britt, años que me demore en aceptarme a mí misma, en abrir mi corazón, ¡para que!, para que tú en un par de minutos lo destrozaras, eso no lo puedo olvidar, por mucho que quiera ¡No puedo!-. Le alzó la voz, necesitaba desahogarse-.
-¡Y todo el tiempo que te esperé yo!...todas ese veces que dormías conmigo, que te entregabas a mí, y después me negabas diciendo que no habían sentimientos de por medio, yo también he sufrido Santana, pero al contrario de ti estoy dispuesta a entregarte nuevamente mi corazón, aunque puedas lastimarlo-. Respondió la bailarina en el mismo tono-.
-Tal vez ha llegado el momento en que se lo entregues a alguien que estés segura, no te lastimara, porque yo eso haré, Britt-. Dijo la latina ahora sí, sin darle una posibilidad de responderle-.
A Brittany le dolió escuchar eso, era como si Santana le estuviera dando su aprobación para estar con alguien que no fuera ella, para que se entregara a alguien que no fuera ella. Pero eso era impensado, no ahora, era demasiado tarde, porque cada centímetro de su cuerpo, cada latido de su corazón tenía una sola dueña, y esa era Santana López, aunque se negara a verlo…por el momento.
Santana salió y se encontró de frente con Quinn quien la miraba inquisidora, mientras Rachel, sin percatarse de la situación, seguía en otro lugar de la habitación.
-¿Estás bien?-. Preguntó la rubia-.
-Sí-.
-¿Necesitas algo?-. Preguntó-.
-Sí, necesito que me acompañes, voy a comprar un vestido-. Respondió como ida-.
-¿Ahora?-. Expresó una desconcertada rubia-.
-Si, subiré a hablar con Kay, y te esperó en el lobby en media hora-.
-Ok, le avisaré a Rachel-. La rubia no puso objeciones porque conocía a la perfección a Santana y sabía que aunque no lo dijera, la necesitaba.
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Kayle estaba terminando de ordenar sus cosas, cuando sintió la puerta abrirse, nadie más que su novia tenía otra llave así que supuso que era ella. Cuando iba a su encuentro, Santana la sorprendió tomándola sin previo aviso en un apasionado beso, introdujo su lengua intentado saciar toda esa necesidad que tenía. A la chica de ojos verdes se le cortó la respiración, pero reacciono y la atrajo hacía ella tomando con fuerza su cadera, y seguir profundizando el beso.
-Te elijo a ti-. Susurró la latina para sí misma cuando el aire ya les faltaba-.
-Me encanta cuando me sorprendes así-. Dijo Kayle con su voz agitada, sin percatarse de lo que antes había dicho su novia-.
-¿Hoy es la cena no es verdad?-. Preguntó distanciándose un poco-.
-¿Con mi abuelo?, si de hecho hable con él hace algunos minutos-.
-¿Aún quieres que te acompañe?-.
-Pensé que…yo no quise presionarte, pero por supuesto que me gustaría que fueras conmigo, tú eres mi novia ahora-. Respondió con una gran sonrisa-.
-Entonces cambia la reservación para tres, yo ahora iré de compras con Quinn para buscar el vestido perfecto, me veré tan espectacular que tu abuelo no tendrá otra opción más que aceptarme -. Dijo con una sonrisa-.
-No necesitas un vestido perfecto para eso, me haces feliz con eso es suficiente-.
-Pero igual iré de compras, para asegurarnos-. Expresó haciéndole un guiño-.
-Ok, déjame hacer una llamada para avisarle al chofer de que las espere abajo-.
-Nos vemos más tarde-. Se despidió la latina-.
-A las 7:30, te espero en el lobby-. Respondió-.
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Rachel no se despegó de la terraza que tenían en la habitación. Su mirada se perdía en la maravillosa vista que daba a la ciudad de las luces, incluso se atrevía a decir que desde ahí se podían ver las calles de Broadway.
-¿En que está pensando mi estrella?-.Expresó Quinn quien la abrazó por la espalda-.
-En que cada vez estoy más cerca de alcanzar mis sueños, no te imaginas lo que el sólo hecho de estar aquí, de pisar estas calles significa para mí-. Respondió ida-.
-Creo que puedo imaginarlo-.
-Quinn-. Dijo la castaña volteándose para verla de frente-. ¿Tú vas a ser parte de este futuro que sueño?-. Preguntó mirándola a los ojos-.
Quinn la miro y verdaderamente no sabía que responderle. La quería de eso no había duda, con ella ya no se sentía vacía, ni sola, al contrario cada espacio dentro de ella estaba lleno, lleno de Rachel Berry. Pero aun así su futuro no era algo que haya planeado, no todavía, quería salir de Lima, pero su destino no estaba del todo claro.
-Te quiero y quiero estar contigo-. Respondió-.
-Eso es suficiente para mí por el momento-. Expresó la castaña-.
-Rach…tengo que salir, Santana me pidió que la acompañara, ¿No te molesta?-.
-Claro que no, yo terminare de desarmar mi maleta y luego iré a buscar a Kurt para que visitemos algunos lugares-.
-Es un buen plan, te veo luego entonces-. Se despidió dándole un cariñoso beso-.
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atercio********- - Mensajes : 650
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Catorce: " NY Part 1.2: ¿la ciudad de las ilusiones?"
Santana estaba ya en el lobby cuando Quinn bajo.
-¿Me quieres decir para que quieres ir de compras con todo eso que trajiste de Lima?-. Preguntó la rubia de entrada-.
-Necesito algo especial, voy a cenar con al abuelo de Kayle, quiero darle una buena impresión-. Respondió a medida que avanzaban a la salida-.
-Señorita López-. Llamó un hombre que vestía un elegante traje, parecía ser el encargado del Hotel-.
-Sí, soy yo-. Respondió la latina-.
-La señorita Carpentier me pidió que me encargara de su transporte, así que permítame llevarlas a donde las espera el chofer-. Explicó el hombre-.
-Gracias-. Respondieron casi al unísono-.
Cuando salieron, las esperaba un brillante y elegante limosina, con un atento chofer que les tenía la puerta abierta para que subieran.
-Esto es impresionante, nunca espere recorrer Nueva York en Limosina-. Expresó la rubia-.
-Ni yo, debí esperar que cuando Kayle me dijo que se ocuparía de tenernos un vehículo no iba a ser cualquiera-.Respondió algo ida, lo que su amiga noto de inmediato-.
-¿San ocurre algo?-. Preguntó-.
-Sí, pero si te lo cuento te vas a molestar conmigo-.
-¿Qué pasó con Britt?-.
-¿Cómo sabes que algo pasó con Britt?-. Dijo curiosa-.
-Te vi salir de la habitación y habías llorada, además Britt tampoco quedo bien después que te fuiste-. Señaló la rubia-.
-Soy una idiota, yo…la bese en el avión-. Recordó-.
Quinn abrió sus ojos sorprendida ante la confesión.
-¿Por qué hiciste eso?-.
-¡No lo sé!...
-Vamos San, uno no anda besando a las personas sin saber por qué, tú aún quieres a Britt, eso lo sé, pero engañaste a Kay, ella no se lo merece-.
-Lo sé y me siento horrible por eso, sé que ella es lo mejor que me pudo haber pasado, por eso fui a la habitación con Britt, para decirle que ya no puedo seguir haciendo eso, porque también la daño a ella-. Explicó cabizbaja-.
-¿Estás renunciando a Britt?-.
-Sí, necesito comenzar de nuevo-.
-Ojala mantengas tu palabra, porque ambas sabemos que estar lejos de Britt nunca te ha sido posible-.
-Lo sé-.
-Ya, pero no quiero verte desanimada, tenemos un vestido que comprar-. Dijo la rubia para subirle el ánimo-. ¿Has pensado que es lo que buscas?-.
-Por eso te traje Fabray, necesito tu consejo-.
-Creo que esto lo tendré que grabar, Santana López pidiendo consejos sobre moda-. Expresó con una sonrisa-.
-Graciosa, será sólo por esta vez, necesito algo menos J-lo y más no sé, ¿Tradicional?, como tú, que te vistes como una niña cristiana-. Respondió burlándose-.
-Voy a pasar por alto el insulto y te ayudare-.
Santana y Quinn comenzaron su búsqueda por las tiendas más exclusivas de la ciudad, la morena recordó lo que dijo su padre acerca de si tenía alguna emergencia y está definitivamente era una, así que no estimaría en gastos para lucir perfecta.
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Rachel ordeno minuciosamente cada una de sus pertenencias en el closet de la habitación. Estaba por salir cuando escuchó sollozos, al seguirlos la guiaron a donde se encontraba una acongojada bailarina.
-Britt… ¿cariño que sucede?-. Preguntó amorosamente la castaña, acercándose-.
-Nada, no quiero hablar-. Respondió con la voz entrecortada, mientras seguía recostada en su cama-.
-Las personas no lloran por nada, menos de esa forma-. Contestó sentándose a su lado-.
-Creo que ya no me quiere-. Dijo la bailarina, levantándose para quedar sentada frente a frente-.
-Explícate Britt, hablemos, dime que te sucede-. Expresó acariciándole el cabello para intentar tranquilizarla-.
-Santana me besó en el avión y después me dice que no puede hacerlo, que no va a dejar a su novia, ya no me quiere Rach, ha decidido olvidarme-. Le contó la rubia-.
-Cariño, creo que Santana esta confundida, ella te quiere pero ahora esta con Kayle, no debió haberte besado…-.
-Pero se sintió tan bien, extrañaba tanto sus labios, tenerla para mí aunque sean segundos me devuelve la esperanza-. Recordó pasando un de sus dedos por sus labios-
-Por eso no debió besarte, porque te hace daño, Britt debes seguir con tu vida, no puedes esperar por siempre a Santana, ella tiene a alguien y está siguiendo adelante-.
-No puedo, nunca voy a encontrar a alguien como ella, la quiero desde que tengo uso de razón, como la sacó, como me olvido si en todos mis recuerdos esta ella-.
-Es difícil pero debes intentarlo-.
-Tú no lo entiendes, ¿Qué harías si Quinn decidiera olvidarte?, la dejarías así como así-. Preguntó la rubia-.
-Por supuesto que no, lucharía hasta el final-. Respondió casi en forma automática-.
-Entonces no me pidas a mí que deje de luchar por Santana-.
-Yo sólo quiero que te sientas mejor, no quiero verte así Britt, tú brillas naturalmente, no quiero que te apagues-. Expresó tiernamente la pequeña diva-.
-Si ella ya no me quiere, no tengo para quien brillar-. Repitió y sus lágrimas salieron con más fuerza-.
-Britt, mírame-. Pidió y con una de sus manos le acaricio el rostro-. No te ha dejado de querer, ustedes son almas gemelas y por muy dura que se vea Santana López o por mucho que lo intente, jamás va a dejar de quererte ni podrá olvidarte, eso iría contra su naturaleza-.
-¿Eso crees?-. Preguntó la rubia fijando esos hermosos ojos celestes en los cafés de Rachel-.
-Estoy segura, este último tiempo me he acercado por Quinn a Santana, y no sólo es maldad como yo creí alguna vez, también tiene su corazón y ese late por ti-. Expresó con una sonrisa para intentar a alegrar a la bailarina-.
-¡Gracias Rach! ¡Eres una persona increíble! Ahora entiendo porque sometiste a la gran Quinn Fabray-. Dijo reemplazando las lágrimas por una sonrisa-.
-Ahora, te vas a poner bonita porque vamos a salir, estamos en Nueva York, no podemos desaprovechar ni un instante-.Señaló emocionada-.
-Me gusta la idea… ¿Ira Kurt?-.
-Pasaremos por él a su habitación-. Respondió y Britt le dio un fuerte abrazo, había logrado que la bailarina dejara de llorar-.
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Kayle bajo de su habitación, tenía la intención de salir a dar una vuelta, hace tiempo que no estaba en su ciudad. Cuando se abrieron las puertas de ascensor y se dirigía a la entrada, distinguió una silueta que se le hiso conocida, estaba de espalda, pero su postura elegante, con su hermoso pelo rubio acompañado de vestido ceñido de alta costura, eran inconfundibles. Desde su última conversación en Lima que no sabía nada de ella, por lo que decidió acercarse.
-Francis-. Expresó Kayle llamando la atención de la chica quien se volteó a mirarla-.
-Kayle…no esperaba verte-. Respondió descolocada, no se sentía preparada para verla-
-Ni yo… ¿Cómo estás?-. Preguntó manteniendo la distancia-.
-Bien-. Fue escueta aunque le costara debía ser fuerte y no lanzarse a los brazos de esa morena-.
-Puedo preguntar ¿qué haces aquí?-. Preguntó en forma amable-.
-Esperó a Kurt, él me ayudo cuando yo estaba en Lima, así que ahora le dije que iríamos a recorrer mi ciudad-. Explicó la rubia-.
-Me alegra que se hayan hecho buenos amigos-.
-Sí, él fue lo único bueno que me paso en mi estadía en Lima-. Expresó con sus hermosos ojos verdes fijos en Kayle-.
-Francis…yo…-.
-No me digas nada Kay, no quiero volver a hablar de eso-. Interrumpió-. Kurt me contó lo que hiciste por ellos, fue increíble…-.
-Tú sabes que mi abuelo tiene recursos, no le costaba nada ayudar al Club Glee-.
-Lo sé, además él no se rehúsa a nada que le pidas, y tú por supuesto a nada que “ella” te pida-. Dijo la rubia con una falsa sonrisa y enfatizando la última palabra-.
-Si te refieres a Santana, mi novia, ella no pidió nada, yo lo hice porque me gusta verla feliz, además los chicos del Club se han transformado en mis amigos-. Respondió-.
-¿Tu novia?-. Preguntó sorprendida-.
-Sí, ella es mi novia ahora-. Reconoció-.
Francis cuando se fue de Lima tenía claro que Kayle y Santana iba a seguir juntas, sin embargo, no estaba preparada para escucharlo, aún dolía, porque aunque habían intentado olvidar a Kayle, no lo conseguía, no existía nadie capaz de reemplazar en su corazón, a esa morena de ojos verdes que era su primer y gran amor-.
-Pues espero que te haga feliz-. Expresó esquivando su mirada y guardándose todo el dolor que le producía escuchar eso-.
-Gracias, yo también quiero que encuentres a alguien que te haga feliz-.
-¡Hola!-. Saludó un emocionado Kurt atrapando en un abrazo a Francis-.
-Hola, te estaba esperando-. Respondió la rubia-.
-Tenemos compañía espero que no te moleste-. Expresó el joven quien apunto a dónde venían Rachel y Britt-.
-No hay problema-.
-Espero que pasen un agradable día, nos vemos-. Se despidió algo incomoda Kayle-.
- Adiós-. Se despidió Francis-.
-Hola…-. Saludaron casi al unísono Brittany y Rachel, esta última mirando con recelo a Francis, no sabía que era ella la amiga de quien Kurt les había hablado-.
- ¿Por dónde empezamos?...estoy impaciente-. Exclamó Kurt chocando sus manos en señal de emoción-.
- Creo que haciéndole un Fashion emergency a tu amiga no sería mala idea-. Respondió mirando de pies a cabeza a Rachel-.
-¿Disculpa? Pero yo me siento bastante cómoda con el atuendo que hoy llevo, además nunca he requerido que alguien me diga que es lo que debo usar-. Contestó Rachel con algo de exasperación-.
-Claramente no lo has hecho porque cualquiera que no esté ciego podría decirte que esa falda y tu abrigo de colores esta fuera de moda más o menos de los años sesenta-. Expresó la rubia en forma ácida -.
-Ok, creo que es mejor que salgamos de aquí, me gustaría conocer algunos teatros, ¿puede ser?-. Dijo Kurt intentado relajar el ambiente-.
-Apoyo a Kurt-.Expresó Britt quien se había mantenido en silencio-.
-Entonces allá vamos-. Les respondió Francis-.
Los chicos se subieron al auto que los esperaba afuera y comenzaron a recorrer la ciudad. Francis estaba resultando ser una gran guía y aunque a veces no podía evitar hacer comentarios sobre el vestuario de Rachel, en lo demás era bastante agradable.
A los chicos les estaba dando hambre así que buscaron un lugar donde parar a comer algo y poder comentar sobre que le han parecido todos los lugares que han podido conocer hasta ahora.
-Creo que Nueva York no se puede comparar con ninguna otra ciudad del mundo-. Decía Rachel, tomando la carta del restaurant-.
-Te apoyo totalmente pequeña Barbra, todo en esta ciudad te grita espectáculo-. Añadió Kurt-.
-Lo he pasado muy bien-. Expresó Britt con una sonrisa-. ¿Cómo es vivir aquí?-. Preguntó a Francis-.
-Increíble, aunque cuando termine la escuela pensaba en irme a otro lugar-. Contestó-.
-¿Qué lugar podría ser mejor que este?-. Preguntó Rachel-.
-Quiero recorrer Europa, el verano anterior Kayle me llevo a Milán, Venecia, Toscana, París, creo que desde ahí me enamore de la magia de esas ciudades-. Recordó-.
Kurt se dio cuenta que a su amiga aún le afectaba hablar de su ex novia, lo que dejaba entrever que aunque haya pasado tiempo no lograba olvidarla. Para Britt conocer algo más a la chica fue como sentirse representada en lo que sentía, porque ambas estaban pasando por una desilusión amorosa. Rachel estaba atenta cuando el sonido de su celular la sacó, al mirar la pantalla se dio cuenta que era Quinn, así que pidió permiso y se retiró de la mesa.
-Hola hermosa…-.Dijo Quinn-.
-¡Hola!-.
-¿Qué haces?-.
-Nos detuvimos a comer algo con las chicas y Kurt-.
-¿Las chicas? Lauren y Tina están con ustedes también-.
-Mmm…no-.
-¿Entonces con quién?-.
-Estoy con Britt…y Francis-. Contestó dudosa-.
-¿Francis la ex novia de Kay?...eso es extraño-.
-Lo sé pero es amiga de Kurt así que salimos todos juntos, y tú ¿Qué haces?-.
-Recorro cada tienda de esta ciudad, Santana me está enloqueciendo, nada le gusta-.
Expresó la rubia-.
-¿Buscan algo especial?-.
-Si un vestido perfecto, tiene una cena con Kayle hoy quien la presentara con su abuelo-. Explicó la rubia-.
-Ya veo, nosotros hemos recorrido muchas partes, y creo que hoy no será suficiente para conocerlo todo-.
-Para mañana no te comprometas, mañana eres sólo para mi Rachel Berry-. Dijo Quinn muy sensualmente-.
-¿Así y si me niego?-. Contestó coqueta-.
-Entonces me veré en la obligación de secuestrarte, así que por tu bien es mejor que no te resistas-.
-En ese caso es mejor que acepte-. Decía mientras jugaba nerviosa con su pelo-.
-Muy bien, será la mejor cita que hayas tenido nunca, ahora debo irme porque Santana está gritándome por no ponerle atención, te veo en el hotel-. Se despidió la rubia-.
-Te quiero-.
-Y yo a ti-.
-Todo bien, diva-. Preguntó Kurt más por curiosidad que otra cosa-.
-Sí, era Quinn quería saber dónde estaba-. Respondió aún con una sonrisa-.
-Veo que Q, te tiene bastante controlada-. Expresó Britt-.
-Sí, y mañana tendremos una cita, creo que es la primera oficial-. Dijo con sus ojos brillantes-.
-Entonces no sería mala idea ir de compras después de comer, no puedes lucir un horrible vestido en tu cita, la ahuyentaras de inmediato-. Comentó Francis-.
Antes de que la pequeña diva pudiera rebatir el comentario, Kurt hablo primero.
-A nadie le hace mal un consejo-. Dijo para suavizar el ambiente una vez más a lo que Rachel se relajó y asintió-.
-¿Dónde está Q?-. Preguntó Britt-.
-Con Santana de compras-. Respondió-.
-¿De compras? Acabamos de llegar hoy, y por lo que me fije Santana empacó su closet completo, que puede necesitar-. Decía Kurt-.
-Quinn me dijo algo de una cena con Kayle, y su abuelo-. Contestó nuevamente la castaña no pensando que esas palabras no iban a ser bien recibidas por las otras dos chicas en la mesa-.
-Si me disculpan-. Se excusó Francis-.
La rubia se levantó y salió por un momento del local. Al escuchar a Rachel el aire comenzó a faltarle, y muchos recuerdos se le vinieron a la mente, todavía no estaba preparada para enfrentar que Kayle estuviera con alguien, alguien a quien al parecer amaba más de lo que alguna vez la amó a ella.
-¿Estás bien?-. Preguntó Kurt quien salió casi detrás de su amiga-.
-No-. Contestó-.
-¿Qué sucede?-. Dijo el joven abrazándola-.
-Está haciendo cosas por ella que nunca hiso por mí, eso es lo que pasa, está realmente enamorada, pienso que en realidad nunca estuvo enamorada de mi-. Respondió con rabia y tristeza-.
-No creo que eso sea cierto, fuiste su primer amor-. Decía para hacerla sentir mejor-.
-No estoy segura, fuimos novias por más de un año y nunca me presentó con su familia en forma oficial, no iba conmigo a las cenas, nada, y ahora cuanto tiempo tiene con ella y la lleva con James, ¡No lo entiendo!-. Exclama la rubia con rabia-.
-Cálmate cariño, ya no vale la pena que pienses en eso, te hace daño-.
-¿Qué ve en ella Kurt?, que tiene Santana López que yo no-.Dijo con una mano en su rostro-.
-Haber, eso no te lo voy a permitir, tú eres Francis Johansen, un icono juvenil, la chica con más estilo de Nueva York y la más hermosa también, así que esas inseguridades las borras de inmediato, no quiero volver a escucharlo-. Retó el joven para subirle el ánimo-.
-Lo siento, pero no puedo evitar que me afecte, cuando la vi de nuevo enfrente de un golpe todo lo que no logro olvidar, todo lo que aún la amo-. Respondió la rubia más tranquila-.
-Y lo entiendo, pero que eso no signifique que estés menospreciándote, tu eres increíble, ok y si yo lo digo no hay posibilidad a debatir, y ahora digo que entremos porque estoy muriendo de hambre-. Exclamó ofreciendo su mano-.
-Lo que tú digas-. Aceptó su mano y entró, agradeciendo tener un amigo de verdad en ese momento-.
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Quinn ya estaba a punto de comenzar a gritarle a la latina. Habían recorrido cada tienda y nada la convencía.
-¿Sabes que podría estar con Rach en vez de aquí contigo eligiendo un vestido que te pondrás una vez y nada más?, porque te conozco, siempre haces lo mismo, lo usaras ahora y después ya no porque según tú estará pasado de moda o temporada-. Expresaba la rubia ya hastiada-.
-Tú no entiendes nada de moda, además hablaste recién con tú Hobbit que tanto reclamas-. Le contestó la morena-.
-Primero no le digas hobbit y segundo ella se lo estaba pasando mucho mejor que yo, porque estar de compras dejo de ser divertido cuando le dijiste que no al vestido número cien-.
-¿Dónde está Berry?-.
-Se había detenido a comer con Kurt, Britt y Francis-. Respondió la rubia sin darle importancia-.
-¡¿Con quién?!-. Exclamo Santana saliendo del probador-.
-Con Kurt, Britt y Francis-. Repitió-.
-¿Y por qué están Britt y Berry, pasando tiempo con Johansen?, de que me perdí, es que acaso son amigas ahora, no me gusta que esa tipa ande rondando porque lo único que quiere es volver con Kayle, MI NOVIA, no la quiero cerca, porque no le dijiste eso a Berry cuando hablaron-. Expresaba enojada la latina, mientras Quinn simplemente la observaba-.
-San…creo que lo encontraste…te ves perfecta-. Murmuró la rubia mirándola fijamente sin hacer caso a todo lo que había dicho antes-.
Santana se volteó hacia el primer espejo que vio y se dio cuenta que su amiga tenía razón, ese era el que había estado buscando-.
Cuando salieron de la tienda, Quinn estaba aliviada de ya no tener que seguir buscando, aunque ahora le tocaba a ella, ya que quería comprar un regalo para Rachel, estaba decidida a preparar una cita inolvidable.
Una vez que entraron al hotel, ya era bien entrada la tarde. Rachel y Britt aún no llegaban y Quinn se recostó encima de su cama, su tarde había estado agitada y se sentía agotada. Mientras Santana se tomaba una ducha para relajarse y comenzar a cambiarse para su cena.
Después de casi dos horas, y cuando la rubia se estaba comenzando a quedar dormida, Santana salió y la verdad que es que la palabra hermosa no alcanzaba para describirla.
-¿Y qué tal me veo?-. Preguntó la latina algo nerviosa-.
-Eres lo más parecido a una princesa que he visto de cerca-. Respondió Quinn con una sonrisa-.
-Bueno en parte así me siento, como si fuera a pedir permiso para entrar a la corte real o algo por el estilo-. Expresó sarcásticamente-.
-Cuando éramos niñas, siempre soñamos con encontrar un príncipe azul recuerdas, supongo que tú encontraste lo más parecido a eso en Kayle, sólo que en vez de llegar en su brillante corcel, aprecio en su brillante limosina-. Señaló la rubia haciendo que Santana riera-.
-Eso sonó en extremo cursi, creo que Berry te está haciendo ver demasiados musicales-. Le dijo burlándose-.
-Aun así te ves hermosa y elegante así que estás lista para enfrentar a quien sea-.
-Gracias Q-. Expresó sinceramente y tomándola en un abrazo-.
-Ya es suficiente no quiero que te arrugues, además es casi la hora, Kay debe estar esperándote ya-.
-Tienes razón, nos vemos-.
-Cuando vuelvas tienes que contarme todos los detalles-.
-Ok, es un trato-. Y se dispuso a tomar su bolso para salir-.
Cuando iba a cruzar la puerta, se encontró con Rachel y Brittany, quienes venían llegando de su paseo por la ciudad. La bailarina clavo su mirada en Santana, por mucho que le hayan dolido las palabras que le dijo antes, no podía pasar por alto lo impresionante que se veía, la buscó intensamente, pero la latina bajo la mirada, no fue capaz de mirarla a los ojos.
Para Santana no pasó inadvertida la mirada de Britt, era tan fija que aunque no la viera podía sentirla. Recordó su conversación anterior con Quinn, y si era cierto que cuando las tres eran niñas, y leían los cuentos de hadas soñaban con encontrar a su príncipe azul, pero lo que la latina nunca dijo, fue que lo único azul en lo que soñaba, eran en esos profundos ojos que tenía su rubia bailarina.
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Kayle estaba algo nerviosa, se encontraba en el bar del hotel, termino de tomar su trago y miró su reloj, ya era hora, así que salió rumbo al Lobby. Lo que vio al abrirse las puertas del ascensor fue a su novia aún más hermosa que cada día, llevaba un vestido en tonos marfil que brillaba ante la luz, se ajustaba a sus curvas pero el escote no era tan pronunciado, llevaba su cabello recogido y el maquillaje era suave, intensificando su hermosa mirada.
-Creo que nunca me va a dejar de impresionar lo bella que eres-. Exclamó Kayle tomando su mano-.
-Siempre tan amable, tú también te ves bien-. Respondió complacida con una sonrisa-.
-En este momento si alguien se fijara en mi estaría loco, tu acaparas toda la atención-. Expresó avanzando sin soltar su mano, para que todos supieran que esa hermosa latina ya tenía una dueña-.
Kayle le abrió caballerosamente la puerta de limosina, para dirigirse al restaurant.
-Tú me haces sentir como de la realeza, creo que nunca había andado tanto en limosina en un solo día-. Expresó Santana rompiendo el silencio y así relajarse-.
-No creo que haya nobles en mí familia, pero si ex presidentes así que tú podrías ser algo así como Jacky Kennedy-. Le respondió con una sonrisa-.
La conversación fue liviana durante todo el trayecto, lo que relajo a Santana, sin embargo, una vez que estacionaron y debían bajarse, los nervios la inundaron otra vez.
Una vez que entraron, Santana recorrido con la mirada el lugar. Era inmenso y todos los que entraban vestían casi de gala. Kayle preguntó por la mesa reservada y una joven muy amablemente las guio, cuando llegaron, pudo percibir que el hombre ya estaba sentado, esperándolas.
-Buenas noches, abuelo-. Saludó Kayle, a lo que el hombre se levantó y le dio un caluroso abrazo-.
-Mi pequeña, te he extrañado, no has venido a visitarme desde que se mudaron-. Expresó sin soltarla-.
-Abuelo-. Kayle se distancio y volvió a tomar la mano de Santana-. Ella es Santana López, mi novia-. Expresó la chica de ojos verdes, muy segura-.
-Buenas noches, es un placer Señor Carpentier-. Dijo estirando su mano-.
-Igualmente-. Respondió escuetamente y sin quitar su vista de ella, como si la estuviera inspeccionando-.
-Nos sentamos-. Dijo Kayle para romper el silencio-.
Se ubicaron en la mesa y la camarera les ofreció inmediatamente la carta de platos y también la de vinos. Este último fue elegido por Kayle, por petición de su abuelo, mientras les traían sus pedidos, James comenzó a hacer algunas preguntas.
-Así que Santana, lindo nombre, ¿Qué ascendencia tiene?-. Preguntó-.
-Es latino, señor-. Respondió algo nerviosa-.
-¿Siempre has vivido en Lima?-.
-Sí-.
-¿Y qué planes tienes para cuando te gradúes?, Porque Kayle tiene que volver a Nueva York para entrar a Yale, ahí estudio mi padre, yo y Benjamín, el padre de Kayle, es tradición en nuestra familia-. Explicó el hombre que poseía una postura rígida y unos ojos verdes como los de Kay, pero mucho más duros-.
-Abuelo, esto es una cena, no un interrogatorio, además yo aún no decido a que universidad iré, falta un año para graduarme-. Contestó Kayle con un tono firme-.
-Quiero conocer a tu novia un poco más, no veo que hay de malo con eso, o algo que he dicho te ha molestado, Santana-. Preguntó mirando a la latina-.
-No señor, no me ha molestado, pero la verdad aún no he decidido que voy a hacer al salir de la escuela, quiero entrar a la Universidad y salir de Lima, eso es seguro-. Contestó recuperando su seguridad
-Suena a un plan y ahora estás aquí para la competencia de coros, no es así-.
-Sí, clasificamos a las Nacionales que son el sábado, estamos muy emocionados y tenemos confianza en hacer una buena presentación-. Respondió-.
Cuando llegaron los platos, y sirvieron las copas de vino, James alzó su copa.
-Por este encuentro con mi nieta y su hermosa novia-. Expresó el hombre, eso era algo así como una aprobación, así que Santana sonrió complacida-.
-Gracias abuelo, ¿Y cuándo visitaras Lima?-. Preguntó la chica de ojos verdes-.
-No lo sé, tal vez para tú cumpleaños, ya vas a cumplir 18 y tú sabes lo que eso significa en nuestra familia-. Respondió el hombre-.
-Lo sé abuelo, me lo llevas diciendo durante los 17 años que tengo-.
La conversación se fue relajando con el pasar de la noche. Santana se había relajado y hasta pudo bromear en alguna ocasión con James, quien se mostraba más cercano, y amable. En un momento el celular de Kayle comenzó a sonar, vio que era Quinn por lo que prefirió contestar aunque Santana le sostuvo la mano para que no la dejara sola.
-Entonces… ¿Quieres de verdad a Kayle?-. Preguntó James una vez que estaban solos-.
-Por supuesto que la quiero, ella es increíble-. Respondió-.
-Lo es, Kayle es especial, y no lo digo porque sea mi nieta, sino porque pese a todo lo que ha tenido que pasar, que creo tú lo sabes, sigue confiando en las personas, entrego su corazón otra vez, y espero sinceramente que esta vez no salga lastimada-. Señaló mirándola fijamente-.
-Yo…haré todo lo posible por hacerla feliz como ella me hace a mí y no lastimarla, eso se lo prometo-.
-Me complace escuchar eso Santana, tú eres diferente a las chicas que Kayle ha conocido, nunca la había visto que mirara a alguien como te mira a ti, está enamorada de ti de una manera que ni siquiera con Francis lo estuvo-.
-Puedo preguntar ¿Por qué nunca aprobó a Francis?, la verdad me daba miedo enfrentarme a usted por temor a que me rechazara como a ella-. Preguntó curiosa-.
-Muchachas como Francis hay muchas en esta ciudad Santana, yo nunca la odie ni nada parecido, sólo estaba seguro que no era la indicada para Kayle, contigo es diferente, ¿Por qué te daba temor no tener mi aprobación?-.
-Porque conozco a Kayle y no quería que tuviera algún conflicto con su familia por mi culpa, aunque ella no lo diga, quiere su aprobación, tiene muchas fotografías suyas en su habitación, lo quiere y lo respeta-. Explicó la latina-.
-Por eso eres diferente, a ti te importa Kayle, no lo que viene con ella, y eso es lo que yo espero de la persona que este con mi nieta, porque como tú dices ella no siempre dice las cosas, puede verse fuerte, pero necesita a alguien a su lado, y ahora que te conozco, me alegra que esa persona seas tú, Santana-. Expresó James, dándole la primera sonrisa en toda la noche-.
-¿De qué me perdí?-. Preguntó Kayle al reintegrarse a la mesa-.
-De nada que vayamos a repetir ¿o no James?-. Dijo Santana-.
-Por supuesto que no-. Corroboró el hombre-.
La siguiente hora hasta que la cena termino fue familiar, relajada, y compartiendo anécdotas.
-Creo que ya es hora de volver a casa, a mis años no es bueno trasnochar demasiado-. Expresó James-.
-Tienes razón abuelo, nosotros también tenemos que regresar al hotel, Santana tiene ensayo mañana desde muy temprano-. Añadió Kayle-.
Se levantaron y antes de separarse en la salida para ir cada uno a su vehículo.
-Espero verte pronto por Lima, abuelo-. Se despidió Kayle abrazándolo-.
-Y yo espero que decidas pasar aunque sea parte de tus vacaciones con nosotros en los Hampton, tienes que venir con Kayle, Santana, no te arrepentirás-. Invitó el hombre-.
-Es una gran idea, lo conversaremos con Kay-.
James estrechó en un abrazó a Santana, fue su última demostración de que contaba con todo su apoyo.
-Bienvenida a la familia, Santana-. Le dijo al oído-.
-Gracias-. Respondió sinceramente y con alivio Santana-.
Una vez dentro de la limosina ya estaban sólo las dos chicas-.
-¿Creo que no fue tan terrible o no?-. Preguntó Kayle pasando un brazo por los hombros de su novia-.
-La verdad al principio me sentí como siendo interrogada por el FBI, pero después ya fue todo más relajado, creo que no me odia-. Respondió-.
-De hecho no sólo no te odia, sino que me atrevería a decir que le agradas y eso es impresionante, nunca lo había visto así de relajado con alguien que no es de la familia-.
-Bueno, eso es porque me dio la bienvenida a la familia, no hay nadie que se pueda negar a los encantos López, cariño, hay que sólo mirarte a ti-. Dijo sonriendo-.
-Después de esto, ya no tengo dudas acerca de tu encanto-.
-¿Qué las tuviste alguna vez?-. Preguntó fingiendo molestia-.
-Claro que no…ven aquí-. Y la tomo en un apasionado beso, que no se detuvo hasta que llegaron al hotel-.
Kayle fue a dejar a su habitación a Santana, quien prefirió dormir donde le fue asignado para evitar problemas con el señor Schue, ya que habían ensayos muy temprano en la mañana.
Había sido una noche que le aclaro muchas cosas, si bien estaba nerviosa, lo termino disfrutando, Kayle, cada día le daba pruebas de lo mucho que deseaba que su relación fuera en serio y funcionara, y ella debía hacer lo mismo, todo para pudieran ser felices.
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El viernes comenzó muy temprano para los integrantes de Nuevas Direcciones. El señor Schuster había comenzado cerca de las 6 de la mañana a despertarlos, para prepararlo todo. Tenían que escribir dos canciones, preparar una coreografía y coordinarse para que toda saliera perfecto.
A la hora del almuerzo, estaban todos estresados, y estar encerrados tantas horas los estaba agobiando absolutamente. El maestro los animaba diciéndoles que todos los esfuerzos valdrían la pena cuando se presentaran en las Nacionales y superaran a sus contrincantes.
Ya a las 5 de la tarde, estaban agotadísimos pero tenían las dos canciones para presentarse, un dúo y una canción grupal. La coreografía había caído en manos de Britt y Mike, quienes habían preparado una accesible para todos incluso para Finn. Así que el señor Schue accedió a que pudieran descansar, y le dio a Quinn el permiso que le pidió para salir con Rachel.
-Tienes una hora para prepararte diva-. Susurró Quinn al oído de Rachel y siguió su camino-.
Una hora después, Rachel estaba lista, había aunque a regañadientes seguido el consejo de Francis, así que se compró un vestido que la rubia y Kurt aprobaron. Al mirarse al espejo se dio cuenta que sus amigos tenían razón, se veía increíble, el rosa siempre había sido su color, pero este vestido no tenía nada de infantil como otros que había usado, dejaba a la vista sus dos armas más mortales, aquellas tonificadas y largas piernas que sabían eran la debilidad de su rubia, y se ajustaba perfectamente a sus curvas.
Recibió un mensaje de Quinn, que la esperaba abajo, así que se apresuró, tomo su bolso y salió con la ilusión de pasar una noche increíble con su hermosa chica.
Decir que Quinn estaba nerviosa era un eufemismo, puesto que la rubia nunca antes había organizado un cita para alguien, era nueva en todo eso, siempre había salido con chicos, con ellos todo siempre fue simple, fácil, pero ninguno nunca la hiso sentir como lo hacía Rachel, por eso quería que toda saliera a la perfección.
Cuando la vio acercarse todos sus nervios fueron olvidados, era tan hermosa que junto a ella nada podía salir mal.
-Hola hermosa-. Saludó la rubia con un roce de labios-.
-Hola… ¿Y a dónde vamos?-. Preguntó impaciente-.
-Ya lo verás-. Respondió la rubia misteriosa-.
-Me dejare sorprender por ti entonces-. Expresó regalándole una sonrisa-.
Subieron al auto que las esperaba en la entrada del hotel, y cuando ya se detuvo los ojos de la pequeña diva se abrieron de par en par, estaban al frente de uno de los teatros de Broadway, es espectáculo que se anunciaba era el musical Wicked.
-¡Como conseguiste entradas!-. Exclamó Rachel emocionada-.
-Eso no importa, tú sólo disfruta-. Le tomó la mano y entraron al teatro-.
Mientras duro el espectáculo, Quinn se dedicó más a mirar a Rachel que hacía el escenario. Amaba como los ojos de su chica brillaban por la emoción de ver un espectáculo así. Tenía claro lo que significaba Broadway para Rachel y como eso siempre ha sido su sueño.
Rachel no despegaba su mirada del escenario y se imaginaba cuando ella en un par de años más fuera la protagonista, lo deseaba con tanta fuerza que ya podía casi tocarlo, siempre se prometió que eso sería su prioridad, que nada podría interferir jamás entre ella y su destino, nada, excepto tal vez, esa rubia que estaba a su lado sosteniendo su mano.
Una vez terminado el musical, Rachel hablaba más y más rápido de lo acostumbrado. Quinn se estaba esforzando por seguir todo lo que decía pero a momentos se le hacía imposible así que opto por algo para hacer que se detuviera. La tomo fuerte por la cintura y la atrajo hacía si con pasión, con su otra mano le sostuvo el rostro y rompió la distancia con un beso que no sólo callo a la pequeña diva, sino que le quito la respiración.
-Te quiero-. Le susurró la rubia cuando se separaron y sin más tomo su mano y siguieron el camino hacia la salida-.
Una vez nuevamente en el auto, Rachel se había apegado mucho al cuerpo de Quinn, ese inesperado beso, la había dejado con ganas de más y aunque fueran sensaciones nuevas para ella, sentía un calor que invadía cada centímetro de su cuerpo.
-¿Y ahora volvemos al hotel?-. Preguntó la castaña-.
-La noche recién empieza-. Respondió
-Ya no sé qué más esperar de ti Quinn Fabray-.
-No esperes nada, sólo déjame sorprenderte-.
La siguiente parada fue un conocido restaurant Neoyorkino, en donde había fotografías de muchas figuras de Broadway.
Entraron e inmediatamente las llevaron a donde Quinn ya había reservado una mesa anteriormente, tomaron sus órdenes y la chica que las atendió procedió a retirarse.
-Me quieres decir como preparaste todo en menos de un día-. Expresó la castaña-.
-Tengo mis contactos-. Respondió con una sonrisa que a Rachel le parecía la más sensual que haya visto nunca-.
-Ha sido la mejor cita que he tenido, nunca nadie se había preocupado de llevarme a lugares que me gustaran, eres tan especial conmigo que me haces olvidarme de todo, para simplemente querer estar a tu lado siempre-. Confesó sin despegar sus brillantes ojos cafés de esa mirada verde-.
-No hay nada que quiera más que estar contigo, todo el tiempo que sea posible-. Respondió la rubia-.
Una vez que llegaron los platos, los disfrutaron en un silencio cómodo, ambas tenían cosas en mente que en parte no se atrevían a decirle a la otra, por miedo a apresurar demasiado su relación.
-¿En qué piensas?-. Preguntó Quinn-.
-En ti, en mí, en nosotros-. Respondió-.
-¿Paso algo que quieras decirme?-.
-Tengo miedo de quererte como lo hago, me estoy enamorando de ti Quinn, y esto no estaba en mis planes, no cuando ya vamos a entrar al último año de escuela-. Expuso la castaña-.
-Tampoco estaba en los míos Rach, yo tampoco tengo claro cómo enfrentar esto que me pasa, pero tengo claro que quiero seguir contigo, entiendo que tú siempre lo has planeado todo, pero hay momentos es que es mejor dejarse llevar y no analizar cada paso-. Respondió la rubia-.
-Tienes razón, en este momento sólo quiero disfrutar contigo-.
Una vez terminada la cena, tomaron sus cosas y salieron tomadas de la mano del restaurant, se sentían libres, lejos de Lima a nadie le importaba o las miraban extraño.
Cuando llegaron al hotel, y entraron al ascensor a Rachel le llamó la atención que marcara un piso diferente al que se encontraba su habitación-.
-Quinn, creo que te equivocaste-. Evidenció-.
-No lo hice, queda la última sorpresa-. Respondió-.
Cuando por fin el ascensor llegó al último piso, Rachel se dio cuenta que era nada menos que el Pent House del hotel a donde la llevaba la rubia, lo que le sacó otra sonrisa más, definitivamente Quinn se había ocupado de cada detalle.
Cuando entraron la rubia la llevo directamente a la terraza, donde estaba dispuesta una pequeña mesa con una botella de champaña y dos copas, se podía apreciar una vista impresionante y esa noche el cielo las acompañaba con un hermoso manto de estrellas. Quinn sirvió en ambas copas y se puso frente a frente con Rachel.
-Creo que algún día tú brillaras más que cualquiera que esas estrellas que están en el cielo-. Expresó la rubia mirándola fijo-.
-Quinn…yo…-.Intentó hablar visiblemente emocionada-.
-Tú eres mi estrella Rach-. Interrumpió-. Y desde que estamos juntas todo es más claro para mí, te quiero por eso, en esta ciudad que amas y después de una noche que intente fuera inolvidable quiero pedirte…¿Rachel Berry quieres ser mi novia?-. Preguntó nerviosa y por primera vez bajando la mirada-.
Rachel la miró con dulzura, nunca la había visto así, tan vulnerable, abriendo su corazón y diciéndole que la quería con ella. Antes de que pudiera esbozar una respuesta su cuerpo actuó por instinto y la abrazo con fuerza y después la beso, la beso recordando la primera vez que sus labios se juntaron, la besó como si su vida dependiera de ella, como si su oxigeno fuera permanecer al lado de esa rubia hermosa con quien podía verse por mucho tiempo.
-¿Supongo que aceptas?-. Preguntó la rubia cuando se distancio-.
-Alguien podría negarse a ti, eres la persona más impresionante que haya conocido y lo que más quiero en este momento, es ser tu novia, sólo tuya Quinn-. Respondió acercándose otra vez con mayor pasión que la vez anterior.
Quinn nunca había sentido a Rachel tan liberada y no podía culpar al alcohol porque sólo bebieron una copa cada una. Los movimientos desenfrenados de la castaña la estaban excitando demasiado, podía sentir como cada centímetro del cuerpo de Rachel estaba pegado al de ella y eso se sentía tan bien, que no era capaz de detenerla, no en ese momento. Por lo general siempre era la pequeña diva quien calmaba esos arranques de pasión pero esta vez no parecía querer detenerse, al contrario besada el cuello de la rubia con lujuria mientras con sus manos, la recorría completamente.
-Rach…si sigues así no creo poder detenerme-. Murmuró la rubia entre gemidos-.
-No quiero hacerlo…-. Respondió para tomar su mano y llevarla adentro.
La habitación contaba con una gigantesca y hermosa cama, Rachel hiso que Quinn se sentara en el borde, mientras desabrochaba sensualmente su vestido, hasta dejarlo caer en el piso, donde también quedaron sus tacones. Avanzó la pequeña distancia que la separada de Quinn, quien al observarla se mordía el labios inferior con deseo.
-¿Te gusta lo que ves?-. Susurró al oído de Quinn mientras se recostaba sobre ella-.
-Eres lo más bello que he visto-. Respondió dejándose hechizar por esa hermosa chica que sólo llevaba un diminuto conjunto blanco-.
-Quiero esta noche ser tuya, por primera vez-. Le dijo y le atrapó los labios en un beso-.
Quinn se estaba dejando llevar y todos sus temores de que Rachel no pudiera estar segura se borraron con sus palabras, así que se acomodó mejor en la cama y comenzó a hacer suyo ese cuerpo que tantas noches antes había soñado tener así, a su completa disposición.
Rachel se deshizo del vestido de Quinn con habilidad, quería poder tocar su piel tensa y suave. Quinn cambió de posiciones y se ubicó sobre ella, para poder besar primero por encima de la tela esos pechos redondos y firmes de lo que era dueña su novia, los acariciaba y besaba hasta que desprendió el sujetador con desesperación. Al verlos en toda su magnitud, se mojó con los labios y les pasó su lengua con dedicación succionando los pezones que no tardaron en ponerse rígidos al mismo tiempo que Rachel gemía y alzaba sus caderas pidiendo más. Pero la rubia quería ir con calma, disfrutar cada momento.
Luego de repetir con ambos pechos la misma acción y sin dejar de acariciarlos, comenzó a hacer un camino de besos por todo el abdomen de Rachel, quien sólo se dejaba amar y disfrutaba de todo lo que le provocaban las caricias de la rubia.
Siguió hasta llegar al centro de su novia, estaba a algunos centímetros y podía sentir como emanaba el calor, definitivamente todo el juego previo había dado resultado.
Sin ya querer demorar más, sacó con cuidado la última prenda y abrió más las piernas de la diva, dejando espacio suficiente para acercarse y con su lengua satisfacer a su novia. Comenzó con movimientos lentos, succionaba con cuidado el clítoris inflamado por tanta excitación y saboreaba la esencia de Rachel, quien gemía cada vez más
fuerte, y realizaba movimientos erráticos tratando de obtener un poco más de Quinn.
La rubia subió con cuidado hasta juntar nuevamente sus labios con los de su novia, haciendo que Rachel saboreara su propio sabor.
-¿Estás lista?-.Susurró Quinn al oído-.
-Mmm…si-. Respondió con esfuerzo-.
Quinn bajo una de sus manos y primero acaricio el muslo interno hasta llegar al centro de Rachel para luego introducir dos dedos y comenzar con pequeñas embestidas, quería ir lento, para evitar hacerle daño, tenía claro que era su primera vez.
Rachel primero sintió un pequeño dolor que rápidamente fue remplazado por placer, era como si millones de golpes eléctricos la azotaran al mismo tiempo. No tenía control de su cuerpo y sentía como se alzaban sus caderas pidiendo tácitamente que la rubia profundizara más.
Quinn podía sentir también como su propia excitación crecía con el roce del muslo de la diva sobre su sexo, cada vez más vertiginoso, con ansiedad, con deseo. Pronto las embestida eran más rápidas, los jadeos inundaban la habitación y sus respiraciones se sincronizaban. La rubia podía sentir como el espacio donde estaban sus dedos se hacía cada más estrecho, indicio de que ya faltaba poco para llegar al orgasmo.
Rachel sintió sólo una última carga eléctrica y abrió sus ojos para que llegara a ella la sensación más placentera que jamás antes había experimentado. Con ello Quinn también pudo llegar a su clímax, esa chica definitivamente tenía la capacidad de hacerla sentir como nadie nunca antes.
La rubia dejo caer todo su peso sobre la castaña y retiro sus dedos con cuidado, para después llevarlos a su boca y degustar el sabor más delicioso que probo.
-Nunca me había sentido así…es único-. Expresó Rachel aún agitada-.
-Fue increíble-. Respondió la rubia acomodándose al lado-.
-Lo fue porque lo hice con la persona indicada, tú eras a quien estaba esperando-. Dijo y apoyo su cabeza en el pecho-.
-Te quiero-.
-Yo más-.
Después de esa agotadora jornada cayeron en un sueño y placentero sueño.
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Con la mañana, Rachel fue la primera en abrir los ojos. Miró a su lado y ahí descansaba una hermosa rubia quien tenía una leve sonrisa, si hasta dormida era bella, era todo lo que alguien quisiera, todo y más de lo que ella tal vez se merecía.
Se levantó cuidando de no despertarla, se dio una ducha muy rápido y salió de la habitación, había algo en su pecho, algo que sólo se calmaba con lo mejor que ella sabía hacer. Camino las calles que eran no más de cinco para llegar al teatro donde serían las presentaciones esa tarde para las Nacionales. Al entrar y por lo temprano que era no había nadie, así que aprovecho y se subió al escenario, dando pasos pequeños, disfrutando de cada espacio, respirando profundamente he intentado pensar que era lo que le ocurría.
Tenía miedo, eso pasaba, se había entregado en cuerpo y alma a una persona como nunca antes, y no se arrepentía, pero le daba miedo que eso que sentía por Quinn, fuera más fuerte que su amor por el escenario, su amor por la música, su sueño de llegar a triunfar en Broadway. Ella nunca había tenido nada más que sus aspiraciones, todo el tiempo que se sintió sola, su sueño la sostuvo, ¿Y qué pasaba ahora?. Quinn no tenía planes, pero si los formaba y esos estaban en otro lugar, ¿Sería capaz de seguirla?.
Sin darse cuenta comenzó a cantar, las notas venían a ella y se empezaba a escuchar la letra de “My Man” de Babra Streisand. Lo que en un principio eran susurros ahora ya era una clara voz, sacando todo lo que tenía dentro de sí, todas sus dudas, todos sus temores.
Estaba con sus ojos cerrados, por lo que no advirtió la presencia de alguien más hasta cuando la tomaron por la cintura y la giraron.
-Sabía que aún sentías algo por mí-. Expresó Jesse que antes de la que diva pudiera reaccionar ya tenía sus labios colisionando con los de Rachel.
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Quinn despertó al sentir el espacio frío a su lado. Llamó a Rachel un par de veces para ver si estaba en otra parte, pero ninguno de sus gritos fueron contestados. Recorrió completamente el lugar y le comenzó a entrar el pánico ¿se habrá arrepentido?, por eso se fue así, mil preguntas pasaban por su cabeza en ese momento. Se metió a la ducha y se vistió casi en tiempo record y pensó por un momento, ¿Dónde podría estar?. La respuesta vino cuando ya presionaba con desesperación el botón del elevador. Corrió las cuadras que la separaban del teatro.
Entró con la respiración entrecortada por el esfuerzo y lo que vio le corto más la respiración. Rachel estaba al centro del escenario, entro los brazos de Jesse St. James. Por eso había desaparecido, para encontrarse con él, ahí enfrente suyo, estaba su respuesta. [/justify]
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BUENO SALUDOS A LAS PERSONAS QUE LEER Y COMENTAN PIDO DISCULPAS POR LA DEMORA.....ESPERO LES GUSTE
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
o por diooss nooo!!!!!!!!!!!!!!!1 pobre quinn ahora va a pensar todo mal y se va a ir todo al carajo maldito jesse lo detestoo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y san me usta que se de oportunidad con kay es bueno aunque se que despues volvera con britt!! te pasaste muy bueno cap!!! besos!! ojala sigas asi ya te etrañaba bastante!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
nooooooooooooooooooooooooooo
maldito jesse lo odio
quinn se va a morir pero rachel le tiene q explicar o sino
quinn despues de esto va a llorar muxo
britt y santana : me cuesta admitirlo pero esta vez va a costar demaciado que vuelvan y me temo q no vuelvan
este fic me encanta es faberry y brittana cada vez quinn y rachel son mas unidas espero que solucionen esto osino cada vez q lea el ff si mi pieza va a ser un mar de lagrimas
necesito miles de pañuelos
espero tu actualizacion
maldito jesse lo odio
quinn se va a morir pero rachel le tiene q explicar o sino
quinn despues de esto va a llorar muxo
britt y santana : me cuesta admitirlo pero esta vez va a costar demaciado que vuelvan y me temo q no vuelvan
este fic me encanta es faberry y brittana cada vez quinn y rachel son mas unidas espero que solucionen esto osino cada vez q lea el ff si mi pieza va a ser un mar de lagrimas
necesito miles de pañuelos
espero tu actualizacion
gleek_4ever***** - Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 06/11/2012
Edad : 23
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
actualizacion ahora nesesito desaogarme
odio a jesse maldito lo odio lo odio
odio a jesse maldito lo odio lo odio
gleek_4ever***** - Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 06/11/2012
Edad : 23
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Quince: "NY Part 2: ¿La ciudad de las desilusiones?"
Quinn no entendía lo que estaba viendo, no entendía como Rachel era capaz de engañarla de esa manera tan cruel, no después de lo que había pasado entre ellas la noche anterior. Salió rápido tal cual entró, no quería enfrentarla, no quería gritarle intentado herirla tanto como ella sentía en ese momento.
Corrió hasta que sus piernas ya se cansaron, estaba débil, nunca antes se había sentido tan frágil. Estaba en un parque, podía ser Central Park o tal vez otro, eso no lo tenía claro, las lágrimas comenzaron a brotar por sus ojos por primera vez después de haber visto a Rachel, en brazos de St. James. Se sentó en una de las bancas, y llevó las manos a su rostro, estaba destrozada, algo dentro se había roto y sabía muy bien que era. Sí, por primera vez, alguien había conseguido romper el corazón de Quinn Fabray, la reina de Mckinley, la chica más popular, quien podía tener a quien quisiera, y quien curiosamente estaba siendo destrozada por Rachel Berry, era inverosímil, pero tan real que se podía sentir en cada sollozo que desprendía la rubia intentando calmar su dolor.
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Rachel sintió como una de las puertas del teatro era cerrada con violencia y fue ese ruido lo que provoco que se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
-¡Suéltame!-. Exclamó alejando de un empujón al chico-.
-Vamos Rach, lo estabas disfrutando tanto como yo, no puedes seguir negándolo, ahora sé que tienes sentimientos por mí-.Expresó Jesse en forma arrogante e intentando volver a acercarse-.
-¡Eso no es cierto!...Tú me sorprendiste, cuantas veces te tengo que decir que ya no hay nada entre nosotros, estoy con Quinn, la quiero, me hace feliz y ahora somos novias-. Respondió la diva con algo de enojo en su voz-.
-Rachel, tienes que terminar con esa farsa que tienes con Quinn, tú no eres gay, simplemente estás confundida, y con esto que acaba de pasar entre nosotros me dejas claro que me sigues queriendo-.
-¡Esto no significa nada más que un error!, yo estaba pensando, cantando, me deje llevar por un minuto, eso no significa que tengas sentimientos por ti, la quiero Jesse, la quiero más de lo que algunas te quise a ti o a Finn, por favor entiende eso y déjame en paz de una vez por todas-.
-No puedo hacer eso, te quiero, y puedes negarlo todas las veces que quieras, pero sé que sentiste algo cuando nos besábamos, no renunciare a ti Rach, no lo haré otra vez-.
-¡Que acaso no me estás escuchando!...!No quiero nada contigo!, pensé que podíamos ser amigos, pero veo que me equivoque, aléjate de mí Jesse, porque ahora ya nada que venga de ti puede interesarme-. Expresó la castaña y se alejó con rapidez-.
-¡No lo haré! Y no voy a descansar hasta que vuelvas a mi lado-. Le gritó mientras veía como se salía del teatro-.
Rachel salió y tenía la necesidad de ver a Quinn, se sentía tan culpable por lo que había pasado, no entendía cómo podía ser tan estúpida. Mientras cantaba sólo pensaba en su rubia y en todos los momentos hermosos que habían pasado juntas, y de un segundo a otro se estaba besando con Jesse, tardó en reaccionar, pero cuando lo hiso se dio cuenta de la gravedad de lo que había hecho, porque conocía a Jesse y tenía claro que iba a tomar todo lo que pudiera estar a su favor para separarla de su novia.
Cuando entró a la habitación que había compartido con Quinn la noche anterior, comenzó a buscarla en forma frenética, la llamó, pero no hubo respuesta, la rubia definitivamente no se encontraba ahí.
De inmediato bajo a su habitación, la que compartía con Britt, pero tampoco la encontró, y ahí ya su desesperación fue aumentando.
-Britt…-.Llamó la castaña acercándose a la cama en la que dormía la rubia-.
-Mmm…Rach…-.Respondió aún media dormida-.
-Britt… ¿Has visto a Quinn?, sabes si ha estado aquí-. Le preguntó-.
-No lo sé Rach, creo que no, no he sentido que nadie entré a la habitación más que tú-. Respondió algo más despierta-.
-No la encuentro por ninguna parte-. Expresó la castaña preocupada-.
-¿Pero no pasaron la noche juntas?-.
-Sí, pero esta mañana cuando desperté, salí por una hora y cuando regresé ya no estaba, y tampoco está aquí, no sé dónde más pudo haber ido-. Explicó-.
-Mmm…tal vez este con Santana, tú sabes, quizás no aguanto a contarle lo maravillosa de su cita-. Dijo la rubia para intentar calmarla-.
-Suena lógico…llamaré a Santana para ver si esta con ella, porque el móvil de Quinn lo dejo en la habitación-. Contestó levantándose de inmediato para buscar su teléfono-.
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Santana había decido pasar esa noche con Kayle. Quinn le había comentado de su cita con Rachel y no se quería arriesgar a compartir la pieza solo con Britt después de todo lo que había ocurrido entre ellas.
Había despertado no hace mucho, y disfrutaba ver como su novia dormía entre sus brazos, sentía una tranquilidad, estaba apreciando de verdad cada momento que podía pasar con Kayle. Quería dar ese paso que le permitiera comenzar de cero, y no volver nunca más a herir a su novia.
Su momento se reflexión fue interrumpido por el sonido de su celular. Lo buscó con la vista y se dio cuenta que lo había dejado en la mesita de noche justo a su lado, por lo que se movió con delicadeza para no despertar a Kayle y lo tomó.
-Hola-. Contestó no de muy buena gana, odiaba que la llamaran tan temprano-.
-Santana, ¿está Quinn contigo?-. Preguntó rápidamente la diva-.
-Buenos días Berry, si he dormido bien y tú-. Contestó sarcástica-.
-Siento haber olvidado mis modales Santana, pero estoy preocupada porque no logro ubicar a Quinn y pensé que podía estar contigo-. Explicó-.
-No Berry, no está conmigo, ¿No debería estar contigo?-.
-Debería, pero esta mañana salí y cuando volví ya no estaba-.
-¿Y porque no la llamas?-. Preguntó lo obvio-.
-Dejo su celular en la habitación-.
-Pues, no te preocupes, debe haber salido a dar un par de vueltas, tú sabes cómo es, le gusta disfrutar de su soledad a veces, seguro vuelve pronto-.
-Eso espero…puedes avisarme si se comunica contigo-. Pidió-.
-Claro, yo te llamó si se algo de Quinn-.
-Gracias Santana, nos vemos luego-.
-Nos vemos-.
Santana quedó algo extraña con la llamada de Rachel, tenía claro todo lo que se había esforzado Quinn por tener la cita perfecta con la pequeña diva, le había pedido ayuda a Kayle para conseguir algunas cosas, no sonaba lógico que desapareciera la mañana siguiente. Una sensación se alojó en su pecho, estaba preocupada por su amiga.
-¿Pasa algo?-. Preguntó Kayle quien se estaba despertando-.
-Mmm…Berry llamó, preguntando si Quinn estaba aquí-. Contestó levantándose de la cama-.
-¿Quinn?... ¿No debería estar con Rachel?-. Preguntó aún con voz somnolienta-.
-Eso le dije yo, pero no está ninguna de las dos habitaciones-. Respondió-.
-Ya, pero pudo haber salido a recorrer por aquí cerca, no tienes que preocuparte, pronto volverá-. Dijo la chica imitando la acción de su novia al salir de la cama-.
-Espero que tengas razón, Quinn no conoce mucho de Nueva York, no puede haber ido muy lejos-.
-San, es el gran día recuerdas, tal vez Quinn decidió dar un paseo para relajarse, eso es todo-.
-Tienes razón eso puede ser… tengo hambre… ¿desayunamos?-.
-Esa es una buena idea… ¿Qué quiere esta mañana, mi hermosa novia?-. Preguntó acercándose para tomarla por la cadera-.
-Mmm…waffles…jugo de frutas...café…tostadas…y creo que eso por el momento-. Respondió con una sonrisa y un gesto infantil-.
-Veo que despertamos con hambre, dame un segundo, llamó de inmediato para que lo traigan a la habitación-. Contestó dándole un beso-.
-Por mientras me daré una ducha-.
-Ok.
Santana se había bañado y luego lo hiso Kayle, estaban casi listan cuando ya su abundante desayuno llegó a la puerta. Se sentaron en la mesa para disfrutarlo juntas.
-¿Nerviosa?-. Preguntó Kayle-.
-Un poco, nunca antes he estado en un escenario tan grande y frente a tanta gente…quiero poder dar todo de mí-. Respondió y le dio un sorbo a su café-.
-Lo darás de eso estoy segura…tú eres magnifica en el escenario-. Dijo con una sonrisa-
-Siempre sabes cómo hacerme sentir mejor y tranquila-. Dijo tomando su mano-.
-Disfruto haciéndote sentir mejor, te quiero San, y si puedo poner cada día en tú rostro una sonrisa, lo haré-. Respondió con seguridad-.
Santana la miraba con amor, acaso alguien se había comportado de esa forma tan dulce y protectora con ella antes, nunca. Se levantó de su silla y se acomodó en las piernas de su novia.
-Te quiero…me haces feliz y no quiero que nada nos separe-. Expresó la latina-.
-Créeme no dejare que eso pase, nunca antes me había sentido con esta fuerza para enfrentar lo que sea con tal de estar contigo, no habrá nada que logre separarnos Santana-.
-Lo sé, aunque ahora será mejor que me vaya, el señor Schu quería que nos juntáramos temprano para ensayar todo por última vez-. Expresó-.
-Y si no quiero soltarte-. Respondió aprisionando con sus brazos a la latina atrayéndola más a su cuerpo-.
-Mmm…podemos hacer un trato-.
-¿Qué trato?-.
-Sí me dejas ir, voy recompensártelo muy bien esta noche-. Susurró sensualmente en el oído de Kayle-.
-Mmm…creo que me convenciste, y nada podrá hacer que deje que cumplas tú parte del trato-. Respondió tomándola delicadamente para darle un apasionado beso-.
Santana se levantó de mala gana, de las piernas de su novia, pero debía ensayar, ella como todos sus compañeros, quería ganar las Nacionales.
-¿Te veo en el teatro?-. Preguntó Santana desde la puerta-.
-Por supuesto ahí estaré-. Respondió-.
Una vez que Santana llegó al lugar de encuentro, comenzó a buscar a Quinn, pero no la veía por ninguna parte, por lo que opto por acercarse a Rachel, quien se veía preocupada.
-Berry… ¿Quinn aún no aparece?-. Preguntó frunciendo el ceño-.
-No…y estoy empezando a preocuparme, han pasado varias horas Santana, y no quiero imaginarme que le ocurrió algo-. Respondió acongojada-.
-Es extraño, segura que no sabes dónde puede estar ¿Tuvieron algún problema?-.
-No, yo sólo me desperté y salí a dar una vuelta, y cuando volví ya no estaba-.
-Un momento… ¿Y porque saliste en primer lugar?-. Preguntó la latina intentado obtener algo de información-.
-No sé, tenía una sensación extraña y decidí salir a tomar aire-. Respondió evasiva y algo nerviosa, lo que fue captado por la morena-.
-Porque creo que hay algo que no me estás diciendo Berry…si le hiciste algo a Quinn, créeme yo…-. No pudo terminar de formular su amenaza, el maestro la interrumpió-.
-Muy bien chicos, ya estamos aquí, en Nueva York, así que practiquemos para que todo salga perfecto, les parece…-.
Todos asintieron con la cabeza y comenzaron los ensayos de la presentación. Primero el dúo que lo realizaban Rachel y Finn, este último noto de inmediato que su compañera estaba absolutamente desconcentrada, puesto no expresaba nada al cantar, por lo que le pidió un minuto de descanso al señor Schue, quien aceptó y siguió practicando el numero grupal.
-Rachel ¿Qué sucede?-. Preguntó el chico-.
-Nada, estoy preocupada, que acaso no te has dado cuenta que Quinn no está-. Respondió a la defensiva-.
-Sí me di cuenta Rach, pero tienes que olvidarla por un momento, ya aparecerá, entiendo que quizás yo no sea la persona a quien quieras cantarle, pero debemos hacerlo lo mejor posible, todo el Glee Club confía en nosotros-.
-Lo sé, tienes razón, lo siento, desde ahora sólo me voy a focalizar en cantar-.
-Esa es la Rachel Berry que yo conozco-. Expresó el chico dándole una sonrisa-.
Cuando ya quedaban tan sólo dos horas para tener que presentarse en el teatro, el maestro les dijo que regresaran a sus habitaciones para arreglarse y ponerse el vestuario. En la habitación de las chicas estaba todo muy intranquilo.
-Ok, ya estoy a punto de llamar a la policía-. Exclamó Santana caminando de un lado a otro-.
-Cálmate San, quizás Q, sólo tuvo un inconveniente y se retrasó-. Intentó calmarla la bailarina-.
-Britt, tú conoces tanto como yo a Quinn, es una perfeccionista, ella no se desaparece así como así el día de las Nacionales, algo le debió haber pasado-.Respondió inquieta-.
-Yo también creo lo mismo, no entiendo como dejo su móvil aquí-. Expresó Rachel-.
-Si vuelve y no le ha ocurrido nada, yo misma le daré una paliza por hacer que me
preocupe de esta manera-.Exclamó la latina-.
-Es tarde, no podemos esperarla más, le llevaremos el vestuario al teatro, seguro llega allá-. Dijo la rubia intentado calmar toda esa tensión que había-.
-Es lo único que podemos hacer-.Respondió Santana-.
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Cuando entraron al teatro, los ojos de todos los integrantes de Nuevas Direcciones se abrieron al máximo. Era realmente impresionante poder pisar un verdadero escenario de Broadway. Estaban ahí con los mejores del país para pelear codo a codo el trofeo.
Se mantuvieron unidos, y las chicas estaban esperando noticias de Quinn, a esas alturas temían que la rubia las dejara plantadas.
Kayle llegó unos minutos después que el coro de su escuela, y diviso de inmediato a Santana, quien estaba con su Club, por lo que prefirió no acercarse por el momento.
Observo a su alrededor y muchos recuerdos se le vinieron a la mente. No era primera vez que estaba ahí, había estado años anteriores apoyando desde el público a Francis, nunca se perdió ninguna de sus competencias, ni del coro ni de las porristas, le gustaba que su novia sintiera que siempre iba a estar ahí. Siempre intentó ser la mejor novia para Francis, lo intentó pero sabía que había fallado en muchas cosas y se lamentaba por ello, quizás no luchó lo suficiente por esa relación. Pero ahora ya era parte del pasado, ahora estaba ahí para apoyar a Santana, la hermosa latina que le había robado el corazón.
-¿Kayle?-. Llamó una voz que ella conocía muy bien, e hiso que se volteara-.
-¿Alison?-. Respondió Kayle incrédula por ver a su amiga ahí-.
La chica sin pensarlo dos veces corrió hacía Kayle atrapándola en un caluroso abrazo.
-No sé si estar molesta contigo y golpearte o simplemente no soltarte más y que hablemos de todo este tiempo que has estado desaparecida-. Expresó tomando algo de distancia-.
Alison Foster, había sido la mejor amiga de Kayle en la academia Akron, se conocían desde niñas y crecieron juntas. Era un año mayor, y muy diferente en personalidad, ya que mientras Kayle era más introvertida, Alison era extrovertida, desenfadada y rebelde. Era también muy hermosa, tenía un cabello que algún momento fue negro, pero que ahora tenía tonalidades rojizas, una piel bronceada, unos ojos cafés casi negros y un cuerpo esbelto y trabajado.
-Si me haces escoger, prefiero hablar a que me golpees, porque si recuerdo bien, tienes una muy buena derecha-. Respondió Kayle intentado sacarle una sonrisa-.
-No puede creer que estés aquí… ¿Cuándo regresaste?-. Preguntó la chica emocionada-.
-No he regresado, sólo estoy de paso por la ciudad, vine para acompañar a mi novia en la competencia de coros-. Explicó la morena-.
-¿Y no pensabas ni siquiera llamarme?, pensé que era tu mejor amiga Kay-. Dijo algo herida-.
-Y lo eres, sólo que no estaba preparada para enfrentar todo mi pasado-.
-A mí no tienes que explicarme nada, yo sé lo que pasó, cuando desapareciste interrogue no muy amablemente a la Barbie caza fortunas, hasta que me dijo lo que había pasado, cuantas veces te lo dije Kay, esa chica iba a arruinar tú vida-. Expresó con seguridad-.
-Ya es parte del pasado Al, no quiero hablar de Francis, ahora estoy con alguien y me hace muy feliz…-.Dijo sonriendo-.
-Me alegra saberlo, te lo mereces aunque seas una horrible amiga y me hayas abandonado por todos estos meses-.
-Prometo retomar el contacto, de verdad lo siento-. Y se acercó para nuevamente abrazarla-.
Desde la distancia Santana había observado toda la escena, y no le gustaba que esa chica que no sabía quién era, estuviera abrazando tanto a su novia, iba a ir a preguntarle, cuando su celular comenzó a vibrar.
-Hola-. Contestó, era un número desconocido-.
-San…-.Se escuchó algo entrecortado-.
-¿Quinn?-.
-Si soy yo, San necesito tu ayuda, la verdad no sé dónde estoy, y salí sin celular y tampoco llevo dinero, necesito que vengas por mí-. Pidió la rubia con la voz extraña-
-Voy de inmediato, le diré a Berry que llamaste, estaba muy preocupada…sólo dame alguna pista, algo de donde estés cerca para ir por ti-.
-No San, no quiero que le digas nada a Rachel, yo acá te explicó-.
-¿Está todo bien?-.
-Nada está bien, San por favor sólo ven por mí-. Repitió la rubia sollozando-.
Santana no pidió más explicaciones, sólo que le diera algún indicio de donde estaba para ir por ella lo más rápido que podía. Se excusó ante todos sin decirles a donde realmente iba, y fue corriendo a buscar a Kayle, para que la acompañara a buscar a su amiga.
-Kay, necesito que vamos a buscar a Quinn-. Expresó la latina sin prestar atención a Alison-.
-¿Dónde está?-.Preguntó Kayle preocupada al ver el rostro de su novia-.
-No lo sé bien, sólo me dio algunos nombres de lugares que pudo ver desde donde me llamó-.
-Ok, dame un segundo, debo llamar para que traigan un auto, como no pensé que lo necesitaríamos les dije que no me esperaran-.
-Está bien, sólo hazlo rápido, la conozco y algo le pasa, estaba llorando-.Expresó desesperada-.
-Tengo mi auto afuera, y conozco esta ciudad mejor que Kay, yo las puedo llevar y así no perdemos más tiempo-. Ofreció Alison-.
-Es una buena idea… ¿Qué crees tú Santana?-. Preguntó Kayle-.
-Vámonos, yo sólo quiero llegar pronto a donde esta Quinn-.
Las tres chicas salieron con velocidad del teatro, el vehículo estaba estacionado casi al frente, por lo que no demoraron en subir. Kayle y Alison estaban adelante revisando la lista que les dio Santana de los lugares que estaban cerca de donde se encontraba Quinn. Comenzaron a recordar y pensar hasta que descifraron donde estaba la rubia.
Era un parque a unas veinte o quizás más cuadras de donde estaba el hotel. Santana estaba atenta mientras buscaba con insistencia encontrarse con su amiga.
-San…creo que ahí está-. Apuntó Kayle hacía una de las bancas-.
-Tienes razón, es ella-.
-Creo que es mejor que sólo vayas tú, no se ve muy bien, necesita a su mejor amiga, sólo recuerda que falta menos de una hora para que sea su turno, así que apresúrate nosotros te esperaremos aquí-.
Santana se bajó del vehículo y corrió hacía donde estaba Quinn, quien tenía un semblante triste y estaba clavada mirando el piso.
-¡Quinn!-. Exclamó la morena quien estaba casi al lado de la rubia-.
-San-. Respondió y se levantó para refugiarse en los brazos de su amiga-.
-Tranquila, ya estoy aquí…dime que ha pasado, estaba tan preocupada por ti-. Preguntó acariciando el cabello de la rubia con cariño-.
-Me engaño San, eso pasó, pasó la noche conmigo y en la mañana corrió a los brazos de St. James-. Respondió entre sollozos y lágrimas que volvían a sus ojos-.
-¿Qué?... ¿Berry te engaño?... ¿Estás segura?-. Dijo sorprendida-.
-Yo la vi, cuando desperté ya no estaba y pensé que podía haber ido al teatro y ahí estaba en medio del escenario besándose con ese idiota-. Respondió sin dejar de llorar-.
-No puedo creer que te haya hecho algo así, ella…estaba tan preocupada como yo por tu desaparición…es ilógico-. Murmuraba la latina intentado encontrar una explicación-.
-Es una gran actriz, me ha mentido todo este tiempo, nunca lo olvido, sólo estuvo conmigo para burlarse de mí, para vengarse por todo lo que le hice, nunca me quiso San-.
-Calma, quizás es un mal entendido, es mejor que hables con ella, no es bueno que te apresures así-. Expresó tomando algo de distancia-.
-No San, no hay nada que pueda decirme que calme este dolor que tengo en mi pecho, pasamos la noche juntas, se entregó a mí diciendo que me amaba, que era especial, y cuando despierto no está, y no sólo eso sino que se escapó para verse con él, para besarse con él a escondidas, esto no se lo puedo perdonar-. Decía con algo de odio en su voz-.
-¿Qué vas a hacer Quinn?...Vas a volver conmigo, tenemos poco tiempo antes de que nos toque presentarnos-. Preguntó la latina-.
-No lo sé San, no quiero verla, no puedo estar cerca de ella otra vez-.Respondió insegura-.
-Pero Quinn, no lo hagas por ella, hazlo por ti, por el Club Glee, todos hemos trabajo duro para llegar aquí, no dejes que lo arruine, no es justo-. Pidió la morena sosteniendo ambas manos de su amiga y mirándola fijamente-.
-Sé que tienes razón, pero no sé cómo actuar cuando la vea, tengo tanta rabia, tanto dolor, que no sé si logre controlar todo eso-.
-Tranquila, yo estaré ahí, y no me separare ni un segundo de ti-.
-Gracias San, eres una gran amiga-.
-Y tú lo has sido para mí, ahora nos iremos y te prometo que sea lo que sea que pase, estaré ahí contigo-.
Quinn y Santana se fundieron en un cariñoso abrazo, era la promesa de mantenerse unidas, independiente de lo que pudiera pasar en el futuro. Caminaron los metros que las separaban de donde estaba estacionado el auto de Alison.
-Hola Kay…-. Saludó desganada la rubia-.
-Hola Quinn… ¿te sientes mejor?-. Preguntó con preocupación-.
-No, pero lo estaré en algún momento-. Respondió la rubia fijando su vista en la ventana-.
-Sé que tal vez no sea el mejor momento, pero no las he presentado, San, ella es Alison mi mejor amiga, Al, ella es mi novia Santana y su amiga Quinn-. Presentó cordialmente Kayle-.
-Hola Alison, lamento haberte ignorado antes, pero estaba preocupada, gracias por ofrecer tu ayuda-. Contestó amable la latina-.
-No hay problema, no lo tome personal-. Respondió la chica-.
Cuando llegaron otra vez al teatro, Quinn no soltaba la mano de Santana, le daba seguridad, y tranquilidad para poder tener la valentía de enfrentar a Rachel. Se pasaron directamente a los baños en donde las esperaba Britt, a quien la latina le había enviado un mensaje explicando a grandes rasgos la situación y así no le dijera nada a nadie. La rubia se cambió de ropa en silencio y ninguna de sus dos amigas la forzó haciéndole preguntas incomodas.
-¿Estás listas?-. Preguntó Santana-.
-Lo más lista que puedo estar San-. Respondió mirando hacia abajo-.
-Te dije que no estás sola, me tienes a mí-.
-Y a mí-. Añadió Britt, quien había estado distanciada de la rubia pero que al verla así le nacía un sentimiento de protección-.
-Gracias chicas-. Dijo con lágrimas en sus ojos-.
-Estamos aquí para ti Q-. Expresó la bailarina y las tres se fundieron en un abrazo como hace mucho no lo hacían-.
Mientras caminaba hacia donde estaba el resto del Club Glee, no sabía aún cómo iba a reaccionar al ver a Rachel. Un escalofrío le paso por todo el cuerpo cuando la diviso a la distancia, estaba haciendo sus ejercicios de vocalización, se notaba nerviosa, se veía hermosa con ese vestido, eso no lo negaría jamás, pero al verla sentía que su dolor era más agudo, sobre todo al observar como Jesse se le acercaba para darle unas indicaciones.
-Falsa, mentirosa-. Murmuró la rubia para sí misma-.
Rachel cuando vio que Quinn se acercaba, le regalo la más grande de las sonrisas. Estaba demasiado preocupada por ella, y sólo quería poder abrazarla, no necesitaba una explicación de donde había estado, simplemente tenerla ahí.
-¡Mi vida estaba preocupada!-. Exclamó Rachel intentando abrazarla, pero Santana se le interpuso-.
-Es mejor que mantengas la distancia Berry-. Dijo la latina, quien conocía lo impulsiva que podía llegar a ser su amiga y quería evitar una escena.
-Que estas queriendo decir, Santana-. Expresó extrañada la diva-.
-Lo que San, quiere decir que es no quiero tenerte cerca, es tan difícil de entender, Berry-. Añadió Quinn, bajo la atenta mirada de todos los demás chicos-.
-Quinn… ¿Qué pasa?, si esta es tu idea de una broma no me hace gracia en lo absoluto, desapareciste todo el día, estaba preocupada por ti-. Intentaba decir la diva-.
Quinn le hiso un gestó a Santana para que se retirara del medio, esta era su batalla, y por mucho que su amiga intentara protegerla, no podía lucharla por ella.
-Claro, preocupada, me lo puedo imaginar, ¿Ha sido una actuación digna de un Oscar, o no?, realmente nunca supe lo buena actriz que eras hasta ahora-. Expresó sarcásticamente, y con sus ojos tan fríos como el hielo-.
-Quinn, amor por favor, puedes explicarme que te sucede no estoy entendiendo nada-. Pedía la castaña con desesperación, porque ni en los días en donde eran enemigas había recibido esa mirada de odio de la rubia-.
-¡Como puedes ser tan hipócrita!-. Exclamó la rubia subiendo el tono-. ¡Deja de fingir y de hacerte la inocente delante de todos!-.
-Quinn, no me trates así, por favor explícame que hice mal, lo que sea lo arreglare, te lo juro, sólo dímelo, conversemos-. Le pedía con desesperación intentando tomar su mano-.
-¡No te acerques a mí! ¡Nunca más te atrevas a tocarme!...Y quieres claridad, te la daré, eres la persona más falsa que he conocido, me mentiste todo este tiempo, porque mientras yo hacia el papel de imbécil diciéndote que te quería, intentado hacerte sentir todo lo especial que eres para mí, tú te escapabas para andar besándote con St. James, ¿O me lo vas a negar acaso?-. Exclamó perdiendo todo tipo de paciencia y con lágrimas en sus ojos-.
-Quinn, yo te lo puedo explicar, fue sólo una vez, yo no quería, me sorprendió, amor por favor, no es lo que tú crees, yo te quiero a ti, no hay nada entre Jesse y yo-. Se defendía la pequeña diva a estas alturas también llorando-.
Todos los integrantes de Nuevas Direcciones estaban siendo testigos de la escena entre la pareja, muchos no le daban crédito a las palabras de la rubia, sabían que Rachel había tenido una debilidad con Jesse, pero engañar a Quinn, era realmente algo que no esperaban.
-No le sigas mintiendo Rachel, dile lo que pasa entre nosotros-. Intervino Jesse, a quien todos miraron con odio-.
-¡Cállate! ¡No hay nada entre nosotros cuantas veces te tengo que decir que la quiero a ella!-. Le respondió Rachel con odio, en ese momento quería hacerlo desaparecer, por su culpa tenía todo ese problema con Quinn-.
-Veo que por lo menos uno de ustedes es capaz de decírmelo en la cara-. Expresó la rubia con una mirada dura-.
-Quinn, no es verdad, te juro que sólo paso una vez, yo fui una idiota lo reconozco pero no acabemos con esto, él no me importa, tú sí, te amo, eres todo para mí-. Le rogaba la castaña otra vez intentado acercarse-.
-¡Te dije que no me tocaras!-. Se alejó con violencia-. No quiero sentirte cerca otra vez, y si estoy aquí no es por ti, estoy aquí por mis amigos, por mí, yo también luche para esto, y nadie, menos alguien ahora tan insignificante para mí lo va a arruinar, porque desde hoy en adelante Tú no existes para mi Rachel Berry-. Sentenció la rubia con una mirada de odio y apuntándola con su dedo índice-.
-Quinn…no hagas esto, por favor dame la oportunidad, no te voy a dejar ir, te amo demasiado-. Le pedía-.
-Ahora te importa lo nuestro, ¡Ahora!, no me importan tus palabras, ni nada que venga de ti, así que deja de rogar y guárdate lo que quieras decir a alguien que le importe-.Expresó e iba a caminar hacia donde estaban los demás-.
Rachel sentía que caía en un pozo oscuro y que nada podría sacarla de ahí, no podía perderla, no concebía su vida sin esa rubia que la había hechos sentirse tan viva y tan amada, debía utilizar todo lo que estuviera a su alcance para recuperarla-.
-Quinn…-. Dijo para llamar su atención y la tomo con decisión para intentar besarla-.
La rubia sintió como la pequeña diva la tomaba con tal fuerza que casi la hace perder el equilibrio. Hiso colisionar sus labios de manera violenta y necesitada, pero Quinn era más fuerte y no iba a soportar que utilizara esa arma a su favor, no después de todo ese dolor que le estaba provocando.
Quinn la empujo y como acto reflejo le dio una cacheta que hiso eco, en todo el lugar, y mucho más en el fondo del corazón de la diva.
-¡Nunca más vuelvas a intentar hacer eso!-. Le gritó y corrió a donde estaba Santana-.
Rachel seguía con su mano en la mejilla y con las lágrimas que fluían en abundancia, no podía creer que todo lo que había tardado meses en construir se derrumbara en un par de minutos, estaba absolutamente devastada.
La atención se desvió cuando por alta voz anunciaron que ellos eran los próximos en subir al escenario. La verdad, es que estaban todos totalmente desconcentrados después de presenciar lo ocurrido entre Rachel y Quinn. El maestro lo noto así que los hiso formar un círculo para darles la última arenga.
-Chicos ustedes tienen el talento suficiente para vencer a todos los demás coros, hemos trabajado por dos años y más que un Club, somos una familia, nos queremos y juntos enfrentaremos todos nuestros problemas, suban y demuestren todo lo que saben-. Exclamó el señor Shue, mientras más de una mirada se cruzaba entre ellos.
Comenzaron a sonar los primeros acordes de Pretending, la canción que había escrito Finn. El chico estaba utilizando todo su potencial, su voz e intentaba buscar a Rachel con la mirada, pero ella se veía tan ida, aún corrían lágrimas por su rostro y eso se evidenciaba claramente en su voz.
La pequeña diva estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por rendir de la mejor manera en el escenario, pero lo cierto era que sólo quería correr, quería desaparecer o que alguien la despertara de esa pesadilla. No fue tanto el golpe lo que le dolió, sino la actitud de la rubia, su mirada con odio, con rencor, casi con repulsión hacía ella, fue eso lo que le produjo que su corazón se rompiera, porque veía que era casi imposible recuperarla.
Sin darse cuenta la canción ya había finalizado, no lo había hecho bien de eso estaba segura, ahora no sólo le había fallado a Quinn sino que a todos sus amigos.
La canción grupal intento subir el ánimo y al primera en cantar era Santana, quien con su hermosa y potente voz le dio un golpe para despertar a unos alicaídos Nuevas Direcciones, siguió cantando, Artie, Britt, Finn, Tina y así todo el coro desprendía energía para levantar al público de sus asientos. Quinn seguía cada paso casi en forma robótica, quería que eso terminara para alejarse lo más posible de Rachel.
Al finalizar la canción todo el público los ovacionó, habian podido dar vuelta todo y terminar de la mejor manera posible la presentación, esperaban que eso haya sido suficiente.
-¡Quinn!-. Llamó Santana intentado alcanzar a su amiga-.
-Tengo que salir de aquí San-. Respondió-.
-No vas a esperar los resultados-.
-No, no quiero estar aquí-.
En ese momento apareció Kayle acompañada de su amiga.
-¡San estuviste increíble!-. Exclamó acercándose para abrazar a Santana y darle un beso-.
-Gracias-. Contestó no tan emocionada-.
-¿Qué pasa?-. Preguntó descolocada por la respuesta de su novia-.
-Puedes sacar a Quinn de aquí, por favor-. Le pidió a su novia-. Yo voy a esperar los resultados y te llamo para ver donde estas, necesito que cuides de ella, Kay-.
-Claro, no hay problema-. Respondió aún sin saber qué es lo que había pasado-.
-Gracias Kay-. Le dijo la rubia-.
-Creo que conozco un lugar en donde vas a olvidar todos tus problemas, eres demasiado hermosa como para estar triste-. Exclamó Alison con una coqueta sonrisa-.
-Al, controla tus comentarios-. Regaño Kayle dándole una mirada-.
-No hay problema, no me molesto-. Dijo Quinn-.
-Nos vamos entonces, te veo luego y de verdad estuviste increíble-. Se despidió la morena de ojos verdes dándole un último beso a su novia-.
Santana volvió a donde estaba el resto del grupo, con la vista baja, no le gustaba ver a Quinn así, ni cuando la rubia estuvo embarazada la vio tan desolada.
-¡Podrías mirar por donde caminas!-. Exclamó Francis que no había notado que era Santana con quien chocó-.
-¡Que acaso tú tampoco me viste!-. Le respondió subiendo la cabeza para encontrarse con la rubia-.
-López-. Dijo a modo de saludo para nada cordial-.
-Johansen-. Respondió la latina de la misma forma-.
-Al parecer no te cansas de cruzarte en mi camino-. Expresó firme-.
-Lamento profundamente cruzarme contigo-. Contestó sarcásticamente y con una mano en su cadera-.
-No más que yo, ¿Qué haces?, ¿esperando a ver los resultados?-.
-Que más podría hacer-.
-¿Y Kayle no está contigo?, A mí siempre me acompañaba hasta el final-. Dijo con insidia-.
-Mi novia-. Expresó haciendo énfasis-. Acompaño a mi mejor amiga porque yo se lo pedí, o sino estaría aquí conmigo, como siempre durante todo nuestro viaje-.
-Es mejor que me vaya al parecer ya están los resultados-. Se despidió-.
Santana le dio un sonrisa con suficiencia, sabía que el sólo hecho de pronunciar la palabra novia para referirse a Kayle, ya era suficiente para dejarla sin palabras. Siguió avanzando y Britt la esperaba con un rostro de preocupación.
-San, ¿Y Quinn?-. Preguntó la rubia bailarina-.
-Quería irse así que le pedí a Kayle que se la llevara-. Le explicó-.
-Rachel está muy mal, se encerró en el baño y no hay quien la saque de ahí, Quinn fue muy dura con ella-.
-Berry se lo buscó, además Quinn también está mal, ella es la victima aquí-. Respondió-
-Rachel me dijo que no la engaña, fue culpa de St. James, la tomó por sorpresa y ella a penas se dio cuenta lo alejó, yo le creo, ella quiere a Quinn-. Explicó la rubia-.
-No sé Britt, creo que cuando Quinn esté preparada quizás la escuche, es una decisión que ella debe tomar, yo la apoyare siempre-.
-Ustedes son tan parecidas, las dos prefieren sufrir antes de escuchar a otras personas-. Dijo Britt sorprendiendo a la latina-.
-Eso no es así, Quinn se siente vulnerable, entregó su corazón por primera vez y Berry lo rompió, ese tipo de heridas no sanan de un día para otro, por mucho que uno quiera-. Le respondió-.
-Rachel nunca quiso romper su corazón, ella la ama, como nunca amo a nadie, y se merece una segunda oportunidad, Quinn debería ser más valiente y escucharla, porque es la única que la puede hacer feliz-. Contratacó-.
-Lo que Quinn necesita, es tiempo y espacio así puede tomar una decisión sin Berry, presionándola-.
-Cuando uno está enamorada, no necesita ni tiempo ni espacio, si eso pasa Rachel puede correr el riesgo de que alguien más se involucre en su relación-.
-Bueno quizás Quinn pueda conocer a alguien que la quiera y no la haga sufrir-. Santana mantuvo su mirada fija sobre la rubia, ambas sabían perfectamente que esa conversación no era precisamente sobre sus amigas-.
Brittany odiaba tener que hablar de esa manera con Santana, le agotaba la paciencia que la latina fuera tan terca y no reconociera que aún la amaba y que por eso no lograba que su relación actual fuera del todo sólida.
-Chicas, ya están los resultados-. Avisó Mercedes quien fue testigo de esa guerra de miradas que experimentaban-.
-Vamos-. Pidió Santana-.
Todos se dirigieron hacia donde estaban puestos los resultados de los diez coros que pasaban a la final del día siguiente, los top ten. Al ir caminando pudieron apreciar la celebración de los ya clasificados, entre ellos Vocal Adrenaline y en coro de la Academia Akron que lideraba Francis.
Cuando estaban al frente, el Señor Schue se ofreció a ir a ver. En su rostro estaba la decepción, no estaban en los top-ten.
-Señor Schue-. Dijo Finn-.
-¿En qué lugar estamos?-. Preguntó Kurt-.
-Lo siento muchachos, no estamos clasificados-. Expresó el maestro con pesar-.
Los chicos tenían en su rostro marcada la frustración y la decepción, esperaban haber estado ahí, peleando la final, entre los mejores del país. Pero eso no había sido posible.
Se dirigieron al Hotel casi en completo silencio. Santana decidió que era momento de llamar a Kayle para saber si estaba ahí o en otro lugar.
-Hola-. Contestó Kayle-.
-¿Dónde están?-. Preguntó, aunque se dio cuenta que no en el hotel por el ruido que escuchaba-.
-Estamos tomándonos unas copas en el Mercury-. Respondió forzando la voz para que su novia la escuchara-.
-Ok, ¿Cómo llego ahí?-.
-Pondré a un chofer que te espere en la entrada del hotel, cuando estés afuera me llamas-.
-Está bien, nos vemos-.
La llamada no se extendió mucho por todo el ruido que tenía Kayle de fondo. Santana iba a subir para arreglarse, cuando alguien la detuvo.
-Creo que escuche que alguien está planeando salir de fiesta-. Expresó Puck-.
-No es tú asunto Puckerman-. Respondió Santana-.
-Creo que deberíamos ir todos, no es justo que sólo tú salgas, hemos perdido, lo mínimo es que salgamos a olvidar las penas-. Dijo Noah quien había captado la atención de todos-.
-Apoyo a Puck, prácticamente no hemos salido del Hotel y ya mañana nos vamos, así que me apunto para salir a disfrutar de la noche Neoyorkina-. Expresó Mercedes quien con algunos tragos podía ser el alma de la fiesta-.
-Está bien, nos vemos todos aquí en la entrada en media hora-.
Santana subió y en su habitación ya estaban Britt con Rachel, quienes no habían escuchado nada de los planes, ya que al entrar subieron de inmediato a su habitación. La latina fue directamente a darse una ducha, había sido un día realmente agotador, y tenía la sensación de que faltaba mucho para que terminara. Cuando salió se vistió y fue a hablar con las chicas.
-Todo el Glee Club va a salir esta noche, ¿Van con nosotros?-. Preguntó amable aunque no quería que Rachel fuera, para provocar otra escena como la del teatro-.
-¿A dónde van a ir?-. Britt curiosa-.
-Mercury creo que se llama, Puck me escuchó hablando con Kayle y se invitó solo al igual que los otros-. Respondió-.
-¿Espera?...Kayle esta con Quinn no es verdad-. Expresó la pequeña diva levantándose del sofá-.
-Sí Berry, así si me lo preguntas, me gustaría que tú no fueras, Quinn dejo claro que no quiere verte-.
-Eso no lo decides tú, Santana-.
La latina no quería entrar en conflicto, así que dio la media vuelva para terminar de arreglarse e ir al Club.
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Kayle después de salir del teatro acompaño a Quinn hasta el hotel para que se cambiara de ropa. Le preguntó que quería hacer y antes de la que rubia respondiera Alison, le hablo del Club Mercury donde ella y Kayle solían ir todo tiempo.
No estaba en los planes de Quinn, salir a celebrar precisamente, pero necesitaba liberarse, sacar ese dolor que tenía, y la opción de adormecerlo con algo de alcohol no era mala idea, sin contar que la amiga de Kayle le coqueteaba y eso no le estaba molestando.
Cuando llegaron y para ser bastante temprano aún, había ya una inmensa fila de persona para esperar entrar. Alison con esa actitud de Rockstars, siguió caminando hasta la entrada y sin siquiera decir una palabra el guardia las dejo entrar.
-Eso fue impresionante, siempre entras así a los clubes-. Preguntó Quinn-.
-Digamos que soy conocida en el ambiente-. Respondió la chica con una sonrisa-.
-Hasta famosa, diría yo-. Añadió Kayle-.
-¿Así? ¿Estamos frente a una estrella?-. Preguntó la rubia-.
-Ni te imaginas toda la “fama” de la que es dueña mi amiga-. Contestó la morena de ojos verdes con burla-.
-Cuidado Carpentier, mira que no soy la única con un pasado aquí-.Advirtió la chica del cabello rojizo-.
-Será mejor que me lo digas antes que llegue Santana-. Expresó Quinn, quien intentaba olvidar con todas sus fuerzas a cierta castaña-.
-No estamos hablado de mí-. Se defendió Kay-.
Se ubicaron en el sector vip del exclusivo club, y Alison se ofreció para ir por unos tragos.
-¿Quieres contarme que ha pasado?-. Preguntó la morena con delicadeza-.
-Rachel me engaño con St. James, no quiero más comentarios, vine aquí para olvidarme de todo-. Dijo con la mayor fuerza que poseía-.
-Lo entiendo, sólo quiero que sepas que cuentas conmigo-.
-Lo sé-.
Alison no tardó en llegar, con un trago para cada una.
-Tequila Sunrise para Kay, un Manhattan para la linda rubia, y un margarita para mí-. Dijo alegre la chica-.
-¿Un Manhattan? En serio Alison, no se te ocurrió algo más fuerte-.Regaño nuevamente sabía que Quinn estaba mal y el alcohol no era la solución-.
-Nada dice bienvenida a Nueva York como un Manhattan, así que Salud-. Y alzó su copa ignorando a Kayle-.
Quinn sonrió, le hacía gracia la personalidad de la chica, tenía ese aire liberal y desenfadado que era en extremo atrayente.
Pasó el tiempo y también la cantidad de alcohol comenzó a aumentar, menos Kayle quien se había detenido, no quería estar pasada de copas cuando Santana llegara, le había prometido cuidar de Quinn.
Santana llegó con todos los chicos y llamó a Kayle cuando estaba en la entrada. Su novia salió a recibirla y no tuvo ningún problema para hacerla entrar junto con sus amigos, se sorprendió de verlos, pero le dio gusto, eran ya sus amigos también.
Una vez que entraron se dispersaron, menos Santana que sostenía con firmeza la mano de Kayle. Y Britt, Rachel y Kurt que habían optado por una mesa cerca de las otras chicas.
-¡Por fin llegas!-.Exclamó Quinn más “contenta” de lo que debería estar-.
-Te dije que la cuidaras, no que la emborracharas-. Le dijo la latina a su novia-.
-No fue mi culpa-. Se defendió-.
-De hecho fue mía, le traje un Manhattan y ahora no quiere dejar de tomarlos-. Asumió Alison-.
-No estoy borracha San, sólo algo más…liberada-. Expresó la rubia-.
-Mientras te sientas mejor, está bien para mí-.
-¿Y tú que vas a beber?-.Preguntó Alison a la latina-.
-Mmm…no lo sé-.
-Sabes que aquí puedes tomar un trago con el nombre de Kayle-. Dijo riendo-.
-¡Alison!-. Le gritó Kayle-.
-¿Cómo?-.Preguntó Santana confundida y dándole una mirada inquisidora a Kay-.
-Nosotros con Kayle pasábamos mucho tiempo aquí y una bartender estaba obsesionada con mi amiga, tanto que creo un trago con su nombre, ¡esa tipa estaba loca!, decía algo que era como el color de sus ojos-. Explicó la chica casi con un ataque de risa-.
-No podías simplemente ir a la barra y guardarte tus historias-. Le reclamo la morena-.
-Interesante-. Dijo Santana conteniendo la risa-. Creo que mejor solo tomare un Vodka frambuesa-. La chica fue a buscar el trago de la morena-.
-Alison no puede mantener su boca cerrada-. Expresó-.
-A mí me parece agradable y sexy-. Comentó Quinn quien produjo que ambas chicas la miraran con la boca abierta-. ¿Qué? Es sexy-.
-Acaso escuche a alguien hablar de mí-. Preguntó volviendo con el trago-.
-Te faltó decir egocéntrica-. Añadió Kayle desatando una risa grupal-.
En otro lado del club, estaba Rachel con Kurt y Britt.
-Diva, ya tienes algún plan para recuperar a tú rubia, mira que alguien te la puede quitar-. Dijo el joven mientras bebía de su copa-.
-Nadie me la va a quitar, ella es mía-. Respondió con varios tragos en el cuerpo-.
-Tienes que encontrar la forma de hablarle y explicarle lo que pasó, seguro que con calma ella entiende y te perdona-. Aconsejo Britt-.
-Eso haré, Rachel Berry no se rinde-. Expresó con su vista fija sobre la mesa donde estaba Quinn-. ¿Alguien sabe quién es esa idiota que tanto le sonríe a mi novia?-.
-Es una amiga de Kayle supongo-. Respondió Kurt sin mayor convicción-.
-¡Pero que ánimo hay en esta mesa!-. Exclamó de repente una voz familiar-.
-¡Francis!-. Exclamó Kurt levantándose para abrazarla-. ¿Qué haces aquí?-.
-Celebro que hemos clasificado-. Respondió-. Y…de verdad lamento que ustedes no-. Dijo sincera-.
-Nosotros lo lamentamos más, pero aún tenemos el próximo año-. Contestó Britt siempre con esa sonrisa-.
-Tú debes saber quién es esa-. Expresó la pequeña diva dirigiéndose a Francis-.
-¿Quién?-. Preguntó descolocada y sentándose con ellos-.
-Esa que está en la mesa de Kayle, la que se cree Rockstars-. Repitió apuntando-.
-Ahh…ella es Alison, la mejor amiga de Kayle desde primaria, es una bitch que cada noche se lleva a una chica nueva a su cama-. Contestó la rubia-. Un momento esa con quien está coqueteando no es tu chica ¿Por qué no estás con ella?-.
-Tuvimos una pelea-. Respondió la pequeña diva-.
-Creo que es mejor que hagas algo, nadie se le resiste mucho tiempo a Alison Foster-. Advirtió-.
-Veo que la conoces muy bien ¿acaso tú también caíste?, porque no es que tengas muy buena reputación tampoco, no te dejo Kayle porque la engañaste-.Expresó la castaña quien seguía bebiendo, ya no sabía que-.
-Rachel…-. Intentó detener Kurt-.
-No es tu asunto él porque mi relación terminó, además no creo que estés así por una simple pelea, ¿Ya se cansó de ti la rubia?, no me sorprendería, mírate eres un fracaso, ni siquiera pudiste llevar a tu Club a la final-. Respondió de manera ofensiva-.
-¡No tengo porque escucharte!-. Exclamó Rachel subiendo el tono y levantándose de la mesa-.
-Rachel, ¿a dónde vas?-. Preguntó Britt-.
-Al baño-. Respondió medio tambaleándose-.
-¿Te acompaño?-. Ofreció la bailarina-.
-No Britt, yo puedo ir sola-.
Volviendo a la otra mesa, el ánimo estaba mejorando considerablemente puesto que Quinn en ningún momento había nombrado a Rachel y se reía de todas las bromas que Alison hacía de Kayle y su pasado.
-Veo que no sabes mucho de todas las locuras que hacía tu novia cuando estaba en Nueva York-. Expresó la chica-.
-Alison-. Le advirtió otra vez-.
-Vamos Kay, deja que hable o acaso hay algo que me quieras ocultar-. Preguntó Santana-.
-No…supongo-. Contestó dubitativa-.
-No está segura porque no se acuerda de muchas cosas que hiso-. Dijo riendo-.
-Puede ser, pero lo que recuerdo claramente es que no estaba sola, tú siempre estabas conmigo o no-. Contratacó-.
-Creo que ambas tienen secretos, por eso se protegen-. Dijo la latina-.
-Igual que tú y yo San, recuerda que estábamos en club de celibato, pero no éramos precisamente vírgenes-. Exclamó Quinn provocando una risa grupal-.
-Ok, antes de que mi amiga comienza a develar nuestro pasado, iré al baño-. Dijo Santana para luego levantarse de la mesa-.
La latina estaba pasando un buen momento, y aunque estaba segura que a Quinn en la mañana le iban a pesar todos esos Manhattan, la gustaba verla por lo menos con una sonrisa.
Entró a uno de los cubículos, y al salir vio que Rachel estaba en uno de los lavamanos, mojándose la cara, bastaba verla para darse cuenta que no estaba con sus cinco sentidos, tener tolerancia al alcohol no era el fuerte de la diva, podía emborracharse con dos copas.
-Santana-.
-Berry-. Contestó sin darle mucha atención-.
-Santana, tienes que ayudarme-. Le pidió sosteniéndole el brazo-.Tienes que hacer que hable conmigo, a ti es la única a quien escuchara-.
-No Berry, no haré eso, tú la lastimaste ahora te atienes a las consecuencias-. Respondió con seguridad-.
-Nunca fue mi intensión herirla, la amo, ella es mi novia, yo no la engañe fue sólo un estúpido error-. Intento justificarse sin soltarla-.
-Berry a mí no tienes que darme explicaciones, yo siempre voy a estar del lado de Quinn, además pienso que ninguna de las dos está en condiciones de hablar, es mejor que esperes a que las cosas se calmen-. Dijo bajando el tono, para que la soltara-.
-¡No! ¡No quiero esperar! ¡No puedo estar tranquila mientras otra tipa le coquetea!-.
Exclamó enojada-.
-No está coqueteando con nadie, es sólo una amiga, y no te pongas en ese plan celos, porque la que la engaño fuiste tú, y si no te perdona tendrás que asumirlo, yo te lo advertí Berry, que no la lastimaras y lo hiciste así que no me pidas ayuda, porque no te la daré-. Le recordó la latina que con un movimiento se soltó de la diva e iba a salir-.
-No puedo creer que tengas cara de decirme eso, cuando tú hiciste lo mismo, aunque claro hay una diferencia, yo no quería tú sí-.
-¡Que me estás queriendo decir Berry!-. Exclamó Santana subiendo la voz-.
-¡Que tú engañaste a Kayle con Britt! ¡Sé que la besaste en el avión Santana!, Ella me lo dijo-. Respondió con mismo tono alto-.
-No voy a hablar contigo sobre eso, menos en tu estado-. Expresó y salió para tomar un poco de aire, Rachel le había recordado algo que había querido olvidar.
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Francis cuando Rachel se levantó se arrepintió en algo de sus palabras, esa chica no le desagradaba del todo, dejando de lado su horrible gusto en la ropa, en todo lo demás era bastante agradable. Así que después de un rato, se disculpó con Kurt y Britt para levantarse de la mesa y poder seguirla y tuvieran una conversación más civilizada.
Cuando estaba en la puerta escuchó una discusión, iba a intervenir hasta que se dio cuenta que era con Santana con quien estaba discutiendo Rachel, por lo que se detuvo a escuchar.
Abrió sus ojos al máximo cuando escucho que Rachel le tiraba en cara a Santana haber engañado a Kayle, no lo podía creer, se enfureció porque sabía todo lo que su ex novia quería a la latina y no era justo que le estuviera mintiendo, Kayle no se lo merecía y aunque se arriesgara a que no le creyera ella debía decírselo.
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Kayle estaba apoyada en la barra bebiendo tranquilamente de su copa mientras observaba como Quinn bailaba con Alison. Ya le había advertido a Alison que no se aprovechara de la rubia, porque no estaba pasando por un buen momento y su amiga acepto, aunque no pudiera evitar coquetearle la rubia y recibir esos gestos de vuelta, Quinn era realmente hermosa, así que podía atraer la atención no sólo de Alison sino de cualquier chica que se encontrara ahí.
-Kay…podemos hablar-. Pidió Francis posicionándose al frente de la chica-.
-¿Sobre qué?-. Preguntó-.
-No quiero hablarlo acá, podemos ir a la terraza, es importante-.
-No creo que sea buena idea Francis, Santana debe estar por regresar y no quiero tener problemas con ella-. Respondió-.
-Es de tú novia de quien tengo que hablarte, sólo serán unos minutos-.
-Está bien-. Aceptó, no sabía lo que era pero por la expresión de Francis decidió averiguarlo-.
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Quinn se sentía libre y aunque nunca había disfrutado tanto del baile en ese momento se movía al son de la música y para su suerte tenía una acompañante que no lo hacía nada de mal. De a poco se fue acercando hasta alzar los brazos alrededor del cuello de Alison, y realizar provocativos movimientos, tanto que sus cuerpos parecían estar demasiado cercanos, casi pegados.
-Calma bonita, mira que le prometí a Kayle cuidarte y no aprovecharme de las circunstancias-. Susurró al oído de la rubia-.
-No te estás aprovechando de nada, tú eres sexy, yo soy sexy, y créeme si algo pasa es porque así lo quiero-. Respondió con voz sensual-.
-Sí que eres sexy, no sólo eso, eres realmente hermosa, pero estás herida y con tantos Manhattan seguro te arrepientes después-.
-Pensé que eras el tipo de chica que no le importa eso, sólo llevarte a alguien a la cama-.
-Lo soy o lo era, pero no quiero eso contigo, prefiero conquistarte cuando estés sobria-. Respondió guiñándole un ojo-.
Quinn sonrió ante ese gesto y siguió bailando sin despegar su cuerpo del de Alison, le gustaba esa cercanía, y disfrutaba al sentir las manos de la chica sobre sus caderas para seguirle el ritmo.
Rachel al salir buscó a Quinn con la mirada, ya no aguantaba más estar lejos de su rubia, y no tenía la certeza pero al parecer el alcohol le estaba dando valentía para volver a enfrentarla. Cuando por fin la encontró se detuvo en seco, no le gustaba para nada ver a su novia coqueteando descaradamente con esa chica, le estaba bailando de espaldas, con movimientos atrevidos y sexys. Siguió caminando y se puso justo al frente de la rubia.
-¡Quinn Fabray!-. Le gritó la pequeña diva haciendo que Quinn abriera sus ojos y se quedara paralizada-.
-¿Qué quieres?-. Preguntó reaccionando y tomando unos centímetros de distancia de Alison-.
-¿Qué se supone que estás haciendo?, ¡eres mi novia no puedes estar bailando así con ella!-. Le reclamo-.
-¡Realmente estás loca! ¡Te sorprendo besándote con un tipo y tienes la cara de venir a reclamarme y decirme que aún eres mi novia!-. Le respondió agresiva-.
-Me dijiste muchas cosas pero nunca que habíamos roto, lo recordaría-. Se justificó en ese juego de palabras-.
-¡Te dije que no quería verte nunca más! Pero por si eso no fue suficientemente claro, te lo digo, tú y yo no somos nada, ¡Nada!, ya no eres mi novia, así por favor vete que estoy bailando-.Dijo mientras tomaba la mano de Alison-.
-Quinn, no me voy a ir hasta que hablemos, si tengo que quedarme aquí toda la noche lo haré-.
-Porque mejor no tomas en cuenta lo que dice y te vas, no quiere hablar contigo-. Intervino Alison-.
-¡Tú no tienes ningún tipo de opinión aquí!, Acaso no te das cuenta que sólo te está utilizando para darme celos-. Le respondió-.
-Rachel vete, no quiero armar otra escena-. Le pidió Quinn-.
-¡Que no lo haré!-.
-Te dijo que te fueras, déjanos bailar, aquí nadie te necesita-.Agrego nuevamente Alison quien no tenía la paciencia como una de sus virtudes-.
-¡Te dije que no te metieras en esto!-. Exclamó y con un movimiento le dio un empujón a Alison-.
-¡Ya basta!-. Gritó Quinn, quien llamó la atención de Kurt quien estaba cerca y sostuvo a Rachel antes de que siguiera con eso-.
-Por favor sácame de aquí-. Le pidió la rubia a Alison quien le tomo la mano y la alejó de Rachel una vez más-.
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Santana había salido por un momento para ordenar su mente, había estado pendiente todo el día de Quinn, lo que produjo que se olvidara de su propia situación y lo complicada que estaba, porque una parte de ella quería decirle la verdad a Kayle, aunque se arriesgaba a perderla, no sentía justo ocultarle cosas, además tenía toda la intensión de que eso no se volviera a repetir.
Una vez que decidió entrar fue directamente a la barra por un trago, miró buscando a alguna de sus amigas o a Kayle pero no se veían por ninguna parte, así tomó su vodka y se dirigió a la mesa que antes compartían. Casi al llegar se le atravesó una rubia que no tenía la intensión de moverse.
-¿Qué casualidad?-. Expresó la bailarina-. Sin buscarte te sigo encontrando-.
-Yo no lo llamaría casualidad si conscientemente te me atraviesas-. Respondió la latina dándole un trago a su copa-.
-A veces hace falta darle una ayudita al destino, sobre todo cuando algunas personas se niegan a aceptarlo-. Dijo acercándose-.
-Britt, por favor…-.Advirtió la latina-. Ya hablamos de esto-.
-Lo sé, sólo quiero pasar algo de tiempo con mi mejor amiga, ¿O ya tampoco eres eso?-.Preguntó con la voz algo trabada-.
-Lo soy Britt… ¿Cuántas copas te has tomado?-. Preguntó-.
-Algunas-. Respondió evasiva-.
-¿Algunas como para empezar a preocuparme de cuidarte y no te comiences a quitar la ropa?-. Preguntó con una sonrisa, sabía cómo era Britt bajo la influencia del alcohol-.
-Mmm…tal vez-. Respondió con esa sonrisa angelical-.
- Eso no me dice nada Britt, no quiero que armes un espectáculo en donde bailes semidesnuda-.
-Lo sé, sólo a ti te gusta verme desnuda, nunca te ha gustado compartir-. Expresó acercándose más-.
-Yo…no…Britt, distancia-. Pidió la latina ante la visible cercanía de la rubia y lo sensual de su voz al decir lo anterior-.
-Sabes que me encanta ponerte nerviosa, eso me dice que todavía te pasan cosas conmigo, que todavía me deseas-. Susurró en el oído, lo que produjo que la temperatura de la morena subiera considerablemente-.
-Britt, aún eres mi mejor amiga, pero si cada vez que hablemos vas a intentar provocarme tendré que volver a pedirte que te alejes-. Respondió tomándose unos centímetros para recuperar la compostura-.
-Lo entiendo ¿Puedo pedirte algo?-.
-¿Qué quieres Britt?-. Preguntó sabiendo que lo que fuera era difícil negarse sobre todo que la rubia todo lo acompañaba con esa sonrisa-.
-¿Baila conmigo?-. Le pidió-.
-Britt, la última vez que baile contigo me metí en problemas con Kay, no creo que sea buena idea-. Respondió insegura-.
-Yo no veo a tú novia por ninguna parte además… ¿Un baile conmigo no merece la pena aunque tengas problemas después?-. Dijo tomándole la mano-.
Santana la miró sabiendo que no iba a poder negarse a la petición, algo que amaba hacer con la rubia era bailar, eran momentos en que sentía como fluía el cuerpo de la rubia cerca del suyo con tal naturalidad que podía jurar que en algún momento fueron uno solo. Brittany no le quitaba de encima esa mirada intensa, y el celeste cielo se hacía algo más oscuro, ante la necesidad de la rubia de tener más cerca a su latina.
-Vamos…no me hagas pedírtelo otra vez-.
-Está bien-. Aceptó la latina dejando su copa en la mesa y tomando la mano que le ofrecía la rubia-.
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Kayle miraba fijamente a Francis quien llevaba algunos minutos sin decir una palabras. Estaba perdiendo la paciencia, porque aún no estaba segura de querer estar ahí, no tenía claro por qué había aceptado la petición de la rubia-.
-Francis, vas a decirme algo o vas a estar en silencio, porque si es así mejor vuelvo a entrar-. Expresó la morena con su copa aún en la mano-.
-Sé que no me vas a creer cuando te lo diga, pero te puedo asegurar que es verdad, no lo estoy inventando por celos ni nada de eso-. Comenzó a hablar la rubia-.
-La verdad Francis, no sé porque vine, probablemente no será nada bueno, tú odias a Santana y eres capaz de decirme cualquier cosa sobre ella-.
-Sabes que jamás diría algo para lastimarte, algo que sé te va a dañar-. Le dijo la rubia acercándose-.
-Porque no me dices de una vez Francis, sabes que odio cuando no hablas en forma directa-. Contestó esquivando la mirada de la rubia que aún ejercía un poder sobre ella-.
-Te amo aún Kayle, eso no lo voy a negar y sé que al decirte eso, disminuye la probabilidad de que me creas, pero porque te amo es porque no voy a dejar que nadie te lastime, menos que te mienta o te engañe-.
-Francis, si no me dices ahora, me iré-. Advirtió la morena-.
-Santana…te engaño con Brittany, lo escuché por casualidad, Rachel se lo decía y Santana no lo negó, la besó en el avión cuando venían a Nueva York-. Le contó Francis-. Lamento ser yo quien te lo diga-.
Kayle miró fijamente a los ojos a Francis, buscando algún aunque fuese mínimo indicio de que le estaba mintiendo, la conocía a la perfección y se podría dar cuenta de inmediato, pero no lo encontró, en los ojos verdes de la rubia, había pura sinceridad.
Corrió hasta que sus piernas ya se cansaron, estaba débil, nunca antes se había sentido tan frágil. Estaba en un parque, podía ser Central Park o tal vez otro, eso no lo tenía claro, las lágrimas comenzaron a brotar por sus ojos por primera vez después de haber visto a Rachel, en brazos de St. James. Se sentó en una de las bancas, y llevó las manos a su rostro, estaba destrozada, algo dentro se había roto y sabía muy bien que era. Sí, por primera vez, alguien había conseguido romper el corazón de Quinn Fabray, la reina de Mckinley, la chica más popular, quien podía tener a quien quisiera, y quien curiosamente estaba siendo destrozada por Rachel Berry, era inverosímil, pero tan real que se podía sentir en cada sollozo que desprendía la rubia intentando calmar su dolor.
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Rachel sintió como una de las puertas del teatro era cerrada con violencia y fue ese ruido lo que provoco que se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
-¡Suéltame!-. Exclamó alejando de un empujón al chico-.
-Vamos Rach, lo estabas disfrutando tanto como yo, no puedes seguir negándolo, ahora sé que tienes sentimientos por mí-.Expresó Jesse en forma arrogante e intentando volver a acercarse-.
-¡Eso no es cierto!...Tú me sorprendiste, cuantas veces te tengo que decir que ya no hay nada entre nosotros, estoy con Quinn, la quiero, me hace feliz y ahora somos novias-. Respondió la diva con algo de enojo en su voz-.
-Rachel, tienes que terminar con esa farsa que tienes con Quinn, tú no eres gay, simplemente estás confundida, y con esto que acaba de pasar entre nosotros me dejas claro que me sigues queriendo-.
-¡Esto no significa nada más que un error!, yo estaba pensando, cantando, me deje llevar por un minuto, eso no significa que tengas sentimientos por ti, la quiero Jesse, la quiero más de lo que algunas te quise a ti o a Finn, por favor entiende eso y déjame en paz de una vez por todas-.
-No puedo hacer eso, te quiero, y puedes negarlo todas las veces que quieras, pero sé que sentiste algo cuando nos besábamos, no renunciare a ti Rach, no lo haré otra vez-.
-¡Que acaso no me estás escuchando!...!No quiero nada contigo!, pensé que podíamos ser amigos, pero veo que me equivoque, aléjate de mí Jesse, porque ahora ya nada que venga de ti puede interesarme-. Expresó la castaña y se alejó con rapidez-.
-¡No lo haré! Y no voy a descansar hasta que vuelvas a mi lado-. Le gritó mientras veía como se salía del teatro-.
Rachel salió y tenía la necesidad de ver a Quinn, se sentía tan culpable por lo que había pasado, no entendía cómo podía ser tan estúpida. Mientras cantaba sólo pensaba en su rubia y en todos los momentos hermosos que habían pasado juntas, y de un segundo a otro se estaba besando con Jesse, tardó en reaccionar, pero cuando lo hiso se dio cuenta de la gravedad de lo que había hecho, porque conocía a Jesse y tenía claro que iba a tomar todo lo que pudiera estar a su favor para separarla de su novia.
Cuando entró a la habitación que había compartido con Quinn la noche anterior, comenzó a buscarla en forma frenética, la llamó, pero no hubo respuesta, la rubia definitivamente no se encontraba ahí.
De inmediato bajo a su habitación, la que compartía con Britt, pero tampoco la encontró, y ahí ya su desesperación fue aumentando.
-Britt…-.Llamó la castaña acercándose a la cama en la que dormía la rubia-.
-Mmm…Rach…-.Respondió aún media dormida-.
-Britt… ¿Has visto a Quinn?, sabes si ha estado aquí-. Le preguntó-.
-No lo sé Rach, creo que no, no he sentido que nadie entré a la habitación más que tú-. Respondió algo más despierta-.
-No la encuentro por ninguna parte-. Expresó la castaña preocupada-.
-¿Pero no pasaron la noche juntas?-.
-Sí, pero esta mañana cuando desperté, salí por una hora y cuando regresé ya no estaba, y tampoco está aquí, no sé dónde más pudo haber ido-. Explicó-.
-Mmm…tal vez este con Santana, tú sabes, quizás no aguanto a contarle lo maravillosa de su cita-. Dijo la rubia para intentar calmarla-.
-Suena lógico…llamaré a Santana para ver si esta con ella, porque el móvil de Quinn lo dejo en la habitación-. Contestó levantándose de inmediato para buscar su teléfono-.
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Santana había decido pasar esa noche con Kayle. Quinn le había comentado de su cita con Rachel y no se quería arriesgar a compartir la pieza solo con Britt después de todo lo que había ocurrido entre ellas.
Había despertado no hace mucho, y disfrutaba ver como su novia dormía entre sus brazos, sentía una tranquilidad, estaba apreciando de verdad cada momento que podía pasar con Kayle. Quería dar ese paso que le permitiera comenzar de cero, y no volver nunca más a herir a su novia.
Su momento se reflexión fue interrumpido por el sonido de su celular. Lo buscó con la vista y se dio cuenta que lo había dejado en la mesita de noche justo a su lado, por lo que se movió con delicadeza para no despertar a Kayle y lo tomó.
-Hola-. Contestó no de muy buena gana, odiaba que la llamaran tan temprano-.
-Santana, ¿está Quinn contigo?-. Preguntó rápidamente la diva-.
-Buenos días Berry, si he dormido bien y tú-. Contestó sarcástica-.
-Siento haber olvidado mis modales Santana, pero estoy preocupada porque no logro ubicar a Quinn y pensé que podía estar contigo-. Explicó-.
-No Berry, no está conmigo, ¿No debería estar contigo?-.
-Debería, pero esta mañana salí y cuando volví ya no estaba-.
-¿Y porque no la llamas?-. Preguntó lo obvio-.
-Dejo su celular en la habitación-.
-Pues, no te preocupes, debe haber salido a dar un par de vueltas, tú sabes cómo es, le gusta disfrutar de su soledad a veces, seguro vuelve pronto-.
-Eso espero…puedes avisarme si se comunica contigo-. Pidió-.
-Claro, yo te llamó si se algo de Quinn-.
-Gracias Santana, nos vemos luego-.
-Nos vemos-.
Santana quedó algo extraña con la llamada de Rachel, tenía claro todo lo que se había esforzado Quinn por tener la cita perfecta con la pequeña diva, le había pedido ayuda a Kayle para conseguir algunas cosas, no sonaba lógico que desapareciera la mañana siguiente. Una sensación se alojó en su pecho, estaba preocupada por su amiga.
-¿Pasa algo?-. Preguntó Kayle quien se estaba despertando-.
-Mmm…Berry llamó, preguntando si Quinn estaba aquí-. Contestó levantándose de la cama-.
-¿Quinn?... ¿No debería estar con Rachel?-. Preguntó aún con voz somnolienta-.
-Eso le dije yo, pero no está ninguna de las dos habitaciones-. Respondió-.
-Ya, pero pudo haber salido a recorrer por aquí cerca, no tienes que preocuparte, pronto volverá-. Dijo la chica imitando la acción de su novia al salir de la cama-.
-Espero que tengas razón, Quinn no conoce mucho de Nueva York, no puede haber ido muy lejos-.
-San, es el gran día recuerdas, tal vez Quinn decidió dar un paseo para relajarse, eso es todo-.
-Tienes razón eso puede ser… tengo hambre… ¿desayunamos?-.
-Esa es una buena idea… ¿Qué quiere esta mañana, mi hermosa novia?-. Preguntó acercándose para tomarla por la cadera-.
-Mmm…waffles…jugo de frutas...café…tostadas…y creo que eso por el momento-. Respondió con una sonrisa y un gesto infantil-.
-Veo que despertamos con hambre, dame un segundo, llamó de inmediato para que lo traigan a la habitación-. Contestó dándole un beso-.
-Por mientras me daré una ducha-.
-Ok.
Santana se había bañado y luego lo hiso Kayle, estaban casi listan cuando ya su abundante desayuno llegó a la puerta. Se sentaron en la mesa para disfrutarlo juntas.
-¿Nerviosa?-. Preguntó Kayle-.
-Un poco, nunca antes he estado en un escenario tan grande y frente a tanta gente…quiero poder dar todo de mí-. Respondió y le dio un sorbo a su café-.
-Lo darás de eso estoy segura…tú eres magnifica en el escenario-. Dijo con una sonrisa-
-Siempre sabes cómo hacerme sentir mejor y tranquila-. Dijo tomando su mano-.
-Disfruto haciéndote sentir mejor, te quiero San, y si puedo poner cada día en tú rostro una sonrisa, lo haré-. Respondió con seguridad-.
Santana la miraba con amor, acaso alguien se había comportado de esa forma tan dulce y protectora con ella antes, nunca. Se levantó de su silla y se acomodó en las piernas de su novia.
-Te quiero…me haces feliz y no quiero que nada nos separe-. Expresó la latina-.
-Créeme no dejare que eso pase, nunca antes me había sentido con esta fuerza para enfrentar lo que sea con tal de estar contigo, no habrá nada que logre separarnos Santana-.
-Lo sé, aunque ahora será mejor que me vaya, el señor Schu quería que nos juntáramos temprano para ensayar todo por última vez-. Expresó-.
-Y si no quiero soltarte-. Respondió aprisionando con sus brazos a la latina atrayéndola más a su cuerpo-.
-Mmm…podemos hacer un trato-.
-¿Qué trato?-.
-Sí me dejas ir, voy recompensártelo muy bien esta noche-. Susurró sensualmente en el oído de Kayle-.
-Mmm…creo que me convenciste, y nada podrá hacer que deje que cumplas tú parte del trato-. Respondió tomándola delicadamente para darle un apasionado beso-.
Santana se levantó de mala gana, de las piernas de su novia, pero debía ensayar, ella como todos sus compañeros, quería ganar las Nacionales.
-¿Te veo en el teatro?-. Preguntó Santana desde la puerta-.
-Por supuesto ahí estaré-. Respondió-.
Una vez que Santana llegó al lugar de encuentro, comenzó a buscar a Quinn, pero no la veía por ninguna parte, por lo que opto por acercarse a Rachel, quien se veía preocupada.
-Berry… ¿Quinn aún no aparece?-. Preguntó frunciendo el ceño-.
-No…y estoy empezando a preocuparme, han pasado varias horas Santana, y no quiero imaginarme que le ocurrió algo-. Respondió acongojada-.
-Es extraño, segura que no sabes dónde puede estar ¿Tuvieron algún problema?-.
-No, yo sólo me desperté y salí a dar una vuelta, y cuando volví ya no estaba-.
-Un momento… ¿Y porque saliste en primer lugar?-. Preguntó la latina intentado obtener algo de información-.
-No sé, tenía una sensación extraña y decidí salir a tomar aire-. Respondió evasiva y algo nerviosa, lo que fue captado por la morena-.
-Porque creo que hay algo que no me estás diciendo Berry…si le hiciste algo a Quinn, créeme yo…-. No pudo terminar de formular su amenaza, el maestro la interrumpió-.
-Muy bien chicos, ya estamos aquí, en Nueva York, así que practiquemos para que todo salga perfecto, les parece…-.
Todos asintieron con la cabeza y comenzaron los ensayos de la presentación. Primero el dúo que lo realizaban Rachel y Finn, este último noto de inmediato que su compañera estaba absolutamente desconcentrada, puesto no expresaba nada al cantar, por lo que le pidió un minuto de descanso al señor Schue, quien aceptó y siguió practicando el numero grupal.
-Rachel ¿Qué sucede?-. Preguntó el chico-.
-Nada, estoy preocupada, que acaso no te has dado cuenta que Quinn no está-. Respondió a la defensiva-.
-Sí me di cuenta Rach, pero tienes que olvidarla por un momento, ya aparecerá, entiendo que quizás yo no sea la persona a quien quieras cantarle, pero debemos hacerlo lo mejor posible, todo el Glee Club confía en nosotros-.
-Lo sé, tienes razón, lo siento, desde ahora sólo me voy a focalizar en cantar-.
-Esa es la Rachel Berry que yo conozco-. Expresó el chico dándole una sonrisa-.
Cuando ya quedaban tan sólo dos horas para tener que presentarse en el teatro, el maestro les dijo que regresaran a sus habitaciones para arreglarse y ponerse el vestuario. En la habitación de las chicas estaba todo muy intranquilo.
-Ok, ya estoy a punto de llamar a la policía-. Exclamó Santana caminando de un lado a otro-.
-Cálmate San, quizás Q, sólo tuvo un inconveniente y se retrasó-. Intentó calmarla la bailarina-.
-Britt, tú conoces tanto como yo a Quinn, es una perfeccionista, ella no se desaparece así como así el día de las Nacionales, algo le debió haber pasado-.Respondió inquieta-.
-Yo también creo lo mismo, no entiendo como dejo su móvil aquí-. Expresó Rachel-.
-Si vuelve y no le ha ocurrido nada, yo misma le daré una paliza por hacer que me
preocupe de esta manera-.Exclamó la latina-.
-Es tarde, no podemos esperarla más, le llevaremos el vestuario al teatro, seguro llega allá-. Dijo la rubia intentado calmar toda esa tensión que había-.
-Es lo único que podemos hacer-.Respondió Santana-.
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Cuando entraron al teatro, los ojos de todos los integrantes de Nuevas Direcciones se abrieron al máximo. Era realmente impresionante poder pisar un verdadero escenario de Broadway. Estaban ahí con los mejores del país para pelear codo a codo el trofeo.
Se mantuvieron unidos, y las chicas estaban esperando noticias de Quinn, a esas alturas temían que la rubia las dejara plantadas.
Kayle llegó unos minutos después que el coro de su escuela, y diviso de inmediato a Santana, quien estaba con su Club, por lo que prefirió no acercarse por el momento.
Observo a su alrededor y muchos recuerdos se le vinieron a la mente. No era primera vez que estaba ahí, había estado años anteriores apoyando desde el público a Francis, nunca se perdió ninguna de sus competencias, ni del coro ni de las porristas, le gustaba que su novia sintiera que siempre iba a estar ahí. Siempre intentó ser la mejor novia para Francis, lo intentó pero sabía que había fallado en muchas cosas y se lamentaba por ello, quizás no luchó lo suficiente por esa relación. Pero ahora ya era parte del pasado, ahora estaba ahí para apoyar a Santana, la hermosa latina que le había robado el corazón.
-¿Kayle?-. Llamó una voz que ella conocía muy bien, e hiso que se volteara-.
-¿Alison?-. Respondió Kayle incrédula por ver a su amiga ahí-.
La chica sin pensarlo dos veces corrió hacía Kayle atrapándola en un caluroso abrazo.
-No sé si estar molesta contigo y golpearte o simplemente no soltarte más y que hablemos de todo este tiempo que has estado desaparecida-. Expresó tomando algo de distancia-.
Alison Foster, había sido la mejor amiga de Kayle en la academia Akron, se conocían desde niñas y crecieron juntas. Era un año mayor, y muy diferente en personalidad, ya que mientras Kayle era más introvertida, Alison era extrovertida, desenfadada y rebelde. Era también muy hermosa, tenía un cabello que algún momento fue negro, pero que ahora tenía tonalidades rojizas, una piel bronceada, unos ojos cafés casi negros y un cuerpo esbelto y trabajado.
-Si me haces escoger, prefiero hablar a que me golpees, porque si recuerdo bien, tienes una muy buena derecha-. Respondió Kayle intentado sacarle una sonrisa-.
-No puede creer que estés aquí… ¿Cuándo regresaste?-. Preguntó la chica emocionada-.
-No he regresado, sólo estoy de paso por la ciudad, vine para acompañar a mi novia en la competencia de coros-. Explicó la morena-.
-¿Y no pensabas ni siquiera llamarme?, pensé que era tu mejor amiga Kay-. Dijo algo herida-.
-Y lo eres, sólo que no estaba preparada para enfrentar todo mi pasado-.
-A mí no tienes que explicarme nada, yo sé lo que pasó, cuando desapareciste interrogue no muy amablemente a la Barbie caza fortunas, hasta que me dijo lo que había pasado, cuantas veces te lo dije Kay, esa chica iba a arruinar tú vida-. Expresó con seguridad-.
-Ya es parte del pasado Al, no quiero hablar de Francis, ahora estoy con alguien y me hace muy feliz…-.Dijo sonriendo-.
-Me alegra saberlo, te lo mereces aunque seas una horrible amiga y me hayas abandonado por todos estos meses-.
-Prometo retomar el contacto, de verdad lo siento-. Y se acercó para nuevamente abrazarla-.
Desde la distancia Santana había observado toda la escena, y no le gustaba que esa chica que no sabía quién era, estuviera abrazando tanto a su novia, iba a ir a preguntarle, cuando su celular comenzó a vibrar.
-Hola-. Contestó, era un número desconocido-.
-San…-.Se escuchó algo entrecortado-.
-¿Quinn?-.
-Si soy yo, San necesito tu ayuda, la verdad no sé dónde estoy, y salí sin celular y tampoco llevo dinero, necesito que vengas por mí-. Pidió la rubia con la voz extraña-
-Voy de inmediato, le diré a Berry que llamaste, estaba muy preocupada…sólo dame alguna pista, algo de donde estés cerca para ir por ti-.
-No San, no quiero que le digas nada a Rachel, yo acá te explicó-.
-¿Está todo bien?-.
-Nada está bien, San por favor sólo ven por mí-. Repitió la rubia sollozando-.
Santana no pidió más explicaciones, sólo que le diera algún indicio de donde estaba para ir por ella lo más rápido que podía. Se excusó ante todos sin decirles a donde realmente iba, y fue corriendo a buscar a Kayle, para que la acompañara a buscar a su amiga.
-Kay, necesito que vamos a buscar a Quinn-. Expresó la latina sin prestar atención a Alison-.
-¿Dónde está?-.Preguntó Kayle preocupada al ver el rostro de su novia-.
-No lo sé bien, sólo me dio algunos nombres de lugares que pudo ver desde donde me llamó-.
-Ok, dame un segundo, debo llamar para que traigan un auto, como no pensé que lo necesitaríamos les dije que no me esperaran-.
-Está bien, sólo hazlo rápido, la conozco y algo le pasa, estaba llorando-.Expresó desesperada-.
-Tengo mi auto afuera, y conozco esta ciudad mejor que Kay, yo las puedo llevar y así no perdemos más tiempo-. Ofreció Alison-.
-Es una buena idea… ¿Qué crees tú Santana?-. Preguntó Kayle-.
-Vámonos, yo sólo quiero llegar pronto a donde esta Quinn-.
Las tres chicas salieron con velocidad del teatro, el vehículo estaba estacionado casi al frente, por lo que no demoraron en subir. Kayle y Alison estaban adelante revisando la lista que les dio Santana de los lugares que estaban cerca de donde se encontraba Quinn. Comenzaron a recordar y pensar hasta que descifraron donde estaba la rubia.
Era un parque a unas veinte o quizás más cuadras de donde estaba el hotel. Santana estaba atenta mientras buscaba con insistencia encontrarse con su amiga.
-San…creo que ahí está-. Apuntó Kayle hacía una de las bancas-.
-Tienes razón, es ella-.
-Creo que es mejor que sólo vayas tú, no se ve muy bien, necesita a su mejor amiga, sólo recuerda que falta menos de una hora para que sea su turno, así que apresúrate nosotros te esperaremos aquí-.
Santana se bajó del vehículo y corrió hacía donde estaba Quinn, quien tenía un semblante triste y estaba clavada mirando el piso.
-¡Quinn!-. Exclamó la morena quien estaba casi al lado de la rubia-.
-San-. Respondió y se levantó para refugiarse en los brazos de su amiga-.
-Tranquila, ya estoy aquí…dime que ha pasado, estaba tan preocupada por ti-. Preguntó acariciando el cabello de la rubia con cariño-.
-Me engaño San, eso pasó, pasó la noche conmigo y en la mañana corrió a los brazos de St. James-. Respondió entre sollozos y lágrimas que volvían a sus ojos-.
-¿Qué?... ¿Berry te engaño?... ¿Estás segura?-. Dijo sorprendida-.
-Yo la vi, cuando desperté ya no estaba y pensé que podía haber ido al teatro y ahí estaba en medio del escenario besándose con ese idiota-. Respondió sin dejar de llorar-.
-No puedo creer que te haya hecho algo así, ella…estaba tan preocupada como yo por tu desaparición…es ilógico-. Murmuraba la latina intentado encontrar una explicación-.
-Es una gran actriz, me ha mentido todo este tiempo, nunca lo olvido, sólo estuvo conmigo para burlarse de mí, para vengarse por todo lo que le hice, nunca me quiso San-.
-Calma, quizás es un mal entendido, es mejor que hables con ella, no es bueno que te apresures así-. Expresó tomando algo de distancia-.
-No San, no hay nada que pueda decirme que calme este dolor que tengo en mi pecho, pasamos la noche juntas, se entregó a mí diciendo que me amaba, que era especial, y cuando despierto no está, y no sólo eso sino que se escapó para verse con él, para besarse con él a escondidas, esto no se lo puedo perdonar-. Decía con algo de odio en su voz-.
-¿Qué vas a hacer Quinn?...Vas a volver conmigo, tenemos poco tiempo antes de que nos toque presentarnos-. Preguntó la latina-.
-No lo sé San, no quiero verla, no puedo estar cerca de ella otra vez-.Respondió insegura-.
-Pero Quinn, no lo hagas por ella, hazlo por ti, por el Club Glee, todos hemos trabajo duro para llegar aquí, no dejes que lo arruine, no es justo-. Pidió la morena sosteniendo ambas manos de su amiga y mirándola fijamente-.
-Sé que tienes razón, pero no sé cómo actuar cuando la vea, tengo tanta rabia, tanto dolor, que no sé si logre controlar todo eso-.
-Tranquila, yo estaré ahí, y no me separare ni un segundo de ti-.
-Gracias San, eres una gran amiga-.
-Y tú lo has sido para mí, ahora nos iremos y te prometo que sea lo que sea que pase, estaré ahí contigo-.
Quinn y Santana se fundieron en un cariñoso abrazo, era la promesa de mantenerse unidas, independiente de lo que pudiera pasar en el futuro. Caminaron los metros que las separaban de donde estaba estacionado el auto de Alison.
-Hola Kay…-. Saludó desganada la rubia-.
-Hola Quinn… ¿te sientes mejor?-. Preguntó con preocupación-.
-No, pero lo estaré en algún momento-. Respondió la rubia fijando su vista en la ventana-.
-Sé que tal vez no sea el mejor momento, pero no las he presentado, San, ella es Alison mi mejor amiga, Al, ella es mi novia Santana y su amiga Quinn-. Presentó cordialmente Kayle-.
-Hola Alison, lamento haberte ignorado antes, pero estaba preocupada, gracias por ofrecer tu ayuda-. Contestó amable la latina-.
-No hay problema, no lo tome personal-. Respondió la chica-.
Cuando llegaron otra vez al teatro, Quinn no soltaba la mano de Santana, le daba seguridad, y tranquilidad para poder tener la valentía de enfrentar a Rachel. Se pasaron directamente a los baños en donde las esperaba Britt, a quien la latina le había enviado un mensaje explicando a grandes rasgos la situación y así no le dijera nada a nadie. La rubia se cambió de ropa en silencio y ninguna de sus dos amigas la forzó haciéndole preguntas incomodas.
-¿Estás listas?-. Preguntó Santana-.
-Lo más lista que puedo estar San-. Respondió mirando hacia abajo-.
-Te dije que no estás sola, me tienes a mí-.
-Y a mí-. Añadió Britt, quien había estado distanciada de la rubia pero que al verla así le nacía un sentimiento de protección-.
-Gracias chicas-. Dijo con lágrimas en sus ojos-.
-Estamos aquí para ti Q-. Expresó la bailarina y las tres se fundieron en un abrazo como hace mucho no lo hacían-.
Mientras caminaba hacia donde estaba el resto del Club Glee, no sabía aún cómo iba a reaccionar al ver a Rachel. Un escalofrío le paso por todo el cuerpo cuando la diviso a la distancia, estaba haciendo sus ejercicios de vocalización, se notaba nerviosa, se veía hermosa con ese vestido, eso no lo negaría jamás, pero al verla sentía que su dolor era más agudo, sobre todo al observar como Jesse se le acercaba para darle unas indicaciones.
-Falsa, mentirosa-. Murmuró la rubia para sí misma-.
Rachel cuando vio que Quinn se acercaba, le regalo la más grande de las sonrisas. Estaba demasiado preocupada por ella, y sólo quería poder abrazarla, no necesitaba una explicación de donde había estado, simplemente tenerla ahí.
-¡Mi vida estaba preocupada!-. Exclamó Rachel intentando abrazarla, pero Santana se le interpuso-.
-Es mejor que mantengas la distancia Berry-. Dijo la latina, quien conocía lo impulsiva que podía llegar a ser su amiga y quería evitar una escena.
-Que estas queriendo decir, Santana-. Expresó extrañada la diva-.
-Lo que San, quiere decir que es no quiero tenerte cerca, es tan difícil de entender, Berry-. Añadió Quinn, bajo la atenta mirada de todos los demás chicos-.
-Quinn… ¿Qué pasa?, si esta es tu idea de una broma no me hace gracia en lo absoluto, desapareciste todo el día, estaba preocupada por ti-. Intentaba decir la diva-.
Quinn le hiso un gestó a Santana para que se retirara del medio, esta era su batalla, y por mucho que su amiga intentara protegerla, no podía lucharla por ella.
-Claro, preocupada, me lo puedo imaginar, ¿Ha sido una actuación digna de un Oscar, o no?, realmente nunca supe lo buena actriz que eras hasta ahora-. Expresó sarcásticamente, y con sus ojos tan fríos como el hielo-.
-Quinn, amor por favor, puedes explicarme que te sucede no estoy entendiendo nada-. Pedía la castaña con desesperación, porque ni en los días en donde eran enemigas había recibido esa mirada de odio de la rubia-.
-¡Como puedes ser tan hipócrita!-. Exclamó la rubia subiendo el tono-. ¡Deja de fingir y de hacerte la inocente delante de todos!-.
-Quinn, no me trates así, por favor explícame que hice mal, lo que sea lo arreglare, te lo juro, sólo dímelo, conversemos-. Le pedía con desesperación intentando tomar su mano-.
-¡No te acerques a mí! ¡Nunca más te atrevas a tocarme!...Y quieres claridad, te la daré, eres la persona más falsa que he conocido, me mentiste todo este tiempo, porque mientras yo hacia el papel de imbécil diciéndote que te quería, intentado hacerte sentir todo lo especial que eres para mí, tú te escapabas para andar besándote con St. James, ¿O me lo vas a negar acaso?-. Exclamó perdiendo todo tipo de paciencia y con lágrimas en sus ojos-.
-Quinn, yo te lo puedo explicar, fue sólo una vez, yo no quería, me sorprendió, amor por favor, no es lo que tú crees, yo te quiero a ti, no hay nada entre Jesse y yo-. Se defendía la pequeña diva a estas alturas también llorando-.
Todos los integrantes de Nuevas Direcciones estaban siendo testigos de la escena entre la pareja, muchos no le daban crédito a las palabras de la rubia, sabían que Rachel había tenido una debilidad con Jesse, pero engañar a Quinn, era realmente algo que no esperaban.
-No le sigas mintiendo Rachel, dile lo que pasa entre nosotros-. Intervino Jesse, a quien todos miraron con odio-.
-¡Cállate! ¡No hay nada entre nosotros cuantas veces te tengo que decir que la quiero a ella!-. Le respondió Rachel con odio, en ese momento quería hacerlo desaparecer, por su culpa tenía todo ese problema con Quinn-.
-Veo que por lo menos uno de ustedes es capaz de decírmelo en la cara-. Expresó la rubia con una mirada dura-.
-Quinn, no es verdad, te juro que sólo paso una vez, yo fui una idiota lo reconozco pero no acabemos con esto, él no me importa, tú sí, te amo, eres todo para mí-. Le rogaba la castaña otra vez intentado acercarse-.
-¡Te dije que no me tocaras!-. Se alejó con violencia-. No quiero sentirte cerca otra vez, y si estoy aquí no es por ti, estoy aquí por mis amigos, por mí, yo también luche para esto, y nadie, menos alguien ahora tan insignificante para mí lo va a arruinar, porque desde hoy en adelante Tú no existes para mi Rachel Berry-. Sentenció la rubia con una mirada de odio y apuntándola con su dedo índice-.
-Quinn…no hagas esto, por favor dame la oportunidad, no te voy a dejar ir, te amo demasiado-. Le pedía-.
-Ahora te importa lo nuestro, ¡Ahora!, no me importan tus palabras, ni nada que venga de ti, así que deja de rogar y guárdate lo que quieras decir a alguien que le importe-.Expresó e iba a caminar hacia donde estaban los demás-.
Rachel sentía que caía en un pozo oscuro y que nada podría sacarla de ahí, no podía perderla, no concebía su vida sin esa rubia que la había hechos sentirse tan viva y tan amada, debía utilizar todo lo que estuviera a su alcance para recuperarla-.
-Quinn…-. Dijo para llamar su atención y la tomo con decisión para intentar besarla-.
La rubia sintió como la pequeña diva la tomaba con tal fuerza que casi la hace perder el equilibrio. Hiso colisionar sus labios de manera violenta y necesitada, pero Quinn era más fuerte y no iba a soportar que utilizara esa arma a su favor, no después de todo ese dolor que le estaba provocando.
Quinn la empujo y como acto reflejo le dio una cacheta que hiso eco, en todo el lugar, y mucho más en el fondo del corazón de la diva.
-¡Nunca más vuelvas a intentar hacer eso!-. Le gritó y corrió a donde estaba Santana-.
Rachel seguía con su mano en la mejilla y con las lágrimas que fluían en abundancia, no podía creer que todo lo que había tardado meses en construir se derrumbara en un par de minutos, estaba absolutamente devastada.
La atención se desvió cuando por alta voz anunciaron que ellos eran los próximos en subir al escenario. La verdad, es que estaban todos totalmente desconcentrados después de presenciar lo ocurrido entre Rachel y Quinn. El maestro lo noto así que los hiso formar un círculo para darles la última arenga.
-Chicos ustedes tienen el talento suficiente para vencer a todos los demás coros, hemos trabajado por dos años y más que un Club, somos una familia, nos queremos y juntos enfrentaremos todos nuestros problemas, suban y demuestren todo lo que saben-. Exclamó el señor Shue, mientras más de una mirada se cruzaba entre ellos.
Comenzaron a sonar los primeros acordes de Pretending, la canción que había escrito Finn. El chico estaba utilizando todo su potencial, su voz e intentaba buscar a Rachel con la mirada, pero ella se veía tan ida, aún corrían lágrimas por su rostro y eso se evidenciaba claramente en su voz.
La pequeña diva estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por rendir de la mejor manera en el escenario, pero lo cierto era que sólo quería correr, quería desaparecer o que alguien la despertara de esa pesadilla. No fue tanto el golpe lo que le dolió, sino la actitud de la rubia, su mirada con odio, con rencor, casi con repulsión hacía ella, fue eso lo que le produjo que su corazón se rompiera, porque veía que era casi imposible recuperarla.
Sin darse cuenta la canción ya había finalizado, no lo había hecho bien de eso estaba segura, ahora no sólo le había fallado a Quinn sino que a todos sus amigos.
La canción grupal intento subir el ánimo y al primera en cantar era Santana, quien con su hermosa y potente voz le dio un golpe para despertar a unos alicaídos Nuevas Direcciones, siguió cantando, Artie, Britt, Finn, Tina y así todo el coro desprendía energía para levantar al público de sus asientos. Quinn seguía cada paso casi en forma robótica, quería que eso terminara para alejarse lo más posible de Rachel.
Al finalizar la canción todo el público los ovacionó, habian podido dar vuelta todo y terminar de la mejor manera posible la presentación, esperaban que eso haya sido suficiente.
-¡Quinn!-. Llamó Santana intentado alcanzar a su amiga-.
-Tengo que salir de aquí San-. Respondió-.
-No vas a esperar los resultados-.
-No, no quiero estar aquí-.
En ese momento apareció Kayle acompañada de su amiga.
-¡San estuviste increíble!-. Exclamó acercándose para abrazar a Santana y darle un beso-.
-Gracias-. Contestó no tan emocionada-.
-¿Qué pasa?-. Preguntó descolocada por la respuesta de su novia-.
-Puedes sacar a Quinn de aquí, por favor-. Le pidió a su novia-. Yo voy a esperar los resultados y te llamo para ver donde estas, necesito que cuides de ella, Kay-.
-Claro, no hay problema-. Respondió aún sin saber qué es lo que había pasado-.
-Gracias Kay-. Le dijo la rubia-.
-Creo que conozco un lugar en donde vas a olvidar todos tus problemas, eres demasiado hermosa como para estar triste-. Exclamó Alison con una coqueta sonrisa-.
-Al, controla tus comentarios-. Regaño Kayle dándole una mirada-.
-No hay problema, no me molesto-. Dijo Quinn-.
-Nos vamos entonces, te veo luego y de verdad estuviste increíble-. Se despidió la morena de ojos verdes dándole un último beso a su novia-.
Santana volvió a donde estaba el resto del grupo, con la vista baja, no le gustaba ver a Quinn así, ni cuando la rubia estuvo embarazada la vio tan desolada.
-¡Podrías mirar por donde caminas!-. Exclamó Francis que no había notado que era Santana con quien chocó-.
-¡Que acaso tú tampoco me viste!-. Le respondió subiendo la cabeza para encontrarse con la rubia-.
-López-. Dijo a modo de saludo para nada cordial-.
-Johansen-. Respondió la latina de la misma forma-.
-Al parecer no te cansas de cruzarte en mi camino-. Expresó firme-.
-Lamento profundamente cruzarme contigo-. Contestó sarcásticamente y con una mano en su cadera-.
-No más que yo, ¿Qué haces?, ¿esperando a ver los resultados?-.
-Que más podría hacer-.
-¿Y Kayle no está contigo?, A mí siempre me acompañaba hasta el final-. Dijo con insidia-.
-Mi novia-. Expresó haciendo énfasis-. Acompaño a mi mejor amiga porque yo se lo pedí, o sino estaría aquí conmigo, como siempre durante todo nuestro viaje-.
-Es mejor que me vaya al parecer ya están los resultados-. Se despidió-.
Santana le dio un sonrisa con suficiencia, sabía que el sólo hecho de pronunciar la palabra novia para referirse a Kayle, ya era suficiente para dejarla sin palabras. Siguió avanzando y Britt la esperaba con un rostro de preocupación.
-San, ¿Y Quinn?-. Preguntó la rubia bailarina-.
-Quería irse así que le pedí a Kayle que se la llevara-. Le explicó-.
-Rachel está muy mal, se encerró en el baño y no hay quien la saque de ahí, Quinn fue muy dura con ella-.
-Berry se lo buscó, además Quinn también está mal, ella es la victima aquí-. Respondió-
-Rachel me dijo que no la engaña, fue culpa de St. James, la tomó por sorpresa y ella a penas se dio cuenta lo alejó, yo le creo, ella quiere a Quinn-. Explicó la rubia-.
-No sé Britt, creo que cuando Quinn esté preparada quizás la escuche, es una decisión que ella debe tomar, yo la apoyare siempre-.
-Ustedes son tan parecidas, las dos prefieren sufrir antes de escuchar a otras personas-. Dijo Britt sorprendiendo a la latina-.
-Eso no es así, Quinn se siente vulnerable, entregó su corazón por primera vez y Berry lo rompió, ese tipo de heridas no sanan de un día para otro, por mucho que uno quiera-. Le respondió-.
-Rachel nunca quiso romper su corazón, ella la ama, como nunca amo a nadie, y se merece una segunda oportunidad, Quinn debería ser más valiente y escucharla, porque es la única que la puede hacer feliz-. Contratacó-.
-Lo que Quinn necesita, es tiempo y espacio así puede tomar una decisión sin Berry, presionándola-.
-Cuando uno está enamorada, no necesita ni tiempo ni espacio, si eso pasa Rachel puede correr el riesgo de que alguien más se involucre en su relación-.
-Bueno quizás Quinn pueda conocer a alguien que la quiera y no la haga sufrir-. Santana mantuvo su mirada fija sobre la rubia, ambas sabían perfectamente que esa conversación no era precisamente sobre sus amigas-.
Brittany odiaba tener que hablar de esa manera con Santana, le agotaba la paciencia que la latina fuera tan terca y no reconociera que aún la amaba y que por eso no lograba que su relación actual fuera del todo sólida.
-Chicas, ya están los resultados-. Avisó Mercedes quien fue testigo de esa guerra de miradas que experimentaban-.
-Vamos-. Pidió Santana-.
Todos se dirigieron hacia donde estaban puestos los resultados de los diez coros que pasaban a la final del día siguiente, los top ten. Al ir caminando pudieron apreciar la celebración de los ya clasificados, entre ellos Vocal Adrenaline y en coro de la Academia Akron que lideraba Francis.
Cuando estaban al frente, el Señor Schue se ofreció a ir a ver. En su rostro estaba la decepción, no estaban en los top-ten.
-Señor Schue-. Dijo Finn-.
-¿En qué lugar estamos?-. Preguntó Kurt-.
-Lo siento muchachos, no estamos clasificados-. Expresó el maestro con pesar-.
Los chicos tenían en su rostro marcada la frustración y la decepción, esperaban haber estado ahí, peleando la final, entre los mejores del país. Pero eso no había sido posible.
Se dirigieron al Hotel casi en completo silencio. Santana decidió que era momento de llamar a Kayle para saber si estaba ahí o en otro lugar.
-Hola-. Contestó Kayle-.
-¿Dónde están?-. Preguntó, aunque se dio cuenta que no en el hotel por el ruido que escuchaba-.
-Estamos tomándonos unas copas en el Mercury-. Respondió forzando la voz para que su novia la escuchara-.
-Ok, ¿Cómo llego ahí?-.
-Pondré a un chofer que te espere en la entrada del hotel, cuando estés afuera me llamas-.
-Está bien, nos vemos-.
La llamada no se extendió mucho por todo el ruido que tenía Kayle de fondo. Santana iba a subir para arreglarse, cuando alguien la detuvo.
-Creo que escuche que alguien está planeando salir de fiesta-. Expresó Puck-.
-No es tú asunto Puckerman-. Respondió Santana-.
-Creo que deberíamos ir todos, no es justo que sólo tú salgas, hemos perdido, lo mínimo es que salgamos a olvidar las penas-. Dijo Noah quien había captado la atención de todos-.
-Apoyo a Puck, prácticamente no hemos salido del Hotel y ya mañana nos vamos, así que me apunto para salir a disfrutar de la noche Neoyorkina-. Expresó Mercedes quien con algunos tragos podía ser el alma de la fiesta-.
-Está bien, nos vemos todos aquí en la entrada en media hora-.
Santana subió y en su habitación ya estaban Britt con Rachel, quienes no habían escuchado nada de los planes, ya que al entrar subieron de inmediato a su habitación. La latina fue directamente a darse una ducha, había sido un día realmente agotador, y tenía la sensación de que faltaba mucho para que terminara. Cuando salió se vistió y fue a hablar con las chicas.
-Todo el Glee Club va a salir esta noche, ¿Van con nosotros?-. Preguntó amable aunque no quería que Rachel fuera, para provocar otra escena como la del teatro-.
-¿A dónde van a ir?-. Britt curiosa-.
-Mercury creo que se llama, Puck me escuchó hablando con Kayle y se invitó solo al igual que los otros-. Respondió-.
-¿Espera?...Kayle esta con Quinn no es verdad-. Expresó la pequeña diva levantándose del sofá-.
-Sí Berry, así si me lo preguntas, me gustaría que tú no fueras, Quinn dejo claro que no quiere verte-.
-Eso no lo decides tú, Santana-.
La latina no quería entrar en conflicto, así que dio la media vuelva para terminar de arreglarse e ir al Club.
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Kayle después de salir del teatro acompaño a Quinn hasta el hotel para que se cambiara de ropa. Le preguntó que quería hacer y antes de la que rubia respondiera Alison, le hablo del Club Mercury donde ella y Kayle solían ir todo tiempo.
No estaba en los planes de Quinn, salir a celebrar precisamente, pero necesitaba liberarse, sacar ese dolor que tenía, y la opción de adormecerlo con algo de alcohol no era mala idea, sin contar que la amiga de Kayle le coqueteaba y eso no le estaba molestando.
Cuando llegaron y para ser bastante temprano aún, había ya una inmensa fila de persona para esperar entrar. Alison con esa actitud de Rockstars, siguió caminando hasta la entrada y sin siquiera decir una palabra el guardia las dejo entrar.
-Eso fue impresionante, siempre entras así a los clubes-. Preguntó Quinn-.
-Digamos que soy conocida en el ambiente-. Respondió la chica con una sonrisa-.
-Hasta famosa, diría yo-. Añadió Kayle-.
-¿Así? ¿Estamos frente a una estrella?-. Preguntó la rubia-.
-Ni te imaginas toda la “fama” de la que es dueña mi amiga-. Contestó la morena de ojos verdes con burla-.
-Cuidado Carpentier, mira que no soy la única con un pasado aquí-.Advirtió la chica del cabello rojizo-.
-Será mejor que me lo digas antes que llegue Santana-. Expresó Quinn, quien intentaba olvidar con todas sus fuerzas a cierta castaña-.
-No estamos hablado de mí-. Se defendió Kay-.
Se ubicaron en el sector vip del exclusivo club, y Alison se ofreció para ir por unos tragos.
-¿Quieres contarme que ha pasado?-. Preguntó la morena con delicadeza-.
-Rachel me engaño con St. James, no quiero más comentarios, vine aquí para olvidarme de todo-. Dijo con la mayor fuerza que poseía-.
-Lo entiendo, sólo quiero que sepas que cuentas conmigo-.
-Lo sé-.
Alison no tardó en llegar, con un trago para cada una.
-Tequila Sunrise para Kay, un Manhattan para la linda rubia, y un margarita para mí-. Dijo alegre la chica-.
-¿Un Manhattan? En serio Alison, no se te ocurrió algo más fuerte-.Regaño nuevamente sabía que Quinn estaba mal y el alcohol no era la solución-.
-Nada dice bienvenida a Nueva York como un Manhattan, así que Salud-. Y alzó su copa ignorando a Kayle-.
Quinn sonrió, le hacía gracia la personalidad de la chica, tenía ese aire liberal y desenfadado que era en extremo atrayente.
Pasó el tiempo y también la cantidad de alcohol comenzó a aumentar, menos Kayle quien se había detenido, no quería estar pasada de copas cuando Santana llegara, le había prometido cuidar de Quinn.
Santana llegó con todos los chicos y llamó a Kayle cuando estaba en la entrada. Su novia salió a recibirla y no tuvo ningún problema para hacerla entrar junto con sus amigos, se sorprendió de verlos, pero le dio gusto, eran ya sus amigos también.
Una vez que entraron se dispersaron, menos Santana que sostenía con firmeza la mano de Kayle. Y Britt, Rachel y Kurt que habían optado por una mesa cerca de las otras chicas.
-¡Por fin llegas!-.Exclamó Quinn más “contenta” de lo que debería estar-.
-Te dije que la cuidaras, no que la emborracharas-. Le dijo la latina a su novia-.
-No fue mi culpa-. Se defendió-.
-De hecho fue mía, le traje un Manhattan y ahora no quiere dejar de tomarlos-. Asumió Alison-.
-No estoy borracha San, sólo algo más…liberada-. Expresó la rubia-.
-Mientras te sientas mejor, está bien para mí-.
-¿Y tú que vas a beber?-.Preguntó Alison a la latina-.
-Mmm…no lo sé-.
-Sabes que aquí puedes tomar un trago con el nombre de Kayle-. Dijo riendo-.
-¡Alison!-. Le gritó Kayle-.
-¿Cómo?-.Preguntó Santana confundida y dándole una mirada inquisidora a Kay-.
-Nosotros con Kayle pasábamos mucho tiempo aquí y una bartender estaba obsesionada con mi amiga, tanto que creo un trago con su nombre, ¡esa tipa estaba loca!, decía algo que era como el color de sus ojos-. Explicó la chica casi con un ataque de risa-.
-No podías simplemente ir a la barra y guardarte tus historias-. Le reclamo la morena-.
-Interesante-. Dijo Santana conteniendo la risa-. Creo que mejor solo tomare un Vodka frambuesa-. La chica fue a buscar el trago de la morena-.
-Alison no puede mantener su boca cerrada-. Expresó-.
-A mí me parece agradable y sexy-. Comentó Quinn quien produjo que ambas chicas la miraran con la boca abierta-. ¿Qué? Es sexy-.
-Acaso escuche a alguien hablar de mí-. Preguntó volviendo con el trago-.
-Te faltó decir egocéntrica-. Añadió Kayle desatando una risa grupal-.
En otro lado del club, estaba Rachel con Kurt y Britt.
-Diva, ya tienes algún plan para recuperar a tú rubia, mira que alguien te la puede quitar-. Dijo el joven mientras bebía de su copa-.
-Nadie me la va a quitar, ella es mía-. Respondió con varios tragos en el cuerpo-.
-Tienes que encontrar la forma de hablarle y explicarle lo que pasó, seguro que con calma ella entiende y te perdona-. Aconsejo Britt-.
-Eso haré, Rachel Berry no se rinde-. Expresó con su vista fija sobre la mesa donde estaba Quinn-. ¿Alguien sabe quién es esa idiota que tanto le sonríe a mi novia?-.
-Es una amiga de Kayle supongo-. Respondió Kurt sin mayor convicción-.
-¡Pero que ánimo hay en esta mesa!-. Exclamó de repente una voz familiar-.
-¡Francis!-. Exclamó Kurt levantándose para abrazarla-. ¿Qué haces aquí?-.
-Celebro que hemos clasificado-. Respondió-. Y…de verdad lamento que ustedes no-. Dijo sincera-.
-Nosotros lo lamentamos más, pero aún tenemos el próximo año-. Contestó Britt siempre con esa sonrisa-.
-Tú debes saber quién es esa-. Expresó la pequeña diva dirigiéndose a Francis-.
-¿Quién?-. Preguntó descolocada y sentándose con ellos-.
-Esa que está en la mesa de Kayle, la que se cree Rockstars-. Repitió apuntando-.
-Ahh…ella es Alison, la mejor amiga de Kayle desde primaria, es una bitch que cada noche se lleva a una chica nueva a su cama-. Contestó la rubia-. Un momento esa con quien está coqueteando no es tu chica ¿Por qué no estás con ella?-.
-Tuvimos una pelea-. Respondió la pequeña diva-.
-Creo que es mejor que hagas algo, nadie se le resiste mucho tiempo a Alison Foster-. Advirtió-.
-Veo que la conoces muy bien ¿acaso tú también caíste?, porque no es que tengas muy buena reputación tampoco, no te dejo Kayle porque la engañaste-.Expresó la castaña quien seguía bebiendo, ya no sabía que-.
-Rachel…-. Intentó detener Kurt-.
-No es tu asunto él porque mi relación terminó, además no creo que estés así por una simple pelea, ¿Ya se cansó de ti la rubia?, no me sorprendería, mírate eres un fracaso, ni siquiera pudiste llevar a tu Club a la final-. Respondió de manera ofensiva-.
-¡No tengo porque escucharte!-. Exclamó Rachel subiendo el tono y levantándose de la mesa-.
-Rachel, ¿a dónde vas?-. Preguntó Britt-.
-Al baño-. Respondió medio tambaleándose-.
-¿Te acompaño?-. Ofreció la bailarina-.
-No Britt, yo puedo ir sola-.
Volviendo a la otra mesa, el ánimo estaba mejorando considerablemente puesto que Quinn en ningún momento había nombrado a Rachel y se reía de todas las bromas que Alison hacía de Kayle y su pasado.
-Veo que no sabes mucho de todas las locuras que hacía tu novia cuando estaba en Nueva York-. Expresó la chica-.
-Alison-. Le advirtió otra vez-.
-Vamos Kay, deja que hable o acaso hay algo que me quieras ocultar-. Preguntó Santana-.
-No…supongo-. Contestó dubitativa-.
-No está segura porque no se acuerda de muchas cosas que hiso-. Dijo riendo-.
-Puede ser, pero lo que recuerdo claramente es que no estaba sola, tú siempre estabas conmigo o no-. Contratacó-.
-Creo que ambas tienen secretos, por eso se protegen-. Dijo la latina-.
-Igual que tú y yo San, recuerda que estábamos en club de celibato, pero no éramos precisamente vírgenes-. Exclamó Quinn provocando una risa grupal-.
-Ok, antes de que mi amiga comienza a develar nuestro pasado, iré al baño-. Dijo Santana para luego levantarse de la mesa-.
La latina estaba pasando un buen momento, y aunque estaba segura que a Quinn en la mañana le iban a pesar todos esos Manhattan, la gustaba verla por lo menos con una sonrisa.
Entró a uno de los cubículos, y al salir vio que Rachel estaba en uno de los lavamanos, mojándose la cara, bastaba verla para darse cuenta que no estaba con sus cinco sentidos, tener tolerancia al alcohol no era el fuerte de la diva, podía emborracharse con dos copas.
-Santana-.
-Berry-. Contestó sin darle mucha atención-.
-Santana, tienes que ayudarme-. Le pidió sosteniéndole el brazo-.Tienes que hacer que hable conmigo, a ti es la única a quien escuchara-.
-No Berry, no haré eso, tú la lastimaste ahora te atienes a las consecuencias-. Respondió con seguridad-.
-Nunca fue mi intensión herirla, la amo, ella es mi novia, yo no la engañe fue sólo un estúpido error-. Intento justificarse sin soltarla-.
-Berry a mí no tienes que darme explicaciones, yo siempre voy a estar del lado de Quinn, además pienso que ninguna de las dos está en condiciones de hablar, es mejor que esperes a que las cosas se calmen-. Dijo bajando el tono, para que la soltara-.
-¡No! ¡No quiero esperar! ¡No puedo estar tranquila mientras otra tipa le coquetea!-.
Exclamó enojada-.
-No está coqueteando con nadie, es sólo una amiga, y no te pongas en ese plan celos, porque la que la engaño fuiste tú, y si no te perdona tendrás que asumirlo, yo te lo advertí Berry, que no la lastimaras y lo hiciste así que no me pidas ayuda, porque no te la daré-. Le recordó la latina que con un movimiento se soltó de la diva e iba a salir-.
-No puedo creer que tengas cara de decirme eso, cuando tú hiciste lo mismo, aunque claro hay una diferencia, yo no quería tú sí-.
-¡Que me estás queriendo decir Berry!-. Exclamó Santana subiendo la voz-.
-¡Que tú engañaste a Kayle con Britt! ¡Sé que la besaste en el avión Santana!, Ella me lo dijo-. Respondió con mismo tono alto-.
-No voy a hablar contigo sobre eso, menos en tu estado-. Expresó y salió para tomar un poco de aire, Rachel le había recordado algo que había querido olvidar.
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Francis cuando Rachel se levantó se arrepintió en algo de sus palabras, esa chica no le desagradaba del todo, dejando de lado su horrible gusto en la ropa, en todo lo demás era bastante agradable. Así que después de un rato, se disculpó con Kurt y Britt para levantarse de la mesa y poder seguirla y tuvieran una conversación más civilizada.
Cuando estaba en la puerta escuchó una discusión, iba a intervenir hasta que se dio cuenta que era con Santana con quien estaba discutiendo Rachel, por lo que se detuvo a escuchar.
Abrió sus ojos al máximo cuando escucho que Rachel le tiraba en cara a Santana haber engañado a Kayle, no lo podía creer, se enfureció porque sabía todo lo que su ex novia quería a la latina y no era justo que le estuviera mintiendo, Kayle no se lo merecía y aunque se arriesgara a que no le creyera ella debía decírselo.
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Kayle estaba apoyada en la barra bebiendo tranquilamente de su copa mientras observaba como Quinn bailaba con Alison. Ya le había advertido a Alison que no se aprovechara de la rubia, porque no estaba pasando por un buen momento y su amiga acepto, aunque no pudiera evitar coquetearle la rubia y recibir esos gestos de vuelta, Quinn era realmente hermosa, así que podía atraer la atención no sólo de Alison sino de cualquier chica que se encontrara ahí.
-Kay…podemos hablar-. Pidió Francis posicionándose al frente de la chica-.
-¿Sobre qué?-. Preguntó-.
-No quiero hablarlo acá, podemos ir a la terraza, es importante-.
-No creo que sea buena idea Francis, Santana debe estar por regresar y no quiero tener problemas con ella-. Respondió-.
-Es de tú novia de quien tengo que hablarte, sólo serán unos minutos-.
-Está bien-. Aceptó, no sabía lo que era pero por la expresión de Francis decidió averiguarlo-.
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Quinn se sentía libre y aunque nunca había disfrutado tanto del baile en ese momento se movía al son de la música y para su suerte tenía una acompañante que no lo hacía nada de mal. De a poco se fue acercando hasta alzar los brazos alrededor del cuello de Alison, y realizar provocativos movimientos, tanto que sus cuerpos parecían estar demasiado cercanos, casi pegados.
-Calma bonita, mira que le prometí a Kayle cuidarte y no aprovecharme de las circunstancias-. Susurró al oído de la rubia-.
-No te estás aprovechando de nada, tú eres sexy, yo soy sexy, y créeme si algo pasa es porque así lo quiero-. Respondió con voz sensual-.
-Sí que eres sexy, no sólo eso, eres realmente hermosa, pero estás herida y con tantos Manhattan seguro te arrepientes después-.
-Pensé que eras el tipo de chica que no le importa eso, sólo llevarte a alguien a la cama-.
-Lo soy o lo era, pero no quiero eso contigo, prefiero conquistarte cuando estés sobria-. Respondió guiñándole un ojo-.
Quinn sonrió ante ese gesto y siguió bailando sin despegar su cuerpo del de Alison, le gustaba esa cercanía, y disfrutaba al sentir las manos de la chica sobre sus caderas para seguirle el ritmo.
Rachel al salir buscó a Quinn con la mirada, ya no aguantaba más estar lejos de su rubia, y no tenía la certeza pero al parecer el alcohol le estaba dando valentía para volver a enfrentarla. Cuando por fin la encontró se detuvo en seco, no le gustaba para nada ver a su novia coqueteando descaradamente con esa chica, le estaba bailando de espaldas, con movimientos atrevidos y sexys. Siguió caminando y se puso justo al frente de la rubia.
-¡Quinn Fabray!-. Le gritó la pequeña diva haciendo que Quinn abriera sus ojos y se quedara paralizada-.
-¿Qué quieres?-. Preguntó reaccionando y tomando unos centímetros de distancia de Alison-.
-¿Qué se supone que estás haciendo?, ¡eres mi novia no puedes estar bailando así con ella!-. Le reclamo-.
-¡Realmente estás loca! ¡Te sorprendo besándote con un tipo y tienes la cara de venir a reclamarme y decirme que aún eres mi novia!-. Le respondió agresiva-.
-Me dijiste muchas cosas pero nunca que habíamos roto, lo recordaría-. Se justificó en ese juego de palabras-.
-¡Te dije que no quería verte nunca más! Pero por si eso no fue suficientemente claro, te lo digo, tú y yo no somos nada, ¡Nada!, ya no eres mi novia, así por favor vete que estoy bailando-.Dijo mientras tomaba la mano de Alison-.
-Quinn, no me voy a ir hasta que hablemos, si tengo que quedarme aquí toda la noche lo haré-.
-Porque mejor no tomas en cuenta lo que dice y te vas, no quiere hablar contigo-. Intervino Alison-.
-¡Tú no tienes ningún tipo de opinión aquí!, Acaso no te das cuenta que sólo te está utilizando para darme celos-. Le respondió-.
-Rachel vete, no quiero armar otra escena-. Le pidió Quinn-.
-¡Que no lo haré!-.
-Te dijo que te fueras, déjanos bailar, aquí nadie te necesita-.Agrego nuevamente Alison quien no tenía la paciencia como una de sus virtudes-.
-¡Te dije que no te metieras en esto!-. Exclamó y con un movimiento le dio un empujón a Alison-.
-¡Ya basta!-. Gritó Quinn, quien llamó la atención de Kurt quien estaba cerca y sostuvo a Rachel antes de que siguiera con eso-.
-Por favor sácame de aquí-. Le pidió la rubia a Alison quien le tomo la mano y la alejó de Rachel una vez más-.
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Santana había salido por un momento para ordenar su mente, había estado pendiente todo el día de Quinn, lo que produjo que se olvidara de su propia situación y lo complicada que estaba, porque una parte de ella quería decirle la verdad a Kayle, aunque se arriesgaba a perderla, no sentía justo ocultarle cosas, además tenía toda la intensión de que eso no se volviera a repetir.
Una vez que decidió entrar fue directamente a la barra por un trago, miró buscando a alguna de sus amigas o a Kayle pero no se veían por ninguna parte, así tomó su vodka y se dirigió a la mesa que antes compartían. Casi al llegar se le atravesó una rubia que no tenía la intensión de moverse.
-¿Qué casualidad?-. Expresó la bailarina-. Sin buscarte te sigo encontrando-.
-Yo no lo llamaría casualidad si conscientemente te me atraviesas-. Respondió la latina dándole un trago a su copa-.
-A veces hace falta darle una ayudita al destino, sobre todo cuando algunas personas se niegan a aceptarlo-. Dijo acercándose-.
-Britt, por favor…-.Advirtió la latina-. Ya hablamos de esto-.
-Lo sé, sólo quiero pasar algo de tiempo con mi mejor amiga, ¿O ya tampoco eres eso?-.Preguntó con la voz algo trabada-.
-Lo soy Britt… ¿Cuántas copas te has tomado?-. Preguntó-.
-Algunas-. Respondió evasiva-.
-¿Algunas como para empezar a preocuparme de cuidarte y no te comiences a quitar la ropa?-. Preguntó con una sonrisa, sabía cómo era Britt bajo la influencia del alcohol-.
-Mmm…tal vez-. Respondió con esa sonrisa angelical-.
- Eso no me dice nada Britt, no quiero que armes un espectáculo en donde bailes semidesnuda-.
-Lo sé, sólo a ti te gusta verme desnuda, nunca te ha gustado compartir-. Expresó acercándose más-.
-Yo…no…Britt, distancia-. Pidió la latina ante la visible cercanía de la rubia y lo sensual de su voz al decir lo anterior-.
-Sabes que me encanta ponerte nerviosa, eso me dice que todavía te pasan cosas conmigo, que todavía me deseas-. Susurró en el oído, lo que produjo que la temperatura de la morena subiera considerablemente-.
-Britt, aún eres mi mejor amiga, pero si cada vez que hablemos vas a intentar provocarme tendré que volver a pedirte que te alejes-. Respondió tomándose unos centímetros para recuperar la compostura-.
-Lo entiendo ¿Puedo pedirte algo?-.
-¿Qué quieres Britt?-. Preguntó sabiendo que lo que fuera era difícil negarse sobre todo que la rubia todo lo acompañaba con esa sonrisa-.
-¿Baila conmigo?-. Le pidió-.
-Britt, la última vez que baile contigo me metí en problemas con Kay, no creo que sea buena idea-. Respondió insegura-.
-Yo no veo a tú novia por ninguna parte además… ¿Un baile conmigo no merece la pena aunque tengas problemas después?-. Dijo tomándole la mano-.
Santana la miró sabiendo que no iba a poder negarse a la petición, algo que amaba hacer con la rubia era bailar, eran momentos en que sentía como fluía el cuerpo de la rubia cerca del suyo con tal naturalidad que podía jurar que en algún momento fueron uno solo. Brittany no le quitaba de encima esa mirada intensa, y el celeste cielo se hacía algo más oscuro, ante la necesidad de la rubia de tener más cerca a su latina.
-Vamos…no me hagas pedírtelo otra vez-.
-Está bien-. Aceptó la latina dejando su copa en la mesa y tomando la mano que le ofrecía la rubia-.
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Kayle miraba fijamente a Francis quien llevaba algunos minutos sin decir una palabras. Estaba perdiendo la paciencia, porque aún no estaba segura de querer estar ahí, no tenía claro por qué había aceptado la petición de la rubia-.
-Francis, vas a decirme algo o vas a estar en silencio, porque si es así mejor vuelvo a entrar-. Expresó la morena con su copa aún en la mano-.
-Sé que no me vas a creer cuando te lo diga, pero te puedo asegurar que es verdad, no lo estoy inventando por celos ni nada de eso-. Comenzó a hablar la rubia-.
-La verdad Francis, no sé porque vine, probablemente no será nada bueno, tú odias a Santana y eres capaz de decirme cualquier cosa sobre ella-.
-Sabes que jamás diría algo para lastimarte, algo que sé te va a dañar-. Le dijo la rubia acercándose-.
-Porque no me dices de una vez Francis, sabes que odio cuando no hablas en forma directa-. Contestó esquivando la mirada de la rubia que aún ejercía un poder sobre ella-.
-Te amo aún Kayle, eso no lo voy a negar y sé que al decirte eso, disminuye la probabilidad de que me creas, pero porque te amo es porque no voy a dejar que nadie te lastime, menos que te mienta o te engañe-.
-Francis, si no me dices ahora, me iré-. Advirtió la morena-.
-Santana…te engaño con Brittany, lo escuché por casualidad, Rachel se lo decía y Santana no lo negó, la besó en el avión cuando venían a Nueva York-. Le contó Francis-. Lamento ser yo quien te lo diga-.
Kayle miró fijamente a los ojos a Francis, buscando algún aunque fuese mínimo indicio de que le estaba mintiendo, la conocía a la perfección y se podría dar cuenta de inmediato, pero no lo encontró, en los ojos verdes de la rubia, había pura sinceridad.
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ME ALEGRO QUE HAYA GENTE QUE LEA ESTA HISTORIA.....UN SALUDO MUY ESPECIAL PARA LOS QUE COMENTAN....Y TAMBIEN PARA LOS QUE NO....LA VERDAD NO SE SI NO COMENTAN POR LOCHA...AVECES PIENSO QUE NO LES GUSTA ....PERO BUENO....LAS MEJORES VIBRAS
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
increible
quinn,rachel,santana,britt ellas cuando estan borrachas pueden cometer una locuara cualquiera que vea glee desde el primer capitulo y este en su sano juisio sabe que cosas malas van a suceder si las chicas beben y si beben mucho peor aun
saludos y me encanta el ff
quinn,rachel,santana,britt ellas cuando estan borrachas pueden cometer una locuara cualquiera que vea glee desde el primer capitulo y este en su sano juisio sabe que cosas malas van a suceder si las chicas beben y si beben mucho peor aun
saludos y me encanta el ff
gleek_4ever***** - Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 06/11/2012
Edad : 23
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
que bardera francis!!! pobre quinn!! y que imbecil rach! y britt que dale que busca a san y san no hace nada! me gusto besos!!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Quince: "NY Part 3: Dos asientos vacios"
Kayle no quería dar crédito a las palabras que salían de la boca de su ex novia, no quería enfrentarlo, no estaba dispuesta a creerlo, era de su Santana de la que estaba hablando, de su novia, de la mujer de la que estaba perdidamente enamorada. Una angustia la envolvió, y no dejaba de mirar fijamente a Francis buscando en exceso aunque fuera un pequeño atisbo de que mentía, pero algo en su interior le decía que era cierto. Comenzó a juntar las piezas y todo encajaba, el comportamiento extraño de Santana al arribar a Nueva York, las miradas que le daba Britt, las palabras de la latina, todos los hechos pasaba por su mente adquiriendo una lógica perfecta.
No pudo mantenerse de pie y se sentó en un sofá que estaba al costado, puso sus codos sobre sus rodillas y cubrió su rostro con sus manos, estaba absolutamente devastada.
-Dijiste que no ibas a estar la próxima vez que Santana me hiciera daño-. Murmuró la morena manteniendo su posición-.
-Sabes que no lo decía en serio, siempre voy a estar para ti, sólo lo dije porque estaba herida, no podía soportar la idea de perderte-. Contestó sentándose a su lado-.
-Y yo no puedo soportar la idea de perderla…yo no puedo dejarla-. Susurró para si misma pero la rubia estaba lo suficientemente cerca para escucharla-.
-¿Qué quieres decir con eso?-.
-Tiene que haber una explicación, ella no me haría daño, no así, ella me quiere, me pidió que fuera su novia-. Intentaba convencerse-.
-Si te quisiera no te engañaría, ni te mentiría, es tiempo de que te des cuenta quien es realmente Santana López y creo que ha estado jugando contigo, tú eres demasiado inteligente y te das cuenta que ella todavía ama a Brittany, por eso sigue cayendo en sus brazos una y otra vez-. Expresó la rubia en forma dura lo que produjo que la morena se levantara de su lado alterada-.
-¡También me quiere a mi!-. Exclamó defendiéndose-.
-¡Si te quisiera no te engañaría! Kay abre los ojos, nunca vas a poder estar segura con ella, porque no vas a saber si apenas te des la vuelta ella va a correr hacía Britt para engañarte-.
-Pero no va a dejarme…yo la hago feliz -.
-¡Eso quiere decir que estás dispuesta a perdonarla!-. Exclamó sin entender-.
-Es una posibilidad, además ni siquiera estoy segura que me estés diciendo la verdad-. Se defendió una vez más-.
-¡Sabes que es cierto! Que yo no inventaría algo así para hacerte daño, la única que te esta haciendo daño y mintiendo es Santana, ¡Entiéndelo!-. Exclamó exasperada-.
-¡Ya no quiero seguir escuchándote!-. Expresó fuertemente-.
Francis se dio cuenta que se había equivocado en la forma de enfrentar la situación, no debía gritarle ni forzarla a creerle. Kayle lo que necesitaba era soporte, alguien en quien apoyarse, necesitaba una amiga.
-Lo siento si, me descontrole, pero es que no puedo ver como dejas que ella te haga daño, yo quiero lo mejor para ti-. Dijo acercándose para intentar abrazarla-.
-Déjame sola, no quiero seguir hablando-. Pidió-.
-No quiero, quiero estar contigo, apoyarte-.
-Ya has hecho suficiente, quiero estar sola, respeta eso y por favor vete-. Insistió pero ahora mirándola fijamente y con seguridad-.
-Sabes dónde encontrarme, siempre voy a estar para ti-. Expresó-.
Francis estaba enojada por toda la situación, pudo ver en los ojos de Kayle su decepción, su ira, su dolor, y de cierta manera se sentía responsable por todo eso, podría haberse mantenido al margen y guardar silencio, y dejar que Kayle lo descubriera sola. Pero no podía, nunca iba a dejar que alguien engañara a su morena, la amaba tanto todavía, que si renunciaba a ella por alguien más, debía ser alguien que de verdad la amara.
Iba directo a la barra para pedir otro trago, pero a mitad de camino vio algo que le produjo que la ira se apoderara de ella.
Santana y Brittany, bailaban todo tipo de ritmo que el Dj había querido poner, tenían una química y un conocimiento de la otra que iba más allá de lo corporal, porque sin siquiera tener que abrir sus ojos, ya sabían el movimiento que la otra iba a realizar y eso producía una sintonía constante, algo que otras parejas en la pista simplemente podían observar y envidiar.
Brit tenía la danza como su forma de expresión y Santana siempre había admirado eso. Se regalaban miradas cómplices y susurros al oído.
-No hay nada que me guste más que tenerte tan cerca de mi-. Murmuró la rubia-.
-Britt…-.
-Yo sé que extrañas tenerme, sentirme, tocarme, que sea sólo tuya-.
-Britt-. Expresó y tomo sigas diciéndome eso por favor…-.
-Es la verdad, sólo quiero poder sacarte de aquí y llevarte a un lugar donde podamos estar tu y yo, y nadie nos interrumpa, sentir tus caricias, tus besos…-. tenía su vista fija en los labios carnosos de la latina y se acercaba en forma peligrosa-.
-¡Si que eres descarada!-. Exclamó Francis interrumpiendo la escena-.
-Que quieres Johansen-. Respondió la morena-.
-Quiero que dejes de engañar a Kayle, que dejes de mentirle y hacerle daño-. Respondió-.
-¡Yo no la estoy engañando!-. Se defendió-.
-Claro, eres una hipócrita, ya ni siquiera te molestas en ocultarlo, ahora simplemente lo haces enfrente de todos-. Expresó sarcástica-.
-No voy a tolerar que me hables así y menos que inventes cosas que no son-. Amenazó la latina acercándose a ella-.
-Yo te hablo como quiero, ¡tú no te mereces a Kayle!-.
-¡No te metas en mi relación con Kayle!, Cuando vas a entender que quiere estar conmigo, ya no te quiere Johansen, entiéndelo de una vez-.-Créeme eso no va a durar mucho tiempo, ella va a volver conmigo-. Dijo la rubia-.
-¡No va a volver contigo!-. Exclamó estaba realmente perdiendo la paciencia y lo único que la detenía a golpearla era que sus palabras tenían bastante de cierto-.
-Tal vez, pero tampoco va a seguir contigo-.
Ambas estaban en una postura amenazante y perdiendo la paciencia, además el alcohol consumido no estaba ayudando para nada a calmar los ánimos.
-¿Por qué dices eso?, Que le dijiste-. Preguntó Santana no con su mejor tono y quedando a escasos centímetros-.
-San…cálmate por favor-. Pidió Britt que no sabía como calmar la situación-.
-¡Hazle caso, San!-. Expresó burlándose de ella-.
-¡No me digas que hacer!ó y le dio un fuerte empujón a Francis-.
-¡No me toques!-. Respondió y le devolvió el empujón-.
-¡Esto se acabó!-. Expresó e iba con toda la intención de llevar esa discusión a más-.
Kayle había estado unos minutos más pensando y procesando toda la información que le había dicho Francis. No lograba tomar una decisión, no sabía que hacer, estaba tan perdida, no sentía que tuviera la fuerza para dejar a Santana, la quería demasiado, la amaba, pero tampoco podía estar con alguien que no la quería de la misma manera. Lo único o lo correcto era hablar con su todavía novia, debía escucharlo de ella.
Cuando volvió a la pista noto que toda la atención se centraba en lugar especifico, sobre la música pudo distinguir algunos gritos y reconoció la voz de Santana y Francis, estaban discutiendo, otra vez.
-¡Me quieren decir que esta pasando!-. Exclamó posicionándose entre ambas y deteniéndolas-.
-Pregúntale a tu noviecita, que no soporta que le digan la verdad-. Dijo la rubia con insidia-
-Ya no te aguanto, todo lo que dices es porque estás celosa, no soportas que me quiera a mi-. Respondió-.
-¡Ya es suficiente! ¡En este momento no puedo lidiar con ustedes dos!-. Exclamó y se dio la media vuelta para dirigirse a la salida-.
Santana sin pensarlo la siguió, se dio cuenta que algo malo pasaba, no era solamente una reacción ante su discusión con Francis. La atemorizada que las palabras de la rubia pudieran resultar ciertas y su relación no tuviera mucho tiempo más.
-Espera-. Sujetó la latina para detenerla y la giró para mirarla de frente-.
Kayle se perdió aún más de lo que estaba en esos ojos color café ámbar que miraban fijo y con preocupación. Tenía una mescla de sentimientos tan agobiante que le costaba respirar. Toda la rabia desaparecía al tenerla ahí al frente suyo, y esa necesidad de tenerla a su lado se hacía cada vez más grande. Cortó la distancia y se aferró a su latina, fundiéndose en un abrazo que buscaba la hiciera olvidarlo todo.
-Lo siento, pero ella logra que me descontrole-. Decía mientras le acariciaba el cabello-.
-San… ¿Tú me quieres?-. Preguntó con un hilo de voz-.
Santana sintió un escalofrío recorrerla por todo el cuerpo. Pudo percibir todo el temor en la voz de Kayle, lo que le produjo un sentimiento de profunda culpabilidad.
-Míó su rostro entre sus manos con amor-. Te quiero-.
-¿Estás segura?-.
-Kay, te quiero, dime que pasa, por qué estás así-.
-¿Nos podemos ir?-. Preguntó no estaba preparada para enfrentarla-.
-Claro, dame un segundo, voy a llamar a Quinn la perdí de vista hace un rato-. Le marcó varias veces el celular pero no obtuvo ninguna respuesta-.
-¿No te contesta?-.
-No-.
-Tal vez se fue al Hotel-.
-Es probable-. La latina tomó la mano de su novia con fuerza para salir del local, quería darle confianza, transmitirle todo lo que quería mantenerla a su lado.
Rachel después del enfrentamiento con Quinn siguió bebiendo. La imagen de su ahora ex novia, dejándola en medio de la pista de baile de la mano de otra la estaba atormentando. Tenía miedo de perder a Quinn por un error, se reprochaba a si misma. Porque simplemente no se quedo en la cama junto a su rubia, era perfecto, no tendría nunca que haber salido, si se hubiera quedado todo estaría bien. Mientras que ahora no paraba de pensar en que Quinn pudiera estar entregándose a los brazos de esa chica, regándole sus besos, sus caricias, esas de las que ella disfrutaba tan sólo una noche antes.
-Diva ya has bebido suficiente, es mejor que nos devolvamos al hotel-. Expresó Kurt quien después del incidente se había dedicado a cuidarla-.
-No quiero, vete tú, yo me quedo aquí-. dándole otro sorbo a su copa-.
-No te voy a dejar acá, no en ese estado, vámonos por favor-. Insistió-.
-¡Que no!-.
Brittany volvió a la mesa junto a Francis, ambas en completo silencio y sin hacer comentarios de lo sucedido, a las dos les afectaba casi de la misma manera. Francis se sentó al lado de Rachel quitándole le copa y bebiéndosela de un trago.
-¡Hey ese era mío!-. Reclamó enojada-. Tráeme otro en este instante-.
-Créeme lo necesitaba-. Respondió con calma-.
-Yo también lo necesitaba-. Expresó frunciendo el ceño-.
-Yo también quiero uno-. Pidió Britt-.
-Kurt se un caballero y tráenos algunas copas-. Pidió Francis-.
-No creo que sea buena idea, ya han bebido demasiado-.
-Pero…-. Reclamó la pequeña diva-.
-No te preocupes, yo me encargo-. Francis miró hacía la barra, alzó su mano y con un sencillo gesto, ya tenía a una camarera en la mesa con algunas copas-.
-Woow…te acabas de trasformar en mi ídola-. Exclamó feliz la castaña-.
-¡Salud por eso!-. Expresó la bailarina-.
Las tres chicas brindaron y Kurt lleno una mano a su frente mientras giraba la cabeza en negación, le esperaba una larga noche, ya que sus amigas no tenían ninguna intensión de irse pronto y a él le tocaba el papel de cuidarlas.
-Rach, pudiste hablar con Quinn…No la he visto-. Preguntó Britt-.
-Se fue-. Dijo con dolor-. Se fue con ella-.
-¿Con Alison?-. Preguntó Francis-.
-Si-.
-Se lo que se siente, lamento que estés pasando esto con tú chica, se lo mal que uno lo pasa cuando un estúpido error te aleja de la persona que amas…-. sincera Francis-.
-No la estoy dejando alejarse…no la voy a perder, voy a luchar porque vuelva conmigo, para que me perdone, no me voy a rendir-. Contestó la diva con convicción-.
-Nunca lo hagas…Y siento lo que dije antes sobre ti, no eres un fracaso, hasta puedo admitir que tienes talento-. Dijo sonriendo-.
-Yo también lo siento, este no ha sido mi mejor día y me descargue contigo-.
-Tampoco ha sido un buen día para mí-.
-¡Salud por los malos días y por las penas de amor!-. Alzó su copa la castaña y las otras dos chicas brindaron con ella, si tenían algo en común en ese momento era estar sufriendo por amor-.
Alison había sacado a Quinn como se lo pidió. La rubia no estaba en las mejores condiciones y todo el alcohol que consumió estaba produciendo efecto, tanto que hasta mantenerse en pie le costaba.
-Quinn…Ya estamos en el hotel, dime cuál es la habitación-. Decía intentado despertarla-.
-No quiero quedarme en el hotel, estará ella, llévame a otro lugar, por favor-. Pidió la rubia-.
-Ok…tranquila, lo haré-.
Alison puso en marcha su auto otra vez, y no hablo más durante el camino, puesto que Quinn tenía los ojos cerrados, parecía que iba a seguir durmiendo.
A Quinn todo le daba vueltas, por eso opto por cerrar los ojos. Sin embargo, eso parecía hacerle peor porque miles de imágenes pasaban por su cabeza como una película que repetía los acontecimientos ocurridos en los últimos dos días. Podía ver a Rachel, radiante, hermosa durante su cita, su llegaba al hotel, y como la pequeña diva había aceptado ser novia y luego se entrego a ella, podía rememorar cada caricia, cada beso, cada "te amo". Luego todo se hacía negro, y volvía a verla pero ahora en brazos de St. James, el dolor, la ira, su discusión y como su mano golpeo ese rostro que antes había besado. Se arrepentía de eso, pero todo se le salió de control, estaba tan herida.
-Quinn…despierta…necesito que pongas de tu parte para bajarte del auto-. Esa voz que reconocía la sacó de su estado-.
La rubia se levantó y fue guiada hasta un departamento en lo que era un lujoso edificio. Al entrar se dio cuenta que era un sitio espacioso y amueblado con estilo, cosa que podría apreciar más si su estado fuera mejor. Alison la sentó en n sofá.
-Te preparare un café, para que te sientas mejor-. Expresó la chica y se dirigió a la cocina-.
-Gracias-.
Alison no tardó en regresar y sentarse junto a ella.
-Ten te hará sentir mejor, creo que darte tantos Manhattan no fue buena idea-. Reconoció-.
-No fue tú culpa, yo me los bebí-. Respondió con una media sonrisa y dándole un sorbo a su café-.
-Lo sé, pero también se por experiencia que te podrías haber bebido el bar completo y no hubiera curado tu pena de amor-.
-Pero ayudo en algún momento a sacarme todo esto-. Expresó-. Sabes no lo entiendo, pensé que yo la hacía feliz, que me quería tanto como yo ella, no sé como me pude equivocar tanto, me siento tan idiota-. Se lamentó-.
-No te apresures, porque si estás hablando de la pequeña que intentó golpearme, se ve que le importas, que te quiere, tal vez sólo cometió un error-. Aconsejó-.
-El error lo cometí yo al confiar en ella, al creerle que sentía lo mismo por mi, no sólo me mintió, me hiso quererla para luego romper mi corazón y así vengarse por todo lo que yo le hice en el pasado-.
-No creo que sea buen momento de analizar el porque pasó todo, no estás en condiciones de hacerlo, tienes que descansar y ya verás como todo se ve mejor en los próximos días-. Dijo regalándole una hermosa sonrisa-.
-Tan mal me veo que me dices eso-. Expresó sonriendo por primera vez-.
-La verdad ese look con el pelo alborotado, la cara deslavada y tu aroma a alcohol es bastante atrayente-. Bromeó Alison-.
-Gracias, me has ayudado mucho esta noche-.
-No tienes porque, acostumbro salvar chicas guapas en apuros-. Siguió bromeando-.
-Dudo que sea así por toda esa "fama" que tienes, por lo que gracias por hacerlo por mí, en este momento significa mucho-.
-Ok, tienes razón no soy un brillante caballero, lo admito, así que te agradecería que no le dijeras a nadie lo que he hecho esta noche por ti, arruinaría mi reputación-. Contestó riendo-.
-Sera nuestro secreto-. Aceptó haciendo un guiño-.
-Es mejor que duermas, iré al baño a cambiarme y luego te daré algo para que uses-.
Alison comenzó su rutina nocturna, la misma que realizaba cada día antes de dormir. Demoro más o menos quince minutos. Y al salir vio a Quinn que estaba acostada en medio de su cama y durmiendo profundamente. La observo con detenimiento y sonrió, esa chica tenía algo especial.`
Santana sabía que algo no estaba bien, no sólo por el sepultural silencio que las acompaño durante todo el trayecto de regreso al hotel, sino también porque Kayle no la había mirado en ningún momento, estaba distante y la trataba casi con indiferencia. Incluso al entrar a la habitación seguía en silencio.
-Me daré un baño-. Avisó la chica de ojos verdes y cerró la puerta tras de sí, sin quiera esperar una respuesta de la latina-.
Santana se sentó en el borde de la cama, con su vista perdida y suspiro con pesadez. Quería que su novia le hablara, que le dijera que pasaba, porque se comportaba de esa manera, algo que odiaba era la incertidumbre. Pero tampoco tenía el valor de preguntarle en forma directa, las palabras de Francis seguían resonando en su mente, y lo aceptara o no, esas palabras le producían inseguridad.
El celular de Kayle comenzó a sonar y eso la volvió a la realidad, también le dio una excusa para ir a buscar a su novia, ya que podía ser importante, el nombre de Alison salía en la pantalla.
Cuando abrió focalizo su vista en la tina de baño, ahí estaba su chica, con sus ojos cerrados, su cabeza hacía atrás, tenía una postura relajada, pensativa y la latina no pudo obviar lo hermosa que se veía. Le hablo despacio para no asustarla, y le rozó el brazo con cuidado.
-Kay…Alison te estaba llamando-. Susurró cerca de su oído-.
Kayle la miró, tomó el teléfono y marcó para devolver la llamada de forma inmediata.
-Al ¿Qué sucede?-. Preguntó
-Quería decirte que Quinn está conmigo, para que tu novia no se preocupe-. Respondió-.
-¿En tu departamento?-.
-Sí, no quería ir al hotel para no encontrarse con su ex -.
-Ok, cuídala si y compórtate porque no creo que se encuentre muy bien-.
-No tienes de que preocuparte, ahora ya está dormida, me comporte correctamente-.
-Muy bien, yo mañana iré a buscarla, nos vemos-. Se despidió-.
-No hay problema…Kay ¿Está todo bien?-. antes de colgar, algo en la voz de su amiga le decía que no estaba bien-.
-Mañana hablamos-.
-Te espero-.
Santana seguía ahí esperando, porque era claro que Alison sabía algo de Quinn.
-Al, llamó para avisarnos que Quinn está con ella en su departamento, está dormida, así que puedes estar tranquila-. Expresó sin mirarla-.
-Creo que en la mañana, se va a acordar de mala manera de todos esos Manhattan que se bebió-. Dijo con burla-.
-Posiblemente-. Contestó cortante y volvió a cerrar los ojos-.
La paciencia nunca ha sido una de las virtudes de Santana López, y esa actitud de su novia ya se la estaba colmando. Una idea paso por su cabeza. Comenzó a desvestirse hasta quedar completamente desnuda y se introdujo lentamente a la tina junto a Kay. El agua tibia y la sensación de rozar la piel de su chica le comenzó a producir ganas de besarla y tocarla, después de todo hace mucho que no estaban juntas.
-San…-. Abrió sus ojos al sentir el cuerpo de la latina prácticamente encima del suyo-. ¿Qué haces?-.
-Quiero estar contigo…-.
-San, no creo que…-.
Santana calló las dudas con un apasionado beso, mientras recorría con ansiedad el cuerpo desnudo de su novia, produciendo que se tensara ante su contacto.
-San…-. intentando detenerla, pero su propio cuerpo se rendía con demasiada facilidad a las caricias de su morena-.
-De verdad quiero estar contigo-. repartiéndole besos por el cuello-.
Kayle estaba experimentando una lucha feroz entre su cuerpo del que la latina era dueña absoluta y su mente que no se lograba concentrar y que mantenía firme las palabras de Francis sobre el engaño de su novia.
-San, no puedo-. Expresó y como pudo se levantó, tomó su bata de baño para cubrirse y se dirigió al dormitorio-.
Santana abrió y cerró la boca un par de veces, absolutamente sorprendida por el comportamiento de Kayle. La había dejado sola, rechazando sus caricias, sus besos, se había negado a ser suya, y sin ninguna explicación. Se levantó, tomó la otra bata de baño y la siguió.
-¡Me quieres decir que pasa!-. Exclamó levemente alterada-.
-No me siento bien-. Respondió bajando la mirada-.
-Entonces, déjame intentar hacerte sentir mejor… ándose con una voz sensual-.
-Santana, de verdad no creo que sea buena idea-.
-Te necesito Kay, quiero estar contigo, me duele sentirte tan lejana, dijimos que nada nos separaría, tú dijiste que lucharías por lo nuestro, por mí o ¿Ya no quieres estar conmigo?-. Preguntó insegura y a centímetros de su chica-.
-Sabes que te amo…-.Y cerró la brecha que había entre ellas.
Correspondió con la misma pasión el beso a Santana, necesitaba tanto poder olvidar todo, que se dejó guiar por aquellas caricias que de sutiles pasaron a ser desenfrenadas. Seguía sin estar completamente segura de lo que estaba haciendo, pero intento bloquear esos pensamientos. Santana estaba ahí con ella, le había elegido a ella, eso tenía que significar más que algunos besos robados.
La latina se comenzó a desatar la bata, para darle más espacio a Kayle y sus toques que cada vez eran más profundos-.
-Eres perfecta-. Expresó la morena de ojos verdes mirando el cuerpo desnudo de su latina con deseo-.
Le termino de quitar tan estorbosa prenda, y la tomó fuerte por la cintura, para recorrerla completamente. Santana repitió la acción quitándole con un movimiento la bata a su novia y poder apreciar el atlético y bien formado cuerpo que tenía la chica. Se mordió el labio inferior y decidió tomar el control, esa noche ella haría suya a quien había elegido como su novia.
La empujo con fuerza contra la cama, y se posó sobre ella, besando cada musculo de ese cuerpo, para luego volver a sus delgados pero bien delineados labios y succionarlos para probar ese sabor del que tanto disfrutaba, introdujo su lengua y comenzó una degustación de cada espacio. Luego bajo sus manos para seguir tocando sus pechos y repartió besos entre el cuello y la clavícula. Kayle gemía con cada acción de su novia y todas las dudas fueron reemplazadas por deseo, por sentirla suya una vez más. La latina tenía en control absoluto y el encantaba eso, tener a su chica a su completa merced. Siguió su recorrido para detenerse a masajear sus pechos, con su pulgar fue estimulando los pezones hasta logra que se pusieran rígidos, y con su lengua profundizo la acción para lograr excitarla mucho más.
Continuo bajando, tenía una meta. Abrió los muslos y fue besándolos, hasta llegar al sexo de su chica que estaba extremadamente húmedo, fue pasando su lengua con avidez intentando capturar toda la esencia de su chica, que gemía más fuerte al sentir el contacto de la lengua de Santana con su clítoris.
La latina había introducido dos de sus dedos para acelerar el proceso y comenzó a subir lentamente sin dejar de besarle cada espacio del cuerpo, con impaciencia con necesidad. Al alcanzar nuevamente sus labios comenzó a embestirla para profundizar la penetración con sus dedos y darle más placer. Kayle hábilmente posiciono su mano en la entre pierna de la latina para que lograran llegar juntas al orgasmo.
Los jadeos inundaban la habitación de hotel, los besos erran erráticos y las respiraciones en extremo agitadas, hasta que un último espasmo y dos gritos ahogados en los labios de la otra las hiso lograr el éxtasis.
Santana cayó sobre Kayle y se acurruco en sus brazos.
-Te quiero-. Le susurró la latina en el oído y cerró sus ojos-.
Kayle la miro mientras dormía, perdiéndose en cada detalle del hermoso rostro de su novia y en la calma que le trasmitía, amaba tener así, tan suya.
Quinn abría los ojos con mucha dificultad, la tenue luz que se filtraba de las cortinas producía que su cabeza diera más vueltas de las normales, tenía un dolor agudo y sentía un peso en todo su cuerpo. Se sentó en la cama y al observar a su alrededor pudo darse cuenta que no estaba en la habitación de su hotel, se comenzó a desesperar al no acordarse en qué lugar se encontraba. Llevaba una camiseta larga que no era suya y dormía en una amplia cama que tampoco reconocía. Llevó una mano para taparse el rostro, ya se temía lo peor. Sintió unos pasos y apareció una castaña, era Alison, de eso si se acordaba.
-Por favor no me mires como si hubiera abusado sexualmente de ti, porque puedo jurar que me comporte-. Expresó antes de que Quinn pudiera decirle cualquier cosa-.
-¿Estás segura que nada pasó?-. Preguntó preocupada y mirándola fijamente-.
-La verdad es que…-. Contestó dudosa y seria-.
Quinn se asustó y se le desencajo la cara.
-¡Cálmate rubia! ¡Estoy jugando contigo!-. riendo-. Yo te acosté porque quedaste inconsciente en mi cama-.
-Gracias, bebí demasiado y no me acuerdo de todo-. Dijo ya más tranquila-.
-No te preocupes, llame a Kayle para avisarles que estabas acá, así que va a venir por ti para ir al hotel a buscar tus cosas, hoy tienen vuelo de regreso a Lima-.
-Tengo que regresar-. Murmuró no muy convencida-.
Alison se sentó a su lado en la cama.
-Es momento de enfrentarla, no puedes evitarla para siempre, ella es parte de tu vida quieras o no-. Expresó la chica del cabello rojizo-.
-Lo sé, pero no sé cómo hacerlo, la quiero tanto, pero no puedo perdonarle lo que me hiso, y tengo miedo de que si la veo voy a ser débil-. girándose para mirarla de frente-.
-¿Y qué quieres hacer entonces?-.
-No lo sé, estar lejos un tiempo tal vez…-.
Alison le iba a responder cuando sintió el timbre de su puerta.
-Debe se Kay-. Dijo la chica-.
-Yo me daré una ducha, aún siento el olor a alcohol sobre mí-. Expresó frunciendo el ceño-
-Puedes usar mi ropa, porque la tuya tiene peor olor que tú-. Molestó-.
-Gracias tomare algo prestado-.
Quinn entró al baño esperando que sirviera para calmar en algo el dolor de cabeza que tenía, aunque había otro dolor más profundo que era imposible sacar con algo tan simple, iba a necesitar tiempo, para sanar esa herida que tenía alojada en su corazón.
Alison abrió la puerta con una sonrisa, para recibir a su amiga. Kayle entró en silencio, necesitaba desahogarse con alguien.
-¿Un café?-. Preguntó amable mientras Kay se sentaba en uno de los sofás-.
-Tal vez un Whisky-. Contestó cabizbaja-.
-Ok, algo te pasa ¿Quieres hablar?-. Preguntó preocupada-.
-¿Y Quinn?-.
-Está dándose una ducha, así que podemos hablar, ven vamos a la terraza-. Dijo y le ofreció su mano-.
Estaban una al lado de la otra. Kayle no rompía en silencio, sólo mantenía fija su mirada en la ciudad. Quería hablarle, explicarle como se sentía, pero parecía que las palabras la hubieran abandonado, no sabía cómo explicarse porque tampoco tenía claro cómo se sentía, todo con Santana siempre era confuso, sobre todo después de la noche que habían pasado juntas.
-Me vas a decir que te…-. Hablo Alison intentando hacer que su mejor amiga dijera algo-.
-Santana me engañó con Brittany-. Soltó antes de que Alison terminara de preguntar-.
-¡¿Cómo?-. Exclamó sorprendida, no se esperaba algo así-.
-La besó en el avión, cuando veníamos a Nueva York-. Añadió sin mirar a su amiga-.
-Pero…cómo…supiste-.
-Francis me lo dijo anoche-. Contestó-.
-¿Y tú le creíste?, Kay, no puedes confiar en ella, sabes que es capaz de inventar cualquier cosa con tal de romper tú relación con Santana-. Expresó intentando encontrar una explicación-.
-No miente, todo calza Al, estoy segura que es cierto-. Respondió y la miró a los ojos-.
-Le preguntaste a Santana, la enfrentaste, porque ella es la única que te puede decir si es cierto o no-.
-No, anoche iba a hacerlo pero no pude, no me salieron las palabras…-.
-¿Y qué hiciste entonces?-.
-Anoche Santana me dijo que me necesitaba, que quería estar conmigo y…terminamos haciendo el amor… la mirada, no se arrepentía, le encantaba estar con Santana pero tal vez debía haber hablado primero-.
-Te eligió a ti entonces Kay, puedes olvidar todo, todos cometemos errores pero lo importante es que está contigo-.
-Yo podría perdonarle cualquier cosa, la amo Alison, pero no quiero estar siempre dudando, pensado que en cualquier momento va a dejarme, me hace mal, siento que de alguna manera está jugando conmigo-. Dijo y una lágrima rodo por su rostro-.
-No quiero que estés así, no te lo mereces, eres la chica más increíble que conozco y mereces alguien que no te haga daño -. Y la abrazó con fuerza.
Kayle se relajó en los brazos de su mejor amiga. Necesitaba eso, alguien que supiera la quería y apoyaba, Alison siempre había estado para ella, desde que eran niñas, y sus padres las dejaban solas por largos periodos de tiempo por viajes de negocios, se habían cuidado. No sabía cuanta falta le había hecho hasta ahora, era la única que sabía cómo hacerla sentir segura.
-Habla con Santana, dile lo que te pasa, es tú novia y te debe la verdad-. Susurró en su oído-.
-Eso haré-.
Se mantenían abrazadas, cuando Quinn salió a la terraza a verlas.
-Lo siento, no quise interrumpir-. Se disculpó la rubia-.
-No te preocupes, ¿Cómo te sientes?-. Preguntó Kayle distanciándose de Alison-.
-Me duele la cabeza aún pero estoy bien, gracias a Alison, se portó muy bien conmigo-. Contestó-.
-Veo que mi ropa te queda estupendamente bien-. Agregó Alison quien le dio una mirada de pies a cabeza-.
Quinn lucía un jeans negro desgastado, apretado y una camiseta pegada al cuerpo también oscura, ese look estaba fuera de los vestidos claros que solía usar, pero se veía increíble. Ese aspecto de chica mala la hacía ver muy sexy.
-Te ves muy muy bien, te haría algo más en el pelo y serías todo una Neoyorkina-. Añadió la chica del cabello rojizo-.
-Gracias, y tienes razón en lo del cabello, es una buena idea, necesito un cambio-. Concordó la rubia-.
-Podríamos ir luego, falta mucho para tomar el avión a Lima-. Comentó Kayle-.
-Me gustaría… ¿Y Santana?-. Preguntó Quinn-.
-Estaba durmiendo, no quise despertarla, tú sabes del carácter que se levanta cuando no duerme sus horas-. Contestó con una media sonrisa-.
-La tienes que amar mucho para tolerar ese carácter que tiene-. Dijo la rubia con una sonrisa-. Hasta a mí que soy su mejor amiga me desquicia a veces-.
-Lo hago-. Respondió-.
-¿Desayunamos?, Porque muero de hambre-. Preguntó Alison-.
Las chicas respondieron de forma afirmativa y entraron, hablaron de cosas superficiales y Alison le ofreció unas pastillas para el dolor de cabeza a Quinn, quien se sentía cómoda en ese lugar, la dueña de casa se había portado de una manera que no esperaba con ella. Aún tenía dudas, no sabía qué hacer y las horas seguían pasando en su contra. Se hacía inminente su encuentro con Rachel, y ahora ambas con sus cinco sentidos.
Rachel, despertó y miró a su alrededor, estaba en su habitación, su cama, pero había además de ella dos rubias más ahí, en distintas posiciones y con misma ropa de la noche anterior. Se levantó y se mareo de inmediato, no recordaba cómo había llegado ahí, ni en qué momento se acostó, menos porque estaba Britt y Francis compartiendo cama con ella. Abrió las cortinas y sus ojos sufrieron el cambio de luz, sentía la garganta seca y su estómago muy pesado, todo el alcohol le estaba pasando la cuenta.
-¡Cierra eso!-. Le gritó Francis escondiendo la cabeza en la almohada-.
-¿Ya es de día?-. Preguntó una adormilada Brittany-.
-¡Ya es mediodía!-. Rachel quien acostumbrara madrugar-.
-¡Cierra las malditas cortinas! ¡No me importa qué hora sea!-. Volvió a gritar Francis-.
-Dios me duele todo-. Se quejó la bailarina-. Por favor no sigan gritando-.
-Me quieres decir en qué momento llegamos al hotel-. Preguntó Rachel-.
-No lo recuerdo-. Contestó Francis quien ya se había rendido e intentó levantarse-.
-Veo que las tres bellas durmientes, por fin despertaron-. Exclamó Kurt quien entraba a la habitación-.
-¿Tú nos trajiste?-. Preguntó Rachel-.
-Sí, aunque necesite ayuda, debo decirles que fueron el alma de la fiesta, y el bar sufrió con ustedes-. Bromeo el chico-.
- Mi cuerpo es que está sufriendo ahora, le he hecho un daño irreversible, ojala mis cuerdas vocales no tengan alguna secuela, no me lo perdonaría jamás -. Expresó alarmada y corría a buscar un vaso de agua-.
-Deja de hablar estupideces, que haces que me duela más la cabeza-. Le gritó Francis-.
-Chicas, es mejor que se levanten, tenemos un vuelo que tomar en un par de horas, y tú querida amiga tienes una final que ir a ganar-. Les pidió Kurt-.
-Tienes razón, casi olvido la final, debo reponerme y rápido-. Contestó Francis levantándose-.
Las chicas se levantaron con las cicatrices de la desenfrenada noche que habían vivido, lo cierto es que no recordaban mucho, pero por lo que les comentaba Kurt, por poco se beben todo el bar del lugar, habían bailado y cantado. Tuvieron su noche de descontrol Neoyorkina.
Rachel comenzó a recorrer la amplia habitación, entrando a donde se supone debería estar durmiendo Quinn. Pero no había rastro de la rubia, estaban sus cosas, pero ella definitivamente no había dormido ahí, la cama estaba intacta. Se sentó en la cama y con decepción, tenía la esperanza de hablar con ella, de darle una explicación, de que por fin pudieran hablar, sin gritos ni recriminaciones, pero al parecer eso no iba a poder ser posible. Suspiró con fuerza, quería recuperarla, quería luchar por ella, se negaba a perder la esperanza hasta que no existiera ni la más mínima posibilidad de que Quinn la perdonara. Debía prepararse, tenía unas horas y la vería, la rubia debía volver por sus cosas, ahí ya comenzaría a jugar sus cartas.
Santana estiró uno de sus brazos buscando a su novia, pero la cama ya estaba helada, y su chica no sé encontraba ahí. Sus sentidos se alertaron y los mismos miedos de la noche anterior volvieron a ella, buscó algún rastro y había una nota en el velador. Explicaba que no la había querido despertar y fue a buscar a Quinn al departamento de Alison. Finalizaba con un tierno "Te amo", que le sacó una sonrisa y la tranquilizó.
Se levantó, y llamó al servicio de habitación para desayunar algo, se puso una camiseta de Kayle para sentir su aroma, estaba feliz. Recordaba la noche anterior y se le formaba una sonrisa maliciosa, le encantaba su chica y cómo podía hacerla tan feliz, se sentía segura en sus brazos. Mientras esperaba que le subieran su pedido, se dio una reconfortante ducha, mientras se secaba, pudo observar en el espejo, algunas marcas en su cuello y otras partes de su cuerpo. Evidencia de la noche que había tenido con Kayle, le gustaba sentir que su novia la deseara de esa manera.
Había una parte de ella que no podía evitar sentirse culpable. Se había dado cuenta de las dudas de Kayle, pero la presiono hasta que había cedido a sus encantos, entregándose a ella sin reparos. Su conciencia le dictaba que le dijera la verdad, que se arriesgara, ya que mantener ese secreto podía finalizar su relación y no de buena manera, era mejor que si Kayle lo sabía, fuera por ella.
Se vistió usando ropa de Kayle, puesto que la suya estaba en su habitación y no tenía ganas de bajar, quería estar ahí, tranquila. Desayuno viendo la televisión, y esperando que pronto volviera su novia con su mejor amiga.
Habían pasado algunas horas y ya se estaba aburriendo, sin contar que aún debía preparar su maleta para viajar de vuelta Lima. Decidió que era mejor ir adelantando algunas cosas y después volver a subir para esperar a Kayle. Bajo a la habitación que compartía con Rachel, Brittany y Quinn.
Iba entrando, a la habitación cuando se encontró frente a frente con Francis.
-¿Y tú que estás haciendo aquí?-. Preguntó la latina cruzándose de brazos-.
-Y porque te tengo que dar explicaciones -. Respondió en la misma postura-.
-Está es mi habitación, así que tengo todo el derecho a preguntarte-. Contraatacó-.
-¿Tú vienes de la habitación de Kayle?-. Preguntó observando a Santana quien lucía ropa de su ex novia y en su cuello tenía algunas marcas visibles-.
-Por supuesto, pase la noche con mi novia-. Sonrió con suficiencia-. Todas las estupideces que dijiste anoche no significaron nada, seguimos juntas y muy felices-.
-Tienes suerte López, pero se te va a acabar en algún momento-. Contestó y siguió caminando, Kayle había hecho caso omiso a lo que le dijo, y eso de cierta forma le dolía, tenía la esperanza de que si rompían podía tener otra oportunidad con Kay-.
Santana entró y sacó sus maletas para comenzar a ordenar la gran cantidad de ropa que había llevado a Nueva York. No tenía ganas de irse, le gustaba esa ciudad, además había vivido lindas experiencias con Kayle, su novia se había esmerado en que fuera una experiencia inolvidable.
-Santana-. Llamó Rachel acercándose a ella-.
-¿Qué quieres Berry?-. Preguntó no muy cortes-.
-¿Quinn no está contigo?-. Preguntó mientras con la mirada recorría el lugar-.
-Yo no la veo aquí conmigo, así que la respuesta es obvia Berry-. Respondió sarcástica-.
-¿No pasó la noche contigo?-. Insistió preocupada-.
-Quinn pasó la noche en el departamento con Alison-. Contestó sin dimensionar lo que esa información iba producir en Rachel-.
-Pasó…la…noche….con….ella-. Tartamudeo la castaña y sus ojos se cristalizaron al imaginarse a su rubia en brazos de otra-.
-Sí, Alison llamó a Kayle para avisarle que estaba con ella, de hecho ahora Kay fue a buscarla, deben estar por volver-. Añadió la latina-.
-¡Porque no la trajiste anoche contigo!, Tú permitiste que pasara la noche con una mujer que le coqueteaba y que lógicamente se iba a aprovechar al verla con unas copas demás, no hay que ser muy inteligente para imaginar lo que pasó-. Le gritó la pequeña diva-.
-¡Cálmate Berry! A mí no me gritas ni me haces tus ataques de histeria, la única culpable eres tú, si Quinn bebió de esa manera fue porque estaba mal por lo que ¡Tú le hiciste! Así que no intentes culparme de esto, además Alison no se aprovecharía de Quinn, si pasó algo fue porque las dos estaban de acuerdo-. Contestó la latina enojada-.
-Lo sé, sé que todo es mi culpa, fui una idiota, pero nunca quise engañarla, yo la amo Santana, jamás haría algo para hacerle daño-. Reconoció, y rompió en llanto-.
Santana la vio y se arrepintió de haber sido tan dura con ella, Rachel se veía tan vulnerable y arrepentida. Ella sabía lo que era cometer un error y dañar a alguien sin querer hacerlo realmente, por lo que iba intentar ser más empática.
-Ya cálmate quieres-. Intentó consolar y se le fue acercando-.
-No puedo, la amo demasiado y la estoy perdiendo, ni siquiera me da la oportunidad de hablarle, simplemente me quiere sacar de su vida-. Le contestó la pequeña diva sin dejar llorar-.
-Te entiendo sí, y créeme no creo que pierdas a Quinn, ella te ama, pero está herida, rompió todos sus muros y te demostró sus sentimientos, se siente traicionada y algo que Quinn Fabray no soporta es la traición-.
-Yo no la traicione, te juro que él me beso y apenas reaccione le empuje, no tengo nada con Jesse, yo le dije que amaba a Quinn, que se alejara pero sigue insistiendo, sigue molestándome, ya no sé qué más hacer-. Exclamó desesperada-.
-Primero tienes que calmarte, y segundo te creo, puedes ser irritante y muchas veces me mareas cuando hablas, pero no eres mentirosa, le diré a Quinn que hable contigo, no sé si me haga caso, pero es lo único que yo puedo hacer, nadie la puede obligar si no quiere-. Expresó mirando a Rachel a los ojos-.
-¡Gracias Santana!-. Exclamó y abrazó a la latina-.
-Ya es suficiente Berry no es como si fuéramos amigas-. Dijo mientras se separaba de la pequeña diva-. Y ahora voy a terminar de arreglar mi maleta, tú deberías estar haciendo lo mismo-.
Rachel se fue alejando, pero recordó su discusión con Santana la noche anterior. Y se giró para hablarle nuevamente.
-Santana, siento haberte gritado anoche, yo no debí haber sido tan dura contigo, sólo que estaba con algunas copas demás y me descargue con todo el mundo, de verdad lo lamento-. Se disculpó la castaña-.
-Está olvidado Berry-. Contestó Santana y le dio una sonrisa-.
Ya tenía casi todo terminado cuando alguien volvió a entrar, pensó que se trataba de Rachel, pero era Quinn quien había vuelto, y se veía bastante diferente de la última vez que la vio.
-¡Dios que te hiso Alison!-. Santana al ver a su amiga con ropa distinta y con un nuevo corte de pelo-.
-Nueva vida, nuevo look, necesitaba un cambio y me corte el pelo-. Contestó-.
-Te ves bien, me gusta esta Quinn más atrevida-. Aprobó Santana-. ¿Cómo te sientes?, pensé que aún estarías inconsciente-.
-Bien, aunque la cabeza aún me duele, pero mucho menos que cuando desperté-. Contestó-.
-Creo que con todo lo que bebiste era para que te doliera absolutamente todo así que debes agradecer que sea un dolor de cabeza-. Bromeó la latina-.
-Lo sé, creo que nunca en mi vida había bebido tanto, aunque pude descubrir que tengo bastante tolerancia al alcohol-. Dijo sarcástica-.
-Eso es cierto…Quinn, hable con Berry-. Expresó cambiando de tema y a la rubia se le desencajo el rostro, Rachel no era su tema predilecto en ese momento-.
-No quiero hablar de Rachel-. Respondió cortante-.
-Q, no puedes terminar una relación así, sin hablarlo, sin una explicación, escúchala sin gritarle y con calma, tal vez todo pueda solucionarse-. Aconsejo la morena-.
-Sé qué debo hacerlo, pero tengo miedo, no quiero escuchar que me diga que jugo conmigo o que quiere a St. James, no lo podría soportar San-. Justificó la rubia-.
-¿De verdad piensas que podría decirte algo así?, Por favor Quinn, desde la primera vez que la enfrentaste te ha dicho que fue un error, que él se aprovechó de la situación y te ha pedido perdón, te gritó que te ama…-. Le recordó-.
-Si pero aún no hay una explicación al porque se levantó esa mañana, y se fue a encontrar con él, ella debió estar conmigo, no dejarme sola la mañana después de que habías estado por primera vez juntas-. Increpó la rubia-.
-Yo te lo puedo explicar-. Exclamó Rachel quien estaba en la puerta y había escuchado parte de la conversación-.
Quinn se giró y ahí estaban esos ojos cafés que la hacían perder la razón. Rachel se veía más segura y con determinación, aunque internamente los nervios se la comían, más al ver que su rubia lucia tan diferente.
-Yo las dejo, iré a ver a Kayle-. Dijo Santana y las dejo a ambas ahí-.
-Te escuchó, me vas a decir porque saliste de la habitación esa mañana en primer lugar-. Exigió la rubia en un tono duro para intentar no quebrarse ante esa pequeña pero intensa mujer-.
-Tenía miedo-. Contestó bajando la mirada pero caminando hasta estar más cerca de la rubia, le urgía sentirla más cerca-.
-¿Miedo de que?-. Preguntó impaciente-.
-De ti, de lo que tú provocas en mí…-.
-Vas a tener que ser más clara porque la verdad es que no estoy entendiendo ni creyendo nada de lo que me dices-. Presionó la rubia-.
-Yo siempre he estado sola Quinn, tengo pocos amigos porque para muchos soy insoportable, no tuve un novio hasta hace poco pero tampoco significo un gran cambio para mí, yo…-. Comenzó a hablar la pequeña diva-.
-No entiendo a dónde quieres llegar, además de hacerte la víctima-. Expresó intentado herirla, sacando a la Quinn "Bitch" Fabray-.
-Si dejas de interrumpirme puedo explicarlo mejor-. Contestó Rachel-.
-Ok, no lo haré más-.
-Lo que quiero que entiendas es que yo lo único que tenía en mi vida, antes de conocerte o de quererte, era mi talento, mi sueño de llegar a Broadway, era a lo único que me aferraba, lo único que me hacía feliz, yo jamás dude, ni nadie era más importante que lograr eso, pero el estar contigo me hace pensar que eso no es único que me hace feliz-. Explicaba Rachel-.
-No entiendo Rachel, no entiendo que tiene que ver tú sueño de Broadway con que hayas terminado besándote con St. James-. Decía intentando guardar la calma-.
-Yo esa mañana cuando desperté entre tus brazos, me di cuenta que despertar así, contigo cada mañana podría hacerme feliz, tanto o más que cantar alguna vez en Broadway, y me dio miedo, me dio un pánico que no pude calmar, porque nunca antes había sentido esto, nunca me entregue a alguien como me entregue a ti Quinn, en cuerpo, alma y corazón, tú tienes todo de mi Quinn Fabray-. Se acercó tanto que sus respiraciones se podían mesclar-.
-Yo jamás te haría elegir entre tú sueño y yo, eso lo sabes, te amo demasiado como para hacerte eso-. Expresó mirándola a los ojos-. Aún no me dices porque besabas a St. James-.
-Salí para calmarme, fui al teatro porque necesitaba cantar, no había nadie, y cerré los ojos, canté pensando en ti, en sus besos, en tus caricias, y en lo mucho que te amo, estaba tan ida, que cuando reaccione y me di cuenta que era Jesse lo empuje y le dije que no lo quería ver más, que entendiera que es contigo con quien quiero estar, pero no sé qué tiene en la cabeza que se niega a entenderlo, es un idiota-. Recordó-.
Quinn la observó por un par de minutos, que la castaña se le hacían eternos. Esos ojos verdes la escrutaban, asegurándose de que no mintiera.
-Te creo Rachel, pero por alguna razón no me siento mejor, la idea de que pienses que yo pudiera interferir en tus sueños me duele-. Dijo Quinn por fin rompiendo el silencio-.
-No es eso Quinn, tú no has hecho nada para yo piense algo así al contrario siempre me dices lo buena que soy, fue que si en algún minuto tuviera que elegir entre tú y venirme a Nueva York, probablemente te elegiría, y eso no lo haría por nadie más-. Expresó y con valentía arriesgándose a un rechazó tomo la mano de la rubia-.
-¿Pero porque tendrías que hacer eso? la caricia de la castaña-.
-Porque tú no sabes que harás, no tienes planes Quinn, nos queda un año de escuela y nunca me has dicho algo sobre alguna Universidad o Carrera-. Contestó-.
-No tienes que hacer de eso tú problema Rachel, no todas sabemos que queremos hacer de nuestra vida antes de entrar al jardín de niños-. Expresó alejándose una vez más-.
-Quinn, no te estoy criticando, yo simplemente quería…-.
-¡Querías restregarme lo perdida que estoy!-. Exclamó alterada-. Eso lo sé-.
-Tranquila sí, aún nos queda un año, yo puedo ayudarte, va a comenzar el verano, veremos opciones, te quiero Quinn, quiero estar contigo-. Pidió nuevamente acercándose-
-No Rachel, es algo que debo hacer yo sola, por eso es que yo voy a pasar mi verano aquí, necesito estar lejos, pensar en mi-. Expresó con convicción-.
-¿Aquí?... ¿En Nueva York?, Pero Quinn, tu madre, con quien vas a quedarte aquí-. Respondió algo alterada, no le gustaba para nada la idea-.
-Llame a mi madre por teléfono y la convencí, me mandara algunas cosas que necesito, y me quedare con Alison, ella me ofreció alojarme en su departamento-. Contestó-.
Rachel había olvidado el hecho de donde y con había pasado la noche anterior la rubia. Pero ahora aparecía otra vez el nombre de Alison, otra vez esa chica interfiriendo.
-¿Dormiste con ella?-. Preguntó con un hilo de voz y sin estar segura de querer saber la respuesta-.
-No pasó nada de lo que te estás imaginando-. Se adelantó a explicar-. Somos amigas, nada más-.
-Seguro, pero va a tener todo el verano para conquistarte, porque a eso se dedican chicas como ella-. Expresó dolida-.
-Somos amigas Rachel, yo no me quedo para buscar una relación ni nada parecido, me quedo para encontrarme a mí misma, necesito saber que quiero, siempre he intentado hacer el papel de chica perfecta para todos, pero nunca he pensado en lo que quiero yo hacer de mí-.
Rachel entendía, no le gustaba, ni menos confiaba en Alison, pero si en Quinn, y si su rubia le estaba diciendo que no había nada así era.
-¿Qué pasa con nosotras?-. Preguntó Rachel bajando la mirada-.
-Te quiero demasiado, y no te voy a olvidar en un verano si eso es lo que preocupa, pero no te puedo obligar a que me esperes, ni asegurar que estaremos juntas cuando vuelva-. Contestó ahora acercándose ella a Rachel-.
-Te voy a esperar Quinn, voy a estar ahí para recogerte en el aeropuerto cuando vuelvas y te voy a reconquistar… la brecha que las separaba para darle un beso a Quinn, extrañaría tanto esos labios y quería asegurarse de guardar el sabor de su rubia-.
-Me tengo que ir, me esperan abajo…-. Dijo la rubia rompiendo el beso-.
-Entiendo…tú iras a dejarnos al aeropuerto-. Preguntó tímida-.
-Lo intentaré-. Respondió y fue saliendo de la habitación-.
Rachel vio salir de la habitación a Quinn, tenía sentimientos encontrados por un lado sabía que la extrañaría demasiado, pero confiaba en ella, era sólo una prueba que pasarían con éxito, porque ella la amaba tanto como para esperarla todo el tiempo que fuera necesario.
Santana tomó el ascensor con dirección a la habitación de Kayle. Cuando abrió esperaba que la chica estuviera ya haciendo sus maletas, pero no fue la imagen con la que se encontró. Kayle estaba de pie cerca de uno de los ventanales, con su mirada perdida mirando hacía algún punto lejano.
La latina se fue acercando con cuidado y la abrazó por la espalda cariñosamente, apoyando su mentón en el hombro de su novia.
-¿En qué piensas?-. Susurró el oído la latina-.
-En ti-. Contestó manteniendo la postura-.
Santana sonrió, le gustaban esas respuestas tan sinceras de su novia, pero antes de que pudiera decir algo la chica se giró.
-Tenemos que hablar, San-. Pidió-.
-¿Sobre qué?-. Preguntó preocupada al ver la expresión en el rostro de Kay-.
Kayle le tomó la mano y la dirigió a uno de los sofás de dos cuerpos que decoraban la habitación, se sentaron muy cerca una de la otra.
-Se lo que pasó con Brittany en el avión-. Contestó Kayle con sus ojos verdes fijos en los cafés de Santana quien no se esperaba esa respuesta-.
-Yo te lo puedo explicar-. Se defendió-.
-¿Estás segura que lo puedes hacer?-. Preguntó casi en forma retorica-.
-Kay yo, no volverá a pasar, fue un impulso que no pude controlar, yo no quería engañarte, no quiero que nuestra relación termine, te quiero-. Intentaba explicarse pero no con mucho éxito-.
-No puedes estar segura que no volverá a pasar porque de hecho ya ha pasado otras veces, y aunque no lo hayas querido me engañaste y eso duele, sobretodo porque aunque nos hemos prometido decirnos la verdad, tú me lo ocultaste, me mentiste-. Recriminó la chica de ojos verdes-.
-No te lo dije porque no te quería perder, tenía miedo de que si lo sabias ibas a romper conmigo, y no quiero que eso pasé-. Contestó intentando tener algún tipo de contacto físico pero no lo consiguió-.
-¿No quieres romper? ¿Quieres estar conmigo? Yo no creo que estés segura de eso Santana, yo creo que tú no sabes aún con quien quieres estar, si fuera sólo un beso yo te lo perdonaría, pero ambas sabemos que no es algo tan simple-. Exclamó levantándose estaba perdiendo la calma-.
-¡Yo te elegí a ti! Tú eres mi novia y te quiero a mi lado-. Copiando la acción de Kayle y tomando uno de sus brazos para que la mirara-.
-¿Y Britt? Dime mirándome a los ojos que no quieres estar con ella-. Exigió-.
Santana se quedó en absoluto silencio, no podía negarlo pero tampoco afirmarlo, seguía ahí en medio, entre Brittany y Kayle, quería a las dos, de la misma forma.
-Eso responde mi pregunta-. Dijo Kayle amargamente-. Yo te amo Santana, y te dije que lucharía por ti, de hecho si no te amara tanto habría roto contigo sin siquiera escucharte, pero ya no se cuanto más pueda seguir así, necesito que tú estés segura de que es conmigo con quien quieres estar…-.
-Quiero estar contigo, sólo dame otra oportunidad sí, me alejare de Brittany si es necesario para que lo nuestro funcione-. Expresó con dolor, alejarse de su rubia era algo que iba contra su naturaleza, siempre habían estado juntas-.
-No, la que se va a alejar soy yo-. Contestó firme-.
-¿Cómo? ¿Estás rompiendo conmigo?-. Preguntó y sus ojos se cargaron de lágrimas-.
-No, simplemente creo que nos hará bien estar un tiempo separadas, necesito saber si me extrañas o me necesitas como yo a ti, si soy alguien realmente importante en tu vida San, así que me quedare aquí, y cuando tú estés absolutamente segura de que es conmigo con quieres estar me lo dices, sino, trataré de entenderlo y aceptarlo-. Explicó Kayle-.
-Yo…no quiero…-.
-Sabes que es lo mejor, yo voy a esperarte eso te lo prometo, podemos seguir hablando, te llamare, pero no puedo seguir contigo teniendo la duda constante de si piensas en otra persona, mientras estás conmigo-.
-Yo no quiero hacerte daño, no lo mereces y si tú crees que es lo que necesitamos, lo respetare y tomare una decisión, pero por favor nunca dudes de mis sentimientos por ti, porque de verdad te quiero, te quiero tanto que siento que la mitad de mi corazón se queda aquí contigo-. Confesó la latina y se fundió en el pecho de su novia-.
-Espero que algún día sea tú corazón completo quien me quiera-. Contestó y la tomo del mentón para darle un beso-. Ahora tienes que bajar, Alison y Quinn te esperan para llevarte al aeropuerto, los demás ya deben estar allá-.
Santana hiso un gestó de afirmación y la volvió a besar, se la hacía tan difícil irse sin Kayle, nunca pensó en que eso pudiera pasar cuando llego a esa ciudad. Pero algo dentro de sí le decía que era lo correcto, por mucho que quisiera que su relación funcionara aún quería a Brittany, tanto que cada vez que la tenía cerca le producía querer besarla, más cuando la rubia le decía que aún la amaba.
-¿No iras al aeropuerto?-. Preguntó la latina-.
-No, prefiero quedarme, pero te llamaré para saber que todo el viaje estuvo bien-. Respondió-.
-Estaré esperando-.
Kayle vio a Santana atravesar la puerta y sus lágrimas salieron a montones, se había mantenido fuerte y firme, pero lo cierto era que sabía lo que estaba arriesgando, sabía que quedándose estaba dejándole el camino libre Brittany para que reconquistara a Santana, pero tampoco podía seguir en esa situación. Ahora sólo quedaba esperar, el tiempo diría si su latina de verdad la había elegido a ella.
Santana bajó al lobby del hotel y ahí estaban Alison y Quinn esperándola. La rubia durante él viaje, le contó acerca de sus planes de quedarse en Nueva York por parte de sus vacaciones, y aunque le iba a hacer falta su mejor amiga, entendió perfectamente las razones de la rubia, por lo que le deseo suerte y la abrazó con fuerza, también le pidió a Alison que cuidara de ella y de Kayle, por alguna razón aunque no conociera mucho a esa chica le inspiraba confianza.
Cuando llegaron al aeropuerto ya estaban todos los demás integrantes de Nueva Direcciones. Fijaron su vista en las chicas y más de algún comentario se generó al ver el nuevo look de Quinn, y al enterarse que la rubia no viajaba de vuelta con ellos. Santana no respondió preguntas y abordó en absoluto silencio el avión. Se sentó donde correspondía y al mirar el asiento vacío a su lado, derramo unas lágrimas, Kayle definitivamente no volvía, esa era la evidencia de que todo era real. Estaba otra vez sola.
Perdió su vista por la pequeña ventanilla que mostraba una visión de la gran ciudad. Estaba tan inmersa en sus propios pensamientos que no advirtió que alguien se sentó a su lado hasta que pusieron una mano sobre la suya, desvió su mirada de inmediato para encontrarse con dos ojos celestes que no se podían igualar al cielo que las cubría. No hubo palabras, no era necesario, el calor que le produjo esa sencilla y simple muestra de cariño la tranquilizó. No estaba sola.
atercio********- - Mensajes : 650
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
hello---perdon la tardanza, espero alguien aun lo lea...un saludo una feliz navidad!!! super tardia.....las mejores vibras!!!!!
atercio********- - Mensajes : 650
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
ufaa pobre kylee!!! me gusta la nueva quinn y alison me cae muy bien!!! besos feliz año actualiza prontoo!!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
wow perdon la tardansa este cap realmente bueno y quinn en NY espero que su relacion con rachel funcione...... este cap me hizo llorar...soy muy sencible....
y respecto a santana y Kayle esta bien que se alejen y santana tendra que decidirse entre britt o Kayle........gran decicion
y respecto a santana y Kayle esta bien que se alejen y santana tendra que decidirse entre britt o Kayle........gran decicion
gleek_4ever***** - Mensajes : 240
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Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo Diecisiete:Un verano de nostalgia y reencuentro
Primera semana:
Cinco días después
Brittany despertaba con una sonrisa, había tenido un sueño hermoso. Se estiró con pereza y se levantó de su cama, abrió las cortinas y le dio la bienvenida al soleado día de verano. Tenía una sensación de que ese día sería especial, algo dentro de ella le decía que las cosas de ahora en adelante sólo mejorarían.
Desde su regreso a Lima, no había visto ha Santana, sin embargo, hablaban por teléfono todos los días, en las noches la latina se aseguraba de llamarla para hablarle de su día y saber de ella. Era como cuando eran las mejores amigas inseparables. Si bien. esas conversaciones le encantan y la hacían pensar que estaba recuperando terreno, no le era suficiente, necesitaba verla, tomarle la mano, sentirla cerca.
Pero respetaba lo que Santana le había pedido, sabía que la latina necesitaba estar sola, aclarar su mente, procesar todo lo que había pasado en Nueva York, y no quería presionarla.
Aunque le había dolido cada rechazo de Santana, cada vez que la dejaba y corría detrás de Kayle, sabía que aún tenía esperanza, lo sabía porque los ojos de su latina jamás habían podido mentirle, y cuando la miraban aún veía amor, amor por ella.
Flash back, cinco días antes en el avión de vuelta a Lima.
Brittany se había sentado al lado de Santana esperando poder hablarle, se sentía culpable, sabía que la única causa probable del porqué Kayle no había regresado con ellos era que se hubiera enterado de lo que paso entre ella y Santana.
Se ubicó en silencio, no sabía que decir, porque aunque sonara egoísta su alegría de tener la posibilidad de estar con Santana sin interrupciones, sin novia de por medio, era mucho mayor que su sentimiento de culpabilidad. Miraba a Santana de forma intensa, esperando que la sintiera. Se dio cuenta de lo afectaba que estaba, y sólo atino a poner su mano sobre la de su latina.
-Britt…-. Santana en casi un susurro-.
-Lo siento…-. Expresó la bailarina, quien no soportaba ver triste a su morena-.
-No es tú culpa, la única culpable de todo soy yo-. Contestó sin mover su mano-.
-No sólo es tu culpa…yo…-.
- Britt-. Interrumpió- La única culpable soy yo, porque no he actuado de manera correcta, ni con Kay ni contigo, todo este tiempo he sido una cobarde, porque en el fondo no soy capaz de estar sin ninguna de las dos, lo que no ha sido justo, porque al estar de novia con Kayle debí serle sincera no besarte, no porque no lo deseara, sino porque te sigo haciendo daño, al no dejarte ir como prometí-. Confesó la latina quien había dejado caer algunas lágrimas-.
-San…no seas tan dura contigo, yo tampoco te he dejado ir, yo he seguido insistiendo en que estés conmigo, tampoco he actuado de la mejor manera-. Expresó la rubia sujetando con más fuerza su mano-.
-Es la verdad Britt, la responsable de esto soy yo y nadie más que yo, soy egoísta, y con mi egoísmo dañe a las personas que más quiero…-. Bajando la mirada-.
-San…-.
-Ni siquiera deberías estar aquí consolándome, yo te bese y luego te aleje, y el que este confundida no es justificación para el como he estado actuando...-.
-Lo sé, pero tienes que saber que yo no me alejare de ti, aunque me lo siguieras pidiendo no lo iba a hacer, y eso también es egoísta, interferí en tu relación porque quería ser sólo yo quien te hiciera feliz…-. Confesó también la rubia-.
-Tú me haces feliz, con las cosas que las personas pueden considerar simples o cotidianas tú me hacías feliz…-. Expresó con una sonrisa nostálgica-.
-¿Te hacía?...Tú ya no…ya no sientes algo por mi-. Expresó dudosa y con miedo-.
-Los sentimientos ya no son los mismos, pero siguen aquí en mi corazón, te quiero, eres tantas cosas para mi Britt, que ni siquiera puedo explicarlo con palabras, eres mi mejor amiga, mi primer amor, mi complemento, si existe eso de la almas gemelas, estoy segura que tú eres la mía, eres la niña con la sonrisa más dulce y los ojos más sinceros que he conocido…-. Expresó la morena Manteniendo su sonrisa-.
-Pero…-. Porque conocía a Santana, y sabía que había un pero-.
-Pero nunca pensé que me dolería tanto dejar a Kay, ella ha sido mí ángel guardián, quien me consoló cuando lloraba, quien me dio fuerza, me apoyo y me hiso sonreír de nuevo, con ella volví a confiar, a querer y darme cuenta que alguien si podía enamorarse de mi… -.
-Entonces… ¿La quieres más que a mí?-.
-Si la quisiera más que a ti ¿te habría besado?, ¿Pensaría en ti y en lo diferentes que pudieron haber sido las cosas si no me hubieras rechazado?, ¿Estaría aquí en vez de haberme quedado en Nueva York y luchado por su perdón?, No lo creo Britt, pero tampoco me siento bien ahora, porque ahora aquí estando contigo, tampoco puedo sacármela de la cabeza-. Reflexionó-.
-No logro entenderte San… ¿Qué quieres que haga?-. Le preguntó confundida-.
-Tú ya no tienes que hacer nada Britt, tú seguiste tras de mi aunque te rechace muchas veces, y eso me hiso darme cuenta que me quieres de verdad, ahora soy yo la que tengo que hacer algo, yo necesito estar sola, es la única manera de no seguir haciéndoles daño…-. Expresó convencida-.
-¿O sea que cuando bajemos del avión ya no sabré de ti?...-.
-No creo poder estar sin saber de ti, nunca lo he logrado y eso lo sabes…va a ser muy difícil, no me gusta estar sola, pero debo hacerlo, es momento de que aprenda a estarlo, igual si estás de acuerdo, puedo llamarte…-. Preguntó con timidez-.
-Estoy de acuerdo, sé que este tiempo lo necesitas-. Aceptó-.
Durante el vuelo fueron pocos los momentos en que sus manos estuvieron lejos una de la otra, sus miradas eran reiteradas, y Brittany sintió como esa sonrisa que de un tiempo ha esta parte se había alejado de ella, volvía a alojarse en su rostro.
Fin Flashback.
Mientras el agua más helada que tibia, comenzaba a recorrer su cuerpo, intentaba pensar que podría pasar, durante este tiempo que Santana le había pedido. Sabía que su latina tenía sentimientos por ella, eso nunca se lo había negado, pero también que quería a la otra chica, de hecho le aclaro que ellas no habían terminado, se estaban dando un tiempo.
El mismo tiempo que debía utilizar a su favor. Salió de la ducha envuelta en una toalla que tapaba lo justo de ese tonificado y atlético cuerpo. Mientras se secaba y pensaba en que se pondría ese día, detuvo su mirada en ese rincón de su habitación en donde tenía muchas fotografías junto a Santana.
Desde aquella primera presentación teatral en primaria, cuando tenían apenas ocho años, pasando por sus primeros campeonatos con las Cheerios, a cuando ganaron las regionales con el Glee Club. Se mostraban en distintos escenarios, edades, con uniforme de porrista y sin ellos, ahí estaban sus recuerdos. Es toda una vida juntas, pensó. Y esa sonrisa nostálgica apareció en su rostro.
-Es toda una vida juntas, eso debe significar algo-. Pensó otra vez pero ahora lo dijo en voz alta-.
Se termino de vestir para bajar a desayunar con sus padres, le gustaba compartir con ellos, y por sus trabajos por lo general era el desayuno y la cena lo que podían disfrutar en familia.
Cuando ya estaba sola otra vez en casa, se dio cuenta que no quería desperdiciar ese día tan hermoso ahí, por lo que buscó su bolso y salió. Caminar le haría bien para pensar.
Sus pasos eran alegres y fluían como si bailara, iba con sus audífonos puestos y con seguridad ya podía imaginar cada paso de baile para esa canción, era algo que no podía evitar, escuchaba música e inmediatamente moverse creando coreografías. Podía no ser brillante en muchas cosas, pero el baile definitivamente era su forma de comunicarle al mundo que ella, podía ser excelente en algo.
Sin pensar conscientemente donde quería ir, llego al parque de Lima. Siguió avanzando, ese siempre había sido uno de sus lugares favoritos en la ciudad. Un señor de mediana edad estaba vendiendo unas bolsitas con comida para alimentar los patos del estanque. Le compro uno y camino hacía una de las bancas cercanas, en realidad no a cualquier banca, se dirigía a una en específico a la que solían ir ella y Santana.
Cuando ya le faltaban unos cuando metros para llegar, distinguió la silueta de una persona que estaba sentado en su banca, su primera reacción fue algo de molestia, pero al seguir acercándose eso cambio radicalmente. Quien estaba ahí era su Santana, con la mirada perdida en alguna parte, con su gesto pensativo, con sus manos entrelazadas jugando entre ellas, ahí estaba, tan ida y sin si quiera ser consciente de que en esta sencilla posición irradiaba una belleza impresionante.
Brittany tuvo el impulso de darse vuelta y volver por donde vino. Se sentía una intrusa entrometiéndose en ese momento en soledad que tenía Santana. Pero al parecer su cuerpo, se negaba a hacerle caso, en realidad ha realizar cualquier movimiento. No avanzaba ni retrocedía, sólo se mantenía ahí, apreciando a esa morena que tanto extrañaba.
-Te vas a quedar ahí o vas a acercarte y sentarte junto a mí-. Expresó Santana, quien al momento se giró para posar esos hermosos ojos color chocolate sobre ella-.
-Yo…no quise interrumpir, parecías concentrada en algo-. Se excuso la bailarina avanzando los pasos que faltaban para llegar hasta ella-.
-Tú nunca interrumpes Britt-. Contestó gentil y con esa sonrisa que a la bailarina la derretía completamente-.
-¿Cómo supiste que era yo?, No me estabas mirando…-.
-No necesito mirar para saber que estas cerca de mí, simplemente lo siento…-. Contestó apoyando uno de sus codos en el respaldo para mirarla fijamente-.
-Te he extraño estos días…-.
-Hemos hablado por teléfono, anoche hablamos mucho…-. recordó-.
-Sí, pero por teléfono no puedo hacer esto-. Respondió y le tomo cariñosamente la mano, adoptando la misma posición de la latina-.
Santana acaricio con dedicación la mano de la rubia, lo cierto era que ella también la había extrañado, y mucho.
-Yo también te extrañe…-. Expresó-.
-¿En serio?-. Preguntó con una sonrisa que podría iluminar el más nublado de los días-.
-Sí-. Ratificó-. Quería verte, pero no sabía como pedírtelo, no quería que pensaras que otra vez estaba jugando diciéndote una cosa primero, para después pedirte lo contrario-.
-Sabes que conmigo no es necesaria una explicación, con un simple "quiero verte" habría sido suficiente, sin preguntas de mi parte-. Dijo la bailarina-.
Siguieron mirándose fijamente por un par de minutos más. Britt abrió la bolsita que traía consigo y comenzó a lanzar comida, los patos salían uno por uno y eso produjo que soltara una sonora carcajada.
Santana la miró y sonrió, eso era una de las muchas cosas que amaba de Brittany, como de un segundo a otro podía transformase en una niña pequeña a la que hacían feliz cosas tan simples.
Pasaron un tiempo ahí, disfrutando de la compañía mutua, recordando cuando pasaban tardes enteras ahí.
El celular de Santana sonó tenía un nuevo mensaje.
-¿Tienes que irte?-. Preguntó Britt con un gesto de decepción-.
-Sí, es de Santiago, hoy le dio por preparar el almuerzo y me decía que ya estaba todo casi listo-. Contestó-.
-Entiendo, nos vemos ¿Pronto?-. Contestó insegura, no quería separarse de ella-.
-Porque mejor no vienes conmigo, así no me intoxico sola-. Le pidió con una sonrisa-.
-Me encantaría-. Aceptó-.
Se levantaron y caminaron. Britt tuvo la intensión de tomarle la mano, pero se arrepintió no quería apurar las cosas, paso a paso, se decía a si misma, aunque su cuerpo en ocasiones se mandara solo y la rozara furtivamente en busca de contacto.
No tardaron mucho en llegar a la residencia López, era una de las ventajas de vivir en una ciudad pequeña, las distancias siempre eran cortas.
Santana abrió la puerta de su casa y se fueron directamente a la cocina. No había rastro de Santiago, pero si una gran cantidad de ollas sucias, sartenes y otras cosas. Su hermano siempre que intentaba cocinar ensuciaba una cantidad impresionante de cosas, aunque fuera lo más simple. "Hombres", pensó, Santana.
-¡Britt!-. Exclamó Santiago y la abrazó fuerte tomándola para darle unas vueltas en el aire-.
-¡Santiago!-. Contestó alegre la rubia-.
-Porque a mi no me recibes así-. Comentó Santana cruzándose de brazos-.
-No te pongas celosa hermanita-. Le respondió el joven bajando a Britt-.
-Espero que no te moleste tener una invitada, pero me moría de ganas de probar como cocinas-. Dijo la rubia-.
-Morir es el riesgo que corres al comer-. Señalo la latina con burla-.
-San…-. En tono de regaño la bailarina-.
-No me afectan tus comentarios hermanita, después de que pruebes mi mamo caerás rendida a mis pies-. Respondió Santiago-.
-Eso lo veremos-. Retó la latina-.
Santiago agrego otro puesto en la mesa, sus padres estaban en sus respectivos trabajos por lo que sólo serian ellos tres.
-¿Y que tal lo pasaste en Nueva York?-. Le preguntó Santiago a la rubia-.
-Bien, estuvo intenso, fueron cuatro días pero hicimos muchas cosas, incluida una noche de locura Neoyorkina-. Contestó con una amplia sonrisa recordando la noche con Rachel y Francis-.
-¿Cómo que locura Neoyorkina?-. Preguntó Santana sorprendida-.
-Sí-. Confirmó la bailarina-.
-¿Y que hiciste esa noche de locura?-. Interrogó la latina con una ceja levantada-.
-Si lo recordara te lo diría, sólo sé que Rachel, Francis y yo despertamos en la misma cama con una resaca horrorosa-. Contestó la rubia-.
-¡Como que despertaste en la misma cama que Berry y Johansen!-. Exclamó la morena, y muchas imágenes pasaron por su mente demasiado rápido como para poder detenerlas-.
-Cálmate sí-. Pidió la rubia con calma-. Despertamos en la misma cama porque Kurt nos tuvo que llevar al hotel, bebimos demasiado, no porque pasara algo de lo que te estás imaginando-. Aclaró-.
-No…me imagine nada-. Contestó la latina-.
Santiago no había intervenido, se había limitado a reír al escuchar la historia de Britt y la reacción de Santana, le causaba gracia ver la cara de su hermana ante la declaración de Brittany, esos eran claramente celos.
Después del almuerzo, "en familia", como lo llamó Santiago, decidieron ver una película para pasar el resto de tarde que les quedaba.
-¡Te dije que no voy a ver ninguna de tus películas de terror!-. Exclamaba Santana discutiendo con su hermano-.
-Tienes que crecer en algún momento, y dejar de pensar que los monstruos de las películas van a venir acosarte mientras duermes-. Contestó Santiago burlándose de Santana y el miedo que la asolaba cuando era niña-.
-¡No creo eso!... Simplemente no me gustan-. Se defendió la latina con algo de rubor en sus mejillas-.
-A mi tampoco-. Apoyo Britt-.
-Somos dos contra uno así que veras lo que nosotras queramos-. Dijo la morena de manera triunfante-.
-Entonces prefiero ir a mi habitación, la verdad tengo que revisar algunas cosas de la Universidad-. Expresó el joven-.
La verdad era que no tenía mucho que hacer, pero notaba como las chicas se habían regalado miradas durante todo el almuerzo por lo que opto por dejarlas a solas. Necesitaban recuperar el tiempo perdido.
Santana puso el primer DVD que no fuera de terror, y no porque su hermano rememorara su temor de infancia, sino porque ese tipo de películas nunca habían sido de su gusto, además con Britt ahí prefería inclinarse por algo más ¿romántico?.
Ciertamente el argumento de la película dejo de captar su atención cuando Brittany, quien se había mantenido a su lado en el sofá pero conservando una pequeña distancia, optó por ponerse más cómoda y apoyó su cabeza sobre sus piernas. Como acto inconsciente ella comenzó a acariciarle el cabello amorosamente.
Se perdió en aquellos delgados cabellos que si se veían con dedicación podían ser sólo igualados con los primeros rayos del sol, esos que muchas veces las sorprendieron juntas en su habitación. Los recuerdos se apropiaron de su mente, sus primeras veces juntas, cuando se conocieron, cuando a tan corta edad Santana se había dado cuenta que esa distraía y adorable rubia era irremplazable en su vida.
Brittany presintiendo esa mirada intensa que estaba sobre ella, se volteo para mirarla directamente a los ojos. No podía descifrar con exactitud en que pensaba su latina, sin embargo, le provocaba una sensación fascinante, tanto que en su estomago se comenzaron a formar pequeños cosquilleos, esos que le gritaban en su interior que rompiera esa exigua distancia y la besara, la besara para que se diera cuenta que ellas eran almas gemelas.
Santana, rompió el contacto visual y se acercó con cariño depositando un tierno beso en la frente de la bailarina.
-Te quiero-. Dijo la morena-.
-Y yo a ti San-. Contestó de inmediato la rubia-.
Después de eso volvieron a su posición anterior, Santana intentó volver a poner atención en la película, pero le era imposible, cuando estaba con Brittany todo a su alrededor desaparecía.
Pasaron varias horas entre conversaciones cotidianas en el sofá o viendo programas en la televisión, no importaba lo que estuvieran haciendo, mientras estuvieran las dos juntas.
-Creo que es tarde, debo ir a casa-. Expresó la rubia-.
-Vamos, yo te llevo-. Ofreció Santana-.
-No es necesario, no vivimos muy lejos, puedo caminar-. Contestó-.
-Si es necesario, tú lo dijiste es tarde no quiero que andes por ahí sola-. Insistió la latina-.
-Ok, vamos entonces-. Aceptó la bailarina que sabía que Santana no iba a aceptar un no por respuesta-.
Subieron al escarabajo descapotable de la latina y Britt de inmediato se apropió de la radio del vehículo, comenzando a seguir la música con una improvisada coreografía. Santana la observaba de reojo y sonreía.
Al llegar a la residencia Pierce, Santana bajo para acompañarla a la puerta, ¿era amabilidad o esa insistente necesidad de no separase de ella?.
-Creo que aquí nos separamos-. Pronunció la morena-.
-Así es-. Contestó jugando con sus llaves-.
Hubo un pequeño silencio, ambas querían decir algo pero no sabían como.
-Yo me…-. Al unísono, al darse cuenta que hablaron al mismo tiempo ambas soltaron una carcajada-.
-Tú primero-. Expresó Santana-.
-Yo me preguntaba si nos podemos ver…en estos días, ir al parque o al cine, sé que tú me pediste…-. Decía algo nerviosa bajando la mirada, no quería otro rechazo-.
-Me encantaría-. Interrumpió Santana-. Cuando llegue a casa te llamo y coordinamos algo, ¿te parece?-.
-Claro que sí-. Respondió no pudiendo ocultar su emoción y saltándole encima a la morena-.
-En eso quedamos, ahora me tengo que ir, mis padres ya deben haber llegado y hoy hay cena familiar-. Explicó-.
-No hay problema, espero tú llamado-.
Cuando se fueron a despedir de un beso en la mejilla, giraron torpemente hacía el mismo lado, produciendo un fugaz roce de labios. Las tomó desprevenidas, no era la intensión de ninguna de las dos.
-Yo…lo siento-. Se disculpó la latina-. Hablamos, buenas noches Britt-. Se despidió y se alejó rápidamente-.
Brittany se quedó en la puerta observando como Santana se subía a su auto, como muchas veces antes lo había hecho, pero ahora algo era diferente. En sus labios guardaba esperanza. Ese día no podía terminar mejor.
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Segunda Semana:
Kayle manejaba por las calles de Nueva York. Parte de ella ya había perdido la costumbre de transitar por esas calles congestionadas, llena de conductores gritando improperios porque otro demoraba unos segundos más en acelerar en un semáforo, es muy diferente en Lima, pensó. Extrañaba Lima, pero por sobre todo extrañaba a Santana.
Estaciono su auto en el edifico donde vivía Alison, había quedado de pasar por ella y Quinn, hoy su amiga se graduaba de la escuela y quería que la acompañara.
Entró al departamento, su mejor amiga le había dado una llave extra para que fuera cuando ella quisiera, después de haber rechazado la oferta de ir a vivir con ella y Quinn mientras estuviera en la ciudad. No la había rechazado porque no quisiera compartir con ellas, era simplemente que de un tiempo a esta parte necesitaba estar sola.
No avisó de su presencia, simplemente se dirigió al dormitorio de Alison.
La chica del pelo rojizo estaba frente al espejo colocándose el blazer correspondiente al uniforme de la Academia Akron.
-Algo que agradezco de estudiar en una escuela pública ahora es que ya no tengo que usar ese horroroso uniforme-. Expresó Kayle para captar la atención de su amiga-.
-¿Estás insinuando que me veo horrorosa?-. Pregunto Alison fingiendo sentirse ofendida-.
-Sabes nada podría verse horroroso en ti-. Dijo acercándose hasta estar a su lado y abrazarla amorosamente-.
Las chicas rieron por un momento, mientras Alison terminaba de arreglarse.
-¿Cómo has estado?...No habías venido a vernos ni nada…-. con algo de preocupación Alison-.
-Bien-. Contestó escuetamente-.
-¿Segura? Sabes que puedes ser honesta conmigo… ¿Has hablado con Santana?-.
-Sí, hemos hablado por teléfono, me ha llamado algunas noches y yo otras-. Respondió-.
-¿Y como están las cosas?-.
-No lo sé, algunas noches me dice que me extraña, que le gustaría que estuviera allá y otras esta distante y me habla lo justo, así que verdaderamente no sé como están las cosas-. Explicó con un dejo de pesar en su voz-.
-¡Alison el chofer nos está esperando!-. Avisó Quinn quien venía entrando a la habitación-.
-Hola Quinn-. Saludó Kay-.
-Hola, no sabía que ya habías llegado-. Contestó la rubia-.
-Sólo llevo un par de minutos-. Expresó-. Te ves bien ¿Cómo han sido tus primeras semanas en Nueva York?-. Preguntó-.
-Gracias-. Respondió al cumplido-. Han sido toda una locura, Alison me ha llevado a visitar cada día un lugar diferente, y por las noches en el Mercury, en dónde creo ya me transforme en clienta frecuente-. Contó la rubia con una sonrisa-.
-No esperaba otra cosa, con Alison es imposible no volverte adicta a las fiestas-. Comentó la morena-.
-¡Hey estoy aquí y yo nunca he obligado a nadie a salir conmigo! Y ahora muevan sus lindos traseros que no quiero llegar tarde a mi graduación, entre antes de por finalizada mi etapa estudiantil mejor-. Dijo la chica tomando su toga y birrete para salir de la habitación-.
El viaje fue agradable, era conocido que con Alison no se pasaban penas.
-¿Y no has extrañado Lima?-. Preguntó Kayle-.
-¿Puedes extrañar Lima estando en Nueva York?-. Contestó la rubia con otra pregunta-.
-Creo que no, pero puedes extrañar…personas que están allá-. Insistió la morena en clara referencia a la ex novia de Quinn-.
-A veces es mejor dejar de pensar en las personas que no tienes junto a ti-. Fue la inesperada respuesta de la rubia-.
-¿No has hablado con ella?-.
-No, la verdad si la llamó no sabría que decirle, es mejor que aclare mi mente y después hable con Rachel…-. Contestó la rubia intentando no seguir con el tema-.
Cuando llegaron a la academia Akron donde sería dispuesta la ceremonia, a Quinn le impresiono la belleza del edificio, era de arquitectura antigua y ocupaba toda una manzana. Entre las personas que ahí estaban podía identificar Senadores, hombres de negocios, todos elegantes. De pronto un hombre de mediana edad pero con un aire jovial se acercó a ellas.
-¡Hola!-. Saludó y le dio un fuerte abrazo a Alison-. Por fin mi pequeña se gradúa-.
-¡Viniste!-. Contestó la joven con sorpresa-.
-Claro, no me podía perder tu graduación-.
Quinn había compartido casi dos semanas con Alison, y en ese poco tiempo se atrevía a decir que la consideraba su amiga. La chica le ofreció su departamento, su amistad y su compresión, sobretodo en las noches en que a Quinn se le pasaba la mano con las copas y terminaba deprimida diciendo lo mucho que extrañaba a Rachel. Nunca se había aprovechado de las circunstancias ni intentado algo con ella, no pasaba de decirle algún cumplido que sabía no eran reservados sólo para ella, sino parte de su extrovertida personalidad.
De este tiempo de convivencia había aprendido también cosas sobre ella. Lo primero que le llamó la atención era que viviera sola, y la respuesta la obtuvo un día que Alison en un arranque de sinceridad le dijo que sus padres nunca tenían tiempo para ella, su padre un famoso y exitoso productor musical llevaba meses en Los Ángeles y su madre después del divorcio se había dedicado a viajar por el mundo sin poner atención a su hija. Ahí entendió muchas cosas sobre ella.
Kayle había saludado al padre de Alison y luego se disculpó diciendo que daría una vuelta por su antigua escuela, mientras comenzaba la ceremonia. Entró al edificio que guardaba gran parte de los recuerdos de su vida. Desde que era una niña había corrido por aquellos pasillos.
Subió por las escaleras buscando su lugar preferido, donde solía esconderse cuando necesitaba estar sola o pensar en algo. Estaba perdida recordando sus vivencias en aquella escuela cuando una voz conocida la sacó de sus pensamientos.
-Pensé que este lugar era mio ahora-. Exclamó Francis acercándose a ella-.
-¿Siempre tiendes a apropiarte de lo que no es tuyo?-. Contestó Kayle girándose para estar frente a frente-.
-A veces-. Dijo con una sonrisa-.
Kayle la miró fijamente y verla con ese uniforme le traía tantos recuerdos. Ese lugar, esa chica, ese perfume intoxicante que usaba Francis le estaban produciendo sentimientos que no se esperaba. Nostalgia, se dijo a si misma.
-¿Qué haces acá?-. Rompió el silencio Francis-.
-Acompaño a Alison, no estaba segura si su familia vendría y no quería estar sola-. Contestó-. ¿Y tú?-.
-Yo tenía que venir porque soy la presidenta de la mi clase-. Respondió-.
-Lo había olvidado, me alegra que hayas conservado tú reinado después de que me fui-. Dijo con una sonrisa-.
-Nunca fue lo mismo sin ti-. Expresó y bajo la mirada-.
Kayle guardo silencio después de esa inesperada respuesta, no sabía que decirle.
-Será mejor que me vaya, si viniste aquí es porque quieres estar sola-. Dijo la rubia-.
-Francis…-. Y tomo su mano para detenerla-. Yo te debo una disculpa-.
-¿Por qué?-. Preguntó descolocada sin soltar la mano de su ex novia-.
-Cuando me dijiste lo de Santana, reaccione horrible contigo, no te lo merecías, tú sólo estabas pensando en mi, de verdad lo siento-. Se disculpó la morena con sus ojos verdes fijos en los de Francis-.
-Lamento haber sido yo quien te lo dijera, pero tú sabes que no voy a permitir que nadie te lastime, me arriesgue sabiendo que era posible que me odiaras, pero prefería eso a que siguieras engañada-. Señaló la rubia sin romper el contacto visual-.
-Y ahora te agradezco por eso… ¿Aceptas mis disculpas entonces?-. Preguntó nuevamente con una sonrisa encantadora-.
-No lo sé, lo voy a pensar-. Respondió caprichosa-.
-Ok, te conozco lo suficiente para saber que ese "lo voy a pensar" quiere decir que quieres algo a cambio de disculparme-. Aseveró con seguridad la morena-.
Francis río, podían pasar meses, pero ellas se conocían a la perfección. En momentos como ese era cuando más extrañaba no estar con Kayle
-Me vas a decir que quieres o lo tendré que adivinar-. Preguntó Kay-.
-Quiero que esta noche me invites un trago y bailes conmigo, porque estoy segura que Alison va a querer ir a Mercury a celebrar, así que te haces un tiempo y que sea sólo para mí-. Pidió la rubia con un aire insinuante-.
-Sí con eso logro que me disculpes, entonces nos veremos esta noche en el Mercury-. Aceptó la morena-.
La rubia sonrió con suficiencia, en su interior ya la había perdonado porque entendía su reacción, pero tener a Kayle sólo para ella aunque fueran unos minutos era algo que no podía desperdiciar.
-¿Te acuerdas que pasó aquí?-. Preguntó la rubia acariciando la mano de la morena que se negaba a soltar-.
-Sí, tú cara de terror es algo que jamás voy a olvidar-. Contestó sonriendo-.
-¿Y como querías que reaccionara?... Era mi amiga la que me estaba besando, y yo creía hasta ese momento que yo era absolutamente heterosexual-. Dijo recordando cuando Kayle la besó por primera vez en ese mismo lugar-.
-¡Tú me habías provocado! Además yo estaba segura que no podrías resistirte a mis besos-. Expresó con arrogancia-.
-¡No me culpes a mí! Y no seas tan arrogante, aunque en esta escuela no hay muchas que se resistieron a ti y yo caí como todas…-.
-Tú nunca fuiste como todas, y cuando nos hicimos novias nunca vi a nadie más, estaba demasiado enamorada de ti como para arriesgarme a perderte-. Contestó recordando el comienzo en su relación-.
-Yo aún estoy enamorada de ti-. Reconoció Francis-.
Kayle otra vez se quedaba sin palabras ante esa hermosa rubia. No quería decir algo que pudiera herirla, pero tampoco podía darle esperanzas, porque su relación con Santana aún estaba ahí, y sus sentimientos por la latina aunque no se vieran seguían siendo fuertes y profundos.
Para su suerte su celular sonó, era un mensaje de Quinn avisándole que ya comenzaría la ceremonia.
-Tenemos que bajar, ya va a empezar-. Avisó Kay-.
-Nos vemos más tarde entonces-. Se despidió la rubia-.
-Nos vemos más tarde-. Afirmó-.
Salieron del edificio para dirigirse al exterior donde estaba perfectamente decorado con un escenario sobrio e imponente donde las alumnas recibirán sus diplomas. Kayle se sentó junto a Quinn, quien la miró como inspeccionándola, se había dado cuenta que la morena no estaba sola, y eso le causo curiosidad.
-¿Todo bien?-. Preguntó la rubia-.
-Sí-. Respondió-.
La ceremonia estuvo llena de recuerdos de las egresadas, discursos y aplausos. Cuando finalizo Alison corrió a los brazos de Kayle, quería compartir ese momento especial con su mejor amiga, porque ella había sido su compañía durante esa etapa.
Después de unos momentos más ahí decidieron que era momento de ir al departamento para cambiarse de ropa e ir a celebrar.
Kayle se despidió de las chicas y se dirigió al hotel, llevaba un traje y ese atuendo no era el mejor para ir de fiesta, sobre todo si era con Alison, a quien probablemente tendría que llevar no en muy buenas condiciones después. Acordaron una hora de encuentro y se separaron.
Quinn se miraba al espejo y en ocasiones le costaba reconocerse. No quedaba mucho de esa niña que quería ser perfecta a los ojos de los demás. Que usaba la ropa adecuada, se comportaba correctamente y hacía todo lo que esperaban de ella.
En la imagen veía a una chica que era más mujer que adolescente. Que estaba tomando decisiones por si misma y que por sobretodo ya no necesitaba la aprobación de nadie para sentirse feliz. Por un momento lo único que deseo para complementar esa imagen era a una pequeña castaña con una voz impresionante junto a ella.
La había extrañado cada día, cada noche, cada segundo, cuando caminaba por las calles de Nueva York, era imposible que Rachel no viniera a su mente. La imaginaba ahí, cumpliendo sus sueños, cantando en Broadway, la imaginaba en lo más alto porque ella era la mejor y más apasionada persona que había conocido jamás, y lo merecía.
Por eso debía mantenerse alejada, porque en su última conversación en aquel dormitorio, Rachel le dio a entender que ella era un distractor, algo que se podría interponer en sus sueños, y eso no se lo perdonaría.
-Rubia ¿Estás lista?-. Preguntó Alison entrando a la habitación que ocupaba Quinn-.
-Si lo estoy-. Contestó aún ida-.
-¿Pasa algo?-. Preguntó-.
-Nada sólo pensaba…-. con un aire de tristeza-.
-¿Pensando en la pequeña otra vez?-. Insistió, no era primera vez que eso pasaba-.
-Sí-. Contestó bajando ligeramente la cabeza-.
-¿Por qué no la llamas?, habla con ella…-.
-¿Y que le digo?-. Preguntó insegura-.
-Dile que la extrañas, que tome sus maletas y se venga a disfrutar de Nueva York contigo-. Aconsejo la chica dándole ánimo-.
-No creo que sea lo correcto, no quiero seguir interfiriendo en su vida-. Expresó-.
-Pero ella…-. Iba a decir-.
-Vamos, recuerda que quedamos con Kayle y tú sabes cuanto odia esperar-. Cambió de tema radicalmente no dando espacio a más comentarios-.
-Ok, vamos-. Aceptó-.
Salieron del edificio con rumbo al Mercury, iban en silencio, Alison no quería hacer ningún comentario que pudiera afectar a Quinn, si algo había conocido en estas semanas era el carácter cambiante de la rubia.
Cuando entraron como siempre sin hacer fila ni nada, sólo con un gestó de Alison e inmediatamente el guardia les daba el paso hacía el sector VIP.
Buscaron a Kayle con la mirada pero al parecer aún no llegaba, por lo que por mientras se ubicaron en una mesa y pidieron sus tragos. Desde aquella noche en que se le pasaron los Manhattan que la rubia no tomaba uno, ahora optaba por cosas más suaves y que la mantuvieran sobria por más tiempo.
-No quise decirte que hacer, sólo quería que te sintieras mejor-. Rompió el silencio Alison-.
-Lo sé, es que hablar de Rachel no es fácil para mí, no todavía-. Contestó la rubia bebiendo un sorbo de su copa-.
-Te entiendo, ella es como tú primer amor, y es difícil dejarla ir…-.
-Con Rachel me siento completa, nunca nadie me había hecho feliz, bueno nunca creí que sería una chica la que me haría sentir de esta manera, menos la que torture por años-. Recordó-.
-La primera chica siempre te deja marcada, y no siempre se logra olvidar-. Expresó la chica del pelo rojizo con algo de nostalgia-.
-¿Acaso alguien le rompió le corazón a Alison Foster?-. Preguntó Quinn notando por donde iba el comentario de su amiga-.
-Sí, fue hace algunos años ya, con ella descubrí que me gustaban las chicas, fue mi primer beso, mi primera vez también, en realidad la primera vez de ambas-. Confesó con un halo de tristeza-.
-Esas son muchas primeras veces, ¿Y cómo la olvidaste?, ¿Algún consejo?-. Preguntó-.
-Cuando se termino todo que nunca fue una relación, sino algo así como amigas con beneficios, me sentía tan mal que comencé a acostarme con todas las chicas que pude, lo que no es un buen consejo, sobretodo porque hay veces que creo aún la quiero-. Contestó-.
-¿Aún?, eso no me lo esperaba y porque entonces no luchas por ella, eres algo así como la chica más codiciada de este lugar…-.
-No tengo oportunidad, además si lo intento puedo perder más de lo que puedo ganar, y esa amiga mía es otra diferencia con tú situación, tú sólo puedes ganar-. Insistió-.
-Hola chicas, lamento el retraso-. Saludó Kayle-.
- ¡Hola! …No te preocupes, aproveche el tiempo intentando hacer entrar en razón a Quinn-. Contestó Alison-.
-Entonces me retracto, no lamento el retraso…-. Corrigió la morena con una sonrisa contagiando de las otras dos chicas-.
-¿Y no vas a pedir algo para beber?-. Preguntó Quinn-.
-Sí, pero iré a la barra…-. Contestó-.
-¿Qué quieres ligar con alguien esta noche que iras a la barra?-. Preguntó Alison alzando sus cejas-.
-Siempre pensando en eso, te recuerdo que no sería correcto de mi parte-. Contestó más seria de lo que Alison esperaba-.
-Lo siento era sólo un comentario-.
-No hay problema, no quise que sonara así, voy por un trago y vuelvo-. Respondió-.
-¡Dios anda con un carácter que ni ella se entiende!-. Exclamó la chica una vez que Kay se había ido-.
-Entiéndela, no debe ser fácil las cosas con Santana al parecer no están bien, y Kayle esta enamorada…-. Pidió la rubia-.
-Kayle siempre se enamora de chicas que lo único que le hacen es daño-. Comentó-.
Kayle volvió a la mesa con sus amigas y brindaron por la graduada. Conversaron de todo menos de dos ciertas que chicas que estaban en Lima.
-¡Quiero bailar!-. Exclamó Alison más "contenta" que hace unas horas atrás-.
-Yo voy contigo-. Expresó la rubia quien ahora se la estaba pasando bien-.
-¿Kayle vienes?-. Pregunto la chica del cabello rojizo-.
-No, más tarde-. Contestó-.
Vio como sus amigas se alejaron para situarse en el centro de la pista de baile, la veía divertirse y jugar entre ellas. Luego giró su mirada hacía la barra y ahí estaba. Francis la veía en forma intensa, lucía realmente hermosa, termino de beber su copa y caminó hacía ella.
-¿Me vas a dar lo que me debes?-. Preguntó Francis de entrada-.
Kayle respondió con una sonrisa y con gestó hacía el bartender.
-No me gusta deberle cosas a las personas-. Contestó-.
-Me parece, recuerda que después de que beba esto tienes que bailar conmigo-. Recordó-
-Lo sé, aunque yo también tendré que beber algo, tú sabes que mi fuerte no es precisamente el baile-. Comentó-.
-Lo recuerdo, pero tampoco es que te muevas tan mal, además vas a tener una muy hábil pareja de baile-. Expresó haciéndole un guiño con su ojo-.
-¿Y con quien viniste esta noche?-. Preguntó la morena-.
-Con algunas amigas…-.
-¿Alguien que pudiera ponerse celosa al verte bailar conmigo?-. Preguntó fingiendo desinterés-.
-¿Estás intentado saber sobre mi vida privada?-. Exclamó divertida-.
-Era sólo una pregunta, eres una chica linda, no creo que falte quien te pretenda-. Contestó-.
-Es cierto, y si, algunas chicas que han intentado, pero nadie que me interese realmente, la pregunta que yo tengo ahora es ¿Tú te pondrías celosa al verme bailar con alguien que no seas tú?-. Interrogó coqueta-.
-Francis-. Contestó como advertencia-.
-Era sólo una pregunta-. Se justifico de la misma manera que Kayle-.
-Tal vez…-. Murmuró pensando que no sería escuchada-.
Francis la escuchó pero no hiso ningún comentario, sabía que si la presionaba no iba a lograr más que una negativa, por lo que sólo sonrió.
-¡Ya ahora vamos a bailar!-. Dijo la rubia y tomo de la mano a Kay-.
-¿Ahora? Creo que no he bebido lo suficiente para hacerlo-. Contestó bebiendo el último trago-.
-Sin reclamos-. Ordenó y la tiró hacía la pista de baile.
Una vez ahí la rubia aprovecho que habían muchas personas para acercar lo más posible el cuerpo de Kayle hacía ella, extrañaba sentirla cerca, su aroma, sus manos sobre su cuerpo, sus besos, en ese momento daría lo que fuera para que Kayle la besara de nuevo.
Comenzó a hacer sensuales movimientos, invadiendo absolutamente el espacio personal de la morena, quien tampoco se alejaba, mantenía sus manos firmes en la cadera de la rubia. Seguían moviéndose al son de la música, era una sensación familiar la que embargaba a las dos chicas.
-En este momento sólo pienso en besarte-. Susurró Francis el oído-.
Kayle se separó de inmediato, no podía dejar que eso pasara.
-Creo que ya cumplí, ahora…-. No se termino de justificar y soltó a la rubia para ir lo más lejos posible de ella-.
Francis reacciono con rapidez y fue tras ella, esta vez no iba a dejar que escapara, no cuando vio en los ojos de Kayle que también deseaba hacerlo.
La siguió hasta la terraza del local, aquella donde habían conversado semanas atrás, y eso no había terminado muy bien.
-Porque me dejaste así-. Increpó la rubia con sus manos en la cadera-.
-¡Porque tienes que decirme esas cosas!-. Exclamó de regreso-.
-Es lo que siento, siempre te he dicho lo que siento-. Contestó acercándose-.
-Sí, pero hay cosas que es mejor te guardes, porque aunque ahora no estemos juntas yo sigo con Santana, tienes que respetar eso-. Pidió la chica posicionándose para estar frente a frente de nuevo-.
-Por favor, ni Santana respeta su relación, como esperas que yo lo haga-. Expresó la rubia-.
-No voy a seguir esta conversación contigo-. E hiso el intento de irse pero Francis la tomo nuevamente-.
- Ok, Lo siento no debí decir eso, pero por favor no te vayas-. Pidió la rubia-.
Kayle fijo su mirada en Francis, reconoció en su expresión que de verdad lo sentía, continuo recorriendo cada centímetro del cuerpo de la rubia, y algo capto su atención. En su cuello llevaba una cadena que ella podía reconocer muy bien.
-¿Por qué sigues llevando eso?-. Preguntó-.
-Nunca me lo he quitado, esa era la promesa ¿recuerdas?-. Contestó-. Supongo que tú te quitaste la tuya cuando…rompimos-.
Kayle nunca se la había quitado, esa cadena que le regalo a Francis para cuando cumplieron un año de noviazgo de la que ella tenía una idéntica sólo que al reverso grabado el nombre de la rubia, la había perdido en el accidente.
-No me la quite la perdí en el accidente-. Contestó inconscientemente olvidando que la rubia no sabía nada acerca de ello-.
-¿Accidente?... ¿Qué accidente?-. sorprendida-.
-Ninguno tan importante, no fue grave-. Mintió-. Ahora entremos, acá hace algo de frío-.
-Pero…-. Iba a reclamar la rubia-.
-¿Vienes conmigo o no?-. Preguntó ofreciendo su mano-.
-¿No vas a volver a dejarme sola?-.
-No lo haré si te comportas, y lo pasamos bien como dos buenas amigas-. Contestó-.
Francis aceptó, era eso o dejarla ir, y aunque haya pasado tiempo, aún no estaba dispuesta a dejarla ir.
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Tercera Semana:
Rachel había tenido semanas que definitivamente quería dejar en el olvido. No había tenido ninguna noticia de Quinn en ya tres semanas y estaba a punto de enloquecer. No sabía si la rubia no quería saber nada de ella, si ya la había olvidado, o si simplemente no le interesaba saber si estaba viva.
Y claramente lo que estaba haciendo no sabía si se podía clasificar como vivir, respiraba, comía, pero esa sonrisa inmensa acompañada del brillo de esos grandes y expresivos ojos cafés se había ido de su rostro y no tenía fecha de regreso, como Quinn, pensó, que no sabía cuando iría a regresar
Los primeros días habían sido de esperanza, de una desesperante espera por alguna llamada, un mensaje o cualquier tipo de aviso que significara que Quinn pensaba en ella de alguna manera, la que fuera. Pero esa llamada nunca llegó, y si en la primera semana no se despegaba de su celular, la segunda ya no era así, la segunda fue de lágrimas, de reproches hacía si misma por haber perdido a su rubia, porque después de catorce días, ocho horas y unos cuantos minutos, de haberla visto por última vez, sus esperanzas se esfumaban. Y lo peor no podía hacer nada al respecto.
Estaba comenzando la tercera semana y esta era definitivamente la de la resignación, si en estos días no sabía nada de la rubia, era porque definitivamente la había perdido.
Toda su rutina había variado. Ya no se levantaba a las seis de la mañana a ejercitarse, ni vocalizaba en las tardes, ahora se limitaba a despertarse cuando uno de sus padres la llamaba a desayunar y luego volvía a la cama, lugar que después de ordenar de manera decente pero no minuciosa como lo hacía, se trasformaba en su bunker, nadie la sacaba de ahí. No había tenido contacto con nadie del Club Glee, evitó todas y cada una de las visitas que le ofreció Kurt aduciendo diferentes problemas. No quería que nadie la viera así, tan derrotada, suficiente era con tener que soportarse a si misma.
Entre sus manos tenía una fotografía. La sostenía con una fuerza superior a la necesaria, la observaba con dedicación, con nostalgia. Con ganas de que si lo deseaba lo suficiente, esa rubia apareciera por arte de magia y le dijera que todo estaba bien. No podría desear nada más en ese momento. Cerró sus ojos una vez más y algunos recuerdos, los mismos que había estado reviviendo día tras día volvieron a ella.
Flashback
Rachel había llegado al aeropuerto junto con todos sus demás compañeros de Nuevas Direcciones, exceptuando Santana y por supuesto Quinn. Aún seguía dando vueltas por su cabeza su última conversación en aquella habitación, sentía que no había sido clara, que se había equivocado al decirle a la rubia que en un futuro cercano podría transformarse en un distractor para su elección de Universidad. Maldecía su estúpida verborrea y esa incapacidad de guardar silencio en algunos momentos.
Caminaba de un lado para otro abarcando una superficie no superior a unos cinco metros de largo. Kurt había optado por dejar de mirarla, porque simplemente lo mareaba.
No sabía si tendría la posibilidad de volver a verla antes de tomar el avión. Quería hacerlo, quería besarla, abrazarla, convencerla de que desistiera de quedarse ahí, que no la dejara volver sola a Lima. Porque no soportaría ni siquiera un día sin verla.
En una de sus vueltas miró hacía al entrada y ahí venía caminando. Se veía tan diferente, con su cabello corto, con ese aire rebelde, con esa ropa que la hacía lucir mayor. Lo único que no cambiaba es lo hermosa y atrayente que se veía, Rachel noto como más de alguna mirada se dirigió a la rubia, miradas que le provocaron más temor de irse sin ella, porque estaba segura, que Quinn sin esforzarse mucho podría tener a quien quisiese.
Intentó no correr de inmediato hacía sus brazos, pero ese caminar que pensaba era lento, los demás lo veían como casi un trote. Los últimos pasos fueron con más calma de la que tenía.
-Viniste…-. la castaña con ilusión-.
-Sí, Kayle nos pidió que viniéramos a dejar a Santana-. Contestó-.
-¿Ella tampoco vuelve a Lima?-. Preguntó-.
-No, creo que las cosas no están bien entre ellas….-.
-Bueno, se veía venir-. Fue su respuesta y las palabras ya comenzaban a faltarle-.
Hubo un silencio, ninguna sabía que decir, Rachel jugaba con sus manos nerviosamente ocultando su mirada que mantenía fija en el suelo, sabía que en el momento en que enfrentara esos ojos verde esmeralda, no aguantaría y se lanzaría a sus brazos pidiéndole que se fuera con ella.
-Entonces…supongo que ya tienes que ir a abordar-. Dijo la rubia al oír el primer llamado para abordar el vuelvo con destino a Lima-.
-Sí…-. Corroboró no de muy buena gana-.
-Aquí es donde nos despedimos entonces…que tengas buen viaje-. Y se le dio un corto abrazo, para luego separarse e irse-.
-Quinn-. Sostuvo la pequeña diva-. ¿Estás segura que no quieres venir conmigo?, Podemos solucionar todo, te quiero y me quieres, no quiero pasar todo el verano sin verte, no creo poder hacerlo-. Confesó y alguna lágrima corrió por su rostro-.
-Rach…ya conversamos sobre esto, ya no estoy molesta contigo, pero necesito pensar algunas cosas, ver que quiero hacer de mí, estar lejos de Lima y…-.
-Y de mí-. Terminó la frase la castaña, le dolía escuchar eso-.
Quinn le tomó la mano con cariño y con la otro le levantó el rostro para secar las lágrimas que ahora eran más visibles.
-Todo lo que ha pasado entre nosotras ha sido demasiado rápido, todo tan intenso que no nos hemos dado el tiempo suficiente para saber que esperamos la una de la otra, tú fuiste clara y también estás confundida por el futuro, por lo que este tiempo nos servirá Rach, así nos daremos cuenta si de verdad tenemos un futuro juntas y no es sólo un enamoramiento-. Explicó la rubia con calma-.
-Lo entiendo, pero aun así no quiero estar lejos de ti…-. Murmuró la pequeña diva-.
-Te llamare si… para intentar consolarla-.
El último llamado para abordar se escuchaba por el altavoz. Era la señal de despedida.
-Esperare tú llamada-. Contestó y se fundió en los brazos de su Quinn intentado retener su aroma, esperando que fuera suficiente hasta cuando se volvieran a ver-.
-Se paciente si, porque conociéndote como te conozco no te despegas del teléfono-. Susurró en su oído-.
-Lo intentare…-. Aceptó tomando algo de distancia-. Espero verte pronto…-. Dijo con esperanza-.
-Te quiero, no lo olvides-. Se despidió la rubia-.
-Y yo a ti Quinn, sólo a ti-. Contestó y se dio la vuelta para ir a reunirse con Kurt que la esperaba para abordar-.
Quinn se quedo mirándola hasta que desapareció. Se mantuvo fuerte en esa conversación pero lo cierto era que por dentro lo único que quería era besarla, y que nada más volviera a separarlas. No quería dejarla ir sola, pero lo necesitaba, ambas lo necesitaban.
Fin Flashback
Sintió como uno de sus padres le avisaba que estaba listo el desayuno, esa se había trasformado en la parte dura de su día, tener que disimular toda la angustia que tenía frente a sus padres. Lógicamente los señores Berry habían notado los cambios en su hija, pero lo aducían a la derrota de Nuevas Direcciones en Nueva York, ambos sabían lo serio que era para Rachel las competencias. Era la única causa probable que pensaban, porque después de la ruptura de su hija con Hudson, no les había hablado de nadie más.
-Hola pequeña, ¿Cómo dormiste?-. Preguntó Hiram-.
-Bien-. Contesto escuetamente-.
Hiram Berry siempre había sido más atento con Rachel que su esposo Leroy, quien se encargaba de ser el disciplinario y sobreprotector. Él por el contrario, intentaba entenderla, aconsejarla, que la pequeña diva confiara en él. Su preocupación se iba acentuando con los días, la veía encerrada, triste, levantándose con los hinchados y grandes ojeras. Quería que su pequeña le dijera que pasaba, quería verla sonreír otra vez, que le hablara, porque aunque a veces Rachel hablaba en exceso y eso lo mareaba, ahora sólo quería que soltara más de dos frases.
-Hoy tengo el día libre, que te parece si vamos a alguna parte, creo que están dando un musical, podríamos ir a verlo-. Ofreció el hombre con una sonrisa-.
-No tengo ganas, anda tú si quieres-. Contestó desganada comiendo su cereal-.
-Pero pequeña, la idea es que pasemos tiempo juntos, llevas tres semanas sin siquiera salir al patio de la casa, ya no haces ejercicio, ya no estás cantando y eso me preocupa-. Expresó Hiram preocupado-.
-No tengo ánimo para nada, menos para cantar, quiero dormir y olvidarme de todo-. Respondió sin dejar de mirar el plato-.
-¿Me vas a decir de una vez por todas que te pasa?-. Preguntó-.
-Soy una idiota, y por eso…la perdí…-. Dijo lo último lo dijo en un susurro-.
-Hablas de Quinn no es verdad, ella no era solamente tu amiga-. Eso más que una pregunta fue una afirmación-.
Rachel por primera vez subió la mirada, abrió sus ojos con sorpresa, no se esperaba que su padre supiera.
-Yo…es que…ahora…-. sin poder hilar una frase coherente-.
-Haber tranquilízate, sabes que puedes confiar en mi, yo no voy a juzgarte, yo sólo quiero que estés con alguien que te haga feliz-. Intentó tranquilizar el hombre-.
-Sí-. Aceptó-. Éramos más que amigas…-.
-Ok, y pelearon por eso estás de deprimida, ¿Eran novias?-. Preguntó para terminar con sus dudas-.
-Sí, fue todo mi culpa, Quinn planeo una cita perfecta en Nueva York, de verdad perfecta, me llevo a ver un musical en Broadway, a cenar a un restaurant típico neoyorkino, después tenía reservado el pent-house del hotel, y ahí me pido que fuera su novia, tuvimos una noche de…-. Se interrumpió lo que pasó después no era necesario que lo supiera su padre-.
Hiram alzó las cejas con sorpresa, algo se imaginaba de lo que no le alcanzó a decir su hija.
-¿Y porque no estás con ella? ¿Qué pasó?-. Preguntó obviando lo anterior-.
-La mañana siguiente tuve una crisis de pánico o algo así, la deje sola en la habitación y salí a caminar, llegue al teatro, canté y mientras cantaba llegó Jesse, me tomó por sorpresa y me besó, Quinn nos vio, le rompí el corazón, papá-. Le contó la pequeña diva y soltó algunas lágrimas-.
-Cálmate pequeña, vas a encontrar la forma de solucionarlo, si ella hiso todo eso que me cuentas sólo para hacer feliz, es porque te quiere, sabrá perdonarte-. Consoló y la abrazó para que dejara de llorar-.
-Sí lo hiso, me perdono, pero yo soy tan idiota que cuando hablamos le dije que estaba confundida porque si debía elegir entre ella e ir a Nueva York al salir de la escuela, la seguiría, ella lo tomó como si le hubiera dicho que era un obstáculo, y se quedó en allá, no me ha llamado, ni nada, ya me olvido papá-. Y sus sollozos se hicieron más sonoros, se estaba desahogando en los brazos de su padre-.
-Ya, dale tiempo, seguro que te llama en estos días, no llores que me parte el corazón verte así-. Apaciguaba el hombre-.
-No puedo, ya la perdí, debe haber encontrado a alguien en Nueva York, ella es la chica más hermosa que existe seguro hay chicas más lindas e interesantes que yo, y que la están pretendiendo-. Decía con dolor la pequeña diva-.
-Haber eso si que no te lo permito-. Y le levantó el rostro-. Tú eres Rachel Berry, nosotros no te hemos criado para que te rindas al primer obstáculo, tú siempre has luchado por lo que quieres, esta no puede ser la excepción, lucha por ella-. Alentó su padre-.
-De verdad crees que debería hacerlo, que debería buscarla yo-.
-Por supuesto que sí-.
-Y si me dice que ya no quiere nada más conmigo, que esta con alguien allá y por eso no me ha llamado-. Dijo insegura-.
-Tienes que arriesgarte, y siéndote sincero no creo que este con alguien, las veces que yo la vi juntas, me di cuenta como te miraba, y esas miradas no son de algo pasajero, ella siente algo profundo por ti-. Comentó-.
-Gracias papi, eso haré-. Contestó con la primera sonrisa que esbozaba desde hacía semanas-.
-Ahora sube y cámbiate de ropa, iremos de compra para que cuando vuelva tú rubia estés linda y luego iremos al cine a ver el musical-. Pidió a su hija-.
Rachel subió a su habitación sintiendo energía, las palabras de su padre le habían dado ánimo y esperanza.
Hicieron todo lo que Hiram dijo que harían y cuando llego ya entrada la noche de vuelta a su casa, estaba cansada. Se recostó y tomo su laptop para conectarse, y revisar algunos videos. Para su sorpresa Quinn salía como conectada. Una sonrisa se dibujo y no dudo en hablarle.
RachelbarbraBerry: Hola…
Pasaron unos minutos. Rachel estaba desesperándose actualizando su msn haber si era algún tipo de problema de conexión. Definitivamente la paciencia nunca fue su fuerte.
QuinnFabray: Hola..
RachelbarbraBerry: Pensé que no me contestarías…¿Ocupada?
QuinnFabray: Lo siento me daba un ducha, por eso me demore…
RachelbarbraBerry: ¿Cómo has estado?
QuinnFabray: Bien y tú?
RachelbarbraBerry: Esperando tu llamada…
QuinnFabray: Lamento no haber llamado, la verdad es que no sabía que decirte
RachelbarbraBerry: Con decirme que estás bien habría bastado y no me habrías tenido tres semanas pensando en que ya no te importa saber de mi, ni siquiera un mensaje Quinn, nada, simplemente te olvidaste de mi…
Quinn frente a su laptop notaba en claro tono de reclamo con que le escribía la pequeña diva, y también el dolor. Conocía a Rachel y notaba su desesperación. Sintió la voz de Alison que le avisaba que ya debían salir, tenían planes de ir a cenar a un nuevo restaurant y luego irse de copas.
QuinnFabray: Tengo planes, así que debo irme ahora, lo siento.
Rachel sintió un escalofríos, Quinn no le estaba dando ninguna explicación coherente del porque no se había comunicado con ella y ahora simplemente le decía que debía irse, porque seguramente tendría planes con la chica con la que estaba viviendo, los celos se la estaban comiendo viva.
RachelbarbraBerry: Sólo dime una cosa antes de irte…
QuinnFabray: ¿Qué?...
RachelbarbraBerry: ¿Me has extrañado? Porque yo no hay día que no piense en ti, me haces falta Quinn, no puedo estar sin ti, tú me dijiste que necesitábamos este tiempo, pero yo lo que necesito es tenerte aquí conmigo, te amo…
QuinnFabray no esta conectado.
Rachel no sabía si ese mensaje le había llegado a la rubia, pero si le había llegado y no se había dignado a responder era porque todos sus miedos eran reales y ya había superado lo que tuvieron.
Se lanzó a la cama de espalda con dolor, las lágrimas volvieron a inundar su cara, hasta que el sonido del celular alertó. No quería hablar con nadie, pero al ver la pantalla cambio de parecer.
-Cada día-. Dijo Quinn por la otra línea-.
-¿Cómo?-. Preguntó con su voz suave y limpiándose las lágrimas-.
-Me preguntaste que si te he extrañado y mi respuesta es cada día, pienso en ti a cada segundo-. Contestó la rubia quien se dio cuenta que Rachel estaba llorando-. ¿Estás llorando?-.
-Pensé que ya no querías hablarme… ¿Por qué no me llamaste antes?-. Preguntó con la voz ya más normal-.
-Porque soy idiota, no sabía que decirte, pensé que también querías tú espacio…-.
-Yo sólo quería escucharte, extrañaba tanto tú voz, bueno en realidad extraño todo de ti, extraño, abrazarte, tomar tu mano, besarte y… como sus mejillas se tornaron de un color rojizo al imaginar lo que quería decir-.
-Y yo a ti Rach, prometo que ahora te llamare todos los días ¿sí?-. Contestó Quinn-.
-¿No volverás aún?-.
-No lo creo, me gusta estar aquí-. Dijo sincera-.
Rachel escuchó como la voz de una chica que lógicamente era Alison apuraba a Quinn, para que salieran. En ese momento verdaderamente la odio, no quería que nadie interrumpiera ese momento con su rubia-.
-Rach…ahora debo irme, pero te llamo mañana-. Expresó la rubia-.
-Quinn…¿Estás con ella?-. Preguntó-.
-¿Con quien?-.
-Tú…tienes algo con Alison...-. Murmuró nerviosa la pequeña diva no estaba segura de querer escuchar la respuesta-.
-Sí, tenemos una amistad, nada más Rach…-. Contestó segura-.
Rachel suspiró fuerte y con alivio, lo que produjo una pequeña carcajada en Quinn.
-Entonces hora si llamaras-. Preguntó la pequeña diva-.
-Lo haré, lo prometo, hablamos mañana…-.
-Hablamos mañana, cuídate mucho y…no andes coqueteando con otras chicas-.
-Lo intentaré-. Contestó-. Rach…-.
-¿Sí?-.
-Te quiero, no lo olvides…-.
-Y yo a ti Quinn, sólo a ti-. Se despidió la pequeña diva-.
En Rachel ya no quedaban rastros de lágrimas, sólo una sonrisa soñadora. Quinn con tan sólo unas palabras había despejado todos sus miedos, sus dudas y ahora sabía que la extrañaba tanto como ella. Esa noche durmió sin borrar la sonrisa, y en sus sueños sólo había unos profundos ojos verdes, que ahora no dudaba, seguían siendo de ella.
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Cuarta Semana:
Santana estaba tomando el sol, en una de las sillas de playa que tenía al lado de su piscina, la que había sido un capricho suyo que su padre consintió como lo hacía con casi todo lo que la latina le pedía. Llevaba un diminuto bikini en color blanco. Se veía realmente sexy y lo sabía.
Las últimas semanas había visto a Brittany en forma constante, se visitaban o simplemente salían a dar algunas vueltas por la ciudad. Disfrutaba de su compañía, de tenerla cerca, de poder tomar su mano o reflejarse en esos expresivos ojos celestes. No importaba si era una hora o todo el día que pasaban juntas, esa sensación de encontrarse en un estado placentero la invadía a cada segundo.
Por otro lado con Kayle no habían cesado las llamadas por teléfono. Cada noche ella o su "todavía" novia hablaban. Santana la sentía cada vez más distante, contándole menos cosas acerca de su día a día. Y eso le daba a sospechar, aunque conociendo a Kay, jamás sería capaz de engañarla o estar con alguien más, sin primero dar por finalizada su relación. Lo que en este momento no sabía si quería.
Claramente, lo que sentía por Brittany había sido igual de intenso que hace unos meses atrás, volvía a necesitarla cerca, a tener ganas de besarla, pero cuando hablaba con Kay, y después cortaba el celular un vació siempre la embargaba, la extrañaba, y mucho.
Pensaba en su paciente y hermosa morena, quien la había perdonado a pesar de todo, quien cuidaba de ella con dedicación, y que le había demostrado que siempre iba a estar ahí, pasara lo que pasara, siempre a su lado.
Como si con su mente la hubiera llamado, su celular comenzó a sonar.
-Hola hermosa-. Saludó Kayle-.
-Estaba pensando en ti-. Expresó la latina con cariño-.
-¿Sí?-. Preguntó-.
-Sí, te extraño-. Confesó la latina-. Ya va casi un mes que no te veo y te extraño-.
-Yo también te he extrañado…-.
-No estoy tan segura-. Expresó-.
-¿Por qué dices eso?-. Preguntó confundida-.
-Porque cada día hablas menos conmigo, me cuentas menos acerca de lo que haces y ya no me hablas de la misma manera, tal vez ya no quieres seguir conmigo…-. sacando fuera todo lo que pensaba-.
-Yo…no sabia que te sentías de esa ó con ilusión, su latina si la extrañaba-. Lamento entonces haber estado algo distante, simplemente no quería presionarte diciéndote todo lo que siento cada día-. Explicó la morena de ojos verdes-.
-¿Y como te sientes?-. Preguntó la latina-.
-Tú lo sabes-. Contestó-.
-No, no lo sé, quiero que me lo digas…-. Dijo jugueteando-.
-Te he extrañado más de lo que pensé iba a hacerlo y eso es mucho decir, mis sentimientos por ti son exactamente los mismo, eso significa que sigo absolutamente enamorada de ti Santana López-. Contestó la chica ahora tomando algo de aire-.
-¿Y si sientes todo eso porque no estás aquí conmigo?-. Preguntó-.
-Tú sabes porque-. Contestó-.
-Hay días en que en verdad te necesito...-.
-Sabes que te quiero-.
-Ahora que me lo dices, creo que sí, porque no me lo decías hace tiempo-. Contestó con una sonrisa-.
-¡Eres tan caprichosa!-. Exclamó con una risita-.
-Lo sé, pero igual me jugando-.
-¿Y tú?... ¿Tú me quieres?-. dudosa-.
-Si te quiero, mis sentimientos por ti no han cambiado tampoco-. Lo que era cierto, lo que estaban más intensos eran sus sentimientos por cierta bailarina-.
-Me gusta mucho escucharte decírmelo porque sinceramente no me lo esperaba-. Confesó-.
-Yo te lo dije, lo que siento por ti es real, ese nunca fue el problema-.
-Lo sé-. Reconoció-. San…debo irme ahora, tengo un almuerzo con parte de mi familia y falto sólo yo, te llame porque quería escuchar tu voz-.
-¿Me llamas más tarde?-. Preguntó-.
-Te llamó en la noche, antes de dormir-.
-Ok, hablamos, te quiero-. Dijo-.
-Te quiero también-. Se despidió-.
Santana quedó más tranquila después de esa llamada, aunque se sentía mal omitirle la parte de que había visto seguido a Britt, y que aún no se aclaraba respecto a cual de las dos quería más. Porqueeso era una realidad, a las dos las quería, las necesitaba, pero debía encontrar el punto que le dijera con cual de las dos simplemente no podía dejar ir.
Esa tarde como si ya no estuviera suficientemente confundida, apareció Brittany, con su sonrisa perfecta y sus ojos transparentes, sin considerar ese cuerpo espectacular que dejaba a la vista con ese pequeño bikini.
Pasaron toda la tarde en la piscina y luego entraron para prepararse algo de comer. Disfrutaron de una entretenida charla, y las risas abundaban.
-Ya es muy tarde, debo irme-. Dijo la rubia mirando la hora-.
-¿Por qué no te quedas? Vemos una película, comemos golosinas…pasamos el rato-. Invitó la latina-.
-¿Estás segura?-. Preguntó la bailarina sorprendida-.
-Claro, somos amigas…-. Dijo alzando los hombros-.
-Está bien, me parece buena idea-. Aceptó-.
La rubia tomó su celular para avisarle a su madre que no volvería a casa, a lo que su madre no se opuso.
Vieron la película, en la habitación de Santana y ya ambas con pijama. Luego de acabado el Filme, la latina procedió a apagar todo y acurrucarse para dormir. No eran necesarias palabras Britt sabía perfectamente como le gustaba que la abrazaran. Se apoyó en el pecho de la rubia quien le acaricio el cabello hasta que sus ojos se cerraron.
-Buenas noches San-. Murmuró la bailarina-.
-Duerme bien-. Contestó más dormida que despierta la latina-.
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Brittany fue la primera en abrir los ojos, sonrió ante la imagen de una dormida Santana, quien no se había soltado de su lado. Le corrió un mechón de pelo que le cubría parte del rostro, cuidando de no despertarla. Quiso levantarse, pero la latina mantenía firme una de sus manos en su cintura.
Se quedó unos minutos más y luego la corrió con cuidado, quería levantarse para prepararle el desayuno, sabía lo que ha Santana le gustaba abrir los ojos y sentir de inmediato el aroma a café. Cuido cada paso que dio hasta el baño de la habitación para darse una ducha, iba a hacerlo rápido para tener todo listo antes que su latina se despertara.
Santana sintió como le acariciaban lentamente con el borde de la mano, su rostro. Sonrió al sentirlo, le era tan familiar.
-Britt…-. sin abrir los ojos-.
Quien la estaba acariciando frenó en seco.
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
HOLASA!!!!!!! Muy buen fic!!!!! Pero lo cortaste en la mejor parte!!! Tengo dudas!!!!! jajajajajaja!!!! Espero la actu!!!! Kiss!!!
Heather_Rivera***** - Mensajes : 212
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Edad : 31
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Ohhh no puede ser sera kayle? Oh por Dios si es ella va haber problemas... y britt cuando suba al cuarto.. Hay Dios se va a armar ojala que britt no las encuentre besandose o algo eso seria muy doloroso para mi rubia que aunque hizo sufrir mucho a san cuando la rechazo por artie aun asi no a dejado de quererla san debe decidirse de una vez por todas con cual quiere estar definitivamente, no quiero ni imaginar que elegira a kayle antes que a britt, porque ya lo ha hecho muchas veces!!
Yo no se que pensar ante kayle y san, por un lado todo lo dicen amarse y no solo con palabras sino con hecho y eso esta mas que visto, es notable que lo que sienten es fuerte, pero por otro lado pienso que ambas se refugian en la otro por haber sufrido por la persona que amaban, o mas bien que aman porque, yo creo que en el fondo san sigue amando a britt y a su vez kayle sigue amando a francis y eso obvio porque fueron sus primeros amores, amores muy intensos y eso es dificil de olvidar, aunque ellas dan mucho que pensar la manera en que son la una con la otra cualquiera diria que se aman con locura... pero el amor brittana es muy parecido al amor entre kayle y francis... UNICO independientemente de que quiero BRITTANA me parece que kayle y francis deben estar juntas, al fin y al cabo kayle supo la verdad de lo que paso y que francis no tuvo la culpa, se nota que la chica esta loca por la morena, osea se merecen estar juntas... pero ahi esta santana es algo complicado, mi britt-britt tambien se merece una segunda oportunidad todos comenten errores y no sera la primera ni la ultima pues santana tambien cometio errorres con britt y sin embargo ella siguio ahi con ella, es un poco injusto de parte de san que al primer error la condene asi de fuerte... me cae bien kayle pero ella tiene su historia con francis y por muy 'enamorada' que digan que estan la una de la otra en el fondo se nota que todavia hay mucho FRANCIS y BRITTANY en el interior de sus corazoncitos sino fuera asi hace tiempo las hubieran dejado ir, y aunque kayle mantenga su distancia con fran por eso mismo porque aun la quiere lo mismo que le pasa a mi latina... Bueno espero que este lio se arregle y que cada quien este con quien debe estar, asi mismo que las faberry arreglen sus cosas... eso de que rach no hable ni cante es demasiado por otro lado estoy algo confundida, esa 'amiga' de la que hablaba alison sera kayle? a mi me parecio que si jejejjje
Actualiza pronto, no te pierdas asi este fic me encanta!
Yo no se que pensar ante kayle y san, por un lado todo lo dicen amarse y no solo con palabras sino con hecho y eso esta mas que visto, es notable que lo que sienten es fuerte, pero por otro lado pienso que ambas se refugian en la otro por haber sufrido por la persona que amaban, o mas bien que aman porque, yo creo que en el fondo san sigue amando a britt y a su vez kayle sigue amando a francis y eso obvio porque fueron sus primeros amores, amores muy intensos y eso es dificil de olvidar, aunque ellas dan mucho que pensar la manera en que son la una con la otra cualquiera diria que se aman con locura... pero el amor brittana es muy parecido al amor entre kayle y francis... UNICO independientemente de que quiero BRITTANA me parece que kayle y francis deben estar juntas, al fin y al cabo kayle supo la verdad de lo que paso y que francis no tuvo la culpa, se nota que la chica esta loca por la morena, osea se merecen estar juntas... pero ahi esta santana es algo complicado, mi britt-britt tambien se merece una segunda oportunidad todos comenten errores y no sera la primera ni la ultima pues santana tambien cometio errorres con britt y sin embargo ella siguio ahi con ella, es un poco injusto de parte de san que al primer error la condene asi de fuerte... me cae bien kayle pero ella tiene su historia con francis y por muy 'enamorada' que digan que estan la una de la otra en el fondo se nota que todavia hay mucho FRANCIS y BRITTANY en el interior de sus corazoncitos sino fuera asi hace tiempo las hubieran dejado ir, y aunque kayle mantenga su distancia con fran por eso mismo porque aun la quiere lo mismo que le pasa a mi latina... Bueno espero que este lio se arregle y que cada quien este con quien debe estar, asi mismo que las faberry arreglen sus cosas... eso de que rach no hable ni cante es demasiado por otro lado estoy algo confundida, esa 'amiga' de la que hablaba alison sera kayle? a mi me parecio que si jejejjje
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aria- - Mensajes : 1105
Fecha de inscripción : 03/12/2012
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Heather_Rivera escribió:HOLASA!!!!!!! Muy buen fic!!!!! Pero lo cortaste en la mejor parte!!! Tengo dudas!!!!! jajajajajaja!!!! Espero la actu!!!! Kiss!!!
HELLO HELLO!!!! me alegra que te haya gustado, me alegra que hayas comentado, las mejores vibras
Aria escribió:Ohhh no puede ser sera kayle? Oh por Dios si es ella va haber problemas... y britt cuando suba al cuarto.. Hay Dios se va a armar ojala que britt no las encuentre besandose o algo eso seria muy doloroso para mi rubia que aunque hizo sufrir mucho a san cuando la rechazo por artie aun asi no a dejado de quererla san debe decidirse de una vez por todas con cual quiere estar definitivamente, no quiero ni imaginar que elegira a kayle antes que a britt, porque ya lo ha hecho muchas veces!!
Yo no se que pensar ante kayle y san, por un lado todo lo dicen amarse y no solo con palabras sino con hecho y eso esta mas que visto, es notable que lo que sienten es fuerte, pero por otro lado pienso que ambas se refugian en la otro por haber sufrido por la persona que amaban, o mas bien que aman porque, yo creo que en el fondo san sigue amando a britt y a su vez kayle sigue amando a francis y eso obvio porque fueron sus primeros amores, amores muy intensos y eso es dificil de olvidar, aunque ellas dan mucho que pensar la manera en que son la una con la otra cualquiera diria que se aman con locura... pero el amor brittana es muy parecido al amor entre kayle y francis... UNICO independientemente de que quiero BRITTANA me parece que kayle y francis deben estar juntas, al fin y al cabo kayle supo la verdad de lo que paso y que francis no tuvo la culpa, se nota que la chica esta loca por la morena, osea se merecen estar juntas... pero ahi esta santana es algo complicado, mi britt-britt tambien se merece una segunda oportunidad todos comenten errores y no sera la primera ni la ultima pues santana tambien cometio errorres con britt y sin embargo ella siguio ahi con ella, es un poco injusto de parte de san que al primer error la condene asi de fuerte... me cae bien kayle pero ella tiene su historia con francis y por muy 'enamorada' que digan que estan la una de la otra en el fondo se nota que todavia hay mucho FRANCIS y BRITTANY en el interior de sus corazoncitos sino fuera asi hace tiempo las hubieran dejado ir, y aunque kayle mantenga su distancia con fran por eso mismo porque aun la quiere lo mismo que le pasa a mi latina... Bueno espero que este lio se arregle y que cada quien este con quien debe estar, asi mismo que las faberry arreglen sus cosas... eso de que rach no hable ni cante es demasiado por otro lado estoy algo confundida, esa 'amiga' de la que hablaba alison sera kayle? a mi me parecio que si jejejjje
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jajajajja hola...wow, creo q es la primera vez que comentan tanto, que te puedo decir ay amores unicos...pero ay otro tipo de amor que puede calar igual de fuerte!!, me alegra que te este gustando, y pues solo te queda leer para ver que pasa en ese cuadrado? amoroso jajajjaja
las mejores vibras y gracias gracias por comentar
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Capitulo dieciocho: "Se termina el verano"
Quinta Semana:
Santana estaba sentada mirando a través de un ventanal que daba hacía el océano. Tenía su mentón apoyado sobre sus manos y su mirada perdida en el oleaje que arremetía con fuerza contra la orilla. El color del mar era indescifrable, a veces se tornaba de un celeste casi transparente y otras cambiaba radicalmente a verde profundo. Se sentía comprendida, no era la única que con facilidad se perdía por momentos en un celeste expresivo, mientras en otras ocasiones lo único que quería era ser protegida por un verde esmeralda.
Recuerdos y más recuerdos venían a su mente. Palabras, miradas, reproches. No habían sido días fáciles para ella. Aún tenía grabada esas miradas de decepción hacía ella, guardaba con dolor, esas palabras que no estaba preparada para escuchar. Sin poder evitarlo, esa sensación de angustia se apropió otra vez de su cuerpo, produciendo que algunas lágrimas cayeran sin control, sin la más mínima posibilidad de detenerlas.
Flashback:
Santana agitaba la cabeza en negación queriendo que fuera un sueño o una pesadilla, pero por más que cerraba los ojos, al volver a abrirlos, aún estaban ahí esas dos chicas, con su mirada fija en ella, dos pares de ojos, unos celestes y otros verdes no se desprendían ni por un momento, esperando algún tipo de sonido que emergiera de su garganta formando algunas palabras que tuviera algún sentido.
-Estoy esperando que me des una explicación si es que la hay-. Exigió Kayle quien mantenía una distancia de Santana la que aún yacía en su cama-.
Brittany estaba en silencio, había entrado de vuelta al baño para ponerse su ropa, ya que, estar en toalla no era lo más adecuado para la situación. Cuando salió aún no había palabras, entre la todavía "pareja".
-Britt, es mejor que te vayas tengo que hablar con Kayle-. Pidió amablemente Santana que se había levantado y estaba de pie al frente de Kay-.
-Claro-. Aceptó la bailarina bajando la mirada-.
-No-. Dijo la morena de ojos verdes de repente-.
-¿Cómo que no?-. Preguntó la latina-.
-Esta conversación es tan importante para mí como para Brittany, eso lo sabes, ya es momento de que todo este maldito juego se termine Santana, no puedes tenernos a las dos, no es justo, por eso es mejor que se quede -. Exigió Kayle con autoridad-.
-Kayle, yo no estoy jugando-. Se defendió-.
-Por supuesto que sí, ayer me dijiste por teléfono que me querías, que extrañabas tenerme contigo, ¡que me necesitabas! Y yo la muy idiota te creí, tomé un avión y me encuentro con esto…-. Le decía exasperada-.
-Le dijiste eso…ayer…-. Repetía para si misma una decepcionada Britt pero al estar tan cerca todas escucharon-.
Santana intercambiaba su mirada entre Kayle y Brittany, las dos esperaban algún tipo de explicación de su parte, pero no parecía tener las palabras adecuadas. Cualquier cosa que dijera podía empeorar la situación. Decidió partir aclarando lo que había pasado.
-Nada de lo que te estás imaginando pasó-. Aclaró a Kayle-. Con Britt nos hemos estado viendo y anoche le pedí que se quedara, como amiga…-.
-Eso es cierto-. Afirmó Britt que se sentía incomoda en mitad de esa situación pero sabía que lo dijo Kayle era cierto, ella también era parte de eso-.
-¿Y crees que es eso lo que tanto me duele?-. Preguntó casi retóricamente-.
-¿No?-. Exclamó Santana confundida-.
Kayle llevó ambas manos a su cabeza. Se sentía frustrada, enojada, tenía ganas de gritarle y preguntarle porque la estaba dañando de esa manera. Pero se ordenó a si misma controlarse. Debía darse a entender.
-Tal vez podría haberte perdonado que hayas dormido con Britt, como te perdone que la hayas besado, si tú estuvieras segura que quieres estar conmigo, pero no es así, esto no fue un error Santana, no lo es ahora ni lo fue antes, tú la quieres…-. Expresó no preguntando sino que afirmando-.Y eso es lo que me duele-.
Brittany miró a Santana deseando con todas fuerzas que reconociera lo que le estaba diciendo Kayle. Quería que de una vez por todas asumiera que ellas dos nunca iban a poder dejar de quererse, quería que Santana se la jugara por ella.
-También te quiero y no quiero perderte-. Dijo la latina-.
Con esas palabras a la bailarina le dieron ganas de salir corriendo de ahí. En ese lugar, dónde tenía miles de recuerdos hermosos de Santana, ahora escucharla le estaba rompiendo el corazón.
-No te creo-. Respondió la morena de ojos verdes-.
-Es cierto…-. Se defendió Santana intentando sonar segura-.
-¿Y a mí?-. Britt sacando la voz-.
-También te quiero-. Contestó la latina bajando la cabeza-.
Ante esa respuesta ambas la miraron con incredulidad. No es que les sorprendiera esa información, era el hecho de que no sabían que significaba. Que quería Santana.
-¿Y que se supone que significa eso?-. Preguntó Kayle-.
-Que no quiere seguir contigo…-. Contestó Britt-.
Ahora fue Santana quien fijo su mirada con sorpresa sobre la rubia. Tenía claro que esas palabras producirían efectos, que estaban lejos de calmar el ambiente.
- Lo dije en voz alta no es cierto-. La rubia al darse cuenta que las miradas estaban sobre ella-.
-Así que eso piensas, que Santana no quiere seguir conmigo, porque por lo que yo he escuchado tampoco ha dicho que quiere estar contigo-. Se defendió Kayle fijando toda su atención en la rubia-.
-Tú sabes que lo que hay entre Santana y yo no es algo que tenga un final, siempre hemos estado juntas, yo la amo-. Dijo Britt con sinceridad-.
-Si piensas así no entiendo porque la rechazaste en primer lugar, tuviste que esperar hasta que estuviera bien y feliz con alguien para interferir, la verdad no sé que clase de amor es ese-. La morena de ojos verdes-.
Estaban frente a frente, ambas en posición defensiva, ignorando a Santana que no tenía idea que hacer.
-Que haya cometido un error no significa que la ame menos, lo he lamentado cada día, porque si no fuera por eso, tú jamás habrías entrado en su vida, Santana nunca se habría fijado en ti-. Algo molesta porque la morena le echara en cara su error-.
-No puedes volver el tiempo atrás Brittany, y quieras o no aceptarlo ella me eligió a mi como su novia, ¡Debiste respetar eso! No saltarle encima cada vez que me daba la vuelta, no jugaste limpio-. Reprochó-.
-¡Santana me buscó a mi también! Y tú tienes que aceptar que eso es porque conmigo siente algo que contigo nunca fue capaz de sentir-. Respondió-.
A Kayle la hirieron esas palabras que dijo la rubia, porque estaba segura, eso era cierto. Santana sentía algo por Brittany que ella jamás pudo igualar o sino la latina no la habría engañado.
-Por favor cálmense-. Pidió Santana alzando la voz-. No tienen que hacer esto-.
-¡Si quieres detener esto entonces decídete de una vez!-. Le gritó Kayle-.
-Tienes que tomar una decisión San-. Le pidió la rubia-.
Santana no sabía que decir. Las quería a las dos, tanto como para no ser capaz de herir a ninguna. Estaba equilibrando sus sentimientos, quería poder decir algo con seguridad, pero no lo sabía, su corazón estaba partido exactamente por la mitad, y no funcionaria sin alguna de las dos partes. Su silencio estaba enloqueciendo a las dos chicas que la miraban expectantes. Ese silencio tenía un significado que no les gustaba.
-Esto ya fue suficiente para mí-. Dijo Kayle girando su cabeza en negación y con una amarga sonrisa-. Se terminó, no vas a seguir jugando conmigo-.
Santana se acercó rápidamente, rompiendo los metros de distancia que la separaban de su ahora ex novia.
-Yo nunca he jugado contigo, te quiero, tienes que creerme, las cosas son complicadas, pero es cierto todo lo que te dije ayer por teléfono-. Explicó tomando su mano-.
-Ya no sirven tus explicaciones Santana, sabes que esta no será la última vez que algo así pase, y yo ya me cansé de tus confusiones, me cansé que me hagas daño, yo te di todo lo que pude darte, me mostré tal cuál soy contigo, siempre estuve ahí para ti y no me merezco esto…-. Dijo con sus ojos a punto de derramar unas lágrimas-.
-Lo siento, yo nunca quise hacerte daño, ni a ti tampoco Britt-. Dijo mirando a la rubia-.
-Pero lo hiciste, tú y yo ya no tenemos nada más que hacer juntas, sé que va a costar porque de verdad estoy enamorada de ti, solo de ti...pero te voy a olvidar, adiós Santana-. Se despidió soltándose de la latina y dándose la vuelta para irse con algo de dignidad-.
Santana derramó algunas lágrimas y se giró inmediatamente para ver a Brittany quien la observaba con una clara expresión, estaba herida y decepcionada.
-Tu también me odias no es verdad-. Dijo Santana mirándola a los ojos-.
-Nunca podría odiarte aunque lo intentara, pero duele-. Contestó-.
-Yo no sé que decirte…-.
-Yo si sé que decirte, y es que debes estar sola, no quiero estar contigo, no así…-. Con firmeza la bailarina-.
-¿Me estás dejando también?-. Preguntó-.
-Estoy haciendo lo que siento es correcto, me dolieron tus palabras Santana, me dolió saber que todas estas semanas que pasamos juntas, tu seguías extrañándola tanto, pensé que yo era suficiente para ti…-. Confesó con sus ojos cristalinos-.
-Britt, yo intenté ser sincera contigo…-.
-Lo sé, y también es mi culpa, fue como vivir una fantasía todas estás semanas sólo tú y yo-. Añadió-.
-Estás semanas me sentí otra vez como hace meses atrás, te quiero eso no lo dudes-. Expresó la morena-.
-No lo dudo San, pero tampoco dudo que la quieres a ella, y aunque me duele debo alejarme de ti…-.
-Lo entiendo, me lo merezco-. Aceptó Santana-.
-Aclara tus sentimientos, yo siempre estaré esperando por ti, siempre-. Dijo la rubia-.
Santana se acercó con timidez y le dio un cariñoso abrazo. Fueron un par de minutos, pero los vivieron intensamente. La rubia se separo lentamente para luego darse la vuelta y salir por la puerta de la habitación.
La latina se quedó viéndola con el corazón destrozado, había pasado lo que más se temía, había dañado a las dos personas que quería.
Fin flashback.
Santana no perdía detalle del paisaje que la rodeaba, estaba muy lejos del hogar. Después de ese encuentro que no lograba sacar ni por un segundo de su mente, su madre les había dicho que irían de vacaciones a visitar a sus abuelos maternos en Puerto Rico. Llevaban un par de días ahí. La distancia se supone debía hacerlo más fácil, pero en la realidad no había sido así. Se había tenido que controlar para no llamar a Britt, y de Kayle no sabía nada, sólo que no estaba ni Lima ni en Nueva York.
Su familia notaba lo deprimida que estaba, su hermano Santiago estaba pendiente de ella en cada momento. Intentaba infructuosamente subirle el ánimo, sabía todo lo que había pasado.
Estaba absorta, con su mirada perdida, con sus sentimientos aún revueltos. Cuando unas manos fuertes la abrazaron por la espalda. No tenía que darse vuelta para saber quien era.
-¿Vamos a la playa? Es un día demasiado lindo como para que te quedes aquí encerrada-. Invitó Santiago-.
-No tengo ganas de salir, ve tú…-.
-San, desde que llegamos no has dejado la casa-. Insistió-.
-No quiero Santiago, ve tú, no tienes por qué quedarte aquí también-. Rechazó-.
-Sabes que no voy a dejarte sola, estoy preocupado por ti, no me gusta como te estás torturando, tienes que dejar de pensar en todo lo que pasó-.
-¡No puedo!-. Exclamó levantándose-. ¡Les hice daño! Tú no estabas ahí, no viste como me miraban, no fui capaz de tomar una decisión, yo no estaba jugando con las dos, ¡yo las quiero a las dos!-.
-Lo sé San, yo sé que tú no querías lastimar a ninguna pero eso en algún momento iba a pasar, lo que tienes que hacer ahora es aprovechar este tiempo, y darte cuenta con quien quieres estar y con quien elijas dar todo porque funcione-. Aconsejó su hermano-.
-Ojala fuera así de fácil, pero entre más pienso, más busco dentro de mi, más complicado se vuelve todo-. Contestó caminando por su habitación-.
-¿Qué quieres decir con eso?-.
-¡Que las quiero a las dos y sé que eso no puede ser! Brittany es todas mis primeras veces, la quiero desde que tengo memoria, toda mi vida siempre esta asociada a ella de alguna manera, y extraño tanto tenerla entre mis brazos, verla a los ojos es verme a través de ella y sé que a ella se sucede lo mismo…y Kayle es mi segunda oportunidad, con quien me sentía amada, protegida, quien me hace sonreír con sólo mirarme, la quiero, cada una me entrega diferentes cosas por eso siento que a las dos las necesito-. Explicó la morena-.
-San…yo creo…-. Iba decir Santiago pero otra voz lo interrumpió-.
-¿De que estás hablando Santana?-. Preguntó seria su madre que estaba en el umbral de la puerta-.
-Mamá…-. La latina, con sólo ver la expresión en el rostro de su madre se dio cuenta que había escuchado más de lo debido-.
-Santiago, sal de la habitación, tengo que hablar con tu hermana-. Pidió Sofía-.
-Mamá yo preferiría quedarme-. Contestó el joven-.
-Santiago sal, es algo que yo debo hablar con mamá-. Repitió la latina-.
Sofía López, era una mujer de carácter fuerte, decidida e impulsiva, de ahí Santana había heredado su fortaleza, y también su belleza, puesto que la mujer ya con sus años, seguía conservando ese cuerpo con curvas cubierto en una hermosa piel canela, su pelo negro azabache y esa mirada penetrante. Era una madura belleza latina.
-Me vas a explicar que sucede aquí-. Dijo la mujer acercándose a Santana-. Y no me mientas-.
-¿Qué escuchaste?-. Preguntó para asegurarse-.
-Tú lo sabes, ya dejémonos de mentiras Santana, yo no te crie así, tienes que ser capaz de decirme las cosas directamente, no esperando a que yo las diga por ti, eso es de cobarde-. Expresó la mujer-.
Santana sintió como en su garganta se formaba un nudo. La saliva que tragaba pasaba con dificultad. Algo a lo que había temido siempre era a la reacción de su madre acerca de su condición.
-Yo…yo soy…-. la latina sin poder decir lo que quería-.
-Sin susurros Santana, fuerte y claro, como yo te enseñe desde pequeña que se decían las cosas-. Presionó Sofía-.
-Yo soy lesbiana-. Expresó con seguridad y mirando fijamente a los ojos a su madre-.
Sofía asintió con la cabeza. No era algo que le sorprendiera del todo, su instinto de madre siempre le había dicho que su hija era diferente, pero una parte de ella aún esperaba que eso fuera sólo una etapa. Era su niñita, para la que quería una vida diferente a la que Santana estaba eligiendo.
-¿Estás segura? ¿Quién más lo sabe?-. Preguntó su madre-.
-De verdad es lo único que se te ocurre preguntarme-. Respondió herida-.
-Quiero asegurarme, eres una adolescente Santana, a tú edad no se está segura de los sentimientos, te falta mucho por madurar todavía por lo que algo así es mejor que no lo sepa mucha gente-. Expresó la mujer-.
-Soy lo suficientemente madura como para saber que es lo que siento, no es una etapa mamá, me gustan las mujeres, siempre lo he sabido y aunque lo niegues tú también, sólo que tus ilusiones de tener una hija perfecta que se casara de blanco eran más fuertes como para ver la realidad-. Le reprochó Santana, con algunas lágrimas corriendo por sus mejillas-.
-No sé trata de lo que yo quiera, se trata de que es algo que debes asumir con responsabilidad, hay un mundo allá afuera al que te vas a enfrentar y no todos estarán de acuerdo con la vida que estás eligiendo, porque tú decisión se aleja de lo que es normal -. Respondió manteniendo su fuerte postura-.
-¿Eligiendo? ¿Crees que esta fue mi decisión?, tú crees que si yo pudiera elegir no habría optado por ser "normal", luche años contra lo que sentía ¡años! Por esto, porque sabía que el día que tú lo supieras no ibas a aceptarlo-. Exclamó alzando la voz-.
-No te estoy rechazando Santana, yo simplemente quiero lo mejor para ti, y eso no es el camino que estás eligiendo-. Sentenció la mujer-.
-¡Tú no quieres lo mejor para mi! ¡Lo que tú quieres es que yo haga lo que tú digas! Que siga el camino que elijas para mí-. Exclamó profundamente herida por las palabras de su madre-.
-Eres una niña Santana, no entiendes que sólo intento protegerte, La personas son crueles y no quiero imaginar todos los comentarios que van a hacer sobre ti, te van a apuntar con el dedo y…-. Respondió manteniendo una expresión impávida-.
-¡Te importa más el que dirán, que lo que yo siento!-. Interrumpió-.
-Sólo te estoy advirtiendo lo que pasará, quiero cuidar de ti Santana, pero tú no me lo estás permitiendo-. Siguió hablando la mujer intentando mantener la calma-.
-¡Deja de mentir! Lo único que a ti te importa es que la gente hable de nosotros, de que se pueda romper esa maldita imagen de familia perfecta que tanto te gusta, ¡Eres una hipócrita! ¡Una hipócrita egoísta!-. Encaró con ira-.
Los gritos se detuvieron con el sonido de un aún más fuerte golpe que recibió en su mejilla Santana. Se llevó la mano a su rostro y de inmediato comenzó a arderle.
-¡A mi no me hablas así!-. Exclamó su madre-.
-¡Sofía!-. Gritó Marcos quien había presenciado el golpe dado por la mujer-.
Santana se refugió en los brazos que su padre le ofreció para protegerla, y aunque quisiera evitarlo, las lágrimas seguían fluyendo con mayor intensidad que antes.
-Eso, dale la razón una vez más, dile que todo lo que hace esta bien, porque con todos tus excesos y darle todo lo que quiso, esto es lo que has logrado, que tú hija se haya desviado del camino correcto y ni siquiera tenga la consciencia de que lo que hace esta mal-. Expresó la mujer-.
-Que Santana, sienta de manera diferente no significa que se haya desviando de lo correcto, yo la quiero y siempre lo haré independiente de con quien elija pasar su vida y tú si no quieres perder a tú familia, harás lo mismo-. Le respondió el hombre-.
A Santana le dolía ver más el rechazo en los ojos de su madre que el mismo golpe que recibió de parte de ella. La conocía a la perfección, y se esperaba una reacción así, sólo que dentro de su corazón guardaba la esperanza que el amor de madre fuera suficiente, como para abrazarla y darle su apoyo. Pero eso claramente no había sucedido. Para Sofía, ella era una vergüenza. Sus padres siguieron discutiendo y eso la hacía sentir peor. Se sentía responsable, por lo que salió de la habitación sin un destino claro, sólo la intensión de estar lo más lejos posible de ahí.
Corrió hacía la playa. Buscó el lugar más lejano y solitario que pudiera haber, porque algo que Santana no soportaba es que la vieran llorar, y después de todo lo pasado, aunque lo intentaba no lograba detener las lágrimas que caían sin darle tregua alguna.
Cuando finalmente encontró un sitio aislado del resto. Se sentó en la arena con sus rodillas dobladas y escondió su cabeza entre ellas. Quería tranquilizarse, dejar de sentir ese dolor tan profundo en su pecho. Eran demasiadas cosas en muy poco tiempo. Pasaban por su mente Brittany, Kayle, su madre, su padre, su hermano, todo y cada sensación vivida se repetía de forma tan avasalladora que incluso le costaba respirar.
De pronto su mente reprodujo, lo único capaz de calmarla. Una sonrisa, unos brazos cálidos siempre dispuestos a recibirla, unos ojos que para ella eran transparentes, unos labios que con sólo un roce le cortaban la respiración. Se levantó con lentitud y se fue adentrando hacía el mar. Lo sabía, la necesitaba, la amaba.
Primero fueron sus pies que calzaban unas sandalias, los que se estremecieron al sentir el agua fría del mar, luego hasta sus rodillas, hasta que la marea ya la cubría casi por completo. Buscaba limpiarse, sacar todo lo que la agobiaba y decirse de una vez por todas a ser feliz. Hundió su cabeza por unos segundos y al salir a la superficie se sentía más liviana, dejó en lo profundo de esas aguas, sus malas decisiones, su cobardía, su tristeza. Quería decidirse a luchar por su felicidad.
Cuando varias horas después volvió a casa de sus abuelos. Su padre y su hermano la esperaban en la entrada preocupados. Al verla llegar con toda la ropa pegada al cuerpo por la humedad y con su cabella aún mojado se miraron con extrañeza.
-¿Estás bien?-. Preguntó Santiago-.
-Lo estoy-. Respondió escueta-.
-¿Por qué estás mojada?-. Interrogo ahora Marcos-.
-Me di un baño en el mar-. Respondió sin detener su paso hacía la habitación en la que dormía-.
Los dos hombres se miraron nuevamente, sabían que los días siguientes, no serían fáciles. Porque si algo les sobraba a las mujeres López era orgullo y terquedad.
Santana se quitó la ropa mojada al tiempo que daba la llave del agua caliente para darse una ducha tibia. Volvía a poder respirar con normalidad, los latidos de su corazón iban a la par y un solo pensamiento se repetía una y otra vez.
-Nos merecemos otra oportunidad-. Pensó la latina-.
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Sexta Semana:
Quinn abrió los ojos y los volvió a cerrar casi al segundo después. La luz del sol le daba justo en sus ojos, había olvidado juntar más las cortinas la noche anterior. Se levantó con algo de pereza, no había dormido muchas horas, pero su estómago ya le estaba reclamando por lo que el hambre le ganó al sueño y se fue directo a la cocina a preparar algo.
Como era costumbre Alison aún estaba dormida. Ya eran semanas las que llevaba viviendo ahí y se podía decir que ya disfrutaban de una rutina. Una en la que a la rubia siempre le tocaba preparar el desayuno. No era algo que le molestara, al contrario la hacía sentir más en casa, menos invitada.
Estaban siendo unas vacaciones que difícilmente Quinn podría olvidar. Se había enamorado profundamente de esa ciudad, tanto que ahora podría decir que entendía a Rachel y su obsesión por estudiar en Nueva York.
Su pequeña diva. Estaba ahí en cada segundo de su día, desde que se despertaba hasta que cerraba sus ojos en la noche para dormirse. La extrañaba demasiado, tanto que estaba pensando que ya era momento de concluir las vacaciones y tomar un vuelo de vuelta a Lima. Necesitaba con urgencia uno de esos abrazos que le podían cortar la respiración.
Un estruendoso grito, y un posterior abrazo en extremo efusivo, la sacaron de golpe de sus pensamientos.
-Buenos días a ti también Al-. Saludó la rubia tomando un sorbo de su café-.
-¡Dios he recibido la mejor noticia de mi vida!-. Exclamó emocionada-.
-¿Sí?, ¿De que se trata?-. sirviéndole un vaso de jugo-.
-¡Voy a grabar un demo!-. Respondió con una gran sonrisa-.
-Wooow ¡Eso es increíble!, Al, no sé que decir, te felicito…-. Expresaba Quinn que le devolvió el abrazo-.
-Sí, me acaban de llamar de la productora, me dijeron que debo estar en Los Ángeles mañana-.
-¿Mañana?, eso es rápido…-.
-Lo sé, pero es una oportunidad que no voy a desaprovechar, así que vamos preparar todo lo que necesitemos, mira que los boletos ya están reservados para mañana temprano-. Contestó entusiasta-.
-¿Necesitemos?, Al, no sé yo estaba pensando que…-.
-¿Pensado que? ¡Es Los Ángeles!-. Interrumpió-. ¿Sabes lo que hay en L.A.?-.
-¿Actrices de Hollywood?-. Respondió sarcástica-.
-¡Además de eso rubia!ó-. Tienes millones de chicas lindas, con un bronceado perfecto y dispuestas a tener una amor de verano-. Comentó alzando las cejas en forma insinuante-.
-Yo no necesito un amor de verano…-.
-Lo olvidaba, tú sólo tienes ojos para la pequeña diva que no sabe controlar sus celos-. Dijo riendo-.
-¡Hey no te burles!-. Expresó dándole un pequeño golpe-.
-Está bien lo siento, yo sólo quiero que me acompañes, la verdad es que estoy nerviosa y necesito apoyo, se lo pediría a Kayle pero está lejos y tú te has convertido en mi amiga-. Reconoció con una expresión más seria-.
Quinn sabía que era cierto, en todas semanas que ya llevaba viviendo ahí, nunca hubo una visita de alguno de los padres de Alison, sólo unas muy contadas llamadas telefónicas. Por lo que sabía que la chica se sentía sola.
-Iré, creo que me vendría bien un bronceado al estilo Malibú-. Respondió sonriendo-.
-¡Gracias!-. Dijo dándole el segundo abrazó de la mañana-. Ahora, ¡No se por dónde empezar! Debo arreglar mi maleta, llamar a Kayle porque tiene que saberlo, ir de compras…-.
-Lo primero es que termines de desayunar-. Interrumpió Quinn-. Yo me iré a duchar, luego tu haces lo mismo y salimos a ver lo que quieres comprar, ¿De acuerdo?-.
-Sí, terminare de desayunar, luego llamó a Kay-. Aceptó-.
-Ok-. Quinn salió de la cocina en dirección a su habitación-.
Alison terminó con tranquilidad del desayuno que había preparado la rubia y luego fue en busca de su celular a su dormitorio, no podía contenerse las ganas de contarle todo a su mejor amiga. De pronto el timbre de su departamento sonó. Le extraño tomando en cuenta que aún era temprano y que no esperaba a nadie. Recorrió la distancia que faltaba para ir a abrir y la persona que estaba del otro lado, la desconcertó absolutamente.
-¿Y tú que haces aquí?-. Preguntó la chica del pelo rojizo-.
Francis, no respondió y como si fuera invitada pasó por el lado de ella, ubicándose cerca de uno de los sofás pero manteniéndose de pie.
-Si claro, adelante, pasa te estaba esperando-. Dijo Alison en un claro tono de ironía-.
-Estoy aquí por algo especificó y me iré-. Contestó la rubia-.
-¿Qué quieres Johansen?, porque la verdad una visita como tú a esta hora de la mañana no es lo que quiero para empezar mi día-. Preguntó no con mucha paciencia-.
-Ya te dije que vine por una sola cosa y me iré, no tengo intensiones de quedarme mucho tiempo-. Contestó-.
-Habla rápido…-. posicionándose al frente de Francis-.
-Quiero que me digas dónde está Kayle-. Fue directa-.
-No lo sé-. Contestó evasiva-.
-Si lo sabes, eres su mejor amiga-. Insistió-.
-Te recuerdo que cuando por tú culpa-. Enfatizó apuntándola-. Kay se fue de Nueva York, yo no sabía dónde estaba-.
-Ahora lo sabes, estoy segura, así que dímelo-. Exigió la rubia-.
-Porque no la dejas en paz de una vez, cuando te vas a convencer de que ella ya no te ama, que no quiere estar contigo, ¡Entiéndelo de una vez!-. Exclamó-.
-Te hice una pregunta sencilla, lo demás no es tu problema-. Contestó ignorando lo agresiva de la chica-.
-Ya le arruinaste la vida una vez, no voy a permitir que eso pase de nuevo, así que de mi no conseguirás nada-. Respondió subiendo la voz-.
-Yo la amo, y voy a hacer todo lo que este a mi alcance para recuperarla, sobretodo ahora que López esta fuera del camino-. Expresó con convicción-.
-Si la amaras la dejarías tranquila seguir adelante y ser feliz, pero tú constantemente buscas sabotear sus relaciones, Kay me dijo que fuiste tú quien le contó lo que pasó entre Santana y Brittany y dudo que haya sido con otra intensión que para tú propia conveniencia-. Dijo Alison en una postura defensiva-.
-Lo hice porque no iba a permitir que la engañara, además no todas nos conformamos con el papel de mejor amiga, yo por lo menos lucho por lo que quiero-. Lanzó con insidia-.
-¡Que me estás queriendo decir con eso!-. perdiendo la paciencia-.
-Ya deja la hipocresía Alison, yo no soy estúpida y siempre he sabido lo que tú sientes por Kayle, tus sentimientos no son de amistad, por eso me odias porque cuando Kay me conoció se olvido de ti y dejo todo lo que pasaba entre ustedes-. Expresó Francis-.
-¡Estás loca! Con Kay siempre hemos sido amigas, ¡Sólo estoy intentado protegerla de ti!-. Respondió enfurecida-.
-¡Reconócelo! Te conformaste con ser su mejor amiga porque fue lo único que te ofreció y no pudiste dejarla ir, no quisiste perderla, pero te mueres de ganas de tenerla-. Enfrentó la rubia igualando el tono-.
-¡Vete de aquí! No tengo porque seguir escuchando tus estupideces-. Dijo y se acercó a la puerta para abrirla-.
-Me iré, pero te aseguro que igual la encontrare aunque tenga que recorrer ciudad por ciudad, ya lo hice una vez-. Recordó la rubia desapareciendo por el pasillo-.
-Adiós y hasta nunca Johansen-. Se despidió y con violencia cerró la puerta-.
Apoyo la espalda en la puerta y algunas lágrimas rebeldes cayeron por sus mejillas. Era duro que alguien le gritara todo lo que había luchado por ocultar durante años.
Quinn al dejar a Alison en la cocina de inmediato se fue al baño para darse una cálida y reconfortante ducha. Estuvo unos cuantos minutos bajo el agua, para luego secarse y envolverse en una suave bata. Entró a su dormitorio y comenzó a elegir que usaría ese día. Pero antes de ponerse la ropa, tomó su celular, necesitaba escuchar la voz de Rachel, no había nada más adorable para ella que cuando su castaña estaba recién despertando, la podía imaginar entre sus brazos.
No escuchó más de dos tonos, y luego la voz de una adormilada Rachel.
-Hola hermosa-. Saludó alegre la rubia-.
-Buenos días Quinn-. Respondió-.
-Al parecer la rutina de levantarse a las 6 de la mañana para tus ejercicios se rompió-.
-Kurt estuvo aquí anoche y nos quedamos conversando hasta muy tarde, así que sólo hace un par de horas que cerré los ojos-. Comentó-.
-Ya veo, entonces será mejor que te deje descansar, se lo agotador que puede ser Kurt y yo sólo quería escucharte -. Dijo con una risita-.
-No, no me cortes, quiero hablar contigo, te extraño mucho-. Expresó con la voz más tierna que Quinn había escuchado-.
-Yo también te extraño, tanto que pensé en volver antes a casa-.
-¿Y no lo harás?, llevamos más de una mes sin vernos, y de verdad a veces pienso que voy a enloquecer-.
-¿Más todavía?-. Preguntó fingiendo seriedad-.
-Quinn Fabray estoy hablando en serio, ya vuelve quieres, estoy cansándome de que todo nuestro contacto sea por teléfono o webcam ¡Te necesito en persona!-. Exclamó-.
-Y yo pequeña, pero le prometí a Alison que la acompañaría a Los Ángeles, nos vamos mañana-. Explicó sabiendo que la reacción de Rachel no sería buena-.
-¿Los Ángeles? Y que vas a ir a hacer allá con ella-. Preguntó tratando de disimular su disgusto-.
-La llamaron de una productora para grabar un demo, lo promocionaran y si todo sale bien podría grabar un disco-. Contestó paciente-.
-O sea que vas a irte con ese intento de Rockstars a Los Ángeles, en dónde probablemente te llevará a bares de mala muerte para que conozcas otras chicas, porque en L.A lo que sobran son chicas que buscan conquistas, y alguien tan hermosa como tú no pasa desapercibida Quinn-. Hablaba Rachel tan rápido que a Quinn le costaba entenderle todo-.
-Rach, cariño, yo no necesito a otra chica, te tengo a ti, y te prometo que sólo serán unos días más, de L.A. tomaré un vuelo a Lima y estaremos juntas antes de lo que te imaginas-.
-No me gusta la idea-. Respondió-.
Quinn se podía imaginar exactamente la expresión que tenía Rachel, por lo que le costaba aún más negarse a tomar un vuelo en ese mismo instante para volver con ella.
-Confía en mí por favor-. Pidió la rubia con su voz suave-.
-En ti confió, en las otras que te puedan acosar no-.
-No dejare que nadie me acose-. Respondió divertida-.
-Está bien, sólo vuelve pronto-. Aceptó resignándose-.
-Lo haré, y ahora voy a colgar porque aún no me visto-.
-¿Eso significa que estás desnuda?-. Preguntó con un tono insinuante-. Porque se me vienen muchas cosas a la cabeza al imaginarte desnuda-.
-¡Rachel Barbra Berry! Te has transformado en una pervertida-. Exclamó divertida-.
-Eso es porque me tienes abandonada-. Se defendió-.
-Entonces prepárate para cuando vuelva porque lo que estás imaginando no va a ser nada comparado con lo que pasará-. Dijo con voz sensual-.
-Esperaré entonces…te quiero y hablamos luego-.
-Te quiero Rach-. Se despidió finalmente-.
Quinn se disponía a vestirse cuando unos gritos que provenían del comedor llamaron su atención. Una lógicamente era Alison, y después de poner atención descubrió que la otra voz, era nada menos que ¿Francis?. Sin quererlo escuchó gran parte de esa discusión, puesto que las chicas claramente habían perdido los estribos y se gritaban mutuamente.
Una parte de eso, le sorprendió totalmente. Francis le decía hipócrita a Alison por no reconocer sus sentimientos por Kayle. Quinn echó hacía atrás su memoria y recordó que Alison le habló de una chica, con quien tuvo todas sus primeras veces. Todo calzaba. Se vistió rápido, y salió hacía dónde estaba su amiga, que aunque intentó disimular, tenía sus ojos vidriosos.
-¿Creí escuchar que discutías con Francis?-. Preguntó la rubia haciéndose la desentendida-
-Sí, esa idiota se cree con el derecho a venir a exigirme que le diga donde esta Kay-. Respondió-.
-Tampoco se lo dijiste, porque yo ya no quise preguntar después de tu primer "no"-.
-Es una promesa que le hice a Kayle-.
-Lo entiendo-.
Quinn no preguntó por lo otro que había escuchado, no era el momento ni quería forzar las cosas, porque claramente Alison no estaba preparada para aceptarlo.
Ese día fue realmente agotador. Entre compras de última hora que Alison consideraba "Indispensables" y arreglar las maletas para el viaje se fue el día de ambas chicas. En la noche durmieron temprano, lo que las esperaba sería un largo vuelo.
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Su llegada a Los Ángeles fue digna de comparar con la de una estrella. En el aeropuerto las esperaba un Mercedes negro, enviado por el padre de Alison para recogerlas y llevarlas al hotel dónde se hospedarían. El día fue entre la productora y algunas negociaciones en las que la rubia se mantuvo al margen.
Ya bien entrada la tarde, volvieron ambas al hotel. Sus habitaciones estaban contiguas. Quinn antes no había tenido tiempo de desarmar la maleta y ordenar bien sus pertenencias por lo que ahora lo estaba haciendo. Había optado por llevar todo, ya que su idea era trasladarse desde L.A. directamente hacía Lima, ya no hallaba la hora de volver a casa. De volver con su adorada Rachel. Sintió la puerta y se apresuró a abrir.
-Hola rubia-. Saludó Alison-.
-Hola-. Respondió-.
-Te vengo a buscar, tenemos una bienvenida estilo Los Ángeles para esta noche-. Avisó la chica-.
-¿Y eso significa?-. Preguntó no con tanto entusiasmo-.
-Que todo te lo tenga que explicar-. Dijo fingiendo molestia-. Significa…!Chicas lindas, alcohol y diversión!-. Exclamó-.
-Estoy cansada-. Se quejó-.
-Vamos Q, van a estar muchas estrellas de la música, es una fiesta organizada por la productora, es algo así como mi presentación oficial, tenemos que ir-. Insistió-.
-Pero ve tú, yo me puedo acostar, leer alguna novela o ver televisión-. Se negó la rubia-.
-Quinn, es el último favor que te pido, acompáñame, si quieres volver temprano lo entenderé, pero por lo menos un rato, te lo pido-. Expresó-.
-Está bien, aunque si me ando quedando dormida por las esquinas será tu culpa, me escuchaste-. Aceptó la rubia-.
Alison rio ante el comentario, entendía que su amiga estaba cansada por todo el viaje, ella también lo estaba pero tan importante como grabar, en el ambiente de la música lo era saber relacionarse.
Quinn se dio una ducha para despejarse y luego escogió que usar. Nada muy provocativo, recordó las palabras de Rachel de que no dejaría que la acosaran. Una risa divertida salió de sus labios. Su pequeña diva podía llegar a ser tan celosa que a veces le costaba comprenderla del todo, si sólo pudiera ver dentro de ella se daría cuenta que no había porque desconfiar. Que no existía la más minina posibilidad de que ella pudiera fijar sus ojos en otra mujer que no fuese Rachel.
Unas horas después hacían su entrada a un cotizado local de Los Ángeles. Ambas lucían hermosas y realmente se podrían igualar a otras estrellas que se encontraban allí esa noche. Quinn no necesitaba arreglarse demasiado para sobresalir, su belleza natural, sus ojos verdes y esa presencia que poseía la hacía captar más miradas de las que deseaba.
Las chicas comenzaron bebiendo un trago para ir soltándose un poco. Lo cierto es que Quinn aunque preferiría haberse quedado en su hotel, no se la estaba pasando mal. El local tenía buena música, las personas parecían estar cada una es su mundo, por lo que nadie la molestaba.
En un momento perdió de vista a Alison. Supuso que estaba conversando con algún producto o podría haberse cruzado con alguna chica linda que posiblemente se estuviera ligando en ese instante.
Se acercó a la barra para pedir otro trago. El bartender no tardó en volver con lo pedido. Estaba tomando el primer sorbo cuando una desconocida voz, llamó su atención.
-¿Qué hace una chica tan linda bebiendo sola?-. Preguntó-.
Quinn se giró y vio a una chica de su estatura, con unos profundos ojos negros, llevaba una chaqueta de cuero oscura, y su pelo largo suelto y desordenado. La rubia la miró por unos minutos, ese rostro le era conocido, sabía que la había visto en alguna parte. Lo que no era del todo loco, tomando en cuenta que ahí había varios artistas conocidos o prometedoras futuras estrellas.
-Supongo que esa repetida y estúpida frase te funciona seguido, por eso la sigues usando-. Se bufó la rubia volviendo la vista a su vaso-.
-La verdad es que últimamente ni si quiera necesito hablar para que las chicas quieran estar conmigo-. Respondió altanera ante la burla que recibió-.
-Pues adelante, seguro hay más de esas esta noche, porque yo no tengo ninguna intensión de hablar contigo-. Siguió indiferente-.
-Ni siquiera me dejas invitarte un trago-. Preguntó siendo menos egocéntrica-.
-Por si no te has dado cuenta ya tengo uno… sin siquiera mirarla-.
-Pues entonces me sentare aquí hasta que termines tú trago para poder invitarte a otro-. Insistió la chica-. Por mientras puedo saber como te llamas-.
-No, no puedes-. Respondió antipática-.
-¡Dios realmente eres una chica difícil! Que ni siquiera puedes tener algo de modales-. Le reclamó-.
Quinn rio ante la visible molestia de la chica a su lado.
-Ok, entiendo que no quieras hablar, me equivoque, actué como una engreída pero en realidad no soy así, si pudiera comenzar de nuevo, te diría "Hola mi nombre es Charlotte Mcbee y me gustaría poder invitarte un trago y charlar"-. Expresó la morena-.
La rubia prestó atención cuando escuchó su nombre, ahora podía estar segura del porque le era una cara conocida. La chica era la vocalista de una incipiente banda que ya sonada en las radios de todo el país.
-¿De verdad no me vas a decir una palabra?-. Preguntó-.
-¿Vas a dejar de intentar ligar conmigo?-. Inquirió la rubia-.
Ahora fue el turno de Charlotte de soltar una risita, realmente la chica delante de ella era hermosa, por eso se había acercado, pero no le estaba dando ni la más mínima posibilidad.
-Está bien, lo prometo-. Contestó-.
Luego de eso, Quinn en algo se relajo. La chica había desistido en su intensión de conquistarla, por lo que conversaron por parte de esa noche que estaba recién comenzando.
Después de varios tragos y de una conversación mucho más fluida. Quinn se dio cuenta que en realidad, Charlotte no era una estrella egocéntrica como le había parecido al principio. Eso la llevo a aceptar, la propuesta de la chica de ir a bailar.
La música electrónica que sonaba de fondo les daba libertad de movimientos. Ambas bailaban con desenfado, Quinn no pensaba en nada en especifico, simplemente se estaba dejando llevar. Sintió las manos de la chica sobre su cintura, y no le incomodaron. Lo que sí fue haciendo que intentara tomar distancia fue sentir sus respiraciones cada vez más cerca. Intentó zafarse pero antes de que lo consiguiera, la chica unió sus labios.
Quinn con un solo movimiento, la alejó. No le dijo ninguna palabra, sólo le dio una mirada entre severa y de decepción. Escuchó como Charlotte la llamaba, exclamando disculpas. Pero no tenía ánimo ya de escuchar. Le envió un texto a Alison para avisarle que se volvería al hotel. Después de tantas horas su cuerpo, le estaba exigiendo un descanso.
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Séptima Semana:
Rachel había recuperado su rutina con más energía que antes. Ahora cada día era uno menos para que Quinn volviera y eso la hacía recibirlos con una sonrisa. Decidió que ese en particular saldría a trotar para disfrutar el aire tibio de la mañana.
Se puso los audífonos y comenzó con un trote lento, quería apreciar el paisaje a su alrededor. A medida que avanzaba por las calles de la ciudad, pensaba en como debería actuar una vez que Quinn ya estuviera en Lima. No sabía si volverían a la etapa de amigas, amigas con derecho, o directamente tratarla como su novia. Aunque esa última opción no sabía si fuera la más adecuada, después de todo la rubia había roto con ella.
Una idea se le cruzó en ese instante. Quinn se había esmerado por prepararle la cita perfecta en Nueva York para pedirle que fuera su novia. Por lo que ella no podía ser menos, debía hacer algo similar, aunque no contara con el encanto de la ciudad de los rascacielos. Lograría que la rubia se diera cuenta lo especial que era para ella y así aceptara ser su novia otra vez.
Seguía trotando, con esa gigantesca sonrisa de suficiencia estampada en su rostro, se le acababa de ocurrir una idea realmente genial. Cuando algo o alguien siendo precisos, la hiso comenzar a detenerse lentamente.
Se acercó con cuidado, y procedió a sacarse los audífonos antes de hablarle.
-¿Britt?-. Expresó la castaña-.
Brittany se giró e intentó esconder sus brillantes ojos bajando la mirada inmediatamente. Estaba sentada en una banca apartada del parque, y aunque escondiera su mirada, era más que obvio que había estado llorando.
-Hola Rachel-. Saludó la rubia-.
-Britt, ¿Qué te sucede?-. Preguntó preocupada y sentándose a su lado-.
-Nada-. Mintió cuando era evidente que no pasaba por su mejor momento-.
-Tiene que ver con Santana no es verdad-. Aseveró la castaña-.
-¿Cómo lo sabes?-. Expresó mirándola a los ojos-.
-Luces como yo cuando no sabía nada de Quinn-. Respondió dándole una sonrisa-. Dime… ¿Qué pasó?-.
-No he sabido nada de ella, y tengo una mala sensación-. Contestó escuetamente-.
-¿Mala sensación?-.
-Sí, la última vez que nos vimos, le dije que no quería estar con ella, no hasta que no tuviera claros sus sentimientos por mi y por…Kayle-. Pronunció bajando la mirada-.
-Hiciste lo correcto, Britt-. Dijo para tranquilizarla-.
-¿Y si fue lo correcto porque no se siente bien entonces?-. Preguntó con la voz quebrada-. No he sabido nada de ella desde entonces, ni un mensaje o una llamada…desapareció-.
-Haber, primero creo que te sientes así porque la extrañas y es normal, pero debes aprovechar este tiempo, es difícil estar sin la persona que amas, lo sé, pero…-. Contestó sinceramente-.
-Yo no se si sea capaz de soportar otro rechazo, no podría verla de la mano con otra de nuevo, saber que esta con ella, que despierta entre otros brazos…ya no me siento con la fuerza para soportar todo eso… -. Decía entre sollozos-.
Rachel la miró con dulzura y se acercó para darle un reconfortante abrazo.
-Tranquila sí…-. Susurró en su oído la castaña-.
-No te imaginas como le dolió cada uno de sus rechazos, no lo demostraba porque debía ser fuerte para recuperarla, pero mi corazón se hacía pedazos, cuando me decía que no y corría a los brazos de Kayle…-.
-Ahora va a ser distinto estoy segura, Santana te ama más de lo que puede amar a cualquier otra persona y esta vez tomara la decisión correcta-. Dijo la pequeña diva-.
Brittany no respondió, simplemente escondió su rostro en el cuello de su amiga. No había palabras que lograran consolarla, lo único que podía tranquilizarla y hacerla sonreír era ver a su latina, tenerla junto a ella, y esta vez sin nadie de por medio.
-¿Desayunaste ya?-. Preguntó Rachel-.
-No, me desperté y salí, me estaba ahogando encerrada en casa-. Contestó restableciendo su postura-.
-Entonces levántate porque tanto ejercicio me abrió el apetito y tú serás mí invitada a desayunar- Exclamó una entusiasta Rachel poniéndose de pie-.
-Rach…yo prefiero ir a casa y…-. Iba a inventar una excusa pero no alcanzó-.
-¡No voy a aceptar una negativa!-. Interrumpió-. Britt, yo estuve dos semanas encerrada en mi casa y eso no hiso que dejara de extrañar a Quinn, al contrario, así que no voy a dejar que tú pases por esto sola-.
-Gracias-. Fue lo único que salió de los labios de la bailarina-.
Las chicas caminaron rumbo a la casa de Rachel. Tuvieron una mañana en la que conversaron de todo. La pequeña diva intentó por todos los medios que la rubia se distrajera y no estuviera triste. Y en parte lo logro, ya que para después de almuerzo, veían televisión relajadas. Brittany no se arrepentía de haber ido a la casa de Rachel, quien había demostrado ser una amiga con la que podía contar.
-Entonces… ¿Cuándo vuelve Quinn?-. Preguntó la bailarina-.
-Espero que en estos días, anoche cuando hablamos, me dijo que de esta semana no pasaba-. Contestó con una sonrisa-.
-Yo sabía que ustedes terminarían juntas-. Comentó la rubia con naturalidad-.
-¿Cómo?-. Preguntó con sorpresa y girándose para escuchar la explicación-.
-La verdad es que no eran muy disimuladas, O sea Quinn maltratándote para llamar tú atención como lo hace un niño pequeño ¡Por años!... Y tú aguantando y queriendo todo lo que ella tenía, y con eso me refiero a sus ex novios, sólo para estar cerca de ella de alguna manera-. Explicó Britt-.
Rachel río divertida, esa era una teoría que nunca había pasado por su cabeza, pero de alguna manera le hacía sentido.
-¡Dios toda esa explicación me hace sentir retorcida!-. Exclamó la castaña-.
-De alguna manera ustedes siempre estuvieron unidas por algo-. Dijo la rubia con un gesto pensativo-. Como San y yo-.
-Así es, y es por eso que Santana va a volver a ti, como siempre lo ha hecho-. Expresó con convicción a lo que Britt respondió con una sonrisa esperanzadora-.
El sonido del celular de Rachel interrumpió el momento. La castaña se levantó de inmediato, ya que por el sonido sabía de quien se trataba.
-Estábamos hablando de Rachel coquetamente-.
-¿Así? ¿Y puedo saber con quien estás hablando de mi?-. Preguntó-.
-Estoy con Britt y me ha explicado una interesante teoría acerca de nosotras-.
-Britt es muy buena analizando a las personas, así que lo que haya dicho probablemente tiene mucho de razón-. Expresó la rubia-.
-¿Sí?, Entonces eras una psicópata que me agredía sólo porque buscabas llamar mi atención-.
Quinn comenzó a reír por la otra línea.
-¡Es cierto!-.
-Puede tener parte de cierto-. Reconoció la rubia-. ¿Y que hay contigo? ¿Eres masoquista? Porque te insultaba y aun así intentabas acercarte a mi-.
-La verdad esa es la otra parte de la teoría, que yo soy una retorcida a quien le gustaba que la maltrataran siempre y cuando fueras tú-. Expresó intentado sonar seria-.
-Es bueno que ya lo hayas aceptado Berry, yo siempre supe que había algo mal contigo-. Contestó con burla-.
Rachel no pudo contener la risa, contagiando a Quinn.
-Seguro, ahora yo soy la loca, como es tan normal hacer la vida de alguien un infierno sólo porque no se puede aceptar tener sentimientos por esa persona, eres súper normal respondiendo a la burla anterior-.
-Ok, lo reconozco, las dos tenemos ciertos problemas relacionándonos, pero lo importante es que ya estamos juntas ¿o no?-. Preguntó-.
-¿Estamos juntas?... ¿Así como en Nueva York?-. Inquirió insegura quería escucharlo de la boca de Quinn-.
-Mis sentimientos por ti, son los mismo Rach, o tal vez un poco más fuertes, no quiero que nos volvamos a separar-. Contestó-.
-Cuando vuelvas le pondremos nombre, por mientras tienes que saber que sigo siendo tuya y sólo tuya-. Dijo sincera-.
-Y yo tuya pequeña-. Respondió-. ¿Y que planes tienes con Britt?-.
-Una noche de chicas, eso significa películas cursis, alimentos altos en grasa y conversaciones sobre en este caso, nuestras chicas-. Comentó la castaña-.
-Suena interesante, yo también quiero una noche de chicas contigo cuando vuelva, eso si no van a ser necesarios los alimentos, se me viene otra cosa a la mente que me muero por volver a probar-. Expresó sensual-.
-¡Quinn Fabray haces que me sonroje!-. Exclamó-.
-Lo sé, era la idea-. Respondió-.
-Igual esperare con ansias esa noche de chicas-. Expresó la castaña-.
-Y yo, necesito con urgencia uno de tus abrazos-.
-¿Sólo un abrazo?...Ninguna otra cosa-. Preguntó coqueta-.
-Lo necesito todo de ti Rachel Berry-.
-Sólo tienes que volver y tendrás todo lo que quieras-. Respondió-.
-Ya queda muy poco amor-. Dijo sincera-.
-Te llamo más tarde-.
-Ok, estaré esperando, te quiero-.
-Y yo a ti-. Se despidió Rachel-.
Brittany observaba divertida cada gesto que producían en Rachel las palabras de Quinn. Era tan evidente lo enamoradas que estaban. Y no podía más que alegrarse por ellas, sabía que todo el camino que habían recorrido no había estado exento de problemas, por lo que el haberse sobrepuesto a ello, era claramente una muestra de su amor.
-Veo que alguien definitivamente ha derretido el corazón de la reina del hielo-. Expresó Britt divertida-.
Rachel le dio una de esas sonrisas impresionantes, que reflejaba lo feliz que se encontraba en ese momento.
La tarde continuó entre risas, películas cursis y alimentos no nutritivos (si se le podía llamar así, al helado, chocolate y golosinas varias) tal y como había dicho la pequeña diva a Quinn en su conversación por teléfono.
Ya estaba oscureciendo cuando el timbre de la residencia Berry, alertó a las chicas. Rachel se levantó del sofá para dirigirse a la entrada.
-Hola diva-. Saludó Kurt depositando un beso en su mejilla-.
-Hola-. Respondió sorprendida, no lo esperaba-.
-¡Te tengo una invitación que no aceptaré que rechaces!-. Exclamó entusiasta-.
-Kurt…yo ya tengo planes-. Murmuró-. Además no estoy sola-.
El chico le dio una mirada de curiosidad y se adentró al salón para ver quien le hacía compañía a la diva.
-Hola Kurt-. Saludó Britt-.
-Hola Britt-. Respondió-. ¿No habrás cambiado de rubia no es verdad?-. Preguntó susurrando en el oído de la castaña-.
-¡No seas idiota!-. Exclamó dándole un pequeño Britt nos hemos estado haciendo mutua compañía el día de hoy-.
-Ya veo-. Dijo levantando una ceja-. Entonces, la invitación la extiendo para las dos-.
-¿Qué invitación?-. Preguntó la rubia incorporándose-.
-Con Blaine vamos a ir a un pub's de ambiente y me gustaría que fueran con nosotros-. Explicó el joven-.
-¿De ambiente?-. Preguntó la bailarina no entendiendo del todo-.
-Un lugar Gay-. Aclaró Kurt-.
-¿Y porque yo querría ir a un lugar gay? Yo no soy gay…-. la castaña-.
Kurt y Brittany se giraron para verla sorprendidos por sus palabras.
-Claro, supongo que el hecho de que estés enamorada de Quinn, no te hace gay-. Dijo irónico el chico-.
Rachel abrió su boca para responderle pero las palabras no salieron como ella lo había planeado.
-A mi me gustaría ir, supongo que me haría bien bailar y pasarla bien esta noche-. Aceptó la bailarina alzando los hombros-.
-¿Y que dices tú diva?-.
-Supongo que no tengo muchas opciones-. Respondió no muy convencida-.
-Por supuesto que no-.
Brittany se fue a su casa para cambiarse de ropa. Quedaron en que pasarían por ella en dos horas más.
Rachel había subido con Kurt a su habitación, el chico le iba a ayudar a elegir que usar esa noche.
-¿Y estás revistas?-. Preguntó Hummel-.
-Son mis suscripciones mensuales que llegaron hoy en la mañana, no he tenido tiempo de verlas-. Respondió mientras abría su closet-.
El chico, comenzó a hojearlas una por una mientras de reojo observaba a la pequeña diva y las prendas que iba sacando como opciones para llevar esa noche.
-¿Por tu estado de ánimo supongo que las cosas con Quinn han mejorado?-. Preguntó Kurt-.
-Sí, no hemos vuelto oficialmente, pero es sólo una formalidad porque cada vez que hablamos me dice cuanto me quiere, y que es sólo mía, ya no hay nadie más entre nosotras-. Contestó con confianza-.
-Me alegra que así sea, no me gustaba verte tan deprimida, y estoy seguro que si Quinn te dice eso es porque es cier….-. Cuando volvió su mirada hacía una de las revistas dejo de hablar para concentrarse en una imagen que no podía creer fuera verdad.
Rachel al notar el silencio en el que estaba consumido su amigo, se giró en dirección a él para ver que es lo que había ocurrido.
-¡Kurt!-. Exclamó-. Kurt…¿Qué te pasa?-. Preguntó-.
El chico la miraba al mismo tiempo que volvía sus ojos a la imagen en la revista. No pronunciaba palabras, no sabía que hacer.
-¡Kurt reacciona!-. Exclamaba preocupada la pequeña diva-.
-Yo…esto…-. Murmuraba sin decir nada coherente-.
-No te estoy entendiendo, déjame ver que es, supongo que la última colección de McQueen debe estar impresionante como para dejarte así-. Expresó la castaña quitándole la revista de las manos.
Cuando Rachel enfocó su mirada sobre la imagen impresa en ese papel. Su sonrisa se borró inmediatamente, sus ojos releían una y otra vez el titular y sobretodo trataban de encontrar algo que le dijeran que esas palabras no eran verdaderas y que esa de la foto no era Quinn, besándose con otra chica.
La revista lo daba como una exclusiva, y una serie de imágenes desde la cercana conversación, el íntimo baile y el posterior beso, estaban en secuencia para no dejar lugar a dudas de que se trataba de la "nueva conquista" de la promisoria estrella, como llamaban a Quinn.
-Rachel… ¿Estás bien?-. Preguntó Kurt levantándose para ponerse al lado de ella-.
-Lo estoy-. Respondió con la garganta apretada-.
-Creo que será mejor que nos quedemos en casa hoy, seguro tú…-.
-No, lo que necesito ahora es que me des un momento, así que espérame en el salón por favor-. Pidió Rachel con una extraña tranquilidad-.
-Pero…-. Iba reclamar el chico-.
-Kurt, por favor-. Insistió la castaña-.
Al chico no le quedo otra opción más que hacerle caso a Rachel, sabía que su amiga no se encontraba bien en ese momento, pero si le estaba pidiendo estar sola era porque eso es lo que necesitaba.
Cuando ya estaba sola, se sentó en su cama y volvió a observar con detenimiento aquellas imágenes. Estaba absolutamente decepcionada, se sentía engañada.
-Me mentiste…-. para sí misma y una tímida lágrima caía por su mejilla-.
-Yo esperándote mientras tú jugabas con otras chicas-. Seguían hablando como si fotografía pudiera responderle-.
-Se acabó, se acabó la Rachel paciente que va a estar ahí siempre para ti ¡Se acabó!-. Exclamó con rabia y secándose las lágrimas-.
-Ninguna más por ti-. Dijo y lanzó lejos la revista-.
Rachel se metió a la ducha, quería sacarse toda esa rabia que la estaba invadiendo. Porque ella no era de las personas que odiaba, ni sentía resentimiento, pero lo que tenía dentro de sí en ese momento se parecía bastante a eso.
Salió y buscó un vestido. No se iba a quedar ahí, encerrada llorando por alguien que claramente había estado jugando con ella todo este tiempo.
Bajó los escalones y Kurt la esperaba, el chico hacía estado dando vueltas prácticamente en círculos, pensando en que podía estar pasando por la cabeza de Rachel, ya que esa reacción, pasiva y tranquila lo preocupaba más que otra explosiva.
Se quedó boquiabierto cuando vio a la pequeña diva, en tan sólo un pequeño y ajustado vestido negro, dejando muy poco a la imaginación. Se había maquillado y su pelo en ondas caía en forma muy sensual.
No dijo ninguna palabra, simplemente abrió la puerta y le hiso un gesto a Kurt para que la siguiera.
Pasaron por Blaine y Brittany, quienes no entendían la actitud de la castaña, y algo los llamó a no preguntar tampoco.
Cuando llegaron al local fue una historia totalmente diferente. Rachel parecía mas desinhibida que nunca, bailo con otras chicas coqueteando descaradamente y bebiendo como si el mundo se fuera a acabar. Sus amigos más que pasarla bien se dedicar a cuidar de ella, sabían que Rachel con alcohol en sus venas era una persona totalmente diferente y que cualquier cosa que hiciera se arrepentiría al otro día. Por eso cuando vieron que la castaña ya no era capaz de discernir bien cada acción que realizaba, se la llevaron a casa.
Kurt, no quería que llegara en esas condiciones a su hogar por lo que la llevo con él.
-Si te digo que estoy bien… pequeña diva lanzando su chaqueta en alguna parte del salón-.
-Seguro, porque mejor no me dejas ayudarte a subir las escaleras-. Le respondía el joven-.
La castaña cedió ante Kurt y se dejo guiar hasta su habitación, la verdad es que en las condiciones en las que estaba no podía negarse demasiado.
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La luz daba comienzo a un nuevo día y para Rachel, sólo lograba aumentar más ese zumbido que tenía en la cabeza. No recordaba gran parte de la noche anterior, por lo que se asustó al sentir otro cuerpo muy cerca del suyo, al girarse respiró con alivio, era Kurt quien estaba a su lado.
Se levantó con cuidado para no despertarlo, y comenzó a reunir su ropa. Buscaba algo en específico, su celular, sabía que debía llamar a sus padres para avisarles dónde estaba, si no quería que entraran en una crisis.
Bajó al salón y se encontró con Finn tomando desayuno y viendo la televisión.
-Hola Rach-. Saludó alegre el joven-.
-Hola…-. Respondió y cada letra de esa palabra hiso un doloroso eco en su mente-.
-¿Estás enferma? ¿No te ves bien?-. Preguntó preocupado-.
-Sólo tengo un leve dolor de cabeza-. Mintió-. ¿Has visto mi celular?-.
-No…¿Buscaste bien en la habitación de Kurt?-.
-Eso creo, de todas maneras volveré a buscar allá-. Y se dio la vuelta para volver a la habitación-.
Finn se dio cuenta que algo no andaba bien con Rachel, lo notaba en su mirada, en ese expresión triste que tenía en sus ojos, y la única culpable para él podía ser cierta rubia, que como había predicho, le hiso daño.
Como si con su mente la hubiera llamado, o tal vez el destino por una vez se ponía de su lado, comenzó a escuchar una música. Buscó entre los cojines del sillón y ahí estaba el celular de Rachel.
-Hola-. Contestó Hudson-.
-Disculpa ¿Finn?-. Preguntó Quinn contrariada-.
-Si ¿Qué quieres?-. Interrogó desagradable con una sonrisa maliciosa-.
-Hablar con Rachel, estoy llamando a su celular no es lógico-. Respondió impaciente-.
-Ella esta dormida, por lo que te pediría no volvieras a llamar, nos dormimos tarde y no quiero que se despierte-. Mintió descaradamente-.
-Que…ella…¿Pasó la noche contigo?-. Preguntó absolutamente descolocada-.
-Porque otra razón podría yo contestar su celular-. Expresó-.
Quinn no tenía una respuesta para eso, así que simplemente cortó el llamado. Y junto con eso cerró cualquier esperanza de que al volver tendría a su Rachel de vuelta.
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Octava Semana:
Para Santana el vuelo de regreso a Lima había sido mucho más largo que el de ida. Si, sabía que eso no era posible, pero así lo sentía en su corazón. Los días después de aquel episodio con su madre se habían hecho largos y desagradables. Ninguna le hablaba a la otra, y aunque su padre y su hermana habían intentado mediar, claramente no estaba dando resultado.
Si bien, eso le dolía profundamente, lo estaba aprendiendo a sobrellevar, guardaba una pequeña esperanza que su madre cediera, que la aceptara y que no la juzgara por algo que ella sentía era normal, porque enamorarse independiente del sexo que tenga esa persona, es normal, es de humano.
Cuando finalmente dieron el aviso de que en pocos segundos ya estarían en Lima, el corazón de Santana dio un vuelco impresionante. Podía sentir los nervios de esa primera vez, de sentirse como que tu estómago va a explotar de tantas mariposas que vuelan en el, si sonaba cursi, pero era lo que sentía.
Recogió su maleta, y se acercó a su hermano.
-Necesito pedirte un favor-. Dijo la latina-.
-Dime…-.
-Puedes llevarte mis cosas a casa, yo debo hacer algo antes-. Expresó-.
-¿Algo?-. Preguntó confuso-.
-Si y es demasiado importante como para esperar-.
-Ok-. Aceptó sin más preguntas-.
Santana le dio un fuerte abrazo.
-Deséame suerte-. Le pidió-.
-Suerte-.
La latina salió a trote del aeropuerto y tomó el primer taxi que vio. Le dio la dirección y mientras el chofer iba a una velocidad promedio, ella jugaba nerviosa con sus manos entre sus rodillas.
El taxista se volteo.
-Llegamos señorita-. Avisó el hombre-.
Santana le pago y le dio una sonrisa. Ahí estaba frente a esa casa dónde muchas veces había estado antes, pero ahora era diferente venía con una sola idea y no se iría sin tener al menos una oportunidad.
Tocó la puerta casi pidiendo disculpas, era muy temprano y sabía probablemente aún estuviera dormida. Volvió a tocar, esta vez con más energía, y sintió unos pasos bajando por las escaleras.
Pareciera que la manilla se giró en cámara lenta y que esos ojos profundos la miraron muchas ves antes de creer que era ella quien estaba al frente.
-Hola-. Saludó tímidamente-.
-¿Qué haces aquí?-. Preguntó confundida-.
-Vino por ti, quiero recuperarte-. Contestó-.
-¿Estás segura?-.
-Sí, es a ti a quien quiero, y espero que no sea tarde para que me des una oportunidad-.
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hola....quiero darles un saludo muy especial a todos los las que leen este fic, que me gustaria que comentaran mas, y no fueran lectores silenciosos, pero no exijo mucho ya que yo soy igual....sin embrago espero que eles guste esta historia, y para recordarles que este fic no es de mi autoria, sino de una amiga....las mejores vibras
Quinta Semana:
Santana estaba sentada mirando a través de un ventanal que daba hacía el océano. Tenía su mentón apoyado sobre sus manos y su mirada perdida en el oleaje que arremetía con fuerza contra la orilla. El color del mar era indescifrable, a veces se tornaba de un celeste casi transparente y otras cambiaba radicalmente a verde profundo. Se sentía comprendida, no era la única que con facilidad se perdía por momentos en un celeste expresivo, mientras en otras ocasiones lo único que quería era ser protegida por un verde esmeralda.
Recuerdos y más recuerdos venían a su mente. Palabras, miradas, reproches. No habían sido días fáciles para ella. Aún tenía grabada esas miradas de decepción hacía ella, guardaba con dolor, esas palabras que no estaba preparada para escuchar. Sin poder evitarlo, esa sensación de angustia se apropió otra vez de su cuerpo, produciendo que algunas lágrimas cayeran sin control, sin la más mínima posibilidad de detenerlas.
Flashback:
Santana agitaba la cabeza en negación queriendo que fuera un sueño o una pesadilla, pero por más que cerraba los ojos, al volver a abrirlos, aún estaban ahí esas dos chicas, con su mirada fija en ella, dos pares de ojos, unos celestes y otros verdes no se desprendían ni por un momento, esperando algún tipo de sonido que emergiera de su garganta formando algunas palabras que tuviera algún sentido.
-Estoy esperando que me des una explicación si es que la hay-. Exigió Kayle quien mantenía una distancia de Santana la que aún yacía en su cama-.
Brittany estaba en silencio, había entrado de vuelta al baño para ponerse su ropa, ya que, estar en toalla no era lo más adecuado para la situación. Cuando salió aún no había palabras, entre la todavía "pareja".
-Britt, es mejor que te vayas tengo que hablar con Kayle-. Pidió amablemente Santana que se había levantado y estaba de pie al frente de Kay-.
-Claro-. Aceptó la bailarina bajando la mirada-.
-No-. Dijo la morena de ojos verdes de repente-.
-¿Cómo que no?-. Preguntó la latina-.
-Esta conversación es tan importante para mí como para Brittany, eso lo sabes, ya es momento de que todo este maldito juego se termine Santana, no puedes tenernos a las dos, no es justo, por eso es mejor que se quede -. Exigió Kayle con autoridad-.
-Kayle, yo no estoy jugando-. Se defendió-.
-Por supuesto que sí, ayer me dijiste por teléfono que me querías, que extrañabas tenerme contigo, ¡que me necesitabas! Y yo la muy idiota te creí, tomé un avión y me encuentro con esto…-. Le decía exasperada-.
-Le dijiste eso…ayer…-. Repetía para si misma una decepcionada Britt pero al estar tan cerca todas escucharon-.
Santana intercambiaba su mirada entre Kayle y Brittany, las dos esperaban algún tipo de explicación de su parte, pero no parecía tener las palabras adecuadas. Cualquier cosa que dijera podía empeorar la situación. Decidió partir aclarando lo que había pasado.
-Nada de lo que te estás imaginando pasó-. Aclaró a Kayle-. Con Britt nos hemos estado viendo y anoche le pedí que se quedara, como amiga…-.
-Eso es cierto-. Afirmó Britt que se sentía incomoda en mitad de esa situación pero sabía que lo dijo Kayle era cierto, ella también era parte de eso-.
-¿Y crees que es eso lo que tanto me duele?-. Preguntó casi retóricamente-.
-¿No?-. Exclamó Santana confundida-.
Kayle llevó ambas manos a su cabeza. Se sentía frustrada, enojada, tenía ganas de gritarle y preguntarle porque la estaba dañando de esa manera. Pero se ordenó a si misma controlarse. Debía darse a entender.
-Tal vez podría haberte perdonado que hayas dormido con Britt, como te perdone que la hayas besado, si tú estuvieras segura que quieres estar conmigo, pero no es así, esto no fue un error Santana, no lo es ahora ni lo fue antes, tú la quieres…-. Expresó no preguntando sino que afirmando-.Y eso es lo que me duele-.
Brittany miró a Santana deseando con todas fuerzas que reconociera lo que le estaba diciendo Kayle. Quería que de una vez por todas asumiera que ellas dos nunca iban a poder dejar de quererse, quería que Santana se la jugara por ella.
-También te quiero y no quiero perderte-. Dijo la latina-.
Con esas palabras a la bailarina le dieron ganas de salir corriendo de ahí. En ese lugar, dónde tenía miles de recuerdos hermosos de Santana, ahora escucharla le estaba rompiendo el corazón.
-No te creo-. Respondió la morena de ojos verdes-.
-Es cierto…-. Se defendió Santana intentando sonar segura-.
-¿Y a mí?-. Britt sacando la voz-.
-También te quiero-. Contestó la latina bajando la cabeza-.
Ante esa respuesta ambas la miraron con incredulidad. No es que les sorprendiera esa información, era el hecho de que no sabían que significaba. Que quería Santana.
-¿Y que se supone que significa eso?-. Preguntó Kayle-.
-Que no quiere seguir contigo…-. Contestó Britt-.
Ahora fue Santana quien fijo su mirada con sorpresa sobre la rubia. Tenía claro que esas palabras producirían efectos, que estaban lejos de calmar el ambiente.
- Lo dije en voz alta no es cierto-. La rubia al darse cuenta que las miradas estaban sobre ella-.
-Así que eso piensas, que Santana no quiere seguir conmigo, porque por lo que yo he escuchado tampoco ha dicho que quiere estar contigo-. Se defendió Kayle fijando toda su atención en la rubia-.
-Tú sabes que lo que hay entre Santana y yo no es algo que tenga un final, siempre hemos estado juntas, yo la amo-. Dijo Britt con sinceridad-.
-Si piensas así no entiendo porque la rechazaste en primer lugar, tuviste que esperar hasta que estuviera bien y feliz con alguien para interferir, la verdad no sé que clase de amor es ese-. La morena de ojos verdes-.
Estaban frente a frente, ambas en posición defensiva, ignorando a Santana que no tenía idea que hacer.
-Que haya cometido un error no significa que la ame menos, lo he lamentado cada día, porque si no fuera por eso, tú jamás habrías entrado en su vida, Santana nunca se habría fijado en ti-. Algo molesta porque la morena le echara en cara su error-.
-No puedes volver el tiempo atrás Brittany, y quieras o no aceptarlo ella me eligió a mi como su novia, ¡Debiste respetar eso! No saltarle encima cada vez que me daba la vuelta, no jugaste limpio-. Reprochó-.
-¡Santana me buscó a mi también! Y tú tienes que aceptar que eso es porque conmigo siente algo que contigo nunca fue capaz de sentir-. Respondió-.
A Kayle la hirieron esas palabras que dijo la rubia, porque estaba segura, eso era cierto. Santana sentía algo por Brittany que ella jamás pudo igualar o sino la latina no la habría engañado.
-Por favor cálmense-. Pidió Santana alzando la voz-. No tienen que hacer esto-.
-¡Si quieres detener esto entonces decídete de una vez!-. Le gritó Kayle-.
-Tienes que tomar una decisión San-. Le pidió la rubia-.
Santana no sabía que decir. Las quería a las dos, tanto como para no ser capaz de herir a ninguna. Estaba equilibrando sus sentimientos, quería poder decir algo con seguridad, pero no lo sabía, su corazón estaba partido exactamente por la mitad, y no funcionaria sin alguna de las dos partes. Su silencio estaba enloqueciendo a las dos chicas que la miraban expectantes. Ese silencio tenía un significado que no les gustaba.
-Esto ya fue suficiente para mí-. Dijo Kayle girando su cabeza en negación y con una amarga sonrisa-. Se terminó, no vas a seguir jugando conmigo-.
Santana se acercó rápidamente, rompiendo los metros de distancia que la separaban de su ahora ex novia.
-Yo nunca he jugado contigo, te quiero, tienes que creerme, las cosas son complicadas, pero es cierto todo lo que te dije ayer por teléfono-. Explicó tomando su mano-.
-Ya no sirven tus explicaciones Santana, sabes que esta no será la última vez que algo así pase, y yo ya me cansé de tus confusiones, me cansé que me hagas daño, yo te di todo lo que pude darte, me mostré tal cuál soy contigo, siempre estuve ahí para ti y no me merezco esto…-. Dijo con sus ojos a punto de derramar unas lágrimas-.
-Lo siento, yo nunca quise hacerte daño, ni a ti tampoco Britt-. Dijo mirando a la rubia-.
-Pero lo hiciste, tú y yo ya no tenemos nada más que hacer juntas, sé que va a costar porque de verdad estoy enamorada de ti, solo de ti...pero te voy a olvidar, adiós Santana-. Se despidió soltándose de la latina y dándose la vuelta para irse con algo de dignidad-.
Santana derramó algunas lágrimas y se giró inmediatamente para ver a Brittany quien la observaba con una clara expresión, estaba herida y decepcionada.
-Tu también me odias no es verdad-. Dijo Santana mirándola a los ojos-.
-Nunca podría odiarte aunque lo intentara, pero duele-. Contestó-.
-Yo no sé que decirte…-.
-Yo si sé que decirte, y es que debes estar sola, no quiero estar contigo, no así…-. Con firmeza la bailarina-.
-¿Me estás dejando también?-. Preguntó-.
-Estoy haciendo lo que siento es correcto, me dolieron tus palabras Santana, me dolió saber que todas estas semanas que pasamos juntas, tu seguías extrañándola tanto, pensé que yo era suficiente para ti…-. Confesó con sus ojos cristalinos-.
-Britt, yo intenté ser sincera contigo…-.
-Lo sé, y también es mi culpa, fue como vivir una fantasía todas estás semanas sólo tú y yo-. Añadió-.
-Estás semanas me sentí otra vez como hace meses atrás, te quiero eso no lo dudes-. Expresó la morena-.
-No lo dudo San, pero tampoco dudo que la quieres a ella, y aunque me duele debo alejarme de ti…-.
-Lo entiendo, me lo merezco-. Aceptó Santana-.
-Aclara tus sentimientos, yo siempre estaré esperando por ti, siempre-. Dijo la rubia-.
Santana se acercó con timidez y le dio un cariñoso abrazo. Fueron un par de minutos, pero los vivieron intensamente. La rubia se separo lentamente para luego darse la vuelta y salir por la puerta de la habitación.
La latina se quedó viéndola con el corazón destrozado, había pasado lo que más se temía, había dañado a las dos personas que quería.
Fin flashback.
Santana no perdía detalle del paisaje que la rodeaba, estaba muy lejos del hogar. Después de ese encuentro que no lograba sacar ni por un segundo de su mente, su madre les había dicho que irían de vacaciones a visitar a sus abuelos maternos en Puerto Rico. Llevaban un par de días ahí. La distancia se supone debía hacerlo más fácil, pero en la realidad no había sido así. Se había tenido que controlar para no llamar a Britt, y de Kayle no sabía nada, sólo que no estaba ni Lima ni en Nueva York.
Su familia notaba lo deprimida que estaba, su hermano Santiago estaba pendiente de ella en cada momento. Intentaba infructuosamente subirle el ánimo, sabía todo lo que había pasado.
Estaba absorta, con su mirada perdida, con sus sentimientos aún revueltos. Cuando unas manos fuertes la abrazaron por la espalda. No tenía que darse vuelta para saber quien era.
-¿Vamos a la playa? Es un día demasiado lindo como para que te quedes aquí encerrada-. Invitó Santiago-.
-No tengo ganas de salir, ve tú…-.
-San, desde que llegamos no has dejado la casa-. Insistió-.
-No quiero Santiago, ve tú, no tienes por qué quedarte aquí también-. Rechazó-.
-Sabes que no voy a dejarte sola, estoy preocupado por ti, no me gusta como te estás torturando, tienes que dejar de pensar en todo lo que pasó-.
-¡No puedo!-. Exclamó levantándose-. ¡Les hice daño! Tú no estabas ahí, no viste como me miraban, no fui capaz de tomar una decisión, yo no estaba jugando con las dos, ¡yo las quiero a las dos!-.
-Lo sé San, yo sé que tú no querías lastimar a ninguna pero eso en algún momento iba a pasar, lo que tienes que hacer ahora es aprovechar este tiempo, y darte cuenta con quien quieres estar y con quien elijas dar todo porque funcione-. Aconsejó su hermano-.
-Ojala fuera así de fácil, pero entre más pienso, más busco dentro de mi, más complicado se vuelve todo-. Contestó caminando por su habitación-.
-¿Qué quieres decir con eso?-.
-¡Que las quiero a las dos y sé que eso no puede ser! Brittany es todas mis primeras veces, la quiero desde que tengo memoria, toda mi vida siempre esta asociada a ella de alguna manera, y extraño tanto tenerla entre mis brazos, verla a los ojos es verme a través de ella y sé que a ella se sucede lo mismo…y Kayle es mi segunda oportunidad, con quien me sentía amada, protegida, quien me hace sonreír con sólo mirarme, la quiero, cada una me entrega diferentes cosas por eso siento que a las dos las necesito-. Explicó la morena-.
-San…yo creo…-. Iba decir Santiago pero otra voz lo interrumpió-.
-¿De que estás hablando Santana?-. Preguntó seria su madre que estaba en el umbral de la puerta-.
-Mamá…-. La latina, con sólo ver la expresión en el rostro de su madre se dio cuenta que había escuchado más de lo debido-.
-Santiago, sal de la habitación, tengo que hablar con tu hermana-. Pidió Sofía-.
-Mamá yo preferiría quedarme-. Contestó el joven-.
-Santiago sal, es algo que yo debo hablar con mamá-. Repitió la latina-.
Sofía López, era una mujer de carácter fuerte, decidida e impulsiva, de ahí Santana había heredado su fortaleza, y también su belleza, puesto que la mujer ya con sus años, seguía conservando ese cuerpo con curvas cubierto en una hermosa piel canela, su pelo negro azabache y esa mirada penetrante. Era una madura belleza latina.
-Me vas a explicar que sucede aquí-. Dijo la mujer acercándose a Santana-. Y no me mientas-.
-¿Qué escuchaste?-. Preguntó para asegurarse-.
-Tú lo sabes, ya dejémonos de mentiras Santana, yo no te crie así, tienes que ser capaz de decirme las cosas directamente, no esperando a que yo las diga por ti, eso es de cobarde-. Expresó la mujer-.
Santana sintió como en su garganta se formaba un nudo. La saliva que tragaba pasaba con dificultad. Algo a lo que había temido siempre era a la reacción de su madre acerca de su condición.
-Yo…yo soy…-. la latina sin poder decir lo que quería-.
-Sin susurros Santana, fuerte y claro, como yo te enseñe desde pequeña que se decían las cosas-. Presionó Sofía-.
-Yo soy lesbiana-. Expresó con seguridad y mirando fijamente a los ojos a su madre-.
Sofía asintió con la cabeza. No era algo que le sorprendiera del todo, su instinto de madre siempre le había dicho que su hija era diferente, pero una parte de ella aún esperaba que eso fuera sólo una etapa. Era su niñita, para la que quería una vida diferente a la que Santana estaba eligiendo.
-¿Estás segura? ¿Quién más lo sabe?-. Preguntó su madre-.
-De verdad es lo único que se te ocurre preguntarme-. Respondió herida-.
-Quiero asegurarme, eres una adolescente Santana, a tú edad no se está segura de los sentimientos, te falta mucho por madurar todavía por lo que algo así es mejor que no lo sepa mucha gente-. Expresó la mujer-.
-Soy lo suficientemente madura como para saber que es lo que siento, no es una etapa mamá, me gustan las mujeres, siempre lo he sabido y aunque lo niegues tú también, sólo que tus ilusiones de tener una hija perfecta que se casara de blanco eran más fuertes como para ver la realidad-. Le reprochó Santana, con algunas lágrimas corriendo por sus mejillas-.
-No sé trata de lo que yo quiera, se trata de que es algo que debes asumir con responsabilidad, hay un mundo allá afuera al que te vas a enfrentar y no todos estarán de acuerdo con la vida que estás eligiendo, porque tú decisión se aleja de lo que es normal -. Respondió manteniendo su fuerte postura-.
-¿Eligiendo? ¿Crees que esta fue mi decisión?, tú crees que si yo pudiera elegir no habría optado por ser "normal", luche años contra lo que sentía ¡años! Por esto, porque sabía que el día que tú lo supieras no ibas a aceptarlo-. Exclamó alzando la voz-.
-No te estoy rechazando Santana, yo simplemente quiero lo mejor para ti, y eso no es el camino que estás eligiendo-. Sentenció la mujer-.
-¡Tú no quieres lo mejor para mi! ¡Lo que tú quieres es que yo haga lo que tú digas! Que siga el camino que elijas para mí-. Exclamó profundamente herida por las palabras de su madre-.
-Eres una niña Santana, no entiendes que sólo intento protegerte, La personas son crueles y no quiero imaginar todos los comentarios que van a hacer sobre ti, te van a apuntar con el dedo y…-. Respondió manteniendo una expresión impávida-.
-¡Te importa más el que dirán, que lo que yo siento!-. Interrumpió-.
-Sólo te estoy advirtiendo lo que pasará, quiero cuidar de ti Santana, pero tú no me lo estás permitiendo-. Siguió hablando la mujer intentando mantener la calma-.
-¡Deja de mentir! Lo único que a ti te importa es que la gente hable de nosotros, de que se pueda romper esa maldita imagen de familia perfecta que tanto te gusta, ¡Eres una hipócrita! ¡Una hipócrita egoísta!-. Encaró con ira-.
Los gritos se detuvieron con el sonido de un aún más fuerte golpe que recibió en su mejilla Santana. Se llevó la mano a su rostro y de inmediato comenzó a arderle.
-¡A mi no me hablas así!-. Exclamó su madre-.
-¡Sofía!-. Gritó Marcos quien había presenciado el golpe dado por la mujer-.
Santana se refugió en los brazos que su padre le ofreció para protegerla, y aunque quisiera evitarlo, las lágrimas seguían fluyendo con mayor intensidad que antes.
-Eso, dale la razón una vez más, dile que todo lo que hace esta bien, porque con todos tus excesos y darle todo lo que quiso, esto es lo que has logrado, que tú hija se haya desviado del camino correcto y ni siquiera tenga la consciencia de que lo que hace esta mal-. Expresó la mujer-.
-Que Santana, sienta de manera diferente no significa que se haya desviando de lo correcto, yo la quiero y siempre lo haré independiente de con quien elija pasar su vida y tú si no quieres perder a tú familia, harás lo mismo-. Le respondió el hombre-.
A Santana le dolía ver más el rechazo en los ojos de su madre que el mismo golpe que recibió de parte de ella. La conocía a la perfección, y se esperaba una reacción así, sólo que dentro de su corazón guardaba la esperanza que el amor de madre fuera suficiente, como para abrazarla y darle su apoyo. Pero eso claramente no había sucedido. Para Sofía, ella era una vergüenza. Sus padres siguieron discutiendo y eso la hacía sentir peor. Se sentía responsable, por lo que salió de la habitación sin un destino claro, sólo la intensión de estar lo más lejos posible de ahí.
Corrió hacía la playa. Buscó el lugar más lejano y solitario que pudiera haber, porque algo que Santana no soportaba es que la vieran llorar, y después de todo lo pasado, aunque lo intentaba no lograba detener las lágrimas que caían sin darle tregua alguna.
Cuando finalmente encontró un sitio aislado del resto. Se sentó en la arena con sus rodillas dobladas y escondió su cabeza entre ellas. Quería tranquilizarse, dejar de sentir ese dolor tan profundo en su pecho. Eran demasiadas cosas en muy poco tiempo. Pasaban por su mente Brittany, Kayle, su madre, su padre, su hermano, todo y cada sensación vivida se repetía de forma tan avasalladora que incluso le costaba respirar.
De pronto su mente reprodujo, lo único capaz de calmarla. Una sonrisa, unos brazos cálidos siempre dispuestos a recibirla, unos ojos que para ella eran transparentes, unos labios que con sólo un roce le cortaban la respiración. Se levantó con lentitud y se fue adentrando hacía el mar. Lo sabía, la necesitaba, la amaba.
Primero fueron sus pies que calzaban unas sandalias, los que se estremecieron al sentir el agua fría del mar, luego hasta sus rodillas, hasta que la marea ya la cubría casi por completo. Buscaba limpiarse, sacar todo lo que la agobiaba y decirse de una vez por todas a ser feliz. Hundió su cabeza por unos segundos y al salir a la superficie se sentía más liviana, dejó en lo profundo de esas aguas, sus malas decisiones, su cobardía, su tristeza. Quería decidirse a luchar por su felicidad.
Cuando varias horas después volvió a casa de sus abuelos. Su padre y su hermano la esperaban en la entrada preocupados. Al verla llegar con toda la ropa pegada al cuerpo por la humedad y con su cabella aún mojado se miraron con extrañeza.
-¿Estás bien?-. Preguntó Santiago-.
-Lo estoy-. Respondió escueta-.
-¿Por qué estás mojada?-. Interrogo ahora Marcos-.
-Me di un baño en el mar-. Respondió sin detener su paso hacía la habitación en la que dormía-.
Los dos hombres se miraron nuevamente, sabían que los días siguientes, no serían fáciles. Porque si algo les sobraba a las mujeres López era orgullo y terquedad.
Santana se quitó la ropa mojada al tiempo que daba la llave del agua caliente para darse una ducha tibia. Volvía a poder respirar con normalidad, los latidos de su corazón iban a la par y un solo pensamiento se repetía una y otra vez.
-Nos merecemos otra oportunidad-. Pensó la latina-.
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Sexta Semana:
Quinn abrió los ojos y los volvió a cerrar casi al segundo después. La luz del sol le daba justo en sus ojos, había olvidado juntar más las cortinas la noche anterior. Se levantó con algo de pereza, no había dormido muchas horas, pero su estómago ya le estaba reclamando por lo que el hambre le ganó al sueño y se fue directo a la cocina a preparar algo.
Como era costumbre Alison aún estaba dormida. Ya eran semanas las que llevaba viviendo ahí y se podía decir que ya disfrutaban de una rutina. Una en la que a la rubia siempre le tocaba preparar el desayuno. No era algo que le molestara, al contrario la hacía sentir más en casa, menos invitada.
Estaban siendo unas vacaciones que difícilmente Quinn podría olvidar. Se había enamorado profundamente de esa ciudad, tanto que ahora podría decir que entendía a Rachel y su obsesión por estudiar en Nueva York.
Su pequeña diva. Estaba ahí en cada segundo de su día, desde que se despertaba hasta que cerraba sus ojos en la noche para dormirse. La extrañaba demasiado, tanto que estaba pensando que ya era momento de concluir las vacaciones y tomar un vuelo de vuelta a Lima. Necesitaba con urgencia uno de esos abrazos que le podían cortar la respiración.
Un estruendoso grito, y un posterior abrazo en extremo efusivo, la sacaron de golpe de sus pensamientos.
-Buenos días a ti también Al-. Saludó la rubia tomando un sorbo de su café-.
-¡Dios he recibido la mejor noticia de mi vida!-. Exclamó emocionada-.
-¿Sí?, ¿De que se trata?-. sirviéndole un vaso de jugo-.
-¡Voy a grabar un demo!-. Respondió con una gran sonrisa-.
-Wooow ¡Eso es increíble!, Al, no sé que decir, te felicito…-. Expresaba Quinn que le devolvió el abrazo-.
-Sí, me acaban de llamar de la productora, me dijeron que debo estar en Los Ángeles mañana-.
-¿Mañana?, eso es rápido…-.
-Lo sé, pero es una oportunidad que no voy a desaprovechar, así que vamos preparar todo lo que necesitemos, mira que los boletos ya están reservados para mañana temprano-. Contestó entusiasta-.
-¿Necesitemos?, Al, no sé yo estaba pensando que…-.
-¿Pensado que? ¡Es Los Ángeles!-. Interrumpió-. ¿Sabes lo que hay en L.A.?-.
-¿Actrices de Hollywood?-. Respondió sarcástica-.
-¡Además de eso rubia!ó-. Tienes millones de chicas lindas, con un bronceado perfecto y dispuestas a tener una amor de verano-. Comentó alzando las cejas en forma insinuante-.
-Yo no necesito un amor de verano…-.
-Lo olvidaba, tú sólo tienes ojos para la pequeña diva que no sabe controlar sus celos-. Dijo riendo-.
-¡Hey no te burles!-. Expresó dándole un pequeño golpe-.
-Está bien lo siento, yo sólo quiero que me acompañes, la verdad es que estoy nerviosa y necesito apoyo, se lo pediría a Kayle pero está lejos y tú te has convertido en mi amiga-. Reconoció con una expresión más seria-.
Quinn sabía que era cierto, en todas semanas que ya llevaba viviendo ahí, nunca hubo una visita de alguno de los padres de Alison, sólo unas muy contadas llamadas telefónicas. Por lo que sabía que la chica se sentía sola.
-Iré, creo que me vendría bien un bronceado al estilo Malibú-. Respondió sonriendo-.
-¡Gracias!-. Dijo dándole el segundo abrazó de la mañana-. Ahora, ¡No se por dónde empezar! Debo arreglar mi maleta, llamar a Kayle porque tiene que saberlo, ir de compras…-.
-Lo primero es que termines de desayunar-. Interrumpió Quinn-. Yo me iré a duchar, luego tu haces lo mismo y salimos a ver lo que quieres comprar, ¿De acuerdo?-.
-Sí, terminare de desayunar, luego llamó a Kay-. Aceptó-.
-Ok-. Quinn salió de la cocina en dirección a su habitación-.
Alison terminó con tranquilidad del desayuno que había preparado la rubia y luego fue en busca de su celular a su dormitorio, no podía contenerse las ganas de contarle todo a su mejor amiga. De pronto el timbre de su departamento sonó. Le extraño tomando en cuenta que aún era temprano y que no esperaba a nadie. Recorrió la distancia que faltaba para ir a abrir y la persona que estaba del otro lado, la desconcertó absolutamente.
-¿Y tú que haces aquí?-. Preguntó la chica del pelo rojizo-.
Francis, no respondió y como si fuera invitada pasó por el lado de ella, ubicándose cerca de uno de los sofás pero manteniéndose de pie.
-Si claro, adelante, pasa te estaba esperando-. Dijo Alison en un claro tono de ironía-.
-Estoy aquí por algo especificó y me iré-. Contestó la rubia-.
-¿Qué quieres Johansen?, porque la verdad una visita como tú a esta hora de la mañana no es lo que quiero para empezar mi día-. Preguntó no con mucha paciencia-.
-Ya te dije que vine por una sola cosa y me iré, no tengo intensiones de quedarme mucho tiempo-. Contestó-.
-Habla rápido…-. posicionándose al frente de Francis-.
-Quiero que me digas dónde está Kayle-. Fue directa-.
-No lo sé-. Contestó evasiva-.
-Si lo sabes, eres su mejor amiga-. Insistió-.
-Te recuerdo que cuando por tú culpa-. Enfatizó apuntándola-. Kay se fue de Nueva York, yo no sabía dónde estaba-.
-Ahora lo sabes, estoy segura, así que dímelo-. Exigió la rubia-.
-Porque no la dejas en paz de una vez, cuando te vas a convencer de que ella ya no te ama, que no quiere estar contigo, ¡Entiéndelo de una vez!-. Exclamó-.
-Te hice una pregunta sencilla, lo demás no es tu problema-. Contestó ignorando lo agresiva de la chica-.
-Ya le arruinaste la vida una vez, no voy a permitir que eso pase de nuevo, así que de mi no conseguirás nada-. Respondió subiendo la voz-.
-Yo la amo, y voy a hacer todo lo que este a mi alcance para recuperarla, sobretodo ahora que López esta fuera del camino-. Expresó con convicción-.
-Si la amaras la dejarías tranquila seguir adelante y ser feliz, pero tú constantemente buscas sabotear sus relaciones, Kay me dijo que fuiste tú quien le contó lo que pasó entre Santana y Brittany y dudo que haya sido con otra intensión que para tú propia conveniencia-. Dijo Alison en una postura defensiva-.
-Lo hice porque no iba a permitir que la engañara, además no todas nos conformamos con el papel de mejor amiga, yo por lo menos lucho por lo que quiero-. Lanzó con insidia-.
-¡Que me estás queriendo decir con eso!-. perdiendo la paciencia-.
-Ya deja la hipocresía Alison, yo no soy estúpida y siempre he sabido lo que tú sientes por Kayle, tus sentimientos no son de amistad, por eso me odias porque cuando Kay me conoció se olvido de ti y dejo todo lo que pasaba entre ustedes-. Expresó Francis-.
-¡Estás loca! Con Kay siempre hemos sido amigas, ¡Sólo estoy intentado protegerla de ti!-. Respondió enfurecida-.
-¡Reconócelo! Te conformaste con ser su mejor amiga porque fue lo único que te ofreció y no pudiste dejarla ir, no quisiste perderla, pero te mueres de ganas de tenerla-. Enfrentó la rubia igualando el tono-.
-¡Vete de aquí! No tengo porque seguir escuchando tus estupideces-. Dijo y se acercó a la puerta para abrirla-.
-Me iré, pero te aseguro que igual la encontrare aunque tenga que recorrer ciudad por ciudad, ya lo hice una vez-. Recordó la rubia desapareciendo por el pasillo-.
-Adiós y hasta nunca Johansen-. Se despidió y con violencia cerró la puerta-.
Apoyo la espalda en la puerta y algunas lágrimas rebeldes cayeron por sus mejillas. Era duro que alguien le gritara todo lo que había luchado por ocultar durante años.
Quinn al dejar a Alison en la cocina de inmediato se fue al baño para darse una cálida y reconfortante ducha. Estuvo unos cuantos minutos bajo el agua, para luego secarse y envolverse en una suave bata. Entró a su dormitorio y comenzó a elegir que usaría ese día. Pero antes de ponerse la ropa, tomó su celular, necesitaba escuchar la voz de Rachel, no había nada más adorable para ella que cuando su castaña estaba recién despertando, la podía imaginar entre sus brazos.
No escuchó más de dos tonos, y luego la voz de una adormilada Rachel.
-Hola hermosa-. Saludó alegre la rubia-.
-Buenos días Quinn-. Respondió-.
-Al parecer la rutina de levantarse a las 6 de la mañana para tus ejercicios se rompió-.
-Kurt estuvo aquí anoche y nos quedamos conversando hasta muy tarde, así que sólo hace un par de horas que cerré los ojos-. Comentó-.
-Ya veo, entonces será mejor que te deje descansar, se lo agotador que puede ser Kurt y yo sólo quería escucharte -. Dijo con una risita-.
-No, no me cortes, quiero hablar contigo, te extraño mucho-. Expresó con la voz más tierna que Quinn había escuchado-.
-Yo también te extraño, tanto que pensé en volver antes a casa-.
-¿Y no lo harás?, llevamos más de una mes sin vernos, y de verdad a veces pienso que voy a enloquecer-.
-¿Más todavía?-. Preguntó fingiendo seriedad-.
-Quinn Fabray estoy hablando en serio, ya vuelve quieres, estoy cansándome de que todo nuestro contacto sea por teléfono o webcam ¡Te necesito en persona!-. Exclamó-.
-Y yo pequeña, pero le prometí a Alison que la acompañaría a Los Ángeles, nos vamos mañana-. Explicó sabiendo que la reacción de Rachel no sería buena-.
-¿Los Ángeles? Y que vas a ir a hacer allá con ella-. Preguntó tratando de disimular su disgusto-.
-La llamaron de una productora para grabar un demo, lo promocionaran y si todo sale bien podría grabar un disco-. Contestó paciente-.
-O sea que vas a irte con ese intento de Rockstars a Los Ángeles, en dónde probablemente te llevará a bares de mala muerte para que conozcas otras chicas, porque en L.A lo que sobran son chicas que buscan conquistas, y alguien tan hermosa como tú no pasa desapercibida Quinn-. Hablaba Rachel tan rápido que a Quinn le costaba entenderle todo-.
-Rach, cariño, yo no necesito a otra chica, te tengo a ti, y te prometo que sólo serán unos días más, de L.A. tomaré un vuelo a Lima y estaremos juntas antes de lo que te imaginas-.
-No me gusta la idea-. Respondió-.
Quinn se podía imaginar exactamente la expresión que tenía Rachel, por lo que le costaba aún más negarse a tomar un vuelo en ese mismo instante para volver con ella.
-Confía en mí por favor-. Pidió la rubia con su voz suave-.
-En ti confió, en las otras que te puedan acosar no-.
-No dejare que nadie me acose-. Respondió divertida-.
-Está bien, sólo vuelve pronto-. Aceptó resignándose-.
-Lo haré, y ahora voy a colgar porque aún no me visto-.
-¿Eso significa que estás desnuda?-. Preguntó con un tono insinuante-. Porque se me vienen muchas cosas a la cabeza al imaginarte desnuda-.
-¡Rachel Barbra Berry! Te has transformado en una pervertida-. Exclamó divertida-.
-Eso es porque me tienes abandonada-. Se defendió-.
-Entonces prepárate para cuando vuelva porque lo que estás imaginando no va a ser nada comparado con lo que pasará-. Dijo con voz sensual-.
-Esperaré entonces…te quiero y hablamos luego-.
-Te quiero Rach-. Se despidió finalmente-.
Quinn se disponía a vestirse cuando unos gritos que provenían del comedor llamaron su atención. Una lógicamente era Alison, y después de poner atención descubrió que la otra voz, era nada menos que ¿Francis?. Sin quererlo escuchó gran parte de esa discusión, puesto que las chicas claramente habían perdido los estribos y se gritaban mutuamente.
Una parte de eso, le sorprendió totalmente. Francis le decía hipócrita a Alison por no reconocer sus sentimientos por Kayle. Quinn echó hacía atrás su memoria y recordó que Alison le habló de una chica, con quien tuvo todas sus primeras veces. Todo calzaba. Se vistió rápido, y salió hacía dónde estaba su amiga, que aunque intentó disimular, tenía sus ojos vidriosos.
-¿Creí escuchar que discutías con Francis?-. Preguntó la rubia haciéndose la desentendida-
-Sí, esa idiota se cree con el derecho a venir a exigirme que le diga donde esta Kay-. Respondió-.
-Tampoco se lo dijiste, porque yo ya no quise preguntar después de tu primer "no"-.
-Es una promesa que le hice a Kayle-.
-Lo entiendo-.
Quinn no preguntó por lo otro que había escuchado, no era el momento ni quería forzar las cosas, porque claramente Alison no estaba preparada para aceptarlo.
Ese día fue realmente agotador. Entre compras de última hora que Alison consideraba "Indispensables" y arreglar las maletas para el viaje se fue el día de ambas chicas. En la noche durmieron temprano, lo que las esperaba sería un largo vuelo.
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Su llegada a Los Ángeles fue digna de comparar con la de una estrella. En el aeropuerto las esperaba un Mercedes negro, enviado por el padre de Alison para recogerlas y llevarlas al hotel dónde se hospedarían. El día fue entre la productora y algunas negociaciones en las que la rubia se mantuvo al margen.
Ya bien entrada la tarde, volvieron ambas al hotel. Sus habitaciones estaban contiguas. Quinn antes no había tenido tiempo de desarmar la maleta y ordenar bien sus pertenencias por lo que ahora lo estaba haciendo. Había optado por llevar todo, ya que su idea era trasladarse desde L.A. directamente hacía Lima, ya no hallaba la hora de volver a casa. De volver con su adorada Rachel. Sintió la puerta y se apresuró a abrir.
-Hola rubia-. Saludó Alison-.
-Hola-. Respondió-.
-Te vengo a buscar, tenemos una bienvenida estilo Los Ángeles para esta noche-. Avisó la chica-.
-¿Y eso significa?-. Preguntó no con tanto entusiasmo-.
-Que todo te lo tenga que explicar-. Dijo fingiendo molestia-. Significa…!Chicas lindas, alcohol y diversión!-. Exclamó-.
-Estoy cansada-. Se quejó-.
-Vamos Q, van a estar muchas estrellas de la música, es una fiesta organizada por la productora, es algo así como mi presentación oficial, tenemos que ir-. Insistió-.
-Pero ve tú, yo me puedo acostar, leer alguna novela o ver televisión-. Se negó la rubia-.
-Quinn, es el último favor que te pido, acompáñame, si quieres volver temprano lo entenderé, pero por lo menos un rato, te lo pido-. Expresó-.
-Está bien, aunque si me ando quedando dormida por las esquinas será tu culpa, me escuchaste-. Aceptó la rubia-.
Alison rio ante el comentario, entendía que su amiga estaba cansada por todo el viaje, ella también lo estaba pero tan importante como grabar, en el ambiente de la música lo era saber relacionarse.
Quinn se dio una ducha para despejarse y luego escogió que usar. Nada muy provocativo, recordó las palabras de Rachel de que no dejaría que la acosaran. Una risa divertida salió de sus labios. Su pequeña diva podía llegar a ser tan celosa que a veces le costaba comprenderla del todo, si sólo pudiera ver dentro de ella se daría cuenta que no había porque desconfiar. Que no existía la más minina posibilidad de que ella pudiera fijar sus ojos en otra mujer que no fuese Rachel.
Unas horas después hacían su entrada a un cotizado local de Los Ángeles. Ambas lucían hermosas y realmente se podrían igualar a otras estrellas que se encontraban allí esa noche. Quinn no necesitaba arreglarse demasiado para sobresalir, su belleza natural, sus ojos verdes y esa presencia que poseía la hacía captar más miradas de las que deseaba.
Las chicas comenzaron bebiendo un trago para ir soltándose un poco. Lo cierto es que Quinn aunque preferiría haberse quedado en su hotel, no se la estaba pasando mal. El local tenía buena música, las personas parecían estar cada una es su mundo, por lo que nadie la molestaba.
En un momento perdió de vista a Alison. Supuso que estaba conversando con algún producto o podría haberse cruzado con alguna chica linda que posiblemente se estuviera ligando en ese instante.
Se acercó a la barra para pedir otro trago. El bartender no tardó en volver con lo pedido. Estaba tomando el primer sorbo cuando una desconocida voz, llamó su atención.
-¿Qué hace una chica tan linda bebiendo sola?-. Preguntó-.
Quinn se giró y vio a una chica de su estatura, con unos profundos ojos negros, llevaba una chaqueta de cuero oscura, y su pelo largo suelto y desordenado. La rubia la miró por unos minutos, ese rostro le era conocido, sabía que la había visto en alguna parte. Lo que no era del todo loco, tomando en cuenta que ahí había varios artistas conocidos o prometedoras futuras estrellas.
-Supongo que esa repetida y estúpida frase te funciona seguido, por eso la sigues usando-. Se bufó la rubia volviendo la vista a su vaso-.
-La verdad es que últimamente ni si quiera necesito hablar para que las chicas quieran estar conmigo-. Respondió altanera ante la burla que recibió-.
-Pues adelante, seguro hay más de esas esta noche, porque yo no tengo ninguna intensión de hablar contigo-. Siguió indiferente-.
-Ni siquiera me dejas invitarte un trago-. Preguntó siendo menos egocéntrica-.
-Por si no te has dado cuenta ya tengo uno… sin siquiera mirarla-.
-Pues entonces me sentare aquí hasta que termines tú trago para poder invitarte a otro-. Insistió la chica-. Por mientras puedo saber como te llamas-.
-No, no puedes-. Respondió antipática-.
-¡Dios realmente eres una chica difícil! Que ni siquiera puedes tener algo de modales-. Le reclamó-.
Quinn rio ante la visible molestia de la chica a su lado.
-Ok, entiendo que no quieras hablar, me equivoque, actué como una engreída pero en realidad no soy así, si pudiera comenzar de nuevo, te diría "Hola mi nombre es Charlotte Mcbee y me gustaría poder invitarte un trago y charlar"-. Expresó la morena-.
La rubia prestó atención cuando escuchó su nombre, ahora podía estar segura del porque le era una cara conocida. La chica era la vocalista de una incipiente banda que ya sonada en las radios de todo el país.
-¿De verdad no me vas a decir una palabra?-. Preguntó-.
-¿Vas a dejar de intentar ligar conmigo?-. Inquirió la rubia-.
Ahora fue el turno de Charlotte de soltar una risita, realmente la chica delante de ella era hermosa, por eso se había acercado, pero no le estaba dando ni la más mínima posibilidad.
-Está bien, lo prometo-. Contestó-.
Luego de eso, Quinn en algo se relajo. La chica había desistido en su intensión de conquistarla, por lo que conversaron por parte de esa noche que estaba recién comenzando.
Después de varios tragos y de una conversación mucho más fluida. Quinn se dio cuenta que en realidad, Charlotte no era una estrella egocéntrica como le había parecido al principio. Eso la llevo a aceptar, la propuesta de la chica de ir a bailar.
La música electrónica que sonaba de fondo les daba libertad de movimientos. Ambas bailaban con desenfado, Quinn no pensaba en nada en especifico, simplemente se estaba dejando llevar. Sintió las manos de la chica sobre su cintura, y no le incomodaron. Lo que sí fue haciendo que intentara tomar distancia fue sentir sus respiraciones cada vez más cerca. Intentó zafarse pero antes de que lo consiguiera, la chica unió sus labios.
Quinn con un solo movimiento, la alejó. No le dijo ninguna palabra, sólo le dio una mirada entre severa y de decepción. Escuchó como Charlotte la llamaba, exclamando disculpas. Pero no tenía ánimo ya de escuchar. Le envió un texto a Alison para avisarle que se volvería al hotel. Después de tantas horas su cuerpo, le estaba exigiendo un descanso.
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Séptima Semana:
Rachel había recuperado su rutina con más energía que antes. Ahora cada día era uno menos para que Quinn volviera y eso la hacía recibirlos con una sonrisa. Decidió que ese en particular saldría a trotar para disfrutar el aire tibio de la mañana.
Se puso los audífonos y comenzó con un trote lento, quería apreciar el paisaje a su alrededor. A medida que avanzaba por las calles de la ciudad, pensaba en como debería actuar una vez que Quinn ya estuviera en Lima. No sabía si volverían a la etapa de amigas, amigas con derecho, o directamente tratarla como su novia. Aunque esa última opción no sabía si fuera la más adecuada, después de todo la rubia había roto con ella.
Una idea se le cruzó en ese instante. Quinn se había esmerado por prepararle la cita perfecta en Nueva York para pedirle que fuera su novia. Por lo que ella no podía ser menos, debía hacer algo similar, aunque no contara con el encanto de la ciudad de los rascacielos. Lograría que la rubia se diera cuenta lo especial que era para ella y así aceptara ser su novia otra vez.
Seguía trotando, con esa gigantesca sonrisa de suficiencia estampada en su rostro, se le acababa de ocurrir una idea realmente genial. Cuando algo o alguien siendo precisos, la hiso comenzar a detenerse lentamente.
Se acercó con cuidado, y procedió a sacarse los audífonos antes de hablarle.
-¿Britt?-. Expresó la castaña-.
Brittany se giró e intentó esconder sus brillantes ojos bajando la mirada inmediatamente. Estaba sentada en una banca apartada del parque, y aunque escondiera su mirada, era más que obvio que había estado llorando.
-Hola Rachel-. Saludó la rubia-.
-Britt, ¿Qué te sucede?-. Preguntó preocupada y sentándose a su lado-.
-Nada-. Mintió cuando era evidente que no pasaba por su mejor momento-.
-Tiene que ver con Santana no es verdad-. Aseveró la castaña-.
-¿Cómo lo sabes?-. Expresó mirándola a los ojos-.
-Luces como yo cuando no sabía nada de Quinn-. Respondió dándole una sonrisa-. Dime… ¿Qué pasó?-.
-No he sabido nada de ella, y tengo una mala sensación-. Contestó escuetamente-.
-¿Mala sensación?-.
-Sí, la última vez que nos vimos, le dije que no quería estar con ella, no hasta que no tuviera claros sus sentimientos por mi y por…Kayle-. Pronunció bajando la mirada-.
-Hiciste lo correcto, Britt-. Dijo para tranquilizarla-.
-¿Y si fue lo correcto porque no se siente bien entonces?-. Preguntó con la voz quebrada-. No he sabido nada de ella desde entonces, ni un mensaje o una llamada…desapareció-.
-Haber, primero creo que te sientes así porque la extrañas y es normal, pero debes aprovechar este tiempo, es difícil estar sin la persona que amas, lo sé, pero…-. Contestó sinceramente-.
-Yo no se si sea capaz de soportar otro rechazo, no podría verla de la mano con otra de nuevo, saber que esta con ella, que despierta entre otros brazos…ya no me siento con la fuerza para soportar todo eso… -. Decía entre sollozos-.
Rachel la miró con dulzura y se acercó para darle un reconfortante abrazo.
-Tranquila sí…-. Susurró en su oído la castaña-.
-No te imaginas como le dolió cada uno de sus rechazos, no lo demostraba porque debía ser fuerte para recuperarla, pero mi corazón se hacía pedazos, cuando me decía que no y corría a los brazos de Kayle…-.
-Ahora va a ser distinto estoy segura, Santana te ama más de lo que puede amar a cualquier otra persona y esta vez tomara la decisión correcta-. Dijo la pequeña diva-.
Brittany no respondió, simplemente escondió su rostro en el cuello de su amiga. No había palabras que lograran consolarla, lo único que podía tranquilizarla y hacerla sonreír era ver a su latina, tenerla junto a ella, y esta vez sin nadie de por medio.
-¿Desayunaste ya?-. Preguntó Rachel-.
-No, me desperté y salí, me estaba ahogando encerrada en casa-. Contestó restableciendo su postura-.
-Entonces levántate porque tanto ejercicio me abrió el apetito y tú serás mí invitada a desayunar- Exclamó una entusiasta Rachel poniéndose de pie-.
-Rach…yo prefiero ir a casa y…-. Iba a inventar una excusa pero no alcanzó-.
-¡No voy a aceptar una negativa!-. Interrumpió-. Britt, yo estuve dos semanas encerrada en mi casa y eso no hiso que dejara de extrañar a Quinn, al contrario, así que no voy a dejar que tú pases por esto sola-.
-Gracias-. Fue lo único que salió de los labios de la bailarina-.
Las chicas caminaron rumbo a la casa de Rachel. Tuvieron una mañana en la que conversaron de todo. La pequeña diva intentó por todos los medios que la rubia se distrajera y no estuviera triste. Y en parte lo logro, ya que para después de almuerzo, veían televisión relajadas. Brittany no se arrepentía de haber ido a la casa de Rachel, quien había demostrado ser una amiga con la que podía contar.
-Entonces… ¿Cuándo vuelve Quinn?-. Preguntó la bailarina-.
-Espero que en estos días, anoche cuando hablamos, me dijo que de esta semana no pasaba-. Contestó con una sonrisa-.
-Yo sabía que ustedes terminarían juntas-. Comentó la rubia con naturalidad-.
-¿Cómo?-. Preguntó con sorpresa y girándose para escuchar la explicación-.
-La verdad es que no eran muy disimuladas, O sea Quinn maltratándote para llamar tú atención como lo hace un niño pequeño ¡Por años!... Y tú aguantando y queriendo todo lo que ella tenía, y con eso me refiero a sus ex novios, sólo para estar cerca de ella de alguna manera-. Explicó Britt-.
Rachel río divertida, esa era una teoría que nunca había pasado por su cabeza, pero de alguna manera le hacía sentido.
-¡Dios toda esa explicación me hace sentir retorcida!-. Exclamó la castaña-.
-De alguna manera ustedes siempre estuvieron unidas por algo-. Dijo la rubia con un gesto pensativo-. Como San y yo-.
-Así es, y es por eso que Santana va a volver a ti, como siempre lo ha hecho-. Expresó con convicción a lo que Britt respondió con una sonrisa esperanzadora-.
El sonido del celular de Rachel interrumpió el momento. La castaña se levantó de inmediato, ya que por el sonido sabía de quien se trataba.
-Estábamos hablando de Rachel coquetamente-.
-¿Así? ¿Y puedo saber con quien estás hablando de mi?-. Preguntó-.
-Estoy con Britt y me ha explicado una interesante teoría acerca de nosotras-.
-Britt es muy buena analizando a las personas, así que lo que haya dicho probablemente tiene mucho de razón-. Expresó la rubia-.
-¿Sí?, Entonces eras una psicópata que me agredía sólo porque buscabas llamar mi atención-.
Quinn comenzó a reír por la otra línea.
-¡Es cierto!-.
-Puede tener parte de cierto-. Reconoció la rubia-. ¿Y que hay contigo? ¿Eres masoquista? Porque te insultaba y aun así intentabas acercarte a mi-.
-La verdad esa es la otra parte de la teoría, que yo soy una retorcida a quien le gustaba que la maltrataran siempre y cuando fueras tú-. Expresó intentado sonar seria-.
-Es bueno que ya lo hayas aceptado Berry, yo siempre supe que había algo mal contigo-. Contestó con burla-.
Rachel no pudo contener la risa, contagiando a Quinn.
-Seguro, ahora yo soy la loca, como es tan normal hacer la vida de alguien un infierno sólo porque no se puede aceptar tener sentimientos por esa persona, eres súper normal respondiendo a la burla anterior-.
-Ok, lo reconozco, las dos tenemos ciertos problemas relacionándonos, pero lo importante es que ya estamos juntas ¿o no?-. Preguntó-.
-¿Estamos juntas?... ¿Así como en Nueva York?-. Inquirió insegura quería escucharlo de la boca de Quinn-.
-Mis sentimientos por ti, son los mismo Rach, o tal vez un poco más fuertes, no quiero que nos volvamos a separar-. Contestó-.
-Cuando vuelvas le pondremos nombre, por mientras tienes que saber que sigo siendo tuya y sólo tuya-. Dijo sincera-.
-Y yo tuya pequeña-. Respondió-. ¿Y que planes tienes con Britt?-.
-Una noche de chicas, eso significa películas cursis, alimentos altos en grasa y conversaciones sobre en este caso, nuestras chicas-. Comentó la castaña-.
-Suena interesante, yo también quiero una noche de chicas contigo cuando vuelva, eso si no van a ser necesarios los alimentos, se me viene otra cosa a la mente que me muero por volver a probar-. Expresó sensual-.
-¡Quinn Fabray haces que me sonroje!-. Exclamó-.
-Lo sé, era la idea-. Respondió-.
-Igual esperare con ansias esa noche de chicas-. Expresó la castaña-.
-Y yo, necesito con urgencia uno de tus abrazos-.
-¿Sólo un abrazo?...Ninguna otra cosa-. Preguntó coqueta-.
-Lo necesito todo de ti Rachel Berry-.
-Sólo tienes que volver y tendrás todo lo que quieras-. Respondió-.
-Ya queda muy poco amor-. Dijo sincera-.
-Te llamo más tarde-.
-Ok, estaré esperando, te quiero-.
-Y yo a ti-. Se despidió Rachel-.
Brittany observaba divertida cada gesto que producían en Rachel las palabras de Quinn. Era tan evidente lo enamoradas que estaban. Y no podía más que alegrarse por ellas, sabía que todo el camino que habían recorrido no había estado exento de problemas, por lo que el haberse sobrepuesto a ello, era claramente una muestra de su amor.
-Veo que alguien definitivamente ha derretido el corazón de la reina del hielo-. Expresó Britt divertida-.
Rachel le dio una de esas sonrisas impresionantes, que reflejaba lo feliz que se encontraba en ese momento.
La tarde continuó entre risas, películas cursis y alimentos no nutritivos (si se le podía llamar así, al helado, chocolate y golosinas varias) tal y como había dicho la pequeña diva a Quinn en su conversación por teléfono.
Ya estaba oscureciendo cuando el timbre de la residencia Berry, alertó a las chicas. Rachel se levantó del sofá para dirigirse a la entrada.
-Hola diva-. Saludó Kurt depositando un beso en su mejilla-.
-Hola-. Respondió sorprendida, no lo esperaba-.
-¡Te tengo una invitación que no aceptaré que rechaces!-. Exclamó entusiasta-.
-Kurt…yo ya tengo planes-. Murmuró-. Además no estoy sola-.
El chico le dio una mirada de curiosidad y se adentró al salón para ver quien le hacía compañía a la diva.
-Hola Kurt-. Saludó Britt-.
-Hola Britt-. Respondió-. ¿No habrás cambiado de rubia no es verdad?-. Preguntó susurrando en el oído de la castaña-.
-¡No seas idiota!-. Exclamó dándole un pequeño Britt nos hemos estado haciendo mutua compañía el día de hoy-.
-Ya veo-. Dijo levantando una ceja-. Entonces, la invitación la extiendo para las dos-.
-¿Qué invitación?-. Preguntó la rubia incorporándose-.
-Con Blaine vamos a ir a un pub's de ambiente y me gustaría que fueran con nosotros-. Explicó el joven-.
-¿De ambiente?-. Preguntó la bailarina no entendiendo del todo-.
-Un lugar Gay-. Aclaró Kurt-.
-¿Y porque yo querría ir a un lugar gay? Yo no soy gay…-. la castaña-.
Kurt y Brittany se giraron para verla sorprendidos por sus palabras.
-Claro, supongo que el hecho de que estés enamorada de Quinn, no te hace gay-. Dijo irónico el chico-.
Rachel abrió su boca para responderle pero las palabras no salieron como ella lo había planeado.
-A mi me gustaría ir, supongo que me haría bien bailar y pasarla bien esta noche-. Aceptó la bailarina alzando los hombros-.
-¿Y que dices tú diva?-.
-Supongo que no tengo muchas opciones-. Respondió no muy convencida-.
-Por supuesto que no-.
Brittany se fue a su casa para cambiarse de ropa. Quedaron en que pasarían por ella en dos horas más.
Rachel había subido con Kurt a su habitación, el chico le iba a ayudar a elegir que usar esa noche.
-¿Y estás revistas?-. Preguntó Hummel-.
-Son mis suscripciones mensuales que llegaron hoy en la mañana, no he tenido tiempo de verlas-. Respondió mientras abría su closet-.
El chico, comenzó a hojearlas una por una mientras de reojo observaba a la pequeña diva y las prendas que iba sacando como opciones para llevar esa noche.
-¿Por tu estado de ánimo supongo que las cosas con Quinn han mejorado?-. Preguntó Kurt-.
-Sí, no hemos vuelto oficialmente, pero es sólo una formalidad porque cada vez que hablamos me dice cuanto me quiere, y que es sólo mía, ya no hay nadie más entre nosotras-. Contestó con confianza-.
-Me alegra que así sea, no me gustaba verte tan deprimida, y estoy seguro que si Quinn te dice eso es porque es cier….-. Cuando volvió su mirada hacía una de las revistas dejo de hablar para concentrarse en una imagen que no podía creer fuera verdad.
Rachel al notar el silencio en el que estaba consumido su amigo, se giró en dirección a él para ver que es lo que había ocurrido.
-¡Kurt!-. Exclamó-. Kurt…¿Qué te pasa?-. Preguntó-.
El chico la miraba al mismo tiempo que volvía sus ojos a la imagen en la revista. No pronunciaba palabras, no sabía que hacer.
-¡Kurt reacciona!-. Exclamaba preocupada la pequeña diva-.
-Yo…esto…-. Murmuraba sin decir nada coherente-.
-No te estoy entendiendo, déjame ver que es, supongo que la última colección de McQueen debe estar impresionante como para dejarte así-. Expresó la castaña quitándole la revista de las manos.
Cuando Rachel enfocó su mirada sobre la imagen impresa en ese papel. Su sonrisa se borró inmediatamente, sus ojos releían una y otra vez el titular y sobretodo trataban de encontrar algo que le dijeran que esas palabras no eran verdaderas y que esa de la foto no era Quinn, besándose con otra chica.
La revista lo daba como una exclusiva, y una serie de imágenes desde la cercana conversación, el íntimo baile y el posterior beso, estaban en secuencia para no dejar lugar a dudas de que se trataba de la "nueva conquista" de la promisoria estrella, como llamaban a Quinn.
-Rachel… ¿Estás bien?-. Preguntó Kurt levantándose para ponerse al lado de ella-.
-Lo estoy-. Respondió con la garganta apretada-.
-Creo que será mejor que nos quedemos en casa hoy, seguro tú…-.
-No, lo que necesito ahora es que me des un momento, así que espérame en el salón por favor-. Pidió Rachel con una extraña tranquilidad-.
-Pero…-. Iba reclamar el chico-.
-Kurt, por favor-. Insistió la castaña-.
Al chico no le quedo otra opción más que hacerle caso a Rachel, sabía que su amiga no se encontraba bien en ese momento, pero si le estaba pidiendo estar sola era porque eso es lo que necesitaba.
Cuando ya estaba sola, se sentó en su cama y volvió a observar con detenimiento aquellas imágenes. Estaba absolutamente decepcionada, se sentía engañada.
-Me mentiste…-. para sí misma y una tímida lágrima caía por su mejilla-.
-Yo esperándote mientras tú jugabas con otras chicas-. Seguían hablando como si fotografía pudiera responderle-.
-Se acabó, se acabó la Rachel paciente que va a estar ahí siempre para ti ¡Se acabó!-. Exclamó con rabia y secándose las lágrimas-.
-Ninguna más por ti-. Dijo y lanzó lejos la revista-.
Rachel se metió a la ducha, quería sacarse toda esa rabia que la estaba invadiendo. Porque ella no era de las personas que odiaba, ni sentía resentimiento, pero lo que tenía dentro de sí en ese momento se parecía bastante a eso.
Salió y buscó un vestido. No se iba a quedar ahí, encerrada llorando por alguien que claramente había estado jugando con ella todo este tiempo.
Bajó los escalones y Kurt la esperaba, el chico hacía estado dando vueltas prácticamente en círculos, pensando en que podía estar pasando por la cabeza de Rachel, ya que esa reacción, pasiva y tranquila lo preocupaba más que otra explosiva.
Se quedó boquiabierto cuando vio a la pequeña diva, en tan sólo un pequeño y ajustado vestido negro, dejando muy poco a la imaginación. Se había maquillado y su pelo en ondas caía en forma muy sensual.
No dijo ninguna palabra, simplemente abrió la puerta y le hiso un gesto a Kurt para que la siguiera.
Pasaron por Blaine y Brittany, quienes no entendían la actitud de la castaña, y algo los llamó a no preguntar tampoco.
Cuando llegaron al local fue una historia totalmente diferente. Rachel parecía mas desinhibida que nunca, bailo con otras chicas coqueteando descaradamente y bebiendo como si el mundo se fuera a acabar. Sus amigos más que pasarla bien se dedicar a cuidar de ella, sabían que Rachel con alcohol en sus venas era una persona totalmente diferente y que cualquier cosa que hiciera se arrepentiría al otro día. Por eso cuando vieron que la castaña ya no era capaz de discernir bien cada acción que realizaba, se la llevaron a casa.
Kurt, no quería que llegara en esas condiciones a su hogar por lo que la llevo con él.
-Si te digo que estoy bien… pequeña diva lanzando su chaqueta en alguna parte del salón-.
-Seguro, porque mejor no me dejas ayudarte a subir las escaleras-. Le respondía el joven-.
La castaña cedió ante Kurt y se dejo guiar hasta su habitación, la verdad es que en las condiciones en las que estaba no podía negarse demasiado.
--------------------------------------
La luz daba comienzo a un nuevo día y para Rachel, sólo lograba aumentar más ese zumbido que tenía en la cabeza. No recordaba gran parte de la noche anterior, por lo que se asustó al sentir otro cuerpo muy cerca del suyo, al girarse respiró con alivio, era Kurt quien estaba a su lado.
Se levantó con cuidado para no despertarlo, y comenzó a reunir su ropa. Buscaba algo en específico, su celular, sabía que debía llamar a sus padres para avisarles dónde estaba, si no quería que entraran en una crisis.
Bajó al salón y se encontró con Finn tomando desayuno y viendo la televisión.
-Hola Rach-. Saludó alegre el joven-.
-Hola…-. Respondió y cada letra de esa palabra hiso un doloroso eco en su mente-.
-¿Estás enferma? ¿No te ves bien?-. Preguntó preocupado-.
-Sólo tengo un leve dolor de cabeza-. Mintió-. ¿Has visto mi celular?-.
-No…¿Buscaste bien en la habitación de Kurt?-.
-Eso creo, de todas maneras volveré a buscar allá-. Y se dio la vuelta para volver a la habitación-.
Finn se dio cuenta que algo no andaba bien con Rachel, lo notaba en su mirada, en ese expresión triste que tenía en sus ojos, y la única culpable para él podía ser cierta rubia, que como había predicho, le hiso daño.
Como si con su mente la hubiera llamado, o tal vez el destino por una vez se ponía de su lado, comenzó a escuchar una música. Buscó entre los cojines del sillón y ahí estaba el celular de Rachel.
-Hola-. Contestó Hudson-.
-Disculpa ¿Finn?-. Preguntó Quinn contrariada-.
-Si ¿Qué quieres?-. Interrogó desagradable con una sonrisa maliciosa-.
-Hablar con Rachel, estoy llamando a su celular no es lógico-. Respondió impaciente-.
-Ella esta dormida, por lo que te pediría no volvieras a llamar, nos dormimos tarde y no quiero que se despierte-. Mintió descaradamente-.
-Que…ella…¿Pasó la noche contigo?-. Preguntó absolutamente descolocada-.
-Porque otra razón podría yo contestar su celular-. Expresó-.
Quinn no tenía una respuesta para eso, así que simplemente cortó el llamado. Y junto con eso cerró cualquier esperanza de que al volver tendría a su Rachel de vuelta.
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Octava Semana:
Para Santana el vuelo de regreso a Lima había sido mucho más largo que el de ida. Si, sabía que eso no era posible, pero así lo sentía en su corazón. Los días después de aquel episodio con su madre se habían hecho largos y desagradables. Ninguna le hablaba a la otra, y aunque su padre y su hermana habían intentado mediar, claramente no estaba dando resultado.
Si bien, eso le dolía profundamente, lo estaba aprendiendo a sobrellevar, guardaba una pequeña esperanza que su madre cediera, que la aceptara y que no la juzgara por algo que ella sentía era normal, porque enamorarse independiente del sexo que tenga esa persona, es normal, es de humano.
Cuando finalmente dieron el aviso de que en pocos segundos ya estarían en Lima, el corazón de Santana dio un vuelco impresionante. Podía sentir los nervios de esa primera vez, de sentirse como que tu estómago va a explotar de tantas mariposas que vuelan en el, si sonaba cursi, pero era lo que sentía.
Recogió su maleta, y se acercó a su hermano.
-Necesito pedirte un favor-. Dijo la latina-.
-Dime…-.
-Puedes llevarte mis cosas a casa, yo debo hacer algo antes-. Expresó-.
-¿Algo?-. Preguntó confuso-.
-Si y es demasiado importante como para esperar-.
-Ok-. Aceptó sin más preguntas-.
Santana le dio un fuerte abrazo.
-Deséame suerte-. Le pidió-.
-Suerte-.
La latina salió a trote del aeropuerto y tomó el primer taxi que vio. Le dio la dirección y mientras el chofer iba a una velocidad promedio, ella jugaba nerviosa con sus manos entre sus rodillas.
El taxista se volteo.
-Llegamos señorita-. Avisó el hombre-.
Santana le pago y le dio una sonrisa. Ahí estaba frente a esa casa dónde muchas veces había estado antes, pero ahora era diferente venía con una sola idea y no se iría sin tener al menos una oportunidad.
Tocó la puerta casi pidiendo disculpas, era muy temprano y sabía probablemente aún estuviera dormida. Volvió a tocar, esta vez con más energía, y sintió unos pasos bajando por las escaleras.
Pareciera que la manilla se giró en cámara lenta y que esos ojos profundos la miraron muchas ves antes de creer que era ella quien estaba al frente.
-Hola-. Saludó tímidamente-.
-¿Qué haces aquí?-. Preguntó confundida-.
-Vino por ti, quiero recuperarte-. Contestó-.
-¿Estás segura?-.
-Sí, es a ti a quien quiero, y espero que no sea tarde para que me des una oportunidad-.
****************
hola....quiero darles un saludo muy especial a todos los las que leen este fic, que me gustaria que comentaran mas, y no fueran lectores silenciosos, pero no exijo mucho ya que yo soy igual....sin embrago espero que eles guste esta historia, y para recordarles que este fic no es de mi autoria, sino de una amiga....las mejores vibras
atercio********- - Mensajes : 650
Fecha de inscripción : 02/04/2012
Edad : 32
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
Ohhhh Diooooos otra vez noooooooooo creo que voy a morir de la intriga, si santana esta en lima ya, eso quiere decir que fue a por britt? pero no entiendo muy bien, JURO que si ella se decide por kayle otra vez... voy a entrar en una deprecion AGUDA :'(: Por otro lado... ESA TIPEJA QUE ES LO QUE SE CREE PARA BESAR A QUINN? ahora por su culpa rach piensa lo peor... y no conforme a eso el idiota de finn se aprovecha de la situacion... odio al finn de este fin.... Si DEFINITIVAMENTE LE ODIOOOOOOO!!! ahora quinn no volveraaaaa noooo, no puede ser CUANTO DRAMA Diooooos
Yo soy fiel a mis BRittana.. y se que lo de ellas es algo mas que un amor de instituto... por mucho que san tambien quiera a kayle y que su amor la haya calado profundo... tambien muchas veces se confunden con otro tipo de amor... OJALA que se britt por faaaaaaaa
Hasta la proximaaaaa..... Besitos!
Yo soy fiel a mis BRittana.. y se que lo de ellas es algo mas que un amor de instituto... por mucho que san tambien quiera a kayle y que su amor la haya calado profundo... tambien muchas veces se confunden con otro tipo de amor... OJALA que se britt por faaaaaaaa
Hasta la proximaaaaa..... Besitos!
aria- - Mensajes : 1105
Fecha de inscripción : 03/12/2012
Re: [Fic]Sanando el Corazón: Capitulo Veintisiete: "Es lo mejor" 23/1/13
woooooooooo por fin se decidio san por britt!!!!!!!!!!! me encantpo pero pobre ky!!! odio a finn ahora mas dramas enre faberry ufaaa besos!!
tatymm-*- - Mensajes : 2406
Fecha de inscripción : 20/08/2012
Edad : 34
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